Introduccion Al Imperialismo

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INTRODUCCIN AL ESTUDIO DEL IMPERIALISMO

NDICE
1. INTRODUCCIN
2. EL SISTEMA COLONIAL DEL IMPERIALISMO
Las ganancias coloniales
3. LA ESENCIA ECONMICA DEL IMPERIALISMO
Concentracin de la produccin y los monopolios
Dominacin de los monopolios
El proceso de concentracin
Qu representan, pues, los monopolios?
Derrumbamiento de los imperios coloniales
La esencia del neocolonialismo
Explotacin neocolonial
Precios de monopolio
La ganancia de monopolio
Los monopolios y el acrecentamiento de la explotacin del proletariado
Los monopolios y el aumento de la plusvala extraordinaria
La superganancia monopolista y sus fuentes
Qu elementos incluye en s la superganancia monopolista?
Los monopolios y la ganancia media
4. LA USURPACIN DE UNA CRECIENTE PARTE DE LA PLUSVALA POR EL CAPITAL FINANCIERO
La omnipotencia del capital financiero
Ganancia de fundador
Ganancia de emisin
Beneficios de la especulacin
La especulacin con la tierra
5. EL AUMENTO DE LAS GANANCIAS MEDIANTE LA EXPORTACIN DE CAPITAL
La exportacin de capital, instrumento para aumentar la plusvala
La lucha por las esferas donde invertir el capital
Exportacin de capital y obtencin de ganancia empresarial
La exportacin de capital y la tasa de inters
Crecimiento de los beneficios por la exportacin de capital
Traslado y reinversin de las ganancias
Exportacin de capital y exportacin de mercancas
Crecimiento de la deuda de los pases en desarrollo
La exportacin de capital y la explotacin del proletariado en los pases imperialistas
6. EL ACRECENTAMIENTO DE LA EXPLOTACIN DE LOS TRABAJADORES POR LOS MONOPOLIOS
INTERNACIONALES
Divisin econmica del mundo
Las transnacionales y la actividad empresarial
Las transnacionales y la plusvala extraordinaria
Las transnacionales y los precios
El crecimiento de los beneficios de las transnacionales
7. EL PAPEL DEL CAPITALISMO MONOPOLISTA DE ESTADO EN LA AMPLIACIN DE LA PRODUCCIN DE
PLUSVALA
Las empresas pblicas y las ganancias de los capitalistas
Los subsidios y privilegios del capital privado a expensas de los medios del Estado
El Estado y los precios de monopolio
La militarizacin y las ganancias
La ingerencia del Estado en las relaciones laborales
El apoyo a la expansin econmica exterior de los monopolios
8. LA PLUSVALA. FUENTE DE ENRIQUECIMIENTO DE LOS CAPITALISTAS
El empleo de la plusvala

Crecimiento de la prodigalidad y el lujo


Acumulacin de capital
El aumento de las riquezas de la burguesa
Crecimiento de lo capa de rentistas
9. LA CARRERA EN POS DE PLUSVALA Y LA OFENSIVA DEL CAPITAL CONTRA LOS INTERESES VITALES
DE LOS TRABAJADORES
La creciente carga del desempleo
Crecimiento de la caresta
La subnutricin y el hambre
Las malas condiciones de vivienda
El encarecimiento de la asistencia mdica
El crecimiento del precipicio entre la burguesa y la clase obrera
10. LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA CONTRA LA EXPLOTACIN CAPITALISTA
Las primeras batallas clasistas del proletariado
La lucha econmica de la clase obrera
La lucha poltica del proletariado
Los partidos comunistas y obreros

1. INTRODUCCIN
La fase monopolista del capitalismo -el imperialismo- tiene por origen el rgimen de produccin capitalista. El
imperialismo no constituye un sistema econmico-social nuevo, sino la fase ms alta -la ltima- del capitalismo.
El objetivo de la produccin capitalista en el imperialismo es, igual que antes, la obtencin de la mxima plusvala.
Pero los rasgos nuevos que adquiere aqu la economa capitalista conceden a la produccin y la distribucin de la
plusvala una serie de importantes peculiaridades. Las dimensiones de la produccin de plusvala se acrecientan en
flecha; aumenta el grado de explotacin del proletariado.
Es a Lenin a quien corresponde el mayor mrito en el anlisis del imperialismo. Basndose en las obras de Marx y
Engels, ampli la doctrina econmica marxista aplicada a las nuevas condiciones reinantes a comienzos del siglo
XX. En sus trabajos El imperialismo, fase superior del capitalismo, El imperialismo y la escisin del socialismo, La
consigna de los Estados Unidos de Europa, El programa militar de la revolucin proletaria, El Socialismo y la guerra
y algunos otros, correspondientes al perodo de la primera guerra mundial, Lenin sintetiz y someti a un anlisis
marxista una inmensa cantidad de hechos y datos que caracterizaban la nueva fase, la fase superior, del desarrollo
del capitalismo, revel la esencia econmica del imperialismo, mostr los efectos de la ley econmica fundamental
del capitalismo en las circunstancias del imperialismo, defini el lugar histrico de aqul, someti a una crtica
contundente las "teoras" burguesas y oportunistas sobre el imperialismo, ampli la teora de la revolucin socialista
y coloc los cimientos de la teora de la crisis general del capitalismo.
El fenmeno econmico fundamental del paso del capitalismo premonopolista al imperialismo es la sustitucin de la
competencia libre por el dominio de los monopolios, por cuya razn podemos definir el imperialismo como la fase
monopolista del capitalismo. Pero tal definicin resultara incompleta, aunque subraya lo esencial del concepto del
imperialismo. La definicin leninista completa de la esencia econmica del imperialismo contiene cinco rasgos
principales:
1) Concentracin de la produccin y del capital, hasta un grado tan alto, que ha creado los monopolios, los cuales
desempean el papel decisivo en la vida econmica; 2) fusin del capital bancario con el industrial y creacin, a
base de ello, del capital financiero, de la oligarqua financiera; 3) exportacin de capital -a diferencia de la
exportacin de mercancas-, que adquiere trascendental significacin; 4) constitucin de asociaciones monopolistas
internacionales de los capitalistas, que se reparten el mundo, y 5) consumacin del reparto territorial del mundo por
las mayores potencias capitalistas1.
El paso al imperialismo se verific en el ltimo tercio del siglo XIX y represent la culminacin del desarrollo
precedente del capitalismo.
Una serie de grandes descubrimientos cientficos y de adelantos tcnicos en la siderurgia, en la fabricacin de
maquinaria, en las industrias qumicas y electrotcnicas marcaron la segunda mitad del siglo XIX. Comenz la
produccin industrial de energa elctrica y se alcanzaron progresos considerables en los transportes y las
comunicaciones. Todo ello dio lugar a un rpido incremento de la produccin industrial, cuyo volumen se triplic
durante el ltimo tercio del siglo XIX, al aumento de la composicin orgnica del capital en las ramas industriales
bsicas y a modificaciones en la estructura de estas ramas.
Si anteriormente el papel decisivo en la produccin capitalista lo desempeaban las ramas de la industria ligera,
ahora pasa a primer plano la industria pesada; surgen poderosas empresas dotadas de una tcnica de tipo
superior, con una alta composicin orgnica del capital. El vigoroso desarrollo de las fuerzas productivas durante
este perodo acenta la concentracin de la produccin y del capital. Contribuy extraordinariamente a acelerar
estos procesos la crisis econmica de superproduccin de 1873, a partir de la cual inicise la formacin de
monopolios capitalistas y la transformacin del capitalismo de libre competencia en imperialismo. A comienzos del
siglo XX, el imperialismo se haba constituido ya definitivamente.

2. EL SISTEMA COLONIAL DEL IMPERIALISMO


El paso al imperialismo se destac por la intensiva toma de colonias, que se haca a sangre y fuego. Desde 1876
hasta 1914, las posesiones coloniales de las grandes potencias crecieron de 40 a 65 millones de kilmetros
cuadrados. Aument al mismo tiempo el nmero de pases semicoloniales y dependientes. En la rbita de la
1

V. I. Lenin. Obras, tomo 22, pg. 253.

dominacin imperialista estaban incorporados cerca de 930 millones de personas. Todas las colonias, semicolonias
y pases dependientes en su conjunto formaron el sistema colonial del imperialismo, en el que se establecieron
relaciones de saqueo abierto, opresin inhumana y la ms brutal explotacin. El sistema colonial se convirti en
parte de la economa capitalista mundial, en uno de los pilares ms importantes de la dominacin y el
enriquecimiento de las potencias imperialistas.
El capital monopolista obtuvo en las colonias y pases dependientes los mercados ms seguros y ventajosos de
venta de su produccin. Estos territorios resultaron ser una esfera extraordinariamente ventajosa donde aplicar el
capital; se convirtieron en fuentes de materias primas y recursos energticos baratos. Si era necesario se extraa de
ellos tambin fuerza de trabajo barata. Los imperialistas que aprovechaban su situacin dominante, desfalcaban
impdicamente las riquezas naturales de las colonias, se apropiaban de parte considerable de la renta nacional
generada por los pueblos subyugados. En los aos 20 y 30 de nuestro siglo, el tributo colonial general que pagaban
India e Indonesia compona anualmente el 15% de la renta nacional. Los colonizadores sacaban del Congo Belga
(Zaire y despus Repblica Democrtica del Congo) ms de la mitad de la renta nacional.

Las ganancias coloniales


Para obtener ese tributo las potencias imperialistas utilizaban todos los medios de presin sobre los pueblos de las
colonias, a donde se desplazaron los mtodos ms abominables de la explotacin capitalista. El saqueo imperialista
se conjugaba all con las formas feudales de explotacin y la coercin extraeconmica de los trabajadores. Al
hablar de las acciones de los colonizadores, el gran poeta chileno Pablo Neruda escribi en su libro Canto general:
... Sin otra ley que la tortura y el hambre azotada del pueblo.
Los colonizadores no tenan en cuenta los intereses de la poblacin local. Lo principal era la obtencin de
ganancias coloniales, elevarlas hasta el ms alto lmite. El colonialismo significaba para los obreros el alargamiento
de la jornada en las empresas industriales hasta 12-14 y ms horas. Eran horribles las condiciones laborales.
Prcticamente, no exista ninguna proteccin del trabajo. Se utilizaba ampliamente el trabajo de las mujeres e
incluso de los nios menores. Los contramaestres y vigilantes observaban que los obreros no perdieran en vano ni
un minuto del tiempo de trabajo. Quien cometiera una falta era castigado brutalmente.
Los salarios en las colonias tenan un carcter francamente discriminatorio. En Kenia la magnitud media del salario
de los obreros nativos era unas 15 veces ms baja que el de los obreros europeos, y en Rhodesia del Norte (hoy
Zambia) llegaba incluso a 30 veces. Era tambin considerable la desproporcin en la remuneracin de un trabajo
igual cumplido por obreros nativos y obreros europeos en otros pases coloniales y dependientes.
Las brutales condiciones de explotacin eran muy ventajosas para los colonizadores: convertan el sudor y la
sangre de la poblacin indgena en oro y en crujientes paquetes de billetes, obteniendo ganancias colosales que
superaban varias veces la ganancia media en las metrpolis. En particular, las minas de carbn de India concedan
a sus dueos ingleses el 160% de beneficio. Las corporaciones caucheras del Congo Belga obtenan dividendos
anuales que superaban ms de 10 veces el valor inicial de las acciones.
Eran enormes los beneficios de los colonizadores en las plantaciones. En los aos 50 del siglo XX, slo en 25
pases coloniales estaban ocupados en ellas cerca de 5 millones de obreros que carecan totalmente de derechos.
Los carnvoros colonialistas se lucraban a costa del trabajo de los campesinos, privndolos de las ltimas migajas
que se haban ganado. Los campesinos estaban apresados en las redes de los acuerdos de arrendamiento y la
ms brutal esclavitud de deudas. Se practicaban ampliamente distintas formas de resarcimiento, aparcera y
peonaje.
En el saqueo de la poblacin local era un importante medio tambin el intercambio no equivalente, y las
agrupaciones monopolistas que se dedicaban al comercio con las colonias obtenan centenares de porcentajes de
ganancia.
Los ingresos de los colonizadores se engrosaban substancialmente a costa de los enormes impuestos que pagaba
la poblacin y las distintas exacciones para mantener a los funcionarios coloniales. Por ejemplo, en los aos 30 de
nuestro siglo la parte de los beneficios relacionados directamente con -Ia dominacin poltica representaba casi la
cuarta parte de todo el tributo colonial que recoga Inglaterra en su imperio colonial.
Los monopolistas y la oligarqua financiera de las potencias imperialistas, que concentraban en sus manos la
inmensa mayora de los beneficios coloniales, se enriquecan indeciblemente. Sacaban de las colonias enormes
masas de plusvala all generada. Como resultado aumentaba la masa conjunta de plusvala, de la que se
apropiaban los explotadores monopolistas de las mayores potencias. Los ricos se hacan ms ricos y los pobres,

ms pobres.

3. LA ESENCIA ECONMICA DEL IMPERIALISMO


Los principales cambios en la produccin y apropiacin de la plusvala en el imperialismo estn relacionados,
fundamentalmente, con el establecimiento de la dominacin de los monopolios. A stos les pertenece ahora el
papel decisivo en la vida econmica de los pases capitalistas; ellos concentran en sus manos una fuerza
econmica enorme.
Originariamente se agrupaban en monopolios, por lo general, capitalistas aislados, mientras que ahora se forman
poderosas uniones de los propios monopolios, que se especializan ya no en una rama de la industria, como
suceda antes, sino que operan en varias ramas. Si a comienzos de nuestro siglo exista en el mundo capitalista
slo un monopolio con un capital de mil millones de dlares y a mediados del siglo tan slo 4, en 1982 eran ya 730.

Concentracin de la produccin y los monopolios


Lenin formul los rasgos econmicos del imperialismo en sus relaciones de interdependencia, concediendo el lugar
ms destacado al primer rasgo econmico del imperialismo: la concentracin de la produccin y el dominio de los
monopolios. Esto constituye la esencia econmica del imperialismo y determina toda la vida econmica y poltica de
la sociedad burguesa durante este perodo.
Surgen los monopolios como resultado natural de la concentracin de la produccin y del capital, que se desarrolla
aceleradamente sobre la base de la libre competencia. Fue Marx quien descubri la ley de la concentracin y
centralizacin del capital, demostrando cmo la libre competencia de la poca del capitalismo industrial conduca al
desplazamiento de las pequeas empresas por las grandes, fenmeno que originaba la concentracin de la
produccin en empresas cada vez mayores.
Los ndices fundamentales de la concentracin de la produccin pueden considerarse los siguientes:
1. Nmero de grandes empresas dentro del total de empresas del pases2.
2. Nmero de obreros ocupados en las grandes empresas en proporcin al nmero total de obreros ocupados
en la industria de un pas.
3. Parte que corresponde a las grandes empresas en el total de la produccin industrial.
4. Parte del potencial de produccin concentrada en las grandes empresas respecto al potencial total del pas.
La concentracin de la produccin est ntimamente vinculada a la concentracin y a la centralizacin del capital.
Concentracin -o acumulacin- del capital significa aumento de la magnitud de un capital individual mediante la
incorporacin a l de una parte de la plusvala obtenida en una empresa dada.
Centralizacin del capital significa aumento del mismo mediante la incorporacin de muchos capitales pequeos en
uno solo, ms grande.
Observadas separadamente, la concentracin y la centralizacin del capital parecen procesos opuestos, ya que la
primera va acompaada del fraccionamiento del capital y de la mutua separacin de muchos capitales individuales
(a causa de la particin de bienes en las familias capitalistas), mientras que la segunda constituye su atraccin
reciproca. En realidad, la concentracin y la centralizacin del capital no representan fenmenos separados de la
economa capitalista, sino un proceso dialctico nico.
Sin la concentracin del capital no es posible su centralizacin, y, a la vez, la centralizacin del capital se convierte
en poderoso elemento de la acumulacin, puesto que por constituir un proceso incomparablemente ms rpido, va
acompaada de un aumento acelerado de la masa y de la cuota de plusvala.
En su obra El imperialismo, fase superior del capitalismo, Lenin no examina separadamente la concentracin y la
centralizacin del capital. Por concentracin entiende l la reunin del capital y de los activos en manos de grandes
compaas, proceso que se verifica tanto a consecuencia de la acumulacin del capital como en virtud de la
centralizacin del mismo.

Lenin consideraba grandes empresas las que ocupaban de 50 obreros en adelante.

Los principales caminos que sigue la centralizacin del capital son la competencia, el crdito y la fundacin de
sociedades annimas. Bajo el imperialismo desempean un importante papel en la centralizacin acelerada del
capital las crisis y las guerras, as como el desarrollo del capitalismo monopolista de Estado.
Al verificarse el paso al imperialismo, el proceso de concentracin de la produccin y del capital se acenta
alcanzando tal grado de desarrollo hacia comienzos del siglo XX, que engendra los monopolios.

Dominacin de los monopolios


Cada monopolio es un verdadero gigante capitalista. Dispone de cuantioso capital y explota el trabajo de un
elevadsimo nmero de obreros. La mayor agrupacin monopolista de EE.UU. y del mundo entero es la corporacin
petrolera Exxon, cuya circulacin anual supera los 100.000 millones de dlares. Tienen una circulacin anual de
ms de 50.000 millones de dlares los monopolios norteamericanos Mobil y General Motors y el gran monopolio
ingls British Petroleum. La mayor agrupacin monopolista de Japn es el consorcio automovilstico Toyota Jidosha
Kogyo. El monopolio ms importante de la RFA es el Volkswagenwerke; el de Italia, el ENI, etc. En la Repblica
Federal de Alemania, el 51.4% de los obreros ocupados en 1959 trabajaban en grandes empresas que constituan
menos del 3% de los establecimientos industriales del pas. En Inglaterra, la proporcin del personal de las grandes
empresas respecto al total de los establecimientos industriales pas del 3.1% en 1935 al 5.2% en 1961, y de la de
los obreros ocupados en dichas empresas creci, respectivamente, del 25.4 al 50% del total.
Es cada vez mayor el papel econmico que comienzan a desempear agrupaciones monopolistas tambin en
varios Estados en desarrollo. En la lista de los 500 monopolios industriales ms grandes del mundo figuraban -en
1981- 18 compaas de 6 Estados en desarrollo de Amrica Latina. En el siglo XXI hicieron acto de presencia los
monopolios de gran nmero de pases en desarrollo que compiten en el mercado mundial (Brasil, China, India,
Filipinas, Chile, Rusia, Per, etc.) No obstante, la inmensa mayora de monopolios sigue concentrndose en los
pases imperialistas clsicos (EE.UU., Alemania, Japn, Francia, Suiza, Australia, Holanda, Espaa, etc.)
La fuerza econmica de los monopolios consiste, ante todo, en que ellos concentran en sus manos considerable
parte de la produccin en una o en varias ramas de la economa. A ellos les pertenece el papel decisivo en el
empleo de las fuentes de los descubrimientos e invenciones cientficotcnicas y la mano de obra calificada.
Dominan en el mercado y dictan las condiciones en la venta de la produccin acabada. En EE.UU., por ejemplo,
donde hay ms de 1.665.000 firmas, a los 200 monopolios ms grandes les pertenece el 43% de la produccin de
la industria transformadora. En Mxico, 50 agrupaciones financiero-industriales controlan las 300 empresas ms
grandes, que generan hasta el 45% del producto nacional bruto.

El proceso de concentracin
Analizando el proceso de concentracin de la produccin, Lenin prest especial inters a la llamada combinacin",
forma peculiar de la concentracin.
La combinacin representa la unin en la misma empresa de diversas ramas industriales que se complementan
mutuamente, y a veces la unin de todo el proceso de produccin en su conjunto, desde la obtencin de las
materias primas hasta la terminacin del producto. En tales empresas, la produccin de un taller sirve de materia
prima o de materia semifabricada para otro taller. La combinacin disminuye los gastos de produccin y de venta de
las mercancas, abre el camino a los adelantos tcnicos, permite aprovechar los residuos, etc., todo lo cual
contribuye a elevar la cuota de ganancia en las empresas combinadas y fortalece las posiciones de estas.
Un modelo de combinacin gigantesca es el complejo industrial Hary, que forma parte del trust del acero de
Norteamrica y que comprende todo el ciclo siderrgico en su conjunto, inclusive minas de hierro y de carbn,
enormes altos hornos, talleres de fundicin, trenes de laminacin, instalaciones de coque, etc. Ya antes de la
primera guerra mundial, el mayor complejo industrial de Alemania eran las factoras Krupp; junto a las empresas
siderrgicas, posea fbricas de maquinaria y de armamento.
El notable incremento experimentado por la qumica durante la primera guerra mundial y en los aos subsiguientes
suscita la tendencia a combinar la siderurgia con la qumica. Al mismo tiempo, se crean factoras qumicas
propiamente dichas, que alcanzan proporciones gigantescas y abarcan numerosas ramas de la qumica. De
ejemplo pueden servir empresas fundadas en los aos veinte de nuestro siglo: la I. G. Farbenindustrie en Alemania,
el trust Du Pont de Nemours en los Estados Unidos, del trust Qumico Ingls y otros. Adquieren gran difusin las
factoras energometalrgicas y energoquimicas, y se constituyen empresas combinadas en una serie de ramas de
la industria ligera.

Como caso destacable entre estas ltimas cabe citar el consorcio Unilever, que actualmente se ha convertido en un
importantsimo monopolio internacional; domina la produccin mundial y el comercio de jabn, margarina, glicerina,
aceite de coco, numerosos cosmticos, vitaminas, etctera, y es una compaa de tipo multilateral, que posee
plantaciones propias de cocoteros en los trpicos, buques de carga, el puerto de Sunlight, que es el mayor de los
puertos privados del mundo, una flota de remolcadores y de balleneros, plantaciones de t, granjas lecheras,
pesqueras y tiendas de comestibles.
Por qu la concentracin de la produccin, al llegar a un alto grado de desarrollo, crea el monopolio? Por qu el
dominio de los monopolios sustituye a la libre competencia a fines del siglo XIX y comienzos del XX en los
principales pases capitalistas?
En su libro El imperialismo, fase superior del capitalismo, Lenin descubre la razn de que la competencia se
convierta en monopolio y demuestra lo objetivo de su nacimiento. La concentracin, al llegar a un cierto grado de
desarrollo, conduce por s misma, pudiramos decir, hasta las propias puertas del monopolio. Unas cuantas
decenas de empresas gigantescas pueden ponerse de acuerdo fcilmente entre s, y por otra parte las dificultades
de la competencia, la tendencia al monopolio, es engendrada precisamente por el gran volumen de las empresas3.
Por consiguiente, si antes haba cientos e incluso miles de pequeas empresas en tal o cual rama la concentracin
de la produccin hace que ahora queden, en algunas ramas, un pequeo nmero de grandes empresas que
detentan la aplastante masa de la produccin. Ello facilita la posibilidad de una componenda entre ellas, la
fundacin de las alianzas monopolistas de los capitalistas. La necesidad de los monopolios la deduce Lenin de las
dificultades de la competencia entre las empresas gigantes, competencia que puede resultar muy larga, agotadora
y cara, mientras que la fusin en monopolio hace posible ganancias elevadsimas: ganancias monopolistas.
Al principio, la monopolizacin abarca la industria pesada ms concentrada; posteriormente, el proceso penetra en
la industria ligera, se extiende a los transportes, al comercio, a los bancos, a las compaas de seguros y a la
agricultura. Actualmente, en los pases capitalistas los monopolios predominan tanto en la esfera de la produccin
material como en la esfera no material, es decir, en toda la economa de esos pases.

Qu representan, pues, los monopolios?


Los monopolios renen bajo su dominio una buena parte de la produccin y de la venta de una o de varias ramas
de la industria; cada monopolio pertenece a un gran capitalista o a una asociacin de capitalistas, y permite limitar
la produccin y establecer precios altos, precios de monopolio.
Las alianzas monopolistas actan en diversas formas. Las formas principales de las alianzas monopolistas son los
crteles, los sindicatos, los trusts y los consorcios. El crtel es una asociacin capitalista basada en un acuerdo
sobre distribucin de mercados, precios nicos, reparto de materias primas, condiciones de contratacin de mano
de obra, unidad de clculo de ganacias, limitacin de la produccin y establecimiento de una cuota, para cada uno
de los integrantes del crtel, en la produccin y la venta. Los llamados acuerdos sobre patentes constituyen una
importante variedad de los crteles. Habitualmente, los convenios de crtel se conciertan con arreglo a una o a dos
condiciones; por eso se les distingue como crteles de establecimientos de precios nicos, etc. La infraccin de las
clusulas del convenio acarrea una multa cuyo importe ingresa en la caja comn.
Es peculiar caracterstica de todos los crteles, sea cual fuere su perfil, la conservacin de la autonoma productiva,
comercial y jurdica de todos sus componentes. La fluctuante correlacin de fuerzas entre los capitalistas que
componen el crtel, ocasionada por su desigual desarrollo, hace poco slidas estas alianzas. Por regla general,
duran de cinco a diez aos, y a veces se desintegran antes de lo que estipula el convenio. Su mayor desarrollo ha
correspondido a Alemania. Fueron fruto de la contradiccin existente entre la gran industria, en rpido incremento,
dotada de material moderno y fundada en cuantiosos capitales, particularmente en la contribucin obtenida
despus de la guerra franco-prusiana, de una parte, y la gran limitacin del mercado, de otra. El camino prusiano de
evolucin del capitalismo en la agricultura limit el mercado interno; el monopolio colonial de Inglaterra, de Francia y
de otros pases dificult la lucha de los capitalistas alemanes por conquistar los mercados exteriores, todo lo cual
les incit a organizarse en crteles, cuyo nmero creci rpidamente en Alemania: de 70 que existan en 1887,
pasaron a ser 300 en 1900 y ms de 2,000 (2,200 exactamente) en vsperas de la segunda guerra mundial.
El grado inmediatamente superior en las alianzas monopolistas lo representa el sindicato, muy similar al cartel. El
sindicato constituye una alianza de capitalistas en la que la venta de la produccin de todos sus participantes, as
como la compra de materia prima, se verifica a travs de oficinas comunes, lo que permite vender ms caro y
comprar ms barato. Por consiguiente, los participantes en los sindicatos, a diferencia de los carteles, pierden su
autonoma comercial.
3

V. I. Lenin, Obras, tomo 22, pg. 185.

Tambin esta forma de monopolio es, al igual que el cartel, caracterstica de Alemania, pero en la Rusia zarista
lleg a alcanzar gran difusin. Los sindicatos Produgol, Prodmet y Prodvagn, los sindicatos de los fabricantes
textiles, azucareros, etc., llegaron a desempear un importante papel. En las asociaciones monopolistas de Rusia
sola dominar el capital extranjero.
Una forma superior del monopolio con respecto al sindicato es el trust. El trust es una alianza de capitalistas cuyos
componentes pierden por completo su independencia productiva, comercial y jurdica, convirtindose en socios
poseedores de acciones segn el valor de sus empresas. El trust es encabezado, bien por una compaa
especialmente constituida (la llamada holding company), o por una de las mayores empresas que forman parte de
l. La direccin regula la produccin, determina las condiciones de venta y los precios, decide la distribucin de
beneficios, etctera.
Esta forma de monopolio existe en todos los pases, pero ha alcanzado su mayor extensin en los Estados Unidos,
pas al que se ha dado el nombre de "patria de los truts", a causa de su desarrollo peculiar. El impetuoso auge
industrial norteamericano en vsperas del siglo XX, la concentracin de la industria en pocas manos y la produccin
masiva en empresas equipadas con los adelantos modernos prepararon el camino para la fundacin de los
monopolios. Al mismo tiempo, la existencia de grandes extensiones de tierras libres hasta fines del siglo XIX atraa
la mano de obra hacia la agricultura, lo que contribuy al alza de los salarios de los obreros industriales.
Los salarios altos y los abundantes ingresos de los granjeros garantizaban la extensin del mercado interior. En
tales condiciones, la forma ms eficaz de monopolio result ser el trust. El trust facilita el incremento de la
produccin, el perfeccionamiento de la tcnica y el desarrollo de la especializacin y de la cooperacin. Estas
posibilidades slo podan ser utilizadas con un amplio mercado anterior.
En 1879 se fund la Standard Oil, primer trust petrolero del mundo. Tambin fueron creados como trusts los
monopolios siderrgicos estadounidenses United States Steel Corporation, Bethlehem Steel Corporation y el trust
de la industria qumica Du Pont de Nemours.

Derrumbamiento de los imperios coloniales


Despus de la I Guerra Mundial comenz la crisis del sistema colonial del imperialismo, y a raz de la II Guerra
Mundial esta crisis se transform en desintegracin y ms tarde en derrumbamiento total del sistema colonial. Las
revoluciones de liberacin nacional abarcaron todos los continentes; bajo sus golpes se redujeron a cenizas los
imperios coloniales poderosos en tiempos pasados.
En lugar de los imperios coloniales surgieron ms de 100 nuevos Estados independientes, que junto con los pases
latinoamericanos, los cuales haca tiempo que haban conquistado la independencia poltica, formaron el gran grupo
de los llamados pases en desarrollo, en los que vive ahora la mitad de la poblacin del planeta.
Los jvenes Estados liberados tomaron en sus manos parte de la propiedad all existente de las potencias
imperialistas y la administracin colonial; se limit la actividad de una serie de compaas extranjeras privadas. Ms
de 70 pases liberados nacionalizaron la propiedad de estas compaas. Todo esto condujo a que los imperialistas
no pudieran como antes, con mtodos coloniales, extraer plusvala de sus antiguas colonias y pases dependientes.
Y para no perder definitivamente esta importante fuente de beneficios, tenan que adaptarse a las condiciones
cambiantes. El neocolonialismo sustituy al colonialismo, que se basaba en la posesin directa de las colonias.

La esencia del neocolonialismo


El neocolonialismo significa el establecimiento de todo un sistema de relaciones econmicas y polticas desiguales
en derechos impuestas por los Estados imperialistas a los pases en desarrollo. Esta es una forma nueva de
opresin de los antiguos pueblos coloniales, con la que los imperialistas pasan de la violencia directa y la
dominacin poltica abierta a medios econmicos ms refinados de explotacin, siendo de destacar que la expansin econmica se conjuga con frecuencia con el empleo de mtodos de presin poltica y militar. El
neocolonialismo utiliza el atraso econmico de los pases liberados y su situacin dependiente inicua en el sistema
capitalista de la economa mundial. Los neocolonialistas enmascaran su poltica expoliadora con eslganes demaggicos de lucha contra el atraso de los pases en desarrollo; persiguen, ante todo, dos objetivos: primero,
mantener y conservar a los pases antes coloniales y dependientes en el sistema del capitalismo mundial; segundo,
asegurar a los monopolios la posibilidad de obtener establemente la mxima plusvala.
En los ltimos treinta aos los pases imperialistas sacaron de los jvenes Estados liberados ms valores reales
que los que obtuvieron las antiguas metrpolis en sus colonias durante los tres siglos anteriores.

Explotacin neocolonial
La explotacin neocolonial abarca prcticamente todas las formas de extraer plusvala utilizadas por el capital
monopolista al actuar fuera de su pas. El papel ms importante en la explotacin neocolonial lo desempea la
exportacin de capital. La poltica neocolonialista facilita y ampla su acceso a los pases liberados.
El comercio de las potencias imperialistas con los pases liberados tiene carcter expoliador e inicuo: se debilitan
las barreras aduaneras en la va de las mercancas de los pases imperialistas a los Estados liberados; en el
intercambio de mercancas se eleva hasta el lmite la no equivalencia a favor de los monopolios extranjeros.
So pretexto de contribuir a la industrializacin de los pases liberados, las transnacionales penetran all donde antes
las reciban con frialdad o no las dejaban entrar. Se adaptan gilmente a las nuevas condiciones formadas en los
pases liberados, y esto les permite incrementar constantemente sus ganancias.
Las distintas formas de la llamada "ayuda" a los pases en desarrollo sirven para acrecentar la explotacin
neocolonial. Esta es la criatura preferida del neocolonialismo. De palabra, las potencias imperialistas prestan esa
"ayuda" gratuitamente, pero en realidad se establecen condiciones que conducen al aumento del saqueo de las
antiguas colonias. Entre estas condiciones se encuentran tambin las exigencias de abrir nuevos caminos a la
inversin altamente beneficiosa de capitales y el deseo de forzar la exportacin de mercancas de las potencias
imperialistas a precios ventajosos para stas. La observancia de las condiciones de la "ayuda" est llamada a
asegurar asimismo la libertad de accin de las transnacionales. Pero lo ms importante es que la "ayuda" persigue
el objetivo de mantener a los pases en desarrollo bajo la influencia imperialista, estimular su fomento por la va
capitalista.
Los imperialistas tratan por todos los medios de debilitar a quienes luchan contra la explotacin neocolonial, contra
la aspiracin del capital extranjero a aumentar la usurpacin de plusvala. Con este fin, los neocolonizadores se
solidarizan cada vez ms con la gran burguesa local y los grupos sociales adheridos a ella; ayudan a los empresarios nativos, los utilizan como dirigentes y administradores de las empresas de aqullos.
Pero los pueblos de los pases liberados no aceptan la explotacin neocolonial. Se pronuncian con cada vez mayor
actividad por sus derechos vitales; ven que sus enemigos son las transnacionales, el capital monopolista extranjero,
los neocolonizadores de todo pelaje y aspecto. Son precisamente estos enemigos los que chupan de ellos la
plusvala y la utilizan para enriquecerse, son precisamente estos enemigos los que les causan desgracias y miseria.

Precios de monopolio
Las posiciones dominantes en la economa permiten a los monopolios comerciar a precios de monopolio, que les
conceden la posibilidad de aumentar en flecha la apropiacin de la plusvala.
Existen dos tipos de esos precios. Por uno de ellos los monopolios venden sus mercancas a los compradores.
Estos son los precios de monopolio altos, los cuales son siempre ms elevados que el precio de produccin y que
el valor de las mercancas. Son otros los precios por los que los monopolios compran las materias primas, los materiales y otras mercancas que necesitan. Son los precios de monopolio bajos, que siempre son inferiores al valor
social de las mercancas.
Al apoderarse del papel decisivo en una u otra rama, los monopolios comienzan al momento a dictar sus precios.
Ante todo elevan al mximo los precios de la produccin propia y, al mismo tiempo, rebajan por todos los medios
posibles los precios de la produccin que ellos adquieren. Es bajo el nivel de los precios que imponen los monopolios a los pases subdesarrollados y a los pequeos productores de mercancas por los artculos que stos
exportan. De este modo, los monopolios se lucran dos veces por medio del mecanismo de precios: la primera vez
como compradores al adquirir mercancas a precios de monopolio bajos; la segunda vez como vendedores al
comercializar las mercancas a precios de monopolio altos.
Al establecer los precios a un nivel ventajoso para ellos, los monopolios obligan a quienes comercian con ellos a
aceptar esos precios. Por qu lo logran? En la poca del capitalismo premonopolista cada comprador trataba con
un gran nmero de vendedores. Si no le satisfacan los precios de un vendedor, podan dirigirse a su competidor y
a varios capitalistas. Al fin de cuentas encontraba lo que deseaba. La competencia libre condicionaba la oscilacin
de los precios, haca que la maniobra con los precios fuera provechosa para los capitalistas.
En el imperialismo cambi radicalmente la situacin. Los monopolios se apoderaron de la parte decisiva en la
produccin de mercancas, lo cual les permiti dictar sus condiciones al comprador. Indiferentemente de a donde se
dirija el comprador, ste siempre tendr que tratar con una mercanca vendida por el monopolio. Y el monopolio no

hace concesiones, si stas contradicen su avidez de obtener el mximo de ganancia. Como resultado, el comprador
no tiene otra salida; debe aceptar las condiciones impuestas por el monopolio o se quedar sin mercancas. Por
consiguiente, si el comprador necesita la mercanca, se ver obligado a pagar por ella lo que le imponga el
monopolio, es decir, a comprar la mercanca a un precio de monopolio alto.
Sucede lo mismo con el precio de monopolio bajo, pero aqu son menospreciados los intereses del vendedor, quien
se ve obligado a vender su mercanca a un precio de monopolio bajo, establecido por el monopolio, o a no vender
nada en general. Pero el productor se arruinara si no pudiera vender sus mercancas, y esta amenaza lo obliga a
ceder ante el diktat de los monopolios y a realizar el negocio a precios de monopolio bajos.
Para mantener los precios al nivel de monopolio, las agrupaciones monopolistas se valen de todo un sistema de
medidas que, por un lado, estn orientadas a limitar por todos los medios posibles la oferta de mercancas en el
mercado; por el otro lado, a estimular por todos los medios la demanda de estas mercancas. Con ayuda del Estado
se levantan barreras en las vas de las mercancas extranjeras; se ampla al mximo la venta de mercancas a
plazos. Crecen desmesuradamente los encargos estatales, particularmente los militares. Gracias a estas medidas,
los monopolios logran mantener los precios a un nivel ventajoso para ellos y obtener ganancias fabulosamente
altas.

La ganancia de monopolio
Al vender las mercancas a precios de monopolio altos, los monopolios obtienen grandes sumas de dinero y a costa
de ste cubren primeramente sus gastos de produccin. La parte restante de medios forma la ganancia de
monopolio.
La ganancia de monopolio incluye en s tres elementos componentes. El primero es la ganancia media, que la
obtienen los monopolios debido a que ellos son capitalistas. El clculo de esta ganancia se efecta, igual que la de
los dems capitalistas, por la magnitud del capital avanzado. El segundo elemento es la ganancia suplementaria o
extraordinaria, que reciben los monopolios a costa de la diferencia entre el precio social e individual de produccin.
Como recordaremos, esta diferencia se forma debido al incremento de la productividad del trabajo en distintas
empresas por encima del nivel medio. El tercer elemento de la ganancia de monopolio es la superganancia
monopolista, que es la diferencia entre el precio de monopolio y el precio de produccin. El lmite inferior de la
superganancia monopolista es el precio de produccin; su lmite superior es, por lo general, ms alto que el valor.
La superganancia monopolista incluye en s el exceso de ganancia que se crea y se apropia mediante mtodos
especficos para el imperialismo. En ella se materializa econmicamente la dominacin de los monopolios, la
omnipotencia del capital monopolista. El monopolio -escribi Lenin- da superganancias, es decir, un exceso de
ganancias por encima de las ganancias normales, ordinarias del capitalismo en todo el mundo4.
El examen de los tres elementos de la ganancia de monopolio muestra que esta forma de ganancia supera
esencialmente la ganancia media y es mucho mayor que el beneficio de las empresas no monopolizadas. Por
medio de ella, las uniones monopolistas de capitalistas concentran en sus manos la parte leonina de las ganancias
del mundo capitalista. Baste decir que 629 monopolios gigantes con capital de ms de 1.000 millones de dlares,
obtuvieron en 1978 el 59% de las ganancias de todas las corporaciones. La cuota de ganancia de estos gigantes
era 2-3 veces ms alta que la de las corporaciones con capital menor de 10 millones de dlares. Esta norma es
particularmente elevada en los monopolios que explotan el trabajo de los obreros asalariados en la esfera del
business militar-industrial.

Los monopolios y el acrecentamiento de la explotacin del proletariado


La implacable explotacin de la clase obrera permite a los monopolios obtener mucha ms plusvala que en las
empresas no monopolizadas, y los monopolios no sueltan de sus manos esta plusvala. Por lo general, no
comparten esta plusvala con otros capitalistas. La dominacin de los monopolios obstaculiza su incorporacin en el
proceso general de igualacin de las ganancias entre las ramas. Por medio de los precios de monopolio los
monopolios generan esta plusvala y se apropian totalmente de ella. Esto aumenta an ms su podero econmico,
acrecienta su superioridad sobre las empresas no monopolizadas.
La fuente ms importante de obtener los monopolios ganancias fabulosas es el inaudito acrecentamiento de la
4

V. 1. Lenin. El imperialismo y la escisin del socialismo. O. e., t. 30, p. 173.

explotacin de la clase obrera.


Los monopolios, que se valen de su poder econmico y de su fuerza, aumentan hasta el lmite el nivel de
explotacin en sus empresas. Al servicio del capital monopolista se ponen los mtodos ms refinados de la
produccin de plusvala absoluta y relativa. Aumenta la presin econmica sobre la clase obrera. Los monopolios
recurren ms que otras compaas capitalistas a los trabajos extra; en sus empresas es donde ms se eleva la
intensidad del trabajo, se utilizan los sistemas extenuadores ms inhumanos. Para acrecentar la explotacin, el
capital monopolista utiliza la tcnica ms sofisticada, nuevas formas de organizacin.

Los monopolios y el aumento de la plusvala extraordinaria


Los monopolios aumentan en flecha la produccin de plusvala extraordinaria. Concentran en sus manos enormes
medios, dejando muy atrs a los capitalistas pequeos y medianos en los gastos para perfeccionar tcnicamente la
produccin. Crece sin cesar su superioridad en la realizacin de trabajos de investigacin cientfica y proyeccin
experimental.
Hoy da slo los monopolios son capaces de introducir en la produccin muchas innovaciones tcnicas. No es difcil
convencerse de esto si recordamos que para construir los primeros modelos de televisores a color y asegurar su
produccin en serie se necesit gastar 125 millones de dlares. Son ms elevados an los medios indispensables
para elaborar una serie de computadoras de la nueva generacin: aqu se trata ya de una suma de 750 millones de
dlares. Al adelantar a los capitalistas pequeos y medianos en los gastos para la tcnica nueva, los monopolios
obtienen a cuenta de ello la posibilidad de introducir mquinas y equipos ms perfectos y potentes, mejores tecnologas y organizacin de la produccin.
La superioridad tcnica concede a los monopolios indiscutibles ventajas en la productividad del trabajo. Ahora, por
ejemplo, la productividad del trabajo en las empresas grandes de la industria transformadora de EE.UU. es 1,5
veces ms alta que en las empresas pequeas. Gracias a esta superioridad, en las empresas monopolizadas se
crea en dimensiones particularmente grandes plusvala extraordinaria, y los monopolios se apropian de ella,
aumentando de este modo sus riquezas.
Como habamos sealado, antes del imperialismo los capitalistas obtenan plusvala extraordinaria slo
temporalmente, de manera episdica. Los monopolios no pueden resignarse a esta situacin de las cosas, pues es
propio de ellos el afn de obtener el mximo de plusvala constantemente y en dimensiones crecientes. Esta es la
causa de que tambin en el terreno del progreso tcnico acten como verdaderos usurpadores. Apoyndose en su
situacin dominante, los monopolios utilizan descaradamente los principales logros de la ciencia y la tcnica. Se
aplastan brutalmente todos los intentos de penetrar en el secreto tcnico de los monopolios, y gracias a esto se
mantiene durante muchos aos su superioridad tcnica. Correspondientemente, es durante mucho tiempo un privilegio de los monopolios tambin la obtencin de ganancia extraordinaria.

La superganancia monopolista y sus fuentes


El objetivo de los monopolios es la obtencin de superganancias, y para apropiarse de ellas los monopolios
establecen y aplican su dominacin en la economa. Precisamente a expensas de las superganancias los
monopolios aumentan en enorme medida sus riquezas, incrementan su superioridad sobre las empresas no
monopolizadas.
En la superganancia monopolista se concentran como en un foco los resultados de la superexplotacin que los
monopolios aplican en su pas y en el extranjero. En la superganancia monopolista se rene todo lo que los
monopolios obtienen con la expoliacin de los trabajadores, la violencia, la arbitrariedad. La superganancia
monopolista es la parte ms importante de la ganancia conjunta de las agrupaciones monopolistas. El anlisis de su
estructura y sus fuentes nos explica por qu es tan grande la ganancia conjunta de los monopolios, por qu supera
esencialmente la ganancia media y rebasa los marcos de la plusvala generada directamente en las empresas
monopolizadas.

Qu elementos incluye en s la superganancia monopolista?


Debe mencionarse, ante todo, el excedente de plusvala que crean los obreros asalariados en las empresas de los
propios monopolios. Como ya se seal, este excedente es el resultado del enorme acrecentamiento de la
explotacin del trabajo por los monopolios. El grado de esta explotacin, su brutalidad y crueldad es mucho ms
alto que en las empresas del sector no monopolizado. Es natural que aqu sea mayor tambin la masa de plusvala,
y los monopolios no ceden a nadie ni pizca de esta plusvala. Se apoderan totalmente de ella, concentrndola slo
en sus manos.

Sin limitarse a la apropiacin de la plusvala, los monopolios usurpan a sus obreros tambin parte del valor de su
fuerza de trabajo, lo que se alcanza mediante el aumento constante de la desproporcin entre el valor de la fuerza
de trabajo y el salario. En las empresas de los monopolios se menoscaban abiertamente los intereses vitales de los
obreros. A los magnates del capital monopolista no les interesa considerar en los salarios los crecientes gastos de
los obreros para mantenerse ellos mismos y mantener a sus familias; no compensan a los obreros el aumento de
los gastos de sus fuerzas fsicas e intelectuales a causa de la creciente intensificacin del trabajo. En los sueldos se
reflejan dbilmente los procesos inflacionistas, y stos se manifiestan con particular gravedad en la situacin de los
trabajadores. Durante la crisis econmica, los monopolios endosan sobre el proletariado todos sus pesos.
Los monopolios aumentan constantemente su presin sobre los obreros tambin como consumidores. Con los
precios de monopolio altos les arrebatan una parte cada vez mayor del salario que perciben, a lo que contribuye la
constante alza de los precios de los productos alimenticios, ropa, calzado y otros medios de existencia. Encarece
de ao en ao la vivienda, la enseanza, la asistencia mdica. Esto afecta a los obreros de las industrias
monopolizadas y a los obreros del sector no monopolizado. Todos ellos se ven obligados a ceder a los carniceros
monopolistas parte de los medios que han ganado. Y a costa de estos medios, los monopolios aumentan sus
superbeneficios.
Los precios de monopolio permiten a los monopolios aduearse de parte de la plusvala formada por los obreros de
las empresas no monopolizadas. Cuando los monopolios compran la produccin de estas empresas, realizan los
negocios a precios de monopolio bajos. Como resultado, los capitalistas pequeos y medianos pierden parte de la
ganancia, mientras que los monopolios obtienen un beneficio suplementario. Pero cuando las empresas no
monopolizadas adquieren produccin a los monopolios, por ejemplo, mquinas, gasolina o medios electrnicos,
aqu ya son los monopolios los que venden a precios de monopolio altos, y los capitalistas pequeos y medianos
tienen que conformarse con esas condiciones, repagan a los monopolios grandes sumas por las mercancas,
perdiendo una y otra vez en los ingresos. Mientras, los monopolios incrementan a cuenta de esto sus
superganancias. Esta redistribucin de la plusvala transcurre, desde luego, en una cruenta lucha competitiva, y en
esta lucha prevalecen los monopolios, los cuales utilizan esta fuerza y salen victoriosos. Los tentculos de los
precios de monopolio ayudan a los monopolios a apoderarse tambin de parte de la plusvala apropiada por el
capital comercial y de prstamo, por los grandes propietarios agrarios. Aqu, el explotador ms fuerte arrebata a
otro ms dbil parte de lo que no tuvo tiempo de usurpar a los trabajadores. Resulta como en el conocido proverbio
"El que roba a un ladrn tiene mil aos de perdn".
Un tanto de la superganancia monopolista se forma a costa de la apropiacin de parte de los resultados del trabajo
de los pequeos productores de mercancas de la ciudad y el campo. Los monopolios conculcan descaradamente
tambin sus intereses. A travs del sistema de precios de monopolio, los monopolios desvalijan a los campesinos y
artesanos tambin al adquirir sus mercancas y al venderles la produccin. Con el pasar de los aos, las
condiciones de compraventa de las mercancas de los monopolios no se aproximan; al contrario, aumentan las
"tijeras de precios". Como resultado, pasa a manos de los monopolios tambin el valor del producto adicional y una
creciente parte del valor del producto necesario de los pequeos productores de mercancas.
Una importante fuente de las superganancias de los monopolios es la explotacin de los pueblos de los pases
econmicamente atrasados, coloniales y dependientes. El apetito de los monopolios es aqu particularmente
grande; y sus acciones, especialmente insolentes y crueles. Los monopolios extraen del proletariado de estos
pases enormes masas de plusvala; se lucran a cuenta de la baratura de la fuerza de trabajo local, utilizan con fines egostas el bajo nivel de los salarios en estos pases. Son enormes las ganancias que obtienen los monopolios
a costa del intercambio no equivalente. Para obtener superganancias, los monopolios se valen de la exportacin de
capitales, los crditos atados, la desigualdad de derechos en los tratados econmicos y muchos otros mtodos.
As pues, la ganancia monopolista incluye en s todas las formas de beneficios obtenidos por la burguesa
monopolista. La base de la apropiacin de la ganancia monopolista es la dominacin indivisible de los monopolios
en la economa y su despiadada explotacin de la inmensa mayora de la poblacin de los pases imperialistas,
coloniales y econmicamente dependientes. En la ganancia monopolista se refleja el complejo sistema de relaciones econmicas de la sociedad burguesa contempornea, sistema que incluye en s, ante todo, las relaciones
entre la burguesa monopolista y el proletariado. Entran en este sistema las relaciones entre la burguesa
monopolista y los pequeos productores de mercancas, entre la burguesa monopolista y los trabajadores de los
pases dependientes y en desarrollo, entre la burguesa monopolista y la no monopolista, as como las relaciones
entre los monopolios y en el seno de ellos existen relaciones que se forman en la brega por las superganancias.
La revelacin del carcter y las fuentes de la ganancia monopolista muestra la esencia explotadora y antipopular de
los monopolios. Hoy por hoy, el principal enemigo de la clase obrera, de todos los trabajadores, son los monopolios.

Los monopolios y la ganancia media


Significa la dominacin de los monopolios en el imperialismo que todas las empresas integran dichos monopolios?

No, no significa. Junto con los monopolios continan funcionando miles y miles de empresas no monopolizadas. Y
son particularmente muchas las empresas de esa ndole en los pases en desarrollo que pertenecen a capitalistas
medianos y pequeos. La distribucin de la plusvala entre ellos, igual que en la etapa preimperialista se efecta de
acuerdo con la ley de la ganancia media, es decir, segn la magnitud del capital adelantado. Quien tenga mayor
capital, obtendr mayor ganancia.
Pero la dominacin de los monopolios hace cambios tambin en este proceso. Los monopolios se apoderan de la
parte leonina del total de la ganancia capitalista. Las empresas pequeas y medianas no pueden oponerse a su
arbitrariedad y ceden parte considerable de sus beneficios al vender las mercancas que producen a los monopolios
y al adquirir a stos la produccin necesaria. Los monopolios impiden por todos los medios que los empresarios
pequeos y medianos penetren en las ramas beneficiosas y en la esfera de aplicar el capital, dejando para las
empresas no monopolizadas el campo de actividad en aquellas ramas donde son peores las posibilidades de
obtener beneficios.
De aqu se deduce que las empresas no monopolizadas tienen dobles prdidas en virtud de la dominacin de los
monopolios. En ellas, en primer lugar, se forma menos plusvala que con los mismos gastos en las empresas de los
monopolios; en segundo lugar, parte considerable de esta plusvala es intervenida por las agrupaciones monopolistas. Como resultado, la parte de las empresas no monopolizadas en la ganancia conjunta resulta mucho ms
baja que su parte en el capital conjunto. Y si esto es as, por cada unidad de gastos al capital pequeo y mediano le
corresponde una ganancia mucho menor que a cada unidad de gastos, igual por su magnitud, del capital monopolista. Es por eso que la formacin de la cuota media de ganancia en los sectores monopolizado y no
monopolizado de la economa se efecte a distintos niveles cuantitativos. La cuota media de ganancia de los
capitalistas pequeos y medianos resulta esencialmente ms baja que la cuota de ganancia de los monopolios.
Significa esto que en el imperialismo deje de actuar la ley del valor? De ningn modo. Los monopolios obtienen
sus ganancias no contrariamente a la ley del valor, sino a base de su empleo. La suma conjunta de ganancias de la
que se apropia toda la clase de capitalistas es igual a la suma de toda la plusvala generada en la sociedad. La ley
del valor contina determinando la suma total de los precios de las mercancas a nivel de toda la economa
capitalista. Lo que ganan los monopolios mediante los precios de monopolio lo pierden los obreros, los campesinos,
los capitalistas pequeos y medianos.

4. LA USURPACIN DE UNA CRECIENTE PARTE DE LA PLUSVALA POR EL CAPITAL


FINANCIERO
La omnipotencia del capital financiero
En su carrera en pos de beneficios, los monopolios industriales no se limitan a la actividad productiva. Ellos
invierten cuantiosos medios en los bancos, donde se forman poderosos monopolios bancarios, los que a su vez
invierten considerable parte de sus medios en la industria. De este modo se opera el autoentrelazamiento cada vez
ms estrecho del capital monopolista industrial y el capital monopolista bancario. Estos capitales se unen entre s y
forman el capital financiero, que penetra en todas las ramas de la economa capitalista, a las que supedita y utiliza
para enriquecerse permanentemente. Son particularmente grandes las esperanzas que el capital financiero
deposita en la carrera armamentista, en la preparacin para una nueva guerra mundial.
La forma organizativa de la dominacin del capital financiero son los grupos financieros monopolistas. Cada uno de
ellos es un enorme imperio financiero. En EE.UU. ocupan las posiciones dominantes 20-25 grupos financieros
oligrquicos, siendo el mayor el grupo Morgan, que a mediados de los aos 70 controlaba un capital de 254.400
millones de dlares. El grupo Rockefeller controlaba capitales de 163.200 millones de dlares; el grupo Mellon, de
52.400 millones de dlares, etc. En Inglaterra existen 15-20 grupos financieros; en Francia, 10-15; en Japn, 5-10
(aos 80 del siglo XX).
Se forman poderosos grupos financiero-industriales tambin en algunos pases en desarrollo. En India, por ejemplo,
son los grupos Birla y Tata. En la economa de El Salvador dominan 14 familias. En Turqua se constituyeron unas
10 agrupaciones monopolistas, y hay que destacar que a mediados de los aos 70 dos familias posean capitales
de miles de millones y 30 familias, de millones. Las posiciones dominantes en la economa de Pakistn pertenecen
a 22 agrupaciones financiero- industriales.
La oligarqua financiera convierte su enorme podero econmico en beneficios gigantescos. Hoy por hoy ingresa a
su disposicin ms de la mitad de toda la plusvala producida en los pases imperialistas. Como vemos, esta parte
es enorme, pero la oligarqua financiera es particularmente insaciable, no le satisface lo que tiene, desea apropiarse
de ms y ms plusvala. De ah el irrefrenable acrecentamiento de la explotacin de los trabajadores, el empleo de

mtodos cada vez ms ingeniosos y diversificados para enriquecerse.


El sistema de participacin en el aseguramiento de la dominacin de la oligarqua financiera y la obtencin de
enormes beneficios desempea un papel importantsimo el sistema de participacin.
Este sistema se basa en el empleo de la forma accionista de las empresas. Para controlar esas empresas no es
necesario poseer obligatoriamente todas las acciones. El alineamiento de fuerzas en las compaas annimas es
tal que el poder fctico en ellas pertenece a quien disponga del 10-20% de las acciones. Por eso, para controlar
una compaa con un capital de 10 millones de dlares es suficiente tener acciones por el valor, digamos, de 2
millones de dlares.
Pero el capital financiero no se limita, desde luego, a una compaa; trata de que esta compaa utilice sus medios
para adquirir los paquetes de control de las acciones de las llamadas compaas filiales. Cada compaa "filial"
adquiere, a su vez, la mayora de las acciones de otras cuantas empresas y forma las compaas "nietas". Este
sistema se complementa, por lo general, con las empresas "biznietas", "tataranietas", etc. Todo ello significa que
gracias al sistema de participacin se crea una pirmide gigante de compaas annimas, en cuya cima se
encuentra la compaa cabecera, que controla decenas de otras compaas. Esta pirmide permite a los magnates
financieros administrar enormes masas de plusvala.
Con el sistema de participacin est estrechamente vinculada la "unin personal", en la que los mismos
representantes de la cspide de monopolistas ocupan a un mismo tiempo cargos directivos en muchas
agrupaciones monopolistas. Los directores de los mayores bancos son miembros, en este caso, de la junta directiva
de las agrupaciones monopolistas industriales, y los dirigentes de estas agrupaciones, de las juntas directivas de
los bancos. Estos vnculos funcionales de los magnates del business capitalista se complementan con los lazos y
vnculos familiares, con la participacin conjunta en las instituciones del Estado.
Al someter a un enorme nmero de bancos, compaas industriales, de transporte, comerciales, ete., la oligarqua
financiera se apodera de la masa fundamental de sus beneficios. Se apropia de la ganancia de monopolio alta de
las agrupaciones monopolistas industriales, de las ganancias de monopolio altas de los monopolios bancarios, de
otros tipos de beneficio monopolista. Los accionistas pequeos y medianos reciben slo lo que deseen dejarles los
magnates financieros, quienes se quedan con la mejor tajada. Ellos perciben beneficios privilegiados por sus
acciones y otros ttulos de valor; reciben sueldos elevadsimos por los cargos de directores, por la participacin en
las directivas y consejos de observacin de las corporaciones. Los elevados sueldos son complementados
regularmente con primas por los resultados alcanzados en la actividad de las corporaciones. Las dimensiones de
estas primas superan con frecuencia los propios sueldos. Para tener una idea de la magnitud real de las sumas
obtenidas de ese modo, citaremos este ejemplo: el presidente de la directiva de la corporacin norteamericana General Motors recibe en un ao favorable casi un milln de dlares en forma de salario, complementos y primas. A
expensas de las corporaciones se cubre parte considerable de los gastos personales de los magnates financieros,
sus numerosos viajes por el pas y al extranjero. A costa de ellas mismas se les establecen grandes pensiones, se
entregan gratis o se venden acciones a precios rebajados.

Ganancia de fundador
Son enormes los beneficios que obtiene la oligarqua financiera en forma de ganancia de fundador. Esta forma de
ganancia, igual que el sistema de participacin, est vinculada con la forma accionista del capital.
Al organizar una nueva sociedad annima, los magnates financieros invierten en ella determinado capital.
Supongamos que la dimensin de este capital sea de 10 millones de dlares y que ste proporcione una ganancia
de 1,6 millones de dlares al ao. Para obtener la ganancia de fundador, los fundadores de la compaa sueltan un
milln de acciones. Parte de estos valores se enva a la bolsa de acciones para venderlos.
Si en nuestro ejemplo se emiti un milln de acciones, el valor nominal de cada accin ser de 10 dlares. Es igual
al capital real que se encuentra tras cada accin. Pero las acciones no se vendern a 10 dlares la unidad; su valor
de mercado se determina en dependencia de los dividendos que conceda. El precio de mercado o curso de la
accin, se determina por la frmula:
dividendo x 100/cuota de la tasa de inters
Si en nuestro caso la ganancia de la compaa es de 1,6 millones de dlares y se ha emitido un milln de acciones,
el dividendo por una accin ser de 1,6 dlares. Si admitimos que la cuota de la tasa de inters es igual a 8%,
entonces el curso de la accin ser igual a 20 dlares
1,6 x 100 x 20 / 8

Por lo tanto, cada accin se vender en la bolsa a 20 dlares la unidad.


Para mantener en sus manos el control de la actividad de la compaa creada, sus fundadores no vendern todas
las acciones. Se quedarn con el paquete de control, que ser igual, digamos, al 15%. En este caso se vendern
850.000 acciones.
Si todas las acciones se venden por el curso, los fundadores recibirn por ellas 17 millones de dlares (20 dlares x
850.000 acciones = 17 millones de dlares). Pero el capital real que se encuentra tras estas acciones llegar tan
slo a 8,5 millones (10 dlares x 850.000 acciones = 8,5 millones de dlares). Esto significa que a costa de la venta
de las acciones, los fundadores recibirn, 8,5 millones de dlares ms que el valor del capital real representado por
las acciones. Esta suma es precisamente la que compondr la ganancia de fundador. De este modo, la ganancia de
fundador es la diferencia entre la suma de los precios de las acciones, vendidas por los fundadores segn el curso,
y el capital real invertido en la empresa annima. Esta es una de las formas de la ganancia capitalista y, por lo
tanto, tambin de la plusvala.
La oligarqua financiera utiliza ampliamente esta forma de ganancia para enriquecerse. En particular, cuando se
cre el trust del acero United States Steel Corporation, Morgan y otros magnates que participaron en su fundacin
recibieron ms de 62 millones de dlares como ganancia de fundador.
Los magnates financieros se apropian de la ganancia de fundador no slo al crearse nuevas compaas annimas,
sino tambin al emitir acciones suplementarias sin aumentar el capital real. Esto es posible cuando crecen las
ganancias de la compaa. A este crecimiento le debe seguir el aumento de los dividendos, pero a los dirigentes de
la compaa les conviene ms dejar los dividendos anteriores. En este caso podrn emitir nuevas acciones a costa
del exceso de ganancia. Toda la ganancia de fundador procedente de la venta de estas acciones va a parar a sus
manos.

Ganancia de emisin
Junto con la emisin de acciones, a la oligarqua financiera le conceden grandes posibilidades para enriquecerse
tambin otras operaciones con ttulos de valor. Los magnates financieros obtienen cuantiosos beneficios en la
compra y reventa de las acciones de compaas pequeas y medianas; se dedican a la emisin, distribucin y
reventa de obligaciones. El capital financiero desempea un papel activo en la distribucin de los emprstitos del
Estado. Al participar en las operaciones con los ttulos de valor, el capital financiero los adquiere a un curso mucho
ms bajo de como despus los vende. A cuesta de esta diferencia se forma la ganancia monopolista de emisin,
que es particularmente grande al desempear operaciones intermediarias relacionadas con los emprstitos
estatales. El pas que solicit un emprstito recibe por lo general no toda la suma: del 10 al 20% de sta queda en
poder de los bancos y otros intermediarios.

Beneficios de la especulacin
Otra de las fuentes de los altos beneficios de la oligarqua financiera son las operaciones especuladoras con los
ttulos de valor. En estas operaciones participan tanto los capitalistas grandes como los pequeos. Todos ellos
vinculan con una ocasin feliz la posibilidad de enriquecerse instantneamente. Todos esperan esa ocasin, pero
obtiene ganancia real slo la cspide financiera. No es casual que Jawaharlal Nehru, destacado poltico y estadista
de India, escribiera hace medio siglo:
Los mtodos utilizados en el mundo de las 'grandes finanzas' son mtodos tenebrosos al extremo y se diferencian
de lo que comnmente se denomina expoliacin y fraude slo por la dimensin de las operaciones.
Los representantes del capital financiero alcanzan xitos en las operaciones especuladoras debido
fundamentalmente a que, al dominar en la economa, estn mejor informados acerca de los acontecimientos en la
vida econmica. Por eso venden antes que los dems los ttulos de valor de las compaas cuya situacin
financiera deber empeorar. Esto les permite evitar prdidas relacionadas con el descenso del curso de estos
ttulos. Los grandes bolsistas son tambin los primeros que se enteran del mejoramiento de la situacin financiera
de las compaas. Por eso logran adelantar a los competidores en la compra de las acciones y obligaciones de
estas compaas. Compran estos ttulos de valor a precios irrisorios y despus los venden a un curso alto.
Pero esto slo es un aspecto de la cuestin. El otro consiste en que al realizar negocios especulativos los grandes
magnates financieros engaan directamente a sus competidores. Al elegir como objetivo del juego especulativo una
u otra empresa, ellos divulgan bulos acerca de su mal estado financiero. Los accionistas, propensos a los rumores,
comienzan a vender los ttulos de valor de esta empresa y, como resultado, el curso de sus acciones baja en flecha.
Cuando este descenso alcanza el lmite, los grandes especuladores compran gran cantidad de acciones.
Enseguida, se difunde un comunicado de que los rumores que haban aparecido eran totalmente falsos. La bolsa

de acciones reacciona a esto con la elevacin del curso de las acciones, y cuando este curso alcanza el mximo,
las acciones vuelven a venderse. Como resultado, el capital financiero obtiene grandes ganancias. En la jerga de
los bolsistas esto se llama "esquila de las ovejas bolsistas".
La estafa del famoso multimillonario norteamericano Richard Mellon puede darnos una idea de los beneficios que
conceden esas especulaciones. En uno de los das de julio de 1961, este hombre de negocios puso en venta
400.000 acciones de la compaa Gulf Oil que l encabezaba. Por la bolsa se extendieron rumores de que la
quiebra de esta compaa estaba a la vuelta de la esquina. Comenz una reventa vertiginosa de las acciones.
Mellon se aprovech y en unas cuantas horas obtuvo 16 millones de dlares de ganancia neta.

La especulacin con la tierra


Tambin son enormes los medios que obtiene el capital financiero con la especulacin de la tierra. Los grandes
capitalistas adquieren con frecuencia terrenos cerca de las ciudades en rpido crecimiento, en zonas perspectivas
al petrleo y otros minerales. Y se adquieren a precios bajos o muy moderados.
Pasa el tiempo y el precio de estos terrenos se eleva decenas e incluso centenares de veces. Los magnates
financieros no pierden la ocasin de lucrarse fuertemente: venden los terrenos, pero, desde luego, a un precio
nuevo, alto. Como resultado obtienen enormes ganancias.
En 1948, por ejemplo, el multimillonario norteamericano Robert Smith compr tierras para su rancho a 200 dlares
el acre. El acre cuesta ahora 4.000 dlares y todos los terrenos pertenecientes a Smith se valoran en 900 millones
de dlares. Otro millonario norteamericano -esta vez Chandler- adquiri a comienzos del siglo baldos alrededor de
Los Angeles. Entonces era una ciudad pequea, pero ms tarde se convirti en uno de los mayores centros de
EE.UU. Como resultado, cada dlar invertido en la tierra le proporcion a Chandler una ganancia de mil dlares. El
beneficio total obtenido con la especulacin de la tierra super los 100 millones de dlares.
Se han convertido en objeto de especulacin parcelas en la Luna, distintos objetivos csmicos, con los que tambin
se lucran los negociantes norteamericanos. En las postrimeras de 1983 se pusieron en venta cometas, asteroides
y estrellas. Quien lo deseara poda -por un pago, desde luego- darle a un cuerpo celeste el nombre de un pariente,
un conocido, un ser querido. Este comercio tan singular adquiri una envergadura tan amplia que la sociedad de
astrnomos se vio obligada a intervenir. Sus representantes explicaron oficialmente que el derecho de conceder
nombres a los cuerpos celestes lo tena slo la unin astronmica internacional, y que este derecho no se poda
adquirir por dinero. Pero qu significado tienen esas explicaciones para los hombres de negocios? Si se siente el
olor de grandes ganancias ellos no se detienen ante nada. Y el animado comercio espacial contina.

5. EL AUMENTO DE LAS GANANCIAS MEDIANTE LA EXPORTACIN DE CAPITAL


La exportacin de capital, instrumento para aumentar la plusvala
El apetito de los bancos y monopolios industriales en la obtencin de ganancias monopolistas es insaciable. Pero la
ambicin del capital financiero de enriquecerse tropieza en el interior del pas con una serie de dificultades. Como
resultado, ante todo, de la limitacin del mercado interno, debido a la creciente inflacin, a la ofensiva de los
monopolios contra los intereses vitales de los trabajadores, y a la brusca agudizacin de la lucha competitiva entre
los monopolios y entre estos y las empresas no monopolizadas -las llamadas "outsiders"-, en los pases capitalistas
desarrollados surgen y crecen los capitales que no encuentran aqu una aplicacin suficientemente beneficiosa
desde el punto de vista de los monopolios. Los propietarios de estos capitales pretenden obtener ganancias
monopolistas, pero no pueden recibirlas dentro del pas.
Cmo salir de la situacin? Los monopolios bancarios e industriales ven la salida en la bsqueda de esferas
ventajosas donde aplicar los medios ociosos fuera del pas. Con este fin, salen a la palestra internacional, extienden
sus tentculos hacia las riquezas de otros pases.
Por lo tanto en el mundo capitalista se crea una red internacional ramificada de dependencias y vnculos del capital
financiero. Los monopolistas desplazan los capitales "excedentes" a otros pases donde haya condiciones para
formar el mximo de plusvala. Este desplazamiento de capitales no se realiza una o dos veces, sino que miles y
miles. Como resultado, la exportacin de capital se convierte en un fenmeno masivo, tpico. Por sus dimensiones,
en el imperialismo supera a la exportacin de mercancas.
Al exportar mercancas, los monopolios se plantean la tarea de obtener en el extranjero plusvala originada por los

obreros de su propio pas, pero es distinto el objetivo que se plantean al exportar capital. Aqu se exporta valor, que
deber asegurar en el extranjero la creacin de plusvala. La fuente de esta plusvala es la explotacin del
proletariado de aquellos pases a donde se exporta el capital.
De este modo, la exportacin de capital significa ampliar las dimensiones de formacin de plusvala muy lejos de
los pases exportadores de capital. Esto muestra que el capital financiero se apropia de la plusvala engendrada por
el proletariado no de uno, sino de muchos Estados. Por medio de la exportacin de capital, los mayores monopolios
de varias potencias imperialistas explotan descaradamente a decenas y centenares de millones de trabajadores en
los ms diversos confines del planeta. En sus afanes expoliadores, ellos no reconocen las fronteras estatales ni los
derechos soberanos. Invierten sus capitales donde huela a ganancias monopolistas, donde puedan lucrarse a costa
del sudor y la sangre de los trabajadores.
La exportacin de capital consolida las posiciones internacionales de los monopolios; ste se utiliza con el fin de
supeditar los pases liberados a las potencias imperialistas, de privarlos de la posibilidad de elegir
independientemente las vas de desarrollo. Como resultado de la exportacin de capital, en estos pases se crean
las condiciones ms ventajosas para obtener plusvala, las ms amplias posibilidades de acrecentar la explotacin
imperialista.

La lucha por las esferas donde invertir el capital


Al prometer ganancias fabulosas, la exportacin de capital se convierte, naturalmente, en el mundo capitalista en el
objetivo de la ms acerba lucha competitiva. Las potencias imperialistas y los mayores monopolios bregan por
apoderarse de las esferas ms ventajosas donde invertir el capital; tratan de eludir a los competidores por las dimensiones de las inversiones extranjeras, asegurarse el liderazgo en este asunto ventajossimo. y si es necesario,
recurren incluso a las amenazas y los conflictos militares, lo que acrecienta el peligro de las guerras mundiales.
Originariamente, el papel de lder en la exportacin de capital perteneca a Inglaterra. Hacia el ao 1914, sus
inversiones en el extranjero llegaron a 18.000 millones de dlares, lo que representaba casi el 40% de las
inversiones de las potencias imperialistas en el extranjero. Naturalmente, los capitalistas britnicos reciban tambin
la parte fundamental de la plusvala obtenida con la exportacin de capital.
Despus de la n Guerra Mundial, el liderazgo en la exportacin de capital pas a EE.UU., al que, en los aos 50-60,
le corresponda ms de la mitad de todas las inversiones extranjeras de las potencias imperialistas. La lucha por la
obtencin de plusvala a travs de la exportacin de capital se agudiz an ms en los aos 70-80. Durante los
aos 1967-1981, EE.UU. aument sus inversiones directas de capitales en el extranjero de 56.600 millones a
227.300 millones de dlares, o sea, las aument 4 veces. No obstante, la parte del capital norteamericano en la
suma total de las inversiones extranjeras se redujo hasta el 45% en 1981. En cambio, durante los aos 1967-1978
la parte de la RF A se elev del2,6o,.) al 8,5% ; la de Suiza, del 3,7% al 7,5%; la de Japn, del 1,4% al 7,6%, etc.
A finales de los aos 60 y comienzos de los del 70 empezaron a exportar capital algunos pases en desarrollo. U
nos de los primeros fueron los monopolios indios. En las postrimeras de 1981, en el extranjero actuaban 125
empresas con capital indio y otras 97 se encontraban en construccin. Desplegaron la exportacin de capital
tambin monopolios de Brasil y Filipinas. A comienzos de los aos 70 comenzaron a exportar capital pases
productores de petrleo, en particular, Arabia Saud y Kuwait. Como resultado se aproxim a mil el nmero de
compaas de pases en desarrollo que en ese perodo realizaban inversiones directas en el extranjero. En la
actualidad, el capital nacional joven de estos pases exporta anualmente inversiones directas en el orden de 500
millones de dlares.
Pero aunque pases en desarrollo se hayan incorporado a la exportacin de capital, no es todava grande el papel
que desempean en este proceso en su conjunto. Las posiciones decisivas continan perteneciendo aqu a las
potencias imperialistas. La suma total de sus capitales utilizados para obtener plusvala en el extranjero alcanz
dimensiones gigantescas: en 1914 era de 46.000 millones de dlares, mientras que en 1981 slo las inversiones
directas se valoraban en la suma astronmica de casi 500.000 millones de dlares.
A medida que crecan las dimensiones de la exportacin de capital iban cambiando tambin las direcciones
principales en las que los monopolios invertan sus medios. A comienzo del siglo XX la parte fundamental de estos
medios se inverta en los pases coloniales y dependientes. Cuando los pueblos de las antiguas colonias y
semicolonias emprendieron el camino del desarrollo independiente, los imperialistas se intranquilizaron; surgi en
ellos el temor de perder los capitales como resultado del crecimiento del movimiento de liberacin nacional, y este
es el motivo de que aumentara en flecha la exportacin de capital de aqu a los pases industrializados. Como
resultado, estos pases fueron convirtindose poco a poco en la esfera principal de inversin de medios extranjeros.
El cambio de la direccin principal de las inversiones extranjeras no significa, desde luego, que las potencias

imperialistas hayan dejado de exportar capitales a los pases en desarrollo. Tambin en nuestros das el capital
financiero utiliza ampliamente y con gran ventaja para s esta forma de exprimir plusvala de los trabajadores de los
jvenes Estados liberados. Durante los aos 70, el torrente de inversiones directas extranjeras a estos pases
aumentaba anualmente, como promedio, en un 15%, perteneciendo el 50% de las nuevas inversiones a los
monopolios de EE. UU. y Canad, el 38% a los pases de Europa Occidental y el 10% a Japn.

Exportacin de capital y obtencin de ganancia empresarial


La exportacin de capital se efecta de distintas formas. De ah que tambin sean diferentes las formas en que se
obtiene plusvala de aqul.
La mayora de los monopolios invierte sus medios en el extranjero en forma de capital productivo (en funciones), y
esto se hace por distintas vas. En unos casos se construyen empresas nuevas con estos medios; en otros se
fundan secciones, filiales y compaas sucursales bajo el control de bancos. Parte de los medios se gasta tambin
en adquirir empresas en funcionamiento, ampliarlas y modernizarlas. Por ltimo, con el capital extranjero se crean
empresas mixtas cuyos propietarios son, junto con el capital extranjero, los capitalistas locales.
Al invertir capital en el exterior, la mayora de las veces los monopolios se apoderan totalmente del control sobre las
empresas extranjeras. Esta forma de inversin se llama inversin directa de capital, que presupone la
concentracin de la mayora de las acciones de la empresa en manos del exportador de capital. Al tener esta
mayora, el exportador de capital administra, de hecho, todos los asuntos de la empresa. Adems de las inversiones directas de capital existen tambin las inversiones en cartera, las cuales no aseguran al exportador de
capital el control total de la empresa. El exportador de capital aparece aqu como uno de los propietarios de la
empresa.
Al invertir capital en empresas extranjeras los monopolios tratan de que stas concedan altas ganancias. En este
sentido, son particularmente grandes las esperanzas que ellos vinculan con las inversiones de capitales en los
pases en desarrollo, donde existen las posibilidades ms favorables, que se crean, fundamentalmente, como
resultado de la baratura de las materias primas y la fuerza de trabajo.
La baratura de las materias primas en los pases en desarrollo est condicionada por el hecho de que se extraen,
por lo general, ah mismo. No hay necesidad de repagar por su envo. La baratura de la fuerza de trabajo se debe
tambin al carcter especfico local. En primer lugar, esto es la causa del bajo nivel de consumo de los trabajadores
de estos pases, creado ya en la poca colonial. En esta misma direccin actan los vnculos tradicionales
conservados entre la industria y la agricultura, cuando el trabajo de los miembros de la familia de un obrero se
utiliza en la economa auxiliar, que proporciona parte de los medios de existencia.
Por muy bajo que sea el valor de la fuerza de trabajo en los pases en desarrollo, los dueos de las empresas
logran pagar salarios mucho ms bajos que este nivel msero. Aqu se manifiesta, en primer lugar, la presin que
ejerce el desempleo en masa, pues el nmero de desocupados en estos pases llega a una tercera parte de toda la
poblacin apta para el trabajo. Los sindicatos no estn en condiciones de defender los derechos de los obreros,
pues en muchos jvenes Estados son an muy dbiles.
Al pagar a los obreros salarios muy bajos, el capital extranjero los somete a la explotacin ms brutal. En las
empresas de capital extranjero se establece una jornada de trabajo mucho ms larga que en los pases capitalistas
desarrollados; se trabajan ms horas extra. Estas empresas estn mucho ms adelantadas que las pertenecientes
al capital local por el nivel de intensidad del trabajo. Junto con la maquinaria importada de los pases capitalistas
desarrollados, el capital extranjero introduce tambin los sistemas de cadena en la organizacin del trabajo, y
ritmos laborales que antes se desconocan en esos Estados liberados. Todo esto eleva al mximo el grado de
explotacin de la clase obrera de los pases en desarrollo.
Son enormes los beneficios que obtiene aqu el capital extranjero tambin en forma de ganancia extraordinaria.
Utilizando la tcnica moderna y los conocimientos cientficos, el capital logra en sus empresas una productividad del
trabajo mucho ms alta que en las del capital nativo. Como resultado, el capital extranjero obtiene grandes
beneficios suplementarios al vender las mercancas en el mercado local.
Es un importante medio en el enriquecimiento del capital extranjero el sistema de precios de monopolio. Los
monopolios extranjeros compran las mercancas locales a precios de monopolio bajos y venden su produccin a
precios de monopolio altos, apoderndose de parte del valor engendrado en otros sectores de la economa. Aqu
entra tanto el valor creado con el trabajo de los campesinos, como la plusvala generada con el trabajo de los
obreros en las empresas pertenecientes al capital nativo.
As pues, el capital extranjero invertido en las empresas de los pases en desarrollo utiliza todo un sistema

ramificado para obtener plusvala, sistema que concede a los monopolios la posibilidad de recibir un enorme
beneficio empresarial.
All donde el capital extranjero es propietario unipersonal de las empresas, todo el beneficio le queda a l; all donde
acta junto con el capital nativo, se queda con la parte fundamental de este beneficio, pues de su lado est la
fuerza, el podero econmico, el empleo de omnipotencia y los vnculos internacionales de la oligarqua financiera
de las mayores potencias imperialistas.

La exportacin de capital y la tasa de inters


La exportacin de capital se efecta no slo en forma productiva, sino tambin en forma de inters. Estos son, ante
todo, los emprstitos estatales y privados. Una variedad de la exportacin de capital de prstamo es la financiacin
de los suministros, que se efecta mediante la concesin de prstamos para la compra de equipos. El capital de
prstamo se exporta tambin en forma de depsitos de medios en cuentas corrientes de bancos extranjeros. En
este caso aumentan los capitales de estos bancos y ellos pueden realizar operaciones ms grandes y beneficiosas
en el extranjero.
Las potencias imperialistas incrementan constantemente la exportacin de capital de prstamo a los pases en
desarrollo. En 1979, el volumen de los emprstitos concedidos a estos pases super el volumen de las inversiones
del capital industrial. Dar a crdito se ha hecho mucho ms ventajoso que invertir capitales en la produccin. Por la
concesin de capital en forma de prstamo los exportadores de capital reciben ahora una tasa de inters muy alta,
que se paga a costa de la explotacin y saqueo de los trabajadores de aquellos pases a donde se exporta ese
capital. En 1981, el pago de los intereses compuso el 90% de la gagancia total obtenida por el capital extranjero en
los pases en desarrollo no exportadores de petrleo.

Crecimiento de los beneficios por la exportacin de capital


La exportacin de capital en todas sus formas asegura a la oligarqua financiera de las potencias imperialistas
enormes beneficios. Gracias a esto aumentan las dimensiones de la plusvala apropiada por ella. A la plusvala
engendrada en las propias potencias imperialistas se aaden sumas enormes de plusvala producida en los pases
explotados por estas potencias. Debido a esto sufren particularmente los pueblos de los jvenes Estados liberados,
que son explotados con la mayor crueldad y brutalidad.
Para tener una idea de lo mucho que crecen los beneficios de la exportacin de capital citaremos como ejemplo la
rentabilidad de los capitales exportados de EE.UU. Durante tres lustros -de 1966 a 1980-, las ganancias obtenidas
anualmente por esta potencia imperialista slo de las inversiones directas de capitales en el extranjero aumentaron
de 3.500 millones a 20.100 millones de dlares. Durante este perodo, los monopolios norteamericanos obtuvieron
por esta fuente una cifra imponente: unos 140.000 millones de dlares, y casi la mitad de esta ganancia procedi de
los pases en desarrollo.
Para los monopolios norteamericanos es mucho ms beneficioso exportar capitales a los pases en desarrollo que a
los pases capitalistas desarrollados. As, en 1979 la cuota de ganancia de las inversiones privadas directas en los
pases en desarrollo lleg al 29,5%; en los pases desarrollados, al 17,7%. La exportacin de capital a los pases en
desarrollo asegura una elevada cuota de ganancia no slo a EE.UU., sino tambin a otros Estados imperialistas.
Todos los propietarios de las inversiones directas reciben anualmente, en los pases en desarrollo, ganancias que
alcanzan el 20-25% de la suma total de los capitales invertidos.

Traslado y reinversin de las ganancias


Las ganancias obtenidas de la exportacin de capital se dividen, por lo general, en dos partes. Una de ellas, el
propietario la traslada a su pas; la otra se queda donde se gener la ganancia. Generalmente, esta parte se
invierte de nuevo. Este empleo de los beneficios obtenidos de la exportacin de capital se denomina reinversin de
las ganancias.
Los monopolistas procuran sacar de los pases en desarrollo la mayor parte de las ganancias obtenidas, lo que
aumenta la riqueza de las potencias imperialistas y causa dao a la economa de los Estados jvenes. Por ejemplo,
la suma total de las ganancias sacadas de 62 pases en desarrollo lleg en 1971-1978 a 85.400 millones de
dlares, es decir, 2,5 veces ms que la suma de las inversiones directas nuevas en estos pases.
Es particularmente considerable el traslado de las ganancias obtenidas en los pases en desarrollo a EE.UU., que
es el principal explotador de los Estados liberados. Desde 1973 hasta 1981 se desplazaron de estos pases a
EE.UU. ms de 60.000 millones de dlares.

En el mundo capitalista aumenta constantemente tambin la reinversin de las ganancias: en 1966-1981, la suma
total de las compaas norteamericanas en los pases en desarrollo lleg a ms de 29.000 millones de dlares. A
costa de la reinversin de las ganancias, EE.UU. asegur en 1980 el 54% del incremento de sus inversiones directas en esta zona del mundo. A expensas de esta fuente cubri en los pases de Amrica Latina ms del 90% del
incremento anual de las inversiones de capital privado, y en los pases de Asia incluso todo el crecimiento. De este
modo, por medio de la plusvala engendrada por los trabajadores de los pases en desarrollo aumentan los
capitales extranjeros que explotan a estos pases, y junto con esto crece asimismo su dependencia de las potencias
imperialistas.

Exportacin de capital y exportacin de mercancas


La exportacin de capital es en el imperialismo un medio de ampliar la .exportacin de mercancas. En particular, al
exportar capital en forma empresarial los equipos para las empresas nuevas se adquieren, por lo general, en el pas
exportador. Al concederse emprstitos se ponen condiciones de que la compra de mercancas a costa del crdito
se efecte en el pas acreedor. La ampliacin de la exportacin de mercancas permite a los monopolios utilizar
ms plenamente la plusvala formada en los pases imperialistas. Al mismo tiempo, aumentan las posibilidades para
el intercambio no equivalente. Al aprovechar estas posibilidades, el capital financiero de las potencias imperialistas
acrecienta el saqueo de los pueblos de otros pases, y esto lo sienten con particular gravedad los pases en
desarrollo. Muchos de ellos tienen prdidas en el comercio exterior, tienen un gran dficit comercial que alcanz
dimensiones rcord en 1981, cuando en los pases en desarrollo importadores de petrleo lleg a 132.000 millones
de dlares.

Crecimiento de la deuda de los pases en desarrollo


El saqueo de los pases en desarrollo por la exportacin de capital, la expansin en el comercio exterior y otros
mtodos rapaces provocan el aumento incesante de la deuda exterior. Las deudas de los paises en desarrollo se
calculaban primero en centenares de millones de dlares; despus comenzaron a calcularse en miles y decenas de
miles de millones de dlares y el clculo se hace ahora en centenares de miles de millones de dlares. A finales de
1984, la deuda general de los pases en desarrollo lleg a un billn de dlares.
El mayor deudor de los pases en desarrollo es Brasil, cuya deuda exterior alcanz a finales de 1982 los 87.000
millones de dlares. Ese mismo ao, la deuda de Mxico lleg a 82.000 millones de dlares; la de Argentina, a
42.000 millones; la de Corea del Sur, a 37.000 millones; la de Venezuela, a 36.000 millones, etc. El pago de las
deudas azota duramente la economa de los Estados en desarrollo. Para cancelar los porcentajes en la deuda
exterior, en 1984 tuvieron que pagar ms de lj3 de los ingresos de la exportacin. En el pago de las deudas de
Brasil se fue ms del 90% de los ingresos de la exportacin; en el de Argentina y Mxico, cerca del 70%.
Todo lo que los pases en desarrollo pierden en el pago de la deuda exterior lo gana la oligarqua financiera de las
potencias imperialistas. Los ingresos de los pagos de los pases en desarrollo multiplican sus ganancias, y a cuenta
de ellas aumenta su podero econmico, crece su riqueza.

La exportacin de capital y la explotacin del proletariado en los pases imperialistas


La exportacin de capital no slo ampla la explotacin y el saqueo de los trabajadores en los pases que reciben y
utilizan este capital; ampla al mismo tiempo las posibilidades de obtener plusvala tambin en los pases de donde
se exporta el capital. Pues gracias a l, en los pases exportadores de capital se reduce la demanda de la fuerza de
trabajo, crece el desempleo. De este modo se alivia la ofensiva de los monopolios contra los derechos de los
trabajadores. Los obreros se ven obligados a conformarse con condiciones ms rigurosas de explotacin, con
salarios ms bajos.
Al limitar el crecimiento de la produccin, la exportacin de capital acrecienta la explotacin de los trabajadores
tambin como consumidores; concede a los monopolios la posibilidad de mantener los precios a alto nivel. Si el
capital no se exportara, con la ampliacin de la produccin crecera la oferta de mercancas y, como resultado,
bajaran los precios y los monopolios perderan parte de las superganancias. La exportacin de capital permite a la
oligarqua financiera evitar estas prdidas; es una represa peculiar en el mercado interno de su pas, que impide al
torrente mercantil barrer el sistema de precios de monopolio.
La exportacin de capital obstaculiza tambin la reduccin de la cuota media de ganancia. Gracias a ella se debilita
la competencia entre las ramas y en el seno de una rama, se reduce la masa de capitales que pretende participar
en la distribucin de la plusvala conjunta generada. Y a costa de esto gana, ante todo, el capital monopolista, la
oligarqua financiera.

6. EL ACRECENTAMIENTO DE LA EXPLOTACIN DE LOS TRABAJADORES POR LOS


MONOPOLIOS INTERNACIONALES
Divisin econmica del mundo
Primeramente, las agrupaciones monopolistas se apoderaron de las posiciones dominantes en la economa de sus
pases, se repartieron el mercado interno. Esto aument esencialmente la plusvala obtenida por ellos y atiz sus
apetitos. Pero el mercado interno en el capitalismo est vinculado inevitablemente con el mercado exterior. Hace
tiempo ya que el capitalismo cre un mercado universal. Y a medida que creca la exportacin de capital iban
amplindose tambin los vnculos extranjeros y coloniales y las "esferas de influencia" de las mayores uniones
monopolistas, que comenzaron a pactar entre s y a fundar sus filiales en el extranjero. De este modo, los
monopolios se convirtieron de nacionales en internacionales: comenzaron a apropiarse de la plusvala creada por
los obreros de muchos pases.
Por su estructura y organizacin, los mayores monopolios internacionales se dividen en dos grupos grandes. Un
grupo son los monopolios que unifican cuantiosos capitales de dos o ms pases; el segundo grupo son las
corporaciones transnacionales, que unifican capitales de un pas, pero que llevan a cabo amplia actividad
econmica en muchas partes del planeta. Hoyes el tipo dominante de los monopolios internacionales; en el mundo
capitalista existen ahora ms de 11.000 transnacionales.
Los monopolios internacionales, que se apoyan en su enorme podero econmico, realizan la divisin econmica
del mundo; lo dividen en esferas de influencia. Cuanto ms grande es la esfera de influencia del monopolio, tanto
ms considerable es su podero econmico, de tanto ms plusvala se apropia, tanto ms se enriquece.
Cada monopolio internacional brega por ampliar la esfera de su influencia, por reducir las posiciones de los
competidores, por redistribuir las esferas de influencia. Esta lucha ampla las contradicciones entre las potencias
imperialistas, conduce al acrecentamiento del podero blico y a los conflictos militares directos. Al desplazar a sus
competidores, los mayores monopolios internacionales se apropian de una parte cada vez mayor de la plusvala
formada en la economa capitalista mundial.
En el saqueo de los trabajadores del planeta manifiestan particular actividad las transnacionales, a las que ahora
les pertenecen cerca del 40% de la produccin industrial de los pases capitalistas y el 60% del comercio exterior
capitalista. En su actividad explotadora, las transnacionales violan groseramente las normas del derecho
internacional, conculcan las relaciones elementales entre los Estados, socavan las bases de la libertad y la
soberana de los pueblos.
El objetivo ms importante en la expansin de las transnacionales son los pases en desarrollo, en primer lugar
aquellos donde existen grandes recursos naturales, considerable excedente de fuerza de trabajo barata, un
voluminoso mercado interno. En las postrimeras de los aos 70, ms del 50% de las inversiones de las
transnacionales en los pases en desarrollo se efectu en pases de Asia y Amrica Central; el 25% en Estados de
Amrica del Sur.
Muchos pases en desarrollo se resisten a la expansin econmica de las transnacionales. Esto se expresa en la
nacionalizacin de la propiedad extranjera, la fundacin de compaas estatales, la limitacin de la participacin del
capital extranjero en la economa del pas. Por eso las transnacionales se ven obligadas, en una serie de casos, a
maniobrar, a actuar con rodeos.
Pero las transnacionales ejercen tambin presin directa sobre los gobiernos de los pases en desarrollo, exigen
que se les concedan distintas ventajas y privilegios, que se adopten actos legislativos para estimular su actividad.

Las transnacionales y la actividad empresarial


Para concentrar en sus manos la apropiacin de la plusvala formada en distintos pases, las transnacionales
amplan constantemente la produccin de mercancas fuera de su pas. En la actualidad, la produccin en el
extranjero de las mayores transnacionales llega al 30% de su circulacin total.
La principal va de aumento de la produccin en el extranjero es la creacin de filiales y empresas sucursales en el
exterior. Slo durante el ltimo decenio el nmero de filiales de las transnacionales creci de 30.000 a 82.000. Los
dueos de las transnacionales explotan despiadadamente a los trabajadores ocupados en estas filiales; los obligan
a crear una masa cada vez ms amplia de plusvala.
Son decenas y centenares de miles los obreros que se dedican a producir plusvala para los dueos de las

transnacionales. As, en las numerosas empresas de la transnacional norteamericana General Motors, ubicadas en
distintos pases del mundo, trabajan ms de 740.000 personas. En las fbricas de la General Electric, que es el
mayor manopolio electrotcnico de EE.UU., trabajan 404.000 personas. No ceden mucho a estos gigantes del
business norteamericano las mayores transnacionales de otros pases; en particular, el monopolio holands Philips
explota el trabajo de 348.000 personas; en las empresas de la transnacional germanooccidental Siemens trabajan
338.000 personas, y en la Fiat italiana, 315.000.
Para reducir al mnimo el trabajo necesario de los obreros y a costa de esto elevar al mximo el trabajo adicional,
las transnacionales pagan el trabajo de los obreros de los pases en desarrollo a un precio muy inferior que el
trabajo de los obreros en los pases de capitalismo desarrollado. Como promedio, el salario que pagan las transnacionales a los obreros de sus filiales en el extranjero es 5-8 veces ms bajo que en su propio pas.
Las transnacionales utilizan ampliamente tambin otros mtodos para aumentar la produccin de plusvala. La
jornada laboral en las empresas de las transnacionales ubicadas en los pases en desarrollo es mucho ms larga
que en los pases industriales, all se emplean con frecuencia los trabajos extra; est muy limitado el nmero de
das de descanso y feriados. Los dueos de las corporaciones se esfuerzan por elevar constantemente la
intensidad del trabajo, ahorran en la proteccin del trabajo y la tcnica de seguridad, violan groseramente la
legislacin laboral local, Todo esto permite a las transnacionales obtener en sus empresas de los pases en
desarrollo beneficios mucho ms altos que en los pases industriales. En la demarcatoria de los aos 70 y 80 del
siglo XX, la cuota de ganancia, calculada de acuerdo con el capital invertido en estos pases, superaba el 25%,
mientras que en los pases capitalistas desarrollados llegaba a cerca del 12%.
Las transnacionales tratan por todos los medios de ocultar su esencia explotadora. Al organizar filiales, ellas
establecen relaciones de "coparticipacin" con la burguesa nativa. Con frecuencia las filiales de las corporaciones
se declaran empresas mixtas y funcionan bajo un manto nacional. Pero esto no cambia la esencia de la cuestin. El
manto nacional no es ms que un biombo, y ocultndose tras l las transnacionales estrujan para s el mximo de
plusvala formada por los obreros locales.
Los verdaderos objetivos de las transnacionales se revelan muy claramente cuando surge una amenaza a las
ganancias que obtienen. Todo el mundo conoce bien el papel delictivo del monopolio norteamericano International
Telephone and Telegraph en el derrocamiento del Gobierno de Salvador Allende en Chile.

Las transnacionales y la plusvala extraordinaria


El capital local puede competir con las filiales de las transnacionales en el alargamiento de la jornada laboral o,
digamos, en el aumento de la intensidad del trabajo, pero hay una esfera donde son indiscutibles las ventajas de las
transnacionales: esta esfera es el empleo de nuevas tcnicas y tecnologas, la elevacin de la productividad del
trabajo. Precisamente aqu existen enormes posibilidades para obtener plusvala extraordinaria.
El 97% de los trabajos de investigacin cientfica y de proyeccin del mundo capitalista estn concentrados en los
pases industrializados y monopolizados por las transnacionales. A stas les pertenece directamente cerca del 80%
de las elaboraciones tecnolgicas nuevas, que son utilizadas por los monopolios internacionales en sus empresas
ubicadas en el extranjero para producir mercancas nuevas y elevar la productividad del trabajo. Esto les asegura
ventajas esenciales ante las firmas nacionales de los pases en desarrollo, que carecen de estas tecnologas
nuevas.
Las ventajas de las filiales de las transnacionales aumentan an ms debido a la amplia especializacin de la
produccin y la fabricacin en series grandes. Las transnacionales utilizan aqu las ventajas de la divisin
internacional del trabajo, mientras que la produccin en los pases en desarrollo tiene, por lo general, un carcter
pequeo, fraccionado. Esto detiene an ms el perfeccionamiento tcnico de la produccin. En Tailandia, por
ejemplo, la industria pesada tiene de 1.000 a 1.500 empresas pequeas; en Tanzania funcionan cerca de 100
empresas donde trabajan hasta 70 personas.
Las filiales de las transnacionales, que utilizan su superioridad tcnica, producen con menores gastos que las
compaas locales. Esto les permite obtener regularmente plusvala extraordinaria. Al mismo tiempo, se adoptan
medidas para desacelerar el desarrollo tcnico de los jvenes Estados liberados. Las transnacionales no entregan
en absoluto o entregan datos tecnolgicos absoletos. As, la tecnologa que a comienzos de la dcada actual
importaban Estados latinoamericanos de pases capitalistas desarrollados result caduca en un 70%. Pero incluso
la obtencin de esa tecnologa les sale muy caro a los pases en desarrollo.
La venta de patentes, licencias y distintos datos tecnolgicos es aprovechada por los monopolios internacionales
para obtener plusvala suplementaria de los jvenes Estados liberados. Los pagos de los pases en desarrollo por la
adquisicin de tecnologas o por su empleo llegan ahora a 35.000 millones de dlares.

Las transnacionales y los precios


Las transnacionales ocupan posiciones dominantes no slo en la produccin, sino tambin en el comercio de las
mercancas ms importantes. En 1976, el volumen de las ventas de sus filiales extranjeras se valoraba en 830.000
millones de dlares, suma que compona ms del 90% de la exportacin de todos los pases capitalistas. Esto
permite a las transnacionales imponer, dictar los precios que les convengan: precios de monopolio altos para las
mercancas exportadas a los pases en desarrollo y precios de monopolio bajos para las materias primas y
alimentos all adquiridos. En Colombia, por ejemplo, las filiales de las transnacionales norteamericanas venden
semiconductores a un precio 11 veces ms alto que los precios mundiales; el medicamento tetraciclina, 10 veces;
los aparatos sonoros para la televisin, 2,6 veces.
Las transnacionales, que se apoderaron de la parte fundamental en la exportacin de materias primas de los pases
en desarrollo, controlan el 90-95% de la venta de mineral de hierro y bauxitas; el 90% de la venta de madera. A
ellas les pertenece tambin el 85-90% de la venta de trigo, caf, yute, algodn y cobre; el 85% de la venta de t y
cacao en habas. Las transnacionales bajan hasta el lmite los precios por los que se compran las materias primas
en los pases en desarrollo. Como resultado, es verdaderamente insignificante la parte que obtienen los
productores de materias primas en el precio definitivo de las mercancas. As, el productor directo de algodn
obtiene un beneficio del 6,4% del precio al por menor, por el que se comercializan los artculos acabados de tejido
de algodn. La parte de los pases productores es algo ms alta en el precio definitivo del mineral de hierro y las
bauxitas, aunque tampoco supera el 10%. En la venta de caf, cacao en habas, t, yute, pltanos y ctricos, el
ndice anlogo oscila entre el 20 y el 40%; en la venta de azcar llega, aproximadamente, al 50%.
La compra de materias primas a precios de monopolio bajos concede a las transnacionales enormes beneficios.
Las prdidas anuales de los pases en desarrollo debido a los precios reducidos ascienden a 50.000-100.000
millones de dlares. Esta es una suma enorme, si se tiene en cuenta que el producto nacional bruto de 68 pases
en desarrollo no super, en 1980, los 10.000 millones de dlares, y en 37 de ellos no lleg ni siquiera a los mil
millones de dlares.

El crecimiento de los beneficios de las transnacionales


Los hechos citados en este captulo muestran que donde sea que mangoneen las transnacionales, a donde quiera
que extiendan sus tentculos, en todas partes logran obtener enormes masas de plusvala.
La plusvala obtenida por las transnacionales se divide, por lo general, en dos partes. Una parte la exportan y la otra
se pone nuevamente en accin. La parte de la ganancia exportada es particularmente alta en los pases en
desarrollo, que son los ms necesitados en medios. En los aos 70, por ejemplo, las transnacionales
norteamericanas sacaron de los pases en desarrollo el 71 % de la ganancia all generada.
Las dimensiones de las ganancias sacadas de los pases en desarrollo crecen constantemente. Baste decir que en
los aos 70 las transnacionales de EE.UU. exportaron 7 dlares de ganancia por cada dlar invertido en la
economa de los pases en desarrollo.

7. EL PAPEL DEL CAPITALISMO MONOPOLISTA DE ESTADO EN LA AMPLIACIN DE LA


PRODUCCIN DE PLUSVALA
A medida que se ahondan las contradicciones del capitalismo monopolista, se opera su transformacin en
capitalismo monopolista de Estado. La unin de la fuerza de los monopolios y el Estado est orientada, en primer
lugar, a ampliar la formacin de plusvala y asegurar al capital monopolista la usurpacin de una parte cada vez
ms considerable de ella. Esto se alcanza en una serie de derroteros.

Las empresas pblicas y las ganancias de los capitalistas


La injerencia del Estado burgus en la economa se manifiesta en la considerable ampliacin de su actividad
empresarial, que se desarrolla en los marcos de la propiedad monopolista de Estado. A comienzos de los aos 80,
en Francia, por ejemplo, al Estado le perteneca el 34% de todo el capital en acciones de la industria y el transporte.
En EE.UU. perteneca al Estado capital bsico por la suma de casi 2,6 billones de dlares. En las empresas
pblicas de Inglaterra e 1 ralia estaba ocupado ms del 20% de los obreros y empleados. Tales empresas en
Austria generaban, aproximadamente, un tercio de la produccin industrial.
El Estado burgus acta en las empresas pblicas como capitalista monopolista conjunto; representa los intereses

de toda la burguesa monopolista. Al actuar desde estas posiciones, el Estado organiza la produccin sobre
principios estrictamente capitalistas; obliga a los obreros a trabajar no slo el tiempo de trabajo necesario, sino tambin el tiempo de trabajo adicional. Y en la produccin de plusvala utiliza los mismos mtodos que en las empresas
pertenecientes al capital privado. Es ms, el empleo de estos mtodos tiene con frecuencia un carcter ms cruel,
ms inhumano, pues al arsenal habitual para presionar sobre los obreros, el Estado aade su fuerza y autoridad.
Adems, para estimular el trabajo de los obreros se utilizan las digresiones demaggicas sobre los intereses
nacionales, sobre el trabajo en bien de la nacin.
Como resultado de la explotacin despiadada de los obreros en las empresas pblicas se forman masas enormes
de plusvala, y parte considerable de sta se transfiere directamente a los monopolios o se utiliza particularmente
en inters de ellos. Es natural que a costa de esto aumente la suma total de plusvala apropiada por el capital
monopolista.
Existe una serie de canales por los que la plusvala creada en las empresas pblicas va a parar a manos de la
burguesa monopolista. El ms importante de ellos es la venta de mercancas y servicios producidos en las
empresas pblicas. El Estado suministra a los monopolios combustibles, energa elctrica, muchas clases de
materias primas minerales, les asegura el transporte, y los precios y tarifas se establecen a un nivel muy bajo, que
en muchos casos ni siquiera cubren los gastos de produccin. Ellos son ms bajos tambin que los precios de las
mercancas y servicios vendidos a la poblacin. As, el trust estatal Charbonnages de France suministr durante
mucho tiempo carbn a los monopolios, cuyo precio alcanzaba el 85-90% de su precio de costo. Otra agrupacin
estatal francesa -la Electricit de France- suministr a lo largo de varios aos energa elctrica a monopolios
qumicos y metalrgicos a una tarifa que era 5-10 veces ms baja que la empuesta a la poblacin.
Al adquirir la produccin de las empresas pblicas a precios ms bajos, los monopolios pagan de ese modo slo
parte de su valor, apropindose de otra totalmente de balde. As es como usurpan gratuitamente parte considerable
de la plusvala formada en las empresas del Estado.
Cuando los monopolios venden equipos y materias primas a las empresas pblicas, los negocios se efectan a
precios ms altos. El Estado paga a los monopolios ms de lo que cuesta la mercanca. Como resultado, los
monopolios no slo compensan el valor de su produccin comercializada, sino que reciben adems considerable
exceso de valor. Este exceso lo paga el Estado a costa de la plusvala creada en las empresas pblicas. Los
monopolios reciben a cuenta de estas empresas ventajas, plusvala suplementaria, al adquirir a precios ms bajos
muchas clases de materias primas, combustibles, energa elctrica.
Para los monopolios es una operacin muy beneficiosa la compra de empresas pblicas, cuyos precios de venta
que se establecen son, por lo general, los mnimos. Las dimensiones de estas operaciones suelen ser muy
grandes. As, despus de terminar la II Guerra Mundial los monopolios norteamericanos adquirieron a precios que
eran varias veces ms bajos que el valor real empresas y materiales del Estado que le costaron al Gobierno 60.000
millones de dlares. Los Margan, por ejemplo, pagaron al Estado casi tres veces menos -120 millones de dlarespor varias empresas metalrgicas adquiridas, aunque stas le costaron al Gobierno 350 millones de dlares.
Son grandes los beneficios que concede a los monopolios tambin el sistema de "coparticipacin", el cual
presupone la transmisin, prcticamente gratis, de empresas pblicas a los monopolios para que las exploten.
Resulta que el Estado construye las empresas, pero son los monopolios los que se lucran a costa de su
explotacin. Esto permite al capitalismo monopolista obtener plusvala con el mnimo de gastos. El sistema de "coparticipacin" est particularmente extendido en EE.UU., donde a corporaciones privadas se entregaron para
administrar y explotar, en particular, muchas empresas de la industria atmica y medios espaciales de
comunicacin construidas con medios del Estado.

Los subsidios y privilegios del capital privado a expensas de los medios del Estado
El Estado burgus actual concentra en sus manos enormes recursos financieros. Baste decir que la parte del
presupuesto estatal compone hoy, en los pases capitalistas desarrollados, de un cuarto a la mitad de la renta
nacional. El Estado redistribuye constantemente estos medios a favor de los monopolios. De este modo, se reducen
los ingresos de los trabajadores y aumentan las ganancias del capital monopolista.
A expensas del presupuesto, el Estado asegura la preparacin de cuadros calificados. Si el Estado no lo hiciera, los
monopolios tendran que preparar ellos mismos obreros calificados, pues es imposible, en condiciones de la
revolucin cientfico-tcnica, formar el mximo de plusvala sin explotar la mano de obra calificada.
Los monopolios endosan sobre el Estado tambin la solucin de grandes problemas cientficos. Sin el desarrollo de
la ciencia no se puede ahora perfeccionar verdaderamente la tcnica y la tecnologa, es imposible generar una
produccin nueva de principio, mientras que el Estado gasta para estos fines grandes medios presupuestarios, y

estos gastos se van convirtiendo en el factor ms importante del progreso tcnico y la elevacin de la capacidad
competitiva de los monopolios en el mercado mundial; amplan las posibilidades de que los monopolios obtengan
permanentemente plusvala extraordinaria.
El Estado se vale de sus recursos financieros y, en primer lugar, concede ampliamente a los grandes monopolios
considerables subsidios, emprstitos y crditos, y debemos sealar que los subsidios se entregan, como regla,
gratuitamente. Los crditos y emprstitos se conceden en las condiciones ms ventajosas. Sus tasas de inters se
establecen mucho ms bajas que en el mercado libre. A costa de estos ingresos, los grandes monopolios obtienen
la posibilidad de ampliar la produccin, fabricar nuevos artculos. y esto les proporciona tambin nuevas ganancias
y nuevas ventajas ante los competidores.
Son grandes las ventajas que obtienen los monopolios a cuenta de los privilegios tributarios que les otorga el
Estado. Los monopolios son los primeros a los que se les reducen las tasas de impuestos, y esta concesin se
hace con ms frecuencia y en mayor medida que a las capas ms pobres de la poblacin. Por ejemplo, la reforma
de los impuestos realizada por la Administracin Reagan concedi en 1982 a las corporaciones norteamericanas un
"ahorro" de 50.000 millones de dlares. Son muchsimos los privilegios que se aplican a los impuestos sobre las
ganancias, utilizadas para realizar nuevas inversiones. En la mayora de los pases capitalistas, parte considerable
de las nuevas inversiones se excluye en general de la ganancia lquida y no se somete a impuestos. En una serie
de pases, las nuevas empresas industriales se liberan de impuestos por un plazo de hasta 10 aos.
Los sistemas fiscales de los pases capitalistas contienen toda una serie de escapatorias que permiten a los
monopolios ocultar sus ganancias con el fin de no pagar impuestos. No se perciben impuestos de los descuentos
para los fondos de las pensiones y los seguros; no pagan impuestos las cuotas para los fondos benficos. Tampoco
se perciben impuestos por las ganancias que van a los fondos para financiar los partidos polticos, a los fondos para
cubrir las prdidas de los aos pasados, etc. Los monopolios proceden de un modo muy simple: primero
descuentan para esos fondos grandes sumas de sus beneficios, lo cual reduce al momento la dimensin de las
ganancias sometidas a impuestos, pero cuando los monopolios necesitan estos medios, los retraen de los fondos y
los utilizan a su modo de ver.
La poltica de amortizacin acelerada proporciona grandes posibilidades a los monopolios para esquivar los
impuestos. Por lo general, los equipos se gastan al cabo de 10 y ms aos. Por eso al valor de la produccin
acabada se desplaza cada ao una dcima parte del valor de los equipos. Estas sumas van acumulndose y
forman el fondo para la adquisicin de nuevos equipos, que se llama fondo de amortizacin. Cuando la amortizacin es acelerada, a los monopolios se les permite amortizar el valor de los equipos en 4-5 aos. Como resultado,
incluyen en el fondo de amortizacin tambin parte de la ganancia, y esta parte, igual que todo el fondo de
amortizacin, no paga impuestos. Los monopolios, que se aprovechan de esto, pagan al Estado un impuesto
mucho menor que el que corresponde a todo el volumen de sus beneficios. Slo en 1983, a costa de esta
concesin tributaria los monopolios norteamericanos lograron ocultar del Estado cerca de 150.000 millones de
dlares de sus ganancias.
Es frecuente cuando los propietarios de los monopolios, valindose de la tolerancia de los organismos estatales,
utilizan el engao directo al pagar los impuestos. Ocultan la dimensin de las ganancias, comunican datos
manifiestamente reducidos acerca de la magnitud de sus capitales. La ocultacin de las ganancias para no pagar
los impuestos conserva en manos de los monopolistas cuantiosas sumas de ganancia. Por ejemplo, cuando la
familia del multimillonario norteamericano Henry Ford hered su fortuna, tena que pagar en forma de impuesto por
los bienes unos 540 millones de dlares. Para no pagarlos, se fund urgentemente la Fundacin Ford, al que se
transfiri, sin la percepcin de impuestos, la parte fundamental de la propiedad. El impuesto de la parte restante de
los bienes sum 21 millones de dlares, y esto fue precisamente lo que se pag al tesoro pblico. Gracias a esta
maquinacin, la familia Ford conserv ms de 520 millones de dlares.

El Estado y los precios de monopolio


Para que los precios de las mercancas vendidas por los monopolios se mantengan a un nivel alto, el Estado influye
activamente en el comercio exterior; estimula por todos los medios la salida de las mercancas a otros pases. A los
exportadores de mercancas se les pagan primas especiales de exportacin y se les conceden subsidios. La ampliacin de la exportacin de mercancas reduce su oferta en el mercado interno (y, correspondientemente, crea la
posibilidad de provocar el alza de los precios). Al mismo tiempo, el Estado, a travs de las barreras arancelarias,
limita el ingreso de mercancas anlogas del extranjero.
Con sus acciones, el Estado burgus mantiene no slo los precios de monopolio altos, sino tambin los de
monopolio bajos (al establecerse precios ms bajos para la produccin de las empresas pblicas que se suministra
a los monopolios). Las prdidas de las empresas se cubren, en este caso, a expensas del presupuesto del Estado.
La consolidacin -con ayuda del Estado- del sistema de precios de monopolio hace que los monopolios puedan
obtener ms establemente sus superganancias.

En el mundo capitalista actual, el Estado burgus es el mayor comprador. Sus adquisiciones en los pases
capitalistas desarrollados alcanzan de un cuarto a un tercio del producto interno bruto y crean un amplio mercado
estatal. Esto garantiza a los capitalistas, en primer lugar a los monopolios, una venta ms estable de sus
mercancas. Los monopolios obtienen la posibilidad de comercializar ms produccin, se reducen sus prdidas
relacionadas con la fluctuacin de la demanda. A cuenta de esto aumentan, correspondientemente, las ganancias.
Para los monopolios son tambin extraordinariamente favorables las condiciones de venta en el mercado estatal.
Los negocios se efectan aqu a precios muy ventajosos para los monopolios. El Estado apoya por todos los
medios y fortalece este sistema de precios de monopolio, en inters del capital monopolista. Para esto, en unos
casos se promulgan leyes especiales en las que se sancionan -con el poder del Estado- los altos precios que los
monopolios imponen al mercado. En otros casos, los precios se determinan estrictamente en los contratos y
pedidos estatales. El Estado asume la obligacin de adquirir las mercancas precisamente a estos precios
determinados, cuya dimensin se establece segn el acuerdo entre los directivos de los monopolios y los
correspondientes organismos gubernamentales, pero como base se toman los precios propuestos por los
monopolios.

La militarizacin y las ganancias


La militarizacin de la economa y la carrera armamentista es una manifestacin del parasitismo y la
descomposicin del capitalismo monopolista de Estado. La militarizacin origina el mayor peligro para los destinos
de la humanidad y del planeta. Pero tambin crea las posibilidades ms fabulosas para que Su Majestad el Capital
Monopolista aumente sus ganancias.
Las fieras imperialistas aprovechan ampliamente estas posibilidades. La familia de los multimillonarios
norteamericanos Rockefeller, por ejemplo, obtuvo de la 1 Guerra Mundial 500 millones de dlares de ganancia
lquida y la 11 Guerra Mundial proporcion a esta familia otros 2.217 millones de dlares de ganancia. Son enormes
las sumas de plusvala que recibieron durante la guerra tambin otros clanes monopolistas. De este modo, resulta
que para unos -los trabajadores- las guerras son la muerte, sangre y sufrimientos, mientras que para otros -los
capitalistas- son ganancias, ganancias y otra vez ganancias.
Por eso precisamente tambin en tiempos de paz los monopolistas incitan constantemente a los gobiernos de sus
pases a aumentar los gastos militares, ampliar la carrera armamentista, atizar la psicosis blica. Son
particularmente enormes las proporciones que alcanz la militarizacin de la economa en los aos 80. En 1982 se
arrojaron al crisol de los presupuestos militares de todo el mundo cerca de 650.000 millones de dlares. Para tener
una idea de la grandiosidad de estos gastos, recordaremos que para cumplir todos los programas de la ONU en el
terreno de la salud pblica, la instruccin, la proteccin del medio ambiente y la ayuda tcnica y alimentaria, se requieren cada ano cerca de 2.000 millones de dlares. Compare: i650.000 millones y 2.000 millones!
Pero los magnates reaccionarios de las potencias imperialistas tratan de superar tambin el nivel actual de los
gastos militares. El presupuesto militar de EE.UU aumenta cada ao en un 12-14%. A costa de sus presupuestos
militares, los Estados imperialistas entregan a los monopolios los encargos de guerra ms ventajosos. En EE.UU.,
por ejemplo, el Pentgono distribuye anualmente 10 millones de esos encargos. La mayor y mejor tajada de stos
la obtienen consorcios norteamericanos tales como General Dynamics, Rockwell International, Boeing y otros.
La industria de la muerte concede a los magnates del business monopolista beneficios mucho ms elevados que la
industria civil. En EE.UU., las ganancias de los suministradores de armas son el 70%, como promedio, ms altas
que las ganancias de las empresas que trabajan en ramas pacficas de la industria. Estas altas ganancias surgen
no slo a costa de la plusvala generada en las empresas militares. En su formacin desempea un importante
papel tambin la redistribucin de parte de la plusvala producida en las empresas de las ramas civiles, y esta
redistribucin se efecta a travs del mecanismo tributario presupuestario monopolista de Estado. Como resultado,
la suma total de la plusvala obtenida por los monopolios militar-industriales llega a muchos miles de millones de
dlares.
Al business militar se van incorporando cada vez ms los consorcios militares de los Estados pequeos, que se
lucran con el comercio de armas. As, Israel comercia armamentos con 18 pases; Brasil, con 16. Estos dos
Estados venden anualmente armas por la suma de ms de 1.000 millones de dlares (aos 80).
Los gastos militares son una carga cada vez ms pesada sobre los hombros an dbiles de los jvenes Estados en
desarrollo. El volumen total de estos gastos creci en ellos de 27.800 millones en 1970 a 81.000 millones de
dlares en 1982. Los Estados jvenes gastan en armamentos 6 veces ms que en salud pblica y 3 veces ms que
en enseanza. Para satisfacer sus necesidades en armamentos, ms de 30 pases en desarrollo crearon sus
propias empresas militares, pero la mayor parte tienen que adquirirla, como antes, en el extranjero.

A comienzo de los aos 80 eran 105 Estados en desarrollo los que adquiran armamento extranjero. Slo en 1980
compraron tcnica militar por la suma de 18.300 millones de dlares.

La ingerencia del Estado en las relaciones laborales


El Estado ayuda a los capitalistas a exprimir de sus obreros cada vez ms plusvala. Con este fin ampla la
injerencia en las relaciones entre el trabajo y el capital. Para complacer al capital privado, en muchos pases se
adopta la legislacin antiobrera. El Estado frena coercitivamente el crecimiento de los salarios, trata de
"congelarlos" a un nivel determinado. Exige que los sindicatos, a pesar del alza de los precios, no se pronuncien por
la elevacin de los salarios. Todo esto permite a los capitalistas comprar a un precio ms bajo la fuerza de trabajo y
obtener ganancias suplementarias.
El Estado limita la lucha de los trabajadores por sus derechos; obliga a los obreros a conformarse con las
condiciones de trabajo dictadas por el capital monopolista. Con este fin se promulgan leyes que permiten prohibir
las huelgas, perseguir a los sindicatos. En Inglaterra, por ejemplo, en concordancia con la "Ley de ocupacin" se
declararon ilegales todos los tipos de huelgas de solidaridad; se redujo en flecha el nmero de piquetes permitidos
a los obreros. A los tribunales de este pas se les autoriza tomar resoluciones acerca de que con los medios de las
cajas de los sindicatos se paguen compensaciones a los empresarios al producirse "paros ilegales".

El apoyo a la expansin econmica exterior de los monopolios


El Estado apoya ampliamente la expansin econmica exterior de los monopolios; trata de ayudarlos a obtener las
condiciones ms favorables para obtener plusvala en el extranjero, plantendose la cuestin de que se asegure
una alta rentabilidad de la inversin del capital privado, de que se amplen las operaciones en el comercio exterior,
de que se establezcan los precios ms ventajosos para los monopolios al venderse y adquirirse mercancas. Son
precisamente stas las condiciones que ponen los Estados imperialistas al firmar contratos comerciales con otros
pases, en particular con los Estados en desarrollo; se menciona especialmente la exportacin de capital estatal, la
concesin de subsidios.
Para ampliar la expansin econmica exterior de los monopolios, el Estado utiliza ampliamente distintos estmulos
financieros, asegura garantas gubernamentales para las inversiones privadas.
Los gobiernos burgueses participan junto con los mayores monopolistas de sus pases en la creacin de alianzas y
bloques internacionales; contribuyen a la integracin capitalista, ayudan a las transnacionales a combatir por la
ampliacin de sus posiciones internacionales. El apoyo del Estado a la expansin econmica exterior ayuda al capital monopolista a saquear a otros pueblos, a apropiarse de una parte cada vez ms considerable de la plusvala
formada por ellos.

8. LA PLUSVALA. FUENTE DE ENRIQUECIMIENTO DE LOS CAPITALISTAS


El empleo de la plusvala
As pues, hemos analizado de qu modo y en qu dimensiones los capitalistas se apropian de los resultados del
trabajo no retribuido de los obreros asalariados y de distintas capas de la poblacin de su propio pas y de otros
Estados capitalistas y en desarrollo. Cmo utiliza el capitalista la plusvala obtenida? Por lo general, la divide en
dos partes.
El capitalista utiliza como beneficio una parte de la plusvala apropiada, que crea el fondo de su consumo personal.
La otra parte de la plusvala es utilizada por el capitalista para ampliar las dimensiones de su capital y constituye el
fondo de acumulacin.

Crecimiento de la prodigalidad y el lujo


Con el fondo de consumo personal, el capitalista adquiere primeramente para s mismo y su familia los medios
necesarios para la vida: alimentos, ropa, calzado, objetos de uso domstico, medicamentos, etc. Parte considerable
de este fondo la gasta tambin en adquirir objetos de lujo y otras clases de acumulacin improductiva. Con estos
medios se adquieren automviles caros y aviones privados, hoteles, palacios, predios de caza; se compran alhajas,
riqusimas colecciones de objetos de arte, yates de recreo, cuadras para caballos de carreras. Con los medios de
este fondo los capitalistas mantienen numerosas sirvientas, organizan recepciones lujosas, satisfacen otras necesidades perversas suyas.

A expensas del empleo parasitario de la plusvala generada por miles y miles de obreros, las familias ms ricas
baten todos los rcords de prodigalidad. A la familia de los multimillonarios norteamericanos Rockefeller, por
ejemplo, le pertenecen decenas de casas y villas que se valoran en centenares de millones de dlares.
Son enormes los medios que gastan los capitalistas ms ricos para adornar sus hogares, organizar pinacotecas,
reunir colecciones. Por ejemplo, el multimillonario norteamericano Paul Getty copil en su casa de California una de
las mejores colecciones del mundo de mobiliario y alfombras de Francia del siglo XVIII. All se exponen mrmol de
Grecia y Roma antiguas, lienzos de Rembrandt y otros grandes artistas. Por su riqueza, no se queda atrs la
pinacoteca de Getty en su casa de Londres. La coleccin de lienzos en la casa de Lawrence Rockefeller se valora
en un milln de dlares.
Para adquirir objetos de lujo, adornos y atavos refinados, slo la burguesa norteamericana gasta al ao cerca de
40.000 millones de dlares. Los holgazanes ricos pierden enormes fortunas en los casinos y casas de juego. La
ruleta, los dados y otros juegos de azar se tragan medios que podran bastar para liberar de los sufrimientos y la
pobreza a muchos miles de personas. A comienzos de los aos 60, los ingresos generales de las casas de juego
de EE.UU. llegaban a 28.000 millones de dlares.
Son cuantiosos los medios que gasta la oligarqua financiera en recepciones, banquetes, toda clase de diversiones.
Y todo esto se hace a costa de la plusvala engendrada con el sudor y la sangre del proletariado!

Acumulacin de capital
Los capitalistas, que gastan cuantiosos medios para el consumo parasitario, se preocupan al mismo tiempo del
aumento constante de sus capitales. Con este fin, acumulan parte de la plusvala obtenida. La acumulacin de la
plusvala significa su adhesin al capital existente y, de ese modo, su transformacin en capital. El capital que surge
de la plusvala es el resultado de que los capitalistas usurpen el trabajo no retribuido de los obreros asalariados.
Para adjuntar la plusvala al capital productivo, los capitalistas dividen el fondo de acumulacin en dos partes. Una
de stas se gasta para adquirir maquinaria, equipos, materias primas, combustibles y materiales suplementarios,
convirtindose de este modo en capital constante complementario. A costa de esta parte de la plusvala se amplan
las empresas en funcionamiento, se construyen nuevas fbricas, minas, pozos petrolferos.
Pero los edificios y los equipos no pueden trabajar ellos mismos, por lo cual los capitalistas gastan otra parte del
fondo de acumulacin para contratar fuerza de trabajo suplementaria; contratan nuevos obreros, ingenieros y
empleados. Esta parte de la plusvala se convierte en capital variable complementario.
Examinaremos con un ejemplo concreto el proceso de transformarse la plusvala en capital. Supongamos que el
capitalista posea un capital de 10 millones de dlares; para el capital constante se adelantan 8 millones, y para el
capital variable, 2 millones de dlares. Si la cuota de plusvala es el 300%, entonces se engendrarn 6 millones de
plusvala.
Supongamos que el capitalista consuma un milln de dlares de plusvala; entonces podr acumular los 5 millones
de dlares restantes. Para agregarlos al capital, divide el fondo de acumulacin en dos partes: 4 millones de
dlares los adjunta al capital constante y 1 milln, al capital variable. De este modo, todo el capital llega a 15
millones de dlares: al capital constante le pertenecen ahora 12 millones de dlares y al capital variable, 3 millones.
Siendo igual la cuota de explotacin, el capitalista podr obtener ahora 9 millones de plusvala.
De este modo, a expensas de transformar la plusvala en capital, el capitalista obtiene la posibilidad de aumentar la
masa de plusvala, y aqu utilizar el trabajo no retribuido de los obreros, del que l se apropi, para extraer de ellos
an ms trabajo no retribuido.

El aumento de las riquezas de la burguesa


Al convertir la plusvala en capital, los capitalistas incrementan las dimensiones de sus fortunas.
Uno de los ejemplos ms vertiginosos en el crecimiento del capital lo proporcion la familia de los Rockefeller en
EE.UU. Con el sudor y la sangre de obreros de todos los continentes se cre una de las mayores fortunas que
conoce la historia. Todo comenz en 1862, en la ciudad norteamericana de Cleveland, donde David Rockefeller
construy una planta de queroseno. David, que era hijo de un cuatrero y pequeo estafador, tena entonces un
capital de 4.000 dlares. Utiliz los mtodos ms brutales de explotacin de los obreros, el soborno, la concusin,
la falsificacin y el chantaje, y durante los primeros 20 aos aument las dimensiones del capital 10.000 veces. A
comienzos de los aos 80 del siglo XIX, su fortuna se valoraba en 40 millones de dlares. En los siguientes 20 aos
aument otras 5 veces y hacia el ao 1901 lleg a los 200 millones de dlares. En vsperas de la I Guerra Mundial,

el capital de Rockefeller alcanzaba 900 millones de dlares. A continuacin, su fortuna personal creci hasta 4.0005.000 millones de dlares. Son an ms grandes los capitales que domina la familia. En 1955, el grupo financierooligrquico que ella encabeza controlaba un capital de 61.400 millones de dlares y hoy la suma llega a 163.200
millones de dlares.
Tambin crecen con rapidez los capitales de otros grandes magnates del business capitalista. En particular, a
comienzos de los aos 30 Paul Getty recibi de su padre un capital de 15 millones de dlares, y en los aos 60 esta
fortuna haba superado ya los mil millones de dlares. El multimillonario sudafricano Harry Oppenheimer hered en
1957 cerca de 100 compaas controladas por su padre. Hacia comienzos de los aos 70 aadi otras 50 ms. La
compaa japonesa Sony, mundialmente conocida, comenz su actividad en 1947, cuando su capital inicial era tan
slo de 537 dlares. Ahora, el volumen anual de las ventas de esta compaa supera los 400 millones de dlares y
exporta su produccin a 160 pases.
A medida que el capital va acumulndose, la riqueza de la sociedad se concentra cada vez ms en manos de un
puado de riqusimas familias burguesas. Crece rpidamente el nmero de millonarios. En 1948 eran 13.000 los
norteamericanos que posean fortunas de ms de un milln de dlares; en 1962 haba ya 67.000 y a comienzos de
los aos 70 llegaban a 200.000. Hoy, 482 familias de Estados Unidos controlan capitales que llegan a ms de 2,2
billones de dlares, o el 40% de todas las inversiones.
Se concentran grandes capitales tambin en manos de la burguesa de muchos pases en desarrollo. La parte de
los beneficios que corresponden al 10% de las familias ms ricas es incluso ms alta que en los pases capitalistas
desarrollados. A comienzos de los aos 70, esta parte llegaba en el Brasil al 50,6%; en Honduras, al 50% y en
Per, al 42,9%, mientras que en Inglaterra era del 23,5% y en la RFA del 30,3%.

Crecimiento de lo capa de rentistas


A medida que se enriquecen, va siendo cada vez mayor el nmero de capitalistas que abandonan totalmente la
gestin de las empresas, que rompen el vnculo directo con la produccin material. Estos capitalistas se convierten
en rentistas: as es como llaman a la capa de la burguesa que vive slo de los beneficios procedentes de los ttulos
de valor (acciones y obligaciones). En EE.UU., casi un tercio de todos los capitalistas ni siquiera est vinculado
formalmente con la produccin. La gestin de sus empresas corre a cargo de managers e ingenieros asalariados.
Los rentistas, que reciben plusvala en forma de porcentajes y dividendos, llevan un modo de vida francamente
parasitario; no hacen nada y viven en plena holganza. El convertirse en rentista es en muchos pases el deseo ms
preciado de muchos empresarios.
La inaccin y el parasitismo de los rentistas crecen particularmente debido a la exportacin de capital. Con
frecuencia ni siquiera saben en qu pas y con qu fines se utiliza su dinero. Lo importante es slo obtener
beneficios. El aumento de la capa de rentistas muestra que la burguesa monopolista se va convirtiendo cada vez
ms en una excrecencia intil en el organismo social. No crea nada; su existencia se manifiesta nicamente en el
consumo parasitario de considerable parte de la renta nacional.

9. LA CARRERA EN POS DE PLUSVALA Y LA OFENSIVA DEL CAPITAL CONTRA


LOS INTERESES VITALES DE LOS TRABAJADORES
En la sociedad burguesa, la carrera en pos de plusvala va acompaada de la ofensiva del capital contra los
intereses vitales de los trabajadores. Para aumentar sus beneficios, el capital condena a los trabajadores a un
trabajo extraordinariamente agotador, a la calamidad y el sufrimiento.

La creciente carga del desempleo


Una de las calamidades ms terribles para los obreros es la prdida del trabajo. Ser un cesante significa perder la
fuente de existencia; significa carecer de la posibilidad de alimentarse normalmente, de vivir en condiciones
humanas; significa perder la fe en el da de hoy y la esperanza en el da de maana. La cesanta priva a las
personas de las perspectivas de vida, conduce a la degradacin moral; arrebata despiadadamente la fe en el futuro,
empuja al suicidio. He aqu hechos terribles que se mencionaron en el congreso de los desocupados
norteamericanos, celebrado en Chicago en 1983:
- cerca de cien fundidores de acero, despedidos por la compaa Wisconsin Steel, se suicidaron;

- un obrero se roci con gasolina y se prendi fuego; otro se arroj del quinto piso;
- se cit un caso cuando un obrero con su familia se envenenaron con gases de escape...
Ejemplos como estos no tienen fin.
La cesanta es el acompaante inevitable del capitalismo. En su carrera en pos de plusvala, los capitalistas
introducen tcnica nueva, utilizan nuevas formas de organizacin del trabajo, elevan los ritmos de trabajo. Tratando
de aumentar los beneficios, procuran obtener la misma produccin con menores gastos de trabajo. Como resultado
del crecimiento del nivel tcnico de la produccin, a medida que se desarrolla el capitalismo va reducindose la
parte del capital variable. El capitalista comienza a gastar ms medios para adquirir tcnica y menos medios para
contratar fuerza de trabajo. La tcnica "devora" los empleos y esto suscita la reduccin de la demanda de la mano
de obra. La produccin capitalista no est en condiciones de asegurar trabajo a toda la poblacin apta. Parte del
proletariado no encuentra donde aplicar sus capacidades y engrosa las filas de los desocupados.
El ejrcito de cesantes lo integran, por un lado, los despedidos de las empresas, ante todo los obreros adultos; por
el otro lado, los jvenes que apenas empezaron una vida independiente.
Con el pasar de los aos aumentan las dimensiones del desempleo. Esta grave enfermedad de la economa
capitalista crece igual que un tumor canceroso. De acuerdo con datos oficiales, en los pases capitalistas
desarrollados aument el nmero de desempleados de 6,5 millones de personas, como promedio en los aos 60, a
24,7 millones en 1981. En 1983, esta cifra terrible lleg a 35 millones de personas. De este modo se super uno de
los rcords ms tristes en la historia del capitalismo: el rcord de cesanta. Este rcord se estableci en 1932,
cuando en los pases desarrollados del capital lleg a casi 24 millones de personas el nmero de desocupados, y
teniendo en cuenta los subempleados, a casi 30 millones. De este modo, ahora no se trata simplemente de la
desocupacin, sino de la superdesocupacin. En 1983, casi la dcima parte de la poblacin apta para el trabajo de
los pases capitalistas desarrollados no tena dnde emplearse.
La situacin es ms terrible an en los pases en desarrollo, donde uno de cada tres carece de empleo. A
comienzos de los aos 80, el nmero de subempleados y desempleados en estos pases lleg a 400-500 millones.
En 1983 haba en Mxico, por ejemplo, 10-12 millones de cesantes. En ese mismo ao, el desempleo en
Venezuela azotaba al 24% de la poblacin. Es mayor el nmero de desocupados en Chile, donde llega hasta el
30% de la poblacin apta para el trabajo. El desempleo en El Salvador lleg al 40% en las ciudades y al 70%) en
las zonas rurales. .
El crecimiento de la cesanta es utilizado por el capital como una poderosa prensa suplementaria para extraer
plusvala de los obreros. La amenaza de perder el empleo obliga al obrero a conformarse con las exigencias del
capitalista. Si no est de acuerdo, al momento ser sustituido por cualquier cesante, pues son muchos los que
estn dispuestos a trabajar bajo cualesquiera condiciones. El escritor norteamericano John Steinbeck escribi as
en su novela Las uvas de la ira: Cuando haba trabajo para un hombre, diez hombres luchaban por conseguirlo...,
y su arma era ofrecer sus servicios por menos dinero. Si ese hombre quiere treinta centavos, yo trabajar por veinticinco. Si l pide veinticinco, yo lo har por veinte. No; yo, yo tengo hambre. Trabajar por quince centavos. Por la
comida.
Para no ceder el empleo a un desocupado, el obrero se ve obligado a conformarse con la reduccin del salario, con
la elevacin de la intensidad del trabajo, con el empeoramiento de las condiciones de trabajo. El capitalista obtiene
de esto una ventaja directa: ese trabajo del obrero le proporciona ms plusvala. En lo que se refiere al cesante,
ste, igual que el obrero ocupado, sale perdiendo. El trabajo excesivo de los ocupados reduce an ms la
necesidad de la fuerza de trabajo. Se hace ms difcil an obtener un empleo.

Crecimiento de la caresta
El constante aumento de la caresta es una pesada carga sobre los hombros del proletariado y de todos los
trabajadores. La curva del alza de los precios de los artculos que necesitan los obreros tiene en el capitalismo una
direccin nica: hacia arriba. Las nuevas etiquetas con los precios ms altos crecen en los escaparates de los
comercios de los pases capitalistas igual que los hongos despus de la lluvia. Hoy, el pan tiene un precio; maana
tiene otro, pero ms alto. Encarecen impetuosamente la carne y la leche, las patatas y las hortalizas, otros
productos alimenticios. Suben constantemente los precios de la ropa, el calzado, los radiorreceptores, los objetos
de uso duradero. En EE.UU., por ejemplo, los precios de consumo durante 1970-1982 crecieron 2,5 veces; en
Inglaterra, 4,4 veces.
Son catastrficas las dimensiones del crecimiento de los precios de consumo en los pases en desarrollo: durante
los aos 1978-1979 se elevaban, como promedio, un 20% al ao. En los aos 1980-1981 su crecimiento anual

medio alcanz el 35-40%.


La caresta azota duramente a los obreros y sus familias. El aumento de los salarios no puede alcanzar al
crecimiento de la caresta y como resultado, los obreros no pueden adquirir con su salario la cantidad anterior de
artculos. El crecimiento de la caresta obliga a los obreros a adquirir menos alimentos, ropa, calzado, otros
artculos de consumo. De este modo se reduce el contenido real del salario. En EE.UU., por ejemplo, el salario real
se redujo casi una quinta parte durante 1973-1983. Como resultado, su magnitud retrocedi al nivel de 1971. En
Argentina, el salario real se redujo slo en 1981 y 1982 el 30%;
El crecimiento de la caresta empeora la situacin de los trabajadores, pero al capital mono lista le es ventajoso.
Los monopolios se lucran con el alza de los precios; utilizan este alza como una palanca para saquear a los obreros
y campesinos al venderles mercancas. A costa de los ingresos suplementarios procedentes del alza de los precios,
los monopolistas aumentan sus ganancias:
El alza de los precios se manifiesta tambin en la subida de la cuota de plusvala, pues la reduccin del salario real
condiciona la disminucin del valor de la fuerza de trabajo. A cuenta de esto se reduce el tiempo de trabajo
necesario y crece el tiempo de trabajo adicional. Y el aumento del tiempo de trabajo adicional conduce al acrecentamiento de la plusvala. A los capitalistas les es muy ventajoso el hecho de que este resultado se alcance en una
forma camuflada. El acrecentamiento de la explotacin no se ve aqu de una manera tan evidente como, digamos,
al alargar la Jornada laboral o al aumentar la intensidad del trabajo.

La subnutricin y el hambre
El desempleo, la caresta y la ofensiva permanente del capital contra los derechos vitales de los trabajadores
provocan el empeoramiento de la alimentacin de muchos obreros y sus familias; condenan a millones de personas
a la subnutricin y al hambre. Incluso en EE.UU. sufren de hambre e inanicin 14 millones de personas. Los nios
de los norteamericanos pobres rebuscan con frecuencia en los basureros para encontrar algo de comer. Y esto
ocurre en el pas ms rico del mundo capitalista!
Qu se podra decir entonces de los jvenes Estados liberados, los cuales, por el nivel de desarrollo ceden
muchsimo a los pases capitalistas desarrollados? Hoy en da, en esta parte del planeta sufren de subnutricin
cerca de 1.000 millones de habitantes, de los cuales pasan hambre ms de 500 millones. A causa del hambre
mueren cada ao 40 millones de personas, y la mitad son nios.
Son particularmente intolerables las condiciones de la alimentacin en los pases en desarrollo del Extremo Oriente:
en una situacin de hambre y subnutricin vive aqu el 27% de la poblacin. No se queda muy atrs de esta regin
el continente africano, donde el 22% de sus habitantes estn desnutridos.

Las malas condiciones de vivienda


1.000 millones de habitantes de nuestro planeta tienen malas condiciones de vivienda, pero el capital no desea
gastar dinero para solucionar este gravsimo problema. A l le interesan las ganancias y no las casas para los
pobres. Igual que en la aurora del capitalismo, ste obliga a partes considerable de la poblacin a vivir en casos
inservibles, en chozas e incluso a la intemperie. En 1983 haba en EE. UU. 3 millones de destechados. Esta gente
hacen noche en las calles, bajo los puentes, en las rejillas de ventilacin del metro.
Son particularmente tremebundas las dimensiones que alcanzan los tugurios en las ciudades de los pases en
desarrollo, donde viven de un cuarto a dos tercias partes de la poblacin urbana en condiciones de vida
aborrecibles. La suciedad, la situacin antihiginica, el terrible amontonamiento y la delincuencia es lo que
caracteriza a estos tugurios. Y mientras domine el capital no hay ninguna esperanza de un mejoramiento serio.
En lugar de mejorar las condiciones de vida de las personas, el capital prefiere invertir medios en las ramas
militares de la economa, aumentar los gastos para preparar la guerra.

El encarecimiento de la asistencia mdica


En el mundo capitalista crece como una avalancha el costo de los servicios mdicos. En EE.UU., por ejemplo, casi
se triplic durante los ltimos 13 aos. Al trabajador le es cada vez ms difcil pagar la visita del mdico, sin hablar
ya de una cama en el hospital. Las compaas farmacuticas, que elevan constantemente los precios de los
medicamentos, chupan -igual que las garrapatas- los jugos de los obreros. Como resultado las enfermedades y los
sufrimientos se convierten en nuevas ganancias para los capitalistas. Es cada vez mayor el nmero de personas,
particularmente las mal aseguradas, que no tienen ninguna posibilidad de recibir asistencia mdica. Esto se

manifiesta desfavorablemente en su salud y en muchos casos conduce a la muerte prematura.


En los pases en desarrollo son 1.500 millones las personas que no tienen posibilidad de recibir asistencia mdica,
y 400 millones de ellas son aos de hasta 6 aos de edad. En medicinas se gasta, per cpita, 70 veces menos
recursos que en los pases desarrollados del capital. Entre los habitantes de los jvenes pases liberados causan
estragos las enfermedades. Aqu son un fenmeno permanente la tuberculosis, el paludismo, las enfermedades
gstricas y otras.

El crecimiento del precipicio entre la burguesa y la clase obrera


A medida que se desarrolla el capitalismo, va aumentando el precipicio social que divide a los obreros y los
capitalistas. Incluso en el perodo de auge de la economa capitalista, cuando crecen los salarios de los obreros, el
aumento de las ganancias de los capitalistas adelanta mucho este crecimiento. A costa de la apropiacin de la plusvala los ricos se hacen ms ricos. Pero la situacin del proletariado, en comparacin con la burguesa que se
enriquece, empeora. Se reduce la parte del proletariado tambin en la renta nacional, en el producto social conjunto
y en toda la riqueza nacional del pas. He aqu qu aspecto tiene este proceso en EE.UU. Actualmente menos de
1%, de la poblacin de este pas mantiene en sus manos cerca de la mitad de toda la riqueza nacional. Las familias
ms ricas, que componen el 0,3% de la poblacin, dominan el 22% de la riqueza. A este polo de la riqueza se
opone en EE.UU., igual que en todos los pases capitalistas, el polo del trabajo. El 60% de los ciudadanos
norteamericanos pertenecientes a este polo poseen nicamente el 7,5% de la riqueza nacional. Esto significa que a
cada persona le corresponde aqu, como promedio, 600 veces menos bienes materiales que al 0,3% que compone
la cspide de la poblacin. Como vemos, la desproporcin es enorme. El precipicio en el capitalismo es
insuperable.
La carrera en pos de plusvala acrecienta la ofensiva del polo de la riqueza, del polo del capital, contra el polo del
trabajo. En 1974, el nmero de pobres cuyos ingresos eran inferiores al lmite de la indigencia aceptada en EE.UU.
ascenda a algo ms de 23 millones de personas; hacia comienzos de 1983 este nmero creci en un 50%,
llegando a 35 millones de personas, o el 15% de la poblacin del pas.
Aunque la indigencia en EE.UU. y en otros pases capitalistas desarrollados es alta, de ningn modo puede
compararse con la pobreza en los jvenes Estados liberados, pues en estos pases son ms de 1.000 millones las
personas que viven en condiciones de indigencia extrema. El ingreso per cpita de 800 millones de ellas no llega a
150 dlares al ao. Esto significa que reciben al da no ms de 41 centavos.
Con el pasar de los aos no se reduce, sino que aumenta el precipicio de la pobreza que divide a los pases
capitalistas industriales y los Estados en desarrollo. Los clculos muestran que en 1770 el producto nacional bruto
era, per cpita, en los pases de Europa 1,2 veces ms alto que en los pases que hoy se denominan Estados en
desarrollo. Cien aos despus -en 1870- esta desproporcin era ya de 3,5 veces. Un siglo ms tarde -en 1970creci hasta 7,3 veces. Hay razones para suponer que en el ao 2000 el valor del producto nacional bruto per
cpita ser en los pases capitalistas desarrollados 14 veces ms alto que en los Estados en desarrollo.

10. LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA CONTRA LA EXPLOTACIN CAPITALISTA


El acrecentamiento de la explotacin y la ofensiva del capital contra los derechos vitales de los trabajadores
suscitan la resistencia constante del proletariado y sus aliados. La clase obrera se levanta valerosamente en
defensa de sus intereses vitales; desenvuelve una lucha abierta contra la burguesa, y esta lucha quebranta los
pilares de la sociedad burguesa.

Las primeras batallas clasistas del proletariado


La lucha de clase del proletariado hasta comienzos del siglo XIX se desenvolva en las formas ms simples. En
este perodo se introducan las primeras mquinas, cuya utilizacin provocaba el desempleo, conduca al
alargamiento de la jornada laboral y la intensificacin del trabajo. Por eso los obreros vean el quid del mal no en las
relaciones capitalistas, sino en las mquinas. De ah que dirigieran su lucha contra ellas.
Ya en el siglo XVII pas por casi toda Europa una ola de indignacin de los obreros contra las mquinas para tejer
cintas y galones. En el siglo XVIII los obreros quemaron las primeras mquinas tundidoras. En las postrimeras del
siglo XVIII y comienzos del XIX se desenvolvi el movimiento de los ludditas, llamado as por el nombre del
legendario aprendiz Ned Ludd, quien, al parecer, fue el primero que destruy una mquina herramienta. El
movimiento de los ludditas se caracteriz por la destruccin en masa de la maquinaria en las fbricas inglesas.

Con el pasar del tiempo, el proletariado comenz a comprender mejor su situacin. Los obreros se dieron cuenta de
que haba que luchar no contra las mquinas, sino contra su empleo capitalista, contra la explotacin capitalista. La
lucha clasista del proletariado se elev a un nivel ms alto y adquiri diversas formas.

La lucha econmica de la clase obrera


Desde comienzos del siglo XIX se desenvolvi ampliamente la lucha econmica de la clase obrera, cuyo objetivo
era defender los intereses econmicos directos del proletariado, oponerse a la tendencia de los capitalistas de
acrecentar interminablemente la explotacin. Ya en las etapas tempranas de la lucha econmica, los obreros
crearon cajas de ayuda mutua, cajas hospitalarias, cooperativas. Junto con estas organizaciones, en la primera
mitad del siglo XIX comenzaron a surgir los sindicatos. Primero aparecieron en Inglaterra y despus en otros
pases. Hoy, los sindicatos actan como poderosas agrupaciones que luchan por el mejoramiento de las
condiciones de trabajo y la vida cotidiana de los trabajadores. En las filas de los sindicatos de los pases capitalistas
hay casi 134 millones de afiliados.
La lucha econmica de la clase obrera abarca un amplio abanico de problemas que tienen vital importancia para los
trabajadores. Los obreros se pronuncian contra los mtodos de la produccin tanto de plusvala absoluta como de
plusvala relativa. El golpe principal lo dirigen contra los monopolios capitalistas. Durante mucho tiempo el centro de
las reivindicaciones econmicas del proletariado fue la reduccin de la jornada laboral, y los obreros lograron aqu
que el capital hiciera serias concesiones. Se lucha activamente contra la monstruosa intensificacin del trabajo y el
aumento incontrolado de los trabajos extra. Los obreros se pronuncian constantemente por el mejoramiento de las
condiciones de trabajo, el aumento de las vacaciones pagadas y el cumplimiento de las exigencias de la tcnica de
seguridad.
En la lucha econmica del proletariado se presta enorme atencin a los problemas de los salarios. Los obreros se
pronuncian siempre contra la tendencia del capital a aumentar la plusvala a costa de reducir los salarios hasta el
extremo; ellos tratan de lograr la mejora de los salarios, de liquidar la discriminacin en el pago de los distintos
grupos de trabajadores. Es tenaz la resistencia de los obreros a la poltica antipopular de "congelar" los salarios, a
la que recurren ampliamente los gobiernos burgueses. Se desenvolvieron las acciones de los obreros por la
igualdad de derechos de las mujeres, en defensa de los obreros extranjeros.
La consigna de la mejora de los salarios se conjuga, generalmente, en la lucha del proletariado con otras
reivindicaciones orientadas a aumentar los ingresos reales de los trabajadores. La clase obrera se esfuerza por
lograr el mejoramiento del seguro social y el aseguramiento jubilatorio, el establecimiento del subsidio de cesanta.
Acta diligentemente contra la poltica fiscal del Estado burgus orientada a acrecentar el saqueo a los
trabajadores. No se debilita la lucha contra la actitud rapaz del capital respecto a la salud de los trabajadores. Se
amplan las acciones por asegurar condiciones normales para el descanso y en defensa del medio ambiente. Los
obreros reivindican el mejoramiento y perfeccionamiento de la instruccin escolar y la preparacin profesional,
bregan por el mejoramiento de las condiciones de vivienda. Se ampla el movimiento por la ocupacin de casas y
pisos deshabitados para los destechados.
En la lucha econmica de la clase obrera va ocupando un lugar cada vez ms destacado la brega contra el
desempleo. Los obreros se pronuncian contra el cierre de fbricas, minas, talleres; luchan contra los despidos en
masa; tratan de lograr la conservacin de los empleos. Cuando los empresarios no quieren ceder, los trabajadores
se apoderan con frecuencia de las empresas y se oponen a los intentos de los capitalistas de parar el trabajo. Se
practica ampliamente el apoyo a los despedidos, la expresin de solidaridad con ellos.
La envergadura de la lucha huelgustica va en aumento a medida que crece la conciencia y el grado de
organizacin del proletariado. Desde 1919 hasta 1939, en las huelgas y paros realizados en los pases capitalistas
participaron, como promedio, 3,5 millones de personas al ao, mientras que en los aos 60 la cifra se elev hasta
12,7 millones y en los aos 70 hasta 21,7 millones. A la lucha huelgustica se incorporan cada vez ms ampliamente los obreros de muchos Estados en desarrollo.
Son tambin ms diversas las formas de la lucha huelgustica. En unos casos afectan a una o varias empresas; en
otros, a toda la rama.
Las huelgas juegan un papel particular en las empresas clave de una u otra rama; son una advertencia a los
empresarios y muestran la decisin de los obreros de plantear ante ellos reivindicaciones nicas. Se practican las
huelgas que "ruedan" de una empresa a otra, y las huelgas con presin creciente, cuando a los huelguistas se van
uniendo paulatinamente nuevos y nuevos destacamentos de obreros. Hay, por ltimo paros generales, en los que
participan todos o casi todos los obreros del pas.
La diversidad de formas de la lucha huelgustica permite a los obreros evitar considerables prdidas materiales y, al

mismo tiempo, presionar sobre los capitalistas para tratar de conseguir la satisfaccin de sus reivindicaciones.
Adems de las distintas huelgas, en la lucha econmica de la clase obrera se emplean muchos otros medios:
manifestaciones, conferencias, mtines, marchas de protesta. Para defender sus reivindicaciones, los obreros se
valen de la prensa, la radio y la televisin. En septiembre de 1982 se organiz en Londres una manifestacin en
apoyo de los trabajadores de las instituciones mdicas en huelga, en la que participaron ms de 120.000 ingleses.
Ellos pasaron en columnas frente al Parlamento y celebraron un mitin.
Se activa la lucha de los desocupados. En los aos 70 y 80 del siglo XX se celebraron en EE.UU. y la RFA
congresos nacionales de desempleados. En el primer congreso celebrado en la RFA participaron 250 distintos
grupos y uniones de personas que carecan de trabajo. La consigna del congreso era "El desocupado no es un
indefenso". Por todo el pas se organizaron "comits de iniciativa cvica", que se plantean la tarea de combatir el
desempleo.

La lucha poltica del proletariado


En el curso de los combates de clase los obreros van tomando conciencia de que para solucionar sus tareas
fundamentales es insuficiente la lucha econmica. Esta forma de lucha clasista puede mejorar slo parcialmente su
situacin, pero no puede terminar con la explotacin capitalista. Para liquidar la explotacin capitalista es necesario
exterminar el rgimen burgus, y por eso el proletariado no se limita a la lucha econmica contra los capitalistas.
Junto con las medidas econmicas, el proletariado adelanta reivindicaciones polticas y desenvuelve ampliamente
la lucha poltica.
La lucha poltica es la forma superior de la lucha clasista del proletariado; no es ya una lucha de los obreros de
alguna empresa contra su propietario sino el combate de toda la clase de proletarios contra toda la clase de
capitalistas. Los obreros defienden en ella sus intereses radicales, que consisten en terminar, al fin de cuentas, con
la dominacin de la burguesa y establecer el poder del proletariado. Los obreros luchan para defender y ampliar
sus derechos polticos, para consolidar y desarrollar la democracia. Adquieren cada vez mayor significado sus
esfuerzos orientados contra la poltica exterior agresiva del imperialismo, por la paz, el desarme y la prevencin de
una nueva guerra mundial...
En las condiciones actuales, el movimiento obrero se caracteriza por la conjugacin de las formas econmicas y
polticas de lucha. Las demandas de los obreros rebasan cada vez con mayor frecuencia los marcos econmicos y
adquieren carcter poltico. En algunos pases crecen las dimensiones de las huelgas, manifestaciones y otras
acciones masivas de los trabajadores, que transcurren bajo consignas polticas. Los obreros exigen cada vez con
mayor insistencia que se les conceda el derecho de participar realmente en la gestin de la produccin.
Estn dirigidas directamente al poder estatal las exigencias de los obreros de que se tomen medidas eficaces
contra el desempleo y el alza de los precios. Se dirigen a los gobiernos las protestas de los trabajadores contra la
poltica de reducir las asignaciones del Estado para las necesidades sociales. Los obreros se pronuncian contra la
legislacin antisindical y la persecucin de los activistas sindicales; luchan por la amplia participacin en la solucin
de los problemas econmicos y sociales vitales a nivel local y estatal. En Italia, por ejemplo, los participantes en la
huelga de constructores, convocada en enero de 1982 y en la que particip un milln de personas, presentaron la
demanda de elaborar un plan nacional para la construccin de viviendas. En febrero de ese mismo ao, los
energticos y electricistas italianos se pronunciaron por un plan energtico nico para el pas. Esta reivindicacin se
expres durante el paro general, en el que participaron 120.000 obreros y empleados.

Los partidos comunistas y obreros


En la lucha contra la burguesa, contra el rgimen de opresin y explotacin, el proletariado madura, cobra fuerzas.
Crece su nmero y su grado de organizacin, se fortalecen los vnculos con las masas trabajadoras; en las batallas
de clase manifiesta coraje, firmeza, creciente disciplina y unidad de accin. La lucha de la clase obrera por sus
intereses directos, estrechamente vinculada con su objetivo final, la liquidacin de las propias bases que engendran
la explotacin capitalista, eleva la conciencia revolucionaria de las masas. El proletariado se convierte en el
portavoz no slo de sus intereses clasistas, sino tambin de los intereses de todos los trabajadores. Acta como
fuerza hegemnica de todos los que luchan contra el rgimen capitalista.
Una muestra de la madurez de la clase obrera es la creacin de su partido poltico. Los partidos comunistas y
obreros marxistas-leninistas son la vanguardia del proletariado, la fuerza que dirige y revoluciona al movimiento
obrero. El partido agrupa y organiza a la clase obrera en la lucha por la liquidacin del rgimen de explotacin capitalista y por la transicin al socialismo; arma al proletariado con los conocimientos de la teora marxista-leninista
del desarrollo social y asegura la unidad de su objetivo, voluntad y accin.

El primer partido marxista fue la Liga de los Comunistas, fundada en 1847 por Carlos Marx y Federico Engels.
Estaba integrada tan slo por varios centenares de personas.
Todo lo notable que se alcanz con la lucha de la clase obrera se logr bajo la direccin de los partidos comunistas
y obreros. Sin la participacin de los comunistas no sucede ningn acontecimiento grande, ningn cambio
considerable en la vida de los pueblos de distintos pases y de todo el mundo. Los comunistas, pertrechados con la
doctrina marxista-leninista, ven ms profundamente la esencia de los procesos que transcurren y determinan con
mayor justeza y precisin las perspectivas de la lucha por los intereses de la clase obrera y de todos los
trabajadores. Siempre se encuentran en las posiciones delanteras de esta lucha, en sus sectores ms difciles y de
mayor responsabilidad. Las mayores victorias de la clase obrera y los pueblos oprimidos han sido dirigidas por
partidos comunistas o por movimientos dirigidos por comunistas.
La lucha poltica es la forma superior de la lucha clasista del proletariado; no es ya una lucha de los obreros de
alguna empresa contra su propietario sino el combate de toda la clase de proletarios contra toda la clase de
capitalistas. Los obreros defienden en ella sus intereses radicales, que consisten en terminar, al fin de cuentas, con
la dominacin de la burguesa y establecer el poder del proletariado. Los obreros luchan para defender y ampliar
sus derechos polticos, para consolidar y desarrollar la democracia. Adquieren cada vez mayor significado sus
esfuerzos orientados contra la poltica exterior agresiva del imperialismo, por la paz, el desarme y la prevencin de
una nueva guerra mundial...
En las condiciones actuales, el movimiento obrero se caracteriza por la conjugacin de las formas econmicas y
polticas de lucha. Las demandas de los obreros rebasan cada vez con mayor frecuencia los marcos econmicos y
adquieren carcter poltico. En algunos pases crecen las dimensiones de las huelgas, manifestaciones y otras
acciones masivas de los trabajadores, que transcurren bajo consignas polticas. Los obreros exigen cada vez con
mayor insistencia que se les conceda el derecho de participar realmente en la gestin de la produccin.
Estn dirigidas directamente al poder estatal las exigencias de los obreros de que se tomen medidas eficaces
contra el desempleo y el alza de los precios. Se dirigen a los gobiernos las protestas de los trabajadores contra la
poltica de reducir las asignaciones del Estado para las necesidades sociales. Los obreros se pronuncian contra la
legislacin antisindical y la persecucin de los activistas sindicales; luchan por la amplia participacin en la solucin
de los problemas econmicos y sociales vitales a nivel local y estatal. En Italia, por ejemplo, los participantes en la
huelga de constructores, convocada en enero de 1982 y en la que particip un milln de personas, presentaron la
demanda de elaborar un plan nacional para la construccin de viviendas. En febrero de ese mismo ao, los
energticos y electricistas italianos se pronunciaron por un plan energtico nico para el pas. Esta reivindicacin se
expres durante el paro general, en el que participaron 120.000 obreros y empleados.

Los partidos comunistas y obreros


En la lucha contra la burguesa, contra el rgimen de opresin y explotacin, el proletariado madura, cobra fuerzas.
Crece su nmero y su grado de organizacin, se fortalecen los vnculos con las masas trabajadoras; en las batallas
de clase manifiesta coraje, firmeza, creciente disciplina y unidad de accin. La lucha de la clase obrera por sus
intereses directos, estrechamente vinculada con su objetivo final, la liquidacin de las propias bases que engendran
la explotacin capitalista, eleva la conciencia revolucionaria de las masas. El proletariado se convierte en el
portavoz no slo de sus intereses clasistas, sino tambin de los intereses de todos los trabajadores. Acta como
fuerza hegemnica de todos los que luchan contra el rgimen capitalista.
Una muestra de la madurez de la clase obrera es la creacin de su partido poltico. Los partidos comunistas y
obreros marxistas-leninistas son la vanguardia del proletariado, la fuerza que dirige y revoluciona al movimiento
obrero. El partido agrupa y organiza a la clase obrera en la lucha por la liquidacin del rgimen de explotacin capitalista y por la transicin al socialismo; arma al proletariado con los conocimientos de la teora marxista-leninista
del desarrollo social y asegura la unidad de su objetivo, voluntad y accin. El primer partido marxista fue la Liga de
los Comunistas, fundada en 1847 por Carlos Marx y Federico Engels. Estaba integrada tan slo por varios
centenares de personas.
Todo lo notable que se alcanz con la lucha de la clase obrera se logr bajo la direccin de los partidos comunistas
y obreros. Sin la participacin de los comunistas no sucede ningn acontecimiento grande, ningn cambio
considerable en la vida de los pueblos de distintos pases y de todo el mundo. Los comunistas, pertrechados con la
doctrina marxista-leninista, ven ms profundamente la esencia de los procesos que transcurren y determinan con
mayor justeza y precisin las perspectivas de la lucha por los intereses de la clase obrera y de todos los
trabajadores. Siempre se encuentran en las posiciones delanteras de esta lucha, en sus sectores ms difciles y de
mayor responsabilidad. Las mayores victorias de la clase obrera y los pueblos oprimidos han sido dirigidas por
partidos comunistas o por movimientos dirigidos por comunistas.

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