Antropologia de La Cibercultura
Antropologia de La Cibercultura
Antropologia de La Cibercultura
BIENVENIDOS A CYBERIA.
NOTAS PARA UNA ANTROPOLOGA DE LA CIBERCULTURA*
Arturo Escobar**/***
Resumen
El uso generalizado de computadores, de biotecnologas y el flujo de
informacin digital han introducido en la vida social contempornea
transformaciones importantes. Tanto, que algunos argumentan que un
nuevo orden cultural est cobrando forma: la cibercultura
(cyberculture). En este artculo presento un panorama del tipo de anlisis
antropolgicos que estn siendo implementados en el rea de las nuevas
tecnologas; as mismo, sugiero algunos pasos adicionales para la
articulacin de una antropologa de la cibercultura. Esta aproximacin se
cimienta en estudios de ciencia, tecnologa y sociedad en varios campos
y en anlisis crticos sobre la modernidad. Tambin exploro las
implicaciones de la tecnociencia para la teora antropolgica y la
investigacin etnogrfica.
Palabras clave:
Antropologa de la cibercultura, nuevas tecnologas, investigacin
etnogrfica.
Abstract
Significant changes in the nature of social life are being brought
about by computer, information, and biological technologies, to the
extent thatsome arguea new cultural order, cyberculture, is
coming into being. This paper presents an overview of the types of
anthropological analyses that are being conducted in the area of
new technologies and suggests additional steps for the articulation
of an anthropology of cyberculture. It builds upon science,
technology, and society studies in various fields and on critical
studies of modernity. The implications of technoscience for both
anthropological theory and ethnographic research are explored.
Keywords:
Anthropology of cyberculture, new technologies, ethnographic research.
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mala, sta no puede ser culpada por los usos que los
humanos le han dado o le dan2. La teora subyacente a
estas consideraciones es que la ciencia y la tecnologa
inducen el progreso de manera autnoma una creencia
representada por la metfora de la flecha del progreso-.
Extendida por estudios en variadas disciplinas, la flecha del
progreso personifica un evolucionismo determinista que va
desde la ciencia a la tecnologa, a la industria, al comercio
y, finalmente, al progreso social. Excepciones prominentes a
este imperativo tecnolgico se encuentran en los trabajos
de crticos radicales de la sociedad tecnolgica que van
desde Heidegger y Ortega y Gasset a Marcuse, Illich,
Mumford y Ellul.
Acadmicos de varias tendencias argumentan que los
eventos de la dcada de 1960 auspiciaron un nuevo marco
de comprensin de la ciencia y la tecnologa. Entre los
factores que abrieron paso a un nuevo cuestionamiento de
la perspectiva tradicional que considera a la ciencia y la
tecnologa como independiente de los contextos
socioeconmicos y polticos se encuentran la aparicin de
la gran ciencia, la difusin de una conciencia sobre los
efectos negativos de las tecnologas nucleares e industriales
y el consecuente surgimiento de movimientos a favor de
tecnologas apropiadas, y la aparicin de una clase de
expertos en ciencia, en polticas tecnolgicas y en su
evaluacin (Sanmartn y Lujn, 1992). Tanto en las
comunidades tcnico-cientficas como en las ciencias
sociales, han comenzado a conformarse nuevas
perspectivas. En estas ltimas, un campo completo de
enseanza e investigacin tom forma alrededor de dos
proyectos distintos pero relacionados: (a) los estudios de
ciencia y tecnologa y (b) los programas de ciencia,
tecnologa y sociedad. Estos proyectos han sido
institucionalizados en varias formas, incluyendo
asociaciones como la National Association for Science,
Technology, and Society (NAST), la Society for Social
Studies of Science (4S), y la Society for Philosophy and
Technology, todas con sede en Estados Unidos.
Los programas de ciencia, tecnologa y sociedad existen
desde hace tiempo en varias universidades alrededor del
mundo, aunque sin una orientacin comn distinta del
inters en analizar la ciencia y la tecnologa como
empresas complejas resultado de procesos polticos y
socio-econmicos. De manera general los estudios de
ciencia y tecnologa3 intentan explicar las implicaciones de
la constitucin de la ciencia y la tecnologa como formas y
prcticas dominantes de conocimiento en la cultura
moderna. El anlisis algunas veces se dirige a la
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La naturaleza de la cibercultura
Mientras que cualquier tecnologa puede ser estudiada
antropolgicamente desde varias perspectivas los rituales
que origina, las relaciones sociales que ayuda a crear, las
prcticas desarrolladas por distintos usuarios alrededor de
stas, los valores que fomenta, la cibercultura refiere
especficamente a nuevas tecnologas en dos reas: (a)
inteligencia artificial, particularmente tecnologas de
computacin e informacin; y (b) la biotecnologa10. Es
posible separar estos dos conjuntos de tecnologas para
propsitos analticos; sin embargo, no es una coincidencia
que los dos hayan alcanzado su actual auge de manera
simultnea. Mientras que las tecnologas de la computacin
y la informacin estn trayendo a discusin un rgimen de
tecno-socialidad (Stone, 1991), considerado como un
proceso de construccin sociocultural puesto en accin en
el despertar de las nuevas tecnologas; las biotecnologas
estn dando lugar a la bio-socialidad (Rabinow, 1992a), un
nuevo orden para la produccin de vida, de naturaleza y
del cuerpo a travs de intervenciones tecnolgicas
fundamentadas en la biologa. Estos dos regmenes forman
la base de lo que yo llamo cibercultura.
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El proyecto antropolgico
Formulaciones tericas
El inters por parte de los antroplogos sociales / culturales
sobre la ciencia y la tecnologa ha aumentado
constantemente en los ltimos aos. Ya se han dado pasos
para construir una presencia institucional de la
antropologa de la ciencia y la tecnologa dentro de la
American Anthropological Association (AAA) de los Estados
Unidos11. Una variedad de paneles relacionados con temas
de ciencia y tecnologa fueron llevados a cabo, por ejemplo,
en las reuniones de esta Asociacin en los aos 1992 y
199312. En los aos ms recientes algunos de los tpicos de
inters para los antroplogos han incluido etnografas de
11 El primer paso fue dado en la reunin anual de la Society for the Social
Studies of Science en 1992, donde un grupo de antroplogos
norteamericanos (entre ellos Michael Fischer, Sharon Traweek, Rayna
Rapp, David Hess, Lisa Handwerker, Shirley Gorenstein y David Hakken) se
reunieron para discutir estrategias para la implementacin de un Comit
de Ciencia y Tecnologa dentro de la AAA. Este proceso se encuentra
detallado en la edicin de 1992 del Social / Cultural Anthropology of
Science and Technology Newsletter, editado por David Hess.
12 Los paneles en la reunin de 1992 incluyeron, por ejemplo, temas
como: la antropologa del cyborg; perspectivas culturales sobre la
computacin; barreras culturales a la innovacin tecnolgica;
comunidades virtuales (tambin llamadas comunidades en lnea),
consecuencias de la implementacin de tecnologas de informacin
interactivas en el campo cultural y en la educacin; y cyborgs y mujeres
(en honor de Donna Haraway).
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Dominios etnogrficos
Como ya he mencionado, las preguntas principales a ser
enunciadas por la antropologa de la cibercultura incluyen los
siguientes temas: Qu nuevas formas de construccin social
de realidad y de negociacin de dichas construcciones estn
siendo creadas o modificadas? Cmo son socializadas las
personas por sus propias experiencias rutinarias de espacios
construidos, creados a su vez por las nuevas tecnologas?
Cmo se relaciona la gente con sus mundos tecnolgicos
(mquinas, cuerpos y naturalezas reinventados)? Si la gente
est posicionada diferencialmente en los tecno-espacios, de
acuerdo a aspectos como raza, gnero, clase social, ubicacin
geogrfica, cmo difieren entonces sus experiencias de
estos espacios? Finalmente, podra ser posible dar cuenta
etnogrfica de la multiplicidad de prcticas asociadas con las
nuevas tecnologas en diversos contextos sociales, tnicos y
geogrficos? De qu maneras estas prcticas se relacionan
a temas sociales ms amplios como por ejemplo, el control
de la mano de obra, la acumulacin de capital, la
organizacin de modos de vida, y la globalizacin de la
produccin cultural?
Uno podra comenzar a pensar estas preguntas en trminos de
espacios etnogrficos posibles y de estrategias concretas de
investigacin. Algunas pistas concernientes a estos espacios
pueden ser encontradas en proyectos de investigacin
contemporneos. Diferentes dominios de investigacin
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Eplogo35
Una de las caractersticas de Bienvenidos a Cyberia es el
nfasis en considerar las nuevas tecnologas desde una
perspectiva integrada y a diferentes niveles. El primero,
geogrfico (el Primer Mundo, el Tercer Mundo, las
variaciones y los nfasis regionales); el segundo,
tecnolgico (tecnologas biolgicas, de informacin y
computacin); y el tercero, disciplinar (los enfoques de las
ciencias humanas y sociales, en los que la antropologa se
ubica en algn lugar en el medio). Este acercamiento tiene
ventajas, como la identificacin de conexiones, efectos y
mecanismos que de otra manera quedaran sin enunciar. As
mismo muestra desventajas, como la sobre generalizacin y
la falta de profundidad. Marilyn Strathern (1994), no
obstante, tiene razn al sealar que mi consideracin de
cibercultura es sobredimensionada y ambiciosa, con lo cual
socava el mismo principio de complejidad que mi
planteamiento parece invocar. Sin embargo, en el artculo
no trato de sealar una verdad total. Simplemente es un
intento de hacer comprensibles las nuevas tecnologas
desde una perspectiva que considere los efectos histricos y
geogrficos actuales del capitalismo y la modernidad. Es
imposible no considerar la fuerza universalizante del
conocimiento moderno y de la acumulacin y circulacin
del capital. Esta fuerza es reflejada en los ordenamientos
tecnolgicos as como en la forma en que se estructura el
trabajo. El verdadero reto es teorizar tales efectos sin dejar
pasar las mltiples formas que estos toman y as mismo
considerar las infinitas variaciones en las cuales operan.
Como uno de los tantos participantes de un esfuerzo
colectivo por articular una antropologa de la ciencia y la
35 Este texto corresponde a la respuesta que Escobar (1994, pgs. 227-228)
present a los comentarios suscritos por David Hess, Isabel Licha (1994),
Willis Sibley (1994), Marylin Strathern (1994) y Judith Sutz (1994) al
artculo, y que fueron incluidos en el mismo nmero de Current
Anthropology.
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Referencias
Abu-Lughod, L. (1990). The Romance of Resistance. American
Ethnologist, 17, 401-455.
Anderson, P., Arrow, K. & Pines, D. (Eds.) (1988). The
Economy as an Evolving Complex System. New York:
Addison-Wesley.
Appadurai, A. (1991). Global Ethnoscapes. En R. Fox (Ed.),
Recapturing Anthropology: Working in the Present. Santa
Fe: School of American Research.
Argyros, A. (1991). A Blessed Rage for Order. Ann Arbor:
University of Michigan Press.
Barrett, E. (Ed.) (1989). The Society of Text. Cambridge: M.I.T. Press.