El Pensamiento Vivo de Los Libertadores de Esta America

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 122

EL PENS AMIENTO VIVO DE LOS LIBERTADORES DE S TA AMRICA

Jos Flix Daz Bermdez*

NDICE
I-Los Derechos de Nuestra Amrica
II-La Felicidad de la Patria
III- Generosidad y Desprendimiento
IV- La Libertad
V- Los Derechos Polticos de la Mujer
VI- La Patria en Peligro
VII- Principios de Gobierno
VIII- Los Poderes Pblicos
IX- La Justicia
X- Los gobernantes de la Repblica
XI- En busca del destino y de la salvacin de nuestra Amrica
XII- La Paz
XIII- La Anarqua
XIV- Las Instituciones en Amrica
XV-La lucha heroica
XVI- Juramento de Lealtad y Consagracin
XVII- La Juventud de Amrica
XVIII- Enjuiciamiento a Espaa
XIX- El Amor y el S acrificio por la Patria
XX- La Inquisicin
XXI- Reivindicacin de los Indgenas
XXII- El Deber Militar

XXIII- La Trascendencia de los Hombres


XXIV- La Amistad
XXV- La Igualdad del Hombre
XXVI- S ituacin de Caracas y de Venezuela
XXVII- La Unidad de Venezuela y la Nueva Granada. La Unidad de Amrica. El
Destino de la Gran Colombia.
XXVIII- La S oberana de los Pueblos de Amrica
XXX- La Esclavitud
XXXI- La S ociedad
XXXII- El Per

PREFACIO
Acudimos con espritu patritico, con el alma venezolana puesta en el alma de Amrica, en
sta Amrica, en Nuestra Amrica, recordando, sintiendo en todo su significado y
simbolismo, stas expresiones de Morelos y de Miranda, ambos representantes superiores de la
generacin de Libertadores que anduvieron por los caminos profundos del Continente, a dar un
testimonio a la historia de nuestros pueblos, a rendir tributo a la gloria de los hroes, a la
dignidad del pueblo y a su irrenunciable derecho a ser libre.
LIBERT AD, LIBERT AD, LIBERT AD! Es la sagrada ley que inspira a la naturaleza y la
que es ms propicia para su desarrollo. Es la flama que prende en los espritus e ilumina la
existencia de los hombres Libertad, libertad, libertad! Cunto inspira tu nombre nunca
ms hermoso que cuando se te llama, nunca ms sublime que cuando te persiguen, nunca ms
entraable que cuando se te alcanza!, tal y como lo expresamos en un reciente estudio sobre
la vida de aquel gran caraqueo universal, para quien la virtud constituy el rango y la
independencia y la soberana de su patria libre, todo.
Evocamos a todos nuestros hroes de todas nuestras patrias en el mensaje superior de sus vidas,
en sus palabras afirmativas, en sus lecciones inmortales, esas que expresaron, esas que
escribieron, esas que dictaron, esas que les escucharon en la inmensa extensin de nuestras
tierras, en momentos de la derrota y de la victoria, en el instante de la suprema angustia y
creacin del mundo americano, el Nuevo Mundo, que forjaron para la libertad enfrentando la
ignorancia y la tirana de entonces, pero que en definitiva, para los que supieron contemplar el
futuro, iba a ser cualquier otra que se antepusiera para someter y destruir el destino del pueblo
que naci de sus esfuerzos y de sus glorias.
Hemos querido encontrar sus palabras vivas, sus pensamientos, sus reflexiones, sus testimonios
y expresiones, o, en singular, el: alma escrita en el papel, como con elocuencia lo
expresaba Bolvar al comprender que la gesta libertadora trascenda no solo con las armas
vencedoras de los ejrcitos sino con los principios que proclamara y sostuviera el sabio hombre

de Estado, el filsofo, el soldado, el maestro, el ciudadano, el hombre til y virtuoso. Es por eso
que nuestros Libertadores se manifestaron a travs de discursos, mensajes, proclamas, cartas, no
solamente para sus respectivos tiempos, sino en especial para los del futuro.
Por tal motivo es que hemos buscado afanosamente reunir, compendiar, organizar tales textos,
encontrados en numerosos papeles, documentos y libros existentes en Venezuela, en Colombia,
en Per y en Argentina, pases que visitamos para seguir las huellas de estos grandes hombres,
an presentes en el recuerdo y la vivencia de numerosos pueblos. Nuestro propsito fue tambin
intentar continuar de alguna manera la noble tradicin de otros admirables textos editados en los
aos 50, tales como fueron: El Pensamiento Vivo de Bolvar del gran intelectual, escritor e
historiador venezolano don Rufino Blanco Bombona, y del tambin destacado escritor e
historiador argentino Arturo Captenvila, autor de El Pensamiento Vivo de San Martn.
En esta ocasin procedimos a agrupar en el dilogo heroico, poltico, militar, social, humano, a
varios de nuestros prohombres como lo fueron Morelos, Miranda, Nario, Bolvar, San Martn,
O Higgins, Artigas, Sucre, Santander, Urdaneta, Pez, Flores, a lo largo de diversas etapas del
proceso independentista, unos inicindolo, otros continundolo, otros modificndolo en la
complejidad de circunstancias y propsitos que los inspiraron, en sus grandezas y en sus faltas,
en sus aciertos y en sus equivocaciones, en sus sueos y en sus realidade s que ya la historia
considera, analiza y juzga. Para complementar y situar algunos eventos importantes, hemos
incorporado numerosos comentarios en calidad de notas de pie de pgina a fin de ayudar al
lector a interpretar el momento en el cual se produjo determinada reflexin o acontecimiento.
En las frases de los Libertadores aparecen las causas, las ideas, las realidades, los objetivos
superiores que inspiraron a sus principales conductores y que infundieron a los pueblos que les
siguieron. Igualmente, en sus propias expresiones, se anticipaba el drama que sucedera en
medio de las luchas de poder y de las ambiciones desbordadas, con las cuales siempre se han
distorsionado las transformaciones, postergado o destruido los grandes cambios de la historia en
algunos momentos.
La voz de los Libertadores, a travs de las citas contenidas en documentos oficiales y en cartas
particulares, se escucha otra vez, nos invita a conocer sus pensamientos y a reflexionar sobre los
mismos, a entender la Revolucin que emprendieron, sus grandes obstculos, su dinmica, sus
efectos, sus verdaderas aspiraciones y altas finalidades, tal y como las encontramos, por
ejemplo, en las cartas de Sucre luego de la victoria de Ayacucho, en las revisiones que traslucen
en los intentos de Bolvar para contener a la Amrica que se despedazaba, en las dolorosas
observaciones que afligan desde el exilio a don Jos de San Martn.
Pero no obstante ello, tambin se eleva la voz de los Libertadores con autoridad y fortaleza de
patria y de destino, de misin y tarea, el llamado ejemplar, la admonicin temprana, el consejo
oportuno con que nos convocan nuestros hroes para alcanzar aquellos iniciales mandatos y que
en buena medida an estn vigentes, y que hoy recordamos particularmente en estos tiempos de
celebracin bicentenaria independentista, que ha reunido a todas nuestras tierras en torno a estos
acontecimientos que sustentan nuestras bases sociales, polticos e histricas: la Repblica y su
libertad, sus leyes y nuestros deberes, el patriotismo y nuestras virtudes, la soberana y la
democracia, el bienestar y la justicia, nuestros hechos pasados y nuestros propsitos futuros,
nuestro propio, original y particular legado a la historia del mundo por venir.
As pues ha nacido este modesto libroy lo dedicamos con afecto y esperanza a los maestros y
a la juventud de Venezuela y de otros lugares si fuese posible, para que ilumine la conciencia y
triunfe otra vez la Patria en todos, anticipada por sus mejores hijos, los que fueron, los que son y
los que vendrn, la Patria que, consumados todos los sacrificios de sus hijos, alcance
definitivamente su justicia y su Paz, porque la necesitan los pueblos, como lo ensea el
Gran Mariscal de Ayacucho.

Igualmente lo dedico a la memoria de mi padre Flix Daz Martnez, a la presencia buena de mi


madre Omaira, a mi esposa Marlyn, a mis hijos Madeleyn, Gustavo y Ernesto, a toda mi familia
y leales y sinceros amigos, entraables motivos que me obligan a seguir adelante con optimismo
y fe.
Jos Flix Daz Bermdez
Mayo, 2011

I- Los Derechos de Nuestra Amrica


la Amrica se cree con todo derecho a repeler una dominacin igualmente opresiva
que tirnica y formarse para s un gobierno libre, sabio, y equitable; con la forma que
1
sea ms adaptable al pas, clima e ndole de sus habitantes.Francisco de M iranda a
William Pitt, 05-03-1790.
El pie sobre que estn montados algunos de los gobiernos, corregimientos y tenencias
en este Reino, es el menos a propsito para mantener la tranquilidad, la justicia y el
buen ordenEste punto me arrastrara demasiado lejos si quisiera pintar las
extorsiones, las injusticias y desrdenes que ocasiona esta tolerancia o abuso.
Antonio Nario, Ensayo sobre un Nuevo Plan de Administracin en el Nuevo Reino de
Granada, presentado al Virrey para que lo dirija a su M ajestad, 16-11-1797.
No me olvido del inters de los pueblos cuando trato del fomento del Erario, ni de ste
cuando hablo de los medios de fomentar el Reino; y finalmente, en el conjunto de todas
estas cosas, ms bien que en la fuerza de las armas, creo que consiste la seguridad y la
2
paz de estos dominios.. Antonio Nario , Ensayo sobre un Nuevo Plan de
1

Francisco de Miranda (Caracas, Venezuela, 1750- Prisin de La Carraca, Cdiz, Espaa, 1816),
Precursor de la independencia de Suramrica. En favor de la libertad del continent e gestion
incansablement e el apoyo de la Gran Bretaa y numerosas fueron sus ent revistas, comunicaciones,
mensajes y memori as dirigidas a polticos, intelectuales, militares y funcionarios ingles es, entre ellos, el
primer Ministro William Pitt, ante cuyo gobierno expuso su: Gran Plan desde 1790 y hast a 1801, sin
alcanzar los resultados que esperaba. La universalidad libertaria de Miranda l e permiti participar en la
lucha de independenci a de los Estados Unidos y en la Revolucin Francesa. Conoci a los hombres ms
prominentes de su poca como lo fueron Washington, Napolen, Federico de Prusia, Cat alina II,
Jefferson, Madison, Lafayette, entre otros. Influy de manera personal en la nueva generacin patriota del
continente, repres entados por Nario, Bolvar, San Martn, Olavide, Montfar, OHiggins, Alvear,
Roscio, Bello, Rocafuerte, y muchos ms. Al final de sus das, en la prisin de la C arraca, manifest sus
dudas: acerca de la buena fe por parte del Gobierno Britnico para conmigo!.
2

Antonio Nario (Bogot, Colombia, 1765- Villa de Leyva, Colombia, 1823). Entre los escritos
memorables del hroe colombiano se encu entra la traduccin de la: Declaracin de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano, hecho por el que fuera condenado por el gobierno colonial de Espaa y que:
me ha causado los 16 aos de prisin y de trabajos. Desde la crcel, en el cuartel de caballer a,
redact sus alegatos como son el: Escrito presentado ante la Real Audiencia en el ao 1795, en defensa
de los Derechos del Hombre y con respecto al cual seal que: el Ministerio Fiscal no determina
cules son los cargos y culpas, y slo habla expresamente de la impresin del citado papel; Ensayo
sobre un Nuevo Plan de Administracin en el Nuevo Reino de Granada, presentado al Virrey Antonio
Amar, el 16 de noviembre de 1797, y en el que inform sobre las riquezas de la regin con 1.880.000
habitantes, poseedora de una gran fertilidad en sus suelos, variedad de temperamentos, caudalosos ros y
salidas hacia los ocanos y, sin embargo: El comercio es lnguido; el Erario no corresponde ni a su

Administracin en el Nuevo Reino de Granada, presentado al Virrey para que lo dirija a


su M ajestad, 16-11-1797.
La recuperacin de nuestros derechos como ciudadanos, y de nuestra gloria nacional
como Americanos Colombianos, sern acaso los menores beneficios que recojamos de
esta tan Justa, como necesaria determinacin.. Francisco de M iranda, Proclama a los
3
pueblos del continente Amrico-Colombiano , Coro, 02-08-1806.
por qu pues nosotros que por lo menos somos 16 millones no lo ejecutaramos
fcilmente? Poseyendo adems de ello, el Continente ms frtil, ms inexpugnable, y
ms rico de la Tierra? El hecho es, que todo depende de nuestra voluntad solamente.
Francisco de M iranda, Proclama a los pueblos del continente Amrico-Colombiano,
Coro, 02-08-1806.
A la empresa compatriotas, que el triunfo es nuestro: vencer o morir sea nuestra cifra;
y tiemblen, tiemblen esos tiranos de haber excitado vuestro enojo, sin advertir, que los
americanos del sud, estn dispuestos a defender su patria; y a morir antes con honor,
4
que vivir con ignominia en afrentoso cautiverio. Jos Gervasio Artigas , Proclama al
ejrcito de la Banda Oriental, 11-04-1811.
poblacin ni a sus riquezas territoriales; y sus habitantes son los ms pobres de Amri ca, todo lo cual
presentaba un cuadro social de miseria y desolacin para la mayora de sus habitantes; Escrito dirigido a
la Junta Provincial de Gobierno en el cual recrimin, nuevamente, a sus jueces la injusticia de su prisin
y que: he sido privado de mi honor, de mi libertad y de mis bienes; Consideraciones sobre los
Inconvenientes de Alterar la Invocacin hecho por la Ciudad de Santaf en 29 de julio de 1810 y el
Escrito presentado al Tribunal de Gobierno de Santaf , de fecha 17 de abril de 1811, mediante el cual
solicit el resarcimiento de los daos causados en las crceles de Cartagena y de la Santa Inquisicin.
3
Califi c el continente nuestro como: Colombiano a di ferencia de Norteam rica. Propuso el
establecimiento de una ciudad federal que se llamara Colombo, que se ubicara en el Istmo de Panam
y seal: Si se adopta el nombre de Colombia para designar a la nueva repblica, sus habitantes
debern llamarse Colombianos, este nombre es ms sonoro y majestuoso que Colombinos. La
dimensin de la independencia, tal y como fue concebida por Miranda, era de alcance general,
exceptuado al Brasil colonial y las Guyanas, y su territorio sera: el continente Colombiano y ms tarde:
Colombia.
4

Jos Gervasio Artigas (1764-1850). Luego que se produjo el Movimiento de Mayo de 1810, Artigas al
servicio de la Junta Revolucionari a de Buenos Aires, asumi el mando de la revolucin oriental. Descrito
como: un hombre sencillo, sin la menor etiqueta y conocedor del corazn humano, a juicio del
presbtero Dmaso Larraaga, adquiri una amplia cultura por el contacto con personaj es notables de la
Colonia, como por sus lecturas, entre ellas la: Enciclopedia Francesa. El 11 de abril de 1811, triunf en
la batalla de Las Piedras y siti a Montevideo que se resisti, pero un armisticio entre el general Jos
Rondeau, por la Junta de Buenos Aires, y el Virrey Elo, ponen fin a la empres a. Artigas se resisti a
abandonar su patria y hostilizando a los Portugueses ejecut el clebre: xodo del pueblo oriental con
ms de 4.435 hombres que le siguen con fe hacia el Nort e y atravies an el ro Uruguay. Ante la Asamblea
General Constituyente de las Provincias Unidad del Ro de la Plata, luego de iniciadas sus cesiones el 20
de abril de 1813, Artigas present las llamadas Instrucciones del Ao XIII, documento mediante el cual
exigi la independenci a absoluta de las colonias, las libertades de los ciudadanos de las provincias, la
organizacin federalista, garantas comercial es para los pueblos oriental es y el establecimiento de una
capital distinta a Buenos Aires. Sus ideas se enfrentaron a las tendencias centralistas y oligrquicas de
Buenos Aires. Su pensamiento revolucionario trascendi y agrup a su alrededor a las provincias de Santa
Fe, Entre Ros, Misiones y Crdoba que integran junto con los orientales l a Liga Federal de los Pueblos
Libres, cuyo Congreso se reuni en junio de 1815. Artigas promulg el Regl amento Provisorio de la
Provincia Oriental que estableci la entrega de tierras: con prevencin que los ms infelices sean ms
privilegiados. En 1820 los portugueses derrotaron a Artigas en l a batalla de Tacauremb, y como
resultado del Pacto del Pilar, se des conoci su autoridad y se destruy l a Liga Federal. Conoci los
rigores del exilio en Paraguay, durante t res dcadas hasta su muerte el 23 de septiembre de 1850. Desde

Se discute en el Congreso Nacional lo que debiera estar decidido. Y qu dicen? Que


debemos comenzar por una confederacin, como si todos no estuvisemos confederados
contra la tirana extranjera. Que debemos atender a los resultados de la poltica de
Espaa. Qu nos importa que Espaa venda a Bonaparte sus esclavos o que los
conserve, si estamos resueltos a ser libres? Esas dudas son los tristes efectos de las
antiguas cadenas. Qu los grandes proyectos deben prepararse con calma! Trescientos
aos de calma no bastan?...Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad
5
suramericana: vacilar es perdernos.. Simn Bolvar , discurso en la sala de sesiones de
la Sociedad Patritica de Caracas en las vsperas de la Declaracin de la Independencia
de Venezuela, del 03 al 04-07-1811.
que se le quite la mscara a la independencia, porque ya todos saben la suerte de
6
nuestro Fernando VII. Jos M ara M orelos a Rayn, Presidente de la Junta de
Zitcuaro, 11-1812.
sus ideales como espaol ameri cano hasta hombre de la Revolucin de Mayo, comparti y defendi los
mismos desde una perspectiva socialmente amplia comprendiendo en ella a las mas as rurales, para
quienes fue: el hombre de los orientales, respetado por siempre por los Indios y por los campesinos
quienes lo llamaban: padre de los pobres.
5
Simn Bolvar (Caracas, Venezuel a, 1783- Santa Marta, Colombia, 1830). Libertador de Venezuela,
Colombia, Panam, Ecuador, Per y fundador de Bolivia. Libertador Presidente de l a Gran Colombia y
Dictador del Per. Su nombre y sus hechos son el smbolo de la gloria y de la libert ad de Am rica.
Absoluto partidario de la independencia de Amri ca para 1811 era activo y destacado miembro de la
Sociedad Patritica y en su seno, opuesto a quienes vacilaban ante la posibilidad de la proclamacin de la
independencia de Venezuela. pronunci un elocuente discurso poltico que anunci, en el momento
inaugural de la patria venezol ana, su destino de luchas y de sacri ficios a favor de la independencia de
Amrica.
6

Jos Mara Morelos y Pavn (Valladolid, Espaa, 1765-Mxico, 1815). Se orden presbtero en el ao
1797 y jur en 1808 hacer: la guerra a los enemigos de Amrica. Vincul ado con el padre Miguel
Hidalgo en las tent ativas por la independencia de Mxi co, ste, el 16 de septiembre de 1810 anunci un
levantamiento popular bajo el grito: Viva la Libertad!, Viva la virgen de Guadalupe!, que reuni a
indios, mestizos y criollos. El 19 de octubre, sali Morelos en busca de Hidalgo armado con una es copeta
y dos trabucos y le encontr el 20, le acompa y recibi el nombramiento de: Lugarteniente para las
tierras del Sur y empez a reunir voluntarios en su camino, teniendo un combate formal con l as fuerzas
de la guarni cin de Acapulco. En mayo de 1811, conoci la prisin de Hidalgo y sus compaeros, y
resolvi continuar la lucha. Atac a Tixtla a finales de ese mes. El 15 de agosto, cre la Provincia de
Techan; se present como lugart eniente de Hidalgo y dict medidas de reparto de tierras y mani fest la
intencin de convocar un Congreso Nacional, para acabar con l a es clavitud y con las di ferencias de
clases. Ocup Chilapa, el 19 de agosto, y prepar hasta el mes de noviembre, la organizacin de su
ejrcito e inici su segunda campaa. El ej rcito espaol encabezado por C alleja, sali de Mxi co para
atacar a Morelos y comenz el sitio de Cuautla. Morelos es cribi a su enemigo su celebre frase:
Aunque acabe este ejrcito conmigo, queda an toda la Amrica; el sitio dur ms de 3 meses,
hasta que Morelos logr romper el mismo el 2 de mayo, y al respecto C alleja mani fest: Dmosle
gracias a ese buen clrigo de que nos ha ahorrado la vergenza de levantar el sitio. Morelos emprendi
la tercera campaa, el 1 de junio de 1812. En Citlala, Galeana lugart eniente de Morelos, venci a los
realistas. Los patriotas avanzaron a Tehuacan y a Tlalpujahua. Combati de Orizaba el 29 de octubre.
Morelos fue derrotado en Acultzingo. El 24 de noviembre los patriotas rodearon la ciudad de Oaxaca, y
Morelos entr a la Plaza Mayor y seal: Tenemos en Oaxaca una provincia que vale por un reino,
custodiada por mares. En febrero de 1813, sali a la conquista del Puerto de Acapulco. El 8 de agosto
de 1813, convoc l a realizacin del Congreso Nacional, y elabor un reglamento constitucional para los
trabajos del mismo. El 14 de septiembre de 1813, se instal el primer parlamento constituyente de
Mxico, el Congreso de Anhuac, y Morelos fue elegido Generalsimo, pero indic a los jefes militares
que prefera el epteto de Siervo de la Nacin. El 6 de noviembre de 1813, se aprob la Declaracin del
Acta de l a Independencia de M xico. El 7 de noviembre, Morelos realiz su ltima campaa militar.
Intim, en diciembre de 1813, la rendi cin de Valladolid, pero los patriotas resultaron derrotados.

El gobierno europeo (en Amrica) es ilegtimo porque naci de la injusticia, ya que


tuvo por origen la conquista los impulsos de la sola naturaleza detestan una tirnica
esclavitud una obediencia forzada es vituperable porque slo hace hipcritas y
disimulados. Jos M ara M orelos, Nota al Cabildo de Oaxaca, 25-11-1812.
Nuestra sentencia no es otra que los criollos gobiernen el reino Nosotros hemos
jurado sacrificar nuestras vidas y haciendas en defensa de nuestra religin santa y
nuestra patria hasta restablecer nuestros derechos que trescientos aos ha nos tienen
usurpados Ya no hay Espaa, porque el francs se ha apoderado de ella Ya no hay
Fernando VII, porque l se quiso ir a su casa de Borbn. Jos M ara M orelos, 7?11-1812.
Nuestro designio se reduce a defender la libertad que nos concedi el autor de la
naturaleza Como las Cortes de Cdiz hacer ver a los espaoles europeos que si
ellos tienen por herosmo rechazar el yugo de Napolen, nosotros no somos tan viles y
tan degradados que suframos el suyo y es una extraa pretensin que los insurgentes
tengan miramientos que a ellos no se les guardan. Jos M ara M orelos, M anifiesto a
los habitantes de Oaxaca, noviembre a diciembre 1812.
mas como en el orden de las vicisitudes humanas no es siempre la mayora de la
masa fsica la que decide, sino que es la superioridad de la fuerza moral la que inclina
hacia s la balanza poltica. Simn Bolvar, M anifiesto de Cartagena, 15-12-1812.
los derechos de la patria son ms sagrados que los de cualquier individuo o
corporacin. Jos M ara M orelos al den y Cabildo de Oaxaca, 05-07-1813.
Un continente separado de la Espaa por mares inmensos, ms poblado y ms rico que
ella, sometido tres siglos a una dependencia denigrante y tirnica, al saber el ao 1810
la disolucin de los gobiernos de Espaa por la ocupacin de los ejrcitos franceses, se
pone en movimiento para preservarse de igual suerte y escapar a la anarqua, a la
7
confusin que lo amenaza. Simn Bolvar al Gobernador de Curacao, 02-10-1813.
Nuevament e, perdieron en la batalla de Puruarn, y concluy la cuarta campaa. Los espaoles
alcanzaron la vi ctoria contra los insurgentes en Chichihualco y en el rancho Las Animas, en febrero de
1814. El 29 de marzo, cay en poder de los realistas la ciudad de Oaxaca. En abril, el Congreso se refugi
en Uruapan. Morelos abandon Acapulc, y en junio, se encontraba en Atijo. En enero de 1815, Morelos
se traslad a Ario y fue perseguido por Iturbide. El congreso m exicano se traslad desde Uruapan hasta
Tehuacan. Morelos sigui con su tropa a Tezmalaca. Mientras m archaba hacia Coetzala, Morelos fue
apres ado el 5 de noviembre de 1815. Inici su encarcelamiento y fue conducido en Mxico a los
calabozos de la Inquisicin, el tribunal lo juzg y fue acus ado como hereje. El 27 de noviembre, se le
degrad como sacerdote, y el 28, se le traslad a la crcel de la Ciudadela. Finalmente, el 22 de
diciembre, fue fusilado ste hroe de la independencia latinoameri cana.
La fras e principal evidencia el rompimiento de Morelos con quienes pretendan cons ervar los derechos
del Rey Fernando VII, y rechaz de manera continua cualquier declaracin a favor suya o mencin que se
hiciera del monarca de Espaa en los textos del Congreso Nacional.
7

En ese ao, Bolvar realiz la llamada Campaa Admirable, logrando recuperar importantes
territorios, desde el Occidente hasta Caracas, comenzando la Segunda Repblica venezolana, entre los
meses de marzo y agosto. Recibi en l a ciudad de Mrida, el ttulo de Libertador. Dict el famoso
Decreto de Guerra a Muerte, desesperado intento de uni ficar bajo una sola bandera a los nacidos en
Amrica. Jos Toms Boves, el terrible caudillo realista, se organi z a en los llanos de Venezuela y
empez a castigar ferozmente al ejercito y a las poblaciones patriotas.

La destruccin de un gobierno, cuyo origen se pierde en la oscuridad de los tiempos; la


subversin de los principios establecidos; la mutacin de las costumbres; el trastorno de
la opinin, y el establecimiento en fin de la libertad en un pas de esclavos, es una obra
tan imposible de ejecutar sbitamente, que est fuera del alcance de todo poder
8
humano. Simn Bolvar, M anifiesto de Carpano , 07-09- 1814.
Jams, seor, jams nacin del mundo, dotada inmensamente de extensin, riqueza y
poblacin ha experimentado el ignominioso pupilaje de tres siglos, pasados en una
absoluta abstraccin, privada del comercio del universo, de la contemplacin de la
poltica, y sumergida en un caos de tinieblas.. Simn Bolvar, Discurso de instalacin
del gobierno de las Provincias Unidad de la Nueva Granada (Colombia), 23-01-1815.
Yo deseo ms que otro alguno ver formar en Amrica la ms grande nacin del mundo,
menos por su extensin y riquezas que por su libertad y gloria.. Simn Bolvar, Carta
9
de Jamaica, 06-09-1815 .
Hasta cundo esperamos declarar nuestra independencia! No le parece a usted una
cosa bien ridcula acuar moneda, tener el pabelln y cocarda nacional, y por ltimo
hacer la guerra al soberano de quien en el da se cree dependemos? Qu nos falta ms
que decirlo? Los enemigos (y con mucha razn) nos tratan de insurgentes, pues nos
10
declaramos vasallos.. Jos de San M artn a Toms Godoy, 12-04-1816.
8

Simn Bolvar, testigo de las dificultades y contradicciones de la lucha independentista, conoci las
carencias de los individuos y los pueblos envilecidos por las cadenas de la escl avitud. La constatacin de
esta realidad y el propsito magno de su gran empresa de: crear una sociedad nueva, le hizo advertir a
tiempo la necesaria relacin entre la libert ad y la virtud, la libertad y la educacin, la libertad y la moral,
que sintetiz en su celebre expresin: moral y luces son nuestras primeras necesidades. Es por ello que
no solo intent y logr vencer con los ejrcitos o establecer gobiernos de inspiracin republicana, sino
que, adems, procur forjar una Repblica consustanciada con su tiempo y con el porvenir que espera
para Am rica. Al no lograr la plenitud del sueo, su gran sueo libert ario, exclam am argam ente al final
de sus das que: La independencia es el nico bien que hemos alcanzado.
9

Bolvar anticip l a necesidad de confo rmar la unidad de la Am rica Latina y lo apreci desde los
primeros aos de la lucha independentista al concebir la uni ficacin de Venezuela y de la Nueva Granada,
y, el 15 de diciembre de 1812, en el llamado Manifiesto de Cartagena, se refi ri a los mutuos esfuerzos
de estas provinci as para lograr l a independencia y evoc: las races de la libertad de Colombia, idea y
nombre de una gran patria que plani fi c Miranda y que Bolvar concret el 17 de diciembre de 1819.
Pens en la unidad del todo el continente, pero la realidad le obligara a concebir federaciones y
confederaciones de pases. No obstante sus es fuerzos s e impuso finalmente la s eparacin y el localismo.
El 1826, convoc el Congreso de Panam, como entidad de todo el continente con el fin de alcanzar,
antepuesta a l as ambiciones colonialistas, la influencia y presencia poltica de las nuevas repblicas del
Nuevo Mundo y establecer lo que denomin: el equilibrio del Universo.
10

Jos de San Martn (Yapey, Argentina, 1778- Boulogne-sur-m er, Francia, 1850). Libert ador de
Argentina y Chile y Protector del Per (1821-1822). Comenz su carrera militar a los 11 aos de edad en
el regimiento Murcia, en Espaa, en el ao de 1789. Particip en acciones militares como part e del
ejrcito realista en el Nort e de frica, contra Portugal y en de Gibraltar y Cdiz. Actu en la Guerra de
Independencia de los espaoles contra la invasin de Napolen Bonaparte a la pennsula, y se destac en
la batalla de Bailn el 19 de julio de 1808, donde fue ascendido al grado de teni ente coronel. Luego de
varias acciones y campaas, en cont acto con los crculos liberales y revolucionarios conformados a favor
de la independenci a de Amrica del Sur, entre ellos el fundado por Francisco de Miranda, renunci en
1811 al ejrcito realista y regres en 1812 a Buenos Aires, donde se incorpor a la causa patriota. El 3 de
febrero de 1813, se enfrent a los espaoles en el combat e de San Lorenzo a orillas del ro Paran. Fue
designado para dirigir el Ejrcito del Norte y empez a concebir el plan de la Campaa de los Andes
para la liberacin de Chile y el Per. Este plan fue aprobado por Juan Martn de Pueyrredn, director

La causa de los pueblos no admite la menor demora.. Jos Gervasio Artigas.


Corra usted el velo a la preocupacin y su sentimiento ntimo reconocer en la serie de
los sucesos del Nuevo M undo los verdaderos agentes de las desgracias que los afligen,
ver usted entonces que la Amrica ha tomado las armas para defenderse despus que
sus sacrificios recibieron por premio la ingratitud de los gobiernos insurgentes que
rigieron la Pennsula desde 1808 despus que cada uno de stos disput y sancion el
derecho de dominarla y despus que sus reclamos justificados por la opinin de las
naciones cultas fueron rechazados como un crimen.. Jos de San M artn a Joaqun de la
Pezuela, Virrey del Per, posiblemente del mes de julio de 1817.
Siempre es grande, siempre es noble, siempre es justo, conspirar contra la tirana,
contra la usurpacin y contra una guerra desoladora e inicua. El hombre de honor no
tiene ms patria que aquella en que se protegen los derechos de los ciudadanos y se
respeta el carcter sagrado de la humanidad. Simn Bolvar a Francisco Doa, 2708-1820.
Un encadenamiento prodigioso de circunstancias ha hecho ya indudable la suerte
11
futura de Amrica. Jos de San M artn , 20-09-1822.

supremo, el 9 de julio de 1816, y el 12 de enero de 1817, inici el clebre Cruce de los Andes
dirigindose hacia Chile, lo cual represent una de las ms brillantes acciones militares de la historia de la
independencia surameri cana, y al sobrepas ar las montaas, venci en la Batalla de Chacabuco, el 12 de
febrero. Derrot ados los patriotas en Cancha Rayada, se efectu la batalla de Maip, el 5 de abril de 1818,
y alcanzaron la liberacin de Chile. Luego que las di ficultades polticas del Directorio de la Provincias
Unidas en Argentina retardaron l a ej ecucin de l a Campaa del Per, se embarc San Martn desde
Valparaso haci a este pas, con un ejrcito de 4.500 hombres integrantes del Ejrcito de los Andes y del
Ejrcito de Chile; lleg al puerto de Pisco, el 8 de septiembre de 1820, y sigui a Huacho para estrechar el
cerco a Lima. El favorable alzamiento del regimiento realista Numanci a, propici la ocupacin de Lima
y, el 28 de julio de 1821, San M artn declar la independencia del Per y fue nombrado Protector,
gobernando part e del pas desde el 3 de agosto de 1821 y hasta el 20 de s eptiembre de 1822. Entre los
das 26 y 27 de julio de ste ao, se realiz la clebre entrevista de Bolvar y San Martn en la ciudad de
Guayaquil, localidad incorporada a l a Gran Colombia, y luego de la misma, el hroe argentino resolvi
retirars e del ejrcito y de la vida poltica hasta su muerte en Francia en el ao de 1850.
El texto principal recoge el sentimiento antiespaol de San Martn, que al igual que Bolvar y otros
precursores y libertadores, expresa la categrica determinacin hacia la independencia y que se expuso,
posteriormente, en el Manifiesto al Mundo del Congreso Constituyente de las Provincias Unidas, en
Tucumn, en el ao 1817. Espaa haba acabado, luego de la guerra de independencia de la pennsula
contra Bonaparte, con sus propias iniciativas regeneradoras al derogar la Constitucin Liberal y con el
regreso otra vez al poder de Fernando VII en el ao de 1814. La caus a de la independencia, tal como
sealara Artigas, ya no admita: la menor demora.
11

San Martn haba presentado el 10 de s eptiembre de 1822 su renuncia ante el Congreso peruano y
manifestaba su des eo de retirars e a la vida privada, cons ciente de su honrado sacri ficio a la caus a de la
libertad y dispuesto a recibir el juicio de la historia. Varios acont ecimientos polticos y militares
auspiciaban el triunfo de los patriotas en Suram rica, al habers e completado l a liberacin definitiva de la
Gran Colombia y al derrot arse los ltimos reductos realistas en Maracaibo y Puerto C abello. Bolvar
haba vencido en Bombon y Sucre en Riobamba y en Pichincha, asegurando en esta ltima batalla la
liberacin del Ecuador. Bolvar, luego de su entrevista con San Martn en Guayaquil, se dispuso a asumir
la difcil Campaa del Per. Los Estados Unidos hacen, en su momento, un acto de formal
reconocimiento a los nuevos Estados latinoamericanos.

La naciones extranjeras fijas sus miradas sobre nuestra conducta; nuestra conducta
poltica va pues a decidir nuestra suerte, porque nada importara que inmensos
sacrificios y un constante estado de guerra pudiesen mantener nuestra independencia, si
no estando apoyada por el reconocimiento de otras naciones existisemos por solo
nosotros. Es preciso vivir con el gnero humano y Colombia conseguir la exaltacin a
que es digna sobre la tierra, si unidos por las leyes, unidos por los corazones y
sosteniendo los principios fundamentales del estado, manifestamos a los hombres que
nuestras pretensiones a la libertad y a la independencia de nuestra patria no estn
envueltas en los principios trabadores que detienen o retrogradan la marcha de los
12
estados. Antonio Jos de Sucre , 01-10-1822.

12

Antonio Jos de Sucre (Cuman, Venezuela, 1795- Berruecos, Colombia, 1830). Naci en Cuman,
Venezuela, miembro de familia distinguida, y a partir de los 15 aos, se integr decididamente a la lucha
por la independencia en el Ejrcito de Oriente al mando de Santiago Mario y de Jos Francisco
Bermdez, y muy pronto se distingui por su valor, lealtad y patriotismo. Hombre de altos principios y
conducta intachabl e, propici en entendimiento entre los patriotas y superar las disputas por la autoridad y
por el poder, y fue reconocido como conciliador por Simn Bolvar. Particip en distintas acciones y
batallas en Venezuela, y qued de manera directa bajo las rdenes del Libertador. Form parte de la
comisin negociadora de los clebres: Tratados de Armisticio y de Regularizacin de la Guerra,
antecedentes destacados del Derecho Humanitario aplicado a la guerra, suscritos finalment e por Simn
Bolvar a nombre de los patriotas y por don Pablo Morillo a nombre de los realistas. El Libertador
incorpor a Sucre en el desarrollo de la Campaa del Sur de Colombia, donde asumi las ms importantes
y complejas responsabilidades militares, polticas, diplomticas y administrativas. Alcanz la
independencia del Ecuador en l a batalla de Pichincha, en 1822, y tramit con xito la anexin de
Guayaquil a la Repblica de Colombia. Se adelant a Bolvar en las relaciones con el gobierno del Per y
particip, de manera destacada, en la Campaa del Per, y le correspondi dirigir, no obstante la ausencia
de Bolvar, la clebre batalla de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824, con la que as egur la
independencia del Per y la liberacin de Amrica del Sur. En homenaje a sus sobresalientes mritos,
recibi el ttulo de: Gran Mariscal de Ayacucho. Como consecuencia de sta brillante jornada, march
el general Sucre al territorio del Alto Per, lo asegur como territorio liberado y convoc la Asamblea
Constituyente del Alto Per, de la cual nace, bajo los auspicios del Libert ador Bolvar, la Repblica de
Bolivia (que s e llam primero Bolvar), en la que permaneci el Gran Mariscal de Ayacucho como
Presidente hasta el ao 1828. Su gobierno fue reconocido como progresista y de alto significado histrico
y republicano, hasta que las intrigas de sus enemigos y los de Bolivia, adversos a la poltica del
Libertador, auspici aron el llamado: Motn de Chuquisaca, en el cual resulta herido Sucre y propici la
invasin por parte del ej rcito del Per al territorio de Bolivia, bajo el falso propsito de proteger la vida
de Sucre. Deseoso de retirarse a la vida privada, el Mariscal viaj a Quito, donde se reunir a con su
esposa Mariana Carcel en, Marquesa de Solanda, y tuvieron una hija. Como resultado de la invasin de las
fuerzas peruanas conducidas por los generales Lam ar y Gamarra al territorio de Ecuador, Sucre los
derrota en la batalla de Tarqui, en 1829, salvando l a integridad y l a independencia del Sur de Colombia.
Al poco tiempo, nuevamente las urgencias polticas de Colombia dispusieron de su presencia en
Colombia, fue electo Presidente del Congreso Admirable en Bogot, y se le consideraba como el sucesor
del Libertador Bolvar. Intent impedir la separacin de Venezuela de la Gran Colombia, y parti en
nombre del Congreso hacia aquel pas para negociar con el gobierno de hecho del general venezolano
Jos Antonio Pez, no logrando persuadir a los comisionados con respecto al mantenimiento de la unidad
de la Gran Colombia. Identifi cado como un militar afecto al Libertador y pos eedor de ms alto prestigio
militar y poltico, los enemigos de ste planificaron su asesinato, el cual se concret el 4 de junio de 1830,
en la montaa de Berruecos, Colombia, considerado el crimen ms vil de la historia de la Amrica Latina.
Tal y como lo seal a el t exto principal, Sucre auspici el derecho de las naciones de Amrica Latina al
reconocimiento internacional de su independencia; s e opuso a los intentos colonizadores de l a Santa
Alianza; apoy decididament e como Presidente de Bolivia la realizacin del Congreso de Panam y en
cumplimiento de sus objetivos, defendi la independencia y soberana de Bolivia ante sus vecinos Brasil,
Argentina y Per. En todo momento Sucre procur en el entendimiento con ste pas para evitar al
confrontacin militar entre pueblos hermanos del continente.

10

Ya tiene usted reconocida nuestra independencia por la Inglaterra; la obra es concluida,


y los americanos comenzarn ahora el fruto de sus trabajos y sacrificios: esto es, si
tenemos juicio y si doce aos de revolucin nos ha enseado a obedecer, s, seor, a
obedecer, pues sin esta circunstancia no se puede saber mandar.. Jos de San M artn a
13
Vicente Chilavert, 01-01-1825 .
he tenido una verdadera satisfaccin al saber el levantamiento del injusto bloqueo
con que nos hostilizaban las dos primeras naciones de Europa; esta satisfaccin es tanto
ms completa cuanto el honor del pas no ha tenido nada que sufrir. Jos de San
M artn a Juan M anuel de Rosas, 02-11-1848.
II-La Felicidad de la Patria
M i nica mira, hoy como siempre, es promover la felicidad y la libertad de mi pas (la
Amrica del Sur, excesivamente oprimida). Francisco de M iranda a William Pitt,
0528-01-1791.
En cuanto a mi persona ella est siempre al servicio de la Patria, por sta tengo hechos
ya tantos sacrificios que sera absurdo ahora el abandonar la empresa; cualquier puesto
que se seale ser para m muy aceptable y honroso, con tal que todo el mundo marche
al mismo y nico fin de nuestra Libertad e Independencia.. Francisco de M iranda, 3112-1799.
Nuestro principal objetivo es la independencia del Continente Colombiano, para alivio
de todos sus habitantes, y para refugio del gnero humano.. Francisco de M iranda,
proclama a los habitantes de Aruba, Aruba, 19-08-1806.
en defensa de los sagrados derechos y soberana del pueblo colombiano.
Francisco de M iranda a la Junta Suprema del Nuevo Reino de Granada, 22-01-1811.
El tiempo har ver que mi pasin dominante es la felicidad de mi Patria, desnudo de
todo inters personal. Antonio Nario al Tribunal de Gobierno de Santa Fe de
Bogot, 17-04-1811.
El patritico entusiasmo del paisanaje es general De modo que a los tiranos no les
queda mas recurso, que el triste partido de la desesperacin. Jos Gervasio Artigas a
la Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Ro de la Plata, 21-04-1811.
Solo aspiro al bien de mi patria, en la justa causa que sigo; y si algn da los
americanos del sud nos vimos reducidos al abatimiento, hoy estamos resueltos a hacer
valer los derechos que los tiranos mandones nos tenan usurpados. Jos Gervasio
Artigas a Antonio Pereira, 10-05-1811.
Cuando la Amrica por un ras go de virtud sublime quebrant las cadenas de la
opresin peninsular, jur a la patria sacrificarlo todo por arribar al triunfo de aquel
glorioso empeo. As es que desde entonces debi de desaparecer de entre nosotros el
13

En este tiempo el general San Martn se encontraba en Bruselas, y aoraba verse fuera de los ataques y
las intrigas polticas que an le envolvan a ms de: 2500 leguas. Expres su inters en la educacin de
su hija y su esperanza de que concluida la independenci a del Per y de Amrica, privas e el juicio de los
pueblos y los gobernantes para regir sus destinos.

11

ocio, la indiferencia, la molicie, y todo cuanto poda enervar la fuerza de aquella


valiente resolucin. Jos de San M artn, 02-04-1815.
Lo nuestro ya es nuestro y para nuestros hijos, para que tengan una fe, una causa y una
bandera, bajo la cual todos juremos morir antes que ver la patria oprimida.. Jos M ara
M orelos, conversacin con Andrs Quintana Roo, 13-09-1813.
El Jefe de los Orientales ha manifestado en todo tiempo que ama demasiado a su
Patria para sacrificar este rico patrimonio al bajo precio de la necesidad.. Jos Gervasio
Artigas a los Comisionados Durn y Gir, 26-12-1816.
"Despliguense las ideas que harn feliz la Amrica del Sur. Sea ella libre de
extranjeros, desterremos de nuestro suelo hasta el polvo del antiguo despotismo y la
posteridad agradecida en sus bienhechores el mrito de su felicidad". Jos Gervasio
Artigas al Cabildo de Santa Fe, 30-09-1818.
la felicidad consiste en la prctica de la virtud.. Simn Bolvar, Discurso de
Angostura, 15-02-1819.
todo lo sacrificar al bien de la patria que tanto nos cuesta. Antonio Jos de
Sucre, 26-05-1819.
yo siento en mi alma el santo respeto que inspiran el honor y las leyes a los
ciudadanos a quienes la suerte ha puesto en sus manos la espada que defienda la
inocencia y la patria. Antonio Jos de Sucre, 23-03-1822.
M i ambicin es la felicidad de Venezuela y de la Amrica toda, si fuera posible..
Simn Bolvar al general Jos Antonio Pez, 23-12-1826.
Primero el suelo nativo que nada; l ha formado, con sus elementos nuestro ser;
nuestra vida no es otra cosa que la esencia de nuestro pobre pas. All se encuentran los
testigos de nuestro nacimiento, los creadores de nuestra existencia y los que nos han
dado alma por la educacin. Los sepulcros de nuestros padres yacen all y nos reclaman
seguridad y reposo; todo nos recuerda un deber, todo nos excita sentimientos tiernos y
memorias deliciosas; all fue el teatro de nuestra inocencia, de nuestros primeros
amores, de nuestras primeras sensaciones y de cuanto nos ha formado.
Qu ttulos ms sagrados al amor y a la consagracin?. Simn Bolvar a Andrs de
Santa Cruz, 26-10-1826.
Cuando se trata de la defensa de la patria nada hay reservado; y no dudo que los
ciudadanos se presten todos a socorrer al ejrcito. De mi parte nada tengo que ofrecerle
sino mi persona; pero gobierno los bienes de mi mujer y con ellos puedo auxiliarlo.
Antonio Jos de Sucre al general Juan Jos Flores, 18-12-1828.
M i oferta no es un cumplimiento; porque cuando se trata de defender la patria
ningn sacrificio es sacrificio.. Antonio Jos de Sucre a Juan Jos Flores, 18-12-1828.
Cundo la patria iba a perecer, poda yo vacilar?. Simn Bolvar, M ensaje al
Congreso Admirable, 20-01-1830.

12

..el mejor gobierno no es el ms liberal en sus principios, sino aquel que hace la
felicidad de los que obedecen.. Jos de San M artn al general F.A. Pinto, 26-09-1846.
III- Generosidad y Desprendimiento
El dinero no ha sido nunca objeto de mis preocupaciones, como V. puede estar
convencido de ello por el rechazo que he hecho de los empleos y dignidades que el
soberano ms magnnimo e insigne del mundo ha tenido la bondad de ofrecerme a su
servicio, ocupado como estoy en un objeto por encima de cualquier inters personal.
14
Francisco de M iranda a William Pitt , 17-03-1792.
15
ellos vuelven a su Patria con sus bienes, y quiz a ser premiados por su Gobierno ,
mientras yo vuelvo a la ma sin bienes, sin honor, a ver quiz expirar a mi esposa
agobiada de pesadumbres No es esto querer recompensa por padecimientos, no; estoy
muy lejos de solicitarla, ni quererla: las deudas que se pagan quedan reducidas a cero,
yo tengo una complacencia inexplicable en que mi Patria me deba.. Antonio Nario al
Tribunal de Gobierno de Santa Fe de Bogot, 17-04-1811.

pero si en las circunstancias actuales V.E. an no quiero o mejor dicho no puede


liberar a la patria le hemos de juz gar tan tirano y tan injusto que por su solo capricho
no ha de llevar a bien el que otro la liberte? De ningn modo, porque eso sera una
ignominia para V.E.. Jos M ara M orelos, 05-08-1813.
No slo en la Amrica, toda, sino aun las potencias extranjeras estn bien persuadidas
de que mis mayores glorias han consistido en ser, con mis enemigos, generoso, no por
16
mera poltica e hipocresa, como Csar, sino por inclinacin y carcter . Jos M ara
M orelos a Carlos M ara Bustamante, 17-10-1813.
14

Miranda intent dejar muy a salvo ante el Primer Ministro Pitt la diafanidad de su conducta y sus
sentimientos patriticos no sujetos a transacciones. Algunos gobiernos protectores dispusieron a su favor
ayudas pero no acept compromet er su dignidad. Las relaciones con el Primer Ministro se dificultaron en
diversos momentos, ante las dilaciones del gobierno ingles para definir una postura, atender sus
peticiones y establecer una franca disposicin en el apoyo a los planes liberadores del Precursor.

15

Nario denunci actos de despojo y de la avarici a de algunos gobernantes en las Indias cont ra los
pueblos de Amrica, que bien pudo percibir de cerca durante su servicio a la colonia. De la misma
manera, el pat riota colombiano Camilo Torres, en su conocido: Memorial de Agravios, de 1809,
advirti sobre estos terribles vicios al denunciar que: Los gobernantes de la Amrica, principalmente los
que ocupan sus altos puestos, han venido todos, o los ms, de la metrpoli; pero con ideas de volverse a
ella a establecer su fortuna, y a seguir la carrera de sus empleos. Los males de las Amricas no son para
ellos, que no los sienten; disfrutan slo sus ventajas y comodidades..
16

Esta conducta de Morelos fue similar en otros m agnos hroes, en procura de mitigar los rigores de l a
guerra y alcanzar el ent endimiento de los enemigos sobre l as justificaciones de la causa de Amrica a su
independencia y obtener la paz entre los contendientes.
Miranda, reclam ando justicia -desde la prisin de La Carraca-, a Fernando VII, luego que Domingo de
Monteverde al infringiera la Capitulacin celebrada en Venezuela, le expuso al Monarca: he sido el
primero (sino acaso el nico) de los jefes y magistrados principales de nuestras Amricas, que
hallndose investidos con una autoridad absoluta, hubiese propuesto y llevado a debido efecto en los
tiempos que gobernaron las llamadas Cortes, una pacificacin honrosa, y una reunin sincera con la
Madre Patria.
De la misma manera Bolvar, en 1815, invit al general espaol Pablo Morillo, que efectuas e el
reconocimiento de la Repblica de Colombia y: a aclarar la materia de la guerra de Amri ca, e
inclusive solicitar al propio Rey de Espaa, durant e la pres encia del gobierno liberal en Espaa, el 24 de
enero de 1821, que aceptase la existencia de Colombia y admitiera: acoger con indulgencia los

13

Yo no soy vendible, ni quiero ms premio por mi empeo que ver libre mi nacin..
Jos Gervasio Artigas.
El vencedor de Chacabuco y M aip, el hijo primero de la Plata, ha olvidado su propia
gloria al dirigirme sus exagerados encomios; pero ellos le honran porque son el
testimonio ms brillante de su bondad y propio desprendimiento. Simn Bolvar a Jos
de San M artn, 10-01-1821.
Resuelto a no traicionar mis propios sentimientos y los grandes intereses pblicos,
same permitido manifestar que la distinguida clase a que el Congreso se ha dignado
elevarme, lejos de ser til a la Nacin, si la ejerciera, frustrara sus propios
17
designios. Jos de San M artn , 20-09-1822.
Renuncio desde luego la pensin de treinta mil pesos anuales que la munificencia del
congreso ha tenido la bondad de sealarme; yo no la necesito para vivir, en tanto que el
18
tesoro pblico est agotado.. Simn Bolvar al Presidente del Congreso , 09-01-1824.
mi posicin actual es tan rara que no tengo para vivir, siendo a la vez presidente de
19
Colombia y dictador del PerAs es que estoy pidiendo dinero prestado . Simn
Bolvar, 20-12-1824.
clamores de la naturaleza, que no eran otros que los de los pueblos y de la historia. Finalmente Sucre,
por su parte, antes de triunfar en la bat alla de Pichincha y glorifi cars e en Ayacucho, ofreci a sus
contendientes posibilidades de paz y luego de las victorias militares, sus capitulaciones fueron modelos de
honra y dignidad para con el vencido; de la misma manera San Martn ofreci al Virrey Pezuel a,
advenimientos para aceptar la realidad de la liberacin y la conveniencia de la paz.
17

El desprendimiento de San M artn se mani fest muchas veces, y fue reconocido por Bolvar al
enfrentar las ingratitudes del gobierno y las ambiciones de los hombres. La renuncia de San Martn al
mando del Per y a continuar en el destino pblico, en medio de adversarios y enemigos, fue evocado por
el Libertador como un digno modelo a seguir, en los angustiantes momentos en que, agobiado del poder,
aspiraba concluir sus funciones. Comprometido con el destino de su obra y con el respaldo de los pueblos,
Bolvar ejerci la carrera pblica en medio de las convulsiones de una Am rica que no alcanzaba
entonces la estabilidad de sus gobiernos, la unidad entre los pases y el apego a sus instituciones, en un
marco de verdaderos derechos y garantas ciudadanas. Un juicio sobre el noble sentido y propsitos en el
ejerci cio del poder que inspiraron a Bolvar, nos los seala el reconocido historiador venezolano Don
Vicente Lecuna al expresar: Deseoso de hacer el bien no rechazaba el mando, como el general San
Martn, pero esta circunstancia no es condicin obligada de grandeza, ni de honradez, como pr etenden
historiadores adocenados; Bolvar amaba el poder como medio de trabajar por el bien de sus
conciudadanos, y si se quier e por ambicin de gloria. Creer que no se puede s er grande, noble,
abnegado sino a la manera del general San Martn es un craso error. El espritu humanos presenta un
infinito nmero de tipos morales e intelectuales, apstoles, guerreros, polticos, santos, profetas,
diferentes entre s, por el modo o la forma de sentir, de obrar, de hacer el bien..

18

En muchos momentos, Bolvar confront di fi cultades econmicas y, cuando era preciso, renunci aba a
los sueldos y premios otorgados por los gobiernos. Era un hombre desprendido, dadivoso y generoso. Sus
bienes los reparti ent re sus hermanas en el ao 1827, y conserv como ni ca herencia propiedad de su
familia desde 1630, la mina de Aroa para con su benefi cio poder ir nuevam ente a Europa. A su muerte se
constat que no dispona de otros patrimonios y que haba sabido ser un hombre y gobernante honrado.
19
La honradez, el desprendimiento y la probidad del Libertador Bolvar, Libertador, gobernant e y
fundador de naciones, fue proverbial. De la misma manera Sucre, Presidente en Bolivia, testimoni la
insuficiencia de sus bienes y su futura dep endencia de los recursos de su mujer. San Martn, de la misma
manera, sufri difi cultades econmicas durante su voluntario exilio, concluida su obra libertaria en el
Per, y recordaba los difciles aos de estrechez que tuvo que vivir en Europa.

14

una corona de orodestinada a un cumans que ha venido a obtenerla combatiendo


constantemente por la libertad bajo las armas de Colombia, a dos mil leguas de su
patria. Antonio Jos de Sucre, Donacin de la corona de oro a la M unicipalidad de
Cuman, 01-10-1825.
20
Ya el escndalo os habr instruido de la noche del 25 de septiembre : algunos
desgraciados recibieron la muerte y otros se han salvado por un perdn generoso. No he
podido desor los consejos de la clemencia aun en favor de mis asesinos.. Simn
Bolvar a los Colombianos, 12-11-1828.

Quisiera tener una fortuna material para dar a cada colombiano; pero no tengo nada: no
tengo ms que corazn para amarlos y una espada para defenderlos.. Simn Bolvar a
Jos Rafael Revenga, 17-11-1828.
Es preciso que Colombia se desengae y que tome su partido, porque yo no la puedo
mandar ms.. Simn Bolvar al general Daniel Florencio OLeary, 13-09-1829.
A mi regreso del Per (y no a mi retirada como dice el Argos) yo no trepid en
adoptar un plan que al mismo tiempo que lisonjeaba mi inclinacin pona a cubierto de
toda duda mis deseos de gozar una vida tranquila que diez aos de revolucin y guerra
me hacan desear con anhelo. Jos de San M artn a Vicente Chilavert, 01-01-1825.
Entonces fue cuando se me manifest una verdad que no haba previsto, a saber: que
yo haba figurado demasiado en la revolucin para que me dejasen vivir en
tranquilidad. Conoc que mi posicin era falsa y que a la guerra de pluma que se me
haca yo no poda oponer otra que esta misma arma, para mi desconocida; en lucha tan
desigual decid abandonar mi fortificacin y a adoptar otro sistema de operaciones. He
aqu mi primer plan destruido. . Jos de San M artn a Vicente Chilavert, 01-01-1825.
Por lo expuesto no s ya qu lnea de conducta seguir, pues hasta la de desesperarme
de las grandes capitales y vivir oscurecido en sta, no ponen a cubierto de los repetidos
ataques a un general que, por lo menos, no ha hecho derramar lgrimas a su patria.
Jos de San M artn a Vicente Chilavert, 01-01-1825.
21
Una bonita casa de campo y unos buenos libros satisfarn todas mis ambiciones. .
Antonio Jos de Sucre a Francisco de Paula Santander, 27-12-1826.

20

En Bogot los enemigos del Libertador atentaron contra su vida pero la salva milagrosamente graci as a
su valerosa compaera Manuelita Senz (Quito, 1797 Paita, Per, 1856), Bolvar otorg el perdn a
varios de los implicados, instigadores, cmplices y responsables del vil hecho, entre ellos su antiguo
Vicepresidente de Colombia, el general Francisco de Paula Sant ander. Una descripcin de su condicin
moral nos la ha l egado el general Joaqun Posada Gutirrez, cuando expres: Bolvar no saba guardar
rencores, fcilmente perdonaba y olvidaba los agravios; jams olvid los beneficios; Bolvar fue grande
en todo..
21
Sucre procur ciertamente ese retiro a su regreso de Bolivia al residenci arse en Quito con su aorada
esposa, encargado de la organizacin de sus propiedades y hacienda. El hroe as eguraba, una vez ms, su
rechazo a l a vida poltica y sus deseos de permanecer fuera de ella. Sin embargo, las amenazas de la
invasin del Per al Ecuador y la convocatoria del Congreso Admirabl e le obligaron asumir su ltimo y
fatal sacri fi cio.

15

Voy a hablar a usted de mi situacin; ella es bien triste en el da: a mi llegada a Europa,
puse en los fondos del Emprstito del Per, no slo los quince mil pesos que se me
haban librado a cuenta de mi pensin, sino seis mil pesos ms de mi dinero, para con
sus rditos, unido a lo que me produca mi casa en Buenos Aires, para sostenerme en
este pas hasta la conclusin de la educacin de mi hija. El Per suspendi el pago de
los dividendos; mi renta de la finca de Buenos Aires es nominal, pues con la circulacin
del papel moneda y la guerra con el Brasil est el cambio sobre Londres a 16 peniques,
en lugar de 50 a que estaba anteriormente; en tan triste situacin, y para sostenerme
oscuramente, he tenido que vender a un vil precio los veintin mil pesos expuestos, no
quedndome en el da recurso alguno para subsistir, ni ms arbitrio que la pensin de
nueve mil pesos anuales que me tiene sealada el Congreso del Per.. Jos de San
M artn a Bernardo OHiggins, 20-01-1827.
Nuestro Quito est tranquilo: algn da viviremos como filsofos, no como soldados;
22
pero an no es tiempo . Juan Jos Flores a Antonio Jos de Sucre, 24-09-1827.
Para emprender mi marcha he pedido a Rosita seiscientos pesos, que con los
cuatrocientos que Ud. me dio antes, son mil cabales. Para cubrir a Ud. estos mil pesos,
dejo en poder de Rosita una letra de un mil pesos contra don Cristbal Armero en
Guayaquil; otra de quinientos contra Vicente Roca y otra orden para que el Coronel
M anuel Antonio Luzrraga remita a Ud. una cajita que me tiene con unas piezas de oro,
y cuyo peso es de ochenta a ochenta y cinco onzas. Aunque estas piezas de oro
corresponden al Coronel M orn, corren ya en mi cuenta y l cobrar su valor a Vicente
23
Roca, as es que las he tomado .Antonio Jos de Sucre al coronel Vicente Aguirre, 1301-1829, endeudamiento del M ariscal Sucre por acudir a la defensa del Sur de
Colombia (Ecuador) en la guerra contra el Per de los generales Gamarra y Lamar.
Despus de lo expuesto, queda pendiente el porqu me voy, siendo as que ninguna de
las dos razones que usted cree, son las causales de mi regreso a Europa. Varias tengo,
pero las dos principales son las que me ha decidido a privarme del consuelo de por
ahora estar en mi patria la primera, no mandar; la segunda, la conviccin de no poder
habitar mi pas, como particular, en tiempos de convulsin, sin mezclarme en
24
divisiones. . Jos de San M artn, borrador, abril de 1829.
22

Contrario a la determinacin del Mariscal Sucre a no involucrarse ms en el ej erci cio del m ando
poltico o militar, Juan Jos Flores, venezolano (Puerto Cabello, Venezuela 1800- Puna, Ecuador, 1864),
ejerci en varias oportunidades la Jefatura Suprema en el Ecuador, entre los aos 1830 y 1845.
Conocedor de la grandeza y del prestigio del Mariscal Sucre, quien aspiraba permanecer en Quito,
observaba su presencia con una gran rivalidad a juzgar por sus frecuentes escritos a Bolvar sobre los
actos del Maris cal de Ayacucho, ya prximo a abandonar Bolivia y regresar al Sur de Colombia. No
existiendo evidencia demostrada de su involucramiento en el asesinato de Sucre, algunos historiadores
colombianos le atribuyen, sin embargo, haber sido uno de los beneficiarios de aquella muerte.
23

Entre las admirables muestras de patriotismo que distinguieron las acciones de los grandes Libertadores
de Amrica, Miranda, Bolvar, San M artn, Artigas, Morelos y otros, Sucre asumi su deber, sin
ambiciones, tan solo por salvar la integridad de Colombia cuando en la batalla de Turqu, derrot la
ambicin de los generales peruanos Lamar y Gamarra, sin disponer de recursos del Estado sino de sus
propios bienes.
24

Ante la polmica y las conjeturas sobre los verdaderos motivos de la salida de San Martn de la guerra
independentista y su renuncia al mando en el Per, entre las cuales figuraron la supuesta e incierta
negativa de Bolvar de ofrecer auxilio militar para el trmino de la campaa, el ilustre argentino finiquit
la disputa al afirmar que no quera continuar en el mando y ms en un pas en continua violencia, divisin
y anarqua.

16

Si no tuviese esta hija, yo sabra soportar hasta la ltima necesidad. Jos de San
M artn a Bernardo OHiggins, 20-03-1831.
IV- La Libertad
Que yo me haya unido a los defensores de la libertad no debe asombrarle, ya que Ud.
sabe que es mi divinidad favorita: y que yo me he consagrado a su servicio, mucho
antes de que Francia pensara en ocuparse de ellaPero, lo que ms fuertemente me ha
inducido, es la esperanza de poder ser un da til a mi pobre patria, a la que yo no puedo
abandonar.. Francisco de M iranda al Conde Woronzoff, 30-08-1792.
Parece que el momento de nuestra Emancipacin se acerca y que la instauracin de la
Libertad en todo el Continente del Nuevo M undo nos est confiada por la Providencia..
Francisco de M iranda a Alexander Hamilton, 06-04-1798.
me jacto de que l tampoco nos rehusar al tratarse de la verdadera Libertad a la que
todos amamos, as como la felicidad de sus compatriotas de Per y M xico.. Francisco
de M iranda a Alexander Hamilton, 06-04-1798.
La emancipacin de la Amrica espaola, solicitada desde hace ms de 18 aos por la
casi totalidad de los habitantes del pas, es una empresa poltica que nunca podra
llevarse a cabo con mayor posibilidad de xito, como en las circunstancias actuales. En
el momento en que casi todos los puertos espaoles y franceses se encuentran
bloqueados y cuando la Amrica Septentrional, abiertamente declarada contra Francia y
por consiguiente contra Espaa, su aliada, est del todo determinada de acuerdo con la
Gran Bretaa, a ocasionar cuantos daos sea posible a las dos potencias enemigas, qu
medio ms fcil y al mismo tiempo ms poderoso para alcanzar esta meta deseada, que
la de separar de Espaa una vasta extensin territorial, cuya poblacin pasa de
15.000.000 de almas y cuyo producto y riqueza constituyen una masa de recursos, que
en contrapartida debe beneficiar a Francia, en cuyos intereses Espaa se ha arrojado
25
ciegamente?. Francisco de M iranda, Plan M ilitar elaborado en Londres, 08-1798 .
El amor a la Libertad por la cual tantos y tantos sacrificios hice en otras partes, me
indujo a que me negara a vivir en mi pas natal, quizs el ms oprimido de todos los de
la Tierra. Francisco de M iranda a Napolen Bonaparte, 29-01-1800.
Ojal! Los dones de la libertad se extiendan a cuantos de nuestros semejantes la
anhelan. Francisco de M iranda a Napolen Bonaparte, 29-01-1800.
invariable Resolucin de morir por la Libertad e independencia de su patria! M al
aya el americano que pensase de otro modo.. Francisco de M iranda a M anuel Gual, 0403-1800.
25

Miranda intent concertar un plan de accin con la Gran Bretaa para el suministro de buques y
armamento y con los Estados Unidos, de fuerzas de desembarco para que actuasen para inici ar as la
independencia de Suramri ca. En tal sentido le escribe a Williams Pitt, a John Adams y a Al ejandro
Hamilton. Difundi las ideas libertarias a latinoamericanos distinguidos que regresaban al continent e,
entre ellos OHiggins, Bejarano, Baqujano y otros. No obstante la falta de apoyo de esos gobiernos,
decidi contina sus constantes es fuerzos revolucionarios y organiz con apoyo particular y emprstitos
la expedicin a Venezuela en 1806, la cual fracas.

17

No compaysanos, seremos libres, seremos hombres, seremos nacin. Entre esto y la


esclavitud no hay medio, el deliberar sera una infamia.. Proclama de Francisco de
M iranda, 1801.
Cuando hablo de Libertad, no me estoy refiriendo a la que Robespierre, Sieyes y
Fouch quisieron establecer, sino ms bien a la que Montesquieu y Locke definieron con
mucha claridad. Cuando hablo de Justicia, no estoy aludiendo a la que Danton y M erlin
nos han venido impartiendo en Francia, sino a la que M alesherbes, Usted y L Hopital
se hubieran sacrificado generosamente.. Francisco de M iranda a Lanjunais, 08-061801.
"La libertad de la Amrica forma mi sistema y plantearlo, mi nico anhelo". Jos
Gervasio Artigas al gral. Sarratea, 11-02-1811.
"Los orientales juraron en lo hondo de su corazn un odio irreconciliable, un odio
eterno a toda clase de tirana (...) Ellos desean no slo hacer con sus vidas el obsequio a
sus sentimientos, sino tambin a la consolidacin de la obra que mueve los pasos de los
26
seres que habitan el mundo nuevo". Jos Gervasio Artigas a la Junta de Paraguay, 0712-1811.
Ya sois en fin hombres libres, independientes de toda autoridad que no sea la
constituida por nuestros sufragios, y nicamente sujetos a vuestra propia voluntad y al
voto de vuestra conciencia legalmente pronunciado, segn lo prescribe la sabia
constitucin que vais a reconocer y jurar. Constitucin que asegura la libertad civil de
los derechos del ciudadano en su propiedad, vida y honor; y que adems de conservar
ilesos estos sagrados derechos, pone al ciudadano en aptitud de desplegar sus talentos e
industria, con todas las ventajas que se pueden obtener en una sociedad civil, la ms
perfecta a que el hombre puede aspirar sobre la tierra.. Simn Bolvar a los habitantes
de la Villa de Tenerife, Colombia, 24-12-1812.
No ha sido el orgullo, ni la ambicin del poder el que ha inspirado esta empresa. La
libertad encendi en mi seno este fuego sagrado; y el cuadro de mis conciudadanos
expirando en la afrenta de los suplicios, o gimiendo en las cadenas, me hizo empuar la
espada contra los enemigos. La justicia de la causa reuni bajo mis banderas los ms
valerosos soldados; y la providencia justa nos concedi la victoria.. Simn Bolvar a
27
los caraqueos , el 02-01-1814.
26

Artigas logr encarnar y dirigir el gran sentimiento de libertad del pueblo oriental. No era ya la libertad
parcial o simblica de algunos sectores sino la libert ad total: el gobierno inmediato e, inclusive, una:
constitucin social. La libertad que impulsaba era la libertad de los campesinos, de las masas rurales, de
los indios y de los negros libres, de los: criollos pobres, sin tierras y sin pan. Fue un concepto de
libertad mucho ms profundo y diferente a la de otras clases, que representa la bas e en Amrica Latina de
una futura revolucin social. Bolvar, por su parte, intent con el repartimiento de tierra imprimirle un
sentido social pero fue desnaturalizado por el propio Congreso de Colombia.
27

Vanas eran las ilusiones de los caraqueos. El terrible ao 1814 representara el desarrollo de una
guerra cruel, sin principios, despiadada, en la cual el ensaamiento se dirigira no solo contra los
patriotas, sino contra los pueblos inocentes. Los guerrilleros realistas, encabezados por Boves y sus
llaneros, atrados por promes as de riquezas y estimulados por el odio racial contra los blancos,
destruyeron en todas partes a la Repblica. En el mes de dici embre de 1814, las fuerzas de Boves se
estimaban en 7.500 hombres. Lo que hab a estimulado el caudillo era una guerra de odio raci al que
divida los venezolanos, y las hordas llaneras atradas por Boves, se lanzaban y se multiplicaban para

18

Hu de la tirana, no para ir a salvar mi vida, ni esconderla en la oscuridad, sino para


exponerla en el campo de batalla, en busca de la gloria y de la Libertad.. Simn
Bolvar a los caraqueos, el 02-01-1814.
La libertad encendi en mi seno este fuego sagrado. Simn Bolvar a los
caraqueos, 02-01-1814.
jams la libertad ha sido subyugada por la tirana.. Simn Bolvar, M anifiesto de
Carpano, 07-09-1814.
Persuadamos a los pueblos que el cielo nos ha dado la libertad para la conservacin de
la virtud y la obtencin de la patria de los justos.. Simn Bolvar, discurso de
instalacin del gobierno de las Provincias Unidad de la Nueva Granada (Colombia), 2301-1815.
Con libertad ni ofendo ni temo.. Jos Gervasio Artigas.
ltimamente declara la Repblica de Venezuela que desde el 19 de abril de 1810, est
combatiendo por sus derechos; que ha derramado la mayor parte de la sangre de sus
hijos; que ha sacrificado todos sus bienes, todos sus goces y cuanto es caro y sagrado
entre los hombres para recobrar sus derechos soberanos, y que por mantenerlos ilesos,
como la divina providencia se los ha concedido, est resuelto el pueblo de Venezuela a
sepultarse todo entero en medio de sus ruinas, si la Espaa, la Europa y el mundo se
empean en encorvarla bajo el yugo espaol.. Simn Bolvar, declaracin del gobierno
28
en Angostura, 20-11-1818 .
La esclavitud es hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un instrumento ciego de
su propia destruccin; la ambicin, la intriga, abusan de la credulidad y de la
inexperiencia de los hombres ajenos de todo conocimiento poltico, econmico o civil;
adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad, la
traicin por el patriotismo, la venganza por la justicia.. Simn Bolvar, Discurso de
Angostura, 15-02-1819.
Un pueblo pervertido si alcanza su libertad, muy pronto vuelve a perderla.. Simn
Bolvar, Discurso de Angostura, 15-02-1819.
un pueblo que no se contenta con ser libre y fuerte, son que quiere ser virtuoso..
Simn Bolvar, Discurso de Angostura, 15-02-1819.
destruir, sin asimilar una nocin de patria. Caracas y el centro de Venezuela, ya no poda seguir siendo,
como lo fue por tanto tiempo, el escenario de la guerra dirigida por Bolvar para la liberacin del pas.
28

El escenario de la lucha independentista en l a Venezuel a en el ao 1818, era muy di ferente a aos


anteriores. Varios sucesos polticos y militares resultaban auspi ciosos: la consolidacin de una base
territorial segura como era la posesin del Orinoco y de la ciudad de Angostura; la integracin a las
fuerzas patriotas de los llaneros comandados por Jos Antonio Pez; la adquisicin de armas por distintos
conductos; el sometimiento de las disputas locales de los caudillos. Ya la guerra dejara de ser una
absoluta disputa entre jefes y hombres venezolanos, sino que se encaus haci a una dimensin poltica
mayor que progresivam ente representara la confrontacin de dos modelos histricos: un mundo nuevo
contra uno viejo.

19

Nuestros dbiles ciudadanos sern capaces de marchar con pasos firmes hacia el
augusto Templo de la Libertad? Sern capaces de admirar de cerca sus esplndidos
rayos y respirar sin opresin el ter puro que all reina?. Simn Bolvar, Discurso de
Angostura, 15-02-1819.
son los pueblos ms bien que los gobiernos los que arrastran tras s la tirana..
Simn Bolvar, Discurso de Angostura, 15-02-1819.
No aspiremos a lo imposible, no sea que por elevarnos sobre la regin de la libertad,
29
descendamos a la regin de la tirana. . Simn Bolvar, Discurso de Angostura, 15-021819.
Se acerca el da de la independencia del Sur de Amrica. El Per va a recibir su
libertad por las armas de Chile y Buenos Aires. Las armas de Colombia cumplirn sus
deberes libertando a Quito y satisfarn luego sus votos emplendose a favor de los hijos
30
del Sol . Antonio Jos de Sucre a Francisco de Paula Santander, 18-10-1820.
La libertad de las provincias del Sur de Colombia y la absoluta expulsin de los
enemigos que aun quedan en la Amrica meridional, es en el da tanto ms importante
cuanto que los acontecimientos de M xico van a dar un nuevo aspecto a la revolucin
31
de Amrica.. Simn Bolvar a Jos de San M artn , 15-11-1821.
siempre estar dispuesto a hacer el ltimo sacrificio por la libertad del pas, pero en
clase de simple particular y no ms.. Jos de San M artn, 20-09-1822.
Soldados:
Habis dado la libertad a la Amrica M eridional, y una cuarta parte del mundo es el
monumento de vuestra gloria: dnde no habis vencido?
32
La Amrica del Sur est cubierta de los trofeos de vuestro valor; pero Ayacucho ,
semejante al Chimborazo, levanta su cabeza erguida sobre todos.
29

Bolvar am la libertad y luch por ella. Sin embargo, conocedor de las realidades soci ales de su
tiempo y de las terribles experiencias que hicieron sucumbir a la Repblica, quiso fundarl a en las virtudes
ciudadanas, en la legitimidad y la practicidad de las instituciones, en la conduct a de los pueblos y de los
gobernantes.
30

El general Sucre mani fest la complacencia del Libertador ant e la noticia de que el ejrcito de Chile
realizara una expedicin sobre Lima, visualizando el al cance general de la causa independentista y la
contribucin ecumnica de las naciones l atinoamericanas en la magna obra. Almas grandes libres de
cualquier egosmo, advertan y propi ciaban el es fuerzo comn y una misma patria libre y fuerte para
todos.
31
Bolvar le dio noticias a San Martn sobre el estado de la guerra en el Sur de Colombia y la importancia
de su aseguramiento, as como sobre la necesidad de concluirla para anticiparse a un posible traslado de
Fernando VII a Mxico, y le expresaba: As es que yo creo que ahora ms que nunca es indispensable
terminar la expulsin de los espaoles de todo el continente, estrecharnos y garantirnos mutuamente,
para arrostrar los nuevos enemigos. Al mismo tiempo, Sucre pidi a San Martn el auxilio de tropas
del Per mientras llegan las colombianas y conservar as, por su alta importancia, la posesin de
Guayaquil.
32

La Campaa del Per, fue asumida por el Libertador Bolvar entre los aos 1823 y 1824, y fue
desenvuelta en medio de complej as di ficultades polticas y militares en virtud de l as rivalidades polticas
de la dirigencia del Per y del predominio del ejrcito realista, hasta entonces invicto. Fue una de las ms
altas pruebas de habilidad, constanci a y sacri ficio de la guerra de independencia, y que correspondi

20

Soldados: Colombia os debe la gloria que nuevamente le dais; el Per, vida, libertad y
paz. La Plata y Chile tambin os son deudores de inmensas ventajas. La buena causa, la
causa de los derechos del hombre, ha ganado con vuestras armas su terrible contienda
contra los opresores; contemplad, pues, el bien que habis hecho a la humanidad con
vuestros heroicos sacrificios
Soldados colombianos: Centenares de victorias alargan vuestra vida hasta el trmino del
mundo.. Simn Bolvar, Proclama al ejrcito libertador vencedor en Ayacucho, 25-121824.
M e es agradable declarar a V.S.M .I. y a todos los pueblos que el ejrcito no lleva a
esos pases la menor aspiracin: sus armas no se ocuparn sino de garantir su libertad;
les dejaremos su ms amplio y absoluto albedro para que resuelvan sobre s lo que
gusten, para que se organicen del modo que ms proporcione su felicidad; y en fin,
protesto que el ejrcito no intervendr sino en mantener el orden y evitar los males de
los partidos. Antonio Jos de Sucre a las municipalidades de la Paz, Cochabamba,
Chuquisaca y Potos, 01-01-1825.
Esta es mi pasin dominante, no la puedo doblegar, y mi mayor flaqueza es mi amor a
la libertad; este amor me arrastra a olvidar hasta la gloria misma. Quiero pasar por todo,
prefiero sucumbir en mis esperanzas a pasar por tirano y aun aparecer sospechoso. M i
impetuosa pasin, mi aspiracin mayor, es la de llevar el nombre de amante de la
libertad.. Simn Bolvar a Sir Robert Wilson, 16-06-1827.
No quieren creer los demagogos que la prctica de la libertad no se sostiene sino con
virtudes y que donde stas reinan es impotente la tirana. As, pues, mientras seamos
viciosos no podemos ser libres, dsele al Estado la forma que se quiera; y como nunca
se ha convertido un pueblo corrompido por la esclavitud, tampoco las naciones han
podido tener sino conquistadores y de ninguna manera libertadores Por lo tanto,
33
nuestra lucha ser eterna y nuestros males se prolongarn en busca de lo imposible. .
Simn Bolvar a Jos Antonio Pez, 12-04-1828.
M i nico amor siempre ha sido el de la patria; mi nica ambicin, su libertad.. Simn
Bolvar a Pedro Briceo M ndez, 13-04-1828.
Las agitaciones consecuentes a diez y nueve aos de ensayos en busca de una libertad
que no ha existido. Jos de San M artn a Bernardo OHiggins, 05-04-1829.

realizar a Bolvar. Entre la s eparacin de San M artn del m ando en el Per y la llegada de Bolvar,
mediaron 11 meses, atravesando el Per una grave situacin poltica que era preciso someter para dar
unidad y coherencia a la lucha contra los realistas. La batalla de Ayacucho, librada el 9 de diciembre de
1824, obra del Mariscal Sucre y del ejrcito integrado con patriotas de distintos pases: gran colombianos,
argentinos, peruanos, chilenos y otros, repres ent la ms alta empresa militar emprendida y ej ecutada en
Amrica durant e la guerra de independencia, y la base fundament al de l a libertad del continente, por su
significado y sus proyecciones humanas y polticas en el mundo del siglo XIX y del nuestro.
33
Reflexin profunda de Simn Bolvar, en cuanto que en la virtud est la verdadera libertad, libertad que
no ha existido, que no existe, como lo sealaba San Martn, referido a aquel tiempo de su agnico
forjamiento y en el que critic a los gobiernos de la pobre Amrica, la falta de libertad.

21

Veinte aos de tristes y espantosas experiencias y veinte aos en busca de una libertad
que no ha existido34, deben hacer pensar a nuestros compatriotas con alguna ms
solidez, y lo dificulto.. Jos de San M artn a Vicente Lpez, 12-05-1830.
Visto que veinticuatro aos de ensayos no han producido ms que calamidades, y por
la verdad demostrada que el ttulo de un gobierno no est asignado sobre la base ms o
menos de sus principios, pero s sobre la influencia que tienen en la felicidad de los que
obedecen; dejmonos de teoras: los hombres no viven de ilusiones sino de hechos; si en
lugar de ser libres estoy oprimido, libertad!... Libertad! para que todos los hombres
honrados se vean atacados por una prensa licenciosa, sin que haya leyes que los
protejan, y si existen, se hacen ilusorias. Libertad! para que si me dedico a cualquier
gnero de industria, venga una revolucin que me destruya el trabajo de muchos aos y
la esperanza fundada de dejar un bocado de pan a mis hijos. Libertad! para que me
cargue de contribuciones a fin de pagar los inmensos gastos originados porque a cuatro
ambiciosos se les antoja, por va de especulacin, hacer una o ms revoluciones.
Libertad! para que sacrifique mis hijos a guerras civiles. Libertad! para verme
expatriado el da menos pensado, sin forma de juicio y tal vez por una mera divergencia
de opiniones. M aldita una y mil veces tal libertad! Encontrar una completa impunidad
y multiplicadas quiebras acaecidas en sa. Libertad! para mil veces ver a ese pas con
sus fortunas enteramente destrudas y expuesto a una bancarrota. Yo prefiero el
ostracismo voluntario que me he impuesto a los gobiernos de tal libertad.. Jos de San
M artn a Toms Guido, 1833.
V- Los Derechos Polticos de la Mujer
Por mi parte os recomiendo una cosa, sabio legislador, las mujeres Por qu dentro
de un gobierno democrtico la mitad de los individuos, mujeres, no estn directa o
indirectamente representadas, mientras que s estn sujetas a la misma severidad de las
35
leyes que los hombres hacen a su gusto?... . Francisco de M iranda al ciudadano
Petion, miembro de la Convencin Nacional francesa, 26-10-1792.
Heronas socorreas: las madres de Esparta no preguntaban por la vida de sus hijos,
sino por la victoria de su patria; las de Roma contemplaron con placer las gloriosas
heridas de sus deudos; los estimularon a alcanzar el honor de expirar en los combates.
M s sublimes vosotras en vuestro generoso patriotismo, habis empuado la lanza; os
habis colocado en la filas y peds morir por la patria. M adres, esposas, hermanas,
quin podr segur vuestras huellas en la carrera del herosmo?. Simn Bolvar,
alocucin a las matronas del Socorro, Colombia, 24-02-1820.
VI- La Patria en Peligro
El primer deber de todo buen ciudadano es el de ocurrir al socorro de la Patria en
peligro. Francisco de M iranda, Reflexiones sobre el estado de Francia, 1795.

34

Se refer a San Martn a las disputas internas argentinas y los enfrentamientos entre los partidarios de la
revolucin, que a juicio de Vicente Lpez, defendan el principio de: patriotismo sobre todo y la
contrarrevolucin que en medio de aquella adquiri posiciones sosteni endo el principio: habilidad o
riqueza. Triste drama que con sus variantes, an persiste hasta nuestros das en Amrica Latina.
35
Francisco de Miranda fue uno de los grandes precursores de los derechos polticos de la mujer y es
notable tan avanzado concepto a finales del siglo XVIII.

22

Yo soy, granadinos, un hijo de la infeliz Caracas, escapado prodigiosamente de en


medio de sus ruinas fsicas y polticas, que siempre fiel al sistema liberal, y justo que
proclam mi patria, he venido a seguir aqu los estandartes de la independencia, que tan
gloriosamente tremolan en estos estados.. Bolvar, M anifiesto de Cartagena, 15-121812.
Los cdigos que consultaban nuestros magistrados, no eran los que podan ensearles
la ciencia prctica del Gobierno, sino los que han formado ciertos buenos visionarios
que, imaginndose repblicas areas, han procurado alcanzar la perfeccin poltica,
presuponiendo la perfectibilidad del linaje humano.. Simn Bolvar, M anifiesto de
Cartagena, 15-12-1812.
Por manera que tuvimos filsofos por jefes; filantropa por legislacin, dialctica por
tctica, y sofistas por soldados. Con semejante subversin de principios, y de cosas, el
orden social se resinti extremadamente conmovido, y desde luego corri el Estado a
pasos agigantados a una disolucin universal. Simn Bolvar, M anifiesto de
Cartagena, 15-12-1812.
Es preciso que el Gobierno se identifique, por decirlo as, al carcter de las
36
circunstancias, de los tiempos y de los hombres que lo rodean . Si estos son prsperos
y serenos, l debe ser dulce y protector; pero si son calamitosos y turbulentos, l debe
mostrarse terrible, y armarse de una firmeza igual a los peligros, sin atender a leyes, ni
constituciones, mientras no se restablezca la felicidad y la paz.. Simn Bolvar,
M anifiesto de Cartagena, 15-12-1812.
La disipacin de las rentas pblicas con objetos frvolos, y perjudiciales; y
particularmente en sueldos de infinidad de oficinistas, secretarios, jueces, magistrados,
legisladores provinciales y federales, dio un golpe mortal a la Repblica. Simn
Bolvar, M anifiesto de Cartagena, 15-12-1812.
"Como el objeto y fin del gobierno debe ser conservar la igualdad, libertad y seguridad
de los ciudadanos y de los pueblos, cada provincia formar su gobierno bajo esas bases,
a ms del gobierno supremo de la nacin" "As ste como aqul se dividirn en poder
legislativo, ejecutivo y judicial". Jos Gervasio Artigas, Arts. 4 y 5 de las Instrucciones
dadas a los diputados, 13-04-1813.
M e he visto perseguido, pero mi sentimiento jams se vio humillado la libertad
de la Amrica forma mi sistema y plantearlo mi nico anhelo. Jos Gervasio Artigas
a Sarratea, 13-09-1813.
36

Bolvar, sin obviar el carcter republicano del gobi erno y conocedor de la fragilidad de las
instituciones, analiz las desgracias de Venezuela. Desde entonces, su concepcin poltica se orient a
favor de la unidad y el centralismo, y la bsqueda de un modelo de gobierno adaptado a las necesidades y
caractersticas del pueblo que se gobierna. Bolvar, Estadista, no se conform con implantar modelos sino
que reflexion y estructur propuestas originales, tal y como concibi a l a sociedad que dirigi y aspir
trans formar. Busc un equilibrio entre la libertad absoluta y el control de la libertad angustia que
tambin tuvo Miranda-; busc la m ani festacin democrtica del pueblo y la est abilidad del gobierno;
defendi el ejercicio de la autoridad para s alvar a la Repblica y la vigencia de l a ley sin que la misma
hiciera impracticables sus principios y des conociera los derechos y la felicidad del pueblo. Bolvar de la
misma manera fue demcrata (ver Bolvar y la Democracia, Jos Flix Daz Bermdez, Revista
Amricas, Organi zacin de Estados Americanos, OEA, Washington, Octubre 2010).

23

La multiplicidad de nuestros enemigos slo servir para redoblar nuestras glorias si


queremos ser libres. Los Orientales saben desafiar los peligros y superarlos.. Jos
Gervasio Artigas al Cabildo de M ontevideo, 06-07-1816.
Es llegado el caso en que la Patria demanda los mayores sacrificios de sus hijos. Los
pasados son intiles si no empeamos otros contra un extranjero sediento de nuestra
dominacin. Jos Gervasio Artigas al Cabildo de Soriano, 07-12-1816.
37
La grandeza de los orientales solo es comparable a su abnegacin en la des gracia:
ellos saben acometer y desafiar los peligros y dominarlos: resisten la imposicin de sus
opresores, y yo al frente de ellos marchar donde primero se presente el peligro.. Jos
Gervasio Artigas, 13-11-1817.

Ud. ver por ellas nuestra absoluta escasez. La comisara, el parque, la armera, el
hospital todo es una absoluta miseria y de todos los objetos necesitamos al momento..
Antonio Jos de Sucre, 11-11-1817.
Entre el patbulo y una muerte gloriosa, no hay eleccin, entre la esclavitud y la
libertad, no hay medio; o hacemos todos por la defensa de Colombia cuantos sacrificios
exija su salud poltica, o resolvmonos a morir en la ignominia, cargados de
maldiciones de nuestra posteridad. Francisco de Paula Santander al Presidente de la
Cmara de Representantes de Colombia, 23-04-1824.
Los hombres magnnimos son para estas circunstancias; mientras ms grande y mayor
sea el peligro, ms grande y mayor debe ser debe ser nuestra serenidad, nuestra
actividad y nuestra energa.. Francisco de Paula Santander al Presidente de la Cmara
de Representantes de Colombia, 23-04-1824.
El origen de nuestros males est, a mi entender, en que desde la constitucin hasta el
ltimo reglamento han sido demasiado liberales para un pueblo sin virtudes y viciado
bajo el rgimen espaol, donde existen tantos elementos de discordia, y tantos hombres
que se creen superiores a usted mismo. As es que todo se ha relajado y parece que
estamos en el ao 1810 empezando la revolucin del pas; pero es lo peor, que siquiera
38
entonces se proclamaron los principios y ahora se proclaman las personas .. Francisco
de Paula Santander a Simn Bolvar, 21-08-1826.
37

La existencia de una identidad del pueblo oriental se vena conformando desde los tiempos mismos de
la colonia. La formacin de una tendencia localista entre Montevideo y Buenos Aires, se haba presentado
en ocasin al asunto de los puertos establecidos en el Reglamento de Comercio Libre de 1778. De la
misma manera las ciudades mani festaban posiciones diversas en cuanto al tema de las alcabal as que el
Cabildo de Montevideo cuestionaba a favor del pueblo el 24 de diciembre de 1761, pero que parec a tener
antecedentes desde el ao 1754. Artigas al represent ar al pueblo orient al y extender a la Banda el
principio autonomista que se vena gestando desde haca muchos aos, recogi ese viejo anhelo
autonomista.
38
En circunstancias en que las ambiciones personal es trabajaban para procurar el fin de la Gran Colombia
fundada por Bolvar, y que se debata sobre las causas de los conflictos de la Repblica, Francisco de
Paula Santander, Vi cepresidente de Colombia, lo atribuy a la falta de virtudes de los hombres, a la
liberalidad de las leyes y a los personalismos. Sin embargo, los adversarios de Santander dirigan parte de
la responsabilidad a los errores de su administracin, al espritu de partido, a la prdida de patriotismo y
al surgimiento de ambiciones individuales, que involucraron al mismo general Santander, pero que, en
suma, testimoniaban la multiplicidad de elementos que cont ribuyeron a l a disolucin de la gran
Repblica.

24

Los colombianos hemos conquistado la independencia de casi toda la Amrica


M eridional, porque hemos estado unidos, y salvaremos su libertad, que puede peligrar,
si no permanecemos unidos.. Antonio Jos de Sucre al coronel Galindo, 07-10-1826.
Yo s muy bien cuantas dificultades tiene Ud. entre manos y cuanto trabajo tendr que
emplear para conseguir sus grandes miras, porque cuando las pasiones hablan se olvida
39
el patriotismo . Rafael Urdaneta a Simn Bolvar, 10-02- 1827.
40
La Providencia misma no puede permitir que el robo, la traicin y la intriga triunfen
del patriotismo y de la rectitud ms pura.. Simn Bolvar a Rafael Urdaneta, 14-041827.

Las malas leyes y una administracin deshonesta han quebrado la repblica; ella estaba
arruinada por la guerra: la corrupcin ha venido despus a envenenarle hasta la sangre,
y a quitarnos hasta la esperanza de mejora. Simn Bolvar a Sir Robert Wilson, 30-041827.

39

Tal como advirti el general Rafael Urdaneta, las pasiones en Colombia se haban desatado: los
extremos rigores de los legalistas, los desafueros de la prensa, el despotismo de los militares, las
rivalidades de los jefes, la ambicin local sobre el orden nacional, la disputa abierta por el poder en una
patria agotada por una prolongada guerra y en trance de su propio destino.
40

Observaba Bolvar los males que se le atribuan al gobierno: el cuestionado manejo del emprstito
pblico; la trai cin de antiguos seguidores; la baja intriga enemiga del bien de la patria y de la
conservacin de la Repblica. A la par de estos males, el crimen aparecera pront amente para desgracia y
deshonor en la historia de Amrica Latina.

25

Ya no queda duda que el objeto de Santander41 es envolver a Colombia en ruinas para


que Venezuela y yo perezcamos en medio de ellas; all no se da un paso que no tenga
este objeto; el que no es enemigo mo y de usted, lo es de la patria; se le persigue y se le
insulta; se halagan las facciones del sur y hasta se aplauden las agresiones cometidas por
el Per contra la integridad de la repblica, pues es cosa sabida por documentos y
declaraciones de Bustamante que su comisin era agregar el sur al Per. La gran
Convencin, que era considerada como el complemento de las esperanzas del pueblo, se
ha echado en olvido, y, para decirlo de una vez, se quiere someter a Venezuela y a
Colombia toda, a la inicua administracin de robo y rapia que ha reinado en ese
Bogot. Para lograr estas prfidas miras se me presenta al pueblo como un tirano, un
ambicioso; se anulan los decretos que he dado en bien de Venezuela, y, ltimamente, se
quiere apagar mi gloria para que luzca la iniquidad. . Simn Bolvar a Cristbal
M endoza, 18-07-1827.
Pienso que demasiado tiene Ud. que hacer en Bogot para arreglar los negocios de
Colombia, especialmente en vsperas de reunir la gran convencin. Cuidemos de nuestra
patria, arreglemos sus asuntos, y dejemos que los dems se compongan como Dios y
ellos quieran. Demasiado hemos hecho por todos en la guerra de la independencia para
libertarlos, y despus evitarles la anarqua.Antonio Jos de Sucre, a Simn Bolvar, 0412-1827.
yo he resuelto dejar un pas donde ms pueden veintids perversos que dos y medio
millones de hombres buenos: porque no se puede contar con tal popularidad sino para
dejarse dominar por la violencia de los demagogos.. Simn Bolvar a Daniel Florencio
OLeary, 08-05-1828.
la difcil posicin en que se halla en el da Buenos Aires, hacen clamar a lo general
de los hombres que ven sus fortunas al borde del precipicio y su futura suerte cubierta
41

La figura de Francisco de Paula Santander (Ccuta, Colombia, 02-04-1792-Bogot, Colombia, 0605-1840), quien ejerci la Vicepresidencia de Colombia bajo la Presidenci a de Simn Bolvar, est
envuelta en la polmica en cuanto respecta a las bondades de su administracin, mientras el Libertador
diriga fuera del pas la guerra de independenci a, como en cuanto a sus relaciones con Bolvar, luego del
ao 1825 y hasta l a definitiva disolucin de l a Gran Colombia. Hombre de habilidad poltica, formacin
cultural y disposicin al trabajo de gabinete, ms que militar, contribuy en la conduccin del gobierno a
partir de 1821 y hasta que encabez, directa o indirectam ente, la oposicin poltica al Libert ador. Varios
hechos introducen graves des avenencias con Bolvar, con los militares y polticos venezolanos: La
postura de la Cm ara de Representantes de Bogot cuando en medio de la Campaa del Per, se
desconoce la autoridad del Libertador para participar en la misma, siendo Presidente de Colombia y
Dictador del Per. Santander agrav la crisis cuando consult la validez de los grados y empleos militares
concedidos por Bolvar; la actitud del Congreso de Colombia y de l egisladores cercanos al
Vicepresidente, apoyando el inicio de un juicio al general Jos Antonio Pez, acusado por Juan de
Escalona, quien fuera nombrado por Santander para sustituirlo como Comandante General de Venezuela;
la actitud del Vicepresident e en el injusto procedimiento y fusilamiento del hroe venezol ano Leonardo
Infante, al pres entarse al momento de la ej ecucin y arengar a la tropa, as como el juicio al magistrado
venezol ano Miguel Pea, Presidente de l a Corte, quien se neg a suscribir aquella condena; el apoyo del
gobierno de Bogot a la insurreccin de las tropas colombianas en Lima, encabezadas por el com andante
Bustamante, quien recibi el respaldo del Vicepresidente Santander; la redaccin del Memorial en contra
del proyecto de Constitucin propuesta por Bolvar y que fuera suscrito por el mismo Santander y
elaborado por su seguidor el Dr. Vicente Azuero; la actitud del partido de Santander en contra de Bolvar
en la Convencin de Ocaa; el estmulo de la campaa de prensa en descrdito del Libertador realizada en
Bogot; su complicidad en el at entado a l a vida del propio Libertador el 25 de s eptiembre de 1828, todo
ello hizo inevitable la ruptura de l a unidad y la conform acin de un ambient e poltico y social hostil y de
grandes desconfi anzas entre venezolanos y granadinos, lo cual precipit el fin de la Gran Colombia.

26

de una funesta incertidumbre, no por un cambio en los principios que nos rigen, sino por
un gobierno riguroso, en una palabra militar, porque el que se ahoga no repara en lo que
se agarra.. Jos de San M artn a Bernardo OHiggins, 05-04-1829.
partiendo del principio de ser absolutamente necesario el que desaparezca uno de los
dos partidos de unitarios y federales, por ser incompatible la presencia de ambos con la
tranquilidad pblica, ser posible sea yo el escogido para ser el verdugo de mis
conciudadanos, y, como otro Sila, cubra mi patria de proscripciones? No, amigo mo,
mil veces preferir envolverme en los males que amenazan a este suelo que ser el
42
ejecutor de tamaos horrores . Jos de San M artn a Bernardo OHiggins, 05-04-1829.
Despus de lo expuesto, cul es el partido que me resta? M i presencia en el pas en
estas afligentes circunstancias, lejos de ser de alguna utilidad, no es ms que
embarazosa para la presente administracin, objeto de continuas desconfianzas; para los
federales, de esperanzas que no deben ser realizadas, y para m de continuos disgustos.
Por lo tanto, he resuelto regresar a Bruselas, al lado de mi hija. Jos de San M artn a
Bernardo OHiggins, 05-04-1829.
Demasiado ha sufrido la Patria con estos sacudimientos que siempre recordaremos con
dolor.... Od mis splicas; salvad la Repblica; salvad mi gloria que es de Colombia..
Simn Bolvar, Discurso ante el Congreso Admirable presidido por el M ariscal Sucre,
20-01-1830.
VII- Principios de Gobierno
Las personas y las propiedades han sido tan repetidamente presa de las violencias
pblicas y privadas, que aun los ms fros egostas conocen la necesidad que hay de una
autoridad protectora, y de una organizacin que se componga de diferentes poderes, de
suerte que los ciudadanos nada tengan que temer de la autoridad de su ejercicio..
Francisco de M iranda, Reflexiones sobre el estado de Francia, 1795.
He odo decir muchas veces que estos desrdenes son inevitables en Amrica; pero lo
cierto es que si hay desrdenes inevitables en todo el mundo, stos no lo son
absolutamente en Amrica. Por qu ha de ser inevitable que, como lo vemos todos los
das, parta un Gobernador o Teniente sin camisa, y vuelva al cabo de tres o cuatro aos
cargado de los despojos de los pueblos que se le confiaron para que les administrase
justicia y promoviese su adelantamiento? M e parece que esto necesita remedio, y que lo
tiene: el escoger personas de luces y de probidad para estos empleos; el asignarles rentas
proporcionadas, y prohibirles el comercio; el promoverlos al fin de sus gobiernos, si han
llenado las intenciones del Soberano, y el castigarlos irremisiblemente si han abusado
del poder que se les confiri, son , en mi concepto, verdaderos remedios para un mal tan
contagioso en Amrica, y que puede al fin ocasionar muy malas consecuencias, por la
ignorancia y la arbitrariedad de los que llenan comnmente estos empleos.. Antonio
Nario, Ensayo sobre un Nuevo Plan de Administracin en el Nuevo Reino de Granada,
presentado al Virrey para que lo dirija a su M ajestad, 16-11-1797.

42

San Martn rechaz las invitaciones de involucrars e en la guerra civil y tomar parte en la contienda
entre los partidos que se enfrent aban, y opt por no seguir siendo hombre pblico en m edio de un pas
dividido.

27

Como temerosos los ciudadanos de que la maligna intriga les suma de nuevo bajo la
tirana, aspiran generalmente a concentrar la fuerza y la razn en un gobierno inmediato
que pueda con menos dificultad conservar sus derechos ilesos, y conciliar su seguridad
con sus progresos43.. Jos Gervasio Artigas a la Junta Gubernativa del Paraguay, 0712-1811.
mientras no centralicemos nuestros gobiernos americanos, los enemigos obtendrn
44
las ms completas ventajas. . Simn Bolvar, M anifiesto de Cartagena, 15-12-1812.
Es preciso que el Gobierno se identifique, por decirlo as, al carcter de las
circunstancias, de los tiempos y de los hombres que lo rodean. Si stos son prsperos y
serenos, l debe ser dulce y protector; pero si son calamitosos y turbulentos, l debe
mostrarse terrible y armarse de una firmeza igual a los peligros, sin atender a leyes, ni
constituciones, nterin no se restablece la felicidad y la paz.. Simn Bolvar, M anifiesto
de Cartagena, 15-12-1812.
Generalmente hablando todava nuestros conciudadanos no se hallan en aptitud de
ejercer por s mismos y ampliamente sus derechos; porque carecen de las virtudes
polticas que caracterizan al verdadero republicano. Simn Bolvar, M anifiesto de
Cartagena, 15-12-1812.
Simplifiquemos, pues, los elementos del gobierno, reduzcmoslos a un resorte, si es
posible, y har en menos tiempo ms utilidades que los perjuicios reales que con
muchos resortes hara por dilatado tiempo.. Simn Bolvar a M anuel Antonio Pulido,
12-08-1813.
M ientras que el Gobierno tenga que detenerse en los rodeos de una Administracin
complicada, y mientras no se reduzca a menos agentes, dejamos a nuestros enemigos
una ventaja incomparable, pudiendo ellos con ms unidad y prontitud dirigir sus armas
y emplear sus recursos contra nuestra libertad.. Simn Bolvar a Camilo Torres, 13-091813.
Para que un gobierno pueda realizar grandes y tiles medidas, es menester que no se
entorpezca su marcha; es menester cederle el poder necesario para que pueda hacer
cooperar los medios conducentes a conseguir un fin propuesto.. Simn Bolvar a
Camilo Torres, 13-09-1813.
Huid del pas donde uno solo ejerza todos los poderes: es un pas de esclavos.. Simn
Bolvar a los Caraqueos, el 02-01-1814.
"Procure ese Cabildo que en la administracin pblica, se guarde la mayor economa,
tanto en los sueldos como en el menor nmero de los agentes, debido a la indigencia de
la Provincia". Jos Gervasio Artigas al Cabildo de M ontevideo, 04-08-1815.
43

Se refera Artigas a un gobierno local de ejecucin cercana a las necesidades de los pueblos, fuent e
originaria de la soberana.
44

El Libert ador Bolvar asumi definitivamente, considerando las circunst ancias y condi ciones de
Amrica, un gobierno central fuerte a di ferencia de las form as federales disolutas que di ficultaban, en su
experiencia con la primera Repblica en Venezuela, la efectividad de los gobiernos en Amri ca y
fundamentalmente en pocas de crisis.

28

Los estados americanos han menester de cuidados de gobiernos paternales que curan
las llagas y heridas del despotismo y la guerra.. Simn Bolvar, Carta de Jamaica, 0609-1815.
"Todas las personas libres de conocida adhesin a la causa de Amrica, podrn ser
45
nombradas electores o diputados." . Jos Gervasio Artigas, Circular del 15-11-1815.
...Los votos sern por escrito y rubricados con nombre y firma de los electores. As
sern echados en una caja cerrada prevenida al efecto en casa de cada Juez de
Departamento, se suscribir despus una lista y pondrn su nombre en ella en presencia
de dos ciudadanos que sern como testigos para evitar todo fraude. Los jueces velarn
para que cada uno d su voto libremente y que sea uno por cada sufragante y ste
americano...".Jos Gervasio Artigas, Circular al Cabildo de M ontevideo, 30-11-1815.
"Es un error creer que los empleos de un pas, libre, darn a nadie subsistencia...". Jos
Gervasio Artigas a un solicitante de empleos, 24-03-1816.
Para formar un gobierno estable se requiere la base de un espritu nacional, que tenga
por objeto una inclinacin uniforme hacia dos puntos capitales: moderar la voluntad
general y limitar la autoridad pblica.. Simn Bolvar, Discurso de Angostura, 15-021819.
El progreso de las luces es el que ensancha el progreso de la prctica, y la rectitud del
espritu es la que ensancha el progreso de las luces.. Simn Bolvar, Discurso de
Angostura, 15-02-1819.
una Repblica sola e indivisible.. Simn Bolvar, Discurso de Angostura, 15-021819.
un gobierno eminentemente popular, eminentemente justo, eminentemente moral,
que encadene la opresin, la anarqua y la culpa. Un gobierno que haga reinar la
inocencia, la humanidad y la paz. Un gobierno que haga triunfar, bajo el imperio de
46
leyes inexorables, la igualdad y la libertad.. Simn Bolvar, Discurso de Angostura ,
15-02-1819.
45

Varias de los circulares e instrucciones de Artigas, evidenci aron el avance de sus principios polticos y
su condicin de gran demcrata. Adems del citado principio medi ante el cual promueve de manera
amplia la soberana del pueblo, igualmente dict otras interesantes providencias: Promover la libertad
civil y r eligiosa en toda su extensin imaginable; El despotismo militar ser precisament e aniquilado
con trabas constitucionales que aseguren inviolable la soberana de los pueblos, entre otras.
46

El Discurso de Angostura pronunciado por Bolvar el 15 de febrero de 1819, constituye una pieza
fundamental de su pens amiento poltico y revolucionario del Libertador. Las ideas que sostuvo en el
mismo, en sntesis, se orientaron a convencer a los legisladores a no implantar l a dbil organizacin del
gobierno, tal y como se estableca en la Constitucin de 1811 que contena la federacin, un ejecutivo
plural y otros mecanismos que hac an irresoluto e inefi caz al gobierno en tiempos de guerra. Por otra
parte, hizo un anlisis histrico sobre el signifi cado de l a libert ad y su vinculacin con los principios y
valores de los hombres; cmo l a misma se haba perdido; la nefasta herencia de las costumbres y vi cios
de la sociedad colonial, y la opresin de los gobiernos sobre la vida de los hombres. Consideraba la
heterogeneidad tnica de nuestro pueblo y nos propone la profunda igualdad de los seres humanos: La
sangre de nuestros ciudadanos es diferente; mez clmosla para unirla. Defendi con mpetu la igualdad
civil y antepuso a la desigualdad de los hombres la necesaria y justa igualdad ante la ley para corregir a la

29

yo tengo muy poca confianza en la moral de nuestros ciudadanos y que sin moral
republicana no puede haber gobierno libre. Simn Bolvar a Guillermo White, 26-051820.
lo mejor en poltica es ser grande y magnnimo. Simn Bolvar a Francisco de
Paula Santander, 09-02-1822.
M i poltica ha sido siempre por la estabilidad, por la fuerza y por la verdadera
libertad.. Simn Bolvar a Francisco de Paula Santander, 31-12-1822.
Todo clculo en revolucin es errneo; los principios admitidos como axiomas son,
por lo menos, reducidos a problemas. Las acciones ms virtuosas son tergiversadas y los
47
desprendimientos ms palpables son actos de miras secundarias. Jos de San
M artn a Riva Agero, 23-10-1823.
Qu horrible es gobernar una repblica naciente, donde sus instituciones son como
para una nacin vieja, donde sus ciudadanos son envidiosos unos e ignorantes otros, y
muy pocos ilustrados, donde hay libertad de hablar y escribir ilimitadamente, donde hay
godos, zambos, provincialistas, demonios y diablos!. Francisco de Paula Santander a
Simn Bolvar, 21-03-1824.
Legislar y gobernar en tiempo de calma y de tranquilidad, no es para hombres de genio
superior, pero legislar y gobernar en das rodeados de embarazos y obstculos casi
insuperables, es slo para colombianos.. Francisco de Paula Santander al presidente de
la Cmara de Representantes de Colombia, 23-04-1824.
Los malos empleados y los perversos deben ser removidos de sus destinos, sobre todo
aquellos de quienes no se tenga confianza, sea por su inmoralidad, mal manejo y
opiniones. . Simn Bolvar a M ariano M ontilla, 26-06-1828.

propia natural eza. Como consecuenci a indispensable de este principio, Bolvar implor a los legisladores
el establecimiento de la: libertad absoluta de los esclavos. Seal, igualmente, que s e requiere un
nuevo orden poltico social que supere el caos y la anarqu a, que s e cumplan la leyes y s e respete a los
magistrados, que se am e a la patria y s e as egure la existenci a de la moral conjuntamente con las luces,
moral y luces son los polos de una Repblica, moral y luces son nuestras primeras necesidades.
Innovando en la composicin de las instituciones de gobi erno, propuso ms all de l a triloga clsi ca un
nuevo poder, el Poder Moral para formar y garantizar buenas conductas pblicas y velar por la educacin.
A los fines de dar estabilidad al gobierno y a la vida de la sociedad, propuso una forma mixta de
estructuracin institucional, con formas diversas de s eleccin y permanencia: una Cm ara de
representantes electos por los ciudadanos; un Senado hereditario; un President e vitalicio es cogido por el
pueblo o por sus representantes; un Poder Judicial que conjuntamente con el Senado diera seguridades al
Estado sobre el cumplimiento de sus fines y el debido control al Ejecutivo. La originalidad y complejidad
de algunas de sus propuestas alej definitivamente a Bolvar de los copistas de constituciones y de leyes y
busca ensamblar alternativas original es y propias a las realidades del mundo que vivi. Pero varias de sus
ideas no fueron aprobadas por los legisladores en el Congreso.
47

San Martn evidenci y enfrent, al igual luego que Bolvar, la impropia conducta de Riva Agero en el
Per y mani fest con certeza y dram atismo la volatilidad de las revoluciones en sus hombres, en sus
procedimientos, en sus acciones, en sus resultados, terribles muchas veces en nuestra accidentada historia.

30

Yo creo que el nuevo gobierno que se d la repblica debe estar fundado sobre
nuestras inclinaciones y, ltimamente, sobre nuestro origen y sobre nuestra historia..
Simn Bolvar a Jos Antonio Pez, 26-08-1828.
jams se puede gobernar a los pueblos con ms seguridad que despus de una gran
crisis. Jos de San M artn a Fructuoso Rivera, 04-1829.
permtame usted, General, le haga una sola reflexin, a saber: que aunque los
hombres en general juz gan de lo pasado segn su verdadera justicia, y de lo presente
segn sus intereses, en la situacin en que usted se halla, una sola vctima que pueda
economizar a su pas, le servir de un consuelo inalterable, sea cual fuere el resultado de
la contienda en que se halla usted empeado, porque esta satisfaccin no depende de los
dems, sino de uno mismo. Jos de San M artn a Juan Lavalle, 14-04-1829.
mis esperanzas son siempre lnguidas, pues yo no veo, ni an entreveo que haya en
nuestro pas sistema y orden. Todo se hace como provisional, y por vivir en el da: se
obra por circunstancias; y de nuestros hombres de Estado, el que se da ms importancia
48
en Bogot, es lo que el General M iranda llamaba un gas garatiche. . Antonio Jos de
Sucre al general Vicente Aguirre, 06-03-1830.
Dos son las bases sobre las cuales reposa la estabilidad de los gobiernos conocidos, a
saber: en la observancia de las leyes o en la fuerza armada: los representativos se
apoyan en la primera, los absolutos en la segunda; de ambas garantas carecen las de
Amrica: las leyes tales pueden llamarse el caos de las nuestras, se hallan sin rigor,
porque no pueden alcanzar su influencia a hombres, que en razn de su educacin las
ignoran como sucede a la masa de nuestro bajo pueblo; y he aqu la razn por la cual se
halla la revolucin en permanencia, y sin que se halle previsin humana capaz de
calcular la poca de su terminacin, a menos que haciendo un cambio a su constitucin
ponga esta armona con las necesidades de los pueblos.. Jos de San M artn a Vicente
Lpez, 12-05-1830.
En mi opinin, en vano se sucedern los hombres en el mando los ms justificados; sin
49
esto, todos los dems medios que se empleen no sern ms que paliativos. . Jos de
San M artn a Vicente Lpez, 12-05-1830.
VIII- Los Poderes Pblicos

48

Esta evocacin que hi zo el Mariscal Sucre del Precursor Francisco de Miranda, ya definitivament e
aniquilada la unidad de la Gran Colombia y concluidos sus es fuerzos como Presidente del Congreso
Admirable para sostenerla en sus negoci aciones con los representant es de Pez en Ccuta, es importante
tanto por lo que evidenci a sobre la inestabilidad poltica de las circunstancias, como tambin por el
reconocimiento de la obra del Generalsimo. La entrega de Miranda por los patriotas a los realistas, el
silencio que sobre el mismo se observa en los documentos, cartas y mensaj es de los Libertadores de
Venezuela, en parte s e reivindica en este t exto y en otros- que reconocen l a certeza de aquel juicio
relativo a los hombres, a los gobernantes, el gasgaratiche, que contribuy a perder las esperanzas sobre
el destino de la Repblica. Vale decir que Sucre, muy joven en Venezuel a, form parte del Estado Mayor
del Generalsimo Miranda.
49

Las reflexiones anteriores de Bolvar, San Marn y Santander, as como las del propio Sucre, sobre el
gobierno, las revoluciones y sobre la soci edad, ilustran muy bien las circunstancias cotidianas de esa
poca de crisis y los intentos desesperados para abordarlas.

31

Los poderes deben velarse y contenerse recprocamente, y ninguno de ellos debe


atribuirse exclusivamente este celo, supuesto que todos son nombrados por el
soberano.. Francisco de M iranda, Reflexiones sobre el estado de Francia, 1795.
El pueblo no sera soberano si uno de los poderes constituidos que le representen no
emanase inmediatamente de l, y no habra independencia si uno de ellos fuera el
creador del otro.. Francisco de M iranda, Reflexiones sobre el estado de Francia, 1795.
los tres poderes son como centinelas avanzados para velar por la seguridad del
Estado, y que si una de ellas se extrava de sus funciones, las otras dos deben dar el
alarma, para que el pueblo as advertido provea a su salud y a su seguridad.. Francisco
de M iranda, Reflexiones sobre el estado de Francia, 1795.
No es verosmil que tres poderes independientes y celosos se renan jams para hacer
50
traicin a los intereses del soberano . Francisco de M iranda, Reflexiones sobre el
estado de Francia, 1795.
Si el congreso se deshace yo me voy en el momento a mendigar en cualquier otro pas
antes que ser testigo de su deshonor y suerte.. Jos de San M artn, 10-09-1816.
IX- La Justicia
La justicia es la que nicamente afirma los estados. Francisco de M iranda,
Reflexiones sobre el estado de Francia, 1795.
Una de las enfermedades ms destructoras de este Reino es la mana de los pleitos, que
junto a la lentitud y embarazo de los procesos y al pillaje de los escribanos, etc., causa
un atraso increble en la fortuna de los particulares.. Antonio Nario, Ensayo sobre un
Nuevo Plan de Administracin en el Nuevo Reino de Granada, presentado al Virrey
para que lo dirija a su M ajestad, 16-11-1797.
Nada es ms comn que ver a un propietario abandonar sus posesiones, hacer un viaje
de veinte o treinta das de camino, permanecer aos enteros en la puesta de los
Tribunales y consumir finalmente la parte de hacienda que tiene cultivada, por litigar
otro terreno inculto, que ni l ni sus hijos podrn cultivar.. Antonio Nario, Ensayo
sobre un Nuevo Plan de Administracin en el Nuevo Reino de Granada, presentado al
Virrey para que lo dirija a su M ajestad, 16-11-1797.
Que todo el que se queje con justicia tenga un tribunal que lo escuche y lo defienda
contra el fuerte y el arbitrario.. Jos M ara M orelos, conversacin con Andrs Quintana
Roo, 13-09-1813.
La justicia es la reina de las virtudes republicanas, y con ella se sostienen la igualdad y
la libertad que son las columnas de este edificio.. Simn Bolvar, discurso de
instalacin del gobierno de las Provincias Unidad de la Nueva Granada, 23-01-1815.

50

Valiosa reflexin de Miranda, testigo y actor privilegiado de la forja y la implantacin republicana en


Europa y Amri ca, que contribuye a reorientar la subordinacin de los Poderes del Estado a los intereses
y derechos soberanos del Pueblo.

32

el imperio de las leyes es ms poderoso que el de los tiranos.. Simn Bolvar,


Discurso de Angostura, 15-02-1819.
las buenas costumbres, y no la fuerza, son las columnas de las leyes.. Simn
Bolvar, Discurso de Angostura, 15-02-1819.
el ejercicio de la justicia es el ejercicio de la libertad.. Simn Bolvar, Discurso de
Angostura, 15-02-1819.
leyes propias, justas, legtimas y sobre todo tiles.. Simn Bolvar, Discurso de
Angostura, 15-02-1819.
si un nuevo sistema de penas y castigos, de culpas y de delitos, no se establece en la
sociedad para mejorar nuestra moral, probablemente marcharemos al galope hacia la
disolucin universal.. Simn Bolvar a Jos Rafael Arboleda, 15-06-1823.
Cuando la Amrica ha derramado su sangre por afianzar la libertad, entendi tambin
que lo haca por la justicia, compaeras inseparables. Sin el goce absoluto de ambas
51
habra sido intil su emancipacin . Antonio Jos de Sucre, M unicipalidad de
Cochabamba, 01-03-1825.
La administracin de justicia, sin la cual no puede haber sociedad, recibir en adelante
todas las mejoras de que es susceptible; de ella depende la seguridad de los ciudadanos
en sus propiedades y libertad. Antonio Jos de Sucre, M emoria a la Asamblea General
del Alto Per, 01-07-1825.
Parece que nuestra mala legislacin civil y criminal es un escudo de los jueces para
demorar las causas contra las reclamaciones del gobierno, porque a pesar de varias
disposiciones para abreviarlas, el hecho es que nuestras crceles tienen presos que
llenan los calabozos meses y aos sin condenarlos o libertarlos.
Antonio Jos de Sucre a Simn Bolvar, 05-01-1826.
las leyes son para cumplirse y no para dejarse escritas Antonio Jos de Sucre,
Circular N 77 al prefecto de Potos, 11-09-1826.
estoy persuadido que nada es tan perjudicial a un pas como la prolongacin de los
pleitos. Antonio Jos de Sucre al coronel Galindo, 01-10-1826.
Yo ofrezco, pues, seores, que la justicia ser mi primer objeto en la administracin de
la justicia y en el cumplimiento de las leyes, para que el justo y el dbil no teman, y el
51

El peso del formalismo, la imparcialidad y la impracticabilidad del sistema judicial colonial constituy
uno de los grandes vicios heredados a la sociedad am ericana, y ha perdurado bajo el rgimen republicano
admitiendo los vicios, la fallas y las contradicciones de una administracin ajena a la bsqueda de
objetivos efectivos de justicia, aplicacin igualitaria y expedita de la ley y de los fines esencial es de la
revolucin de independencia, tal y como lo advirti el Mariscal de Ayacucho, hasta el punto de considerar
que sin justicia no se alcanza una verdadera libertad. La ideologa de los libertadores (Miranda, Morelos,
Nario, Bolvar, Sucre y otros) fue constante en la crtica a las fallas de la administracin de justicia, a las
leyes y a los abogados y escribanos. Durante la presidencia de Sucre en Bolivia, se dictaron varias
disposiciones con sentido corrector y sancionador. En la prctica, el Poder Judicial ha estado subordinado
a otros poderes o autoridades y no ha logrado alcanzar el carct er de efectivo poder principal contralor
del Estado y garantizador de los derechos ciudadanos, en muchos casos.

33

mrito y la virtud sean recompensados. Simn Bolvar, Discurso en ocasin a la


entrada del Libertador a Bogot, 24-06-1828.
slo justicia, y no favor es lo que quiero. Antonio Jos de Sucre a Bolvar, 2611-1828.
X- Los gobernantes de la Repblica
La gloria de las conquistas no es digna de una repblica fundada sobre el respeto
debido a los derechos del hombre y a las sublimes mximas de la filosofa. Los
52
Alejandros, los Csares y sus semejantes seran en ella ciudadanos peligrosos ; el
filsofo apacible y el magistrado ntegro le son ms necesarios puesto que pueden
servirla en todo tiempo.. . Francisco de M iranda, Reflexiones sobre el estado de
Francia, 1795.
Huid del pas donde uno solo ejerza todos los poderes: es un pas de esclavos. Vosotros
me titulis el Libertador de la Repblica, yo nunca ser el opresor.. Simn Bolvar a
los Caraqueos, el 02-01-1814.
Es una estupidez maligna atribuir a los hombres pblicos las vicisitudes que el orden
de las cosas produce en los Estados, no estando en la esfera de las facultades de un
general o magistrado contener en un momento de turbulencia, de choque y de
divergencia de opiniones el torrente de las pasiones humanas, que agitadas por el
movimiento de las revoluciones se aumentan en razn de la fuerza que las resiste. Y aun
cuando graves errores o pasiones violentas en los jefes causen frecuentes perjuicios a la
Repblica, estos mismos perjuicios deben, sin embargo, apreciarse con equidad y
buscar su origen en las causas primitivas de todos los infortunios: la fragilidad de
nuestra especie y el imperio de la suerte en todos los acontecimientos. El hombre es el
dbil juguete de la fortuna, sobre la cual suele calcular con fundamento muchas veces,
sin poder contar con ella jams, porque nuestra esfera no est en contacto con la suya,
de un orden muy superior a la nuestra. Pretender que la poltica y la guerra marchen al
grado de nuestros proyectos, obrando a tientas con sola la pureza de nuestras
intenciones, y auxiliados por los limitados medios que estn a nuestro arbitrio, es querer
53
lograr los efectos de un poder divino con resortes humanos. . Simn Bolvar,
M anifiesto de Carpano, 07-09- 1814.
54
El pueblo es soberano y l sabr investigar las operaciones de sus representantes. .
Jos Gervasio Artigas.

fuera de este soberano cuerpo se encuentran ciudadanos que en todas las pocas han
demostrado valor para arrostrar los peligros, prudencia para evitarlos y el arte en fin de
gobernarse y de gobernar a otros.. Simn Bolvar, Discurso de Angostura, 15-02-1819.
52

Y qu deci r del pilago de caudillos, dictadores y tiranos que ha tenido nuestra historia en nuestro
continente.
53

Sabia consideracin que resulta aplicable a su situacin particular cuando sostena e intentaba mantener
en medio de los intereses de los partidos y de los hombres, la estabilidad poltica y social de los pases
que libert, no obstante, su inaudito empeo en el ir y venir constante que signific su vida.
54

Adverta Artigas uno de los el ementos fundament ales de la Repblica frente a la Monarqua, la
responsabilidad de sus agentes y el control ciudadano, administrativo o judicial sobre sus actos.

34

seremos nosotros capaces de mantener en su verdadero equilibrio la difcil carga de


una repblica?. Simn Bolvar, Discurso de Angostura, 15-02-1819.
Cuando contemplo que un hombre favorecido por el gobierno, elevado al primer rango
de nuestra milicia, es el autor de un delito, quisiera renunciar para siempre la honrosa
carrera en que sirvo para no quedar expuesto a la crtica del pueblo en la falta de uno de
sus jefes.. Rafael Urdaneta a Simn Bolvar, 06-06-1819.
La continuacin de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el
trmino de los gobiernos democrticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los
sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo
en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y l se
acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpacin y la tirana.. Simn Bolvar,
Discurso de Angostura, 15-02-1819.
M is promesas para con los pueblos en que he hecho la guerra estn cumplidas: hacer la
independencia y dejar a su voluntad la eleccin de sus gobiernos.. Jos de San M artn,
20-09-1822.
el que gobierna una gran familia tiene que pasar por todo, sea agradable o no. Ud. no
debe incomodarse porque le digan el dictamen de los otros; a m me lo dicen todos los
das y no me incomodo, porque el que manda debe or aunque sean las ms duras
verdades y, despus de odas, debe aprovecharse de ellas para corregir los males que
producen los errores. Simn Bolvar al general Jos Antonio Pez, 19-04-1820.
No le parece a Ud, que esos legisladores ms ignorantes que malos, y ms
presuntuosos que ambiciosos, nos van a conducir a la anarqua, y despus a la tirana, y
siempre a la ruina? Yo creo que s, y estoy cierto de ello.. Simn Bolvar a Francisco
de Paula Santander, 13-06-1821.
ms deseo saber lo triste que lo brillante, porque para lo brillante no faltan
55
plumas. . Simn Bolvar a Fernando Pealver, 26-09-1822.
S.E. el jefe del gobierno no puede tolerar por ms tiempo, el que con agravio de la
moral pblica y de la religin, la miseria desvalida se pasee por las calles de esta capital,
y para evitarlo ha resuelto que se establezca un hospicio de mendigos en el beaterio de
Santa Rita. Antonio Jos de Sucre, Instruccin N 50, 10-05-1826.
Insisto, mi querido general, e insistir siempre, en que todas las autoridades marchen
perfectamente dependientes del jefe del gobierno. La ms pequea vacilacin, la menor
desavenencia en un Estado naciente, puede producir su ruina. Es encantador el
prospecto de un gran pueblo gobernado por autoridades bien enlazadas en s,
circunscritas a sus atribuciones y eminentemente amantes de la gloria nacional. Un

55

Bolvar confront perm anentem ente las m s crueles realidades tanto en la guerra como en la poltica,
advirti las defi cienci a de los hombres y los riesgos de perder el orden en l as nuevas naciones, por ello
intentaba que se mantuviera un alto sentido patritico, la unidad del gobierno, la actuacin recta y
virtuosa de los magistrados, el respeto a la autoridad y la ley, la existencia de un orden social inspirado en
lo que calificaba como la libertad verdadera.

35

pueblo as se hace al fin tan firme, tan inexpugnable como una roca.. Simn Bolvar a
Agustn Gamarra, 30-06-1826.
El Libertador ha sido recibido desde Guayaquil hasta Bogot, como un verdadero
padre que estrecha entre sus brazos a sus hijos y ha de restituirlos a la amistad y
concordia que antes disfrutaban; como un bienhechor, de cuya mano han recibido la
independencia y la libertad, y deben recibir ahora la paz interior; como un hombre de
cuyas vastas miras deben emanar la dicha y la prosperidad permanentes de la repblica.
Todos los pueblos, todas las corporaciones, todos los ciudadanos han competido en
demostraciones de amor y de gratitud hacia el general Bolvar, y yo creo que el
Libertador no tiene la menor duda de que los colombianos le aman como l es digno de
ser amado.. Francisco de Paula Santander a Andrs de Santa Cruz, Presidente del
Consejo de Gobierno del Per, 03-12-1826.
es penoso el saber que altos M agistrados de Colombia mientan tan grosera y
alevosamente.. Antonio Jos de Sucre a Simn Bolvar, 17-11-1828.
XI- En busca del destino y de la salvacin de nuestra Amrica
Cun respetable se hara la Francia el da en que, abandonando todas sus conquistas,
56
estipulase en bien de la humanidad y preparase las vas de propagar la sana libertad! .
Francisco de M iranda, Reflexiones sobre el estado de Francia, 1795.
No os disimulo, seor Presidente, mi inquietud por la prxima entrada de las tropas
francesas en Espaa. Temo que un movimiento convulsivo en la metrpoli produzca
sacudidas anrquicas en las colonias; o que el abominable sistema francs se introduzca
entre nosotros, si no tomamos medidas prontas y eficaces para impedirlo. Dii avertant.
En fin, espero que el pequeo auxilio que necesitamos para comenzar, y que se reduce a
seis u ocho buques de guerra y a cuatro o cinco mil hombres de tropa, lo encontraremos
fcilmente tanto en Inglaterra como en Amrica Quisiera la Providencia que los
Estados Unidos hagan en 1798 por sus compatriotas del Sud, lo que el rey de Francia
hizo por ellos 20 aos atrs.. Francisco de M iranda al Presidente John Adams, 24-031798.
M is compatriotas son plenamente conscientes de la valiosa ayuda de Inglaterra y E.U.
de Amrica podran aportarles en estos momentos, apoyndolos en la instauracin de su
independencia y en la formacin de un gobierno responsable sobre bases slidas,
permanentes y a cubierto de las convulsiones revolucionarias. Pero, si por desgracia y
56

Pero ciertament e Miranda comprob como la Europa reformista, la Europa revolucionaria en las
concepciones humanistas y polticas, y en nuestro continente los Estados Unidos, se abstuvieron de
respaldar resuelta y decididament e, la independencia de Amrica Latina, gestionada por l ant e los
hombres progresistas de su tiempo. Cul ms triste evidencia que la resolucin que el Congreso de
Norteamrica di ctara el 10 de diciembre de 1810, al sealar: Que miran con amistoso inters el
establecimiento de soberanas independientes por las provincias hispanas en Amrica, y que, cuando
esas provincias hayan logrado la condicin de naciones, por el justo ejer cicio de sus derechos, el
Senado y la Cmara de Representantes se unirn al Ejecutivo para establecer con ellas, aquellas
relaciones amistosas y comerciales.. ramos y somos: vecinos y habitantes del mismo hemisferio en
modo alguno herm anos de causa y de destino. Y en el nterin, solos en la lucha, Nuestra Amrica tena
que lograr por ella misma para s er libre. De lo contrario, no constituira ms que un: Premio como lo
tema el Generalsimo. Nada ms ci erto que sus premonitorias observaciones a Richard Wellesley, en el
de 1810.

36

contra sus expectativas, las propuestas, las gestiones y dems nobles ofrecimientos que
han venido haciendo a Inglaterra y Estados Unidos, no reciben la debida acogida en que
se han comprometido, se vern obligados por necesidad a lograrlo por va de
violencia, siguiendo el ejemplo de sus compatriotas del Norte, antes que soportar el
destino tan vergonzoso y tan infeliz. Francisco de M iranda a William Pitt, 21-051798.
los S S: que deban ayudarnos, y nos haban prometido tantas asistencias, se
conducen con una reserva y lentitud (por no decir otra cosa) que yo creo sera una
locura aguardar mas por sus promesas. En fin amigo es menester encomendarnos a la
Providencia, y con Resolucin y juicio obrar por nosotros mismos. Francisco de
M iranda a Pedro Caro, 03-06-1799.
Si por casualidad el feliz vaticinio que Vm. pronunci sobre la suerte futura de nuestra
querida Colombia debe cumplirse en nuestros das, quiera la Providencia que ello sea
bajo vuestros auspicios y por los generosos esfuerzos de sus hijos. Entonces se ver
renacer en cierto modo el siglo de aquel ilustre romano que invocaba el retorno a favor
del gnero humano De nuevo nace un grandioso orden de los siglos. Francisco de
M iranda a Tomas Jefferson, 22-06-1806.
Los ltimos acuerdos de Buenos Aires no han producido ni buena ni favorable
impresin por parte del pueblo de Sur Amrica hacia la nacin britnica. Siempre he
pensado que el proyecto de conquista era impopular en la regin e irrealizable en
cualquier extensin considerable, causante de muchos daos y confusin interior en Sur
Amrica, y lo ms odioso que pudiera presentarse, mientras que la independencia
recibira la aprobacin de todas las clases sociales. Francisco de M iranda a Lord
Vincent Castlereagh, Trinidad, 10-06-1807.
el Continente Colombiano no puede ya ser gobernado por la Europa; cuyo Sistema
Poltico, moral y civil, es enteramente diverso, y acaso incompatible con nuestro reposo
y bienestar en la Amrica.. Francisco de M iranda al Capitn General y Cabildo de La
Habana y al Virrey y Cabildo de la ciudad de M xico, 10-09-1808.
De las cuatro Potencias que pueden entrar en competencia por este vasto Premio, los
Estados Unidos y Francia tienen inters en fomentar la insurreccin contra el Estado
Padre: la primera para disfrutar del comercio sin restricciones, la segunda para
apoderarse por el desorden (by tumult) de las coloniasLos agentes de ambas han
recorrido la regin durante muchos aos y bajo diversos disfracesPero los Estados
Unidos son temidos y odiados como vecinos.. Francisco de M iranda a Richard
Wellesley Jr., Julio 1810.
Y la Europa civilizada, comerciante y amante de la libertad, permite que una vieja
serpiente, por slo satisfacer su saa envenenada, devore la ms bella parte de nuestro
globo? Qu! Est la Europa sorda al clamor de su propio inters? No tiene ojos para
ver la justicia?...
La Europa misma, por miras de sana poltica, debera haber preparado y ejecutado el
proyecto de independencia americana; no slo porque el equilibrio del mundo as lo
exige; sino porque ste es el medio legtimo y seguro de adquirirse establecimientos
ultramarinos de comercio. Simn Bolvar, Carta de Jamaica, 06-09-1815.

37

Nada podemos esperar si no es de nosotros mismos.. Jos Gervasio Artigas.


Tiemblen los tiranos de haber excitado nuestro enojo.. Jos Gervasio Artigas.
Unidos ntimamente, luchamos contra tiranos que intentan profanar nuestros ms
sagrados derechos.. Jos Gervasio Artigas.
Nosotros somos un pequeo gnero humano. Simn Bolvar, Carta de Jamaica, 0609-1815.
Quisiera que el tiempo apresurase la terminacin de los males de que se resiente la
Amrica. M e lisonjeo animarn a usted iguales sentimientos, y protesto me hallar
siempre pronto a medios pacficos en cuanto sea compatible con la libertad de esos
pueblos.. Jos de San M artn al Virrey del Per, Joaqun de la Pezuela, posiblemente
de julio de 1818.
en estos tiempos de traiciones y maldades. Antonio Jos de Sucre al general Juan
Jos Flores, 18-12-1828.
XII- La Paz
Aliar la libertad de un pueblo con la calma y la tranquilidad.. Francisco de M iranda,
Reflexiones sobre el estado de Francia, 1795.
la paz y la tranquilidad que necesita para consolidar su libertad. Francisco de
M iranda, Reflexiones sobre el estado de Francia, 1795.
..antes de de derramar la sangre es necesario dejar a salvo nuestra responsabilidad; para
m es un caso de conciencia y me propongo siempre, antes de atacar una plaza, intimar
la rendicin. Jos M ara M orelos al padre Talavera, previo ataque a Tuxtla, 26-05-1811.
La guerra, este azote cruel y devorador, contenida en los lmites de la justicia es santa,
es precisa y su ejercicio indispensable en los que la Providencia ha destinado para
sostener los derechos de las naciones.. Jos M ara M orelos, Intimacin a los defensores
de Orizaba, 28-10-1812.
La demasiada clemencia de que se ha usado con los culpables que influyen contra
nuestra oprimida nacin, no slo ha entorpecido los peligros de su libertad, sino que ha
sacrificado a millares de americanos benemritos siento no poderle servir respecto de
los oficiales de plana mayor y slo me queda arbitrio en algunos de los de plana menor,
aunque todos deben pasarse por las armas.. Jos M ara M orelos, respuesta ante
solicitud de liberacin de prisioneros, 30-11-1812.
Estando al concluir la mina para volar el castillo, me acord por sptima vez de la
humanidad y caridad del prjimo. Saba que en la fortaleza se escondan ms de diez
inocentes El 17 en la noche determin que don Hermenegildo Galeana ciera el sitio
hasta el foso por el lado de los Hornos. Jos M ara M orelos al gobernador insurgente
de Oaxaca, 17-08-1813.

38

Digan cuanto quieran los malvados, muevan y promuevan todos los resortes de su
malignidad los enemigos, yo jams variar de un sistema que justamente he jurado, ni
entrar en una discordia que tantas veces he rehuido. Jos M ara M orelos al
Congreso, 06-1814.
La suerte de las armas ha puesto en mis manos el 5 del corriente en los campos del
M aip todo el ejrcito en que V.E. haba confiado la conquista de este hermoso pas
[Chile], y a excepcin del general Osorio, que probablemente tendr el mismo destino,
no han escapado del valor de mis tropas ni reliquias de la memorable expedicin de
V.E. En este estado el derecho de represalia me autorizaba para ejecutar en los
prisioneros el horrible trato a que se preparaban ellos con mis soldados en caso de
vencer; conforme a las brbaras rdenes de su jefe; pero la humanidad se resiste de
aumentar el conflicto de nuestros semejantes, y me ha compadecido la existencia de
unos miserables bastantes castigados con el desengao de su orgullo impotente.
Todos los prisioneros, entre los cuales existen la mayor parte de los jefes, cerca de 200
oficiales y 3000 soldados han recibido la hospitalidad inseparable de mi carcter, y en
su situacin desgraciada he procurado aliviarles con cuanto ha estado a mis alcances..
57
. Jos de San M artn al Virrey del Per, Joaqun de la Pezuela, luego de la victoria de
M aip, 11-04-1818.
Los crepsculos del da de paz iluminan ya la esfera de Colombia. Yo contemplo
con un gozo inefable este glorioso perodo en que van a separarse las sombras de la
opresin de los resplandores de la libertad. Tan majestuoso espectculo me asombre y
encanta; con anticipacin me lisonjeo de vuestra colocacin poltica en la faz del
Universo, de la igualdad de la naturaleza, de los honores de la virtud, de los premios del
mrito, de la fortuna, del saber y de la gloria de ser hombres.. Simn Bolvar, Discurso
de Angostura, 15-02-1819.
Que el tratado de regularizacin de la guerra sea tan liberal, que se extienda el canje de
prisioneros hasta los espas, conspiradores y desafectos: que ningn pueblo, ningn
ciudadano sufra jams por sus opiniones, servicios y conducta a la entrada de los
ejrcitos de ambos gobiernos. Que por su puesto las dems clases del estado sean
altamente respetadas. Antonio Jos de Sucre, sobre el Tratado de Regularizacin de la
58
Guerra, base del Derecho Internacional Humanitario, 23-11-1820 .
57

San Martn s e encontraba con su ejrcito frente al realista en la llanura de Maip. En horas del
medioda del 5 de abril de 1818, estn ambos frente a frente. La batalla se trab vigorosamente y procedi
San Martn a atacar a los realistas ubicados en la parte alta de una loma. El enemigo se moviliz por la
derecha patriota pero su izqui erda flaque. Medio d a de contienda encarnizada permiti a los patriotas
que los monrqui cos retrocedieran, finalmente, al terminar la tarde. Mil muertos quedaran en el campo
de bando y bando. En ese instante, San Martn exclam: Acabamos de ganar completamente la accin.
Un pequeo r esto huye: nuestra caballera lo persigue hasta concluirlo. La patria es libre.. Haba
nacido libre la Repblica de Chile. El Virrey Pezuela concentrara todas sus fuerzas en el Per. Luego
vendran de la espada de Bolvar: Boyac, Carabobo, Bombon, Pichincha, Junn, Ayacucho
58

Los Tratados de Armisticio y Regularizacin de la Guerra, Trujillo, Venezuela, 26 de noviembre de


1820, negociados entre Espaa y Colombia como Estados, y entre cuyos principal es negoci adores estuvo
el general Antonio Jos de Sucre, constituyen el smbolo ms distinguido de su participacin en
Venezuela, y un precedent e univers al de l as regul aciones de la guerra, del trato a los heridos, a los
prisioneros, a los pobladores, la humanidad aplicada a las contiendas militares. En el camino recorrido
por el hombre para llegar al moderno Derecho Internacional Humanitario indica el historiador Jorge
Salvador Lara- , corresponde el singular honor de pioneros a los miembros de la Comisin hispanocolombiana que en Trujillo suscribieron aquel primer tratado bilateral para regularizacin de la guerra,

39

El primer paso se ha dado hacia la paz. Una tregua de seis meses, preludio de nuestro
futuro reposo, se ha firmado entre los gobiernos de Colombia y de Espaa. En este
tiempo se tratar de terminar para siempre los horrores de la guerra, y de cicatrizar las
heridas de ColombiaLa paz hermosea con sus primeros y esplndidos rayos el
hemisferio de Colombia, y con la paz contad con todos los bienes de la libertad, de la
gloria y de la independencia. Antonio Jos de Sucre, sobre el Tratado de
Regularizacin de la Guerra, base del Derecho Internacional Humanitario, 07-12-1820.
Paz, seor. Pronunciaron los labios de V.M .; paz repetimos con encanto, y paz ser,
porque es la voluntad de V.M . y la nuestra.
Ha querido V.M . or de nosotros la verdad, conocer nuestra razn y sin duda
concedernos la justicia. Si V.M . se muestra tan grande, como es sublime el gobierno
que rige, Colombia entrar en el orden natural del mundo poltico. Ayude V.M . el
nuevo curso de las cosas y se hallar al fin sobre una inmensa cima, dominando todas
las prosperidades.
La existencia de Colombia es necesaria, seor, al reposo de V.M . y a la dicha de los
colombianos. Es nuestra ambicin ofrecer a los espaoles una segunda patria, pero
erguida, pero no abrumada de cadenas. Vendrn los espaoles a recoger los dulces
tributos de la virtud, del saber, de la industria: no vendrn a arrancar los de la fuerza..
Simn Bolvar a Don Fernando VII, Rey de Espaa, 24-01-1821.
el tratado que regulariza la guerra entre Colombia y Espaa, que es un monumento
de honor eterno a los colombianos que lo promovieron, y el prestigio de la paz de
Amrica. Antonio Jos de Sucre, sobre el Tratado de Regularizacin de la Guerra, base
del Derecho Internacional Humanitario, 25-01-1821.
nada ms que la paz nos puede faltar para dar a Colombia todo: dicha, reposo y
gloria.. Simn Bolvar al Congreso de Ccuta, 03-10-1821.
La victoria nos dio la posesin de todo el pas, y a nuestra merced quedaron los
rendidos; pero siempre moderados en el triunfo y siempre amigos de la humanidad,
preferimos el acto generoso de conceder una capitulacin que salvase el honor de los
militares espaoles, y cubriese a los pueblos de otros males que los amenazaban.
59
Antonio Jos de Sucre, sobre la Capitulacin suscrita luego de la batalla de Pichincha ,
26-5-1822.
presidida por los Generales Ramn Correa y Antonio Jos de Sucr e, grancolombiano. Particularmente
ste, que redact las bases para la difusin de aquel clebre convenio que puso fin a la guerra a
muerte desencadenada durante los episodios blicos de la independencia, y en toda ocasin demostr
su carcter magnnimo, le corresponde por antonomasia el calificativo de precursor del Der echo
Internacional Humanitario y su nombre debe s er bendecido por toda la humanidad. Libro: El
Gran Mariscal Antonio Jos de Sucre, Precursor del Der echo Int ernacional Humanitario, Comisin
Nacional del Bicentenario del Gran Mariscal Sucre, Caracas, 1996, Pgs. 69 y 70.
59

En las faldas del volcn Pichincha (24-05-1822), Antonio Jos de Sucre venci al ej ercito realista al
mando de Jos de Canterac, y alcanz la gloria de liberar al Ecuador en tan heroica bat alla, descendiendo
luego por las calles de Quito procl amando la vi ctoria, la primera de tal signi ficado bajo su ejecutori a de
virtuoso militar. Entre las consecuencias de ese triunfo resultan: la posesin del pas, el surgimiento de la
Repblica, al as eguramiento del sur de Colombia, pero sobre todas las cos as, Sucre consum en ese
territorio, la paz, la paz indispensable luego de una guerra terrible, que ensangrent y empobreci a tantos
pueblos. La capitulacin de Pichincha, igualmente fue un noble resultado de es a victoria, la dignidad del
vencedor, el honor del vencido, magnnimo y justo como era Sucre.

40

Elevar el monumento consagrado a nuestra reconciliacin, a la tregua y al derecho


comn de los hombres. Bien mereca este monumento su tallado en una mole de
diamantes y esmaltado de jacintos y rubes; pero est construido en nuestros
corazones.. Simn Bolvar al general espaol Don Pablo M orillo, 30-11-1820.
Yo hubiera deseado, sin embargo, que esa guerra hubiera tenido un trmino por
negociaciones, pero que cualquiera que sean las ventajas que Ud. pueda obtener, la
guerra siempre es un mal. Nuestra Amrica necesita de la paz, y yo soy de opinin de
buscarla a toda diligencia. No habiendo otro partido, veo que Uds. deben hacer todos los
esfuerzos para hacer desaparecer la guerra por medio de rpidas operaciones, y con una
fuerte masa. Por esto es que celebro el aumento y organizacin de las fuerzas nacionales
argentinas en los trminos que Ud. se sirve indicarme. Antonio Jos de Sucre al
general Alvear, 09-09-1826.
M i objeto es la paz; la necesitan los pueblos para restablecerse de los males de la
revolucin. Antonio Jos de Sucre a Francisco de Paula Santander, 11-05-1827.
Veo con el mayor placer la marcha uniforme y tranquila que sigue nuestro pas; ella
slo puede cicatrizar las profundas heridas que ha dejado la anarqua, consecuencia de
la ambicin de cuatro malvados; si, como es de esperar, esta paz sigue, estoy resuelto a
regresar a mi patria, de la cual no exijo otra cosa sino que me deje vivir con tranquilidad
los pocos das que me restan de vida, es decir, que no se acuerden de m para ningn
mando poltico, y no tomar jams la menor parte en ningn gnero de disensiones,
porque antes preferira volverme a expatriar que verme en la necesidad de tomar parte
en ninguna guerra civil. Jos de San M artn a Pedro M olina, 1836.
XIII- La Anarqua
Le confieso que si bien deseo la Libertad y la Independencia del nuevo mundo, de
60
igual manera, y tal vez ms, le tengo temor a la anarqua y al sistema revolucionario! .
Francisco de M iranda a John Turnbull, 12-01-1798.
En cuanto a formar la Juntamuchos das ha que lo he deseado, para evitar tantos
males sobre todo la anarqua.. Jos M ara M orelos a Ignacio Lpez Rayn, 13-081811.

60

Francisco de Miranda haba sido vctima de las aberraciones de la Revolucin Francesa. Luego de su
constancia y leal actuacin militar en defensa de la Repblica, las intrigas de su anterior jefe Dumouriez complicado en el delito de traicin al pretender la elevacin al trono de Luis Felipe-, le involucr,
falsamente, en hechos vinculados con la derrota del sitio de Maestrich y de Nerwinder. El Tribunal
Revolucionario lo arrest y lo enjuici, pero Miranda demostr su inocencia, su fervor por la libertad y
verdad sobre las rdenes militares que haba recibido le excluyen de responsabilidades. Posteriormente, el
jacobino Robespierre supuso a Miranda un girondino, se ensa contra l y lo hizo arrestar en las
prisiones de: La Force y en: Les Madelonettes, pero al caer aquel, Miranda fue liberado y fue
reconocido, finalmente, entre los grandes hroes revolucionarios de su tiempo. Por ltimo, en su patri a,
cuya libertad procur durante tantos aos, otra vez fue vctima de incomprensiones, y entregado a los
realistas por los suyos, fue a morir olvidado en una oscura prisin de La Carraca, en Espaa en 1816.
Francisco de Miranda, el primero en concebir y en impulsar la independencia de Amri ca Hispana. Para
las autoridades monrquicas Miranda fue un: traidor, un aventurero, un proscrito. Pero lo haba
afirmado con certeza Morelos: las pasiones son nuestro enemigo.

41

Nuestros paisanos no saben todava lo que son las guerras civiles.. Francisco de
M iranda a Pedro Gual, julio 1812.
Bochinche, bochinche, esta gente no sabe hacer ms que bochinche....
Francisco de M iranda, expresin al momento de ser encarcelado en el Castillo de San
Carlos, 31-07-1812.
Nuestra divisin, y no las armas espaolas, nos torn a la esclavitud.. Simn Bolvar,
M anifiesto de Cartagena, 15-12-1812.
El espritu de partido decida en todo, y por consiguiente nos desorganiz ms de lo
que las circunstancias hicieron.. Simn Bolvar, M anifiesto de Cartagena, 15-12-1812.
pero an tenemos un enemigo ms atroz e implacable, y ste habita en medio de
nosotros: las pasiones que despedazan y corroen nuestras entraas desventurado el
que, proponiendo la salvacin de la Amrica a un egosmo vil, se muestre indolente en
61
servirla y dar ejemplo de un acrisolado patriotismo . Jos M ara M orelos, discurso
ante el Primer Parlamento Constituyente de M xico, 14-09-1813.
mas en lo que no convendr jams, ser en la separacin de un miembro del
Congreso, porque, sobre el escndalo que causara todo el reinovolvera la espantosa
anarqua a sacar la cabeza; las bases del gobierno desplomadas, vendran a tierra; se
destruira en breve el trabajo que se ha emprendido y se est emprendiendo para
desterrar las reliquias de pasadas desavenencias.. Jos M ara M orelos a Liceaga, 0102-1814.
la gloria de haber manejado los espritus en la convulsin de la manera que manda la
equidad y la utilidad social.. Jos Gervasio Artigas al Cabildo de Corrientes, 29-031814.
As, parece que el cielo para nuestra humillacin y nuestra gloria ha permitido que
nuestros vencedores sean nuestros hermanos y que nuestros hermanos nicamente
triunfen de nosotros.. Simn Bolvar, M anifiesto de Carpano, 07-09- 1814.
Para sacar de este caos a nuestra naciente Repblica, todas nuestras facultades morales
no sern bastantes si no fundimos la masa del pueblo en un todo; la composicin del
gobierno en un todo: la legislacin en un todo: y el espritu nacional en un todo. Unidad,
Unidad, unidad, debe ser nuestra divisa.. Simn Bolvar, Discurso de Angostura, 1502-1819.
Parece que despus de las desgracias de Venezuela en siete aos de sangre, en que la
muerte ha fijado mansin por decirlo as, en esta tierra infortunada: en que los horrores
de la anarqua han sucedido ms de una vez al gobierno y a las leyes, y en que no ha
quedado al venezolano independiente otro patrimonio que la pobreza y el herosmo;
parece, repito, que no deba esperarse sino la unin, la uniformidad en los principios y
61

Celebre discurso de Morelos al instalars e el Primer Parlamento Constituyente de Mxi co, el Congreso
de Anhuac. En el mismo pronunci la signi ficativa disyuntiva de: morir o salvar la patria, djese
repetirlo, morir o salvar la patria, como llamado permanente al sacri fi cio y la consagracin al
bienestar de la Nacin.

42

en los planes y la obediencia ms determinada al gobierno, para hacer la felicidad


comn.. Rafael Urdaneta a Simn Bolvar, 06-06-1819.
Ver Ud. en mi comunicacin oficial en qu cosas me he hallado metido en los ltimos
das. Revoluciones de mar y tierra, rebeliones, intrigas y brollos de tanto diablo que hay
en este lugar, nos iban a hacer pasar una mala escena si no se hubiera andado vivos en
trastornar los trastornos en que nuestros enemigos queran sepultarnos. Antonio Jos
de Sucre a Francisco de Paula Santander, 24-7-1821.
No s cmo haya cabezas que al cabo de trece aos de revolucin y de desgracias
piensen en mantener los partidos y arrastrar el pas a la ruina completa; tales hombres
yo los considero ms malos y ms enemigos que los espaoles mismos. Antonio Jos
de Sucre a Francisco de Paula Santander, 20-02-1823.
Todos los peligros con los enemigos valen nada; pero la menor disensin interior me
molesta a lo infinito. Antonio Jos de Sucre a Francisco de Paula Santander, 20-021823la anarqua os va a devorar.. Jos de San M artn, 20-09-1822.
Hace cinco meses que no leo ningn papel pblico, y me va muy bien con ese
sistema: que no exista la anarqua en nuestro territorio y que los espaoles no vuelvan a
dominarlo es cuanto necesito saber; de lo dems, poco me importa.. Jos de San M artn
a Vicente Chilavet, 30-09-1823.
Es incompresible su osada grosera al hacerme la propuesta de emplear mi sable con
62
una guerra civil! . Jos de San M artn a Jos de la Riva A gero, 23-10-1823.

62

Jos de La Riva Agero, poltico peru ano (Lima, 1783-id., 1858), indebidamente propuso al general
Jos de San Martn vincularse en las intrigas y disputas internas del Per, al seal arle: El horizonte
poltico es muy halageo: los Departamentos y tropas estn decididamente por m Cuantos fusiles
pueda usted traer de Mendoza, Crdoba y otras partes, srvase hacerlos venir adonde yo me halle; en la
inteligencia que ser pagado su importe Si dentro de tr es das no ha llegado el Libertador de
Colombia, que se anuncia venir por Paita sta, me pondr en camino para ponerme la cabeza del
ejrcito (Cart a a San Martn, 22 de agosto de 1823). El digno argentino respondi airadamente: sin
duda alguna se olvid que escriba un general que lleva el ttulo de Fundador de la libertad del pas,
que usted, s, que usted solo, ha hecho desgraciado. Si la Junta gubernativa y usted ofrec mis
servicios, con la precisa circunstancia de estar bajo las rdenes de otro general, era en consecuencia de
cumplir al Per la promesa que le hi ce mi despedida, de ayudarl e con mis esfuerzos si s e hallaba en
peligro, como lo cre despus de la desgracia de Moquegua. Pero cmo ha podido usted persuadirse
que los ofrecimientos del general San Martnfueron jams dirigidos un particular, y mucho menos
su despreciable persona?. La altura moral de San Martn impidi semejante determinacin. Eran muchas
las desgracias del Per: la derrota sufrida en la batalla de Moquegua, por parte de los espaoles, en la cual
se destruy un ejrcito de cuatro mil hombres integrado por argentinos y chilenos, salvndose tan solo
una cuart a parte, lo que constituy un gran revs. Otro grave cont ratiempo fue la Presidencia de Riva
Agero, hombre de vanidades e intrigas, que encendi la guerra civil en su pas. Otro aspecto lamentable
fue la msera situacin en que se encontraba el pas; la actitud en contra de las tropas extranjeras inclusive
desde la presencia del mismo San Martn y la consolidacin de las fuerzas realistas ubicadas en la
serran a. Ardua y di fcil tarea era la que le correspondi a Simn Bolvar en el Per. Luego de varias
solicitudes de las autoridades peruanas y de la autorizacin del Congreso de Colombia, 11 meses despus
de la partida de San Martn, lleg Bolvar al Per, el 1 de septiembre de 1823, llegando por el puerto de
El Callao.

43

impelido de las circunstancias y siguiendo el raro destino que la suerte me ha


preparado: hasta el da de ayer fui el hombre ms obediente al Gobierno de
Bogot 63. Jos Antonio Pez. 01- 05-1826.
vacilaba algunos instantes entre la obediencia y la gratitud, la M unicipalidad
disolvi mis dudas. Jos Antonio Pez. 01- 05-1826.
Acept el mando y al aceptarlo jur sostenerlo hasta que un mejor arreglo de cosas nos
prepare instituciones ms ventajosas: jur que ninguno ofendera al Pueblo de
Valencia. Jos Antonio Pez. 01- 05-1826.
El hombre pblico no es suyo ni nada es cierto en revolucin sino lo que ya est
hecho.. Jos Antonio Pez. 01- 05-1826.
En manos de Usted est cortar los males de una guerra civil que pudiera originarse:
Bogot nos est mandando una revolucin envuelta en un pedazo de papel, y Usted sabe
bajo de cuantos colores y pretextos puede hacerse en Venezuela. Jos Antonio Pez.
01- 05-1826.
64
Nuestra peculiar situacin nos pone en la necesidad de armarnos. . Jos Antonio
Pez, Proclama a los Habitantes de Venezuela, 19-05-1826.

Como la anarqua es una epidemia contagiosa, temo que ni todas nuestras medidas
parar preservarnos, nos salven. Antonio Jos de Sucre a Jos M ariano Serrano, 0908-1826.
El alboroto de Guayaquil, la imitacin de Quito y los que seguir en Panam,
M aracaibo, etc, me inspiran la idea pesarosa y triste de que este pas no presenta
esperanzas de estabilidad y orden. El mal ejemplo es contagioso y los descontentos y
reformadores de que siempre abundan todos los pueblos, sea cual fuere la forma de
gobierno, lejos de poner un cordn sanitario, buscan el contagio. Ya se ha empezado a
ensayar la libertad de reunirse tumultuariamente a pedir reformas; los cabildos
empiezan a arrogarse las funciones de la soberana; la fuerza armada a deliberar y la
autoridad a temer; si no fomentan los tumultos, qu se puede esperar despus de que se
65
contraigan estos hbitos? Anarqua, y tras la anarqua, espaoles. . Francisco de Paula
Santander a Simn Bolvar, 21-08-1826.

63

Se refi ere al confli cto provocado por el gobierno de Bogot, dirigido por Santander, de abrir un juicio a
Pez, que interpret como una insidia personal del Vicepresidente hacia l. Lo que desencaden una
grave crisis poltica y los primeros asomos de separacin entre Venezuel a y la Nueva Granada. Una
municipalidad se impone sobre una Nacin.
64

Se desarrollaba La Cosiata acto insurreccional originado en Valencia, Venezuela, a favor del


general Pez que principia como parte de una intriga poltica de los enemigos del Libertador en Bogot,
auspiciados por el Vicepresident e Santander.
65

Pero cunto no aviv esta anarqua el propio Santander y sus amigos, el propio Pez y los suyos, y
todos cuantos ambicionaban erigirse en nuevos benefi ciarios de l a independencia sin haber luchado por
ella, los doctores de Bogot, los doctores de Caracas, los doctores de Guayaquil y otras ciudades de la
Gran Colombia.

44

El Libertador me dice que se va para Colombia a ver si corta el mal en su origen: ello
es bueno; pero, y el Per? Sepa Ud. mi querido amigo, que al ausentarse el Libertador
el Per va a sumergirse en un desorden espantoso y que los partidos se irn a las armas
muy luego. Y cmo podr yo salvar a Bolivia en ese estado de confusin? Del lado
norte el Per envuelto en los trastornos y sin saber l mismo lo que quiere, del lado sur
las provincias argentinas en donde la anarqua esta proclamada por principios, y el
trastorno, la revolucin, el despotismo y todos los males sistemados como gobiernos,
podr yo atajar el contagio? Creo que no. Voy a ser vctima de una situacin
66
triste . Antonio Jos de Sucre a Francisco de Paula Santander, 24-08-1826.
En fin todo va mal. Esta Amrica es un caos.. Antonio Jos de Sucre a Simn Bolvar,
19-05-1827.
a ver qu puede hacerse para evitar el caos que amenaza envolver todos estos pases
67
en espantosas revoluciones . Antonio Jos de Sucre a Simn Bolvar, 11-03-1827.
concierto de revoluciones se hacen de un rato a otro en Amrica, no s que
suceder. Antonio Jos de Sucre a Vicente Aguirre, 19-11-1827.
deduzco que esta pobre Amrica va a ser la presa de todos los desrdenes. El
Libertador se marchar fuera probablemente y Colombia despedazada al momento,
existir pronto entre miserables Secciones que a su turno sern desmoronadas en muy
pequeas partes. Veo un aciago porvenir a mi desgraciada patria; y para contemplar la
tristeza de mis ideas observo que Ud. se ha dejado afectar de un sentimiento local
pernicioso a la Repblica, y descubro que tambin el Libertador est tocado del mismo
mal. Y es posible que los dos personajes a quienes Colombia ha confiado sus
esperanzas y sus destinos, aventuren su reputacin por mezquinos intereses.. Antonio
Jos de Sucre a Francisco de Paula Santander, 10-07-1827.
Despus de diecisiete aos de combates inauditos y de revoluciones, ha venido a partir
nuestra M adre Patria a una hermana ms cruel que M egera, ms parricida que Jpiter, y
ms sanguinaria que Belona: es la anarqua, querido general!. Simn Bolvar a Jos
Antonio Pez, 29-01-1828.
66

Visionario de aquel inmenso mal y futura vctima del mismo, el Mariscal Sucre se anticipaba a los
sucesos: granadinos en contra de los venezolanos, venezolanos en contra de los granadinos,
guayaquileos y quiteos exaltados; peruanos enfrentados a colombianos, argentinos en contra de los
colombianos, peruanos agrediendo a bolivianos, peruanos contra ecuatorianos, americanos contra
americanos, los jefes de las patrias enemigos; motines, revoluciones, alzamientos, revueltas, intrigas y
traiciones, tiempos de odios y venganzas desat ados para destruir los sueos de una pat ria grande y unida
en sta Amri ca. Revoluciones de mar y tierra, rebeliones, intrigas y brollos de tanto diablo que hay en
este lugar, como expres el propio Sucre.
67

Bolvar, Presidente de Colombia, Dictador del Per, Fundador de Bolivia, elabor diversas propuestas,
adopt varias medidas, se es forz en evitar la destruccin de su obra inicial la Gran Colombia y la unidad
de los pueblos libertados. La propuesta de Constitucin Boliviana, la figura de la presidencia vitalicia,
intent establecer factores de equilibrio y permanencia en los nuevos Estados. La reunin de los
Congresos que examinaran la Constitucin e instrumentaran l as reformas neces arias, fue ot ra de sus
iniciativas. El establecimiento de Federaciones entre pases Bolivia-Per, Per-Gran Colombia fue otra
de sus tentativas para consolidar la amistad y la cooperacin. El Congreso de Panam, como agrupacin
latinoamericana de pases fue alterada en virtud de la invitacin enviada por el Vicepresidente Santander
de los Estados Unidos, fueron varias alternativas, aceptadas parcialmente o definitivament e rechazadas
ante los intereses nacionalistas y localistas en progresiva implantacin.

45

Usted conoce, como yo, que esto es tan imposible como que se sometan nuestros
antiguos amos a nosotros; ms o menos males; ms o menos progresos en las fortunas
particulares, ms o menos adelantos en nuestra ambicin; he aqu lo que resultar de
nuestras disensiones, son las de producir un tirano, que, como Francia, haga sufrir al
pas los males que experimenta el que l domina. Jos de San M artn a Fructuoso
Rivera, 04- 1829.
Es triste la idea de que las revoluciones y trastornos se sucedan sin trmino. Aunque
Ud. me dice que su resultado ha producido una completa victoria a favor de los
principios y la buena causa, creo que habr nuevas escenas y que el incendio
revolucionario lo abrazar todo. Veo delante de nosotros todos los peligros y todos los
males de las pasiones exaltadas, y que la ambicin y las venganzas van a desplegarse
con todas sus fuerzas.. Antonio Jos de Sucre a Simn Bolvar, 06-04-1830.
las discordias en
68
contrarrevolucin

Buenos

Aires

tiene

su

base

en

la

revolucin

Por todas partes los nuevos Estados presentan los mismos sntomas, el mismo cuadro de
desrdenes y la misma inestabilidad. Si sus relaciones polticas o comerciales los
uniesen entre s, como al viejo continente, tanto por la facilidad de sus diarias
comunicaciones, como por el encadenamiento de sus recprocos intereses y el rpido
contacto de las ideas, podra asegurarse que la repblica era dada a la Amrica por un
sentimiento general; ms los nuevos Estados aislados, entre s mucho ms que lo que
estn con la Europa, no permiten creer que la simultnea y exacta igualdad que se nota
en veinte aos de no interrumpidas agitaciones, sea el efecto de una impulsin moral
que los arrastra, sino, al contrario, que la causa o el agente que los dirige no pende tanto
de los hombres como de las instituciones en una palabra- las cuales no ofrecen a los
gobiernos las garantas necesarias me explicar- que no estn en armona con sus
necesidades.. Jos de San M artn a Vicente Lpez, 12-05-1830.
yo he hecho un firme e invariable propsito de no tomar parte en las disensiones
polticas que sobrevengan, y, segundo, de no mandar. Jos de San M artn a Vicente
Lpez, 12-05-1830.
A la verdad, cuando uno considera que tanta sangre y sacrificios no han sido
empleados sino para perpetuar el desorden y la anarqua, se llena el alma del ms cruel
desconsuelo.. Jos de San M artn a Bernardo OHiggins, 20-03-1831.

68

Las dificultades internas de Argentina, las discordias y la guerra civil entre los bandos polticos
desalentaban la presencia de San Martn en su patria. En marzo de 1829 arrib a Buenos Aires, pero evit
desembarcar al enterars e de la t errible situacin del pas. El general Juan Lavalle le invit regresar y le
ofreci encargarse del ejrcito y de la Provinci a de Buenos Aires, para tratar de contener las
confrontaciones en acuerdo con los dems gobernadores. San Martn, desde Montevideo, rechaz la
propuesta al juzgar que solo exterminando a uno de los partidos finalizara l a lucha. Su amigo Jos
Miguel Daz Vlez, le s eala: aqu no hay partidos, si no se quiere ennoblecer con est e nombre la
chusma y las hordas salvajes. Veterano en la r evolucin y con bastantes conocimientos de los hombre
que han figurado en ella, usted sabr caracterizar los que dan impulso a aquellas mquinas, entre
ellos Rivadavia, su enemigo. Ante tal situacin, San Martn resolvi regresar a Bruselas. En medio de
estas di ferencias bus c una explicacin d e los sucesos y concluy en la existencia de una l amentable
confrontacin entre los partidarios de la revolucin y de la contrarrevolucin.

46

La revolucin y los gobiernos se suceden en nuestros pases como el viento. Freire,


que me despoj de mi empleo militar en Chile, se anda paseando en las calles de Lima
despus de haber estado en la crcel pblica como un facineroso, proscripto y
desterrado de su patria. As le pagaron, como un resultado necesario a su traicin.
Nuestro amigo el general Pinto, electo presidente, manda en Chile: hay esperanzas
lisonjeras se restablezca el orden despus de ochos aos de una desastrosa anarqua que
ha hecho correr casi igual cantidad de sangre que la que verti en la guerra de
independencia.. Bernardo de OHiggins a Jos de San M artn, 05-09-1831.
Desgraciado pas, que la experiencia de la guerra civil que acaba de sufrir, lejos de
moderar sus pasiones y mezquinas ambiciones, han, por el contrario, tomado ms
extensin!. Jos de San M artn a Bernardo OHiggins, 13-09-1833.
Es preciso convenir en que hay una cosa que trabaja los nuevos estados de Amrica (y
sobre todo el nuestro), que les impide gozar de los bienes anexos a la tranquilidad y
orden: unos la atribuyen a la transicin repentina de la esclavitud a la libertad, otros a
que las instituciones no se hallan en armona, ni con la educacin que hemos recibido,
ni con el atraso en que nos hallamos; algunos, a la desmoralizacin consecutiva de una
revolucin que todo lo ha trastornado; no falta quien d por causa el espritu belicoso
que imprime a una nacin una guerra dilatada, etc., etc.
Todas estas causas, pues, sin duda, contribuyen muy eficazmente; pero en mi pobre
opinin lo que prolonga esta serie de revoluciones es la falta de garantas que tienen los
nuevos gobiernos, es decir, que stos dependen de tres o cuatro jefes militares, a los que
con degradacin tienen que adular, o de la masa del bajo pueblo de la capital, veleidosa,
fcil a dirigir al antojo por cuatro demagogos.. Jos de San M artn a Toms Guido,
1833.
XIV- Las Instituciones en Amrica
el sistema de nuestras instituciones ser mixto. Optaremos por un Jefe del Poder
Ejecutivo hereditario, que tomar el nombre de Inca, y ser escogido con particular
agrado de mi parte, entre nuestros compatriotas mismos. Tendremos tambin un
Senado electivo, en el que tomarn asiento los hombres de las clases principales, y una
Cmara de origen y carcter popular, pero cuyos miembros debern ser propietarios
El impedir sin duda las consecuencias fatales del sistema republicano francs que
69
M ontesquieu llama la libert extrme . Francisco de M iranda al Presidente John
Adams, 24-03-1798.
69

Impulsando el apoyo de los Estados Unidos a la causa latinoamericana, Francisco de Miranda se dirigi
a su amigo el Presidente John Adams y le inform sobre diversos aspectos de Plan para su independenci a.
Miranda expuso sus ideas de adoptar una forma poltico gubernativa mixta en pases de som etidos al
sistema monrquico y que no conocan la estructura republicana. Estas ideas que fueron discutidas con
otros defensores de la independenci a contaban, segn dice, con respaldo en Hispanoam rica. Sus
vivencias de los excesos y perversidades ocurridas por la mal aplicada libertad en Francia, le
confirmaron los riesgos que implicaba un sistema similar en Amrica. Al discutirse la Constitucin de
Venezuela de 1811, Miranda mani fest su inconformidad con ciertas propuestas t ericas que podan
afectar la marcha real de la Repblica. Se encont raba en desacuerdo el sistema federalista propuesto y
aprobado por la mayora de los diputados, y al respecto expres: Considerando de que en la presente
Constitucin los poderes no se hallan en un justo equilibrio; no la estructura u organizacin general
suficientemente sencilla y clara para que pueda ser permanente; que por otra parte no est ajustada con
la poblacin, usos y costumbres de estos pases, de que puede resultar que en lugar de reunirnos en una
masa general, o cuerpo social, nos divida y separ e en perjuicio de la seguridad comn y de nuestra
Independencia.. Pero no quedaba duda, con sus limitaciones y sus fallas la Repblica surgira y era el

47

Yo soy del sentir que mientras no centralicemos nuestros gobiernos americanos, los
enemigos obtendrn las ms completas ventajas; seremos indefectiblemente envueltos
en los horrores de las disensiones civiles, y conquistados vilipendiosamente por ese
puado de bandidos que infestan nuestras comarcas.. Simn Bolvar, M anifiesto de
Cartagena, 15-12-1812.
M e sacrificar en hacer obedecer a la Junta Suprema y jams admitir el tirano
gobierno, esto es, el monrquico, aunque se me eligiera a m mismo por primero.
Jos M ara M orelos, 29-03-1813.
Aunque aspiro a la perfeccin del gobierno de mi patria, no puedo persuadirme que el
Nuevo M undo sea por el momento regido por una gran repblica; como es imposible,
no me atrevo a desearlo, y menos deseo una monarqua universal de Amrica, porque
este proyecto, sin ser til, es tambin imposible.. Simn Bolvar, Carta de Jamaica, 0609-1815.
Pero lo que debilit ms el Gobierno de Venezuela, fue la forma federal que adopt,
siguiendo las mximas exageradas de los derechos del hombre, que autorizndolo para
que se rija por s mismo, rompe los pactos sociales y constituye las naciones en
anarqua.. Simn Bolvar, M anifiesto de Cartagena, 15-12-1812.
No sindonos posible lograr entre las repblicas y monarquas lo ms perfecto y
acabado, evitemos caer en anarquas demaggicas, o en tiranas moncratas.
Busquemos un medio entre extremos opuestos, que nos conduciran a los mismos
escollos, a la infelicidad y al deshonor. Voy a arries gar el resultado de mis cavilaciones
sobre la suerte futura de la Amrica: no la mejor sino la que sea ms asequible.. Simn
Bolvar, Carta de Jamaica, 06-09-1815.
Venezuela erigi un gobierno democrtico y federal, declarando previamente los
derechos del hombre, manteniendo el equilibrio de los poderes y estatuyendo leyes
generales a favor de la libertad civil, de imprenta y otras; finalmente se constituy un
gobierno independiente.
Y as como Venezuela ha sido la repblica americana que ms se ha adelantado en
sus instituciones polticas, tambin ha sido el ms claro ejemplo de la ineficiencia de la
forma democrtica y federal para nuestros nacientes estados.. Simn Bolvar, Carta de
Jamaica, 06-09-1815.
Pero seremos nosotros capaces de mantener en su verdadero equilibrio la difcil carga
de una repblica?. Simn Bolvar, Carta de Jamaica, 06-09-1815.
Un gobierno republicano ha sido, es y debe ser el de Venezuela; sus bases deben ser la
soberana del pueblo: la divisin de los poderes, la libertad civil, la prescripcin de la
esclavitud, la abolicin de la monarqua y de los privilegios. Simn Bolvar, Discurso
de Angostura, 15-02-1819.
sistema igualitario y democrtico que encendera los espritus y las luchas emancipadoras en Caracas, en
Buenos Aires, en Mxico, y adoptaran l as patrias independientes del yugo espaol. Federalismo y
centralismo pugnar an ajustar su forma ant e las realidades complejas de Am rica Latina. Encontrar el
mecanismo de fortalecer a la Repblica y sostener la democracia constituy un gran reto, pero
definitivamente asumido.

48

todas nuestras facultades morales no sern bastantes si no fundimos la masa del


pueblo en un todo; la composicin del gobierno en un todo; la legislacin en un todo; y
el espritu nacional en un todo. Unidad, unidad, unidad, debe ser nuestra divisa.. Simn
Bolvar, Discurso de Angostura, 15-02-1819.
ninguna forma de gobierno es tan dbil como la democrtica, su estructura debe ser
de la mayor solidez; y sus instituciones consultarse para la estabilidad. Si no es as,
contemos con que se establece un ensayo de gobierno, y no un sistema permanente;
contemos con una sociedad dscola, tumultuaria y anrquica, y no con un
establecimiento social, donde tengan su imperio la felicidad, la paz y la justicia..
Simn Bolvar, Discurso de Angostura, 15-02-1819.
El oficio de mi senado es atemperar la democracia absoluta; es mezclar la forma de un
gobierno absoluto con una institucin moderada; porque ya es un principio recibido en
la poltica, que tan tirano es el gobierno democrtico absoluto como un dspota; as,
slo un gobierno temperado puede ser libre. Cmo quiere Ud. que yo tempere esta
democracia, sino con una institucin aristocrtica? Ya que no podemos mezclar la
forma monrquica con la popular, que hemos adoptado, debemos por lo menos hacer
que haya en la Repblica un cuerpo inalterable que le asegure su estabilidad, pues sin
70
estabilidad todo principio poltico se corrompe y termina siempre por destruirse. .
Simn Bolvar a Guillermo White, 26-05-1820.
Pensar en establecer el gobierno federativo, en un pas casi desierto, lleno de celos y de
antipatas locales, escaso de saber y de experiencia en los negocios pblicos,
desprovisto de rentas para hacer frente a los gastos del gobierno general, fuera de los
que demande la lista civil de cada Estado, es un plan cuyos peligros no permite
infatuarse, ni aun con el placer efmero que causan siempre las ilusiones de la novedad.
Jos de San M artn, Proclama a las Provincias del Ro de la Plata, 1820.
si los creadores de la revolucin se propusieran hacer libre y feliz a su suelo y esto
solo se logra bajo un Gobierno republicano y no la variacin de dinastas distantes,
preciso es que huyamos de aquellos fros calculadores que apetecen el monarquismo.
Cun difcil es, mi amigo, desarraigar hbitos envejecidos.. Bernardo OHiggins a
Jos Gaspar M arn, 18-10-1821.
M ucho temo que las cuatro planchas cubiertas de carmes que llaman trono, cuesten
ms sangre que lagrimas y den ms inquietudes que reposo. Estn creyendo algunos que
es muy fcil poner una corona y que todos la adoren; y yo creo que el tiempo de las
monarquas fue, y que, hasta que la corrupcin de los hombres no llegue a ahogar el
amor a la libertad, los tronos no volvern a ser de moda en la opinin. Ud. dir que toda
la tierra tiene tronos ya altares; pero yo responder que estos monumentos antiguos
estn todos minados con la plvora moderna y que las mechas encendidas la tienen los
71
furiosos, que poco caso hacen de los estragos. . Simn Bolvar a Fernando de
Pealver, 26-09-1822.
70

Se refiere a la propuesta del senado hereditario presentada ante el Congreso de Angostura, la cual no
fue aprobada.
71

Bolvar, San Martn, OHiggins, bajo las perspectivas de sus propias realidades local es, coincidieron en
la necesidad de formular y encontrar una forma poltica consustanciada con las realidades del continent e,

49

Que no se pierdan, pues, las lecciones de la experiencia. Simn Bolvar, Discurso


de Angostura, 15-02-1819.
Todos los colombianos han sometido su voluntad a la ley: la gloria de los campos de
batalla, las luces de la filosofa, las prerrogativas del ministerio del altar, el influjo del
mrito, de la reputacin y de las virtudes, todo se ha humillado delante de la
72
constitucin. . Francisco de Paula Santander a los senadores y representantes del
Congreso de Colombia, 17-04-1823.
Despus de haber pensado infinito, hemos convenido entre las personas de mejor juicio
y yo, que el nico remedio que podemos aplicar a tan tremendo mal es una federacin
general entre Bolivia, el Per y Colombia, ms estrecha que la de los Estados Unidos,
mandada por un presidente y vicepresidente y regida por la constitucin boliviana, que
podr servir para los estados en particular y para la federacin en general, hacindose
aquellas variaciones del caso. La intencin de este pacto es la ms perfecta unidad
posible bajo de una forma federal. El gobierno de los estados federales o particulares
que dar al vicepresidente con sus dos cmaras para todo lo relativo a religin, justicia,
administracin civil, economa y, en fin, todo lo que no sea relaciones exteriores y
guerra. Cada departamento mantendr un diputado al congreso federal y stos se
dividirn en las secciones correspondientes, teniendo cada seccin un tercio de
diputados de cada repblica. Estas tres cmaras, con el vicepresidente y los secretarios
de estado, que sern escogidos en toda la repblica, gobernarn la federacin. El
Libertador, como jefe supremo, marchar cada ao a visitar los departamentos de cada
estado. La capital ser un punto cntrico
73
un plan que asegura la libertad de Amrica, unida al orden y a la estabilidad .
Simn Bolvar al general Antonio Gutirrez de La Fuente, 12-05-1826.
advirtiendo la inconveni encia de sistemas polticos extremos o anticuados, inaplicables tanto
ideolgicamente, a fin de salvaguardar los principios que inspiraron la revolucin de independenci a,
como en virtud de las situaciones existentes en los distintos pases: la incultura e inexperiencia poltica de
la poblacin y de la nueva dirigencia poltica, quienes fueron excluidos de responsabilidades polticas por
la corona, con carenci as de recursos econmicos, etc. Ni el: monarquismo y sus: hbitos envejecidos,
como lo seaba OHiggins, ni la: la democracia absoluta, ilimitada e irracional, como lo sealaba
Bolvar; tampoco un: gobierno federativo insustancial, como lo advirti San Martn. la plvora
moderna la tienen los furiosos, observaba Bolvar con exactitud, y esa plvora poda destruir
igualmente el novedoso edi ficio de la Repblica, y degenerar -como quera a toda costa evitar en general
Miranda-, en los ext ravos revolucionarios de los regmenes del terror, como el que existi en la Francia
de Robespiere. Bolvar, con mayor ingeniosidad y originalidad poltica, ide y pres ent propuestas
polticas concretas para la organizacin de las nuevas naciones.
72

Sin embargo, en muchos casos el legalismo extremo, refl exivo o ilusorio caus grandes perjuicios a la
Repblica y, en diversos momentos, se acus al gobierno en Bogot de interpretar y aplicar la ley
cometiendo excesos sin dimensionar los efectos sociales y polticos de sus dictmenes.
73

Al momento de la consideracin de este proyecto, las confrontaciones entre Bolvar, Santander y Pez
eran evidentes colocando en di fi cultad a las instituciones y la estabilidad del pas. El tema de la
Constitucin Boliviana y de la Confederacin entre Colombia, Per y Bolivia, era una forma de conseguir
un orden poltico equilibrado y de relaciones entre los Estados, sin renuncias a sus soberanas. Otra idea
era la Confederacin entre Argentina, Bolivia y Chile. El Libertador estaba ideando y proponiendo
formas concret as de unidad y consolidacin de l a paz interna y externa de los pases. En el debate acerca
de su convenienci a, Bolvar le explic a diversos polticos, militares y pensadores el proyecto, y entre
ellos a Santander, quien lo acoge sin entusiasmo y seala: He hablado bastante con el Libertador sobre
el proyecto de la Confederacin entre Bolivia, Per y Colombia, por la cual no estaba antes, ms bien
porque no conoca a fondo el plan, que por cualquiera otra causa. Este proyecto, tiene inconvenientes

50

La idea de una federacin entre Buenos Aires, Chile y Bolivia es muy bella; pero como
Buenos Aires y Chile son tan poco amigos de Colombia, sera una potencia que siempre
nos estara amenazando. La federacin entre Colombia, Per y Bolivia me parece un
poco impracticable, y si logrsemos que la antigua Venezuela permaneciese unida a
Nueva Granada, se podra pretender una federacin entre Colombia, Guatemala y Per,
y ojal que siquiera venga a quedar Venezuela federada con Nueva Granada y Per, sin
haber pasado por una guerra interna!. Francisco de Paula Santander a Simn Bolvar,
06-07-1826.
Unos quieren federacin de tres grandes departamentos, como algunos caraqueos;
otros, como los cumaneses, maracaiberos y cartageneros, federacin de Estados ms
pequeos y numerosos; otros, como Pez, monarqua; otros, como Guayaquil,
independencia absoluta; otros, como Panam, ciudad ansetica, y otros, como yo,
repblica central bajo formas republicanas. Quin puede conciliar tantas y tan opuestas
voluntades?. Francisco de Paula Santander a Simn Bolvar, 21-08-1826.
El proyecto de hacer tres estados grandes que, unidos en una sola nacin y gobernados
por un jefe como en los Estados Unidos, formen a Colombia, parece el menos malo de
todos los partidos, si es que esto contenta a los pueblos necesitamos vigor y mucha
energa en el gobierno; y la tal federacin todo lo afloja y debilita. Sin embargo, lo creo
preferible al establecimiento de una monarqua como dicen que quieren en Venezuela,
Costa de Cundinamarca y el Sur si durante la vida de Ud. se puede organizar el pas
regularmente, lo mejor que hay adaptable en mi opinin es la Constitucin boliviana en
la parte que le da fuerza y estabilidad al gobierno. Creo que ella concilia las dificultades
y da firmeza al gobierno sin asustar los puebles con la palabra rey que tiene tantos
enemigos.. Antonio Jos de Sucre a Simn Bolvar, 24-08-1826.
cree Ud. que sea til la federacin de Bolivia con el Per bajo un solo gobierno
con la esperanza de que Colombia entre en la federacin? Veo que Colombia en su
actual extensin no puede gobernarse sino con mil dificultades por un solo Gobierno; y
Venezuela y Guayaquil que estn en los extremos no quieren soportarlo y un escndalo
y una alarma son el resultado de esta posicin violenta.. Antonio Jos de Sucre a
Simn Bolvar, 24-08-1826.
es pues preciso demostrar que podemos reformar nuestras instituciones con
tranquilidad y orden.. Antonio Jos de Sucre a Vicente A guirre, 26-01-1827.
En esta borrasca de ideas extraviadas es preciso sacar el mejor partido para la
seguridad de los pueblos.. Antonio Jos de Sucre a Simn Bolvar, 11-03-1827.
El proyecto de la gran federacin no puede tener lugar; hay fuertes oposiciones y la
opinin pblica la rechaza; del mal el menos; y si la gran federacin podra traernos
y des ventajas que s er difcil, aunque no imposible allanar, pero sus ventajas y utilidades puede
compensar aqullas de un modo que logremos coger el fruto de los sacrificios que nuestros respectivos
pases han hecho por la libertad e independencia.. Pero las posiciones y apetencias eran muchas, como
lo apunt el propio Santander. A Sucre le pareci este proyecto: el menos malo de todos los partidos
en medio de la borrasca de ideas extraviadas como una manera de disponer de un orden comn y
evitar los peligros de la anarqua y de la guerra en las nuevas naciones. Pero, finalmente, en junio de
1827, Sucre recomend rechazarlo por su no aceptacin.

51

bienes, ella por ahora nos expone a revoluciones y trastornos .Dejemos que cada uno se
arregle como Dios le ayude, y Ud. cuide de Colombia que es lo que n os
interesa..Antonio Jos de Sucre a Simn Bolvar, 20-06-1827.
He visto que se convocar la gran convencin. Probablemente se tratar en ella de esta
federacin que tanto influye contra la existencia de Colombia. Se presenta la cuestin, si
Colombia formar tres estados federados de los tres antiguos distritos, o si doce estados,
de los doce departamentos. An no se la opinin de Ud., pero pienso que el menor de
los males, es la federacin por departamentos. La federacin de los tres distritos me
aparece la sancin de la ruina de Colombia. Tres estados de los que cada uno pesa tanto
relativamente como la nacin, es como decretar que cuando alguno de ellos quiera
separarse para formar una republiquita independiente, lo haga sin que el gobierno tenga
los medios de contenerlo. Alguna vez pens yo que poda ser as, pero me he
convencido que estos sera la muerte y la disolucin de Colombia..Antonio Jos de
Sucre, carta a Simn Bolvar, 19-05-1827.
esta es la poca oportuna para que se autorice el gobierno a fin de que d una
constitucin conveniente y prctica y no de esas ideales que nos han perdido y reducido
a la necesidad de escandalizar al mundo con nuestras operaciones polticas, a fin de
que se conozca la necesidad que tenemos de poner trmino a una revolucin tan larga,
tan complicada y tan desastrosa.. Simn Bolvar al general Jos Antonio Pez, 26-081828.
Grandes y terribles males ha sufrido el Bajo Per despus de la terminacin de la
guerra de independencia; desgraciadamente estas calamidades le han cabido en suerte a
todos los nuevos Estados de Amrica, lo que demuestra que son unas mismas las causas
que influyen en sus agitaciones; varias pueden asignarse, pero puede asegurarse sin
temor, de que la principal es que sus instituciones no estn en armona con el carcter,
educacin, castas, religin, ignorancia, etc., de nuestros pueblos. Esto demuestra que un
buen gobierno no est asegurado sobre la liberalidad de sus principios, pero s por la
influencia que tiene en la felicidad de los que obedecen. En fin, ya est usted llamado a
presidir los destinos de ese desgraciado pas. Jos de San M artn a Andrs de Santa
Cruz, sin fecha.
Al cimentar el imperio de las instituciones, la Representacin Nacional consultar a los
hechos de nuestra historia, examinar las necesidades de la Repblica, y tratar de
satisfacer por los medios posibles a lo que exigen los intereses generales, no menos que
los intereses locales, aprovechndose de las tristsimas, pero saludables lecciones de la
74
experiencia. . Contestacin del M ariscal Sucre al mensaje del Libertador Bolvar en el
acto de instalacin del Congreso Constituyente, 22-01-1830.

74

El Congreso Admirable, reunido en Bogot el 20 de enero de 1830, fue el ltimo de la Gran Colombia
bolivariana. Intent establecer, sin lograrlo, un entendimiento poltico general entre las secciones del pas
para evitar la separacin y contener los males desarrollados a lo largo de 20 aos de la revolucin de
independencia. Bolvar hizo alusin a las confrontaciones entre los partidos, a los negativos efectos del
enfrentamiento con Pez motivado por Santander- y la disolucin de la Convencin de Ocaa. La
Constitucin elaborada no rigi en toda la Nacin. La separacin era un hecho. La misin paci fista y
unificadora del Congreso hacia Venezuela, encabezada por el M ariscal Sucre, definitivamente concluy
sin xitos, anticipando el fin del es fuerzo uni ficador y la afirm acin de los localismos y el militarismo en
el mando de las Repblicas.

52

El empleo de la fuerza, siendo incompatible con nuestras instituciones, es, por otra
parte, el peor enemigo que stas tienen, como la experiencia lo ha demostrado, y porque
nuestros guerreros, creados en la revolucin y partidos, se resentirn siempre de su
influencia.. Jos de San M artn a Vicente Lpez, 12-05-1830.
cuando con el convencimiento de toda mi razn, ratificado por la experiencia de
veinte aos y el conocimiento exacto que tengo de la Amrica, me dice que un
Washington, o un Franklin que se pusiesen a la cabeza de nuestros gobiernos, no
tendran mejor suceso que el de los dems hombres que han mandado, es decir,
desacreditarse empeorando el mal repito no son los hombres- no en los hombres el de
donde debe esperarse el trmino de nuestros males, el mal est en las instituciones, y s
slo de las instituciones.. Jos de San M artn a Vicente Lpez, 12-05-1830.
Yo estoy firmemente convencido que, los males que afligen a los nuevos Estados de
Amrica no dependen tanto de sus habitantes como de las constituciones que los rigen..
Jos de San M artn a Bernardo OHiggins, 13-09-1833.
XV-La lucha heroica
aguardar con resolucin y firmezael momento de nuestra aparicin en los puntos y
parajes convenidos para proclamar nuestra Independencia y Soberana, bajo la forma de
gobierno sabio, justo y bien equilibrado, que nos haga en poqusimo tiempo la nacin
ms feliz y respetable de la Tierra.. Francisco de M iranda a Pedro Caro, 06-04-1798.
75
He estado manteniendo aqu a mis propias expensas el buque Leandro , as como
los oficiales y hombres de tropa que nos acompaaron y que fueron sometidos a prueba
en la ltima expedicin. Francisco de M iranda a Lord Vincent Castlereagh,
Trinidad, 10-06-1807.

Ya he recibido solicitudes, aun de partidos opuestos en Sur Amrica, invitndome a


unirme a ellos, con ofrecimientos de la ms preeminente posicin, honores, etc.; pero
creo que la prudencia requiere que yo decline aceptar hasta que sean expulsados del pas
los abominables agentes espaoles, y entonces sera apropiado para que yo aparezca y
tome parte activa en asegurar la independencia de las Provincias, sobre la base slida de
un Gobierno permanente, racional y libre.. Francisco de M iranda al Coronel W.S.
Smith, 18-06-1810.
anteayer llegu a sta con diecisis indgenas de Nocuptaro, y hoy cuento con
doscientos noventa y cuatro hombres de a pie y cincuenta a caballo Pueblos enteros
me siguen pero les impido dicindoles que es ms poderosa su ayuda labrando la
tierra. Jos M ara M orelos a Francisco Daz de Velasco, 03-11-1810.
75

Miranda organiz en 1806 una anhelada expedicin a Venezuela y lo hi zo a bordo del barco
Leander. Sali el 23 de enero de Nueva York, baj por el ro Hudson. El 18 de febrero lleg a Jacmel,
en Hait. Miranda se hi zo pres ente a todos los tripulantes durante l a navegacin, y les inform acerca de
la misin de liberacin que pensaba cumplir. Las autoridades espaol as se enteraron de su viaje, y se
alistaron para la defens a. Por primera vez, onde l a bandera con los colores amarillo, azul y rojo, como
smbolo de libertad. Los expedicionarios juraron ser fi eles al: pueblo libre de Sur -Amri ca. Sigui su
viaje y lleg a Bonaire. El 22 de mayo, se encontraron en la isla de Granada. El 6 de junio, arriban a
Barbados. El 20 de junio, salieron hacia Trinidad donde llegan el 23. Le acompaaba una fuerza de 300
hombres y se ha reorganizado para continuar el viaje. El 2 de agosto, lleg a la Vela de Coro, en
Venezuela, pero la expedicin en tierra fi rme fracas al no recibir el apoyo esperado.

53

la superioridad en el todo de las fuerza de los enemigos, sus posiciones ventajosas,


su fuerte artillera, y particularmente el estado de nuestra caballera, por la mayor parte
armados de palos con cuchillos enastados, hacer ver indudablemente, que las verdaderas
ventajas que llevaban nuestros soldados sobre los esclavos de los tiranos estarn
siempre sellados en sus corazones inflamados del fuego que produce el amor a la
patria.. Jos Gervasio Artigas a la Junta Gubernativa de las Provincias del Ro de la
Plata, 18-06-1811.
marchan a dar libertad a los habitantes del suelo que pisan. Jos Gervasio Artigas
al Virrey de M ontevideo Don Francisco Xavier Elo, 20-05-1811.
Por esos males he padecido hambres y desnudeces, hasta llegar el caso de vender mi
ropa de uso, quedndome con ello encapillado, por socorrer las tropas. Jos M ara
M orelos a Ignacio Lpez Rayn, 13-08-1811.
No eran los paisanos sueltos, ni aquellos que deban su existencia a su jornal o sueldo
los solos que se movan; vecinos establecidos, poseedores de buena suerte y de las
comodidades que ofrece este suelo, eran los que se convertan repentinamente en
soldados, los que abandonaban sus intereses, sus casas, sus familias, los que iban, a caso
por primera vez, a presentar su vida a los riesgos de una guerra, los que dejaban
acompaadas de un triste llanto a sus mujeres e hijos, en fin, los que sordos a la voz de
la naturaleza, oan solo la de la patria; este era el primer paso para su libertad. Jos
Gervasio Artigas a la Junta Gubernativa del Paraguay, 07-12-1811.
Todava me han quedado reliquias del golpe que recib en Acahuizotla, pues me
lastima el trote de la bestia, pero as voy colando aunque con trabajos. Jos M ara
M orelos a Leonardo Bravo, 12-10-1811.
M i caballo no tiene otro paso ms vale morir peleando que entrar a Cuautla
corriendo.. Jos M ara M orelos, expresin al ser rescatado por Galeana en accin
militar a media legua de Cuautlixco, 18-02-1812.
Aunque acabe este ejrcito conmigo, queda an toda la Amrica, que ha conocido
sus derechos. Jos M ara M orelos.
Soldados, defendis del furor de los tiranos la vida de vuestros hijos, el honor de
vuestras esposas, el suelo de la patria; mostradles vuestra omnipotencia. En esta jornada
que ha de ser memorable, ni an podemos optar entre vencer o morir: es necesario
vencer: Viva la Repblica!. Jos Flix Ribas a los soldados en la Batalla de La
Victoria, Venezuela, 12-02-1814.
"...Si no conseguimos librar a Amrica este ao lo conseguiremos el que viene; cuando
empezamos a trabajar fue por librarla; si no somos nosotros, sern los que vienen atrs
de nosotros". Jos Gervasio Artigas a Otorgus, 05-04-1814.
Soldados! Si Dios nos prueba con tantas dificultades y desgracias, no nos abandona;
El quiere que merezcamos por nuestros esfuerzos y virtudes lo que sera en otros
pueblos la obra de los aos

54

Un nuevo esfuerzo, venezolanos, y vamos a destruir los enemigos de la patria.. Simn


Bolvar, Proclama, 13-04-1814.
Terribles das estamos atravesando; la sangre corre a torrentes; han desaparecido tres
siglos de cultura, de ilustracin y de industria; por todas partes aparecen ruinas de la
Naturaleza o de la guerra. Parece que todos los males se han desencadenado sobre
nuestros desgraciados pueblos.. Simn Bolvar, Proclama, 13-04-1814.
Combatid, pues, y venceris. Dios concede la victoria a la constancia.. Simn Bolvar,
M anifiesto de Carpano, 07-09-1814.
Este ejrcito pasar con una mano bienhechora rompiendo cuantos hierros opriman con
su peso y oprobio a todos los americanos que haya en el norte y sur de la Amrica
meridional. Yo lo juro por el honor que adorna a los libertadores de la Nueva Granada y
Venezuela; y ofrezco mi vida, como el ltimo tributo de mi gratitud, o hacer tremolar
las banderas granadinas hasta los ms remotos confines de la tirana. Simn Bolvar,
Discurso de instalacin del gobierno de las Provincias Unidad de la Nueva Granada
(Colombia), 23-01-1815.
La cordillera se halla cerrada y por consiguiente no existe por Coquimbo el trnsito
fcil que se anuncia: prueba de ello es que para mandar de San Juan algn propio lo
general es venir por el camino de Uspallata, porque en l se encuentra el abrigo de los
casuchos; es el informe que he recibido de los mejores prcticos. Los boquetes que
salen del ro Claro son los ms penetrables en tiempo de invierno; pero saliendo de ellos
era preciso internarse en Talca o Curic, y para llegar a Coquimbo vencer la misma
capital, proyecto impracticable aunque fuese con 2.000 hombres. El costo de vveres y
mulos en los conflictos del da es irrealizable; el del calzado, tiendas de campaa y
preparativos para el paso de la cordillera lo es igualmente. Jos de San M artn al
Gobierno Supremo, 1815.
Nunca puede verificarse este proyecto con la eficacia que demanda su objeto, pues ni
los medios de transporte son bastantes, ni los pecuniarios para su costo, reclutamiento,
equipo y subsistencia de la fuerza presupuesta, pueden de ningn modo erogarse; por
otra parte, es posible que el reclutamiento y el embarque causen alarmas, y tal vez
divisin intestina, y el gobierno debe conducirse con una precauciones tan prudentes
cuales se requieren para evitar un mal que sera peor que el que se trataba de precaver..
Francisco de Paula Santander a Simn Bolvar, 30-01-1822.
A la verdad, es obra magna la que tenemos entre manos; es un campo inmenso de
dificultades, porque reina un desconcierto que desalienta al ms determinado. El campo
de batalla es la Amrica M eridional; nuestros enemigos son todas las cosas; y nuestros
soldados son los hombres de todos los partidos y de todos los pases, ya que cada uno
tiene su propia lengua, su color, su ley y su inters aparte. Slo la Providencia puede
ordenar este caos con su dedo omnipotente, y hasta que no lo vea, no creo tal milagro..
Simn Bolvar a Tomas de Heres, 14-12-1823.
Lejos de mi querida Amrica, pero con el alma puesta siempre en ella, he seguido con
verdadero inters y ansiedad el desarrollo, de todos los notables y felices sucesos
ocurridos desde mi apartamiento. Fue as como al enterarme de la gloriosa batalla de
Ayacucho que libert a la Amrica del predominio espaol, me apresur a escribir a

55

V.E., as como tambin a los generales Sucre, La M ar y Crdoba, expresndoles mi ms


sentida enhorabuena por tan feliz acontecimiento76. Jos de San M artn a Simn
Bolvar, 28-05-1827.
XVI- Juramento de Lealtad y Consagracin
Con que ste es el pueblo de Rmulo y Numa, de los Gracos y los Horacios, de
Augusto y de Nern, de Csar y de Bruto, de Tiberio y de Trajano? Aqu todas las
grandezas han tenido su tipo y todas las miserias su cuna La civilizacin que ha
soplado del Oriente, ha mostrado aqu todas sus fases, ha hecho ver todos sus
elementos; mas en cuanto a resolver el gran problema del hombre en libertad, parece
que el asunto ha sido desconocido y que el despejo de esta misteriosa incgnita no ha de
verificarse sino en el Nuevo M undo.
Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor,
y juro por la patria, que no dar descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que no
haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder espaol!. Simn
Bolvar, Juramento en el M onte Sacro, ante su maestro Simn Rodrguez, 15-08-1805.
Juro ser fiel y leal al pueblo libre de Sur Amrica. Francisco de M iranda, Juramento
en Jacmel, 24-03-1806.
Soy cristiano, tengo alma que salvar y he jurado sacrificarme antes por mi patria y mi
religin, que desmentir un punto mi juramento.. Jos M ara M orelos a Ignacio Ayala,
17-02-1813.
Yo os juro que libertador o muerto, merecer siempre el honor que me habis hecho,
sin que haya potestad humana sobre la tierra que detenga el curso que me he propuesto
seguir hasta volver a libertaros. Simn Bolvar, M anifiesto de Carpano, 07-091814.
XVII- La Juventud de Amrica
La juventud es la edad de los ardientes y generosos sentimientos. Francisco de
M iranda a Bernardo O Higgins, 1799.
XVIII- Enjuiciamiento a Espaa
El orgullo y fanatismo de los espaoles son invencibles. Ellos os despreciarn por
haber nacido en Amrica y os aborrecern por ser educado en Inglaterra.. Francisco de
M iranda a Bernardo O Higgins, 1799.
han procurado alucinar las gentes incautas, y particularmente las mujeres y nios..
Francisco de M iranda, proclama a los pueblos del continente Amrico-Colombiano,
Coro, 02-08-1806.
lo cierto es, que las vistas o intereses de la Juntas actuales de Oviedo, Sevilla,
M adrid, etc., tienen muy poca compatibilidad con los intereses y autoridades de nuestras
Provincias en Amrica.. Francisco de M iranda al M arqus del Toro, 20-07-1808.
76

Batalla de Ayacucho, realizada en la Pampa de Quinua el 09 de diciembre de 1824, en la cual venci


el ejrcito patriota al mando del general Antonio Jos de Sucre.

56

Bajo un gobierno desptico, viviendo con el conocimiento de que no hay ms leyes


que la voluntad del tirano, nada habra tenido que extraar.. Antonio Nario a la Junta
Provisional de Gobierno, 27-05-1810.
Tocados de vuestros infortunios, no hemos podido ver con indiferencia las aflicciones
que os hacan experimentar los brbaros espaoles, que os han aniquilado con la rapia
y os han destruido con la muerte; que han violado los derechos sagrados de las gentes;
que han infringido las capitulaciones y los tratados ms solemnes; y en fin han cometido
todos los crmenes, rediciendo a la Repblica de Venezuela a la ms espantosa
desolacin. As, pues, la justicia exige la vindicta, y la necesidad nos obliga a tomarla.
Que desaparezcan para siempre del suelo colombiano los monstruos que lo infestan y
han cubierto de sangre; que su escarmiento sea igual a la enormidad de su perfidia, para
lavar de este modo la mancha de nuestra ignominia y mostrar a las naciones del
universo que no se ofende impunemente a los hijos de Amrica.
Espaoles y canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes, si no obris
activamente en obsequio de la libertad de Amrica. Americanos, contad con la vida, aun
77
cuando seis culpables. . Simn Bolvar, Decreto de Guerra a M uerte, 15-06-1813.
Viva Espaa, pero Espaa hermana, no dominadora de Amrica!. Jos M ara
M orelos, brindis al recibir en capitulacin la fortaleza de Oaxaca, 20-08-1813.
Seores europeos, todos para toda la nacin levantada en masa son pocos los
millares de soldados que puedan venir de la Pennsula los europeos que se pasaren a
nuestro partido sern bien recibidos vivan los que se aprovechen de este aviso, y
mueran los que lo desprecien. Jos M ara M orelos, 30-09-1813.
El siervo de la nacin os habla en pocas y convincentes razones alerta, pues,
americanos, y abrid los ojos, ciegos europeos, porque va a decidirse vuestra
suerteEuropeos: ya no os cansaris en inventar gobiernitos. La Amrica es libre,
aunque os pese Tiemblen los culpables y no pierdan tiempo los arrepentidos. Jos
M ara M orelos, 02-11-1813.
El jefe realista Antoanzas hizo 300 prisioneros americanos en San Juan de los
M orros, y a todos los ahorc en los rboles y las cercas para satisfacer su instinto
sanguinario contemplando los terribles efectos de sus sufrimientos; y para conocer
ntimamente el interior del cuerpo humano, vivas an sus vctimas, mand a sus
soldados que las atormentasen de todos los modos posibles y a su antojo, con puales,
etc., que los despedazan de diversas maneras; y todo suceda a tiempo que el general
M iranda y otros jefes del ejrcito independiente, trataban a los prisioneros
indistintamente con una clemencia hasta entonces desconocida en los anales de las
guerras civiles.. Simn Bolvar, Carta de Jamaica, 18-08-1815.
La pluma se resiste a describir las execrables atrocidades del archimostruo Boves, el
devastador de Venezuela; ms de ochenta mil almas han bajado a la silenciosa tumba
77

La tercera parte de la poblacin de Venezuela pereci, directa o indirectamente, en la guerra. La


prosperidad alcanzada a fines del siglo XVIII desapareci. El arcaduz qued sin agua, la tierra sin
semillas, el arado sin brazos. Los campesinos se vol vieron soldados y andaban por los pantanos de
Guayaquil, o por el altiplano del Titicaca. El antiguo mayordomo era ahora General o magistrado.
Arturo Uslar Pietri, Bolivariana, Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1980, Pg. 35.

57

por su orden o por los medios y an por las manos de este canbal, el bello sexo ha sido
deshonrado y destruido por los medios ms abominables y de la manera ms innatural y
horrenda. Los ancianos y los nios han perecido al par de los combatientes. Nada se ha
escapado a la furia despiadada de este tigre Los llanos donde viol Boves una
capitulacin que haba ofrecido cumplir bajo el ms solemne y sagrado juramento, por
los santos evangelios y en presencia de la M ajestad Divina; la capital de Caracas, las
provincias de Barcelona y Cuman, son monumentos eternos de la ms espantosa
carnicera. De todas esas bellas ciudades, de todos esos campos risueos, apenas
78
quedan vestigios, excepto escombros, esqueletos y ceniza! : Simn Bolvar, Carta de
Jamaica, 18-08-1815.
Cmo, despus de haber roto todas las trabas de nuestra antigua opresin, podemos
hacer la obra maravillosa de evitar que los restos de nuestros duros hierros no se
cambien en armas liberticidas? Las reliquias de la dominacin espaola permanecern
largo tiempo antes que lleguemos a anonadarlas. Simn Bolvar, Discurso de
Angostura, 15-02-1819.
Anegada la Amrica en lgrimas y sangre, inundada por torrentes de crmenes y de
horrores en la ms destructora guerra, peda al Dios de la Justicia un trmino a sus
males. La humanidad uni sus quejas, y los amantes del bien y de la razn no fueron
insensibles. El genio de la concordia viene de mediador: la Espaa que haba juzgado
rebeldes a sus hijos emancipados los considera como hombres, y los hijos de la Iberia y
los hijos de Colombia se abrazan como amigos. Antonio Jos de Sucre, 15-02-1821.
Pendiente pues la pennsula de la voluntad de los aliados y del resultado de una lucha
domstica, sus atenciones sobre Amrica se convertiran sin duda en unir los espaoles
(libres) liberales con los americanos libres para hacer en el nuevo mundo un liga santa
contra el despotismo. Llamados a sostener (formar) una sola causa, continuaremos
cubriendo de sangre la patria que ofrece un asilo a los desgraciados?. Antonio Jos de
Sucre, al general realista Jos de la Serna, 27-05-1823.
Espaoles: ningn decreto de confiscacin afligi a vuestras familias: ninguno de
vosotros fue perseguido por sus opiniones. Si mientras el ejrcito libertador vuelve
nuevamente sobre estas provincias observis una conducta menos franca, acordos que
nuestra causa es la causa de los pueblos contra sus tiranos y que jams los dspotas
subyugaron a los hombres que resolvieron ser libres. Temed la venganza. Antonio Jos
de Sucre a los realistas en Arequipa, 01-10-1823.
Si yo no fuera hombre pblico aconsejara a que se ocupase ms bien de convidar a la
venganza, a la muerte y al horror, contra los que han esclavizado y destruido este pas.
Yo digo con el seor Zea Es ms grande el odio que nos divide que el mar que nos
separa. M ientras la Espaa no reconozca la independencia, debemos fomentar esta
78

Jos Toms Boves (Oviedo, Espaa, 1782- batalla de Urica, Venezuel a, 1814), caudillo realista que
azot con sus llaneros a Venezuela entre los aos 1813 y 1814. Logr levantar un gran contingente de
tropas y unido a los militares espaoles destruy las esperanzas de la Repblica en esos aos. Se estima
que lleg a Venezuela a los 16 aos. Se dice que ocup el oficio de pulpero y se dedic al trfico de
caballos. Por actos de bandidaje fue condenado a presidio en Puerto C abello en 1804. Fue autor de los
ms crueles episodios en la guerra de independenci a. entre las cuales se encuentra la batalla de La Puert a,
donde derrot al Libert ador Bolvar y los asesinatos grupos de civiles patriotas en Val encia, Barcelona,
Cuman, entre otros lugares. El 5 de diciembre de 1814, en la batalla de Urica, muri lanceado en medio
de la lucha parece que por el afamado jinete patriota Pedro Zaraza.

58

abominacin a los espaoles, y recordar diariamente al pueblo los vejmenes, las


injurias, los asesinatos, los desastres de toda clase que han cometido en el pas, y a la
vez demostrarle, que debemos reconciliarnos todos los americanos cualquiera que hayan
sido nuestros resentimientos anteriores porque la unin es la fuerza. Antonio Jos de
Sucre a Francisco de Paula Otero, 29-01-1825.
Estos canallas espaoles piensan burlarse de nosotros: una porcin de oficiales
capitulados en Ayacucho, han tomado servicio de filas con Olaeta, despus de
habrseles tratado del modo ms noble y generoso; pero sern pasados por las armas
cuantos de ellos caigan en nuestras manos. Estoy resuelto a tratar tan mal a estos
79
prfidos, como los trat bien en Ayacucho. Antonio Jos de Sucre al M inistro de
Estado en el departamento de guerra del Per, 11-03-1825.
XIX- El Amor y el S acrificio por la Patria
Amad a vuestra patria! Acariciad ese sentimiento constantemente, fortificadlo por
todos los medios posibles, porque slo a su duracin y a su energa deberis hacer el
bien.. Francisco de M iranda a Bernardo O Higgins, 1799.
Se estima lo conocido, se aman los hijos, las cosas cercanas, familiares; pero esta
sola patria abarc todos los amores de todos.. Traduccin del latn realizada por
Francisco de M iranda en carta a M anuel Gual, 31-12-1799.
Sepultado en la bveda de un castillo, cargado de grillos y cadenas, con centinela de
vista, privado de papel y pluma, sin ninguna comunicacin, no se me ha permitido ni el
consuelo de saber de mi des graciada familia; y lo que es ms asombroso, que teniendo
embargados mis bienes, y privado absolutamente de comunicacin en un castillo a tres
leguas de la ciudad, no se me ha pasado un pan siquiera, ni un vaso de agua para
sostener la vida.. Antonio Nario a la Junta Provincial de Gobierno, Cartagena, 27-051810.
he sido privado de mi honor, de mi libertad y de mis bienes, sin conocimiento de
causa, ni decisin de Tribunal; esto es, que se ha quebrantado uno de los ms sagrados
Derechos del Hombre: que se han violado nuestras leyes, y que se ha procedido
conmigo arbitraria y despticamente. Antonio Nario a la Junta Provincial de
Gobierno, Cartagena, 27-05-1810.

79

Esta generosidad del soldado del siglo XIX s e expres cabalment e en el tratado de paz entre Sucre y
Canterac, un acuerdo de di eciocho artculos donde s e hac an, visto desde la actualidad, numerosas
concesiones al vencido. En el artculo segundo, por ejemplo, se deca que Todo individuo del ejrcito
espaol podr regresar libremente a su pas, y ser de cuenta del Estado del Per costearle el pasaje.
En el tercero se admita la posibilidad de que los realistas podan pasars e al ejrcito patriota. En el cuarto
se dec a que: Ninguna persona ser incomodada por sus opiniones anteriores, an cuando haya hecho
servicios sealados en favor del rey. En el artculo 15 se deca que Todos los jefes y oficiales
prisioneros en la batalla de este da, quedarn desde luego en libertad, y lo mismo, los hechos en
anteriores acciones por uno y otro ejrcito. En el 16 se estableca que Los generales, jefes y oficiales
conservarn el uso de sus uniformes y espadas; y podrn traer consigo a su ser vicio los asistentes.
( Sucre, soldado en los Andes peruanos, Manuel Burga, en el Libro: Sucre Soldado y Estadista,
Editorial Planeta y Universidad Andina Simn Bolvar, 1996, Pg. 165).

59

yo me hallo ultrajado, oprimido, vilipendiado, se me priva hasta del pan y de la


palabra y no encuentro proteccin ni amparo?. Antonio Nario a la Junta Provincial de
Gobierno, Cartagena, 27-05-1810.
He pasado ya el Rubicn. Es ahora demasiado tarde para retroceder, an si lo deseara,
aunque jams he vacilado. M e he alistado bajo las banderas de mi patria despus de la
ms madura reflexin, y puedo asegurar a usted que jams me arrepentir, cualquiera
que sean las consecuencias.. Bernardo O Higgins a Juan M ackenna, 05-01-1811.
En cuanto a mi persona amigo mo, ella est siempre invariable al Servicio de la Patria,
por esta tengo hechos ya tantos sacrificios, que sera absurdo ahora el abandonar la
empresa; cualquiera puesto que se seale ser para m muy aceptable y honroso, con tal
que todo el mundo marche al mismo y nico fin de nuestra Libertad e independencia.
Sin que la Dominacin de una Potencia extranjera cualquiera pretenda fijarse o mezclar
su Autoridad en el Pas. Francisco de M iranda a M anuel Gual, 31-12-1799.
Ni el hambre, ni la sed, ni todos los trabajos son capaces de entristecer y amedrentar a
los hombres que denodados quieres dejar de ser esclavos. Hoy, despus de andar tres
leguas de camino barrancoso y spero, no quedamos en el Paraje de Tamarindo, que el
un desierto en que slo hay un malsimo jacal. Se qued sin comer la tropa; no obstante
todos estaban gozosos bajo las escasas sombras.. Jos M ara Morelos, diario de
campaa, 10 al 24-11-1812.
sepultado en una oscura y estrecha prisin y oprimido con grillos; despus que he
visto correr la propia suerte a un nmero considerable de personas de todas clases y
condiciones. Francisco de M iranda, M emorial de las Bvedas del Castillo de Puerto
Cabello, 08-03-1813.
General: si con dos hombres basta para emancipar la Patria, pronto estoy a acompaar
80
a usted.. Rafael Urdaneta a Simn Bolvar, 18-05-1813.
que ningn pueblo tiene derecho para sojuzgar a otro si precede una agresin injusta
porque, quin hay de nosotros que no haya sacrificado alguna de las prendas ms
caracas de su corazn?.... Jos M ara M orelos, discurso ante el Primer Parlamento
Constituyente de M xico, 14-09-1813.
que a vuestras presencias hacemos este da fausto, de morir o salvar la patria, djese
repetirlo, morir o salvar la patria.. Jos M ara M orelos, discurso ante el Primer
Parlamento Constituyente de M xico, 14-09-1813.
80

Simn Bolvar y Rafael Urdaneta (1788-1845), aquel de Caracas y ste de Maracaibo, ambos
venezol anos, se conocieron en San Cayetano, Nueva Granada, el 26 de febrero de 1813, cuando el
Libertador recibi un refuerzo de tropas enviado por el Gobi erno de la Unin, al inici de la llamada
Campaa Admirable, con la que se reconquist el Occidente y el Centro de Venezuela. Desde entonces
les vincul una gran amistad y constant es muestras de l ealtad de Urdaneta hacia el Libertador. Esta frase
en carta dirigida por Urdaneta a Bolvar, se escribi en un momento crtico en el cual, previo el inicio de
la citada campaa, el Coronel Castillo habiendo instruido a Sant ander retirar del ejrcito el batalln que
comanda, se enfrent con Bolvar, y en la evidencia de tal rivalidad se amenaz l a disciplina de los
ofi ciales y soldados. En medio de esta disputa de los ofi ciales neogranadinos, Urdanet a afirm su
disposicin de seguir junto a Bolvar para salvar a Venezuela. El Libertador, luego del triunfo y al
reconocer los mritos de los oficial es en la campaa, cit expresament e al coronel Atanasio Giraldot y al
brigadier Rafael Urdaneta, entre otros, pero no hizo referencia a Santander.

60

No la vana ambicin, no un valor soberbio, han puesto en manos de nuestros soldados


sus armas vencedoras. El santo amor a la humanidad, el grito de la justicia ofendida, la
razn, la naturaleza y la libertad han implorado el socorro de las armas; y las armas
libertadoras, guiadas por el Dios de los ejrcitos, han triunfado de los tiranos. Ttulos de
bienhechores, ms bien que de guerreros famosos, son los debidos a los que han
rescatado a un pueblo oprimido.. Simn Bolvar, Gaceta de Caracas, 27-12-1813.
Exponer mi vida por la patria, es un deber, que han llenado vuestros hermanos en el
campo de batalla; sacrificar todo a la Libertad, lo habis hecho vosotros mismos,
compatriotas generosos.. Simn Bolvar a los caraqueos, 02-01-1814.
81
Para nosotros la patria es Amrica! . Simn Bolvar, Proclama a la divisin de
Urdaneta, 12-11-1814.

No es suficiente el sacrificio de nuestras fortunas, es preciso oblar nuestro sosiego,


nuestra existencia misma. Jos de San M artn, 02-04-1815.
"No es tiempo de fomentar rivalidades que apaguen el amor a la Patria y el amor a la
causa pblica". Jos Gervasio Artigas al gobernador de Corrientes, 07-1815.
Soporto pacientemente esta execrable injusticia, porque ella debe siempre revertir en
82
honor y en beneficio de la patria. . Francisco de M iranda, prisin de La Carraca,
Espaa, 15-08-1815.
El amor a la patria me hace echar sobre m toda responsabilidad si contribuyo a
salvarla, aunque despus me ahorquen. Jos de San M artn a Tomas Guido, 28-071819.

81

Altos y nobles pensamientos y acciones de s acri fi cio y entrega a l a patria recoge nuestra historia en el
ideario y en la vida de los prceres, mrtires, soldados, ciudadanos, hroes y Libert adores de sta
Amrica. El sentimiento de la patria americana, de la gran patria, de un patria col ectiva se forma, se
expres a muchas veces en las procl amas y en las cart as de personajes desde Mxico y hast a Buenos Aires.
Aqu estn las expresiones singulares de Miranda, de Morelos, de Bolvar, de San M artn, todos
dedicados y sacri fi cados a la patri a y a su libertad. Recorriendo el ideario de la independencia, adems de
las indicadas frases patriticas, observamos muchas otras, como por ejemplo, el Discurso Preliminar
Dirigido a los Americanos (1797) escrito en Venezuel a, que seala: La patria, despus de trescientos
aos de la ms inhumana esclavitud, pide a voces un gobierno libre, entendida la patri a como la de
todos. Por su parte, Miranda en su clebre proclama de Coro, en tierra firm e americana en 1806, utiliza el
trmino: nuestra Amrica; Juan Pablo Viscardo, jesuita peruano, en 1792 seala: El Nuevo Mundo es
nuestra patria; Artigas seala: los americanos del sur, estn dispuestos a defender su patria
(Proclama de Mercedes, 11-04-1811).
82

Los padecimientos fsicos del Precursor en la cruel prisin de La Carraca, han quedado registrados en
un relato que escribi su fiel criado Pedro Jos Morn, quien testimoni lo siguiente: el da 25 (mes de
marzo) en la noche, a las once de la misma, le acometi un ataque apoplgico que pensamos se lo
llevase; vol vi en s, quedndole de resultas de esto una cal entura ptrida con demasiada malicia; a las
cuarenta y ocho horas le acudi una inflamacin a la cabeza u una fluxin a la boca que le tienen en los
ltimos trances de la vida. El Generalsimo sufra, de acuerdo a l a indicacin de R. Becerra en su
biografa sobre el hroe: escorbuto, enfermedad endmi ca de las prisiones mal atendidas. El 14 de
julio de 1816 falleci y sus restos fueron lanzados a una fosa comn y nunca encontrados.

61

El amor a la patria, el amor a las leyes, el amor a los magistrados, son las nobles
pasiones que deben absorber exclusivamente el alma de un republicano.. Simn
Bolvar, discurso de Angostura, 15-09-1819.
No hay quien preste dinero ni con el inters de un cuarenta por ciento; nuestro ejrcito
del sur no se paga por su falta; los empleados civiles y aun mis propios sueldos no se
pagan desde la salida de la expedicin; de suerte que parece exageracin que para mis
gastos de mantencin tengo que buscar mensualmente, con vergenza ma, quien me
preste 500 pesos. Bernando O Higgins a Jos de San M artn, 16-05-1821.
Aqu, mi querido amigo, es preciso no mirar ms que a la patria, por quien hemos
hecho tantos sacrificios, es decir, a quienes hemos prestado los servicios que eran de
nuestra obligacin.. Francisco de Paula Santander a Jos Antonio Pez, 15-02-1822.
a la patria no slo debemos sacrificarle nuestros bienes y nuestra persona, sino hasta
nuestros sentimientos. Si la ley nos pone un ignorante para que nos mande, debemos
hacerle el sacrificio de nuestra luces obedecindole; si nos hacen injusticias, debemos
sacrificarle nuestros derechos; si el gobierno yerra, debemos sacrificarle nuestra
obediencia; slo a la traicin conocida no hay que tolerarla, pero de resto, tantos
mayores sacrificios hacemos y debemos hacer diariamente cuanto ms sea nuestro amor
a la patria, y cuanto ms hayamos hecho por ella.. Francisco de Paula Santander a Jos
Antonio Pez, 15-02-1822.
yo he consagrado mi vida a la integridad de Colombia, a su libertad y a su dicha..
Simn Bolvar a Francisco de Paula Santander, 31-12-1822.
la fortuna varia de la guerra, muda con frecuencia el aspecto de las ms halagadoras
perspectivas.. Jos de San M artn, 20-09-1822.
estoy sufriendo a cuerpo gentil toda la intemperie de una tempestad deshecha. Si
usted se viese rodeado de traidores y de enemigos, de celos y de rabias; de
conspiraciones atroces contra el Estado y contra su persona, no tendra la calma de
dudar si debe o no mandar refuerzos. Simn Bolvar a Francisco de Paula Santander,
06-05-1824.
En medio de los favores que la fortuna ha querido dispensarme en la guerra al sur de
Colombia y en la del Per, jams he tenido sentimientos ms agradables que los
recuerdos de la patria de mi nacimiento. Yo no decidir cual objeto me ha estimulado
ms en mis trabajos militares, si el patriotismo, la gloria o el anhelo de buscar la paz con
la esperanza de que ella me restituya donde mis amigos de la infancia. Puedo s asegurar
que Cuman nunca se separ de mi corazn. Antonio Jos de Sucre a la M unicipalidad
de Cuman, 01-10-1825.
desde Bogot escrbeme todo lo que pasa, dime francamente el estado de nuestra
patria.. Antonio Jos de Sucre a Jos Gabriel Prez, 12-08-1826.
No desertar de la causa de la Amrica mientras que haya ries gos en que mis servicios
se crea que valen algo; pero creo en conciencia que estos servicios los debo prestar en
Colombia, si es que all hay novedades que llamen a sus hijos para salvarla.. Antonio
Jos de Sucre a Simn Bolvar, 12-08-1826.

62

Djese U. por ahora llamar tirano; salve U. la Patria, que despus sus mayores
enemigos han sido los que le han tributado ms encomios.. Rafael Urdaneta a Simn
Bolvar, 23-03-1827.
Su ausencia de Ud. fue bien cara y muy peligrosa a nuestra amada patria.. Antonio
Jos de Sucre a Simn Bolvar, 20-06-1827.
Bien que se ame el pas del nacimiento; pero que no se sacrifiquen a sus intereses y la
salud de la nacin.. Antonio Jos de Sucre a Simn Bolvar, 12-07-1827.
estoy y estar en la firme conviccin de que toda la gratitud que se debe esperar de
los pueblos en revolucin, es solamente el que no sean ingratos. Jos de San M artn,
borrador, abril de 1829.
que yo me debo todo a mi patria y que yo debo sacrificarme, empleando mis
servicios en cualquier destino en que ella me ocupe: yo lo hara con placer si supiese
que el sacrificio de mi tranquilidad y vida la pudiese salvar. Jos de San M artn a
Vicente Lpez, 12-05-1830.
ahora es imposible se desconozcan los motivos que influyan en mi regreso al suelo
de mi nacimiento, ni querer atribuir a ese paso alguna otra razn ms que el amor que
tengo a mi Patria y el vehemente deseo de abrazar esos antiguos y muy importantes
amigos que an sobreviven a las tormentas de los ltimos treinta aos.. Bernardo
OHiggins a Casimiro Albano, 12-02-1841.
XX- La Inquisicin
83
No olvidis ni la Inquisicin, ni sus espas, ni sus sotanas, ni sus suplicios. .
Francisco de M iranda a Bernardo O Higgins, 1799.

83

La Inquisicin en contra de la Independencia. De este modo adverta el precursor Francisco de


Miranda al joven Bernardo O Higgins, futuro libert ador en Chile al lado de San M artn, acerca de los
cuidados que deb a tener frente a la Inquisicin, rgano de represin espiritual y religiosa, y, al mismo
tiempo, de las costumbres y de las ideas enciclopdicas en Amrica. A partir del siglo XVIII, con el
surgimiento de nuevos textos de ideologas liberales, este terrible tribunal, empez a examinar y perseguir
a quienes las difundan y aceptaban ideas contrarias al orden.
Entre los casos ms notables de l as acciones de la Inquisicin en Amri ca, se encuentran l as acus aciones
del Santo Oficio contra el cura Hidalgo y contra Morelos, en Mxico. En la acusacin que se hizo a
Morelos ante la Inquisicin, en fecha 24 de noviembre de 1815, se mani fest el ms extremo rigor en su
contra sealndose que: don Jos Mara Morelos, natural de Valladolid, Cura que fue de Carcuaro,
en el mismo Obispado, y uno de los principales cabecillas de los rebeldes de este Reino, con el ttulo de
Capitn General, preso en cr celes secretas de este Santo Oficio, que est present e; porque siendo
cristiano, bautizado y confirmado y educado por su padres en la verdadera y santa doctrina, y gozar
como tal de los privilegios y gracias concedidas a los buenos y verdaderos catlicos, abandonando
enteramente sus estrechas obligaciones de cristiano y sacerdote, y pospuesto el santo temor de Dios y de
su divina justicia, y con positivo desprecio de la siempre recta y r espetada del Santo Oficio, con grave
ruina de su alma y lamentable escndalo de innumerables del pueblo cristiano, ha hecho, dicho, credo y
cometido y ha visto a otros hacer, decir y cometer contra lo que tiene, predi ca y ens ea nuestra Santa
Madre Iglesia Catlica, Apostlica, Romana; pasndose de su pursimo y santo gremio, al feo, impuro y
abominable de los her ejes de Hobbes, Helvecio, Voltaire, Lucero y otros autores pestilenciales, destas,
materialistas y atestas, que seguramente ha ledo, e intentado suscitar sus errores, revolucionando todo
el Reino y siendo causa principalsima de las grandes herejas y pecados que s e han cometido y an

63

La tirana y la inquisicin haban degradado a la clase de los brutos a los americanos, y


a los hijos de los conquistadores, que les trajeron estos funestos presentes.. Simn
Bolvar, discurso de instalacin del gobierno de las Provincias Unidas de la Nueva
Granada, 23-01-1815.
XXI- Reivindicacin de los Indgenas
El tributo personal cargado sobre los indios, y gentes de color siendo odioso, injusto y
opresivo ser abolido de hecho. Los indios y las gentes libres de color gozarn desde
este instante de todos los derechos y privilegios correspondientes a los dems
ciudadanos..
Francisco de M iranda, proclama a los pueblos del Continente
Colombiano, 1801.
"Yo deseo que los indios, en sus pueblos, se gobiernen por si para que cuiden de sus
intereses como nosotros de los nuestros. (...) Recordemos que ellos tienen el principal
derecho y que sera una degradacin vergonzosa, para nosotros, mantenerlos en aquella
exclusin que hasta hoy han padecido, por ser indianos". Jos Gervasio Artigas al
Gobernador de Corrientes, 03-05-1815.
Observemos que al presentarse los espaoles en el Nuevo M undo, los indios los
consideraron como una especie de mortales superiores a los hombres; idea que no ha
sido enteramente borrada, habindose mantenido por los prestigios de la supersticin,
por el temor de la fuerza, la preponderancia de la fortuna, el ejercicio de la autoridad, la
cultura del espritu y cuantos accidentes pueden producir ventajas. Jams stos han
podido ver a los blancos sino al travs de una grande veneracin, como seres
favorecidos del cielo.. Simn Bolvar, artculo para la Gaceta Real de Jamaica,
despus del 28-09-1815.
Que los indios en sus pueblos se gobiernen por s.. Jos Gervasio Artigas.
esta parte de la poblacin de la Repblica merece las ms paternales atenciones del
gobierno por haber sido la ms vejada, oprimida y degradada durante el despotismo
espaol, con presencia de lo dispuesto por las leyes cannicas y civiles, he venido en
decretar y
DECRETO:
Se devolver a los naturales, como propietarios legtimos, todas las tierras que
formaban los resguardos segn sus ttulos, cuales quiera que sea que aleguen para
poseerlas los actuales tenedores.
Todos los jvenes mayores de cuatro aos y menores de catorce asistirn a las
escuelas, donde se les ensearn las primeras letras

cometen, todo lo cual y dems que expondr , lo constituyen hereje formal, apstata de nuestra sagrada
religin, atesta, materialista, desta, libertino, sedicioso, reo de lesa majestad, divina y humana,
enemigo implacable del cristianismo y del Estado, seductor, protervo, hipcrita, astuto, traidor al Rey y a
la patria. La religin aliada al despotismo y a l a tirana, sent enci de esa forma al general Morelos,
quien luego fue fusilado el 22 de diciembre de 1815: por la espalda, como a traidor.

64

Ni los curas, ni los jueces polticos, ni ninguna otra persona empleada o no, podrn
servirse de los naturales de ninguna manera, ni en caso alguno, sin pagarles el salario
que antes estipulen en contrato formal celebrado a presencia y con consentimiento del
juez poltico
Cesarn absolutamente desde este momento, como escandalosas y contrarias al
espritu de la religin, a la disciplina de la Iglesia y a todas las leyes, las costumbres de
no administrar sacramentos a los feligreses mientras no han pagado los derechos de
cofrada y congrua, la de obligarlos a que hagan fiestas a los santos y la de exigirles
derechos parroquiales de que estn exentos los naturales
Los naturales, como todos los hombres libres de la Repblica, pueden ir y venir con
sus pasaportes, comerciar sus frutos y efectos, llevarlos al mercado o feria que quieran,
y ejercer su industria y talentos libremente, del modo que ellos elijan sin que se les
84
impida . Simn Bolvar, Decreto sobre los derechos indgenas, 20-05-1820.
Despus que la razn y la justicia han recobrado sus derechos en el Per, sera un
crimen consentir que los aborgenes permaneciesen sumidos en la des gracia moral a que
los tenan reducidos el gobierno espaol y continuasen pagando la vergonzosa exaccin
que con el nombre de tributo fue impuesta por la tirana como signo de seoro. En
adelante nos se denominar a los aborgenes indios o naturales. Ellos son hijos y
ciudadanos del Per y con el nombre de peruanos deben ser conocidos.. Jos de San
M artn, posiblemente 1821.
Los pobres indgenas se hallan en un estado de abatimiento verdaderamente
lamentable. Yo pienso hacerles todo el bien posible: primero, por el bien de la
humanidad, y segundo, porque tienen derecho a ello, y ltimamente, porque hacer bien
no cuenta nada y vale mucho.. Simn Bolvar a Francisco de Paula Santander, 28-061825.
Los indios sern considerados en adelante como ciudadanos de Colombia; y los
tributos que hacan la carga ms pesada y degradante a esta parte desgraciada de la
Amrica, quedan abolidos con arreglo a los decretos del Congreso Nacional.
Antonio Jos de Sucre, 10-03-1822.
Puestas en el conocimiento de S.E. el Libertador las comunicaciones que V.E. se sirvi
incluir en nota del 26 del presente y que tengo la honra de devolver, me manda decir a
V.E. que todas las usurpaciones de tierras a los indgenas se salven con el decreto
expedido en el Cuzco a 4 del mes pasado. S.E. dispone que dicho decreto se aplique y
ejecute en estas provincias, como igualmente todos los dems que favorecen a los
84

Este importante Decreto del Libert ador Bolvar, reivindic el valor humano y social de los indgenas,
raza originaria de nuestro continente, y que, desde la conquista, fue vctima de ella, y protagoniz a lo
largo de l a colonia, distintos actos de resistencia contra los conquistadores. Ejemplos admirables de esta
resistencia lo constituyen la rebelin de Manco Inca en 1536; la de Tupac Amaru hasta 1572; las de los
calchaques en 1562; la de calchaqu en 1659; la de los indios quimbayas en 1577; las de la tribu
guaranes en 1579 y, luego, las de 1754 y 1756; los alzamientos de los mapuches en 1553, 1598, 1655,
1656, 1723 y 1766; los levantamientos chiriguanos en 1727, 1778 y 1799, entre otros. La rebelin de
Tpac Amaru II, desde 1780; Toms Dmaso y Nicols Catari en 1780 y 1781; Ambrosio Pizco en el
movimiento de los comuneros del Socorro en 1781, por citar algunos ms. Finalmente, durante la
presidenci a del Mariscal Sucre en Bolivia, se adoptaron distintas medidas a favor de los indgenas, lo que
evidenci el deseo de los Libertadores de elevar la dignidad del pueblo originario de Amrica Latina.

65

indios. Antonio Jos de Sucre, Circular a los presidentes de los departamentos, 30-081825.
S.E. previene por tanto que los comisionados que salgan a comprar vveres para las
tropas, lleven el dinero para pagar las especies que tomen al momento de recibirlas,
abonndole por sus justos precios, y que V.S.I. cuide de que si se le hace algn perjuicio
en el precio a los indios el autor lo pague doblemente, as como tambin se les pagar el
viaje a los indgenas si se les necesita para conducir las especies a las ciudades, pues
nada es ms justo que satisfacer su trabajo. Antonio Jos de Sucre, Circular N 27, 2102-1826.
Los indgenas, esta parte originaria de nuestro pueblo, la ms digna del goce de los
beneficios de la independencia, oprimida todava por la costumbre de humillarlos, han
sido rescatados en gran parte de los ultrajes con que eran tratados; pero ellos no estn
aun en la dignidad de hombres. Antonio Jos de Sucre, M ensaje al Congreso
Constituyente de Bolivia, 25-05-1826.
XXII- El Deber Militar
Todos los militares, pues, quedan sujetos y responsables ante el poder Civil.
Francisco de M iranda, Reglamento M ilitar, 1801.
Todos los oficiales, suboficiales y soldados tratarn a los prisioneros de guerra de una
manera generoso y digna de un pueblo libre. El que diere muerte a un prisionero
despus que se haya rendido y entregado sus armas, o a un enemigo herido tendido en el
campo y en estado de no poderle hacer mal, ser castigado de muerte.. Francisco de
M iranda, Reglamento M ilitar, 1801.
Todo robo cometido con efraccin ser castigado con diez aos de trabajos pblicos. Si
el robo ha sido acompaado de malos tratamientos y violencias ejercidas contra los
habitantes de los lugares el culpable ser castigado de muerte.. Francisco de M iranda,
Reglamento M ilitar, 1801.
"Clemencia para los vencidos y curad a sus heridos", Jos Gervasio Artigas, Batalla de
Las Piedras, 05-1811.
yo no he venido a oprimiros con mis armas vencedoras; he venido a traeros el
imperio de las leyes; he venido con el designio de conservaros vuestros sagrados
derechos. No es el despotismo militar el que puede hacer la felicidad de un pueblo, ni el
mando que obtengo puede convenir jams, sino temporariamente a la Repblica. Un
soldado feliz no adquiere ningn derecho para mandar a su patria.. Simn Bolvar a los
caraqueos, el 02-01-1814.
M is armas no han tenido otro objeto que sostener la voluntad general de los pueblos,
en cuyo obsequio he estado pronto a sacrificar mi existencia. Para mi es un deber
proteger con mis armas las libres determinaciones de los pueblos.. Jos Gervasio
Artigas al Cabildo, 25-05-1815.
El verdadero guerrero se gloria solamente de vencer a sus enemigos, mas no
destruirlos.. Simn Bolvar al general espaol Juan Bautista Pardo, 17-05-1816.

66

La patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crmenes, ni le da armas para
que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas ofendiendo a los ciudadanos con cuyos
sacrificios se sostiene.
La tropa debe ser tanto ms virtuosa y honesta, cuanto es creada para conservar el
orden, afianzar el poder de las leyes y dar fuerza al Gobierno para ejecutarlas y hacerse
respetar de los malvados que seran ms insolentes con el mal ejemplo de los
militares. Jos de San M artn, Cuartel General de M endoza, 09-1816.
Si no puedo reunir las mulas que necesito me voy a pie, ello es que a lo ms tardar
estoy en Chile para el 19, es decir, me pondr en marcha
Es menester hacer el ltimo esfuerzo en Chile, pues si sta la perdemos todo se lo lleva
el diablo. Jos de San M artn a Toms Guido, 15-12-1816.
la guerra es un azote desolador, que al punto a que ha subido en la Amrica la lleva
a su aniquilacin. Jos de San M artn al Virrey Joaqun de la Pezuela, posiblemente
del mes de abril de 1818.
anhelo slo el bien de mis semejantes; procuro el trmino de la guerra. Jos de
San M artn al Virrey Joaqun de la Pezuela, posiblemente del mes de abril de 1818.
M i sable jams saldr de la vaina por opiniones polticas.. Jos de San M artn a
Estanislao Lpez, 12-03-1819.
No, el general San M artn jams derramar la sangre de sus compatriotas, y slo
desenvainar la espada contra los enemigos de la independencia de Sur Amrica.. Jos
de San M artn, Proclama a las Provincias del Ro de la Plata, 1820.
La espada que ha gobernado a Colombia no es la balanza de Astrea, es un azote del
genio del mal que algunas veces el cielo deja caer a la tierra para el castigo de los
tiranos y escarmiento de los pueblos. Esta espada no puede servir de nada el da de paz,
y ste debe ser el ltimo de mi poder, porque as lo he jurado para m, porque lo he
prometido a Colombia y porque no puede haber repblica donde el pueblo no est
seguro del ejercicio de sus propias facultades.. Simn Bolvar, Discurso ante el
Congreso de Ccuta, 03-10-1821.
osar decirle que no es nuestro destino emplear la espada para otro fin que no sea el
de confirmar el derecho que hemos adquirido en los combates para ser aclamados por
libertadores de nuestra patria.. Jos de San M artn a Simn Bolvar, 03-03-1822.
sin duda la espada de los libertadores no debe emplearse sino en hacer resaltar los
derechos del pueblo la ma no ha tenido jams otro objeto que asegurar la integridad
del territorio de Colombia, darle a su pueblo la ms grande latitud de libertad y extirpar
al mismo tiempo as la tirana como la anarqua.. Simn Bolvar a Jos de San
85
M artn , 22-06-1822.
85

Los dos grandes Libertadores de Amrica del Sur, Bolvar y San Martn intercambiaron
correspondenci as en medio de las di ferencias existentes con motivo de la situacin de Guayaquil, y para
ese entonces, luego de una fallida reunin entre Bolvar y San M artn en el mes de febrero de 1822, ste
le escribi desde Lima y le mani fest que: Dejemos que Guayaquil consulte su destino. Bolvar le
respondi manifestando que una provinci a no puede decidir sobre la integridad de la Nacin Colombiana,

67

Tenga la bondad de decir a nuestros compaeros de armas, cul es mi reconocimiento


a lo que les debo: por ellos tengo una existencia con honor, en fin, a ellos debo mi buen
nombre.. Jos de San M artn a Rudesindo, 02-09-1822.
El placer del triunfo para un guerrero que pelea por la felicidad de los pueblos, solo le
produce la persuasin de ser un medio para que gocen de sus derechos. Jos de San
M artn, 20-09-1822.
La presencia de un militar afortunado, por ms desprendimientos que tenga, es temible
a los Estados que de nuevo se constituyen.. Jos de San M artn, 20-09-1822.
El despotismo militar ser precisamente aniquilado con trabas constitucionales que
aseguren inviolable la soberana de los pueblos.. Jos Gervasio Artigas.
El derecho de represalias es el ms justo entre los males de la guerra. Nosotros no
tenemos otros rehenes ni otras garantas de capitulacin que las propiedades de los
enemigos que viven en el pas, y que hemos indultado generosamente por buscar la paz,
no obstante que sabemos que estas propiedades son la sangre de los peruanos convertida
en oro. Antonio Jos de Sucre al general realista Pedro Antonio Olaeta, 24-01-1825.
El ejrcito unido combatiendo por la libertad, por la justicia de la Amrica en su lucha,
y por la causa de la humanidad ha marchado por una carrera de gloria y hoy goza por
premio de sus sacrificios, de la mas sublime recompensa: la admiracin de los hombres,
las bendiciones de los pueblos. El ejrcito conservar el brillo de sus armas llevando
sobre bayonetas la observancia de las leyes, la defensa de los principios y de los
derechos, pero si alguna vez l abandonase la buena causa, la causa de los pueblos, la de
la patria, si alguna vez se degradara a alistarse bajo la tirana, maldiciones eternas y la
86
execracin de los hombres sean su castigo . Antonio Jos de Sucre durante un brindis
a los representantes argentinos, 19-10-1825.
M andarn siempre los militares con su espada? No se quejarn los civiles del
despotismo de los soldados? Yo conozco que la actual repblica no se puede gobernar
sin una espada, y, al mismo tiempo, no puedo dejar de convenir que es insoportable el
espritu militar en el mando civil.. Simn Bolvar al general Daniel Florencio
OLeary,13-09-1829.
XXIII- La Trascendencia de los Hombres

que la junta que gobierna el lugar amenazaba con la anarqu a el sur de Colombia y que, adems, su
espada no haca otra cosa sino : resaltar los derechos del pueblo. En el fondo San Martn pretend a,
siguiendo el proyecto de la dirigencia del Per, anexars e a Guayaquil, cuando esta ciudad form aba parte
de Colombia solo que, de manera temporal, haba declarado su independenci a. Guayaquil se pronunci
finalmente a favor de la Gran Colombia.
86
Sucre testimoni luego de la batalla de Ayacucho, finalizada la guerra por la independenci a de Amrica
del Sur, los grandes propsitos que inspiraron aquella lucha: la libertad, la justicia, el progreso de la
humanidad. Igualmente destac la implantacin de las ideas liberales en un nuevo tiempo histrico, donde
la Repblica triunf sobre las monarquas, y se impuso el principio del respeto a los derechos ciudadanos.
Bolvar, San Martn y Sucre, entre otros, se opusieron al militarismo que amenazaba desde la
independencia a Amrica Latina, como m edio de imposicin poltica desconocedora de la soberan a del
pueblo.

68

la reputacin de un hombre honrado es, en mi opinin, el ttulo ms honorable que


uno puede poseer, tambin el nico ttulo que yo aspiro poder merecer algn da.
Francisco de M iranda a Vansittart, 10-04-1804.
Para mi, Seor, no cabe duda que, en relacin a la naturaleza del acontecer humano y
al desenvolvimiento del asunto que nos ocupa desde hace tantos aos, la maldad o hasta
la calumnia han contribuido a entorpecer el proceso e impedir su feliz culminacin; pero
lo que realmente me apena es la magnitud del objetivo y el inters inmediato de gran
parte de la especie humana que ha de ser vctima de ello
Cuando uno ha dedicado ininterrumpidamente 25 aos de su vida a una sola y misma
meta, siendo sta el estudio de los principios aceptados que llevan a los hombres a la
felicidad para aplicarlos en beneficio de la Patria, no debe, me parece, dudar de sus
propios principios, ni ruborizarse por el hecho de haberse pasado la vida en vergonzosas
ocupaciones. . Francisco de M iranda a William Pitt, 13-06-1805.
los peligros y las dificultades siempre han de unir a los Hombres. Francisco de
M iranda, proclama al paso por Trinidad, 07-1806.
Yo soy enemigo de fungir y estar contento con cualquier destino en que sea til a la
religin y al suelo de mis hermanos No pretendo la presidencia; mis funciones
cesarn establecida la junta y me tendr muy honrado con el epteto de humilde siervo
87
de la nacin. . Jos M ara M orelos a Rayn, 05-08-1813.
No hay otra nobleza que la virtud, el saber, el patriotismo y la caridad.. Jos M ara
M orelos, conversacin con Andrs Quintana Roo, 13-09-1813.
tenemos el inexorable juicio de la posteridad que nos espera; temamos el tribunal de
la historia. Jos M ara M orelos, Discurso ante el Primer Parlamento Constituyente
de M xico, 14-09-1813.
me aclamanLibertador de Venezuela: ttulo ms glorioso y satisfactorio para mi
88
que el cetro de todos los imperios de la tierra . Simn Bolvar a la M unicipalidad de
Caracas, 18-10-1813.

87

Morelos, llamado el Siervo de la Nacin, digno ttulo que en su concepto superaba los otros que l e
tributaron como: generalsimo y capitn general, era descrito por Ignacio Altamira de la siguiente
manera: Llevaba un sombrero finsimo del Per y debajo de l, un gran pauelo de seda blanco cuyos
extremos anudados flotaban sobre el cuello y abrigaba la cabeza a la usanza de los rancheros ricos de
ese poca. Calzaba botas de campaa y bajo sus armas del pelo guardaba un par de pistolas..
88

Diego Carbonell, autor del libro Psicopatologa de Bolvar, Pg. 114, cita las circunstancias previas a
este significativo acontecimiento en la vida del Libertador: Por aquellos das dijera desde Trujillo al
Congreso, el 25 de junio: Mi resolucin, pues, es obrar con la ltima celeridad y rigor; volar sobre
Barinas y destrozar las fuerzas que la guarnecen, para dejar de este modo a la Nueva Granada libre de
los enemigos que puedan subyugarla; y ya, a fines de julio, revive en l la autosugestin que lo impulsar
despus de su triunfo en Mompox; desesperado casi, dice a Camilo Torres desde San Carlos: Temo que
nuestros ilustres compaeros de armas de Cuman y Bar celona liberten nuestra capital antes que
nosotros lleguemos a dividir con ellos esta gloria; pero nosotros volaremos, y espero que ningn
libertador pise las ruinas de Caracas primero que yo. El 6 de agosto de 1813, su ej rcito m archaba
por las calles de Caracas, y Bolvar cumpla as su inicial promesa la promesa o juramento libertadora de
su ciudad natal.

69

Es constante el ardor con que he sostenido los derechos de la patria, solicitando por
todos los medios sus alivios, su tranquilidad y el orden del gobierno. Soy, adems,
amigo de la justicia y la equidad, y aborrezco lo que se opone a la libertad civil de
cualquier individuo, porque ni soy dspota, ni conviene esta idea con los principios
liberales a que naturalmente se acomoda mi genio. Jos M ara M orelos a Liceaga,
01-02-1814.
Soy un simple ciudadano, que prefiero siempre la libertad, la gloria y la dicha de mis
conciudadanos, a mi propio engrandecimiento.. Simn Bolvar a los caraqueos, el 0201-1814.
Compatriotas, vosotros me honris con el ilustre ttulo de Libertador.. Simn Bolvar
a los caraqueos, el 02-01-1814.
Es justo y necesario que mi vida pblica se examine con esmero y se juzgue con
imparcialidad.. Simn Bolvar, M anifiesto de Carpano, 07-09- 1814.
el error o la fuerza de las pasiones no deja acertar a los hombres a tomar el camino
ms recto; sino que, por el contrario, en las agitaciones ninguno conserva el puesto que
le pertenece y, menos aun, el todo de su carcter propio. Para juzgar de las revoluciones
y de sus actores, es menester observarlos muy de cerca y juzgarlos muy de lejos;
extremos que no pueden conciliarse, ni por el corto perodo de tiempo que ha
transcurrido, ni por los personajes que han representado la escena en cuestin.. Simn
Bolvar, discurso de instalacin del gobierno de las Provincias Unidad de la Nueva
Granada (Colombia), 23-01-1815.
De este modo pienso yo, mi querido amigo, y por lo tanto, ni los detractores de Ud.
pueden perjudicarle, ni sus amigos justificarle hasta que no haya pasado la actual
crisis. Simn Bolvar a Pedro Gual, 09-02-1815.
No podra yo ser el mediador para una conciliacin que deseo ver cordialmente
establecida?...Podr yo posponer los intereses de mi patria a viles y violentas pasiones?
Podr yo dar odos a la venganza y hacerme sordo a la voz de la razn? Podr yo
despreciar a un amigo que me ofrece la amistad de un enemigo? No, no, no. Simn
Bolvar a Pedro Gual, 09-02-1815.
soy demasiado fuerte para degradarme a engaar.. Simn Bolvar a Pedro Gual, 0902-1815.
voy a dar la ltima respuesta a mis calumniadores: yo no puedo menos que
comprometer mi existencia y mi honor por la causa de m pas; y sea cual fuere mi
suerte en la campaa del Per, probar que desde que volv a mi patria, su
independencia ha sido el nico pensamiento que me ha ocupado; y que no he tenido ms
ambicin que la de merecer el odio de los ingratos y el aprecio de los hombres
virtuosos.. Jos de San M artn, Proclama a las Provincias del Ro de la Plata, 1820.

Desde aquel da, ser para siempre el Libertador, y aquella lnea de sus et apas mentales s e acrecentar y
el alma impulsiva del hroe t endr los caracteres de la recia alma de los dominadores: el 2 de enero de
1814, Bolvar era el Dictador de Venezuel a..

70

Yo quiero ser ciudadano, para ser libre y para que todos lo sean. Prefiero el titulo de
ciudadano al de Libertador, porque ste emana de la guerra, aqul emana de las leyes.
Cambiadme, Seor, todos mis dictados por el de buen ciudadano.. Simn Bolvar,
discurso ante el Congreso de Ccuta, 03-10-1821.
El estado de labrador es el que creo ms anlogo a mi genio, y como un recurso y asilo
a las inquietudes y trabajos de una vida toda ocupada al servicio de las armas.. Jos de
San M artn, posiblemente 1821.
la quietud feliz de una vida privada forman el centro y nico punto de vista de mis
aspiraciones.. Jos de San M artn, posiblemente 1821.
ninguna prescindencia personal por mi parte, alejara los tiros de la maledicencia y
la calumnia.. Jos de San M artn, 20-09-1822.
ya estoy aburrido de or decir que quiero hacerme soberano.. Jos de San M artn,
20-09-1822.
M i gloria est colmada cuando veo instalado el Congreso Constituyente. Jos de
San M artn, 20-09-1822.
La ofensa hecha al justo es un golpe contra mi corazn y yo no quiero prestar mi mano
contra mi propio pecho.. Simn Bolvar a Francisco de Paula Santander, 30-10-1823.
Yo insto de nuevo por esta va, porque se acepte mi dimisin, a fin de que no me
obliguen a seguir a mi compaero San M artn; pues no ser extrao que yo tome tan
bello modeloCon que as, Ud. haga sus esfuerzos para que me den mi licencia del
servicio, pues yo me hallo desesperado por mil y una razones. Que otro sirva catorce
aos, como yo, y sin duda bien merecer un retiro, y poner a cubierto, por consiguiente,
el fruto de sus trabajos, en su bueno o mala reputacin.. Simn Bolvar a Francisco de
Paula Santander, 23-01-1824.
Hasta ahora he combatido por la libertad, en adelante quiero combatir por mi gloria
aunque sea a costa de todo el mundo. M i gloria consiste ahora en no mandar ms y no
saber de nada ms que de m mismo, siempre he tenido esta resolucin, pero, de da en
da, se me aumenta en progresin geomtrica. M is aos, mis males y el desengao de
todas las ilusiones juveniles no me permiten concebir ni ejecutar otra resolucin. El
fastidio que tengo es tan mortal, que no quiero ver a nadie, no quiero comer con nadie,
la presencia de un hombre me mortifica; vivo en medio de unos rboles en este
miserable lugar de las costas del Per; en fin, me he vuelto un misntropo de la noche a
89
la maana. . Simn Bolvar a Francisco de Paula Santander, 23-01-1824.
89

Enfermo y agotado en la costa del Per, la salud de Bolvar pres ent los severos efectos de sus m ales
acumulados fsicos y de la fatiga que produc a su incesante la vida pblica a lo largo de varios pases.
Manifest entonces su disposicin de retirars e, siguiendo el ej emplo de su compaero libert ador San
Martn. Pero, en definitiva, su obra y su destino le arrastr contra su voluntad, y al momento de
preguntarl e uno de sus oficial es en t an penoso estado que hara entonces, respondi el hroe caraqueo:
Triunfar!. Una relacin psicolgica de situacin, nos la ofrece Di ego Carbonell, autor del libro
Psicopatologa de Bolvar, Pg. 138, al citar: y cuando ante el desastre de su salud preguntrale
Mosquera qu pensaba hacer, el Libertador, desde una pobre silla de vaqueta, recostado contra la pared
de un pequeo huerto, atada la cabeza con un pauelo blanco, puntiagudas las rodillas y descarnadas
las piernas, con voz hueca, dbil y s emblante cadavrico, respondi: Triunfar! Y en seguida

71

mi poca es de catstrofes: todo nace y muere a mi vista como si fuese relmpago,


todo no hace ms que pasar, y necio de mi si me lisonjease quedar de pie firme en
medio de tales convulsiones, en medio de tantas ruinas, en medio del trastorno moral
del universo!. Simn Bolvar a Francisco de Paula Santander, 23-01-1824.
Sera demencia de mi parte mirar la tempestad y no guarecerme de ella. Bonaparte,
Castlereagh, Npoles, Piamonte, Portugal, Espaa, M orillo, Ballesteros, Iturbide, San
M artn, OHiggins, Riva A gero y la Francia, en fin, todo cae derribado, o por infamia
o por el infortunio y yo de pie?, no puede ser, debo caer.. Simn Bolvar a Francisco
de Paula Santander, 23-01-1824.
La venganza no es el sentimiento de las almas nobles entregadas a la gloria. Antonio
Jos de Sucre a Casimiro Olaeta, 26-01-1825.
Yo encontraba en este ejemplar no el deseo de sangre espaola, sino la urgente
necesidad de contener un enemigo furioso y desesperado que adoptaba medidas de
guerra atroz y era preciso oponer un carcter fuerte, firme y aun algo severo. Antonio
Jos de Sucre al prefecto de Arequipa, 10-05-1825.
Nadie es hroe sino en los peligros y en las dificultades.. Francisco de Paula
Santander a Simn Bolvar, 21-08-1825.
las provincias del Alto-Per, cuna de la libertad americana, han tomado la existencia
poltica de que haban carecido, elevndose a un Estado independiente. En los
transportes de su entusiasmo y gratitud, los pueblos de esta nueva nacin han adoptado
el nombre de repblica Bolvar, consagrando de este modo hasta la consumacin de los
siglos el nombre ilustre del Libertador de Colombia.. Francisco de Paula Santander al
Congreso de la Gran Colombia, 02-01-1826.
Yo no veo las cosas militarmente, porque no soy el general del ejrcito invasor o
auxiliar, las miro polticamente.. Francisco de Paula Santander a Antonio Jos de
Sucre, 21-01-1826.
M i hermana me dice, que sea yo Libertador o muerto es su consejo. Este ser el que
90
yo seguir, aun cuando supiera que, por seguirlo, pereciera todo el gnero humano. .
Simn Bolvar a Francisco de Paula Santander, 21-02-1826.
Es muy singular que los furiosos demcratas hayan venido a parar de su delitito
turbulento vienen al otro extremo que igualmente debe descontentar al pueblo. No
pienso ni que el ejrcito mismo convenga en el pensamiento; porque a pesar de los
contina: He mandado levantar una numerosa caballera en los departamentos del norte; se fabrican
herraduras en Cuenca, en Guayaquil y en Trujillo; se han tomado para el servicio militar todos los
caballos tiles del pas, y se han embargado todos los alfalfares para mantenerlos gordos. Si los
espaoles bajan de la Cordillera, los derroto con esta caballera, y si no bajan, dentro de tres meses me
hallar en situacin de ir a buscarlos y batirlos en la Sierra.
90

Su familia, sus verdaderos amigos, sus compaeros en las luchas heroicas, confirm aron que por encima
de las ambiciones, de las trampas de sus enemigos, Bolvar no poda ser sino Libertador, y el mismo no
vacil en su propsito, determinado a t ransitar el doloroso camino de la salvacin de l a Repblica y no
prescindir de su eterna gloria.

72

vejmenes que ha surgido del cuerpo legislativo, y aun, segn se dice, del gobierno,
creo que prefiera a sus conveniencias la paz y la dicha de Colombia. Sobre todo, si el
ejrcito conviniera en que alguien fuera Rey de Colombia, sera Ud. no teniendo Ud.
hijos que aseguren por la sucesin esta paz, ella no duraba sino mientras la viva Ud; y a
su muerte, una revolucin ms espantosa y sangrienta sera el resultado de tal
invencin debe morir antes que perder su ttulo de Libertador, el ms grande y el ms
glorioso.. Antonio Jos de Sucre a Simn Bolvar, 06-06-1826.
El carcter insidioso del General Santander haba envenenado la fuente de la
administracin en su mismo origen colocndome muchas veces entre ellos y el
Gobierno para evitar o disminuir las vejaciones que les amenazaban, y esta conducta
misma hizo que el General Santander me considerase por ltimo como el blanco a
91
donde deban dirigirse los tiros de su poder. . Jos Antonio Pez a Simn Bolvar, 2405-1826.
Qu es una venganza tan costosa cuando se trata de los intereses de la patria? Nada,
compaero, nada es comparableVuelva en s, vuelva a la patriaContsteme
92
siquiera . Rafael Urdaneta a Jos Antonio Pez, 27-06-1826.
La ingratitud es el peor de los vicios; y cuando se ejerce por puro placer aumenta sus
grados de maldad.. Antonio Jos de Sucre a Francisco de Paula Santander, 20-02-1827.
Santander ha corrido el velo, y U. debe desconfiar de todo cuanto l haga y diga; l
sostiene el partido contra Ud. en Bogot. Rafael Urdaneta a Simn Bolvar, 23-031827.
La perfidia est refinada y es necesario que U. lo crea as, todos claman porque
usted vuele a Bogot a ponerse a la cabeza del gobierno como el nico medio de salvar
la Patria.. Rafael Urdaneta a Simn Bolvar, 23-03-1827.
91

Aos despus en su Autobiografa, en general Pez recordaba: En mi concepto era entonces un


fuerte argumento para acusar a Santander de no proceder con la justicia que protestaba en sus cartas,
ver que Soto y otros representantes y senadores, en opinin general considerados como su eco en las
cmaras, tomaron decidido inters contra m. Si Santander les hubiera dicho de buena fe una sola
palabra de desagrado por lo que estaban haciendo, no slo no hubieran tomado partido en mi dao, sino
lo hubieran abrazado a favor de sus ideas, mayormente cuando a mi modo de ver Santander estaba en la
obligacin de hacerlo: la acusacin provena de haber querido yo ejecutar su propio decreto del
Reglamento de Milicias que haba encontrado oposicin en Caracas y que l no haba mandado
suspender a pesar de que el Congreso haba dado una ley organizando la milicia bajo distinta base
era ni ms ni menos lo que en Bogot se haca todos los domingos a presencia del mismo Santander,
sin que ni l ni nadie s e mostrase escandalizado, y sin que pareci ere al Congreso una violacin de las
libertades pblicas y de los derechos de la pueblos Lejos de tener pr esentes estas razones, aadi el
insulto al agravio nombrando para sucederme a Escalona, mi acusador, a quien no corresponda por
ordenanza recibir el mando en competencia con otros generales ms antiguos, de mayor graduacin y
que entonces no tena destinos. Por su parte, los defensores de Sant ander sostienen que el mismo
solicit prudencia a los diputados al remitir la documentacin en contra de Pez desde Venezuel a y le
atribuyen toda la responsabilidad de este hecho al Congreso de Colombia.
92

Urdanet a aleccion a Pez al establecer el principio de los interes es superiores de la Patri a por encima
de un desquite personal, por ms que justificado hubies e estado. Urdaneta as respondi a la confi anza del
Libertador y ste reconoci sus m ritos, y le expresaba en marzo de 1827: Desde que conoc a Ud., le
descubr la capacidad que tena para manejar grandes negocios; ahora tengo la satisfaccin de ver la
prueba de mi juicio.

73

No puedo ofreceros sino un corazn libre de resentimiento y un alma toda de


Colombia.. Francisco de Paula Santander a Simn Bolvar, 07-06-1827.
Soy incapaz de humillarme a nadie, ni de tener ms confianza con el general Bolvar;
pero si soy capaz de sofocar mis muy justos resentimientos al bien pblico
no he sido amigo prfido, ni ingrato, ni jefe de partido, ni nada de lo que me han
93
atribuido en Caracas y Cartagena y que el Libertador ha credo tan sinceramente .
Francisco de Paula Santander a Pedro Briceo M ndez, 07-06-1827.
La ley y la justicia estn por nosotros; quiero decir, por el bien y por la patria. Perezca
yo mil veces antes de tener miras personales ni causa propia. Yo he combatido por la
libertad y por la gloria, y no por mi engrandecimiento, y este sentimiento es comn a
usted y a mis generosos amigos, que me han seguido porque he seguido la buena
causa.. Simn Bolvar a M ariano M ontilla, 13-04-1828.
basta, un pcaro no es capaz de llamar por ms tiempo la atencin de un hombre
honrado.. Jos de San M artn a Jos de la Riva A gero, 23-10-1823.
no se persuada usted que son tan afligentes circunstancias en que se halla la patria
las que me hacen no desearlo, persuadido por la experiencia, que jams se pueda
gobernar a los pueblos con ms seguridad que despus de una gran crisis, pero es la
certeza de que mi carcter no es propio para el desempeo de ningn mando poltico; y
en el segundo, el que habiendo figurado en nuestra revolucin, siempre ser un foco en
que los partidos creern encontrar un apoyo, como me lo ha acreditado la experiencia a
mi regreso del Per y en las actuales circunstancias.. Jos de San M artn, borrador,
abril de 1829.
habiendo figurado en la revolucin, siempre ser un foco en que los partidos creern
encontrar un apoyo, como me lo ha acreditado la experiencia a mi regreso del Per y en
las actuales circunstancias. . Jos de San M artn a Fructuoso Rivera, 04-1829.
hacer extractos y arreglar documentos que acrediten, no mi justificacin, pero s los
hechos y motivos sobre que se ha fundado mi conducta en el tiempo que he tenido la
desgracia de ser hombre pblico; porque estoy convencido de que sers lo que hay que
ser, sino eres nada.. Jos de San M artn, borrador, abril de 1829.
que estoy hecho un misntropo: s, mi amigo, lo soy; porque para un hombre de
virtud he encontrado dos mil malvados.. Jos de San M artn, borrador, abril de 1829.

93

Ms esto no era cierto, Santander encabezaba la oposicin poltica contre el Libert ador y contra los
venezol anos. Tanto Sucre como Urdanet a apreciaron sus faltas y se lo sealaron. La sinceridad del
Vicepresidente se puso en duda. Entre 1825 y 1827 se desarroll progresivamente el det erioro de aquella
amistad a l a que Bolvar l e haba tributado tantos reconocimientos generosos: Ud. que es otro yo, y
quiz mejor que yo Ud, es el hroe de la administracin americana. Dos pasiones en el general de
Ccuta: el poder y el dinero, los distancian, tal y como lo seala el historiador Jos Luis Salcedo
Bastardo ( El Hombre y los hombres Bolvar Presente, Caracas, 1994). Sus ambiciones, sus
disconformidades ante la presencia de otros rivales militares y polticos, as como s deseo de no mantener
la Unin Gran Colombiana, contribuyeron a la separacin entre ambos hombres y post eriormente de
ambos pases. Bolvar expres al final de su vida que pugnas: como la de Pez y Santander, al fin nos
ha destruido a todos.

74

M e parece que veo ya desatarse todo el infierno en abominaciones contra m.. Simn
Bolvar a Daniel Florencio O Leary, 17-08-1829.
enrolado en la carrera militar desde la edad de doce aos, ni mi educacin ni
instruccin las creo propias para desempear con acierto un encargo de cuyo buen xito
puede depender la paz de nuestro suelo.. Jos de San M artn a Felipe Arana, 30-101839.
poder seguir una vida independiente y retirada, ceida a la sociedad de unos pocos y
viejos amigos, con los que los recuerdos de nuestros pasados trabajos contribuirn a
hacer ms llevaderos los males de la vejez.. Jos de San M artn al general Jos Ignacio
Zenteno, 22-07-1842.
S.E., al confiarme tan alta misin, tal vez ignoraba o no tuvo presente que, despus de
mi regreso de Lima, el primer Congreso del Per me nombr generalsimo de sus
ejrcitos, sealndome al mismo tiempo una pensin vitalicia de nueve mil pesos
anuales: esta circunstancias no puede menos de resentir mi delicadeza al pensar que
tendra que representar los intereses de nuestra Repblica ante un Estado a quien soy
deudor de favores tan generosos y que no todos me supondran con la moralidad
necesaria a desempearla con lealtad y honor. Jos de San M artn a Felipe Arana, 3010-1839.
XXIV- La Amistad
Yo celebro altamente que esta ocasin me permita la honra de presentar a V.E. mi
humilde respeto al genio inmortal de Amrica, cuya espada libertadora recibe las
bendiciones del Nuevo M undo, y la estimacin del gnero humano.. Antonio Jos de
Sucre a Jos de San M artn, 10-05-1821.
Antes de ayer por la noche parti de aqu el general San M artn, despus de una visita
de treinta y seis o cuarenta horas
El Protector me ha ofrecido su eterna amistad hacia Colombia
Gracias a Dios, mi querido general, que he logrado con mucha fortuna y gloria cosas
bien importantes: primera, la libertad del Sur; segunda, la incorporacin a Colombia de
Guayaquil, Quito y las otras provincias; tercera, la amistad de San M artn y del Per
para Colombia Ya no me falta ms, si no es poner a salvo el tesoro de mi
prosperidad, escondindolo en un retiro profundo para que nadie me lo pueda robar:
94
quiero decir que ya no me falta ms que retirarme y morir. . Simn Bolvar a
Francisco de Paula Santander, 29-07-1822.
94

La amistad entre Bolvar y San Martn. Son muchos los testimonios de fraternal afecto que Bolvar
tribut a San Martn. De la misma manera le correspondi el hroe argentino. La expectativa por
encuentro en Guayaquil anim a ambos: La causa del continente americano me lleva a r ealizar un
designio que halaga mis ms caras esperanzas. Voy a encontrar en Guayaquil al Libertador de
Colombia, y por su parte, Bolvar le respondi: Dejando aparte toda discusin poltica, V.E. con el
tono noble y generoso que corresponde al jefe de un gran pueblo, me afirma que nuestro primer abrazo
sellar la armona y la unin de nuestros estados, sin que haya obstculo que no se remueva
definitivamente. Y le indic San Martn: Es preciso combinar en grande los interes es que nos han
confiado los pueblos, para que una slida y estable prosperidad les haga conocer el beneficio de la
independenciaNos veremos y presi ento que la Amrica no ol vidar el da que nos abracemos.. Y
luego de ese histrico instante de esperanzas y propsitos, de meditaciones y de realidades, de visiones y
de sueos, San Martn afirm: Tuve la satisfaccin de abrazar al hroe del sur de Amrica. Fue uno de

75

slo Sucre es capaz de aquel destino, porque es el venezolano de ms mrito que yo


conozco, y como Dios le d una victoria ser mi rival en sucesos militares, porque del
Ecuador para el sur lo habr hecho todo hasta el Potos.95. Simn Bolvar a Francisco
de Paula Santander, 10-10-1823.
Ud. crame, general, nadie ama la gloria de Ud. tanto como yo. Jams un jefe a
tributado ms gloria a un subalterno. Ahora mismo se est imprimiendo una relacin de
la vida de Ud. hecha por m, en que, cumpliendo con mi conciencia, le doy a Ud. cuanto
96
merece. . Simn Bolvar a Antonio Jos de Sucre, 21-02-1825.
En nuestros conflictos en el campo de batalla, cuando iba a confiarse la suerte de una
nacin entera a la lucha mas desigual, ocurr al nombre de Bolvar para asegurar el
resultado: nuestras legiones se multiplicaron al recuerdo de V.E. porque cada uno de
mis camaradas recibi nuevo aliento y resolvi buscar la muerte, o ser digno de
presentarse noblemente al Libertador de Colombia, no estuvo la persona de V.E. en
Ayacucho, pero V.E. existi en el corazn de cada soldado en el combate: sin esto el
Per no sentira hoy los prodigios del herosmo. Antonio Jos de Sucre en el
recibimiento del Libertador en La Paz, 19-08-1825.
Usted me habla del general BolvarBien me figuro cunto lisonjero le poda usted
decir con respecto a los pueblos de Venezuela y los designios de algunas personas de
poner en manos del Libertador los destinos de Colombia: el proyecto de que l
aceptase la corona. Es necesario advertir que el general Bolvar actualmente no
pertenece slo a Colombia: l es un ente que pertenece ya a todo el mundo. Su nombre
es ya propiedad de la historia, que es el porvenir de los hroes
los momentos ms felices de mi vidaTributemos todos un reconocimi ento al inmortal Bolvar.. El
caraqueo, por su parte, adems del resumen positivo que le ofreci a Santander sobre la importante
reunin, le dijo con complacencia a Sucre: El Protector aplaudi altamente la Federacin de los
Estados americanos como la base esencial de nuestra existencia poltica.. San Martn part e de sta
Amrica y Bolvar se queda, y en su sacri fi cio y en su triunfo en el Per, no olvida a su amigo y celebra:
por el buen genio de la Amrica que trajo al general San Martn con su ejrcito libertador desde las
mrgenes del Ro de la Plata hasta las playas del Per. San Martn, compaero leal, cuando l a mentira
calumniaba a Bolvar como dspota y como tirano, como una vez lo injuri a l mismo, le pidi que: No
acepte el influjo de pasiones personales y retire del camino que ha trazado vuestro glorioso destino los
obstculos que la maldad humana os presenta para trasformaros de Glorioso Libertador que sois en
Odiado Dictador, y Bolvar cumpli, con l y con Amrica su inviolable promesa de los primeros
aos: Libertador o muerto y muerto, una vez muerto, El Libertador por siempre.
95

Valoracin exact a de la gloria del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio Jos de Sucre, tuvo siempre el
Libertador, desde el momento mismo que refiri a O Leary sus cualidades, cuando nadie lo conoc a y
muchos otros momentos posteriores. Al apreciar sus cualidades, sus virtudes y sus dones, al estimular su
grandeza y disponerla a favor de la gran caus a libertadora, Bolvar aspir que Sucre continuase su excelsa
obra, en medio de las cont radicciones, peligros e ingratitudes de la vida poltica de las patri as que se
enfrentaban y s e desunan, y en contra de las ambiciones de que la despedazaban. Haban nacido las
Repblicas caudillescas luego de la conquista y de la colonia en nuestras tierras americanas. El Libertador
honr a Sucre, y ste al Libertador a lo largo de sus vidas ejemplares.
96

Se refiere al: Resumen Sucinto de la Vida del General Sucr e es crito por el Libertador en Lima en el
ao 1825, y en el cual expresa:El General Sucre es el padre de Ayacucho: es el redentor de los hijos del
Sol: es el que ha roto las cadenas con que envolvi Pizarro el imperio de los Incas. La posteridad
representar a Sucre con un pi en el Pichincha y otro en el Potos, llevando en sus manos la cuna de
Manco-Capac y contemplando las cadenas del Per, rotas por su espada..

76

Quin ignora la existencia de Bolvar en el mundo civilizado? Nadie, nadie,


compaero Cree usted que el general Bolvar admitira una corona de manos de un
general llamado ante la ley? Qu diran sus enemigos y los de Colombia? Se podra
atribuir a la voluntad general del pueblo un acto dimanado de una pequea porcin de la
fuerza armada, acaudillada por hombres a quienes la ley ha declarado con lugar a causa,
por hombres que poco ha le llamaban tirano y le suponan con deseos y miras de
usurpar las libertades del pueblo?... Cmo, pues, ha podido usted concebir que
semejante paso haya podido ser agradable al General Bolvar? No lo conoce usted, mi
97
buen amigo. . Rafael Urdaneta a Jos Antonio Pez, 27-06-1826.
la emulacin no puede entrar en parte, pues los sucesos que yo he obtenido en la
guerra de independencia son bien subalternos en comparacin de los que dicho general
ha prestado a la causa general de Amrica; ms sus mismas cartas (que originales
existen en mi poder), hasta mi salida para Europa me manifiestan una amistad sincera.
Yo no encuentro pueda ser otro el motivo de su queja, que el no haberlo vuelto a
escribir desde mi salida de Amrica, y, francamente, dir a usted que el no haberlo
hecho ha sido por un exceso de delicadeza, o llmele usted orgullo, pues teniendo
sealada una pensin por el congreso del Per, y hallndose l mandando aquel Estado,
me persuad que el continuar escribindole se creera por miras de inters, con tanto ms
motivo si lo hubiera hecho despus de sus ltimos triunfos. Jos de San M artn a
Toms Guido, comentario sobre sus relaciones con Simn Bolvar, 18-12-1826.
Si aqu no podemos hacer nada por el bien comn, el mundo es grande y nosotros tan
pequeos que cabremos en cualquier parte. Venga Ud. a correr mi suerte, querido
general, todo nos ha unido, no nos separar, pues, la fortuna: la amistad es preferible a
98
la gloria. . Simn Bolvar a Antonio Jos de Sucre, Gran M ariscal de Ayacucho, 0806-1827.
M e he espantado que tal sea la situacin en que nos hallamos, que ni el hombre a quien
todo lo debemos tenga siquiera su persona a cubierto del desenfreno de los partidos y de
los rencores de las facciones.. Antonio Jos de Sucre a Simn Bolvar, 20-10-1828.
97

Jos Antonio Pez (Curpa, Venezuel a, 1790 - Nueva York, Estados Unidos, 1873), caudillo de la
independencia de Venezuela, jefe de los llaneros, conductor de celebres batallas y primer Presidente de la
cuarta Repblica venezolana, fue un hombre di fcil e impredecible, hasta el punto que Bolvar lo llam:
el hombre ms peligroso para Colombia.. Bolvar le trat de manera particular, conociendo su carcter,
sus actitudes, sus ambiciones. Pez era capaz de cualquier acto, al mismo tiempo que sus llaneros. Bolvar
conoci a Pez y supo como contenerlo. Santander, en cambio, supo como provocarlo. Pez tendi a
desobedecer y a creer en los supuestos proyectos monrquicos del Libertador. Urdaneta lo reprendi y le
exhort entender la dimensin histrica de Bolvar. Sus discrepancias, sin embargo, eran de fondo: Pez
no entendi nunca el real sentido ni la magnitud de la revolucin bolivariana, y encarn su ms completa
anttesis: a la democracia opuso la autocracia; al limpio juego poltico, maniobras y trcalas; a la
justicia agraria, ambicin egosta; a la igualdad social, restauracin timada de la esclavitud; a la
unidad, localismo separatista; a la cultura y al progreso enfrent rusticidad y atraso, tal y como lo
refiere el historiador Salcedo Bastardo, obra citada, pg. 56.

98

La tarea gubernativa de Bolvar en Caracas result interes ante: Dict disposiciones que aseguraron l a
reduccin de sueldos, inclusive de generales del ejrcito, y suspendi pagos de difcil cumplimiento a los
militares licenciados; se preocup por la correct a administracin pblica; solicit inform acin sobre la
existencia de esclavos desde 1821, analizando la efi cacia de la ley de manumisin; y se empe en
reform ar l a educacin, destruy las arcaicas limitaciones del modelo colonial y fund la universidad
democrtica, republicana y popular. En ese m arco de reformas y de cambios, y observando las ingratas
realidades del resto de Colombia y los males de Venezuel a, invit a Sucre para que regresar a Venezuela
y ocuparse de ella.

77

Nada tengo contra el general San M artn; l puso las piedras de la libertad e
independencia, le han correspondido mal; l se fue y dej esto, y yo he sido llamado
para salvar al Per; lo han calumniado de todos modos, con injusticia aun en papeles
pblicos, y en Quito, uno de sus encarnizados enemigos (M onteagudo) me asegur, que
no se haba gravado ni un maraved: que treinta mil pesos que tena en Londres dados
por los gobiernos de Buenos Aires y Chile por sus servicios, los tena en la casa H., y
que si su corresponsal Alvarez Condaco los haba pasado a otra, que haya quebrado, no
tena usted ms que la legtima de su hija. Yo tengo un placer en orlo a usted, porque
esa consecuencia hacia San M artn slo es propia de los hombres de bien.. Simn
Bolvar conversacin con Jos Rivadeneira, 25-01-1829.
No acepte V.E. el influjo de pasiones personales y retire del camino que ha trazado
vuestro glorioso destino los obstculos que la maldad humana os presenta para
transformaros de Glorioso Libertador que sois en Odiado Dictador. Si tal no hiciereis, la
libertad de Amrica vivira horas de verdadero peligro y tragedia, pues los pueblos no
podran aceptar el someterse a la voluntad de un hombre que ellos consideran el
abanderado de las libertades.. Jos de San M artn a Simn Bolvar, 28-05-1827.
he sabido haberle usted mandado su pasaporte para regresar a Chile a nuestro comn
amigo don Bernardo O Higgins: este paso dado a favor, no de un amigo, pero s de un
hombre benemrito, injustamente confinado de su patria, le hace a usted el mayor honor
con tan grandes dificultades que ha tenido que vencer para realizar esta medida de alta
justicia. Jos de San M artn a Joaqun Prieto, 02-04-1833.
XXV- La Igualdad del Hombre
QUE los buenos e inocentes indios, as como los bizarros pardos, y los morenos libres
crean firmemente, que somos todos ciudadanos, y que los premios pertenecen
exclusivamente al mrito y a la Virtud en cuya suposicin obtendrn en adelante
infaliblemente, las recompensas militares y civiles, por su mrito solamente.. Francisco
de M iranda, proclama a los pueblos del continente Amrico-Colombiano, Coro, 02-081806.
Por el presente hago pblico y notorio a todos los moradores de esta Amrica, el
establecimiento del nuevo gobierno a excepcin de los europeos, avisamos que no se
nombran ya en calidad de indios, mulatos ni castas, sino todos generalmente
americanosnadie pagar tributo ni habr esclavos en lo sucesivono hay cajas de
comunidad y los indios percibirn las rentas de sus tierras como suyas propias. Jos
M ara M orelos, Bando expedido en nombre de don M iguel Hidalgo, 17-11-1810.
y en cuanto a las tierras de los pueblos los jueces y justicia que recauden las rentas
deben entregarlas a los naturales, y las tierras a los pueblos parra su cultivo, pues su
goce ha de ser de los naturales. Jos M ara M orelos, Decreto del 18-04-1811.
Todos somos iguales porque del mismo origen procedemos.. Jos M ara M orelos,
conversacin con Andrs Quintana Roo, 13-09-1813.
El color de la cara no cambia el del corazn ni el del pensamiento.. Jos M ara
M orelos, conversacin con Andrs Quintana Roo, 13-09-1813.

78

Los hijos del labrador y del barretero deben ser educados como los del ms rico
hacendado.. Jos M ara M orelos, conversacin con Andrs Quintana Roo, 13-09-1813.
"No hay que invertir el orden de la justicia. M irar por los infelices y no desampararlos,
sin ms delito que su miseria. Es preciso borrar los excesos del despotismo. Todo
hombre es igual en presencia de la ley". Jos Gervasio Artigas, al Gobernador de
Corriente, 09-04-1815.
"Por ahora el seor alcalde provincial y dems subalternos se dedicarn a fomentar con
brazos tiles la poblacin de la campaa. Para ello revisar cada uno, en sus respectivas
jurisdicciones, los terrenos disponibles; y los sujetos dignos de esta gracia, con
prevencin que los ms infelices sern los ms privilegiados. En consecuencia, los
negros libres, los zambos de esta clase, los indios y los criollos pobres, todos podrn ser
agraciados con suertes de estancia, si con su trabajo y hombra de bien propenden a su
felicidad, y a la de la provincia". "Sern igualmente agraciadas las viudas pobres si
tuvieren hijos. Sern igualmente preferidos los casados a los americanos solteros, y
stos a cualquier extranjero". Jos Gervasio Artigas, Arts. 6 y 7 del Reglamento de
Tierras, 10-09-1815.
Las actas del Gobierno de la Repblica son monumentos eternos de justicia y
liberalidad. Qu ha reservado para s la nobleza, el clero, la milicia? Nada, nada, nada!
Todo lo han renunciado en favor de la humanidad, de la naturaleza y de la justicia, que
clamaban por la restauracin de los sagrados derechos del hombre. Todo lo inicuo, todo
lo brbaro, todo lo odioso ha sido abolido, y en su lugar tenemos la igualdad absoluta
hasta en las costumbres domsticas. La libertad hasta de los esclavos, que antes
formaban una propiedad de los mismos ciudadanos. La independencia en el ms lato
99
sentido de esta palabra substituida a cuantas dependencias antes nos encadenaban. .
Simn Bolvar, M anifiesto a los pueblos de Venezuela, Cuartel General de Guayana,
05-08-1817.
Necesitamos de la igualdad para refundir, digmoslo as, en un todo, la especie de los
hombres, las opiniones polticas y las costumbres pblicas.. Simn Bolvar, Discurso
de Angostura, 15-02-1819.
nosotros hemos venido a subyugaros como enemigos, y os hemos perdonado las
ofensas que nos habis hecho; os hemos constituido en el augusto carcter de
ciudadanos libres del Estado, igualndoos a vuestros redentores. Simn Bolvar a
los habitantes de la Villa de Tenerife, orillas del ro M agdalena, Colombia, 24-12-1812.
debo decirle, con respecto al negro de que Ud. me habla: que S.E. el Libertador
Presidente ha dispuesto que los prisioneros tomados al ejrcito espaol, fueron soldados
y no esclavos y que los principios liberales de nuestro gobierno, no pueden permitir se
99

Bolvar luch contra la es clavitud con medidas polticas, sociales, legislativas y militares. Orden que
los esclavos se incorporasen a la lucha por l a independencia y, en febrero de 1820, logr el enrolamiento
de 5.000 esclavos en el occident e de la Nueva Granada. Santander s e opuso inicialmente a la medida,
posiblemente bajo la presin de los terratenientes y esclavistas del Cauca, pero, en definitiva, se concret.
Bolvar impuls una orientacin liberal a favor de la reivindicacin social de los negros y los indgenas.
Con respecto a todos esos grupos, dispuso en distintos lugares medidas a favor del derecho de los mismos
a no ser explotados y a la educacin.

79

reduzca otra vez a la esclavitud a hombres que ya eran libres. Antonio Jos de Sucre,
10-7-1822.
Los pobres indgenas se hallan en un estado de abatimiento verdaderamente
lamentable. Yo pienso hacerles todo el bien posible: primero, por el bien de la
humanidad, y segundo, porque tienen derecho a ello, y ltimamente, porque hacer bien
no cuesta nada y vale mucho. Simn Bolvar a Francisco de Paula Santander, 28-061825.
Decreto:
Las tierras pertenecientes al Estado se repartirn entre los naturales del pas
Cada individuo, de cualquier sexo o edad que sea, recibir una fanegada de tierra en
los lugares pinges y regados, y en los lugares privados de riego y estriles recibir dos.
Sern preferidos en este repartimiento los indgenas y los que hayan acreditado mayor
decisin por la causa de la independencia, o que hayan sido perjudicados por este
100
principio. . Simn Bolvar, Decreto sobre la reparticin de tierras, Chuquisaca, 1412-1825.
XXVI- S ituacin de Caracas y de Venezuela
La situacin y disposicin actuales del pueblo en toda la provincia de Caracas, segn
me han informado recientemente, es muy propicia a esta empresa, pese al terror que el
gobierno trata de inspirar por medio de algunas ejecuciones y las tremendas
persecuciones de la Inquisicin, convertida en esta ocasin en absoluto instrumento
poltico.. Francisco de M iranda a Lord Vincent Castlereagh, Trinidad, 10-06-1807.
Los sucesos que han ocurrido en la Provincia de Venezuela en abril ltimo, los cuales
han alterado muy esencialmente las relaciones entre ese pueblo y el antiguo Gobierno
espaol, junto con la llegada de sus Diputados a estas M etrpolis, lo que hace
totalmente innecesaria mi presencia en Inglaterra
Estas circunstancias, unidas a las ms urgentes solicitudes de que regrese a esa
Provincia por parte de mis parientes y otros distinguidos amigos en la ciudad de
101
Caracas, me inducen a pedir del M inistro de Su M ajestad el debido permiso .
Francisco de M iranda al M arqus de Wellesley, 25-07-1810.
La provincia de Venezuela acaba de dar a vms., me parece, un gran ejemplo de
patriotismo, de prudencia y de poltica: si ustedes le siguen, con la limitacin y reserva
necesarias a las circunstancias de esos pases, creo harn mucho mejor que embarcarse
en proyectos peligrosos, para la introduccin de extranjeros y nuevos soberanos en esas
provincias.. Francisco de M iranda a Contucci, 02-08-1810.
100

Para los libert adores Miranda, Morelos, Artigas, Bolvar, Sucre y otros, la libertad comprendi la
igualdad social y el desmontaje de los privilegios tradicionales de: la nobleza, el clero, la milicia, como
lo expresaba el mismo Bolvar. Por ello en la independencia existi un componente de igualdad racial, de
reconocimiento ciudadano para todos, de justicia agraria al repartir l as tierras entre los pobres, de
establecimiento del derecho a la educacin sin distingos, captulo fundamental de la ideologa y el
pensamiento liberador, que se inspir en los Derechos del Hombre, y que en Amrica Colonial fueron
negado absolutamente, establecida durante varios siglos una odiosa jerarquizacin social.
101

Se refiere al 19 de abril de 1810 cuando el Gobernador y el Capitn General Vicente Emparan. fue
depuestos por el Cabildo de Caracas, lo que constituye el primer paso para la independencia de
Venezuela.

80

Umds. Poseen varones de alto mrito y virtudes, en esa ilustre Ciudad; pues tales era
menester fuesen aquellos que concibieron, y ejecutaron el portento del 19 de Abril de
1810! Da clebre y glorioso para Caracas. poca para siempre memorable, si sus
resultados son tan favorables como prometen los buenos principios, y debe esperarse del
patriotismo de esos ciudadanos.
Yo convengo con Umds. En que esta grande empresa slo est iniciada, y que an falta
para su perfeccin, lo ms arduo y dificultoso de la obra.. Francisco de M iranda a Juan
Esteban Sizo y Francisco Antonio M iranda, 03-08-1810.
los seores Toros, Bolvares y las dems personas que han querido honrarme con su
memoria; nterin que la Providencia me conceda el gusto de darles un abrazo y
felicitarles personalmente por los gloriosos hechos con que se han inmortalizado,
haciendo a sus semejantes felices y libres.. Francisco de M iranda a Jos M ara
Fernndez, 03-08-1810.
La Revolucin estall en la ciudad de Caracas el 19 de abril de 1810, fue una
insurreccin de las cuatro ltimas contra la primera casta y por esta causa asume una
importancia que de otro modo no tendra, habiendo ocurrido en una Provincia inferior
de pequea poblacin (dos millones) y sin ninguna conexin con las otras Colonias,
pero la misma causa se propagar probablemente sobre el conjunto del Continente de
102
Amrica . Francisco de M iranda a Richard Wellesley Jr., Julio 1810.
Los criollos, que poseen por su nmero y riquezas una influencia predominante sobre
las otras clases, estn aprovechando con placer la oportunidad de emanciparse del
orgullo y de la codicia de los Gobernadores espaoles y de obtener el poder.
Francisco de M iranda a Richard Wellesley Jr., Julio 1810.
El curso de la Revolucin ha sido moderadoNo ha habido violencia, excepto la
deportacin de las personas ms destacadas. Francisco de M iranda a Richard Wellesley
Jr., Julio 1810.
De las conferencias de los Diputados con Lord Wellesley Tienen confianza que el
ejemplo de Venezuela ser imitado rpidamente por toda la Amrica, pero que Cuba y
M xico, sern la ltimas en levantarse.. Francisco de M iranda a Richard Wellesley
Jr., Julio 1810.
Esta discusin la ms sabia e importante quiz que la Amrica espaola ha presenciado
desde la triste poca de su esclavitud, nos demuestra que casi todos los miembros del
Congreso convienen en la utilidad y ventajas que nos resulta de la pronta declaracin de
nuestra absoluta independencia, Francisco de M iranda en la sesin del 03-07-1811
que result en la declaratoria de la independencia de Venezuela el 05-07-1811.
El pas est amenazado por algunos individuos malignos, os invita al campo de
batallaAcudid, pues, alegremente al triunfo bajo las banderas de la LibertadPodis
estar seguros de la victoria. El Dios de los Ejrcitos protege siempre la causa de la
102

En efecto, se produjo la insurreccin de Miguel Hidalgo en Mxico, y, por su part e en Buenos Aires,
se cre l a Junta Provisional Gubernativa y s e proclam la independenci a el 25 de mayo. Igualmente se
form la Junta Revolucionaria en Cartagena de Indias el da 22, entre otros sucesos relevantes.

81

Justicia.. Francisco de M iranda, proclama a los soldados de la Primera Repblica


venezolana, 30-04-1812.
El ms consecuente error que cometi Venezuela, al presentarse en el teatro poltico
fue, sin contradiccin, la fatal adopcin que hizo del sistema tolerante: sistema
improbado como dbil e ineficaz. Bolvar, M anifiesto de Cartagena, 15-12-1812.
El Libertador est resuelto a terminar la guerra en el ao entrante en una batalla cuya
suerte la aseguremos positivamente si en tanto no hacen la paz los espaoles; por
consiguiente est poniendo en movimiento todos los medios de que somos capaces, para
que el ejrcito por slo su masa sea imponente y para ello es preciso hacer sacrificios,
103
trabajar y tomar medidas extraordinarias . Antonio Jos de Sucre, 17-12-20.
Tengo la mayor satisfaccin en anunciar a V.E. que la guerra de Colombia est
terminada, que su ejrcito est pronto a marchar donde quiera que sus hermanos lo
104
llamen . Simn Bolvar a Jos de San M artn, 17-06-1822.
la antigua Venezuela fue un desierto y hasta ahora ha venido a ver realizados los
votos por los cuales sus habitantes, de grado o por fuerza, hicieron inmensos sacrificios.
Si la repblica toda por defenderse de sus crueles enemigos, ha de igualarse a lo que ha
sido Venezuela, el gobierno cree que se debe igualar por ms doloroso que sea ver la
ruina de los particulares.. Francisco de Paula Santander al presidente de la cmara de
representantes de Colombia, 25-04-1824.
M ientras yo tenga alientos, no dejar de insinuarle que jams, jams gobierne en poca
de paz. Es imposible complacer a todos, e imposible conservar el buen nombre sin
saciar la ambicin y la avaricia de tanta multitud de hombres que quieren vivir a costa
de la repblica. Cada departamento, cada provincia, cada hombre exige que el gobierno
slo se ocupe de l y use slo con l de sus facultades; la ignorancia, la envidia, el
espritu de partido, todo se concita contra el pobre gobernante.. Francisco de Paula
Santander a Simn Bolvar, 21-08-1825.
Esta repblica est excesivamente trabajosa. El descontento de los militares se
generaliza porque en todas partes se les trata con desconfianza, y aun con desprecio,
efecto de una parte de la mala conducta y peores modales de algunos de nuestros
oficiales, y de la otra de que los ambiciosos letrados quieren destruir a todo hombre que
pueda hacerles contrapeso. La falta de ocupaciones para los militares, el no habrseles
satisfecho sus sueldos y haberes, el desprecio con que se les trata y los insultos que les
suelen largar en los peridicos, tienen altamente descontento al ejrcito, incluso
hombres tan moderados como Urdaneta, Soublette, Fortoul, etc. El clero desalado est
reventando de coraje contra las liberalidades del congreso y contra los diarios insultos
que publican contra l. El influjo del clero que algunos creen insignificante, me parece a
m poderoso y capaz de hacer males: de aqu es fcil calcular que si se unen el poder
103

Hace referencia a la cl ebre Campaa de Carabobo considerada una obra maestra del arte militar y
realizada por Bolvar para la liberacin definitiva de Venezuel a. La batalla de Carabobo fue librada el 24
de junio de 1821.
104

El anuncio del triunfo de Carabobo posibilit que Bolvar dirigiera sus es fuerzos polticos y militares
hacia el Sur de Colombia, para consolidar la independencia de Venezuela y de la Nueva Granada, y, en tal
sentido, dispuso el avance de Sucre hacia la provincia de Quito.

82

militar y el eclesistico y llaman a su partido a los godos, que siempre propenden a


unirse al partido que promueva un trastorno, la repblica est expuesta a padecer
terriblemente. 105. Francisco de Paula Santander a Pedro Briceo M ndez, 09-02-1826.
XXVII- La Unidad de Venezuela y la Nueva Granada. La Unidad de Amrica. El
Destino de la Gran Colombia.
El Cannigo Dr. Jos Cortez de M adariaga, que hace tiempo sali de esta ciudad para
esa capital y va encargado de una importantsima comisin, dir a V.A. cuanto yo
podra sugerir en sta, acerca de una reunin poltica entre el reino de Santa Fe de
Bogot y la Provincia de Venezuela, a fin de que formando juntos un solo cuerpo social
gozsemos ahora de mayor seguridad y respeto y en lo venidero de gloria y permanente
106
felicidad.. Francisco de M iranda a la Junta Suprema del Nuevo Reino de Granada ,
22-01-1811.
De todos modos, V.S. puede contar en cualquier determinacin con este gran resto de
hombres libres, muy seguro de que marcharn gustosos a cualquier parte donde se
enarbole el estandarte conservador de la libertad, y que en la idea terrible, siempre
encantadora para ellos, de verter toda su sangre antes que volver a gemir bajo el yugo,
solo sentiran exhalar sus almas [roto] el nico objeto de no ver sus grillos; ellos desean
no solo hacer con sus vidas el obsequio a sus sentimientos sino tambin a la
consolidacin de la obra que mueve los pasos de los seres que habitan en el mundo
nuevo.. Jos Gervasio Artigas a la Junta Gubernativa del Paraguay, 07-12-1811.
De Guatemala hay buenas noticias: han pedido el plan de gobierno y les voy a remitir
la instruccin conveniente.. Jos M ara M orelos a Rayn, 31-01-1813.
me parece de necesidad establecer un orden fijo que poniendo expeditos sus
resortes, establezca el giro de sus negocios. V.S. sabe muy bien que es necesario unir,
que los pases se mantengan mucho tiempo del modo uniforme a que los precisa el
momento que sigue a la convulsin. Esta puede ser reproducida sucesivamente mientras
105

Al comenzar ao 1826, en la Gran Colombia se observaban elementos de organi zacin y tranquilidad


poltica como fueron: el inicio de las sesiones del Congreso, la conclusin definitiva de la guerra de
independencia, la exitosa actuacin de los colegios electorales en 1825 para la eleccin de Presidente, con
la reeleccin mayoritari a de Bolvar y de Santander como Vicepresidente, sin embargo, se estaba a las
puertas de una grave crisis poltica, que degener en la rebelin de Pez en Venezuela y el
distanciamiento entre Bolvar y Santander.
106
Al conocerse en Cartagena los sucesos del 19 de abril de 1810 en Caracas, se extendi la flam a de la
libertad. El 22 de mayo se instal una Junta de Gobierno y s e depuso al gobernador Francisco Montes.
Una vez s e di fundi en Bogot este suceso, se elev el entusiasmo patritico. En Pamplona, se haba
formado tambin otra Junta el 4 de Julio, que sustituy al gobernador Juan Basts y Falla, y lo mismo
ocurri en el Socorro con el gobernador Jos Valds. El virrey Amar, en Bogot, recibi el 19 de julio
todas estas noticias, y se esperaba con gran preocupacin la llegada de un comisionado de Villavicencio,
y un grupo de personas se aprestaron a recibirlo organi zando un banquete. A tal efecto, Pantalen
Santamara solicit al comerciante espaol Gonzlez Llorente el prstamo de un florero y,
sorpresivament e se le insult y se profirieron expresiones en contra de los ameri canos. Este incidente
propici que el 20 de julio se instalara la Junta de Gobierno, desde el balcn del Cabildo, y en horas de la
noche, se firm el Acta de la Independencia.
La mencin de Miranda sobre l a presenci a en Bogot del cannigo Jos Corts de Madariaga (Santiago
de Chile, 1766- Riohacha, Colombia, 1826), activador import ante de los sucesos del 19 de abril en
Caracas y la alusin a la futura unidad entre Venezuela y la Nueva Granada, anticip el devenir futuro de
los sucesos y el curso histrico que iba a tener, en poco tiempo, nuestra lucha comn por la
independencia.

83

dure la incertidumbre del destino, y las diferentes clases del estado no pueden conservar
un equilibrio reposado en la expectacin. Tampoco puede ocultarse a V.S. la precisin
de mantener en todo el grado posible aquella uniformidad respectiva, que no
removiendo cosa alguna que pueda servir a la confianza de los pueblos, presenta en su
feliz combinacin todas las ventajas de la reciprocidad de intereses con las dems par la
precisa seguridad. Es preciso pues que ese pueblo puesto en el pleno goce de sus
derechos restablezca su dignidad y grandeza entrando a su ejercicio; es preciso que
exprese su voluntad, que se constituya; y en fin es preciso que se organice y establezca
sus intereses.. Jos Gervasio Artigas al Cabildo de Corrientes, 29-03-1814.
Todos los pueblos situados a lo largo del Uruguay y Paran estn bajo un mismo pie de
reforma y han saludado el restablecimiento de la armona general, de la prosperidad, la
vida y la paz y la libertad de los sucesos de Gualeguaych, Espinillo, Bajada,
Concepcin y la Cruz y luego que se fije en todo el territorio el plan de su seguridad, se
verificar la organizacin, consultando cada una de las provincias todas sus ventajas
peculiares y respectivas y quedarn todas en una perfecta unin entre s mismas; no en
aquella unin mezquina que obliga a cada pueblo a desprenderse de una parte de su
confianza en cambio de una obediencia servil, si no en aquella unin que hace al inters
107
mismo sin perjuicio de los derechos de los pueblos y de su libre y entero ejercicio. .
Jos Gervasio Artigas al Cabildo de Corrientes, 29-03-1814.
Ya le he dicho a V. mi secreto. Un ejrcito pequeo y bien disciplinado en M endoza
para pasar a Chile y acabar all con los godos, apoyando un gobierno de amigos
slidos, para acabar tambin con los anarquistas que reinan; aliando las fuerzas
pasaremos por el mar a tomar Lima; se es el camino y no ste, mi amigo. Convnzase
108
V. que hasta que no estemos sobre Lima la guerra no se acabar. . Jos de San M artn
a Nicols Rodrguez Pea, 1814.
la unin es la que nos falta para completar la obra de nuestra regeneracin.. Simn
Bolvar, Carta de Jamaica, 06-09-1815.
Chile, por su excedente poblacin proporcionalmente a las dems regiones de esta
Amrica; por la natural valenta, educacin y subordinacin de sus habitantes; por sus
riquezas, feracidad e industria, y ltimamente, por su situacin geogrfica, es el pueblo
capaz de fijar (regido con mano diestra) la suerte de la revolucin. El es el fomento del
marinaje del Pacfico: casi podemos decir que lo ha sido de nuestros ejrcitos y de los
del enemigo. En este concepto nada interesa ms que ocuparlo. Lograda esta grande
empresa, el Per ser libre. Desde all irn con mejor xito las legiones de nuestros
109
guerreros. Lima sucumbir faltndole los artculos de subsistencia precisos. . Jos de
San M artn al Gobierno Supremo sobre la Expedicin a Chile, 02-1816.
107

Orient el general Artigas la conformacin y la unidad de provincias independi entes en igualdad de


planos y relaciones ent re ellas sin subordinaciones de unas a otras, agrupndos e bajo un esquema
federativo.
108

San Martn anticip el plan de liberar a Chile y al Per, para as consolidar la independencia. Para ese
momento, el Director Supremo Gervasio Antonio de Posadas, lo haba nombrado gobernador de Cuyo,
con establ ecimiento en la ciudad de Mendoza, desde donde traz los preparativos de su futura campaa
militar.
109

La importancia estratgica de Chile en el plan de liberacin de San Martn era fundamental, como base
para poder avanzar sobre el Per. En 1790 Miranda, en su anlisis de la Amrica Espaola, apunt datos

84

La reunin de la Nueva Granada y Venezuela en un grande Estado, ha sido el voto


unnime de los pueblos y gobiernos de estas Repblicas. La suerte de la guerra a
verificado este enlace tan anhelado por todos los Colombianos; de hecho estamos
incorporados Al contemplar la reunin de esta inmensa comarca, mi alma se remonta
a la eminencia que exige la perspectiva colosal, que ofrece un cuadro tan asombroso.
Volando entre las prximas edades, mi imaginacin se fija en los siglos futuros, y
observando desde all, con admiracin y pasmo, la prosperidad, el esplendor, la vida
que ha recibido esta vasta regin, me siento arrebatado y me parece que ya la veo en el
corazn del universo. Simn Bolvar, Discurso de Angostura, 15-02-1819.
aprontando los artculos de guerra necesarios para atacar a Lima, cuando me hallo
con noticias de haberse roto las hostilidades por las tropas de usted y de Santa Fe contra
las de Buenos Aires: calcule usted, paisano apreciable, los males que resultan tanto
mayores cuanto bamos a ver la conclusin de una guerra finalizada con honor, y debido
slo a los esfuerzos de los americanos; pero esto ya no tiene remedio: procuremos evitar
los que pueden seguirse, y libertar a la patria de los que la amenazan
No puedo ni debe analizar las causas de esta guerra entre hermanos; y lo ms sensible es
que siendo todos de iguales opiniones en sus principios, es decir, de la emancipacin e
independencia absoluta de la Espaa. Pero sean cuales fueren las causas, creo que
debemos cortar toda diferencia y dedicarnos a la destruccin de nuestros crueles
enemigos, los espaoles, quedndonos tiempo para transar nuestras desavenencias como
nos acomode sin que haya un tercero en discordia que pueda aprovecharse de estas
crticas circunstancias.. Jos de San M artn a Jos Gervasio Artigas, 13-03-1819.
Cada gota de sangre americana que se vierte por nuestros disgustos me llega al
corazn.. Jos de San M artn a Jos Gervasio Artigas, 13-03-1819.
Unmonos, paisano mo, para batir a los maturrangos que nos amenazan: divididos
seremos esclavos; unidos estoy seguro que los batiremos; hagamos un esfuerzo de
patriotismo, depongamos resentimientos particulares, y concluyamos nuestra obra con
honor; la sangre americana que se vierte es muy preciosa, y deba emplearse contra los
enemigos que quieren subyugarnos; unmonos, repito, paisano mo: el verdadero
patriotismo en mi opinin consiste en hacer sacrificios: hagmoslos, y la patria sin duda
alguna es libre. Jos de San M artn a Estanislao Lpez, 12-03-1819.
de la ntima unin de nuestros sentimientos pende la libertad de Amrica del Sur..
Jos de San M artn a Gregorio de Las Heras, jefe del Estado M ayor del ejrcito
expedicionario, pliego abierto y ledo a los jefes y oficiales del ejrcito de los Andes, el
02-04-1820.
Excelentsimo Seor General y Presidente de la Repblica en Caracas don Simn
Bolvar, unidos ntimamente por vnculos de naturaleza, de intereses recprocos
luchamos contra tiranos que intentan profanar nuestros sagrados derechos.
La variedad de los acontecimientos de la Revolucin y la inmensa distancia que nos
separa me han privado de la dulce satisfaccin de impartirle un feliz anuncio, hoy lo
demanda la oportunidad y la importancia de que los corsarios de esta repblica tengan la
mejor acogida bajo su proteccin.
sobre su poblacin y recursos, y estaba ya en contacto con ex jesuitas y patriotas chilenos, quienes podan
influir y ser agentes para activar las acciones revolucionarias en ese pas.

85

Ellos cruzan los mares y hostilizan fuertemente a los buques espaoles y portugueses,
nuestros invasores, ruego a vuestra excelencia que ellos y sus presas tengan el mayor
asilo en sus puertos y entre la escuadra de su mando, que su pabelln sea respetado
como el signo de la grandeza Oriental por su libertad patria, por ella se ha enarbolado y
no dudo de que vuestra excelencia afianzar esta gloria en la proteccin deseada.. Jos
110
Gervasio Artigas a Simn Bolvar, 20-07-1819 .
Colombianos!
La Repblica de Colombia, proclamada por el Congreso General, y sancionada por los
pueblos libres de Cundinamarca y Venezuela, es el sello de vuestra independencia, de
vuestra prosperidad, de vuestra gloria nacional!
Los crepsculos del da de paz iluminan ya la esfera de Colombia. Yo contemplo con
un gozo inefable este glorioso perodo en que van a separarse las sobras de la opresin
de los resplandores de la libertad. Tan majestuoso espectculo me asombra y encanta;
con anticipacin me lisonjeo de lustra colocacin poltica en la faz del Universo, de la
igualdad de la naturaleza, de los honores de la virtud, de los premios del mrito, de la
fortuna, del saber y de la gloria de ser hombres. Vuestra suerte va a cambiar; a las
cadenas, a las tiemblas, a la ignorancia, a las miserias, van a suceder los sublimes dones
de la Providencia Divina, la libertad, la luz, el honor y la dicha.
Yo os prometo en nombre del Congreso: seris regenerados: vuestras instituciones
alcanzarn la perfeccin social, vuestros tributos abolidos, rotas vuestras trabas;
vuestras virtudes sern vuestro patrimonio, y slo el talento, el valor y la virtud sern
coronados.
La intencin de mi vida ha sido una: la formacin de la Repblica libre e
independiente de Colombia entre dos pueblos hermanos. Lo he alcanzado: Viva el
Dios de Colombia!!!. Simn Bolvar, Proclama de creacin de la Gran Colombia, 0803-1820.
Los pueblos de la Amrica del Sur estn ntimamente unidos por vnculos de
naturaleza e intereses recprocos.. Jos Gervasio Artigas.
Ya que por su anti-neutralidad la Amrica del Norte [los Estados Unidos] nos han
vejado tanto, exijmosle servicios que nos compensen sus humillaciones y fratricidios.
Simn Bolvar a Jos Rafael Revenga, M inistro de Relaciones Exteriores, 25-05111
1820 .
La Amrica del Norte, siguiendo su conducta aritmtica de negocios, aprovechar la
ocasin para hacerse de las Floridas, de nuestra amistad y de un grande dominio de
comercio.. Simn Bolvar a Guillermo White, 26-05-1820.

110

Es la nica carta de Artigas a Bolvar que se conoce. En 1819, los portugueses derrotaron a Artigas en
la batalla de Tacauremb, y se firm el Pacto del Pilar, que desconoca su autoridad. Decide entonces el
hroe uruguayo partir al exilio en Paraguay.
111
En esta carta res ervada dirigida a Jos Rafael Revenga (1786-1852), notabl e funcionario encargado
por el Libertador Bolvar de importantes misiones polticas y administrativas en las nuevas Repblicas
(Ex Ministro de Relaciones Exteriores, de Hacienda, etc.), al igual que Don Pedro Gual, se le informa de
los intereses de los Estados Unidos y le alerta sobre los mismos, anticipando de esta forma sus cuidados
ante los intereses de l a poltica norteam ericana en contra de Amri ca Latina y sus tendencias
imperialistas.

86

Este momento lo haba deseado toda mi vida; y slo el de abrazar a V.E. y el de reunir
nuestras banderas, puede serme ms satisfactorio. Simn Bolvar a Jos de San M artn,
10-01-1821.
Bien pronto la divina Providencia, que ha protegido hasta ahora los estandartes de la
Ley de la Libertad, nos reunir en algn ngulo del Per, despus de haber pasado por
sobre los trofeos de los tiranos del mundo americano. Simn Bolvar a Jos de San
M artn, 10-01-1821.
Debo aprovechar esta oportunidad para anunciar a V.E. mi venida a esta plaza en un
transporte con trescientos soldados, de mil quinientos que el gobierno de la repblica
remite al sur de Colombia para abrir por esta parte la campaa de Quito, de concierto
con la divisin del Sur de Cundinamarca.. Antonio Jos de Sucre a Jos de San M artn,
10-05-1821.
Un cuerpo dependiente del Ejrcito del Per, que se levanta en Piura, puede
cooperar muy eficazmente a la campaa sobre Quito, invadiendo por Cuenca y Loja, y
penetrando hasta reunirse con la divisin de Colombia que marcha sobre Guayaquil.
Quito ser libre en esa campaa, y me lisonjeo tengan en ella una parte gloriosa los
libertadores del Per. Los colombianos vern con una satisfaccin orgullosa marchar
112
entre las filas a los libertadores del Sur, y estar a las rdenes de V.E . Antonio Jos
de Sucre a Jos de San M artn, 13-05-1821.
se dice que muchos en Cundinamarca quieren federacin; pero me consuela con que
ni Ud., ni Nario, ni Zea, ni yo, ni Pez, ni otras muchas autoridades venerables que
tiene el ejrcito libertador gustan de semejante delirio. Por fin, por fin, han de hacer
tanto los letrados, que se proscriban de la Repblica de Colombia, como hizo Platn con
los poetas en la suya. Esos seores piensan que la voluntad del pueblo es la opinin de
ellos, sin saber que en Colombia el pueblo est en el ejrcito, porque realmente est,
porque adems es el pueblo que quiere, el pueblo que obra y el pueblo que puede; todo
lo dems es gente que vegeta con ms o menos malignidad, o con ms o menos
113
patriotismo . Simn Bolvar a Francisco de Paula Santander, 13-06-1821.
Tengo la satisfaccin de anunciar a V.E. el suceso mas importante a los intereses de
Colombia, y de una tendencia infinita a la causa de Amrica. La capital de Caracas fue
ocupada el 14 de mayo por la divisin del Oriente de Venezuela a las rdenes del seor
general Bermdez: el 15 evacuaron los espaoles la plaza de La Guaira, y la
112

Antonio Jos de Sucre, operando en la provincia de Quito, haba vencido a los realistas en Yaguachi,
el 19 de agosto de 1821, pero fue derrotado en Huachi, el 22 de s eptiembre. A los fines de uni ficar
elementos y recursos, Sucre se dirigi al general San M artn el 13 de mayo, el 26 de s eptiembre a
Bernardo Monteagudo (ministro de guerra del Per) y el 19 de octubre, igualmente, al Libertador
argentino, en demanda de auxilios, mientras esperaba similares refuerzos de Colombia. Bolvar, por su
parte, anunci a San M artn su marcha con nuevas tropas para respaldar a Sucre, y solicit la devolucin
por el Per del batalln Numancia, compuesto mayoritariamente por venezolanos, peticin a la cual no
se accedi de inmediato. San Martn logr auxiliar a Sucre con una divisin de ms de 1.300 soldados
provenientes de Argentina, de Chile y del Per, que junto a los grancolombianos, bajo el mando del
diestro general Sucre, triunfaron en Ro Bamba y en Pichincha, asegurando la independencia del Ecuador.
113

Lapidaria s entencia de Bolvar contra quienes desde los gabinetes y desde los congresos, pretendan
alterar el destino progresista y democrtico de nuestras naciones.

87

consecuencia infalible de estos acontecimientos es que la repblica se halle en


completamente libre en el Norte.
La situacin de los restos del ejrcito espaol reduca a la nulidad cualquiera esfuerzos
que pretendieran para prolongar su dominacin en Venezuela. Los muros de Puerto
Cabello sern su nico asilo momentneamente, y all en la alternativa de entregarse o
de perecer de hambre. La plaza de Cartagena sufra las ms grandes escaceses a fines de
mayo. Se asegura que en Santa M arta se preparaba una expedicin para Panam, y nos
lisonjeamos que muy brevemente los departamentos de Cundinamarca y Venezuela
sern completamente libres. El de Quito gozar tambin de estos bienes en muy poco
114
tiempo. . Antonio Jos de Sucre a Jos de San M artn, 29-07-1821.
M i primer pensamiento en el campo de Carabobo, cuando vi mi patria libre, fue V.E.,
el Per y su ejrcito libertador. Al contemplar que ya ningn obstculo se opona a que
yo volase a extender mis brazos al libertador de Amrica del Sur, el gozo colm mis
sentimientos. Simn Bolvar a Jos de San M artn, 21-08-1821.
me preparo a cumplir la agradable oferta que hice desde Pamplona en 1819 de ir a
115
abrazar a los hijos del Sol.. Simn Bolvar a Jos de San M artn , 24-08-1821.
Sin duda que por ella sern arrojados de Lima los tiranos, y el resultado de la
victoria har que la capital del Per vea por la primera vez reunidos sus hijos eligiendo
libremente su gobierno y apareciendo a la faz del globo entre el rango de las naciones..
Jos de San M artn, posiblemente 1821.
Hombres y dinero pide el intendente de Venezuela; hombres y dinero el del Zulia;
hombres y dinero el de M agdalena; y hombres y dinero todos los jefes que temen una
116
nueva expedicin espaola. . Francisco de Paula Santander a Simn Bolvar, 28-011822.
Al llegar a esta capital, despus de los triunfos obtenidos por las armas del Per y
Colombia en los campos de Bombon y Pichincha, es mi ms grande satisfaccin dirigir
a V.E. los testimonios ms sinceros de gratitud con que el pueblo y el gobierno de
Colombia han recibido a los benemritos libertadores del Per, que han venido con sus

114

Sucre particip a San M artn, la liberacin de Venezuela, que se cumpli a travs de l a batalla de
Carabobo, el 24 de junio de 1821, dirigida por el Libertador Simn Bolvar. Sucre no pudo intervenir en
esta accin por encontrars e dirigiendo la campaa del Sur de Colombia.
115

Bolvar se refiere al encuent ro personal con San Martn. En rel acin a esta conferencia realizada en
Guayaquil, los historiadores colombianos Manuel Arteaga Hernndez y Jaime Arteaga Carvajal, expresan
en su Historia Poltica de Colombia: La conferencia se efectu el 26 de julio de 1822 y an cuando
fue privada, ms tarde se hizo del dominio pblico por los respectivos secretarios, Prez y Mosquera,
quienes la pres enciaron. Al hablar de gobierno dice Villanueva- San Martn sostuvo con calor la
conveni encia de implantar el gobierno monrquico en Amrica, como el ms propio para sus pueblos en
razn de la falta de idoneidad de stos para la vida civil del ciudadano. l no era demcrata ni
republicano, su ideal era la monarqua, no para s, sino para un prncipe europeo.. Editorial Planet a,
Pg. 122, Pg. 122, 1999.
116

Manifestaciones similares realiz Santander al Libertador Bolvar y a otros generales del ejrcito, al
quejarse de sus solicitudes y de las exigencias administrativas de los departamentos y, en especial, el de
Venezuela.

88

armas vencedoras a prestar su poderoso auxilio en la campaa que ha libertado tres


provincias del Sur de Colombia.. Simn Bolvar a Jos de San M artn, 17-06-1822.
es preciso combinar en grande los intereses que nos han confiado los pueblos, para
que usa slida y estable prosperidad les hagan conocer mejor el beneficio de su
independencia. Antes del 18 saldr del puerto del Callao, y apenas desembarque en el de
Guayaquil, marchar a saludar a V.E. en Quito. M i alma se llena de pensamientos y de
gozo cuando contemplo aquel momento: nos veremos, y presiento que Amrica no
olvidar el da en que nos abracemos. Jos de San M artn a Simn Bolvar, 13-071822.
[La causa americana] Ella exigi que me encargase del ejercicio de la autoridad
suprema y me somet con celo a este convencimiento; hoy me llama a realizar un
designio, cuya contemplacin halaga mis ms caras esperanzas: voy a encontrar en
Guayaquil al libertador de Colombia; los intereses generales de ambos Estados, la
enrgica terminacin de la guerra que sostenemos y la estabilidad del destino a que con
rapidez se acerca la Amrica, hacen nuestra entrevista necesaria, ya que el orden de los
acontecimientos nos ha constituido en alto grado responsables del xito de esta sublime
empresa.. Jos de San M artn, 1822.
Yo no puedo ni quiero dejar de esperar que el da en que se realice nuestra entrevista,
el primer abrazo que nos demos transigir cuantas dificultades existan, y ser la garanta
de la unin que ligue a ambos Estados, sin que haya obstculo que no se remueva
definitivamente.. Jos de San M artn a Simn Bolvar, 03-03-1822.
La entrevista que V.E. se ha servido ofrecerme, yo la deseo con mortal impaciencia, y
la espero con tanta seguridad, como ofrecida por V.E.. Simn Bolvar a Jos de San
M artn, 17-06-1822.
Yo me siento extraordinariamente agitado del deseo de ver realizar una entrevista que
puede contribuir en grande parte al bien de la Amrica M eridional, y que pondr el
colmo a mis vivas ansias de estrechar con vnculos de amistad ntima al Padre de Chile
y el Per.. Simn Bolvar a Jos de San M artn, 25-07-1822.
Amigo le llamo a Ud. y este nombre ser el solo que debe quedarnos por la vida,
porque la amistad es el nico vnculo que corresponde a hermanos de armas, de empresa
y de opinin; as, yo me doy la enhorabuena, porque Ud. me ha honrado con la
expresin de su afecto.. Simn Bolvar a Jos de San M artn, 25-07-1822.
Tan sensible me ser que Ud. no venga hasta esta ciudad como si furamos vencidos
en muchas batallas; pero no Ud. no dejar burlada el ansia que tengo de estrechar en el
suelo de Colombia al primer amigo de mi corazn y de mi patria. Cmo es posible que
Ud. venga de tan lejos, para dejarnos sin la posesin positiva en Guayaquil del hombre
singular que todos anhelan conocer y, si es posible, tocar? Simn Bolvar a Jos de San
M artn, 25-07-1822.
En este momento hemos tenido la muy satisfactoria sorpresa de saber que V.E. ha
llegado a las aguas de Guayaquil. M i satisfaccin est turbada, sin embargo, porque no

89

tendremos tiempo para preparar a V.E. una mnima parte de lo que se debe al Hroe del
Sur, al Protector del Per 117. Simn Bolvar a Jos de San M artn, 25-07-1822.
Los triunfos de Bombon y de Pichincha han puesto el sello a la unin de Colombia y
del Per, asegurando al mismo tiempo la libertad de ambos Estados. Yo miro bajo este
doble aspecto la parte que han tenido las armas del Per en aquellos sucesos y felicito a
V.E. por la gloria que le resulta al ver confirmados los solemnes derechos que ha
adquirido al ttulo de Libertador de Colombia. V.E. ha consumado la obra que
117

Bolvar y San Martn se entrevistan en Guayaquil. El acontecimiento de la ent revista de Bolvar y


San Martn, ha suscitado diversas conjeturas y polmicas s egn algunas apreciaciones y t endenci as. Los
temas tratados en privado, fueron los siguientes: la situacin de Guayaquil; los auxilios militares
requeridos por San Martn en el Per; el sistema de gobierno ms adecuado para los pases liberados.
Algunos historiadores han insinuado en sus escritos, un pretendido egosmo de Bolvar ante el
desprendimiento de San Martn al no haber supuestament e permitido su participacin en la campaa del
Per. Al respecto, se hace necesario considerar diversos hechos:
Primero: La situacin poltica y militar en el Per era particularmente compleja, y ciertam ente San Martn
no haba logrado resolverla entonces. Las di ficultades eran tan notori as que inclusive Sucre advertira al
Libertador: Ud. aqu va a tener que entrar conciliando partidos en el pueblo, en el ejrcito y an en el
comercio; va Ud. a verse apurado para sacar dinero; la conducta de Ud. aqu ser un
poco forzada a su genio, tal vez tiene Ud. que tomar medidas fuertes y severas para restablecer la
moral y la subordinacin del ejrcito; no puede Ud. contar con la divisin peruana bajo otro
plan, va a lidiar con un enemigo muy experto ( Sucre, Gran Mariscal de Amrica, Jos Flix
Daz Bermdez, primera edicin, Caracas, 1996, pg. 80). De la misma manera, el historiador
venezol ano Don Lisandro Alvarado, considerando la conducta de San Martn al abandonar el mandato
poltico y militar en el Per, indica: es quiz probable que ste desconfiara hasta no ms de ese
estado anrquico en que abund el suelo peruano desde los comienzos de su vida poltica, y palpara por
decirlo as las inmensas trabas que ante s tena para la realizacin de sus proyectos. Era un hilo
continuo de indicios que se descubra en aquel ddalo desde mediados del siglo XVI, cuando la
expedi cin de Lope de Aguirre llen de terror a los realistas que en las Indias explotaban ampliamente
las prerrogativas acordadas a los oidores, a los letrados, a los frailes, a los encomenderos, a los
gobernantes, todos insaciables parsitos de la clase obrera, del indio envilecido, del hidalgo
desprestigiado. (Proemio del folleto El Libertador y el Protector en Guayaquil, Biblioteca Venezolana
de Historia, Pedro La Riva Vale, 1988. No es pues, una aversin de Bolvar, ni un excepcional sacri ficio
de San Martn el que determina su retiro, fue la realidad inevitable de los sucesos. San Martn cedi
apunta La Riva-Vale (obra citada, pg. 35), porque estaba convencido de que no podra, solo, sellar la
independencia de los pases del sur de Sur-Amrica, porque no quiso exponerse a un fracaso seguro.
Segundo: Los comisionados argentinos enviados por San Martn, no lograron la anexin de Guayaquil al
Per, entre otras razones, por el rechazo que realizaron los mismos habitantes, y en vista de que por s
mismos no podan sostener sus propios interes es militares y polticos; los triunfos recient es de Bolvar y
la vinculacin de Quito con Guayaquil, en virtud de la Real Cdula de 1819, consumaran su definitiva
anexin voluntaria y pac fica.
Tercero: San Martn requiri para el Per auxilios militares y Bolvar los concedi, no desconoci la
imperatividad de obrar todos los patriotas a favor de un mismo y nico fin y caus a. Sin embargo, es
justificable que fues e bajo sus rdenes, en razn de las m ejores circunstancias en l as que se encontraba
frente al hroe argentino en virtud de que ste: no haba podido conservar la unidad de organizacin de
las fuerzas y del gobierno del protectorado en el Per, por encontrarse: sin poder moral ni material para
continuar la lucha con fuerzas efectivas, como lo afirmaran La Riva-Vale y Mitre, respectivament e.
Es justificable entonces, que Bolvar aprecias e crticam ente la situacin de San Martn, las
imposibilidades e inconvenientes que le impedan continuar y concluir exitosamente la obra militar y
poltica en el Per, encontrndose l mismo en mejor plano de concluirla, tal y como San Martn lo
reconociera al sealarl e: V.E. ser el continuador de mi obra y siendo V.E. militar afortunado la ha de
coronar con la gloria de la victoria..
Cuarto: Las propuestas monrquicas de San Martn, sin desconocer la independencia de los pases, fue
rechazada por Bolvar a favor del establecimiento del sistema republicano democrtico, no obstant e que
ambos coincidan en sus temores en cuanto a la estabilidad de los gobiernos en nuestra Amrica y las
vacilaciones de las instituciones.

90

emprendi con herosmo, y los bravos que tantas veces ha conducido a la victoria tienen
que renunciar a la esperanza de aumentar sus laureles de que se han coronado en su
patria, si no los buscan fuera de ella. El Per es el nico campo de batalla que queda en
Amrica, y en l debe reunirse los que quieran obtener los honores del ltimo triunfo,
contra los que han sido vencidos en todo el Continente. Yo acepto la oferta generosa
que V.E. se sirve hacerme en su despacho del 17 del pasado: el Per recibir con
entusiasmo y gratitud todas la tropas que pueda disponer V.E. a fin de acelerar la
campaa. Jos de San M artn a Simn Bolvar, 13-07-1822.
V.E. ser el continuador de mi obra y siendo V.E. militar afortunado la ha de coronar
con la gloria de la victoria.. Jos de San M artn a Simn Bolvar, 10-09-1822.
Creer usted que ahora pocos das estuve pensando que todos los generales pueden
ser generales en jefe antes que yo, si sigo en el ejecutivo? Pues es buen chasco; salir de
vicepresidente dentro de tres aos a que me manden tantos generales que no sirven para
mandarme. Dispense usted mi orgullo y crea que siempre lo he tenido, y que si no lo he
manifestado, es porque mi desgracia no me lo permita ni era regular. Francisco de
Paula Santander a Simn Bolvar, 20-02-1823.
Todo colombiano debe tener ahora un ojo en el Per y otro en la Santa Alianza. Esta
maldita coalicin de los reyes de Europa me hace temer mucho de la existencia de
nuestras instituciones; no puedo negar a Ud. que ms cuidado me da de ellos que de los
godos del Per porque stos a lo ms nos tomaran Quito, pero aquellos nos pueden
destruirlo todo. Creo que Ud. cuenta ms que demasiado con los ingleses; estos sern
como los dems, amigos de tomar su parte, y lo nico que harn por su poder ser tomar
la mejor parte. Ya se dice una divisin de la Amrica a favor de los soberanos de la
Santa Alianza, dejando M jico para la Espaa; yo no lo dudo porque Fernando a
trueque de quedarse con algo ceder lo dems, y hemos visto la conducta de estos
soberanos contra los pueblos. Contra nosotros ser ms cruel y descarada cuando an
118
nos creen indios . Antonio Jos de Sucre a Simn Bolvar, 25-02-1824.
invit en 1822, como Presidente de la Repblica de Colombia, a los gobiernos de
M xico, Per, Chile y Buenos Aires, para que formsemos una confederacin y
reunisemos, en el Istmo de Panam u otro punto elegible a pluralidad, una asamblea de
plenipotenciarios de cada estado que nos sirviese de consejo en los grandes conflictos,
de punto de contacto en los peligros comunes, de fiel intrprete de los tratados pblicos
cuando ocurran dificultades, y de conciliador, en fin, de nuestras diferencias. Simn
Bolvar, Convocatoria del Congreso de Panam, 07-12-1824.

118

La Santa Alian za fue una liga defensiva acordada en el ao 1815 entre los emperadores de Austria,
Rusia y Prusia, para enfrent ar a la Franci a napolenica y, luego, a otros gobiernos republicanos. Fernando
VII apoyado por esta agrupacin imperialista, logr destruir al gobierno liberal espaol, surgida de la
Revolucin de Riego, que estableci la Constitucin de 1812, despus de lo cual s e pretendi la
reconquista de los dominios de Amrica, a lo cual se opuso Inglaterra. El resultado trascendente de la
victoria de Ayacucho impact en Europa, y al respecto el prncipe Metterni ch, defensor de l a Santa
Alianza, sealara: El Per ha desaparecido como colonia. En esta circunstancia, me atrevo a
preguntarle al gobierno espaol si tambin est dispuesto a sacrificar del mismo modo a Cuba. Por su
parte, Bolvar enjuiciara es a poltica de la siguiente forma: La Santa Alianza sostiene a los tronos, a los
reyes; nosotros a los pueblos, a las repblicas; ellos quieren la dependencia, nosotros la
independencia..

91

Es menos penoso lidiar un ejrcito de descamisados en Casanare, que el departamento


de Venezuela por solo la ciudad de Caracas. Quiere usted que yo sea franco en
indicarle algunas de las causas? Es el orgullo y amor propio. Permtame usted esta
ingenuidad por ms que le pueda doler por ser su pas natal; ms usted sepa que amo a
Caracas por instinto y que estimo mocho a los caraqueos como Soublette, Gual,
etc.etc. Creen algunos de sus paisanos que ellos solos son ilustrados, que ellos solos
saben lo que es la libertad, que ellos solos lo han hecho todo, que sin ellos no podremos
ser nada, y otras mil sandeces como stas.. Francisco de Paula Santander a M ariano
M ontilla, 18-03-1825.
Yo protesto que no tengo gana ninguna de ser ms vicepresidente, me tienen
hostigado. Slo presidente quiero ser, inmediatamente despus del general Bolvar..
Francisco de Paula Santander a M ariano M ontilla, 29-05-1825.
La victoria de Ayacucho puso bajo sus alas a todos los pueblos americanos, que
despus de quince aos de una constante y desastrosa lucha, geman an bajo el poder
de la Espaa. Los destinos de las provincias del Alto Per, junto con las dems de la
parte meridional del Nuevo M undo, fueron fijados sobre el campo de batalla. El ruido
de la guerra pareca no deberse or ms en estas regiones, y que el brillo de las armas
vencedoras alcanzara a dar bastante luz a los enemigos que sojuzgaban este pas, para
conocer sus intereses y deponer sus esperanzas de dominarlo ms. Antonio Jos de
Sucre, M emoria a la Asamblea General del Alto Per, 01-07-1825.
La lucha est abierta, el congreso y la imprenta han servido de circo y es imposible que
tarde mucho en verificarse una explosin que empiece por echar abajo el teatro que los
abogados han establecido para la contienda. Por estas consideraciones debemos temblar
por la suerte de Colombia, y debe estremecerse de horror cualquiera que venga a
gobernar. El combustible est preparado, los elementos de la desunin estn
entrechocndose; a la menor fuerte colisin, salta la chispa, e incendia este pobre pas..
Francisco de Paula Santander a Pedro Briceo M ndez, 09-02-1826.
Pez est haciendo diabluras en Caracas.. Francisco de Paula Santander a Pedro
Briceo M ndez, 09-02-1826.
El general Pez goza como soldado de una reputacin incuestionable, y el enemigo que
tiene una opinin ventajosa de su contrario, le teme y lleva la mitad de la campaa
perdida. No quiero decir con esto que sacrifiquemos nuestras leyes y los derechos de los
ciudadanos a la conveniencia de conservar en el ejrcito de Venezuela a un general que,
aunque de crdito guerrero, embarace la marcha del rgimen legal. No, seor: salvemos
las leyes y salvemos los derechos de los ciudadanos; pero no sacrifiquemos sin
evidencia correspondiente a un ciudadano, y a un ciudadano que merece la estimacin
119
pblica. . Francisco de Paula Santander al Presidente de la Cmara de Representantes
de la Gran Colombia, 19-02-1826.
119

Esa: fuerte colisin que entonces anunciara al general Montilla al Vicepresidente Santander, estaba
ya en proceso y era, entre otros eventos, el juicio abierto a Pez. Santander, formalmente, expres una
supuesta moderacin ante este acto del Congreso, pero exista el verdadero inters de afectar la unidad
gran colombiana. Al respecto, el historiador Jos Antonio de Armas Chitty, expres: En cartas
memorables, Santander excita a Pez a presentarse ante el Senado, en Bogot, a responder de la
acusacin de rebelda e irrespeto a la ley, pues el caudillo ci ego de mando y aconsejado tor cidamente
por el ilustre Miguel Pea, haba acatado el pronunciamiento del Cabildo de Valencia, de abril de 1826,
organismo que le incit a desconocer la autoridad de Juan de Escalona, quien le haba reemplazado en

92

El vicepresidente de Colombia une sus votos a los de sus compatriotas para interesaros
no slo en admitir la presidencia, sino en que volis a nuestros brazos. Vuestra
presencia es importante en todas partes, y desde cualquier punto vuestro nombre es el
terror de los enemigos pblicos, la gida de las instituciones liberales, el defensor de los
derechos de los colombianos: lo conocemos as, y lo hemos palpado; pero vuestra
patria, esta patria a quien habis prodigado innumerables sacrificios, esta patria que
habis alimentado desde la cuna y sostenido en los ms duros conflictos, os llama y
necesita.. Francisco de Paula Santander a Simn Bolvar, 23-03-1826.
Tengo el disgusto de anunciarle que el senado, por una mayora de votos, ha admitido
la acusacin intentada contra usted por la cmara de representantes Se presenta a
usted una nueva ocasin de acreditar su sumisin a la ley y de poner en claro su
conducta militar en los sucesos del da 6 de enero pasado en Caracas con motivo del
alistamiento
Venga usted oportunamente y venga con la confianza de que en Bogot tiene amigos
entre quienes no soy el ltimo, y de que el tribunal ante quien ha de presentarse es
120
ntegro e ilustrado. . Francisco de Paula Santander a Jos Antonio Pez, 30-03-1826.
Pez ha sido acusado por la cmara ante el senado y se ha admitido la acusacin; por
consiguiente, ya est suspenso de la comandancia de Venezuela y vendr a su juicio el
ao entrante. Este ha sido mucho golpe contra el pobre Pez que lo creo vctima
inocente de Carabao. Pea ha sido vuelto a acusar por la cmara ante el senado por el
peculado cometido en los caudales llevados de Cartagena a Caracas. Esta nuestra
cmara ha estado hecha el demonio y los caraqueos unidos con Juan de Francisco y
Azuero han rectado acusaciones como quien receta agua de azcar.. Francisco de Paula
Santander a Pedro Briceo M ndez, 09-02-1826.
Ya me haba escrito usted sobre los proyectos napolenicos que asoman por
Venezuela. Ahora he ledo la carta de Pez con la mayor indignacin. En mi concepto
todo este plan es obra de la venganza y del resentimiento Reconocen ambos que en
ningn tiempo podrn ocupar los primeros puestos de Colombia, y han apelado a otro
sistema para ver si un da pueden reemplazarnos. Pez ha cometido absurdos y extravos
inconstitucionales, que el pueblo de Caracas ha reclamado con vigor, y esta conducta no
la ha podido sufrir l, que estaba acostumbrado a deliberar y ejecutar sin
contradicciones.. Francisco de Paula Santander a Simn Bolvar, 06-05-1826.

el mando de la tropa. A pesar de las cartas mesuradas y legalistas de Santander, pude observarse su
maniobra, pues Escalona haba tenido profundas diferencias con Pez. Este hecho en s, debi irritar al
caudillo. Adems, Santander tena el suficiente al cance para medir la influencia y las r eacciones de
Pez. ( Vida Poltica de Caracas en el Siglo XIX, Editorial Amrica Libre, 1976, Pg. 10).
120

Las reacciones a este hecho, no se hicieron esperar en Venezuela. Pez entreg el mando a Escalona,
su acusador, y al llegar a Valencia, se produjeron desrdenes y la Municipalidad exigi su restitucin. Se
origin el enfrent amiento entre el gobernador Fernando Pealver, quien sostuvo la autoridad del
Congreso en contra del caudillo y el coron el Francis co Carabao, que no le obedeci para restabl ecer el
orden. Pez fue reconocido formalmente por l a Municipalidad como nico jefe. El general Mario
march a Caracas y s e detuvo a Escalona. La propia Municipalidad de Caracas y otras del centro de
Venezuela, respaldaron la autoridad del general depuesto. Se desconoci la autoridad de Bogot. Este
movimiento se conoce el Venezuela con el nombre de La Cosiata.

93

Guardar la carta de Pez como un tesoro, con tanta mayor razn, cuanto que los
enemigos mos de Caracas empiezan a hacerme a m autor de tan inicuo proyecto.121.
Francisco de Paula Santander a Simn Bolvar, 06-05-1826.
Ha de saber Ud. que los partidos tienen dividida a Colombia; que la hacienda est
perdida; que las leyes abruman; que los empleados se aumentan con la decadencia del
tesoro, y, ltimamente, ha de saber que en Venezuela claman por un imperio. Este es el
verdadero estado de las cosas por all, trazado muy a la carrera; pero lo bastante para
que Ud. pueda calcular lo que yo siento en tan complicadas circunstancias lo peor es
que quedando las cosas como van ahora, en el Per tambin suceder lo mismo con el
curso del tiempo, y que, en una y otra parte, veremos perderse la obra de nuestros
sacrificios y de nuestra gloria.. Simn Bolvar al general Antonio Gutirrez de La
Fuente, 12-05-1826.
Las cmaras del congreso han sido, en mi humilde opinin, muy severas y parece que
han retirado el ltimo albur para probar la estabilidad de la repblica. Pez acusado,
Carabao destitudo de la representacin por no haber venido al congreso, y l y Pedro
P. Daz, multados cada uno en tres mil pesos; M ario y Tobar, senadores, declarados
haber faltado a sus deberes por la misma razn de no haber venido. Yo no he podido
influir en evitar estos bochornos As sea.. Francisco de Paula Santander a Simn
Bolvar, 21-05-1826.
Sin la unin proclamada en Guayana y ratificada en Ccuta, no habramos arrojado del
pas al enemigo, no habramos mantenido el orden interior, no habramos sido
reconocidos por los Estados Unidos del Norte y la Gran Bretaa, no habramos ayudado
a libertar el Per, no sera Colombia lo que es.. Francisco de Paula Santander a Jos
Antonio Pez, 12-06-1826.
todo lo que hay de Venezuela es malo, y malsimo. Por fortuna no me ha
sorprendido, pues desde mucho tiempo esperaba una grande asonada, considerando los
hombres y las cosas de all; un tiempo mis temores fueron de una novedad africana;
pero despus ya mis miedos de esto fueron menos que de una novedad militar. El
Congreso, por su excesivo celo, y tal vez por poca consideracin a los hombres que
tienen las armas en la mano y a quienes se debe la libertad de Colombia, ha abreviado la
poca de un movimiento con el juicio mandado a abrir al General Pez., y acaso por
simples motivos. Yo no tengo suficientes datos para juz gar quin tenga verdaderamente
la razn; pero veo que el General Pez ha procedido violentamente en el modo con que
se ha conducido en el alboroto de Valencia. Si l tena quejas del Congreso no deba
tomar un partido para vengarse que daaba el crdito y aun la existencia de la nacin.
Aun suponiendo que l haya querido aprovechar esta ocasin para descubrir y planificar
sus ideas de que se proclame un Imperio en Colombia, es peor todava haber aceptado
ninguna investidura de la M unicipalidad de Valencia. Qu es la M unicipalidad de un
cantn para conferir a nadie una autoridad, y menos una autoridad militar? Lo peor de
todo es que, sea cual fuere el objeto del General Pez, yo veo comprometidas en su
asunto una porcin de personas. Antonio Jos de Sucre a Simn Bolvar, 12-081826.
121

Las discrepancias entre Pez y Santander se ponen de manifiesto desde el primer momento. Existe
entre ellos una vieja rivalidad surgida en la campaa de Arauca. La correspondencia que se cruzan es
casi siempre reticente y acusa intereses opuestos. ( Pez en Valencia, Alfonso Marn, Ediciones de la
Gobernacin de Carabobo, Pg. 28, 1990)

94

La seal de la desunin est dada y Colombia se ver despedazada por sus propios
hijos. Francisco de Paula Santander a Simn Bolvar, 09-06-1826.
Qu locuras! S, general, son locuras pensar ahora en federacin, cuando todava estn
examinando las potencias extranjeras nuestros recursos y estabilidad; cuando los
espaoles hacen preparativos para invadirnos; cuando los hombres sensatos de la
antigua capitana general de Venezuela no estiman oportuno el tiempo presente para
tomar una resolucin tan delicada
El paso de Valencia es impopular, su origen una insubordinacin, y los hombres que
dirigen el negocio son personas que no tienen influjo slido y fundado en el pas. No
ve usted que todo el mundo dir que el que se presenta protegiendo el partido federativo
es un general que no quiso concurrir al juicio a que le llama un tribunal tan respetable y
tan legtimo como el senado de Colombia?. Francisco de Paula Santander a Jos
Antonio Pez, 12-06-1826.
la institucin de la repblica de Colombia ms bien obra de Venezuela que de Nueva
122
Granada, y hasta ahora el clculo les ha salido perfectamente exacto . Francisco de
Paula Santander a Jos Antonio Pez, 12-06-1826.
Ahora, pues compaero, puede usted concebir un solo momento que vengamos a las
manos? Qu seamos enemigos polticos y que los que se asociaron para batir a los
espaoles en Yagual se dividan para lancear la patria y para sepultar en sus ruinas un
sinnmero de vctimas inocentes? Puede usted, sin horrorizarse, formar la idea de
clavar en Colombia aquella espada que le ha dado vida? Puede usted sin sucumbir
concebir la idea de una guerra civil, cuando tenemos al enemigo comn en la Habana en
una actitud amenazante? No. Rafael Urdaneta a Jos Antonio Pez, 27-06-1826.
U. est cercado de malvados y de godos; despierte, mi buen amigo, piense un poco en
123
esta Patria querida . Rafael Urdaneta a Jos Antonio Pez, 27-06-1826.

122

Juzgaba entonces Santander que la unidad entre Nueva Granada y Venezuel a haba sido ms ventajosa
a esta que a su pas.
123

David Bushnell en su documentada obra; El Rgimen de Santander en la Gran Colombia (El


Ancora Editores, 1984, Pgs. 386 y 387, hace mencin de lo siguiente: El hecho es que hasta all Pez
controlaba a su propio departamento de Venezuela, y fuera de ste a la sola provincia de Apure. Las
otras secciones de la Venezuela Colonial permanecan, para desgracia de Pez, bajo el dominio de
Bogot. Esto se deba probablemente en buena parte a la lealtad personal de Bermdez en Cuman y del
general Rafael Urdaneta en Maracaibo; ambos se oponan a las pretensiones de Pez y le pedan que
recobrara el juicio. Urdaneta consideraba la conducta de Pez como una traicin al Libertador, y las
atribua abiertamente a las prfidas maquinaciones de Pea y de Carabao. Ahora bien, a la
imputacin realizada por Urdaneta en cuanto que el general llanero est aba siendo influido por los godos,
enemigos de la verdadera independencia y atentos a conservar y defender sus particulares intereses, varios
fueron los acompaantes del astuto caudillo: Pez es asesorado por Miguel Pea, y este tiene a su vez,
como principales colaboradores, a Francisco Caraballo, Pedro Pablo Daz, Matas Escut, Jos de
Irribarren, Toms Lander, Jos Nez de Cceres, Domingo Navas Spnola y Francisco Rivas.
La selectiva y excluyente sociedad valenciana supo envolver al desconfiado y tosco guerrero. Aprendi
los hbitos de la gente culta y comparti con ella. Convierte su residencia en Valencia en una especie de
ateneo. Toca piano, violn, violoncelo; canta. Su potente voz de bartono llena toda la casa. Funda en
ella un grupo de teatro, quiz el primero que hubo en Valencia. Lo inaugura con la tragedia Otelo de
Shakespear e. Pez hace de Moro de Venecia; el Dr. Miguel Pea, de Yago; el general Carlos Soublette
de Barbantio, y el papel de Desdmona lo desempea la seora Francisca Romero de Alcazar ; Ins de

95

No creo que se salve Colombia con la Constitucin boliviana ni con la federacin ni


con el imperio. Ya estoy mirando venir el Africa a apoderarse de la Amrica, y todas las
legiones infernales establecerse en nuestro pas.124. Simn Bolvar a Francisco de Paula
Santander, 08-08-1826.
Deseo con ansia que el Libertador llegue a Colombia, porque me prometo que
remediar todos los males; y tiemblo al mismo tiempo por su ausencia, pues no dudo
que ac y en el Per va a hacerse sentir mucho y mucho.. Antonio Jos de Sucre al
general Jos Gabriel Prez, 12-08-1826.
me esperanzo que unidos todos nosotros del alma y de corazn lo salvamos todo..
Antonio Jos de Sucre al general Andrs de Santa Cruz, 12-08-1826.
Crame usted, mi general, no siento lo presente, porque estoy bien persuadido que el
influjo de usted lo compone todo. Siento por lo futuro y siento de una manera incapaz
de encontrar consuelo y alivio. Las personas y no los principios son a las que se apela
hoy para conservar la paz interior y reformar nuestras instituciones: concluida la
persona, porque ninguno es inmortal, qu se hace? Vivir haciendo reformas anuales,
atumultuando los pueblos, amenazando el sistema, y se extendern hasta robar, asesinar,
etc. M e parece que ya que no nos hemos parecido a Roma en virtudes, nos pareceremos
renovando las escenas de M ario y de Sila. Qu consuelo!. Francisco de Paula
Santander a Simn Bolvar, 21-08-1826.
yo siempre opin que disparado el ltimo tiro en la guerra de independencia del
Per, nos debamos volver a Colombia. Antonio Jos de Sucre Simn Bolvar, 2408-1826.
Ya se ha manchado la gloria de vuestros bravos con el crimen del fratricidio. Era sta
la corona debida a vuestra obra de virtud y valor? No. Alzad, pues, vuestra armas
parricidas: no matis a la patria.
Venezolanos! Yo marcho hacia vosotros a ponerme entre vuestros tiros y vuestros
pechos. Quiero morir primero que veros en la ignominia, que es todava peor que la
misma tirana; y contra sta qu no hemos sacrificado? Desgraciados de los que
desoigan mis palabras y falten a su deber!!!. Simn Bolvar, Proclama a los
Venezolanos, 16-12-1826.
yo he podido prevalerme del partido que me han proporcionado las circunstancias
para que Usted me hubiese hallado en Bogot vengado de mis enemigos: todo lo que
Usted no encuentra hecho en esa lnea es debido a su nombre, a nuestra amistad y el
sometimiento que hice desde el principio de aguardar su resolucin: si un Bolvar no
hubiera existido, mis enemigos no hubieran encontrado en la sombra de su nombre un
asilo para sus maquinaciones: su iniquidad hubiera sido castigada con mano fuerte..
Jos Antonio Pez a Simn Bolvar, 20-12-1826.
Oyarzbal hace el papel de Blanca y como apuntador aparece Jaime Alcazar . ( Pez en Valencia,
Alfonso Marn, Ediciones de la Gobernacin de Carabobo, 1990, Pg. 30 y 18, respectivamente.).
124

El Libertador observ con visin realista, la imposibilidad de que la Constitucin Bolivariana o que la
federacin propuesta, contuviese los males polticos y sociales de Amrica, solo restaba en su es fuerzo y
en su sacri ficio salvar lo que fuere posible de su obra.

96

No pretenda Ud. deshonrar a Caracas hacindola aparecer como el padrn de la


infamia y el ludibrio de la ingratitud misma.. Simn Bolvar al general Jos Antonio
Pez, 23-12-1826.
Yo me he visto aislado, y luchando a todas horas con hombres encarnizados, y
exactamente parecidos a los que ha encontrado Usted en Bogot, con esos hombres
resueltos a sacrificar los ms caros intereses de la patria antes que sus principios. Ellos
me han hecho con el nombre de Usted, la guerra ms incendiosa sin atreverse por otra
parte a declarar con firmeza y publicidad sus votos particulares, y miras polticas: slo
quieren precipitarme a ejecutar golpes de violencia, para salirse con su intento. En este
conflicto rodeado de enemigos, y sospechado de mis propios amigos, deb recurrir a
buscar un apoyo en la voluntad de los pueblos No crea Usted nada de cuanto le hayan
125
dicho, y escrito para dividirnos: tengo un corazn todo de Usted. . Jos Antonio Pez
a Simn Bolvar, 20-12-1826.
El voto nacional ha sido uno solo: reformas y Bolvar. Nadie me ha recusado, nadie me
ha degradado. Quin, pues, me arrancar las riendas del mando?; los amigos de Ud., y
Ud. mismo? La infamia sera mil veces ms grande por la ingratitud que por traicin.
No lo puedo creer. Jams concebir que Ud. lleve hasta ese punto la ambicin
Ser sta la sexta guerra civil que he tenido que apagar? Dios me estremezco!. Simn
Bolvar al general Jos Antonio Pez, 23-12-1826.
desde este momento queda reconocida y ser obedecida en toda su extensin la
autoridad de Su Excelencia el Libertador en calidad de Presidente de la Repblica
quedar sin efecto mi Decreto expedido en 13 de Diciembre ltimo para la reunin
de la representacin de Venezuela en esta ciudad de Valencia, porque aquella debe
126
concurrir a la gran convencin en el tiempo y lugar que fuere convocada. . Jos
Antonio Pez, proclama 02-01-1827.
125

No obstante el formal reconocimiento al Libertador el da 15 de diciembre procl amado por Pez para
recibirlo en Venezuela, le haba escrito a su compadre Cornelio Muoz para que se aprestaran los
soldados apureos a fin de enfrentar a Bolvar, luego que fueran arrest ados en Barquisimeto los
comisionados del caudillo el Dr. Miguel Pea y el coronel Jos Hilario Cistiaga. Bolvar lleg a Puerto
Cabello el da 31 de ese mes, y dict un decreto de amnista y procur conciliar las di ferencias entre el
Vicepresidente y el general llanero. Al conocer los actos de Bolvar, Santander se ofendi y sinti que le
fue desconocida su autoridad al haber sido perdonados los actos del general Pez. Sin embargo, El
Libertador haba logrado det ener nuevamente una guerra civil.
126

El general Daniel Florencio O Leary (Cork, Irlanda, 1801- Bogot, Colombia, 1854), militar, poltico,
diplomtico, edecn de Bolvar, compilador fundament al del Archivo del Libertador, haba des crito a
Pez de la siguiente forma: Era de mediana estatura, robusto y bien formado, aunque la parte inferior
de su cuerpo no guardaba proporcin con el busto; pecho y hombros muy anchos, cuello corto y grueso
que sostena una cabeza abultada, cubierta de pelo castao oscuro, corto y rizado; ojos pardos que no
carecan de viveza; nariz recta con anchas ventanas; labios gruesos y barba r edonda. Su cutis indicaba
salud, y habra sido muy blanco sin los efectos del sol. La cautela y la desconfianza eran los rasgos
distintivos de su fisonoma. Hijo de padres de condicin humilde en la soci edad, no deba nada a la
educacin. Un rasgo propio de su carcter era este de su reserva en el trato con los otros. Astuto por
naturaleza, hasta el propio Bolvar con su influjo no poda plenamente confiarse.
El historiador De Armas Chitty, analiz aquellas circunstancias de la siguiente forma: Si Carabobo
encumbra a Pez, porque as lo quiso Bolvar, la conducta de ste, en 1827, a raz de los sucesos de
Valencia, exalta a aquel definitivamente. Bolvar excede en magnanimidad, en conveniencia. Tal vez
quiso, al actual en la forma como apreci el problema, contrarrestar la sutil intervencin del
Vicepresidente Santander, una intervencin tentacular, dado el alcance de su poder, el cual ha formado

97

Quin sino Pez ha ganado en estos disturbios? El gobierno nacional y los pueblos,
que junto con sus autoridades sostuvieron el sistema poltico conforme se les exigi y lo
prometieron solemnemente, deber ver en todas las recompensas y distinciones que usted
dispensa a los del partido contrario, otras tantas pruebas de la reprobacin de nuestra
conducta.. Francisco de Paula Santander a Simn Bolvar, 02-03-1827.
Estn realizados mis temores y pronsticos con respecto al Per. La divisin
colombiana, imitando el ejemplo de la parte de fuerza armada que se ha metido a
deliberar y hacer actas, tambin ha hecho la suya prometiendo obediencia al gobierno
constitucional y sostener la constitucin
Un disgusto causar a usted esto; tengo ya compaero en el ultraje a la autoridad.
Pez y todos los revolucionarios de actas militares y no militares desobedeciendo mi
autoridad y denigrando al gobierno, me han ultrajado, y ultrajado me qued. La
deposicin de Lara y los dems pardos tambin los estimo de ultraje a la autoridad de
usted; pero lo peor es que los oficiales y tropas conmovidas pueden alegar en su defensa
todas las doctrinas que se han alegado para justificar las puebladas de Guayaquil, etc.
Ellos dirn: el Libertador ha dicho que es sumiso a la voluntad nacional y nosotros
pertenecemos o hacemos parte de ella. El Libertador dijo en Cartagena en respuesta a la
remisin de acta, que aquel pueblo no haba visto con indiferencia los males de la patria
ni se haba equivocado en ellos; nosotros tampoco hemos sido indiferentes a la suerte de
nuestra patria; el seor Pez y sus socios han salvado la patria pronuncindose contra el
gobierno de Bogot y haciendo una escisin de la repblica: nosotros tambin podemos
hacerla salvando contribuyendo a mantener las leyes. Y qu se responde a esto?.
Francisco de Paula Santander a Simn Bolvar, 08-03-1827.
M i apreciado amigo Bustamante:
El 9 del corriente me entregaron Bravo y Lersundi sus importantes comunicaciones del
28 de enero, los documentos que las acompaaban, y su carta particular. Ellos dirn a
usted los sentimientos de jbilo, que han manifestado los pueblos al ver la fidelidad y
lealtad que han expresado los militares de esa divisin en unos das en que no han sido
pocos los que, olvidando sus deberes, y lo que Colombia haba ganado bajo su
constitucin, nos ha dado tantos pesares.
El congreso se va a reunir dentro de ocho das, a l le informar del acontecimiento
del 26 de enero; juntos dispondremos lo conveniente sobre la futura suerte de ese
ejrcito, y juntos dictaremos la garanta solemne que a usted y a todos les ponga a
cubierto para siempre.
Honra a usted mucho su lealtad al gobierno y su patriotismo, y cuando se complete el
triunfo de la causa de la constitucin colombiana, ningn hombre liberal y amigo de la
libertad olvidar el nombre de usted y de cuantos han contribuido a dar una prueba tan
solemne de su amor a las instituciones patrias y de obediencia al gobierno nacional..
Francisco de Paula Santander al comandante de la divisin colombiana en el Per, J.
Bustamante, 14-03-1827.
en cinco aos al frente de los destinos de Colombia. (obra citada, pg. 10). Pero adems de revel ar las
intenciones de los tres: Santander provocar a Pez, Pez romper con Bogot y Bolvar contener a ambos y
evitar una guerra entre hermanos, De Arm as Chitty, conocedor como fue del carcter del llanero,
describi certeramente sus acciones: Pez, creciendo desde Carabobo, jugando aqu y all con el
prestigio de todos con una habilidad que an no ha sido estudiada, burlndose en 1826 de las leyes,
actuando luego con sumisin ante el Bolvar del 27, poniendo al descubierto la carta de la dictadura
bolivariana el 28, y al ao siguiente, estimulando abiertamente el s eparatismo. (Obra citada, Pg. 12).
La historia de Venezuel a registrar a, a partir de 1830, su influencia decisiva por ms de 30 aos.

98

Santander es un prfido, y yo no puedo seguir ms con l; no tengo confianza ni en


su corazn.127. Simn Bolvar a Rafael Urdaneta, 14-03-1827.
127

Santander en contra del Libertador. La conducta de Santander y la ruptura con el Libertador fue
uno de los acontecimientos ms perjudiciales para la pervivencia de la Gran Colombia. El abogado
colombiano Eladio Urisarri, fue uno de sus ms tenaces opositores y fue al autor de unos apunt amientos
denominados Cartas de los Sin Cuenta, publicados entre diciembre del ao 1837 y septiembre del ao
1838. Estos textos fueron cali ficados por Santander como: el villano desahogo de la envidia, sin
embargo, refi eren conceptos relativos al general en los acont ecimientos que referimos antes de la muerte
de Bolvar y la destruccin de la Gran Colombia. Fue vicepresidente de Colombia, y entonces carg a la
nacin con una deuda inmensa; estuvo en desorden la hacienda pblica, mal vestido el ejrcito, se
oprima en nombre de la Constitucin, y, en fin, su impericia y sus vicios exasperaron a algunas
provincias y el pas se puso en conmocin. Fue convencional en Ocaa, y su mal comportamiento y sus
nieras, los jeroglficos insultantes que pasaba desde su asiento a fuerza de col egial contribuyeron
mucho a agriar los nimos sin que nos diga qu hizo de provecho Ha pasado por un juicio criminal, y
sufrido prisiones y destierro, en lugar del ltimo suplicio a que le haba condenado, porque era necesario
castigar un horrendo crimen. No ha merecido las elecciones populares: las ha obtenido, y Dios sabe
cmo y por qu! Ha recorrido pocas difciles todas las hemos recorrido-; ha tenido relaciones con los
personajes ms prominentes de esta tierra, y muchos, si no todos, han tenido motivos para arrepentirse
de haberlas cultivado; Ud. se ha acercado a muchas de las naciones ms cultas, como tantos otros, sin
que ellos hagan alarde, y sin que esto sea un mrito. Gan Ud. con adulaciones la confianza de Bolvar,
que perdi porque al fin l pudo conocerlo: tuvo, como todos tienen, verdaderos y falsos amigos; hizo la
guerra a los espaoles con cobarda, mientras que otros que guardan silencio la hicieron con valor;
particip y agit las contienda civiles y han querido siempre hacer un papel principal en ellas, aunque no
fuese muy honroso. Ha contribuido Ud. a la confeccin de muchas leyes y sacado muchas a su amao; ha
celebrado tratados ominosos para el pas; ha transigido diferencias graves comprometiendo el honor
nacional; y ha tenido, por desgracia, una parte no pequea en los negocios pblicos, no en veintisiete
aos, por que Ud. no negar que en los sucesos ocurridos desde noviembre de 1828 hasta octubre de
1832, Ud. no se hallo presente; a no ser que Ud. crea, como creemos nosotros, que mucha parte de los
infortunios de aquella poca eran una consecuencia de sus errores y sus vicios. (Cartas contra
Santander, Rplica a las memorias del Hombre de las Leyes, Eladio Urisarri, Planeta, Bogot, 2000,
Pgs- 28 y 29).
Lo anterior relacionado con su conducta poltica, en cuanto a lo militar, Urisarri, lo descali fi ca como
ofi cial: Mucho ruido hace Ud. con la jornada de la Angostura de La Grita, y con lo que dice de Ud. el
coronel Castillo. Este suceso es tan insignificante que nadie sino Ud. podr honrarse de l. Ya se v,
Napolen se honraba con Austerlitz, Marengo y Jena; Bolvar con Boyac, Carabobo y Pichincha; Sucre
con Ayacucho; Pez con tantas brillantes batallas; y otros muchos jefes con acciones distinguidas; el
pobre Santander no tiene ms que la insignificante escaramuza de La Grita; para nuestro general es
moderado, y la moderacin acons eja a cada uno contentarse con lo que tiene La verdad s es que Ud.
ha sido muy valiente para huir (Obra citada, Pg. 43).
En cuanto al comienzo de la oposicin de Sant ander al Libertador, Urisarri s eal: si Bolvar le
hubiese permitido a Ud. entrada, habra sido Ud. uno de los ms decididos pretorianos. Pero el
Libertador se acab de convencer en Venezuela y en el Magdalena de que Ud. era generalmente
aborrecido y detestado; y aunque vea en Ud. un instrumento dcil y un esclavo abyecto que no deseaba
sino saber su voluntad para cumplirla, crey que de parte de otros hallara embarazos si le daba a Ud.
papel en el drama que el trat de representar. Ud. fue apartado de su lado, y est repulsa forma la poca
de su oposicin a Bolvar. Desde entonces fue que Ud. se present como el sostenedor de la libertad y de
las leyes, desde entonces comenz a manifestar su disgusto de que Bolvar mandase como Ud. haba
mandado, como le acons ejo que mandara, es decir, arbitrariamente; y desde entonces vituper de lo
mismo que haba aprobado.. (Obra citada, Pg. 88).
De la misma manera Urisarri le enrostr a Santander su participacin en la dictadura de Bolvar, de la
siguiente form a: Poco tiempo despus Ud. fue nombrado por el dictador enviado extraordinario y
ministro plenipotenciario cerca del gobierno de los Estados Unidos; y admitiendo este destino reconoci
de una manera clara y positiva del gobierno dictatorial y de la deposicin de la vicepresidencia, porque
Ud. no poda ser a un mismo tiempo una y otra cosa (Obra citada, Pg. 91).
Finalmente, acus a Santander con respecto a su conocimiento del atentado contra el Libert ador el nefasto
25 de septiembre, en estos trminos: Si la opinin pblica y el mundo liberal hace justicia a Bolvar
como caudillo de la independencia, como hombr e de grandes talentos y de grandes virtudes, de grandes
vicios, de grandes defectos y de grandes error es; y lo condenan como usurpador, como reo del crimen

99

Qu he dicho yo porque usted respondi a Cartagena que no se haban equivocado


en los males de la patria, ni haban mirando con indiferencia su suerte No ha sido esto
darme un bofetn aprobando todas las diatribas que contra m vomit aquella acta?
Premiando a todos los que en el sur hicieron actas que el gobierno desaprob, no ha
sido desaprobar mi conducta?
Este suceso del Per me dara otra ocasin de vengarme repitiendo las palabras con
que usted ha calificado a Pez y la acta de Cartagena; pero soy incapaz de hacerlo..
Francisco de Paula Santander a Simn Bolvar, 16-03-1827.
La pregunta de Pez sobre cules son las ideas de usted, es prueba de la insolencia y de
la desconfianza que tiene de usted mismo. No pudiera usted desprenderse de este
hombre aconsejndole que se fuera del pas por un par de aos, o dndole una
comisin? A m me parece que este es el hombre que embaraza a usted para tomar un
partido decisivo a favor del presente rgimen constitucional.. Francisco de Paula
Santander a Simn Bolvar, 16-03-1827.
adis Patria, adis Colombia! Qu ser de Venezuela, de Zulia, de M aturn y de
Cartagena en donde el fuego est consumiendo los ltimos restos del sufrimiento?.
Rafael Urdaneta a Simn Bolvar, 23-04-1827.
En Bogot se tiene por enemigo de la Patria al que es amigo de U. Estas cosas acaso no
le harn a Usted impresin, pero los dems que no somos tan grandes como U. y
sentimos vivamente la maldad que ellas envuelven.. Rafael Urdaneta a Simn Bolvar,
23-04-1827.
He visto las cartas y copias de la correspondencia entre usted y el general Santander.
Agradezco infinito el inters con que usted ha combatido por mi opinin, y en cuanto a
las respuestas de Santander, nada dir: el mundo nos conoce. A m me fuera muy fcil
escribir otras tantas gacetas en mi elogio, y en desprecio de otro; pero no es esta mi
ocupacin. La patria y el bien me quitan el tiempo que el seor Santander invierte en
desfogar pasiones muy ajenas a un magistrado.. Simn Bolvar a Jos Flix Blanco,
19-05-1827.

horrendo de querer mandar siempr e a despecho de la voluntad nacional. Sin embargo, sus proezas, su
valor, su constancia en la guerra de la independencia, sus brillantes cualidades, reclaman la
indulgencia, y algn da no se ver sino el hroe. Ms, respecto de Ud que! Pero no mezclemos lo
grande con lo pequeo.
Si la opinin pblica y el mundo liberal ha condenado a Bolvar bajo el carcter de legislador y de
dictador, no ha considerado menos a los que trataron de asesinarlo en la noche del 25 de septiembre de
1828 Ojal pudiera hacerse un denso velo sobre esa poca deshonrosa! Ojal ese horrible atentado
no hubiese tenido lugar en esta ciudad ni en ningn otro punto de la Nueva Granada! Si la usurpacin de
Bolvar fue un crimen, mayor crimen fue todava el tratar de asesinarlo cuando r eposaba en su casa en
la persuasin de que en esta ciudad no haba asesinos. Ud. fue uno de los condenados a ltimo suplicio
por este atroz delito de que Ud. no estaba puro.
Cuando el Dr. Gori y el general Ortega tomaron a Ud. su primera declaracin, Ud. lo neg todo y
asegur que ignoraba la conspiracin. Las declaraciones de los cmplices lo condenaron, y entonces Ud.
no pudo menos que convenir con lo que ellos aseguraron. Ud. era sabedor de toda la trama, en su casa
se tuvieron algunas reuniones, se hablaba sobr e el modo de llevar a cabo la r evolucin, y Ud., lejos de
oponerse a ella, la aprob, dio consejos y propuso medios para que se verificase cuando saliera de
Colombia para los Estados Unidos.. (Obra citada, Pgs. 92 y 93).

100

Ya tiene el congreso el suficiente conocimiento del suceso de 26 de enero en Lima,


ejecutado por parte de las tropas colombianas que all existan como auxiliares. El poder
ejecutivo en la respuesta que en 14 de marzo dio al comandante Bustamante el
secretario de la guerra, habl en un lenguaje digno del gobierno y propio de las
circunstancias, porque sin desaprobar absolutamente el hecho, ni aprobarlo en todas sus
partes, dej de un lado abierta la puerta a ulteriores medidas. Francisco de Paula
Santander al presidente de la cmara de representantes de Colombia, 25-05-1827.
El Libertador haba corrido un velo sobre todos los acontecimientos que haban
trastornado la repblica, sin entrar a examinar si hubo razn para desobedecer al senado
y al ejecutivo, para deponer las autoridades designadas por el gobierno, y para celebrar
actas que las leyes no autorizan; su objeto ha sido reconciliar los nimos, volver las
cosas a su estado natural, no hacer cargos a ningn delincuente, olvidar, en fin, todos los
hechos inconstitucionales y contrarios a las leyes civiles y militares. Esto mismo es lo
128
que ha ejecutado el gobierno con los actos del 26 de enero . Francisco de Paula
Santander al presidente de la cmara de representantes de Colombia, 25-05-1827.
Cundinamarca tambin sufrir mucho con las divisiones que se van a sembrar en ella.
La gran convencin de Colombia ser un certamen, o por hablar mejor, una arena de
atletas: las pasiones sern las guas y los males de Colombia el resultado. En una
palabra, este Nuevo M undo no es ms que un mar borrascoso que en muchos aos no
estar en calma. Algunos me atribuirn parte del mal; otros la totalidad; y yo, para que
no me atribuyan ms culpa, no quiero entrar ms adentro. M e conformar con la parte
129
que me adjudiquen en esta diablica particin. . Simn Bolvar a Antonio Jos de
Sucre, 08-06-1827.
Casi todos los Departamentos han confiado su suerte al hombre grande que con su
ingenio y valor nos ha libertado de la opresin: el poder, el influjo y el nombre del
General Bolvar se han invocado para reformar las instituciones, serenando la discordia,
y su invocacin no ser en vano: l nos ha ofrecido todos sus esfuerzos para reunir la
Convencin: all se tratarn vuestros derechos con dignidad y circunspeccin, y de la
sabidura de este cuerpo soberano saldrn los resultados garantes de vuestra estabilidad,
paz y felicidad.. Jos Antonio Pez, Proclama, 16-07-1827.
La lucha que vamos sosteniendo ser larga, peligrosa, y qu se yo ms. No sean
ustedes dbiles. Francisco de Paula Santander a Rufino Cuervo, 21-07-1827.
[El Libertador] se muestra ofendido de m, a causa de la contradiccin en que hemos
estado, de poco tiempo a esta parte; pero sin embargo le he merecido atenciones y
consideracin en las veces que he estado con l.. Francisco de Paula Santander a
Rufino Cuervo, 15-09-1827.

128

Santander refin la venganza y el desquite al hacerle a Bolvar con Bustamant e en el Per, lo que
Bolvar le hizo con Pez en Venezuela. Colombia estaba ya perdida como unidad poltica.
129

Con su visin certera de los hechos futuros, en efecto la Convencin de Ocaa, reunida el 09 de abril
de 1828, evidenci la definitiva divisin entre los liberales o santanderistas y los serviles o
bolivarianos. Santander, a di ferencia de Bolvar, activ la presenci a mayoritaria de los suyos en la
Asamblea. Las pasiones y las posiciones se enfrentaron irreconciliables, y ante la propuesta de que los
parlamentarios es cuchasen al Libertador, los s antanderistas se opusieron a t al extremo, que los
bolivarianos abandonaron la Convencin y con ella el qurum para continuar su actividad.

101

Slo una vez he visitado al general Bolvar; de resto lo veo en pblico o en el


gobierno, y estoy resuelto a no restablecer con l nuestra antigua confianza y amistad
mientras que l sea presidente de la repblica.. Francisco de Paula Santander a Rufino
Cuervo, 15-10-1827.
Yo, en realidad, deseo ansiosamente salir de la carrera poltica, porque ya no tiene para
m atractivos. El bien que podra hacer sera demasiado tachado de ambicin, no se
puede soportar la situacin de Colombia, que no ofrece ms que rivalidades, disturbios
y desagrados. Una dictadura sera capaz solamente de salvar el pas, pero la dictadura es
el escollo de las repblicas.. Simn Bolvar a Sir Robert Wilson, Caracas, 30-10-1827.
las disensiones que van a suscitarse en la Gran Convencin ofrecen cuidados de
trascendencia fatal. Juan Jos Flores a Simn Bolvar, 06-01-1828.
Legisladores! Ardua y grande es la obra que la voluntad nacional os ha cometido.
Salvaos del compromiso en que os han colocado nuestros ciudadanos salvando a
Colombia M iradla de pie sobre las ruinas del desierto que ha dejado el despotismo,
plida de espanto, llorando quinientos mil hroes muertos por ella; cuya sangre
sembrada en los campos, haca nacer sus derechosM irad, que sin fuerza no hay
virtud; y sin virtud perece la Repblica. M irad, en fin, que la anarqua destruye la
libertad, y que la unidad conserva el orden.. Simn Bolvar, Discurso ante la
Convencin de Ocaa, 09-04-1828.
Qu insensatez: para qu necesitar yo de Colombia! Hasta sus ruinas han de
aumentar mi gloria! Sern los colombianos los que pasarn a la posteridad cubiertos de
ignominia, pero yo no.. Simn Bolvar a Pedro Briceo M ndez, 13-04-1828.
Bien me hago cargo de lo muy necesario que es consagrarnos de preferencia a
Colombia en las actuales extraas circunstancias Juan Jos Flores a Simn Bolvar,
15-04-1828.
Qu sensible es, mi General, perder en un da los sacrificios de tanto tiempo!. Juan
130
Jos Flores a Simn Bolvar, 15-04-1828.
Estoy cansado de los hombres y del gobierno y ya es tiempo que me retire a vivir para
m.. Simn Bolvar a Daniel Florencio O Leary, 08.05-1828.
Se dice que el General Gamarra marchaba sobre el Desaguadero para invadir Bolivia;
temo mucho que se verifique la agresin y que el General Sucre perezca a manos de sus

130

Juan Jos Flores, militar de escas a cultura y gran audacia poltica, realiz su actividad fundament al
en la provincia de Quito, hoy Ecuador. Procuraba ganar la confianza del Libertador y tema el influjo y el
prestigio del Mariscal Sucre, quien se radic en el mismo lugar. Sus recelos haci a el hroe de Pichincha y
Ayacucho, le llevaron a tratar de apartarlo del mando militar cuando se produjo la invasin peruana al
Ecuador, sin embargo Sucre dirigi la campaa y derrot a los enemigos del pas, en la batalla de Tarqui,
el 28 de febrero de 1827, y Flores bajo sus rdenes. Fue uno de los beneficiarios, junto con Santander y
Pez de la divisin de la Gran Colombia. Ocup la presidencia del Ecuador.

102

furiosos enemigos, porque una vez perdido el respeto, todo lo dems es accesorio y no
existen garantas 131. Juan Jos Flores a Simn Bolvar, 30-05-1828.
No tengo palabras con qu significar la indignacin y el sentimiento que he tenido por
el lamentable suceso del 25 de Septiembre y el contento que al mismo tiempo ha
experimentado mi alma por la prodigiosa salvacin de V.E. M e estremezco al
considerar, que haya habido hombres capaces de atentar contra la vida de V.E. Para que
nada faltase en esta revolucin, marcada con todos los rasgos de la degradacin y de la
132
perfidia, era preciso que apareciera un fenmeno que no volver a verse jams. . Juan
Jos Flores a Simn Bolvar, 21-10-1828.
Yo he conservado el ttulo de magnnimo y la patria se ha perdido. M ucho me duele,
pero ya no lo puedo evitar.. Simn Bolvar a M ariano M ontilla, 14-11-1828.
la vida de Santander es el pendn de las impunidades ms escandalosas Su crimen
se purificar en el crisol de la anarqua Sin embargo, me consuela mucho el espritu
que muestra la nacin por todas partes, y espero que la buena conducta del gobierno y la
ausencia de estos asesinos mejoren todava ms el espritu pblico. No es creble el
entusiasmo con que me han felicitado todos los pueblos de Colombia.. Simn Bolvar a
Pedro Briceo M ndez, 16-11-1828.
Se van aprehendiendo los facciosos, entre ellos cuatro bien importantes que son: El
redactor de El Conductor, F. Gonzlez; los capitanes Briceo, M endoza y el ayudante
Galindo. El general Santander es comprometido por dos de stos. Antes ya lo haban
hecho el coronel Guerra y el comandante de artillera Silva, pero todo esto no forma
todava una prueba perfecta para poderlo juzgar y condenarlo a muerte, porque, segn
mi opinin y la de otros, es menester juzgarle ms bien con clemencia que con rigor, por
causa de ser mi enemigo. Sin embargo, no dejar de ser expulsado o enviado a presidio,
pues hay demasiada causa para ello y quizs lo mandaremos a Cartagena para que usted
lo cuide all, como es regular, con mucha atencin. Simn Bolvar a M ariano M ontilla,
21-12-1828.
Aqu existe un gran crimen que, tarde o temprano, se ha de descubrir, y Santander no
puede ser inocente en un delito que slo se ha cometido en beneficio de l. De ninguna
manera se poda haber hecho sin su consentimiento, como ya se ha dicho por dos de los
reos, refirindose siempre a los ausentes, cuando stos no deban ser sacrificados por l
mismo si no fuera cmplice de su delito.. Simn Bolvar a M ariano M ontilla, 21-121828.
Siento mucho que el General Sucre se haya excusado de mandar las tropas contra
Crdoba. El me ha escrito las razones que ha tenido para hacerlo; y yo las he rebatido en
amistad, porque no las hallo justas. No soy de sentir, lo confieso, que se propongan
mediaciones para Crdova. Hasta cundo, y hasta cundo ha de sufrir el Gobierno
131

Se refi ere a la invasin Peruana a Bolivia a raz del llamado Motn de Chuquisaca donde result
herido el Mariscal de Ayacucho, y bajo l a falsa excusa de protegerlo, el ejrcito peruano invadi
temporalmente a Bolivia, y Sucre decidi renunciar a la Presidenci a de ese pas.
132

Se refi ere al intento de m agnicidio del Libert ador Bolvar ocurrido en Bogot el 25 de septiembre de
1828. El gobierno del Libertador actu enrgicam ente en algunos casos, pero dio muestras de
magnanimidad con Santander y algunos de los suyos.

103

vejmenes inmerecidos por hombres ingratos? Bastante indulgencia se ha tenido para


con todos los revolucionarios y demasiado se les ha sufrido. Si queremos dar
respetabilidad al Gobierno y tener un orden bien establecido, es preciso que seamos
inflexibles con los traidores 133. Juan Jos Flores a Simn Bolvar, 28-10-1829.
por lo que me escribe el Libertador directamente, tengo bastantes fundamentos para
creer que no se ha desviado un punto de los principios de libertad que siempre ha
proclamado; por el contrario en sus ltimas comunicaciones, se manifiesta ms libre que
nunca, encargndome que excite y an obligue a los Ciudadanos, a las Corporaciones y
a todo el mundo a dar su opinin, con la garanta de que cualquiera que sea, ser bien
aceptada
En tales circunstancias, Qu deber hacer? Cmo conducirme? Unos le quieren ver
Rey, Crdoba y sus partidarios suponen que l insiste en los principios de la
Constitucin Bolivia, mientras l mismo se presenta como el hombre ms desinteresado,
sin otras aspiraciones que las del bien comn.
Dgame lo que piensa sobre todo esto, porque es una jeringonza, en que cada cual
procura ejecutar su celo o su malicia, y yo le agradecera que con los frutos de su
experiencia en el largo curso de esta revolucin, me diga con franqueza lo que le
parezca ms conveniente para mantener estos pueblos en paz y tranquilos, hasta saber
las resoluciones del Congreso prximo. Jos Antonio Pez a Bartolom Salom, 21-111829.
Venezolanos:La Convencin reunida en Bogot por orden del General Bolvar
despreciando nuestros votos, ha declarado que la ley fundamental de la unin es
indestructible, encargando al mismo General Bolvar de conservar la integridad del
territorio: el General Bolvar ha aceptado voluntariamente la odiosa misin, despus de
haber resignado el mando supremo, y marcha con un ejrcito a someter el valor
134
indomable de Venezuela. Jos Antonio Pez, Proclama, 02-03-1830.

133

El general Jos Mara Crdova (1799, Concepcin, Antioquia, Colombia-1829, El Santuario,


Antioqua), valioso militar neogranadino de brillante participacin en las bat allas de Pant ano de Vargas,
Boyac (1819) y Ayacucho (1824) y afecto al Libertador. De manera confus a, se crey involucrado en los
sucesos del atentado a la vida de Bolvar, en Bogot, el 25 de septiembre de 1828. El Libertador
inform ado de su supuesta vinculacin con el suceso le retira su confi anza, asunto que ofendi la dignidad
de Crdova: joven enfatuado con el brillo de bien merecida gloria militar, de carcter impetuoso y
prdigo para con sus subalternos en injurias de cuartel, -como refiere Posada-. Disgustado con la
designacin de su persona por el Libertador al cargo de Secret ario de Estado del Despacho de Marina,
solicit el permiso y se traslad a Antioquia, y al llegar a Rionegro, se decl ar en insurreccin en contra
del gobierno. Sorprendido en una escaramuza militar fue atrapado cerca de Rionegro, derrot ado y herido,
fue ultimado en una choza de manos del irlands Ruperto Hand.
134

Se refiere al Congreso Admirable, presidido por Sucre, instalado el 20 de enero de 1830. Bolvar
renunci al mando y concluy la llamada Dictadura, ejercida por l desde el 24 de junio de 1828.
Venezuela bajo el mando de Pez, definitivamente resolvi separarse de la Unin Gran Colombiana y
fracas la gestin negociadora del Maris cal Sucre con los represent antes enviados a Ccuta por el
caudillo del llano. El Mariscal de Ayacucho expuso a los negociadores, que no eran los hechos del
Libertador los responsables de los males de Colombia, sino el militarismo, y propuso un acuerdo de que
los generales de Colombia se abstuvieran de ej ercer el gobierno durante varios ao. Esta propuesta
ofendi los intereses del general Mario, quien des cubierto en sus compromisos e intenciones, se retir
violentamente del lugar, liquidando para siempre la gran patria bolivariana.

104

el General Simn Bolvar deja el territorio de Colombia Qu defienden nuestros


opresores? La autoridad del General Bolvar? Ninguna tiene ya.. Jos Antonio Pez,
Proclama como Jefe del Estado de Venezuela, 23-06-1830.
la suerte infausta que ha cabido al des graciado General Sucre, cruelmente asesinado
por Obando en la Venta de Pata. Este horroroso atentado hace crecer nuestra
desconfianza, y adems nos anuncia que debemos ser cautelosos si no queremos
135
perecer . Juan Jos Flores a Simn Bolvar, 29-06-1830.
aborrezco mortalmente el mando porque mis servicios no han sido felices, porque
mi natural es contrario a la vida sedentaria, porque carezco de conocimientos, porque
estoy cansado y porque estoy enfermo. No puedo, mi amigo, no puedo volver a mandar
ms Dentro de tres das me voy hacia Santa M artaYo estoy aqu renegando contra
toda mi voluntad; pues he deseado irme a los infiernos, por salir de Colombia.
Simn Bolvar a Estanislao Vergara, 25-09-1830.
Yo creo todo perdido para siempre, y la patria y mis amigos sumergidos en un pilago
de calamidades. Si no hubiera ms que un sacrificio que hacer, y que ste fuera el de mi
vida, o el de mi felicidad, o el de mi honor, crame usted, no titubeara; pero estoy
convencido que este sacrificio sera intil, porque nada puede un pobre hombre contra
un mundo entero. Simn Bolvar a Estanislao Vergara, 25-09-1830.
La situacin de la Amrica es tan singular y tan horrible, que no es posible que ningn
hombre se lisonjee conservar el orden largo tiempo, ni siquiera una ciudad Esto es
nico en los anales de las crmenes y, lo que es peor, irremediable.. Simn Bolvar a
Rafael Urdaneta, 16-10-1830.
si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unin, yo
bajar tranquilo al sepulcro.. Simn Bolvar, ltima proclama, 10-12-1830.
Yo nada temo de todo el poder de este continente siempre que estemos unidos; de lo
contrario, nuestra cara patria sufrir males incalculables.. Jos de San M artn a
Bernardo OHiggins, 01-03-1831.
XXVIII- La S oberana de los Pueblos de Amrica
Soldados: todos los que militis bajo las banderas de Calleja, escuchadme un momento
para poder distinguir las verdades que no conocis por el entusiasmo en que os tienen o
por la costumbre de obedecer trescientos aos, sin saber por qu obedecis Sabed que
la soberana cuando faltan los reyes slo residen en la nacin Que toda la nacin es
libre y est autorizada para formar la clase de gobierno que le convenga y no ser esclava
de otra. Jos M ara M orelos, abril 1812.
135

El vil as esinato de Sucre ocurrido el 4 de junio de 1830, cometido por los enemigos de Bolvar y
cuya autor a intelectual corresponde, entre otros, al general Jos Mara Obando, perturb, an ms, al
atormentado espritu del Libertador, quien enfermo y a escasos mes es de su propia muerte, vio terminada
su obra redentora, en el oprobio del asesinado del Gran Mariscal, en el destierro al que le conden su
patria nativa mediante decretos infam es, y al incierto futuro del continente y de los pueblos a los que hizo
libres, aspirando su bien y su grandeza. Falleci en la ms profunda de las amarguras y decepciones,
delirando en partir: a bordo de la fragata para Europa, el 17 de dici embre de 1830, en Santa
Marta, Colombia, protegido por la generosidad de un espaol y con algunos fieles amigos.

105

M i autoridad emana de vosotros y ella cesa por vuestra presencia soberana. Vosotros
estis en el pleno goce de vuestros derechos: Ved ah el fruto de mis ansias y desvelos,
y ved ah tambin todo el premio de mi afn. Ahora en vosotros est el conservarlos. .
Jos Gervasio Artigas a los diputados en el Congreso Provincial, La Oracin de Abril,
04-04- 1813.
Cmo pueden ahora pequeas poblaciones, impotentes y pobres, aspirar a la
soberana y sostenerla?... Ninguna provincia tampoco es soberana, sin una poblacin y
riqueza bastante para hacerla respetar por s sola. Simn Bolvar a M anuel Antonio
Pulido, 12-08-1813.
Todas las provincias tienen igual dignidad e iguales derechos.. Jos Gervasio Artigas.
Ciudadanos: yo no soy el soberano.. Simn Bolvar a los caraqueos, 02-01-1814.
La soberana del pueblo no es ilimitada, porque la justicia es su base y la utilidad
perfecta le pone trmino.. Simn Bolvar a Francisco de Paula Santander, 31-12-1822.
Dejemos que Guayaquil consulte su destino y medite sus intereses para agregarse
libremente a la seccin que le convenga, porque tampoco puede quedar aislado sin
perjuicio de ambos.. Jos de San M artn a Simn Bolvar, 03-03-1822.
Yo no pienso como V.E. que el voto de una provincia debe ser consultado para
constituir la Soberana Nacional, porque no son las partes sino el todo del pueblo en que
delibera en las asambleas generales reunidas libre y legalmente. Simn Bolvar a Jos
de San M artn, 22-06-1822.
sin ninguna traba, sin ninguna ley, cabe a la repblica de Colombia el orgullo de que
sus hijos sean los primeros que en el mundo americano llevaran a un pas extrao, entre
el estruendo de las armas y el brillo de la victoria, los principios de la soberana del
pueblo.. Antonio Jos de Sucre, M ensaje al Congreso Constituyente de Bolivia, 25-051826.
vosotros erais acreedores de obtener la gran bendicin del cielo la Soberana del
Pueblo- nica autoridad legtima de las naciones.. Simn Bolvar, M ensaje al
Congreso de Bolivia, 25-05-1826.
la infame e injustsima intervencin de la Francia e Inglaterra en los negocios
interiores del Ra de la Plata, debera servir de estmulo a sus compatriotas para no
desunirse del camino que han seguido anteriormente El ejemplo dado por estas dos
potencias debe alarmar, y con justicia, a los nuevos Estados americanos y tratar de
poner un trmino a toda disensin si es que quieren ser respetados.. Jos de San M artn
a M anuel Antonio Tocornal, 1846.
XXIX- La Educacin
"Libre de derechos en su introduccin: El azogue, las mquinas, los instrumentos de
ciencia y arte, los libros e imprentas, las maderas y tablazones, la plvora, azufre, salitre
y medicina...". Jos Gervasio Artigas, Reglamento Provisional para la recaudacin de
los derechos en los puertos de las Provincias Confederadas, 09-09-1815.

106

"Al maestro de escuela don M anuel Pagola, no solamente no lo juzgo acreedor a la


escuela pblica, sino que se le debe prohibir mantenga escuela. (...) No podrn recibir
esta bella disposicin (la educacin pblica) de un maestro enemigo de nuestro
sistema...". Jos Gervasio Artigas al Cabildo de M ontevideo, 16-09-1815.
"He recibido el prospecto oriental, primer fruto de la prensa del Estado, y conveniente
para fomentar la ilustracin de nuestros paisanos...". Jos Gervasio Artigas al Cabildo
de M ontevideo, 23-09-1815.
La educacin form el espritu de los hombres. La naturaleza misma, el genio, la
ndole, ceden a la accin fuerte de este admirable resorte de la sociedad. A ello han
debido siempre las naciones la varia alternativa de su poltica. La libertad, dolo de los
pueblos libres, es an despreciada de los siervos, porque no la conocen. Nosotros
palpamos con dolor esta verdad. La independencia americana habra sido obra de
momentos si la educacin espaola no hubiera enervado en la mayor parte nuestro
genio. Los pobladores del Nuevo M undo son susceptibles de las mejores luces. El
destino de preceptor de primeras letras que usted ocupa le obliga ntimamente a
suministrar estas ideas a los alumnos. Recuerde usted que esos tiernos renuevos,
dirigidos por manos maestras, formarn algn da una nacin culta, libre y gloriosa. El
gobierno le impone el mayor esmero y vigilancia en inspirarles el patriotismo y virtudes
cvicas, hacindoles entender en lo posible que ya no pertenecen al suelo de una colonia
miserable, sino a un pueblo libre y virtuoso.. Jos de San M artn, circular a los
maestros, 1815.
"Celebro que vea Ud. logrado el fruto de sus afanes por instituir la Biblioteca. Lo que
interesa ahora es perfeccionarla y contribuir a que ella sea un pedestal de la pblica
ilustracin". Jos Gervasio Artigas a Larraaga, 09-06-1816.
La educacin popular debe ser el cuidado primognito del amor paternal del Congreso.
M oral y luces son los polos de una Repblica, moral y luces son nuestra primeras
necesidades.. Simn Bolvar, Discurso de Angostura, 15-02-1819.
Construyamos este Arepago para que vele sobre la educacin de los nios, sobre la
instruccin nacional; para que purifique lo que se haya corrompido en la Repblica; que
acuse la ingratitud, el egosmo, la frialdad del amor a la patria, el ocio, la negligencia de
los ciudadanos; que juzgue de los principios de corrupcin, de los ejemplos perniciosos;
debiendo corregir las costumbres con penas morales
he sentido la audacia de inventar un Poder M oral. Simn Bolvar, Discurso de
Angostura, 15-02-1819.
La Biblioteca es destinada a la ilustracin universal, ms poderosa que nuestros
ejrcitos, para sostener la independencia. Los cuerpos literarios deben fomentar aqulla
concurriendo sus individuos a la lectura de sus libros para estimular a lo general del
pueblo a gustar las delicias del estudio. Yo espero que as suceder; y que este
establecimiento, fruto del gobierno, ser frecuentado por los amantes de las letras y de
136
su patria. . Jos de San M artn, Lima 1822.
136

Hermosa coincidenci a entre este alto pensamiento del general San Martn y el del Mariscal Sucre, en
su carta a la municipalidad de Cochabamba, fechada el 07-05-1825.

107

el primer deber del gobierno es dar educacin al pueblo137.. Simn Bolvar, Decreto
expedido en Chuquisaca, 11-12-1825.
Necesitamos formar hombres de Estado, legisladores, economistas, jueces,
negociadores, ingenieros, arquitectos, marinos, constructores hidrulicos, maquinistas,
qumicos, mineros, artistas, agricultores, comerciantes Las luces, las riquezas y el
poder anduvieron siempre reunidos en las Naciones; sin estos elementos, que los unos
nacen de los otros, Chile no ser nacin ni lograr el fruto de sus sacrificios.. Bernardo
O Higgins, Discurso a la Honorable Convencin Preparatoria, 23-07-1822.
Estn en mis manos los documentos que me han remitido relativos a las escuelas de
ese cantn. Quedo entendido y los examinar para que estos tiles establecimientos se
arreglen del modo ms conveniente a la educacin pblica, contando siempre el
gobierno con que ese cabildo que tanto inters manifiesta por el bien del pueblo que
representa, coadyuve por su parte eficazmente a la ejecucin de tan benficos planes.
Antonio Jos de Sucre, 21-9-1822.
Un hombre sin estudios es un ser incompleto. La instruccin es la felicidad de la vida;
y el ignorante, que siempre est prximo a revolverse en el lodo de la corrupcin, se
precipita luego infaliblemente en las tinieblas de la servidumbre.. Simn Bolvar a
M ara Antonia Bolvar, 04-1825.
M e es complaciente aprovechar esta ocasin para presentar a la Illma. Universidad un
pequeo regalo que slo tiene de apreciable el habrselo destinado el ejrcito libertador
desde que fue tomado al enemigo: este es la imprenta del ejrcito espaol tomada en
Chichas, que se halla ya en esta ciudad con sus oficiales y servicio corriente. Dgnese
V.S.I. aceptarlo y ojal ella sirva a los ciudadanos de este benemrito y patritico
pueblo tanto como es mi deseo. Antonio Jos de Sucre a la Universidad de Charcas,
04-04-1825.

137

De la misma manera, Bolvar y San M artn, advirtieron en sus es critos sobre la indispensable
formacin del pueblo, como deber del Estado y como necesidad soci al. Libertadores ambos, cuestionaban
las carencias y vicios de la educacin en la Colonia y como se haba estructurado como forma de
dominacin de las ideas que limitaba el surgimiento de la sociedad latinoam ericana. Precursores y
libertadores, pens adores, maestros, descubri ran el atraso de la educacin colonial, opuesta a las nuevas
ideas filosficas y humanistas, y como la libertad de Amrica, verdadera y racional, deba orientar su obra
de enseanza y de formacin para que se formasen ciudadanos, republicanos, hombres libres, como bien
lo manifest Bolvar, por ejemplo, en su Discurso de Angostura.
Detrs de los verdaderos Libertadores, llegaron los pensadores y los formadores. Bolvar se traslad al sur
y llev consigo a don Simn Rodrguez. Don Andrs Bello, por su parte, en junio de 1829, se estableci
en Chile. Bernardo OHiggins, se preocup por la educacin de los ciudadanos con s entido realista, y
Sucre apoy la creacin de instituciones educativas en Bolivia en favor de los pobres, reorientando
recursos de la Iglesia y divulgando la imprenta y la cultura.
Bolvar discurri sobre temas educativos como legislador y como gobernante al concebir su Poder Moral,
y al sealar l a necesidad de infundir al pueblo y a los gobernantes virtudes y s aber. Se interes
profundament e sobre la educacin acadmica, sobre las disciplinas cient ficas y humansticas, sobre la
formacin moral, social y fsica. Pens, inclusive, sobre: el recreo de la juventud. Se preocup por la
educacin de su sobrino Fernando; San Martn, por su parte, lo hizo tambin por l a de su hija Mercedes.
Escuelas, Universidades, academias, museos, bibliotecas, libros, peridicos nacieron de sus vocaciones
libertadoras, a lo largo del territorio de Amrica.

108

La ilustre universidad de Chuquisaca me ha hecho el presente de unos grados mayores


con dispensacin de ambas cajas, para que los distribuya entre los sujetos que yo guste.
Yo los he mandado a las ilustres municipalidades de los departamentos para que se
repartan entre jvenes pobres dedicados a la literatura. Antonio Jos de Sucre a la
M unicipalidad de Santa Cruz, 02-05-1825.
Desocupado ya de las atenciones de la guerra, puedo contraerme el poco tiempo que
dure mi administracin al fomento de la educacin pblica Tendr ms placer de
dejar en esa ciudad un establecimiento provechoso a las luces que los servicios que he
prestado en el ejrcito. Antonio Jos de Sucre a Carta a la M unicipalidad de
Cochabamba, 07-05-1825.
Un objeto general ser poner escuelas de primeras letras en todos los pueblos, y la
enseanza de aquellos rudimentos que destierren los sentimientos serviles y las ideas de
esclavitud. Antonio Jos de Sucre al coronel Jos Videla, 20-06-1825.
La creacin de una universidad en La Paz, se har sin duda por los medios que se van
tomando para ello; el colegio de aquella ciudad ser mejorado con la creacin de nuevas
ctedras prohibidas por el sistema colonial, y aun ser posible establecer otroEn
Cochabamba, Santa Cruz y Potos se ha mandado trabajar en el proyecto de establecer
colegios que compitan con los de Chiquisaca y La Paz. En Potos y La Paz se podra
crear, adems, una direccin de minera y una escuela de mineraloga, para lo cual estn
pedidos los informes necesarios. Antonio Jos de Sucre, M emoria a la Asamblea
General del Alto Per, 01-07-1825.
S.E. el Libertador ha dispuesto que la introduccin de libros, folletos, y toda clase de
impresos es libre de alcabala y de cualquier derecho que estuviera impuesto sobre ellos
en el gobierno espaol, y que el gobierno debe proteger por todos los medios la
internacin de libros, excepto los que ofendan la moral pblica.
Tambin es libre de todo derecho la introduccin de imprentas, la que igualmente
necesita proteccin. Antonio Jos de Sucre, Circular a los presidentes de los
departamentos, 25-10-1825.
Persuadido de que un pueblo no puede ser libre, sin la sociedad que lo compone no
conoce sus deberes y sus derechos, he consagrado un cuidado especial a la educacin
pblica. Antonio Jos de Sucre, M ensaje al Congreso Constituyente de Bolivia, 25-051826.
XXX- La Esclavitud
Porque debe alejarse de la Amrica la esclavitud y todo lo que a ella huela, mando a
los intendentes de provincia y dems magistrados velen sobre que se pongan en libertad
cuantos esclavos hayan quedado que los intendentes circulen las copias necesarias, y
que stas se franqueen en mi secretara. Jos M ara M orelos, 05-10-1813.
La esclavitud misma ha sido ejercida por nosotros? Ni aun el ser instrumentos de la
opresin nos ha sido concedido.. Simn Bolvar, Discurso de instalacin del gobierno
de las Provincias Unidad de la Nueva Granada, 23-01-1815.

109

Los estados son esclavos por la naturaleza de su constitucin o por el abuso de ella.
Luego un pueblo es esclavo cuando el gobierno, por su esencia o por sus vicios, huella y
usurpa los derechos del ciudadano o sbdito. Aplicando estos principios, hallaremos que
la Amrica no slo estaba privada de su libertad sino tambin de la tirana activa y
dominante.. Simn Bolvar, Carta de Jamaica, 06-09-1815.
Yo abandono a vuestra soberana decisin la reforma o la revocacin de todos mis
Estatutos y Decretos; pero yo imploro la confirmacin de la libertad absoluta de los
esclavos, como implorara mi vida y la vida de la Repblica.. Simn Bolvar, Discurso
de Angostura, 15-02-1819.
Los hijos de los esclavos que en adelante hayan de nacer en Colombia deben ser libres,
porque estos seres no perteneces ms que a Dios y a sus padres, y ni Dios ni sus padres
los quieres infelices. El Congreso general, autorizado por sus propias leyes, y aun ms,
por la naturaleza, puede decretar la libertad absoluta de todos los colombianos al acto de
nacer en el territorio de la Repblica.. Simn Bolvar al Presidente del Congreso
Colombiano, 14-07-1821.
Trasplantadas aqu estas reliquias de aquellas tribus africanas, qu ley o potestad ser
capaz de sancionar el dominio sobre estas vctimas? Trasmitir, prorrogar, eternizar este
crimen mezclado de suplicios, es el ultraje ms chocante. Fundar un principio de
posesin sobre la ms feroz delincuencia no podra concebirse sin el trastorno de los
elementos del derecho y sin la perversin ms absoluta de las nociones del deber. Nadie
puede romper el santo dogma de la igualdad. Y habr esclavitud donde reina la
igualdad?. Simn Bolvar, M ensaje al Congreso de Bolivia, 25-05-1826.
Conste que a M ara Jacinta Bolvar, esclava de mi propiedad en la hacienda de San
M ateo, le conced la libertad, de que ahora goza, en el ao de mil ochocientos veintiuno,
despus de la batalla de Carabobo. Libertad que ratifico por la presente carta dada en
Caracas a 26 de abril de 1827.. Simn Bolvar a su antigua esclava M ara Jacinta.
XXXI- La S ociedad
pueblos enteros haban de ser entregados al saco horrorosamente; pero sobre todo la
numerosa y bella poblacin extramuros de M ontevideo se vi completamente saqueada
y destruda; las puertas mismas y ventanas, las rejas todas fueron arrancadas: los techos
eran deshechos por el soldado que quera quemas las vigas que le sostenan: muchos
plantos acabados: los portugueses convertan en pramos los abundantes campos por
donde pasaban, por todas partes se vean tristes seales de desolacin. Jos
Gervasio Artgas a la Junta Gubernativa del Paraguay, 07-12-1811
la hermossima jerigonza de calidades, indio, mulato, mestizo, tente en el aire, etc., y
que slo se distinga la regional, nombrndose todos generalmente americanos; con cuyo
epteto nos distinguimos del ingls, francs, o ms bien del europeo que nos perjudica,
del africano y del asitico, que ocupan las otras partes del mundo.. Jos M ara M orelos,
Bando a los habitantes de Oaxaca, abolicin de calificativos raciales, 29-01-1813.

110

Vuestros hermanos y no los espaoles han des garrado vuestro seno, derramando
vuestra sangre, incendiado vuestro hogares, y os han condenado a la expatriacin..
Simn Bolvar, M anifiesto de Carpano, 07-09-1814.
A la antorcha de la libertad, que nosotros hemos presentado a la Amrica como la gua
y el objeto de nuestros conatos, han opuesto nuestros enemigos el hacha incendiaria de
la discordia, de la devastacin y el grande estmulo de la usurpacin de los honores y de
la fortuna a hombres envilecidos por el yugo de la servidumbre y embrutecidos por la
doctrina de la supersticin.. Simn Bolvar, M anifiesto de Carpano, 07-09-1814.
Simn Bolvar, M anifiesto de Carpano, 07-09-1814.
Sus tiranos gobiernan un desierto; y slo oprimen a tristes restos que, escapados de la
muerte, alimentan una precaria existencia; algunas mujeres, nios y ancianos son los
que quedan. Los ms de los hombres han perecido por no ser esclavos, y los que viven,
combaten con furor en los campos y en los pueblos internos, hasta expirar o arrojar al
mar a los que, insaciables de sangre y de crmenes, rivalizan con los primeros
monstruos que hicieron desaparecer de la Amrica a su raza primitiva. Cerca de un
milln de habitantes se contaba en Venezuela; y, sin exageracin, se puede asegurar que
una cuarta parte ha sido sacrificada por la tierra, la espada, el hambre, la peste, las
peregrinaciones; excepto el terremoto, todo resultado de la guerra.. Simn Bolvar,
Carta de jamaica, 06-09-1815.
Los americanos, en el sistema espaol que est en vigor, y quiz con mayor fuerza que
nunca, no ocupan otro lugar en la sociedad que el de siervos propios para el trabajo, y
cuando ms, el de simples consumidores. Simn Bolvar, Carta de Jamaica, 06-091815.
Pretender que un pas tan felizmente constituido, extenso, rico y populoso, sea
meramente pasivo, no es un ultraje y una violacin de los derechos de la humanidad?.
Simn Bolvar, Carta de Jamaica, 06-09-1815.
EL reino de Chile, est llamado, por la naturaleza de su situacin, por las costumbres
inocentes y virtuosas de sus moradores, por el ejemplo de sus vecinos los fieros
republicanos del Arauco, a gozar de las bendiciones que derraman las justas y dulces
leyes de una repblica.. Simn Bolvar, Carta de Jamaica, 06-09-1815.
"Ser benfica ciertamente la multiplicacin de la vacuna tanto en nuestra Provincia
como en Entre Ros, Corrientes y M isiones donde la viruela hace fatales estragos.. Jos
Gervasio Artigas al Cabildo de M ontevideo, 17-03-1816.
"Es preciso que venga algn mdico para asistir este cuartel general. A proporcin de la
gente, crecen las enfermedades y no hay un solo facultativo. El podr aliviar estas
dolencias y realizar muy prontamente un hospital para toda la tropa". Jos Gervasio
Artigas a M iguel Barreiro, 05-1816.
Para proveer a los enfermos de los alimentos que dispusiese el facultativo y abastecer
de lea, agua y dems artculos indispensables, recurrir al Alcalde territorial de la villa.
Por l sern suministrados, dando el correspondiente recibo por el cirujano, para que
tenga toda la formalidad de documentos al tiempo de abonar dichos artculos por los

111

fondos del Estado". Jos Gervasio Artigas, Instrucciones para un hospital en Florida,
14-02-1817.
"Los pueblos deben asegurar su futuro destino, sobre la base slida de la inviolabilidad
de sus derechos". Jos Gervasio Artigas, al Gobernador Lpez 27 de diciembre de 1818.
-

Estos no son los que Uds. conocen; son los que Uds. no conocen: hombres que han
combatido largo tiempo, que se creen muy benemritos, y humillados y miserables, y
sin esperanzas de coger el fruto de las adquisiciones de su lanza. Son llaneros de
terminados, ignorantes y que nunca se creen iguales a los otros hombres que saben ms
o parecen mejor. Yo mismo, que siempre he estado a su cabeza, no s an de lo que son
capaces. Los trato con una consideracin suma; y ni aun esta misma consideracin es
bastante para inspirarles la confianza y la franqueza que debe reinar entre camaradas y
conciudadanos. Persudase Ud, que estamos sobre un abismo. Simn Bolvar a
Pedro Gual, 24-05-1821.
los letradosEsos seores piensan que la voluntad del pueblo es la opinin de ellos,
sin saber que en Colombia el pueblo est en el ejrcito, porque realmente est, y porque
ha conquistado este pueblo de mano de los tiranos; porque adems es el pueblo que
quiere, el pueblo que obra y el pueblo que puede. Simn Bolvar a Francisco de
Paula Santander, 13-06-1821.
Cuando rehusaba tenazmente entrar en el gobierno y lamentaba mi destino, no era por
Cundinamarca y Quito, sino por Venezuela; se me presentaba ese pas devastado y
asolado por la guerra, lleno de necesidades, escaso de recursos, habitado por hombres de
carcter elevado, con enemigos exteriores, y con llaneros demandando el cumplimiento
de los ofrecimientos del gobierno, y me desesperaba de que yo no pudiese
inmediatamente remediar tales males.. Francisco de Paula Santander a Jos Antonio
Pez, 15-02-1822.
los justsimos ciudadanos no quieren asistir a los combates, ni dar con qu pagar a
los matadores, por no faltar a las leyes del declogo y a las santas de la filantropa, pero
luego que se haya ganado el combate vienen a distriburse los despojos, pero
condenando en toda forma a los sacrificadores, porque es muy bueno y muy sano
condenar y coger.. Simn Bolvar a Francisco de Paula Santander, 29-04-1823.
Yo creo que los negros que han servido en nuestros ejrcitos merecen gran elogio por
su constancia y valor.. Jos de San M artn, sin fecha.
Yo cada da ms contento en Lima porque hasta ahora voy bien con todo el mundo: los
hombres me estiman y las mujeres me quieren; esto es muy agradable La mesa es
excelente, el teatro regular, muy adornado de lindos ojos y de un porte hechicero;
coches, caballos, paseos, toros. Te Deums, nada falta, sino plata para el que no la
tiene. Simn Bolvar a Francisco de Paula Santander, 20-09-1823.
Los godos del Per han profesado altamente la opinin hasta ahora de no reconocer la
independencia de Amrica, ni aun cuando el gobierno espaol la reconociese; todo esto
aun antes de sus victorias Por consiguiente, no debemos esperar ms que sangre y
fuego de los compaeros de Canterac, La Serna y Valds El tiempo dar un
testimonio.. Simn Bolvar a Francisco de Paula Santander, 23-01-1824.

112

los pueblos y patriotas estn cansados de guerra, y de otro no faltan godos y godas
que difundan noticias desfavorables.. Francisco de Paula Santander a Simn Bolvar,
21-09-1824.
El aniquilamiento casi total en que se hallan las fortunas de los ciudadanos en la
repblica por los efectos de la larga guerra que han sostenido y de otras causas naturales
que han obrado en algunos departamentos, como en el de Venezuela, hace que no
obstante su espritu emprendedor y las ventajas que les ofrece la feracidad del terreno y
la benignidad del clima, la agricultura, que es la industria general de la nacin, se
encuentre hoy en el mayor abatimiento.. Francisco de Paula Santander al Presidente de
la Cmara de Representantes de Colombia, 14-04-1825.
La gente me parece tan patriota, como godas las personas altas de Potos: all slo el
pueblo bajo es patriota y aqu creo que son todas las clases; hay mucha gente decente, la
ciudad es bonita y juzgo que este Chuquisaca, aunque es algo pobre, es lo mejor del
Alto Per para pasar unos das. Antonio Jos de Sucre a Simn Bolvar, desde
Chuquisaca, 27-04-1825.
He llegado al pas clsico del sol, de los Incas, de la fbula y de la historia. Aqu el sol
verdaderamente es de oro; los Incas son los virreyes o prefectos; la fbula es la historia
de Gracilazo; la historia es la relacin de la destruccin de los indios, por Las Casas
M anco-Cpac, Adn de los indios, sali de su paraso titicaco y form una sociedad
histrica, sin mezcla de fbula sagrada o profana
los monumentos de piedra, las vas grandes y rectas, las costumbres inocentes y la
tradicin genuina, nos hacen testigos de una creacin social de que no tenemos ni idea,
ni modelo, ni copia. Es Per es original en los fastos de los hombres. Simn Bolvar
a Jos Joaqun Olmedo, 27-06-1825.
[Cuzco]Este pas fue la obra de la naturaleza desenvuelta por las manos del hombre
salvaje, pero guiado por un instinto que se puede llamar sabidura de la propia
naturaleza. Este pas, en sus creaciones, no ha conocido modelos; en sus doctrinas, no
ha conocido ejemplos ni maestros, de suerte que todo es original y todo puro como las
inspiraciones que vienen de lo alto.. Simn Bolvar a Francisco de Paula Santander,
28-06-1825.
Si al secretario de aquella junta se le dan mil pesos anuales cunto debera recibir un
catedrtico?... Bien conoce el gobierno que tales extravos son resabios del antiguo
sistema que nunca inclinaba a los hombres a trabajar con noble desinters por el bien
pblico, ni pensaba en otra cosa que en aglomerar empleados aun para las cosas que
slo deba obrar el amor al pas: mas esto ir desapareciendo y el amor a la patria
sofocar al fin los hbitos que casi siempre contraen los hombres sin querer.
Antonio Jos de Sucre al presidente de Potos, 02-05-1826.
S.E: el jefe del gobierno ve no sin gran sentimiento que las obras aun de la utilidad
ms conocida encuentran oposicin cuando por el contrario pareca deban trabajar en
su progreso los buenos ciudadanos y ms que todos, las autoridades. Al gobierno
parcele inoficiosa la oposicin de los hacendados de Asocagua, Puntiti, Chacacollo y
Pacata al proyecto de obra de la lagunas de Guaraguara, Chungara y otras dos
inmediatas de las cordilleras de los Andes, porque no se trata de privarles de las aguas

113

con que en la actualidad cultivan sus haciendas y s de aprovechar las que puedan
aumentarse para fertilizar otros terrenos incultos.. Antonio Jos de Sucre, Instruccin
al prefecto de Cochabamba, 12-05-1826.
En el da no tengo ms mira que servir a Venezuela; demasiado he servido a la
Amrica; ya es tiempo, pues, de dedicar a Caracas todo mi conato, toda mi solicitud;
por Caracas he servido al Per; por Caracas he servido a Venezuela; por Caracas he
servido a Colombia; por Caracas he servido a Bolivia; por Caracas he servido al Nuevo
M undo y a la libertad. Simn Bolvar a Jos Antonio Pez, 15-11-1826.
Yo no quiero estar como aquel condenado de la fbula renovando siempre su
trabajo. El Per estaba en orden cuando sal, y esto destruido y ser justo que destruya
esto por ir a organizar Bogot? No lo creo
este Nuevo M undo no es ms que un mar borrascoso que en muchos aos no estar
138
en calma . Simn Bolvar a Antonio Jos de Sucre, 08-06-1827.
Si le he de hablar a Usted con confianza y franqueza, le dir que en el tiempo que estoy
mandando en Venezuela, yo no he podido darle impulso a una medida, por indicada que
haya estado, sino a fuerza de constancia, y de luchar con la fuerza de inercia, que es la
que regularmente opone un partido de oposicin invisible que tenemos dentro de
nosotros, para contrariar las resoluciones de gobierno. Jos Antonio Pez, 26-061828.
No admiro tanto el tesn con que faccin, la ambicin y la demagogia nos persiguen
sin cesar, como la inaudita ingratitud de casi todos aquellos que, adems de sacarlos del
afrentoso yugo espaol, deben a nuestros sacrificios y a nuestros extraordinarios
esfuerzos una existencia y una dicha de que gozan, sin permitirnos ni siquiera el reposo
debido a nuestro carcter y a nuestra benevolencia. Que detestable y espantosa
ferocidad!. Bernando OHiggins a Jos de San M artn, , 16-08-1828.
Los hombres cansados de tantas calamidades, disputan y poco sobre esa exagerada
libertad poltica; y en vez de principios impracticables, quieren un Gobierno
Constitucional, que les d garantas positivas, y los saque de ese laberinto de garantas
escritas, en que sin embargo no gozan en la prctica ni siquiera de los derechos de
propiedad y seguridad.. Antonio Jos de Sucre a Simn Bolvar, 27-10-1828.
Observo que el descontento aqu crece cada da, que se quejan justamente de las leyes
y del Gobierno; y que si estas gentes no han tomado ya un partido desesperado, es
138

Los Libertadores anduvieron, marcharon, cabalgaron, recorrieron, una y otras vez, ext ensamente la
geograf a, el territorio, los pueblos de sta Amrica. Obs ervaban en distintos lugares y circunstancias
diferent es a una pat ria inmensa, rica y hermosa en toda su geografa diversa y compleja: Caracas,
Venezuela, destruida por la naturaleza y por sus enemigos ante los ojos Bolvar; Montevideo, saqueada y
humillada vista por Artigas; mltiple en razas, tintes, lenguajes, tradiciones ante l a pres encia igualitaria
de Morelos; justiciero, alzado en las sublevaciones de los negros o en las embestidas de sus llaneros,
andaba el pueblo pobre; patriotas en el sacri ficio y el deber ciudadano unidos a Sucre en Chuquisaca; los
godos en distintos lugares amenazando a la independenci a y aorando la monarqua; admirable desde los
monumentos la cultura de los indios contemplados por el Libertador. Cansados todos los hombres por la
guerra lo informa Bolvar a Santander. Inerte, aletargada, cautelosa, temerosa l a sociedad cuando Pez la
gobern; ingrata con sus hroes Argentina, Chile y la Amrica toda desde las amarguras y t ristezas
de San Martn u OHiggins; una Amrica inconforme que recl amaba garanta verdaderas y la paz, como
la observaba y defend a el noble corazn de Sucre. As era sta Amrica, como la llam Morelos.

114

porque esperan un remedio de la autoridad de U. sin necesidad de una rebelin..


Antonio Jos de Sucre a Simn Bolvar, 28-11-1828.
En cuanto a la situacin de este viejo continente, es menester no hacerse la menor
ilusin: la verdadera contienda que divide su poblacin es puramente social; en una
palabra, la del que nada tiene, tratar de despojar al que posee; calcule lo que arroja de s
un tal principio. Jos de San M artn a Juan M anuel de Rosas, 02-11-1848.
si a estas ideas se agrega la miseria espantosa de millones de proletarios, agravada
en el da con la paralizacin de la industria, el retiro de los capitales en vista de un
porvenir incierto, la probabilidad de una guerra civil por el choque de las ideas y
partidos, y, en conclusin, la de una bancarrota nacional visto el dficit de cerca de 400
millones en este ao, y otros tantos en el entrante: ste es el verdadero estado de la
Francia. Jos de San M artn a Juan M anuel de Rosas, 02-11-1848.
XXXII- El Per
Deseando proporcionar cuanto antes sea posible la felicidad del Per, me es
indispensable consultar la voluntad de los pueblos.. Jos de San M artn al
Ayuntamiento de Lima, 1821.
si algn da se viera atacada la libertad de los peruanos, disputar la gloria de
acompaarlos, como un ciudadano.. Jos de San M artn, 20-09-1822.
Cuando resolv ponerme al frente de la administracin del Per, y tomar sobre m el
peso de tan vasta responsabilidad, anunci que en el fondo de mi conciencia estaban
escritos los motivos que me obligaban a este sacrificio. Los testimonios que he recibido
desde entonces de la confianza pblica, animan la ma, y me empean de nuevo a
consagrarme todo entero al sostn de los derechos que he restablecido. Yo no tengo
libertad sino para elegir los medios de contribuir a las perfeccin de esta grande obra,
porque tiempo ha que no me pertenezco a m mismo, sino a la causa del continente
americano.. Jos de San M artn, en la vspera de la entrevista de Guayaquil con
Bolvar, 1822.
no conviene ni al Per ni ha Colombia que el Libertador sea el que vaya: su persona
es muy interesante, y no es prudente ni justo exponer la causa propia por querer acudir a
la ajena en persona.. Francisco de Paula Santander a Antonio Jos de Sucre, 06-041823.
Que el Libertador debe ir al Per es una cosa evidentemente reconocida por l mismo,
por los peruanos y por su gobierno. En el Per no se ha establecido la concordia entre el
ejrcito, el pueblo y el congreso constituyente; despus de la ausencia del general San
M artn ha sufrido la administracin dos cambios, y a los ojos de los patriotas no se
presenta un hombre digno de sus confianzas y capaz para salvar el pas, sino el general
Bolvar.
Seis mil soldados colombianos en el Per sin tener a su frente al Libertador, podran ser
vctimas de algn partido, y entonces, en vez de que Colombia hubiese hallado su salud
en tierra de los Incas, habra encontrado una des gracia de grave trascendencia. Si esta
fuerza no pudiese llegar a Lima en tiempo hbil para salvar la esta ciudad y el puerto del
Callao, los enemigos se apoderaran de tan importantes puntos, y con su posesin

115

Colombia no podra gozar de su libertad ni contar con los departamentos del sur..
Francisco de Paula Santander al Presidente del Senado de Colombia, 10-05-1823
La repblica de Colombia, despus de haber completado gloriosamente la libertad e
independencia ha enviado a sus hermanos del Per una fuerte divisin que termine los
males que afligen a esta parte de la Amrica. El gobierno de Colombia al tiempo que no
excusa sus armas a los enemigos de la causa del nuevo mundo, solicita la paz por todos
los medios que estn a su alcance, y la actual situacin de Europa le ofrece un campo
que gustosamente aprovecha para negociarla con el ejrcito espaol en el Per.
Antonio Jos de Sucre al realista Jos de la Serna, 27-05-1823.
El Per se pierde, s, se pierde irremediablemente, y tal vez la causa general de
Amrica. Jos de San M artn a Jos de la Riva A gero, 11-1823.
Los quiteos y los peruanos no quieren hacer nada por su pas, y, por lo mismo, no ir
yo a tiranizarlos para salvarlos.. Simn Bolvar a Francisco de Paula Santander, 23-011824.
Si el Libertador ha credo necesario para cumplir la comisin que voluntariamente se
impuso de libertar al Per, que el gobierno de Colombia pusiese a su disposicin los
pocos recursos con que apenas puede contar para defender la repblica, el Libertador ha
olvidado que el poder ejecutivo tiene un cdigo de leyes a qu sujetarse
irremisiblemente y un cuerpo de los representantes de la nacin donde se examina y se
debe examinar escrupulosamente, si el ejecutivo ha correspondido a los deberes para lo
que ha constituido la misma nacin.. Francisco de Paula Santander al presidente de la
cmara de representantes de Colombia, 23-04-1824.
Jams esper or de usted la condenacin del gobierno de Colombia por los males
actuales del Per, ni que usted atribuyese estas desgracias a indiferencia en or sus
peticiones.
Bien ha podido usted representar al gobierno todos los peligros del Per, y solicitar
auxilios; pero yo no he debido os sus demandas sino segn el lugar que le dieran las
leyes colombianas. Si usted me muestra alguna donde se autorice al gobierno auxiliarlo
a usted para auxiliar a un Estado amigo, para sacar de Colombia un hombre y un fusil,
yo desde luego convengo en que soy culpable.. Francisco de Paula Santander a Simn
Bolvar, 10-05-1824.
Los legisladores saben que nosotros no hemos venido al Per en busca de ninguna
fortuna, sino en busca de la gloria de Colombia, del brillo de sus armas, de la seguridad
de sus fronteras, de la independencia de Amrica, y lo diremos tambin, Seor, sin ideas
de lisonja, por acompaar a V.E. que nos ha educado, que nos hizo soldados, que ha
impreso en nuestros corazones el amor a la libertad y que nos convid a llevarla a
nuestros hermanos desgraciados. Antonio Jos de Sucre a Simn Bolvar, 10-11-1824.
M il y mil enhorabuenas por la extraordinaria terminacin de la guerra del Per, la ms
interesante empresa que la historia puede recordar, el ms importante acontecimiento a
la libertad del Nuevo M undo, y l slo digno del patriotismo y energa de usted. Qu
grande es el suceso de Ayacucho! Qu inmenso el servicio que usted ha hecho a la
Amrica entera! Ningn mortal ha llegado al trmino de la gloria que usted, y no es

116

exageracin afirmar que usted ha traspasado las barreras que la gloria haba fijado a los
hombres.. Francisco de Paula Santander a Simn Bolvar, 06-02-1825.
Los peruanos tienen con Ud. una deuda inmensa de gratitud, mayor que los
colombianos; porque estos ven en Ud. un compaero y un genio obligado por los
deberes patrios a emplear sus esfuerzos y su ser todo por salvar la tierra nativa; y los
peruanos han de considerarlo un guerrero generoso que ha expuesto su vida, sus
sacrificios y su reputacin misma, que tanto vale, por arrancar del pueblo de los Incas la
discordia, la desolacin y la guerra, y sucederle la unin, la prosperidad y la paz.
Antonio Jos de Sucre a Simn Bolvar, 11-07-1825.
M e es imposible expresar la inmensidad de gloria que me ha dado el Congreso
encargndome de los destinos de su patria. Como representante yo del Ejrcito
libertador, me atrev a recibir la formidable carga que apenas podran sobrellevar todos
mis compaeros de armas; pero la virtud y el valor de estos nclitos guerreros, me
animaron a aceptarla. Ellos han cumplido la celeste misin que les confi el Congreso:
en Junn y Ayacucho han derramado la libertar por todo el mbito del imperio que fue
de M anco Capac; han roto el yugo y las cadenas que le imponan los representantes del
procnsul de la santa alianza en Espaa Despus, seores, nada me queda que hacer
en esta repblica; mi permanencia en ella es un fenmeno absurdo y monstruoso, es el
oprobio del Per.Simn Bolvar, devolucin de los poderes dictatoriales al Congreso
del Per, 10-02-1825.
El Per se pierde, s, se pierde irremediablemente, y tal vez la causa general de
Amrica: un solo arbitrio hay que salvarlo, y ste est en manos de usted, de Guisse, de
Soyer, de Santa Cruz y Portocarrero: y est dicho: estos solos individuos son o los
redentores de la Amrica, o sus verdugos; no hay que dudarlo; repito, ustedes van a
decidir de sus nombres.
Sin perder un solo momento, cedan de las quejas, resentimientos que puedan tener;
reconzcase la autoridad del congreso, malo. Bueno, como sea, pues los pueblos lo
han jurado: nanse como es necesario, y con este paso desaparezcan los espaoles del
Per, y despus matmonos unos contra otros, si ste es el des graciado destino que
espera los patriotas.. Jos de San M artn a Luis Jos Orbegoso, 20-11-1823.
permtame le tribute infinitas gracias por las noticias que me da de los favorables
sucesos del Per; ellas son para m un consuelo que me hace ms llevadera la
separacin de mi patria, separacin que todas las distracciones que presenta la
civilizacin europea no pueden hacerme soportable.. Jos de San M artn a Vicente
Chilavert, 01-01-1825.
La republica peruana ha recobrado su existencia poltica bajo la espada y la direccin
del Libertador presidente. Vosotros sabis cul ha sido el resultado de los esfuerzos del
general Bolvar eficazmente protegidos por la fidelidad del pueblo del Per a la causa
comn, y por la constancia e intrepidez de los defensores de la libertad. En Ayacucho
qued vencido el ejrcito espaol que dominaba todo aquel vasto pas, y desde este
glorioso da hasta la hora en que muri el jefe enemigo que ocupaba el Potos, las armas
unidad de Colombia y el Per, dirigidas inmediatamente por un general colombiano
[Sucre], hbil y afortunado, han obtenido una serie innumerable de prsperos sucesos..
Francisco de Paula Santander al Congreso de la Gran Colombia, 02-01-1826.

117

Esa conspiracin de Lima contra usted y las tropas colombianas es hermana de la de


Pez contra el gobierno. All como ac han sido los promovedores de ella hombres
perdidos en el concepto pblico, ambiciosos y descontentos. All como ac los hombres
notables pro sus virtudes y luces no han tomado parte en la conmocin. All como ac
la masa del pueblo aborrece los sacudimientos polticos, hostigados de guerras, partidos
y exacciones, y alzamiento, porque es en el gobierno donde se ejercen los altos destinos,
se dirige el tesoro nacional y se confieren empleos.. Francisco de Paula Santander a
Simn Bolvar, 20-09-1826.
He hablado bastante con el Libertador sobre el proyecto de la confederacin entre
Bolivia, Per y Colombia, por la cual yo no estaba antes, ms bien porque yo no
conoca a fondo el plan, que por cualquier otra causa No estoy todava tan
convencido de la necesidad de la confederacin, pero puedo asegurar a usted que la
idea en grande no me desagrada. Francisco de Paula Santander a Andrs de Santa
Cruz, Presidente del Consejo de Gobierno del Per, 03-12-1826.
En cuanto a la gran federacin, no hay ni que pensar en ella. Los sucesos del Per han
roto todas las bases y en Bolivia han aumentado la repugnancia que haba a ella..
Antonio Jos de Sucre a Simn Bolvar, 11-03-1827.
No hablo a Ud. de los asuntos del Per porque Ud. ser mejor impuesto por los amigos
de Lima y Guayaquil. Preveo que ese pas va a envolverse en des gracias. En el Cuzco
ha habido alborotos y en Arequipa los habr. En ambos departamentos hacen grandes
aprestos militares; unos dicen que porque temen que yo los invada; y otros, que para
atacar a Bolivia y conquistarla luego que yo me vaya. He escrito a todos que yo no me
meto en sus cuestiones domsticas.. Antonio Jos de Sucre a Simn a Bolvar, 03-041827.
Es posible que los trabajos de U. hayan sido echados por tierra en un daTemo
mucho la influencia de este suceso sobre Bolivia, as porque Crdoba est mal querido
de las tropas, como por los Revolucionarios del Per, a cuya cabeza est el loco
Vidaurre. Rafael Urdaneta a Simn Bolvar, 23-04-1827.
Temo mucho por los desrdenes que ocurran en el Sur: la traicin de esos oficiales es
ms cruel que la guerra que hemos concluido; el Per va a correr un crculo de
convulsiones continuas, y las agitaciones del Per van a conmover a sus vecinos..
Simn Bolvar a Antonio Jos de Sucre, 08-06-1827.
Yo me complazco con la idea de no haberme engaado y, sobre todo, veo con jbilo
que los peruanos no son ingratos, ni mis enemigos. Esto es tanto ms desinteresado
cuanto que no alimento mira alguna relativa a ese pas. Le deseo solamente felicidad y
gloria, que vivan en concordia y obedezcan a sus magistrados. Nada me importa la
Constitucin boliviana. Si no la quieren, que la quemen, como dicen que ya se ha hecho
antes de ahora. Yo no tengo amor propio de autor en materias graves que pesan sobre la
humanidad.. Simn Bolvar a Andrs de Santa Cruz, 08-06-1827.
Segn las cartas del general Obando, de Babahoyo, y del general Lamar, yo espero con
confianza que se habrn tranquilizado las cosas del sur, y habremos salido de estos
embarazos sin necesidad de desrdenes ni aun de la mano del general Bolvar. Esto me
agrada porque sera desesperarnos el pensar que para todo fuesen necesarios el

118

Libertador y las facultades extraordinarias.. Francisco de Paula Santander a Rufino


Cuervo, 08-07-1827.
No se oculta al congreso la alarma que ha empezado a difundirse en la capital con
motivo de los aprestos militares dispuestos por el Libertador y que deben conducirse por
esta capital, de su proclama del 19 de junio y de la comunicacin de su secretario,
publicada en El Reconciliador de Caracas, en que desaprobando el procedimiento del
gobierno sobre el hecho de nuestras tropas en Lima el 26 de enero, habla en un tono de
deprecio y de represin cual usara un superior con un subalterno delincuente. No tengo
motivo sino para esperar que esta alarma contine difundindose por aquellos cantones
y provincias que se han mantenido fieles al sistema constitucional, y mostrado
oposicin a las ideas polticas del Libertador.. Francisco de Paula Santander al
Congreso de la Repblica de Colombia, 21-07-1827.
Hace tres correos que me llegan avisos del Per de que Ud. pretende atacar a Bolivia, o
que levanta tropas por cuidos de que aqu le ataquemos. A pesar de que vi venir tropas a
Tacna, y acercar otras a Puno, me pareca imposible que hombres de juicio pensaran de
veras que yo hiciera alguna agresin al Per, ni menos poda creer que Ud. dieran el
escndalo de provocar o empezar una guerra
Si es por mi persona, ocho meses bastarn para que se desengaen los que an cuidan
que yo no tenga otra misin que la de vivir en Quito el ao prximo, a vivir all el ao
entero: en dos meses comenzarn aqu las elecciones conforme a la ley, y comenzar
por consiguiente el desengao que debe ser vergonzoso a mis calumniadores.
Si Ud. se sirve contestar y darme explicaciones, nos entenderamos desde La Paz,
adonde voy la semana que viene para saber que es lo que Ud. quieren. Nada me ser
ms penoso que lo que nos fuercen a explicaciones a fuetazos: me abochornara de que
en el mundo se diga que soldados de la independencia se hostigan unos a otros y si Ud.
quieren la guerra (no ser yo el responsable de ms sangre ni rencores): mas
defenderemos para ello contar a mi rededor con la repblica entera, y an me quedan
algunas docenas de soldados, cuyas armas han brillado del Orinoco al Potos.
Antonio Jos de Sucre al general Agustn Gamarra, 27-11-1827.
la desconfianza que inspira la inmoralidad de nuestros hombres, y mi ardor por el
xito de los intereses de V.E. me inclinaban a creer que una operacin rpida y
desesperada sobre Lima fijara los destinos de Colombia y restablecera las cosas del
Per al estado en que se hallaban el 25 de Enero
El Sur est tranquilo, aunque los preparativos del Per hacen sospechar que sus miras
no son puramente defensivas. Estoy cierto que si la convencin da lugar a nuevos
trastornos, el Per va a aprovecharse de ellos para extenderse hasta el Juanamb.. Juan
Jos Flores a Simn Bolvar, 06-01-1828.
La revolucin de Bolivia me ha partido el corazn de dolor, no porque ella sea el
complemento de la desmoralizacin de nuestras tropas, ni por los nuevos males que
vamos a padecer, sino por lo que van a decir en la Convencin y porque se le ha dado
gusto al Per de obtener sobre Bolivia las ventajas que ella debi reportar contra su
adversario. M il veces he pronosticado lo mismo que acaba de suceder y mucho me he
quejado de la poltica medrosa del General Sucre, porque cuando un partido fuerte se
pone en reposo sin avasallar a los dbiles deja el flanco a la iniciativa y se expone a ser
destruido. Yo tengo un profundo respeto por las opiniones del General Sucre; pero
confieso que nunca he convenido con la greguera poltica que se ha empleado para no

119

obrar con paso activo: el resultado va a desengaar al General Sucre. Dios no lo


permita!. Juan Jos Flores a Simn Bolvar, 29-01-1828.
como la mayor de las calamidades pblicas, es que tropas extranjeras se mezclen en
las disensiones de una nacin, me guard bien de dar aquel paso, y con l un ejemplo
fatal. Fui tan circunspecto y precavido en esto, que previne a los ministros en medio
mismo de los apuros, que por ningn motivo llamasen ni un solo soldado colombiano
Dice Ud. en su nota, que viene a mediar entre partidos. Puedo asegurar que con la sola
excepcin de un muy pequeo nmero de genios turbulentos o de gente hambrienta y
miserable, los bolivianos aman sus instituciones y estn contentos de su situacin. Ellos
gozan de la independencia, paz, libertad y de todas las garantas sociales. Si hay quien
diga lo contrario, que cite ejemplos y acuse con hechos la infraccin de las leyes. Dice
Ud. que ha sido llamado por algunos bolivianos; pero el hecho de llamar extranjeros, no
muestra patriotismo, sino un alma envilecida por las ms ruines pasiones. Desde ahora
aseguro, que si Ud. muestra las cartas de los llamadores, son todos de los que acabo de
describir. Aun cuando no fueran de esos malvados, no s donde encuentra Ud. el
derecho para orlos. En marzo del ao pasado, recib yo en La Paz tantas cartas del Per
de personas respetables, de muchas autoridades llamndome y aunque yo tena all
cuatro mil soldados veteranos, y aunque el Per no tena entonces fuerzas que
oponerme, y aunque se me haban hecho insultos personales, me guard bien de dar el
fatal ejemplo de que extranjeros intervinieran en los asuntos domsticos de un pas..
Antonio Jos de Sucre al general Agustn Gamarra, 10-05-1828.
Preferira mil muertes, antes que por m se introdujese en Amrica el ominoso derecho
del ms fuerte.. Antonio Jos de Sucre al general A gustn Gamarra, 10-05-1828.
Apenas haba sido derrotada esta maana la Divisin Peruana del Jl. Plaza que
particip a V.S. este importante suceso, aun cuando duraba el fuero. Ntra. Victoria se ha
completado: la Divisin del Jl.Gamarra vino a reforzar a la de Plaza al acabar aquel
triunfo; y tambin ha sido destruida y perseguida hasta aqu frente a Girn donde nos
hallamos.
Deseando evitar ms derramamiento de sangre americana ofrec al Jl. Lamar conceder
una Capitulacin honrosa al Ejto. Peruano. Ha pedido las concesiones q. le hacemos y
los comisionados q. la estipulen. En consecuencia han nombrado los Sres. Jl. Heres y
Corl. OLeary, autorizadas para negociarla. Antonio Jos de Sucre al Intendente y
Comandante General del Departamento de Quito, 27-02-1929.
Ayer he visto carta de Chile en que se anuncia la deposicin de Gamarra por un
coronel Escobero; desde ahora pronostico males incalculables al Per y tiemblo por la
139
suerte de usted y la de todo hombre honrado. . Jos de San M artn a Bernardo
OHiggins, 20-03-1831.
yo hubiera tenido la ms completa satisfaccin habindola puesto fin con la
terminacin de la guerra de independencia en el Per, pero mi entrevista en Guayaquil
139

Las narraciones anteriores se refieren a distintos sucesos de la vida Peruana, que hemos citado antes: el
Protectorado de San Martn; la presenci a y dictadura de Bolvar y del ejrcito libertador de Colombia; la
Campaa del Per; la victoria del general Sucre en la batalla de Ayacucho; la despedida de Bolvar del
Per; la Presidencia de Sucre en Bolivia y el motn de Chuquisaca; la ingerencia peruana en ese pas; las
amenazas del Per contra Colombia; la victoria de Sucre en Tarqui; las derrotas de La Mar y de Gamarra
y un recuerdo de San Martn sobre su partida del Per.

120

con el general Bolvar me convenci (no obstante sus protestas) que el solo obstculo de
su venida al Per con el ejrcito de su mando, no era otro que la presencia del general
San M artn, a pesar de la sinceridad con que le ofrec ponerme bajo sus rdenes, con
todas las fuerzas que yo dispona.. Jos de San M artn al general Ramn Castilla, 1109-1848.

*Abogado nacido en Caracas en el ao 1959, bigrafo del Gran Mariscal de


Ayacucho, Antonio Jos de S ucre. ha publicado diversos libros tales como son:
Sucre, Gran Mariscal de Amrica, obra premiada por la Universidad Central de
Venezuela, en el ao 1996, Doctrina y Pensamiento del Mariscal Sucre,
Estudios sobre el Mariscal Sucre, Juicios y Sentencias contra los Presidentes de
Venezuela, entre otros. Autor de diversas investigaciones de tipo histrico y
jurdico, publicadas en revistas nacionales e internacionales, entre las cuales figura
la Revista Amricas de la OEA y Mundo Historia de Espaa. Ha sido profesor
universitario en importantes instituciones de su pas. Conferencista y colaborador
frecuente de diarios nacionales y regionales de Venezuela. Es egresado en estudios
de post grado en derecho del trabajo de la Universidad Paris II, en Francia.

121

122

También podría gustarte