CALANDRIA - Sin-Comunicacion-No-Hay-Desarrollo PDF
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Con el apoyo de
PRESENTACIN
TEMA 01:
MODELOS COMUNICATIVOS Y SU IMPACTO EN LA INTERVENCIN
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TEMA 02:
BALANCE DE LA INTERVENCIN COMUNICATIVA PARA EL DESARROLLO
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TEMA 03:
PROPUESTAS COMUNICATIVAS PARA EL FORTALECIMIENTO DE ACTORES
Avances sociales, presencia pblica y poltica del movimiento feminista:
Mara Ysabel Cedano - DEMUS.
Comunicacin y Desarrollo Rural en Amrica Latina: Jorge Acevedo - La Onda
Rural.
Televisin y Nios: Apuntes sobre un proceso en Colombia: Adelaida Trujillo Iniciativa de la Comunicacin.
Periodismo cvico o periodismo de investigacin: Ana Mara Miralles Universidad Pontificia Bolivariana de Medelln, Colombia.
Medios educativos y comunitarios: Gerardo Lombardi - ALER.
La cultura como recurso para el desarrollo: El caso de la industria de
la msica folclrica: Santiago Alfaro Rotondo - PUCP.
Las campaas, el marketing social y el uso de espacios pblicos: Maril
Wiegold - UNICEF.
Estrategias y recursos de comunicacin para la participacin ciudadana de
adolescentes y jvenes: Javier Ampuero - A.C.S. Calandria.
Nuevas tecnologas y redes: Opciones diferenciadas: Nstor Busso - ALER.
Edu-entretenimiento y cambio social: Fresia Camacho - AVINA.
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TEMA 04:
EVALUACIN DE LA RELACIN ENTRE COMUNICACIN Y DESARROLLO
Tiempo de milagros: Tres retos de la comunicacin para el cambio social:
Alfonso Gumucio - CFCS.
Perspectivas en Comunicacin a promover desde las Agencias de
Cooperacin: Suzie Sato - Mesa de Comunicadores de las Agencias de
Cooperacin Internacional.
TEMA 05:
ESTRATEGIAS PARA GENERAR COMPROMISOS DE LOS MEDIOS MASIVOS
DE COMUNICACIN CON EL DESARROLLO
Cubriendo polticas pblicas sociales: La importancia de la prensa en los
procesos de desarrollo: Guilherme Canela - ANDI.
Medios por la democracia y contra la exclusin: Luiz Egypto de Cerqueira Observatorio da Imprensa.
Polticas pblicas de comunicacin para el desarrollo desde el Estado: Marisol
Castaeda - CONCORTV.
TEMA 06:
PLATAFORMAS LATINOAMERICANAS DE COMUNICACIN
Nuevas alianzas y protagonismo del desarrollo rural: Plataforma
de comunicacin para el desarrollo en Centroamrica y Mxico:
Sandra Salazar - Voces Nuestras.
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PRESENTACIN
Latinoamrica, durante dcadas, ha implementado proyectos y experiencias de comunicacin
orientadas al desarrollo. Desde distintas vertientes, estrategias, metodologas e instrumentos, se ha
abordado temas claves como pobreza, salud, medio ambiente, interculturalidad, gnero,
gobernabilidad, entre otros. Igualmente, se ha trabajado con diferentes actores sociales, buscando
inclusive articularlos. Para ello se ha recurrido al uso de medios de comunicacin, pero tambin a la
plaza pblica y a la relacin directa con quienes deben ser los principales actores del desarrollo: la
ciudadana, organizaciones de la sociedad civil y los sistemas de poder, sean econmicos o polticos.
Hay, en ese sentido, un recorrido histrico an poco analizado pero evidente en las tendencias del uso
comunicativo para incidir en el cambio social.
Al estar convencidos de que la comunicacin es un componente central del desarrollo sostenible,
debemos demostrarlo destacando sus capacidades de incidencia e impacto, tanto en el mbito urbano
como rural, siendo este ltimo especialmente muy importante. De esa manera, diversos sectores
afectados por la pobreza u otras exclusiones pueden apropiarse de la informacin necesaria, hacer
circular su importancia comprometiendo voluntades y sensibilidades de los actores y formulando
salidas. Se generan as mltiples redes a favor del cambio y la inclusin, comprometiendo a gobiernos
y empresariados responsables. De esta manera, hoy podemos decir con argumentos suficientes que
sin comunicacin no hay desarrollo y que estar vinculados en la gestin de una sociedad ms justa y
democrtica, slo es posible con el aporte sustancial de la comunicacin.
Con la participacin de 72 comunicadores (as), expertos (as) sociales y funcionarios (as) de la
cooperacin para el desarrollo, provenientes de Alemania, Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa
Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Italia, Per, Uruguay y Venezuela, se realiz en Lima el
Seminario Latinoamericano Sin Comunicacin No hay Desarrollo, del 24 al 26 de agosto de 2006. En
el evento se destac la importancia estratgica de la comunicacin en proyectos de desarrollo, como
una lnea indispensable para conseguir incidencia e impacto en el mejoramiento de las condiciones de
vida de la poblacin y en la gobernabilidad democrtica en pases en vas de desarrollo.
Las instituciones que participaron en este Seminario fueron: ALER, AMARC, ANDI, AVINA, Banco
Mundial, Broederlijk Delen, Calandria, CAMECO, CESIP, CNR, COLECTIVO RADIAL FEMINISTA,
Communication for Social Change Consortium, CONAM, CONCORTV, DEMUS, Equipo Uno
Consultores, FAO, FELAFACS, IDL, IEC, ILLA, Iniciativa de la Comunicacin, IUCM, Mesa de
Comunicadores de Agencias de Cooperacin, Ministerio de Salud del Per, Observatorio de Imprensa,
OCLAC, ONU, OPS, OXFAM, Pontificia Universidad Catlica del Per, Red Cientfica Peruana, UNICEF,
USAID, Voces Nuestras, WACC.
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TEMA 01
MODELOS COMUNICATIVOS
Y SU IMPACTO EN LA INTERVENCIN
Los ciudadanos coincidieron en que el lugar ms inseguro de la ciudad es el centro tradicional y, por
otra parte, juzgaron desde cada una de las seis zonas en las que est dividida la ciudad, que el lugar de
residencia es el ms seguro. Ratificaron el hecho de que los motivos de la inseguridad estn
relacionados con los actos de la delincuencia comn y adems que el imaginario de inseguridad tiene
su base en los sectores que se perciben como los ms lejanos de donde est la persona que opina y,
por lo tanto, se refieren a zonas de la ciudad de las que han odo hablar pero que conocen poco.
En una segunda fase del proyecto se le hicieron al ciudadano preguntas a travs de los medios de
comunicacin para ser respondidas en una lnea telefnica. Fueron cinco preguntas, cada una de las
cuales se sostuvo diariamente en la televisin y la radio. La lnea telefnica en el periodismo pblico
tiene dos caractersticas centrales: es el elemento ms fuerte de conexin de la ciudadana para
participar en el proyecto y supone un cambio en el uso tradicional de las lneas abiertas, porque no es
para decir cualquier cosa o para quejarse sino que interpela al ciudadano que tiene propuestas. Por ello
es que la conexin al telfono es significativa y se convierte adems en un canal de expresin de la
ciudadana, hecho que supone depositar la confianza en un proyecto de periodistas dispuestos a
escuchar de un modo diferente a la ciudadana. La lnea es atendida por estudiantes universitarios.
De las opiniones ciudadanas en la lnea telefnica, hicimos un banco de temas que la ciudadana
coment espontneamente y que se convirtieron en objeto de crnicas e investigaciones periodsticas:
una serie sobre el desarme, la historia de un profesor que propuso la pedagoga del ajedrez para lograr
la convivencia, relatos sobre las esquinas peligrosas en algunas zonas de la ciudad, etc. Esta es una
forma en la que el periodismo pblico permite que la ciudadana tenga una incidencia directa en los
temas de la agenda informativa de los medios. Los periodistas convirtieron en historias los temas de la
ciudadana. En eso consiste una de las versiones de la visibilidad en el periodismo pblico. Con los
paquetes informativos no slo mantenamos el tema en la agenda pblica, sino que dbamos ms
elementos para su comprensin mostrando a las autoridades cmo viven los problemas los
ciudadanos.
Las ONG's convocaron a los ciudadanos a los foros deliberativos que se hicieron en cada una de las
seis zonas de la ciudad. La modalidad del foro deliberativo, en este que fue el primer proyecto que
hicimos, se condujo a partir de una gua de discusin con la presentacin del problema y las opciones
de solucin ya indicadas previamente en la lnea telefnica para que la ciudadana las discutiera.
Una vez determinadas las propuestas surgidas de cada foro deliberativo, se nombr al panel de
ciudadanos, un grupo reducido que se encargara de trabajar ms a fondo las propuestas, con el fin de
construir la Agenda Ciudadana. Con el acompaamiento de los periodistas de los medios
comprometidos en el proyecto, los ciudadanos investigaron ms sobre cada tema y sobre las
propuestas, hasta que lleg el da de la presentacin en pblico de la Agenda. Ante el alcalde y las
principales autoridades de la ciudad, que ocuparon las sillas usualmente reservadas para el pblico,
con la presencia de los periodistas como testigos y como periodistas en funciones, y con los
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ciudadanos arriba, micrfono en mano, se expusieron diez propuestas para disminuir la inseguridad en
la ciudad.
Pocos das despus el alcalde solicit al Consejo que citara al panel de ciudadanos con el fin de que el
cuerpo colegiado, que entonces se encontraba estudiando para su aprobacin el Plan de Desarrollo
Municipal, introdujera en el epgrafe de seguridad las visiones aportadas por la ciudadana y
canalizadas por Voces Ciudadanas. Los ciudadanos fueron al Concejo, en donde la Agenda recibi
respaldo. Se nombr una comisin accidental para estudiar la manera de incluir las propuestas
ciudadanas. En esas discusiones qued claro que la funcin de Voces no era ejecutar las ideas de la
ciudadana: su objetivo es formar opinin pblica y correspondera al Estado, a las ONG's y a los
propios ciudadanos intentar hacer realidad los proyectos.
As pues, lo que autnomamente decidi la Secretara de Gobierno Municipal fue incluir a Voces en el
presupuesto del ao siguiente, con el objetivo de "apoyar la metodologa de Voces Ciudadanas". La
misma secretara sigui contando con la Agenda Ciudadana sobre la seguridad y la convivencia para
sus posteriores estudios en torno a la violencia en Medelln. La Agenda Ciudadana logr introducir
algunos enfoques en el Plan de Desarrollo Municipal y qued como fuente de consulta de las
autoridades municipales.
Para el equipo de Voces Ciudadanas el proceso fue exitoso porque logr una amplia participacin de la
ciudadana, porque logr conectar a ciudadanos con propuestas y porque finalmente se lleg a una
Agenda. Adems, hizo que medios de comunicacin competitivos entre s, trabajaran juntos por los
intereses de la ciudad y la ciudadana. Pero adems sus visiones fueron incluidas en la Administracin
Municipal.
como el Fondo para la Reconstruccin, la cual con dinero del presupuesto nacional y donaciones
internacionales comenz a afrontar la reconstruccin de las zonas afectadas por el sismo. La
Reconstruccin ha tenido varios frentes entre los que se destacan la infraestructura de la ciudad y la
vivienda, al que poco antes de llegar Voces se uni el de comunicacin. La expectativa era la de una
ciudad que deba ser levantada de nuevo. Muchas ONG's fueron nombradas gerentes zonales para
adelantar las tareas de la reconstruccin. Sin embargo, y pese a que el modelo busc ser participativo,
la insatisfaccin creciente de la ciudadana comenz a indicar que algo no andaba bien. La sensacin
de que el ciudadano del comn estaba siendo excluido se haca cada vez ms fuerte. El ambiente era
tenso y haba prevencin frente a las personas que provenan de otras partes del pas para trabajar en el
proceso. Tanto en ideas como en trabajo, la ciudadana se senta fuera del proceso, con el agravante de
que segua jugando en buena parte su papel de vctima. Fue cuando decidimos hacer Voces
Ciudadanas por la Reconstruccin.
La idea era hacer partcipe a la gente y para ello haba que convocarla de manera radicalmente
diferente: Voces no estara all para tramitar las peticiones de las vctimas sino para darles la
oportunidad de discutir sobre la reconstruccin y hacer pblicas sus visiones. El proyecto se lanz en
los medios de comunicacin participantes sin la certeza de que los periodistas haban entendido
suficientemente bien la idea del periodismo pblico, y era la primera vez que coordinbamos a
distancia. Eso, aadido a la cultura periodstica de la regin, muy atada a la poltica tradicional y a las
conexiones con la pauta publicitaria, hizo que redoblramos nuestra atencin en el proyecto. Varios
elementos hicieron ms difcil la experiencia: la baja cultura profesional del medio periodstico, la casi
nula tradicin investigativa, la pobre cultura de la informacin y la politizacin de algunos medios.
Se hizo un sondeo de pregunta abierta a 235 ciudadanos, mediante entrevista personal. El cuestionario
tuvo tres partes: la ciudad-desastre, la ciudad-memoria y la ciudad-reconstruida. En las partes del
sondeo referidas a la ciudad-memoria y a la ciudad-desastre encontramos una relacin tica en la que
el otro aparece aun en los instantes de pnico del terremoto. Fue en el momento del desastre y en los
das posteriores en que se evidenciaron actitudes claves de los ciudadanos como las relaciones con los
amigos, que mejoraron con el terremoto y revelaron los valores de la solidaridad y la unin. Las redes
de solidaridad ciudadana espontnea se revelaron igual que en el caso de la explosin del gas en
Guadalajara, quizs ms oportunas que la ayuda del propio Estado en los primeros das de la tragedia.
Otra expresin de la preocupacin por el otro es la expectativa de los conciudadanos por la gente que
qued alojada en los cambuches, as como un fuerte reclamo por la necesidad de vivienda digna.
Detonar la memoria sobre la ciudad que se derrumb nos mostr los deseos reprimidos de ciudad en la
gente, y una aspiracin a que fuera ms de lo que era. En situaciones de desastre se le presenta al
ciudadano la oportunidad de mirar la ciudad en su conjunto y no extraa que sea un momento propicio
para armarla como la desean. En situaciones de desastre no solamente se caen edificaciones sino
referentes simblicos. Es el caso de la economa y la cultura del caf, que corri pareja a la necesidad
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
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idea era que as como el desastre y los planes del presidente para reconstruir la ciudad se haban
conocido no solamente en el mbito local sino en el nacional -y por supuesto en el internacional-, la
Agenda Ciudadana deba ser visible al menos tambin en el nivel nacional.
Luego de una semana intensa de conversaciones se puli la Agenda Ciudadana de la reconstruccin.
Entonces se convoc a las autoridades del FOREC y de la ciudad para que en un foro pblico recibieran
oficialmente las propuestas. All estuvieron las autoridades, como siempre en las sillas destinadas al
pblico y el Director Ejecutivo de FOREC se comprometi a trabajar con la Agenda.
Lo que sorprendi fue que el ciudadano pudiera pensar ms all de las principales necesidades y
desarrollara una mirada crtica sobre el modelo de desarrollo basado en la economa de caf, as como
su aspiracin a aprovechar el desastre para convertir a Armenia realmente en una ciudad, en algo ms
cosmopolita. La experiencia de Armenia demostr que las necesidades no impiden a la gente, si se le
convoca para que piense y proponga, conectarse con el inters pblico.
El ltimo proyecto que hicimos fue por la calidad de vida. Un proyecto sobre la pobreza que todava me
tiene muy impactada porque es interesante ver qu dice el ciudadano del comn cuando le dan un
espacio para hablar sobre cmo entiende la pobreza, qu es la pobreza, independientemente de los
indicadores formales que dicen si usted es pobre o no es pobre. Cmo percibe la ciudadana de
manera ms cualitativa el tema de la pobreza es algo muy interesante. Tuvimos muchsimas sorpresas,
entre otras cosas el hecho de que para el ciudadano la pobreza espiritual es muy importante, como
tambin el que haya salido el tema de la religin catlica como propiciadora de un sentimiento de
conformismo, de si somos pobres somos ms virtuosos.
Gran parte de la ciudadana dijo que la gente es pobre porque le da la gana. Lo que me pareci un
bofetn a la manera en que los medios de comunicacin informan sobre la pobreza fue que los
ciudadanos, en ningn momento, en un proyecto que dur ms de seis meses, denunciaron
pblicamente que la pobreza obedece a modelos de desarrollo y a polticas, es decir no politizaron el
tema. Sus argumentos estaban relacionados con condiciones de mala suerte, de falta de buena suerte,
a la religin y a algunas cosas medio mgicas, pero no llevaron el debate al tema poltico. Yo pienso que
ah estaban devolviendo lo que han recibido de sus medios de comunicacin, del discurso periodstico
acerca de la pobreza.
Entonces, cmo lo hacemos? Lo que nosotros hacemos es tomar un tema de inters pblico, y en este
sentido hay tres ejes: 1. Algn problema que requiere solucin, debatamos esto. 2. Una decisin
pblica polmica, o sea algo que ya se hizo pero con lo cual hay inconformidad, debatmoslo. 3. Una
decisin que est por ser tomada que sera el captulo ms apasionante, es decir antes de que se tome
una decisin discutamos y escuchemos las agendas ciudadanas e incorporemos eso como un insumo
para las polticas pblicas. Como nuestras sociedades no son lo suficientemente democrticas, es el
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
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tercer eje en el que menos hemos tenido proyectos porque las cosas nos caen del cielo, no toman
decisiones y no hemos podido lograr hacer proyectos antes de esas polticas pblicas, pero estamos
trabajando en eso en este momento.
Metodolgicamente hablando, lo que hacemos es una produccin periodstica centrada en darle al
ciudadano insumos para el debate. No es la noticia normal, es lo que usted necesita saber como
ciudadano para poder participar en un debate pblico sobre ese tema, sea el transporte, sea la
pobreza, sea la inseguridad. Luego hacemos una pregunta semanal abierta, de tipo abierto, no para
responder si/no, no sabe /no responde; sino de tipo abierto para que el ciudadano la responda a una
lnea telefnica que funciona en nuestra Universidad.
Hay todo un entramado para recibir la voz de la ciudadana en un programa en excel donde la gente
pueda hablar realmente de lo que piensa y no con opciones predeterminadas frente a los temas.
Tambin indagamos qu tipo de relacin tiene con el tema; por ejemplo en el caso del ftbol si es un
hincha o si es un jugador o si es ama de casa, madre de un hincha, etc., porque eso marca las
posiciones de la gente frente a los temas. Asimismo hacemos una encuesta de pregunta abierta;
nosotros mantenemos esa poltica, la pregunta debe ser abierta, no cerrar opciones porque no pueden
ser las opciones del encuestador sino las opciones del ciudadano que va hablar. Son ms difciles de
tabular pero hemos logrado ganar en experiencia tabulando este tipo de encuesta. De todas maneras,
para nosotros, a diferencia del periodismo tradicional, la encuesta es un punto de partida y no un punto
de llegada; o sea a partir de all la encuesta nos muestra unas tendencias de opinin que vamos a tener
que seguir investigando a partir de grupos de discusin, entrevistas en profundidad, trabajo de campo
en el cual venimos trabajando muy fuerte en estos dos ltimos aos.
Yo dira que nuestro eje del momento deliberativo son lo que llamamos las conversaciones ciudadanas,
que al principio las llambamos foros pero cuando hablbamos de foros el ciudadano llegaba y se
sentaba a esperar a que le hablara el experto, as que tuvimos que cambiar tambin la terminologa y las
llamamos conversaciones ciudadanas. Se trata de deliberaciones en grupos ms o menos de quince
personas sobre los diferentes temas que han ido surgiendo de la lnea telefnica, de la encuesta, y en
donde ya nos sentamos cara a cara para que los ciudadanos argumenten ms en profundidad sus
propuestas o sus miradas sobre los temas. Tenemos dos tipos de conversaciones: las que llamamos
identitarias y las diversas. Las identitarias son la que nos muestran la confluencia de opiniones, y lo que
hacemos es profundizar en esas visiones sobre los temas en los cuales ellos tienen una especie de
acuerdo. En el caso de las diversas, por ejemplo, como lo dije en el ftbol enfrentamos a los barristas y a
los ciudadanos del comn con sus visiones divergentes, con un poco ms de polmica, por decirlo as.
Despus, todo lo que hacemos durante estos meses de debate pblico, es mantener el tema en los
medios de comunicacin, devolviendo informacin con lo que la gente ha venido diciendo. El proceso
termina con un documento que se llama la agenda ciudadana sobre ese tema especfico. Se trata de
un documento por escrito que tiene una parte de prembulo en donde los ciudadanos sientan posicin,
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de principios, y dicen el Estado es administrador del espacio pblico pero no se le puede regalar a los
particulares para su beneficio propio. En consecuencia aparece la segunda parte del documento que
es la agenda crtica: qu nos parece que se est haciendo mal en torno a este tema; y tercero la
agenda propositiva: qu vemos nosotros como ciudadanos que debera y podra hacerse sobre este
asunto. En promedio participan 1000 ciudadanos en cada proyecto; y luego de todo eso escogemos
un pequeo panel de ciudadanos que va a trabajar ms esa agenda y va a presentarla ante la sociedad
civil y ante las autoridades. Entonces, el panel de ciudadanos entrega la agenda ciudadana en un acto
pblico, en donde ellos son los que tienen la palabra y las autoridades estn all en un auditorio
sentados dentro del pblico, tomando nota y recibiendo la informacin, y luego pueden pasar a discutir
y a dialogar con los ciudadanos sobre esas agendas. Lo ltimo que hacemos es dar un informe de
seguimiento periodstico sobre lo que ha pasado con la agenda de Voces Ciudadanas.
El proceso, desde el punto de vista conceptual, est orientado a la formacin de pblicos parcialmente
en el sentido habermasiano del trmino, y digo parcialmente porque no tengo tiempo de hablar de
Habermas y sus crticos. La formacin de pblicos, la construccin de la agenda ciudadana, la
conexin de esa agenda ciudadana con la agenda pblica y el seguimiento ciudadano, es lo que
describe este proceso.
Para finalizar, este es un periodismo ms de corte comunicativo no es un periodismo tradicional
informativo de una sola va, por tanto yo dira que el modelo comunicativo tiene los siguientes
elementos: el tema de inters pblico que genera controversia; interrogar a los ciudadanos para que se
activen y piensen porqu ese es el rol que ellos tienen; los ciudadanos responden; hay informacin
periodstica en todo el proceso que va hilvanando todo el debate pblico; los ciudadanos se
encuentran y deliberan cara a cara; los ciudadanos conectan su agenda con la agenda pblica. En todo
el proceso lo que intentamos es lograr una interaccin de esas voces de la ciudadana con lderes de
opinin, con partidos polticos, con organizaciones de base, con organizaciones sociales, con
gobernantes y con el gran pblico.
La leccin ms fuerte tiene que ver con que partimos de una mirada consensualista y que hoy por hoy
valoramos muchsimo el tema del disenso, es decir de cmo este es un proceso de creacin de opinin
pblica que debe estar marcado por la divergencia, por la polmica y por el debate, y que construir una
agenda ciudadana no significa construir una agenda ciudadana, que necesariamente llegue al
consenso. En el proyecto del ftbol nos toc presentar diversas visiones sobre la agenda ciudadana
porque finalmente los hinchas furibundos no se pusieron de acuerdo con los ciudadanos del comn y
viceversa, entonces porqu no darle la expresin a todos. Dnde se nos convenci de que la
comunicacin tena que ser consensualista?
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voz de los sin voz es quizs la herencia que no quisiramos recuperar de este momento histrico.
Primero, porque relacionarse con los otros, con los pobres, como los sin voz, estableci un tipo de
relacin superior/inferior como la relacin que establece el propio discurso desarrollista y sus polticas
homogneas para toda la regin. Segundo, porque asumirse como la voz de los otros trajo consigo la
asuncin de un papel que condujo en lo concreto a discursos cerrados y homogneos, a prcticas
cerradas y homogneas, tanto como el discurso y las prcticas del desarrollo hegemnico.
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tecnologas de informacin y comunicacin, y que luchan por el acceso y manejo democrtico a dichas
tecnologas.
Finalmente, estamos hablando de radios que construyen sus propias agendas noticiosas, que trabajan
la informacin contextual, el anlisis, las mltiples miradas sobre los hechos. Estas miran otros
hechos no mirados por la agenda oficial, hechos que dan cuenta que otros mundos tambin existen,
como son aquellos vinculados a la sexualidad, a la otra economa, al arte, a los jvenes, a la agricultura
orgnica, a los saberes milenarios, a los sueos, etc.
Estas son las radios que van apareciendo poco a poco en la escena de la comunicacin en Amrica
Latina, buscando situarse de una vez por todas en un nuevo paradigma de conocimiento y de
desarrollo, coexistiendo con los viejos paradigmas de conocimiento y de desarrollo.
desarrollos; que quizs sea una forma posible de superar el discurso unvoco del desarrollo del qu al
parecer. Si queremos genuinamente una vida buena para todos y todas, tendremos que desalinearnos.
Una comunicacin as trabajada ser, fcilmente, en s misma, desarrollo.
Para terminar, quizs sea necesario ejercitarnos para escuchar y leer al revs, lo que quiere aparecer al
derecho. Quizs tambin sea necesario ejercitarnos para nombrar con nuevos nombres nuestras
nuevas realidades, porque los viejos nombres no pueden contenerlas.
21
Tourain, Alain. 2005. Un nuevo paradigma: Para comprender el mundo de hoy. Barcelona: Piados, p.12.
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igualdad entre los gneros y el respeto de las religiones, la promocin de mltiples estilos de vida y la
cultura de masas.
En este escenario, el reto de la comunicacin para el desarrollo pasa por identificar estos procesos,
este cambio de paradigma, pero no slo para conocer y reconocer de mejor manera a la sociedad, sino
para calibrar las estrategias que promuevan su trasformacin. Esto especialmente, debido a que el rol
protagnico que ocupa en el mundo actual la dimensin simblica de la vida humana no est exento de
contradicciones, como se puede apreciar al observar los procesos sociales desatados por el uso de la
cultura como un recurso.
George Ydice, uno de los que sostiene esta idea, seala que hoy en da:
el papel de la cultura se ha expandido de una manera sin precedentes al mbito poltico y econmico,
al tiempo que las nociones convencionales de cultura han sido consideradamente vaciadas. En lugar
de concentrarse en el contenido de la cultura -esto es, el modelo de enaltecimiento (segn Shiller o
Arnold) o el de distincin o jerarquizacin de clases (segn Bourdieu) que ofreca en sus acepciones
tradicionales, o su ms reciente antropologizacin como estilo de vida integral (Williams) conforme a la
cual se reconoce que la cultura de cada uno tiene valor- tal vez sea ms conveniente abordar el tema de
la cultura en nuestra poca, caracterizada por la rpida globalizacin, considerndola como un
recurso2.
Ello implica reconocer que la cultura es usada como expediente para el mejoramiento tanto
sociopoltico como econmico3; es decir, que es invocada con el propsito de resolver una variedad
de problemas para la comunidad4, como las deficiencias de participacin ciudadana o la escasez de
empleo. De esta manera, la alta cultura (museos) se ha convertido en un recurso para el desarrollo
urbano, la cultura masiva (cine, televisin, video, msica) para el aumento del PBI y la cultura popular
(los rituales, las prcticas estticas cotidianas como las canciones, cuentos populares, cocina,
costumbres y otros smbolos) para el incremento del turismo y la promocin de las industrias que
explotan el patrimonio cultural5. Asimismo, mltiples movimientos sociales vienen reclamando su
inclusin dentro de las sociedades nacionales a travs su diferencia cultural, tal como sucede con
aquellos que han vuelto a denominarse indgenas buscando, por ejemplo, poder ser beneficiados de
los alcances jurdicos del Convenio 169 de la OIT, formulado para poblaciones que se definen de esa
manera. Esto es, se apela a la tradicin, a las marcas identitarias, como fuentes para la obtencin de
recursos econmicos a travs del reconocimiento poltico de comunidades culturales.
Ydice, George. 2002. El Recurso de la cultura. Usos de la cultura en la era global. Gedisa, p. 23.
Ibidem.
4
Ibidem. p 40.
5
Ibidem., p. 16.
3
23
Estos usos de la cultura tienen luces y sombras, riesgos y posibilidades. Por un lado, han permitido
visibilizar en las agendas pblicas nacionales la importancia que tiene, para el mejoramiento de la
calidad de vida de las personas, la dimensin cultural, aquella a travs de la cual formulamos y
negociamos los sentidos y los significados que orientan nuestras conductas. Incluso para el
movimiento progresista, para los que luchan por los derechos humanos, la cultura siempre haba sido
un factor sin mayor relevancia para la construccin de ciudadana, el incremento del empleo y la
autoestima de los individuos. Como lo reconoce el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD), de las cinco categoras de derechos humanos (civiles, culturales, econmicos, sociales y
polticos), los derechos culturales son los que han recibido menos atencin6. Sin embargo,
paulatinamente la cultura viene siendo asumida a nivel internacional como un instrumento capaz de
reformular los acuerdos colectivos, emancipar a los ciudadanos y contribuir al crecimiento de la
economa.
Pero, por otro lado, el uso de la cultura como un recurso tambin puede ser un factor de reproduccin
de histricas desigualdades. Por ejemplo, actualmente los mercados simblicos vienen aumentando el
PBI de muchos pases a travs de los movimientos de capital generado por las industrias culturales, sin
que la redistribucin de la riqueza sea necesariamente equitativa. Mientras que entre 1994 y el 2002 el
comercio internacional de bienes y servicios culturales (discos de msica, pelculas, programas de
radio y Tv., videos, libros, etc.) se increment de 38 mil millones de dlares a 60 mil millones, slo tres
pases -Reino Unido, Estados Unidos y China- produjeron 40% de los bienes culturales
comercializados en el mundo en el 2002 y, en contraste, Amrica Latina hizo lo mismo con el 3%7. En
cuanto a las ganancias producidas por las industrias culturales en el mbito mundial, segn el
Observatorio de Industrias Culturales de la Ciudad de Buenos Aires (OIC)8, stas se reparten de la
siguiente forma: el 87% para Estados Unidos, la Comunidad Europea y Japn; y slo el 13% para el
resto del mundo.
Asimismo, ya no a nivel global sino local, al exaltar la cultura popular para colocarla en los circuitos
tursticos, el Estado no necesariamente promueve la justicia social y la inclusin social de los sectores
que la producen. En el caso del Per, por ejemplo, esto se hizo evidente a mediados del 2006, cuando
el Estado organiz dos eventos paralelos. Por un lado, la Defensora del Pueblo y el Instituto Nacional
de Cultura reinauguraron en el Museo de la Nacin la muestra fotogrfica Yuyanapaq. Para Recordar,
montada por la Comisin de la Verdad y Reconciliacin durante el ejercicio de su mandato. All, por
intermedio de descarnadas imgenes, se relatan los horrores del conflicto armado interno ms intenso
y extenso de la historia de nuestra Repblica, en el que el 75% de las vctimas hablaban quechua o
PNUD. 2004. Informe sobre Desarrollo Humano 2004. La libertad cultural en el mundo diverso de hoy. Nueva York:
Mundi-Prensa Libros.
7
UNESCO. 2005. International Flows of Selected Cultural Goods and Services, 1994-2003. Pars: Unesco.
8
Al respecto ver: http://weblog.educ.ar/sociedad-informacion/archives/005544.php/
24
alguna otra lengua nativa. El mismo da, y en un edificio muy prximo, la Biblioteca Nacional del Per, el
Ministerio de Turismo y Comercio Exterior present el libro El paraso en Imgenes en el que, con la
intencin de promover el Per como destino turstico, aparecan mltiples fotografas de paisajes y
rostros del Per rural e indgena en su faceta ms festiva y colorida.
La contradiccin entre la muestra fotogrfica y el libro fue evidente. En una se describa el infierno, en el
otro el edn de un mismo sector de la poblacin. En la muestra aparecan campesinos masacrados,
ensangrentados y mutilados, por Sendero Luminoso o por las F.F.A.A.'s. En el libro, esos mismos
campesinos eran abordados como parte de un mundo extico, un paquete turstico para el mundo
exterior. El contraste se expresa tambin en el accionar del Estado. Mientras que el Plan Integral de
Reparaciones an no entra en vigencia y las principales recomendaciones formuladas por la CVR han
sido rechazadas por la sociedad poltica, la cultura de las vctimas de la violencia es utilizada para
exaltar la identidad nacional y promover el turismo sin preocuparse de que los beneficios de estas
actividades econmicas se redistribuyan. Por lo mismo, se podra decir que los indgenas slo son
reconocidos oficialmente si se manifiestan como postales tursticas, no como sujetos de derecho. En
este caso, entonces, a quin beneficia el uso de la cultura como recurso? Una respuesta clara al
respecto no puede dejar de reconocer que la cultura puede llegar a convertirse en un instrumento para
invisibilizar las relaciones de poder y reproducir las desigualdades.
25
entre identidades tnicas, clasistas y regionales9. As, combinando sus propias creencias (uso de
redes de parentesco y de la reciprocidad como relacin social) y prcticas culturales (expresiones
regionales de origen tradicional como lo asociado con el folclor) con otras imgenes y discursos
provenientes de las lites nacionales y del resto del mundo, estos sectores han construido un gusto y
modo de vida propio a travs del cual vienen disputando el significado del Per como comunidad
imaginada.
Para este proceso fue clave la conversin de la msica folclrica tradicional en una moderna industria
cultural. A diferencia de Mxico, dada la ausencia de un Estado que movilice grandes capitales, fue la
industria de la msica y no la del cine la que sirvi de escenario para crear vasos comunicantes entre
las culturas campesinas y el universo urbano, as como para edificar las fbricas de gestos y moldes
vitales de lo nacional10. Su formacin se remonta a mediados de la dcada de los cincuenta, durante
los aos en los que se intensific el proceso de migraciones internas que cambiaron el rostro social del
pas. En aquella poca, los que optaron por construirse su propio futuro abandonando sus pueblos de
origen no slo utilizaron lampas y esteras para conquistar la ciudad capital, sino tambin su propio
capital cultural. Por ello, lejos de dejar sus tradiciones sonoras como el huayno (gnero pre-hispnico
interpretado con instrumentos espaoles adaptados a las estticas sonoras locales), las insertaron al
mercado, al grabarlas fonogrficamente (en 1947 a travs de la influencia de Jos Mara Arguedas),
consumirlas en espectculos en vivo (en los llamados coliseos) y difundirlas por la radio (a partir de
1953 con el programa El Sol en los Andes de Luis Pizarro Cerrn).
Desde sus inicios esta industria se ha caracterizado por mantener un intenso dinamismo econmico y
cultural. Econmico, porque a pesar de haber sufrido una serie de descensos comerciales a lo largo de
su historia, sus agentes principales (compositores, promotores de conciertos, disqueras
independientes) siempre ha logrado reinventarse y reubicarse en las posiciones de vanguardia del
espectro sonoro nacional. Y cultural por la capacidad de sus mltiples expresiones regionales de
combinar antiguas tradiciones con modernas innovaciones, manteniendo as intensos arraigos
emocionales. La msica andina nunca ha dejado de ser una frtil fuente de identidad para millones de
peruanos. A travs de sta, pueblos olvidados y excluidos de la historia oficial pudieron crearse su
propia banda sonora nacional. Por ello, no es gratuito que cada vez que se recurra a metforas que
sinteticen el universo cultural del denominado Per profundo, estereotipada etiqueta que slo ayuda
a reproducir la marginacin, se apele a los nombres de cantantes o agrupaciones musicales. As
sucedi con el Jilguero de Huascarn, Pastorita Huaracina y Flor Pucarina; y hoy pasa con Max Castro,
Dina Pucar e Isaura de los Andes.
9
Degregori, Carlos Ivn. 2002. Identidad tnica, movimientos sociales y participacin en el Per. En: Carlos Ivn
Degregori (co-organizador), Estados nacionales, etnicidad y democracia en Amrica Latina. Osaka: The Japan Center
for Area Studies National Museum of Ethnology Symposium, Series 15.
10
Barbero, Jess Martn. 1987. De los medios a las mediaciones: comunicacin, cultura y hegemona. Mxico D.F.:
Editorial Gustavo Pili.
26
Esta industria cultural se sostiene sobre una institucionalidad popular (fuera del alcance del Estado, las
lites econmicas y las grandes corporaciones trasnacionales) que articula no slo pequeas y
medianas empresas, sino tambin asociaciones civiles como los clubs regionales de los migrantes,
correas de transmisin cultural que atraviesan todo el pas. Es por eso que, en la actualidad, si uno
enciende la radio o se va a un concierto, puede identificar dos grandes circuitos: uno de inclinacin
comunitaria, que agrupa programas de radio y locales de baile alquilados por personas que
pertenecen a un club de migrantes o por cantantes que estn identificados con una regin especfica
del pas; y otro con un cariz ms comercial, administrado por cantantes o promotoras de espectculos
que buscan difundir sus producciones discogrficas y conciertos en vivo.
En el circuito comunitario, la radio es utilizada comercialmente, pero no slo para insertar un producto
musical en el mercado cultural de msica folclrica, sino como un medio para poder reproducir las
costumbres regionales del interior y as fortalecer los lazos sociales entre los migrantes de alguna parte
del Per que se encuentran en Lima. De all que sean tres los principalmente usos que se le dan a este
tipo de circuitos:
1.
2.
3.
De esta manera, la industria de la msica ha logrado construir pequeas esferas pblicas en las que,
adems de difundirse una diversidad de gneros musicales, se da espacio para la discusin de
agendas polticas locales. Por ejemplo, especialmente en poca de elecciones, los alcaldes que
quieren postular en sus lugares de origen, asisten a los programas de radio para dar cuenta de sus
propuestas y lograr posicionarse dentro de los bolsones de electores que agrupan este tipo de medios
de comunicacin. De hecho, existen casos de candidatos al Congreso de la Repblica que utilizaron
estos programas radiales de msica folclrica para posicionar sus estrategias de marketing poltico,
logrando gracias a ello altas votaciones; por lo que no hay que perder de vista la importancia poltica
que tienen estos circuitos.
No obstante, las discusiones pblicas que all se generan no slo estn orientadas hacia el ejercicio
poltico. En este circuito comunitario tambin se organizan actividades en beneficio de pueblos del
interior. Por ejemplo, los migrantes de Unicachi (Puno) que tienen un gran xito econmico en Lima (en
conjunto se calcula que poseen ms de 2 millones de dlares) y forman parte de la Central Folclrica
Puno (asociacin que agrupa a ms de 300 entidades civiles, propietaria de un local en el que se
organizan conciertos y concursos de danzas folclricas todos los domingos), han retornado a su
pueblo de origen llevando mquinas de coser, con la finalidad de que all se confeccionen las prendas
11
Segn el INEI (Instituto Nacional de Estadstica e Informtica), el 62% de personas encuestadas acudan a fiestas
costumbristas, mientras que un 15% asistan a museos.
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
27
de vestir que luego venden en sus puestos del Centro Comercial Gamarra de Lima. As, a manera de
una organizacin posfordista de la produccin, van generando puestos de trabajo a la misma vez que
recrean sus identidades regionales.
En el circuito comercial, por su parte, algunos artistas no slo difunden sus producciones discogrficas
y dinamizan la economa con sus presentaciones en vivo, sino que utilizan los espacios a su disposicin
para exigirle al gobierno regional o central la realizacin de obras en localidades del interior. Ese es el
caso del arpista ngel Dmazo, quien durante el mes de julio del 2006 estuvo organizando un pedido
formal al Ministerio de Transportes y Comunicaciones para que esta entidad construya una carretera
entre Sayn y Oyn, este ltimo su lugar de nacimiento. Claro est que este no es el caso ms
representativo de lo que comnmente sucede en la escena del folclor, pero demuestra la potencialidad
que tiene para crear agendas pblicas y motivar la accin de los ciudadanos ms all de los avatares
del corazn.
Lo que s es cotidiano escuchar en los programas de radio y en los conciertos son reivindicaciones a la
cultura andina, chola, provinciana, ahora asumida con menor vergenza y mayor orgullo. En estas
alusiones, el discurso del cholo soy y no me compadezcas de aos pasados ha dejado su lugar a otro
en el que los locutores aluden a la capacidad de movilidad social de los sectores populares:
Nuestro folclor est conformado por gente provinciana que ha salido de muy abajo, que ha logrado
vencer la pobreza, que ha logrado vencer las adversidades de nuestro pas, que ha triunfado12. Lo
mismo sucede con las opiniones del pblico que llama a la radio: Esta es la hora de los provincianos,
de la gente humilde, que antes era discriminada y que ahora sale adelante como Dina Pucar.
La enunciacin de estos discursos se circunscribe a un contexto social en el que el mercado interno
viene expandindose y la sociedad de consumo penetrando entre la poblacin de origen migrante.
Una nueva clase media ha surgido en los territorios que antes eran polvorosos arenales y cinturones de
miseria, convirtindolos en conjuntos habitacionales y billeteras dispuestas al consumo. Segn, el
informe de perfiles zonales de Apoyo el 10.4% del nivel socioeconmico B vive en distritos de Lima
Norte(Los Olivos, Independencia, Comas, etc.), perciben un promedio de 890 dlares al mes y posee
de las mejores infraestructuras de vivienda de la capital, lo que permite a sus habitantes dedicar un
mayor porcentaje de sus ingresos a la educacin de sus hijos, equipamiento domstico y
entretenimiento13.
Por ello, muchos canales de televisin abierta vienen filmando miniseries protagonizadas por cantantes
12
Gilber Causto (locucin) & Festival Musical (produccin). Mayo, 2004. El show de Dina Pucar (Programa diario).
Lima. Radio Inca 5:40 AM, Corporacin Radial del Per.
13
Cordero, Jaime. El 10% de la clase media limea vive en distritos del cono norte. El Comercio, 15 de abril de 2004.
28
14
Appadurai, Arjun y Carol A. Breckenridge. 1995. Public Modernity in India. En: Carol. A Breckenridge (ed.),
Consuming Modernity. Public Culture in a South Asian World. Minneapolis y Londres: University of Minnesota Press.
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
29
c) Las industrias culturales contribuyen con la economa, a la vez que protegen y promueven la
diversidad cultural. Los programas de radio y televisin, as como los conciertos y la venta de discos
musicales, generan innumerables puestos de trabajo a vendedores ambulantes, promotores,
guardianes, diseadores, artistas, etc., adems ser de las correas de transmisin y produccin de
nuestras mltiples identidades. En ese sentido, un desarrollo culturalmente sustentable, escribe
George Ydice, no hace de la cultura una 'tabla de salvacin' que distingue lo humano de lo
econmico, lo meditico y lo tcnico. La cultura es ya parte de todas estas esferas y, en la medida
que no se le da reconocimiento como insumo econmico, meditico, tcnico, etc., el resultado es el
empobrecimiento de esas esferas y del ambiente cultural mismo15. Dicho de otra manera, el
desarrollo no ser sustentable a menos que se tenga en consideracin no slo el impacto de las
otras esferas en las prcticas tradicionales reconocidas como culturales (artes, industrias culturales,
folclor y culturas populares), sino la manera en que se manifiesta la dimensin cultural en esas otras
esferas16. En ese sentido, cultura, economa y comunicacin son dimensiones indesligables en la
bsqueda de una mejor calidad de vida para los ciudadanos.
De esta manera, apoyando y apoyndose en las expresiones culturales insertadas en el mercado, las
ONG's y los organismos de cooperacin pueden tener ms oportunidades para el fomento de las
libertades individuales y colectivas que permitan limar la estructura desigual de nuestras sociedades.
La cultura tiene la capacidad de ser un recurso para el lucro pero tambin para el desarrollo, el
reconocimiento pblico de la diversidad cultural y la redistribucin de la riqueza.
15
Ydice, George. 2004. Industrias culturales y desarrollo culturalmente sustentable. En: Industrias culturales y
desarrollo sustentable. Mxico: Organizacin de Estados Iberoamericanos, pg. 247.
16
Ibidem.
30
31
trabajen sobre la base de aquello que el otro, afectado por un problema, quiere y decide modificar.
Entonces, lo que esta estrategia trabaja es la modificacin de opiniones y de actitudes de las gestantes
respecto a los servicios de la salud. Esto implic, evidentemente, que el lado de la oferta de los servicios
mejorara y se adecuara a las perspectivas, necesidades y expectativas de las mujeres gestantes.
Asimismo, implic trabajar el desarrollo de habilidades en la propia comunidad, de manera que sta
asuma su cuidado no slo a travs de mapeos comunitarios que permitan saber dnde hay mujeres
gestantes y su respectivo tiempo de gestacin, sino que tambin permitan crear una red comunitaria
solidaria. De esta manera, al presentarse una emergencia o al momento en que la mujer decida bajar a
un centro o puesto de salud para ser atendida por su alumbramiento, la comunidad se movilizar para
ayudar en el traslado de esta gestante.
Finalmente, otro de los aspectos que tambin se ha trabajado ha sido el estimular prcticas en cuanto al
uso de los servicios de maternidad. Para ello se han tocado tres barreras: la econmica, la cultural y la
geogrfica. Para cada una de ellas se han desarrollado estrategias especficas, buscando que las
madres y las mujeres gestantes mejoren su situacin, pero no se apela nicamente a la mejora de su
situacin a partir del trabajo de las propias mujeres, sino a partir del trabajo que las mujeres hacen con
sus esposos y la forma que la propia comunidad tiene de involucrarse.
En la siguiente filmina he puesto 7 Pe's. El mercadeo tradicional se maneja con 4 Pe's tradicionales. A
esto le hemos agregado 3 Pe's ms. Adems de producto, precio, plaza y promocin, le hemos
agregado el tema de polticas, pblicos y parceras o alianzas. Partimos de un concepto de producto
que es el valor de la maternidad sana y segura, valor que se basa en que la mujer, quien histricamente
daba a luz en su casa por z, y, o x factores, se desplace al establecimiento de salud para dar a luz. El
tiempo que tenemos es relativamente corto, por ello voy a correr sobre algunas variables que me
parece son las ms interesantes. Quisiera trabajar el tema de la variable precio. El seguro integral antes
fue llamado seguro materno infantil, y lo que hace, bsicamente, es cubrir el caso de embarazo, parto o
puerperio para que las mujeres de las zonas rurales que se encuentran en situacin de pobreza y de
extrema pobreza tengan la oportunidad de dar a luz en un establecimiento de salud. Antes de la
existencia de estos seguros se daban muchos casos en los que las mujeres no eran atendidas en
servicios. Adems, suceda algo muy curioso: en muchos casos en los establecimientos de salud de
diferentes categoras o niveles, no haba facilidades de pago ni tarifas diferenciadas segn las
posibilidades de las mujeres. Entonces, el servicio de seguro integral de salud es una posibilidad para
que las mujeres tengan el derecho de acceder a un establecimiento de salud que evidentemente es
cubierto por el Estado, porque hay gente que vive en situacin de pobreza pero que tiene todo el
derecho de ser atendida en las mejores condiciones.
Un tema que creo importante incluir, aunque que tal vez para algunas de las personas aqu presentes
puede no ser polmico, es el costo de la mala calidad de la atencin. Lo he considerado parte de la
variable precio aunque no exista intercambio pecuniario entre la usuaria y el servicio, porque la buena
32
calidad de atencin es un derecho que tenemos las mujeres y todas las personas que van a cualquier
servicio, y en este caso particular, a un establecimiento de salud. Los establecimientos de salud no
brindaban una atencin de calidad (que no se refiere exclusivamente a destrezas tcnicas, sino que
implica una atencin adecuada a la cultura de las personas, quienes se van porque se sienten
maltratadas). As, el costo de oportunidad por una mala atencin implic que el Ministerio de Salud
desarrollara estrategias de relaciones interpersonales de comprensin de la cultura del otro, y que,
fundamentalmente, adecuara los servicios de salud a la perspectiva de la historia y las necesidades de
las usuarias.
Yo quiero compartir algo que viene de mi colega, un oficial de salud de UNICEF que posee una
coleccin de cermicas maravillosas de varias culturas. Las piezas que ms me han impactado son las
de la cultura Nazca, que, como ustedes saben, fue una cultura precolombina que ilustr sus cermicas
con situaciones de alumbramiento de parto vertical. Esto nos hace dar cuenta a las que somos mams
que hemos dado a luz incmodamente, echadas horizontalmente para facilitar la comodidad del
mdico, que no deberamos descartar las prcticas ancestrales de culturas como esta. Creo que
debemos rescatar la permeabilidad que tuvo el Ministerio de Salud al empezar a trabajar ese tema.
En la siguiente variable que es la de plaza, he puesto al servicio de salud en un lugar adecuado a las
costumbres de las mams, que facilite el acceso a una comunidad saludable y segura. Los servicios de
salud son fros, pues estn llenos de losetas y cermicas. No son lugares clidos como aquellos en los
que las mujeres de las zonas andinas y amaznicas acostumbran dar a luz, y tampoco se permite el
ingreso de la familia. Aqu se trabajaron un conjunto de cosas. He puesto algunas de las maneras en las
que aquel servicio que se daba a la mujer parturienta se adecu a su costumbre histrica, a su temor al
corte y al fro. Se empez en algunos casos a trabajar con la episiotoma, y en un ambiente clido donde
la mujer reciba un matecito. Se le entregaba la placenta si es que ella la solicitaba. Existen costumbres
muy interesantes: cuando el beb es varn, la placenta se entierra en el umbral de la casa, y cuando se
trata de una mujercita, la placenta se entierra en el fogn. Esas son las costumbres que les
corresponden, no refuerzan necesariamente una perspectiva de gnero que es la que quisiramos
pero son costumbres histricas de nuestras mujeres, y en la medida en que el proceso comunicativo se
hace en funcin del otro, hay dilogo y posibilidades de comunicacin.
Por otro lado, las mujeres se sentan maltratadas y discriminadas porque en los centros de salud se
manejaba un lenguaje tcnico tan complejo como la palabra episiotoma, y por cdigos culturales
totalmente diferentes.
En la filmina que se presenta a continuacin tenemos la variable de promocin: la idea era dar a
conocer el valor de la maternidad saludable y segura, y los beneficios de un establecimiento de salud
para promover e incrementar el parto institucional. Lo que se trabaj fue, bsicamente, dos aspectos. El
primero fue la comunicacin interpersonal. sta se trabaj en las visitas domiciliarias que el personal de
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
33
salud suele hacer en el pas. Existen aproximadamente 7 mil establecimientos, y tenemos ms de 30 mil
comunidades, ms anexos, lo que implica que hay que llegar a las familias y se hacen muchas visitas
domiciliarias. En el Ministerio de Salud tambin se hace uso de recursos comunitarios como las ferias.
Se trabaj tambin con estrategias comunicativas masivas: peridicos murales, marchas, animacin
cultural, ferias y, evidentemente, se hizo un gran uso de la radio. Ahora, este proceso ha sido muy
curioso porque normalmente en nuestros pases las polticas se gestan, por lo menos en el Per. Hay
pases como Colombia que tienen una gestin pblica descentralizada, pero en el Per las grandes
polticas nacionales salen a nivel central. En el caso de la maternidad saludable, las polticas se
gestaron desde lo local y fueron subiendo desde lo distrital a lo provincial, regional, o nacional. En estos
momentos existe una norma de atencin del parto vertical con adecuacin cultural que es una norma
nacional.
En cuanto a los pblicos, quisiera decir que en el proceso se involucraron un conjunto de pblicos
primarios, no solamente las madres afectadas, sino tambin su entorno ms cercano. Se consider a
sus maridos, a las parteras y a su entorno ms cercano como pblico secundario, pero a estas alturas
del partido, cuando el parto institucional ha crecido, las parteras dejaron de ser pblico objetivo
secundario para trasladarse y ser aliados de la comunidad en la promocin del parto institucional en los
establecimientos de salud. Miren qu contundente ha sido la estrategia, pues las parteras del norte
andino que tenan cientos de aos haciendo este trabajo empezaron a dejar de hacerlo y decidieron
volverse aliadas de los establecimientos de salud. Esto ha sido interesante porque el problema de las
parteras es que son mujeres con mucha experiencia, pero que no tienen capacidad de resolucin de
emergencia cuando se presenta un problema obsttrico. Otros aliados fundamentales son la
comunidad y los municipios. Finalmente, hay que subrayar que las alianzas se dan tanto a nivel local
como a nivel nacional; los dirigentes comunales que se compran el pleito por la maternidad saludable y
segura son, principalmente, las autoridades municipales. Es fundamental que las autoridades no slo
impulsen normas como las que mencion hace un rato, tambin deben dar apoyo poltico a este
proceso.
Menciono, a propsito de las alianzas con los municipios, las casas de espera. Esa casa que ustedes
ven en foto fue construida por los promotores de salud en un terreno cedido por el Municipio Distrital.
Qu gran cosa es una casa de espera para abordar una de las barreras que impiden una maternidad
saludable y segura, como es la dificultad de acceso geogrfico, pues resulta que una mujer puede vivir
a 8 horas caminando o a 10 horas por ro del prximo establecimiento de salud. Esta estrategia es
sumamente til cuando se trata de mujeres que probablemente pudieran tener un embarazo de alto
riesgo, como el caso de mujeres multparas, mayores o adolescentes. Qu es lo que sucede cuando
empiezan las labores de parto? Lo que dije al inicio, se las traslada a la casa de espera materna que son
regentadas por las propias mujeres. Las mujeres pueden bajar con sus esposos, nios, pertenencias, e
inclusive con sus papitas, con su chuo, etc. para poder esperar el momento del alumbramiento.
34
Bueno, esas escenas que observan son traslados de gestantes por parte de un comit comunitario.
Observen tambin otras casas de espera, esta vez, en zonas de la amazona.
Cules son las limitaciones que la estrategia de reduccin de la mortalidad materna ha presentado?
En algunos casos ha habido resistencias del personal de salud. stas se han ido venciendo, pero
todava hay bolsones resistentes al cambio, particularmente en lo que implica una buena atencin:
clida, respetuosa. Este cambio implica adecuarse culturalmente, supone prepararse para recibir a las
mujeres que bajan de sus comunidades a las casas de espera. Hay resistencias del personal de salud
porque el seguro integral de salud a veces no repone la parte econmica tan rpidamente como
debera, pero uno de los problemas principales es que a veces no ha habido el suficiente apoyo de las
autoridades regionales o locales.
Un problema fundamental que afronta el Ministerio de Salud es que hay una altsima rotacin de su
personal: ste es capacitado y despus de un tiempo rota y hay que empezar nuevamente.
Una cosa que me parece importantsima es el tema del apoyo poltico. Yo quisiera, para terminar,
mostrar algunos resultados. Esta es una foto de una seora de Paruro, una provincia del Cusco. Se hizo
una pequea investigacin en el Cusco y las mujeres de Paruro decan que les gustaba el buen trato
recibido en el establecimiento de salud y el respeto a sus costumbres que all se mostraba. Aqu lo
importante es que las mujeres se sientan como en su casa cuando vayan a los establecimientos de
salud que se han adecuado culturalmente, y as exista mayor demanda para que los establecimientos
de salud institucionalicen el parto. Tambin habra as mayor demanda de los controles prenatales y del
puerperio, lo que arrastra tambin a los nios y nias. En Paruro, sin duda, se ha establecido una
relacin muchsimo ms horizontal. Hay mucho trabajo por hacer pero ya hay una relacin mucho ms
paritaria entre el prestador de servicio y la usuaria, entonces, evidentemente, esto tiene un impacto en
el conjunto de servicio de salud. Yo quisiera que ustedes observen cmo en las barras lilas se ha ido
incrementado el control prenatal dado por el personal de salud. Estos son datos de una provincia de
Cajamarca, que se encuentra en el norte andino; en la siguiente ustedes van a ver cmo los partos
institucionales se han incrementado. La barrita lila son los partos estimados. Esto se saca a partir de un
mapeo de las gestantes de la comunidad y la informacin que se le da a los servicios de salud; y fjense
ustedes cmo la relacin entre parto institucional y los alojados en las casas de espera es casi exacta.
Esto quiere decir que las mujeres necesitan, por la distancia geogrfica y la dispersin que hay en el
pas, bajar con tiempo al puesto de salud ms cercano, de manera que puedan alojarse en un sitio
ofrecido por la comunidad misma o el municipio para ser adecuadamente atendidas en el momento del
parto.
En la siguiente ustedes ven cmo se ha ido incrementando la atencin por parte del Ministerio de Salud.
Si ustedes miran la informacin entre el ao 1999 y el ao 2002 se darn cuenta de que ha habido un
aumento sumamente significativo de la atencin del parto institucionalizado, sta prcticamente este
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
35
se duplica. Cul ha sido el nivel de impacto en trminos de lo que significa incrementar el parto
institucional? La mortalidad materna y peri natal ha disminuido de una manera muy interesante. Esos
son los datos de servicios del Cusco. El siguiente resultado, y con esto concluyo, es que la mortalidad
materna ha disminuido. La lnea lila que se muestra en la filmina evidencia cmo en la provincia de
Paruro, en el Cusco, ha habido un descenso de la mortalidad materna, a diferencia de todo el
departamento del Cusco, donde no se evidencia una disminucin significativa, probablemente porque
las estrategias de disminucin de la mortalidad materna no han sido aplicadas universalmente en toda
la regin.
En conclusin, la estrategia de acercar los establecimientos de salud a las necesidades, las
expectativas y el derecho de las usuarias trae muy buenos resultados de proceso. Esto produce un
incremento del parto institucional y ste, a su vez, produce un impacto en la disminucin significativa en
la mortalidad materna en el pas. Hemos querido presentar esto desde una perspectiva de mercadeo
social recuperando las cuatro clsicas Pe's del mercadeo y agregando las tres que mencionamos.
36
Comunicador Social, con 18 aos de experiencia en el campo de la comunicacin para el desarrollo. Especializado en
la creacin, ejecucin y evaluacin de estrategias de comunicacin participativas en medios de comunicacin,
espacios pblicos y TIC. Conduce y ejecuta proyectos de comunicacin sobre temas de salud sexual y reproductiva
de cobertura nacional y regional (Amrica Latina y El Caribe), as como proyectos y consultoras sobre comunicacin y
democracia, participacin ciudadana, juventud y desarrollo [[email protected]].
2
Accin en SIDA es una iniciativa de la Asociacin de Comunicadores Sociales Calandria originada por Healthlink
Worldwide -que promueve el desarrollo de las capacidades y recursos comunicativos de diversas instituciones de
Amrica Latina y el Caribe que intervienen en la prevencin y control del VIH/sida. www.accionensida.org.pe
3
Situacin del VIH/SIDA en el Per. Boletn Epidemiolgico mensual, Oficina General de Epidemiologa. Enero 2006.
www.oge.sld.pe
4
El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) provoca, luego de un promedio de cinco a diez aos, el Sndrome de
Inmuno Deficiencia Adquirida (SIDA).
5
Situacin del VIH/SIDA en el Per. Boletn Epidemiolgico mensual, Oficina General de Epidemiologa. Enero 2006.
www.oge.sld.pe
6
CONTRASIDA Informa. Boletn informativo de PROCETSS, Lima 1999. Nmero 10.
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
37
Es importante sealar que la mayora de la poblacin afirma que su principal fuente de informacin
sobre el VIH y el sida son los medios de comunicacin (62% por la televisin, 40% por la radio y 27% por
los peridicos; mientras que el 26% lo conoce por un trabajador de salud y el 24% por la escuela)7.
El problema, entonces, no radica en la falta de informacin sino en la percepcin que muchos
ciudadanos, polticos, lderes de opinin e, incluso, profesionales de salud compartimos sobre el VIH y
el sida. Las percepciones de muchos peruanos y peruanas continan sostenindose en prejuicios que
son una barrera para la lucha contra la epidemia. En una consulta ciudadana realizada el 2003, nueve
de cada diez encuestados afirm -errneamente- que s podran identificar a una persona con VIH a
partir de su aspecto fsico, su vida promiscua o su homosexualidad8.
El estigma -esa marca negativa que la sociedad coloca sobre algunas personas para afianzar los
valores hegemnicos y el orden jerrquico- asocia el VIH y el sida slo con ciertos grupos de la
poblacin (trabajadores/as sexuales, homosexuales), de manera que muchas personas -incluidas las y
los jvenes- se sienten invulnerables y no se protegen en sus relaciones sexuales9. Adems, la
discriminacin hacia las personas que viven con el VIH provoca que muchas personas prefieran no
hacerse una prueba de ELISA para evitar ser discriminadas por su familia, amigos y vecinos ante un
resultado positivo10.
38
La mirada indiferente, que opta por no darle cobertura al asunto -o focalizar su abordaje slo
alrededor del 1 de diciembre, Da Mundial de Lucha contra el Sida-, pues ste afectara slo a un
grupo reducido de personas y hay otros asuntos de inters pblico ms urgentes y graves por
resolver. La consecuencia es la invisibilidad del tema.
No siento nada por una persona que tiene sida. (mujer)11
La mirada alarmista, que busca infundir miedo en su audiencia -asociando el VIH y sida con la
muerte- como una va para promover que las personas adopten una actitud de mayor cuidado para
que no sean contagiadas por quienes tienen el virus en su organismo. La consecuencia es que
las personas que viven con VIH y sida son mostradas como un peligro en potencia para los dems.
Creo que tengo miedo de una persona con sida porque siento que cualquier cosa que vaya a
tocar, a decir o hacerme, siento que me va a contagiar. Es mucha duda, mucho temor. (hombre)
Me dara mucho miedo porque vera la muerte temprano y eso simplemente porque me vino la
mala libertad de usar mi vida. (hombre)
11
Testimonios tomados de la Consulta Ciudadana Qu sientes por una persona con VIH o sida?, aplicada el 1 de
diciembre de 2002 en Lima. A.C.S. Calandria / Red SIDA Per.
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
39
La mirada moralista, que presenta al VIH/sida como un supuesto castigo justo para aquellas
personas promiscuas que habran actuado inmoralmente. La - consecuencia es que las
personas viviendo con VIH/sida son sealadas como culpables.
El sida yo lo relaciono con un tipo de vida muy degradado, bajo inmoral, por eso es que si la
persona se ha contagiado por este tipo de vida la verdad es que yo tengo cierta distancia hacia
ellos. Pero si el contagiado es un nio inocente, obviamente ah es diferente, yo lo trato realmente
como mi prjimo. (hombre)
Y en ese contexto lleno de prejuicios, las personas con VIH continan su vida: estudian, trabajan, sacan
adelante a su familia y a su comunidad, se asocian para defender sus derechos y contribuir a luchar
contra la epidemia. La mirada que mejor ayudara a comprender la realidad del VIH/sida y a actuar
apropiadamente frente a ella, es lamentablemente la menos frecuente en el mbito pblico:
La mirada de respeto, que presenta el VIH/sida como un problema de salud pblica a la que somos
vulnerables todos y todas, al que debemos responder de manera multisectorial, invirtiendo en
prevencin y atencin integral por igual. La consecuencia es que las PVVS son mostradas como
ciudadanos con derecho a acceder a atencin integral y con iguales oportunidades de contribuir al
desarrollo del pas.
41
42
Resultados de la intervencin
a.
b. 60 promotores adolescentes y jvenes, vinculados a Red Sur Vida (Lima Sur) y a la Red Sida Loreto
(Iquitos) se empoderaron, formando equipos capaces de disear y conducir la ejecucin de
estrategias de comunicacin apropiadas a sus audiencias, recibiendo el reconocimiento de
autoridades, periodistas, instituciones y ciudadanos, y actuando como voceros de sus iniciativas
pblicas.
c.
d. Fortalecimiento de redes multisectoriales en cada localidad: Red Sur Vida (Lima Sur) y Red Sida
Loreto (Iquitos).
e.
Artistas como Julieta Venegas y Cementerio Club, se adhirieron a las campaas, contribuyendo a
que sus mensajes capten la atencin de adolescentes y jvenes y faciliten su ubicacin en los
medios de comunicacin.
f.
Adolescentes y jvenes opinaron a favor de la adopcin de estilos de vida saludables que los
protejan de las ITS y el VIH/sida. Mediante las consultas ciudadanas se recogieron 5977
opiniones12, registradas a partir de las propias palabras de las y los adolescentes, sin usar opciones
pre-establecidas.
1. Las principales preocupaciones sobre sexualidad son: adquirir una ITS o VIH/sida (26%);
hablar o conversar sobre sexo (15%); el embarazo (13%).
12
El 80% de las opiniones son de adolescentes y jvenes entre 13 y 18 aos de edad, y el 58% son mujeres.
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
43
Aprendizajes de la intervencin
Es posible la apropiacin del proceso que implica una campaa de comunicacin por parte de
lderes adolescentes y jvenes: involucrndolos en el diseo creativo, la gestin de alianzas, la
produccin y conduccin de las actividades y la evaluacin final.
Es positivo establecer una alianza con una institucin local que coordine la intervencin: se logra un
balance entre nuestra mirada externa (distante -neutral) y la mirada desde dentro (cercana - con
intereses en conflicto).
La participacin y el compromiso de las instituciones y redes se origina y sostiene en parte por las
relaciones personales construidas: nivel de direccin y nivel operativo.
44
45
redes y cadenas. En las redes cada integrante tiene posibilidades de emitir para los dems; en las
cadenas una cabecera emite y el resto repite. En todos nuestros pases hay cadenas que desde las
capitales emiten y tienen mltiples repetidoras, y a eso le llaman redes, en realidad no lo son; son
cadenas de repetidoras de una cabecera, y es necesario limitarlas y controlarlas.
En Amrica Latina se multiplican las llamadas redes de radios y TV, como tambin nuevas formas de lo
que antes eran agencias de noticias o cosas similares que envan sus informaciones, o notas de
opinin, a listas masivas de correos electrnicos. Las redes se utilizan en este caso para superar el
problema de la distribucin. Yo presento todas estas modalidades slo como un desafo para discutir
qu entendemos por redes y cmo las redes muchas veces son usadas como una forma de
dominacin desde la concentracin econmica o concentracin de poder, pero no para compartir.
Sistema de ALER
ALER quiso hacer una red, enredando a sus radios afiliadas en 18 pases del continente. ALER es una
organizacin fundada hace 33 aos, con 118 radios asociadas, centros de produccin y coordinadoras
en 17 pases de Amrica Latina. Nuestras asociadas son instituciones de comunicacin radiofnica,
radios populares, educativas, ciudadanas o comunitarias -como se las quieran llamar-, que buscan
democratizar la sociedad, trabajar comunicativamente por la justicia y los derechos humanos,
fortalecer la comunicacin como una estrategia para el desarrollo sostenido en el continente, animar y
respaldar la participacin ciudadana, y defender los intereses de la ciudadana. Todo esto se plantea
desde el debate de todas las ideas, respetando la diversidad cultural -impulsando as el dilogo
intercultural-, promoviendo roles protagnicos de mujeres y jvenes, y deconstruyendo lo hegemnico
a partir de la visibilizacin de lo diverso.
Las radios en red no son radios artesanales, precarias, ni marginales; buscamos hacer red para incidir
realmente y tener presencia en nuestras sociedades. Reconocemos y valoramos las diferencias,
apostamos por el pluralismo y no por la homogeneidad. Nos remos y desenmascaramos el discurso
hegemnico, pero no desde la contra hegemona. Creemos adems en la participacin de nuestras
radios como actores sociales y no slo como lugares de observacin. Nuestras radios pretenden ser
lugares de debate, de encuentro, de articulacin, acompaando la vida cotidiana de nuestras
audiencias.
Las lneas de trabajo de ALER son capacitacin, investigacin, asesora, asistencia tcnica, polticas
pblicas de comunicacin, produccin radiofnica y sistema satelital. Nosotros no hablamos tanto de
red; en nuestro lenguaje cotidiano hablamos ms del sistema intercontinental de comunicacin
radiofnica. Nuestro sistema es una red satelital combinada con el uso de la tecnologa de internet. Con
la red satelital tenemos presencia en todo el continente y podemos incidir regionalmente para
interconectarnos desde lo particular hacia lo global, ampliar los espacios de informacin y
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
47
49
51
para esto: desde dnde nos posicionamos a hacer trabajo comunicativo? Jos de Souza dice que hay
que trabajar desde la imaginacin, desde el talento, desde la indignacin y el poder de la tica, desde la
solidaridad y el poder de la indignacin compartida, desde el poder de los sueos y el poder de la
emocin. Dejar de trabajar tanto desde el discurso racional, cuantitativo, aunque, por supuesto, los
nmeros tambin son importantes, tambin hablan.
Entonces, es desde ah que empezamos a trabajar en nuevas propuestas comunicativas como las
radionovelas, porque nos permiten visualizarnos de manera diferente. Construir historias desde otro
lugar y as instalar nuevos sentidos en lo pblico. Historias que permiten, por ejemplo, ver la
conexin que se da entre las vidas cotidianas y lo pblico, ver esas claves que conectan; porque
muchas veces pareciera que no existe relacin entre una y otra. Se trata de historias que permiten
imaginar el futuro, dar protagonismo a quienes no pareciera que son los protagonistas. Esto es
fundamental porque, como ya han dicho los compaeros, permite a los oyentes verse a s mismos
desde los relatos, identificarse con los personajes, y buscar otras soluciones a los dilemas cotidianos.
En ese trabajo de construccin de radionovelas ha habido aciertos, como por ejemplo la idea de
escuchar para dar. Escuchar las historias que nos cuenta la gente para poder as construir nuestras
historias. De esta forma, antes de construir un relato, hacemos investigacin y nos tomamos el tiempo
para visitar a las personas que han vivido situaciones parecidas: estamos en sus casas y conversamos
mucho. Otro acierto ha sido la construccin colectiva, la idea de que el guin es algo que podemos
hacer entre todos, y que no necesitamos un guionista estrella para tener uno bueno.
Asimismo, ha sido bueno enfrentar el desafo del profesionalismo, as como el aprendizaje de la cultura
de consumo de medios, incorporando elementos en nuestras prcticas, pero desde una nueva tica
que pone la vida, las relaciones y la diversidad en el centro.
Atender produccin y divulgacin, dando a ambas atencin, nos ha permitido ir haciendo esta
estrategia sostenible. Al principio creamos que las radios de Amrica Latina iban a comprar las
producciones, pero la prctica nos ense que eso era muy difcil, que financiar las producciones
pasaba por construir un tejido social, buscar patrocinadores, trabajar de cerca con radios e
instituciones temticas. Ah fue cuando naci la propuesta de las campaas. Actualmente, las
radionovelas se han divulgado en muchas radios de Amrica Latina, en pases como Argentina y
Bolivia, por citar algunos ejemplos, pero en especial en emisoras de Centroamrica.
En las campaas que hemos hecho con las radionovelas, trabajamos con diversos ingredientes, como
son la corresponsabilidad, las articulaciones sociales, el uso de una radionovela, y otros elementos
complementarios para lograr una buena campaa de lanzamiento, y un buen abordaje paralelo de los
asuntos que esta trata, los cuales fomentamos haciendo una gua didctica.
52
En las campaas participan las radios y diversas instituciones que trabajan los temas. Cada uno de los
actores juega roles diferentes. Las campaas promocionales previas incluyen el tema musical, cuas
bonitas, anuncio de los temas en otros programas y, si es posible, otros medios, tales como afiches,
calcomanas, camisetas, vallas publicitarias, anuncios en el peridico y lanzamiento pblico. En el
transcurso de la pauta de la radionovela, se reflexiona sobre los asuntos en los otros programas y, si se
puede, tambin en otros medios, y a la par hay cuitas que promueven el cambio de comportamientos
especficos.
Por ltimo, hacemos estudios de recepcin bastante puntuales, porque evaluar este tipo de estrategias
en los medios de comunicacin es muy caro, es tan caro como hacer la produccin.
El fundamento de las campaas es el planteamiento de que la sostenibilidad y la incidencia poltica,
organizativa, econmica y social pasa por la forma en que se insertan las radios en el medio. La
sostenibilidad pasa por las alianzas, por la planificacin de la comunicacin, por la capacidad de incidir.
Porque a veces se cree que sostenibilidad se circunscribe a la gestin de recursos econmicos, pero
cuando las iniciativas no logran construir ese tejido social que es el que sustenta sus propuestas y que
les permite incidir, entonces no son sostenibles, y andan muy enfocadas consiguiendo dinero.
Las campaas con radionovelas son una oportunidad de conseguirle fondos a las emisoras y a la vez
de construir sostenibilidad. Con esta propuesta hemos logrado una amplia difusin de las
producciones. Por ejemplo, en Tiempo de Huracanes, una produccin que elaboramos para diversas
instituciones de las Naciones Unidas, la primera vez que se hizo la campaa participaron 50 radios en
Centroamrica, y, la segunda vez, 70 emisoras.
Lo que s est claro, es que cuando las radios son ms sostenibles y tienen una visin integral, son
capaces de desarrollar estrategias creativas en torno al uso de las radionovelas, con visin e
imaginacin. Estas emisoras han realizado diversos ejercicios de trabajo con el Estado y la empresa
privada, que les permiten posicionarse y generar recursos, a la vez que hacen su trabajo educativo.
Algunas veces pueden salir con el Ministerio de Educacin, con las escuelas o con los jvenes, y el
material circula y se reutiliza. En cambio, hay otras emisoras que pasan la novela y ya, no le sacan todo
ese potencial que tiene, lo cual es una pena.
En cuanto a los saldos, es evidente que a la audiencia s le gustan las novelas. Al principio haba gente
de radio que no se interesaba en las novelas porque deca que a la gente no le gustaban y que para eso
estaba la tele. Ahora sabemos que la gente busca las novelas, se identifica con los personajes, los
relaciona con su propia vida y saca lecciones de ah.
Adems la gente joven otra vez quiere hacer novelas, lo cual para nosotros eso es muy importante,
porque realmente se ha vuelto a posicionar esta posibilidad de recrear la vida de esa manera.
Hay tambin impactos concretos. Por ejemplo, el caso de La otra cara del amor, donde luego de cada
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
53
transmisin se daba un nmero de telfono para denunciar casos de violencia domstica, y las
llamadas telefnicas para pedir citas al Centro Nacional de Atencin crecieron significativamente. Esto
suceda no porque un personaje le deca a otro: mira, tenemos que llamar, sino porque la gente
elaboraba y sacaba sus conclusiones, y a partir de ah tomaba acciones en su vida.
En cuanto a las dificultades, la evaluacin es muy cara y muy difcil, y todava no hemos aprendido a
hacerla bien.
Por otro lado, hay una tensin permanente con los organismos de cooperacin, pues ellos quisieran
que la radionovela tenga como fin el cambio de conductas. Entonces, les interesa que la novela de
informacin concreta acerca, por ejemplo, de cmo se clora el agua o cules son los pasos para eso, y
muchas veces esto violenta la trama dramtica de la historia y la vuelve insulsa. Creemos que la
radionovela no es para eso, sino para trabajar en el mbito de los dilemas y los valores, para proponer
actitudes positivas. Para cambiar comportamientos estn otros formatos, como la cua y la
capacitacin presencial. La novela tiene la intencin de poner el foco en asuntos que antes no se vean,
de imaginar soluciones a problemas, tiene otros desafos.
Para terminar, quiero expresar que el trabajo conjunto es muy interesante pero muy difcil. En el caso de
Voces Nuestras, siempre estamos buscando participaciones diversas en los procesos de produccin y
divulgacin. Nos parece que lo ms acertado es una participacin conjunta en todo el proceso, desde
la gestacin de la idea y los recursos, para lograr una estrategia amplia y exitosa. Pero eso es difcil,
pues las radios tienen un ritmo y estn metidas en la sobrevivencia; las instituciones temticas tienen
sus lgicas, y esto es un pequeo pedazo dentro de un montn de cosas que hacen. Entonces,
compatibilizar esos ritmos para meter a la gente en este baile es duro, es lo mejor, pero es difcil.
54
TEMA 02
55
No
38
62
Los jvenes
10
90
La clase media
28
72
92
16
84
91
Los pobres
93
Las mujeres
18
83
Los empresarios
57
43
Los trabajadores
10
90
56
57
administrativas que directa o indirectamente se vinculan con la ciudadana, con actores de la sociedad
civil y con el periodismo. Estas son: la Oficina de Participacin Ciudadana, las oficinas
desconcentradas del Congreso existentes en varias regiones del pas, la Comisin de
Descentralizacin y Reforma del Estado, la Comisin Investigadora de los delitos de Fujimori, la Oficina
de Prensa, y la Oficiala Mayor (instancia de mayor jerarqua administrativa). Para la transferencia de las
metodologas comunicativas, la co-organizacin de actividades entre nosotros y las instancias del
Congreso fue fundamental, porque a la vez que transferamos validamos las metodologas en su
aplicacin. Es importante valorar la apertura de los funcionarios del Congreso hacia propuestas
novedosas para que mejoren la relacin comunicativa con los actores sociales. Las metodologas
transferidas fueron las siguientes:
Propuesta de formacin y trabajo con periodistas para la cobertura periodstica del Congreso de la
Repblica.
Propuesta para trabajar, estratgicamente, de manera coordinada entre todos los actores
encargados de la relacin con medios en el Congreso, entre ellos cronistas parlamentarios,
asesores de prensa de los congresistas, director de la oficina de prensa del Congreso,
responsables de imagen, etc.
Propuesta para las oficinas desconcentradas, a nivel de regiones, del Congreso de la Repblica,
para su relacin con los medios de comunicacin regional.
Propuesta de incursin en espacios pblicos para la relacin del Congreso con los ciudadanos de
a pie: Caravanas ciudadanas: El Congreso ms cerca de ti, videoplazas; consultas ciudadanas
sobre percepciones y evaluacin de la gestin congresal involucrando a jvenes universitarios;
Foro en la plaza pblica: dialogando con tu congresista; teatro con grupos juveniles sobre temas
del Congreso, pasacalles y zancos; convenios con cabinas pblicas para el uso del portal del
Congreso.
Propuesta metodolgica para audiencias pblicas con la ciudadana, ms comunicativas y
deliberativas.
Propuesta de trabajo para involucrar a las organizaciones sociales en la labor de fiscalizacin del
Congreso de la Repblica.
Propuesta de produccin y uso de materiales comunicativos dirigidos a la ciudadana.
Propuesta de investigacin de opinin pblica sobre el Congreso de la Repblica.
Propuesta de monitoreo de medios respecto al tratamiento periodstico del Congreso de la
Repblica.
autoridades electas, la ciudadana demanda rendicin de cuentas, lo que los obliga a cambiar la lgica
del discurso poltico, dejando de ser un discurso de propuestas electorales. Para superar esta
limitacin, fue fundamental la articulacin de las diferentes estrategias: la del trabajo con el periodismo,
las de informacin y movilizacin de opinin pblica, las de participacin ciudadana, las de aportes
tcnicos para la transferencia de metodologas. Para esta estrategia ha sido fundamental la alianza con
congresistas y funcionarios del Congreso, con los cuales nos hemos encontrado en el objetivo y
compromiso comn por la democratizacin del quehacer parlamentario. El trabajo en sinergia con
ellos ha sido fundamental para impactar en la cultura institucional.
Otro impacto significativo ha sido la forma de abordar el trabajo de imagen institucional del Congreso,
pasando de una estrategia publicitaria a una estrategia de comunicacin y cercana con la ciudadana.
Esto se ha conseguido principalmente con la Oficina de Participacin Ciudadana del Congreso, con las
Comisiones de trabajo parlamentario y con la Oficiala Mayor (instancia administrativa de mayor
jerarqua). Por ejemplo, la comprensin de que el Congreso como institucin necesita diferenciarse de
los congresistas an no es una tarea terminada y falta mucho por hacer en ese sentido; sin embargo el
Oficial Mayor asumi su labor de vocera del Congreso ante los medios de comunicacin as como un
rol muy activo en la interlocucin para el diseo de una Poltica de Comunicacin Congresal.
Monitoreo de Medios 2002. Elaboracin: Centro de Investigacin - A.C.S. Calandria. Basado en noticias referidas al
Congreso y a los congresistas.
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
59
Los parlamentarios, en su relacin con los medios, suelen visibilizar opiniones sobre asuntos no
relacionados al Congreso con un alto porcentaje. Si bien es cierto que la naturaleza de su liderazgo
los coloca en un doble rol: de representacin pblica en el Congreso y de lderes de opinin en la
esfera pblica, es necesario visibilizarlos ms como voceros de la agenda parlamentaria, la cual
aparece invisible en los medios. Por otro lado, la funcin de fiscalizacin tiene mayor importancia en
los medios frente a la de representatividad, que es casi nula en algunos noticieros. Por ello, una
apuesta del trabajo con los periodistas fue la de afirmar la funcin fiscalizadora pero conectada con
la funcin de representacin y la legislativa.
La presencia pblica de las diferentes actividades que realiza el Congreso es reducida y no refleja
cabalmente todas las actividades que implica la labor legislativa, lo cual debilita la imagen del
Congreso en la opinin pblica. Es evidente que el foco de atencin de los medios, en especial la
televisin, respecto a los congresistas y a las actividades del Congreso est generalmente
vinculado a denuncias, escndalos y conflictos. Con ello se invisibiliza la labor legislativa y
fiscalizadora, y se presenta al Congreso como un espacio de conflicto poltico.
La cobertura meditica no representa a cabalidad la pluralidad de posiciones y bancadas presentes
en el Congreso, es evidente su concentracin en los principales partidos y movimientos, y la poca
atencin a las bancadas minoritarias.
Curiosamente, se trata de una institucin de la democracia que se caracteriza por ser un espacio de
representacin nacional de las diferentes voces y posturas, pero termina siendo representada por la
cobertura meditica de manera centralista.
Frente a lo anterior, para legitimar al Congreso como un Poder del Estado, se opt por la calificacin de
los periodistas para su mejor entendimiento del Congreso y el incentivo de una produccin informativa
comprometida con un mejor tratamiento periodstico de la labor parlamentaria que busque posicionar a
la institucin congresal antes que a los comportamientos individuales polticos. La relacin con el
periodismo, a travs de conferencias de prensa en simultneo en todo el pas y la promocin de
concursos periodsticos, facilit la colocacin de temas en las agendas mediticas y la visibilidad de las
acciones comunicativas dirigidas a la poblacin para su conocimiento y participacin en la gestin
parlamentaria2.
En torno a la campaa Conoce tu Congreso desde tu regin, se articularon acciones para diferentes
tipos de pblicos. En el caso del periodismo, se capacit a unos 300 periodistas y comunicadores de
ocho principales ciudades del pas en el taller Fortaleciendo el periodismo regional para una
ciudadana mejor informada. El objetivo de estos talleres fue promover la incorporacin de nuevos
enfoques a la prctica periodstica, para producir informacin poltica de calidad relacionada
Ver en anexos Matriz de Estrategias y acciones del Programa Apoyo a la sociedad civil para la reforma del Congreso.
60
directamente con el quehacer del Congreso de la Repblica, y que sta sirva para mejorar la relacin
entre este poder del Estado y la ciudadana. Asimismo, a travs del periodismo, el objetivo fue motivar
que la ciudadana local se informe adecuadamente, sobre las obligaciones, funciones, deberes y
derechos de los congresistas y del propio Congreso como institucin democrtica clave para la
gobernabilidad del pas.
61
Mujer
31.4
35.6
32.5
36.3
11.9
11.1
10.8
35.1
23.6
21.1
29.8
NS/NR
Total
Entre 18 y
24 aos
Entre 25 y
34 aos
Ms de 45
aos
Total
33.6
32.5
33.6
11.3
9.8
15.0
11.4
25.8
28.7
31.1
31.3
29.1
30.8
23.8
24.6
21.3
25.6
.5
Entre 34 y
44 aos
.8
.2
FRECUENCIA DE
RESPUESTAS
194
208
120
80
122
80
402
PORCENTAJE DE
COLUMNAS
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
En este diagnstico aparece un 96.8% de opiniones que afirman que los congresistas deben informar
de sus acciones a los/as ciudadanos/as, el 95.8% considera importante la participacin ciudadana en
la fiscalizacin de instituciones y un 87.4% piensa lo propio respecto del debate y promulgacin de
leyes. En consecuencia, promover la participacin ciudadana en asuntos relacionados a las funciones
del Congreso se converta en una oportunidad estratgica para la comunicacin entre ciudadana y
Congreso, y as lo hicimos con la promocin de la participacin ciudadana en la propuesta de
modificacin de la ley de participacin ciudadana.
La estrategia informativa y de movilizacin de la opinin ciudadana tuvo como objetivo vincular a los
actores sociales y ciudadanos/as de a pie con el Congreso, teniendo en cuenta que el punto de partida
fue el bajo entendimiento sobre las funciones del Congreso y su baja legitimidad. Esto plante un doble
reto: revertir el poco conocimiento respecto al Congreso y sus funciones; y, por otro lado, enfrentar la
desconfianza y percepcin ciudadana negativa respecto a esta institucin. Para ello se realizaron
campaas de educacin ciudadana en alianza con actores sociales regionales, y un estudio de opinin
pblica sobre el Congreso para evidenciar el bajo entendimiento y las demandas ciudadanas. De esta
62
63
Total
Si
Hombre
95.1
98.5
96.8
No
4.9
1.5
3..2
Total
Frecuencia de respuestas
Porcentaje de columnas
203
201
404
100.0
100.0
100.0
Mujer
Total
23.9
24.9
24.4
23.6
20.1
21.9
18.6
21.5
20.0
15.0
15.2
15.1
6.0
6.6
6.3
Comisiones fiscalizadores
5.3
5.9
5.6
Otro
7.0
3.5
5.3
.7
2.4
1.5
301
289
590
100.0
100.0
NS/NR
Total
Frecuencia de Respuestas
100.0
Fuente: Encuesta Sobre el Congreso y las percepciones ciudadanas. Noviembre 2003.
Elaboracin: Centro de Investigacin Calandria.
Pregunta de varias opciones
64
Mujer
Total
Muy Importante
49.3
48.3
48.8
Importante
38.4
44.8
41.6
Poco Importante
12.3
7.0
9.7
203
201
404
100.0
100.0
100.0
Total
Frecuencia de respuestas
Porcentaje de columnas
Mujer
Total
Importante
43.8
49.8
46.8
Muy Importante
41.9
39.3
40.6
Poco Importante
14.3
10.9
12.6
203
201
404
100.0
100.0
100.0
Total
Frecuencia de respuestas
Porcentaje de columnas
65
comunicativos que engranen los procesos legislativos, representativos y de control poltico con una
efectiva participacin ciudadana.
Las polticas de comunicacin deben centrar su quehacer en la deliberacin para la representacin
poltica, en tal sentido se debe priorizar mecanismos que aporten a la construccin de consensos y
acuerdos permanentes en torno a las agendas sociales. Los acuerdos deben tener como protagonistas
a la clase poltica y a los diversos grupos de la sociedad civil, pero esto requiere adems que desde el
Congreso se generen oportunidades para la participacin de los ciudadanos en general.
El Congreso debe generar procesos de deliberacin amplios que no se circunscriban al trabajo de las
Comisiones, del Pleno y los medios de comunicacin. La construccin de la agenda legislativa debe
dialogar con las demandas de la poblacin que, aunque el Congreso no ejecuta polticas sociales, s
debe ser un impulsor de las mismas. Adems, la conformacin de la agenda legislativa debe realizarse
mediante procesos participativos y, para ello, los mecanismos institucionales de participacin y
servicio parlamentario deben aportar recogiendo los aportes y demandas de la sociedad. En tal
sentido, debe realizarse un esfuerzo por sistematizar las principales demandas de la sociedad y
empatar la produccin legislativa con estas demandas. Si bien es cierto, no se puede atender a todas
ellas, la socializacin y explicacin de las razones de la prioridad puede ser una oportunidad de
pedagoga poltica entre representantes y representados.
Presentar innovaciones institucionales marcar siempre puntos a favor para la institucin. La
reingeniera institucional debe centrar sus innovaciones en aquellos aspectos directamente vinculados
con las demandas de la poblacin. En el anlisis sobre lo que se espera del Congreso, se evidencia
claramente una severa crtica hacia la calidad de la representacin de los intereses, donde la gran
mayora de encuestados no se siente representada. En tal sentido, los mecanismos de participacin
ciudadana deben tener un mayor peso (cualitativo y cuantitativo) en la dimensin deliberativa para
nutrir y favorecer la calidad de la representacin.
Las innovaciones institucionales son an ms necesarias, considerando, por un lado, casi 200 aos de
vida institucional, resultando casi natural un desgaste de diseo institucional; pero a esto se agrega que
las innovaciones han estado vinculadas a aspectos de gestin institucional interna y, en menor medida,
con la calidad de la representacin. Uno de los hechos ms recientes y relevantes en materia de
representacin ha sido la eleccin por distrito electoral mltiple, sin embargo, la ciudadana percibe
que los compromisos de las y los congresistas con sus circunscripciones electorales, se limitan a la
etapa de campaa. Es decir, la poblacin no percibe mejoras en la calidad de la representacin porque
las agendas regionales no dialogan con la agenda legislativa, y porque en general el quehacer del
Congreso se percibe lejano de la cotidianidad de las y los ciudadanas/os.
Descentralizar es tambin democratizar. Casi la totalidad del quehacer institucional est centrado en la
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
67
sede del palacio legislativo. Salvo el acceso va el portal de Internet, se carece de instrumentos que
puedan articular los esfuerzos en difusin con los mecanismos de atencin y vnculos con los
ciudadanos de las regiones. Por ejemplo, se carece de instrumentos que articulen los despachos
congresales a una propuesta institucional en materia de comunicacin, quedando a la iniciativa o
inters de cada parlamentario; en esta lgica se visibiliza slo el trabajo del parlamentario de manera
individual y por su zona, desvinculndolo de la institucin como tal.
Este diseo institucional centralizado rema en contra de la reforma de descentralizacin del Estado,
que forma parte, principalmente, de la demanda social de las regiones frente al centralismo econmico
y poltico de la capital. Este contexto nacional plantea nuevas exigencias al Congreso para articular las
agendas pblicas locales con la agenda nacional. En tal sentido, la poltica comunicativa debe
considerar dos niveles de intervencin: central y regional. A nivel regional es importante recuperar el
carcter de representacin e interlocucin con los electores de cada circunscripcin mediante
mecanismos de deliberacin y de rendicin de cuentas. Un mecanismo importante fueron las oficinas
desconcentradas del Congreso de la Repblica, que lamentablemente fueron suspendidas.
La experiencia de trabajo con el Congreso nos ha evidenciado que es posible recuperar la legitimidad
del Congreso mediante mecanismos efectivos de participacin ciudadana. Pero tambin es
indispensable contar con la voluntad poltica y la conviccin de los congresistas de que su papel
fundamental es representar a las y los ciudadanas/os, lo cual se refleja en la disponibilidad de entablar
vnculos directos con sus representados.
En tanto uno de los pilares del poder, el Congreso siempre estar bajo la lupa de los medios de
comunicacin. Esta sobre exposicin meditica se constituye en un arma de doble filo, en la medida
que no siempre se darn a conocer los avances o mejoras en la gestin institucional; pero tambin en
tanto es una institucin que atrae periodsticamente, siempre tendr la oportunidad de exponer
pblicamente su quehacer. En este frgil equilibrio entre ser expuesta pblicamente sin caer en la sobre
exposicin y aprovechar las oportunidades- debe construirse nuevos mensajes sobre su naturaleza
institucional y los beneficios polticos para la sociedad.
El Congreso como institucin debe jugar un rol ms pedaggico con la prensa, a fin de aportar a la
calidad del tratamiento periodstico. Uno de los retos de la oficina de prensa est en su capacidad para
articular esfuerzos y voluntades polticas para ofrecer al Congreso, de manera ms articulada e
interesante a los medios. Construir voluntad poltica y un protagonismo decidido es clave para ello. Por
ejemplo, el ejercicio de la deliberacin legislativa podra ofrecerse de manera ms dinmica donde la
confrontacin de ideas y no de personas sea el espectculo. Esto supondra que el propio proceso de
debate se enriquezca incorporando algunos criterios para ello.
No necesariamente es cierto que a ms informacin, hay ms entendimiento y mejor imagen
68
institucional. Se necesita administrar la informacin para evitar que pueda generar desorientacin y
confusin. En ese sentido es importante que se genere la demanda informativa del Congreso en la
ciudadana a partir de vincular la gestin del Congreso con la vida cotidiana de la gente, tarea difcil para
un poder del Estado que es percibido tan lejano y distante para la ciudadana. Slo la ciudadana estar
interesada en conocerlo y relacionarse con l si le reporta beneficios simblicos y materiales.
Es necesario institucionalizar espacios de dilogo e informacin peridica con los medios, donde el
presidente del Congreso debe salir a dar la posicin del Congreso, por ejemplo, una vez por semana.
Actualmente, las declaraciones a los medios se realizan en funcin de acontecimientos o en funcin del
carisma del presidente. Esto no impide que los congresistas unilateralmente, en funcin de
representacin, puedan hacer lo mismo. Una estrategia de voceras institucionales es fundamental.
Para monitorear la relacin con los medios de comunicacin es indispensable establecer indicadores
de impacto de los congresistas y el Congreso, para ir monitoreando la imagen de la institucin y las
responsabilidades en ello. Por ejemplo, por el nmero de apariciones en medios de la produccin
legislativa, o por el tipo de tratamiento de la agenda parlamentaria. En relacin a esto ltimo es
necesario que el Congreso le tome el pulso a la opinin pblica para mejorar la relacin del Congreso
con la sociedad, pero no desde estudios cuantitativos sino estudios cualitativos que permitan entender
y dialogar con la cultura poltica ciudadana.
Una poltica de relacin con los medios de comunicacin debe tomar en cuenta a todas las instancias
que se vinculan con estos actores mediticos, para definir objetivos, construir sentidos e idear
estrategias conjuntas de vinculacin con los periodistas y medios de comunicacin. En este sentido la
relacin no debe ser slo de ayuda logstica y de materiales, sino tambin para disear en conjunto una
estrategia de relacin con los medios, trabajando por ejemplo mensajes comunes.
Lecciones Aprendidas
Se logr romper el hielo entre la sociedad civil y el Congreso de la Repblica, en el sentido que el
Congreso abri las puertas a organizaciones como Calandria, Transparencia, Comisin Andina de
Juristas, entre otras organizaciones de la sociedad civil, para que podamos ejercer la vigilancia del
Congreso de la Repblica y co-gestionar algunas iniciativas. Los/as funcionarios/as del Congreso
argumentan que la relacin que se dio entre ellos y las organizaciones en mencin ha significado un
hito. Desde entonces el Congreso de la Repblica se viene relacionando tambin con colegios
profesionales, gremios y universidades, y enfatizan que la apertura del trabajo realizado y la relacin
de trabajo con CONSODE (Consorcio Sociedad Democrtica) fue un hecho sin precedentes. Sin
embargo, la experiencia nos ha demostrado que los roles de vigilancia y de colaboracin o coSeminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
69
gestin entre la sociedad civil y el Congreso de la Repblica no pueden convivir, por lo menos para
el caso peruano. Informar a la ciudadana, promover el dilogo directo o la exigibilidad y vigilancia
ciudadana para proteger la institucionalidad, eran mal percibidos por los/as representantes del
Congreso. Desarrollar voluntad poltica en este sentido es fundamental.
Respecto a las instituciones de la sociedad civil, nos encontramos con dos nociones de incidencia
poltica: Una que entiende la incidencia nicamente como el ejercicio de unos cuantos lobbistas
para sacar adelante iniciativas legislativas. Y otra lgica, la comunicativa, que concibe la incidencia
poltica como un modelo comunicativo que supone procesos polticos y sociales de movilizacin de
la opinin, propuesta y participacin ciudadana, as como visibilidad y legitimidad pblica. Esta no
era una nocin compartida, tampoco por la cooperacin que apoy este proyecto. Legitimar el
aporte de la comunicacin en la representacin poltica y la gobernabilidad democrtica es una
tarea pendiente que hay que hacer con los actores de la sociedad poltica y la sociedad civil, de tal
manera que se trascienda la visin propagandstica y efectista de la comunicacin.
Respecto a la cooperacin internacional, que era otro actor importante, fue difcil demostrar cunto
haba sido informada la ciudadana respecto a las funciones del Congreso, ms all de datos de
cobertura meditica. Asimismo demostrar cuanto habamos impactado en calificar la relacin de la
ciudadana respecto al Congreso de la Repblica, a pesar que tenamos evidencias de haber
promovido acercamientos y vnculos entre los congresistas y la ciudadana. Mientras la agencia de
cooperacin, en este caso, nos meda por el impacto cuantitativo, nosotros dbamos cuenta de
resultados de proceso. En este sentido fuimos incapaces de negociar la medicin del impacto de
nuestro trabajo sobre la base de indicadores ms cualitativos. Esta es una tarea pendiente.
70
71
comunicacin electrnicos, como la radio y la televisin abierta. Nos encontramos con un sistema de
acceso a las frecuencias radioelctricas en la regin que, ya sea por exclusin directa o por las
condiciones discriminatorias de uso, impide que podamos utilizar estos medios justamente como
instrumentos para estrategias de comunicacin para el desarrollo. Tenemos casos como el de Mxico,
un pas con unos 120 millones de habitantes, o tal vez ms, en un territorio enorme como el que tiene,
con cuarenta y tantos aos de Ley de Radio y Televisin, y nosotros en Uruguay slo le hemos podido
arrancar al poder meditico y poltico 11 permisos de radios comunitarias.
En toda esa historia que tiene Mxico, o Guatemala u otros pases de Centro Amrica, la nica
posibilidad de acceder a radio y televisin es a travs de la subasta econmica. Es decir, que en
Guatemala (donde el 60 o 65% de la poblacin es indgena), tienen derecho de expresarse slo quienes
tienen plata porque pueden contar con sus medios de comunicacin. Pero cmo es posible contar con
estos medios para una estrategia de desarrollo si lo que predomina es la idea de que se trata de una
mercanca que se vende y se compra, y el que tiene ms plata accede a ella.
Guatemala es un caso paradigmtico, los 4 canales de televisin abierta son de un mismo dueo, y este
ni siquiera es guatemalteco, es un mexicano que vive en Miami. Ah los medios indgenas, salvo las
radios vinculadas a FGER, no tienen posibilidades de medios propios. Estos son casos de exclusin
directa, no se puede acceder a los medios porque la legislacin te impide o porque los mecanismos de
acceso no te lo permiten hacer.
En otros existe legislacin que reconoce a las radios comunitarias, pero es casi lo mismo que taparles la
boca y no permitirles hablar; como es el caso de Brasil donde slo se permiten radios comunitarias con
alcance de un kilmetro, sin posibilidad de acceder a publicidad, con un solo canal en todo el territorio
nacional de todos los disponibles. De igual forma en Chile, donde con las mismas condiciones de no
pasar publicidad, las radios slo pueden trasmitir con un vatio de potencia que, para los que no
conocen, es como un juguete, como para manejar con control remoto un avin de juguete. En el caso
de Per hemos logrado avances con una Ley de Radio y Televisin en el 2004, que no es la que
queramos -la que queramos es la que impuls la Veedura Ciudadana- pero que reconoci el sector
comunitario. El problema es que desde el 2004 hasta ahora, a dos aos de su aprobacin, todava no se
aplic. Hay ley pero no hay aplicacin, y todava votan un cambio en el Cdigo Penal por el cual va
preso con pena de 4 a 8 aos aquel que transmita sin autorizacin. Es decir, estoy pidiendo una
frecuencia hace aos, ahora incluso hay una ley y sigo pidiendo -incluso en lugares donde no hay
dificultades tcnicas- y el Estado igual no me reconoce mis derechos y adems me puede meter preso.
Este es uno de los panoramas mas complicados que tenemos en cuanto al entorno favorable o
desfavorable para la comunicacin para el desarrollo.
Otra aspecto preocupante es la tendencia a la concentracin-extranjerizacin de los medios, con
grupos econmicos internacionales y regionales cada vez ms presentes en nuestros pases, como
72
son O'Globo, Televisa y el grupo Cisneros, que estn controlando multimedias enormes. Pero an no
pas lo peor que es la entrada de las telefnicas en la produccin de contenidos, incluso compitiendo
con los sectores nacionales de la radiodifusin.
El proceso de concentracin-extranjerizacin est basado estructuralmente en la convergencia
tecnolgica y beneficiado por las economas de escala, el dominio vertical-horizontal de toda la cadena
productiva, etc. Es una tendencia consolidada y creciente en Amrica Latina y de principal atencin
para nosotros, porque no solamente es la concentracin de propiedades y el actor poltico que se
configura tras la concentracin -porque adems los que concentran son actores polticos que inciden
en la vida pblica del pas- sino que adems se acompaa con un proceso de centralizacin y de
homogenizacin de contenidos.
No podemos mirar la concentracin de medios slo a partir de quienes son dueos de estos, sino
tambin, por ejemplo, a travs de las enormes cadenas que se montan, incluso con radios locales
pequeas, pero que reproducen lo que se produce en las capitales de cada pas, homogenizando el
discurso, el sentido de la informacin. Es as como sucede en Per, con cadenas de emisoras locales
que son simplemente repetidoras de lo que pasa en la capital. Cantidad no es diversidad, si bien hay
muchas radios en Per, eso no significa necesariamente diversidad.
Como deca, la base estructural de la concentracin ha sido el avance tecnolgico, pero la base poltica
e ideolgica se produce con el concepto de libre mercado que se est tratando de establecer con
acuerdos bilaterales, acuerdos de inversiones y tratados de libre comercio, que buscan barrer las
fronteras y liberalizar el comercio de servicios, entre los que estn los servicios culturales -ya sea del
cine, del audiovisual como la radio, etc.- como cualquier otra mercanca. Este es otro gran problema
que tenemos por delante en Amrica Latina: los acuerdos de libre comercio que incluyen estos temas y
anulan la posibilidad de desarrollar polticas nacionales que garanticen la diversidad cultural.
Frente a estos riesgos y barreras existen algunas oportunidades, algunos avances para matizar este
panorama bastante pesimista que se est dando. Por un lado est habiendo una revisin creciente de
los marcos legales en materia de radiodifusin, por lo menos en Amrica del Sur, en Centro Amrica, y
tambin en Mxico donde ha habido un retroceso con la Ley Televisa. Pero empieza a haber en Amrica
del Sur cada vez un mayor reconocimiento de las radios y televisoras comunitarias y, en general,
mejores posibilidades para el acceso de frecuencias radioelctricas. Tenemos buenas experiencias en
Colombia, en Venezuela, y en Ecuador donde a partir del impulso de la CONAIE (Confederacin
Nacional de Pueblos Indgenas), con el apoyo de otras organizaciones de ecuatorianas, han
modificado la legislacin para que haya igualdad de acceso a todos los sectores, igualando lo
comercial con lo comunitario.
Lo mismo sucedi en Argentina, el ao pasado, con la eliminacin de las barreras legales que haba
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
73
para que el sector no comercial accediera a la radio y la televisin. Asimismo tenemos las discusiones
que estn habiendo en Uruguay para que haya un proyecto de ley en materia de radiodifusin
comunitaria; y el compromiso de Bachelet en Chile de revisar la legislacin que tiene. En estos avances
hay un proceso interesante, aunque todava muy pobre, muy limitado como el que hicimos en Per, que
sealo como avance, como los cambios en Bolivia, pero limitados porque son marcos regulatorios
pensando en las radios chicas, marginales. Por ejemplo, en Bolivia tambin se permite, desde el fin de
ao pasado, la existencia de medios comunitarios, pero slo para comunidades rurales de menos de
10 mil habitantes, excluyendo a la mayora de la poblacin que vive en sectores urbanos.
Una segunda cosa interesante en esta perspectiva es la aprobacin de la Convencin sobre Diversidad
Cultural de la UNESCO, instrumento internacional que, de ratificarse, permitira hacer valer para
nuestros pases que los bienes y servicios culturales, como la comunicacin, no son una mercanca
cualquiera como los autos o los carros, y que los pases tienen derechos de hacer polticas culturales de
defensa de la produccin cultural nacional, etc.
Una tercera oportunidad es el incipiente, aunque an dbil, posicionamiento de la sociedad civil como
sujeto en la construccin de observatorios, veeduras, coaliciones sobre radiodifusin y foros
ciudadanos que buscan incidir en las polticas pblicas relacionadas con los medios.
Una cuarta oportunidad es la constatacin de una relectura del concepto de libertad de expresin que
est realizando el sistema interamericano de derechos humanos, poco aprovechado por la mayora de
nosotros, y que AMARC ha insistido en tomar en cuenta. La OEA (Organizacin de Estados
Americanos) tiene un sistema interamericano de derechos humanos, el cual todos los pases hemos
ratificado, que tiene base en una Convencin llamada Pacto de San Jos de Costa Rica y que establece
instrumentos que podramos utilizar para estos temas que atacan la concentracin, que permiten la
capacidad de acceso a radios comunitarias, y dems; y que no la estamos usando demasiado.
Aquello que est a medio camino entre oportunidad y riesgo tiene que ver con la digitalizacin. En
principio nos quieren vender que la digitalizacin es igual a democratizacin, como si fuera un proceso
natural e inevitable; pero ese optimismo tecnolgico de que la digitalizacin va a permitir ms
democracia, es justamente lo que est en cuestin, en debate. Yo invito a que pensemos todava en
tratar de incidir en los pases en los que todava no hay definiciones, no solamente en lo tecnolgico
sino tambin en los modelos regulatorios y los modelos de transicin asociados, para que una
oportunidad como sta no se convierta en una consolidacin del poder meditico sino en una
oportunidad de tener ms voces en el espectro radioelctrico. Esto no est dado de por s, no hay un
destino manifiesto; digitalizacin puede significar democratizacin, pero puede terminar en ms
concentracin y negocios para los que ya tienen medios. Cul ser el final? Depende de nosotros.
A modo de conclusin, creo que hay algunos escenarios en los que hay que trabajar, los cuales la
74
Campaa por el Derecho a la Comunicacin (DECAL) que impulsamos varias organizaciones que
estamos ac, han planteado como prioridades. Estos escenarios son un impulso para la ratificacin,
por parte de nuestros pases, de la Convencin para la Diversidad Cultural de la UNESCO, pues recin
son muy pocos pases los que han firmado, y espero que la mayora de pases votemos para poder
tener polticas de defensa de nuestras industrias culturales y como una barrera contra los tratados de
libre comercio.
Necesitamos que nuestros pases ratifiquen eso porque estn muy lentos y slo hasta que lleguemos a
30 pases, este ser un instrumento vlido para aplicarlo.
Otra prioridad es el fortalecimiento de esa rudimentaria e incipiente capacidad de incidencia de la
sociedad civil a travs de observatorios, veeduras, y la urgente necesidad de sumar agendas dentro de
la Sociedad Civil. La convergencia sta que se nos viene nos est obligando, tambin a nosotros, a
converger; porque esto que hoy definimos como medio de comunicacin dentro de 10 aos va a
cambiar de forma, y van a haber distintas plataformas que mezclan radio, TV e internet. Ya es tiempo de
que superemos esa separacin que hemos tenido entre los que trabajan con TIC's, y los que
trabajamos en radiodifusin, y podamos juntarnos para desarrollar agendas comunes.
75
Expresidente Regional para Amrica del Sur de la Comisin de Educacin y Comunicacin de la Unin Mundial para la
Naturaleza, IUCN. Actual Gerente General de la Corporacin OIKOS de Ecuador.
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Los factores que aparentemente pueden ayudar a explicar esta situacin son diversos, pero intentar
concentrarme brevemente slo en aquellos de ndole conceptual y metodolgico que, en mi criterio,
pueden haber influido en la forma en que se ha organizado histricamente la prctica de la
comunicacin en este campo, mucha de la cual influye an en estos das.
77
una rica base epistemolgica y terica, algunos de cuyos productos haban sido la comunicacin
participatoria y la comunicacin alternativa, entre otros conceptos paradigmticos muy vlidos hasta
ahora que tambin han evolucionado muy positivamente.
Esto produjo las condiciones para que haya una muy lenta asimilacin conceptual en referencia a cmo
concebir y aprovechar el potencial de la comunicacin para sensibilizar, motivar, generar destrezas y
movilizar a las poblaciones en democracia para lograr los grandes cambios de comportamientos y
respuestas sociales que se requieren para el ansiado desarrollo sostenido. Pero tambin impidi
articular iniciativas que hubieran permitido aprovechar una serie de oportunidades que se generaron
durante algunos aos, cuando una gran oleada de recursos se orientaba a los campos de la educacin
y la comunicacin para dinamizar los procesos de desarrollo.
La consecuencia ms visible de esto fue la explosin peridica de una serie de prcticas errticas y
errneas de comunicacin sobre el medio ambiente en general, las reas protegidas, el manejo de las
cuencas hidrogrficas, la conservacin de la biodiversidad, el desarrollo local urbano y rural, y la
proteccin del agua dulce, entre otras. Eran prcticas fragmentadas, que aparecan y desaparecan al
ritmo de ciertas modas dependientes de la disponibilidad recursos, generalmente provenientes de
donantes internacionales y, escasamente, de los gobiernos locales de cada pas. Los implementadores
de estas prcticas, en su mayora no profesionales de la comunicacin, excepcionalmente saban a
dnde iban, o qu resultados esperaban, porque generalmente no trabajaban en base a estrategias o
campaas especficas, ni tampoco sentan que tenan que rendir cuentas de los resultados tcnicos del
trabajo. Con este perfil, es fcil deducir que han sido muy pocos los programas o proyectos serios de
comunicacin sobre el desarrollo sostenido que se emprendieron tempranamente en el despertar de la
idea del desarrollo sostenible en los diversos pases de la regin, situacin que ha cambiado en algo en
los aos postreros hasta ahora.
Para recordar algo de esta historia, lo que hoy se conoce como el desarrollo sostenible tuvo su origen
en la Conferencia Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, que se realiz en Ro de Janeiro en 1992,
donde los Jefes de Estado de ms de 150 pases formularon una declaracin que expres, entre otras
cosas, que los seres humanos son el centro de la preocupacin del desarrollo sostenible, porque ellos
merecen una vida saludable y productiva en armona con la naturaleza.
Esto se consolid en otra conferencia similar en Johannesburgo (Sudfrica) diez aos despus,
denominada Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible, donde los dirigentes mundiales
declararon su compromiso de construir una sociedad global humana, equitativa y cuidadosa de su
entorno natural, que reconoce la necesidad de dignidad humana para todos. En dicha oportunidad se
suscribieron las Convenciones Mundiales de Biodiversidad, de Cambio Climtico, y unos tres aos
despus la Convencin de Lucha contra la Desertizacin, a travs de las cuales estn en marcha los
procesos de cooperacin mundial ms grandes y sostenidos, que la humanidad haya presenciado en
toda su historia, para velar por el desarrollo humano.
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79
Esta situacin se super en buena medida a raz de la Cumbre de Johannesburgo, en el 2002, cuando
hubo importantes debates sobre la educacin ambiental versus educacin para el desarrollo
sostenible. La base de la discusin fue el reconocimiento generalizado de que slo una evolucin
conceptual paralela de la comunicacin y la educacin permitira estar a tono con el espritu de esta
reunin mundial que le imprimi principios de justicia social a la nocin del desarrollo sostenible, y
donde el combate a la pobreza se consideraron como precondicin del cambio. De esta manera se
empez a hablar de comunicacin y educacin, en sus propias dimensiones, como procesos de mutua
complementariedad.
Se le asign a la primera un amplio rol en los procesos de fomento de la sensibilizacin y la
concientizacin de la poblacin sobre el desarrollo sostenido, as como en la motivacin para la
participacin y movilizacin ciudadana en la toma de decisiones, y para actuar sobre cuestiones que
inciden en su desarrollo. Mientras que a la educacin se le confiri el rol de ayudar a la sociedad a
desarrollar aprendizajes sociales significativos de toda clase, especialmente para conocer los retos del
desarrollo, para vivir juntos y asumir responsabilidades comunes y alianzas constructivas, para hacer y
actuar con determinacin, y para ser personas en un contexto de dignidad humana.
Como se reconoci que generalmente para adoptar innovaciones fundamentales en el campo
escolarizado se requiere una licencia oficial, concertada o no concertada con la sociedad o parte de
ella, se encontr que para el caso de la comunicacin no haba tal necesidad. Entonces, la propia
dinmica de los crticos de la comunicacin para el desarrollo sostenible empez a generar
argumentos para dar una visin ms afortunada del rol que la comunicacin poda jugar en la
problemtica.
De este modo, el producto de esta evolucin fue el desarrollo de una gran diversidad de estudios,
anlisis conceptuales y evaluaciones caracterizados por CEPA, -sigla en ingls con que se conoce a la
accin en Comunicacin, Educacin y Conciencia Pblica en el contexto del desarrollo sostenido fomentados por organismos mundiales como el PNUMA, la UICN, la UNESCO y otros de Naciones
Unidas. Se trata de una especie de reconocimiento de la necesidad de involucrar fuertemente la
comunicacin en la accin sustantiva de los programas asociados con el desarrollo sostenido, tanto en
materia ambiental, como en agricultura, salud, desarrollo urbano y rural, considerando su
trascendencia. Junto a ello se entendi que si no se procede de manera racionalizada en la
implementacin de la comunicacin, la prctica de la comunicacin no cambiara, por lo que se
destac la importancia de la planificacin de la comunicacin.
El concepto y la prctica de CEPA estn en pleno proceso de promocin en varios lugares del mundo,
bajo el liderazgo de la Comisin de Educacin y Comunicacin de la UICN, y se espera que ello influya
en las decisiones de organismos internacionales y gobiernos para reiterar compromisos con su
implementacin a niveles locales.
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Lo metodolgico
En lo que concierne al factor metodolgico, hay mucha asociacin con el conceptual, como se pudo
ver en el captulo anterior, lo que significa que los comienzos del uso de la comunicacin en apoyo al
desarrollo sostenible tampoco fueron muy afortunados desde una perspectiva de una accin eficiente.
Pero eso tambin evolucion en la medida en que iba evolucionando lo conceptual, lo que confirma la
asociacin que hay entre polticas de comunicacin y polticas de desarrollo sostenible.
Para cuando se iniciaron los esfuerzos de utilizar la comunicacin para el desarrollo sostenible en 1992,
ya exista una larga influencia en los diversos pases de la regin de la clsica educacin ambiental que
durante los aos setenta se distingua por la proliferacin de programas de televisin, de origen
norteamericano y britnico especialmente. Estos estaban orientados especficamente a la promocin
de la proteccin de la vida silvestre, en especial la fauna de tierras muy lejanas, como frica y Oceana, y
por supuesto nada de Amrica Latina; mientras que en el contexto del aula se propona en buena
medida la contemplacin de la naturaleza per se. Algunos de los programas de televisin pioneros
fueron los del Nacional Geographic y la CBS, que hicieron proliferar a muchos otros desde los pases
desarrollados.
La UNESCO haba iniciado por 1973 el fomento de este tipo de educacin ambiental, a raz de la
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
81
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Ambiente Humano, que tuvo lugar en Estocolmo en 1972,
y durante todo su perodo de existencia de alrededor de diez aos, nunca pudo introducir en su
programacin de ese tiempo nociones y enfoques sobre la comunicacin moderna, que en aquel
entonces tena un gran desarrollo en la regin, como se dijo anteriormente. Los pases que pudieron
asimilar esta influencia hicieron un pequeo espacio ocasional en la programacin educativa de
primaria y secundaria para abordar cuestiones de esta naturaleza, pero jams se dieron impulsos
formales de institucionalizacin.
Esto, no obstante, empez a evolucionar a un enfoque ms abierto, cuando especialmente las
organizaciones de la sociedad civil y algunos gobiernos que trabajaban en temas de polticas de
desarrollo sostenible suscitaron reflexiones novedosas sobre la relacin entre los seres humanos y la
naturaleza. Esto implicaba el develamiento de algunas de las causas sociales del deterioro ambiental,
as como de los impactos que esto a su vez tena sobre la calidad de vida de las personas, la economa
de las ciudades y de los pases.
Dentro de este entorno, la comunicacin-educacin ambiental empez a moverse en los mbitos
formal e informal con una orientacin renovada, que empez a buscar transformaciones ms integrales
al interior del sistema educativo, pretendiendo incidir tanto en las polticas educativas, cuanto en la
construccin curricular, la formacin docente, la produccin de materiales didcticos y educativos, y en
la prctica docente. Lo que se buscaba, en el fondo, era superar tanto el atomismo y puntualismo de
mucha prctica de educacin ambiental formal e informal que se daba por entonces, como el intentar
crear sistemas comunicativos y educativos que tuvieran ms significacin en el esfuerzo de buscar
cambios en la sociedad.
Con una visin de esta clase, a partir de 1993 la educacin ambiental empez a enraizarse en los
sistemas escolarizados del continente, mientras que la comunicacin perme muchas plataformas de
comunicacin masiva, comunitaria, institucional, hasta lograr instalarse en diversas organizaciones
pblicas, privadas y de la sociedad civil como una prctica constante de divulgacin y reflexin sobre la
problemtica, aunque no con la intensidad que hubiera sido deseable. De esta manera, muchos
medios masivos de propiedad privada, a su manera, asumieron responsabilidades sobre la materia y
buscaron sus propias formas de cubrir sus costos; mientras que ciertas entidades estatales empezaron
a buscar espacios para incorporar la educacin y comunicacin ambiental en sus actividades
cotidianas; muchas con muy poco xito por razones de ndole burocrtica antes que poltica. Algunas
organizaciones de la sociedad civil tuvieron oportunidades para crear programas relativamente
sostenidos de comunicacin, mientras que una buena proporcin de estas apuntaron a esa clase de
esfuerzos sin pies ni cabeza, prcticas que an en la actualidad se multiplican.
Lastimosamente pocos esfuerzos se dieron para favorecer determinados encuentros metodolgicos
entre la educacin escolarizada y la comunicacin comunitaria que podran favorecer acciones
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compartidas; aunque no han faltado iniciativas de diverso orden en este sentido, que no han ido ms
all de proyectos piloto.
Metodolgicamente hablando, la comunicacin empez a cobrar una nueva fisonoma, cuando
algunas vertientes de interpretacin de qu es y cmo debe lograrse el tan ansiado desarrollo
sostenido sintieron que era menester realizar un activismo mucho ms puntual, e inclusive, a veces,
quirrgico, para denunciar el estado de situacin y conservacin de los recursos naturales y la calidad
del ambiente, as como las principales causas, los factores sociales y las aparentes soluciones
generales sobre los correspondientes problemas ambientales y las necesidades del desarrollo
sostenido.
Esto signific para muchos sectores profesionales, involucrados en la prctica de la comunicacin, un
gran reto, porque oblig a participar ms en investigaciones multidisciplinarias de carcter formativo
(para la generacin de programas de desarrollo sostenido o de carcter meramente ambiental), para
poder determinar las necesidades de comunicacin especfica. Ello oblig a pensar para qu sirve o
puede servir la comunicacin, y cmo se puede implementar en la realidad. A partir de los resultados de
las investigaciones y de estas preocupaciones metodolgicas, surgi un tipo de prctica sobre
comunicacin que buscaba comprometerse de manera mucho ms organizada tanto con los intereses
nacionales como con los intereses de los sectores sociales ms dbiles, ante los impactos del
ambiente que, a la vez, tambin juegan el rol de agentes del deterioro en algunos campos en los que
actan.
En cuanto a estos intereses, surgieron muchos grupos no gubernamentales, comunitarios e
independientes, que bajo diversos signos de identidad ideolgica, poltica y temtica, pusieron en
marcha programas de comunicacin con gran nfasis en la denuncia de los agentes poderosos del
deterioro ambiental, en especial las compaas transnacionales dedicadas a la extraccin de los
recursos naturales, tales como bosques, minera, pesca, hidrocarburos, etc., as como los tremendos
estragos que mucho de este deterioro ambiental estaba causando en comunidades y poblados
enteros. Eso gener una amplia repercusin en el proceso evolutivo que toda la problemtica del
desarrollo sostenido ha tenido en los pasados 15 aos, lo cual ha ido transformando
considerablemente las bases de interpretacin de los problemas modernos de las sociedades
latinoamericanas.
La insercin de los anlisis polticos y econmicos de la problemtica ambiental y del desarrollo
sostenido por parte de las instituciones cientficas, acadmicas y de formacin profesional, fue muy
importante, y en la actualidad se presencia una ms fina interpretacin de las vinculaciones entre
ambiente y desarrollo, y entre sustentabilidad y comportamientos humanos, aspectos en los cuales
mucha de la prctica de la comunicacin tiene un nicho seguro para muchos aos.
83
Tendencias actuales
Las tendencias actuales van ms aparejadas con la evolucin filosfica, terica, metodolgica y
operativa de la comunicacin y de la interpretacin de los problemas del desarrollo sostenible. Hay
mejores cosas en muchos sectores, aunque persiste esa fuerte tendencia a la fragmentacin y el
puntillismo comunicativo. Junto a una intensa creatividad del uso de medios y procesos de
comunicacin, hay ideas de estrategias y de disciplina de administracin e implementacin de
proyectos y programas, no slo de problemas, sino tambin de problemticas integradas.
Hay cada vez un mayor inters por entender mejor los mtodos de planificacin de la comunicacin de
una manera seria, y abordar la prctica con una perspectiva mucho ms profesional, con alta
responsabilidad, no solamente en teora, sino en ejercicio, para ser efectivos y eficientes en el uso de
los pocos recursos que se destinan a este campo.
De hecho hay una marcada precariedad econmica en muchas organizaciones en materia de
comunicacin para el desarrollo sostenible, y hay esperanza de que esto cambie en la medida en que
los comunicadores puedan demostrar que trabajan al mismo nivel, o en ms altos niveles, que otras
disciplinas que entran en juego en este campo.
Dentro de este estado de situacin, la comunicacin tiene un amplio reto para su desenvolvimiento y
para contribuir a la causa del desarrollo sostenible en la regin. Por una parte, debe intentar superar el
poco pragmatismo y la poca eficiencia de mucha de la prctica que se ha ensayado en estos 34 aos de
vigencia de este paradigma; y por otra, debe convencerse ms de la necesidad de observar un
pensamiento lgico y una accin orgnica y sistemtica para implementar su gestin, a travs de
estrategias significativas que aporten con resultados concretos. Los comunicadores profesionales
deben aprender a comunicarse ms con otros profesionales que estn en la misma arena, para lo cual
es menester fomentar un mejoramiento de capacidades en terrenos comunes, tales como la
planificacin, la investigacin social y cientfica, la administracin de recursos de comunicacin, y una
ms fina manera de entender la autoestima profesional.
84
La primera definicin de este tipo se encuentra en las memoria de la Consulta de expertos de Comunicacin para el
Desarrollo, realizada por la FAO en Santiago de Chile en 1986.
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
85
3.
Estas tres funciones se aplican en varios mbitos. Uno de los ejemplos ms destacables es el uso de la
comunicacin para la planificacin participativa en iniciativas de desarrollo.
El enfoque de comunicacin para el desarrollo se basa en una serie de pasos metodolgicos que
permiten la participacin de los diferentes actores en la definicin de las necesidades y en la realizacin
de los procesos de comunicacin. Se empieza siempre con el diagnstico participativo en
comunicacin rural donde se puede utilizar herramientas ligadas al diagnstico rural participativo, as
como otras para el mapeo de actores y de flujos de comunicacin, y la priorizacin de temas,
contenidos y medios. Sigue luego el diseo participativo de la estrategia y el plan de accin en
comunicacin. La estrategia ofrece un marco general para orientar la accin de comunicacin e
identificar elementos claves a tomar en cuenta a la hora de evaluar los resultados junto a las
comunidades; el plan de accin muchas veces se usa como herramienta de concertacin a nivel local,
regional y/o nacional, para el monitoreo y para programar e incorporar las acciones de comunicacin
en conjunto con las iniciativas de desarrollo rural que se quieren acompaar.
Un elemento fundamental del enfoque de comunicacin para el desarrollo es la capacitacin de los
actores locales. El fortalecimiento de capacidades a nivel de instituciones, tcnicos y sobre todo de las
comunidades junto al desarrollo local de mensajes y el uso participativo de los medios, son los
elementos fundamentales que permiten la apropiacin de las actividades de comunicacin para el
desarrollo en el contexto rural. Lamentablemente, muchas veces por falta de recursos y de tiempo, los
proyectos no aplican este enfoque de comunicacin participativa para el desarrollo rural.
Hoy en da, ya se cuenta con muchas experiencias en las que la comunicacin ha logrado impactos en
varios mbitos del desarrollo rural. Sin embargo, se cuenta con pocos ejemplos en los que se hayan
institucionalizado estas prcticas comunicativas a nivel de las polticas para el medio rural. Varios
especialistas consideran que uno de los factores que afectan la posibilidad de institucionalizar los
programas de comunicacin para el desarrollo es la falta de actividades sistemticas, de monitoreo y
evaluacin que presenten evidencias de impactos significativos en este campo. Un caso de evaluacin
a largo plazo de procesos de comunicacin participativa en apoyo del desarrollo rural, es el Programa
de Desarrollo Integral del Trpico Hmedo (PRODERITH), que se implement en Mxico, con una
duracin de ms de 12 aos y que logr resultados relevantes.
Las evaluaciones llevadas a cabo por el programa tomaron en cuenta el impacto en los procesos de
participacin, demostrando que el sistema de comunicacin implementado sufri una crisis profunda
2
Documento. Communication for Development. A Medium for Innovation in Natural Resources Managment. FAO. Roma.
2004.
86
87
comunicacin para el desarrollo de apoyo a las municipalidades rurales en el manejo de los recursos
naturales, la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria. El trabajo se realiza de manera integrada
bajo el concepto de Modos de Vidas Sostenibles, considerando temas como el apoyo a grupos
vulnerables, al empleo rural, los servicios de apoyo al desarrollo rural y el manejo de riesgos y
emergencias ambientales.
Estas lneas de trabajo en el mbito rural han sido atendidas a travs de la puesta en marcha de
sistemas de comunicacin rural, involucrando a municipalidades, ONG's, instituciones de desarrollo,
organizaciones indgenas y campesinas; generando iniciativas locales con la creacin de microempresas que implementan planes de comunicacin para el desarrollo, concertados entre diferentes
actores. Estas experiencias han demostrado la necesidad de incorporar en las polticas de desarrollo
inversiones e incentivos para los municipios y distritos, para la puesta en marcha de servicios de
comunicacin para el desarrollo rural.
Sin embargo, dos tendencias se confrontan en cuanto a las oportunidades para la implementacin de
polticas pblicas de comunicacin para el desarrollo. Por una parte, existe una tendencia hacia la
reduccin de la inversin pblica en el mbito rural. Al mismo tiempo, tambin, se reconoce que en
muchos temas importantes del desarrollo la comunicacin tiene un papel fundamental y por esto se
viene incorporando en los proyectos. No obstante, se trata en muchos casos de actividades para la
visibilidad de los mismos proyectos o de campaas de breve duracin. Hasta la fecha existen pocas
iniciativas para la puesta en marcha de polticas y sistemas de comunicacin para el desarrollo rural.
La FAO viene apoyando proyectos piloto de comunicacin para el desarrollo en varios pases de la
regin, en algunos casos, con miras a tener un impacto a nivel de las polticas. Una experiencia
interesante es la que se realiz en Bolivia entre 1994 y 2002 con la puesta en marcha de un sistema de
comunicacin para el desarrollo manejado por organizaciones indgenas guaran, que apoy
programas de desarrollo en municipalidades rurales. El proyecto foment la creacin de micro
empresas de servicios de comunicacin manejadas por indgenas que continuaron sus actividades
una vez terminado el apoyo de la FAO. Esta experiencia ha sido documentada a travs del estudio de
caso Yasarekomo que analiza cules fueron los factores y limitaciones fundamentales para la
sostenibilidad del proyecto de comunicacin a partir del capital social existente, el fortalecimiento de
las organizaciones de base y las polticas de desarrollo rural y descentralizacin.
Cabe sealar que casi nunca se le da seguimiento a las experiencias generadas por los proyectos, para
que luego estas lecciones aprendidas, se consoliden en polticas de servicios en comunicacin para el
desarrollo. Por lo general, los proyectos de comunicacin para el desarrollo no incluyen una dimensin
de elaboracin de polticas y el principal resultado que se logra en el marco de los proyectos es la
formacin de especialistas de comunicacin que siguen promoviendo el tema en sus instituciones y
aplicando los conocimientos adquiridos.
88
A manera de conclusin, quiero resumir algunos aspectos que considero relevantes del trabajo en
comunicacin para el desarrollo en el mbito rural. El enfoque de comunicacin participativa es central
para el trabajo en el mbito rural y se tiene que implementar en cada momento del proceso a partir de la
etapa de planificacin. Cabe sealar que la planificacin participativa es un eje muy importante en la
comunicacin para el desarrollo ya que no se trata simplemente de realizar diagnsticos sobre la
necesidad de informacin en determinadas aldeas, en regiones o sectores rurales, sino de acciones de
mayor alcance como, por ejemplo, concertar, disear e implementar servicios de comunicacin para el
desarrollo; definir quines lo implementan, cmo se mantienen y se financian para evitar el
Proyectismo, es decir que se terminen en el marco de un tiempo muy limitado; identificar de manera
estratgica al personal a formar a nivel de las comunidades, instituciones y organizaciones
aprovechando la capacitacin y comunicacin como un recurso para el fortalecimiento de actores e
instituciones de desarrollo.
Otro aspecto relevante en el diseo de programas de comunicacin para el desarrollo rural es la
convergencia entre distintos medios, y en particular entre la radio y las TIC's. En muchos casos aparece
como importante llegar a una verdadera apropiacin de estos medios, asegurando que su uso est
ligado a objetivos de desarrollo acordados con las audiencias. Las comunidades rurales ya se estn
apropiando de forma casi espontnea de los medios. Dicha apropiacin tambin involucra factores
econmicos. La venta de las frecuencias de telecomunicaciones al sector privado ofrece una
oportunidad para la creacin de fondos de subvencin pblica para servicios de comunicacin para el
desarrollo rural. Esta es la nueva frontera que permite salir del llamado Proyectismo e impactar a
niveles superiores.
Es evidente que uno de los principales desafos que tenemos hoy es integrar la comunicacin para el
desarrollo en las polticas de desarrollo rural, as como integrarla en las polticas y en los marcos
regulatorios de comunicacin al alcance nacional y en los servicios hacia el rea rural. Se trata de
revertir una condicin de exclusin y garantizar el acceso equitativo a contenidos relevantes y servicios
de comunicacin para el mundo rural. En este marco es fundamental documentar las evidencias e
impactos de las aplicaciones de la comunicacin a los diferentes temas, pasatiempos e iniciativas del
desarrollo rural.
Finalmente, se evidencian grandes desafos para la agencias de desarrollo, las cuales deben pasar del
enfoque clsico de los proyectos de comunicacin para el desarrollo y trabajar en innovadoras
estrategias mediante alianzas, plataformas y comunidades de prcticas y aprendizaje para lograr
impactos mayores; fomentar polticas pblicas y acercar las demandas locales, la oferta de servicios; y
fortalecer a los nuevos protagonistas de la comunicacin para el desarrollo rural. Estos criterios vienen
inspirando algunas importantes iniciativas apoyadas por la FAO que van en la direccin de las alianzas.
Entre ellas se encentra la Plataforma de Comunicacin para el Desarrollo de Centroamericana y Mxico
(www.comunicacionparaeldesarrollo.org) que se ha puesto en marcha a travs de una consulta y un
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
89
90
TEMA 03
PROPUESTAS COMUNICATIVAS
PARA EL FORTALECIMIENTO DE ACTORES
91
Los derechos humanos como base y estrategia de lucha para el desarrollo y la democracia, siguen siendo -en el caso
de muchas instituciones en el pas- un referente versus la lgica mercadocntrica o la lgica del mercado.
92
En segundo lugar, quisiera enfatizar que las demandas feministas no slo buscan superar la
discriminacin y violencia contra las mujeres, y menos como problemas exclusivos de las mujeres, sino
que buscan superar prcticas sociales y culturales que sustentan las diversas formas de dominio y
subordinacin. Sobre todo, buscan hacer hincapi en que la discriminacin y violencia de gnero
afectan social, cultural y polticamente, en general, a hombres y mujeres en materia de la sexualidad y la
reproduccin. Esta dimensin es bsica pero no se le conecta con los desafos del desarrollo o la
construccin de la democracia, ni con el cuestionamiento a los modelos productivos hegemnicos que
impiden, justamente, alcanzar las metas de desarrollo y democracia que todas y todos pretendemos.
Contexto
Este seminario se da en un contexto en que el Per es parte de la tendencia global que,
lamentablemente, cierra los mrgenes para la accin poltica desde los derechos humanos, y en el que
prima una lgica ms de tipo fundamentalista, no slo de carcter econmico sino tambin de carcter
cultural y religioso -en este sentido, de preponderancia catlica para nuestra regin.
Por qu es importante hablar de los fundamentalismos? Porque el fundamentalismo neoliberal est
haciendo prevalecer la mercantilizacin en todas las dimensiones humanas y las esferas sociales; por
ejemplo, en los medios de comunicacin as como en los cuerpos, la sexualidad y la reproduccin de
las personas.
La mercantilizacin de los medios es una de las trabas que nosotras encontramos para poder colocar
nuestros planteamientos. Si nuestra noticia no vende no podemos hacer noticia, y ese es un obstculo.
En los aos ochenta e inicios de los noventa, encontrbamos mucha ms receptividad de los medios
de comunicacin en nombre del inters pblico; en cambio, ahora, esta existe cada vez menos.
Creemos que la mercantilizacin consiste en decidir qu se coloca como noticia, bajo la influencia,
adems, de los sectores conservadores ligados a la iglesia catlica -de la sociedad civil y la propia
jerarqua eclesial-, que tienen mucho ms poder econmico y tiempo destinado a esa labor.
Esta tendencia se da a nivel mundial y es sumamente peligrosa. Hay que destacar, asimismo, el tema
de la tendencia global hacia el uso psicosocial de los medios de comunicacin, en el que se exacerban
nuestros impulsos ms primarios como el miedo, la ira, la venganza, la culpa o la vergenza, con el fin
de poder manipular las conciencias de los individuos. Desde el 11 de setiembre, por ejemplo, la
redefinicin del concepto de seguridad, as como la redefinicin del concepto de justicia, estn siendo
aprovechadas.
En nuestro pas, ni bien inici su nuevo mandato el Presidente de la Repblica, empez todo un debate
sobre la pena de muerte para el caso de violaciones sexuales de nios y nias; de pronto la pena de
muerte es la solucin -con inclinacin represiva en la legislacin, y por parte del Congreso y del
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
93
Avances y Desafos
Con relacin a los avances en materia de presencia pblica y poltica, la pregunta es si se reconoce o no
los aportes del movimiento feminista, as como sus demandas. En el Per, la Universidad de Lima
realiza encuestas por el Da Internacional de la Mujer (8 de marzo) y en la ltima, realizada este ao, se
formulan preguntas sobre equidad de gnero. En el ao 2002, un 81% pensaba que en el Per haba
discriminacin contra la mujer, y en el 2006, un 87% piensa que s hay discriminacin contra la mujer.
Antes se pensaba que haba mayor igualdad de oportunidades que ahora; en la actualidad hay ms
gente que piensa que vivimos en una sociedad machista, ms gente que considera que las mujeres en
el Per somos machistas y que son incluso ms machistas. Se considera tambin que el movimiento
feminista ha influido en los cambios en las mujeres del Per, aunque luego vemos una serie de
contradicciones que se reflejan en el tratamiento que dan los medios de comunicacin a las demandas
de las mujeres, como tambin en la cultura jurisdiccional y en la cultura de los derechos humanos. Por
ejemplo, cuando en las encuestas se pregunta en qu actividades destacan ms las mujeres,
responden del siguiente modo: en el hogar, 40%; en los negocios, 18%; en espectculos, 9.5%; en la
poltica, 8.9%, etc.
El movimiento feminista ha logrado colocar en la agenda pblica el problema de la violencia
intrafamiliar, aunque ahora propone que no se debe hablar solo de violencia intrafamiliar sino tambin
de violencia contra la mujer, para no perder la visin del sujeto.
Qu hemos logrado y cules son los desafos de cmo construir sujetos y actores y actoras sociales y
polticos en una alianza con los medios de comunicacin. Adems, de los problemas y desafos antes
mencionados, tenemos que superar una cultura machista que los medios de comunicacin
retroalimentan y expanden. Nosotras hemos hecho un estudio sobre cmo tratan los medios temas
como el aborto o el feminicidio y encontramos que los medios -dependiendo del dueo o de la
tendencia poltica que est detrs, y de los fines-, siguen tratando el tema como un problema privado.
En general, la noticia de la mujer en sus diversos mbitos es tratada como un problema policial. Cuando
se trata de feminicidio, la noticia es un crimen pasional; de nuevo, las mujeres aparecen como las
94
infieles, y se romantiza y justifica la violencia. En el Per, estos temas son tratados por el Poder Judicial
con los mismos argumentos y las mismas representaciones de las mujeres. Cuando uno revisa la
cultura judicial, la mirada de los medios de comunicacin se refleja en los expedientes.
95
Comunicador social y educador. Director Ejecutivo de la CNR. Profesor de las Facultades de Comunicacin de la
Pontificia Universidad Catlica del Per y de la Universidad de Lima.
2
El artculo ha sido elaborado a partir de los resultados del estudio, diagnstico y preparacin de la propuesta de
implementacin de La Onda Rural, iniciativa de comunicacin para el desarrollo rural en Amrica Latina con nfasis en
el uso de la radio y nuevas tecnologas de informacin y comunicacin, promovida por FAO, ALER y AMARC ALC. La
investigacin diagnstica, que incluy dos procesos de consulta electrnica a organizaciones de Amrica Latina, y la
elaboracin de la propuesta marco de La Onda Rural, estuvieron bajo la conduccin de la Coordinadora Nacional de
Radio del Per (CNR).
96
experiencias de comunicacin alternativa y popular -distinta y opuesta a la comunicacin hegemnicageneradora de espacios y circuitos por los cuales fluyen las visiones y propuestas de los sectores
populares, escasamente tomados en cuenta en la definicin de las polticas de desarrollo. Este enfoque
tiene a la base el modelo de educacin popular para lo toma de conciencia de la realidad y el desarrollo
de una accin poltica transformadora de las estructuras econmicas y sociales opresivas.
Un tercer enfoque resalta el aporte de la comunicacin planificada, monitoreada y evaluada en sus
procesos y resultados, en programas y proyectos orientados a generar cambio de actitudes y
comportamientos en determinados grupos de personas. As, el rol de la comunicacin sera
fundamentalmente estratgico y persuasivo, y tiene como punto de partida esencial un estudio
sistemtico de los pblicos, sus culturas, contextos y formas de interaccin, para proseguir con el
diseo e implementacin de estrategias y tcnicas de comunicacin con objetivos y resultados
mensurables. Hoy en da este enfoque deviene en una serie de estrategias aplicadas por organismos
pblicos y privados fundamentalmente en el campo de la salud.
El cuarto enfoque pone en relieve a la comunicacin como proceso de construccin de sentidos de la
realidad, de los objetivos de cambio social y de las rutas estratgicas para lograrlo. Tiene una
perspectiva intercultural intrnseca, en tanto propone que la construccin del desarrollo (humano,
social y no slo econmico) tiene que ser compartida por los sujetos a partir de la bsqueda de
consensos sobre la base del respeto a las diferencias y la administracin de conflictos. El disenso y la
divergencia tienen, en este sentido, espacio, y son procesados bajo reglas democrticas. Est a la base
de este enfoque la propuesta dialgica, la suma de experiencias participativas y la voluntad de incidir en
todos los niveles de la sociedad3.
Buena parte de las experiencias de articulacin entre radio y las denominadas Nuevas Tecnologas de
la Informacin y Comunicacin (NTIC) para el desarrollo rural, as como de experiencias que
desarrollan a su vez experiencias de comunicacin interpersonal y de carcter grupal, se inscribe en
estos enfoques de comunicacin para el desarrollo.
97
Entendemos el desarrollo rural como un proceso poltico, econmico y social que posibilita la
ampliacin de capacidades y el acceso a oportunidades de las poblaciones de zonas rurales,
principalmente a travs de la valoracin productiva de los recursos de un territorio determinado, que no
slo tiene que ver con un espacio geogrfico, sino tambin con dimensiones de carcter social,
econmico y cultural. Supone tambin procesos de participacin de los ciudadanos y ciudadanas en la
toma de decisiones que afectan a las comunidades rurales, a travs de la institucionalizacin de
mecanismos para la participacin social y representacin en espacios pblicos y polticos.
Concebido as el desarrollo rural, no slo como desarrollo agropecuario (nfasis en la produccin y en
la necesaria mejora de las economas rurales) sino tambin de afirmacin de una ciudadana
participativa en los procesos de cambio social, la radio tiene un rol significativo en los procesos de
desarrollo en zonas rurales, principalmente porque:
Hay un amplio acceso a la radio por parte de pobladores de zonas rurales, especialmente por el
abaratamiento y masificacin de los aparatos receptores. La tenencia de aparatos de televisin, el
acceso a peridicos y la conexin a Internet aparecen como mecanismos de informacin y
comunicacin significativamente menores con relacin a la radio. La radio forma parte de la vida
cotidiana de las personas, acompaa diversos momentos y rutinas de varones y mujeres, adultos y
jvenes en sus hogares, en sus actividades productivas, en sus momentos de descanso (Acunzo,
2004; Girard, 2004; Rivadeneyra, 2004).
La radio se ha constituido en el principal medio de comunicacin que facilita las opiniones y
expresiones de sectores rurales. Es el principal canal de informacin para pobladores de zonas
rurales, informacin que puede posibilitar la toma de decisiones ms adecuadas en trminos de
actividades productivas y comerciales, as como en el campo de las decisiones y la participacin
poltica de sectores campesinos. Por su tecnologa accesible en comparacin con otros medios
como la televisin, as como diversas iniciativas de sectores de la sociedad civil, la radio posibilita un
mayor ejercicio de derechos a la comunicacin en el sentido de mantener sistemas de propiedad
que contribuyen a una mayor democracia en las comunicaciones.
El debilitamiento de organizaciones sociales y los mecanismos tradicionales de participacin han
posibilitado que la radio, y en general medios de comunicacin como la televisin, se conviertan en
espacios de debate cada vez ms influyentes en la configuracin de agendas pblicas y polticas
(Geertz y Van Oeyen, 2001). As, los espacios radiofnicos, y especialmente la participacin de
sectores sociales marginados y en situacin de pobreza, pueden significar una ampliacin de la
esfera pblica y una mejora en las capacidades de incidencia desde la sociedad civil en polticas
pblicas.
El potencial de la radio con relacin al desarrollo rural se ve enriquecido con la configuracin de redes
98
99
decisin desde los campos econmico (productores), poltico (autoridades) y social (poblacin).
Los sistemas de informacin generan mecanismos y plataformas para organizar, facilitar el acceso y
diseminar informacin a travs de portales Web, correo electrnico, e incluso a travs de relaciones
sinrgicas con medios impresos (boletines, revistas) y radiales (programas, segmentos
informativos). Se trata de informacin especializada sobre agricultura, mercados, y en menor grado
servicios de salud y educacin, respecto a procesos participativos de definicin de planes de
desarrollo local y presupuestos participativos, entre otros campos vinculados al desarrollo social y
econmico, as como -todava en un nivel inicial- a procesos de participacin de la sociedad civil en
la toma de decisiones.
En el medio rural, los pequeos productores, empresarios y gobiernos locales necesitan de
informacin para contar con elementos que ayuden en la toma de decisiones en niveles sociales y
econmicos. Actualmente el acceso a esta informacin est condicionado a las capacidades
locales para apropiarse de esta informacin. Superar esta deficiencia es el principal desafo que
deben enfrentar los proyectos que trabajan en este campo (Saravia, 2004: 16). En general, se trata
de experiencias que probablemente no han logrado an un buen nivel de apropiacin por parte de
las comunidades e instituciones locales (rurales).
Una de las principales debilidades de los proyectos que promueven el uso de NTIC para el
desarrollo rural tiene que ver con la sostenibilidad, en tanto algunos proyectos veran afectado su
trabajo si es que la ayuda econmica de la cooperacin cesa y no se genera un proceso de
apropiacin por parte de las comunidades, ni se logra avanzar en la incidencia para el desarrollo de
polticas pblicas que afronten el problema de la brecha de informacin y conocimiento,
especialmente para las zonas rurales, histricamente marginadas en los pases de la regin.
La gran riqueza y potencialidades de los proyectos e iniciativas de comunicacin para el desarrollo rural
en la regin, relacionados especialmente con el uso de la radio y de NTIC, se contrasta con algunas
debilidades relacionadas especialmente con la necesaria reflexin sobre los procesos de cambio en
las sociedades rurales, en el contexto de la globalizacin y adelantos tecnolgicos, la casi ausente
discusin sobre enfoques de comunicacin y desarrollo rural, y la dbil articulacin en el mbito
regional de instituciones que trabajan en el campo de la comunicacin y el desarrollo rural en Amrica
Latina.
En general, en el estudio diagnstico elaborado, se ha encontrado escasa investigacin y debate sobre
las nuevas formas de organizacin de las sociedades rurales hoy en da, respecto a los procesos de
cambio en estas sociedades. Hay pocos esfuerzos por caracterizar a los nuevos y viejos actores del
desarrollo rural, discutir los impactos de la globalizacin y el desarrollo de las comunicaciones especialmente en las culturas- sobre la diversificacin del trabajo de los pobladores rurales, y sobre las
conexiones y formas de articulacin con otros espacios, de carcter ms urbano. Tampoco existen
100
esfuerzos sostenidos sobre las relaciones que se construyen entre las sociedades rurales y la sociedad
global, sobre las desigualdades al interior de las sociedades rurales, y las desigualdades y diferencias
entre unas comunidades y otras. As como sobre la forma en que la comunicacin se articula,
promueve o facilita estos procesos.
Pareciera ser que la integracin tecnolgica, la cooperacin entre radio y NTIC, es el foco principal de
atencin cuando se reflexiona y debate sobre experiencias en esta lnea, especialmente en el campo
del desarrollo agropecuario. La integracin tecnolgica podra convertirse entonces en un fin en s
mismo, y no necesariamente en un instrumento para promover y fortalecer transformaciones sociales,
como tampoco para ayudarnos a repensar nuestras prcticas de comunicacin para el desarrollo rural
-un desarrollo no slo como mejora tecnolgica para la productividad y el crecimiento.
La puesta en debate sobre el desarrollo rural, sus desafos actuales, las dimensiones culturales del
desarrollo, y el rol de la comunicacin -y no slo de la informacin- en estos procesos, resulta
significativamente menor respecto al recorrido de experiencias de sistematizacin revisadas en el
marco del presente estudio en las que se destaca la integracin tecnolgica. Tampoco se ha analizado
mucho el rol de la radio y de las redes como actores sociales en los mbitos rurales, su articulacin con
organismos y colectivos de la sociedad civil, su participacin en espacios de concertacin y sus
relaciones de confrontacin con el Estado y los poderes fcticos, todo ello desde el prisma de la
innovacin e integracin tecnolgicas en tanto medios para fortalecer estos procesos.
Cabe destacar, finalmente, que hay avances en la promocin de la participacin poltica de los
pobladores de zonas rurales, mediante intervenciones de comunicacin con sentido poltico y
educativo referidas a procesos de planificacin del desarrollo y presupuestos participativos. Resulta
importante, sin embargo, un mayor anlisis y reflexin respecto a cuestiones vinculadas a la promocin
de la participacin poltica, y a procesos de incidencia pblica y poltica:
-
El desarrollo de capacidades de negociacin poltica de los actores rurales no slo con el Estado,
sino tambin con los medios de comunicacin de alcance regional y nacional, y con sectores
empresariales que hoy en da pueden constituirse en factores clave del (no) desarrollo rural
sostenible.
Recogiendo una interrogante del socilogo peruano Fernando Eguren, cabe evaluar la posibilidad
de que los proyectos de comunicacin contribuyan a generar una opinin pblica rural, capaz de
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
101
tener algn nivel de influencia en los espacios de toma de decisin ubicados por lo general en
centros urbanos, capitales de regiones o de pas.
Puede verse, entre otros, los trabajos de Saravia (2004) y Bossio et. al. (2005).
102
Con relacin al tejido institucional vinculado a la comunicacin y al desarrollo rural en la regin, los
resultados del levantamiento de informacin muestran que en el mbito de Amrica Latina hay un
conjunto de iniciativas y actores relevantes de alcance regional, incluso intercontinental, relacionados
con la comunicacin para el desarrollo, el desarrollo rural y el uso de radio y NTIC en comunidades
rurales, aunque no existe una organizacin denominada de segundo piso que tenga como objeto la
comunicacin para el desarrollo rural.
Las organizaciones y redes desarrollan su trabajo principalmente en los siguientes campos y
modalidades de organizacin:
-
Tomado de Propuesta de Implementacin de La Onda Rural documento elaborado por la CNR, recogiendo los
resultados de una consulta electrnica a 29 instituciones de Amrica Latina, y en dilogo con FAO, AMARC-ALC y
ALER.
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
103
Se pretende influir sobre diversos actores, especialmente sobre radios e instituciones que trabajan
programas y proyectos de comunicacin en zonas rurales, redes de la sociedad civil, organismos
internacionales de apoyo al desarrollo social y econmico, y agencias gubernamentales de alcance
local, regional y nacional.
El cuadro siguiente resume el estado de la situacin y las propuestas en cuatro campos de accin
prioritarios para La Onda Rural:
Investigacin,
sistematizacin
y debate
Desarrollo de
capacidades
Aproximacin Diagnstica
104
Principales Actividades
Polticas
pblicas de
comunicacin
en zonas rurales
Fortalecimiento
y articulacin
institucionales
A partir del estudio diagnstico y la identificacin mediante una consulta electrnica de las demandas y
necesidades sentidas y estratgicas de las instituciones que trabajan en comunicacin y desarrollo en
Amrica Latina, La Onda Rural propone el desarrollo de las siguientes lneas estratgicas de accin:
105
Estudio y elaboracin de propuestas marco de polticas pblicas para Amrica Latina sobre
derechos a la comunicacin de la poblacin de zonas rurales, con nfasis en el acceso (y gestin) a
la radio y la inclusin digital rural.
Promocin del desarrollo de capacidades de las personas e instituciones que trabajan en el campo
del desarrollo rural, a travs de programas de formacin y capacitacin que aborden enfoques
tericos, estrategias y herramientas de comunicacin para el desarrollo rural.
El grfico siguiente resume los enfoques, las lneas estratgicas de accin, los interlocutores y los
propsitos de La Onda Rural:
106
107
RURAL
ONDA
LA
Iniciativa
- Inclusin y
alfabetizacin digital de
las poblaciones rurales
como instrumentos para
el desarrollo social y
econmico participativo.
- Comunicacin como
proceso de construccin
de sentidos a partir de
un dilogo intercultural
entre personas y
actores sociales.
- Desarrollo rural
sustentable como
proceso de cambio
social participativo.
ENFOQUES
Preferentemente
instituciones de
segundo piso, de
alcance regional,
vinculadas a la
comunicacin y/o
desarrollo rural.
Instituciones
nacionales con
aporte y proyeccin
latinoamericana.
Organismos
internacionales de
cooperacin, que
pueden potenciar la
accin de LOR.
Aliados
Redes y radios
educativas y
comunitarias,
instituciones que
trabajan en el campo
de la comunicacin
para el desarrollo
rural.
Beneficiarios
Directos
Pobladores de zonas
rurales, mujeres y
varones con mayor
acceso a informacin
y espacios de
comunicacin para la
participacin en
procesos de
desarrollo.
Beneficiarios Finales
CON QUINES
Fortalecer y
mejorar la
calidad y el
impacto de las
intervenciones
comunicativas
orientadas a
promover el
desarrollo rural
en Amrica
Latina: Polticas
pblicas,
programas y
proyectos
promovidos por
organismos de la
sociedad civil
(organizaciones
sociales y
ONG's) y
Estados.
PROPSITO
Mejorar las
condiciones de
vida de las
poblaciones de
zonas rurales en
Amrica Latina,
ampliar sus
oportunidades a
travs de procesos
participativos de
desarrollo social y
econmico que
respeten y valoren
el ambiente y la
diversidad cultural.
FIN
En resumen, existe en Amrica Latina una gran diversidad y riqueza de experiencias de comunicacin
para el desarrollo rural con nfasis en radio y uso de NTIC, que han logrado desarrollar capacidades,
generar aprendizajes y aportar al cambio y el desarrollo de poblaciones rurales propiciando espacios
de dilogo, aprendizaje y procesos de incidencia poltica. Se trata de experiencias que debieran ser
fortalecidas en trminos de una mayor discusin sobre enfoques de comunicacin y desarrollo; diseo,
monitoreo y evaluacin de estrategias de comunicacin; convergencia y desarrollo tecnolgico;
sistematizacin y debate de experiencias; herramientas de planificacin y gestin; y con relacin a una
mayor articulacin institucional orientada al desarrollo de capacidades y al logro de mayores niveles de
incidencia en polticas pblicas locales y nacionales. La Onda Rural pretende contribuir a estos y otros
desafos claves para la comunicacin y el desarrollo en Amrica Latina.
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110
1
2
[email protected]
Datos suministrados por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, UNICEF, Human Rights Watch y el Observatorio
de Derechos Humanos de la Vicepresidencia de la Repblica.
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
111
Los nios ms pobres forman un grupo vulnerable. Por tener pocas opciones de entretenimiento son,
en mayor proporcin, fuertes consumidores de televisin. En un pas con grandes desigualdades en el
acceso a la educacin, y con violencia casera en muchos hogares, la preocupacin por las
responsabilidades sociales de los medios frente a las nuevas generaciones debe ser una prioridad
tanto para el Estado, como para los canales, y para los ciudadanos.
Las oportunidades
La televisin en Colombia es una prioridad constitucional: un servicio enfocado en el inters pblico,
con prevalencia de los Derechos de los Nios.
El panorama televisivo est compuesto por:
Canales pblicos nacionales: dos nacionales (uno educativo y cultural: Seal Colombia Educativa y
Cultural; y uno institucional: Seal Colombia Institucional) y ocho regionales (Teleantioquia,
Telepacfico, Telecaribe, TV Andina / Canal 13, Canal Capital, Televisin Regional de Oriente (TRO),
Telecaf y Teleislas).
Canales privados (terrestres y satelitales): dos nacionales (Canal RCN y Caracol Televisin) y uno
local (City TV).
Tres cable operadores.
Ms de 300 canales comunitarios.
Adems, hay escenarios positivos: Colombia cuenta con una Constitucin democrtica e inclusiva, una
legislacin innovadora, capacidad tcnica e infraestructura satisfactorias, una de las redes de servicio
pblico ms antiguas de la regin, un proceso de descentralizacin en desarrollo y un alto nivel de
atencin e inversin en educacin y cultura. Adems, el sector privado ha comenzado a reconocer la
responsabilidad social como parte de sus prioridades.
Nuestra experiencia
En 1986, creamos Citurna Producciones en Cine y Video, con el propsito de producir televisin local e
internacional. Desde 1998 nos hemos enfocado en la televisin escolar, con especial nfasis en nios y
jvenes.
Con el propsito de combinar este trabajo con las actividades de Citurna, creamos en 1999 la
Fundacin Imaginario, una organizacin interdisciplinaria y sin nimo de lucro, interesada en generar
debate pblico, construir capacidad y plantear iniciativas polticas en medios.
Concebimos la televisin como un proceso articulado al sistema educativo, al hogar y a otros medios:
112
(Internet, CD, impresos, prensa, etc); como un agente de cambio social; como un proceso participativo,
con aquellos vinculados a la produccin, uso y evaluacin; y cuyo desarrollo debe tener como base
una poltica pblica coherente.
Nuestra estrategia
a. Produccin de televisin y material de apoyo de alta calidad.
Nuestras producciones actuales incluyen la franja infantil educativa de dos horas diarias:
Chinkanarama; el programa semanal para jvenes Revelados: Valores en Lnea; y la participacin
con un segmento para el proyecto de televisin pre-escolar Sesame/ World Heart - Colombia.
b. Fortalecimiento y construccin de capacidad a travs de conferencias internacionales sobre
televisin, en alianza con Fundacin Imaginario, UNICEF Colombia, Goethe Institut, la Comisin
Nacional de Televisin y La Iniciativa de Comunicacin.
Ms de 50 organizaciones y expertos en televisin de pases como Argentina, Alemania, Australia,
Brasil, Canad, Chile, Colombia, Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia, Mxico, Noruega, Per,
Reino Unido y Sudfrica, han participado en las muestras y seminarios Televisin de Calidad,
llevados a cabo en el 2000, 2001, 2002, 2003, 2005 y 2006.
Estos eventos han incluido la exhibicin de ms de 200 programas de televisin de los prestigiosos
eventos internacionales Prix Jeunesse (televisin infantil) e INPUT International, (televisin de
inters pblico) y han contado con la asistencia de ms de 1.300 personas, profesionales y
estudiantes (legisladores y reguladores, funcionarios pblicos, programadores, productores y
realizadores independientes, acadmicos, estudiantes del sector audiovisual, ONG's que trabajan
en el sector infantil, sociedad civil, sector privado, etc.).
c. Diseminacin de informacin y conocimiento para fortalecer el debate sobre la responsabilidad
social de los medios y, especficamente, de la televisin, a travs de:
- La Iniciativa de Comunicacin -ms de 32.000 suscriptores:
http://www.comminit.com/la/aboutus.html
- Televisin de Calidad -ms de 1.000 suscriptores:
http://www.comminit.com/la/calidad.html
The Communication Initiative -ms de 65.000 suscriptores:
http://www.comminit.com/mission.html
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
113
d. Alianzas y debate pblico: a partir del 2004 se adelanta en Colombia el proceso del Compromiso
Nacional por una Televisin de Calidad para la Infancia, proceso liderado por un grupo gestor
conformado por UNICEF, la Consejera de Programas Especiales de la Presidencia de la Repblica,
la Agencia PANDI - Periodismo Amigo de los Derechos de la Niez y la Adolescencia, la Comisin
Nacional de Televisin y la Fundacin Imaginario.
El Compromiso es un acuerdo de voluntades, producto de un dilogo y una negociacin, resultado
de un proceso de concertacin entre varios sectores, y centrado en cuatro reas de trabajo:
Investigacin, Programacin y Produccin, Veedura y Participacin Ciudadana, y Regulacin y
Fomento. Se trata de un proceso a largo plazo, cuyo objetivo final es una mejor televisin para los
nios y nias de Colombia.
Se ha desarrollado como un proceso participativo, de carcter incluyente (regiones, sectores,
actores), que ms all de la preocupacin por los efectos negativos de la televisin, hace nfasis en
las posibilidades del medio y sus implicancias en el bienestar general de la sociedad.
Entre sus estrategias se cuentan el establecimiento de alianzas estratgicas (sector pblico/ sector
privado /agencias internacionales) y la presentacin de propuestas concretas, as como la
identificacin de responsables para su logro.
Algunos avances logrados en el proceso del Compromiso son: la extensin a las regiones de
Colombia; la firma de un acuerdo de Cooperacin entre la Fundacin Imaginario y la Fundacin Prix
Jeunesse (Alemania); la firma del Convenio Marco de Cooperacin entre Colciencias y la Comisin
Nacional de Televisin para el desarrollo de la investigacin en televisin infantil (US $500.000
aproximadamente); el diseo de un proyecto de Fondo Concursable con el sector privado; la
participacin de los canales nacionales en el Da Internacional de la Radio y la Televisin en favor de los
Nios; la integracin en el Latin America Item Exchange; la participacin en eventos internacionales
como la Reunin Exchange Exchange (Munich, Octubre 2005), EBU Item Exchange (Ro de Janeiro,
Enero 2006), Foro Basel- Karlsruhe (Karlsruhe, Febrero 2006) y Prix Jeunesse International (Munich,
Mayo 2006) ; el desarrollo de una convocatoria para la creacin de un Canal Infantil Latinoamericano,
liderada por el Canal Caracol; y la produccin regional de tres nuevas series de televisin infantil.
115
Aliados
Para este proceso, as como para el desarrollo de las dems actividades dirigidas hacia una televisin
de calidad en Colombia, contamos con el apoyo de una serie de organizaciones lderes en el tema en
Amrica Latina, que se caracterizan por tener una trayectoria reconocida en el trabajo en medios
audiovisuales de calidad para la niez y por realizar esfuerzos por el logro de una televisin que aporte a
la construccin de ciudadana y trabaje por el respeto de los derechos de los nios, adolescentes y
jvenes, as como por desarrollo de procesos educativos y de cambio social:
Aliados Internacionales:
La Iniciativa de Comunicacin/ The Communication Initiative, Fundacin Prix Jeunesse, World Summit
Foundation (Australia), Observatorio Europeo de Televisin Infantil (Espaa), Centro para el Estudio de
Nios, Juventud y Medios / Centre for the Study of Children, Youth and Media (Reino Unido), EBU Item
Exchange, Foro Basel- Karlsruhe, Global Media Aids Initiative -GMAI, UNICEF.
fomentar el intercambio de experiencias y el dilogo entre los actores estratgicos que determinan la
calidad de la televisin para la infancia y juventud en Amrica Latina.
La misin de Televisin de Calidad es promover el sentido de responsabilidad social en el sector
audiovisual, el debate sobre la calidad de la programacin, la relevancia de las polticas pblicas y una
amplia participacin de las comunidades y la gente joven en los medios.
Objetivos
Promover el intercambio de informacin y contenido entre redes, organizaciones y personas
que trabajan por la televisin infantil en Amrica Latina.
Identificar los lderes y procesos ms significativos en Amrica Latina y el mundo, que apuntan a
mejorar la calidad de la televisin que ven nios y jvenes.
Avanzar en la definicin de polticas coherentes de desarrollo para el sector; y abogar porque
audiencias como la niez y la juventud sean privilegiadas.
Generar debate y dilogo continuo sobre el papel de la televisin en la construccin de lo
pblico y como herramienta vital en la comunicacin y en el desarrollo de nuestros pases.
Involucrar en estas discusiones a decisores del sector pblico y privado, programadores,
productores, realizadores, anunciantes, acadmicos, estudiantes, padres de familia,
televidentes y en general a todos los actores y sectores que inciden en la calidad de la televisin
que los nios ven.
Conformacin
Al 15 de noviembre de 2006, la Red de Televisin de Calidad est conformada por un total de 1230
personas: 1002 en Colombia, que conforman la Red Colombiana de Medios para Nios y
Adolescentes y 228 en otros pases de Amrica Latina: Argentina (34), Bolivia (11), Brasil (75), Chile
(32), Cuba (8), Ecuador (9), Guatemala (3), Mxico (20), Nicaragua (2), Panam (5), Per (13),
Uruguay (5), Espaa (11).
Vehculos
Mini web site
Alojado en el sitio de La Iniciativa de Comunicacin, presenta informacin sobre procesos
desarrollados por una televisin de calidad en la regin (actualmente lideran Argentina, Chile,
Colombia, Brasil y Uruguay). Tambin se actualiza cada semana con experiencias, materiales,
tendencias, pensamientos, eventos y premios relacionados con la televisin.
http://www.comminit.com/la/calidad/
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
117
Desde su creacin, en abril de 2005 hasta la fecha, el nmero total de pginas vistas es de
aproximadamente 31.311.
Boletines semanales / Esta Semana en TV de Calidad
Cada semana, se resea el nuevo material de consulta en Televisin de Calidad. Estas
novedades, adems de ser incluidas en la pgina frontal, son enviadas a los miembros de la red
va correo electrnico.
Boletn de la Red Colombiana de Medios para Nios y Adolescentes
Circula va correo electrnico entre los miembros de la red, el cuarto mircoles de cada mes, con
los ltimos avances del Compromiso por una Televisin de Calidad para la infancia en Colombia
e informacin de inters para quienes trabajan en el tema de medios para nios, jvenes y
televisin.
http://www.comminit.com/la/tvdecalidad/TVDECALIDAD/tvdecalidad-34.html
118
TEMA 04
EVALUACIN DE LA RELACIN
ENTRE COMUNICACIN Y DESARROLLO
119
Prembulo
El propsito del Seminario Latinoamericano Sin Comunicacin no hay Desarrollo, es preparar una
posicin de regin en la perspectiva del Congreso Mundial de Comunicacin para el Desarrollo
(WCCD)1 que tendr lugar en Roma en octubre del 2006.
El aporte de Amrica Latina como regin pionera en la comunicacin para el desarrollo y pionera en la
generacin tanto de prcticas concretas como de pensamiento crtico, ser significativo. Tenemos
todas las condiciones para incidir en ese evento, para hacer que el pensamiento crtico sobre la
comunicacin para el cambio social y la comunicacin desde el desarrollo, desde la perspectiva de
participacin, marque una posicin y no se sume simplemente al coro auto-congratulatorio de las
burocracias que hasta ahora deciden las agendas del desarrollo global. Tenemos pensamiento crtico y
experiencias como ninguna otra regin del mundo; esa es nuestra ventaja notable.
La iniciativa de Rosa Mara Alfaro y de Calandria es importante en la medida en que nos ofrece un
espacio para reflexionar colectivamente sobre posiciones y propuestas que van a representar a nuestra
regin en ese Congreso Mundial. Debiramos, idealmente, llevar propuestas crticas y auto-crticas que
contribuyan a sacudir las certezas que con frecuencia se manejan de manera convencional en esas
reuniones internacionales que organizan las grandes agencias, a veces slo para reafirmar sus
agendas.
Por ello decid enfocar el tema que me fue asignado, los retos de la comunicacin para el cambio social
hacia el futuro, de una manera crtica y poco triunfalista. No voy a expandirme sobre mi organizacin, el
1
En abril del ao 2004 tuvo lugar en Quito la reunin Onda Rural convocada por la FAO. Estbamos en la cafetera de
CIESPAL, almorzando Gustavo Gmez, Mario Acunzo, Bruce Girard, Paolo Mefalopulos y yo, cuando Paolo -que haba
trabajado en frica como consultor de FAO- habl de una idea que rondaba su cabeza: organizar un congreso
mundial sobre comunicacin para el desarrollo sostenible. Ya tena el apoyo de FAO, segn confirm Mario. A mi me
pareci que poda ser un duplicado de la Mesa Redonda sobre Comunicacin para el Desarrollo que desde hace un
par de dcadas organizan las agencias de Naciones Unidas, pero Paolo tena buenos argumentos para establecer
diferencias. Pocos meses despus Paolo entr a trabajar al Banco Mundial y les vendi la idea, que fue ratificada en la
Mesa Redonda de Roma, en septiembre del ao 2004. Desde all, la historia es bien conocida, el Banco Mundial se
convirti en el principal actor en este mega evento.
120
Consorcio de Comunicacin para el Cambio Social, pues en nuestro sitio web pueden encontrar
documentos y otras informaciones. Voy a hablar desde mi experiencia personal luego de ms de 30
aos de trabajo en comunicacin participativa en varias regiones del planeta, y de haber reflexionado
sobre el tema en numerosos textos.
No quiero, una vez ms, abundar en el anlisis de la comunicacin para el cambio social, como
horizonte paradigmtico que incluye procesos de inclusin, participacin, dilogo y apropiacin. La
abundancia de enfoques interesantes y vlidos en la comunicacin para el desarrollo no ha impedido
que estemos estancados en cuanto a lograr que quienes realmente deciden sobre los modelos de
desarrollo, incorporen en sus estrategias conceptos de comunicacin diferentes a los que en general
manejan.
A fuerza de darle vueltas a las ideas entre nosotros mismos, hemos llegado a perfeccionar nuestras
certezas sobre la manera de abordar el desarrollo desde la comunicacin, pero parece que nuestras
certezas no son suficientes para que se produzcan cambios en los niveles de decisin y en la escala
global, como quisiramos. La paradoja es que los que tienen la sartn del desarrollo por el mango, los
mismos que han fracasado durante cincuenta aos con sus modelos de desarrollo insostenibles y con
su comunicacin de corte publicitario, nos exigen ahora pruebas de la validez de nuestros
planteamientos, pero al mismo tiempo cierran sus puertas y se niegan a aplicarlos.
Me explico: hemos puesto en prctica experiencias interesantsimas en niveles locales, nacionales y
regionales, y hemos probado que una comunicacin cuyo eje es la participacin ciudadana o
comunitaria, una comunicacin verdaderamente participativa, una comunicacin basada en el dilogo,
es la que garantiza un desarrollo social apropiado y sostenible. Utilizo el trmino apropiado de
manera deliberada, no como adecuado, sino como el resultado de un proceso de apropiacin social.
Y digo sostenible pensando en todas aquellas experiencias que ahora pueden prescindir de insumos
externos, y que se desarrollan con la fuerza propia de sus actores sociales.
Nuestros esfuerzos, la fuerza de nuestras convicciones, nuestro activismo intelectual y prctico, han
contribuido a generar cambios, pero si somos medianamente lcidos y honestos tenemos que
reconocer que en la escala del desarrollo global, donde todo est interconectado y todo es
interdependiente, nuestros triunfos resultan risiblemente pequeos y aislados.
Entre gitanos no nos vamos a leer la suerte. Seamos auto-crticos.
Con frecuencia nos repetimos, nuestras certezas se multiplican en un espejo que nosotros mismos
hemos puesto delante. No hemos estado acaso afirmando las mismas cosas desde hace 30 aos, con
algunos matices en el lenguaje y en las ideas?
121
Desde la perspectiva de los ms jvenes, aquellos que nunca recibieron un telegrama, y aquellos que
se inician recin en el campo de la comunicacin para el desarrollo, muchas de las ideas que circulan
ahora aparecen como originales y novedosas. La certeza que tienen los jvenes de que si las cosas no
estn en Internet no existen, permite a algunos navegar siempre en aguas frescas y descubrir la
plvora como si fuera la primera vez.
La ventaja de ser joven es que todo parece nuevo, sobre todo cuando se lee poco y se confa
demasiado en Internet. Un poco de curiosidad puede llevar sin embargo a descubrir que mucho ya est
dicho, pero hay que buscarlo en libros y artculos, y en la experiencia de los mayores, que no siempre se
puede encontrar en la red a travs de Internet.
Internet esconde ms de lo que revela, y sera un tremendo error pensar que contiene una acumulacin
de conocimiento. Ms bien, contiene una seleccin de informaciones que est filtrada por
innumerables factores que no son de orden cientfico. Existir en Internet no es un hecho que tenga
correlato directo con la importancia que tienen las cosas, ni con una valoracin de ellas. En Internet no
hay reglas fijas, el azar juega un papel importante, y tambin el dinero, que determina la visibilidad de la
informacin.
Es cierto que Internet es de todos, por ahora, pero sobre todo de todos los que tienen poder para hacer
sentir su presencia. Tericamente todos somos iguales en Internet, pero unos ms iguales que otros
en la invisibilidad.
Sin embargo, no es mi intencin reflexionar sobre Internet, que ya lo he hecho en otros textos, sino
manifestar mi pesar por esa sensacin de que repetimos innumerables veces ciertos argumentos, y
parece que nunca logramos el efecto deseado.
O quizs logramos algunos avances, muchos aos despus y a travs de aliados insospechados?
Dos ejemplos sobre esto ltimo, como parte de este prembulo.
a) Ignacio Ramonet, el director de Le Monde Diplomatique, ha estado argumentando desde hace 4 o
5 aos que necesitamos construir un quinto poder, porque el cuarto poder, el de los medios de
difusin masiva, no representa ms a la ciudadana, pues es un poder coludido con los grandes
intereses polticos y econmicos. Necesitamos, dice Ramonet, de un quinto poder de la
comunicacin donde las voces de los ciudadanos se expresen libremente etc. Hasta donde yo
recuerdo, eso es lo que nosotros decamos hace 30 aos, quizs con un lenguaje ms militante y
menos acadmico, pero en sntesis, lo mismo. En el lenguaje de aquella poca, en los aos
setenta, hubiramos dicho que los medios de difusin masiva estn vendidos al imperialismo, y
que necesitamos una comunicacin alternativa para apoyar la lucha de los pueblos. Hoy, hablamos
en otros trminos del espacio pblico y el derecho a la comunicacin de los ciudadanos. La jerga
122
ha cambiado, pero no los conceptos centrales que nos repiten a potenciar las voces de los sin voz.
b) El segundo ejemplo no es menos importante. Han tenido que pasar esos mismos 30 aos para que
nuestro discurso sobre la participacin en el desarrollo y en la comunicacin para el desarrollo
encuentre un eco en las palabras, nada menos y nada ms, que del seor James D. Wolfensohn, el
lobo bueno (wolf), Presidente del Banco Mundial que hace pocos meses dej su cargo en manos
del lobo malo, el seor de la guerra de Irak, Paul Wolfowitz. Sin duda tiene mucho mrito tiene el
seor Wolfensohn de haber alentado dentro de semejante organizacin, mastodntica y reacia a
los cambios, la idea de que la participacin es esencial en el desarrollo, porque sin participacin no
hay desarrollo sostenible.
Dos ejemplos, de que las mismas ideas expresadas hace 30 aos, de alguna manera llegaron a lo alto
de la agenda gracias a portavoces insospechados.
Seguimos repitiendo lo que sabemos, con matices diferentes, porque en el camino hemos aprendido
algunas cosas, y entre ellas a expresar nuestras ideas de manera ms concreta y menos retrica.
Es un milagro que los viejos temas vuelvan a la agenda, renovados, con nuevos aliados, y de aqu el
ttulo un tanto irreverente o jocoso de este texto. Pero tambin, su ttulo alude a la necesidad de que algo
mgico suceda que nos permita dar ese salto cualitativo que durante aos estamos preparando, sin
mucho xito. Somos como deportistas que entrenan sin descanso pero que no logran superar
significativamente sus marcas. Ni siquiera logramos jugar en la cancha de los equipos de la liga de
campeones.
Hay muchos retos hacia el futuro, pero yo quiero referirme solamente a tres que me preocupan hoy y
que podramos plantear a manera de preguntas provocadoras en el Congreso Mundial de
Comunicacin para el Desarrollo de Roma. Me refiero al reto de nombrar las cosas, al reto de continuar
desarrollando el campo como disciplina, y, finalmente, al reto de legitimar la comunicacin para el
cambio social entre las grandes agencias que toman las decisiones del desarrollo.
123
nombrando. Pero si decimos palta en vez de aguacate, ya necesitamos una aclaracin -segn el
pas donde estemos- que nos puede llevar a rastrear la etimologa de las palabras. En otro ejemplo, la
palabra castellana hoja se puede entender de varias maneras: una hoja de papel, la hoja de un rbol,
hoja de vida, la hoja de una cuchilla, etc.
Si las palabras ms sencillas, las que nombran objetos cotidianos, pueden causar a veces confusin,
con mayor razn aquellas que nombran conceptos, ideas, abstracciones. Si digo informacin,
comunicacin o participacin, qu significados sugiero en cada uno de los que escucha? Cada
palabra, sea zanahoria o participacin es una convencin, es decir, un acuerdo consensual que
deviene norma por el uso. A travs de la historia nos hemos puesto de acuerdo en nombrar las cosas
por un nombre, en las seis mil lenguas que todava hay en el mundo, y la norma se ha encargado de
establecer esos trminos de uso.
Sin embargo, usamos las palabras y nombramos ciertas cosas de una manera que no significa lo
mismo para todos. Yo estaba convencido de que una palabra como participacin (participacin
popular o participacin comunitaria), la entendan todos, pero no es as. Hoy, incluso el Banco Mundial
la utiliza en sus programas de desarrollo, pero no entiende el trmino de la misma manera, sino ms
bien como acceso.
Mi problema (y digo mi problema porque a veces me siento en soledad cuando reflexiono sobre este
tema), es que palabras como informacin y comunicacin -que utilizamos todos los das-, no las
entendemos de la misma manera ni siquiera los que compartimos los mismos ideales sobre la
comunicacin para el desarrollo. Por ejemplo, no se escucha a colegas referirse a los medios de
comunicacin masiva para referirse a los medios de difusin masiva, o de informacin masiva.
Yo prefiero rescatar la raz etimolgica y conceptual de la palabra, communio, del latn, que quiere decir
compartir, participar, fortalecer en conjunto. Entonces me pregunto si parte de nuestros desacuerdos y
divergencias, y tambin la falta de dilogo con las organizaciones de desarrollo, no viene en parte de
esta falta de acuerdos consensuales sobre lo que significan palabras claves que estn incorporadas en
la jerga cotidiana del desarrollo y de nuestra profesin. De mis aos de trabajo en Naciones Unidas, y
en programas internacionales de desarrollo social con componentes de comunicacin, lo que
recuerdo es esa dificultad de entenderme con quienes indistintamente utilizan las palabras
informacin o comunicacin para referirse a las mismas cosas. No es entonces sorprendente que
bajo el paraguas de comunicacin para el desarrollo se incluyan irresponsablemente aberraciones
insostenibles.
Si la comunicacin es un proceso de intercambio y de dilogo, no deberamos ser ms cuidadosos al
usar la palabra comunicacin para referirnos a los medios masivos? No sera mejor ponernos de
acuerdo en qu son medios de informacin (aunque a veces de deformacin), y medios de difusin?
124
No podramos hacer un esfuerzo para preservar la palabra comunicacin para nombrar los
procesos de intercambio entre iguales, procesos de participacin y de comunin en el sentido de
compartir?
Las grandes organizaciones de desarrollo con frecuencia usan indistintamente comunicacin o
informacin para referirse, por ejemplo, a campaas de corte publicitario sobre los temas que
promueven. El frondoso vocabulario de la comunicacin para el desarrollo, usado en documentos y
acciones de la mayora de las organizaciones para el desarrollo, confunde un lenguaje en el que se
mezclan instrumentos (radio, prensa, televisin), y mensajes (artculos, programas de radio o
televisin), con procesos comunicativos que implican dilogo, debate y participacin.
No hago un llamado a adoptar definiciones. La bsqueda de definiciones y formulaciones perfectas es
un ejercicio acadmico que muchas veces deriva en estriles discusiones, no en acuerdos prcticos. Si
uno revisa la bibliografa, hay muchas definiciones y pocos acuerdos.
Creo que es ms importante llegar a acuerdos, a consensos sobre la manera de nombrar las cosas,
antes que elaborar definiciones exactas. Me parece ms importante discriminar los trminos de la jerga
para reconocerlos como diferentes.
Por ejemplo, establecer las diferencias entre trminos que muchos colegas confunden sin pensarlos
siquiera:
informacin y comunicacin
mensajes y procesos
acceso y participacin
comunicacin y comunicaciones
periodistas y comunicadores
informacin y conocimiento
Si los grandes actores del desarrollo, las instituciones que toman las decisiones en nombre de los
sujetos del cambio social, pudieran discriminar algunos de estos trminos, sin duda tendramos
mejores oportunidades para entendernos.
125
que los estudiantes de comunicacin de hoy sigan leyendo como biblia las teoras de la difusin de
innovaciones de Everett Rogers, cuando Rogers, ya en 1976, revis sus aportes crticamente? Es an
ms paradjico que esto suceda cuando el propio Rogers reconoci que el cambio de su perspectiva
sobre la comunicacin para el desarrollo se deba en buena parte a su interaccin con
latinoamericanos como Orlando Fals Borda, Luis Ramiro Beltrn o Juan Daz Bordenave.
Seguimos pensando con algunas ideas prestadas y tambin con una terminologa que hemos
heredado sobre todo de los autores estadounidenses que fueron pioneros en el campo. Repetimos,
traducimos y vulgarizamos trminos que provienen de las tcnicas de publicidad comercial e incluso
de las tcnicas de propaganda utilizadas durante la Segunda Guerra Mundial.
De ah que en la jerga de la comunicacin para el desarrollo sea tan difcil evitar, sobre todo en ingls, el
uso de trminos militares como campaa o blanco, y de la publicidad, como marketing, oferta,
demanda o clientes. Cometemos estos lapsus con la misma frecuencia con que nombramos como
americanos a los ciudadanos de Estados Unidos, como si no furamos todos americanos, desde la
Patagonia hasta Alaska.
La comunicacin para el cambio social est en desarrollo y la resistencia a que se convierta en una
disciplina diferenciada es enorme, precisamente porque est demasiado prximo al campo de la
informacin. La confusin aument hace varias dcadas cuando a alguien se le ocurri que las carreras
de periodismo deban cambiar de nombre y convertirse en carreras de comunicacin social. El
problema, en la mayora de ellas, es que solamente cambiaron de nombre, pero mantuvieron su
orientacin hacia los medios comerciales de difusin masiva (radio, televisin, prensa), sin incorporar
contenidos de comunicacin para el desarrollo y conceptos afines a los procesos comunicativos. Lo
que s se aadi, como justificacin para el cambio de nombre, fue la publicidad, el mercadeo, y lo que
se llama comunicacin empresarial o comunicacin organizacional que estudian los jvenes que
quieren incorporarse a la empresa privada como relacionadores pblicos o relacionadores laborales.
Esos estudios proliferan, mientras los de comunicacin para el desarrollo desaparecen por falta de
alumnos.
El campo de estudio de la comunicacin para el cambio social es distinto al campo de la informacin y
de las relaciones pblicas, y por lo tanto merece desarrollarse como una disciplina separada. Premisas
similares fueron discutidas cuando en el siglo pasado la antropologa estaba procurando establecerse
como un campo autnomo de la sociologa.
Aunque no contamos con cifras precisas, la situacin actual de los estudios acadmicos sobre
informacin y comunicacin es preocupante. Aproximadamente hay en el mundo ms de dos mil
universidades que ofrecen estudios de periodismo (ms de 600 en Amrica Latina), orientados hacia
los medios de difusin, no hacia los procesos, y apenas una veintena de programas acadmicos que
126
127
sujetos de desarrollo, con una formacin que le permitiera trabajar en polticas, estrategias,
investigacin y planificacin. Un verdadero estratega de la comunicacin, antes que un tcnico capaz
de elaborar mensajes para los medios.
El rol de las universidades es en ese sentido fundamental y no debe ser confundido con otras
instituciones que ofrecen formacin tcnica en manejo de equipos de radio o video, y en diseo de
productos audiovisuales e impresos.
Los comunicadores de base abundan y son excelentes porque se han formado en la prctica, en el
trabajo a nivel comunitario, donde las acciones de comunicacin tienen que tener pertinencia cultural.
Muchos de estos comunicadores intuitivos y creativos no necesitan pasar por la universidad, porque
han aprendido en el trabajo cotidiano a travs del dilogo y la participacin. Muchos de ellos, adems,
ya han recibido una formacin que les permite manejarse con fluidez en las tcnicas audiovisuales. La
universidad debe ser vista con una mirada ms estratgica, como veremos ms adelante.
Necesitamos fortalecer el campo y crear la disciplina de la comunicacin para el cambio social en las
universidades, porque necesitamos profesionales de alto nivel que hoy no existen, o son muy pocos:
aquellos que se han auto-formado a travs de los aos.
Existe un profundo desencuentro entre las instituciones de desarrollo (agencias internacionales,
ONG's, gobierno) y el mbito acadmico. Hay una necesidad de profesionales de la comunicacin
especializados en desarrollo, que las universidades no satisfacen, y eso hace que organizaciones para
el desarrollo mantengan su visin conservadora y reductora de la comunicacin, entendida -en el mejor
de los casos- como diseminacin de informacin, y generalmente como instrumento para dar
visibilidad y presencia a las instituciones.
Actualmente cuando las agencias de desarrollo emplean comunicadores, en la mayora de los casos
se trata de periodistas que cumplen con una agenda predeterminada por otros. El papel de estos
periodistas en las agencias de desarrollo es subalterno: elaboran boletines institucionales, disean
carteles, convocan a conferencias de prensa, preparan eventos especiales (el da internacional de
algn tema, que siempre resulta siendo un infructuoso saludo a la bandera) o negocian con las
agencias de publicidad y con los medios masivos los trminos de las campaas publicitarias y de social
marketing. Las verdaderas decisiones sobre la comunicacin no las toman ellos, sino funcionarios que
tienen el poder para tomarlas y un nivel mayor en esas estructuras, pero que por lo general no tienen
idea alguna de la comunicacin como proceso.
El periodista o relacionador pblico en esas instituciones, no tiene poder de decisin sobre las
acciones de comunicacin, simplemente hace lo que se le instruye, y por lo general le dedica la mayor
parte de su tiempo a trabajar por la imagen institucional, no por la participacin de los sujetos de
desarrollo en las decisiones sobre los programas que afectan sus vidas.
En esa lgica no llegamos muy lejos, porque entonces el doctor que es director del programa de
tuberculosis o el ingeniero que es jefe del programa de extensin rural, son quienes deciden sobre los
componentes de comunicacin. Por ello la jerarquizacin tiene sentido: necesitamos ms
comunicadores para el cambio social con maestras y doctorados, pero no para que permanezcan
enseando en el mbito de la universidad, sino para que intervengan al mismo nivel que los decidores,
en las estrategias de comunicacin para el desarrollo. Los comunicadores no deben seguir siendo la
quinta rueda del carro del desarrollo.
Cuando tengamos ese perfil especializado y jerarquizado, podremos negociar en mejores trminos
con las grandes instituciones de desarrollo que hoy ponen la comunicacin al final de su lista de
prioridades. Todos dicen que la comunicacin y la participacin son esenciales para el desarrollo
sostenible, pero son muy pocos los que traducen ese discurso en hechos concretos.
Tres indicadores seran suficientes para determinar en qu nivel de la agenda de prioridades est la
comunicacin en las instituciones de desarrollo:
a) El porcentaje del presupuesto destinado a la comunicacin (no a la informacin).
b) Los puestos de nivel creados para especialistas en comunicacin (no para relacionadores
pblicos).
c) La decisin de dotarse de polticas y estrategias de comunicacin.
La mayora de las organizaciones multilaterales y bilaterales se aplazan si se analiza su
comportamiento en base a estos tres indicadores. Tambin se aplazan las grandes ONG's
internacionales, los gobiernos y muchas ONG's nacionales.
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
129
130
Algunas veces los procesos de comunicacin participativa para el desarrollo encuentran terreno frtil
porque hay funcionarios que se interesan en el tema y que sinceramente creen que los modelos de
desarrollo que promueven sus propias instituciones no son los ms idneos para facilitar los cambios
sociales. Una experiencia auspiciosa en este sentido, tuvo lugar en Mozambique, en el ao 2003,
cuando el Consejo Nacional de Lucha contra el SIDA me pidi asesorarlos para disear una estrategia
de comunicacin. Mi nica solicitud fue que se me dejara en libertad para facilitar un proceso
participativo desde las preocupaciones del desarrollo. Se llev adelante un proceso de dilogo entre
aproximadamente 50 instituciones de Mozambique que trabajaban en programas de VIH/SIDA,
incluyendo ONG's locales e internacionales, agencias de cooperacin bilateral, programas de las
Naciones Unidas, organismos multilaterales, cinco ministerios vinculados al tema, y organizaciones de
personas viviendo con VIH.
Durante diez meses el proceso de discusin permiti identificar problemas y gradualmente traducirlos
en propuestas de comunicacin. A travs de seminarios nacionales y provinciales naci una estrategia
que deba integrarse como un captulo especfico en el Plan Nacional de Lucha contra el SIDA,
incorporando procesos comunicacionales en comunidades rurales, pero tambin en los niveles
provinciales y nacionales. Las actividades incluan un lugar para los periodistas y para los medios
masivos, aunque su importancia en Mozambique es muy limitada al estar concentrados en los centros
urbanos. La estrategia fue validada colectivamente y entregada al gobierno. Pero nunca fue
implementada porque UNICEF, que haba financiado ese proceso, decidi archivarla. En realidad, fue
una decisin personal de la Representante de UNICEF, Marie Pierre Poirier, que detuvo la estrategia sin
explicar jams porqu haba decidido desconocer el trabajo realizado por ms de 50 instituciones
(entre ellas UNICEF).
A pesar de requerir explicaciones y de tratar de abrir el debate hacia las instituciones involucradas, no
hubo ninguna respuesta positiva por parte de UNICEF en Mozambique. Por el contrario, surgieron
presiones institucionales hacia mi persona, para obligarme a callar. Mi impresin, es que las razones de
la Representante de UNICEF eran netamente personales. Ella quera una estrategia de visibilidad
institucional (y personal) porque aspiraba a una promocin que obtuvo al poco tiempo: fue nombrada
Representante de UNICEF en Brasil, un pas mucho ms importante que Mozambique en la escala
profesional de Naciones Unidas. En otras palabras, todo el proceso no sirvi para nada porque una
persona se interpuso, usando el poder circunstancial que le otorga la burocracia de los organismos
internacionales. Esto quizs no hubiera sucedido, o al menos no tan fcilmente, si UNICEF hubiera
tenido una poltica de comunicacin para el desarrollo.
No importa cuanto esfuerzo le dediquemos al trabajo de las llamadas buenas prcticas3 y a la
3
Ver al respecto el excelente texto crtico de Warren Feek: Mejores Prcticas, en:
http://www.comminit.com/la/drumbeat/drum_beat_108.html
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
131
132
comunicacin. Por eso no se entendieron los del piso de arriba con los del piso de abajo, por eso no
sirvieron las escaleras mecnicas entre los dos pisos, y por eso haba que pasar un control policial para
acceder al piso de arriba, siempre y cuando se tuviera la credencial adecuada.
Por qu el derecho a la comunicacin es un argumento de peso para plantearlo en el Congreso
Mundial de Comunicacin para el Desarrollo en Roma? Porque las Naciones Unidas estn
recuperando el concepto, como tambin muchas ONG's internacionales. UNICEF por ejemplo, utiliza
ahora la terminologa enfoque de derechos humanos para el desarrollo en sus programas. Al fin y al
cabo, aunque algunas agencias quieran olvidarlo, lo que justifica la existencia misma de las Naciones
Unidas son los derechos humanos. En la Carta de constitucin de la ONU la lucha por la paz mundial es
el objetivo primordial, y esa lucha se hace a travs del respeto a la Carta Internacional de los Derechos
Humanos.
Otro argumento de peso, sin duda, es el de la sostenibilidad de los programas a travs de la
participacin y la apropiacin de los mismos. Las agencias internacionales de desarrollo y los
gobiernos han acumulado tantos fracasos en los ltimos 50 aos, que estn deseosas de encontrar
frmulas que les permitan compartir la responsabilidad del desarrollo con los propios sujetos del
cambio social, con las comunidades y con los actores de la sociedad civil. Cuando hay evidencia de
que los programas se mantienen despus de haber sido retirada la asistencia tcnica y los insumos de
dinero o de equipamiento, es porque la comunidad se ha apropiado del programa. Es el mejor xito al
que puede aspirar una agencia de desarrollo. Pero esa posibilidad pasa por la implementacin de
enfoques participativos en los que la comunicacin para el desarrollo juega un papel central.
Sin embargo, para evaluar el xito o el fracaso de los programas de participacin, las agencias de
desarrollo carecen de instrumentos adecuados y apropiados por la comunidad. Las evaluaciones
cuantitativas, tomadas en un momento preciso, como una radiografa, no ofrecen una imagen de los
procesos, e impiden a los sujetos del desarrollo expresar en qu han cambiado (o no) sus vidas. La
aplicacin de modelos de evaluacin tradicionales de un contexto a otro no contribuye para conocer
realmente los resultados de un programa de desarrollo. Pero adems, esos modelos producen
evaluaciones sesgadas, porque acuden a una verdadera industria de evaluadores que viven de eso, a
quienes se les paga para ofrecer evaluaciones que ofrecen casi siempre resultados positivos.
Nuevos enfoques de la evaluacin participativa estn surgiendo, con procesos diferentes, para medir
indicadores de cambio social y de los propios procesos participativos. El Consorcio de Comunicacin
para el Cambio Social ha apoyado la reflexin y la prctica en esa direccin5, pero hay todava mucho
que hacer en ese campo para demostrar a los grandes decidores sobre el potencial de la comunicacin
para el cambio social.
Ver: http://www.communicationforsocialchange.org/publications-resources.php?id=283
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
133
Otro papel importante que tienen las agencias internacionales de desarrollo es el de influir en los
Estados y en la empresa privada de los pases de Asia, frica y Amrica Latina. De hecho, influyen, pero
negativamente. Por ejemplo, cuando el Banco Mundial promueve las privatizaciones como lo hizo en
los ltimos 20 aos, lo que sucede es que se debilita el rol regulador del Estado y se fortalecen los
intereses econmicos y la posicin poltica de la empresa privada. Concretamente, en el campo de la
comunicacin para el desarrollo, esto se traduce en una agenda de desarrollo controlada por la
empresa privada, que procura eliminar las opciones de comunicacin comunitaria y participativa. Por
ello es una cruel paradoja que ahora el mismo Banco Mundial tenga un pequeo programa de apoyo a
las radios comunitarias, por iniciativa de algunos funcionarios progresistas.
Si un concepto ms amplio y estratgico de la comunicacin para el cambio social fuera adoptado por
las grandes agencias de desarrollo, estas podran influenciar positivamente a los Estados para
promover leyes que protejan y promuevan el derecho a la comunicacin, y de ese modo neutralizar a
las empresas privadas que tienen afanes monoplicos en el campo de la informacin. Tendramos un
horizonte muy diferente si las grandes instituciones para el desarrollo contaran con polticas en apoyo
al derecho de comunicar y a la comunicacin para el cambio social.
Estos temas son fundamentales en la relacin con los grandes actores del desarrollo, los que realmente
deciden sobre los modelos de desarrollo. Por lo menos, sera bueno que sepan lo que pensamos de
ellos, y que conozcan las posiciones que tenemos al respecto.
134
135
en esas funciones tanto de la realidad de mi pas como s lo he hecho trabajando en el campo con
Naciones Unidas.
La oportunidad de ingresar al mundo de la cooperacin internacional, fue para organizar una
conferencia de prensa en Lima sobre un proyecto de Desarrollo Alternativo en el Valle del Huallaga,
zona donde an quedaban rezagos de narcotrfico y terrorismo (12 aos atrs). Pero antes de poder
armar esa conferencia quise conocer el lugar y, lo ms importante, hablar con los beneficiarios del
Programa. Dej el glamour de la televisin y la correra del periodismo, porque encontr en la labor que
la ONU hizo en el Valle del Huallaga un motivo para darle sentido a mi vida y a mi carrera, apoyndolos
en su magnfico trabajo. Cambi mi vida radicalmente cuando me insert en el Per profundo y ratifiqu
la teora de elaborar una estrategia -en ese entonces de prensa- a partir de lo que el Programa
significaba para los beneficiarios y no a partir de cmo los ejecutores quera mostrar el Programa.
Vivir en el Per profundo debe ser materia de un internado obligatorio, y eso marcar la diferencia en el
perfil del comunicador para el desarrollo. Este es otro tema que tendra que ser materia de un debate y
tambin de ardua reflexin. Yo aprend, por ejemplo, a meterme una buena borrachera, a beber
masato, a fumar tabaco puro. Aprend a portarme mal segn los cnones de comportamiento social;
all es casi un requisito para que uno sea aceptado. As tambin a tener buen estado fsico, a soportar
diarreas e infecciones por falta de higiene y mala comida. Para compenetrarse con el Per profundo
hay que pasar por esas experiencias.
Entre las regiones del Per hay diferencias notables que debemos tomar en cuenta. Por ejemplo, en
zonas de selva viven muchos migrantes de la sierra; y si uno trata de aplicar una estrategia de
comunicacin con elementos psicosociales propios de la selva esta no funcionar porque la gente que
vive all es de la sierra. Entonces all hay que aplicar la estrategia para la poblacin de sierra pero que
vive geogrficamente en la selva.
No basta con la visita de la semana ni la intervencin de la consultora o consultor por un da, se trata de
un asunto de convivencia, de dormir en el suelo -si los beneficiarios del proyecto duermen en el suelo-,
de que nos piquen todos los mosquitos, de que si somos mujeres nos den inflamaciones porque todas
las letrina disponibles son un caos. Si uno no aprende, no vive y no siente ese proceso de ese Per
diverso y profundo, incomprendido y desigual, no podramos tener realmente la autoridad moral para
proponer los cambios que queremos.
Siendo as tan antiesttico el tema de la comunicacin -entendiendo la esttica al estilo limeo-, era
totalmente incompatible para m trabajar en el glamour de la televisin.
En el Per se debe estudiar para aprender a trabajar con las diferencias. Una cosa es una comunidad
nativa, otra es una comunidad campesina, y entre ellas mismas tienen sus diferencias. As, tambin
136
aprend que el desarrollo tecnolgico, la esttica, y el hecho de aprender y representar como me haban
enseado a m, no era lo importante.
Entend que el mejor afiche, la mejor fotografa, el mejor spot o el mejor video -por ms moderno que
este parezca-, no tienen impacto si no se ha considerado la cultura de las personas con las que
queremos trabajar. Muchas poblaciones con 40% de analfabetos en algunos lugares- preferan el video
sin editar, con sus conversaciones y fallas. Ellos quieren ser protagonistas de su propio desarrollo,
quieren sus productos, sus escenarios, sus mujeres y nios en los comerciales para vender su
produccin.
Quien me dio esta maravillosa oportunidad de aprender todo esto fue la cooperacin internacional,
porque en un espacio donde el Estado no tiene presencia -y creo que actualmente ni tiene una poltica
de comunicacin para ejecutar sus proyectos de desarrollo-, la corporacin internacional ha sido
pionera y hay que reconocerlo. Sin embargo, yo no tengo un medio como para sistematizar mi
experiencia y poderla compartir, es por ello que este espacio del seminario me parece grandioso, ya
que es una forma donde podemos ir recopilando sobre este tema.
Los comunicadores sociales para el desarrollo debemos hacer nuestra propia promocin dentro y
fuera de nuestro entorno. La verdad es que siento que todava no hemos calado como profesionales
especializados; pero uno debe mostrar esa diferencia con los resultados, ganando respeto, y coincido
en que no podemos muchas veces cuantificar resultados porque esta es una labor ms cualitativa. Yo
creo que este es un tema que nos va a representar toda una lucha, pero que se lograr a medida que se
vayan presentando resultados e intervenciones exitosas.
Como conclusin, quiero decir que la comunicacin tiene que estar en el proceso de elaboracin de los
proyectos de desarrollo. Tenemos proyectos donde las actividades de comunicacin siguen siendo
produccin de afiches, spots de campaas publicitarias o notas de prensa. Los comunicadores somos
los especialistas para estudiar los pblicos objetivos, podemos identificar a los lderes comunitarios, a
aquellas personas a las que se les respeta -como el presidente de la asamblea. Los comunicadores
para el desarrollo podemos incluso facilitar ese proceso y dar un valor agregado, como ayudarlos a
formar sus propias organizaciones campesinas, y a descubrir sus propios conductos de
comunicacin; porque para eso estamos.
Eso es lo que hemos hecho en el ONUDD: preparar lderes, as como identificarlos, acompaar en la
formacin de las organizaciones campesinas, e intercambiar ideas para aplicar la propuesta tcnica y
tecnolgica que el proyecto requiere en la zona.
Este procedimiento no lo aplican otros proyectos de desarrollo, incluso en algunas agencias del mismo
sistema de Naciones Unidas, y eso es una frustracin que tenemos los propios comunicadores que
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
137
hemos trabajado con esos proyectos que no incluyen la comunicacin en el proceso. Creo que nos
queda un largo tramo por recorrer y que esta es una preocupacin que todos compartimos, que la
mantenemos y que consideramos necesaria porque, como dice el refrn de este evento, sin
comunicacin no hay desarrollo.
138
TEMA 05
139
Palabras Claves:
esto sin contar con justificativas tericas que incluso pueden mostrarse como antagnicas. Algo
semejante ocurre, por ejemplo, con la idea de democracia.
Al fin y al cabo, estamos hablando de un concepto en discusin en la esfera pblica. Qu desarrollo
queremos? Es un cuestionamiento que incluye posiciones acadmicas, polticas, institucionales,
sociales y culturales previas. Todos quieren desarrollarse, de eso no hay duda; por otro lado, el mundo
que tienen en mente los distintos actores en esa especie de Fin de la Historia -o sea, cuando ese
desarrollo tan anhelado sea alcanzado- se presenta, con frecuencia, diverso y, como ya se ha
apuntado, incluso marcado por caractersticas irreconciliables entre s.
En el periodismo no se alcanza ese nivel de desconcierto, pero estamos lejos de presentar posiciones
unnimes. En la enseanza de la profesin existen aquellos que defienden la valorizacin de los
profesionales especializados en los tecnicismos del periodismo (por ejemplo, lo que es un lead); sin
embargo, hay otros que sustentan que la valorizacin de periodistas mnimamente preparados para
trabajar contenidos especficos debe, en gran medida, marcar la pauta en la formacin de los hombres
y mujeres de los medios de comunicacin. Por lo tanto, los temas que se refieren al fomento y
proteccin de los derechos humanos, a la pobreza y a la desigualdad deberan ganar notoriedad en
pases como los latinoamericanos.
Adems, y aqu tenemos un problema todava ms complejo, existen aquellos que ven con elevado
escepticismo la capacidad de la media noticiosa tradicional (peridicos impresos, revistas, radio,
televisin) para ejercer un papel decisivo en el estmulo de mejoras significativas en los niveles de
desarrollo de una nacin. Es por esta razn que asocian la idea de la comunicacin para el desarrollo
a otros procesos comunicacionales -ms all de aquellos capitaneados por los mass media. Al otro
lado de la frontera, estn los que defienden a los grandes medios como una institucin sine qua non
para la consolidacin de las democracias y, por lo tanto, para el desarrollo de las naciones
democrticas. Por ltimo, dentro de ese espectro, se encuentran innumerables posiciones
intermedias.
Una vez salvaguardada la complejidad del debate, especialmente dado el amplio margen de utilizacin
de los conceptos, es importante establecer las premisas que estamos adoptando para la construccin
de este texto: 1) Cuando no estemos demarcando claramente lo contrario, estaremos trabajando con el
concepto de desarrollo humano, tal y como se concibe en el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo - PNUD. 2) Entendemos que es fundamental para la formacin de los periodistas la oferta de
un conjunto de conocimientos mnimos para la discusin de los temas ms acuciantes en cada
escenario nacional. 3) En el caso de los pases latinoamericanos, la cobertura de polticas pblicas
sociales debe estar en el horizonte inmediato tanto en los periodistas de las redacciones, como en los
centros de formacin de los futuros profesionales. 4) Incluso estando de acuerdo con los anlisis que
apuntan a las serias cuestiones regulatorias que implican a los mass media, discutidas bajo el
paraguas de las llamadas Polticas Pblicas de Comunicacin, estamos sosteniendo la idea de que la
media noticiosa tradicional puede y debe desempear un papel central en los procesos de desarrollo
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
141
Interfaces
Most recently, the [World]Bank has focused on the importance of access to information and
developing a freer media as major components of good governance and ultimately effective
development.
Daniel Kaufmann
abordan los Derechos Civiles y Polticos, y aquellas que se refieren a los Derechos Econmicos,
Sociales y Culturales y los denominados derechos de tercera generacin (como al desarrollo),
volvieron a aproximarse. De este modo, es esencial observar atentamente, a la relevancia del hecho,
que instituciones centrales en los debates sobre desarrollo, como es el caso del Banco Mundial -como
afirma el epgrafe de esta seccin- tan slo se hayan dedicado recientemente a reflexionar sobre la
importancia de la prensa en los procesos de desarrollo -en este caso especfico, el econmico (Cf., e.g.,
World Bank, 2002).
La media noticiosa y libre, por lo tanto, pasa a ser vista no slo como una institucin central en la
garanta de otros derechos civiles y/o de los derechos polticos. Aunque no haya dudas de la necesidad
de la existencia de una prensa plural para la celebracin, por ejemplo, de elecciones libres y justas
(derechos polticos), hay una percepcin cada vez ms consolidada de que la propia prensa tambin
es de primordial importancia para garantizar los diferentes elementos que contribuyen al alcance de un
ndice de desarrollo humano ms alto.
Existen diferentes formas a travs de las cuales la media noticiosa puede constituirse como una
institucin relevante para que el desarrollo de las naciones sea potenciado segn los acuerdos
asumidos por los propios Estados Nacionales frente a sus sociedades (por ejemplo, en las
Constituciones) o frente a la comunidad internacional (en otro caso relevante, al comprometerse con
los Objetivos de Desarrollo del Milenio). La prensa puede, entre otras acciones, cuestionar el propio
modelo de desarrollo: sera un modelo de desarrollo calcado en padrones cada vez ms acelerados
de consumo sostenible en la lnea del tiempo? Con respecto al desarrollo que desean perseguir, las
sociedades deben apropiarse de los conocimientos necesarios para sacar adelante discusiones como
sta. En el 2002, en el mbito de ANDI, realizamos una investigacin con 56 peridicos brasileos, la
cual puso de manifiesto que para una muestra de textos periodsticos que tenan como propsito cubrir
temas relevantes para el desarrollo, en el 70% de los casos no se abord el modelo de desarrollo
adoptado por el pas o el que podra ser adoptado (Vivarta, 2003:31).
Otra forma de trabajar el tema del desarrollo por la va de los medios es a travs del denominado
marketing social. Por ejemplo, las campaas televisivas pueden contribuir para la mejora de los ndices
de salud, de educacin, etc. Sin ninguna duda, podramos elaborar un artculo discutiendo tan slo las
diferentes formas de mejorar el desarrollo por medio de la comunicacin.
Mientras tanto, en este paper, nuestra pretensin es reducir la discusin a dos elementos posibles de
interrelaciones entre la media y los procesos de desarrollo: 1) Cmo el enfoque prioritario en la
promocin y proteccin de los derechos de la infancia y la adolescencia, especialmente en un pas
como Brasil, puede convertir a la media en agente relevante en la garanta de mejores ndices de
desarrollo humano. 2) A partir de ah, y estableciendo un recorte todava ms preciso, cmo una
cobertura competente de las polticas pblicas sociales se presenta como un elemento diferencial en
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
143
las diversas relaciones entre el ejercicio del periodismo y la promocin del desarrollo.
Por tanto, lo que sigue est estructurado de la siguiente forma: Trazaremos, en la seccin II, un debate
especfico sobre la media y los derechos de la infancia y la adolescencia; en la seccin III defenderemos
la importancia de trabajar el tema Polticas Pblicas; y a partir de este punto, dividimos el trabajo en dos
partes: Primero trataremos los principales elementos involucrados en la cobertura de Polticas Pblicas
Sociales y despus presentaremos algunos datos de investigaciones de ANDI que muestran puntos de
avance y puntos que todava necesitan ser mejorados en esta cobertura para el caso brasileo. Por
ltimo, presentaremos nuestras conclusiones.
Para una discusin ms completa, cf. Weber (1992) y Sartorio (1997, pp. 41 y ss.).
144
145
de este sector de la poblacin. O sea, si los representantes electos y los decisores pblicos acordaron
que nios y adolescentes son Prioridades Absolutas, el alcance de mejores ndices de desarrollo,
necesariamente, estar ligado a la alteracin positiva en la calidad de vida de esos sectores de la
poblacin.
Histricamente, podemos argumentar que los derechos de nios y adolescentes en todo el mundo,
adems de estar siendo sistemticamente despreciados en la prctica hasta el da de hoy, fueron, de
derecho, reconocidos slo muy recientemente. La Convencin Internacional es de 1989, la legislacin
brasilea de 1990. En este sentido, la pasividad tan evidente ante las violaciones, demanda una
atencin redoblada de los sistemas de responsabilizacin del Estado, del gobierno, de la sociedad y de
la familia, entre los cuales la media aparece en una posicin destacada.
Biolgica y psicolgicamente, podramos presentar un sin nmero de estudios acerca de la condicin
especial de individuos en formacin aplicables a nios y nias, lo que tambin requiere un abordaje,
informativo y de entretenimiento, diferenciado.
No obstante, en este momento, nos interesan los aspectos sociolgicos y polticos. Por qu el
periodismo no estara cumpliendo satisfactoriamente su trabajo enfocndose en derechos humanos
en general, en poblaciones victimizadas en general?, Por qu esta necesidad de intensificar el recorte
infancia y adolescencia?
De acuerdo con el Informe Situacin de la Niez y Adolescencia (2003), de Unicef, Brasil cuenta con
61 millones de nios y adolescentes; 23,1 millones tienen de 0 a 6 aos de edad; 27,2 millones, de 7 a
14 aos; y 10,7 millones, de 15 a 17 aos. O sea, nios y adolescentes representan cerca de 1/3 de la
poblacin nacional.
Ms all de su pujante representatividad demogrfica, los indicadores socioeconmicos muestran otra
evidencia, esta vez negativa: 33,2% de los nios y adolescentes tienen madres con una escolaridad
baja o inexistente; 44,96% son pobres, 17,32% no tienen acceso al agua potable, 18,72% no tienen
ningn tipo de sistema de alcantarillado, y 8,28% trabaja.
Esta pequea muestra de datos destaca que una parcela significativa del problema social brasileo
tiene una identidad bastante bien definida: la niez y la adolescencia. Esto por no mencionar que la
pujanza negativa se intensifica si miramos las recortes de gnero, raza / etnia y minusvalas.
Por lo tanto, no es posible hablar de una cobertura adecuada de la cuestin social en Brasil sin mirar
atenta y consistentemente las caractersticas de los nios y adolescentes brasileos, sus
especificidades, sus derechos y las demandas de polticas pblicas particulares para esta franja de
edad.
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
147
De esta forma, analizar la calidad del periodismo brasileo en el tratamiento editorial dispensado a la
totalidad de la sociedad y, por lo tanto, al desarrollo humano del pas, implica el averiguar el estado de la
cobertura acerca de la infancia y la adolescencia.
Evidentemente que esta premisa puede ser rebatida, punto bsico de la ciencia de tradicin popperiana. Mientras
tanto, estamos denominando a este enunciado como premisa, exactamente porque la intencin de este texto no es
discutir la constatacin o no del mismo, sino las implicaciones que derivan a partir de l.
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
149
que no estn en nuestro rol de significados. Y por qu? La identificacin de que determinada temtica
o reivindicacin merece ser entendida como una poltica pblica no es automtica. Las reas sobre
las cuales el Estado debe extender sus tentculos histricamente, fueron construidas y estn
fuertemente relacionadas con capacidades, bienes, servicios y caractersticas que pasaron,
paulatinamente, a ser vistos como derechos de hombres y mujeres3.
As, en el comienzo de la constitucin de los Estados Nacionales los ejes de actuacin de los gobiernos
eran bastante limitados, en general las polticas pblicas se restringan a la tributacin, a la defensa, a la
diplomacia y a la seguridad interna. Con el pasar de los siglos fueron ganando status de polticas
pblicas la educacin, la salud y la cultura. El medio ambiente slo pasa a ser una poltica pblica en el
siglo XX. En Brasil, por ejemplo, una definicin especfica para polticas de gnero y/o de promocin
racial ha ganado espacio efectivo en el juego poltico estatal muy recientemente. Por lo tanto, cuando
hablamos de polticas pblicas sociales, en innumerables casos, estamos hablando de actividades
estatales y gubernamentales que tienen poco ms de una dcada de existencia en el escenario
brasileo, mientras que polticas pblicas sobre cambio monetario o dirigidas a los grandes
latifundistas son anteriores a la independencia.
Por fin, y como consecuencia de lo expuesto anteriormente, mientras otras polticas pblicas acaban
por ser eficiente y apropiadamente discutidas en los medios de comunicacin; en el caso de las
polticas sociales, el proceso de avance cualitativo por parte de las comunidades periodsticas es an
muy incipiente. Mientras es prcticamente imposible que un periodista econmico hable de la tasa de
inters sin mencionar metas inflacionarias -dado que son dos temas ntimamente correlacionados-, es
muy factible que un colega del rea social hable sobre abuso sexual sin asociar la temtica a cuestiones
de gnero, cuando estas estn, tambin, estrechamente conectadas.
Para una de las ms importantes reconstituciones acerca del surgimiento de las ideas de derechos civiles, derechos
polticos y derechos sociales, cf. Marshall (1967).
150
cualquiera que sea el momento en que, por ejemplo, los diferentes beneficiarios reciben el bien,
servicio o accin inicialmente propuestos. As, aunque una poltica pblica para el tratamiento y
cuidado de menores que han sufrido abuso sexual, pueda ser confundida con el instante en que el
primer menor es atendido en una clnica pblica de asistencia psicolgica recin inaugurada, es
preciso que comprendamos que muchas otras acciones fueron necesarias antes de la inauguracin de
la clnica y muchas otras sern necesarias despus del evento, para que se haya implantado,
efectivamente, una poltica pblica. Es decir, este gnero de las polticas posee, por lo tanto, la
propiedad dinmica de poder ser caracterizado solamente como una poltica pblica tras el
cumplimiento efectivo de innumerables etapas. Una poltica pblica no es un fenmeno esttico, sino
un proceso. En diferentes de estas etapas, sino en todas, la media tiene un papel fundamental4.
Una poltica pblica comienza a nacer durante la disputa electoral; en este momento, las diferentes
propuestas de intervencin de la realidad son presentadas al elector que deber escoger la que le
parece ms apropiada en esta especie de mercado de ideas (o promesas). Ms all de los
innumerables trabajos de comunicacin y poltica que ya demostraron la influencia de los medios en el
escenario electoral, tambin debemos notar que la media, aunque sea neutral en relacin a los
candidatos que se enfrentan en el pleito, tiene el papel adicional de proporcionar ayudas a los lectores,
telespectadores, oyentes e internautas para que puedan, con la informacin ms completa posible,
optar entre esta y aquella propuesta (Cf. Downs, 1999). Esto, por no hablar del poder de inclusin en la
agenda que la media tiene respecto a los temas que sern abordados en la campaa, asunto al cual
volveremos posteriormente.
En la siguiente fase, con el fin de la disputa electoral, cabe al decisor electo escoger, entre las
innumerables posibilidades de reas para destinar recursos, cules elegir como prioritarias. En esta
etapa, nuevamente, la media acta con protagonismo: o sea, segn el debate de la teora del agendasetting, la media posee la capacidad de influir fuertemente en la posicin de los temas, en el ranking de
prioridades de los tomadores de decisin.
Escogido un tema para actuacin5, los responsables del rea debern delinear las acciones que
pretendan ser implementadas para solucionar el problema. En este punto, debern observarse nuevas
alternativas; en general, los problemas complejos de una sociedad pueden ser resueltos de distintas
maneras. Diferentes acciones impactan de modo igualmente diverso en los distintos grupos de inters
y, por lo tanto, no son consensuadas; luego, al escoger el curso de accin que se desea tomar, el
gobierno deber estar preparado para convencer a los agentes relevantes, sin los cuales no es viable la
implantacin de la poltica. Esta multiplicidad de caminos posibles acaba por ser, o no, potenciada por
Para una propuesta semejante de sistematizacin de las fases de desarrollo de una poltica pblica, cf. Theodoulou
(Apud ALENCAR: 2004, p. 4).
5
Evidentemente no se escoge un nico tema, sino varios. El ejemplo est en singular para facilitar el entendimiento.
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
151
decisin, debern ser beneficiados por la medida. Sin embargo, algunos pblicos pueden ser mayores
que otros y, efectivamente, la eleccin de un segmento bastante especfico ha sido una estrategia
secular de mantenimiento de determinado status quo. Mientras una poltica de reduccin de los
impuestos sobre la cesta bsica afecta a millones de brasileos, una poltica de reduccin de los
impuestos de importacin sobre productos de lujo slo alcanza a algunos cientos. La capacidad de
alcance de la poltica escogida debe estar constantemente en la mira de reflexin de los periodistas.
La eleccin de temas prioritarios puede estar orientada por diversas razones, unas ms nobles que
otras, dependiendo del observador. Podemos utilizar diagnsticos de la situacin real de las reas para
intervencin (estadsticas, investigaciones), or las demandas de los segmentos de poblacin a los que
se pretende beneficiar, incluyendo las posiciones divergentes, o la agrupacin poltica en el poder
puede atender los anhelos de los grupos de inters que la eligieron. Como el proceso de informacin,
inclusive el de los decisores, se da en gran medida en los medios de comunicacin, aqu tambin ellos
deben asumir un papel de protagonismo en la presentacin de estadsticas y de opiniones divergentes.
El diseo efectivo de las polticas escogidas puede ser optimizado y mejorado con la observacin de
casos que dieron buenos resultados (benchmarking), la recogida de informaciones junto a los
beneficiarios potenciales, el apoyo de especialistas en la temtica, y la definicin precisa de las causas
y responsables de los problemas que se desea enfrentar. De nuevo, la cobertura puede colaborar con
la profundizacin de la reflexin previa necesaria para una mejor ingeniera de una determinada poltica
pblica6.
Otro elemento fundamental para un satisfactorio desempeo futuro de una poltica pblica, es el
adecuado tratamiento de la legislacin involucrada. Por un lado, es importante verificar si una poltica
mandataria a partir de la legislacin (por ejemplo, salud para todos) no est siendo gestionada de forma
negligente por los tomadores de decisin. Por otro lado, en muchos casos, un delineamiento adecuado
del marco legal (ya sea de la ley de directrices presupuestarias, ya sea de una enmienda constitucional)
es un prerrequisito para la implantacin eficiente de una poltica pblica. Es decir, no es posible que
pensemos en una poltica pblica que entienda al nio y al adolescente como sujetos de derecho,
teniendo como marco legal el antiguo Cdigo de Menores. Sin la aprobacin y consolidacin del
Estatuto del Nio y del Adolescente, simplemente no seran factibles las polticas eficientes para el rea.
Adems, las polticas pblicas ataen a mltiples actores: Electores que deben escoger la mejor
propuesta entre los candidatos presentados por los partidos polticos. El ejecutivo que debe proponer
las polticas a ser implantadas, a partir de la presin de los grupos de inters, de las bases y de la
sociedad de un modo ms difuso y, al mismo tiempo, debe negociar con el legislativo (situacin y
oposicin) el formato de las polticas que desea implantar; polticas bien ejecutadas que demandan
una burocracia bien preparada para la implantacin, sintona con los beneficiarios y una cuidadosa
Para una discusin sobre la importancia de la presentacin de causas por la media, cf. Iyengar (1990).
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
153
fiscalizacin del Ministerio Publico, del Legislativo, del Judiciario, de la media y de los grupos de inters.
La identificacin adecuada de las posiciones e intereses de estos actores ayuda a una definicin ms
precisa del tipo de polticas a ser conducidas; la media, con certeza, es uno de los actores con
capacidad para encauzar las posiciones divergentes y convergentes.
El esbozo de caracterizacin de las polticas pblicas, que aqu se ha intentado delinear, procur trazar
puntos sin los cuales la cobertura sobre una determinada poltica ser defectuosa e inconsistente,
pudiendo inclusive contribuir para la retroalimentacin de un ciclo de desarrollo de polticas poco
eficientes en atender los problemas reales sufridos por los beneficiarios potenciales.
Nuestro propsito es presentar, a continuacin, un rpido cuestionamiento del papel de los medios en
el desarrollo de las polticas pblicas sociales, ilustrando las discusiones aqu tejidas con datos de la
cobertura sobre cuestiones relevantes en el terreno social. Cuestiones que innegablemente podran
ser tratadas como polticas pblicas tanto por el Estado como por la media, pero que, con mucha
frecuencia, no lo son.
154
No obstante, la frecuencia con que la media informa de determinados temas es uno ms de los
elementos que cuentan en el diseo de las polticas pblicas. Por ejemplo, temas que afectan
cotidianamente y de forma directa a la vida de los electores, acaban por ser poco influenciados por el
volumen de informaciones trado por el noticiario: Por ms que la media insista en no cubrir salud, los
electores van a continuar demostrando a sus representantes que ste es un tema central en sus vidas8.
As, nos parece que el entendimiento de la construccin de las polticas pblicas en el periodismo
brasileo todava est en paales. Hay una ntida separacin entre la poltica partidaria, legislativa y
presidencial que ocupa, en general, las secciones de poltica de los peridicos, donde el cambio de
ministros, las negociaciones con parlamentarios, y las cuestiones de inters humano involucrando a
polticos profesionales tienen un espacio garantizado, dado que todos son entendidos como
elementos de lo que se puede denominar poltica. Por otro lado, nos parece igualmente bien delimitada
la idea de poltica econmica, que tambin cuenta con un espacio garantizado en las secciones de
economa. No obstante, las dems polticas pblicas, con frecuencia, acaban por no ser reconocidas
como pertenecientes al universo cognitivo y de significados de la propia Poltica. Ellas ganan diferentes
espacios en los peridicos y son ms o menos entendidas como polticas, dependiendo del
periodista que se encarga del reportaje y de los personajes que intervienen en el hecho que est siendo
publicado. De este modo, la violencia slo pasa a ser entendida como una cuestin de poltica pblica a
medida que sale de las secciones de sucesos, siendo por lo tanto, cubierta por reporteros
diferenciados de las redacciones, mientras los personajes sean miembros de los ejecutivos
estaduales, municipales o federal directamente ocupados de las polticas de seguridad pblica, o en la
medida en que especialistas se dediquen al tema, tratndolo como un fenmeno social, cultural y
poltico, y hasta incluso de salud pblica. Ms all de esto, el tema contina siendo tratado
preponderantemente como el crimen que el individuo x cometi contra el individuo y. Dnde est la
poltica en este contexto?
Luego, algunos asuntos pueden o no ser entendidos como polticas pblicas. O sea, el enfoque dado al
tema puede influir en las distintas etapas del proceso de construccin de significados sobre polticas
pblicas, por los diferentes actores involucrados.
Segn destacamos, diferentes fases en el desarrollo de una poltica pblica demandan el conocimiento
de distintos niveles de informacin (estadsticas, legislaciones, posiciones de diversos actores,
mejores prcticas). La media es un investigador y suministrador potencial de estas informaciones,
inclusive dotando de voz a fuentes alternativas e instancias refutadotas y crticas con los datos oficiales.
Papel, en general, poco desempeado.
Por ltimo, toda poltica pblica, en regmenes democrticos, supone que los actores responsables de
Para algunas condiciones que interfieren en la forma de agendamiento, cf. Soroka (2002).
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
155
ellas deben demostrar algn grado de accountability. Mientras tanto, esta caracterstica es ms creble
cuanto ms externos al proceso sean los actores responsables del control de la misma. La prensa es
vista como una de las principales instituciones de control social de los gobiernos electos desde las
discusiones iniciadas por los Federalistas, para la constitucin de la democracia norteamericana.
En este sentido, el acompaamiento, no slo del lanzamiento oficial de los proyectos, sino de su
continuidad, de la idoneidad de su ejecucin y de sus resultados es -o debera ser- una tarea a ser
conducida con ahnco por los profesionales de la noticia9.
Para un anlisis sobre la cobertura de la media referente a las polticas de salud, cf. Oliveria (2000).
Los datos aqu presentados provienen de extensas evaluaciones que hemos conducido en el mbito de ANDI sobre
temticas relevantes para la agenda social, en general, adems de asuntos enfocados exclusivamente en nios y
adolescentes. Mientras, defendemos que el examen de las polticas para la infancia y la adolescencia es
representativo de las polticas sociales como un todo, dado que la mayora de las decisiones en el terreno social
acaba por afectar a esta franja de edad. Estas investigaciones siguen, mutatis mutandi, procedimientos
metodolgicos bastante similares: son anlisis de contenido que tienen como objetivo sistematizar cuantitativamente
distintos aspectos de la cobertura; despus de la eleccin de la temtica a ser analizada, un pre-cuestionario es
discutido con especialistas en el rea objeto y posteriormente aplicado a cada una de las materias de la muestra
(escogida por la metodologa de mes compuesto) el universo, segn el caso; los datos son entonces procesados por
un programa estadstico para anlisis de temas sociales, siendo generados los promedios y cruces 2x2 pertinentes,
siendo, de este modo, discutidos nuevamente con los especialistas convidados. Los cuestionarios buscan identificar
el perfil de la cobertura: la presencia de estadsticas, legislacin, mencin a causas, soluciones, consecuencias,
contextualizacin o no del problema, encuadramiento de polticas pblicas, fuentes odas, presentacin de opiniones
divergentes, son algunas de las variables medidas.
11
A da de hoy ANDI hace un seguimiento de 61 peridicos de todas las unidades de la federacin.
10
156
12
157
3. Materias que presentan causas y soluciones para los problemas en discusin, que proporcionan
estadsticas, se remiten a las legislaciones pertinentes, presentan opiniones divergentes o
proporcionan una cobertura que va mas all de un anuncio oficial de nuevas medidas, exigiendo y
responsabilizando a los gobiernos por una adecuada implantacin de polticas pblicas, todava no
es la tnica en la cobertura de los medios impresos brasileos. Son datos que denotan un
entendimiento trivial de los elementos constitutivos del diseo de las polticas pblicas, dificultando
la formacin de una esfera pblica de debates que tenga la capacidad de llevar a cabo reflexiones
sobre temas de inters bsico para el desarrollo de la nacin.
Conclusin
Los datos presentados permiten trazar la hiptesis, a ser constatada en el futuro, de que el avance de la
media en la cobertura social colabora con slo algunas de las etapas del proceso de formulacin de
polticas pblicas para el rea: notoriamente, la etapa de eleccin de los temas. O sea, si tomamos los
elementos constitutivos del ndice de Desarrollo Humano (educacin, calidad de vida y renta per
capita), no se puede dejar de reconocer el hecho de que la prensa brasilea viene incluyendo
prioritariamente en la agenda la temtica educacin en la ltima dcada, lo que, sin duda, contribuye
para el debate pblico sobre el tema.
Mientras tanto, varios de los dems elementos para la construccin de polticas pblicas ms
cualificadas y ms eficientes son tratados de forma negligente por una parcela significativa de la
cobertura. Es decir, al encuadrar de soslayo y de manera deficitaria lo que podra ser una cobertura de
las polticas pblicas sociales, la media acaba por debilitar sus propias capacidades de: inclusin en la
agenda, suministro de informaciones y control social. El entendimiento de la complejidad de las
polticas pblicas, por lo tanto, es esencial para el avance de la cobertura, dado que la hiptesis ms
probable para explicar la actual etapa no es la del maniquesmo o cualquier otra teora de la
conspiracin, sino la del desconocimiento tcnico por parte de los profesionales de la media,
ocasionado por la falta de inters de los medios con la estructuracin adecuada de un rea de
cobertura de las polticas pblicas sociales, adems de un proceso inadecuado de formacin en los
ambientes universitarios. Todo esto, por supuesto, acaba por influenciar la capacidad real de la media
para contribuir positivamente en los procesos de desarrollo. Ella existe, aunque no es utilizada en todo
su potencial.
Es importante alertar a los grupos de presin del terreno social que tienen intereses concretos en la
direccin que ser dada a las polticas pblicas del rea, que los dueos del poder, para utilizar la
expresin inmortalizada por Raymundo Faoro, ya entendieron y asimilaron la necesidad de incluir la
variable media en el juego poltico. Alguien ms?
Por ltimo, es fundamental que retomemos la idea del correcto enfoque de las polticas pblicas
sociales: la falta de percepcin, por parte de los decision makers y de los controladores sociales, como
158
la media, de que en pases como Brasil hacer poltica pblica en el terreno social es hacer, en gran
medida, poltica pblica para la infancia y la adolescencia, puede traer como consecuencias
inmediatas resultados prcticos poco significativos en la reduccin de la pobreza, en el desarrollo y,
ms tarde, puede redundar en el desperdicio de recursos pblicos. Adems, la falta de una
identificacin clara de los temas del terreno social, como polticas pblicas, acaba por reforzar una
cultura paternalista del favor prestado por el Estado, en vez de la implantacin mandataria -como
derecho asegurado- de polticas pblicas con caractersticas particulares.
En este sentido, evaluar la cobertura periodstica sobre infancia, adolescencia y polticas pblicas es un
punto fundamental en el entendimiento del correcto -o inadecuado- agendamiento de la discusin de
los modelos de desarrollo que deseamos.
Bibliografa
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Parte 1 e 2.
World Bank The Right to tell: the role of mass media in economic development. Washington: World
Bank, 2002.
APNDICE I
160
Editor en jefe del Observatorio de la Prensa (www.observatoriodaimprensa.com.br), integrante del Projor -Instituto
para el Desarrollo del Periodismo integrante do Projor.
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
161
Los comunicadores, en especial los periodistas, tenemos un mandato otorgado por la sociedad y una
actividad profesional garantizada por todas las Constituciones de los Estados democrticos. Una
eventual naturaleza empresarial y privada de la actividad no la exime de compromisos pblicos con la
sociedad a la que sirve. Es un negocio privado de inters pblico. As, no se podr pretender una
sociedad democrtica sin medios democrticos, regulados por instrumentos socialmente legtimos y
bajo la garanta de pluralidad y diversidad de opiniones.
La comunicacin es un derecho y un insumo decisivo en los procesos de participacin de la ciudadana
y en los mecanismos de control pblico. Los hombres y las mujeres, responsables y dispuestos a
trabajar en comunicacin, tienen, entre otras, la obligacin de velar por el cumplimiento del Artculo 19
de la Declaracin Universal de los Derechos del Hombre:
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinin y de expresin, lo que implica el derecho de
no ser intimidado por sus opiniones y el de buscar, recibir y difundir, sin consideracin de fronteras,
informaciones e ideas por cualquier medio de expresin2.
Este artculo es un extraordinario ejemplo de resumen legislativo, pues apunta a lo que puede ser no
una simple poltica pblica, si no una poltica universal de comunicacin, en cuya base estn la libertad
y su ejercicio.
Si no hay comunicacin no hay derechos, y sin derechos no hay libertad. La razn es que las
conciencias de las personas y de los grupos sociales no nacen, no se forjan y tampoco se consolidan
sin la comunicacin. La fraternidad entre los pueblos no se alcanzar sin un intercambio productivo de
mensajes entre ellos.
162
SCHRAMM, Wilbur. Comunicacin masiva y desarrollo (Traduccin de Muniz Sodr y Roberto Lent), Bloch Editores,
Rio de Janeiro, 1970.
4
Cf. Introduccin de la UNESCO, Op.Cit.
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
163
Como ilustracin de sus reflexiones basadas en investigaciones de campo, Schramm usaba dos
familias metafricas: los Ifes, residentes en frica Centro-Occidental y los Bvanis, moradores del sur de
Asia. Ambas familias tiene existencia posible hoy en da, con la diferencia de que seguramente no
viviran en la soledad descrita en el libro. Hoy, sus equivalentes con seguridad han tenido alguna
experiencia con un fenmeno meditico. Lo que no cambi en estos 42 aos son los mecanismos de
exclusin, que por el contrario se perfeccionaron muchsimo.
El problema que motiv aquella iniciativa de la UNESCO, a saber, construir un diagnstico y
recomendar una utilizacin apropiada de los vehculos de masa para el desarrollo econmico y social,
todava est lejos de ser superado. Cabe preguntarse: Avanzamos? Cunto avanzamos? Cunto
ser necesario avanzar? Schramm escribe:
Un flujo adecuado de informacin en un pas en desarrollo es necesariamente ms que un flujo que
va desde lo ms alto de la jerarqua poltica hasta los Ifes y Bvanis, en el punto ms bajo. Debe llevar
a los Ifes y Bvanis la informacin que necesitan para realizar su papel en una sociedad moderna.
Esto es verdad, pero tambin debe promover canales por los cuales esas personas puedan discutir,
con sus compaeros de la misma poblacin y con otras poblaciones, qu poltica y qu prctica
adoptarn; y debe promover canales por los cuales las necesidades y los deseos de los habitantes
de esas poblaciones puedan ser llevados a la jerarqua, para ser parte de las decisiones de alto
nivel. As, lejos de sugerir que manipulamos a los Bvanis y a los Ifes de los pases en desarrollo,
estamos sugiriendo que ellos sean atrados activamente para la toma de decisiones y tengan
oportunidad de participar entera y efectivamente en el proceso de modernizacin de su sociedad,
construyendo su nacin y mejorando el conjunto de su pueblo5.
Quin recomendara algo diferente? Las tareas continan siendo las mismas, cuarenta y dos aos
despus.
Remontando a los antepasados de las dos familias, Scharmm enumeraba tres principales funciones de
la informacin en las sociedades: la funcin de vigilancia, para escudriar el horizonte, prevenir los
peligros y relatar a los otros lo que fue visto; la funcin poltica, para debatir en grupo qu decisiones
adoptar, para establecer liderazgos y para legislar; y la funcin educacional, para encaminar a los
nios y socializar a los nuevos miembros del grupo, esto es, insertarlos en la sociedad con las
habilidades y creencias valorizadas por aquella sociedad6.
Cuanto ms complejas y dinmicas se volvieron las sociedades, la vigilancia, la poltica y la
5
6
164
educacin ganaron escala -y los medios de comunicacin tuvieron un papel decisivo en ese proceso.
Los chicos de una hipottica familia Ifes de hoy sabrn quin es el famoso jugador de ftbol, y las chicas
adolescentes de Bvanis ya habrn escuchado a la cantante de moda. Este acceso a la informacin, con
todo, no habr contribuido -o contribuido muy poco- a que ellos superen su condicin de exclusin -o
de subdesarrollo, como refiere Schramm. En el nuevo tipo de exclusin, promovido por la sociedad
post-industrial, las diferencias son marcadas entre una minora que recibe mucha informacin de
buena calidad y una mayora que tambin recibe mucha informacin, pero de mala calidad y de
relevancia dudosa.
165
Cf. GUARESCHI, Pedrinho A. e BIZ, Osvaldo, Mdios, educacin y ciudadana, Editora Vozes, Petrpolis, 2005.
166
en la democratizacin de las comunicaciones, fueron atropellados por los intereses de las redes de
televisin abierta ya establecidas, cuyo lobby consigui que finalmente se adoptase el patrn japons
con ayuda entusiasta del Ministro de las Comunicaciones.
Perdida esta batalla, la masa crtica que se form durante el proceso revisti de nueva calidad el debate
subsiguiente. Lo que ahora se discute es la reglamentacin del sistema brasilero de TV digital y, al
mismo tiempo, la adopcin del padrn IBOC para la radio digital y sus impactos en las radios
comunitarias.
Dos relatos
Relato dos experiencias recientes ocurridas en Brasil, con la intencin de ilustrar las formas por las
cuales un abordaje crtico de los medios de comunicacin puede producir acciones que, aunque
relativamente limitadas, agregan algn efecto pedaggico para la ciudadana y para los propios
medios.
La primera de ellas tiene que ver con las concesiones de radiodifusin. Como mencion previamente, a
partir de la Constitucin de 1988, el otorgar y renovar esas concesiones pblicas pasaron a ser
responsabilidades del Congreso brasileo. En la Cmara de los Diputados, estos procesos son
encaminados al pleno por intermedio de la Comisin de Ciencia, Tecnologa, Comunicacin e
Informtica (CCTCI). Entonces, veamos: en el ao 2004, quince diputados de la comisin figuraban en
el registro del Ministerio de Comunicaciones como socios o directores de 26 emisoras de radio y 3 de
televisin. En resumen: ellos legislaban para su propia causa en un evidente conflicto de intereses.
Peor an: una investigacin que hicimos, coordinada por el profesor Venicio Arthur de Lima, revel que,
en el periodo estudiado, por lo menos dos diputados, miembros de la Comisin, participaron y votaron
a favor en sesiones en las cuales fueron consideradas y aprobadas la renovacin de las concesiones de
sus propias emisoras.
Adems de la miseria moral de esa actitud, se trata de un comportamiento flagrantemente
anticonstitucional. El Instituto para el Desarrollo del Periodismo (Projor), entidad que mantiene el
Observatorio de la Prensa y promueve esta investigacin, encamin, basndose en sus resultados, una
presentacin a la Procuradura General de la Repblica con la respectiva solicitud de abertura de un
proceso legal contra ese sistema promiscuo de concesin de emisoras de radio y de televisin. Esto se
dio en octubre del ao 2005. Fue solamente hasta inicios de julio del 2006 que dos peridicos de
influencia nacional trataron sobre esta iniciativa en reportajes editados como primicia. El proceso est
caminando. Los trmites legales brasileros son muy lentos.
Una segunda experiencia se refiere a una accin del Colectivo Intervoces, una ONG que acta para
transformar la comunicacin en un bien pblico y volverla un derecho humano fundamental para la
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
167
Polticas pblicas
Las polticas pblicas son acciones, entre tantas, a veces puntuales, en algunos momentos bien
logradas, y en otros paralizadas por gigantescas dificultades. Sin embargo, en el campo de la
comunicacin aplicada al desarrollo, ser necesario mantener nuestras utopas siempre vinculadas a
lo irrealizado, jams a lo irrealizable.
Tengo la esperanza de que en el Primer Congreso Mundial sobre Comunicacin para el Desarrollo
(Roma, 25-27 de octubre, 2006), se dar cuenta definitivamente de los desafos que debern ser
vencidos para que la comunicacin pueda, efectivamente, contribuir al desarrollo en estos tiempos
veloces. El trabajo no puede olvidar que los jvenes del maana son los nios de hoy, ya nacidos bajo el
marco de las tecnologas digitales, y que, cuando sean adultos y adultas, producirn demandas
difciles de imaginar ahora. Mucho menos debemos olvidar que la oportunidad liberadora de la
comunicacin trae consigo, paradjicamente, el riesgo de de una exclusin ms profunda; esto es, otra
vez mucha informacin de mala calidad para la mayora, y mucha informacin de buena calidad para
una minora. Hay una cuestin poltica ah. Por eso la urgencia de polticas pblicas capaces de pensar
la comunicacin en las sociedades en un nivel equivalente al de las polticas de salud, trabajo,
seguridad y educacin -sobre todo esta ltima. Si hubiera ms exclusin, no habr desarrollo posible por lo menos aquel de carcter humanista, plural y democrtico que todos propugnamos.
http://www.intervozes.org.br/quem.htm
168
169
En este esquema entre los asuntos o temas de inters que debieran regularse y aclararse con criterios
orientadores entre el Estado y los medios de comunicacin est por ejemplo la libertad de prensa, no
solamente de la empresa sino del ciudadano; el acceso a la informacin pblica; la democratizacin
del espectro radioelctrico, vinculado a las licencias; la autorregulacin, etc., resolviendo de manera
ms proactiva la tensin que siempre hay entre los medios y el Estado, que va entre la autonoma y el
control poltico.
Entre lo que son medios de comunicacin y sociedad civil, varias experiencias estn vinculadas a
calidad tica, calidad informativa y proyecto de comunicacin, inclusin de nuevos actores sociales en
la agenda publica, cmo es que nuevos actores y nuevos temas amplan la agenda pblica, y la
responsabilidad social de los medios en los procesos sociales y polticos. La relacin entre Estado y
sociedad civil, trabaja la necesidad de criterios orientadores para ejercer una representacin que no se
quede en la eleccin, sino que se ample con el dilogo, en la concertacin y en la participacin. Aqu
destaca todo el tema de la transparencia, la rendicin de cuentas, el acceso a informacin pblica -que
no se quede en los portales web o en el uso de nuevas tecnologas, sino trabajar una comunicacin en
gestin pblica y reforma del Estado en la perspectiva de mejorar el dilogo con la ciudadana. En esa
lnea del uso de los medios del Estado, estos deben redefinirse como medios pblicos.
170
171
Los medios pblicos se hallan en la elaboracin audiovisual de las bases comunes de la cultura
nacional, sobre las que se articulan las diferencias regionales y locales. Por ello deben hacerse
cargo de la complejidad geopoltica y cultural de la nacin en el plano de las prcticas sociales, los
valores colectivos y las expectativas de futuro, y la construccin de lenguajes comunes.
Los medios pblicos deben ofrecer una imagen permanente de pluralismo social, ideolgico y
poltico, abriendo espacios a las voces ms dbiles, como las minoras culturales (los indgenas, los
homosexuales) y los creadores independientes (en video, msica, teatro, danza).
Valerio Fuenzalida, comunicador, en un estudio de las experiencias latinoamericanas, dice: deudas,
acreedores, juicios, baja infraestructura, redes obsoletas, baja audiencia, mnima publicidad, mala
gerencia son algunos problemas de los medios pblicos hoy en da. Producto de lo anterior, ellos no
gozan de legitimidad en la informacin, no tienen legitimidad social por una programacin que no es
til a la audiencia, y no contribuyen a la gobernabilidad.
Parte de esta problemtica se expresa en las resistencias polticas de quienes ven la tv y la radio estatal
como instrumento de difusin y propaganda. La propia resistencia de trabajadores, que ven
amenazada su propia inestabilidad, pero principalmente la ausencia de un modelo y misin propia. En
este ltimo sentido son varios los modelos en juego: aquellos que privilegian la cultura burguesa, las
misiones segmentadas hacia nios, el nuevo parlamento poltico acadmico, las empresas
audiovisuales privadas, y la programacin al servicio del pblico televidente.
Es evidente que la utopa y la realidad forman parte de los retos que hoy tienen los medios de
comunicacin del Estado, que apuesten a ser medios pblicos, y es necesario establecer un
diagnstico certero para identificar lecciones aprendidas y desafos.
172
173
174
#
1037
93
514
25
82
6
1757
%
59.0
5.3
29.3
1.4
4.7
.3
100.0
Fuente: Consulta ciudadana sobre Medios Pblicos y Democracia. Veedura de la Comunicacin Social. ACS Calandria. Octubre - 2004
Peruano
TNP
Nacional
28.6
10
58.5
3.7
8.8
4.5
Rara vez
42.4
45.6
4.5
Cuando necesito
18.4
13.1
28.5
6.7
21.6
3.5
NS/NR
0.1
0.1
0.5
En general se constata -como se ve en el cuadro- que no existe frecuencia en el consumo de medios del
Estado, su amplia cobertura no condice con la empata comunicativa que tienen con los ciudadanos.
Ello obliga a repensar tales medios en funcin de sus pblicos ciudadanos.
175
907
34.9
Muy poco
1461
56.3
Bastante
141
5.4
88
3.4
2597
100.0
Nunca o no he visto
NS/NR
Total
Fuente: Consulta ciudadana sobre Medios Pblicos y Democracia. Veedura de la Comunicacin Social. ACS Calandria. Octubre - 2004
Otro aspecto que resalta es que los medios del Estado no son considerados como un espacio de
debate plural, donde se representen diversos puntos de vista. Muy poco y nunca indican los
encuestados cuando se les pregunta al respecto.
Consulta: Gerencia de los medios del Estado
Quin debe dirigir a los medios del Estado?
#
634
24.4
90
3.5
105
4.0
139
5.4
280
10.8
De todo un poco
438
16.9
749
28.9
76
2.9
NS/NR
85
3.3
2596
100.0
Total
La direccin de los medios pblicos es vista como un cargo importante donde la tica y la
independencia debieran primar. As, ser independiente o persona notable son las principales
176
caractersticas. Algo distinto podra ser percibido (como se ha dado el caso) como una intromisin del
gobierno en la objetividad que dicho medio debe tener.
5) Medios del Estado, Ciudadana y Deliberacin
Quin debe dirigir a los medios del Estado?
634
24.4
90
3.5
105
4.0
139
5.4
280
10.8
De todo un poco
438
16.9
749
28.9
76
2.9
NS/NR
85
3.3
2596
100.0
Total
Frente a lo anterior, la participacin de la ciudadana en los medios pblicos es algo que aparece como
natural, seguido de un respaldo de instituciones de la sociedad civil. Existe entonces una necesidad de
estar cerca y vigilante para evitar excesos y ganar en dicho espacio, tambin, el empoderamiento
ciudadano.
Los ciudadanos
1291
49.7
Los polticos
130
5.0
Otra opcin
131
5.0
533
20.5
435
16.8
77
2597
3.0
100.0
NS/NR
Total
Fuente: Consulta ciudadana sobre Medios Pblicos y Democracia. Veedura de la Comunicacin Social. ACS Calandria. Octubre - 2004
177
178
Cules son los retos y desafos para pasar de medios del Estado a medios
pblicos?
Los medios pblicos deben fomentar un dilogo nacional en la construccin colectiva de una visin
de desarrollo.
Programacin segmentada con participacin ciudadana y de la sociedad civil, dirigida a sectores
no atendidos.
Promocin de ciudadana como espacio de debate, de pluralidad informativa, con diversas
audiencias y discusin de temas pblicos.
Produccin nacional descentralizada y con enfoque de descentralizacin: que tome en cuenta el
apoyo a zonas de frontera y el compromiso con la descentralizacin.
Marco legal diferenciado: Concesin y designacin desde un directorio plural, con una alta
direccin autnoma y tcnica que le d independencia y estabilidad. Una gestin administrativa
flexible y un financiamiento mixto desde el presupuesto pblico y la publicidad.
Principios rectores definidos que orienten lo anterior y que puedan ser evaluados desde
mecanismos de regulacin y autorregulacin, con iniciativas innovadoras, consultivas, o tipo
defensoras del oyente y televidente.
Finalmente, es necesario recalcar que el gran reto y esperanza es que la televisin y la radio estatal, al
pasar a ser pblicas, puedan elevar el estndar de calidad de la radiodifusin en general y as aportar
desde la comunicacin al desarrollo y a la democracia en el pas.
179
TEMA 06
PLATAFORMAS LATINOAMERICANAS
DE COMUNICACIN
180
181
que tenemos que tomar en cuenta en cuanto a los recursos que se destinan a la comunicacin, dnde
se colocan y quines los estn manejando.
Acercndonos un poco ms a la perspectiva de la comunicacin, podramos decir que domina una
visin mercantilista del desarrollo. Los contenidos de los medios estn concentrados en pocas manos,
como empresas altamente lucrativas, mientras que los medios alternativos y locales enfrentan
problemas de sostenibilidad.
Esto no es nuevo, pero es un rasgo que marca la realidad de la comunicacin en la regin. Por su parte,
las organizaciones sociales prestan mayor atencin a la comunicacin como una estrategia para la
incidencia. Sentimos que hay actualmente, en las organizaciones sociales, un mayor reconocimiento
de lo que se puede lograr con estrategias de comunicacin, para articular, educar e incidir poltica y
pblicamente; pero con serias limitaciones en cuanto a recursos y a evaluacin de resultados e
indicadores.
Otro aspecto que se ha comentado en este seminario y que tambin es un rasgo que podramos sacar a
relucir, es que las instituciones pblicas vienen reduciendo sus recursos para hacer comunicacin. Las
agendas sectoriales no contemplan la participacin de la sociedad civil y las polticas pblicas dejan
por fuera la comunicacin para el desarrollo. Estas son algunas conclusiones del foro virtual y del taller
regional.
Sigue siendo prioritario el fortalecimiento de las capacidades institucionales y de las organizaciones
sociales para que la comunicacin sea considerada, en su visin y en sus planes, no slo como una
herramienta sino como un enfoque desde el cual hacer la lectura del contexto, relacionarse, gestionar,
incidir, educar y realizar otras acciones de desenvolvimiento organizativo. Las organizaciones tambin
requieren de un empuje, requieren capacitacin, intercambio y anlisis de sus trabajos en
comunicacin para poder fortalecer las estrategias.
Entonces, en lo que va del ao, el proceso ha sido provechoso porque parti de la necesidad que
tenemos en la regin de comunicarnos, de articularnos de alguna manera. Recogimos informacin de
una serie de instituciones, la cual est disponible en un directorio en la pgina web de la Plataforma:
www.comunicacionparaeldesarrollo.org
Se llev a cabo un foro virtual, que fue el inicio de la discusin, en el que adems se sugirieron algunos
temas y aspectos sobre el tema de comunicacin para el desarrollo, que sirven de insumo para la
discusin de la regin. Entonces, cuando se dej abierta la participacin, empezamos a poner sobre la
mesa algunos puntos de inters comn. Posterior al foro virtual realizamos un taller, con la participacin
de treinta y cinco organizaciones. Asistieron sesenta personas de la regin Centroamericana y Mxico,
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Hemos aprendido a trabajar desde una movilidad multifactica que se explica por la atencin que
pusimos en definir nuestras propuestas desde los beneficiarios de los proyectos, identificndolos
como actores especficos del desarrollo, sean nios, mujeres, jvenes, organizaciones sociales,
comunidades indgenas u otros movimientos. Siempre hemos buscado comunicacin con
participacin de la gente. As se consigue compromisos y motivaciones para el cambio ms all de lo
esperado. Hubo, en ese sentido, una capacidad de acoplamiento de nuestras propuestas a sus
caractersticas culturales y sociales, como tambin a sus demandas de cambio. Igualmente, las
diferentes temticas que se abordan han sido significativas para la definicin de las intervenciones y de
su incidencia. Pero, a la vez, la bsqueda de transformaciones no se asent slo en las personas, sino
en instituciones y poderes, inclusive se ha buscado influir sobre los grandes medios, inventando
nuevos caminos de compromiso social.
avance en los pases andinos en zonas de pobreza, motivados por la presin pblica desde la
comunicacin promovida por la sociedad civil.
Los cambios de comportamiento en situaciones difciles o de urgencia en salud, han sido posibles
desde la accin comunicativa y la movilizacin ciudadana. Es el caso de la epidemia del Clera en
Per, las campaas y redes sobre el VIG/Sida con respecto a la prevencin, y el cuestionamiento a
la homofobia en Brasil, Argentina, Mxico y Colombia. Pero tambin se han comprometido cambios
en la subjetividad ciudadana, a travs de la produccin y escucha de radionovelas (y algunas video
series) referidas a salud y sexualidad en Centro Amrica y especialmente en Costa Rica.
Las comunidades tienden a participar en los centros de salud, tomando decisiones, hacindose
cargo de algunas actividades y proponiendo cambios; siendo este un fenmeno no slo rural sino
tambin urbano. La comunicacin participativa en todo el continente genera compromisos en la
ciudadana convirtindose la misma en actores de la salud. Las radios comunitarias y las educativas
tienen un papel relevante en este caso.
La salud se est convirtiendo en un tema de agenda pblica, como tambin de conversacin
familiar, grupal o local, en reaccin a programas radiales, medios masivos, uso de la calle y
relaciones participativas con organizaciones sociales, comunidades y pblicos. Hoy los medios
masivos, por ejemplo en Per y Colombia, tratan estos temas con ms frecuencia que antes.
Algunos medios ya se han hecho cargo del tema de salud como parte de sus compromisos con el
desarrollo. Por ejemplo el diario El Comercio en Per y El Tiempo en Colombia. En Brasil la salud en
la infancia es constantemente asumida por periodistas y medios. El periodismo pblico en salud ha
conseguido efectos en esta lnea desde el compromiso de universidades pblicas y privadas.
Las estrategias tradicionales de comunicacin en salud se estn innovando da a da. Ya no se
trabaja con estrategias simplistas ni mirando slo el efecto cuantitativo superficial, sino que se
busca la calidad de la atencin y sus resultados.
Desafos
Incrementar los dilogos y acuerdos a nivel ms nacional y entre diversos sectores y temticas,
pues el campo de intervencin es muy grande y hay mucha fragmentacin y poca vinculacin entre
las diversas temticas y enfoques.
Legitimar ante los medios y la sociedad aquellos temas de salud relacionados con la sexualidad,
frente a la cual se suele tener resistencias pblicas.
Defender los derechos ciudadanos a una educacin pblica en salud y a un respeto por los
problemas y situaciones de enfermedad de la gente.
Hacer de la comunicacin una prctica continua entre el personal de la salud. Usar para ello la
capacitacin y encuentros deliberativos.
Realizar investigaciones que nos permitan ver los sentidos subjetivos, individuales y colectivos
sobre la salud y cmo tratarlos, para orientar nuestro trabajo.
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Recomendaciones
El personal mdico debe considerar al beneficiario no como paciente, sino como un ciudadano de
la salud. No es slo un sujeto de derechos, sino tambin actor protagnico con capacidad de
cambiar en cuanto a su salud e influir en la de otros.
Darle ms importancia a la dimensin cultural de la salud, respetando su diversidad y los cambios
que de ella emergen. Es decir, reconocerla a partir de sus propios componentes y no pensar en
salud slo desde un punto de vista ms cientfico u occidental.
Mantener la participacin como eje del trabajo en salud, tanto en opiniones como en la toma de
decisiones. Esta debe operar no slo desde el nivel central, sino tambin a partir de procesos
regionales o locales de participacin, en los que las prioridades sobre salud sean producto de
decisiones particulares o propias de cada mbito.
En la medicin de resultados importa reportar los procesos de cambio en las personas, en los
procesos de comunicacin, y sobre la riqueza de las historias involucradas. Es decir, hay que
considerar no slo indicadores cuantitativos, sino tambin cualitativos.
Los procesos de dilogo a promover deben involucrar a distintos actores, no slo al Estado central,
sino tambin a nivel multisectorial, involucrando adems a organizaciones de la sociedad civil, a la
propia poblacin y a los ciudadanos ms vulnerables al tema en cuestin.
Hacer conocer a todos los profesionales de la salud y de la cooperacin los diferentes modelos y
prcticas comunicativas a establecer, definiendo de otra manera sus prioridades comunicativas en
la inversin econmica y de recursos humanos. Se trata de involucrar tambin a las propias lgicas
institucionales, generando cambios.
Es importante que la intervencin comunicativa sea de carcter integral combinando diferentes
estrategias de intervencin.
democratizacin de los medios de comunicacin. De esa manera, nadie niega hoy que sin una
adecuada comunicacin no es posible la democracia y el desarrollo. Este es ya un consenso
colectivo y muchas instituciones de la sociedad civil se han comprometido en esta lnea.
Se vienen realizando experiencias diversas y creativas en ese sentido, con xito pblico, como las
de periodismo ciudadano (Colombia y Per), los observatorios de medios (Guatemala, Brasil,
Bolivia, Per, Colombia, Argentina, Chile, El Salvador, Venezuela) y las veeduras ciudadanas
(Per), que han logrado, en todos los casos, establecer relaciones entre ciudadana, gobernantes,
periodistas y medios, democratizando la comunicacin y dejando bases legales para una relacin
comunicativa transparente e interesada en aportar al desarrollo. En ese sentido funcion la
gestacin de leyes sobre acceso a la informacin en Mxico y Per, por ejemplo.
Hay temas que se lograron colocar ya en deliberacin pblica, estableciendo una relacin
influyente sobre los gobiernos nacionales y locales, quienes se vieron obligados a atender
problemas sociales urgentes. Cuando se genera debate pblico es evidente que el tema que se
trata adquiere protagonismo y favorece la toma de decisiones a favor del desarrollo; y as se forma
una opinin ms sustentada. Esto se pudo implementar en Per en cuanto a temticas de salud y la
relacin de gobernantes y gobernados, y en Colombia sobre procesos electorales, entre otros.
La comunicacin aporta a los procesos de descentralizacin que son altamente significativos para
la toma de decisiones sobre desarrollos especficos. Permite la vigilancia ciudadana ms regional y
local, y posibilita vigilancia local de medios. El tema se ha incorporado en instituciones
gubernamentales de descentralizacin.
La legislacin que promueve o exige participacin ciudadana en la accin de gobernar, ayuda al
logro de objetivos del desarrollo y genera mejores relaciones entre gobernantes y gobernados. Las
leyes de Radio y Televisin en varios pases, unos con xito (Per), otros en camino (Mxico),
marcan una estrategia de trabajo al respecto.
Desafos
Lograr en todos nuestros pases la liberalizacin de la informacin por parte del Estado y del mundo
econmico, involucrando a toda la sociedad para que pueda estar informada y vigilar a partir de ella
los sistemas de gobierno.
Producir polticas pblicas de comunicacin para el desarrollo, exigiendo que partidos y
gobernantes las sepan producir y colocar.
La legislacin que promueve o exige participacin ciudadana ayuda al cambio poltico en la cultura
y en la toma de decisiones ciudadanas a favor del logro de objetivos del desarrollo. Sin embargo,
hay que conseguir colocarla en pblico.
Disear mejores estrategias para que la propuesta comunicativa de los candidatos sea un indicador
clave de eleccin poltica.
Proponer mejores usos de los medios del Estado en su finalidad y gestin pblica, hacindose
cargo de construir ciudadana y de redefinir a la democracia comprometida con el desarrollo.
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
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Recomendaciones
Establecer como criterio comunicativo central el ejercicio permanente del pluralismo y el debate
que permita construir consensos, y definir bien los disensos y en qu se fundamentan. No se trata
de gestar antagonismos, sino pluralidad desde el disenso.
Debe promoverse y legislarse la vigilancia ciudadana de los medios y de los gobiernos, sustentada
en un amplio debate pblico.
El colocar los temas del desarrollo en la agenda pblica debe convertirse en una meta de la relacin
establecida entre comunicacin y desarrollo, madurando polticas de apoyo financiero al respecto.
Es importante pensar y orientar la relacin comunicativa con el desarrollo democrtico entre
gobernantes y gobernados, mediante la participacin amplia y creativa, y la movilizacin social.
Definir de manera concreta los rasgos comunicativos de una autoridad realmente democrtica.
Como tambin las definiciones bsicas del funcionamiento de medios pblicos democrticos.
las personas en el desarrollo, potenciando cambios que las tomen en cuenta. Este es el caso de
uso de radionovelas (Centro Amrica) y de historietas (Per), llegando a grandes pblicos.
Se asume la comunicacin desde una multiplicidad de estrategias, medios y presiones sociales
que amplan su capacidad de incidencia a favor de la equidad y el dilogo. En ese sentido se han
desarrollado capacidades para disear, evaluar y considerar logros, y conducir procesos. Las
estrategias de componentes diversos han tenido ms xito.
Las alianzas en materia de comunicacin han superado las fronteras territoriales. De all el valor de
haber formado redes continentales de comunicacin e informacin. De esa manera, el compartir
experiencias y evaluaciones est mejorando la capacidad y calidad de la intervencin
comunicativa.
Los medios comunitarios y los educativos han conseguido cercana y alianza con movimientos
sociales y de ellos con otras instituciones, aumentando su incidencia. Son escuchados, y los
temas generan encuentros comunicativos familiares y locales, con presin social, especialmente
en los mbitos rurales.
La participacin ciudadana es un valor clave para obtener buenos resultados en cambios sociales.
La sostenibilidad es mantenida por la propia poblacin interesada en el desarrollo desde las
estrategias comunicativas.
Desafos
Las propuestas de desarrollo, especialmente las rurales, no tienen visibilidad pblica. Debemos
crear condiciones para que todos los actores conozcamos y debatamos estas propuestas y
forjemos una agenda del desarrollo. En lo poltico se ve la necesidad de construir otro modelo de
desarrollo-pas, desde actores que dialogan y construyen acuerdos. Para ello debemos gestar la
apropiacin de esta necesidad.
La excesiva especializacin temtica ha llevado a la parcelacin de la intervencin, siendo la
comunicacin un apndice secundario. Por ello habra que transversalizar la comunicacin,
recobrando su funcin comunicadora y vinculante.
La interrelacin continental es un desafo importante a llevar a cabo. Debemos mantener espacios
abiertos y motivadores para intercambiar y evaluar prcticas y experiencias en diferentes pases.
Asimismo, habra que mantener el dilogo con organismos de cooperacin.
Fortalecer an ms la participacin de los actores y sus capacidades comunicativas, generando
dilogo e inclusin social. As los sujetos se empoderan gestando comunidades capaces de
conducir procesos de transformacin.
Si bien se ha avanzado en comprender la asociacin entre comunicacin-cultura-desarrollo, hace
falta afinarla y programarla como capital social y cultural del desarrollo.
Lograr que la comunicacin integre los programas de sujetos e instituciones que estn siendo
parte importante en la construccin de agendas de desarrollo.
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Recomendaciones
Las visiones de comunicacin para el desarrollo sostenible deben responder a proyectos de
mediano plazo y con visin de futuro. Es necesario negociar con la cooperacin un largo plazo en el
contexto de los desarrollos regionales o locales. Lograr un dilogo permanente entre el norte y sur
respecto a una plataforma comunicativa necesaria a nivel global incorporando a lo local.
Desarrollar una agenda propia de comunicacin y desarrollo desde la propia gente, como espacio
de definicin propia, siendo sta un foco de dilogo con la sociedad civil, las agencias de
cooperacin y el Estado.
La agenda de desarrollo sostenible debe plantear el desafo de un dilogo intercultural, que
responda a la diversidad existente en Amrica Latina. Es por ello que se habla de desarrollos de
varios enfoques. Propuesta que debe concretarse en logros y resultados.
Lograr la participacin de diversos actores en la definicin de polticas pblicas de comunicacin
para el desarrollo, buscando que se implementen. Y lograr que esa produccin de polticas pblicas
sean tiles para la incidencia y la sostenibilidad de la comunicacin ligada estratgicamente al
desarrollo sostenible.
Lograr la apropiacin de la comunicacin en el mundo rural y en los sectores que han sido
excluidos. Es importante participar en medios y tener algunos de su propiedad. Es tambin
importante que el mundo rural sea conocido en los niveles nacionales mediante medios masivos y
redes de comunicadores.
Lograr que la comunicacin favorezca el dilogo y la negociacin, de tal forma que no todo se
reduzca a una dimensin econmica.
lo referido al ejercicio del periodismo pblico. Tenemos el caso de ANDI en Brasil, de la Fundacin
Nuevo Periodismo en Colombia, y de periodismo ciudadano en Medelln y Per.
Se avanz, en ciertos pases, en contar con marcos legales a favor de la transparencia informativa, la
exigencia de calidad informativa y la produccin y cumplimiento de cdigos de tica. Se ha
generado ms claridad sobre las funciones y responsabilidades de los medios, tanto pblicos
como privados, y se estn produciendo cdigos de ticas en medios, por gremios (Consejo de la
Prensa y Veedura Ciudadana, ambas en Per). As, regulacin y autorregulacin participativa
posibilitan mejores definiciones y exigencias a los medios masivos.
Las innovaciones de edu-entretenimiento en medios masivos suelen interpelar a personas y familias
con respecto a actitudes y compromisos con el cambio social (Citurna Producciones sobre TV
infantil, en Colombia). Se ven avances en el campo de las radionovelas educativas para el desarrollo
antes mencionadas. No slo se interviene en el nivel informativo sino tambin en el formativo.
Desafos
Propiciar el estudio y la reflexin pblica sobre los viejos y los nuevos modelos de desarrollo
pertinentes, debido al vaco que tenemos hoy al respecto. Igualmente, identificar los que se vienen
aplicando, evaluando su efectividad. Hace falta un marco conceptual y operante al respecto.
Amrica Latina, al haber experimentado un modelo de desarrollo que no consult ni tuvo en cuenta
a las poblaciones involucradas, est hoy sin una direccin clara. Por ello su discusin pblica es
importante, y debe conseguirse con el apoyo de medios.
Aumentar la capacidad de los medios alternativos, desde evaluaciones y recomendaciones que
respondan al incremento del cambio social. Se trata de producir proyectos comunicativos con
sostenibilidad que orienten sus prcticas.
An hay poco debate y conocimiento sobre recepcin de medios, en la medida que los ratings
responden a metodologas simplistas de sintona y no de impacto ni de credibilidad. Se requieren
nuevas metodologas que midan resultados cualitativos y cuantitativos de manera balanceada.
Crear espacios de debate sobre la importancia de los medios masivos y evaluar sus posibilidades
de cambio, a la luz de las experiencias que se vienen realizando en Amrica Latina.
Recomendaciones
Diferenciar clara y tajantemente la comunicacin del desarrollo con participacin e incidencia, de la
propaganda o publicidad institucional, especialmente a nivel poltico. La primera sirve para pensar y
cambiar en dilogo permanente, y la segunda para persuadir y encantar.
Toda propuesta comunicativa debe trabajar reconociendo que sta constituye un derecho de todos.
Ella se basa en el dilogo que muestre diversidad. Debe garantizar pluralidad y colocar temas de
inters pblico.
Requerimos proponer polticas pblicas de comunicacin para el desarrollo en forma conjunta con
Seminario Latinoamericano, Sin Comunicacin No hay Desarrollo
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los gobiernos o tratando de influir en ellos, enfocndonos en los actores sociales como co-gestores
del desarrollo desde la participacin ciudadana.
La comunicacin debe pensarse como un proceso social promotor del dilogo y de la gestin de
vnculos entre los miembros de una sociedad.
Realizar investigaciones sobre el quehacer comunicativo, analizando el impacto y los modelos de
comunicacin que requerimos para el cambio social segn las demandas que se vayan
presentando.
Mantener y ampliar la vigilancia ciudadana de los medios y de los procesos de comunicacin y
desarrollo.
Hace falta formar observatorios internacionales de medios y procesos de comunicacin para el
desarrollo que impacten a nivel del continente, buscando las articulaciones necesarias.
Crear un mecanismo de seguimiento e intercambio continuo en la regin sobre comunicacin
participativa para el desarrollo, posterior al Congreso de Roma.
Esta memoria ha sido elaborada por Rosa Mara Alfaro, coordinadora acadmica del Seminario
Latinoamericano Sin Comunicacin No hay Desarrollo.
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