Arte Postal
Arte Postal
Arte Postal
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ramona
revista de artes visuales
n 49. abril de 2005
$6
Una iniciativa
de la Fundacin Start
Editor fundador
Gustavo A. Bruzzone
Editor
Rafael Cippolini
Vinos de seleccin
Concepto
Roberto Jacoby
Colaboracin especial
Xil Buffone
Colaboradores permanentes
Diana Aisemberg, Jorge Di Paola,
Mario Gradowczik, Nicols Guagnini,
Lux Lindner, Ana Longoni,
Alberto Passolini, Alfredo Prior,
Daniel Link, Mariano Oropeza,
Marcelo Gurman, M777.
Secretarios de redaccin
Laura Las Heras
Augusto Idoyaga
Julieta Constantini
Produccin general
Milagros Velasco
Rumbo de diseo
Ros
Diseo grfico
Silvia Leone
Administracin General
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Prensa
Natalia Salvatierra
Organizacin Vino ramona
Natalia Salvatierra, Jeronimo Saenz l.
Distribucin y Ventas
Jeronimo Saenz l.
Suscripciones
Mariel Morel
Publicidad
Milagros Velasco
[email protected]
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tel / fax 4331-2000
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EN EL MODO EDITORIAL
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Ramn
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EN EL MODO EDITORIAL
ramona es leda
en todo el mundo
89 bibliotecas especializadas
en toda Amrica Latina, Estados Unidos
y Europa reciben ramona
gracias al auspicio
de la Direccin General
de Asuntos Culturales de la Cancillera.
herejes. Juan Jos Arreola, en su texto sobre Sinesio, nos recuerda a
varios, como Valentino el Gnstico y su eufrico discpulo Baslides,
quienes en pleno siglo II alzaron del suelo pesadsimas criaturas positivas con nombres cientficos como Dnamo y Sofa, a cuya progenie
bestial debe el gnero humano sus desdichas.
Sinesio acept la visin del paraso que sus antecesores le legaron, pero la vaci de ngeles. Afirm que los ngeles viven entre nosotros y
que a ellos deben ser entregadas nuestras plegarias en calidad de concesionarios y distribuidores exclusivos de las contingencias humanas.
Son ellos los que dispersan, provocan y acarrean los mil y mil accidentes de la vida. (Arreola dixit.) A los ojos de Dios van urdiendo una tela
de complicados arabescos, mucho ms hermosa que el constelado cielo nocturno. Los dibujos del azar se transforman, ante la mirada eterna, en misteriosos signos cabalsticos que narran la aventura del mundo.
Ahora bien: dado que, en la poca que le toc en suerte a Sinesio los
maniqueos exhibieron su auge, ste aloj en su teora a las huestes de
Lucifer, admitiendo a los diablos en calidad de saboteadores. Ellos
complican la urdimbre sobre la que los ngeles traman; rompen el buen
hilo de nuestros pensamientos, alteran los colores puros, se birlan la seda y el oro y la plata y los suplen con burdo caamazo. Y la humanidad
ofrece a los ojos de Dios su lamentable tapicera, donde aparecen tristemente alteradas las lneas del diseo original.
ngeles y demonios entremezclan sus frmulas en el presente de nuestro cubo mgico, en el cual, para nuestra felicidad y adrenalina, las piezas que manipulamos y nos manipulan siguen estando desordenadas.
Nos encanta pensar nuestro juego en el mundo como el de un pequeo
demonio saboteador, que reformula sus movimientos y altera las lneas
del diseo original, intentando otros acorde a nuestros instintos.
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Paralelamente al Arte Conceptual y con posterioridad a l, se sucedieron una serie de experiencias eclcticas que si bien surgieron de las diversas modalidades de lo conceptual definieron nuevos medios, como
el envo postal (Arte Postal) y la fotocopia (Xerografa). Con el trmino Arte Postal o Arte Correo (Mail Art, en ingls) se design inicialmente a una
tendencia artstica consistente en el envo de mensajes y diversas producciones -poemas, dibujos, objetos, fotografas- utilizando el sistema
postal como medio de comunicacin a destinatarios conocidos o desconocidos. La intencin que subyace en esta tendencia es la de oponerse a las reglas a las que se ajustan las dems disciplinas de las artes
visuales, creando un cuestionamiento a los circuitos institucionales de las
galeras y museos, es decir, a las prcticas del mercado del arte.
Antecedentes histricos
Si bien no caben dudas acerca de los inicios del Arte Postal en los aos
sesenta, por el artista norteamericano Ray Johnson, siempre encontraremos antecedentes, principalmente en experiencias futuristas y dadastas. El Futurismo se haba propuesto liberarse de las ataduras de la
sintaxis en la literatura y de la colocacin ordenada en la pgina de donde nacieron las palabras en libertad. Marinetti consideraba que la pintura era vista como una sensacin dinmica. El denominador comn
de los protagonistas de la bsqueda futurista reside en la insistente liberacin de la carga del pasado. Giacomo Balla o Pannaggi a la cabeza, en 1920, se sirvieron de esta va postal para elaborar collage postales que consistan en combinar el domicilio del destinatario con fotografas, elementos grficos, sellos, inserciones de cifras, papeles policromados embreados, gasas y telas en una composicin que despus la
oficina de correos completaba poniendo al azar sellos de goma y etiquetas oficiales. A esto hay que agregar las postales alteradas de Kurt
Schwitters, como Collage Merz 133 (1922). En sus trabajos se distingue un estado de espritu puramente Dada hasta tal punto que el franqueo parece insertado por azar en el contexto grfico.
Otro precedente de gran significacin es el telegrama de Marcel Duchamp, que form parte de la exposicin del Surrealismo de 1936 en
Pars. Duchamp enva un telegrama comunicando que no participar de
la exposicin; no obstante, la organizacin lo hace partcipe igualmente,
exponiendo el telegrama.
Los impulsores del movimiento neodadasta Fluxus: George Maciunas,
Dick Higgins, Ben Vautier, Joseph Beuys, Ken Friedman, Ray Johnson,
Vostell, son quienes reactualizan el Arte Postal a comienzos de la dcada de 1960 y desde esa fecha el movimiento no ha cesado de crecer y
expandirse por todo el mundo, sumando actualmente a miles de artistas. Ray Johnson enviaba por correo trozos de obras sin terminar, a sus
amigos, para hacerlos participar de la creacin mediante sus intervenciones y, en 1962, funda la New York Correspondance School of Art,
considerada hoy como inicio y nominacin del Arte Postal.
Caractersticas del Arte Postal
El Arte Postal tiene ciertas consignas bsicas no escritas que perduran
desde su nacimiento, hace ms de cuarenta aos: se exponen todas las
obras recibidas; no hay jurados ni crticos; las obras no se comercializan
y todos los participantes reciben documentacin de la exposicin y,
aunque la actividad se desarrolla dentro de las artes visuales, cualquier
persona puede iniciarse en esta tendencia artstica, siendo una de las
formas ms comunes participando en convocatorias organizadas por artistas, las cuales se difunden mediante el sistema postal, si bien en la
actualidad muchos lo hacen por correo electrnico, aprovechando las
amplias posibilidades que brinda este medio.
El Arte Postal en Latinoamrica
En Amrica Latina, las primeras manifestaciones de este movimiento comienzan en 1969, con los artistas Liliana Porter y Edgardo Antonio Vigo,
en Argentina; Luis Camnitzer y Clemente Padin, en Uruguay; y Pedro Lyra, en Brasil, quien publica un manifiesto de Arte Postal (1970). De esta
poca se destacan las primeras exposiciones: el Festival de la Postal
Creativa en Montevideo, Uruguay (1974); la ltima Exposicin Internacional de Arte Postal realizada por Edgardo Antonio Vigo y Horacio
Zabala, en Buenos Aires, Argentina (1975); y la I Exposicin Internacional de Arte Postal organizada por Paulo Bruscky y Ypiranga Filho en
Recife, Brasil (1975).
En el perodo de las dictaduras en Amrica Latina, el Arte Postal se manifest mediante la denuncia de las propias situaciones en los pases militarizados a travs de la produccin de sellos de correos apcrifos, sobres, cadenas de intercambio y otras maneras de expresin propias de
este medio. Entre algunos de los hechos que afectaron en forma personal a artistas postales, podemos sealar la censura y clausura por los
militares brasileos de la II Exposicin Internacional de Arte Postal organizada por Paulo Bruscky y Daniel Santiago en Recife, Brasil (1976);
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el destierro del artista chileno Guillermo Deisler a partir del golpe de Pinochet; la desaparicin de Palomo Vigo, hijo del artista argentino Edgardo A. Vigo; la tortura y el encarcelamiento de los uruguayos Jorge
Carballo y Clemente Padin; el encarcelamiento y destierro del salvadoreo Jess Romeo Galdmez, hoy radicado en Mxico.
Fueron mltiples las publicaciones que difundieron y los artistas que
practicaron el Arte Postal en Latinoamrica: W.C., Diagonal Cero,
Hexgono, Hoje, Hoja Hoy, en Argentina; La Pata de Palo y Margen, en Brasil; Ediciones Mimbre en Chile; Post Arte y Maro en
Mxico; y Ovum 10, en Uruguay. Entre los artistas, podemos mencionar a los argentinos Carlos Ginzburg, Luis Pazos, Graciela Gutirrez
Marx, Luis Catriel, Juan Carlos Romero y Luis Iurcovich; los brasileos
Joaquim Branco, Samaral, Julio Plaza, Avelino de Arajo, Daniel Santiago, L. M. Andrade, Leonhard Frank Duch y Odair Magallanes; Guillermo Deisler en Chile; en Colombia, Jonier Marn; en Venezuela, Diego
Barboza y Dmaso Ogaz; en el Uruguay, Haroldo Gonzlez y Jorge Carballo; y en Mxico, Felipe Ehrenberg y Pedro Friederick.
A partir de los aos ochenta, el Arte Postal comenz a destacarse con
su inclusin en la XVI Bienal de San Pablo Brasil, en 1981; se crea el
grupo Solidarte en Mxico (1982), que con la muestra Desaparecidos
Polticos de Nuestra Amrica obtuvo una mencin especial en la primera Bienal de la Habana, Cuba (1984). Otros hechos que se sucedieron son la muestra 1ro de Mayo, en Uruguay (1983), y la fundacin de
la Asociacin Latinoamericana y del Caribe de Artistas Postales en Rosario, Argentina, en el marco de la exposicin internacional de Arte Postal organizada por Jorge Orta. Entre las actividades de la fundacin, se
encuentra la campaa mundial en torno a la libertad de Andrs Daz, las
declaraciones en torno a la soberana de Nicaragua, el cese de la represin en Chile, y una campaa de recoleccin de firmas reclamando la libertad del lder sudafricano preso, Nelson Mandela.
En este perodo surgen nuevos artistas: los argentinos Vernica y Jorge
Orta, Hilda Paz, Susana Lombardo, Gabriela Hermida, Liliana Grinberg,
Patricia Muoz, Alfredo Mauderli, entre otros; el cubano Pedro Juan Gutirrez; los panameos Manuel Montilla y Rubn Contreras; los uruguayos Osmar Santos, Antonio Ladra, Nicteroi Argaaraz, Ral Di Paula,
Jorge de Agosto, Acosta Bentos y Rubn Tani; el dominicano Carlos
Sangiovanni; los brasileos Wlademir Dias-Pino, Lenir de Miranda, Gilbertto Prado, Roberto Keppler, Philadelpho Menezes, Lucio Kume, entre otros; los mexicanos Csar Espinosa, Mauricio Guerrero, Ren Montes, Leticia Ocharn, Arturo Kems, Gerardo Ypiz y Gerardo Padilla; los
chilenos Eduardo Daz Espinoza, Juan Heisohn, Osvaldo Silva Castern,
Manuel Escobar y Jorge Lloret; el colombiano Tulio Restrepo; los venezolanos Aquiles Ortiz y Alberto Ferraz; y muchos ms.
Principios del Arte Postal en Argentina: Liliana Porter y Edgardo A. Vigo
En 1967 la artista argentina Liliana Porter (n. 1941) realiza la primera ex-
periencia de Arte Postal que consisti en una pgina con un sello impreso que deca: To be wrinkled and thrown away (para arrugar y tirar).
El remitente deca: Liliana Porter, New York Graphic Workshop. En
1969, desde el Instituto Di Tella, en Buenos Aires, enva cuatro exposiciones ms, consistentes en tarjetas postales con el tema de sombras
sin objetos. En cada una de las cuatro tarjetas blancas estaba impresa
la imagen realista de una de las sombras, dejando el espacio vaco en el
lugar del respectivo objeto. Exista, as, la posibilidad de colocar encima
del lugar preciso el objeto real. De este modo, se invertan los tiempos
naturales de las cosas porque primero exista la sombra y luego el supuesto objeto que la proyectaba. Otra obra es de junio del mismo ao,
en la que participaron tambin Luis Camnitzer, Jos Guillermo Castillo y
Roberto Plate. Alquilaron una caja fuerte en el banco The Manufacturers
Hanover Trust's, donde depositaron cuatro obras. Al final de esta accin
enviaron por correo un desplegable, donde aparecan todos los datos de
los trabajos depositados y la frase de Camnitzer Missing Line, con una
lnea blanca que cruzaba las palabras (la lnea que faltaba), la fotocopia
de las tarjetas de identificacin de Castillo, la reproduccin de la llave de
la caja fuerte de Plate y una foto de Eleanore Hubbard saludando a Porter.
En 1970 se present en el Museo de Arte Moderno de Nueva York la exposicin llamada Information, donde el grupo New York Graphic
Workshop envi una exposicin por correo. En el museo haba una mesa blanca dispuesta con lapiceras y con sobres para que la gente interesada en recibir la exposicin por correo escribiera sus domicilios.
Todas estas obras fueron consecuencias del manifiesto FANDSO que el
grupo escribi en 1966, el cual apoyaba la produccin de Free Assemblable Non-functional Disposable Serial Objects (Objetos no funcionales, seriados, desechables).
El otro artista que trabaj simultneamente con Porter fue Edgardo A.
Vigo (1928-1997), quien comenz en la actividad del Arte Postal con la
distribucin internacional de su publicacin Diagonal Cero en 1968,
eslabn que lo uni a la Comunicacin a Distancia -como sola nombrarlo Vigo-. A travs de esta revista conoci, entre otros artistas, a los
franceses Julien Blaine y Jean-Francois Bory, que venan de la poesa visual de vanguardia del tipo experimental y estaban dentro de la red de
la Comunicacin a Distancia.
Aqu un relato de una de sus primeras experiencias postales:
Durante 1971 realic una experiencia en el mbito postal: invent un
personaje al que llam Otto Von Mach. A l le fueron dirigidas veinticinco propuestas con direcciones inventadas -con direcciones que tena,
las intercambiaba y mandaba, por ejemplo, a Per con una direccin
que corresponda a una ciudad de Mxico-. Me las devolvieron todas.
En cada sobre qued registrada la historia del viaje que tuvo cada una:
la entrada, la salida, la fecha, la devolucin de las administraciones; algunas dicen desconocido. Todo fue manejado sin que el sobre fuera
abierto. Con algunas han hecho una bsqueda de las ms exhaustivas.
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1999, de una fecha para conmemorar el Arte Postal en Argentina, estableciendo el 5 de diciembre como el Da del Arte Correo -fecha de la
primera muestra realizada en el pas en 1975- y llevando a cabo anualmente una exhibicin internacional de sellos postales (1). Como parte
del mismo proyecto, cada ao invita a 36 artistas argentinos para que
cada uno elabore una imagen y as poder editar una serie de 1.000
ejemplares que son sellados con el da de emisin a cargo de la Gerencia de Sellos Postales y Filatelia del Correo Argentino.
Norberto Jos Martnez (n. 1970) en 1995 organiz la muestra de Arte
Postal en la calle ltimo da de libertad en Amrica, en Paso del Rey,
Provincia de Buenos Aires, y al ao siguiente se hizo una segunda convocatoria. En 1996, con la invitacin del artista Alfredo Portillos, Martnez organiz la exposicin Utopas por correo, presentada en la muestra AEIUO en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires. Otras dos
convocatorias fueron Cuerpos Hechos a Mano (1998), junto a Jorge
Daffunchio, Nora Menghi y Hugo Vidal, y Cien aos, un mes, (1999)
con Nora Menghi, en homenaje al centenario del nacimiento de Jorge
Luis Borges, con una muestra de sellos postales y pginas de artistas
expuestas en el Centro Cultural General San Martn de Buenos Aires.
Nora Menghi (n. 1954), a fines de 1995, envi por correo un pliego de
papel de molde, sellado con las palabras Modelos/Moldes, realizando
una muestra en un taller de costura de Buenos Aires, expuestos sobre
paredes, pizarras y mesas de trabajo, con los moldes intervenidos que
reflejaban los conflictos de la educacin y la mujer. Otros proyectos de
Menghi fueron Schaned Matriz (1999); Violencia y Poder (2000), con
intervenciones sobre cartones de lotera; Jugando al doctor, y Con
destino sudamericano (2002).
Andrea Crdenas (n. 1970) convoc, en 1998, a un proyecto de Arte
Postal llamado Preparaditos, donde el elemento enviado por correo
era una pequea caja de acrlico con un preparado en su interior (una
sustancia grasosa, viscosa y pregnante), proponiendo enlazar la imagen grfica y el objeto grfico a travs de aadir, unir, modificar, destruir y/o reorganizar la estructura preestablecida. En su viaje por el correo, el Preparadito se enfrenta con lo fortuito y, en muchos casos,
emerge y ensucia el exterior a travs de grietas o fisuras de la caja. En
su primera convocatoria envi 60 cajas y llegaron intervenidas 37, las
cuales fueron exhibidas en la Barraca Vorticista en abril de 1999.
Desde mediados de los noventa hasta la actualidad, podemos mencionar a los artistas argentinos Laura Andreoni, Alejandra Bocquel, Hernn
Cagliano, Jorge Daffunchio, Paula Ferraresi, Mabel Giaccarini, Alicia Gil,
Maribel Martnez, Dolores May, Omar, Patricia Salas, Vctor Sit, Javier
Sobrino, Roxana Villarino, Ivana Martnez Vollaro, Hugo Pontes y Srgio
Monteiro de Almeida (Brasil), Antonio Prez-Cares y Orlando Nelson Pacheco Acua (Chile), Mnica Garcs Conley (Ecuador), Chio Flores (Per), Elas Adasme (Puerto Rico), Alexis Bracho y Keyla Holmquist (Venezuela), entre muchos otros.
El Arte Postal en Latinoamrica se desarrolla con ms intensidad en Ar-
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La gestin cultural
es otra cosa
Entrevista exclusiva a Marcelo Pacheco
Mariano Oropeza
Desde uno de los sillones de direccin del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires de la Fundacin Costantini, el crtico e investigador Marcelo Pacheco se convirti en uno de los principales animadores
del campo porteo de las artes visuales. A partir de una recordada organizacin de la muestra de Fernando Fader en Buenos Aires, tal vez
la primera exposicin masiva de un artista argentino, Pacheco desarroll una reconocida carrera en nivel regional que consigui la proyeccin
internacional con las curaduras de Cantos paralelos, en la Universidad
de Austin, Arte abstracto argentino, para Brgamo y varias bienales internacionales como la ltima Bienal de San Pablo con la obra de Pablo
Siquier. Profesor universitario y autor de varios estudios crticos, entre
ellos: El arte latinoamericano en el norte de Amrica, Kenneth Kemble,
La gran ruptura. 1956-1963 y Algunos textos 1993-1999, obtuvo el premio Arlequn 1998 a la mejor actividad crtica.
Adems sum una vasta experiencia en la gestin cultural iniciada en el
Museo Nacional de Bellas Artes junto a Daniel Martnez; luego, en los
noventa, con su cargo de director ejecutivo de la Fundacin Espigas, y
finalmente con la designacin, en 2002, en el museo Costantini como
curador jefe. Por eso no result extrao que haya sido convocado en
2004 para integrar una comisin que hiciera un riguroso diagnstico del
Museo Nacional de Bellas Artes. Con fecha de julio pasado, el informe
fue entregado a las autoridades de la Secretara de Cultura sin ningn
tipo de respuesta oficial hasta el momento, comenta resignado el crtico.
No me sorprende. Como tampoco me llama la atencin la acefala en el
Fondo Nacional de las Artes, -y sin dejar espacios en blanco en sus frases, Pacheco contina-, en realidad es algo bastante sintomtico que
habla de la importancia de las artes visuales para los funcionarios. Estamos hablando de instituciones clave para el funcionamiento de cualquier poltica cultural del rea, dos espacios estratgicos de incidencia
tanto simblica como financiera. Y no es porque se genere el debate necesario que plantee la modernizacin de los perfiles institucionales. Para las artes visuales por dcadas todo se reduce a declaraciones bienintencionadas de los ejecutores de turno o los dislates de algn secretario de cultura.
aliz antes de la asuncin de Jos Nun-. Tampoco lo veo en el mbito poltico. S me parece
que en cine hubo alguna mayor intencionalidad
en la produccin y el movimiento de las pelculas.
Pero desde el punto de vista fctico no hubo
ningn gesto que marcara un cambio en la cultura. Hasta ahora lo nico en concreto es que
se pidi la renuncia de las autoridades del Fondo Nacional y poco ms. Era claro que haba
que oxigenar los cargos en ese lugar o en el
Museo de Bellas Artes. A la vez no deja de ser
un testimonio de la actitud hacia las artes que
este proceso lgico derivara en extraas luchas de poder que llevaron a la fallida propuesta en el Fondo de Nacha Guevara. Pienso
que se intenta, en la superficie, despegar de
cierta imagen de cmo hacer poltica durante
los noventa y que en lo profundo para nuestro
Estado las artes son un tema irrelevante. Continuamos en grado 0 en cuanto polticas culturales en artes visuales.
P: El motivo?
MP: Ms all de la accin espasmdica no hay
inters en las artes visuales, a pesar de que en
las ltimas dcadas cada vez que los radicales
llegaron al poder prometieron un cambio. Ellos
se aprovechan de ese gusto culturoso de la
clase media. Creo que los radicales hicieron
ms estragos que los peronistas y sus planes
de mayor eficacia en la gestin cultural terminaron siendo psimos. Al funcionario pblico
slo le interesa el arte, y a los artistas, si salen
en la tapa de los diarios.
P: Por qu?
MP: Los funcionarios culturales, en general,
carecen de una visin contempornea y sus
pensamientos son anacrnicos. Parecen vivir
en un mundo que desapareci hace 50 aos.
Uno puede no estar de acuerdo sobre cmo se
transform la ecuacin arte y sociedad, sobre
el poder del mercado, pero esa discusin se
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P: Si hubiera una poltica estatal definida sera factible un mayor impulso a las artes visuales?
P: Algn ejemplo?
MP: El Borges sigue siendo para m una incgnita. Desde su inauguracin en 1995 me
pregunto si no responda a un contexto determinado: la cultura menemista y las formas de
MP: No, no, creo que hay ejes que son patrimonio exclusivo del Estado. Bsicamente cierta
responsabilidad, incluso cierto compromiso
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Que MALBA acabe en esa posicin no me parece una ventaja sino todo lo contrario...
los puestos.
P: No rescata nada de nada?
P: Lo preocupa?
MP: Por supuesto, porque los organismos privados ocupamos un lugar central que est vacante por abandono. Sera interesante que haya un mayor volumen de actividad pblica para que el circuito se fortalezca.
P: Qu propone como puntas indispensables
para el diseo de polticas culturales en el
rea?
MP: Para que reemplacemos de una buena
vez la idea de muchos funcionarios, que piensan que con sostener los museos, salones y
premios agotan la gestin cultural en arte,
siempre caemos en los mismos temas: una ley
de mecenazgo (que funciona en todo en el
mundo y que no afectara la recaudacin impositiva porque los montos razonables y necesarios son muy pequeos) y el viejo tema de la
profesionalizacin de la gestin cultural. Atentos que no propongo esa mentira de la reforma
del Estado, tpica de los noventa, que fue un
fracaso estrepitoso y fuente de corruptela. La
idea implica que los cargos dejen de ser polticos y que haya concursos abiertos en todos
Adrin Dick va a
renovar su suscripcin.
Psicoanlisis
Adolescentes y
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Del malestar y
los avatares de la
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sendero del deseo
y su causa...
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Estudio Jurdico
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Rafael Cippolini
Rmon: Es as? realmente? se viene otro
nuevo reinado absoluto para la pintura? vuelve, una vez ms, la tela a ser el Eje Supremo
de la Historia del Arte? Fijate: diario Clarn, lunes 31 de enero, titular de una nota: Fin del
arte conceptual? El triunfo de la pintura! Charles Saatchi, publicista iran-londinense lo declara con todas sus letras: ...no se est volviendo atrs, de regreso a la pintura, sino que
se est avanzando hacia la pintura. Ser una
neo-neo vanguardia? un revival re-mutado?
O ser la pintura un bien inmutable, a-histrico, el ltimo de los bnker del Topos Uranos?
Ramn: He aqu un dato: los grandes coleccionistas son epistemlogos del arte. Pues
bien: como simpticos anarquistas que somos
ya sabemos a quin y dnde depositar nuestras bombas.
Rmon: Sabs qu es lo que ms me seduca de la posmodernidad? El gran bazar, el supermercado de las disponibilidades totales de
la forma, el todo vale, la reescritura del mundo
y que se hubieran abierto de una vez las tremendas puertas de la subjetividad. Me gustaba
mucho actuar como si no existiera un centro,
sino infinitos. Infinitos mundos, cantidad de escenas superponindose: ghettos de objetualistas, ghettos de performers, ghettos de videoartistas, ghettos de dibujantes, ghettos de los
escultores, todos al mismo tiempo, como un
gran delta hipercomunicado. Es ms: me excitaba que un video-artista pintara, que un dibujante hiciera objetos, que los performers se
convirtieran en ceramistas. El sueo de un planeta anarquista no? Un pintor que fuera as-
esperan.
Ramn: Yo no creo que esperen. La teora
santrica enuncia esta dicotoma: la Belleza
contra la tirana de las modas y la tecnologa.
Es un romntico que cita a Balthus, que se enmarca en sus dos apotegmas; primo: el intelectualismo y la conceptualizacion del mundo
han secado a la pintura y la han hecho parecerse a la tecnologa; secondo: sin la dimensin
espiritual en el arte, sin la relacin con el misterio slo cabra esperar aventuras estrafalarias y
sometimiento a la tirana de las modas.
Rmon: Pero qu hay mejor que las aventuras estrafalarias? Si est en contra de la tecnologa y las aventuras estrafalarias est en contra de Julio Verne, por ejemplo? Pienso tambin en uno de sus fans, en Kosice, en su Ciudad Hidroespacial, en su afirmacin de un arte planetario, en su confianza en la tecnologa
(que forma, segn su visin, una trada fundamental junto al arte y la ciencia), en su desconfianza a todo regreso a un pasado pictorizante;
cito: a esto lo considero no slo una fractura
histrica sino un retroceso, un retorno que significa una mirada hacia atrs y en el caso particular de las artes plsticas supone (aunque no
se lo quiera admitir) un reverdecer anacrnico
de viejos laureles marchitos (la representacin
figurativa, el marco, el soporte y la sensibilidad
sobre la tela).
Ramn: En todo caso, este bnker del Topos
Uranos, esta inmutabilidad de la belleza del arte, de la atemporalidad de sus recursos sensibles no aflora slo en la Unidad (Pictrico) Bsica de Santoro. Contemporneamente a su
texto circul tambin este otro, catlogo que
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Henry Lvy deca, con respecto a los escritores: Debemos imaginarnos a los grandes escritores como fundadores de estados. No se
enfrentan a una lengua virgen ni a una zona virgen de la lengua, sino a territorios ocupados,
saturados y por lo tanto hostiles, que deben tomar en reida lucha, para desalojar a sus primeros ocupantes y colonizarlos. Debemos ver
al escritor novel como una especie de animal literario que hace un hueco, casi una madriguera dentro de las obras de otros, y a partir de
ese hueco, de ese interminable moldeo se va
formando lo que llamamos un estilo. Al final de
la vida, los dados ruedan por ltima vez y por
fin llega la obra, el verdadero nacimiento, Ranc, el Kant de la Crtica del juicio, Czanne, Tiziano, el ltimo Picasso. Lo mismo creo que
sucede con los mercados. Construyen las madrigueras en otros mercados.
Rmon: No vale. Hacs trampa. Confunds
mercado con tradicin literaria. Si vos te pass
de vivo, yo tambin: Borges nos ense que la
tradicin argentina son todas las tradiciones.
Que podemos hacer uso de todas la tradiciones del universo. Nos alivian las valijas del color local. Buenos Aires es tan europea (o lo
fue) porque usaba de esta metodologa borgesiana avant-la-lettre?
Ramn: Buenos Aires sigue siendo una pinturita. Decadente y todo, ms all de cualquier
concepto. No nos estamos yendo de tema?
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Comargin Nr. 2:
Guesselmatt
nunca aprender
Un fino anlisis de ciertas conductas de artistas argentinos
en el extranjero
Lux Lindner
1
No se llega a Guesselmatt slo con un click en el monitor. Es todo un
trabajo al que hay que ponerle el cuerpo. Y aqu un actor tiene que hacer algo con su propio peso. Hay que bajarse del tren en una ciudad a
medio camino entre Lucerna y Zurigavia,donde viven la mayor parte de
los mafiosos y evasores de impuestos (sin por ello ser Thalwil)y despus
te esperan cuarenta minutos de colectivo amarillo por bosques vitrificados. Un paredn presuntamente romano, una docena de casas de ventanas
adornadas con flores a prueba de congelamiento, algunos viejos chotos
y avinagrados como forma de vida predominante, todo eso compone
Guesselmatt. Muchas ciudadelas como sta, ciudadelas tramposas de
la Confederacin Helvtica han sido abrigo tradicional de artistas, multimediales o no, o multimediales hasta la puntita, como Saulo P. Morcillo.
2
Estamos frente a un santiagueo de proyeccin internacional. Cultor del
neodad, del neomad... siempre carne fresca sobre el mostrador. Si digo que no me tiemblan un poco las piernas frente a la inminencia del encuentro, estoy mintiendo. Las odiosas comparaciones toman forma sobre mis orejas como lo hara un sombrero.
Morcillo se ha desplazado y desplaza por distintos cantones helvticos(
y aun ms all) como Pete le Boutique lo hara por su casa (importante
diferencia con quien escribe ). Est en mejores trminos que Uno con la
Ley de estas montaas. Puede no ser el mejor administrador de su propio mundo de quimeras, pero un piojoso no es. Financia sus vicios legales e ilegales con recursos genuinos. Su dealer es de las pocas personas en Guesselmatt que sonren sin dificultad.
3
Lstima que por lo general una visita de Morcillo al cantn de Lucerna
signifique algunas escenas penosas para Uno y no slo para Uno y varios das de discusiones con la Jefa de Uno. Varios das avergonzado de
haber tenido alguna vez el mismo pasaporte y algo as como una tradicin en comn, que tan poco puede ayudar en medio de la nieve.
4
La Jefa quiere que Uno est en mejores trminos con la Ley de estas
montaas pero tiene miedo de que una vez casado con ella me transforme yo en otro Morcillo, o al menos en lo que Morcillo es cuando pasa
por Lucerna: un verboso que ignora la gramtica de la lengua local, un
agitador multimedial-epigonal que gusta de enviar por Internet pelculas
que nadie le ha pedido y que atoran todo el sistema. El peligro es grande.
De todas maneras ha sido ella la que me pide que responda a invitaciones de Morcillo y lo vaya a visitar a Guesselmatt. Tens que hablar castellano de vez en cuando con gente que puede compartir algunos de tus
problemas, me dice. Por lo menos que te pague pasaje y la comida del da.
La Jefa me despide con esos consejos tan propios de la Confederacin.
5
Lectura de Tren del arjentino en movimiento > Tiempo Intermedio de
Martin Walser. Milagro Econmico! El protagonista ha pasado las mil y
una en la colimba (cicatrices 1:1) pero ahora es prspero comerciante,
bien que algo drogado.
6
En un semistano de Guesselmatt Morcillo me muestra sus cuadros. Se
excita con sus propias explicaciones; se dira que trata de nadar en
ellas. Suda copiosamente como los personajes de Lucho Olivera, cataratas de agua salada iluminan su crneo infame. Dice todo el tiempo
vamos que... vamos que... vamos que....
6.1.
La montaa no ha podido con l. Sus telas conservan el aire latinoamericano-insistido-heladera-que-no-funciona que habran tenido pintadas
en Atamisqui. Cuadros enormes, que no se ahorran ni el corazn sangrante ni la cosecha atacada por el gorgojo. Detallismo tenaz, triunfo de
las esencias, un poroto para Morcillo.
6.2.
Pero un aplauso de semistano no es alimento verdadero para un santiagueo de proyeccin internacional. Morcillo no tiene ganas de seguir
arrumbando los sedimento de su interioridad sin encontrarles una boca
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de expendio, tiene hambre de escenario. Pero qu nativo de la Confederacin H tendra lugar para colgar estas telas, en el caso de que se
atreviera a comprarlas?
No oculto mi opinin, digo que (por escala, por colorinche) son cuadros
para California, no para Guesselmatt. Digo lo que realmente pienso y
quisiera que por una vez se me tome en serio. Yo no gano nada con un
fracaso de Morcillo. Pero tiendo a creer que l prefiere dar lecciones en
vez de recibirlas . No s si se pueda hacer mucho, l es mayor que yo
y ha entrado en ese ciclo de siete aos donde menos escuchamos al
mundo exterior.
6.3.
De los cuadros todava se puede decir algo intentando el rescate emotivo, pero las ambiciones multimediales y utpicas de Morcillo se revelan mucho ms problemticas. Respuesta de Morcillo a una pregunta
sobre el significado de una fotocopia color de formas filamentosas. Son
formas contemporneas. Qu se puede hacer a partir de una respuesta semejante ?
7
Los artistas nativos de estas montaas escapan a velocidades cercanas
a la de la luz a cualquier tema que tenga que ver con la poltica de partidos. Entendible, porque la poltica de partidos les paga monitores y catlogos, y sin materiales pagados de antemano aqu nadie mueve un pelo, lo que no es muy sexy de ver para quien piensa que el arte es una
oportunidad del herosmo. El artista exil busca adaptarse al estado de
cosas (mimikry como en la novelita de M. Walser) y cuando a empieza a
tener papeles en orden quiere monitores pagados por alguna fundacin.
Para algo ha pasado por la ordala burocrtica antes de estar en buenos
trminos con la Ley de estas montaas donde la vida es tan cara y los
dentistas te cobran por minuto.
Pero el artista exil que no tiene una linda-fea cicatriz para ofrecer se las
va a ver peliagudas a la hora de presentar su caso. Un exil no est en estas montaas para hablar sobre normalidades o sobre los lirios del campo.
Una ley de las no escritas que rigen en estas montaas pide al exil algunos aos de colimba como payaso de Larraaga. Y esta fase puede
durar hasta que tengas unos sesenta aos. Porque queremos saber cmo y hasta dnde te metieron el palo en el orto! Y dnde qued atascada cada astillita! Esmerte! Alguien del Tercer Mundo sin un buen
palo en el orto para mostrar es una afrenta al OxiDiente Queristiano! Y
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sancionados devenidos papilla, centrales al canon de la Editorial Taschen (Composicin tema neodad).
10
En una ocasin tengo que hacer una suplencia en las salas de exposicin
donde trabaja la Jefa. Y entre los visitantes de la muestra me encuentro
con uno de los eternos invitados a las festicholas del pintor de mascotas. Es un mejicano eternamente de ping pong entre Londres y Lucerna y al que trato de dar charla para recabar informacin y destilar la formula que me haga entrar en las picantes reuniones.
El hombre no es cara del todo nueva. Pero todava falta el cartelito identificador. A veces se presenta como curador, a veces como fotgrafo, a
veces simplemente como amigo de algn matador local. En su tarjeta de
presentacion (impresa en relieve) pone todo lo que viene a la mente...
escritor, artista conceptual, fotgrafo, curador,historiador del arte. O es
un genio de la actuacin o est muy despistado. Dice que quiere una
muestra y tambin que se va la semana que viene y no sabe si va a volver. Es gay o se hace? Por un momento pienso que est realmente
despistado y que eso combinado con su vocecita mejicana de pedir disculpas por hablar lo hace tan divertido en las asambleas de turistas sexuales craquelados. Pero por ah la suma de seales que emite es slo
la cortina de humo de un hombre listo.Para l no es imposible imaginar
que yo no tengo ningn poder de decisin.
11
(A Morcillo le encantan las historias sobre la Fundacin San Telmo, no le
cansa escucharlas, como si hubiera olvidado algo ah ).
12
Regreso sin gloria desde Guesselmatt (319 metros sobre el nivel del
mar) al menos con pasaje pagado plus pizzaiola aus der retorte y jugo
de bidn integrados al trax. Cuando llego a la estacin de Lucerna son
las siete de la tarde, ya es de noche y est todo cerrado. No hay donde
gastar la plata que de todas maneras has de devolver. La Jefa me pregunta cmo ha sido eso de pasar un da entero con un compatriota.
Qu decirle? En dos das ms van a empezar a llegar las cuentas y tengo que guardar las lgrimas para entonces. Miramos un rato la tele.
Cuando llega la hora de los videos y me despierto la Jefa ya ronca.
Lux Lindner, 2004.
delinfinitoarte
MARTN REYNA
Sin ttulo
Marzo - Abril
Libro sobre su obra en venta en la galera
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La inestabilidad
e imprevisibilidad
son su mayor riqueza
Mtodos, sistemas y objetivos del arte actual en 3 diferentes contextos
Gustavo Marrone
tica y moral junto a mtodos y formas de trabajo son permanentemente cuestionados en el arte contemporneo. Eso hace que el arte replantee continuamente su funcin haciendo que su inestabilidad e imprevisibilidad sean su mayor riqueza. Fiel a esto, mucho de la creacin actual
pone el acento en lo procesal del hecho artstico como un lugar de interconexin entre artista, obra y espectador junto al contexto donde se
desarrolla. A continuacin tres ejemplos donde el proceso de la creacin
es parte de lo visible de la obra y su objetivo, Elosa Cartonera y Mujeres Creando nacen de la necesidad de dar respuestas a situaciones extremas sobre las que trabajan concretamente siendo el sistema arte el
que les incorpora e integra a su espacio, y le da y se da un plus de visibilidad en un proceso simbitico. El proyecto expositivo de Manuel Olveira para la ciudad de Terrassa (Barcelona) es una respuesta y reflexin
desde el sistema arte sobre el status de la produccin en relacin con la
economa y la sociedad, desde un contexto rico y una perspectiva europea de la cultura.
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el tema es total. Tambin s que hubo un incidente con esta msica en la Feria, si no me
equivoco.
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puestos; hablamos de todo porque de todo somos parte, hablamos de todo porque todo nos
atinge, nos dirigimos a unas y otras y otros
porque con todas y todos nuestro discurso se
vincula sin aceptar prohibiciones ni cubculos.
Con esta concepcin de movimiento entendemos el movimiento como un espacio tico de
relaciones que tejemos entre nosotras y hacia
la sociedad, es una relacin coreogrfica que
descoloca y desmantela el juego de poder que
nos silenciaba. Olvidamos coreogrficamente
quin se supone que est arriba y quin se supone que est abajo; nos ponemos una al lado
de la otra, una a espaldas de las otras, una delante de las otras, segn las necesidades de
las luchas. Nuestra coreografa altera las filas y
los turnos de lo aceptable; hablamos de deudas lo mismo que de placer. Coreografa circular de todas al mismo tiempo, todas o ninguna.
Nosotras colocamos la iniciativa.
Nosotras definimos e intuimos el grado de provocacin.
Nosotras elegimos los temas.
Nosotras elegimos el escenario y las horas segn nuestro calendario de amor y nuestro calendario de lucha.
De entre todos esos tesoros sin duda el tesoro
ms grande es la iniciativa, ella es nuestra. La
cuidamos, la mimamos, le regalamos horas y
horas de ocio, la dejamos enamorarse en cada
esquina y cuando nos mira con sus ojos brillantes nos rendimos ante sus seductoras ocurrencias.
Todo esto que les cuento es un relato de prcticas entrelazadas, por eso me gustara simplemente contarles una de las ms dulces que viv en los ltimos aos, porque estamos hablando de cosas concretas con lugares das y horas concretas. Las Mujeres Creando somos
un collar interminable de concreciones, no somos un discurso somos un espacio de rebelda
e irreverencia, espacio que empieza en nuestro
cuerpo y se proyecta all donde nos instalamos.
GM: Mujeres Creando tiene varias particula-
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de relaciones. Esa investigacin se realiz desde la propia prctica y proceso de trabajo del
equipo de personas que incluy a artistas pero
tambin a muchas personas, instituciones, organizaciones, colectivos que de forma individual o grupal han participado con P_O_ o con
las propuestas de cada artista.
El proceso, parte esencial en P_O_, ha determinado muchas cuestiones. Una de ellas es
que empezamos con 11 artistas y hemos acabado con 10. Pedro G. Romero no fue capaz
de cumplir las condiciones del marco de trabajo (volcar en el blog el proceso, definir con
tiempo un proyecto para dar tiempo a coordinarlo o producirlo y ajustarse a un presupuesto
fue imposible para l) y se autoexcluy de
P_O_.
La implicacin y el proceso de trabajo de cada
artista ha sido diferente en funcin de la naturaleza de su trabajo, las determinaciones de su
proyecto y el o los pblicos a los que cada uno
se ha dirigido. Cada artista ha sido seleccionado por razones que se explicitaron en la pgina
www.p-oberts.org desde el principio. Por lo
cual cada uno de ellos saba a priori el motivo
por el que fue seleccionado. En funcin de ello
propusieron una serie de proyectos, algunos se
han hecho realidad unos meses ms tarde, y
otros han variado en funcin de algunos parmetros que en principio no habamos previsto.
Cada blog permite reconstruir cada uno de los
procesos de trabajo que han marcado cada
proyecto.
Erick Beltrn ha realizado una reflexin sobre la
edicin de imagen contempornea y el flujo de
personas; su trabajo se ha plasmado en una
serie de textos que se escriben en el asfalto tal
y como se hace con las seales de trfico y,
posteriormente, hemos editado un peridico
donde se reconstruye el proceso de produccin de las imgenes. Bik van der Pol ha reflexionado sobre la situacin y las reacciones que
estn motivando la presencia de aves autctonas como las cotorras; su propuesta ha sido
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MACRO ROSARIO
MACRO ROSARIO
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FICHA TCNICA
Fernando Farina, director / Roberto Echen, curador / Nancy Rojas, investigacin / Fernanda Calvi, produccin / Leandro Comba, diseo de
montaje / Eugenia Calvo, educacin / Paola Rosso Ponce, comunicacin / Georgina Ricci, diseo / Juan Perassi, montaje / Mauro Guzmn, tienda / Gabriela Baldom, conservacin / Romn
Vitali, curador invitado
EXPOSICIN INAUGURAL
LISTADO DE OBRAS
MACRO
2004 ,
Atmsfera:
... Nos rodea como un ocano invisible de gases y partculas que no tiene lmites definidos,
pero que se extiende hacia afuera desde la su-
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MACRO ROSARIO
MACRO ROSARIO
La inauguracin del MACRO result una intensa experiencia espacial. En una maana de sol
radiante y aire fresco, los enormes cilindros coloreados de los silos, flanqueados por el ms
pequeo prisma elevado que forma el recinto
del museo propiamente dicho, se aparecan
como la transposicin volumtrica de un Guttero. La mole competa en esplendor con el ro
y las islas junto a las que se alza. Y el ro y las
islas la penetran a travs de las transparencias
de las ventanas y el ascensor externo. Esta
magnificencia contrasta con el interior, formado por la superposicin de salas pequeas, como si se tratara de una torre de cubos hecha
por un nio, pero austeras, blancas y despojadas como celdas monsticas. Se podr dudar
de su funcionalidad para las obras de grandes
dimensiones que son frecuentes en el arte contemporneo. Parecera ms propicia para lo
conceptual y minimalista, en presentaciones
cuya sintaxis difcilmente admita despliegues
ampulosos. La sala de los Fontana, la breve serie
de Kuitca, la caligrafa de Ferrari, el vibrante
lienzo de Cambre: brindaron una buena muestra de la diversidad de posibilidades que ofrece un espacio cuya disposicin es un verdadero desafo para la inteligencia y la imaginacin.
Mara Teresa Gramuglio. CIUNR. Profesora
de Literatura Europea II y de Literatura del Siglo
XIX en la UNR y en la UBA.
MACRO CROMTICO
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MACRO BOSQUE
Desde ya que festejo con alegra la inauguracin de este museo, pero, sin embargo me gustara puntualizar un par de cosas. Primero,
acerca del museo en s, como espacio fsico. Este museo-torre que se acaba de inaugurar debera ser algo as como la punta del iceberg o la
cereza de la torta (tengo ms clichs, si quieren). El espacio es lindo, la vista del ro y las islas es fascinante, todo bien, pero, es muy chico!
Ni un 10 % de la coleccin puede exhibirse en
l, adems de que hay obras que ni siquiera
entran. Ni hablar si en algn momento se quieren hacer muestras temporales (cosa imprescindible para un museo contemporneo). Por
otro lado el tema de las pequeas salas superpuestas es bastante fuerte: es ms el tiempo
que toma pasar de una sala a otra que el que
lleva contemplar las obras que estn expuestas
actualmente.
Me parece muy bueno lo hecho hasta ahora,
pero el museo no est terminado, recin comienza. Necesita ms espacio, ms depsitos,
ms presupuesto y ser una institucin independiente del Museo Castagnino.
Paso al segundo punto: la coleccin. Hubiese
sido bastante ms interesante que sta se formara mediante obras elegidas cuidadosamente con alguna clase de criterio: esttico, museogrfico o histrico, en lugar de provenir de donaciones regidas por el azar, la buena voluntad
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MACRO ROSARIO
Los nuevos programas de exhibiciones en museos de arte, cada vez con mayor criterio, incorporan (ms all del objeto expuesto) informacin sustancial para los visitantes. Esta idea
se apoya en el firme propsito de que el visitante no sea un pasivo observador de las obras
que el museo le presenta, sino entre otras cosas, para establecer una comunicacin y dilogo fluido con la audiencia.
La exhibicin inaugural que se encuentra en el
MACRO propone otro escenario. Para el visitante no iniciado la relacin con las obras no va
ms all de la simple contemplacin. La ausencia de informacin bsica es comn en muchas exhibiciones de arte contemporneo argentino y este caso parece confirmar la regla.
No mediar entre la obra y el pblico omite un
obvio mecanismo de comunicacin, que consiste en ofrecer los elementos necesarios para
que las personas puedan dilucidar lo que observan. No slo acerca de la pieza aislada, sino
para posibilitar la interpretacin de los conjuntos, de sus relaciones y de los intrincados mecanismos de legitimacin, seleccin y montaje.
Sin comunicacin no hay mensaje, en consecuencia tampoco hay obra. Con lo cual podramos indicar que ciertas prcticas contemporneas estaran vacas de sentido para muchos
espectadores. Para que otros puedan acceder
debemos otorgar las llaves. En este contexto
deberamos atender el modo en que nuestros
museos comunican y de que manera los actores vinculados al arte contemporneo relacionamos nuestros conceptos con la audiencia.
Ral D'Amelio. Artista y director del Museo de
la Ciudad de Rosario.
MACRO DE LEJOS
MACRO ROSARIO
Creo que el MACRO es uno de los ms importantes sucesos de Rosario de estos ltimos
tiempos, la ciudad tiene que estar orgullosa de
poseer un museo de arte contemporneo y
adems poder disfrutar el lugar fsico privilegiado donde est implantado.
Todava no he visto su interior y me gustara
encontrar una coleccin que represente a la
produccin de arte contemporneo argentino,
un museo que se incline a programas educativos para todas las edades y por ltimo un museo gratuito ya que el arte es para todos, no
slo para aquellos que puedan pagar.
No olvidemos que el museo no es un templo
de eternas verdades; es quiz un lugar donde
trabajan y conviven distintas interpretaciones,
un lugar de verdades provisionales.
Csar Baracca. Artista y supervisor en el British Museum.
MACRO: LO BUENO, LO MALO, LO MEJOR
LO BUENO: sin descartar el enorme lugar ocupado por el director del Museo, la Fundacin
Antorchas y la Secretara de Cultura en la ampliacin del Castagnino-MACRO, en mi opinin, lo mejor de este emprendimiento han sido los artistas y la Fundacin del MMBAJBC.
Si un museo es esencialmente su coleccin y
el uso que hace de ella, entonces hay que reconocer que sin el aporte de los artistas, no
habra MACRO.
Por otra parte, sin el apoyo de la Fundacin que acompa las decisiones sin rivalizar por
el gobierno- todo lo otro seguramente hubiese
sido mucho ms difcil.
LO MALO: el anexo, separado del edificio principal por 1.5 kilmetros, podra representar un
reto con muchas complicaciones. Lograr una
agenda coherente; compartir parte del personal;
repartir entre dos inmuebles autnomos una
misma partida presupuestaria; que la Fundacin
deba trabajar doblemente para apoyar la gestin, son algunas de las cosas que me inquietan.
LO MEJOR: es lo que queda por hacer. Habr
que pensar para el anexo una adecuada poltica
de colecciones y nuevas estrategias expositivas,
ambas en consonancia con las de un museo
de arte contemporneo. Aunque parte de la coleccin es demasiado grande para las salas (no
slo en nmero sino tambin en dimensiones),
se espera poder ampliar el museo. De seguro
el Anexo seguir creciendo e incluso quizs
tanto que su divorcio del Castagnino resulte
inevitable.
Mara Spinelli, Crtica de arte y curadora independiente.
MACRO CON AIRE ACONDICIONADO
MACRO -al menos en Rosario- remite a supermercado, a algo que en el fondo no escapa demasiado a las leyes del cambalache, y ahora,
adems, a arte. Mas no a cualquiera, sino al arte ms contemporneo que alguien tan luego
pueda llegar a imaginar. Y tal vez como uno no
tiene la dimensin exacta de hasta donde se
extienda el dominio de su significacin, todo
agujero en el lienzo es arte, todo montn de
lmparas de bajo consumo colgando del techo
es arte, toda mancha de barro en la pared es
arte, toda plasticola de colores sobre una ventana es arte, la ausencia del autor al pie de la
obra es arte. El da de la inauguracin del tan
moderno que apabulla y llena de dudas Macro
mi amigo Germn, ataviado con su overol azul,
se mandaba por huecos altsimos y reapareca
por otras tuberas, en otro nivel, inquieto e inquietante. Este pibe de azul overol trabaja en
Bunker -negocio del ramo del aire acondicionado, no piensen mal- y estaba poniendo a punto
algunos de los equipos. Desprevenidos transentes de escaleras hacia ningn lado, vieron en
l una puesta en escena de algo que tambin
era arte. Y un montn de obras -no vamos a
aclarar que de arte- a medio desenvolver sobre
una mesa, tal cual la gndola de oferta de productos navideos en febrero, rematando la
idea de que si no se sabe mucho, mejor confundir o al menos tratar de hacerlo.
Homs
MACRO , EL PRXIMO MUSEO
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co trayecto de 10 pisos en ascenso, por escaleras o elevador, uno trata de encontrar las respuestas en las lmpidas paredes intervenidas,
con mayor o menor grado de evidencia, por los
artistas. Lo que encontramos, en uno de los
lugares que ha de albergar la cspide del arte
de este tiempo, es (mayoritariamente y salvo
honradas excepciones que no ocupan ms que
los dgitos de una sola mano) la impunidad y
arbitrariedad con que se asigna la categora de
arte ltimamente. Las excepciones correspondientes a los dgitos de mi mano (ocupada
por su parte en distribuir a escondidas el primer manifiesto del NI-NOvedismo, movimiento
inaugurado, por quien escribe y otros disconformes, en vistas de tanta facilidad ante el hecho de ser artista) se repartan entre la sala
dedicada a la muestra de Lucio Fontana, obras
de Grippo, Le Parc o Len Ferrari (deslucidas
en el deslucido contexto), y alguna que otra reliquia apoltronada y condenada al anonimato
en una mesa gigante cual escaparate cambalachesco o stand ferial (Marta Minujn, Nicola
Constantino, Fabio Kacero, Marcos Lpez, etc.).
Quiz, sintomticamente, eso sea la contemporaneidad; un edificio rescatado de sus viejas
pocas de esplendor agroganadero, sin espacio
para tanto pblico, cuyo ascenso suma en decepcin. Al llegar al mirador del dcimo piso, no
podemos sino lanzarnos al vaco o recorrer incansablemente las salas en busca de la siguiente salvedad. En el mejor de los casos: bajar, firmar el libro de visitas con un poco sutil
improperio o una obsecuente adhesin, y cruzar la ciudad a la pesquisa del prximo museo
ms cercano.
Franco Vico. Artista, miembro fundador del
Movimiento NI-NOvedista.
MACRO 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Para la inauguracin se pens mostrar parte de
la coleccin de arte contemporneo, un cuerpo
de obras en el MACRO y otro en el Museo Castagnino, articulando ambos espacios. Con Romn Vitali, como asesor invitado, trabajamos
en el diseo de montaje, planteando desde el
comienzo un recorrido con una fuerte visin
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MACRO ROSARIO
contempornea de museo.
En el MACRO trabajamos la idea de eje vertical, produciendo un recorrido que se va complejizando y contemporizando a medida que
ascendemos; a la vez cada planta tiene una lgica horizontal, con fuertes dilogos de obras
entre maestros y artistas consagrados junto a
jvenes artistas y de generacin intermedia.
Se desarroll as un tejido de conexiones en
donde es posible diversas lecturas, tanto en
sentido vertical como el horizontal.
El piso 7 se propone como conexin directa
con el depsito, conformado por partes de
obras de la coleccin, a modo de recorte, de
instancia de proceso.
En el piso 8 y en el 9 intervenciones especficas
realizadas por cuatro artistas rosarinos, operaciones al lmite entre la obra y la no obra y la
desmaterializacin del arte. Cosas que pasan.
Leandro Comba. Diseo de montaje.
MACRO , ARTE Y PARTE
No s si est del todo bien ser arte y parte. Curador y artista. Las cosas corren el riesgo de
mezclarse con poca fortuna. Curar un museo
en su instancia inaugural incluyendo la propia
obra y la de los amigos muy amigos, la de los
menos amigos o la de los poco amigos no parece ser una tarea muy difcil de hacer, pero s
de justificar.
Tal vez resulte ser que la tica, o al menos cierta vergenza profesional sean valores ya superados por la dialctica de lo contemporneo y
los usos actuales impliquen otros mecanismos
menos atados a intiles convenciones estancadas en el tiempo. Se ve que ahora hay otra
frescura, otro desparpajo, que no se necesita
de grandes trayectorias ni de excesivas preparaciones para encargarse de esas tareas domsticas. Basta con tener un muy buen gusto,
cultivar cierto encanto personal, un poquito, no
mucho, de ocurrente prepotencia y la venia de
las autoridades. A algunas momias pasadas de
fecha esto nos parece adems de indigno un
poco berreta
Aurelio Garca. Pintor.
MACRO QUO VADIS ...
MACRO ROSARIO
[M _ _ _
O ] MUSEO
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El Anexo no es un edificio estable, como podramos pensar del Museo Castagnino. Decididamente es inestable, su particular condicin espacial: la arquitectura pone al visitante en atencin flotante, intermitente, dispersa.
Razones: cmo entra insistentemente el paisaje en el edificio! y la contundente experiencia
fsica que lleva adelante el visitante. Adems
est viendo arte contemporneo, y por momentos se borran los objetos (cuadros) para desparramarse en el propio edificio. Lo que digo no
es retrica, es la experiencia fsica que tuve en
cada una de las 4 visitas. Esta sucesin de pisos, el andar por las escaleras, entrar y salir de
los espacios, la alternancia de temperaturas
reales y acondicionadas, la presencia contundente del paisaje con sus innumerables recortes,
ventanas, panormicas, el horizonte inestable,
bajsimo, alto, medio. (Hay un lejano recuerdo
a la pintura de Cndido Lpez, la estratificacin de los colores y el horizonte mvil? O el
ro Paran y las islas). Quizs otro museo propiamente dicho sea el catlogo.
Ser el Anexo un espacio inteligente al modo
de las telas inteligentes? Termosensibles al
contexto, livianas, dispuestas a cambiar, a ser
muy fras o muy calientes de acuerdo a lo que
se necesite de ellas, ocupando poco espacio
real, sin embargo muy efectivas en sus funciones. Me gustar que adems de conservar
obras y ofrecer permanentes relecturas de la
coleccin, se ample con gestiones didcticas
hacia el pblico. Podra el anexo seguir creciendo en mdulos, sobre el parque?
Un problema: en las puertas vidriadas de cada
piso, estn rotulados los nombres de las obras
y de los artistas. Un piso (con sillones y algunos
libros) tiene rotulado el nombre de una empresa de muebles, (es un descanso), igual no me
parece adecuado que aparezca del mismo modo
que los artistas.
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MACRO ROSARIO
plejo.
Nosotros felices, queremos que todos nos visiten, haremos tours para que conozcan nuestros
espacios de arte. Es que ac nos aburrimos, si
no hacemos arte, qu hacemos. Es una ciudad
de extraos entes con romanticismos artsticos.
Marcela Rmer. Escribe sobre arte.
MACRO
COLECCIN
MONTAJE
NOTA:
Un museo contemporneo, por definicin es
una oportunidad in progress.Agradezco a todos los participantes por su entusiasta colaboracin. Agradezco tambin a aquellos que por
razones de espacio no pudieron sumar su visin, pero que la tienen...
Gracias a Jorge Colaccini.
Esta encuesta permanecer abierta en web.
Particip en
www.rosariarte.com.ar/contenidos/index.php?
nota=125
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PERFORMANCES
PERFORMANCES
De la servidumbre
indiana a la divisin y
(su)-(so)bordinacin a
los poderes del Estado
Diego Melero, un performer-socilogo que trasmuta un paper en
accin artstico-potica. Vayan ms pruebas.
Diego Melero
La conquista de las naciones originarias de Amrica est signada desde su inicio por dos maneras generales y principales que han empleado los llamados civilizadores-evangelizadores-europeos: la una por injustas, sangrientas y tirnicas guerras y la otra, despus de que han
muerto todos los que podran anhelar o suspirar o pensar en libertad,
o en salir de los tormentos que padecen, como son todos los seores
naturales y los hombres varones ( porque comnmente no dejan en las
guerras la vida sino los mozos y mujeres), oprimindolos con la ms dura, horrible y spera servidumbre en que jams hombres ni bestias pudieron ser puestas. A estas dos maneras de tirana infernal se reducen
o se resuelven o subalternan como a gneros todas las otras diversas y
varias de asolar aquellas gentes, que son infinitas(1). Fray Bartolom de
las Casas -alumno de Antonio de Nebrija y contemporneo de Toms
Moro, Maquiavelo, Erasmo de Rotterdam, Francisco de Vitoria, Luterotoma contacto con un indio que le regala su padre al llegar a Espaa
luego del segundo viaje de Coln, entablando una breve amistad que le
permite conocer a los seres humanos del otro lado del Atlntico antes
de llegar a las tierras de Indias. Luego, una vez en la isla La Espaola
consigue una reparticin y encomienda -posesin de un determinado
nmero de indios a los que se deba instruir en la fe cristiana y al mismo
tiempo utilizar tanto para las labores agrcolas como para la extraccin
del oro-. Viendo las matanzas, Las Casas una vez ordenado sarcedote
renuncia a la encomienda y a los bienes acumulados proponindose
una misin: modificar la poltica colonial. Si bien encuentra receptividad
del emperador Carlos I, las Leyes Nuevas sern boicoteadas, siguiendo entonces el sistema de esclavitud y servidumbre (2) por casi tres siglos ms; institucionalizando en tierras americanas a la conquista por
codicia, la usurpacin y la tirana(3). Mientras que en Inglaterra se instaura un monarqua parlamentaria a fines del siglo XVII -despus de guerras civiles, interregnos tirnicos, restauraciones, etc.-, estableciendo un
lugar de preeminencia del poder legislativo subordinando, as, los deseos absolutistas de quienes ejercen el poder ejecutivo a los de aqullos que la sociedad les delega la capacidad de preservarla mediante
la legislacin; en el caso de los corregidores y oidores -como tambin
los gobernadores, capitanes generales o virreyes- de Hispanoamrica
continan con prcticas arraigadas desde los primeros adelantados,
procuradores, priores comunitarios y jueces visitadores fomentando la
subordinacin a la corrupcin administrativa indiana, siendo la moneda corriente el soborno.
El tema de la conquista, el exterminio, la reduccin a servidumbre y la
destruccin de las culturas precolombinas se proyecta en sus efectos
hasta el presente en Amrica Latina, a pesar de los intentos de borrar
rastros. La combinacin de instituciones propias de la Edad Media Tarda castellana con la afirmacin moderna de los derechos ciudadanos
en la revolucin inglesa, la Ilustracin, las reformas borbnicas, la independencia de los Estados Unidos, la revolucin francesa y sus consecuencias independentistas en los pensadores de Iberoamrica, no cierran la servidumbre de la dominacin colonial.
Diego Melero, 30 de Noviembre de 2004.
1) Bartolom de Las Casas en el Memorial de los catorce puntos
(1516), propugna una colonizacin pacfica, adems del fin de las reparticiones -encomiendas-, la creacin de ciudades de no ms de mil
habitantes integradas por grupos de trabajadores indios dependientes
de sus jefes naturales bajo administracin de espaoles, explicando,
adems, un sistema de enseanza en base a las tcnicas agrcolas nuevas; aqu aparece un planteo sobre la ciudad en el nuevo mundo a partir del modo de produccin mercantilista con rasgos utpicos -Moro escribe la primera parte de Utopa en 1516, mismo ao del Memorial-. En
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PERFORMANCES
1542 escribe la Brevsima relacin de la destruccin de las Indias, dirigindose en el prlogo al Prncipe de las Espaas, Don Felipe, sucesor del emperador al abdicar Carlos I, como Felipe II, definiendo en estas lneas los dos motivos al comienzo de la espeluznante narracin -detallando cada regin, con mtodos similares- por los cuales murieron en
cuarenta aos ms de doce millones de nimas, hombres, mujeres y
nios. Es de considerar la influencia de los humanistas en Las Casas
-sacerdote que ingresa en la orden de los dominicos en 1523, contemporneo de la Reforma, pero anterior a la Contrarreforma-; luego en el
Segundo ensayo sobre el gobierno civil, Locke al referirse al origen de
las sociedades polticas plantea el lugar desconocido que hay en el momento previo al que un grupo de hombres decide constituirse en sociedad estableciendo un gobierno, es decir: cul es el lugar del estado de
naturaleza y para quines es lcito el reconocimiento a partir del inicio de
alguna forma de gobierno? Y aqu el filsofo ingls cita al jesuita Jos
de Acosta (1539-1600) diciendo en su obra Historia natural y moral de
Indias que en muchas partes de Amrica no hay gobierno alguno, y
menciona a los chericuanas de Florida o los indios del Brasil; entonces:
la guerra sera justa?, estara la conquista justificada?
2) Amo y siervo son nombres tan viejos como la historia, pero se han
dado a individuos de muy diferente condicin. Pues un hombre libre se
convierte en siervo de otro vendindole, por un cierto tiempo, el servicio
que se compromete a hacer a cambio de un salario que ha de recibir. Y
aunque, por lo comn, esta condicin lo introduce en la familia de su
amo y lo somete a la disciplina ordinaria que all impera, slo le da al
amo un poder pasajero sobre l, y exclusivamente dentro de los lmites del contrato establecido entre ambos. Pero hay otro tipo de siervos
a los que llamamos esclavos, quienes, por ser cautivos tomados en una
guerra justa, estn, por derecho natural, sometidos al dominio absoluto
y el poder arbitrario de sus amos. Como he dicho, al haber renunciado
estos hombres a su vida y, junto con ella, a sus libertades, y habiendo
perdido sus bienes al pasar a un estado de esclavitud, no son capaces
de tener alguna, y no pueden ser considerados partes de la sociedad civil, cuyo fin principal es la preservacin de la propiedad. Locke, John:
Segundo ensayo sobre el gobierno civil, cap:VII, paragr: 85.
3) Acerca de la diferencia y en cmo se conectan conquista, usurpacin
y tirana: Del mismo modo en que la conquista puede llamarse usurpacin extranjera, la usurpacin es un tipo de conquista domstica, con
esta diferencia: que un usurpador nunca puede tener el derecho de su
lado, no habiendo usurpacin all donde uno no ha tomado posesin de
algo a lo que otro tiene derecho. Esto, en lo que a la usurpacin se refiere, es slo un cambio de personas, mas no de las formas y reglas de
gobierno. Pues si el usurpador extiende su poder ms all de lo que, por
derecho, pertenece a los prncipes o gobernantes legtimos del Estado, se trata de tirana sumada a la usurpacin. Idem., op. cit. Cap: XVII,
par: 197.
PROA
F
a partir de abril
Av. Pedro de Mendoza 1929 (y Caminito), Buenos Aires
T (54-11) 4303 0909 - [email protected]
N
Martes a Domingos de 11 a 19 hs
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MATTA REVISITADO
MATTA REVISITADO
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Secuencias de energa
levitante
Una radiograma de Roberto Matta
Pedro Labowitz
En 1937 conoce en Pars a Anne Clark y se casa con ella, madre de sus mellizos Gordon y
Sebastin, hoy ambos fallecidos. Gordon visit
Chile en 1971 y realiz una accin de arte en
el hoyo del Museo que va a ser su Sala Matta. Cuando nacen los mellizos en 1938, Matta
se separa de Clark, quien, ya separada, viene a
conocer a los abuelos de sus hijos.
Su segunda pareja, desde 1943 y ya viviendo
en EE UU, es doa Patricia OConnors, con
quien no tiene hijos y quien anteriormente era la
pareja del Marchand d'art Pierre Matisse, hijo
del pintor Henri Matisse. Matta convivi con
ella hasta 1948.
Entre 1948 y 1954 es el tiempo de la actriz italiana ngela Mara Farranda, madre de su hijo
Pablo, quien naciera ya a la vuelta de Matta a
Europa.
Por equivocacin del empleado del registro civil en Italia, qued inscrito con el apellido materno de su padre, Echaurren, o sea, como Pablo Echaurren y mantuvo es nombre.
A doa ngela le sigue Malitte Poppe, diseadora de profesin y directora del Centre Pompidou
en Pars. De este matrimonio nacen, en 1955,
su hijo Ramuncho y, en 1960, su hija Federica.
En 1969, durante una visita de Matta a Cuba,
aparece doa Germana, 30 aos menor que
Roberto, italiana, hija de un acaudalado profesional, que abandona su propia carrera artstica para dedicarse a apoyar la carrera de su futuro marido. Se casan el mismo ao, en una
ceremonia oricha, en una mezcla de evento
surrealista y folklrico. En 1970, cuando Matta
recibe informacin oficial de su divorcio de M.
Poppe, se casa oficialmente con Germana, madre de su ltima hija Alis, y quien lo sobrevive
-estando hoy a cargo de la amplia herencia de
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MATTA REVISITADO
ms cerca de Mir o de Tanguy, que de Magritte o Matta. Elabora a su manera los pensamientos expresados en los manifiestos surrealistas de Breton, a quien conoci desde 1937 y
quien lo incorpor oficialmente al grupo surrealista, del cual Breton era su indiscutido lder y terico.
O: Podemos hablar entonces de una pintura
espontnea?
EG: No tanto. Matta estudi y se recibi de arquitecto, con representaciones del espacio tridimensional. Adems, tiene formacin pictrica en Chile desde 1929 hasta 1934, en la Academia Libre Los Olmos, en los altos del diario La Nacin, con el maestro Hernn Gazmuri.
La libertad se su obra viene de su fuero interno, de su rechazo de toda censura, sea artstica, esttica, moral o poltica. Esto le permite
abrir un camino nuevo y diferente a los problemas de la pintura. Se desarrolla de una primera etapa de obras ms pequeas (1937-1957) a
formatos muy grandes (hasta 2 x 10 m), en que
privilegia un trazo largo y secuencias de energa levitantes. Esto coincide con el encargo de
un gran leo sobre tela para el nuevo edificio
de la UNESCO, en Pars, llamado Tres seres constelaciones frente al fuego. Si bien, en
1940, ya tiene un estilo personal y unas constantes reconocibles, es el ao 1955 el que marca su ingreso a la elite mundial de la pintura, al
ser invitado doblemente a la Tercera Bienal de
Sao Paulo: como seleccionado de Chile (por
Romano di Domnico) y por la OEA (por Gmez Sicre), con obras provenientes de EE UU.
O: Qu hace que una pintura de Matta sea un
Matta?
EG: Hay constantes. Suele colorearla con un
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con su hermano Mario, con quien haba integrado en sus aos universitarios la Mueblera
Matta, y con sus hermanos menores. En su primer viaje de regreso, en 1948, se reencontr
afectivamente con su padre Roberto Sebastin, con quien siempre haba tenido ciertas diferencias vitales, lo cual no le impidi agregar
el nombre Sebastin a s mismo, en una de
sus muchsimas mixtificaciones. En este mismo viaje, expone por primera vez en Chile, en
la Galera Ddalo, de su amigo Cata Undurraga, en la calle Miraflores de Santiago. Es el
mismo ao en que Undurraga ya haba organizado una exposicin internacional de surrealistas.
Chile, en 1991, le concedi el Premio Nacional
de Arte -no sin que un sorprendido Roberto
Matta, al escuchar la noticia por telfono, por
boca del entonces Ministro de Educacin Ricardo Lagos, dejase escapar espontneamente ciertas expresiones de tinte coproflico-; pero Matta se hizo beneficiario de la totalidad del
Premio a la Fundacin Matta que para tal efecto instituyera su amigo Sergio Larran GarcaMoreno, Director del Museo Precolombino de
Chile. Era uno de los muchos premios y distinciones que Matta recibiera durante su vida...
En Chile tenemos diversas obras de Matta,
tanto en nuestros principales museos, como en
muchas colecciones particulares. Vale la pena
mencionar las 80 obras entre pinturas, mural,
esculturas y grfica en posesin del Museo de
Artes Visuales de Santiago, que debe ser la coleccin local ms numerosa.
Contrariamente a lo afirmado en el gran catlogo de 1985 del Centre Pompidou, ninguna
obra de Matta fue destruida en poca alguna.
Pero quedamos en Chile con una deuda pendiente: el establecimiento de un espacio permanente de exhibicin, un futuro Museo Matta.
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1) M. H. Gradowczyk,
Hace ochenta aos el
Saln de Primavera consagr, con la Chola desnuda, un simulacro deleuziano, Cultura, Ao
21 N 81, primer semestre 2004, pgs. 49-51.
2) Tras los pasos de la
norma. Salones Nacionales de Bellas Artes (19111989), Marta N. Penhos y
Diana Wechsler (coordinadoras), Archivos del
CAIA 2, Ediciones del Jilguero, 1999, p. 130.
opinin de La Nacin. Wechsler tambin adopta esa postura ya que, segn su anlisis, Guido ha transpuesto la iconografa de la maja en un
personaje inverosmil (5). Jos Len Pagano ignora la existencia de esa
pintura en su extenso texto sobre Guido publicado en El arte de los argentinos.
El desnudo femenino es un gnero bien instalado en el arte argentino
del siglo XX, como se observa en las pinturas de Basalda, Beristayn,
Christophersen, Jarry, Larco y Victorica presentadas en salones anteriores. El motivo de este anlisis de la Chola desnuda es otro. Primero,
no se le escapar al observador advertido la similitud temtica, compositiva y de tamao que existe entre la pintura de Guido (leo sobre tela
de 1,62 x 2,05 metros) y una pintura emblemtica del arte moderno. Se
trata de la Olympia de Edouard Manet (leo sobre tela de 1,305 x 1,90
metros), que representa a una mujer desnuda (una atractiva prostituta)
de mirada indolente en el instante en que su mucama negra, casi en primer plano, se inclina para entregarle un ramo de flores -obsequio de algn admirador que quiz aguarde una respuesta-, mientras en un extremo se observa un gato negro. Olympia, a su vez, es la recreacin de
La Venus de Urbino de Tiziano.
Manet y Guido no slo registran imgenes sino que convocan al observador para que, acompaado por el artista, se enfrente en el espacio
imaginario de contemplacin con la actitud desinhibida de dos mujeres pblicas, aproximaciones pictricas que abordan un tema de creciente significado social, tanto en el Pars decimonnico como en la Argentina de principios del siglo XX. No se puede asegurar que Guido haya visto a Olympia en reproducciones o en el Louvre antes de la realizacin de su chola (6), pero existen elementos comunes que lo sugieren:
la disposicin de los cuerpos, el dibujo de los senos, los oportunos cruces
de piernas que evita la representacin del pubis, el perturbador desenfado en ambas miradas y las medidas de ambas telas. Slo que en el relato de Guido la coqueta chola gira su cintura probndose el sombrero
5) Ibidem, p. 53.
6) Segn la literatura
consultada Guido viaj a
Europa en 1925 y 1937.
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trastoca la ideologa de un Ricardo Rojas, sostn de esas interpretaciones que pretenden ver a la Chola desnuda como una alegora indoamericanista, sin percibir las connotaciones sociales y simblicas que presenta. Valdra la pena recordar que Martnez Estrada, al comentar la ingerencia del Estado en los temas culturales, escribe:
El Congreso vota fondos para que se escriban obras o para adquirirlas.
Son fantasmas a la rstica. Las plazas estn llenas de simulacros de
bronce y de mrmol; los museos atestados de simulacros; los programas sinfnicos poblados de fantasmas. Todo este mundo de los abortos inmortales nace de la poltica y es hijo de las cmaras, de los gabinetes y de los comits. El pblico est complicado en el sistema de la
cadena y aplaude; llena los teatros y repite los gloriosos nombres de los
espectros (10).
El Estado, con su presencia omnisciente, ha consagrado a la pintura de
Guido como otro simulacro ms. Varios aos ms tarde, el jurado del
XXV Saln le confiere el Gran Premio de Honor a otro desnudo: se trata de la emblemtica Venus Criolla de Emilio Centurin. Los rasgos de la
modelo desnuda responden a una mujer nativa, robusta, retratada de
pie, sostenida por sus propias fuerzas; su tez delata su mestizaje. Esta
pintura de regular tamao es considerada como un cono de la mujer
criolla. No faltar mucho tiempo para que esta mujer de pueblo, sufrida
y relegada, se evada de la pintura -como ese personaje de una pelcula
de Woody Allen- e ingrese a la vida moderna.
Berni y el Nuevo Realismo
Un grupo singular de artistas argentinos se concentra en Pars entre mediados del '20 y principios del '30. Los une vnculos fraternos, aspiraciones comunes, el deseo de aprender y experimentar aires ms libres,
ver en directo ese arte raro, diferente, del que se habla en Buenos Aires y en Rosario. Bajo el rtulo Grupo de Pars se ubican Aquiles Badi, Hctor Basalda, Antonio Berni, Horacio Butler, Raquel Forner, Victor Pisarro, Spilimbergo y el escultor Bigatti. Visitan diferentes ciudades
y academias de arte, sus problemticas varan, como as tambin su
permanencia en los diversos centros. Es la irrupcin pacfica de este
grupo y la prdica de la crtica renovadora la que motora cambios en la
cosmtica del Saln.
La actividad de Berni en el perodo cubierto por este trabajo exige un
anlisis detallado. En este caso, si se intenta crear un mapa de su actividad es imprescindible establecer ejes de referencia apropiados teniendo en cuenta los registros histricos disponibles de sus actividades,
sus escritos de la poca y los textos crticos que lo acompaan.
Berni: mquina poltica
A su regreso de Europa, tras su experiencia con el surrealismo francs,
de la que da cuenta Guillermo Fantoni (11), se lanza a una actividad incesante, que culmina con su exposicin de obras surrealistas en Amigos
del Arte (junio de 1932). No se puede desconocer la profunda reflexin
marxista que l manifiesta a su regreso, que refleja su sentido de solidaridad social y su amistad con el poeta Louis Aragon, su contacto con
Henri Lefvre y la influencia de su esposa Paule Cazeneve, colaboradora del escritor de izquierda Henri Barbusse.
En mayo de 1933 desembarca David Alfaro Siqueiros por segunda vez a
Buenos Aires, acompaado de Blanca Luz Brum, evento que marcar un
punto de quiebre en la trayectoria del rosarino (12). El muralista llega
precedido de gran prestigio como artista y revolucionario. Gracias al
apoyo que le brinda Victoria Ocampo, es invitado a dictar conferencias
y a exponer sus pinturas en los salones de Amigos del Arte (13). Siqueiros no solo posee condiciones extraordinarias como artista y educador,
sino que construye un discurso terico y visionario que se inicia con su
primer manifiesto que publica en Espaa en 1921 (14), y que reitera en
sus combativas notas que aparecen en Buenos Aires en Contra y en Crtica (15).
Es en medio de la efervescencia producida por la presencia del mexicano que Berni se le acerca y, junto con Castagnino, Spilimbergo y el uruguayo Lzaro, forman parte del equipo o team poligrfico que realiza el
mural Ejercicio plstico en la quinta de Natalio Botana (16). No se proponen ejecutar una obra revolucionaria en el stano de la residencia de
un empresario tan contradictorio, propietario de Crtica y uno de los organizadores de la campaa contra Yrigoyen, sino que se lo plantean como un ejercicio colectivo para experimentar nuevas tcnicas iniciadas
por Siqueiros durante su estada en Los ngeles en 1932, donde realiza
los murales Mitn obrero y Amrica tropical. All el mexicano, con un
equipo (bloque) de asistentes, desarrolla una tcnica revolucionaria para la poca: el uso de la fotografa, de una cmara proyectora y el empleo de la pistola de aire comprimido para arrojar la pintura sobre el soporte. En el panfleto titulado Ejercicio plstico, firmado por Siqueiros y
sus colaboradores -el que sera de la mano del artista mejicano segn
Raquel Tibol y lo sugiere Berni en su texto publicado en Nueva Revista
(17)-, se resume la tarea realizada para ejecutar el mural de Botana. Para esta poca Siqueiros manifiesta su oposicin al arqueologismo del
muralismo mexicano, y se propone sustituir el arte con base folclrica
por un arte internacionalmente vlido, basado en antecedentes locales
y nuevos elementos funcionales con mayor potencialidad para la expresin artstica, que necesariamente se debe expresar mediante murales
en lugares pblicos.
Con la publicacin de su primer ensayo en Nueva Revista, titulado Siqueiros y el arte de masas se produce el ingreso de Berni al campo terico,
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14) 3 llamamientos de
orientacin actual a los
pintores y y escultores
de la nueva generacin
americana, Vida Americana N l, Barcelona,
Mayo 1921, p. 1.
17) Antonio Berni, Siqueiros y el arte de masas, Nueva Revista, Buenos Aires, enero de 1935,
p. 14. Ver tambin Antonio Berni Escritos y papeles privados, editor:
Marcelo Pacheco, investigacin y seleccin: Betina Lippenholtz, Tema
Grupo Editorial, Buenos
Aires, 1999, pgs. 195-198.
y se inagura un debate sobre cmo realizar arte al servicio de la revolucin socialista, del cual Cristina Rossi brinda precisiones (18). En ese
texto el rosarino quiebra lanzas con el mexicano y propone que: La pintura mural no puede ser ms que una de las tantas formas de expresin
del arte popular. Querer hacer del movimiento muralista el caballo de batalla del arte de masas en la sociedad burguesa, es condenar al movimiento a la pasividad o al oportunismo. Al sostener luego que las formas de expresin del arte proletario en rgimen capitalista sern mltiples, abarcando todos aquellos medios que nos puedan ofrecer la clase
trabajadora a las contradicciones mismas de la burguesa, Berni reafirma el contenido revolucionario de su propuesta.
Esta estrategia inicial propuesta por Berni se adapta a las condiciones
imperantes en la dcada infame, donde no resulta posible obtener espacios fsicos donde volcar la ideologa y tcnica revolucionaria. En consecuencia, para asegurar la subsistencia del artista, se deben admitir
prcticas diferentes, las que incluyen el afiche, el grabado y el cuadro de
caballete.
Junto al ya mencionado ensayo de Berni, Nueva Revista publica un texto de un autor annimo que, al referirse al cubismo, escribe: El cubismo, ese arte fundamentalmente plstico por abstracto en cuanto al contenido, ese arte incomprensible para las grandes masas, aparece respondiendo al mismo sentido totalitario que el imperialismo (19). Creo
que Berni habra suscripto de buen grado esta definicin recalcitrante,
ubicada en esta revista en forma estratgica a continuacin de su ensayo sobre Siqueiros. Confrontaciones como sta no son gratuitas, sino
que explican la necesidad que tienen las izquierdas de ganar espacio
poltico utilizando consignas provocativas. Es su prctica corriente plantear el debate no solo en el terreno de los nuevos contenidos, medios y
estilos, sino desprestigiando a los movimientos ms avanzados de las
vanguardias burguesas por todos los medios posibles.
Berni utiliza el foro que le ofrece la recientemente creada revista Forma,
editada por la SAAP (Sociedad Argentina de Artistas Plsticos) para
plantear las bases tericas de su Nuevo Realismo. Desarrolla primero
el siguiente argumento descalificatorio:
El arte que hoy llamamos moderno, cuyo lugar de origen puede situarse en Pars de ante guerra, torna su pensamiento y su imaginacin como la sola realidad plstica. En su afn de desconectarse de todo lo
que pudiera significar o representar el mundo objetivo, cre un mundo
de formas tan en abstracto que hoy, en manos de los corifeos, se transforma en un decorativismo frvolo y sentimental (20).
Ms adelante Berni plantea su propuesta: En el Nuevo Realismo que se
perfila en nuestro medio, el tejido de la accin es lo ms importante,
porque no es slo imitacin de los seres y cosas, es, tambin, imitacin
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21)
Sus grandes telas
Berni se propone crear un movimiento artstico de alcance poltico, alrededor de sus consignas del Nuevo Realismo y, con un grupo de artistas rosarinos, crean la Mutualidad de Estudiantes y Artistas Plsticos.
Quiz su realizacin ms emblemtica de esta dcada sea Desocupacin (Desocupados), pintura rechazada por el jurado del Saln de 1935,
y presentada en el primer Saln de la AIAPE realizado en salas del Consejo Deliberante de Buenos Aires (octubre 1935) y reproducida en la revista socialista Izquierda (22). Esta obra, de gran tamao para los estndares del arte argentino de la poca (218 x 300 cm), est realizada en arpillera, soporte introducido por Siqueiros en 1930 durante su estada en
la carcel (23), con una suerte de pintura gruesa (temple) con la que el artista procura alcanzar la opacidad del fresco. Esta tcnica le permite a
Berni realizar arte poltico transportable, independizndose as del muro, material escaso si se quiere hacer arte proletario.
Desocupacin muestra un conjunto humano abandonado a su suerte inmerso en un espacio profundo articulado por una perspectiva en cuyo
punto de fuga, ubicado casi en el borde superior de la tela, confluyen
el mar, un buque que se acerca, una barranca, una playa y el cielo (24),
los que se divisan a travs de la abertura del galpn que resguarda a
parte del grupo.
El artista utiliza deformaciones de escala en el dibujo perspectival de sus
personajes similares a las usadas por los escultores, con cabezas, y extremidades exageradamente ampliadas; tcnica que recuerda las pinturas realizadas por la pintora Charley Toorop, perteneciente al movimiento de la Nueva Objetividad holandesa. Los cuerpos en el primer
plano se entrelazan entre s sobre el tablado de madera, mientras que en
el cajn donde se recuesta el personaje de la izquierda est inscripta
una leyenda, en la que apenas se lee S A FE, y una estrella de cinco
puntas. Si bien las grandes figuras le otorgan carcter monumental a la
composicin, se percibe una inquietante sensacin de vaco que le confiere a la pieza esa atrapante connotacin metafsica.
Con Desocupados Berni concreta la pieza fundamental del Nuevo Realismo. No dudo que los crticos de arte estalinistas le hubieran cuestionado la ausencia, en esta pintura, de elementos picos y reivindicatorios,
Cristina
Rossi,
Adnde va la pintura?
Dos respuestas de Antonio Berni a una misma
pregunta, en Discutir el
canon. Tradiciones y valores en crisis, II Congreso Internacional de Teora e Historia de las Artes
- X Jornadas CAIA, Buenos Aires, 2003, pp.
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que son componentes esenciales del realismo socialista. Por el contrario, esos personajes, inmersos en ese paisaje ambiguo tan extrao a este cnon, trasuntan una sensacin de desamparo y resignacin. Ser
que suean con la llegada del buque que los llevara a un mejor destino?
Difcil afirmarlo. Con esta pintura Berni se asume como un experimentador de formas, y esto lo define como modernista.
Laura Buccellato, al comentar las pinturas de este perodo sugiere que
Berni metaboliza aquellos valori plastici de la pintura del novecento,
donde el drama social se acenta con monumentalismo pico y adquieren la congelacin estatuaria que denota una iconografa objetual como cosificacin de lo cotidiano, ejemplo El torero calvo (1928) (25). Su
flujo creativo se alimenta con sus experiencias surrealistas y metafsicas
en lo esttico y con su postura ideolgica revolucionaria y Rosario pasa
a ser epicentro de la vanguardia argentina del '30.
Manifestacin (1934), actualmente en la coleccin del MALBA, es otra de
sus pinturas del perodo de declarado contenido poltico. El artista utiliza en este caso una tcnica y un esquema compositivo similar al de Desocupados, solo que la perspectiva profunda est enmarcada en un esquema urbano de casas bajas, ms pueblo litoraleo que barrio proletario. La franja de cielo casi desaparece, la nica pancarta, donde se lee
PAN Y TRABAJO, est ubicada, como el buque, casi en el punto de fuga de la perspectiva. Pero hay ms. En pinturas de su perodo surrealista el artista utiliza la tcnica del collage, como se observa en Susana y el
viejo de la coleccin del MALBA, donde ambos rostros son aplicaciones
de imgenes tomadas de impresos. El rostro de Susana es una imagen
de Greta Garbo -fotografa tomada por Clarence Bull (26)- que el artista metamorfosea modificando las arqueadas cejas de la diva. En cambio, para el dibujo de los personajes de Desocupados y Manifestacin,
Berni adopta como bocetos a sus fotografas de desposedos e imgenes tomadas de los diarios (27).
Es el modo de utilizacin de estos elementos auxiliares lo que establece una primera diferencia entre ambas pinturas. En la primera, la composicin es mucho ms abierta y el ordenamiento de los personajes le
otorga a la escena la sensacin de resignacin ya sealada; existe total coherencia entre los personajes con sus ojos entrecerrados, los cuerpos entrelazados, ensimismados, que dan la espalda al observador, con
el pudor que s generar su pobreza. Se advierte, en el extremo superior
derecho del cuadro, la nica presencia femenina: una joven madre que
lleva en sus brazos una pequea nia dormida, por su mirada tristona
parecera que la joven mujer no advierte el buque que se acerca. Podra
pensarse que esta pequea nia endormida, de tez morena y razgos nativos, simboliza el destino de todo el grupo, una imagen que Berni registrar en sus leos y pasteles aos ms tarde. Un antecedente de
Ramona Montiel?
No podra obviarse el sealar a Desocupados como una pintura emblemtica del arte moderno tout court; sta trasciende por su original estructura compositiva, la connotacin social del tema, y por cmo el artista convoca al observador y le trasmite esa carga energtica contenida detrs de esas miradas ausentes y rostros desesperanzados. Fantoni, que ha investigado este perodo de Berni, en su lectura de esta pintura se pregunta: Es el paisaje ribereo representado en Desocupados
una imagen real o la plasmacin de un sueo de los protagonistas?
(28). El observador advertido, por voluntad del artista, quiz tenga la respuesta. Mientras contempla y medita sobre la humilde y digna desesperanza de ese conjunto singular percibe la FE del artista de que se producir un cambio social en el futuro. Podra leerse el fragmento del texto
inscripto en el cajn de madera como una cita que el artista le propone
al observador, recurso plstico evocador con orgenes cubistas y dadastas, que Berni tambin utiliza en Chacareros (c.1936) y en Manifestacin.
Analicemos ahora esta pintura. Aqu el artista utiliza la misma tcnica:
arpillera y temple; varios de los personajes provienen de sus propias fotografas o de recortes. Son imgenes de seres aislados, tomados desde diferentes ngulos, en diferentes instantes y contextos similares, que
Berni incorpora dentro de su composicin, ahora ms ceida, ms compacta. Y es esta ausencia de vaco, ese vaco que un pintor chino consideraba esencial para que una composicin respire, marca una primera diferencia con Desocupados. Los manifestantes, mujeres y hombres,
amontonados, aparecen como un conjunto apretado de rostros arrugados con ojos desbocados; sus miradas apuntan a focos diferentes. Desconcentrados, perdidos, estos personajes carecen de ese espritu de
confraternidad circunstancial que se establece entre quienes marchan
en pos de un objetivo comn, simbolizado en este caso por el lema PAN
Y TRABAJO, obvia cita que refuerza el contenido ideolgico que el artista pretende otorgarle a su pintura.
Es precisamente esa multiplicidad de miradas discordantes y gestos
exagerados lo que sorprende al observador y le confiere a la pintura una
cierta opacidad visual, la centralidad compositiva desaparece y slo
puede ver el cuadro como si se tratara de un conjunto de fragmentos
arbitrarios, de rostros disjuntos, improbables dentro del contexto de la
composicin, su ttulo y la cita. Esto le otorga a Manifestacin una cierta irrealidad y un sesgo caricaturesco, pero al mismpo tiempo se advierte que Berni es propenso a cambiantes maniobras compositivas y
a diferentes tcticas pictricas, que se acenta en otros trabajos del
mismo perodo (29).
Resulta casi obligatorio una referencia adicional a Jujuy, Primer Premio
Composicin del Saln de 1937 (30). A modo iconogrfico, se la podra
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29) Medianoche en el
mundo (1936/37), leo
sobre arpillera, 195 x 289
cm, coleccin privada y
Jujuy (1937).
30) El jurado del XXVII
Saln estaba formado
por Pompeo Boggio,
Centurin, Chiappori y
Jarry como jurados oficiales y Larraaga y Augusto Marteau por los artistas. A su vez, el jurado
del ao1935 se conform
con los pintores Hector
Basalda, Jorge Beristain, A. Christophersen y
Jos Luis Pagano como
jurados oficiales y por
Enrique Borla, Rodolfo
Franco y Jarry por los
expositores.
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40) Rafael Cippolini, Manifiestos Argentinos. Polticas de lo visual 19002000, Adriana Hidalgo
Editora, Buenos Aires,
2003, p. 183.
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45) Contrapunto, Ao 1,
N 3, Buenos Aires, abril
1945, p. 11. Tomado de
Antonio Berni. Escritos y
papeles privados, op.
cit., pgs. 219-20.
tulada A dnde va la pintura? convocada por la revista Contrapunto, al preguntrsele si cree que la pintura evoluciona hacia lo real o hacia lo abstracto, Berni responde:
Toda la especulacin abstracta postcubista, todas las preocupaciones
por problemas ya resueltos hace tiempo, pasarn a un inferior comparados con la nueva verdad que va ms all de la artesana menor de copiar objetos o de crear imgenes abstractas -por ms concretas que
se llamen- y otras cositas para boudoir de damas aburridas o neurastnicas (45).
Este es un disparo directo contra los jvenes concretos comunistas:
Toms Maldonado, Claudio Girola, Alfredo Hlito y Manuel Espinosa. El
primero de ellos, desde el semanario Orientacin, reafirma la libertad de
expresin con estas palabras: En verdad, no hay una esttica oficial del
comunismo; no puede haberla. Hay, s, una tica comunista que el artista militante no puede de ningn modo desor -no es posible ser comunista y cantar a la desesperacin, al nihilismo, al sueo o a los parques desolados-, pero no una esttica (46).
Con el recrudecimiento de la Guerra Fra, el Partido obliga a todos sus
artistas a encolumnarse detrs del realismo socialista, discusin que alcanza lgidos niveles en Europa, y la posicin de los abstractos se hace
insostenible. El intento de Maldonado fracasa y es expulsado, evento investigado en detalle por Ana Longoni y Daniela Lucena (47). Los concretos abandonan su accin poltica e impulsan movimientos interdisciplinarios que vinculan al arte concreto con la arquitectura, el diseo y el
campo editorial.
Quiz el siguiente fragmento del prlogo que Louis Aragon, vocero intelectual del comunismo francs, que prologa la exposicin Berni realizada en la Galera Creuze (Pars, 1955), brinde una clave adicional para
analizar el pensamiento del artista rosarino: ( ) los problemas planteados y resueltos, por ms problemas de pintura que sean, estn subordinados a la cosa que se va a decir, a los problemas de la vida y, si esos
problemas renacen, es para que la calidad esttica se someta, para hacer que sirva a los hombres, no para alejarlos de ellos. En otras palabras, el creador debiera abandonar su propia necesidad interior para
transmitir los designos de aquellos iluminados que unilateralmente deciden lo que recibe el observador.
Ser Siqueiros quien aporte nuevos elementos a las discusiones mantenidas entre los abstractos y los que practican el realismo socialista.
Cuando llega a Nueva York despus de su tumultuosa estada rioplatense, sus investigaciones siguen las directivas trazadas en su texto Hacia la Transformacin de las Artes Plsticas (48), y propone el empleo de
diferentes tcnicas, que incluyen las cinematogrficas. Tambin realiza una
pintura abstracta titulada Ejercicio ptico (1934), ejecutada en piroxilina
sobre frmica (actualmente se encuentra en el Instituto Nacional de Bellas Artes, Mxico D. F.) (49). Siqueiros intentara, con este experimento,
realizar esa plstica realmente pura, que l visualiza como la forma de
arte absoluto que surgir cuando se instaure la sociedad comunista:
Plstica realmente pura por primera vez en la historia del mundo. Es decir: plstica bella de por s, ajena por completo a toda intencin anecdtica, descriptiva, imitativa, decorativa. Plstica de valor absoluto, intrnsicamente hablando, sin nada de mana filosfica o literaria. Plstica generada por el slo placer inmenso de las texturas y de las formas
y de los volmenes y de los colores y de los ritmos de stos entre s, (
) sin contar historias, sin pronunciar discursos, sin hablar de moral, etc.
(50).
Resulta paradjico que Siqueiros muestre, con su curiosa experimentacin abstracta, su deseo de construir un arte del futuro segn un argumento utpico al estilo de Piet Mondrian. Es que todo artista que valorice el acto pictrico como la resultante de un proceso introspectivo de
investigacin y de experimentacin con formas, soportes y medios, que
es una caracterstica esencial del artista modernista, no debiera estar
sojuzgado por una ideologa.
En visin retrospectiva, cuando se reflexiona sobre las posibilidades de
que el arte pueda ejercer una funcin poltica efectiva en la sociedad capitalista, se debieran sealar las diferencias que existen entre las artes
visuales modernistas respecto de otras manifestaciones, como es el caso de la literatura. Por el tipo de producto, sus costos de produccin, de
exhibicin y de distribucin, el artista plstico, como el msico, est ligado al consumidor por ese delgado hilo de oro del que hablara Greenberg y que, por su misma naturaleza, slo puede ser trafilado por el
Estado y la burguesa. La situacin de Berni, a fines de la dcada del 30,
muestra la potencia de esas fuerzas dominantes y su empeo para contener cualquier posibilidad que intente modificar el statu quo.
A fines del '50 el maestro rosarino ensaya con xito una salida para librarse del realismo apoltico, cors ideolgico que lo haba aprisionado durante casi dos dcadas, y que le haba proporcionado no slo amplio reconocimiento pblico y por parte del Estado, sino beneficios materiales.
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ARTE EN TANDIL
ARTE EN TANDIL
Una casilla
puede ser todo
lo que se les ocurra
Una extraa casilla rural tandilense sale a desafiar a los artistas
y al pblico
Juan Perone
Se trata de un espacio ambulante, autogestionado por artistas, que funcionar en una casilla rural rodante de 1950 que ha sido refuncionalizada para exhibir arte contemporneo.
Una casilla rural puede ser simplemente eso, una casilla rural, o un espacio de experimentacin artstica, depende del lugar desde donde se
la mire, depende del lugar donde se la deposite. Una casilla puede ser
todo lo que se le ocurra a un grupo de plsticos de nuestra ciudad y la
regin que se plegaron a la iniciativa de Cristian Segura, un joven artista tandilense que durante su gestin en el Museo de Bellas Artes abri
las puertas de la institucin a los ms conocidos espacios de arte contemporneo.
Trip, como defini Segura a este espacio ambulante es un proyecto innovador, autogestionado por artistas, que funcionar en una casilla rural rodante de 1950 que ha sido refuncionalizada para exhibir arte contemporneo, mediante un subsidio otorgado por Fundacin Antorchas
y cuya apertura al pblico tendr lugar a principio del 2005.
A diferencia de la mayora de los lugares de exhibiciones locales, que
por estar ubicados en el casco cntrico de la ciudad dificultan la accesibilidad de toda la sociedad, las posibilidades de itinerancia de Trip facilitar el acceso a otros espacios ciudadanos. Esto le proporciona un
gran dinamismo en el acercamiento e intercambio con todos los sectores sociales, confirma en su proyecto que tuvo el apoyo de Antorchas.
Adems, la accin educativa de Trip no estar limitada al espacio concreto de la casilla, sino que articular sus exhibiciones y biblioteca con
los lugares y actividades que se realicen en los sitios donde se establezca temporalmente: instituciones educativas, lugares pblicos de recreacin y esparcimiento.
Pero lo ms interesante de este espacio es que no ser un mero receptculo de obras de arte, sino que fue pensado para que toda la casilla
se considere un objeto artstico. Ser la casilla el objeto a intervenir por
los artistas convocados y un soporte de lo que estos traigan a exhibicin.
La casilla en su nueva concepcin de espacio expositivo itinerante, tiene que ver, por un lado, con las posibilidades de convertir el adentro
de la casilla en un material de obra de arte, en un medio que los artistas utilicen para sus propuestas. Obras creadas especficamente para el lugar, agrega Segura.
La idea que prendi rpidamente en Antorchas est asociada a responder con la urgente necesidad de contar en la ciudad de Tandil con
un espacio receptivo, dinmico y flexible que propicie el conocimiento,
valoracin, reflexin y difusin de las manifestaciones artsticas contemporneas argentinas y de sus creadores.
Segn Segura es necesario acompaar los procesos creativos e indagaciones de los artistas que, pese a formar parte de un pas fuertemente centralizado y dependiente de los centros de legitimacin, viven y trabajan en sus lugares de origen (Tandil, Ayacucho, Olavarria, Balcarce,
Mar del Plata,etc.). Una necesidad que las instituciones locales ancladas en sus tradiciones y en la categorizacin de sus funciones no logran
satisfacer.
Siempre bajo su premisa, con sobrados testimonios durante su gestin
en el Museo de Bellas Artes, hay que ser consecuentes con el creciente inters de artistas y pblico en general por el arte contemporneo y
atender las dificultades de las personas que no acceden a los circuitos
oficiales de difusin artstica por estar ubicados en su mayora en el
centro histrico de la ciudad.
Finalmente, as, podr colaborar con un objetivo mucho ms ambicioso
y que, de seguro, no tiene oposiciones: contribuir al crecimiento y consolidacin de un clima cultural ms maduro, dinmico y complejo para
Tandil y la zona, y desde aqu su contribucin al resto del pas.
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Ch'uspas, billetitos,
sombreritos
Posibles Otras aproximaciones a las estticas latinoamericanas
Lucila Anigstein
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DICCIONARIO
DICCIONARIO
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* Un pensamiento compartido.
* Francamente, los mejores abrazos. Las mejores charlas. Las mejores borracheras. Los mejores das.
* Sucios, chetos, rolingas, viejos, pendejos, trabajadores, empresarios, hippies, cantantes, escritores, periodistas.
* Mo de los dos.
* Fauna de la que me siento orgullosa.
* Confidente, consejera.
* Espacio que existe entre uno y el mundo.
* Seas, palabras, gestos.
* Gran palabra!
* Los peores enemigos viven una intensa amistad oculta por temer.
* Vnculo vital para el corazn.
* La amistad es un parntesis entre el desconocimiento y la enemistad.
* Persona especial, cuya caracterstica es poderla contar con no ms de 5 dedos.
* Me hacen descuento porque somos amigos.
* El mejor perro.
* Espejo crtico.
* Uno de los capiteles de tu propio santuario.
* Proyeccin del yo.
* AMIGO INVISIBLE, el juego del colegio.
* Nos quedamos dormidas en el tren, nos perdimos sin querer entre los sueos, desesperadas nos buscamos en cada estacin, nos encontramos y nos abrazamos y nos lloramos.
Me fui a dormir a su casa y desayunamos caf
y tostadas.
* Te traiciona de frente.
* Punto de encuentro y referencia.
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DICCIONARIO
CORREO
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Correo de lectores
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muestras
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Dibujos
Instalacin
12.3.05-5.4.05
9.4.05-27.4.05
Leda Catunda
31 de marzo 19 hs al 6 de mayo
Hola a todos, ante todo los felicito por el newsletter, es super til y completo, para enterarse
de todo lo que sucede en referencia al arte en
bs.as. Les quisiera pedir un favor, tengo dos
amigas artistas que mueren de ganas de recibir
el Correo ramona, yo les asegur que las suscribira. Les mando sus mails. Les agradecera
infinitamente si las suscriben.gracias nuevamente por difundir el arte
Carios.
irene
schnabel.
grupo
artemticas.
www.artematicas.com.ar
R.de r.: querido amigo o numero especial nao foi publicado ainda, mais nao
perdemos as esperanzas de fazer um
livro con esse material de altsimo nivel.
O mesmo Bruzzone tem a missao de engatusar uma editorial.
hay alguna posibilidad de que me envies el texto que public Kuropatwa sobre Man Ray que
veo figura en ramona / n 7, noviembre de
2000. Es un texto que no vi y tal vez me sirva
para agregar a la cronologa que estoy preparando. Por casualidad me lo pods enviar por
email? un milln de gracias,
Maria Gainza
R.de r.: querida Mara, ya Milagros te
mand la nota pero te sugiero que busques en la coleccin de ramona las
recetas de cocteles de Kur.
record que desde hace tiempo dej de llegarme ramona semanal. Horror!!! Estoy fuera del
mundo y no haba advertdolo. Y lo peor es que
no recuerdo qu haba hecho para que me llegara. SOS (help, soccorso, auxilio)Osea... Feliz
ao nuevoooooooo!!!!!!!
daniel rodriquez
R.de r.:
Subite al mundo ya: en
www.ramona.org.ar , CLIC en suscribirte.
Lerner, Nicols
Junqua, Gustavo
Linder, Luis
Miranda, Viviana
Allochis, Leandro
Horochowski, Maculan, Ballivin,
Spivak, Laura
Van Asperen, Mnica
Mas, Gustavo
Bianco, Domnech
Burton, Cceres, Goldstein, Paz, otros.
Gallina, Claudio
Marchi, Jos
Abot, Barcala, Court
Aguiar, Arturo
Antidn, Fernndez
Pablo Surez y Miguel Harte
Melero, Diego
Bigio, Dobarro, Lalot, Revsin
Bony, Oscar
Martin Reyna
Streletzxy, Paula
Espsito, Roxana
Varas, Mara
Donovan, Sofa
Aulet, Conesa
Teubal, Julin
dest telefonica
Vias, Gustavo
Opazo Ellic, Jorge
D'Arcangelo, Cetner, Ieger, Savio, otros
Fotografa
Instalacin
Collages
Tec. varias
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Pintura
Tec. varias
Tec. varias
Tec. varias
Fotografa
Tec. varias
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Pintura
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Pinturas
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Tec. varias
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5.3.05-5.4.05
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19.3.05-15.5.05
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15.3.05-15.4.05
13.3.05-13.4.05
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10.3.05-3.4.05
10.3.05-3.4.05
4.3.05-4.4.05
10.3.05-10.4.05
8.3.05-10.4.05
10.3.05-10.4.05
31.3.05-24.4.05
10.3.05-10.4.05
5.4.05 - 19.5.05
18.3.05-18.4.05
5.3.05-5.4.05
21.3.03 - 16.4.05
Sin ttulo
Marzo - Abril
Desde la Plstica-Bartolomeo
Desde la Plstica en Grace
Eclctica
Elsi del Ro
Esc. Argentina de Fotografa
Espacio Eclctico
Pintura
Pintura
Pintura
Intervencin
Fotografa
Tec. varias
9.3.05-9.4.05
9.3.05-9.4.05
31.3.05-30.4.05
8.3.05-2.4.05
5.11.04-4.5.05
18.3.05-10.4.05
Espacio Uriarte
Fotogaleras de la UBA
Galeria de la Recoleta GR
Pinturas
Fotografa
Pintura-Escultura
16.3.05-10.4.05
14.3.05-14.4.05
29.3.05-8.5.05
Juana de Arco
Objetos y Dibujos
5.4.05-30.4.05
galeras
Pea, Isabel
Sanda, Jorge
Antonello, Moira
Aitala, Benjamn
Simoni, Rita
Robles, Rafael
Otero, Marco
Caregnato, Gabriela
Ferrari, Len
Kuropakwa, Alejandro
Pintura
Fotografa
Fotografa
Pintura
Tec. varias
Pintura
pintura-escultura
Collages
Tec. varias
Fotografa
12.3.05-17.4.05
12.3.05-17.4.05
12.3.05-17.4.05
12.3.05-17.4.05
11.3.05-2.4.05
10.3.05-3.4.05
10.3.05-3.4.05
11.3.05-11.4.05
20.1.05-1.5.05
29.4.05-13.6.05
Muntref (Caseros)
Esculturas
Museo Castagnino (M. d. Plata) Pintura
Museo Castagnino (M. d. Plata) Tec. varias
Museo de Arte Moderno
Video instalacin
Museo de Arte Moderno
Tec. varias
Museo Eduardo Svori
Tec. varias
Museo Nacional del Grabado Tec. varias
Museo Quinquela Martn
Pintura
2.4.05-30.6.05
1.5.05-1.6.05
28.3.05-3.4.05
9.3.05-9.4.05
9.3.05-30.4.05
3.3.05-3.4.05
10.3.05-10.4.05
31.3.05-1.5.05
Praxis (Arenales)
Fotografa
Nicaragua 5024
Alberto Sendrs
Pasaje Tres Sargentos 359 tel. 4312-0995
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Alianza Francesa (Centro)
Belleza y Felicidad
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CC de la Cooperacin
CC Recoleta
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Crdoba 946 PB
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Estados unidos 1393
Humboldt 1574
Belgrano y Pasaje Revol
Viamonte y San Martn
Corrientes 1543
Junn 1930
Fray Luis Beltrn 125
Av de los Italianos 851
Espacio Uriarte
Fotogaleras de la UBA
Galeria de la Recoleta GR
Izuel, Estela
Martinez Mingo, Javier
Artistas varios
Fitte, Daniel
Tono Rojo
Transarte
Vermeer
Wussmann
al 7 de mayo
Fotografa
Tec. varias
Tec. varias
Pintura e instalacin
9.3.05-4.5.05
10.3.05-10.4.05
22.3.05-29.4.05
3.3.05-3.4.05
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Uriarte 1572
M. T. de Alvear 2230, 1 piso.
Agero 2502 (Jardines)
Bs As
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lu-vi 9-21
lu-vi 12-19; do 14-19
Y EN NUEVO ESPACIO
Leopoldo Estol
do 20-24
ma-mi 10-21; vi-do 19-22
lu-sa 11-22; do 17-20:30
ma-vi 14-21; sa-do-fer 10-21
ma y vi 10-19
ma-vi 14-18; sa-do 12-18
30 de marzo
Liliana Porter
Bs As
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Crdoba
Bs As
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4.3.05-30.4.05
a partir de abril
Bs As
Juana de Arco
El Salvador 4762
Bs As
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Directorio y Lacarra
Catamarca 1301 (subsuelo)
50 e/6 y 7
Avellaneda
Rosario
La Plata
Bs As
lu-sa 11-20
Mar del Plata
lu-sa 17 - 23
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ma-vi 10-20, sa-do-fer 11-20
Bs As
ma-vi 12-20; sa-do-fer 10-20
Bs As
do-vi 14-18
Bs As
ma-do 10-18
Arenales 1311
Bs As
Bs As
Bs As
Bs As
Bs As