Antologia General de La Prosa en El Perú Del Siglo XVIII Al XIX
Antologia General de La Prosa en El Perú Del Siglo XVIII Al XIX
Antologia General de La Prosa en El Perú Del Siglo XVIII Al XIX
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DUOS TRANSITORIOS."
Prlogo
En la secuencia de la antoldga sobre la prosa peruana, que ya bemos definido en sus objetivos y lmites,
iniciamos este segundo volumen. Es nuestro propsitc
tornar apoyo en la bistoria poltica y social para ver. a
travs de las aristas d\e la prosa narrativa y de los canibios insiiiucionales, cmo se abren los moldes virreinales,
a fin de que nos asomemos a la inauguracin de la
Repblica.
Ser portal de entrada seguir los ecos que resueian
del 7MERC7lR3O P&RUANO. Es posible que el nombre
y la figura de quienes colaboraron en el planteo y orgaiizacin de esta revista, est fuera de duda. N o obstante
est dems seularla como un hito en la evolucin de la
prosa narrativa, y como eslabn con los aos que rondan
el reconocimiento de los sucesos de discusin inmediata.
Esta opowe un pequeo grupo de ideas de fuerza, que
varan el esquema sometido nl control de fa Jg'glesia y, en
cambio de esa actitud se expande una avidez del sector
ilustrado, para empaparse y difundir los conocimientos,
tanto cientficos como bumanisticos, que dan el tono al
trnsito que se est fomentando en la sociedad virreinal.
No es nuestro inters derivar a las iiterpretaciones
histricas sobre el papel que cumpli el '7Mwcurio' o a
los alcances de determinados evevltos o personajes, a me-
. La prosa acadmica y literaria del siglo X7X est frecuentemente referida a Felipe Pardo y 7Manuel A. Segura,
y de otro lado, a los grupos tanto en "La bohemia" de
Palma como en fa 'de Cbamon. En todo cdso, la primera
fue una generacin 'rmnlica'.y la ltima fue la que
sigui a (jonzlez Prdda, y en ese sentido fue un grupo
naturalista en 10 esttico. Entre uno y otro grupo bay la
diferencia entre los aos 1850, de relativa estabilidad y
bienestar, y el efecto de la guerra del Pacfico y el desastre econbmico consiguiente. Pero no son estos datos, los
que fijan la importancia de las figuras ms connotadas
entre los escritores que marcan la poca de Palma y la
poca de SonzcPkz Prada. Tampoco es la distinta preferencia por uno U otro, O la fcil oposicin entre uno bispanista y el otro anti-bispankta. Lo cierto es que Palma
con sus "Tradiciones" y (jonzlez Prada con sus "ensayos" ban apuntado a distintos blancos, y nos interesa
indagar en qu medida la prosa narrativa y el discurso de
estos escritores nos permiten conciliar elementos que apa-
1.
Dejando aparte la mencionada curiosidad de la gente del Bercurio, creemos que los ilustrados influyeron en la acentuacin de
enterarse y anotar aspectos que hoy da pueden compartir tanto
el rtulo de cientficos y literarios. La unin de ambos trminos
hace justicia a rasgos que definen no solamente a la escritura de
las n~emorias,sino que coinciden con un momento de la elite ilustrada que estaba compuesta por criollos y peninsulares.
Hemos escogido para mostrar en este apartado tres casos: son
fragmentos que remiten a Unanue, Pereyra y Rivero y Ustriz. En
efecto, Unanue (1755-1833) es el criollo que puede ser invocado
para representar el trnsito de ese sector de los ilustrados que, al
mismo tiempo que dan fe de su asimilacin a la inteligencia y a la
nobleza, tambin se comporfa como cientfico, o literato y poltico
de su poca. Escogimos el prlogo a la segunda edicin de la obra
dedicada al clima de Lima (1806) y que fue publicada en Madrid
en 1815. Hemos utilizado la edicin de las Obras cientficas y literarias en tres volmenes (Barcelona, 1914).
En segundo lugar seguimos la edicin de Enrique Carrin
Ordez para ofrecer un fragmento de la Noticia de Arequipa que
ha sido datada en 1816. Su autor Antonio Pereyra (1790-1858)
transcurri en Arequipa desde 1810 a 1816 y luego vorvi a Tenerife su tierra natal en las Canarias. Gracias al trabajo filolgico,
disponemos ahora de un minucioso estudio sobre el texto en cuestin (1983). El trabajo de Carrin reconstruye el lenguaje y la
poca y en ese sentido es un friso sobre el cual se pueden reconocer las caractersticas de un ilustrado no ~ri0110y que redacta para
mostrar a sus contertulios en Tenerife una visin de su estada en
la ciudad surea. En todo caso el trabajo desborda los lmites de
lo lingstico, para abrir a travs del texto una mirada en la sociedad de los tiempos que nos ocupan.
Finalmente apelamos a un fragmento de Rivero y Ustriz
(1798-1858), datado en 1826 y que es parte de una Visita a las
minas del departamento de Puno. El autor es reconocido como
hombre cultivado y estudioso, que colabor con el Barn de Humboldt y realiz tareas m distintos campos que unen su pasin por
la ciencia y la educacin. Hemos utilizado el tomo 11 de la Coleccin de memorias cientificas, agrcolas e industriales (Bruselas
1857).
En todos estos casos es visible el sentimiento de identificacin
con el tema del qire tratan y, a pesar de las diferentes fechas se
percibe esta familiaridad para entender ciencia y literatura como
no antipdicas. Por estos valores que se trciducen en la escritura y
en su lectura, aparte de lo que parezcan a los ojos de los especialistas, creemos pertinente abrir con ellos nuestra seleccin.
NOTAS BIBLIOGRAFICAS
PEREYRA Y RUIZ, ANTONIO
1983(1816) Noticia de Arequipa.
EN: La lengua en un texto de la 7luStracin par Enrique Carrin
Ordez, 365-377.
Pontificia Universidad Catlica del Per, Lima.
RIVERO Y USTARIZ, MARIANO EDUARDO DE
1857
Visita a las minas del departamento de Puno en el ao de 1826.
Coleccin de memorias cientficas, agrcolas, e industriales,
11, 1-3. Bruselas.
UNANUE, JOSE HIPOLITO
1914(1806) Advertencia a la segunda edicin.
Obras cientficas y liierarias 1, 3-6.
Barcelona.
1914
Fragmentos, derechos de los criollos.
Obra5 cieritlicas y literarias 11, 390.
Barcelona.
1914
Labor literaria y poltica.
Obras cientificas y literarias 11, 390.
Barcelona.
Las observaciones que sobre el clima de Lima y sus inffuencias en los seres organizados publiqu en esta capital el ao 1806,
han merecido el aprecio, no slo de los literatos de Amrica, sino
tambin de los de Europa (3). En el 7Memorial literario, de Madrid,
del 20 de mayo de 1808, nQ 14, se imprimi un juicio circunstanciado de ellas. Su autor, despuslde recomendar las utilidades de
la Medicina topogrfica, prosigue :
"Penetrado de estas verdades, el doctor Unanue trat de publicar SUS observaciones, las cuales, no slo tienen el mrito de la
originalidad, sino el de haber tratado esta materia con un crden
cientfico, y cuando no ms, con tanta filosofa y crtica como la
que tienen los escritos de esta clasc publicados en Europa, a lo
menos los que yo conozco.
"Divide su obra en tres secciones: en la primera, trata de la
historia del clima de aquella regin; en la segunda, de las influencias de aqul sobre los seres organizados y, en la tercera, de la
que tiene sobre las enfermedades.
"En la primera, despus de hacer una descripcin topogrfica
de Lima, pasa a examinar la calidad del suelo, naturaleza de sus
(1)
VI
FRAGMENTOS
Yo reclame y defend los justos derechos del Per a ser representado por sus propios hijos en el Gobierno que se erigi en Espaa, en ausencia del rey don Fernando. Esta solicitud se reputaba
entonces por audaz; porque los espaoles que habitaban el Per,
pretendan que la eleccin deba Iiacerse exclusivamente entre ellos.
Para neutralizar sus trabajos redact e hice suscribir una memoria por ms de setenta personas distinguidas de la capital; y aunque qued expuesto a la clera de unos cuantos, el silencio colotiial
fue roto, los nimos se rehicieron y la representacin fue obtenida.
LABOR LiTERARIA Y POLITICA
En 66 aos de edad, he consagrado 45 a ensear a la juventud; he promovido establecirriientos para su educacin, he publicado obras y contribuido con mi pluiiia a cuantos peridicos se principiaron a dar a luz en 1791, poca brillante de la literatura peruana.
%lo siento que la vida me sea corta para continuar mis trabajos y
al mismo tiempo defender a mi'patria.
NOTICIA DE AREQUIPA
ANTONIO PEREYRA Y RUlZ
AL LECTOR
[fol. 11
La Ciudad de Arequipa (), una de las mas principales y hermosas de las que pueblan los vastos Paises del Per, est fundada
en un sitio que tena el mismo nombre ef ao de 1536, distante del
mar 20 legiias. La fund por los aos de 1540 el Marqus Don
Francisco Pizarro, quien fi esta comision uno de sus Capitanes
mas bizarros, y de su mayor confianza, llamado Pedro Anzures de
Campo Redondo, natural de Cisneros (b).
Est en los 16 grados y 1 3 minutos de latitud al Sur, sitada
en una gran llanra la falda de un alto Monte, que se eleva entre
otros, y de cuya elevacin hablar por separado, conocido en el da
por el nombre del Volcn de Arequipa; y es tradiccin constante que
re-//[fol. lvQ]vent en tiempo de la Gentilidad.
El titulo de Ciudad, y Armas, que son, un Volcan arrojando
humo, su falda un Ro, y por timbre un Grifo con una bandera,.^
en ella un letrero que dice Yo el' Rey (), se las di el Emperador
Carlos Quinto; y los eptetos de Muy Noble y muy Leal, los %ores Reyes Felipe 1I y Felipe 111.
Lamina 2a.
Fu bendecida esta Iglesia por el Ilustrisimo Sr. Encina en la tarde del dia
24 de Junio de 18f3,
()
Estos tienen un cuarto muy decente al bajar las gradas de la Catedral, desde donde el Regidoil de semana inspecciona todo, y est
mano para administrar justicia.
Hay Caxa Real, con dos Ministros de Real Hacienda, que son
Tesorero y Contador; y un Balanzario, cuyo cargo corre la fundi-//
[fol. 61 cion de Barras de Plata y Oro. Un Administrador de Aduana, otro de la Renta de Tabacos, y otro de Correos, con sus respectivos Contadores y Oficiales, todos bien dotados.
En Arequipa solo se habla la renga CasteIlna, pero con tanta
finura, savidad, y propiedad, como pudiera en las Ciudades mas
cultas de Espaa: hy si sus nombres provinciales, como sucede en
todas partes ().
La gente Arequipense es generalmente de buena estatura, de
facciones labradas, color blanco que tira rubio, muy hlagea,
poco afecta al inters, y de corazon compasibo (b) para todo forastro, quedandose todo escritor corto con respecto al general cario
de estos naturales, siendo constantes en esta parte, como me lo ha
hecho ver la esperiencia en siete aos que piso este suelo, pesar
de las contrariedades que ofrece la presente poca contra los que
no hemos nacdo aqui.
Bien persuadidas las Seioras de Arequipa de que el verdadero
adorno de una Dama consiste, despus de la virtud Cristiana, que
es el cimiento de todas, y el que las hace apreciables la sociedad,
es la // [fol. 6v0] lectra, el dibujo, el piano, y el manejo economico de sus Casas, ninguna se desdea en tomar con ahinco estos
deberes, enseando con su egemplo otros pueblos () que desconociendo esta virtud, se vanagloran de ser eternas ociosas, creyendo
hallarse bastantemente adornadas con el vestido y las aljas, que
(A) Vase el nQ 48.
(b) Quando muri6 el Ilustrisirno Seor Encina, 35 seoras de las principales
corrieron al Palacio para llevar sus Casas los familiares que no somos
de aqui, suplicandonos con lagrimas aceptasernos este efecto de compasion.
[fol. 6v93 (A) En la Ciudad de Lima tienen las Seoras menos valer dedicarse la costura, ni entender del manejo de sus Casas.
(b) Al mando de Don Juan Ramirez, quando vino reconquistarla por la toma
del Exercito del Cuzco el ao de 1814.
He hablado de un viagero Italiano, Don Nicols Pavn quien me
dixo que una Camisa suya cosida en Arequipa, anduho con admikcion de
las Damas de Londres de estrado en estrado.
Dan al .manjar blanco tal punto de conservacin, y tal excelmcia, que es
uno de los reglos de gran aprecio en Lima; donde lo llevan en caxetas
hechas este fin.
[ f ~ l .71 (A)
(b)
ner los derechos del trono Espaol, otras tantas han sabdo las
Arequipeas desprenderse con generosidad volmtariamente de sus
aljas, cediendolas en doriatibo.
En la defensa que hizo esta Ciudad para oponerse la entrada
del Egercito revolucionario del Cuzco, comandado por el insurgente
Mito Garca Pumacha, impuestas las Damas de la escases de
aga y viveres //
[fol. 7v0] que tena nuestra tropa despus de cinco das de campamento en una pampa rasa, unidas todas, y llenas del mayor entuciasmo por la libertad de su suelo, no menos heronas que las matronas Romanas, corrieron al campo llevando canto sus fuerzas
podan resistir, y llegadas al sitio donde estaban sus padres, sus
mardos, hermanos, hijos, los exhortaban la pela, ofreciendose
ellas mismas, siempre que las permitiesen; heroismo que oblig al
Gobernador Intendente Don Jos Cabriel Moscoso ponerles um
lazo de sinta blanca en el brazo, para distincin del patriotismo
con que defendan su suelo y derechos.
Para sus enlaces prefieren los Europos sus mismos compatriotas, que coadyuban sus Padi-es. Este es uno de los origenes
por que el Criollo dia al Europo, sin conocer que ellos mismos
son la causa. El Europo que abandona su pais por venir este
sin destno. claro es que no trae consigo otro tesoro que su industria, y el trabajo de su brazo: que nacdo para l, ya por educacion, por necesidad sabe un oficio, egerce un arte. No menos
precisado comportarse bien para proporcionarse la proteccion del
pais, y siendole caracteristica la honradez, manifiesta en sus acciones una conducta arreglada. Si ayudado de la fortuna luce su trabajo y sus desvelos, procura de todos modos adelantar su caudal,
fincarlo, y desviarse cuerdamente de aquellas diversiones que son
las ruinas de las tasas mas fuertes. Establecidos, y casados aqui,
hacen // [fol. 81 un vecno util, un buen mardo, un verdadero
padre, un fiel amigo de su consorte.
Por e1 contrario se advierte, con gran dolor, de los naturales
de este Reyno, pues aunque debo confesar es Arequipa en esta
parte menos desgraciada que sus convecinas, no deja de esperimen-
[fol. 8v0]
Los talentos de los Arequipeos son muy finos, y sus ingenios
muy perspicaces. Estudian con rapidez la Filosofa, Teologa, y el
Derecho; consiguen los grados de Doctor los diez y ocho veinte
aos, y luego clman.
Los manufactores y artistas de Arequipa trabajan sin principios y sin instruccion; y asi solo saben imitar las obras, sin que se
vea en ellos algun rasgo de invenci&; y ninguna persona algo
decente se dedica estas nobles facultades ( 5 ) .
()
Egercenlas los Indios, 6 Sambos, quienes solo aspiran tener con que pasar
el da, y como tengan para beber, y una mala ropa con que taparse, estan
contentos. Estas gentes jamas acostumbran poner un remiendo sus vestidos, prefiriendo el andar andrajosos. No se encuentra en ellos honor, verdad, ni vergenza. Es muy raro el que no toma adelantado, quando no el
todo, la mitad de lo que vale su trabajo, sin cuyo uso no verifican la
obra; siendo el mayor trabajo de Arequipa el haber de tratar c m oficiales.
Paris y Londres.
Hay asimismo muchos Oficiales de Plateria, Albaileria, Carpintros, Escultres, Pintres al temple y al oleo, Alfareros, Herreros, Sastres, Doradores, Sombrerros, Tintorros, Relogros, y otros
oficios, sin contar el gran numero de musicos y danzantes.
Los Comerciantes son muchos, en cuyos almacenes y tiendas
se encentran quantos efectos producen la Eurpa y el Asia, sin
que el comercio sea incompatible con la Nobleza (b).
La arquitectura civil, punto de polica se halla poco ade!antada: son pocos los Gefes que cuidan de este importante ramo.
Todos por lo regular tran solo enriquecerse, y con despachar
grandes papeladas de sus servicios la Corte, quedan muy satisfechos.
[fol. 9vQ]
Encierra la Ciudad de Arequpa con los ocho Pueblos suburbios
que le rodean (), mas de cincenta mil almas. Las carenta mil de
Espaoles, entre los cales hay gran numero de familias Nobles (b),
y los restantes de Indios muy civilizados. Tiene asimismo un gran
numero de Esclavos, Negros, Mulatos, y otros mixtos: y todo el
obispado tiene 136,812 almas.
[fol. 9+]
(b)
Ei
(1)
37
Nicacatari (que significa vbora de fuego) en mil setecientos ochenta y uno, quemndose en doce de mayo; la ciudad de Chucuito
sufri la misma catstrofe, el trece de abril. El inspector Valles
vino entonces de Lima con una fuerza de dos mil hombres, y oblig
Tupaccamaro levantar el sitio los tres dias. Hasta ahora existen vestigios del castillo que formaron para defensa en el Creston
de Ruarapatu, y es de una piedra caliza, compacta, blanquizca, con
restos orgnicos, como huesos de vizcachas. La fortaleza dista como
unas 300 varas de la plaza de armas de Puno.
Las minas de este departamento estn en las cinco provincias
que lo componen: Lampa, Chucuito, Muancane, Asngaro y Carabaya. En las cuatro primeras se encuentran minerales de plata,
cobre, plomo y hierro, y adems en la de Asngaro, de cinabrio;
en Carabaya se encuentran los lavaderos y aventadores de oro.
PROVINCIA DE LAMPA
2.-
NOTAS BIBLIOCRAFICAS
BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERU
1970(1823) El Corneta de la Guerra.
El hparciai. El Corneta de la Guerra.
1 , 1-8. Lima: Biblioteca Nacional d d Per.
197d(1822) E! Imparcial.
El Sntparcial. El Corneta de la Cjuerrd
3, 17-24. Lima: Biblioteca Nacional del Peni.
1971(1821) Los Andes Libres 2, 1.6.
Lima: Biblioteca Nacional del Per.
FUENTES, MANUEL A.
1
Gua bist6rico-descriptitrct, administrativa, ju
Lima, 262-270.
Lima :
PE7'ROLEOS DEL PERU
1971(1822) Ld Abeja Rept4bficana 18, 19, 20, 165-188.
Prhlogo y notas de Alberto Tauro.
Lima: Petrleos del Peni.
PORRAS BARRENECHEA, RAUL
1970
1 periodismo en el Peru.
Lima:. Instituto Ral Porras Earrendhoa
SANCWEL! CARRION, JOSE FAUSTINO
1971(1822) Carta del sditario de Saybn.
La Abeja Republicana
4, 29-60. Lima: Petrleos del Per.
L ~ ANDES
S
LIBRES
MARTES
31 DE JULIO DE 1821
E s a f f n e n ~ d ~ya,
s aprended ' er justos, y fio
despreciar las virtudes.
BRE LA INDEPENDEN
SENCI~JLLZES EL SE~-LODE LA
VERDAIT
cado para hacer el patrimonio exclusivo de los espaoles de Ultramar. As no progresaban nuestras indigentes familias, careciendo
de medios para mantener enlazes legtimos. La sociedad se vea
menoscabada en los individuos que deban aumentarla; y eligiendo
los que ya haban nacido destinos incompatibles con sus propensiones, acosados de Ia miseria, la inmoralidad llenaba el lugar de la
virtud, y el abandono el que corresponda al honor. Ni se crea que
esta es una queja que ahora se produce: porque desde el tiempo
mismo de la conquista se lamentaban los espaoles criollos, hijos
de espaoles indias, que ni por los mritos de sus padres, ni por,
la naturaleza y herencia de la hacienda de sus madres les haba
cabido nada, porque los gobernadores lo atrapaban todo para s,
sus parientes y amigos; dexandolos necesitados pedir limosna,
para poder comer, forzados saltear por los caminos, para poder
vivir, y morir ahorcados
De aqu se sigue 1. Que el sistema colonial de los espaoles
en el Per es contrario al fin de Dios en la creacin del hombre;
pues le mand que c*ciese, se multiplicase y llenase la tierra, lo
que no ha podido ser en el Per en el aumento debido por las causas expuestas. 2. Que es contra el instituto de toda sociedad; porque en esta deben los que la componen vivir fraternalmente, y auxiliarse unos otros baxo de leyes justas y de un gobierno paternal.
Mas en el Per ni en toda la Amrica espaola ha podido esto
acaecer; porque no haba mas ley que la voluntad del vice-rey que
mandaba, y una predileccion decidida por los europeos, de donde
resultaban discordias interminables. 3. Y as es tambien contra el
espritu de la religin Cristiana que esencialmente consiste en la
paz, union y caridad, que excluye el dominio colonial, cuya base
es divide, y mandms Mxima fatal introducida en las mismas comunidades que deben ser el modelo de la fraternidad.
Los espaoles europeos cumpliron ya en el Per su destino,
como lo cumpliron en Espaa los Africanos y Romanos de quienes
furon colonos. La sociedad entre nosotros est formada; la Reli(2)
(4)
La tierra no brota hombres; sus continentes se han psblado por emigraciones lentas y sucesivas de los pases inmediatos al de la creacin. Los
hijos de los pobladores, sea de los primeros, sea de los posteriores son
rigurosamente, y en sentido fisico, los hijos de la tierra que ocupron sus
padres; porque su cuerpo fisica y rigorosamente desde el vientre de su
madre se alimenta, nutre, nace, crece, vive, y se componen sus huesos
y carnes de esa tierra, y en ella se convievte quando muere, prestndole
como madre tierna un seno piadoso sus cenizas. De aqu el amor con
que la debemos apreciar, y los. sacrificios que por su gloria debmos hacer
Dulce, et decorum est Po'Patria mor Horat.
No equivocar al prncipe Tupac-Amaru, con don Jos Cmdorcanqui que
tom el mismo nombre, y fue desquartizado en el Cuzco en estos ltimos
tiempos.
gen. Gracia, paz y amistad los claros Espaoles que con sus sabias obras nos han enseado el derecho imprescriptible de los pueblos, para elegir el gobierno que sea mas proporcionado su felicidad, y al fomento del honor y las virtudes: y que habindolo puesto
en excercicio en su mismo pais, nos han conducido por la mano
executar lo propio en el nuestro, baxo los auspicios del Omnipotente Dios, y por los esfuerzos de nuestros hermanos del Sur (5),
dirigidos por el prudente y victorioso general, el excmo. seor D.
JOSEDE SAN MARTIN,Libertador y Padre de la PdTR9d (6).
isombras inmortales de los valerosos hijos de Buenas-Ayres,
que habeis muerto en los helados desiertos del Alto-Per por dar
la libertad la Patria! reposad en paz. Ya estas vengados. En medio del inmenso pueblo die Lima, y del mas exltado jbilo, se ha
coronado la grande obra que sacrificasteis vuestros sudores y
vuestra sangre (7). Desde el triste asilo de mi esclavitud os he siernpre acompaado, y enjugado en mi silencio las lgrimas que por
vosotros derramaba. Me acerco al sepulcro, libre, por el valor de
vuestros hermanos, de las cansadas cadenas que arrastraba, y de la
inmensa opresin que angustiaba mi espritu. Oxal que mis cenizas pudiesen mezclarse con las vuestras, en esos pramos doride
rendisteis la Patria el ltimo aliento. Pero al menos podr veros
en la eternidad con semblante risueo, y el dulce placer de dexar
libres mis tiernos hijos. Quiz las lecciones que de vuestras virDesde el tiempo de la conquists, Lima ha sido la oficina en que se han
labrado las cadenas de Chile, y de donde se ha ido remacharsselas. En
recompensa, ha venido de Chile la f u m a que ha destrozado las nuestras.
Eterna gratitud a tan grande pueblo! Rodeenle laureles inmortales, y a
su digno ilustre director el excmo. seor don Bernardo O-Higins! La
prudencia de Colocolo ha resucitado en el senado de Arauco, y en sus
valientes tropas el valot. de Lautaro, y su amor m la Patria. El Eterno
una en las felicidades al Per y Chile, pues han sido victima comun en las
desgracias. iGuerreros invencibles del Ro de la Plata, que formais con
los de Chile el EXERCITO UNIDO LIBERTADOR, permitid que la pluma reserve para mas adelante tener el honor de tributar el homenage debido vuestras esclarecida< virtudes!
(6) 'Hic rnagnos potuis triumphos, Xic ames dici Pater. . . Horat.
(7) El Sbado 28 de julio de 1821, se proclam la Independencia por el general
D. Jos6 de San Martn, con extraordinaria magnificencia y alegria.
(5)
tudes y heroismo les d su anciano padre, podrn hacer que renazca en alguna manera en ellos ese ardor, ese infatigable celo por el
amor de la Patria, d e que fuisteis el mas noble y el mas perfecto
(Se continuar.)
dechado.
ARTICULOS REMITIDOS
Seor Editor.=Por una rara casualidad me ha traido del Callao
una pwsona que se escap de all, la siguiente copia de la carta
que escribi nuestro amado general Ricafort, y me apresuro
suplicar V. la imprima, para que se haga pblico este nuevo rasgo
de su heroyca generosidad. = F. L. A.
COPIA
Seor brigadier D. Mariano Ricafort. = Muy seor mio de todo
mi aprecio.- Se me ha informado que en consecuencia de la evacuacion de Lima por las tropas espaolas, se ha retirado V. ese
castillo continuar en l' la delicada curacin de su herida: yo no
puedo prescindir de respetar y lastimar la presente situacin de V.;
porque un gefe valiente y de dilatados servicios tiene derecho la
proteccin de todos. Sobre este principio quiera V. hacerme la justicia de creer, que si prefiriese pasar la capital curarse, proporcionar la persona de V. cuanta seguridad y auxilios necesite para su
alivio; y si tuviere la satisfaccin de verle restablecido, podr V.
marchar libremente al destino que eligiere. = Es de V. su atento
servidor Q. B. S. M. 7os de San Xartin. = A bordo del navo San
~Vartinsobre las aguas del Callao lQ de julio de 1821."
PATRIOTISMO
Esta es la dulce voz que con mas gratitud y frecuencia omos,
U
la que con mas gusto pronunciamos, y la que mas irrita la Z ~ de
los enemigos de la LIBERTAD; pero sta es la que mnos se entiende, cuyo significado se ha querido invertir por la malicia ignorancia de algunos. Los corz~ductoresdel cmro de la tirana y sus
secuaces suponen que el Patriotismo es un cmulo de pasiones desordenadas, y el exercicio del mas desenfrenado libertinage; y por
SONETO
iA qu grado de honor te has elevado
Excelsa, noble y venturosa Lima!
Qu loa no mereces y que estima
Porque hoy tu libertad has proclamado!
Con ella tu poder has levantado
A la mas alta y encumbrada cima,
Siendo el gran SAN MARTIN quien te sublima
A la altura que no has imaginado.
Aprecia, pues, tan no esperada gloria,
Dando gracias al HEROE ESCLARECIDO
Por quien dicha consigues tan notoria.
Y no temas que el tiempo el olvido
Obscurezcan tu fama y tu memoria,
Tcnindo un PROTECTOR TAN DISTINGUIDO.
EL IMPARCIAL (Nm. 3)
DEL SABADO 16 DE NOVIEMBRE DE 1822,
En el nmero 56 del Correo NercdntiZ ha aparecido un articulo, cuyo exrdio tiene por objeto criticar el primer nmero de este
peridico; pero entre la multitud de palabras generales que se ven
all hacinadas, no he podido descubrir otra razon, que la contrariedad que se finge entre nuestro mte y las reflexiones que le siguen.
Creo que el articulista se hallaba fuera de su juicio, cuando
asent una proposicion, cuya falsedad aparece primera vista. Para
convencerlo copiemos el citado texto: EI Estado, dice, necesita una
multitud de personas que lo sirvan, y estas tienen necesidad de
subsistir. Esta subsistencia debe subntiriistrarse por todos, supuesto
que se emplea en servicio de todos. Como si dixera, que no solo
estn obligados contribuir los gastos pblicos los ciudadanos
del estado; sino tambien todos aquellos en cuyo servicio se emplean.
Y qu otra cosa inculcamos en todas las reflexiones?
Tal vez el articulista se habr sentido polque digo, que los
ingleses son los que mas deben contribuir los gastos del Per Si
tiene algm interes en que esto no suceda, con razon le ha hecho
cosquillas; y as su crtica no proviene de que las reflexiones no
convengan con el mote, sino de que chocan con sus intereses particulares. Si sus intenciones son rectas, hagamos ver la contrariedad
que descubre; pero no aventure proposiciones sin detenerse en probarlas.
POCO
combi-
Se continuat'.
LIMA: IMPRENTA DE LOS HURFANOS,
ADMINISTRADA POR DON NICOLAS PINEDA.
49
Norir V ~ n c e r
hablado los papeles pblicos, y con especialidad el Correo 7Mercunti1 y el Investigador, en el que con grandes y notables letras se ve
el nombre de Soto-Xayor, y en seguida un auto suyo que sin comento ni explicacin, su mismo tenor califica el desconcierto de sus
facultades mentales, y su total ineptitud para la judicatura, que
ejerce.t El pblico huye de su juzgado como un piloto de los escollos. Su concepto hecho un ludibrio de las gentes, y en especial
de los litigantes y actuarios, repitiendo diariamente excesos, en que
no incurriria el papelista mnos instruido, y calificada su ninguna
idoneidad para el destino de juez en los recursos, que ha interpuesto y su poca cordura en dirigir oficios al Soberano Congreso, cuando tan elevada autoridad no debe hablarle sino por pedimentos.
El fiscal escusa encargarse del por menor de sus quejas, porque considera que el Soberano Congreso las percibir primera vista y
redimir al pblico con la privacin de oficio de este juez, de los
da'os que infiere su ignorancia, acordar lo que fuere de su Soberesolucion
rano arbitrio.-Lima y febrero 20 de 1823-A1vare.z.-La
de la Alta Cmara es en todas sus partes conforme lo pedido por
el ministerio fiscal como consta del proceso sujeta materia.
ARTICULO COMUNICADO.
'
4.' Con todas las mejoras y preciosidades benficas de.nuestras sabias y bien arregladas Bases de nuestra Constitucion, debern ser arrastrados con ignominia la carcel pblica por deudas
puramente civiles y de muy pequea cuanta como de 10 y 15 pesos
incluyendose entre los demas, los mismos mineros matriculados y
operarios de minas?
OTRO
OTRO
ARTICULO COMUNICADO
Sr. Editor:-En
Colombia el ltimo Congreso en el corto trmino de cuatro meses no solo form su Constitucion, sino tambin
un tomo en 4 . O abultado de leyes muy sabias y beneficas, y luego
ellos mismos se pusieron en retroceso. Pero Nuestro Soberano Congreso Constituyente del Per lleva ya de continuas sesiones cinco
meses caminando para seis, y aun no tenemos Constitucin ni mas
Lyes que las pocas que hemos visto de cuando en cuando en la
gaceta-En que consistir esto?-Yo creo que ser por el mucho
calor que ha habido este ao en Lima.-Por esto creo que tienen
nimo de permanecer vitaliciamente en SUS sillas, cuando menos
un par de aos para trabajar con fresco.
OTRO
Sr. Editor:-Se
dice que ha sido nombrado presidente de
Huaylas D. Toribio Silva. Tenga V. la bondad de Comunicar
los serranos esta plausible noticia para su consuelo, y espero en
Dios que los huayleos no esperimentarn ya las vejaciones con
que los atormentaron los anteriores presidentes. Que se arranquen
de sus libros y se quemen por manos del verdugo los nombres de
sus precedentes mandones, porque la repblica no sufre en su seno
salteadores, ni aun documento que atestigue sus infames hechos.
/Viva la Repblica!
OTRO
e1
VANIDAD.
Era por los aos del Seor de mil y tantos, cuando los nobles
de Arabia fueron visitados por un clebre personaje del oriente,
cuyas hazaas extendieron con gloria su nombre por toda el Asia.
Las familias nobles rabes se haban quejado varias veces al Soldan de Egipto de sus enormes atrasos y extrema pobreza causada
por las persecuciones de un extrangero, que viniendo con multitud
de combatientes del otro lado del monte Atlas les haba destruido
y usurpado la mayor parte de sus heredades: por cuyo motivo suplicaban al Soldan les disminuyese las contribuciones cuanto fuese
posible, si queria evitarles su fatal ruina.
Tal era el supuesto estado de los nobles rabes cuando lleg
el mensionado personaje. Referir la historia, que nos ha conservado este suceso, que reunidos en consejo las mugeres y hombres
cabezas de aquellas ilustres familias, empez tratarse del modo
de obsequiar al ilustre huesped de un modo cual correspondia la
dignidad de ellos y de la persona obsequiada. Hizose larga mencion de los extraordinarios servicios que en favor de la nacion
hiciera aquel guerrero. Tuvose tambien presente que una gran parte
de los beneficios habian infuido muy particularmente sobre los intereses de los presentes, y se concluy con recordar que la gratitud
es virtud propia de las almas grandes y generosas, y que asi era
preciso hacer los mayores esfuerzos.
Para establecer un sistema nuevo se necesitan dos cosas: primera, confiar su ejecucion a sugetos que le amen, y que tengan un
inters directo en su establecimiento; y segunda: preparar la opinion ilustrando al pueblo, y demostrndole las ventajas que de l
deben resultarle.
SEGUNDA
Cuando no se cuyda sino de establecer nuevas teoras, los resultados en la prctica suelen distar mucho de los deseos de los que
las promueven; por que la gran dificultad de un cuerpo legislativo
no est en dictar buenas leyes, sino en disponerlas de modo que
no queden ilusorias.
TERCERA
Un gobierno que directa indirectamente contradijese las resoluciones del cuerpo soberano nacional, provocara la guerra civil,
y sera responsable de las vctimas que en ella pereciesen.
QUINTA
Sin virtudes pblicas no puede haber libertad, porque para conservar ecta, es menester que todos los ciudadanos estn prontos
sacrificar por ella cuanto tienen y esto no se hace donde la virtud
no es comun todos los individuos de la asociacin.
OCTAVA
"Nacer noble es una casualidad, es una fortuna: tributar adoraciones y rendir respetos al que cuenta abuelos de ilustre alcurnia
es costumbre antigua de la gente vulgar: los hombres que en todo
tiempo han pensado, solo han mirado la nobleza en las acciones
magnnimas y virtuosas, encaminadas la gloria de las naciones;
y jamas han incensado los vanos simulacros de la grandeza heredada, cuando las obras no estaban conformes con aquella prerogativa.
El vicio en todos parece mal, y aun mas todava en aquellos
que por su cuna deben dar exemplo de virtud. Qu importan los
adornos y atavios militares en el que jamas tuvo parte en la pelea?
Tan ridculo perece los ojos de la sana razon un militar de perspectiva, esto es, uno de aquellos favorecidos de la fortuna, que
desde las faldas de su nodriza empez trepar los grados de la
milicia hasta llegar al supremo mando de ella, sin talentos, sin valor
y sin cualidad alguna marcial, como un busto ambulante, engalanado con los diges y distinciones inventadas para premiar las nobles acciones.
Los aristocratas por lo mismo que de ordinario se creen de
una raza superior los demas hombres, debian cuidar mucho de
que su vida fuese correspondiente su rango; de otra manera la
Se continuar.
Lima, 1 8 2 2 . 3mprenta del Rio y Cotnpun.
Cuando de resultas de la guerra de sucesin escribian los politicos de Europa que no era de esperar se hiciese la Amrica independiente, causa de estar las costumbres castellanas tan firmemente introducidas en esos paises, que siendo esclavos no eran
enemigos, tanto que si un virey poseyendo los talentos de Cesar
Cromueli hubiera intentado separarlos de la metropoli, los mismos
,naturales habrian sofocado sus proyectos; los amigos de la Patia,
y de su libertad, que sentian que no eran felices, que querian, y
que podian serlo, temieron en el retiro de sus meditaciones no se
realizase un tan triste pronstico; si cuando dieron el grito de
alarma hombres, y pueblos benemeritos, la causa de la libertad de
Amrica se les present entre contrastes, pero nunca imaginaron
que fuese tan tenaz la preferencia los conquistadores, ni que prevaleciese sobre el amor de la Patria, el de intereses facticios, mezquinos y opresores. Pero doce aos de una guerra cruda s hacen
honor los esclarecidos proslitos de la independencia, tambien
llenan de oprobio y confusion los que han teido sus sacriligas
espadas en la sangre de la Patria. Mas la revolucion es y consumada, la hacha de Focion ha minado enteramente el edificio brbaro y gtico de las preocupaciones y los errores, ha hecho caer
el brillante polvo que cubria las envejecidas instituciones, y ha
hecho conocer que entre las causas que dividen los hombres, la
de la libertad es la nica legtima, la nica que necesita, la tnica
(Se concluir).
Cima,
1822.
que nos merece la patria, con instituciones pomposas. Restablezcamos en todo su esplendor la dignidad de hombres propiamente tales;
que tiempo hay, para que la virtud, el talento, la sabidura, y las
hazaas formen distinciones. No olvidemos, de que la mano regia
es demasiado poderosa, y que quien llega a sentirla en toda extensin, no tiene persona, no conoce propiedad, no siente en s el mgico impulso de la libertad. .Estas prerrogativas solo se conservan
por los que estan habituados a defenderlas y de hecho las defienden perennemente con la eficacia de su carcter, librado en las instituciones populares. Si el honbre en sociedad ha asegurado sus
preeminencias naturales no por eso ha perdido su tendencia a usurpar las de sus socios. Toda la dificultad est en el buen xito; Y
seguro de este, nada teme. As que, la oportunidad de oprimir solo
depende de la ineptitud de resistir; y a la manera que en l estado
natural, ella consiste en la debilidad fsica, en lo social nace de la
flaqueza civil. Cmo nos defenderamos de la real opresin, si
poco diestros en el ejercicio de nuestros derechos, no hemos sabido
ms que obedecer ciegamente? Un trono en el Per sera acaso
ms desptico que en Asia, y asentada la paz, se disputaran 10s
mandatarios la palma de la tirana.
No tiene duda. El orden moral sigue la misma economa del
fsico; y el modo que un cuerpo elstico, I'argo tiempo comprimido,
llega a entorpecerse su fuerza expansiva, tanto que necesita nuevo
y vigoroso estmu~o,para restituirse con su energa primitiva, si se
le vuelve a oponer obstculo: as la libertad, o sea el conato de
ella, sofocado por centenares de aos exige un agente poderoso
que la excite vivamente, y tal como debe quedar para mantener la
actividad de su resorte. Conviene, pues, que por repetidos ejemplos nos convenzamos de que somos realmente libres: que sacudamos las afecciones serviles : que nos desperecemos del profundo
sueo, que ha gravado nuestros miembros: que nos saturemos en
fin de libertad. Y por cierto, que una testa coronada llenar
perfectamente estos empeos; cuando por una fatal experiencia
sabemos, que ser rey, e imaginarse dueos de vidas y haciendas, todo es uno; que los pueblos son considerados como por
d e estas divinidades, y que su industria y su trabajo deben conver-
aliado, reyes de tal y tal parte, cuando sus majestades han determinado tapar el resuello a una centena de miles, porque pidieron
pan, reservndose desde luego el motivo de su real nimo.
Las costumbres! Y la civilizacin. . .? Qu desgraciados
somos los peruanos! Despus de pocos, malos y tontos. Slo los
pueblos muy virtuosos y muy sabios no son dignos de regirse por
monarcas. Con todo, nosotros no cebamos nuestras piscinas con las
carnes de nuestros esclavos, para que sean ms sabrosas, y tal cual
conocemos el sistema representativo. La religin santa que profesamos, y las luces que difunde el siglo, pueden morigerarnos y
civilizarnos con ms ventaja que a los romanos sus aruspices, y sus
senadores consultos. Adems, es cosa averiguada, que nadie se engaa
en negocio propio: todos ms o menos poseemos el caudal necesario,
y los conocimientos precisos para el squito de este juicio, que es
toda la familia peruana. Con que, el estar, como neciamente se
presume, los peruanos en la primera grada de la escala de la civilizacin, no es motivo para ahogarnos en la real coyunda. iPor cierto, que ella nos adelantar mucho. . . Comprubanlo palmariamente
la santa inquisicin en las monarquas absolutas; y la prohibicin
de escritos, que analizan los derechos del hombre, .en las moderadas o representativas. E verdinegro estandarte en aquellas; y las
llamas junto con la mano del verdugo en estas, son los vehculos
de la ilustracin civil.
Pero, amigo mo, figurmonos por un instante bajo el rgimen
monrquico. Podr agradar esta conducta a los dems estados independientes? Colombia se ha constituido en repblica, Chile y
Buenos Aires estn al consolidarse bajo igual sistema. La causa de
nuestra separacin de Espaa es una en todas las secciones del continente, nuestros intereses pblicos los mismos; pues nuestra concordia, y fraternidad no deben exponerse por sola la imprudencia
de establecernos en manera opuesta. No infundamos desconfianza,
y vaya a creerse, que procuramos atentar con el tiempo su independencia; antes s, manifestemos que en todo somos perfectamente
iguales, y que habiendo levantado el grito contra un rey, an la
memoria de este nombre nos autoriza. Verdaderamente, que con
so10 pensarlo, ya oyen de nuevo los peruanos el ronco son de las
EZ Solitario de Saydn.
CAPITULO V
COMIDAS NACIONALES
El severo y ceremonioso minu, el mesurado vals de tres tiempos, el acompasado lond y la expresiva cacbucba dejaron, hace
aos, los salones para cederlos la voluptuosa polka, la estrepitosa galopa y al tempestuoso vals de dos tiempos. La zamacueca
ha tenido tambien que abandonar los salones de alto tono, para
imperar, con siempre igual fuerza, en la casa del obrero y de la
mujer de vida alegre.
Antes, el baile de mayor etiqueta, sin exceptuar los oficiales,
terminaban con la zumacueca que desde las once de la noche para
adelante no perrrtitia ninguna clase de bailes srios. En el dia se
polkea y se galopa toda la noche, y la polka de cajn, disfrazada
bajo los nombres de Ecuador, zanguuraa y otros diferentes, ha
quedado reducida, como lo hemos dicho, no lucir sus lascivas
belkzas sino entre os sectarios de Baco, entre la gente de buen
bumor.
CAPITULO VI
CARNAVAL
Entre las diversiones inventadas por la barbrie, y cuya existencia apenas puede suponerse en un pueblo medianamente civilizado, ocupa uno de los primeros lugares el juego de carnestolendas.
Se diria, y con razon, que en esos tres funestos dias pierden el juicio las dos terceras partes de los habitantes de Lima, y que la otra
tercera es la vctima de aquella locura.
Desde que se sepa que el juego de carnaval consiste en echar
agua sobre las personas como se echaria sobre bestias quienes se
quiere refrescar; desde que se sepa que no se puede salir la calle
sin exponerse ver brotar cataratas de todos los balcones y ser
acometidos por pandillas de gente soez que en esos dias no reconocen gerarqua superior; desde que se entienda que el agua de
carnaval establece, como la muerte, una igualdad social mas perfecta que la igualdad legal, no costar esfuerzo ninguno calcular los
desrdenes y los daos que ocasiona ese maldito juego. Desgraciado el hombre mujer que no pueda en esos tres dias condenarse
una severa clausura; lo de mnos es que un valde de agua puerca
malogre su vestido; feliz si un catarro alguna enfermedad mas
sria no lo manda la cama meditar en d~escansosobre las delicias del carnaval.
ESOStres dias de locura pasan; se han consumido algunas docenas de botellas de agua pestilente que usurpa el nombre de agua de
I;dvanda, se han roto algunos cientos de cascarones de huevos; se
han consumido algunas botellas de aguardiente; se ha derramado
alguna sangre como resultado necesario de las disputas y rias que
producen el desrden y el desenfreno, pero el mircoles de ceniza
todo el mundo recupera su juicio para recordar que el primer hombre fu de tierra, que nosotros somos de i d m , y que ms tarde 6
mas temprano nos hemos de convertir en puro idm, A la llamada
de la campana de las iglesias .los mas furiosos cmvalistas entran
al templo y se hincan ante el sacerdote que les estampa en la frente
una hermosa cruz de ceniza. La respetable matrona que ha pasado
Te mando mi coraton
Y fambiert este negrito.
Quisiera tener talento
Como tengo uoluntad,
Para hacerte conocer
Con este bermoso negrito
Slli cario, ccmpadrito.
Regularmente la presentacin del obsequio produce en el compadre la impresin de un alevoso garrochazo; entra en apuros si es
persona que no disfruta de grandes comodidades, y se dispone para
retornar la tabla el jueves siguiente. Como se conoce el objeto del
compadrazgo, y como el amor propio toma su partecilla en el asunto,
la invocacin que dirige la Tristti a todos los peruanos, recordndoles que no es su deseo ofender el orgullo nacional, sino al contrario, es un acto de honestidad y de amor. Firma as: "Vuestra compatriota y amiga. Flora Tristn. Pars, agosto de 1836." Por la intensidad y la agudeza de juicio y el rol importante que cumple despus Flora Tristn en las luchas obreras europeas, este testimonio
es invalorable para la poca que nos ocupa.
La fragata de la marina francesa "La reine-Blanch" permaneci en el Callao desde fines de 1841 hasta comienzos de 1845. Max
Radiguet estaba en la dotacin de esta fragata que haba iniciado
un extenso viaje por las zonas de Brasil, Chile y el Per y que despus seguira hacia Oceana. Radiguet que tena 25 aos aprovech
su tiempo para tomar apuntes que son parte de un libro ms vasto
pero que son accesibles a travs de la publicacin parcial realizada
por la Biblioteca Nacional de Lima. La versin al castellano es de
Catalina Recavamen Ulloa y el estudio preliminar de Estuardo Nez explica cules son las partes del original que se han reunido
por su conexin con el Per y as mismo las referencias sobre el
autor. Lima y la Sociedad Peruma ofrece pues una visin de un
viajero que estuvo ms tiempo en Lima y que comparti su situacin de viajero ocasional con una permanencia ms dilatada. En
todo caso, la lectura de estas pginas es una buena introduccin a
situar rasgos que pueden ser coloridos o curiosos, pero que disean un perfil social que en muchos aspectos ha permanecido por
dcadas hasta el siglo actual. Por tanto y dada la data, el testimonio de Radiguet nos interesa para situar ms ntidamente el contorno social y cotidiano de Lima en la primera mitad del siglo XIX.
Testimonio del Per (1838-1842) es una reduccin de un trabajo
ms amplio que public J. J. von Tschudi (1 81 8-1 889) en 1846 en St.
Callen. La traduccin del alemn de a s a de Sagasti y la seleccin
y notas de H. Buse haaen que este libro, editado para los hispanohablantes, permita conocer las notas de viaje que Juan Jacobo von
Tschudi hizo entre los aos que van del 38 al 42 del siglo pasado,
en torno a las distintas secciones geogrficas y a las curiosidades
del buen viajero e investigador que fue Tschudi. Pero este libro
puede ser ledo con fruicin para reconocer paisajes, personajes,
En una segunda parte de la seccin de prosa testimonial, agrupamos los textos que dan preferente mirada a la segunda mitad del
siglo XIX. Son referencias a unas pginas del Den Valdivia (17961884), unas reflexiones de Sebastin Lorente (1813-1884), el texto
clsico de Gonzlez Prada (1848-1918) sobre la lengua segn la
versin definitiva preparada por Luis A. Snchez, y una nota de la
memoria de un joven peruano iniciando su ingreso en Europa. Textos diversos y distintos en su intencin, hacen gala de la ductibilidad de la prosa escrita y sus reacciones frente al horizonte que
encontramos.
BIBLIOGRAFIA
GONZALEZ PRADA, MANUEL
1946(1889) Notas acerca del idioma.
Pdjinas libres, 256-272. Prloge y notas de Luis A. Sbnchez.
Lima: PTCM.
LORENTE,
1967
SEBAST~AN
E1
recfotamiento.
Per, 24-25,
Nota de Alberto Tauro. Lima: UNMSM,
Pensarnientus sohe
1971
Pan's:
TRISTAN, FLORA
Lima : Moncloa
VALDIVIA, JUAN
1956
Las r m l u c i m e s
Arepuipa:
de ,+equipa, 1
Peruanos :
He credo que de mi relato podra resultar algr. beneficio para
vosotros. Por eso os lo dedico. Sin duda os sorprender que una
persona que emplea tan escasos eptetos laudatorios al hablar de
vosotros haya pensado en ofreceros su obra. Hay pueblos que se
asemejan a ciertos individuos: mientras menos avanzados estn,
ms susceptible es su amor propio. Aquellos de vosotros que lean
ni relacin sentirn primero animosidad contra m y slo despus
de un esfuerzo de filosofa algunos me harn justicia. La falsa censura es cosa vana. Fundada, irrita y, por consiguiente, es una de
las mds grandes pruebas de amistad. He recibido entre vosotros
una acogida tan benvola que sera necesario que yo fuese un monstruo de ingratitud para alimentar contra el Per sentimientos hostiles. Nadie hay quien desee ms sinceramente que yo vuestra prosperidad actual y vuestros progresos en el porvenir. Ese voto de mi
corazn domina mi pensamiento, y al ver que andis errados y que
no pensis, ante todo, en armonizar vuestras costumbres con la organizacin poltica que habis adoptado, he tenido el valor de decirlo,
con riesgo de ofender vuestro orgullo nacional.
En toda Amrica, el Per era el pas de civilizacin ms avanzada a raz de su descubrimiento por los espaoles. Esta circunstancia hace presumir favorablemente acerca de las disposiciones
ingnitas de sus habitantes y de los recursos que ofrece. Qu un
gobierno progresista llame en su ayuda a las artes de Asia y de
Europa y pueda hacer que los peruanos ocupen aquel rango entre
las naciones del Nuevo Mundo! Este es el deseo muy sincero que
me anima.
Vuestra compatriota y amiga.
Pars, agosto de 1836.
MAX RADICUET
de las mujeres de Lima, con viveza, pero, hay que decirlo, con ciertos aires de triunfador. El, tena a su favor, sobre todo, el secreto
de esos exordios oratorios que mantienen el espritu alerta y le permiten cojer al vuelo las ms fugitivas insinuaciones, las reticencias ms desapercibidas. Despus de una ancdota escandalosa, en
la que se trataba de un coronel que, queriendo llevar un oficial a
su partido, le haba ofrecido su mujer, su nico tesoro, deca l; el
oficial serio, crey su deber salir de su mutismo y hacerle algunas
observaciones. -"iBah!
dijo otro-,
es un hecho admitido en la
historia contempornea del PerJ'. No obstante, el joven burlt~
pareci tomar en cuenta el aviso y se volvi menos expansivo.
As charlando, llegamos a La Legua, es decir a medio camino
de Lima. En ese lugar se levant una encantadora Iglesia del Renacimiento, que, dedicada a Nuestra Seora del Carmen, es, de parte
de la gente del mar, sobre todo, el objeto de un culto especial y de
una ferviente devocin. Los temblores ms que el tiempo, han hecho caer aqu y all, ngulos de albailera, y han cubiertio de
rajaduras su fachada embadurnada con falsos colores, muda acusadora de la parsimonia de los fieles y de la incuria de la administracin. El coche pas frente a esa iglesia y se detuvo delante de una
pulpera(') vecina que pareca haber sido construda all expresamente, para fornecer a ms de un viajero grave, la ocasin de trasmitir a la posteridad, una invariable reflexin sobre la diferencia
de clientela de los dos establecimientos. Mientras que el tiro tomaba unos minutos de descanso, y soplaba en sus arreos orlados de
espuma blanca como la del jabn, los viajeros bajaron y se dirigieron a la pulpera. Era una casucha baja, jorobada, cubierta por un
techo chato, agujereada en su piso bajo por una ancha abertura
que serva de mostrador, sin que fuera necesario penetrar en el interior. Un alero de caa sostenido por estacas, de las cuales una muy
alta se convirti, a plena luz, en asta de una bandera, cerraba contra
el sol esa abertura, donde se perciban panecillos mal cocidos, dulces,
naranjas, chicha, y sobre los estantes, varios pomos con forma
ms o menos extraa, contenan esos licores vulgares llamados en
(1)
Sin embargo, la cholita volva a tomar su seguridad, pues ningn sntoma inquietante se manifestaba. Ningn ruido, ningn movimiento perturbaba la perfecta tranquilidad del campo; ni un soplo
de aire inclinaba la cuna de las caas empolvadas de blanco por el
polvo, y el mnibus se arrastraba penosamente en su nube, mientras el cochero silbaba una resbalosa y chicoteaba a sus caballos a
modo de acompaamiento. Pronto pudimos reconocer que nos
aproximb,amos a Lima. El campo cambiaba de aspecto; no era
an la fertilidad, pero ya no era aquella desoladora monotona que
entristece la mirada, durante las tres cuartas partes del camino. Algunas chacras enseaban su techo gris en medio de un bosque de
higueras o naranjales; platanales, campos de maz y alfalfa,
recortaban a lo lejos, en la planicie, figuras geomtricas. Al fin
entramos en una avenida de sauces que juntando sus ramas, forman
una bveda de verdura y vierten sobre el camino una sombra espesa, de la que se aprecia el beneficio despus de dos horas de verdadera tortura. Entre el camino y las alamedas paralelas, afectadas a
los paseantes, corren acequias que fertilizan una infinidad de plantas y de flores silvestres; y de distancia en distancia, se abren
anchos valos, rodeados por pequeos muros de ladrillos a lo largo
de los cuales corre un cordn de bancos. Esos valos, haban sido
juzgados necesarios, para facilitar la evolucin de los equipajes, en
una poca cn que la ciudad de Lima competa en esplendor, con las
ms ricas ciudades del viejo mundo. Y he aqu, que por esta calzada,
antao ocupada por carrozas; se arrastraban solos, en raras pocas
del ao, algunos vehculos con caballos flacos, todos lastimosos, al
lado del mnibus que cumple, a rrienudo en una completa soledad,
su servicio cotidiano.
CAPITULO 111
SAQUEO DE LOS FRUTOS Y DESTRUCCION DE LAS COSECHAS EN LAS HACIENDAS
DE LIMA.
CLASIFICACION DE LOS PATRIOTAS PARA PERDERLOS.
PROCLAMAS
DE SAN MARTIN Y DE O'HIGGINS A LOS PERUANOS, ANUNCIANDOLES SU VENIDA
AL PERU, Y SU OBJETO.- EXPOLIACION DE SUS BIENES A LOS ESPAROLES, Y SUS
CONSECUENCIAS.- BANCAROTA DE LA DEUDA PUBLICA.- NEGOCIACIONES CLANDESTINAS PARA DEFRAUDAR AL TESORO PUBLICO.- MANEJOS REPROBADOS DE
MONTEAGUDO.- SUS ATROCES MEDIDAS CONTRA LOS ESPAROLES.- INCENDIO
DL LOS MINISTERIOS.- ASESINATO DEL PORTERO DE U N O DE ELLOS.- MOTIVOS
POR QUE SAL10 FURTIVAMENTE SAN MARTIN DEL PERU; Y LA RAZON POR QUE
EL CONGRESO PERUANO LO DECLARO FUNDADOR DE LA INDEPENDENCIA DEL
PAIS QUE HABIA TIRANIZADO Y DEPREDADO.
libres independientes, vosotros constituireis vosotros mismos vuestras leyes, por la voluntd imparc$aI y expontnea de vuestros representantes; ninguna influencia militar civil directa indirecta,
no ser ejercida sobre vuestras instituciones sociales por vuestros
hermanos de Chile; vosotros despedireis cuando os convenga, la
fuerza armada enviada para protejems, y sin ninguna mira para
daar vuestra seguridad, si creyeseis obrar as. Las tropas no
ocuparn nunca una ciudad libre menos que ellas no sean llamadas all por los legtimos magistrados. . . Y vista de estos documentos, repetimos, podan los peruanos dudar de la buena f de
Esto era cuando escribi el autor esta obra: al presente sdamente pierden
un 50 por ciento con la consolidacin de la parte de la deuda nacional
reconocia. Pero como no se ha reconocido sino la del tiempo de la independencia, la del rey ha quedado perdida,- El Editor.
. . . A las cinco y
nes del panten. Castilla mand al Dr. Juan Manuel Polar para
que tratara con Vivanco, con el fin de ahorrar sangre, concedindole algunas garantas. Vivanco se neg a todo; y entrada la noche
se puso en fuga, abandonando la tropa sin haber conseguido para
ella garanta de ninguna especie. Vivanco se embarc por el puerto
de Islay. La infantera se dispers en parte, y la caballera se fue por
la costa para el Norte.
En Islay haba algunos buques de la Nacin, y los tom un
buque de guerra ingls, bajo el pretexto de cierta queja que tena
contra el Gobierno de Lima.
Castilla ofici a Elas que tena el mando de la capital, y tambin al Jefe que estaba con una divisin en Jauja. Ese Jefe ofreci
entregar la divisin a Castilla; y de hecho la entreg.
Castilla trat de mandar a la montaa de Carabaya a los Jefes
y oficiales prisioneros. Uno de ellos era el tacnefio Mayor Gmez.
Este escribi al Dr. Valdivia para que lo salvase de ese confinamiento, pues estaba comprometido a casarse con una joven paisana
suya, hermana del Comandante Saturnino Zavala; y tena el plan
de retirarse del servicio y contraerse a trabajar en una huerta en
Lima, vendiendo todos los bienes que l y su futura esposa tenan
en Tacna.
El Dr. Valdivia visit al General Castilla para verificar el empeo, proponindose no slo salvar a Gmez, sino a todos sus
compaeros; y tuvo con Castilla una larga conferencia sobre el particular. Valdivia hizo ver a Castilla la necesidad de ensayar una
conducta diferente de la de persecusin, que hasta entonces se haba
observado por los vencedores. Le manifest que entre los vencidos
tanto militares como empleados y paisanos haban buenos y malos.
Que algunos se haban comprometido con Vivanco, por mera aficin a su persona, otros por inters de ascensos, otros por amistad,
y otros por haber sido perseguidos por el Gobierno.
"Ud. los ha vencido, le dijo:-Aislados nada pueden hacer.
Si Ud. los confina, emponzoa Ud. a esos hombres, que tratarn de
vengarse como puedan; y esa venganza la hace Ud. trascendental a
Ias familias de todos ellos, y a sus amigos, y a todos los del partido
Vivanquista. Desde que entre ellos hay hombres tiles y honrados,
aproveche Ud. de ellos, y colquelos segn sus aptitudes, y deje
Ud. a los aventureros y de mala condicin que busquen el pan
como puedan. Si alguno de los que Ud. ocupe falta gravemente a
sus compromisos o a sus deberes, entrguelo Ud. a toda la severidad de la leyJ'.
"Una de las causas de nuestras revoluciones, aparte de las
ambiciones individuales y del mal comportamiento de los mandatarios con los pueblos, es precisamente la persecusin tenaz a los
vencidos. El matar, el desterrar, el oprimir no son los medios de
impedir las revoluciones. Santa Cruz fusil a Salaverry y a sus
buenos Jefes compaeros, juzgando que con ese golpe de terror
consolidara su usurpacin del Per. Desterr a multitud de Jefes
y oficiales a las montaas insalubres de Mojos y Chiquitos, de
donde unos fugaron para el Brasil, otros para Buenos Aires, y los
que no pudieron ni evadir, ni soportar su situacin, se entregaron
a la bebida. Los desterrados a Chile fueron sus mayores enemigos.
Apelo a la conciencia de Ud. mismo y a la de sus compaeros de
infortunio".
"Ud. nada tiene de cobarde; y con la confinacin de tantos
Jefes y oficiales daria Ud. motivo para que se juzgase que el temor
de ellos obligaba a Ud. a guarecerse de su venganza, Se halla Ud.
prximo a ser el Jefe de la Repblica. Haga Ud. que su primer
escaln sea un acto de generosidad".
Castilla oy en silencio cuanto se le dijo; y en contestacin
se limit a decir:-yo solo no puedo resolver sobre el particular.
Me ha dejado Ud. impresionado. He sufrido mucho, y S& compadecerme de los desgraciados. Hablar con San Romn y con 1guain.Valdivia al retirarse le dijo:-ambos hemos sufrido fuertes persecuciones, y tambin las ha sufrido San Romn. Algo temo del
carcter duro de Iguain, pero confo en que Dios va a iluminar a
ustedes.
Castilla al da siguiente hizo llamar al Dr. Valdivia, y le dijo:de comn acuerdo se ha revocado la orden de confinacin, y he
mandado que el primero que sea puesto en soltura sea su recomendado Gmez.
huye igualmente de reclutadores sin piedad que a todo trance quieren cazarle para el ejrcito. Ni el confuso tumulto del da, ni las
sombras de la noche, ni el santuario de la divinidad, ni las habitaciones ms ocultas, ni el retiro de los campos podan salvarle de
sus activos perseguidores; ha necesitado sepultarse en un laberinto
de quebradas ignoradas, o trepar a las escarpadas alturas a donde
nunca falta la nieve. Ninguna consideracin poda libertarle, junto
al recluta lleno de juventud y vigor marcha el anciano, cuya organizacin ya no puede doblegarse a los hbitos militares, el muchacho que an no tiene la robustez necesaria para las fatigas de la
guerra, y el valetudinario que sucumbir en la primera marcha forzada; no se busc con tanta solicitud al vagabui~do, que era el
escndalo del pueblo, como al infatigable labrador que da y noche
sudaba por fertilizar los campos, ni como al ingenioso platero cuyas obras eran el objeto de la admiracin universal. Todos fueron
iguaImente perseguidos como bestias salvajes con piedras, palos y
otra suerte de armas; los han trado atados por las manos y la cintura como a viles delincuentes, y estn aprisionados en el cuartel
como peligrosos criminales.
Las autoridades que deban esforzarse por aligerar el tributo
de sangre, y porque recayese sobre aquellos que con menos perjuicios pudiesen soportarle, le convierten en el mas poderoso medio
de persecucin emplendole de todas maneras para maltratar a las
personas y atacar a las fortunas.
Las rateras y violencias del comisionado, las exacdones y
venganzas de los mandatarios, las mezquinas pasiones y dureza del
oficial, agravan la pesada carga hasta donde es difcil creer. Algn
honrado padre de familia es puesto en libertad despus de haber
sacrificado sus pequeos haberes; a otros ms desgraciados se les
retiene aunque han dejado a perecer su familia.
Un hbil albail, padre de siete hijos, marcha entre los reclrrtas, porque la necesidad de buscarles el pan le obliga a no continuar levantando sin salario la casa del gobernador.
Un tendero tan laborioso como esforzado ha sido entregado
con especial recomendacin para que los jefes no le dejen escapar,
I
Lamartine lamentaba que pueblo i escritores no hablaran la
misma lengua i deca: "Al escritor le cumple transformarse e incli"narse, a fin de poner Ia verdad en monos de las muchedumbres:
"inclinarse as, no es rebajar el talento, sino hunianizarlo".
Los sabios poseen su tecnicismo abstruso, i nadie les exije que
en libros de pura Ciencia se hagan comprender por el individuo
ms intenso. La oscuridad relativa de las obras cientficas no se
puede evitar, i pretender que un ignorante las entienda con s6lo
abrirlas, vale tanto como intentar que se traduzca un idioma sin
haberle aprendido. Cmo esponer en vocabulario de1 vuigo nomenclaturas qumicas? Cmo formular las teoras i sistemas de los
sabios modernos? No ser escribiendo llegar a ser por devenir,
otrismo por aftrusmo ni salto atr's por atavismo. Se comprende
que rio haya labor tan difcil ni tan ingrata como la vulgarizacin
cientfica: sin el vulgarizador, las conquistas de la ciencia seran
el patrimonio de algunos privilegiados. Virjilio se jactaba de haber
hecho que las selvas fueran dignas de ser habitadas por dnsuIes;
los vulgarizadores modernos hacen ms al conseguir que la verdad
se despoje algunas veces de su ropaje aristocrtico y penetre Ilariamente a la mansin del ignorante.
En la simple literatura no sucede lo mismo. Los lectores de
novelas, dramas, poesas, etc., pertenecen a la clase medianamente
ilustrada, i piden un lenguaje fcil, natural, comprensible sin necesidad de recurrir constantemente al diccionario. Para el conocimiento perfecto de un idioma se requiere aos enteros de contraccin
asidua, i no todos los hombres se hallan en condiciones de pasar
la vida estudiando gramticas i consultando lxicos. El que se suscribe al diario i compra la novela o el drama, est en el caso d e
exijir que le hablen comprensible y claramente. La lectura debe
proporcionar el goce &entender, no el suplicio de adivinar.
Las obras maestras se distinguen por Z'accesibilidad, no formando el patrimonio de unos cuantos iniciados, sino la herencia
de todos los hombres con sentido comn. Hornero i Cervantes
merecen llamarse injenios democrticos: un nifio les entiende. 1-05
talentos que presumen de aristocrticos, los inaccesibles a la muchedumbre, disimulan lo vaco del fondo con lo tenebroso de la forma:
tienen profundidad de pozo que no da en agua, elevacin de monte
que vela entre nubes un pico desmochado.
Los autores franceses dominan i se imponen, parqrte hacen
gala de claros, i profesan que "lo claro es francs", que "lJoscuro
no es humano ni divino". 1 no creamos que la claridad estriba eri
decirlo todo i esplicarlo todo, cuando suele consistir en callar algo
dejando que el pblico lea entre renglones. Nada tan fatigoso
como los autores que esplican hasta las esplicaciones, como si el
lector careciera de ojos i cerebro. E l eximio dibujante, suprimiendo
sombras i lneas, logra con unos cuantos rasgos dar vida i espresin
a la fisonoma de un hombre; el buen escritor no dice demasiado
ni mui poco ir eliminando lo accesorio i sobrentendido, concede a
sus lectores el placer de colaborar con l en la tarea de darse a
comprender.
Los libros que la humanidad lee i relee, sin cansarse nunca,
no poseen la sutileza del bordado, sino la hermosura de un poliedra
regular o el grandioso desorden de una cordillera; porque los brre-
11
Los neolojismos pasan de la conversacin al peridico, del peridico al libro i del libro a l'academia.
1 l'ascensin i descensin se verifican, quirase o no se quiera:
"la lengua sigue su curso, indiferente a quejas de gramticos i lamen"taciones de puristasJ'.(1)
(1)
Arsne Darmesteter.-
(3)
La Reiijin XIX.
Con el verbo nacional heredamos todas las concepciones mrbidas acumuladas en el cerebro de nuestros antepasados durante
siglos i siglos de ignorancia i barbarie: la lengua amolda nuestra
intelijencia, la deforma como el zapato deforma el pie de la mujer
china. Por eso, no hai mejor hijiene para el cerebro que emigrar a
tierra estranjera o embeberse en literaturas de otras lenguas. Salir
de la patria, hablar otro idioma, es como dejar el ambiente de un
subterrneo para ir a respirar el aire de una montaa.
Se concibe el apego senil del ultramontano al vocablo viejo,
desde que las ideas retrgradas se pegan a los jiros anticuados,
como el sable oxidado E adhiere a la vaina; se concibe tambin su
horror sacrlego al vocablo nuevo, desde que el neolojismo, como
una especie de caballo griego, lleva en sus entraas al enemigo. Nada,
pues, tan Ijico (ni tan risible) como la rabia de algunos puristas
contra el neolojismo, rabia que les induce a ver en las palabras un
enemigo personal. Discutindose en ]'Academia francesa I'aceptacin de una voz, usada en toda Francia pero no castiza, RoyerCollard esclam lleno de ira: "Si esa palabra entra, salgo yo".
A mediados del siglo XVIII surji un linaje de prosadores, peinados i relamidos, que exajeraron el latinisnio de los escritores de
los dos siglos anteriores, i de un idioma todo msculos i nervios
hicieron una carne escrecente i fungosa. Por la mana de construir
perodos ciceronianos i mantener suspenso el sentido desde la primera hasta la ltima lnea de una pjina en folio, sustituyeron al
encadenamiento ljico de las ideas el enlace caprichoso i arbitrano
de las partculas. Sacrificaron la sustancia a la rotundidad i construyeron esferas jeomtricamente redondas, pero huecas.
Verdad, en nuestro lenguaje se reflejan la exuberancia i la
pompa del carcter espaol: el idioma castellano se goza ms en
lo amplio que en lo estrecho, parece organizado, no para arrastrarse
a gatas, sino para marchar con solemnidad i magnificencia de reina
que lleva rica i aterciopelada cola. Pero, verdad tambin que entre
el lenguaje natural i pintoresco del pueblo espaol i d lenguaje
artificial i descolorido de sus escritores relamidos media un abismo.
La frase pierde algo de su virilidad con la superabundancia de
artculos, pronombres, preposiciones i conjunciones relativas. Con
tanto el i la, ?OS i las, el i ella, quien i quienes, el cual i ?a cual,
las oraciones parecen redes con hitos tan enmaraados como frjiles. Nada relaja tanto el vigor como ese abuso en el relativo que i
en la preposicin de. Los abominables pronombres cuyo i cuya,
cuyos i cuyas, dan orijen a mil anfibolojas, andan casi siempre
mal empleados hasta por la misma Academia espaola. El pensamiento espresado en ingls con verbo, sustantivo, adjetivo i adverbio, necesita en el castellano de muchos espaoles una retahila de
tizo. Con perodos kilomtricos salpimentados de inversiones violentas; con lluvia de modismos, idiotismos i refranes cojidos al lazo
en el diccionario; con decir peinar canas por tener canas, parar
nzientes por atender, guapa moza por joven hermosa, mtojeme por
me antoj o dijome por me dijo, se sale airosamente del apuro. El
empleo de refranes, aunque no sea novedad (pues Sancho Panza
di el ejemplo), posee la ventaja de hacer rer con chistes que
otros inventaron. Todo esto, ms que lucubracin de cerebro, es
labor de mano: hacer listas de frases o palabras i luego encajonarlas en lo escrito. Obras compuestas con tal procedimiento seducen
un rato, pero acaban por hastiar: descubren el sabor libresco i prueban que el peor enemigo de la literatura se encierra en el diccionario.
Cierto, la palabra requiere matices particulares, desde que no
se perora en club revolucionario como se cuchichea en locutorio de
monjas. Tal sociedad i tal hombre, tal lenguaje. En la corte gazmoa de un Carlos el Hechizado, se chichisbea en trminos que
recuerdan los remilgamientos de viejas devotas i las jenuflexiones
de cortesanos; mientras en el' pueblo libre de Grecia se truena con
acento en que reviven las artsticas evoluciones de los juegos pticos
i la irresistible acometida de las falanjes macednicas.
Montaigne gustaba de "un hablar ingenuo i simple, tal en el
"papel como en la boca, un hablar suculento i nervudo, corto i
"conciso no tanto delicado i peinado como vehemente i brusco".
Hoi gustara de un hablar moderno. Hai algo ms ridculo que
salir con mager, aina mais, cabe el arroyo i doncel acuitado,
mientras vibra el alambre de un telgrafo, cruje la hlice de un vapor,
silba d pito de una locomotora i pasa por encima de nuestras cabezas un globo aerosttico?
Aqu, en Amrica i en nuestro siglo, necesitamos una lengua
condensada, jugosa i alimenticia, como esfracto de carne; una lengua fecunda como riego en tierra de labor; una lengua que desenvuelva perodos con el estruendo i valenta de las olas en la playa;
una lengua democrtica que no se arredre con nombres propios ni
CAPITULO VI
Qu diran los Teseo, los Hrcules y Ulises, y dems personajes simblicos, que todo lo fiaban a su aptitud muscular o de los
ingnitos recursos de su espritu?
La civilizacin parisiense se halla tan difundida, que parece que
alcanza a los mismos animales. Rara vez se oye de una bestia de
tiro que se salga de las varas o del centro de la calzada con el pretexto de que sinti tal o cual detonacin subitnea. Quin sabe si
an los pjaros de las sementeras no se encaraman familiarmente
en los brazos y sombrero del espanta-pjaros, y si de repente no
se lanza sobre la escopeta de los cazadores!
El fro invernal daba sus treguas. A fines de enero era soportable. En diciembre lleg a ser tan horroroso, que nevaba con frecuencia; el Sena se hel; y por las maanas tena yo que romper a
viva fuerza el agua de mi garrafa, que se congelaba no obstante
dormir en un cuartio cerrado. Los bordes de mis balcones estaban
guarnecidos de blanco por la nieve. Sala a almorzar, y aunque tomaba precauciones, andando ligero (algunos hasta corren como unos
locos para entrar en calor) no poda huir del fro que me persegua.
Senta dolor atroz en las orejas, en los odos y en los pies. Me
aturda el fro de tal manera, que arrastraba mis pies como si fueran ajenos; mis manos perdan por completo el tacto; y abrumado
corra a mi casa, encenda la chimenea y- no me apartaba de ella
en todo el da.
Pasaba el noviciado !
Febrero y Marzo fueron quiz los peores meses porque en
ellos no ces de nevar, de llover, de hacer fro. En las ciudades de
Europa lo constante es el fro, como en Lima el calor, siendo el
verano de esos climas tan rpido y tan ilusorio como el invierno
para nosotros. Lo que ha dicho alguien de Londres y de Madrid,
que hay en ellos nueve meses de invierno y tres de mal tiempo,
podra aplicarse a toda Europa. He aqu por qu en esas poblacio-
4.-
INVENTARIOS
despus en la Biblioteca de Cultura Peruma de 1938 y posteriormente en 1975 en la Biblioteca Peruana que edit Peisa en dos
tomos. Estuardo Nez hace la presentacin de esta ltima edicin
y se refiere a los antecedentes de la obra y a los suplementos que
fueron ms tarde publicados. Quizs hoy da el criterio lexicogrfico y lingstico hagan variar el contenido de la valoraci6n del
Diccionario de Arona, pero evidentemente lo mismo ocurre en las
distintas disciplinas cientficas o las actividades metdicas en las que
es fundamental el conocimiento adquirido dentro de trminos alejados por el uso de nuevas teoras y tcnicas que el tiempo ha convalidado.
Vamos a ofrecer el Prlogo del 'Diccionrlrio de Garca Caldern (1860), la invocacin que Raimondi hace a la juventud peruana, a la que dedica su trabajo II Per (1874) y el Prlogo de Arona
y una nota que Te sigue en su Diccionario de Peruanismos de 1883.
NOTAS BIBLIOGRAFICAS
ARONA, JUAN DE (seudnimo de Pedro Paz Solddn y Unanue)
1974
Prlogo. Diccionario de Peruanismos.
Presentacin y notas de Estuardo Nez.
Lima: PEISA.
1974
Bibliografa de Americanismos.
'l>icciorrario de Peruanismos
Presentacin y notas de Estuardo Nez.
Lima: PEISA
GARCIA CALDERON, FRANCISCO
1860
Prblogo. Diccionario de la Legislacin Peruana, 1-V.
Lima:
RAIMONDI, ANTONIO
1%5(1874) A la juventud peruana, 1-11. El Per.
Lima: Editores TBcnicos Asociados.
PROLOGO
No es preciso que me detenga en manifestar la imperiosa necesidad que tenemos de una obra de derecho, que reuniendo todas
las leyes y decretos que nuestros cdigos contienen, ofrezca por
decirlo as un cuadro completo de ellas. Esta necesidad es bastatite
conocida por los que tienen motivo de consultar diariamente y los
cdigos de las leyes, y la Colecci~noficial, y los peridicos del
Gobierno. Despus de emplear mucho tiempo y mucho trabajo, se
llega al fin tener por resultado la conviccion de que es imposible
encontrar lo que se deseaba.
En las varias transformaciones que h esperimentado el Per
desde su independencia, se han ,sucedido unas leyes otras; y as
multiplicadas derogaciones producidas por estos cambios han introducido la confusion en unos casos, y la oscuridad en otros. Apesar
de esto, mientras nos hallbamos sometidos casi enteramente las
leyes espaolas, el Diccionario rmonado de Legislacion y 'Jurisprudencia, compuesto por D. Joaquin Escriche, era en lo relativo al
derecho civil, la mejor guia del juriscmsulto y del abogado; pero
como desde los primeros pasos de nuestra independencia se derogaron algunas de las leyes espaolas; y como Escriche habia cuidad o mas del derecho jeneral de Espaa, que del especial de la Am-
y encadenada, las disposiciones de las leyes que, por necesidad, tienen que ser en muchos casos inconexas.-No he traido la memoria los hechos pasados, sino para compararlos con el presente, cuando ha sido conveniente mi objeto. No soy por consiguiente historiador.
Como nada hay nuevo en la ciencia del derecho, no se debe
buscar en esta obra ninguna invencion: contiene las cuestiones que
han sido conocidas hasta el dia, y las soluciones que les han dado
los autores de mas nota. En apoyo de los principios establecidos,
he citado en varios artculos los autores de que los he copiado
estractado; y mi trabajo ha consistido en la aplicacion de esos principios, y en los juicios que formo acerca de las leyes patrias.
Para llenar debidamente mi objeto, al estudio de los cdigos
nacionales he aadido el de las leyes espaolas; y despues he revisado detenidamente la coleccin de Quirs, y los tomos del Perrrano desde 1840 hasta la fecha, fin de ver y examinar por m mismo todas las leyes y decretos vijentes y derogados; y tomando de
ellos todo lo que me ha parecido necesario, he emprendido la formacion de la obra, siguiendo paso paso el Diccionario de Escriche, la Enciclopedia metdica publicada en Francia en 1783, el Diccionario francs de Comercio, y el Teatro dle la Legislacion de
Espaa Indias. Por este medio he logrado que no pase desapercibida ninguna palabra que merezca hacer de ella un artculo especial.
No por esto debe creerse que mi obra es una copia fiel de cualquiera
de las que me han servido de gua: he tomado de ellas la forma
de los artculos, y he procurado hacer con nuestras leyes lo mismo
que los autores indicados han hecho con las disposiciones de los paises para los cuales han esuito.. En algunos casos he procedido
tambien con entera independencia, sobre todo en las cuestiones tlel
derecho patrio, que por su especialidad no estn tratadas en ningun libro europeo. En cuanto las definiciones de las voces, he
seguido el Diccionario de la Lengua Castellana por Salv, que contiene casi las mismas que d Escriche, siguiendo el Diccionario de
la Academia Espaola.- Las citas de las leyes y decretos no estn
ligadas de ninguna manera con el testo; de suerte que se puede
omitirlas al leer, para que no se interrumpa la teora.
EL PERU
RAIMONDI, ANTONIO
prolongar mi existencia otros tantos aos, los emplear agradablemente en dar cima mi trabajo, con el estudio y publicacin de
todos los objetos y datos recogidos en mis excursiones por la Repblica entera.
Aunque no he desperdiciado el tiempo, ni siquiera un instante,
no creais que haya agotado la materia: la vida de un solo individuo
es muy corta para el estudio de tan grande extensin de territorio.
Os dejo todava un vasto campo en que ejercitar la invcstigacin. Yo, por mi parte, me consider ampliamente recompensado
de mis afanes, con tener la dicha de haber dado conocer al mundo, la geografa y muchos veneros de riqueza de un pas que he
adoptado por segunda patria, y de haberos abierto la senda para
que vosotros, continuando los estudios, saquis luz los inmensos
caudales que yacen an ocultos en vuestro suelo nativo.
Acaso una de las primeras obras que sobre este ingrato tema
de provincialismos se idearon en Hispano-Amrica ft& la presente,
y es, por lo menos, la tercera o cuarta que sale a luz.
Su autw la empezd en Londres por los afios de 1860, cuando
aunados los recuerdos de la patria y la vivacidad de sentimientos
de los veinte aos, buscaban en todo forma para manifestarse.
Public las primeras muestras de sus trabajos en peridicos de Lima
a fines de 1871 y principios del TZ, y por Gltimo, viene a coleccionarlos en libro y a darles fomia definitiva en 1883.
Cualquiera dira que las lneas que preceden tienen por objeto
demostrar qu el ensayo que tan tardamente se publica es el mejor
de todos, por sir ms largo perodo de ncubacich, que es nada menos que de veintids aos; pues no hay nada de eso; inaldito lo
que el autor se acord de sus Perua~ismos,de 1860 a 1871, que
fu tanto como de 1871 a la fecha. El autor no ha incubado en su
obra sino transitoriamente, y de decenio en decenio como acaba de
verse.
BIBLIOGRAFIA DE AMERICANISMOS
Cuando en 1861 concebimos y comenzamos a bosquejar en
Londres lo que entonces titulbamos Galera de novedades filono cc4nocamos, ni posealgicas; Vocabulario de Peruanismos
mos, ni sospechbamos ms obra sobre americanismoc que el Diccionario de provincia2ismos de la Isla de Cuba por Esteban Pichardo
segunda edicin, Habana, 1849.
,',
Por lo pronto tenamos una gloria en nuestra Galera de Nooedades f ilolgicas : la de emancipamos del ya impropio calificativo
de provincia2ismos con que se seguan designando los modismos o
idiotismos de pueblos que haban dejado de ser provincias o colonias de Espaa. Publicados nuestros primeros ensayos en peridicos
de Lima (E3 Correo del Per, 1871-1872) la palabra parudnismos
ha sido aceptada por el escritor chileno Don Zorobabel Rodrguez,
que titul de chilenismos el Diccionario que public despus del
nuestro, y en el que nos hace el honor de citarnos repetidsimas
veces.
Ya desde 1867, habamos dado al pblico una breve idea de
nuestro trabajo en el Indice alfabetic0 de los trminos peruanos
contenidos en esta obra, que acompaa al tomo de Cuadros y
Episodios peruanos y otras poesas nacionales y diversas que publiqu en el ao de 1867.
Dicho 7ndice iba precedido de estas lneas : Entiendo por
trmino peruano o peruanismos, no slo aquellas voces que realmente lo son, por ser derivadas del quichua, o corrompidas del espaol,
o inventadas por los criollos con el auxilio de la lengua castellana;
sino tambin aquellas que, aunque muy castizas, aluden a objetos
o costumbres tan generales entre nosotros y tan poco comunes en
Espaa, que nos la podemos apropiar y llamarlas peruanismos, colno
si no estuvieran en el Diccionario de la Academia Espaola". A esta
clase pertenecen los trminos que el lector hallar passim en este
libro, de quebrada, sauces, retamas, momos, que tienen para nosotros una significacin y una importancia que no pueden tener en
Espaa, donde, o no son tan abundantes como aqu, o se hallan
oscurecidos por otros objetos de mayor apariencia.
D d mismo modo, expresiones vulgarsimas en Espaa por el
uso, pertenecen aqu, por falta de l, al estilo elevado y potico,
como arroyo, aldea, representados siempre entre nosotros en la conversacin y estilo familiar, por acquia, pueblo,
Tambin considero perumismos los nombres indgenas topogrficos y de personas. Sobre todas estas ideas me propongo hablar
Es un grueso volumen, octavo mayor, como de unas 800 pginas, en cuya larga introduccin se estudian a grandes rasgos y a la
manera de Webster, el clebre lexicgrafo, los orgenes de los
americanismos, registrando aun los dialectos de Inglaterra que han
podido motivar aqullos.
En estas diversas obras sobre un mismo tema no predomina
idntico carcter. El dominante en la de Pichardo es el de la historia natural, sea que sa fuera la aficin favorita del autor, o que
ste sea el carcter peculiar de la Isla de Cuba. La de Rodrguez
como la de Bartlet-t y como la presente estn llevadas de una manera literaria y un tanto periodstica, que recuerda la de Baralt en
su Diccionario de Calicismos. La de los seores Cuervo y. . . es
la ms cientfica de todas y la ms lingustica, tanto que su erudicin
En las Apuntaciones,, materiem super& opus. All nos encontramos c m citas en snscrito, en rabe, en griego, en alemn, con
la escritura propia; y el lector que slo ha sido invitado a conversar sobre el lenguaje bogotano, experimenta la misma sorpresa y
e] mismo agradable disgusto, que el que convidado a una comida de
confianza, asiste a ella de mal trapillo y se encuentra con un op-
paro banquete y entre comensales de frac, corbata y guantes blancos. De todos modos pues, Ljrotias agamus Ampbitryonem itostt.um.
Tambin Venezuela comienza a moverse en el sentido de los
provincialismos: as lo acredita un cuaderno en folio mayor que
acabamos de conseguir y en cuya portada se lee a Cien Vocablos
indgenas, de sitios, ros, alturas, &. Extracto de la obra indita:
Diccionario de vocablos indgenas de uso frecuente en Venezuela w
por Arstides Rojas, - Caracas, 1882 - A juzgar por la muestra,
esta obra vendr a ser algo como el Diccionanio de Alcedo; y quiz
ms que eso, un trabajo sobre la mitologa y etnografa indgenas
del nuevo Continente; en lo que se diferenciar no poco de los ensayos ms o menos filolgicos que dejamos analizados.
Por ltimo, hasta las distantes islas Filipinas cuentan ya con
su repertorio de provincialismos, que acaba de publicar en alemn,
en el fondo de la Bohemia, un profesor austriaco, bajo este titulo:
a Vocabulario de algunas expresiones y locuciones propias del espaol de las Islas Filipinas., - Leitmeritz, 1882.
El folleto se compone de 79 pginas, folio, sin contar el apndice, que contiene una Biblioteca Rlipina.
Lima, Diciembre 4 - 1882.
5.-
NOTAS BIBLIOGRAFICAS
ARESTECUI, NARCISO
1960
Miguelito.
La narracin m el Per de Alberto Escobar, 101-108.
Lima: Editorial Mejia Baca.
GAMARRA, ABELARDO
1963
Don Flemn.
Cien aos de vida
Lima: Casa de la
1963
fi ntatotterfa,
Cien aos de tlidn
Lima: Casa de la
1963
Los extranjeros de
Cien aos de vida
Lima: Casa de la
perdufaria, 244-247.
Cultura del Per.
perdularia, 19-25.
Cultura del Per.
agua dulce.
perdularia, 248-251.
Cultura del Per.
MONCUIO, LUIS
1967
on Josf Joaqun de Nora y el Per del ockocientos.
Madrid: Edit. Castalia.
PALMA, RICARDO
1960
Don Dimas de la Tijereta.
Ca narracin m el Perri de Alberto Escobar, 109-116.
Lima: Editorial Mejia Baca.
1960
Los ratones de Fray Martin.
La narracin en el Per de Alberto Escobar, 116-118.
Lima: Editorial Mejia Baca
UN VIAJE
FELIPE PARDO Y ALIAGA
LOS CARNAVALES
MANUEL ASCENCIO SEGURA
tintas, que las que caban en el ltimo galen que zarp para Cdiz
y de que daba cuenta l,a Gaceta. Acaso fue por l por quien dijo
un caquiversista lo de
un escribano y un gato
en un pozo se cayeron;
como los dos tenan uas
por la pared se subieron.
Ia misa de la parroquia, diciendo para su sayo: -Babazorro, arrpate que sudas, y lmpiate, que ests de huevcl- o canturreando:
No pierdas en m balas
carabinero,
porque yo soy paloma
de mucho vuelo.
Si quieres que te quiera,
me has de dar antes
aretes y sortijas,
blondas y guantes.
IV
Como no hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se
pague, pasaron, da por da, tres aos como tres berenjenas, y *lleg
el da en que Tijereta tuviese que hacer honor a su firma. Arrastrado por una fuerza superior y sin darse cuenta de ello, se encontr en un verbo transportado al cerro de las Ramas, que hasta en
eso fue el diablo puntilloso y quiso ser pagado en el mismo sitio y
hora en que se extendi el contrato.
Al encararse con Lilit, el escribano empez a desnudarse con
mucha flema, pero el diablo le dijo:
-No se tome vuesa merced ese trabajo, que maldito el peco
que aumentar a la carga la tela del traje. Yo tengo fuerzas para
llevarme a usarced vestido y calzado.
-Pues
mi deuda.
uii
-Y
Y en esto expir el minuto, y Lilit se ech al hombro a Tijereta, colocndose con l de rondn en el infierno. Por el camino
gritaba a voz en cuello el escribano que haba festinacin en el
procedimiento de Lilit, que todo lo fecho y actuado era nulo y
contra la ley, y amenazaba al diablo alguacil con que si encontraba
gente de justicia en el otro barrio le entablara pleito, y por lo menos lo hara condenar en costas. Lilit pona orejas de mercader a
las voces de don Dimas, y trataba ya, por va de amonestacin de
zambullirlo en un caldero de plomo hirviendo, cuando alborotado
el Coyito y apercibido Satans del laberinto y causa que lo motivaban convino en que se pusiese la cosa en tela de juicio. [Para
ceirse a la ley y huir de lo que huele a arbitrariedad y despotismo,
el demonio!
Afortunadamente para Tijereta no se haba introducido por
entonces en el infierno el uso del papel sellado, que ac sobre la
tierra hace interminable un proceso, y en breve rato vio fallada su
causa en primera y segunda instancia. Sin citar las Pandectas ni el
Fuero Juzgo, y con slo la autoridad del Diccionario de la Lengua,
prob el tunante su buen derecho; y los jueces, que en vida fueron
probablemente literatos y acadmicos, ordenaron que sin prdida
de tiempo se le diese soltura, y que Lilit lo guiase por los vericuetos infernales hasta dejarlo sano y salvo en la puerta de su casa.
Cumplise la sentencia al pie de la letra, en lo que dio Satans una
prueba de que las leyes en el infierno no son, como en el mundo,
conculcadas por el que manda y buenas slo para escritas. Pero
destrudo el diablico hechizo, se encontr don Dimas con que
Vjsitacin lo haba abandonado corriendo a encerrarse en un beaterio, siguiendo la aeja mxima de dar a Dios el hueso despus de
haber regalado la carne al demonio.
Satans, por no perderlo todo, se qued con la almilla; y es
fama que desde entonces 10s escribanos no usan almilla. Por eso cualquier constipadillo vergonzante produce en ellos una pulmona de
capa de coro y gorro de cuartel, o una tisis tuberculosa de padre y
muy seor mo.
plato
Orden el prior al portentoso donado que comprase, para consumo de la enfermera, un pan de azcar. Quiz no le di el dinero
preciso para proveerse de la blanca y refinada, y presentsele fray
Martn trayendo un pan de azcar mascabada.
-No tiene ojos, hermano? -djole el superior-.
visto que por la prieta ms parece chancaca que azcar?
No ha
Cuando ya nuestro lego desempeaba en el convento las funciones de enfermero, los ratohes campaban como moros sin seor
en celdas, cocina y refectorio. Los gatos, que se conocieron en el
Per desde 1537, andaban escasos en la ciudad. Comprobada noticia histrica es la de que los primeros gatos fueron trados por
Montenegro, soldado espaol, quien vendi uno, en el Cuzco y en
doscientos pesos, a don Diego de Almagro el Viejo.
Aburridos los frailes con la invasin de roedores inventaron
diversas trampas para cazarlos, lo que rarsima vez lograban. Fray
Martn puso tambin en la enfermera una ratonera, y un ratonzuelo bisoo, atrado por el tufillo del queso, se dej atrapar en
ella. Libert10 el lego, y colocndolo en la palma de la mano, le
dijo :
-Vyase, hermanito, y diga a sus compaeros que no sean
molestos ni nocivos en las celdas; que se vayan a vivir en la huerta,
y que yo cuidar de llevarles alimento cada da.
Y.. . . .
y. . . . . y.
....
MIGUELITO
NARCISO ARESTEGUI
..
-dijo
Robusto y de un color rosado, la fisonoma de Miguelito respiraba la frescura, y agilidad propia de sus aos y de su genial vivo,
libre y desenvuelto; y toda la travesura que se nota en los nios
que viven en las campias, trepando a los rboles, saltando los cercos de las chacras, persiguiendo a los pjaros y respirando ese ambiente puro y aromtico que influye tanto en su sanidad y desarrollo corporal, y prepara su faculead intelectiva para recibir y comprender toda clase dje impresiones.
Sus ojos, negros como los de su hermana, participaban ms de
la expresin irnica de Paulina, que del franco natural de su padre.
Su nariz y sus labios, un poco parecidos a los de Anglica, eran
ms carnudos; y sus cabellos, que se desprendan debajo de su
sombrero apuntado, de un tinte ms oscuro y menos vistoso que los
de la joven.
-iMuchacho! -grit Paulina viendo pasar por junto a ella a
Miguelito con su gravedad de general-.
Qutate ese sombrero grasiento. . . ! Sabe Dios de qu sarnoso ser. . .
Inmediatamente tir el sombrero Miguelito, y de un puntapi
lo despach a la calle por la ventana.
-;Malcriado!
Estando aqu la seora! -exclam
Paulina
mirndolo severamente; y dirigindose despus a la beata, aadi:
-Dgame Ud. seora Brgida. . . squeme Ud. de una curiosidad. . .
-Qu
-Pues dizque esta maana aguaitaba a Anglica el mismo hombre, y vindolo la muda, lo quiso detener, pero se le escap dejando
su sombrero en las escaleras. . .
Dnde fue?
-Me
.Y
son los secretos de Dios! Cmo ha venido voluntariamente a nuestra casa esta santa seora. . .
-]La santa seora tiene una cara tan fea!. . . -dijo Miguelito
haciendo palotes con un pedazo de yeso en el tablero de la ventana.
-Hermanito!
-murmur
Anglica.
-Malcriado!
-exclam Paulina amenazando a su hijo con
los puos-.
Te he de agujerear la cabeza. . .
-Esta es 9. . sta es m. . . -deca
sus garabatos la puerta de la ventana.
-contest
Dios
t! -grit
Paulina.
Paulina.
..
Vamos, Paulina. . . ya s lo
ahora. . .
-Lo
Paulina.
..
..
de ese hilo
-Padre mo -dijo Anglica- compre Ud. una pelota del Portal de Carrizos para mi hermanito.
-Descuida Miguel. . . tendrs un par de pelotas. . . porque,
Paulina, ese ejercicio es bueno; enrobustece los brazos, da agilidad
al cuerpo. . .
-Y sirve para destrozar las paredes y los tejados -concluy
Paulina.
-Eso
..
escribir y contar.
Juan Bautista-
..
murmur triste-
dijo Anglica-.
Yo se lo
-Y
llorar?.
. . -dijo
repiti? -pregunt
Juan Bautista.
-La
tructora.
-Y
-Yo.
acusacili.
-Se
..
mamita?.
..
-exclam
Juan Bautista.
-Canastos!.
..
pregunt su padre-.
. ya lo
Contstame
..
..
Yo
1
Si bien es cierto que el cautiverio ha hecho degenerar Ia raza
indgena, dejando caer denso velo sobre sus facirltades inklectuales, que al presente parecen adorrnidas en la atona; no menos verdad es la de que en sus pocas primaverales, los indios dejan correr
un tanto aquel funesto velo, y como quien vuelve a la alborada de
la vida se entregan a las fiestas tradicionales de sus mayores.
Una d e sas es el malccoy. Traduciendo libremente al castellano esta palabra, diramos: la juventud con sus umbrales encantados de amor y de ensueo; la primera ilusin del nio trocado en
hombre, la primera sonrisa intencionada, despus del reir de la felicidad, que no deja cuenta clara para quien se reconcentre en su
examen psicolgico.
iMalccoy! Infinitas veces hemos asistido a estas fiestas campesinas, compartiendo la sencilla alegra de nuestros compatriotas, sentados sobre el surco abierto por el arado en tierra hmeda, apagando
la sed, en igual vasija de barro legendario, con la chicha de maz y
cebada elaborada por la feliz madre del malcco, all en esas poticas
praderas del Cuzco; as se llamen Calca, Urubamba o Tinta. Los
nombres de aquellos indios casi los podramos apuntar, tan frescos
viven en la mente. Pero entre ellos descuellan los de una pareja
que an vive resignada y feliz tras la cima de los Andes, all muy
al otro lado de las saladas aguas del mar. Su historia no es un
secreto, y narrarla voy, ofrecindola como el fruto de nuestras observaciones.
Pedro.-
En aquel momento llegaron al lugar donde aguardaban las mujeres. La mirada de su mad're produjo ligera reaccin en el semblante de Chapacucha, y con rapidez prodigiosa quedaron, l y su
contendor, adornados con la liclla colorada, terciada como banda,
un birrete de lana de colores y ojotas con tientos corredizos. Se
midi la distancia, la seal de la bocina son y los dos mancebos
se lanzaron al aire como gamos perseguidos por tirano cazador.
PRETENDIENTES
MANUEL MONCLOA COVARRUBIAS
-Si t fueras un hombre lo oyes bien? un hombre con vergtienza y amante de tu esposa, no nos veramos como nos vemos;
completamente rebajados en nuestra dignidad, y a estas horas seras
lo menos Alcalde, o Juez, o Senador. . .
-O Ministro de Justicia.
*Y por qu no? Pero, como t eres as, incapaz de ir a casa
de los hombres que valen y preguntarles por su salud, por el estado
de la seora, por la ltima erupcin cutnea de los nios, por el. . .
-Vamos,
y vayas,
Cuantos
qumicarelativas
-Bueno; ir: dame el pantaln negro, la levita azul y la corbata de vacunas chocolates.
-Toma: ah tienes el pantaln, mira qu parches ms hermosos le he puesto; si ha quedado como nuevo. Aqu est la levita,
ves el forro, no da gusto?
-Ay hija, y quieres que con este telaje vaya a ver al seor de
Candelero: l que es tan elegante y tan peripattico. . .
-CIaro que s; y le expones nuestra situacin, y si con palabras no se conmueve. . . izas ! le enseas los parches. . ., y estoy
segura que sales de su casa con el nombramiento. Y te digo esto,
porque lo s por experiencia: una vez mi padre hizo lo mismo y
en el acto lo nombraron portero de diputados.
Conversaciones parecidas se oyen hoy en ms de una casa o
ventana de reja, con rejillas y todo.
La situacin se pone cada da ms intransitable, como dice un
conocido nuestro, indefinido desde Balta.
Y a seguir as las cosas, va a llegar momento en que se encuentren dos sujetos por la calle y se digan:
-Hola, chico, y. . . te destinaron?
-No, pero. . como si lo estuviera, porque me ha ofrecido el
hermano menor de la cuada de un ex-Ministro de Relaciones, que,
en cuanto muera el canciller del consulado de San Petcrsburgo, pues
ya estoy yo en el puesto.
-Y est grave ese caballero?
-No, al contrario, est bueno y sano, aunque padece de flato
sordo; pero me ha asegurado que a la corta o a la larga tiene que
morir.
-Pues, yo voy ms de prisa que t, como que me harn subprefecto en cuanto cambie el orden de cosas, y sea sto una repblica federal,
Pasa media hora, y aparece al fin el seor de la Breva, caballero gordo, echado para adelante, colorado, envuelto hasta los pies
en una bata china bordada de se
pelo rojo en la cabza.
-Seor. .
-Qu mandaba Ud. joven?
-Seor: soy aunque me est mal decirlo, casado y con hijos
tfernos, tengo ademSs suegra y un grano rebelde aqd, en 1a barba;
pero soy honrado y trabajador; poseo buena letra y cometo pocas
faltas de ortografa: lo nico con que no puedo, es con el uso de
la v semilabial y con las maysculas.
-Bueno, y qu?
-Nada, que yo quisiera que Ud. me destinara en cualquier
parte y de cualquier cosa: ya sabe Ud. que sirvo para todo.
-Bien,
-Ya lo creo, y muy reconocido. Ya ve Ud. si estar en cadcter; pues hace Io menos dieciocho meses que estoy privado de. . .
muchas cosas, incluso el caf con sus gotitas de coac, que es nri
pasin.
-Perfectamente, vulvase por aqui maana temprano.
-Estar a las seis.
-iAh! y sin bigotes, porque a mi me gusta que mis secretarios
tengan cara respetable de telogos indgenas.
-Nada: no hay como poseer poca ortografa y un grano en
cualquier parte, para tener suerte -iba pensando para s el sujeto,
mientras entraba a la Central a tomarse una copita fiada.
-Es Ud. el seor Empresario?
-Si seor; quiere Ud. algn abono de palco o galera?
-No, seor, lo que yo quiero es un destinc.
-Llega Ud. tarde, aqu estamos todos completios.
-No lo dudo, pero. . . vea Ud. yo puedo servir para todo:
LA HUACHUA Y EL ZORRO
ADOLFO VlENRICH
En sus agonas prorrumpa en lastimeros ayes y tiernas imprecaciones, que el eco repeta:
-fluacbua, huachua de pata colorada! todavia me hincan las
uitas de los pajaritos! ay, ay! me punzan las piernas de los pajaritos !
Hermoso aplogo que nos ensea, que nunca debemos ejercitar
venganza, y que la clera es muy mala consejera.
DON FLEMON
ABELARDO GAMARRA
Tiene tal modo de filtrarse y se sabe dar tales trazas, que desde el ao 1801 la cofrada del Arcngel no tiene otro mayordomo
que el amable, el amabilsimo don Flemn: la dulzura con leva.
Si vieran ustedes el presupuesto que forma para la celebracin
de la fiesta!
Helo aqu:
Diez arrobas de cera; doce varas de raso para la pollera del
Arcngel; veinte varas de franja; cuarenta soles para hacerle dorar
el escudo, platear la espada y esmaltar el turbante; veinte para retocar su diablo, ponerle un cuerno que le falta y arreglarle el rabo
que se le ha descompuesto; cincuenta para hacerle esmaltar las alas;
diez para que le muden peana; en una palabra doscientos para que
lo pongan como nuevo; item para lamparines, floreros, retablos, etc.
A juzgar por el presupuesto, don Flemn va a poner hecho una
ascua al Arcngel; pero jq~i!una vez que la hermandad ha entregado el bodoque, se le despierta tal espritu de economa que vacila
para convertir tanto caudal en una cosa que se puede arreglar de
otra manera; lo medita, lo consulta en familia y recuerda que en
casa sobr raso cuando la nia se hizo traje; que en vez de franja
se poda poner un fleco de abrigo de la seora, discute las conveniencias de mejorar al diablo y comprende que en lugar de ponerle
el cacho que k falta fuera mejor romperle el otro para hacerlo ms
feo, y en cuanto al rabo, hay ms polmica de sobre mesa que discusin en el Congreso.
Aceptado. Resulta que el pobre Diablo es el que sale ms mal parado, y que el Arcngel va a hacer el papel de un peln al que se va
a vestir con los rezagos de la familia, y ya que todas y cada una de
las de casa van a resultar hermanas de la Cofrada del Arcngel,
t que hars?, pregunta la seora al mayordomo, como quien dice:
te dejamos sin parte, y l contesta echindose hacia atrs: yo arreglar la cera.
Este arreglo de la cera tiene tambin su economa, como que
cada cera no ha de arder hasta no dejar mecha.
Distribuda as la parte financiera de la fiesta, cada cual cumple su palabra y si el Arcngel luce el raso que sobr de la pollera
de la nia, sta luce el sur de la pollera del Arcngel; y si el fleco
del abrigo de la seora cuelga del vestido de San Miguel, el importe de la franja cuelga de las orejas de la seiiora en forma de
aretitos de ltima moda: todo es cuesti6n de colgadera; no lleva
cola el Diablo; pero s la lleva el traje de la otra seorita, que con
sus propias manos acaba de dejar mocho en !a retaguardia a la
imagen de Satans: cola por cola.
As es como por este bonito cambalache, que nada tiene de
pecado, por supuesto, resulta armado el Arcngel y todos los diablitos de la casa de don Flemn .
Termina la fiesta, se gasta la cuarta parte de la cera y lo
dems ("la cabera") venite udoremus, vuelve a casa del cerero y
se convierte en soles redondos no para el bolsillo del mayordomo
Dios nos libre y nos favorezca! sino para aplicarlo con aprobacin
general a un rnerendn con todos los hermanos de la "cabera",
queremos decir de la Cofrada, terminada la cual se practican las
elecciones y vuelve a salir reelecto por las 1,899 veces nuestro don
Flemn ("la cabera'') el ms gallazo de los tnayordomos, y sea
dicho en hofior de los que lo fuesen: la excepcin de la regla.
LA MATONERIA
ABELARDO GAMARRA
camorrista y de la solidaridad de sus compaeros. Adems, la Camorra perciba una especie de impuesto sobre las casas de juego,
sobre otras casas de placer, etc.
Esta sociedad fue hasta el ao 1860 muy poderosa. Desde
1815 el gobierno borbnico vivi en un continuo temor de los alzamientos y revoluciones populares. Y para esto se sirvi de la Camorra, muy temida por el pueblo bajo, como un medio de combatir
la propaganda de las ideas liberales en las clases populares. El gobierno no molestaba a la sociedad, pero en compensacin sus jefes
eran favorables al gobierno y le ayudaban a mantener la sumisin
en los barrios ms populares de la gran ciudad.
Combatida ms tarde por el nuevo gobierno italiano; no ya
tan fcilmente soportada por el pueblo, en el que la instruccin se
iba difundiendo y en el que se iban mezclando hombres llegados
del norte, la antigua Camorra ha concluido por deshucerse, y de
sus fragmentos han brotado en Npo2es mucbas pequeas asociaciones que viven ew consta?rte guerra con la ley.
Lo mismo poda decirse respecto de Ia mafia.
La Mafia no es, como se cree, una gran asociacin nica, con
un solo jefe, una gerarqua y estatutos; la palabra "mafia" indica
ms bien cierto espritu de prepotencia y de rebelin contra la ley,
de donde nacen muchas pequeas asociaciones o "cosche" como las
llaman en Sicilia, independientes por completo er.tre s. Las "cosche" son pcqueas asociaciones de prepotentes, en las cuales los
ms audaces mandan y se aprovechan de la debilidad de la auroridad y del miedo de la generalidad para conseguir provechos y
ventajas de todo gnero, comprometindose a no denunciarse jams
a la polica.
11
gnero de trtibmes de la plebe, y que se dedicaron a tu vida completamente de jarana: no tenan ms objeto que divertirse, enamorar, chupar y arreglar a trompadas cualquier cuenta; gastaban lo que
podian, que lo haban de la casa, de cualquier modo; eran capaces
de llevar a la pea la camisa de pap y los fustanes de mam; no
respetaban a nadie, ni guardaban consideracin a ninguno; para
ellos no haba autoridad de ninguna clase y sus centros de reunin
eran lbs huertas y las chacras, a las que solan concurrir a torear y
v formar parrandas.
Trompeaban que era utta maravilla, pegaban cabezasos y metan secos que daba febrd; y al m6s pintado guapetn que ro fuera
de Ia partida le aplicaban un "cabe" y lo largaban patitieso.
Buenos mozos y bien plantados, muchos de ellos tenan queridas de wcbupete, que les pasaban la cotrtorcha; mujeres impedidas y cabtiadoras muchas de las de Catalic; y as vivan, sin oficio
ni beneficio, dando dolores de cabeza a los pobres padres, acaband o a vergiienzas a las infelices mams, siewdo como estigma de la
fmnilita, una que otra vez en la intendencia, muchas en las comisanas, pero por breve rato: el ser de familias decerrtes vala, y les
vala mucho ms el que las autoridades grandes y chicas las ms
eran como suele ser, de la cuerda, y se sabe que entre sastres no
se cobran hechuras.
Tan pronto se les vea elegantsimos, como hechos un merengue, con una partida de zajurianas.
verdad no le tiene; el faite es como un jefe o caudillo sobreentendido: el que se impone a puIso.
Llegadas unas decciones, hubo poltico, aqu doinde continuamos semi-salvajes, al que se le ocurri aprovecbar de tan magnfico
Han nacido aqu, viven aqu, tienen sus mujeres aqu, ms hijos
aqu; y es ms que probable que los entierren aqu, sin embargo
no son de aqu.
'%e pas"; "en este pais"; "las cosas de este pas", $icen
sueltos de huesos, como si dijeran: esta Luna.
Los extranjeras de agua ddcc tienen su modo de pasar, como
las chimbadores de los ros tienen su modo de vadearlos, por m6s
que el ro est de monte a monte.
Criijan todas las instituciones de la Repblica; vnganse abajo
todas las garantas: llvese el Diablo a la Nacin, con tal qtre la
cosa no los ajuste directamente, en cuyo caso a lo ms refunfuarn, no les importa.
vemos que, hoy mismo, los pueblos que se escudan con el derecho,
tienen a su favor solamenbe la hiptesis pasiva: mientras que los
que toman la razn y la Justicia como escudo y la fuerza como
espada, tienen de su parte a la ley efectiva. Los primeros sucumben con honra: los segundos tiunfan con gloria y con provecho.
Para aquellos, la alegra del poeta; para stos, el himno del bardo,
y el aplauso de la humanidad, la que, en su filosfico positivismo,
si respeta al que sabe caer, admira y ensalza y envidia al que sabe
elevarse a la excelsa cumbre del triunfo.
Un pueblo que vive, sin cohesin, sin ideales, sin direccin,
sin hacienda, sin garantas de ningn gnero, sin poder ni voluntad
para cumplir sus compromisos, en completa ignorancia y en absoluto fanatismo intransigente, no podr esperar de la accin combinada de tantos elementos nocivos, sino resultados contraproducentes: el descrdito, el menosprecio, la prdida del territorio, la intervencin extranjera, en una palabfa: su muerte nacional e i n t m a cional.
No es Gobierno digno de tal nombre el que se concreta al mantenimiento del orden de cosas alcanzadas; sino el que lo mejora, el
que ampla los limpios arcaduces por donde la riqueza pblica
circula; el que ensancha los horizontes de la aspiracin legtima;
el que robustece los organismos sociales; el que procura, por
todos los medios posibles, aumentar la vitalidad y las energas. Ni tan poco merece el nombre de pueblo el que no
estudia, el que no aspira, el que no contribuye con poderosos
esfuerzos y nimo firme a hacer un buen Gobierno; es decir, el que
no contribuye individual y colectivamente al engrandecimiento de
la patria.
Los extranjeros de agua dulce, sos que se hacen a un lado,
que se cruzan de brazos, que dejan hacer y deshacer, que viven
como los caracoles en su concha y que a titulo de comodidad se han
llamado a neutrales, sos que creen que la fortuna entra por la gatera,
son ms nocivos que la cuerda de Sardanpalo, que se afanan por
mamar a cuatro cachetes y por vivir y morir, como los znganos
en la colmena, dentro de la Caja Fiscal.
LOS POETAS1
MANUEL GONZALES PRADA
Para ciertas gentes, los poetas se dan la mano con los bobos
que resuelven charadas o coleccionan estampillas. Si a uno le salrrdan: "-Adis, poetaJJ, quieren decirle: "-Adis, tontoJJ.
Causa grima la idea que muchos se forman de la Poesa y de
las poetas. As, cuando en los corrillos algn brbaro sale con una
enflautada, todos prorrumpen a una voz: 'r-!Hombre, no venga
usted con poesas!" Cuando un pelafustn siente algo que le incomoda, exclama: "-Esto s que es verso!"
El mundo no est cansado de poesas ni de poetias, sino de
coplas y copleros. Al surgir un Trnnyson, un Campoamor o un
Lamartine, los odos se abren para saborear las melodas, las manos
se extienden para comprar los libros.
Si un poeta afirma que reina el positivismo, que el Arte agoniza,
qtre las musas se van como los dioses, entindase que ha zurcido
unos malos cuartetos, que ha dado pifia en una leyenda o que le
han silbado una comedia.
6.- EPISTOLARIOS
Monitor ''Huscar'"
I
I
..
'i
Acta. Inventario de los objetos encontrados a1 Capitn de Fragata don Arturo Prat, Comandante de la Corbeta chr'k~
ralda", momenbs despus de haber fallecido a bordo del monitor
'CHu~~'*.
gi&%
>
RICARDO PALMA
(
Madrid.
Mi estimado seor y amigo;
Tengo por sistema no gastar tinta en defensa de mis prodrrcciones literarias, que bien s no son el man de los israelitas para
que gusten a todos los paladares; pero, por esta vez, quiero hacer
una excepcin en mi regla de conducta.
Empieza mi crtico detenindose en musaraas. Encuentra que
n o son castizas las palabras garrafal, plebiscitario, uvucastro y atrrnzos por m empleadas- En qu fuentes ha bebido ese caballero su
ilustracin lingstica? tEn los clsicos espafioles? No lo creo,
Antes de meterse en camisa de once varas desmintiendo o rectificando aseveraciones ajenas; antes de echarse a darme lecciones
de historia peruana, ha debido el seor Garca Rodrigo empezar
por estudiar el asunto en que iba a ocuparse, para no exponerse a
que yo pusiera en tan vergonzoso relieve su ignorancia.
Si algo hay de duro en esta mi contestacibn, la culpa no es
ma, sino de quien, con la destemplanza de su estilo, me ha obligado a corresponderle en la misma moneda.
Defienda el seor Garca Rodrigo cuanto quiera y pueda a la
Inquisicin; considere, si le place, a ese Tribunal como bienhechor
de la humanidad, ncora de la religin y lumbrera del progreso;
mcs, para exigir de los otros respeto por sus doctrinas y creencias,
debi principiar por respetar las ajenas, y por tratar con cortesa
a quien no le di motivo para ser obsequiado con chocarreras de
de mal gnero.
Quiera usted, seor Sbarbi, dar publicidad en las columnas
del Averiguador Universal a esta carta, y acepte las consideraciones
de sincero aprecio con que soy de usted muy atento amigo y servidor,
Ricardo Palma.
Miraflores, septiembre 4 de 1880.
7Mariano Campos
TG
7Martin Vera
Capetan
(*)
7austino Camargo
Capetan
Domingo Nercado
Sumario
EPICRAFE
Jorge Basadre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
PROLOCO
Alberto Escobar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
... .. .. .. . . .. .. .. . . .. ...
15
19
NOTICIA DE AREQUIPA
23
37
41
31 de Julio de 1821 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
43
EL IMPARCIAL
16 de Noviembre de 1822 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
53
EL CORNETA DE LA GUERRA - No 1
8 de Marzo de 1823 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . ... . .. . . .
59
3 de Octubre de 1822 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
67
- N"
18
LA ABEJA REPUBLICANA
- No 19
6 de Octubre de 1822
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . .. .
71
LA ABEJA REPUBLICANA
- NQ20
. .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
75
10 de Octubre de 1822
.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
79
.. . ... . .. . .. . .. .. . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . .... .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
i
1
PROSA TESTIMONIAL
91
99
Flora Tristn
.. . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . ..
Max Radiguet
.. . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
107
- 1830 - 1842
.. . . . .. . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . .
113
- EL RECLUTAMIENTO
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ., . , .
Sebastin Lorente
13 1
. .. . . . ... . . . . . . . . . . . . .
.. . . . . . . .
135
- "A
. .. . . .. . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . .. .
161
LA JUVENTUD PERUANA"
Antonio Raimondi
.... .. . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . .
169
Ricardo Palma
., . .. . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . , . .
202
.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
207
MICUELITO
Narciso Atstegui
. . . . . . . .. . . . . . .. . . . . . .. . . . . .
219
. . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . .
225
LA HUACHUA Y EL ZORRO
..
Miguel Grau
.. .. . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .
251
Ricardo Palma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.. . . . . . . . . . . . . . 253
CARTA DE LOS JEFES GUERRILLEROS DE COMAS
A UN TERRATENIENTE COLABORACIONISTA . . . . . . . . . . . . . . .. . 261
edubonco
FUNDAClON DEL BANCO CONTINENTAL PARA EL
FOMENTO DE LA EDUCACION Y LA CULTURA