Sormani Teoría de Las Formaciones Espaciales Un Aporte Metodológico
Sormani Teoría de Las Formaciones Espaciales Un Aporte Metodológico
Sormani Teoría de Las Formaciones Espaciales Un Aporte Metodológico
La ecologa, sobre todo la llamada ecologa humana, parece haberse apropiado del
campo especfico de la geografa humana, atribuyendo las expresiones espaciales de la
prctica social al resultado de la evolucin y constante adaptacin del hombre a su
hbitat. Creo posible coincidir con Manuel Castells cuando reacciona contra esas
tendencias sosteniendo que el organicismo evolucionista heredado de Spencer, es lo
que est en la base de la ecologa humana, y la psicosociologa encubierta por Parsons
como sociologa de los valores, lo que influencia directamente los anlisis culturalistas,
y es el historicismo de fuente weberiana, lo que influencia los temas voluntaristas de la
creacin del espacio8.
Si dejamos de lado algunos autores y algunas tendencias francamente progresistas en
este campo, lo cierto es que se muestra lbil a la penetracin de ciertas nociones
ideolgicas. As, cuando se bate el parche acerca de la crisis ambiental resulta que se
estn encubriendo aspectos relevantes de la realidad, como el hecho de quines generan
esa supuesta crisis o quines la toleran o legitiman: los consorcios monoplicos y el
poder poltico de algunos estados nacionales. Cuando se seala que los problemas de
polucin urbana o de congestin del trnsito poseen un origen casi natural y, por lo
tanto, de difcil cuando no de imposible solucin, solo debe entenderse, en un discurso
de este tipo, el supuesto implcito de en las actuales condiciones de distribucin del
poder y la riqueza, ya que toda descentralizacin de las actividades productivas
ocasionaran un perjuicio para determinados grupos o clases sociales. La abundancia de
espacio que puede alegarse como condicin para la solucin de estos problemas es solo
aparente en este contexto pues el espacio nacional no es espacio a secas, no es espacio
de la Nacin, sino del capital 9.
Las mltiples nociones de espacio propuestas por aquellas disciplinas que, de uno u otro
modo, se concentran sobre los aspectos fundamentales derivados de la prctica humana
productiva no agotan el repertorio. Quedan an algunas otras como el espacio de la
geopoltica o de la geografa poltica que van desde el determinismo del medio natural
sobre el proceso de formacin y desarrollo de los estados nacionales hasta las vertientes
ms voluntaristas de la corriente suelo y sangre y del espacio vital que privilegia el
papel del hombre (o de la raza?) sobre la expansin nacional y la apropiacin del
espacio universal.10. De un modo u otro, estas corrientes ponen sobre el tapete el hecho
de que la geografa se desarroll a la sombra del ejrcito y de que entre el discurso
geogrfico y el discurso estratgico hubo una permanente circulacin de nociones, en la
medida en que detrs de la investigacin geogrfica se escondan intenciones de
conquista, de implantacin de un poder, de administracin de los territorios
conquistados por el empleo violento de ese poder, es decir, por la guerra.
Deliberadamente, tambin, dejaremos de lado toda mencin a las nociones de espacio
como mbito de nuestra propia existencia humana, al espacio vivencial, y a sus
mltiples concepciones, que solo agregaran nuevas dificultades a nuestra ya ceida e
incompleta sntesis.
CASTELLS, Manuel, La Cuestin Urbana, Siglo XXI Argentina, Buenos Aires, 1974.
OLIVEIRA, Francisco de, Acumulaao Monopolista, Estado e Urbanizaao: A Nova
Qualidade do Conflicto de Classes, en: Contradioes e Movimentos Sociais, Ro de
Janeiro, CEDEC, Paz e Terra, 1978.
10
VICENS VIVES, Jaume, Tratado General de Geopoltica, Editorial Vicens-Vives,
Barcelona, 1972.
9
11
10
18
Estas dos apariciones de la naturaleza en el seno de las relaciones sociales que permiten
hablar de formas diferentes de arreglo y utilizacin del espacio no pueden ni deben
separarse, pues constituyen momentos distintos de una misma unidad: la prctica
humana en sentido general y la prctica en sentido especfico.
Ahora bien, el proceso de diferenciacin de la actividad productiva que se caracteriza
por su carcter desigual y combinado, hace que aparezcan formas de organizacin de
la produccin que, si bien derivan sus caracteres ms distintivos del modo de
produccin dominante o subordinado, se especifican en el tiempo y en el espacio segn
las cambiantes circunstancias histricas y naturales. Estas formas aparecen como
conjuntos relativamente homogneos de relaciones sociales de produccin, localizados,
asociados a un tipo especfico de actividad productiva, sea sta agraria, industrial,
forestal o minera, que se cumple acorde con un dado patrn de divisin social territorial
del trabajo. Cada una de ellas tratar de hacerse y de adaptar o recrear una porcin del
espacio que le sirva a sus necesidades, compitiendo a veces con otras por el control de
un mismo territorio y estableciendo un cierto dominio territorial, al mismo tiempo, que
conformando un patrn de usos del espacio que, en ltima instancia constituye
su distintiva formacin espacial.
6.- Los momentos superestructurales.
Las distintas formas de organizacin y arreglo del espacio son mudables en el tiempo en
la medida en que constituyen un producto histrico del desarrollo de la sociedad
humana que es asimismo cambiante y dinmica. Por lo tanto, su estudio debe
necesariamente asociarse a las formas en que se organiza la sociedad que constituye su
matriz, tomando en cuenta, en primer lugar, lo que constituye su mismo fundamento: la
actividad prctica de los individuos enderezada a la produccin de bienes materiales
que otorga coherencia y significado al edificio social y que, por aadidura, representa el
nexo ms caracterstico que vincula al hombre con la naturaleza. Es la produccin la
que une en un todo de manera ms firme...las peculiaridades de las condiciones
geogrficas...el potencial natural...y las acumulaciones culturales del pasado y la que se
halla ms estrechamente ligada al territorio19.
Sin embargo, por sobre la estructura econmica de la sociedad, que es su fundamento y
razn de ser, se eleva el edificio jurdico y poltico al que corresponden formas
determinadas de la conciencia social: la superestructura de esa sociedad. Ella se
constituye en un teatro diferente de la prctica humana en la cual se plantean relaciones
de otro y complejo carcter. En ellas el espacio se convierte nuevamente en escenario,
entre otras, de actividades vinculadas al ejercicio y la lucha por el poder, la
administracin del territorio, la difusin de mensajes, la prctica cientfica, la creacin
artstica o la actividad religiosa.
12
En un caso tiene que ver con la gnesis de las formaciones sociales, la correspondiente
apropiacin de una porcin de la superficie terrestre y la consolidacin de un dominio
territorial cuyos recursos utiliza en su provecho y defiende por todos los medios
posibles, incluidos la diplomacia y la guerra, con el propsito de mantener su usufructo,
cuando no pretendiendo lograr la anexin de territorios ocupados por otras comunidades
a fin de promover la expansin de sus propias fuerzas productivas.
Con otros atributos, pero siempre uno, el espacio importa en el plano de la
conformacin de los estados nacionales y el afianzamiento de su seguridad, as como la
orientacin y promocin de la actividad econmica, la regulacin del abastecimiento, la
asignacin de recursos escasos, la satisfaccin de las necesidades colectivas, la gestin
directa de ciertos servicios pblicos, cuando no la preservacin de reas naturales que,
en casi todos los casos, redundan en una descomposicin del espacio a los efectos de
una mejor administracin y contralor de estas actividades.
Pero el Estado tiene tambin a su cargo otras actividades como las inherentes al
ejercicio de la violencia que van desde la guerra defensiva o de agresin hasta la
represin interna, en las cuales el control y utilizacin del espacio adquiere otros rasgos.
Aqu tambin, algunos elementos espaciales dan cuenta, por su organizacin interna, del
carcter de la sociedad que los erigi y de las relaciones sociales subyacentes en ella: la
crcel o el destacamento militar, en los cuales se sintetizan elementos espaciales y
sociales (jurdicos, polticos e ideolgicos).
Participa tambin el espacio para caracterizar y dar relieve a la lucha manifiesta de
clases, tanto en el mbito rural como en el urbano, cuando aquel pierde
momentneamente su contenido especfico de albergue a la residencia de los individuos
o recinto de su actividad productiva o intelectual y se convierte en teatro de operaciones
de violentos enfrentamientos sociales. Si pasamos a los espacios ms vastos que el
nacional vemos tambin que son objeto de una organizacin cada vez ms compleja,
donde la puja por el control de los recursos naturales escasos y de los reservorios de
mano de obra, da lugar a complejas estrategias elaboradas en los estados mayores
polticos, militares o financieros, tendientes a su control o la regulacin de los
conflictos que esas tendencias dan lugar.
Por ltimo, reencontramos al espacio en nuevos momentos, como sujeto y como
condicionante del proceso de elaboracin de mltiples formas ideolgicas, impresiones,
formas de pensar, concepciones filosficas y religiosas, y teoras cientficas. Su
presencia es clave en el ejercicio de la comunicacin humana que, a travs del tiempo,
evolucionara desde la emisin de su voz hasta los modernos y complejos medios de
comunicacin de masas que, como mallas invisibles, cubren la totalidad del planeta y
aun de reas adyacentes al mismo.
Ya no se trata aqu del espacio como condicin originaria, como naturaleza
transformada para servir al proceso de la produccin material, ni tampoco como lugar
de paso de los flujos de mercancas y personas, pero sigue estando asociado a una
prctica humana que le impone sus propias determinaciones y le exige una
subordinacin no siempre lograda sin conflicto. Estamos en presencia de un nuevo
momento, superestructural esta vez, donde la naturaleza vuelve a manifestarse como
espacio, adaptada a ciertas prcticas humanas pero, como tal, mantenindose siempre
uno y diverso.
4.- FORMACION SOCIAL Y FORMACION ESPACIAL.
A partir de la proposicin general de que toda prctica humana se desarrolla sobre un
espacio dado, que resulta obvia, es preciso insistir en el hecho de que ese espacio asume
formas, disposiciones y arreglos particulares en cada caso, que dan cuenta de la
13
14
Al analizar las relaciones entre los conceptos de formacin social y formacin espacial,
que denotan realidades distintas, es necesario evitar a toda costa caer en las trampas
puestas por el determinismo, sea fsico o social. Las fuerzas productivas y, por lo tanto,
su desarrollo, no resultan de modificaciones autnomas del medio natural, en la medida
en que no llegan a ser lo que son sino como consecuencia de la transformacin y de la
utilizacin de las fuerzas naturales que el hombre realiza o que, en suma, realiza la
sociedad humana organizada. Al mismo tiempo, sta tampoco consigue nunca
desembarazarse de las limitaciones que le impone el medio natural, a pesar de que la
historia parezca ser el teatro en el cual el ser humano va obteniendo progresivamente un
mayor grado de libertad. Todas las reas de poblamiento humano reflejan, a travs de su
formacin espacial, esta contradiccin entre su carcter natural e histrico. No obstante,
ambos planos de la realidad deben captarse en forma conjunta.
En definitiva, la actual estructura espacial de la sociedad o, dicho en otros trminos, su
formacin espacial, no resulta espontneamente del modo en que se organizan las
relaciones sociales en trminos del medio geogrfico. Lo mismo que ocurre en el plano
de las relaciones humanas, la formacin espacial hereda formas y elementos del pasado
que la comunidad adopta y recrea para adecuarlos a sus nuevas necesidades, o bien
construye nuevos elementos que se integran funcionalmente con los existentes. Las
formaciones espaciales asociadas a formaciones sociales dadas entran tambin en
descomposicin y se tornan obsoletas como consecuencia de la prctica revolucionaria
de las masas que destruyen las relaciones que imperaban en un momento dado, pero
algunos de sus elementos pueden no necesariamente desaparecer totalmente, sino que, a
veces, an degradados, se reintegran con otros roles a la nueva formacin social
emergente (castillos medievales, palacios renacentistas, fuertes, templos, etc.).
8.- REGION Y ESTRUCTURA REGIONAL.
Los procesos de diferenciacin de la actividad productiva en el espacio dan lugar a la
aparicin de formas de organizacin de la produccin particulares, constituidas por
conjuntos relativamente homogneos de relaciones sociales de produccin, localizados,
asociados a un tipo especfico de produccin, sea ste agrario, industrial, forestal o
minero que se cumple acorde con un dado patrn de divisin social territorial del
trabajo. Derivan su carcter general de algn modo de produccin dominante o
subordinado, pero se especifican en el tiempo y en el espacio segn las cambiantes
circunstancias histricas y naturales. El entrelazamiento de una o ms de estas formas
de organizacin de la produccin con elementos superestructurales de diverso orden
(etno-histricos, lingsticos, polticos, etc.) da lugar a la formacin de una regin. Esta
constituye un elemento complejo de la estructura espacial de la sociedad humana, en la
que el proceso de divisin del trabajo ha ido imponiendo ciertos rasgos que la
diferencian de otras regiones, tanto por las especiales condiciones presentes en su
gnesis y en lo desigual de su desarrollo, como por las modalidades que asume en ella la
actividad productiva caracterizada por las relaciones sociales de produccin y por el
nivel logrado por las fuerzas productivas.
La escueta resea que hemos hecho de las distintas concepciones de espacio, podra
reiterarse ahora para el caso de la regin teniendo en cuenta, sobre todo, la afinidad
entre ambas nociones y su comunidad de origen disciplinario. Lo evidente es que no
existe al momento una teora general de las regiones; por el contrario, su propia nocin
es altamente controvertida, a pesar de que tanto en el lenguaje cotidiano como en el
terreno de la geografa, fundamentalmente, su uso tiene larga data, ya que a partir del
siglo XIX su empleo acadmico ya resultaba corriente, sobre todo a partir de los
estudios de Alexander von Humboldt (1769-1859) y de Carl Ritter (1779-1859).
16
Los distintos significados surgidos de los propios desarrollos tericos que caracterizan a
varias disciplinas han pasado a consagrarse como diferentes tipos de regiones, con lo
cual, actualmente no se cuenta con un concepto unvoco, sino con una multiplicidad de
significados que hacen referencia a realidades diferentes.
Una de las nociones que, a menudo, se asocia con la de regin es la de paisaje, que
parece representar su ascendiente en lnea directa. El tipo de determinacin que vincula
a ambas se relaciona con el principio de homogeneidad, homogeneidad interna de
determinados espacios basada en la similitud de sus caracteres dominantes. En este
sentido, una cierta homogeneidad de rasgos exclusivamente fsicos permite definir y
delimitar regiones naturales.
Sin embargo, todas las tentativas por construir una geografa basada en el estudio de las
regiones naturales, definidas en trminos de aquellos factores que constituyen el marco
de la actividad humana, han resultado infructuosos. Ms an, la distincin dentro del
campo de la geografa entre el paisaje natural y el paisaje humanizado ha derivado en la
tradicional separacin entre las ramas fsica y humana (econmica) de esta disciplina y,
con l se consagra una dualidad metodolgica que ha trado disputas, controversias y
equvocos con relacin a su verdadero objeto cientfico. La adopcin de uno restringe
el campo de las investigaciones y transforma a la geografa en un conjunto de ciencias
especializadas en torno a las cuales crece la suspicacia de si no constituyen meramente
ramas de otras ciencias no geogrficas. La asuncin del otro exige un conocimiento
enciclopdico y una aptitud para la sntesis que tiende a limitarse a la mera descripcin
de la realidad, lo que hace dudar del carcter cientfico de la geografa 21.
El trnsito de la nocin de paisaje a la de regin pareci practicable en ciertos
momentos, pero ha trado una serie de dificultades entre las cuales, y no la menor, ha
sido el subjetivismo, sobre todo, cuando se trata de juzgar el rol que cumplen ciertos
elementos naturales como delineadores de los mbitos regionales. Usualmente la
delimitacin tiene como propsito servir exclusivamente para establecer un marco al
estudio de un contenido y luego es desechado, con lo cual los lmites regionales pierden
su sentido original y con ello la misma nocin de regin. No obstante, este trnsito
resulta plausible, a pesar de todo, cuando los caracteres distintivos se apoyan en el
principio de homogeneidad, pero deja de serlo cuando entran a jugar los elementos de
interdependencia entre asentamientos y de diferenciacin regional basados en los roles
propios de cada uno de ellos. Nuevamente quedan demostradas aqu las limitaciones de
la concepcin del espacio centrada en uno de los momentos de la actividad prctica del
hombre.
Si se desecha el principio de homogeneidad para aceptar el de funcionalidad, que abre
el camino hacia otra concepcin del espacio caracterizada por complejas mallas de
interrelaciones humanas (econmicas), cuya expresin es la regin nodal, funcional o
polarizada, es reiterar la inconsistencia ya sealada al tratar del espacio. Si bien el
concepto de regin es extrao a la economa poltica, a partir de Johann Heinrich von
Thnen (1783-1850), pasando por Walter Christaller (1893-1969) y August Lsch
(1906-1945) cuyas contribuciones van conformando una rama separada de esta
disciplina, el principio de nodalidad se constituye en elemento esencial de los sistemas
tericos de organizacin espacial que se han formulado. Por supuesto, el espacio
concreto queda ausente y solo se intenta reintegrar con posterioridad, aunque sin xito,
los elementos diferenciados del medio natural, cuando se hace evidente que stos
logran distorsionar el modelo ideal.
21 SORRE, Max, Rencontres de la Gographie et de la Sociologie, Librairie Marcel
Rivire, Paris, 1957, p. 33.
17
Sobre la base del principio econmico se pretende hacer inteligibles el paisaje de las
ciudades y de las reas rurales sujetas a su influencia, el de los nodos y circuitos de
transporte y an, el complejo conjunto de los restantes datos de carcter humano y
natural. A pesar de que la virtud esencial de este enfoque reside en el hecho de suponer
que las relaciones econmicas constituyen un verdadero elemento ordenador del
espacio, particularmente en el plano de la regin, su concepcin se mantiene puramente
formal, adoleciendo tambin del defecto tpico de la economa poltica: el de ser ahistrica.
En el mbito del pensamiento burgus el abandono del principio de homogeneidad
como nico criterio de delimitacin regional, signific un acercamiento entre las
proposiciones de la geografa y de la economa espacial, pero, al mismo tiempo, una
cada en el subjetivismo. Es decir, la prdida de homogeneidad -de hecho y hasta cierto
punto, del espacio natural- conlleva la prdida de la regin como hecho objetivo. Sin
embargo, es preciso reconocer que algunas contribuciones han permitido hacer resaltar
la importancia de las relaciones, no solo econmicas, sino tambin polticas, que
constituyen otra de las claves para lograr entender el proceso de formacin regional
como un proceso objetivo 22.
La tendencia hacia el subjetivismo es particularmente notoria en el campo de la
geografa oficial norteamericana: la regin debe ser considerada como un artificio para
seleccionar y estudiar los agrupamientos superficiales de los complejos fenmenos que
aparecen sobre la tierra 23; ella constituye una construccin intelectual designada para
facilitar el trabajo del investigador o del docente ya que una regin no es un objeto, sea
autodeterminado o dado naturalmente24. Es un concepto intelectual, una entidad a los
propsitos del pensamiento, creado mediante la seleccin de ciertos caracteres que
resultan relevantes para el inters del investigador a los efectos del problema regional y
soslayando todos los otros rasgos que son considerados irrelevantes 25. Asumir esta
postura implica negar la existencia objetiva de la regin, su existencia como entidad
ajena a nuestra conciencia y a nuestra voluntad y, por otra parte, considerar que la
delimitacin territorial en regiones constituye un procedimiento geogrfico
utilizado ad usum Delphini, solo a los efectos de definir un rea para estudiar
su contenido, para establecer el patrn de organizacin espacial del rea elegida. En tal
sentido, la regin queda circunscripta a una hiptesis de trabajo.
19
20