Anexo - Afectividad y Sexualidad
Anexo - Afectividad y Sexualidad
Anexo - Afectividad y Sexualidad
Anexo
Afectividad y Sexualidad
Se suele considerar la sexualidad exclusivamente en lo que respecta a las relaciones sexuales, no obstante la
sexualidad trasciende con creces esta reduccin. En la definicin de la Organizacin Mundial de la Salud, la
sexualidad integra elementos fsicos, emocionales, intelectuales, culturales y sociales, que deben ser
desarrollados a travs de medios que sean positivamente enriquecedores y que potencien en las personas la
comunicacin y el amor. Seala tambin que en la sexualidad intervienen las emociones y/o sentimientos, as
como la relacin con el cuerpo, sus procesos y los conocimientos sobre l.
La sexualidad es una dimensin central del ser humano, que est presente a lo largo de toda la vida. Abarca el
sexo, las identidades y los roles de gnero, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproduccin y la orientacin
sexual; se vive y se expresa a travs de pensamientos, fantasas, deseos, creencias, actitudes, valores,
conductas, prcticas, roles y relaciones interpersonales. La sexualidad est influida por la interaccin entre
factores biolgicos, psicolgicos, sociales, econmicos, polticos, culturales, ticos, legales, histricos, religiosos
y espirituales. Esta comprensin integradora de la sexualidad humana adquiere pleno sentido al plantearse
conjuntamente con el desarrollo afectivo.
La afectividad es, tambin, una dimensin del desarrollo humano y se refiere a un conjunto de emociones,
estados de nimo y sentimientos que median los actos de las personas, incidiendo en el pensamiento, la
conducta y la forma de relacionarse con uno mismo y con los dems.
Una afectividad sana se desarrolla a partir de diversos componentes, entre los cuales se encuentran los
vnculos tempranos de apego y cuidado, la conformacin de una autoestima positiva y la posibilidad de
desarrollar relaciones de confianza e intimidad con otros. Un desarrollo afectivo sano apunta directamente a la
construccin de una sexualidad sana y responsable.
Por lo tanto, formar en sexualidad implica la educacin de una sexualidad responsable, ligada a la dimensin
emocional y afectiva, que debe apuntar al desarrollo de conocimientos, habilidades y actitudes que permitan, a
nios y jvenes, tomar decisiones informadas, autnomas y consecuentes.
La investigacin nacional e internacional avala la necesidad de formar en sexualidad y afectividad: segn datos
aportados por SENAME, el 9.72% de los nios y jvenes ingresados en sus centros de proteccin, han sido
vctimas de algn tipo de abuso sexual. Muchas de estas situaciones se mantienen en el tiempo, debido a que
los nios desconocen que estn siendo vctimas de un tipo gravsimo de maltrato, dado que con frecuencia el
agresor realiza acciones de seduccin orientadas a convencerlos de que se trata de algo normal o de una
expresin especial de afecto. Hablar abiertamente sobre sexualidad y relaciones afectivas sanas permite que
nios y jvenes accedan a informacin que les permitir protegerse y sentir que cuentan con figuras adultas a
quienes recurrir para evitar y detener el abuso.
Por otra parte, los datos que arroja la VI Encuesta Nacional de Juventud, sealan que el 47.9% de los jvenes
entre 15 y 19 aos declara ya haberse iniciado sexualmente: entre los hombres, la edad de inicio sexual es a los
16.4 aos, mientras que en las mujeres es a los 17.1 aos en promedio. De estos jvenes, casi la mitad (41.7%)
declara no haber utilizado ningn mtodo de proteccin frente al embarazo o ante enfermedades de
transmisin sexual. Esta realidad se debe, fundamentalmente, a la falta de informacin con que cuentan los y
las jvenes, as como tambin a la baja percepcin de riesgo que tienen en torno a su comportamiento sexual.
Es as, como de los 250 mil nios que nacen al ao en Chile, 40 mil son hijos de madres adolescentes. El 80% de
estas nias deserta del sistema escolar1 y ms de la mitad de ellas, en menos de dos aos, es madre por
segunda vez.
En el mismo sentido, de acuerdo a la VI Encuesta Nacional de Juventud, un alarmante 35.4% de las jvenes
entre 15 y 19 aos declara haberse realizado un aborto, lo que se constituye en la cara poco visible de una
realidad que pone en riesgo su salud fsica y mental y convoca a la sociedad, en su conjunto, a hacerse cargo de
esta situacin.
En lo que respecta a las relaciones de pareja, el 2.5% de los jvenes en el mismo tramo etario (15 a 19 aos),
declara haber mantenido relaciones sexuales con un recin conocido, en tanto que el 12.5% declara haber
tenido 3 o ms parejas sexuales. Uno de los objetivos centrales de la formacin en sexualidad y afectividad
debe ser, por tanto, reducir los riesgos asociados al inicio precoz de las relaciones sexuales y a la consolidacin
de vnculos afectivos consistentes.
Otro aspecto que ratifica la necesidad de abordar la formacin en sexualidad, afectividad y gnero, es el alto
ndice de violencia declarada entre las parejas jvenes: entre los 15 y los 19 aos, el 10% reconoce la existencia
de violencia psicolgica con su pareja, en tanto que el 4.6% reconoce violencia fsica y el 1% seala la existencia
de violencia sexual. El aprendizaje de estos jvenes se basa en relaciones abusivas y controladoras, que les
impedirn establecer, en lo sucesivo, relaciones afectivas sanas y respetuosas, as como desarrollar
armnicamente su sexualidad. De all la relevancia de abordar el tema de manera clara y directa, ofreciendo a
nios y jvenes las herramientas necesarias para que logren relacionarse de mejor manera, lo que les
permitir, finalmente, un crecimiento integral.
Formar en sexualidad, afectividad y gnero es, por lo tanto, una necesidad urgente y prioritaria, que compete
en primer lugar a la familia y luego a las instituciones educativas, pero que concierne a la sociedad en su
conjunto.
Enfoque Formativo de la Educacin en Afectividad y Sexualidad
El enfoque formativo aborda la educacin integral de nios, nias y adolescentes como un proceso continuo,
permanente y participativo, construido en conjunto con otros, con el apoyo del grupo familiar, la institucin
escolar y otros agentes educativos y sociales. La formacin debe orientarse a desarrollar armnica y
coherentemente todas y cada una de las dimensiones del ser humano (tica, espiritual, intelectual, afectiva,
esttica y fsica), con el fin de lograr su realizacin plena en la sociedad. Esto significa concebir a la persona
como un ser individual y social, articulando los conocimientos provenientes de las diferentes disciplinas de
estudio, con las experiencias del mbito personal y social, de modo que se complementen en la vida de los
nios y adolescentes, capacitndolos para conducir sus vidas en forma satisfactoria2.
Formar en sexualidad, afectividad y gnero, implica, necesariamente, un componente preventivo, expresado
en el desarrollo de conocimientos, habilidades y actitudes que permitan formar personas autnomas, capaces
de tomar decisiones personales y de anticiparse a las situaciones. En este sentido, la dimensin preventiva
implica superar la nocin de riesgo3 y no se limita a informar o prohibir, sino que se proyecta hacia una
formacin que acta con anticipacin.
1 Diagnstico de la Situacin del Embarazo en la adolescencia en Chile, FLACSO Ministerio de Salud, 2008.
2 Poltica Nacional de Convivencia Escolar, Mineduc 2011, pg. 17.
3 Desde el enfoque formativo, la formacin en sexualidad va ms all de la nocin de riesgo, dado que apunta no solo a prevenir, sino a
formar sujetos capaces de integrar sana y armnicamente la sexualidad y la afectividad en su desarrollo.
Esta formacin requiere tener presente que no existe una relacin lineal entre lo que se ensea y lo que un
sujeto aprende, as como el reconocimiento de que en todo aprendizaje hay un proceso de enseanza que
puede estar dado por uno mismo o los dems y que de una misma situacin cada quien puede aprender cosas
diferentes, precisamente debido a que en el proceso de aprendizaje inciden las experiencias, trayectorias y
recursos personales.
La formacin integral de los nios y adolescentes en relacin a su sexualidad, afectividad y gnero,
necesariamente nos lleva a abordar temticas y mbitos del desarrollo personal, intelectual, moral y social de
ellos, tales como:
Para acompaar y guiar el proceso formativo de nios, nias y adolescentes de manera adecuada, es
fundamental que podamos, primero, hablar y resolver nuestras inquietudes y complicaciones, ya que de lo
contrario es muy probable que las traspasemos a nuestros hijos e hijas. En tal sentido, es determinante que
familia y colegio se encuentren alineados sobre un objetivo comn: Formar nios, nias y adolescentes de
manera sana e integral, en todas las reas de sus vidas, resguardando brindar espacios de dilogo y respuestas
objetivas a sus inquietudes, intentando no contaminar la informacin con los sesgos y subjetividad personal.