La Lengua de Los Desposeídos. Piglia
La Lengua de Los Desposeídos. Piglia
La Lengua de Los Desposeídos. Piglia
Ricardo Piglia.
El 28 de agosto de 1947, Witold Gombrowicz dio una conferencia en Buenos
Aires que nos puede servir de base para discutir algunas caractersticas de
lo que llamamos "el espacio del lector". La conferencia es ahora un texto
clebre Contra los poetas, y Gombrowicz la incluy, aos despus, como
apndice en su Diario.
Gombrowicz era un completo desconocido en aquel entonces. Viva,
pobremente, en oscuras piezas de pensin. Haba llegado a la Argentina casi
por casualidad, en 1939, y lo sorprendi la guerra y ya no se fue. En verdad,
los aos de Gombrowicz en la Argentina son una alegora del artista tan
extraa como la alegora de los manuscritos salvados de Kafka. Luego de
unos primeros meses dificilsimos, de los que casi no se sabe nada,
Gombrowicz va entrando de a poco en circulacin en Buenos Aires. Su
centro de operaciones es la confitera Rex, en lo alto de un cine, en la calle
Corrientes, donde juega al ajedrez y va ganando un grupo de iniciados y de
adeptos, entre ellos al poeta Carlos Mastronardi y al gran Virgilio Piera. Ha
empezado a anunciar a quienes puedan orlo que es un escritor del nivel de
Kafka, pero, por supuesto, todo el mundo piensa que es un farsante: nadie
lo conoce, nadie lo ley. Adems sostiene que es un conde, que su familia
es aristocrtica, aunque vive en la indigencia. Borges, con su malicia
habitual, lo cristalizar, aos despus, con esta imagen: A ese hombre,
Gombrowicz, lo vi una sola vez. l viva muy modestamente y tena que
compartir la pieza, una azotea, con otras tres personas y entre ellas tenan
que repartirse la limpieza del cubculo. l les hizo creer que era conde y
utiliz el siguiente argumento: los condes somos muy sucios, con esa
argucia consigui que los dems limpiaran por l.
Entonces, en 1947 Gombrowicz sale a la superficie. Estaba por ahogarse,
pero logra salir a flote, aunque volvi a hundirse varias veces despus. Ese
ao aparece la traduccin al castellano de Ferdydurke, y se publica,
tambin en espaol, su obra de teatro El matrimonio. Pero, como sabemos,
esas obras no tienen la menor repercusin. Son pequeas ediciones que
nadie lee, aunque quienes las leen nunca lo olvidan. La conferencia est
ligada a la aparicin de esos textos. Es un intento de hacerse ver, el inicio
de una campaa de larga duracin. Cualquiera que lee los testimonios o la
correspondencia de esos aos, lo ve a Gombrowicz intrigando y armando
redes y conspiraciones microscpicas. Redes de amigos, de jvenes, que
intentan dar a conocer su obra.
Cmo lleg a dar esa conferencia, quin la organiz, cuntos asistieron, es
algo que no sabemos bien. Solo sabemos que fue en la librera Fray Mocho,
en la calle Sarmiento, casi Callao, en el centro de Buenos Aires. Una librera
pequea, muy buena. Se trataba de un lugar ajeno a los circuitos
prestigiosos de las conferencias de aquellos aos, como el Colegio Libre de
El escritor siempre habla en una lengua extranjera, deca Proust, y sobre esa
frase Deleuze ha construido su admirable teora de la literatura menor
referida al alemn de Kafka. Pero la posicin Gombrowicz me parece ms
tajante. Lo inferior, lo inmaduro, se cristaliza en esa lengua en la que se ve
obligado a hablar como un nio. Desde su primer libro, los cuentos que
llam Memoria de la inmadurez , Gombrowicz se coloc en esa posicin. Y la
inmadurez ser el centro de Ferdydurke: el adulto que a los treinta aos
debe volver a la escuela, infantilizado.
Pero una lengua menor para decir qu? Quiz, como escribe Gombrowicz el
30 de octubre de 1966 en su Diario, viviendo ya en Europa como un escritor
consagrado, "el escndalo es que no tenemos todava una lengua para
expresar nuestra ignorancia". En Buenos Aires ha encontrado ese lenguaje.
La lengua como expresin de una forma de vida. La pobreza de la lengua
duplica la falta de dinero, la precariedad en la que vive. El conde como
pordiosero es simtrico del gran estilista que no sabe hablar. La desposesin
como condicin de la gran literatura. La opcin Beckett, Cline, Nstor
Snchez; el escritor como clochard, el escritor que balbucea.
Gombrowicz est siempre cerca de la afasia. Mejor sera decir, Gombrowicz
trabaja sobre la afasia como condicin del estilo. El afsico es un infante
crnico. Estamos otra vez en Ferdydurke.
Gombrowicz hace de la inferioridad, del anonimato, de la carencia, una
ventaja y una posibilidad. No s hablar, hablo como un chico y me refiero
por eso a la ms alta expresin del lenguaje: la poesa. Y s lo que digo
porque soy un gran artista.
Segunda cuestin, el castellano como lengua perdida de la cultura. El
castellano como una lengua menor en la circulacin cultural a mediados del
siglo XX (y no solo del siglo XX). Circuitos dbiles de la influencia y la
difusin literarias. Gombrowicz tiene muy claros los efectos retrasados, la
marcha lenta. Y a la vez los desvos. Y las sorpresas. Porque Gombrowicz
tiene mucho que agradecerle al castellano.
En principio, a la lectura de Ferdydurke que hace Franois Bondy, el director
de la revista Preuves , el primer gran difusor de Gombrowicz en Francia. "En
1952 le Ferdydurke en espaol", ha contado Bondy. Fue a partir de esa
lectura que se interes por l y lo hizo traducir al francs. Una lectura que le
va a cambiar la vida a Gombrowicz. Porque Bondy es quien le consigue la
invitacin a Berln en 1963, que va a permitir el regreso de Gombrowicz a
Europa y su triunfo final.
Cmo le lleg a Bondy ese libro en espaol es una intriga. Un ejemplar de
Ferdydurke en castellano, editado en Buenos Aires, llega a Pars. Cuando
Gombrowicz conoce personalmente a Bondy en 1960 en Buenos Aires,
durante un congreso del PEN Club, lo primero que quiere saber es en qu
circunstancias ha llegado a leer Ferdydurke en castellano.