El documento presenta una entrevista al escultor alemán Arno Breker, quien fue perseguido por su apoyo al régimen nazi. Breker describe su encuentro con Hitler durante una visita a París en 1942, donde observó la admiración de Hitler por la arquitectura y urbanismo franceses. Hitler le dijo a Breker que quería emular la belleza de París en Berlín. Breker también menciona que, a pesar de la guerra, Hitler no deseaba dañar el alma del pueblo francés y visitó París de incógnito con
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El documento presenta una entrevista al escultor alemán Arno Breker, quien fue perseguido por su apoyo al régimen nazi. Breker describe su encuentro con Hitler durante una visita a París en 1942, donde observó la admiración de Hitler por la arquitectura y urbanismo franceses. Hitler le dijo a Breker que quería emular la belleza de París en Berlín. Breker también menciona que, a pesar de la guerra, Hitler no deseaba dañar el alma del pueblo francés y visitó París de incógnito con
El documento presenta una entrevista al escultor alemán Arno Breker, quien fue perseguido por su apoyo al régimen nazi. Breker describe su encuentro con Hitler durante una visita a París en 1942, donde observó la admiración de Hitler por la arquitectura y urbanismo franceses. Hitler le dijo a Breker que quería emular la belleza de París en Berlín. Breker también menciona que, a pesar de la guerra, Hitler no deseaba dañar el alma del pueblo francés y visitó París de incógnito con
El documento presenta una entrevista al escultor alemán Arno Breker, quien fue perseguido por su apoyo al régimen nazi. Breker describe su encuentro con Hitler durante una visita a París en 1942, donde observó la admiración de Hitler por la arquitectura y urbanismo franceses. Hitler le dijo a Breker que quería emular la belleza de París en Berlín. Breker también menciona que, a pesar de la guerra, Hitler no deseaba dañar el alma del pueblo francés y visitó París de incógnito con
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Arno Breker
Entrevista a Arno Breker (1980)
El escultor Arno Breker constituye, hoy por hoy, una de las ms flagrantes muestras de la represin a ultranza que un rgimen autotitulado democrtico puede llegar a ejercer sobre un artista. Su obra, una de las ms gigantescas que hayan sido levantadas en nuestro siglo (tambin una de las ms perseguidas), ha debido sufrir los ms violentos ataques por parte de las fuerzas 'democrticas' de ocupacin en Alemania. Escultor sumamente prolfico, nacido en 1900 cerca de Dusseldorf se traslad hacia 1927 a Paris, donde trab, amistad con destacados estatuarios y artistas del momento, mereciendo destacar las muestras de simpata y admiracin recibidas hacia su persona y hacia su obra (jams disimuladas ni contradichas luego) por parte de Charles Despiau, Arstide Maillol, Jean Cocteau, o los pintores Vlamnck, Derain, etc, Breker se hizo a pulso un nombre en Paris, y su exposicin en l'Orangerie en 1942 no fue sino la culminacin de un largo proceso artstico, a cuyo xito contribuy, no poco, el libro que Despiau le dedicare a l y a su obra. Alemn de nacimiento cuando su patria resurga del caos democrtico y nada en ella un sentido unitario de Pueblo, volvi a su pas: Desde 1934, Breker abandon Pars y Roma para residir en Berln. Aunque difciles los primeros tiempos, pudo luego trabajar ampliamente y desarollar unos proyectos tan asombrosos como pocos europeos podian siquiera imaginar. Autor de esculturas de dimensiones colosales, de relieves gigantescos, de concepciones geniales, entre sus obras de estos momentos cabria destacar el "Prometeo" realizado para el ministerio de Cultura. "La Fuerza" para el Zeppelinfeld de Nuremberg, "El Partido" y "El Ejrcito" para la Nueva Cancillera de Berln, la gran fuente del nuevo eje de Berln y los relieves de
22 metros de altura (ms de 7 pisos) para el monumental Arco del Triunfo,
asi como un sinfn de esculturas de fuerza y belleza sorpredentes en nuestro siglo. Su apoyo a los artistas franceses durante la ocupacin sera decidido: Gracias a l, Derain o Maillol recibieron encargos oficiales de Alemania. Su inters por la amistad y la colaboracin entre Francia y Alemania sera siempre manifiesto. Como en tantos otros casos, la derrota de 1945 supuso para Breker el comienzo de una larga etapa oscura de represin terrible. Su taller fue asaltado - pocos meses despus de acabada la guerra - por tropas norteamericanas, y sus esculturas y enormes instalaciones (que estaban intactas) junto a la ingente cantidad de obras almacenadas o en periodo de construccin, fueron apiladas en grandes montones fuera del taller y totalmente destruidas. Aos y aos de trabajos en el arte, de contribucin activa a la cultura europea, al arte contemporneo, eran as destrozados por unos brbaros llegados - cual las primitivas tribus - del exterior, slo que esta vez los modernos brbaros procedan de pases democrticos y su finalidad era acabar con todo rastro de cultura creado por doce aos de autntico socialismo europeo. Desde entonces han pasado 35 aos... 35 aos durante los que el boicot a Breker ha sido total, durante los que el Estado alemn ha impedido cualquier encargo que se le pudiera hacer, durante los que ha recibido ataques de prensa y TV y durante los que el silencio sobre su obra ha sido interrumpido. Aunque en aparente libertad, Breker es - como aquella otra sombra que an yace en carcelada, y que se llama Rudolf Hess - un vestigio de la represin a ultranza que las fuerzas de la barbarie han desencadenado y mantenido contra la Cultura Europea. Cuando las generaciones venidera descubran y reconozcan en l y en su obra, al gran genio de la escultura contempornea, cuando su ya ingente galera de retratos de personajes ilustres de nuestro siglo sea valorada en su trascendente importancia, el nombre de Breker ocupar el lugar de honor que le corresponde, aunque para entonces el artista habr muerto ya, y su vida no habr sido ms que una muestra clara de la hipocresa de unos regmenes que se auto titulan democrticos pero que no son ms que terriblemente tirnicos. En exclusiva para nuestros lectores, hemos realizado una breve entrevista al escultor perseguido para que nos explique directamente sus impresiones de la visita efectuada a Paris en compaa de Adolf Hitler y Albert Speer, en 1942, nica vez que el Fhrer quiso pisar suelo parisino. El Canciller alemn escogi a Breker como gua y acompaante en aquella breve visita, y ese acompaante, con la sencillez y la sinceridad que le han caracterizado siempre y con el respeto a la verdad histrica que cultiva, ha contestado as a nuestras preguntas: Sostuvo usted contactos con Adolf Hitler?. - S, le conoc personalmente.
Por qu haba decidido visitar Paris con usted?.
- Me explic la razn: 'Quiero visitar Pars con usted, porque es el nico, entre los que me rodean, que ha vivido varios aos en Paris'. Su visita a Paris tena como meta, principalmente, hacerse una idea de las nuevas construcciones y de todo su urbanismo, porque quera transformar completamente Berln. Es verdad que senta profunda admiracin por la arquitectura francesa?. - Seguro, Escuche: Yo no tena idea alguna de sus opiniones acerca del arte porque nuestras relaciones personales no haban sido muy estrechas, y el deba pensar en la guerra y en toda clase de dificultades polticas. Pero, despus de su visita a Pars, e incluso durante esta visita, me sent - detrs suyo - muy extraado de que conociese Paris a fondo. Gracias a los libros y a los mapas, conoca Paris mejor que yo. Me equivoqu una vez y me dijo: "Escuche, se equivoca..."; "Yo soy parisino, no puedo equivocarme' - le dije -. Y nos paramos ante un edificio que tena inscrito en la parte de arriba: Cmara de Comercio. Como l haba dicho que se trataba de la Cpula de la Cmara de Comercio, ante este titulo me indic: 'Lea esto''. Cul fue su impresin sobre el urbanismo de la gran ciudad de Paris?. - Se emocion bastante ante la belleza de la arquitectura parisina y el urbanismo de los Campos Elseos, el Arco del Triunfo, la Torre Eiffel, etc - Dos horas ms tarde, Paris se despertaba; nos disponamos a atravesar Les Halles, cuando nos vieron las primeras personas. El primer hombre que vimos fue un vendedor de peridicos. Los llevaba bajo el brazo y gritaba dirigindose a nuestro coche: Le Matin! Le Matin!. Cuando reconoci a Hitler al lado del chofer, fue presa del pnico: Tir todos los peridicos al suelo y se escondi en una casa. Instantes despus vimos tres mujeres que hablaban juntas y, mientras el coche pasaba muy lentamente, se volvieron hacia nosotros exclamando: 'Oh! Mirad!. Es l!. "El padre Adolf". Siempre ocurra lo mismo: Cierta parte de la poblacin mostraba gran admiracin, mientras que la otra mostraba pnico ante l. El pueblo francs se hallaba dividido en dos clanes. La ltima visita fue subir al Sacre Coeur, para contemplar bien el panorama. Tras esa visita volvimos al avin y l volvi a su trabajo. Por la tarde, antes de cenar, sali de su refugio, de su bunker. Todos los generales se hallaban alli, pero l me vio entre todos ellos. Me hizo una seal. Fui hacia l y nos dirigimos juntos hacia un bosque vecino. Cuando nos encontramos suficientemente lejos de los otros, se paro, cogi mi mano derecha con las suyas, dicindome:"Breker, quisiera excusarme ante usted porque durante varios aos, hasta el momento no le he visto con buenos oios debido a la falsa informacin que tena de su persona, ahora s quin es usted." Cul fue la impresin, general de Hitler a raz de su visita a Paris?,
- Qued fuertemente impresionado. Despus me dijo:
"Le he dicho a Bormann que todos los arquitectos que hayan recibido pedidos en Berln, Munich, etc., deben volver a empezar sus trabajos porque su arquitectura es demasiado pesada, le falta gracia. Hoy he aprendido mucho en Paris". Y aadi: "Hubiera podido bajar por los Campos Elseos al frente de mis tropas, pero no quisiere herir el alma del pueblo francs. He venido con mis artistas, y de incgnito". Su conducta fue sensacional y, esto muestra la talla de un hombre. En los Invlidos, permaneci verdaderamente conmovido ante la tumba de Napolen, y se le ocurri la idea de colocar a su hijo, que descansa en Viena, al lado de su padre. No encuentra usted esto formidable?. Pero nunca recibi una sola Palabra de agradecimiento por parte de Francia... No volvi a Paris?. - No, fue la nica vez que visit Pars. Y - sabe usted? - no creo eso que dicen de que quera quemar Paris - jams ocurri por otra parte -. No lo hubiera admirado de esa forma. Esto son solamente invenciones de los vencedores para destruir su imagen. Hizo algn comentario sobre el resultado de una guerra en el mismo corazn de Paris?. - Ciertamente. Fijese. Usted en Berln: Est muerto para siempre. Para l, Paris representaba el smbolo de la cultura, la cumbre de la cultura. Su sueo era alcanzar la misma calidad en las ciudades alemana... Por ello se deba estudiar la arquitectura y el urbanismo parisino tal y como Haussman lo hizo. Tenias algn plan similar para Berln?. - Si. Pero su plan de Berln que yo conoca se basaba mucho en el de Pars; y estaba hecho antes de la visita de Hitler a Paris, lo tena en su Cabeza. Despus de la visita a Paris. continuo usted sosteniendo contactos con l?. - Si, muy a menudo, en la Cancillera. Iba all a almorzar. Coma con l. As fue siempre durante la guerra, y los generales jugaban el papel principal: Venan del frente y le explicaban la situacin del momento. Cree usted verdaderamente que l deseaba la guerra?, - No. La guerra destruy todos sus planes. No quera declarar la guerra a Francia. Sus ejrcitos no marcharon contra Francia hasta que no qued ms remedio. permanecieron casi un ao retenidos. de agosto de 1939 hasta que debi atacar debido a la declaracin de guerra del gobierno frances. Siempre crey que la guerra seria intil. Por que l no quera absolutamente nada de Francia; haba renunciado a Alsacia y Lorena oficialmente, solemnemente. Pero hoy todo se encuentra cambiado en la interpretacin histrica...
Una vez superadas las dificultades econmicas y sociales, qu
habra deseado para su pas?. - Este hombre, segn escuch en diversos discursos y ocasiones, tema y desconfiaba del comunismo. Para l la frontera del Este estaba demasiado cerca de Berln. Si la URSS empezaba un ataque - que hubiera tenido lugar como se demostr ms tarde -, seria imposible pararlos y Berln caera. Hacia falta alejar el frente. Cree uusted que la guerra con Polonia fue dirigida por los gobiernos de Francia e Inglaterra?. - Seguramente. No quiero decir que sea seguro, pero Hitler esperaba encontrar en Polonia un amigo que dejara pasar las tropas alemanas hasta la frontera de la URSS. En este poca, de todas formas, el plan de destruir Alemania se encontraba ya en los dossiers. Podra usted darnos su opinin sobre las intenciones de Hitler en Alemania si la guerra no se hubiera desencadenado?. - Hitler encontr una nacin completamente arruinada a causa de la situacin econmica mundial, slo que esta situacin era todava ms terrible en Alemania. Por ejemplo, cuando atraves el Ruhr, centro de la gran Industria,. a principios de los aos 30, recuerdo que no funcionaba ninguna industria!. Es una situacin que he vuelto a ver despus de la guerra. tras la derrota de Alemania en 1945. Lo que ste hombre hizo constituy un verdadero milagro, consigui que el pueblo se fortaleciera y se volviera alegre y bien organizado. Era popular?. - Completamente. Sabe.?. Si una mujer, por ejemplo, se pasea por la calle d noche, ahora se halla en peligro, pero en aquella poca todos los criminales se encontraban trabajando. Se les cogi a todos, y Alemania se convirti en un paraso. Una mujer poda andar, completamente sola por los paseo, por el bosque, sin ningn riesgo de ser atacada. Profesor Breker, cuando acab la guerra, tenemos entendido que el General Franco le llam a usted para que fuese a Espaa a hacer, probablemente, el Valle de los Cados - que realizara Juan de Avalos -, qu hay de cierto en ello?. Porqu no fue?. - Efectivamente. El General Franco me llam para hacer una serie de esculturas, aunque no me especific que se tratare del Valle de los Caidos, simplemente, deba realizar unas obras escultricas. No fui porque los americanos no me dejaron y me retuvieron en Alemania. De no ser por esto yo hubiese ido a Espaa. Es verdad que los rusos le hicieron una oferta similar? - Si, poco despus de lo que antes he contado. Stalin personalmente mand un avin desde Mosc para realizar unos trabajos escultricos.
Naturalmente yo me negu, adems, esto coincidi con una enfermedad
que me oblig a permanacer en un hospital, En esta ocasin, los americanos s que quisieron que fuese, pero me negu. En otra ocasin, tambin recibo una propuesta de hacer unos trabajos, del General Pern, pero esta vez al igual que con el General Franco, fui vetado por los americanos, y no me dejaron ir. http://nsargentino.blogspot.com/2010/05/arno-breker-artista-ario.html