Infraccion Juvenil y Educacion Social
Infraccion Juvenil y Educacion Social
Infraccion Juvenil y Educacion Social
1. Nota Aclaratoria
En este artculo solo me referir a aquellas acciones educativo sociales llevadas
adelante con adolescentes en conflicto con la ley penal, en ejecucin de medidas
judiciales educativas en medio abierto: libertad asistida, sustitucin de medidas
de seguridad educativa y mediacin vctima-ofensor.
La finalidad del presente es plasmar algunas ideas que rondan desde hace varios
aos, ideas tamizadas tanto por elementos de carcter terico, como por la
prctica educativa realizada con adolescentes responsable de acciones que son
descriptas por la ley como delitos. Antese que me refiero a adolescentes
responsables de..., y no a adolescentes o menores delincuentes. Ya que esa o
esas acciones no puede describir y escribir toda la vida de la persona. En la
medida que creemos en la posibilidad del cambio, y no en que las personas son
"esto o aquello" sino que est transitando su existencia con mayores o menores
posibilidades de modificar conductas o formas de vida. No estamos ante una
situacin congelada, sino frente a una persona, una familia y una realidad
diversa. Aqu entra la educacin como factor que puede movilizar, dinamizar e
inclinar el cambio positivo, que no es otro que ofrecerle a los adolescentes
mayores herramientas que faciliten su circulacin social.
Dada la naturaleza de este trabajo, muchas de las temticas abordadas no
pueden ser tratadas en su totalidad, aunque pretende dar un panorama general
que abra espacio para la discusin y el disenso.
2. Introduccin
Las acciones educativas estn condicionadas tanto por las caractersticas y
objetivos del proyecto y del equipo de trabajo; as como por el marco terico e
ideolgico del educador que lo posiciona en y para la accin educativa.
As la Convencin Internacional sobre los Derechos del Nio (CIDN) se torna el
marco tico e ideolgico de la accin educativa, marco tico que nos condiciona
en dos sentidos. Por un lado en "bajar" los contenidos de la CIDN a la prctica
concreta, a la vida cotidiana de nios y adolescentes; y por otro lado en buscar
cada da respuestas ms humanas. Esta bsqueda no debe quedarse slo en la
accin diaria e indispensable que realizamos, debe abarcar la dimensin de lo
poltico como mbito natural de concrecin de los derechos humanos.
Cuando intervenimos como ejecutores de medidas judiciales educativas
debemos tener claro que nuestras acciones se enmarcan dentro del control
social formal. Nuestra intervencin educativa se inicia con una resolucin
judicial, provocada por el accionar antijurdico de un adolescente. Est situacin
da a la accin y relacin educativa un cariz especfico, nos encuentra en una
situacin de mediacin entre las exigencias sociales de seguridad, y la necesaria
proteccin y apoyo para colaborar con el proceso de desarrollo de adolescentes
en dificultades. Debemos ser conscientes de ello a fin de realizar nuestra tarea
de forma eficiente y responsable, ya que de no hacerlo se abre un camino a
respuestas basadas en la ideologa de seguridad ciudadana, que tienden a
responder de forma ms lesiva hacia los adolescentes.
Es importante nutrir e integrar las distintas disciplinas, en este caso en
particular voy a tomar elementos de la criminologa y de la educacin social, a
abarca solo a aquellos sujetos que inician las actividades antisociales a una edad
temprana, y hace hincapi en las "practicas disciplinarias que tienen lugar en el
medio familiar". El autor explica que la conducta antisocial se desarrolla en
cuatro etapas:
a.