Indicaciones para El Via Crucis Viviente
Indicaciones para El Via Crucis Viviente
Indicaciones para El Via Crucis Viviente
Personajes:
Generales:
- Gua y narrador (leen).
- JESUS.
- Sumo Sacerdote.
- Soldado 1 y 2 (pueden distribuirse entre varios las diferentes escenas)
- Longinos (jefe de los soldados).
Para alguna estacin:
- Testigo 1 y 2 (1).
- Criado 1 y 2 (1).
- Pilato (1, 2).
- Herodes (1).
- Mara (4, 12, 13, 14).
- Cireneo (5).
- Vernica (6 y 8).
- Nicodemo (13,14).
- Dimas y Gestas (salen desde la 2, hablan en la 12).
- Juan (4,8,12,13,14).
- Jos de Arimatea (13,14).
- Mujeres 1 y 2 (8,12 y 13).
- Fariseo (del sanhedrn, interviene en 11 y 12).
Personajes que actan sin hablar:
- Soldados (al menos otros 4).
- Mujeres (unas 8) y Jonatn (8).
Personajes que aporta la Pascua Juvenil:
- Pueblo.
- Sanhedrn.
- Mujeres.
Acciones que se deben ensayar sobre todo:
- Flagelacin y burlas (soldado 1 y 2).
- Descendimiento (Juan, Nicodemo, Jos de Arimatea, soldados, Jess y
Mara).
- Embalsamamiento y sepultura (mujeres, Mara, Juan y Jos de Arimatea).
- Resurreccin (soldados, Jess, ngel).
PREPARACION:
Gua: Bienvenidos todos, en este da de luto y penitencia, al Va Crucis
viviente, en el cual meditaremos la Pasin y Muerte de nuestro Seor
Jesucristo. Antes de iniciar esta edicin ms del Va Crucis viviente actuado
por las calles, vamos a entrevistar a algunas personas para que nos hablen del
sentido de este evento.
PERSONA MAYOR DE EDAD:
Gua: Qu cambios ha habido en los ltimos aos en la forma de celebrar los
das santos?
Entrevistado(a): Esos das eran de recogimiento y piedad, como verdaderos
das santos. Todas las mujeres se vestan de luto; los hombres no trabajaban
ese da; no se oan los radios; nos evitaban gritos, risas y bullas, hasta dentro
de las casas, para no distraernos ni profanar estos das. Y el templo estaba
lleno de gente para las tres cadas, las siete palabras, el psame y los oficios.
JOVEN ESTUDIANTE:
Gua: Entre tus compaeros y amigos jvenes qu idea tienen de la semana
santa?
Entrevistado(a): Es temporada alta de vacaciones, no hay clases en la escuela,
oportunidad de ir a la playa, algn balneario, o a otro pueblo para descansar.
Gua: O sea, tiempo de diversin, dispersin, gastos, paseos, derroches y
excesos. Saben qu es lo que celebramos en la Semana Santa?
Entrevistado(a): El final de la cuaresma y unos das de aguantarse para que
terminen nuestras penitencias; por eso esperamos con ansia el sbado de
gloria.
Gua: Qu es lo que celebramos?
Entrevistado(a): Bueno, sabemos que nuestro Seor Jesucristo muri el
viernes santo, y procuramos ese da estar presentes en el templo en algn
momento, como el va crucis viviente o la marcha del silencio, aunque no
todos.
AGENTE DE PASTORAL
SACERDOTE:
Gua: Padre, vamos a iniciar este Va Crucis quiere dar alguna motivacin o
reflexin?
Entrevistado(a): Vamos a revivir los pasos de Jess en su camino pascual de
Muerte y Resurreccin, reconociendo que su Pasin contina hoy en nuestra
vida. Somos una Iglesia en nivel parroquial que peregrina siguiendo al
Salvador. Su voz que nos invita a seguirlo con nuestra cruz, y estamos
dispuestos a llegar hasta el final del camino. Somos solidarios con todos los
hermanos y hermanas que sufren. Llevamos la cruz con esperanza, pues tras
los rostros dolorosos de Jess hallaremos el rostro del Resucitado.
Gua: En qu consiste el Misterio de la Pascua?
Entrevistado(a): En que la vida surge de la muerte. Slo asumiendo las
actitudes de Jess, es decir, su fidelidad al Padre y a los hombres concretos
con su historia, hasta arriesgar la vida, ser como llegaremos a la victoria.
Gua: Recibamos a los personajes con un canto.
Sumo Sacerdote: Que pasen los testigos (Solemne, todos Juran, por el Dios
viviente, declarar toda la verdad y solamente la verdad?
Testigos: (una mano al pecho, otra levantada junto al rostro con la palma al
frente, la cabeza inclinada) Juro.
Sumo Sacerdote: Oigamos su declaracin.
Testigo 1: Este hombre dijo: Yo puedo destruir el sagrado Templo de Dios y
reconstruirlo en tres das. Eso significa blasfemar contra el templo; y la Ley
manda castigar a los blasfemos apedrendolos.
Testigo 2: Adems, todos hemos visto cmo profana abiertamente el sbado,
haciendo lo que est prohibido, e incitando a los dems a violar el gran
precepto del sbado mandado por Yahveh.
Testigo 1: Se proclama a s mismo profeta, y hasta ha tenido el atrevimiento
de igualarse a Moiss, al Mesas, y hasta a la Ley y al Altsimo. Un blasfemo
contamina a nuestro pueblo santo, y slo apedrendolo se quita esta mancha
colectiva.
Testigo 2: Hace milagros y hasta exorcismos sin autorizacin de nuestros
sacerdotes, por tanto, invoca el poder de Belceb; la Ley manda desaparecer a
todos los invocadores del demonio.
Testigo 1: Ha discutido abiertamente con nuestros jefes religiosos,
oponindose a su enseanza. Y hasta blasfem llamando Padre a Yahveh, y
diciendo: "Mi Padre y Yo somos uno". Manda el sagrado Libro del Levtico
castigar con la muerte a quien blasfeme el nombre del Seor, bendito por los
siglos.
Testigo 2: Ha perdonado los pecados, como si fuera Dios; se ha confesado
pastor de Israel, como Dios mismo; ha resucitado algunos muertos, como si
fuera el seor de la vida; y hasta ha prometido el Espritu Santo, como si fuera
el Altsimo.
Sumo Sacerdote: Ha blasfemado, reo es de muerte!.
Sanhedrn: Ha blasfemado, reo es de muerte!
Narrador: Poncio Pilato fue el quinto procurador romano que dirigi Palestina
desde que Roma quit a Arquelao, hijo de Herodes el grande. La dura
disciplina de la Legin le hizo exigente. Vea mal a los judos, ya que
Palestina era un islote en el imperio, que no segua las costumbres romanas,
despreciaban abiertamente a los invasores, sintindose elegidos de Dios, y
tenan muchos privilegios de autonoma concedidos por Csar Augusto.
Apenas llegado Pilato de Cesarea, meti de noche las insignias y banderas
romanas al templo, y al siguiente da la multitud ocup el palacio dispuestos a
morir antes que ser desalojados, mientras una comisin en Cesarea peda su
destitucin, hasta que cinco das despus cedi Pilato. En el Palacio de
Herodes coloc unos escudos de oro en honor de Tiberio, pero las presiones
del pueblo le obligaron a retirarlos por orden del mismo emperador. Su red de
espionaje le haba mantenido bien informado sobre la accin de Jess de
Nazaret. Bien saba que si ahora los zorros judos acudan a l era porque
intentaban tenderle una trampa y tramaban una maldad.
ESCENA 2:
Pilato: Qu acusacin traen contra este hombre?
Sumo Sacerdote: Hemos hecho juicio contra l, y el Sanhedrn en pleno lo ha
encontrado merecedor de muerte por ir contra nuestra Ley.
Pilato: Tmenlo entonces ustedes y jzguenlo segn su Ley.
Sumo sacerdote: A nosotros no se nos permite dar muerte a nadie.
Pilato: Qu ha hecho digno de muerte?
Sumo Sacerdote: Hemos comprobado que este hombre es un agitador; no
quiere que paguen los impuestos al Csar; y adems se dice rey de los judos
enviado por Dios; si lo aceptas tendrs problemas con Roma, pues es delito de
alta traicin.
Pilato: Quiero hablar a solas con l.
Criado 1: Retrense un momento, por favor, mientras entrevista al reo en
particular.
Sumo Sacerdote: Dudas de nosotros? Si ste no fuera malhechor no te lo
hubiramos trado?
Herodes: Vamos, haz aqu los prodigios que sabes: multiplica ahora los panes,
o convierte el agua en vino, o adivina las conciencias, o cura a los leprosos, o
aplaca las tempestades, o haz rendir nuestro dinero, o descubre a los traidores.
Qu pas se te acab el poder a fuerza de tanto ejercitarlo?
Todos: Ja, ja, ja!
Herodes: Ya veo que te has empeado en dejarme en ridculo, pues ni siquiera
te has dignado levantar la cabeza para verme. Y con todo, me caes bien; hasta
me atraes como juguete sexual no te gustara meterte con el divino pequeo
csar?
Todos: Ja, ja, ja!
Herodes: Me ests colmando la paciencia con tu silencio, Jess. No crees que
deberas ser ms atento conmigo? Puedo salvarte. Basta que me lo supliques,
como otros que se han arrastrado a mis pies.
Criado: No quiere hacerte caso. Por qu no lo mandas al calabozo y ordenas
su muerte?
Herodes: Mira, Jess, el que re al ltimo re mejor. Amable concurrencia:
Este galileo medio analfabeto se proclama rey y lleva tres aos intentndolo,
pero no es cierto que es un pobre infeliz que ni poderes tiene?
Todos: Ja, ja, ja!
Herodes: No cabe duda que es un loco. Le habamos credo, pero es un loco
de remate. Pongmosle un vestido brilloso, de los que ya no se usan, y
divirtmonos como si fuera nuestro rey. (Le ponen sus criados el vestido de
payaso) Voy a darle las gracias a Pilato por esta diversin que nos permite. Y
se lo devolver como regalo de Pascua.
Todos: Ja, ja, ja!
Herodes: As terminan los locos que se creen reyes. Salve, mi rey ordena
algo?. Llvenlo a Pilato.
Soldados: (Los soldados le vendan los ojos y lo sacan entre burlas) Salve, rey
de los judos! Ordena algo su majestad el Csar? Estamos a sus pies para no
obedecerlo. Aqu tiene a sus ms desleales servidores.
Pilato: Jess de Nazaret es un pobre iluso que quiere cambiar el mundo a base
de verdad y slo es seguido por un grupo de doce que ya huyeron, y ha
beneficiado a muchas personas.
Sumo Sacerdote: Ests orientando la votacin ilegalmente. Preferible un
luchador radical que organice al pueblo, y no un blando peligroso.
Pilato: A quin quieren que les deje libre: al terrorista Barrabs o a Jess su
rey?
Sumo Sacerdote: Suelta a Barrabs.
Pueblo: (azuzado por el Sumo Sacerdote) Barrabs, Barrabs, Barrabs!
Pilato: Pregunto en serio: Quieren que suelte a Barrabs?
Pueblo: Barrabs, Barrabs, Barrabs!
Pilato: Y que quieren que haga con el que llaman rey de los judos?
Sumo Sacerdote: Crucifcalo como a los malditos traidores y esclavos.
Pueblo: Crucifcalo, crucifcalo!
Pilato: Pero qu mal ha hecho? No encuentro en l causa de muerte.
Pueblo: (azuzado por el Sumo Sacerdote) Crucifcalo, crucifcalo!
Pilato: Est bien. Escribano del Imperio, escribe en el documento que
enviaremos a Roma lo siguiente: Hoy, 14 de nizn, se concede la libertad al
terrorista Barrabs por la amnista pascual, a peticin del pueblo.
Longinos: Y qu haremos con Jess?
Pilato: Aplquenle el castigo de la flagelacin romana. (Los soldados le llevan
al centro, continuando las burlas, y lo van atando a un columna pequea,
quitndole la tnica y vendndole los ojos).
Pilato: Djenme solo un rato. Retrense todos. Cmo me enfada que me
presionen las turbas, que juzgan por instintos, por suposiciones! Ms todava
me tensionan las presiones de las autoridades judas, que me utilizan para sus
Pilato: Hipcritas, odian todo lo que suene a Roma; por algo quieren condenar
a un inocente.
Sumo Sacerdote: Quien se hace pasar por rey comete lesa majestad y puede
ser condenado a muerte aun sin juicio. Si no lo crucificas eres traidor al
imperio y a Csar, y t tambin morirs. Fuera, fuera, crucifcale!
Pueblo: Fuera, fuera, crucifcale!
Pilato: Traigan agua para lavarme las manos. Conste que me presionan para
hacer algo contra mis convicciones. (lavndose las manos) Soy inocente de la
sangre de este justo.
Sumo Sacerdote: Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos.
Pueblo: Crucifcale! Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos.
Pilato: Ordeno para Jess la crucifixin.
Sumo Sacerdote: No, as no vale. Esperamos formalmente la sentencia, con
las formalidades que pide el Imperio.
Pilato: (de pie ante el trono, con el brazo extendido y la mano hacia abajo)
"Iesus Nazarenus: ibis ad crucem. Roma locuta". Jess nazareno, irs a la
cruz; ha hablado Roma imperial.
Sumo Sacerdote: No basta todava. Firma un documento escrito donde
ordenas su muerte, y dictas pblica sentencia, con las rbricas y sellos del
imperio, para no tener problemas despus.
Pilato: Est bien. Escribano: escribe en la tabla que trae Longinos para la
ejecucin, en latn, lo siguiente: "Iesus Nazarenus, rex iudeorum". Ahora en
griego: "Iesous nazarens, o basileos tos iudaikatos". Ahora en hebreo: "Jess
de Nazaret, el rey de los judos".
Sumo Sacerdote: No, no, no, as no, sino "el que se dice rey de los judos".
Pilato: Lo escrito escrito est. Longinos, as todos entendern quin muere as.
Longinos: Que preparen la cruz.
Sumo sacerdote: Bravo, hemos ganado! Muera Jess!
2 Corintios 4,8-12.
Longinos: Ayuden al reo con la cruz, que ya va arrastrando los pies y
tropezando con frecuencia, est muy dbil, trae fiebre, y el suelo es disparejo,
no vaya a caer.
Sumo Sacerdote: La basura se tira al suelo, djenlo que caiga, mtanle
zancadilla.
Longinos: Cuidado, soldados (Jess cae) Pero qu estn cuidando, soldados
estpidos?
Soldado 1: Lo empujaron y cay.
Longinos: Como grano de trigo cado en el surco; como el pan de los hijos
tirado a los perros; como un gusano, no un hombre.
CUARTA ESTACION: JESUS Y SU MADRE
Lamentaciones 1,12-22.
Longinos: Dejen pasar a la madre del condenado.
Sumo Sacerdote: Pena de Muerte tambin para las que parieron criminales.
Fuera esa madre!
Pueblo: Fuera esa madre!
Sumo Sacerdote: Que claven tambin en la cruz el vientre que lo llev y los
pechos que lo amamantaron.
Pueblo: Fuera esa madre!
Sumo Sacerdote: Limpiemos a Israel de las mujeres que se unen con los
machos cabros, y de las vboras que parieron demonios.
Pueblo: Fuera esa madre!
Mara: Hijo mo.
Jess: Madre, ha llegado la Hora.
QUINTA ESTACION: Simon de Cirene ayuda a Jess con la cruz
Glatas 6,2-10.
Longinos: Eh, t, ven aqu! S, no te hagas, a t te hablo. T ests fuerte,
mientras que el condenado ya no puede seguir. As que toma la cruz y llvala
hasta la cima!
Cireneo: No puedo, tengo un trabajo pendiente y debo regresar pronto.
Longinos: Es una orden, toma la cruz!
Cireneo: Sera una deshonra para m ayudar a un delincuente, y en pblico. De
verdad: no tengo tiempo.
Longinos: Dnle 20 azotes y qutenle sus pertenencias!
Cireneo: Est bien, est bien, ya voy a ayudarle; as por la buena todos
jalamos.
Longinos: Qu ests murmurando entre dientes?
Cireneo: Que ya voy a ayudarle. Pero conste que no tengo que ver nada con la
causa de este ajusticiado est claro? Al cabo, ni agradecen.
SEXTA ESTACION: VERONICA Y EL ROSTRO DE JESUS
1 Juan 4,7-15.
Vernica: (se abre paso entre los soldados de la valla) Tu rostro buscar,
Seor, no me escondas tu rostro.
Jess: No escond mi rostro a los insultos y salivazos; tom sobre m los
crmenes del mundo.
Vernica: Eres el ms bello de los hombres; la imagen viva del Padre; en tus
labios se derrama la gracia.
Jess: Dichosos los limpios de corazn, porque ellos vern a Dios (Vernica
va limpiando su rostro).
Sumo Sacerdote: Ya saquen esa mujer que nos est entreteniendo. Esta tarde
inicia la gran fiesta de Pascua y urge que mueran antes del atardecer.
Longinos: A uno le tocan las sandalias del reo; a otro el manto; a otro el velo
de la cabeza; a otro el cinturn de cuero.
Soldado 2: El nico problema es la tnica, sin costura, a su medida, de una
sola pieza; sera casi un pecado hacerla pedazos.
Soldado 1: No importa que no sea tnica de rey, echmosla en suertes, a ver a
quin le toca. Echen los dados en el casco y empecemos.
Soldado 2: Pero alejmonos de la cruz, porque molesta ese maldito goteo de
sangre.
Soldado 1: Una sangre que nunca regresar a sus venas.
Soldado 2: Traigan el vino y celebremos el triunfo, o la derrota.
Longinos: Los dems soldados tienen con el pago que les da el Imperio.
Detengan la gente, que no se arrime.
DUODECIMA ESTACION: JESUS MUERE
EN LA CRUZ
Romanos 8,31-39
ESCENA 1:
Soldado 1: Algo raro encontr en este reo. Los que lo mandaron a la cruz
perdieron la cabeza por el odio acumulado, mientras el condenado est muy
tranquilo.
Soldado 2: Baja, y Roma te pondr en el Capitolio y te adorar como una
divinidad.
Sumo Sacerdote: Qu dulce es la venganza! Por fin podremos dormir en paz.
Narrador: Jess no implora ser quitado de la cruz, ni que se acelere su muerte,
ni la comprensin de sus enemigos o de sus discpulos, sino el perdn para
Ans, Caifs, Judas, los sacerdotes y escribas, Pilato, y nosotros. Fiel a su
enseanza, no hay rencor en su corazn, sino amor hasta el extremo. Muere
para salvarnos. Apost por nosotros cuando poda condenarnos.
Jess: Padre, perdnalos, porque no saben lo que hacen.
ESCENA 2:
Narrador: Los ladrones no eran comparsas de un teatro, sino dos fuera de la
ley debatindose en la muerte como castigo a sus equivocaciones pertinaces,
rebeldes a unas estructuras injustas, rabiosos contra s y contra todo.
Gestas: Maldita la hora en que nac. Maldito el gobernador romano. Maldita la
sociedad hipcrita, enemiga de todos los miserables, que siempre ha protegido
a los ricos y se vuelve contra nosotros. Malditos todos ustedes. Si pudiera, les
dara un golpe con la cruz en la cabeza, empezando por el centurin.
Dimas: Es muy duro tener que acabar as, Gestas, pero de que valdran las
leyes sin castigo? Hemos robado, atracado, violado y agredido, y sufrimos las
consecuencias de nuestra impertinencia. De nada sirve lamentarse; vamos a
morir como vivimos. No te dice nada la dignidad de este profeta de Galilea?
Gestas: Qu esclavo tan despreciable! Si todo lo que se dice de l es verdad,
y hace milagros por qu no hace una proeza de magia y se libra de la maldita
cruz? Camina humildemente hacia su muerte como un impotente. As que
eres t el Cristo? Slvate a t mismo y slvanos a nosotros.
Dimas: No temes t a Dios estando en el mismo suplicio? Nosotros lo
tenemos merecido; pero l no ha hecho nada malo.
Narrador: Dimas se jug la ltima carta al salir de su tragedia, descubrir la
dignidad de Jess, y la justicia. Slo la muerte de un justo puede hacer girar al
mundo. Y, por su acto de fe, Jess le da su gloria inmediatamente.
Dimas: Jess, acurdate de m cuando llegues a tu Reino!
Jess: En verdad, en verdad te digo: Hoy mismo estars conmigo en el
paraso.
ESCENA 3:
Narrador: Ha llegado la Hora de Jess, y reaparece su Madre, pues tendr un
lugar central en la historia de la salvacin. Jess la cita al Calvario para
encomendarle una nueva misin.
Longinos: Dejen acercar a la madre del ejecutado, con sus acompaantes.
Cmo te han dejado los nuevos hijos que me diste, Hijo de mi alma! Limpio
tu rostro plido, sangrante, abotagado y deforme. Limpio y beso tu corazn
herido, tus manos y pies perforados. Acaricio tus manos, que acariciaron a
tantas almas. Cmo me duele la herida de tu costado, donde tu corazn lati
de amor hacia tu Padre y hacia todos los seres humanos. Como tu madre, te
doy mi ltima bendicin; pero t, como el redentor, bendceme ahora a m.
Jos de Arimatea: Que la sndone lo cubra a lo largo, por detrs y por delante.
Enseguida, lo envuelven con las vendas como momia. Y finalmente le colocan
el sudario en la cabeza.
Juan: Madre, ha terminado la prueba, la redencin se ha realizado. Cumpliste
tu misin de madre de Jess, concibindolo, alimentndolo, ayudndole en la
vida y en la muerte. Fuiste su fuerza en el dolor, su compaera de viaje, la que
oraba por El en sus largas jornadas. Ahora aqu nos tienes a nosotros (las
mujeres, terminada la operacin, se colocan detrs de Juan).
Mara: Mi Jess, si mi dolor es til para la obra de salvacin que viniste a
realizar, aqu est, tmalo. Yo seguir ahora recibiendo a cada uno de tus
seguidores como a mi hijo, y tendr los mismos cuidados que tuve contigo.
Gracias, Hijo, por invitarme a colaborar contigo.
DECIMOCUARTA ESTACION: LA SEPULTURA DE JESUS
Romanos 6,3-11
Juan: No alcanzamos a preparar bien el cuerpo, pues casi empieza el grande
sbado. As que no haremos toda la operacin; ser algo provisional.
Mara Magdalena: Nosotras vendremos, en cuanto pase el sbado, para
embalsamar el cuerpo y terminar la operacin. Slo necesitaremos que unos
hombres nos corran la pesada piedra de la entrada.
Jos de Arimatea: Por lo pronto, colocan su cadver en el nicho del fondo de
la cueva. Si quieren, pueden dejar en el prtico, sobre la loza, los perfumes y
mirra que sobraron, para que las mujeres puedan despus continuar con ms
calma la preparacin del cuerpo.
Sumo Sacerdote: Seoras y seores, desalojen por favor el lugar, porque las
autoridades judas y romanas clausurarn la tumba. A poco creen que ser
fcil robarse el cadver y luego afirmar que resucit? Se equivocan!
Soldado 1: Imposible que ese cuerpo tan destrozado que derram hasta el agua
de las venas o del corazn vuelva a tener vida.
Soldado 2: Hasta tieso estaba. Se muri primero que los otros dos. No s por
qu tienen tanto miedo.
Soldado 1: Parece que haba prometido que resucitara al tercer da.
Soldado 2: Ni siquiera pudo librarse de una muerte injusta y vergonzosa qu
poderes va a tener despus de muerto?
Soldado 1: Y que tal si en verdad fuera un dios?
Soldado 2: Olvdalo. Los dioses no se rebajan a este grado, ellos son unos
egostas que slo buscan su felicidad y juegan con nosotros.
Soldado 1: Es cierto. Podemos dormir tranquilos, o hasta irnos a pasear. Falta
mucho para el cambio de guardia.
Soldado 2: No, ya sabes los terribles castigos que en la milicia romana se da a
los infractores. Ser desertor es ser hombre muerto.
Soldado 1: Y lo peor: tener luego que enfrentarse con las autoridades romanas
y judas.
Soldado 2: La piedra se est moviendo!
(Rueda la piedra, sale Cristo resucitado, los soldados caen lejos asustados, y el
ngel se coloca a un lado).
Angel: No est aqu. Ha resucitado. Los encontrar en todos los caminos de la
vida. No busquen entre los muertos al que est vivo. Cristo ha resucitado.