IV ENCUENTRO DE EDUCADORES

LA IMPORTANCIA DE LO APOLINEO Y LO DIONISIACO EN LA EDUCACION

I
ltimamente se viene hablando mucho de la necesidad de una educacin emocional, e incluso ms
especficamente de una educacin que nos haga ms benvolos y solidarios; pero a pesar de haberse llegado a
considerable acuerdo en que la educacin sea ms que enseanza y la UNESCO haya propuesto que no se
descuide el apoyo a que los educandos aprendan a convivir y tambin a ser, no ha llegado a hacerse realidad una
educacin emocional.
Milita contra la idea de una educacin emocional, me parece, la resistencia de la educacin a romper el limite
entre su quehacer y el de la psicoterapia. En los tiempos de la aparicin del psicoanlisis y su popularidad,
resistieron los educadores a la tentacin de que fuesen los psicoanalistas quienes se hicieran cargo de llenar esta
laguna, y me parece que haya sido sabio de su parte el rechazo de tal propuesta. Tambin durante los aos del
auge de la psicologa humanista hubo quienes pensaron que sera una gran cosa llevar los grupos de encuentro
al mbito escolar; mas surgi un partido opuesto formado por quienes protestaron con cierto escndalo de que
las intimidades de la vida familiar llegaran a conocerse ms all de la privacidad de los hogares. Y sobre todo,
me parece, milit contra la influencia de la psicologa humanista el conflicto implcito entre el carcter
disciplinario y represivo de las escuelas tradicionales y el carcter predominantemente permisivo de la
psicoterapia. Pero seguramente ha infludo en que la palabra amor haya sido evitada tanto por el mundo
acadmico como por el mundo burocrtico el hecho prcticamente evidente que la inspiracin cristiana de
nuestra civilizacin occidental no haya podido evitar el desarrollo de la violencia.
Por esto me parece que si la educacin de hoy pretende un mayor xito que la de los siglos pasados en formar a
personas amorosas, debe echar mano de ms recursos que la simple prdica. De ah los temas sobre los que
quiere llamar la atencin este encuentro
Despus de haber escrito y hablado ya bastante sobre la educacin para el amor y tambin en vista de una
conviccin de que difcilmente puede cultivarse el amor al prjimo sin la base del amor hacia uno mismo, he
propuesto que el tema de este encuentro sea el de aspectos de la mente que constituyen los fundamentos
descuidados de que se pueda formar a personas ms capaces de interesarse en el bien del prjimo.

Porque no tenemos una educacin para el autoconocimientoque les prescriba Scrates a los griegos segn el
mandato del orculo de Apolo en Delfos, pero seguimos sin considerar una prioridad de la educacinno nos
damos cuenta de la falta generalizada de amor de las personas hacia si mismas. Este deriva del autoantagonismo odioso trasmitido por la crianza en la sociedad patriarcal, y slo a travs del conocimiento del
propio mundo interior que hoy hace posible la psicoterapia profunda puede hacerse realidad que se haga
efectivo ese precepto cristiano tan reiterado de amar al prjimo como a nosotros mismos.
Adems, el que la gente viva bajo el dominio de sus pasiones o apegos egostas es incompatible con la
generosidad, la compasin o inters en el otro o en el bien comn.
Cada uno de estos problemas, sin embargo, tiene su antdoto: el espritu represivo que nos ha enseado a
volvernos contra nuestros impulsos naturales puede ser sanado a travs del cultivo del espritu dionisaco, y la
esclavitud a las pasiones puede ser superado, como espero explicar, a travs de una educacin del espritu
apolneo. Slo que para explicar esta aseveracin deber explicar ante todo lo que representan en la mitologa
griega estos dos dioses cuyos nombres he preferido emplear en esta propuesta en vez de acudir a los trminos
ms abstractos de nuestra cultura moderna y cientfica.
II
Comienzo por decir algo acerca de Dionisio, el inventor del vino, hijo del padre de los dioses, Zeus, y de
una mortal, que tuvo la mala idea de comprometer al padre de los dioses a cumplir con su deseo de ver su
rostro. Debi de ser coherente Zeus con su compromiso, y como resultado de ello qued Smele

instantneamente incinerada. Zeus slo pudo rescatar al hijo que llevaba an en su vientre, que introdujo en su
propio muslo y luego entreg a las coribantes para que, en ropas de mujer, lo criasen en un lugar alejado para
as protegerlo de los celos de su mujer, Hera. Consigui Hera, sin embargo, encontrar al hijo extraconyugal de
Zeus y hacerlo matar, cortar en pedazos y hervir en una ollaslo que pudo ser resucitado. Y continu su
persecucin de Dionisio, a quien consigui tambin enloquecerauque tambin de la locura pudo recuperarse.
Al final de su vida Dionisio lleg a la India como conquistador, y posteriormente fue incorporado al
Olimpo, donde se dice que tom su puesto a la diestra del Padre.
Como se ve, hay mucha resonancias entre las historias de Dionisio y Cristo, quienes atraviesan la muerte
y se asocian al vino, y seguramente eso de sentarse a l diestra del padre fue tomado por los primeros cristianos
del mito ms antiguo de Dionisio, pero se pone de relieve en la vida de Dionisio su carcter marginal y
perseguido, y podemos pensar que ello diga relacin con el hecho de que se trata tambin de un Dios de la
libertad y la liberacinpor lo que se lo llama D. Eleuterio.
Lo ms caracterstico de Dionisio, y tal vez nico en la historia de las religiones, sea ste un dios loco, y
tambin uno que contagia una locura que se vuelve destructiva cuando se la resiste, pero que al ser aceptada se
vuelve sanadora.
Pero qu es la locura dionisaca? La entrega a los impulsos naturales, que aparece como una locura temible
apara quienes slo conocen el control racional, pero que luego se demuestra como algo sano y sabio, como la
vida de los animales con quienes se asocia tambin al dios: el toro, la serpiente, la pantera y el macho cabro.
Debemos entender el vino y su embriaguez, entonces, como algo que permite el descontrolpero tambin
como lo que al permitir el abandono del control lleva a la disolucin de nuestra identidad habitual, y a travs
de ello a la experiencia mstica.
En contraste con lo dionisaco, lo apolneo alude al control de los impulsos, al desapego y tambina
travs de ello-- el autoconocimiento, y tambin a la armona que resulta tanto del desapego como del
autoconocimiento.
El mito de Apolo nos muestra a este Dios como uno animado por un fuerte espritu de conquistacomo el
mismo Zeus tonante; competitivo y muy patriarcal. Llega a rivalizar con su mismo padre, Zeus, pero el mito
explica que Apolo es castigado a convertirse en un simple y humilde pastor al servicio del rey Admeto.
Posteriormente, adems se lo enva a purificarse el los misterios eleusinos de la Gran Madre. A travs de esta
conquista de si mismo, podemos inferir, se convierte Apolo un dios sanador, que con sus flechas destruye a
monstruos. A el se acude como purificador de plagas y su virtud sanadora parece prolongarse a travs de su hijo
Esculapio, el dios de la medicina.
El mito de Apolo nos lo presenta, fundamentalmente, como uno exageradamente dado a la supremaca que se
vuelve a travs de la autodisciplina purificadora algo as como un dios de la moderacin (nada en exceso se
dice que rezaba una inscripcin en el portal de su antiguo templo en Delphos). Se pude inferir que ha debido
llegar a tal moderacin a travs de una disciplina o guerra interior, pero podemos agregar que la disciplina
especfica que se pone de relieve en su mito es aquella del desapego; un desapego que permite una armona de
los deseos-- simbolizada no slo en la belleza fsica del Dios, sino que la mesura de la diccin potica y la
expresin musical.
Podemos ver en Apolo una representacin del trabajo de superacin de las pasiones egoicasy comprender que
sus caractersticas flechas (con las que destruye a los monstruos) no son otra cosa que esa consciencia
desapegada de uno que mira desde lejos.
Apolo hiperbreo lo llamaban los griegos, y dice su mito que luego de nacer en la isla de Delos y reclamar sus
flechas y su ctara de 7 cuerdas, se traslad a la fra regin de los hiperbreos. A qu corresponder este
aspecto de la mitologa griega?
No me parece razonable pensar que se tratase del polo norte ni de Siberia, pero me parece acertada la propuesta
de que se tratase del Tibet, cuya cultura budista y tambin pre-budista tanto se acerca al espritu apolneo como

para decir que el espritu Apolneo sea una forma ms de hablar del espritu yogico o dl espritu bdico de
alzarse por sobre las pasiones.
III

Que el desarrollo humano implique tanto un aspecto dionisaco como un aspecto apolneo podra parecer
contradictorio para uno que se acerca a este tema de manera puramente intelectual, pues para el pensamiento
abstracto la polaridad entre Apolo y Dionisio pudiera parecer la de trminos contradictorios. Cmo puede
perseguirse al mismo tiempo un ideal de dispasin y un ideal de entrega a los propios impulsos?
Cmo pueden coincidir la ebriedad con la sobriedad? O el descontrol con la conquista de s?
La experiencia permite una percepcin ms compleja que el anlisis lgico en que nos educa el mundo
acadmico, sin embargo, y particularmente en la experiencia contempornea de la terapia Gestalt podemos
apreciar la perfecta complementariedad de lo apolneo y de lo dionisaco; por ello, antes de considerar la
conveniencia de llevar el espritu dionisaco y el espritu apolneo a la educacin, me parece que resulte
inspirador dar una idea sucinta de la forma en que stos principios se complementan en esta forma actualmente
tan conocida de la psicoterapia.
En la Gestalt naturalmente no se habla de dioses ni de espiritualidad, pero s que se habla de algo que se ha
llamado indiferencia creativa, que alude exactamente a lo mismo que la palabra neutralidades decir, al
desapego apolneo.
Se lo llama tambin el punto 0, y se dice que tal neutralidad sea la clave a la integracin de los conflictos. Fue
esta una idea nueva esta que introdujo el fundador de la Gestalt al proponer que la neutralidad sea la clave a la
integracin de las partes en conflicto, pues implica una diferencia ante la visin hegeliana de que basta el
enfrentamiento entre tesis y anttesis para que se produzca espontneamente una sntesis. La experiencia de la
terapia nos dice que muchas veces tal oposicin de fuerzas interiores slo lleva a un impasse, y que para
trascender tal impasse se requiere un principio integrador.
Pero si en la Gestalt es importante la indiferencia Creativa o neutralidad desapegada que resulta del cultivo de
la atencin al aqu y ahora, es igualmente importante en l actividad de los gestaltistas la fe en la funcin
organsmica; que es una manera de aludir a la fe en lo instintivo.
Y no es una contradiccin el que se recomiende a la vez la entrega a la corriente de la vida y la renuncia a
albergar preferencias; pues en la medida en que nos volvemos impasibles somos tambin capaces de dejar que
nuestra naturaleza animal haga lo suyo de acuerdo a su sabidura orgnica.
Ms de una vez he descrito a Fritz Perls, el creador de la Gestalt, como un apstol de Dionisio, por ms que no
sea menos cierto que predicaba sobre todo la observacin desapasionada de la experiencia en el presente. Y es
que un experiencialistaa diferencia de un tericoconoce a partir de la propia experiencia la
complementariedad de la capacidad de entregarse a los propios impulsos y la capacidad de controlarlosque
constituyen algo as como dos posiciones de un mismo interruptor intra-psquico.
Y lo mismo se puede decir generalmente de la psicoterapia, que a travs de su historia ha acercado a las
personas a sus impulsos reprimidos y ha echado mano para ello al autoconocimiento y a un desapego sin el cual
nadie logra abrirse al flujo espontneo de la propia sabidura animal que hemos perdido a travs de una
domesticacin patriarcal represiva milenaria.
IV Algo acerca de lo Apolneo en la educacin.
Como se necesita pasar de la voluntad represiva de los impulsos que trasmite nuestra tica represiva, a una
superacin de las pasiones de un orden diferente-- basada en el desapego y la quietud.

La cultura (al servicio del producto bruto) nos ensea a hacer esto o aquello , pero no nos ensea ano hacer
nada. Pero pienso que Pascal estaba en lo cierto al llamar la atencin hacia cmo sabemos tan poco estar
con nosotros mismos que inventamos toda clase de pretextos para distraernos. Si la educacin de nios,

jvenes y adultos se ocupara de darles a cada generacin la capacidad de dejar caer el mundo seguramente
contribuira ello a que podamos elevarnos por sobre nuestra pasiones mezquinas.
V Lo dionisaco en la educacin

VI

Y qu hacer de lo dionisaco? Los grandes educadores han pensado que la educacin debe ser
emancipatoria, pero hoy en da el mimo concepto de libertad se ha tergiversado y degradado hasta
volverse una simple libertad de vender--y supuestamente de comprar.
No hay en nuestra cultura patriarcal suficiente fe en la libertad del individuo respecto a las cadenas de
los condicionamientos infantiles, que a su vez han derivado del traspaso de una patologa social fundada
en la desconfianza en la naruraleza humana. Explicar Pensamiento de Freud al respecto).
Pero hay un gran obstculo para que pueda la educacin sanar el espritu represivo de la sociedad: la
ignorancia o ceguera psicolgica de sta. (caso de Summerhill y los intentos de reforma durante los aos
60).
Por ello, es importante que la educacin incluya entre sus propsitos el de corregir el supuesto errneo
de que la permisividad implicar prdida de lmites, respeto o comunidad (Pesta).
Tambin es importante que se comprenda que el amor al prjimo no puede desarrollarse a base de meros
sermones o explicaciones, y que requiere del amor a si mismo que a su vez equivale a una entrega
confiada a la voz de la vida dentro en nosotrosque a su vez encarna en nuestros cuerpos, en nuestra
naturaleza animal y en nuestro nio interiorque hemos aplastado inconscientemente y debemos desdemonizar para recuperar la salud psquica.
A manera de Colofn

Ms all de su contraste, lo D y lo Ap. (indif creativa y fe organsmica respectivamente) constituyen dos

formas de la libertad; una libertad respeto a lo que nos condiciona o una libertad de y una libertad para
que es necesaria a que queramos entregarnos a la vida y nuestra naturaleza ms profunda..
Siendo nuestra civilizacin misma una estructura represiva surgida del dominio de los hombres sobre las
mujeres y sus hijos, se comprende que la libertad haya sido a travs de los siglos un gran sueo y muy
valorado ideal pero no una realidad. Por ello, es razonable que tanto la libertad animal como la libertad
espiritual sean percibidas como amenazas al orden establecido y resistidas. Slo que sin la libertad es difcil
que consigamos volvernos amorosos o trascender la crisis multifactica que amenaza nuestra supervivencia.
Es de esperar, entonces que el sufrimiento creciente y tambin una comprensin creciente de lo que nos
ocurre nos permita cambiar de rumbo pese a la inercia de nuestros hbitos casi atvicos.
Si llegara el da en que los educadores, con el apoyo de un consenso global respectado por los actuales
gobiernos, decidiese actuar de acuerdo a la pertinencia del espritu dionisiaco a la educacin tanto como del
espritu del desapego que permite el autoconocimiento y la superacin de monstruos tales como el ansia
de poder, la violencia y la codicia, tendra un gran recurso en el cual apoyarse: la terapia Gestlticaque me
parece un complemento magnfico a la actual formacin de los profesores. Y tal vez no slo de la Gestalt,
sino que Los aledaos o disciplinas complementarias de la Gestalt Integrativa que he venido proponiendo a
travs de los programas SAT y hemos querido dar a conocer vivencialmente a travs de talleres variados en
el curso de nuestros encuentros.
Terminar con algunas palabras acerca de que haya preferido a travs de esta exposicin el vocabulario
mitolgico de la Gracia antigua en referencia a cosas para las cuales se emplean hoy en da trminos
abstractos o psicolgicos como espontaneidad, funcin organsmica, desidentificacin o neutralidad.
Una justificacin para ello pudiera ser que ni los filsofos modernos ni los psiclogos han tenido una

comprensin vivida de tales cosas comparable a quienes formularon los misterios antiguos de Apolo y de
Dionisio; otra, el que la transformacin de la mente a que llevan las vas complementarias del desapego y de
la entrega a la sabidura de la naturaleza o Tao lleva a las personas a un nivel transpersonal o espiritual
cuyas caractersticas justifica un lenguaje religioso o simblico.
Tambin me parece de inters llamar la atencin que hoy se ha llegado a identificar al Dios llamado
Dionisio por los griegos con el dios llamado Shiva en la India, y que segn la visin tradicional Hind de la
historia como una sucesin de cadas desde una conciencia plena arcaica a travs de sucesivas eras hasta
llaga a nuestro actual Kali Yuga o edad oscura y luego de retorno a una edad dorada, se profetiza que sea
Shivael seor de las transformacionesque destruye para permitir la evolucin de la vida, el que
rescatar a nuestra especie de su ceguera destructiva. Coincide, entonces, la profeca de la India clsica con
la intuicin de Nietzsche de que slo el espritu de Dionisio nos rescatar del espritu represivo de una
civilizacin Cristiana Occidental fosilizada, pero tiene la figura de Shiva el inters especial de que
representaen su caracterizacin simultnea como energa sexual y como ermitao que ha renunciado a
todo, precisamente la convergencia de lo dionisaco con lo apolneo.
Hago votos para que mis palabras, inspirando a quienes las escuchen a colaborar por la madurez del ser
humano posible, tanto en si mismos como en el mundo, nos ayude a sobrevivir la amenaza de nuestros
tiempos crticos.