Libro Dispositivo Pedagógico
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ingls e italiano. Esto hizo que se ampliaran las bases del concurso por la casi
inexistencia de libros argentinos que fue uno de los principios rectores iniciales
para reglamentar el uso de los textos escolares. Los autores y editores deban
presentar al CNE una solicitud de aprobacin acompaada de dos ejemplares
del texto y, luego de un perodo determinado, el Consejo estableca si haba sido
aprobado por alguna de las comisiones encargadas de esa tarea organizadas en
distintas materias: Lectura y Escritura, Moral e Instruccin Cvica, Gramtica
e idiomas extranjeros, Historia y Geografa, Aritmtica y Nociones de Ciencias Matemticas, Nociones de Ciencias Fsico-naturales, Dibujo y Msica.
Luego se publicaba una lista y los maestros deban seleccionar los textos para
sus cursos. Con la creacin de la Comisin Didctica se establece el resguardo
institucional para la seleccin de los textos en los concursos y para determinar
cundo deben quedar excluidos de la escuela como lo demuestran las Sesiones
del Consejo, los numerosos expedientes caso por caso publicados al final de la
revista EMEC y los distintos reglamentos para el concurso de textos y material
de enseanza que se pueden rastrear en los digestos escolares.
Ms all de la existencia de la Comisin Didctica se discute, en el seno
del CNE, cuestiones vinculadas con la autoridad del libro de uso escolar; la
relacin entre libro, maestro y alumno; el control que ejerce el CNE en las
ediciones escolares, cmo debe presentarse el conocimiento, la relacin entre
currculum y libros escolares, entre otras. En el marco de este debate, en 1904
se decide desde la Inspeccin General del CNE distribuir un cuestionario a
los inspectores que est incluido en el informe del inspector general Pablo
Pizzurno correspondiente al ao 1904 (Pizzurno, 1907), con el fin de
determinar cules son los textos escolares que se usan en las escuelas. En l se
enuncian siete interrogantes que apuntan a establecer un mtodo que ayude
a presentar criterios claros para la seleccin de los textos escolares en uso:
1 Debe haber textos aprobados por la superioridad y de entre los cuales, solamente, podrn ser elegidos los que han de usarse, se debe dejar en completa
libertad los maestros para que adopten los libros que estimen mejores?
2 Si se deja libertad, qu restricciones establecer para despus, en caso de que
algunos maestros adopten textos malos?
3 En caso contrario, debe limitarse de antemano el nmero de textos, autorizarse el uso de todos los que no se consideran malos, sean cuantos fueren
los sometidos la consideracin de la superioridad?
4 Con qu criterio debe hacerse la eleccin? Se tendrn en cuenta las condiciones del texto considerado como un auxiliar de la enseanza que debe guardar
la necesaria armona con el carcter de los programas de estudios respectivos sin
subordinarse estrictamente la letra de los mismos se exigir que se adapte los
programas como si stos fueran el cuestionario que deba aqul responder?
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El cuestionario muestra la preocupacin de la inspeccin general por establecer ciertas pautas que rijan la seleccin o exclusin de ciertos textos del
mapa escolar ya que el texto escolar implica necesariamente un punto de vista
respecto del conocimiento legitimado en el currculum, una perspectiva pedaggica determinada, aquello que es apropiado o inapropiado para el grupo
de alumnos, que debe ser aprobado o censurado por la superioridad como
as tambin se interroga acerca de cul debe ser, tambin en trminos numricos, el universo que conforma el corpus de textos a seleccionar. Se plantea un
inters en determinar si es necesario establecer un control sobre la seleccin
de los textos o dejarla librada a la decisin magisterial. En esta relacin tensionada entre libertad y control se juega el vnculo entre maestros y medios
de enseanza, entre modos de hacer y modos de clasificar el conocimiento y
modos pedaggicos de transmitir los saberes. Esta relacin problemtica, en
realidad, soslaya que histricamente el manual o texto escolar fue un libro
creado para el docente, para que ste siguiera captulo a captulo el desarrollo
de los contenidos y organizara su clase a partir de l, respetando lo instituido
desde las polticas educativas (Fernndez Reiris, 2004) y llevando a cabo su
prctica docente en forma libresca.1
Otra cuestin presente en este cuestionario es cul debe ser el grado de distancia entre los textos escolares y el currculum oficial planteando as un debate
que an no ha sido resuelto en las investigaciones sobre libros de texto. Puede
pensarse que el texto escolar funciona como un currculum paralelo, es decir,
responde punto por punto a los contenidos curriculares, enfoques, perspectivas
didcticas y prcticas ya que en s mismo rene parmetros pertenecientes al
sistema escolar, el currculum y la industria editorial. Por ejemplo, desde la
sociognesis de las disciplinas escolares, Raimundo Cuesta Fernndez (Cuesta
Fernndez, 1997) plantea una relacin directa entre currculum y libros de
texto y analiza cmo stos actan como programas de lo que se debe ensear
no slo en cuanto a saberes sino tambin en cuanto a pautas morales, culturales y sociales. Sobre esta cuestin, ms adelante en el mismo texto, Pizzurno
(1907) expresa su punto de vista personal:
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El autor discute la concepcin del texto escolar como autorretrato del currculum, como espejo de los contenidos programticos o como sustituto del docente. Ms bien considera que el texto escolar es un instrumento que acompaa
al maestro en el proceso de enseanza, que colabora en la transmisin de los
conocimientos pero que se piensa como un dispositivo autnomo, de autora individual y no como respuesta mecnica y reductible meramente a los contenidos
curriculares. De alguna manera, esta cita tambin abre la discusin a repensar
la idea de si debiera existir un texto nico que replicara todos y cada uno de
los contenidos programticos y que estableciera una homogeneidad escolar sin
grietas posibles, o bien diversidad de libros escolares.2 Como seala Manuel de
Puelles Bentez la poltica del libro escolar va a gravitar alternativamente sobre
tres ejes: imposicin del texto nico por el poder poltico, libertad completa
del profesor a la hora de elegir libro de texto y libertad de eleccin docente de
una lista elaborada por un rgano del Estado (Puellez Bentez de, 1997:50). En
este sentido el modelo argentino para el perodo investigado fue el de sistema
de lista, es decir, un sistema que estableca restricciones en la seleccin de los
maestros a partir de una lista de textos autorizados para ser ledos en la escuela.3
Este sistema fue utilizado por los gobiernos liberales durante el siglo XIX en
Espaa a travs del cual intentaban conjugar la uniformidad de la enseanza, de
la que el libro de texto era un importante elemento, con la libertad de eleccin
del profesor (Puellez Bentez de, 1997:55).
Volviendo al cuestionario para los inspectores, tambin se indaga en torno a
la autoridad acadmica que debe establecer la tradicin selectiva de los textos
escolares. Quines son los expertos en decidir qu textos se incluyen o no
en el circuito escolar? Especialistas en diferentes reas del conocimiento sin
relacin con la enseanza o pedagogos, funcionarios del Consejo y maestros
que forman parte del entramado escolar? En este interrogante se dirimen, an
hoy, de quines son las incumbencias para seleccionar los textos de circulacin
escolar y se plantea una discusin en torno a la especificidad disciplinaria, a
las tareas que le competen a cada actor social en estas decisiones de poltica
educativa. En este sentido, para la dcada del 20 desde la revista La obra se
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insiste con la necesidad de que sean los maestros quienes determinen cul es el
libro que usarn los alumnos ya que nadie est ms capacitado que el maestro
para determinar cul libro conviene a sus discpulos y cul concuerda mejor
con su modo particular de trabajar (Los textos de lectura, 1926:2) y, unos
aos despus, para 1933, el profesor Fermn Estrella Gutirrez propone que la
Comisin de Libros de Lectura podra estar integrada por el Inspector General
de Escuelas, un director y un maestro primaria en ejercicio, tres escritores de
reconocido prestigio y autoridad, y un representante del Consejo, debiendo
ser asesorada convenientemente en lo que respecta a ilustraciones pictricas
(Estrella Gutirrez, 1933:13-15). La propuesta de este profesor y literato busca
establecer consensos entre los distintos actores y tener en cuenta dimensiones
que entran en juego en la edicin y circulacin de un libro de uso escolar.
Por ltimo, se plantean aspectos organizacionales como los plazos de seleccin y las fechas de convocatoria a concurso. En resumen, en este cuestionario
para los inspectores se lista una serie de problemticas que se vinculan con
la realizacin de una lista de textos autorizados para ser ledos en la escuela,
como la discusin en torno a las cuestiones de censura, la pertinencia de un
corpus, la adecuacin a un sistema institucionalizado como es la escuela, la
implicancia de distintos actores sociales involucrados en la seleccin adems
de los maestros, mltiples dimensiones y voces que constituyen la trama de
intereses en relacin con lo escolar.
En el mismo informe de Educacin comn en la Capital, Provincias y Territorios nacionales (1907) correspondiente a los aos 1904 y 1905 se presentan
algunas instrucciones al personal docente para que tenga en cuenta en la
eleccin de los textos escolares:
Instrucciones al personal docente
[...]
Instrucciones para la eleccin de textos
[...] Concretando algunos puntos, record las principales condiciones que deba
tenerse en cuenta al elegir los indicados auxiliares. Entre ellas:
a) Sujecin estricta la verdad y carencia absoluta de espritu sectario cualquiera
que fuese.
b) Mtodo didctico adecuado la materia como ramo de instruccin primaria
y por lo tanto al nio.
c) No estar recargado de datos, detalles estadsticos, etc., nimios de valor
accidental, variable.
d) Lenguaje correcto, sencillo, adaptado al alumno.
e) Ser interesante por el fondo, til y moral; ameno cuando la materia lo permita,
sin caer en lo grotesco; ilustrado con gusto; sugerente; escrito con vida, de modo
que incite pensar, haga sentir si cabe, y despierte amor al estudio.
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[...] Agrego que no debe preferirse los que tratan de una sola clase de asuntos,
histricos, geogrficos de ciencias naturales, por ejemplo, y menos aun los
que contienen cada paso, ejercicios indicaciones gramaticales y otras que
conspiran contra lo que debe ser fin principal de ese libro: proporcionar lectura
instructiva pero sobre todo moralizadora, en forma muy interesante y en un
lenguaje variado que permita ejercitarse en las distintas entonaciones (Educacin
comn, 1907:74-75).
Las instrucciones al personal docente apuntan a cuestiones didcticas, pedaggicas y epistemolgicas. Se plantea la cuestin de la autoridad del texto
escolar, en trminos de su veracidad y rigor acadmico sobre todo teniendo
en cuenta cules eran las prcticas de lectura habituales de los libros de texto
como la repeticin, la memorizacin y la lectura por parte del maestro. Adems, hay una preocupacin por el peligro que esto puede representar en
que el texto plantee puntos de vista heterclitos y heterogneos, al proponer
una determinada visin del mundo que no responda al universo simblico
oficial, homogneo y estable. Un ejemplo de esto es la exclusin del libro Mi
hogar de Andrs Ferreira en octubre de 1918 por contener alusiones impropias
para la mente de los nios, y evidenciar, en algunas de sus composiciones,
una tendencia marcadamente religiosa (Eliminacin de un texto. Circular
N 271, 1918:5). Otra de las instrucciones es que el mtodo didctico del
texto seleccionado debiera responder a la edad de los nios y, sobre todo, a la
asignatura vigente en los planes de estudio de la instruccin primaria. Tambin
hay una preocupacin sociolingstica cuando se refiere al tipo de registro lingstico que debera respetar el libro escolar elegido atendiendo a sus lectores,
a las modalidades discursivas de las explicaciones y a la transmisin de los
conocimientos. Por otra parte, establece ciertos criterios respecto del gnero
texto escolar y sus caractersticas en las cuales se destacan la capacidad de
promover el pensamiento y el sentimiento en los lectores como as tambin
la formacin moral. Por ltimo, da cuenta de la necesidad de excluir de las
lecturas escolares aquellos textos que se organicen como manuales de una sola
asignatura sin relacionarse con otras disciplinas del conocimiento como as
tambin aquellos textos que enfaticen en los contenidos gramaticales aislados
sin relacin con los temas y contenidos que se estn trabajando.
Desde el CNE se reitera la preocupacin en torno al uso del libro escolar.
Esta cuestin aparece en diversos informes del Consejo a lo largo del tiempo y
plantea una tensin entre la enseanza que soslaya el uso del libro para privilegiar lo experimental y la enseanza que se gua nicamente por la autoridad
libresca. Esta dicotoma se enlaza con una oposicin entre pedagogas ligadas
prominentemente al libro y pedagogas ligadas a la figura del docente y su
autonoma. Funcionarios del Consejo, pedagogos, docentes toman posicin
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libros lo que desee aprender. Este hbito no puede formarse de otro modo que
haciendo repetir y estudiar en los libros (dem:129). Por ello considera que
es imprescindible usar en la escuela libros bien graduados (dem:130) y la
formacin de bibliotecas en todas las escuelas. El libro aparece como fuente
de saber y como herramienta que habilita, a partir de su lectura, la formacin
de un lector que se interesa por el conocimiento y por lograr una autonoma
respecto de la clase dictada por el maestro. Estas posturas sirven de ejemplo,
entre tantas, para dar cuenta de cmo la poltica del uso del libro en la escuela
se relaciona con cuestiones vinculadas a qu se entiende por ensear, con qu
medios y en qu condiciones sociales, polticas y culturales.
Digestos, reglamentos, circulares, informes del CNE dan cuenta de las
caractersticas que deben poseer los libros de lectura para que sean aprobados
por la Comisin de Textos y puedan ingresar en el circuito escolar. En el
Digesto de Instruccin Primaria (1920) del CNE correspondiente al ao 1919
se explicitan cules deben ser las caractersticas de los libros de lectura como
si se tratara de un declogo:
Del buen libro: el buen libro de lectura, sea o no texto, forma y refina el gusto
por la lectura. El deficiente o malo, lo rebaja y destruye.
Viejas y conocidas son las condiciones que deben reunir los libros que satisfacen
el gusto de los nios:
a) Asuntos sencillos y completos.
b) Abundancia de vida y accin. El nio ama esto porque esto es l.
c) Provocar la imaginacin, juicios morales de aprobacin y censura sobre
personas, cosas o asuntos y el esfuerzo individual.
d) Adaptarse a la mente, lenguaje e inters del nio en los diferentes perodos
del crecimiento y conocimiento o grado de enseanza.
e) Ser instructivos. Suscitar el culto de los ideales puros, especialmente de los del
pas. Expresar la verdad y el progreso. Provocar el amor y la meditacin sobre
la sociedad y la naturaleza.
f) Estilo vivo, fcil, elegante, que despierta el inters y la curiosidad de la niez
y la juventud.
g) Lenguaje sencillo y correcto; predominando la forma de conversacin.
h) Eliminacin de largas descripciones y digresiones.
i) Muchas y buenas ilustraciones.
j) Tener valor permanente, de modo que los nios lo lean repetidas veces, sin
cansancio. (Digesto de Instruccin Primaria, 1920)
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que la finalidad que debieran tener los libros dedicados a los lectores del interior
del pas es cimentar con firmeza el arraigo entre los que estn y los que llegan;
de conocimiento profundo de la regin y sus riquezas; de la conveniencia de
estabilizar en los centros ciudadanos nacientes a las fuerzas propulsoras del
maana. Se trata, segn Merlo Rojas, de atender a las necesidades de cada
habitante del suelo argentino en su diversidad regional y cultural acercando
referencias e historias del medio en que se encuentra el nio.
Diez aos despus, como lo atestigua el Acta de sesin N 1 del da 12 de
enero de 1939 del CNE, se siguen discutiendo las condiciones pedaggicas
de los textos de lectura que circulan en las escuelas. La Comisin didctica
propone el proyecto de estudio de los textos de lectura a cargo de los maestros
y directores de escuelas que debern realizar un informe sobre los libros que
utilizan a partir del siguiente cuestionario:
1. Se adapta el libro a la capacidad del nio al que est destinado?
2. Es ameno y variado?
3. Emociona?
4. Contribuye a desarrollar la inteligencia, la voluntad, el sentimiento moral?
5. Estimula las virtudes y la formacin del carcter?
6. Existen errores en su contenido cientfico?
7. Es tendencioso?
8. Hay orden, coordinacin, unidad y mtodo en el desarrollo de los temas?
9. Cuntos captulos dedica al conocimiento del pas?
10. Cuntos a los grandes acontecimiento histricos?
11. Cuntos a la exaltacin de las grandes figuras nacionales?
12. La extensin de los captulos es adecuada al tiempo que proporcionalmente
debe dedicarse a la ejercitacin de la lectura?
13. La extensin de los perodos es accesible a la capacidad comprensiva del
nio?
14. Cada captulo destaca con claridad la idea general?
15. Cada lectura tiene un plan claramente establecido y el libro una finalidad?
16. Suministra ideas que permitan al lector la redaccin de composiciones?
17. Es pura y sencilla la forma literaria o usa un vocabulario ampuloso?
18. Contiene barbarismos, expresiones vulgares o falta de sintaxis?
19. Complementa la puntuacin y la enseanza ortogrfica?
20. Cmo educa el sentimiento esttico?
21. Las ilustraciones son bellas, ntidas, sugerentes?
22. Cuntos cuadros de pintores argentinos contiene?
23. Se observa una definida finalidad cultural en el texto?
24. El tamao de los tipos, la nitidez de la impresin, el color y la calidad de
papel son los apropiados?
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En cada uno de los asuntos del precedente cuestionario han de precisarse las
pginas en las cuales se observen deficiencias, con trascripcin de los errores
que sean motivo de la crtica. (Acta de Sesin N 1 del da 12 de enero de
1939:129)
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esttica y literaria sin la cual, cree, es muy difcil formar en la escuela un lector
que siga leyendo. En este sentido, para l, un libro de lectura debe considerarse como tal cuando es literario, es decir, cuando sus fines son estticos
y toma posicin en relacin con esto discutiendo las posturas normalistas
que consideraban la lectura ligada a una aplicacin inmediata y obturaban
la posibilidad de leer libros de hadas, cuentos, relatos maravillosos. Por el
contrario, se pronuncia por un libro de lectura que apunte a la afectividad, a
los sentimientos y emociones de los lectores, a su vida cotidiana o a la ficcin
soslayando el discurso de la educacin patritica y el del mero pragmatismo
didctico. Es decir, Onieva apuesta a libros que sean literarios, poticos y que
apunten a la dimensin esttica, a la sensibilidad infantil ms que a la aplicacin de contenidos en la vida real a partir de la sugestin pedaggica. De esta
opinin tambin es Carlos Cornejo, otro colaborador de La obra, quien al ao
siguiente publica un artculo titulado Sobre los textos de lectura (Cornejo,
1924) en varias entregas que concluye en el nmero con fecha 20 de marzo,
mostrando de esta manera el inters que la publicacin tena en dar cuenta
de su punto de vista sobre el problema de la seleccin de los textos de lectura
escolares. Cornejo critica el funcionamiento del sistema escolar argentino y
enuncia cules deberan ser los requisitos que debiera tener un libro de texto
infantil. En cuanto al contenido intelectual considera que el libro no debe ser
fundamentalmente instructivo sino debe ofrecer al nio conocimientos y
verdades cientficas [...] diludas, o en el encanto de una narracin novelesca,
o en la atmsfera de una evocacin sentimental o en el deleite [...] de una
creacin fantstica. Es decir, el texto debe presentar los saberes a aprender de
manera llevadera a travs del discurso narrativo e imaginativo. Para este autor
tambin es posible apropiarse de saberes cientficos a travs de la ficcin porque
el lector se involucra desde lo emocional y esttico. De ah que Cornejo discuta fuertemente con los lineamientos ministeriales respecto de la dimensin
epistemolgica en el proceso de aprendizaje del nio en edad escolar. Por otro
lado, este autor coincide con Onieva respecto de la estructura literaria o lo
que Cornejo llama contenido esttico; en otras palabras, considera que el texto
de lectura debe ser una verdadera obra de arte porque lo importante es que
el nio la sienta y que pueda ella influir como msica del ritmo y de la rima
en su sensibilidad, para afirmar que a recibido sugestiones de carcter esttico,
de las que est ansiosa su naturaleza. Luego seala el contenido emotivo que
refiere a la importancia de poner en manos del nio el libro que sea capaz
de despertar, estimular, encauzar y ennoblecer sus sentimientos, empezando,
naturalmente, por los que constituyen la base de la organizacin social, como
son las afecciones domsticas y familiares, las de convivencia y patria, para
extenderlas luego a los de solidaridad y amor humanos sin dogmatismos ni
discursos preceptivos. Por ltimo, hace referencia al contenido imaginativo
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de los textos escolares como herramienta didctica que promueve la educacin de la niez como las creaciones miliunanochescas y las leyendas,
fbulas, cosmogonas primitivas. Para lograr todos estos requisitos, Cornejo
considera que es necesario que los escritores sean maestros y los maestros
escritores para brindar a los nios textos escolares que los inviten a aprender
sin darse cuenta, involucrados en las historias ficcionales pero apropindose
de conocimientos desconocidos.
El maestro Jorge Gabrielli en el artculo titulado La eleccin de los libros
de texto (Gabrielli, 1924) coincide con Cornejo respecto de la necesidad de
que el texto escolar sea una obra de arte y, agrega, que tambin debe ser una
obra orgnica, la cual alcance a todos los fines prcticos de la escuela: educar
el corazn, dar conocimientos, formar la voluntad, preparar para la vida.
Asimismo, debe ser completo y armnico; si se cuida uno slo de los fines
arriba mencionados resulta unilateral y manco, y antes que aprovechar, turba
o desva la obra del maestro, apartndose de otros muchos fines propios.
Gabrielli imagina un libro del porvenir y propone como tal un diario de
texto, es decir, un peridico o una revista que aporte semanalmente temas
nuevos para los alumnos en la escuela. Adems, sugiere que los mejores textos
de la literatura infantil deberan circular entre los alumnos a travs de una
biblioteca de clase y la revista servira para las lecturas colectivas de ejercitacin
y de tema a las conversaciones. Para ello, plantea que una revista de ese tipo
debera ser escrita por los alumnos y maestros de las escuelas y se tendran
que incluir novelas, cuentos, curiosidades cientficas para desarrollar en el
transcurso del ciclo lectivo todo el programa en forma atrayente, sencilla,
sugestiva, satisfaciendo la natural curiosidad de los alumnos, sin que, por
esto, se desnaturalice su espritu con los acostumbrados formularios abstractos. Este diario de texto surgir, concluye Gabrielli, cuando la escuela sea
interpretada como un lugar de goce y de vida, y a ella concurran maestros y
alumnos, [...] para elevar el espritu a las ms altas y puras bellezas (Gabrielli,
1924:148-149). Se trata, segn este autor, de rescatar aquello que convoque
y llame la atencin de los alumnos como los textos ficcionales de viajeros que
entrelazan la invencin con los saberes geogrficos, histricos y culturales. Es
decir, ese libro de texto del porvenir podra pensarse como mathesis, como
conjunto de saberes de diferentes estatutos pero que invitan al lector a seguir
leyendo, a emocionarse, a establecer una relacin emptica con los personajes
ficcionales y, a la vez, apropiarse del conocimiento. Por otro lado, este diario de texto es para el autor un modo de responder a las necesidades de la
escuela y sus alumnos en el da a da de la vida escolar, alejndose del sistema
y programas oficiales que no se condicen con los requerimientos infantiles y
terminan por asfixiar los deseos de aprender de la poblacin escolar. Dar lugar
a la imaginacin como modo de aproximacin a lo desconocido que acerca al
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lector a travs del relato sencillo, sin formulismos cientficos ni histricos que
atentan contra la curiosidad del lector. De alguna manera este autor apuesta
al planteo didctico de educar deleitando, de ensear lo abstracto y lgico
a partir de la narracin literaria que es un discurso ms cercano a los lectores,
vinculado con su propia experiencia sociocultural y vital.
En el artculo Una iniciativa cada quince das. Los libros de texto publicado en La obra el 10 de marzo de 1929, su autor coincide en destacar
la relacin entre curiosidad y apropiacin del conocimiento. Seala que el
texto escolar debe ser la fuente donde el alumno sacie su sed de conocimiento
cuando desee ampliar los saberes brindados por el maestro en clase, como si
se tratara de material de consulta. Lo importante, advierte el autor, es el rol
del maestro ya que el libro slo es un instrumento que acompaa la tarea de
ensear. Asimismo, considera que las fantasas y [...] ficciones tienen tanta
importancia para la formacin espiritual y moral de los nios como las dems
materias del programa y por ello sugiere que en la biblioteca deben incluirse
obras de imaginacin que alejen a los nios de la literatura infame que se
les ofrece en semanarios econmicos, y que tan funesta influencia ejerce hasta
en el idioma. La literatura de imaginacin, entonces, es una herramienta para
la formacin de los nios tanto desde el punto de vista moral, espiritual y
lingstico como as tambin los protege de las malas lecturas que acechan
fuera del circuito escolar.
Las crticas a los textos de lectura de circulacin escolar tambin aparecen
en la revista oficial EMEC. Es as como un maestro que publica su diario
(Schiaffino, 1935) en esta revista pedaggica da cuenta de otro problema que
presentan los textos: el fin comercial por sobre el pedaggico cuestin sealada en alguna oportunidad por los editores de la revista La obra. Gerardo
Schiaffino, maestro de la Escuela 22 del Consejo Escolar 17, critica el sistema
editorial de la poca que editaba y reeditaba obras de aos anteriores remozadas
y mejoradas desde el punto de vista del diseo pero sin considerar los cambios
en la pedagoga o sus receptores como tambin se opone a la longevidad de los
textos escolares y la multiplicidad de sus reediciones. A su vez, advierte sobre
aquellos textos escolares que compendian lecturas montonas y sin variedad
de estilos, o los que no atienden a las expectativas del lector y sus intereses
porque atentan contra la formacin del lector. La crtica, al fin y al cabo, es
para la Comisin Didctica que habilita la circulacin de esos textos y que es
cmplice de los negocios de la industria editorial de la poca.
Desde otra perspectiva, Clotilde Guilln de Rezzano, expone largamente su
punto de vista sobre los libros de lectura en su libro Didctica especial (Guilln
de Rezzano, 1966). All esta educadora coincide en muchos puntos con los
editores de la revista La obra y explicita que el libro de lectura puede contribuir
eficazmente a la espiritualizacin del nio y a crearle el hbito de la lectura si
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Adems de hacer esta descripcin de aquellos textos que para el lector son los
preferidos y, a su vez, remiten a un canon escolar propio de la poca; el autor
de la resea relata su relacin con este texto escolar y los beneficios que le ha
brindado. Dice que cuando termino mis estudios corro a l, a refugiarme en
sus hermosas pginas como si se tratara de un territorio donde est presente
el saber, la proteccin de los nuevos conocimientos y la gua espiritual.
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Garca Velloso considera, entonces, que es fundamental atender a la seleccin de los textos que ingresan en los libros escolares como aquellos que son
ledos en el aula por el maestro o profesor. Un criterio a considerar es cul
es la comunidad de lectores con la que se trabaja, es decir, quines son los
lectores, cules son sus intereses, adhesiones, preocupaciones, valores, etc. De
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Como aprendizaje literario se sistematiza la historia de la literatura argentina en cuatro perodos organizados a partir de los procesos sociohistricos y
polticos para luego establecer una caracterizacin que vincula a cada perodo
con un movimiento esttico-literario. Luego, se sugieren actividades de lectura y escritura, el consabido glosario leit motiv de los textos de lectura de
la poca y, por ltimo, se presenta una breve biobibliografa del autor del
texto ledo. Es decir, la prctica de lectura dialoga con la formacin literaria
del lector a travs del anlisis lingstico e histrico-literario.
Otro libro de lectura perteneciente a este gnero es Juventud (1930) de
Ricardo Ricotti y Luis Perinetti Biestro, libro para 6 grado. Est compuesto
por textos literarios sobre temas morales y patriticos y todas las lecturas estn
seguidas por un glosario, lxico desconocido, una biografa y la bibliografa
del autor estudiado con el objetivo de dar una gran suma de conocimientos
cuya reunin no debe confiarse a la iniciativa personal para que, a partir de
la recomendacin del maestro, todos aquellos nios que abandonan la escuela
primaria puedan tomarlo como lmpara votiva para alumbrar el largo camino
de incgnitas que se les tiende adelante (Ricotti y Perinetti Biestro, 1930:2).
Los autores no slo procuran que el libro acompae al lector sino tambin
que combine la instruccin de conocimientos programticos y la educacin
de valores morales ya que, como argumentan, ese es el objetivo en medios
como el nuestro, de hogares improvisados por aluviones inmigratorios. Es
decir, Ricotti y Perinetti Biestro consideran que la funcin de la escuela no es
slo ensear segn las pautas del currculum sino tambin inmiscuirse en la
formacin moral y cvica del nio debido a la imposibilidad de que se realice
en el hogar.
Verdad de Alcides Calandrelli, publicado en la dcada del 30, es otro libro
de lectura por antonomasia. El autor se propone abordar el concepto de verdad como esencia de la moral estudiantil apoyndose en una perspectiva
espiritualista y nacionalista caras al rgimen de la dcada infame como lo
demuestran las afirmaciones que realiza en el prlogo del libro. Plantea que
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de Juan Ferreira, un clsico del gnero: una suma de textos de autores consagrados y otros con la firma del autor del libro escolar sobre temas como la
lluvia, los juegos, el mundo y el universo, la vanidad, Sarmiento, el verdadero
patriotismo, la agricultura, las aguas minerales, la adversidad, el gaucho, etc.
Como Ferreira da cuenta en el prlogo dirigido a los nios, la expectativa del
autor es que su libro sirva para que los nios corrijan los errores del pasado y
forjen el futuro de la repblica poniendo en movimiento todos los resortes
de la gran mquina nacional (Ferreira, 1901:1). Es decir, el libro no slo se
propone la presentacin de temas diversos sin relacin unos con otros sino
tambin que forme a la ciudadana futura.
Lector nacional de Estrada (1910) de Juan Garca Purn es otro ejemplo de
este gnero, un libro para el maestro que se presenta como un mtodo de lectura graduado para cuarto grado en el cual varios textos se refieren a la lectura
como prctica y a lo patritico en textos de autores tales como Carlos Guido
y Spano, Den Funes, Estanislao del Campo, entre otros. Por ejemplo, luego
del texto El libro y la lectura que conforma la Leccin XIII encontramos un
glosario que se propone aclarar algunos trminos del texto que se cierra con
la frase admonitoria: Las malas lecturas pervierten el corazn y el gusto.
Sentencia, pensamiento consejo, que se debe recordar siempre, sobre el
libro y la lectura (Garca Purn, 1910:79). La lectura deviene una prctica
que puede ser peligrosa, con consecuencias denostables si no se selecciona
correctamente el material a ser ledo.
Otro ejemplo de este gnero es Cien lecturas de Jos Mazzanti y Mario Flores
que incluye textos literarios de autores nacionales y extranjeros que retoman
temas y contenidos curriculares y que responden, en un punto, a la concepcin
de la literatura como mathesis; es decir, la lectura de literatura como apertura a
un mundo de conocimientos diversos y desconocidos para el lector. Los textos
refieren a temas morales, patriticos, hechos histricos, biografas, paisajes,
costumbres, fauna y flora, temas variados que se presentan de manera deshilvanada. Un lector de este libro de lectura, Dante Boselli (1938), alumno de
5 grado, comenta que este libro es la recopilacin de trozos en verso y prosa,
de autores argentinos y extranjeros, que invitan a ser ledos por ser amenos
y sencillos y porque nos sirven para consolidar y ensanchar temas explicados
por la maestra. Adems, cuenta que el libro se inicia con la hermossima
Invocacin a la Patria de Leopoldo Herrera y termina con un trozo intitulado Se necesita un muchacho dirigido al muchacho que la Patria necesita
siempre [...], al muchacho que se sienta orgulloso de ser argentino. Agrega
que se incluyen la poesa Mi madre de Edmundo de Amicis. Por ltimo,
comenta que este libro de lectura ser su amigo espiritual ms sincero y lo
cuidar para gozar en cada momento de los beneficios que atesoran sus pginas (Boselli, 1938:5). Como seala este lector, y los autores en el prlogo,
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la lectura debe ser un auxiliar constante de las materias que son objeto de
la enseanza diaria, de tal suerte que un trozo de lectura venga a acrecer y
a afianzar las nociones inculcadas por el maestro; de este modo, la lectura
permite consolidar y ensanchar los conocimientos. De ah que este libro de
cosas favorezca el aprendizaje de conceptos nuevos sobre temas variados ya que,
como explican los autores, si el maestro estaba enseando hidrografa de un
pas o una regin podr leer a la hora siguiente la lectura titulada Los Ros
que si bien no es un captulo de geografa agregar nuevas ideas a las que el
nio acaba de recibir de manera tal que la enseanza lograr as su mximo
provecho. La literatura, entonces, deviene una ilustracin pertinente para cada
concepto o explicacin de alguna de las asignaturas de la instruccin primaria,
es subsidiaria de otros saberes y pierde su dimensin polismica para ponerse
al servicio de la geografa, la historia, las ciencias naturales, etctera.
Nueva jornada (1937) de Arturo Capdevila y Julin Garca Velloso es otro
ejemplo de libro de cosas. En l se encuentran textos de diversidad de autores
sobre temticas variadas como sucesos histricos, la naturaleza, la flora y fauna,
ancdotas varias y textos de autores como Martiniano Leguizamn, Carlos Ibarguren, Juan Carlos Dvalos, Marcos Sastre, entre otros. Otro ejemplo de esto
es Horizontes nuevos de Mara Ercilia Robredo y Mara Luca Cumora donde,
si bien el ndice est organizado en temticas como Lecturas geogrficas,
Lecturas histricas y de instruccin moral y cvica y Lecturas cientficonaturales, en realidad, los textos no establecen relacin unos con otros y
se pasa de la narracin de un hecho histrico a la explicacin de la higiene
personal o a la descripcin de la provincia de San Luis por Arturo Capdevila.
En muchos casos, los textos estn acompaados por ilustraciones o fotografas
que muestran distintos rincones geogrficos de nuestro pas. Segn consta en
el prlogo de las autoras dirigido a los lectores nios, el libro tiene el propsito
de contribuir a tu cultura y para ayudarte a formar una conciencia moral a fin
de que sientas el valor de la justicia, el deseo de imitar las acciones nobles, el
afn de ser, t mismo, cada da mejor, el de sentirte digno de tu patria y el de
justificar tu derecho a formar parte de la gran familia argentina. Es decir, la
lectura del libro se piensa como una prctica que produce la identificacin de
los lectores que hace que acten segn lo establecen las pautas de conducta de
los personajes presentes en el texto y, adems, el texto promueve la ampliacin
de la cultura del nio y su formacin cvica. Asimismo, este libro, al decir de
las autoras, puede ser usado como complemento de las clases de Geografa,
Historia, Ciencias Naturales o Instruccin moral y cvica ya que acerca textos
que abordan temas de esas asignaturas y completan el trabajo del maestro. Algo
a destacar y que no est presente en otros libros de lectura analizados hasta aqu
es la preocupacin porque el libro de texto sea til no slo al nio sino tambin
a sus hermanos y a sus padres; de ah que, podemos decir, hay una intencin
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a los nios pero les ensea cmo ser buenas personas, cmo comportarse de
acuerdo a los valores religiosos y de convivencia. El nio, a partir de esta historia, aprender qu es lo correcto y qu es lo incorrecto. El inmigrante que
aparece en este captulo a diferencia del que protagoniza la historia titulada
Consecuencias de la embriaguez que pierde todo incluida a su familia por la
bebida es un campesino trabajador, decente y conciente de que la escuela
es la posibilidad de aprender. O, como el de la historia que se narra en el
captulo LVIII titulado Historia de don Jenaro que cuenta las peripecias de
un inmigrante italiano que deja su pas natal para buscar un mejor destino
en Argentina y que trabajando con esfuerzo en el campo logra comprar una
chacra a plazos para cultivarla y vivir dignamente. El relato de don Jenaro es el
relato de Argentina como tierra promisoria, como territorio de oportunidades
y de ascenso social; es el relato del progreso agrario a partir del trabajo y del
esfuerzo de sus hombres, argentinos o extranjeros. Esta historia es la narracin
oficial de la acogida al inmigrante en nuestro pas, la historia oficial que se
cuenta en la escuela y el libro ser su mejor transmisor.
El libro de Sanches de Guzman, entonces, entrama la digesis donde
Pancho vive distintas peripecias o es testigo de varios sucesos con los saberes
socialmente legtimos que ingresan en el libro escolar como la enseanza de
los smbolos patrios, la importancia del trabajo, la acogida a los inmigrantes,
el progreso del pas, el valor del estudio y la escuela, la formacin moral y
cvica del nio, entre otros.
Hogar y patria de Delfina Bunge de Glvez es otro ejemplo de novela pedaggica. Ya en el prlogo la autora plantea cul ha sido el propsito de este libro:
He querido que en este libro sean los mismos nios quienes se muevan hablen,
piensen. Y que todas las cosas de que en l se trata, aparezcan a travs de sus
propios ojos. Con tal fin, los nios son, en HOGAR Y PATRIA, los principales
protagonistas. Y la mayora de sus captulos se escribieron en forma del diario
de un nio, de cartas tambin de adolescentes, de dilogos en que los nios
hablan. En suma la autora ha tratado de desaparecer, dejando que, en lo posible,
los mismos nios la reemplacen.
A pesar de la forzosa diversidad de los temas a desarrollar, se ha mantenido en
este libro la unidad. En l se desenvuelve, sino una historia, por lo menos una
faz o una poca en la vida de una familia. Por lo tanto dicho sea de paso es
preciso que la lectura de los captulos se haga en el mismo orden en que estn
colocados. (Bunge de Glvez, s/f:II-III)
Se trata de que los lectores establezcan vnculos de cercana con los protagonistas de la novela pedaggica y se introduzcan en la historia que se narra
a travs de dilogos, cartas y diarios escritos por los personajes de la histo-
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La lectura de la novela infantil Corazn escrita por el escritor italiano Edmundo De Amicis en 1886 y best-seller mundial traducido a ms de cuarenta
idiomas es el texto que inspira a Miguel ngel a la escritura del diario y,
tambin, es el modelo que toma Bunge de Glvez para estructurar su texto
donde la historia de la familia que reside en Villa Serena se entrelaza con textos
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bleciendo una relacin de identificacin con los personajes y con los saberes
contenidos en los textos.
La antologa o trozos selectos fue otro gnero muy utilizado en la escuela tanto
primaria como secundaria. En ella se seleccionaban textos literarios en su
mayora de autores argentinos o extranjeros que entre sus temas literarios
abordaban la descripcin de nuestro pas, que eran considerados cannicos o
imprescindibles para la formacin literaria y lingstica de los alumnos y que
se crea que deban ser resguardados o conservados como memoria cultural
de la sociedad argentina. Si el concepto de antologa supone una reescritura
o reelaboracin de textos ya existentes por su misma insercin en un conjunto nuevo (Guilln, 1985:413); en las antologas escolares que relevamos
podemos ver claramente la intencin del antlogo de reubicar los textos en
un recorrido nacionalista y patritico que abone la constitucin de un canon
argentino reconocido como panten literario. De esta manera, el antlogo
interviene en cmo van a ser ledos los textos que conforman la antologa o,
al menos, en un modo de leer los textos literarios incluidos en esa coleccin
de textos. En este sentido, la antologa tambin es una lectura de quines son
sus receptores, a qu pblico est dirigida y qu objetivos didctico-literarios
persigue; es decir, de acuerdo a los contenidos de la historia literaria que quiera
transmitirse a los lectores se establece una seleccin arbitraria que incluye o
excluye textos y autores (Bombini, 2004).
En estos primeros cuarenta aos del siglo XX tal vez el gnero ms nutrido
de libro escolar sea la antologa o los trozos selectos a juzgar por la cantidad
de textos que an se pueden consultar en bibliotecas escolares, populares y
familiares. En este apartado hemos seleccionado algunos de estos volmenes,
los ms representativos, para su anlisis.8
Una de las primeras antologas que se publica a fines del siglo XIX pero
sigui siendo recomendada para su lectura escolar durante el siglo siguiente
es Literatura americana de Martn Coronado que est integrada por textos de
autores americanos y cuyos temas refieren a Amrica como lujos y esplendores
de la Naturaleza, hechos heroicos, costumbres pintorescas, tipos legendarios
(Coronado, 1900:7). Otro libro de lectura que tambin se propone hacer
referencia a lo americano a travs de la seleccin de textos es Elevacin (1929)
de Pedro Franco y Cesreo Rodrguez. En el prlogo titulado A nuestros
camaradas. A los padres de familia se aclara que el libro tiene el propsito
de presentar un libro americano con los hombres y las cosas de Amrica para
que el nio descubra la hermandad de los pueblos iberoamericanos. Se cita a
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Dentro del gnero de libros complementarios se encuentra un grupo de textos que son sugeridos en las listas que publica el CNE como textos autorizados
que podran integrar el gnero histrico de la crnica o el anecdotario de
los procesos sociopolticos de un pas. Uno de ellos es Pginas inmortales
(1910) de Elvira Reusmann de Batolla, un volumen dedicado a rescatar del
olvido episodios y ancdotas histricas donde las protagonistas y heronas
son mujeres. Como plantea la autora en el Prefacio, se trata de presentar un
muestrario de mujeres que representen a la mujer americana considerada
altamente civilizadora y, de este modo, hacer revivir en las almas juveniles
las tradiciones del herosmo y de las virtudes que anidaron en el de la mujer americana, antes y despus de la independencia (Reussman de Batolla,
1910:5). Se trata, segn la autora, de propagar y difundir esa enseanza histrica, que resulta de sus acciones, como el medio ms eficaz de propender
su educacin cvica y moral, corrigiendo vicios polticos y sociales (Reussman
de Batolla, 1910:6). El libro, entonces, ser el medio a travs del cual ensear
valores morales y educacin cvica a partir de la ancdota y el relato histrico
como modelos de comportamiento, como casos de conductas ejemplares que
se piensan como instrumentos de persuasin en la formacin del nio lector.
Otros ejemplos de este tipo de textos escolares que refieren ancdotas histricas y que se usaban como libros complementarios son: Episodios nacionales
(1889) de Juan M. Espora crnicas referidas a hechos histricos donde se
involucran personajes de la historia como gente comn, La patria (1894)
de Jos Manuel Eizaguirre lecturas para estudiar la Historia y la Geografa
nacional para los nios y sus padres, Glorias argentinas (1888) de M. A.
Pelliza donde se presentan biografas, cuadros histricos y batallas con el
propsito de divulgar el conocimiento sobre las prceres de nuestra historia,
y por ltimo, Anecdotario argentino (1910) por Jos Mara Aubn que presenta
ancdotas de la historia argentina.
Otro libro que tiene como propsito la formacin cvica del alumno es
Patria y belleza (1922) de Gustavo Lenns que fue recomendado por la Liga
Patritica Argentina y lectura sugerida para reforzar el sentimiento nacional
luego de los hechos de la Semana Trgica como hemos visto en el captulo
anterior. Est organizado en una serie de lecturas sobre asuntos argentinos
como la fauna, la flora, los espacios geogrficos, los smbolos patrios y la
educacin moral y fue lectura sugerida para reforzar el sentimiento nacional
luego de los hechos de la Semana Trgica.
Germn Berdiales, maestro y autor de numerosos libros escolares, se propone
en Las fiestas de mi escuelita (1934) presentar comedias, dilogos, discursos y
monlogos para ser representados en el aula o en las fiestas escolares. Para
esto adapta, versiona o resume textos literarios consagrados de autores como
Vctor Hugo, Clemente Onelli, De Amicis, Oscar Wilde, Ada Mara Elflein
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Notas
En un artculo publicado en EMEC titulado Temas
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[circa 1920].
Aires, p. 293.
(2006a, 2007).
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escolar.
noviembre 30 de 1924.
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1923 y 1924.
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