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MAGALLANIA, (Chile), 2007. Vol. 35(2):105-119

SENO GALA 1: NUEVOS RESULTADOS EN LA ARQUEOLOGA DE LOS


CANALES SEPTENTRIONALES (~44 S, REGIN DE AISN, CHILE)

OMAR REYES*/**, CSAR MNDEZ***, MANUEL SAN ROMN****, PEDRO CRDENAS*, HCTOR
VELSQUEZ**, VALENTINA TREJO, FLAVIA MORELLO*/**** Y CHARLES STERN*****

RESUMEN
Se presentan los resultados de las prospecciones, sondeos estratigrcos y recolecciones superciales efectuados
en la costa norte del canal Jacaf, Regin de Aisn (Chile). De estas actividades destaca el sitio Seno Gala 1 como la
principal localidad arqueolgica de inters. Se exponen las caractersticas del asentamiento, su contexto cronolgico,
la tecnologa ltica (cadena operativa representada e inferencias conductuales) y restos ecofactuales registrados. Se
pretende aportar datos para la comprensin del problema de dispersin humana en los canales septentrionales de Patagonia y costa continental de Aisn. Finalmente, se discuten los resultados en funcin de la investigacin y correlaciones
regionales, cuestionamientos relativos al modo de vida cazador recolector martimo, la agenda futura y la bsqueda de
indicadores materiales de traslape espacial, proximidad sin contacto o interaccin de estos grupos con los de tradicin
terrestre, ya documentados en las cercanas la desembocadura del ro Cisnes (canal Puyuhuapi, ~44 S).
PALABRAS CLAVES: Cazadores recolectores marinos, canales septentrionales, Patagonia, Holoceno tardo.

THE ARCHAEOLOGY OF THE NORTHERN CHANNELS: NEW RESULTS


FROM THE SENO GALA 1 SITE (~44O S, REGIN DE AISN, CHILE)
ABSTRACT
Results of surface and stratigraphic surveys and artifact collections conducted at the northern coast of Jacaf channel, Regin de Aisn (Chile), are herein presented. Out of these activities, Seno Gala 1 site outstands as
the main archaeological locality. We expose settlement characteristics, the chronological context, recorded lithic
technology (operative chain represented and behavioral inferences) and faunal remains. We intend to contribute
to the comprehension of human dispersion issue in the northern channels of Patagonia and the continental coast
of Aisn. Finally, we discuss results in relation to regional research and correlations, issues related to the maritime hunter-gatherer way of life, the future agenda and the search for material indicators of space superposition,
proximity without contact or interaction of these groups with terrestrial ones, documented near Cisnes river outlet
(Puyuhuapi channel, ~44 S).
KEY WORDS: Maritime hunter gatherers, northern channels, Patagonia, late Holocene.
*
**
***
****
*****

Centro de Estudios del Hombre Austral, Instituto de la Patagonia, Universidad de Magallanes.


Centro de Estudios Humanos y Patrimoniales, Santiago.
Departamento de Antropologa, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Chile.
Centro de Estudios del Cuaternario de Fuego-Patagonia y Antrtica Chilena (CEQUA).
Department of Geological Sciences, University of Colorado, EE.UU.

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O. REYES et al.

INTRODUCCIN
La prehistoria de Patagonia emplea la divisin
entre dos grandes conjuntos humanos de tradicin
cultural diferente: grupos de cazadores recolectores
terrestres y martimos (canoeros). Esta divisin se
establece a partir del cmulo de informacin generado por los primeros cronistas y luego, por la
contribucin etnogrca y etnolgica que describi
a las sociedades indgenas hasta entrado el siglo
XX. Sin embargo, la ventaja de contar con descripciones etnogrcas, propici la utilizacin del
Mtodo Histrico Directo (Berenguer 1983) como
va de interpretacin muchas veces acrtica- de la
evidencia material. En este sentido, la arqueologa
ha contribuido a discutir la profundidad temporal de
la emergencia de los patrones de subsistencia observados etnogrcamente (Borrero 1997), junto con
evaluar los alcances de la analoga etnogrca.
En ese espritu, nuestro equipo de investigacin propuso buscar explicaciones referentes a la
ocupacin humana a lo largo de los distintos ambientes del valle del ro Cisnes (Reyes et al. 2007). No
obstante, como condicin inicial para entender las
ocupaciones registradas en el bosque siempreverde
del segmento bajo del valle (Bate y Mena 2005,
Mndez et al. 2006), se requera precisar los indicadores que permitiesen diagnosticar si la evidencia
material corresponda efectivamente a incursiones
de grupos esteparios a lo largo del curso y costas
continentales adyacentes, o bien, podra tratarse de
grupos cazadores recolectores martimos.
La informacin hasta ahora recopilada, indica
que las ocupaciones registradas en el bosque montano
caducifolio (Mndez y Reyes 2006) y en el bosque
siempreverde (Mena et al. 2004, Bate y Mena 2005,
Mndez et al. 2006), provienen de movimientos de
grupos humanos desde la estepa, alrededor de los
2800 a 2300 aos calendarios AP, constituyendo
un pulso de eventos discretos, caracterizados por
su corta duracin. Todo sugiere que la cordillera de
los Andes y sus bosques actuaron como una activa
barrera biogeogrca (Borrero 1989-90), limitando
las incursiones y exploraciones, y generando discontinuidades culturales en la dimensin espacial (Reyes
et al. 2007). An as, dado que es posible que se
registren en el futuro- ocupaciones de cazadores
terrestres en la desembocadura del ro Cisnes, como
sugieren las evidencias de Alero El Toro a slo 23

km de sta, debemos contar con criterios de evaluacin que permitan distinguir registros ambiguos,
mezclas culturales (interaccin), palimpsestos por
reiteracin del uso de una localidad y/o equinalidad
en la produccin material. Se debe contemplar, por
tanto, la generacin de indicadores y expectativas
arqueolgicas que discriminen el registro de grupos
de tradicin martima respecto de los provenientes
del interior.
En la bsqueda de dichos criterios se decidi relevar y registrar sitios asociados a grupos
de cazadores recolectores martimos con el n de
caracterizar las evidencias materiales y ecofactuales.
De esta manera, se realizaron prospecciones en el
segmento norte del canal Jacaf (Fig. 1). Esta rea,
inaccesible por va terrestre, permite discriminar a
favor de ocupaciones por parte de grupos adaptados
a ambientes marinos, sumando elementos de anlisis,
que hasta la fecha son poco conocidos.
La investigacin de la ocupacin humana costera de Aisn ha recibido poca atencin (Mena 1985).
Respecto el registro arqueolgico del rea insular
prxima (Fig. 1), como es el caso del archipilago
de las Guaitecas e isla Magdalena, se ha enfatizado
el anlisis de los restos humanos recuperados de
osarios y/o entierros colectivos (Ocampo y Aspillaga
1984, Aspillaga et al. 1990, Constantinescu y Aspillaga 1991, Aspillaga et al. 2006). La distribucin
de estos sitios funerarios permite sugerir que la
entrada noroccidental (continental) del canal Jacaf,
particularmente el seno Gala, es un rea sensible
para la bsqueda y relevamiento de las evidencias
arqueolgicas. Por otro lado, el registro material de
algunos contextos prximos (p.e. GUA 10, Porter
1993) facultaba comparaciones contextuales, tecnotipolgicas y cronolgicas.
MATERIAL Y MTODO
Teniendo en cuenta los problemas de accesibilidad que imposibilitan un recorrido pedestre
de los bordes costeros (cordilleras boscosas y
planos inundados), se efectu una prospeccin en
embarcacin a lo largo de la desembocadura del
canal Jacaf. El recorrido contempl la inspeccin
de un rea que oscil entre los 2 y 125 m desde el
borde costero (espacio que circunscribe la lnea de
alta marea y desembocadura de ros y una media
de la lnea de bosque siempreverde). Los lugares

SENO GALA 1: NUEVOS RESULTADOS EN LA ARQUEOLOGA DE LOS CANALES SEPTENTRIONALES

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Fig. 1. Mapa del rea de estudio y localidades mencionadas en el texto; a. Piedra Azul (seno de
Reloncav), b. Puente Quilo, c. Conchal Gamboa, d. Yaldad (b, c y d en Isla Grande de Chilo),
e. GUA 10 (archipilago de las Guitecas) y Seno Gala 1. Fuente Google Earth 2007.

seleccionados por condiciones de habitabilidad (p.e.


bahas protegidas, agua dulce, topografa plana)
fueron georeferenciados, registrados y barrenados con el propsito de determinar su potencial
arqueolgico.
Evaluada la evidencia material y ecofactual
recopilada, se seleccion el sitio Seno Gala 1 para
proceder con un relevamiento sistemtico. Se denieron 22 cuadrantes de 25 m2 cada uno para la
recuperacin de los materiales culturales que se encontraban dispersos en el sector intermareal aledao
a un conchal. Se realizaron barrenados sagitales y
transversales del rea de conchal, determinando su
dimensin y potencial estratigrco. Se seleccion
un rea marginal del montculo para realizar un
pozo de sondeo de 1 m2. Este ltimo fue realizado
por medio de la excavacin de niveles articiales
de 10 cm que contemplaban la recuperacin del
material cultural y rasgos de accin humana. De esta
forma, el sitio presenta dos conjuntos materiales,
uno proveniente de recolecciones superciales sistemticas en la franja intermareal y el otro del sondeo
estratigrco. Coincidentemente, entre los restos
de supercie dominan largamente los materiales
lticos, mientras que en la excavacin se observ lo
propio con la fauna.

El anlisis ltico fue llevado a cabo integrando


propuestas clasicatorias de Aschero (1975, revisado 1983) y Jackson (2002), y recogiendo aspectos
tecnolgicos considerados por Odell (1994), Hayden
y colaboradores (1996) y Andrefsky (1998). Se caracteriz las cadenas operativas representadas con
el propsito de entender los procesos tecnolgicos
y secuencias de decisiones en relacin al comportamiento frente al material ltico (Pelegrin 1990,
Pigeot 2003). Dada la escasez de antecedentes
arqueolgicos en la proximidad del asentamiento se
procedi con una clasicacin preliminar cualitativa
de las rocas seleccionadas para la talla. As tambin,
se pretendi la identicacin de las herramientas y
labores llevadas a cabo en los contextos, a n de
aportar a la denicin de actividades, y eventualmente,
la funcin de sitio. Dicha actividad se vio limitada
por la incapacidad de realizar anlisis funcionales
en vistas que gran parte del material se caracteriza
por una fuerte ptina producto de la accin del agua
del rea intermareal donde se recuper.
El anlisis del material arqueofaunstico incluy la identicacin taxonmica y anatmica de
los restos (Rietz y Wings 2000). La identicacin
anatmica se realiz considerando especmenes
seos como unidad mnima de anlisis (Mengoni

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O. REYES et al.

1999). Adems, hemos utilizado dos ndices de


cuanticacin de abundancia (Grayson 1984); el
nmero de especmenes identicados por taxn
(NISP), y el mnimo nmero de individuos animales
(MNI). En el ltimo caso se utilizaron parmetros
complementarios (lateralidad y estado de fusin).
Tambin se estableci estimaciones de edad, a n de
adelantar hiptesis acerca de la funcin y estacin
principal de la(s) ocupacin(es) del sitio. Asimismo, se consider identicar y clasicar las huellas
producidas como consecuencia del procesamiento,
consumo y descarte de los recursos crneos (Binford
1981, Bryan 1981, Haynes 1983). Finalmente, se
contemplaron los posibles factores disturbadores o
tafonmicos que pudieran haber afectado la coleccin en su depositacin, entierro y conservacin
(Gifford-Gonzlez 1981, Lyman 1994).
RESULTADOS DE LA PROSPECCIN
Las prospecciones en embarcacin realizadas
en la boca noroccidental del canal Jacaf, permitieron
el registro de 4 unidades de inters arqueolgico; un
hallazgo aislado (ncleo multidireccional patinado),
un segundo hallazgo en una probable concentracin de artefactos lticos de acuerdo a pobladores,
una ocupacin arqueolgica cubierta por un gran
conchal subactual de cholgas (Aulacomya ater) y
nalmente, el sitio Seno Gala 1. La relativa escasez
en el registro es directamente proporcional a las
dicultades de accesibilidad, visibilidad y obstrusividad del medio costero de Patagonia Occidental.
Como sealramos, la cordillera boscosa que cae
de forma abrupta, junto a un clima impredecible,
impide un acceso expedito y continuo a lo largo de
toda la lnea costera. sta, sin embargo, presenta
limitadas reas de reparo y acceso (p.e. pequeas
bahas y playas) que posibilitaron el recorrido en
transectos y el barrenado en algunos casos. De los
puntos identicados, Seno Gala 1 destaca como el
asentamiento de mayor inters.
SENO GALA 1
En la ribera noroccidental del canal Jacaf
(de 60 km de largo en orientacin SE-NO), en la
conuencia con el canal Moraleda, se ubica el seno
Gala (Fig. 1). Con un largo de 15 km (orientacin
SO-NE), conuye en ngulo obtuso hacia el canal

principal, formando parte de su cuenca hidrogrca.


Dentro de la jerarqua uvial de Horton (en Delgado
2004), seno Gala corresponde a un canal de primer
orden dado que no posee tributarios, mientras que
Jacaf, es de segundo orden (al igual que Puyuhuapi)
debido a que recibe tributarios de primer orden
(p.e. senos Direccin, Soto y Miller). El canal Jacaf,
corresponde a la cuenca ms seccionada de los canales norpatagnicos por la conuencia de canales
y ordos, llegando a profundidades cercanas a los
600 m. Es el ordo que describe el mayor cruce de
fuerzas endgenas debido -entre otros agentes- a la
gran falla Liquie-Ofqui (Delgado 2004)
El sitio Seno Gala 1 se ubica en la costa
oriental y a unas 2500 m del fondo del seno homnimo. Se trata de una pequea pennsula situada
a la entrada de una baha, abierta hacia el oeste y
que conecta, por medio de un canal interior, con
una pequea laguna situada aproximadamente 3
km tierra adentro (Fig. 1). Se encuentra entre 0 y
~3 msnm y presenta un ancho de 40 m (N-S) con
un largo 60 m (E-O) como dimensiones mximas.
El sitio se divide en dos sectores (Fig. 2). El primero
corresponde a un conchal sobre la pennsula, encima
del cual se construy una casa. Este promontorio
presenta bordes abruptos en su cara norte y este;
por el sur limita con un cerro boscoso y por el oeste
enfrenta una pequea playa de guijarros. Pensando
que se tratara de restos de conchales subactuales
y/o histricos1 se realizaron barrenados para determinar el carcter del depsito. Los barrenados
indicaron la presencia de un conchal de 120 cm de
espesor mximo en el centro (es decir ~1,8 msnm),
con una disminucin hacia el oeste generando un
estrato en declive hacia la playa de guijarros. En
las muestras de barreno se observ abundantes
valvas en signicativo estado de fragmentacin y
de consistencia muy hmeda. Tambin se registr
presencia de espculas de carbn, colorante ocre y
huesos de pescado.
El segundo sector mencionado, se emplaza
sobre la playa de guijarros (entre 0 - 0,5 msnm),
1

Son frecuentes y abundantes los conchales subactuales


en el rea debido a la antigua explotacin de la industria
conservera (Martinic 2005, Saavedra 2007) que ha cubierto
todas las caletas y bahas disponibles con dos a tres metros
de depsito malacolgico. Esta explotacin se descontinu
hace ms de una dcada por la presencia de marea roja,
aunque muchos de los emplazamientos continan siendo
ocupados por la industria salmonera.

SENO GALA 1: NUEVOS RESULTADOS EN LA ARQUEOLOGA DE LOS CANALES SEPTENTRIONALES

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Fig. 2. Seno Gala 1, a. rea intermareal de dispersin de


material ltico en supercie, b. rea conchal bajo la casa.

Fig. 3. Seno Gala 1, sector intermareal de dispersin


de material ltico con actividades de recoleccin.

adyacente a la pennsula. Se trata de un sector de


12 m de ancho (N-S) y 55 m de largo (E-O), muy
protegido por los bordes de basamento grantico,
que le coneren un aspecto de pequea baha (Fig.
3). La entrada a la playa est anqueada por la roca
expuesta, que fue aprovechada para construir un corral
de pesca de probable adscripcin subactual/histrica.
En esta playa, se observ una serie de instrumentos
y desechos lticos cubiertos por el agua. Se disponan
sobre la supercie, entre y bajo guijarros (incluso
dentro del corral de pesca) y extendindose por la
lnea de costa (estrecho borde de 3 m entre el agua
y el bosque) hasta 40 m al sur. Estos materiales se
encontraban expuestos a la accin de las mareas y
a un pequeo arroyo intermitente que desagua las
lluvias a travs de la playa.
El hecho que los materiales lticos se encuentren en el intermareal, hace presumir que el sector
fuera afectado por hundimiento tectnico (Fig. 3).
En efecto, sitios arqueolgicos sumergidos2 han sido
documentados en las islas Guaitecas (Porter 1993) y
en la isla grande de Chilo (Legoupil 2005), sentndose un precedente sobre la signicativa incidencia
tectnica en los procesos postdepositacionales, y
cmo estos complican la lectura de la isostasia y
eustacia en la formacin de los contextos costero.
Cabe sealar al respecto, que las costas de los canales septentrionales se encuentran en una zona
activa de subduccin (Chilean Triple Junction) de
placas tectnicas (Nazca, Sudamericana y Antrtica)

en la pennsula de Taitao (~46 S, Ramos 2005),


cuyo rasgo ms importante corresponde a la falla
principal Liquie-Ofqui (desde Puerto Montt al
itsmo de Ofqui). Lo anterior implica que las costas
archipielgicas tienen un control estructural, dado
que siguen la direccin de los lineamientos tectnicos
(Delgado 2004).
En vistas de los antecedentes, no es posible
an establecer una conexin entre el sector hundido
del sitio y el rea de conchal. Probablemente ambos
conjuntos estuvieron originalmente ms elevados.
Incluso est la posibilidad cierta que parte de los
componentes asociados a los materiales lticos (hoy
ausentes, p.e. material orgnico) hayan sido lavados
por las mareas y lo observado sea slo un reejo
parcial de los conjuntos arqueolgicos primariamente
depositados. Tampoco hay que descuidar el hecho
que en su disposicin actual probablemente haya
afectado la escorrenta de aguas lluvias desde sectores ms interiores. Nos inclinamos, no obstante,
por una incidencia ms signicativa de la tectnica,
pues una pendiente tan suave como la observada
no permitira explicar la amplia distribucin de los
materiales lticos en el intermareal. Finalmente, en la
evaluacin del problema, sera necesario considerar
excavaciones ampliadas que permitieran entender,
tanto los procesos naturales de formacin de sitio,
como el uso humano del espacio, y la recuperacin
de indicadores tecno-tipolgicos que orientaran la
comparacin.
Las excavaciones fueron realizadas en el
sector medio del conchal, en posicin equidistante
entre el centro (120 cm de depsito) y su periferia

Del mismo modo, Junius Bird en 1934 registr un extenso


bosque hundido en el rea del Istmo de Ofqui, atribuyndolo
a la accin tectnica (Bird 1993).

110

O. REYES et al.

Fig. 4. Estratigrafa de la unidad excavada. Medidas de profundidad desde datum arbitrario.

(15 cm de espesor). La excavacin permiti documentar una matriz que en los primeros 15 a 20 cm
(desde la supercie) est compuesta por un sedimento negro orgnico (pedognesis), con escasos
fragmentos de conchas y elementos subactuales
(i.e. fragmentos de vidrio y plstico) producto de
la construccin de la casa. Bajo los 20 cm, y hasta
los 50 a 55 cm. de profundidad, se incorporan las
valvas como partculas sedimentarias, conformando
una matriz semicompacta y pastosa debido a la
alta humedad (Fig. 4). Ello oblig realizar el harneo
con agua. La matriz presenta delgados niveles de
suelo intercalados (sedimentos negros); el mayor
con 2 cm de espesor. A lo largo de los niveles de
conchal se registraron espculas de carbn, restos
de colorante ocre y fragmentos de lascas, adems
de diversos restos de fauna. El nico instrumento
recuperado (a los 30 cm) corresponde a un artefacto
en hueso de ave. El depsito de valvas suprayace a
un estrato oscuro con componentes malacolgicos
ms exiguos, aminorando las evidencias ecofactuales en la medida que se profundiza (no datado).
Finalizada la presencia de valvas, se observa una
matriz compuesta por arena gris y gravilla (estril).
La excavacin se cerr a los 75 cm de profundidad

desde la supercie, ya que la percolacin del agua


impidi profundizar an ms.
Del ltimo nivel del conchal (50 a 55 cm) se
seleccionaron dos muestras orgnicas para realizar dataciones radiocarbnicas (AMS) de la base
del depsito. De esta manera, se busc utilizar
muestras distintas (carbn y molar de Pudu pudu)
que permitieran mayor control y que a su vez no
estuviesen envejecidas por efecto reservorio. Ambas
dataciones coincidieron en gran medida, situndose
en el lapso entre los ~1.400 y 1.200 aos calendarios AP (Tabla 1).
EL MATERIAL LTICO
La muestra ltica analizada consiste en 69
unidades recuperadas, tanto en supercie (n=53),
como en estratigrafa (n=16). Las evidencias poseen
un signicativo grado de completitud (Tabla 2), lo
que se asocia posiblemente a un escaso efecto de
pisoteo en el asentamiento, dado su carcter transitorio. Adicionalmente, el hecho que las piezas hayan
sido recuperadas en el intermareal, hace que estos
rangos de completitud/fragmentacin sean an
ms signicativos en vistas de los posibles procesos

Tabla 1. Dataciones radiocarbnicas (AMS) de Seno Gala 1. Laboratorio Beta Analytic.


B-230493
B-230515

Resultado
1.430 40 AP
1.340 40 AP

13C/12C
-25.5 o/oo
-23.6 o/oo

Calibracin 2_ AP
1.390 a 1.290
1.310 a 1.180

Muestra
Carbn
Molar (Pudu pudu)

SENO GALA 1: NUEVOS RESULTADOS EN LA ARQUEOLOGA DE LOS CANALES SEPTENTRIONALES

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Tabla 2. Muestra ltica estudiada.


Representacin de las evidencias
completa
porcin proximal
porcin medial
porcin distal
porcin prximo-medial
porcin meso-distal
Total

supercie
(intermareal)
30
7
5
6
2
3
53

estratigrafa
(conchal)
4
1
2
9

16

Total
34
8
7
15
2
3
69

post depositacionales que las piezas debieron haber


sufrido. Quizs la caracterstica ms notable de los
materiales lticos es la fuerte ptina que los cubre, con
toda probabilidad, efecto de la accin del agua del
intermareal. Dicha situacin supone una restriccin
en las posibilidades de observacin, entre las que
destacan la dicultad de identicacin petrogrca
e imposibilidad de anlisis funcional.
La muestra se compone principalmente de
evidencias cuya matriz de talla fue una lasca, destacndose la ausencia total de ncleos. Igualmente,
los guijarros, pese a su disponibilidad inmediata
(intermareal), fueron raramente usados.
Las evidencias recuperadas muestran una
signicativa variabilidad de materias primas seleccionadas (n=9), sobre todo en vista de lo reducido
del conjunto. Su identicacin fue realizada sobre
la base de un examen macroscpico. Un resumen
segn grupos petrogrcos mayores permite destacar
a las rocas silceas y andesitas como las variedades
fundamentalmente empleadas (Fig. 5). Resalta, no
obstante, la presencia de obsidiana en el conjunto
muestreado (n=7, total 69 piezas). Su composicin
qumica establece que correspondera a riolita del

volcn Chaitn (Tabla 3), elemento tambin sugerido


por su textura y color. Esta roca ha sido previamente
identicada entre la costa de Chan Chn (~40S)
e Isla Traigun (~4530S) (Stern et al. 2002),
evidenciando una amplia distribucin. De hecho
la distancia entre el seno Gala y la localidad de la
fuente de materia prima es aproximadamente 220
km (lineales), a lo largo de una geografa costera
archipielgica y abrupta. Adicionalmente, un examen
de las calidades de las rocas para la talla permiti
sugerir el uso prioritario de rocas de calidad media
a buena (Fig. 6), que permitieran la realizacin de
cicatrices bifaciales, consintiendo la formatizacin
de los cabezales lanceolados, de difcil manufactura
(tamao, espesor, etc.).
De las piezas completas se evalu los tipos
de talones de extraccin representados. Prim
la variedad de plataforma plana sin preparacin
(51,7%). No obstante, un anlisis de los bordes
adyacentes a las plataformas sugiri una presencia
signicativa de remocin de cornisas (39,3%) para
potenciar mejores extracciones. Otro rasgo tcnico
evaluado fue la presencia de aristas paralelas al eje
de extraccin de las piezas, elemento distintivo de la

Fig. 5. Materias primas principalmente representadas en la


muestra estudiada (conteo sobre la base de piezas enteras).

Fig. 6. Calidades de los recursos lticos seleccionados


(conteo sobre la base de piezas enteras).

112

O. REYES et al.

Tabla 3. Composicin de elementos traza de muestras de obsidiana en partes por milln (ppm)
determinadas por tcnica de anlisis ICP-Ms. Dos muestras de Seno Gala 1 se comparan a una
muestra y al promedio de previos anlisis de 10 muestras de Chaitn (fuente).
Muestra #
Elementos
Cs
Rb
Sr
Ba
Th
U
Nb
Zr
Hf
Y
La
Ce
Nd
Sm
Eu
Tb
Yb
Lu

Seno Gala 1 (1)

Seno Gala 1 (2)

9.9
138
159
676
11.5
3.3
11
69
2.7
12
30.8
59.6
18.2
3.05
0.67
0.42
1.33
0.22

produccin de lminas dentro de la tecnologa ltica


esteparia (Mena 1991, 1998). stas demostraron
valores muy bajos dentro de la muestra (14,8%).
Un segundo elemento signicativamente bajo fue la
presencia de remanentes de corteza en el anverso
de las piezas (Fig. 7). Estos valores, en un contexto
de amplia oferta inmediata de guijarros (aunque
reste por evaluar su calidad), como son las playas
de esta zona, se interpreta como indicador de alto
procesamiento de las rocas.
Entre las categoras lticas representadas encontramos una prioridad de los diseos bifaciales,

Fig. 7. Remanente de corteza en el anverso de las


piezas (conteo sobre la base de toda la muestra).

9.4
132
166
693
12.2
3.5
12
73
2.2
12
29.2
58.7
18.7
2.83
0.66
0.49
1.44
0.23

Chaitn (1)
9.6
135
158
656
12.6
3.6
11
78
3.8
12
30.0
49.2
18.5
2.63
0.65
0.41
1.33
0.23

Chaitn promedio
8.6
124
153
668
13.8
3.5
11
88
2.8
12
28.2
49.8
18.9
2.86
0.58
0.39
1.47
0.23

particularmente fragmentos de bifaces lanceolados


en distintos estados de manufactura (Tabla 4). En
menor medida, se observa una variedad de diseos
de herramientas de talla marginal, entre los que
destacamos, denticulados y muescas, posiblemente
implementados en labores sobre maderas. Otras
categoras son minoritarias, y dada la imposibilidad
de anlisis funcionales, son agrupadas como lascas
con retoque. Las piezas fueron discriminadas en
relacin a la formalidad de sus diseos (Andrefsky
1998), mostrndose claramente una tendencia hacia
la formalidad en los diseos bifaciales y la informalidad para el caso de los diseos de talla marginal
o uso directo (Tabla 4). Para los diseos bifaciales
se observa cicatrices de percusin dura, blanda y
presin en distintas combinaciones, mientras que
para los dems diseos tallados domin largamente
la percusin dura (11 de 12 piezas).
No es posible argumentar en favor de alguna
cadena operativa completa representada en el sitio.
Si bien es cierto se observan mltiples estadios de
manufactura de los bifaces (Fig. 8), los desechos de
produccin se encuentran subrepresentados (34,8%
de la muestra total); sobre todo en atencin a la
gran cantidad de subproductos propios de la talla
bifacial. Por su parte, el hecho que muchas piezas
se encuentren en estado de manufactura, no hace

SENO GALA 1: NUEVOS RESULTADOS EN LA ARQUEOLOGA DE LOS CANALES SEPTENTRIONALES

113

Tabla 4. Categoras lticas identicadas en el muestreo supercial de Seno Gala 1. *Apreciacin sobre la base
de la observacin de trazas macroscpicas de los bordes tiles dadas las ptinas de las evidencias.
Grupos generales
Bifacial

Extracciones con retoque

Extracciones usadas*
Guijarro
Total Seno Gala 1

Categoras
cabezal lanceolado
fragmento de bifaz lanceolado
denticulado
raspador
muesca
lasca retocada
arista de ncleo con retoque
trozo con retoque
lasca usada
desecho de desbaste bifacial usado
sobador

sino pensar que el problema sea de la muestra,


posiblemente afectada por factores de disturbacin
por efecto de las mareas, visibilidad de las piezas
de menor tamao y la obstrusividad en una playa
de guijarros.
En trminos tipolgicos, los cabezales lticos
son lanceolados y con una seccin espesa (media:

formal
1
5
1

informal
3
1
3
4
1
2
3
3
1
21

Total
1
8
1
1
3
4
1
2
3
3
1
28

11,18 mm y ds: 3,4) y biconvexa muy caracterstica.


Los diseos lanceolados son de amplia distribucin
a lo largo de Patagonia occidental encontrndose
entre el seno de Reloncav y en canal Beagle (Daz
y Garretn 1972/3, Orquera et al. 1977, Porter
1993, Morello et al. 2002, Legoupil 2003, Gaete
y Navarro 2004, Gaete et al. 2004, Ocampo y

Fig. 8. Material ltico de Seno Gala 1, a f: Piezas bifaciales mostrando etapas en la secuencia de produccin de cabezales
lticos, g j: desechos de desbaste bifacial, a y b: fragmentos de bifaces espesos, c y d: fragmentos lanceolados de
piezas con talla facial/marginal doble, e: cabezal bifacial lanceolado, f: cabezal fragmentado de bordes aserrados.

114

O. REYES et al.

Rivas 2004) y se asocian a fechas cercanas al


inicio del Holoceno tardo (~5.000 a 4.000 AP.)
con una proyeccin poco conocida hacia el tercer
milenio antes del presente (Morello et al. 2002).
Esto propone una interesante contradiccin por
cuanto ambas dataciones obtenidas en el rea de
conchal cubren el lapso de ~1.400 a 1.200 aos
calendarios AP. Lo anterior propone el desafo de
reevaluar los depsitos en atencin a los indicadores
tecno-tipolgicos consistentes para una zona amplia.
Adicionalmente, tambin es necesario considerar
la posibilidad que la localidad seno Gala haya sido
visitada en mltiples ocasiones en atencin a sus
cualidades para el asentamiento.
En suma, las evidencias lticas establecen un
conjunto limitado de actividades llevadas a cabo en
el sitio. Entre stas domina la produccin de grandes
cabezales lticos. El hecho que las dems evidencias
se encuentren en baja proporcin puede implicar el
uso de un conjunto conservado no descartado en el
sitio, o bien factores de muestreo asociados al rea
en donde se expusieron las piezas, que no necesariamente reejara la totalidad del campamento.
En vistas de las evidencias nos inclinamos por la
segunda alternativa. Por su parte, el procesamiento
de los recursos lticos, su signicativa diversidad, la
representacin de fases nales de las cadenas operatorias -que advierten relaciones funcionales con
otros campamentos-, y las categoras lticas observadas sugieren una fuerte incidencia de transporte
y consecuentemente, una alta movilidad.
EL REGISTRO ARQUEOFAUNSTICO
Se registraron 335 restos seos de mamferos marinos, terrestres, aves y peces. La mayora
se encuentran fragmentados y en mal estado de
conservacin. De hecho slo un 29%, pudo ser
identicado taxonmica y anatmicamente.
Dominaron los restos de peces, compuestos
principalmente por vrtebras y huesos crneo-faciales
(Fig. 9). Su estado de conservacin es malo (piezas
fragmentadas y astillas de huesos). En muy pocos
casos se registraron marcas de combustin (n=4).
En trminos generales no se observa ningn patrn
claro de abundancia, representndose en forma
homognea en todos los niveles de profundidad de
la excavacin. Se estableci la presencia de jureles
(Trachurus symmetricus, 80% del NISP total, Fig.

Fig. 9. ndices de cuanticacin de abundancia: NISP y MNI.

9), los cuales fueron identicados a partir de sus


crestas sagitales. Por otro lado, las diferencias de
tamaos de dichas unidades anatmicas indican el
ingreso de un amplio espectro de especmenes, lo
que podra eventualmente reejar una estrategia de
captura no selectiva.
En el caso de los mamferos dominaron los
Pinnpedos (13,3% del NISP total), aunque no se
detectaron elementos anatmicos diagnsticos para
realizar determinaciones taxonmicas especcas.
Se identicaron restos de crneo, costillas y falanges (especialmente en el nivel inferior del pozo de
sondeo, 50-60 cm). Asimismo, se pudo determinar
la presencia de mamferos terrestres como el pud
(Pudu pudu, 5% del NISP total, tambin en los
niveles inferiores de la unidad de muestreo) los que
corresponderan slo a un individuo juvenil.
Aunque no se observan marcas directas de
faenamiento en los especmenes (huellas de cortes), destaca la presencia de un instrumento seo.
Especcamente se trata de un punzn o lezna,
elaborado a partir de un tarsometatarso de cormorn
(Phalacrocorax sp.; 1,6 % del total del NISP, Fig.
10). Este tipo de instrumento se ha registrado en
distintos contextos a lo largo del litoral pacco de
Patagonia, en sitios como Piedra Azul en el seno
del Reloncav (Gaete et al. 2004), Conchal Gamboa
en Chilo (Daz y Garretn 1972-73) y Ponsonby en
isla Riesco (Legoupil 2003), entre otros.
Respecto al material malacalgico, las condiciones de humedad y acidez del suelo probablemente
afectaron la conservacin de los restos. stos se
observaban en la forma de partculas sedimentarias
descompuestas, habiendo perdido la consistencia

SENO GALA 1: NUEVOS RESULTADOS EN LA ARQUEOLOGA DE LOS CANALES SEPTENTRIONALES

115

DISCUSIN Y COMENTARIOS FINALES


Aportes a la arqueologa regional
de la costa aisenina

Fig. 10. Material arqueofaunstico de Seno Gala 1,


punzn en hueso de cormorn. Escala: 3 cm.

estructural del carbonato de calcio. Ello se tradujo


en la imposibilidad de contar con muestras para
identicacin y cuanticacin (Claassen 1998). An
as, observaciones en terreno permitieron identicar
preliminarmente la presencia de locos (Concholepas concholepas), cholgas (Aulacomya ater), choros
(Choromytilus chorus), lapas (Fisurella sp.) y otros
gasterpodos. Futuras intervenciones tendrn por
objetivo implementar mtodos que permitan recuperar consistentemente esta informacin.
En sntesis, considerando el tamao de la
unidad de muestreo, se registr una signicativa
cantidad de restos arqueofaunsticos (lo que contrasta
con sitios prximos, ya sea en las Guaitecas (Porter
1993), como en Chilo suroccidental (Legoupil
2005). stos permiten establecer el aprovechamiento
de una amplia gama de recursos, tanto mamferos
terrestres (pud), marinos (Pinnpedos), peces (jurel), moluscos y, en menor medida, aves. Dada la
ubicuidad de la mayora de las presas consumidas,
slo los indicadores juveniles del pud y las caractersticas de hbitat de los jureles, sugieren hasta
el momento una estacionalidad estival del sitio.
El jurel es una especie que se acerca a la costa en
cardmenes, especialmente en verano, y cuya pesca
es posible a travs de redes y anzuelos (Melndez
et al. 1993).

El litoral de Aisn corresponde probablemente a una de las zonas ms inexploradas en la


arqueologa nacional. Ello se hace ms signicativo
en la medida que la extensin de sus costas no es
lineal sino archipielgica, lo que multiplica en varias
veces las dimensiones del rea por explorar. En
dicho sentido, es de suma importancia incrementar
el registro en una zona, que adems de extensa,
propone signicativos desafos, tanto metodolgicos
(visibilidad, obstrusividad, isostasia/eustacia/tectnica, mala conservacin, etc.), como de su registro
(baja densidad de hallazgos, alta movilidad, baja
disponibilidad de reas para asentamiento, etc.).
El trabajo que presentamos, independiente de los
problemas propios de cada sitio, representa una
instancia para dar a conocer una metodologa explcita, actividades de campo y anlisis de materiales
culturales y ecofactuales, con dataciones de clara
proveniencia y con la seleccin de muestras que
consider problemas propios de la costa como el
efecto reservorio.
Seno Gala 1, procesos de
formacin e interpretacin
Respecto al sitio mismo se observaron dos
conjuntos independientes, uno de supercie y uno en
estratigrafa. Mientras que en el primero dominan los
lticos en un estado de descontextualizacin aparente,
en el segundo dominan componentes ecofactuales, en
una estratigrafa que al menos preliminarmente (1
m2) no parece disturbada. Mientras que el conjunto
supercial posee atributos tecnolgicos que en otras
partes de Patagonia han sido atribuidos al inicio del
Holoceno Tardo, los resultados radiocarbnicos
del inicio del depsito, proponen una antigedad
no superior a los ~1.400 a 1.200 aos calendarios
AP. Adicionalmente, la caracterizacin de las materias primas, categoras lticas depositadas y rasgos
tecnolgicos dieren en gran medida entre ambos
conjuntos. An as, habra que esperar excavaciones
ampliadas para poder contar con ms elementos de
juicio para reevaluar estas observaciones. Por su parte,
la ocupacin representada en el conchal pareciese

116

O. REYES et al.

estival (jurel, pud joven) y de amplio espectro, donde


si bien los peces son dominantes (NISP, MNI), adems
hay variedad de especies explotadas.
En sntesis, nos enfrentamos a dos posibilidades. La primera, consiste en que ambos
conjuntos corresponderan sectores de una misma
ocupacin (o series de ocupaciones) tarda(s) que
conformaron un extenso conchal que fue afectado
por el hundimiento del nivel de la playa. Parte de
los componentes habran sido afectados por el
escurrimiento intermitente y la accin diaria de las
mareas. La segunda posibilidad, se apoya ms en
los atributos tecno-tipolgicos slo presentes en el
intermareal, que sugeriran una cronologa anterior
a la del conchal, implicando una reutilizacin del
espacio en ms de un momento. Finalmente, ante
la ausencia de referentes claramente datados en el
rea, tampoco podemos abogar en contra de una
persistencia de algunos modos de hacer tecnolgicos
por espacios ms prolongados de tiempo.
Modo de vida cazador recolector martimo
Frecuentemente se alude a un modo de vida
cazador recolector martimo o canoero para las
ocupaciones a lo largo de la regin occidental de
Patagonia. No obstante, como Orquera y Piana
(2006) lo establecen, dicha adscripcin no siempre
descansa sobre indicadores no ambiguos, que
permitan aseverar con claridad dicha situacin.
Si bien la continentalidad del sitio, el registro de
fauna y la tecnologa ltica recuperada no avalan
directamente el uso tecnolgico de un transporte
martimo (canoa), se estima que al menos- existen
indicadores fuertes de movilidad y uso de escalas
espaciales amplias. Entre los indicadores contamos
con: diversidad de materias primas, rocas transportadas a grandes distancias (entre lo que observamos
riolita del volcn Chaitn), fuerte ausencia de corteza
en las lascas (traslado y procesamiento), nfasis en
diseos lticos formales y transportables (cabezales
bifaciales), estacionalidad del sitio e inaccesibilidad
desde el interior por la escarpada y densamente
vegetada costa, que hace sumamente difcil cualquier
desplazamiento de largo alcance. La implementacin
de movimientos en escalas amplias como stas,
se condice (fuera de toda duda razonable) con un
desplazamiento martimo. Adicionalmente, para las
fechas del depsito estratigrco, ya se encuentra

documentado plenamente en todo el archipilago


patagnico el uso de embarcaciones (Legoupil
1993-94, Legoupil y Fontugne 1997, Orquera y
Piana 2006).
Agenda futura
Resulta evidente la necesidad de intensicar
prospecciones y ampliar excavaciones, adems de
iniciar distintas lneas de estudios que nos parecen
importantes a n de robustecer nuestras apreciaciones. En primer lugar destacamos la necesidad
de entender el funcionamiento regional y local
de la tectnica y como estara afectando a sitios
puntuales. As tambin, y como ha sido estudiado
ms al sur, resulta fundamental entender la circulacin de materias primas y conocer las fuentes
de aprovisionamiento (Morello et al. 2004, San
Romn y Prieto 2004), elemento importantsimo
en reas con desplazamientos tan signicativos y
con fuentes de obsidianas previamente registradas
(Stern et al. 2002).
Bsqueda de indicadores
Hasta el momento en Patagonia occidental,
no se ha podido diagnosticar la relacin entre grupos
interiores con grupos de modo de vida martimo.
Uno de los objetivos centrales para acercarnos a la
costa era documentar indicadores (tecnolgicos y
ecofactuales) que permitieran discriminar ambos
conjuntos materiales. Entre los indicadores obtenidos
por medio de nuestros resultados en Seno Gala 1,
se observan:
El aprovechamiento de materias primas
lticas costeras.
La implementacin de tecnologa de cabezales lticos lanceolados bifaciales de seccin espesa,
posiblemente utilizados para la captura de fauna
marina.
Bajos niveles de corteza en el anverso de
las piezas (transporte).
Un amplio espectro selectivo entre los
recursos consumibles, con dominio de los taxones
marinos (incluyendo moluscos, peces y mamferos
marinos).
Ausencia de taxones propios del interior,
incluso en la forma de instrumental.

SENO GALA 1: NUEVOS RESULTADOS EN LA ARQUEOLOGA DE LOS CANALES SEPTENTRIONALES

Seleccin de lugares costeros reparados


para el asentamiento (bahas protegidas).
Asentamiento en sectores inaccesibles desde
el interior (segregacin).
Adicionalmente, adems de los indicadores
materiales expuestos, nuestra investigacin en el ro
Cisnes, permite suponer signicativas diferencias
entre costa e interior. Los antecedentes recabados
sugieren una ocupacin cercana a la desembocadura
hacia los 2.700 aos calendarios AP (Bate y Mena
2005, Mndez et al. 2006) sin una persistencia
temporal posterior (Reyes et al. 2007). A la fecha
no se ha podido demostrar contacto, por lo que
pareciera que estamos frente a dos mundos diferentes, distantes, desconocidos el uno para el otro.
Al parecer la cordillera escarpada que se hunde en
el mar constituy una efectiva barrera que separ
poblaciones humanas en estas latitudes.
AGRADECIMIENTOS
Investigacin nanciada por el proyecto FONDECYT 1050139. Se extienden reconocimientos a
todos los integrantes del Cuarto Taller Binacional de
Arqueologa de Costa Patagnica (sede CENPAT,
Puerto Madryn) cuyos valiosos comentarios ayudaron
mucho a nuestra reexin y redaccin de este trabajo.
Agradecemos a Benjamn Saavedra (propietario de
los terrenos de Seno Gala 1), a la familia Suazo de
Puerto Cisnes y a Adolfo Rojo y su familia (colonos
de Melimoyu) por su buena disposicin para nuestra
investigacin. Contribuyeron en los resultados y
discusin Ismael Martnez y Jimena Torres.
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