El Narrador en Tercera
El Narrador en Tercera
El Narrador en Tercera
Es preciso decir que no existe ningn narrador puro y que los autores suelen hacer
deslizamientos entre dos o tres matices que comparten algunas caractersticas. Sin
embargo, para aprender a usarlos es una buena experiencia trabajar un cuento completo con
cada uno de los matices.
Caractersticas generales del uso de la tercera persona gramatical como narrador.
La tercera persona gramatical habla de una ella, un l o ellos. Esta persona gramatical se
us en los cuentos de tradicin oral. Desde una distancia casi mtica, es obvio que ni el
universo ni los dioses cuentan sus propias historias, sino que los seres humanos son quienes
las refieren a partir de lo que los abuelos contaban. Con el tiempo, esta manera de narrar
fue convirtindose en un recurso de objetividad, es decir, si el narrador no estaba
involucrado en la historia, poda mantenerse al margen de la emocin. Desde luego que
para el cuentista, dar la impresin de objetividad puede ser un recurso que convenza al
lector de que lo que se cuenta en realidad sucedi. Por ejemplo: nadie pone en duda que el
lobo habl con Caperucita, ni que ste se disfraz de la abuela, cuando en trminos reales
eso es imposible; es evidente que al encontrarse con la tercera persona, el lector,
inconscientemente, hace el pacto narrativo de creer lo que le dice este narrador de la
ficcin.
1. El Omnisciente
Dentro de esta persona gramatical y con esos atributos, aparece el tradicional narrador
omnisciente, que es como un dios que refiere la historia y como ser todopoderoso es
omnmodo (lo contiene todo, incluye todo); crea y destruye, decide sobre la vida y las
acciones de los personajes (es omnipotente); lo sabe todo, no solamente lo que sucede en la
accin externa, sino tambin lo que piensan y sienten los personajes (es omnisapiente); est
en todo lugar, tiene el don de la ubicuidad y puede trasladarse en el tiempo y en el espacio
(es omnipresente); es justo, no hace juicios de valor sobre los personajes, incluso cuando el
tratamiento sea irnico, es a partir de las paradojas o la irona en el discurso de un narrador
distante que el lector debe hacer sus juicios, no a partir del prejuicio del que narra. Este es
el caso de la versin de Grimm, que fue la que nos contaron en la infancia. Hagamos
memoria:
Haba una vez una niita cuya abuela estaba enferma. La madre pens: Est vieja y
enferma, no puede quedarse sin comer, as que decidi mandar a su pequea hija a llevarle
comida y galletas. Como a la nia le encantaba usar una capa con caperuza de color
grana, todos la apodaban Caperucita roja, as que la madre la llam y le dijo:
Caperucita, tu abuela est enferma, puedes llevarle esta canasta con comida?
La nia asinti con los ojos muy abiertos, a ella le encantaba salir de la casa y jugar en el
campo, pens que era una gran oportunidad para perseguir mariposas. La madre se
arrepinti momentneamente, entre su casa y la de la abuela haba un bosque y dentro del
bosque un lobo peligroso. Pero la abuela estaba enferma y si no coma, poda morir. As
que decidi advertir a Caperucita y le dijo:
Escucha hija, para llegar a la casa de tu abuelita tienes que atravesar el bosque, all hay
un lobo muy grande y hambriento, a quien le gusta comerse a las nias. Por favor, utiliza
solamente el camino vecinal, no te desves y sobre todo, no hables con nadie. La nia
estaba tan contenta que casi no oy las instrucciones que su madre le daba. S, pensaba,
voy a llevarle un gran ramo de flores silvestres a mi abuelita. Pero no le dijo nada a su
madre, para evitar que la regaara.
Y sigue con la narracin como la conocemos hasta que el leador-cazador-guardabosque la
salva de las garras del lobo y libera a la abuela.