M.estévez - Marcadores de Estrés
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AGRADECIMIENTOS
Deseo expresar mi gratitud a los Dres. M del Carmen del Arco Aguilar,
Profesora Titular de Prehistoria de la Universidad de La Laguna, y Conrado Rodrguez
Martn, Director del Instituto Canario de Bioantropologa, por haber confiado en m y
acceder a mi peticin de ser los Directores de esta Tesis Doctoral, colaborando con sus
sugerencias y orientaciones a enriquecer este trabajo de investigacin.
Gracias tambin al Dr. Rafael Gonzlez Antn, Director del Museo Arqueolgico
de Santa Cruz de Tenerife, por permitirme el acceso al material osteolgico que he
empleado.
Asimismo, doy las gracias a las Dras. Cristobalina Rodrguez lvarez y Rosalba
Snchez Gonzlez, Profesoras de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Laguna,
por su accesibilidad y magnanimidad.
Cmo no agradecer tambin las horas compartidas con Jorge Daz Muoz,
quien me aliger la tarea de recomponer el complejo rompecabezas que supona el estudio
de la serie osteolgica; y con Fabin Bonilla, consejero par excellence, pero especialmente
agradecida por su simpata y hospitalidad. Aprovecho tambin la ocasin para dar las
gracias a ese gran grupo annimo, pero no menos importante, de amigos, alumnos y
conocidos, quienes me proporcionaron su experiencia, consejo y estmulo.
Pero, sobre todo, mi agradecimiento sincero a Inma Lpez de los Bueis, amiga
y compaera de Doctorado, por su ayuda desinteresada. A ella dedico este trabajo como
recuerdo de nuestra amistad.
NDICE
PRESENTACIN
1 ENFOQUE ANTROPOLGICO Y JUSTIFICACIN DE LA INVESTIGACIN..............
INTRODUCCIN
2 LA RESPUESTA ADAPTATIVA DEL ORGANISMO AL MEDIO AMBIENTE.................
2.1
2.2
2.3
2.4
2.5
2.6
CONCEPTO DE ESTRS....................................................................................................................................
LA RESPUESTA SEA FRENTE A UN FACTOR DE ESTRS: MARCADORES SEOS DE ESTRS. ........
MARCADORES SEOS DE ESTRS OCUPACIONAL......................................................................................
LAS VARIACIONES DISCONTINUAS, INDICADORES POTENCIALES DE ESTRS FSICO?.......................
LAS RESPUESTAS SEAS PATOLGICAS COMO INDICADORES DE ESTRS MECNICO.......................
ESTUDIO DE LOS MARCADORES SEOS: VENTAJAS Y LIMITACIONES.....................................................
9
10
12
15
16
17
21
OBJETIVO
3 PROPUESTA DE TRABAJO.........................................................................................
25
MATERIAL
4 LA MUESTRA SEA ESTUDIADA-.............................................................................
4.1
4.2
4.3
4.3.1
4.3.2
4.3.3
4.3.4
4.3.5
4.3.6
ndice
29
29
43
46
47
49
53
54
58
59
Pgina 1
MTODOS
5 PROCEDIMIENTOS METODOLGICOS EMPLEADOS................................................
5.1
5.2
5.3
5.4
5.5
5.6
5.7
5.8
5.9
5.10
61
63
64
68
69
70
72
98
108
128
131
RESULTADOS
6 RESULTADOS Y DISCUSIN.......................................................................................
6.1
6.2
6.3
6.4
6.5
6.6
6.7
6.8
6.9
6.10
6.11
6.12
133
135
143
149
159
201
209
234
237
241
262
307
329
CONCLUSIONES
7 INTERPRETACIN FINAL..............................................................................................
355
BIBLIOGRAFA
8 BIBLIOGRAFA CITADA...................................................................................................
ndice
365
Pgina 2
PRESENTACION
1 Presentacin
Pgina 3
Pero como toda ciencia biolgica, la Antropologa Fsica, que ha tenido como
objetivo el conocimiento bioantropolgico de los grupos humanos en cuanto a su
evolucin y variabilidad, ha experimentado notables cambios en las ltimas dcadas
(Reynolds & Lieberman, 1996); as para profundizar en la realidad biolgica del ser
humano ha desarrollado tcnicas analticas con el fin de evaluar los cambios
filogenticos y la adaptacin del individuo a su entorno natural (Valls, 1985), pero, al
mismo tiempo, ha asumido que el estudio del hombre requiere considerar
simultneamente los aspectos biolgicos, ambientales y socioculturales de su existencia
(May, 1977); de modo que el antroplogo fsico empieza a esforzarse por comprender la
naturaleza humana en su totalidad (Stein & Rowe, 1974) para escapar en lo posible al
estudio meramente biolgico de la misma, y dar respuesta a esa otra realidad con la
que est estrechamente relacionada, la cultural, pues precisamente quiz el aspecto
ms singular del hombre sea que posee un mecanismo adaptativo, la cultura, que le
hace comportarse de forma radicalmente diferente ante estmulos ambientales similares
(Valls, 1985) y constituir un medio ambiente particular y caracterstico.
1 Presentacin
Pgina 4
Fue a partir de la segunda mitad del pasado siglo, cuando los antroplogos
comenzaron a ser conscientes de las relaciones existentes entre morfologa sea y
factores ambientales. A partir de esta fecha muchos investigadores comienzan a
interesarse en la forma en la que se produjo la supervivencia de los grupos humanos,
de sus respuestas ambientales, y su adaptabilidad al medio ecolgico y a la realidad
econmica y social en la que se desenvolvieron.
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trae serios problemas para llegar a conclusiones certeras, puesto que se desconoce
todo acerca de los hombres que los ocuparon, las actividades que realizaron, y mucho
menos su medio ecolgico o estado nutricional, por lo que con frecuencia la
interpretacin que se hace del uso de los artefactos encontrados en ellos, su uso, o los
procesos de domesticacin y explotacin de los recursos, descansa sobre suposiciones
basadas en comparaciones etnogrficas e histricas, pero tales interpretaciones no
dejan de ser, en muchos casos, meras especulaciones. De ah la necesidad de integrar
toda la informacin disponible para contribuir en la reconstruccin de la historia de las
poblaciones antiguas.
Como con frecuencia son los esqueletos los nicos supervivientes del paso
del tiempo, y los marcadores seos impresos en ellos son normalmente los nicos
medios para la reconstruccin de las fuerzas o factores ambientales que actuaron sobre
los mismos, no hay necesidad de subrayar que el estudio antropolgico retrospectivo de
los restos biolgicos humanos de poblaciones extintas puede permitir desentraar
mltiples incgnitas histricas, constituyendo stos un documento de excepcin de su
forma de vida, de sus recursos alimenticios, de sus enfermedades y en general, de las
actividades a travs de las cuales asegur su existencia y manifest su cultura. De
modo que el anlisis de los restos esquelticos puede contribuir a aclarar el complejo
itinerario biolgico, ecolgico y cultural desarrollado por estas poblaciones del pasado,
independientemente de que exista documentacin histrica o no de las mismas.
1 Presentacin
Pgina 6
entre
arquelogos,
antroplogos
culturales,
mdicos,
bilogos,
1 Presentacin
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Los estudios paleobiolgicos, por tanto, cobran especial inters dado que en
las islas, a pesar del esfuerzo que se est haciendo actualmente, no tenemos datos
arqueolgicos suficientes, que permitan reconstruir totalmente la forma de vida y
costumbres de los aborgenes canarios, por lo que la informacin extrada de sus restos
seos puede completar y ayudar a contrastar en gran medida la informacin
suministrada por las fuentes etnohistricas y los artefactos materiales hallados en los
asentamientos arqueolgicos (Stirland, 1991; Casas, 1997).
1 Presentacin
Pgina 8
Para ello, se han seleccionado unos 4.000 restos seos humanos, que
constituyen, a su vez, los restos esquelticos de seis cuevas sepulcrales escogidas de
seis grandes zonas geogrficas diferentes (Sur, Sureste y Suroeste; Norte, Noreste y
Noroeste) de la isla de Tenerife con el fin de hacer una aproximacin demogrfica y de
bioadaptabilidad a los diferentes ambientes.
1 Presentacin
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INTRODUCCION
2 Introduccin
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Segn Levi (1972), estrs es una respuesta central, fisiolgica, ante una
perturbacin del organismo y para Huss-Ashmore et al. (1982), estrs es la
desorganizacin fisiolgica que se produce en un organismo como consecuencia de
una perturbacin medioambiental. De modo que para los autores citados, el estrs es
considerado una respuesta del organismo ante una perturbacin, mientras que la
perturbacin es la causa o factor que desencadena la respuesta o estrs (factor
estresante).
Kelley & Angel (1987) incluyen, sin embargo, dentro de lo que ellos llaman
estrs de vida, por un lado, todas aquellas fuerzas internas, como determinantes
biolgicos o causas genticas; y por otro, todas aquellas fuerzas externas que afectan a
cualquier individuo como, por ejemplo, una dieta inadecuada, una enfermedad, la
realizacin de una actividad fsica, el proceso del parto, un accidente, la violencia o
condiciones ambientales severas. As tambin lo considera Casas (1997), que define
estrs como cualquier condicin ambiental que suponga una perturbacin para el
organismo, pues lo identifica con la definicin que de este trmino vinieron haciendo
una gran mayora de los autores, especialmente hasta los aos ochenta; a la vez que
entiende por perturbacin cualquier desviacin del estado de equilibrio u homeostasis
del organismo. Por tanto, para estos investigadores estrs es la causa del desorden del
organismo y no su respuesta.
2 Introduccin
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Esta respuesta, por tanto, viene causada por cualquier condicin ambiental
que suponga una alteracin metablica para el organismo, de modo que la gama de
factores que pueden ser la causa de estrs para el hombre es tan amplia como el
concepto de ambiente para nuestra especie. Adems, como la adaptacin cultural
puede suponer un factor de estrs adicional sobre un individuo o poblacin, a los
agentes de presin fsico-qumicos y biolgicos, hay que unir todos los factores y las
relaciones derivados de su realidad psquica, cultural, tecnolgica y social (Casas,
1997).
2 Introduccin
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ms
que
alteraciones
irregularidades
seas
observables,
tanto
2 Introduccin
Pgina 12
2 Introduccin
Pgina 13
musculoesquelticos, que reflejan la plasticidad normal del hueso frente a las fuerzas
tensionales que producen los continuos o bruscos microtraumas que se derivan del
desarrollo de la actividad cotidiana.
Dentro de este grupo general del que acabamos de hablar, los marcadores
seos de estrs, en este trabajo se han distinguido tres bloques o subgrupos bien
diferenciados de posibles respuestas seas frente a un factor de estrs, que son los
siguientes: marcadores seos de estrs ocupacional, variaciones discontinuas y
respuestas patolgicas. La inclusin de los dos ltimos grupos se debe a que son
numerosos los investigadores que intentan analizar la influencia de la actividad fsica en
la aparicin de algunas caractersticas no mtricas y de ciertas patologas.
2 Introduccin
Pgina 14
de
2 Introduccin
correlacionar
indicadores
seos
especficos
con
determinados
Pgina 15
2.4
FSICO?
Las
caractersticas
variantes
normales,
denominadas
caracteres
2 Introduccin
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caractersticas deben tener un origen gentico, algunos autores sugieren que, a juzgar
por su variabilidad morfoscpica, y su naturaleza hiper o hiposttica, algunas de estas
caractersticas probablemente respondan tambin a distintos procesos de aposicin y
resorcin cortical, y no sean ms que casos particulares de respuestas adaptativas
(Trotter, 1964; Casas, 1997) a episodios de estrs de origen mecnico, de modo que
determinadas variaciones no mtricas pueden estar ms relacionadas con la actividad
fsica de lo que se piensa, lo que las convertira en potenciales indicadores de estrs
mecnico y, por tanto, indicadores de actividad (Roberts & Manchester, 1995). No
obstante, de acuerdo con Casas (1997), las posibilidades de estudio que ofrecen las
variaciones discontinuas como potenciales marcadores de estrs son muy interesantes,
pero las conclusiones extradas hasta la fecha han de tratarse con cautela, ya que la
mayora de los trabajos que abogan por su relacin con factores mecnicos,
desarrollados sobre todo hasta los aos 80, carecen de un tratamiento estadstico que
ponga a prueba la significacin de las frecuencias observadas y, adems, en algunos
de ellos se comparan muestras de tamaos muy distintos, lo que puede inducir a
sesgos importantes y a conclusiones imprecisas.
2.5
MECNICO
2 Introduccin
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entraan un gran valor a la hora de evaluar la salud de los pueblos del pasado
(Brothwell, 1987).
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Por ejemplo, algunos autores como Smith (1996), muestran que una
actividad fsica intensa y repetitiva no slo puede alterar la estructura normal del hueso,
sino que tambin puede influir en la aparicin, o aceleracin, de procesos patolgicos,
como es el caso de los traumatismos. As, una fuente interesante de informacin son los
estudios de los diferentes tipos de traumatismos (contusiones, luxaciones, fracturas);
por ejemplo, las fracturas constituyen una de las patologas que con ms frecuencia
aparece en las series esquelticas (Ortner & Putschar, 1985) y algunos investigadores,
como es el caso de Judd & Roberts (1998), ms que en el estudio clnico de la fractura,
se han centrado en demostrar si la presencia de sta puede ser atribuida a violencia
(principal causa de los traumatismos), o bien existe otra interpretacin biocultural,
debido a una perturbacin impuesta gradual o sbita. En lo que se refiere a la sociedad
guanche, resulta especialmente interesante el anlisis de los diferentes tipos de
traumatismos que aparecen en nuestras series osteolgicas, as como su distribucin
esqueltica, por grupo de edad y sexo, a fin de recabar ms informacin para la
reconstruccin e interpretacin de los modos de vida y costumbres de nuestros antiguos
aborgenes, pues se sabe que stos solan encontrarse inmersos en conflictos internos,
probablemente relacionados con pleitos tribales, de modo que muchos de sus
2 Introduccin
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2 Introduccin
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Por otra parte, como los marcadores de presin ambiental producen una
memoria del suceso metablico sufrido (Goodman et al., 1980), su estudio tambin
puede resultar de gran utilidad, porque permite evaluar el grado de adaptacin
individual o colectiva al estrs sufrido durante el transcurso de la vida, facilitando la
reconstruccin de las estrategias de subsistencia, que pudieron determinar la historia
evolutiva de las poblaciones.
Tambin hay que destacar que los marcadores de presin ambiental resultan
ser los mejores indicadores retrospectivos del posible estrs fisiolgico sufrido por las
poblaciones (Goodman et al., 1980), de modo que tambin pueden servir como
herramienta analtica en el campo de la Antropologa Forense (Laird, 2000), y para
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predecir los posibles riesgos a los que pueden estar sometidas las poblaciones
actuales.
Dado el inters que presenta este tipo de estudios, hace ms de un siglo que
los investigadores mdicos y los antroplogos fsicos se interesan por el anlisis de las
irregularidades de la morfologa esqueltica (Kennedy, 1989), pero hasta hace pocos
aos esta investigacin no ha sido objeto de estudios experimentales, que demuestren
su relacin con factores de presin de carcter cultural, ni tampoco ha habido una
organizacin sistemtica de los datos que existen sobre estos marcadores, ni mucho
menos una metodologa.
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Sin embargo, como tambin resulta cierto que los osarios representan una
oportunidad nica para examinar poblaciones prehistricas e histricas especficas
(Lpez-Bueis, 1998), el problema antes apuntado no impidi acometer otra va
alternativa de trabajo, como es el anlisis de la frecuencia con que aparece una
determinada alteracin sea en nuestra serie osteolgica, pues su estudio puede
informar sobre la prevalencia de dicha alteracin en la poblacin de donde procede la
muestra, en este caso la poblacin guanche, una comunidad cuyo aislamiento
progresivo, por su condicin insular y por la prdida de vnculos externos al cambiar las
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2 Introduccin
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OBJETIVO
3 PROPUESTA DE TRABAJO
3 Objetivo
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3 Objetivo
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distinto papel que un individuo o grupo realiza en la comunidad, ya sea por su sexo,
edad, aptitudes individuales o estatus social.
3 Objetivo
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3 Objetivo
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MATERIAL
Las Islas Canarias probablemente fueron descubiertas por los fenicios o por los
cartagineses (Blzquez, 1977; Gonzlez Antn et al., 1995a; Gonzlez Antn et al., 1998;
Atoche & Martn, 1999), sin embargo, las primeras referencias literarias directas o indirectas
de las mismas se deben a escritores griegos y romanos. Por ejemplo, a la literatura
grecolatina se debe el apelativo de Afortunadas (Martnez, 1999), y la primera mencin
escrita del Archipilago Canario se debe al escritor griego Plutarco y data del ao 82-81 a.C.
Pero quiz la ms interesante es la descripcin que el naturalista latino Plinio el Viejo (23-79
d.C.) hace sobre estas islas atlnticas en su Historia Natural, donde se recogen las
observaciones de una expedicin a las Islas Canarias enviada por Juba II, quien subi al
4 Material
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4 Material
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Pounds (1992) define de modo genrico la cultura material como los distintos
modos en que se han satisfecho las necesidades humanas elementales de comida y cobijo.
Pero para este autor, las necesidades humanas suelen irse haciendo cada vez ms
diversas y complejas por la propia naturaleza del progreso. As, la aparicin de la ganadera
y la agricultura permiti a las comunidades primitivas emplear parte del tiempo que antes
dedicaba a la caza y la recoleccin a otros fines, adems, estas nuevas actividades
proporcionaron el material necesario para alcanzarlos. De modo que la fabricacin de armas y el
utillaje mejor y aparecieron nuevas ocupaciones, como la elaboracin de cermica, vestido, etc.
Otra consecuencia de esta nueva forma de vida fue el sedentarismo, y por tanto, la necesidad de
mantener unida a la poblacin. En este sentido, para Pounds (1992), los juegos y diversiones,
tan comunes a todos los pueblos arcaicos, no tenan otro propsito que el de afianzar la
cohesin del grupo; de modo que sumarse a los festejos, bailes y rituales en fechas sealadas
mantena unidos a los miembros de la comunidad y mitigaba los accesos de violencia
provocados por la envidia o la codicia. ste debi de ser el origen de las ancestrales
celebraciones de primavera, del solsticio de verano y de invierno, como ritos esencialmente
unidos al proceso productivo de la ganadera y la agricultura.
Esta evolucin cultural, comn en las poblaciones del pasado, tambin se refleja
en la sociedad guanche. Por ejemplo, Macas (1995) apoyndose en los avances realizados
en el campo arqueolgico, y corroborando las deducciones de estudios anteriores, afirma
que la poblacin prehispnica de Canarias presenta un claro parentesco sociocultural con
etnias del grupo camtico berber, y habla de la existencia de un horizonte cultural comn
entre todas las comunidades aborgenes insulares, donde la actividad recolectora y
ganadera constituy la base econmica de las etnias que poblaron el Archipilago, de modo
4 Material
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que todas contaron con un nivel tecnolgico de partida relativamente similar; otros
caracteres que son comunes a todas las Islas son el uso de las cuevas naturales, la
escritura de tipo lbico-berber, el utillaje ltico y seo como materia prima bsica para
realizar el resto de las labores artesanales (trabajo del cuero, madera, culinario, etc.) y el
culto Astral. Despus, entre el siglo III a.C. hasta la penetracin europea, ocurre un
importante progreso material en algunas de estas comunidades a medida que avanzaba su
dominio y conocimiento de las potencialidades productivas del territorio, permitiendo el
desarrollo de una actividad agraria que las dot de una mayor garanta de supervivencia.
4 Material
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las
barreras
biogeogrficas
favorecen
el
desarrollo
de
ncleos
independientes a la par que crece la competencia de los mismos, y que da origen a un tipo
especfico de organizacin social denominada filiacin segmentada. Esto es, las
caractersticas espaciales y ecolgicas del medio (altitud, orografa, masa vegetal, etc.)
condicionan de forma determinante las relaciones polticas con la poblacin originaria y
entre las diferentes comunidades surgidas posteriormente, y van a propiciar la
competencia entre los que estn ms cercanos o compartan un mismo recurso natural y,
como resultado, van a aumentar las tensiones a medida que el territorio est ms repartido
y los recursos escaseen.
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conocimientos que vaya adquiriendo sobre los recursos que del medio pueda obtener. De
modo que la poblacin que lleg a la Isla, y centrndonos slo en las ocupaciones
esenciales para la supervivencia, como son la obtencin de alimento y la proteccin
(incluyendo en este ltimo trmino el cobijo y defensa), fijara primero los asentamientos de
aquellos espacios con mayor nmero de recursos durante el periodo de adaptacin y
consolidacin del grupo; y posteriormente, esta poblacin originaria se dispersara
asentndose en otros territorios de explotacin, los cuales fueron con el tiempo
constituyendo espacios autnomos, que generaran diferentes mecanismos de interaccin
al nivel de competencia o cooperacin, como por ejemplo guerras, alianzas, actos ldicos,
etc. (Arco, 1987), interacciones un tanto complejas y no exentas a veces de querellas, por
los estrechos vnculos que adquira la comunidad como resultado de la divisin y reparto del
fruto de las cosechas, as como de la comn explotacin de bosques y pastos.
4 Material
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distribucin del clima y cubierta vegetal, las que van a obligar al aborigen a poner en juego
distintas estrategias de explotacin del medio, condicionando su distribucin y organizacin
econmica, social y poltica, e incluso su adaptacin biolgica, en razn de las diferencias
edficas, climticas, orogrficas, en definitiva, ecolgicas, existentes no slo entre
comarcas, sino incluso dentro de una comarca misma, en razn de su orientacin
geogrfica o franja altitudinal.
4 Material
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Estos resultados ratifican lo observado ya por otros autores citados (Gonzlez &
Tejera, 1981; Gonzlez Antn et al., 1995a), esto es, que la actividad ganadera y recolectora
constituy uno de los recursos bsicos de supervivencia inicial y slo un posterior
conocimiento ecolgico de la Isla y el desarrollo tecnolgico permitira la prctica de una
agricultura ms o menos desarrollada, principalmente en la zona Norte de la misma,
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posiblemente por ser ms viable el acceso a los recursos hdricos. Segn Arco (1982), son
abundantes las evidencias arqueolgicas que demuestran que el recurso bsico de
subsistencia generalizado fue la explotacin animal, y tambin, aade esta autora, son
frecuentes las citas historiogrficas que nos hablan de la presencia de ganado en la Isla,
menciones estrechamente enmarcadas en un contexto social que remite a la labor pastoril
desarrollada por esta comunidad primitiva, ya que como sealan Gonzlez Antn et al.
(1995a), se trataba de la explotacin de ganado menor (cabras y ovejas principalmente,
aunque se constata la presencia del cerdo), que se introduce en Tenerife desde el comienzo
de su colonizacin, pues desde los momentos iniciales de los asentamientos ya se observa
su aprovechamiento.
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debido a su escarpado relieve, que le limita en movilidad, aunque en la vertiente Sur, las
extensas llanuras, la suavidad del relieve y la lejana de la montaa, le van a permitir
mayores movimientos. A partir de la primavera, el pastor guanche traspasa las distintas
barreras boscosas para acceder a la cumbre, por encima de los 1500 msm, zona muy rica
en leguminosas forrajeras, y que se extiende por ambas vertientes, constituyendo un
excelente pasto en los meses de primavera y verano; este territorio supuso en el pasado
una importante rea de pastoreo, donde se mova una alta cifra de cabezas de ganado al
cuidado de un buen nmero de pastores.
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Por ltimo, respecto a la actividad recolectora llevada a cabo por los guanches,
ha sido difcil ilustrarla documentalmente, puesto que la recoleccin y el modo en que sta
se haca es una de las ocupaciones menos estudiadas de la cultura canaria. Sin embargo,
s podemos afirmar que el guanche estaba entrenado para levantar peso (Espinosa (1980
[1594]) y que sera habitual el acarreo de materiales, como la recoleccin vegetal con
variados fines (combustin, alimentacin, fabricacin de manufacturas), o la apropiacin de
recursos abiticos, por ejemplo material ltico, arcillas o avituallamiento de agua, entre otros.
4 Material
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4 Material
Pgina 43
MAJAGORA
UCHOVA
HOYA FRA
EL MASAP
LA FLORIDA
EL GUANCHE
DESCUBRIMIENTO
25-6-1974
19-VI-1933
5-1971
1955?
12-1978
1975
EXCAVACIN
25-6-1974
5-1971
1955 ?
12-1978
6-1975
ENTRADA
6-1974
5-1971
1955
1-1979
6-1975
COMARCA
Adeje
Abona
Anaga
Icode
Taoro
Tegueste
LOCALIZACIN
Suroeste
Sur
Sureste
Noroeste
Norte
Noreste
LOCALIDAD
Gua de Isora
San Miguel
Hoya Fra
S. J. Rambla
La Orotava
Tegueste
DATACIN ( C)
858 d.C.
704 d.C.
1012 d.C
1314 d.C.
652 d.C.
609 d.C.
N DE INDIVIDUOS
35
52
57
43?
32
115
REA
Sur
Sur
Sur
Norte
Norte
Norte
ALTITUD
850 msm
980 msm
200 msm
400 msm
ESTERNN
31
V. CERVICAL
22
235
V. DORSAL
22
18
478
V. LUMBAR
28
24
299
SACRO
19
20
24
13
97
ESCPULA
4D/4I
19 D / 13 I
8D/8I
11 D / 8 I
14 D / 13 I
18 D / 26 I
CLAVCULA
7D/-
10 D / 4 I
7 D / 11 I
38 D / 36 I
HMERO
22 D / 35 I
20 D / 20 I
41 D / 32 I
27 D / 33 I
25 D / 29 I
64 D / 49 I
CBITO
5D/2I
2D/5I
33 D / 29 I
12 D / 6 I
14 D / 15 I
44 D / 43 I
RADIO
6D/4I
9 D / 10 I
22 D / 22 I
7 D / 13 I
15 D / 12 I
43 D / 41 I
MANO
12
248
COXAL
19 D / 17 I
39 D / 38 I
8 D / 26 I
28 D / 36 I
18 D / 22 I
59 D / 43 I
FMUR
27 D / 21 I
17 D / 15 I
49 D / 57 I
15 D / 15 I
24 D / 32 I
63 D / 55 I
RTULA
- /1I
-/1I
24 D / 25 I
TIBIA
26 D / 18 I
10 D / 7 I
48 D / 52 I
20 D / 18 I
22 D / 23 I
55 D / 60 I
PERON
26 D / 18 I
2D/6I
15 D / 14 I
19 D / 14 I
16 D / 14 I
46 D / 47 I
PIE
11
359
14
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EL GUANCHE
HOYA FRA
LA FLORIDA
EL MASAP
MAJAGORA
UCHOVA
Los materiales seos escogidos para realizar esta Tesis Doctoral, como se ha
comentado, han sido previamente utilizados en diversos trabajos de investigacin, siendo el ms
representativo
el
Proyecto
Cronos,
programa
interdisciplinar
para
el
estudio
4 Material
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4 Material
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El arquelogo que supervis la excavacin fue Luis Diego Cuscoy y los datos
que a continuacin se dan de esta cueva funeraria se encuentran recogidos dentro de un
trabajo que este investigador public en el Anuario de Estudios Atlnticos (Diego, 1986).
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lava emplazada dentro de lo que aqu se conoce como malpas (campos de lava ridos y
pedregosos).
El yacimiento presentaba una boca (obturada por una pared de piedra seca) de
190 m de ancho por 150 m de alto y una planta irregular de 350 m de ancho por 445 m
de fondo y un techo bajo de 160 m. En el momento de su descubrimiento se comprob que
toda la superficie de la cueva estaba cubierta de restos humanos en un total desorden
anatmico, ocasionado ste, probablemente, por la entrada de animales, segn opinin de
Diego (1986); aunque pensamos que aqu este autor entra en contradiccin, pues afirma
que la cueva estaba obturada por una pared de piedra seca, por tanto el desorden fue
ocasionado por la entrada de animales, o ms bien estamos ante una inhumacin
secundaria? Costumbre sta que parece fue tambin practicada por los guanches, como se
ha observado en otras necrpolis (Arco et al., 1995).
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prctica usual; y en ocasiones parece que hay un ajuar colectivo o que se deposita una
parte por el todo, por ejemplo varios fragmentos distintos de cermicas, pero que no se
pueden reconstruir, lo que quiere decir que el depsito no fue del recipiente entero; o un
sector esqueltico de un animal, lo que nos indicara que no se deposit el animal entero,
sino slo una porcin (Arco, 1992-1993). Y por otra parte, aunque una razn importante
para explicar la ausencia de momificacin pueda ser la de tratarse de una comunidad de
escasos recursos, tambin pueden contemplarse otras alternativas, como por ejemplo que
la momificacin no estuviera en el bagaje cultural de ese grupo, o bien que sta fuera
manifestacin de status social, pero no necesariamente ligada a los mayores recursos
econmicos, sino a poder y prestigio.
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Segn las investigaciones del autor citado, la cueva fue descubierta el 19 de junio de
1933. Tristemente expoliada nada ms conocerse el hallazgo, de haber sido respetada sera hoy
uno de los asentamientos funerarios ms importantes del Archipilago Canario. La noticia de su
descubrimiento sali publicada en varios diarios locales cinco das despus, reflejndose ya la
triste suerte que sufri esta parcela de nuestro patrimonio arqueolgico.
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bajo un mismo modelo. Adems, de aceptar la propuesta de este autor de considerar este
sitio como necrpolis asociada a una poblacin dispersa, habra que asumir que ya el
mismo fenmeno funerario, comn a una comunidad ms o menos diseminada
territorialmente, es una manifestacin de cierta cohesin de grupo.
La cueva, con una longitud total de 5750 m, presenta una boca formada por un
arco natural de 150 m de alto y lo mismo de ancho, apoyada en un contrafuerte rocoso que
avanza unos dos metros hacia el exterior, formando una especie de repisa. La entrada tena
una gran piedra que no la obstrua del todo, pero que disimulaba el acceso. El interior de la
cueva est compuesto de cuatro cuerpos, sealados, en la publicacin precitada, en un
grfico adjunto con las letras a (galera tubular de 16 m de longitud, 2 a 3 m de ancho y
150 m de alto), b (bolsa de 23 x 16 x 2 m), c (galera irregular de 8 m de longitud con
techo de 2 y 3 m de altura) y d (bolsa o rotonda de 1050 x 350 x 250 m).
4 Material
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4. Ajuar:
b) Un vaso en un escondrijo.
c) Cuentas de collar en un grupo donde haba por lo menos dos nios de corta
edad.
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d) Un cuenco de madera.
e) Hachones de tea.
4 Material
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El informe arqueolgico apenas aporta datos sobre los pormenores del sitio
funerario, aunque se sabe que el descubrimiento, excavacin y entrada en el Museo
Arqueolgico de Tenerife tuvo lugar en mayo de 1971, siendo Luis Diego Cuscoy su
descubridor y el investigador que supervis la recogida de los materiales encontrados. No
obstante, no se ha podido determinar an en la actualidad la localizacin exacta de esta
cueva.
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arqueolgicos recogidos en las excavaciones practicadas por la zona parecen indicar que
esta comarca estuvo densamente poblada por los aborgenes guanches, ya que disponan
de abundantes pastos y tierras de cultivo (Diego, 1968; Arco, 1985; Garca Morales, 1989;
Arco et al., 2000).
tres fuentes
documentales.
4 Material
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Arqueolgicas, de la que era responsable Luis Diego Cuscoy, no obstante, en el registro del
Museo Arqueolgico se apunta que el ao 1955 fue la fecha de descubrimiento, excavacin
y entrada en el mismo.
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Parece, por lo que se colige de los comentarios de Diego Cuscoy, que aqu
vuelve a incorporarse la misma conclusin en relacin con el esquema conceptual de que
todas las cuevas sepulcrales deben tener ajuar y evidentemente, como hemos comentado
en prrafos anteriores, esto no tiene porqu ser as por lo que se infiere de la experiencia
arqueolgica. Adems, la deduccin de un posible expolio no concuerda con el
descubrimiento de zonas bastante intactas, como observa la misma publicacin de la
excavacin, ni tampoco con la existencia de la segunda cueva, realmente en estrecha
vecindad, que s contena materiales de ajuar, por lo que esta segunda cueva bien podra
haber cumplido la funcin de depsito de ajuar, relacionado con ofrendas de un amplio valor
colectivo, como sugieren Arco et al. (1995), los cuales creen que es probable que en este
4 Material
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4 Material
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Para obtener la datacin se utiliz gelatina sea, que fue analizada por
Geochron Laboratories (Krueger Enterprises, Inc. U.S.A.), dando las siguientes fechas de
ocupacin de esta necrpolis: 1341 59 aos BP C14 (C13 corrected) = 609 59 d. C. (GX19702) y 1311 81 aos BP C14 (C13 corrected) = 639 81 d. C. (GX-18746).
4 Material
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4 Material
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MTODOS
Dado que la muestra osteolgica analizada est compuesta por una serie de
restos seos mezclados e indistintos, de la que carecemos de toda informacin documental
que nos pudiera aportar informacin sobre los individuos en ellas depositados, se hizo
necesario llevar a cabo un estudio bioantropolgico inicial, a fin de subsanar esta carencia
de documentacin, y poder extraer aquellas variables, como son el sexo y la edad, que
resultan imprescindibles para acercarnos al perfil demogrfico de la poblacin en estudio.
5 Mtodos
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CRITERIO
Ausente
1-8
Presente
No observable
5 Mtodos
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5 Mtodos
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Buena
Regular
Mala
Inalterado
5 Mtodos
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Los centros de osificacin, que son de dos tipos: primarios -que aparecen en las
difisis- y secundarios -que dan lugar a las epfisis-, van surgiendo gradualmente en el esqueleto
desde el nacimiento hasta la edad adulta y pueden estudiarse mediante el anlisis de las
dimensiones de la difisis y fusin de las epfisis, siempre y cuando este proceso no haya sido
alterado por la accin ambiental.
Otro factor que limita la evaluacin de la edad basada en la fusin de las epfisis es
que este mtodo slo puede emplearse cuando se trata de individuos inmaduros, esto es, los
que an no han alcanzado la madurez sea. Por lo que otro inconveniente a aadir es que los
huesos inmaduros, debido a su mayor fragilidad, con frecuencia aparecen incompletos en las
excavaciones arqueolgicas, por lo que la prdida o deterioro de alguna o ambas epfisis puede
dificultar la valoracin real de la edad.
Por ltimo, hay que tener en cuenta la variabilidad intersea del esqueleto
postcraneal, por lo que para llegar a un diagnstico de edad ms preciso con este mtodo, se
deben analizar conjuntamente todas las piezas seas pertenecientes al individuo, cosa que
obviamente se hace imposible con osarios.
5 Mtodos
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segundo ms de 25 aos, que contendra a los restos que ya han alcanzado la madurez sea
(Tabla 5.2.1).
TABLA 5.2.1
DETERMINACIN DE LA EDAD
CATEGOR
A
CRITERIO
Menos de 25 aos
Ms de 25 aos
Son muchos los autores que han estudiado la estimacin de la edad atendiendo a la
unin de las epfisis. Pero para este trabajo, se sigui preferentemente el grfico de edades de la
unin epifiso-diafisaria de Brothwell (1987), ya que este autor refundi en un croquis los datos de
diversas fuentes que han analizado estas etapas evolutivas del hueso. Este dibujo se reproduce
en la Figura 5.2.1; en este esquema, las cifras representan aos y la diferencia entre cada par
representa el intervalo mnimo y mximo de edad de unin de la epfisis correspondiente.
5 Mtodos
Pgina 66
FIGURA 5.2.1
EDADES DE LA UNIN EPIFISARIA
5 Mtodos
Pgina 67
Para estimar la talla media de la muestra slo se han utilizado los restos
esquelticos de adultos, de ambos lados, ya que, salvo que existan anomalas por
trastornos del crecimiento, genticos, metablicos, dietticos, etc., que afecten a la talla,
sta se alcanza definitivamente hacia los 25 aos aproximadamente (Bass, 1987). As
mismo, se escogieron estructuras que presentaran una buena conservacin.
5 Mtodos
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VARONES
MUJERES
Hmero
Radio
Cbito
Fmur
Tibia
Se llev a cabo la estimacin del lado siguiendo las pautas sealadas por Bass
(1987), a fin de estudiar un aspecto estrechamente relacionado con determinados patrones
de actividad, como es la asimetra bilateral corporal, en cuanto a grado de robustez y
frecuencia de aparicin de marcadores seos, debido al uso preferente de un lado frente al
5 Mtodos
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otro en ambas extremidades, tanto superior como inferior (Ruff & Jones, 1981; Stirland,
1993), pues se sabe que, con frecuencia, algunas actividades pueden provocar una mayor
presin sobre el lado o extremidad dominante y producir cambios en la estructura sea de
los huesos implicados en los movimientos propios de dichas ocupaciones, como ocurre en
el patrn de asimetra cruzada entre extremidad superior e inferior encontrados en
poblaciones de economa agrcola (Ruff & Jones, 1981). As Lpez-Bueis (1998) detecta
asimetras de hmero y fmur, es decir, mayor desarrollo del lado derecho en el miembro
superior y del lado izquierdo en el miembro inferior en una poblacin vallisoletana, que
ejerca una ocupacin eminentemente agrcola.
La estimacin del sexo puede hacerse mediante dos tipos de mtodos: bien a
travs de la observacin de caractersticas cualitativas, bien mediante el anlisis de
parmetros cuantitativos. En el presente trabajo se determin el sexo sobre la base de
criterios cualitativos y slo se aplic el segundo en vistas a disminuir el nmero de
indeterminados.
5 Mtodos
Pgina 70
5 Mtodos
Pgina 71
TABLA 5.5.1
DETERMINACIN DEL SEXO
CATEGORA
CRITERIO
Masculino
Femenino
Indeterminado
5 Mtodos
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CUADRO 5.6.1
MARCADORES OCUPACIONALES DE LA ESCPULA
TIPO
NOMBRE
ABREVIATURA
Musculoesqueltico Proceso coracoides
oecoraco
Musculoesqueltico Acromion
oeacromi
Musculoesqueltico Tubrculo
oetuberc
5 Mtodos
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ENTESOPATA EN LA APFISIS
CORACOIDES (Foto 5.6.1): se registr bien un
FOTO 5.6.1
ENTESOPATA EN EL ACROMION
FOTO 5.6.2
ENTESOPATA
FOTO 5.6.3
INFRAGLENOIDEO
irregular
EN
(Foto
pequeas
5.6.3):
EL
TUBRCULO
crecimiento
excrecencias,
que
seo
aparecen
5 Mtodos
Pgina 74
CUADRO 5.6.2
MARCADORES OCUPACIONALES DE LA CLAVCULA
ABREVIATUR
TIPO
NOMBRE
A
Musculoesqueltico Proceso conoideo
oecono
Musculoesqueltico Fosa romboidea
oefosa
Musculoesqueltico Robustez extremo esternal
oeester
Musculoesqueltico Robustez extremo acromial
oeacro
Deformacin extremo acromial
Esqueltico
ocdeacro
acromial
FF
5 Mtodos
CRITERIO
Ausente
Canal
Fosa o crter
Meseta
Pgina 75
FOTO 5.6.6
5 Mtodos
FOTO 5.6.8
FOTO 5.6.9
Pgina 76
CUADRO 5.6.3
MARCADORES OCUPACIONALES DEL HMERO
TIPO
NOMBRE
ABREVIATURA
oetubmay
oetubmen
oeredon
oepecto
oearque
oemuesca
oeepitro
oeepicon
FOTO 5.6.10
5 Mtodos
Pgina 77
ENTESOPATA
EN
LA
FOTO 5.6.11
morfolgicas
parecidas
las
lugar
de
insercin
del
msculo
subescapular.
FOTO 5.6.13
5 Mtodos
Pgina 78
FOTO 5.6.14
FOTO 5.6.15
5 Mtodos
Pgina 79
FOTO 5.6.16
FOTO 5.6.17
FOTO 5.6.18
FOTO 5.6.19
5 Mtodos
FOTO 5.6.20
Pgina 80
CUADRO 5.6.4
MARCADORES OCUPACIONALES DEL CBITO
TIPO
Musculoesqueltico
Musculoesqueltico
Musculoesqueltico
Musculoesqueltico
Musculoesqueltico
Musculoesqueltico
EXOSTOSIS
NOMBRE
Exostosis olcranon
Hipertrofia cresta supinador
Elevacin borde interseo
Elevacin borde ancneo
Elevacin pronador cuadrado
Entesofitos en proceso estiloides
ENTESOPTICA
EN
ABREVIATURA
oeolecra
oesupina
oeintero
oeancone
oeprona
oeestilo
EL
F0TO 5.6.21
Macroscpicamente
se
observa
una
FOTO 5.6.22
HIPERTROFIA
DE
LA
CRESTA
DEL
5 Mtodos
Pgina 81
FOTO 5.6.24
FOTO 5.6.25
el
cbito
superior
se
aade
con
fines
FOTO 5.6.26
ENTESOPATA
EN
EL
PROCESO
5 Mtodos
Pgina 82
CUADRO 5.6.5
MARCADORES OCUPACIONALES DEL RADIO
TIPO
ABREVIATUR
A
NOMBRE
oetubero
Musculoesqueltico Arqueamiento
diafisario
oearque
oecresta
FOTO 5.6.27
FOTO 5.6.28
FOTO 5.6.29
FOTO 5.6.30
5 Mtodos
FOTO 5.6.31
FOTO 5.6.32
Pgina 83
foto 5.6.33
FOTO 5.6.34
FOTO 5.6.35
CUADRO 5.6.6
MARCADORES OCUPACIONALES DE LA MANO
TIPO
NOMBRE
Musculoesqueltico Hipertrofia
falange
ABREVIATUR
A
oefalang
FOTO 5.6.36
5 Mtodos
Pgina 84
ABREVIATUR
A
Apfisis
odontoides
oeodonto
TIPO
Musculoesqueltico
FOTO 5.6.37
5 Mtodos
Cresta ilaca
oeiliaca
oeanteri
Espina citica
oeciatic
Cresta pectnea
oepectin
Tuberosidad isquitica
oetubero
Agujero obturador
oeobtura
oeagujer
Signos de acuclillamiento en el
acetbulo
ocacetab
Pgina 85
FOTO 5.6.38
ENTESOPATA
FOTO 5.6.39
EN
LAS
ESPINAS
ILACAS
FOTO 5.6.40
5 Mtodos
Pgina 86
FOTO 5.6.41
FOTO 5.6.42
en
la
zona
medial
(apfisis
FOTO 5.6.43
5 Mtodos
Pgina 87
ENTESOFITOS
EN
EL
BORDE
DEL
FOTO 5.6.44
5 Mtodos
FOTO 5.6.47
Pgina 88
CUADRO 5.6.9
MARCADORES OCUPACIONALES DEL FMUR
MARCADOR
Musculoesqueltico
Musculoesqueltico
Musculoesqueltico
Esqueltico
Esqueltico
Esqueltico
Esqueltico
Esqueltico
Esqueltico
Esqueltico
Esqueltico
Esqueltico
Esqueltico
NOMBRE
Trocnter mayor
Trocnter menor
Glteo mayor y lnea
Faceta de Wamsley
Obturador interno
Pilasterismo
Impresin tibial
Faceta de Charles
Depresin condilar
Faceta de Martin
Impresin condilar
Surco peritroclear
Platimera
ABREVIATURA
oetromay
oetromen
oegluteo
ocwamsle
ocobtura
ocpilast
ocimptib
occharle
ocdepcon
ocmartin
ocimpres
ocsuperi
ocplatim
FOTO 5.6.48
5 Mtodos
Pgina 89
FOTO 5.6.49
FOTO 5.6.52
FOTO 5.6.50
FOTO 5.6.51
FOTO 5.6.53
5 Mtodos
Pgina 90
FOTO 5.6.54
FOTO 5.6.55
5 Mtodos
FOTO 5.6.57
Pgina 91
FOTO 5.6.58
5 Mtodos
Pgina 92
IMPRESIN
CONDILAR
LATERAL
(Foto
FOTO 5.6.61
FOTO 5.6.62
FOTO 5.6.63
5 Mtodos
Pgina 93
NDICE PLATIMRICO=
CUADRO 5.6.10
MARCADORES OCUPACIONALES DE LA TIBIA
MARCADOR
NOMBRE
Musculoesqueltico Huella en la bolsa infrarrotuliana
Musculoesqueltico Entesopata en lnea popltea
Esqueltico
Platicnemia
ABREVIATUR
oebolsa
oepoplit
ocplatic
FOTO 5.6.64
5 Mtodos
FOTO 5.6.65
Pgina 94
FOTO 5.6.66
FOTO 5.6.67
NDICE PLATICNMICO =
Hiperplaticnemia: x - 54,9
Platicnemia: 55,0 - 62,9
Mesocnemia: 63,0 - 69,9
Euricnemia: 70,0 - x
CUADRO 5.6.11
MARCADORES OCUPACIONALES DEL PERON
TIPO
NOMBRE
Musculoesqueltico Peron proximal
Musculoesqueltico Membrana
Musculoesqueltico Peron distal
5 Mtodos
ABREVIATUR
oeproxi
oeintero
oedistal
Pgina 95
FOTO 5.6.68
FOTO 5.6.69
MEMBRANA
INTERSEA
(Foto
FOTO 5.6.70
5 Mtodos
Pgina 96
CUADRO 5.6.12
MARCADORES OCUPACIONALES DEL CALCNEO
TIPO
NOMBRE
ABREVIATUR
oeaquile
oeespolo
FOTO 5.6.71
5 Mtodos
FOTO 5.6.72
Pgina 97
postcraneal
(Cuadro
5.7.1)
catalogadas
por
Finnegan
(1978),
5 Mtodos
Pgina 98
CUADRO 5.7.1
VARIACIONES DISCONTINUAS
ESCPULA
ABREVIATURA
vcariart
vforamen
vsurco
HMERO
FMUR
FOSA DE ALLEN
vallen
FACETA DE POIRIER
vporier
FORMACIN DE PLACA
vplaca
APERTURA SEPTAL
PROCESO SUPRACONDLEO
vseptal
vproceso
ATLAS
ABREVIATURA
vexosfos
TERCER TROCNTER
vtercer
FOSA HIPOTROCANTRICA
vhipotro
RTULA
vforcari
PUENTE LATERAL
vpuelat
PUENTE POSTERIOR
vpuepos
RTULA BIPARTITA
VRTEBRA CERVICAL
FORAMEN BIPARTITO TRANSVERSO
vfosa
vbiparti
TIBIA
vforabip
SACRO
CARILLA SACRA ACCESORIA
vmuesca
vcasacra
COXAL
CARILLA MEDIAL
vmedial
CARILLA LATERAL
vlateral
ASTRGALO
HUESO TRGONO
vtrigono
vfailiac
vmedial
MARCA ACETABULAR
vmarca
EXTENSIN LATERAL
vexten
SURCO PREAURICULAR
vsurpre
vsupinf
PLIEGUE ACETABULAR
vpliegue
CALCNEO
CARILLA CALCNEOASTRAGALINA
vcalastr
TUBRCULO PERONEAL
vtubercu
FOTO 5.7.1
5 Mtodos
Pgina 99
FOTO 5.7.2
FOTO 5.7.3
CRITERIO
FOTO 5.7.4
5 Mtodos
Pgina 100
FOTO 5.7.5
FOTO 5.7.6
FOTO 5.7.7
separado.
FOTO 5.7.8
5 Mtodos
Pgina 101
FOTO 5.7.9
FOTO 5.7.10
FOTO 5.7.11
5 Mtodos
Pgina 102
CRITERIO
Cerrado
Abierto
5 Mtodos
FOTO 5.7.15
FOTO 5.7.16
Pgina 103
FOTO 5.7.17
FOTO 5.7.18
FOTO 5.7.19
FOTO 5.7.20
MUESCA
DEL
VASTO
(Foto
5.7.20):
pequea
5 Mtodos
Pgina 104
CARILLA
MEDIAL
LATERAL
DE
FOTO 5.7.21
TABLA 5.7.3
TIPO DE CARILLA DE ACUCLILLAMIENTO EN LA
TIBIA
CATEGORA
CRITERIO
Medial
Lateral
FOTO 5.7.22
5 Mtodos
Pgina 105
FOTO 5.7.23
FOTO 5.7.24
FOTO 5.7.25
TABLA 5.7.4
FORMA DE LA SUPERFICIE ARTICULAR INFERIOR DEL
ASTRGALO
CATEGORA
5 Mtodos
CRITERIO
Sencilla
Doble
Pgina 106
CRITERIO
Sencilla
Bilobulada
Doble
Medial
FOTO 5.7.26
FOTO 5.7.27
FOTO 5.7.28
TUBRCULO
PERONEAL
(Foto
5 Mtodos
Pgina 107
TRASTORNOS
VASCULOTRAUMTICOS
OSGOOD SCHLATTER
ESPONDILOLISIS
TRAUMATISMOS
ACROMION BIPARTITO
CONTUSIN
HERNIA DISCAL
LUXACIN
NDULO DE SCHMORL
FRACTURA
PROLAPSO DISCAL
HEMATOMA CALCIFICADO
PERIOSTITIS
MIOSITIS OSIFICANTE
5 Mtodos
Pgina 108
5 Mtodos
Pgina 109
Murphy, 1990; Wilson et al., 1992; Apley & Solomon, 1995; Aufderheide & Rodrguez
Martn, 1998), como el envejecimiento (la mayora de las manifestaciones artrsicas
estn asociados a la edad avanzada, por lo que es comn en el anciano, aunque esto
no significa que sea una expresin de la senilidad, sino simplemente que tarda muchos
aos en desarrollarse); traumatismos previos (traumatismo locales, por ejemplo, una
fractura mal consolidada o una luxacin, pueden ser la causa de la presencia de EAD
en individuos jvenes y algunos casos de EAD muy severa); sobrecarga mecnica de la
articulacin (arqueamiento de las piernas, escoliosis u obesidad); anomala intraarticular (luxacin congnita de cadera); neuropata (articulacin de Charcot);
metabolopata (artritis asociada con gota y artropata por pirofosfatos, entre otras), etc.
5 Mtodos
Pgina 110
FOTO 5.8.1
Hmero con porosidad
en la trclea posterior
EXCRECENCIAS
SUPERFICIALES:
se
consider
como
tales
toda
FOTO 5.8.2
FOTO 5.8.3
por
proliferacin
del
cartlago,
seguido
de
osificacin
endocondral.
5 Mtodos
Pgina 111
FOTO 5.8.4
Cabeza humeral con
eburneacin y osteofitos
pueden
afectar
pequeas
zonas
de
la
5 Mtodos
Pgina 112
5 Mtodos
Pgina 113
GRADO
CRITERIO
Grado III
Grado
IV
FOTO 5.8.5
FOTO 5.8.6
FOTO 5.8.7
Espondilosis: grado I
Espondilosis: grado II
5 Mtodos
Pgina 114
FOTO 5.8.8
Espondilosis: grado IV
es
la
dificultad
de
hacer
el
estudio
5 Mtodos
Pgina 115
ESPONDILOLISIS
esfuerzos
repetidos
(Merbs,
1983;
Roberts
&
FOTO 5.8.9
Espondilolisis total
FOTO 5.8.10
Escpula con os acromiale
5 Mtodos
Pgina 116
HERNIA DISCAL
FOTO 5.8.11
Vrtebra lumbar:
ndulo de Schmorl y
espondilosis grado I
5 Mtodos
Pgina 117
columna, afectando en la mayora de los casos a las ltimas vrtebras torcicas y la porcin
lumbar (Roberts & Manchester, 1995).
FOTO 5.8.12
Prolapso discal
5 Mtodos
CATEGORA
CRITERIO
Ndulo de Schmorl
Prolapso discal
Pgina 118
PERIOSTITIS
FOTO 5.8.13
No
obstante,
cuando
hay
una
respuesta
5 Mtodos
Pgina 119
TRASTORNOS VASCULOTRAUMTICOS
Bajo este epgrafe se recogen las patologas que cursan con trastorno
vascular, como son la osteocondritis disecante (OD) o enfermedad de Kning y las
llamadas osteocondrosis, entre las que destacaremos la enfermedad de OsgoodSchlatter (Edeiken, 1981; Lpez-Durn, 1995).
De modo que el inters del estudio de estas dos patologas se debe a que
actualmente se sabe que estos casos probablemente responden a fuerzas
tensionales repetidas o a continuados microtraumatismos asociados a la actividad
fsica (Apley & Solomon, 1995; Lpez-Durn, 1995); bien en una zona apofisaria,
como es el caso de la enfermedad de Osgood-Schlatter; bien en una zona articular,
como por ejemplo en la osteocondritis disecante.
5 Mtodos
Pgina 120
FOTO 5.8.14
Hmero
OD en captulo
FOTO 5.8.15
Tibia con OD en base
tres
tipos
de
figuras:
bien
una
lesin
prdida
posterior
del
cartlago
hialino,
correspondiente a lo que se va
FOTO 5.8.16
OD en trclea femoral
llano
cicatriz
por
5 Mtodos
Pgina 121
con
posterior
inflamacin
FOTO 5.8.17
Enfermedad de Osgood-Schlatter
que
en
ocasiones
puede
arrancarse
FOTO 5.8.18
Osgood-Schlatter
5 Mtodos
Pgina 122
TRAUMATISMOS
5 Mtodos
Pgina 123
futuro. En la mayora de los casos, estas alteraciones se reflejan en el hueso seco de tres
modos: contusin, luxacin y fractura (Roberts & Manchester, 1995).
FOTO 5.8.19
Difisis de peron
con seal de trauma
FOTO 5.8.20
Radio: subluxacin y
EAD secundaria
5 Mtodos
Pgina 124
(seudoartrosis),
bien
fusionarse
FOTO 5.8.21
Snfisis pbica
Fractura con neoformacin sea
5 Mtodos
CATEGORA
CRITERIO
Contusin
Luxacin
Fractura
Pgina 125
HEMATOMA CALCIFICADO
En
realidad
se
trata
de
un
particular
tipo
de
marcadores
5 Mtodos
Pgina 126
FOTO 5.8.22
Fmur con exostosis en la
cresta del glteo mayor
FOTO 5.8.23
Fmur: miositis
osificante
5 Mtodos
Pgina 127
Otra de las cuestiones que puede limitar cualquier estudio sobre marcadores
de actividad, dado los estrechos mrgenes de respuesta sea (desgaste o
neoformacin de hueso) frente a cualquier factor de presin ambiental, es la ausencia
actual de estandarizacin metodolgica para relacionar variaciones seas especficas
con ocupaciones particulares (Kennedy, 1998);
5 Mtodos
Pgina 128
De modo que las limitaciones antes citadas pudieron eludirse al fijar una
metodologa adecuada a las condiciones de nuestra muestra, como fue el registro objetivo
cualitativo y cuantitativo- de cada uno de los marcadores (ocupacionales, variaciones
discontinuas y patologas), independientemente de la causa o causas que pudieran
haberlos provocado. Esto nos mantuvo alejados de interpretaciones previas subjetivas que
pudieran distorsionar las conclusiones. Y slo despus de haber analizado las frecuencias
obtenidas, mediante un adecuado tratamiento estadstico, que agrup los diversos grados
en que puede manifestarse un marcador segn el criterio presencia/ausencia, nos
planteamos las hiptesis sobre cules pudieron ser las actividades causales, comparando
nuestros resultados con las fuentes etnohistricas y los hallazgos arqueolgicos referentes
a la poblacin prehispnica de Canarias; pues tal como se encuentran estos estudios
actualmente, se hace difcil la evaluacin del perfil de actividad fsica de una poblacin
extinta si no hay evidencia documental o instrumental que lo corrobore. Asimismo, para
elaborar nuestras interpretaciones se han consultado los resultados obtenidos en diferentes
trabajos que han estudiado marcadores de actividad fsica en poblaciones arqueolgicas.
5 Mtodos
Pgina 129
5 Mtodos
Pgina 130
5 Mtodos
Pgina 131
RESULTADOS
6 RESULTADOS Y DISCUSIN
Para abordar el estudio del perfil de actividad llevado a cabo por la poblacin
estudiada, creemos importante aclarar algunos aspectos que pueden limitar la
utilizacin de los marcadores de actividad fsica.
Primero hay que tener en cuenta los estrechos mrgenes de variacin que
puede sufrir el hueso frente a un factor de presin, y tambin que ste puede derivar de
actividad crnica, de factores fortuitos o de enfermedad, como se ha venido
comentando.
6 Resultados
Pgina 133
6 Resultados
Pgina 134
YACIMIENTOS
REA SUR
YACIMIENTOS
REA NORTE
6 Resultados
REGULAR
BUENA
MALA
n
%
n
%
n
%
231 64,5 45 12,6 82
22,9
192 73,0 29 11,0 42
16,0
Majagora
Uchova
Hoya
261 48,7
Fra
Total
684 59,1
Masap 218 71,0
Florida
108 26,1
Guanche 1001 48,9
Total
1327 48,0
111 20,7
185
26
116
268
410
164
30,6
16,0 288
8,5
63
28,0 190
13,1 778
14,8 1031
24,9
20,5
45,9
38,0
37,
2
Pgina 135
FIGURA 6.1.1
ESTADO DE CONSERVACIN POR REA GEOGRFICA
R
E
A
59
Sur
Norte
48
16
25
15
CONSERVACIN
37
Mala
Regular
Buena
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
6 Resultados
Pgina 136
TABLA 6.1.2
ESTADO DE CONSERVACIN DE LAS REGIONES
ESQUELTICAS
REGULA
BUENA
REGIN
n
262
785
962
2009
Columna vertebral
Miembro superior
Miembro inferior
Total
%
32,1
61,0
53,7
51,6
n
196
152
242
590
%
24,0
11,8
13,5
15,2
MALA
n
359
349
586
1294
%
43,9
27,1
32,7
33,2
TOTAL
n
817
1286
1790
3893
%
100
100
100
100
FIGURA 6.1.2
GRADO DECONSERVACIN DE LAS ESTRUCTURAS ESQUELTICAS
R
E
G
I
32
C. vertebral
44
24
M. superior
61
27
12
CONSERVACIN
M. inferior
54
33
14
Mala
Regular
Buena
10
20
30
40
50
60
70
80
90 100
6 Resultados
Pgina 137
TABLA 6.1.3
ESTADO DE CONSERVACIN POR CATEGORAS DE EDAD
BUENA
REGULAR
MALA
EDAD
n
%
n
%
n
%
Infantil
18
32,1
6
10,7
32
57,1
Juvenil
190
67,4
21
7,4
71
25,2
Adulto
1666
50,6
533
16,2
1096
33,2
Senil
135
53,4
30
11,9
88
34,7
FIGURA 6.1.3
CONSERVACIN POR EDADES
E
D
A
D
32
Infantil
11
57
Juvenil
Adulto
51
67
25
16
33
CONSERVACIN
Senil
53
12
Mala
35
Regular
Buena
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
6 Resultados
Pgina 138
Como se sabe, la cortical que forma el revestimiento exterior del hueso sufre
variaciones considerables en su espesor con la edad (Virtama & Helel, 1969), este
grosor alcanza su mximo en la edad adulta, si bien puede perderse algo de masa sea
en la edad senil. Esto puede explicar que los ancianos y nios sean ms susceptibles a
deterioro postmorten, debido a que presentan una menor densidad de tejido seo.
6 Resultados
BUENA
n
%
1038
59,8
838
55,5
133
20,5
2009
51,6
REGULAR
n
%
245
14,1
218
14,4
127
19,6
590
15,2
MALA
n
453
453
388
1294
%
26,1
30,0
59,9
33,2
Pgina 139
FIGURA 6.1.4
CONSERVACIN POR SEXO
S
E
X
O
60
Masculino
Femenino
56
14
26
14
30
CONSERVACIN
Indeterminado
21
20
60
Mala
Regular
Buena
10
20
30
40
50
60
70
80
90 100
6 Resultados
Pgina 140
Por ltimo indicamos que a la vez que se recogieron las observaciones sobre
el estado de conservacin de los restos esquelticos, se procedi a anotar otros datos
relacionados con la conservacin, como por ejemplo la presencia de restos momificados
o si estos restos haban sido objeto de algn tipo de restauracin previo a la realizacin
de este estudio; los datos se exponen en la Tabla 6.1.5.
TABLA 6.1.5
TRATAMIENTO ESPECIAL POSTMORTEM
YACIMIENTO
Majagora
Uchova
Hoya Fra
Masap
Florida
Guanche
Total
n
1
13
1
19
%
0,3
4,9
0,2
6,2
1,1
34
0,9
0,1
Los resultados muestran que Masap (Norte) y Uchova (Sur) son los dos
yacimientos que ms restos momificados presentan (6,2% y 4,9% respectivamente)
mientras que slo se encontr un resto momificado en Majagora y otro en Hoya Fra y
ninguno en el resto de las necrpolis.
Se han planteado proyectos de arqueologa espacial (Criado & Clavijo, 1995),
aunque nunca efectuados, por lo que la falta de datos de la mayora de los emplazamientos
guanches de la isla de Tenerife, muchos de ellos carentes de la ms mnima informacin
arqueolgica, como ya comentamos en pginas anteriores, hace imposible disponer
actualmente de un marco geogrfico de los yacimientos con restos momificados que, a su
vez, aportara informacin de la posible relacin existente entre las necrpolis con el tipo de
cavidad, orientacin geogrfica, caractersticas climticas, etc. Ni tampoco existen datos
arqueolgicos que nos indiquen si la prctica de la momificacin se haca en todo el
territorio, ni su desarrollo temporal. Esto nos impide determinar en qu grado estos factores
citados pudieron influir en la conservacin natural o artificial de los restos momificados de la
muestra analizada.
6 Resultados
Pgina 141
Nos parecen ptimos estos resultados, dado que son muchos los factores
medioambientales (fsico-qumicos y biolgicos) que interactan a lo largo del tiempo
sobre los restos esquelticos, los cuales suelen deteriorar en gran medida la muestra
sea que se exhuma de muchos de los yacimientos arqueolgicos descubiertos.
6 Resultados
Pgina 142
6 Resultados
Pgina 143
TABLA 6.2.1
DISTRIBUCIN POR EDADES DE CADA UNA DE LAS REGIONES
SEAS
INFANTIL
n
%
24
1,9
14
1,1
39
2,2
77
1,8
REGIN
Columna vertebral
Miembro superior
Miembro inferior
Total
JUVENIL
n
%
25
1,9
120
9,4
141
8,1
286
6,6
ADULTO
n
%
1192 92,6
1075 84,0
1471 84,0
3738 86,6
SENIL
n
%
46
3,6
71
5,5
139 7,8
256 5,9
serie adulta (Tabla 6.2.1 y Figura 6.2.1), que no parece deberse a una menor
resistencia a los factores postdeposicionales, pues ya indicamos en el apartado de
conservacin que es la serie juvenil la que mejor conservacin postmortem presenta de
nuestra muestra (Tabla 6.1.3 y Figura 6.1.3).
FIGURA 6.2.1
COMPARACIN ENTRE LAS SERIES JUVENIL Y ADULTA
R
E
G
I
98
C. vertebral
M. superior
10
90
M. inferior
EDAD
91
Adulto
Juvenil
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
6 Resultados
Pgina 144
TABLA 6.2.2
COMPARACIN ENTRE LAS SERIES SEAS JUVENIL Y
ADULTO
REGIN
Columna vertebral
Miembro superior
Miembro inferior
Total
JUVENIL
n
%
25
2,1
120
10,0
141
8,7
286
7,1
ADULTO
n
%
1192
97,9
1075
90,0
1471
91,3
3738
92,9
INFANTIL
n
%
1
0,3
3
1,1
2
0,4
13
4,2
15
3,7
45
1,8
79
1,8
JUVENIL
n
%
22
6,1
39
14,8
27
5,0
46
15,0
19
4,7
139
5,5
292
6,7
ADULTO
n
%
306
85,5
203
77,2
486
90,7
213
69,4
354
86,8
2197
87,3
3759
85,6
SENIL
n
%
29
8,1
18
6,8
21
3,9
35
11,4
20
4,9
136
5,4
259
5,9
6 Resultados
Pgina 145
nmero de nios, jvenes y ancianos no sera muy elevado. Por otro lado, bien podran
haber influido en la seleccin del espacio sepulcral otros factores de ndole cultural en
el comportamiento del ritual fnebre, como por ejemplo la eleccin de otros lugares o
condiciones para su enterramiento, como es el caso de los enterramientos infantiles
encontrados en urnas (Tejera, 1995a) y bien contextualizados en un fenmeno ritual de
depsito infantil de origen feno-pnico, el tofet, por Gonzlez Antn et al. (1998); o
igualmente pudieron existir patrones diferenciales segn la edad, de modo que aquellos
individuos que no han alcanzado una edad determinada no se les reconoce como parte
del grupo.
6 Resultados
Pgina 146
FEMENINO
Infantil
22
48,9
24
51,1
Juvenil
139
53,1
123
46,9
Adulto
1536
55,3
1242
44,7
Senil
107
43,1
141
56,9
Total
1804
54,1
1529
45,9
EDAD
FIGURA 6.2.2
DISTRIBUCIN EDAD-SEXO
E
D
A
D
49
Infantil
Juvenil
51
53
47
55
Adulto
45
SEXO
43
Senil
57
Femenino
Masculino
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
6 Resultados
Pgina 147
Por ltimo slo queda incluir los anlisis de distribucin de la muestra por
lado, pues en un trabajo de investigacin sobre el anlisis de la actividad fsica es
necesario valorar si existe un patrn de asimetra bilateral, como resultado de la
utilizacin diferencial de un lado corporal frente a otro. De modo que si la distribucin
por lado en nuestra muestra presentase un cierto desajuste y mostrase diferencias
significativas, tendramos que tenerlo en cuenta a la hora de interpretar los datos
estadsticos obtenidos. Los resultados no manifestaron diferencias significativas
(Tablas 6.2.6 y 6.2.7).
6 Resultados
Pgina 148
TABLA 6.2.6
LATERALIDAD POR SEXO
SEXO
DERECHO
IZQUIERDO
Masculino
763
51,7
712
48,3
Femenino
634
49,2
654
50,8
Total
1397
50,6
1366
49,4
TABLA 6.2.7
LATERALIDAD POR CATEGORAS DE EDAD
EDAD
DERECHO
IZQUIERDO
Infantil
14
63,6
36,4
Juvenil
123
51,9
114
48,1
Adulto
1165
50,6
1137
49,4
Senil
95
47,0
107
5,0
Total
1397
50,6
1366
49,4
6 Resultados
Pgina 149
Por otro lado, una forma de evaluar la calidad nutricional es a travs del
dimorfismo sexual, ya que ste es menor ante la escasez de alimentacin.
6 Resultados
Pgina 150
TABLA 6.3.1
ESTATURA PROMEDIO PARA EL BRAZO Y LA PIERNA
SEXO
EXTREMIDAD
n
m
ds
F
Brazo
273 170,2711
4,7833
Varones
4,592
Pierna
303 169,3927
5,0249
Brazo
255 156,9569
5,4971
Mujeres
11,206
Pierna
246 155,3862
4,9815
p
0,033
0,001
Tamao muestral (n), media (m) y desviacin estndar (ds) de las estaturas de varones y mujeres obtenidas
utilizando las frmulas para ambas extremidades
FIGURA 6.3.1
ESTATURAS ESTIMADAS CON LOS HUESOS DEL BRAZO Y PIERNA
COMPARACIN POR SEXO
E
S
T
190
180
A
T
170
U
R
SEXO
160
150
Masculino
140
Femenino
Indeterminado
130
N=
274
255
M. superior
11
304
247
38
M. inferior
REGIN
Estaturas obtenidas para sexo con los huesos largos de cada extremidad
N = tamao muestral de cada uno de los grupos representados
6 Resultados
Pgina 151
TABLA 6.3.2
ESTATURAS PROMEDIO PARA LOS HUESOS LARGOS
VARONES
MUJERES
HUESO
n
m
ds
n
m
ds
Hmero
138
168,69
4,43
143
155,75
5,17
Cbito
67
172,63
4,20
43
157,67
4,81
Radio
69
171,12
4,86
69
159,01
5,93
Fmur
132
167,58
4,83
113
154,18
4,12
Tibia
139
171,52
4,34
96
157,47
5,19
Peron
33
167,68
5,05
38
153,74
5,03
Tamao muestral (n), media (m) y desviacin estndar (ds) de las estaturas de varones y
mujeres obtenidas utilizando las frmulas para cada uno de los huesos largos utilizados.
FIGURA 6.3.2
ESTATURA ESTIMADA CON LOS HUESOS LARGOS
COMPARACIN POR SEXO
E
S
T
A
T
190
180
170
U
R
SEXO
160
150
Masculino
140
Femenino
Indeterminado
130
N = 138143 6
67 43 2
Hmero Cbito
69 69 3
Radio
132113 17
139 96 19
Fmur
Tibia
33 38 2
Peron
HUESO
Estaturas obtenidas para varones y mujeres con cada uno de los huesos
largos utilizados
6 Resultados
Pgina 152
TABLA 6.3.3
COMPARACIN ENTRE HUESOS LARGOS
SERIE MASCULINA
Intervalo de confianza del 95% (en negrita los pares con diferencias estadsticas)
(I)
(J)
DIFERENCIA
ERROR
SIGNIFICACIN
LMITE
LMITE
HUESO HUESO MEDIA (I-J)
ESTNDAR
ESTADSTICA
MNIMO
MXIMO
Cbito
-3,9445
,6818
,000
-5,9542
-1,9349
Radio
-2,4262
,6751
,005
-4,4162
-,4361
Hmero Fmur
1,1064
,5578
,717
-,5377
2,7506
Tibia
-2,8428
,5516
,000
-4,4687
-1,2170
Peron
1,0080
,8868
1,000
-1,6061
3,6220
Hmero
3,9445
,6818
,000
1,9349
5,9542
Radio
1,5184
,7844
,801
-,7938
3,8305
Cbito Fmur
5,0510
,6860
,000
3,0289
7,0731
Tibia
1,1017
,6810
1,000
-,9056
3,1090
Peron
4,9525
,9726
,000
2,0856
7,8194
Hmero
2,4262
,6751
,005
,4361
4,4162
Cbito
-1,5184
,7844
,801
-3,8305
,7938
Radio Fmur
3,5326
,6794
,000
1,5300
5,5352
Tibia
-,4167
,6743
1,000
-2,4043
1,5709
Peron
3,4341
,9680
,006
,5809
6,2873
Hmero
-1,1064
,5578
,717
-2,7506
,5377
Cbito
-5,0510
,6860
,000
-7,0731
-3,0289
Fmur Radio
-3,5326
,6794
,000
-5,5352
-1,5300
Tibia
-3,9493
,5568
,000
-5,5905
-2,3081
Peron
-9,8485E-02
,8901
1,000
-2,7221
2,5252
Hmero
2,8428
,5516
,000
1,2170
4,4687
Cbito
-1,1017
,6810
1,000
-3,1090
,9056
Tibia
Radio
,4167
,6743
1,000
-1,5709
2,4043
Fmur
3,9493
,5568
,000
2,3081
5,5905
Peron
3,8508
,8862
,000
1,2386
6,4630
Hmero
-1,0080
,8868
1,000
-3,6220
1,6061
Cbito
-4,9525
,9726
,000
-7,8194
-2,0856
Peron Radio
-3,4341
,9680
,006
-6,2873
-,5809
Fmur
9,848E-02
,8901
1,000
-2,5252
2,7221
Tibia
-3,8508
,8862
,000
-6,4630
-1,2386
6 Resultados
Pgina 153
TABLA 6.3.4
COMPARACIN ENTRE HUESOS LARGOS
SERIE FEMENINA
Intervalo de confianza del 95% (en negrita los pares con diferencias estadsticas)
(I)
(J)
DIFERENCIA
ERROR
SIGNIFICACIN
LMITE
LMITE
HUESO HUESO
MEDIA (I-J)
ESTNDAR
ESTADSTICA
MNIMO
MXIMO
Cbito
-1,9227
,8755
,428
-4,5051
,6597
Radio
-3,2555
,7379
,000
-5,4319
-1,0791
Hmero
Fmur
1,5955
,6352
,185
-,2780
3,4690
Tibia
-1,7222
,6642
,147
-3,6813
,2369
Peron
2,0149
,9188
,431
-,6950
4,7248
Humero
1,9227
,8755
,428
-,6597
4,5051
Radio
-1,3328
,9781
1,000
-4,2177
1,5520
Cbito
Fmur
3,5182
,9031
,002
,8544
6,1819
Tibia
,2005
,9238
1,000
-2,5242
2,9251
Peron
3,9376
1,1208
,007
,6317
7,2435
Hmero
3,2555
,7379
,000
1,0791
5,4319
Cbito
1,3328
,9781
1,000
-1,5520
4,2177
Radio
Fmur
4,8510
,7704
,000
2,5786
7,1233
Tibia
1,5333
,7945
,813
-,8101
3,8767
Peron
5,2704
1,0169
,000
2,2709
8,2699
Hmero
-1,5955
,6352
,185
-3,4690
,2780
Cbito
-3,5182
,9031
,002
-6,1819
-,8544
Fmur
Radio
-4,8510
,7704
,000
-7,1233
-2,5786
Tibia
-3,3177
,7002
,000
-5,3829
-1,2525
Peron
,4194
,9451
1,000
-2,3681
3,2069
Hmero
1,7222
,6642
,147
-,2369
3,6813
Cbito
-,2005
,9238
1,000
-2,9251
2,5242
Tibia
Radio
-1,5333
,7945
,813
-3,8767
,8101
Fmur
3,3177
,7002
,000
1,2525
5,3829
Peron
3,7371
,9648
,002
,8914
6,5829
Hmero
-2,0149
,9188
,431
-4,7248
,6950
Cbito
-3,9376
1,1208
,007
-7,2435
-,6317
Peron
Radio
-5,2704
1,0169
,000
-8,2699
-2,2709
Fmur
-,4194
,9451
1,000
-3,2069
2,3681
Tibia
-3,7371
,9648
,002
-6,5829
-,8914
6 Resultados
Pgina 154
FIGURA 6.3.3
ESTATURA PROMEDIO PARA CADA GRUPO DE EDAD
COMPARACIN POR SEXO
E
S
T
A
T
U
R
A
190
180
170
160
SEXO
150
Masculino
140
Femenino
130
N=
Indeterminado
2
Infantil
48
39
Juvenil
493 404 38
Adulto
35
58
Senil
EDAD
6 Resultados
Pgina 155
valores para la estatura claramente superiores en comparacin con las otras necrpolis
(Figura 6.3.5).
FIGURA 6.3.4
ESTATURA POR YACIMIENTO
COMPARACIN POR SEXO
E
S
T
A
T
U
R
A
190
180
170
160
SEXO
150
Masculino
140
Femenino
130
N=
Indeterminado
69 74 9
66 39 2
Majagora
129104 18
85 67 4
Hoya Fria
Uchova
70 42 5
159176 11
Florida
Masap
Guanche
YACIMIENTO
6 Resultados
Pgina 156
TABLA 6.3.5
COMPARACIN ENTRE YACIMIENTOS
Intervalo de confianza del 95%
YACIMIENTO YACIMIENTO DIFERENCIA ERROR SIGNIFICACIN
LMITE
LMITE
(J)
(I)
MEDIA (I-J) ESTANDAR ESTADSTICA
MNIMO
MXIMO
Uchova
3,3148
1,025
,019
,3010
6,3286
Hoya Fra
1,9490
,834
,295
-,5056
4,4035
Majagora
Masap
,4888
,925
1,000
-2,2331
3,2107
Florida
6,7206
,999
,000
3,7834
9,6579
Guanche
1,048E-02
,790
1,000
-2,3135
2,3345
Majagora
-3,3148
1,025
,019
-6,3286
-,3010
Hoya Fra
-1,3659
,937
1,000
-4,1232
1,3915
Uchova
Masap
-2,8261
1,019
,085
-5,8238
,1717
Florida
3,4058
1,086
,026
,2112
6,6004
Guanche
-3,3044
,898
,004
-5,9461
-,6626
Majagora
-1,9490
,834
,295
-4,4035
,5056
Uchova
1,3659
,937
1,000
-1,3915
4,1232
Hoya Fra
Masap
-1,4602
,828
1,000
-3,8950
,9747
Florida
4,7717
,909
,000
2,0982
7,4451
Guanche
-1,9385
,673
,061
-3,9186
4,163E-02
Majagora
-,4888
,925
1,000
-3,2107
2,2331
Uchova
2,8261
1,019
,085
-,1717
5,8238
Masap
Hoya Fra
1,4602
,828
1,000
-,9747
3,8950
Florida
6,2318
,993
,000
3,3110
9,1526
Guanche
-,4783
,783
1,000
-2,7815
1,8249
Majagora
-6,7206
,999
,000
-9,6579
-3,7834
Uchova
-3,4058
1,086
,026
-6,6004
-,2112
Florida
Hoya Fra
-4,7717
,909
,000
-7,4451
-2,0982
Masap
-6,2318
,993
,000
-9,1526
-3,3110
Guanche
-6,7101
,868
,000
-9,2642
-4,1561
Majagora
-1,0477E-02
,790
1,000
-2,3345
2,3135
Uchova
3,3044
,898
,004
,6626
5,9461
Guanche
Hoya Fra
1,9385
,673
,061
-4,1631E-02
3,9186
Masap
,4783
,783
1,000
-1,8249
2,7815
Florida
6,7101
,868
,000
4,1561
9,2642
6 Resultados
Pgina 157
FIGURA 6.3.5
ESTATURA POR YACIMIENTO
COMPARACIN POR CATEGORAS DE EDAD
E
S
T
A
T
U
R
A
190
180
170
EDAD
160
Infantil
150
Juvenil
140
Maduro
130
Senil
N=
1 1611817
9 95 3
Majagora
Uchova
12 230 9
1 1712414
12 95 10
Florida
1 2627346
Guanche
YACIMIENTO
6 Resultados
Pgina 158
Pgina 159
TABLA 6.4.1
MIEMBRO SUPERIOR
FRECUENCIA DE LOS MARCADORES OCUPACIONALES
n
Total
Esc-Entesopata coracoides
11
102
10,8
Esc-Entesopata acromion
18
102
17,6
Esc-Tubrculo infraglenoideo
129
6,2
Cla-Fosa romboidea
46
106
43,4
11
112
9,8
30
11
27,0
13
7,1
Cla-Proceso conoideo
25
112
22,3
63
305
20,7
59
319
18,5
21
350
6,0
32
353
9,1
Hm-Arqueamiento bilateral
75
390
19,2
Hm-Muesca epitroclear
47
380
12,4
Hm-Entesopata en epitrclea
13
338
3,8
Hm-Entesopata en epicndilo
32
331
9,7
Cb-Exostosis olcranon
182
3,8
60
209
28,7
85
213
39,9
207
3,9
Cb-Entesopata pronador
16
208
7,7
Cb-Entesofitos estiloides
23
144
16,0
Rad-Tuberosidad bicipital
73
197
37,1
Rad-Arqueamiento diafisario
20
201
10,0
Rad-Crestas dorsales
28
171
16,4
Man-Hipertrofia falange
48
206
23,3
MARCADOR
6 Resultados
Pgina 160
FIGURA 6.4.1
MIEBRO SUPERIOR
FRECUENCIA DE LOS MARCADORES OCUPACIONALES
23,3
Man-hipertrofia
16,4
Rad-crestas
10
Rad-arqueamiento
37,1
Rad-tuberosidad
16
Cb-estiloides
7,7
Cb-pronador
3,9
Cb-ancneo
39,9
Cb-interseo
28,7
Cb-supinador
3,8
Cb-olcranon
9,7
Hm-epicondilitis
3,8
Hm-epitrocletis
12,4
Hm-muesca
19,2
Hm-arqueamiento
9,1
Hm-pectoral
6
Hm-redondo
18,5
Hm- troqun
20,7
Hm-troquiter
22,3
Cla-conoideo
7,1
Cla-deformacin
27
Cla-acromial
9,8
Cla-esternal
43,4
Esc-romboidea
6,2
Esc-infraglenoideo
17,6
Esc-acromion
10,8
Esc-coracoides
0
10
20
30
40
50
6 Resultados
Pgina 161
6 Resultados
Pgina 162
TABLA 6.4.2
MARCADORES OCUPACIONALES DEL MIEMBRO SUPERIOR
DIFERENCIAS SEXUALES
SIGNIFICACIN
MASCULINO
FEMENINO
ESTADSTICA
MARCADOR OCUPACIONAL
n Total %
n Total
%
p
Esc-Entesopata coracoides
8
60
13,3 3
33
9,1
ns
Esc- Entesopata acromion
12
60
20,0 6
34
17,0
ns
Esc-Tubrculo infraglenoideo
5
75
6,7 2
45
4,4
ns
Cla-Fosa romboidea
22
49
44,9 21
50
42,0
ns
Cla-Robustez extremo esternal
6
52
11,5 5
52
9,6
ns
Cla-Robustez extremo acromial
17
52
32,7 12
51
23,5
ns
Cla-Deformacin extremo acromial
4
53
7,5 4
52
5,8
ns
Cla-Proceso conoideo
10
52
19,2 15
52
28,8
ns
Hm-Tuberosidad mayor
28 147 19,0 33 141 23,4
ns
Hm-Tuberosidad menor
23 153 15,0 35 149 23,5
0,05
Hm- Defecto redondo mayor
10 163
6,1 11 162
6,8
ns
Hm-Defecto pectoral mayor
20 165 12,1 11 163
6,7
ns
Hm-Arqueamiento bilateral
44 179 24,6 28 183 15,3
0,05
Hm-Muesca epitroclear
31 177 17,5 14 177
7,9
0,01
Hm-Entesofitos en epitrclea
8
155
5,2 5
163
3,1
ns
Hm-Entesofitos en epicndilo
14 152
9,2 18 159 11,3
ns
Cb-Exostosis olcranon
6
93
6,5 1
78
1,3
ns
Cb-Hipertrofia cresta supinador
32 103 31,1 25
93
26,9
ns
Cb-Elevacin borde interseo
46 106 43,4 32
94
34,0
ns
Cb-Elevacin borde ancneo
6
103
5,8 1
91
1,1
ns
Cb-Entesopata pronador
11 106 10,4 5
90
5,6
ns
Cb-Entesofitos apfisis estiloides
12
87
13,8 10
51
19,6
ns
Rad-Tuberosidad bicipital
34
91
37,4 35
95
36,8
ns
Rad-Arqueamiento diafisario
11
92
12,0 7
95
7,4
ns
Rad-Crestas dorsales
15
81
18,5 11
81
13,6
ns
Man-Hipertrofia falange
30 103 29,1 15
88
17,0
0,05
6 Resultados
Pgina 163
FIGURA 6.4.2
MARCADORES OCUPACIONALES: HOMBRO
DIFERENCIAS SEXUALES
Arqueamiento b.
24,6
Pectoral
Redondo
23,5
Troqun
Troquiter
Conoideo
Deformacin
Acromial
Esternal
Romboidea
Tubrculo
Acromion
Coracoides
Total
Femenino
Masculino
6 Resultados
10
20
30
40
50
Pgina 164
FIGURA 6.4.3
MARCADORES OCUPACIONALES: ANTEBRAZO
DIFERENCIAS SEXUALES
Hipertrofia
29,1
Crestas
Arqueamiento d.
Tuberosidad
Estiloides
Pronador
Ancneo
Interseo
Supinador
Olcranon
Epicndilo
Epitrclea
Total
Femenino
Masculino
6 Resultados
17,5
Muesca
10
20
30
40
50
Pgina 165
6 Resultados
Pgina 166
TABLA 6.4.3
MARCADORES OCUPACIONALES DEL MIEMBRO SUPERIOR
DIFERENCIAS POR LADO
SIGNIFICACI
N
DERECHO
IZQUIERDO
MARCADOR OCUPACIONAL
ESTADSTICA
n Total % n Total %
p
Esc-Entesopata coracoides
8
53 15,1 3
49
6,1
ns
Esc- Entesopata acromion
9
56 16,1 9
46 19,6
ns
Esc-Tubrculo infraglenoideo
5
68
7,4 3
61
4,9
ns
Cla-Fosa romboidea
28 59 47,5 18 47 38,3
ns
Cla-Robustez extremo esternal
8
61 13,1 3
51
5,9
ns
Cla-Robustez extremo acromial
15 62 24,2 15 49 30,6
ns
Cla-Deformacin extremo
6
62
9,7 2
51
3,9
ns
acromial
Cla-Proceso conoideo
13 61 21,3 12 51 23,5
ns
Hm-Tuberosidad mayor
40 160
25 23 145 15,9
0,05
Hm-Tuberosidad menor
29 162 17,9 30 157 19,1
ns
Hm- Defecto redondo mayor
6 178 3,1 15 172 8,7
0,05
Hm-Defecto pectoral mayor
25 182 13,7 7 171 4,1
0,001
Hm-Arqueamiento bilateral
36 194 18,6 39 196 19,9
ns
Hm-Muesca epitroclear
20 192 10,4 27 188 14,4
ns
Hm-Entesofitos en epitrclea
8 172 4,7 5 167 3,0
ns
Hm-Entesofitos en epicndilo
14 166 8,4 18 165 10,9
ns
Cb-Exostosis olcranon
6 102 5,9 1
80
1,3
ns
Cb-Hipertrofia cresta supinador
33 112 29,5 27 97 27,8
ns
Cb-Elevacin borde interseo
49 113 43,4 42 100 36,0
ns
Cb-Elevacin borde ancneo
4 111 3,6 4
96
4,2
ns
Cb-Entesopata pronador
3 111 2,7 13 97 13,4
0,01
Cb-Entesofitos apfisis estiloides 17 82 20,7 6
62
9,7
ns
Rad-Tuberosidad bicipital
47 97 48,5 26 99 26,3
0,001
Rad-Arqueamiento diafisario
12 99 12,1 8 101 7,9
ns
Rad-Crestas dorsales
11 79 13,9 17 92 18,5
ns
Man-Hipertrofia falange
25 112 22,3 21 83 25,3
ns
6 Resultados
Pgina 167
FIGURA 6.4.4
MARCADORES OCUPACIONALES: HOMBRO
DIFERENCIAS POR LADO
Arqueamiento b.
Pectoral
13,7
8,7
Redondo
Troqun
Troquiter
25
Conoideo
Deformacin
Acromial
Esternal
Romboidea
Infraglenoideo
Acromion
Coracoides
Total
Izquierdo
Derecho
6 Resultados
10
20
30
40
50
Pgina 168
FIGURA 6.4.5
MARCADORES OCUPACIONALES: ANTEBRAZO
DIFERENCIAS POR LADO
Hipertrofia
Crestas
Arqueamiento d.
Tuberosidad
48,5
Estiloides
13,4
Pronador
Ancneo
Interseo
Supinador
Olcranon
Epicndilo
Epitrclea
Muesca
Total
Izquierdo
Derecho
6 Resultados
10
20
30
40
50
Pgina 169
6 Resultados
Pgina 170
TABLA 6.4.4
MARCADORES OCUPACIONALES DEL MIEMBRO SUPERIOR
DIFERENCIAS POR GRUPOS DE EDAD
SIGNIFICACI
MENOS DE
N
MS DE 25
25
MARCADOR OCUPACIONAL
ESTADSTICA
n Total % n
Total
%
p
Esc-Entesopata coracoides
0
9
0,0 11
93
11,8
ns
Esc- Entesopata acromion
0
8
0,0 18
94
19,1
ns
Esc-Tubrculo infraglenoideo
0 10
0,0 8
119
6,7
ns
Cla-Fosa romboidea
9 19 47,4 37
87
42,5
ns
Cla-Robustez extremo esternal
3 24 12,5 8
88
9,1
ns
Cla-Robustez extremo acromial
7 24 29,2 23
87
26,4
ns
Cla-Deformacin extremo
3 25 12,0 5
88
5,7
ns
acromial
Cla-Proceso conoideo
7 25 28,0 18
87
20,7
ns
Hm-Tuberosidad mayor
0 30
0,0 63
275
22,9
0,001
Hm-Tuberosidad menor
2 32
6,3 57
287
19,9
0,05
Hm- Defecto redondo mayor
1 35
2,9 20
315
6,3
ns
Hm-Defecto pectoral mayor
2 36
5,6 30
317
9,5
ns
Hm-Arqueamiento bilateral
1 39
2,6 74
351
21,1
0,001
Hm-Muesca epitroclear
2 39
5,1 45
341
13,2
ns
Hm-Entesofitos en epitrclea
1 30
3,3 12
308
3,9
ns
Hm-Entesofitos en epicndilo
2 30
6,7 30
301
10,0
ns
Cb-Exostosis olcranon
0 18
0,0 7
164
4,3
ns
Cb-Hipertrofia cresta supinador
4 22 18,2 56
187
29,9
ns
Cb-Elevacin borde interseo
6 22 27,3 79
191
41,4
ns
Cb-Elevacin borde ancneo
1 21
4,8 7
186
3,8
ns
Cb-Entesopata pronador
1 22
4,5 15
186
8,1
ns
Cb-Entesofitos apfisis estiloides 1 17
5,9 22
127
17,3
ns
Rad-Tuberosidad bicipital
2 19 10,5 71
177
40,1
0,01
Rad-Arqueamiento diafisario
1 18
5,6 19
182
10,4
ns
Rad-Crestas dorsales
1 17
5,9 27
154
17,5
ns
Man-Hipertrofia falange
0 18
0,0 48
188
25,5
0,01
6 Resultados
Pgina 171
FIGURA 6.4.6
MARCADORES OCUPACIONALES: HOMBRO
DIFERENCIAS POR GRUPOS DE EDAD
21,1
Arqueamiento b.
Pectoral
Redondo
19,9
Troqun
22,9
Troquiter
Conoideo
Deformacin
Acromial
Esternal
Romboidea
Tubrculo
Acromion
Coracoides
Total
Ms de 25 aos
Menos de 25 aos
6 Resultados
10
20
30
40
50
Pgina 172
FIGURA 6.4.6
MARCADORES OCUPACIONALES: ANTEBRAZO
DIFERENCIAS POR GRUPOS DE EDAD
25,5
Hipertrofia
Crestas
Arqueamiento d.
40,1
Tuberosidad
Estiloides
Pronador
Ancneo
Interseo
Supinador
Olcranon
Epicndilo
Epitrclea
Muesca
Total
Ms de 25 aos
Menos de 25 aos
6 Resultados
10
20
30
40
50
Pgina 173
6 Resultados
Pgina 174
TABLA 6.4.5
MARCADORES OCUPACIONALES DEL MIEMBRO SUPERIOR
DIFERENCIAS GEOGRFICAS
SIGNIFICACI
N
SUR
NORTE
MARCADOR OCUPACIONAL
ESTADSTICA
n Total % n Total %
p
Esc-Entesopata coracoides
8
43 18,6 3
59
5,1
0,05
Esc-Entesopata acromion
5
40 12,5 13 62 21,0
ns
Esc-Tubrculo infraglenoideo
5
51
9,8 3
78
3,8
ns
Cla-Fosa romboidea
17 21 81,0 29 85 34,1
0.001
Cla-Robustez extremo esternal
10 21 47,6 1
91
1,1
0.001
Cla-Robustez extremo acromial
4
20 20,0 26 91 28,6
ns
Cla-Deformacin extremo
4
21 19,0 4
92
4,3
0,05
acromial
Cla-Proceso conoideo
9
21 42,9 16 91 17,6
0,05
Hm-Tuberosidad mayor
30 127 23,6 32 177 18,1
ns
Hm-Tuberosidad menor
34 138 24,6 25 180 13,9
0,05
Hm-Defecto redondo mayor
9 151 6,0 12 198 6,1
ns
Hm-Defecto pectoral mayor
13 153 7,8 19 199 9,5
ns
Hm-Arqueamiento bilateral
40 169 23,7 34 220 15,5
0,05
Hm-Muesca epitroclear
25 168 14,9 22 211 10,4
ns
Hm-Entesofitos en epitrclea
6 155 3,9 7 182 3,8
ns
Hm-Entesofitos en epicndilo
22 152 14,5 10 178 5,6
0,05
Cb-Exostosis olcranon
4
71
5,6 3 111 2,7
ns
Cb-Hipertrofia cresta supinador
23 76 30,3 37 133 27,8
ns
Cb-Elevacin borde interseo
41 76 53,9 44 137 32,1
0,01
Cb-Elevacin borde ancneo
3
76
3,9 5 131 3,8
ns
Cb-Entesopata pronador
7
74
9,5 9 134 6,7
ns
Cb-Entesofitos apfisis estiloides 6
52 11,5 17 92 18,5
ns
Rad-Tuberosidad bicipital
23 69 33,3 50 127 39,1
ns
Rad-Arqueamiento diafisario
1
72
1,4 19 128 14,7
0,001
Rad-Crestas dorsales
12 62 19,4 16 108 14,7
ns
Man-Hipertrofia falange
2
12 16,7 46 194 23,7
ns
6 Resultados
Pgina 175
FIGURA 6.4.8
MARCADORES OCUPACIONALES: HOMBRO
DIFERENCIAS GEOGRFICAS
Arqueamiento b.
23,7
Pectoral
Redondo
Troqun
24,6
Troquiter
Conoideo
42,9
19
Deformacin
Acromial
47,6
Esternal
Romboidea
81
Tubrculo
Acromion
18,6
Coracoides
Total
Norte
Sur
6 Resultados
20
40
60
80
100
Pgina 176
FIGURA 6.4.9
MARCADORES OCUPACIONALES: ANTEBRAZO
DIFERENCIAS GEOGRFICAS
Hipertrofia
Crestas
14,7
Arqueamiento d.
Tuberosidad
Estiloides
Pronador
Ancneo
Interseo
53,9
Supinador
Olcranon
14,5
Epicndilo
Epitrclea
Muesca
Total
Norte
Sur
6 Resultados
10
20
30
40
50
60
Pgina 177
por
parte
del
ligamento
FOTO 6.4.1
Escpula
Entesopata en la apfisis coracoides
6 Resultados
Pgina 178
FOTO 6.4.2
Clavculas con diferente
grado de desarrollo del
proceso conoideo
6 Resultados
Pgina 179
Pgina 180
FOTO 6.4.3
Clavcula con fosa romboidea en
forma de crter
6 Resultados
Pgina 181
FIGURA 6.4.10
FOSA ROMBOIDEA
Ms de 25 aos
Menos de 25 aos
Mujer
Varn
Norte
Sur
Total
Meseta
Crter
Canal
6 Resultados
10
20
30
40
50
%
Pgina 182
6 Resultados
Pgina 183
ms que una variedad de la robustez del extremo acromial, que se caracteriza por un
hiperdesarrollo seo por hiperfuncin del extremo lateral de la clavcula. La revisin de
Kennedy (1989) incluye un trabajo de Lane (1887), el cual relaciona la robustez del
extremo lateral con fuerzas aplicadas hacia abajo, como por ejemplo cuando se portan
pesos pesados con los brazos extendidos. Por tanto, podramos plantear la hiptesis de
que esta ltima forma de transporte sera la responsable de los signos de entesopata
que aparecen en las zonas de insercin de los msculos deltoides y trapezoide, pero
que es el porte de objetos pesados -en concreto, en zurrones o mochilas de piel de
cabra colgados al hombro o a la espalda- la actividad que origina esta deformacin en
la clavcula de la que hablamos, en este caso por contacto de sta con la apfisis
coracoides.
FOTO 6.4.4
Hmero con avulsin
en el tubrculo menor
6 Resultados
Pgina 184
Es abundante el material
Las fuentes escritas son explcitas con relacin al uso de las pieles por parte
de la poblacin prehispnica tinerfea; as Abreu, (1977, [1632]) declara que los
guanches tenan oficiales que les cortaban los vestidos y Viera (1967 [1792]) seala
que entre los guanches exista el oficio de zurrador (que adobaba los cueros). No
obstante, las mismas fuentes documentales aludidas proporcionan escasa informacin
en cuanto al proceso de preparacin de estas pieles, aunque no obstante, el proceso de
6 Resultados
Pgina 185
FOTO 6.4.5
Hmero con avulsin
en el tubrculo
mayor
6 Resultados
Pgina 186
FOTO 6.4.6
Defecto del msculo
pectoral mayor
6 Resultados
Pgina 187
6 Resultados
Pgina 188
FOTO 6.4.7
Hmero de la derecha con
arqueamiento en la difisis
6 Resultados
Pgina 189
6 Resultados
Pgina 190
FOTO 6.4.8
Hmero
Muesca epitroclear
6 Resultados
Pgina 191
FOTO 6.4.9
Hmero con entesofitos
en el epicndilo
6 Resultados
Pgina 192
En el cbito slo se registr asimetra a favor del lado izquierdo (Tabla 6.4.3
y Figura 6.4.9) para la entesopata del pronador cuadrado. Aunque no se encontraron
otras diferencias estadsticamente significativas para este marcador, es ms frecuente
en varones.
La entesopata del pronador cuadrado (Foto 6.4.10) consiste en una
elevacin en la zona del msculo pronador cuadrado,
responsable de la pronacin del antebrazo, que en
ocasiones va acompaada de entesofitos. El hecho
FOTO 6.4.10
Elevacin del pronador cuadrado,
alterada por una fractura de Parry
alcanza
diferencias
estadsticas,
tambin
6 Resultados
Pgina 193
No
se
encontraron
diferencias
FOTO 6.4.11
Cbito: zona excavada y pequea
exostosis en el olcranon
sea
(3,8%)
concuerda
con
lo
alcanza una frecuencia del 28,7%. Esta figura est relacionada con la pronacin y
supinacin del antebrazo con extensin hmerocubital.
6 Resultados
Pgina 194
FOTO 6.4.12
Avulsin cresta supinador
6 Resultados
Pgina 195
nuestra muestra (3,9%), tambin nos lleva a descartar la asociacin de este marcador
con la hipertrofia del supinador como sugiere Kennedy (1983) para justificar los
movimientos de lanzamiento de objetos. La hiptesis, por tanto, que proponemos, sera
el uso de la prtiga para el desplazamiento, el porte de carga pesada y ciertas
actividades agrcolas, como por ejemplo el empleo del arado manual, que
probablemente requerira la pronacin del miembro, as como continuas extensiones y
flexiones del codo.
En relacin con la elevacin del borde interseo del cbito, llam la atencin
que en algunos casos este borde pierde su continuidad,
apareciendo depresiones ms o menos profundas a lo largo
FOTO 6.4.13
Elevacin borde interseo
6 Resultados
Pgina 196
Los resultados obtenidos para la elevacin del borde interseo, por ejemplo,
el alto porcentaje de frecuencia encontrado, junto a la falta de asimetra, sugieren que
los movimientos de prono-supinacin fueron muy comunes en la poblacin guanche, lo
que nos estara indicando que la cresta intersea podra ser un marcador de actividades
cotidianas que demanden el concurso de ambos brazos y gestos de prono-supinacin,
como por ejemplo, el ordeo de cabras, cuya tcnica requiere una fuerte pronacin, o el
transporte de peso, bien con los brazos extendidos, bien sobre el brazo flexionado.
FOTO 6.4.14
Craterizacin en la apfisis estiloides
Pgina 197
el
codo
flexionado.
Otros
FOTO 6.4.15
Radios
Entesopata en la tuberosidad bicipital
6 Resultados
Pgina 198
FOTO 6.4.16
Radio
Arqueamiento
6 Resultados
Pgina 199
esfuerzos
que
se
requieren
para
FOTO 6.4.17
Falanges de la mano: Hipertrofia
asir
6 Resultados
Pgina 200
6 Resultados
Pgina 201
TABLA 6.5.1
MIEMBRO SUPERIOR
FRECUENCIA DE LAS VARIACIONES DISCONTINUAS
MARCADOR
n
Total
%
Esc-Carilla articular acromial
2
110
1,8
Esc-Foramen supraescapular
0
43
0,0
Esc-Surco circunflejo
29
140
20,7
Hm-Proceso supracondleo
7
386
1,8
Hm-Apertura septal
87
374
23,3
FIGURA 6.5.1
VARIACIONES DISCONTINUAS DEL MIEMBRO SUPERIOR
PORCENTAJE DE FRECUENCIAS
23,3
Apertura septal
1,8
Proceso supracondleo
20,7
Surco circunflejo
Foramen supraescapular
1,8
Carilla articular acromial
10
15
20
25
6 Resultados
Pgina 202
p
ns
ns
ns
0,05
ns
ns
ns
0,01
ns
ns
ns
ns
ns
ns
ns
ns
6 Resultados
Pgina 203
obtiene Lpez-Bueis (1998), que observ presencia de apertura septal unas 4,5 veces ms
frecuente en los hmeros femeninos de una poblacin medieval, y a su vez, estn de
acuerdo con los estudios sobre lateralidad realizados en otras series, como es el caso, por
ejemplo, de la Coleccin de Fairty, donde la apertura septal en el lado izquierdo aparece
con una frecuencia doble que en el lado derecho (Brothwell, 1987). Los resultados
referentes a la lateralidad y divisin sexual obtenidos para nuestra muestra se exponen en la
Figura 6.5.2.
FIGURA 6.5.2
VARIACIONES DISCONTINUAS DEL MIEMBRO SUPERIOR
COMPARACIONES POR SEXO Y LADO
29,6
17
29
Apertura septal
18,4
2,1
1,5
2,7
Proceso supracondleo
1,1
20,3
21,1
16
Surco circunflejo
23,8
3,9
5,4
6 Resultados
10
15
20
25
30
%
Pgina 204
FOTO 6.5.1
Hmero
Apertura septal
se sabe que la extensin mxima del ngulo brazoantebrazo puede alcanzar los 175, y que en mujeres y
nios no es raro que se produzca una hiperextensin; esto
explica el hecho de que la luxacin de la articulacin
hmerocubital afecte sobre todo a mujeres y a adolescentes,
ya que stos pueden hiperextender la articulacin del codo
(Frick et al., 1981). Nos planteamos, entonces, analizar si esta circunstancia
pudiese estar relacionada con la presencia de la apertura septal pues, en la
hiperextensin del codo, el vrtice del olcranon se incrusta materialmente en la
fosa olecraniana.
Para ello se analizaron las tres categoras diferentes en las que puede
presentarse la apertura septal, dependiendo de su tamao (Bass, 1987): pequea,
mediana o grande (Tabla 5.7.1); y se hicieron comparaciones sexuales y por grupo
de edad. Se encontraron diferencias significativas en la comparacin entre grupos
de edad y tamao de la apertura septal (23 = 10,741; p 0,05), pero no as para el
sexo, aunque las diferencias estadsticas que aparecen cuando se agruparon los
diferentes tamaos de apertura septal, ya nos indican la mayor susceptibilidad de la
mujer a presentar esta condicin (Tabla 6.5.2).
6 Resultados
Pgina 205
6 Resultados
Pgina 206
FIGURA 6.5.3
TAMAO DE LA APERTURA SEPTAL
COMPARACIONES POR SEXO Y POR GRUPOS DE EDAD
15,7
25
17,3
Grande
50
23,5
31,3
26,7
Mediana
25
68,8
43,8
56
Pequea
25
Mujer
Varn
Ms de 25 aos
Menos de 25 aos
10
20
30
40
50
60
70
Nos parece que estos resultados estn indicando que este marcador
puede significar tambin una respuesta sea de estrs, provocada por factores
mecnicos que pudieron bien haber sido motivados por el desarrollo de actividades
especficas. Una causa podra ser en el modo que tenan los guanches de roturar la
tierra. Los guanches no disponan de arado con reja de madera, ni fuerza de
traccin animal (Berthelot, 1978 [1842]; Macas, 1995) y utilizaban una especie de
horquetas con las que apalancaban y arrancaban el csped; este cometido era
realizado por los varones de la comunidad (Morales, 1978); no obstante, la horqueta
6 Resultados
Pgina 207
FOTO 6.5.2
Hmero
Proceso supracondleo
6 Resultados
Pgina 208
Es ms, creemos que los anlisis estadsticos que arrojan datos como la
confinacin de algunas de estas lesiones en determinados grupos sociales (segn
el sexo, edad o rea geogrfica), pueden permitir discutir su posible relacin con el
desarrollo de determinadas actividades ocupacionales si los contrastamos con lo
que conocemos por las fuentes documentales de la historiografa canaria y con las
propuestas probabilsticas expuestas por diversos investigadores, que han
estudiado
6 Resultados
otras
poblaciones
arqueolgicas,
con
esquemas
ocupacionales
Pgina 209
ancestrales, por tanto, con parecido bagaje instrumental y las mismas actividades
de subsistencia tradicionales en toda poblacin arcaica.
Pgina 210
MARCADOR
EAD
Periostitis
Trastorno vascular (OD)
Traumatismo
Hematoma calcificado
MARCADOR
EAD
Periostitis
Trastorno vascular (OD)
Traumatismo
Hematoma calcificado
6 Resultados
TABLA 6.6.1
MIEMBRO SUPERIOR
FRECUENCIA DE LAS PATOLOGAS
ESCPULA
CLAVCULA
n
Total
%
n
Total
%
69
138
50
26
94
27,7
0
144
0,0
0
94
0,0
15
140
10,7
0
95
0,0
19
138
1,4
1
94
1,1
0
138
0,0
0
93
0,0
CBITO
RADIO
n
Total
%
n
Total
%
25,6
120
212
56,6
46
180
4
9
37
0
211
209
209
211
1,9
4,3
17,7
0,0
3
28
14
3
204
184
179
204
1,5
15,2
6,7
1,5
n
167
4
13
8
3
n
28
0
5
3
0
HMERO
Total
387
388
352
392
378
MANO
Total
206
206
206
200
206
%
43,2
1,0
3,7
2,0
0,8
%
13,6
0,0
2,4
1,5
0,0
Pgina 211
FIGURA 6.6.1
FRECUENCIA DE PATOLOGAS DEL MIEMBRO SUPERIOR
1,5
Rad-Hematoma calcificado
0,8
Hm-Hematoma calcificado
1,5
Man-Traumatismo
6,7
Rad-Traumatismo
17,7
Cb-Traumatismo
2
Hm-Traumatismo
1,1
Cla-Traumatismo
1,5
Esc-Traumatismo
2,4
Man-Osteocondritis disecante
15,2
Rad-Osteocondritis disecante
4,3
Cb-Osteocondritis disecante
3,7
Hm-Osteocondritis disecante
10,7
Esc-Osteocondritis disecante
1,5
Rad-Periostitis
1,9
Cb-Periostitis
Hm-Periostitis
13,6
Man-EAD
25,6
Rad-EAD
56,6
Cb-EAD
43,2
Hm-EAD
27,7
Cla-EAD
50
Esc-EAD
0
6 Resultados
10
20
30
40
50
60
Pgina 212
Los
porcentajes
mayores
los
presenta
la
enfermedad
articular
incluida
como
trastorno
vascular,
con
frecuencia
de
origen
6 Resultados
Pgina 213
TABLA 6.6.2
LESIONES DEGENERATIVAS DEL MIEMBRO SUPERIOR
SLO DIFERENCIAS SIGNIFICATIVAS
DIFERENCIAS SEXUALES
SIGNIFICACIN
MASCULINO
FEMENINO
ESTADSTICA
HUESO
n Total %
n Total %
p
46
80
57,5 18
50 36,0
Escpula
0,05
70 105 66,7 45
94 47,9
Cbito
0,01
Radio
26
86
30,2 15
85 17,0
0,05
DIFERENCIAS POR LADO
DERECHO
IZQUIERDO
Escpula
43
72
59,7 26
66 39,4
0,05
Hmero
96 194 49,5 71
193 36,8
0,01
Cbito
76 113 67,3 44
99 44,4
0,001
Mano
16 112 14,3 4
83
4,8
0,05
DIFERENCIAS POR GRUPOS DE EDAD
< DE 25
> DE 25
Escpula
2
10
20,0 67
128 52,3
0,05
Clavcula
1
16
6,3 25
78 32,1
0,05
Hmero
9
38
23,7 158 349 45,3
0,01
Radio
0
16
0,0 46
164 28,0
0,01
DIFERENCIAS GEOGRFICAS
SUR
NORTE
Clavcula
12
21
57,1 14
73 19,2
0,001
6 Resultados
Pgina 214
6 Resultados
FOTO 6.6.2
Escpula con rebaba osteoftica y
eburneacin en cavidad glenoidea
Pgina 215
de
25
aos.
Posteriormente
se
FOTO 6.6.3
Clavcula
EAD en el extremo esternal
FOTO 6.6.4
Clavcula
EAD en el extremo acromial
6 Resultados
Pgina 216
FOTO 6.6.5
Hmero: excrecencia en la fosa
coronoidea, porosidad, eburneacin en
captulo y banda intercondilar
6 Resultados
Pgina 217
probablemente
no
produzca
dolor,
ni
FOTO 6.6.6
Hmero: Porosidad, rebaba osteoftica y
eburneacin en cabeza
que
usaron
mucho
sus
6 Resultados
Pgina 218
FOTO 6.6.7
Cbito: cavidad sigmoidea
menor presentando rebaba
osteoftica en pico de loro
FOTO 6.6.8
EAD severa
6 Resultados
Pgina 219
FIGURA 6.6.2
PRESENCIA DE SIGNOS DE EAD
COMPARACIN ENTRE LAS CAVIDADES SIGMOIDEAS DEL CBITO
0,5
1,6
Eburneacin
20,1
13
Rebaba
4,6
5,2
Excrecencia
2,6
2,1
Porosidad
10
15
20
25
6 Resultados
Pgina 220
FOTO 6.6.9
Cbito
Rebaba, eburneacin y
deformacin de la base
especficas que pueden definir un lado preferente, el esfuerzo soportado por la mueca,
al menos en nuestra serie, pudo implicar actividades especficas, pero tambin otras,
que no necesariamente determinan un lado sobre el otro. Signos de enfermedad
articular degenerativa en la articulacin de la mueca han sido asociados por Merbs
(1983) con la manufactura de la piel; aunque tambin se los relaciona con el transporte
de peso con los brazos extendidos (Capasso et al., 1998). Ambas actividades estn
constatadas para la poblacin guanche por las fuentes histricas y por las evidencias
arqueolgicas, como hemos ya referido en otros apartados.
FOTO 6.6.10
Radio
Poros y eburneacin en cabeza
6 Resultados
Pgina 221
Los exmenes por zona indican que la cabeza del radio (Fotos 6.6.10 y
6.6.11) es la que presenta mayor susceptibilidad a sufrir EAD, siendo la porosidad en la
zona articular el signo degenerativo con mayor frecuencia con un 10,3%. Mann &
Murphy (1990) consideran la presencia de porosidad en la
cabeza, acompaada de excrecencias superficiales, como
signos de EAD asociados con la edad. Sin embargo, la
FOTO 6.6.11
Radio
Porosidad y deformacin de
la cabeza
FOTO 6.6.12
Metacarpiano: eburneacin
6 Resultados
Pgina 222
FOTO 6.6.13
Radio
EAD secundaria a luxacin
de mueca
porcentajes
de
presencia
de
EAD
6 Resultados
Pgina 223
cbitos derechos los que estn ms degenerados, mientras que el lado izquierdo
tiene ms alterado el radio. Si comparamos estas observaciones con dos
entesopatas localizadas en esta zona distal del miembro superior, como son los
entesofitos en la apfisis estiloides del cbito y las crestas en los tubrculos
dorsales del radio, vemos que la entesopata de la apfisis estiloides est mas
presente en las mujeres (Tabla 6.4.2), y es ms frecuente en el lado derecho (Tabla
6.4.3); mientras que las tuberosidades dorsales predominan en los varones sobre
las mujeres (Tabla 6.4.2) y en el lado izquierdo frente al derecho (Tabla 6.4.3).
6 Resultados
Pgina 224
FIGURA 6.6.3
PRESENCIA DE EAD EN EL HOMBRO
COMPARACIONES
Norte
Sur
Ms de 25 aos
Menos de 25 aos
Izquierdo
Derecho
Femenino
Masculino
Cabeza Humeral
Glenoides
C. Acromion
E. acromial
6 Resultados
10
20
30
40
50
60
Pgina 225
FIGURA 6.6.4
PRESENCIA DE EAD EN LA ARTICULACIN DEL CODO
COMPARACIONES
Norte
Sur
Ms de 25 aos
Menos de 25 aos
Izquierdo
Derecho
Femenino
Masculino
Radio proximal
Cbito proximal
Hmero distal
6 Resultados
10
20
30
40
50
60
70
Pgina 226
FIGURA 6.6.5
PRESENCIA DE EAD EN LA ARTICULACIN DE LA MUECA
COMPARACIONES (slo cbito y radio)
Norte
Sur
Ms de 25 aos
Menos de 25 aos
Izquierdo
Derecho
Femenino
Masculino
Radio distal
Cbito distal
6 Resultados
10
15
20
25
Pgina 227
TABLA 6.6.3
DISTRIBUCIN DE ACROMION
BIPARTITO
LADO
YACIMIENTO
Derecho
Izquierdo
Guanche
Varn adulto -Uchova
Varn adulto Mujer adulta
Masap
Mujer senil
Varn adulto
Total
3
2
FOTO 6.6.14
Escpula con os acromiale
(Mudge
et
al.,
1984);
la
principal
funcin
de
este
manguito
6 Resultados
Pgina 228
TABLA 6.6.4
LESIONES TRAUMTICAS DEL MIEMBRO SUPERIOR
SLO DIFERENCIAS ESTADSTICAS
DIFERENCIAS POR LADO
SIGNIFICACIN
DERECHO
IZQUIERDO
ESTADSTICA
HUESO
n Total % n Total %
p
Escpula 14 72 19,4 5
66 7,6
0,05
DIFERENCIAS GEOGRFICAS
SUR
NORTE
Cbito 24 76 31,6 13 133 9,8
0,001
FOTO 6.6.15
Escpula con una posible
subluxacin y destruccin
del glenoides y acromion
6 Resultados
Pgina 229
como
cuando
alguien
se
desploma
con
objetos
contundentes;
tambin
FOTO 6.6.17
Escpula con fractura en
el borde externo
del
lugar
donde
se
desarrolla
dicha
6 Resultados
Pgina 230
FOTO 6.6.18
Cbito con distorsin
de cavidad sigmoidea
mayor y eburneacin
6 Resultados
Pgina 231
FIGURA 6.6.6
DEFORMACIN DE LA CAVIDAD SIGMOIDEA MAYOR
COMPARACIONES
Norte
Sur
Ms de 25 aos
Menos de 25 aos
Izquierdo
Derecho
Mujer
Varn
Ambos bordes
Borde lateral
Borde medial
6 Resultados
10
Pgina 232
Tambin
fueron
frecuentes
en
la
poblacin
FOTO 6.6.19
Cbito
Fractura de Parry
FOTO 6.6.20
Fractura en la cavidad
sigmoidea mayor del
cbito de la derecha
6 Resultados
Pgina 233
6 Resultados
Pgina 234
Inclinarse hacia delante (flexin ventral), en este caso, los msculos flexores
Inclinarse hacia atrs (flexin dorsal), gracias a la accin conjunta del sistema
oblicuo externo e interno del abdomen del mismo lado. En casos de extrema y
continuada flexin lateral, la columna puede curvarse lateralmente y provocar
deformaciones de la columna, denominadas escoliosis.
N
18
TOTAL
46
%
39,1
6 Resultados
Pgina 235
FOTO 6.7.1
Axis: Odontoides con
tubrculo excavado
6 Resultados
Pgina 236
6 Resultados
%
20,0
17,1
9,4
2,9
16,6
16,7
31,9
7,0
7,7
Pgina 237
FIGURA 6.8.1
COLUMNA VERTEBRAL
FRECUENCIA DE LAS VARIACIONES DISCONTINUAS
7,7
31,9
Cer-Foramen bipartito
16,7
16,6
2,9
9,4
17,1
20
6 Resultados
10
15
20
25
30
35
Pgina 238
TABLA 6.8.2
VARIACIONES DISCONTINUAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
DIFERENCIAS ESTADSTICAS
DIFERENCIAS SEXUALES
SIGNIFICACIN
MASCULINO
FEMENINO
ESTADSTICA
VARIACIN DISCONTINUA
n Total
%
n
Total
%
p
Atl-Puente posterior dcha.
5
21
23,8
3
19
15,8
n.s.
Atl-Puente posterior izda.
3
16
18,8
3
19
15,8
n.s.
Atl-Puente lateral dcha.
3
17
17,6
0
15
0,0
n.s.
Atl-Puente lateral izda.
1
20
5,0
0
14
0,0
n.s.
Atl-Forma carilla dcha.
4
22
18,1
3
20
15,0
n.s.
Atl-Forma carilla izda.
3
22
13,6
4
20
20,0
n.s.
Cer-Foramen bipartito
12
31
38,7
3
16
18,8
n.s.
Sac-Carilla sacra dcha.
3
71
4,2
7
72
9,7
n.s.
Sac-Carilla sacra izda.
4
70
5,7
7
73
9,6
n.s.
DIFERENCIAS POR GRUPOS DE EDAD
< DE 25 AOS
< DE 25 AOS
Sac-Carilla sacra dcha.
0
22
0,0
11
125
8,8
n.s.
Sac-Carilla sacra izda.
1
22
4,5
11
125
8,8
n.s.
DIFERENCIAS GEOGRFICAS
SUR
NORTE
Atl-Puente posterior dcha.
2
2
100,0 6
38
15,0
0,05
Atl-Puente posterior izda.
1
2
50,0
5
33
15,2
n.s.
Atl-Puente lateral dcha.
0
2
0,0
3
30
10,0
n.s.
Atl-Puente lateral izda.
0
2
0,0
1
32
3,1
n.s.
Atl-Forma carilla dcha.
1
2
50,0
6
40
15,0
n.s.
Atl-Forma carilla izda.
1
2
50,0
6
40
15,0
n.s.
Cer-Foramen bipartito
0
9
0,0
15
46
32,6
n.s.
Sac-Carilla sacra dcha.
1
43
2,3
10
104
9,6
n.s.
Sac-Carilla sacra izda.
1
43
2,3
11
104
10,6
n.s.
6 Resultados
Pgina 239
lado,
agrupando
ambas
variables,
esto
es,
derechas
izquierdas
conjuntamente.
Para los anlisis de las carillas por separado, no se obtuvieron
diferencias significativas. En las comparaciones donde estaban agrupadas ambas
carillas, tampoco se alcanz la significacin estadstica, y slo en las
comparaciones por rea geogrfica se registr un valor p = 0,068, con prevalencia
en el Norte (14,7%) sobre el Sur (4,7%) y diferencias estadsticas por yacimiento
(25 = 13,138; p 0,05), con mayor prevalencia en la necrpolis de la Florida
(36,4%) y en la Cueva del Guanche (16,2%), sobre el resto de los yacimientos,
donde prcticamente est ausente, encontrndose esta condicin slo en un sacro
femenino sobre 20 estructuras analizadas en Uchova, y uno masculino entre 19
sacros en Majagora.
La faceta accesoria del sacro (Foto 6.8.1) fue relacionada en un principio
a la postura bpeda, pero esta tesis hoy en da est descartada, pues tambin se
han encontrado casos en primates; actualmente se la asocia con factores
mecnicos, como son la compresin y flexin de la
columna vertebral resultantes de portar pesos o nios
FOTO 6.8.1
Sacro
Carilla sacra derecha
6 Resultados
Pgina 240
6 Resultados
Pgina 241
6 Resultados
Pgina 242
FIGURA 6.9.1
FRECUENCIA DE PATOLOGAS EN LA COLUMNA VERTEBRAL
3
0,3
0,6
Traumatismo
11,8
8,1
Hernia discal
35,5
27,8
15,9
30,5
Espondilosis
23,5
35,6
12,1
11,1
16,8
EAD
37,2
Sacro
Lumbares
31
Torcicas
Cervicales (III-VII)
Axis
Atlas
6 Resultados
10
15
20
25
30
35
40
Pgina 243
6 Resultados
Pgina 244
TABLA 6.9.2
FRECUENCIA DE PATOLOGAS DE LA COLUMNA VERTEBRAL
SUBMUESTRA
ATLAS
AXIS
SACRO
MARCADOR
n
Total
%
n Total
%
n Total %
EAD
13
42
31,0 19
51
37,2 58 163 35,6
Espondilosis
12
51
23,5 59 166 35,5
Traumatismo
0
42
0,0
0
51
0,0 5
164
3,0
Tumor
0
42
0,0
0
51
0,0 0
164
0,
CERVICALES (III-VII)
TORCICAS
LUMBARES
n
Total
%
n Total
%
n Total %
EAD
25
48
52,1 44
94
46,8 27
55
49,1
Espondilosis
44
48
93,6 67
94
71,3 47
55
85,5
Hernia discal
0
48
0,0 34
94
36,1 11
55
20,0
Traumatismo
0
48
0,0
3
94
3,2 0
55
0,0
Tumor
0
48
0,0
0
94
0,0 0
55
0,0
6 Resultados
Pgina 245
TABLA 6.9.3
LESIONES DEGENERATIVAS VERTEBRALES
SLO DIFERENCIAS SIGNIFICATIVAS
DIFERENCIAS SEXUALES
SIGNIFICACIN
MASCULINO
FEMENINO
VRTEBRA
ESTADSTICA
N TOTAL % N TOTAL %
P
11
22
50,0 2
20
10,0
Atlas (serie total)
0,01
Cervicales
13
32
40,6 12
16
75,0
0,05
(submuestra)
Torcicas (submuestra) 28
70
40,0 16
24
66,7
0,05
La Tabla 6.9.3 nos muestra los resultados comparativos para las lesiones
degenerativas en la columna vertebral (EAD y espondilosis). Slo indicamos en esta
ocasin los resultados donde hemos encontrado diferencias significativas. No pudimos
hacer en la mayora de los casos las comparaciones por rea ni por grupo de edad, al
no tener estructuras en alguna de las series que sometimos a comparacin, de modo
que este estudio comparativo se basa principalmente en la presencia de diferencias
entre los dos grupos sexuales.
Se encontraron diferencias sexuales en la presencia de EAD en el atlas (21
= 7,843; p 0,01), con predominio en los varones. En general, la carilla articular del
odontoides es la zona del atlas ms afectada
por artrosis, cuyo mximo alcanzado fue la
FOTO 6.9.1
Atlas (fovea dentis): rebaba y eburneacin
6 Resultados
Pgina 246
Son
numerosas
las
referencias
(1978 [1842]) nos hablan que los guanches tenan una gran habilidad para esquivar
las piedras y dardos lanzados contra s; y que esta
destreza era fruto de un continuo ejercicio que
empezaba desde la niez. No dudamos que este
FOTO 6.9.3
Axis
EAD severa: eburneacin en
la carilla superior derecha
6 Resultados
Pgina 247
diferencias
sexuales,
estadsticamente
FOTO 6.9.4
Vrtebra cervical
Vista inferior: degeneracin
en cuerpo y carilla izquierda
una
vrtebra
cervical
(vista
inferior),
FOTO 6.9.5
6 Resultados
FOTO 6.9.6
FOTO 6.9.7
Pgina 248
6 Resultados
Pgina 249
arqueolgicos (Arco et al., 2000). Esta tarea, por otro lado se desarrolla en un
entorno comunitario, donde colaboran hombres, mujeres y nios, existiendo una
clara divisin sexual y de edad en la ejecucin de las tareas.
Por otra parte, las races de helecho, uno de los primeros productos de la
dieta guanche documentado cientficamente (Mathiesen, 1960), adems de contar
con testimonios de la etnografa comparada, donde nos informan de la recoleccin
(Lorenzo, 1983) y consumo de harina de rizoma de helecho (Arco et al., 2000) entre
los campesinos isleos hasta el siglo XX, nos permite asumir el riesgo de aventurar
la carga de este tipo de material, entre otros, por parte del guanche; por supuesto
con la cautela que supone el no disponer de referencias etnohistricas en lo que se
refiere al modo de llevar a cabo esta actividad y su transporte, pero que los hbitos
tradicionales hasta pocas recientes hacen pensar que fueron heredados de
nuestra primitiva comunidad. Por ejemplo, Lorenzo (1983) comenta que ha tenido la
oportunidad de escuchar en algunas poblaciones insulares que en esta actividad
participaban activamente las mujeres, ancianos y nios a partir de los 12 aos; y
sigue puntualizando el mismo autor que los hombres cargaban hasta 50 kilos al
hombro, mientras que las mujeres transportaban este tipo de carga sobre la cabeza,
aunque fardos en menor cantidad.
6 Resultados
Pgina 250
FOTO 6.9.8
Vrtebra torcica: porosidad y
eburneacin en cuerpo superior
en
las
cervicales.
Tanto
las
carillas
osteoftica.
espondilosis,
no
se
Para
la
presencia
encontraron
de
diferencias
6 Resultados
Pgina 251
lumbares
(Foto
6.9.9),
stos
no
Foto 6.9.9
V. lumbar: grado I de Stewart,
borde izdo. y ndulo de Schmorl
6 Resultados
Pgina 252
6 Resultados
Pgina 253
6 Resultados
Pgina 254
FIGURA 6.9.2
ENFERMEDAD ARTICULAR DEGENERATIVA EN EL SACRO
DISTRIBUCIN POR CATEGORAS DE EDAD
70
77,3
Adulto-senil
35,8
33,9
Adulto
Adulto-joven
10
20
30
40
50
60
70
80
Espondilosis
EAD
6 Resultados
Pgina 255
FOTO 6.9.10
Espondilosis en promontorio
FOTO 6.9.11
Excrecencias y porosidad en carilla auricular
FOTO 6.9.12
Eburneacin en apfisis articular superior
En resumen, controlando el factor edad -que como hemos visto para las
vrtebras cervicales, torcicas y lumbares no puede, al menos por s solo, explicar
la frecuencia de lesiones artrsicas-, podemos decir que las alteraciones
degenerativas en el esqueleto axial, en lneas generales, pueden revelar ciertos
requerimientos mecnicos derivados de la locomocin, o por el contrario, de un
prolongado hbito postural, bien una postura sedente continuada, bien imposiciones
posturales estereotipadas. Requerimientos que son coherentes con las demandas
fsicas que precisan determinados oficios u ocupaciones, como por ejemplo el
pastoreo, o la carga de nios u objetos; o bien la realizacin de tareas que exijan
estar largo tiempo sentado o adoptar rutinas posturales exageradas y prolongadas,
como podran ser el proceso de la manufactura ltica, textil, tallado de la madera y
de numerosas tareas domsticas y agrcolas.
6 Resultados
Pgina 256
TABLA 6.9.5
HERNIA DISCAL
DIFERENCIAS SEXUALES
MASCULINO
HUESO
N
CERVICALES
0
(SUBMUESTRA)
TORCICAS
29
(SUBMUESTRA)
LUMBARES (SUBMUESTRA) 7
TOTAL
FEMENINO
48
0,0
69
42,0
31
22,6
TOTAL
SIGNIFICACIN
ESTADSTICA
16
0,0
24
20,8
0,05
24
16,7
N.S.
La Tabla 6.9.5 refleja los resultados obtenidos en cuanto a hernia discal para
los tres intervalos vertebrales, y no slo las diferencias significativas como venimos
haciendo para las respuestas patolgicas, pues con ello queremos resaltar la
comparacin respecto a la frecuencia con que aparecen estas lesiones discales a lo
largo de la columna vertebral; por esta misma razn, para este examen vimos
conveniente analizar conjuntamente tanto los ndulos de Schmorl, como los prolapsos
discales.
Aparecieron diferencias sexuales significativas en la presencia de hernia
discal en la submuestra que se seleccion de vrtebras torcicas (21 = 3,449; p 0,05),
con el doble de prevalencia en los varones que en las mujeres.
Vemos que la serie de vrtebras torcicas es la ms afectada, le sigue el
segmento lumbar; pero conviene hacer hincapi en que en ambas zonas
vertebrales, el patrn sexual que siguen es el mismo: hay ms vrtebras masculinas
afectadas, aunque en la submuestra lumbar no se lleg a la significacin.
Esto ya nos podra estar revelando diferencias ocupacionales, que
afectaran, unas especialmente a la columna dorsal de los varones; otras, en menor
proporcin, a la columna lumbar, y en este caso, sin manifiestas diferencias
sexuales, pues tanto la serie de estructuras masculinas, como la muestra femenina
parecen estar afectadas con una intensidad similar.
6 Resultados
Pgina 257
FOTO 6.9.13
Ndulos de Schmorl en las corporales
inferiores de dos vrtebras torcicas
diferencias
estadsticas
6 Resultados
Pgina 258
FOTO 6.9.14
Vrtebra lumbar con
ndulo de Schmorl y
grado II de Stewart
6 Resultados
Pgina 259
TABLA 6.9.7
TRAUMATISMOS EN LA COLUMNA
VERTEBRAL
RELACIN DE FRACTURAS EN VRTEBRAS
HUESO
IV vrtebra torcica-lmina
XI vrtebra torcica-apfisis espinosa
XII vrtebra torcica-cuerpo
Edad en aos
31-40
41-50
21-30
FOTO 6.9.15
6 Resultados
Pgina 260
FOTO 6.9.17
Sacro: craterizacin en el ala derecha
6 Resultados
Pgina 261
Anotamos que las zonas del miembro inferior que respondieron a una
mayor respuesta al estrs sufrido corresponden a la pierna y al pie con respecto a la
cadera y al muslo, alcanzndose altos porcentajes en la articulacin de la rodilla,
como la depresin condilar (48,3%) y la faceta de Charles (42,8%) en el fmur; la
bolsa infrarrotuliana de la tibia (61,9%); y la entesopata del tendn de Aquiles
(42,6%).
Pgina 262
TABLA 6.10.1
MIEMBRO INFERIOR
FRECUENCIA DE LOS MARCADORES OCUPACIONALES
n
Total
76
302
25,2
46
308
14,9
14
187
7,5
56
292
19,2
71
252
28,2
95
248
38,3
87
258
33,7
Cox-Acuclillamiento acetbulo
119
319
37,3
Fm-Trocnter mayor
34
235
14,5
Fm-Trocnter menor
48
249
19,3
44
343
12,8
Fm-Faceta de Wamsley
326
0,6
Fm-Obturador interno
27
312
8,7
Fm-Pilasterismo
19
355
5,4
Fm-Impresin tibial
87
320
27,2
Fm-Faceta de Charles
101
236
42,8
Fm-Depresin condilar
130
269
48,3
Fm-Faceta de Martin
52
161
32,3
Fm-Surco peritroclear
19
184
10,3
31
290
10,7
Fm-Platimera
96
299
32,1
10
51
19,6
177
286
61,9
Tib-Lnea popltea
31
348
8,9
Tib-Platicnemia
84
313
26,8
Per-Entesopata proximal
11
122
9,0
Per-Membrana intersea
195
3,1
Per-Arqueamiento
23
201
11,4
Per-Entesopata distal
31
186
16,7
29
68
42,6
Cal-Espoln calcneo
79
6,3
MARCADOR
6 Resultados
Pgina 263
FIGURA 6.10.1
FRECUENCIA DE MARCADORES OCUPACIONALES DEL MIEMBRO INFERIOR
6,3
Cal-Espoln calcneo
42,6
Cal-Entesopata Aquiles
16,7
Per-Entesopata distal
11,4
Per-Arqueamiento
3,1
Per-Membrana intersea
Per-Entesopata proximal
26,9
Tib-Platicnemia
8,9
Tib-Lnea popltea
61,9
Tib-Bolsa infrarrotuliana
19,6
Rt-Cuadriceps crural
32,1
Fm-Platimera
10,7
Fm-Faceta troclear
10,3
Fm-Surco peritroclear
32,3
Fm-Faceta de Martin
Fm-Impresin condilar
48,3
Fm-Depresin condilar
42,8
Fm-Faceta de Charles
27,2
Fm-Impresin tibial
5,4
Fm-Pilasterismo
8,7
Fm-Obturador interno
0,6
Fm-Faceta de Wamsley
12,8
19,3
Fm-Trocnter menor
14,5
Fm-Trocnter mayor
37,3
Cox-Acuclillamiento acetbulo
33,7
38,3
Cox-Agujero obturador
28,2
Cox-Tuberosidad isquitica
19,2
Cox-cresta pectnea
7,5
Cox-Espina citica
14,9
Cox-Espinas anteriores
25,2
Cox-Cresta ilaca
6 Resultados
10
20
30
40
50
60
70
Pgina 264
obturador interno del fmur (21 = 3,809; p 0,05). Todos estos marcadores
presentaron una mayor frecuencia en la serie masculina.
En cuanto a los marcadores localizados en el resto de las estructuras del
miembro inferior, se encontr mayor prevalencia en varones para la presencia de
pilastra (21 = 5,301; p 0,05), huella en bolsa infrarrotuliana (21 = 3,926; p
0,05), platicnemia (21 = 10,082; p 0,001) y en la entesopata en el tendn de
Aquiles (21 = 3,453; p 0,05). Por otra parte, la faceta de Charles (21 = 6,550; p
0,01), y la platimera (21 = 13,628; p 0,001), arrojaron mayores frecuencias en las
series osteolgicas femeninas.
6 Resultados
Pgina 265
6 Resultados
Pgina 266
TABLA 6.10.2
MARCADORES OCUPACIONALES DEL MIEMBRO INFERIOR
DIFERENCIAS SEXUALES
SIGNIFICACIN
MASCULINO
FEMENINO
ESTADSTICA
MARCADOR OCUPACIONAL
n Total
%
n
Total
%
p
Cox-Entesopata cresta ilaca
51
171 29,8 25
131
19,1
0,05
Cox-Entesopata espinas anteriores
28
178
15,7
18
130
13,8
n.s.
12
98
12,2
89
2,2
0,05
39
171
22,8
17
121
14,0
0,05
Cox-Entesopata tuberosidad
44
145
30,3
27
107
25,2
n.s.
63
146
43,2
32
102
31,4
0,05
54
152
35,5
33
106
31,1
n.s.
Cox-Acuclillamiento acetbulo
71
182
39,0
48
137
35,0
n.s.
Fm-Trocnter mayor
15
119
12,6
17
89
19,8
n.s.
Fm-Trocnter menor
27
123
22,0
19
96
19,8
n.s.
25
154
16,2
13
145
9,0
n.s.
Fm-Faceta de Wamsley
48
0,7
138
0,7
n.s.
Fm-Obturador interno
18
148
12,2
129
5,4
0,05
Fm-Pilasterismo
14
159
8,8
150
2,7
0,05
Fm-Impresin tibial
37
146
25,3
42
140
30,0
n.s.
Fm-Faceta de Charles
41
111
36,9
55
101
54,5
0,01
Fm-Depresin condilar
62
125
49,6
61
114
53,5
n.s.
Fm-Faceta de Martin
26
73
35,6
22
66
33,3
n.s.
Fm-Surco peritroclear
82
9,8
76
10,5
n.s.
13
135
9,6
13
124
10,5
n.s.
Fm-Platimera
Rt-Entesopata cuadriceps crural
31
142
21,8
54
126
42,9
0,001
22
18,2
28
21,4
n.s.
Tib-Bolsa infrarrotuliana
96
146
67,1
61
111
55,0
0,05
Tib-Lnea popltea
20
168
11,9
139
6,5
n.s.
Tib-Platicnemia
51
150
34,0
22
128
17,2
0,001
Per-Entesopata proximal
66
9,1
56
8,9
n.s.
Per-Membrana intersea
115
3,5
80
2,5
n.s.
Per-Arqueamiento
15
117
12,8
84
9,5
n.s.
Per-Entesopata distal
20
106
18,9
11
80
13,8
n.s.
Cal-Entesopata Aquiles
18
32
56,3
11
33
33,3
0,05
Cal-Espoln calcneo
34
5,9
42
7,1
n.s.
6 Resultados
Pgina 267
FIGURA 6.10.2
MARCADORES OCUPACIONALES DE LA CADERA
DIFERENCIAS SEXUALES
Fm-Obturador interno
12,2
Fm-Wamsley
Fm-Glteo mayor-lnea
Fm-Trocnter menor
Fm-Trocnter mayor
Cox-Acuclillamiento
Cox-Surcos obturador
Cox-Agujero obturador
43,2
Cox-Tuberosidad
Cox-Cresta pectnea
22,8
Cox-Espina citica
12,2
Cox-Espinas anteriores
Cox-Cresta ilaca
29,8
Total
Femenino
Masculino
6 Resultados
10
20
30
40
50
Pgina 268
FIGURA 6.10.3
MARCADORES OCUPACIONALES: RODILLA, TOBILLO Y PIE
DIFERENCIAS SEXUALES
Cal-Espoln calcneo
Cal-Entesopata Aquiles
56,3
Per-Entesopata distal
Per-Arqueamiento
Per-Membrana intersea
Per-Entesopata
proximal
Tib-Platicnemia
34
Tib-Lnea popltea
Tib-Bolsa infrarrotuliana
67,1
Rt-Cuadriceps crural
42,9
Fm-Platimera
Fm-Impresin condilar
Fm-Surco peritroclear
Fm-Faceta de Martin
Fm-Depresin condilar
54,5
Fm-Faceta de Charles
Fm-Impresin tibial
Fm-Pilasterismo
Total
Femenino
Masculino
6 Resultados
8,8
10
20
30
40
50
60
70
Pgina 269
6 Resultados
Pgina 270
TABLA 6.10.3
MARCADORES OCUPACIONALES DEL MIEMBRO INFERIOR
DIFERENCIAS POR LADO
SIGNIFICACIN
DERECHO
IZQUIERDO
ESTADSTICA
MARCADOR OCUPACIONAL
n Total
%
n
Total
%
p
Cox-Entesopata cresta ilaca
39
137 28,5 37
164
22,6
n.s
Cox-Entesopata espinas anteriores
26
147
17,7
20
160
12,5
n.s.
82
11,0
104
4,8
n.s.
33
143
23,1
23
148
15,5
n.s.
Cox-Entesopata tuberosidad
29
114
25,4
42
137
30,7
n.s.
46
114
40,4
49
133
36,9
n.s.
41
119
34,5
46
138
33,3
n.s.
Cox-Acuclillamiento acetbulo
55
148
37,2
64
170
37,6
n.s.
Fm-Trocnter mayor
18
111
16,2
16
124
12,9
n.s.
Fm-Trocnter menor
24
120
20,0
24
129
18,6
n.s.
22
167
13,2
22
176
12,5
n.s.
Fm-Faceta de Wamsley
156
0,6
170
0,6
n.s.
Fm-Obturador interno
13
152
8,6
14
160
8,8
n.s.
Fm-Pilasterismo
172
5,2
10
183
5,5
n.s.
Fm-Impresin tibial
39
161
24,2
48
159
30,2
n.s.
Fm-Faceta de Charles
45
116
38,8
56
120
46,7
n.s.
Fm-Depresin condilar
73
137
53,3
57
132
43,2
n.s.
Fm-Faceta de Martin
29
82
35,4
23
79
29,1
n.s.
Fm-Surco peritroclear
12
91
13,2
93
7,5
n.s.
14
151
9,3
17
139
12,2
n.s.
Fm-Platimera
Rt-Entesopata cuadriceps crural
39
150
26,0
57
149
38,3
0,05
24
12,5
26
26,9
n.s.
Tib-Bolsa infrarrotuliana
88
149
59,1
88
136
64,7
n.s.
Tib-Lnea popltea
14
176
8,0
17
171
9,9
n.s.
Tib-Platicnemia
43
162
26,5
41
150
27,3
n.s.
Per-Entesopata proximal
70
11,4
65
7,7
n.s.
Per-Membrana intersea
116
2,6
106
2,8
n.s.
Per-Arqueamiento
14
120
11,7
12
110
10,9
n.s.
Per-Entesopata distal
24
109
22,0
97
9,3
0,01
Cal-Entesopata Aquiles
12
33
36,4
17
35
48,6
n.s.
Cal-Espoln calcneo
34
2,9
45
8,9
n.s.
6 Resultados
Pgina 271
FIGURA 6.10.4
MARCADORES OCUPACIONALES: CADERA
DIFERENCIAS POR LADO
Fm-Obturador interno
Fm-Wamsley
Fm-Glteo mayor-lnea
Fm-Trocnter menor
Fm-Trocnter mayor
Cox-Acuclillamiento
Cox-Surcos obturador
Cox-Agujero obturador
Cox-Tuberosidad
Cox-Cresta pectnea
Cox-Espina citica
Cox-Espinas anteriores
Cox-Cresta ilaca
Total
Izquierdo
Derecho
6 Resultados
10
15
20
25
30
35
40
45
Pgina 272
FIGURA 6.10.5
MARCADORES OCUPACIONALES: RODILLA, TOBILLO, PIE
DIFERENCIAS POR LADO
Cal-Espoln calcneo
Cal-Entesopata Aquiles
36,4
Per-Entesopata distal
Per-Arqueamiento
Per-Membrana intersea
Per-Entesopata proximal
Tib-Platicnemia
Tib-Lnea popltea
Tib-Bolsa infrarrotuliana
26,9
Rt-Cuadriceps crural
Fm-Platimera
Fm-Impresin condilar
Fm-Surco peritroclear
Fm-Faceta de Martin
Fm-Depresin condilar
Fm-Faceta de Charles
Fm-Impresin tibial
Fm-Pilasterismo
Total
Izquierdo
10
20
30
40
50
60
Derecho
6 Resultados
Pgina 273
6 Resultados
Pgina 274
TABLA 6.10.4
MARCADORES OCUPACIONALES DEL MIEMBRO INFERIOR
DIFERENCIAS POR GRUPOS DE EDAD
SIGNIFICACIN
< 25 AOS
> 25 AOS
ESTADSTICA
MARCADOR OCUPACIONAL
n Total
%
n
Total
%
p
Cox-Entesopata cresta ilaca
2
44
4,5
74
258 28,7
0,001
Cox-Entesopata espinas anteriores
42
4,8
44
266
16,5
0,05
33
3,0
13
154
8,4
n.s.
44
4,5
54
248
21,8
0,01
Cox-Entesopata tuberosidad
35
8,6
68
217
31,3
0,01
34
23,5
87
214
40,7
0,05
34
11,8
83
224
37,1
0,01
Cox-Acuclillamiento acetbulo
Fm-Trocnter mayor
8
0
42
15
19,0
0,0
111
34
277
220
40,1
15,5
0,01
n.s.
Fm-Trocnter menor
17
0,0
48
232
20,7
0,05
19
0,0
44
324
13,6
n.s.
Fm-Faceta de Wamsley
19
0,0
307
0,7
n.s.
Fm-Obturador interno
18
0,0
27
294
9,2
n.s.
Fm-Pilasterismo
19
0,0
19
335
5,7
n.s.
Fm-Impresin tibial
19
10,5
85
301
28,2
n.s.
Fm-Faceta de Charles
16
25
97
220
44,1
n.s.
Fm-Depresin condilar
15
13,3
128
254
50,4
0,01
Fm-Faceta de Martin
14
14,3
50
147
34,0
n.s.
Fm-Surco peritroclear
14
0,0
19
170
11,2
n.s.
16
0,0
31
274
11,3
n.s.
Fm-Platimera
44,4
92
290
31,7
n.s.
13
15,4
38
21,1
n.s.
Tib-Bolsa infrarrotuliana
22
41
53,7
155
245
63,3
n.s.
Tib-Lnea popltea
52
11,5
25
296
8,4
n.s.
Tib-Platicnemia
13
45
28,9
71
268
26,5
n.s.
Per-Entesopata proximal
12
0,0
13
123
10,6
n.s.
Per-Membrana intersea
14
0,0
208
2,9
n.s.
Per-Arqueamiento
15
13,3
24
215
11,2
n.s.
Per-Entesopata distal
13
15,4
31
193
16,1
n.s.
Cal-Entesopata Aquiles
14,3
28
61
45,9
n.s.
Cal-Espoln calcneo
10
0,0
69
7,2
n.s.
6 Resultados
Pgina 275
FIGURA 6.10.6
MARCADORES OCUPACIONALES: CADERA
DIFERENCIAS POR GRUPOS DE EDAD
Fm-Obturador interno
Fm-Wamsley
Fm-Glteo mayor-lnea
20,7
Fm-Trocnter menor
Fm-Trocnter mayor
40,1
Cox-Acuclillamiento
37,1
Cox-Surcos obturador
40,7
Cox-Agujero obturador
31,3
Cox-Tuberosidad
21,8
Cox-Cresta pectnea
Cox-Espina citica
16,5
Cox-Espinas anteriores
28,7
Cox-Cresta ilaca
Total
Ms de 25 aos
10
20
30
40
50
Menos de 25 aos
6 Resultados
Pgina 276
FIGURA 6.10.7
MARCADORES OCUPACIONALES: RODILLA, TOBILLO, PIE
DIFERENCIAS POR GRUPOS DE EDAD
Cal-Espoln calcneo
Cal-Entesopata Aquiles
Per-Entesopata distal
Per-Arqueamiento
Per-Membrana intersea
Per-Entesopata proximal
Tib-Platicnemia
Tib-Lnea popltea
Tib-Bolsa infrarrotuliana
Rt-Cuadriceps crural
Fm-Platimera
Fm-Impresin condilar
Fm-Surco peritroclear
Fm-Faceta de Martin
50,4
Fm-Depresin condilar
Fm-Faceta de Charles
Fm-Impresin tibial
Fm-Pilasterismo
Total
Ms de 25 aos
10
20
30
40
50
60
Menos de 25 aos
6 Resultados
Pgina 277
estereotipadas.
Estas
observaciones
se
irn
puntualizando
6 Resultados
Pgina 278
TABLA 6.10.5
MARCADORES OCUPACIONALES DEL MIEMBRO INFERIOR
DIFERENCIAS GEOGRFICAS
SIGNIFICACIN
SUR
NORTE
MARCADOR OCUPACIONAL
ESTADSTICA
n
Total
%
n
Total
%
p
Cox-Entesopata cresta ilaca
34
140
24,3 42
162 25,9
n.s.
Cox-Entesopata espinas anteriores
13
141
9,2
33
167
19,8
0,01
102
4,9
85
10,6
n.s.
29
122
23,8
27
170
15,9
n.s.
Cox-Entesopata tuberosidad
27
122
22,1
44
130
38,8
0,05
39
129
30,2
56
119
47,1
0,01
34
137
24,8
53
121
43,8
0,001
Cox-Acuclillamiento acetbulo
41
142
28,9
78
177
44,1
0,01
Fm-Trocnter mayor
19
117
16,2
15
118
12,7
n.s.
Fm-Trocnter menor
20
119
16,8
28
130
21,5
n.s.
15
171
8,8
29
172
16,9
0,05
Fm-Faceta de Wamsley
167
0,0
159
1,3
n.s.
Fm-Obturador interno
11
157
7,0
16
155
10,3
n.s.
Fm-Pilasterismo
173
2,9
14
182
7,7
0,05
Fm-Impresin tibial
38
160
23,8
49
160
30,6
n.s.
Fm-Faceta de Charles
48
119
40,3
53
117
45,3
n.s.
Fm-Depresin condilar
65
136
47,8
65
133
48,9
n.s.
Fm-Faceta de Martin
20
75
26,7
32
86
37,2
n.s.
Fm-Surco peritroclear
11
80
13,8
104
7,7
n.s.
23
148
15,5
142
5,6
0,01
Fm-Platimera
52
159
32,7
44
140
31,4
n.s.
0,0
10
50
20,0
n.s
Tib-Bolsa infrarrotuliana
73
138
52,9
104
148
70,3
0,01
Tib-Lnea popltea
13
162
8,0
18
186
9,7
n.s.
Tib-Platicnemia
43
153
28,1
41
160
25,6
n.s.
Per-Entesopata proximal
47
0,0
13
88
14,8
0,01
Per-Membrana intersea
77
6,5
145
0,7
0,05
Per-Arqueamiento
81
9,9
18
149
12,1
n.s.
Per-Entesopata distal
10
72
13,9
23
134
12,2
n.s.
Cal-Entesopata Aquiles
66,7
27
65
41,5
n.s.
Cal-Espoln calcneo
75
6,7
n.s.
6 Resultados
Pgina 279
FIGURA 6.10.8
MARCADORES OCUPACIONALES: CADERA
DIFERENCIAS GEOGRFICAS
Fm-Obturador interno
Fm-Wamsley
16,9
Fm-Glteo mayor-lnea
Fm-Trocnter menor
Fm-Trocnter mayor
44,1
Cox-Acuclillamiento
43,8
Cox-Surcos obturador
Cox-Agujero obturador
47,1
38,8
Cox-Tuberosidad
Cox-Cresta pectnea
Cox-Espina citica
19,8
Cox-Espinas anteriores
Total
Cox-Cresta ilaca
Norte
Sur
6 Resultados
10
20
30
40
50
Pgina 280
FIGURA 6.10.9
MARCADORES OCUPACIONALES: RODILLA, TOBILLO, PIE
DIFERENCIAS GEOGRFICAS
Cal-Espoln calcneo
Cal-Entesopata Aquiles
Per-Entesopata distal
Per-Arqueamiento
Per-Membrana intersea
6,5
14,8
Per-Entesopata proximal
Tib-Platicnemia
Tib-Lnea popltea
70,3
Tib-Bolsa infrarrotuliana
Rt-Cuadriceps crural
Fm-Platimera
Fm-Impresin condilar
15,5
Fm-Surco peritroclear
Fm-Faceta de Martin
Fm-Depresin condilar
Fm-Faceta de Charles
Fm-Impresin tibial
Total
Norte
Sur
6 Resultados
7,7
Fm-Pilasterismo
0
10
20
30
40
50
60
Pgina 281
FOTO 6.10.1
Entesopata en cresta ilaca
6 Resultados
Pgina 282
Por otra parte, Shaibani et al. (1993) estudiaron este carcter en 872
individuos contemporneos (Coleccin Todd) y encontraron entesofitos en la cresta
ilaca ( 3mm) en un 18%, afirmando que la frecuencia aumenta con la edad.
En nuestra serie esta entesopata se encuentra en un 25,2% (Tabla
6.10.1), y se obtuvieron diferencias significativas en las comparaciones entre los
grupos de edad menores de 25 aos versus mayores de 25 aos (Tabla 6.10.4); a
su vez, al comparar por intervalos de edad, observamos que hay un desarrollo muy
importante de esta entesopata en las dos subcategoras que han superado la
madurez sea, tanto masculinas como femeninas (adulto: 28,6% y adulto-senil:
25%).
Si observamos los resultados comparativos (Tablas 6.10.2 y 6.10.4),
tanto la serie masculina, como los mayores de 25 aos, superan el 25% entre sus
categoras respectivas (serie femenina y serie de menos de 25 aos), lo que podra
estar reflejando que probablemente una cuarta parte de los varones de esta
poblacin estuvo sometida a estrs pelviano a lo largo de su vida activa, que
probablemente comenzara a la edad de adulto-joven (Tabla 6.10.4), reflejndose la
respuesta de la entesopata en cuestin en su punto mximo una vez alcanzada la
madurez sea.
En nuestra opinin, en lo que se refiere a la comunidad guanche, las
constantes flexiones y extensiones de la pierna, as como las flexiones del tronco
hacia adelante, que se requieren en el trnsito por pendientes muy escarpadas o
empinadas; o tambin las potentes rotaciones del tronco en el uso del banot -tanto
el pugilato cuerpo a cuerpo, como en el lanzamiento-; o las frecuentes flexiones
dirigidas en todas las direcciones cuando se intenta eludir el impacto de proyectiles
contra uno mismo, pueden ser algunos de los factores de estrs fsico que pudieron
originar la entesopata a lo largo de la cresta iliaca del coxal.
6 Resultados
Pgina 283
FOTO 6.10.2
Coxal: hipertrofia en
la cresta pectnea
6.10.2
entesopticos
6.10.6),
dado
que
estos
signos
6 Resultados
Pgina 284
FOTO 6.10.3
Coxal: Craterizacin
en la espina ilaca
anteroinferior
su
origen
los
msculos
semimembranoso
6 Resultados
Pgina 285
obturador (Foto 6.10.6), ambos indicadores del coxal, en este caso, mayores
frecuencias en adultos del Norte (Figuras 6.10.6 y 6.10.8).
En los bordes del agujero obturador se encuentra situada la membrana
obturatriz, que est recubierta por los msculos
obturadores externo e interno, responsables, entre otras
funciones, de la abduccin y aduccin del muslo. Los
FOTO 6.10.4
Signos de acuclillamiento
en acetbulo
tensiones
variaciones
mecnicas
6 Resultados
Pgina 286
Se
encontr,
su
vez,
una
mayor
responsable
de
la
rotacin
FOTO 6.10.5
Coxal con hiperdesarrollo en
la espina citica y signos de
entesopata en la tuberosidad
externa,
(7,5%)
nos
impide
hacer
cualquier
los
anlisis
comparativos,
esta
entesopata
6 Resultados
Pgina 287
6 Resultados
Pgina 288
este
marcador
en
dos
poblaciones
FOTO 6.10.7
Fmur
Entesofito en forma de luna y
craterizacin en el trocnter
menor
6 Resultados
Pgina 289
entesopata, lo que parece coherente, dado que son los individuos de mayor edad
los que estn ms expuestos a desarrollar respuestas de estrs a lo largo de su
vida activa.
El segundo marcador ocupacional en la zona proximal del fmur
relacionado con la articulacin coxofemoral, que reflej
diferencias estadsticas, es la presencia de signos de
entesopata en la cresta del glteo mayor y en la lnea
FOTO 6.10.8
Fmur
Hiperdesarrollo seo en
la cresta gltea
6 Resultados
Pgina 290
FOTO 6.10.9
Fmur: surco del obturador interno
de
este
marcador
nos
hace
6 Resultados
Pgina 291
FOTO 6.10.10
6 Resultados
Pgina 292
6 Resultados
Pgina 293
espaola actual (UCM), que presenta valores muy bajos, como cabe esperarse de
un grupo urbano (Robledo, 1998), por lo que los bajos resultados obtenidos nos
podran estar hablando de una actividad fsica en los guanches con un perfil de
subsistencia ganadero-agricultor, ocupacin menos intensa que la desarrollada por
otras poblaciones prehistricas con estrategias cazadoras-recolectoras.
La faceta de Charles es, junto con la
platimera, los nicos marcadores localizados en el
miembro inferior donde su presencia domina en el sexo
FOTO 6.10.11
Fmur
Faceta de Charles con
excrecencia superficial
esta
zona
del
fmur
con
el
platillo
tibial
6 Resultados
Pgina 294
FOTO 6.10.12
Fmur con platimera
6 Resultados
Pgina 295
12 16,7
11,4
8,2
1,5
26
9,7
6 Resultados
Pgina 296
FIGURA 6.10.10
DISTRIBUCIN POR INTERVALOS DEL NDICE PLATIMRICO
COMPARACIN POR SEXO Y LADO(M = Masculino; F = Femenino)
Total
F-Izquierdo
F-Derecho
M-Izquierdo
M-Derecho
10
20
30
40
50
60
70
80
Estenomera (100 X)
Eurimera (85 - 99,9)
Platimera (X - 84.9)
Se podra, por tanto, discutir que la necesidad de realizar amplios recorridos por
una orografa accidentada puede ser la causa de un mayor desarrollo muscular en esta
zona de la difisis femoral, generando ese discreto porcentaje de aplastamiento
anteroposterior (no slo en las mujeres, sino tambin en los varones). El hecho de que los
fmures femeninos tiendan a ser ms anchos en su plano medio lateral (Ruff & Hayes,
1983b) que los fmures masculinos puede obedecer a que la menor masa sea en los
primeros los haga ms susceptibles a sufrir este cambio peculiar en la normal arquitectura
sea, tesis que ya hemos argumentado en otras ocasiones. Este cambio estructural, por
tanto, podra ser provocado por los esfuerzos femorales que requiere la locomocin, pero
las mismas necesidades obsttricas en las mujeres podran estar incrementando el estrs
mecnico que ya soporta la zona con las demandas locomotoras.
6 Resultados
Pgina 297
FOTO 6.10.13
Depresin en el cndilo
femoral interno, asociado con
osteocondritis disecante
6 Resultados
Pgina 298
significativas,
en
este
caso
FOTO 6.10.14
Fmur con faceta troclear
Pgina 299
FOTO 6.10.15
Tibia mostrando surco con
craterizaciones
sobre
la
tuberosidad tibial
asociarse
con
la
marcha
intensa
6 Resultados
Pgina 300
Creemos que estas seales son acordes con la sobrecarga mecnica que
sufre esta zona de la tibia como consecuencia de las grandes caminatas y los
frecuentes ejercicios fsicos y saltos a los que estaba habituado el guanche. Hbitos
probablemente ms intensos y enrgicos en la vertiente Norte de la Isla, por las
condiciones orogrficas de la misma y por una mayor prctica agrcola, y como es
de esperar en los varones, pues como ya han mostrado algunos de nuestros
resultados, parece que las mujeres tenan hbitos ms sedentarios, mientras que el
sexo opuesto necesitara desplazarse con ms frecuencia a las reas de cultivo y
pastos. Apoyaran nuestra hiptesis las observaciones etnohistricas que afirman
que exista una clara divisin sexual y de edad en la ejecucin de las tareas
agrcolas, correspondiendo a los varones las tareas con mayor exigencia fsica,
como ya comentamos en el Captulo 4, an as, las mujeres tambin alcanzan un
alto porcentaje en esta condicin (55%), lo que est de acuerdo con lo que algunas
crnicas nos cuentan de la participacin de la mujer en algunas actividades
agrcolas y en su habilidad para desplazarse por terrenos con frecuentes desniveles
(Azurara, 1960 [1452]; Espinosa, 1980 [1594]).
6 Resultados
Pgina 301
abogan por asociar esta condicin a un mayor desarrollo muscular producido por un
incremento de la movilidad; as Lovejoy et al. (1976) la relacionan con tensiones de
los msculos sleo y gastrocnemio en la locomocin por terrenos abruptos;
miemtras que Ruff & Hayes (1983a, b) y Ruff & Jones (1981) la asocian a esfuerzos
de los msculos gastrocnemio y cuadriceps, que juegan un importante papel en la
flexin y extensin de la rodilla en el descenso y escalada de vertientes.
Para nuestra muestra obtuvimos claras diferencias sexuales en la
aparicin de aplastamiento transversal de la difisis tibial,
donde la serie masculina dobla en porcentaje de presencia de
platicnemia a la de tibias femeninas (aclaramos que en esta
FOTO 6.10.16
Platicnemia
6 Resultados
Pgina 302
TABLA 6.10.7
DISTRIBUCIN POR INTERVALOS DEL NDICE CNMICO
COMPARACIN POR SEXO
SERIE MASCULINA SERIE FEMENINA TOTAL
INTERVALO
n
%
n
%
n
%
Hiperplaticnemia (x 54,9)
3
2,0
1
0,8
4
1,8
Platicnemia (55 - 62,9)
48
32,2
21
16,4
69 24,8
Mesocnemia (63 - 66,9)
50
33,3
65
50,8
115 41,4
Euricnemia (70 - x)
49
32,7
41
32,0
90 32,4
FIGURA 6.10.11
DISRIBUCIN POR INTERVALOS DEL NDICE CNMICO
COMPARACIN POR SEXO
Euricnemia
Mesocnemia
Platicnemia
Hiperplaticnemia
Mujeres
10
20
30
40
50
60
Varones
6 Resultados
Pgina 303
6 Resultados
Pgina 304
En
el
peron
obtuvimos
disparidad
en
las
FOTO 6.10.17
Peron mostrando
entesopata en el
extremo proximal
esfuerzos
tensionales,
como
por
ejemplo
difcil
asociar
las
diferencias
estadsticamente
significativas
6 Resultados
Pgina 305
FOTO 6.10.18
Entesopata en la tuberosidad
calcnea
6 Resultados
Pgina 306
6 Resultados
Pgina 307
TABLA 6.11.1
MIEMBRO INFERIOR
FRECUENCIAS DE LAS VARIACIONES DISCONTINUAS
MARCADOR
n
Total
%
Cox-Pliegue acetabular cerrado
39
245
11,3
Cox-Pliegue acetabular abierto
31
345
9,0
Cox-Marca acetabular
13
344
3,8
Cox-Surco preauricular
60
342
17,5
Cox-Faceta ilaca accesoria
37
330
11,2
Fm-Fosa de Allen
39
299
13,0
Fm-Faceta de Poirier
47
298
15,8
Fm-Formacin en placa
10
298
3,4
Fm-Exostosis fosa trocantrica
66
315
21,0
Fm-Tercer trocnter
22
341
6,5
Fm-Fosa hipotrocantrica
22
337
6,5
Rt-Muesca del vasto
7
50
14,0
Rt-Fosa del vasto
0
51
0,0
Rt-Rtula bipartita
1
51
2,0
Tib-Faceta medial
4
302
1,3
Tib-Faceta lateral
178
302
58,9
Ast-Hueso trgono
9
74
12,2
Ast-Carilla talar
22
64
34,4
Ast-Extensin lateral
22
76
31,6
Ast-Superficie articular inferior
5
72
6,9
Cal-Carilla sencilla
39
89
43,8
Cal-Carilla bilobulada
17
89
19,1
Cal-Carilla doble
32
89
36,0
Cal-Carilla medial
1
89
1,1
Cal-Tubrculo peroneal
16
79
20,3
6 Resultados
Pgina 308
FIGURA 6.11.1
MIEMBRO INFERIOR
FRECUENCIA DE LAS VARIACIONES DISCONTINUAS
20,3
Cal-Tubrculo peroneal
1,1
Cal-Carilla medial
36
Cal-Carilla doble
19,1
Cal-Carilla bilobulada
6,9
Ast-Superficie inferior
31,6
Ast-Extensin lateral
34,4
Ast-Carilla talar
12,2
Ast-Hueso trgono
Tib-Faceta lateral
58,9
1,3
Tib-Faceta medial
Rt-Rtula bipartita
Rt-Fosa del vasto
14
Fm-Fosa hipotrocantrica
6,5
Fm-Tercer trocnter
21
Fm-Exostosis fosa
3,4
Fm-Formacin placa
15,8
Fm-Faceta de Poirier
13
Fm-Fosa de Allen
11,2
Cox-Faceta ilaca
17,5
Cox-Surco preauricular
3,8
Cox-Marca acetabular
Cox-Pliegue abierto
11,3
Cox-Pliegue cerrado
0
10
20
30
40
50
60
6 Resultados
Pgina 309
TABLA 6.11.2
VARIACIONES DISCONTINUAS DEL MIEMBRO INFERIOR
DIFERENCIAS SEXUALES
SIGNIFICACI
N
MASCULINO
FEMENINO
VARIACIN DISCONTINUA
ESTADSTICA
n Total
% n Total %
p
Cox-Pliegue acetabular cerrado 22 193 11,4 14 141
9,9
n.s.
Cox-Pliegue acetabular abierto
19 193
9,8 10 141
7,1
n.s.
Cox-Marca acetabular
10 194
5,2 3
141
2,1
n.s.
Cox-Surco preauricular
9
192
4,7 51 140 36,4
0,001
Cox-Faceta iliaca accesoria
27 185 14,6 10 136
7,4
0,05
Fem-Fosa de Allen
17 141 12,1 18 123 14,6
n.s.
Fem-Faceta de Poirier
31 141 22,0 13 122 10,7
0,01
Fem-Formacin en placa
7
141
5,0 3
122
2,5
n.s.
Fem-Exostosis fosa trocantrica 29 146 19,9 30 129 23,3
n.s.
Fem-Tercer trocnter
7
154
4,5 13 145
9,0
n.s.
Fem-Fosa hipotrocantrica
9
153
5,9 12 143
8,4
n.s.
Rt-Muesca del vasto
3
21
14,3 4
28
14,3
n.s.
Rt-Rtula bipartita
0
22
0,0 1
28
3,6
n.s
Tib-Faceta medial
3
148
2,0 1
124
0,8
n.s.
acuclillamiento
Tib-Faceta lateral acuclillamiento 87 148 58,8 78 124 62,9
n.s.
Ast-Hueso trgono
3
43
7,0 6
30
20,0
n.s.
Ast-Carilla talar
15
38
39,5 7
26
26,9
n.s.
Ast-Extensin lateral
13
44
29,5 11
31
35,5
n.s.
Ast-Superficie articular inferior
2
42
4,8 3
30
10,0
n.s.
Cal-Carilla sencilla
18
41
43,9 20
45
44,4
n.s.
Cal-Carilla bilobulada
8
41
19,5 9
45
20,0
n.s.
Cal-Carilla doble
15
41
36,6 15
45
33,3
n.s.
Cal-Carilla medial
0
41
0,0 1
45
2,2
n.s.
Cal-Tubrculo peroneal
8
36
22,2 7
40
17,5
n.s.
6 Resultados
Pgina 310
FIGURA 6.11.2
VARIACIONES DISCONTINUAS DEL MIEMBRO INFERIOR
DIFERENCIAS SEXUALES
Tubrculo peroneal
Carilla medial
Carilla doble
Carilla bilobulada
Carilla sencilla
Superficie inferior
Extensin lateral
Carilla talar
Hueso trgono
Faceta lateral
Faceta medial
Rtula bipartita
Muesca del vasto
Fosa hipotrocantrica
Tercer trocnter
Exostosis fosa
Formacin placa
Faceta Poirier
22
Fosa Allen
Faceta ilaca
14,6
36,4
Surco preauricular
Marca acetabular
Pliegue abierto
Total
Femenino
Pliegue cerrado
0
10
20
30
40
50
60
70
Masculino
6 Resultados
Pgina 311
TABLA 6.11.3
VARIACIONES DISCONTINUAS DEL MIEMBRO INFERIOR
DIFERENCIAS POR LADO
SIGNIFICACI
N
DERECHO
IZQUIERDO
VARIACIN DISCONTINUA
ESTADSTICA
n Total % n Total %
p
Cox-Pliegue acetabular cerrado 18 161 11,2 21 183 11,5
n.s.
Cox-Pliegue acetabular abierto
14 161 8,7 17 183 9,3
n.s.
Cox-Marca acetabular
2
163 1,2 11 180 6,1
0,05
Cox-Surco preauricular
28 163 17,2 31 178 17,4
n.s.
Cox-Faceta ilaca accesoria
22 158 13,9 15 171 8,8
n.s.
Fm-Fosa de Allen
22 149 14,8 17 150 11,3
n.s.
Fm-Faceta de Poirier
21 147 14,3 26 151 17,2
n.s.
Fm-Formacin en placa
4
147 2,7 6 151 4,0
n.s.
Fm-Exostosis fosa trocantrica 29 154 18,8 37 161 23,0
n.s.
Fm-Tercer trocnter
12 170 7,1 10 171 5,8
n.s.
Fm-Fosa hipotrocantrica
12 167 7,2 10 170 5,9
n.s.
Rt-Muesca del vasto
7
23 30,4 0
26
0,0
0,01
Rt-Fosa del vasto
1
24
0,0 0
26
0,0
n.s.
Rt-Rtula bipartita
1
24
4,2 0
26
0,0
n.s.
Tib-Faceta medial
1
154 0,6 3 147 2,0
n.s.
Tib-Faceta lateral
103 152 67,8 75 140 53,6
0,01
Ast-Hueso trgono
3
33
9,1 6
41 14,6
n.s.
Ast-Carilla talar
9
26 34,6 13 38 34,2
n.s.
Ast-Extensin lateral
11
35 31,4 13 41 31,7
n.s.
Ast-Superficie articular inferior
1
34
2,9 4
38 10,5
n.s.
Cal-Carilla sencilla
19
44 43,2 20 45 44,4
n.s.
Cal-Carilla bilobulada
9
44 20,5 8
45 17,8
n.s.
Cal-Carilla doble
15
44 34,1 17 45 37,8
n.s.
Cal-Carilla medial
1
44
2,3 0
45
0,0
n.s.
Cal-Tubrculo peroneal
11
37 29,7 5
42 11,9
0,01
6 Resultados
Pgina 312
FIGURA 6.11.3
VARIACIONES DISCONTINUAS DEL MIEMBRO INFERIOR
DIFERENCIAS POR LADO
Tubrculo peroneal
29,7
Carilla medial
Carilla doble
Carilla bilobulada
Carilla sencilla
Superficie inferior
Extensin lateral
Carilla talar
Hueso trgono
Faceta lateral
67,8
Faceta medial
Rtula bipartita
30,4
Marca acetabular
Pliegue abierto
Total
Pliegue cerrado
Izquierdo
10
20
30
40
50
60
70
Derecho
6 Resultados
Pgina 313
6 Resultados
Pgina 314
TABLA 6.11.4
VARIACIONES DISCONTINUAS DEL MIEMBRO INFERIOR
DIFERENCIAS POR GRUPOS DE EDAD
Tubrculo peroneal
8,3
Carilla medial
Carilla doble
Carilla bilobulada
Carilla sencilla
Superficie inferior
Extensin lateral
38,6
Carilla talar
Hueso trgono
Faceta lateral
Faceta medial
Rtula bipartita
Muesca del vasto
Fosa hipotrocantrica
Tercer trocnter
Exostosis fosa
Formacin placa
16,8
Faceta Poirier
Fosa Allen
Faceta ilaca
Surco preauricular
Marca acetabular
Pliegue abierto
Pliegue cerrado
Total
Ms de 25 aos
10
20
30
40
50
60
Menos de 25 aos
6 Resultados
Pgina 315
TABLA 6.11.5
VARIACIONES DISCONTINUAS DEL MIEMBRO INFERIOR
DIFERENCIAS GEOGRFICAS
SIGNIFICACIN
SUR
NORTE
ESTADSTICA
VARIACIN DISCONTINUA
n Total
% n Total
%
p
Cox-Pliegue acetabular cerrado 16 147 10,9 23 198
11,6
n.s.
Cox-Pliegue acetabular abierto 15 147 10,2 16 198
8,1
n.s.
Cox-Marca acetabular
8
147
5,4 5
197
2,5
n.s.
Cox-Surco preauricular
20 147 13,6 40 195
20,5
n.s.
Cox-Faceta ilaca accesoria
11 146
7,5 26 184
14,1
0,05
Fm-Fosa de Allen
18 152 18,8 21 147
14,3
n.s.
Fm-Faceta de Poirier
29 147 19,7 18 151
11,9
0,05
Fm-Formacin en placa
4
147
2,7 6
151
4,0
n.s.
Fm-Exostosis fosa
31 156 19,9 35 159
22,0
n.s.
trocantrica
Fm-Tercer trocnter
10 168
6,0 12 173
6,9
n.s.
Fm-Fosa hipotrocantrica
15 165
9,1 7
172
4,1
0,05
Rt-Muesca del vasto
0
1
0,0 7
49
14,3
n.s.
Rt-Fosa del vasto
0
1
0,0 0
49
0,0
n.s.
Rt-Rtula bipartita
0
1
0,0 1
50
2,0
n.s.
Tib-Faceta medial
2
136
1,5 2
166
1,2
n.s.
Tib-Faceta lateral
93 133 69,9 85 160
53,1
0,01
Ast-Hueso trgono
1
11
9,1 8
63
12,7
n.s.
Ast-Carilla talar
0
8
0,0 22
56
39,3
0,05
Ast-Extensin lateral
3
11
27,3 21
65
32,3
n.s.
Ast-Superficie articular inferior
1
9
11,1 4
63
6,3
n.s.
Cal-Carilla sencilla
2
4
50 37
85
43,5
n.s.
Cal-Carilla bilobulada
0
17
0,0 17
85
20,0
n.s.
Cal-Carilla doble
2
4
50 30
85
35,3
n.s.
Cal-Carilla medial
0
4
0,0 1
85
1,2
n.s.
Cal-Tubrculo peroneal
1
4
25 15
75
20,0
n.s.
6 Resultados
Pgina 316
FIGURA 6.11.5
VARIACIONES DISCONTINUAS DEL MIEMBRO INFERIOR
DIFERENCIAS GEOGRFICAS
Tubrculo peroneal
Carilla medial
Carilla doble
Carilla bilobulada
Carilla sencilla
Superficie inferior
Extensin lateral
39,3
Carilla talar
Hueso trgono
Faceta lateral
69,9
Faceta medial
Rtula bipartita
Muesca del vasto
Fosa hipotrocantrica
9,1
Tercer trocnter
Exostosis fosa
Formacin placa
Faceta Poirier
19,7
Fosa Allen
14,1
Faceta ilaca
Surco preauricular
Marca acetabular
Pliegue abierto
Total
Norte
Sur
6 Resultados
Pliegue cerrado
0
10
20
30
40
50
60
70
Pgina 317
FOTO 6.11.1
Marca acetabular
FOTO 6.11.2
Coxal con surco preauricular
es
un
indicador
de
parto.
Se
6 Resultados
Pgina 318
6 Resultados
Pgina 319
6 Resultados
Pgina 320
FOTO 6.11.3
6 Resultados
Pgina 321
FOTO 6.11.4
Fmur con faceta de Poirier
1978)
asociada
al
sexo
con
6 Resultados
Pgina 322
grandes caminatas por terrenos accidentados (Capasso et al., 1998), debido a que
el contacto de la cabeza femoral y el borde del acetbulo se produce por la extrema
flexin y abduccin del fmur.
6 Resultados
Pgina 323
prevalencia
en
las
FOTO 6.11.5
Tibia: carilla lateral con porosidad
estructuras
6 Resultados
Pgina 324
6 Resultados
Pgina 325
6 Resultados
Pgina 326
En
lo
concerniente
los
FOTO 6.11.6
Carilla talar presentando porosidad
anlisis
comparativos
que
arrojaron una mayor prevalencia en el grupo que superan los 25 aos y en el Norte
(Tablas 6.11.4, 6.11.5 y Figuras 6.11.3, 6.11.5) pueden estar presentando sesgos
por esta desigual distribucin de las estructuras anatmicas, de modo que los
tomamos con cautela.
6 Resultados
Pgina 327
habitual,
bien
por
adopcin
de
postura
en
cuclillas,
bien
por
FOTO 6.11.7
Calcneo: Tubrculo peroneal
6 Resultados
Pgina 328
6.12
Al igual que ya hicimos para el estudio de las lesiones del miembro superior y de
la columna vertebral, se gener una variable derivada a partir de cada grupo de variables
del mismo gnero, de modo que se registr la presencia o ausencia de la patologa en cada
estructura anatmica del miembro inferior, sin tener en cuenta el nmero de veces en la que
esta caracterstica se present en el hueso ni la subcategora o severidad especfica de la
lesin; todo esto se hizo con el fin de no dispersar de tal manera los datos registrados, que
hiciera imposible cualquier estudio estadstico a causa del pequeo tamao muestral que
obtendramos separando los datos por categoras y zonas del hueso.
Las frecuencias de estas variables derivadas son los que se utilizaron para
mostrar los porcentajes generales, que se muestran en la Tabla 6.12.1 y Figura 6.12.1
(para facilitar la claridad en la exposicin, en la figura slo indicamos los casos en que se
registr la condicin), tambin con estas variables derivadas se hizo el anlisis comparativo.
En apartados posteriores, si el estudio lo requiere, se indicar la prevalencia de alguna de
las subcategoras (subtipos, grados de severidad y zonas del hueso ms afectadas) en las
que se presentan las patologas examinadas en la muestra objeto de este estudio.
6 Resultados
Pgina 329
TABLA 6.12.1
MIEMBRO INFERIOR
FRECUENCIA DE LAS PATOLOGAS
PATOLOGA
COXAL
n Total %
182
0
12
21
2
343
346
349
349
339
PATOLOGA
Enfermedad articular (EAD)
Periostitis
Trastorno vascular
Traumatismo
Hematoma calcificado
CALCNEO
21
89 23,6
0
90
0,0
5
89
5,6
6
90
6,6
0
89
0,0
FMUR
n Total %
53,1 109
0,0
9
3,4 64
6,0
5
0,6 10
348
360
311
365
350
31,3
2,5
20,6
1,4
2,8
ASTRGALO
23
76 30,3
0
76
0,0
4
75
5,3
2
76
2,6
0
76
0,0
TIBIA
Total
87
38
58
20
20
366
358
331
369
333
23,6
10,6
17,5
5,4
6,0
PERON
n total %
25
17
6
51
17
207
229
207
241
188
12,1
7,4
2,9
21,1
9,0
RESTO PIE
33 207 15,9
0
207
0,0
2
207
1,0
1
207
0,5
0
207
0,0
6 Resultados
Pgina 330
FIGURA 6.12.1
FRECUENCIA DE PATOLOGAS DEL MIEMBRO INFERIOR
SLO CASOS REGISTRADOS
9
Per-Hematoma calcificado
Tib-Hematoma calcificado
2,8
Fm-Hematoma calcificado
Cox-Hematoma calcificado
0,6
Pie-Traumatismo
0,5
2,6
Ast-Traumatismo
6,6
Cal-Traumatismo
21,1
Per-Traumatismo
5,4
Tib-Traumatismo
1,4
Fm-Traumatismo
Cox-Traumatismo
Pie-Osteocondritis disecante
5,3
Ast-Osteocondritis disecante
5,6
Cal-Osteocondritis disecante
2,9
Per-Osteocondritis discante
8,4
Tib-Osteocondritis disecante
20,6
Fm-Osteocondritis disecante
3,4
Cox-Osteocondritis disecante
7,4
Per-Periostitis
10,6
Tib-Periostitis
2,5
Fem-Periostitis
15,9
Pie-EAD
30,3
Ast-EAD
23,6
Cal-EAD
12,1
Per-EAD
23,6
Tib-EAD
31,3
Fem-EAD
53,1
Cox-EAD
10
20
30
40
50
60
6 Resultados
Pgina 331
TABLA 6.12.2
LESIONES DEGENERATIVAS DEL MIEMBRO INFERIOR
SLO DIFERENCIAS SIGNIFICATIVAS
DIFERENCIAS POR GRUPOS DE EDAD
SIGNIFICACIN
< DE 25 AOS
> DE 25 AOS
ESTADSTICA
HUESO
n Total %
n Total %
p
Coxal
9
46
19,6 173 297 58,2
0,001
Fmur
2
18
11,1 107 330 32,4
0,05
DIFERENCIAS GEOGRFICAS
SUR
NORTE
Coxal
68 147 46,3 114 196 58,2
0,05
Calcneo
3
4
75,0 18
85 21,2
0,05
Resto huesos del pie
4
8
50,0 29
199 14,6
0,05
6 Resultados
Pgina 332
frecuencia
de
signos
degenerativos
FOTO 6.12.1
Coxal con rebaba en acetbulo
6 Resultados
Pgina 333
6 Resultados
Pgina 334
una
mayora
de
ellos
presentaron
un
predominio
en
la
serie
osteolgicamente madura del Norte (Tabla 6.10.5); por ejemplo el msculo tensor
de la fascia lata que tiene sus lugares de insercin en la espina ilaca
anterosuperior y tuberosidad tibial, junto con la traccin de los glteos, son los que
equilibran la cadera durante la marcha (Lpez-Durn, 1995).
Los resultados arriba reseados son anlogos con las deducciones
obtenidas para el resto de las estructuras de esta extremidad, como por ejemplo, un
predominio de EAD en los fmures de la muestra que supera los 25 aos, condicin
tambin asociada a la ancianidad en la mayora de las rodillas (Mann & Murphy
(1990), donde se refleja un claro aumento de esta patologa segn se avanza en
edad (10,0% adulto-joven, 30,2% adulto, 55,2% adulto-senil). Las zonas ms
alteradas por la artrosis fueron los cndilos femorales (31,6%) y en concreto el
cndilo medial (23,6%) respecto a la cabeza femoral y los platillos tibiales (17,1%),
en concreto el platillo interno (10,4%) frente a la presencia de EAD en la base tibial.
Garca Garca (1993) tambin encuentra mayor EAD a este nivel en su estudio de
fmures de aborgenes guanches. En ambas estructura seas el signo de EAD que
arroj mayores porcentajes de presencia fue el reborde osteoftico.
6 Resultados
Pgina 335
FOTO 6.12.2
Fmur
EAD severa en la trclea
FOTO 6.12.3
Tibia
Rebaba en platillo interno y
reborde osteoftico, con
eburneacin, en el externo
6 Resultados
Pgina 336
FOTO 6.12.4
Calcneo
Rebaba osteoftica en la faceta
astragalina media, asociada con
entesofitos y espoln en la tuberosidad
6 Resultados
Pgina 337
FIGURA 6.12.2
PORCENTAJE DE EAD EN LA ARTICULACIN DE LA CADERA
COMPARACIONES
9,6
55,4
Norte
7,9
45,8
Sur
9,4
56,2
Ms de 25 aos
0
20
Menos de 25 aos
10,5
49,2
Izquierdo
6,9
54,1
Derecho
10,7
51,8
Femenino
9,4
50,8
Masculino
10
20
30
40
50
60
Cabeza femoral
Acetbulo
6 Resultados
Pgina 338
FIGURA 6.12.3
PORCENTAJE DE EAD EN LA ARTICULACIN DE LA RODILLA
COMPARACIONES
16,9
33,5
Norte
17,3
26,4
Sur
17,4
30,9
Ms de 25 aos
15,1
12,5
Menos de 25 aos
16
31,5
Izquierdo
19
28,4
Derecho
17,2
26,8
Femenino
20,8
36,2
Masculino
10
20
30
40
Platillos tibiales
Cndilos femorales
6 Resultados
Pgina 339
6 Resultados
Pgina 340
FIGURA 6.12.4
PORCENTAJE DE EAD EN LA ARTICULACIN DEL TOBILLO
COMPARACIONES (SLO ARTICULACIN TIBIOASTRAGALINA)
16,9
10,6
Norte
9,9
Sur
11
11,4
Ms de 25 aos
3,8
Menos de 25 aos
10
10,9
Izquierdo
20,6
10,3
Derecho
13,3
6,2
Femenino
16,3
36,2
Masculino
Polea astrgalo
10
15
20
25
30
35
40
6 Resultados
Pgina 341
TABLA 6.12.3
PERIOSTITIS EN EL MIEMBRO INFERIOR
SLO DIFERENCIAS SIGNIFICATIVAS
DIFERENCIAS SEXUALES
SIGNIFICACIN
MASCULINO
FEMENINO
HUESO
ESTADSTICA
n TOTAL % n TOTAL %
p
30
173
17,3 7
143 4,9
Tibia
0,001
116
11,2 3
83
3,6
Peron 13
0,05
DIFERENCIAS POR LADO
DERECHO
IZQUIERDO
Tibia
26
183
14,2 12 174 6,9
0,05
se
estudi
la
periostitis.
Las
diferencias
estadsticamente
6 Resultados
Pgina 342
sin
FOTO 6.12.5
Tibia: periostitis
con signos de
presin vascular
6 Resultados
Pgina 343
sexual, probablemente una mayor actividad fsica por parte de los varones
guanches. A su vez, la asimetra encontrada en la tibia
(Tabla 6.12.3), en favor del lado derecho, nos parece
FOTO 6.12.6
Peron con periostitis
6 Resultados
Pgina 344
Para
el
registro
general
se
utiliz
slo
la
variable
6 Resultados
Pgina 345
disecante
asociada
hiperflexin
FOTO 6.12.7
Impresin osteocondrtica
en cndilo femoral lateral
1979; Lai & Lovell, 1992), debido a que la presin de los cndilos tibiales se
concentra sobre la superficie posterior de los cndilos femorales en la hiperflexin
de la rodilla (Capasso et al., 1998).
FOTO 6.12.8
Fmur presentando severa
osteocondritis disecante
6 Resultados
Pgina 346
en
la
tibia:
fragmentacin
microtraumtica
en
origen
6 Resultados
Pgina 347
FOTO 6.12.9
Enfermedad de Osgood
Schlatter en la tuberosidad
tibial
FOTO 6.12.10
Tibia: osteocondritis disecante
6 Resultados
Pgina 348
TABLA 6.12.5
LESIONES TRAUMTICAS DEL MIEMBRO INFERIOR
SLO DIFERENCIAS ESTADSTICAS
DIFERENCIAS SEXUALES
SIGNIFICACIN
MASCULINO
FEMENINO
HUESO
ESTADSTICA
N TOTAL % N TOTAL %
P
PERON 31 119
26,1 13
85
15,3
0,05
Este porcentaje de frecuencia del peron puede sernos til, pues revela
una solapada frecuencia de episodios traumticos en los miembros inferiores que,
sin ignorar la habilidad que deban tener los guanches y el seguro conocimiento de
la topografa, no cabe duda que las duras condiciones del medio fsico pudieron
propiciar su aparicin.
6 Resultados
Pgina 349
6 Resultados
FOTO 6.12.12
A LA IZQUIERDA PERON CON
FRACTURA DE POTT (EL DE LA
DERECHA SLO SE MUESTRA CON
FINES COMPARATIVOS)
Pgina 350
FOTO 6.12.13
Coxal con callo de fractura
en la rama isquiopbica
FOTO 6.12.14
Tibia
Traumatismo en la incisura
peroneal y carilla lateral de
acuclillamiento con artrosis
6 Resultados
Pgina 351
TABLA 6.12.6
HEMATOMA CALCIFICADO EN EL MIEMBRO
INFERIOR
SLO DIFERENCIAS SIGNIFICATIVAS
DIFERENCIAS SEXUALES
SIGNIFICACIN
MASCULINO FEMENINO
ESTADSTICA
HUESO
n Total % n Total %
p
Tibia
19 150 11,2 1 141 0,7
0,001
FOTO 6.12.15
Tibia
Exostosis en la zona de
insercin del msculo soleo
6 Resultados
Pgina 352
FOTO 6.12.16
Peron: hematoma calcificado,
localizado en la insercin del
ligamento peroneoastragalino
6 Resultados
Pgina 353
CONCLUSIONES
7 INTERPRETACIN FINAL
7 Conclusiones
Pgina 355
Pgina 356
predominan los varones, mientras que hay ms seniles en la serie femenina, que
obviamente seran las estructuras ms susceptibles a desaparecer del registro seo por su
mayor deterioro postmortem. Ante estos resultados podemos plantear la hiptesis de una
mayor esperanza de vida de stas, quiz porque los varones desarrollaban actividades en
las que exponan ms su seguridad fsica.
Pgina 357
De las cinco variaciones discontinuas del miembro superior, slo una mostr
diferencias significativas con predominio en las mujeres y el lado izquierdo. Mientras que de
7 Conclusiones
Pgina 358
Podemos ratificar que existen claras evidencias de que el medio fsico influy de
manera determinante en la aparicin de muchos de los marcadores, as como en la peculiar
distribucin en la explotacin de los recursos, que indujo a un diferente desarrollo de
actividad socioeconmica entre las reas Norte y Sur de la isla de Tenerife. Las diferencias
estadsticas que inclinan los mayores valores hacia el rea Norte en los marcadores
asociados a los movimientos de flexin de la pierna y la cadera nos estn hablando de una
cierta influencia del medio fsico norteo, severamente accidentado, en la aparicin de
muchos de los marcadores y en la manifestacin de signos degenerativos y de
osteocondritis disecante en el miembro inferior.
Del anlisis del ndice cnmico se desprende que la poblacin guanche parece
corresponder a series prehistricas con tendencia a la mesocnemia y euricnemia, propio de
poblaciones agrcolas; pero la observacin de un discreto porcentaje de placticnemia,
7 Conclusiones
Pgina 359
Como era de esperar, por los resultados que ya han obtenido otros autores
centrados en conocer los patrones de lateralidad que presentan algunas ocupaciones
especficas, la extremidad superior es la zona corporal que ms asimetras presenta como
resultado del uso preferencial de uno de los brazos en el desarrollo de mltiples actividades;
la marcada asimetra hacia el lado derecho nos habla de una poblacin fundamentalmente
diestra o una mayor presin soportada por este lado anatmico, indicativo del papel
fundamental que tiene el miembro superior en el desarrollo de acciones continuadas y
repetitivas, que llevan a requerir uno de los brazos ms que el otro para obtener la destreza
precisa. Nuestros resultados revelan que hay claras evidencias de transporte asimtrico de
carga y de un diferente papel desarrollado por los dos miembros superiores en la realizacin
de determinadas acciones, como lo demuestran los marcadores implicados en la
articulacin del hombro y codo: entesopatas del troquiter y troqun, los defectos corticales
en el hombro o la tuberosidad bicipital y el arqueamiento en el radio, junto con los datos que
refleja el estudio de la apertura septal y los signos de enfermedad articular degenerativa
(esta patologa mostr un predominio del brazo derecho en todas las comparaciones que
arrojaron significacin estadstica). No obstante, hay que ser cautelosos en la interpretacin
de estos datos, dado que hemos trabajado con un osario y no con restos individuales.
7 Conclusiones
Pgina 360
Por tanto, se puede colegir que los varones estuvieron expuestos a un mayor
nmero de factores de estrs relacionados con la locomocin, probablemente derivado de
las demandas mecnicas exigidas por una mayor dedicacin a actividades que requeran
largos e indispensables desplazamientos para acceder a los pastos, reas de cultivo y
zonas de recoleccin. Estos resultados son coherentes con lo que ya se observara en otros
estudios para esta poblacin.
7 Conclusiones
Pgina 361
Pgina 362
Estos movimientos son tpicos de acciones que requieren conjuntamente separar el brazo
del cuerpo, flexionarlo y llevarlo contra el pecho, acordes con tareas tales como la
recoleccin a mano, el molturado del grano con molino circular, amasar, coser, etc.
En este sentido, los resultados muestran que los varones y la poblacin adulta
estuvieron expuestos, con diferencia, a una mayor presin de naturaleza mecnica, dada la
clara respuesta sea que manifiestan, con lo que se deduce que estos dos grupos
estuvieron sometidos a un mayor y ms prolongado esfuerzo fsico.
7 Conclusiones
Pgina 363
Ratificamos, por ltimo, que existi una distribucin sexual del tipo de labor a la
vista de las claras diferencias intersexos en las frecuencias obtenidas, siendo los varones
los que asumieron aquellas actividades que requeran una mayor potencia fsica.
7 Conclusiones
Pgina 364
BIBLIOGRAFA
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