Olivia M. Stone (Prensa)
Olivia M. Stone (Prensa)
Olivia M. Stone (Prensa)
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HERMIGUA y su paisaje
humano. El ayuntamiento gomero se
propone dar a algunas calles el
nombre de sus hijos ilustres. 6/7
del domingo
revista semanal de EL DA
OLIVIA STONE:
aproximacin a
una biografa desconocida
La autora
irlandesa, aunque
afincada en
Inglaterra, Olivia
Stone.
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EN PORTADA
grave enfermedad que dur 18 meses, causada por el exceso de trabajo
y mi preocupacin por publicar estos volmenes[10].
A lo largo del texto Olivia Stone efecta constantes insinuaciones y guios a la tierra irlandesa como
avanzando de facto su naturaleza y
origen de dicha regin [11], y nos presenta al crculo de colaboradores y
amistades que estableci en el
tiempo que permaneci en las Islas
y en los aos en que estuvo preparando la edicin, con personajes que podramos subdividir en varias categoras: por un lado, el entorno consular, como los vicecnsules John Howard Edwards (Tenerife), James
Miller (Gran Canaria) o John Thomas
Topham (Lanzarote); por otro, la colonia britnica o anglfila afincada en
las Islas, como John y Hugh Hamilton, Mr. Reid, John Swanston o
George John GrahamToler; a continuacin, un elenco de personalidades europeas o extranjeras residentes en tierra canaria, como Hermann
Wildpret, G.B. Nixon o Arthur Henry
Bechervaise; y obviamente, los
miembros de la burguesa y nobleza
islea que no dejaron de atender al
matrimonio Stone durante su estancia: Lorenzo Machado Bentez de Lugo, Alberto Clogan Clogan, Luis
Renshaw de Orea, Juan de la Guardia o Gregorio Chil y Naranjo [12].
Como refuerzo de este vnculo afectivo y de agradecimiento con el Archipilago no podemos soslayar las entraables palabras que dirige a los canarios, que no nos resistimos a copiar en este punto: Quisiera decir
a los amigos de las islas que leyeron
este libro que en todo lo que he
escrito ya sea de virtudes o de faltas
he sido animada siempre de un sentimiento bondadoso hacia los habitantes y de amor hacia su tierra feliz,
las preciosas islas de los Bienaventurados [..]. Siempre recordaremos las
islas como nos parecieron a nosotros,
verdaderas islas Felices, lo ms parecido a un paraso terrenal del cual
pudiera cantar un Morris o un Tadema
pintara [13].
Atendiendo a estas escuetas referencias pareca obvio que, a fin de
conocer alguna referencia ms acerca
de la vida y dilucidar en s la identidad de Olivia Stone, debamos
bucear en la biografa de su esposo,
John Frederick Matthias Harris Stone
o sencillamente J. Harris Stone, como
le gustaba que lo llamasen [14].
Los anales britnicos son fecundos
hacia su persona y nos detallan de
inicio que haba nacido en la localidad de Bath (Somerset), en 1853,
siendo el sptimo de un total de siete
hijos en la familia conformada por
el procurador y secretario del ayuntamiento de aquella ciudad John Stone
(18181899), autntica personalidad en el mbito local [15]. Activo colaborador en prensa y reconocido
abogado tras haber estudiado en la
Dames School, en el Clifton College,
ambos en Bath [16], y con titulacin
acadmica en Ciencias Naturales obte-
Portada de
Tenerife y sus seis
satlites (arriba) y
dedicatoria de la
autora a la Biblioteca
Provincial
via Stone, gracias al inestimable recurso de los investigadores genealgicos britnicos [20], hemos tenido
acceso al censo efectuado en territorio anglosajn en 1881, fuente de
valor inestimable que nos abrir definitivamente el camino para conocer
su apellido de soltera y, con ello, su
origen familiar. En el empadronamiento aparece fielmente reflejada
la pareja objeto de nuestras inquietudes viviendo en el n 11 de Sheffield
Gardens, en Kensington, en la capital de Londres [21], bajo la siguiente
descripcin:
John Harris Stone, natural de Bath,
de 27 aos.
Olivia Mary [Hartrick] Stone,
natural de Irlanda, de 25 aos.
Mary Macaulay Hartrick, natural
de Irlanda, de 71 aos. Suegra del titular.
Dos nios: John Hartrick Stone,
de 1 ao; y un recin nacido, del que
no consta siquiera su nombre.
Cocinera, Beatrice Barrow, inglesa,
de 17 aos.
Enfermera domstica, Annie
McG. Simpson, irlandesa, de 26
aos.
La mencin del apellido Hartrick
nos hizo avanzar en ese sentido para
conocer la ascendencia familiar de
Olivia Stone, encabezada hasta donde hemos podido saber por John Hartrick, labrador establecido en la localidad irlandesa de New Ross, en
Wexford, quien tuvo, al menos, un
hijo, el reverendo Edward John
Hartrick (18121893) M.A. y T.C.D..
Este se despos en 1842 con la citada
anteriormente en el censo Mary
Macaulay Dobbs (18191892) hija a
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EN PORTADA
el 20 de agosto de 1882 y muerto el
1 de octubre de 1918, casado con Mabel
Stone que fallecera a su vez el 14
de julio de 1932. Esta pareja tuvo un
recin nacido, muerto prematuramente el 26 de diciembre de 1912 en
Dickinson, Texas.
Dudley, del que nada sabemos.
Ahondando, incluso, hemos podido
conocer que John Harris Stone se despos por segunda vez el 29 de diciembre de 1900 en la iglesia de St.
Marylebone, en Londres, con Lillie
Tully hija del ingeniero Thomas Dominic Tully, lo que nos est indicando
que Olivia Stone es muy posible que
haya fallecido en el transcurso del
ltimo decenio del siglo XIX [23]. Si
a este cmulo de indicaciones aadimos los datos obtenidos por la doctora y profesora Mara Isabel Gonzlez
Cruz para la vida del matrimonio Stone
tras su regreso a Inglaterra despus
de su periplo isleo [24], que afirma
que de Olivia M. Stone sabemos que
viva junto a su marido, John Harris
Stone, en una casa en Dover (Kent),
a la que haban puesto el nombre de
Fuerteventura, y que tenan decorada con abundantes recuerdos de
Canarias, contamos con apuntes para
rastrear en un futuro prximo la defuncin de nuestra aorada viajera
[25].
NOTAS:
[1] Como testimonio fehaciente de la actualidad e importancia de esta viajera en estas fechas,
y hasta finales del mes de febrero, en el Centro
de Historia y Cultura Militar de Canarias, ubicado
en el Fuerte de Almeyda, en Santa Cruz de Tenerife, se expone la muestra Olivia Stone y la naturaleza de las palabras, organizada por la Ctedra Cultural Alexander von Humboldt y el
Vicerrectorado de Relaciones Universidad y
Sociedad, de la Universidad de La Laguna, y comisariada por el profesor Francisco Javier Castillo.
[2] Garca Prez, Jos Luis [1988]: Viajeros ingleses en las Islas Canarias durante el siglo XIX. Santa
Cruz de Tenerife: Cajacanarias. pp. 175184.
[3] Vase la introduccin elaborada por Jonathan
Allen Hernndez en la traduccin de la obra de
Olivia Stone, donde se hace estudio pormenorizado de las pautas y caractersticas que definen la narracin de esta singular viajera victoriana. Stone, Olivia M. [1995]: Tenerife y sus seis
satlites. [Introduccin y revisin, Jonathan Allen
Hernndez; traduccin y notas Juan S. Amador
Bedford]; 2 vols.; Las Palmas de Gran Canaria:
Cabildo Insular.
[4] Garca Prez, J.L. [1988]. Op. cit. pg. 175.
[5] Ubicada en Oriel House, en Farringdon Street,
E.C., y con filiales en Belfast y Nueva York, como
se especifica en la referida portada.
[6] En la introduccin de su obra, la propia Olivia Stone cita expresamente que hemos escrito
varios artculos relacionados directa o indirectamente con las Islas Canarias en muchos peridicos
y revistas (Stone, 1995: I,11). Garca Prez cita,
a su vez, varios textos surgidos a propsito de
la edicin de la obra, como el incluido en la seccin Literature de The Atheneum Londres,
24 de marzo de 1888, o la crtica referida a la
psima transcripcin de los topnimos en la primera edicin, firmada por George F. Hooper en
The Academy en 1888. (Garca Prez, 1988 :
175 y 180).
[7] Las iniciales M.A., que provienen de la expresin latina magister artium, equivaldra aproximadamente a una licenciatura en gran parte de
las universidades europeas, con asignaturas sobre
Literatura, Historia, Geografa, Humanidades, Filosofa, Ciencias Sociales o Teologa, entre otras.
[8] Olivia Stone menciona en el transcurso de
John Harris Stone.
Foto cortesa de
Caravan Club.
Conclusin
No deberamos cejar en adentrarnos ms y ms en el conocimiento
de los detalles de esa interesantsima
parcela de nuestra idiosincrasia
constituida por la recopilacin de las
narraciones de todos aquellos viajeros y viajeras que hicieron estada
en el Archipilago y nos legaron descripciones, apuntes o referencias que
constituyen hoy parte de nuestro
acervo patrimonial. En el amplio imaginario dibujado por la historiografa canaria existen multitud de
temticas por desarrollar, de enigmas o confusiones por esclarecer, de
espacios en blanco esperando ser rellenados con el paso del tiempo, conforme vayan surgiendo nuevas fuentes documentales y detalles rescatados de algn papel rezagado, de una
memoria revisada, de una mirada
inquieta. La identidad de Olivia
Mary Hartrick Stone era una deuda
pendiente con una viajera que nos
ha legado, posiblemente, una de las
mejores obras de literatura de viajes existentes sobre las Islas. Saldar
ese dbito de memoria ojal sirva en
parte de sincero reconocimiento al
recuerdo y la figura de un espritu
privilegiado en una poca de cambios, de contrastes, de crecimiento.
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San Antonio Abad
(Las Maretas)
Imagen del santo
privado por deseo expreso de Baudilio Trujillo Daz, empresario, entonces esposo de Candelaria Hernndez
Figueroa, una lagunera que, por avatares del destino, se traslada hasta este
domicilio con afanes tratar de mejorar all su situacin econmica.
Don Baudilio, incorregible amante
de los animales, siempre gust la cra
de caballos de buen temple, y de burros
de raza endmica. Por ello, en su particular oratorio introdujo a su patrn,
san Antonio Abad, para que por
siempre les protegiera; extensivo
tambin a sus propios dueos y familiares como fieles devotos suyos.
La talla es una imagen de madera
policromada salida de la gubia experta
de Ezequiel de Len, afamado imaginero orotavense, que dej magnficas y bien logradas tallas y restauraciones. Alguna que otra de menor
resolucin. La que ahora referimos debe
de hallarse catalogada entre las primeras. Se entroniz en este lugar en
el ao de 1996 cuando ya la ermita
estaba concluida. El recinto y la imagen fueron bendecidos por don Fermn, un popular sacerdote que tena
bajo su responsabilidad la parroquia
de la Virgen de Roja, en El Mdano.
Dado que el sagrado lugar se inaugur
el 18 de abril de ese mismo ao, por
esa fecha, cada ao, le celebran su conmemoracin. Por tratarse de una
imagen privada, los actos son organizados por doa Candelaria a modo
de mayordomo de este oratorio y, a da
de hoy, contina encargada de su aseo
y conservacin. La fiesta consiste en
una misa abierta para todos cuantos
deseen participar.
En aquel primer acto litrgico celebrado entre sus muros actu como madrina Yanira Trujillo Cabrera, hija de
ambos cnyuges, entonces una nia.
En este santo lugar, a peticin de sus
dueos, han sido bautizado posteriormente alguno de los miembros de esta
familia, tal cual ocurriera con Aurora
Trujillo. Hoy el eremitorio pertenece
al Obispado de Tenerife por cesin de
sus propietarios.
Cuando la Virgen de Abona peregrina
por el municipio porque le corresponde
rememorar sus vivencias marineras,
tanto la Virgen del Carmen como san
Antonio Abad se renen para salir en
procesin a recibirla a la autopista, para
cumplimentarla y rendirle merecidos
honores y pleitesas, las que, como patrona del sur tinerfeo y alcaldesa perpetua de Arico, le corresponden.
Finalizado el recorrido y las preces, la
patrona sigue la ruta marcada, camino
de encontrarse con otra Virgen del Carmelo entronizada en la Caleta de Abona.
Las imgenes regresan a sus modestos altares con el mismo boato con el
que de ellos partieran.
NOTA DOCUMENTAL
Los datos referidos a esta ermita y
su dotacin fueron transmitidos al autor
por la propia protagonista, Candelaria Hernndez Figueroa.
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INVESTIGACIN
EN PORTADA
TURISMO
Cristino
de Vera
Naci en 1931, en Santa Cruz de
Tenerife. En 1946 inici su formacin
artstica en la Escuela de Artes y Oficios
de su ciudad natal, donde tuvo a Mariano de Cosso como maestro, quien le
hizo conocer el postcubismo y la poesa de la generacin del 27. En 1951, a los
20 aos, decidi irse a estudiar a Madrid,
donde frecuent el taller de Vzquez Daz. Complet su educacin en la Escuela
de Bellas Artes de San Fernando y en el
Crculo de Bellas Artes. A los 22 aos decidi empezar de cero y llevarse por su
propia intuicin.
En los 50, debido a su participacin
en una muestra colectiva en la galera
Xagra (1952) y a su primera individual
en la galera Estilo (1954), su pintura se
conoci dentro del panorama artstico
madrileo. Realiz otras exposiciones
individuales en la capital de Espaa: Sala
Alfil(1956y1957),AteneodeMadrid(1959).
En 1960 obtuvo una beca de la Fundacin Juan March por la cual viaj a Blgica, Holanda, Italia y Francia.
En los 60 y 70 particip en exposiciones colectivas en casi toda Espaa y tambin en exposiciones internacionales,
como la II Bienal de Pars en 1961, la Bienal de Venecia en 1963 y la Feria de New
York en 1964. En 1974 present una exposicin en la Rutland Gallery de Londres.
Ese mismo ao visit por primera vez
los Estados Unidos. En 1975 conoci India
y Brasil; en 1977, Rusia, y en 1978, Mxico.
En abril de 1976, el Ayuntamiento de
Las Palmas de Gran Canaria, present
una antolgica de su obra en el Castillo de la Luz. Luego volvi a exponer en
1982. En los 90 particip en tres ediciones
de ARCO (1990,1992 y 1994). En 1996,
el Museo Nacional Centro de Arte Reina
Sofa de Madrid le dedic una exposicin sobre su obra en papel, a la que le
sigui una muestra sobre sus dibujos en
el Centro Atlntico de Arte Moderno.
El artista reconoci la prctica, en sus
procesos creativos, de meditacin cercana a la mstica cristiana y oriental. Con
frecuencia ha sido llamado mstico,
debido a que su trabajo nace de la austeridad y la poesa, y se sostiene en un
estilo muy personal que siempre conduce a una reflexin espiritual. La temtica de su produccin artstica se centra en su obsesin por la muerte.
Su obra se encuentra en el Museo Provincial de Tenerife y en el Museo
Nacional Centro de Arte Reina Sofa. En
1997 cedi gran parte de su produccin
artstica al Gobierno de Canarias, y puso
como condicin que sta fuera expuesta
para disfrute y conocimiento de todos
los canarios.
Ha sido galardonado con el Premio
CanariasdeArte,yen1998recibilaMedalla de Oro de las Bellas Artes y el Premio
Nacional de Bellas Artes.
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PAISAJES
econocida y celebrada a lo
largo de los siglos la belleza
natural, la bondad del
clima y la riqueza acufera
de este municipio gomero,
la actual corporacin municipal se ha
propuesto dar a conocer tambin los
valores personales de sus conciudadanos
y vincularlos a la historia del pueblo
como nuevos referentes de la red viaria. Por un imprescindible requisito de
funcionalidad, todos los pueblos necesitan sealar y distinguir los elementos
que los conforman: montaas, barrancos, barrios, calles, plazas, caminos,
edificios, para facilitar su localizacin a residentes, visitantes y a la propia administracin (1). Por ese motivo,
el Ayuntamiento de Hermigua ha elaborado un nuevo callejero municipal
y, para ello, ha propuesto los nombres
de catorce personas vinculadas al municipio y el de una entidad musical de
reconocido prestigio, Los Sabandeos.
La costumbre de poner nombre a todo
aquello que nos rodea es tan antigua
como necesaria. La Biblia remonta los
orgenes de esta actividad al primero
de sus libros, el Gnesis, cuando Yav
coloc a todos los animales ante Adn
para que ste los fuese nombrando, y
su necesidad la manifest Gabriel
Garca Mrquez cuando, en Cien aos
de soledad, nos cuenta que el mundo
era tan reciente que muchas cosas carecan de nombre, y para mencionarlas
haba que sealarlas con el dedo. Los
municipios tambin requieren nombres para definirse, vocablos que se pueden referir a sus contenidos orogrficos: El Cedro, Los Roques, La Vegueta;
a los testigos de las realizaciones
humanas: El Convento, El Pescante, La
Academia; a los asentamientos
poblacionales: Ibo Alfaro, La Piedra
Romana, El Llano Campo, y, tambin,
a los distintos tramos de sus vas de
comunicacin.
Cuando una corporacin municipal
decide denominar a una parte del territorio con el nombre de una persona o
de una institucin, le est concediendo a esa persona o a esa institucin,
la mxima consideracin posible: in-
Hermigua reivindica
su patrimonio humano
vitarla a formar parte del municipio.
El valor de un regalo no est nunca
en el precio de mercado, sino en la generosidad del que lo hace. El que da todo
lo que tiene est haciendo el mayor obsequio posible y el Ayuntamiento de Hermigua nos est ofreciendo todo lo que
tiene: los nombres de las distintas partes que componen el trmino municipal.
Probablemente, el carcter de permanencia que conlleva la distincin
es el que tiende a frenar a los regidores municipales a la hora de conceder
ese nombramiento u otro, como hijo
adoptivo o predilecto, en vida del homenajeado, ante el riesgo de que su trayectoria posterior pudiera no ser digna de tal privilegio.
Otra cortapisa para la concesin de
honores municipales suele ser el lugar de nacimiento, porque el natural
Paisajes naturales
de Hermigua, tan
dignos de elogio
como su paisaje
humano.
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PAISAJES
El municipio
gomero se apresta a
dar a sus calles
nombres de paisanos
destacados.
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FUERON FELICES
Y COMIERON PERDICES
Qu pas cuando se acabaron las perdices?