Reportaje A Nora Ciapponi

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Para la revista Brujas (feminista) del ao 2007.

Reportaje a Nora Ciapponi


Periodista: Nora, quisiera que me contaras tu experiencia como mujer y militante en la
dcada del 70.
Nora: Aunque varias veces tom entre mis tareas militantes el tema de gnero, no fue
nunca continuo. Siempre tuve la contradiccin entre desarrollar las actividades polticas y
sociales que me gustaban, (donde por otra parte ms fuerte me senta) y la lucha de
gnero. Trataba igualmente de ser un referente desde ese lugar para todas mis
compaeras, mostrar que podamos hacer de todo, lo que por otra parte senta como una
profunda conviccin. Porque hice todo lo que quise como militante; nada me fue por si
mismo vedado, aunque por supuesto tuve que luchar contra muchos prejuicios tambin en
el seno de la organizacin. Pero aunque yo sea crtica y autocrtica de muchas cuestiones
que hacen a nuestra historia militante, tengo una reivindicacin muy grande de todo lo
que hicimos polticamente como corriente. En mi caso y cuando me propuse encarar
determinadas tareas las pude hacer. Me refiero a traspasar aquellos supuestos lmites
femeninos respecto a la militancia. As abr trabajo en el Norte argentino junto a los
obreros azucareros de Salta y Jujuy viajando muchas veces a dedo desde Tucumn,
durmiendo donde me agarrara la noche, o luego alistndome para integrar la Brigada
Simn Bolivar a Nicaragua en 1979 para luchar contra Somoza.
Y nunca tuve demasiados problemas, porque si bien para muchos era un bicho raro se
me reconoca y respetaba. As dorm muchas veces en casa de obreros del azcar
pasados de alcohol slo cerrando la puerta de la pieza que con toda fraternidad me
ofrecan. Y no hablo de los activistas, sino de los trabajadores en general que me iban
conociendo en los primeros tiempos de mi acercamiento al Ingenio Ledesma. Participar a
medianoche en las asambleas de los lotes (lugar donde los trabajadores recogen la caa
de azcar) y hacer tareas destinadas tradicionalmente a los hombres, representaron
siempre para m un gran desafo y orgullo.
Cuando ingres a Palabra Obrera en el ao 1962 tena 19 aos. Era muy rebelde,
profundamente atea (la iglesia ya era para m la institucin que ms despreciaba por su
hipocresa y represin), lo que represent un profundo acicate para ser libre como
persona y tambin para decidir una vida nada tradicional.

En mi casa tampoco me bombeaban demasiado. Mi pap era hijo de italianos, que tuvo
14 hermanos, trabajador ferroviario, que hablaba muy mal de los curas, de familia muy
pobre Dios estaba muy desdibujado entonces. Mi mam era la que ms insista
siempre en elDios mo!. Y cuando yo tena 14 aos (aunque comenc a trabajar a esa
edad para ayudar a mi familia) muchas veces la encontr diciendo Dios mo, Qu habr
hecho para tener esta condena!, refirindose a m. Yo lea bastante Mi padre despus
de jubilarse se instal en Baha Blanca, que era una ciudad muy represora y reaccionaria,
y quien conozca BB podr decirlo. El me alent siempre a que hiciera lo que senta y tena
orgullo de mi posterior actividad militante Por eso cuando me fui de la ciudad no se
opuso, aquella ciudad que representa una prfida combinacin eclesistica y militar, que
tiene la base aeronaval de Puerto Belgrano, el gorila Diario Nueva Provincia, y que supo
engendrar monstruos como Astiz.
Me vine a Buenos Aires, entr a trabajar como secretaria con el plan de hacer
rpidamente otra cosa. Por eso apenas Palabra Obrera se comenz a reorganizar me fui
a trabajar a una fbrica textil, Alpargatas de la Avenida Patricios. Si eras una piba joven y
presentable, te tomaban Pero dur menos de dos meses porque en un paro de la CGT
(un paro que comenzaba al medioda)) el delegado falt (ingenuamente no comprend que
haba faltado para no garantizar el paro), y yo par la seccin. Al otro da, por supuesto,
me echaron como a perro. Pero lo ms cmico es que logr parar la seccin. Tena un
entusiasmo y una fuerza muy grandes
Luego hice mi ms importante experiencia sindical en La Hidrfila Argentina en la
localidad de Florida, luego en otras textiles como Modecraft, Productex, etc.
P: Pero luego fuiste candidata en las elecciones de 1973.
N: Fui candidata a vicepresidente en las elecciones de Mayo de 1973 por el Partido
Socialista de los Trabajadores que haba obtenido su legalidad. La frmula fue CoralCiapponi. Fue muy importante, porque ah dimos un claro mensaje a la sociedad de que
fuera una mujer, adems de obrera. No exista el ya acostumbrado rito de que la izquierda
se presente siempre a elecciones y que se vive hoy. Fuimos precursores en el sentido que
un partido de trabajadores se presentara y adems llevara una candidata obrera y mujer a
importante cargo. Fue muy importante. Ah s que tuve miedo. A diferencia de otras
actividades de base en las cuales me mova como pez en el agua, la candidatura me
daba un poco de temor, tambin a enfrentar las cmaras, siempre me gust mucho la
gente, cuando haba pblico, los actos por tanto los disfrutaba, tambin las asambleas,

pero ya lo otro no, no slo porque no lo haba hecho nunca sino tambin porque me
implicaba cambios de vida Despus de los primeros sustos me puse ms canchera en
la radio, no as en la TV (aunque estuve muy poco).
Hace pocos aos comenc a buscar las revistas de aquella poca y algunas encontr:
As, Gente, tambin estuve en Canal 9 almorzando con Nlida Lobato y otros programas,
tambin en radio con Blakie, con Carrizo
Fue una campaa con un profundo mensaje que planteaba la transformacin social a
partir del llamado a derribar el capitalismo. Los debates en la sociedad eran muy
apasionados e importantes. Cmo se ira a dar la revolucin era uno de ellos Eran los
tiempos que se hablaba de la toma del poder, de que manera se lo tomara las
discusiones con las distintas concepciones guerrilleras.
En la Revista Gente me reportearon junto a Mara Julia Alzogaray, ya que ella se
presentaba como candidata a diputada; era una mujer tmida, no tena nada que ver con
la que se mostr en la dcada menemista con el tapado de piel que intentaba cubrr su
desnudez. El reportaje me favorece completamente, pinta cual era mi niez, como era la
de ella, aparecen claramente dos mundos. Discutamos sobre el divorcio, ella estaba en
contra, yo obviamente a favor, reivindicaciones de larga data. Tambin en otros momentos
se encar la discusin sobre el aborto, con menor prejuicio en la sociedad que el que
existe hoy.
Luego, cuando termina la campaa electoral en Marzo de 1973 yo me voy al Norte
argentino, a Tucumn, y hago la experiencia que cont anteriormente en todo el Noroeste
y especialmente en Jujuy. Para las elecciones del mes de Septiembre va como candidato
a Vicepresidente Jos Francisco Paez, dirigente del Sitrac-Sitram y recientemente
fallecido..
Estoy en el Norte hasta 1975, cuando el ejrcito interviene el Sindicato del Ingenio
Ledesma que tena una direccin clasista que influencibamos mucho. Luego de unos
das de fuerte lucha fue derrotada la huelga.
Pesaba sobre m pedido de captura, me logro escapar en un bal de un coche (se
interviene el Sindicato del Ledesma el mismo da que la UOM de Villa Constitucin), la
polica se queda con mi Citroen y me vuelvo a Tucumn ya iniciado el operativo
Independencia, y luego a Buenos Aires.- Toda mi militancia en el Norte, en Tucumn, en
Jujuy, fue muy fuerte, tenamos una importante incidencia como PST en el gremio del
azcar y entre los textiles. En el Ledesma abr el trabajo, como cuento antes haciendo
dedo, con familias de obreros que me acogieron rpidamente en sus casas a medida que
me iban conociendo. Los primeros tiempos fueron de apertura un tanto solitaria de mi

parte porque no haba otros compaeros del PST, pero luego llegaron dos valiosos
militantes a Jujuy1
Fue una experiencia repositiva. Como yo no cuadraba en el modelo de mujer supe
despus de un tiempo que los obreros me decan entre ellos la macha, (como sinnimo
de macho). Pero como me reconocan como mujer, tenan todo un lo que se hacan,
porque a m siempre me decan Nora o Norita. Tal vez el reconocerme virtudes era lo que
me haca ms parecida entonces a un hombre! Tal vez aceptaban mejor as sus
contradicciones
Despus me vuelvo a Buenos Aires, me hago cargo del tema presos y desaparecidos del
PST hasta 1979 que me voy a Nicaragua. Empiezo a hacerme cargo antes del golpe de
estado, durante el gobierno de Isabel: Ya instalada la dictadura, a los presos haba que
atenderlos, una tarea sper clandestina que asumo con un grupo de compaeras. Y
aunque yo era una figura pblica no me haba querido ir del pas. Senta la necesidad de
quedarme. Asum el riesgo y la tarea, aprend mucho aunque era duro de soportar,
especialmente el dolor de los familiares y el propio por la desaparicin de compaeros.
Las vivencias de la carcel, el llegar a los presos a travs de un paciente tejido de
iniciativas, represent tambin todo un arte y desafo Todo lo que se cuenta en el libro
Nosotras, presas polticas, de las guerrilleras tiene un inmenso valor, muestra todo lo
que es capaz de hacer un ser humano en situaciones lmites Nuestros presos y
desaparecidos del PST tuvieron una gran conducta
En 1979 cuando se constituye la Brigada Simn Bolvar en Colombia para combatir en
Nicaragua contra Somoza, yo estaba muy triste y agotada emocionalmente por las
tensiones que viva respecto a la tarea. Me propongo para viajar y se acepta porque se
necesitaban compaeros con experiencia sindical Me voy sin culpas ya, y con extrema
necesidad personal para insertarme en otra situacin que no fuera la de Argentina de
esos momentos. Pero eso es otra historia Conocer otros pases fue fundamental en mi
formacin, me sent plenamente y por primera vez un ser universal
P: Qu penss del hecho de que las mujeres que combatieron al lado de los hombres,
no tuvieran luego el mismo protagonismo una vez que tomaron el poder?
N: Despus de la gran revolucin que culmin en Julio de 1979, el Frente Sandinista de
Liberacin termin pactando con la burguesa llamada democrtica de Violeta Chamorro
1

Alfredo Silva ex obrero y dirigente de Citroen y Juan Carlos Lpez Osornio (Pelado Matosas)
recientemente fallecido y que estuvo preso durante ms de 8 aos luego de ser detenido en el
Ledesma en 1975.

y otros partidos, impulsando la llamada economa mixta (que supuestamente podra hacer
coexistir economa capitalista y socialista), lo que termin maniatando a los trabajadores y
campesinos que pretendieron organizarse de manera independiente. Por qu entonces
no iba a ocurrir lo mismo con la mujer? Todo ese proceso cada vez ms retrgrado
termina consolidndose en los 90, con la derrota del Frente Sandinista en las elecciones
nacionales. Pero en realidad la derrota se haba dado abajo para el pueblo nicaragense
haca ya varios aos. Despus de 11 aos -1979 a 1990- el FSLN haba dado repetidas y
vergonzosas muestras de que no estaban dispuestos a luchar por una real
transformacin social. Si miro a Nicaragua hoy y recuerdo lo que era con Somoza, uno
puede preguntarse para qu tanto sacrificio tanto herosmo de un pueblo .
Claro que como vos decs las mujeres dieron muestras de gran coraje, no solamente las
combatientes, ya que es en las propias ciudades donde se termina de derrotar a la
guardia nacional. Las mujeres y los jvenes entonces son vanguardia (apenas nios eran
los jvenes) con mtodos sencillos de lucha que van inventando a diario Los obreros no
podan hacer nada en sus lugares de trabajo, as que cuando volvan a la noche luchaban
en sus barrios junto a la familia. Pero esa lucha la protagonizaron centralmente las
mujeres y los jvenes, ya que los propios hijos haban tomado partido activamente contra
Somoza y su asesina guardia .
Los comandantes eran profundamente machistas Muchas combatientes han comentado
que siempre para ellas quedaban las tareas menos reconocidas como la cocina o el
cuidado de los heridos
Como se puede creer que se reconozca el valor de las mujeres cuando Daniel Ortega
hoy Presidente de Nicaragua nunca fue juzgado por el hecho incontestable de haber
violado a su hijastra durante aos? Todo Nicaragua conoce este repugnante hecho..
Tambin de las golpizas a su propia mujer
P: Volviendo al tema del partido, en qu consista el medio punto?
N: La dictadura marc necesariamente un profundo cambio en las costumbres de los
militantes. En los aos previos las compaeras habamos logrado importantes conquistas
de igualdad. En las direcciones regionales (menos a nivel de la direccin nacional) haba
una mayora de compaeras.
Pero como digo, la dictadura hace cambiar las cosas. Debamos adaptarnos a las
pocas de reaccin. Cualquier hombre que mostrara una gran apertura a hacer tareas
tradicionalmente femeninas (limpiar la casa, la vereda, cuidar sus hijos) mientras su

pareja llegaba muy tarde a su casa o existan movimientos raros, era denunciado como
sospechoso. Se fue dando as una autorepresin para protegerse y proteger a la
organizacin.,,
Se fueron imponiendo lenta e imperceptiblemente al principio, prdidas por parte de las
compaeras de los espacios trabajosamente conquistados. Esto tambin se sufra en la
militancia misma, ya que en las casas de los trabajadores las mujeres tenan miedo de
que se los fuera a visitar a sus domicilios Y el eslabn ms dbil eran las compaeras
militantes que deban dejar paso a los compaeros para llegar a los domicilios de los
trabajadores, entre otras cosas porque llamaban menos la atencin de la polica y de los
vecinos Tampoco podamos ir a la puerta de la fbrica porque se llamaba mucho la
atencin, y as Todos los prejuicios sociales se hicieron presentes de manera aguda,
convirtindose muchas veces en un problema de vida o muerte.
Las compaeras con justicia ven que la fuerza de las nuevas costumbres pierden su
contenido defensivo para cobrar fuerza y dinmica propias As se comenzaba a quitar el
espacio para decisiones equilibradas. Por ejemplo, se haca una lista de compaeros para
ir a una escuela de formacin y se deca que fulana mereca ir por su actividad pero
que no podra porque deba cuidar a su hija e inmediatamente quedaba eliminada de
la lista sin hacer ningn esfuerzo para resolver colectivamente el problema, o sin que la
compaera fuera quien tomara la decisin
Por otra parte en esos duros aos nadie iba a exponer un beb en un taller de formacin.
Pero eso ya representaba una importante discriminacin...
As apareci el medio punto propuesto por algunas compaeras. Lo que propona dicho
mecanismo era que por ser mujer tuvieramos un medio punto ms que un compaero, o
sea ms puntaje que le permitiera por esa va ser designada o premiada. Concretamente,
que entre el balance de un compaero y de una compaera, siempre la compaera por
ser mujer, tendra medio puntaje ms
Yo y otras compaeras no estuvimos de acuerdo y discutamos mucho.
Si peleamos por derechos iguales, otorgarnos medio punto de ventaja por ser mujeres, no
nos favoreca. Era una nueva forma de discriminacin. Que debamos discutir los
problemas de contenido, detenernos en cada caso concreto tambin pero que ganarse
el lugar era una lucha esencialmente nuestra, y no por cumplir un papel de oposicin a
los compaeros Lucharamos para que se nos reconociera no por nuestra condicin de
madres o de compaeras de vida de tal o cual compaero, sino por el de nuestras
capacidades y esfuerzos militantes. Por supuesto que tienen que existir todo tipo de
consideraciones hacia quienes adems de trabajar y militar cuidan a sus hijos, y eso debe

ser muy tenido en cuenta para no cometer injusticias y tener una valoracin de conjunto.
Ese fue el debate..
P: Y la revista Muchacha?
N: Yo no tuve una relacin directa con la revista, porque la revista Muchacha tuvo mucha
aceptacin en Secundarios y en el movimiento estudiantil. Se lanz en el perodo en el
que fui candidata. Lleg a tener muchsima aceptacin
P: Haba machismo dentro del partido?
N: Si, claro que si, tambin doble conducta que es ms grave, propagar una cosa y hacer
otra
P: Cmo ves el tema de la mujer en los partidos hoy en da?
N:. El Partido Socialista de los Trabajadores, bastante ms que el MAS, le dio una
importancia grande al tema de la mujer. Yo soy parte de esa construccin colectiva.
Pero las contradicciones entre la lucha de gnero y su relacin con el marxismo no es
nueva y tambin estuvieron presentes en nuestro Partido. El enfoque que exista era que
la liberacin femenina no podra ser lograda si no era a partir de un profundo cambio de
relaciones sociales y humanas, es decir en el socialismo. Por tanto las reivindicaciones
especficas de gnero aqu y ahora siempre se las relativizaba, todo era orientado en gran
medida para el futuro. En este sentido los grupos feministas cumplieron y siguen
cumpliendo un fundamental papel, tanto en la investigacin, elaboracin, como para
incentivar la lucha.
Porque exista como una promesa a un paraso terrenal al que llegaramos despus de la
toma del poder, todos seramos ms felices y ms humanos, pero esa concepcin entr
en crisis con la experiencia sovitica, en todos los terrenos. Porque si no hay una
construccin de largo aliento, una prefiguracin de nuevas relaciones humanas en esta
misma sociedad que muestre las posibilidades de un cambio, tampoco va a haber
socialismo, ni emancipacin humana y femenina, ni nada.
Todo eso entr en crisis demostrando que la cosa no era la expropiacin de los medios
de produccin y punto.

Porque en la Unin Sovitica de 1917 se expropiaron los medios de produccin a la


burguesa y qu se construy? Aquella concepcin profundamente humanista del
marxismo fue dando paso al ms grosero economicismo, un falso marxismo, desfigurado,
mutilado.
Por eso volver a los Manuscritos economico-filosoficios de 1844 nos hacen reencontrar
con el marxismo, textos que fueron fundamentales en mis primeros aos de militancia y
que se fueron perdiendo con el tiempo, y que fuimos volviendo a retomar. Porque es esa
concepcin la que me llev a militar toda la vida, la de luchar por la ms completa
desalienacin humana.
Existe un trabajo de Marx, muy bello, entre los Manuscritos de 1844, titulados Propiedad
privada y comunismo, que plantea que es en relacin a la relacin con el otro sexo, con
la mujer, donde se puede medir hasta dnde el hombre se ha hecho humano. dice: 2
Si tenemos esta concepcin no entiendo porqu deberamos elegir entre una lucha y otra.
Por supuesto que la lucha de gnero tiene que tener especificidad, pero ella se enmarca
en la ms grande lucha que tenemos planteada y que sigue siendo un gran interrogante,
si es que seremos capaces de lograr nuestra propia autodeterminacin, por tanto
desalineacin de todas las relaciones humanas y sociales. Ello no puede quedar como
una promesa a futuro, debe construirse como proceso aqu y ahora. En aquellos
regmenes sostenidos luego por el stalinismo sigui habiendo alienacin y apropiacin de
plusvala por parte del estado burocrtico, y las mujeres fueron tan oprimidas como antes
despus de tomar un poco de aire fresco en los primeros aos de la revolucin.
Tenemos que hacer un esfuerzo infinito para hacer que la transformacin social que nos
proponemos sea cada vez ms humana, si no, no es.
Y hasta que no se salden cuentas con este pasado que sigue estando presente en la
mayora de la izquierda no habr cambios tampoco respecto a la mujer.
P: En cunto a la autonoma del movimiento de la mujer?
2

En la actitud ante la mujer, presa y sierva de la lujuria comn, se manifiesta la ilimitada degradacin en que el hombre
existe para s mismo, pues el secreto de esta actitud tiene su expresin inequvoca, decidida, manifiesta, en la relacin
entre el hombre y la mujer y en la forma de concebir la relacin directa y natural entre los sexos. La relacin directa,
natural y necesaria entre dos seres humanos es la relacin entre el hombre y la mujer. Esta relacin natural entre los
sexos implica de manera directa la relacin entre el hombre y la naturaleza; es directamente su propia determinacin
natural. En esta relacin se hace evidente, por tanto, sensiblemente, reducido a un hecho palpable, hasta qu punto la
esencia humana se ha convertido en la naturaleza del hombre, o la naturaleza en su esencia humana. A partir de esta
relacin se puede juzgar, pues, el grado de cultura a que el hombre ha llegado. Del carcter de esta relacin se deduce
hasta qu punto el hombre ha llegado a su ser genrico, a un hombre y se concibe como tal; la relacin entre hombre y
mujer es la relacin mas natural entre dos seres humanos. Y en ella se pone de presente, asimismo, hasta qu punto la
conducta natural del hombre se ha hecho humana o hasta qu punto la esencia humana se ha vuelto para l esencia
natural, en qu medida su naturaleza humana se ha convertido en su propia naturaleza. En esta relacin se pone de
presente, adems, hasta qu punto las necesidades del hombre se han convertido en necesidades humanas, hasta qu
punto, pues, el otro hombre en cuanto tal hombre se ha hecho necesidad para l, en qu medida, en su existencia ms
individual, es al mismo tiempo, un ser colectivo. (Editorial Pluma, Obras filosficas escogidas, pgina 105).

N: Me parece bien que sea autnomo completamente independiente. Por otra parte, es
necesario, aunque deba hacer todos los esfuerzos por llegar al conjunto de la sociedad y
no convertirse en un gheto.
P: Muchsimas gracias y un gran abrazo.

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