Formacion Publico-Privado Docto Base Proyecto PDF
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demandas de recursos humanos son complejas y no pueden ser resueltas fcilmente por modalidades de formacin uniformes. Incluso la discusin sobre si
poner el acento sobre la formacin de habilidades bsicas o en formacin especializada es un intento de simplificacin que a menudo no tiene en cuenta la
multiplicidad de habilidades bsicas o de especialidades demandadas. La
manera como esto se vaya resolviendo depende de la estructura que se vayan
dando los distintos sistemas de formacin, y del papel que asuman en relacin
con la formacin los agentes econmico sociales en cada una de las sociedades
de la regin.
DIMENSIONES DETERMINANTES DE LA HETEROGENEIDAD
Los patrones de desarrollo en la regin han cambiado, ya no nos encontramos con
un patrn nico que consista en pasar de sociedades agrarias a industrializadas. La reestructuracin en curso ha definido tres patrones bsicos: el basado en
recursos naturales, es el caso de Chile, Argentina, Uruguay; otro basado en
recursos humanos, trabajando generalmente en rgimen de maquila como sucede en los pases del Caribe y Centroamrica; y regmenes mixtos, principalmente Mxico. A estos hay que sumarle el impacto que en el caso de Mxico y
Brasil tiene la industria automotriz. Estas diferencias se reflejan en anlisis sobre el desarrollo de la regin (KATZ 2000, STALLINGS y PERES, 2000) y deberan reflejarse tambin en las polticas y estrategias de recursos humanos, lo que
no sucede a menudo.
Cada patrn de desarrollo configura demandas especficas de recursos humanos. Esto marca diferencias entre los pases, pero incluso al interior de cada
sector de la economa. Recursos naturales son, por ejemplo, la minera con demandas de tcnicos y trabajadores especializados, y la fruticultura cuyo nivel de
calificacin del grueso de los trabajadores es bastante bajo. En ambas existe
demanda por profesionales para investigacin y desarrollo. Estos distintos patrones de desarrollo establecen diferencias importantes entre los pases, e incluso, como es el caso de Mxico y Brasil, entre regiones del mismo pas.
La brecha tecnolgica y la capacidad de cerrarla contribuye tambin a establecer
demandas diferenciadas de recursos humanos. Las polticas macroeconmicas y
las caractersticas del mercado para el cual se est produciendo definen la dinmica de una economa para acercarse a la frontera tecnolgica. As, los mercados muy pequeos que no generan economas de escala y las polticas proteccionistas desincentivan la innovacin. Simtricamente, mercados ms abiertos
inducen cambios de tecnologa o, en su defecto, llevan a la desaparicin de
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sectores ineficientes, sin capacidad de competir con economas que usan las
tecnologas ms avanzadas. En perodos de transicin, como el que se vive en la
regin, se reorganiza el aparato productivo en torno a las actividades ms eficientes. Simultneamente sobreviven algunas con tecnologas ms tradicionales,
a menudo ineficientes, pero que no se someten a la competencia porque sus
mercados son restringidos y por ello no son atractivos para los sectores ms
dinmicos. Ejemplos triviales son ciertos servicios personales, industrias de
alimentos frescos, como son las panaderas de ciudades menores y, servicios de
reparacin, etc. Estos sirven a mercados menores que no ofrecen rentabilidad a
empresas que usan tecnologa avanzadas.
Cada nivel tecnolgico genera demandas diferentes en materia de recursos humanos. En relacin con ello ocurre algo similar a lo que se observa con los patrones de cambio tecnolgico: competencias diferentes. Sin embargo, aqu la
diferencia est marcada por el nivel tecnolgico, lo que implica conocimientos y
habilidades muy diferentes entre las actividades cercanas y lejanas a la frontera
tecnolgica. El nivel de especializacin de las primeras es muy superior a las
segundas, las que adems de tcnicas productivas y habilidades de ejecucin
incluyen capacidades de gestin para un desempeo eficiente.
Las caractersticas de la innovacin tecnolgica son tambin determinantes. No
basta con la distancia a la frontera tecnolgica para determinar las caractersticas de los procesos de produccin y de ah los perfiles ocupacionales requeridos. El cambio tecnolgico mismo no es tampoco homogneo, como lo suponen
las propuestas de poltica y estrategias de formacin en los pases de la regin.
Durante el desarrollo de algunos de los trabajos contenidos en este volumen y
en uno anterior llamado Formacin y Empresa hemos detectado al menos dos
modalidades de cambio tecnolgico; uno evolutivo y otro que marca una ruptura cualitativa.
El cambio evolutivo es el que ocurre cuando, sobre una tecnologa existente, se
aplican transformaciones qumicas, mecnicas, elctricas, electrnicas u organizativas que no alteran los principios bsicos de la tcnica en cuestin. El cambio
de ruptura es cuando la tecnologa misma cambia hasta el punto de mudar la
lgica que gobierna la tcnica. Ejemplos del primero son todos los aditamentos
electrnicos que se han introducido progresivamente a muchos procesos productivos, como son las mquinas de control numrico, las imprentas, el automvil, etc. Ejemplos de ruptura tecnolgica es el paso del motor a explosin a la
turbina, de la mquina de escribir al computador, de la produccin mecnica de
aceite a la reduccin qumica, etc.
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En los cambios evolutivos hay una conservacin del capital humano, que puede
reciclarse para poder operar las innovaciones tecnolgicas existentes, sin que se
pierda totalmente el conocimiento adquirido. En el caso de la ruptura tecnolgica, las tcnicas de ejecucin y de manutencin son completamente diferentes,
necesitndose calificaciones nuevas sin que se pueda aprovechar el capital instalado. Es as como la formacin de recursos humanos para los dos tipos de
cambio tecnolgico son diferentes, en el primer caso hay una capital acumulado
y gran parte de los perfiles ocupacionales siguen siendo especializados y contenidos en oficios. En el segundo caso hay mayor necesidad de trabajadores flexibles. Las modalidades para ensear a unos y otros son diferentes, as como la
organizacin de los procesos formativos, lo que determina a su vez la manera
de intervencin de los diferentes actores. Esta es diferente en modalidades con
currcula fijos que en las que ponen un acento mayor en la formacin en el trabajo mismo. La revolucin tecnolgica en curso ha ido conformando universos
de competencias diferenciados a los que hay que sumar aquellos que se mantienen ajenos a estos cambios, los que contribuyen a hacer an ms heterogneo
el panorama.
Las formas atpicas de organizacin del trabajo, si bien incipientes en la regin,
introducen otro elemento de diferenciacin. Algunas de ellas son consecuencia
de la externalizacin de funciones de algunas empresas, otras son formas modernas de trabajo a domicilio, o trabajadores especializados que trabajan a destajo, o actividades ligadas al internet y a los medios modernos de comunicacin.
Son cada vez menos las personas que tienen acceso a un empleo tpico definido como un trabajo con contrato de duracin indefinida, a tiempo completo, en
los locales de una empresa, bajo la supervisin de un empleador con una remuneracin pactada y con prestaciones sociales completas. Tanto en las economas
desarrolladas como en los pases en desarrollo se registra un aumento de las
formas de empleo atpicas en las cuales existen variadas condiciones de dependencia jurdica y econmica, mltiples mecanismos de generacin de ingresos y de adquisicin de comp etencias (MONTERO, 2000).
MONTERO (2000) formula las siguientes hiptesis en relacin con estos trabajadores. La primera es que la formacin profesional, en este tipo de empleos,
no se logra por las vas clsicas de una carrera educativa formal sino que es el
resultado de un proceso progresivo y autogestionado de construccin de un
capital de competencias. La segunda hiptesis es considerar la adquisicin de
competencias como resultado del encuentro de una demanda proveniente de
las empresas, de una oferta limitada de capacitacin formal y de las opciones
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personales y familiares de ciertas categoras de la fuerza de trabajo cuya trayectoria laboral los inclina a este tipo de actividad.
El concepto de nueva economa ha sido acuado para caracterizar algunas de
estas formas atpicas de organizacin del trabajo. Muchas de ellas estn relacionadas con el procesamiento de datos, la electrnica, la biotecnologa, etc., todas
ellas asociadas con el fuerte impacto de los avances tecnolgicos y cientficos.
Como sucede a menudo, al analizar los procesos de desarrollo econmico, est
aqu presente el supuesto que todas las actividades avanzan en una misma direccin, vale decir, que el conjunto de la economa va hacia la direccin marcada por estas tecnologas y que la organizacin del trabajo seguir pautas inducidas por estas. En este contexto las propuestas realizadas por acadmicos y
otros estudiosos del tema son acogidas y reproducidas por los medios de comunicacin e incluso por los agentes gubernamentales, finalmente se plasman
en propuestas de poltica que rara vez se implementan cabalmente. Probablemente el efecto ms poderoso de estos conceptos es el de enmascarar las caractersticas de la totalidad de la economa que, en la regin al menos, no se va
organizando de la manera deseada, o si lo hace la velocidad del cambio es muy
lenta. De aqu hay dos consecuencias relevantes: en primer lugar, que las demandas en el corto y mediano plazo son mucho ms diversificadas de lo que
dejan suponer los anlisis mencionados; y, que es razonable actuar teniendo
presente que esta situacin se mantendr todava para toda la generacin actualmente en la poblacin activa y para una proporcin importante de los que
se estn formando.
Existen factores sociales que contribuyen a la heterogeneidad no de las competencias y contenidos de la formacin, pero s de los procesos y estrategias de
formacin, y por ende a la estructuracin de las modalidades. Son significativas
en este contexto las diferencias de sexo, raciales, de nivel socio econmico.
Dos dimensiones son importantes en relacin a esta situacin. En primer lugar,
estos grupos tienen dificultades de acceso a la formacin y capacitacin, por
razones derivadas del capital cultural, medios econmicos, situaciones familiares, falta de incentivos, discriminacin abierta o escondida, etc. Estos han sido
analizados y estudiados especialmente en lo que se refiere a mujeres, jvenes y
sectores ms empobrecidos y menos en relacin a adultos mayores y grupos
tnicos y raciales. En segundo lugar, al examinar los trabajos realizados en relacin con mujeres se advierte que ellas, para avanzar en la carrera ocupacional
deben, al menos en puestos de ejecucin, contar con un bagaje de conocimientos
y experiencias superior al de los hombres. No es aventurado plantear la hiptesis que, para los restantes grupos, la situacin de falta de oportunidades es si14
milar, con ciertas diferencias especficas. Son precisamente las diferencias propias de cada grupo lo que contribuye a la heterogeneidad de la demanda por
formacin.
Esto es tanto ms importante cuanto que, como lo seala RANGEL (2000), en
la ltima dcada se ha profundizado la brecha para alcanzar una mayor equidad y la pobreza se ha acentuado (en todos los pases con la excepcin de Chile)
empeorando la calidad de vida de los grupos ms vulnerables de la poblacin
como los pueblos indgenas y afroamericanos que ya se encuentran en situacin
de desventaja social.
Es claro que este conjunto de problemas, ms que ningn otro, no se puede
resolver con polticas aisladas, de formacin o en cualquier otro mbito. Aun
cuando la formacin y capacitacin jueguen un papel importante para acceder a
empleos, progresar en la carrera ocupacional, mejorar productividad y salarios,
esta no es suficiente, precisa de acciones complementarias para que sus efectos
puedan ser recogidos por personas en grupos vulnerables. Es con relacin a
estos grupos, que sumados son la mayora de las poblaciones econmicamente
activas en todos los pases de la regin, que los agentes econmico sociales deben establecer formas de cooperacin. Ello conlleva la creacin y/o reestructuraciones institucionales y necesarias colaboraciones entre los diferentes interesados, en tanto que las acciones, estrategias y polticas para estos grupos incluyen dimensiones asociadas con el mejoramiento de productividad y con polticas sociales, las que no siempre siguen lgicas coincidentes.
Las diferencias etarias son un otro factor de heterogeneidad. Las demandas de los
diferentes grupos de edades son diferentes, en tanto que cada generacin ha
hecho aprendizajes distintos en materia de formacin general, habilidades bsicas, especializaciones, en el trabajo, etc. Existen trabajadores adultos cuyo nivel
de alfabetismo es muy bajo, mientras que hay jvenes que han completado educacin secundaria pero no tienen experiencia laboral significativa. Algunos han
hecho especializaciones muy avanzadas pero carecen de la flexibilidad de otros
que han tenido una formacin ms general. Estas y otras situaciones configuran
patrones de formacin diferentes que dan pie para demandas muy diversificadas.
La formacin y capacitacin difcilmente puede optar por un slo grupo de
edades. No puede, por ejemplo, privilegiar slo a los ms jvenes, con el argumento que tienen mejor formacin bsica y que se estn incorporando o se han
incorporado recientemente a las actividades productivas. Esto significara desconocer que alrededor del 85% (dependiendo de los pases) de la poblacin
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activa actual estar trabajando o buscando trabajo en 10 aos ms y que alrededor del 50% estar en las mismas condiciones en 30 aos ms. Tampoco se pueden dejar de atender la demanda de los jvenes que son los que muestran los
ms altos niveles de desempleo en la regin. Ambas polticas son diferentes. El
trabajo de GANZ (2000), en este volumen, hace alcances valiosos emanados de
la experiencia de las organizaciones sindicales brasileas.
USO DE LOS SISTEMAS DE FORMACIN
De todo esto resulta un panorama muy heterogneo con demandas diversificadas, tanto de orden general como especializado. Los desbalances entre oferta y
demanda de recursos humanos calificados y la relativa inelasticidad de la instituciones se ha ido corrigiendo por una reestructuracin de los sistemas de
formacin y capacitacin y la incorporacin de nuevos actores. GALLART da
cuenta en su trabajo de esta evolucin que ha menudo se ha realizado con dificultades, oposicin interna de los sistemas mismos, concesiones, medias medidas en algunos casos e innovaciones interesantes en otros casos:
Se puede trazar un panorama con dos posiciones polares. En una de ellas, las
polticas de formacin profesional son definidas y ejecutadas por instituciones
pblicas financiadas por el Estado. En estos casos, las transformaciones se han
dado en la direccin de una descentralizacin por sectores y ramas econmicas,
estableciendo un intercambio ms especfico con las cmaras empresariales
para descubrir las demandas del sector productivo. Se busca tambin regionalizar las grandes instituciones ajustndolas a los requerimientos locales. Mediante estos mecanismos se espera acercar la oferta institucional a la demanda
de las empresas la cual se expresa a travs de comits de vinculacin. Por otro
lado, se intenta restringir las financiaciones no atadas a servicios especficos, y
promover la venta de actividades de formacin y asesoramiento tcnico al sector privado como forma de disminuir costos y articular demandas.
En el polo opuesto, el Estado se reserva la regulacin y la provisin de fondos a
la capacitacin, pero deja al mercado de formacin la asignacin de los recursos
por medio de la interaccin entre instituciones privadas y pblicas de capacitacin por un lado, y empresas y particulares en demanda de capacitacin por el
otro.
En este ltimo caso, cabe dos preguntas. Una pretende averiguar qu actividades y tipos de formacin deben ser financiados por el Estado y cules por el
sector privado, y la segunda plantea a quin se subvenciona, si a las personas
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que desean capacitarse o a las empresas. La respuesta fctica a estos interrogantes puede observarse en los distintos programas instrumentados en la regin. No se puede identificar, en todo caso, estrategias y polticas homogneas
que permitan deducir una sola lnea de comportamiento en esta materia.
Algunos ejemplos significativos son los que se analizan en este mismo trabajo
de GALLART y en el de RAMREZ. En el primero se hace referencia a los Centros Nacionales de Tecnologa SENAI con un modelo basado en un sistema de
incentivos internos para actualizar una organizacin slida, antigua, y de gran
tamao; y buscar nuevas formas de adecuarse a las demandas de la industria.
De aqu se pueden sacar enseanzas de cmo modificar los sistemas establecidos, sin destruirlos y preservando sus mayores mritos. El SENCE en Chile,
desde una perspectiva muy neoliberal, ha optado por despojarse de toda actividad directa de formacin para pasar a subvenciones a la demanda de las empresas. En este esquema las instituciones de capacitacin asignan los fondos
pblicos por medio del mercado de capacitacin. Esta experiencia es analizada
crticamente por SALAZAR, quien postula que esta modalidad de distribucin
de recursos no tiene ningn efecto positivo sobre la equidad social. Por otra
parte Mxico, que nunca tuvo una institucin de formacin profesional pero
que ha implementado desde la Secretara de Trabajo polticas activas de empleo
con un componente fundamental de capacitacin, resulta de singular importancia pues centra su respuesta en la posibilidad de instrumentar un sistema nacional de competencias laborales que opere como gua de la formacin El
INFOTEP en la Repblica Dominicana, intenta evitar los peligros de la institucionalizacin rgida a travs de una participacin activa de los empresarios, una
focalizacin clara y la inclusin del sistema dual (GALLART).
RAMREZ, que pone el acento sobre los agentes comprometidos dice: Cules
son esos actores? Convencionalmente se habla de tres de ellos: Estado, empresarios, trabajadores. Y por supuesto, tambin estn los formadores. Pero estas
categoras son demasiado generales para pretender una lectura inteligible de
sus expectativas y posiciones. El Estado no es una realidad monoltica, los empresarios y los trabajadores reflejan la gran heterogeneidad de los sistemas productivos de la regin; los formadores son cada vez ms y ms variados, incluyendo algunos que no se reconocen formalmente como tales.
Acua la nocin de un agente-eje que lidera y motiva las transformaciones y
renovaciones. Este es un agente dinmico, capaz de resolver creativamente los
problemas a que se enfrenta la formacin. La condicin de protagnico y crtico
no necesariamente significa que sea dinmico y de igual manera, un agente por
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nuevo no quiere decir que sea novedoso, pues puede estar afectado por intereses o estilos que los hagan mas bien anacrnico o poco propositivo
El financiamiento, especialmente la asignacin de los recursos pblicos, es un
factor determinante de la definicin de las polticas y las estrategias y en el xito
de ellas. Aun cuando este asunto no es un objetivo central del proyecto que
sustenta este libro, se convirti en un tema ineludible. Ninguno de los variados
esquemas de financiamiento y de asignacin del gasto aplicados son capaces de
tener en cuenta todas las situaciones de una realidad tan compleja. Ninguno de
ellos llega a todos los sectores sociales y econmicos que necesitan algn tipo de
financiamiento para operar. En relacin a los fondos pblicos las decisiones de
poltica en todas las situaciones discriminan en favor de determinados grupos
de la poblacin y en contra de otros.
RAMREZ tipifica las modalidades de financiamiento pblico de acuerdo al
destino de los fondos distinguiendo entre el:
i)
ii)
iii)
iv)
v)
escuelas e instituciones de formacin sectoriales por parte de las cmaras empresariales, como son por ejemplo la Fundacin Gutemberg en Argentina, el
plan Vulcano en Chile o las iniciativas de la industria grfica en Mxico, solo
para mantenernos en este sector; o la que realizan sectores enteros, cuyo ejemplo ms relevante es el SENAI en Brasil; la inversin directa que hacen las empresas al margen de subsidios estatales, especialmente pero no nicamente,
cuando hacen cambios tecnolgicos de proceso u organizativos, de los cuales
hay muchos ejemplos, algunos de los cuales estn repertoriados en el libro
Formacin y Empresa (LABARCA, 1999) en esta misma coleccin y en el texto
de Silvera en este volumen; la instalacin de instituciones de formacin y capacitacin, las que tambin usan recursos pblicos pero crecientemente tambin
recursos privados.
En este panorama se advierte tambin que los individuos mismos invierten
crecientemente en su formacin y capacitacin la que ven como una inversin, o
como un medio, a veces excesivamente oneroso, de certificar conocimientos ya
adquiridos en el trabajo. La privatizacin de la formacin y capacitacin, la
desvalorizacin de los diplomas que obliga a estudios tcnicos superiores, post
secundarios o post universitarios segn sea el caso, y la necesidad real de adquirir conocimientos sistemticos son incentivos para que los individuos o sus
familias inviertan en formacin.
La formacin en el trabajo, que es una modalidad que existe desde que existen
los colectivos de trabajo, ha tomado una importancia particular en la ltima
dcada, especialmente cuando se introducen cambios tecnolgicos. Actualmente, en los sectores de tecnologa avanzada esta supone una carga de conocimientos, tanto de orden general como de tecnolgicos, mucho ms importante
que en el pasado, cuando lo crucial era el aprendizaje de operaciones. En el
interior de la empresa quienes asumen el papel de la formacin prctica, sean
estos oficiales ms antiguos o colectivos de trabajadores, no slo deben ensear
las operaciones de los procesos productivos, sino que tienen una tarea ms
compleja que en el pasado, por cuanto estos deben conocer bien los principios
en los que se basan los procesos y ser capaces de transmitir estos conocimientos.
En estos esquemas la relacin de los agentes formadores entre s debera ser
mucho ms estrecha a fin de que se satisfaga la demanda de recursos humanos
proveniente de las actividades ms prximas a la frontera tecnolgica. Como
eso es difcil de conseguir, sucede que la formacin para el trabajo y la capacitacin corrigen deficiencias anteriores de la formacin general e incluso de la
tecnolgica especializada, dejando en manos de los departamentos de forma19
21
23
1. INTRODUCCIN
El objetivo de este trabajo es analizar las diversas formas de articulacin existentes entre el Estado y las organizaciones privadas para dar respuesta a las
demandas de formacin profesional en Amrica Latina. El texto se limita a la
capacitacin no formal. La oferta privada de capacitacin y su articulacin con
el Estado financiador, se considera slo como dimensin secundaria de la relacin sector pblico/sector privado. Otras instituciones de la sociedad civil tales
como los sindicatos, de indudable relevancia en cuanto actores de las polticas
de formacin, no estn en el foco del anlisis1 . La principal dimensin a anali-
La articulacin entre los actores de la formacin profesional, entre los cuales se encuentran los
sindicatos, es tema de otro de los documentos de integracin del Proyecto CEPAL-GTZ.
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zar, por lo tanto, es la del sector pblico como regulador, financiador y en algunos casos proveedor de la formacin profesional, y las empresas productivas
privadas como demandantes de capacitacin.
Se plantea aqu un dilema bsico: la formacin debe dejarse librada al juego
del mercado, entre una oferta de formacin y una demanda de capacitacin
privada, de manera que esa relacin fije el precio y el tipo de formacin a impartirse, o el Estado debe asumir la responsabilidad para obtener una maximizacin de la productividad social y la equidad en cada pas?
El patrn latinoamericano tradicional de formacin para el trabajo entrega una
gran responsabilidad al Estado. Este recauda impuestos especficos para financiar instituciones autnomas de formacin profesional, de caractersticas cuasi
monoplicas, pertenecientes en la mayora de los casos al sector pblico (salvo
en Brasil, donde son administradas por las federaciones patronales). Esta tradicin ha entrado en crisis en las ltimas dcadas, principalmente por la con fluencia de dos factores: los cambios productivos que exigen una mayor ductilidad en la formacin y las restricciones presupuestarias que hacen difcil continuar asignando abundantes fondos a dichas instituciones.
1.1. El contexto de la formacin profesional en el fin de siglo
La formacin profesional en Amrica Latina cuenta con medio siglo de historia.
Su primer antecedente es la fundacin del Servicio Nacional de Aprendizaje
Industrial (SENAI) en Brasil a comienzos de la dcada de los aos cuarenta,
seguido por la creacin del Servicio Nacional de Aprendizaje Comercial
(SENAC) en 1946. Este modelo se extiende luego a lo largo y a lo ancho de la
regin, replicado en una multiplicidad de instituciones de formacin profesional nacionales que adaptan el modelo original a la realidad de los distintos pases: Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), 1957 (Colombia); Instituto Nacional de Cooperacin Educativa (INCE), 1959 (Venezuela); Servicio Nacional
de Aprendizaje en Trabajo Industrial (SENATI), 1961 (Per); Instituto Nacional
de Aprendizaje (INA), 1963 (Costa Rica); Instituto Nacional de Capacitacin
(INACAP), 1966 (Chile); Servicio Ecuatoriano de Capacitacin Profesional
(SECAP), 1966 (Ecuador). Durante los aos setenta surgi la ltima generacin
de instituciones: Servicio Nacional de Promocin Profesional (SNPP), 1971 (Paraguay); Instituto Nacional de Formacin Profesional (INFOP), 1972 (Honduras); Servicio Nacional de Formacin de Mano de Obra (FOMO), 1972 (Bolivia);
Instituto Nacional de Capacitacin y Productividad (INTECAP), 1972 (Guatemala); Instituto de la Formacin y el Aprovechamiento de los Recursos Humanos (IFARHU), 1973 (Panam) y el Centro Interamericano de Investigacin y
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vada, la que adems, debido a los procesos de privatizacin, se extiende a sectores productivos y de servicios anteriormente en manos del Estado.
La creacin y desarrollo de las instituciones de formacin profesional se hicieron sobre el supuesto de la necesidad de una formacin profesional subvencionada, supuesto vlido en los albores de la industrializacin, ya que nunca se
hubiera podido realizar la inversin necesaria en capital humano sin el apoyo
del Estado. En las primeras dcadas, el sector productivo absorbi sin problemas a los trabajadores capacitados por estos programas, pero a medida que se
fue estancando la demanda y variaron las necesidades, se advirti que no existan mecanismos de ajuste de la formacin ofrecida. Las instituciones definieron
desde la oferta la creacin y mantenimiento de cursos, los mecanismos de financiacin no enviaban seales de alerta pues los presupuestos estaban relativamente asegurados por los impuestos y la venta de servicios era mnima
(CASTRO 1995a, 1998).
A partir del comienzo de la dcada de los aos ochenta, este enfoque inicial
entra en crisis. Las empresas empiezan a satisfacer sus necesidades de formacin por otros medios, el ajuste estructural del Estado restringe los recursos
destinados a las instituciones de formacin profesional y se tiende a cambiar las
formas de financiamiento; este se ejecuta a travs de partidas permanentes
asignadas en el presupuesto nacional, o bien por medio de formas nuevas que
separan la administracin de fondos de la ejecucin de los programas (DUCCI,
1991; MARTNEZ ESPINOZA, 1995).
Se plantea entonces que ha llegado el momento de pasar de un modelo de formacin definido desde la oferta, a un modelo de formacin desde la demanda
del sector productivo (CASTRO, 1998). El nuevo paradigma, con apoyo de las
instituciones multilaterales de crdito (BID y BM), preconiza la reduccin o
desmantelamiento de las instituciones de formacin profesional monoplicas y
la creacin de un mercado de la formacin en el que el Estado tenga el papel de
administrar subsidios a la demanda empresarial o a los usuarios pertenecientes
a grupos objetivo definidos, y en el que las instituciones de capacitacin compitan con sus servicios.
Llevar a la prctica este enfoque no es fcil, pues la formacin profesional incluye dos aspectos: la capacitacin general aplicable en ms de una firma y en
ms de un puesto de trabajo, y la capacitacin especfica para el manejo de mquinas determinadas, conocimientos y desempeos propios de particulares
organizaciones productivas. Las empresas, por su propia dinmica y por las
dificultades de apropiacin de los resultados de la formacin, tienden a invertir
en esta ltima, es decir en la capacitacin especfica, y descuidan la capacitacin
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ms general necesaria para una fuerza de trabajo flexible y adaptable a los cambios (AGERO y LABARCA, 1998).
Como consecuencia de las circunstancias sealadas, el panorama de la formacin profesional a final de siglo presenta una enorme variedad de formas ins titucionales. Por una parte se registra el desarrollo de mercados de formacin
y la contratacin de cursos de formacin por instituciones privadas o pblicas, a travs de concursos, con mecanismos que exigen adecuacin a las demandas del sector productivo (Chile y Mxico). En otro extremo muchas instituciones de formacin profesional siguen siendo instituciones pblicas autnomas con adecuaciones parciales a las nuevas circunstancias. En una actitud intermedia se encuentran el SENAI, que ha concretado cambios importantes en la relacin con el Estado y las empresas, siempre administrado por
la federacin patronal.
La cantidad de trabajadores capacitados por las instituciones de formacin profesional no es desdeable. Alrededor de 5 millones de personas pasaron por sus
cursos en 1993, ms de la mitad de las cuales fueron capacitadas para el sector
secundario de la economa y alrededor del 90% era personal de ejecucin. La
suma de la matrcula de tres instituciones (SENA, SENAI y SENAC) incluye
alrededor del 85% de los usuarios de instituciones de formacin profesional de
la regin (CINTERFOR, 1995). Por otro lado, en la aplicacin del nuevo modelo
el SENCE de Chile el Programa Empresa de subvencin a la demanda cubre
ms del 90% de los capacitados por esa institucin; en 1995, se capacitaron
423.618 personas, es decir 8.03% de la fuerza de trabajo chilena, lo que muestra
la amplitud de su cobertura (CRESPI, 1997, p.5).
La reestructuracin productiva dio como resultado un cambio radical en la demanda de calificaciones (NOVICK y GALLART, 1997). El ajuste estructural del
Estado, por otra parte, presente en casi todos los pases a partir de la dcada de
los aos ochenta, produjo efectos directos en la formacin profesional en, al
menos, tres aspectos. El reordenamiento impositivo tiende a desechar los impuestos de asignacin especfica que solan financiar a las instituciones de formacin profesional. Se restringieron las funciones antes asignadas al Estado,
delegando las no esenciales al sector privado y al mercado. Y, finalmente, la
bsqueda de mayor eficiencia en el gasto pblico condujo a polticas de descentralizacin, subcontratacin de la ejecucin y focalizacin en grupos objetivo
especficos. Estas tendencias fueron fuertemente inducidas y apoyadas por los
Bancos de cooperacin internacional y en todos los casos modificaron las formas tradicionales de articulacin entre el Estado y el sector privado en la formacin profesional.
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respecto al sector pblico agrega un elemento ms a la complejidad de la articulacin sector pblico - sector privado en la regin.
Se puede trazar un panorama con dos posiciones polares. En una de ellas, las
polticas de formacin profesional son definidas y ejecutadas por instituciones
pblicas financiadas por el Estado. En estos casos, las transformaciones se han
dado en la direccin de una descentralizacin por sectores y ramas econmicas,
estableciendo un intercambio ms especfico con las cmaras empresariales
para descubrir las demandas del sector productivo. Se busca tambin regionalizar las grandes instituciones ajustndolas a los requerimientos locales. Mediante estos mecanismos se espera acercar la oferta institucional a la demanda
de las empresas la cual se expresa a travs de comits de vinculacin. Por otro
lado, se intenta restringir las financiaciones no atadas a servicios especficos, as
como promover la venta de actividades de formacin y asesoramiento tcnico al
sector privado como forma de disminuir costos y articular demandas.
En el polo opuesto, el Estado se reserva la regulacin y la provisin de fondos
a la capacitacin, pero deja al mercado de formacin la asignacin de los recursos por medio de la interaccin entre instituciones privadas y pblicas de
capacitacin por un lado, y empresas y particulares en demanda de capacitacin por el otro.
En este ltimo caso, caben dos preguntas. Una pretende averiguar qu actividades y tipos de formacin deben ser financiados por el Estado y cules por el
sector privado, y la segunda plantea a quin se subvenciona, si a las personas
que desean capacitarse o a las empresas. La respuesta fctica a estos interrogantes puede observarse en los distintos programas instrumentados en la
regin. Veremos a continuacin algunos ejemplos de estas diferentes orientaciones con el objeto de observar cules son las condiciones de partida de los
procesos, cules las acciones desarrolladas, y cmo se evalan sus consecuencias.
2. CUATRO ESTUDIOS DE CASO DE LOS PROCESOS DE
TRANSFORMACIN DE LA FORMACIN PROFESIONAL 2
Se comenzar con la presentacin de los desarrollos recientes de la decana y
lder de las instituciones de formacin profesional, el SENAI. Insertos en esta
institucin, los Centros Nacionales de Tecnologa plantean un modelo alternati-
31
i)
ii)
Algunas tendencias de las acciones mediadas por los OTIR plantean interrogantes. Los capacitados tienden a concentrarse en sectores de empleados de mayores
ingresos: el 88% de stos ganan ms de diez ingresos mnimos versus 72% del
resto del sistema. Por otro lado no se cre un mercado competitivo de OTIR ya
que dentro de la industria manufacturera dos OTIR concentran el 80% del mercado: el de la Cmara de la Construccin (50%) y el de la Sociedad de Fomento Fabril (30%). Otro aspecto crtico es que la expansin de la matrcula ha reproducido
las caractersticas anteriores del sistema, esto es, la concentracin de la capacitacin para los trabajadores ms calificados en sectores de tecnologas blandas y de
gestin, y en el rango de trabajadores con ingresos superiores. Del mismo modo,
la preponderancia de entrenamiento en niveles administrativos con respecto a la
formacin profesional de operarios de ejecucin seala tendencias que no se adecuan a los objetivos iniciales de la instalacin del sistema SENCE.
Uno de los objetivos importantes de la creacin de los OTIR fue facilitar el acceso a la capacitacin a las pequeas y medianas empresas que tenan dificultad
de articular sus demandas. Una encuesta aplicada a una muestra aleatoria del
universo de PYME que han sido objeto de programas de apoyo estatal arroj los
siguientes resultados: el 50% de las PYME registra falencias de capacitacin a
nivel de trabajadores calificados y un 45% lo hace tambin en el rango de trabajadores no calificados; en relacin a las reas temticas, mientras el 60% de las
empresas revel necesidades insatisfechas en administracin, casi la mitad presenta demandas de capacitacin a nivel de tecnologas y procesos industriales.
Cabra por lo tanto preguntarse si esta deficiencia se debe a los mayores costos
de este ltimo tipo de capacitacin, o a la carencia de una oferta de calidad. Slo
un 38% de las PYME encuestadas ha recibido los beneficios del SENCE, lo que
implica grandes posibilidades de crecimiento futuro.
Las conclusiones del estudio de caso sealan que los OTIR han hecho un aporte
importante al crecimiento del sistema. Sin embargo, no han podido cubrir ciertas deficiencias, debido quiz a fallas en la formacin general bsica de la fuerza
de trabajoprovenientes de su paso por el sistema educativo, al sesgo hacia
la capacitacin administrativa y la escasa formacin en tecnologas y procesos
industriales. Finalmente, se puede afirmar que la performance de la capacitacin
llevada a cabo directamente por las empresas en relacin con la implementada
por los OTIR no registra diferencias estadsticamente significativas.
El estudio de caso chileno muestra con claridad las ventajas e inconvenientes de
la articulacin entre el Estado y el sector privado en la que el primero tiene la
funcin de financiador y regulador del mercado de capacitacin, pero sin intervencin en la eleccin de los cursos y en la asignacin de fondos a stos. La idea
que la informacin incompleta y la carencia de escala de las PYME podan ser
36
crea as el Sistema Nacional de Capacitacin y Adiestramiento basado en comisiones mixtas constituidas en las empresas; se conforman rganos bipartitos al
nivel de empresa y rama de actividad, y tripartitos en el mbito regional y nacional. Paralelamente surge en el ao 1978 el Colegio Nacional de Educacin
Profesional Tcnica (CONALEP), organismo pblico descentralizado para la
formacin de tcnicos, con participacin del sector empresario en la direccin.
El propsito de esta iniciativa es vigilar y normar a travs de un enfoque sistmico la capacitacin impartida por las propias empresas.
Ms adelante, en la dcada de los aos ochenta, una evaluacin del Sistema
Nacional de Capacitacin y Adiestramiento realizada por el Banco Mundial y el
CONALEP seala sus limitaciones ms significativas: no llega a la mayora de
los trabajadores, ni alcanza a la pequea y mediana empresa; no ha logrado
superar la etapa burocrtica de registro de las comisiones mixtas (sindicatos y
empresas) y de los planes y programas de capacitacin; slo genera procesos
fragmentados de formacin, sin anticiparse a futuras demandas.
Frente a estas fallas evidentes, el Estado opta por desempear el rol de facilitador de la formacin de dos grupos vulnerables: los desempleados y los trabajadores de las PYME. Desde la Secretara del Trabajo se busca atender los desequilibrios del mercado, promoviendo polticas activas orientadas al futuro mediante la inversin en acciones formativas. Esta visin se inscribe en la perspectiva de una economa abierta en la que el empleo es una funcin de los aumen tos de productividad, y sta a su vez, de la capacidad de innovacin, producto
de un proceso de aprendizaje que incluye la inversin en equipo y en los recursos humanos. La poltica de empleo, por lo tanto, tiene como objetivo el incremento de la productividad y la competitividad del sector privado, especialmente las PYME, y el desarrollo de los mercados de trabajo.
Los dos programas innovadores que se crean en consecuencia, dirigidos a los
grupos no atendidos por el mercado, son el Programa de Becas de Capacitacin
para Trabajadores Desempleados (PROBECAT) y Calidad Integral y Modernizacin (CIMO). De la compleja trama de comisiones mixtas slo se conservan
las de empresa y el organismo central de registro y verificacin del Estado.
En el caso del PROBECAT se parta del supuesto de la existencia de una demanda potencial de mano de obra que poda ser cubierta capacitando a los desempleados. En cuanto al CIMO, se esperaba incrementar el empleo en las
PYME, a travs de un aprendizaje organizacional. En los dos proyectos se considera a la empresa como sujeto de capacitacin y desarrollo autosostenido. Los
programas no son ejecutores de la formacin sino instancias intermedias entre
la oferta existente y las necesidades detectadas. Ambos actan de manera des38
centralizada, el PROBECAT operado por el gobierno central utilizando los servicios estatales de empleo, y el CIMO a travs de sus propios consultores provinciales, quienes ejecutan el programa desde oficinas instaladas, por lo general, en una cmara o asociacin empresarial local. Se entrenan actualmente por
ao unos 500.000 trabajadores bajo el PROBECAT, y existen 54 unidades promotoras de la capacitacin del programa CIMO que atendieron a 157.000 empresas entre 1988 y 1994.
Estos programas han operado ya ms de diez aos, han corregido errores y han
aprendido de su propia experiencia dependiendo de financiamiento externo.
Sin embargo, resulta difcil garantizar la calidad del servicio prestado, pues no
se trata de un proceso estandarizado sino a medida. Otro es el de la normatividad del sistema de la administracin pblica con sus dificultades para adaptarse a los requerimientos de la demanda. El formato contable de los presupuestos, la necesidad de establecer metas predeterminadas y evaluar resultados, con el agravante de tener que renovar el programa cada dos o tres aos,
confluyen para que la empresa se comporte como si fuera parte de la administracin pblica. Estas trabas han significado una tensin extra y una cierta prdida de tiempo til para los promotores, lo que es expresado as por MERTENS
(1997): Si la descentralizacin de la operacin y la participacin del sector privado no son acompaadas por una innovacin en la administracin pblica, se
tiende a provocar un desgaste interno entre el personal de un programa grande
que, a fin de cuentas, repercutir en un impacto menor en el objetivo principal
del programa.
En este contexto, la extensin, diversificacin y descentralizacin de la educacin formal en el sistema educativo, y los programas de formacin presentados
anteriormente constituyen una oferta amplia generada por el Estado. Sin embargo, la reestructuracin del sistema productivo y la exigencia de competitividad sealan la necesidad de una innovacin de fondo en la formacin, que
permita adecuar cuantitativa y cualitativamente esa oferta a la demanda. El
problema va ms all de cambiar los procedimientos administrativos: desde el
inicio, cuando se asign a los actores sociales trabajadores y empresas el rol
de decidir la forma y el tipo de capacitacin, el Estado asumi un papel fiscalizador. Cambiar esta imagen de un Estado vigilante por la de un Estado activo,
socio en la tarea de formacin, es uno de los desafos de la dcada actual
(MERTENS, 1998).
Simultneamente, los diagnsticos sobre los problemas de calidad mostraron la
insuficiencia de los programas dirigidos a grupos especficos y la necesidad de
un replanteo integral de la formacin que incluyera una mejora en la educacin
bsica y una mejor articulacin entre educacin formal y formacin profesional.
39
i)
ii)
institucin de formacin profesional no la puede llevar a la prctica directamente, a qu organizacin se va a contratar. La supervisin nacional la ejerce un
Comit Nacional integrado por directivos del ADOZONA y del INFOTEP.
Parte de los recursos as obtenidos se invierten en la infraestructura que permite
llevar adelante la capacitacin en el propio parque industrial. De este modo,
existen ya cinco centros de capacitacin instalados en su correspondiente parque. Mediante esta alianza estratgica, entre 1992 y 1997, ms de 74.000 trabajadores de zonas francas han recibido entrenamiento. Tambin, fuera de las zonas
francas, el INFOTEP ha contribuido a que grandes empresas organicen sus propias unidades de formacin.
Asimismo, la implementacin de la formacin dual ha ayudado a acercar los
servicios de capacitacin a las empresas. El proyecto se inici en 1988 en 35
empresas, cubriendo ocupaciones de mecnica automotriz y mecnica industrial. En el transcurso de 10 aos se han formado 1.671 jvenes, y ms de 900
estn en proceso de preparacin en ms de 20 especialidades, con la participacin de varios centenares de empresas. En la actualidad funcionan 30 comisiones tcnicas, integradas por empresarios, trabajadores, especialistas y/o conocedores de un rea ocupacional, con las siguientes responsabilidades: identificar
los perfiles profesionales del nivel ocupacional, participar en la planeacin,
organizacin y diseo del currculum instruccional, transmitir informacin
sobre el desarrollo tecnolgico de la familia ocupacional, servir de enlace con
las diferentes asociaciones profesionales y colaborar con la formacin de instructores. Se han creado tambin comisiones evaluadoras que verifican el proceso de certificacin de la capacitacin ofertada.
El INFOTEP ha definido como una de sus funciones imprescindibles la preparacin de docentes para la formacin profesional. Hasta 1997 cerca de 4.000
instructores en servicio y aspirantes han recibido entrenamiento metodolgico y
1.200 han participado en cursos de actualizacin de tecnologas y realizado
pasantas en empresas.
En el caso del INFOTEP, la articulacin entre el sector pblico, financiador de la
capacitacin y a cargo de las polticas, y el sector productivo ocurre con cierta
fluidez. El hecho de ser una institucin joven en un pas pequeo, creada con
apoyo del sector empresarial, favorece esta articulacin. La subcontratacin de
cursos y la promocin de la oferta privada de capacitacin evita la rigidez observada en instituciones de formacin profesional mayores y ms antiguas. La
existencia y continuidad del sistema dual es un indicador de la posibilidad de
colaboracin. No obstante, la dificultad para promover una oferta suficiente de
buena calidad por parte de las instituciones privadas de capacitacin, y la rela44
diatos con respecto a la financiacin, tiene como objetivo mediato, pero fundamental, una transformacin de la estructura de estas instituciones.
Los resultados en trminos de la articulacin Estado, sector privado y la organizacin institucional son muy variados, como pudo verse en los ejemplos anteriores. Esa estructura, en cada caso, est basada en la evolucin de los modelos
preexistentes y en el peso de los actores sociales en el proceso de transformacin. Una manera de sistematizar el anlisis ser entonces enfocar los temas
centrales de la articulacin Estado, sector privado en la formacin profesional,
de lo cual trata el prximo captulo.
3. LOS GRANDES TEMAS
3.1. Las formas de financiacin
El instrumento central que ha utilizado el Estado en la regin para intervenir en
las polticas de formacin profesional ha sido financiacin pblica. En todas las
formas expuestas de articulacin entre el Estado y las organizaciones privadas,
la provisin por el Estado de una parte o la totalidad de los fondos es una
constante. Si existe acuerdo en que el papel del Estado es fundamentalmente
evitar la subinversin en formacin es primordial que los mecanismos de obtencin y asignacin de fondos tengan efectos positivos y no perversos. Por ello
parece relevante examinar las diversas maneras en que se consigue y se distribuye el financiamiento destinado a la formacin profesional.
Las modalidades de aplicacin del financiamiento pblico a la formacin pueden tipificarse as:
i)
ii)
iv) subsidios a los trabajadores bajo la forma de becas o fondos que ellos
mismos invierten en capacitacin;
v)
sarios y el capital humano de sus trabajadores, la nica salida de las PYME para
sobrevivir es la precarizacin del trabajo y la evasin fiscal, con las consecuencias que esto significa para el bienestar de la sociedad.
Hasta aqu las tendencias comunes en cuanto a la orientacin de la formacin
profesional. Hay otros problemas que aparecen recurrentemente, como es que
los mecanismos de asignacin de recursos al mercado de capacitacin, a travs
del sistema de subvencin a la demanda, dan como resultado un predominio de
la capacitacin administrativa en tecnologas blandas y atencin preferente a
usuarios de niveles de ingresos relativamente altos. La capacitacin en tecnologas de produccin, que exigen mayor inversin en equipos, en formacin de
instructores y en cursos ms prolongados, queda en cambio postergada. Por
otro lado, el cobro de servicios a las empresas, si bien abarata la formacin costosa, crea una tensin entre la utilizacin de recursos humanos e institucionales
en dichos servicios y la formacin propiamente dicha (CENATEC). La dificultad para controlar la calidad y pertinencia de los cursos implementados es sealada como otro problema. El control de la calidad, sea por mecanismos de
seguimiento de egresados, sea por la evaluacin de la satisfaccin de los usuarios, se practica en muy pocos pases e instituciones.
La desconfianza de los empresarios ante la intromisin del Estado dificulta
tambin la accin conjunta del sector pblico y el privado, sobre todo cuando la
reforma de la formacin profesional no participa de la reforma general de la
articulacin Estado-sector privado. Se observa una actitud positiva en las situaciones donde existe responsabilidad directa de los empresarios en la formacin
profesional, como en el SENAI, o al menos un inters manifiesto de ellos, como
en la Repblica Dominicana. En la situacin mexicana, en cambio, la simplificacin de los trmites y la bsqueda de mayor flexibilidad en el aparato estatal es
sealada como una necesidad, tanto para el apoyo a las PYME como para la
implementacin de la normalizacin y certificacin de competencias.
A partir de esta somera revisin de los principales contenidos de este documento se pueden plantear ahora como pautas para el futuro que: la articulacin institucional se vincula con la historia de la formacin profesional en
cada nacin, por lo que el trasplante es siempre difcil. La propuesta entonces
es seguir y promover las iniciativas exitosas que aparecen en cada pas, y reforzar las instancias institucionales que puedan cubrir los dficits sealados
ms arriba.
Para responder a las demandas cambiantes de un mercado de trabajo moderno
es importante evaluar las ventajas y carencias de la actual articulacin entre el
Estado y el sector privado, desde varios puntos de vista:
56
i)
ii)
Los instrumentos con que cuenta el Estado para implementar estas polticas y
activar su relacin con el sector privado son los siguientes:
i)
ii)
comparativo de los trabajos presentados en este documento pueda brindar algunas pistas sobre su desarrollo futuro.
4.1. Bibliografa
AGERO, Vctor; LABARCA, Guillermo (1998) Fondo de capacitacin y entrenamiento: sugerencias y modelo operativo. Santiago de Chile: CEPAL/GTZ.
Proyecto conjunto sobre Polticas para mejorar la calidad, eficiencia y la
relevancia del entrenamiento profesional en Amrica Latina y el Caribe.
AMARGS, Oscar (1998) La formacin para el trabajo y la capacitacin en Repblica
Dominicana: estudio sobre relaciones entre el sector pblico y privado. Santiago
de Chile: CEPAL/GTZ. Proyecto conjunto sobre Polticas para mejorar la
calidad, eficiencia y la relevancia del entrenamiento profesional en Amrica Latina y el Caribe.
BECKER, Gary (1964) Human Capital. A theoretical and empirical analysis with
special reference to education. Princeton.
CARUSO, Luiz Antnio Cruz (1998) Centros Nacionais de Tecnologia do SENAI:
um modelo alternativo de educao profissional. Santiago de Chile:
CEPAL/GTZ. Proyecto conjunto sobre Polticas para mejorar la calidad,
eficiencia y la relevancia del entrenamiento profesional en Amrica Latina y el Caribe.
CASTRO, Claudio de Moura (1995a) Training policies for the end of the century.
Pars: UNESCO/IIPE
--. (1995b) La capacitacin en Oklahoma parece que se hace bien. Boletn
Tcnico
Interamericano
de
Formacin
Profesional,
Montevideo,
CINTERFOR/OIT, n. 131, abr.-jun. p. 55-89.
--. (1998) The stubborn trainers vs. the neoliberal economists: will training survive the battle? Washington: BID.
CEPAL; UNESCO (1992) Educacin y conocimiento: eje de la transformacin productiva con equidad. Santiago de Chile.
CINTERFOR/OIT (1990) La formacin profesional en el umbral de los 90. Un estudio
de los cambios e innovaciones en las instituciones especializadas en Amrica Latina. Montevideo.
58
59
60
INTRODUCCIN
La educacin en general, y especficamente la formacin y capacitacin para el
trabajo (FCT) 1 , han sido por muchos aos temas recurrentes en las polticas y
61
2
3
El autor desea dejar constancia, y agradecer, la colaboracin recibida del Socilogo Jos David
Lpez en la preparacin del presente documento, aunque asume exclusiva responsabilidad
por su contenido.
Esta es una clasificacin exploratoria, que por lo tanto no tiene pretensiones de exhaustividad
y cuyas categoras no son siempre mutuamente excluyentes. Para sealar slo un caso las
agencias estatales de formacin y capacitacin aparecen a la vez como agentes estatales y
como instituciones formadoras y/o intermediarias.
64
65
En la segunda columna se presenta un listado de agentes especficos que componen cada grupo. A continuacin se propone una valoracin de carcter puramente conjetural acerca del papel ms o menos critico o relevante que juega
cada uno de ellos, y en la ultima columna se anotan algunos factores del contexto que afectan el papel y desempeo de los diferentes actores.
Hay una actitud de bsqueda de opciones, de posibilidades de cambio que procura superar el simple diagnstico, o la repeticin de frmulas ya muchas veces
dichas. Como dice GANZ (1998) en su trabajo sobre el sindicalismo brasileo:
Actualmente, en todos los niveles, la educacin es un asunto presente en diferentes agendas, dando origen a un amplio debate de carcter nacional que abre
nuevos espacios de negociacin y anuncia posibles articulaciones entre campos
de distintos intereses. Lo interesante es que se hace un esfuerzo para superar el
momento de diagnstico de los problemas educacionales, intentando producir
alternativas innovadoras para los desafos que se presentan y, an ms, se propone trabajar intensamente para facilitar su puesta en obra. La educacin para
el trabajo, que comprende la enseanza regular y la educacin profesional, es el
eje de ese proceso 4 .
Pero los agentes se encuentran ante diferentes opciones, algunas de ellas contradictorias. Una de las ms grandes decisiones que se deben tomar en todo
plan de reforma es si la formacin y la capacitacin deben dejarse libradas a la
lgica del mercado o si el Estado debe participar activamente ejerciendo funciones clave dentro del sistema en pos de la mejor distribucin de posibilidades
entre las partes.
Este asunto ha sido tratado con profundidad por Mara Antonia GALLART (en
este mismo volumen) quien en diferentes ocasiones ha resumido los argumentos que justificaran la participacin del Estado. Se dice que el mercado resulta
un mecanismo eficiente siempre y cuando los beneficios y costos sociales se
reflejen en los ingresos y costos de los productores, pero que el comportamiento
real de los agentes que se desenvuelven en estas circunstancias ha demostrado
que no es habitual que as suceda.
Otro problema son las empresas que tienden a evitar las inversiones en capacitacin general porque al hacerlo estn enriqueciendo al trabajador y ste puede despus aplicarlo en beneficio de la competencia, o el desafortunado fen-
GANZ, Lcio Clemente y otros (1998) Experiencias y propuestas del sindicalismo brasileo frente a
la formacin profesional. Santiago de Chile: Proyecto Conjunto CEPAL - GTZ Polticas para
mejorar la calidad, eficiencia y la relevancia del entrenamiento profesional en Amrica Latina
y el Caribe
66
meno que, por lo general, las personas que necesitan capacitacin en tecnologas duras no tienen los recursos necesarios para pagarla, mientras que los que
buscan las tecnologas ms blandas y fciles de implementar, por lo general son
de estratos medios de mayor poder adquisitivo. Una circunstancia no menos
grave es que las poblaciones identificadas como de alto riesgo de desocupacin
prolongada (jvenes mal preparados, trabajadores adultos desplazados por los
procesos de privatizacin o actualizacin tecnolgica) son los que menos pueden costearse la formacin necesaria para poder integrarse al sector productivo.
Todos estos fenmenos y caractersticas del mercado hacen necesario e inevitable, para muchos, la participacin activa del Estado5 .
Es habitual que cuando en algn pas se adelantan diagnsticos sobre la formacin y capacitacin para el trabajo se llegue a grandes conclusiones, muy genricas, que muchas veces ya han sido identificados en otros pases. Es pertinente
un comentario hecho por Oscar AMARGS sobre lo sucedido en Repblica
Dominicana: Se observa una reiteracin de los clsicos problemas que con
frecuencia identifican los representantes de entidades de capacitacin. Se percibe que son problemas cuya solucin sera responsabilidad del Estado y sus
instituciones especializadas. Esta percepcin generalizada est en contraposicin a la que sostienen algunos actores involucrados, de que el problema de la
capacitacin tcnica y el entrenamiento debe ser una responsabilidad del sector
privado (empresa e instituciones proveedoras privadas). As, en las propuestas
relacionadas con el financiamiento prcticamente todas son responsabilidad del
Estado. Lo ideal es que los sectores pblicos y privados, en las actuales circunstancias revalen sus roles para determinar cules son las responsabilidades
particulares y cules las compartidas6 .
Las respuestas a quines y cmo tampoco son sencillas. Generalmente aparecen
ciertos actores. Continuando con el trabajo de Oscar AMARGS: Organizar y
proveer este servicio implica la participacin de varios actores sociales: los empresarios y las asociaciones empresariales, los trabajadores y los sindicatos, los
organismos gubernamentales, las organizaciones no gubernamentales, etc.;
vencer dificultades para usar eficientemente la capacidad de los sectores pbli-
GALLART, Mara Antonia (1998) La articulacin entre el sector pblico y la empresa privada en la
formacin profesional en Amrica Latina. Santiago de Chile: Proyecto Conjunto CEPAL - GTZ
Polticas para mejorar la calidad, eficiencia y la relevancia del entrenamiento profesional en
Amrica Latina y el Caribe
AMARGS, Oscar (1998) Posiciones, intereses e interpretaciones sobre la capacitacin y el entrenamiento en Repblica Dominicana. Santiago de Chile: Proyecto Conjunto CEPAL - GTZ Polticas
para mejorar la calidad, eficiencia y la relevancia del entrenamiento profesional en Amrica
Latina y el Caribe.
67
cos y privados y de los empleadores a fin de preparar trabajadores para empleos que requieren conocimiento y habilidades, es una tarea apremiante 7 .
Es el juego que se da entre estos actores lo que interesa en este trabajo. Es
normal que haya celos o dificultades de comunicacin entre algunos agentes,
principalmente por los prejuicios que cada uno tiene sobre los dems. Pero solo
en un ambiente de concertacin y colaboracin ser posible pensar en obtener
resultados positivos. El ejemplo de Costa Rica es ilustrativo. All se conformaron cuatro comits de cpula, en los que concurren los principales agentes implicados en la formacin y capacitacin para el trabajo. Sus funciones ms importantes como organismos de asesora al ms alto nivel son: facilitar el dilogo
tripartito, actuar en la definicin de necesidades y colaborar en la orientacin,
programacin, ejecucin, y actualizacin tecnolgica de los programas aplicados por la institucin formadora del pas. Falta hacer un seguimiento a esta
experiencia para verificar qu tan real ha sido este proceso, si realmente los
diversos agentes interactan entre ellos y enriquecen la posicin de los dems.
En este punto son muy significativos los resultados del trabajo de Sara SILVEIRA
(en LABARCA (ed), 1999) con respecto al estudio de caso de algunas empresas en
Uruguay. Los procesos exitosos se enmarcaban en un ambiente apropiado que se
expresa en una actitud sindical de adhesin e involucramiento con la propuesta
capacitadora hecha por las directivas empresariales. Comenta que, para que este
clima surja y se mantenga, es imprescindible una estrecha interrelacin entre las
posiciones y estrategias de las partes, para as dar los pasos necesarios que permitan romper el crculo vicioso de la desconfianza mutua. Las directivas, por su
parte, deben ser muy claras en sus propuestas y definir desde el principio qu
relacin hay entre la capacitacin y la estabilidad del empleo, el desarrollo de la
carrera laboral y la remuneracin8 . Hay que cuidarse de suponer que esta es la
condicin generalizada, por el contrario, representa la minora de las experiencias
exitosas en nuestro continente. Muchas veces los estudios, por centrarse tanto en
los casos exitosos, pueden dar al lector la impresin de que las cosas, en trminos
generales, se estn haciendo bien en muchas partes.
La posicin y actitud de los diversos agentes involucrados no es esttica y/o
permanente. Cambia a medida que los procesos adelantan o se estancan. Un
acercamiento a una realidad dada, que no tenga en cuenta esto, fcilmente podra etiquetar a los diversos actores teniendo en cuenta slo algunas de sus
7
8
68
declaraciones o comportamientos. Por ejemplo, es necesario establecer la distincin entre capacitacin y entrenamiento teniendo en cuenta las posiciones, intereses e interpretaciones que un mismo actor asume. Lo que se quiere mostrar es
que es muy probable que un mismo agente manifieste una opinin distinta
sobre, por ejemplo, quin debe proveer o financiar la capacitacin previa al
empleo o el entrenamiento en planta de los trabajadores, cambiando su opinin
en el transcurso en el tiempo, sin que esto lo descalifique de ninguna manera.
1. Actores estatales
Puesto que el Gobierno no es una organizacin monoltica, conviene diferenciar
las posiciones y expectativas de diversos agentes que operan en su interior lo
que, frecuentemente, se traducen en juegos de poder e influencia que, de una
manera u otra, inciden en la base institucional y financiera, y aun, en ocasiones,
en la estructura operativa y programtica de las organizaciones pblicas ejecutoras de la FCT.
Se entiende por modelo IFP el de instituciones de naturaleza y administracin tripartita - Estado, empresarios y trabajadores - promovido por la OIT en Amrica Latina durante las dcadas de los cuarenta a setenta, que generalmente gozan de alto grado de autonoma administrativa y financiacin especfica proveniente de una contribucin parafiscal, y que generalmente pertenecen a la esfera de los Ministerios de Trabajo.
69
una vigorosa tradicin de educacin tcnica y profesional desde el sistema educativo formal, este mbito continu teniendo mucho peso institucional. Una
situacin sui generis es la del Brasil, donde a pesar de la existencia de importantes IFPs (de hecho, fue este el pas originador del modelo), y quizs en una medida importante, por el hecho de que este es el nico caso en el que su administracin est en manos exclusivas del sector empresarial, no slo subsiste un
importante movimiento de educacin media tcnica en el mbito del Ministerio
de Educacin, donde recientemente se reportaba la realizacin de un proceso de
revisin curricular del conjunto de la educacin media, buscando dotarla de
gran flexibilidad en procura de que ofrezca diversas opciones a los alumnos,
incluyendo las de pre-profesionalizacin, mediante acuerdos de los centros de
enseanza con otros agentes formativos. En los ltimos tiempos ha surgido otro
factor que tiende al debilitamiento de la FCT dentro de los Ministerios de Educacin, dada en la desvalorizacin que este tipo de educacin ha tenido en algunas corrientes internacionales de anlisis, que preconizan una concentracin
intensa de la atencin pblica en la educacin bsica general.
Otro problema son las tensiones y celos institucionales entre los Ministerios de
Educacin y de Trabajo (ms propiamente, entre los Ministerios de Educacin y
las IFPs dependientes de los Ministerios de Trabajo), que expresa en los primeros un cierto resentimiento por el contraste entre su situacin de relativo abandono frente a la seguridad y protagonismo de las IFPs, y el menosprecio de lo
que consideran una actividad no legtimamente formativa, sino supuesta o
realmente adaptadora de mano de obra a las necesidades empresariales. De la
otra parte, desde la perspectiva de las IFPs, en el menosprecio por lo que perciben como mundo obsoleto y burocratizado de la educacin formal. Cualesquiera que sean las explicaciones a este extraamiento, la consecuencia es una dificultad muy grande para establecer relaciones de complementacin e intercambio.
Ministerios de Economa, Hacienda, etc. El problema de la administracin de los casi siempre escasos recursos pblicos es la responsabilidad de este
tipo de entidad. Por lo general se les acusa de una visin estrictamente tecncrata que busca minimizar costos sin tener en cuenta otras dimensiones de los
asuntos. En muchos de los pases latinoamericanos su relacin con las IFPs ha
sido compleja en tanto que, generalmente, el financiamiento de estas instituciones se obtiene por contribuciones parafiscales de destinacin especfica, lo
que las convierte en objeto de crtica de los Ministerios de Economa y Hacienda que las ven como ruedas sueltas o, por lo menos, peligrosamente independientes de aparato central del Estado. En cuanto a la FCT generada en el mbito de la educacin formal, ella sufre de los dilemas de asignacin de recursos
en contextos de ajuste fiscal que generalmente restringen la disponibilidad financiera para las reas de servicios sociales, adems de presionar polticas de
racionalizacin tales como las de aligeramiento de las plantillas de personal de
las instituciones de formacin, la subcontratacin de servicios con ejecutores
privados, la focalizacin poblacional en la oferta de servicios, etc., todos ellos
temas de la mayor importancia en el panorama de la FCT.
72
2. Actores empresariales
Por ser tan clave y evidente su participacin en el tema que nos ocupa, pero
tambin por la heterogeneidad productiva y organizativa de este sector, es conveniente diferenciar con mayor detalle esta categora general: no se hablar
entonces de los empresarios en general, sino de los gremios o asociaciones
empresariales, de los grandes empresarios y de las pequeas y medianas in dustrias. Adems, incluiremos la figura del lider empresarial.
Asociaciones empresariales. Tambin conocidas como Cmaras empresariales o como Gremios empresariales en algunos pases. Los diferentes
sectores productivos tienden a reunirse para defender sus intereses con mayor
capacidad de negociacin. En algunos pases se da incluso la unin de todas las
asociaciones sectoriales en un solo ente lo que hace an ms significativa su
voz. Este tipo de agente ha tenido una participacin muy activa en el tema de la
formacin y capacitacin para el trabajo. Esto no slo se explica por ser directamente afectados por la alta o baja calidad de la mano de obra, sino por la
contribucin parafiscal que es el mecanismo financiero de las IFPs, y que los
empresarios tienden a considerar como recursos propios cuya coadministracin
con agentes estatales y laborales delegan en las mencionadas asociaciones.
Pequeas y Medianas Empresas. Aunque su opinin se oye con frecuencia, su papel, por lo general, ha consistido en buscar el apoyo del Estado por
medio de programas especficos. Sus peculiares condiciones de tamao y capacidad econmica las limita fuertemente en la ejecucin propia de polticas o
programas de FCT. Dependen fuertemente de la oferta formativa de la educa73
cin general o de las instituciones pblicas especializadas en la FCT. Sin embargo, su papel es reconocido como clave por los analistas, en la medida que es
este tipo de unidad productiva la que ms crea puestos de trabajo y est en
mejores condiciones para absorber mano de obra con relativamente menores
niveles de formacin, incluso aquella proveniente poblaciones que sufren de
desventajas sociales especficas.
Organizaciones de Trabajadores Informales. Los trabajadores informales en las economas de Amrica Latina y el Caribe son una amplia proporcin
de la poblacin econmicamente activa. Su nmero, sin embargo, por lo general
no tiene un correlato en su capacidad organizativa.
Instituciones de Formacin Profesional (IFPs). Son las grandes protagonistas de este panorama. El modelo surgi en Brasil y floreci en todo el continente, cumpliendo un importante papel y ganando un merecido reconocimiento social. Sin embargo, ya en los aos ochenta se empiezan a percibir seales de agotamiento del modelo y de bsqueda de nuevos caminos 10 . A partir
75
11 VARGAS ZIGA, Fernando (1997). Tendencias de la organizacin y gestin de la formacin profesional en Amrica. La Habana, Programa para la reconversin y la recalificacin de la fuerza laboral cubana.
12 RAMREZ GUERRERO, Jaime, (1997) Diagnstico de la Formacin para el Trabajo en Colombia.
Programa de Formacin para el Trabajo.
76
Empresas de Capacitacin No Formal. Tradicionalmente han sido instituciones pequeas y de estructura dbil, pero en los ltimos tiempos se benefician de un incremento importante en la demanda de sus servicios, lo que ha
permitido que muchas de ellas ganen en su capacidad institucional. Tienden a
cubrir poblaciones en situacin desventajosa en el mercado laboral (jvenes
salidos del sistema de educacin formal, adultos desempleados, etc.). Se les
reconoce un papel actual o potencialmente importante como entidades que
permiten la reinsercin de este tipo de poblaciones al mercado laboral, por lo
que son consideradas con mucho inters en esquemas de diversificacin de la
oferta y de promocin de mercados abiertos de competencias laborales.
13 Al respecto, ver: RAMREZ GUERRERO, Jaime, (1997,b) Los programas de capacitacin laboral de
Jvenes del modelo Chile Joven en Amrica Latina: Una agenda para el seguimiento, en
CINTERFOR/OIT y Red Latinoamericana de Educacin y Trabajo: -Por una segunda oportunidad: la formacin para el trabajo de jvenes vulnerables. JACINTO C. y GALLART, M.A, coordinadoras. Montevideo, 1997.
77
institucional de ONGs que prestan servicios de formacin para trabajo de jvenes vulnerables 14 .
5. Otros actores relevantes
Centros de Investigacin y Desarrollo Tecnolgico (CDTs). Es una modalidad institucional que se est extendiendo en la regin en el contexto de las
polticas de promocin de la competitividad. Generalmente son el fruto de
alianzas entre actores gubernamentales, responsables de este tipo de polticas,
sectores empresariales y centros acadmicos y de investigacin. Algunas IFPs
(como el SENAI y el SENA) apuestan a la conversin de algunos de sus centros
de formacin ms avanzados tecnolgicamente en CDTs que, adems de ofrecer
servicios de formacin y actualizacin de tcnicos, presten servicios tecnolgicos a las empresas. Juegan, o pueden jugar, un importante papel como formadores de formadores.
Centros Acadmicos de Investigacin. Es comn que tanto los industriales como los trabajadores vean con recelo, o por lo menos con lejana, a este
tipo de centros de investigacin. Casi siempre son clasificados como apartados
de las realidades que se experimentan en el mundo productivo. El reto es lograr
de estos centros un mayor acercamiento a los empresarios, que, por su parte,
deben abandonar la visin simplista de pretender sacar provecho econmico
inmediato de las investigaciones.
14 Fundaciones FES, CORONA, RESTREPO BARCO y CONSEJO GREMIAL NACIONAL: Programa de Formacin para el Trabajo. Informacin Bsica. Policopiado. Bogot, 1996.
78
La Cooperacin Internacional. Es un actor con gran variedad de expresiones: desde las agencias de cooperacin multilateral tipo BID/Banco Mundial,
o las del sistema de Naciones Unidas, las agencias de cooperacin bilateral de
los pases desarrollados, hasta las grandes ONGs internacionales que cooperan
con contrapartes similares nacionales. Juegan un importante papel en la creacin de espacios de experimentacin de estrategias y metodologas de intervencin y en la promocin de polticas pblicas. Con frecuencia se ha criticado que
algunas de ellas usan este instrumento (de manera ms o menos deliberada)
para imponer estrategias y metodologas que no siempre consultan especificidades o intereses nacionales, pero en general es perceptible una tendencia a
establecer mecanismos ms transparentes y horizontales de concertacin, con
los Gobiernos y con la sociedad civil.
II. ACERCAMIENTO A LOS AGENTES CRTICOS VINCULADOS
A LA FORMACIN Y CAPACITACIN PARA EL TRABAJO
EN AMRICA LATINA Y EL CARIBE
Los actores ms crticos vinculados a la formacin y capacitacin para el trabajo
han sido las IFPs, los empresarios y el gobierno a travs de sus ministerios. Estas son categoras ms bien gruesas, lo que aparentemente contradice la idea
general de este trabajo de intentar un acercamiento ms diversificado y profundo al conjunto de agentes implicados.
Esto se puede explicar de dos maneras. Primero, aunque efectivamente estos s
son los agentes principales, esto no invalida la propuesta. El que tengan esta
condicin no entra en contradiccin con el hecho de que estn inmersos en un
entretejido complejo con otra diversidad de agentes. Que sobresalgan no quiere
decir que estn solos.
La segunda manera de explicar esta situacin es que, en general, la literatura
sobre el tema se concentra sobre estos mismos agentes, lo que comprueba que
se ha venido trabajando con categoras demasiado gruesas, demasiado genricas. Se debe afinar mucho ms la mirada, a fin de obtener categoras y criterios
ms sutiles y precisos. En este sentido, la serie de monografas promovida por
el proyecto conjunto CEPAL/GTZ en el que se inscribe el presente estudio, as
como esfuerzos como el de la Red Latinoamericana de Educacin y Trabajo, con
79
apoyos tales como los del CIID, el CINTERFOR y la UNESCO, son avances
promisorios. Es de la mayor importancia, adems, rescatar el papel que vienen
desempeando, y que podran cumplir, agentes como los Centros de Desarrollo
Tecnolgico, las ONGs y los arreglos institucionales de base local o regional
donde se asocian organizaciones comunitarias con agentes pblicos y privados
de formacin.
Los empresarios, por ejemplo, han tenido una participacin protagnica en los
pases de Amrica Latina y el Caribe, pero sus acciones varan mucho. No pocas
veces se han limitado a solicitar al Estado una solucin a sus problemas. Algunos analistas opinan que este comportamiento es entendible si se tiene en
cuenta que la mayora del sector productivo latinoamericano proviene de un
ambiente de proteccionismo en el que no existan mayores fuentes de angustia,
y donde los gobiernos estaban prestos a plantear algn tipo de solucin.
En algunos pases los empresarios se han asumido como lderes y han cambiado esa actitud por la de la propuesta en mano, la de la bsqueda de soluciones.
Es notorio que algunos de los experimentos ms sobresalientes en Amrica
Latina y el Caribe en cuanto a formacin y capacitacin para el trabajo han tenido como fuente a este grupo de agentes. El anlisis de Marta NOVICK15 sobre
casos en Brasil, Chile, Mxico, Repblica Dominicana y Uruguay, muestran la
efervescencia de ciertos sectores industriales sobre el tema y seala, tambin, las
diferencias de estrategia de capacitacin entre tipos de empresas segn su ubicacin en la trama productiva, sea por tamao, por su papel en las cadenas
productivas o por su forma de organizacin.
Es llamativo constatar que en este momento se encuentra una gran variedad de
modelos institucionales de IFPs en nuestro continente, a pesar de su origen
similar. Casi todas fueron muy prometedoras al principio, pero solo unas
cuantas han llenado las expectativas a lo largo del tiempo. La regla comn es
que, tras un inicio positivo, se han desdibujado y perdido el norte. Algunas,
ante la seguridad de su condicin econmica y su independencia normativa, se
niegan a ser cuestionadas seriamente. Otras han intentado procesos de cambio,
pero sus dificultades internas y los condicionamientos externos, los han dificultado enormemente. Finalmente se encuentran aquellas que sin temor al cambio han permitido replanteamientos profundos.
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16 Se trata, en este caso, de una interpretacin muy libre de la teora de los actores, teniendo en
cuenta que este es un campo muy serio de anlisis en la sociologa actual, por lo que no se
pretende comprometer a ningn autor o escuela concreta como fuente de referencia terica.
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Las caracterizaciones son numerosas y las anteriores slo pretenden un acercamiento preliminar. Hay otras consideraciones que son pertinentes. Hemos insistido sobre el surgimiento de nuevos agentes, la mayora de ellos con origen
en el sector privado. Hay una marcada tendencia a, por el simple hecho de ser
nuevos, suponerlos novedosos. No todo nuevo agente tiene necesariamente
actitudes y expectativas novedosas u originales. Lo importante es lo que piensa
y hace cada actor, independientemente de su condicin de antiguo o nuevo. Si
bien es cierto que por sentido comn se espera de nuevos actores nuevas propuestas, es perfectamente posible encontrar nuevos actores con viejas polticas,
lo que nos lleva a la obvia conclusin de que tambin es viable la condicin de
ser un actor de larga trayectoria con nuevas polticas. En algunos pases en los
que se ha dado mayor participacin a nuevos agentes privados se ha notado,
algunas veces, que caen en comportamientos poco propositivos o novedosos,
como ofrecer solo cursos en tecnologas blandas por consideraciones de rentabilidad. En otros pases, instituciones con una larga permanencia han demostrado una valiosa capacidad de renovacin y reacomodacin permanente, lo
que les ha permitido mantener su vigencia.
Un aspecto crtico que no tiene que ver directamente con los actores sino con el
ambiente en que se desenvuelven, es el de la sensibilidad a la accin. Es comn
que en nuestros pases circule una cantidad apreciable de documentos e informes sobre la FCT, en los que se hacen los ms juiciosos anlisis y en los que
generalmente se hacen propuestas de polticas o planes, pero todo lo anterior no
implica un compromiso (con nfasis en esta palabra) con la accin. No pocas
veces parece que las instituciones descargan su responsabilidad (o su culpa
segn otras interpretaciones) por medio de la produccin y reproduccin de
documentos que a la larga no tienen consecuencias profundas o sustanciales en
el accionar cotidiano. A veces el problema es el excesivo ritualismo o el inevitable trnsito por un laberinto burocrtico que consume demasiadas energas que
podran invertirse mejor.
En contraste, si un agente hace uso de su protagonismo para inyectarle dinamismo al entorno en que interacta, el ambiente de trabajo posiblemente cambie. Este agente dinmico podra provocar la sensibilizacin necesaria para que
los dems actores participen. Esto requiere de capacidad comunicativa. La capacidad comunicativa permite que los diversos agentes se reconozcan, pero
ms importante an, que logren un intercambio de opiniones y propuestas. Es
bien sabido que el esfuerzo aislado y solitario de un solo agente no puede llevar
a logros significativos y duraderos por lo que se hace necesaria la cooperacin,
pero para lograrla es necesario primero el reconocimiento de los dems agentes.
Esa capacidad de darse a conocer, de motivar, de crear sinergias, es un aspecto
crtico.
83
realizar, pero no es realista suponer que solo por ser tan correcta y apropiada la
idea, esto se realice. Es posible que la presencia expedita y planeada de estos
agentes-eje sea la clave (o por lo menos una ayuda apreciable) para lograr los
propsitos de las grandes polticas en curso.
Obviamente el comportamiento de los diferentes agentes variar de pas en pas
y de contexto en contexto, pero lo que se est proponiendo es un modelo, una
herramienta de anlisis para que los estudiosos de cada pas, conocedores de
sus peculiares circunstancias, puedan crear una imagen mucho mas ntida y
precisa de su realidad, lo que tendra resultados valiosos en los diagnsticos o
polticas planteadas. Casi que sobra insistir en que esta es una idea en un punto
muy preliminar de desarrollo y que sera valioso contar con las opiniones y
comentarios de los interesados para poder convertirla en un instrumento realmente til, o reformularla si es el caso.
III. POSICIONES Y EXPECTATIVAS DE AGENTES VINCULADOS
A LA FORMACIN Y CAPACITACIN PARA EL TRABAJO
EN COLOMBIA
A modo de ejemplo, y teniendo en cuenta que el autor de este documento conoce en profundidad la realidad de la formacin y capacitacin para el trabajo en
Colombia, se har una descripcin de la actitud y expectativas de sus principales agentes teniendo en cuenta las ideas y categoras sealadas.
Los agentes que de una u otra manera han participado en el debate sobre la FCT
son: el SENA, el sindicato de trabajadores del SENA (SINDESENA); el Estado a
travs de su Ministerio de Educacin, Ministerio de Trabajo, el CONPES 17 y el
Departamento de Planeacin Nacional; y los industriales a ttulo personal, pero
principalmente por intermedio de las asociaciones empresariales en el llamado
Consejo Gremial Nacional. En el sistema educativo se encuentran las instituciones de educacin media tcnica, las instituciones de formacin tcnica y tecnolgica posecundaria, as como las numerosas instituciones de educacin no
formal. Han surgido con fuerza fundaciones de origen privado como FES, Fun-
17 CONPES: Consejo Nacional de Poltica Econmica y Social. Organismo presidido por el Presidente de la Repblica, en el que participan los Ministros de las reas claves de la poltica econmica y social, y cuya Secretara Tcnica la ejerce el Departamento Nacional de Planeacin.
All se toman las decisiones que implementan programtica, financiera, operativa e institucionalmente las directrices generales del Plan General de Desarrollo o las polticas coyunturales
de Gobierno.
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dacin Corona y Fundacin Antonio Restrepo Barco. Tambin un nutrido grupo de ONGs que participan en muy diversas actividades de formacin.
En Colombia se ha dado, desde hace varios aos un proceso de apertura de su
economa al mercado internacional lo que ha tenido la ya muchas veces comentada consecuencia de hacer necesaria una poltica de competitividad que
permita responder apropiadamente a las nuevas circunstancias. Este pas
cuenta con una IFP tpica, grande, con recursos significativos y permanentes
producto de fondos parafiscales, dependiente (aunque con un alto grado de
autonoma) del Ministerio de Trabajo, y con participacin (por lo menos a nivel
formal) de los empresarios y los trabajadores: el SENA. Por su tradicional protagonismo se ha convertido en la institucin hacia la que todos miran a la hora
de hablar de una nueva poltica de formacin para el trabajo. Desde el gobierno
se han hecho varios intentos de transformacin de esta institucin que han
contado con una fuerte reaccin del sindicato de trabajadores del SINDESENA.
Las directivas del SENA han reiterado su inters en responder mejor a las nuevas exigencias. Han contratado numerosos estudios para establecer con claridad
cules son las fallas y ventajas de la institucin, pero la implementacin prctica
ha sido bastante pobre en relacin con el discurso. Las declaraciones son copiosas. En un reciente documento de trabajo sobre el proyecto de creacin de un
Sistema Nacional de Formacin para el Trabajo se lee: La dinmica que muestra la necesidad de crear el Sistema, la experiencia que ya se est desarrollando
de concertacin con el sector productivo y el imperativo de responder de manera ms eficaz a la misin que la sociedad le ha encomendado, obligan a plantear
elementos para una transformacin de la entidad, tambin de una manera concertada entre los diferentes actores sociales involucrados en su gestin, direccin y uso 18 .
A continuacin se hace un listado de los problemas internos y externos que
afectan al SENA. De igual manera, el Director General del SENA, Tulio
ARBELEZ GMEZ, en su discurso de instalacin del Seminario Lo pblico y lo
privado en la formacin para el trabajo apunta: Tenemos que reconocer que la
entidad tiene grandes debilidades en la formacin en general y en la respuesta a
requerimientos especficos de sectores estratgicos de la actividad econmica
del pas y que debemos realizar un esfuerzo gigantesco en la adaptacin a los
nuevos conocimientos y tecnologas de la produccin y a los nuevos mtodos y
medios de la formacin... Esta realidad est ya suficientemente diagnosticada.
18 Documento Bases para la operacin de un sistema concertado de formacin para el trabajo en Colombia. SENA Direccin General, segunda versin. Bogot, setiembre de 1998.
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19 Exposicin del Director General del SENA, Tulio ARBELEZ GMEZ, en la instalacin del
Seminario sobre Lo pblico y lo privado en la formacin para el trabajo. Bogot, octubre 21
de 1998.
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niencia para el pas de dicha privatizacin y por el contrario solicitaron mediante el acompaamiento de 1.090.000 firmas de colombianos una nueva ley,
esta ley de iniciativa popular, que discutida entre el gobierno, gremios econmicos, trabajadores y el Congreso de la Repblica, atendiera un nuevo marco
institucional para la entidad que sin privatizarla, la dotara de los mecanismos y
herramientas adecuados para que atendiera las necesidades de formacin profesional del pas20 .
El sindicato mantiene una actitud de vigilancia sobre las polticas del gobierno,
pero dice aceptar propuestas. Incluso su discurso supera la simple actitud defensiva cuando dice: No somos enemigos de gente nueva ni de nuevas ideas;
tampoco rechazamos los cambios, la tecnologa o nuevas formas administrativas. Nos oponemos s, a la desviacin de la misin del SENA o a la desviacin
de sus recursos. Somos conscientes de la importancia de la capacitacin de los
recursos humanos de un pas para avanzar hacia el desarrollo y por eso luchamos La defensa que hoy hacemos del SENA no debe entenderse como la defensa de una burocracia desconectada de la realidad nacional e impotente para
la defensa de la misin institucional ni como un apoyo al fortn burocrtico de
grupos polticos. Nuestra defensa es por Colombia, por el derecho al conocimiento que tienen los trabajadores colombianos, por el derecho de nuestro pas
a avanzar, por el derecho a entrar con vigor en la era del conocimiento y la participacin21 .
En cuanto al sector productivo, parece tener una actitud reflexiva y propositiva,
o al menos eso es lo que se colige de las declaraciones de Luis Carlos
VILLEGAS ECHEVERRI, presidente de la ANDI (Asociacin Nacional de Industriales) quien comenta: En este contexto, la necesidad de contar con un
recurso humano capaz de adaptarse a las nuevas y cambiantes condiciones del
sector productivo y el papel de los sistemas educativo y de formacin profesional, su pertinencia y calidad se han convertido en temas fundamentales. Ahora
el gran reto es cmo responder a los requerimientos del pas y cmo llevar a la
prctica una nueva concepcin educativa y de formacin 22 .
20 Ponencia de SINDESENA Foro hacia un SENA competitivo o hacia la privatizacin del SENA?
Bogot octubre 6 de 1997.
21 Ponencia SINDESENA Op cit. El ttulo de otros documentos recientes de este sindicato son El
neoliberalismo insiste en liquidar definitivamente el SENA y Documentos CONPES y plan estratgico:
dos versiones, una sola poltica.
22 Discurso de instalacin del seminario Lo pblico y lo privado en la formacin para el trabajo.
VILLEGAS ECHEVERRI, Luis Carlos, Presidente de la ANDI, Bogot, octubre de 1998.
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los actores como instrumento para analizar el comportamiento y las expectativas de cada uno de los agentes, especialmente de aquellos indicados como crticos en la perspectiva del cambio institucional. De esta manera se podra romper con esquemas y prejuicios muy acendrados. Suponer que los sindicatos
siempre van a ser reactivos y poco propositivos, por ejemplo, es plantear de
entrada una dificultad al proceso.
Este enfoque, al ser ms sensible, permite captar intenciones y actitudes que de
otra manera se escaparan. Haciendo eco del hallazgo de Sara SILVEIRA: Los
casos aqu estudiados confirman la tendencia anterior demostrando que, a nivel
micro, resultan ms decisivos para la instrumentacin de una actividad capacitadora intensiva los objetivos y orientaciones valricas de quienes asumen el
liderazgo de su implementacin que el determinismo tecnolgico 27 . Definitivamente las orientaciones valorativas son un elemento indispensable para la
explicacin de la accin humana y, creo, tambin de los agentes que se han
nombrado en este trabajo.
Es muy significativo cmo el lenguaje empleado por los investigadores para
referirse a alguno de estos actores en ocasiones nos hace pensar en seres humanos y no en entidades o grupos. En otro apartado del trabajo de Sara SILVEIRA
dice: Todo lo hasta aqu presentado permite visualizar, sin duda, a una entidad que crece y apuesta a los procesos de generacin de capacidades y competencias y se percibe a s misma como una organizacin moderna, abierta al
aprendizaje permanente. Por ello, concibe a la capacitacin en un doble rol:
como herramienta prioritaria para el abordaje de las situaciones de cambio y
como componente estructural del nuevo paradigma productivo y organizacional28 .
Por medio de esta forma de abordar el estudio de los diferentes actores es posible, por el mejor conocimiento de las partes, la elaboracin de una metodologa
de construccin y negociacin colectiva a partir de la diversidad de posiciones,
lo que posibilitara la construccin de proyectos comunes de accin.
Es de suma importancia tener claro que la caracterizacin propuesta ha hecho
nfasis en la faceta positiva pero que, en la realidad, muchos actores se pueden
caracterizar mejor por su condicin negativa. La inmadurez, la pasividad, la
soberbia institucional, tienden a ser ms comunes, desafortunadamente, que la
madurez, la dinmica, la inteligencia institucional.
91
En cuanto a la propuesta de identificar a los diversos agentes como desempeando un rol crtico, importante o menor, el autor cree que es una buena herramienta de ordenamiento siempre y cuando no se olvide que la realidad es
fundamentalmente cambiante y que, por lo tanto, un actor que hoy es de rol
menor podra pasar, por cambios de contexto o interno, a ser de rol crtico. De
hecho, una de las preocupaciones de este trabajo fue mostrar, al menos preliminarmente, la diversidad de actores, y que la condicin de protagnico y crtico
no necesariamente significa que sea dinmico. De igual manera, un agente por
nuevo no quiere decir que sea novedoso, pues puede estar afectado por intereses
o estilos que los hagan ms bien anacrnico o poco propositivo. Lo cierto es que
agentes que hasta ahora han permanecido escondidos, ocultos o dormidos tienen ahora la mejor oportunidad de surgir y tomar protagonismo. Muchos institutos de investigacin o universidades con equipos de trabajo serios podran convertirse en fuente de pensamiento y de polticas prcticas. As renovaran no solamente el dossier de agentes, sino lo ms importante, el conjunto de ideas.
Finalmente, un comentario importante: si bien la discriminacin de agentes, la
identificacin de agentes crticos y la valoracin de sus condiciones para actuar
como tales pueden ser herramientas importantes en la exploracin de estrategias para la promocin del cambio en los sistemas de FCT en Amrica Latina,
hay un escenario social que emerge como el locus donde un particular conjunto
de agentes pueden lograr las sinergias y las proyecciones necesarias para presionar a los grandes y tradicionales actores: me refiero a la comunidad local/regional, o mejor, al espacio de interseccin entre lo sectorial y lo local
planteado lcidamente por Martha NOVICK 29 . Es all donde empresas y empresarios concretos, agentes formativos especficos y de diversas naturalezas, y
autoridades locales y agentes de la comunidad local, pueden encontrar las motivaciones comunes y los instrumentos prcticos para estructurar micro o meso
sistemas efectivos, con sentido y con resultados efectivos, que sirvan como demostracin y estmulo para las grandes decisiones polticas e institucionales en
los niveles macro del Estado y de la sociedad civil.
BIBLIOGRAFA
AMARGS, Oscar (1998) Posiciones, intereses e interpretaciones sobre la capacitacin y el entrenamiento en Repblica Dominicana. Santiago de Chile:
CEPAL/GTZ. Proyecto conjunto sobre Polticas para mejorar la calidad,
29 Op. cit.
92
94
CAPACITACIN, COMPETITIVIDAD
E INNOVACIN TECNOLGICA
Lgicas sectoriales y perspectiva histrica
GABRIEL SALAZAR
Sumario: I. Introduccin. II. Las lgicas sectoriales. a) El Estado. b) Los grandes empresarios. c) Los medianos y pequeos empresarios. d) Trabajadores y sindicatos. e) Los
intermediarios. III. Temas presentes y temas ausente. IV. Una perspectiva histrico explicativa. Bibliografa.
I. INTRODUCCIN
El sistema nacional de capacitacin (SNC) vigente actualmente en Chile fue, en
su lineamiento estratgico, diseado por diversos Decretos-Leyes promulgados
por el Presidente de la Repblica A. Pinochet, entre 1976 y 1989. A veinte aos
de su promulgacin como estatuto legal, el SNC ha perfilado una trayectoria
histrica y una performance especfica que, desde 1988, ha estado sujeta a una
continua evaluacin por parte de estudiosos y de los propios sectores involucrados.
En general, esas evaluaciones coinciden en que el SNC, tras veinte aos de funcionamiento, mantiene una capacidad ociosa del orden del 80%, lo que indicara una performance altamente insatisfactoria, pese al continuo incremento
cuantitativo de los capitales invertidos y del nmero de beneficiarios cubiertos
por el sistema. Este hecho estara incidiendo en la baja ubicacin de Chile en el
ranking de competitividad internacional, precisamente en los indicadores relativos a los recursos humanos.
Lo anterior implica, de una parte, que el problema incluye no solo variables
cuantitativas sino tambin cualitativas que sera preciso entrar a considerar, y
95
Gabriel Salazar
de otra, que el problema podra estar retroactuando sobre los ejes centrales del
modelo de desarrollo estratgico de Chile (hacia afuera).
Ante esta situacin, se han multiplicado, los seminarios y las opiniones,
abrindose, por primera vez, un debate pblico sobre el tema. En medida variable, esto ha movilizado a todos los actores vinculados al SNC, en especial al
gobierno, que ha enviado al Congreso Nacional un nuevo proyecto de ley sobre
la materia.
Al observar el conjunto de la situacin, se constata la ausencia de un consenso
claro entre los actores del SNC tanto en trminos de diagnstico como de propuesta capaz de desembocar en una reforma unvoca o en un nuevo sistema
alternativo de capacitacin. Las opiniones y propuestas tienden a cruzarse, y
hay discrepancias importantes respecto a incisos neurlgicos de la nueva ley.
Este trabajo tiene como objetivo reconstituir y examinar las distintas lgicas
sectoriales envueltas en esa discusin, proponer un diagnstico intersectorial y
sugerir ciertas hiptesis explicativas del problema. En lo que sigue, se exponen
primero las lgicas sectoriales y luego los anlisis de conjunto. Por tratarse de
una situacin ya expuesta y conocida, no se describir la arquitectura legal del
SNC ni se comentar en detalle la evaluacin crtica acumulada hasta hoy sobre
l.
II. LAS LGICAS SECTORIALES
a) El Estado
A partir de 1976, el gobierno del General Pinochet privatiz la responsabilidad
gerencial y administrativa de los servicios nacionales de capacitacin, al transferir el control de casi 70 liceos industriales y el Instituto Nacional de Capacitacin (INACAP) a la Confederacin de la Produccin y el Comercio, y al centrar
en las empresas la iniciativa y gestin de los programas de capacitacin financiados por el Estado a travs del Servicio Nacional de Capacitacin y Empleo,
SENCE (MARTNEZ, E., 1992; CORVALN-VSQUEZ, 1993). Esta medida,
eje del nuevo SNC vigente hasta hoy en Chile, vino a invertir el modelo tradicionalmente aplicado en Amrica Latina, que reservaba la responsabilidad gestionaria y administrativa al Estado mientras descargaba sobre el empresariado
parte importante del financiamiento. El nuevo sistema chileno retruc ese sistema, transfiriendo la responsabilidad a las empresas y el financiamiento al
Estado (BIRF, CIID, GTZ, BID, 1990).
96
En este sentido, el Decreto con Fuerza de Ley N 1, del 19 de mayo de 1989, que
refunde decretos y normas anteriores, es, en este punto, especialmente taxativo,
sobre todo en los Artculos 10, 11 y 14. El Art. 10, por ejemplo, seala que las
actividades de capacitacin ocupacional sern de responsabilidad de las empresas; en tanto que el Art. 11 determina que las acciones de capacitacin ocupacional se realizarn directamente por las empresas o a travs de los organismos
tcnicos de ejecucin autorizados por el Servicio Nacional. Por su parte, el
Art.14 vincula esta responsabilidad con los beneficios que el Estado concede a
las empresas que asumen ese servicio pblico: incumbe a las empresas, en
todos sus niveles jerrquicos, atender las necesidades de capacitacin de sus
trabajadores. Los programas de capacitacin ocupacional que desarrollen en
conformidad al Estatuto darn lugar a los beneficios e impondrn las obligaciones que seala este cuerpo legal (Diario Oficial N 33482, 1989, 10).
La incumbencia de las empresas no es, sin embargo, una responsabilidad
compulsiva, sino optativa. Por tanto, el SNC entra a funcionar como tal sie mpre y cuando las empresas constituyan sus decisiones capacitacionales como
una demanda voluntaria frente al SENCE; mejor dicho: como un giro opcional
sobre un fondo pblico diseado y disponible para ellas. Es evidente que, en
este sistema legal, la compulsividad propia de la ley est diluida, para dar
lugar, de parte del Estado, a una delegacin parcial de responsabilidades
(reserva para s solo el diseo del sistema, el financiamiento y la supervisin),
y de parte de la empresa, a la asuncin optativa de una responsabilidad pblica (la capacitacin en s). Es evidente que el SNC est estructurado sobre
una concepcin libre-concurrente, mercantil, acerca de cmo asumir las responsabilidades pblicas. De aqu que la mayora de los estudiosos han cara cterizado el sistema como de subvencin e incentivo a la demanda (empres arial) de capacitacin.
El Artculo 21 determina el modo conforme al cual deben constituirse los fondos necesarios para esa subvencin: descontando a las empresas, del monto
anual de su Impuesto a la Renta, hasta una cantidad mxima equivalente al 1%
de las remuneraciones imponibles pagadas al personal en el mismo lapso. Por
tanto, se trata de un aporte fiscal para el financiamiento de la responsabilidad
que cada empresa tiene con el desarrollo de su propia productividad. El artculo
21, pues, configura la modalidad a travs de la cual el Estado subvenciona la
lgica de productividad de las empresas.
En el mismo texto legal, sin embargo, no se define la capacitacin en trminos
de ser un componente de la lgica productivista de las empresas, sino como un
proceso destinado a promover, facilitar, fomentar y desarrollar las aptitudes,
habilidades o grados de conocimiento de los trabajadores, con el fin de permi97
Gabriel Salazar
En esta misma postura, el primer Director del SENCE afirm que lo realmente
importante es desarrollar nuevas habilidades laborales para mejorar el desempeo en el trabajo (SENCE, 1996, 3). Para el segundo Director del SENCE la
empresa de hoy no nos habla de mano de obra sino de recursos humanos, no
nos habla de trabajadores sino de personas... en la gestin moderna de recursos
humanos, se entiende a la persona en su totalidad, no slo como ejecutor de una
tarea especfica... Por esta razn, tener mejores trabajadores es sinnimo de
tener mejores personas (SENCE, 1996, b, 4-5).
Podra entenderse que el discurso de los personeros de Estado, al centrar la
definicin terica de capacitacin en la persona del trabajador, tendera a
enfatizar el carcter colectivo del proceso productivo y de la gestin empresarial, pues slo dentro de esta concepcin de empresa (como equipo) tiene sentido lgico esa definicin. A ello apuntara tambin, quizs, el nuevo proyecto de
ley que establece, como novedad principal, la constitucin de comisiones bipartitas entre empresarios y trabajadores para concordar programas conjuntos
de capacitacin. Pero es evidente, sin embargo, que la instauracin de un SNC
que adopte como premisa una concepcin colectiva de la lgica de productividad de las empresas requiere, por una parte, de un completo diseo alternativo no slo de aquel sistema sino tambin de esa lgica, y de otra, de una responsabilidad ms interviniente de la ley y del Estado, a fin de adecuar la resistencia que los actores productivos puedan, en un escenario probable, oponer a
ese nuevo modelo. Pueden las eventuales comisiones bipartitas constituirse,
por s solas, en cabeza de playa de ese alternativo SNC?
Es evidente tambin que, en todo caso, necesitarn apoyarse en un consenso
poltico ad hoc. Pero, segn puede apreciarse, las autoridades no parecen interesadas en introducir reformas estructurales al SNC, sino en incrementar su productividad, a efecto de disminuir el 80% de capacidad ociosa con que opera
actualmente tras veinte aos de existencia; margen que, desde su perspectiva,
no es un ndice de fracaso sino una amplia posibilidad residual de desarrollo
dentro de la misma lgica productiva de la empresa. Por ello, el Ministro del
Trabajo afirma que lo que corresponde hacer ahora es dinamizar la utilizacin
de las franquicias tributarias, aumentando significativamente el actual subsidio
que se descuenta de los impuestos de la empresa (La poca, 20/04/97, B2).
Para el Encargado de Capacitacin del SENCE, lo importante es generar un
plan de capacitacin acorde a los reales requerimientos corporativos... El decir
yo hago solamente computacin y administracin porque es lo que me ofrecen es equivalente a lo que haca el Chavo del Ocho, al que se le caa una moneda aqu y la buscaba all porque all haba ms luz... los problemas no estn
donde est la luz sino donde estn los desafos de la empresa y por lo tanto los
empresarios van a tener que buscar la moneda en la oscuridad y nosotros lo que
99
Gabriel Salazar
tenemos que hacer es prender una luz donde se cay la moneda, para que los
empresarios puedan tomar decisiones de capacitacin... (Entrevista). Esto es:
se trata de que el Estado modernice el actual SNC y complemente la subvencin
ya existente con un cierto apoyo tcnico e informtico a las empresas. Esta tendencia est fuertemente reforzada por otros personeros del Estado. Para el presidente de la Comisin de Trabajo y Previsin Social del Senado, por ejemplo,
en un asunto que es facultad de la empresa (la capacitacin), el Estado le dice:
yo estoy dispuesto a subvencionar, pero lo har a condicin de que usted acte
de una manera determinada. El Estado tiene un marco muy amplio para decidir en qu condiciones se puede otorgar un subsidio, pero no puede condicionar su entrega a que la empresa restrinja una facultad que es privativa de ella
(SENCE, 1996, 18).
Las opiniones que vuelven a poner sobre la mesa el carcter privativo de la
lgica de productividad (que incluye la de la capacitacin) estn respaldadas,
legalmente, por la misma ley laboral, segn la cual toda decisin atingente a la
estrategia de desarrollo de la empresa es una facultad privativa de los empresarios. Este marco legal torna poco prctico plantear, aunque sea en tono implicativo, un modelo que descanse en la extensin de esa facultad a todo el equipo
productivo; es decir: que propugne alguna variante de organizacin colectiva
de la produccin (ECHEVERRA, M. & HERRERA, G., 1996, 34-38). De no cambiarse este marco legal, la propuesta de crear comisiones bipartitas no tiene
real sentido, ni lgico ni poltico, a menos que se la asuma como un inciso marginal, de carcter retrico.
Ms sentido prctico tienen las otras propuestas incluidas en el proyecto de ley:
el Fondo Nacional de Capacitacin (que mejora la postulacin de las medianas
y pequeas empresas); la red informativa que alimenta directamente a las empresas; las franquicias pre-contrato, etc. De modo que es altamente factible que,
con el nuevo proyecto no se va a cambiar mucho el espritu (del SNC) sino la
forma de operar... esto va a significar que vamos a juntar a todos los actores en
una alianza estratgica del sector privado y del sector pblico y pensar cmo
vamos a incentivar el uso de la franquicia tributaria. En consecuencia, al tornar
ms expedita la operabilidad del SNC, vendr por aadidura el mejoramiento
de calidad de la oferta de capacitacin por parte de los mecanismos tcnicos de
ejecucin (OTEs), dado que, entonces, la economa de mercado actuar con
mayor transparencia y dir cules cursos valen la pena y cules no (Entrevista).
La capacitacin, sin embargo, no es slo una necesidad privada inherente a la
lgica productiva de la empresa. Tambin es una necesidad pblica extraempresarial, inherente a la formacin para el trabajo de las nuevas generaciones y
a la incorporacin de los sectores marginados del mercado laboral. Estas nece100
Gabriel Salazar
la disminucin del desempleo y al desarrollo general del pas. Sin embargo, sin
bien ha disminuido la tasa general de desempleo, ha crecido como se ver ms
adelante la precariedad del empleo, especialmente en el sector informal y en la
pequea y mediana empresa (los mayores empleadores del pas), con un aumento correlativo del desempleo juvenil (CEPAL, 1994, 175). No es sorprendente, entonces, que el programa (social) de becas de capacitacin del SNC haya
sido focalizado en el sector juvenil, especialmente a travs del programa Chile
Joven.
Este programa que ha sido mucho ms publicitado que el programa central de
capacitacin con centro en la productividad de las empresas se propuso formar a 100.000 jvenes en un plazo de cuatro aos (1991-1994) y con un costo de
U$S 83 millones, financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo y el
Estado. El programa combin una serie de cursos tericos impartidos por organismos tcnicos de ejecucin (OTEs) reconocidos por el SENCE, y perodos de
prctica en empresas (Ministerio del Trabajo, 1994, 22 et seq.). Empresarios de la
CONUPIA y ASEXMA tuvieron una activa participacin en el diseo del Programa (SENCE, 1996, 12). En trminos pragmticos, Chile Joven constituy
un incentivo a la oferta, que activ a las OTEs que participaron en l (CEPAL,
1995, 187). En trminos globales, se asumi que era un programa con un marcado carcter social (SENCE, 1996, 13). Mediante l se busc la reinsercin
social de los jvenes, y que, a travs del trabajo o el estudio reorientaran su
vida (M. del Trabajo, 1994, 65). Los empresarios que participaron en l sealaron que un porcentaje significativo de los jvenes capacitados permanecieron
trabajando en sus empresas, en empleos tales como asistentes de venta, bodegueros, juniors, empaquetadores, cajeros, ayudantes de farmacia, etc.; agregando que era importante que el trato con los jvenes haba sido y deba continuarse estableciendo en trminos de estudiantes en prctica y no sobre la base de
establecer una relacin laboral, mediante contrato de aprendizaje o a plazo fijo
(SENCE, 1996, 14-15).
En suma, la lgica operatoria del Estado, respecto al SNC, ha tendido y tender,
en uno de sus ramales, a subvencionar la demanda de capacitacin acordada
por las empresas; y en el segundo de sus ramales, a incentivar la oferta de las
OTEs para formar e incrementar la movilidad laboral de los jvenes en el
extenso hemisferio laboral mvil, microempresarial e informal de la economa
chilena.
Ambos ramales han sido evaluados. En cuanto al primero, se ha sostenido insistentemente que, si bien ha incentivado la participacin de la gran empresa
dentro del esquema SENCE, no ha ocurrido lo mismo con la mediana y pequea empresa, y menos con el sector informal, sectores donde, sin embargo, opera
102
el 80% de los trabajadores chilenos. Se dan diversas razones para ello: desconocimiento del SNC por parte de los empresarios; demora en los reembolsos fiscales; insuficiencia del 1% para los micro-empresarios; diversos prejuicios o
temores del empresariado a un nuevo tipo de fiscalismo; desconocimiento de
las bondades de la capacitacin, etc. (MARTNEZ, E., 1992; M. del TrabajoSENCE, 1994 y 1996; GUTIRREZ, M., 1996).
En cuanto al ramal social, luego de una evaluacin altamente positiva de la
primera etapa del programa Chile Joven (M. del Trabajo-SENCE, 1994 y 1996
b), se ha llegado a conclusiones menos optimistas: se trata de un programa en
que a los empresarios les interesa ms la disciplina laboral que la competencia
tcnica; que el programa ayuda a las empresas a resolver problemas de atochamiento en momentos peak, pero que no genera una efectiva insercin laboral; que predomina cierta lgica mercantil en el tema de la capacitacin, donde unos organismos supuestamente especializados en capacitar se estaran disputando un mercado abierto por Chile Joven, en desmedro de la calidad de la
capacitacin que entregan; que, en realidad, slo se busca semi-calificar a los
participantes (MIDEPLAN, 1996; para otra mirada: GMEZ, J.C., 1996), etc..
El peso especfico de estas evaluaciones ha determinado, pues, la predisposicin del Estado a intentar una segunda etapa (con ajustes tcnicos) en ambos
ramales, dentro de la misma lgica central establecida por los Decretos con
Fuerza de Ley anteriores a 1990.
b) Los grandes empresarios
Chile est hoy enfrentado seal un gran empresario a la gran batalla de la
productividad... Estamos obligados a incorporar ms tecnologa a nuestros procesos productivos.... Este es un imperativo vlido no ya para las empresas, sino
tambin para los pases. Hoy da, ms que las empresas, compiten los pases...
En otras palabras, ya no basta tener ventajas comparativas en determinadas
reas. Ahora es necesario tener ventajas competitivas... porque la competencia
es por pases, es por legislaciones, es por el nivel educacional de la poblacin, es
por la eficiencia del sector pblico, es por la calidad de los puertos, por la idoneidad de los tcnicos, por la efectividad de las vas de comunicacin...
(FELI, M., 1991, 83).
La globalizacin de la economa parece haber totalizado el concepto y el imperativo de la competitividad ms all del mbito de la empresa y aun de lo
econmico; sobre todo, en el sentido de tornar imperativa la totalizacin de las
calidades certificadas por el mercado. Lo que, al parecer, lleva a trascender la
responsabilidad de la empresa individual para depositarla, a nivel de pas, co103
Gabriel Salazar
frente al cual las proyecciones, por muy complejas que sean, por muchos que
sean los supuestos y las variables que incorporen, nada tienen que decir. Este
capital imponderable, que contiene en s mismo todo sujeto empresario, no
slo se manifiesta en el origen de una nueva empresa sino tambin, y sobre
todo, en la fase de su desarrollo y transformacin en gran empresa: es el liderazgo carismtico, que consiste en su capacidad para formar, en torno suyo,
una comunidad laboral que se identifique plenamente con el desarrollo estratgico de la empresa (si es incapaz de provocar acuerdo, si es incapaz de generar
en torno suyo valores y sentimientos como lealtad, entrega, profesionalismo y,
ms que eso, si es incapaz de allanar el camino a satisfacciones compartidas,
quiere decir que algo anda mal en los empresarios) (FELI, M., 1991, 78-80). Es
claro que en esta perspectiva, el eje central est situado en las cualidades intrnsecas, exclusivas, del sujeto empresario, como si la demandada asociacin
armnica se centrara y dependiera slo de ellas.
Por otra parte, para los grandes empresarios, la lgica de productividad gua del
desarrollo estratgico de la empresa es una facultad privativa, exclusiva, de ellos
mismos. Ms aun: es el norte obligado y nico de toda capacitacin. Para que
realmente la capacitacin sea efectiva y eso es lo que nosotros proponemos debe
satisfacer una necesidad, una necesidad orientada a lo que el trabajador hace en
la empresa; esto es: a la productividad. Tiene que ir orientada a la estrategia de
la empresa (Entrevista). La capacitacin que no corresponda a una necesidad
real de la empresa, por mucho que sea recomendada por el Estado o reclamada
por los trabajadores, no puede ser aceptada. Incluso, puede ser peligrosa. Ese
es el tema que ms preocupa al interior de las empresas... pedir capacitacin
sobre temas que a lo mejor a la empresa no le interesan o que no son prioritarios
desde el punto de vista de la productividad, al interior de la organizacin... Yo
he ledo que se es un tema que viene en camino (participacin de los trabajadores en el diseo de los programas de capacitacin)... y a muchos ejecutivos lo
que les preocupa es que en el fondo le vengan a desarmar un poquito el naipe
(Entrevista). La gestin productiva y estratgica de las empresas no est, pues,
disponible para contribuir al desarrollo del interjuego sistmico, tan recomendado hoy por el discurso terico de la competitividad. Ni para reingenieras totales. Para el empresariado chileno, al parecer, la gestin estratgica no es
compartible con nadie. Por esto resumi un gran empresario los empresarios
no van a enganchar con las comisiones bipartitas.
La tenaz defensa de la privacidad exclusiva de la gestin estratgica ha sido
determinante en las opciones hechas por los empresarios respecto a cul de los
sistemas de gestin productiva y organizacional recurrir para impulsar el desarrollo estratgico de sus empresas. Segn un estudio, el sistema organizativo de
105
Gabriel Salazar
la produccin ms utilizado por las empresas chilenas (75% de los casos examinados) ha sido el de la subcontratacin, seguido por el sistema justo-atiempo (50% de los casos), mientras que los sistemas que implican algn tipo
de calidad total y por tanto de participacin de todos los actores del proceso
productivo (crculos de calidad, programas de cero defectos, reduccin de
niveles jerrquicos, y produccin continua o cuarto turno) no han sido, salvo
excepciones, utilizados (ECHEVERRA, M. & HERRERA, G., 1995, 8 et seq.). La
subcontratacin como se sabe implica externalizar determinados segmentos
del proceso productivo o de servicios (outsourcing), con el objeto de reducir
costos o transferirlos a empresas menores. Este proceso se ha desarrollado en
Chile desde 1985, aproximadamente, y con gran fuerza a una tasa de 15%
anual, desde 1990; pero an no ha alcanzado su plenitud, dado que el nivel
ptimo en una economa se logra cuando el 30% de las grandes empresas ha
aplicado este sistema, mientras que en Chile el outsourcing slo alcanza, actualmente, al 7% (El Mercurio, 27/5/1997, B4). Aparte de convertir las grandes
empresas en verdaderas ensambladoras habiendo ellas externalizado todos o
casi todos los procesos productivos de las partes constitutivas del ensamble, la
subcontratacin est cambiando absolutamente todas las polticas de recursos
humanos porque ya, de partida, disminuye la gente; porque no se justifica tener
una gerencia de recursos humanos en una empresa con una planta de trabajadores tan disminuida, y en donde en definitiva t vas a estar, slo, comprando (a los
proveedores) y vendiendo (el producto ensamblado)... Ya casi no tienes trabaja dores productivos.... La gestin productiva se transfiere entonces a un conjunto
de maquiladores externos (que pueden ser los mismos ex-trabajadores de la
firma). La gran empresa tiende a centrarse en actividades financieras y mercantiles. La empresa qu es lo que hace: compra la materia prima (esto sigue en manos de la empresa) y se las vende a los maquiladores, los que confeccionan el
producto y se lo venden a la empresa madre... No se externaliza la compra de
materia prima porque ah t arriesgas demasiado la calidad. Entonces, el tema
hoy en da en la empresa es el desarrollo de proveedores, y no es el tema de los
recursos humanos (Entrevista.). Dada esta opcin mayoritaria, los empresarios
no toman, del SNC, la oferta de capacitacin productiva, sino, principalmente
segn se anot ms arriba aquella que va dirigida a su personal gerencial y administrativo; esto es: a sus residuales pero centralizadas actividades mercantiles y
financieras. La calidad competitiva tiende, por esto, a deslizarse desde los procesos productivos a los de mera administracin.
Aparte de lo anterior, respecto a la innovacin tecnolgica requerida para el
desarrollo de la productividad, los grandes empresarios no promueven la creatividad tecnolgica al interior de su empresa (esto requerira incentivar la constitucin de equipos productivos, crculos de calidad, reduccin de niveles jerr106
Gabriel Salazar
establece con agencias extranjeras ms bien que con el SENCE o los trabajadores: nosotros tenemos una alianza estratgica con Seminarium; estos cursos
muchas veces estn fuera del SENCE, son caros y los $3.200 hora (que paga el
SENCE) son como quien dice una galletita, realmente un envoltorio mnimo,
porque un curso de esa naturaleza hoy da puede costar tranquilamente unos
$300.000 y el SENCE a uno le cubre $3.200 por hora, siempre y cuando la persona gane menos de 10 ingresos mnimos... ahora, si gana ms, el 50%, la franquicia no cubre ni la dcima parte del costo.... Por esto, las grandes empresas que
capacitan, exista o no exista el SENCE, van a capacitar igual (Entrevista). Se
desprende de lo anterior que el SNC, pese a estar centrado polticamente en la
lgica de productividad de las empresas, no logra insertarse productivamente
en esa lgica, permaneciendo en el borde, con una relativa superfluidad; sin
asociarse armnicamente, como socio sistmico, con la funcin productiva. No
es extrao que un gran empresario haya dicho que el decreto vigente sobre
capacitacin contempla un subsidio, un regalo estatal a la empresa privada;
luego, segn esta ley, la capacitacin es una opcin disponible pero voluntaria
para las empresas (FANTUZZI, R., 1989, 54).
La lgica del gran empresario, en suma, se encuentra atada de modo estratgico
a la oferta mercantil de tecnologas emergentes y a la reorganizacin mercantil
de sus externalizadas plantas industriales; lo que, unido a la autopercepcin
subjetivista del empresario, lo lleva a defender la privacidad exclusiva de la
lgica de productividad y a tornarse hermtico frente a las exigencias totalizantes de la competitividad-pas. De un modo u otro, la tendencia marcada por
esta lgica se est reflejando en la performance registrada por Chile en los rankings internacionales de competitividad, en los que se registr un descenso
desde el lugar 13 al 22. El anlisis de los factores de competitividad para el perodo 1993-1997 muestra un mejor rendimiento del factor Gobierno (lugares 5,
7, 6, 5 y 13) que el factor Gestin Empresarial (lugares 8, 18, 11, 9 y 14); mientras que, como cabra esperar, el factor peor situado de la competitividad chilena ha sido el de recursos humanos (lugares 25, 28, 25, 23 y 34) (El Mercurio,
13/04/1997, B1 y 12). De acuerdo a estos datos, efectivamente el Estado parece
haber avanzado ms que los grandes empresarios en la lgica de la competitividad-pas, al mismo tiempo que el no-avance de la asociacin armnica entre
ambos parece estar situando a los trabajadores (recursos humanos) en una
peligrosa posicin postergada y marginal. O es que el modelo se desarrolla,
precisamente, descansando sobre esa postergacin?
c) Los medianos y pequeos empresarios
Dada la tendencia de las grandes empresas a mejorar sus ndices de competitividad por medio de, principalmente, la externalizacin de los segmentos costo108
Gabriel Salazar
compensar deficiencias del mercado. En este caso, lo que pasa es que es un subsidio perverso, que acta exactamente al revs: viene a aumentar las deficiencias del mercado... Las grandes empresas tienen acceso a la informacin, a crditos ms baratos y adems, ahora, reciben un subsidio estatal para capacitar a
su personal... Por eso, desde mi punto de vista personal es un subsidio perverso,
porque va a aumentar la diferencia entre la gran empresa y la pequea... 15.000
millones que estn utilizando las grandes empresas y no los necesitan! (Entrevista). Adems, los cursos SENCE destinados a la PYME estn concentrados en
administracin, computacin e idiomas (60%), en conocimientos generales acerca
de la industria (15%), servicios profesionales (4.7%) y conocimientos tcnicos en la
industria manufacturera (2.1%). Los empresarios que asistieron a ellos opinaron
que esos cursos tienen slo un 50% de utilidad, que son muy generales e inadecuados a las necesidades de la PYME (CORFO, 1994, 66).
El Estado ha incrementado su preocupacin por la PYME. El nuevo proyecto de
ley sobre el SNC incluye mejoramientos significativos para ella. Los fondos de
asistencia tcnica (FAT) y de desarrollo tecnolgico y productivo (FONTEC)
apuntan a incrementar la base tcnica de la productividad PYME. Se ha recomendado insistentemente que estas empresas se agrupen en asociaciones o
redes federadas, dado que as podrn aumentar su escala de operacin y acceder mejor a todas las franquicias existentes (CORFO, 1994, passim). No obstante,
la escala de operacin de las asociaciones PYME no logra equiparar a la de las
grandes empresas. Tal es el caso de la CORCAPYME, una OTIR organizada por
los pequeos empresarios a fin de acceder mejor a las franquicias SENCE. Sin
embargo, en montos de recaudacin, nosotros recaudamos $455 millones el ao
pasado; en cambio, la SOFOFA, la Cmara Chilena de la Construccin y otras
OTIR de las grandes empresas recaudaron algo as como $4.000 millones...
Atender slo a las pequeas empresas no es negocio; no se sustenta, no es sustentable... Entonces tengo que morir, y para no morir estamos trabajando con
las grandes empresas...el negocio est en atender a las grandes (Entrevista).
La lgica profunda de la pequea empresa aparece ntida en el testimonio
transcrito. Siendo la PYME, dominantemente, el vertedero de los costos indeseados (externalizacin) de las grandes empresas, la trayectoria de la PYME
tpica se desenvuelve dentro de una compresin de costos tal, que se encuentra
a menudo sujeta a un riesgo de muerte. La nica posibilidad empresarial de
escapar a ese riesgo no es tanto asocindose en transversal, sino haciendo negocios que consolidan, precisamente, la externalizacin (maquila) y la propia
perversidad de los subsidios (recurriendo a los privilegiados); es decir, usando como tabla de salvacin a las mismas grandes empresas. Es una lgica circular que reproduce la condicin crtica de la PYME y fortalece, al mismo tiempo, la competitividad internacional del sistema (gran) empresarial exportador.
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Gabriel Salazar
Gabriel Salazar
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La externalizacin parece afectar incluso a los congresos de calidad, que tendan a ser la expresin ms acabada del trabajo en equipo dentro de la planta
productiva. Un gerente de recursos humanos dijo, a este respecto: Se hizo una
redistribucin de las mquinas dentro de la planta, una redistribucin que era
mucho ms eficiente que la que haba antes, y los mismos trabajadores la propusieron... Por esto es mucho ms doloroso todava lo que est pasando, porque
la gente, con todo lo que se haba hecho; ahora, no s, es como que nos miran...
uno de los dueos se empez a asesorar afuera, por unos gures externos...porque es un giro absoluto!... Se hicieron dos congresos de calidad donde
participaron diversos grupos de trabajadores y expusieron todas las reducciones de costo que haban hecho. Pero resulta que a l le gustaba esto como una
cuestin de imagen no ms... sali en el diario... No como algo del logro de la
gente porque si hubiera sido as no estara pasando lo que est pasando ahora...
el prximo ao el congreso de calidad, en vez de ser un congreso entre los trabajadores de la empresa, va a ser un congreso entre los maquiladores... (Entrevista).
La externalizacin y subcontratacin, pese a los despidos masivos que ha involucrado, no ha producido un incremento del desempleo sino, por el contrario,
su reduccin. No obstante, tras el cariz positivo de esa reduccin subyace el
hecho de que el incremento del empleo se ha dado ms entre los trabajadores
eventuales y a nivel de las empresas maquiladoras que en el ncleo laboral
duro del sector exportador de la economa. Y ms entre las mujeres que entre
los hombres (MIDEPLAN, 1996 a, 59). En un estudio sistemtico de la situacin
de los trabajadores respecto de la capacitacin, se constat que la mano de
obra indirecta de las empresas creci ms de un 13% , por encima del aumento
del empleo total manufacturero (7,6%) (GELLER, L., 1994, 19; ECHEVERRA,
M. & HERRERA, G., 1995, 17). De hecho, se ha constatado un volcamiento estructural de la economa chilena hacia la terciarizacin de las empresas y la
precarizacin del empleo (DAZ, A., 1993 y 1995). Ha aparecido una nueva
forma integrada de marginalidad laboral (CARNOY, M., 1994, 176.). El resultado de ello ha sido una reduccin del nivel de costos y de salarios, con un impacto positivo en el nivel de productividad. De algn modo, la lgica global del
outsourcing ha terminado por estructurar una suerte de neo-taylorismo
(DAZ, A., 1993). Pues ahora se trabaja ms y se realizan ms operaciones de
cualquier tipo, buscando reducir los tiempos muertos... los nuevos sistemas de
organizacin de la produccin y de las tareas estn orientados a obtener una
utilizacin ptima, o lo ms eficiente posible, tanto de la fuerza de trabajo disponible como de las nuevas mquinas, ms que a estimular el desarrollo de la
creatividad y participacin de los trabajadores en el mbito laboral... La necesidad de reducir los tiempos muertos en el trabajo... contribuye a explicar el nfa115
Gabriel Salazar
sis en el sistema de subcontratacin combinado con la ampliacin y enriquecimiento de las tareas (ECHEVERRA, M. & HERRERA, G., 1995, 11-12).
Las drsticas aplicaciones de las tcnicas de reingeniera (a efectos de reducir
costos en las empresas exportadoras) redundan, como se dijo, en despidos masivos de trabajadores. Para poder despedir y subcontratar, los grandes empresarios necesitan tener una amplia flexibilidad de contrato laboral. En otro
nivel, la proliferacin y drstica intercompetitividad de las empresas maquiladoras subcontratantes necesitan tambin de una amplia flexibilidad de contrato
laboral, de una parte, para absorber los costos desechados por las grandes empresas, y de otra, para mantener bajos los niveles salariales contratando y despidiendo trabajadores eventuales. Parece evidente que todo el proceso descansa
en la mantencin de contratos flexibles. Es decir, en que exista una gran movilidad laboral. En que la mayora de los trabajadores no haga carrera (promocin) dentro de una misma lnea de calificacin coincidente con la lnea de
desarrollo productivo de las empresas, sino, transversal u oblicuamente, sobre
varias. Que, en consecuencia, exista una masa laboral flotante, rotatoria, que se
caracteriza por su falta de pertenencia y su condicin de disponibilidad (Ibdem, 11). No es extrao, pues, que la capacitacin ocupacional los trabajadores
la ven como ventajosa para la empresa: vamos a aumentar nuestras habilidades, pero es la empresa la que va a aprovecharse de eso.... Empresarios y gerentes, por su parte, son tajantes en afirmar que: la capacitacin no implica
promocin (Entrevistas).
Dada la extrema flexibilidad de los contratos laborales existentes en Chile
tiende la capacitacin a ser ms un factor potenciador de la movilidad transversal de los trabajadores que un factor de su promocin ocupacional?
La flexibilizacin del mercado laboral consiste en facilitar al empleador la
contratacin y despido de trabajadores (YEZ, S. & LPEZ, D., 1996, 97).
Ms especficamente, consiste en ofrecer empleos sin escrituracin de contrato... sin cotizacin previsional y de salud... con salarios bajo el mnimo legal y
exceso de jornada de trabajo. Con respecto al pasado fordista, stas son formas atpicas de empleo, ncleo de la llamada precarizacin, que predomina,
precisamente, en los llamados ejes proyectivos del modelo (agricultura de
exportacin, industria maderera y la pesca) (ESPINOSA, M. et al., 1997, 3-4).
La flexibilidad de contratos y la movilidad del empleo han permitido de que,
en Chile, se haya producido una reduccin de costos laborales que es casi un
rcord a nivel internacional: el estudio de la OIT presenta un cuadro comp arativo de costos laborales para diferentes pases, entre los que se cuentan Estados Unidos, Corea del Sur, Hong-Kong y varios pases latinoamericanos. De
acuerdo a estos datos, el costo laboral por unidad de producto en Chile re116
Gabriel Salazar
nistracin, que son, como se sabe, los cursos que componen la mayor parte de la
oferta capacitacional en Chile. El gerente de recursos humanos de una gran
empresa asegur que el ao pasado se haba hecho una capacitacin masiva a
todo el personal. Un dirigente sindical de esa misma empresa asegur que la
capacitacin consisti en aprender el manejo del programa WINDOWS 95: o
sea, algo que uno puede aprender, simplemente, practicando (Entrevistas).
Si la innovacin tecnolgica lleva al empresario a valorar los incrementos de la
productividad logrado por sus mquinas y trabajadores, aqul puede, a modo
de incentivo, pagar a sus trabajadores bonos de productividad, que se suman
a los salarios. La tasa de esos bonos se fija segn una determinada meta de productividad. Segn los trabajadores, el empresario puede y tiende a manejar, de
mltiples maneras, el dato de la productividad: manipulando el clculo, fijando
metas colectivas altas que no se logran alcanzar pero que le permiten absorber
el plus logrado con el esfuerzo laboral realizado, otorgando bonos individuales
que estimulan la competencia y deterioran la solidaridad, reduciendo el monto
del salario base e incrementando su parte variable (bonos). Se ha calculado que
el 42% de las empresas utiliza estos sistemas, como tambin el 36% de las industrias manufactureras (GELLER, L. et al., 1994, 7).
En suma, es muy difcil no admitir que la lgica de productividad de las empresas, en tanto centrada en la subcontratacin, la flexibilidad de contratos y en la
importacin tecnolgica, se ha articulado en una relacin inversa con la lgica
de desarrollo de los trabajadores. Tan inversa que, en muchos sentidos, la conveniencia de aqulla se constituye a costa de erosionar los derechos sociales bsicos de estos. Especialmente, en cuanto a la posibilidad de articular un sindicalismo capaz de neutralizar esa inversin. Esta contraposicin, al mismo tiempo,
conspira contra la posibilidad de asociar ambos actores en un proceso conjunto
y nacional de desarrollo de la productividad y la capacitacin. No hay lealtad
ni de uno ni de otro actor para con una estrategia integrada de incremento de la
productividad y la competitividad del pas. Algunos grandes empresarios tienden a exigir al Gobierno que ponga en marcha un proyecto integrado de competitividad-pas, pero los empresarios no parecen estar proponiendo ni construyendo un proyecto integrado de Empresa (ASEXMA, 1996). En esta situacin, la propuesta capacitacional del Estado, centrada filosfica y socialmente
en el trabajador y operacionalmente en la empresa, no est sembrando en un
terreno ya abonado por la (privilegiada) accin empresarial, es decir, en un
terreno de lgicas integradas. Ms bien, est sembrando sobre la aridez de lgicas en dispersin.
Comprensiblemente, los sindicatos no incluyen, normalmente, la capacitacin
en sus negociaciones colectivas. Excepto en situaciones de emergencia, como el
119
Gabriel Salazar
citacionales. Tericamente es decir, conforme a la lgica neoliberal de estimulacin pblica e iniciativa privada la dinmica conjunta de estos mercados
debera producir la integracin de las lgicas sectoriales (del Estado, los empresarios y los trabajadores) y el desarrollo de un solo proceso de incremento nacional de la capacitacin, la productividad y la competitividad. Sera materia de
anlisis y discusin el problema de si el mercado abierto de la capacitacin es
capaz de superar las disociaciones cerradas (estructurales) producidas por la
innovacin tecnolgica importada, la flexibilidad de contrato legalizada y la
prctica consolidada de subcontratacin. Es decir: si a un mercado abierto pueden encomendrsele objetivos y tareas (polticas) que consisten, precisamente,
en remover los factores macro que, en gran medida, lo constituyen. Dirase, a
modo de hiptesis, que ese mercado, lo ms que puede lograr sin suicidarse
es rebotar ofertas y demandas en un ping-pong vegetativo, sin resolver la tarea
estratgica que se le ha encomendado. Lo que no obsta para que surja una frondosa actividad mercantil (cobertura) de capacitacin.
De este modo, las complejas relaciones entre los actores centrales de la productividad, la capacitacin y la competitividad (como se dijo: el Estado, los empresarios y los trabajadores) se han resuelto instalando entre ellos un mercado capacitacional, en cuya hspita ecologa ha proliferado un gran nmero de intermediarios. Estamos viviendo una revolucin exponencial de la capacitacin
acot un gerente de recursos humanos de una gran empresa, y yo, por lo menos, recibo 5 o 6 llamadas a la semana ofrecindome este curso y el otro, sin
contar las cartas y dpticos. Estamos sufriendo un verdadero acoso. Y entre los
ofertantes hay de todo: gente idnea y muchos rifleros. Hay que tener mucho
cuidado (Entrevista). Por su parte, el encargado de capacitacin del SENCE
informa que ha habido un gran aumento de los organismos intermediarios que
ofrecen capacitacin: hay 4.000 y tantos que se han inscrito, hay 3.800 OTEs
vigentes, de las cuales 1.300 ofrecieron cursos el ao pasado, y de esas 1.300,
slo 260 dan cuenta del 80% de los cursos y de los trabajadores capacitados.
Esto quiere decir que 260 OTEs hacen el 80% del trabajo del sistema, mientras
las otras 1.040 se hicieron cargo del restante 20%, y quiere decir tambin que
otras 2.500 o ms tuvieron rentabilidad negativa para el sistema (Entrevista).
El SENCE ha estado perfeccionando el registro y la supervisin global de la
masa de OTEs, pero no intenta hacer un ranking de ellas, sino caracterizar lo
que debe ser una OTE. De todos modos es un hecho que, como en todo mercado abierto, las empresas ofertantes (las OTEs, para este efecto, de hecho lo son)
resultan heterogneas, y pueden distinguirse grandes, medianas y pequeas
empresas, entre las que se dan, incluso, tendencias oligoplicas as como quiebras inevitables. Las empresas (OTEs) grandes son, por lo comn, aquellas que
ofrecen capacitacin productivo-industrial, que disponen de maquinaria mo121
Gabriel Salazar
breves y accesibles, que es el caso de los que ofrecen los CFT. La evolucin de la
matrcula de los CFT muestra que, entre 1983 y 1993 (coincidiendo con el auge
de la subcontratacin), los alumnos inscritos se han duplicado, de 40.000 a
80.000. Y es significativo tambin que la mayor parte de ellos (51,1%) se haya
inscrito en las carreras de Administracin y Comercio, en coincidencia con la
tendencia mercantilizadora de las grandes empresas que externalizan segmen tos importantes de su proceso productivo. Dentro de estas carreras, la que concita mayor inters es, como cabe suponer, Secretariado (PERSICO, P., 1995, 3537). Y en el caso de INACAP, Hotelera (Entrevista). La opcin es, pues, por
profesiones de tipo administrativo. De acuerdo a testimonios ya expuestos, el
trabajador administrativo tiende a permanecer ms tiempo en la empresa, los
ejecutivos confan ms en l y construyen la lealtad de este trabajador distinguindolo o regalonandolo con capacitaciones y promociones. Los cambios
reingenieriles y computacionales han concluido, incluso, por transformar el
trabajo de las secretarias, que ya no tienen su rol tradicional, sino otro que puede caracterizarse como de asistentes de administracin, en el desempeo del
cual, por la rapidez de los cambios en el software que rige esta rea, necesitan
continuamente de re-capacitaciones (Entrevista). De modo intuitivo, pues, los
trabajadores han terminado por comprender que el rea productiva es ms
inestable que la administrativa, ya que la formacin profesional en aqulla vale
y pesa menos que en sta. De donde podra colegirse que, en una medida importante, esta opcin y su consiguiente demanda tienden a producir, en el plano de la oferta de las OTEs, una hipertrofia de los cursos administrativos en
desmedro de los cursos productivos. Y esto tambin lo confirman las estadsticas del SENCE.
Tambin existen, por paradoja, grandes empresas capacitadoras por el lado
de la demanda: son los llamados organismos tcnicos intermedios reconocidos (OTIR). Su funcin es servir a un grupo especfico de empresas demandantes de capacitacin diagnosticando su demanda y organizando la oferta de
capacitacin adecuada. Normalmente, con cargo a los fondos de la subvencin
fiscal. Su papel tcnico consiste en racionalizar la demanda y optimizar la oferta. En otros casos ese rol se complementa con el de crear economas de escala en
el mercado capacitacional, sobre todo, para las empresas PYME. De un modo u
otro, las OTIRes forman parte del sistema SENCE, tanto porque dependen financieramente de la subvencin fiscal, como porque amplan y afinan los canales de distribucin de esos recursos. Nosotros estamos seguros que el sistema
de las OTIR es de una sociedad muy grande con el SENCE, por la cual el
SENCE ampla sus canales de distribucin: de tener dos oficinas en todo Chile
ms esta oficina de Santiago... el primer canal de distribucin de la franquicia
son las 8 OTIRes que hoy da existen. Vemos la OTIR como un gran aliado es123
Gabriel Salazar
tratgico para nosotros (Entrevista). En verdad, las OTIRes son empresas maquiladoras que han recogido las gerencias de recursos humanos que las empresas han externalizado, tanto como las oficinas de distribucin externalizadas
por el SENCE. Son, de hecho, subproductos de la reingeniera global y de los
fenmenos de subcontratacin que determinan en la actualidad no slo el diseo de las estrategias empresariales sino tambin de las polticas pblicas. Si
ellas, al igual que otras maquiladoras, absorben los costos externalizados, reducindolos, sera materia de un anlisis ms emprico; en todo caso, por lo pronto, esos costos son absorbidos por los recursos del Estado. Cuando menos, estn
cumpliendo el papel de integrar a dos de los tres actores protagnicos de la
productividad y la capacitacin: los empresarios y el Estado.
Las OTIRes operan con las grandes empresas (inclusive CORCAPYME, que
habiendo surgido para servir a la PYME, como se vio, debi servir tambin a las
grandes, para hacerse financieramente viable), siendo las principales la de la
SOFOFA, y la de la Cmara Chilena de la Construccin, ASIVA, ASIMET, y
CODESSER, entre otras. Pueden tener, como en el caso de la primera, ms de
1.500 empresas afiliadas, por lo que manejan recursos considerables. En cierto
modo, son los bancos privados de la capacitacin financiada por el Estado. El
gerente de capacitacin de una OTIR seal: Lo que pasa es que aqu en la
OTIR funcionamos casi como un banco, aqu hay cuentas corrientes con empresas, ejecutivos de cuentas... nosotros manejamos el crecimiento que va teniendo
la empresa y cmo lo va gastando...lo que veo como riesgo es que cuando uno
funciona como OTIR est administrando recursos y es importante el tema de la
confiabilidad sobre la administracin que uno tiene... en una OTE no es lo mismo... aqu hay una administracin de recursos... y no son despreciables!... (Entrevista). Como se indic ms arriba, estos bancos pueden manejar alrededor de
$4.000 millones al ao, lo que les permite seleccionar cuidadosamente los cursos y
las OTEs que servirn las necesidades capacitacionales de sus afiliados. Retienen
el 20% del fondo de remuneraciones de sus afiliados permitido por la ley y
cobran aparte por otros servicios tcnicos (Entrevista). Las OTIRes tienen un
conjunto de beneficios y ganan dinero en forma impresionante... si dan ganas de
meterse a una OTIR! (Entrevista). No es extrao que ellas sean partidarias de
que la capacitacin deba coincidir con las necesidades de la empresa y que las
comisiones bipartitas no son convenientes para el empresario (Entrevistas).
Diferentes son las caractersticas y la situacin de las OTEs que califican como
medianas o pequeas. Muchas de ellas surgieron en los aos 80 en la lgica
solidaria de las organizaciones no-gubernamentales (ONG), y otras en los 90,
conforme la lgica subcontratista de las consultoras (SALAZAR, G., 1995). De
cualquier modo, su escala de operacin es de nivel microempresarial, no estn
respaldadas por consorcios empresariales o instituciones de origen estatal, han
124
Gabriel Salazar
Gabriel Salazar
revela que los objetivos estratgicos asignados a este mercado no estn siendo
alcanzados por ste, en ninguno de sus tres sentidos (empresarial, laboral, y de
integracin). A menos que se considere que el desarrollo empresarial a costa del
no-logro de los otros dos objetivos restantes sea un xito necesario y suficiente.
III. TEMAS PRESENTES Y TEMAS AUSENTES
El tema de la capacitacin ha sido presentado, en lo explcito, con referencia al
inters general de Chile (desarrollo de la productividad y la competitividad) y
del trabajador (formacin y promocin profesional), y como una iniciativa estatal tendiente a promover la accin (eficiente) del empresario. El ncleo central
de este discurso es la subvencin estatal (el 1% de las remuneraciones), el uso
que hacen de ella los empresarios y la cantidad de trabajadores que acceden,
por su intermedio, a los beneficios de la capacitacin. Se asume que, como tal,
este sistema es intrnsecamente moderno y positivo, de modo que su baja utilizacin y cobertura histricas es un problema funcional que puede ser resuelto
con ajustes de afinamiento, pues no implica una falla estructural ni en su diseo
(estatal) ni en la performance de los que han sido encargados de activarlo (los
empresarios). No hay crisis ni motivo, por tanto, para un debate abierto, sino,
slo, la necesidad de manejar adecuadamente los actuales diagnsticos cuantitativos para superar los dficits de informacin, de utilizacin de los recursos,
de escala de operacin para la PYME, de acceso de los jvenes y trabajadores
eventuales al ncleo duro de la capacitacin, etc. No hay un problema de metas,
sino de rendimientos. En definitiva, el problema es, estrictamente, de manejo
tecnocrtico. No, por tanto, poltico.
Hay temas implcitos que, sin embargo, tienen menos cabida en el discurso y los
intercambios explcitos acerca del SNC. Uno de ellos es que el SNC ha sido
constituido, anatmica y fisiolgicamente, como un mercado sectorial engarzado al sistema global de los mercados. Que su administracin, por tanto, no est
a cargo de una voluntad poltica (legal) que acta por encima de las iniciativas
cortoplacistas de los actores, sino de los ajustes automticos de aqullas. Que
esto, sin duda, implica una concepcin ingenua, e incluso principista de mercado, en cuanto a la capacidad de ste para ejecutar con eficiencia polticas pblicas y objetivos macroestructurales sin producir dispersin de resultados. Sobre
todo, cuando lo que se espera es superar viejos antagonismos estructurales
(empresarios versus trabajadores) para instalar una tradicin indita: el desarrollo cooperativo de la productividad nacional. Del mismo modo, est implcito
tambin el tema referente a cmo se realiza el aprendizaje inherente a toda capacitacin, tomando en cuenta el modo como se origina, para el caso de Chile, la
innovacin tecnolgica que es preciso aprender. Se da por sentado que la tec128
nologa se compra en el extranjero, pero no se pondera el impacto que este origen externo tiene en el ajuste automtico (mercantil) de las relaciones internas
entre los actores domsticos de la capacitacin. En este sentido, los contenidos
de la capacitacin se asumen como materias universales (en s, disponibles),
configurando la misma relacin ingenua que se da entre el estudiante secundario y las ciencias generales. De aqu el escaso anlisis que se ha dedicado al rol
desempeado por las firmas (extranjeras) proveedoras de maquinaria y tecnologa, especialmente en su efecto determinante en la (privativa) lgica de productividad de las empresas y en la demanda especfica de capacitacin que
stas manifiestan.
Entre los temas ausentes cabe citar, principalmente, dos: a) el gasto social en
Research & Development (investigacin y desarrollo) y su conexin con la innovacin tecnolgica, y b) el efecto perverso que ciertas tcnicas de reingeniera
(externalizacin y subcontratacin, en especial) tienen en la carrera profesional
del trabajador, en el nivel socioeconmico del creciente nmero de trabajadores
eventuales y, sobre todo, en la integracin efectiva de todos los actores a un
proceso nacional de desarrollo productivo (no slo de competitividad) y de
innovacin tecnolgica local. Es evidente que ambos temas as como los temas
implcitos anotados en el prrafo anterior tienen relacin con el diseo estructural del modelo, y pueden explicar la deficiente performance histrica del SNC
desde una perspectiva distinta a la puramente funcional. Los trabajadores y pequeos empresarios tienden a poner sobre el tapete ciertos aspectos de estos temas bsicos as como algunos investigadores, pero sin configurar, ni una crtica
sustantiva al SNC vigente, ni un discurso o una propuesta alternativa. No obstante esto, cabe pensar que la fuerza de los procesos reales involucrados en el
SNC tendern a explicitar los temas ausentes o implcitos y a configurar en torno
a ellos una propuesta de recambio sin tantos niveles implicados del problema.
IV. UNA PERSPECTIVA HISTRICO EXPLICATIVA
La categrica afirmacin la tecnologa se compra (anotada ms arriba) no es
una respuesta rpida surgida al calor de una entrevista, sino la expresin ritual
de una larga tradicin empresarial chilena. Probablemente, la tradicin ms
consolidada e indiscutida de la cultura econmica nacional.
Cundo comenz a comprarse la tecnologa y a consolidarse como tradicin?
No desde siempre, en verdad, sino, aproximadamente, desde fines de la dcada
de 1830. Es decir: cuando se hizo necesario que las haciendas comenzaran a
mecanizar su produccin de trigo y harina, a fin de competir mejor con la harina
barata que los barcos balleneros norteamericanos, desde Boston, como lastre,
129
Gabriel Salazar
traan al Pacfico. Pues, de no ser as, esos barcos habran arrebatado a los hacendados el control del mercado peruano. Y se inici el reemplazo de los molinos hidrulicos (de piedras) por otros movidos a vapor. Y a importar (comprar) mquinas a vapor y maquinistas que pudieran manejarlas y repararlas.
Lo mismo se hizo en la minera, especialmente en los trapiches y fundiciones de
cobre, desde mediados de la dcada de 1840, con el fin de competir mejor con las
fundiciones de Swansea (Inglaterra), que hegemonizaban el mercado mundial
(SALAZAR, G., 1984).
Dos necesidades estratgicas del comercio exterior chileno forzaron a los empresarios exportadores, pues, a incrementar su competitividad echando mano al
procedimiento que les pareci ms rpido y moderno: la compra de tecnologa
a los mismos pases con los cuales estaban compitiendo en la comercializacin
de productos primarios. La modernizacin del sector exportador (adicin de
mquinas a vapor y contratacin de ingenieros y tcnicos extranjeros) permiti,
en dos rubros (harina, cobre), mejorar la competitividad del pas en el ranking
mundial de entonces, pero en otro rubro estratgico (tecnologa) el pas perdi
autonoma e ingres en un largo ciclo de dependencia.
Haba otra opcin? Se pudo invertir en, y potenciar otras fuentes de desarrollo tecnolgico? Para la lgica empresarial y poltica del corto plazo (dominante
entre los mercaderes y estadistas de mediados del siglo pasado), aparentemente, no haba otra opcin. Para una lgica de mediano o largo plazo, aparentemente, s. Pues debe tenerse presente que, entre 1541 y 1840, Chile no compr
tecnologa en el exterior, sino que la produjo. Era una tecnologa rudimentaria,
pero ingeniosa, til y adaptada a las condiciones geogrficas del pas (por
ejemplo, bas su fuerza motriz en los recursos hidrulicos, que eran abundantes, y no en el carbn, que no era de buena calidad). Cabe considerar que en las
postrimeras del perodo colonial y a comienzos del siglo XIX, en base a esa
tecnologa local, Chile desarroll su economa y su competitividad en un nivel
suficiente para llegar a hegemonizar no slo el mercado del virreinato peruano,
sino tambin para tornar intil y cara la tecnologa minera de los ingleses desde
1817 hasta 1845, cuando menos (el cobre chileno se coloc con ventaja en la
India, predominando sobre el de Swansea, durante las dcadas de 1820 y 1830)
(SALAZAR, G., 1996). La produccin local de soluciones tecnolgicas para resolver problemas productivos se bas, antes de 1850, en la articulacin cooperativa, y a menudo comunitaria, de los sectores populares en las faenas agrcolas,
mineras o manufactureras. En esta primera tradicin, el contrato laboral (conchavamiento) se funda frecuentemente con la asociacin solidaria. El proceso
productivo era una actividad social abierta , a menudo una fiesta (minga, rodeo,
molienda, trilla, etc.), en la que todos podan participar, todos podan capacitarse y todos podan aportar fuerza muscular y/o soluciones ingeniosas a los
130
problemas que pudieran presentarse en el trabajo. La tecnologa local y la modernizacin, por ello, eran, antes de 1850, productos normalmente comunitarios (SALAZAR, G., 1985 y 1991).
La compra de tecnologa en el exterior resolvi el problema de los grandes exportadores pero no contribuy a desarrollar las condiciones estructurales de la
economa socioproductiva. Ms bien al contrario: inici su erosin y destruccin
sistemtica. Para decirlo en trminos de la definicin actual de la competitividad: la compra de la tecnologa del vapor (que instal el carbn ingls muy por
encima de los recursos locales) increment la competitividad internacional de
las grandes haciendas y las grandes fundiciones, pero erosion dramticamente
su entorno (marco sistmico); es decir: la competitividad-pas. Pues todas las
medianas y pequeas empresas productivas entraron en un perodo de compresin y crisis. El campesinado se peoniz. El pirquinero (pequeo empresario
minero) tambin. La gran masa artesanal fue erradicada hacia los mrgenes de
la ciudad. Los caminos se llenaron de peones (rotos) desempleados, y los
suburbios de las ciudades, de mujeres abandonadas cargadas de nios. La
tasa de mortalidad infantil alcanz rcords mundiales. Lo mismo el alcoholismo
y la delincuencia. Es lo que, a fines de siglo, se llam la cuestin social. En ese
contexto estallaron las huelgas, la violencia, y florecieron el anarquismo y el
socialismo (SALAZAR, G., 1990 y 1991; GREZ, S., 1995).
No obstante, la compra de tecnologa en el exterior continu lo mismo que la
modernizacin mercantil a la que dio origen tanto como permaneci estable
la tasa de cambio del peso chileno respecto a la libra esterlina. Y mientras los
exportadores chilenos pudieron negociar paritariamente con las grandes casas
comerciales y bancos extranjeros (Gibbs & Sons, Williamson Balfour & Co.,
Duncan Fox & Co., Grace & Co, Graham Rowe & Co., Gildemeister, Anglo
South American Bank, Banco Alemn Transatlntico para Amrica del Sud,
etc.), el Estado pudo mantener equilibrado su presupuesto y controladas las
masas sociales. Y mientras no se agotaban los minerales superficiales de cobre.
Pero, hacia 1873, esos minerales se agotaron. El precio del trigo baj. La plata fue
internacionalmente desmonetizada y el cambio del peso chileno (que era de plata), desde 1878, se derrumb. Se desencaden un proceso inflacionario. Los empresarios chilenos no pudieron seguir comprando la tecnologa en masa. Cay la
productividad, se deterioraron los salarios y las empresas extranjeras aumentaron
en varios grados su hegemona estratgica sobre la economa nacional; sobre todo, porque solo ellas podan importar, instalar y reparar maquinaria moderna. Es
decir: realizar inversiones realmente reproductivas. En ese contexto, los presupuestos fiscales fueron objeto de un fuerte drenaje, mientras las masas sociales
iniciaban una gran oleada de movilizaciones (SALAZAR, G., 1987).
131
Gabriel Salazar
productividad resultantes (sobre todo en recursos humanos) han sido suficientemente bajos como para obstaculizar seriamente la competitividad industrial del pas. Obligndolo como ocurri despus de 1930 a promover polticas de carcter proteccionista (para proteger un sector industrial de crnica baja
productividad) y populista (para proteger a una masa laboral no incorporada
paritariamente al proceso productivo). El hecho de que, actualmente, el pas
est exhibiendo sus ms pobres ndices competitivos en rubros tales como relaciones industriales (lugar 28), especialidades y productividad (lugar 39),
capacidad tcnica local (lugar 35), ciencia y tecnologa (lugar 34) y recursos humanos (lugar 34), no es ni por azar ni por una falla coyuntural de las
polticas econmicas posteriores a 1980, sino porque este hecho es el reverso de
la tradicin secular de la frase la tecnologa se compra (El Mercurio,
13/04/1997, B1, y 21/05/1997, B1). Se trata de un hecho igualmente antiguo,
slo que no ha encontrado la frase categrica que lo perpete en la memoria
colectiva.
El pobre desempeo de los recursos humanos no es, como se ha visto, slo una
cuestin tcnica de rendimientos productivos. Es decir, no es tan slo cuestin
de incrementar el aprendizaje y la utilizacin intensiva de las compras realizadas
en el exterior. El hecho de que esas compras establecen una lnea jerrquica de
prioridades estratgicas, de flujos de poder y de gradacin del continuo actividad-pasividad, tambin impide la articulacin cooperativa y horizontal indispensable para que los actores del proceso productivo generen las innovaciones
tecnolgicas que su trabajo productivo conjunto requiere, tal como el bajo
pueblo chileno lo hizo antes de 1850. La inversin de capitales en la compra de
tecnologa se contrapone a, y anula la inversin en R&D (investigacin y desarrollo), pues la primera fortalece de hecho la pasividad que la segunda, por
principio, necesita abolir. Mientras se siga privilegiando esa compra y mientras
la innovacin tecnolgica siga siendo para el pas una funcin mercantilimportadora, el sistema educacional y capacitacional estar siempre retrasado y
ser siempre inadecuado para cubrir las necesidades productivas estratgicas
de las (grandes) empresas. Las crticas del empresariado al psimo estado de la
educacin formal (registradas en las entrevistas y en el material revisado) en
cuanto a operar como formacin actualizada para el trabajo, o para reforzar o
sustituir la capacitacin que se da dentro de la empresa, no podrn nunca ser
debidamente atendidas si, por otro lado, ese mismo empresariado preserva
categricamente la compra de tecnologa a los ya centenarios proveedores de
ella.
Es indispensable que el pas, si quiere mejorar la posicin que sus recursos
humanos ocupan en los rankings internacionales de competitividad, invierta
activamente en investigacin y desarrollo. Es decir, en intentar fundar la pro133
Gabriel Salazar
duccin interna de la innovacin tecnolgica. Dado que el pas ha dado significativos avances en el desarrollo econmico y se confronta a los desafos de la
2da. fase exportadora, el pas debe sostener y fortalecer la senda expansiva del
gasto en investigacin y desarrollo (R&D) para nuevas tecnologas... (se debe)
incentivar una segunda ola de innovacin en las empresas nacionales. Desde
1988, la importacin de bienes de capital ha aumentado 2.5 veces; la inversin
extranjera, el doble de eso, y la inversin en R&D, 2,4 veces (del 0,5 al 0,8% del
PIB). Pero el gasto en R&D sigue estando, mayoritariamente, en manos del Estado (85%) y centrado en el sistema superior de educacin (DAZ, A., 1995, 113
et seq.).
La cuestin, obviamente, no se reduce al incremento cuantitativo de ciertos
indicadores, puesto que es igual o ms relevante aun el problema de dnde y en
qu poltica industrial estratgica se insertan esos incrementos. Pues es claro que
la innovacin tecnolgico-productiva no puede depender slo de las investigaciones universitarias o de la modernizacin de la educacin bsica o secundaria.
La innovacin tecnolgica central debe realizarse en la empresa y dentro del
mismo proceso productivo (N.N. 1997, passim.). Con respecto a ella, la innovacin tecnolgica del sistema formal de educacin es slo el entorno sistmico,
su ecologa-pas. El problema es que, para que eso tenga lugar, es imprescindible morigerar o relativizar aquella tradicin secular chilena cuyo anverso es la
compra de tecnologa en el exterior, y cuyo reverso es la lnea jerrquica que
sepulta los recursos humanos en el fondo del ranking internacional de comp etitividad. Y es evidente que esa morigeracin o relativizacin no podr lograrse
mediante subvenciones polticamente blandas al empresario, que lo dejan libre
para asumir voluntariamente su autorreforma (o no), ni en la confianza de que
los mercados sectoriales amparados en la benignidad (subcontratista) del Estado realicen en los prximos aos una tarea que, a lo largo de un siglo y medio,
no se ha intentado nunca en Chile.
En el mundo actual, hay diversos modelos de poltica industrial estratgica donde la capacitacin opera en relacin a la produccin interna de nuevas tecnologas
(BIRF, CIID, GTZ, BID, 1990, passim). Y en Chile hay tambin propuestas especficas acerca de cmo implementar polticas industriales prcticas, inversin sectorial en R&D, formacin de barrios industriales e incubadoras tecnolgicas
(TAPIA, L., 1993; BENAVENTE, R., 1993.), etc.. O bien, como lo propuesto por un
gran empresario: Desde hace mucho tiempo estoy preconizando la necesidad de
que el sector empresarial aporte al menos un 1% del total de su planilla de remuneraciones para destinar esos recursos a la formacin tcnica profesional. No me
cabe ninguna duda que, de alguna manera, esa obligacin tiene que imponerse en
el prximo gobierno... Y si el 1% de que hablo no es suficiente, el Estado tendr
que poner un 1% ms; y si eso todava es insuficiente, habr que preocuparse de
134
que sea un 1,5%, pero la solucin tiene que darse a travs de ese camino: no podemos arriesgarnos que, a causa del temor de imponer una ley en este sentido,
nos quedemos cortos... (RAMDOHR, G., en MARCEL, M., 1989, 77).
El problema no radica, pues, en la ausencia de ejemplos histricos y de propuestas alternativas, sino, sobre todo, en cmo desembarazar la voluntad poltica de los principios abstractos del mercado y en cmo radicarla en el terreno
cooperativo y participativo de todos los actores sociales de la produccin. Donde, al parecer, existen potencias sinrgicas mayores (y costos sociales menores)
que las contenidas en el esfuerzo de aprendizaje pasivo de lo que han inventado
(y acumulado) otros.
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136
Madrid:
Santiago
Gabriel Salazar
138
LA DESCENTRALIZACIN Y EL SECTOR
PRIVADO EN LA TRAYECTORIA DE LA
FORMACIN PROFESIONAL EN MXICO*
LEONARD MERTENS
Sumario: Introduccin. II. Evolucin del sistema nacional de formacin profesional. 1.
La dcada de los sesenta: el modelo inductivo. 2. Dcada de los setenta: hacia un modelo
sistmico de regulacin Estatal. 3. La dcada de los ochenta: polticas activas de mercado
de trabajo. 4. La dcada de los noventa: surgimiento del sistema de competencia laboral.
II. Trayectoria de algunas instituciones de formacin profesional. 1. Estructura actual de
la Oferta Educativa Tecnolgicas en Mxico. 2. CECATI (Centros de Capacitacin para el
Trabajo Industrial). 3. CONALEP. 4. ICIC (Instituto de Capacitacin de la Industria de
Construccin). 5. PROBECAT (Programa de Becas de Capacitacin para Trabajadores
Desempleados). 6. CIMO (Calidad Integral y Modernizacin). III. Conclusiones. Bibliografa.
INTRODUCCIN
Existe consenso en el mundo de la poltica, el Estado y las organizaciones de
empleadores y trabajadores de que la formacin profesional es un factor fundamental en el desarrollo econmico y social. Tambin hay consenso de que la
formacin profesional para que pueda ser eficaz en sus aportaciones, debe descentralizar la toma de decisiones acerca de qu y cmo impartir la formacin y
vincularse mucho ms con el mundo de trabajo. Existe, sin embargo, menos
claridad y consenso sobre cmo y cunto se debe descentralizar e involucrar al
sector privado.
En la elaboracin del presente documento se cont con el apoyo de Jaime DAZ y con los comentarios de Mnica BAEZA.
139
Leonard Mertens
LA EMPRESA
EXPANSIN DE LA
INFRAESTRUCURA DE
LA FORMACIN
TCNICA Y
PROFESIONAL, Y DE
CAPACITACIN PARA
EL TRABAJO, A CARGO
DEL MINISTERIO DE
EDUCACIN
CONTRATOS DE
APRENDIZAJE,
FORMACIN POR
PARTE DEL
SUPERVISOR EN EL
TRABAJO
(INSTRUCCIN
SOMBRA)
NUEVA FIGURA
INSTITUCIONAL
ARMO
(ADIESTRAMIENTO
RPIDO DE MANO DE
OBRA)
TRABAJADORES
(SINDICATOS)
EMPRESARIOS
(CMARAS)
Leonard Mertens
ciales y del Estado de dar a tiempo otro giro al contrato de aprendizaje, el sector
obrero organizado pugna por eliminar esta frmula de contratacin y lo logra
con la nueva Ley Federal del Trabajo en 1970, obligando a las empresas a la
formacin profesional de los trabajadores (Ibdem).
2. Dcada de los setenta: hacia un modelo sistmico de regulacin Estatal
En la dcada de los setenta se deja atrs el contrato de aprendizaje y se inicia
una nueva era institucional en la formacin profesional en Mxico, que se caracteriza por un intento de crear un verdadero sistema de formacin, partiendo
del nivel de la empresa, pasando por la rama de actividad, la regin hasta llegar
a la escala nacional. El nuevo sistema queda plasmado en la Ley Federal del
Trabajo en 1978, que declara de inters social promover y vigilar la capacitacin y
el adiestramiento. Establece el derecho de los trabajadores a recibir capacitacin
y adiestramiento de los patrones; obliga a los patrones a proporcionar informacin a los trabajadores sobre la aplicacin de la tecnologa, a prepararlos para
ocupar una vacante o puesto de nueva creacin, a prevenir riesgos de trabajo y,
en general, a mejorar sus aptitudes. Estas acciones, instrumentadas a travs de
planes y programas sobre capacitacin y adiestramiento, se someten a la aprobacin de la Secretara del Trabajo y Previsin Social (en adelante: ministerio
de trabajo).
La base del sistema son las comisiones mixtas de capacitacin y adiestramiento
a nivel empresa, integradas por el mismo nmero de representantes de trabajadores que de la empresa (empleador). Entre las funciones de las comisiones
mixtas est la vigilancia de la instrumentacin y operacin del sistema, y los
procedimientos que se implantan para mejorar la capacitacin de los trabajadores. Estas comisiones mixtas deben ser registradas por el ministerio de trabajo y
su principal objetivo es vigilar el cumplimiento de las obligaciones legales en
materia de capacitacin (UCECA, 1980).
Se fortalece la oferta de formacin profesional desde el sistema educativo, con
la creacin en 1978 del CONALEP (Colegio Nacional de Educacin Profesional
Tcnica), organismo pblico descentralizado con personalidad jurdica y patrimonio propio. Se crea para responder con mayor agilidad a la necesidad de
formar tcnicos, salindose del marco institucional del ministerio de educacin,
incluyendo en sus rganos de direccin y consulta al sector productivo (no as a
los sindicatos). Con este nuevo organismo, se completa el tejido de la oferta
educativa pblica centralizada en formacin profesional a nivel obrero y tcnico
que opera en la actualidad en el pas. No obstante, tampoco en esta dcada se
142
ARMO
ICIA (Azcar)
ICIC ( Construccin)
SISTEMA NACIONAL DE
CAPACITACIN Y
ADIESTRAMIENTO
UCECA (Unidad
Coordinadora del Empleo,
Capacitacin y
Adiestramiento)
LA EMPRESA:
Comisiones Mixtas de
Capacitacin y
Adiestramiento,
integradas por igual
nmero de representantes
obreros y patronales, la
base el nuevo sistema
nacional de capacitacin.
SURGIMIENTO DE
CONALEP
TRABAJADORES
(SINDICATOS)
EMPRESARIOS
(CMARAS)
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Leonard Mertens
Leonard Mertens
cin adecuada con los procesos productivos y los procesos de trabajo; de esta
manera, no se logra motivar al trabajador a incorporarse a los programas, desmotivndolo en la medida que los mismos no ofrecen una clara perspectiva de desarrollo personal y ocupacional dentro de la empresa (WEINBERG, 1992).
Desempleados y
Autoempleados
PROBECAT
EMPRESA GRANDE
Polticas Activas
de Mercado de
Trabajo en
Formacin a
Cargo del
Ministerio de
Trabajo
ICIA (Azcar)
ICIC (Construccin)
Comisiones Mixtas
de Capacitacin y
Adiestramiento
EMPRESA PEQUEA
Y MEDIANA
CIMO
OFERTA PRIVADA
DE CAPACITACIN
Y ASESORA
TRABAJADORES
(SINDICATOS)
EMPRESARIOS
(CAMARAS)
Algunas de las lagunas que el modelo regulacionista haba generado eran las
siguientes: (..) la mayor parte de la poblacin econmicamente activa no se ha
visto favorecida por acciones llevadas a cabo por los servicios educativos y de
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Leonard Mertens
148
Dicha escuela de pensamiento acerca del papel del ministerio de trabajo se inscribe en la visin de que, en una economa abierta, el empleo es, en primer lugar, una funcin de la mejora sostenida de la productividad, y sta a su vez, de
la capacidad de innovacin, producto del aprendizaje, resultado de la inversin
en equipo y en el recurso humano. El aprendizaje es muy difcil de guiar mediante polticas macroeconmicas, requirindose ms bien de polticas sectoriales, regionales, e incluso a nivel micro, donde el impacto macro se espera
lograr en el mediano y largo plazo, a travs de la focalizacin (una discusin
similar se present en torno a las polticas de combate a la pobreza). Elemento
importante a recordar es que, hasta entonces, el Estado haba sido directa o
indirectamente el principal dinamizador del empleo formal, papel que a partir
de los ochenta deja de jugar (MERTENS,1986). A partir de esa fecha se concentra la poltica de empleo en el desarrollo de la productividad y competitividad
del sector privado, especialmente la pequea y mediana empresa, as como en
el desarrollo de los mercados de trabajo (ARTEAGA, et.al., 1996).
El ministerio de trabajo lo plantea de la manera siguiente: Con anterioridad, la
poltica de empleo se encontraba implcita en la de proteccin e impulso al proceso industrializador. Posteriormente, la poltica de empleo se afina con instrumentos que le permiten expresarse de manera ms concreta como polticas
de mercados de trabajo. Sus instrumentos se orientan a: (i) facilitar la movilidad
laboral (..); (ii) elevar la productividad y competitividad de las empresas, mediante asistencia tcnica y apoyos a la capacitacin en el trabajo; y,(iii) elevar los
niveles de capacitacin de la mano de obra para distribuir ms ampliamente las
posibilidades de aprovechar oportunidades ocupacionales. En conjunto, es una
poltica de empleo dirigida a que el mercado laboral opere con mayor eficiencia
y a flexibilizar la movilidad de la mano de obra (STPS, 1995).
Como el ministerio del trabajo solo puede influir de manera marginal en la tasa
y en el tipo de inversin, se qued con el otro componente, ms afn a su campo
natural de actuacin: la inversin en capital humano. Se disuelve la funcin
consultiva y coordinadora de polticas de empleo, asignndole un papel de
ejecutor de un programa especfico.
En el marco de la lnea de pensamiento de que el Estado solamente debiera
intervenir en caso de fallas del mercado resultaron dos programas innovadores.
Ambos orientados a un grupo de poblacin econmicamente activa, que la dinmica natural del mercado no contemplaba: (1) los desocupados, del sector
informal urbano y tradicional rural, y (2) los trabajadores de pequeas y muchas medianas empresas. Estos programas se inscriben en un proyecto global
denominado Proyecto de Capacitacin de Mano de Obra, que cuenta con fi-
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Desempleados y
Autoempleados
PROBECAT
EMPRESA GRANDE
Polticas Activas
de Mercado de
Comisiones Mixtas
Trabajo en
ICIC
de Capacitacin y
Formacin a
(Construccin) Adiestramiento
Cargo del
Ministerio de
Trabajo
EMPRESA PEQUEA
Y MEDIANA
CIMO
OFERTA PRIVADA DE
CAPACITACIN Y
ASESORA
SISTEMA DE COMPETENCIA LABORAL
TRABAJADORES
(SINDICATOS)
EMPRESARIOS
(CMARAS)
Leonard Mertens
Baja calidad en la enseanza bsica y la consecuente escasa preparacin de los trabajadores para la educacin tcnica y la capacitacin.
Separacin legal y formal entre conceptos de capacitacin para j venes antes de su ingreso al mercado laboral y la capacitacin para
trabajadores desempleados u ocupados.
Escasa vinculacin de las acciones de capacitacin con otros sistemas de apoyo a la productividad de las empresas.
Una oferta de formacin profesional altamente escolarizada, distante de las necesidades de las empresas y los propios trabajadores
y que no guardan consonancia con el progreso tecnolgico.
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Leonard Mertens
Los principales componentes del proyecto son: 1) montaje del sistema nacional
de certificacin de estndares de competencias; 2) modernizacin de los programas de capacitacin, hacia cursos modulares; 3) estmulos a la demanda,
contemplando la promocin del sistema, pruebas piloto de educacin basada en
competencias (EBC) en empresas, incentivos para la capacitacin y certificacin,
adquisicin de equipo y capacitacin de instructores; 4) sistemas de informacin, estudios y administracin del proyecto (Ibdem).
Naci as una nueva figura institucional en el sistema de formacin profesional
teniendo como eje el sistema de normalizacin y certificacin de competencia
laboral, resultado de un acuerdo suscrito por los ministerios de educacin y
trabajo en 1995. Se crea un fideicomiso para el financiamiento de las actividades, desarrolladas a travs de un Consejo, el CONOCER (Consejo de Normalizacin y Certificacin de Competencia Laboral), integrado por consejeros del
sector pblico, privado empresarial y social (trabajadores y campesinado).
La parte medular del modelo de competencia laboral es la normalizacin de las
habilidades, destrezas, aptitudes y conocimientos, expresada en trminos de
estndares o referencias de desempeo. Ah se tiene la base para la evaluacin,
certificacin y desarrollo del currculum. La estructura del modelo est basada
en el anlisis funcional. Ella es anloga al modelo britnico al desagregar las
funciones por unidades y elementos de competencia.
La estrategia de operacin del CONOCER ha sido la de trabajar simultneamente en los diferentes frentes involucrados en el modelo 2 .
Ha sido probablemente la primera vez en la historia de la formacin profesional
en Mxico que los diferentes actores del sistema hablan y actan en funcin de
un mismo concepto. Para mencionar algunas convergencias importantes: el
ministerio del trabajo y de educacin, juntos en el mismo proyecto; los empresarios involucrndose en la temtica al igual que los trabajadores. Este proceso
de convergencia no ha estado libre de tensiones entre los actores involucrados,
empezando por la definicin y significado del concepto de competencia hasta el
debate sobre la utilidad o no de la certificacin; mezclndose argumentos tcnicos con polticos, algunos son expresados, otros se manejan de manera oculta.
Todo esto en un contexto de cultura poltica, donde se suele trabajar como grupo y contra otros grupos. Romper ese esquema e introducir un concepto comnmente aceptado por todos los grupos y actores no es tarea fcil.
La palabra trabajar tiene en este contexto un significado especial: como no hubo una metodologa nica sino un conjunto de referencias variadas de lo que se haban aplicado en otros
pases, las instituciones participantes tuvieron que entrar en una dinmica de aprendizaje a
travs de la experimentacin y la reflexin sobre la prueba y error.
156
Adems de la elaboracin de la metodologa y las reglas para la normalizacin, los otros ejes
de la puesta en prctica del sistema de competencias en su conjunto, son: 1) instalar y poner en
funcionamiento los comits de normalizacin por rama de actividad o rea de competencia,
siendo stos organismos representativos de los trabajadores y empresarios, apoyados por
grupos tcnicos de especialistas en la funcin de normalizar, e integrados con el fin de definir
y presentar propuestas de normas tcnicas de competencia laboral; 2) generar normas tcnicas
de carcter nacional y su insercin en la matriz de calificaciones de competencia laboral; esta
matriz debe de facilitar la toma de decisiones en torno al mercado laboral interno y externo a
la empresa por parte de los empleadores, trabajadores y prestadores de servicio de formacin
y capacitacin; 3) realizar experiencias piloto en sectores o empresas seleccionadas, que permitan probar metodologas y documentar su desarrollo, con efectos demostrativos; 4) proponer los criterios de definicin de los procedimientos de evaluacin y certificacin y aplicar los
procedimientos de acreditacin de las instituciones a cargo de la certificacin; 5) realizar, en
una primera etapa, diversas experiencias piloto en instituciones educativas y de capacitacin a
cargo del ministerio de educacin, en cuanto a diseo de contenidos, probar metodologas,
desarrollar materiales didcticos, mejorar el equipamiento y formar el personal docente; en
una segunda etapa, se prev con base en los aprendizajes, que las instituciones de la oferta de
formacin profesional modifiquen paulatinamente sus programas y cursos hacia esquemas
modulares y flexibles, basados en las normas tcnicas del sistema de competencia laboral; 6)
aplicar un sistema de estmulos a las micro, pequeas y medianas empresas, as como apoyar
la capacitacin de trabajadores desempleados, a travs de los programas existentes, CIMO y
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Leonard Mertens
PROBECAT, para promover la capacitacin basada en competencias en estos segmentos vu lnerables del mercado de trabajo; 7) desarrollar un sistema integral de informacin para el registro y consulta de las normas y realizar un estudio de anlisis ocupacional para identificar
los comportamientos laborales bsicos y genricos requeridos en la fuerza laboral, con base en
una encuesta entre gerentes y trabajadores a nivel de establecimiento en el conjunto de la economa mexicana (CONOCER, 1997).
158
Algunos de los problemas ms especficos enfrentados en las experiencias piloto a nivel empresa fueron:
a) lograr la participacin permanente de los empresarios y trabajadores en
la construccin de la experiencia piloto;
b) garantizar la participacin de los trabajadores en los beneficios que se
obtengan;
c)
crear una nueva cultura empresarial que entienda la competencia laboral como una oportunidad nueva de organizacin del trabajo y de formacin de los trabajadores;
d) unificar criterios de inters al interior de las empresas en torno a la capacitacin, para transformar conflictos en oportunidades de desarrollo
(CONOCER, 1997-2).
La descentralizacin del sistema se da por los comits sectoriales, por la estrategia de instrumentacin de los centros de oferta de formacin profesional, por
las experiencias piloto a nivel empresa, llevadas a cabo por el programa CIMO,
y por el CONOCER directamente. La coordinacin centralizada de la descentralizacin se pretende hacer mediante las normas tcnicas de carcter nacional,
que deben de sintetizar las normas de las empresas de las respectivas ramas y o
reas de competencia.
II. TRAYECTORIA DE ALGUNAS INSTITUCIONES
DE FORMACIN PROFESIONAL
1. Estructura actual de la Oferta Educativa Tecnolgica en Mxico
El Gobierno mexicano atiende lo referente a la educacin e investigacin tecnolgica a travs de la Subsecretara de Educacin e Investigacin Tecnolgicas
(SEIT), la cual forma parte de la Secretara de Educacin Pblica (SEP). En esta
se encuentran suscritas instituciones de educacin en cinco niveles: Capacitacin, Medio Bsico, Medio Superior, Superior, Posgrado que forman el Sistema
Nacional de Educacin Tecnolgica (SNET).
Modalidades Educativas
Capacitacin Formal
Capacitacin No Formal
Secundaria Tcnica
Capacitacin No Formal
Estudios Terminales
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Leonard Mertens
Superior
Posgrado
Bachillerato Tecnolgico
Licenciatura
Especialidad
Maestra
Doctorado
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Leonard Mertens
Participacin del sector privado en la gestin administrativa y la operacin educativa de los planteles
Leonard Mertens
Tres direcciones de cambio se destacan en la trayectoria reciente: 1) complementar la formacin tcnica profesional como carrera, con la oferta de cursos de
capacitacin para y en empresas y programas de formacin de corta duracin
para trabajadores desempleados; 2) reestructurar el programa curricular, reduciendo el nmero de carreras e introduciendo esquemas modulares basados en
normas de competencia laboral; 3) abrir el sistema curricular en forma consistente y congruente, de manera tal que los estudiantes de cursos de capacitacin
los puedan validar para cursos regulares; que estudiantes de carreras regulares
que desertan, tengan siempre una base mnima de teora y prctica certificada
por la institucin y lo puedan complementar con capacitacin.
La Descentralizacin
Leonard Mertens
que stas se vayan difundiendo en las empresas, existe la posibilidad en el mediano plazo, que el CONALEP aparezca como centro de evaluacin y certificacin de las competencias nacionales, que ahora son las normas de institucin
educativa.
4. ICIC (Instituto de Capacitacin de la Industria de Construccin)
El ICIC (Instituto de Capacitacin de la Industria de la Construccin) se fund
en los aos setenta como una iniciativa de los empresarios/cmaras de la rama
de la construccin. Es de los pocos institutos de formacin del tipo inductivo a
nivel de rama de actividad que no solo ha sobrevivido los aos ochenta, sino
que ha sabido actualizarse y adaptarse continuamente con un impacto significativo en la capacitacin del personal de la rama, a pesar de las crisis por las
que sta ha pasado durante los ltimos 15 aos. Durante la ltima dcada el
Instituto ha capacitado anualmente a aproximadamente 100 mil personas (alrededor del 7% del empleo formal en la industria), con un promedio de 20 horas
por curso.
Descentralizacin
El Instituto cuenta con 42 delegaciones, distribuidas en todo el pas. Antes, todos los
cursos se aprobaban centralmente, as como la asignacin de recursos. Desde 1995
se descentraliz la operacin, aunque el currculum es definido modularmente
desde el centro, bajo un formato que se puso en prctica en 1989. Existe un paquete
modular de cursos con sus respectivas guas didcticas que deben dar consistencia
y calidad al servicio de formacin. Abarca todos los niveles en la industria y se ha
desarrollado por proceso de obra; como mdulos generales se cuentan el desarrollo
humano y la formacin de formadores en la empresa.
El problema que se ha enfrentado es que las delegaciones muchas veces no estn en condiciones de hacer un buen diagnstico de necesidades ni la evaluacin del impacto de la capacitacin; capacitan a los trabajadores a la hora de la
comida y el instructor se est convirtiendo en supervisor. O bien, destinan la
mayor parte del presupuesto para cursos de cmputo, enseando a personal
administrativo de las empresas constructoras el manejo de programas de moda.
Es decir, no estn del todo preparados para cumplir con la funcin de gestin
de la capacitacin.
Para enfrentar esos problemas y desviaciones, se estn apoyando en guas de
procedimientos similares a las ISO 9000, y con base en ellas, se estn efectuando
auditoras internas. Desde 1991 empezaron con las auditoras internas para
167
Leonard Mertens
evaluar la calidad de servicio de las delegaciones, pero el formato era demasiado rgido; actualmente aplican el esquema ISO, que es ms flexible y se acopla
mejor a los objetivos de la organizacin.
Otro elemento que ayudar en el futuro prximo a lograr la calidad en los cursos, es la referencia de la competencia laboral. El Instituto tiene mucha esperanza que con los criterios y evidencias de desempeo que el mapa funcional de las
competencias arrogar, se logre una mayor consistencia en los servicios de capacitacin ofrecidos. La competencia laboral operara como un formato regulador y administrador de la capacitacin bajo un esquema de descentralizacin
que el instituto est siguiendo.
La referencia de la competencia laboral ayudar tambin a administrar otra
faceta de la descentralizacin, que son los instructores. Antes las delegaciones
tenan una plantilla de instructores por tiempo completo. Desde 1992/93, los
instructores se contratan como externos y son personas que normalmente trabajan en las empresas constructoras. Para el Instituto, el modelo de competencia
laboral viene como anillo al dedo y ellos esperan que con su experiencia y las
guas didcticas disponibles, el salto hacia las competencias no sea tan grande.
Es interesante observar que justamente para un centro de corte inductivo, la
competencia resulte en un instrumento que puede ayudar en la gestin de la
capacitacin. Por otra parte, por la infraestructura creada, pueden generar un
impacto importante en el corto plazo en materia de competencias a nivel de la
industria.
No obstante, an habiendo desarrollado las normas de competencia, el problema central seguir siendo cmo lograr que los cursos lleguen a los operarios en
las empresas, que los contenidos se acoplen a las necesidades y se incorporen en
la estrategia de productividad de la empresa.
Sector Privado
El ICIC cuenta con un comit directivo tripartito, en que estn representados los
ministerios de educacin, comunicacin y transporte y de trabajo, los representantes empresariales y sindicales.
El instituto recauda sus fondos de un porcentaje (2) sobre el monto de la obra
federal/estatal contratada. Es decir, solamente en caso de una obra pblica se
aporta al ICIC. Con la nueva ley de cmaras que recientemente fue aprobada,
las empresas ya no estn obligadas de afiliarse a la cmara, ni asociarse al ICIC.
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Leonard Mertens
pas a 500 mil anuales desde la crisis de 1995. El programa ha contado con financiamiento externo, primero del Banco Mundial y ahora del BID.
El programa no capacita, sino asigna recursos para que las personas desocupadas o en riesgo de ser desocupadas, pueden ser capacitadas, ofreciendo al educando un salario mnimo por la duracin del curso, que generalmente no rebasa
los tres meses.
La Descentralizacin
El sector privado (empresas, sindicatos) no participa en la gestin del pr ograma. Se involucran a partir de las acciones, en el sentido de que codeterminan con los servicios estatales de empleo los contenidos de formacin requeridos.
Los ofertantes de la formacin son bsicamente las instituciones de educacin
del sector pblico, relacionadas con la formacin tcnica y la capacitacin. El
sector privado casi no participa como ofertante porque la normatividad exige,
para esos casos, un proceso de licitacin con altos costos de transaccin.
Una de las modalidades importantes de vinculacin con el sector privado ha
sido la formacin de operarios para plantas nuevas. En ese caso, la capacitacin
se da en las propias empresas; el programa financia la beca a los participantes y
la empresa financia el instructor, los materiales y el transporte. Para que esto no
se convierta en un subsidio a una actividad que de todas formas el sector priva170
Leonard Mertens
Leonard Mertens
La descentralizacin y CIMO
Leonard Mertens
tralizada en el desarrollo de la currcula y con mucha distancia del aparato productivo. Es decir, se configuraba por una extrema descentralizacin y participacin del sector privado en la capacitacin en el trabajo, y por otra parte, de una
centralizacin y ausencia del sector privado en los componentes escolarizados.
Al moverse entre estos extremos, el sistema como un todo se qued atrapado en
su desarrollo por las limitaciones que cada polo expresaba. A lo largo de la
trayectoria del sistema haban intentos de construir conexiones entre ambos
sistemas, los cuales con la excepcin de algunos, no han prosperado o sufrieron
una muerte anticipada. As, las experiencias de los institutos de formacin a
nivel de rama y en manos de las cmaras empresariales, en muy pocos casos
han podido desarrollarse exitosamente. Por otra parte, el caso de ARMO en los
aos sesenta-setenta, una figura jurdicamente mixta (Estado, actores), flexible
en su diseo y orientado a formar formadores para y en las empresas, fue una
experiencia que probablemente sufri un entierro contrario a una schumpeteriana destruccin creativa. Aqu se perdi un componente dentro del sistema
que hasta la actualidad no se ha sabido restituir y que, justamente en el marco
del sistema de competencia laboral, tendr que ser retomado: formar formadores para las empresas, capaces de disear, aplicar y evaluar un sistema de capacitacin efectiva. Es una muestra de que cambiar por cambiar, o bien, por la
moda del momento, sin considerar los pros y contras de los aprendizajes institucionales acumulados, puede resultar en un desperdicio de recursos, especialmente de capital humano y de capital organizativo.
La experiencia mexicana muestra que la virtud de un sistema nacional de formacin consiste en encontrar el justo balance entre lo inductivo y deductivo, un
balance que por cierto se encuentra en una continua evolucin, que tendr que
ser construido y reconstruido en el tiempo, lo que requiere que las instituciones
tengan institucionalmente incorporados mecanismos de reflexin y autoaprendizaje que les permitan administrar y guiar su rumbo, a partir de los
aciertos obtenidos y errores cometidos. Esto requiere de un ambiente de comunicacin, de apertura, de interaccin social y, sobre todo, de autonoma en las
instituciones, condiciones necesarias para el proceso de aprendizaje institucional continuo. Adems exige que haya una cierta base de continuidad en las
principales lneas de accin as como en el personal que integra las instituciones.
En el contexto mexicano, con los cambios sexenales del gobierno, esto ha sido
problemtico para muchas programas en el pasado. Sin embargo, en el caso de
los nuevos programas de poltica activa del mercado de trabajo, se ha podido
mantener un equipo de personal directivo y operativo relativamente constante,
lo que los ha hecho ms robustos como sistema. Es muy probable que el finan176
ciamiento externo del Banco Mundial y el BID en apoyo a estos programas haya
favorecido la continuidad en la lnea de trabajo y de personal.
La descentralizacin es un mecanismo que puede facilitar la creacin de dichos
ambientes, siempre y cuando la normatividad del Estado o de la instancia centralizada, sea lo suficientemente flexible y adaptable para que pueda darse. Las
experiencias de los programas novedosos de polticas activas de mercado de
trabajo en Mxico muestran un potencial enorme, siempre y cuando la normatividad del Estado lo acompae, lo que al parecer no ha ocurrido en la manera y
con el alcance deseado, lo que inhibe que las instituciones logren una vinculacin ms profunda e intrnseca con el sector privado.
Otro factor importante para que la descentralizacin resulte exitosa, es la presencia de un programa de formacin permanente del personal local. La misma
centralizacin ha llevado a que el personal ms calificado de las instituciones se
concentre por lo regular en la sede principal. Por otra parte, la descentralizacin
significa hacer responsable al personal local de funciones nuevas, que demandan aprendizajes que deben ser guiados por los funcionarios centrales. Esto
demanda de los ltimos prepararse en la funcin de instructores, actividad por
la que se debera empezar el proceso de descentralizacin, pero que en la prctica las instituciones no han seguido.
No obstante lo anterior, hubo avances importantes por parte de las instancias
pblicas en su vinculacin con el sector privado, a pesar de que la imagen del
Estado es muy mala en el mundo empresarial, que en una reaccin de instinto,
rechaza todo lo que se parezca a gobierno. La densidad y variedad de conexiones entre el sector pblico y las empresas se ha multiplicado y est en vas de
expandirse an mucho ms. La capacidad de los programas novedosos citados
en el trabajo, tanto por parte del ministerio de trabajo (CIMO, PROBECAT)
como de educacin (CECATI, CONALEP), muestra que s es posible que las
instancias pblicas se vinculen con el sector empresarial y cubran las fallas del
mercado, siempre y cuando su orientacin sea la satisfaccin de las necesidades
que emerjan de la demanda (unidad productiva) y de generar nuevos elementos de valor en la cadena productiva de la empresa y de su entorno inmediato.
Menos clara ha sido la vinculacin con la parte obrera o trabajadora, ms all de
ofrecerles una oportunidad de formarse. En CIMO se est trabajando para introducir las perspectivas de los trabajadores en un sentido amplio, incluyendo
esquemas de beneficios monetarios por mejora de la productividad y competitividad, producto del aprendizaje y la formacin del personal.
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Leonard Mertens
178
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Leonard Mertens
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180
Mxico:
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Lcio Ganz
Los temas de la educacin para el trabajo siempre estuvieron presentes en la accin sindical. Sin embargo, no se puede olvidar que, en los ltimos veinte aos, la
agenda de la negociacin colectiva estuvo centrada en la lucha contra las perdidas
salariales causadas por un grave proceso inflacionario. Esa condicionante dejaba
poco espacio para otros aspectos de negociacin, fuera de aquellos ligados directamente a los salarios. Al mismo tiempo, el empresariado estaba muy poco preocupado con el tema de la educacin, y aun cuando lo estaba, no lo reconoca como
parte de la agenda de negociaciones, salvo raras excepciones.
En ese perodo la formacin profesional deba ser, segn la visin de los trabajadores, objeto de negociacin, buscndose la gestin pblica de recursos, programas, proyectos y actividades relacionadas. Ese es el caso, por ejemplo, del
Servicio Nacional de Aprendizaje de la Industria (SENAI), del Servicio Nacional
de Aprendizaje del Comercio (SENAC), del Servicio Nacional de Aprendizaje
de la Agricultura (SENAR), del Servicio Nacional de Aprendizaje del Transporte (SENAT) que, bajo el control de los empresarios y con recursos pblicos,
dictaban las polticas nacionales de capacitacin profesional. Hoy da se plantea
tambin la demanda por una gestin pblica y por la reestructuracin del Sistema Nacional de Empleo (SINE).
Las tres Centrales Sindicales: Central nica de los Trabajadores (CUT), Confederacin General de los Trabajadores (CGT) y Fora Sindical, en conjunto con el
Departamento Intersindical de Estadsticas y Estudios Socioeconmicos
(DIEESE), vienen desarrollando en los dos ltimos aos una agenda comn de
trabajo que, respetando las diferencias polticas, permita un marco referencial
de actuacin articulada en ese campo. Estas originaron un plan de accin conjunto sobre la formacin profesional asentado en seis lneas de actuacin:
asistir a los foros que tratan el tema, en especial las comisiones estaduales
y municipales de empleo1 ;
En el desarrollo de este artculo ser esclarecido lo que son las Comisiones Estaduales y Municipales de Empleo.
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Lcio Ganz
2. PARTICIPACIN INSTITUCIONAL
Se denomina participacin institucional a las acciones que se desarrollan en
espacios pblicos en diferentes niveles (la mayor parte dentro del mbito del
Estado) de negociaciones tripartitas que renen tanto a gobernantes como a
empresarios y trabajadores. Esa concepcin de relacin tripartita presupone la
existencia de intereses divergentes y conlleva la posibilidad de interaccin de
los interesados en busca de acuerdos. Estos casi siempre son parciales en el
tiempo y en sus objetivos, pero regulan la relacin capital-trabajo en un nivel
diferente al establecido en la relacin bipartita, que se da en el mbito de la
negociacin y contratacin colectiva. Sus principios estn asentados en el reconocimiento de la legitimidad, representatividad, autonoma y preservacin de
la identidad de los actores.2
A lo largo de los ltimos cinco aos, se crearon en Brasil, diferentes espacios de
participacin institucional. La actuacin sindical ha intentado abrir espacios de
intervencin y negociacin de temas cuyo carcter tiene una amplitud nacional,
tales como empleo y desempleo, distribucin del ingreso, poltica econmica,
industrial y tecnolgica, entre otros. Se destacan, a continuacin, aquellos que
se relacionan directamente con el tema de la formacin profesional y en las
cuales el movimiento sindical viene actuando de forma sistemtica.
2.1 Programa Brasileo de Calidad y Productividad (PBQP)
Se trata de un programa gubernamental, creado en 1990, con el objeto de sensibilizar y movilizar a los actores sociales para tratar los temas relacionados con
la calidad y la productividad. Inicialmente solo con participacin empresarial y
gubernamental. La representacin de trabajadores se incorpor en 1993, con la
creacin de la Comisin de Valorizacin del Trabajo y del Empleo (CVTE). Esta
comisin 3 era coordinada por el DIEESE. Su principal actividad fue organizar,
2
3
184
4
5
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Lcio Ganz
186
El PCDA es para dirigentes y asesores sindicales que actan en los temas relacionados con la reestructuracin productiva. La coordinacin general es de las centrales y del DIEESE, correspondiendo a ste la coordinacin ejecutiva, temtica y
pedaggica. El tratamiento de contenido del programa moviliza centros especializados en el tema, universidades, y expertos brasileos e internacion ales.
En 1994/95 el primer grupo de cien dirigentes y asesores sindicales se capacit
a travs de un programa de ms de quinientas horas, incluyendo horas/clase y
un intercambio internacional en nueve pases. El PCDA 1997/98 pretende atender a ms de mil dirigentes y asesores sindicales con siete tipos de actividades,
como ser:
Lcio Ganz
encuentros de intercambio.
189
Lcio Ganz
La coordinacin general para la implementacin de los proyectos busc la mxima sinerga en el desarrollo de las acciones. La idea central era el hecho que
cada proyecto tena sus propias caractersticas, y al mismo tiempo, debera relacionarse con los otros de modo de contribuir a la elaboracin de polticas pblicas en el campo de la formacin profesional y del empleo.
El trabajo desarrollado por el DIEESE dentro de este proyecto ha proporci onado un aprendizaje importantsimo para el Departamento, en especial para
los tcnicos involucrados 7 . De esa experiencia se destacan los siguientes
aspectos:
el desafo enfrentado por la necesidad de abordar la problemtica especfica de la formacin profesional como parte de una poltica pblica con
sus oportunidades, obstculos y demandas;
la elaboracin y la vivencia de una metodologa de construccin y negociacin colectiva a partir de la diversidad de posiciones y en el diseo de
construccin de proyectos comunes de accin;
el establecimiento de nuevas relaciones institucionales y el reconocimiento de esas entidades a partir de una situacin de trabajo solidario .
EL DIEESE, como parte de la bancada de los trabajadores, particip del Grupo Meta, est en la
coordinacin general y coordina el proyecto del Observatorio.
191
Lcio Ganz
crear, mantener y divulgar una base de datos proporcionada por las instituciones y/o producida por el Observatorio;
formacin profesional para satisfacer las propias necesidades de la organizacin, como por ejemplo, el programa de cooperativas del Movimiento Sin Tierra.
El tercero y ltimo grupo, identificado como el ms interesante, ya que se refiere al perodo ms reciente, y que es respuesta a los problemas originados por las
nuevas tcnicas de produccin, son las escuelas de sindicatos reconocidas por
los organismos educacionales competentes, mantenidas con recursos de entidades sindicales de trabajadores, y que despus de haber promovido discusiones
polticas sobre su naturaleza y funcin, estn pasando por procesos de reestructuracin y redimensionamiento.
193
Lcio Ganz
Sindicato que rene las categoras de Santo Andr, So Bernardo, So Caetano y Diadema.
194
Lcio Ganz
El Proyecto Luchar con Arte fue creado en septiembre de 1997 y es promovido por el Sindicato de los Bancarios de Brasilia con financiamiento del
Fondo de Asistencia al Trabajador. Se imparten los siguientes cursos:
criterios de participacin, gestin financiera de crdito, anlisis de crdito, comunicacin y expresin, relaciones interpersonales, gestin financiera de capitales y marketing bancario. La meta es formar 550 bancarios
en un perodo de 4 meses. El Sindicato y la Secretara del Trabajo otorgan
la certificacin de los cursos.
Lcio Ganz
parte de la empresa, de escuelas y/o instituciones de enseanza de primer grado. Queda a criterio de la empresa la forma de recolectar esta contribucin obligatoria. Slo en el caso de programas de alfabetizacin de los trabajadores se
establece que se debe constituir una comisin con participacin ms amplia y la
empresa debe asumir los costos del curso.
En general en la legislacin hay pocos incentivos a la educacin, la gran excepcin es este artculo 9.
Calificacin y entrenamiento
La legislacin brasilea no obliga al sector productivo a invertir en programas o
proyectos de capacitacin del trabajador ya inserto en el mercado de trabajo.
Los proyectos de ese tipo terminan por depender exclusivamente de programas
de inversiones del estado. El movimiento sindical ha intensificado reivindicaciones en esta direccin, las que han sido negociadas en acuerdos y convenciones colectivas firmadas en los ltimos aos.
Aqu son tratados los acuerdos que de alguna forma incentivan la formacin
y/o reciclaje profesional, sin incluir los que se refieren al entrenamiento cuando
se han introducido nuevas tecnologas.
La gran mayora de los acuerdos relacionados con la formacin y el reciclaje
fueron firmadas en el sector de servicios. De los acuerdos en 1996, solamente
ocho se refieren a trabajadores de la industria. Las quince restantes fueron con
profesores, profesionales de la comunicacin, vigilantes, comerciantes, procesamiento de datos y transporte. Ese mismo comportamiento fue el verificado en
los aos anteriores (1993-1995).
En relacin al contenido, se encontraron acuerdos en que se prev el reembolso por
parte de las empresas de los gastos efectuados por los trabajadores en cursos de
especializacin, siempre que stos sean de inters para las empresas y autorizados
por ellas; otorgar facilidades a los empleados para participar en cursos, conferencias
y seminarios relativos a la profesin; acciones de las entidades sindicales para apoyar el reciclaje profesional, a travs de la promocin de cursos y seminarios, la organizacin de escuelas profesionales o complementacin de iniciativas de la empresa en el rea de la capacitacin profesional de los trabajadores. Merece destacarse un convenio que estipula la creacin de un fondo de formacin profesional que
debe captar recursos de las empresas (4% del total de la planilla de sueldos) y de los
trabajadores para inversiones en capacitacin profesional.
199
Lcio Ganz
El anlisis de los documentos indica que an es pequea la cantidad de acuerdos negociados que determinan inversiones en educacin bsica y en la capacitacin de los trabajadores por parte de las empresas. El resultado de las negociaciones relativas al tema calificacin/entrenamiento revelan que no ha existido, por largo tiempo, grandes avances en los contenidos de los convenios, y
que, por lo tanto, pocos cambios pueden verificarse en relacin al cuadro actual
de la educacin y formacin de los trabajadores. En principio, esa realidad parece incoherente pues, al mismo tiempo que se verifica por parte de los empresarios un discurso que denota gran inters por un cambio en el escenario educacional de los trabajadores, por otro lado no se constatan grandes avances en el
momento en que se negocian inversiones y proyectos para la calificacin/capacitacin de sus cuadros funcionales.
Nuevas tecnologas
Una de las causas de desempleo constatadas es resultado de la introduccin de
nuevas tecnologas intensivas en capital y cambios organizacionales en el proceso de trabajo. De ah surge la necesidad de considerar lo que ha sido negociado en relacin a ese tema, que an es nuevo en el escenario de las discusiones y
negociaciones en el pas.
La Constitucin Federal promulgada en 1988 define proteccin en fase de automatizacin, en forma de ley 9 . Este dispositivo constitucional aun depende de
la ley complementaria que la reglamenta, o sea, aunque exista un dispositivo
legal que define la proteccin de los trabajadores frente a la introduccin de
nuevas tecnologas, en la prctica, esto no ocurre, dependiendo siempre de las
negociaciones realizadas.
Como los trabajadores no pueden contar con la proteccin de la ley frente a los
cambios resultantes de las introducciones de nuevas tecnologas, prevalecen los
resultados de las negociaciones sindicatos/empresarios. En la mayora de los
documentos analizados se encuentran clusulas relativas a la obligatoriedad de
comunicacin por parte de las empresas de la implantacin de nuevas tecnologas, as como de la participacin o no, de los trabajadores y de los sindicatos en
esa negociacin. La reubicacin o entrenamiento de los trabajadores que son
afectados por las medidas tambin han sido objetivo de negociaciones entre las
partes.
200
Lcio Ganz
una poltica de formacin de inters comn, tal vez sea el aspecto mas positivo
de cuadro que hoy se vislumbra.
8. AGENDA SINDICAL EN LA NEGOCIACIN
DE FORMACIN PROFESIONAL
La formacin profesional es patrimonio social y debe ser responsabilidad del
trabajador y estar integrada al sistema regular de enseanza en la lucha ms
general por una escuela pblica, gratuita, laica y unitaria, en contraposicin a la
histrica dualidad escolar del sistema educacional brasileo. Pblica y gratuita
con el estado asumiendo todas sus responsabilidades, por lo tanto con la efectiva participacin de la sociedad en su gestin pedaggica y administrativa10 .
Contraponindose a la concepcin estricta de formar para responder a las necesidades de la produccin sobre la tica del lucro, la formacin profesional que
interesa al trabajador es aquella que amplia la satisfaccin de las necesidades
mltiples del ser humano 11 .
Fora Sindical, en su documento Un proyecto para el Brasil, seala cuatro temas
centrales en la calificacin de la fuerza de trabajo: la mejora en los padrones
de escolaridad bsica de la poblacin; nuevas metodologas de enseanza que
permitan al trabajador desarrollar plenamente sus capacidades con vistas a los
desafos ms ambiciosos que los esperan dentro del proceso de produccin; la
adecuacin operacional del sistema formador y la nueva realidad (descentralizacin, flexibilizacin, aproximacin de la concepcin y de la ejecucin) y la
democratizacin de la gestin del sistema, con mayor participacin de los trabajadores 12 .
Los trabajadores tambin se definen por la formulacin pblica de las polticas
de formacin profesional con participacin de varios sectores sociales. La resolucin de la OIT que prev la composicin tripartita en la gestin de los fondos
pblicos y en las agencias y programas de formacin profesional tambin merecen el apoyo de los trabajadores.
Como era de esperarse en una poca de transicin, actualmente existen varios
proyectos de formacin profesional dentro de la sociedad. Aun cuando existe
10 V CONCUT:1994:52.
11 Informacut #257:22.
12 Fora Sindical:1993:486.
202
Lcio Ganz
diagnstico de las condiciones reales del mundo del trabajo han sido estrategias
de las organizaciones de los trabajadores que han buscado, entre otras cosas, la
participacin en todos los foros de decisiones, pues ellos saben que el conocimiento que poseen sobre la compleja realidad de las relaciones de trabajo del
pas es de fundamental importancia. A continuacin se citan algunos ejemplos
de articulacin entre directrices, propuestas y acciones divulgadas ampliamente
por documentos sindicales.
Creacin de Centros Pblicos de Enseanza Profesional que se deben articular en un
sistema general y pblico de enseanza
Segn los trabajadores, los Centros Pblicos deben tratar la capacitacin de
jvenes y adultos, empleados y desempleados, a travs de la enseanza profesional para personas en edad escolar (modalidades de enseanza y de actualizacin cientfica, y cultura y enseanza profesional como parte de la educacin
continua) alfabetizacin y post alfabetizacin de adultos, cursos de capacitacin
profesional de empleados y desempleados, cursos de actualizacin cientfica,
artstica y cultural de los trabajadores.
El discurso de los sindicalistas ha buscado mostrar que la discusin del tema de
la formacin profesional debe pautarse por el ideario democrtico pensando en
jvenes, adultos, empleados y desempleados, as: la construccin de prcticas
de formacin profesional que consideren las necesidades de los trabajadores
slo puede realizarse en espacio pblico con forma, contenido y mtodos democrticos. Defendemos la creacin de Centros Pblicos de enseanza profesional de alta calidad. Centros que, con flexibilidad, pueden atender las demandas especficas o permanentes de capacitacin de millares de jvenes y adultos,
empleados y desempleados13 . Aun existe, en lo que se refiere a los centros
pblicos de enseanza profesional, la dimensin de elaborador y difusor de
metodologas de educacin profesional, de currculos y de formacin de formadores.
Participacin en el Control Social de los Fondos Pblicos destinados al financiamiento
de la formacin profesional
Participar en el diseo de polticas de educacin profesional ha sido una de las
metas y conquistas de los trabajadores. Sin embargo, es fundamental poder
decidir sobre los caminos de los recursos a ella destinados, y esta es una de las
banderas de lucha de los trabajadores. Reivindicamos que todos los recursos
13 Informacut #257:24.
204
14 Informacut #257:23.
15 Informacut #25727.
205
Lcio Ganz
16 Informacut #257:27.
206
Lcio Ganz
209
Lcio Ganz
SIGLAS
CGT
CODEFAT
CONTAG
CUT
CNI
CNPq
CVTE
DIEESE
FAT
FINEP
MCT
MTb
MICT
PACTI
PCDA
PBQP
PLANFOR
PROEDUC
SACC
SENAI
SENAC
SENAR
SENAT
SERT
SESI
SINE
211
INTRODUCCIN
Durante los aos noventa nuevamente se disearon polticas de competitividad
industrial1 en varios pases de la regin. Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica,
Guatemala, Jamaica, El Salvador, Mxico, Uruguay y Repblica Dominicana,
han estructurado sus respectivas propuestas. En todos los planes emerge, como
uno de los factores claves para crear el ambiente propicio a la competitividad, la
formacin de Recursos Humanos. Se proponen estrategias especficas, algunas
de las cuales sugieren cambios conceptuales y estratgicos. Tambin se plantean
modificaciones de las instituciones responsables de proveer este servicio.
211
Oscar Amargs
212
Cuadro 1
CANTIDAD DE LABORATORIOS Y TALLERES POR REA
DE CONOCIMIENTO Y NIVELES EDUCATIVOS 1991
TALLERES Y/O LABORATORIOS
Agropecuario
Confecciones
Artes Grficas
Maderas y Afines
Metalmecnica, Electricidad,
Electrnica y Mecnica Automotriz
Construccin
Informtica
Hotelera y Turismo
Comercio
Manualidades y Artesana
Belleza
Otros
Total
NIVELES
Medio Form. Prof.
2
2
11
202
3
4
3
30
23
10
3
50
3
4
12
126
123
10
73
83
278
55
104
15
981
Total
4
213
7
33
%
0.4
19.2
0.6
3.0
146
10
83
86
328
58
108
27
1107
13.2
0.9
7.5
7.8
29.6
5.2
9.8
2.4
100
Fuente: ENNI92
Existen en el pas 247 centros educativos que incluyen a las universidades (27) e
institutos superiores (8) registrados en las dependencias oficiales. Con respecto
al ao 1991 se evidencia una disminucin de un 17.4% de los centros reconocidos. De los registrados oficialmente en 1997, el 63.47% es de propiedad privada;
el 18.73% pertenece al Tercer Sector; y el 17.8%, al sector pblico. La explicacin
de este aparente retroceso en el nmero de oferentes privados se debe a la
irrupcin de la informtica en las actividades cotidianas de las empresas.
Si bien los centros de formacin profesional disminuyeron, los de nivel medio
registran un importante crecimiento. El nmero de centros que ofrece el bachillerato tcnico aument en un 126% con respecto al ao 1991. Este crecimiento
se debe a dos factores. El primero, a la reestructuracin del plan de estudio de la
Educacin Tcnica media que empieza a aplicarse a partir de 1995.3 . El segundo
213
Oscar Amargs
factor tiene que ver con el impacto del Programa BID/FUNDAPEC. De las 22
entidades que fueron beneficiadas con el crdito, ms de la mitad son colegios
privados que se reconvirtieron a esta modalidad para ofertar el Bachillerato
Tcnico en el rea comercial.
2. Matrcula por Sexo y reas de Estudios
La encuesta ENNI91 determin que haba una matrcula de 222,882 alumnos,
incluyendo los alumnos universitarios de todas las carreras. Descontando la
matrcula universitaria, el nmero de estudiantes vinculados a carreras y cursos
de Educacin Tcnica y Formacin Profesional, sumaron alrededor de 197,422.
De este total, el 6% corresponde al nivel medio y el 94% a la formacin profesional. Los Institutos Tcnicos Superiores se crearon entre 1989 y 1991. Todos
estn bajo gestin privada. El cuadro 2 muestra la distribucin por sexo y reas
de estudios.
Cuadro 2
ALUMNOS POR SEXO, SEGN REAS DE ESTUDIO TODOS LOS NIVELES
rea de Estudio
Total
Industria
44585
Comercio
81964
Agropecuaria
3013
Informtica
17380
Labores
15773
Turismo
12718
Salud
2372
Belleza
11031
Construccin
949
Educacin
50
Otras reas
7587
Totales
197,422
Masculino
Cantidad
24779
29162
2553
9084
4553
3486
565
525
667
15
2686
78,075
%
55.6
35.6
84.7
52.3
28.9
27.4
23.8
4.8
70.3
30.0
35.4
39.5
Femenino
Cantidad
19806
52802
460
8296
11220
9232
1807
10506
282
35
4901
119,347
%
44.4
64.4
15.3
47.7
71.1
72.6
76.2
95.2
29.7
70.0
64.6
60.5
Sector Pblico
Sector Privado
Totales
Nivel Superior
Centros Matrcula
Total
Fem
1
8,300
4800
1
8,300 4,800
Matrcula
Total
Fem.
7,156
4,007
2,753
1,628
9,909
5,635
Centros
1.Universidad
2.Inst. Superior
Subtotal
Nivel Medio
1. Politcnico
2. Liceos y
Colegios
Subtotal
Formacin
Profesional
1. Centros Tipo
FP (*)
2. Escuelas,
Institutos,
Academias
Subtotal
TOTAL
10
8
18
11
8
19
Matrcula
Total
Fem.
16,090
9,449
2,753
1,628
18,843
11,077
(58.8%)
18
23
4,868
6,220
2,813
3,594
80
5,192
2,813
18
103
4,868
11,312
2,813
6,407
41
11,088
6,407
80
5,192
2,813
121
16,288
9,220
(56.6%)
13
82,290
36,306
780
400
15
83,070
12
7,517
4,510
90
56,377
33,826
102
63,894
36,706
(46.1%)
38,336
(60%)
25
89,807
40,816
92
57,137
34,226
117
146,964
67
99,295
52,024 193
72,238
42,674
257
182,095
75,042
(51.0%)
95,339
(52.35%)
La IFP dominicana ha firmado un acuerdo con una ONG del rea de la mujer para facilitar la
aplicacin de esta poltica.
215
Oscar Amargs
216
6
7
La Repblica Dominicana acaba de firmar Acuerdo de Libre Comercio con los pases de Centroamrica; tambin, con el mismo propsito, se han iniciado contactos con la comunidad caribea de naciones.
La actual oferta slo cubre un 60.6% de la demanda (322,000 personas), o sea, menos de un 6%
de la PEA.
217
Oscar Amargs
PNUD: Informe sobre el Desarrollo Humano 1996. Ediciones Mundi-Prensa. 1996. ps. 182/183.
218
219
Oscar Amargs
Los rganos de Descentralizacin de la Secretara de Educacin y Cultura estarn conformados por los Institutos Descentralizados, por las Juntas
Regionales, por las Juntas Distritales y las Juntas de Centros Educativos.
La nueva ley prev que en todos los centros escolares se fomente la participacin educativa de la Comunidad, la Familia y el Sector Privado en la
gestin de la escuela.
Establece que La Modalidad Tcnico-Profesional permite a los estudiantes obtener una formacin general y profesional que los ayude a
adaptarse al cambio permanente de las necesidades laborales para ejercer
e integrarse con xito a las diferentes reas de la actividad productiva
y/o continuar estudios superiores.
A travs del Programa para el Fortalecimiento del Sistema de Enseanza Tcnico Vocacional en Repblica Dominicana (el Programa BID/FUNDAPEC),
ejecutado en el perodo 1990-1994, se disearon ms de 50 planes de estudios tecnolgicamente actualizados mediante asesora internacional y con la
participacin de empresarios y egresados, a travs de paneles ocupacion ales 10 .
En los cinco aos de vigencia del Plan Decenal, no ha existido ni se ha planteado ninguna poltica dirigida a fomentar la privatizacin de los politcnicos y
liceos pblicos. Sin embargo, se debe recordar que los principales politcnicos
del pas (los que ofertan especialidades consideradas de tecnologa dura 11 y los
que estn mejor equipados ), son administrados por congregaciones religiosas
catlicas, por lo que de hecho existe una descentralizacin de la administracin
de esos centros. El Estado tambin estimula iniciativas privadas otorgndoles
220
12 Por ejemplo el Instituto Politcnico de Monte Planta (municipio de escaso desarrollo industrial) recibe una subvencin mensual catorce veces superior a la que recibe el Instituto Tcnico
Salesiano que es uno de los centros ms importantes del pas.
13 Este programa se explica ms adelante.
14 Accin para la Educacin Bsica (EDUCA), entidad sin fines lucrativos, creada y gestionada
por el sector empresarial para apoyar programas de mejoramiento docente de los planteles
ubicados en sectores pobres.
221
Oscar Amargs
cin de aquellos centros que aun estn bajo la administracin directa de las
autoridades de la Secretara de Estado de Educacin.
2. Formacin Profesional
En la actualidad, este tipo de oferta es liderada por el Instituto Nacional de
Formacin Tcnico Profesional (INFOTEP), que es la entidad oficial ms importante de Formacin Profesional de la Repblica Dominicana, de conformacin tripartita conforme al modelo de Instituciones de Formacin Profesional
(IFP) de Amrica Latina; tiene como misin impartir a los jvenes y adultos,
educacin para el trabajo utilitario. Sus principales objetivos son:
1. Organizar un Sistema Nacional de Formacin y Promocin Tcnico Profesional de
Trabajadores con el esfuerzo conjunto del Estado, de los trabajadores y de los empleadores.
2. Impulsar la promocin social del trabajador a travs de su formacin integral para
hacer de l un ciudadano responsable, poseedor de los valores morales y culturales necesarios para la armona y la convivencia nacional 15 .
Esta Institucin es autnoma, y descentralizada del Estado, opera con independencia de las instancias del Gobierno Central. Probablemente esta es una de las
caractersticas que la distingue de sus pares en Amrica Latina, y le confiere
autonoma para tomar sus propias decisiones a la hora de aplicar polticas y
estrategias.
La frmula de participacin tripartita en la conduccin de la Institucin es frecuentemente destacada por todos los sectores involucrados. Reconocen que su
intervencin en el gobierno de la IFP es real y que, por tanto, la siempre latente
pugna de poder por la administracin y asignacin de los recursos no ha llegado a materializarse, an cuando han surgido algunos intentos en su dcada y
media de existencia. La participacin y concertacin de los tres sectores en el
gobierno de la IFP es norma imperante y un valor frecuentemente resaltado en
la Repblica Dominicana.
Esta entidad tiene diecisiete aos de fundada. Opera en todo el pas a travs de
tres Oficinas Regionales. En 1997 tuvo una matrcula de ms de 80 mil participantes en los diversos cursos organizados, desde el punto de vista curricular, en
15 Ley N 116. Enero 1980 y su Reglamento 1894 de agosto 1980. Publicacin del INFOTEP.
222
223
Oscar Amargs
19 Ibdem.
20 Varias Organizaciones No Gubernamentales que ejecutan programas de capacitacin han
contado con el aval INFOTEP para canalizar sus solicitudes de financiamiento internacional.
224
225
Oscar Amargs
226
En el ao 1996, slo en el rea de informtica, se adjudic ms del 50%. La relacin entre los licitados y adjudicados en las dems especialidades es marcadamente desigual; en Refrigeracin y Aire Acondicionado, de 28 se adjudicaron 6;
en Confeccin de Prendas de Vestir, la relacin fue de 80 a 12; Mantenimiento
Electrnico, de 30 a 4; Mecnica Automotriz, de 10 a 1.
El escaso porcentaje de adjudicacin evidencia las dificultades para crear un
mecanismo de regulacin de la oferta de formacin por criterios de mercado.
Aun cuando existan centros privados y pblicos en capacidad de competir, la
experiencia dominicana indica una escasa disposicin para participar en concursos de esta naturaleza.
En 1997, dada la experiencia del ao anterior, la IFP dominicana decidi limitar
los concursos pblicos de capacitacin al rea de informtica. Se realiz la convocatoria y conforme a las normas establecidas, al momento de conocer las propuestas de los centros, todos presentaron el mismo costo por curso. Todo pareci indicar que antes de enviar sus respectivas ofertas, se haban puesto de
acuerdo 23 , manifest un funcionario de INFOTEP ligado directamente a este
proceso. A partir de esa experiencia, la IFP no ha convocado nuevas licitaciones.
Para crear un ambiente que favorezca la competencia entre los organismos capacitadores como una manera de estimular la eficiencia, calidad y pertinencia
de los servicios de capacitacin; es decir, para que el mercado de la capacitacin
opere con eficiencia y justicia se requieren por lo menos la combinacin de los
siguientes elementos 24 :
Oferta: Debe existir una oferta cualitativa y cuantitativamente adecuada del
servicio.
La experiencia reciente del proyecto BID/FUNDAPEC ejecutado en Repblica
Dominicana sirve de referencia para ilustrar este problema. De los crditos
otorgados a las entidades netamente privadas slo una hizo inversiones en talleres y laboratorios en tecnologas duras. Esa entidad se mantuvo por tres
aos, gracias a que INFOTEP la utiliz como Centro Colaborador. Sus costos y
la escasez de clientes la obligaron a cerrar sus operaciones 25 .
23 A partir de las expectativas creadas por las licitaciones pblicas patrocinadas por INFOTEP y
otras motivaciones, los centros de Informtica decidieron crear una Asociacin.
24 SOBORNE, D y GEABLER, T: Ob.cit. p. 408/409.
25 El Instituto Tcnico de la Construccin.
227
Oscar Amargs
La otra entidad del tercer sector que recibi una fuerte suma de dinero para
remozar su infraestructura, talleres y laboratorios mantiene su operacin y
cumple con sus compromisos financieros gracias a un fuerte subsidio que le
otorga el Estado.
Demanda: Los clientes deben contar con suficiente poder adquisitivo para comprar el producto o servicio y tienen que sentir el deseo de ejercer ese poder adquisitivo.
En el mercado de la capacitacin laboral, muchos clientes no pueden costear el
servicio. Adems, por cuestiones de ndole cultural derivadas de la misin que
se le encomend en dcadas pasadas a la educacin para el trabajo, de ser receptora de sectores poblaciones excluidos de las oportunidades educativas,
gener un estigma de que la formacin profesional es una educacin para los
pobres, generando un prejuicio social que se convierte en un obstculo para
que clientes con capacidad de pago se interesen por este tipo de educacin.
Un buen nmero de las empresas no se sienten motivadas a pagar la capacitacin, o utilizarla aunque sea gratis, porque razonan que los trabajadores capacitados se los roba la competencia, o porque no logran resolver la paradoja de
que, aun reconociendo el valor de la formacin-capacitacin como una de las
principales fuentes de la mejora de productividad y competitividad, no intensifican las actividades de capacitacin 26 .
Informacin: Los vendedores deben ser de fcil acceso para los compradores. Las
entidades oficiales deberan desarrollar programas de informacin y orientacin.
Reglas: Las entidades oficiales deben establecer las normas correspondientes
para evitar acciones no ticas de parte de los proveedores privados, y un sistema de vigilancia y castigos efectivos para quien no respete los reglamentos.
Centros Colaboradores de Gestin Delegada
Este es un mecanismo alternativo al de la licitacin pblica, en razn de que la
experiencia con esa va no logr los resultados esperados. En la actualidad, diez
entidades reconocidas como Centros Colaboradores de Gestin Delegada son
26 MERTENS, Leonard: Estado de Arte del Concepto de Formacin Profesional Basada en Competencia
Laboral. Versin Preliminar para Discusin. CONOCER. Mxico. Nov. 1997.
228
utilizadas por la IFP para ejecutar parte de su programacin de cursos correspondiente a 1998. La IFP mantiene el control del contenido del curso y las especialidades o reas ocupacionales en las que se va a ofrecer la capacitacin.
El grfico 1 muestra la utilizacin de los Centros Colaboradores por parte del
INFOTEP.
Grfico 1
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
229
Oscar Amargs
tir de ese pacto, la IFP organiz un proyecto que permite utilizar esos recursos
en funcin de las necesidades de capacitacin y entrenamiento de las empresas
de los 25 parques industriales.
Por cada parque industrial organiz un Comit Local integrado por dos representantes de las empresas (uno que representa a la Asociacin de Industriales;
otro a la empresa operadora del parque) y un representante de INFOTEP. Ese
comit tiene por funcin decidir qu tipo de capacitacin se va ejecutar y, si la
IFP no lo puede proveer directamente, decide a qu empresa de capacitacin
contrata. El proyecto tiene una supervisin nacional que la ejerce un Comit
Nacional integrado por directivos de ADOZONA e INFOTEP.
La accin concertada permite dedicar parte de los recursos para realizar
inversiones en infraestructura de formacin en el propio parque industrial.
Se han construido y/o acondicionado cinco centros de capacitacin. Mediante esta alianza estratgica, de 1992 a 1997 29 ms de 74 mil empleados
de zonas francas han recibido entrenamiento. Investigaciones realizadas por
las propias empresas indican una mejora en el desempeo de los trabajad ores de zonas francas. Otro efecto es que los operadores de los parques utilizan los resultados de la referida alianza para promover la inversin en sus
respectivos espacios; y en los nuevos que construye el gobierno o la empresa
privada, ya se contemplan los Centros de Entrenamiento INFOTEP/Zonas
Francas.
Fuera de las zonas francas, el INFOTEP ha contribuido a que grandes empresas 30 organicen sus propios centros o esquemas de entrenamiento. Es el
caso de la principal empresa minera del pas, la Falconbrige Dominicana,
que ha organizado su propio centro el cual funciona con eficiencia. La relacin entre la empresa y la IFP ha permitido definir los programas de capacitacin de los trabajadores e introducir la formacin dual en la extractora
de ferronquel 31 .
Frente al reto de lograr competitividad internacional sobre la base del recurso
humano calificado; dado lo difcil que resulta desarrollar una cultura de capacitacin en una economa donde predomina un tejido empresarial compuesto
230
32 El 86.6% de las empresas que aportan al INFOTEP (y por tanto empresas formales), tienen
entre 1 y 49 empleados; el 10% entre 50 y 300; y el 3.4%, ms de 300 empleados.
33 En 1986, INFOTEP, la Cmara de Baja Baviera y la GTZ, firmaron el protocolo correspondiente al Proyecto de Cooperacin Econmica para el Fomento de la Pequea y Mediana
Empresa del pas. Se adopt como estrategia inicial de fomento, introducir la Formacin
Dual (Sistema Dual) como punto de partida para apoyar la formacin de los trabajadores de
las pequeas y medianas empresas, para luego, en una segunda fase, apoyar las empresas con
la formacin de sus mandos medios y gerenciales.
34 INFOTEP: Normas Generales de las Comisiones Tcnicas. Febrero 1998.
231
Oscar Amargs
35 Los cursos que ofrece el INFOTEP, desde el punto de vista curricular, estn organizados por
mdulos e itinerarios. Una persona puede obtener el ttulo de Trabajador Calificado, sea a
travs de la formacin dual o despus de completar el itinerario de la ocupacin correspondiente.
36 PREZ SIZ: Los Nuevos escenarios laborales en Amrica Latina. Revista Nueva Sociedad N
143 Mayo-Junio 1996. Segn este autor, se pueden distinguir cinco mbitos laborales, donde se
da una nueva heterogeneidad ocupacional . El primero corresponde al sector emergente, integrado por las nuevas empresas y las reconvertidas; el segundo, la neoinformalidad subordinada, compuesto por pequeas empresas articuladas con el sector formal que elaboran
ciertos componentes del producto de las empresas emergentes, o son subcontratistas; el tercero, el integrado por el conjunto de pequeas empresas dinmicas; el cuarto, corresponde al
sector formal del modelo de sustitucin de importaciones (empresas pblicas y privadas); y
por ltimo, el de la informalidad de subsistencia que provee bienes y servicios a los trabajadores formales (microempresarios y trabajadores por cuenta propia).
37 Un mtodo que nos ha resultado particularmente til a nosotros en Falconbridge ha sido la
implementacin del Sistema Dual, exclusivamente, dentro de nuestra empresa, forzando una
colaboracin que va ms all de los aspectos profesionales entre los representantes de
INFOTEP y de los de la nuestra, con miras a desarrollar un programa que llene las expectativas mutuas. Bertrand de Windt, Director de Recursos Humanos, Falconbridge Dominicana:
Formacin Dual y Productividad.
38 La IFP ha iniciado un proyecto piloto de Introduccin de la capacitacin basada en normas de
competencia y est utilizando la experiencia de las Comisiones Tcnicas.
232
39 INFOTEP: Estrategia de Aplicacin de la Metodologa de Medicin y Mejoramiento de la Productividad. Segunda Versin. 1998.
40 La nueva visin de la competitividad debe definirse como la capacidad de una nacin de
producir bienes y servicios que puedan competir adecuadamente en los mercados internacionales y, al mismo tiempo, aumentar el ingreso real de sus habitantes. Es por tal razn que
proponemos la creacin de un Consejo Nacional de productividad y competitividad conformado por empresarios, trabajadores, acadmicos y el gobierno. Su principal rol sera definir
una Estrategia Nacional de Productividad y Competitividad que garantice en el mediano y
largo plazo el desarrollo sostenible de nuestra nacin. Cesar Nicols Penson, Presidente de la
Asociacin de Industriales de Herrera.
233
Oscar Amargs
empresas41 . En l se proponen tres objetivos: 1) Desarrollar el Potencial Econmico del Pas; 2) Invertir en el Capital Humano; y 3) Fortalecer las Capacidades Institucionales.
El capital humano debe ser fortalecido mediante mejoras de la educacin bsica, los servicios de salud, la seguridad social, y a travs de programas intensivos de capacitacin focalizada. Para desarrollar y aumentar la capacidad nacional de formacin y capacitacin del capital humano, se plantean las siguientes
lneas de accin:
a) Estrategia Nacional de Capacitacin: Tomando en cuenta el modelo de Clusters
o conjuntos productivos, se elaborar una estrategia nacional de capacitacin 42 .
Esta deber abordar la estructuracin de un Sistema Nacional de Capacitacin,
con miras a establecer canales efectivos para la formacin del capital humano.
b) Desarrollar proyectos pilotos de adiestramiento en las empresas de un cluster
maduro
c) Competencia Laboral: Esta iniciativa comprende estructurar un Proyecto Piloto
de Normalizacin y Certificacin de Competencia Laboral 43 .
El INFOTEP se consolida como la institucin responsable de formular polticas
sobre formacin de recursos humanos y la ejecucin de programas, conservando su autonoma del Estado, ofreciendo servicios formativos en concurrencia
con otros organismos pblicos y privados, y procurando mantener relaciones
con el medio productivo y social.
234
Algunos de los centros privados reciben subvenciones del gobierno. Todos los
del tercer sector reciben fondos pblicos que oscilan entre mil y 100 mil dlares mensuales. El grfico siguiente, muestra la ejecucin presupuestaria del
perodo 19911996, en relacin con el financiamiento pblico a la Educacin
Tcnica de nivel medio.
Grfico 2
235
Oscar Amargs
80
70.6
60.7
60
30.5 35.1
40
40.3
14.8
20
0
Pres. Ejecutado
1991
1992
1993
1994
1995
1996
236
Oscar Amargs
paro, no podran invertir lo suficiente en su propia capacitacin, aunque pudieran internalizar los beneficios que se derivan de ella; y iii) si el Estado no interviene no se pueden generar beneficios de estabilidad social que trascienden el
inters particular. La formacin para el trabajo constituye un instrumento de
equidad social en el sentido de la voluntad y capacidad que sta tiene para
transferir recursos al servicio de los sectores en desventaja 44 .
D. PROPUESTAS
Siguiendo la estructura de anlisis adoptada en este estudio las propuestas se
presentan por tipo de oferta.
1. Educacin Tcnica Media y Superior
En la Repblica Dominicana sera aconsejable realizar un estudio acerca del
impacto de la formacin profesional y sobre esa base proponer medidas de
reformas. Sin embargo, a partir de las informaciones disponibles acerca de sus
caractersticas actuales, y del contexto econmico y de los mercados de trabajo,
se puede sugerir algunas propuestas, tomando en cuenta el compromiso pblico y el privado, con relacin a:
aumento de la oferta;
Cuadro 4
AUMENTO DE LA OFERTA DE FORMACIN PARA EL TRABAJO Y LA
CAPACITACIN: EDUCACIN TCNICA MEDIA Y SUPERIOR
Compromiso Pblico
Compromiso Privado
Creacin de un ambiente propicio para la
Educacin Tcnica, que incluye:
Subsidios focalizados (combinacin Desde el mbito de los proveedores priva-
238
dos de programas.
Disposicin a participar en procesos de
evaluacin y acreditacin de solvencia
acadmica y tica.
Disposicin para participar en proc eso de concursos pblicos de capacitacin.
Disposicin para someterse controles
de aseguramiento de la calidad.
Cuadro 5
MEJORA DE LA EFICACIA Y LA EFICIENCIA DE LA EDUCACIN
TCNICA OFRECIDA POR EL SECTOR PBLICO Y EL SECTOR PRIVADO
Compromiso Pblico
Compromiso Privado
Informacin adecuada sobre oportunidades Desde el mbito de la empresa:
de empleo y salario.
239
Oscar Amargs
La disponibilidad de informacin puede influir en la eficiencia de los mercados de trabajo y orientar la inversin
en capacitacin.
Es esencial tener fuentes de informa cin fiables sobre las necesidades en
materia de demanda y sobre la capa cidad de los oferentes. Las pautas del
cambio y el crecimiento econmico
deben interpretarse a fin de identificar las habilidades que requieren
perodos de estudio relativamente
prolon gados.
ma, tanto acadmica como administrativa a los establecimientos educativos de manera que les permita innovar y adaptarse constantemente a su
medio.
Uso eficiente de las instalaciones y equipamientos
Sobre los costos operativos de estos
centros, de por s altos por la naturaleza de los programas, bajarlos sin afectar la calidad es una falacia. Pero s se
puede aprovechar al mximo sus equipos e instalaciones, utilizndolos durante un mayor nmero de horas diarias y convirtiendo en sede para la
ejecucin de otros programas, por
ejemplo, de formacin profesional
especfica patrocinados por la Institucin Nacional de Formacin Profesional.
Cuadro 6
VINCULACIN CON LAS ESTRATEGIAS DE MEJORA DE LA
PRODUCTIVIDAD Y LA COMPETITIVIDAD
Compromiso Pblico
Compromiso Privado
Desde
el
mbito
de la empresa:
Realizar inversiones en los centros
241
Oscar Amargs
2. Formacin Profesional
Propuestas
Nosotros pensamos que ni la privatizacin ni el monopolio estatal de los servicios formacin para el trabajo y la capacitacin van a resolver o a mantener los
estndares de calidad, eficiencia y pertinencia requeridos de estos vitales servicios para mejorar la posicin competitiva de nuestras economas. Quienes
apoyan la privatizacin en todos los casos porque les desagrada el gobierno,
estn tan equivocados como quienes se oponen a ella en todos los casos porque
les desagradan las empresas45 .
Como subsistema educativo, la formacin para el trabajo y la capacitacin tiene
caractersticas que se derivan de los propsitos que persigue. Es de inters de la
Empresa, del trabajador en servicio y del que aspira a trabajar, es tambin inters del Estado. Es normalmente costosa, para proveerla se requiere de infraestructuras especiales; implica investigaciones continuas, diseos, rediseos;
para las personas tiene un inicio, pero no termina hasta que no concluya la
vida laboral; es instrumento de apoyo a decisiones econmicas de nivel macro
y micro; y es instrumento de poltica social. La privatizacin total o parcial de
un servicio pblico puede ser beneficiosa para las partes envueltas. Para el
caso que nos ocupa, la privatizacin total del servicio, en pases de escaso
desarrollo como es la Repblica Dominicana, puede generar mayores problemas que los que se pretenden resolver. La experiencia de la Repblica Domi-
45 OSBORNE, David y GAEBLER, Ted: Un nuevo modelo de gobierno. Como transforma el espritu
empresarial al sector Pblico. Mxico, Ediciones Gernika, 1994.
242
nicana demuestra que los factores determinantes del xito de los programas
de capacitacin no radican en si los ofrece una entidad privada o pblica, sino
en los procesos administrativos y las estructuras que se utilicen para proveerlos.
Pero igualmente, no propiciar la participacin parcial del sector privado en este
servicio, proveyndolo, participando en su diseo, en su financiamiento, sera
un grave error. Hay cosas que las empresas hacen mejor que el gobierno, pero
hay otras que el gobierno hace mejor que las empresas. Si se traspasa toda la
educacin al mercado privado, buena parte de los ciudadanos no podran asistir a la escuela ni siquiera a la escuela elemental46 .
En varios pases de Amrica Latina la Educacin Tcnica y la Formacin Profesional y las Instituciones que la ofertan, en los ltimos aos han sido blancos de
fuertes crticas por la desvinculacin de sus programas con las actuales necesidades y demandas de las empresas, por su burocratizacin, por la rigidez de
sus ofertas, por la forma como se financian; en resumen, por su ineficiencia para
responder oportunamente a los nuevos requerimientos del mundo productivo.
Por otra parte, el entorno que se est prefigurando indica la necesidad de introducir reformas para poder solventar con xito la apertura comercial que empieza manifestarse en este pas y del consecuente ajuste estructural que habr de
producirse. A diferencia de otras naciones de Amrica Latina, el proceso de
apertura recin empieza a mostrarse, no slo en los debates sobre la reforma
arancelaria, sino con el inicio formal de negociaciones para integrar el pas a
bloques econmicos subregionales; en los planes de transferencia al sector privado de muchas de las empresas de propiedad pblica; en la creacin de una
instancia gubernamental para las reformas del Estado47 y otras iniciativas como
el Plan Nacional de Competitividad recientemente presentado. Este nuevo escenario plantea igualmente nuevos retos a la formacin profesional, y en especial, a la principal Institucin que la provee.
Frente a ese panorama, se plantean varias alternativas para mejorar la calidad,
eficiencia y relevancia de la formacin profesional en Amrica Latina y el Caribe. Diversas frmulas se han propuesto, algunas de las cuales se encuentran en
fase de desarrollo y/o consolidacin; otras recin empiezan a ponerse en prctica. Una de las ms comentadas por su alcance, expectativas de xitos, por el
243
Oscar Amargs
244
245
Oscar Amargs
Cuadro 7
COMPROMISO PBLICO Y PRIVADO
Compromiso Pblico
Estimular el incremento de la oferta de
capacitacin a travs de la contratacin
de la capacidad instalada mediante
concursos pblicos cuando existan por
lo menos ms de un proveedor de la
especialidad de que se trate, o mediante
la contratacin directa de centros acreditados por la entidad oficial.
Estimular a las empresas a crear su
propio esquema de entrenamiento y/o
centros de formacin.
Asumir el rol de promotor, ms que de
proveedor de servicios de capacitacin.
El papel de proveedor directo se justifica
cuando la capacidad de adiestramiento
de la empresa privada es deficiente y las
instituciones privadas del ramo no existan o estn poco desarrolladas.
Promover la innovacin de los medios
para la enseanza/aprendizaje.
Promover la creacin de entidades de
capacitacin bajo administracin privada.
Estimular a las empresas a participar
en la preparacin de jvenes a travs
de la formacin dual.
Reduccin de las intervenciones con respecto
a los salarios mnimos de los aprendices que
participan en programas de capacitacin.
Establecer los centros propios de la IFP
como soporte para el cumplimiento de
las funciones imprescindibles de las
instituciones (Formacin Tcnica y
Metodolgica de Docentes para la
Formacin Ocupacional; demostracin
de experticia en mtodos de enseanza
Compromiso Privado
Desde el mbito de los proveedores privados de programas.
Disposicin a participar en procesos de
evaluacin y acreditacin de solvencia
acadmica y tica.
Disposicin para participar en proceso
de concursos pblicos de capacitacin.
Disposicin para someterse a controles
de aseguramiento de la calidad.
246
Oscar Amargs
Compromiso Privado
Desde el mbito de empresas, los gremios
empresariales y laborales.
Dado que los mercados de bienes y servicios estn cambiando, que los productos tambin se modifican constantemente, que la organizacin social del trabajo
se transforma, y que el trabajo mismo tambin se modifica, entonces se requiere
un nuevo paradigma de la formacin para el trabajo y la capacitacin donde se
verifiquen las siguientes caractersticas:
Por su objeto: de puestos y especialidades a competencias laborales
248
249
EL ROL DE LA CAPACITACIN
EMPRESARIAL EN LOS PROCESOS
DE TRANSFORMACIN INDUSTRIAL 1
SARA SILVEIRA
Sumario: I. Introduccin. II. La capacitacin para la reconversin continua: Alcan Aluminio del Uruguay S.A. 1. La historia empresarial. B. De la modernizacin tecnolgica a
la reconversin productiva. C. Las estrategias para la reconversin. D. Las competencias
y perfiles del capital humano para una nueva gestin organizacional. E. El rol de la capacitacin. III. La capacitacin en un nuevo modelo de relaciones laborales: Fbricas
Nacionales de Cerveza S.A. A. La historia empresarial. B. El perfil tecnolgico y sus
impactos estructurales. C. Estrategias para la implementacin del cambio y relaciones
laborales. D. El perfil del componente humano: realidad y aspiraciones. E. El rol de la
capacitacin. IV. Una visin fundacional de la capacitacin y la participacin: Sagrn S.A.
A. La historia empresarial. B. El camino tecnolgico. C. Filosofa empresarial y relaciones
laborales. D. La gestin del capital humano. E Rol de la capacitacin. V. Conclusiones.
Bibliografa.
I. INTRODUCCIN
La dcada de los noventa se caracteriz por un consenso entre los diferentes
actores del mundo del trabajo en torno a la implementacin creciente de un
nuevo paradigma de organizacin industrial. El cambio presupone la difusin en profundidad de nuevas tecnologas, as como un creciente liderazgo en
el establecimiento de controles de calidad y de modernizacin de los sistemas
de administracin y de supervisin tcnica. En ese escenario, la bsqueda de la
calidad total y la flexibilidad operacional constituyen el eje en torno al cual gira
toda la problemtica empresarial actual. Ante esta nueva realidad, y tambin en
249
Sara Silveira
de cada una de las sucursales. El proceso se fue desarrollando en forma simultnea y articulada e implic una reduccin significativa del nmero de plantas
fabriles del grupo y la definicin de polticas tecnolgicas y organizacionales a
nivel mundial.
B. De la modernizacin tecnolgica a la reconversin productiva
En los inicios de los 60, AAU adquiere las mquinas madres de los sectores de
extrusin y laminacin, en procura de la dominacin del mercado nacional. As,
al llegar a los 70, poda definrsela, segn los parmetros locales, como una
empresa industrial grande con niveles tecnolgicos dispares, en un esquema
propio de produccin monoplica y en serie. Se caracterizaba por una diversificacin considerable ms de 15 productos y 6 lneas de produccin derivadas
de los procesos bsicos post-fundicin: extrusin y laminacin.
Al inicio de los 80 encar las primeras etapas de su modernizacin tecnolgica,
reformando las mquinas madres electromecnicas de extrusin y laminado,
adoptando dispositivos electrnicos de control y adquiriendo equipamientos
continuos y semiautomticos para algunas de las instancias productivas. Esta
transformacin continu con la extensin de los controles electrnicos a otras
reas y con la introduccin de una seccin completa para la produccin de recipientes extrudados, asentando las bases materiales de una poltica monoplica en esta rea. O sea, en esta etapa, la estrategia de modernizacin tecnolgica
instrumentada fue limitada, es decir, orientada a mejoras parciales, a la ampliacin de capacidad, etc., y sin afectar el perfil organizativo del trabajo, dado
que a lo sumo, alternaba la automatizacin fija fordista con la produccin en
series discontinuas.
Es recin en el perodo comprendido entre 1988-1992 que AAU percibe la necesidad de estimular el desarrollo de procesos ms automatizados, flexibles y
especializados, as como de mejorar el control de calidad. Para ello adquiere
diversos equipamientos electrnicos destinados a implementar lneas continuas
de produccin semiautomtica y a modernizar los laboratorios, en el nivel central, y en el control de calidad en distintas secciones e instancias de la fabricacin.
Con estas medidas, la estrategia de innovacin adquiere carcter global, en la
medida que la renovacin de equipamientos se universaliza y se complementa
con modificaciones en el proceso de fabricacin, impactando fuertemente en la
cuanta y en la calidad del empleo. Lo que fuera iniciado como una modernizacin tecnolgica limitada se transformar en una reconversin global que deber abarcar, en forma simultnea, al componente material y humano de la em251
Sara Silveira
252
b.
c.
3
4
253
Sara Silveira
d. Arte y cultura: acciones complementarias a las anteriores y atentas a intereses o inclinaciones vocacionales.
Si bien en esta primera etapa de construccin de los procesos de negociacin no
parece haber, por ninguna de las dos partes, un reconocimiento explcito del
proceso de reconversin productiva y el conocimiento a ser proporcionado en
los cursos tena sustancialmente carcter emprico, prctico e instrumental, ya
se registraba, por parte de la empresa, el inters por iniciar la exploracin de
una nueva modalidad de organizacin del trabajo. Se plante la introduccin
del kaizen: mtodo de gestin de la produccin que, a travs de la optimizacin
de la mquina, la eliminacin de tiempos muertos, la racionalizacin de stock y
la constitucin de grupos de trabajo con participacin de operarios y direcciones intermedias, se propone el estudio permanente de las operaciones breves y
concisas en procura de su perfeccionamiento y la solucin de los problemas
puntuales con el objetivo de la mejora continua del trabajo que se desempea
habitualmente.
Con la combinacin de estas dos propuestas, AAU empez a dar seales claras
de su disposicin para otorgar importancia a la participacin e iniciativa de los
trabajadores, lo que lentamente, conducir a la revisin de las concepciones
sobre las relaciones jerrquicas y de trabajo.
Por su lado, el CB comenz a tomar conciencia de la reestructuracin y a discutirlo internamente, se plante distintas concepciones del papel del sindicato, y
asumi una estrategia reservada de ir realizando un estudio completo de la
empresa que le permita tomar posicin sobre la reconversin . Para ello form
un grupo de trabajo integrado por tcnicos universitarios y dos de sus miembros. Esta estrategia contribuy a consolidar uno de los rasgos distintivos del
sindicato de trabajadores de ALCAN: el otorgamiento de un papel sustantivo al
conocimiento operario y la preocupacin ya sealada porque dicho conocimiento tenga slidos fundamentos.
Respecto a los cursos (el CB) propone:
a.
b.
quiere discutir los cursos junto con los otros problemas tales como puestos
de trabajo en litigio, productividad, seguridad, etc. 5 .
Recogiendo lo planteado, AAU ajusta sus propuestas a partir de las necesidades de cada seccin, las que se van definiendo con la participacin de los trabajadores desde que el jefe haca un planteo inicial en cartelera que los obr eros complementaban con sus sugerencias. En muchas oportunidades se detectaba que los jefes proponan programas prcticos e instrumentales y que
los obreros pedan el conocimiento de procesos. Tambin en el marco de un
replanteo de las relaciones laborales, se firma un convenio con el sindicato
que significa un incremento salarial del 14% e incorpora la mejora de la eficacia operativa, la polifuncionalidad traducida en revisin de las categoras
ocupacionales, la reduccin de la supervisin, la responsabilidad obrera en los
controles y mantenimiento de la maquinaria, y se reafirma el compromiso
empresarial y la demanda sindical para que la capacitacin brindada incluya
los elementos de matemticas, qumica y fsica que fundamentan los procesos,
necesarios para mejorar las capacidades personales de los trabajadores, as
como el conocimiento de los innovadores principios organizacionales y de
gestin de la fuerza de trabajo.
Las acciones de capacitacin se iniciaron en mayo de 1991 y participaron entre
115 y 135 trabajadores, y las instituciones con ms presencia en su dictado fueron las dos pblicas especializadas en formacin para el trabajo (COCAP y
UTU).
Cada curso tuvo su examen y quin lo aprobada reciba su diploma. Posteriormente, se efectuaron reuniones de evaluacin con la empresa, el CB y los capacitadores, en las cuales los obreros pusieron de manifiesto su inters en continuar y en conocer las bases cientficas de las tareas. Tambin en esa oportunidad se consider que la recolocacin de trabajadores en el mercado haba tenido
un buen nivel de xito.
Cuando, en 1993, AAU decide el cese definitivo de las actividades de Laminacin Chapa y Papel, la experiencia de esta primera etapa es tenida en cuenta
para realizar medidas destinadas a facilitar y apoyar la reinsercin del personal cesante en el mercado laboral 6 .
5
6
255
Sara Silveira
b.
c.
2.
3.
4.
7
8
256
5.
6.
la excelencia operacional.
Fundamentos y objetivos extrados de las publicaciones de la empresa sobre Poltica de Seguridad y Salud Ocupacional (noviembre de 1994 y octubre de 1996) y Poltica ambiental (julio de
1996).
257
Sara Silveira
sor se desdibuja o, al menos, se decreta la desaparicin de la convencional figura del capataz/ controlador/ guardin.
Un tercer elemento surge de la revisin de los perfiles educativos requeridos al
personal nuevo. En el quinquenio pasado no hubo ingresos de obreros no calificados y para incorporarse como obrero calificado se requiere formacin tcnica
de segundo nivel en electromecnica, electrnica y grfica (o sea post-ciclo bsico) en el Consejo de Educacin Tcnico-Profesional (UTU). Ello implica un
promedio de 11 a 12 aos de escolaridad. La empresa reconoce muchas dificultades para su reclutamiento dadas la obsolescencia y excesiva especificidad que
este nivel formativo presenta. Para administrativos se requiere nivel universitario incompleto, complementado con informtica e ingls, y para tcnicos y jefes
se reclama ser profesional.
Es destacable la coherencia que presenta la demanda de nuevas competencias
cognitivas y comportamentales con la gestin organizacional. Ante un listado
de habilidades, destrezas, actitudes y conocimientos que se requieren a obreros
y supervisores para desenvolverse en el mbito laboral actual, la jefatura de
Personal de AAU reconoci que su empresa las demanda todas. En primer lugar, la exigencia de mayor educacin general como condicin para acceder al
dominio del pensamiento abstracto, la capacidad para interpretar instrucciones,
para comunicarse por escrito, para realizar operaciones lgico-matemticas, y
para entender y utilizar los procesos y medios informticos. O sea, la empresa
espera de sus operarios una fuerte capacidad de readaptacin, reaprendizaje y
autoaprendizaje que se expresa en las competencias cognitivas y herramentales
bsicas para la empleabilidad. Adems, se da relevancia a las competencias
comportamentales, tales como la capacidad para trabajo en equipo, elevados
grados de responsabilidad y autonoma, y aptitud de liderazgo y compromiso
con los resultados. Estas competencias se traducen en produccin flexible, trabajo en equipo y polifuncionalidad que incluye la responsabilidad por el control y la produccin de la calidad, as como por el mantenimiento bsico de la
maquinaria, la ya sealada redefinicin del rol del supervisor transformado en
facilitador de los grupos de trabajo e, incluso, su supresin en el turno nocturno, la definicin de una categora especial de trabajadores integrada por quienes tienen aptitudes de liderazgo y la paulatina sustitucin de la figura gerencial por jefaturas profesionalizadas.
La ltima observacin que corresponde hacer es la identificacin de acciones
que requieran de la gestin de los recursos y procesos para alcanzar las metas
prefijadas por las polticas. Entre ellas se destaca el Programa Sol, mediante el
cual se ha comprometido a todos los estamentos de la organizacin en un plan
de mejoramiento de las condiciones ambientales, el que se complementa con
258
inversin empresarial en reparaciones, pintura y mejoramiento de la infraestructura fsica, con la participacin y creatividad de los grupos de trabajadores
para mantener saludable, ordenado y limpio (SOL) el hbitat laboral. Se organizan competencias entre las secciones cuyo premio es la conquista del logo del
Programa y cuyos resultados se publican en las pizarras. A travs de este programa se est contribuyendo a operacionalizar los objetivos de la poltica ambiental y de salud laboral.
Existe un mecanismo similar para encarar la seguridad en el trabajo. Se establecen metas de seguridad medibles por cantidad de das sin accidentes. Las planillas se exhiben en las carteleras y entre los integrantes de las secciones que
alcanzan mejores performances se sortean computadoras u otros electrodomsticos. Paralelamente, se desarrolla capacitacin intensiva de carcter preventivo
a cargo del personal tcnico que ha sido formado por instructores internos. Los
grupos de trabajo en seguridad laboral encaran el estudio minucioso de la informacin que AAU recibe de todas las sucursales sobre diversos incidentes.
Dicho estudio busca identificar las condiciones que generaron el accidente para
evitar su repeticin en otro lugar. Todas estas actividades estn en funcin del
cumplimiento del compromiso institucional de salvaguardar la salud y la seguridad de todos sus empleados y del objetivo ltimo de alcanzar la concientizacin en accidente cero y enfermedad cero. La informacin sobre el desempeo de cada sucursal en materia de estndares de salud y seguridad es objeto
de evaluacin y revisin peridica de la alta gerencia y debe ser trasmitida al
Directorio del grupo.
Un ltimo ejemplo en esta lnea es el Programa de control de energa peligrosa.
Se implementa a travs de grupos de trabajo integrados por operarios, tcnicos
y directivos que debe monitorear y controlar el uso de la energa para incrementar el nivel de eficiencia y prevenir cualquier desperdicio o filtracin. Este
programa se inscribe en la poltica ambiental y cumple con los de la poltica de
calidad en cuanto colabora con el logro de costos ptimos.
Las acciones reseadas tienen el valor de ejemplificar la traduccin en el quehacer cotidiano de los principios rectores de la poltica empresarial y la creatividad para encontrar caminos y medios innovadores y motivadores para el
aprendizaje personal e institucional.
E. El rol de la capacitacin
Se concibe a la capacitacin en un doble rol: como herramienta prioritaria para
el abordaje de las situaciones de cambio y como componente estructural del
nuevo paradigma productivo y organizacional.
259
Sara Silveira
Sara Silveira
262
13 La informacin detallada y en profundidad de este proceso, se encuentra en los textos ya citados de NOTARO y PZZOLO y Juan TOMS, y en el de Adolfo PRIZ y Roque APECETCHE
El caso Nortea en Relaciones Laborales y Convenios en el Uruguay ... op.cit.
14 TOMS, Juan, La reestructura de la planta de la Maltera PILSEN en Relaciones Laborales y
Convenios en el Uruguay. Los sindicatos ante la restructura productiva, CUI, Uruguay, 1995.
263
Sara Silveira
los procesos de reconversin. Sin duda, este fuerte proceso de reestructura del
complejo empresarial hubiera sido distinto si no se hubiera contado, de parte de
empresarios y sindicalistas, de una nueva conceptualizacin de las relaciones
laborales.
Especialmente corresponde sealar la actitud innovadora de la Federacin de
Obreros y Empleados de la Cerveza al aceptar los convenios bipartitos e impulsar la diversificacin temtica en ellos, lo que ha conducido a la introduccin de
mecanismos para evitar o resolver conflictos, acuerdos sobre productividad,
tercerizacin y negociacin salarial diferenciada, capacitacin y organizacin
del trabajo.
Este ha sido, por tanto, el escenario en el que se inscribe la poltica de capacitacin objeto de este estudio, aunque corresponde establecer que FNC contaba
con una estrategia activa en materia de formacin de sus trabajadores con anterioridad a los procesos arriba sealados.
D. El perfil del componente humano: realidad y aspiraciones
Los ingresos de personal nuevo en esta empresa se han concentrado en administrativos, tcnicos y escasos supervisores. En ellos la edad y los perfiles educativos son diferentes. Ello se confirma con las observaciones del Gerente de
Recursos Humanos respecto a cules seran los perfiles educativos y etarios que
requerira si tuviera que ingresar personal en la actualidad: la formacin mnima debera ser educacin bsica completa (9 aos) para obreros no calificados, a
lo que agregara estudios tcnicos en el Consejo de Educacin TcnicoProfesional (UTU) si se tratara de obreros calificados y deberan ubicarse en el
grupo etario de 21 a 35 aos. A su vez, si se trata de personal administrativo y
tcnico, las exigencias son mayores: se pretende educacin universitaria completa evidenciando conocimiento del incremento en aos de educacin que
caracteriza a la poblacin joven uruguaya y la plena superacin del prejuicio
empresarial en torno al personal sobreeducado.
Las exigencias de FNC a sus obreros son: mayor nivel educativo general, mayor
formacin especfica, disponibilidad para rotar de puesto/horario, capacidad
para trabajar en equipo e incremento del nivel de responsabilidad. Esta seleccin marca un equilibrio entre competencias estrictamente cognitivas y comportamentales que apuntan a la existencia de obreros polivalentes, con capacidad de aprendizaje permanente, de comprensin de los procesos de produccin
y de manejo correcto de la informacin. La exigencia de una mayor formacin
especfica distingue a FNC de las restantes empresas de la rama y est definida
precisamente por su nivel tecnolgico de frontera.
264
Sara Silveira
requerido trata de compartirse en forma tal que se equilibre el horario de trabajo con el tiempo libre del trabajador partiendo de la conviccin que el esfuerzo debe ser compartido.
La respuesta sindical ante la actividad capacitadora ha sido acorde con esta
concepcin y es evaluada como buena. Tal como ya se ha dicho, sin la oferta
empresarial y la demanda gremial por capacitacin no habra sido posible en frentar la reestructuracin del sector. El pago de un complemento a los trabajadores por participacin en el plan de capacitacin constituy uno de los elementos claves en la negociacin de la reestructuracin. FNC reestructur su
plan, cada vez que fue necesario, para que la formacin propuesta resultara
funcional a la reubicacin de los trabajadores excedentes, en especial en aquellos casos en los que se estimul la tercerizacin. Para estos trabajadores la formacin administrativo-contable, empresarial e informtica result nodal.
IV. UNA VISIN FUNDACIONAL DE LA CAPACITACIN Y
LA PARTICIPACIN: SAGRN S.A.
A. La historia empresarial
A fines de 1946 un grupo de jvenes aspirantes a empresarios se asociaron con
un industrial con trayectoria en el medio para adquirir la pequea planta industrial de la F.R.A.L.(Fbrica de Recuperacin de Algodn y Lana). Tres de
ellos eran ingenieros qumicos y los otros dos eran contadores.15 Esa asociacin
fue de corta duracin. Desde 1948, la firma pas a llamarse Sapriza, Grundel &
Ca. y, en 1952, se fusiona con Wilfredo G. Ponce de Len & Ca. En 1957 se
transforma en Sociedad Annima para, en 1979, asumir su actual designacin.
Con una dificultosa identificacin desde el punto de vista de la rama de actividad, dado que se afilia tanto a la textil como a la qumica, hoy SAGRIN S.A.
produce algodn hidrfilo, toallas higinicas, paales descartables, mantas para
relleno de tapicera y comercializa, a partir de licencias de compaas extranjeras y pago de royalties, mltiples productos en las lneas de cosmticos, farmacia, plsticos, etc. As la representacin de marcas reconocidas, como NIVEA,
ENO, ATRIX, LEUKOPLAST, HANSAPLAST, etc., se asocia a esta empresa
nacional que inici su actividad con una reducida dotacin de mquinas de
fabricacin de guata y una cardadora para competir en algodn hidrfilo. Este
266
fue su principal producto desde 1950 hasta los mediados de los 70, perodo en
el que oper exclusivamente en el mercado interno aprovechando su condicin
casi monoplica en el rubro. Paralelamente, y a partir de la adquisicin de la
Fbrica de Tiza que faculta el traslado de la planta a su actual ubicacin, inicia
el proceso de adquisicin de licencias de compaas extranjeras que ampli
notoriamente el set de productos en forma tal que, en el presente, SAGRIN S.A.
opera tanto en el mbito productivo como en el de la comercializacin y servicios al cliente.
El esquema asociativo de origen basado en las relaciones de amistad y de
identidades profesionales se ha mantenido y se ha constituido en un estilo
singular de gestin. En efecto, a travs de la opcin de un plan de continuidad
de la Direccin, que lleva consigo el reemplazo de los miembros fundadores
por sus hijos o familiares directos, se ha buscado construir una identidad filosfica de la empresa que se articula en torno a una concepcin de la empresa como organizacin econmica con fines sociales, y a la valorizacin del conocimiento y de la participacin de todos los actores en la construccin de la identidad comunitaria, la eficiencia y el desarrollo empresarial. En este marco, se ha
previsto la sustitucin de los jvenes empresarios de 1947 por sus herederos,
pero entrenndolos previamente en forma minuciosa. Esta preparacin complementa los estudios universitarios y de posgrado especficos en el pas con la
incorporacin temprana en el desempeo de diversos puestos considerados
claves para acceder al conocimiento pleno de la empresa y actividades de entrenamiento tcnico en el exterior (desde visitas a fbricas y proveedores de
equipamiento a cursos de capacitacin). Este plan se viene cumpliendo en
forma muy satisfactoria asegurando, de este modo, que el cambio generacional
en la conduccin de la empresa (as como su continuidad filosfica) se realice
sin dificultades....16
B. El camino tecnolgico
Durante la dcada de los 70 SAGRIN S.A. privilegi el rea de Importacin, lo
que se tradujo en la adquisicin de las licencias ya indicadas. Pero, a partir de
1985 esta ptica empieza a ser equilibrada, retomando el proceso de paulatina
industrializacin con miras hacia la exportacin. Para ello se encara la innovacin tecnolgica de ms de la mitad de la planta de ese entonces. Dicho impulso
innovador en el mbito tecnolgico se articula con una poltica de larga data de
innovacin en las modalidades organizativas del trabajo y de las relaciones
laborales.
267
Sara Silveira
Sara Silveira
empresa, tanto del punto de vista econmico como del punto de vista humano.
Fundamentalmente porque pone a trabajar la mente de todos los que forman
la empresa (lo que en general no sucede o sucede en mnima parte, lo que es un
desperdicio imperdonable, o sea, implica una tremenda ineficiencia)... Al poner
a trabajar las mentes, mejoramos la eficiencia econmica pero tambin la eficiencia del punto de vista humano, porque los hombres se sienten ms realizados cuando aportan todo de lo que son capaces y no solamente el esfuerzo fsico, en lo que, por otra parte, pueden ser sustituidos ventajosamente por mquinas.
Tambin la conceptualizacin del rea de Relaciones Laborales era precisada en
dicha oportunidad: La poltica laboral est integrada en el enfoque general de
direccin y no es de ahora, sino que hay una historia y una tradicin... La Direccin cree que el personal, todo el personal, forma parte de la Empresa... Es por
esto que, para esta Direccin, las relaciones laborales son tan importantes y se
manejan al ms alto nivel de la Organizacin 17 .
La conjuncin de estos dos factores defini, por tanto, un proceso de modernizacin coherente y planificado que an en el inicio de los 90 era minoritaria en
el universo industrial nacional. Esta modalidad organizacional no slo mostr
su carcter anticipatorio (en el pas) sino su pertinencia y correlacin con la
lgica de accin empresarial.
El Plan de Participacin fue acordado con el sindicato de trabajadores y sus
objetivos fueron:
1.
2.
3.
4.
Se desarroll en tres etapas comenzando, en 1973 como ya se indic, con la participacin funcional destinada a estimular el involucramiento de los trabajado-
270
Comedor y cafetera
Biblioteca
Seguridad social
Cooperativa de consumo
Deportes y recreacin
Sara Silveira
Sara Silveira
antigedad empresarial mnima de dos aos y evaluacin de desempeo satisfactoria para ser habilitado como postulante, el que a su vez, tendr que cumplir con los requisitos mnimos de instruccin y con las dems exigencias tcnicas, de personalidad, etc. detalladas tanto en la descripcin tipo del cargo como
en el propio llamado interno. Una vez finalizadas las pruebas y en disponibilidad de los informes, la Direccin empresarial retiene el poder decisorio entre
los mejores candidatos para lo que usa los antecedentes de actuacin y recin,
en situacin de empate, resultar obligatoria la consideracin de la antigedad.
Este mecanismo difiere bastante de la prctica usual en las empresas nacionales
de promocin directa o por mera antigedad.
La normativa para las promociones internas, que constituye la otra pieza de la
poltica de empleo, se ha sometido a peridicas revisiones desde su implemen tacin en 1976. Durante mucho tiempo, las promociones fueron cubiertas exclusivamente mediante concurso interno pero, en la actualidad, y salvo para las
categoras de peones y promotores, se realiza llamado mixto, por lo que el mejor de adentro debe competir con el mejor aspirante externo, transformndose
en otro elemento de motivacin para la formacin permanente.
E. El rol de la capacitacin
Todo lo expuesto conduce a poner en evidencia el rol fundacional que SAGRIN
ha concedido a la formacin y capacitacin, en el entendido adems que esa es
una de las funciones sociales ms importantes que la empresa puede desarrollar
y la que le aporta mayores beneficios porque asegura una mayor y ms eficiente
utilizacin de los recursos fsicos. Somos conscientes que lo nico que nos
puede salvar es el conocimiento y el involucramiento de nuestra gente en la
marcha del negocio. Nuestra fortaleza es la motivacin de nuestros trabajadores
para aprender en forma permanente (Gerente de Personal).
Esta conviccin se traduce en su poltica de capacitacin, que se caracteriza por
la amplitud temtica y por la valorizacin que otorga a la actitud y disposicin
para la incorporacin de conocimientos, con independencia de su aplicacin
estricta e inmediata a la actividad empresarial. El objetivo ltimo es el incremento del nivel formativo promedio y el ascenso de la estructura de calificaciones, lo que es condicin de existencia en una organizacin que va eliminando
las tareas repetitivas y descalificadas y apuesta a la participacin y al compromiso. El enunciado de base es que la sociedad del conocimiento y la empresa
flexible requieren cada vez ms de la educacin para poder cambiar la distribucin y apropiacin del saber en la esfera laboral y evitar reproducir la polarizacin y apropiacin del conocimiento por unos pocos que ha caracterizado a la
empresa tradicional.
274
Un primer testimonio de estos conceptos es que 1992 fue el ao de la capacitacin en SAGRIN en el que se ofreci a todo el personal el financiamiento de
una accin de capacitacin libremente elegida. La nica condicin era la aprobacin del curso elegido. Las temticas por las que optaron los trabajadores
fueron bien diversas enfermera, cocina, repostera, dibujo tcnico, diseo grfico por computadora, contabilidad, especializaciones en informtica e idiomas,
postgrados en consultora de empresa, marketing etc. pero la adhesin fue
total y su aplicabilidad termin siendo muy alta, dado que tambin el amplio el
espectro de actividades sociales y comunitarias que se desarrollan en la Compaa.
Otra manifestacin de la referida conceptualizacin es la intensidad de los vnculos que SAGRIN tiene con las instituciones educativas nacionales. Empezando por la UTU zonal a la que acuden peridicamente en bsqueda de aspirantes, siguiendo por los acuerdos de pasantas y contrataciones de becarios con el
Instituto Nacional de la Juventud y el Instituto Kolping y continuando con el
relacionamiento con el Instituto Tecnolgico ORT, la Universidad Catlica del
Uruguay y la Universidad de la Repblica. Con estas, se interacta recibiendo y
brindando asesoramiento e intercambio de experiencias. Por parte de las instituciones el apoyo es en primer lugar a nivel formativo del personal directivo y
tcnico y, eventualmente, en diagnsticos y planificacin. Por su lado, SAGRIN
colabora y participa en las tareas de investigacin y docencia encaradas por
aqullas y recibiendo de manera sistemtica pasantes.
Un tercer indicador, de ndole ms objetiva, de la significacin otorgada a la
formacin es la inversin. En 1996 sta alcanz al 1.5% de la nmina salarial lo
que ubica a la empresa en los valores promedio de los pases desarrollados.
1. La deteccin de las necesidades
La instrumentacin de la capacitacin est a cargo de la Gerencia de Personal
que confecciona el Plan Anual a partir de la deteccin de necesidades realizada
en forma conjunta con la lnea de produccin y de la consideracin de las ofertas del medio. Estas son comunicadas por circular a todo el personal que puede
postularse para su realizacin. Con la informacin recogida por ambas vas se
confecciona el Plan Anual.
2. Las temticas: sus destinatarios y su modalidad organizativa
La atencin de necesidades especficas se resuelve por cursos internos a medida, los que slo excepcionalmente se realizan en horario de trabajo, en el entendido que la inversin en tiempo es la contraparte que debe poner el trabajador.
275
Sara Silveira
Sara Silveira
actuar en la planificacin de las necesidades y en desarrollo de las potencialidades individuales y colectivas para anticipar y preparar el
cambio y no en la bsqueda de soluciones para lo imprevisto y lo
inmediato.
18 HILARA, Helena, Da la polarizao das qualificaes ao modelo da competncia, en Novas tecnologias, trabalho e educao: Un debate multidisciplinar, 1994.
278
Sara Silveira
de los trabajadores con los cambios buscados. Es, por tanto, claramente una
responsabilidad empresarial la implementacin de estilos de gestin y
direccin participativa que convoquen y respeten las sugerencias y saberes
de los trabajadores para que stos, a su vez, respondan y asuman
entusiastamente el desafo de la incorporacin de nuevas habilidades
tcnicas e interpersonales y sientan ganas de hacerse cargo de nuevas
responsabilidades y tecnologas de trabajo. Con estos supuestos de base el
aumento de la calificacin se puede convertir en una inversin (no slo
material sino tambin humana) de alta rentabilidad para ambos actores.
2.3 Un reaseguro potente para el xito de la capacitacin es la participacin
sindical en la deteccin de las necesidades y en la propia elaboracin del
plan formativo. O sea la asociacin entre sindicato y empresa para definir el
rumbo de la reconversin o para acordar los planes de desarrollo parece ser
el camino ms adecuado para que tanto los beneficios como los costos,
puedan ser compartidos. La apertura de un espacio de dilogo que se inicie
en el terreno de la formacin y que permita acordar las relaciones de sta con
la productividad y la competitividad puede y de hecho lo ha sido en
muchos casos sentar las bases para un cambio real en el tipo de relaciones
laborales y en la distribucin del poder-saber al interior de la empresa.
BIBLIOGRAFA
CEPAL (1999) Polticas de inversin y recursos humanos en empresas industriales.
Montevideo.
GALLART, Mara Antonia (Coord) (1995) La formacin para el trabajo en el final de
siglo: entre la reconversin productiva y la exclusin social. Buenos Aires:
CIID/CENEP/Red Latinoamericana de Educacin y Trabajo/ OREALCUNESCO. Lecturas de Educacin y Trabajo, 4.
GENTILE, Pablo (1994) Poder econmico, ideologa y educacin.
FLACSO.
Buenos Aires:
Sara Silveira
282
1. INTRODUCCIN
En la dcada de los aos noventa y dentro del contexto de la tendencia del mercado de trabajo brasileo, el Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial
(SENAI) viene actuando de manera de desarrollar nuevas competencias para el
sector industrial, as como promoviendo acciones en los campos de la reconversin y de la recalificacin profesional, que permiten ampliar el contratar personas con riesgo de prdida del empleo o desempleadas.
Dentro de este mbito, el SENAI ha realizado 408 actividades en el perodo
1995-1996 que involucraron aproximadamente 72 000 participantes, lo que re-
Documento preparado por Luiz Antonio CRUZ CARUSO, coordinador del rea de trabajo del
Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial y el Centro Internacional para la Educacin, Trabajo y Transferencia de Tecnologa para la CEPAL, especficamente para el proyecto conjunto
CEPAL-GT2: Polticas para mejorar la calidad, eficiencia y la relevancia del entrenamiento
profesional en Amrica Latina y el Caribe.
283
present 8% de las matrculas del SENAI dentro de las modalidades de entrenamiento y calificacin. Dentro de esas actividades se pueden citar el Programa
de Empresas Comunitarias (PEC), el Programa de Acciones Mviles Integradas
y las Acciones para las poblaciones de baja renta.
El PEC provee a los participantes de capacitacin tcnica, gerencial y mercadolgica y de apoyo para establecer redes de cooperacin con empresas o instituciones pblicas y privadas. El Programa de Acciones Movibles Integradas ofrece atencin a la poblacin de la regin norte en localidades alejadas de las capitales. Adems de ello, existe la posibilidad y la intencin de expandir ese programa hacia otros Estados del pas. El programa orienta la educacin profesional para el auto empleo y para la formacin de empresas o cooperativas, valindose de las instalaciones existentes en la comunidad.
Adems de las actividades de reconversin y recalificacin profesional el
SENAI implement una estrategia de gerenciamiento de sus unidades op eracionales (centros de formacin profesional y escuelas) con vistas a la con figuracin de la red nacional de tecnologas SENAI. Esa red nacional est
integrada por el SENAI y el Centro Internacional para la Educacin, Trabajo
y Transferencia de Tecnologa (CVIET), por los Centros Nacionales de Tecnologas (CENATEC) y por los Centros Modelos de Educacin Profesional
(CEMEPS).
El presente documento tiene por objeto presentar elementos que configuran la
actuacin de los centros nacionales de tecnologa, a partir de aspectos presentes
en los documentos oficiales de las instituciones y de prctica de algunos
CENATEC.
Inicialmente, se analizan las tendencias recientes en el mercado de trabajo brasileo (punto 2) y las tendencias de cambios en las instituciones de formacin
profesional (punto 3). Esos dos puntos sirven como referencia para entender el
proceso de constitucin de los CENATEC. A continuacin se pasa a revisar las
descripciones de esas unidades, inicialmente dentro del mbito de la red nacional de tecnologa del SENAI (punto 4) para, enseguida, analizar su prctica
(punto 5). Finalmente se presentan las conclusiones.
2. TENDENCIAS RECIENTES EN EL MERCADO
DE TRABAJO BRASILEO
La economa brasilea atraviesa profundas transformaciones en la dcada de
los aos noventa, como resultado de la apertura comercial y de la consecuente
284
reestructuracin productiva en las empresas, producidas principalmente debido a la forma de incorporacin de nuevos modelos de organizacin del trabajo
y de la produccin (en una proporcin bastante superior a la incorporacin de
la automatizacin industrial) 2 que se expresaron en estrategias como las de
downsizing, desverticalizacin y reduccin del personal. El proceso de tercerizacin reforz la tendencia de constitucin de un nuevo tejido industrial, basado
en relaciones contractuales distintas de las que prevalecan en el proceso de
trabajo ms verticalizado. La flexibilizacin de la produccin apunt, por lo
tanto, a la flexibilizacin de las relaciones de trabajo, a la polivalencia y a la
formacin de nuevas redes de subcontratacin.
Los cambios ms generales del mercado de trabajo en esos perodos pueden
verse en la secuencia de cuadros y comentarios que se presentan a continuacin.
En el cuadro 1 se observa un cambio relativo en la estructura de la mano de
obra ocupada entre 1991 y 1996, con la prdida de la participacin de la mano
de obra en la industria de transformacin en cerca de cuatro puntos porcentuales, teniendo como contrapartida un crecimiento de 6% en comercio y servicios,
que alcanz 56% en 1996.
Cuadro 1
PARTICIPACIN DE LA PEA POR SECTOR DE ACTIVIDAD
(En porcentajes)
1991
22
1997
17
Comercio/Servicios
Otras actividades
50
28
56
27
Total
100
100
Industria/Transformacin
Fuente: PME/FIBGE
285
Cuadro 2
PARTICIPACIN DE LA PEA
EN CUANTO A SU POSICIN EN LA OCUPACIN
(En porcentajes)
Fuente: PME/FIBGE
1991
54
21
20
5
100
1997
47
25
23
5
100
1991
65
21
14
100
1997
57
26
17
100
286
Cuadro 4
SALDO ENTRE CONTRATACIN Y DESPIDOS POR FAJA DE EDAD
(Sector formal entre 1991 y 1997)
Saldo
Fuente: CAGED-MTb
De 18 a 29 aos
2 627 411
De 30 a 49 aos
-1 263 676
Mas de 50 aos
-998 531
Por lo tanto, algunos hechos estilizados de los cambios del mercado de trabajo
en la dcada de los aos noventa, seran los siguientes:
Con el objeto de complementar esta caracterizacin de los cambios en el mercado de trabajo, se presentan algunos datos de los trabajadores que han perdido
su empleo en la industria.
Una primera constatacin es que las oportunidades de retorno al mercado de
trabajo formal decrecen continuamente a medida que el tiempo transcurre, entre los aos 1989 y 1993.
Cuadro 5
EVOLUCIN DE LAS OPORTUNIDADES DE RETORNO AL
MERCADO FORMAL
1989
1990
1991
1992
1993
Despidos
Reinsercin (3 aos)
2 802 651
3 073 117
2 635 654
2 037 467
1 893 389
2 049 214
2 105 711
1 746 043
1 311 125
1 187 363
287
Oportunidad de reinsercin
(en porcentaje)
73.12
68.52
66.25
64.35
67.51
Grfico 1
EVOLUCIN DE LAS OPORTUNIDADES DE RETORNO AL MERCADO
1990
1991
1992
1993
FORMAL
288
Cuadro 6
VARIACIN DEL EMPLEO DE LOS TRABAJADORES DESPEDIDOS DE LA
INDUSTRIA ENTRE 1989 Y 1993
(en porcentajes)
Caractersticas
Escolaridad
Hasta 4ta. serie
De 4ta. a 8a.serie
Segundo grado
Edades
De 18 a 29 aos
De 30 a 49 aos
Ms de 50 aos
Fuente: Raismigra
1989
1993
1989/1993
73
74
73
62
64
64
-15.1
-13.5
-12.3
76
72
53
67
62
35
-11.8
-13.9
-34.0
WEIMBERG, 1998.
290
no a ejecutarla; establecera reglas, definiendo polticas para la compra de capacitacin; demandara certificacin (para garantizar la calidad de su compra) y
atendera al sector informal y los desempleados 4 .
La relacin de las instituciones de formacin profesional con las empresas aparecera bajo las siguientes formas bsicas: aumento de la exigencia de nuevos
profesionales y programas de reciclaje, mayor apertura de las instituciones de
formacin profesional al mundo econmico y mayor actuacin de las empresas
como agentes de su propio proceso de formacin, con o son asistencia de las
instituciones de formacin profesional. La idea de alternar escuela/empresa
gana fuerza, principalmente entre las instituciones que actan en el rea industrial, donde cada vez encuentran ms dificultades en acompaar el desarrollo
tecnolgico y los cambios en los procesos de trabajo. Por otro lado, se reforzaba
de la dimensin pedaggica del proceso de trabajo, cada vez ms valorizada
por las empresas, de acuerdo a la forma de construccin pedaggica de competencia, dentro del mbito de organizaciones calificadas, en las que la innovacin tecnolgica de productos y procesos es una bsqueda permanente.
La demanda de los trabajadores por capacitacin se producira de manera autnoma, debido al crecimiento del sector informal, a las nuevas relaciones de ese
sector con el formal por medio de la constitucin de redes de subcontratacin, y
de un probable crecimiento de la demanda autnoma por capacitacin orientada a la constitucin de pequeos proyectos.
Un segundo tipo de cambios en la educacin profesional se producira por el
agotamiento del modelo de formacin basado exclusivamente en la ejecucin de
programas. La mayor proximidad de las instituciones de formacin profesional
con el sector productivo ocasion la necesidad de promover una visin ms
global del proceso de trabajo de las empresas, extrapolando la dimensin formativa strictu-sensu.
Con relacin a los mtodos de enseanza, habra una fase en las propuestas que
privilegian la construccin y la organizacin del conocimiento, el cambio en el
rol del profesor, la utilizacin de herramientas multimedias, la enseanza a
distancia y la modularizacin.
A partir de esas consideraciones, la emergencia de algunos modelos de formacin profesional, no excluyentes, pueden sugerir:
291
ii)
se basa en la competitividad;
iii)
La integracin de la educacin profesional con la prestacin de servicios preconiza la transferencia de tecnologa; el modelo basado en competencias reorganiza el proceso de formacin para desarrollar capacidades orientadas a la solucin de problemas en situaciones diversas; el modelo volcado hacia el auto empleo considera el empleo asalariado como un cuadro irremediablemente declinante, y dirige sus esfuerzos hacia las llamadas estrategias de desarticulacin
del mercado de trabajo formal.
Los CENATEC estn ms prximos del modelo que privilegia la integracin de
la educacin profesional y prestacin de servicios, aunque con interfases significativas con los otros dos modelos, de acuerdo a lo que se ver a continuacin.
3.1. Red Nacional de Tecnologa del SENAI
La Red Nacional de Tecnologa SENAI est constituida por el SENAI-CIET,
Centros Nacionales de Tecnologa (CENATEC) y Centros Modelos de Educacin Profesional (CEMEPS). Poseen un soporte informtico y computacional
que posibilita dar respuesta a diferentes demandas de las empresas y de la comunidad en general, independientemente de la existencia de competencias del
SENAI en la localidad de origen de esta demanda. El sistema de comunicacin
al interior de la red posibilita el acceso a la base de datos, nacionales e internacionales, bancos de especialistas y otros recursos, de manera de generar soluciones tcnicas, tecnolgicas y educacionales a los problemas de las empresas y
de la comunidad.
Los CENATEC son centros que actan en la capacitacin de tcnicos industriales a nivel, por lo menos de 2do. grado, adoptan prcticas de extensin tecnolgica, consultora a las empresas, difusin de informacin tecnolgica, certificacin de calidad y de desarrollo experimental de productos y procesos, orientados hacia el sector de actividad industrial en su rea competitiva. En sntesis,
los CENATEC ejercen funciones de: educacin tecnolgica, informacin tecnolgica, asistencia tcnica y tecnolgica e investigacin aplicada.
Los CEMEP cuentan como funciones bsicas la educacin para el trabajo, la
asistencia tcnica y la informacin tecnolgica. La educacin para el trabajo
292
desarrolla programas con metodologas flexibles, de acuerdo con las necesidades del mercado en calificacin profesional. Otorgan servicios de asistencia
tcnica y tecnolgica, utilizando recursos propios o en asociaciones internas y
externas. Y la funcin de informacin tecnolgica tiene como caractersticas
estratgicas: prestar servicios a travs de la captacin, adecuacin y difusin de
informaciones tecnolgicas e interligarse a la red nacional de tecnologa del
SENAI. Considerando que la educacin para el trabajo es el objeto final de los
CEMEP, es fundamental que los resultados del ejercicio de las actividades de
asistencia tcnica y tecnolgica y de informacin tecnolgica puedan alimentar
o enriquecer el proceso de enseanza.
La diferencia bsica entre los CENATEC y los CEMEP se refieren a la funcin
de la investigacin aplicada (inexistente en los CEMEP) y la intensidad con que
las dems funciones existen en cada tipo de unidad.
3.2. CENATEC - aspectos metodolgicos
En los orgenes de los Centros Nacionales de Tecnologa, a finales de la dcada
de los aos setenta, exista la idea-clave de una escuela de avanzada tecnolgica
en su proceso de enseanza. Posteriormente, se comenz a consolidar la idea de
una actuacin ms integrada (muchos de los problemas de las empresas no se
resolvan solamente con educacin profesional: era necesario tener una visin
ms integrada, lo que implicaba la realizacin de diagnsticos que cubriesen
otras dimensiones, como, por ejemplo, anlisis de procesos de fabricacin y de
productos, lay-out, etc.). En la dcada de los aos noventa, se consolidan en el
CENATEC las funciones de informacin tecnolgica e investigacin aplicada.
Aunque toda una experiencia se fue acumulando a lo largo de la dcada de los
aos ochenta en torno de una nueva forma de actuacin del SENAI a partir de
sus unidades operacionales (escuelas y centros de formacin profesional), fue
solamente en la dcada de los aos noventa que este proceso culmin en una
estructura denominada Centro Nacional de Tecnologa (CENATEC).
Se puede percibir de discusiones anteriores, producidas durante los acontecimientos de la dcada de los aos noventa, la existencia de factores de contraccin de las acciones de las instituciones que les impedan tomar nuevos rumbos.
La reduccin del ingreso de contribuciones pertenece a esa categora de factores
obligatorios. La principal fuente de financiamiento del SENAI tiene su origen
en la planilla de salarios de las empresas industriales y la reduccin del empleo
industrial volvi la necesaria la bsqueda de fuentes alternativas de ingreso.
293
multidisciplinariedad;
295
Las entrevistas de campo fueron realizadas por Elizabeth SAAR DE FREITAS, de la maestra
del IPPUR/UFRJ - Instituto de Investigacin y Planificacin Urbana y Regional de la Universidad Federal de Ro de Janeiro.
297
para mantenerse como centro de referencia es preciso, por ejemplo, invertir en la capacitacin del personal y, dada la gestin an centralizada
de personal y de recursos financieros se viene produciendo una prdida
de profesionales, principalmente debido a motivos salariales, que los hace emigrar hacia otras instituciones;
ii)
299
empresas en cuanto a la implementacin de cambios en los procesos y procedimientos de trabajo, destinados a la mejora de la calidad de los productos.
Certificacin de Calificacin (CEQ): aplica exmenes de calificacin de candidatos a la certificacin de ensayos no destructivos, siendo reconocidos como tal
por el Consejo de Certificacin de la Asociacin Brasilea de Ensayos no Destructivos (ABENDE). Es un ncleo acreditado por el sistema Nacional de Calificacin que trabaja junto con la ABENDE en la certificacin de profesionales que
actan dentro de la Petrobrs. Esta empresa exige la calificacin de los profesionales de las empresas que prestan servicios para ella y sta se realiza en el
Centro de Examen de Calificacin que es una parte del sistema nacional de
calificacin.
El Centro de Examen de Calificacin es acreditado junto al INMETRO que est
siendo preparado para ser auditado, de acuerdo con las normas de la ISO 9000.
Informacin Tecnolgica (IT): asesora el cuerpo tcnico para elaboracin de
trabajos, prestacin de servicios y anlisis aplicado. Tambin acta directamente junto a las empresas prestando informacin tecnolgica (servicio de preguntas y respuestas, bsqueda bibliogrfica, copia de documentos, acceso a
Internet, bases de datos y Red Antares), adems de publicacin de documentos.
Investigacin aplicada (PA): se realizan actividades de desarrollo tecnolgico
en reas potencialmente promisorias, en asociacin con empresas y universidades.
4.3. Interaccin entre los ncleos
En las entrevistas se destacaron algunos puntos revelando como se produce la
interaccin de los ncleos.
El primero se refiere a la interaccin entre las dems reas y la de educacin.
Por poseer un Centro de Calificacin (que realiza las certificaciones) y realizar
formacin profesional, el CENATEC debe adoptar determinados procedimientos. Ello porque el sistema de certificacin exige confidencialidad de pruebas y
gabaritos, de manera que la persona que realiza la calificacin profesional no
suministra clases ligadas al tema de la calificacin, porque, naturalmente, ella
pasara ese contenido de manera inconsciente (Entrevista). Los procesos de
auditora son permanentes y, si se comprueba que determinadas reglas no se
cumplen, al Centro puede quitrsele su licencia.
301
En los cursos de formacin de adultos existe la opcin de certificacin y, aquellos que desean, pueden someterse al test de calificacin, que es, por lo tanto,
voluntario y depende de la decisin del propio alumno. A veces, se detectan
puntos crticos en la prueba de calificacin de personas que fueron entrenadas
por el Sistema SENAI, o por otras instituciones. A partir de all, el personal del
rea de educacin procura perfeccionar los puntos fallidos y ese es un feedback
del rea de calificacin (certificacin) para el de educacin.
Un proceso semejante, aunque menos formal, se da entre las reas de asistencia
tcnica y de educacin. El hecho de estar permanente en contacto con las empresas provee un importante y constante flujo de informacin acerca de lo que
est ocurriendo en los procesos productivos, y con ello se posibilita crear nuevos cursos o alterar contenidos curriculares existentes.
Otro punto se refiere a la actuacin del rea de informacin tecnolgica, un
rea que se constituye en una puerta de entrada muy efectiva de servicios
para el Centro. La naturaleza de la solicitud y el plazo de ejecucin acaban
por definir, en la prctica, si el servicio puede ser realizado por la propia
rea de informacin o por las reas de asistencia tcnica o investigacin
aplicada.
Sobre este prisma se desarrolla una particular interaccin entre el ncleo de
investigacin aplicada y el de asistencia tcnica, en lmites que son, a veces,
nebulosos. Cuando slo se trataba de realizar el ensayo de una pieza, no
exista ese problema de delegacin de competencia entre las reas. Por lo
tanto, cuando pas a ser necesario, por ejemplo, desarrollar una estacin
robotizada de soldadura, surgi un cierto problema, porque es diferente
proyectar una estacin robotizada, en trminos de complejidad y de tiempo,
que hacer un ensayo de traccin. La empresa que quiere hacer un ensayo de
traccin en una pieza, en general, necesita de servicio inmediatamente. Por
otro lado, el perodo para montar una estacin robotizada tiene un plazo
mayor(Entrevista).
Por lo tanto, se intenta definir qu rea de servicios tcnicos trabajara en servicios donde la demanda tuviese un plazo menor de entrega, dejando la ejecucin
de trabajos ms complejos y lentos, que demandaran, en ciertos casos, el apoyo
de universidades, para el ncleo de proyecto de investigacin aplicada. Los
proyectos tienden, en determinadas etapas, a utilizar los profesionales que estn en el rea de servicios, momento en que nuevamente se produce interaccin
del rea de servicios con la de proyectos.
302
trata de la soldadura e inspeccin, donde se divulgan artculos tcnicos y cientficos, un vehculo que disemina las informaciones de mercado y de tendencias
tecnolgicas.
Por lo tanto, motiva al profesional a desarrollar en la prctica los conocimientos
y habilidades aprendidos. El profesional sale del Centro con una formacin
bsica. No se forma totalmente un profesional para soldar e inspeccionar, por
ejemplo, equipamientos submersos: l sale con una nocin bsica y en la prctica es el que va a desarrollar la habilidad para aquel servicio(Entrevista).
4.6. Comentarios finales
De acuerdo a esa forma de actuacin se percibe la necesidad de construir una
imagen ms clara del Centro, intentando garantizarle una especificidad dentro
del cuadro institucional de investigacin del pas. Segn uno de los entrevistados en la Universidad Federal de Ro de Janeiro (UFRJ) el personal es bueno en
los ensayos, en la UFMG, en materias de metalurgia y en la PUB, en vibraciones. El nico forum que intenta lidiar con todo el proceso, desde la parte del
proyecto, pasando por el proceso de soldadura, estudio de los materiales, calificacin del personal y los ensayos, slo se encuentra aqu en el CENATEC de la
soldadura (Entrevista).
Esa necesidad tambin puede estar asociada a factores de percepcin, en cuanto
a que la soldadura est evolucionando en el sentido de integrarse a otras reas,
como proyectos mecnicos, corrosin, seleccin de materiales, inspeccin, etc.
De acuerdo con las declaraciones la tendencia es que esos conocimientos se
incorporarn cada vez ms al proyecto del Centro(Entrevista). El hecho es que
el Centro fue originalmente concebido para actuar de manera prioritaria junto
al sector, actividad en declinacin industrial en el pas, lo que volvi fundamental ampliar su espectro de actuacin.
Segn los entrevistados, Brasil usa muy poco los recursos del rea, principalmente en trminos de estructuras metlicas. Una de las razones puede tambin
estar asociada a la ausencia de profesionales con determinado perfil. En ese
sentido, los profesionales de las reas de servicios tcnicos y de investigacin
del Centro estn identificando que existe un problema con el profesional que
trabaja en el rea de proyectos de soldadura. Tal vez se cree un curso para
especializacin de ingenieros, el que lo transformara en un ingeniero proyectista de estructuras y equipamientos, relacionado a la utilizacin del proyecto
de soldadura. Actualmente ese profesional es formado a lo largo del tiempo, lo
que puede llevar hasta 15 aos, despus de salir de la facultad (Entrevista).
304
vez, coordina las actividades ligadas directamente a la enseanza, entrenamiento, prcticas y material didctico. Adems de estos ncleos existe el de
administracin que responde por las actividades relacionadas a las finanzas,
personal, mantencin, adquisicin y servicios administrativos diversos.
Los dos sectores ligados directamente a la direccin son el de relacin con el
mercado, responsable por las actividades de divulgacin y de apertura y consolidacin de canales de comunicacin con el rea de actuacin del Centro y, el
sector de documentacin bibliogrfica, que coordina los trabajos de mantencin, actualizacin y divulgacin del acervo de la unidad, as como responde
por los servicios de informacin tecnolgica (acceso a bases de datos, boletn
tcnico), etc.
Las principales reas del sector alimentos que el CENATEC abarca son:
cerveza y gaseosas
carnes y derivados
frutas y hortalizas
panadera y confitera
helados
5.1. Estructura
El conjunto de las actividades relacionadas con cada una de las cuatro vertientes son:
Educacin tecnolgica. Esta vertiente engloba la mayor parte de las actividades
desarrolladas por el Centro. Tales actividades pueden agruparse en las siguientes categoras principales:
306
tes. Otras actividades ligadas a esta vertiente son los relevamientos bibliogrficos, identificacin de fuentes de informaciones tcnicas y artculos de peridicos, adems del acceso a bases de datos. Actualmente, una buena parte de la
demanda de informaciones tecnolgicas se proveen de micro y pequeos empresarios, adems de personas fsicas interesadas en montar su propio proyecto.
As, los servicios de orientacin tecnolgica no estn restringidos al rea de
actuacin del SDB, siendo ejecutados en grande por los equipos del NPA y del
NCR, las cuales elaboran respuestas y materiales especficos para cada demanda, agregando informaciones y conocimientos no disponibles en la literatura
tcnica.
Investigacin aplicada. Dentro de esta rea el Centro desarrolla proyectos,
encomendados por empresas o no, con el objeto de investigar asuntos inherentes a las reas de alimentos y bebidas. As, pueden ejecutarse proyectos que
estudian la utilizacin de nuevos ingredientes, desarrollo y adecuacin de nuevos equipamientos, modificaciones substanciales e innovadoras inherentes al
proceso, desarrollo de nuevos productos, etc.
Tales proyectos, cuando se ejecutan por solicitudes externas, pueden realizarse
en sigilo o no, o sea, al criterio del cliente. Cuando se trata de trabajo no solicitado, pero identificado como estratgico por el equipo del Centro, ste se convierte en un trabajo cientfico que se divulga en los medios adecuados para
ponerlo a disposicin de las empresas.
Como la mayora de los proyectos de investigacin son multidisciplinarios e
involucran diversos profesionales, recursos e infraestructura, el CENATEC
establece convenios de cooperacin con Universidades y Centros de investigacin, con el objeto de tornar viable la ejecucin de este tipo de actividad.
Otra modalidad de prestacin de servicios que el CENATEC posee es la posibilidad que las empresas e instituciones utilicen sus equipamientos e instalaciones
para la ejecucin de tests o ensayos de produccin, lo que tambin puede realizarse sigilosamente o no, dependiendo del criterio del cliente.
5.2. Interaccin entre los ncleos
Existe una gran preocupacin en el Centro para que los resultados de las diversas reas se reviertan hacia la enseanza. Segn las entrevistas hasta el ao
1995 se trabajaba con muchos docentes externos, por lo tanto pocos colegas
ejercan en la docencia. Siempre se mantuvo una gran preocupacin con los
docentes externos, porque ellos venan a dictar una clase y normalmente no
desarrollaban el producto y la consiguiente asistencia tcnica. De a poco se fue
308
Finalmente, la integracin entre los ncleos torna, a veces, poco ntido los lmites de actuacin de las reas de informacin y de asistencia. Las variables tiempo y complejidad de atendimiento aparecen actualmente como factores de reorganizacin de esa delimitacin: la informacin se confunde con la asistencia.
Se torna muy difcil, a veces, decir donde termina la una y comienza la otra.
Nosotros creamos un padrn: el servicio que no precisa de un desdoblamiento
mayor, no precisa de una elaboracin adems de la respuesta dada, consideramos como informacin (Entrevista).
5.3. Gestin de personal
El hecho que el Centro est localizado al interior del Estado de Ro de Janeiro le
confiere algunas especificidades en lo que respecta a la gestin de personal. De
acuerdo con los entrevistados nuestros profesionales vienen de otras regiones
309
con los supervisores tcnicos, o traemos palestras sobre el asunto con especialistas de empresas, o visitamos una que est con innovaciones en ese momento
y al regreso hacemos una mesa redonda para los alumnos (que cuando visitan
empresas van acompaados de un especialista de punta en el rea, consiguiendo un aprovechamiento total). Por ejemplo, aqu en el Centro contamos con un
matadero y lleg el momento en que presenciar la matanza de pollos es extremadamente importante en el mercado. Hoy, el rea est precisando de ello y
nosotros llevamos la matanza y el procesamiento a los alumnos (Entrevista).
Adems de ello, el Centro no tiene problemas de colocar alumnos en prctica.
Un ejemplo es el curso de control de calidad en alimentos, que va a terminar
en enero y ya tenemos a todos los alumnos colocados (Entrevista). Aun en el
campo de nuevas estrategias pedaggicas el Centro est desarrollando algunos
programas y utilizando la metodologa de enseanza a distancia. Estamos
viviendo la experiencia de colocacin de la fase escolar y de la fase de prctica
en la educacin a distancia: los alumnos durante el momento de la prctica van
a realizar un mdulo de educacin a distancia, siendo esa una primera experiencia en asociaciones con las empresas (Entrevista).
5.5. Comentarios finales
En la actual situacin, el Centro posee el sello bronce de CENATEC y, segn los
entrevistadores en condiciones de candidatearse al sello de plata. La idea es
entrar con la ISO 9002 y tener una unidad de planificacin estratgica de medio
plazo. Se hizo un seguimiento de informacin, que comenz con la planificacin
estratgica del SENAI Departamento Nacional, con criterios de largo, mediano
y corto plazo, e identificando los objetivos del SENAI-DP, las estrategias que el
SENAI-RJ va a utilizar y a partir de all estamos definiendo los escenarios internos y externos y promoviendo una reflexin sobre el futuro del Centro (Entrevista).
6. CONCLUSIONES
Aunque no sea objeto de este trabajo hacer una evaluacin del Proyecto
CENATEC, no se puede dejar de mencionar que, actualmente, es muy importante la presencia de los factores que componen el proyecto CENATEC en la
percepcin de los gerentes de los dos Centros entrevistados, tanto en la actual,
como en el futuro. Eso puede estar relacionado tanto a la necesidad de crear
parmetros externos que permitan mayor visibilidad a la actuacin del Centro,
en cuanto al proceso de obtencin de los ttulos, que son obtenidos a partir de
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pueden ser resueltos no slo por medio de la educacin profesional, sino ta mbin por asistencia tcnica, informacin tecnolgica e investigacin aplicada.
Finalmente adems del aumento de la productividad deben tomarse en cuenta
tambin las nuevas configuraciones del mercado de trabajo decurrentes de la
conformacin de redes de subcontratacin. El proceso de externalizacin implica la formacin de un nuevo tejido industrial en el surgimiento de nuevas relaciones de interdependencia entre las empresas contratantes y las contratadas,
las que contienen actualmente un fuerte grado de inestabilidad. Como las acciones de educacin, asistencia, informacin e investigacin podran contribuir
para el aumento de productividad en estas redes es todava una cuestin
abierta.
7. BIBLIOGRAFA
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