La Voz Profética de Dios Ahora

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PROFETAS

TRAMPAS
Y
PRINCIPIOS
LA VOZ PROFTICA DE DIOS AHORA
TRAMPAS A EVITAR Y PRINCIPIOS A PRACTICAR
10 Ms PARA DISCERNIR A LOS VERDADEROS PROFETAS
EVENTOS PROFTICOS DEL FINAL DE LOS TIEMPOS

DR. BILL HAMON


PREFACIO por ORAL ROBERTS.

PREFACIO
Por

Oral Roberts
Siempre estoy atento cuando Bill Hamon profetiza o cuando l escribe un
libro sobre las verdades profticas, y an lo hago si nicamente estamos juntos
conversando y haciendo oracin.
La vida de Bill en Cristo y Cristo trabajando Su espritu proftico a travs
de l, muestra al mundo -y al cuerpo de Cristo- que es ya el tiempo que nos
demos cuenta de que Dios ha establecido en la Iglesia no slo a

los

evangelistas, pastores y maestros sino tambin los apstoles y profetas (Ef.


4:11).
He conocido por mucho tiempo a algunos entre nosotros, los cuales
hemos sido establecidos en la Iglesia ya sea como pastor, evangelista,
maestro, profeta o apstol, operar bajo el espritu apostlico y proftico del
Espritu Santo. Esto significa que tambin, en cualquier momento, alguien que
se encuentre trabajando en uno o ms de estos cinco oficios ministeriales,
puede manifestar simultneamente el espritu de apstol o de profeta. En otras
palabras, esto significa que la cobertura apostlica y proftica est sobre todos
los cinco oficios ministeriales. Sin embargo, yo tambin s que cada uno de
estos cinco oficios es distinto, inclusive el de profeta.
Ver a Bill Hamon operar en el oficio de profeta, ver como su espritu
humilde da a Dios toda la gloria y ver su cuidado en alinear todo cuanto dice y
hace con la palabra de Dios, es una bendicin que yo necesito, y pienso, que
todo el pueblo de Dios tambin necesita.
Espero que Dios bendiga con el nuevo libro de Bill: Profetas; Trampas y
Principios a todos aquellos que tengan la bendicin de leerlo y estudiarlo. Doy
gracias a Dios que estamos viviendo en los das en que Dios est colocando un
nuevo y fresco nfasis sobre todos los cinco oficios de Su Cuerpo, incluyendo el
de apstoles y el de profetas.

DEDICACIN
Este libro, Profetas 3, est dedicado a todo el liderazgo dentro del
cuerpo de Cristo. Si las verdades que se encuentran dentro de este libro
previenen aunque sea a un tan slo ministro o lder cristiano de caer presa de
las trampas satnicas y de las debilidades del carcter humano, entonces
valdr la pena todo por lo que he pasado para aprender estas lecciones,
incluyendo las interminables horas tomadas para escribir este libro. Profetas
3 est dedicado para ayudar al pueblo de Dios a ser preservado sin culpa en
cuerpo, alma y espritu hasta la venida del Seor.

AGRADECIMIENTO
Doy mi agradecimiento a la Junta de Gobernadores de CI-NPM quienes,
por medio de su dedicado ministerio y apoyo, hicieron posible para su obispo
tomarse el tiempo de su ministerio tan activo y con tantos viajes para
completar la comisin que Cristo le dio de quedarse en casa y acabar este libro
el cual es desesperadamente necesario.

Agradezco de corazn a mi esposa,

Evelyn, por alentarme a terminar el libro, y al equipo de CI y de ministerios CINPM por llevar adelante el ministerio mientras su presidente estaba
escribiendo.

USO DE MAYSCULAS
El Dr. Hamon se ha apropiado de la regla conocida como la Prerrogativa
del Autor al escribir con maysculas ciertas palabras que usualmente no las
llevan de acuerdo con la prctica gramatical corriente. Esto se ha hecho para
efectos de dar claridad y nfasis al texto. Las referencias a la Novia/Esposa se

escriben con mayscula a causa de su unin con la Deidad a travs de


Jesucristo. Profetas se coloca a veces en negrita para propsitos de nfasis.
Compaa de Profetas se escribe con maysculas para designar un grupo
especfico de profetas. Movimiento Proftico se escribe con maysculas porque
son referencias al mayor movimiento de restauracin dentro de la Iglesia. La
palabra Escritura se escribe con mayscula solamente cuando se refiere a la
Biblia entera. Iglesia y Cuerpo cuando se refiere al Cuerpo universal de Cristo
La

Iglesia;

iglesia

sin

mayscula

cuando

se

refiere

una

iglesia

denominacional o local. Logos/Palabra cuando se refiere a la Biblia entera;


rhema/palabra cuando se refiere a escrituras individuales y palabras profticas
Todas las escrituras son tomadas de la versin Reina Valera (VRV, 1960)
a menos que se diga lo contrario. Cuando se cita la escritura el autor algunas
veces lo escribe en negrita o en cursiva por razones de nfasis.

CAPITULO 1

EL PROCESO DE PREPARACIN DE DIOS PARA


ESCRIBIR EL LIBRO

TRAMPAS Y PRINCIPIOS
Yo complet mi entrenamiento universitario en Biblia en 1950 con
grandiosas ideas de cambiar el mundo para Jesucristo. Yo era audaz,
apasionado y ambicioso. Una declaracin que hice en un programa nacional de
radio en esa poca revela como el presidente del Colegio Bblico haba
encendido mi visin y mi fe: Pueblo, dije, Yo quiero que sepan que este
mundo es muy grande. El diablo esta aqu y yo tambin estoy aqu, y uno de
los dos tiene que irse. Quiero que sepan que no ser yo.
El Seor me llev desde esta visin del mundo en mi colegio Bblico hasta
una pequea Iglesia en Yakima Valley, Washington. Esta iglesia haba
disfrutado avivamientos continuos cada noche por tres aos, pero luego el
pastor muri, y la iglesia sufri divisin tras divisin sobre casi toda doctrina
controversial que alguna vez se haya manifestado entre Pentecostales:
doctrinas de la Trinidad, frmulas bautismales, cdigos de vestimenta,
estructura de la iglesia, y enseanzas del movimiento de la Lluvia Tarda.
Cuando yo llegu en febrero de 1954, haba un puado de sobrevivientes
que an se sostenan cantando con determinacin No me mover, No me
mover. Lo haban visto todo, lo haban hecho todo y haban pasado por todo,
y estaban determinados a no ser movidos por nadie nunca ms.
Dios en su sabidura (y pienso que con sentido del humor coloc a este
profeta llorn en ese lugar para pastorear por los prximos seis aos. Mi fe y
mi visin fueron tratadas profundamente, y

calentadas y fredas

sobre el

fuego del proceso de Dios para hacer primero que todo al hombre antes de
manifestar en l Su ministerio.

Durante este tiempo yo observ a grandes evangelistas como T.L.


Osborne, Oral Roberts y Billy Graham comenzar a afectar al mundo con el
poderoso mensaje de Jesucristo. Reciba sus revistas con gloriosos reportes. En
lugar de alentarme, estos reportes me causaban gran frustracin y horas de
agona delante de Dios mientras trataba de convencerlo a El que debera
sacarme para hacer las mismas cosas y no clavarme en esta iglesia local
carente de visin.
Como el viejo dicho dice, yo mor mil veces sobre el altar mientras
discuta con Dios tratando de convencerlo cuan desesperadamente las almas
alrededor del mundo necesitaban mi poderoso ministerio mas que este
pequeo remanente

en la iglesia local. Pero durante estos seis aos Dios

trabaj en mi madurez, en mi hombra, mis motivos y mi matrimonio. El me


llev de ser un hombre soltero de diecinueve aos viajando como profeta
evangelista, a ser un hombre casado con dos hijos, Tim y Tom. (Nuestra hija
Sherilyn, naci en 1961.).
Mientras yo estaba escondido en lo que yo senta ser una experiencia
similar a la de Moiss en el desierto, yo no observ solamente a los ministros
exitosos. Yo tambin vi. El declive y la cada de muchos evangelistas poderosos
al final de 1950 y al inicio de 1960. A muchos de ellos yo los haba admirado y
envidiado. Pero ellos empezaron a caer debido a problemas en las reas de
moralidad, mtodos, motivos, mensaje y manejo del dinero, por ausencia de
una tica ministerial adecuada.
Desde lo profundo de mi espritu y desde las profecas personales que
llegaron a m desde el presbiterio proftico, yo supe que algn da, de alguna
manera, de alguna forma, mi vida y mi ministerio afectaran a la iglesia y al
mundo entero. Supe que mi destino descansaba ms all de los lmites de la
iglesia local. Pero a medida que estos grandes evangelistas y unos cuantos
profetas comenzaron a caer, esta tragedia caus que un gran temor reverencial
hacia Dios se levantara en mi corazn.
As que comenc a orar y a buscar a Dios continuamente. Una
preocupacin por la cual yo oraba continuamente podra

expresarse como

esto: Seor yo se que algn da yo tendr un ministerio mundial como el de


estos hombres. Que es lo que me guardar de caer igual como estos hombres
han cado?.
Mi peticin era la de conocer la raz del problema que causa que grandes
ministros caigan y tener la sabidura para reconocer los engaos comunes, las
trampas destructivas y las debilidades de carcter que les afectaron. Deseaba
discernir mi propio corazn para reconocer cualquier semilla de mala actitud
que poda brotar, crecer y eventualmente destruir mi vida espiritual y mi
ministerio. Sinceramente or a Dios para que hiciera lo que fuera necesario
para purgarme y purificarme antes de que llegara al punto en que mi vida
pudiera afectar negativamente a decenas de miles.
Oraba a Dios para que tratara conmigo en mi tiempo de travesa en el
desierto de oscuridad, a fin de que la mnima cantidad de gente fuera afectada
por mis fallas. Durante estas muchas horas de oracin y estudio bblico
personal, el Espritu Santo comenz a iluminar muchas escrituras en mi mente
que me dieron algunos principios que practicar y trampas en las que evitar
caer. En aquellos das a mediados de 1950 estas verdades estaban en forma de
semilla, pero ahora despus de cuarenta aos de ministerio han crecido dentro
de mi vida y mi ministerio hasta llegar a ser un cultivo cosechable.
Estos granos ya maduros acerca de la verdad sern presentados en este
libro. Mi oracin es que estas verdades concernientes a principios a practicar y
trampas a evitar salvarn a muchos de caer mientras que tambin ayudarn a
otros en espritu, alma y cuerpo, a ser guardados irreprensibles para la
venida de nuestro Seor Jesucristo (1 Ts 5:23). Oro para que estas verdades
caigan sobre buena tierra y que produzcan a treinta, sesenta y a ciento por
uno.
Espero que todos nosotros tengamos odos para escuchar lo que el
Espritu tenga que decirnos acerca de los principios bblicos que hay que
practicar y las trampas satnicas que hay que evitar -para que nosotros
podamos tomar nuestro lugar dentro de la gran compaa de profetas de Dios,
ministros profticos y pueblo proftico.

BASES PARA EL MINISTERIO PROFTICO


En estos das Dios esta atrayendo la atencin de su pueblo hacia el
ministerio proftico de modo que los profetas y la profeca sean restaurados a
su lugar correcto en la vida de la Iglesia. El movimiento proftico esta ganando
momentum -y tambin una agitada controversia- a medida que miles de
cristianos buscan respuestas a sus preguntas acerca de cmo Dios nos habla
a travs del ministerio proftico, y como se debe responder a su palabra
proftica.
Por cerca de cuarenta aos he estado profundamente involucrado en este
ministerio, profetizando a decenas de miles y entrenando a otros a profetizar
tambin. Hace varios aos Dios me instruy a que comenzara a escribir varios
libros que ayudaran a clarificar algunos de los tpicos mas importantes en esta
rea, tanto para ministros profticos constituidos como para aquellos que
estn apenas recibiendo el ministerio proftico. Este es el tercer volumen de la
serie resultante.
El primer volumen, Profetas y Profeca personal, responde las preguntas
ms comunes hechas por aquellos que han recibido una palabra proftica
personal de parte de Dios. Incluye una gua para responder adecuadamente a
tales profecas. Tambin suministra numerosos ejemplos de la Escritura y de
mi experiencia ministerial personal que ilustra como Dios puede hablar a
travs de varias reas de nuestra vida, tales como sanidad divina, ministerios,
dones y llamamientos; romance y matrimonio, esfuerzos de negocios,
embarazos y nacimientos; y decisiones mayores y movimientos geogrficos.
El segundo volumen, Profetas y El Movimiento Proftico, se enfoca sobre
el movimiento de restauracin de parte de Dios que actualmente esta teniendo
lugar para restaurar los profetas y la profeca para la Iglesia. Fue escrito para
restablecer la realidad y describir el alcance del Movimiento Proftico.
Suministrando informacin bblica e histrica, tambin ayuda a aquellos que

participan en este movimiento para entender su historia; para recibir todos los
beneficios de las verdades y las experiencias espirituales que son parte del
movimiento; y para recibir gua y sabidura para que puedan guardar lo que
han recibido con integridad y balance mientras no se pierda el poder o el
propsito de Dios para este movimiento de restauracin de parte del Espritu
Santo.
Este tercer volumen, Profetas; Trampas y Principios busca responder
preguntas y suministrar ayuda para el ministro proftico. Presenta principios
adecuados para ministrar profeca personal, advierte acerca de las mayores
trampas en el ministerio proftico, y sobretodo se enfoca sobre las cualidades
de carcter personal que son necesarias para tener un ministerio maduro.
El nfasis de los dos primeros volmenes da un fundamento crtico para
poder ministrar profticamente.

CAPITULO 2

TRAMPAS PARA LOS MINISTROS PROFTICOS

La Eleccin Soberana de Dios. Las Escrituras ensean claramente que


los santos no escogen la membresa de su ministerio dentro del Cuerpo de
Cristo: Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como el
quiso. (1.Cor. 12:18). Ni los ministros se llaman a si mismos al quntuple
ministerio por su propia eleccin. Recuerde que Jess dijo a sus doce
ministros: No me elegisteis vosotros a m, sino que yo os eleg a vosotros y os
he puesto (Juan 15:16). Pablo fue mas all al decir: Subiendo a lo alto, llev
cautiva la cautividad y dio dones a los hombres; Y El mismo constituy a
unos apstoles; a otros profetas, a otros evangelistas; a otros pastores y
maestros (Ef.4:8-11). Y Pablo insiste: a unos puso Dios, primeramente
apstoles, luego profetas (1 Co.12:28).
Los dones y llamamientos de Dios son basados en su soberana, no en
los mritos humanos de persistencia en la bsqueda de una posicin. El
principio que Pablo revela cuando dice Mirad, pues, la bondad y la severidad
de Dios (Ro.11:22) se aplica a la eleccin de Dios para el ministerio. La bondad
de Dios se manifiesta en sus dones y llamamientos. Su severidad se revela en
el proceso de Su entrenamiento a fin de alistar a una persona para la comisin
de su llamada.
A Quien Mucho Se le Da, Mucho Se le Pide. Jess tiene un amor y una
dedicacin

especial

hacia

aquellos

quienes

Dios

ha

llamado

para

representarlo. El Seor tiene una preciosa inversin en ellos: El les ha dado de


Su propia naturaleza, gracia, dones y Su ministerio, y a quien mucho se le da
mucho se le pide (Lc. 12:48). Aquellos que son llamados a esta esfera del
ministerio sern juzgados ms estrictamente que otros (Stg. 3:1).
Este principio parece aplicarse especialmente a aquellos que son
llamados a ser profetas. A aquellos a quienes El llama a hablar directamente en
su nombre con un As dice el Seor se les ha dado mucho. Pero de igual
manera se le pide mucho en obediencia, integridad, rectitud y semejanza a
Cristo en todas las reas de su vida.

El diablo odia a los profetas de Dios. As que l ha desarrollado un


arsenal completo de armas de destruccin para usarlas contra ellos. Ha cavado
un hoyo para cada ministro proftico y est determinado a provocar que cada
uno caiga en l y sea enterrado. Yo llamo a estas celadas de Satans trampas
profticas.
En el primer volumen de esta serie sobre los profetas y el ministerio
proftico tratamos principalmente con lneas guas para aquellos que reciben
una palabra proftica y desean responder a ella adecuadamente. En este
volumen nos dirigimos a aquellos que hablan la palabra proftica, ofreciendo
una gua para ministrar con integridad y exactitud, y asimismo advertencias
acerca de las trampas que el diablo ha preparado para ellos. Esta seccin
tratar en particular con muchas de las celadas que pueden estorbar a los
profetas y su mensaje proftico. Expondremos la mayora de los principios a
practicar y las trampas a evitar tomados de los ejemplos de los caracteres
bblicos, principalmente profetas y apstoles. Mi carga personal va ms all de
solamente activar dentro del ministerio aquellos llamados a ser profetas.
Tambin quiero ensearles y entrenarlos de tal modo que ellos mantengan su
ministerio proftico en poder y pureza hasta que alcancen su propsito
predestinado: Ser conformados a la imagen de Jesucristo el Profeta por
excelencia (Ro. 8.29). Cristo fue la plenitud del quntuple ministerio en un solo
cuerpo humano (Col. 2.9). El es el modelo perfecto para todos los ministros del
nuevo testamento, incluyendo al profeta.
MALA SEMILLA DE ACTITUDES Y PROBLEMAS DE LA RAZ.
Yo crec en una granja en Oklahoma y aprend mucho de los problemas
de los granjeros con la mala hierba y las races. En mis clases de agricultura
en la secundaria tuve que estudiar acerca de toda clase de semillas.
Aprendimos que algunas semillas de mala hierba y algunas buenas semillas se
parecen tanto que la diferencia es difcil determinarla mientras estn todava
en forma de semilla. Solamente una educacin extensiva y la experiencia le

permiten a un granjero reconocer una semilla inmediatamente por lo que


verdaderamente es.
Lo mismo es verdad con las actitudes de nuestro corazn. Poder
reconocer e identificar la mala semilla de una actitud dentro de una persona que es, una actitud que eventualmente brotar como la semilla peligrosa de un
comportamiento

equivocado-

requiere

alguien

con

entendimiento

experiencia en el discernimiento espiritual.


Una Ilustracin de la Esfera Natural. La planta que tipifica ms
claramente en la esfera natural el desarrollo de la raz de los problemas en la
esfera espiritual es la llamada hierba Johnson. Esta variedad de hierba tiene
uniones a cada seis pulgadas a lo largo de cada ramal en su sistema de raz,
estas

races

son

incontables

se

desarrollan

en

todas

direcciones

entretejindose entre s mismas con el sistema de raz de un buen cultivo


cercano, como por ejemplo el maz.
Cuando la hierba Johnson brota y comienza a crecer junto a un brote de
maz, las dos plantas lucen casi idnticas. Si a la hierba Johnson se le permite
crecer junto a la mata de maz hasta que ambas alcancen la altura de la
rodilla, su sistema de races llega a estar tan entretejido que la hierba Johnson
no puede ser arrancada sin desarraigar y destruir tambin el maz. Lo mejor
que un granjero puede hacer para preservar el maz es cortar la hierba al nivel
del suelo.
El problema sin embargo es que la hierba Johnson enviar otra vez nuevos
retoos, tanto desde el tronco de las viejas matas como desde las uniones de
las races bajo tierra. Usted no puede destruir las races simplemente cortando
las plantas. Usted solamente puede evitar que crezca hasta alcanzar la
madurez total y produzca semillas. Mientras tanto, el sistema de races de la
hierba contina robando los nutrientes del suelo que se puedan ir al tallo. De
modo que la mata vecina ser capaz de producir cuando mucho una mazorca
de maz flaca, inferior y sin la calidad suficiente para ser usada como semilla
de maz para la siguiente cosecha.

El Severo Remedio de Dios. Debemos notar que por la severidad del


problema el granjero no puede remediarlo permanentemente durante la poca
de crecimiento. Ya que la hierba Johnson tiene hojas similares a la del maz, el
granjero no puede fumigarla sin matar tambin el maz. Todo lo que puede
hacerse es esperar hasta que termina la estacin y luego arar el suelo para que
las races sean expuestas. Entonces estas pueden ser rastrilladas y quemadas
o envenenadas, o tambin dejar que mueran por la congelacin en el invierno.
Solamente despus de la cosecha, durante el invierno, pueden tratar los
granjeros con la raz de la hierba. (As como tambin ellos deben esperar hasta
el invierno para poder podar los rboles frutales).
En la esfera espiritual tambin, Dios no tratar con avanzados
problemas de raz mientras haya un estacin productiva en el ministerio, El
llevar al ministro y su ministerio a una estacin de invierno, de inactividad y
no productividad, El arar entonces al profeta de arriba abajo exponiendo los
problemas de su raz, y entonces El los fumigar con una uncin fuerte para
destruirlos o rastrillar el alma del ministro hasta que todas las races sean
removidas y tiradas al fuego del propsito purificador de Dios.
Por esta razn, nosotros debemos permitir que Dios y aquellos que El ha
sealado como nuestras autoridades espirituales nos muestren nuestras
actitudes de mala semilla y remuevan los nuevos retoos de las debilidades de
nuestro carcter antes que crezcan entretejidos con nuestra personalidad y
desempeo. Entre ms esperemos para hacerlo, mas drstico el proceso ser.
Estas Verdades son Para Las Personas en Todas Partes: aunque este
libro est dirigido principalmente a profetas y ministros profticos, estas
verdades son vitales para cualquier ministro dentro del quntuple ministerio,
lderes cristianos o miembros del cuerpo de Cristo que se encuentran
ministrando. Estos principios a practicar y trampas a evitar se aplican a
todo cristiano. De tal manera que lo aliento a que lea las siguientes pginas
para permitir al Espritu Santo que ilumine su mente y alma a cualquier
debilidad de carcter, mala semilla de actitudes, races problemticas, o
sndromes profticos que usted pueda tener.

Si usted ha tenido un problema particular por un tiempo y este se ha


manifestado por ms de tres veces, yo creo que esto

ha ido ms lejos del

estado de semilla y ya ha brotado. De tal manera que debe tratar con l


inmediatamente antes que su sistema de races se entreteja con su
personalidad y desempeo.
Ahora Dios est purgando tanto a los individuos como tambin a su
iglesia entera de todas las cosas que son contrarias a Su propia naturaleza y
carcter. Si permitimos que Dios nos purgue, seremos hechos un vaso de
honor. Si no, Dios nos remover del ministerio en su cuerpo tal como las
Ovejas son separadas de las cabras, el buen pez del mal pez y el trigo de la
cizaa (Mt. 25.32, 3; 13.29, 30, 47,48).

CAPITULO 3

LA TRAMPA DEL PROFETA ELAS


Usted probablemente conoce la historia de Elas y los profetas de Baal.
Pero tmese justamente ahora unos cuantos minutos para releer los hechos en
1 Reyes captulos 17 al 19 para refrescar su conocimiento de los principales
caracteres y eventos involucrados en ellos.
Elas demostr muchas cualidades que son admirables en un profeta de
Dios: oracin, fe, obediencia a la voz del Seor, y la voluntad de dar su vida
para probar que Jehov era el Dios verdadero. Se mantuvo solo como profeta
de Dios y desafi a ochocientos cincuenta profetas de Baal, a una pelea sobre
el monte Carmelo, que demostrara cual Dios era soberano. Ese da el tambin
desafi al pueblo de Israel para que escogieran a que Dios serviran -a Dios o a
Baal basados en el resultado de la pelea.
En los eventos resultantes, los profetas de Baal se mostraron a si
mismos y a su dios el ser impotentes. Sin embargo Elas hizo una corta
oracin, y Dios envi fuego del cielo que consumi el sacrificio. Elas de este
modo expuso a los falsos profetas y demostr que Jehov es el nico Dios.
Entonces el mat a todos los profetas de Baal, intercedi para que cesaran los
tres aos de sequa que l haba profetizado para la tierra, y se adelant
corriendo a todos los carruajes de Acab. A la luz de estos eventos, nosotros
podramos asumir razonablemente, que este profeta tan feroz, efectivo y
poderoso, no tendra debilidades de carcter, y que sera inmune a las trampas
satnicas.
Un Agujero de Autocompasin. Sin embargo el resto de la historia
muestra otra cosa. Cuando la reina Jezabel escuch que Elas haba matado a
todos sus profetas, decret para l ese mismo destino. Esta reaccin del lder
de esas tierras lo precipit desde la cumbre del desempeo proftico al agujero
de la autocompasin y la oracin pesimista.

Elas desapareci de la tierra de Israel y huy al desierto. Se sent bajo


un rbol de enebro y or a Dios pidindole que lo matara. Por supuesto esta
oracin de autocompasin era hipcrita en esas circunstancias, porque si Elas
verdaderamente quera morir, l necesitaba nicamente quedarse donde estaba
Jezabel, y ella gustosamente hubiera satisfecho su oracin para que l fuera
muerto.
Elas retrata al profeta que es poderoso profetizando y actuando, pero
dbil en personalidad, actitud, y ajustes al rechazo y la persecucin. Debemos
darnos cuenta que Dios no respondi a su oracin de muerte de la manera que
hubiera esperado, sino mas bien respondi encendiendo el fuego de la
purificacin hasta que todas las escorias de su vida egosta pudieran ser
quemadas.
El ministerio proftico a menudo coloca al profeta en situaciones
extremas con altas metas: xito o fracaso, aceptacin o rechazo, reivindicacin
o humillacin, vida o muerte. Cuando de ello resulta un gran xito, las
victorias se ganan y se da un gran avivamiento, entonces el profeta o la
profetisa usualmente esperan que el liderazgo de la Iglesia aprecie sus palabras
profticas y su poderoso desempeo. Sin embargo el liderazgo reacciona en
lugar de eso como la reina Jezabel lo hizo - no solamente con rechazo, sino
tambin con amenazas de destruccin. Consecuentemente, el profeta se siente
desalentado.
Descendiendo por Pasos. Los profetas alcanzan el fondo de su pozo de
desesperacin descendiendo por pasos comenzando por el desaliento. Si la
situacin no se ajusta inmediatamente mediante una actitud adecuada, ese
desaliento llevar al desnimo, luego al resentimiento, la autocompasin, el
complejo de persecucin, y la ira. El paso final de los profetas que descienden
dentro de este agujero es un espritu de amargura y de dura critica que les
lleva a ser la ley para si mismos con tal espritu de rechazo que nadie puede
acercrseles en su auto desilusin.
Esta trampa causa al hombre o a la mujer de Dios el desarrollar una
mala semilla de una autocompasin igual a la de Elas diciendo: Todo el

mundo esta contra m. Nadie entiende mi ministerio. Estoy solo bajo el enebro.
Nadie aprecia mi gran logro de hacer volver al pueblo de Israel de lo dolos al
Dios verdadero. Hice terminar la sequa envindoles lluvia; destru a todos los
opresivos falsos profetas. Pero ellos no aprecian nada de lo que he hecho.
Esta clase de pensamiento enva a los profetas

a lo que yo llamo la

mentalidad de la cueva. En esta condicin, ellos creen al igual que Elas: Solo
yo he quedado
Tristemente, los ministros que cometen este error de pensar que ellos
son los nicos que quedan en el ministerio con un mensaje verdadero, un
ministerio ungido y una visin adecuada se abrirn a si mismos a un espritu
de error. Su doctrina puede permanecer verdadera, pero su espritu viene a ser
equivocado. Si este espritu no se ajusta rpidamente, pueden estar sujetos a
una variedad de problemas espirituales.
Ellos pueden desarrollar un espritu exclusivo y de aislamiento que
puede llegar a formar los cultos de grupo (sectas). Ellos pueden llegar a ser un
instrumento de Satans para sembrar discordia y sospecha en el cuerpo de
Cristo. Pueden caer en la inmoralidad personal. O pueden caer completamente
y llegar a ser como un paria reprobado.
Un Espritu de Error. En cuarenta aos de ministerio yo he visto ocurrir
este proceso muchas veces. Por ejemplo, en el movimiento de Fe, yo escuch
una vez de un ministro que haba escrito varios libros, y de esa manera haba
llegado a ser un reconocido maestro en algunos crculos. Unos cuantos aos
mas tarde l sac a luz una cinta, en la que deca que l era el nico que
todava predicaba un mensaje de fe puro. El desarroll el sndrome del Profeta
que lloriquea diciendo: solo yo he quedado.
Cuando escuch la cinta, le dije a la persona que me haba pedido que lo
escuchara, que el hermano que hablaba en ella hubiera desarrollado un
espritu de error. Aad que si no se le correga, l podra tomar una verdad y
desarrollarla como un culto. Tristemente no pas mucho tiempo

antes que

muchos cristianos murieran a causa de su espritu errneo y su extremado

nfasis sobre una verdad en particular. El propio lder muri tempranamente


debido a que el se haba unido a su propio espritu y a su enseanza.
En otra ocasin, a finales de 1980, escuch a un lder evangelista decir
pblicamente en su transmisin que l era el nico que haba quedado para
evangelizar el mundo. En unos cuantos meses el escndalo de su conducta
inmoral fue la comidilla tanto de la Iglesia como de los medios seculares. El
orgullo le causo su cada, pero la raz de su problema fue el sndrome del
Profeta Elas con su resultante mentalidad de la cueva.
Para evitar resultados similares en nuestras propias vidas, los ministros
profticos necesitamos crecer hasta tener la madurez y la sabidura que nos
permitir superar tales situaciones sin perder la esperanza. Aquellos de
nosotros que desarrollen la mala semilla de la actitud de Elas, deben recordar
lo que Dios habl a este profeta cuando dijo: solo yo he quedado, El seor le
hizo saber que otros siete mil eran tan justos y dedicados como l, y con una
similar visin de la causa de Dios.
Levntate y Sacdete. Yo mismo he cado en esta trampa unas cuantas
veces en mi vida, y he conocido a algunos otros que sienten que son los nicos
en su Iglesia o Nacin que tienen verdaderamente el corazn y la visin de
Dios.
Permite que la verdad te libere para actuar sobre las palabras de
advertencia del profeta Isaas: Sacdete el polvo; levntate y sintate,...suelta
la ataduras de tu cuello (Is.52:2).
Hablando claramente esto significa salir de nuestra egosta manera de
ser, de nuestro complejo de martirio-persecucin. Significa sacudirse de ese
espritu de exclusin, de ese espritu de reclusin que infla el sentimiento de
auto importancia. Levntate y enciende la fortaleza de la naturaleza de Cristo,
ajustando tus actitudes equivocadas antes que desarrollen un sistema de
races que minen la vida de Cristo en ti.
Responde tan rpidamente como lo hicieras si una culebra cascabel
cayera en tu cabeza. Y si la Verdad no te ha amanecido suficientemente para
liberarte, entonces encuentra la ayuda rpida de un ministro superior antes de

que tu desliz caiga en el espritu de error, o te hundas tan profundamente en el


auto-desaliento, que tambin te auto-destruya.
Ministro Proftico, amigo mo, si te has dado a la mentalidad de la
cueva, entonces recuerda que Dios solamente tiene dos cosas que decir al
profeta mientras est en la cueva. La primera es una pregunta que le hizo y
tambin repiti: Que ests haciendo aqu Elas? La segunda fue esta: Sal de
la cueva y ve a la montaa delante del Seor para escuchar la voz de Dios.
Elas obedeci este mandato, y cuando lo hizo, Dios le dio la gran
comisin

de llevar adelante sus propsitos por muchos aos, incluso aun

despus que Elas fue levantado al cielo. Si queremos que nuestro ministerio
siga siendo fructfero, nosotros tambin debemos salir de la autocompasin, de
la mentalidad

de la cueva para escuchar la voz de Dios mas claramente.

(1.Reyes 19:13-17).
La Crtica Continua es una Seal de Alerta.

Yo he encontrado que

cualquier ministro - ya sea apstol, profeta, pastor, maestro, o evangelista que comienza a criticar a otros ministros y a implicar que l o ella son el
modelo para todo ministro, tiene serios problemas de raz, la semilla de una
mala actitud, y pecados ocultos. Los ministros que dedican la mayora de su
predicacin y su profeca para criticar a otros ministros cristianos llegan a ser
motivados por el espritu de engao, del orgulloso auto engao, y el mismo tipo
de auto-importancia que Lucifer mismo demostr. Esta conducta es uno de los
pecados ms mortales del ministro, especialmente del ministro proftico.
La lnea entre pronunciar un genuino juicio proftico, y ministrar por un
corazn herido o un espritu de rechazo es muy delgada. Es por eso que todos
los profetas deben estar relacionados con alguien y dar cuentas a alguien en
quien ellos confen lo suficiente para permitir que esa persona sea el cirujano
espiritual que opere sobre su espritu y su actitud. El rea espiritualmente
enferma debe ser quirrgicamente removida, la herida debe ser sanada y
cerrada adecuadamente, y debe drsele tiempo para sanidad y restauracin en
las reas de la vida de la persona.

Un Ejemplo Reciente. Hace algn tiempo, uno de los profetas de la Red


de Ministerios Profticos de Christian International comenz a manifestar
actitudes como la del sndrome de Elas que he descrito. As que el Obispo y la
Junta de Gobernadores tuvieron que disciplinar a la persona involucrada.
Este profeta tena un ministerio proftico efectivo y ungido. Sus profecas
eran exactas y poderosas. Sanidades y otros milagros se manifestaban en su
ministerio.
Sin embargo, no todas sus 10 Ms estaban en orden, su mensaje,
ministerio, y su moral estaban bien, pero su madurez, sus motivaciones,
mtodos, y tica ministerial estaban muy fuera de lnea y requeran atencin
inmediata. Los problemas de la raz de la hierba Johnson

que haban

brotado en su vida estaban creciendo tan rpidamente como su ministerio.


El Obispo y la Junta de Gobernadores lleg a la conclusin que este
profeta tena una enfermedad contagiosa que necesitaba ser removida
quirrgicamente. De hecho, le dijimos que tena un punto ciego en su vida
que le impeda ver la gravedad de su situacin.
Todos los treinta ministros presentes en la reunin estuvieron de
acuerdo que este problema de raz era lo suficientemente serio para requerir
que el profeta fuera removido del ministerio pblico por un perodo de tiempo.
Le ofrecimos llevarlo al Campus de nuestro ministerio por un prolongado
perodo de tiempo hasta que fuera liberado, sanado, transformado y
reinstalado al ministerio pblico.
Es triste decirlo, pero este profeta nos permiti cortar la hierba
Jhonson del problema mientras estbamos en la reunin con l - pero al salir
de ella, l no nos permiti caminar con l a travs de un perodo de tiempo,
retirado del ministerio pblico para que Dios destruyera las races profundas
de mala hierba en su corazn.
El profeta finalmente se dijo a si mismo que todos los otros treinta
ministros estaban equivocados, y que solamente l estaba en lo correcto. Su
conclusin fue una clsica declaracin de autoengao ustedes dicen que yo
tengo un punto ciego concerniente a mis problemas, pero yo no lo veo. Al final

l acudi a la excusa tpica de todos aquellos que son ms espirituales que


maduros, y que slo quieren hacer lo suyo:

Dios me lo Dijo expres, que

no voy a someterme a su disciplina sino que voy a continuar con mi gran


ministerio en mi Iglesia. Este ministro tena el potencial para ser un gran pilar
de la verdad y un padre de la fe durante su vida - si tan solo se hubiera
sometido al consejo de su Obispo y la junta de Ancianos.
Cul es el beneficio de relacionarse y sujetarse a una organizacin
ministerial si no estamos dispuestos a recibir su consejo, su disciplina y su
correccin del mismo modo como lo estamos para recibir su bendicin y ayuda
para promover nuestros ministerios? Debemos recordar que la Biblia insiste en
que aquellos que no tienen la voluntad de sujetarse a la disciplina y a la
correccin no son verdaderos hijos de Dios, y su ministerio es ilegtimo. Pero si
se os deja sin disciplina... entonces sois bastardos y no hijos (He. 12:8).
Reciba Todo con Gracia. No hay lmite en como Dios puede usar a las
personas que tienen la capacidad de recibir apoyo y correccin, alabanza y
persecucin con el mismo espritu de gracia. Este tipo de ministros pueden
manejar el xito sin que se les eleve el orgullo, y soportar el rechazo y las
aparentes fallas sin crecer en desaliento. Dios nos conceda que podamos
aprender a ser alabados por nuestro poderoso trabajo proftico sin ser
orgullosos, y ser criticados o disciplinados sin desarrollar un complejo de
persecucin.
Los profetas deben desarrollar el carcter de Cristo, el cual es capaz de
recibir tanto respuestas positivas como negativas con una gracia consistente.
La nica manera que los profetas de los ltimos das en el ejrcito del Seor
sern capaces de sobrevivir es mantener una actitud y una mayordoma
adecuada con el Seor Jess, ya sea que seamos recibidos o rechazados por la
gente y el liderazgo de la iglesia.

CAPITULO 4

LOS PROBLEMAS CON LA PERSECUCIN DE LOS


PROFETAS JEREMAS Y EZEQUIEL
Ezequiel y Jeremas probablemente sufrieron la persecucin personal
ms severa que cualquier otro profeta bblico. Sus profecas fueron rechazadas
y el pueblo se rebel contra ellos ms que con la mayora de profetas. Dios
haba prevenido ya a Ezequiel: No les temas,... no tengas miedo de sus
palabras, aunque te hallas entre zarzas y espinos, y moras con escorpiones; no
tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son casa
rebelde (Ez. 2:6). Jeremas, por su parte, fue premiado por causa de su
ministerio siendo tirado al cepo, a una prisin, y a un sucio calabozo (Jer.
20.2; 37.15; 38.6).
El sufrimiento es un Estndar para la Vida Proftica. Los principales
actores en la historia bblica - Dios, la humanidad y el Diablo- son todava los
principales actores ahora, y aunque ahora vivimos bajo un nuevo pacto, estos
caracteres no han cambiado. Dios todava habla a travs de sus profetas, la
gente todava toma a mal y resiste la palabra proftica de Dios, y el diablo
todava hace lo que puede para destruir a los profetas. As que la persecucin y
el sufrimiento son parte de la cruz que debe llevar el profeta.
Jess dijo que a menos que estemos dispuestos a tomar nuestra cruz y
negarnos a nosotros mismos, no podemos ser sus discpulos (Mt. 16.24).
Cunto ms se aplica este principio al ser profeta? Los profetas deben tomar
sus cruces ministeriales gozosamente, negndose a s mismos, y
desenfrenos de la carne de estas trampas para profetas, la

todos los

semilla de las

malas actitudes y los sndromes profticos.


Santiago escribi que nosotros debemos tomar a los profetas como
ejemplo de sufrida afliccin (Stg.5.10). El no dijo que tomramos a los
sacerdotes, Levitas, reyes, escribas, o pastores como un ejemplo de afliccin,

sino ms bien a los profetas. As que yo creo que Pedro debe haber tenido
especialmente a los apstoles y profetas en mente cuando escribi: No os
sorprendis del fuego de prueba que os ha sobrevenido como si alguna cosa
extraa os aconteciese (1 P. 4:12).
No - tales circunstancias no son extraas, si no ms bien estndar,
para los profetas. As como el don de lenguas desconocidas viene con el
bautismo del Espritu Santo, as la persecucin viene con el ministerio
proftico. Todos los ministros del quntuple ministerio, y de hecho todos los
que quieren vivir piadosamente en Cristo Jess padecern persecucin (2 Ti.
3:12). Mi experiencia me lleva a creer que el papel de los profetas produce
naturalmente ms persecucin y sufrimiento para ellos que el papel de la
mayora de otros ministerios. As que todos los que se sienten llamados a ser
profetas, a ser un ministro proftico, o aun simplemente a moverse en el
espritu del don de profeca, deben ajustar su actitud de acuerdo con ello.
Gracia para Ajustarse. Nosotros que hemos sido llamados a ser profetas
no tenemos opcin, excepto ajustarnos a la realidad de este asunto. Si usted
no puede manejar el rechazo, la persecucin, y la presin de sus semejantes,
entonces usted no puede servir como uno de los profetas de Dios de los
tiempos finales. Pero la gracia capacitadora de Dios siempre viene junto con Su
llamado si nosotros nos la apropiamos por fe y obediencia. Los profetas deben
soportar el sufrimiento, la persecucin y el rechazo sin desarrollar un complejo
de persecucin o un espritu de rechazo. Esta es la verdad - verdad que, de
acuerdo con Jess, nos har libres - (Jn. 8.32); verdad que, de acuerdo con
Pedro, es causa de gozo y de accin de gracias (1 P. 4:13).
Pablo recibi el entendimiento de parte de Dios de que entre ms
revelacin de los secretos de Dios nosotros recibimos, debemos soportar ms
las espinas de la persecucin y la oposicin demonaca (2 Co. 12. 7-10)
Ya que tanto los apstoles como los profetas han recibido el ministerio de
revelacin (Ef. 3:5), entonces sabemos qu es lo que podemos esperar cuando
los apstoles sean totalmente restaurados en la iglesia y tengamos tanto a los
profetas como a los apstoles operando completamente. Vendr no solamente

una doble porcin de la uncin, sino tambin un mayor flujo de oposicin y


persecucin, especialmente de aquella parte del mundo religioso que rechaza la
verdad presente.

CAPITULO 5

EL PROFETA ABRAHAM Y LOS PROBLEMAS


FAMILIARES
Las personas en las profesiones de servicio, tales como los ministerios
eclesiales, la medicina, las leyes, la poltica y el trabajo policial, parecen recibir
su mayor carga de stress de su vida familiar. Las mayores pruebas y problemas
del profeta Abraham le vinieron de su familia. Su problema de raz y su trampa
fue permitir que las influencias familiares le obstaculizaran obedecer a Dios
completamente a modo de cumplir la palabra personal de Dios para l.
Presiones Familiares.

Para comenzar, el amor de Abraham por su

familia, la presin de sus parientes, y el sentido de tener obligaciones hacia sus


padres, lo condujo a llevar su familia con l cuando dej Ur de los caldeos. Esta
accin fue solamente una obediencia parcial a su profeca personal, y estorb
el cumplimiento de su ministerio por cierto perodo de tiempo.
El por consiguiente se estableci antes de llegar a Canan, viviendo en Harn
por varios aos antes que l viniera a su ministerio en Canan. Se qued all
hasta que su padre muri, antes que viniera a su ministerio de Canan (Gen.
11:31-12:4).
De nuevo, fue un miembro de la familia - su sobrino Lot, a quien
Abraham tuvo que dejar atrs - quien caus una divisin entre los seguidores
de Abraham despus de experimentar un considerable crecimiento en su
ministerio en Canan (Gn. 13:1-11). La trampa consisti en permitir el tipo
equivocado de influencia familiar en su toma de decisiones. El problema
emergi una vez ms cuando su esposa Sara lo influenci a tomar a Agar, su
sierva egipcia, como madre sustituta para producir la simiente prometida. Los
resultados de condescender a ese consejo le costaron caro

como padre,

generando un ministerio de Ismael que ha perseguido y se ha opuesto al


ministerio profetizado de Isaac hasta este da (Gn. 16).

No Debemos ser Dictadores. Debemos notar aqu, por supuesto, que


esto no implica que los profetas deban ser unos dictadores en sus hogares. Un
profeta casado o una profetisa casada debe ser un colaborador con su pareja, y
entonces ambos idealmente deben moverse en unidad y con un testimonio
mutuo. Aun los nios deben ser entrenados e involucrados para conocer la
mente de Cristo con respecto a la familia y hacer decisiones profticas.
No obstante, hay pocas en que Dios revela claramente su voluntad al
profeta, y este como un sacerdote de su hogar debe tomar una posicin firme
para esperar pacientemente hasta que el camino de Dios para el cumplimiento
de su profeca personal le sea revelado. Los miembros de la familia algunas
veces tienen su manera de hacer presin sobre el profeta para que tome la
iniciativa en cumplir la profeca. La mayora de las veces estos miembros de la
familia estn motivados por sus propias convicciones ms que por la direccin
divina acerca del cundo, dnde y cmo cumplir una palabra.
Yo puedo recordar pocas como esta en mi propia vida cuando tuve que
pararme firme en lo que yo saba que Dios me haba hablado, aunque algunos
de los miembros de mi familia no estaban listos para hacerlo. An as, quiero
enfatizar, que yo normalmente no hago decisiones mayores ni tomo acciones
mayores sin el consentimiento de mi esposa, y usualmente tambin sin el de
nuestros hijos adultos. Creo que cuando las cosas son hechas en el tiempo y a
la manera de Dios, una pareja experimentar testimonio y acuerdo mutuo.
Cada situacin familiar es nica, as que es imposible presentar reglas
firmes en este asunto que sean obligatorias para cada familia. Puedo entender
y sentir compasin por la situacin en la cual muchos profetas se encuentran a
si

mismos

cuando

su

familia

no

es

lo

espiritual,

comprometida

adecuadamente relacionada con Dios como lo son ellos. Mi esposa e hijos


comparten mis prioridades y compromisos, de modo que no puedo juzgar a
otros con una situacin diferente. Nosotros simplemente debemos reconocer
que algunos casos involucran asuntos complejos y sensibles que deben ser
tratados sobre una base individual cuando un profeta busca obedecer la
direccin divina y mantener an as relaciones familiares piadosas.

Aunque la Biblia nos dice como Abraham permiti que su familia lo


influenciara equivocadamente, nunca muestra que Dios reprendiera a
Abraham especficamente por permitirles a sus parientes obstaculizar el
cumplimiento de sus profecas personales de esa manera.
Yo creo que esto revela la alta prioridad de Dios por las estructuras y las
relaciones familiares. Despus de todo l cre la familia y las relaciones
familiares antes de que los profetas y la Iglesia vinieran a existir. As que yo
creo que una persona debe tener una instruccin directa de Dios, confirmacin
pastoral, y varias otras confirmaciones de ministros maduros antes de actuar
sobre cualquier palabra de profeca personal que pueda obstaculizar las
relaciones familiares.
El Sndrome del Nio Consentido. Cuando leemos en la Biblia acerca
del sacerdote israelita El y sus hijos, descubrimos lo que yo llamara, el
sndrome

del

nio

consentido.

Este

problema

es

comn

entre

los

predicadores infantiles, pero puede desarrollarse en cualquier familia donde


los padres miman a sus hijos in apropiadamente. Los destructivos resultados
de esto pueden durar ms all de la niez y minar el potencial para el
ministerio del hijo o de la hija.
Se nos ha dicho que Los hijos de El eran hombres impos, y no tenan
conocimiento de Jehov (1 S 2:12). Ms especficamente ellos abusaban de su
posicin como ministros ordenados de Dios tomando an ms de lo que era su
legtima parte de las ofrendas que el pueblo llevaba a Dios. De acuerdo con la
escritura, era, pues, muy grande delante de Jehov el pecado de los jvenes;
porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehov (1 S 2:17).
Cual fue la respuesta de El a la situacin? En lugar de disciplinar a sus
hijos, miraba hacia otro lado. As que Dios reprendi al profeta, preguntndole,
por qu honras a tus hijos ms que a m? (v. 29). Cuando el padre fall en
corregir a sus hijos, los colocaba a ellos antes que a Dios. Entonces vino juicio
sobre su casa pues Dios decret a El: todos los nacidos en tu casa morirn en
la edad viril (v. 33).

A la luz de los escndalos de los tele-evangelistas hace unos cuantos


aos, nosotros debemos guardar en mente la severidad de esta situacin y su
potencial de devastacin en la Iglesia. Los nios consentidos de hoy sern los
ministros sin tica del maana, tomando ms de su legtima parte del dinero
del pueblo de Dios a modo de consentirse a s mismos, y de esta manera
menospreciar los ofrendas de Jehov. Nosotros no debemos caer presa de
este sndrome ministerial si queremos honrar a Dios primero, disciplinando
adecuadamente a nuestros hijos.
Mtodos de Modelaje del Mentor. Nosotros tambin debemos notar
aqu que el profeta Samuel, quien fue conducido en el ministerio por el viejo
El, evidentemente repiti algunas de sus prcticas de educar hijos. Cuando
Samuel envejeci, l estableci como Jueces para Israel a sus dos hijos (1 S
8:1). Pero no anduvieron los hijos por los caminos de su padre, dice la
escritura. Antes se volvieron tras la avaricia, dejndose sobornar y
pervirtiendo el derecho (v. 3).
Las consecuencias de su pecado llegaron

ms all de su familia

inmediata. Los hijos de Samuel no slo impidieron la justicia en la tierra. Su


conducta tambin incit al pueblo a demandar un rey y rechazar el liderazgo
de Dios sobre su nacin. (vv. 4-7).
Esta serie de eventos bblicos ilustra que los ministros normalmente
toman los principios y prcticas de sus mentores. David model ms adelante
el exceso sexual a su hijo Salomn. En contraste a esto, Dios declar que una
de las razones para que El decretara continuas bendiciones a la descendencia
de Abraham fue porque yo s que mandar a sus hijos y a su casa despus de
s, que guarden el camino de Jehov, haciendo justicia y juicio, para que haga
venir Jehov sobre Abraham lo que ha hablado acerca de l (Gn. 18:19). Dios
vio que Abraham no consentira a su hijo sino que lo disciplinara
adecuadamente y lo entrenara en el modelo que debera vivir y ser (Pr. 22:6).
El Engao de las Parejas Ministeriales. En mis aos como obispo sobre
muchos ministerios, he tenido que tratar con varios engaos que llevan a los
ministros a la destruccin. En los pasados treinta aos un engao que he

escuchado a menudo es el concepto de pareja ministerial o esposa


espiritual. Este concepto ha crecido a travs del Ministerio Cristiano en
general y an ha entrado al movimiento Proftico. De hecho, parece haber
hecho gran entrada en aquellos crculos donde hay exigencias de revelacin y
direccin proftica.
Una pareja ministerial o esposa espiritual es cualquiera a quien un
ministro casado (o cualquier cristiano) le permite ser una compaa ms
cercana que su verdadero esposo o verdadera esposa, especialmente cuando
esta persona es del sexo opuesto. Es usualmente un ministro asociado,
secretaria o lder de alabanza o de jvenes. Para una persona casada cultivar
sentimientos romnticos o acciones de involucramiento sexual con alguien
diferente que su compaero/ra de matrimonio es pecado a los ojos de Dios. As
que este tipo de acercamiento inapropiado es peligroso porque generalmente
lleva al romance y finalmente a la inmoralidad sexual.
Un Proceso Gradual de Vinculacin y Engao. Por supuesto, esta
situacin no ocurre de la noche a la maana. Caractersticamente, un ministro
y un asociado o secretaria trabajan juntos muy de cerca por meses y aos
hasta que se desarrolla una atadura del alma - esto es, una cercana unin
emocional. La esposa del ministro (o el esposo) deja de ser su amiga, consejera,
compaero competente y co-laborador en el ministerio. El ministro comienza a
pasar

ms tiempo con el asociado en la oficina y fuera de la ciudad en

conferencias que con la esposa en casa.


A medida que este engao echa races en el ministro, l o ella toman
acciones adicionales para llevar a cabo su propsito ltimo. La esposa del
ministro es manipulada hacia afuera del ministerio activo con el ministro y la
Iglesia, con una alienacin de afectos acompandose dentro del matrimonio.
El ministro justifica sus acciones alegando que la pareja ministerial es ms
comprensiva y agradecida que la esposa. La pareja parece ser paciente,
amable, dulce y confiable, mientras la esposa parece ser exigente y
demandante, siempre cuestionando por qu el ministro tiene que estar lejos de
casa y gastar tan poco tiempo con la familia.

La Esposa Debe Tomar Accin. El pecado y la lujuria son engaosos,


ciegan a la persona a la realidad hasta que el engao la lleva a su resultado
final: una relacin adltera que destruye el matrimonio del ministro, su
ministerio y su carcter. De modo que la esposa de un ministro que detecta el
desarrollo de tal situacin necesita llamar la atencin del ministro. Si el
ministro responde con entendimiento, comienza inmediatamente a ajustar la
situacin, y trabaja para restablecer una adecuada relacin con la familia,
entonces la esposa no necesita mencionrselo a nadie ms.
Por otro lado, si el ministro responde con resentimiento, acusando de
celosa a la esposa, de

falta de compromiso, o de fallar en entender las

responsabilidades ministeriales, entonces la obligacin de la esposa es acudir


inmediatamente

al

supervisor

espiritual

de

ellos,

contndole

todo

involucrando a su supervisor en la situacin, la esposa no debe detenerse de


hacer esto por amenazas o por un espritu de intimidacin que sea intentado
para evitar que busque ayuda. La situacin no mejorar solamente por ser
ignorada, o porque la esposa mantenga silencio esperanzada de que se pasar
con el tiempo. Orar ayudar, pero esta situacin particular no se resuelve
usualmente sin la ayuda externa adecuada.
Recuerde: Revelar este problema a un supervisor espiritual, no significa
que alguien est traicionando la confianza, o fallando en apoyar al esposo o la
esposa, o fallando en cubrir con amor el pecado.
En este caso, el mandamiento: mejor es reprensin manifiesta que amor
oculto (Pr. 27:5) supera el principio escritural que dice el amor cubrir
multitud de pecados (1 P. 4:8). Entre ms una esposa espera para obtener
ayuda, ms la situacin se deteriorar, incrementando la posibilidad de que
tanto el matrimonio como el ministerio se disuelvan. Evite esta trampa y
debilidad de carcter a toda costa.
Cuando todas las cosas estn

en el orden divino, entonces las

prioridades adecuadas y las responsabilidades son estas: primero Dios, luego


la familia, luego el ministerio. Todas las otras reas deben ser cuidadas

solamente despus que estas tres reas de responsabilidad han sido


cumplidas.

CAPTULO 6

EL PROFETA MOISS
Y LA SOBREPROTECCIN
Moiss fue un profeta que tambin tuvo que cumplir el papel de
pastorear a tres millones de personas del pueblo de Dios. El llev la vara
pastoral y el bculo en su mano para pastorear y conducir al pueblo de Dios
desde la esclavitud de Egipto hacia la libertad en el desierto, y de acuerdo con
la profeca, l tuvo que llevarlos hasta la tierra prometida. Pero Moiss tuvo
una virtud humana que lleg a ser un vicio, una fortaleza personal que, llevada
al extremo, vino a ser una doble debilidad.
Un Peligro para los Pastores-Profetas. La trampa de Moiss - la que lo
apart de cumplir su profeca personal concerniente a entrar en Canan - le
vino a travs de un dilema enfrentado por todos los pastores-profetas.
l se desgarr entre la misericordia humana y la compasin por un lado,
y el juicio de Dios y el propsito proftico por otro. La raz del problema de
Moiss fue ser sobre protector de su propio rebao pastoral y demasiado
insistente en que Dios tena que preservar la generacin ya establecida en
lugar de comenzar una nueva.
Cuando Moiss se par en medio entre la ira de Dios y la desobediencia
del pueblo (Ex. 32: 7-14), l se constituy en

un tipo de nuestro Seor

Jesucristo, el intercesor y mediador entre Dios y la humanidad. Pero esta


actitud de Moiss tuvo otra faceta que nosotros debemos reconocer. Desde la
perspectiva del propsito proftico de Dios, la actitud de Moiss fue un
obstculo al cumplimiento del ministerio total que le fue profetizado por el gran
YO SOY mismo.
Durante aquellos das en el desierto, los Israelitas tentaron a Dios diez
veces con murmuraciones y reclamos (Ver Nm. 14:22). Dios dijo repetidamente
a Moiss que su congregacin estaba llena de santos testarudos y obstinados

que pertenecan al viejo orden. Dios y Moiss sacaron los Israelitas fuera de
Egipto, pero ellos nunca fueron capaces de sacar a Egipto fuera de los
Israelitas, o sea, de la vieja generacin de Israelitas.
Dios dijo a Moiss varias veces que l quera matar la vieja generacin y
levantar una nueva que tendra la voluntad de seguir a Moiss dentro de
Canan. Pero cada vez, Moiss discuti con Dios, insistiendo en que l deba
preservar la vieja generacin. El resultado final fue que la murmuracin de los
viejos Israelitas finalmente impuls a Moiss ms all de su paciencia; as que
l enojado golpe la roca en lugar de hablarle de acuerdo con las instrucciones
profticas de Dios (Ex. 20:7-13).
Debido al acto de impaciencia, frustracin, obstinacin y desobediencia
de Moiss, Dios cancel la parte de su profeca personal que deca que l
entrara en Canan.
Lecciones a Aprender. Tres verdades bblicas se manifiestan en este
incidente. Primero, nuestras acciones pueden cancelar parte de lo que ha sido
profetizado a nosotros personalmente, aun cuando mucho de lo que se nos ha
profetizado ya haya sido cumplido. El cumplimiento de todas las profecas
restantes en nuestras vidas depende de nuestra continua obediencia, fe y
paciencia.
La segunda verdad revelada aqu es que la Gracia de Dios para poder
resistir algo no se extiende ms all de los lmites del propsito de Dios.
Cuando demandamos que Dios haga las cosas a nuestro modo, entonces
estamos solos, El bien puede darnos justamente lo que queremos pero, para
nuestra propia destruccin.
Nosotros vemos esta realidad no solamente en el incidente de Moiss,
sino tambin cuando los Israelitas se quejaban acerca del man en el desierto,
pidiendo en su lugar carne. Dios les dio lo que pedan al enviar codornices,
pero cuando ellos an coman la carne, una severa plaga brot y mat a
muchos (ver Nm. 11).
En el Nuevo Testamento asimismo nosotros leemos que aquellos que
odiaron la verdad e insistieron en encubrir la falsedad, obtuvieron al final lo

que desearon, para su propia condenacin: Y con todo engao de iniquidad


para los que se pierden por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser
salvos. Por tanto Dios les enva un poder engaoso, para que crean la mentira
(2 Ts. 2:10,11), dijo el Apstol Pablo.
Es mejor permitir que los propsitos profticos y decretos de Dios
prevalezcan ms bien que fastidiarlo con lo que nosotros pensamos es una
mejor idea, recuerde lo que pas con el rey Ezequas de Israel: cuando Dios
decret profticamente

a travs de Isaas que l morira, el rey llor

amargamente e implor por una extensin de su vida (ver Is. 38). En respuesta
Dios le concedi a Ezequas 15 aos ms de vida. Pero en esos aos que se
aadieron, la conducta de Ezequas llev a la nacin al desastre. Tanto
Ezequas como el pueblo de Israel hubiesen estado mejor si el pronunciamiento
proftico original de Dios se hubiese mantenido.
La tercera verdad es que la compasin pastoral y el propsito proftico
estarn algunas veces reidos causando friccin y an conflicto dentro de la
iglesia local entre el pastor y el profeta. De modo que la determinacin de
buscar juntos humildemente a Dios para determinar Su deseo para la
congregacin es crtica para mantener la unidad en el liderazgo de la iglesia
local.
Desde el punto de vista de la compasin humana y de un corazn
pastoral, debemos juzgar digna de elogio la intercesin e insistencia de Moiss.
Pero desde una perspectiva proftica su accin fue tonta y ftil. Solo pospuso
el juicio de Dios; Dios todava tuvo que matar a casi enteramente la vieja
generacin antes de que El cumpliese con la promesa proftica dada a
Abraham unos cuatro siglos antes. (Ver Gn. 15:16).
Nosotros normalmente alabamos al Moiss y culpamos a Sal por su
conducta, pero fallamos en darnos cuenta que Moiss cancel su profeca
concerniente a Canan

as como Sal cancel su profeca concerniente al

reinado sobre Israel.


Moiss fue removido y Sal lo fue tambin, Josu fue levantado para
llegar a ser el nuevo lder de la nueva generacin que entr en Canan. De una

manera similar ahora, una Compaa Davdica est reemplazando el viejo


orden de Sal, una generacin de Josu est reemplazando el viejo orden de
la generacin del desierto. Ellos entrarn al Canan de la Iglesia para
completar el propsito proftico de Dios.
Los Pastores de Hoy no Deben ser Sobre protectores. Moiss es un
caso tpico del profeta que es pastor presidente de una congregacin. Cuando
los pastores profetas son sobre protectores de su rebao - tan motivados por la
misericordia que no pueden permitir que Dios castigue adecuadamente a
aquellos que estn bajo su cargo, ellos se colocan a s mismos en el tipo de
trampa de Moiss. Aquellos fieles miembros de la iglesia del viejo orden a
quienes la Misericordia Pastoral se siente tan obligada a proteger y preservar,
llevaran eventualmente a l o a ella a pecar contra Dios y cancelar su propsito
proftico final. Dios eventualmente quitar al Pastor y levantar uno nuevo que
lleve a la generacin de Josu a la tierra prometida.
Yo he escuchado a Dios decirles a muchos pastores en profeca que
algunos miembros de su iglesia no creern ni caminarn con Su visin para
esa iglesia. La palabra de Dios dijo a esos pastores que dejaran a esa gente irse
y que no trataran de evitarlo. El Seor no puede llevar pueblo a su ministerio
proftico prometido a menos que ellos crean y respondan adecuadamente.
El propsito de Dios es ms grande que las preferencias humanas. No
hay diferencia aun si alguien es un miembro fundador de una iglesia que ha
dado miles de dlares. Los pastores - profticos deben seguir las directrices
divinas de Dios. Si en vez de eso son sobre protectores, motivados por
demasiada misericordia o atados por un sentido de obligacin hacia la parte
del viejo orden de la congregacin, entonces ellos probablemente morirn en el
desierto junto con esos miembros de la Iglesia y nunca entrarn al presente
mover de Dios, ni nunca cumplirn su potencial proftico total.

CAPITULO 7

EL ORGULLO DEL PROFETA JONS


Y LA TRAMPA DEL JUICIO
Jons tuvo la mala semilla de una actitud de orgullo y el problema de
raz de ser demasiado juzgador (ver Jons 1-4). Mientras que Moiss fue
motivado demasiado por la misericordia, Jons fue demasiado motivado por el
Juicio. El estaba ms interesado en ver a Dios destruir al malo que en ver a
Dios tener misericordia sobre ellos. El tuvo la debilidad de carcter consistente
en estar ms preocupado por su reputacin que por la gente a quien
ministraba.
Los Jons de la poca Moderna. Igual que Jons, algunos profetas
modernos se lamentan ms por la prdida de la sombra de la calabacera " de
su comodidad personal que por lo que ellos lo hacen ante la muerte de miles de
personas. Su propio espritu est tan entretejido con las races Johnson del
egosmo, orgullo, clera, venganza, terquedad y ambicin personal que huyen
de cualquier tarea proftica que tenga la posibilidad de hacerlos lucir mal o no
darles beneficios. Dios debe forzarlos providencialmente a ser sus voceros
ponindolos en situaciones restringidas al fondo del ocano de la vida hasta
que estn dispuestos a obedecer. Aunque el Seor no los har ir contra su
voluntad, l tienen maneras de volverlos dispuestos.
Estos son profetas inmaduros quienes responden a Dios y al ministerio
como nios consentidos. Quieren decirle a Dios como cumplir su palabra a
travs de ellos porque confan que Dios har de la manera como ellos creen que
debe ser hecho. Ellos tratan de motivar a Dios por medio de amenazas e
intimidacin.
Dios, dicen, huir, volver a caer, dejar el ministerio, (u otra docena
de cosas infantiles) si no lo haces a mi manera! Si yo hago esto por ti, entonces

t debes hacer esto por m! Yo no tengo que soportar esto, y si no me tratas


mejor, no ser tu vocero.
La Trampa de Jons Conduce a Serios Problemas. Los profetas deben
tener cuidado con la trampa de Jons. Los llevar a serios problemas con
Dios. Si nosotros seguimos los pasos de Jons, El preparar un gran pez para
que nos trague y nos envuelva con el mar alrededor de nuestra cabeza.
Dios providencialmente nos mantendr hasta el fondo en nuestra vida en
un rea restringida hasta que dejemos de culparlo a l y a otros por nuestro
problema y llegaremos a ser diligentes en pagar nuestros votos y obedecer al
Seor.
Si nosotros persistimos en mantener la actitud que Jons tuvo, Dios
retirar la cubierta de proteccin que l nos ha provisto. El dejar que los
vientos sofocantes y el sol caliente golpeen sobre nuestra cabeza hasta que
lleguemos a desear, como hizo Jons el estar muertos.
Como Obispo de una compaa de profetas, he tenido que trabajar con
profetas inmaduros, que estaban enojados con los tratos de Dios en sus vidas.
Ellos estaban resentidos y murmuraban cuando Dios no trabajaba sobre su
propio esquema de tiempo para que resultara lo que ellos esperaban. Tales
profetas infantiles, y consentidos tienen que permitir que Dios los madure
hasta poder realizar un servicio sin egosmo, llevando a muerte la auto
promocin, la popularidad y todas las otras debilidades de carcter que no son
semejantes a Cristo.
No tenemos registro de que Dios usara a Jons como profeta de nuevo,
parece que l no tuvo un ministerio continuo como lo hicieron Isaas, Elseo,
Jeremas o Daniel.
Los profetas que no arrancan de raz los problemas de enojo, orgullo,
egosmo y de tener ms preocupacin por s mismos que por el propsito
proftico de Dios sern estrellas de corta vida - en vez de ser un planeta
orbitando permanentemente alrededor del propsito eterno de Dios. As que - al
igual que los marinos sobre el barco a Tarsis descubrieron - si usted encuentra

que tienen un Jons abordo, mejor trelo sobre la borda o arrisguese a


hundirse usted mismo.

CAPITULO 8

ACAN Y EL SNDROME DE MI MINISTERIO


La Severidad del Juicio de Dios sobre Acan. El gran pecado de Acan
fue tomar de la conquistada ciudad de Jeric un vestido babilnico, una barra
de oro de dos libras, y alrededor de ocho libras de plata (Josu 6:17 - 19; 7:126). El pecado fue serio porque Dios haba declarado explcitamente que todo el
oro, la plata, el bronce y el hierro fuese dedicado al tesoro de Dios. El haba
dicho adicionalmente que si algunos soldados lo tomaban para s mismos,
seran maldecidos e incurriran tambin en una maldicin de Dios sobre todo
Israel.
Todo, incluyendo humanos y animales en Jeric, deba ser asesinado y
destruidos por fuego. Si alguno rompa el mandamiento de Dios, ellos
recibiran el mismo juicio decretado para Jeric. Acan hizo justamente eso, as
que el y su familia y animales fueron apedreados hasta la muerte por los
israelitas luego quemados y cubiertos con un montn de piedras.
Un Nuevo Lugar Es un Lugar Peligroso. Los severos juicios de Dios se
manifiestan cuando El est estableciendo a su pueblo en un nuevo ministerio y
una nueva

restauracin de la verdad. Por esta misma razn, El mat a

Ananas y Safira al ser mentirosos cuando l estaba estableciendo la Iglesia del


Nuevo Testamento (Hechos 5:1-11).
El propsito de Dios con tal severidad es producir un temor de Dios
reverencial dentro del pueblo y dejar saber a todos que El es serio acerca de los
principios que est estableciendo para Su nuevo mover.
Yo creo que el actual movimiento Proftico ha llevado a la Iglesia a travs del
Jordn en su viaje de restauracin para poseer la tierra poseda de Canan.
Si este es un hecho divinamente establecido, el juicio ha comenzado con
la casa de Dios, y su severidad en juzgar toda desobediencia ha comenzado a
ser manifiesta en la Iglesia desde 1988, cuando naci el Movimiento Proftico.

(Ver Los comienzos del Movimiento Proftico en captulo 7, volumen 2 de esta


serie).
La Trampa y la Debilidad del Carcter de Acan. Que fue lo que llev
a pecar a Acan como lo hizo mientras miles de sus compaeros soldados
Israelitas resistieron la tentacin? Cuando Josu pregunt a Acan por sus
razones, l respondi, Yo vi, yo dese, yo tom, yo lo puse en mi tienda.
Claramente la raz de su problema fue el egosmo.
Acan fue como los cristianos que estn atrapados en el sptimo captulo
de Romanos, cuando las palabras, me, m, yo mismo, y yo son repetidas
cincuenta y dos veces en veintisis versculos. La gente en esa condicin
necesita moverse hacia Romanos captulo ocho - desde el captulo del
egosmo en sus vidas, al captulo del Espritu donde la divinidad es
mencionada cincuenta y siete veces en treinta y un versculos, y hay solamente
dos pronombres en primera persona. Cuando quitas la I de SIN (pecado) y la
reduces a cero se convierten SON (hijo). La verdadera condicin de hijo en
Jesucristo la logramos muriendo al yo y permitiendo que la vida de Cristo sea
hecha manifiesta en nuestros cuerpos mortales (2 Co. 4:10-11; Ga. 2:20).
Si fallamos en movernos al captulo ocho, terminaremos haciendo la
oracin que Pablo hizo al final del captulo siete: Miserable de mi, quien me
librar de este cuerpo (vida orientada al yo) de muerte (Ro. 7:24).
El Sndrome de Mi Ministerio. Esta es la debilidad de carcter que yo
llamo el Sndrome de Mi Ministerio. La mala semilla de la actitud de Acan fue
el egosmo y la preocupacin nicamente por el m y lo mo sin preocuparse
por otros con similares necesidades y oportunidades. Acan fue auto promovedor y posesivo sin respeto por las direcciones dadas por el liderazgo. El
fue un solitario sin el concepto de equipo ministerial.
Los otros 600,000 soldados tambin haban gastado tiempo en el
desierto (paralelo a la preparacin para nuestro ministerio); haban hecho
sacrificios (pocas de escasez financiera y de obtener solo pequeas ofrendas);
haban salido sin cambio de indumentaria (carencia de nuevos oportunidades
ministeriales); y haban evitado la tentacin de tomar el oro y la plata (mayores

ofrendas y salario). Ellos haban soportado el mismo entrenamiento para la


guerra en el desierto. An Josu, el comandante en jefe, no manifest una
actitud presuntuosa como hizo Acan. Ni lo hizo Caleb, quien tena dos veces
ms aos de ministerio.
El sndrome de Acan har que la gente sienta que estn exentos de
obedecer las directrices divinas y que tienen privilegios especiales sobre las
cosas materiales a las cuales Dios ha colocado restricciones. Cuando ellos
presionan su promocin personal, toman el oro que pertenece al tesoro de Dios
y lo colocan en su propia tienda (ministerio), entonces la destructiva hierba
Johnson se ha entretejido ya con las races del buen maz.
Cuando los cristianos pierden la visin mayor para que el cuerpo de
Cristo entero tenga xito, entonces la semilla de Acan se ha desarrollado en
ellos como una planta de autodestruccin. Ellos han tomado la cosa maldita
que Dios odia - el orgullo, el egosmo y la auto - promocin que ocasion la
cada de Lucifer de su ministerio musical en el cielo. (Is. 14:12-15).
El Propsito General de Dios es Nuestro Principal Objetivo. Nosotros
que somos profetas debemos constantemente recordarnos a nosotros mismo
que nuestro principal objetivo debe ser el cumplimiento del propsito general
de Dios para su Iglesia, no poseer lo ms que podamos o hacer nuestro
ministerio el ms grande. Por ejemplo, el propsito de Cristo para mi ministerio
particular como un profeta individual es completar Su ms grande propsito de
levantar una compaa de profetas para los ltimos das.
Esta compaa internacional est llamada a un propsito ms grande
que es colaborar con Cristo para cumplir los planes de Dios para su Iglesia
universal. La Iglesia de Cristo ha sido entonces llamada a colaborar con Dios
en completar Sus propsitos para el planeta tierra.
La mayora de los problemas de raz de ministros y otros miembros de la
Iglesia seran eliminados si nosotros tuviramos la perspectiva adecuada sobre
el propsito de Dios para nuestra posicin en el Cuerpo de Cristo.
El apstol Pablo retrat esta verdad cuando us su analoga del cuerpo
humano para describir la Iglesia, declarando, sois el cuerpo de Cristo, y

miembros cada uno en particular (1 Co. 12:27). Aunque hay muchos


miembros, hay un solo Cuerpo con un propsito general.
Interdependiente, no Independiente. Por esta razn, cada miembro
tiene la responsabilidad de desarrollar su propia funcin y mantenerse
adecuadamente relacionado a la cabeza, Jesucristo. El ministerio y el xito de
cualquier miembro individual no es un fin en si mismo; ms bien se da para
contribuir a la funcin y realizacin del Cuerpo entero. Y el Cuerpo entero fue
formado y ahora funciona para cumplir el deseo y la direccin de su Cabeza.
Nosotros no somos ministros independientes, sino interdependientes uno
al otro y de las directrices de la cabeza del Cuerpo. Si nosotros tenemos la vieja
perspectiva que insiste en que el profeta es un trabajador solitario,
funcionando independientemente del resto de la Iglesia, entonces estamos
sujetos a la trampa del egosmo. La banana ya separada de la mata ser pelada
y comida. La oveja estando sola es devorada por los lobos.
Si el ministerio proftico es el ojo o la boca del Cuerpo, entonces no le
puede decir a la mano o al pie no te necesito. El Cuerpo puede ser capaz de
funcionar sin ciertos miembros, pero ningn miembro puede funcionar aparte
del Cuerpo. Un miembro que se separa del Cuerpo se marchita y muere a
menos que se le ponga algn tipo de sistema de apoyo de vida artificial.
Pero Dios est ahora en el proceso de desconectar el sistema de apoyo de
cada ministro que no est adecuadamente relacionado con el Cuerpo de Cristo.
Cada miembro del Cuerpo enfermo con las clulas cancerosas de la
exclusividad, el aislamiento y la independencia ser quirrgicamente removido
por Dios. El sistema de raz del sndrome de mi ministerio y mis necesidades
primero ser desenterrado y expuesto tal como es, luego rastrillado y quemado
en el fuego purificador de Dios (ver Mal. 3:1-3; 1 Co. 3:12-15).
El espritu de Acan se manifiesta a s mismo cuando los ministros
vienen a estar tan envueltos en sus propias necesidades, deseos y ministerio
que ellos piensan que tienen el derecho de tomar privilegios especiales y
posesiones an ms all que la de sus compaeros ministros. Este espritu es
una semilla de auto - engao que llevar a los ministros a ser ley en s mismos,

con una actitud que insiste en decir yo merezco mayores ofrendas y ms


oportunidades Si yo no las tomo por m mismo, no las tendr. Si no
promociono mi propio ministerio, nadie ms lo har. Nosotros no debemos
dejar que el enemigo venga durante la noche de tentacin y siembre semillas
como las de Acan en el terreno de nuestros corazones (ver Mt. 13:24-26).

CAPITULO 9

LAS DEBILIDADES DE CARCTER DE JUDAS:


EL DESEO DE SER RECOMPENSADO
POR CADA SERVICIO
Judas y Acan tenan un espritu similar y el mismo problema de raz. El
pecado externo de Judas fue la traicin de su amigo cuando vendi a Jess al
enemigo. Pero la raz del problema fue la manera de pensar y la actitud que
llevaron a Judas cometer ese acto. Yo estoy bien familiarizado con el problema,
porque en mis aos como obispo de la red de Ministros Profticos de Christian
International (CI-NPM), he tenido la ocasin de aconsejar y tratar con algunos
ministros tipo Judas con una debilidad de carcter similar.
Desaliento en las Ambiciones Personales. A juzgar por lo que yo he
visto en estos casos, los pensamientos de Judas probablemente eran algo as:
yo he dejado mi negocio y sacrificado mis oportunidades para mejorar en mi
posicin y mis posesiones durante los ltimos tres aos siguiendo a Jess da
y noche. Ahora tengo la impresin por lo que Jess est diciendo y haciendo
que El no cumplir con mi sueo. Yo pens que seguir a Jess mejorara mi
posicin, mi poder y prestigio, pero estaba equivocado.
De esta manera Judas probablemente construy en su propia mente un
argumento para sentirse justificado para hacer las acciones que hizo. El
comenz a interpretar y a aplicar las promesas profticas que Jess haba
hecho a los Doce de una manera diferente de la intencin del Seor (como por
ejemplo las palabras de Cristo de que se sentaran en tronos con El,
gobernando a los doce tribus de Israel, Mt. 19:28.
A Judas le pareci que Jess los haba engaado y que no cumplira Su
palabra dada a ellos. As que l probablemente razon, durante los tres aos
pasados podra al menos haber hecho una utilidad de treinta piezas de plata.
Me merezco algo por los aos de sacrificio y servicio que le he dado a Jess.

Los Pasos en el Engao de Satans. El primer paso que Satans da


para desarrollar el espritu de Judas en el pueblo es convencerlos de que el
liderazgo al que ellos han estado sirviendo, y al cual ellos han estado
relacionados y han respondido no estn viviendo conforme a las promesas que
ellos les han hecho. Estas promesas pueden ser an profecas personales que
ellos han recibido o profecas que ellos una vez escucharon dar al liderazgo de
la iglesia o al ministerio como un grupo. El pueblo que se encuentra
desalentado de esta manera hace normalmente una interpretacin y una
aplicacin privada (y equivocada) de las promesas del lder o de sus
declaraciones profticas que los llevan a concluir que los lderes no han
cumplido con su palabra.
El tipo de pensamiento de Judas proporciona un sentido de auto
justificacin al traicionar la amistad y venderla al enemigo por ganancia
personal. Esta accin consecuentemente conduce a aquellos que la toman a
sentirse juzgados por otros por lo que ellos han hecho. As que su autoengao
debe entonces ayudar a convencerlos que el liderazgo y los otros no son ni
comprensivos ni le dan beneficios.
Despus vienen el orgullo y un exaltado sentido de auto - importancia
para convencerlos de hacer lo mismo que Lucifer hizo - retirarse y encabezar
su propio ministerio. Ello deja la comunidad y rehsan a permitirle a su
supervisor tener entrada en sus vidas. Para entonces, el espritu de auto engao ya ha inventado una docena de argumentos del por qu ellos estn
justificados en cada actitud y accin que realizan. Todo camino del hombre
es recto en su propia opinin; pero Jehov pesa los corazones (Pr. 21:2).
El espritu de Judas comienza en forma de semilla con el sentimiento de
que debemos ser inmediatamente recompensados por cada servicio prestado y
recibir reconocimiento o una posicin ms alta por el tiempo y el dinero
empleado en participar y propagar el ministerio. Comienza con la actitud que
dice, Dios me debe por servicios prestados. Yo merezco lo mejor. Yo merezco
ms ofrendas y honor del que yo estoy recibiendo. Ellos deben reconocerme y

hacerme hablar ms a menudo. Aqu es donde comienza; pero si nosotros no


le permitimos a Dios y a los lderes sobre nosotros corregir esta debilidad de
carcter y ajustar esta actitud, nos ahorcaremos a nosotros mismos
ministerialmente de igual manera como,

seguramente,

Judas se colg a s

mismo de un rbol.
Sin Derechos de Auto - Promocin o Auto - Preservacin. Los profetas
deben asumir la actitud ministerial del Espritu de Cristo, la cual no demanda
el derecho de auto - promocin y auto - preservacin. Jess no demand que el
Padre lo promoviera y le diera una buena reputacin (Fil. 2:7). El puedo llamar
una hueste angelical para que le ayudara (Mt. 26:53), pero El abandon sus
derechos y su vida por sus hermanos. El dej que otros lo colgaran de un
rbol. Este aparente acto de auto - destruccin realmente lo llev a su
preservacin, porque el Padre lo levant de los muertos y promovi Su
ministerio a la derecha del trono del cielo.
El fondo del asunto es este: El egosmo es la raz del problema de
noventa y nueve por ciento de todas las actitudes y acciones no escriturales. El
centrarse en s mismo es lo que da poder a las tres fuentes de todo pecado - los
deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida (1 Juan
2:16). Todos los pecados externos vienen de una de estas tres fuentes, y ellos
reciben el derecho y el poder de funcionar en un individuo a travs de su vida
egosta y no sacrificada.
Por eso es que al tratar con las trampas para profetas, debemos
descargar el hacha de la verdad a la raz del rbol ms bien que gastar tiempo
podando las ramas. La vida egosta y fuera de orden es la raz del rbol; los
pecados individuales, o romper los diez mandamientos con las obras de la
carne, son simplemente las ramas del rbol. O tambin para usar la anterior
ilustracin,

el

adulterio,

la

mentira,

deshonestidad,

clera

otras

manifestaciones pecaminosas son las hojas de la hierba Jhonson creciendo


sobre la tierra. Pero el egosmo es el sistema de races bajo la tierra. Nosotros
podemos cortar las hojas de hierba, pero crecern de nuevo hasta que el
sistema de races que est abajo sea destruido.

Pedro enfrent circunstancias similares a las de Judas. El dej su


negocio de pesca y su familia para seguir a Jess. Cuando Jess fue arrestado,
l tambin se desalent, se desilusion y se confundi an al punto de llegar a
negar a su lder y Seor. Pero Pedro se arrepinti cuando se dio cuenta que
haba hablado tonta e inmaduramente y haba actuado equivocadamente haca
Jess. Como el hijo prdigo en la parbola de Jess, se volvi de la actitud que
dice dame riqueza, fama y bienestar, y en su lugar tom la actitud que dice
hazme un siervo de mi padre.
Todos nosotros hemos dicho o hecho o algn da diremos o haremos
cosas tontas bajo gran presin, miedo y confusin, especialmente cuando igual que los Doce - vemos todas nuestras esperanzas, sueos y ministerio
cayndose a nuestro alrededor. Cuando eso sucede, seguimos el ejemplo de
Pedro o el de Judas? Como Pedro debemos estar dispuestos a admitir nuestras
malas acciones y cambiar. Si llegamos a ser divinamente flexibles y ajustables,
Dios puede restaurarnos y llevar nuestro ministerio a ser ms efectivo de lo
que nunca soamos que podra ser posible.

CAPITULO 10

EL SNDROME DE SANTIAGO Y JUAN.


La mayora de los historiadores del Nuevo Testamento estiman que Santiago y
Juan estaban al principio de sus aos veinte cuando Jess los escogi para ser
dos de Sus discpulos especiales y eventualmente dos de Sus doce apstoles.
Despus de seguir a Jess por tres aos, Santiago y Juan le pidieron a Jess
que les concediera un deseo (ver Mr . 10:35-41). Cuando Jess pregunt que
era lo que ellos queran que l hiciera, ellos dijeron: concdenos que nos
sentemos el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda en tu gloria.
En respuesta, Jess no reprendi a los hermanos, sino simplemente les
pregunt si eran capaces de beber la copa de sufrimiento y muerte que l
bebera. Ellos le aseguraron que podan, y Jess contest, en efecto, lo harn
pero ahora no puedo concederles su peticin o asegurarles esa posicin aun si
me siguen hasta la muerte.
Ms Celo que Sabidura. Santiago y Juan ejemplifican la mala semilla
de una actitud que siente mas un deseo por obtener posicin y poder en vez de
servicio y ministerio en favor de otros. El sndrome de Santiago y Juan consiste
en la inmadurez y en el ambicioso impulso que lleva a la gente a pedir al
liderazgo, el ministerio que es ms alto o ms cercanamente relacionado con el
lder. Como usted puede ver, estos dos hermanos no estaban contentos con ser
llamados simplemente entre los doce, ellos queran ser exaltados y tener
privilegios especiales y posiciones arriba de sus compaeros apstoles.
Santiago y Juan retratan la raz del problema de un ministerio proftico
joven que tiene ms celo que sabidura. Ellos desearon la auto - promocin y la
posiciones privilegiadas sobre sus semejantes sin tener el entendimiento
suficiente del gran precio que tena que pagarse por ello. Parte del precio a
pagar sera morir a la ambicin egosta de obtener mejor posicin y el tener
una continua conformidad al carcter de Jesucristo.

Jess no reprendi a los hermanos por su deseo de estar cerca de l en


su gloria. l solamente respondi a ese deseo con una enseanza acerca del
servicio versus el dominio, la ministracin versus la administracin, y la
grandeza y autoridad en el Reino de Dios versus el estndar de mundo para la
autoridad y grandeza. De las 10 M ellos tenan la M de motivaciones fuera de
orden. Sus motivaciones tenan todava que ser purificadas y santificadas.
Recuerde que estos discpulos haban disfrutando el beneficio de estar
tres aos escuchando la enseanza de Jess sobre los principios del Reino.
Ellos haban visto una demostracin viviente por medio de Jess de como sus
seguidores

deban

ministrar.

Nosotros

pensaramos

que

con

este

entendimiento, ellos hubiesen entendido a Jess lo suficiente como para


renunciar a esta peticin tan inmadura.
Sin embargo, Santiago y Juan todava mostraban la semilla de una mala
actitud, y nosotros debemos esperar que tambin muchos otros ministros
jvenes (y otros no tan jvenes) tambin ahora harn lo mismo. As que
nosotros que estamos en una posicin de liderazgo desarrollando a otros
ministros debemos orar por tener la paciencia, sabidura y el nfasis proftico
de Jess cuando tratamos con jvenes, hombre o mujeres, que manifiesten el
sndrome de Santiago y Juan.
El Andamiaje de Dios. Debo confesar que yo tuve este sndrome en los
primeros aos de mi propio ministerio. La ambicin y el impulso que lo
acompaaban eran de ayuda en alguna manera, pero Dios tena que quitarme
eso antes que pudiera hacer de mi ministerio lo que l quera que fuese.
Fue un andamiaje que me mantuvo caminando hasta que Dios pudo
colocar en m las piedras permanentes de Sus motivos, ambiciones y carcter.
Todos los jvenes y ambiciosos profetas y apstoles deben reconocer la
verdad de que el hombre o la mujer deben ser formados antes de tener un
ministerio, dar un mensaje y realizar milagros de poder. Josu y Elas, por
ejemplo, completaron cada uno aos de aprendizaje sirviendo a la visin y al
ministerio de otro hombre antes de recibir gran autoridad y reconocimiento de
su propio ministerio.

Como obispo yo oro continuamente que Dios me conceda sabidura


divina para discernir aquellos con el espritu de Judas y Acn y aquellos con el
espritu de Santiago y Juan. Mi compasin est con aquellos que tienen un
corazn puro pero son ignorantes e inmaduros en algunas de las cosas que
dicen y hacen. Pero mi preocupacin paterna por los ministros que yo estoy
desarrollando causa en m una justa indignacin interior contra el Espritu de
Judas y Acn.
Resista la Tentacin de Sentir que ha Fallado. Al mismo tiempo,
quiero alentar a otros lderes ministeriales a no ser intimidados por un
sentimiento de fracaso cuando sus discpulos fallan en manifestar en sus vidas
el fruto de lo que a ellos ha sido enseado, como Santiago y Juan; o por
aquellos que los niegan y los abandonan por un tiempo, como Pedro; a an por
aquellos que se vuelven en su contra por ganancia personal y ayudan a otros a
crucificarlos como Judas hizo a Jess. Si an Dios el Padre perdi a Su
ministro musical, Lucifer, y si an Jess perdi a Su discpulo y tesorero,
Judas, entonces nosotros no debemos desalentarnos demasiado si tenemos
una experiencia similar.
Ahora nosotros leemos en la Biblia acerca de los apstoles Pedro,
Santiago y Juan, quienes llegaron a ser pilares de la Iglesia Primitiva. Estos
fueron los poderosos apstoles, llenos de sabidura y madurez, que todo el
resto de la Iglesia vio constituirse como el liderazgo. As que es difcil entender
desde nuestra posicin actual la realidad de que en los das previos a
Pentecosts, estos tres cometieron ms errores y causaron ms problemas a
Jess que todo el resto. Ellos fueron inmaduros, se promovan a si mismos y
eran ambiciosos en sus primeros aos de entrenamiento de ministerio
apostlico.
Manteniendo su ejemplo en mente, podemos concluir que hay esperanza
para los jvenes apstoles y profetas de hoy que tienen un corazn verdadero
por Jesucristo pero que actualmente tienen impulsos y ambiciones de
grandeza. Aquellos que hemos estado en el ministerio por mas de 20 aos
podemos contristarnos en nuestro interior cuando vemos su inmadurez, pero

debemos pedir a Dios que nos conceda Gracia, paciencia y sabidura para
ayudarlos crecer.
Jess llam a Santiago y Juan Sus hijos del trueno. Al igual que otros
lderes cristianos yo tambin tengo mis hijos del trueno. Mi esperanza y
expectativa es que ellos vengan a ser pilares y propagadores del movimiento
proftico as como los fueron Santiago y Juan en la Iglesia del Nuevo
Testamento.
Debemos notar aqu que Mateo nos relata como Salom, la madre de
Santiago y Juan, originalmente concibi la idea de que ellos pidieran
posiciones especiales, y presion para que la solicitud fuese hecha (Mt. 20:2028). Los ministros deben ser especialmente cuidados de aquellos miembros de
la familia y compaeros ministros que estn muy celosos por su xito, por su
promocin y su reconocimiento. Tales parientes pueden llevar a los ministros a
hacer cosas tontas e inmaduras que los pondrn en posiciones precarias y que
causarn friccin y resentimiento en sus relaciones con otros ministros.
Debemos practicar en nuestros propios ministerios el principio bblico
que declara que es el don de una persona lo que crear espacio para l o ella
(Pr. 18:16) y que un ministerio maduro se manifestar a s mismo, porque la
promocin viene del Seor (Salmo 75:6,7). Al mismo tiempo debemos tener
paciencia con aquellos que muestran el espritu de Santiago y Juan. Pastores,
obispos y supervisores apostlicos necesitan la oportunidad de trabajar con
aquellos que manifiestan este espritu hasta que les sea claro si ellos llegaran a
madurar con el tiempo.

CAPITULO 11

LA TRAMPA DEL PROFETA BALAAM


El profeta Balaam debe ser estudiado de principio a fin por todo profeta que
quiera evitar las debilidades que ste carcter bblico mostr. (ver Nm. 22; 23 y
24; 31:8-16; Dt. 23:5,6; Jos. 13:22; 24:9,10; Miqueas 6:5). Balaam poda dar
una verdadera palabra del Seor, pero an as lleg a ser un falso profeta por
su actitud personal y en su estilo de vida. Su ejemplo nos ensear que juzgar
al profeta y juzgar la palabra proftica son dos asuntos diferentes.
La Profeca debe ser Juzgada en Tres reas. Debemos juzgar el
contenido de una profeca en tres reas. Primero, su mensaje debe ser
conforme a la verdad bblica. Segundo, los objetivos, las declaraciones
verificables y objetivos acerca del pasado y del presente deben ser confrontadas
con los hechos. Y tercero, las predicciones para el futuro debern juzgarse si
llegan a suceder.
Por otro lado, debemos juzgar al profeta o profetiza de una manera
diferente. Los ministros profticos falsos o verdaderos deben ser discernidos
por su carcter, el espritu o sabidura, el fruto del Espritu Santo en sus vidas
personales, y el fruto de sus ministerios que todava permanece despus de las
manifestaciones iniciales de milagros u otras seales.
A medida que leemos todas las referencias escriturales de Balaam a
travs de la Biblia, encontramos varias trampas y debilidades de carcter. Para
su beneficio, debemos anotar que l se mantuvo en una regla proftica
importante: Rehusaba profetizar cualquier cosa excepto lo que Dios le haba
dado que hablara. En efecto, el an manifest a Balac que no profetizara
diferente an si este le diera la mitad de su reino y de sus grandes posesiones.
Sin embargo Balaam ambicionaba la fama, la fortuna y el prestigio.

Algunas MS en Orden, Algunas No. Evidentemente, aunque Balaam


tena algunas de sus 10 Ms en orden, tena muchas de ellas fuera de orden
para que el fuera juzgado un falso profeta por Jess (Ap. 2:14), Pedro (2 P.
2:15,16), y Judas (Judas 11) en el Nuevo Testamento. Sus Ms de mensaje,
ministerio, masculinidad y moralidad parecan estar en orden, pero sus Ms de
motivacin, madurez, mtodos y manejo del dinero no lo estaban. Aunque l
estaba comprometido en hablar nada ms que las puras palabras del Seor, l
an estuvo con la autodeterminacin y el ansia suficiente por el poder y las
posesiones para persistir en la esperanza de que Dios le permitiera profetizar
algo que Balac le recompensara.
Dios dijo a Balaam cuando pregunt la primera vez que no fuera con
Balac a maldecir a Israel. Sin embargo despus de obtener algunos
ofrecimientos adicionales de recompensa, Balaam pregunt de nuevo a Dios
para ver si no haba algn modo de que l pudiera ir. Dios le dijo a Balaam que
l poda ir si el hombre vena por l de nuevo. Pero no hay indicacin en el
texto de la escritura de que esta confirmacin viniera antes que Balaam
ensillara a su asna para ir donde Balac a profetizar contra Israel.
Un Profeta Obstinado Toma una Milla Cuando Dios da solo una
Pulgada. Dios se enoj porque Balaam de todos modos sigui adelante. El
envi un ngel para ocasionar un dao al transporte del profeta para que se
detuviera, pero el profeta Balaam estaba demasiado ciego por su obstinacin
para ver que Dios estaba involucrado en su frustrante situacin.
Un Punto a ser Ponderado por los Profetas. A juzgar por la historia de
Balaam an una asna puede discernir mejor el mundo espiritual y las
restricciones divinas de Dios que un profeta cegado por la lujuria, las riquezas,
el poder y la promocin.
Los profetas con las debilidades de carcter de Balaam permiten que las
recompensas potenciales de la riqueza los influencien desagradando a Dios en
su lucha por complacer a las personas para obtener una ganancia terrenal.
Balaam intent complacer a Dios y servir a Mamn al mismo tiempo. l
tena el problema de raz al cual Pablo llam la raz de toda maldad, el amor al

dinero (1 Ti. 6:10). Yo creo que Balaam mantena un secreto resentimiento en


su corazn hacia Jehov por no permitirle profetizar cualquier cosa que Balac
deseara contra Israel - y perder as todas las riquezas y la promocin
prometidas por Balac
Balaam no poda profetizar nada excepto lo que Dios le deca. Pero l
finalmente evit esa restriccin no profetizando en el nombre de Jehov. En
lugar de eso, se retir de su nfasis proftico y dio consejo a los moabitas y
madianitas acerca de cmo destruir a los israelitas inclinndolos a pecar
contra Dios por el mediante el adulterio y la idolatra (Ap. 2:14). Haciendo eso,
Balaam finalmente recibi las riquezas y la posicin que quera, pero l
tambin fue destruido con los madianitas bajo el juicio de Dios (Josu 13:22).
Viendo a los Profetas Como Dios les Ve. Cuando leemos el relato de
Balaam en Nmeros, l no luce como un falso profeta o con motivaciones
equivocadas. Solamente a la luz de los comentarios de Pedro, Judas y Jess
acerca de Balaam comenzamos a verlo como Dios lo ve. Si juzgramos a este
profeta solamente por la exactitud de sus profecas, tendramos que declararlo
un profeta verdadero.
Balaam profetiz solamente lo que Dios le hablaba aunque le ofrecieron
grandes riquezas para profetizar algo diferente. Las referencias en nmeros lo
hacen parecer como un hombre de integridad en el ministerio proftico el cual
resista toda tentacin. De hecho, l dio la nica profeca mesinica en el libro
de Nmeros, y fue el ms grande profeta entre sus semejantes.
Entonces sobre qu base el Nuevo Testamento lo declara ser un falso
profeta? Su falso estado es percibido nicamente por el espritu de
discernimiento de Dios, el cual busca el corazn y los motivos. Las escrituras
declaran que los seres humanos juzgan por lo que se ve extremadamente y por
el desempeo, pero Dios juzga el corazn, pesa el espritu e identifica el motivo
que est detrs del desempeo.
Motivos ms Acciones Igual Obras. El libro de Apocalipsis dice que el
destino y la recompensa eterna de toda persona sern determinados por sus

hechos.

Los hechos son ms que las acciones, ellas son formadas por la

ecuacin que yo llamo M + A = H, esto es motivo ms Accin igual a hechos.


As que para juzgar si alguien es un profeta falso o verdadero, Dios evala
tanto los motivos de la persona as como su ministerio.
Varios incidentes registrados en la escritura muestran personas que
parecen rectas dando falsas profecas y luego ser juzgados como falsos
profetas. Pero Balaam es el nico que describe la realidad de un profeta que
puede dar profecas exactas y an as ser una persona lo suficientemente
equivocada en su interior para ser juzgado como un falso profeta.

tristemente, la mayora de los cristianos no se dan cuenta que un profeta como


Balaam es un falso profeta.

La mayora de ellos solo conocen el Pasaje en

Deuteronomio (18:22) que establece que en una persona el status de ser


profeta verdadero est determinado si la palabra dada por una persona es
exacta y se cumple.
Balaam habl solamente palabras dirigidas por Dios, y asimismo
sucedieron. Pero sin embargo el Nuevo Testamento lo usa como un ejemplo de
lo que un profeta no debe ser y hacer. Dios est ms preocupado por la pureza
de sus profetas que por la exactitud de sus profecas,
El valora el hombre o a la mujer en s mismos y sus motivos as como su
mensaje y ministerio.
Lobos con Vestido de Oveja.- Escuche las palabras de Jess con
relacin al espritu interno y la motivacin debidas: Guardaos de los falsos
profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas pero por dentro son
lobos rapaces, por sus frutos los conoceris... No todo el que me dice: Seor,
Seor, entrar en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi
Padre que est en los cielos. Muchos me dirn en aqul da: Seor, Seor, No
profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu
nombre hicimos muchos milagros? Y en tu nombre hicimos muchos milagros y
entonces les declarar: Nunca os conoc; apartaos de m hacedores de maldad
(Mt. 7:15, 16,21-23).

Jess dijo que un profeta puede tener la vestidura externa y el ministerio


de una oveja pero tambin tener el espritu interno y la motivacin de un lobo.
Estos son profetas con profecas exactas y obras milagrosas, pero no son
correctos - no en su interior.
Intimidad con Dios. El verbo conocer es usado en el hebreo del
Antiguo Testamento para expresar la relacin ntima entre esposo y esposa,
como en Adn conoci a su esposa Eva (Gn. 4:1). Yo creo que el uso de Jess
de la palabra conocer expresa un significado similar en sentido metafrico.
Cuando se refiere a estos falsos profetas, Jess dice que en algn
momento, ellos fueron a una ceremonia legal espiritual, casndose con El
habiendo nacido de nuevo y siendo llamadas al ministerio, ellos tomaron el
poder legal de su esposo (Cristo) y escribieron cheques en el Banco del Cielo,
firmndolos en nombre de Jess. Ahora ellos profetizan y obran maravillosos
trabajos por la Gracia de Dios la fe y la capacitacin divina. Pero ellos nunca
permiten que la vida y las motivaciones que tuvo Jess en su vida vengan a ser
su motivacin y propsito para ministrar. As que en aquel da, Jess les dir
que nunca los conoci.
Los ministros profticos deben guardarse contra el autoengao, la auto justificacin y la motivacin inadecuada. As que necesitamos que otros nos
ayuden a vernos a nosotros mismos en las reas donde tenemos puntos ciegos.
El libro de los Proverbios nos dice que todos los caminos del hombre son
limpios en su propia opinin (Pr. 16:2), y el profeta Jeremas dijo engaoso es
el corazn ms que todas las cosas, y perverso; quin lo conocer? (Jer.
17:9).
Por esta razn cada profeta necesita someterse a alguien a quien el o ella
respete lo suficiente como para estar dispuesto a escucharle cuando la otra
persona le de instruccin y correccin. Por eso es que en Christian
International hemos establecido una estructura de responsabilidad: el profeta
apostlico ms antiguo que tenga la visin y sienta la carga por los ministros
profticos, funge como presidente, y luego un equipo de gobernadores
consistente en apstoles maduros y ungidos, profetas y pastores sirve como

parte del equipo director y el cual se constituye y como un espacio de


responsabilidad y relaciones sobre todos los ministros de la red.
Al mismo tiempo, como obispo de la red yo soy personalmente doy
cuentas a mis compaeros obispos en el Colegio Internacional de Obispos
Carismticos. La mayora de ellos son ms viejos de lo que yo soy y han estado
en el ministerio por mucho ms tiempo, as que estn en buena posicin para
llevar correccin y revelar puntos ciegos en mi vida.

CAPITULO 12

EL OPTIMISMO DIVINO DE JOS


VRS.
EL PESIMISMO HUMANO DE JACOB
Los caracteres bblicos de Jos y Jacob nos proveen de un til estudio,
de contrastes en relacin a sus actitudes hacia la vida y el ministerio. En sus
historias encontramos que el problema de raz de tener una personalidad
pesimista obstaculiza el ministerio, mientras que la perspectiva y principios de
vida de Jos pueden preservar un ministerio en tiempos difciles. As que
queremos evitar las trampas del primero e imitar el ejemplo del ltimo.
El Negativismo de Jacob. Jacob es el tpico ejemplo de un profeta de
nuestros das con complejo de persecucin y una actitud negativa hacia la
gente y el ministerio (ver Gn. 42:36; 47:39). l tuvo que dejar el hogar a causa
de un conflicto con su padre y su hermano mayor. Esto tipifica por ejemplo a
un ministro o ministra proftico/a el cual ha tenido que dejar su denominacin
o a su pastor local.
Despus de dejar el hogar, los conflictos de Jacob continuaron. Trabaj
para su to Labn, un hombre que constantemente trataba de utilizarlo,
engaarlo y manipularlo para construir su propio reino. Jacob tuvo que ser
ms listo y manipular a Labn para poder sobrevivir y prosperar.
Cuando Jacob conoci a Dios y fue transformado, l ces en sus mtodos
de manipulacin. Pero el retuvo una actitud negativa. Cada vez que algo
desagradable le pasaba, el conclua, todo est contra m (Gn. 47:9).
Los ministros profticos con un fundamento y una personalidad como la
de Jacob debern superar continuamente el sentimiento de que otros estn
tratando de usarlos o que estn trabajando contra ellos. Cada tragedia o revs,
trae una respuesta de pesimismo, desaliento, auto - compasin y reclamo, con
perodos de improductividad.

La Perspectiva Positiva de Jos. Por otro lado, los profetas con la


perspectiva de Jos tienen una visin general del eterno propsito de Dios para
sus vidas.
Jos crey que todo lo que les sucedi fue providencialmente ordenado
por Dios. El declar a sus hermanos: No t, pero fue Dios quien me envi a
Egipto, vosotros pensasteis mal contra mi, mas Dios lo encamin a bien (Gn.
45:5-8; 50:20).
La contraparte de Jos en el Nuevo Testamento, en este aspecto, el
apstol Pablo, tuvo la misma perspectiva. Pablo declar: Y sabemos que los
que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que
conforme a su propsito son llamados. (Ro. 8:28).
Los profetas con la personalidad de Jos creen, como el hizo, que Dios
est dirigiendo providencialmente todos los asuntos de sus vidas a medida que
ellos andan buscando hacer su voluntad y completar su propsito. Ellos
perdonan rpidamente a aquellos que los han usado y abusado. Ellos an
bendicen a tales personas cuando se arrepienten, permitiendo a sus anteriores
perseguidores, compartir la prosperidad y la promocin de Dios en sus vidas.
Terremotos Personales. Mi esposa y yo hemos soportado reveses
mayores al estilo de Jos en el curso de nuestros aos de ministerio. Son lo
que yo describo como situaciones que rompen el corazn, sacuden el alma y
aparentan que el mundo se ha terminado. Aunque no dar detalles al describir
estas experiencias nuestras, creo puede ser til al decir a los ministros jvenes
que tomen el estilo que Pablo tom al escribir a la Iglesia de Corinto cuando les
record las pruebas que haba soportado (2 Co. 4:8-10; 11:23-33).
En el pasado yo he sido perseguido, han mentido sobre, me han sacado
del ministerio me han, quitado de posiciones ministeriales y de oportunidades
sin justa causa, y he tenido que estar recibiendo ingresos del mundo secular
por aos hasta que Dios abri de nuevo las puertas al Ministerio a tiempo
completo. He sido acusado de creer y ensear doctrinas que realmente no
poseo, y he sido acusado de tener propsitos y motivos equivocados para

ministrar. Tambin he sido acusado un par de veces de ser un falso profeta y


de entregar palabras inexactas.
No es de extraar, entonces, de que puedo rpidamente identificarme
con Jos, quien fue ofendido, vendido y echado a esclavitud por sus propios
hermanos. Y usted puede asegurar que el diablo y la carne han tratado de
tentarme a que me entregue al tipo de pesimismo de Jacob.

Pero

la

palabra de Dios no da espacio a los ministros o a los otros santos para ser
amargados, resentidos, vengativos, no perdonadores, o pesimistas - no
importando cuan cruel, sin corazn, fuera de las escrituras, sin tica e injusto
haya sido el comportamiento de alguien hacia nosotros.
Mi esposa y yo hemos venido a travs de cuatro terremotos personales
que probablemente registraron sobre el nivel ocho bajo la escala de Ritcher al
medir su severidad. Y hemos superado otros incontables temblores menores.
Pero nosotros sobrevivimos a todos manteniendo la buena semilla de la actitud
de Jos y la perspectiva positiva de fe del apstol Pablo que insiste en que Dios
trabaja providencialmente a travs de todas las cosas en las vidas de aquellos
que lo aman y son llamados de acuerdo a su propsito. (Ro. 8:28).
Yo exhorto fuertemente a todos los ministros profticos a desarrollar la
misma actitud y los mismos principios. El verdadero espritu y el perfil de
personalidad proftico demuestran perdn, amabilidad, restauracin y servicio
al cuerpo de Cristo. Aquellos que ministran con un corazn de negativismo,
pesimismo y heridas del corazn por el pasado no experimentan progreso o
promocin a nuevas posiciones.
Est Abierto a la Correccin. Si alguien lo aconseja de que usted est
manifestando alguno de los obstculos para crecer que hemos discutido en
esta seccin - ya sea lo semilla de malas actitudes, problemas de raz,
sndromes o debilidades de carcter responda con la sabidura de arriba que es
receptiva y enseable (Santiago 3:17). El libro de Proverbios nos dice como ser
un ministro proftico sabio:
Oir el sabio, y aumentar su saber, y el
Entendido adquirir consejo... No reprendas

A escarnecedor, para que no te aborrezca; corrige al sabio


Y te amar.
Da al sabio y ser ms sabio; ensea al justo, y aumentar
Su saber.
La principal debilidad de carcter de los burladores y tontos descrita en
Proverbios es que a sus ojos, la correccin significa rechazo. Por esta razn
cuando usted trata de corregir a profetas escarnecedores y tontos, ellos sienten
que est en contra de ellos, para obstaculizarlos o destruirlos. As que an la
correccin dada en su amor con gran tacto por medio de autoridad delegada es
casi imposible para ellos escucharla, recibirla y actuar con respecto a ella, en el
espritu de sabidura.
Nosotros ciertamente no queremos estar en compaa de escarnecedores
y tontos. As que debemos considerar en oracin cualquier sugerencia que
recibamos concerniente a una necesidad de ajuste si queremos evitar todas las
trampas del diablo para los profetas y las personales debilidades de carcter
que pueden al final destruirlos a nosotros y nuestro ministerio.
Debemos dedicarnos a nosotros mismos a ejemplificar el verdadero
espritu y el carcter de la gran compaa de profetas que Dios est levantando
para alistar un pueblo y preparar el camino para la venida del Cristo.
Los caracteres bblicos usados en esta seccin retratan muchos de los
sndromes de profetas, sus debilidades de carcter, las races de problemas, y
la mala semilla de actitudes pero son slo una pequea porcin de lo que
puede tenerse retenerse. As como el escritor del libro de Hebreos, que da su
lista de hroes de la fe, concluye diciendo:...porque el tiempo me faltara
contando de Geden, de Barac, de Sansn de Jeft, de David, as como de
Samuel y de los profetas (He. 11:32), futuros volmenes cubrirn el espritu
de Jezabel, el sndrome de Absaln, el sndrome del xito en David que lo llev
a cometer adulterio y asesinato, mas muchos otros que manifestaron ciertas
debilidades de carcter que obstaculizaron su caminar con el Seor.

Esperanzadoramente, lo que se ha presentado aqu dar al lector llaves


para abrir la puerta a las habitaciones interiores de los motivos escondidos y
los problemas en la raz. Que Dios nos conceda la sabidura y la gracia para
tratar con cada una de estas malas semillas antes que broten y lleguen a ser
rboles de injusticia.

CAPITULO 13

LAS 10 MS PARA
MADURAR Y MANTENER SU MINISTERIO
Y
DISCERNIR LOS FALSOS MINISTROS
El carcter personal de un ministro proftico - o de cualquier ministro, para el
caso - es el fundamento de su ministerio. En los aos recientes todos nosotros
hemos visto muy claramente que an aquellos cristianos cuyos ministerios
pueden tener todas las auto-llamadas seales del xito, tales como
prosperidad financiera, fama internacional y popularidad, y que an tienen
seales sobrenaturales acompandoles, estn condenados a tener un
humillante colapso si fallan en construir sus trabajos sobre una base slida de
pureza personal y madurez.
En esa luz, entonces, antes que tratemos con aspectos especficamente
relacionados con el ministerio proftico, necesitamos dar una cercana mirada a
lo que yo le he establecido como las 10 Ms para madurar y mantener el
ministerio. Estas son diez reas de nuestras vidas personales que necesitan
examen y correccin si vamos a probarnos a nosotros mismos de que somos
verdaderos ministros profticos de Dios.
1. MASCULINIDAD

(O FEMINIDAD). Dios cre a la humanidad a su

propia imagen (Gn. 1:26,27). Yo creo que cuando el Eterno cre a Adn, l lo
hizo con el tipo de cuerpo en el que l quera que su Hijo morara eternamente.
l dio a Adn y Eva el poder para reproducirse en su misma especie, y l
plane que cuatro mil aos despus, una mujer de su descendencia sera
cubierta por el Espritu Santo para concebir a Jess, quien era Dios en carne.
Jess naci con un cuerpo mortal que representaba ante el mundo a Dios el
Padre. El cuerpo mortal del hijo de Dios muri en la cruz y derram su sangre

para redimir la humanidad. Este cuerpo humano fue colocado en una tumba
pero Dios lo resucit y lo inmortaliz. Este mismo cuerpo fue llevado al cielo y
est sentado a la derecha del Padre. Este cuerpo humano es ahora el cuerpo
eterno del Hijo de Dios para siempre. De este modo Cristo vino a ser DiosHombre - el Dios perfecto para la humanidad y el hombre perfecto de Dios. Con
Jess en mente como modelo, Dios tuvo que hacer primero a Adn y Eva a Su
propia imagen y semejanza, antes de que pudieran desarrollar su ministerio
en el Jardn del Edn. Lo mismo es verdad para nosotros: Dios quiere hacernos
semejantes a Jess antes que podamos ministrar como lo hizo Jess. Dios
debe hacer primero al hombre o a la mujer antes que l manifieste a travs de
l o ella un ministerio poderoso.
Yo recuerdo como hace aos, cuando predicaba una noche, yo estaba
diciendo a la congregacin que debamos ser como Dios. Yo quera decir por
supuesto, que debemos ser devotos, santos, tener el carcter moral de Dios.
Pero en el momento en que hablaba, escuch al Espritu Santo decir: Si se los
pones de ese modo, la gente se desesperar, pensarn en Dios el Padre, y ellos
saben que no pueden ser Eternos, Omnipotentes y Omniscientes. En lugar de
eso diles que sean como Jess, el perfecto hombre y el perfecto Dios.
La Raza de la Iglesia. Nosotros no estamos destinados a ser Dioses,
como lo proclamara el movimiento la Nueva Era. Nosotros estamos
predestinados a ser conformes a la Imagen de Cristo Jess (Ro. 8:29). Dios cre
al hombre Adn para ser el padre de la raza humana entera. Abraham fue
llamado para ser el padre de la raza hebrea, pero Jess fue llamado a ser el
Padre espiritual de una raza nueva de la humanidad llamada la raza de la
Iglesia.
Esta raza de personas sobre la tierra tiene vida eterna en sus espritus
mientras sus cuerpos fsicos son an mortales. Al final de la era de la Iglesia
sus cuerpos sern transformados a cuerpos inmortales. Tal transformacin no
los cambiar a otro tipo de criatura diferente de los seres humanos, pero sern
los seres humanos que Dios intent desde el principio que fueran.

La resurreccin- traslado de los santos har sus cuerpos tan eternos


como lo son ahora sus espritus. El mismo espritu que levant a Jess de los
muertos har sus cuerpos fsicos tan inmortales como l. Aunque los de la
raza de la Iglesia de la humanidad estn destinados a ser ciudadanos
espirituales del cielo, an as tendrn cuerpos inmortales de carne y hueso cuerpos como el que Jess tiene ahora sentado a la derecha del Padre
(Filipenses 3:21).
Dios hizo a la humanidad en el Jardn del Edn a la manera que l
quera que la raza fuera por toda la eternidad: con espritu, alma y cuerpo
conforme a la imagen y semejanza de Dios. Dios nunca intent que la
humanidad evolucionara en ngeles, querubines, serafines o en Dios mismo.
Nosotros como santos nunca llegaremos a ser ngeles de Dios, pero seremos
como el hombre perfecto, Cristo Jess.
Por qu deberamos querer ser otra cosa? El ser humano es el ser ms
elevado que Dios ha creado sobre la tierra o en cualquier otro lugar del
universo, la humanidad lavada en su sangre y redimida esta destinada a ser
heredera juntamente con Jesucristo de todo lo que Dios tiene (Ro. 8:17). No
hay llamado ms elevado en el universo que ser un miembro de la nueva
creacin de la eterna raza de la Iglesia.
Jess exhort a sus seguidores a no regocijarse en el poder espiritual y el
ministerio apostlico que l les dio, sino alegrarse de que ellos eran pueblo de
Dios con sus nombres escritos en el libro de la vida del Cordero (Lucas 10:20),
Pablo recibi esta verdad y la demostr, no vanaglorindose en su posicin o en
su poder para echar fuera demonios y sanar enfermos. En lugar de eso l se
jact en el gran llamamiento de ser cambiado de gloria en gloria hasta
alcanzar la imagen y semejanza de Cristo (2 Co. 3:18).
Nuestro ms alto llamamiento y ms importante objetivo no es ser un
apstol, profeta o persona proftica, sino mas bien ser tipo de el hombre o la
mujer de Cristo que Dios quiere ahora y para siempre. La humanidad fue
hecha de la manera que se supone deba ser para cumplir la voluntad de Dios
y hacer el trabajo de Dios a travs de la eternidad. Los seres humanos

redimidos tienen el llamamiento ms alto y el ms alto destino que cualquier


otra creacin de Dios.
Haga su Objetivo Tener el Carcter de Cristo. Para nosotros ser santos
- esto es, como Dios significa ser como Jess, quien es nuestro modelo perfecto
como creyentes y como ministros. Esto significa que nosotros tambin debemos
ser tambin totalmente humanos - no lo que llamo un duende espiritual raro,
sino mas bien el tipo de hombre o mujer, quien sabe caminar de una manera
natural sobre la tierra mientras camina de una manera sobrenatural en el
espritu. Nuestros cuerpos de carne y hueso no son pecadores porque cuando
son lavados por la sangre de Cristo y santificados por el Espritu Santo ellos
vienen a ser el lugar de la morada de Dios aqu en el planeta tierra (1 Co.
6:19-20).
Pablo le dijo a la Iglesia de Corinto: seguid el amor; y procurad los dones
espirituales (1 Co. 14:1). Yo creo que la mejor definicin de amor es madurez,
o sea el carcter de Cristo. As que una manera de parafrasear este versculo
sera: sigan el carcter de Cristo al mismo tiempo que desean y activan sus
dones espirituales. An cuando buscamos el objetivo del ministerio a travs de
los dones espirituales

y las actividades, debemos recordar que el objetivo

fundamental es el carcter.
Otra traduccin dice, que su objetivo sea el amor. Nosotros debemos
hacer el carcter de Cristo nuestro objetivo principal, y nuestro ltimo objetivo
cuando ministramos. Cuando Pablo estaba diciendo a los Romanos acerca de
la intencin final de Dios para nosotros, l no habl acerca de nuestra
posicin, nuestro mensaje y nuestro ministerio. El habl ms bien de nuestro
carcter: porque a los que antes conoci, tambin los predestin para que
fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que l sea el
primognito entre muchos hermanos. (Ro. 8:29). Nuestra transformacin a al
imagen de Cristo es tras lo que Dios va principalmente, as que cualquier cosa
que nos suceda, est trabajando para nuestro bien hacia ese objetivo. (Ro.
8:28). En el objetivo fundamental de Dios, entonces, no hay buenos tiempos, o
malos tiempos para aquellos que aman a Dios y son llamados de acuerdo a su

propsito. El mal tiempo que usted est pasando justamente ahora puede ser
el mejor tiempo para su ganancia eterna, porque puede estar haciendo lo mejor
para moverlo hacia el objetivo de ser como Jess. Los tiempos duros para el
hombre exterior - su ser fsico, emocional, financiero y social - puede estar
fortalecido su hombre interior, su ser espiritual (2 Co. 4:16).
Despus de todo, s somos honestos, debemos admitir que nosotros
tendemos a crecer menos cuando todo est saliendo bien. Nuestros aos de
preparacin para obtener una humanidad madura son ms importantes que
nuestros aos de ministerio. Porque sin la adecuada preparacin personal,
nuestros poderosos desempeos en el ministerio se pervertirn y no durarn
permanentemente.
Ahora veo que, a travs de los aos, mis enemigos me han enseado
ms que mis amigos. A travs de ellos, yo he aprendido mucha sabidura,
perdn, paciencia, sufrimiento y entendimiento de la naturaleza humana.
Desde un punto de vista ltimo, los cristianos no tienen problemas; solamente
tenemos propsitos predestinados ordenados por Dios para conformarnos a la
imagen de Cristo.
Ya que la escritura declara que Jess mismo fue hecho perfecto a travs
del sufrimiento (He. 2:10), cmo podramos esperar algo diferente para
nosotros? Y si Jess gast treinta aos preparndose para tener tres y medio
de ministerio, nosotros tampoco debemos sorprendernos si Dios gasta una
gran porcin de nuestras vidas construyendo nuestra humanidad antes de
lanzarnos a nuestro ministerio principal. Para mantener nuestro ministerio y
madurar en l, entonces, debemos asegurarnos que le permitamos a Dios el
tiempo y el proceso que l requiere, para hacernos el hombre a lo mujer que l
sabe ser necesario para que seamos y hagamos aquello para lo que l nos ha
llamado.
Juzgando Ministros. Al juzgar los ministros falsos y verdaderos, la
calidad de la hombra o feminidad debe ser juzgada. Nosotros debemos evaluar
a los ministros fuera de su ministerio, posicin, titulo o dones. En una

evaluacin de ese tipo, debemos preguntarnos a nosotros mismos. Es este el


tipo de persona que yo quisiera como mi mejor amigo, vecino o colaborador en
el Reino de Dios a travs de la eternidad?
Yo he conocido ministros poderosos, operando en milagros quienes han
construido grandiosos trabajos espirituales - an cuando en su hombra
personal o su feminidad ellos tienen tantos atributos no cristianos, que yo no
los quisiera como un amigo personal. No me gustara pasar mis vacaciones con
ellos, mucho menos la eternidad.
Recuerde: posiblemente nosotros no manifestemos nuestro ministerio
presente a travs de la eternidad, pero nosotros s seremos el tipo de personas
que somos por toda la eternidad. Yo no puedo encontrar un texto en las
escrituras que declare que recibiremos una transformacin de carcter al morir
o al regresar el Seor. La resurreccin - traslacin de los santos por el Seor
al final de la era est diseada para cambiar solamente una cosa: Nuestros
cuerpos fsicos sern transformados de mortales a inmortales (Fi. 3:21; 1 Co.
15:51; 1 Tes. 4:17).
Por otro lado, el carcter de Cristo llega a ser as a travs de una
transformacin diferente - la renovacin de nuestras mentes (Ro. 12:2), l
continuo cambio a su imagen de gloria en gloria (2 Co. 3:18). Con esta verdad
en mente Juan declar: Amados, ahora somos hijos de Dios, y an no se ha
manifestado lo que hemos de ser, pero sabemos que cuando l se manifieste,
seremos semejantes a l, porque le veremos tal cual es. Y todo aquel que tiene
esta esperanza en l, se purifica as mismo, as como l es puro. (1 Jn. 3:2,3).
Estas son algunas de las razones por las que Dios tiene ms preocupacin
porque los ministros sean reales hombres y mujeres con el carcter de Cristo
que ser ministros poderosos.
2. MINISTERIO. La segunda rea a la cual nosotros debemos prestar
atencin si vamos a madurar en el ministerio son los frutos de ese ministerio.
Jess se refiri a esta rea cuando previno a sus discpulos acerca que

vendran a ellos falsos profetas como lobos feroces en vestido de oveja. l dijo
de los verdaderos ministros que por sus frutos los conoceris (Mt. 7:15-20).
Cuanto dura el efecto positivo de nuestro ministerio? Esto todo
espuma o hay otro verdadero fruto? Despus de que toda la excitacin, los
gritos, los cantos, y la danza termina, que permanece que es de valor?
Manifiesta nuestro ministerio la uncin de Dios - esto es, la
capacitacin divina de la gracia para lograr los resultados intentados por Dios?
O hay ms palabras que verdadero poder? El apstol Pablo insisti: ni mi
palabra ni mi predicacin fue con palabras persuasivas de humana sabidura,
sino con demostracin del Espritu y de Poder, para que vuestra fe no est
fundada en la sabidura de los hombres, sino en el poder de Dios... Porque el
Reino de Dios no consiste en palabras sino en poder (1 Co. 2; 4,5; 4:20).
Nosotros no tenemos excusa para no demostrar la dimensin sobrenatural de
los dones espirituales en nuestro ministerio.
Es productiva nuestra predicacin o nuestra profeca? Es la palabra
que hablamos positiva, pura y probada? Hemos sido exactos y ha producido
nuestro ministerio el fruto del Espritu en aquellos a quien hemos ministrado?
Aunque no estamos ms bajo la ley de Moiss, debemos mantener en
mente la seriedad ante los ojos de Dios de ministrar en su nombre. El dijo a los
antiguos israelitas: el profeta que tuviere la presuncin de hablar en mi
nombre, a quien yo no le hubiere mandado hablar... El tal profeta morir. (Dt.
18:22). Cmo sabemos si nuestras palabras realmente han salido de Dios? En
el mismo pasaje bblico, Dios dijo al pueblo como juzgar eso si el profeta
hablare e nombre de Jehov, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es
palabra que Jehov no ha hablado; con presuncin la habl el tal profeta (vv.
21,22).
Adicionalmente, debemos considerar si nuestra predicacin o nuestra
profeca le han causado tropiezo a la gente o ha desacreditado el ministerio de
algn modo. Pablo poda declarar: No damos a nadie ninguna ocasin de
tropiezo, para que nuestro ministerio no sea vituperado (2 Co. 6:3).

El fue ms all al reportar como l y aquellos que ministraron con l,


haban soportado dureza, oposicin, duro trabajo, calumnias y privaciones,
pero an a travs de todo esto no haban dado a nadie una causa genuina de
condenacin de su trabajo.
Esto no quiere decir, por supuesto que nuestro ministerio nunca causar
controversia o crtica, an Pablo tuvo esos problemas en abundancia. Pero
queremos decir que debemos sufrir pero por causa de la verdad y la justicia en
nuestro ministerio, no por causa de piedras de tropiezo innecesarias que
hemos levantado ocasionando indebidas ofensas. (1 P. 4:15).
Funcin en Plena Autoridad. Quiero alentar y desafiar a todos los
ministros cristianos a que funcionen en su total autoridad como ministros del
Nuevo Testamento. El apstol Pablo dijo que Dios: Nos hizo ministros
competentes de un nuevo pacto, no de la letra sino del espritu, porque la letra
mata, pero el Espritu vivifica (2 Co. 3:6). l estaba enfatizando la gran
verdad de que los ministros nacidos de nuevo y llenos del Espritu pueden
ministrar los dones del Espritu Santo y la gracia tan fcilmente como predican
el logos de la palabra de Dios.
Todo lo que el Espritu Santo ha sido comisionado a ser y hacer para la
Iglesia, el ministro del Nuevo Testamento puede ministrarlo al pueblo de Dios.
La revelacin de esta verdad me dio la fe para ministrar cosas espirituales con
la misma autoridad y uncin que yo tengo al predicar la palabra. Aquellos
ministros que entienden esta verdad, y estn ministrando el Espritu de la
misma manera que ministran la letra de la Palabra, son aquellos quienes yo
llamo ministros profticos.
Todos los ministros del Nuevo Testamento necesitan llegar a ser
ministros en el Espritu Santo para probar que ellos verdaderamente
manifiestan el tipo de ministerio que Dios quiere darles. A la luz de esta
aplicacin de las palabras de Pablo, todos los ministros cristianos deberan ser
ministros profticos, y todos los santos deberan manifestar ministerio
proftico.

Esta es una razn por la cual Pablo mand a los cristianos de Corinto a
procurar los dones del espirituales (1a. Co. 14:1) y Procurar profetizar (v.39)
porque vosotros podis profetizar (manifestar ministerio proftico) uno a uno
(v. 31). Obedezcamos todos, la amonestacin de Pablo para probar totalmente
nuestro ministerio, ministrando adecuadamente tanto la Palabra como el
Espritu de Dios.
3. MENSAJE. La Biblia dice que debemos mantenernos siguiendo la
verdad en amor (Efesios 4:15). Pablo nos dice aqu que el mensaje de un
ministro maduro debe ante todo dar vida a la verdad presente. Debe presentar
la palabra de Dios de un modo totalmente escritural, doctrinalmente sano, y
bien balanceado a la luz del testimonio completo de la Biblia.
Segundo, dice Pablo, el mensaje debe ser entregado en amor. No solo el
contenido sino el espritu del mensaje deben ser correctos. Porque es posible
que sea doctrinalmente correcto, pero espiritualmente equivocado.
Nuestra predicacin, enseanza y profeca puede ser escritural, sana
doctrinalmente y bien balanceada, pero sin embargo ser entregada con un
tono, una motivacin y un espritu fuera de orden porque no est de acuerdo
con el amor divino. Los fariseos tenan alguna doctrina correcta, pero su
espritu, su actitud, y su relacin con Dios estaba totalmente equivocada.
Estaban llenos de orgullo, estrechez de mente y auto justificacin.
Por supuesto lo contrario tambin es verdad. Podemos tener el espritu,
la actitud y la motivacin correcta - podemos ser muy amorosos y humildes - y
an as tener la doctrina equivocada. As que no podemos juzgar la correccin
doctrinal de un ministerio sobre la base de cuanto nos

agrada l o ella

personalmente. Debemos juzgar la teologa sana solamente sobre la base


Bblica.
Al mismo tiempo, la ortodoxia bblica y el poder sobrenatural no siempre
van juntos. He conocido muchos maestros y a otros ministros que son
doctrinalmente correctos, pero manifiestan poca uncin divina o poder. Por
otro lado, no podemos juzgar el mensaje de una persona como sano

doctrinalmente sano simplemente porque l o ella son capaces de realizar


seales y maravillas. Recordar esto vendr a ser cada vez ms importante en
estos ltimos das a medida que el Diablo manifieste su poder sobrenatural
ms y ms a travs de la falsificacin del trabajo de Dios.
Tambin otra verdad que debemos mantener en mente en el rea del
mensaje es Dios quien bendice su palabra, y es l quien la confirma. Cuando
los discpulos salieron a realizar la Gran Comisin despus que Jess ascendi
al cielo, las escrituras nos dicen: y ellos, saliendo, predicaron en todas partes,
ayudndoles el Seor y confirmando la palabra con las seales que la seguan.
(Mr. 16:20).La Biblia no dice aqu Dios confirm sus grandes declaraciones de
fe por miedo a que ellos parecieran tontos, por miedo a que ellos se turbaran y
su ego carnal se desinflara. No - Dios no nos confirma a nosotros; el confirma
su palabra.
Nosotros no debemos decir, yo cit la Escritura, asum una posicin.
Ahora, Dios, tu reputacin est en juego, tienes que respaldarme. Si lo
hacemos as, el Seor responder, qu dices? Yo no tengo que cuidar mi
reputacin, mi reputacin no est en juego; porque no est basada en nada
que alguien hace. Yo soy Dios; yo soy eterno; nadie me herir.
La Biblia dice que Jess, quien es Dios, no se preocup por su

reputacin; de hecho, l se despoj a s mismo (Fil. 2:7) . l no trat de ser

popular o famoso; el nunca dijo, podras asegurarte que este milagro aparezca
en los peridicos? l solamente quera hacer la voluntad del Padre, y el
mensaje que sali de su boca era la Palabra de Dios.
Dios confirma su Palabra; no nuestra carne, nuestros deseos, o nuestra
presuncin. El no est preocupado por preservar nuestro orgullo carnal. l se
preocupa en que tengamos un buen reporte, que describamos el evangelio
correctamente, que hagamos su voluntad. Pero El no est preocupado por
nuestra popularidad. Una vez que entendemos esta verdad, podemos
liberarnos de una gran presin.

Alguna vez se ha preguntado por qu algunos ministros que predican la


Palabra de Dios pero sin embargo viven vidas de pecado tienen no obstante a
ello buenos resultados? Todos nosotros hemos ledo o escuchado acerca de
predicadores o evangelistas quienes fueron expuestos como adlteros o
alcohlicos y an cuando ellos pecaban habitualmente, la gente era salvada,
sanada y liberada a travs de su predicacin de la palabra de Dios.
Por qu, nos preguntamos, parece Dios dar aprobacin de este modo a
su conducta? Por qu Dios confirma las vidas de gente as? La respuesta por
supuesto, es que Dios no los confirma a ellos; El confirma Su palabra la cual
es predicada por ellos.
Un ateo puede pararse en un estadio lleno y leer Juan 3:16, y algunas
personas posiblemente darn sus corazones al Seor como resultado de eso.
Esto es as porque la palabra de Dios tiene poder en s misma, y Dios confirma
su Palabra. El evangelio mismo, no el que lo predica, es el poder de Dios para
salvacin (Ro. 1:16).
No debemos sorprendernos, entonces, que en el da del juicio el Seor
sea capaz de decir que l nunca conoci a algunos que en su nombre
profetizaron, echaron fuera demonios y realizaron milagros. (Mt. 7:23). l dir:
Si, t proclamaste mi nombre, t usaste mis dones, y Yo confirmar mi
Palabra. Pero tu vida no estaba en lnea con mi carcter; no puedo Tomarte.
Todos los ministros y miembros de la Iglesia necesitan estudiar
continuamente la Palabra de Dios para mostrarse as mismos ser aprobados
por Dios (2 Ti. 2:15). Nuestro mensaje no slo debe ser bblicamente
balanceado en los fundamentos de la fe Cristiana, sino tambin debe ser
establecido en la verdad presente. (2 P. 1:12). Para que nosotros ministremos
y maduremos en

nuestra M de mensaje, debemos retener lo bsico

mientras continuamos incorporando todas las verdades bblicas restauradas en


nuestro mensaje.
4. MADUREZ. La Biblia sabiamente nos advierte de no colocar nuevos
cristianos en posiciones de liderazgo, sino esperar hasta que ellos tengan la

oportunidad de ser probados y maduros (1 Ti. 3:6). An as, la madurez no


viene automticamente con el tiempo.
Los rasgos de la madurez en la vida del cristiano son listados por Pablo
cuando

recita

los

Glatas

los

frutos

del

Espritu

(Ga.

5:22,23).

Adicionalmente nosotros podemos aadir a esta lista el fruto de la sabidura


piadosa, la cual Santiago dice ser pura, pacfica, considerada, sumisa, llena de
misericordia y d buenos frutos, imparcial y sincera (Santiago 3:17). Pero
tristemente, demasiados ministros han fallado en no permitir que los tratos de
Dios o las experiencias duras cultiven en ellos madurez divina.
La persona verdaderamente madura manifiesta las caractersticas del
amor gape que Pablo describe a los Corintios; paciente, amable, sin envidia,
sin jactancia, sin orgullo, no grosero, no busca lo suyo, no se enoja fcilmente,
ni guarda registro de los errores, siempre protegiendo, confiando, esperando,
perseverando, nunca fallando (1 Co. 13:4-8) (Para saber ms acerca del
correcto espritu de los verdaderos profetas de Dios, vea el captulo 9 del
segundo volumen de esta serie).
Han tratado ustedes de manejar a una persona que tiene quemaduras
graves? Sus heridas hacen imposible para ellos ser tocados sin sentir dolor.
Son como un bulto de nervios en carne viva, sensibles al ms ligero toque.
Yo he conocido algunos ministros que son como eso en su personalidad y
sus emociones. T tienes que tener cuidado cuando estas cerca de ellos,
porque la ms ligera palabra negativa o una mirada los hace sentir heridos.
Tienen la tendencia a ser inalcanzables, intocables, defensivos, susceptibles.
Esta clase de gente necesita desarrollar suficiente piel emocional para
recuperarse

de

sus

heridas

ser

cubiertos

adecuadamente.

Ya

que

esencialmente su problema es de inmadurez, solamente puede ser resuelto a


travs de crecimiento emocional y espiritual.
Dios Est Buscando Siervos Fieles. La fidelidad es tambin una
cualidad importante de la madurez. Cuando el amo en la parbola de Jess
alab a su siervo, dijo: bien hecho, gran profetizador espiritual, hacedor de
milagros, profeta, apstol? No. El dijo: Bien hecho, buen siervo y fiel (Mt.

25:21). En el da del juicio, no seremos juzgados por cuantos libros escribimos,


por cuanta gente conoca mi nombre, a cuantos pases hemos viajado, a cuanta
gente hemos ministrado, o si llegamos a ser un pastor u obispo. Dios
preguntar, fuisteis bueno y fiel?.
Alguna vez escuch acerca del famoso ministro que se par delante del
Seor, y a quien el Seor le pregunt, qu lograste para m?.
Bien, Seor?, dijo el ministro, que sabes acerca de aquellos diez
libros que escrib?.

Yo no s respondi el Seor. Nunca los le.

Dios no est impresionado con todos nuestros logros nuestra bondad y


fidelidad. Cuando yo era nio, hablaba como nio, pensaba como nio,
juzgaba como nio; mas cuando ya fui hombre dej lo que era de nio (1 Co.
13:11). Podemos decir lo mismo? Hemos aprendido a dejar nuestro egosmo,
nuestra posesividad, y deseo de atencin que solamente puede ser calificado
como infantilismo, inadecuado para un hijo o hija de Dios maduros?
Madurez Teolgica. Por otro lado, la madurez social y emocional son
solamente parte del asunto. Hemos madurado tambin en nuestra teologa y
en nuestro entendimiento de la escritura? O es todava nuestra doctrina
simplista, superficial, para servirnos a nosotros mismos, o estrecha de mente?
Somos todava nios fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento
de doctrina, por estratagema de hombres que para engaar emplean con
astucia las artimaas del error (Efesios 4:14)? Hebreos dice que nosotros
debemos ir ms all del alimentar con la leche de las enseanzas
elementales, hasta la enseanza de la justicia que es comida slida para los
maduros, para los que por el uso tienen los sentido ejercitados en el
discernimiento del bien y del mal. (He. 5:12-14).
La Clave Es Amar a Jess. Qu es una persona madura? La gente
madura es aquella que ha superado sus debilidades de carcter. Ellos han sido
liberados de la mala semilla de sus actitudes y no estn ms sujetos a
sndromes de profetas.
Nunca alcanzaremos nuestro pleno potencial a menos que le permitamos
a Dios llevar nuestra hombra o feminidad a la madurez. En muchos lugares la

Biblia nos recuerda la necesidad de crecer hasta que lleguemos hasta la


madurez total. Y la Biblia aclara que la clave para la madurez es amar a
Jesucristo con todo nuestro ser y permitirle a l ser el Seor de cada rea de
nuestra vida.
5. MATRIMONIO. Otra rea crtica que merece nuestra atencin como
ministros es nuestro matrimonio y nuestra vida familiar. La palabra de Dios es
clara: nuestro matrimonio debe reflejar el tipo de amorosa relacin que
encontramos entre Cristo y la Iglesia (Efesios 5:22-23).

Las esposas

deben respetar y someterse a sus maridos as como los maridos respetar y vivir
consideradamente con sus esposas (1 P. 3:1,7). Y los maridos deben amar a
sus esposas con el de amor de Cristo - no enseorendose sobre ellas, sino
tratndolas como coherederas de la gracia de Dios. De otro modo, nuestras
oraciones - y nuestro ministerio en general - ser obstaculizado (1 Pedro 3:7).
Nuestras esposas deben ser nuestras mejores amigas. Si encontramos
que alguien mas est acercndose a nosotros ms que nuestra propia esposa,
entonces estamos en peligro de cometer un adulterio emocional que puede
llevarnos a cosas peores.
Nuestra casa de estar de acuerdo al orden bblico. Nuestros nios deben
estar bien disciplinados y bien cuidados (1 Ti. 3:2-5). Pero al mismo tiempo
nosotros no debemos preocuparnos por la conducta de nuestros hijos al
extremo de demandarles que provean todo el tiempo modelos perfectos por
causa del ministerio. Este es parte de lo que Pablo quiso decir cuando dijo:
Padres, no provoquis a ira a vuestros hijos (Ef. 6:4).
El Ministerio No Debe Competir con la Familia. Mientras tanto,
nosotros no debemos permitir que el ministerio nos niegue el tiempo y la
energa necesarios para poder construir una saludable relacin con nuestros
hijos, y esto sucede demasiado a menudo con los ministros. Si esto pasa,
entonces probablemente aprenderemos la verdad de una frmula comn para
tener un desastre familiar: reglas sin una relacin llevan a la rebelin.

Esto nos lleva al asunto de las prioridades. El orden adecuado en


nuestras vidas es primero Dios, segundo esposa e hijos, y tercero el ministerio.
Para mantener este orden intacto, muchas veces debemos simplemente
demarcar la lnea y decidir que en una ocasin particular, cuando el ministerio
haca otros, amenaza inmiscuirse en nuestro ministerio hacia nuestra familia,
debemos escoger en favor de nuestra familia. Esto es verdad an en asuntos
aparentemente pequeos. Por ejemplo hablar por telfono. Cuando estamos a
la mitad de la cena, en una conversacin seria con nuestra esposa, o en algn
otro

tiempo

de

familia

importante,

si

el

telfono

suena

saltamos

inmediatamente a contestarlo? Si lo hacemos, podemos estar dicindole con


ello a nuestra familia que el telfono - y la persona a quien ministramos al otro
lado de la lnea - son ms importantes para nosotros que ellos.
Habr tiempos cuando nosotros deberemos escoger dejar que suene el
telfono. De otra manera, podemos terminar gastando ms tiempo apadrinando
a otros que siendo verdaderos esposos y padres, para nuestra esposa e hijos.
Una vez aconsej a un hombre cuyo matrimonio estaba en problemas y el cual
vino a m diciendo, que l crea que su esposa estaba obstaculizando su
ministerio. El quera el divorcio.
En su opinin, su esposa no comparta su celo y su carga por el
ministerio. l se lamentaba grande y sonoramente de las grandes necesidades
de la Iglesia, la cual l declaraba ser la amada esposa de Cristo. l enfatizaba
la bendicin que el podra ser para la Iglesia si solamente no tuviera el
problema del peso de resistencia de su esposa para ello, lo cual lo llevaba a
pecar contra Dios al no cumplir su ministerio de predicacin. El an senta que
el Espritu Santo le haba dado la Escritura que justificaba sus planes para
divorciarse de su esposa: despojmonos de todo peso y del pecado que nos
asedia (He. 12:1).
Le dije claramente que yo crea que ese divorcio era contrario a la
voluntad de Dios, y que su matrimonio debera tomar prioridad sobre su
ministerio. Lo urg a que fuera a casa y amara a su esposa de la manera que
Cristo am a su Iglesia. Pero el no pareci convencerse por lo que dije, y

aparentemente se desalent porque yo no estaba de acuerdo con su


razonamiento.
Algn tiempo ms tarde yo lo vi. de nuevo,

y me dijo que estaba

trabajando en la relacin con su esposa. Cuando le pregunt que haba


cambiado su mentalidad, l me dijo que un da en oracin el haba estado
gritndole al Seor, Dios, tu Esposa est tan mal; ella necesita ayuda! Debo
liberarme de mi esposa para poder cuidar de tu Iglesia.
Entonces Dios lo sorprendi con su respuesta. l dijo, realmente crees
que voy a confiarte mi Esposa, cuando no puedes an tener cuidado de tu
propia esposa? As como el apstol Pablo plante la pregunta a Timoteo (1
Timoteo 3:5): si no podemos cuidar nuestra propia casa, como podremos
cuidar la casa de Dios?
6. MTODOS. La hipocresa es una de las grandes cosas que socavan el
ministerio. El problema de los ministros cuya prctica no coincide con su
predicacin se remonta a los tiempos bblicos, como lo atestiguan las palabras
de Pablo a Tito: Profesan conocer a Dios, pero con sus hechos lo niegan (Tito
3:16).
Podemos

ahora

parafrasear

este

pasaje

decir:

Profesan

ser

carismticos, gente de acuerdo a la verdad presente, gente proftica. Confiesan


que son cristianos e hijos de Dios. Proclaman ser ministros de Dios. Pero lo
niegan por sus mtodos impos y no cristianos.
En nuestros mtodos ministeriales, debemos ser lo que yo llamo
rgidamente correctos, no debemos tener misericordia con las obras de la
carne, debemos tratarlas como culebras cascabel, evitarlas y eliminarlas a toda
costa.
En el ministerio como en cualquier otro esfuerzo, el fin no justifica los
medios. No podemos concluir, por ejemplo, que a modo de impresionar a la
gente ms profundamente con el poder y la gracia de Dios podemos justificar la
exageracin de nuestro testimonio personal o de algn milagro que hemos
observado. Mantener mtodos adecuados impide lo que yo llamo bromeando:

hablar - evange - elstica - mente, o sea estirando la verdad.

Debemos

caminar en absoluta integridad.


Yo he ledo antes relatos de peridicos en los cuales se ha citado a un
evangelista que dice que miles llegaron a la reunin y que cientos llegaron al
altar. Sin embargo yo haba estado en esas reuniones, y saba que los nmeros
eran considerablemente ms bajos. Cuando pregunt a los evangelistas por
qu no haban dicho la verdad, ellos explicaron: si doy nmeros grandes, ms
personas se entusiasmarn y asistirn la noche siguiente, y ms sern salvos.
As que mi pequea mentira resulta en que ms gente va al cielo.
Yo dudo de que ms almas fuera su nica motivacin para tal engao;
el evangelista probablemente quera lucir ms exitoso. Pero an si el
evangelismo era su nica motivacin, el mtodo era equivocado. El fin no
justifica los medios, y una mentira no puede servir a la verdad.
Honestidad en las Finanzas. Debemos practicar tambin absoluta
honestidad en nuestras finanzas y ser ticos en todos nuestros tratos
ministeriales con otros, especialmente al levantar fondos. Algunos ministerios,
por ejemplo, fabrican crisis o utilizan la manipulacin de la culpa para sacar
dinero de donaciones a los cristianos; pero nosotros debemos estar sobre este
tipo de tcticas cuestionables.
Yo leo cada libro que puedo encontrar sobre prosperidad financiera, y yo
debo decir que el movimiento de fe ha dado luz algunas verdades importantes
concernientes a los mtodos bblicos en esta rea. El libro de Oral Roberts
sobre la semilla de fe fue de particular ayuda para ayudar a mi esposa en
obtener el concepto bblico de que debemos sembrar dinero para

cosechar

dinero. La ley espiritual de la siembra y la cosecha ha ciertamente trabajado en


nuestras vidas: comenzamos a aplicarlo hace mucho tiempo, y al final de 1970
estbamos completamente libres de dudas. Desde entonces nos hemos
mantenido sin deudas y hemos continuado personalmente prosperando a
medida que damos abundantemente.

Tristemente, sin embargo, algunos ministros han utilizado esta verdad


para obtener grandes ofrendas para ellos mismos diciendo probadme ahora en
esto. La verdad que enseaban era correcta pero los motivos y los mtodos del
ministro eran equivocados. A la luz de esa prctica, me preocupan los
ministros inescrupulosos que se promueven a s mismos utilizando la verdad
de la recompensa de profeta y las ofrendas profticas para manipular
egostamente a la gente.
Yo anticipo que algunos ministros profticos con la motivacin
equivocada prometern a los cristianos como respuesta a las grandes ofrendas
a sus propios ministerios una recompensa de profeta. La promesa de un
suministro financiero continuo ms los milagros que el dinero no puede
comprar son solamente partes de la recompensa de profeta. La Biblia
claramente habla de una persona que fue recompensada especialmente por
bendecir a un profeta en el nombre de un profeta. Pero cuando Jess hizo esta
declaracin l nunca intent que se usara para sus propios propsitos
egostas. (Mt. 10:41).
Adicionalmente, mantener nuestra palabra, pagar nuestras cuentas,
mantener registros adecuados, y tratar a los miembros de nuestro equipo con
elemental amabilidad todo esto est bajo las condiciones de tener mtodos
adecuados. Pablo habla en Romanos de aquellos que detienen con injusticia la
verdad (Ro. 1:18). Tales personas tienen la verdad de Dios, pero no son
correctos en sus mtodos. De acuerdo a Pablo la ira de Dios se revela contra
ellos. Si queremos ser usados por Dios en este movimiento proftico, el Seor
no nos permitir caminar con nada que sea menos que una rgida justicia.
Por cuarenta aos, los israelitas vagaron en el desierto sin ser
circuncidados. Pero cuando ellos atravesaron el ro Jordn para poseer la tierra
de Canan Dios les pidi que dejaran atrs la carne y se consagraran a s
mismos por medio de la circuncisin (Josu 5:1-8).
Yo creo que el movimiento carismtico ha sido igual a este vagar en el
desierto. Los cristianos fueron liberados de la atadura egipcia de la religin
muerta, pero en cierto modo solamente han vagado en el desierto, llevando

consigo mismos la carne de impiedad sin haber entrado todava a la tierra


prometida de Dios. Creo que Dios les ha dado de su gracia durante todo este
tiempo y no ha pedido cuentas a muchos ministros que no han tenido
escrpulos en sus mtodos.
Sin embargo, tambin estoy convencido que el movimiento proftico nos
est llevando a travs del Jordn y a nuestro Canan para conquistarlo. As
que creo que Dios no nos va a permitir el permanecer incircuncisos. l pedir
de nosotros que dejemos la carne de mtodos impos y nos consagremos a l
en santidad. l nos pedir cuentas si no lo hacemos as.
7. MODALES. Cuando Pablo le escribi a Tito, l incluy en su carta
una lista de cualidades para ser obispo, as como tambin recordatorios acerca
de cmo las personas se deban de comportar. Estas instrucciones nos ayudan
a ver el tipo de modales que deben caracterizar a los ministros de Dios:
Porque

es

necesario

que

el

obispo

sea

irreprensible,

como

administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no


pendenciero,

no

codiciador

de

ganancias

deshonestas,

sino

hospedador , amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueo de s


mismo... Recurdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades,
que obedezcan que estn dispuestos a toda buena obra. Que a nadie
difamen, que no sean pendencieros sino amables, mostrando toda
mansedumbre para con todos los hombres. (Tito 1:7,8; 3:1,2).
Todos los cristianos, pero especialmente los ministros cristianos, deben
ser diferentes al mundo en cuanto a sus modales. El amor debe ser la regla en
sus relaciones con los dems - y el amor no es slo un sentimiento. El amor es
un principio que practicamos, un estilo de vida. El amor es bondadoso, corts,
amable y discreto; auto-controlado, pacfico, considerado y sin enojo. En
resumen, el amor es bien educado; y los modales de un ministro cristiano
deben mostrar que l o ella son ya sea un caballero o una dama.

Un Pobre Ejemplo. Una vez enviamos un equipo de varios profetas al


extranjero para bendecir una conferencia de ministros. Todos los profetas
dieron palabras profticas precisas; su predicacin fue buena y muchos
milagros acompaaron sus ministraciones. Pero el coordinador nacional nos
pidi que uno de los ministros visitantes en particular no regresara a esa
nacin.
Su queja no fue por causa de su ministerio, si no por sus modales. l
haba sido rudo, exigente, egosta e irrespetuoso con la mayora de aquellos con
quienes tuvo contacto, desde las camareras en los restaurantes hasta el
coordinador anfitrin. El anfitrin dijo que tuvo que andar detrs de l
excusndolo.
An una aparentemente pequea M como modales puede cerrar
puertas a la gente y al ministerio. Un profeta no tiene excusa para ser rudo,
crudo, enfermo en sus modales y odioso. Por el contrario, los verdaderos
profetas de Dios mostrarn maneras adecuadas y cristo cntricas en sus tratos
y su ministerio con otros.
Ser Caballero No es Ser Afeminado. En la cultura rural de Oklahoma
en la que yo fui criado, los buenos modales de un caballero no eran valorados.
A los hombres caballeros de les consideraba afeminados. De muchacho yo fui
enseado a ser rudo, tosco. Tom aos del trabajo de Dios en m ensearme
que su estndar para ser ministro cristiano no era la dureza del machismo,
sino mas bien una gentil amabilidad. Yo me maravillo del como muchos otros
hombres pueden tener el mismo tipo de problema a superar.
Un requisito para los ministros que es especialmente importante es no
difamar a nadie. Otra traduccin dice que no debemos hablar mal de nadie.
Esto significa que debemos guardar nuestras lenguas cuando hablamos de
nuestros parientes, nuestros vecinos, nuestro jefe, nuestros empleados - an
nuestros enemigos. Nuestro hablar, como Pablo dijo a los Colosenses, debe ser
siempre lleno de gracia, sazonado con sal (Col. 4:6).
Los caballeros eran considerados afeminados. Yo fui enseado de nio
a ser rudo, tosco y malo. As que tom aos a Dios trabajndome para que

ensearme que su Standard para los ministros cristianos no era una dureza
machista, sino ms bien una corts amabilidad.
Me pregunto cuntos muchos otros hombres pueden tener el mismo tipo
de educacin y tienen que superarla.
Un requisito para los ministros que es especialmente importante aqu es
que ellos no difaman a nadie. Otra traduccin dice que nosotros no debemos
hablar mal de nadie. Esto significa que debemos guardar nuestras lenguas
cuando hablamos acerca de nuestros parientes, nuestros vecinos, nuestro jefe,
nuestros empleados - an de nuestros enemigos. Nuestro discurso, como Pablo
dijo a los Colosenses, debe ser siempre con gracia, sazonada con sal (Col.
4:6).
Sin Lenguaje Grosero. Otro tipo de conversacin que debemos evitar es
el lenguaje grosero. Pablo dijo a los Efesios: ninguna palabra corrompida salga
de nuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificacin, a fin de
dar gracia a los oyentes (Ef. 4:29).
El lenguaje profano, vulgar, blasfemo y otros lenguajes impuros
simplemente no tienen lugar en el vocabulario de un ministro del evangelio de
Jesucristo.
Jess dijo: de la abundancia del corazn habla la boca (Mt. 12:34). Si
tendemos bajo presin a usar lenguaje tonto, entonces debemos sacarnos la
tontera del corazn. Debemos pedir a Dios nos libere y que guarde nuestros
labios.
De cualquier manera, los malos modales, desacreditarn nuestro
ministerio. Llegamos a tiempo a nuestras citas? O mantenemos a la gente
esperando?

Escribimos

notas

de

agradecimiento

por

regalos

otras

atenciones? U olvidamos mostrar gratitud? Esperamos nuestro turno en la


conversacin. O interrumpimos a otros cuando hablan? Tratamos a los
dependientes en tiendas con respeto, o somos impacientes y exigentes. An en
pequeas cosas, cuando tratamos con otros, debemos recordar que no tenemos
excusa para la grosera.

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es


jactanciosos, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se
irrita, no guarda rencor (1 Co. 13:4,5). Los ministros de Dios estn llamados a
ser verdaderas damas y verdaderos caballeros.
8. MANEJO DEL DINERO. El dinero en s mismo no es ni bueno ni
malo. Es un objeto inanimado sin virtud ni vicio. El dinero es simplemente un
medio de intercambio de las cosas terrenales, as como la fe es el medio de
intercambio para las cosas celestiales. El dinero es meramente la moneda en la
tierra para comprar servicios humanos y cosas materiales.
La Biblia ensea que el amor al dinero es la raz de todo mal (1 Tim.
6:10). Pero la Biblia no ensea que es malo ser rico. Algunas de las personas
ms ricas en sus das fueron algunos del pueblo escogido de Dios, tales como
Abraham, David, Salomn y Job.
Es la voluntad de Dios que su pueblo prospere y que tenga buena salud,
a s como su alma prospera (3 Juan 2). A Dios le gusta dar abundantemente a
sus hijos, pero estos no deben tener amor por la abundancia de cosas
terrenales. l promete que si buscamos primero su Reino y su justicia,
entonces todas las cosas materiales que necesitamos nos sern aadidas (Mt.
6:33).
El cristiano puede poseer dinero, pero el dinero no debe poseer al
cristiano. Es un asunto de actitud del corazn, de motivaciones y de
prioridades bblicamente ordenadas. El amor por el poder terrenal que la
riqueza puede dar ha sido para muchos el instrumento para consentir los
deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida (1 Juan.
2:16). El dinero no es pecaminoso, pero ciertamente crea la oportunidad para
que los deseos pecaminosos sean llevados a cabo, as como tambin el dinero
crea los medios para que el justo haga grandes cosas para el Reino de Dios.

El Amor al Dinero. La Biblia confirma lo que nosotros podemos concluir


al leer algunas noticias periodsticas en los aos recientes. El amor al dinero
puede meter a los ministros en grandes problemas. Pablo escribi a Timoteo:
Porque los que quieren enriquecerse caen en tentacin y lazo, y en
muchas codicias necias y daosas, que hunden a los hombres en
destruccin y perdicin; porque raz de todos los males es el amor al
dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe y fueron
traspasados de muchos dolores (1 Tim. 6:9,10).
Tristemente en pocas recientes a menudo hemos escuchado enseanzas
extremistas que dicen que, entre mas rico t eres, entre ms cosas materiales
t tengas, es una prueba de que eres espiritual y que tienes mucha fe. Por el
contrario, sin embargo, si la ganancia material es lo que muestra que una
persona es piadosa, entonces todos los ricos en el mundo deberan ser
piadosos y nosotros sabemos que obviamente esto no es verdad.
Creo que si confiamos y obedecemos al Seor, el suplir todas nuestras
necesidades

nos

prosperar.

Pero

no

podemos

asumir

nunca

que

simplemente porque tenemos autos, y botes y casa y tierras, estas cosas son
una seal que Dios aprueba nuestras vidas. Pablo asegura que aquellos que
suponen que esta ganancia es piadosa estn equivocados. Por otro lado dice,
gran ganancia es la piedad acompaada de contentamiento (1 Tim. 6:5,6).
Consecuentemente, debemos darnos cuenta de que si oramos por
riquezas asimismo, estamos orando por tendencias, trampas y dolores de
corazn. Entre ms escalamos la montaa del xito financiero, menos crece
la vegetacin, el viento sopla ms fuerte, y ms solitario es el lugar. He visto
,muy pocos ministros llegar a ser ricos y todava ser capaces de mantener su
integridad en sus otras Ms.
Por esta razn, debemos seguir la advertencia de Pablo de huir de estas
cosas, y seguir la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia y la
mansedumbre (v. 11). A esto podemos aadir las propias palabras de Jess:

Mirad, y guardaos de toda avaricia, porque la vida del hombre no consiste en


la abundancia de bienes que posee (Lucas 12:15).
Guas Prcticas. Los ministros profticos harn bien en seguir unas
cuantas guas prcticas para el uso del dinero. En particular, debemos de
notar que de todas las 10 Ms el dinero es probablemente el rea ms
sensitiva para las relaciones entre ministros itinerantes y ministros locales. El
dar y recibir ofrendas y honorarios puede llevar a asuntos sensitivos. Yo he
pastoreado localmente, y tambin he viajado en el ministerio, as que yo puedo
decirte de propia experiencia que tanto los pastores como los ministros viajeros
son a veces abusados y sus fondos son mal utilizados.
En CI, hemos desarrollado una poltica de siempre hacer lo mejor que
podamos financieramente por un predicador invitado, pero no podemos decir
esto de todos. Los ministros locales difieren ampliamente en sus actitudes
hacia los honorarios: algunos son muy generosos, algunos otros son
deshonesto la mayora dan en un nivel promedio.
Guas Para el Ministerio Local. Ofrecer unas cuantas reglas
para el ministerio loca, usualmente un pastor, que invita a un predicador a
hablar en una reunin de la Iglesia o a una conferencia. Primero, usted debe
tener un mnimo establecido de dinero que usted va a dar a cualquiera que
viene a ministrar. Actualmente en los Estados Unidos, yo recomendara que
este mnimo sea entre doscientos y quinientos dlares.
En veinticinco aos de tener ministerio viajero extensivo, he recibido
desde $100.00 a $5,000.00 por un servicio, y desde $1,000.00 a $10,000.00
por una semana de reuniones en una la Iglesia. Estos fueron honorarios
especiales que se me dieron como ministro invitado.
La prctica estndar es que el ministerio local paga todos los gastos de
viaje ida y vuelta. Si los ministros invitados estn en un largo itinerario,
entonces la poltica general es pagar los gastos de viaje para llevarlos desde
donde ministraron por ltimo y llevarlos al siguiente lugar de ministerio.
En mi experiencia, la mayora de las Iglesias denominacionales no piden
una

ofrenda

especial

para

darle

exclusivamente

al

ministro

invitado,

especialmente aquellos con congregaciones grandes (sobre los 500 personas).


En lugar de eso, ellos usualmente establecen una cantidad de dinero
determinada para servicios dominicales y para servicios de media semana. Las
Iglesias no denominacionales, por otro lado, tienden a pedir una ofrenda para
drsela exclusivamente al ministro.
Factores que Afectan los Honorarios. Varios factores determinantes si
el honorario es el mnimo, promedio o abundante: permiten a Dios los
ministros locales y translocales involucrarse en los honorarios? Fue el pastor
quien tom la iniciativa para llevar al invitado o fue el invitado quien solicit
la oportunidad de hablar en la Iglesia?
Es maduro el ministro invitado, con aos de ministerio probado, o est
l o ella joven y en el proceso de maduracin?
Talvez ms importante, fue la ministracin a la congregacin promedio,
o dio horas extra el ministro o ministra invitado/a profetizando a individuos,
orando por los enfermos, o siendo el instrumento para que muchas almas se
salvaran, llegaran nuevas familias a la Iglesia, o levantando fondos para la
Iglesia? El ministro que solamente ensea una hora, no ora por nadie, y
simplemente se va a comer y a tener comunin debe recibir diferente
consideracin que aquel que predica durante una hora y luego va a profetizar y
ministrar a montones de personas los dones del Espritu, ya sea poniendo
manos individualmente u orando por grandes grupos al mismo tiempo.
Evitando el Desaliento. Puede ser muy desalentador a los ministros
ungidos y dedicados quienes se dan a s mismos sin egosmo a los santos
durante por horas de fuerte ministracin cuando el pastor les da una ofrenda
mnima. En esta situacin, se requiere mucha gracia para mantener una
actitud positiva como el gozo del Seor.
Djenme compartir una verdad vital y una actitud que me ha guardado a
mi esposa y a m del desaliento, resentimiento o amargura cuando las ofrendas
no estn en proporcin a la ministracin dada o no llen nuestras necesidades
bsicas. Los ministros itinerantes deben tomar la actitud: estoy trabajando
directamente para Dios, y l escribe mis cheques. Nosotros debemos recordar

siempre que el Seor es nuestra fuente de provisin, no el pastor local, la


Iglesia, ni nadie ms.
Sin duda que Dios no fabrica el dinero en el cielo y lo manda luego a
nosotros en la tierra. El dinero se hace y distribuye sobre la tierra por las
personas. Pero Dios es el nico que es fiel para guiar a las personas a dar de
acuerdo a su promesa a nosotros.
Desde que mi esposa y yo tomamos actitud, encontramos que Dios
siempre encontrar alguien dispuesto a responder a su direccin para dar
arriba del promedio. Lo que estos dan es capaz de suplir lo que no dan aquellos
que no tienen el corazn y la visin suficiente para corresponder a nuestro
ministerio y llenar nuestras necesidades.
Algunos Ejemplos Personales. Dar un ejemplo o dos: en nuestros
primeros das de ministerio, yo ministr cada noche durante dos semanas en
una Iglesia en particular. Mi esposa estaba en su noveno mes del embarazo de
nuestro hijo Tom.
Cada noche prediqu y ministr profticamente de diez a veinte
personas. Aunque estuve all catorce das, el pastor nunca levant una ofrenda
para m hasta en la ltima noche. Haba alrededor de ciento veinticinco
personas atendiendo el servicio regularmente, y muchas personas nuevas cada
noche.
El pastor me dio la ofrenda en un sobre justo en el momento que sals
para llevar a mi esposa a tener nuestro beb.
Cuando abr el sobre, encontr solamente ochenta y cinco dlares en l.
Mi corazn se hundi.
El pastor pudo fcilmente haber recibido cinco veces esa cantidad para
m si le hubiere la oportunidad ms a menudo a la gente durante las dos
semanas de ministracin. Pero as fue, esos ochenta y cinco dlares fue todo lo
que tuvimos a nuestro favor. Y yo necesitaba varios cientos de dlares para
colocar a mi esposa en el hospital para tener al nio.

Despus de refunfuar u quejarme por un rato, nosotros recordamos que


Dios era nuestro empleador, y l escribira el cheque. Cuando la gente falla,
Dios permanece fiel.
Cuando llegamos a Yaquima Valley, Washington, donde nuestro beb
nacera, un ministro me invit a hablar por tres noches. El honorario que me
dio fue doscientos cuarenta y tres dlares. Otro ministro me invit a predicar el
domingo por la maana, pero me dio setenta y cinco dlares. Solo en ese
servicio yo recib casi lo mismo que me dieron por dos semanas de predicacin,
oracin y profeca en la otra iglesia.
Dios guarda el rcord de nuestra labor de amor. Cuando los pastores, y
otros no nos hacen bien, l lleva a otros a proveernos superabundancia. Sobre
todos estos aos, la economa ha cambiado y las cifras se han incrementado
crezca de diez veces. Pero el principio de la fidelidad de Dios nunca ha
cambiado.
No hace mucho por ejemplo, nos metimos en un problema cuando
describimos que un grupo que me haba invitado a ministrar no crea en las
mujeres ministros. Mi esposa casi siempre viaja conmigo en el ministerio como
un co - predicador y ministerio proftico, ella y yo venimos a ser como un
negocio

de

paquete,

por

aos

nuestros

invitados

han

pagado

voluntariamente los gastos de viaje para ambos. As que yo insist que ella
estuviera conmigo. En este viaje tambin.
Pero nuestros huspedes rehusaron pagar el tiquete de mi esposa, el
cual costaba arriba de seiscientos dlares.
Nosotros pagamos el boleto. Luego, despus de cuatro das de
ministracin en las reuniones, solamente recib mil dlares. Esto signific que
nosotros dos solamente tenamos cuatrocientos dlares por cuatro das de
predicacin y de profetizar a cientos de personas. Fue la ofrenda ms baja que
recib por una dcada.
Sin embargo, Dios es fiel. El me tuvo hablando en una conferencia de
cuatro das la siguiente semana que no solamente pag el boleto de mi esposa

y cubri todos nuestros gastos, sino que tambin nos dio una ofrenda de
cuatro mil quinientos dlares.
El ministro viajero debe darse cuenta de que Dios trabaja con la ley de
los promedios. El encontrar gente fiel quien d lo suficiente para suplir todas
nuestras necesidades de acuerdo a sus riquezas en gloria. (Fil. 4:19).
Algunas Prcticas no ticas: en nuestros aos de ministerio nosotros
hemos tambin encontrado algunas prcticas poco ticas de parte de unos
cuantos pastores locales. En varias ocasiones un pastor puede usar nuestro
nombre y nuestro ministerio como la razn para pedir una ofrenda. Al menos
varios cientos de dlares seran dados por la gente (nosotros lo sabemos,
porque personas nos dijeron mas tarde cunto haban dado). Pero sin embargo
al irnos, el pastor nos dara un sobre cerrado con menos de cien dlares en l.
Esta prctica es obviamente deshonesta. Es incorrecto para un pastor
urgir a su gente a dar, diciendo que cada centavo de la ofrenda ira para el
ministro invitado, y luego en realidad solamente dar una pequea porcin de la
ofrenda.
El ministro viajero es una de las pocas profesiones en las cuales usted
acepta dar servicios sin tener idea de cual ser la remuneracin financiera.
Usted puede ver porque algunos ministros, despus de haber sido timados de
esta manera unas cuantas veces, ellos quieren tener una garanta a talvez un
contrato firmado antes de venir a ministrar.
Itinerantes Sin tica. De manera similar, los pastores pueden contarle
acerca de ministros visitantes que han pedido tener el derecho de tomar su
propia ofrenda. Otros itinerantes han sido vistos suplicando y presionando por
fondos para apoyar un orfanato en el extranjero, y luego nunca enviar nada de
la ofrenda a la institucin como lo prometieron. An otros han usado los
principios bblicos de dar al ministerio proftico a modo de manipular a la
gente para dar miles de dlares. De hecho, yo conozco de algunas iglesias que
han sido tan desgastados financieramente por reuniones sostenidas por
ministros itinerantes que les tom varios meses recuperarse.

Obviamente, las prcticas poco ticas en la M del manejo del dinero no


son limitadas a un solo grupo. Tanto los ministros locales como los
translocales han sido culpables de abusos.
Ministros de todo tipo hacen bien en recordar que Dios considera
nuestro manejo del dinero un asunto serio. l declara en la Biblia que el modo
como nosotros adquirimos y gastamos el dinero ser un factor determinante
para que Dios nos libere nuestras verdaderas riquezas de ministerio espiritual
(Lucas 16:11). Si una persona usa el dinero egostamente y sin tica, Dios dice
que esa persona no usar los dones espirituales y la uncin adecuadamente.
9. MORALIDAD. Podra irme sin decir que la inmoralidad sexual no tiene
lugar en la vida de un ministro cristiano, y que nuestro firme estndar debe ser
la pureza sexual. Pero yo estimo que un tercio de los ministros carismticos y
pentecostales en nuestra generacin han cado en inmoralidad sexual. Yo
mismo conozco alrededor de cincuenta de esos pastores. Si lo que hemos visto
en televisin es la punta del Iceberg, puede imaginar lo que est pasando en
secreto?
Hace aos cuando estaba en el Colegio Bblico Universitario, Stanley
Frodsham, un joven maestro pentecostal, dijo que en 1930 l estaba echando
fuera demonios de un hombre, y un demonio en particular reclam ser un
prncipe demonaco que haba recibido una misin del infierno. Insisti que a l
se le haba dado autoridad para enviar una nueva horda de demonios del
adulterio y engao dentro de la Iglesia. A juzgar por lo que he visto en las
ltimas dcadas, este demonio puede haber estado dando un informe exacto de
su misin.
Honre a Dios Con Su Cuerpo. La Biblia nos advierte contra la impureza
sexual - o sea toda actividad sexual fuera de la unin matrimonial - en
trminos no inciertos:
No sabis que los injustos no heredarn el reino de Dios?

No erris, ni los fornicarios, ni los idlatras, ni los adlteros, ni los


afeminados, ni los que se echan con varones,... Heredarn el Reino de
Dios... Huid de la fornicacin, cualquier otro pecado que el hombre
cometa, esta fuera del cuerpo; ms el que fornica, contra su propio
cuerpo peca.
O ignoris que vuestro cuerpo es templo del Espritu Santo, el cual est
en vosotros, el cual tenis de Dios y que no sois vuestros? Porque habis
sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo (1
Co. 6:9, 10,18-20).
Por supuesto, la inmoralidad sexual tambin incluye fantasas sexuales
ilcitas,

pelculas

programas

de

televisin

que

son

provocativos

sexualmente. Estas cosas nos llevan a la tentacin y desgastan nuestra


resistencia a ella. Aunque nosotros a veces deseamos ser tentados y seducidos
por la posibilidad de pecar, Dios quiere que corramos en otra direccin. As que
debemos hablar a Dios con las palabras de la oracin del Seor, No nos metas
en tentacin (Mateo 6:13).
Las Actitudes Del Corazn. De hecho, de acuerdo a las palabras de
Jess, la impureza sexual comienza antes de tener la manifiesta accin de
inmoralidad.
Crece en las actitudes escondidas del corazn. Osteis que fue dicho
anot el Seor no cometers adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que
mira a una mujer para codiciarla, ya adulter con ella en su corazn (Mateo
5:27,28).
Nosotros podemos tener un deseo equivocado de actuar inmoralmente,
sin embargo no tener la oportunidad de cumplir ese deseo. Pero an el solo
hecho de acariciar ese mal deseo es en s mismo pecado.
Una vez un acto sexual inmoral ha sido de hecho cometido, la atadura
resultante, yo creo, es ms profunda de lo que imaginamos. Pablo dijo: o no
sabis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice:
los dos sern una sola carne (1 Co. 6:16).

Considerando esta unin, considero que cualquiera que tiene una


relacin ilcita necesita ser liberado de esa atadura y recibir sanidad interior.
De hecho, personalmente creo que si un hombre se une a s mismo con
una prostituta, l en cierto sentido toma todos sus pecados y los une con los
suyos.
A la luz de estas realidades, nosotros hacemos bien en poner atencin a
las palabras de Pablo a los Efesios: Pero fornicacin y toda inmundicia, o
avaricia, ni an se nombre entre vosotros (Ef. 5:3). Los trgicos resultados de
fallar en esta rea son seguramente el hundimiento de un ministro.
Relaciones Hombre/ Mujer en la Iglesia. Los hombres y mujeres de
Dios deben desarrollar la actitud que Pablo exhort a Timoteo se tomara hacia
el sexo opuesto. El dijo que deberamos tratar a las ancianas como madres; a
las jovencitas como hermanas, con toda pureza (1 Tim. 5:2). Yo creo que esta
instruccin excluir a brazos completos entre hombre y mujeres cristianos, as
como, largos besos en la boca. Los hombres deben dar a las mujeres al menos
el mismo tipo de abrazo y beso rpido, que le dara a un pariente del sexo
femenino.
No hay ministro que simplemente decida de repente un da que l o ella
cometern adulterio con la esposa de un amigo, una secretaria, un aconsejado.
O un lder de alabanza. La mayora de los pecados sexuales comienzan como la
semilla de un pensamiento o por medio de una aparentemente accin amable.
Lo que empieza correctamente puede finalizar mal si no es adecuadamente
guardado y dirigido.
En la parbola del sembrador, Jess habl acerca de un hombre que
solamente haba sembrado buena semilla en su campo. Pero cuando comenz
a crecer se dio cuenta que el campo tambin contena mala semilla. Cuando el
hombre pregunt cmo haba sucedido esto, la respuesta fue que el enemigo
haba sembrado mala semilla en el campo durante la noche (Mt. 13:24-30).
Como este sembrador, nosotros debemos sembrar solamente las semillas
de una actitud pura y de la accin correcta. Pero nuestros enemigos, el Diablo
y nuestra naturaleza carnal, sembrar malas semillas de lujuria de la carne,

los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida. Entonces sutilmente una de


estas semillas brotar justo a la par de la buena semilla y de repente una
mirada, un toque, una palabra complementaria activar un deseo carnal,
sensual y una sugestin.
Mientras estn en forma de semilla, los dos tipos de actitud y
comportamiento parecen casi idnticos. Pero una vez brotan, la gente que est
en guardia contra las malas semillas inmediatamente notar una ligera
diferencia. Se darn cuenta que los sentimientos internos y las reacciones de
su corazn y su alma son un poco diferentes.
En este punto, el Espritu Santo susurrar una advertencia: Cuidado, la
mala semilla sembrada por el enemigo ha brotado. Si la persona es sensitiva al
Espritu Santo y tiene un corazn que desea ser rgidamente correcto, l o ella
inmediatamente arrancarn la semilla no repitiendo ese pensamiento o accin.
El viejo dicho una onza de prevencin vale tanto como una onza de remedio,
es ciertamente verdadero en estas situaciones.
Dos Aplicaciones. Yo creo que hay al menos dos aplicaciones

al

comentario de Jess de que codiciar alguien en tu mente es cometer adulterio


a los ojos de Dios. Primero, Jess dijo que sin un hombre o una mujer
deliberadamente medita sobre adulterio a travs de imgenes mentales, al
extremo de visualizar la accin y sentir el sentimiento carnal de una relacin
sexual con una persona en particular, aunque el pecado exterior no fue
cometido, el pecado de inmoralidad tuvo lugar en su corazn. Se cometi, a
travs del deseo deliberado, la ilusin, la visualizacin, imaginacin y
meditacin deliberada.
La segunda aplicacin indica que el comienzo de un pecado en su estado
de la semilla de un pensamiento es tan serio como la planta crecida del acto.
Porque si la semilla no es rechazada, seguramente brotar. Y si la semilla brota
y se le permite crecer, eventualmente llegar el tiempo de cosecha cuando
recojamos las consecuencias de un acto pecaminoso.
No es pecado ser tentados con pensamientos de lujuria. Pero es
pecaminoso meditar sobre la sugestin pecaminosa de deseo de placer. No

podemos evitar que los pjaros vuelen y atraigan nuestra atencin. Pero no
debemos dejarlos posar sobre nuestras cabezas, construir un nido, poner
huevos en l, e incubar otros buitres que aman la carroa y a la apestosa
carne.
Todo Pensamiento en Cautividad. Pablo declara que debemos llevar
todo pensamiento e imaginacin de la mente cautivo a la mente de Cristo - o
sea, a principios bblicos santos, y a prcticas y pensamientos virtuosos. Un
ministro ha dicho que cuando l encuentra su mente navegando a la deriva en
ilusiones carnales, l grita el texto escritural, pero lejos est de mi gloriarme
(pensar, meditar), sino en la cruz (muerte a la carne) de nuestro Seor
Jesucristo. (Gal. 6:14).
La nica arma ofensiva que los cristianos tienen en el armamento de
Dios descrito por Pablo (Ef. 6:13-17) es la espada del Espritu, que es la
palabra de Dios. Jess venci toda tentacin de Satans durante su
encuentro en el desierto citando la escritura. Nosotros tambin podemos
encontrar numerosos textos de las escrituras para usarse contra toda
tentacin y sugestin de Satans y de la carne egosta.
Si algn toque, mirada o relacin de trabajo cercana crea pensamientos
sexuales inclinados o sentimientos, entonces estos deben ser crucificados
inmediatamente. La amonestacin escritural huye tambin de las pasiones
juveniles (2 Tim. 2:22) y absteneos de toda especie de mal. (1 Tes. 5:22).
Nunca debe ser olvidada mientras mantenemos y maduramos la M de
moralidad (Para mas enseanza sobre este asunto sea el engao de las parejas
ministeriales en la seccin trampas para ministros profticos).
10. MOTIVACIONES: cuando fui por primera vez al colegio Bblico tuve
lo que yo pensaba era una visin para llegar a ser misionero en la India. Pero
despus que estudi ese pas y aprend cuan terribles eran las condiciones ah,
perd mi visin. Result ser, no una verdadera visin de Dios, si no solamente
una idea romntica de mis aos de adolescencia.

Mirando hacia atrs ahora, me doy cuenta que si soy honesto debo
admitir que mis motivos para querer ser un misionero no eran puros. Yo no me
haba visto a mi mismo batallando en la India con la pobreza, el hambre, la
enfermedad y con otras pobres condiciones. En lugar de eso me haba
imaginado a mi mismo parado sobre la plataforma predicando, imponiendo
manos sobre los enfermos, levantando a los muertos y llevando miles hasta el
Seor. Me vi. a mi mismo escribiendo a mi casa a mi familia acerca de todo
esto, y a ellos diciendo, miren nuestro muchacho lo logr. Miren los milagros
OH - l ha llegado a ser alguien!.
Yo estaba motivado por lo que pens que eran una oportunidad para mi
gloria personal. Cuantos otros ministros, si fueran honestos, admitiran que
ellos habran tenido que crucificar la misma motivacin
Jess enfatiz que los motivos escondidos del corazn deben ser
reconocidos y purificados. Nosotros no seremos juzgados solamente por
nuestras acciones sino tambin por nuestros hechos - los cuales incluyen
tanto nuestras acciones como nuestros motivos.
Por ejemplo, Jess dijo guardaos de hacer vuestra justicia delante de los
hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendris recompensa de
vuestro Padre que est en los cielos (Mateo 6:1). La gente mira nuestro
comportamiento externo, pero Dios mira las intenciones del corazn (1 Samuel
16:7).
Nosotros ministramos para servir, o para ser vistos? Somos dedicados
al servicio de los santos (1 Co. 16:15), o queremos ser reconocidos como
grandes ministros? Somos motivados por el deseo de cumplir la voluntad de
Dios, o por algn impulso personal, tal como codicia pro el poder, fama, placer
o riquezas?
En pocas palabras, ministramos con un corazn lleno de amor de Dios?
Si no, entonces la escritura dice que nuestro ministerio no es nada: y si
tuviese profeca, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese
toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.

Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase
mi cuerpo para ser quemado y no tengo amor de nada me sirve (1 Co. 13:2-3).
Cuidado con el Eslabn Dbil. Debemos enfatizar que pocos si acaso
algn ministro puede obtener una calificacin perfecta con relacin a todas
las 10 Ms. Todos tenemos espacio para crecer, para mejorar y corregir. Es
por eso que a todos los ministros de NPM se les pide completar un formulario
que evala sus 10 Ms. Nosotros sabemos que cada uno de nosotros tenemos
reas en las cuales necesitamos crecer, y que otros pueden ver estas reas ms
claramente que nosotros mismos.
Sin embargo, nosotros nunca debemos asumir que solamente porque la
mayora de estas reas de nuestra vida pueden estar en buena forma, nosotros
podemos entonces despreciar las otras. Solamente se necesita un rea
problemtica para descarrilar un ministro.
Sobre el terreno del campo de nuestro ministerio, donde esta llevndose
a cabo una nueva construccin tenemos un gran buldzer holgazaneando. El
motor todava trabaja bien y el cuerpo todava esta en buena forma, pero las
bandas de oruga estn gastadas y se nos ha dicho que el resto de la mquina
no vale la pena el costo que se gastara de reemplazar las bandas. As que la
falla de que an una sola parte no trabaje adecuadamente ha detenido esta
poderosa mquina y no puede ser usada.
Lo mismo es verdad para las 10 Ms, solamente es necesario que una
sola parte se rompa para que nuestro ministerio entero tenga una ruidosa y
chillante parada. As que debemos ser diligentes en poner nuestra atencin
regularmente a cada una de estas reas. Y debemos mantener en mente que
an un rea que normalmente consideramos nuestra mayor fortaleza, si no lo
dejamos sin resguardo, puede llegar a ser fcilmente una doble debilidad.
Como dice el viejo dicho, una cadena es solamente tan fuerte como lo es
su eslabn ms dbil. Imagina esto: usted esta colgado sobre un acantilado o
sobre un trgico desastre en su ministerio. La nica cosa que lo sostiene
seguro es una cadena cuyos diez eslabones son estas 10 Ms en tu propia

vida. Si alguno de estos eslabones est en peligro de romperse, cuan seguro


ests t?
No ests tan orgulloso y confiado de las reas que funcionan bien para
llegar a ignorar el rea que necesita ser trabajada. Decide hoy a comenzar a
hacer una inspeccin regular de cada eslabn - cada una de las 10 Ms en tu
vida. Fortalecer cada una de las reas es la mejor manera de mantener y
madurar un carcter santo que proveer a su ministerio con un fundamento
slido y estable para crecer. Aquellos que conserven diligentemente estas 10
Ms en el orden bblico. Mantener y madurarn en sus vidas personales y en
su ministerio proftico.

CAPITULO 14

PROFETAS Y PROFECA PERSONAL


UNA SINOPSIS
El nfasis de los dos primeros volmenes nos dan un fundamento crtico
para ministrar profticamente. As que esta parte del presente volumen ofrece
una sinopsis de los puntos principales de los libros anteriores. Sin embargo, si
usted desea practicar el ministerio proftico, le recomiendo fuertemente que lea
tambin los volmenes 1 y 2. Ellos le darn un tratamiento ms completo de
estos tpicos y firme apoyo histrico y bblico de lo que usted encuentra aqu.
Cientos de escrituras son utilizadas para validar los puntos presentados en los
libros, pero nosotros solamente veremos unos cuantos de esos textos en estos
breves resmenes. Las siguientes 10 o ms pginas cubrirn unas cuantas de
las verdades claras encontradas dentro de las 218 pginas de Profetas y
Profeca Personal.
Dios Quiere Comunicarse. En nuestros das, a travs de la Biblia y el
Espritu Santo, Dios desea caminar y conversar con nosotros en una relacin
individual, personal e ntima. Sin embargo no todos los cristianos entienden
como reconocer la voz del Seor. An cuando ellos logran reconocerla, muchos
no saben cmo responder a ella para que sea efectiva.
De esta y de muchas otras maneras, no hay ningn individuo que sea
autosuficiente en su relacin con Dios; todos nosotros necesitamos al resto del
Cuerpo de Cristo. As que Dios a establecido dentro del Cuerpo el ministerio de
Profeta como una voz especial, l ha establecido el don de profeca en medio de
la congregacin; y asimismo l ha enviado el Espritu de Profeca para dar
testimonio de Jess a travs del mundo (ver Ap. 19:10; 1 Cor. 12:28).
La venida del Espritu Santo en Pentecosts y el escribir la Biblia no
elimina la necesidad de la voz proftica del Seor; de hecho, esto significa esta
necesidad. Pedro insisti en que Joel hablaba de la era de la Iglesia cuando
proclam: Y en los postreros das, dice Dios, derramar de mi Espritu sobre
toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarn. (Hch. 2: 17). Pablo

enfatiz esta verdad cuando dijo a la Iglesia de Corinto Procurad profetizar (1


Cor. 14:39; Ef. 4:11).
Dios aun desea que la revelacin de su voluntad sea vocalizada. De tal
manera que l ha establecido el ministerio proftico como una voz de
revelacin e iluminacin que revelar la mente de Cristo a la raza humana. l
tambin utiliza este ministerio para dar instrucciones especficas a los
individuos concerniente a Su voluntad para sus vidas.
El ministerio de profeta no consiste, por supuesto, en aadir o en
sustraer a la Biblia. Cualesquiera adiciones aceptadas como infalibles seran
una falsificacin, falsos documentos conteniendo ilusiones que llevan a la
condenacin.
En lugar de eso. El profeta lleva iluminacin y datos especficos adicionales
acerca de los que ya ha sido escrito. Y el don de profeca del Espritu Santo a
travs de los santos est para llevar edificacin, exhortacin y consolacin a la
Iglesia. (1 Cor. 14:3).
El orden ideal y divino para comunicarse dentro del corazn cristiano es
obviamente el Espritu Santo susurrando los pensamientos de Cristo. Pero lo
que un individuo ha sentido en su espritu debe ser confirmado: El consejo de
Dios es que cada palabra necesita ser testimoniada confirmada por boca de dos
o tres testigos (2 Co. 13:1). Este crtico papel puede ser llevado a cabo por la
voz proftica.
Por supuesto, la profeca personal nunca puede ser un sustituto a la
responsabilidad individual y al privilegio de escuchar la voz de Dios por uno
mismo. Dios es un Dios celoso que no se complace cuando permitimos que algo
obstaculice una ntima relacin y una comunicacin personal con el cielo, an
si el obstculo viene de un ministro que l mismo ha ordenado. La profeca
personal, no debe tomar el lugar de nuestro deber de ayunar, orar y buscar a
Dios hasta que escuchemos del cielo por nosotros mismos.
Al mismo tiempo, mucha gente no puede escuchar, o no se tomar el
tiempo para escuchar, lo que Dios quiere decirles, Dios est usualmente
siempre irrumpir en nuestras ocupadas agendas, tratando de gritar en cima

del ruido de la televisin o de la pltica social (aunque ocasionalmente el puede


tomarnos mientras dormimos). Cuando es este caso el Seor a menudo utiliza
la voz del profeta para hablar a los individuos, las congregaciones y las
naciones. Pero su ms grande deseo es siempre que sus hijos tomen tiempo de
calidad para esperar en l hasta que nuestra mente, emociones y voluntad
estn suficientemente claras para que l comunique Su mente y corazn
claramente a nosotros.
Los Propsitos de Dios para Los Profetas. Los profetas son especiales
en el corazn de Dios. Ellos participan en todo plan y actuacin de Dios sobre
el planeta tierra. Estn para preparar el camino a la segunda venida de Cristo
llevando el conocimiento de la revelacin de las escrituras que deben cumplirse
antes que Cristo regrese. As que la restauracin del ministerio de profeta y la
compaa de profetas es el ms grande signo de la cercana de la venida de
Cristo.
Los profetas no solo preparan el camino del Seor, ellos estn tambin
para preparar al Seor un pueblo bien dispuesto (Lucas 1:17). La esposa de
Cristo debe estar lista para su esposo, y los profetas ayudan a que la Novia
crezca en pureza y madurez. Ella no puede ser completamente perfeccionada
sin la completa restauracin de los apstoles y profetas (Ef. 11,12), los cuales,
junto con los evangelistas, pastores y maestros, les ha sido dada una especial
habilidad de parte de Cristo para perfeccionar, equipar y madurar a los santos.
Los profetas ayudan a que estos ministerios lleguen a ser al menos dos
maneras. Primero, a travs de sus profecas estos revelan a los creyentes cual
es su papel a jugar en la Iglesia y ayudarles a interrelacionarse con otros
creyentes, segundo, sus palabras tienen la habilidad dotada por Cristo de
impartir, dar luz, y activar en los creyentes en el ministerio que Dios ha
revelado para ellos.
La Naturaleza de la Profeca. La profeca es simplemente Dios
comunicando sus pensamientos e intenciones a la humanidad. En este sentido
podemos llamar correctamente profeca a la Biblia entera. Esta Palabra
proftica (La Escritura) es completa, perfecta y totalmente suficiente para traer

toda la revelacin de Dios que nosotros podemos comprender y apropiarnos.


As que cualquier palabra proftica verdadera dada hoy, debe estar en total
acuerdo tanto en el espritu como en el contenido de la Biblia.
Dos palabras del Nuevo Testamento en griego se trasladan por nuestro
trmino espaol Palabra: Logros y Rhema. Logos se refiere a las Escrituras (2
Tim. 2:15). Esta palabra logos es creativa, auto realizable, poderosa, verdadera,
sin error, infalible, completa y dadora de vida. Es el estndar consistente y
absoluto, por medio del cual todas las otras expresiones, conceptos,
revelaciones, doctrinas, predicaciones y profecas son medidas.
Por toro lado, el rhema puede llamrsele una palabra que viene de la
Palabra. Es aquella palabra dada en su tiempo, inspirada por el Espritu
Santo proveniente de Logos que da vida, poder y fe caminar en ella y cumplirla:
As que la fe es por el or, y el or, por la Palabra de Dios (Rom. 10:17). El
Rhema debe ser recibido con fe por el oyente para que este cumpla su misin.
Cuando usamos el trmino Logos, entendemos las Escrituras como un
todo; cuando decimos rhema, entendemos una palabra especfica del Seor
que el Logos aplica a nosotros individualmente.
Aunque el logos nunca cambia ni falla, la Biblia est llena de rhemas a
individuos que nunca se realizan. Realmente, sin embargo en estos casos no
fue el rhema del Seor el que fall, sino ms bien la gente quien escuch la que
fall en entenderlo, creer, obedecer, responder, esperar en, o actuar sobre l de
acuerdo a la voluntad y al estilo de Dios. Este es el significado de 1 Co. 13:8,
Pero las profecas se acabarn.
Una Profeca Personal. Es la revelacin por parte de dios de Sus
pensamientos e intenciones ya sea a una persona en particular, a una familia
o un grupo de gente. Es informacin especfica que viene de la mente de Dios
para una situacin especfica, es una Palabra inspirada dirigida a una cierta
audiencia. En un amplio sentido, entonces, una profeca personal es un rhema.
Pero nosotros usaremos normalmente el trmino Profeca personal en un
sentido ms estricto a modo de poder distinguir entre las palabras de Dios
comunicadas directa o indirectamente. A las comunicaciones divinas que

vienen directamente de Dios a nosotros les llamaremos rhemas, mientras que


aquellas que vienen a nosotros por medio de otro ser humano les llamaremos
profecas personales.
Cinco Maneras por Medio de las Cuales Recibimos el Ministerio
Proftico: adicionalmente a las escrituras, la palabra proftica de Dios
usualmente viene a nosotros en una de cinco maneras:
1.

El Oficio de Profeta: el ministerio de profeta no es un don de Espritu

Santo, sino el don de una extensin de Cristo mismo como el profeta.


El quntuple ministerio de la Iglesia (apstol, profeta, evangelista, pastor,
maestro) no es una donacin externa como un regalo de cumpleaos. Mas bien
es una investidura del manto de Cristo para tener los ministerios de Jess es
una concesin de la propia naturaleza, sabidura y poder de Cristo para cada
tipo particular de funcin - ya sea apstol, profeta, pastor, maestro o
evangelista.
Todos los cinco ministerios cuando se mueren en plena madurez, representan
el ministerio total de Cristo a la Iglesia. Estos ministerios no son solo una
extensin del ministerio del cuerpo, sino una extensin de la direccin de Dios
a Su Cuerpo, la Iglesia.
El oficio de profeta est diseado y entregado para funcionar en una esfera
ms alta del ministerio que el don de profeca del Espritu Santo. Este don de
profeca opera dentro de los santos o dentro de un ministerio para la
edificacin, exhortacin o consolacin de la Iglesia (1 Co. 2:10; 14:3,4). Pero el
oficio de profeta est autorizado y ungido para fluir en las reas de consejo,
instruccin, reprensin, juicio y revelacin - cualquiera de estas maneras
Cristo escoja hablar para purificar y perfeccionar Su iglesia.
Los profetas estn ungidos especialmente para percibir lo prximo a suceder en
la agenda de Dios para la restauracin. Entonces ellos elevan sus voces como
alerta, iluminar y exhortar a la Iglesia para conquistar la parte de la verdad que
debe ser restaurada en este tiempo. De este modo los profetas son entonces los

ojos de Cuerpo de Cristo, los trompetistas en el ejercicio del Seor que un claro
sonido para revelar los deseos del Comandante en Jefe.
2.

Predicacin Proftica. La predicacin proftica no es lo mismo que

buscar simplemente la mente del Seor acerca de cul sermn predicar el


domingo por la maana, o ser ungido para predicar un mensaje de la Biblia
especialmente preparado. Es una esfera de accin totalmente diferente. La
predicacin proftica de las verdades bblicas es la directa voz de Dios con la
pura mente de Cristo, de tal manera que las palabras precisas del predicador y
sus ilustraciones son exactamente lo que Dios quiere decir al pueblo que est
presente en ese lugar y en ese momento. Aunque el ministro no anticipe
previamente a sus declaraciones un As dice el Seor, las palabras son tan
inspiradas e ungidas como si un profeta fuera a hablar usando esta frase. La
predicacin proftica es la Palabra de Dios (1 P. 4:11).
3.

El presbiterio proftico. Una tercera manera de recibir el ministerio

proftico es la imposicin de manos junto a la profeca por medio de hombres y


mujeres de Dios quienes renan los requisitos de un presbtero (1 Tim. 4:14;
Heb 6:1-2; Hch. 13:1-3). El presbiterio sirve en varias funciones en este
respecto a cada uno de ellos se le exige un diferente conjunto de requisitos
tanto a los presbteros como a los candidatos. Esta prctica bblica ministra
revelacin proftica y confirmacin a aquellos llamados al liderazgo del
ministerio de la Iglesia; ordenacin al quntuple ministerio; confirmacin y
activacin de ministros miembros en el Cuerpo de Cristo; y progreso en la
madurez cristiana.
4.

El Don de Profeca: la profeca es una de las nueva manifestaciones del

Espritu Santo (descritas en 1Cor. 12) y dadas, no sobre la base de la madurez


cristiana, sino porque Cristo quiere bendecir a su Iglesia a travs de ellos. Por
lo tanto estos dones son recibidos y administrados por gracia y fe. (Ro. 12:6).

La profeca es importante en la vida de la iglesia porque es el don de mayor


edificacin para una congregacin. Los otros ocho son dones que actan como
un rifle, los cuales normalmente bendicen a una persona especfica o talvez a
unos cuantos; la profeca es un don similar a una escopeta la cual puede
bendecir a cientos de personas al mismo tiempo. Esta es una razn del por qu
el apstol Pablo dijo a los Corintios que procurarn profetizar (1 Cor. 14:1,39).
5.

El Espritu de Profeca y el Canto Proftico. El espritu de profeca es

el testimonio de Jess (Ap. 19:10). Este no es un don o un oficio, sino una


uncin proveniente de Cristo dentro del creyente. Sucede en ocasiones de
uncin especial durante un servicio, o cuando los cristianos ejercitan su fe
para ser una luz a travs de la cual Cristo puede testificar. Los cnticos
espirituales

(Col.

13:16)

son

el

espritu

de

profeca

expresando

los

pensamientos y deseos de Cristo en cancin.


Colocando la Profeca Personal en Perspectiva. Es escritural para un
cristiano individual ir a un profeta y esperar recibir una palabra proftica
especfica de direccin, instruccin o confirmacin? La respuesta es s. La
Biblia provee numerosos ejemplos de gente, especialmente aquellos en
posiciones de liderazgo yendo al profeta y preguntando

por un as dice el

Seor acerca de una situacin en particular. (Por ejemplo, el captulo 7 del


volumen 1 de esta serie).
Dios aprueba esta prctica en la medida en que no permitamos que la
profeca personal venga a ser un sustituto de nuestra propia bsqueda de Dios
a travs de la oracin, el ayuno y la bsqueda de las Escrituras. El profeta y la
profeca personal no deben tomar el lugar de la voz interior del Espritu Santo.
Al mismo tiempo ya he descubierto que Dios no responder preguntas
profticamente las cuales pueden resolverse buscando diligentemente la
Escritura, ni Cristo dentro del profeta responder positivamente cuando se
hacen requerimientos no sinceros o se preguntan cosas tontas.
Usted no debe ir a un profeta hasta que ests seguro que el Seor tiene
el primer lugar en su vida. Debe buscarlo primeramente por usted mismo.

Entonces

usted

estar

espiritualmente

preparado

para

responder

adecuadamente y ms probablemente para escuchar una confirmacin de lo


que ya ha nacido en su espritu.
Descubriendo la Palabra, la Voluntad y El Camino de Dios. Aunque la
profeca personal puede jugar un importante papel ayudando a los cristianos a
tomar decisiones, no es la nica manera que usa el Espritu Santo para revelar
la voluntad y el camino de Dios. Probablemente el noventa por ciento de mis
decisiones, mayores y menores, han sido hechos sin que la profeca personal
sea el factor dominante o motivador. Pero si me he esforzado en hacer el cien
por ciento de todas mis decisiones basadas en la Palabra, la voluntad y el
camino de Dios.
El mtodo ms exacto para asegurarse que usted haga todo en armona
con el cielo es seguir estas tres letras para tomar decisiones.
Determine la Palabra de Dios sobre un asunto, su voluntad especfica acerca
de ella, y Su camino para cumplirla. Estas son como las tres luces de un
semforo que deben estar todas en verde antes que procedamos a seguir
nuestro camino.
La Palabra de Dios. Para poder determinar si la Palabra da o no luz
verde, exponga cada pensamiento, impresin y sugestin, que llegue a usted
de cualquier fuente - no importando cuan espiritual o religiosa pueda poner - a
la Biblia entera. Para evitar el engao, mantenga el amor por la verdad tal
como es, no como egostamente usted quiere que sea interpretada (ver Zac.
8:19).
Los pensamientos y deseos no deben convertirse en peticiones de oracin
hasta que reciban luz verde desde la Palabra. Si su pensamiento o su deseo
es no escritural, impropio, ilegal o inmoral de acuerdo a los principios divinos,
entonces est perdiendo el tiempo pidiendo a Dios que lo deje hacerlo.
La Voluntad de Dios. As como Dios tiene una voluntad general para
toda la humanidad, l tiene una voluntad especfica para los individuos. La
Biblia da el criterio general para hacer muchas decisiones en los negocios,

viajes, misterio, y uso de nuestras finanzas, pero no da muchos datos


especficos.
As que de que manera llegamos a conocer la voluntad de especfica de
Dios para nuestras vidas? Las Escrituras dan ejemplos de las muchas maneras
en las cuales el puede guiarnos especficamente: deseos divinamente dirigidos,
un rhema o una iluminacin de un texto escritural particular; el profeta y la
profeca personal; los dones del Espritu Santo; el fruto del Espritu Santo, el
testimonio, habilitacin restriccin del el Espritu Santo; consejo

sabio; y

confirmacin de otros testigos.


El Camino de Dios. El camino de Dios incluye su tiempo, sus mtodos y
los medios necesarios para hacerlo; el quin, qu, cundo, dnde y cmo (pero
no necesariamente el por qu?); el consejo continuado y el control de las
circunstancias por Dios; y la paciencia para seguir adelante hasta que Su plan
ha sido logrado.
A menudo la Palabra de Dios y su voluntad son ms fciles de determinar que
su camino. La Palabra puede determinarse examinando un libro, la voluntad
por medio de principios personales internos y confirmacin de otros. Pero el
camino es un proceso de tiempo que debe ser caminado da tras da, porque
todos los detalles de l son raras veces revelados con anticipacin.
Terminologa

proftica.

Entre

ms

conocemos

Dios

ms

ntimamente nos relacionamos con l, ms somos capaces de entender sus


palabras y responder as de una manera apropiada. Entender las Palabras de
Dios para nosotros no es tan fcil como al principio parece. Las Escrituras nos
dicen que l piensa y se expresa a s mismo de acuerdo a una perspectiva que
es mucho ms diferente de la nuestra. As que debemos entender la
terminologa de Dios.
Nosotros creemos que el Espritu Santo inspir y dirigi la escritura de la
Biblia desde la mente de Dios. As que no nos extraemos que la Biblia revele a
nosotros algo del pensamiento de dios. Nos muestra como l habla y los
trminos humanos que l usa para expresarse. En particular, podemos ver los

libros de los profetas para encontrar la terminologa de Dios, donde hay


muchas citas precedidas de un As dice El Seor.
Profecas Aparentemente Inexactas. Cuando tratamos con profecas
inexactas, es extremadamente importante justificar la inexactitud de una
palabra proftica antes de emitir un juicio de que esta es equivocada. Muchas
profecas parecen ser inexactas cuando son dadas, pero prueban ser
verdaderas desde la perspectiva que se obtiene cuando transcurran suficiente
tiempo y experiencias.
Varios ejemplos bblicos ilustran esta realidad.
Posiblemente el caso mas claro de este tipo de profeca en el Nuevo
Testamento es la profeca de Jess con respecto a Lzaro (Juan 11:4), quien
muri de una enfermedad. (Recuerde - la definicin de profeca es Dios
hablando as que esta definicin tambin califica aqu). Jess dijo a sus
discpulos: esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios,
para que el Hijo de dios sea glorificado por ella. La Nueva Versin
Internacional lo traduce ms correctamente: esta enfermedad no terminar en
muerte. (v. 14).
Imagine lo que los discpulos pensaron cuando ellos descubrieron que
Lzaro estaba muerto. Ellos podran haber fcilmente acusado a Jess de
haber dado una profeca inexacta, insistiendo: T dijiste que la enfermedad no
terminara en muerte, pero Lzaro de hecho ha muerto. Solamente algunos
das ms tarde, cuando fueron testigos de la resurreccin de Lzaro, estaban
ellos en la posicin de juzgar si el pronunciamiento proftico de Jess haba
sido exacto verdaderamente.
Algunas Veces Nosotros Debemos Esperar Para Entender. Esta
ilustracin debe ensearnos que no siempre entendemos inmediatamente el
verdadero

significado

de

un

trmino

en

particular

dentro

de

un

pronunciamiento proftico dado. Aunque podemos aprender a interpretar la


terminologa proftica comn (para leer ms sobre este tpico vea el captulo
11 del primer volumen de esta serie, Profetas y Profeca Personal) Dios puede
usar una palabra o frase con otra intencin de la que podramos normalmente

esperar. As que a menudo tenemos que esperar y dejar que el tiempo y la


experiencia aprueben o desaprueben una palabra.
En este caso, por ejemplo, la afirmacin de Jess de que la enfermedad
no terminara en muerte no significaba del todo que Lzaro no morira.
Los discpulos solamente asumieron que ese era significado porque hasta ese
momento su experiencia no haba normalmente incluido la resurreccin de un
hombre. Una vez que ellos tuvieron suficiente experiencia, ellos pudieron
juzgar la exactitud de la palabra.
Yo he podido escuchar profecas similares acerca de las finanzas,
matrimonios, embarazos y sanidades que superficialmente sonaban decir que
todo funcionara bien. Sin embargo a medida que se desarroll, la bancarrota,
el divorcio, aborto o un empeoramiento de los sntomas fsicos tuvieron lugar
antes de que todo finalmente sucediera bien.
La Palabra de Isaas a Ezequas: Un segundo ejemplo bblico de este
tipo viene del Antiguo Testamento. Cuando el rey Ezequas de Jud cay
seriamente enfermo, palabra del Seor vino al profeta Isaas de que l debera
decirle al rey: morirs y no vivirs (Is. 38:1). Pero despus de que Ezequas
rog a dios para que extendiera su vida, el Seor envi a Isaas a l a decirle,
He aqu que yo te aado a tus das quince aos. (v. 5). Esta segunda palabra
fue enftica, acompaada por la milagrosa seal de que el sol volvi

diez

grados atrs en su trayectoria.


Ahora imagnese a s mismo en el lugar de aquellos que pueden haber
escuchado la primera profeca pero que no estuvieron alrededor para escuchar
la segunda. Cuando Ezequas hacia sobrevivir otros quince aos, usted
probablemente hubiera juzgado la primera profeca al rey como inexacta.
Solamente si usted tuviera la experiencia adicional de estar presente para la
segunda palabra proftica hubiera usted estado en una posicin para juzgar la
primera palabra justamente.
Una profeca dada en circunstancias como esta, si se da en un lugar
pblico o se comparte extensamente a travs del viedo puede ocasionar a
muchos tropezar si ellos asumen que poseen todo el conocimiento que se

requiere para hacer un juicio justo sobre su exactitud. Muchas veces la


correccin de una palabra proftica puede solamente ser determinada por
aquellos que conocen bien la situacin y lo que sucedi en los das que
siguieron.
La Palabra Condicional de Juicio de Jons: Una experiencia similar
nos llega del pronunciamiento del juicio de Jons sobre la ciudad de Nnive. La
Palabra era verdaderamente de Dios, y no contena condiciones. No dijo Si te
arrepientes, no sers destruida. Pero cuando Nnive se arrepinti y busc la
misericordia de Dios, Dios detuvo el juicio de la ciudad, ocasionando que Jons
se preocupara de su reputacin. Y no nos maravillemos de que se preocup para muchos observadores, debi parecer que Jons haba profetizado de
manera inexacta.
La verdad del asunto, sin embargo, fue que la profeca fue realmente
verdadera que sin embargo no lleg a suceder debido a las condiciones no
expresadas que se levantaron de parte de la misericordia de Dios. Solamente
aquellos que conocieron la historia completa podran juzgar la Palabra
correctamente.
Nosotros debemos ser cuidadosos ahora de no juzgar una Palabra como
no venida de dios simplemente porque una predicacin incondicional nunca se
dio. La respuesta humana a una palabra puede confirmarla o cancelarla aun
cuando no se dan condiciones explcitas.
Un Ejemplo Reciente. Uno de los miembros de nuestro equipo profetiz
una vez a una mujer acerca de unos ahorros de dinero que tena, dicindole
que dios le dara a ella sabidura sobre como invertirlos. El pastor de la mujer
pens que la Palabra estaba equivocada. Ellas conoca bien sus circunstancias
financieras, y ella viva del pago que reciba.
Sin embargo, cuando ella le consult acerca del asunto despus que la
profeca fue dada, l descubri que no conoca todos los hechos necesarios
para hacer el juicio. En realidad, ella haba recibido una cantidad inesperada
que fue muy sustancial. La palabra se aplic a su situacin perfectamente.

Muchas profecas son dadas en situaciones similares. As que nosotros


no debemos ser demasiado rpidos al juzgar una palabra como inexacta por la
informacin que poseemos. El tiempo y la experiencia pueden probar que
nosotros estamos equivocados y que la profeca es correcta.
Profecas Aparentemente Inexactas. An en el Antiguo Testamento,
con sus estrictos estndares para la exactitud proftica, encontramos que un
profeta de estatura nacional dio una vez direccin equivocada a un rey - pero
sin ser acusado de falso profeta o apedreado por su error.
Esta situacin se dio cuando el rey David le ley al profeta de su corte, Natn,
que l quera construir un templo para el arca del pacto (1 Crnicas 17:1-4).
Natn replic: Haz todo lo que est en tu corazn, porque Dios est
contigo. Sin embargo esa misma noche, la palabra de Dios vino al profeta,
corrigindolo y mandndolo a ir a decir a David As dice el Seor, T no me
edificars casa en que habite.
Una palabra presuntuosa. Cierto es que, la primera palabra que Natn
dio al rey no fue precedida por la frase as dijo el Seor. An as, el profeta
sin embargo atribuy la directriz a Dios, y el texto bblico parece enfatizar que
el rey estaba hablando a Natn el profeta.
Cuando Natn le habl a David, el habl autoritativamente desde su posicin
como rey. As que podemos llamar a esto una palabra presuntuosa dada del
propio espritu de Natn ms bien que del Espritu Santo.
La segunda palabra a David claramente contradijo le primera, mostrando
que la primera palabra estaba equivocada y deba por lo tanto ser rechazada.
Pero la Biblia no hace mencin que Natn se disculpara o reconociera a David
y al liderazgo de Israel que su palabra inicial era un error.
Evidentemente, tal respuesta no era necesaria, segn la Biblia nos lo dice, el
incidente no da la reputacin de Natn como profeta de Dios.
Que este fue el caso se hizo evidente ms tarde cuando Natn confront
a David con sus pecados de adulterio y asesinato por su lujuria por Betsab
(ver 2 Sam. 11). Debido a que Natn se equivoc una vez anteriormente,
David, pudo haber estado defensivo y crtico del ministerio proftico de Natn,

recordndole su error anterior como una excusa para rechazar la reprimenda


de Natn. Pero David en lugar de eso recibi rpidamente la correccin de
Natn, indicando que su autoridad proftica no haba sido disminuida por su
error anterior. David reconoci que Natn todava estaba siendo enviado a l
por Dios con autoridad divina y aprobacin, y el profeta ministr correccin al
rey como la boca de Dios.
Los discpulos en Tiro Profetizan a Pablo. Cuando Pablo regres a
Jerusaln desde Asia en su ltimo viaje misionero, el se detuvo en Tiro para
visitar a los creyentes all. La Escritura nos dice que estos discpulos decan a
Pablo por el Espritu, que no subiese a Jerusaln (Hch. 21:4).
El propsito principal de este viaje fue tomar una ofrenda para la Iglesia
de Jerusaln de los creyentes en otras ciudades (Hch 24:17; Ro. 15:27). Pablo
seguramente

pudo

haber

enviado

este

dinero

por

otras

manos,

particularmente despus de haber sido advertido repetidamente de los peligros


que le esperaban en Jerusaln. Pero a los ojos de Pablo esta era una ofrenda
especial con un destino especial, viniendo de creyentes predominantemente
gentiles a quien Pablo haba ministrado.
Esta particular ofrenda mostr a los lderes de una manera tangible la
gratitud de los creyentes gentiles hacia aquellos en medio de los cuales el
evangelio se haba originado. Pablo no solamente estaba llevando asistencia
financiera; l estaba declarando unidad en medio de un mutuo y continuo mal
entendido entre los creyentes judos y gentiles que plag a la iglesia primitiva.
As que su disposicin de llevar la ofrenda personalmente fue una seal de
auto sacrificio de verdadera paternidad espiritual en el Cuerpo de Cristo.
Con este santo objetivo en mente, nosotros vemos que Pablo se convenci
de que su decisin de ir a Jerusaln era del Espritu Santo.
El previamente haba establecido acerca de esta misin de que iba
ligado en espritu... A Jerusaln (Hch. 20:22). As que por qu los discpulos
en tiro dicen a travs del Espritu que l no deba ir? (las ramificaciones de
este dilema en particular se discuten en ms detalle bajo la pregunta No. 7).

Aplicacin Humana Aadida a Revelacin Divina. Personalmente, yo


creo que estos cristianos haban verdaderamente recibido una revelacin de
Dios, a travs del Espritu, que Pablo sufrira si viajaba a Jerusaln. Esto fue
muy exacto. Mi experiencia personal y el conocimiento de cmo se recibe
revelacin fuera de Dios y cmo se expresa a travs de por vasos humanos
imperfectos me hace saber que ellos pudieron haber dado su propia aplicacin
e interpretacin de lo que Dios les haba revelado. En lugar de simplemente
decir que le esperaba peligro a Pablo en Jerusaln ellos le dijeron que no
debera ir. As su comprensible deseo de protegerlo result en una aplicacin
generada en su propio corazn, ms que generada en el Espritu Santo de lo
que el Espritu estaba buscando expresar por medio de ellos.
La Biblia no registra condenacin alguna de estos cristianos en Tiro por
su aparentemente inadecuada interpretacin. Pablo no envi una carta a sus
ministros colegas previnindoles de tener cuidado de cualquier profeca que
viniera de los discpulos en Tiro.
Tampoco la Iglesia en Tiro envi un reporte sobre Pablo diciendo que l
estaba haciendo su propia voluntad y en rebelin contra la revelacin proftica
de Dios. Estas personas que profetizaron no murieron apedreados o acusados
de falsos profetas. Ms bien basados en la evaluacin de su palabra por parte
de Pablo como lo evidencia su respuesta a l - haban errado al dar una
profeca personal.
La Profeca de Agabo a Pablo: Algunos das despus que Pablo recibi la
profeca en Tiro, el recibi otra palabra en su camino a Jerusaln por parte del
profeta Agabo, a quien encontr en Cesarea. Este profeta del Nuevo Testamento
tom el cinto de Pablo, at sus propias manos y pies con l, y dijo: As atarn
los judos en Jerusaln al varn de quien es este cinto y le entregarn en
manos de los gentiles (Hch. 21:11).
Dentro de esta profeca hay dos detalles particulares que parecen no
haberse cumplido literalmente de acuerdo a la narrativa bblica. El primero
involucra la palabra atar, la cual en griego aqu significa atar, amarrar o estar
atado, la segunda involucra la palabra griega que se traduce entregar, la cual

significa rendirse o transmitir. Crtico al sentido de esta ltima palabra esta la


idea de activa, conscientemente y voluntariamente pasar algo a alguien o
alguna cosa a otra persona, se emplea as en todas las 119 veces que se usa en
el Nuevo Testamento.
Cuando leemos ms tarde en Hechos lo que le pas a Pablo en Jerusaln
(vv. 17-46), encontramos que estos dos detalles son inexactos. Los judos de
hecho no ataron a Pablo y lo entregaron a los romanos. En lugar de eso, los
romanos lo tomaron y lo ataron ellos mismos (v.

33), rescatando de ellos

contra su voluntad, como el capitn romano tambin report despus en una


carta de gobernador (Hechos 23:27).
Fue exacta? Debemos notar que era el hbito de los escritores
mencionar el cumplimiento especfico de una profeca, como de hecho Lucas
hizo cuando el mismo profeta Agabo, en otra ocasin, correctamente predijo la
llegada de una hambruna (Hechos 11:28). Pero Lucas registra los eventos del
arresto de Pablo en Jerusaln en Hechos 22 sin comentarlos.
Si la palabra fue inexacta, que acerca de la habilidad y obligacin de los
ancianos en Cesarea de juzgar la profeca? Entre los presentes se encontraba el
evangelista Felipe, sus cuatro perceptivamente profticas hijas, y vanos otros
ancianos los cuales viajaban con Pablo (Hechos 20:4) no deberamos esperar
que ellos hubiesen respondido si ellos discernieran que un profeta estaba
hablando una palabra equivocada a su apstol?
La situacin es adicionalmente confusa por el hecho de que Pablo ms
tarde report a los lderes judos en Roma que el fue entregado (la misma
palabra griega) como prisionero desde Jerusaln en las manos de los romanos
(Hechos 28:17). Si el uso proftico de la palabra entregado fue inexacto,
entonces por qu el mismo Pablo describe el evento de esta manera?
Talvez la mejor leccin que podemos aprender de esta situacin es que
nosotros deberamos evitar todo pequeo Jot and Tittle de una palabra
proftica para determinar su exactitud. Detalles tales como aquellos que fueron
aparentemente inexactos en las profecas de Agabo pueden hacer poca
diferencia en punto de vista total que dios est tratando de hacer ver. As que

no debemos ser rpidos al juzgar una profeca como inexacta simplemente


sobre la base de puntos insignificantes.
Humildad y Rendicin de cuentas. Ya que todos los ministros
profticos son falibles y sujetos a cometer errores, nuestra mejor estrategia es
cultivar un espritu de humildad mientras ministramos que invite a la
investigacin y correccin.
Debemos mantener tambin relaciones de rendicin de cuentas con un
supervisor espiritual y con otros lderes en el cuerpo de Cristo.
Todas las profecas personales en las conferencias de CI - NPM son
grabadas. De esta manera la persona que profetiza puede mantenerse
rindiendo cuentas por lo que dijo, y el pueblo que escucha la profeca puede
mantenerse con rendicin de cuentas de mal interpretarla, aplicarla mal o
fallar de recordar correctamente lo que escucharon.
Adicionalmente, dondequiera que miembros de CI - NPM ministran fuera
de su propia Iglesia u organizacin, se les pide dejar hecha una evaluacin del
ministro presidente o el ministro anfitrin del lugar. Este formulario
confidencial se enva directamente al obispo de la red para revisin.
Creemos que estos dos mtodos contribuyen a tener un efectivo sistema
de rendicin de cuentas para tratar palabras inexactas.
Dando

Seguimiento

Palabras

Aparentemente

Inexactas.

El

seguimiento adecuado a una palabra inexacta depende en gran medida del


tiempo, el lugar y el contexto en que la palabra fue dada. Si se dio, por ejemplo,
en una iglesia local, el seguimiento adecuado debe involucrarse a los ancianos
no locales, al ministro proftico y su supervisor espiritual, y a la persona que
recibe la profeca.
Si la audiencia que escuch la palabra inexacta fue local ms que a nivel
nacional, no hay razn a que se le d seguimiento nacional cuando se le d
seguimiento al incidente. Pero si la palabra fue publicada nacionalmente en
medio impreso o en una transmisin hay necesidad de que exista un
seguimiento pblico con la misma audiencia.

1. Cul es el motivo? El motivo para dar este seguimiento debe ser


examinado. Se necesita que a la profeca se le de seguimiento para ayudar a la
persona que la recibi. Si de la profeca resulta confusin o duda, debe
entonces darse consejera.
Por otra parte, puede haber otros y menos tiles motivos. Por ejemplo,
est alguien simplemente tratando de probarle al profeta que estuvo lejos del
blanco?
La escritura dice: Contra un anciano no admitas acusacin sino con dos
o tres testigos (1 Tim. 5:19). Esto se hace as para la proteccin de los lderes
quienes pueden ser

con falsos reportes. Nosotros debemos ser cautos de

recibir muy rpidamente una acusacin contra la moral sexual personal o la


integridad financiera; de la misma manera debemos evitar calumniar el
ministerio de alguien declarando que l o ella han dado una falsa profeca
cuando los hechos no dan sustancia absoluta a la acusacin. Y aun cuando se
ha comprobado una palabra inexacta, creyentes maduros deben darle
seguimiento, los cuales entiendan que el propsito de Dios para la disciplina es
redentor y conciliatorio.
Si una profeca inexacta es tratada pblicamente en una Iglesia local, a
la congregacin debe proversele una perspectiva balanceada que coloque la
palabra en el contexto entero del ministerio del profeta. Si al pueblo se le dice
acerca de las profecas exactas y la calidad del ministerio que tiene lugar
adicionalmente a la palabra inexacta, algunos sern prevenidos de desarrollar
una actitud de desconfianza hacia un verdadero profeta de Dios.
2. Qu Decir Acerca de Profecas que Parecen Contradecirse Una con
Otra? Cuando vemos las profecas mesinicas del Antiguo Testamento,
nosotros podemos entender por qu el pueblo de Dios puede haber estado
confundido o dudoso acerca de algunas de ellas. Algunas de las palabras que
profetizan la vida y el ministerio de Jess parecen en la superficie ser
contradictorias o an mutuamente exclusivas.

Por ejemplo, el profeta Miqueas dijo que el Mesas nacera en Beln


(Miqueas 5:2), sin embargo el profeta Isaas dijo que su luz brillara en Galilea
de los Gentiles (Is. 9:1,2). Adicionalmente el profeta Oseas predijo que el Hijo
de Dios saldra de Egipto (Oseas 11:1).
La confusin resultante llev a algunas personas a dudar del Mesianismo
de Jess (Juan 7:41-43). Cual de estas profecas fu verdadera?
Como result, por supuesto, todas ellas fueron profecas genuinas
cumplidas por la vida de Jess. Pero solamente despus que todo pas fue
claro como estas aparentemente contradictorias palabras podan todas ser
verdaderas.
Algunas veces los hechos superficiales parecen contradecir la exactitud
de una profeca o la validez de su cumplimiento.
Los fariseos y telogos, por ejemplo, declararon que Jess no poda ser el
cumplimiento de las profecas concernientes al verdadero Profeta - Mesas,
porque no haba profecas acerca de Su nacimiento y desarrollo en Nazareth de
Galilea.
As que la informacin superficial que ellos conocan los llev a rechazar
a Jess.
El hecho oculto del asunto, sin embargo, fue que l fue realmente nacido
en Beln de Jud, lo cual estuvo de acuerdo con las profecas mesinicas. As
que la presuncin de los fariseos y otros los condujo a perderse el
cumplimiento de la profeca cuando sta tuvo lugar.
Nosotros hemos visto a Dios juzgar profetas por dar profecas
presuntuosas.

Qu

entonces

har

aquellas

que

declararon

presuntuosamente que profecas verdaderas son falsas?


Siervo Sufriente o Rey conquistador? Nosotros podemos tomar un
segundo ejemplo de las profecas mesinicas. El profeta Isaas dijo que el
Mesas sera un siervo sufriente, herido, golpeado y asesinado por nosotros (Is.
53:4-9). El profeta Daniel, sin embargo, vio al Mesas, a quien el llam el Hijo
del Hombre, venir en nubes de gloria como Conquistador y Liberador. (Daniel
7:13-14). La aparente diferencia entre estas dos figuras del Mesas llev an

ms gente a tropezar en su entendimiento de Jess. Si el Mesas deba venir


con poder, cmo poda Jess ser el Mesas?
De nuevo, como result ser, ambas imgenes profticas son verdaderas.
Pero para que se cumplan, el Mesas debe venir dos veces: la primera vez como
Siervo sufriente, la segunda como Rey Conquistador. La mentalidad que el
pueblo tena en los das de Jess previno que muchos lo aceptaran porque la
realidad acerca del Mesas era ms complicada de lo que ellos haban
anticipado, aun cuando la profeca haba predicho ambas venidas del Seor.
Toma Paciencia el Procurar las Profecas Personales Progresivas. Yo
he testimoniado de algunos que han sido desalentados con sus profecas a
algunos que an ms, las rechazan, debido a su aparente confusin,
contradiccin o su parcial cumplimiento. Para evitar tal desaliento, debemos
mantener en mente un principio importante de las proclamaciones profticas:
no todas las declaraciones hechas dentro de un mismo flujo de palabras
profticas sern necesariamente cumplidas en el orden hablado o dentro de un
marco de tiempo sencillo.
Considere por ejemplo, el flujo de palabras profticas de Isaas acerca del
ministerio del Mesas, registrado en Isaas 61:1-2:
El Espritu del Seor est sobre m, porque me ungi Jehov, me ha
enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los
quebrantados de corazn, a publicar libertad a los cautivos, y a los
presos apertura de la crcel a proclamar el ao de la buena voluntad
de Jehov, y el da de venganza del Dios nuestro...
Jess ley esta profeca en voz alta en la sinagoga y declar que en l se
estaba cumpliendo (ver Lucas 4:16-21).
Sin embargo, Jess no cit el flujo completo de la profeca. l realmente
par en la mitad de la oracin, porque la parte de la profeca que l estaba
cumpliendo en su primera venida se detena en la frase a proclamar el ao de
la buena voluntad de Jehov. Aun porcin subsiguiente de esa oracin - y el

da de la venganza del Dios nuestro. Tambin se aplicaba a l pero no ser


cumplida sino hasta la segunda venida de Cristo como juez de la tierra. De este
modo aun dentro de una sola oracin o profeca, dos eventos que estn
apartados por miles de aos son predichos.
Los fariseos pudieron haber acusado a Jess de no citar y aplicar
adecuadamente la profeca Mesinica de acuerdo a su propia y rgida
interpretacin y aplicacin de ella. Fcilmente ellos pudieron haber dicho,
pero que con respecto a el da de la venganza de nuestro Dios? Por qu no
mencionaste eso? No vemos tu juicio divino pronunciado sobre el mundo, y si
no ests completando todas las declaraciones de esta profeca juntas, entonces
no se le aplica a ti.
Ahora, conociendo como sabemos que la segunda venida traer el da
de la venganza del Dios nuestro nosotros podemos ver que tal acusacin por
parte de los fariseos hubiera reflejado su propio limitado entendimiento y
experiencia del proceso proftico. Ellos pudieran haber rechazado la idea de
que la profeca de Isaas se aplicaba exactamente a Jess porque ellos no
conocen los dos mil aos que estaban entre las dos partes una sentencia
proftica sencilla.
Lo mismo fue verdad para el flujo de declaraciones profticas que el
ngel Gabriel profetiz personalmente a Mara, la madre de Jess:
Y ahora, concebirs en tu vientre, y dars a luz un hijo, y llamars su
nombre Jess. Este ser grande y ser llamado Hijo del Altsimo; y el
Seor Dios le dar el trono de David su Padre; y reinar sobre la casa de
Jacob para siempre y su Reino no tendr fin.
Lucas 1:31-33
Varias de estas declaraciones, aunque todas fueron habladas en la
misma ocasin, se aplican a un tiempo y estacin de cumplimiento diferentes.
La Palabra proftica acerca de la concepcin de Mara fue cumplida
inmediatamente. La palabra acerca del nacimiento de Jess tuvo lugar ms

tarde en el tiempo y estacin normal de los nueve meses despus de la


concepcin. Y las declaraciones acerca de l Reino Eterno de Jess todava
deben ser cumplidas.
Con estos ejemplos en mente, debemos recordar que as como no
debemos juzgar tan rpidamente

las profecas como inexactas, tampoco

debemos apurarnos a juzgarlas como contradicciones. Nosotros podramos


simplemente no tener suficiente informacin para emitir el juicio. El tiempo y
la experiencia pueden probar bien, como hicieron con las profecas mesinicas,
que las palabras profticas solamente parecan ser contradictorias. Aquellas
que parecen ser mutuamente excluyentes ahora pueden bien mostrarse a s
mismas complementarias a medida que Dios haga las cosas en su tiempo.
La Vida Posee Diferente Estaciones. Mantenga en mente que la vida
tiene sus estaciones, y que cada una es nica. Una profeca puede referirse a
una estacin determinada en la vida de una persona, y otra profeca a otra
estacin. As que si una palabra, por ejemplo, habla acerca de abundancia
financiera, mientras que otra predice tiempos difciles, estas probablemente no
se contradicen, sino mas bien describen diferentes perodos de tiempo en el
futuro.
Tambin tenga cuidado de leer mucho las palabras. Algunas veces las
contradicciones se dan en nuestras asunciones acerca de lo que las palabras
profticas dicen, y no en lo que ellas dicen verdaderamente.
Por ejemplo, una profeca puede decir que un hombre tiene un llamado a
ser profeta, mientras que dice que l tiene un corazn de pastor, y otra dice
que l har trabajo de evangelista. Aparte de la posibilidad de que estos tres
ministerios puedan tener lugar en diferentes estaciones de su vida, debemos
hacer notar que tener un corazn de pastor no es lo mismo que ser llamado
al oficio de pastor, ni hacer el trabajo de un evangelista es lo mismo que ser
llamado como evangelista. Si asumimos que tres tipos diferentes del llamado al
quntuple ministerio han sido profetizados a la misma persona, podramos
concluir que las profecas se contradicen una a otra. Pero si prestamos

atencin cercana a lo que fue exactamente dicho, las contradicciones aparentes


desaparecen.
Por ejemplo, si yo hubiera recibido varias profecas de personas
diferentes cuando fui adolescente, y cada profeca hubiera descrito un aspecto
diferente de los varios ministerios que yo he tenido durante los siguientes
cuarenta aos, me hubiera podido confundir o pensar que los profetas se
contradicen uno a otro.
Uno pudo haber profetizado que sera pastor, otro; que yo enseara,
otro, que yo sera profeta; y otro, que yo hara un trabajo apostlico. Yo hubiera
recibido palabras acerca de tener un ministerio viajero y ministrando en un
lugar, acerca de prdidas financieras y prosperidad financiera, y as hubiera
seguido.
En esa edad y etapa de mi vida yo hubiera gritado confundido: Cul es
el ministerio al que he sido llamado? Tendr un ministerio local o mundial?
Ser popular o ser perseguido, limitado en mis recursos o bendecido
financieramente?
Sin embargo, todas estas palabras profticas pudieron haber sido
exactas en describir una estacin de mi vida u otra. Yo fui pastor por seis aos
y maestro en el Colegio Bblico por cinco aos. He hecho el trabajo apostlico
de fundar y construir el Christian International College y la Red de Ministros
Profticos. Mientras tanto, a travs de mi vida ministerial completa yo he
funcionado como profeta.
Si usted recibe varias profecas que parezcan confusas y contradictorias,
no se desanime o tire lejos las preferencias. Slo permtale al tiempo y a la
experiencia de la vida probar su exactitud.
3. Se Realiza la Profeca Normalmente de Acuerdo a las Experiencias
Humanas? Cristo fue el cumplimiento del cientos de profecas del Nuevo
Testamento. Pero an as hombres y mujeres en su entendimiento natural de
estas profecas encontraron difcil recibirlo como el Mesas (Juan 6:41; 10:24).
Por esta razn, debemos concluir que una mente natural por si sola no es

suficiente para determinar cuando una profeca ha sido cumplida. Debemos


tener un espritu devino de revelacin - as como debemos discernir
correctamente el significado de la Escritura.
Tome otro ejemplo bblico. Los escritores del Nuevo Testamento
declararon por el espritu de revelacin que ciertas profecas del Antiguo
Testamento fueron cumplidas por eventos que a veces contradicen meramente
el entendimiento natural y las circunstancias.
El primer Pentecosts nos da una ilustracin que ayuda.
Pedro habl por revelacin cuando el describi esa da como un evento
hablado por el profeta Joel en relacin al derramamiento del Espritu Santo
(Hechos 2:16), mientras tanto, aquellos sin la revelacin vieron el mismo evento
y se preguntaron, Qu significa esto? (vv. 12,13). Este fue un evento histrico
sin precedentes, que cumpli profecas - pero muchos no percibieron su
importancia y as se perdieron sus beneficios.
El profeta Isaas predijo la destruccin de Israel, diciendo que a travs de
la invasin de Babilonia Dios hablara con juicio a su pueblo en lengua de
tartamudos, y en lengua extraa hablar a este pueblo (Is. 28:11). Esto de
hecho tuvo un cumplimiento literal en la historia. Aunque tom la profeca y la
aplic para describir el don de lenguas dado por el Espritu Santo a la Iglesia (1
Co. 14:21). Aunque la profeca del Apstol pueda parecer a la mente natural
fuera de contexto y hermenutica mente incorrecta, aun as debemos aceptar
su interpretacin como vlida y divinamente revelada porque es parte de las
Escrituras del Nuevo Testamento.
Un Ejemplo Personal. En una escala mucho menor, mi propia vida
provee varias ilustraciones claras de cmo las profecas a menudo suceden de
otra manera diferente de la que nosotros mismos visualizamos. Una vez, por
ejemplo, fui a ministrar profeca, extendiendo mi fe para una aseveracin de
Dios de que el suplir una necesidad financiera desesperada. Faltaban dos das
para que se venciera el pago de $ 40,000.00. Una aseveracin en la profeca
que recib dijo. Yo suplir tu necesidad, porque negarte a ti sera negarte a mi

mismo. As que me fui confesando que mi necesidad financiera sera


satisfecha. Pero result que el pag jams fue hecho.
Qu pas? Le dije al Seor que l no haba cumplido Su promesa
proftica a m. Dios respondi S lo hice. Cubr la necesidad que promet
cubrir profticamente a travs de mi siervo. El problema es que t pensaste
que tu mayor necesidad era ese pago. Pero yo vi. una necesidad aun mayor que
ese dinero, y he cumplido esa necesidad fielmente. l entonces ilumin mi
mente para que pudiera ver cuan grande fue la necesidad que l satisfizo esa
noche, y aprend de nuevo una vieja leccin: el cumplimiento proftico no viene
siempre de acuerdo a nuestros deseos y expectativas.
4. Por qu Dios permite que se Manifiesten los Falsos Profetas y la
Profeca? Podramos contestar la pregunta con una serie de otras preguntas,
cuyas respuestas son todas las mismas: por qu Dios permite falsos maestros
y falsas enseanzas? Por qu estas herejas y cultos? Por qu hay
charlatanes y farsantes en la Iglesia?
La respuesta bblica a estas preguntas es que Dios permite un falso ministerio
por varias razones. Primero, l permite probar el corazn de su pueblo:
Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soador de sueos, y te anunciare
seal o prodigios, y si se cumpliere la seal o prodigios que l te anunci,
diciendo: vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvmosles; no
dars odo a las palabras de tal profeta, ni al tal soador de sueos, porque
Jehov vuestro Dios os est probando, para saber si amis al a Jehov vuestro
Dios con todo vuestro corazn y con toda vuestra alma.
Deuteronomio 13:1-3
Estas pruebas divinas demuestran si el pueblo de Dios lo seguir a l o se ir
tras un hacedor de milagros que los aparte de sus mandamientos y su
voluntad.

Segundo, Dios permite que los falso aparezca porque el contraste entre lo
verdadero y lo falso provee una oportunidad para discernir las diferencias
claramente y que entre vosotros haya discusiones, para que se hagan
manifiestos entre vosotros los que son aprobados (1 Co. 11:19).
Tercero, Dios permite que lo falso se levante como fuente de error y
engao para aquellos que son deshonestos: Y como ellos no aprobaron tener
en cuenta a Dios, Dios les entreg a una mente reprobada, para hacer cosas
que no convienen (Ro. 1:28).
Juicio y Separacin: cuanto, Dios usa lo falso para traer juicio sobre los
desobedientes. Jeremas nos dice que en sus das los falsos profetas se haban
multiplicado en medio del pueblo de Dios, conducindolos al error y llevndolos
a la inmoralidad. Pero ellos vinieron a ser una herramienta en manos de Dios
para juzgar la maldad de su gente, porque ellos falsamente predijeron paz
cuando de hecho Dios planeaba la nacin (ver Jer. 23: 9-40).
Finalmente, Dios permite que lo falso aparezca en medio de Su pueblo
para que l pueda separar a aquellos que estn comprometidos con Sus
propsitos de aquellos quienes tienen curiosidad acerca de aquello que est
sucediendo. Usted puede estar seguro de que cuando los lderes religiosos de
los das de Jess se levantaron en contra de l, hablando falsamente y
causando controversia, muchos que lo haban seguido hasta ese punto
simplemente para ver los milagros consecuentemente cayeron en lugar de
presionar para saber con certeza lo que era cierto. De una manera similar, yo
creo que la controversia que ahora se da alrededor del ministerio proftico se
agudiza en los das que vienen, porque Dios nunca hace fcil que lleguen las
verdades presentes. Como el ejrcito de Geden, el grupo de 22,000 quienes
tienen un corazn que se desvanece y son desalentados sobre el desbalance,
los extremos y el error tendrn una amplia oportunidad de irse a casa y
rendirse al movimiento entero por el problema de unos cuantos.
5.Cmo Podemos Sopesar y Probar que una Palabra es Verdadera as
como Tener Fe en la Palabra del Seor y Creerle a sus Profetas? Cuando

tratamos de ser fieles as como responsables en responder a la profeca


personal, a veces nos encontramos en un dilema. Por un lado, la actitud
escritural hacia recibir la profeca

es positiva somos llamados a no

menospreciar las profecas (1 Ts. 5:20). Somos alentados a creerle a los


profetas de Dios para poder (2 Cro. 20:20). Y hemos aprendido que la Palabra
de Dios no ser beneficiosa si no es mezclada con fe en nuestros corazones
cuando la recibimos (Hch. 4:2).
Por otro lado las Escrituras nos previenen que no todas las palabras que
dicen venir de Dios son verdaderamente inspiradas por el Espritu Santo. En el
versculo que sigue inmediatamente a la exhortacin de Pablo de no despreciar
las profecas, el previene, examinadlo todo (1 Ts. 5:21). Cuando el apstol le
recuerda a los Corintios que todos deben profetizar l hace notar que sus
palabras sin embargo sern juzgadas (1 Co. 14:31,29). No podemos
inocentemente asumir que cada pronunciamiento que reclame autoridad
proftica debe ser credo sin ser cuestionado.
Un Difcil Dilema. El dilema se agudiza cuando la palabra si es
verdadera, llama a accin de parte del oyente. Por ejemplo en el Antiguo
Testamento, Dios orden una vez a un joven profeta ir de Jud a Bethel y
profetizar en contra del altar dedicado a los falsos dolos del Rey Jeroboam.
(Ver 1 Reyes 13:1-32) entonces, dijo el Seor, l deba retomar por una ruta
diferente sin parar a comer o beber a lo largo del camino.
Sin embargo, un viejo profeta de Betel lo conoci en el camino y le
minti, diciendo que un ngel lo haba instruido que le dijera al joven profeta
que viniera a la casa del viejo para cenar. El joven profeta crey que la palabra
era de Dios, hizo lo que el viejo le dijo - y muri bajo el juicio de Dios por
desobediencia. Su culpabilidad lo destruy.
Una Hambruna Profetizada. Un ejemplo opuesto viene del Nuevo
Testamento cuando el profeta Agabo profetiz en Antioqua que el mundo
sufrira una sequa y hambruna, los discpulos de la Iglesia que escucharon la
palabra tenan una opcin: Podan actuar sobre la palabra en fe y obediencia
tomando una ofrenda de ayuda para enviar a la Iglesia en Judea. O podan

esperar para ver si la palabra verdaderamente suceda y si suceda, ellos


perderan la oportunidad de responder.
Aparentemente, estos tempraneros creyentes de Antioqua estaban
dotados con discernimiento y tenan un testimonio corporativo tanto de Agabo
como de su prediccin. Se movieron en fe de acuerdo a la palabra que le habl,
y la profeca de hecho se cumpli (Hch. 11:27-30).
Una Gran Ola en la Florida. Para tomar un ejemplo ms reciente al final
de 1970 una mujer profetiz que la nacin de Guatemala sufrira un terremoto.
Sucedi justo cuando ella lo haba predicho. As que cuando un poco despus
ella profetiz que el Estado de Florida sera inundado por una gran ola en una
fecha particular, usted entender por qu algunos cristianos estaban
aprehensivos a medida que el da aproximaba. Ya que la palabra anterior de la
mujer haba sido exacta, ellos se preguntaron Debera actuar sobre esta
palabra y salir de Florida?
Una Iglesia en particular estuvo tratando de obtener la mente de Cristo
en el asunto y le escuch decir que no habra gran ola. Report esto a la iglesia,
y despus que los ancianos tomaron consejo juntos, decidieron quedarse. La
ola nunca lleg.
Dos Precauciones. Que debemos hacer en una situacin similar? Para
evitar el engao de falsas profecas podemos tomar dos precauciones. Primero
podemos llegar a ser educados y maduros en las Escrituras y en el Espritu
para ejercitar discernimiento basado en la verdad bblica y en un testimonio
interno. Simplemente no hay sustituto para la madurez espiritual y el
entendimiento bblico.
Cuando tenemos una relacin cercana con Jess, entonces conoceremos
la voz del Pastor. An si nuestras palabras no entienden la Palabra proftica,
nuestro espritu ser capaz de aceptarlo o rechazarlo. Podemos aprender a
confiar en el testimonio interno de nuestro propio espritu, tanto con la profeca
misma como con el espritu del que est profetizando.
Jess dijo que la oveja conoce la voz de su pastor y su oveja conoce su
voz. (Juan 10:1-16), pero las ovejas no nacen conociendo las voz del pastor.

Aprenden a conocerla a travs de una relacin continua de escuchar y


responderle. Lo mismo es cierto en nuestra relacin con nuestro pastor.
Segundo, debemos estar bajo la cobertura espiritual de una autoridad
que pueda hablar a nuestras vidas con autoridad y ofrecer consejo sabio acerca
de las profecas que recibe. Nuestro pastor y otros lderes, pueden ayudarnos a
determinar si acaso una profeca es escritural, exacta y dada en tiempo.
Los cristianos no deben ser o tmidos, creyendo toda palabra que
cualquiera habla en el nombre del Seor. Se levantarn indudablemente falsos
profetas dicindole a algunas personas que se divorcien de su esposa,
aconsejando a otros a hacer tratos de negocios desastrosos o poco ticos,
alentando a otros a actuar en muchas maneras impas, si

nosotros

probamos las palabras profticas sujetndolas a la Escritura y a supervisores


espirituales, Dios no juzgar nuestra respuesta como falta de fe; l la honrar
como una sabia obediencia a sus directrices en la Escritura.
Sabiendo que aparecern falsos profetas, los cristianos deban sin
embargo, no plagarse a s mismos de escepticismo o cinismo de tal manera que
dudan aun de verdaderas palabras del Seor. Esta actitud nicamente los
har dudosas e indecisos, robndoles las promesas de Dios (Ver Hebreos
3:18,19).
6.Tendr Siempre la Persona que Recibe una Palabra Proftica Verdadera
un Testimonio en su Espritu de que es Exacta y Viene de Dios?
El testimonio del Espritu a nuestro espritu es una manera de
determinar que si un pronunciamiento proftico es de el Seor: El espritu
mismo da testimonio a nuestro espritu, de que somos hijos de Dios (Ro. 8:16).
Sin embargo, es probablemente la manera mas subjetiva de discernir la
verdadera profeca ya que nuestro testimonio puede ser nublado por nuestros
prejuicios previos a nuestra manera de pensar, nuestro conocimiento
incorrecto, o la incapacidad de conocer lo que hay en nuestro propio corazn.
Toda persona tiene puntos ciegos.

El profeta Jeremas dijo que el corazn es engaoso sobre

todas las

cosas, as que tenemos dificultad en conocerlo verdaderamente. Por esta razn,


no debemos descartar una palabra como inexacta o incorrecta simplemente
porque no tenemos testimonio de ella. (Como determinar verdadero testimonio
en nuestro espritu esta cubierto con ms detalle en los primeros dos
volmenes de esta serie.
Eliseo y Hazael. El profeta Eliseo profetiz una vez a Hazael, un
comandante militar bajo el rey Ben-Hadad de Aram, que el un da quemara
las ciudades de Israel y cometeran atrocidades horribles en contra de su gente,
tales como asesinar sus nios y abrirle el vientre a las mujeres embarazadas.
Hazael respondi a eso con sorpresa, diciendo que el nunca hara tal cosa. l
no se senta capaz de tal degradacin l no pensaba que tal cosa poda estar en
su corazn (ver 2 Reyes 8:7-15). Pedro dio una reaccin similar cuando Jess
le dio una profeca personal dicindole que lo negara.
No obstante, cuando Eliseo tambin profetiz que Hazael sera el prximo
rey de Arm, Hazael fue a ver al rey Ben-Hadad, quien estaba seriamente
enfermo y lo ahog.
Despus de este cruel asesinato, de hecho se volvi rey y procedi a
oprimir al pueblo de Israel a travs de todo su reinado tal como el profeta haba
dicho (2 Reyes 13:22). Aparentemente

el asesinato estaba en el corazn de

Hazael cuando Eliseo se lo profetiz, pero l mismo no reconoce esa realidad y


pens que el profeta haba hablado equivocadamente. l fue engaado por su
propio corazn y de este modo fue incapaz de testimoniar una palabra proftica
verdadera.
Nosotros no Conocemos Nuestros Propios Corazones. Uno de
nuestros miembros del CI - NPM recuerda la palabra que dio a un hombre
acerca de su necesidad de sacar una raz de amargura de su corazn
perdonando a alguien. El hombre reaccion bruscamente, insistiendo en que l
amaba a todos y que no tena nada contra nadie. Sin embargo cuando tom
consejera posteriormente con el ministro proftico, result que de hecho l
haba hecho varios juicios severos contra varias personas y no les haba

perdonado. Aunque el pens que conoca su propio corazn, l no haba


reconocido inmediatamente el problema, aun cuando el haba sido confrontado
directamente con l.
Nunca olvidar una vez cuando estaba profetizando en una Iglesia local a
un hombre cuyo pastor estaba parado directamente detrs de l cuando yo le
ministraba. Cuando la palabra del Seor comenz a tratar con ciertos
problemas de su carcter y temperamento el hombre comenz a fruncir el ceo
y a sacudir su cabeza, como diciendo, no, no, no. Pero al mismo tiempo, su
pastor estaba parado detrs sonriendo e inclinando su cabeza, como diciendo:
si, si, si. El pastor conoca mejor el corazn de ese hombre que ese hombre
mismo.
7.Es el Ministerio Proftico Siempre la Dura Palabra del Seor o Contiene
a Veces una Mezcla de Opiniones, Aplicaciones

o Interpretaciones

Humanas?
Tanto el registro bblico como mi experiencia con numerosos ministros
profticos indican que aquellos que profetizan pueden a veces mezclar la pura
palabra del Seor con sus propias ideas. Solamente dios es infalible. Una
posible explicacin escritural es la que discutimos antes en el ltimo viaje de
Pablo a Jerusaln y a las advertencias profticas que recibi en el camino.
En ese viaje, Pablo le dijo a los ancianos de Efeso (Hechos 20:22,23) en
este y en otros pasajes (Ro. 15:25-31; Hechos 19:21) Pablo indic que el crea
firmemente que este viaje y sus consecuencias en Jerusaln eran la voluntad
de Dios para l, a pesar de las adversidades que involucrara. Sin embargo, los
discpulos en Tiro le dijeron a Pablo a travs del Espritu que l no deba
hacer el viaje (Hechos 21:49.
Qu paso? El mismo Espritu Santo el que expresa una serie de
direcciones profticas opuestas para la misma persona y situacin? Cmo
reconciliamos la declaracin de Pablo de que el estaba impulsado por el
Espritu para ir a Jerusaln con la declaracin de los discpulos en Tiro
previnindole a travs del Espritu que l no deba ir?

Las Pruebas de Dios. Nosotros podemos sugerir un par de posibles


soluciones al acertijo. Una podra ser que el Espritu Santo inspir a los
discpulos en Tiro para que le dijeran a Pablo que no fuera a Jerusaln como
una manera de probar su compromiso para cumplir los propsitos de Dios
para l a pesar de enfrentar sufrimiento, persecucin, prisin y muerte. De
hecho hay antecedentes bblicos que revelan la posibilidad de que Dios no de la
opcin de hacer menos de lo que es el ms alto propsito para nuestra vida.
Por ejemplo, Dios y Elas queran que Eliseo recibiera y llevara el
ministerio proftico de Elas. Pero Elas dio a Eliseo tres opciones y
oportunidades de parar el hecho de recibir el manto proftico. Jess dio la
misma opcin a los Doce cuando otros discpulos comenzaron a dejarlo; l les
pregunto a ellos, Tambin ustedes se quieren ir? (Juan 6:67). Y Geden bajo
la direccin de Dios, dio a sus 32,000 soldados la oportunidad de irse a casa y
no a la batalla. Unos 22,000 escogieron no ir por ese camino con Geden y con
Dios.
Numerosos textos de las escrituras nos dicen que Dios prueba, trata y
supervisa al justo. La primera profeca personal que Pablo recibi despus de
su conversin declar que l sufrira grandes cosas por la causa de Cristo y su
Iglesia. As que los discpulos en Tiro pudieron bien haber sido instrumentos de
Dios para probar la dedicacin de Pablo para cumplir su profeca personal.
Una Mezcla de Palabras Inspiradas por Dios y Palabras Meramente
Humanas. Otra explicacin de la aparente contradiccin entre lo que Pablo
escuch de Dios y lo que los discpulos en Tiro escucharon de Dios podra
considerarse ser un ejemplo de como palabras inspiradas por el Espritu y
Palabras humanamente inspiradas podran estar entretejidas en una expresin
proftica. Talvez lo que los discpulos recibieron a travs del Espritu fue la
misma palabra que Pablo y otros haban recibido acerca del inminente peligro
para Pablo en Jerusaln. Talvez a causa de su amor por Pablo, los discpulos
haban llegado a aadir a esta palabra puro que no fuera (sus compaeros de
viaje ya le haban urgido en una manera similar, Hechos 21:11).

El involucramiento emocional y el deseo personal son dos circunstancias


que frecuentemente obstaculizan la pura expresin de la profeca. As que es
razonable imaginarse que los cristianos de Tiro hayan permitido a sus propias
emociones naturales y sus persecuciones acerca de la voluntad de Dios para su
amigo crearon un flujo impuro de la palabra proftica.
Por muchos aos de dar incontables profecas personales y trabajar con
numerosos profetas, yo he descubierto que es ciertamente posible que esta
mezcla de pensamientos humanos y pensamientos divinos sea posible. A veces
los cristianos pueden sentir exactamente algo en sus espritus mientras al
mismo tiempo fallar en recibir una palabra divina de sabidura para interpretar
y aplicar adecuadamente lo que estn sintiendo requiere das de experiencia
proftica

ganar

la

madurez

la

sabidura

espiritual

para

describir

correctamente y aplicar adecuadamente nuestras percepciones profticas.


Ilustraciones Contemporneas. Para tomar un ejemplo ms reciente, yo
recuerdo una situacin en la cual uno de nuestros ministros profetiz a un
hombre acerca de la reconciliacin de alguien cercano a l. El que estaba
profetizando asumi que significaba una reconciliacin en el matrimonio del
hombre. El descubri ms tarde, sin embargo, que la palabra se refera acerca
de una relacin con el hermano de este hombre, quien estaba en pleito con l
en una situacin como la de Jacob y Esa.
La palabra era correcta, pero la presuncin del profeta acerca de su
aplicacin estaba equivocada. Si el profeta haba dado una interpretacin y
aplicacin basada en sus propios pensamientos, el habra dado una mezcla de
interpretacin humana con revelacin diaria - diluyendo de este modo la
pureza y exactitud de la palabra proftica. Esta es una causa de lo que yo
llamo profeca presuntuosa.
En otra ocasin, un profeta en entrenamiento estaba orando por una
mujer que acababa de perder un hijo en un accidente y estaba lamentndose y
sintindose culpable acerca de eso. El hombre que profetizaba no saba acerca
de la tragedia, pero el vio en el Espritu una imagen de un columpio vaco y la
madre mirndolo con una sensacin de prdida y dolor. l entonces precedi a

interpretar la imagen por s mismo, l dijo que crea que la imagen significaba
que la mujer haba perdido su primer amor por Jess y que Dios quera que
regresara.
Este hombre dio la revelacin correcta pero la interpretacin equivocada,
y consecuentemente sus palabras fallaron en ministrar vida a la mujer. Si
evitramos nosotros mismos esas situaciones, debemos recordar siempre
cuando profetizamos compartir exactamente lo que vemos o sentimos en el
Espritu sin aadir una interpretacin o aplicacin de nuestro propio
pensamiento.
8. Estn los profetas dotados divinamente por Dios para ministrar
profticamente

cualquiera

que

viene

delante

de

ellos

para

ser

ministrados?
El profeta es uno de los cinco ministerios en el cual Cristo ha impartido una
uncin particular que habita con la persona (Ef. 4:11). Los dones de Dios
regalados, no son prestados para ocasiones especiales. Los dones de Cristo
simplemente capacitan el Espritu Humano para operar dentro de las
habilidades de Cristo.
Los pastores, por ejemplo, no necesitan una uncin especial para predicar cada
domingo; ellos simplemente planean predicar y compartir la verdad que Dios
pone en su corazn. Ellos son pastores de sus ovejas veinticuatro horas al da,
independientemente de cuando el telfono suene o cual sea la necesidad. Como
pastores ellos deben estar listos para ministrar en tiempos y fuera del tiempo
(2 Tim. 4:2).
Ministrando por Fe. De la misma manera, la uncin del profeta en l
mora y puede ser tomada de all por la fe en Cristo para dar una palabra a
individuos en necesidad - dondequiera y donde sea que se encuentren. Como
todos los ministros, el profeta debe segn el don que ha recibido ministrarlo
para servir a otros. Como buenos administradores de la multiforme Gracia de
Dios, inclusive hablando conforme a las palabras de Dios. (1 P. 4:10,11).

Pablo nos dice que si un hombre el don de profeca, sese conforme a la


medida de la fe (Rom. 12:6). Cada atributo y habilidad divina. La profeca
incluida - es recibida, activada y ministrada por fe. As que cuando alguien
viene a un profeta necesitando ministracin, el profeta simplemente puede
profetizar por fe, confiando que el don de Cristo que mora en l est disponible.
Sin embargo, un novato en el ministerio proftico se ve a s mismo como
teniendo ms fe y habilidad proftica de la que es real, la persona puede
probablemente dar muchas profecas presuntuosas mientras trata de profetizar
por fe en sus propios dones.
Los Espritus de los Profetas Estn Sujetos. Al mismo tiempo los
espritus de los profetas estn sujetos a los profetas (1 Co. 14:32).
La situacin que ocasion este comentario fue la necesidad de que los
profetas en Corinto tomaran turnos al hablar, pero yo creo que revela la
realidad general de que los espritus de los profetas pueden sujetarse a sus
voluntades, tanto para restringirse como para activarse.
Si este es el caso, entonces nosotros necesitamos evitar regulaciones
religiosas sobre la palabra proftica que intente limitar a Dios. Algunos, por
ejemplo, proclaman que nosotros solamente podemos profetizar si primero
tenemos algn sentimiento particular o una sensacin fsica. Otros insisten
que solamente de cinco a diez personas mximo pueden recibir ministerio
proftico en un determinado servicio.
De hecho, cuando yo fui ministrado por un presbiterio proftico en el
Colegio Bblico en 1953, cerca de ochenta estudiantes haban ayunado por tres
das en preparacin para recibir una palabra proftica. Ellos y muchos otros
cristianos, hambrientos de escuchar la palabra de Dios estaban presentes en la
reunin. An as el ministerio proftico, solamente llam a dos personas, les
ministr y luego cerr el servicio, sintiendo que el Espritu Santo haba
terminado a pesar de los muchos que no recibieron el ministerio.
Por otro lado, mi experiencia y la experiencia de los ministros profticos
que he entrenado, nos ensea que nosotros podemos confiar en don de Cristo
que mora en nosotros cuando lo necesitemos.

Yo puedo profetizar sobre cual yo ponga las manos debido al divino don
del profeta - la Gracia de Dios y la fe fluyendo profticamente de esta manera.
Pablo dijo que nosotros de acuerdo a la medida de nuestra fe. (Ro. 12:6). Todos
los profetas y pueblo proftico no son dotados de la misma manera, ni tienen
ellos la misma cantidad de fe para ministrar cosas espirituales.
Cuando yo fui activado y enviado por primera vez al ministerio proftico
a la edad de 17 aos, yo solamente tena la fe para profetizar profecas
congregacionales. Despus de que un mensaje proftico particular me fue dado
a mi el siguiente ao, una mayor uncin fue activada en mi. Mi exposicin a la
profeca personal increment mi fe para profetizar a individuos de vez en
cuando. Pero mi fe y mi experiencia en el ministerio proftico estaban limitada
a ministrar con otros ministros profticos en presbiterios profticos y
ocasionalmente dando profecas personales a los individuos.
Cerca de una dcada despus, sin embargo, la soberana de Dios se
movi sobre mi una noche en una reunin y me capacit para profetizar
personalmente a las ochenta y cinco personas all presentes. En ese momento
pens que esa sera la nica experiencia de mi vida, pero dos semanas ms
tarde en otra reunin yo profetic a ciento cincuenta personas. Por los
prximos diez aos ese nuevo entendimiento del ministerio proftico me
permiti la fe y la habilidad de practicarlo, y en 1979 comenc a entrenar a
otros para que hicieran lo mismo.
Tratar de explicar en detalle como fue capaz de profetizar por fe en
cualquier momento dado es tan difcil para mi como tratar de explicar los
tecnicismos de como soy capaz de hablar en mi espritu oracin de lenguas en
cualquier lugar y en cualquier tiempo que yo lo deseo (1 Co. 14:14). No dudo
que todos los profetas no han tenido la misma experiencia ni han ellos activado
en este tipo de flujo proftico. Pero las diferencias en el ministerio proftico no
nos hacen a nosotros mayores o menores profetas o pueblo proftico.
Solamente somos lo que somos y hacemos lo que hacemos por la gracia de
Dios.

(Para mayor discusin en este tpico, ver pp. 66-76 del volumen 2 en esta
serie, profetas y Movimientos Proftico).
9. Es Posible Profetizar el deseo de una Persona si el deseo Est en
Conflicto con la Voluntad de Dios Para la Vida de esa Persona?
Esta pregunta genera algunos aspectos difciles, sin embargo, debe ser
tratado. Nosotros podemos ser turbados por el prospecto de que Dios algunas
veces puede hacer

(o al menos permitir) que un profeta hable sobre el

cumplimiento del deseo de alguien aun cuando el cumplimiento no es lo mejor


para esa persona. Sin embargo las escrituras indican que veces el hace lo
mismo.
Nosotros debemos notar primero un principio ms general en la Biblia el
cual es claro ya se que el ministerio proftico est involucrado. Dios algunas
veces nos da lo que desea, an cuando no se lo mejor para nosotros. Esta
realidad es evidente en la parbola del hijo prdigo, en donde el padre - el cual
representa a Dios el Padre - da a su hijo la herencia prematuramente, aun
cuando el Padre sabe que causar la cada de su hijo (Lucas 15:11-31). De la
misma manera ahora podemos insistir en tener nuestra herencia de parte de
Dios el Padre antes de que maduremos lo suficiente para manejarla
adecuadamente.
Nosotros tambin podemos encontrar ejemplos de esta verdad en la
historia de Israel. Cuando los israelitas clamaron por un rey, Dios instruy a
Samuel que ungiera uno para ellos, aunque claramente no era su voluntad (1
Sam. 8). El Seor quera alimentar a Su pueblo solamente con man en el
desierto, sin embargo ellos se quejaban continuamente y deseaban carne. As
que l los dio carne hasta que les sali por las narices

y la vomitaron

(Nmeros 11: 4-34). Y hemos discutido ya el ejemplo de Ezequas, quien


suplic y recibi una extensin a la duracin de su vida - para tristeza de todo
Israel (2 Reyes 21:1-17).
Puede un profeta profetizar realmente el cumplimiento de un deseo
humano que no est de acuerdo con los mejor de Dios? Isaas aparentemente

hizo eso a Ezequas, como Moiss con la carne para los israelitas. Y la uncin
de Samuel fue hecha bajo la orden de Dios en la autoridad del oficio proftico.
Dios hizo que Moiss profetizara codornices en abundancia, y a Samuel
profetizar el reinado de Sal, sin embargo posteriormente, en la medida que
estas profecas fueron cumplindose, l envi juicio, sobre aquellos que
recibieron y actuaron sobre estas profecas.
Dios Puede Enviar un Engao. Dos textos en las Escrituras son
especialmente desconcertantes, uno del Antiguo Testamento y uno del Nuevo.
Dios dijo a Ezequiel que dijera a los ancianos de Israel:
Hblales, por tanto, y diles: As ha dicho Jehov el Seor: Cualquier hombre
de la casa de Israel que hubiera puesto sus dolos en su corazn, y
establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro, y viniere al profeta,
yo Jehov responder al que viniere conforme a la multitud de sus dolos,
para tomar a la casa de Israel por el corazn, ya que se han apartado todos
ellos de mi por sus dolos.
Por tanto, di a la casa de Israel: as dice Jehov el Seor: Convertos y
volveos y vuestros dolos, y apartad vuestro rostro de todas vuestras
abominaciones. Porque cualquier hombre de la casa de Israel, y de los
extranjeros que moran en Israel, que se hubiere apartado de andar en pos de
mi, y hubiere puesto sus dolos en su corazn , y establecido delante de su
rostro el tropiezo de su maldad, y viniere al profeta para preguntarle por m,
yo Jehov le responder por m mismo; y pondr mi rostro contra aquel
hombre, y le pondr por seal y por escarmiento, y lo cortar de en medio de
mi pueblo, y sabris que Yo soy Jehov. Y cuando el profeta fuere engaado
y hablare palabra, Yo Jehov enga al tal profeta; y extender mi mano
contra l, y lo destruir de en medio de mi pueblo Israel.
Ezequiel 14:4-9
Los dolos en el corazn representan los deseos obstinados y egostas que
el pueblo persiste en buscar. El texto de las Escrituras parece indicar que

aquellos que voluntariamente desobedecen a Dios aunque busquen ministerio


proftico pueden bien tomar una palabra mantenindose sus idolatras y
deseos egostas ms bien que manteniendo la voluntad de Dios.
En el Nuevo Testamento, Pablo dice que aquellos que rehsan amar la
verdad: por esto Dios les enva un poder engaoso, para que crean en la
mentira (2 Tes. 2:11). Aunque Satans es el Padre de mentira, nosotros
encontramos en este texto una indicacin de que Dios puede a veces que el
pueblo rebelde escuche una palabra que los aliente a creer la mentira que ya
aman.
Esto parece tambin ser la implicacin de la imagen proftica que el
profeta Miqueas describe al malvado Rey Acab. En esa ocasin, el rey haba
decidido que l quera atacar Ramot de Galaad y buscaba profetas que dieran
alguna sancin divina a lo que l ya haba propuesto en su corazn hacer.
Miqueas vio en una visin celestial a Dios enviando un espritu de mentira a
su mente profetizando que l debera ir adelante y hacer el movimiento militar
que deseaba (1 Reyes 22:19-23)
Prueba Proftica. Algunas veces una profeca probar nuestro corazn
para ver si nosotros cambiramos para cumplir nuestros propios deseos
egostas. Nosotros subconscientemente concluimos, Esto es lo que quiero que
la profeca signifique, de modo que si es como yo la interpreto.
Por ejemplo, una vez conoc a un pastor que recibi una palabra
proftica que inclua una declaracin acerca de tener un nuevo ministerio y
una nueva familia. La persona que le profetiz asumi que la palabra
significaba, que el ministerio del pastor y su familia experimentaran una poca
de renovacin espiritual y en sus relaciones. Pero el pastor mismo, quien tena
un amoro con su lder femenina de adoracin, fue a casa, se divorci de su
esposa, y se cas con la otra mujer diciendo que Dios confirm lo que ya estaba
en su corazn.
Talvez la cosa importante para que los ministros profticos recuerden en
la luz de esta realidad es que debemos ser cuidadosos de no hablar ms all de
los que sentimos en el Espritu. Solamente porque tenemos una palabra de

conocimiento, por ejemplo acerca del deseo de una pareja de casarse o de la


esperanza de un pastor para tener un ministerio nuevo no hay razn para
concluir que el deseo de ellos es tambin el deseo de Dios. Nosotros deberamos
solamente confirmar los deseos del corazn de una persona cuando
escuchamos claramente de Dios que l ha puesto esos deseos en el corazn de
la persona.
10. Qu Motivos Equivocados Deben los Profetas Ser ms cuidadosos de
Evitar en el Ministerio?
Yo pienso que Satans tienta a menudo a los ministros profticos a ser
motivados por un deseo de controlar como por tener ganancia personal.
Los seres humanos son agentes con una moral libre, y mientras que Dios da
direccin divina y confirmacin a travs del ministerio proftico, los individuos
aun son responsables de hacer sus propias decisiones sin que un espritu de
control o de manipulacin los influencie. Los cristianos no deben acudir a los
ministros profticos para controlar cada detalle de su vida y su ministerio. De
otra manera ellos llegarn a ser dependientes en otros seres humanos y en
profecas ms que depender de Dios.
Brujera y Manipulacin. El Espritu de dominacin o control se
manifestar algunas veces por personas quienes sienten el derecho y la
responsabilidad de profetizar detalles intrincados de los otros acerca de con
quien casarse, como gastar o invertir dinero, donde moverse y otras decisiones.
Esto normalmente ocurre cuando una persona se presenta a s mismo o
a s misma como espiritualmente espiritual a otros, convenciendo a los
subordinados de que ellos necesitan el consejo continuo, el consejo y las
percepciones profticas de ser superior para estar en la voluntad de Dios.
Tal dominio puede involucrar a un ministerio proftico en dictar
rdenes de Dios por medio de la profeca, pero tambin puede tomar otras
formas que no involucran el ministerio proftico. Por ejemplo, un pastor puede
seorear sobre el rebao, intentando hacer todas las decisiones menores aun

entre amigos cristianos una relacin de mentoreo en extremo puede llegarse a


formar al punto de que una persona no har nada sin consultar a la otra.
Los cristianos son vulnerables en esto porque la raza humana est
dividida en lderes y seguidores. Aquellos que tienen el perfil de personalidad
del lder son tentados a liderar y controlar a otros por cualquier medio que
tengan. Mientras tanto los seguidores son tentados a que los lderes les quiten
la responsabilidad de tomar decisiones.
Por supuesto este tipo de control no saludable no es verdadera profeca,
ni o mentoreo. Es ms bien brujera y bajo la gua de la autoridad espiritual y
el ministerio.
Para evitar ser controlados por cristianos inescrupulosos quienes utilizan
la profeca como un medio de manipulacin, los creyentes necesitan recordar
que la profeca solamente es un medio para determinar la voluntad de Dios en
sus vidas. Dios tambin confirmar su direccin por las Escrituras, la paz del
Espritu, el consejo pastoral y las circunstancias providenciales. (Vea el cap. 9
del Profetas y Profeca Personal) para descubrir las muchas maneras bblicas
en que podemos personalmente conocer la palabra de Dios, la voluntad y el
camino para nuestras vidas.
Desde la perspectiva del ministerio proftico, es bueno recordar que
todas las palabras profticas deben ser dadas con un espritu de humildad y
libertad. Aun cuando nosotros debemos administrar correccin, nosotros
debemos ser de bajo perfil y accesibles, ofreciendo ajustes sabios y sugerencias
mas que enviando estruendosas condenaciones que pueden intimidar ms que
redimir.
Ministrando en una Iglesia Local. Cuando los ministros que viajan
llegan a ministrar en una Iglesia local, qu autoridad y alcance del ministerio
tienen ellos en este contexto? Algunas personas hoy estn enseando
equivocadamente que los profetas y los apstoles tienen una autoridad que es
superior a los otros ministerios, concluyendo as que cuando un profeta va a la
Iglesia Local a l o a ella les deben, en un sentido permitir tomar cargo de la
Iglesia. Yo escuch de al menos una Iglesia local donde un hombre vino, adujo

ser profeta de Dios para la Iglesia, y procedi a controlar la vida de la


congregacin, dictndoles la estructura de gobierno de la Iglesia, quin deba
ser contratado o despedido, y cambiando el equipo de alabanza. En efecto, el
reemplazo al pastor presidente, quien conoca tan poco acerca del verdadero
papel de un profeta, que accedi a este arreglo porque el profeta haba
validado su autoridad ministrando algunas palabras exactas acompaadas
de sanidades.
Esta es una falsa visin de la autoridad del profeta, (o del apstol) de
permitir que alguna gente domine, dicte y controle congregaciones enteras. No
hay duda que los ministerios profticos y apostlico son ministerios
fundacionales (Efesios 2:20), y Dios de este modo los ha ungido para ayudar en
la estructura de fundacin o reestructura de las Iglesias cuando los invitan a
hacerlo. Pero tenga en mente que el apstol Pablo, aun cuando escriba a la
Iglesia de Corinto a la cual haba apadrinado, inici su correccin apostlica
con estas palabras: No que nos enseoreemos de vuestra fe, sino que
colaboremos para vuestro gozo (2 Cor. 1:24).
Los profetas y apstoles que son invitados a ministrar en una
congregacin local deben recordar que no son invitados a seorear sobre la
Iglesia, cambiando o arreglando lo que quieren. Estn all para ayudar y servir,
no para dominar o controlar.
Yo enseo a todos nuestros profetas y ministros profticos a que se
responsables de dar la Palabra del Seor al pastor y su congregacin. Pero
todas las palabras deben ser dadas bajo al cobertura y aprobacin del pastor
local. Si ellos sienten que las palabras profticas conducen a una correccin o
direccin radical, las palabras deben ser sometidas a la consideracin del
pastor antes de hablarles pblicamente delante de la congregacin.
Esto no compromete la responsabilidad de los profetas de hablar por
Dios, ni los hace meramente complacedora de personas. Dios el es autor de la
estructura y la autoridad delegada. l nunca se disgusta porque un profeta
ministre con y bajo autoridades establecidas.

Usar la autoridad divina y el ministerio de una manera que usurpe la


autoridad divinamente establecida no es tico. La M de mensaje y ministerio
puede estar en lnea, pero si l o ella socavan la autoridad de la Iglesia, las
Ms de mtodo, modales y madurez estn fuera de orden. Hay un protocolo
divino ministrando la palabra del Seor al liderazgo en la Iglesia local o en un
ministerio nacional.
Una Medida de Gobierno. Nosotros tenemos tambin tener en mente
los comentarios adicionales de Pablo a la Iglesia de Corinto: Pero nosotros nos
gloriaremos desmedidamente, sino conforme a la regla que Dios nos ha dado
por medida, para llegar tambin hasta vosotros (2 Co. 10:13).
En otras palabras, Pablo estaba diciendo que l tena una medida de
gobierno, de mandato, en su ministerio apostlico, que esta Iglesia particular:
En esta Iglesia l tena la autoridad dada por Dios para ejercitar sus dones
para poner las cosas en orden. Pro otro lado, haba otras Iglesias en las cuales
l no tena esa autoridad.
Lo mismo es verdad en nuestro ministerio proftico. Iremos a algunas
Iglesias y encontraremos la puerta abierta para tener autoridad para ministrar.
El liderazgo de la Iglesia recibir bien nuestras ideas profticas acerca de las
necesidades y problemas de la iglesia porque ellos reconocen nuestros dones
en esa rea.
En otras Iglesias, sin embargo, nosotros somos invitados solamente para
introducir ideas al pueblo al ministerio proftico, ellos no quieren nuestras
ideas acerca de la Iglesia, o ellos inclusive no quieren saber que tenemos ideas
acerca de la Iglesia. En tal situacin, sera impropio y poco sabio de parte
nuestra decirle al pastor todas las cosas acerca de la Iglesia que nosotros
sentimos que pueden ser cambiadas y necesitan ayuda. Aun as va a ser de
beneficio para ellos, probablemente ellos no estarn disponibles para recibirla
porque ellos no nos han preguntado a nosotros para ese propsito. Nosotros
podramos negar a ser dictatoriales y dominantes.
Ganancia Personal. El verdadero ministerio proftico siempre glorificar
a Dios en la vida de la persona que lo recibe. El Espritu de la profeca es el

testimonio de Jess (Ap. 19:11) y el Espritu Santo fue enviado a glorificar a


Jess (Juan 16:14).
Una manera de examinar el fruto es observar si sus profecas tienden a
promoverse a s mismo o a sus propios ministerios. Algunos han usado la
uncin proftica para manipular a otros para que les enven dinero. Esto no es
solamente auto - promocin, est en el lmite de la brujera y la charlatanera.
El juicio de Dios sobre tal evidente mala representacin de su Espritu ser
severa. Los profetas deben ser entrenados por el Seor a travs de las
circunstancias de la vida para hablar su palabra sin pensamientos de miedo o
favoritismo hacia los otros - pero sin embargo hacerlo con gracia divina y
madurez.
Evite la Apariencia de las Palabras de auto - Servicio. El desarrollar
ministerios proftico hara bien en alejarse de dar palabras que parezcan de
auto - servicio. Esto se aplica especialmente al rea de dinero y donaciones. Yo
estaba ministrando una vez con un profeta a una mujer que ms bien era rica.
Yo no la conoca, pero las otras personas la conocan muy bien.
Yo recib que el Seor quera que esta mujer vendiera una parcela de
tierra y que el Seor le revelara a ella que hacer con las utilidades de la renta,
ella respondi que Dios haba estado tratando con ella acerca de una tierra que
haba recibido como herencia y que la palabra haba sido confirmacin para
ella. Tristemente, cuando el otro profeta le impuso manos a ella y comenz a
profetizar, l incluy en lo que dijo que Dios la dirigira a dar una gran parte
del dinero a cierto ministerio con el cual ella estaba relacionada - esto era, el de
l mismo.
Otra rea de problemas en el cual los ministros pueden manipular para
obtener ganancia personal es en decisiones acerca de la membresa de la
Iglesia. Aunque puede ser la voluntad de Dios par una persona dejar la Iglesia
a la que actualmente acude y comenzar a asistir a otra, profetizar esto puede
parecer a otros una manipulacin - especialmente si la Iglesia hacia la cual se
est dirigiendo a la persona a unirse es la del ministerio proftico. Esto es
particularmente el caso porque la razn por la cual Dios hace que la mayora

de gente cambie de Iglesia es para desarrollar su potencial no liberado como


lder o como apoyo financiero importante.
El principio proftico para profetizar direccin o correccin, dar o recibir
financieramente, es abstenerse de profetizar en estas reas a quien quiera de
quien usted tenga conocimiento natural. Definitivamente no profetizar ninguna
palabra que llevara auto promocin o auto confirmacin o que dara ventaja a
sus propios intereses. Nos s de ningn profeta o apstol sobre la tierra que
pueda moverse en este tipo de profeca sin caer en el auto engao y en las
profecas con motivacin equivocada.
11. Cules son Las Guas Adecuadas Para Ministrar Palabras Profticas
que Traten Con Romance y Matrimonios?
Debemos recordar que el pacto matrimonial en un compromiso de por
vida entre dos personas que

necesitan ser iniciadas con deseo mutuo y

dedicacin - y no bajo la insistencia o presin de la percepcin proftica de otra


persona. Adicionalmente, debemos hacer ver que es demasiado fcil para
aquellos que son cercanos a la persona involucrada, ser motivados por deseos
y sentimientos naturales, los cuales pueden influenciar cualquier palabra que
se d.
Por estas razones, es simplemente sabio evitar profetizar un matrimonio
particular compaeros para otros.
Muchos cristianos creen que Dios les ha mostrado quien ser su pareja.
Esto puede ser verdad, pero si es as, el Espritu Santo tendr que revelarlo a la
otra persona tambin antes de que pueda haber la unidad y el acuerdo
necesario para un matrimonio slidamente fundado. El decir a la otra parte
Dios me dijo que t seras mi esposa solamente lleva a presin y confusin,
especialmente si la persona que escucha esta declaracin es nueva en el Seor.
Si unirse es verdaderamente la voluntad de Dios, suceder sin manipulacin o
esquemas humanos. El principio proftico es que Dios siempre trabaja en
ambas partes por separado, y generalmente en el mismo marco de tiempo,

cuando l es el nico que est dirigiendo verdaderamente los deseos y las


impresiones espirituales de aquellos involucrados.
Deseones. Un hombre de nuestro equipo aconsej a dos mujeres
solteras quienes ambas decan que Dios les haba dicho que ellas se casaran
con el mismo bien conocido (y soltero) ministro. Una mujer insista que las
cartas de levantamiento de fondos que reciba de la oficina de su ministerio
estaban escritas a ella personalmente. Ella tambin reclamaba que una vez en
una reunin con miles presentes, el ministro particular la vio desde la
plataforma con una mirada especial que confirmaba su conclusin.
La otra mujer crea firmemente que el ministro se comunicaba con ella
dndole mensajes en cdigo secreto y plticas implcitas por medio de otros
televangelistas a quienes ella regularmente vea. (Por supuesto que el miembro
de nuestro equipo le dijo que la idea era absurda, pero ella se rehus en
creerle). Aun ella nunca haba tenido mucho ms que conocer al ministro,
darle la mano y hablar con l. Obviamente estas mujeres estaban tan
atrapadas en su deseo de casarse que ellas se haban engaado a s mismas
creyendo que Dios les haba dicho estas cosas.
Me gusta llamar a estos conceptos Deseones o sea un deseo fabricado
como Visin.
Ocasionalmente puede suceder lo que puede ser llamado un matrimonio
proftico, en el cual Dios sobrenaturalmente habla tanto al hombre como a a
la mujer acerca de casarse el uno con el otro. Pero esos casos son
extremadamente extraos, y aun entonces Dios habla claramente a ambos
partes involucradas.
Cada pastor carismtico o pentecostal que conozco y que es soltero tiene
varias mujeres jvenes en su Iglesia quienes estn convencidas que Dios les ha
dicho a ellas que se casarn con l. Yo comenc a pastorear cuando tena
diecinueve aos y era soltero. Aunque la congregacin solamente tena sesenta
miembros, no menos de seis jovencitas en el grupo estaban convencidas a
travs de sus deseones que yo estaba destinado a ser su esposo. Pero la
jovencita de la congregacin con quien me termin casando nunca trat de

iniciar nuestro romance y matrimonio a travs de deseones u otras directrices


espirituales.
Un miembro de nuestra junta de gobernadores ha funcionado por aos
como pastor soltero sobre una congregacin de miles de personas. El poda
hablarle a usted por acerca del nmero de mujeres que le haban llegado con
ideas raras y comportamientos extraos todo en el nombre de la revelacin
proftica o Dios me dijo/ Dios me mostr.
Por otro lado, dos miembros de nuestra junta de gobernadores tenan
matrimonio soberanamente, sobrenaturalmente, divinamente y profticamente
dirigido. Conozco bien estas parejas, y yo puedo afirmar que ellas entraron al
matrimonio simplemente porque Dios le habl a cada una de ellas
independientemente y sin la influencia externa de otros que les profetizaran.
Sin embargo, siguieron con los procedimientos adecuados de confirmacin de
sus padres, consejo pastoral, y confirmacin de otras fuentes crebles.
Usted puede decir que los matrimonios verdaderamente profticos son
planeados en el cielo y concretados en la tierra. Pero yo he descubierto que aun
los matrimonios hechos en el cielo pueden pasar por el infierno en la tierra por
un tiempo hasta que Dios les lleva el amor romntico, la verdad y la madurez
en el matrimonio. Yo no alentara a ninguno que busque un matrimonio
proftico. Pero si Dios lo dirige soberanamente y lo confirma de este modo, no
tema entonces entrar en esta unin. (Vea tambin el captulo 8 en el volumen 1
de esta serie).
12.Cules son las Guas Adecuadas Para Ministrar Profecas a los
Enfermos o a los Moribundos en Relacin a su Sanidad?
La voluntad de Dios es que todos se salven y nadie perezca (1 tim. 2:4).
Sin embargo, de hecho muchos perecen cada da sin el conocimiento salvador
de Cristo. No podemos forzar a las personas a que sean salvas, ni decir que
ellas son salvas simplemente porque la fuerte conviccin de que Dios quiere
que ellos sean salvos.

De manera similar, la sanidad para toda dolencia y enfermedad fue


comprada por los treinta y nueve heridas que Jess recibi, y es la voluntad de
Dios sanar a todos los que estn enfermos (Is. 53:3; Mt. 8:16,17). Aun as no
podemos asumir que cualquier persona particular ser sanada, ni profetizar la
sanidad de alguien simplemente por nuestra fuerte conviccin de que Dios
quiere que se sanen. Solo cuando nosotros recibimos una palabra proftica
especfica de sanidad para una persona en particular debemos profetizar la
sanidad para esa persona. Sanar puede ser una verdadera palabra de logos,
pero puede no ser una palabra rema que pueda ser profetizada a esa persona
en particular en esa ocasin particular.
Adicionalmente, el ministro proftico debe tener no solamente una
revelacin de la enfermedad, sino tambin el poder de ministrar sanidad. Una
cosas son la otra es limitado e inefectivo. (Para discusin adicional de este
asunto, vea el captulo 4 del primer volumen de esta serie, Profetas y Profeca
Personal.
13. Hay Un Curso Normal De Tiempo Para Que La Profeca Sea Cumplida?
La palabra del Seor a personas individuales - tomadas juntas como un todo a
medida que es progresivamente manifestada a lo largo del tiempo a travs de
mltiples

profecas personales - normalmente requiere para su completo

cumplimiento el contexto de la vida entera de la persona y aun su herencia


(descendientes). Es raro, para una profeca acerca del llamado de una persona
y de su ministerio, que sta sea completada en semanas, meses o aun aos.
Ejemplos de David, Jos, Abraham y Sal. Las ilustraciones Bblicas
de esta realidad son numerosas. Por ejemplo, David fue profticamente
identificado y ungido como el siguiente Rey de Israel mientras que el todava
era un joven cuidando ovejas (1 Sam. 16.1-13). An as l no ascendi al trono
hasta la edad de treinta, y el ltimo objetivo de su ministerio real no fue
cumplido sino hasta muchas generaciones ms tarde, cuando Jess su
descendiente, naci para tomar su trono para siempre. (Lucas 1:30-33).

Jos recibi sueos profticos de su ministerio y de su posicin cuando


tena diecisiete aos (Gn. 37:1-9). Pero no sucedi as hasta que tuvo treinta
aos (Gn. 41:46).
La profeca de Abraham para tener una descendencia numerosa le fue
dada cuando tena setenta y cinco aos (Gn. 21:5), pero Isaac naci veinticinco
aos ms tarde (Gn. 21:5) y las multitudes de descendientes mucho despus
de so. La promesa de Dios de dar a Abraham la tierra de Canan fue cumplida
siglos ms tarde a travs de su herencia, el pueblo de Israel, bajo Josu.
Sal, quien vino a ser el apstol Pablo, recibi al tiempo de su conversin
personal una profeca personal acerca de su ministerio de Ananas (Hch.
13:1,2). Pero l no fue lanzado hacia su ministerio apostlico hasta mas de una
dcada ms tarde (Gal. 1:15-18; Hch. 13:1-3).
Estos ejemplos muestran claramente que Dios puede tomarse toda una
vida y an ms para lograr sus propsitos en y a travs de nosotros. As que
nosotros no deberamos sorprendernos si mucho de lo que ha sido profetizado
sobre una persona an no ha sido cumplida. Yo solamente he conocido a una
persona quien me dijo que todas las profecas personales que ella haba
recibido le haban sucedido - y ella muri tres semanas despus que ella hizo
esta declaracin. Solamente al final de su vida todas las promesas de Dios para
ella le haban sido cumplidas.
14. Revelarn Todas las Profecas Personales la Voluntad de Dios Para la
Vida Entera de Una Persona?
Cualquier

profeca

personal

muestra

solamente

una

pieza

del

rompecabezas de la voluntad de Dios para la vida de una persona. Pablo dijo a


los Corintios que nosotros profetizamos en parte (1 Co. 13:8) as que una
profeca personal no debe ser aceptada como la ltima palabra del plan de
Dios ni como una visin total de la vida y ministerio del individuo.
Abraham, por ejemplo, recibi once profecas personales de dios en el
curo de sus 175 aos de vida. Si los tomamos juntos, ellos revelaron
progresivamente los propsitos que siempre estn expandindose, de Dios para

l y le proveyeron una creciente claridad a su llamado y propsito (para


discusin adicional en este asunto, vea las pginas 145- 149 del primer
volumen de esta serie, Profetas y Profeca Personal).
Esto tambin significa que si en una ocasin dad ala palabra proftica
que recibimos no toca un asunto particular, no podemos conducir que el
asunto no es de importancia para Dios. Si por ejemplo, si nosotros estamos
esperando una palabra acerca de provisin financiera y en cambio recibimos
una palabra acerca de la prioridad de Dios en esa ocasin fue prepararnos para
el nio ms que consolarnos acerca de la provisin que l ha planeado. Y si
Dios no revela algn pecado original nosotros podemos concluir solamente que
su misericordia se ha extendido sobre nosotros un poco mas - no que l ha
decidido no tomar en cuenta o excusar nuestra conducta (ver Ex. 4:24).
15. Cules deberan ser los resultados del ministerio proftico?
El ministerio proftico puede tener muchos resultados beneficiosos para
los cristianos. Sobre todo, la profeca edifica la iglesia dando resistencia, aliento
y consuelo a los santos (1 Co. 14:3, 12,26).
Los profetas son piedras fundamento para edificar la Iglesia local, y su
ministerio puede ayudar en la estructura del gobierno y la reestructuracin de
una congregacin (Ef. 2:20). Ellos pueden presentar tambin revelacin divina
a la Iglesia local que le ayudar a cumplir su mandato sobre la tierra delante
de Dios. Junto con los otros cinco ministerios, los profetas han sido dados a la
Iglesia para equipar a los creyentes para sus propios ministerios y trabajos de
servicio. (Ef. 4:11,12). En particular, los profetas pueden completar esta
funcin de equipamiento conduciendo y actuando a los individuos a sus
ministerios.
Evite la Rudeza y la Condenacin. A la luz de la funcin redentora y
edificante que Dios ha intentado para el ministerio proftico, nosotros debemos
evitar la rudeza, el juicio, las palabras crticas que solamente condenarn a
aquellos que las reciben. Por ejemplo, yo recuerdo una ocasin cuando un
profeta declar pblicamente a un hombre joven que l tena una mente

sucia y que l estaba lleno de perversidad, cuando el hombre comenz a


llorar - probablemente de humillacin - el profeta le dijo que se callara y se
sentara.
Debido a que la actitud

del profeta fue dominante y de juicio, la

situacin del joven fue empeorada ms que redimida. El joven estaba tan
herido, avergonzado y ofendido que dej de ir a la Iglesia. As que recuerde: es
la amabilidad de Dios la que conduce a las personas al arrepentimiento.
16. Cmo Deben Relacionarse Los Profetas y Ministros Profticos con el
Resto del Cuerpo de Cristo?
De acuerdo a las instrucciones del apstol Pablo a la Corintios, Dios ha
establecido a los profetas en la Iglesia para funcionar junto a y en medio de
otros dones ministeriales (1 Co. 12:28). Los Profetas no deben ser solitarios o
considerarse a s mismos demasiado santos para asociarse con gente normal.
Ellos son los primeros de todos lo discpulos de Jesucristo, miembros
productivos del Cuerpo de Cristo, y por tanto ministros dotados establecidos en
la Iglesia.
Cuando

miramos

la

Iglesia

del

Nuevo

Testamento

Antioqua,

encontramos que los profetas y maestros fueron los primeros en relacionarse


con la congregacin. Ellos fueron enviados fuera en viajes misioneros de la
Iglesia local de acuerdo con la direccin que Dios les daba (Hch. 13:1). Despus
de cada viaje, ellos regresaban a la Iglesia local para reportar lo que haba
pasado y permanecer responsables.
Aun el apstol Pablo - quien haba sido comisionado por el mismo Seor
y haba evidenciado las seales del apostolado a travs de seales, maravillas y
el establecimiento de nuevas Iglesias - tuvo una revelacin directa de Dios de
que l tena que ser responsable en asuntos doctrinales a los ancianos de
Jerusaln. El supo que aun un hombre o una mujer de Dios pueden correr en
vano si l o ella ministra sin tener relacin, responsabilidad y el testimonio de
otros lderes de la Iglesia. (Ver Gal. 2:1, 2,9).

Trampas Peligrosas. La exclusividad y el aislamiento son tentaciones y


aun son trampas peligrosas que los profetas deben evitar. La historia de la
Iglesia est llena de tristes ejemplos de profetas llaneros solitarios rebeldes
sin cobertura de la Iglesia quienes se abrieron a s mismos al desnimo y
engao. Por esa razn, tener verdadera responsabilidad bblica es una
necesidad para los ministros profticos.
Adicionalmente, las palabras profticas mismas deben ser grabadas
fuera de las estructuras y es escenario que permite la responsabilidad - no
deben ser aceptadas como vlidas a menos que la persona que las da acceda a
grabarlas y que sean por ministros profticos maduros.
17. Cul es el Protocolo Adecuado Para Ministrar Profeca Personal en un
Lugar Pblico?
Debemos ser cuidadosos cuando ministramos pblicamente tener
cuidado y ejercitar sabidura cuando revelamos los detalles del a vida de una
persona. Puede ser difcil ministrar en un escenario de estos cuando la profeca
esta dirigindose a asuntos privados que pueden avergonzar a la persona que
recibe la palabra o expone el pecado de alguien.
Usualmente, podemos escoger trminos que permitan a la persona
entender claramente que Dios est hablando sin revelar cosas especficas a los
que estn alrededor o sonar crticos y condenadores. Dios normalmente
confiar tales palabras correctivas a ministros profticos maduros quienes
pueden entregar su mensaje con el espritu de sanidad y restauracin que Dios
desea. Profetas que anhelan profetizar juicio y apretar a otros que no son
candidatos para este tipo de ministerio.
No Chismes Espirituales. Una vez fui a ministrar a una Iglesia local y
profetic sobre un hombre particular. En la mitad de la profeca, me di cuenta
que Dios estaba revelando que l hombre tena un espritu y un estilo de vida
homosexual, aunque ni siquiera el pastor se daba cuenta de ello. Por supuesto
que yo no dije esa revelacin especfica. En lugar de eso, reprend un espritu

de inmundicia y el hombre cay fsicamente y fue liberado. Entonces yo


continu profetizando como antes.
No debemos asumir que debemos compartir con todos todo lo que Dios
nos dice los secretos de los corazones de otras personas para que oremos por
eso o ayudarlos de alguna otra manera. Pero l no continuar confiando tales
confidencias a aquellos que repiten todo lo que escuchan.
Ministrando Confidencialmente. La profeca que debe ser entregada
con detalles privados especficos debe ser ministrada confidencialmente. Esto
es especialmente importante cuando ministramos a la Iglesia o a los lderes
nacionales con autoridad. Ya que una palabra proftica a un lder afectar a
aquellos bajo su liderazgo, al lder debe permitrsele considerar la palabra en
privado y orar acerca de su implementacin antes de hacerla pblica. Sin
embargo, aun as estas palabras deben ser grabadas y el que la recite debe aun
seguir los pasos adecuados para recibir y aplicar la profeca personal.
Esto significa que toda palabra dada a un lder debe darse privadamente,
ya que nosotros vemos muchos ejemplos escriturales de profetas que profetizan
pblicamente a reyes y lderes. De hecho, el ministerio proftico pblico es
dado a menudo para afirmar lderes antes los ojos de la gente y consagrarlos
para tener responsabilidades en el liderazgo. Aparte de las palabras
correctivas, el tipo ms comn de palabra proftica que debe ser dada a un
lder en privado es acerca de un cambio en liderazgo.
Los ejemplos de Jeh y Sal. Por ejemplo Elas instruy en una
ocasin a un joven profeta que fuera al general Jeh, lo ungiera como rey y le
diera una profeca personal - no frente a los otros generales, sino privadamente
en una recmara interior, entonces el general Jeh mismo sali y revel,
cuando los otros le preguntaron, la palabra que el profeta haba dado acerca
del nuevo cambio en el liderazgo (2 Reyes 9:1-13). Este incidente establece un
ejemplo para nosotros; el profeta debe dar una palabra como esta al lder y
dejarle a l o a ella determinar el tiempo y el lugar para implementar la
palabra.

Cuando Samuel pronunci juicio sobre Sal por haber fallado en


obedecer a Dios, y haber profetizado un cambio eventual del liderazgo de Israel,
el profeta dio la profeca personal en un escenario privado. Nosotros sabemos
que la reunin fue privada porque despus, Sal pidi a Samuel que adorara
pblicamente con l para que fuera honrado delante de los

ancianos (1

Samuel 15:13-31). Entonces Samuel fue a la casa de Isa y le dio una profeca
personal a David en privado, declarando que l sera el prximo rey.
Nosotros no tenemos indicacin acerca de si la nacin de Israel conoci
alguna vez el contenido de estas profecas durante la vida de Sal. Si hubiera
sido as, ellos casi ciertamente hubieran conspirado y tomado accin para que
las profecas se cumplieran. Algunos israelitas sin duda hubieran derrocado a
Sal, asesinndolo, destronndolo o manipulndolo a que dejara el poder a
travs de oracin y profeca.
El que Samuel hablara esta palabra previno el que Sal hubiese sido
reemplazado inmediatamente por David. Esta fue una precaucin importante
ya que David era solamente un jovencito en ese momento y no estaba listo para
asumir el trono. Los profetas sabios y maduros de ahora imitarn el ejemplo de
Samuel, practicando discrecin en la entrega de informacin tan sensitiva.
Tenga en mente que en esta situacin la intencin de Dios no era
esconder el pecado de Sal. De hecho e numerosas otras ocasiones la Biblia
registra que el Seor expona pblicamente y juzgaba a los lderes a travs de
palabras profticas. Pero el escenario de las palabras de juicio a Sal
evidentemente sirvieron para lograr el perfecto tiempo de dios para levantar al
joven David para que gobernara en el lugar de Sal.
Cambios en el Liderazgo de la Iglesia Local. Este nfasis debe de ser
tenido en mente, por ejemplo, cuando un profeta esta ministrando en una
iglesia local y ve que el pastor presidente es llamado a ser un apstol con un
ministerio translocal. Dios puede aun mostrar al profeta quin ser el prximo
pastor de entre los miembros del staff o del liderazgo. Probablemente lo ms
sabio sera en tal situacin compartir esto en privado con el pastor presidente
para su consideracin en oracin.- de otra manera un pronunciamiento

proftico pblico en el asunto podra ocasionar a la congregacin que estuviera


insegura

o an dividida acerca del estatus del liderazgo de la Iglesia. Una

palabra en privado permite al pastor presidente decidir el si y el cuando


compartir la profeca pblicamente.
Sabidura

divina

discrecin

son

necesarias

para

ministrar

profticamente en circunstancias como estas. Por esta razn, un profeta


necesita ser entrenado en asuntos de liderazgo y protocolo.
18. Deben Servir los Pronunciamientos Profticos como la nica Base
Para Determinar Doctrina y Prcticas?
El orden en la Iglesia, la doctrina y las prcticas en el Nuevo Testamento
no fueron solamente establecidas para la profeca, las visiones, los suelos, o las
experiencias personales de un individuo: Ninguna profeca de la Escritura es
de interpretacin privada (2 P. 1:20).
El ejemplo ms claro del proceso correcto para establecer doctrina y
prctica se encuentra en el libro de Hechos, all. Lucas nos habla acerca de la
visin de Pedro y la experiencia concerniente a la dieta Mosaica y las leyes de la
circuncisin y como estos asuntos fueron juzgados por el Concilio de
Jerusaln. (Ver Hechos 10; 11 y 15).
Pedro tuvo revelacin privada a travs de una visin de que las leyes de
la dieta, y la separacin entre judos y gentiles que ellos representaban, no
seran seguidas ms. Esta revelacin fue confirmada luego por una experiencia
personal: el fue llevado sobrenaturalmente a un lugar donde los gentiles se
reunan, les predic el evangelio y les testific cmo el Espritu Santo los salv
lleno delante de sus ojos aunque ninguno de ellos haba sido primero
convertidos dos circuncisos al judasmo.
Un Concilio de la Iglesia. Cuando otros creyentes desafiaron la nocin
de que los gentiles podan entrar a la iglesia sin primero atravesar la
circuncisin y la conversin al judasmo, el asunto fue llevado delante de un
concilio de apstoles y ancianos en Jerusaln, la Iglesia Madre. All Pedro dio
su testimonio de lo que haba pasado: una visin, una visitacin angelical y un

soberano movimiento de Dios en los gentiles. Pablo y Bernab aadieron su


testimonio de cmo ellos haban visto al Espritu Santo conocer soberanamente
a los gentiles todos los beneficios de Cristo sin necesidad de la ley Mosaica.
El asunto fue debatido y examinado cuidadosamente a la luz de las
Escrituras (del Antiguo Testamento). Despus del debate que con esto
concuerdan las palabras de los profetas (Hechos 15:15)- o sea que esta nueva
doctrina y prctica estaba de acuerdo con las Escrituras. Entonces una
declaracin escrita de su conclusin fue publicada en las Iglesias.
No hay Aceptacin Automtica de Revelaciones Privadas. A pesar del
elevado status de Pedro en la primitiva Iglesia como uno de los doce ms
cercanos a Jess, la Iglesia no acept automticamente su revelacin privada y
se experiencia personal como un nuevo estndar para doctrina y prctica.
Estas experiencias sobrenaturales sirvieron para abrir los ojos al concilio y
como evidencia de confirmacin. Pero los asuntos tuvieron aun que ser
sometidos al liderazgo ms sabio de la Iglesia para discutirse a la luz de las
Escrituras. Solamente cuando este concilio especial determin que la nueva
enseanza era compatible con la revelacin escrita de Dios fue incorporada al
cuerpo de doctrinas establecidas para la Iglesia del Nuevo Testamento.
Ahora nosotros debemos seguir el ejemplo del Nuevo Testamento.
Nuestra doctrina y nuestra prctica no deben ser establecidas por revelaciones
privadas o por experiencias tampoco. Hacer eso sera invitar al error, a que el
ocultismo y las ideas excntricas afloraran. As es como grupos como los
mormones y la ciencia cristiana comenzaron.
19.Cules son los Diferentes Niveles de Dones y Unciones en la Esfera
Proftica y son Todos los que Profetizan Considerados Profetas?
Cuando Pablo pregunt retricamente a los Corintios, son todos
profetas? (1 Co. 12:28), la respuesta claramente fue NO. An as l tambin
insisti en la misma carta que todos deberamos procurar profetizar (14:39) y
que todos nosotros podemos profetizar uno a uno (14:31).

Todos los creyentes pueden fluir en el espritu de profeca el cual viene


sobre una congregacin o en el don de profeca, el cual se da a ciertos
creyentes. Pero claramente si todos pueden profetizar pero no todos son
profetas, entonces no todos los que profetizan son profetas. An Sal, quien
fue atormentado por un espritu malo y quien ciertamente no fue un profeta,
sin embargo profetiz cuando estaba alrededor de los profetas (1 Sam. 19:24).
Los Profetas no Solamente Profetizan. Los profetas no son solamente
individuos que profetizan; ellos son uno del quntuple de Cristo quienes
sostienen autoridad de gobierno en la Iglesia. De hecho, profetizar puede ser
solamente una pequea porcin de ministerio de algunos profetas. Ellos
tambin pueden ser dotados para ensear, pastorear y administrar.
Isaas fue un consultor de reyes y gobernantes. Jos administr un
programa internacional de distribucin de alimentos. David gobern sobre todo
Israel condujo ejrcitos y tuvo un ministerio musical ungido. As que el
ministerio del profeta obviamente no puede estar limitado a solamente
profetizar.
Niveles de Autoridad. Aun entre los profetas hay diferencias en niveles
de autoridad. Aquellos que tienen aos de ministerio maduro y probado y
quienes han pasado a travs del proceso de Dios de pruebas y madurez
tendrn pronunciamientos profticos de ms autoridad que los hijos de los
profetas que son nuevos en el ministerio.
Elas, por ejemplo, se movi en gran autoridad gritando al cielo y
pidiendo que bajara fuego: pero al mismo tiempo ministr, haba al memos cien
profetas ms a quien Abdas (gobernador de Acab) haba escondido en cuevas
para protegerlos de la ira de Jezabel (1 Reyes 18:4). Samuel fue un lder
proftico clave en la historia de Israel cuyas palabras nunca cayeron a tierra (1
Sam. 3:19) y daba su estatura y madurez l fue el supervisor de una compaa
de profetas entera (19:20).
Ahora tambin Dios est levantando ancianos en el ministerio proftico
quienes pueden ser padres y madres para dar a luz y entrenar a muchos en
este movimiento de restauracin del Espritu Santo. Estos sern hombres y

mujeres maduros en el ministerio quienes pueden ayudarnos a evitar los


excesos y desbalances del ministerio proftico inmaduro. Ellos enfatizan el
carcter as como los dones, y buscarn el rostro de Dios as como el favor de
su mano.

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