Cadiz y Su Aporte Al Constitucionalismo
Cadiz y Su Aporte Al Constitucionalismo
Cadiz y Su Aporte Al Constitucionalismo
HISTRICO
1.1.
La Carta de Bayona fue rechazada por el conjunto de pueblo espaol e inclusive por los
americanos. Tras la acefalia del Imperio, ante el cautiverio del Rey, en setiembre de
1810 se instala las Cortes Generales y Extraordinarias, convocndose inclusive la
representacin de las Indias como se le segua llamando en pleno siglo XIX- o
espaoles americanos, en el decir de Juan Pablo Vizcardo y Guzmn.
Las Cortes duraron cerca de tres aos, ellas se instalaron el 24 de Setiembre de 1810 en
la isla de Len, frente a Cdiz, a poco la isla fue sitiada por las fuerzas francesas,
vindose obligados los congresistas a trasladarse a Cdiz. En este antiguo puerto fenicio
se restablecieron las Cortes el 24 de Febrero de 1811. Los trescientos tres diputados ,
luego de arduas discusiones que ocuparon ms de 1810 sesiones., promulgaron el 19 de
marzo de 1812 la histrica Constitucin de Cdiz, empero las Cortes soberanas
continuaron sesionando en este mismo lugar hasta el 29 de Noviembre de 1813.
Destaca en las Cortes de Cdiz el egregio Trujillano Don Blas Gregorio de Ostolaza,
nacido en Trujillo en el ao de 1771, formado en el convictorio de San Carlos y San
Marcelo, quien tuvo notable desempeo como eclesistico y maestro universitario en el
Per y en Espaa. Fue capelln de honor y confesor del rey Fernando VII y lo
acompao durante la primera etapa del confinamiento que le impusiera el emperador
Napolen en Valencay, entre 1808 y 1810. Siendo elegido representante por Trujillo a
las Cortes de Cdiz (1810 1814), represent la posicin transigente del derecho
moderno con la monarqua constitucin. Su lealtad a esta posicin le cost la vida en
1835 durante los conflictos entre carlistas y liberales. Public, entre otros ttulos,
Sermn patritico moral (1810), donde consigna sus opiniones sobre la monarqua
constitucional y Diario de Meditaciones (1814) con reflexiones teolgicas, filosficas y
polticas.
Derrotado Napolen en la batalla de Leipzig, dio libertad al Rey de Espaa Fernando
VII. Napolen abdic en abril de 1814 y se le confin en la isla italiana de Elba. Sin
embargo, luego de un corto exilio, Napolen regres a Francia en 1815. Tras un breve
periodo conocido como Los Cien Das fue definitivamente derrotado en la batalla de
Waterloo. Esta vez, Napolen fue entregado a los ingleses y desterrado a la isla de Santa
Elena, en el Pacfico Sur, donde muri en 1821.
La guerra de la Independencia haba terminado en Espaa, era el mes de Abril de 1814,
no obstante la lealtad cvica es afrentada, cuando el rey Fernando VII a su retorno de
Francia no tuvo dificultades para llevar a cabo su programa de restablecimiento del
absolutismo. Su trono haba sido defendido por todos los espaoles, pero en vez de
reanudar su reinado con espritu de reconciliacin nacional, no solo aboli la
Constitucin de 1812, sino que inici la persecucin de los liberales, haciendo as ms
profunda la divisin interna. Haba vuelto el despotismo, sin asimilar los consensos de
la historia.
En 1820 se produjo en Espaa la revolucin liberal del general Rafael Riego (17841823), que obligo a Fernando VII a restablecer la Constitucin de Cdiz y jurarle
obediencia, promesa que slo duro hasta 1823, cuando el valiente Riego sucumbi.
Empero, este levantamiento constitucional, ya no tuvo ninguna repercusin en Amrica,
que haba abierto un curso constitucional autnomo.
El absolutismo fernandino pareca firmemente acentuado, pero un pleito dinstico iba a
determinar profundos cambios. La tradicional Transmisin del trono, establecida para
Castilla, en la ley de las Siete Partidas, en virtud de la cual las mujeres podan ascender
al trono en ausencia de herederos varones, haba sido sustituida en el reinado de Felipe
V, por la ley Slica a imitacin de Francia, que excluida del trono a las mujeres. Unas
Cortes convocadas por Carlos IV haban rechazado esa ley, restableciendo la de las
Partidas, pero el monarca no haba promulgado el acuerdo de las cortes. La legalidad o
telogos y juristas, para lucubrar una teora capaz de explicar un justo Ttulo para el
dominio de las Indias como parte integrante de la monarqua11.
Las capitulaciones eran contratos entre la Corona y algn particular para la prestacin
por parte de ste de servicios pblicos o ejecucin de una determinada empresa . Su
existencia se advierte en el derecho medieval de Espaa y cobra particular importancia
en la poca de los descubrimientos, ya que era un medio habitualmente empleado para
efectuarlos. La celebracin de las capitulaciones constitua una prerrogativa previa,
aunque ocasionalmente poda delegarse en alguna autoridad como la Casa de
Contratacin de Sevilla que, conceda la licencia real al particular para que ste
efectuara descubrimientos; con el compromiso que el beneficiado corriese con todos los
gastos de la empresa y del Rey de recompensarle, si cumpla con sus obligaciones. Se
trataba, pues, de un contrato bilateral y condicional, que por el carcter desigual de los
celebrantes qued siempre en la prctica, sujeto a una gran inestabilidad en su
cumplimiento por parte de la corona. Junto con las capitulaciones, existan, adems, las
instrucciones, por medio de las cuales se reglamentaba la forma de actuacin del
expedicionario, el tratamiento que deba dar a los indios y la necesidad de proveer a su
conversin. Constituan, asimismo, verdaderos contratos de mandato, pues delegaban su
autoridad en los jefes de las expediciones de jurisdiccin civil, criminal y militar, lo que
les permita asegurar la disciplina de sus huestes. Debe recordarse como fundamentos
legales de las instrucciones, la Provisin general sobre descubrimientos dados por
Carlos V en Granada en 1526 y las Ordenanzas de nuevos descubrimientos dictada por
Felipe II en 1573. Expendidas las capitulaciones, el jefe autorizado de la nueva empresa
de conquistas tena que ocuparse de su organizacin; le corresponda buscar el
financiamiento de la expedicin, lo que significa que aporte todos los recursos. Por el
pregn que se hace en las plazas de las capitulaciones, se anunciaba a los aventureros la
preparacin de la expedicin. Estos se enrolaban, aportando a veces armas y caballos.
En otras ocasiones, el empresario, los proporcionaba en calidad de prstamo, y en todo
caso corra con los vveres. Cuando el empresario no poda subvenir por s solo todos
los gastos de la empresa, celebraba contratos de compaa y adquiera as capital, como
fuera el caso del contrato celebrado en Panam por Francisco Pizarro, Diego de
Almagro y religioso Hernando de Luque para emprender la conquista del Per, donde
los primeros aportaron la licencia que tenan para realizar la expedicin y el ltimo el
capital.
Mientras tanto la vida de Cdiz no haba dejado de ser ajena a la empresa de
Descubrimiento colombina, de la baha gaditana parti la expedicin organizada por
Alonso de Ojeda y Juan de la Cosa, la cual atraves la lnea equinoccial y descubri
Tierra Firme en 1499 Hecho con el cual se estableca una estrecha relacin poltica y
mercantil, la misma que se vera ms adelante reforzada con los registros de naves en
Cdiz ordenados por la Reina Juana, debido a los reclamos ocasionados por la entrada y
salida de las naves del Guadalquivir. Circunstancia que fomentara ms adelante el
desarrollo de empresas mercantiles para comerciar con Ultramar e Italia.
En medio del proceso de sucesin al trono espaol con l la presencia del monarca
Felipe V, (Duque Felipe D` Anjou), se suscit el inters de las otras monarquas
europeas iniciar conflictos. Una serie de naves llegan a Cdiz bajo el mando del
Prncipe Darmstad y del Duque de Ormont con el saquear la ciudad. Ms adelante,
luego de la Guerra de Sucesin. Cdiz reforzara su vnculo con Amrica al trasladarse
desde Sevilla la Casa de Contratacin a esta ciudad en 1720, favorecida hasta la
aplicacin del programa Borbnico Comercio Libre, que concedi licencia a otros
puertos espaoles y americanos, lo que generara el deterioro en las utilidades gaditanas.
En 1797 una armada inglesa liderada por el almirante Nelson decidi atacar Cdiz,
evitando el ingreso de mercancas, tres aos despus intent hacer lo mismo, pero
debido a una epidemia que la azot se retir. Era el reinado de Carlos IV y Espaa
sufra la derrota en el Combate de Trafalgar (1805), cuyas naves haban partido de la
gaditana ciudad. Tiempos posteriores indicaran que el comercio gaditana se mantendra
y permaneciendo incluso luego de las declaraciones de independencia de los pases
americanos.
1.3.-EL LIBERALISMO EUROPEO Y LA REVOLUCIN FRANCESA
El uso de revolucin como trmino poltico es relativamente reciente. Filsofos griegos,
como Platn y Aristteles conceban las transformaciones de formas de gobierno como
fruto de secuencias cclicas que implicaban, esencialmente cambio en la composicin de
la clase y econmicas. De la misma manera historiadores romanos como Tcito y
Polibio, dedicaron su atencin a los fenmenos de cambio poltico denominados hoy
golpes de estado- cambios violentos que conciernen las altas esferas del poder, sin
comprometer a la masa, no produciendo cambios importantes en las relaciones
socioeconmicas. Tampoco los ms importantes pensadores polticos del
Renacimiento conocen la connotacin moderna del trmino Revolucin, y esto no
tiene que sorprendernos si pensamos que el ms grande entre ellos, Maquiavelo, tiene
como fuentes y referencias principales los clsicos latinos, ajenos a los anlisis de este
tipo de transformaciones polticas. En el siglo XVIII la concepcin no vara y la
revolucin es en primer lugar el retorno de formas ya aparecidas, pero, paralelo a este
concepto de revolucin se iba difundiendo otro ms popular, vulgarizado del cual dan
testimonio los diccionarios de la poca: revoluciones como vicisitudes de la existencia
humana, caracterizadas por cambio extraordinarios ocurridos en asuntos polticos,
reveses de fortuna de las naciones. Se trata ya no de retorno al orden, sino de
surgimiento imprevisible y brusco de algo nuevo, donde prima el desorden con respecto
al orden antiguo. Los dos significados: culto y vulgarizado, se encuentran tambin en
libros importantes del siglo XVIII como Droits el devoirs du citoyen de G.B. Mably
de 1750. Ya se haban encontrado ocasionalmente esfuerzos negociadores entre orden y
extraordinario, como es el caso de J. Benigne Bossuet en su Discourse sus IHistoire
Universelle de 1691.
As como no se tiene una idea clara del trmino revolucin en el campo poltico,
tampoco es clara su connotacin moral. Las revoluciones, para el siglo XVIII, son
buenas o malas, llevan el progreso o la regresin, pero una cosa es cierta; por lo general,
los hombres las temen, porque producen inestabilidad poltica y ponen en evidencia la
dificultad humana a controlar los acontecimientos. As que podemos concluir diciendo
que a la vspera de la Revolucin Francesa no es claro ni que sea una revolucin en el
campo sociopoltico, ni que conciba que los hombres puedan iniciar una revolucin.
En primer lugar la palabra Libertad. Probablemente el punto ms fcil de explicar, es el
ms estudiado. Ya Marx y Engels en el Manifiesto del Partido Comunista hacen una
aguda crtica a la burguesa, diciendo que en su llegada al poder ha disuelto la
Civilizacin Feudal con sus privilegios pero tambin con sus relaciones, aislando la
persona, volvindola individuo slo frente al Estado, quitando el aspecto sagrado del
trabajo y de la profesin. Para Marx la Revolucin Burguesa ha provocado la concesin
formal a todos los hombres de las libertades polticas, sin saber sustanciar estas
libertades en un contexto social capaz de garantizarles el efectivo ejercicio.
Estas afirmaciones contienen un ncleo de verdad que vale la pena desarrollar.
El Ancien Rgimen, ms que la Libertad conoca las libertades. Las libertades francesas
ligadas a una historia de siglos, fundadas en autonomas, privilegios, hasta
usurpaciones, pero reales, eran derechos de los cuales los municipios, las Ordenes, las
Universidades, los que hoy llamaramos cuerpos intermedios, grupos de opinin o
con un trmino ms comprensivo la sociedad civil. Parecidas libertades estaban
ancladas a la complejidad de la sociedad, de lo contrario la libertad proclamada por la
revolucin Francesa, es abstracta y puede desarrollarse slo en una unidad y
homogeneidad total.
Es una idea pura, pura abstraccin con la cual se puede entrar en contacto a travs de
palabras y no en la realidad. nfimamente ligados a esta concepcin abstracta de libertad
estn los conceptos de unanimidad y voluntad general, ya presentes en la obra de los
constituyentes.
No es necesario llegar a Roberpierre, el terror est ntimamente ligado a esta concepcin
abstracta de la libertad que, teniendo un carcter utpico y por eso irrealizable- para
seguir prosperando tiene que justificar sus fracasos echando a otros la culpa, por eso
continuamente inventa culpables, enemigos. Rousseau haba difundido la idea que el
hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe y Voltaire haba acusado del mal presente
a los siglos pasados de supersticin e ignorancia. Los hombres de la revolucin,
tambin ellos estn convencidos que una vez quitadas las trabas del pasado ser posible
consolidar una sociedad perfecta.
El principio de la libertad se relaciona al de la igualdad. Hay obligacin de hacer en
modo que todos los hombres sean absolutamente iguales. Condorcet, sostiene que la
igualdad es el fin ltimo del arte social. No se trata de una lucha contra cualquier
inigualdad, por esto hay que borrar todos los recuerdos del pasado.
En fin la palabra Fraternidad, es la hermana menor y la menos importante de las
palabras revolucionarias, no se encuentra en los Cahiers de Doleances de los primeros
tiempos revolucionarios , mas bien hace su aparicin en las fiestas revolucionarias que
sustituyen los cultos religiosos y en los clubes donde los afiliados se saludan en nombre
de la fraternidad. Es importante recordar que el sentido de la palabra es muy distinto del
sentido cristiano. Lo que importa a los revolucionarios es desenmascarar a los falsos
hermanos, al fondo se trata de una fraternidad que excluye algunos, una fraternidad que
se parece mucho a la hermandad Masnica .
1.4.
LAS SESIONES DE LAS CORTES EXTRAORDINARIAS Y
GENERALES DE CDIZ
Las Cortes de Cdiz o Cortes, como se le llama en Espaa, fue la escuela donde practic
por primera vez el parlamentarismo y se realizaron elecciones para diputados. En el
Per se cumplieron las disposiciones constitucionales de 1812, incluyendo el derribo de
los smbolos del vasallaje, la libertad de prensa y la supresin del Tribunal de la
Inquisicin, cuyo local en la Plaza de las Tres Virtudes fue saqueado por la turba liberal.
La inclusin de la Constitucin de 1812 se justifica como una Constitucin nuestra, por
haber sido discutida artculo por artculo y votada por diputados peruanos de talla del
Inca, de Morales Durez, de Blas Ostolaza, de Ramn Feliz, y por haber sido jurada y
promulgada en Lima y en todos los pueblos del Per, con todas las formalidades de la
poca, incluso haberse efectuado elecciones municipales y nombramiento e autoridades
conforme a ella .Creemos que no existe razn alguna para haberla silenciado por ms
de ciento setenta y cinco aos, con la excusa de que no era de la Repblica sino de la
Monarqua espaola, como si la etapa del imperio espaol no fuese parte integrante y
definitivamente importante de nuestra formacin histrica, incluida la constitucional.
los liberteos a la ciudadana espaola, se les trat de cerrar esta posibilidad con el
artculo veintids, de enmaraada redaccin contraria a los habitantes del Imperio, que
por cualquier lnea son habidos y reputados por originarios del frica.
En la parte respectiva del Diario de los Debates, se lee: Tiene la palabra seor Inca.
Manifestando acto seguido el Seor Inca, lo siguiente: a slo los judos est
reservado el castigo de no tener por patria el pas de su nacimiento, sino otro que no han
de poseer jamsLa coleccin de los discursos de los seores diputados de Amrica
contra el artculo veintids del Proyecto de Constitucin, fue publicada con algunas
notas muy interesantes por los espaoles pardos del Per, en Lima. Entre los espaoles
pardos de Lima, se distinguan en esa poca los doctores en Medicina D. Jos Manuel
Dvalos y D. Jos Manuel Valdez. El primero estudio medicina en San Fernando, y
luego de examinarse de cirujano latino en este Real Proto-Medicato pas a Montpellier
(Francia), y se gradu de Doctor de Medicina, con un ensayo latino que vers sobre
Las enfermedades ms frecuentes en Lima.
En la dedicatoria de su trabajo vindica a San Marcos de las calumnias con que se quiso
opacar sus glorias en esa pocaEn esto tambin la Historia sirve para comprobar la
permanencia de determinadas tendencias y la robustez de San Marcos. Ramn Feliu se
distingui por la vehemencia con que defendi a la raza aborigen, frente a las
afirmaciones del Barn Alexander von Humboldt, que la llam brutal y tirnica,
llevando la apologa de los Incas al seno de las Cortes. Indubitablemente la gran figura
americana fue el magnfico Vicente Morales Durez, quien adquiri fama y
consagracin en el debate por la igualdad de derechos de Amrica y la Metrpoli,
siendo en esa ocasin que dijo por primera vez: He hablado con la pureza de mi
corazn, atento muy escrupulosamente al amor debido a la cara patria de mi nacimiento
y el de mis padres, como a la observancia del juramento de fidelidad a Castilla y del
celo por la opinin de este augusto Congreso ante el juicio inexorable de la
posterioridad. Cuando en Enero de 1811 se discuta la igualdad de representacin entre
Espaa y Amrica, el da 18,D. Blas Ostolaza tom la palabra La patria, dijo, est en
peligro: considrese aqu, considrese en Ultramar: aqu los enemigos (los franceses)
nos han reducido a un pequeo punto: all hay conmociones; y rebatiendo luego las
observaciones hechas por algunos, aadi No se diga que es tiempo inoportuno (para
restituir a los americanos sus derechos), pues el deudor cumple con su deber si hace lo
que puede para pagar.
En su discurso se trasluce, de un lado, una queja por la inoportuna pretensin de los
criollos y, de otro, una amenaza que ya se deja sentir y era preciso disipar. Al final,
declaraba que la Amrica toda anhelada se le hiciese disipar. Al final, declaraba que la
Amrica toda anhelada se le hiciese justicia y expres que no convena que los
diputados espaoles se excusasen tras pretextos ftiles, negando la debida
representacin a sus hermanos de Amrica. La discusin se prolong en los das
siguientes, a pesar de la intervencin mediadora del espaol Evaristo Prez de Castro; y
el da 30 volvi Ostolaza a subir a la tribuna y, con desenvoltura que le era peculiar,
anunci a las Cortes que la separacin de la Amrica sera un hecho si se obstinaban
los diputados en no conceder el plan de igualdad; y, pidi medidas de hecho y no
promesas areas, con las cuales se ha querido alucinar a aquellos dominios y
habitantes.
Tres das ms tarde se aprobaba el mencionado proyecto de ley, que luego fue
incorporado a la Carta Constitucional. Indubitablemente que la enrgica intervencin de
D. Blas de Ostolaza fue decisiva, inclinando la balanza a favor de los derechos de
Amrica. Ostolaza intervino en muchos otros debates en forma importante. En abril de
ese mismo ao, con motivo de discutirse la ayuda que Amrica podra otorgar a Espaa,
invadida por los franceses, D. Blas declar enfticamente, que la ayuda econmica
americana sera un hecho si antes se aprobaban once proyectos a ella, que haban
presentado los diputados americanos. Por cierto que sus palabras desconcertaron a los
diputados, por cuanto era conocido que no slo en Espaa sino en toda Amrica exista
un sentimiento fidelista al Rey, jalonado por gestos como los de Goyeneche, que haba
seguido el ejemplo de aquella india que haba querido vender todos sus bienes para
librar del cautiverio al monarca espaol.
Muchos otros casos motivaron las intervenciones de Ostolaza y de Antonio Suazo,
apoyando a Morales Durez, en uno, y en forma directa, en otros, como el voto de
censura al Virrey Abascal y el pedido de su remocin. Dado que la sesin en que se
aprob la censura fue secreta, el Diario de las Cortes no da cuenta de ella perdindose
para la historia la posibilidad de conocer las discusiones. Probablemente el incidente
ms grave en que intervinieron los diputados americanos, y en especial los peruanos,
fue con ocasin de haberse dado cuenta en el despacho, de un oficio del Tribunal del
Consulado de Mxico con un informe en el cual se denigraba a los americanos en
general. Esto aconteci en la sesin del 17 de setiembre de 1811, en la cual Vicente
Morales Durez, luego de una enrgica intervencin en la cual aprovech para
contestar a un peninsular de apellido Gonzlez, que en sesiones anteriores tach de
insensible a los diputados americanos y hasta se atrevi a motejar de idiotas a los
nacidos en el nuevo mundo- concluy pidiendo que el mencionado informe fuese
incinerado por mano de verdugo.
Sera largo continuar hablando de la actuacin de Morales, Suazo, Ostolaza y el
Secretario Navarrete y los otros peruanos. Solamente quisiramos destacar que ella no
slo es recordada localmente, sino que historiadores y escritores espaoles se han
ocupado de estos hombres, capaces de decir, como Ostolaza: Yo estoy aqu para acusar
al Secretario del Despacho y a todos los ministros juntos y a Godoy mismo, si
estuviesen aqu Prez Galds nos ha legado un retrato nada lisonjero de Ostolaza en
uno de sus episodios nacionales. Dice de l llevaba hilo de no acabar en tres das. La
gente se aporreaba en las puertas de los templos para entrar a orle y no hay que darle
vueltasni D. Ramn de la Cruz con sus sainetes populares atrajo ms gente Otros
escritores espaoles que mencionan al diputado peruano, son D. Modesto Lafuente y D.
Marcelino Menndez y Pelayo.
1.7. CARACTERSTICAS DE LA CARTADE 1812
Como resultado de los debates que hemos descrito, la Constitucin de 1812 tuvo las
siguientes caractersticas:
1 Es una constitucin que consta de 384 artculos, la de mayor extensin que ha
existido en Espaa. Esto fue un problema, porque en la constitucin se tratan temas que
se deberan haber tratado en "leyes";
2 Su tcnica de redaccin la hace muy rgida. Difcil reformarla pues se requeran de al
menos 8 aos de vigencia y de sesiones extraordinarias para reformarla;
3 Consagr el principio de igualdad entre Americanos y Peninsulares;
4 Proclam la libertad de pensamiento y su libre expresin;
5 Traslad la soberana, antes del monarca, al pueblo.
6 La Constitucin se elabor sin la participacin del Rey, pero no contra l, por cuya
libertad combata la Nacin y en cuyo nombre se promulg.
7 Estableci la divisin de los poderes, limitando el poder del entonces Dspota
Ilustrado.
8 Derog todos los smbolos del antiguo vasallaje y proclam la igualdad de todos los
ciudadanos espaoles de ambos hemisferios;
concientizacin ciudadana. Debe reflejar la realidad del pas para que no haya
diversificacin entre el pas real y el pas legal. Esto es tan cierto que, si un
constitucionalista extranjero estudiase el texto de nuestras Constituciones, pero sin
conocer la historia peruana, concluira que el Per ha sido un pas permanentemente
democrtico, con amplias libertades y con una renovacin peridica de gobiernos, y no
el pndulo desdichado en que hemos vivido entre regmenes constitucionales frente a
anarqua poltica y golpes militares. obre la extensin de las Constituciones hay dos
tendencias. Una, como es el caso de la Carta francesa de 1958, slo comprende los
grandes principios generales con un total de 90 artculos y la estructura de los
principales rganos del Estado. La otra tendencia, por la que se han inclinado los
constituyentes de 1978-1979, no slo organiza en forma detallada los poderes pblicos
sino, asimismo, las instrucciones complementarias, los derechos de las personas y su
proteccin, y establece disposiciones concretas y laborales del pas, incluyendo artculos
que no tienen categora constitucional sino meramente reglamentaria con un total de 307
artculos.