Anonimo - La Mirada 09-19
Anonimo - La Mirada 09-19
Anonimo - La Mirada 09-19
R.: Las palabras son instrumentos. No hay que pararse en ellas. La sal no es salada,
el azcar no es dulce. La sal es salada en tu boca, pero, en s misma, no es salada. Las
palabras son signos convencionales y apuntan hacia una realidad. La palabra no es lo
que designa. Para que tengas la sensacin de lo salado, es necesario que tu atencin se
dirija hacia lo salado.
Cuando el gusto de lo salado desaparece, tu atencin se dirige hacia un objeto
distinto, pero no muere la sensacin. Se puede atribuir a la sensacin una
discontinuidad, como, por otra parte, a cualquier otro objeto, pero la atencin es
continua. Dnde ests t antes de la sensacin, antes del gusto de lo salado? Dnde
est la atencin? En el sueo profundo y entre los estados de sueo, de vigilia y de
sueo con sueos, dnde est tu atencin? Sin embargo, ests presente. Plantate
profundamente la pregunta: quin es el testigo de los objetos? Esto no es ni un
concepto, ni un efecto, ni una percepcin, es una experiencia ms densa y ms cercana
que el gusto de lo salado.
P.: Se puede decir que entre la atencin y los objetos hay una cierta distancia?
R.: Cuando eres consciente de los objetos sin identificarte con ellos, se crea un
espacio entre la observacin y los objetos, pero lo que aqu nos interesa es conocer al
conocedor.
P.: Muchas personas no oirn jams hablar de estos dilogos porque han nacido y
viven en un medio que no es favorable a su difusin. Piensa que sera posible darles
una oportunidad? Mi alegra no pasa tambin y primero por la alegra de los dems?
R.: Hagamos la pregunta de una forma distinta: conoces los mviles que te han
trado aqu? Supongo que eres una mujer demasiado seria como para haber venido por
simple curiosidad.
P.: Yo estoy buscando. Una bsqueda de la felicidad, quizs. Si supiera por qu estoy
ya no tendra necesidad de venir.
R.: Esto es ya una anticipacin pero los motivos profundos que te han trado hasta
aqu son ciertamente una insuficiencia, una carencia en ti; de no ser as, no hubiera
venido. Has interrogado esta carencia? Es la misma que te empuja a ir al cine, a
encontrar otro hombre, a comprarte un coche, a hacer un viaje, etc. Observa que vas de
una compensacin a otra. Has credo colmar tu insuficiencia, pero en el curso de tu vida
has visto que, de esta manera, no podas hacerlo. Los objetos no te proporcionan la
plenitud a la que aspiras.
Cuando captas que el mundo objetivo no puede llevar a la plenitud, tu bsqueda se
suspende. En ese momento se produce un soltar y todo dinamismo de bsqueda se
detiene. Hay atencin a la atencin. Cuando te encuentres totalmente en esta
observacin, conocers la respuesta.
Interroga tus mviles, mira cmo piensas, comienza por conocer el mbito que te es
propio sin querer juzgar o concluir. Estte nicamente lcida, atenta y, un da, te
encontrars en la luz que est detrs de la atencin.
P.: Qu relacin hay entre la voluntad y la gracia?
R.: Toda voluntad es intencionada y nace siempre de una estructura de miedo, de
ansiedad, de deseo; la voluntad est animada por la memoria y nos encierra en un
crculo vicioso donde no hay creatvidad. Repetimos constantemente los mismos
clichs, los mismos procesos. Pero hay otra voluntad ms profunda que no procede de la
persona y que est orientada hacia la plenitud de ser.
En un momento dado de nuestra vida nos damos cuenta de que no hay nada que
buscar, nada que encontrar. Tras cada bsqueda en el mundo de los objetos, constatamos
que nos encontramos de nuevo en el punto de partida. Entonces nos abandona
completamente este dinamismo y el que busca se convierte en lo encontrado. Cuando se
abandona completamente la bsqueda, la gracia se manifiesta, y esa voluntad profunda,
ese querer-ser, entra en accin.
P.: Hace un momento se ha hablado de la ayuda que puede ofrecerse a los dems.
Al venir aqu, est usted animado por el deseo de ayudar?
R.: Antes de poder ayudar a los dems, tendra uno mismo que estar libre de la
necesidad de ayuda. Si no es as, la pretensin de ayudar a los dems no es ms que un
asegurar la persona, que por otra parte no existe, y una huida de s mismo.
P.: Pero tiene usted ese deseo?
R.: No. Se puede ayudar cuando se est totalmente presente y las circunstancias son
propicias para ello.
P.: Cmo se puede llegar a constatar sin que eso se convierta en una tensin?
R.: No busques estar atento.
P.: En el momento que estoy ms atento, vuelvo a estar cogido por los pensamientos.
R.: No ests atento a una sensacin. Ms bien dira: da preeminencia a la sensacin.
Vas a observar que, por hbito, siempre quieres dirigir, eliminar, mejorar. Si ves
claramente que no dejas que la sensacin se exprese, se producir un soltar y tu
percepcin quedar completamente libre. Estars, entonces, totalmente atento, sin
tensin. Una atencin dirigida hacia un objeto est siempre interesada en un resultado,
orientada hacia algn punto.
En la atencin no intencionada que yo te propongo, percibes simultneamente dos
polos: el objeto que no tiene la posibilidad de expresarse y el sujeto en estado de
tensin. Estos dos polos se disolvern en tu atencin y conocers el silencio sin estar
atento a un objeto, sino, ms bien, a ti mismo.
P.: No es necesaria una cierta intimidad interior para llegar a esta atencin: Me
siento paralizado en el caminar.
R.: Tu atencin puede dirigirse nicamente hacia lo ya conocido, es decir, hacia el
pasado. Cuando te des cuenta de que no das libre curso a tu sensacin, todo falso
condicionamiento se eliminar y aparecer una sensacin original que ser propiamente
la atencin sin tensin.
La autntica comprensin que se produce en nosotros es siempre el resultado de una
investigacin. Esta investigacin debe ser conducida sin espritu de comparacin, de
referencia, de competencia; consiste simplemente en tomar nota. Se desarrolla en la
duracin, y en este nivel no hay simultaneidad posible. Si no prejuzgamos los elementos
constatados, la conclusin se elaborar por s misma en nosotros. Una falta de injerencia
por nuestra parte, favorecer la ordenacin espontnea de los elementos constatados. El
conjunto se nos presentar entonces en la simultaneidad. Una visin as, panormica,
sinttica, abrupta, no puede tener lugar en el plano del discurso, que se desarrolla
siempre en el tiempo, es decir, en un movimiento horizontal. La intuicin, la visin
simultnea surge en la verticalidad, fuera del tiempo. As se realiza la comprensin. En
el momento en que tiene lugar, nadie hay all para decir he comprendido.
En nuestras reuniones, los elementos esbozados deben tomarse en consideracin sin
voluntad de concluir o de apropiarse un resultado verbal. Vive simplemente lo que se