Macario
Macario
Macario
conocida -, en donde se produjo asimismo la revolucin cristera. En sta los hombres combatieron
unos en contra de otros sin tener fe en la causa que estaban peleando. Crean combatir por su fe, por
una causa santa, pero en realidad, si se mirara con cuidado cul era la base de su lucha, se
encontrara uno que esos hombres eran los ms carentes de cristianismo.
[]Hay que entender la historia para entender este fanatismo de que hemos venido hablando. Yo
soy de una zona donde la conquista espaola fue demasiado ruda. Los conquistadores ah no
dejaron ser viviente. Entraron a saco, destruyeron la poblacin indgena, y se establecieron. Toda la
regin fue colonizada nuevamente por agricultores espaoles. Pero el hecho de haber exterminado a
la poblacin indgena les trajo una caracterstica muy especial, esa actitud criolla que hasta cierto
punto es reaccionaria, conservadora de sus intereses creados. Son intereses que ellos consideraban
inalienables. Era lo que ellos cobraban por haber participado en la conquista y en la poblacin de la
regin. Entonces los hijos de los pobladores, sus descendientes, siempre se consideraron dueos
absolutos. Se oponan a cualquier fuerza que pareciera amenazar su propiedad. De ah la atmsfera
de terquedad, de resentimiento acumulado desde siglos atrs [1]
Los temas de la pobreza, la expoliacin de la tierra, el caciquismo, y otros, ya haban sido tocados en
novelas como Los de abajo (Cuadros y escenas de la Revolucin) de Mariano Azuela (1915,
publicada primeramente en folletines semanales); El guila y la serpiente y La sombra del
caudillo de Martn Luis Guzmn (1928 y 1929 respectivamente, ambas publicadas en Madrid); El
resplandor de Mauricio Magdaleno (1937). En la dcada siguiente se publican las novelas El luto
humano de Jos Revueltas (1943) y Al filo del agua de Agustn Yez (1947). En una y otra seala
Marta Portal- se abandonan casi totalmente los procedimientos del realismo objetivo, para
incorporar tcnicas literarias y reflejar la versin interiorizada de los problemas sociales que
plantean, proyectando esta ms profunda contemplacin del hombre a un contexto universal.
(Portal. 1984: 24) [2]
Junto a Rulfo estn Juan Jos Arreola (Confabulario,1952) y Carlos Fuentes (Los das
enmascarados, 1954), cuyas primeras obras segn Portal- se muestran ms vanguardistas, ms
escapistas, o ms semejantes a los otros hispanoamericanos coetneos que Rulfo. (Portal. 1984:
25).
Es importante citar tambin a Elena Garro, en cuya novela Los recuerdos del porvenir (1962) se
trata el concepto de la culpa femenina en el contexto de la Revolucin Mexicana y la guerra cristera.
Rulfo trabaja profundamente la imagen del ser mexicano, tanto en sus cuentos como en Pedro
Pramo. No slo retrata la problemtica de la injusticia social, la violencia, la locura, las pulsiones
erticas y tanticas desde una vertiente puramente criollista, sino que como seala Portalproceder a la simbolizacin de este tiempo histrico mexicano y a la mitificacin de personajes y
conductas. (Portal.1984:26). (2)
Quin ha cargado a la palabra como t, Juan, de todo el peso de padeceres, de conciencias, de
santa lujuria, de hombra, de todo lo que en la criatura humana hay de ceniza, de piedra, de agua,
de pudridez violenta por parir y cantar, como t? J.M.Arguedas.[3]