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Invencin de prodigios.
La literatura hierofnica novohispana
Antonio Rubial*
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a menudo por los autores a los sacristanes de los santuarios, de los exvotos, en que se pintan y se narran
brevemente numerosos prodigios y,
sobre todo, de la tradicin oral. Los
autores de estas narraciones, ms
que ningn otro escritor de historia,
utilizaron abundante informacin
procedente del mbito popular, por lo
que estas obras deben ser consideradas como la sntesis y coronacin de
un largo proceso de creacin colectiva, en la que el elemento popular se
amalgam y estructur dentro de la
ptica criolla.
Este carcter popular no slo influy en la narracin, llen tambin
todas las manifestaciones del culto,
un culto en el que se entrelazaban
las religiosidades indgenas y occidentales. A la prctica espaola de la
romera o el jurar por la corona de
la virgen, se sumaban las danzas,
tocotines y msica de procedencia
prehispnica y las ofrendas indgenas de copal, mazorcas de maz y
fruta. La religiosidad mgica europea se entrelazaba con las prcticas
de pueblos que vivan para sus dioses. La convivencia, sin embargo, no
dej de tener conflictos que se manifestaron a menudo en los intentos,
exitosos o fallidos, de usurpacin de
imgenes indgenas por el mbito
espaol.
Ese mismo fenmeno de apropiacin es el que podemos observar en
la literatura hierofnica cuyos materiales han sido tomados de la tradicin oral popular y reelaborados con
un nuevo sentido. La fijacin textual
obtenida con la escritura marca la
transformacin de una narracin oral
plural en un paradigma sacralizado
y nico que se convierte, a su vez, en
materia prima para otras narraciones orales y escritas referidas a otras
imgenes. Asimismo, para algunas
de las imgenes sobresalientes se
crearon verdaderos ciclos narrativos
que difundieron el mensaje y los con-
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bol paradisiaco. Sin duda buena parte de sus metforas y del xito de su
mensaje tienen una deuda enorme
con la expansin del culto a la Inmaculada Concepcin en todos los mbitos del imperio espaol.
La siguiente dcada vio crecer la
difusin del culto. La obra de Snchez influy en otros textos como el
del jesuita Mateo de la Cruz (m.
1686), publicado en Puebla en 1660,
y en las informaciones que realizaron en 1666 Francisco de Siles (m.
1670 ca.) y un grupo de cannigos de
la catedral. Este ltimo documento
se basaba en un interrogatorio con el
que, dirigiendo las respuestas, se esperaban obtener las pruebas para
iniciar ante la Sagrada Congregacin
de Ritos los trmites para pedir misa
y oficio propios, un da de fiesta y al
aval del culto a la Virgen de Guadalupe por parte de Roma.10
En contraste con estos dos ltimos
textos (realizados para divulgar la devocin y sin ningn aporte novedoso)
se encuentra la obra de Luis Becerra
Tanco (1603-1672), polglota y cientfico criollo, profesor de astrologa y
matemticas de la universidad y que
haba participado en las informaciones de 1666. Despus de un opsculo
sobre el tema aparecido ese mismo
ao, Becerra public su Felicidad de
Mxico en 1675, obra que alcanz diecisis ediciones e intentaba dar al relato guadalupano un sustento histrico
y cientfico. Despus de la acostumbrada queja por la falta de documentos originales y de una velada alusin
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Los textos guadalupanos tuvieron
tambin impacto en Europa y sus narraciones fueron insertadas en las obras de
los jesuitas Juan Eusebio Nieremberg,
Guillermo Gumppenberg y Anastasio Nicoselli. Jaime Cuadriello, La propagacin de las devociones novohispanas: las
guadalupanas y otras imgenes preferentes, en Mxico en el mundo de las colecciones de arte, 3 vols., Mxico, Azabache,
1994, vol. I, p. 260.
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mn a todas era la voluntad de Mara de mostrar su especial predileccin por este territorio.
Para Florencia, y esto es una constante a lo largo de su obra, el principal argumento que avalaba la devocin a estas imgenes era que haba
existido una continuada tradicin histrica sobre ellas; reconstruir esa tradicin era el principal objetivo de sus
obras. Junto a la existencia de una
ininterrumpida devocin estaba tambin la autoridad de los obispos que
haban patrocinado los santuarios, la
difusin y multiplicacin de las imgenes que proliferaban en los altares
domsticos y la abundancia de limosnas de patronos ricos con que se edificaban sus santuarios. Adems Florencia daba a la imagen un carcter
de documento visual que nunca haba
tenido antes; es significativo al respecto el uso que hizo de pictogramas
indgenas y de ex-votos como pruebas, y el remarcar el carcter jeroglfico que posean algunos iconos.16
La obra monumental de Florencia,
que le permita hacer a menudo referencias cruzadas entre todas las imgenes que manejaba, no era slo una
literatura de propaganda para promover la devocin de los fieles; para l
las imgenes eran una muestra de los
favores divinos concedidos a su tierra,
una manifestacin de la unidad de la
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Francisco Xavier de Santa Gertrudis,
La cruz de piedra, imn de la devocin venerada en el Colegio de misioneros apostlicos de la ciudad de Santiago de Quertaro. Descripcin panegrica de su prodigioso
origen y portentosos milagros, Mxico, Francisco Ortega y Bonilla, 1722.
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tenticidad histrica de los sucesos narrados por Valeriano ante los embates del criticismo ilustrado, ms que
dar a conocer las historias ya fijadas y
divulgadas hasta la saciedad en el siglo anterior. La primera de estas
obras apologticas fue el Escudo de
Armas de la Ciudad de Mxico de Cayetano Cabrera Quintero, clrigo que
elabor un aparato argumental para
mostrar que la virgen era la protectora ms eficaz que la ciudad haba
tenido contra las epidemias. Escrita
alrededor de la jura del patronazgo
que hizo la capital en 1737, a raz de
la gran epidemia que la asolaba desde el ao anterior, la obra de Cabrera
Quintero, a pesar de prometer un exhaustivo anlisis de las fuentes, se
qued en una descripcin de los documentos ya conocidos y en una repeticin de los argumentos sealados por
el padre Florencia.20
En 1746, el mismo ao que sala
la obra de Cabrera Quintero, culminaba el entusiasmo nacido en 1737
con la jura del patronazgo general de
la guadalupana, sobre toda la Nueva
Espaa. Ahora slo faltaba conseguir
la confirmacin pontificia, cosa que
se logr en 1754. Sin embargo, junto
a una nueva oleada de reimpresiones
de algunos textos del XVII (algunas
incluso hechas en Madrid) tambin
comenzaron aparecer varias obras
crticas que, basadas en los textos recopilados por Carlos de Sigenza y
Lorenzo Boturini, volvan sobre el
argumento de la falta de pruebas do20
Cayetano Cabrera Quintero, Escudo
de Armas de Mxico, edicin facsimilar,
Mxico, IMSS, 1981 [1746].
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, Origen de los dos clebres santuarios de la Nueva Galicia..., Mxico, Jos Guillena Carrascoso, 1694
(otras ediciones: Mxico, Biblioteca
Mexicana, 1757; Mxico, Felipe Ziga y Ontiveros, 1766; Mxico, Felipe Ziga y Ontiveros, 1801, slo
sobre San Juan de los Lagos).
, La milagrosa invencin de un
tesoro escondido en un campo que
hall un venturoso cacique y que escondi en su casa para gozarlo a
solas, patente ya en el Santuario
de los Remedios en su admirable
imagen de Nuestra Seora..., Mxico, Mara de Benavides viuda de
Ribera, 1686 (otras ediciones: Sevilla, Siete Revueltas, 1745).
FLORENCIA, Francisco de y Juan Antonio de OVIEDO, Zodiaco Mariano, Mxico, Imprenta del Colegio
de San Ildefonso, 1755 (edicin
moderna: Antonio Rubial, Mxico, Conaculta, 1995).
GURIDI Y ALCOCER, Jos Miguel,
Apologa de la aparicin de Nuestra Seora de Guadalupe de Mxico, Mxico, 1820 (edicin moderna
en Ernesto de la Torre y Ramiro
Navarro, Testimonios histricos
guadalupanos,
Mxico,
FCE,
1982).
LASSO DE LA VEGA, Luis, Huey tlamahuizoltica omonexiti ilhuicac
tlatoca ihwapilli Sancta Maria,
Mxico, Juan Ruiz, 1649.
LIZANA, Bernardo de, Historia de Yucatn, Devocionario de Nuestra
Seora de Izamal y Conquista Espiritual, Valladolid, Jernimo Morillo, 1633 (edicin moderna: Mxico, Museo Nacional, 1893).
LOAYSAGA, Manuel, Historia de la
milagrossima imagen de Nuestra seora de Ocotln que se vene-
ra extramuros de la ciudad de
Tlaxcala, Puebla, Viuda de Miguel Ortega, 1745.
MENDOZA, Juan de, Relacin del santuario de Tecaxique en que est colocada la milagrosa imagen de
Nuestra Seora de los ngeles,
noticias de los milagros que el seor ha obrado en gloria de esta
santa imagen, Mxico, Imprenta
de Juan de Ribera, 1684 (edicin
moderna: Toluca, 1978).
MENDOZA, Lorenzo de, Origen de la
milagrosa imagen y santuario de
Nuestra seora de los Remedios
de Mxico, sus venidas a la ciudad y maravillas que ha obrado,
s.p.i. 1685.
SALGADO SOMOZA, Pedro, Breve noticia de la devotsima imagen de
Nuestra Seora de la Defensa...
Con un eptome de la vida del venerable anacoreta Juan Bautista
de Jess, Puebla, Diego Fernndez de Len, 1683 (otras ediciones: Puebla, Cristbal de Ortega
Bonilla, 1760).
SNCHEZ, Miguel, Imagen de la Virgen Mara madre de Dios de Guadalupe, celebrada en su historia
con la profeca del captulo doce del
Apocalipsis, Mxico, Viuda de Bernardo Cladern, 1648 (edicin moderna: Mxico, Tradicin, 1981).
SANTA GERTRUDIS, Francisco Xavier
de, La cruz de piedra, imn de la devocin venerada en el Colegio de misioneros apostlicos de la ciudad de
Santiago de Quertaro. Descripcin
panegrica de su prodigioso origen y
portentosos milagros, Mxico, Francisco Ortega y Bonilla, 1722.
SARDO, Joaqun, Relacin histrica y
moral de la portentosa imagen de
Nuestro Seor Jesucristo Crucifi-
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cado aparecida en una de las cuevas de San Miguel de Chalma, edicin facsimilar de la de 1810
(Biblioteca Enciclopdica del Estado de Mxico, 80), Mxico, 1979.
SARMIENTO, Pedro, Breve noticia del
origen y maravillas de la milagrosa imagen de Nuestra Seora de
la Salud... de Ptzcuaro, Mxico,
Mara de Ribera, 1742.
VALERIANO, Antonio, Nican Mopohua, edicin de Guillermo Ortiz de
Montellano, Mxico, UIA, 1990.
VELASCO, Alonso Alberto, Renovacin
por s misma de la soberana imagen de Cristo Seor Nuestro crucificado que llaman de Itzmiquilpan,
Mxico, Viuda de Rodrguez Lupercio, 1688 (otras ediciones: Mxico,
Mara de Benavides viuda de Ribera, 1699; Mxico, Herederos de Jos de Juregui, 1790; Mxico, Mariano Ziga y Ontiveros, 1807;
Mxico, Tipografa Cristbal Coln, 1932; Mxico, Convento de
Carmelitas Descalzas, 1996).
Otras obras citadas
ALBERRO, Solange, Remedios y Guadalupe: de la unin a la discordia,
en Clara Garca Ayluardo y Manuel
Ramos Medina (coords.), Manifestaciones religiosas en el mundo colonial americano, Mxico, Condumex/INAH/UIA, 1994, pp. 315-329.
ALCAL, Luisa Elena, Pues para
qu son los papeles...? Imgenes y
devociones novohispanas en los
siglos XVII y XVIII, en Tiempos de
Amrica, nm. 1, 1997, pp. 43-56.
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