La Prohibición de Los Tambores
La Prohibición de Los Tambores
La Prohibición de Los Tambores
Sntesis
Los tambores en Amrica no solo son los instrumentos musicales de mayor presencia e
influencia en la msica popular mundial sino que tambin se constituyen como un
emblema de resistencia, supervivencia y dignidad para todos los afrodescendientes. Sin
embargo ni en la Educacin General Obligatoria ni en la Formacin Docente Oficial existen
espacios destinados a la prctica, sistematizacin y conceptualizacin tcnico-didctica de
la percusin afroamericana. El presente trabajo intenta plantear una reflexin respecto a
la necesidad de incluir la percusin afroamericana como espacio especfico en todos los
niveles educativos.
El tambor en la historia de Amrica
El tambor, como emblema de la comunicacin y el sentido gregario africano, ha sido el
objeto ms representativo de la resistencia del esclavo en Amrica. Los cantos, rezos y
ritmos generados junto a este instrumento, constituyen un exclusivo patrimonio cultural
que expresa la energa vital que ha nutrido a generaciones enteras de afrodescendientes y
que hasta nuestros das contina siendo la manifestacin ms importante que demuestra
la presencia de esta cultura en la conformacin de nuestra propia identidad americana.
Durante la colonizacin, exista una prohibicin expresa de prcticas y creencias religiosas
de origen africano, las cuales eran consideradas supersticiosas, paganas, satnicas y hasta
infantiles.
El Cdigo Negro, documento promulgado por Luis XIV en 1685 para las colonias francesas
y difundido hacia todo el rgimen colonialista americano, prohiba las aglomeraciones de
esclavos, sus prcticas religiosas y regulaba todas las actividades de los esclavos,
asignndoles la categora de bienes muebles, carentes de cualquier derecho. En su articulo
3 estipulaba: Prohibimos todo ejercicio pblico de otra religin que no sea la catlica1
1
Ascencio, Michaelle Los Dioses olvidados de Hat. En Contexto: Volumen 9 Nro 11, 2005, p.131-149,
consultado en http://www.saber.ula.ve/contexto/
3
Cirio, Norberto Pablo (2002) Rezan o Bailan? Disputas en torno a la devocin a san Baltazar por los
negros en el Buenos Aires colonial. En Vctor Rondn (Ed.). Actas de la IV Reunin Cientfica : Mujeres,
Una vez abolida la esclavitud en nuestro continente, proceso que se inicia a principios del
siglo XIX y al que por ltimo se suma Brasil en 1888, las ideas racistas estaban lejos de
diluirse. Por el contrario, se constituyeron las categoras de raza y color6 como una
forma de detentar la hegemona de las clases dominantes, en esta oportunidad, con
argumentos cientficos que demostraban la inferioridad innata de negros, indgenas,
mestizos y mulatos.
El racismo cientfico fue rpidamente adoptado por las elites de finales del siglo XIX e inicios del
XX, inmersas en afrontar el desafo de cmo transformar sus naciones atrasadas y
subdesarrolladas en repblicas modernas y civilizadas. Esta transformacin, concluyeron,
debera ser ms que simplemente poltica o econmica, tena que ser tambin racial. Para ser
civilizada, Amrica Latina deba volverse blanca.7
negros y nios en la msica y sociedad colonial iberoamericana. Santa Cruz de la Sierra: Asociacin Pro Arte
y Cultura, p. 88-100.
4
Perez Guarnieri, Augusto (2009) Afroamerica en el Aula: Garfunas.Msica del Caribe guatemalteco.ebook- Liceo Victor Mercante: UNLP.
5
Cirio: op cit 2002
6
[] la colonialidad del poder creo raza y cre color [] estas categoras clasificatorias, lejos de
basarse en la descripcin de datos objetivos biolgicos o culturales, fueron invenciones histricas
funcionales a las condiciones de la colonialidad y de la situacin post-colonial. Segato, Rita (2007) La
monocroma del mito, o dnde encontrar frica en la Nacin. En La Nacin y sus Otros : Raza, etnicidad y
diversidad religiosa en tiempos de Polticas de la Identidad. Buenos Aires: Prometeo, p.100.
7
Reid Andrews, George (2007) Afro.Latinoamerica 1800-2000. Madrid: Iberoamericana, p.197.
Por ello, es importante aclarar que las prohibiciones a las que hacemos referencia, lejos de
suspenderse con la abolicin de la esclavitud, se profundizaron an ms. Todas las
acciones de las autoridades de los distintos estados Latinoamericanos, tendieron a la
supresin de las manifestaciones culturales de origen africano, mestizo, aborigen o, mejor
dicho, no-europeo.
A manera de ejemplo de tantas de estas situaciones, citamos la condena que del carnaval
se haca en Cuba:
Cada ao, durante el carnaval, somos testigos de escenas que desacreditan a nuestra
cultura y que le hacen a uno suponer que nuestra poblacin est todava impregnada de
atavismos que estn en conflicto con la civilizacin. El espectculo es repugnante:
hombres y mujeres, sin ningn sentido de la vergenza, desfilando tumultuosamente por
las calles al son de la msica africana, cantando montonos coros y reproduciendo con sus
movimientos gestos que quizs sean apropiados en el frica salvaje, pero que pierden todo
el sentido en la Cuba civilizada8
En esta sntesis socio-histrica, he tenido la intencin de contextualizar y comprender los
motivos por los cuales los tambores, como expresin emblemtica de la cultura africana,
en Amrica han sido histricamente prohibidos, desacreditados y desvalorizados. Resulta
interesante pensar y tratar de entender como repercuten esas ideas en nuestra
actualidad, ms precisamente en el mbito de nuestra educacin musical latinoamericana.
Concretamente, comprendiendo cul fue el fundamento de estas prohibiciones,
originadas en la prctica esclavolatra, el racismo cientfico y el etnocentrismo, es tiempo
de preguntarse:
Acaso dicha prohibicin se ha levantado?
El tambor en la escuela
Simplemente con indagar, analizar y conocer los diseos curriculares de las escuelas de
msica, departamentos y universidades a lo largo de Latinoamrica la respuesta a la
pregunta planteada surge claramente: NO. Persiste una resistencia sistemtica a la
inclusin de cursos especficos referidos al tambor.
Los institudos sociales respecto a los tambores indican una clara relacin de los mismos
con el ruido, el escndalo, la manifestacin y rara vez puedan considerarse siquiera
objeto de estudio.
Estos malentendidos referidos, tienen su origen en una concepcin de nuestra sociedad,
cimentada con los preceptos e ideales de la cultura blanca-europea del siglo XIX en la que
solo era considerado y aceptado como msica al emergente cultural musical occidental
de ese momento, lo cual fue difundido y promocionado por los Conservatorios a lo largo y
ancho del continente americano.
De acuerdo a esta concepcin, que vincula de manera directa tambin a esta msica con
el carcter catlico de la sociedad, la msica de tambores es una expresin de paganismo,
de rebelin, de oscurantismo indeseable, de primitivismo anti-social. No es mi objetivo
cometer el error de juzgar los pensamientos de aquella poca con los parmetros
8
Moore, Nationalizing Blakness. Citado por Reid Andrews, George (op.cit), p. 206.
americana, y lo difcil que es encontrar actualmente este tipo de espacios en las escuelas,
es oportuno sintetizar con una cita de Murray Schafer:
"Existe en la educacin musical alguna msica capaz de cuestionar las reglas de autoridad que
rigen en la sociedad? Sera posible tener una educacin libre en el sentido de una creatividad
total? Lo admitiran los gobiernos? La msica que escuchamos en la televisin, en la radio, es
msica que los gobiernos toleran porque sirve a los intereses capitalistas, sirve para vender y para
comprar. Si cada nio, en cambio, creara su propia msica, sera como caer en la anarqua, hacer
msica revolucionaria... y ningn gobierno admite una revolucin. No obstante, los profesores
debemos tratar de intentarlo."13
A manera de conclusin
Los tambores afroamericanos retumban en las calles, en los carnavales, generan xitos
comerciales en todos los gneros de la msica popular, hacen bailar a millones de
personas, hacen emocionar a melmanos, tv adictos, grandes, chicos y ancianos. Hacen
revivir pocas de reuniones sociales importantsimas e indelegables en pueblos, ciudades,
escuelas, clubes de toda poca y en cualquier latitud de nuestra Amrica. Sin embargo, en
la educacin musical continan siendo prohibidos. Apenas existen ahora algunos atisbos
de revalorizacin que entiendo son pequeas cesiones a la gran demanda social que existe
en cuanto a su estudio e inclusin en los planes de estudios. Estos atisbos han tomado la
forma de Talleres de Msica popular o Talleres de Percusin y ocupan apenas un
pequeo espacio en la formacin de msicos y docentes que pareciera ser que deben
ocuparse de estudiar otras cosas ms serias.
Cabe entonces reflexionar al menos en referencia a esta prohibicin y en este maravilloso,
creciente y entusiasta espacio de pensamiento que desde hace aos ofrece el Fladem,
promover que en la antesala de posibles reformas educativas en los distintos pases, se
considere seriamente la inclusin de espacios especficos destinados al estudio,
sistematizacin y contextualizacin tcnico-pedaggica de la percusin afroamericana a lo
largo de toda la formacin docente de nuestro continente.
Desde todas partes del mundo, observan la riqueza afroamericana e intentan acercarse,
vivenciarla y estudiarla, somos nosotros quienes pareciramos ignorarla y, en lugar de
mirarnos a nosotros mismos, hacia nuestro interior, continuamos el legado forneo de los
conservatorios, que persisten en la idea de una educacin musical eurocntrica
excluyente.
Desde hace muchos aos se han introducido en los discursos educativos conceptos
abarcativos y pretenciosos relacionados con la identidad, la interculturalidad y la atencin
a la diversidad. Son estos mismos discursos los que se plantean desde un lugar de
reconocimiento del otro que debemos superar, ya que en la construccin de esa
13
Schafer, R. Murray. Hay mucha msica en el mundo? En: Gainza, Violeta Hemsy de; Navas, Carmen Ma.
M. (comp). Hacia una educacin musical latinoamericana. San Jos: Comisin Costarricense de Cooperacin
con la UNESCO, 2004, p. 31-34.