(Art) Ejercicios Físicos Correctos y Seguros para La Columna Vertebral PDF
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1. INTRODUCCIN
A lo largo de la historia de la Actividad Fsica (A.F.) y el Deporte se han
diseado diferentes tipos de ejercicios fsicos, con la creencia generalizada sobre los
beneficios que la prctica de los mismos posee tanto en la formacin y desarrollo del
individuo, como en su salud. Se cre as el mito de que cualquier tipo de actividad
fsica es saludable (1).
fortalecimiento
de
la
musculatura
abdominal,
cervical
raqudeas
por
contacto
de
las
apfisis
espinosas
(en
FIGURA 2
FIGURA 3
carga que asume la zona lumbar es ms baja respecto a los ejercicios precedentes.
No obstante, algunas variantes de sta, como el lanzamiento de baln medicinal
desde bipedestacin o desde apoyo de rodillas (figura 4), producen una gran
hiperextensin, pudiendo alterar estructuras raqudeas (26).
FIGURA 4
Para desarrollar los msculos espinales hay otros ejercicios adecuados que
logran el objetivo tonificador anulando los efectos negativos anteriormente
destacados. En stos, el rango de extensin debe llegar hasta la posicin horizontal
(27). Sera conveniente colocar un rodillo acolchado bajo las crestas ilacas si se
ejecuta en el suelo, o utilizar un banco angulado.
FIGURA 6
FIGURA 7
Hiperextensin coxofemoral.
Esta AAD (figura 8) se produce cuando la articulacin coxofemoral sobrepasa
los 15-20 grados de extensin. En esta situacin, cuando la pierna es elevada, la
pelvis realiza anteversin. La razn de este proceso se debe a que los resistentes y
fuertes ligamentos de cadera (iliofemoral o de Bertin especialmente), as como los
msculos transarticulares, hacen imposible que la pierna llegue a tales posiciones a
travs, tan slo, del eje coxofemoral. Por tal circunstancia, no es correcto hablar de
hiperextensin coxofemoral terminolgicamente (27).
Si el movimiento se realiza balsticamente, ser habitual que aparezca una
hiperextensin lumbar, que debe evitarse, ya que aumenta la presin intradiscal
(28).
Para evitar los efectos nocivos de tal hiperextensin lumbar asociada por
anteversin plvica es necesario finalizar el movimiento de extensin de cadera
cuando se agota la capacidad de extensin coxofemoral. Junto a ello, habra que
realizar una correcta estabilizacin a travs de los msculos abdominales para
prevenir la anteversin plvica.
FIGURA 8
FIGURA 9
Por esta razn hay que tender a trabajar con cargas bajas, y realizar los
movimientos con un pequeo momento flexor escpulo-humeral. Tambin ser
adecuado realizar un trabajo especfico de mejora de la amplitud de movimiento para
esta articulacin.
Otra alternativa es realizar la abduccin o flexin escpulo-humeral mxima
en decbito supino, ya que en la posicin supina resulta ms fcil estabilizar el
raquis.
En este punto los ligamentos lumbares soportan el peso del tronco y asumen
el papel de la accin muscular, provocando un sobreestiramiento ligamentoso que
genera una menor proteccin de los discos y vrtebras lumbares (30).
Los efectos nocivos referidos en la literatura cientfica son numerosos. Entre
ellos destacamos:
Sobrecarga de los discos intervertebrales, sobre todo L4-L5 y L5-S1. En
hiperflexin lumbar la presin sobre el ncleo se incrementa de forma proporcional,
as como la compresin sobre el anillo, pudiendo producirse deterioros en la
estructura interna del propio anillo y prdidas en el poder de pretensin del ncleo
(30,31). Si estas estructuras son daadas, el sistema de autoestabilidad queda
comprometido.
En las estructuras ligamentosas generar paulatinamente, en virtud del
fenmeno de fatiga de los tejidos elsticos (32,33), una prdida de elasticidad en
dichos
ligamentos,
lo
que
provocar
una
insuficiencia
para
detener
el
FIGURA 10
Por otro lado, con los movimientos repetidos en flexin forzada se aumenta la
presin en la parte anterior de los cuerpos vertebrales, circunstancia que, unida a
una debilidad del sistema msculo-ligamentoso, ser susceptible de provocar
acuamientos vertebrales anteriores.
Durante el perodo prepuberal y puberal los cuerpos vertebrales van a ir
adquiriendo una morfologa adolescente y son susceptibles de deformidades
plsticas estructurales que pueden ser permanentes (35). En este sentido, los
movimientos repetitivos forzados en flexin adquiridos por el desarrollo de ejercicios
incorrectos de estiramiento y fortalecimiento lumbar contribuyen a generar
acuamientos vertebrales e inestabilidad raqudea (31).
Concretamente, en los movimientos de flexin de cadera y tronco realizados
con piernas extendidas es preciso que tengamos en cuenta la unin lumbo-plvica,
de tal forma que, la accin de flexin en la zona lumbar se va a ver condicionada por
la movilidad de la pelvis. A su vez, la movilidad de la pelvis en la flexin de cadera
depende de las condiciones de extensibilidad de la musculatura isquiosural. Cuando
dicha extensibilidad est mermada, los intentos del sujeto por flexionar el tronco
exageran la flexin raqudea y consecuentemente pueden incrementan los
acuamientos vertebrales.
Por otro lado, los ejercicios de extensibilidad isquiosural en alcance dedosplanta o dedos-suelo y todas sus variantes, reproducen de forma habitual los
movimientos de hiperflexin de tronco (36) (figura 12).
FIGURA 11
FIGURA 12
FIGURA 13
pierna flexionada protege la zona lumbar evitando la flexin excesiva del raquis
lumbosacro. Pero an con una pierna extendida y otra flexionada, si se intenta
aumentar el rango de movimiento flexionando el raquis dorsal (mediante
hipercifosis), se someter a esta zona a una carga considerable.
El factor ms importante e indispensable es la prevencin, mediante la
educacin de los sujetos, para que tomen conciencia y control propioceptivo de la
movilidad de la articulacin coxofemoral y realicen los cierres del ngulo troncopiernas a travs del eje coxofemoral, y no por medio de un fuerte cifosamiento dorsal
y lumbar, manteniendo el raquis rectificado en todo momento, evitando a su vez
cualquier movimiento de flexin cervical y antepulsin de los hombros.
5. CONSIDERACIONES FINALES
Como podemos apreciar, han sido detallados diversos ejercicios que son
realizados habitualmente en el mbito fsico-deportivo y que son susceptibles
de producir alteraciones raqudeas. Es preciso, que tanto entrenadores como
mdicos deportivos tengan presente las pertinentes modificaciones que exige
la prctica de dichos ejercicios y reduzcan la peligrosidad de los mismos.
Sobre todo, esta circunstancia es importante en los procesos de
entrenamiento regular y sistemtico, donde en gran cantidad de situaciones los
deportistas se encuentran al lmite de sus posibilidades fisiolgicas. Si en estas
condiciones se realizan ejercicios potencialmente negativos, la propia fortaleza
natural de los deportistas mantendr intactos los problemas fsicos que, tarde o
temprano, surgirn debido al declive fsico natural que se experimenta con la
edad. Ser preciso, por tanto, asegurar unas condiciones de ejecucin lo ms
saludables posible, as como incrementar los esfuerzos en materia de
investigacin que optimice la prctica deportiva y reduzca sus peligros
potenciales.
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