El Abecedario Latino 2014
El Abecedario Latino 2014
El Abecedario Latino 2014
LINGVA LATINA I
EL ABECEDARIO LATINO
Primero, aprendemos a hablar y, mucho ms tarde, a escribir; en la historia de
la humanidad, el proceso es parecido: la historia de las lenguas, como hemos visto, es
muy antigua; la historia de nuestra escritura, mucho ms reciente. Los hombres
hablan lenguas diferentes (chino, rabe, ingls, etc.) y tambin utilizan diferentes sistemas de escritura. La historia de la escritura presenta dos perodos bien diferenciados: la escritura no fonolgica (pictogrfica e ideogrfica) y la escritura fonolgica
(silbica y alfabtica).
La historia de la escritura
Escritura pictogrfica
Representa objetos reales mediante un
dibujo simplificado; as un pictograma
que representa un ojo significa ojo, etc.
La escritura jeroglfica egipcia es una escritura pictogrfica.
Escritura ideogrfica
En esta escritura, los dibujos ya no representan objetos, sino ideas o palabras. En
China existe actualmente un sistema de
escritura ideogrfica. Este sistema de escritura presenta problemas por la elevada
cantidad de signos que hay que memorizar y usar para escribir.
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El abecedario latino
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zeta
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principales instrumentos que nos permiten saber cmo se pronunciaba una lengua
como el latn en el pasado.
1. En primer lugar, tenemos la filolga histrica y comparada. Si una palabra latina
como mter, por ejemplo, ha evolucionado hasta el italiano y espaol madre, cataln mare, francs mre, portugus me y en todas esas lenguas sin excepcin la letra m se pronuncia de la misma manera, podemos acaso dudar de la pronunciacin de
las otras letras de la palabra; pero no tenemos en principio ninguna razn para pensar
que la m se pronunciara de ninguna otra forma en latn de como se pronuncia en todas
esas lenguas que derivan de ella. Si comparamos luego el latn no con sus lenguas hijas
que evolucionaron a partir de ella en tiempos posteriores, sino con las lenguas hermanas que estn relacionadas con ella porque comparten un origen comn an ms
antiguo, las llamadas lenguas indo-europeas, y observamos que la letra m ha mantenido exactamente la misma pronunciacin, independientemente del latn, hasta el griego
moderno [mi.'t.ra], alemn Mutter ['m.t] e hindi
['m:.t:], todos los
cuales corresponden al latnmter, entonces encontramos razones una vez ms para
estar bastante seguros de la forma en que se pronunciaba la m latina. Analogas similares pueden establecerse para todas las dems letras. La filologa histrica y comparada puede explicar tambin los casos en que observamos diferencias en las lenguas
relacionadas, como la presencia de una en francs o una u en alemn donde tenemos en latn, y podemos as tener una idea de la forma en que el latn se pronunciaba
o dejaba de pronunciar.
2. Tenemos tambin el testimonio escrito de los gramticos latinos, que describieron cmo se articulaban los sonidos, o los escritores latinos en general que hicieron
comentarios sobre muchos aspectos de la pronunciacin.
3. Los errores ortogrficos que encontramos en inscripciones tambin nos iluminan acerca de la pronunciacin de la poca. Si durante un cierto siglo todo el mundo
escribe quus cuando quieren decir justo, y equus cuando quieren decir caballo, y
no encontramos, ni aun en los escritos de los menos educados, a nadie que confunda
las dos palabras, pero en el siglo siguiente mucha gente, incluso los mejor educados,
empiezan a dudar y escriben a veces equus para decir justo y quus para caballo,
podemos deducir dos cosas: primero, que en el siglo posterior la pronunciacin
de y e era lo suficientemente similar para que incluso la gente educada cometiera
errores cuando escriban esas palabras que no tienen ninguna otra conexin; y, segundo, que en el siglo anterior, por el contrario, la pronunciacin de y e era todava
lo suficientemente distinta para que ni siquiera la gente sin educacin confundiera las
dos palabras al escribir.
4. Finalmente, la poesa nos ofrece un montn de indicios sobre la pronunciacin,
dado que un poema debe cumplir ciertas reglas de sonoridad que nos dicen cmo deban pronunciarse las palabras para crear el ritmo adecuado.
Con todas estas herramientas y la cantidad de documentos que han llegado hasta
nosotros desde la antigedad, podemos estar seguros de que sabemos con bastante
exactitud siempre hay, por supuesto, algunas reas obscuras de importancia menor cmo se pronunciaba el latn durante el periodo clsico. Se invita a los alumnos
interesados a que se remitan a W. Sidney Allen, Vox Latina, The Pronunciation of Clas-
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sical Latin, Cambridge University Press 1992 [1965], donde se encontrar un tratamiento mucho ms detallado de todos estos temas.
Existen pocas diferencias con el alfabeto que nosotros utilizamos. Adems, sobre
su pronunciacin tenemos que tener en cuenta:
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Pronunciacin italiana del latn
Es la pronunciacin de la Iglesia Catlica. Tras la cada del imperio romano, el latn,
que sobrevivi como lengua docta, pas a pronunciarse en cada pas de acuerdo con
las convenciones de los respectivos vernculos; as, la palabra latina ltitia [la.'t.t.a]
recibi en Italia la pronunciacin [le.'ti.tsja] como el nombre italiano Letizia, en Espaa [le.'ti.ja] como el nombre Leticia, en Inglaterra [l.'t.], etc. (cf. Op. cit., "Appendix B: The pronunciation of Latin in England", pp. 102-110). Estas pronunciaciones
tradicionales, que cambiaban de un pas a otro, estaban vigentes en cada pas en todas
las reas del latn, tanto en contextos acadmicos como en los eclesisticos, por supuesto de manera indistinta dado que nunca hubo conciencia de que debiera haber
una divisin entre los dos. Es incorrecto pensar, por lo tanto, como a no pocos en
nuestros das se les ha inducido errneamente a creer, que existiera histricamente
una pronunciacin del latn especficamente eclesistica o que la pronunciacin italiana hubiera sido usada jams por los no italianos. Contra estas diferentes pronunciaciones tradicionales, es cierto, haba habido a lo largo de la historia distintas iniciativas eruditas para promover una pronunciacin unificada del latn; sin embargo, stas
no se basaban en el vernculo italiano, sino ms bien en el testimonio de las fuentes
antiguas, que normalmente se entenda que apoyaban el principio de "una letra un
sonido" independientemente del contexto ortogrfico, como parecan sugerir descripciones fonticas de las letras del alfabeto como la que proporciona, por ejemplo, Marciano Capela en su D nuptis. Estas tendencias unificadoras eruditas, por supuesto,
afectaban al latn usado tanto dentro como fuera de la iglesia de manera indistinta,
dado que durante siglos acadmicos y eclesisticos fueron las mismas personas. De
hecho, ese tipo de pronunciacin todava estaba vigente en la corte del papa Len XIII,
como puede percibir fcilmente cualquiera que escuche las grabaciones de 1902 del
castrato italiano Profesor Alessandro Moreschi (dice [pon.'ti.fi.kem], ['e.ti.am], etc.).
Sin embargo, esos esfuerzos eruditos fracasaron durante siglos en el intento de desplazar las varias pronunciaciones nacionales que tradicionalmente prevalecan en los
diferentes pases, tanto dentro como fuera de la iglesia.
Conforme la erudicin se fue haciendo cada vez ms sofisticada, el simple principio
de "una letra un sonido" se refin mediante la ulterior inspeccin de las fuentes antiguas, notablemente por Erasmo y sus sucesores, y la tendencia a acercar la pronunciacin del latn cada vez ms a la que tena en poca clsica se convirti en el objetivo de
los mejor educados, que estaban tambin cada vez ms desconectados de los medios
eclesisticos. Tras el fascinante avance que la ciencia de la filologa experiment en los
ltimos cien aos la filologa comparada cientfica no empez realmente hasta el
siglo XIX, con el desarrollo del inters por el snscrito que lleg de la mano de la colonizacin europea de la India, fue finalmente posible recuperar la pronunciacin
clsica del latn con notable precisin. El esplendor de esta hazaa intelectual de la
ciencia filolgica hizo que en un muy breve espacio de tiempo la pronunciacin erudita unificada del latn finalmente desplazara las diversas pronunciaciones vernculas
tradicionales de todas las reas educativas de todo el mundo (excepto, parcialmente,
en Italia); pero dado que la erudicin y la iglesia iban ya entonces por caminos completamente divergentes, las distintas pronunciaciones tradicionales prevalecieron en
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el contexto eclesistico. Este siglo vio, por tanto, por vez primera en la historia, una
divisin entre la pronunciacin del latn dentro y fuera de la iglesia, y el nacimiento de
la etiqueta de 'eclesistico' para lo que no eran sino las pronunciaciones tradicionales
vernculas del latn. Como haba sido el caso tradicionalmente, esas pronunciaciones
vernculas eran todava diferentes en los distintos pases, y como respuesta a la eficaz
internacionalizacin de la pronunciacin erudita, las autoridades eclesisticas comenzaron una batalla por la unificacin tambin del latn eclesistico; pero, en vez de
hacerlo mediante la finalmente prspera pronunciacin de los eruditos, que era en
origen no menos eclesistica que las vernculas, decidieron intentar propagar la pronunciacin tradicional de un solo pas, Italia, al resto del mundo. El papa Po X expres
este deseo en una carta al arzobispo de Bourges en 1912 (cf. Op. cit., p. 108) y la anhistrica identificacin del latn eclesistico con la pronunciacin verncula del italiano moderno se ha estado difundiendo desde entonces. Aun con todo, todava en los 80,
los ltimos sacerdotes espaoles a los que o usar el latn seguan aferrndose firmemente a la pronunciacin espaola, y s muy bien que la pronunciacin alemana del
latn es todava la norma en ese pas. En cualquier caso, la desaparicin del uso del
latn en la iglesia parece estar haciendo irrelevantes tanto las pronunciaciones tradicionales locales en general como la italiana en particular.
Se recomienda utilizar esta pronunciacin en el canto sacro y, especialmente en
las iglesias. Emplea la pronunciacin romana para el uso litrgico, que se adapta en
varios puntos a la fontica del italiano. Incluimos slo las caractersticas que difieren
de la pronunciacin clsica.
a) Los diptongos ae y oe se pronuncian como (e)
b) La combinacin ph se pronuncia como (f)
c) Las slabas ce y ci se pronuncian como (che) y como (chi)
d) Las slabas ge y gi se pronuncian como (ye) y como (yi)
e) El grupo consonntico gn se pronuncia como ()
f) La slaba ti seguida de vocal se pronuncia como (ci)
Caractersticas de la acentuacin latina
La lengua latina no tiene acento grfico, pero ste se puede emplear como un
medio para facilitar a los principiantes la pronunciacin correcta del acento prosdico
o fontico.
1. Slo tiene acento prosdico.
2. No tiene palabras agudas ni sobresdrjulas.
3. La mayora de las palabras son graves y algunas otras esdrjulas:
- En las palabras de dos slabas, el acento cae siempre sobre la primera, cualquiera que sea su cantidad: ptrem, rsam.
- En la de tres o ms slabas, el acento se coloca en la penltima, cuando sta
es larga: co-l-rem; y en la antepenltima, cuando la penltima es breve:
r-b-rem.
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4. Las palabras aumentadas por una de las partculas enclticas (-que, -ve, -ne) se
acentan en la penltima slaba: rma + que, ve, ne = armque (y las armas),
armve (o las armas), armne (las armas?).
5. El diptongo ae se pronuncia /e/; aunque en latn era diptongo, la fontica del
castellano casi obliga a pronunciarlo en dos slabas. Por tanto, hay que evitar la
pronunciacin arromanzada como una simple */e/: quae se lee /kue/, no
*/kue/. Lo mismo se aplica al diptongo oe, menos frecuente, que se pronuncia
/e/: amoenus se pronuncia /amenus/, no */amnus/.
Entonces, si acabamos de decir que ae es un diptongo, una pronunciacin del
tipo */rose/ estara acentuando la ltima slaba, es decir, realizndola como
aguda. Este error es muy comn y hay que atacarlo de forma directa y contundente. El diptongo ae es desinencia de dos casos importantes: el genitivo singular y el nominativo plural. Respecto al caso del genitivo singular, sobre todo,
porque es la segunda forma del enunciado de un sustantivo; todo el mundo
habr escuchado, no sin cierta chanza, el tpico rosa, rosae */rsa rose/
(cuya pronunciacin correcta es /rsa rsae/). En cuanto al nominativo
plural, porque es la forma de facto con la que formamos los plurales latinos cuyos singulares acaban en -a (la 1 declinacin); si nos referimos a una nia, escribimos puella y pronunciamos /pulla/ y, si nos referimos a nias, escribimos puellae y pronunciamos /pullae/, no */puelle/.
Bibliografa consultada:
Diccionario Enciclopdico Quillet, Editorial Argentina Arstides Quillet, Buenos Aires, 1976.
MARCOVICH, Miroslav, Latn en seis lecciones, Grficas Marina, Barcelona, s. f., p. 17.
NAVARRO GONZLEZ J. L., Latn 4, Anaya, Madrid, 2008, pp. 13-14.
OROZ, Rodolfo, Latn I, Kapelusz Venezolana, Caracas, 1983, p. 5.
RODRGUEZ ESTRADA, Mauro, Presencia del latn en el espaol, Limusa, Mxico, 2004, p. 23.
ROYO, Martha, Latn I- lengua y civilizacin, Ediciones Colihue, Buenos Aires, 2005, p. 11
VITAL RAMREZ, Crisanta, Etimologas grecolatinas del espaol, Oxford, Mxico, 2006, pp. 202203.
http://cristobaldemorales.net/content/fonetica_latina
http://avitus.alcuinus.net/schola_latina/soni_es.php
http://www.delcastellano.com/2013/10/13/corrijamos-errores-basicos-pronunciacionlatina/