Cuaresma Por Dolores Aleixandre 1c2aa Parte
Cuaresma Por Dolores Aleixandre 1c2aa Parte
Cuaresma Por Dolores Aleixandre 1c2aa Parte
textos que vamos a leer nos descubren que tambin lo excntrico, lo paradjico, lo
imprevisible, lo inconveniente o lo intempestivo pueden llevar marcas de su
presencia y pueden movilizar lo mejor de nosotros mismos, con tal que nos dejemos
llevar por su ritmo.
En algunos de esos escenarios de danza oiremos adems otras voces que desde la
poesa, la teologa o la espiritualidad eleven los decibelios de la meloda evanglica y
hagan irresistible en nosotros el deseo de danzar.
Aqu va, como prtico, uno de esos textos:
BAILE DE LA OBEDIENCIA
Si estuviramos contentos de ti, Seor,
no podramos resistir a esa necesidad de danzar que desborda el mundo
y llegaramos a adivinar
qu danza es la que te gusta hacernos danzar,
siguiendo los pasos de tu Providencia.
Porque pienso que debes estar cansado
de gente que hable siempre de servirte
con aire de capitanes;
de conocerte con nfulas de profesor;
de alcanzarte a travs de reglas de deporte;
de amarte como se ama un viejo matrimonio.
Y un da que deseabas otra cosa
inventaste a San Francisco
e hiciste de l tu juglar.
Y a nosotros nos corresponde dejarnos inventar
para ser gente alegre que dance su vida contigo.
Para ser buen bailarn contigo
no es preciso saber adnde lleva el baile.
Hay que seguir,
ser alegre,
ser ligero y, sobre todo, no mostrarse rgido.
No pedir explicaciones de los pasos que te gusta dar.
Hay que ser como una prolongacin gil y viva de ti mismo
y recibir de ti la transmisin del ritmo de la orquesta.
No hay por qu querer avanzar a toda costa
sino aceptar el dar la vuelta,
ir de lado,
saber detenerse y deslizarse en vez de caminar.