De LA Regeneracion Del Pueblo

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DE LA REGENERACIN DEL PUEBLO A LA HUELGA GENERAL

Gnesis y evolucin histrica del movimiento popular en Chile


(1810.1890) Sergio Grez Toso, por Alexis Gallardo
CAPITULO IV
Las primeras experiencias del bajo pueblo (1810-1830) La contienda por la
Independencia fue liderada por la aristocracia criolla. Ningn otro sector social de la
vieja sociedad colonial poda asumir ese papel, esto gracias a su riqueza, ilustracin,
intereses, preparacin y prestigio (conjunto de caractersticas propias de su condicin
social), fue un nuevo pacto colonial.
Los sectores populares y la lucha por la Independencia La aristocracia patriota debi
recurrir ms que al mero discurso para poder sumar al sector popular a su proyecto, ya
que estos no tenan sentido de nacionalidad no tenan que nada que ganar en la nacin.
Una forma fue enrolar a las masas de campesinos, ya sea por la fuerza o no, bajo las
rdenes de sus amos que se haban convertido en lderes del movimiento
independentista. Pero hubo otros campesinos persuadidos por las fuerzas realistas
(apego al rey, a la iglesia, a la tradicin, entre otras) que combatieron contra sus
patrones patriotas, visualizados como su enemigo directo, su enemigo real.
Otro sector de trabajadores (campesinos y artesanos de la zona central) apoy al
bando patriota, con mayor intensidad en la reconquista 1814-1817 a causa de las
arbitrariedades y crueldades perpetradas por las tropas realistas.
Las guerras de la Independencia en Chile, al igual que en otros pases
hispanoamericanos, se asemejaron a verdaderas guerras civiles, ya que la divisin de
patriotas y realistas en la elite se replicaba en el sector popular. Hubo en el perodo un
bandidismo social, verdadera guerra campesina de descontento social frente a la
explotacin y el quiebre de la tradicin. Este tipo de lucha es caracterizada por los
hermanos Pincheira, que entre 1817 y 1832 se mantuvieron fieles al rey.
Otro sector fue el de los mapuches del sector sur, donde la gran mayora adhiri
a las causas del rey luego de un parlamento en 1814 donde los espaoles reconocan la
frontera del Bo-Bo, comprometindose a cambio de dar su apoyo al bando realista.
Los criollos aspiraban a crear un Estado nacional que incluyera la Araucana, mientras
que la Corona haba estabilizado la frontera.
Los esclavos tambin fueron participes del proceso, donde debieron comprar su
libertad a cambio del impuesto de sangre que constaba en darles libertad siempre
cuando se integraran a los ejrcitos patriotas de forma voluntaria, luego (como siempre
pasa con los esclavos, se los cagaron) OHiggins les dijo que slo se les pondr en
libertad cuando hubiesen reconquistado Chile se hubiesen desembarazado de
enemigos, la que slo se logr cuando la amenaza realista haba perdido importancia.
Estas irrupciones dispersas, limitadas, controladas, y prepolticas, fueron la
antesala predominante de convocatoria poltica del pueblo generada por las distintas
fracciones de la elite, donde se buscaba a la masa para inclinar la balanza a su favor.
Las Turbas urbanas Se trata de un fenmeno tpico de las ciudades pre-industriales,
compuesto por el desheredado comn, sin que sus caractersticas prepolticas
significaran ausencia explcita o implcita de lo poltico. Sus disturbios sin ideas (de
manera coyuntural) no eran simplemente protesta. La turba espera obtener algn
beneficio de sus asonadas, buscaban concesiones inmediatas. La turba era tradicionalista
a falta de algo mejor, en el fondo la muchedumbre no estaba realmente vinculada a

ningn gobernante, monarca o sistema, slo defenda intereses personales y


coyunturales. La plebe permaneca ms bien pasiva, sin protagonismo, siendo arrastrada
a movilizaciones espordicas. Slo muy ocasionalmente sus acciones respondan a una
defensa consciente y colectiva de sus intereses.
La reaccin poltica de la Reconquista (1814-1817) puso momentneamente fin
a las primeras incursiones del bajo pueblo, pero del debilitamiento de los espaoles en
el territorio, afloro de manera ntida el descontento del bajo pueblo, aunque este fue
prepoltico. En un par de manifestaciones la muchedumbre se acostumbr al saqueo de
las propiedades de los comerciantes (me huele a terremoto). Estos organizados,
inquietos por sus propiedades, reactivaron un cuerpo de milicias urbanas denominadas
batalln del comercio, para la proteccin antes ladrones y la plebe. Ya se mencion
que generalmente de persuada al populacho para uno u otro bando, pero esto constitua
un problema: su movimiento puede adquirir autonoma y escapar a todo control.
En fin la presencia de las turbas se convirti en un peligro del cual no podan
hacer caso omiso ni las autoridades ni los sectores acomodados: el comercio pasaba por
horas y a veces por das enteros de inquietud y de alarma por el temor de un saqueo.
Las clsicas consignas patriticas de la plebe fueron su violencia en contra de la
propiedad privada y los smbolos del poder (poltico y religioso), es decir, su comn
odio a los ricos y poderosos.
Para que el bajo pueblo accediera al nivel de la poltica faltaba, entre otras condiciones,
la estructuracin de un discurso tendiente a su constitucin en sujeto autnomo, capaz
de interpretarlo, darle confianza y dotarlo de una identidad positiva que lo diferenciara
en sus intereses y aspiraciones de la aristocracia revolucionaria.
La proclama de fray Antonio de Orihuela: primer intento por constituir un sujeto
autnomo popular Antonio de Orihuela fue un fraile franciscano que habitaba en
Concepcin que para el ao 1811 formaba parte del ala radical del perodo. Este
personaje tuvo unos problemas con el congreso donde planteaba sus ideas, las que Grez
analiza en los siguientes 5 puntos: 1) sus destinatarios: generalmente se refiere al
pueblo de Chile, pero sus palabras no dejan duda de que se dirige a los sectores
populares (artesanos, labradores, pobres mineros); 2) causantes de las desdichas del
pueblo: el fray reconoce que la aristocracia espaola y a burocracia espaola son los
responsables, se refiere tanto a una critica econmica como poltica, esto por las
acusaciones de poder que realiza; 3) la separacin de aguas al interior de la sociedad:
establece un nosotros y ellos, donde el bienestar de la aristocracia se sostiene en el
sufrimiento del pueblo; 4) esbozo de un proyecto igualitario: el fray no logra definir un
programa poltico y social, pero si se enmarca en una idea de sociedad marcada por la
igualdad entre los hombres; y 5) la constitucin de un sujeto autnomo y popular: llama
al pueblo a levantarse, a organizarse a expresarse y a arrebatar el poder a la aristocracia,
por medio de una revolucin que imponga la igualdad..
La convocatoria al bajo pueblo no tuvo eco, ya que este era an un
conglomerado heterogneo de individuos iletrados, imbuidos de una mentalidad
tradicional y sometidos a una opresin, que era al mismo tiempo, tnica y social.
El movimiento de los lancheros, marineros, pescadores, y otros sectores populares
de Valparaso en 1825: una experiencia original Este movimiento se origina con dos
decretos gubernamentales. El primero del 8 de julio de 1825 donde el ministro de
Hacienda y Marina Rafael Correa de Saa decreta el desarme de los buques de la
escuadra que no estaban en servicio activo. La medida dejaba sin trabajo ni recursos a
las tripulaciones, a las cuales ya se les deban varios meses de sueldo. Luego el

siguiente decreto decretaba que el descargue y traslado de la mercadera en el puerto de


Valparaso se hiciera en doce embarcaciones del Estado y slo con empleados, con esto
las canoas de los mercantes pequeos mercantes deban mantener la distancia ante los
buques para as evitar el contrabando. El cabildo de Valparaso no pudo ser sordo ante
los males que embestan a la poblacin, por lo que dirigi sus penas al gobernador
Zenteno. Luego de aquello se convoc a la plaza de Sn Agustn para que se realizara un
cabildo abierto, a la que llegaron cerca de un millar de personas donde acordaron no
obedecer las disposiciones del ministro y le pidi al gobierno que derogara tales
decretos. Luego de una serie de hechos (pp. 200 para ms informacin), Freire aboli el
reglamento de carga y descarga ya que priva a mucho individuos de los recursos en que
tenan vinculada su subsistencia, y se ocasionan al comercio entorpecimientos, que a
toda costa deben evitarse. Esta movilizacin portea triunf, pero el gobernador
Zenteno debi pagar el costo poltico por vincularse a las demandas populares.
Lo curioso de la movilizacin fue que el 26 de octubre de 1825 se pone en
vigencia un senado consulto del 27 de noviembre de 1819 que prohiba las peticiones
populares, ya que se presta para abusos y actividades sediciosas. Por lo tanto, la
primera manifestacin moderna de la era republicana se salda ambigua, por una parte
porque su reivindicacin era aceptada, y por el otro lado, el embrionario movimiento
deba conquistar el primer derecho: el de peticin.
La importancia del movimiento recae en lo que algunos historiadores, como
Marcelo Segall, han catalogado como la primera resistencia de los trabajadores que se
proyect con fuerza sobre la correlacin poltica del pas. Adems cabe destacar sus
diferentes formas de luchas tales como: la realizacin de asambleas populares, la
agitacin, la difusin de proclamas, el envi de delegados portadores de las
reivindicaciones ante las autoridades, incluso la preparacin de una resistencia armada
al gobierno central.
La convocatoria poltica instrumental o tradicional La convocatoria puramente
utilitaria y coyuntural del bajo pueblo fue la forma de relacin poltica ms corriente
entre la elite y los sectores populares en el s. XIX. No se buscaba una adhesin slida,
permanente y participativa, sino ms bien pragmtica, inmediata, para inclinar la
balanza a algn bando de la elite en pugna. Lo ms comn era una movilizacin de
segmentos del pueblo para poder ganar votos en tiempos de elecciones. Siendo
indiferentes a las motivaciones de los partidos en lucha, los sectores ms miserables
estaban dispuestos a venderse al mejor postor, o en sentido estricto, seguir a aquellos
que les brindasen beneficios inmediatos.
Ya a mediados de los aos veinte, la elite cre las llamadas sociedades de
artesanos, la cual slo fue una instrumentalizacin de la acumulacin de masa
electoral. Esta prctica se materializa con la manipulacin de los artesanos, quienes no
tenan verdadero conocimiento de los objetivos de la sociedad.
En la constitucin de 1828 se incluye a los comicios a un sector ms amplio de
la poblacin, reconociendo a quienes formaran parte de las filas de las milicias cvicas,
llegando al electorado nuevos elementos. Estos eran principalmente artesanos
provenientes del campo y de la ciudad. Cabe sealar que en este perodo eran pocos los
artesanos que saban leer, lo cual jugaba a favor de la elite que precipitaba a estos
sectores al electorado y, adems originaba la exaltacin pblica, provocando desrdenes
y violencia en poca de elecciones.
La prensa pipiola de la poca, el Fanal, consider que previo a su participacin
poltica los trabajadores deban alcanzar la moralidad civil de que carecen en general,
deban ser buenos padres de familia, amigos, decentes, veraces, puntuales, respetuosos

ante la ley y sus superiores. Segn este mismo peridico, los trabajadores no podran
hacerse cargo de los negocios pblicos ya que jams, ni an entre nuestros brbaros
indgenas, saldra de una carpintera o zapatera uno a mandar el Estado, el ejrcito o
dictar leyes slo por la calidad de zapateros o carpinteros.
El 11 de Abril en San Felipe surge una sociedad de artesanos, la cual posee
claras reivindicaciones polticas (pp. 214 para ver manifiesto de la sociedad). Esta
sociedad sufre crticas de la prensa gobiernistas, ya que se le acusaba de ser manipulada
por un sector de la oposicin (federalista) para poder crear descontentos en el pueblo.
Esta sociedad se ve interrumpida por el estallido de la Guerra Civil del 1829-1830.
En resumen, el perodo de mediados de 1820 hasta principios del 1850 estuvo
marcado por una paulatina maduracin del artesanado y de otros sectores del pueblo
llano, maduracin que slo se comienza a plasmar a partir de 1853 con la instalacin del
mutualismo como columna del movimiento popular.
El saldo del perodo La subordinacin a alguna fraccin partidaria de las clases
dominantes fue la tnica general. Algunas de estas experiencias pioneras lograran
sentar bases para el ulterior desarrollo de la conciencia y la organizacin popular. Con
esto se evidenci durante algunas irrupciones del bajo pueblo en ciertos episodios de la
gesta independentista, con ocasin de lo de Valparaso y la coyuntura de la Guerra Civil,
que las primeras organizaciones se sustentaron en movimientos que fueron polticos y
gremiales. Desde este perodo el proteccionismo y la reforma o supresin de la Guerdia
Nacional seran las banderas de las movilizaciones de la plebe urbana.

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