Delicta Graviora
Delicta Graviora
Delicta Graviora
Davide CITO
Profesor Ordinario de Derecho Penal
Facolt di Diritto Canonico. Pontificia Universit della Santa Croce. Roma
[email protected]
SUMARIO: 1. Premisa. 2. La actuacin de Benedicto XVI. 3. Las normas sustantivas. 4. Las normas procedimentales.
1. PREMISA
El 15 de julio de 2010, mediante su publicacin en el sitio de internet de
la Santa Sede, se conocieron las modificaciones al motu proprio Sacramentorum Sanctitatis tutela, ya anunciadas en los meses precedentes y aprobadas por
el Papa el 21 de mayo.
Antes de analizar las modificaciones introducidas en las normas sustantivas y procesales de la primera versin del motu proprio, vigente desde el 31 de
abril de 2001 1, deseo subrayar que la modalidad de la publicacin de estas nor1
Entre los comentarios al m.p. Sacramentorum sanctitatis tutela realizados inmediatamente despus
de su publicacin cfr. V. DE PAOLIS, Norme de gravioribus delictis riservati alla Congregazione
per la Dottrina della Fede, en Periodica 91 (2002), pp. 273-312; y ms brevemente D. CITO,
Nota al m.p. Sacramentorum sanctitatis tutela, en Ius Ecclesiae 14 (2002), pp. 321-328 que, evidentemente, no se refieren a las sucesivas modificaciones. Comentarios subsiguientes a las modificaciones al motu proprio en el 2002 y en el 2003 pueden encontrarse en J. BERNAL, Procesos
penales cannicos por los delitos ms graves. El m.p. Sacramentorum sanctitatis tutela, en R.
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mas representa un giro notable en la praxis de la Santa Sede, tanto ms significativo cuanto que se refiere a un dicasterio que, no slo en los siglos pasados
sino tambin en poca reciente, se ha caracterizado por una estricta reserva
sobre la normativa que adopta, por ser la materia de su competencia, en muchos casos, particularmente sensible 2.
En primer lugar, merece destacarse el hecho de que la noticia de las modificaciones haba sido ampliamente filtrada a la prensa, preparando a la opinin pblica para su recepcin. Por otra parte, la colocacin en la home page
del sitio de internet de la Santa Sede, desde meses antes, de un focus dedicado explcitamente al tema del abuso de menores y la correspondiente respuesta de la Iglesia, hizo que, de modo accesible (tambin porque apareca en
varios idiomas) y pblico, se recogieran documentos de ndole y alcance di-
RODRGUEZ CHACN y L. RUANO ESPINA (eds.), Cuestiones vivas de Derecho matrimonial, procesal
y penal cannico. Instituciones cannicas en el marco de la libertad religiosa, Actas de las XXV Jornadas
de la Asociacin Espaola de Canonistas, Salamanca 2005, pp. 163-200 y, ms recientemente, K.
MARTENS, Les dlits les plus graves rservs la congrgation pour la Doctrine de la Foi, en
Revue de Droit Canonique 56 (2009), pp. 201-221.
Baste pensar no slo en la Instruccin Crimen sollicitationis, de 1962, precedente immediato del
m.p. Sacramentorum sanctitatis tutela cuyo subttulo deca: Servanda diligenter in Archivio secreto Curiae pro norma interna non publicanda nec ullis commentariis augenda sino tambin
en la modalidad de publicacin del m.p. mismo en AAS 93 (2001), pp. 738-739. El m.p. aparece
junto a una Epistula de la Congregacin para la Doctrina de la Fe dirigida ad totius Catholicae
Ecclesiae Episcopos aliosque Ordinarios et Hierarcas quorum interest, en la que se reproduce
sintticamente el contenido de las normas sustanciales y procesales pero sin la publicacin ntegra de la nueva normativa, cosa que suscit cierta perplejidad. El m.p. y sus modificaciones sucesivas fue posteriormente publicado por W. H. WOESTMAN, Ecclesiastical Sanctions and the Penal Process, Second Edition Revised and Updates, Ottawa 2003, pp. 303-316, as como tambin
por Ius Ecclesiae 16 (2004), pp. 313-321 y por B. F. PIGHIN, Diritto Penale Canonico, Venezia 2008,
pp. 602-618. Para hacerse una idea de cmo haba cambiado, en el transcurso de pocos aos, el
clima en torno a las normas sobre los delicta graviora y su conocimiento, me permito reproducir
unos pasajes de una entrevista al entonces Secretario de la Congregacin para la Doctrina de la
Fe, mons. Bertone, publicada en la revista 30 Giorni de febrero de 2002 precisamente sobre este
tema: Domanda: Perch le nuove norme sui delicta graviora sono state rese note in questa maniera un po riservata, senza una conferenza stampa e senza la pubblicazione sullOsservatore Romano?. Risposta: Capisco che i giornalisti preferiscono una moltiplicazione delle conferenze
stampa. Ma largomento trattato molto particolare, molto delicato. Per evitare facili sensazionalismi si preferito diffonderle per vie ufficiali senza troppa enfasi. Domanda: A dire il vero
anche per le via ufficiali le Norme vere e proprie, quelle sostanziali e quelle procedurali, non sono state pubblicate.... Risposta: vero. Vengono mandate ai vescovi e ai superiori religiosi che
avendo di questi problemi ne fanno espressa richiesta. La normativa sostanziale comunque praticamente condensata nella Lettera della Congregazione ai vescovi e pubblicata sugli Acta Apostolicae Sedis. La normativa procedurale, poi riprende le procedure generali fissate dal Codice di
Diritto Canonico. La misma suerte corrieron las profundas modificaciones de la normativa
aprobadas en los aos 2002 y 2003, que se conocieron por internet pero sin carcter oficial.
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versos pero que presentan a la opinin pblica las lneas sobre las cuales la
Iglesia se mueve en este campo, ofreciendo a quienes lo deseen una informacin suficientemente detallada sobre la problemtica 3.
Las modificaciones al motu proprio, adems, no han sido publicadas simplemente en lengua latina sino que, para hacerlas comprensibles a los no especialistas, adems de presentarlas en el sitio de internet, han aparecido en siete
idiomas, acompaadas de cuatro documentos, a saber: la Carta a los Obispos
de la Iglesia Catlica y a los Ordinarios y Jerarcas interesados acerca de las modificaciones introducidas en la Carta apostlica motu proprio data Sacramentorum sanctitatis tutela, en cinco idiomas, de 21 de mayo, firmada por el Prefecto y el Secretario de la Congregacin para la Doctrina de la Fe, con la que
vienen publicadas las modificaciones aprobadas por el Romano Pontfice.
Acompaa a esta Carta una Relacin, en seis idiomas, que enumera las modificaciones introducidas en el nuevo texto de las Normas. Los documentos restantes son una Introduccin histrica a cargo de la Congregacin para la Doctrina de la Fe, en tres idiomas, que ilustra la evolucin de esta normativa desde
el Cdigo de 1917 y, finalmente, una Nota del P. Federico Lombardi, Director
de la Sala Stampa de la Santa Sede, que lleva por ttulo El significado de la publicacin de las nuevas Normas sobre los delitos ms graves, en cinco idiomas.
El impulso de este profundo cambio comunicativo tiene su origen en
los terribles delitos de abuso de menores perpetrados por clrigos que, por su
vasta resonancia pblica en tiempos recientes por decirlo con palabras del P.
Lombardi (...) han generado una gran atencin y un intenso debate sobre las
normas y procedimientos aplicados por la Iglesia para el juicio y el castigo de
los mismos. Por lo tanto, es justo que haya claridad plena sobre la normativa
actualmente en vigor en este mbito y que dicha normativa se presente de forma orgnica para facilitar as la orientacin de todos los que se ocupen de estas materias 4.
Si bien el abuso de menores cometido por clrigos es un delito particularmente odioso y grave, no es el nico entre los delicta graviora. Sin embargo,
las circunstancias histricas de la poca actual han hecho que constituya el eje
de toda la reforma y, en cierto sentido, el punto central del vigente sistema penal de la Iglesia. De hecho, no slo las normas procesales del motu proprio y
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Si no indico lo contrario, es de este sitio web de donde tomo los textos citados en estas notas.
P. F. LOMBARDI, El significado de la publicacin de las nuevas Normas sobre los delitos ms graves,
en www.vatican.va/resources/resources_lombardi-nota-norme_it.html.
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las modificaciones progresivamente introducidas han sido en la prctica diseadas para la persecucin de estos delitos y para su castigo rpido y eficaz, sino que tambin se ha dado lugar a un nuevo sistema de relacin entre la Iglesia y la Comunidad poltica en este mbito, basado no ya sobre una rgida
separacin y una cuasi incomunicabilidad, sino sobre un modelo de colaboracin con vistas a obtener una justicia plena y completa 5.
Una ltima consideracin preliminar, de tipo ms especficamente jurdico, se refiere a la naturaleza del acto de modificacin de las normas y de su
En este sentido pueden citarse la Gua para comprender los procedimientos fundamentales de la Congregacin para la Doctrina de la Fe (CDF) cuando se trata de las acusaciones de abusos sexuales, que, en
la parte inicial dedicada a los procedimientos preliminares, afirma que debe seguirse siempre el
derecho civil en materia de informacin de los delitos a las autoridades competentes, y tambin
la entrevista concedida por mons. Scicluna, Promotor de Justicia de la CDF, al diario Avvenire el
13 de marzo de 2010, y reproducida posteriormente en cinco idiomas en el sitio web de la Santa
Sede, en la que, despus de haber reafirmado que la normativa sobre los abusos sexuales no se
ha interpretado nunca como prohibicin de denuncia a las autoridades civiles, a la pregunta de
que una acusacin recurrente a las jerarquas eclesisticas es que no denuncian tambin a las autoridades civiles los delitos de pedofilia de que tienen conocimiento responde: En algunos pases de cultura jurdica anglosajona, pero tambin en Francia, los obispos que saben que sus sacerdotes han cometido delitos fuera del secreto sacramental de la confesin estn obligados a
denunciarlos a las autoridades judiciales. Se trata de un deber pesado porque estos obispos estn
obligados a realizar un gesto como el de un padre que denuncia a su hijo. A pesar de todo, nuestra indicacin en estos casos es la de respetar la ley. Interrogado de nuevo sobre los casos en
que los obispos no estn obligados por ley, la respuesta es del mismo tenor: En estos casos no
imponemos a los obispos que denuncien a los propios sacerdotes, sino que les alentamos a dirigirse a las vctimas para invitarlas a denunciar a estos sacerdotes de los que han sido vctimas. Adems, les invitamos a proporcionar toda la asistencia espiritual, pero no slo espiritual, a estas vctimas. En un reciente caso concerniente a un sacerdote condenado por un tribunal civil italiano,
esta Congregacin sugiri precisamente a los denunciantes, que se haban dirigido a nosotros para un proceso cannico, que lo comunicaran tambin a las autoridades civiles en inters de las vctimas y para evitar otros crmenes. Ms recientemente, el Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Card. Angelo Bagnasco, en una entrevista al diario Ilsole 24ore, del 11 de abril de
2010, ha vuelto sobre esta cuestin afirmando que Benedetto XVI, al quale rinnovo laffetto e
la vicinanza dellepiscopato e dellintera Chiesa italiana per accuse tanto gratuite quanto infamanti di cui fatto oggetto, ha intrapreso, non da oggi, una severa azione di autoesame che conduca la Chiesa a purificare se stessa da singoli membri che ne hanno dolorosamente offuscato
limmagine e la credibilit. Ma questa vigorosa opera di pulizia che comprende ovviamente una leale
e corretta cooperazione con la magistratura non pu cancellare la sofferenza e il disincanto delle vittime: bambini e giovani che sono stati traditi nel loro spontaneo affidarsi. Verso ciascuna delle
persone violate, verso le loro famiglie, provo vergogna e rimorso, specie in quei casi in cui non
sono state ascoltate da chi avrebbe dovuto tempestivamente intervenire. I casi acclarati di non governo e di sottovalutazione dei fatti, quando non addirittura di copertura, dovranno essere rigorosamente perseguiti dentro e fuori la Chiesa e, come gi accaduto in alcuni casi, dovranno avere come effetto lallontanamento e il dimissionamento delle persone coinvolte (la cursiva es
ma). El texto puede encontrarse en: www.ilsole24ore.com/art/SoleOnLine4/Italia/2010/04/intervista-bagnasco-riotta.shtml.
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El significado de la publicacin..., cit., El motu proprio (la ley en sentido estricto) era acompaado de una serie de normas aplicativas y procedimentales conocidas como Normae de gravioribus delictis.
Cfr. la entrevista al Card. Bagnasco citada con anterioridad.
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Las modificaciones del m.p. Sacramentorum sanctitatis tutela, producidas en los aos 2002 y 2003
suscitaron en la doctrina fuertes perplejidades y parecieron en su momento, tambin a quien escribe estas lneas, poco oportunas e incluso lesivas de los derechos del imputado (cfr. La probit
morale nel sacerdozio ministeriale, en Fidelium Iura 13 [2003], pp. 119-133). A distancia de casi diez aos, debo admitir en cambio que resultaron necesarias para tutelar eficazmente la parte dbil de este delito, que son precisamente las vctimas de los abusos, tambin porque en ocasiones la Iglesia tiene pocas posibilidades de instruir procesos tcnicamente adecuados por falta
de personal preparado.
Puede consultarse on-line en la direccin http://www.justice.ie/en/JELR/Pages/PB09000504.
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Es verdad que una falta generalizada de conocimiento de la naturaleza del problema y a veces
tambin los consejos de expertos mdicos han llevado a los obispos a tomar decisiones que, como
han mostrado los sucesos posteriores, estaban equivocadas. Os estis esforzando ahora por establecer criterios ms fiables para garantizar que no se repitan esos errores (JUAN PABLO II, Discurso a los participantes en la reunin interdicasterial con los Cardenales de los Estados Unidos
de America, 23 de abril de 2002, n. 2), en http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/speeches/2002/april/documents/hf_jp-ii_spe_20020423_usa-cardinals_it.html. Reconozco que era
muy difcil comprender la magnitud y la complejidad del problema, obtener informacin fiable y
tomar decisiones adecuadas en funcin de los pareceres contradictorios de los expertos. BENEDICTO XVI, Carta pastoral a los catlicos de Irlanda, n. 11.
Carta a los Obispos de la Iglesia Catlica, cit., firmada por el Prefecto y el Secretario de la Congregacin para la Doctrina de la Fe, de 21 de mayo de 2010.
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El art. 52 de la const. ap. Pastor bonus respecto a la competencia judicial de la CDF dispone lo
siguiente: Delicta contra fidem necnon graviora delicta tum contra mores tum in sacramentorum celebratione commissa, quae ipsi delata fuerint, cognoscit....
El m.p. afirmaba que Approbata a Nobis Agendi ratione in doctrinarum examine, necesse quidem
erat pressius definire sive graviora delicta tum contra mores tum in sacramentorum celebratione commissa, casi dejando entender que la competencia sobre los delitos contra la fe se agotase en la Nova agendi ratio.
Efectivamente, la especificacin de los delitos contra fidem faltaba en la redaccin de 2001.
Cann. 751 y 1364 CIC; 1436 y 1437 CCEO.
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nal de la Rota Romana de las competencias judiciales de la Congregacin para la Doctrina de la Fe, aunque limitada a los delitos ms graves.
Continan inalterados los delitos contra la Eucarista, aunque uno de
ellos se recoge de modo ms ordenado, concretamente separando el atentado
de la accin litrgica del sacrificio eucarstico de su simulacin, ya que los dos
delitos presuponen respectivamente que el reo en el primer caso no sea sacerdote, y en cambio s lo sea en el segundo. Finalmente, se sanciona la consagracin con fines sacrlegos tanto de una como de las dos especies eucarsticas, ya tenga lugar dentro o fuera de la celebracin eucarstica, aclarando as
la redaccin precedente que poda prestarse a equvocos.
En cambio, se incluyen entre los delicta graviora un mayor nmero de supuestos de hecho delictivos relativos al sacramento de la penitencia que indican
la gran atencin con que la Iglesia trata de proteger la dignidad en la celebracin de este sacramento y tambin la relativa frecuencia de abusos en la celebracin o con ocasin de la confesin. A los tres delitos indicados en la versin
de 2001 del motu proprio, es decir, la absolucin del cmplice en el pecado
contra el sexto precepto del Declogo fuera del caso de peligro de muerte
(cann. 1378 1 CIC y 1457 CCEO), la solicitacin al pecado contra el sexto
precepto del Declogo en el acto o con ocasin o pretexto de la confesin
(cann. 1387 CIC y 1458 CCEO), la violacin directa del sigilo sacramental
(cann. 1388 1 CIC y 1456 1 CCEO), se haba aadido en 2003 tambin la
violacin indirecta del sigilo por la dificultad para distinguir en algunos casos
la violacin directa de la indirecta. En las modificaciones introducidas se incluyen otras tres hiptesis delictivas. En primer lugar, el atentar la absolucin sacramental o la prohibida escucha de la confesin (can. 1378 2, 2 CIC), la
simulacin de la absolucin sacramental (cann. 1379 CIC y 1443 CCEO) y finalmente la grabacin o divulgacin a travs de los medios de comunicacin
social de lo dicho por el penitente o por el confesor en una verdadera o falsa
confesin. La primera hiptesis delictiva llama en causa no slo al can. 965
(ministro del sacramento de la penitencia es slo el sacerdote) sino tambin
al 966 1 17. Por tanto, quien no ha recibido el orden sagrado, en virtud del mismo derecho divino, es incapaz de impartir una vlida absolucin; en cambio,
quien no ha recibido la facultad es inhbil por disposicin del derecho eclesistico. Sin embargo, en ambas hiptesis la absolucin es invlida y por tanto
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Para la vlida absolucin de los pecados se requiere que el ministro, adems de la potestad de
orden, tenga la facultad de ejercerla sobre los fieles a quienes imparte la absolucin.
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Cfr. C. SCICLUNA, Procedura e prassi presso la Congregazione per la Dottrina della Fede riguardo ai delicta graviora, en D. CITO (cur.), Processo penale e tutela dei diritti nellordinamento canonico, Milano 2005, donde se afirma: El MP habla de delictum cum minore. Esto no significa
slo el contacto fsico o el abuso directo sino que incluye tambin el abuso indirecto (por ejemplo:
mostrar pornografa a menores, exhibirse desnudos delante de menores). Incluye tambin la recuperacin y la descarga (downloading) de pornografa infantil, por ejemplo de internet. Este tipo de
comportamiento es tambin un delito civil en algunas naciones. Mientras el browsing puede ser involuntario, difcilmente lo es el downloading que no slo requiere una eleccin u opcin especfica
sino que muchas veces presupone un servicio de pago con tarjeta de crdito y la consiguiente comunicacin de los datos personales del comprador que difcilmente permanece en el anonimato y
muchas veces es localizable. Algunos sacerdotes han sido condenados y encarcelados por poseer
millares de fotos pornogrficas reproduciendo nios y otros menores. Segn la praxis de la CDF
este comportamiento entra dentro del delictum gravius del que hablamos (pp. 282-283).
Cfr. cann. 18-19 CIC; 1500-1501 CCEO.
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puestas al indagado previstas en los cann. 1722 CIC y 1473 CCEO. El tema
es espinoso porque la doctrina, generalmente, se haba expresado negativamente acerca de esta posibilidad 23. La innovacin, por si misma, no parece
inoportuna, sobre todo en presencia de una pblica difusin de las acusaciones que, independientemente del principio de la presuncin de inocencia del
acusado hasta la condena, convertiran en problemtico, por ejemplo, el ejercicio del ministerio, pero, a mi parecer, no es de fcil armonizacin con lo dispuesto en los cann. 1717 2 CIC y 1468 2 CCEO que, de modo idntico,
establecen que: cavendum est, ne ex hac investigatione bonum cuiusquam
nomen in discrimen vocetur, sobre todo en presencia de noticias del delito
que resultan de hecho reservadas, tambin porque el art. 19 en cuestin no
pone lmites a la adopcin de tales medidas salvo aqullos de los respectivos
cnones que presuponen que el proceso ya haya empezado.
Resumiendo ahora de modo extremadamente sinttico el conjunto de
modificaciones de las normas procesales introducidas a lo largo de los aos y
recogidas en las nuevas normas, se puede decir que estas derogan profundamente todo el sistema previsto en 2001 para tratar de salir al encuentro de diversas problemticas, como son sobre todo la falta de personal preparado y la
complejidad de un eventual proceso judicial.
Antes que nada, hay que recordar la modificacin del precedente art. 17
(ahora art. 21) que estableca, de acuerdo tambin con la Instructio de 1962, la
obligatoriedad en este supuesto de hecho del proceso penal judicial. Actualmente, en cambio, junto al proceso judicial se podr seguir, tanto en la Congregacin como en las instancias locales, el procedimiento administrativo
previsto en los cann. 1720 CIC y 1486 CCEO, si bien a veces en forma reforzada, o sea atribuyendo voto deliberativo a los asesores de los que habla el can. 1720, 2 CIC; y tambin acudir directamente al Santo Padre para
la dimisin del estado clerical en los casos ms graves.
Evidentemente todo esto es una especie de confirmacin del cambio de
sentido del principio sancionado por el Cdigo de la preferencia de la via ju-
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Cfr. por todos F. DANEELS, Linvestigazione previa nei casi di abuso sessuale di minori, en J.
CONN y L. SABBARESE (cur.), Iustitia in Caritate. Miscellanea di studi in onore di Velasio de Paolis,
Roma 2005, p. 503, donde afirma: Las medidas cautelares de que habla el can. 1722, consiguientemente no pueden ser aplicadas en la investigacin previa y tampoco en la conclusin, sino solamente una vez iniciado el verdadero proceso penal. Es como decir que ni siquiera el procedimiento administrativo dirigido a imponer o declarar las penas es idneo a una decisin de
tal tipo.
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cia jurdico-penal que los ltimos aos se est evidenciando en la vida del pueblo de Dios, sirva para promover la conciencia de la importancia de disponer,
dentro de lo posible, de fieles preparados para colaborar en el gravoso deber
de los Pastores de tutelar el bien comn de la comunidad eclesial 24.
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Entre las funciones que configuran el ministerio episcopal, el can. 392 CIC (recordando LG 27
y CD 16) subraya la obligacin del Obispo diocesano de promover la disciplina de la Iglesia universal, vigilando al mismo tiempo para que no se insinen abusos en lo que concierne sobre todo al ministerio de la Palabra, la celebracin de los sacramentos y de los sacramentales, el culto
de Dios y de los santos y la administracin de los bienes.
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