Comentario Léxico-Semántico
Comentario Léxico-Semántico
Comentario Léxico-Semántico
DEPARTAMENTO DE LINGSTICA
SEMNTICA
Prof. Hugo Lancheros
Muy estrechamente ligado al registro oral se encuentra el uso en la novela del lenguaje de los muchachos de las
comunas, el parlache, como herramienta narrativa. El narrador, que proviene de una clase social acomodada y
tradicional, se involucra en el mundo de los sicarios, aprende sus formas de expresin y se convierte en traductor y
transmisor de una realidad que al principio le resulta extraa; al final de la novela, en cambio, Fernando se dirige al
lector a travs de ese sociolecto, imbuido de l: Bueno, parcero, aqu nos separamos, hasta aqu me acompaa
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1. Aspectos semnticos
1.1. Significado lingstico
Para comenzar queremos reflexionar sobre el significado lingstico. En el texto identificamos
diversos significados, los cuales no obstante ya se han actualizado: mediante estos se significa, se
denota y se da sentido (Coseriu, 1981b); aqu nos interesa solamente lo que se significa.
usted (p. 121) (Torres, 2010: 334).
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Aqu ubicamos fenmenos o rasgos de las unidades lxicas que no son estrictamente semnticos.
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Tngase en cuenta que el texto objeto de anlisis no debe tomarse como pretexto para discutir, por ejemplo, la
concepcin de un fenmeno lingstico como la sinonimia. Aqu explicamos en trminos generales la concepcin de
los distintos aspectos lxico-semnticos para su anlisis pero no profundizamos al respecto. De todas formas, aunque
un comentario lingstico no debe ser exhaustivo tampoco debe ser superficial: entre quedarnos un poco cortos o un
poco largos, ya dice el refrn que ms vale que sobre que no que falte (Marcos Marn, 1983: 41).
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Consideramos que el significado es un hecho lingstico, que corresponde al contenido fijo dado
por la lengua, mientras que la significacin es una manifestacin, una actualizacin de las
virtualidades del idioma (Gutirrez Ordez, 1992: 68). El significado es el que se codifica y
decodifica en sentido estricto; mediante la significacin el emisor le ofrece significados al
destinatario para que este los decodifique (sobre la comunicacin verbal vase Escandell, 2005).
En el texto identificamos nueve enunciados, es decir, diez unidades de comunicacin con
funcin propia (Gutirrez Ordez, 1992: 83), que se perciben mediante las lneas de entonacin
que los delimitan reflejadas en la ortografa. Estos enunciados concuerdan con oraciones, si
entendemos por oracin una unidad de la lengua constituida por dos componentes solidarios: a)
componente sintctico: una palabra o un sintagma, y b) un componente suprasintctico: una
figura tonal (Kovacci, 2000: 332).
Como hispanohablantes identificamos los significados de las distintas unidades lxicas
(palabras y locuciones) que aparecen en estas oraciones, no slo los significados lxicos, sino
tambin los gramaticales; por ejemplo, el verbo perseguir seguir a quien va huyendo, con nimo
de alcanzarle y la preposicin sin denota carencia o falta de algo4. No obstante, en el texto los
significados ya estn actualizados. La segunda oracin Uno de los tiros lo alcanz significa
uno de los disparos de un arma de fuego lo lleg a herir, en donde uno de los disparos se remite
anafricamente al verbo disparar de la primera oracin y el pronombre personal lo al muchacho.
De todas maneras, no siempre es fcil diferenciar la significacin de la referencia que se hace
mediante ella a cosas, situaciones, sentimientos, etc.
1.2. Sinonimia
Por sinonimia entendemos la identidad de significado entre dos o ms signos lingsticos
(Gutirrez Ordez, 1992: 118). En torno a la relacin entre tiro y balazo en el texto, se podra
pensar que es sinonmica. No obstante, si analizamos su significado detenidamente, descubrimos
que no se trata de un fenmeno de este tipo, pues tiro significa disparo de un arma de fuego y
balazo, golpe de bala disparada con arma de fuego. Al parecer nos hallamos ante un caso de
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Todas las definiciones se extraen de la versin electrnica del Diccionario de la lengua espaola de la Real
Academia Espaola (DRAE) a menos que se indique lo contrario.
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cohiponimia, ya que ambas palabras comparten rasgos semnticos relacionados con arma y
disparo (vase el numeral 1.4). En general, no hallamos casos de unidades lxicas sinnimas en
sentido estricto.
En Semntica se distingue normalmente entre homonimia y polisemia. Las palabras homnimas tienen una
etimologa distinta y presentan la misma forma gracias a un proceso de confluencia fnica, mientras que las
polismicas s tienen una etimologa comn, es decir, que por un proceso de diversificacin semntica se crearon dos
palabras bajo la misma forma. Si bien esta distincin es til desde un punto de vista diacrnico, sincrnicamente no
es pertinente (Gutirrez Ordez, 1992: 126). Consideramos que el trmino homonimia es de uso ms general, por lo
tanto lo emplearemos para referirnos a la igualdad de forma, pero no de significado de dos o ms signos lingsticos.
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Esta acepcin no aparece registrada en el DRAE. En el Diccionario de parlache se define como: Esconderse,
debido a un riesgo inminente o una amenaza (Castaeda y Henao, 2006: 163).
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edad adulta y muchacho persona que se halla en la mocedad a un mismo campo lxico, el de
las personas segn las etapas de la vida.
Un caso particular dentro de la cohiponimia es el de la antonimia. Se trata de una oposicin
binaria en la que un miembro de un campo lxico es la negacin de otro miembro del mismo
campo. Un antnimo es entonces la negacin del significado de su trmino positivo (ibd.:
131), por ejemplo, hablar es el antnimo de callar, dado que callar significa no hablar. En el
texto no encontramos ningn caso de antonimia. Podra pensarse que existe antonimia entre
agarrar y soltar; sin embargo, la oposicin no yace en el significado, sino en asociaciones
extralingsticas. Agarrar (coger, tomar) no significa no soltar y soltar (desasir lo que estaba
sujeto) no significa no agarrar. De tomas maneras, se pueden considerar cohipnimos por su
relacin semntica con asir (no siempre es fcil encontrar una palabra o expresin como
archilexema de un campo lxico).
1.5. Anomalas semnticas
Cuando se incumplen las restricciones de combinacin de significados de los signos, se
producen las anomalas semnticas. Segn Gutirrez Ordez (id.: 90-91): Los clasemas tejen
concordancias de contenido que forman una isotopa o nivel de coherencia semntica. Cuando
esta se viola se genera lo que se ha denominado anomala semntica: *un reloj anciano, *el
cabello de tus piernas, *la gallina grue, *el reloj me sonre, *las montaas caminan, etc. En
La ley de Colombia es la impunidad nos hallamos ante un caso de este tipo, dado que ley
precepto dictado por la autoridad competente, en que se manda o prohbe algo en consonancia
con la justicia y para el bien de los gobernados no puede ser impunidad falta de castigo que
carece de rasgos semnticos como [+ justo] o [+ para el bien]. En un anlisis discursivo se podra
explicar la razn de ser de este fenmeno en la novela.
2. Aspectos lxicos
2.1. Connotaciones regionales, sociales y estilsticas
intuicin de hispanohablantes y lingistas (qu nos suena novedoso, no tradicional?) y por los
diccionarios para su identificacin: si aparecen en el Diccionario de parlache es porque su origen
es relativamente reciente; si no aparecen en el DRAE o en diccionarios de colombianismos,
probablemente tampoco son tradicionales.
En el texto no encontramos ningn arcasmo, pero parrandearse hacer con una cosa lo que a
uno se le antoje parece ser un neologismo. Este significado no se registra en el DRAE, en los
diccionarios de colombianismos de Haensch y Werner (dir.) (1993) y de la Academia Colombiana
de la Lengua (2007), en el Glosario lexicogrfico del Atlas Lingstico-Etnogrfico de Colombia
(Montes et al. 1986) ni en el Diccionario de parlache (Castaeda y Henao, 2006). En el
diccionario de colombianismos de Haensch y Werner aparece parrandearse simplemente como
malograr, echar a perder algo y en el Glosario lexicogrfico del Atlas Lingstico-Etnogrfico
de Colombia con un significado ms cercado al utilizado en el texto: despilfarrar. Como la
palabra parrandear ir de parranda (es decir, bailar, festejar) ya exista, estamos ante lo que se
suele denominar neologa semntica, es decir, el surgimiento de un nuevo significado en una
expresin preexistente en el idioma (cf. lvarez Martnez, 2000: 541). Un neologismo mucho
ms obvio es carrero gran concurrencia o afluencia de carros en un lugar, palabra inusual que
no aparece ni en el DRAE ni en los diccionarios de colombianismos consultados. Esta palabra
corresponde a una neologa de forma (cf. ibd.): neologismo morfolgico formado por derivacin
mediante el sufijo -o7. De todas formas, no todas las palabras que no se registran en los
diccionarios son neologismos, algunas tradicionales y usuales en la lengua se dejan de lado por
tratarse de derivaciones. Creemos que ese es el caso del adjetivo hijueputiado que proviene del
verbo hijueputear tratar de hijueputa8 y este a su vez de la palabra compuesta hijueputa mala
persona (cf. 2.3. y 2.5. para ms informacin sobre esta palabra).
2.3. Eufemismos y disfemismos
El tab lingstico hace que surja el eufemismo. El tab lingstico es una modalidad del tab
en general, por lo que el trmino que designa un objeto, persona, animal o acto tab se convierte
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Dado que a la palabra carro se le agrega el sufijo -o, se podra pensar que -er- es un interfijo (cf. Almela, 1999:
cap. 5). Sobre procedimientos neolgicos en espaol actual, consltese Casado Velarde (2013).
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El verbo hijueputear no aparece registrado en ninguno de los diccionarios consultados.
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a su vez en tab y, consecuentemente, debe ser evitado para no incurrir en castigo (Montero
Cartelle, 2000: 548). Para evitar las palabras o frases tabes se recurre a los eufemismos, es decir,
a unidades lxicas que matizan la carga negativa o interdicta de los tabes lingsticos:
Manifestacin suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresin sera dura o malsonante
(Real Academia Espaola). En oposicin al eufemismo existe el disfemismo, esto es, el modo de
decir que consiste en nombrar una realidad con una expresin peyorativa o con intencin de
rebajarla de categora (ibd.).
Los tabes lingsticos y, por consiguiente, sus respectivos eufemismos se pueden clasificar en
tres grupos, segn la motivacin psicolgica que hay tras ellos (Ullmann, 1962: 231): a) del
miedo: nombres de seres sobrenaturales como el nombre de Dios, del demonio y de ciertos
animales peligrosos o daosos; b) de la delicadeza: nombres de lo desagradable, de lo molesto,
y de los defectos fsicos o psquicos; c) de la decencia: todas aquellas palabras referentes al
sexo y a los rganos genitales (Espejo, 2005: 154-155). En el texto se hace referencia a la
expresin presunto asesino, tpica de la prensa, mediante la cual se seala que la persona en
cuestin est simplemente acusada de un asesinato. Se trata entonces de un eufemismo que
responde a un tab de delicadeza. Asimismo, identificamos un disfemismo: hijueputiado, que
significa tratado de hijueputa. Ntese que hijo de puta mala persona (usado como insulto)
tiene la marca de uso vulgar en el DRAE. Montes (1967), por su parte, clasifica este insulto como
motivado (cf. 2.5.), bajo la categora nacimiento de uniones irregulares, el cual refleja un
origen sexista.
2.4. Unidades fraseolgicas: colocaciones y locuciones
En el plano lxico no se hallan nicamente palabras sino tambin unidades fraseolgicas.
stas son
unidades lxicas formadas por ms de dos palabras en su lmite inferior, cuyo lmite superior se sita en el nivel
de la oracin compuesta. Dichas unidades se caracterizan por su alta frecuencia de uso, y de coaparcin de sus
elementos integrantes; por su institucionalizacin, entendida en trminos de fijacin y especializacin semntica;
por su idiomaticidad y variacin potenciales; as como por el grado en el cual se dan todos estos aspectos en los
distintos tipos (Corpas Pastor, 1996: 20).
Aqu analizaremos solamente las unidades fraseolgicas que hacen parte de la lengua, es decir,
las colocaciones y las locuciones9. No contemplamos las paremias (enunciados de valor
especfico, citas y refranes) ya que corresponden a partes de textos o textos como tal que se
emplean en otro texto (se trata de un fenmeno discursivo denominado intertextualidad). En
primer lugar, abordamos las colocaciones: sintagmas completamente libres, generados a partir
de reglas, pero que, al mismo tiempo, presentan cierto grado de restriccin combinatoria
determinada por el uso (cierta fijacin interna). Su nivel de fijacin no es tan fuerte como para
que funcionen como palabras; as que no hacen parte del sistema (no hacen parte de los
paradigmas como los campos lxicos), pero s de la norma de la lengua. En el texto aparecen
algunos pocos casos de colocaciones, por ejemplo, la expresin atraco frustrado, cuyos
miembros suelen aparecer juntos, mas no presentan fijacin total. De hecho, el ejemplo de
frustrar dejar sin efecto un propsito contra la intencin de quien procura realizarlo que aparece
en el DRAE es frustrar un delito. Otras colocaciones en el texto son: presunto asesino (ms
comn que supuesto asesino) y hacer un cursillo (no es normal decir realizar un curso).
En segundo lugar, tambin se emplean algunas locuciones en el texto. Estas unidades
fraseolgicas, a diferencia de las colocaciones, son equivalentes a las palabras compuestas por su
fijacin, pero ortogrficamente no estn unidas 10. Hallamos una locucin sustantiva: derechos
humanos especialmente en el mbito internacional, derechos fundamentales; una adverbial: a
estas horas en este momento11; y una verbal: rsele encima a alguien atacar a alguien12.
2.5. Motivacin lxica
Consideramos que las frmulas rutinarias, que Corpas (1996) ubica en el nivel del habla, s hacen parte de la
lengua. Se trata de interjecciones que segn su fijacin han de ubicarse o bien en las colocaciones o bien en las
locuciones.
10
De hecho, en obras sobre formacin de palabras las locuciones aparecen como palabras compuestas (cf. Almela,
1999: cap. 4).
11
Este significado no aparece registrado en el DRAE.
12
Este significado tampoco est registrado en el DRAE. Aunque Corpas Pastor (1996: 109-110) denomina las
locuciones de este tipo clausales, nosotros las consideramos verbales puesto que funcionan como una palabra y
deben corresponder a una categora gramatical especfica.
10
De acuerdo con Montes Giraldo (1983: 13): Una de las clasificaciones posibles de un lxico
(y por supuesto hay muchas otras clasificaciones posibles) desde el punto de vista sincrnico, es
la que lo divide en lxico inmotivado y lxico motivado. El autor prosigue con su definicin:
Una palabra es motivada cuando es explicable por el hablante comn, sin estudios especiales, en su estructura
semntica y semntico-gramatical. Por ejemplo, cuando se dice de alguien que es animal estpido, cualquier
hablante puede explicar por qu aplica tal trmino, y lo mismo cuando se aplica a alguien el trmino hornero el
que maneja el horno en un establecimiento de elaboracin de panela. La denominacin es inmotivada cuando el
usuario corriente de la lengua no puede decir nada sobre la estructura (semntica o gramatical) de ella; por
ejemplo, madre, hermano, caballo, yegua, etc. (ibd.: 14).
Ullmann (1962: cap. 4) organiza la motivacin lxica en tres grupos: fontica (onomatopeyas),
morfolgica (formacin de palabras) y semntica (metforas y metonimias); sin embargo, como
seala este mismo autor (ibd.: 105): En muchos casos, una palabra es motivada tanto
morfolgica como semnticamente. Con respecto a la motivacin de palabras y locuciones
presentes en el texto, no hayamos ningn caso de onomatopeya; de todas formas, la motivacin
semntica (no necesariamente metafrica o metonmica, cf. Montes, 1983) y sobre todo la
morfolgica son muy notorias. As, hallamos casos de formacin de palabras mediante prefijos o
sufijos que presentan motivacin tanto morfolgica como semntica: la motivacin en rematar
poner fin a la vida de la persona o del animal que est en trance de muerte se da gracias al
prefijo re- y en perseguir mediante per-, ambos como marcas de intensidad. En cursillo curso
breve sobre cualquier materia el diminutivo -illo indica en este caso brevedad. La palabra
carrero gran concurrencia o afluencia de carros en un lugar presenta el sufijo -o que le otorga
a la palabra los significados de abundancia y colectividad. Por ltimo, en respetuosa se evidencia
el sufijo -oso que significa una condicin (aqu condicin de respeto).
Hay participios que por conversin se han vuelto adjetivos: enfurecido, burlado, hijueputeado,
hablada, escrita. Llama la atencin el verbo enfurecer, que da la motivacin a uno de estos
adjetivos, pues a su vez es motivado por parasntesis o circunfijacin: en-fur-ecer13. El verbo
agarrar presenta el mismo fenmeno: a-garr-ar. En hijueputa se asoci una conducta sexual
reprochable socialmente de la madre de las personas con la personalidad negativa: mala
13
persona. La gente del comn puede notar esta motivacin fcilmente en hijueptiado tratado de
hijueputa. En rsele encima a alguien acometer, embestir a alguien con nimo de causarle dao
es notoria la generalizacin que se realiz a partir de una de las maneras ms comunes de atacar a
la gente: lanzndosele encima. En otras ocasiones el nuevo significado de una palabra se
identifica fcilmente como metafrico: perderse errar el camino o rumbo que llevaba >
desaparecerse; agarrar coger, tomar > atrapar; parrandear ir de parranda > parrandearse
hacer con una cosa lo que a uno se le antoje.
Por ltimo, en algunos casos los extranjerismos pueden considerarse unidades lxicas
motivadas cuando los hablantes los identifican fcilmente como tales. Por extranjerismos
entendemos los rasgos lingsticos en una lengua que proceden de otra, esto es, rasgos que un
idioma toma prestados de otro. Aunque se trata de un fenmeno etimolgico, en un tiempo
especfico algunos siguen vindose como extranjerismos y otros estn asimilados por completo
(Coln Domnech, 2000: 514). En este sentido, abordamos nicamente los extranjerismos lxicos
que se identifican como tales en el espaol actual, es decir, las unidades lxicas que para la gente
del comn no son arbitrarias y cuya procedencia de otra lengua se percibe fcilmente. En este
sentido, hallamos nicamente el anglicismo jeep (procedente del nombre de una marca de carros),
equivalente al colombianismo campero: vehculo automvil de gran resistencia y enorme fuerza
motriz, que se adapta fcilmente a las desigualdades del terreno (Haensch y Werner, 1993: 72).
3. Conclusin
No es fcil distinguir los significados que se emplean en un texto de la denotacin que se
realiza mediante ellos. Como destinatarios combinamos decodificacin y asignacin de referentes
para identificar los contenidos explcitos en un texto. Para aclarar la significacin realizada
podemos, por ejemplo, parafrasear el texto empleando los significados de las unidades lxicas
utilizadas. Con respecto a otros aspectos semnticos especficos, en el texto son notorios los
casos de homonimia que no siempre origina ambigedad lingstica puesto que las relaciones
sintagmticas guan la decodificacin hacia un significado particular. En cuanto a la sinonimia,
no encontramos ningn ejemplo en el texto.
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