José Luis Soria - Sobre El Noviazgo

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Sobre el noviazgo

<EI matrimonio

no es efecto de la casualidad o producto de


la evolucin de fuerzas naturales inconscientes>>
(Humanae vitae, numero 8), ni en el plano que
pudieramos llamar filogenetico ni en el plano ontogenetico
es decir, ni en cuanto al matrimonio como institucin y al
hombre como especie, ni en lo que atae a este o a aquel
matrimonio en concreto y a sus protagomstas. El amor
conyugal <<es un amor fiel y exclusivo hasta la muerte.
Asi lo conciben el esposo y la esposa el dia en que asumen
libremente y con plena conciencia el empeo del vinculo
matrimonial>> (Ibidem, n. 9), pero para llegar a esa
madurez, se ha de aprender antes la leccion en la escuela
del noviazgo. Si en esos aos previos se cultiva
egoistamente una alergia a todo lo que signifique
estabilidad, fidelidad a un compromiso, lazo noble, cierre
de otras posibilidades porque se va abriendo lo gran puerto
del amor humano limpio, entonces no sera facil secundar
la gracia sacramental para vivir hasta la muerte la
fidelidad conyugal.

Aunque pueda resultar paradojico, tratandose de lineas que abren unas


consideraciones sobre el noviazgo, hemos de comenzar reconociendo que no
es posible hacer siquiera un resumen orgnico y medianamente completo del
tema.
La riqueza de la actividad humanalas innumerables posibilidades de la
libertady la variedad de circunstancias de edad, ambiente, formacion, etc.,
son inabarcables y resulta vanidosamente esteril cualquier pretension de
encuadrar la accion dentro de un esquema. Cuando se olvida este hecho, se
trazan unas lineas teoricas de accion, que tienen poco que ver con la
verdadera realidad; o se da lugar a un planteamiento simplista y generico y, por

tanto, facilmente ineficaz; o se crea un monstruo artificial, de miembros


hipertrofiados, segun los aspectos que han resultado mas interesantes al autor
o estn ms de moda: solo autonomia, solo lirismo, solo sexo, solo sociologia,
solo liturgia, solo politica, etc., etc.

El NOVIAZGO Y LA FIDELIDAD
Probablemente sorprenda un poco este titulo, siendo asi que una caracteristica del
noviazgo es la posibilidad de cambio, la opcion a rectificar una eleccion no acertada,
por el procedimiento de romper las relaciones, aunque a veces ese sistema no sea
sencillo ni llevadero. Tampoco se me escapa que el simple hecho de enunciar la palabra
noviazgo, implica actualmente una toma de posicion bien concreta, precisamente porque
hay quien se resiste incluso a dar status propio al noviazgo mismo. Pero esta es
precisamente otra razon para aclarar este punto bien a fondo.
Si lo que se rechaza del noviazgo es un conjunto de convencionalismos sociales pasados
de moda, no habria nada que objetar, aunque seria oportuno examinar con cierta
detencion lo que se entiende por convencionalismos. Me explico perfectamente la
resistencia intima que algunos chicos pueden sentir a reconocerse en la palabra novios,
por la carga formalista con que a sus ojos aparece ese nombre. Pero no es sensato
pretender abolir lo que constituye la esencia del noviazgo, se le llame como se quiera la
situacin, la actitud interior, la conducta mutuay en relacion a tercerosde un
hombre y una mujer, en el tiempo que precede a su posible matrimonio y con vistas
precisamente a ese matrimonio. En este sentido, es evidente que no puede designarse
con la palabra noviazgo cualquier enamoramiento adolescente o adulto, aunque revista
ciertas caracteristicas de estabilidad y exclusividad. Y por los mismos motivos, lo que se
dirr a continuacion no esta dirigido al simple trato entre un chico y una chica, si bien
pueda tambien aplicarsele en algunos aspectos. Fundamentalmente, el noviazgo implica
una intencionalidad hacia el futuro, quepor el sentido de responsabilidad que debe
llevar implicito, por el compromiso mas o menos expreso que encierra, y, por sus otros
caracteres especificossupera y trasciende la simple relacion entre el boy-friend y la
girl-friend.

Compromiso
Estamos hablando de intencionalidad hacia el futuro, y no en vano interesa resaltar
precisamente el aspecto de fidelidad a un compromisosujecion libre a unos deberes
que se encierra en esa voluntaria atadura. Quiza por este hecho, tenga hoy tan pocas
simpatias el noviazgo serio: pero advirtamos que quien vea el deber como una falta de
libertad, quien no sepa renunciar a determinadas posibilidades por amor, quien -no
quiera que nada ni nadie le coarte, quien no se decida a aceptar ese necesario
condicionamiento, se descalifica automaticamente incluso para el matrimonio, que
implica la definitividad del compromiso provisional y primerizo del noviazgo.
Entiendase que no hablo necesariamente de un.compromiso juridico o formal, como es
el de los antiguos esponsales o el de a llamada peticin de mano. Me estoy refiriendo a un

compromiso intimo, quiza sin ninguna manifestacion explicita, pero no por eso carente
de fuerza. Es un compromiso-tendencia o, si se prefiere, una disponibilidad al
compromiso comprometiendose. Es una actitud compleja, porque ha de conciliar la

definitividad con la prueba; la exclusividad en acto, con la apertura hacia otras


posibilidades; la isla con la peninsula; la provisionalidad, con la voluntariedad de una
estabilidad probable, deseada y futura. Se trata, en fin, de conseguir un equilibrio que
dificilmente puede existir, o aun concebirse, si falta amor y sentido de responsabilidad.
Por eso es tan importante, aunque sea balbuciente. Limitarse a pasar el tiempo, no
terminar nunca de decidirse, entender el noviazgo como un modo de entretenerse los
domingos por la tarde, o echarse a ciegas y sin reflexin en el rio de la primera
posibilidad de matrimonio que se presenta, son otros tantos modos de equivocar el
camino hacia la vida conyugal, con riesgo de arruinar toda la vida futura, tambien la
eterna.
Por eso en este punto pueden hacerse residir bastantes catastrofes matrimoniales, a pesar
de que hayan logrado posponerse algun tiempo, escondidas detras de la festiva
apariencia de las bodas o de la brillante facilidad de los primeros momentos: fallan,
porque se han casado dos inmaduros, aunque a veces basta que sea inmaduro uno solo.
No han crecido por dentro. No se han conocido. No se han entregado verdaderamente el
uno al otro, aunque incluso puedan haber ofendido al Seor con intimidades ilicitas no
es esa la entrega verdadera.

Estabilidad
<<EI matrimonio

no es efecto de la casualidad o producto de la evolucin de fuerzas


naturales inconscientes>> (Humanae vitae, numero 8), ni en el plano que pudieramos
llamar filogenetico ni en el plano ontogenetico es decir, ni en cuanto al matrimonio
como institucin y al hombre como especie, ni en lo que atae a este o a aquel
matrimonio en concreto y a sus protagomstas. El amor conyugal <<es un amor fiel y
exclusivo hasta la muerte. Asi lo conciben el esposo y la esposa el dia en que asumen
libremente y con plena conciencia el empeo del vinculo matrimonial>> (Ibidem, n. 9),
pero para llegar a esa madurez, se ha de aprender antes la leccion en la escuela del
noviazgo. Si en esos aos previos se cultiva egoistamente una alergia a todo lo que
signifique estabilidad, fidelidad a un compromiso, lazo noble, cierre de otras
posibilidades porque se va abriendo lo gran puerto del omor humano limpio, entonces
no sera facil secundar la gracio sacramental para vivir hasta la muerte lo fidelidad
conyugal.
Concedamos que el noviazgo reune un determinado numero de caracteristicas que lo
definen e identifican. Tengo derecho o pensar que un chico y una chica son novios si
veo que encarnan todas, o la mayoria, o bastantes de esos caracteres distintivos. Lo
mismo que tengo derecho a no admitir que sean novios, si carecen de alguna seal que
sea fundamental, por ejemplo, la edad: nadie toma en serio los noviazgos entre crios de
ocho aos. Con parecido hilo de razonamiento, estimo que no se puede considerar
noviazgo autentico y bueno, el de quien se reserva el derecho de simultanear carios
por llamarlos de alguna manera, o de hacer pareja con quien guste y cuando le guste.
Son aberraciones, en mayor o menor grado desde el trasnochado argumento del libertino

todovia no estamos casados hasta los coqueteos vanidosos, por celos, por venganza
o por sencilla y simple estupidez.
Si hay quien rechaza el noviazgohasta el mismo nombre, deciamos, por lo que
tiene de estabilidad o de institucion exigente de nuevas responsabilidades (arcaismos
decimononicos y topicos aparte), rechaza una joya. Dan tanta pena esas parejas de
jovenes vagabundos, a veces desharrapados y sucios, que salpican aeropuertos y
carreteras de medio mundo. No son novios ni probablemente quieren serlo son amantes
en el sentido mas pobre de la palabra, compaeros de quita y pon, enamorados mientras
dura, pobrecillos que dan y toman todo lo que pueden, sin la luz de una norma moral.
Pero son tambien el paradigma de muchos otros chicos, que sin su aparatosidad de
trashumantes, tampoco quieren o saben que la felicidad del amor humano exige
fidelidad, sentido de responsabilidad, aceptacion gustosa de las limitaciones que impone
el hecho de ser hombres y no animales criaturas de Dios; mas todavia hijos de Dios.

El NOVIAZGO Y LA CASTIDAD
Es evidente que el noviazgo no es solo un tiempo que precede al matrimonio, sin que es
sobre todo su preparacion, su escuela, su premisa. En el noviazgo est la clave de tantas
cosas, positivas y negativas, que condicionarn ms tarde la vida matrimonial, en un
sentido o en otro. Por lo que se refiere a la castidad tambien. Si un motrimonio limpio es
en buena parte fruto de un limpio noviazgo, podramos igualmente decir que a un
noviazgo turbio suele suceder un matrimonio sucio.

Doctrina cristiana
Vivir castamente el noviazgo tiene una gran importancia, no slo por la razon suprema
de mantenerse en amistad con Dios, sino porqueaun humanamente las faltas o los
pecados en esta materia tienen una proyeccion que va ms alla de la inmediata. Hay que
considerar esas cosas tambien en lo que tienen de sntoma,de actitud de fondo ante Dios
primero, pero al mismo tiempo ante uno mismo, ante la persona del otro, ante el mundo.
Las faltas de delicadeza, los atentados ms o menos velados al pudor, las familiaridades
animalescas o los pecados de lujuria que tengan lugar en el noviazgo, si no se corrigen y
adquieren carta de naturaleza, se proyectan y multiplican en el matrimonio, de un modo
absolutizador y desbordante
El noviazgo bien vivido constituye, en cambio, una garantia insospechadamente eficaz
para el futuro. Es <<una ocasion de ahondar en el afecto y en el conocimiento mutuo. Y
como toda escuela de amor, ha de estar inspirado no por el afan de posesin, sino por el
espiritu de entrega, de comprension, de respeto, de delicadeza>> (J. Escriva de
Balaguer, Conversaciones, Madrid, 1969, 3.. ed., n. 105).
Entender esa etapa frivolamente, a la ligera, como algo impuesto mostrencamente por la
imposibilidad de contraer matrimonio en seguida, o verla como un medio oficioso de
satisfacer la sensualidad mientras tanto, es equivocado y lleva a gravisimos errores, no
solo morales.

No es este el lugar para exponer la teologia moral en lo referente a la castidad, ni sus


fundamentos. Entre tantas enseanzas, rotundas y repetidas, de la Sagrada Escritura
(cfr., p. e., Tob. 4,12 y 6,16 ss.; Eccli. 41, 17 y 20; 1 Thes. 4, 3-5; 1 Cor. 5, 9 y 6, 9-10),
recordemos simplemente estas dos: "Bienaventurados los limpios de corazon, porque
ellos veran a Dios". {Mt. 5, 8);" la fornicacion y cualquier especie de impureza (...) ni
se nombre entre vosotros, como corresponde a santos. Porquetened esto bien
entendidoningun fornicador o impudico o avaro, que viene a ser una idolatria, sera
heredero del reino de Cristo y de Dios. Que nadie os engae con palabras vanas, pues
por tales cosas descargo la ira de Dios sobre los incredulos>(tEph. 5, 3-6).
Pero ante las afirmaciones de la Revelaciony ante todo lo que la Iglesia ensea en
consecuenciacaben dos opuestas actitudes:
a) O se admite lo que la doctrina cristiana propone como norma moral, aunque se sea
consciente de que no es facil de vivirpor ejemplo, durante el noviazgo, o no se sepa
como llevarlo a la prctica en determinados casos.
b) O se rechaza en bloque esa doctrina, incluso cuando parece que solo se esta en
desacuerdo con puntos concretos, tratando de reemplazarlaalgunos dicen, mejorarla,
ponerla al diacon otras reglas de comportamiento van desde las opiniones personales
sobre aspectos aparentemente circunscritos, hasta los dogmatismos totalitorios y
anarquicos de la revolucion sexual.
Si se sostiene una opinin que en mayor o menor medida se reconozca en esta segunda
actitud, logicamente se discrepara de todo lo que diremos en adelante, pero con pena
hemos de anticipar que en este ensayo no es posible tratar de entendernos no hay
espacio ni siquiera para el prologo, para ponernos de acuerdo sobre el significado de
algunos conceptos esenciales (amor, matrimonio, pecado, conciencia...), o para llegar a
una plataforma de entendimiento sobre el sentido de la vida o sobre los postulados
filosoficos mas elementales.

Premisas fundamentales
Las consideraciones que siguen pueden ayudar, en cambio, a quien se reconozca en la
primera actitud a que nos referiamos, por muchas y variadas que puedan ser sus
dificultades, si hay la disposicion de fondo que exige la fe y la buena voluntad de acatar
el Magisterio de la Iglesia. Aun entonces es preciso fijar unas cuantas premisas:
1. La doctrina catolica es la queen nombre de Cristo y con la asistencia del Espiritu
Santoensean el Papa, y los Obispos en comunicacion con la Santa Sede, y forma un
cuerpo unitario y sin contradiccion a lo largo de los veinte siglos de cristianismo.
2. Las opiniones de un autor o de cien autoresse llamen o no se llamen teologos,
lo mismo que los modos de conducta que se observen en la vida corriente aunque esten
muy difundidos, no equivalen necesariamente a la doctrina catolica ni tienen por que ser
rectos y validos.

3. Mas aun son criterios equivocados, carecen de razn y ensean un comportamiento


objetivamente pecaminoso, si estn en contradiccion con la enseanza de la iglesia. De
hecho, uno de los mayores problemas con que debe enfrentarse la pastoral en estos
temas es que los chicos aprenden a comportarse como novios segun lo que ven hacer a
otros novios, o segun lo que les propone el cine o leen en las novelas. Y, por lo general,
esos modelos de comportamiento no son cristianos, sino paganos; no reflejan el
verdadero amor humano sino el afan de sahsfaccion sensual.
Con estas premisasaunque con las reservas ya mencionadas antesresultan
automaticamente descalificados argumentos como <<lo hacen todos>>; <<se ve
siempre asi en las peliculas>>; <<no estamos ya en el siglo XIX>>; <<lo he leido en un
libro de un teologo muy famoso>>; <<despues del Concilio hay autores que lo
admiten>>; <<me han dicho que si>>, etc. En una palabra, se trata de los argumentos
que apelan a motivos extrinsecos, de autoridad, modernidad, aggiornamento, para
justificar actitudes contrarias a lo que es la norma moral cristiana.

Dificultades
Quedan no obstante en pie las dificultades que podriamos llamar intrinsecas, o sea, las
que origina la misma vida de novios, a pesar de que los dos tengan buena voluntad para
acomodar la propia conducta al amor de Dios. Sin pretensiones de ninguna
sistematizacion, podriamos agrupar asi estos obstaculos
I) La espontaneidad del cario.
II) Los peligros de la ocasin.
III) Las concesiones ante la compasion o el chantaje.

1) La espontaneidad del cario. Suele oirse que el corazon no admite


convencionalismos y quesi el amor es sincero todo lo demas cuenta poco. En ese
contexto, se sigue afirmando quesiendo lo primero el cariolas relaciones sexuales
entre novios no tienen que esperar a ser legitimadas por lo que seria un mero
compromiso social, juridico, economico, etc.: el matrimonio contraido. Con esas
premisas, serian logicas y aun obligadas todas las manifestaciones de afecto entre
novios, fueran cuales fueran sus modalidades.
Resulta patente que un planteamiento de ese estilo, que prescinde de toda referencia a
Dios, a la ley moral o a la enseanza de la Iglesia, esta viciado de raiz y no puede ser
aceptado por nadie que quiera seguir llamndose cristiano. La Revelacion, a la que ya
hemos hecho referencia, no puede ser ignorada o dejada de lado. Puntualicemos ademas
dos ideas que ataen al tema:
a) No es lo mismo el amor que sus manifestaciones. Aun sin dejar de ser autentico
ms aun: acrisolndose en su genuinidad humana, el cario ha de acomodar sus
modos de expresion a lo aue exija la ley moral No se trata de ir contra la espontaneidad

entendiendo esta palabra en su sentido ms valioso, como opuesto a artificiosidad o a


hipocresia, sino de atribuirle el valor que le corresponde. En todos los campos y no
solo en el del amor, lo espontaneo debe elevarse hasta transformarse en lo humano, para
poder transfigurarse en lo divino, mediante la gracia de Dios. De hecho, la
espontaneidad no solamente no es una regla de vida, sino que con frecuencia es una
tendencia hacia un modo de conducta pecaminoso. Recuerdense, por ejemplo, los siete
pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia, pereza; en todos hay de
ordinario un gran componente de espontaneidad, mayor o menor segun el
temperamento. Son cosas que <nos salen> fcilmente, tan facilmente que aparecen
tambien cuando no las quisieramos, porque son las tendencias al mal, que el pecado
original ha dejado en nuestra naturaleza.
Por eso la actividad humana no ha de guiarse por la espontaneidad sino por la ley moral,
que enriquece y facilita el verdadero libre obrar. Lo que debe caracterizar nuestra vida
no es el instintoque es lo mas espontaneo que mueve a la accion, por las raices
deterministas que posee (pura bioquimica), sino el amor y el deber, el sentido de
responsabilidad, la obediencia libre a una norma etica.
De ahi que en el noviazgo no sea licito identificar amor humano e intimidad sexual,
aunque sean cosas relacionadas. Lo mismo que, para los ya esposos, puede y debe
seguir existiendo el amor, aun cuando las relaciones conyugalespor los motivos que
seanesten impedidas. El amor, mas alla de la atraccion, de la satisfaccion o de la
instintividad, es una decision moral.
En el fondo, si parece a veces plantearse un conflicto entre amor y castidad, es porque
no se reflexiona sobre el significado del amor humano. Tiene valor, pero no es el suyo
un valor absoluto: en su nombre no se jushfican acciones que vayan contra el Amor, con
mayuscula. Ni podria realmente llamarse amor lo que fuera causa de un grave dao
espiritual: la muerte del alma, por el pecado grave, es la ms terrible manifeshcin de
desamor.
b) Fuera del legitimo matrimonio, es pecado mortal la busqueda directa del placer
sexual o la realizaciontotal o parcialde acciones que esten destinadas por su
noturaleza, independientemente de la intencin del hombre, a la transmision de la vida.
Y esto, aunquepor las razones que seanse sepa que no llegara la concepcion, y
aunque la intencion no sea ofender a Dios sino manifestar cario. Hay una
<<inseparable conexion, que Dios ha querido y que el hombre no puede romper por
propia iniciativa, entre los dos significados del acto conyugal el significado unitivo y el
significado procreador>> (Humanae vitae, n. 12).
No se puede querer un elemento impidiendo el otro, porque esta en juego algo muy
profundo: la esencia de un acto, que trasciende todas las tecnicas, todos los resultados y
todas las intenciones. Un hombre es un hombre, aunque este dormido o loco o
paralitico; el acto conyugal es algo que tiene sentido y licitud unicamente donde sus dos
significados pueden desarrollarse plenamente: en el matrimonio. <<Usar de este don
divino destruyendo su significado y finalidad aunque solo sea parcialmente es
contradecir la naturaleza del hombre y de la mujer, y sus ms intimas relaciones, y por
lo mismo es contradecir tambien el plan de Dios y su voluntad>> (ibid.) aunque no se le
quisiera ofender.

<<Queremos reiterar lo que siempre afirmo la Iglesia acerca de las relaciones sexuales
prematrimoniales, sentidas hoy por muchos jvenes como un preambulo natural o aun
conveniente del matrimonio que lo verdadera preparacin matrimonial es la pureza, el
respeto mutuo, el dominio esforzado sobre la natural impaciencia de la pasion, el afan
nobilisimo de situar el centro de gravedad de la relacion por encima de los sentidos.
Solo puede entregarse el cuerpo cuando con el se entrega la vida entera en el
compromiso indisoluble, social, sacramental del matrimonio. Solo entonces, dentro de
esta comunidad definitiva de amor en la sociedad y en la Iglesia, es santa la entrega de
los cuerpos antes, no puede ser sino una ambigua anticipacion, abierta a los engaos, las
amarguras y frustraciones que la experiencia muestra donde quiera que se ha
resquebrajado el orden verdadero del amor cristiano>> (Matrimonio y Divorcio,
Declaracion del comisin permanente del Episcopado de Chile, 6-11-71, n. 51).
De todos modos, aclarado ese punto, puede seguir flotando una duda: hasta donde se
puede llegar en las manifestaciones de afecto?
A grandes trazas, y sin entrar en casuisticas antipticas, podriamos fijar unos criterios 1.
No deben ser cosas que, en el fondo de la conciencia, tengan un timbre de lujuria, de
bajeza, de egoismo o de clandestinidad se puede llegarsuele decir Monsenor Escriv
de Balaguer cuando se refiere a este tema, en conversaciones con gente jovenhasta
donde se llegaria en presencia de la propia madre. 2. Nunca deben suscitar directamente
ninguna de las manifestaciones corporales que son propias de la intimidad conyugal 3.
A la hora de la responsabilidad moral, no puede prescindirse de lo que pase en la
conciencia del otro, porque los novios son dos. Una intencion afectuosa, si es
imprudente, puede ser la causa de un pecado. 4. Siempre debe quedar tal limpia
trasparencia, que no se enfrie la vida de piedad sentida ni parezca haberse levantado un
muro entre el alma y Dios.
II) Los peligros de la ocasion. Puestos a extremar las cosas, alguna podria pensar
que en esta materia el mismo noviazgo es ya un peligro. Bajo cierto aspecto es verdad,
pero no se puede cerrar ahi la discusion, porque en el fondo no se ha hecho ms que
recordar una verdad de Perogrullo que los novios son criaturas humanas.
Es cierto que el noviazgo lleva consigo una serie de circunstancias que podrian ser
consideradas ocasion de pecado, en sentido moral:el cario y la necesidad de
manifestarlo; la oportunidad de estar juntos con frecuencia; la familiaridad, etc. Pero no
es posible tratar de evitar esas cosas equivaldria a suprimir el noviazgo, con todas sus
caracteristicas.
Aun a riesgo de que el planteamiento parezca simplista, el problema prctico puede
reducirse a pocos puntos bien concretos. Cuando hay un fondo de rectitud y de buena
voluntad, muchas victorias y muchas derrotas espirituales dependen de que se hayan
sabido evitar o no tres ocasiones peligrosas: la soledad, la oscuridad y el coche.
Asi de sencillo.
Claro que el noviazgo requiere momentos de intimidad, para cambiar impresiones y
confidencias nobles, y para empezar a entrenarse en el nosotros y el mundo, pero
intimidad no quiere decir soledad, absoluta o con complices alrededor. No se trata de
entrar en detalles. Doy por sentado que los novios son lo suficientemente crecidos como
para detectar por si mismos, con la ayuda de Dios y de su Angel Custodio, cuando se

presentan esas situaciones que ponen el alma en peligro inmediato. Si ellos no saben
huir y asi guardarse, no habra nadie en la tierra que los guarde, porque la famosa
carabina ya pas a la historia, aunque siga figurando en el Diccionario de la Lengua.
III) Las concesiones ante la compasion o el chantaje. Sin necesidad de
afrontar el fondo del problema, basta recordar que hay diferencias en el modo de ser
masculino y femenino. Entre hombre y mujer se abre con frecuencia la laguna de la
ignorancia o de la duda sobre la interioridad del otro, en su sentido mas amplio. Cada
uno sabe lo suyo, aunque sea con bastantes aproximaciones; y cada uno se ve obligado a
fiarse, para saber lo que el otro vive, por lo que el otro dice. Luego, andando el tiempo y
creciendo la experiencia, no hara falta hablar, y no sera facil disimular la realidad. Pero
en el noviazgo todavia no se ha llegado a ese punto, y no han perdido eficacia las
palabras mentirosas.
No necesariamente, pero en este aspecto la chica suele ser la engaada, si es ingenua y
no esta atenta. Un clima de opinion bastante extendido puede contribuir a hacerle creer
que el mandamiento de la pureza tiene distinta vigencia para el hombre y para la mujer;
y si, ademas, ha tenido que bajar aprisa y corriendo de las nubes rosas del romanticismo,
lo que no conseguira una tentacion descarada lo consigue la compasion, o el respeto
humano, o el miedo de parecer anticuada. Digamos solo que ha de reaccionar con
prontitud, para no dar ocasion a la pasion, y con fortaleza.
Hay momentos, incluso, en los que se impone el romper, si no hacerlo llevarla
necesariamente a ofender a Dios o si se exigen pruebas de la autenticidad del cario
pecados graves, como condicion para continuar las relaciones. <<Quien ama al
padre o a la madre mas que a mi, no es digno de mi, y quien ama al hijo o a la hija mas
que a mi, no es digno de mi:, (Mt. 10, 37-38).

A MODO DE PRESUMEN
Advertiamos al principio que no era posible abarcar todo el tema del noviazgo en el
mbito de este articulo. Diremos ahora que si existe la manera de hacer un resumen de
toda la actitud de los interesados: el noviazqo no se puede vivir cristianamente, si no se
vive cristianamente fuera y al margen del noviazgo. Es ilusorio pensar en unas recetas
espirituales delimitadas y especificas.
La receta esta en lo de siempre: la vida de oracion, la frecuencia de sacramentos, la
mortificacion habitual, el afan por cumplir siempre y en todo la voluntad de Dios
aunque haya fallos y cadas, la devocion filial a la Virgen, y tantas otras cosas,
indispensables en la vida cristiana. No son un lujo ni asuntos para uso libre de quien les
tenga aficion. Quiza a veces pueden pasar meses y aun aos sin que se note el estado de
desnutricion espiritual del alma que prescinde de esos medios sobrenaturales, pero hay
momentos en los que la debilidad de la vida del espiritu aparece con toda su tragica
agudeza de ordinario, cuando se ha de hacer frente a nuevas dificultades o a
situaciones mds complejas que las habituales. Es el caso del noviazgo, como sera luego
el caso del matrimonio otodavia mas adelantela paternidad y la educacion de los
hijos.

Tratemos sinceramente de amar a Dios sobre todas las cosas, de mantenernos aen su
presencia, como los enamorados dirigen continuamente su pensamiento a la persona
que aman, y todas nuestras accionesaun las mas pequeasse llenaran de eficacia
espiritual. Por eso, cuando un cristiano se mete por este camino del trato ininterrumpido
con el Seory es un camino para todos, no una senda para privilegiados, la vida
interior crece, segura y firme; y se afianza en el hombre esa lucha, amable y exigente a
la vez, por realizar hasta el fondo la voluntad de Dios>> (J. Escriva de Balaguer, Es
Cristo que pasa, Madrid 1973, n. 119).

Jose Luis Soria

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