Cerletti - Enfoque Etnográfico y Formación Docente
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Resumen
Este artculo aborda algunos aspectos centrales del enfoque
etnogrfico y su relevancia para pensar la formacin docente.
Se plantea su importancia para la comprensin en profundidad
sobre los docentes como sujetos sociales, considerando especialmente sus experiencias en su vinculacin con los contextos
sociohistricos y las tramas de relaciones de los que forman parte, a travs de las que se va construyendo el propio lugar docente. Se recupera la importancia de esta dimensin en tanto abre
el registro a una diversidad poco indagada. Tomando la categora
Palabras clave
etnografa; experiencias; docentes; diversidad; familia.
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Abstract
This paper focuses on some central characteristics of the
ethnographic approach and its relevance in reflections on
teachers training. It is here presented its importance for an
indepth understanding of teachers as social subjects, considering
mainly their experiences and their relationships with the social
and historical contexts and networks they are part of, which
build up their position as teachers. Thus, the importance of this
dimension is pointed out since it makes possible the recording
of a diversity that has not been extensively studied so far. Taking
the category family as an analyzer, we specify the contributions
of the ethnographic approach to teachers training, arguing
about the importance of considering this diversity of experiences
lived by teachers. This may allow for a process of construction of
debates, rather than of closed definitions, and a modality of work
that enables a deeper understanding of the diversity present in
the social world.
Key words
ethnography; experiences; teachers; diversity; family.
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Introduccin
El campo de la Antropologa y la Educacin lleva dcadas de desarrollo, y ha logrado una importante consolidacin en el contexto latinoamericano, en buena medida
de la mano de los aportes de la etnografa educativa. Frente a los mltiples significados que ha adquirido esta ltima, es central sealar que con ella aludimos a algo
que trasciende en mucho una mera cuestin de mtodo o de tcnicas de recoleccin
de datos. Por enfoque etnogrfico estamos entendiendo una concepcin terico-metodolgica del mundo social, que recoge y rediscute aportes clsicos de la Antropologa, en dilogo con contribuciones importantes de la historiografa (especialmente
aquella que tematiza los procesos sociales recuperando la dimensin cotidiana y experiencial de los sujetos en las diversas formaciones histricas), entre otros aportes
tericos, segn ha sido profundamente trabajado por algunos autores clave de este
campo (ver Achilli, 2005; Rockwell, 2009; entre otros).
Sin embargo, es fundamental avanzar sobre una aclaracin. Al decir de la investigadora mexicana Elsie Rockwell, la etnografa no produce por s misma una alternativa pedaggica (2009, p. 26). Adelantando lo que vamos a desarrollar en los prximos
apartados, acordamos enteramente con la autora cuando plantea que la contribucin
de la etnografa a los procesos de transformacin educativa se vinculan con la posibilidad de recuperar lo particular y lo significativo desde lo local, pero adems, de situarlo en una escala social ms amplia y en un marco conceptual ms general (2009,
p. 34). Uno de los aspectos centrales en que se puede recuperar este nivel de lo local
viene de la mano de valorar el saber docente, diferencindolo (aunque por supuesto
con intersecciones insoslayables) del discurso pedaggico, en tanto est centralmente constituido por las propias experiencias de los docentes a partir de sus prcticas
cotidianas (Rockwell, 2009; ver tambin Achilli, 2000; Batalln, 2007, entre otros).
Este artculo busca recuperar la importancia de estos aportes para la formacin
docente1, identificando algunos caminos para concretar y especificar estas contribuciones, tomando como analizador una categora que tambin ha sido histricamente
abordada por la Antropologa: la familia; categora a la que se alude con toda frecuencia desde el
campo educativo (Nogueira, 2011; Cerletti, 2010),
y que suele constituir asimismo un rea presente
en diversas formulaciones sobre la enseanza de
las Ciencias Sociales.
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1. Por razones de espacio, no podemos hacer ac un estado de la cuestin exhaustivo sobre los trabajos que han
realizado contribuciones sustantivas a esta temtica, pero
s mencionar algunas producciones que nos resultan especialmente sugestivas al respecto (trabajando sobre distintas modalidades para potenciar esta articulacin): Achilli,
2000; Batalln, 2007; Berteley Busquets, 2001; Edelstein,
2002; Rockwell, 2009; Sinisi et. al., 2011; entre otros.
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eje de trabajo en torno a las experiencias formativas de maestros y maestras de escuela primaria. El tema general de la indagacin gir en torno a las relaciones entre
las familias y las escuelas en contextos de desigualdad social, buscando documentar
sentidos y prcticas cotidianas puestos en juego por diversos adultos con nios en
edad escolar a su cargo y por docentes, entre otros actores sociales, prestando especial atencin a las propias experiencias y trayectorias de los sujetos con los que
trabajamos. Desde lo registrado a lo largo del trabajo de campo, realizado en distintos perodos entre 2004 y 2008 en un barrio de la zona sur de la Ciudad de Buenos
Aires5, y desde la concepcin relacional del abordaje con el que se fue desarrollando,
se puso en evidencia la variedad de experiencias a la que venimos aludiendo y su
relevancia. Al abrir el registro y anlisis a mltiples dimensiones, no determinadas a
priori sino trabajadas a partir de la importancia atribuida por los propios sujetos, se
pudo observar que las trayectorias de los docentes implican recorridos sumamente heterogneos, eventualmente en una misma persona y entre las/os distintos/as
maestros/as (Cerletti, 2010). Esto a su vez demuestra que la posicin como maestra/
os se construye activamente, en procesos que pueden incluir contradicciones y paradojas, a travs de la conjugacin de diversas dimensiones de las experiencias vividas
y de las posibilidades vinculadas a cada contexto sociohistrico (Cerletti, 2010), independientemente de que sean conscientemente puestas en uso en el presente, de
modos ms o menos explcitos, o no, a travs de procesos que no necesariamente se
hacen manifiestos.
5. Se trata de una ex villa de emergencia que atraves
un proceso de regularizacin de la propiedad de los terrenos (mediante procesos de organizacin comunitaria) y
de autoconstruccin de las viviendas. En su configuracin
actual se observan claras marcas de su historia como villa. En ese contexto, se mantuvieron contactos con varias
instituciones, a partir de las cuales se establecieron vinculaciones con adultos con nios en edad escolar a su cargo, con los que desarrollamos entrevistas abiertas y observacin participante en diversas situaciones cotidianas.
Tambin se llevaron adelante entrevistas en profundidad
con docentes y observacin participante en una escuela
situada en el mismo barrio. Asimismo, esta indagacin
se complement con el anlisis de fuentes secundarias
y documentales (leyes, normativas, actas, circulares, producciones de organizaciones barriales, publicaciones de
organismos nacionales e internacionales, etc.), y con entrevistas con sujetos vinculados a distintas instituciones
que atienden a nios y familias (Centro de Salud, Parroquia, Equipo de Orientacin Escolar, entre otros).
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Ahora bien, qu relevancia pueden tener estas experiencias para el trabajo de enseanza? A
continuacin, avanzaremos sobre este interrogante, tomando un eje en particular, vinculado con la
misma investigacin, y que remite a una categora
especialmente significativa de distintos modos
tanto para el campo de la Antropologa como para
la Educacin (y sus intersecciones).
das por los sujetos, denota la existencia de una enorme diversidad. Sin embargo, paradojalmente, en las situaciones en que se enuncia cmo deben ser las familias, esa
diversidad frecuentemente no es considerada, o es valorada negativamente. Concretamente, al hablar sobre las familias de sus alumnos6, es recurrente que los docentes
las describan en trminos negativos, especialmente en los casos en que ubican situaciones de monoparentalidad, o de crianza con adultos que no son los padres biolgicos, o de parejas con una cantidad importante de hijos, por mencionar algunos. Hemos registrado que en muchas ocasiones estas formas familiares son caracterizadas
como mal constituidas, incluso como no familias. Entendemos en este sentido
que ejerce una fuerza considerable el peso representacional que tiene la llamada familia nuclear occidental (Segalen, 1992), como forma vlida o correcta de ser familia.
Efectivamente, al menos en la Argentina, estas representaciones de la familia nuclear
como la familia, han sido tambin instaladas y reforzadas desde la misma escuela
a lo largo de los aos. Y si bien contemporneamente se vienen observando indicios
de modificaciones respecto a esta forma hegemnica de representar a la familia7,
no deja aun de estar presente como un modelo. Aquello que se aleja del mismo, sera
considerado como deficitario, y como causante de lmites e imposibilidades en el
pleno desarrollo de los nios, y por lo tanto, de su escolarizacin (Cerletti, 2006).
La paradoja interesante resulta del hecho de que muchas veces los mismos docentes que expresan estas representaciones, al contar sus propias experiencias, evidencian formas de constitucin y organizacin familiar dinmicas, cambiantes, y con
suma frecuencia, tambin alejadas de este modelo. Y esta diversidad de las propias
experiencias no suele ser vivida como habiendo obturado la escolarizacin o el pleno
desarrollo de la persona. De hecho, sus propios procesos de escolarizacin se llevaron a cabo junto con y como parte de esta diversidad (Cerletti, 2010).
Sin embargo, algunos de los docentes con los
que trabajamos s hacan un uso explcito de sus
propias experiencias para enriquecer y reflexionar sobre su trabajo de enseanza. Y es en este
punto en el que nos interesa retomar ms especficamente el interrogante planteado ms arriba,
sobre la relevancia de estas experiencias para el
trabajo de enseanza y el enriquecimiento de la
formacin docente.
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Como explicitamos en el apartado anterior, todo ese cmulo diverso y heterogneo de experiencias vividas por los sujetos en sus vidas cotidianas es mucho ms
que anecdtico, o simplemente reproduccin rutinaria de la vida. Se trata de modos
de hacer (al decir de Michel De Certeau, 1996), constitutivos de lo social, y que al
mismo tiempo implican huellas de procesos histricos, complejamente configurados
en el presente. Las experiencias expresadas por nuestros entrevistados respecto a
sus historias familiares permiten ir entretejiendo este entramado de procesos histricos en los cuales las situaciones econmicas, las cuestiones laborales, los vaivenes
polticos de nuestra historia, tuvieron un lugar ms o menos explicitado, pero que
efectivamente posibilitan la reconstruccin analtica de los mrgenes de posibilidades y limitaciones de cada tiempo histrico, dentro de las cuales los sujetos fueron
tambin construyendo sus propias preferencias y recorridos. Por tanto, las experiencias vividas, en su heterogeneidad, generan un potencial muy interesante de saberes
y conocimientos pasibles de incorporarse al trabajo en las aulas.
Cmo trabajarlas? Cmo buscar formas de hacer que trasciendan el mero relato
personal, que puede o no querer ser compartido con los estudiantes? Pensamos que
no se trata de que los docentes expongan sus vidas en su trabajo de enseanza, pero
s nos parece importante puntualizar los aportes que mencionamos al principio, que
se pueden hacer desde el campo de la Antropologa, y de la etnografa ms especficamente, para conceptualizarlas de modo que posibiliten niveles ms profundos de
trabajo en las escuelas con la diversidad realmente existente.
En el eje especfico que trajimos la familia, es importante mencionar que ha
sido uno de los objetos clsicos de estudio dentro del campo de la Antropologa.
Durante muchos aos, se la concibi como una institucin universal que, con particularidades locales, satisfaca necesidades bsicas de la reproduccin humana. Sin
embargo, esto ha sido tambin profundamente discutido, en tanto no dejaba de lado
supuestos fuertemente arraigados en las representaciones de los investigadores de
origen occidental. As, acordamos con la investigadora brasilera Claudia Fonseca,
quien al realizar un estado de la cuestin sobre las discusiones en torno a la categora familia en el campo de la Antropologa, plantea que ha pasado a ser considerada
como una nocin poltica e histricamente situada, y ha dejado de ser, de esta forma,
concebida como una unidad natural, clula bsica de cualquier sociedad, e institucin clave para la salud mental de todo individuo (Fonseca, 2007, p. 16). La misma
autora recupera una distincin importante sobre esta categora, resaltando que se
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ha acordado utilizarla como categora nativa, y no ya como una categora analtica, dado el peligro que encierra de colocar a la ciencia al servicio de las verdades
conservadoras del sentido comn (Fonseca, 2007, p. 16). Esta diferenciacin entre
categoras sociales (o nativas) y analticas constituye una herramienta terico-metodolgica importante dentro del enfoque etnogrfico. Como argumenta Elsie Rockwell,
el uso analtico de categoras sociales se justifica cuando explican con mayor riqueza
las dinmicas observadas (Rockwell, 2009), en el caso que sealen diferencias indistinguibles desde la teora; es decir, que permitan dar cuenta de mayores niveles de
diferenciacin. Con la categora familia, sucede lo contrario: dada la polisemia del
trmino y los fuertes supuestos existentes en torno a la misma, su uso generaliza y
unifica sentidos donde puede haber una variedad de dimensiones analizables y distinguibles entre s (Cerletti, 2010).
Al pensar en la multiplicidad de experiencias que venimos mencionando en relacin a los docentes, entendemos que esta distincin terico-metodolgica puede ser
utilizada en trminos que enriquezcan el proceso formativo de los docentes. En un
anlisis en profundidad sobre las diversas dimensiones que entran en juego dentro
de las propias experiencias que suelen encuadrarse como familiares, se pueden distinguir analticamente procesos histricos y sus huellas contemporneas de distinta
ndole. Esta distincin puede tambin acercar una forma de entender esta diversidad
en el marco de relaciones sociales de desigualdad, que van sentando las bases para
la construccin de representaciones en las que prima cierta nocin de normalidad
(vinculada, como dijimos, al modelo de familia nuclear occidental). Esta nocin enmascara las condiciones reales de existencia (de posibilidades y de preferencias) de
buena parte de la poblacin, relegando a un lugar de deficiencia o anormalidad a
todo lo que no se encuadra en ella. Como planteara Pierre Bourdieu, siempre que se
utilizan conceptos clasificatorios como el de familia, estos comprenden a la vez una
descripcin y una prescripcin, que no aparece como tal porque se la acepta (casi)
universalmente, y admitida como normal (1993, p. 33).
Poner en juego la enorme diversidad y multiplicidad de experiencias vividas, en
sus articulaciones con los procesos de mayor generalidad (en trminos histricos)
enriquece las posibilidades de abordar con complejidad y realismo una temtica tan
difcil como la de la familia, que en nuestra sociedad condensa significados y experiencias de profunda implicancia subjetiva (y objetiva) para los sujetos. Pensamos
tambin que un proceso analtico en profundidad de este tipo, puede generar asi-
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Reflexiones finales
Los sujetos construyen el propio lugar docente y el trabajo de enseanza a travs
de procesos complejos que conjugan una multiplicidad de experiencias. Pero estas
experiencias no siempre son visibilizadas, es decir, no se les suele atribuir mayor trascendencia al tratar la formacin docente, o incluso, no son legitimadas como formas
vlidas de consolidar diversos conocimientos. Esto sucede muy particularmente respecto a las experiencias tematizadas como familiares, poniendo en evidencia el fuerte arraigo de supuestos prescriptivos, que muchas veces obturan una consideracin
ms abierta sobre la diversidad social existente (ya sea tanto en trminos pretritos
como presentes).
Nuestra propuesta es darle un lugar destacado a estas experiencias por el potencial que tienen para explicitar saberes y generar posibilidades de conocimientos
ms profundos, ms enriquecidos, en el trabajo de enseanza, y de revisar supuestos
prescriptivos, muy anclados en las representaciones sobre el deber ser. Se trata de
un camino emprendido por algunos docentes e investigadores, que pensamos tiene
todava mucho por aportar.
En este sentido, entendemos que la Antropologa puede hacer un aporte clave
tanto para evidenciar la existencia de estas experiencias, como para conceptualizarlas, recuperando y potenciando los saberes implicados en las mismas.
Especficamente, el enfoque etnogrfico permite articular contribuciones en esta
direccin, por los conocimientos que produce como campo conceptual sobre los
seres humanos, y las posibilidades que abre este conocimiento al poner en uso las
propias experiencias y los saberes, conscientes o inconscientes, que generan para
enriquecer la formacin de los docentes y para reflexionar (y concretar) el trabajo de
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