TSJ - Caso Leon Benito Oferta de Sexo en Via Publica 245-0-37
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que ello ocurri el 8 de marzo. En este punto concluy que, si bien las
leyes cobran vigencia desde el da que determinen, de conformidad con el
art. 2 del Cdigo Civil tambin es cierto que en la misma frase existe
una autolimitacin del estado, en cuanto determina que las leyes ... no
son obligatorias sino despus de su publicacin ....
Por ltimo argument que en la sentencia se realiz una
interpretacin irrazonable de la prueba y solicit la inconstitucionalidad del
art. 71 por entender que:
a) la amplitud de la norma llevara a subsumir en el tipo situaciones
como, por ejemplo, la que podra configurarse en el caso que una pareja
legalmente unida en matrimonio transitase por la va pblica y uno de los
integrantes requiriese del otro la prestacin del dbito conyugal en
presencia de terceros, por perfeccionarse la demanda de servicios
sexuales;
b) el Cdigo Penal no sanciona la prostitucin para
acreditarlo se transcribieron en el recurso los arts. 125, 126 y 127 bis del
citado cdigo de fondo. Es por ello que, a su juicio, el art. 71 afecta
ya
en
vigencia
de
decir,
los
poderes
subnacionales,
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originan esas
es lo que, con
a que se refiere
su instigacin o su
convite a quienes no lo son, al menos en muchsimos supuestos reales.
El efecto contagioso de la drogadiccin y la tendencia a contagiar de los
dogradictos son un hecho pblico y notorio, o sea un elemento de la
verdad jurdica objetiva (Fallos: 238:550 y los que en esta sentencia se
inspiran) que los jueces no pueden ignorar. En una gran cantidad de
casos, las consecuencias de la conducta de un drogadicto no quedan
cerradas en su intimidad (vase Fallos: 308:1392, consid. cit., segundo
prrafo) sino que se exteriorizan en acciones, como dijo alguna vez la
Corte Suprema (Fallos: 171:103, en pg. 114) para definir los actos que
son extraos al art. 19. Porque es claro que no hay intimidad ni
arts. 125 bis, 126, 127 y 127 bis, se ocupa de los delitos vinculados a la
prostitucin. Asimismo, por el art. 129 del Cdigo Penal, texto segn ley
n 25.087, se ha venido a disponer: Ser reprimido con multa de mil a
quince mil pesos el que ejecutare o hiciese ejecutar por otros actos de
exhibiciones obscenas expuestas a ser vistas involuntariamente por
terceros. Si lo afectados fueren menores de dieciocho aos la pena ser
de prisin de seis meses a cuatro aos. Lo mismo valdr con
independencia de la voluntad del afectado, cuando se tratare de un menor
de trece aos.
Tambin el diputado del Partido Nueva Dirigencia, Jos De Imaz,
hizo mencin de antecedentes en el derecho comparado, como por
ejemplo, la ley sueca que prohbe el ejercicio de la prostitucin , con lo
cual por primera vez se sanciona la prohibicin de la prostitucin por el
lado, no de la oferta, sino de la demanda de servicios sexuales. ... La ley
sueca se llama ... Ley de la Paz de las Mujeres ... y sanciona,
fundamentalmente, al demandante, y no al oferente, con una pena que va
hasta los 6 meses de prisin o a la posibilidad de remediarla mediante el
pago de una multa elevada ... La ley sueca ... se basa en la Cuarta
Conferencia de Mujeres de Beijing y all se remite a los acuerdos
internacionales firmados ... se trata de perseguir, no solamente la trata de
blancas, sino todas las formas de prostitucin, en todas sus expresiones
(Versin Taquigrfica n 9, ps. 10 y 11).
No es ocioso recordar aqu, que el tema de la prostitucin femenina
fue objeto de diversas regulaciones en el orden nacional, en las cuales,
independientemente de las oscilaciones entre prohibicionismo, reglamentarismo y abolicionismo (conf. Sarah Makintach: La gran amenaza,
captulo: Algunos antecedentes histricos En el orden nacional, ps.
120 y ss. en part. ps. 121 a 123, Orientacin Cvico Social, Buenos Aires,
1950) siempre se ha reputado a tal prctica como disvaliosa, ya por
razones ticas, profilcticas y sanitarias, o por el rufianismo que, en
mayor o menor medida, se desarrolla en torno a tal actividad. Claro est,
que tal apreciacin nada tiene que ver, ni con el derecho receptado por la
Constitucin local a ser diferente (art. 11) que no cuestiona, ni tampoco
discrimina en base a la orientacin sexual (tambin art. 11) de cada
quien, simplemente reacciona contra el comercio sexual, que hiere la
dignidad personal de aquel que se vende a menudo como ltimo
recurso ante un modelo econmico deshumanizado y de exclusin, y
descalifica a quien con su paga corrompe y humilla a su prjimo.
En igual sentido cabe hacer mencin a diversos tratados
internacionales orientados a reprimir la trata de blancas, entre ellos el
Convenio para la represin de la trata de personas y de explotacin
de la prostitucin ajena, aprobado en la 264 Sesin plenaria de la IV
Asamblea General de las Naciones Unidas, por resolucin 317 del
2/12/1949, ratificado por la Repblica por decreto - ley n 11.925/47
(convalidado por la ley n 14.467, obligatorio para Argentina a partir del 13
de febrero de 1958 y vigente a la fecha) y el dispositivo de tratados sobre
derechos humanos hoy constitucionalizados que propenden a prevenir la
explotacin sexual, como la Convencin sobre los Derechos del
Nio o la Convencin sobre la Eliminacin de Todas las Formas de
Discriminacin contra la Mujer.
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Hechos
Comparto la descripcin de los hechos realizada por el Dr. Julio B.
J. Maier.
Fundamentos
1. El recurso fue concedido nicamente en cuanto a los agravios
relativos a la inconstitucionalidad del art. 71 del Cdigo Contravencional
de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires y son esos agravios los que fijan
el objeto de conocimiento de esta instancia extraordinaria. El recurrente
sostiene que el art. 71 del Cdigo Contravencional resulta violatorio de los
Tratados y Declaraciones Internacionales mencionados en el art. 75,
inciso 22 de la Constitucin Nacional, de los artculos 18 y 19 de la
Constitucin Nacional y de los arts. 13, inciso 9 y 37 de la Constitucin de
la Ciudad de Buenos Aires. Especficamente, la defensa considera, que el
tipo contravencional diseado en el artculo 71 del Cdigo
Contravencional afecta el principio de legalidad, el principio de reserva,
viola la prohibicin del art. 13, inc. 9 de la Constitucin de la Ciudad de
Buenos Aires en cuanto veda la existencia de figuras penales de autor, y
asimismo, el derecho a la libertad y a la dignidad de todo ser humano, el
derecho a la libre circulacin, el derecho a la igualdad y a la no
discriminacin.
2. Para satisfacer un estricto escrutinio de la constitucionalidad del
art. 71 cabe preguntarse cul es el fin que persigue, si el medio escogido
puesto en conjuncin con ese fin es idneo y razonable, y si no existe otro
medio ms apto que resguarde mejor los principios constitucionales
involucrados.
3. La aplicacin del Cdigo Contravencional importa una forma de
ejercicio del jus puniendi estatal, ejercicio que en todo estado de derecho
est acotado por principios, derechos y garantas que, en nuestro
sistema, tienen rango constitucional nacional y local, y que son reiterados
por la ley 10.
La Legislatura, en ejercicio del mandato que la Constitucin de la
Ciudad de Buenos Aires le impusiera, eligi regular los conflictos
vinculados con la convivencia en la Ciudad al modo en que un cdigo
penal regula el campo de los delitos. Valgan como ejemplos que
corroboran esta afirmacin las disposiciones del ttulo primero del Cdigo
Contravencional, la remisin contenida en su art. 6 y el modelo escogido
para la estructura de la justicia contravencional. Incluso, las sanciones del
Cdigo Contravencional consisten en privaciones de derechos o
libertades similares a las previstas en el Cdigo Penal (incluida la sancin
de arresto hasta treinta das), si bien las penas se establecieron en
atencin a la gravedad de las conductas prohibidas en uno y otro cuerpo
normativo (cfr. arts. 11, 22 y conc. del Cdigo Contravencional), como se
seala en el voto del Dr. Maier.
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