Arbitraje en Contratacion Publica
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Adems, la tutela judicial es reconocida, sin embargo, ella no es efectiva, pues es tarda.
A diferencia de esa tendencia, el esquema administrativo actual privilegia el recurso a medios alternativos de origen privado y, en nuestro caso, la normativa actual ha optado, en general, por conciliacin y
arbitraje, aunque el Reglamento aprobado por el Decreto Supremo n.
039-98-PCM, ofreca un abanico ms amplio de alternativas. En todo
caso, el sustento para este cambio de tendencias es la bsqueda de una
gestin clere, especializada y adecuada de los conflictos y, claro, est,
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la democratizacin de las relaciones Estado-ciudadanos.
1. LA IMPORTANCIA DE LA CONTRATACIN PBLICA
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La contratacin pblica es un territorio soberano y de gran importancia econmica, social y poltica, debiendo tomar en cuenta que, en
la mayora de pases si no en todos, el Estado es el principal agente econmico. As, el promedio mundial al que asciende la contratacin pblica es de 16% del PBI, mientras que en pases en vas de
desarrollo, como es el caso peruano, solamente alcanza entre 7 a 9%
del PBI.
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2. EL ARBITRAJE EN EL PER
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Rara irona que una norma de carcter liberal haya sido aprobada mediante un
instrumento legal utilizado ms bien por regmenes de facto.
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Trayter ha sealado que es importante hacer la diferencia entre el arbitraje administrativo y la actividad administrativa arbitral, que es aqulla que realiza la
Administracin Pblica cuando decide controversias o conflictos entre los administrados sobre derechos privados o administrativos. La diferencia entre esta tcnica y el arbitraje de Derecho administrativo es que en la primera la Administracin es la que resuelve la controversia surgida entre dos particulares, mientras
que en la segunda la Administracin es una de las partes en conflicto y el rbitro
es un tercero. Op. cit., p. 84. Debe destacarse que la denominada actividad administrativa arbitral es la que se utiliza, por ejemplo, en los casos de conflictos
relacionados con temas de consumo, en los que el Estado espaol pone a disposicin de los consumidores y de las empresas correspondientes Tribunales Arbitrales cuyos costos sufraga el propio Estado que tienen como tarea la de resolver las controversias que enfrenten a estas partes. La propuesta de los Tribunales
Arbitrales Permanentes no sera necesariamente una copia de esta actividad, pues
los costos deberan ser asumidos por las propias partes, aunque, claro est, los
costos deberan ser accesibles y siempre relacionados con las cuantas en discusin.
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ma que impone el arbitraje de manera absoluta, sino que nos encontramos ante un cuerpo normativo que ha establecido como obligatorio
el que las entidades estatales incorporen en sus contratos clusulas
arbitrales e incluso en ausencia de estas clusulas dispone que se entender incorporado el convenio tipo del Reglamento; pero no es posible sostener que se est imponiendo el arbitraje a los privados, pues
stos tienen toda la libertad del mundo para decidir si participan o no
en un proceso de seleccin con la expectativa de contratar con el Estado, conociendo de antemano (en la Ley y en el Reglamento), normas
de aplicacin erga omnes, las reglas (el artculo 41 de la Ley n. 26850
establece una suerte de clusulas generales de contratacin con el Estado) establecidas para la contratacin pblica.
Es ms, de acuerdo con lo establecido en el artculo 275 del Reglamento actualmente vigente, las partes pueden pactar con libertad su
convenio arbitral, siempre que se respete lo establecido por la normativa aplicable.
3. MATERIA ARBITRABLE
Este tema tiene que ver con qu materias pueden ser objeto de arbitraje. En la doctrina se ha sealado que la materia arbitrable slo puede
estar integrada por asuntos o cuestiones susceptibles de transaccin
que surjan entre personas capaces de transigir. El mbito de lo transable abarca los objetos bienes, derechos y acciones sobre los cuales
existe capacidad de disposicin y de renuncia. Sin embargo, esta definicin tiene muchas limitaciones, cuando se trata de arbitrajes en los
que el Estado es parte.
La LGA en su artculo 1 ha establecido que pueden someterse a
arbitraje las controversias determinadas o determinables sobre las
cuales las partes tienen facultad de libre disposicin, as como aquellas relativas a materia ambiental. Del mismo modo, ha sealado las
materias que no pueden someterse a arbitraje, entre las que destaco,
para el presente trabajo, las controversias que interesan al orden pblico y las directamente concernientes a las atribuciones o funciones
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Es innegable que el enriquecimiento sin causa, cuyo contenido es eminentemente patrimonial y, si nos atenemos al Derecho Privado, de libre disposicin
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importante recordar que la LGA seala, en su artculo 9, que el convenio arbitral es el acuerdo por el que las partes deciden someter a arbitraje las controversias que hayan surgido o puedan surgir entre ellas
respecto de una determinada relacin jurdica contractual o no contractual.
Concordando esa norma con el artculo 275 del RLCAE, tenemos
que las partes pueden establecer estipulaciones adicionales o modificatorias del convenio arbitral, en la medida que no contravengan las
disposiciones de la normativa de contrataciones y adquisiciones. Entonces, un tema por definir es si la incorporacin de controversias no
contractuales en el Convenio Arbitral vulnera o no la normativa de
contratacin pblica, toda vez que esa norma no lo prohbe de manera
expresa.
Para explorar la respuesta a estas interrogantes, es necesario, previamente, analizar lo que se ha establecido como materias no arbitrables. De ese modo, empiezo sealando que el artculo 41-b, 2 prrafo
de la LCAE prescribe que no son susceptibles de someterse a arbitraje
las controversias surgidas en la ejecucin de adicionales de obra, metrados no previstos contractualmente y mayores prestaciones de supervisin, respecto de las cuales la Contralora General, ejerce el control previo y sern resueltas por sta de acuerdo a los procedimientos
establecidos por el indicado Organismo Supervisor de Control para el
efecto. Al mismo tiempo, hay que tomar en cuenta lo dispuesto en el
artculo 23 de Ley Orgnica del Sistema Nacional de Control y de la
Contralora General de la Repblica (en adelante, LOSNC), concordado con el numeral 4 del artculo 1 LGA, norma que establece que no se
aplica el arbitraje a las decisiones que emita la CGR, en el ejercicio de
las atribuciones de autorizacin previa a la ejecucin y pago de presupuestos adicionales de obra y a la aprobacin de mayores gastos de
supervisin, por cuanto estas seran decisiones emitidas en ejercicio de
atribuciones de imperio del Estado.
Por ltimo, los artculos 22-k y 23 de la LOSNC establecen que
tampoco es aplicable el arbitraje a las controversias que versan sobre
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por las partes, es una materia perfectamente arbitrable. sta resulta ser, en la
prctica, una verdad de Perogrullo. Pero en el mbito de la contratacin pblica
tenemos que, por el contrario, las normas han establecido criterios bastante claros para determinar qu puede y qu no puede arbitrarse.
Ver FERNNDEZ MASIA, Enrique. Es compatible la confidencialidad con el arbitraje en inversiones extranjeras? Hacia una mayor transparencia y participacin de
terceros en los procedimientos arbitrales inversor-estado, en http://
dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2253657.
Ver TRAZEGNIES GRANDA, Fernando de. El rasgado del velo societario dentro del
arbitraje. En Ius et Veritas, n. 29.
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6. LAUDO ARBITRAL
En materia de contratacin pblica, el laudo es definitivo e inapelable.