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Ramiro Calle
Introduccin
El yoga ha sido durante milenios el eje espiritual no slo de la India, sino tambin de
Oriente. Es, bsicamente, un mtodo de mejoramiento humano con una antigedad de ms
de seis mil aos, originario de la India, pero que despierta un creciente e intenso inters,
cada da mayor, entre los occidentales. Se ha convertido en una necesidad especfica de
nuestro tiempo, pues procura claves, prescripciones, mtodos y tcnicas para el autoperfeccionamiento, el bienestar integral y la evolucin de la conciencia.
Pero el descubrimiento del yoga y de sus notables excelencias por los occidentales no es ni
mucho menos reciente. Recordemos que ya Alejandro Magno se dej instruir por un yogui
jaina de nombre Kalano y que desde aquellos remotos das empezaron a ser numerosos los
filsofos, msticos, pensadores, viajeros sobresalientes, peregrinos y escritores de nuestro
hemisferio interesados por las enseanzas del yoga e incluso entusiasmados por sus textos
espirituales. A propsito de los Upanishads, Schopenhauer declar: Han sido el consuelo
de mi vida y de mi muerte. Del mismo modo, Hermann Hesse destacara hace casi ocho
dcadas que si algo le urga a Occidente era la prctica del yoga, y antes que l
innumerables intelectuales y pensadores como Victor Hugo, Lamartine, Pierre Loti,
Romain Roland y tantos otros habran de interesarse vivamente por el pensamiento de la
India.
Los mtodos liberatorios del yoga se han ido incorporando desde muy antiguo a otras
tradiciones, tales como el budismo theravada, el budismo zen, el budismo tibetano, el
jainismo, el tantra, el sufismo, el gnosticismo, el cristianismo oriental y otros sistemas
soteriolgicos. Puesto que el yoga es suprarreligioso y fundamentalmente eclctico en este
sentido, es de utilidad tanto para personas con creencias como para quienes no las tengan,
pues lo que aporta es un conjunto de preciossimas tcnicas para el autodesarrollo. De ah
que numerosos sistemas espirituales y psicologas de la realizacin se hayan servido de sus
eficientes y milenariamente experimentados mtodos para el control del pensamiento, la
evolucin de la conciencia y el acopio de valiosas energas internas.
Son mtodos que estn al alcance de cualquier persona que desee mejorar y est dispuesta a
practicarlos con alguna asiduidad. Tres dcadas en la docencia del yoga, habiendo
impartido sus tcnicas a ms de doscientas mil personas, de todas las edades y condiciones,
me permiten asegurar los indiscutibles beneficios de este nutrido cuerpo de enseanzas
vivientes que se ha ido transmitiendo, y verificando personalmente, desde la noche de
los tiempos. El mismo yoga psicofsico (hatha-yoga), comnmente denominado yoga
fsico, es de una asombrosa precisin y en la medida en que lo he seguido practicando
desde hace muchos aos, me he dado cuenta, siempre con renovada sorpresa, hasta qu
punto sus tcnicas son excepcionalmente eficaces y beneficiosas. Cada persona debe ir
perfeccionando estas tcnicas mediante la prctica asidua y hasta donde quiera llegar. A
mayor esfuerzo sobrevendrn, por supuesto, resultados mayores.
El yoga nos abre extraordinarias posibilidades, pero compete al practicante determinar
hasta dnde quiere profundizar en el yoga y qu espera recibir del mismo. Muy repetido es
ese adagio del yoga que reza: Es ms importante un gramo de prctica que toneladas de
teora, pues el yoga es ante todo un mtodo de transformacin que requiere la puesta en
prctica de un buen nmero de tcnicas psicofsicas, psicomentales y psicoenergticas. Son
los mtodos correctamente utilizados y desarrollados los que van transformando a la
persona. y estos mtodos, todos ellos, adems de sus finalidades concretas (sean
psicosomticas, psquicas, espirituales u otras), tienen la utilidad tambin de que tienden a
desautomatizar, es decir, a hacer ms consciente al practicante. Son, pues, mtodos de
contramecanicidad y que, por tanto, siempre exigen una atencin consciente y vigilante,
que as va refrenando los automatismos.
Incluso el yoga fsico requiere la presencia de una atencin consciente para que todas sus
tcnicas no slo tengan implicaciones fisiolgicas, sino tambin mentales, lo cual permite
al practicante ir sometiendo al escrutinio de la atencin vigilante cualquier ejercicio. Se
eleva as el umbral de la conciencia y se consigue una armnica interrelacin de cuerpo y
mente. Ya hoy en da, la ms moderna ciencia psicosomtica indica (como ya lo hiciera el
yoga hace miles de aos como precursor de la ciencia psicosomtica) las estrechsimas
conexiones existentes entre el cuerpo y la mente y cmo todo aquello que afecta al cuerpo
repercute en la mente o todo aquello que altera la mente alcanza al cuerpo. Si tambin se ha
propuesto el yoga como una ciencia de la salud integral es, precisamente, porque procura
ese bienestar real del cuerpo, la mente y el comportamiento que caracteriza a la verdadera
salud, que no es slo ausencia de enfermedad.
De ah que tambin, en algunas de sus vertientes, el yoga haya sido considerado la primera
medicina natural del mundo con mtodos preventivos, teraputicos y recuperativos.
Aun en la bsqueda de la elevacin espiritual, los yoguis siempre han considerado el
cuerpo muy importante, puesto que si adems de las dificultades que entraa la bsqueda
de lo Absoluto, el cuerpo no opera armnicamente, se convertir en un obstculo aadido.
Pero si, por el contrario, el cuerpo y sus energas y funciones cursan armnicamente, la
envoltura fsica se convertir en un benfico aliado en la senda hacia lo inefable.
Ello no quiere decir, en absoluto, que deba rendirse culto al cuerpo o que ste deba
despertar en el individuo apego u obsesin, sino que el cuerpo, que es la base y el aspecto
ms tosco de la pirmide humana, merece una adecuada atencin.
Adems, el cuerpo puede instrumentalizarse sabiamente en la bsqueda hacia el objetivo
supremo y convertirse en un laboratorio en el que trabajar minuciosamente para desplegar
las potencias ms reveladoras de la mente. Cuando el yoga psicofsico se practica con la
debida actitud, tiene mucho de yoga mental.
Pero si, adems, necesario es el cuidado del cuerpo, mucho ms lo es el de la mente, puesto
que esta es el origen de todo y todo se fundamenta sobre la misma.
Si consideramos que ms de un 70 por ciento de trastornos lo son de carcter
psicosomtico, comprenderemos cun importante es ejercitar, cuidar, cultivar y reeducar la
mente, a fin de mantenerla equilibrada, consciente y subyugada. Yoga es unin y tiene
mucho que ver con la palabra yugo. Por un lado, el yogui (el que busca la unin) trata de
reunificar sus energas dispersas y de unirse a su naturaleza ms ntima y real; por otro, se
ejercita para poner la mente bajo el yugo de su voluntad y su conciencia, a fin de que la
misma mente que es la que vela (cuando no est desarrollada y purificada) sea la que
desvele y proporcione una sabidura de gran alcance tanto para la vida cotidiana como para
la senda hacia lo incondicionado.
Como el yoga tiene un sentido muy pragmtico, los maestros del yoga han insistido en la
necesidad de aprender a manejarse hacia fuera y hacia dentro, es decir, en el mbito de la
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de colar como si se tratara de verdaderas enseanzas. No hay atajos para llegar al cielo y
los mtodos que prometen xitos espectaculares en un breve espacio de tiempo son
todos cebos para atraer a personas ingenuas que luego se encontrarn con el anzuelo y
comprobarn, desanimadas, que lo que se les ha ofrecido, y por lo que obviamente han
pagado, no tiene ningn alcance ni eficacia.
Si despus de haber publicado varios libros de yoga me decido ahora a publicar esta obra
con Ediciones Urano es para brindar al lector lo mejor y lo ms prctico y beneficioso del
verdadero yoga. Aunque el yoga es como un gran rbol con numerosas ramas (sus distintas
modalidades), me centrar en esta obra en las principales y ms benficas tcnicas del yoga
psico-fsico (hatha-yoga) y del yoga mental (radja-yoga), si bien los lectores interesados en
otras formas pueden consultar otras obras mas dedicadas a las distintas modalidades
yguicas, como el mantra -yoga o el kundalini-yoga.
Si estas tcnicas se han perpetuado desde hace miles de aos no es por casualidad ni
gratuitamente, sino porque han demostrado su fiabilidad, porque las han puesto en prctica
personas de todas las pocas y de las ms distintas latitudes. Con ello quiero significar su
validez y volver a alertar al lector para que desconfe razonablemente de los pseudoyogas o
tcnicas sucedneas e insustanciales. Hay un adagio oriental antiguo que reza: A cada
gusano su gusto; los hay que prefieren las ortigas.
Pero el yoga es un cuerpo de enseanzas y tcnicas muy elaborado y completo, algo que lo
convierte en una primorosa orqudea y no en una ortiga. Porque una cosa es una tcnica
aplicada aisladamente, por eficaz que resulte (con frecuencia robada al yoga ya la que no se
le reconoce muchas veces su paternidad), y otra es toda una psicologa de la realizacin que
incluye: tica genuina, comportamiento amoroso, cultivo de emociones laudables,
numerosos ejercicios psicomentales, una sabia actitud de vida, procedimientos para el
desarrollo de la sabidura liberadora y, en suma, todo un noble arte de vivir.
Aunque lo idneo para un principiante es poder asistir a un centro especializado y recibir
clases de un instructor calificado, si no es posible, tambin un libro puede ser de una
notable ayuda. Pero, adems, aunque una persona est asistiendo a un centro especializado
(sea dos o tres veces por semana, como es lo ms comn), siempre es conveniente practicar
en casa y en este caso un libro con explicaciones sencillas ser un referente muy vlido y
una gran ayuda. El autor de estas pginas comenz hace cuatro dcadas a practicar el yoga
con la ayuda de libros, hasta que tuvo la fortuna de conocer instructores y maestros que
le prodigaron enseanzas y mtodos. Tenga el lector la certeza de que el yoga que
presentamos en esta obra, sus tcnicas y su modo de practicarlas se avienen estrictamente al
yoga genuino, tal y como lo han enseado y propagado los ms grandes maestros del yoga.
Cuando un diamante es impecable, por qu aadirle nada; por qu restarle nada?
Hemos credo conveniente estructurar esta obra en dos partes. La primera recoge una
exposicin general acerca del yoga y de su alcance, as como diversos aspectos tanto del
yoga psicofsico (hatha-yoga) como del mental (radja-yoga); la segunda se extiende sobre
las tcnicas del yoga fsico y los mtodos del yoga mental. Incorporamos, asimismo, dos
apndices de gran inters, uno de ellos de la profesora de yoga Isabel Morillo, con gran
experiencia docente. La segunda parte tiene un carcter fundamentalmente prctico, ya que
el yoga es un mtodo basado en la experiencia para que cada persona pueda encender su
propia lmpara interior; en ltima instancia, uno siempre es su propio maestro y su propio
discpulo.
Ramiro Calle, Director del Centro de Yoga Shadak
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PRIMERA PARTE
LA DISCIPLINA DEL YOGA
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El yoga y su alcance
Yoga y trabajo interior
El yoga es tan antiguo ya la vez tan actual que Mircea Eliade -practicante de yoga- se
refiri a l como un fsil viviente.
Es, sin duda, la tcnica liberatoria ms antigua del mundo, pues el yoga arcaico (que ya
dispona de eficaces mtodos para conducir la mente a un estado de conciencia superior) es
muy anterior a la penetracin de los arios en la India. Los primeros yoguis se adentraron en
la bsqueda interior con el afn de conectar con conocimientos de orden superior y poder
acceder a regiones ignotas de la mente. En el transcurso de los aos fue configurndose un
cuerpo amplsimo de enseanzas, mtodos, tcnicas y prescripciones para la auto
superacin, la evolucin de la conciencia y la conquista de una mente superior a la que el
yoga denomina supramundana, por situarse ms all de las apariencias.
Por su propia experimentacin personal, los yoguis fueron concibiendo y ensayando toda
clase de mtodos de autoconocimiento y autodesarrollo, as como tcnicas muy especficas
para la contencin del pensamiento, el cultivo armnico de la atencin, el acrecentamiento
de la conciencia, la purificacin del inconsciente, el control psicosomtico, el desarrollo de
la visin esclarecida y la reunificacin de las energas dispersas. Como lo ms cercano a un
ser humano es su propio cuerpo, su mente y las energas que animan a ambos, el yogui
convirti su complejo psicofsico en un laboratorio para efectuar su trabajo, poniendo en
prctica innumerables procedimientos para armonizar el cuerpo, la mente y las energas y
poder conquistar un tipo de percepcin (yguica) liberadora muy diferente y muy superior a
la percepcin ordinaria, siempre sometida a error.
El yogui emprendi sin tregua el trabajo sobre s mismo, al que denominamos, por su
carcter, trabajo interior. Se trata de una prctica minuciosamente llevada a cabo para poder
conocer la naturaleza real que reside en uno mismo y para aprender a conocer y regular la
propia realidad interna. Se trata de superar la ignorancia bsica de la mente y de desplegar
todos los potenciales internos para superar la desdicha, procurar un sentido de aprendizaje
interior a la vida y mejorar las relaciones con uno mismo y con los dems.
Este trabajo es integral, o sea, que se realiza sobre todos los componentes del ser humano:
cuerpo, cuerpo energtico, rgano psicomental (mente y emociones) y comportamiento. Se
conoce ese trabajo interior que es el entrenamiento yguico como sadhana o prctica
espiritual. El sadhana tiene por objeto la evolucin consciente, el autoconocimiento y el
autodesarrollo, para beneficio propio y ajeno. En este trabajo sobre uno mismo, el
practicante encontrar no pocos obstculos, pero tambin buenos aliados internos. Entre los
obstculos se encuentran no solamente las circunstancias externas adversas y el entorno
inapropiado y las vicisitudes de la vida, sino tambin los que derivan del desequilibrio
orgnico y de la inarmona psquica. Son obstculos el desasosiego, la pereza, la
negligencia, el descontento, la ofuscacin, la avidez, el odio y tantos otros, a los que
hay que sumar el propio inconsciente desordenado, catico y el cmulo de viejos patrones,
heridas psicolgicas, traumas y frustraciones. Tambin son obstculos los enfoques
incorrectos, los estrechos puntos de vista, el apego a las ideas.
A menudo es la propia mente uno de los escollos ms difciles de superar, porque hay que ir
limpindola de esa ofuscacin o ignorancia bsica que genera innumerables emociones
insanas, del mismo modo que hay que ir aprendiendo a contener el pensamiento neurtico y
descontrolado que es fuente de avidez, odio y, en suma, de una gran masa de sufrimiento
para uno mismo y para los dems. Todas las tcnicas del yoga (incluidas las del yoga
psicofsico) apuntan a la mente para sanearla e iluminarla. De una mente ofuscada todo lo
que se deriva es nocivo.
Hasta que se somete uno al sadhana adecuado, la mente est dominada por innumerables
condicionamientos (muchos de ellos inconscientes) que falsean su visin, ya que sta est
densamente velada por tres oscurecimientos: el interpretativo, el reactivo y el
imaginativo. La visin liberadora va desencadenndose en la medida en que la mente se
purifica, los condicionamientos se resuelven y la percepcin se esclarece.
Pero si bien los obstculos no son pocos en esta senda hacia la paz interior y la sabidura,
tambin hay dentro de uno mismo un buen nmero de aliados que se desplegarn para
colaborar en la conquista de la quietud y el conocimiento liberador. Son simientes de
iluminacin que es necesario cultivar para que maduren y reporten sus excelencias. Estos
aliados, denominados factores de crecimiento o iluminacin, son entre otros: el esfuerzo
correcto, la atencin vigilante, la ecuanimidad, el sosiego, el contento y la visin lcida.
Estos factores de iluminacin colaborarn de manera eficaz en la superacin de uno de
los ms graves obstculos, el del ego o la autopersonalidad, que nos desva de nuestra
naturaleza original y nos somete a esclavitud.
Los condicionamientos inconscientes reaccionan generando a menudo el charloteo
mental, ese pensamiento mecnico y confuso (en las antpodas del recto pensar) que es el
ladrn de la felicidad. Tengamos bien presente que la primera definicin del yoga por
escrito es el control de los pensamientos en la mente; as, todos los procedimientos
yguicos ponen su empeo en controlar los pensamientos mecnicos y neurticos, para
poder conocer un tipo superior de mente que nada tiene que ver con la mente ordinaria, al
que se denomina unmani o no mente.
Como el trabajo interior o sobre uno mismo tiene un carcter integral (se extiende a todos
los elementos que conforman al ser humano), comporta:
. Unos ideales yguicos que son asiduamente cultivados.
. Un buen nmero de tcnicas psicofisiolgicas para intensificar el control psicosomtico y
mejorar psicofsicamente a la persona.
. Un nutrido arsenal de tcnicas psicomentales, entre las que se encuentran la retraccin de
los rganos sensoriales y el recogimiento interior, la concentracin, la meditacin, la auto
indagacin, la contencin del pensamiento y muchas otras.
. El cultivo de una adecuada actitud vital, que debe ser trasladada a la vida cotidiana,
apuntalada en la atencin consciente, la ecuanimidad, el sosiego y la compasin.
. Una tica natural, que estriba en poner medios para que las otras criaturas sean felices y
evitarles el sufrimiento.
Todas las tcnicas del yoga fsico favorecen tambin la mente, del mismo modo que las del
yoga mental benefician el cuerpo. Se han efectuado numerosas investigaciones mdicas
sobre las tcnicas del yoga fsico y cmo generan modificaciones orgnicas notables, y
tambin sobre los mtodos de meditacin y cmo tambin stos provocan cambios muy
numerosos en las funciones del organismo, constatables en la resistencia galvnica de la
piel, el pulso, la frecuencia cardiaca, diversas sustancias en la sangre y las ondas cerebrales.
Yo mismo me somet, hace muchos aos, en dos centros mdicos, a una nutrida batera de
pruebas con el ms sofisticado instrumental mdico, para poner en evidencia los cambios
fisiolgicos que producen las tcnicas del yoga.
El yoga como medicina natural
Las tcnicas psicofisiolgicas y psicomentales del yoga, sus procedimientos naturistas, sus
orientaciones muy concretas sobre el descanso, la alimentacin, el ayuno, el sueo y la
actividad, lo convierten en la ms antigua medicina natural. Sus tcnicas pueden ser
utilizadas tanto preventiva como teraputica y recuperativamente, tanto en el mbito
somtico como en el psquico.
Aunque jams el yoga fue concebido como una terapia propiamente dicha, la experiencia
ha evidenciado que sus tcnicas psicosomticas benefician enormemente el cuerpo y la
mente y previenen contra innumerables trastornos, aumentando tambin la capacidad de
resistencia del sistema inmunitario. Como mtodo de relajacin y tranquilizacin es
insuperable, y la prctica combinada de los yogas fsico y mental es de enorme efectividad
para coordinar armnicamente la unidad psicosomtica y mejorar las conexiones del cuerpo
con la mente.
El yoga juega un destacado papel tanto en el campo de la salud corporal como en el de la
salud mental. Las tcnicas de estiramiento, de control de la respiracin, de relajacin, de
dominio neuromuscular y de limpieza propias del yoga fsico (hatha-yoga) resultan de gran
eficacia para prevenir artritis, artrosis, distintos tipos de reuma, citica, lumbago, asma,
infarto de miocardio, bronquitis, trastornos de la espina dorsal, trastornos circulatorios muy
diversos, varices, estreimiento, dispepsia, insomnio, gastritis, ansiedad, angustia y
diversos desrdenes psquicos. El yoga fsico es excepcionalmente ansioltico y sus
tcnicas sedan el sistema nervioso autnomo.
Por su parte, las tcnicas de concentracin, meditacin y autoconocimiento favorecen la
armona psquica, resuelven conflictos internos, tranquilizan la mente y las emociones y
previenen contra desrdenes emocionales.
El hatha-yoga puede ser de gran auxilio para minusvlidos, invidentes, nios con
desrdenes psquicos o mentales, alcohlicos y drogadictos en periodo de recuperacin.
La prctica del yoga favorece tanto a nios como a ancianos. Los primeros encontrarn en
el yoga (como sealo en mi obra Yoga para nios) un medio excelente para conocer
vivencialmente su cuerpo y armonizarlo, favorecindose asimismo el crecimiento,
tranquilizando las emociones e integrando la mente. El yoga adems previene contra
desrdenes emocionales propios del nio y el estrs escolar. Las posturas, los ejercicios
respiratorios y la relajacin van a favorecer todos sus sistemas orgnicos y de manera muy
importante el nervioso y el osteolocomotor; aumentarn la capacidad respiratoria y la
oxigenacin de los tejidos e influirn muy beneficiosamente sobre el sistema nervioso y el
endocrino.
La doctora ngela Corral considera muy eficientes las tcnicas del yoga psicofsico y del
yoga mental para combatir las perturbaciones fsicas, psicolgicas y sociales que pueden
confluir en el adolescente. En cuanto a las personas mayores, el yoga les favorecer en
sumo grado, refrenando por un lado el envejecimiento del aparato locomotor y
manteniendo la musculatura ms flexible y tonificada, y proporcionando, por otro,
actitudes favorables para sentirse mejor con uno mismo y poder superar ms fcilmente el
sentimiento de soledad, el insomnio y los trastornos propios de la edad avanzada.
Por su carcter benfico, las tcnicas del yoga fueron incorporadas a la ms antigua y
tradicional medicina de la India, el ayurveda, pues dichas tcnicas equilibran todos los
principios vitales en el cuerpo. El yoga concede gran importancia a las fuentes de energa
vital (prana), siendo las ms primordiales:
. la respiracin;
. la alimentacin;
. el descanso (que incluye la relajacin);
. el sueo, y
. las impresiones mentales.
Cuanto ms regular y armnica sea la respiracin, ms pura la alimentacin, ms adecuado
el descanso, ms reparador el sueo y ms sanas y positivas las impresiones mentales, ms
energa estar a disposicin de la persona. Otras fuentes notables de energa son: la prctica
del yoga fsico, la meditacin, el contacto con la naturaleza, las relaciones fecundas con las
otras criaturas, la creatividad y el cultivo de emociones saludables como amor,
benevolencia, compasin, contento, sosiego, ecuanimidad y otras.
As como las emociones insanas son txicos que tambin perturban el organismo, las sanas
son blsamos para la mente y el cuerpo. Por ello se insiste en el yoga en la necesidad de
suscitar, fomentar y cultivar pensamientos y emociones positivos.
A una de mis preguntas, el doctor Gharote, de la India, respondi: El hatha-yoga dispone
de una amplia variedad de tcnicas psicofsicas que tratan de conducir al practicante a un
estado de equilibrio psicofisiolgico. Estas tcnicas son lo ms apropiado para el hombre
moderno, que est bajo un gran estrs y tensiones de muy variada naturaleza. Proporcionan
a la persona resistencia psicofisiolgica, lo que representa un elevado porcentaje de
posibilidades para mantener en buen estado la salud. La prctica de estas tcnicas tambin
aumenta el bienestar fsico y mental.
Por su parte, el doctor Karambelkar, en comunicacin personal, me dijo: La prctica de las
tcnicas del hatha-yoga puede beneficiar al hombre en sus problemas de salud de diversas
maneras. En primer lugar, sirve de sistema profilctico muy eficiente, y yo pienso que,
desarrollando las mltiples resistencias naturales, puede incluso ser til para prevenir la
incidencia de enfermedades infecciosas. Puede en general curar muchos, si no
la mayora, de los desrdenes funcionales de origen psicosomtico. Las posturas, las
tcnicas de control muscular y algunos procesos de limpieza pueden curar muchos
desrdenes crnicos y difciles desequilibrios endocrinos.
Son muy interesantes las palabras de otro gran investigador de yoga, el doctor Bhole, al que
he entrevistado en la India en distintas ocasiones y que especifica: La prctica de las
tcnicas del hatha-yoga puede ayudar al practicante a influir sobre su sistema nervioso
autnomo, sobre el equilibrio endocrino, la conducta y la perspectiva de la vida, siempre y
cuando se practique a la luz de los principios yguicos y no como meros ejercicios.
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Hay hatha-yoguis que lo que pretenden, trabajando intensamente con las tcnicas del yoga
psicofsico, es desarrollar una suprabiologa o biologa muy depurada que les sirva de
puente hacia la paz interior. Este minucioso trabajo que efectan sobre el cuerpo, sus
funciones y energas es como un medio para desencadenar un conocimiento de orden
superior y poder establecerse en su naturaleza real o s-mismo. Ese perseverante trabajo lo
dirige el radja-yogui sobre su propia psique y, mediante la restriccin de apegos y
pensamientos desordenados, logra concentrar su espritu y enderezarlo hacia lo
incondicionado, aduendose de su mente para reorientarla hacia una conciencia superior.
Tanto los controles utilizados por el yoga fsico como de los que se sirve el yoga mental
tienen por objetivo ms elevado la conquista de la quietud interior, la visin trascendente y
la emancipacin espiritual.
El mismo dominio de la respiracin va conduciendo al dominio de la mente, del mismo
modo que el saludable control de tendencias anmicas y pensamientos conlleva el dominio
sobre las funciones orgnicas. Yoga fsico y yoga mental son por ello dos vas
confluyentes, como las dos laderas de una misma montaa, pero con la notable diferencia
de que no hay que optar por una u otra y se pueden seguir ambas.
En el universo en miniatura que es la criatura humana hay un manantial interno de energa.
No es mediante la afirmacin del ego, que limita, como esta fuente de energa se conecta y
reporta toda su vitalidad, sino mediante una actitud menos egocntrica y la capacidad para
que la mente, silencindose, pueda absorberse en su fuente y darse un bao de la misma.
Si el yogui aprende a purificar sus sustancias orgnicas, inmovilizar su cuerpo en una
postura estable, recoger sus sentidos e interiorizarse, es para conectarse con esa fuente de
energa interna que est en el origen de la mente-ego. La inteligencia primordial y el ngulo
de quietud estn ms all del intelecto y los pensamientos. El yogui, paciente y sabiamente,
regula con equilibrio las funciones de su cuerpo y de su mente para que colaboren, y no
obstaculicen, en el viaje hacia la libertad interior, donde la ilusin csmica (maya) que
nos encadena se desvanece. En ltima instancia, el prodigioso dominio biolgico y psquico
que el yogui persigue tiene como finalidad recobrar la sabidura liberadora y un estado
mental de pureza y ecuanimidad.
Los desrdenes somticos, el egocentrismo, el apego, la inercia psquica y las actitudes
mentales y emocionales insanas frenan ese proceso de genuina maduracin interna. Si el
yogui valora tanto la serenidad mental y el silencio interior es porque mediante el
pensamiento, la mera comprensin intelectual o el conocimiento terico no se logra
escuchar lo ms ntimo y revelador de uno mismo; se consigue a travs de una percepcin
(yguica) que empieza precisamente a sobrevenir cuando se alcanza un estado de
suspensin psicomental que libera energasespeciales para que surja la visin sin velos;
es entonces cuando el yogui pueda instalarse en su inafectado s-mismo.
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El yoga fsico y el yoga mental
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Aunque toda clasificacin es en ltimo trmino artificial, he venido utilizando desde hace
muchos aos, por conveniencia y claridad, una clasificacin muy oportuna de los asanas, a
fin de procurar los efectos ms destacados de cada grupo de asanas:
. posturas de flexin hacia delante;
. posturas de flexin hacia atrs;
. posturas de flexin lateral;
. posturas de torsin;
. posturas de inversin;
. posturas de accin abdominal;
. posturas de accin general sobre el cuerpo, y
. otras posturas.
A stas cabra aadir las posturas propias de la prctica de la meditacin. De este modo, el
practicante puede conocer los efectos generales de las posturas de cada grupo, aparte de los
especficos de cada posicin. Tambin hay posturas de equilibrio, muy tiles para
sincronizar mente y cuerpo y estimular la capacidad de concentracin y el sentido del
equilibrio.
Posturas de flexin hacia delante
Las posiciones de este grupo (postura de la pinza, postura de extensin sobre la pierna,
postura del tringulo invertido, por ejemplo) ejercen un profundo masaje sobre la regin
abdominal, mejorando el funcionamiento de los rganos y vsceras de la cavidad
abdominal.
Estiran y revitalizan los msculos posteriores del cuerpo; dotan de elasticidad a la espina
dorsal hacia delante; desbloquean y sedan el sistema nervioso autnomo; favorecen el
recogimiento y el equilibrio emocional. Previenen contra trastornos digestivos, gastritis,
dispepsia, estreimiento, escoliosis, ansiedad e insomnio. Regulan la accin cardiaca y la
tensin arterial.
Posturas de flexin hacia atrs
Estas posiciones (postura de la cobra, postura de masaje renal, postura del camello, por
ejemplo) estiran y re vital izan todos los msculos anteriores del cuerpo y ejercen un
profundo y benfico masaje sobre la regin lumbar, mejorando el funcionamiento de las
glndulas suprarrenales y de los riones. Dotan de flexibilidad a la columna vertebral hacia
atrs y tonifican y fortalecen los msculos pectorales y abdominales. Potencian el
funcionamiento cerebral, tonifican todos los pares de nervios espinales y la mdula espinal.
Activan los msculos respiratorios, favorecen la glndula tiroides, previenen contra el
asma, algunos trastornos del aparato digestivo, la escoliosis, la psicastenia y el estrs.
As como las posturas de flexin hacia delante invitan al recogimiento, las de flexin hacia
atrs reportan un sentimiento de expansin. Las posturas de ambos grupos se
complementan perfectamente para atender al organismo en todos los sentidos e ir
manteniendo la espina dorsal resistente, equilibrada y joven.
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de forma muy especial a las personas con patologa, y, en suma, ayudan a curar, prevenir y
rehabilitar muchos trastornos del aparato locomotor.
El pranayama
Prana es la fuerza vital, el impulso de vida, el hlito o aliento. Es la energa que todo lo
anima y que en el ser humano rige todas las operaciones fsicas, psicosomticas y mentales.
Mente y prana estn interconectados y el control sobre el prana hace posible el dominio de
la mente; regulando la respiracin, que es tambin prana, se conquista la actividad mental.
Todos los procesos psicofsicos funcionan por la accin del prana o fuerza vital.
El yoga es la reunificacin de las energas, para ponerlas al servicio de la integracin
psicosomtica y la libertad interior. El yogui aprende a trabajar con su fuerza vital, a
reorientarla, canalizarla e instrumentalizarla sabiamente. Cuando la energa no fluye
libremente, pueden surgir desrdenes somticos o mentales. El prana est en la sangre, en
las clulas, en el aliento, en los rganos sensoriales y en todas las funciones mentales. Es el
impulso de vida. El equilibrio de la energa favorece la ptima salud y la longevidad,
potencia el sistema inmunitario y previene contra enfermedades, armoniza psquicamente y
ordena las emociones.
Todas las tcnicas del yoga psicofsico tambin tienden a armonizar el prana, porque este es
la fuente de vida. Es necesario conseguir que la fuerza vital fluya libremente por los nervios
y canales de energa, superando bloqueos y cortocircuitos. Los hbitos negativos, las
emociones insanas y los pensamientos nocivos perturban la armona del prana y provocan
desrdenes de mayor o menor gravedad. El control sobre la respiracin es uno de los modos
ms eficientes para intensificar, canalizar y armonizar el prana, y asimismo regular
perfectamente los principios vitales del organismo. Se consigue as una favorable accin
orgnica y mental. El prana es el que hace tambin posibles todas las funciones corporales,
incluso las aparentemente ms nimias, como el bostezo.
Los yoguis, desde hace ya milenios, descubrieron aspectos muy interesantes relacionados
con la respiracin, como que se puede aprender a controlarla exhaustivamente y mejorar as
la salud; que cuando se respira con conciencia y regulando bien la respiracin se intensifica
la vitalidad, se aumentan las defensas del organismo, se potencian las facultades internas;
que mediante el dominio sobre la respiracin se combate la dispersin mental y se pacifican
las emociones; que existe una estrechsima interconexin entre la respiracin y los estados
anmicos y que a cada estado anmico corresponde un modo de respirar, de la misma forma
que imponindose un control respiratorio especfico se generan sus correspondientes
estados anmicos; que pausando y restringiendo la respiracin se armoniza el sistema
nervioso autnomo; que a travs de los controles respiratorios se eliminan impurezas de
todo tipo, se favorecen los pulmones y el corazn, se previenen trastornos diversos, se
combaten desrdenes psicosomticos y emocionales, se regula la tensin arterial y
se alerta la conciencia.
No hay nadie para el que no sea muy beneficioso el aprendizaje de la respiracin. Los
antiguos sabios de Oriente insistan en la necesidad de aprender a respirar desde corta edad.
El equilibrio respiratorio conduce a la armona psicosomtica. Para los yoguis la salud
perfecta no puede existir si no hay un gran equilibrio energtico estimulado por la
ejercitacin respiratoria. El Control sobre la respiracin se torna una herramienta
extraordinariamente til para incidir favorablemente sobre el cuerpo y las funciones
21
mentales. El yogui aprovecha la respiracin como fuente de vitalidad y buena salud, pero
tambin como instrumento para ir controlando la actividad mental y conectando con
la realidad que est instalada en la fuente de los pensamientos. Toda persona que
practique el control respiratorio experimentar estados mentales de paz y vaciamiento.
Pranayama quiere decir controlo regulacin del prana, es decir, del aliento o la respiracin.
Existen numerosas tcnicas de control respiratorio en el hatha-yoga, que ensean al yogui a
dominar estrechamente su respiracin y matrimoniar armnicamente la psique y la
respiracin. Cada tcnica respiratoria tiene sus requisitos y observancias, pero la mayora
de estos procedimientos, aunque no todos, utilizan tres fases en la respiracin: la
inhalacin, la retencin del aire y la exhalacin, y muchos de ellos especifican que la
exhalacin debe ser muy lenta y durar por lo menos el doble de tiempo que la inhalacin.
La retencin del aliento y la exhalacin lenta no solamente regulan muy estrechamente y
favorecen determinadas funciones orgnicas (y por supuesto la cardiaca y cerebral), sino
que permiten un firme control sobre la actividad mental.
Mudras y bandhas
Mudra significa sello y bandha, fijar. Los mudras son tcnicas para sellar la energa,
o sea, para contenerla, controlarla, almacenarla o propulsarla. As se purifican los
conductos de energa, se tonifican los plexos y se potencia la accin y beneficios de los
ejercicios de pranayama (control respiratorio).
Hay mudras que se pueden aplicar independientemente o bien asociados a la ejecucin del
pranayama, como veremos en la parte prctica. Los bandhas, por su parte, son
procedimientos de control y accin neuromuscular. Tanto los mudras como los bandhas
tratan de acceder a todo el cuerpo, a sus funciones y energas, y aunque algunas de estas
tcnicas son de fcil ejecucin, otras requieren una prctica perseverante para poder
efectuarlas con pericia. Todas procuran tambin salud, armona y resistencia. Son mtodos
muy refinados de control de msculos que por lo general no se controlan conscientemente,
y tambin de lo que me atrevera a denominar casi una ingeniera energtica.
Shatkarmas
Son un conjunto de prcticas muy elaboradas y largamente verificadas para higienizar y
purificar el organismo tanto por dentro como por fuera, sin que haya zona que no sea
sometida a una minuciosa limpieza: lengua, odos, fosas nasales, laringe, colon, etctera.
Forman seis grupos:
1) Dhauti: limpieza de la boca, la garganta y el recto.
2) Basti: limpieza de los intestinos.
3) Neti: limpieza de las fosas nasales.
4) Nauli: purificacin intestinal.
5) Trataka: limpieza de los glbulos oculares.
6) Kapalabhati: limpieza de los senos frontales.
Aunque algunos de estos mtodos de higiene pueden ser perfectamente suplidos por las
ms modernas prcticas higinicas, otros han demostrado tal eficacia y son tan fciles de
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aplicar que pueden seguir utilizndose con gran beneficio. La limpieza de las fosas nasales
(neti) es especialmente til para la ejecucin de las tcnicas de control respiratorio.
Todos los mtodos del hatha-yoga atienden debida y esmeradamente al cuerpo, a fin de que
al estar ms armonizado tambin favorezca el equilibrio de la mente. Pero el mismo trabajo
minucioso sobre el cuerpo ya es una forma de yoga mental, donde se acenta el poder de la
conciencia. No hay persona que no pueda hallar ayuda en la prctica del hatha-yoga, e
incluso aquellas que por lesiones muy graves no pudieran practicar los asanas siempre
podrn beneficiarse, y mucho, de las tcnicas de respiracin y de relajacin.
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25
SEGUNDA PARTE
LA PRCTICA DEL YOGA
3
La prctica del hatha-yoga o yoga fsico
La ejecucin de las posturas del yoga (asanas)
Las posturas del yoga deben realizarse preferiblemente con el estmago vaco, sobre una
superficie consistente, con ropas holgadas y cmodas, de ser posible en una estancia
tranquila y acompaando siempre con la mente la accin fsica para obtener el mximo
beneficio psicosomtico, por un lado, y, por otro, ejecutar las posturas lo mejor posible.
La mente puede situarse en la zona que a continuacin sealaremos, concentrndose en la
misma y evitando divagaciones, o tambin puede estar simplemente bien atenta a la postura
misma o a las sensaciones del esquema corporal o a lo que se est haciendo. La respiracin
debe ser, en lo posible, pausada y uniforme, por la nariz. Los movimientos al ejecutar y
deshacer la postura, bien regulados y lentos; la posicin se mantiene estticamente, si se
puede, el tiempo indicado. Todos los esfuerzos deben ser paulatinos y nunca excesivos. Las
personas con trastornos orgnicos deben consultar con su especialista y llevar a cabo la
prctica a modo de prudente rehabilitacin.
Segn a qu grupo pertenezca la postura, la mente puede fijarse (si se elige esta alternativa)
en unas u otras zonas del cuerpo:
. Posturas de flexin hacia delante: concentracin a lo largo de la espina dorsal.
. Posturas de flexin hacia atrs: concentracin en la regin lumbar.
. Posturas de inversin: concentracin en el entrecejo o en el cuello.
. Posturas de torsin: concentracin en la columna vertebral.
. Posturas de flexin lateral: concentracin en los costados o en la espina dorsal.
. Posturas de accin abdominal: concentracin especfica en el abdomen.
. Posturas de accin general: concentracin en todo el cuerpo.
. Posturas de equilibrio: concentracin en mantener un buen equilibrio.
. Posturas de meditacin: actitud de recogimiento e interiorizacin.
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27
El saludo al sol
Lo componen una serie de movimientos lentamente encadenados que permiten al cuerpo
adoptar posiciones muy diversas sin tener que asumirlas estticamente. La serie se ejecuta,
eso s, con lentitud, armnicamente, evitando movimientos bruscos o precipitados, y puede
asociarse o no a la respiracin, aunque lo ms aconsejable, una vez el practicante se ha
aprendido bien la serie, es asociar cada movimiento a la inhalacin y la exhalacin
sucesivamente.
Se puede ejecutar el saludo al sol antes o despus de las otras prcticas yguicas, pero lo
ideal es hacerlo -si es que se incluye en el programa- antes de la realizacin de las posturas,
para calentar y desperezar el organismo. Es conveniente estar en todo momento atento
mientras se efecta la serie; en la medida en que uno va practicando las posiciones se irn
perfeccionando.
Tcnica
Sitese de pie con las piernas juntas y los brazos a lo largo del cuerpo, con la cabeza
ligeramente hacia atrs, mirando al horizonte. Inspire.
Una las manos por las palmas a la altura del pecho. Espire.
Eleve lentamente los brazos por encima de la cabeza; mantngalos estirados y, efectuando
una inspiracin, permita que el tronco caiga ligeramente hacia atrs.
Vaya inclinando el tronco lentamente hacia delante hasta que la cabeza descanse (o se
aproxime) en las rodillas y las palmas de las manos se apoyen en el suelo. Al mismo
tiempo, vaya espirando.
Conduzca la pierna derecha hacia atrs hasta que la rodilla descanse en el suelo. La pierna
izquierda permanece flexionada y el muslo en contacto con el estmago y el pecho. La
rodilla y las palmas de las manos permanecern en el suelo. Los brazos deben estar
estirados y debe mirarse hacia delante. Al ir adoptando la posicin se inspira.
Conduzca la pierna derecha hacia atrs, estrela y nala a la izquierda mientras espira
lentamente. Todo el cuerpo forma ahora una lnea recta y los brazos permanecen estirados.
Las palmas de las manos estn firmemente apoyadas en el suelo.
Vaya flexionando los brazos con lentitud y deje la barbilla, el pecho y las rodillas en
contacto con el suelo. El resto del cuerpo queda en el aire. Observe la ilustracin
correspondiente. A medida que adopte la posicin, vaya inspirando.
Deje caer lentamente el peso del cuerpo y coloque los muslos, juntos, contra el suelo. Los
brazos se mantienen estirados, el tronco arqueado y la cabeza bien atrs, mientras se va
espirando.
Apoyndose sobre las manos y los pies, eleve el cuerpo y efecte con l un pronunciado
semicrculo, con la cara en direccin al suelo y las palmas de las manos firmemente
apoyadas en el mismo, a la vez que va inspirando.
Flexione la pierna derecha hacia delante y apoye la rodilla izquierda en el suelo. El cuerpo
descansa sobre las palmas de las manos, la planta del pie derecho, la rodilla izquierda y los
dedos de este pie. Los brazos deben permanecer estirados. Al ir adoptando la posicin,
espire.
Acerque la pierna izquierda a la derecha manteniendo ambas bien estiradas, y aproxime la
cara a las rodillas tanto como sea posible, mientras va inspirando. Este es el cuarto
movimiento que usted ya hizo.
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Eleve lentamente el tronco e inclnelo luego ligeramente hacia atrs con los brazos por
encima de la cabeza, mientras va espirando.
Enderece el tronco y coloque las manos a la altura del pecho, con las palmas unidas,
mientras inspira.
Baje las manos y estire los brazos a lo largo del cuerpo, recuperando la posicin inicial, a la
vez que espira (fig. 1).
Ponga especial cuidado en ir marcando y descomponiendo bien las diferentes posiciones.
Evite cualquier esfuerzo que le resulte excesivo.
El saludo al sol puede realizarse de cuatro a doce veces.
Fig. 1
Beneficios
. Estira y revitaliza absolutamente todos los msculos del cuerpo, as como los nervios,
tendones y articulaciones.
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Postura de la pinza
Tcnica
Sintese en el suelo con las piernas juntas y estiradas.
Incline lentamente el tronco hacia delante tanto como le sea posible, sin doblar las piernas,
y coloque las manos en las plantas de los pies o en los tobillos, aproximando la cara y el
tronco tanto como sea posible a las piernas.
Los brazos quedan flexionados y los antebrazos se llevan tan cerca como sea posible del
suelo, a ambos lados del cuerpo.
Con la prctica necesaria ir cada da aproximando ms a los muslos el pecho y el
estmago.
Regule la respiracin por la nariz y mantenga la postura el tiempo indicado, para a
continuacin deshacerla lentamente y relajarse (fig. 2).
Fig. 2
Variante: Esta posicin tiene una variante que consiste en realizar la postura con las piernas
separadas tanto como se pueda, sin esfuerzos excesivos, y manteniendo las rodillas bien
estiradas. Se inclina lentamente el tronco hacia delante y se colocan las manos en las
plantas de los pies o en los tobillos, aproximando la cara y el tronco tanto como sea posible
al suelo, entre las piernas (fig. 3).
Tiempo
Un minuto. Se ejecuta la postura dos veces.
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Fig. 3
Beneficios
. Hay un estiramiento intenso de todos los msculos posteriores del cuerpo que los estimula
y revitaliza. Dota de flexibilidad a los msculos posteriores de las piernas y a la columna
vertebral, irriga la mdula espinal y aumenta la capacidad de resistencia del cuerpo.
. Favorece la accin cardiaca y perfecciona el sistema circulatorio; ejerce masaje sobre la
regin cordial.
. Se tonifica la regin pelviana y se favorecen las glndulas sexuales.
. Ejerce una considerable presin sobre el abdomen, lo que representa un potente y
beneficioso masaje sobre los rganos y vsceras del abdomen y una mejora en su funcionamiento. Se estimulan el hgado, el pncreas, los riones y la vejiga. En las mujeres se
favorecen los ovarios y en los hombres, la prstata.
. Equilibra el funcionamiento de las glndulas suprarrenales y reactiva la energa a los
distintos plexos.
. Seda el sistema nervioso, induce a la relajacin profunda, favorece la unidireccionalidad
de la mente.
. Previene o ayuda a combatir la citica, el lumbago, la lordosis, la dispepsia, algunas
formas de impotencia, la indigestin y la hipertrofia renal. Es muy eficaz para combatir
la pereza intestinal y prevenir la gastritis, as como las hemorroides y varices.
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Tiempo
Cuarenta y cinco segundos sobre cada pierna, para ejecutar la postura dos veces sobre cada
lado.
Fig. 4
Beneficios
. Dota de elasticidad a los msculos de la espalda, al tendn de la rodilla, a los msculos
posteriores de las piernas, a la articulacin de la rodilla ya la columna vertebral. Estimula
favorablemente el funcionamiento de los riones, del hgado y del bazo.
. Efectuada la postura sobre la pierna izquierda, tonifica y activa el pncreas, regulando sus
jugos.
. Acta favorablemente sobre el nervio citico, la regin lumbar y la regin dorsal.
. Despeja las impurezas de los conductos de energa.
. Estabiliza la accin cardiaca.
. Previene contra las hemorroides, el lumbago, la citica y los trastornos de prstata.
. Serena el sistema nervioso y favorece el control sobre los pensamientos.
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Fig. 5
Beneficios
. Estira y revitaliza todos los msculos posteriores del cuerpo y fortalece el tendn de la
rodilla
. Dota de elasticidad a los msculos de las caras internas de los muslos, las ingles y la
espina dorsal.
. Seda el sistema nervioso autnomo, pacifica las emociones e induce a la relajacin
profunda, pues tambin ayuda a eliminar crispaciones y contracturas en la espalda.
. Favorece los rganos intercostales.
. Interioriza la mente.
. Previene contra la lumbocitica y la escoliosis.
. Mejora el riego sanguneo a todo el cuerpo y estimula todos los pares de nervios espinales.
. Combate el estrs, la psicastenia y la fatiga.
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de la rodilla y espina dorsal. Son saludablemente estimulados los nervios de las piernas, los
espinales y los epigstricos.
. Previene contra la adiposidad del abdomen, el lumbago, la citica y la constipacin.
. Sobrecarga de sangre la parte alta del organismo, favorece el cuello, la glndula tiroides y
el cerebro. Favorece los plexos sacro y solar.
. Desarrolla las potencias de la mente, intensifica la capacidad de interiorizacin y
concentracin, serena el sistema nervioso e induce a una relajacin profunda y reparadora.
Fig.6
Variante: Esta postura dispone de una variante que se ejecuta con las piernas bien separadas
y rectas, echando el tronco hacia delante y dejando las manos en los tobillos o talones, o
bien entrelazando las manos en la espalda e inclinando el tronco tanto como se pueda, a la
vez que los brazos, rectos, se van elevando todo lo posible en el aire (fig. 7).
Fig. 7
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Fig. 8
Beneficios
. Abastece de abundante sangre el cerebro, mejorando su funcionamiento.
. Estira muy vigorosamente todos los msculos posteriores del cuerpo, los fortalece, los
revitaliza y los libera de crispaciones y tensiones.
. Fortalece tanto las extremidades inferiores como las superiores y dota de gran elasticidad
a la espina dorsal hacia delante.
. Aumenta la memoria y la concentracin.
. Perfecciona el sistema circulatorio.
Variante: Esta postura dispone de una variante que consiste en girar el tronco tanto como se
pueda hacia el techo y tambin llevar la cara hacia arriba. Se efecta, pues, una torsin
considerable del tronco y entonces la cara, en lugar de dirigirse como en la posicin normal
hacia la pierna, se gira hacia el techo (fig. 9).
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Fig. 9
Fig. 10
Tiempo
Cuarenta y cinco segundos y se efecta dos veces.
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Beneficios
. Todos los msculos de la espalda son poderosamente estirados y tonificados, mejorndose
el riego sanguneo a los mismos. Tambin se estimulan vigorosamente todos los pares
de nervios espinales, que son sobre abastecidos de sangre.
. Dota de flexibilidad a la espina dorsal y la mantiene joven.
. La vigorosa presin que el mentn ejerce sobre la garganta favorece la glndula tiroides,
regula su funcionamiento y perfecciona asimismo el funcionamiento del metabolismo
y regula la tensin arterial.
. La contraccin que se origina sobre la cavidad abdominal ejerce un saludable masaje
sobre todos los rganos abdominales, reactivando su funcionamiento.
. Regula el sistema simptico.
. Produce una beneficiosa afluencia de sangre fresca a la espalda y la espina dorsal, que
origina tambin un aporte extra de sangre al cuello y la cabeza, lo que representa una
inyeccin de vitalidad para el cerebro.
. En las mujeres, regula el funcionamiento de los ovarios, y, en los hombres, influye muy
positivamente sobre la prstata.
. Previene contra la congestin de diversos rganos abdominales, la diabetes, la
constipacin, la artritis, la dispepsia, la descalcificacin, la aerofagia y determinadas
mialgias.
. Combate el estreimiento y diversas lesiones de la espina dorsal, el desequilibrio nervioso
y la melancola.
. Descansa profundamente las piernas, previniendo las varices.
. Mitiga dolores lumbares y dota de elasticidad a la articulacin del hombro.
. Favorece la interiorizacin y la concentracin.
Fig. 11
Fig. 12
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Variantes: Esta posicin admite dos variantes. La primera consiste en separar las piernas
tanto como se pueda, mantenindolas bien estiradas. La segunda, en flexionar las piernas y
llevar las rodillas al suelo, entre la cabeza (figs. 11 y 12).
Postura de la cobra
Tcnica
Extindase en el suelo, boca abajo, con las piernas juntas y estiradas y los brazos a ambos
lados del cuerpo.
Eleve lentamente el tronco hasta donde pueda, mediante la colaboracin de los msculos
abdominales y los dorsales, y coloque las palmas de las manos en el suelo,
aproximadamente en lnea con los hombros.
Flexione entonces el tronco tanto como pueda hacia atrs, pero evitando que el abdomen se
separe del suelo. El pecho y el estmago quedan en el aire, pero el bajo vientre en el suelo.
Los brazos permanecen flexionados y la cabeza puede quedar recta o inclinarse hacia atrs.
Vigile que las piernas no se separen.
Mantenida la postura el tiempo adecuado, deshgala con lentitud (fig. 13) .
Tiempo
Mantenga la postura treinta segundos y ejectela dos veces.
Fig. 13
Beneficios
. Dota de gran flexibilidad a la columna vertebral, previene los desplazamientos discales,
tonifica vigorosamente la mdula espinal y los ganglios ortosimpticos.
. Irriga de sangre la espina dorsal y estimula todos los msculos dorsales, el trapecio y los
msculos del cuello.
. Ejerce un profundo masaje sobre la regin lumbar y mejora el funcionamiento de las
glndulas suprarrenales. Favorece las regiones sacra y coccgea.
. Fortalece los msculos de los hombros y de los brazos, as como los pectorales. Estira y
revitaliza los msculos abdominales. Presiona favorablemente el abdomen y mejora el
funcionamiento de los intestinos.
. Favorece los sistemas simptico y parasimptico, los pulmones y el corazn.
. Fortalece los glteos y los filamentos de las vrtebras.
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Fig. 14
Tiempo
Cincuenta segundos, y se ejecuta la postura dos veces.
Beneficios
. Favorece extraordinariamente toda la columna vertebral.
. Estira y revitaliza los msculos del vientre, el pecho y el cuello
. Previene contra la escoliosis.
. Ejerce un profundo masaje sobre la regin lumbar y favorece el funcionamiento renal.
. Estimula las funciones del cerebro y favorece las operaciones mentales.
. Mantiene la espina dorsal en un estado de elasticidad, resistencia y juventud.
. Desbloquea y relaja.
Variante: Esta postura cuenta con una variante consistente en flexionar las piernas tanto
como se pueda y aproximar los talones tanto como sea posible a las nalgas (fig. 15).
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Fig. 15
Fig. 16
Beneficios
. Al originar una poderosa presin intraabdominal, favorece el funcionamiento de todos los
rganos abdominales. Tonifica el plexo solar y revitaliza los msculos rectos y oblicuos
del abdomen.
. Previene la congestin del hgado, los trastornos pancreticos, la dispepsia, la constipacin
y la gastritis. Reactiva el funcionamiento peristltico de los intestinos. Combate la
aerofagia y la pereza intestinal.
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. Estira vigorosamente los msculos de la zona anterior del cuerpo, los fortalece y estimula
positivamente. Los msculos de las caras altas de los muslos se vigorizan, al igual que
toda la regin plvica.
. La columna vertebral recibe muchos beneficios con la ejecucin de esta postura, que evita
el envejecimiento prematuro de la misma, acta positivamente sobre sus ligamentos
y tonifica todos los msculos que se insertan en ella. Estimula todos los pares de nervios
espinales, ejerce masaje sobre la regin lumbar y perfecciona el funcionamiento de las
glndulas suprarrenales y de los riones.
. Combate la celulitis de los muslos y nalgas y la adiposidad del abdomen.
. Favorece el sistema simptico y los plexos sacro y larngeo.
Fig. 17
Tiempo
Veinte segundos, tres veces.
Beneficios
. Vigoriza excepcionalmente todo el cuerpo, tonifica los msculos, los nervios y la espina
dorsal.
. Estimula la accin cardiaca y aumenta la capacidad de resistencia, accin y rendimiento
del organismo.
. Tonifica el riego sanguneo.
. Fortalece extraordinariamente los msculos del abdomen y los glteos.
. Dota de elasticidad a la articulacin del hombro y vigoriza los msculos deltoides y
trapecio.
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Fig. 19
Fig. 20
Tiempo
Veinte segundos, y se realiza la postura dos veces.
Beneficios
. Fortalece los msculos del cuello, la espalda y el abdomen.
. Ejerce un profundo masaje sobre los rganos abdominales, mejorando as su
funcionamiento.
. Tonifica el plexo coccgeo.
. Influye beneficiosamente sobre las glndulas suprarrenales.
Postura de Natashira
Tcnica
Sitese de rodillas en el suelo y entrelace las manos en la nuca.
Vaya arqueando e inclinando lentamente el tronco hacia atrs hasta donde pueda, evitando
cualquier esfuerzo excesivo.
Tras mantener la postura el tiempo indicado, deshgala lentamente y reljese (fig. 21).
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Fig. 21
Tiempo
Veinte segundos, dos veces.
Beneficios
. Fortalece de manera excepcional la columna vertebral y la dota de elasticidad hacia atrs.
. Favorece sobremanera el funcionamiento del cerebro y aumenta la capacidad de memoria
y concentracin.
. Aumenta la capacidad de resistencia de todo el cuerpo y tonifica de manera especial los
msculos del cuello, el pecho y el abdomen, que son sometidos a un vigoroso estiramiento.
. Ejerce un penetrante masaje sobre la regin lumbar, mejorando el funcionamiento renal.
. Estimula la accin cardiaca.
Variante: Esta postura admite una variante, consistente en estirar los brazos una vez
ejecutada la postura. Deben evitar esta variante las personas que no hayan perfeccionado la
modalidad normal y por supuesto las personas mayores o las que padezcan del aparato
locomotor.
Media postura de la rueda
Tcnica
De pie, separe ligeramente las piernas y eleve los brazos en el aire, agarrndose las manos.
Con los brazos estirados, cuidadosamente y tratando de no perder el equilibrio, vaya
arqueando el tronco hacia atrs hasta donde pueda, sin doblar las piernas. Mantenga la
postura el tiempo indicado y deshgala con lentitud (fig. 22).
Tiempo
Veinte segundos, y se ejecuta tres veces.
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Beneficios
. Estira muy vigorosamente todos los msculos anteriores del cuerpo, los revitaliza y los
dota de buen tono y elasticidad.
. Ejerce un saludable masaje sobre los riones.
. Enva sangre al cerebro, lo que resulta beneficioso.
. Fortalece las extremidades inferiores y los glteos.
. Activa la circulacin sangunea.
. Dota de flexibilidad a la espina dorsal.
Fig. 22
45
Fig. 23
Fig. 24
Beneficios
. Fortalece y vigoriza muy especialmente toda la musculatura abdominal. Por la presin
intraabdominal que se origina, favorece los nervios epigstricos y todos los rganos
abdominales, as como el plexo solar.
. Fortalece los msculos del cuello y equilibra el funcionamiento de la glndula tiroides.
. Estimula favorablemente la pelvis y las regiones sacra, coccgea y lumbar.
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Fig. 25
Tiempo
Un minuto. Una sola vez por cada lado.
Beneficios
. Tonifica vigorosamente los msculos dorsales, pectorales, deltoides y trapecio. Ejerce un
beneficioso masaje sobre el pecho y la espalda, ensancha la caja torcica y combate la
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Fig. 26
Tiempo
Se mantiene la postura un minuto y se ejecuta una vez.
Beneficios
. Dota de gran flexibilidad las articulaciones de las rodillas y de los tobillos.
. Flexibiliza los pies y previene el trastorno conocido como pies planos.
. Mejora el riego sanguneo de las piernas, fortalece las venas de las mismas y previene las
varices.
. Fortalece el hueso sacro y la regin plvica.
. Estabiliza la accin cardiaca, seda el sistema nervioso y pacifica las emociones.
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Fig. 27
Fig. 28
Tiempo
Cuarenta y cinco segundos. Una vez.
Beneficios
. Equilibra el funcionamiento de las glndulas tiroides y paratiroides.
. Descansa profundamente las piernas y combate la rigidez de las articulaciones del tobillo
y de la rodilla
. Estira y revitaliza todos los msculos abdominales, especialmente los rectos. Tonifica los
nervios epigstricos y armoniza el funcionamiento de los plexos solar y sacro.
. Ejerce un beneficioso masaje sobre la regin plvica y las vsceras abdominales.
. Favorece las glndulas sexuales.
. Seda el sistema nervioso, colabora en la interiorizacin de la mente y pacifica el sistema
emocional.
Variante: Hay una variante consistente en arquear el tronco y apoyar la cima de la cabeza
sobre el suelo, permaneciendo la espalda en el aire (fig. 28).
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Postura lateral
Tcnica
Colquese de rodillas, con el tronco y la cabeza erguidos. Desplace la pierna derecha hacia
la derecha, mantenindola bien estirada y situando con firmeza la planta del pie en el suelo.
Eleve los brazos en el aire, estirados, y entrelace las manos.
Incline lentamente el tronco hacia la derecha tanto como pueda, en direccin a la pierna
derecha, que permanece estirada.
La cabeza queda entre ambos brazos, la cara mirando hacia arriba. Mantenga la postura el
tiempo indicado y deshgala con lentitud para ejecutarla hacia el otro lado (fig. 29).
Fig. 29
Fig. 30
Tiempo
Cuarenta y cinco segundos, y se ejecuta la postura dos veces sobre cada lado.
Beneficios
. Fortalece extraordinariamente todo el tronco, previene crispaciones y contracturas y alivia
la tensin neuromuscular.
. Mantiene en perfecto estado la espina dorsal y la dota de elasticidad hacia los lados.
. Estira y revitaliza vigorosamente todos los msculos y nervios intercostales.
. Fortalece los hombros y los msculos del abdomen.
. Tonifica las extremidades superiores e inferiores.
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Fig. 31
Beneficios
. Dota de flexibilidad a la columna vertebral hacia los lados.
. Tonifica los msculos de las piernas
. Beneficia la regin lumbar y los riones.
. Ejerce masaje sobre todos los rganos y vsceras intercostales, lo cual mejora su
funcionamiento.
. Combate la constipacin, previene el lumbago y la citica, desbloquea y relaja.
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Fig. 32
Tiempo
Cincuenta segundos por cada lado, y se realiza la postura dos veces.
Beneficios
. Tonifica los msculos del cuello, el tronco y las piernas
. Regula el funcionamiento del sistema simptico.
. Activa el funcionamiento del hgado, el pncreas y el bazo.
. Mejora el funcionamiento de los riones.
. Favorece la espina dorsal y tonifica los nervios espinales.
. Previene el lumbago, las desviaciones de la columna vertebral y la constipacin. Alivia los
dolores de la espalda y previene la escoliosis, la artritis y la artrosis.
. Estimula vigorosamente los msculos oblicuos del abdomen.
Variante: Se puede hacer la postura con la pierna doblada (fig.33).
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Fig. 33
Postura de la media luna
Tcnica
De pie, con las piernas juntas y los brazos a lo largo del cuerpo, separe las piernas y eleve
los brazos en el aire, sobre la cabeza, entrelazando las manos.
Incline completamente en lateral el tronco hacia la izquierda y mantenga la postura, con la
cara vuelta hacia arriba, y piernas y brazos rectos. Mantenida la postura el tiempo indicado,
deshgala para efectuarla hacia el otro lado (fig. 34).
Tiempo
Cuarenta segundos; se ejecuta la postura dos veces por cada lado.
Fig. 34
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Beneficios
. Postura sumamente eficaz para desbloquear y para inducir a una relajacin ms profunda,
pues elimina innumerables tensiones neuromusculares.
. Fortalece todos los msculos del cuerpo y ejerce un penetrante masaje sobre los rganos
intercostales.
. Tonifica deltoides, trapecio, hombros, pectorales y dorsales.
. Estira y revitaliza los msculos y nervios intercostales y dota de flexibilidad a la espina
dorsal hacia los lados.
. Revitaliza los msculos del cuello.
. Dota de vitalidad a todo el cuerpo y mejora el tono vital en general. Previene el estrs, la
fatiga y la ansiedad.
Postura abdominal
Tcnica
Sentado en el suelo, con las piernas juntas y estiradas, incline el tronco hacia atrs y
apyese sobre los antebrazos.
Eleve las piernas y el tronco, alargue los brazos y trate as de que el cuerpo forme una uve,
con los ojos en lnea recta aproximadamente con las rodillas. Mantenga la postura el tiempo
indicado y deshgala. Si no puede hacer la postura como se ha descrito, mantngala
apoyndose sobre los antebrazos. Las piernas deben estar juntas y estiradas (fig. 35).
Fig. 35
Tiempo
Veinte segundos, para ejecutar la postura tres veces.
Beneficios
. Fortalece extraordinariamente los msculos del abdomen, el pecho y la espalda.
. Endurece la cara alta de los muslos y ejerce masaje sobre los glteos.
. Tonifica el hueso sacro, la regin plvica, la regin coccgea y la abdominal.
. Mejora el riego sanguneo en todo el cuerpo.
54
Fig. 36
55
Fig. 37
Tiempo
Cuarenta y cinco segundos, y dos veces sobre cada pierna.
Beneficios
. Se trata de una posicin de accin directa sobre las piernas, que favorece en especial la
parte media inferior del cuerpo.
Tonifica todos los msculos, nervios y venas de las piernas y dota de flexibilidad a las
ingles.
. Mejora el riego sanguneo, fortalece la regin plvica y favorece las vrtebras coccgeas,
sacras y lumbares.
. Fortalece y tonifica la articulacin de la rodilla.
Postura de la torsin
Tcnica
Sintese en el suelo con las piernas juntas y estiradas.
56
Doble la pierna derecha y, pasndola por encima de la pierna izquierda, coloque el pie junto
a la cara externa del muslo izquierdo, tan arriba como le resulte posible. El pie debe
permanecer paralelo al muslo y la planta, sobre el suelo. El muslo de la pierna flexionada
quedar junto al estmago.
A continuacin, ladee el tronco a la derecha y coja la pierna con el brazo izquierdo, que
pasar por encima de ella. La mano agarrar la pierna estirada, como se ilustra en el dibujo
correspondiente. La cara queda vuelta hacia atrs y el brazo derecho queda detrs del
tronco, con la mano apoyada por la palma en el suelo.
Mantenida la postura el tiempo indicado, se deshace para ejecutarla sobre el otro lado (fig.
38).
Tiempo
Cuarenta y cinco segundos, dos veces sobre cada pierna.
Beneficios
. Dota de gran flexibilidad a la espina dorsal hacia los dos lados y estira y revitaliza todos
los msculos dorsales evitando tensiones y crispaciones.
. Induce a la relajacin profunda, aliviando todas las tensiones del sistema neuromuscular y
sedando el sistema nervioso.
. Ejerce masaje sobre todos los rganos de la cavidad abdominal.
. Favorece la vejiga y, en las mujeres, los ovarios, as como la prstata en los hombres.
. Regula la funcin renal.
. Revitaliza todos los pares de nervios espinales.
. Combate la rigidez de los msculos de las piernas.
. Mejora el riego sanguneo al tronco.
Fig. 38
57
Flexione la pierna izquierda y coloque el taln del pie en la raz del muslo derecho por su
cara exterior.
Doble la pierna derecha y site la planta del pie en el suelo, junto a la cara interior del
muslo izquierdo y cerca de la rodilla.
Gire el tronco hacia el lado derecho tanto como pueda y, pasando el brazo izquierdo por
encima de la pierna derecha, site la mano en la rodilla izquierda o en el tobillo derecho.
Envuelva con el brazo derecho su propio cuerpo por la espalda y dirija la cara hacia el
hombro derecho. Observe que el brazo que pasa por encima de la pierna es siempre el
contrario a la pierna.
Mantenga la postura el tiempo indicado y efectela por el otro lado (fig. 39).
Fig. 39
Tiempo
Cuarenta segundos, y se hace dos veces por cada lado.
Beneficios
. Dota de flexibilidad a la columna vertebral, fortalece y abastece de sangre toda la
musculatura de la espalda y revitaliza los ligamentos de la espina dorsal. Tonifica los
nervios espina les. Somete a un vigoroso masaje a la mdula espinal y equilibra el
funcionamiento del sistema simptico.
. Ejerce un beneficioso masaje sobre los rganos abdominales y mejora su funcionamiento.
Al ser efectuada la postura sobre la derecha, presiona benficamente el intestino grueso,
el hgado y el rin derecho, en tanto que al ser realizado sobre la izquierda, lo hace sobre
el rin izquierdo, el bazo y el pncreas. Mejora el funcionamiento de las glndulas
suprarrenales.
. Estimula toda la musculatura del cuello y el funcionamiento de la glndula tiroides.
. Favorece la vejiga, la prstata en los hombres y los ovarios en las mujeres.
. Previene la dispepsia, la constipacin, la congestin y dilatacin del hgado y del bazo, y
la inactividad renal.
. Desbloquea, alivia tensiones neuromusculares e induce a una relajacin ms profunda.
58
Postura de la vela
Tcnica
Extindase en el suelo, sobre la espalda, con los brazos a ambos lados del cuerpo, las
piernas juntas.
Con las palmas de las manos contra el suelo, sirvindose de ellas y de los brazos, eleve las
piernas en el aire y, a continuacin, las caderas y la espalda, desplazando todo el peso del
cuerpo hacia los hombros e irguindolo tanto como pueda.
Doble los brazos y coloque las manos en la espalda. El cuerpo traza una lnea recta desde el
cuello a los pies y la barbilla queda clavada en la raz del trax.
Mantenida la postura el tiempo indicado, conduzca los brazos a la posicin inicial y
entonces vaya descendiendo con lentitud (fig. 40).
Fig. 40
Tiempo
Un minuto, y se ejecuta la postura una sola vez.
Beneficios
. Equilibra el funcionamiento glandular. Acta favorablemente sobre la tiroides, la
paratiroides, el hipotlamo y la hipfisis.
. Facilita el aporte de sangre venosa al corazn y mejora en general la circulacin sangunea
del organismo.
. Mejora el alimento a los tejidos y aumenta considerablemente la capacidad de resistencia
del organismo.
. Descansa y descongestiona los rganos abdominales.
. Al aumentar considerablemente la afluencia de sangre hacia la cabeza, reactiva y
perfecciona el funcionamiento del cerebro.
59
. Fortalece todos los msculos y nervios de la espalda, la columna vertebral, el cuello y los
brazos.
. Seda el sistema nervioso.
. Facilita la interiorizacin mental y combate las fluctuaciones psicomentales.
. Previene o combate en su caso las hemorroides, las varices, la constipacin, la ptosis
abdominal, los trastornos prostticos, la impotencia, los desarreglos hormonales, la
gastritis, la irritabilidad, la falta de memoria, algunos tipos de lcera y los resfriados
nasales.
Variantes: Esta postura admite diversas variantes. Se puede ejecutar con las piernas
separadas y bien estiradas, o flexionar una de las piernas en medio loto, o dejar que una de
las piernas descienda hacia atrs hasta dejar la punta del pie en el suelo, con las dos piernas
bien estiradas.
Postura de inversin
Tcnica
Extendido en el suelo, sobre la espalda, con los brazos a ambos lados del cuerpo y las
palmas de las manos hacia abajo, presione las manos y los brazos contra el suelo, eleve las
piernas y las caderas en el aire y permita que el cuerpo adopte la posicin que se muestra en
el dibujo correspondiente.
Los brazos se flexionan y las manos se sitan en la regin lumbar o en las caderas y hay
que lograr que el peso del cuerpo est perfectamente distribuido entre los brazos y la parte
alta de la espalda.
Mantenida la postura el tiempo indicado, conduzca los brazos a la posicin inicial y
deshaga entonces la postura con lentitud (fig. 41).
Fig. 41
Tiempo
Dos minutos, y se ejecuta la postura una vez.
Beneficios
. Descansa las piernas en profundidad y previene contra las varices.
. Mejora el riego sanguneo en todo el cuerpo.
60
PROGRAMAS
En base a la treintena de importantes posturas explicadas, ofrecemos al lector una serie de
programas bsicos que podr ir ampliando y complementando, si lo desea, con otras
posiciones menos primordiales sobre las que nos extendemos ms adelante.
Primer programa
. Postura de la pinza: Un minuto. Dos veces.
. Postura de la cobra: Treinta segundos. Dos veces.
. Postura sobre el costado: Cuarenta segundos. Dos veces por cada lado.
. Postura de torsin: Cuarenta y cinco segundos. Dos veces por cada lado.
. Postura abdominal: Veinte segundos. Tres veces.
. Postura de inversin: Dos minutos. Una vez.
. Ejercicio de respiracin: Cinco minutos.
. relajacin: Cinco minutos.
Segundo programa
. Postura de la cabeza de vaca: Un minuto. Una vez por cada lado.
. Postura de extensin sobre la pierna: Cuarenta y cinco segundos. Dos veces sobre cada
pierna
. Media postura del saltamontes: Treinta segundos. Dos veces con cada pierna
. Postura de masaje renal: Cincuenta segundos. Dos veces.
. Media postura de Matyendra: Cuarenta segundos. Dos veces por cada lado.
. Postura de la vela: Un minuto. Una vez.
. Ejercicio de respiracin: Cinco minutos.
. relajacin: Cinco minutos.
Tercer programa
. Postura del diamante: Un minuto. Una vez.
. Postura sobre la pierna: Cuarenta y cinco segundos. Dos veces sobre cada pierna
. Postura del camello: Treinta segundos. Dos veces.
. Postura lateral: Cuarenta y cinco segundos. Dos veces por cada lado.
. Postura del tringulo invertido: Treinta segundos. Dos veces por cada lado.
. Media postura de la rueda: Veinte segundos. Tres veces.
. Ejercicio de respiracin: Cinco minutos.
61
62
Estos siete programas son orientativos y el practicante, segn el tiempo de que disponga,
puede enriquecerlos con otras posturas tanto de las ya expuestas como de las que a
continuacin describiremos. Las combinaciones son innumerables y el practicante puede ir
adaptando los programas a su grado de perfeccionamiento, tiempo de ejercitamiento y
condiciones particulares.
Postura perfecta
Tcnica
Sentado en el suelo, con las piernas juntas y estiradas, desplace ligeramente la pierna
derecha hacia la derecha y doble la pierna izquierda, colocando el taln entre los genitales y
el ano, junto al cuerpo.
Flexione la pierna derecha y coloque el pie sobre la pierna izquierda, con el taln
aproximadamente a la altura del pubis.
Con la espina dorsal bien erguida, incline la cabeza y fije el mentn contra la raz del trax.
Coloque las manos en las rodillas respectivas. Mantenga el tronco bien erguido y pause la
respiracin (fig. 42).
Fig. 42
Tiempo
Indefinido, pero evitando cualquier esfuerzo excesivo.
Beneficios
. Estimula el plexo sacro.
. Abastece de sangre las regiones coccgea, sacra y lumbar.
. Dota de flexibilidad a las articulaciones de las piernas y fortalece los msculos de las
mismas.
. Para aquellos que puedan efectuar la postura con facilidad es muy apropiada para la
meditacin.
63
Fig. 43
Tiempo
Un minuto por cada lado y se hace la postura una sola vez.
Beneficios
. Mantiene jvenes y elsticas las articulaciones de ambas piernas
. Fortalece los tobillos.
. Estimula la pelvis y fortalece el hueso sacro.
. Mejora el riego sanguneo de las extremidades inferiores.
. Favorece la regin lumbar.
Postura del loto
Tcnica
Sentado en el suelo con las piernas juntas y estiradas, flexione hacia dentro la pierna
izquierda y site el pie sobre el muslo derecho.
Flexione hacia dentro la pierna derecha y coloque el pie sobre el muslo izquierdo, para que
queden las piernas cruzadas.
64
Coloque las manos en las rodillas respectivas y evite cualquier esfuerzo (fig. 44).
Fig. 44
Tiempo
De unos segundos a varios minutos, pero hay que evitar el esfuerzo excesivo y proceder
con mxima cautela; no debe realizarse la postura si exige un esfuerzo o se siente la menor
molestia.
Beneficios
. Postura apropiada para los ejercicios de respiracin y meditacin si no exige un esfuerzo
excesivo.
. Fortalece los msculos de las piernas, estabiliza la accin cardiaca, tonifica la pelvis y
dota de elasticidad a las articulaciones de las extremidades inferiores.
. Favorece las regiones coccgea, sacra y lumbar.
. Estimula el hueso sacro y el plexo sacro.
65
Beneficios
. Fortalece la cara alta de los muslos y los msculos del abdomen.
. Regula las funciones gastrointestinales.
. Fortalece las regiones coccgea, sacra y lumbar.
. Favorece el riego sanguneo de la zona ventral y mejora el funcionamiento de los rganos
del abdomen.
. Previene contra las varices y descongestiona y relaja las venas de las piernas.
Fig. 45
Fig. 46
66
Tiempo
Cuarenta y cinco segundos. Dos veces.
Beneficios
. Fortalece extraordinariamente las piernas, previene contra las varices y mantiene jvenes
y resistentes las venas de las mismas.
. Aumenta la capacidad de resistencia de todo el cuerpo.
. Dota de flexibilidad a las piernas ya la espina dorsal.
. Fortalece los msculos del cuello
. Previene contra trastornos del aparato locomotor.
. Mejora el funcionamiento cerebral y las funciones mentales, y aumenta la capacidad de
memoria y concentracin.
. Favorece el plexo larngeo, el plexo solar y el plexo sacro.
. Vigoriza la pelvis y beneficia las regiones coccgea, sacra y lumbar.
Fig. 47
67
Tiempo
Cuarenta y cinco segundos y se efecta la postura dos veces por cada lado.
Beneficios
. Fortalece todos los msculos de las piernas.
. Estira y revitaliza los msculos oblicuos del abdomen.
. Dota de flexibilidad a la espina dorsal en torsin.
. Tonifica los msculos del cuello, el pecho y la espalda.
. Previene contra la escoliosis.
Postura de la luna
Tcnica
De pie, con las piernas juntas y los brazos a lo largo del cuerpo, vaya inclinando lentamente
el tronco hacia la izquierda, en lateral, tanto como pueda, elevando el brazo derecho por
encima de la cabeza y colocando la mano izquierda en el muslo izquierdo, como se ilustra
en el dibujo correspondiente.
La cara queda vuelta hacia arriba o al frente. Mantenida la postura el tiempo indicado,
deshgala lentamente y ejectela por el otro lado (fig. 48).
Fig. 48
Tiempo
Treinta segundos y se hace dos veces por cada lado.
68
Beneficios
. Distiende y elimina tensiones y crispaciones.
. Ejerce un beneficioso masaje sobre el pncreas, el hgado y el bazo.
. Estira y revitaliza todos los msculos y los nervios intercostales.
. Dota de flexibilidad a la espina dorsal hacia los lados.
. Fortalece los msculos del cuello y de los hombros.
. Tonifica las extremidades inferiores y la pelvis.
Fig. 49
69
Tiempo
De diez segundos a dos o tres minutos, aumentando el tiempo de modo muy paulatino. Se
ejecuta la postura una vez.
Fig. 50
Fig. 51
Beneficios
. Aumenta el riego sanguneo en la parte alta del cuerpo, favoreciendo la dinmica de los
rganos sensoriales, la glndula tiroides y el cerebro.
. Fortalece la espina dorsal.
. Ejerce un profundo masaje sobre el cuello y las vrtebras cervicales.
. Alivia la presin de las piernas y las previene contra trastornos circulatorios, mejorando la
circulacin general de todo el organismo.
. Equilibra el funcionamiento glandular.
70
Fig. 52
Variantes: Esta postura admite diversas variantes; con las piernas en medio loto o en loto,
con las piernas separadas o con las piernas formando un ngulo recto con el tronco (figs.
50, 51 y 52).
Fig. 53
71
Beneficios
. Combate la rigidez de la articulacin de la rodilla y de todos los msculos posteriores de
las piernas, y mejora el riego sanguneo de las extremidades inferiores.
. Tonifica los msculos dorsales y lumbares, dota de elasticidad a la columna vertebral y
combate el estreimiento.
. Seda el sistema nervioso, des bloquea y relaja.
Fig. 54
Tiempo
De cinco a treinta segundos. Dos veces.
Beneficios
. Al presionar la aorta abdominal y controlar parcialmente su flujo sanguneo, facilita un
aporte mayor de sangre hacia los rganos abdominales, lo cual mejora su funcionamiento y
los dota de un beneficioso estmulo que potencia su rendimiento. El masaje conseguido a
travs de la presin intra-abdominal que procura la postura mejora en general el sistema
digestivo.
. Fortalece todos los msculos de los brazos, el pecho y la espalda, as como las muecas y
los hombros.
72
. Previene la dispepsia, la gastritis, los trastornos del hgado y del bazo, la constipacin, las
hemorroides y la diabetes funcional. Combate la ptosis de los rganos abdominales y la
aerofagia.
Fig. 55
Tiempo
Cuarenta segundos. Dos veces por cada lado.
Beneficios
. Fortalece las regiones coccgea, sacra y lumbar.
. Tonifica los msculos y nervios abdominales.
. Descansa las piernas, mejora el riego sanguneo de las mismas y previene las varices.
. Fortalece el hueso sacro, los glteos y la pelvis.
. Ejerce masaje sobre los rganos abdominales.
Postura intercostal
Tcnica
De pie, separe las piernas y coloque firmemente las manos en las respectivas caderas.
Mire hacia el suelo e incline el tronco tanto como pueda, sin desplazarlo hacia delante, sino
hacia la izquierda.
Mantenga la postura el tiempo indicado y hgala hacia el otro lado (fig. 56).
73
Tiempo
Cuarenta y cinco segundos. Dos veces por cada lado.
Fig. 56
Beneficios
. Dota de elasticidad a la columna vertebral hacia los lados.
. Estira y revitaliza los msculos y nervios intercostales.
. Ejerce un beneficioso masaje sobre las vsceras de los costados.
. Desbloquea el tronco y evita contracturas y tensiones.
. Aumenta la capacidad de rendimiento del cuerpo y fortalece toda la musculatura del
tronco.
74
Beneficios
. Dota de elasticidad a la espina dorsal.
. Estira y revitaliza todos los msculos de los muslos, el vientre, la espalda y el cuello.
. Tonifica los nervios espinales.
. Previene contra la escoliosis.
Fig. 57
Fig. 58
Tiempo
Cincuenta segundos. Dos veces.
75
Beneficios
. Dota de flexibilidad a la espina dorsal hacia atrs.
. Estira y revitaliza los msculos anteriores del cuerpo.
. Ejerce masaje sobre los riones y las cpsulas suprarrenales.
. En las mujeres, favorece los ovarios, y en los hombres, la prstata.
. Estimula la funcin digestiva y beneficia todos los rganos y vsceras del abdomen.
Fig. 59
Tiempo
Cuarenta y cinco segundos, y se ejecuta dos veces.
Beneficios
. Fortalece considerablemente los msculos del abdomen.
. Tonifica las regiones coccgea, sacra y lumbar.
. Robustece los msculos de las piernas
. Ejerce masaje sobre los msculos glteos.
. Estimula los msculos pectorales.
. Fortalece beneficiosamente la base de la espina dorsal.
76
Fig. 60
Tiempo
Cincuenta segundos. Dos veces.
Beneficios
. Ejerce un masaje sobre todos los rganos abdominales.
. Beneficia la vejiga, el colon y los rganos del abdomen.
. Combate eficazmente la aerofagia y el estreimiento.
. Revitaliza los msculos de la espalda y el cuello.
. Previene la dispepsia y la indigestin.
Postura de la armona
Tcnica
Sintese en el suelo, con las piernas juntas y estiradas.
Doble la pierna izquierda y site el taln por debajo de la nalga derecha.
Flexione la pierna derecha y crcela tanto como pueda sobre la izquierda.
Coloque las manos sobre la rodilla izquierda y mantenga el tronco y la cabeza erguidos.
Mantenida la postura el tiempo indicado, deshgala e invierta la posicin de las piernas
(fig.61).
Tiempo
Un minuto sobre cada pierna. Una vez.
77
Fig. 61
Beneficios
. Dota de gran flexibilidad a las articulaciones de las piernas.
. Fortalece el hueso sacro.
. Tonifica la regin plvica.
. Permite mantener muy erguida y en posicin correcta la columna vertebral.
. Favorece el riego sanguneo de las extremidades inferiores.
. Es una postura excelente para llevar a cabo tcnicas de control respiratorio y de
concentracin y meditacin.
Fig. 62
78
Tiempo
Cuarenta y cinco segundos por cada lado. Una vez.
Beneficios
. Robustece los msculos de las piernas y brazos.
. Dota de elasticidad a las articulaciones.
. Tonifica los msculos deltoides y trapecio.
. Fortalece la pelvis.
Postura de la nave
Tcnica
Extindase en el suelo, boca abajo.
Arquee el tronco lo que pueda y levante la cabeza, parte del pecho y las piernas, estirando
los brazos hacia atrs y dejndolos rectos en el aire (fig. 63).
Fig. 63
Tiempo
Veinte segundos. Dos veces.
Beneficios
. Ejerce un penetrante masaje sobre la regin abdominal, que favorece el funcionamiento de
los rganos de la zona.
. Regula los jugos gstricos, previene contra la gastritis y la dispepsia y mejora en general
el aparato digestivo.
. Fortalece los msculos del abdomen y de la espalda.
. Vigoriza la columna vertebral.
. Potencia los msculos cardiacos.
. Mejora la circulacin de energas.
. Tonifica todo el organismo y lo induce a una relajacin profunda.
79
Postura de cuclillas
Tcnica
Colquese de cuclillas, sobre la punta de los pies.
Entrelace vigorosamente las piernas con los brazos a la altura de las rodillas.
Mantenga la cabeza erguida y la cara mirando hacia delante (fig. 64).
Fig. 64
Tiempo
Cuarenta segundos. Dos veces.
Beneficios
. Favorece el aparato urogenital.
. Combate la pereza intestina.
. Previene las hemorroides, las va rices y el estreimiento.
. Fortalece los msculos, nervios y articulaciones de las piernas.
. Mejora el riego sanguneo de las extremidades inferiores.
80
Beneficios
. Desarrolla el sentido del equilibrio.
. Aumenta la capacidad de concentracin.
. Mejora la unidad y el sincronismo psicosomticos.
. Fortalece las venas, los msculos y los nervios de las extremidades inferiores.
Fig. 65
81
Fig. 66
Fig. 67
Tiempo
Cuarenta segundos. Dos veces.
Beneficios
. Fortalece toda la musculatura y, en especial, la columna vertebral, que se mantiene as en
ptimo estado de resistencia.
. Perfecciona el sistema circulatorio y facilita el riego sanguneo en todo el organismo.
82
Fig. 68
Tiempo
Cuarenta y cinco segundos por cada lado. Dos veces.
Beneficios
. Dota de fortaleza a las extremidades inferiores.
. Mejora el sistema circulatorio y fortalece las venas de las piernas
. Aumenta la capacidad de resistencia y flexibilidad de todo el cuerpo.
83
Tiempo
Un minuto por cada lado. Una vez.
Beneficios
. Robustece las piernas.
. Ejerce un profundo masaje renal.
. Fortalece la regin plvica.
. Previene el lumbago y la citica.
. Mejora el riego sanguneo de las piernas.
Fig. 69
Fig. 70
84
Tiempo
Treinta segundos. Tres veces.
Beneficios
. Estimula la accin cardiaca.
. Fortalece todo el cuerpo y aumenta su capacidad de resistencia.
. Mejora el riego sanguneo en general.
. Robustece los msculos y nervios.
. Vigoriza la columna vertebral.
. Tonifica la regin plvica y las vrtebras inferiores.
Postura de la rana
Tcnica
Extindase en el suelo, boca abajo.
Coloque las manos a la altura de los hombros, aproximadamente, situando las palmas
contra el suelo.
Separe las piernas e introduzca los dedos de los pies hacia dentro.
Lentamente, y con cuidado, eleve todo el cuerpo en el aire, permitiendo que slo
permanezcan en contacto con el suelo las palmas de las manos y los dedos de los pies. Las
piernas estn estiradas y los brazos flexionados, como se ilustra en el dibujo
correspondiente (fig. 71).
Fig. 71
Tiempo
Veinte segundos. Dos veces.
Beneficios
. Tonifica vigorosamente todos los msculos del cuerpo.
. Aumenta la capacidad de resistencia de la espina dorsal.
. Perfecciona el aparato circulatorio.
. Aumenta el tono vital e induce a la relajacin profunda.
85
Postura de la alondra
Tcnica
Sintese en el suelo. Flexione hacia dentro la pierna derecha.
Desplace hacia atrs la pierna izquierda, quedando as firmemente apoyado sobre la pierna
izquierda y la pierna derecha, con el tronco y la cabeza erguidos.
Coloque los brazos en cruz.
Mantenida la postura el tiempo indicado, se deshace y se ejecuta invirtiendo la posicin de
las piernas (fig. 72 ).
Fig. 72
Tiempo
Cuarenta y cinco segundos. Dos veces por cada lado.
Beneficios
. Desbloquea y despereza el cuerpo.
. Estira y revitaliza los msculos del tronco.
. Favorece las regiones coccgea, sacra, lumbar y dorsal.
. Previene las contracturas y las crispaciones.
Postura de desbloqueamiento
Tcnica
Sintese en el suelo, con las piernas juntas y estiradas.
Coloque los brazos detrs de la espalda, entrelace las manos y estrelos totalmente.
Incline lentamente el tronco hacia las piernas, tanto como pueda, a la vez que eleva los
brazos, estirados, tanto como sea posible. Las piernas deben quedar rectas (fig. 73 ).
Tiempo
Cuarenta segundos. Dos veces.
86
Beneficios
. Estira vigorosamente la musculatura posterior del cuerpo y la desbloquea, eliminando
tensiones, crispaciones y contracturas.
. Seda el sistema nervioso e induce a la relajacin profunda.
. Ejerce masaje sobre todos los rganos y vsceras del abdomen.
Fig. 73
Fig. 74
87
Tiempo
Cuarenta segundos, y se hace la postura dos veces por cada lado.
Beneficios
. Fortalece extraordinariamente los msculos y nervios de las piernas y mejora el riego
sanguneo de las mismas, lo que previene contra las varices.
. Fortalece la mitad inferior de la columna vertebral.
. Previene la artritis y mejora en general el aparato locomotor.
. Estimula las regiones coccgea, sacra y lumbar.
. Tonifica y endurece los glteos, y estimula la regin plvica.
Fig. 75
Tiempo
Cuarenta segundos. Dos veces por cada lado.
Beneficios
. Desarrolla el sentido del equilibrio y la concentracin mental.
. Fortalece las piernas y mejora el riego sanguneo de las mismas.
. Aumenta la capacidad de resistencia del organismo.
88
Fig. 76
Tiempo
Treinta segundos y se ejecuta dos veces.
Beneficios
. Vigoriza todo el organismo.
. Fortalece la musculatura general del cuerpo.
. Activa la circulacin de la sangre.
. Tonifica las regiones torcica, abdominal y plvica.
. Mejora el funcionamiento de los riones y las glndulas suprarrenales.
. Previene el lumbago, la constipacin y los desplazamientos de la columna vertebral.
. Aumenta el apetito y combate las crispaciones musculares.
89
Tiempo
Treinta segundos. Dos veces.
Beneficios
. Fortalece la columna vertebral y le confiere tambin de flexibilidad hacia atrs.
. Estimula los pares de nervios espinales.
. Ejerce masaje sobre la cavidad abdominal, que mejora el funcionamiento de todos los
rganos de dicha zona.
. Estimula la musculatura dorsal y pectoral.
. Se benefician los pulmones, el corazn y el cerebro.
. Combate la agitacin mental.
Fig. 77
Fig. 78
Tiempo
Treinta segundos. Dos veces.
90
Beneficios
. Fortalece extraordinariamente todos los msculos del cuello, as como los dorsales y
pectorales.
. Tonifica las vrtebras cervicales.
. Favorece la regin lumbar.
Fig. 79
Tiempo
Treinta segundos. Una vez.
Beneficios
. Fortalece absolutamente todos los msculos del cuerpo.
. Tonifica los msculos del cuello y las vrtebras cervicales.
. Dota de gran flexibilidad a las articulaciones de las piernas.
. Aumenta en grado sumo la capacidad de resistencia del cuerpo.
91
Fig. 80
Tiempo
Cuarenta segundos. Dos veces por cada lado.
Beneficios
. Fortalece los msculos y nervios de las piernas
. Tonifica la regin plvica.
. Dota de flexibilidad a la articulacin coxo-femoral.
. Descongestiona las venas de las piernas y previene las varices.
Postura de la cabeza junto al pie
Tcnica
De pie, con las piernas juntas y estiradas, separe considerablemente las piernas y entrelace
las manos en la espalda con los brazos bien estirados.
Ladeando ligeramente el pie izquierdo, flexione la pierna izquierda.
Eleve los brazos, incline el tronco hacia la pierna izquierda y aproxime la cabeza tanto
como pueda al pie izquierdo.
Mantenga la postura el tiempo indicado, deshgala con lentitud y efectela por el otro lado
(fig. 81).
92
Tiempo
Cuarenta segundos por cada lado, y se hace dos veces.
Beneficios
. Tonifica muy vigorosamente los msculos del cuello, deltoides, trapecio, hombros y
brazos, dorsales y pectorales.
. Regula el funcionamiento de la glndula tiroides.
. Estimula el riego sanguneo de todo el cuerpo.
. Robustece las piernas.
. Enva sangre a la parte alta del cuerpo y mejora el funcionamiento cerebral.
Fig. 81
Postura de la garza
Tcnica
Sentado en el suelo, con las piernas juntas y estiradas, flexione hacia dentro la pierna
derecha y coloque el pie derecho junto a la nalga izquierda.
Agarre la planta del pie izquierdo y conduzca la pierna, estirada, hacia la cara, con el tronco
y la cabeza erguidos (fig. 82).
Fig. 82
93
Tiempo
Cuarenta y cinco segundos con cada pierna. Dos veces.
Beneficios
. Estira el tendn de la rodilla
. Fortalece las venas de las piernas
. Vigoriza la cara alta del muslo.
. Estira vigorosamente los glteos y los gemelos.
. Favorece los intestinos, la vejiga y el colon; en las mujeres, los ovarios, y en los hombres,
la prstata.
Fig. 83
Tiempo
Veinte segundos y dos veces.
Beneficios
. Fortalece todos los msculos del cuerpo, en especial los del cuello
. Regula el funcionamiento de la glndula tiroides.
. Abastece de sangre el cerebro.
. Mejora el tono muscular.
. Previene la psicastenia y la depresin.
94
Fig. 84
95
El peso del cuerpo descansa sobre los hombros y las plantas de los pies, con los brazos
estirados y el occipucio apoyado en el suelo (fig. 85).
Fig. 85
Tiempo
Treinta segundos. Dos veces.
Beneficios
. Fortalece los msculos dorsales y pectorales.
. Estira y revitaliza los msculos anteriores del cuerpo.
. Ejerce un activsimo masaje renal y mejora el funcionamiento de riones y glndulas
suprarrenales.
. Estimula la accin cardiaca.
. Robustece la espina dorsal
96
Fig. 86
Fig. 87
97
Respiracin alternada
Tcnica
Adopte una postura de meditacin, con el tronco y la cabeza bien erguidos. Para llevar a
cabo esta tcnica respiratoria se servir de los dedos pulgar, anular y meique de la mano
derecha, y doblar sobre la palma de la mano los dedos ndice y medio.
Utilice el dedo pulgar para cerrar la fosa nasal derecha y el meique y el anular para cerrar
la fosa nasal izquierda. Pero si le es ms fcil, srvase de los dedos pulgar (para la fosa
derecha) e ndice (para la fosa izquierda).
Cierre la fosa nasal derecha e inhale lentamente por la fosa nasal izquierda, hasta llenar de
aire el trax por completo, con ligero control abdominal, es decir, manteniendo levemente
contradas las paredes abdominales.
Cierre la fosa nasal izquierda y exhale lentamente por la fosa nasal derecha, en el doble de
tiempo aproximadamente que invirti para la inhalacin; o sea, que la exhalacin dure el
doble de tiempo que la inhalacin.
Cierre la fosa nasal izquierda e inhale por la fosa nasal derecha.
Cierre la fosa nasal derecha y exhale por la fosa nasal izquierda en el doble de tiempo que
inhal. Aqu concluye un ciclo.
Para evitar equivocarse, tenga siempre presente que se exhala el aire por la fosa opuesta a la
que se tom y, sin embargo, se inhala siempre por la que se exhal.
Cuando haya conseguido la suficiente prctica, introduzca el tiempo de retencin a pulmn
lleno, evitando cualquier esfuerzo y adaptando la retencin a su capacidad pulmonar.
Tiempo
Puede practicar esta importante tcnica respiratoria de cinco a diez minutos o ms.
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Beneficios
. Equilibra todas las energas del organismo.
. Estabiliza la accin cardiaca y favorece todo el sistema respiratorio.
. Previene contra el estrs, la psicastenia y la ansiedad.
. Aumenta la capacidad de concentracin.
. Previene contra la sinusitis, la rinitis y los catarros crnicos.
. Seda el sistema nervioso.
. Equilibra los principios vitales.
. Despeja de impurezas los conductos energticos.
Respiracin victoriosa
Tcnica
Adoptada la postura de meditacin y con el tronco muy erguido, incline la cabeza hacia
delante y presione la barbilla contra la raz del trax.
Inhale de manera pausada por las dos fosas nasales hasta llenar de aire por completo los
pulmones, a la vez que va contrayendo consistentemente las paredes del abdomen.
Retenga el aire hasta llegar a su lmite, pero evitando forzar en exceso.
Cierre la fosa nasal derecha con el pulgar de la mano derecha y exhale el aire por la fosa
nasal izquierda aproximadamente en el doble de tiempo que lo inhal.
La barbilla firmemente apoyada contra el pecho (llave del mentn) cierra parcialmente la
glotis y sirve para controlar muy estrechamente el aire. El control de la cintura abdominal
es muy importante y opera con mayor intensidad durante la inhalacin.
Tiempo
Puede ejecutar este ejercicio de cinco minutos en adelante, aumentando el tiempo muy
gradualmente y sin forzar. Descanse cuanto sea necesario. No le extrae que se produzca
una profusa transpiracin. Hasta dominar bien la tcnica, puede abstenerse de ejecutar la
retencin, e incorporarla cuando aqulla se haya perfeccionado.
Beneficios
. Mejora el funcionamiento glandular en general.
. Equilibra el funcionamiento de la glndula tiroides.
. Elimina las flemas
. Estimula el sistema nervioso y previene la psicastenia y la depresin.
. Ejerce un poderoso masaje cardiaco.
. Aumenta la capacidad de los pulmones y los purifica, y aumenta tambin su resistencia.
. Seda las emociones y pacifica la mente.
. Incrementa los caudales de energa.
. Procura vitalidad.
. Purifica el cerebro.
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La respiracin solar
Tcnica
Clausurando la fosa nasal izquierda, inspire tanto como pueda por la fosa nasal derecha
hasta llenar por completo de aire los pulmones, a la vez que realiza una leve contraccin
abdominal.
Despus de retener el aire a pulmn lleno de acuerdo con su capacidad, exhale por la fosa
nasal izquierda, clausurando la derecha, en el doble de tiempo que inhal. Durante la
retencin es preferible clausurar ambas fosas.
Tiempo
Ejecute la respiracin de cinco a diez minutos, con mucha atencin, siempre inhalando por
la fosa derecha y siempre exhalando en el doble de tiempo por la izquierda.
Beneficios
. Purifica los senos frontales.
. Vigoriza los tejidos pulmonares.
. Equilibra la energa de todo el organismo.
. Aumenta la vitalidad psicosomtica.
. Combate la hipotensin.
. Previene la psicastenia y la depresin.
. Regula las funciones psicosomticas.
. Favorece la concentracin.
efectan por ambas fosas. Consiguiendo que las exhalaciones sean muy activas, como una
rfaga, la inhalacin sobreviene de modo natural y automtico.
Se puede comenzar realizando ciclos de veinte o treinta inhalaciones-exhalaciones y luego
descansar para seguir con otro ciclo, pero evitando esfuerzos.
Con la prctica, cada ciclo va conteniendo ms inhalaciones-exhalaciones. El tronco y la
cabeza permanecen erguidos y el cuerpo debe estar bien estable.
Tiempo
De cinco minutos en adelante, pero aumentando el tiempo muy paulatinamente.
Beneficios
. Favorece el aparato respiratorio en general y fortalece excepcionalmente los pulmones.
. Purifica la sangre y mejora el sistema respiratorio.
. Equilibra el metabolismo.
. Ayuda a combatir el fro y aumenta la capacidad de resistencia del cuerpo.
. Previene el envejecimiento prematuro del cerebro y lo mantiene joven.
. Tonifica vigorosamente las vsceras abdominales.
. Previene las afecciones pulmonares y el asma.
. Aumenta la concentracin mental y tambin el rendimiento cerebral.
101
Beneficios
. Purifica los senos frontales.
. Equilibra perfectamente los principios vitales.
. Regula la funcin linftica.
. Previene los catarros y los trastornos respiratorios.
. Fortalece el corazn y los pulmones.
. Aumenta la capacidad de resistencia psicosomtica.
. Favorece el control sobre los pensamientos y emociones.
. Despeja de impurezas los conductos energticos.
Respiracin refrescante
Tcnica
Adopte la postura estable y, con el tronco y la cabeza erguidos, proyecte ligeramente la
lengua ms all de los labios en forma de tubo. Inspire con lentitud por la boca hasta llenar
por completo los pulmones.
Efecte la retencin del aire hasta donde pueda sin forzar, con ligero control abdominal.
Exhale el aire por la nariz, utilizando para ello el doble de tiempo que necesit para
inspirar.
Tiempo
Diez minutos.
Beneficios
. Refresca el organismo.
. Ayuda a combatir el hambre.
. Favorece los odos y ojos.
. Facilita la quietud mental.
. Previene algunos trastornos hepticos y de exceso de bilis.
La respiracin anuloma
Tcnica
Sentado, muy erguido, incline la cabeza y deposite la barbilla contra la raz del pecho (la
llave del mentn).
Inspire profundamente por la nariz con ligero control abdominal.
Retenga el aire segn su capacidad.
Clausure la fosa nasal izquierda y exhale por la derecha, en el doble de tiempo que la
inhalacin.
Inspire de nuevo el aire por ambas fosas nasales.
102
Retenga de acuerdo a su capacidad y, clausurando la fosa nasal derecha, exhale el aire por
la izquierda en el doble de tiempo que la inhalacin.
Hasta aqu se ha cumplido un ciclo.
Tiempo
Diez minutos, pero descansando cuando lo requiera.
Beneficios
. Se desarrollan las potencias mentales.
. Se equilibra el sistema nervioso.
. Regula las energas positivas y negativas.
. Favorece un gran control respiratorio.
. Armoniza el metabolismo y favorece la frecuencia cardiaca y el pulso.
. Despeja las impurezas de las vas respiratorias.
. Se mejora el riego sanguneo de todo el cuerpo.
. Desarrolla la atencin mental pura
. Combate la tensin neuromuscular.
. Equilibra la funcin linftica, la temperatura y la bilis.
Respiracin pratiloma
Tcnica
Sentado, con el tronco erguido, incline la cabeza y presione el mentn contra la raz del
trax.
Clausure la fosa nasal izquierda e inspire lentamente por la fosa nasal derecha hasta llenar
los pulmones de aire.
Cierre ambas fosas y retenga el aire de acuerdo a su capacidad.
Exhale por ambas fosas nasales, en el doble de tiempo que inhal.
Clausure la fosa nasal derecha e inhale lentamente por la fosa nasal izquierda.
Cierre ambas fosas y efecte la retencin.
Exhale lentamente por ambas fosas en el doble de tiempo que inhal. Hasta aqu se cumple
un ciclo.
Tiempo
De cinco a diez minutos.
Beneficios
. Ayuda a ejercer un excelente dominio sobre el sistema respiratorio.
. Fortalece los msculos cardiacos.
. Previene la hipertensin y las enfermedades derivadas de la misma.
. Aumenta la capacidad de concentracin.
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Respiracin viloma
Tcnica
Adoptada la postura estable, y con el tronco bien erguido, esta respiracin consta de dos
fases.
Primera fase: fije la barbilla contra el pecho e inspire por ambas fosas nasales durante dos
segundos. Efecte una pausa de dos segundos y vuelva a inspirar por dos segundos, para
volver a hacer una pausa de dos segundos... y as sucesivamente (dos segundos de
inhalacin y dos de pausa sucesivamente), hasta haber llenado por completo los pulmones.
Retenga el aire de acuerdo a su capacidad.
Espire por ambas fosas nasales, lentamente, hasta vaciar por completo los pulmones. Hasta
aqu se ha cumplido un ciclo de la respiracin.
Segunda fase: con la cabeza inclinada y el mentn contra el trax, inhale lentamente por
ambas fosas nasales hasta llenar los pulmones. Retenga el aire de acuerdo a su capacidad.
Exhale durante dos segundos, haga una pausa de otros dos segundos, vuelva a exhalar
durante dos segundos ya hacer una pausa de dos segundos, y as sucesivamente hasta
finalizar la exhalacin. Hasta aqu se cumple un ciclo de la segunda fase.
Tiempo
Cinco minutos cada fase.
Beneficios
. La combinacin de ambas fases regula, equilibra y armoniza las energas del organismo.
. Facilita la interiorizacin de la mente y proporciona un buen estado de relajacin y
tranquilizacin.
. Dota de equilibrio a los elementos orgnicos.
. Incrementa la capacidad de concentracin y potencia la atencin mental.
. Favorece la supresin de las ideaciones y silencia la mente.
. Favorece el funcionamiento cerebral.
. Previene la ansiedad y la fatiga.
. Perfecciona el aparato respiratorio.
. Estimula el riego sanguneo.
. Previene los trastornos respiratorios.
A menudo, pues, durante la retencin se aplican las dos tcnicas simultneamente. Las
explicamos en el apartado de mudras y bandhas, que sigue.
Mudras y bandhas:
Tcnicas de aprovechamiento energtico
y de control neuromuscular
Existen buen nmero de estas tcnicas tendentes a influir benficamente sobre el
organismo, sus funciones generales y sus energas. Describimos las ms importantes.
Maha-mudra (el gran control)
Tcnica
Sintese en el suelo con las piernas juntas y estiradas. Flexione la pierna izquierda y
comprima el ano con el taln. Seguidamente, a la vez que expulsa todo el aire de los
pulmones, inclnese hacia delante hasta que la frente descanse sobre la rodilla. Con ambas
manos debe agarrar los dedos del pie derecho. Una vez la cabeza repose sobre la rodilla,
inhale, efecte la retencin del aire aplicando la llave del mentn (que se explica a
continuacin) y regrese a la posicin inicial.
La mente se mantiene concentrada en la base de la espina dorsal y la mirada se dirige al
entrecejo. La retencin del aire se prolonga hasta donde se pueda, pero evitando cualquier
esfuerzo excesivo. Durante la ejecucin de esta tcnica, tambin puede aplicarse, cuando se
est reteniendo el aire, la tcnica denominada control anal, que explicamos en este
apartado. En ese caso, durante la retencin del aire, acoplada entre la inhalacin y la
exhalacin, se ejecutan simultneamente la llave del mentn (jalandhara-bandha) y el
control anal (mulabandha) (fig. 88).
Fig. 88
Esta tcnica puede ser practicada media docena de veces sobre cada pierna.
Beneficios
. Purifica todos los canales energticos.
. Mejora el funcionamiento de los rganos abdominales.
. Permite un considerable control sobre la musculatura abdominal.
. Facilita la introversin y serena la actividad mental.
. Controla la energa en los niveles fsico, energtico y psicomental.
105
106
lleve el vientre hacia dentro tanto como pueda. Mantenga la contraccin abdominal hasta
que experimente la necesidad de respirar. Cuando as sea, relaje los msculos abdominales,
yrgase y realice unas cuantas respiraciones ordinarias. Descanse el tiempo que requiera y
repita el ejercicio. Las primeras sesiones de prctica pueden incluir seis o siete
contracciones, que gradualmente pueden aumentarse hasta veinte. La contraccin
dura justo el tiempo que uno puede retener el aliento a pulmn vaco. Cuando mejor se va
ejecutando la tcnica, ms va provocando una marcada depresin abdominal. Cuando el
ejercicio se domina, tambin se puede hacer sentado en una postura de meditacin (fig. 89).
Mtodo dinmico: colquese de pie, separe ligeramente las piernas y flexinelas lo
necesario para que pueda apoyar las manos firmemente sobre los muslos, cerca de las
rodillas. Inspire profundamente, exhale en su totalidad, presione con firmeza las manos
sobre los muslos e impulse con fuerza los rganos abdominales hacia dentro y hacia arriba,
llevando el ombligo tan cerca como pueda de la columna vertebral. A continuacin, relaje
de golpe la musculatura abdominal y vuelva a contraer para volver a relajar, y as
sucesivamente contrayendo y relajando mientras pueda mantener la retencin del aire a
pulmn vaco.
Se ejecutan, pues, diversas contracciones-relajaciones de las paredes abdominales, hasta
que se tiene necesidad de respirar, en cuyo momento uno se yergue y descansa unos
instantes, para luego repetir el ejercicio. Con la prctica necesaria, cada vez se har un
mayor nmero de contracciones-relajaciones durante la retencin del aire a pulmn vaco,
pues se adquirir pericia en este sentido. El practicante puede comenzar efectuando cinco o
seis ciclos e ir aumentando paulatinamente su nmero en sucesivas sesiones.
Para llevar a cabo esta tcnica hay que estar con el estmago totalmente vaco; no deben
realizar el ejercicio las personas que padezcan hernia de hiato, lcera o trastornos cardiacos.
Las mujeres no deben hacer este ejercicio ni durante el embarazo ni durante el periodo
menstrual.
Fig. 89
Beneficios
. Proporciona un gran control, muy saludable, de la musculatura abdominal.
. Aumenta la capacidad de resistencia del cuerpo.
. Ejerce un profundo y benfico masaje sobre todas las vsceras abdominales y mejora su
funcionamiento.
. Tonifica los nervios epigstricos.
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Fig. 90
Beneficios
. Tiende a reunificar las energas ya armonizarlas y canalizarlas saludablemente.
. Reporta los beneficios propios de cada una de las tcnicas que se aplican.
. Desarrolla la conciencia y potencia todas las facultades mentales.
109
SHATKARMAS.
TCNICAS DE PURIFICACION E HIGIENE
Los yoguis consideran que es muy importante la purificacin e higienizacin del cuerpo
tanto por dentro como por fuera, no slo porque ello favorece la fisiologa, sino porque
tambin beneficia la denominada fisiologa sutil, es decir, todos los campos de energa.
Pero, adems y obviamente, un cuerpo perfectamente limpio est ms sano y armnico.
Existen innumerables tcnicas de purificacin y limpieza, a fin de limpiar todos los
orificios y cavidades. Los yoguis higienizan minuciosamente las fosas nasales, la lengua, la
garganta, el ano, el recto y el colon, as como los genitales, la boca, los ojos y los odos.
Incluso atienden a la limpieza exhaustiva de los cabellos, utilizando champs naturales.
Se esmeran, pues, tanto en la higiene externa como en la interna. Disponen de mtodos
muy antiguos para la higiene de los senos frontales, la garganta y la laringe, el estmago, el
recto, los ojos, las fosas nasales y las vsceras abdominales.
Algunos ejercicios son muy sencillos, pero otros resultan complicados y hay que
aprenderlos directamente de un instructor o maestro. Haremos referencia a las tcnicas ms
asequibles y que a modo de conveniencia vamos a clasificar en dos grupos: higiene de
medio cuerpo para arriba e higiene del medio cuerpo inferior.
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Fig. 91
En cuanto a la limpieza de las fosas nasales, hay tres mtodos tradicionales y eficaces para
despejarlas de toda impureza:
1) Se recoge agua tibia (ligeramente salada, si as se desea) en el hueco de la mano, se
inclina la cabeza hacia atrs y se deja caer el agua por las fosas nasales (absorbiendo muy
levemente), para expulsarla despus por la boca. Se repite este proceso varias veces para,
una vez finalizado, sonarse vigorosamente. Un poco ms complicado es invertir el proceso
y tomar el agua por la boca para expulsarla por la nariz.
2) Con la ayuda de una tetera (en la India hay un recipiente adecuado a tal fin que se
denomina lota) se ejecuta esta eficaz tcnica. Despus de llenar la tetera de agua tibia,
ladeando e inclinando adecuadamente la cabeza (cada uno ir encontrando el punto
apropiado para ello), se inserta el orificio de la tetera en una de las fosas nasales y se deja
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que el agua vaya cayendo en la misma para ir fluyendo hacia el exterior por la otra fosa.
Despus se invierte el proceso. El agua entra por una fosa y emerge por la otra, limpiando
todas las impurezas y residuos (fig. 91).
3) Este procedimiento es el ms difcil, aunque no es de complicado aprendizaje y consiste
en insertar un cordel (perfectamente higienizado) o sonda fina por una de las fosas nasales,
sacarlo (mediante el mtodo de sorber varias veces) por la parte posterior de la boca y con
los dedos extraerlo. Despus se efecta el ejercicio por la otra fosa. Se comprueba cmo el
cordel sale impregnado de mucosidades, de las que se van liberando las fosas nasales. El
cordel tiene que estar perfectamente lubricado y generalmente los yoguis utilizan para ello
leche o manteca clarificada (fig. 92).
Fig. 92
112
postura corporal que se adopta para el nauli consiste en flexionar levemente las piernas, con
el tronco y la cabeza erguidos, y colocar con firmeza las palmas de las manos (con los
dedos hacia la cara interna de los muslos) sobre la cara alta de los muslos, cerca de las
ingles. Tras una profunda exhalacin por la boca, se presionan firmemente las manos contra
los muslos, se ejecuta la vigorosa contraccin de las paredes abdominales (que es el
uddiyana-bandha o mtodo de control abdominal) y a continuacin, controlando los
msculos rectos del abdomen, se aslan y se proyectan hacia delante; stos sobresalen
destacada y muy visiblemente desde el pubis hasta el diafragma. Cuando se ha aprendido
esta parte de la tcnica, el practicante puede aprender a rotar los msculos y controlar as
una y otra parte de los rectos y oblicuos abdominales; para ello basta con presionar
ms o menos una u otra mano sobre los muslos.
La contraccin y relajacin alternada de ambas partes del abdomen nos permite pasar del
nauli esttico al nauli dinmico.
Pero, insistimos, antes de practicar el nauli hay que irse ejercitando y perfeccionando en el
uddiyana-bandha para adquirir conciencia y control de los msculos del abdomen (fig. 93).
El nauli desencadena los siguientes beneficios:
. Facilita el absoluto control de todos los msculos abdominales.
. Ejerce un beneficioso masaje sobre todos los rganos y vsceras del abdomen y mejora su
funcionamiento.
. Fortalece los msculos abdominales, pectorales y dorsales.
. Tonifica la columna vertebral.
. Previene los trastornos digestivos.
Fig. 93
Cuando el practicante ha dominado por separado dos tcnicas de las descritas, el
mulabandha control de los esfnteres anales y el nauli, est preparado para conjuntarlas y
efectuar una tcnica de profunda higiene del colon que se denomina basti y que es una
lavativa natural. Mediante el nauli, el practicante origina un vaco en el colon y mediante
el mulabandha es capaz de abrir el ano, consiguiendo de este modo que, introducido el
cuerpo en el agua, sta pueda entrar directamente en el colon. El agua se retiene un tiempo
y luego se expulsa.
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Resear, asimismo, que los yoguis practican una tcnica que se lleva a cabo en ayunas, por
la maana, y que consiste en ingerir agua con una solucin aceitosa o salada, realizar varios
ejercicios ya estudiados a tal fin y expulsar ese agua por el ano.
As el agua va limpiando absolutamente todo el tracto intestinal y purificndolo.
Estas tcnicas tan naturales sirven para prevenir trastornos y, sobre todo, para eliminar
residuos e impurezas. Se considera que son mtodos muy eficientes incluso para
rejuvenecer el organismo y asegurarle una mayor capacidad de resistencia y bienestar y aun
favorecer su longevidad.
Uno de los apndices que incluimos en esta obra es a propsito de la influencia de las
tcnicas del yoga psicofsico sobre los diferentes sistemas orgnicos, y tambin facilitamos
una breve relacin de trastornos y las tcnicas que se pueden aplicar para prevenirlos.
LA RELAJACION
La relajacin es una prctica utilizada por el yoga desde antao y denominada savasana o
postura del cadver, ya que el practicante, para aflojar bien toda su musculatura, debe
conseguir la mayor inmovilidad posible.
Existen innumerables motivos para practicar con asiduidad la relajacin y mxime en una
sociedad competitiva, tensa y perturbadora para el cuerpo y para la psique. Es un
medicamento de fcil aplicacin y para el que no existe ningn tipo de
contraindicaciones. La relajacin nos permite detenernos y soltarnos, desencadenando as
beneficios fisiolgicos, pero tambin psquicos. Entre otros beneficios que se desprenden
de la prctica de la relajacin, veamos a continuacin parte de ellos:
. Reporta energas.
. Enriquece interiormente.
. Sincroniza la unidad psicosomtica.
. Estimula la atencin mental.
. Alivia la tensin neuromuscular.
. Facilita la interiorizacin y equilibra psicosomticamente.
. Cultiva la actitud de serenidad y nos ensea a ser ms resistentes a los factores que
producen ansiedad procedentes del exterior.
. Tranquiliza la mente y el sistema emocional.
. Previene diversas alteraciones psquicas y psicosomticas.
No es exagerado decir que la relajacin es una fuente de vitalidad en muchos sentidos.
Cualquier persona, en unas cuantas semanas, si practica con asiduidad, puede obtener fases
profundas de relajacin, muy benficas y reparadoras.
Adems de los beneficios mencionados, la relajacin practicada asiduamente colabora en la
resolucin de conflictos internos, previene la hipertensin y los trastornos del aparato
digestivo, desarrolla la atencin mental pura, ayuda a combatir la melancola y el estrs,
evita trastornos cardiovasculares y aumenta la capacidad de resistencia del cuerpo y del
sistema inmunitario. Tambin la relajacin ayuda a combatir la irritabilidad, la neurosis
funcional, la neurastenia y algunos tipos de fobias y obsesiones.
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115
Dirija la atencin mental al cuello. Los msculos del cuello, blandos, suaves, sin tensin,
sin rigidez; blandos, suaves, sin tensin, sin rigidez.
La mandbula, ligeramente cada, floja y suelta, abandonada; los labios, flccidos; las
mejillas, blandas; los prpados, profundamente relajados; la frente y el entrecejo, lisos, sin
tensin, sin rigidez.
Todos los msculos del cuerpo se van aflojando ms y ms, profundamente, ms y ms,
profundamente. Y cada da la relajacin ir siendo ms profunda y ms reparadora,
ms profunda y ms reparadora. Todos los msculos se van sumiendo en un estado de
profunda relajacin, bienestar y descanso, profunda relajacin, bienestar y descanso.
Se puede practicar la relajacin independientemente de los ejercicios del yoga fsico o bien
tras haber realizado una sesin de posturas y tcnicas de control respiratorio. Muchas
personas obtienen fases mucho ms profundas de relajacin tras la prctica de las posturas
del yoga (fig. 94 ).
Fig. 94
4
La practica del yoga mental
Aunque la meditacin es una, existen innumerables mtodos y tcnicas de meditacin,
perpetuados y verificados desde la noche de los tiempos. Parte de estas tcnicas ya las
inclu y expliqu en mis obras Ante la ansiedad y Recobrar la mente, publicadas por
Ediciones Urano, y han ayudado a una enorme cantidad de personas de todas las edades y
condiciones.
No es de extraar que cada da sea mucho mayor el nmero de personas que practican el
yoga mental y se ejercitan asiduamente en la meditacin.
Aunque las clasificaciones son un poco artificiales y solo indicativas, me he permitido,
siempre a modo de conveniencia y despus de muchos aos impartiendo clases de
meditacin, hacer una clasificacin de las distintas tcnicas de meditacin, a fin
de encuadrarlas por grupos, si bien hay que especificar que todas las tcnicas tienen
muchos puntos en comn y todas tratan de conducir a la mente a un estado de sosiego,
claridad, ecuanimidad y sabidura, apoyndose para ello en el esfuerzo correcto,
la atencin consciente, la firmeza mental y la prctica asidua.
Tmese, pues, esta clasificacin como meramente orientativa, pues adems hay muchas
tcnicas de meditacin que se complementan, y as, por ejemplo, las de concentracin o las
de atencin a la respiracin sirven como soporte excepcional para practicar a continuacin
cualquier tcnica de percepcin o ensimismamiento.
116
concentracin, en absoluto, sino tan solo de ir absorbiendo mas y mas la mente en el objeto
meditacional. La atencin puede unificarse o expandirse; los ejercicios de concentracin
tratan de unificar toda la energa mental sobre el soporte seleccionado, sea este el que sea.
Se pretende con este tipo de ejercicios subyugar la mente y evitar su habitual indocilidad y
fragmentacin. La concentracin sobre un objeto va inhibiendo cualquier otro pensamiento;
as, la mente, paulatinamente, se va abstrayendo por completo en el objeto de la
concentracin.
Veamos a continuacin algunos ejercicios de este tipo.
Concentracin sobre una figura geomtrica
Seleccione una figura geomtrica y represntesela mentalmente con la mayor fidelidad
posible y sin ningn tipo de discurso mental. tambin se puede mirar la figura dibujada en
una cartulina y luego, tras cerrar los ojos, representrsela mentalmente por unos minutos.
Concentracin sobre un color
Se selecciona un color y el practicante procura representarlo tan fielmente como pueda,
evitando desviaciones mentales y corrigiendo cada vez que la mente se disperse.
Puede contemplarse durante unos minutos un color y luego cerrar los ojos para la
representacin mental. tambin se puede contemplar un disco de un color determinado
(como sugieren distintos tipos de meditacin budista} y luego concentrarse con los ojos
cerrados en el disco de color.
Concentracin en el entrecejo
Se dirige toda la atencin mental al entrecejo y se mantiene fija la mente en este punto,
evitando en lo posible divagaciones. Si se presenta alguna sensacin en el entrecejo (que no
debe imaginarse ni forzarse), se capta sin interpretaciones.
Concentracin en un punto luminoso a la altura del entrecejo
El practicante se representa (o visualiza} un punto luminoso a la altura de su propio
entrecejo y se concentra en el mismo tanto como le resulte posible.
Concentracin en un punto sobre una cartulina blanca
Se dibuja un punto sobre una cartulina blanca. Se observa concentradamente durante unos
minutos y luego se cierran los ojos para seguir contemplando mentalmente el punto negro
sobre la cartulina blanca.
Concentracin en una zona del cuerpo
Se selecciona una zona del cuerpo y se mantiene la mente fija en la misma, evitando
divagaciones o reflexiones. Cada vez que la mente escapa y uno lo advierte, se retoma la
atencin y se focaliza sobre la zona seleccionada.
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1) En este ejercicio debe usted mantenerse en una actitud de mxima atencin, tratando de
captar de momento en momento las sensaciones que puedan ir surgiendo en su cuerpo. No
imagine, no reflexione. Permanezca atento, porque el cuerpo es un hervidero de
sensaciones. No interprete, no apruebe ni desapruebe. Slo atestige las sensaciones,
agradables o desagradables, que vayan surgiendo en su cuerpo: entumecimientos,
hormigueo, contactos y presiones, radiacin, energa; en suma, sensaciones tanto burdas
como sutiles.
2) En este ejercicio va usted a ir moviendo sistemtica mente el foco de la atencin por las
distintas partes del cuerpo, de arriba abajo y de abajo arriba. Se parte de la cabeza y se va
dirigiendo el foco de la conciencia por las distintas partes de la cara, por detrs de la
cabeza, el cuello por todos sus lados, un hombro y el brazo hasta las yemas de los dedos, lo
mismo con el otro brazo, la espalda, el pecho, el vientre, las nalgas, una pierna hasta el
dedo pulgar del pie y la otra pierna hasta el dedo pulgar del pie. Finalizado el recorrido del
cuerpo de arriba abajo, se invierte el mismo y se va ascendiendo desde el dedo grueso del
pie a la cima de la cabeza.
No hay ningn tipo de urgencia. Haga el ejercicio con lentitud, detenindose cuando sea
necesario para tratar de sentir, si no lo ha podido conseguir, pero no imagine. Se siente o no
se siente. Si no se siente, se sabe que no se siente y se sigue adelante. Se requiere mxima
atencin vigilante e inquebrantable ecuanimidad, es decir, firmeza de mente para captar sin
reaccionar, sin estar a favor ni en contra.
El recorrido del cuerpo tambin se puede realizar cuando uno est ms ejercitado y
establecido en la atencin, eligiendo dos zonas del cuerpo simultneamente y pasando por
ellas el foco de atencin para sentir. Por ejemplo: la parte anterior y la posterior de la
cabeza; un brazo y otro brazo; el pecho y la espalda, etctera.
Tambin se puede ir desplazando el foco de la atencin por la espina dorsal de arriba abajo
(desde la cima de la cabeza a la base de la espina dorsal) y de abajo arriba (desde la base de
la espina dorsal a la cima de la cabeza), tratando de captar sensaciones, pero no de
pensarlas o imaginarlas.
Siempre se requiere mente atenta, silente y ecunime para conseguir todos los beneficios
del ejercicio.
Observacin de los procesos mentales
En la postura de meditacin, convirtase en un muy atento e inafectado observador de todo
aquello que vaya surgiendo y desfilando por su espacio mental: ideas, recuerdos,
emociones, sentimientos, estados de nimo, ruidos, imgenes, intenciones, reacciones,
fantasas y ensoaciones. Mire, pero no analice, no apruebe ni desapruebe, no intervenga ni
para fabricar pensamientos ni para eliminarlos. Limtese a ser un testigo atento e inafectado
de todos sus procesos mentales. Si la mente se queda en silencio, obsrvela as; si comienza
a funcionar, contemple lo que discurre por ella. No se deje arrastrar por los pensamientos,
y si sucede, en cuanto se d cuenta de ello, tiene que retomar su puesto de observador
desidentificado y distante de los procesos mentales.
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Visualizacin de la infinitud
Visualice el firmamento inmenso, sin lmite, claro y despejado y permita que todo su ser se
vaya fundiendo con la bveda celeste, para ir potenciando un sentimiento de infinitud,
totalidad, cosmicidad. Mediante esa plena identificacin con la bveda celeste, uno va
perdiendo su sentimiento egocntrico y va cultivando un sentimiento ocenico. Igual que el
azcar se funde con el agua, hay que propiciar este sentimiento de fundirse con el ilimitado
firmamento.
Visualizacin de la energa
Visualice un ilimitado ocano de luz blanca y refulgente y sintase inmerso en el mismo, de
modo tal que incluso esta luz entra y sale por todos sus poros y es el fluido que inhala y
exhala, a la vez que le reporta plena vitalidad. Vaya identificndose ms y ms con esta
ilimitada masa de energa radiante y fndase con ella, con un sentimiento de inmensidad y
vitalidad.
Visualizacin de la luz dorada
Visualice un punto de amable luz dorada que brota en lo profundo de su corazn. Visualice,
recreando lentamente la imagen, que esta agradable y entraable luz dorada va
desplegndose y cubre todo su cuerpo de luz. Visualice cmo sigue expandindose y
expandindose, propagndose en todas las direcciones, sin lmites, hasta baar de amorosa
luz dorada a todos los seres y todas las regiones del cosmos.
Visualizacin de la tranquilizante luz verde
Visualice un punto de luz verde que brota de su corazn; visualice que este punto de luz
comienza a desarrollarse y cubre de luz verde su pecho, sus miembros y su cuerpo en
general. A continuacin, visualice su cuerpo como un cuerpo de luz verde. Impregne su
mente de la luz verde y cultive un sentimiento de quietud e imperturbabilidad.
Visualizacin de quietud y energetizacin
Haga la respiracin ms lenta y profunda. Al inhalar, visualice la inhalacin como aire de
tonalidad roja, y al exhalar, como aire de tonalidad verde. Asocie mentalmente la
inhalacin con un sentimiento de vigor y vitalidad, y la exhalacin, con un sentimiento de
quietud y relajacin.
Visualizacin de fusin con el cosmos
Asocie la inhalacin con la vivencia de que la energa universal entra en usted y le satura,
producindose una honda vivencia de fusin con el cosmos y gran plenitud. Asocie la
exhalacin con la vivencia de que usted se proyecta hacia el universo y se funde con l,
cultivando un sentimiento de expansin y totalidad.
Tambin el practicante puede recurrir a visualizaciones de sosiego, como la de un lago, una
pradera u otras, e incluso estas visualizaciones se pueden aplicar despus de la relajacin
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Se adelanta lentamente el pie izquierdo, con perfecta conciencia del movimiento, sin que se
despegue la punta del pie del suelo. Un pie sigue lentamente al otro, con la cabeza y el
tronco erguidos, y los brazos sueltos a lo largo del cuerpo.
Se va caminando lentamente, con suma atencin a cada movimiento del pie. Cada fase del
movimiento del pie debe concienciarse muy atentamente. Las fases son: levanto (excepto la
punta del pie), desplazo y poso.
Cuando se llega al final del recorrido hay que proceder a darse la vuelta, con plena
conciencia de que se est girando. Al irse uno a detener hay que tomar conciencia de la
intencin de detenerse y de la detencin. A su vez, cuando uno va a comenzar a caminar,
hay que ser consciente de la intencin de comenzar a caminar. Si uno se distrae, se puede
tomar durante unos instantes conciencia de la respiracin.
Al suspender la marcha, se toma conciencia, asimismo, de la intencin de suspenderla y de
cmo se suspende la misma. Se debe, en suma, ser consciente de cada movimiento y de las
intenciones. Ejecutado el ejercicio de la marcha consciente, uno regresa a su lugar para
seguir con la meditacin sentada y se va tomando conciencia de todos los movimientos al
irse uno sentando.
Hay que servirse en todo momento de la atencin pura y directa, es decir, libre de discursos
o reflexiones. El ejercicio puede realizarse de quince a veinte minutos o ms.
La meditacin deambulante activa la atencin mental pura, equilibra la unidad
psicosomtica, desarrolla la lucidez sobre el cuerpo, sus movimientos y sensaciones, drena
el subconsciente y es un buen complemento para cuando se hacen sesiones largas de
meditacin sentada.
La meditacin en la accin
Todos los maestros insisten en la conveniencia de alternar la meditacin sentada con una
actitud meditativa en la vida diaria.
Pero avancemos que no es suficiente, ni mucho menos, una actitud meditativa en la vida
diaria sin el entrenamiento de la meditacin, porque salvo que uno se ejercite en la
meditacin (y la meditacin es el banco de pruebas), ser imposible mantener una actitud
adecuada y yguica en la vida diaria, pues una y otra vez uno se sumergir en el
aturdimiento y embotamiento mentales, sin conciencia clara ni ecuanimidad. De ah que
para la gran mayora de las personas tratar de mantener la atencin y la ecuanimidad en la
vida diaria resulte totalmente imposible si previamente no se han ejercitado lo suficiente
para ello en la meditacin.
Cul es la actitud meditacional que debemos tratar de establecer en la vida diaria? Qu es
la meditacin o contemplacin en la accin? Cmo aprovechar nuestras actividades
cotidianas y las situaciones y circunstancias diarias para seguir evolucionando?
Tenemos que trasladar la actitud de la meditacin a la vida diaria, o sea, ejercitarnos en
mantener en la vida cotidiana una mente ms atenta, clara, equilibrada, ecunime y
sosegada. Hay que intentar con perseverancia enfocarse ms conscientemente en el instante
presente, evitando divagaciones y dispersiones mentales, procurndole a cada momento y
situacin su propio peso especfico, desde la firmeza de la mente, tratando incluso de
mantener el equilibrio en el desequilibrio, el orden en el desorden.
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Se puede ejecutar cada actividad, aun la ms simple, con atencin, ecuanimidad y afecto:
desde comer una ensalada hasta beber una taza de t, desde colgar la ropa en el armario
hasta hacer una llamada telefnica. Se permanecer ms atento hasta lo que se piensa, se
dice y se hace, para ir as elevando el umbral de la conciencia e ir logrando un
establecimiento ms estable de la atencin mental.
Tenemos que ir salpicando de momentos de conciencia y ecuanimidad la jornada, pues en
principio es imposible querer mantenerse muchas horas atentos, pero s es posible ir
elevando paulatinamente, como me sealaba personalmente Nyanaponika, el umbral de la
atencin; aunque no consigamos una atencin tan viva como durante la prctica de la
meditacin sentada, s podemos recuperar ms atencin de la comn.
Tambin hay que desplegar el sentido de la ecuanimidad, o sea, una visin ms amplia,
imparcial y firme de las situaciones y acontecimientos, evitando precipitarse tanto en los
extremos de euforia o exaltacin como en los de abatimiento o depresin; es decir, se ha de
ganar en firmeza y equilibrio mental.
Atencin y ecuanimidad son las claves de la meditacin en la accin. Mente alerta y
sosegada. No es fcil, pero s podemos ir utilizando la vida y sus circunstancias como un
maestro para la evolucin de la conciencia.
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