FEMEDICIDIO
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FEMEDICIDIO
RESUMEN
De los puetazos y patadas se ha pasado a los acuchillamientos, a los
martillazos. La violencia contra la mujer se ha tornado cada vez ms brutal. La
situacin es preocupante y las medidas adoptadas nunca son suficientes.
Muchas mujeres mueren en manos de sus parejas. Otras milagrosamente
logran sobrevivir aunque las marcas quedarn por siempre en sus cuerpos y el
dolor en el alma.
De acuerdo a la informacin que brinda el Ministerio de la Mujer las mujeres
que sufren de violencia familiar estn en el rango de los 18 y 35 aos. Estos
mismos estudios revelan tambin las zonas de mayor incidencia de ataques.
El observatorio de criminalidad del Ministerio Pblico ha dado a conocer la
escalofriante estadstica del feminicidios en el Per. Solo en el 2012, 97
mujeres fueron asesinadas en la mayora de casos por sus parejas. 24 mujeres
murieron en Lima, 9 en Junn, 6 en Puno, 6 ms en Tacna y muchas ms en
otras ciudades del pas.
El agresor es cada vez ms salvaje ya que de las 97 vctimas se ha establecido
que 28 murieron acuchilladas, 22 asfixiadas y 18 por impacto de bala sin dejar
de mencionar casos en los que algunas mujeres han muerto a golpes,
envenenadas, atropelladas y hasta degolladas. stas son las cifras de las
mujeres que ya no estn, de las vctimas, pero tambin es la estadstica de los
cobardes que deben ser denunciados sin temor, sin miedo.
Palabras Claves: Violencia, mujer, parejas, Ministerio, vctimas, estadstica.
INTRODUCCION
En general nuestro Estado tiene un marco legal rico y amplio
en materia de Derecho Internacional para la defensa de los Derechos de las
Mujeres; pero el nudo se encuentra en que no se han generado mecanismos,
ni ha existido la voluntad poltica para que esta legislacin internacional se
implemente en la normatividad nacional y se refleje en
la jurisprudencia del sistema judicial
En trminos de institucionalidad si bien existen diversas instancias del Estado
relacionadas con derechos humanos, estas no desarrollan polticas reales a
favor de los mismos y menos a favor de los derechos humanos de las mujeres.
Pero ni los avances en materia legal ni en trminos de institucionalidad sern
suficientes, en la medida que las instituciones encargadas de velar por los
derechos de las mujeres, sigan estando en mano de individuos que priorizan
sus concepciones religiosas al desarrollo de polticas de estado, como las
acordadas entre la sociedad civil y los partidos polticos en el marco del
Acuerdo Nacional, vulnerando el principio de laicidad del Estado consagrado en
el artculo 50 de la Constitucin Poltica del Per.