La Última Niebla de María Luisa Bombal: Fantasías, Imaginarios y Temporalidades. Una Mirada Desde La Vivencia Femenina de La Intimidad.

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La ltima Niebla de Mara Luisa Bombal

Fantasas, imaginarios y temporalidades. Una mirada desde la vivencia femenina de la


intimidad
Por Gabriela Montiel1
Qu por qu leo? Porque en los libros me encuentro, son las vas de perdicin de mi
misma que posibilitan desarmarme y rearmarme; quitando piezas oxidadas, partes podridas
y escogiendo piezas novedosas, misteriosas e incluso perversas que me van completando
cual rompecabezas mutable.
A Mara Luisa Bombal la conoc a travs de una pelcula. Soy adicta a libros y a pelculas,
mi da perfecto sera pasar entrando y saliendo de una sala de cine, viendo cine de todos los
lugares del mundo, con historias hermosas, crudas y creativamente/locamente narradas. En
una de esas aventuras de bsqueda rutinaria de nuevas pelculas que llenen las cajas de
zapatos que guardo como tesoros en mi casa, me encontr con la pelcula Bombal.

(Blanca Lewin interpreta a Mara Luisa Bombal en la pelcula Bombal)

Bombal (2011) es una pelcula chilena de 81 minutos dirigida por Marcelo Ferrari, parte de
la sinopsis que se puede encontrar en Filmaffinity dice Bombal narra la historia real de
una de las mujeres ms importantes de la literatura iberoamericana. Genial escritora y
amante obsesiva, Mara Luisa Bombal, magntica y apasionada, logr por primera vez dar
voz ertica literaria a la mujer. La actriz Blanca Lewin interpreta a la obsesiva escritora.
Luego de ver la peli corr a Google el trabajo de Bombal (1910-1980). Y as me encontr
con sus cuentos, El rbol (1931) est entre ellos y me atrap. Luego su novela La
Amortajada (1938), me la le de un tirn y fui viendo su propuesta y el trato de los
personajes femeninos, la constante nostlgica, depresiva, melanclica, esa construccin de
mundos ms all de la realidad cotidiana concreta.

Gabriela Montiel (Simone Plus): Antroploga social, bloguera, adicta a los libros, pelculas y msica.

Y entonces lleg el momento en que leyramos La ltima niebla (1934) en el club de


lectura. Una novela corta de poco ms de 50 pginas, un archivo escaneado de un texto que
se ve pasado aos, que incluso trae subrayados en lapicero, y que es la segunda edicin de
la novela.

(captura de pantalla del texto p. 35)

Leer a Mara Luisa Bombal, reconocerla como una voz poderosa en


la regin, y visitar sus mundos, es tambin conectar con esos
mundos que deambulan en nuestras cabezas. La lnea central en la
novela, la fantasa. Una mujer proveniente de una familia chilena
clase acomodada, casada con un primo rpidamente se da cuenta de
que est en la vida de este hombre no para ser ella, sino para
sustituir a la ex esposa muerta.
Por lo tanto se ve a s misma como la sustituta involuntaria de un
espacio/lugar/historia. Al pasar el tiempo de este matrimonio va
pesando la rutina y la imposibilidad de funcionar en base a esa expectativa de llenar el
espacio de una que ya no est. En este devenir ocurre el escape, la fuga de la realidad, la
niebla como cmplice, testigo y acompaante de un viaje que la protagonista emprende
sola.
Una noche sale a caminar y mientras llega a la plaza de la ciudad se encuentra con un
hombre desconocido, a quin ella sigue hasta una casa en la que tienen relaciones sexuales.
Y aqu me detengo un rato. La fantasa de escape de esa cotidianidad que pesa en una casa
acomodada, testigo de ese matrimonio hueco tan lleno de rutinas. El cuerpo con quin se
encuentra en ese escape en busca de aire, fuera de la casa/realidad que habita, es un cuerpo
mestizo, piel morena, musculoso, fuerte; opuesto a su realidad, en la que habita un esposo
en duelo, plano y que llora las pocas veces que tiene relaciones sexuales con ella mientras
la llama por el nombre de la difunta esposa.
Antecedentes al encuentro en la plaza
Primero, est una vida predecible, una convivencia en pareja rutinaria y predecible; que
asfixia a la protagonista de la historia. La asfixia, hace que sus entraas se retuerzan y sus

energas colores vayan menguando. La expectativa de llenar el lugar de una muerta pasa
por una serie de rituales de domesticacin conyugal.
La voz de la protagonista cuenta Mi marido me ha obligado despus a recoger mis
extravagantes cabellos; porque en todo debo esforzarme en imitar a su primera mujer, a su
primera mujer que, segn l, era una mujer perfecta (p. 39). El fantasma de esa perfeccin,
que solo existe mientras se guarda un recuerdo de alguien que fue, cuya imagen quedo
congelada en ese ficcionado estado de perfeccin. Cmo estando viva se compite con una
ficcin muerta que no va a mutar que est congelada en un estado idealizado por Daniel (el
esposo)?
La certeza de saber lo que ocurrir cada da, a cada momento provoca progresivamente
convulsiones fsicas en el cuerpo de la protagonista De nuevo en m este dolor punzante
como un grito (p. 43). Ese grito de querer ms, una narrativa presente a lo largo del trabajo
que he ledo de Bombal, saber que se quiere ms, construir y darle forma y color a fantasas
propias y particulares. Reconociendo lo limitada de la vida cotidiana, y lo cansino de la
resignacin Mi dolor de estos ltimos das, ese dolor lancinante como una quemadura, se
ha convertido en una dulce tristeza que me trae a los labios una sonrisa cansada (p. 46).
En un punto de la historia previo al encuentro con el hombre en la plaza, la pareja viaja y
pasa un tiempo en la ciudad, se desplaza entonces una neblina que va cubriendo el entorno,
desdibujando los mrgenes de los lugares, cubriendo las esquinas, y asfixiando tambin de
manera simblica la realidad concreta de la vida de esta mujer. Verse a s misma, asfixiada
por ser ella en esa realidad, por estar rodeada de gente que est y no la toca, por estar en
una cama con un hombre que ya conoce demasiado y que ve desbordado por su duelo.
El encuentro con ese hombre desconocido
La neblina es la evidencia de lo que ocurre en lo ntimo, aire y espacio cubierto, existencia
reducida, visibilidad escasa; La neblina, esfumando los ngulos, tamizando los ruidos, ha
comunicado a la ciudad la tibia intimidad de un cuarto cerrado (p. 46). En una noche en la
que no logra conciliar el sueo decide salir a caminar. Y es cuando llega a la plaza de la
ciudad y se encuentra con este hombre de sus fantasas Un hombre est frente a m, muy
cerca de m. Es joven; unos ojos muy claros en un rostro moreno y una de sus cejas,
levemente arqueada, prestan a su cara un aspecto casi sobrenatural. De l se desprende un
vago, pero envolvente calor (p. 48).
Y nos preguntamos, Por qu este cuerpo y no otro es el que aparece en sus fantasas? Nos
resulta interesante que el hombre de este encuentro no sea un hombre de su mismo estrato
social, Qu implica que sea un hombre moreno-mestizo el que simboliza su escape hacia
una realidad ms libre, espontnea y divertida? La pasin que aora en la cotidianidad se ve
representada en este cuerpo moreno, que emana calor. Un calor que la sobrecoge, y la
envuelve. Un calor al que ella abraza y se entrega sin pensar.
Es adems, un hombre desconocido, no logra verle concretamente el rostro, la sombra del
cuarto, los claroscuros no le permiten luego del encuentro, recordar sus facciones, tampoco

sabe el nombre del personaje. Entonces, que significa que sea este hombre, sin identidad,
un cuerpo moreno, fornido, caliente; el que refleja el deseo, la bsqueda de pasin y
libertad de la protagonista.
Hay un gesto en esta novela que nos parece interesante, la Bombal ubica a este personaje
annimo, cuya corporalidad representa en el imaginario social/sexual de un Chile de los
aos 30 a un grupo social concreto. Estamos hablando de asignaciones raciales, de clase y
sexuales implicadas en este cuerpo, este es el cuerpo del deseo que simboliza el vivir de
verdad, el conocer el amor, desde la voz de la protagonista. Una mujer casada, de casa, que
forma parte de un grupo social acomodado, en el que los hombres salen a cazar y familias
que tienen ms de una casa en la que pasar temporadas de sus vidas.
Y este gesto de ubicar a este cuerpo, a este personaje y no otro, como el personaje que gua
a la protagonista de la historia al camino de la libertad; en contraposicin al esposo en
duelo y lleno de rutinas y exigencias, lo vemos como una provocacin/cuestionamiento, de
la propia Bombal a sus propios crculos sociales, y al imaginario social/sexual de un Chile
conservador de la dcada de los 30.

Una mujer que sale sola en una noche cualquiera, sabiendo lo


que eso ha implicado e implica histricamente en todas las
sociedades del mundo, que se encuentra con un desconocido,
que se lanza a este desconocido, a su cuerpo, y que luego
disfruta dejarse llevar por l. Una mujer que camina con un
desconocido a un lugar desconocido Ando, pero ahora un
desconocido me gua (p. 48), con quin construye un mundo
protegido de la niebla/hasto/asfixia cotidiana La noche y la
neblina pueden aletear en vano contra los vidrios de la
ventana, no conseguirn infiltrar en este cuarto un solo tomo
de muerte (p. 49).
Se trata de un encuentro en el que lo nico que importa es la carne, que ya luego ella
cargar de afecto y de amor, pero que en un primer momento es sexo, deseo, pasin,
entrega; Su piel es oscura, pero un vello castao al cual se prende la luz de la lmpara, lo
envuelve de pies a cabeza en una aureola de claridad. Tiene piernas muy largas, hombros
rectos y caderas estrechas (p. 50). Lo que importa es el cuerpo que tiene frente a ella, ese
cuerpo desnudo que anhela que la penetre y al que desea urgentemente asirse y aferrarse sin
descanso. Un cuerpo que se huele, se come, se disfruta Su carne huele a fruta y vegetal
(p. 50-51). Es un relato provocador en una poca llena de moral y juicio social, sobre todo
narrado por la voz de una mujer. Una mujer de un grupo social privilegiado, pero una mujer
al fin y al cabo.
Esto sumado a todos los cuestionamientos con los que convivi Bombal por su estilo, por
ser mujer y escribir, y por escribir sobre estos temas, abordar el erotismo en una sociedad
marcadamente conservadora, mojigata. La fantasa es el circuito de historias creadas en la

mente de la protagonista que guarda este encuentro como la evidencia de que vivi de
verdad al menos una vez, que si conoci el amor, de verdad. Y este relato que rememora
una y otra vez en sus momentos de ocio y a solas en la casona que habita, es lo que la
mantiene viva.
El recuerdo de este encuentro, la certeza de haber vivido al menos una vez, en un punto
posterior en la novela se desintegra, ah vern ustedes por qu si se animan a leerla; el
asunto es que la fantasa aparece en esta narrativa como la posibilidad de sobrevivir en un
espacio ntimo asfixiante, en una esfera privada de los afectos predecible y hueca, carente
de emocin, espontaneidad o pasin.
La pareja intimidad/feminidad
La esfera de lo ntimo/privado ha sido asignada desde la estructura patriarcal de las
sociedades/deseos como el reino en el que las mujeres pueden tomar decisiones. No es
extrao que en las novela y cuentos de Bombal sean estos los escenarios en lo que se
despliegan las obsesiones, nostalgias, crisis y fantasas de las protagonistas de sus historias.
Lo que si rompe es como las mujeres narradas en la pluma de Bombal, quiebran sus
realidades. En este caso el escapar del espacio privado al pblico en una madrugada,
cubierta por neblina, y dejarse guiar por un desconocido, fuera del grupo social al que se
pertenece y que sea la sexualidad la esfera que permita realmente sentir y ser. Y luego
simplemente irse de la casa del amante, sin aviso y sin darle largas a esa despedida.
Reconociendo ese encuentro sexual como el respiro en medio de tanta asfixia.
Esta narrativa, ubicada en su poca y en su contexto, e incluso en la actualidad, dialoga con
estas premisas de la vida afectiva, ntima en los imaginarios instaurados de la feminidad. Lo
subjetivo desborda las pginas de la novela de Bombal, permitiendo que nos sintamos
invadidxs por esa neblina y la acompaamos en su deseo por dejarse guiar por ese hombre
desconocido. La observamos de cerca cuando en su silln y frente a la fogata recuerda una
y otra vez, para no olvidar, ese encuentro, esa noche, ese cuerpo, manos y deseo.
La fantasa funciona entonces como salvavidas permanente, el olvido es la muerte segura
Y si llegara a olvidar, Cmo har entonces para vivir? (p. 73), se pregunta la
protagonista, mientras con locura intenta probar lo real de su recuerdo. Sin embargo, al
final lo que se asienta es la niebla, la inmovilidad de las cosas y la espera de morir algn da
correctamente, porque el suicidio en una mujer vieja es una cosa intil.
Lo sigo para llevar a cabo una infinidad de pequeos menesteres, lo sigo para vivir
correctamente, para morir correctamente, algn da

Alrededor nuestro, la niebla presta a las cosas un carcter de inmovilidad definitiva

*En 1941 Mara Luisa Bombal dispar con un revolver a


su amante, Eulogio, fue internada en la Correccional,
luego Eulogio la eximi de toda culpa y ella viaj a
Estados Unidos. En esa estada escribi La ltima niebla
y The house of myst. En su biografa se cuenta que Sus
ltimos aos los pas en la casa de reposo de Hctor
Pecht. Sumida en el alcohol, visit constantemente el
hospital afectada de crisis hepticas. Mara
Luisa Bombal falleci el 6 de mayo de 1980 en la ciudad
de Santiago de Chile, vctima de una hemorragia
digestiva masiva. Esa fue Bombal explosiva, como su
contexto, y su poca lo exiga, como ella lo dese.
Gracias Bombal por tus obras.

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