Parménides A Empédocles

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DE TALES A DEMOCRITO

FRAGMENTOS PRESOCRATICOS
SEGUNDA EDICION AMPLIADA

INTRODUCCION, TRADUCCION Y NOTAS

DE ALBERTO BERNABE

I:J

Ellibro de bolsillo
CIasicos de Grecia y Roma
Alianza Editorial

,~.

142

DE TALES A DEMOCRITO

75 (92) La Sibila que, segun Heniclito, enuncia con su


boca enloquecida palabras sin risa, sin adorno y sin perfu
mes, llega hasta los mil alios por causa de su voz, don del
dios.

PARMENIDES DE ELEA

-.
'.

La especulaci6n de Parmenides de Elea habria de dejar una


impronta imborrable en la trayectoria del pensamiento lla
mado presocnitico.,'A partir de e1, tanto si se aceptaron sus
ideas (como hicieron Zen6n y Meliso) como si se propusie
ron alternativas (caso de Empedocles, Anaxagoras 0 los ato
mistas), los fil6sofos que 10 siguieron no tuvieron mas reme
dio que partir de sus formulaciones e intentar resolver sus
aporias, por 10 que la especu1acion posterior habria de
orientarse por caminos muy diferentes de los que se habian
tornado anteriorrnente.
Poco es 10 que sabemos de la vida de Parmenides, salvo
que naci6 en Elea -una ciudad d~Jt~ia m.eridioill\l.fun<iada
hacia 535 por colonos de Eocea-, que tuvo una destacada in
tervenci6n en la legislaci6n de su ciudad y que quiz:i en una
primera etapa de su vida tuvo conexi6n con la escuela pita
g6rica. Ninguna otra noticia sobre su vida nos ha llegado, y
ni tan siquiera es segura la fecha de su nacimiento, que debi6
de tener lugar a finales delsiglQJQ a. C.
Se Ie atribuye una sola obra, conocida -como todas las de
esta epoca- por el titulo, absolutamente convencional, Acer
ca de La naturaLeza. Se trata de un poema en hexarnetros, el
143

144

DE TALES A DEMOcRITO

metro de Homero y Hesiodo, que lle.go ~Qmpleto al siglo VI


d.C., ya que el fUosofo Simplicio 10 tuvo a Ipano y 10 cito
abundantemente, si bien con la advertencia de que en su
epoca era ya dificil hallar ediciones de esta obra. De este
poema, que no debio ser excesivamente extenso, nos quedan
algo mas de 150 versos, que nos permiten hacernos una idea
relativamente exacta de su estructura, si bien nuestra infor
macion es mlly desigual respecto de las distintas partes del
poema. 2ste se iniciaba por un proemio de 32 versos, que
conservamos completo, y tenia dos partes: una sobre la ver
dad (de la que nos ha quedado probablemente en torno a un
90%) Yotra sobre laopinion, que ~.nos ha perdido en canti
dades considerables.
Los comentaristas antiguos Ie achacaron a Parmenides
que el uso de la poesia Ie habia obligado a plegarse a ficcio
nes miticas.llo que Ie conferia una cierta falta de claridad en
la exposicion y, por el contrario, 10 acusaron de que el conte
nidologico implacable de su argumentacion provocaba que
su poesia adoleciera de prosaismo!La realidad es que Par
menides utiliza la forma literaria --iiadicional de la epica
como la mas adecuada a su concepcion del mundo. En efec
to, se mantiene dentro de una vision arcaica en la que el co
nocer es como un viaje, en que el error es un desviarse del
camino y en la que la Necesidad coincide plenamente con el
concepto tradicional del Hado. Por tanto, cabe decir que usa
la epica porque es propia de esta el esquema de pensamiento
y la vision de la realidad en que se inserta, y no por una elec
cion deliberada..
lproemio con que se inicia la obraes de una considera
ble dificultad de traduccion y de interpretacion, fundamen
talmente porque hay en el un juego deliberado de ambigiie
dades. Casi todas las palabras pueden poseer doble
.significacion, 10 que produce notables problemas a la hora
de elegir un sentido u otro en la traduccion. Donde he podi
do he mantenido la ambigiiedad; donde no, he adoptado la

PARMENmES; INTRODUCCION

145

significacion principal 0 mas verosimil de los terminos;


pero renuncio a presentar allector un mosaico de alternati
vas y un texto erizado de notas que provoquen una dificul
tad aun mayor para la lectura del texto. Otros lugares hay en
que se discuten las alternativas 1.
La forma del proemio (fr. 1) es la de una Fevelaci6n r~U~
giosa. El poeta en un carro maravilloso escoltado por las hi
jas delSolllega a un lugar protegido poruna barrera dificil
de franquear, pero que logra cruzar por la asistencia de leyy
justicia, 10 que sanciona el viaje como legitimo y justo. Tras
las puertas, el privilegiado mortal~ que Ie es dado hacer este
viaje prodigioso es amablemente acogido por una fliosa in
nominada que accede a revelarle una gran ver<!ad.JA partir
de ahi, solo tendremos la voz de la diosa hablando en-prime
ra persona, por 10 que, aunque en realidad el sujeto de todo
el discurso es la diosa, el uso continuo de la primera perso
na hace que ellector tenga siempre la sensacion de qu~ quien
lehabla es el filosofo.
.Esta presentacion religiosa no se debe tanto al deseo del
poeta de prepararse el camino contra posibles criticas a una
actitud sumamente novedosa, sino mas bien al caracter es
pecifico de misterio religioso propio de las filosofias del sur
de Italia. La busqueda de la verdad se asocia en nuestro poe
rna con la experiencia mistica, y el mismo poeta cree que co
noce mas cosas que los demas por la ayuda divina, expresa
da, eso si, a traves .de la imagineria religiosa y literaria
tradicional.
Todo ella provoca que el proemio se relacione con un tipo
de literatura que en la antigiiedad fue considerable, pero que
a nosotrQs se nos ha perdido casi por completo en el curso
1. Ellector puede hallar cumplida referencia de estas en obras como el

excelente comentario de Tanin 0, en espanol, en el de GOmez Lobo (am

bos citados enla bibliografia), asi como en las breves pero atinadas no

tas de Guthrie en su Historia de la filosofta griega, citada en la bibliogra

ffa general, II, 20 ss.

146

DE TALES ADEMOCRITO

de la azarosa transmisi6n de la literatura griega; me refiero


al viaje fantastico, que se presentaba fundamentalmente en
dos formas: el ascenso al cielo 0 el descenso a los infiernos.
La novedad es que Parmenides usa de esa imagineria en
gran medida en forma aleg6rica, ya que su objetivo no es
simplemente la descripci6n de un viaje fantastico -como el
de Odiseo a los infiernos-, sino comunicar a sus oyentes
el desarrollo de un conjunto de ideas unidas por una fern!a
coherencia 16gica acerca de la realidad Ultima de las cosas.'
Veamos, pues, someramente las elaves de toda est a imagine
ria en relaci6n conla tradici6n literaria que la sustenta.
'En primer lugar, eJ poeta viaja.,ep un carro. Este tema se
halla: notablemente extendido en la poesia arcaica. Pindaro
nos habla de c6mo eil;arro de un triunfador 10 lleva por ma
res y tierras hasta las Musas y, portanto, a la fama que la poe
sia va a bri,!ldarle; de otra parte, en losmitos orficos se nos
narra que ll~nes era llevado aqui y alla por alas de oro, entre
numerosos viajes de iniciado~ a ultratumba. En nuestro poe
rna el carro lleva al poeta tan lejos como alcance su animo, lp
que implica que d termino del viaje depende del propio fil6
sofo.
Pero tad6nde lleva el carro maravilloso a Parmenides?
Aqui las discusiones se han exacerbado, ya que hay elemen
tos en el proemio que apuntan a un viaje por el camino del
Sol, mientrasque otros serian indicio de un viaje al mundo
subterraneo.,A favor de un viaje solar estaria la indicaci6n de
que dejan atras la noche y van hacia el dia, la menci6n de q\le
son las Heliades -las hijas del Sol- quie~nes llevan el carro y el
detaIle de que las puertas que franquean estan en 10 alto del
eter. Ineluso se ha llegado a seftalar que el dintel y el umbral
de piedra que encuadran este hueco vasto que dejan las puer
tas al abrirse es el espacio del Caos hesi6dico, con algo s6lido
arriba -el cielo- yalgo s6lido abajo -la tierra.'
Pero el problema es que hay tambien muy buenas razones
para afirmar que el viaje es al mundo subterraneo. Los cami-

PARMENIDES: lNTRODUCCl6N

147

nos de la noche y el dia se cruzan con la entrada al mundo


(Odisea 10.86), yel palacio de ambos se halla,en
el Tartaro (Hesfodo, Teogon(a 745ss.). En Hesiodo asimis
mo se indica que hay un espacio' igual que el del Caos entre
la tierra y,el mundo subterraneo, 10 que nos situaria en un
escenario efectivamente infernal. Esta impresi6n se acenrua
con laafirmaci6n de la diosa de que no fue un hade malo
quien llev6 al fil6sofo a su presencia -que puede interpretar
se en eLsentido de que la llegada de Parmenides a aquellugar
no ha sido, como para el resto de los hombres, la muerte-, y
por la presencia tras las puertas de Justicia, pr6diga en dar
pago, epiteto que se aviene con el oficio de una deidad in
fernal. Tal vez 10 mas sensato es coneluir que laJopografia
del poema es de una buscada ambigiiedad, dentro de tradi
ciones literarias de viajes maravillosos a cielos y a infiernos,
sin especificaci6n de que se trate de ninguno de eHos.
Lo que esta elaro es que se describe un transite de la oscu- .
ridad ala luz, del error a la verdad. Helios es la imagen de la
verdad porque 10 ve y oye todo; ~en balde juran los dioses
por su omnisciencia. Las Heliades se desvelan, llevando al
poeta por un camino ancho asistido por ley y justicia, al ter
mino del cual recibe revelaciones de la diosa. Ello nos lleva a
una nueva dificultad: tque diosa es est a? Los investigadores
se han esforzado en darle un nombre y han discutido cmil es,
, olvida~do algo que, pese a ser una perogrullada, no carece
de validez: si Parmenides hubiera querido que la diosa fuera
una diosa con nombre, se 10 habria dado. La diosa del poe
rna es, pues, deliberadamente innominada; Parmenides no
quiere revelar -0 desconoce-la fuente de la verdad que Ie ha
side comunicada.
I La di9sa Ie plantea una dualidad. Del mismo modo que las
musas de Helic6n en el proemio a la Teogon(a hesi6dica Ie di
cen al poeta que saben contar mentiras semejantes a verda
des, pero tambien la verdad, la diosa innominada de Parme
nides va a comunicarle la verdad, pero, ademas, las opiniones
,~bterraneo

-;

',-

148

"i"

DE TALESA DEMOcRrro

de los mortales que son falsas, a pesar de 10 cual va a habJar~


- Ie de eIIas. Cabe preguntarse por que la diosa se ocupa de una ,
alternativa que no esreal ni digna de confianza. La respuesla
podria ser que la apariencia tiene tambien su propia necesi
dad: esesta la forma absolutamente necesaria del saber hu
m~o en tanto que humano, por 10 que las opiniones pueden
y deben. ser objeto de investigaci6n por los hombres.
En ese marco mitol6gico, religioso y revelado, va a des
granarParmenides su 16gica irreprochabie mediante un no
vedoso empleo ~e la argumentaci6n:. La primera cuesti6n
que se plantea es la de los caminos (fr. 2) por los que el pen
samiento puede buscar la ver~, concibiendo el conoci
mieIito como un viaje. Uno de estos caininos es transitable:
la blisqueda de es; otro, intransitable: el de no es, que no
puede buscarse. Oyera, pues, el ftl6sofo disyuntiv~ente: 0
a) 0 b). Todo esto parece claro, pero la pregunta que se nos
suscita es cua! es el sujeto de ese es 0, dicho en otros termi
nos, se trata,del camino de-que es Nue? Como siempre que
algo no esta expreso,las respuestas son mUltiples.
_Se ha propuesto q~e el sujeto de es podria ser 10 que
es,lo que implicarfa que en la base delrazonamiento de
Parmenides habrfa una tautologia. del tipo de 10 que ama,
ama, 10 cual a primera vista parece que no nos llevaria de
masiado leJos. Asimisnio se ha considetado que el sujeto
podria ser aquello sobre 10 qu~ cabe pensar y que cabe que
sea, tal como se enuncia en el fragmento 3. Otros han pre
few creer qlle~e.es es aqlli como. el de llueve,
que.ru:u:equiere.sujet-oalguno. La discusi6n, como siem
pre que se opera sobre elementos no expresos, es inacaba
ble. Si en el fragmento 6 se nos dice hay ser y no hay riada,
pareceque 10 que'es es ser y que la hip6tesis de la tautolo
gill: es la mas probable. Merece la pena detenernos un ins
tante en.considerar este problema, ya que es la base de toda
laargumentaci6n posterior.@r un lado, se aflrma que hay
un camino de busqueda afirmativa, consistente en predicar

PARMaNIDFS:INTRODUCCION

'.'J'

149

,..sobre 10 afirmativo (p. ej., a es b, 0 simplemente a es), y otro


consistente en predicar sobre un sujeto negativo, que se for~
inularia no-a es b, 0 simplemente no-a-es. Esta predicacion
es 16gicamente absurda, porque de no-a no puede predicar
se nada. De otra parte, una tautologfa, en tanto que se. ex
presa, implica siempre una diferencia de valor entre sujeto
yverbo. Asi, en una frase como el que vale, vale, eI.segl;1D
do vale tiene indudablemente un significado mas amplio .
que el primero, igual que si digo siyo hablo, hablo, el pri
mer hablo quiere decir simplemente digo palabras,
mientras que el segundo posee una serie'de valores como
digo la verdad sin importarme las c6Iisecuencias, etc. En
este caso, si Parinenides nos emmcia una tautologfa como
10 que es, es implica algo asi como si decimos "es",10 de
cimos con todas susconsecuencias (que seran excluir
era, sera, llegar a sen>, etc.). En el fondo de todo ello .
subyace un problema lingiiistiss>: el doble valor predicativo
y existencial de ser, y asi, dela negaci6n de la posibilidad
de una predicaci6n, negativa como proc~dimiento logico
(es decir, de la imposibilidad de s~r no es y de.no.ser es)
se llega a la afirmaci6n de que una predicaci6n negativa
equivale a una afirmaci6n de no existencia. Ello a prop6sito
de una negativa global a la hip6tesis de la que liabrfah parti
: do los miIesios, la de que de un algo inicial han surgido una
serie de seres que no son ese algo, con 10 que a, b, c... son 10
que no eran y, a su vez,la materia originaria era 10 queaho
mooa
.
.EI fragmentQ1.es de traduccion muy dificiI. La afirma
cion de que 10 que cabe'conceblr y 10 que cabe que sea so)l
una misma cosa no quiere deck que si se piensa, por ejem- I
plo, en Un caballo de seiscien~as cabezas, estetiene que exis~
tiro Se explica por el sentido del griego noein, que, mas que
pensar, significa ~(per<;atarse de'la verdadera siwaci6n 0
de la verdadera naturaleza de una cosa y que excluye por
ello el acto de pensar gratuitamente en un ente fictici? Se

'I

150

DE TALES A DEMOCRITO

tratade que solo es aquello cuya realidad puede aprehender


se de forma inmediata.
'
Ellugar que ocupaba en el poema el~4lgmentQ,4 no es fa
cil de determinar. En todocaso, se plantea en ella indivisibi
lidad y homogeneidad de 10 que es 0, en otOs terminos, que
no se puede ser aquf y no ser en otro sitio, y que no existe el
vacfo. Asimismo se expresa la capacidad del entender para
captar la coherencia del ser, frente a los sentidos que perci
ben las cosas aqui 0 alIi. Dispersar y reunin> son proba
blemente operaciones logicas, como son distinguir cada
nota del ser, para su estudio, yvolverlas a enumerar juntas.
Ninguna de ellas implica que eker sea desmenuzable de
suyo. En ese mismo sentido, el fragmento 5 senala que, al ser
10 que es totalmente coherente (y ademas, como veremos,
esferico), su descripcion puede comenzarse indiferente
mente pOl'"cualquier punto, y todo atributo de la realidad es
deducible.pe cualquier 9tro.
Los fragmentos 6 y 7 (que probable mente iban seguidos
en el poema) vuelven a enunciar 10 ya dicho en el fragmento 3
como punto de partida para rechazar, de un lado, la via del
rio ser, y, de otro, una tercera, que es simplemente la confu
sion de las otras dos. No ha cesado la discusion de si Parme
nides alude aquf a Heraclito. No se Ie menciona por su nom
bre, peO hay ciertos ecos lexicos que dan pie a la suposicion.
Entodo ~aso no es un problema fundamental, ademasde
que el fil6sofo esta aludiendo en plural a mas de una perso
na. Se trata de prestmtar una distincion entre los sentidos y
la razon; el ojo, el oido -los sentidos- se encaminan porvias
habituales, pero falsas, mientras que la razon debe aprehen
der 10 unico real, el ser. La refutacion de este punto de vista
aparecera en el fragmento 8. La via del ser presenta una serie
de senales. Nosotros diriamos que 10 que se estudia son los
atributos del ser. Sobre la base, que he aludido, de que en
griego es significa una sola cosa (sin distinguir usos copu- '
lativos de los existenciales), y, por otra parte, sobre la idea

PARMENIDES: IN1RODUCCION

151

~indiscutida

por los griegos de la imposibilidad de creacion


ab nihilo, se elaboran las caracterfsticas de 10 que es que pue
den deducirse de la premisa inicial es. Tiene que ser inge
nito e imperecedero, ya que la oposicion lingiifstica entre
presente, pasado y futuro (<<era, es, sera) se entiende
por parte del filosofo en el sentido de que era quiere decir
necesariamente ya no es, y sera, todavia no es. De ad
mitir estas categorias lingiiisticas y logicas en este sentido;
es es incompatible con era y con sera; luego es ingenito
e impe!ecedero, porque 10 Unico existente no puede proceder
de nada~:Consiguientemente, deja de tener sentido el verbo
gignomai, llegar a sen>, ya que si algo llega a se es que to
davia no es, 0, 10 que es 10 mismo, se deduciria del uso de ese
verbo que 10 que no es puede llegar a ser. Por identicas razo
nes se excluyen de este pl!1l1,eamiento conceptos como na
cimiento y destruccion~'Niega tambien Parmenides los
cambios de color, porque tam,P0co distingue entre sustancia
y atributos de la sustancia; cambiar de color implicarfa que
10 que no es, por ejemplo, negro pase a ser negro, 10 cual
es imposible, porque 10 que no es no puede llegar a se.
Asimismo es indivisible, por la antes aludida negadon del
vado pitagoricoL;!vado es no-ser (10 que eXcluye su posibili
dad de existir) yes homogeneo, en tanto que no cabe que haya
. mas ser en una parte que en otra; se no es un termino que
admita gradacion y no se puede ser mas 0 menos, sino
que se es 0 no se esJoe ahi que se excluyen tambien soluciones
como la de Anaximenes de la rarefaccion y condensacion
como explicacion de los cambios de la materia originaria.
(Cu~iosamente es limitado, porque ser i-limitaqo es carecer
de llinites y el ser no puede carecer de nada. La predi~acion el
ser no es algo, aunque ese algo sea limitado, implicaria una
fisura en la afirmacion inquebrantable de que el ser es. Care
cer de eso autorizaria a pensar que puede carecer de cualquier
otra cosa. El resultado es una imagen de 10 que es esferica,
equilibrada, dentro de una idea muy griega de atribuir a la es

-~

152

fe!IiJ!!I!!Mima perfec(;i6n:sus lineas no tienen principL~J1i~


yla'distancia decualquier ~punto aesiisupejtl<:!~=a!~~Iltr~ es
identica.. Ademas es inm6vil, porque no podria desplazarse a
'"
otro lugar, ya que no hay nada mas que el mismo.
i-En alas de su 16gica, Parmenides ha llegado a un verdadero
callej6nsin salida. Ha negado la pluralidad, el movimiento, el
cambio. tQue hacer con toda nuestra experiencia del mundo,
toda ella variedad, alternativa, movimiento? Deja asi una he
rencia diffcil a sus continuadores, que tendrcin que resolver la
contradicci6n entre las exigencias 16gicas de la imposibilidad
Ide que de 10 que no es pueda surgir 10 que es, y, de otro lado,
los testimqnios de los sentidos, q~'perciben variedad y mo
vimiento. ~u poderoso influjo se dejaria sentir en este terreno
hasta los conceptos metaffsicos de Plat6n mucho mas tarde.
I~~partir del verso 50 del fragmento 8, Parmenides acaba
su discurso sobre el ser y comienza un segundo discurso, en

.gaiioso pero necesario, como vefamos. Sobre esta parte del

poema, lamentablemente, nuestra informaci6n es mucho

masdefectiva. Ell ella se desc.t~nd.eJlelni:veJdivinQ~L~~e~:

,cir,d.~Ju;1mCipf!QruidJJiYn9Q~qye a un dios Ie esgad()J~

ner a otro-nivel, el de humanos, queen tanto que tales tienen

I.

q9iYiYlf~ji~ef m~n~~'~~jas'apari~nc[asi~!.~!~@il~izaiIasge

la.InejQ.I"m,a.D~ra. PQ.s.i!::>.le.~Esta sistematizaci6n es natural


mente, en opini6n de Parmenides, una pura construcci6n
iinaginaria que no se sigue con la realidad. En ello insiste
cuando, al hablar de los dos opuestos originarios, se refiere
a ellos (fr. 8, 53-54)! diciendo: Convinieron, pues, en dar
nombre ados nociones, a una de las cuales no hay necesi
dad. El fil6sofo deja bien claro que se trata de meros nom
bres convencionales y que la pura elecci6n de una dualidad
es engaiiosa, porque 10 que existe es unico. Lo que ocurre es
que la cosmogonia, en tanto que trata de explicar el origen
de la (aparente) pluralidad, no puede partir de la unidad. De
ahi que necesite suponer en el origen una dualidad, para 10
cual recurre, como es la tradici6n en las cosmogonias, a un

153

PARMENIDES: INTRODUCCION

DE TALES A DEMOCRITO

,par decontrarios, en este caso luz-oscuridad, si bien ambos


constituyen una sintesis de otra serie de contrarios (en una
forma similar a la tabla de contrarios pitag6rica, pero no ne
cesariamente heredada de ella), de modo que la luz es a la
vez caliente y ligera, y la oscuridad es a la vez fria y densa, et
ceteri-?e su interacci6n procederan todos los demas seres,
suponemos que de una forma similar a las de las cosmogo
nias de corte clasico. Todo queda distribuido entre ambos
contrarios, fuera de los cuales no existe nada (fr. 9). Los
fragmentos lOy 11 implican que Parmenides se ocupaba en
su poema de describir los fen6menos celestes como el origen
de la tierra, el sol, la luna (de la que conservamos dos poeti
cas descripciones en los frs. 14y 15), las estrellasy la via lac
tea (cf; N 3~. En el fragmento 12 se nos presenta una descrip
ci6n del mimdo tal y como se 10 figuraba el fil6sofo, que se
complementa con la ,mas co!!fusa-d.es,crip.ci6lUW~llilS. da
~Salvando alguna diferencia entre ambas -fun
damentalmente la situaci6n en este ordenamiento de la dio
sa, mas verosim,ilmente situable en el centro del conjunto,
no, como indica Aecio, en la zona central de los anillos 0 co
ronas mezcladas-, se obtiene una visi6n del cosmos que po
driamos visualizar de la siguiente forma-i:i
.

corona
s6lida
(tierra)

corona
s6lilia \
(cielo)

2. Tornado de M. E. Pellikaan-Engel, Hesiod and Parmenides, Amster


dam 1978, p. 93.

DE TALES A DEMOCRrro

154

Con esta visi6n se corresponde la noticia de un l!istema


geocehtrico con una tierra esferica (cf. N 5). Seguiria una
teo gonia en la que aparecerian personificaciones divinas
(cf. N 4) Yposteriormente se trataria el origen de los anirila
les y los seres humanos (cf. N 1-2). Los fragmentos 17 y 18
nos seiialan que Parmenides se ,ocup6 de la cuesti6n del ori
gen de los sexos, en relaci6n con la posesi6n de los embrio
nes y de la mayor 0 menor armonia de las mezclas. Asimis

mo sabemos (N 6) que elabor6 una teoria de la percepci6n


seglin la' cualla sensaci6n depende de una determinada

mezcla, y que concebia el alma como ignea (N 7).,

Las enormes perdidas en est~gunda parte nos dejan "


considerables lagunas sobre 10 que en ella se narraba. Esta I
claro que la aportaci6n de Parmenides en este punto fue mu
cho menosimportante, y es sin duda esta falta de interes que
despert6en los autores posteriores la raz6n de que no se
haya' conservadQ mas de esta parte, mientras que sf tuvieron
gran preocupaci6n por recoger las ideas del fil6sofo perte
necientes a la via de la verdad, su inestimable aportaci6n ala
historia de la filosoffa;

'j

. 1:j

f
I

')
I'

~,

TEXTO SEGUlDO PARA ESTA TRADUCCION

Sigo el texto de la edicion de Taran, citada en la bibliografia, para


los fragmentos, salvo en los siguientes lugares:

,j

-'

Pasaje

Texto de Tardn

Texto que preftero

fr.6.3

&tpyw (ylaguna

i:i0'0l Garda Calvo (sin

fr.9.1
fr.9.2
fr.15a
fr.16:4

OVOfLOlO''tOl~

entre3y4)
' ,

laguna)

,(OvofLOlO''ta) Garda Calvo

(X&i:'to) Garda Calvo

tomadodeD.-K.

(7tEAOV) Garda Calvo

XOlt 'tel

no~nTaran

7tAEOV

Para las Noticias sigo el texto de Diels-Kranz.

155

PARMaNIDES: FRAGMENTOS

.....
Fragmentos de Parmenides
'

Las yeguas que Die lIevan -ytan lejos como alcance mi linimo

me escoltaban, una vez que en su tiro me abocaron 3 al

[camino muy nombrado

de la deidad 4, el que por todas las ciudades lIeva al hombre

[quesabe.

Por el era lIevado, pues por el me lIevaban las discretas yeguas

que tiraban del carro; pero el rumbolo marcaban las mu- 5

El eje, en los bujes, emitia unchirrido de siringe, ' [chachas 5

al rojo como estaba (yes que 10 urgian, vertiginosas, dos

ruedas a Uno y otro lado), cuando se apresuraron a escoltarme

las hijas del Sol-una vez que atras dejaron la morada de la

[Noche

hacia la luz, destocando sus sienes de los velos con sus ma- 10

r"
[nos.

Alli se halll!-n las puer:tas de las.sendas de la Noche y el Dfa

y las encuadran diIitel y umbral de piedra.

ElIas, en 10 alto del eter, se cierran con grandes portones

cuyas lIaves de doble usotiene a su cargo Justicia, pr6diga en

,
[darpago.

15

Habllindole, pues, con blandas palabras las muchachas


. la persuadieron'habilmentea que en un vuelo liberase
el cerrojo con fiador de las' puertas. Y de los pohones
vasto hueco dejaron al abrirse, tras girar en sus cuencos

,
3. Trato de mantener la clara diferenciaci6n de tiempos en el original.

Las yegilas llevan (indicando que 10 hacen habitualmente), aboca

ron -(en esa ocasi6n 10 dirigieron a este camino preciso) y <leScolta

ban, estc:i es un imperfecto narrativo, que indica el marco de 10 que se

va a decir luego.
.

4. No sabemos si se refiete al Solo a la diosa que se mencionara mas


tarde.
5. Las Hijas del Sol, que aparecen mas adelante mencionadas explfcita

- -

---.-- -

156

PARMENIoES: FRAGMENTOS

DE TALES A DEMOCRTIO

altenlativamente los quiciales muy broncfueos,


20 ajustados con pemos y davijas. Por alli, a su traves,
por la calzada en derechura guiaban las muchachas carro'y
Yla diosa me acogio benevola; tomo en su mano [yeguas.
mi mano diestra y asi me dirigiola palabra y me deda:
Jovell acompaiiante de aurigas inmortales,
25 llegado con las yeguas que te traen a nuestracasa,
salud; que no fue un hado malo quien te impulso a tomar
este camino (pues de cierto que esta fuerade 10 holla,do por
[hombres)

"

sino 1eyy justicia. Preciso es que te enteres de todo:


tant9 del corazon iIDperturbab~ de la verdad bien redond,a

30 como de las opiniones de morta1es en que no cabe creen


,
[cia verdadera.

Aun asi, tambien aprendenis como es preciso

que las -opiniones sean en apariencia, entrando todas a

,
[traves de todo.

... Indiferente me e~

por donde comenzar,:y:aJ,U!~de_l!1.lev()a1li de vuelta llegare.

Es necesario que s~ 10 que cabe que se diga y se conciba.


[Pues hay ser,

pero nada, no 1a hay.,Ie exhorto a que medites sobre ello,

Rl!es te apa.rte 10 primer.o..<W..esta via-de-mdaga~i6n.

Mas tambien deesta otra. POlla que de ciertomortales que

[nadasaben
andan errantes, como can dos cabezas, pues la incapacidad
.
[que anida

en sus pechos toma derecho unpensamiento descarriado.

,
[Y enos sevenarrastqldos

sordos y ciegos a un tiempo, estupefactos, honia sin discer


,
[nimiento,

a quienes de ordinario ser y no ser les parece 10 mismo

y no 10 mismo, y de todas las cosas es'regresivo el camino.

Ea pues, que yo voya contarte (y presta tu atencion al relato

[quemeoigas)

los unicos caminos de busqueda que cabe concebir:

el uno, el que es y no es posible que no sea,

es ruta de Persuasion, pues acompaiia a 1a Verdad 6;

el otro, el de que no es y el de que es precisoque no sea, ,;;.

este te aseguro que es s~ndero totalmente inescrutable.

Yes que no podrias conocer 10 que no es -no es alcanzab1e

ni tornado en consideracion.

Pues 10 que cabe concebir y 10 que cabe que sea son una mis, ,
[macosa"
'6. Cabe asimismo escribir con mimiscula persuasi6n y verdad, no en

tendiendolas como personificaciones .

Mirap.ues.lo.ausente., aun.asU'irmementepresente al,ellten.~

,
,
1~E.:'

p1lfSJlunc~tl!lldr.ias,cortar.de modo qu:eelser no se siga con

nidispersandolo enun ordendeltodapOLdoquier, I el s,er,

JlirelUliendolo.

157

(
I

Yes que nUllca se violara tal cosa, de forma que algo, sin'ser,

,
[sea.

, Asi que iu aparta de esta via de indagacion tu peris~miento,


y que la rutina de la mucha practica no te fuercel$lpoco a
por esta via ojo desatento. oido resonante
{encaminar
y lengua: en vez de eso discieme en razon la prueba mu)r arque te he propuesto.,
[gumentada

158

DE TALES A DEM6cRrro

PARMENIDES; FRAGMENTOS

....

Yya s610 la menci6n de una via


queda; la de que es. Y en ella hay sefiales
en abundancia; que ello, ,como es, es ingenito e imperece
entero, Unico, inmutable y completo.
[dero,
5 Y que no fue una vez, ni seni; pues ahora es todo ala vez,
uno, continuo.Pues tque origen Ie buscarlas?
tC6mo y de que habrf~ creeido? Pues de 10 que no es no te
decirlo ni concebirlo, pueS no cabe decir ni concebir [dejare
'
que no e~. tYque necesidap 10 habria iIl).puisado
10 a crears.e antes 0 despues, originado de la nada?
ASI que es neces~lfio que'seaplenatnente 0 que 110 'sea en ab;r
,
[soluto.
Ynunca la fuerza de la convicci6nadmitinique, de 10 que
nazca algo fuera de SI mismo. Porello ni nacer
[no es,
ni perecerie pefplite Justicia, aflojando susgrilletes
15 sino que 10 retierie:La decisi6n sobre tales cuestiones esta en
es 0 no es. Mas decidido ya qued6, cOmo nel;esidad, [esto:
dejar una viainconcebible, innombrable (pueino es la ver
de forma que la otra sea, y sea la autentica.
' [dadera),
Yes que tc6mo 10, que es iba a ser luego?t Y c6mo habria lIe
,
[gad9 a seT?
20 Pues si lleg6 a SeD) no es, ni tampoco si va a sen).
Asiqueda extinguidQ.~madmieJ?to y, como cosa nunea
. [oida, destrucci6m).
Divisible, tampoco 10 es, pues es todo el igual,
ni hay por una parte algo mas -ello Ie impediria sercontinuo
ni algo inferior, sino que esta todo eilleno de ser.
25 ASI que es to do continuo, pueS', como es, toca con 10 que es.
Mas inm6vil, en la limitaci6n de cadenas poderosas
'
esta, sin principia ni fin, pues nacimiento y destruc
[d6n
fueron desenterrados a muy lejos y los rechaz61a verdadeni .
Iconvicci6n.
Manteniendoselo mismo y en 10 mismo, yace por SI mismo

.'

.\

r
~

"

159

y asi permanece fume donde esta, pues la poderosa Obliga[ci6n


10 mantiene en las prisiones dellfmite que loencierra de am
yes que no es licito que 10 quees sea incompleto, [bos lados,
pues no esta falto, ya que, caso de estarlo, todo Ie faltarfa.
As! que es 10 mismo concebir y la concepcj6nde que algo es,
pues sin 10 que es, con respecto a 10 cual esta expresado,
'no h<.Jaras el pensar; que nada hay ni habra
fuer.a de 10 que es, pues el Hado 10 aheHbj6
'para que sea totale inm6vil. Por tanto seran nombres todo
cuanto los mortales convinieron, creidos de que se trata d,e
llegar aser y perecer, ser y no ser,
[verdades:
cambiar de lugar yvariar de color resplandeciente.
Puesbien, como hay un limite Ultimo, completo esta
por doquier parejo ala mas a cleuna bola bien redonda,
desde el cetitro iguaIado por doquier, pues que no sea algo
[mayor
ni aigo menor aqul 0 alIi, es de necesidad,
ya que no haynada que, sill ser,le impida alcanzar
10 hom9geneo,ni que, siendo,lo haga ser
por aquf mayor, mas por allimenor; pues es todo inviolable,
yes que igual a sf mismo por doquier,alcanza sus lindes uni
. . [formemente.
En este punto ceso el discurso y pensamientofidedignos
. en tornoa la verdad. Aprende desde ahora
mortales opiniones, Qyendo el orden e-nganoso d~ rills frases.
Coilvinieron, pues, en dar nombrea d.Qs.nociones,
a una de lascuales no hay necesidad:...en eso estan desduni
[nados-.
Las creyeron opuestas en cuerpo y asignaronles, seflales
aparte unas deotras: por un lado, el etereo fuego-.de I'a llama,
que es apacible; muyligero, identico asi mismo pdr'doqllier,
pero no identico a otro, sino que este es por siiilismo
10 contrario: noche ciega, densa ypesada de cuerpQ.
Tedescribo todo este ordenaniiento verosfmil
de forma que nunca algUn parecer de los mortales te aventaje.

30

35

40

45

50

55

60

160

DE TALES A DEMOCRrro

PARMENIDES: FRAGMENTOS

161

13

Pues bien, cuando ya todo denominado luz y noche

quedo, segtin sus cualidades,en esto y en aqueUo,

todo esta a un tiempo Ueno de luz y noche oscura,

de ambas por 19ual, ya que no hay nada entre una y otra.

a;;;:cibio 9 a Eros el primero de los dioses todos.

14

FulgOl;-de la noche en torno de la tierra, errante luz ajena.

10

IS

Conocenis la configuracion de las alturas ytodas las senales


que en las alturas hay, asi como los hechos invisibles'7de la
antorcha del fulgente sol, y de d6ndeUegaron a su ser. [pura
Y sabras de las ad::iones erraoundas de la luna de redondo
......
[rost.ro
yde su hechura, y atin conoceras el ~ielo que 10 abarcatodo,
de flonde se hizo y como la Necesidad que 10 guia
10 ato ala obligacion de mantener las lindes de los astros.

Siempre con la vista fija en los rayos del sol.


.1Sa'

,Ar"rillgada~lagua(esuUa.tiexm).

l.L

11

Y, segtin como sea en cada caso la mezcla de su~ miembros


l.. ,
'
, [errabundos,
I
'
sera el entendirnieoroJiequea los-hombres se dot6. Pues 10
, ,"
,
'
[mismo

... como la tierra, el sol, la luna;

el comtin cielo, la celeste via lactea, eWlimpo

remoto y la calida fuerza de los astros urgieron por nacer.

es'lo que piensa lil'ilaturaleza de los miembros efI los hom


"
,
[bres
en todos y cada uno; porque 10 quees, es entendimiento.

12

17

<Pues los menores 8Uenos estan, de fuegopuro,


y los de' encima, de noche, mas ,tartlbien fluye una parte,de
En medio de ellos, la diosaque todo 10 gobierna
[llama..
-pues por doquiera preside el parto odioso y el aparea
[miento-,
llevando a la hembra a aparearse con el macho yviceversa~
al macho con la hembra. '
'

7. En griego hay un juego de palabras, porque aidelos significa tambien


destructivo.
8. Se refiere a los anillos 0 coronas circulares con que se describe la es
tructura del mundo. ef.lo que se dice al respecto en la Introducci6n.

,'A derecha, nmos; a,izquierdl\; ninas.

18

'Cuando hembray macho mezclan a una las simientes del


la virtud confor~ada en las venas de sangre diversa, [amor,
caso de que guardeproporcion, c;:uerpos bieJ;l formados con
,
, ,
[figura,
, pues si lasvirtudes en la simientemezdadalucharan entre sf
y no se hideran ~a en el cuerpo'JJ.ezclado, crueles
" atormentaran al sexo,que nazca con doble semilla.

9. Enelsentido de (<ideaf.

...

~'
162

DE TALES A DEMOCRITO

19
~Oe este modo -asf 10 creen- nacieron estas cosas y ahora son,

,y de aquien adelante iran muriendo, una v~z criadas.


Y los hombres convinieron en ponerle un nombredistinto a
[cadauna.

Noticias sobre el pensamiento de Parmenides .


1. SlMPLICI0 1 Comentarios a Arist6teles, Acerca del cielo
559.26 (tras citar fro 11). Y se refiere alorigen de las cosas que
nacen y perecen hasta las part~de los animales.
2. PLUTARCO, ContraColotes 114b (enfr.lO). (Parmeni
des) describi6 en su poema un ordenamiento del mundo
por la mezcla de los elementos brillante y oscuro, a partir de
los cuales y a traves de ellos trata hasta elUltimo de todos los
fenomenos. Dijo en efecto muchas cosas sobre la tierra, el
sol y la luna, y cuenta el origen de los hombres.
3. AECIO, Opiniones de los fi16sofos 2.7.1 (A 37). Parme
nides dice que hay unas coronas que se cifien una sobre otra,
una hecha de 10 sutil, otra de 10 denso, y que hay otra entre
ambas con mezcla de luz y oscuridad. Lo que las rodea a to
das a modo de muralla es solido, y alrededor hay, a su vez,
otra de fuego. La parte mas al centro de las coronas con mez
cla constituye el principio y la causa del movimiento y la ge
neracion, y ella llama divinidad timonel y dueiia de las lla
yes, Justida y Necesidad. EI aire es segregadon de la tierra,
evaporada de ella por su mayor presion. Una exhalacion de
fuego es el sol, asi como la via lactea. Y la luna es una mezcla
de aire y de fuego. EI eter se encuentra en 10 mas alto en tor
no de todo 10 demas y bajo el se halla esa zona de fuego que
llamamos delo, bajo la cual esta 10 que rodea la tierra.

4. ,CICER6N,Acerca de la naturaleza de los dioses 1.11.28

(A 37) .... el delo, al que llama dios ... Hay muchas simplezas
de este tipo en el, como la de atribuir la divinidad a la Gue-

PARMENlDES: NOTIC!AS

163

rra, la Discordia, el Deseo (cf. Jr. 13) Y otras cosas de este

tipo.

5. . Dl6GENES LAERCIO, Vidas de losfil6sofos ilustres 9.21


(A 1). Fue el el primero que sostuvo que la tierra es redonda
y que seh31ia en el centro.
6. TEOFRASTO, Acerca de las sensaciones 1 ss. (A 46).
Parmenides, en general, no dijo nada definido, sino solo
que, por ser dos los elementos, el conocimiento depende del
predominio de uno. En efecto, el pensamiento n!sultara de
una u otra forma segtin prevalezca 10 caliente 0 10 frio; me
jor y mas puro el que se debe a 10 caliente, si bien incluso este
requiere una cierta proporcion. Dice asf (cita elfT. 16). Yes
que considera como una misma cosa percibir y pensar. Por
ello tambien el recuerdo y el olvido se producen a partir de
aquellos por causa de una mezcla [... J. Que tambien atribuye
sensacion por sf mismo a 10 contrario (e.d. a 10 frio) esta cla
ro en este pasaje en que dice que un cadaver no percibe la
luz, el calor yel sonido por su carencia de fuego, pero que sf
percibe sus contrarios: 10 frio y el silencio. Asi que, en gene
ral, todo 10 que es posee un cierto conocimiento.
7. AECIO, Opiniones de los fil6sofos 4.3.4 (A 45). Parme
nides dice que el alma es de fuego.

..

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P"'"

Lj

ZEN6N: INTRODUCCI6N

ZEN6NDE ELEA

I.

-.- -.'(

.....
j

"
Las doctrinas deParmenides habrian de verse continuadas
y desarrolladas por Zenon de Elea, compatriota suyo, unos
treinta anos mas joven, por 10 que hemos de situar 5U fecha
de nacimiento poco despues de 490 a.c., Como Parmenides,
Zenon muestra familiaridad con las dottrinas pitagoricas y,
tambien como su maestro, participo activamente en la vida
politica de su ciudad. Fuera de estos datos y de una visita a
Atenas, nada es 10 que sabemos so1?re la vida y actividades
de este 61osofo.
Los fragmentos que de el se DOS han conservado nos
muestran sin embargo que, pese a defender los postulados
de Parmenides, hay en Zenon una serie.de aspectos diferen
ciales con respecto a su antecesor: el primero esel abandono
de la forma epica, con todolo que ello arrastra cons~de1
mantenimiento de una imagineria literaria tradicional.iZe
non escribe una austera obra enprosa sin concesionesa los
efectos poeticos.El segundo es la falta de tod<i referenda al
mundo de la 61osofia natural que habia ocupado la segunda
parte del poema de Parmenides. Nada se nos ha conservado
de Zenon en este sentido yes 10 mas probable que el tema no
Ie interesara en absoluto. El tercero es la gran innovacion en
164
Sit

'

los procedimientos expositivos, 10 que hizo que se ganara en


la antigiiedad la fama de inventor de la dialectica, en el
sentido de que empleaba un tipo de razonamiento dialecti
co de nuevo cuno: partia, no ya de 10 demostrado 0 evidente,
sino de una hipotesis admitida comunmente, para demos
trar luego su falsedad. Su libro se organizaba en argumentos
subdivididos en h\potesis (cf. N I), es decir, en argumenta
dones del tipo de si A, entonces B; y como B es ID)posible,
A es falso. Por 10 tanto e1 esfuerzo de Zenon no se centra
tanto en defender los presupuestos de Parmenides, sino en
- demostrar que las ideas comunmente admitidas como in
discutibles antes de Parmenides, esto es, la admision del
movimiento y la plur,alidad de seres, llevaban a contradic
dones aunmayoresque aquellas que se Ie achacaban al poe
rna parmenideo.
~
De los, al parecer, mas,de cuarenta argument()s que cons
tituian su obra, solo nos han quedado un punado de ellos
-algunos transniitido~ por via indirect<1; y en ocasiones de
forma muy abreviada y confusa-, que han atravesado los si
glos desafiando su resoluci6n a logicos y matematicos de
todas las epocas. 'Estos argumentos' se centraban, por un
lado, en la negativa a la pluralidad, y, por otro, en la negativa
al movimiento. . ' ".
'El.primer argumento contra la pluralidad (N I) 10 cono
cem()s tan solo aludido por Platon, y era que si habia mu
chos seres tendrian que ser iguales y desiguales; Un segundo
argumento del que nos ha quedadonotida (N 2) se referia al
hecho dequ~, si por pluralidad entendemos la suma de uni
dades, entonceS la pluralidad no es posible si la existencia de
unidades tampoco 10 es. Y demuestra que no 10 es porque
toda unidad es divisible en partes que, a su vez, siguen sien
do magnitudes, luego no son unidades. Negada la unidad, se
sigue la negativa ala pluralidad.
, Otro argumento (frs.I-2) es que si las cosas fueran mUlti
ples"cada una de estas unidades seria a la vez infinitamente

',f
,1

"

165

'I(

166

DE TALES A DEMOCRITO

grande e infinitamente pequefia. La alternativa es, 0 que no


tengan tarnafio (10 cual es imposible porque, sin tener tarna
fio, la suma de entidades sin tarnafio no podria producir un
tarnafio),o que si 10 tengan, en cuyo caso son infinitamente
pequefias, porque todo puede ser dividido hasta el infil1ito,
e infinitamente grandes, porque cada una tiene infinitas
partes y todo 10 que tieneinfmitas partes tiene un tamafio
infinito.
Otro argumento conservado (fr. 3) enuncia que estas
unidades serian a la vez finitas e infinitas. Finitas porque
habria tantas cuantas son (ni una mas ni una menos, es de
cir, una cantidad finita), perQ.jpfinitas porque entre una
magnitud y otra, si estan aisladas (si no estan aisladas no
son distintas, sino un ser continuo como el que queria Par
menides), Qay algo, yentre esealgo y cada una de las mag
nitudes,. por la misma raz6n, seguiria habiendo algo, yas!
hasta el infinito.
En cuanto a los argumentos contra el movimiento, ha
bria uno de tipo general -s1 no es como algunos auto res
han creido, mero resumen delllamado argumento de la fle
cha que veremos mas adela~te-, enunciado en el fragmen
to 4: 10 que se mueve -nosotros diriamos, si algo se mo
viera- no se mueve en ellugar en que esta,porque 10 que
se queda en ellugar en que esta no se mueve, sino que esta
quieto, ni tampoco se mueve en ellugar en que no esta,
. p orque nada puede hacer cosa alguna en un lugar en que
no esta. Aristoteles nos dice que los argumentos contra el
movimiento eran cuatro. Tal y como se nos ofrecen, vemos
que se articulanen doli pares: los dos primeros referidos a
la posibilidad de que el tiempo yel espacio se consideren
magnitudes infinitamente divisibles, por 10 que el movi
miento seria un continuo, los dos Ultimos, sobre la base de
que elespacio y el tiempo sean divisibles solo hasta unos
minimos (en el caso del tiempo hablariarnos de instantes
o momentos minimos), por 10 que el movimiento no se-
J

Villi ,"."

====='-.C.-,-"2-.,,,.~_,,-,,=~~~

__________

ZENON: WrnODUCCION

'-

...,
')0.

167

ria continuo, sino producto de una serie de pequeftos sal

tos sucesivos.

El primer argurnento de los dos basados en la hipotesis de

que el movimiento es continuo y el espacio y el tiempo infi


'\

nitamente vl.sibles es elllarnado del estadio (N 3), que se re

fiere al movimiento de un solo cuerpo. Si aceptarnos la hip6


tesis (obvia) de que antes de llegar al fmal del estadio hemos

de llegar a la mitad, pero cuando estamos a la mitad aUn nos

resta que lleguemos ala mitad de 10 que quedli, y as! sucesi

vamente, la consecuencia es que siempre habra una mitad

-aunque sea infinitamente pequefia- que recorrer y nunca

se llegara al final del estadio.

El segundo (N 4) se refiere a dos cuerpos, dentro de los

mismos supuestos: Aquiles, el guerrero proverbialmente

mas rapido de la tradici6n heroica griega, nunca alcanzara

al animal mas lento, la tortuga, si esta parte con ventaja en la

carrera. Cuando Aquiles llega al punto de partida de la tor

tuga, esta ha recorrido ya una distancia; cuando llega a esta


segunda distancia, el animal ha recorrido otra, y asi ad infi

nitum, por mas que la distancia vaya siendo sucesivamente

menor. El razonarniento es igual al anterior, pero sin necesi

dad de dividir por mitades el recorrido.

Encuanto a los referidos a la concepcion del espacio y el

tiempo como compuestos de unidades rninimas, el tercer ar

gurnento (N 5) nos llega por un pasaje oscuro de Arist6teles,

pero puede, como el siguiente, ser reconstruido con ayuda

de sus comentaristas. La flecha lanzada no se mueve, porque

en cada instante indivisible en que dividamos el tiempo la

flecha ocupara un espacio igual al de sus propias dimensio

nes, pero como si un objeto ocupa un espacio igual al de sus

propias dimensiones es que esta quieto, se concluye que la

flecha esta quieta. Para adrnitir que se mueve habria que ad

mitir que la flecha ocupa un espacio que excede su propio ta

mafio,lo que es imposible.

El Ultimo argumento se refiere a los cuerpos iguales que

168

ZEN6N: FRAGMENTOS

DE TALES A DEMOCRITD

se mueven por igual por el estadio en direcciones contrarias.


Resulta mas facil de entender acudiendo al diagrama que
trazo el comentarista de Aristoteles, Alejandro:

AAAA
BBBB--

-- ecce

IE

donde A son cuerpos en reposo, B cuerpos que se mueven


en la direccion DE, C cuerpos que se mueven en la direccion
ED, D el principio del estadio y Sel final del estadio. El argu
mento es mas claro si pensamos que cada unidad By cada
unidad D se mueven a la velocidad de correr un lugar en
cada uno de los instantes individuales. Siendo asf, en dos
movimientos cada B y cada C pasan a dos A, quedando
como resultado:

AAAA
BBBB

ecce

Otro argumento que se remontaba a Zenon era el de que

no pueden atribuirsele a la unidad las mismas propiedades

que ala pluralidad, 10 cual es tambien absurdol E1 ~jemplo

seria que un grano al caer no produce ruido alguno, pero un'

medimno (una unidad equivalente a 52litros) en cambio

produce uno muy considerable, con el absurdo de que se ob

tiene un ruido grande de la suma de ruidos cero.1 La forma,

dialogada en que la fuente nos 10 transmite hace dadoso que

sea de Zenon y por ello no 10 recogemos aquf.

4;:omo conclusion sobre las aportaciones de este curioso

fllosofo cab ria afirmar que, pese al caracter destructivo y

negativo de sus argumentos, contribuyo con su poderosa

capacidad de argumentacion a reforzar el grado de verosi

militud de los postulados de Parmenides, ya que demostra

ba la inviabilidad de la hip6tesis contraria: la de la existen

cia de la 'pluraIidad y el movimiento. Ello forzo a los

fllosofos, una vez demostrado que 10 que era aparentemente

obvio no 10 eta tanto, a buscar nuevos caminos y nuevas so

luciones.

TEXTO SEGUIDO PARA ESTA TRADUCCION

pero -y ahi esta la paradoja- en el mismo tiempo, cada B


pasa a 4 unidades C, 10 que requeriria 4 instantes, si se admi
te que en un instante una unidad adelanta solo a otra de la
otra flla. De ahi resultaria que seria 10 mismo, es decir, ten
dria la misma duracion en unidades indivisibles, la mitad y
el doble de tiempo.
Junto a estos se nos conserva otro argumento, referido a
la imposibilidad de que exista un lugar 0 espacio en que se
halle 10 existente. El argumento (fr. 5) es que la premisa
todo 10 que es se encuentraen un lugar es imposible, ya
que ese lugar seria a su vez algo existente, que, por serlo,
tendria que hallarse, a su vez, en otro lugar, y asf ad infini

tum.

~~,."~'-""',",;;-.,......

169

~"''''''''''''''''''-'''''''''''''''''''''''-'~'~''''"-'.''

,/

En general, la edici6n de D,iels~Kranz, con las siguientes salvedades:


EI fragmento 1 y el2 aparecen refundidos ala manera en que 10

editan Kirk y Raven, Losfi16sofos presocraticos, Madrid 1969, nilln.

365,p.403.

Como'fragmento 5 figura el texto de Arist6teles, Fisica209a23,

correspondiente al testimonio A 24 de Diels-Kranz.

Fragmentos de Zenon

--l.:t..L.

Si.ha-muchos seres, son grandes y pequeiios; gran

des como para ser infinitos en tamaiio, pequeiios como para

no tener tamaiio en absoluto.

'"

..

170

DE TALES A DEMOCRI1O

Si 10 ql,le es no tuviera tamano, no seria. Pues si se anadie


ra a otra cosa no la haria mayor, ya que, al no tener tamafto
alguno, no podria, al ser anadido, hacerla crecer en tamafto
y de este modo 10 anadido no seria nada. En cambio, si la
otra cosa no va a ser menor en absoluto al restarsele ni va a
creeer al anadirsele, es evidente que ni loaftadido ni 10 resta
do eran nada.
Ahora bien, si los hay,es forzoso que cada ser tenga un ta
mano y anchura y que diste uno del otro. Y respecto de 10
que excede, el razonamiento es el mismo, pues tambien eso
tendra un tamano y excedera algo de el. Y da evidentemente
10 mismo decirlo una vez que est.~ siempre diciendolo, pues
nada de el sera 10 Ultimo ni una parte dejara de estar en rela
cion con la otra. Asi que, si hay muchos seres, es forzoso que
sean pequenos y grandes, tan pequenos como para no tener
tamano ~ tan grandes como para ser infinitos.
3. Si hay muchos seres, es forzoso que sean tantos cuan
. tos son, ni mas ni menos que estos. Pero si son tantos
cuantos son, seran limitados.
.
Si hay muchos seres, los seres son infinitos, pues siempre
hay otros en media de los seres, y asu vez otros en medio de
. estos, y asi los seres son infinitos.
4. Lo que se mueve no se mueve en ellugar en que esta ni
en el que no esta.

5. Si todo 10 que hay esta en un espacio, es evidente que


habraun espacio del espacio, yeso se seguira hasta el infinito.

Noticias sobre el pensamiento de Zenon


PLATON, Parmenides 127d. Socrates, tras haberlo oido
[a Zenon 1, Ie pidio que Ie leyera de nuevo la primera hipote

l.

/'

ZENON: NOTICIAS

171

sis del primer argumento, y, una vez leida, dijo: tEn que
sentido a~rmas eso que dices de que si hay muchos seres es
preciso que sean iguales y desiguales, y que ello es de hecho
imposible?.
2. SIMPLICIO, Fisica 99.13 (A 21). Zenon ... intentaba de
mostrar que no es posible que los seres sean mUltiples, sobre
la base de que no hay en los seres una unidad, y de que la plu
ralidad es una cantidad de unidades. Confrontese FILOPO
NO, Ffsica 42.9 (A 21). Intentaba demostrat (Zenon) que es
imposible que haya pluralidad de seres. Pues, dice, si hay
pluralidad, dado'que la pluralidad es un compuesto de mUl
tiples unidades, es forzoso que haya mUltiples unidades de
las que se componga la pluralidad. Pues bien, si demostra
mos que es imposible que haya mUltiples unidades, es evi
dente que ~s imposible que haya pluralidad.
3. ARISTOTELES, Ffsica 239b9 (A 25). Cuatro son los
argumentos de Zenon acerca del movimiento que provo
can dificultades a quienes tratan de resolverlos. El prime
ro, acerca de que no hay movimiento porque es preciso que
10 que se mueve llegue a la mitad antes de llegar al final.
Confrontese ARISTOTELES, Topicos 160b7 (A 25). Tenemos
muchos argumentos contra las opiniones como la de Ze
non de que no es posible el movimiento ni recorrer el esta~
dio.
4. ARISTOTELES, Ffsica 239b14 (A 26). El segundo (ar
gumento acerca del movimiento) es eillamado Aquiles,
yes ella que 10 mas lento jamas sera alcanzado en la carrera
por 10 mas rapido, pues es forzoso que el perseguidor lle
. gue primero al punto del que partio el perseguido, de suer
te que es forzoso que el mas lento lleve siempre alguna ven
taja.
5. Ibid. 239b30 (A 27). El tercero es ... el de que la flecha
lanzada est4 quieta. Sucecle asi.porque acepta [Zenon 1que el
tiempo esta compuesto de instantes. Si eso no se admite, la
conclusion no valdra.

'\

172

DE TALES A DEMOcRrro

6. Ibid. 239b33 (A 28). El cuarto es el referido a los cuer


pos iguales que se mueven por igual por el estadio en direc

ci6n contraria, unos partiendo del final del estadio, otros de

la parte central, ala misma velocidad, caso en el que cr~e que

ocurre que el doble del tiempo es igual que la mitad del


tiempo.

MELISO DE SAMOS

.\

......
Como una muestra palpable de que la circulaci6n de las
ideas en laCAntigiiedad era mucho mas fluida de 10 que a pri
mera vista cabria imaginar, hallamos c6mo las teorias de
Parmenides superan las fronteras de Elea y llegan hasta el
coraz6n del Egeo, a la isla de Samos, de cultura jonia, y ha
llan su continuad6n en un personaje de esta isla, curiosa
mente famoso por actividades que nada tienen que ver con
la filosofia. En efecto, Meliso ha pasado ala historia, ademas
de como fil6sofo, como el.almirante de la Iota samia que 10
gr6 una sonada victoria sobre los atenienses en el441 a.c.
Este hecho hist6rico, de dataci6n segura, nos sitlia a Meliso
en pleno siglo v a.C., 10 que hace posible que hubiese cono
cido -e incluso rebatido- ideas de otros fil6sofos de la epo
ca, como Empedocles, Anaxagoras 0 Di6genes de Apolonia.,
No es facil sin embargo concretar el alcance de estos contac
tos a traves de los escasos fragmentos que nos han quedado
de la obra del fil6sofo samio.
Meliso escribi6 un tratado al que se atribuye el titulo
Acerca de la naturaleza 0 acerca del seT. Como Zen6n, Meli
so abandort61a inspiraci6n religiosa parmenidea reflejada
en versos epicos, para usar una prosa cientifica sobria, es
173

.-

"

174

DE TALES A DEM6cRrro

tructurada en una serie de argumentos, en muchos mo


mentos ramplones, poco refinados y reiterativos, 10 que
provoc6 un juicio muy negativo de Arist6teles. El estagirita
tild6 a Meliso de nistico, y esta valoraci6n desfavorable
ha perdurado en muchos autores modernos que mantienen
un notable desprecio por este filosofo. Sin embargo, tendre
mos ocasion de ver que Meliso tiene un doble valor: el de
haber corregido en puntos importantes la doctrina eleatica
del ser y el de haber abierto camino a las argumentaciones
de los atomistas.
De su 0 bra se nos han conservado diez fragmentos litera
les transmitidos por Simplicio, a los que hay que aftadir una
alusi6n aristotcmca que pued;;"'considerarse tambien como
huelIa de un fragmento literal (fr. 4a). Todo parece indicar
que Simplicio estuvo muyacertado en la seleccion que reco
ge los puntos mas esenciales de la doctrina de Meliso. Ni el
anonimo autor del tratado pseudoaristotelico, Acerca de
Meliso, Jen6fanes y Gorgias, ni la doxografia posterior nos
dan informaciones valiosas que aiiadir a 10 que nos revelan
los propios fragmentos. Porello prescindimos de tales alu
siones en esta presentacion de textos, limitandonos a los
fragmentos literales. Tambien es claro que a Meliso, pese a
sus origenes jonios, Ie interesaron tan poco como a Zenon
los temas tratados en la segunda parte del poema parmeni
deo y que secentro exclusivamente en la doctrina sobre el
ser.
Sus argumentaciones en defensa de los postulados par
menideos no son negativas, como las de Zenon, sino de cor
te positivo. Su principal esfuerzo se centro en dotar de ma
yor coherencia al sistema de Parmenides, en llevarlo a sus
Ultimas consecuencias. De ahi que, junto a una continuaci6n
ortodoXa y precisa de los argumentos contenidos en el poe
rna del eleata, hallemos en su obra correcciones que afectan
a postwados fundamentales del maestro que a Meliso Ie re
sultaban contradictorios con el resto de la doctrina.

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MELlSO: INTRODUCaON

175

Los argumentos de Meliso respecto del ser son, en princi


pio, los mismos que en Parmenides: es ingenito (fr. 1) por
que rio puede venir de la nada; ahora bien, frente al parme
nideo no fue una vez, ni sera, pues ahora es todo a la vez
(fr. 8.5), que implica el rechazo de aplicar al ser la nocion de
temporalidad, prefiere un mas simple era, es y serei, sin
duda menos refinado, al situar al ser en el tiempo, aunque se

Ie reconozca como perdurable en el..Contimia afirmando,

como el eleata, que el ser es uno y homogeneo y negando el

devenir (fr. 7), pero perfecciona el argumento de la inmovi

lidad al basarS'e en el postulado de la inexistencia del vado.

El vacio, segu.n Meliso, se identifica con la nada, luego no es.

Por tanto, al no haber vacio - porque no hay no-ser- el ser no

tiene adonde desplazarse y es inmovil. Consecuentemente,

el ser tampoco puede aumentar 0 disminuir de densidad,

porque 10 denso y 10 raro solo caben si se admite e1 vacio,

siendo 10 raro una combinacion de ser con mas vado y 10

denso una coinbinacion de ser con menos vado. Negado e1

vacio, el ser es homogeneo y no son admisibles en el diferen

cias de densidad. A todo ella aiiade como argumentos adi

cionales que la inmovilidad es coherente con la indivisibili

dad (fr. 10), asi como algunas notas del ser -en honor a 1a

verdad bastante innecesarias- como que no padece, no se

atligeyno cambia de organizacion (fr. 7).

Ademas de estos aiiadidos menores, que realmente no


contradicen a su maestro, Meliso, a fuer de ser coherente,
propone dos correcciones mucho mas profundas a los pos
tulados eleaticos sobre el ser uno, esferico y finito: para Me
liso el ser es infinito, tambien en extension, e incorporeo. En
efecto, para el constituye un contrasentido afirmar que 10
que es, es infinito en el tiempo pero liniitado en el espacio,
como queria Parmenides: si se admite que e1 ser no tiene
principio ni fm temporales, tampoco los tiene espacia1es,
sobre todo si, con la confusion propia de la epoca, no se dis
tingue entre partes sustantivas y atributos, y se argumenta

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176

DE TALES A DEMOCRITO

que si puede tener comienzo y fm es que tiene mas cosas de


una y ya no seria uno (fr. 3). Hay ademas otro argumento
mas solido: si el ser fuera limitado, solo podria limitar con el
vado, y el vado no es, luego debe ser ilimitado, si es uno (frs.
4a,S-6).
La segunda correccion a la que aludiamos es que 10 que es,
es incorporeo (fr. 9), yello por la misma razon: todo 10 cor
poreo tiene dimensiones (mas de una), luego si se tiene mas
de una dimension ya no es uno. Es de destacar que se dice de
el (fr. 3) que en cuanto a la magnitud es necesario que sea
infinito, de modo que se concibe como algo con magnitud.
En el esfuerzo griego hacia ~~bstracci6n Meliso queda a
medio camino al imaginarse un ser incorp6reo -es decir, sin
tener un cuerpo con ancho, largo y alto-, pero de una exten
sion espacial infinita.
El mayor esfuerzo de Meliso ha side, pues, argumentar en
favor de la infinitud del ser, nocion que en el se asocia inti
mamente a la idea de unidad. De ahi que trate de rebatir la
pluralidad, contra la que argumenta sobre la base de la pre
via negaci6n del devenir: los cambios que nos parece adver
tir en las cosas no pueden ser reales, porque aunque fueran
muchas, cada una seguiria siendo siempre como era, sin al
teracion posible. Es asi que nos parece que se alteran, luego
10 quevemos eserroneo (fr. 8). Pero 10 que es mas paradojico
de todo es que otro de sus argumentos contra la pluralidad
-si hubiera muchos seres, es preciso que esos muchos fue
ran tales como yo afirmo que es 10 unO (fr. 8)-, que preten
de ser una irrebatible reducci6n al absurdo, constituye un
camino abierto al atomismo, que aceptara precisamente este
postulado de un ser mUltiple con las caracteristicas de uno
parmenfdeo. Con ello, y muy a pesar suyo, Meliso consigui6
el efecto contrario del que se proponia, que no era otro que
dar argumentos para apoyar las ideas de Parmenides.

MEUSO: FRAGMENTOS

177

TEXTO SEGUIDO PARA ESTA TRADUCCION

Sigo la muneraci6n yedicion de Diels-Kranz, salvo que afiado el


fragmento 4a (Aristoteles, Acerca de la generaci6n y la corrupci6n

325a15, recogido con mayor amplitud en esta edici6n como A 8),


que Reale, con argumentos convincentes, considera un fragmento

de Meliso.

Fragmentos de Meliso
1. Siempre fue 10 que fue y siempre sera. Pues, si llego a ser,
es forzoso que, antes de llegar a ser, fuera nada. Por tanto, si
era nada, nada en absoluto habrfa podido llegar a ser a partir
denada.

2. Pues bien, siendo asi que no lleg6 a ser, es que es y


siempre fue y siempre sera ( esto es, no tiene principio ni fin,
sino que es infinito). Pues, si hubiera llegado a ser, tendria
principio (pues en algtin momenta habria comenzado a lle
gar a ser) y fin (pues en algtin momento habrfa dejado de
llegar a ser). Y, dado que no comenz6 ni termino, es que
siempre fue y siempre sera y no tiene principio ni fin. Pues
no es posible que sea siempre 10 que no es el todo.

3. Pero como es siempre, as! tambien es necesario que su


magnitud sea infinita.
4.
4a.

Nada que tenga principio y fin es eterno ni infinito.


Pues (de no ser infinito) ellimite confinaria con el va

cio.
5.

Si no fuera uno, limitara con otra cosa.

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178

DE TALES A DEMOCRITO

6. Caso de ser infinito, seria uno; pues si fueran dos, no


podrian ser ilimitados, sino que tendrian limites entre am
bos.
7. Por tanto es eterno, ilimitado, uno y homogeneo. Y
no podria perecer ni hacerse mayor, ni cambiar de organiza
ci6n. Tampoco padece ni se aflige, ya que, si sufriera alguna
de esas afecciones, ya no seria uno. Pues si se altera, es forzo
so que 10 uno no sea homogeneo, sino que perezca 10 que an
tes era y que llegue a ser 10 que no era.
Es que, si en diez mil aiios llegara a ser diferente en un
solo pelo, pereceda todo en e~_empo todo. Pero es que tam
poco es posible que cambie de organizaci6n. Pues la organi
zaci6n que habia antes no perece ni nace la que no habia. Y,
siendo asi que nada se made, ni perece, ni se altera, tc6mo
podria haber un cambio de organizaci6n de las cosas que
son? Pues, si alguna cosa llegara a ser diferente, habria tam
bien cambiado ya de organizaci6n.
Tampoco padece, pues no podria ser el todo si padeciera,
ya que una cosa que padece no podria ser siempre ni tiene la
misma fuerza que una sana. Tampoco seria homogeneo si
padeciera, pues sufriria, bien por la perdida de algo, bien
por el aiiadido de algo, y no seria ya homogeneo. Tampoco
10 que es sano podda padecer, pues padeceria 10 sano, es de
cir, 10 que es, yen cambio llegaria a ser 10 que no es. Y con
respecto al afligirse, el argumento es el mismo que para el
padecer.
De otra parte, nada hay vacio. Pues 10 vacio no es nada y
. la nada no podria haberla. Tampoco se mueve, pues no pue
de retirarse a parte alguna, sino que esta lleno. Pues, si hu
biera un vacio, podria retirarse al vado, pero, al no haber va
do, no tiene ad6nde retirarse.
Asimismo no pOdria ser denso y raro, pues 10 raro no
puede estar tan lleno como 10 denso, sino que de hecho 10
raro se vuelve mas vado que 10 denso, asi que la definici6n

MELISO: FRAGMENTOS

179

que es preciso hacer de 10 lleno y de 10 no lleno es la siguien


te: si algo ~ace sitio 0 admite, es que no esta lleno; pero si no
puede iIi hacer sitio ni admitir, es que esta lleno. Por consi
guiente, es forzoso que este lleno, si no hayvacio y, por tanto,
si esta lleno, no se mueve.
8. Este razonamiento es, pues, la maxima prueba de que
s610 hay uno. Pero tambien son pruebas las siguientes: si en
efecto hubiera muchos seres, es preciso que esos muchos
fueran tales como yo afirmo que es 10 uno. Pues, si hay tie
rra, agua, aire, fuego, hierro y oro, y si una cosa esta viva y
otra muerta, y si una cosa es negra y otra blanca, y todo 10
demas que los hombres aseguran que es verdadero; si en
efecto hay tales cosas y nosotros vemos y oimos correcta
mente, es nec;esario que cada cosa sea precisamente tal como
a 10 primero nos pareci6 y que no cambie ni se vuelva distin
ta, sino que cada ~osa sea siempre precisamente como es.
Ahora bien, aseguramos que vemos, oimos y comprende
mos perfectamente, pero nos parece que 10 caliente se torna
frio y 10 frio caliente; 10 duro, blando, y 10 blando, duro; y
que 10 vivo muere y que nace de 10 que no estaba vivo; que
todas estas cosas se alteran y que en nada se asemejan 10 que
erany 10 que ahora son, sino que el hierro, con todo 10 duro
que es, se desgasta por el dedo al que confina, asi como el
oro, la piedra y cualquier otra cosa que parezca ser resisten
te; y que la tierra y la piedra proceden del agua, de suerte que
10 que ocurre es que ni vemos ni conocemos las cosas
que son. Pues bien, estas afirmaciones no concuerdan entre .
si, ya que a nosotros, que aseguramos que hay muchas cosas
eternas, dotadas de forma y solidez, nos parece, por 10 que
vemos en cada ocasi6n, que todas elIas se alteran y se trans
forman. Por tanto, es evidente que ni vemos correctamente
ni es cierto el parecerde que aquellas cosas son mUltiples.
Pues no se transformarian si fueran verdaderas, sino que se
rian precisamente tal como cada una nos pareda, ya que

DE TALES A DEMOCRITO

180

nada hay mas poderoso que el verdadero ser. Y si se trans


forman, es que 10 que;s ha perecido y que 10 que no es ha lle
gado a ser. As!, pues, si hubiera seres mUltiples, estos habrfan
de ser precisamente como 10 uno.

EMPEDOCLES DE ACRAGANTE

9. Por 10 tanto, si es, es preciso que sea uno. Y, caso de ser


uno, es preciso que carezca de cuerpo. Y es que, si tuviera
grosor, tendria partes yya no seria uno.
10. Pues si el ser se divide se mueve, pero, caso de mo
verse, no seria.

.....
Con Empedocles regresamos a un mundo ftIos6fico y litera
rio mas proximo al de Parmenides, con una implicacion in
tima entre ftIosofia y religi6n, caracteristica del sur de Italia,
y con el verso epico y los recursos tradicionales-como instru
mento de expresion.
Se discuten las fechas que enmarcan la vida del ftI6sofo, si
bien parece razonable situar su nacimiento hacia 494 y su
muerte hacia 434 a.c. Naci6 y vivi6 en Acragante, rica y es
plendida ciudad de Sicilia, en plena epoca de alternativas
entre tiranias, como las que cant6 Pindaro, y restauraciones
democraticas. Pese a pertenecer a una familia aristocratica,
las noticias de la antigiiedad coinciden en definir a Empe
docles como ferviente partidario de las ideas demo<;raticas,
actitud que no se aviene demasiado con la imagen altiva que
muestra hablando de si mismo en los fragmentos conserva
dos. Pero, precisamente por eso, tales noticias tienen visos
de verosimilitud, ya que en este caso es obvio que no pueden
ser los fragmentos la fuente de una fabulaci6n sobre la vida
de su autor, como ocurre con enorme frecuencia con otros
fil6sofos. Se Ie atribuyen asimismo actividades como ora
dor -se dice incluso que fue maestro de Gorgias-, como me
181

182

DE TALES A DEMOCRITO

dico e incluso comoposeedor de poderes magicos, a 10 que


sf contribuy6 sin duda su propia declaraci6n en los frag
mentos 101 y 102. Por ultimo, varias noticias contradicto~
rias nos hablan de diversas muertes espectaculares, que co
ronaban una vida asimismo espectacular. La mas conocida
es la historia de que Empedocles se arroj6 al Etna y que este
devolvi6 una de sus sandalias. En todo caso, todo 10 que te
nemos sobre su vida son datos de escasa fiabilidad. Una per
sonalidad tan atractiva como la de este fi16sofo era sin duda
presa apetecible de la historiografia ap6crifa, amiga de tejer
leyendas.
De los fragmentos conserv~os se deduce claramente que
conoce y admira la obra de Parmenides, al que incluso imita
conscientemente en muchos pasajes; pero no es este el unico
fil6sofo que influye sobre el. Tambien se advierte en su obra
un conocimiento profundo de la ffsica jonia y desde luego
influjos pitag6ricos, siendo estos ultimos muy dificiles de
separar de los elementos que se denominan, con una cierta
falta de claridad, 6rficos.
En cuanto a sus obras, hay una serie de elIas referidas por
los autores antiguos como escritas por el: tragedias, obras
politicas, otra sobre el paso de Jerjes, un proemio a Apolo y
un tratado de medicina en prosa. De ellas no ha quedado
hueHa alguna, por 10 que resulta muy dudoso admitir su
existencia. De 10 que sf quedan fragmentos es de dos obras,
una Hamada Acerca de la naturaleza y otra Las Purificacio
nes, ambas en verso. Las fuentes antiguas nosdicen que su
marian en total unos cinco mil versos, pero los estudiosos
recientes tienden a bajar esta estimaci6n a un montante en
tre 2.500 y 3.000 versos. De elIos nos quedan unos 450 y al
gunas frases sueltas, 10 que implicaria entre un 15 y un 20
por 100 del total, sin duda una proporci6n muyestimable.
Algunos huecos incluso pueden cubrirse con ayuda de la do
xografia, aunque, como siempre, hay que manejar con suma
cautela este tipo de tradici6n.

"-

EMPEDOCLES: lNfRODUCCION

183

Con todo, no resulta facilla reconstrucci6n de las obras,


ni siquiera la atribuci6n de los fragmentos a una 0 a otra, ya
que nuestras fuentes en muchas ocasiones no nos dan indi
caciones precisas. La distribuci6n y ordenaci6n de los frag
mentos ha variado mucho de unos auto res a otros, sobre
tododependiendo de la concepcion que sobre el contenido
de ambos poemas tiene cada investigador. En esta presenta
ci6n he optado por la del editor mas reciente, Wright, aun
que tambien tengo alguna discrepancia en cuanto ala situa
ci6n de algtin fragmento que otro.
Esta oscuridad en la atribuci6n de los fragmentos a una u
otra obra complica la ya de suyo complicada cuesti6n de las
dificultades de conciliar las ideas expresadas en ambos poe
mas. Para algunos autores son contradictorios entre sl, y ella
se deberia, bien a un cambio radical de pensamiento por
parte del filosofo -una progresiva racionalizaci6n 0, al re
ves, una conversi6n tardia de un recalcitrante ateo- 0 a
una pura inconsecuencia, no advertida por el autor 0 man
tenida conscientemente. Para otros estudiosos, en cambio,
no hay tal desconexi6n entre un poema y otro, antes al con
trario, una estrecha correlaci6n. Hemos devolver sobre este
problema al analizar el contenido de las Purificaciones.
Literariamente, Empedocles es un consumado poeta que
domina las f6rmulas y los recursos homericos, a la vez
que muestra una serie de aspectos nuevos, como el gusto
por la palabra rica, el termino raro y, sobre todo, por la am
bigiiedad buscada como efecto -10 que, dicho sea de paso,
constituye un tormento para el traductor-. Su afici6n por la
metafora -brillante, rotunda- suscitala critica de Arist6te
les, que cree que este tipo de lenguaje poetico se aviene mal
con la, para el, necesaria claridad de la expresi6n filos6fica,
10 cual, si bien es cierto para la epoca del estagirita, no 10 es
tanto para la de Empedocles, una epoca en que las fronteras
entre 10 racional y 10 poetico, entre 10 mistico y 10 filos6fico,
no se habfan trazado au.n con nitidez. Nueva es tambien en

'Ii

.i

184

DE TALES A DEMOCRrro

Empedocles su habiti';iad en manejar la repetici6n y la recu


rrencia para hacer mlls claras sus ideas. Las repeticiones de
segmentos de verso 0 de versos enteros no obedecen a un
uso formular, como en Homero, sino a un deliberado inten
to de mostrar las intimas relaciones entre unos aspectos y
otros de su doctrina, y de insistir en las cuestiones funda
mentales.
Pasemos, pues, a ensayar una panonimica del contenido
de sus obras, comenzando por Acerca de la naturaleza.
Adopta esta la forma de un poema did,ktico, como 10 era,
por ejemplo, Trabajos y dias, de Hesiodo, en el que el autor se
dirige a una persona (aqui llamada Pausanias -fro 4-, un me
dico de noble familia acragantina) y Ie instruye sobre deter
minados aspectos de la realidad. En el inicio del poema in
sistia en el viejo t6pico arcaico de la ignorancia humana, que
aqui se achaca a la incapacidad de los hombres para conocer
la realidad s610 a traves de los sentidos (fr. 1). Frente a ellos,
Empedocles, como ftlosofo inspirado, po see conocimientos
superiores que Ie han sido revelados, ya que la Musa habla
por su boca (frs. 2-3), por 10 que muestra un religioso respe
to para no mancillar el ambito de 10 divino, en contraposi
cion a quienes persiguen un exito faciI aun a costa de hablar
con temeridad de 10 que no es debido (fr. 5).
Empedocles muestra con respecto a Parmenides una
, actitud de conciliacion de los datos de los sentidos (que se
reputan como fiables en el fro 5) con las premisas eleaticas.
Asi, niega la posibilidad de que algo nazca del no-ser 0 de
que el ser perezca (fr. 9), la existencia del vacfo 0 de grada
dones del ser (fr. 10), es decir, que pueda haber crecimiento
o disminucion de 10 que existe y la posibilidad de nacimien
to 0 muerte de 10 que es (frs. 12-13). En esto Ultimo hay, sin
embargo, una innovaci6n. Como no parte de un ser unitario
como Parmenides, sino mUltiple, explica 10 que la gente co
mtin denomina nacimiento y muerte -terminos que el
mismo por conve,nci6n sigue utilizando- como pura mezcla

'-

EMPEIXXLES: INTRODUCOON

185

y disociacion de varios elementos. Son perecederos, pues,


los seres resultantes de la mezcla de los elementos origina
rios, pero no esos mismos elementos, que son ingenitos e
imperecederos.
Llegamos con ello al punto central y mas novedoso de la
fisica empedoclea: la teo ria de los elementos, 0 mejor, como
ellos llama, raices, ya que elementos es la traduccion de
la escuela de Aristoteles y no remonta al fil6sofo poeta. No
es nueva en la ftlosofia, ni siquiera en la poesia cosmogoni
ca, la separaci6n de una serie de contrarios de cuya interac
d6n dependen los demas seres. Habfamos visto 10 caliente y
10 frio, 10 seco y 10 htimedo, como productos segregados del
indefinido de Anaximandro. Heraclito nos habia hablado de
estados del fuego, comoel agua 0 la tierra. Lo que es nuevo
en Empedocles es que, mientras para todos sus antecesores
estos contrarios eran resultado de la evoluci6nde un solo
elemento originario, para ellos cuatro, aire, tierra, agua y
fuego, son igualmente originarios, ingenitos e imperecede
ros, es decir, con las propiedades del ser parmenideo, exclui
da la unidad.
En la primera designacion (fr. 7) las raices reciben nom
bres divinos, 10 que se aviene perfectamente con su ser eter
no. Luego aparecen con designaciones variables. Para orien
tar allector, damos aquf las equivalencias:
fuego: Zeus, sol, el radiante, Hefesto, llama
aire: Hera, luz, delo, eter, calor
agua: Nestis, lluvia, mar, ponto
tierra: Aidoneo 1
1. Tierra recoge, a falta de variedad de sin6nimos en nuestra lengua
para esta palabra, diversos terrninos griegos: gaia,aia, chthon. Por otra
parte, hay que advertir que desde antiguo se discute si las ecuaciones
correctas de los nombres divinos son las que aquf presento 0 aire = Ai
doneo y tierra = Hera (cf. nota 10). En todo caso no es una cuesti6n fun
damental.
'

I
:,

I
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1\

186

DE TALES A DEMOcRITO

la razon de ser de esta multiplicidad, que es precisamente la


antitesis de la busq.ueda de una terminologia cientifica uni
voca, es que Empedocles, en su calidad de poeta, ha prefer i
do una visualizacion phistica de 10 que narra. Es curioso se
ftalar que esta teoria de los cuatro elementos es aceptada por
la medicina hipocratica en relacion con la teoria de los hu
mores, asimismo admitida por Aristoteles y, a traves de su
prestigio, por toda la epoca medieval y moderna hasta La
voisier.
No obstante, incluso con la aceptacion de la multiplicidad
originaria subsiste el problema de explicar los motivos del
cambio. Para explicarlo, Empedocles acepta en primer lugar
la posibilidad de que se produzcan mezdas, debido ala in
terpenetrabilidad de los elementos. No existe el vacio, pero
las raices son susceptibles de desplazarse porque se recorren
mutuamente (frs. 8.34-35 = 14.13-14). E110 supone que las
concibe como divisibles en particulas, tal y como explica
Aristoteles (N 1), de modo que particulas de, por ejemplo,
aire en mayor 0 menor cantidad pueden penetrar en masas
de, por ejemplo, agua, y las particulas de agua desplazadas,
al no haber vacio, pasan a ocupar el espacio dejado por las
de aire. Como las proporciones en que pueden combinarse
los cuatro elementos son mUltiples, tambien 10 son los resul
tados posibles de tales combinaciones.
Ahora bien, como no habria motivo, de por si, para que
las raices cambiaran una disposicion concreta por otra, Em
pedocles recurre para explicar esta movilidad de las combi
naciones a otro par necesario como motor de los cambios,
Amistad y Odio. Como en el caso de las raices, Amistad re
cibe otros nombres (Alegria, Afrodita, Cipris, Harmonia) y
Odio, tambien, el de Discordia. Ambos son eternos (fr. 11)
Ynecesarios. Lo que los diferencia es que Amistad propicia
la atracdon entre desemejantes, por ejemplo, de aire con
agua, etc., mientras que Odio propida la atracdon entre se
mejantes (p. ej., agua con agua, etc.). Los dos son necesarios

EMPIiDOCLES: INTRODUCCION

187

ypermanecen siempre activos, pero su predominio es alter


nativo. Su capaddad eficiente seproduce por su inserci6n en
los elementos, sobre los que actuan psicologicamente, ins
tandolos a que se unan 0 se separen. Con e110 abre Empedo
des camino ala distincion de Arist6teles entre causa mate
rial y causa eficiente y propugna por primera vez la
existencia de fuerzas que actuan sobre la materia. Ahora
bien, hay que hacer alguna precision. La primera, que las raf
ces no son, como en la concepcion moderna de la materia,
inertes. La actuacion de Amistad y Odio las mueve a amarse
o a odiarse entre sf, 10 que implica que son capaces de conce
bir determinados sentimientos. La segunda es que, por su
parte, estas fuerzas no parecen ser inmateriales: la impre
sion es que "Empedocles las considera corporeas -aunque
esto es un punto discutido-, si bien muy tenues, y suscepti
bles de mezclarse con las raices.
El fragmento 8 traza las !ineas generales de la actuacion
de ambos principios sobre las ralces. Se trata de un pasaje al
tamente interesante como muestra del metodo expositivo
del fJ16sofo, a base de reiteraciones alternadas con nuevos
argumentos. Observese como los versos 1-2 se repiten en
16-17, que el6 se repite en elll y que los versos 7-13 recu
rren en el fragmento 16, versos 5-6 y 8-12. Asimismo el29
vuelve a aparecer en el fragmento 16.3 yen el fragmento 14,
verso 13, como en una sinfonia en que la repeticion y recu
rrencia de los temas mas 0 menos variados produce la sen
sacion de una solida construccion unitaria. Asimismo se
percibe en el un notable avance en la precision lingiifstica.
Frente ala unica posibilidad de elegir entre es 0 no es
planteada por Parmenides, Empedocles admite que una
afirmaci6n es verdad en un sentido y no 10 es en otro (versos
9 y ss.). Los seres nacen y perecen, en la medida en que una
mezcla determinada de los elementos es susceptible de pro
ducirse y disociarse; pero si partimos de las rakes no hay na
cimiento ni muerte, porque ellas son inmortales.

'Ii

I-

188

DE TALES A DEMOCRITO

La propuesta de Empedodes es que uno y mUltiple son


dos momen~os alternativos, ddicos, asociadds respectiva
mente al predominio absoluto de Amistad y al de Udio (cf.
tambien fro 16.1 y N 2-3). Frente a las cosmogonfas habitua
les, en que 10 uno es originario y 10 mUltiple el resultado de
la evoluci6n de 10 uno, Empedodes propone una cosmogo
nia reversible, en que ambas situaciones son alternativas y
en la que es ocioso discutir cua! es la originaria, esto es, por
d6nde empez6 el proceso. Las duraciones temporales de los
diversos estadios han sido en todo caso prefijadas (fr. 23).
Para insistir en su idea basica, repite los conceptos con al
guna variaci6n en el fragnttfito 14, en que los elementos
aparecen en su forma mas visualizable, como sol, aire, lluvia
y tierra, y se recurre en el fragmento 15 al excelente simil del
pintor que con pocos colo res (precisamente los pintores de
la epoca manejaban cuatro: blanco, negro, amarillo y rojo)
combinados de forma diversa puede representar cualesquie
ra realidades. Ello lleva al fll6sofo poeta a la afirmaci6n ta
xativa de que no hay nada fuera de las cuatro rakes como
constitutivos de los seres existentes.
En el fragmento 16 aparecen otras recurrencias, pero se
hace una afirmaci6n nueva: la de que las rakes se amen
guan y se acrecientan. Con ella se quiere senalar sin duda
que, segun la mayor 0 menor incidencia de Amistad 0 de
Odio, las masas de partkulas de un mismo elemento serlin
mayores (cuando Odio esta triunfando en su intento de que
10 semejante se una a 10 semejante y se desuna de 10 disimil)
o menores (cuando es Amistad la que propicia la uni6n en
tre rakes distintas). Todas estas repeticiones son conscien
tes, como se comprueba en su propia dedaraci6n, en los
fragmentos 17 y 18, acerca del metodo expositivo que em
plea.
Los detalles del cido que nos traza Empedodes a veces
son daros, a veces no tanto, por falta de informaci6n precisa
o de los pasajes pertinentes, pero es posible reconstruir el ci-

-,

EMPEDOCLES: INTRODUCCION

189

do en sus lineas generales a partir de los fragmentos y en


ocasiones con ayuda de la doxografia. Comenzando por el
reinado de Amistad, se trata de un estado de unidad, proba
blemente producto de una mezda absoluta de todos los ele
mentos en pequenas cantidades, como cree Arist6teles
(N 1); es el descrito por el poeta como concurriendo en
unidad todos ellos. En esta mezda no es posible discernir
las rakes, porque se trata de una combinacion inextricable
entre elIas (fr. 19). Mientras, el Odio se halla relegado a los
confines (fr. 20). Tal afirmaci6n produce en los interpretes
ciertas perplejidades. Si se admite que Odio es una pura
fuerza, podemos considerar que se halla marginada no fi
sicamente, sino en cuanto a sus posibilidades de actuaci6n.
Pero no parecen ser esos los terminos de Empedodes, sino
mas bien que se Ie relega del centro a una situaci6n marginal
en el espado, donde carece de poder.
La mezda que caracteriza el momento en que Amistad
impera de modo absoluto es descrita como un ser esferico,
para el que el poeta acuna el termino masculino esfero
(fr. 21), en cuyo caracter no antropom6rfico insiste (fr. 22) Y
al que Arist6teles describe como el dios mas feliz (N 4).
Los modelos de este ser en Ultimo termino derivan del dios
de JenManes (mas, si consideramos que se refieren a elIas
descripciones de los frs. 96-97) y, en forma mas inmediata,
del ser esferico de Parmenides. Con todo, hay dos diferen
cias fundamentales entre el esfero de Empedodes y el ser
parmenideo: la primera es que el fll6sofo de Acragante con
cibe a su esfero como ilimitado, como pretendia Meliso, si
bien no nos da -0 no conservamos-las razones para su afir
macion; la segunda es que el ser de Parmenides es eterno,
mientras que el esfero de Empedocles es s610 un estado tran
sitorio dentro del cido.
En efecto, en un determinado momenta y agotado el pla
zo del imperio de Amistad, inida Odio su avance (fr. 23) es
tremedendo la quietud de esfero (fr. 24).

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190

DE TALES A DEM6cRrro

EMPE:xx:LES: INTRODUCCI6N

En este proceso se produce el origen de nuestro mundo


(N 5), es decir, en la etapa del progresivo avance de Odio ha
cia la primacia. Empedocles desea en este punto dejar bien
sentados algunos principios; el primero de ellos es que los
elementos que se separanin no dejan de tener conexion, 0
mejor, no dejan de ser 10 mismo que aquellas partes de ellos
. que configuran seres mortales (fr. 25), seres de los que unos
estan, por su composicion, mejor dotados que ottos para
unirse con otros determinados. El segundo principio (fr. 26)
es que la situacion general del cosmos se refleja en los seres
mortales cuya composicion deriva tambien de los mismos
elementos. Sobre estas b~) anuncia (fr. 27) que va a desa
rrollar su relato sobre el origen de nuestro mundo, es decir,
una cosmogonia. Lamentablemente, nuestra informacion
sobre ella es escasa a partir de los fragmentos conservados,
porJo que nos vemos obligados a recurrir a los testimonios
doxograficos, con la falta de certidumbre que ello representa.
En todo caso, parece claro que, como la accion de Odio va en
el sentido de unir 10 semejante con 10 semejante, dara lugar a
concentraciones de cada uno de los elementos por separado
(y asi se expresa en el fro 31), y, como los elementos tienen un
peso diferente, su respectiva concentracion produce un dese
quilibrio (N 8): el mas liviano, el aire, se expande primero, y
luego el fuego (probablemente a estos hechos aluden los
frs. 29 y 30), yeste desequilibrio genera un movimiento de ro
tacion, como resultado del cualla tierra se ve comprimida: yel
agua brota de ella (de ahi que se afirme en el fro 46 que el mar
es ((sudor de la tierra, aludiendo asimismo a su caracter sali
no). En cuanto a la parte exterior del aire, se solidifica por la
accion del fuego, igual que ocurre con el barro cocido (N 8).
Empedocles concibe el cosmos resultante de este proceso
como una especie de huevo, con una cascara de aire solido,
co~ la tierra en el centro y masas de fuego y aire a guisa de
clara. Se ha querido ver en ello un influjo de las cosmogonias
orficas, de las que hemos hablado en la introduccion a Ana

ximandro, pero no hay que olvidar tampoco que para Em


pedocles el mundo organico y el cosmos se hallan intima
mente relacionados, 10 que implica que para el-como para
Alcmeon-los procesos del cosmos y los del microcosmos
son esencialmente los mismos. No es extrafio por ello que su
imagen del mundo pueda ser comparable a la de seres o~ga
nicos.
El fragmento 30 alude a movimientos ascendentes del
fuego que llevan al aire a ocupar su lugar a ras de la tierra,
mientras que en el33 se niega la hipotesis de que el eter es in
finito hacia arriba y de que la tierra 10 es hacia abajo. En
cuanto al32, seiiala que en el momento presente, en que la
separacion de:; los elementos no es aun completa, quedan to
davia masas de fuego no liberadas bajo la tierra. Para Empe
docles, que reside en una zona volcanica, la erupcion de un
volcan no seria sino la liberacion de estas masas de fuego.
En cuanto a los astros, los concibe como fuego residual en
el interior del aire, que se ha visto exprimido (N 10). Mar
chan sueltos por oposicion a las estrellas fijas, que se hallan
prendidas a la parte exterior solidificada del aire (N 11). Mas
extrafia resulta su explicacion del Sol, confusamente trans
mitida por la doxograffa (N 9). Para el poeta el sol parece
una reflexion del hemisferio que contiene fuego y que desde
la tierra vuelve hacia el (cf. fro 36). Pero para entender esta
afirmaci6n correctamente hay que comprender que para
Empedocles las reflexiones no son otra cosa que el efecto de
la emision de particulas igneas. El sol, como tal, es fruto
de una concentracion de tales particulas (fr. 35). La luna es
asimismo producto de una concentracion, pero no de fuego,
sino de aire (N 8), por 10 que su luz es reflejo de la del sol. Al
gunos versos de gran belleza nos han llegado (frs. 34, 37-40)
como restos de 10 que debi6 ser una hermosa descripcion
del sol y de la luna. Cuando el sol desaparece bajo la tierra, el
aire que vemos esta oscuro; es noche desolada y sin vista
(fr. 43) porque se encuentra solitaria y falta del ojo del sol.

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191

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192

EMPEoocLES: INTRODUCCJON

DE TALES A DEMOCR!1O

. Esta claro que la descripcion aientifica de los hechos corre


. pareja en Empedocles a una descripcion poetica ypersona
lizada, en una sintesis unica.
Lo mas interesante de todo ello es que parece haber dado
con la solucion correcta acerca de la causa de los eclipses
(frs. 41-42) como interposici6n de la luna entre el sol y la
tierra.
Menos claridad, por su pequeiia extension y por la f31ta de
explicaciones de la fuente que los transmite, tienen los frag
mentos 44 Y45; el primero presenta, probablemente bajo un
ropaje poetico-mitologico, la aparicion del viento y de las
nubes de lluvia venidas del"'mar; el 45 seria una parte de
la descripcion del efecto que el sol produce sobre la tierra so
lidificando parte de ella en rocas.
Acabado el excursus cosmogonico, retomamos la conti
nuacion del inexorable ciclo cosmico. odio acaba sin duda
por llegar a dominar completamente, con la consiguiente se
paracion absoluta entre los elementos (N 13). En este mo
mento no existen los seres mortales, que son mixtos de unos
elementos y otros. No es facil hacernos una imagen mas cla
ra y con creta de este estadio, posiblemente porque ni el pro
pio poeta fue expIfcito acerca de esta cuestion. Se ha pensa
do incluso que para el este estadio era una pura transicion
casi instantanea al momento en que la Amistad comienza su
avance. Sea como fuere, esta inflexion en la narrativa del
poema, el momenta en que se comienza a hablar del nuevo
resurgir progresivo de la Amistad, es el que se nos conserva
como fragmento 47. Empedocles retoma los argumentos de
los fragmentos 8 Y 16 (vuelve por la senda de los cantos a
10 dicho al principio) y describe como Amistad, situada en
el centro del torbellino, inicia su expansion, que conlleva la
acc,:ion de combinar los elementos entre s1. Cerrando el ciclo,
el resultado final deeste proceso volvera a ser el pleno pre
dominio de Amistad, con la consiguienteconfiguracion de
'
esfero, y aSl sucesivamente.

193

Lo mas curioso es que esta conformacion de estirpes de


mortales se va a narrar en un extraiio proceso, segtin el cual
primero aparecen miembros sueltos y luego seres comple
tos. El conjunto de este proceso nos es descrito por Aecio
(N 14), por 10 que, ayudados por su resumen, podemos ir si
tuando los fragmento referidos a la cuestion en el marco de
esta evolucion. Como punto de partida, las diferentes mate
rias organicas son, todas, fruto de diferentes mezclas de las
raices originales; concretamente los huesos son el resulta
do de la combinacion de 2/8 de agua con 2/4 de fuego y 2/8
de tierra (fr. 48), y probablemente el fragmento 49 es par
te de un simil en que la accion de Amistad se compara a la de
un panadero que une harina y agua para endurecer la masa
resultante al fuego. SegUn el esquema de Aecio, el primer es
tadio del proceso descrito por Empedocles es la configura
cion azarosa de miembros dispersos, estadio que aparece
descrito en el fragmento 50. Estos se van juntando (fr. 51),
pero en las primeras uniones los resultados no son los seres
que conocemos, sino unas criaturas monstruosas (fr. 52,
probablemente de aqui tambien el fro 140). La razon por la
que solo sobrevivieron unas combinaciones y no otras no
nos ha llegado en versos del poeta, pero Arist6teles (N 15)
nos da una interesante noticia, al hilo de una mendon de
parte del fragmento 52, segun la cuallas combinaciones
adecuadas a su fin propio se conservaron y en cambio se
perdieron las que eran inadecuadas para la consecucion de
tales fines, todo 10 cual constituye un clarisimo precedente
de la teoria darwinista de la perduracion de las especies
adaptadas al medio (cf. tambien N 17), pero al mismo tiem
po hay que resaltar el hecho de que con esta explicaci6n Em
pedocles consigue aunar una teoria cientifica con un ele
mento tradicional de las cosmogonias mas arcaicas: la
descripcion de una fase primitiva de la historia del mundo
caracterizada por el nacimiento de seres primigenios mons
truosos. De este modo, los seres humanos con cabeza vacu

..........,.._ _ _- - - - - . J

"'

DE TALES A DEMOCRITO

EMPEDOCLES: INTRODUCaON

195

194

na aludidos en el fragmento 52 son la versi6n adaptada a la


teoria de Empedocles de criaturas miticas como el Mino
tauro.
Los estadios hasta ahora descritos se corresponderian
sin duda en el ciclo c6smico con las fases de tninsito del rei
no de Odio al de Amistad, por 10 que habria que concebir
los como una digresi6n en el poema debida ala necesidad
del poeta de unir en la exposici6n todo 10 referente a los se
res mortales, en lugar de ir exponiendo las fases de creacion
de estas criaturas mortales en cada momento correspon
diente del ciclo c6smico. Pero esta claro que la frase el fue
go al separarse del fragme1ito 53, que narra la siguiente
etapa del proceso, se refiere ya a un estadio posterior al rei
nado de Amistad, es decir, ala progresiva separacion de los
eleIlU!ntos que es, recordemoslo, la que lleva al mundo en
que vivimos. En este estadio de la evolucion de los seres vi
vos descritos por el poeta, como similar al de la transicion
anterior (N 16), se trata de unos curiosos seres, alin no hu
manos, hechos de tierra, agua Y fuego, crecidos por com
pleto sin distinci6n de 6rganos, miembros que estan poco
divididos. Sigue una cuarta fase, que es aquella en la que vi
vimos, con las combinaciones de los elementos que nos son
conocidas.
Dentro de la narraci6n del estado actual de la evolucion
de los seres, Empedocles se ocupaba de diferentes aspectos
relacionados con la procreacion. En el fragmento 53, muy
corrupto, sabemos, por el contexto de la fuente que nos 10
transmite, que se aludia a la forma en que la vision de la
hembra por el macho provocaba en el el recuerdo de la uni6n
sexual y el deseo de repetirla. El fragmento 55 es una alusi6n
metaf6rica alorgano sexual feme nino, mientras que en e156
se refiere la creencia de Empedocles de que la hembra y el
macho produdan semen, de cuya mezcla adecuada surgia la
generaci6n de un nuevo ser. El sexo de la criatura dependia
de la mayor 0 menor calidez del ambito en que era concebi-

'

da; si este era frio, el nuevo ser seria una mujer (fr. 57); si era
caliente, en cambio, un var6n (fr. 58, cf. N 18). Se discute si
este calor 0 este frio dependian de la menstruaci6n (posible
mente aludida en el fro 57 con la frase en partes purifica
das), como quiere Aristoteles (N 18), 0 de la posicion den
tro de la matriz. En cuanto al fragmento 59, se refiere a la
produccion de leche en la madre, si bien no sabemos si real
mente consideraba la leche como sangre corrupta 0 se trata
de una metafora.
Otros fragmentos se ocupan de la creaci6n de diversos se
res vivos por obra de Amistad. Asi, en el fragmento 60 vuel
ve a aparecer Afrodita (recuerdese que es uno de los nom
bres de Amistad ,en el poema), dando lugar a las variadas
formas de los seres vivos a partir de las cuatro rakes y sir
viendo de contrapeso al efecto disgregador de Odio. La ac
tuacion de la diosa sobre los elementos se compara a la for
ma en que el cuajo actua sobre la leche para cuajarla (fr. 61)
o al trabajo de un alfarero (fr. 62). Resultado de su obra es el
nacimiento de animales y vegetales (frs. 63-64).
Empedocles parece haber observado con interes una serie
de cuestiones botanicas y haber ofrecido sus puntos de vista
sobre ellas, como, por ejemplo, la relaci6n que establece
(fr. 66) entre la temperatura ambiente y la cantidad de jugo
en los frutos: los tardios, como la granada, tienen menos
juga porque se dan en epoca ya mas fria, mientras que los
tempranos, como la manzana, son mucho mas jugosos. Su
interpretaci6n sobre los arboles como formas primitivas de
vida nos ha llegado a traves de la doxografia de una manera
que parece bastante fiel (N 19), yen el fragmento 67 alude a
la fermentaci6n del zumo de la uva para convertirse en vino.
Particularmente interesante es su visi6n de los procesos bio
l6gicos como correlativos entre si: los frutos de los arboles
son como sus huevos (fr. 65), y los cabellos en los animales,
las espinas de los erizos y las hojas de los arboles son anruo
gos en su funci6n (fr. 71-72).

'\

196

DE TALES ADEMOCRITO

Tambien los animales fueron objeto de su estudio. Su idea


de la relaci6n existente entre la configuraci6n de los elemen
tos en los animales y su habitat, sobre la base de que los ani
males mas calidos se hacen acuaticos para equilibrar su ex
ceso de calor, la conocemos a traves de Arist6teles (N 20),
pero probablemente alude a esta afirmaci6n el fragmento
68, en que una diosa (tquiza Afrodita?) conduce tras de si a
los peces. En los fragmentos 69 Y70 se seiiala la diferente dis
posici6n que Afrodita ha dado a las rakes en unos animales
yenotros.
Los problemas relacionados con la percepci6n, los sentidos
y el pensamiento parece qu~cupaban un lugar importante
en su obra. En cuanto a las ideas de Empedocles sobre la per
cepci6n sensorial, contamos con algunas informaciones adi
cion~es a los fragmentos muy dignas de tener en cuenta,
como son un testimonio de Plat6n (N 21), otro de Arist6teles
(N 22) Yotro de Teofrasto (N 23). Las bases sobre las que edi
fica sus ideas sobre la percepci6n son, por un lado, la acepta
ci6n del principio de atracci6n de 10 semejante por 10 seme
jante, segun el cual el fuego percibe el fuego, etc. (frs. 74,
77-78); por otro, la creencia de que todos los objetos emiten
efluvios (fr. 73) consistentes en pequeiias pacticulas materia
les, que son las percibidas (no los objetos mismos). La forma
en que 10 son es asimismo curiosa. Los 6rganos de percepci6n
ofrecen lugares propicios al paso (poroi) de estos efluvios; los
de cada 6rgano, adecuados a los efluvios que va a percibir, de
forma que cuando los efluvios son mas pequeiios que el paso
cruzan por el sin ser percibidos y cuando son mas grandes no
pasan, y tampoco 10 son. S6lo cada sentido percibe su sensi
ble, porque los efluvios ajustan en los poros. Consecuencia de
esta idea es que la percepci6n no es, en general, otra cosa que
ll:l1a pura mezcla entre los elementos que perciben y los perci
bidos, los efluvios de las cosas. Empedocles no parece haber
advertido que tales poros tendrian que estar vados, aunque
ha negado previamente la existencia de ese vado.

'

EMPEDOCLES: INTRODUCCIQN

197

Tambien la nutrici6n se concibe como un proceso de


atracci6n de 10 semejante por 10 semejante (cf. fro 75), Yqui
za el fragmento 76 formara parte de una comparaci6n
como ejemplo de elementos compatibles entre si; en este
caso, el tejido y el tinte. La propia inteligencia obedece a
este mismo principio y por ello se acrecienta por 10 seme
jante (fr. 79). Por este motivo varia de acuerdo a los cam
bios de condici6n corporal (fr. 80). Considerado el pensa
miento como una interacci6n de los elementos, es facil
concluir que todos los entes fisicos pueden pensar, en ma
yor 0 menor grado (fr. 81). Sentimientos como placery do
lor y estados como la sabiduria y la ignorancia son conse
cuentemente concebidos por Empedocles como meras
reacciones de 10 semejante (caso del placer y la sabiduria) 0
10 desemejante (caso del dolor y la ignorancia; cf. N 24) ala
mezcla. Todo ello sobre la base de que los elementos que
componen el cuerpo humano son los de toda la realidad,
combinados azarosamente (frs. 82-84).
Entrando en la descripci6n de cada sentido en particular,
Empedocles describi6 poeticamente la configuraci6n de los
ojos. De esta descripci6n nos han llegado cuatro fragmentos
que muy verosimilmente iban casi seguidos uno de otro en
el poema: e184, que se refiere a la constituci6n del ojo, aza
rosa combinaci6n de fuego con un poco de tierra en el verso
conservado; pero sabemos que tambien contenian los otros
dos elementos, a los que se aludiria en el verso siguiente,
perdido. Esta combinaci6n esta configurada por Amistad,
ahora llamada Afrodita (fr. 85), que los liga con remaches
de afecto (fr. 86). Lo que no esta claro es si con estos rema
ches se refiere a los que ligan a unos elementos con otros en
la composici6n del ojo 0 al hecho de que ambos actuan a la
vez(fr. 89), como alavezfueroncreados (fr. 87).
En cuanto a la visi6n, la explica como efecto de la luz que
sale del ojo. En el fragmento 88 compara la acci6n de la luz
de parte de los ojos a la que emite una linterna a traves de

r
I

198

EMPEDOCLES: lNTRoDuca6N

DE TALES A DEMOCRITO

una pantaHa que no deja pasar el agua, pero sf el fuego, es de


cir, la luz. Sin embargo, Empedodes debio de combinar -no
sabemos bien como- esta salida de fuego del ojo con la entra
da de los efluvios de las cosas en el, doctrina que luego habria
de verse perfeccionada por Platon en el Timeo y negada por
Aristoteles en su Acerca del sentido y de los sensibles. Debio
de tratar asimismo otros aspectos de la cuestion, como el
problema del porque unOS animales yen mejor de rioche y
otros de ilia (N 23), asi como la relacion de los elementos y el
color; para Empedodes el agua es negra, y asf la vemos cuan

do no Ie Hega la luz del sol, que es blanca (cf. fro 90).

Respecto del oido no coftservamos fragmentos literales


de las explicaciones del poeta, por 10 que hemos de limitar
nos a la referencia de Teofrasto (N 23) Y a otra de Aecio
(N 25) segUn las cuales los efluvios que son percibidos por el
oido, en este caso el aire puesto en movimiento, impactan la
membrana cartilaginosa (Hamada por el retono carnOSO
en el fro 145) y la hacen sonar como una campana.
El olfato es, segun el, el efecto de partkulas residuales
(fr. 92), cuya penetracion va unida a la respiracion (fr. 93, cf.
asimismo las referencias de Teofrasto N 23 YAecio N 26). Se
gUn el propio Teofrasto, Empedodes no hablaba del gusto y
el tacto de una forma particular en su poema.
Un pasaje particularmente interesante, pero de muy difi
cil dilucidacion, es el fragmento 91, sobre el mecanismo de
la respiracion. La respiracion se compara al manejo de una
pipeta de bronce por una nifia y el simil se basa en la idea de
que la respiracion se relaciona con un movimiento de vaiven
de la sangre. Cuando el aire penetra en el cuerpo, la sangre
refluye, y cuando la sangre aflora desde el interior ala super
ficie del cuerpo, el aire sale. Los detaHes son, sin embargo,
difkiles; las interpretaciones, muy variadas y particular
mente oscurecidas por la duda basica de si Empedodes con
sideraba que se respiraba por todo el cuerpo 0 solo por la na
riz (cf.la nota al pasaj e).

--.

199

En cuanto al entendimiento, Empedodes, como era de es


perar, Ie confiere una localizacion y una entidad totalmente
fisicas: para el es la sangre en torno al coraz6n (fr. 94), ya que
contiene la proporcion mas equilibrada de los elementos, de
acuerdo con el fragmento 83. Es la aproxiroacion a la divini
dad por medio de su conocimiento 10 que constituye el saber
mas importante y el que conduce ala felicidad (fr. 95). Sin
embargo, los seres humanos se yen obligados a conocer por
medio de los sentidos, es decir, de forma imperfecta, frente a
1a divinidad, que tiene un conocimiento perfecto porque no
precisa de los sentidos (fr. 96). De esta forma la imagen de 10
divino presentada por Empedodes es la de pura inteligencia
(fr. 97), muy similar a la que diera JenManes. En dos frag
mentos mas se alude a temas relacionados con la sabiduria;
en uno (fr. 98) se alude probablemente al equilibrio propio
del hombre sabio, seguidor de los principios del filosofo, y en
el otro (fr. 99) se habla de un hombre de saber poco corrien
te que probablemente es Pitagoras, paradigma del sabio
para Empedodes. Esta forma de sabiduria se contrapone
(fr. 100) ala busqueda de otros placeres humanos que provo
can su perdida. Por Ultimo, en el fragmento 101 pretende que
su discipulo Pausanias sera capaz, si sigue sus ensenanzas, de
una serie de realizaciones maravillosas. Tal pretension con
tribuy6 sin duda no poco a su fama de brujo. Induso en epo
ca moderna se ha desarroliado la interpretacion de asimilarlo
al tipo del chaman, que por medio del extasis se pone en con
tacto con los cielos y los infiernos y adquiere asi sus secretos y
poderes contra la muerte induso. Mi opini6n es que Empe
dodes con esta exagerada afirmaci6n pretende mas bien que
el conocimiento de los verdaderos procesos producidos en la
naturaleza permite controlarlos y actuar sobre elios.
En suma, por 10 que nos ha llegado directamente y a tra
yes de los ecos doxograficos, nos da la impresion que Empe
dodes en este poema intentaba una explicacion de toda la
realidad sobre bases no por simples menos coherentes.

,
"'.'

200

DE TALES A DEMOcRITO

Pasamos 'a las Purificaciones. De acuerdo con las doctri


nas religiosas griegas, la purificaci6n era un procedimiento
ritual para liberarse de un pecado por medio de una serie de
pnicticas. Empedocles se presenta, por tanto, en este poema
como portador de un mensaje de purificaci6n y salvaci6n.
Este mensaje no va ya dirigido a una persona individual
como era el caso de Pausanias en la obra anterior, sin() a toda
la comunidad, a los acragantinos, segt1n refiere el hermoso
proemio del poema (fr. 102). Este punto de partida del
hombre providencial que va a narrar la suerte de las almas
situa a Empedocles en una tradici6n muy pr6xima a los mo
vimientos 6rficos y al pitag~lsmo primitivo.
Aunque esta convencido de la verdad de su mensaje, es
consciente, sin embargo, de las dificultades que entraDa con
ven~er de el a sus conciudadanos (fr. 103). Su argumenta
ci6n comienza por reiterar los principios basicos (que habia
sostenido en el otro poema, en los fragmentos 8.30, 9.11-13)
de que nacimiento Y muerte son conceptos vulgares y
falsos (fr. 104). No obstante, corta con un exabrupto (fr. 105)
su argumentaci6n, aludiendo a su superioridad frente a los
demas mortales, para reiterar en el fragmento 106 que es ab
surdo postular que la vida es un parentesis entre dos lapsos
denada.
, El tema central del poema se expresa en el complejo frag
mento 107. Un decreto sellado por prolijos juramentos (si
milar, incluso en la fraseologia, al que regia las alternativas
de Amistad y Odio en el poema fisico) rige la suerte de los
demones perjuros: verse desterrados de los dioses, condena
dos a transmigrar en diferentes cuerpos. Todo parece indi
car que estos demones no son seres independientes de los
postulados en el poema fisico, sino puras combinaciones ar
m6nicas de los elementos, que sedan felices en la epoca del
reinado de Amistad, pero que al irrumpir el Odio se vieron
separados e introducidos en formas de vida mortal (esto es,
en otras combinaciones menos arm6nicas). El propio poeta

"

~,

EMPEDOCLES: INTRODUCCI6N

201

se menciona como ejemplo de e,sta ley universal de la trans


migraci6n a vegetales, animales y a seres humanos diferen
tes (fr. 108).
Estos fragmentos de combinaciones perfectas, denomi
nados demones, vienen asi a parar como componentes de
un cuerpo, que es presentado poeticamente como un vesti
do inusitado -ya que el demon antes no conoda tales com
binaciones imperfectas- (fr. 110), de modo que, de su primi
tivo estado de felicidad y honra (fr. Ill), viene a caer en un
lugar en que se siente desdichado (fr. 112), lugar que no es
otro que nuestro propio mundo, en que los embates de Odio
se dejan sentir ya con enorme fuerza, y que es por ello des
crito en terminos siniestros (fr. 113). Esta nostalgia por la
perdida de la vida anterior lleva a una visi6n muy negativa
de la raza humana (fr. 114) ya la consideraci6n de nuestro
mundo como una cueva, en comparaci6n al anterior esplen
dor (fr.llS).
Los fragmentos 116 y 117 nos presentan un catalogo (muy
al modo hesi6dico) de personificaciones emparejadas como
contrarias, representaci6n de los conflictos propios de la
vida de nuestro mundo y sin las cuales no podrfa existir. A
continuaci6n se nos describe un proceso sumamente intere
sante (frs. 118-125): la degeneraci6n de la raza humana des
de una epoca original mas pr6xima al primitivo dominio de
Amistad y, por tanto, mas arm6nica, hasta su caida, por cau
sa del derramamiento de sangre, en una situaci6n mas la
mentable. En el fragmento 118 se presenta un cuadro de los
sacrificios originales en que no habia dioses sanguinarios
(Ares, Tumulto), ni siquiera dioses como Zeus, Crono 0 Po
sid6n, sino que reinaba Cipris, es decir, Amistad. Las ofren
das eran puras, y los sacrificios cruentos, inexistentes. Toda
la naturaleza era entonces arm6nica y animales y hombres
vivian sin derramar los unos la sangre de los otros (fr. 119).
Se trata de una versi6n, adaptada al esquema del poeta, del
viejo mito de la Edad de Oro.

.......

202

203

EMPEDCx:LES: IN1RODUCCI6N

DE TALES A DEMOCRITO

de los dioses seria descrita en un pasaje al que perteneceria

elfragmento 133.

Todo 10 que vemos sobre las Purificaciones se aviene, por

tanto, sin excesivas violencias al sistema descrito en el otro

poema, si bien desde un punto de vista diferente, mas proxi


mo a los sistemas italicos con su busqueda del camino de
perfeccionamiento de las almas;
Completa la traduccion de los fragmentos de Empedodes
una serie deellos (frs. 134-152) situados porel editor al final
porque su brevedad u oscuridad no permiten encuadrarlos
en el esquema de los dos poemas. A algunos de ellos me he
referido ya, apuntando una posible situacion; otros seran
discutidos en nota.
Veanse, ademas, las paginas 327 y ss. infra, con los nuevos
fragmentos de Empedodes.

Pero la devoracion de carne produce la ruptura de esta ar


monia (fr. 120), por haberse violado la ley universal de no
matar animal alguno (fr. 121). De ahi que el poeta exhoite
a los demas hombres a no perpetuar esta practica funesta
(fr. 122), que es el motivo de todas sus desdichas (fr. 123).
Las razones de esta prohibicion se explican vividamente en
el fragmento 124: un animal puede albergar un alma huma
na transmigrada (aqui, cargando los elementos truculentos,
se trata del alma del propio hijo del que hace el sacrificio). La
insistencia del poeta en combatir esta practica se evidencia
en otrosfragmentosqueal~.enaella (frs.125, 129).
No era est a la unica prohibicion ritual que se manifesta
ba en el poema, sino que, dentro de la tradicion orfica y
pitagorica, se enunciaban otras prohibiciones: el laurel
(fr. 1-27) -probablemente pqrque es una forma superior de
la vida vegetal, como veremos- y las habas (fr. 128). La ob
servancia de estos preceptos y la abstencion en general del
mal (fr. 126) conducen al perfeccionamiento del alma y su
eventual paso a una situacion superior. Y es que Empedo
des creta en la existencia de una jerarqufa de seres vivos, de
inferiores a superiores, sobre la base de que el alma transmi
graba de uno a otro, a mejor 0 a peor, seglin se hubiera man
tenido mas 0 menos pura en sus divers as existencias, hasta
el retorno ala felicidad original. A esta jerarqufa se alude en
los fragmentos 131-133. El ascenso es, naturalmente, de las
formas vegetales a las animales, pero entre las vegetales las
hay superiores, como ellaurel, igual que entre los animales
las hay, como elleon (fr. 131). De ellas la ascension llega a los
seres humanos, entre los que hay tambien gradaciones, en la
cima de las cuales se hallan los augures, poetas, medicos y
dirigentes (fr. 132). Es de suponer que Empedodes se consi
deraba a sf mismo como todo eso, por 10 que entendia que
se haHaba a punto de alcanzar la liberacion definitiva y la
union con 10 divino (de ahf que se llame dios en elfr. 102),
que es el Ultimo escalon que puede alcanzarse. La vida feliz

TEXTO SEGUIDO PARA ESTA TRADUCCION

He seguido el texto de Wright citado en la bibliografia, si bien he co


rregido algunos pasajes, especialmente los seftalados con cruces,
habitualmente siguiendo las indicaciones de las lecturas que el pro
pio autor daba por mas aceptables en su comentario. Las correccio
nes son las siguientes:
Fr.y
verso

Texto de Wright

Nuestro texto

0' tv ~wijat ~LOU Wilamo


witz

1.9
011 1tAeOV ~e Karsten, Diels
t 011 1tAE1:6v Ie: t
&OOC~e:LV G. Hermann, Diels
5.3
t&ooc~e:t t
ma't"~v Bergk, H. Frankel
5.5
t 1tLa't"e:t t
8.5
t &pucp&e:1:aoc ope:1t't"~t .&pe:cp&e:'i:aoc Panzerbieter,
ot':1t't"l] Escaligero
8.30 t ocp 't"L t tmiLive:'t"OCt ocpn n iLVe:'t"OCL Lloyd-

Jones

1.3

toe ~wijat ~LOU t

DE TALES A DEMOCRITO

204
Fr:y
verso

Texto de Wright

Nuestro texto

9.12

t &iJO"e:O"ltoc~

-rii y' ~O"'t"oc~ Panzerbieter.

13.9
14.4
14.6
14.14

t~ ltEfl~c;t
H~&hot

~ ~ It&fl~e; Gallavotti
e:O)&~ n Wackernagel

15.10
16.7
18.2
19.1
25.9
25.9
'2.7.2
37
41.1
50.3
52.4
53.8
53.8
58.1
64.1

74.1
75.2
76
83.4
94.1
101.8

Diels

lte:A&flVOC Wilamowitz
't"oc yocp 3~oc xpijO"~c;
Wright
ye:yocxocO"~ v Diels
tye:yococO"~ v t
k e:vDiels
te:vt
fl~ 't"e:A&e:~V Knatz, Diels
t fl~'t"& AEY&~ Vt .....
3&3LO"x&'t"oc~ Karsten
t3&3L 't"'t"&'t"OC~ t
t V&~xe:oye:VV&o"'t"1Jow t ve:~X&oye:VVllTIjO"~ Karsten
yEVVOC~ EV opyij Wright
tyEVVOCV opyoc t
E~ wv 3ijA'Diels
tE~ wv 3~t
ciltpe:1
cXltp&~ (simple errata)
cX7t&O"xE3ocO"e:v Xylander
t OC1t&O"X&uocO"e: t
oflfloc't"oc (simple errata) oflflOC't"oc

O"x~e:po1e; sin cruces

t O"x~e:po1e; t
ol.\'t"' oci) Aldina

tol.\'t"'t
yijpuv Aldina
tyuwvt
't"oxOCc:; cfpp&voe; ... yOCCl"~p
't"o xoc't"' cfppe:voc...
Diels
tyocLlle; t
<3EV3pe:oc ~'> Efl1t&Mcpucidcpu)..)..oc XOCL Efl1te:
AAOC xoct Efl7t&Mxocp7toc
Mxocp7toc CPllO"~
't"EAll&e:V Hermann
lteXAAe:~ v (en prosa)
EVeXpltfl~ov Karsten

t Evocptltfl~ov t
3oce:pov 3' E1tOXe:1't"o

t 3OCAe:pOV 3OCAe:pOU
~ocllpiii Diels
Aoc~hwe;t
YAocuxo10 xpoxou Bennet
tYAocuxije; xpoxou t
t&he: 1tMov EO"'t"tVt e:h' EV 1tA&OVe:O"O"~v
Doods
nltpOCflf.l&vll Grotius,
t't"e:'t"POCflflEVOC

civ't"~&op6v't"0e; Escaligero
civnltpwv't"oe; t

't"eX 't"' OCWEP~ VOC~&'t"ocouO"~


t 't"eX't"' ocLltEP~

Bollack
vocdlO"ov't"oc~ t

t ltEAllfloc t
t 't"oyov 3~ocxp~0"~e; t

205

EMPEIXJCLES: FRAGMENTOS

Pr.y
verso

Texto de Wright

Nuestro texto

t 't"o1:O"~v &fl' liv t

1tiiCl"~ ~'cifl' e:ih' ?J:..J Wright


cppe:vwv Panzerbieter
fl~~v7,J Stephanus
opxov one; x'Wright
<IIoplllJ codd. (ex. NBMXPlc)
ocPP~'t"o~O"~ Fabricius
OL 3' OC1tOP&uv't"oc~ DielsKranz
o3' oci) v~xouo"'t"oe; Diels
Eovne; (tras (i7t6XAllPO~)
Wright

Moo 3Ee:~ cfp&pov Diels

ollt-' ocpoc 1tWe; 'AL3e:w 3E


Xe:'t"oc~ xoc't"oc yije; 't"Eyoe;
evM Van der Ben

102.7
107.3
107.3
107.4
117.3
118.8
124.2

t(hpL't"o~O"~ t
t OL ~ 1tOpe:uv't"oc~ t

124.3
133.2

to 3' ocv~xouo"'t"oe; t
Hovne;t

138
146.2

t3~0 3d op&(;ic;t
ol.\]'t"[& 1to't"'] 'AL3e:w
3E [......... ] x [...]
Cl"'t"Eyoe;

cpo~'!l

tflwt
tOe; xocLt
tcpoptll t

Para las Noticias he seguido el texto de Diels y Kranz, salvo en


N 33.(9). en donde he sustituido eO"wlt&v por e~olt&v. que es la lec
tura de los c6dices. El numero de fragmento entre parentesis es el
de Diels y Kranz.

Fragmentos de Empedocles
Acerca de fa Naturafeza
1 (2)

Y es que angostas son las mafias 2 que por los miembros se

[extienden
y muchas las vilezas que acucian y embotan las meditacio
[nes. s
Tras haber observado en el curso de sus vidas una parte mi
[serable,
2. Es decir, los sentidos.

j,

r
DE TALES A DEMOcRrro

206

efimeros como el humo se echan a volar, arrebatados,


convencidos tan solo de aquello que cada uno se encontro
en su vagar de un lado a otro, aun cuando cada uno se jacta

[de haberlo descubierto todo.

jA tal extremo no son cosas observables ni audibles por los

[hombres

ni abarcables por su inteligencia! Asi que tu 3, ya que hasta

[aqui te has acercado,

sabras, pero no mas que 10 que el mortal entender puede al

[canzar.

2(3)

.....

Alejad, pues, dioses, de mi 1engua el extravio de esa gente

y encauzad por mi boca piadosa un limpido hontanar.

Y a ti, virgen de la memoria fertil, Musa de albos brazos,

te saplicoj 10 que es licito que oigan los seres de un dia,

enviamelo, conduciendo desde las moradas de 1a Piedad el


[carro docil ala rienda 4

EMPEDOCLES: FRAGMENTOS

207

f
t

5 (3)

Y al menos no te forzara a alzarte con las flores del reputado

[honor
que los mortales dan, a costa de hablar mas de 10 apropiado
con temeridad, para asentarte asi en las cumbres del saber.
Ea pues, atiende con cada mafia 6 de que modo es mani
.
[fiesta cada cosa,
sin tener por mas fiable que un sonido una vision
ni un sonido por mejor que las penetraciones 7 de 1a 1engua.
De ninguno de los demas miembros por los que se abre un
[paso para entender 8
debes apartar tu confianza, sino comprender el modo en
[que es manifiesta cada cosa.

'\

6 (4)

En los miserables es costumbre no dar credito a 1a autori

[dad 9
Tu en cambio, tal como te exhortan las garantias de la Musa,
aprende, tras haber desmenuzado en tu fuero interno mi ar
[gumentaci6n.

3 (131)

Asi pues, si a instancias de alguno de los seres de un dia, Musa

[inmortal,
tuviste a bien que nuestros desvelos hollaran tu interes,
asiste ahora, una vez mas, Caliope 5, a este suplicante,
en su intento de exponer un relato cabal sobre los dioses.
4(1)

Gyeme tu, Pausanias, hijo del sabio Anquito,


3. Pausanias, medico de Acragante, citado en el fragmento 4.
4. De nuevo observamos en Empedodes el tema del carro al que alu
diamos en la introducci6n a Parmenides. En esta ocasi6n es la Musa la
qt:le llega, montada en el, ante el poeta.
5. Una de las Musas, hija de Zeus y Mnem6sine, seglin Hesfodo, Teogo
nia 79, quien la considera la mas augusta de todas. Suele atribufrsele la
proteccion de la poesia epica...

7 (6)

Las cuatro rakes de las cosas todas escucha 10 primero cmi

[lesson:

Zeus resplandeciente, Hera dispensadora de la vida, asi

[como Aidoneo

y Nestis 10, que con sus lagrimas empapa el mortal hontanar.

6. Cf. nota 2.
7. Aquf penetraciones tiene, como tantos otros terminos de Empe
dodes, un doble sentido: el de agudeza para percibir el sabor y el de
los agujeros 0 poros por los que penetra el sabor, de acuerdo con su
.
teoria.
8. Es decir, una posibilidad de percibir por los sentidos.
9. Aquf con un juego entre el sentido social, el moral y el cognoscitivo.
10. Zeus, como dios poseedor del rayo, es el fuego; Aidoneo, es decir,
Hades, la tierra, como deidad subterninea e infernal que es (mejor que,
para otros, el aire, por una etimologfa de su nombre como procedente

i
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ ........__ ......J
~

208

EMPEDOCLES: FRAGMENTOS

DE TALES A DEMOCRITO

8 (17)

Doble es la historia que voy a contarte. Pues una vez crecio 11


[para ser uno,

de mUltiple que era; otra, por el contrario, de uno que era, se

[disoci6 para ser mUltiple.

Doble es el nacimiento de los seres mortales, doble su des

[trucci6n;

pues el primero 10 genera y 10 destruye la concurrencia de las

[cosas todas

5 yel otro, al disociarse estas de nuevo, echa a volar, una vez


[criado.
Yestas transformaciones in~antes jamas llegan a su fin,
unas veces por Amistad concurriendo en uno todos ellos 12;
otras, por el contrario, separados cada uno por un lado por
[la inquina de Odio.
De esta forma, en la medida en que 10 uno esta habituado a
[nacer de 10 mUltiple 13
10 yen la medida en que a su vez, al disociarse 10 uno, 10 mUlti
[pIe resulta,
en ese sentido nacen y no es perdurable su existencia.
Mas en la medida en que estos cambios incesantes jamas lle
[gan a su fin,
en ese sentido son por siempre inmutables en su cicIo.
Asi que escucha mi relato, pues el aprendizaje acrecienta el
[entender.
15 Como ya dije antes, al declarar los lindes del relato,
de a-wid-, que no se ve); Hera es entonces el aire, dispensador de la
vida, en tanto que el que no respira muere, mejor que la tierra, a que
obligaria la aceptaci6n de la alternativa de Hades. Nestis es una divini
dad siciliana poco conocida, pero es evidente que se refiere al agua.
11. No se expresa el sujeto de creci6. Se entiende que el todo 0 algo
similar.
12. Los elementos.
13. Estl habituado porque el cicio de la conversi6n de 10 mUltiple en
uno y de 10 uno en mUltiple es eterno.

209

doble es la historia que voy a contarte. Pues una vez crecio

[para ser uno,

de mUltiple que era; otra, por e1 contrario, de uno que era, se

[disocio para ser mUltiple:


fuego, agua, tierra y la enorme altura del aire
y, aparte de ellos, Odio pernkioso, por doquier igualado,
mas entre ellos la Amistad, igual en extensi6n y anchura que 20

tel.
Observalo con tu entender; que el asombro no se asiente en
[tumirada.
Esta tambien se considera innata en los miembros mortales,
con ella conciben amistosos pensamientos y realizan accio
[nes concordes
yIe dan el sobrenombre de Alegria 0 Afrodita.
En su ir y venir entre los otros, jamas la vio
mortal alguno, pero tu atiende al curso no enganoso de mi
[argumentacion.
Todos ellos 14 son iguales y tienen la misma edad,
mas cada uno ostenta un rango diferente; diverso es el carac
[ter de cada uno.
Por turnos prevalecen en el curso del tiempo 15
yfuera de ellos nada nace luego ni perece,
ya que, si no cesaran de destruirse, ya no serian,
mientras que al todo tque podria aumentarlo? tY de donde
[vendria?
tY como podrian perecer, si nada hay vado de ellos?
Pues s610 ellos son reales, mas en su mutuo recorrerse
se tornan una cosa cada vez, sin dejar nunca de ser ellos mis[mos.
9(12)

Pues de 10 que no es, es imposible que algo nazca,

14. Las cuatro ralces mas Amistad y Odio.


15. Los elementos.

25

30

35

210

DE TALES A DEM6cRrro

y que 10 que es perezca, irrealizable e inaudito,


ya que siempre se hallanin, alii donde uno quiera apoyarse.
10 (13)

Nada del universo esta vacio, ni lleno en demasfa.

11 (16)

Como eran antes, en efecto siguen siendo y seguiran; y nun


rca, creo,
de ninguno de los dos 16 ha de vaciarse el tiempo inagotable.
12(8)

Y otra cosa te dire: no hay nacimiento en absoluto de ninguno


de los seres mortales, ni tampoco consumacion de la funesta
sino tan solo mezcla y disociacion de 10 mezclado [muerte,
es 10 que hay, y nacimiento es un nombre que los hombres
[ledan.
13 (9)

Y cuando estos, una vez mezclados en aspecto humano vie


[nen a dar al eter
-0 en el aspecto de la especie de las fieras montaraces 0 en el
[de los arbustos
o acaso en el de pajaros- 17, entonces eso afirman que es na
mas cuando se separan, que es muerte malhadada. [cer,
De este modo es norma que los llamen. Y ala costumbre me
[acomodo tambien yo.
14(21)

Vamos pues, observa como prueba de las charlas del princi


[pio 10 siguiente
-por si en 10 que precede Ie falto a la forma algo de madera-:
el sol, a la vista luminoso y ardiente por doquier,
16. Se refiere a Amistad y a Odio.
17. En el fragmento 14se incluyen tambien los peces, pero aqui su
mendon no estaria justificada, ya que se ha hablado de los seres que
vienen a dar al eter.

EMPEDOCLES: FRAGMENTOS

211

y cuantos cuerpos inmortales 18 se bafian en calor y luz ra

asimismo la lluvia, en todas partes lobrega y helada, [diante;

mientras que de la tierra despunta 10 arraigado y solido.

En el Odio cada cosa es de forma diferente y va por separado,

en cambio en la Amistad caminan juntos 19 y son mutua[mente deseados.

De ellos todo cuanto fue y cuanto es y ha de ser luego

10

nacio: arboles, varones y mujeres,


fieras, pajaros y peces de acuatica crianza,

y dioses sempiternos, excelsos por las honras que reciben.

Ellos son los unicos reales, pero en su mutuo recorrerse

se tornan en cambiantes formas, pues la mezcla los hace variar.

15 (23)

Como cuando colorean tablas votivas los pinto res,

hombres muyversados en su oficio por su inteligencia,

y cuando toman en sus manos tinturas de mUltiples colores

y, tras mezclarlas en justa proporcion -mas de la una, menos

[de la otra-,
obtienen de ellas formas semejantes a las cosas todas,
configurando arboles, varones y mujeres,
fieras, pajaros y peces de acmitica crianza,
y dioses sempiternos, excelsos por las honras que reciben,
de igual modo, que no triunfe sobre tu mente la mentira de
[que hay en otra parte
un venero de los seres mortales que, innumeros, se mani- 10
[fiestan 20.

18. Mucho se ha discutido que son estos cuerpos inmortales, pero


como el sol es el fuego, y la lIuvia, el agua, y como luego se menciona la
tierra, es evidentemente una referenda al aire. Quiza se trate de parti
culas de aire banadas por el calor del sol.
19. Los elementos.
20. Es decir, los constituyentes de los seres mortales no son mas que las
cuatro raices}}.

212

DE TALES A DEMOCRfID

EMPEDOCLES: FRAGMENTOS

Tenlo con toda daridad presente, pues de origen divino es el


[relato que has oido.

213

19 (27)

AlIi ni del sol se discierne la espIendida figura

ni el vigor velludo de la tierra, ni la mar.

16 (26)

10

Por turnos prevalecen en el curso del cicIo,

se amenguan mutuamente y se acrecientan 21 por turno pre

[fijado,
pues s610 ellos son reales, mas en su mutuo recorrerse '
se tornan hombres y especies de otros animales.
unas veces por Amistad concurriendo en un solo orden del

[mundo,

otras por el contrario separaaos cada uno por su lado por la

[inquina de Odio,

hasta que, en uno combinados, acabe por surgir en 10 profun

[doel todo.

De esta forma, en la medida en que 10 uno esta habituado a

[nacer de 10 mUltiple

yen la medida en que, a su vez, al disociarse 10 uno, 10 mUlti

[pIe resulta,

en ese sentido nacen y no es perdurable su existencia.


Mas en la medida en que estos cambios incesantes jamas lle
[gan a su fin,
en ese sentido son por siempre inmutables en su cicIo.

20 (36)

Mientras que se'van juntando ellos, se va apartando Odio a

[los confines.

21 (27)

AlIi ni del sol se disciernen los rapidos miembros.


[ ]
tan fijo queda en la oculta espesura de Harmonia

un redondo esfero, ufano por la inmovilidad que 10 circun


[da 22

...

22 (29-28)

Pues no se agitan dos ramas desde un tronco,

ni pies, ni agiles rodillas, ni 6rganos reproductores,

sino, igual por todas partes a si mismo y por doquier ilimi


[tado,

es un redondo esfero, ufano por la inmovilidad que 10 cir


[cunda.

23 (30)

Mas cuando crece Odio, grande, en sus miembros 23,

Yse levanta hacia las honras, al cumplirsele el tiempo

que les fuera por turnos asignado por un prolijo pacto...

17 (25)

Yes que, incIuso por dos veces, es bueno decir 10 que es pre
[ciso.

24 (31)
18 (24)

pues todos los miembros del dios, uno por uno, se veian es
[tremecidos.

... haciendo que un punto capital con otro enlace,

para que en mi discurso no se agote un camino tan solo.

22. Inmovilidad, que traduce griego monie, puede significar tambien


soledad, unidad, doble sentido con el que Empedocles juega, por
supuesto.
23. En los de esfero, entendiendo miembros por partes 0 zonas,
como en el fragmento siguiente.

21. Se amenguan las cantidades separadas de cada elemento, cuando


las mezclas se hacen mas frecuentes, es decir, cuando predomina Amis
tad; se acrecientan, cuando hay menos me.zclas y mas separaci6n de los
elementos entre 51, es decir, cuando predomina Odio.

"

214

DE TALES A DEMOCRflO

25 (22)

:Y es que avenidos se hallan todos ellos


-el radiante, la tierra, delo y marcon las partes que, de ellos separadas, se configuraron en
[mortales.
De igual modo, cuantos mejor dotados estan para la mezcla
se aman mutuamente, pues Afrodita los hace semejantes.
Los mas hostiles son los que mas difieren uno de otro, .
en raza, en mezcla y en la forma en que se hallan modelados,
de modo que por doquier se hacen extrafios entre sf, muy
[apenados
de ser criaturas de la inquin~ues fueron generados en el
[Odio.

EMPEDOCLES: FRAGMENTOS

215

la tierra, el encrespado ponto, a mas del aire humedo,


as! como el Titan del eter, que todo 10 abarca con su cerco.
28(51)

con ligereza P9r la chimenea (sale el humo) 26


29 (53)

(el aire) en su curso, unas veces se dio el caso de encontrarse

[de este modo, muchas de otro.

30 (54)

(el eter) con grandes rakes en la tierra se sumfa.


31 (37)

26 (20)

Ello 24_se hace manifiesto en el volumen de los mortales

pues a veces por Amistad se atinan todos


[miembros;

los miembros que conforman algtin cuerpo, en la cima de la

[vida floredente,

otras por el contrario, desgarrados por malevolas Discordias,

vagan errantes, cada uno por su lado, por la rompiente de la

[vida.

Y de igual modo ocurre con las plantas y los peces de acuati

[cas moradas,

las fieras que del monte hacen su cama y las aves de alado

[movimiento.

su propio cuerpo hace crecer la tierra, yel eter, eter.


32 (52)

MUltiples fuegos arden bajo el suelo.


33 (39)

Si infinitos fueran en verdad las profundidades de la tierra y


[el eter anchuroso
como en lenguas de muchos circula falsamente,
proferido por las bocas de aquellos que del todo yen bien
[pocacosa.
34 (40)

el penetrante sol y la luna benigna

27 (38)

Vamos pues; 10 primero, te dire *** 25

de los que se hideron evidentes cuantas cosas ahora vemos:

24. Ello es la lucha entre Amistad y Odio.


25. EI resto del verso esta corrupto y ninguna propuesta para sanarlo es
suficientemente convincente.

35 (41)

pero e1 27 , una vez concentrado, gira en torno del enorme


[delo.
26. No hay motivos determinantes para situar aqui este fragmento,
como hace Wright. La falta de contexto impide la acIaraci6n del pasaje.
27. Elso!.

'\

DE TALES A DEMOCRITO

216

217

46 (55)

36(44)

Se refleja en el Olimpo con intrepido semblante.

sudor de la tierra, el mar.

47 (35)

37 (47)

Contempla frente a ella el sacro orbe de su soberano 28.

38 (43)

Como el rayo, tras haber incidido sobre el ancho orbe lunar.

39 (45)

redonda, gira en torno de la tierra, luz ajena.


40 (46)

EMPaDOCLFS: FRAGMENTOS

......

Como la rodada de un carruaje, gira

ella en torno del extremo.

41 (42j

... disip6 sus rayos

sobre ella desde arriba y ensombreci6 una parte de la tierra

tan grande como el ancho de la ojizarca luna.

42 (48)

yes la tierra la que trae la noche al situarse bajo los resplan


[dores.
43 (49)

de la noche desolada y sin vista 29


44(50)

Iris trae de la mar un viento 0 un enorme aguacero.


45 (56)

La sal cristaliz6, impulsada por los embates del sol.


28. La luna es la que contempla al sol. Es a ella tambien a quien se refie
ren los fragmentos 39 y40.
29. Porque Ie falta el ojo del sol.

C7-."

Mas yo voya tomar de regreso por la senda de los cantos

que recite al principio, tras sacar una raz6n del canal de otra
[raz6n,
yes esta: cuando Odio llega a 10 mas hondo del abismo
del torbellino, y Amistad alcance el v6rtice en su centro,
5
de seguro que aUi se reunen todos para ser uno solo,
no de improviso, sino unidos por su gusto, cada uno de una
[parte,

y como resultado de su uni6n se difunden innumeras estir

[pes de mortales.

Mas otros muchos permanecen sin mezclarse, aparte de los

[que estaban confundiendose:

son aquellos a los que, desde 10 alto, at1n detiene Odio, pues

[no esta aun irreprochablemente


consumado su retiro a los confines Ultimos del orbe,
10
sino que en los miembros de este partes suyas permanecen,
[partes se han marchado de ellos.
Y cuanto mas terreno va cediendo sin cesar, tanto mas va lle
[gando sin cesar
el benevolo flujo inmortal de Amistad irreprochable.
AI punto tornan a nacer como mortales los que antes apren
[dieron a ser inmortales,
ya mezclarse 10 que antes era puro, invertidos sus caminos. 15
Y como resultado de su uni6n se difunden innt1meras estir
[pes de mortales
ajustadas en toda clase de formas, maravilla de ver.
48 (96)

Y a la tierra placentera, en sus crisoles de amplio pecho,

dos partes de las ocho del resplandor de Nestis 30 Ie tocaron,

30. Es decir, de agua. Hefesto es fuegoy Harmonia equivale a Amistad.

'\

218

DE TALES A DEMOcRITO

y cuatro de Hefesto. Y resultaron los blancos huesos,

de maravilla ensamblados por ligaduras de Harmonia.

49 (34)

EMPliOOCLES: FRAGMENTOS

219

era el fuego quien iba haciendolas brotar, deseoso de alcan

[zar a su semejante.

No mostraban todavia el gracil porte de unos miembros

ni voz, ni el habla peculiar del hombre.

tras haber ligado harina y agua ...

"\

54 (64)
50 (57)

YIe viene asimismo el deseo 32 ...

Alli germinaron mUltiples cabezas desprovistas de cuello

y desnudos vagaban brazos faltos de hombros

y ojos que iban errantes, mendigos de frentes.

los hendidos prados de Afrodita

51 (59)

56(63)

.....

55 (66)

Mas a medida que con 10 divino mas y mas se unia 10 divino 31,

los demas iban encontnindose donde cada uno se topaba

rcon el otro,

a marne los muchos que junto a ellos sin cesar fueron na

[ciendo.

57(65)

52 (61)

En zonas puras se vertieron; unos a mujeres dan lugar,


al encontrarse con el frio.

Multitud de seres bifrontes y con doble pecho iban naciendo,

criaturas vacunas con humano rostro y viceversa,

humanas criaturas con cabezas vacunas, otras con mezcla

[de unas partes de varon


y otras de mujer, provistos de rniembros sombrios.

En dos se divide en efecto la hechura de los miembros,

una parte en el cuerpo de los hombres (otra en el de las mu


[jeres).

58 (67)

En su parte mas caliente, son varones 10 que el vientre en

[gendra,

por ello son morenos y de miembros mas robustos los varo

y tambien mas velludos.


[nes

53 (62)

Y ahora, con respecto a los varones y a las mujeres plaiiideras,

como hizo nacer a sus vastagos nocturnos el fuego al sepa


[rarse
oyemelo dedr: pues mi relato no es desatinado ni ignorante.
Creddos por completo iban surgiendo de la tierra, 10 prime
rro, figuras
poseedoras de la parte deb ida de agua y de calor;

60 (71)

Por si tu conviccion sobre tales asuntos resultara falta de


[madera,
32. Por la vista, de acuerdo con 10 que nos indica la fuente del frag
mento.
33. La sangre, convertida en leche materna.

3 L Se refiere a las raices, que son divinas.

JP?7Tl7'"'"'"~'

59(68)

AI octavo mes, en el decimo dia se vuelve blanco pus 33.

""~""'-

....---:--,...- -____ _

EMPEDOCLES: FRAGMENTOS

DE TALES A DEMOCRfID

220

221

Y asi en las caracolas y en las tortugas de pie! como la piedra

veras como la tierra mora en 10 mas alto de sus cuerpos.

como de agua, tierra, eter y sol al combinarse


surgieron formas y colores de los mortales seres
que ahora surgen, conformados por Afrodita.

70(75)

Los que, de entre eilos, tienen formado 10 de dentro consis


[tente, 10 de fuera flojo,

por haber logrado tal suerte de blandura de las manos de Ci

[pris.

61 (33)

Como cuando el cuajo traba la blanca leche con remaches y


[ataduras.
62 (73)

Cipris entonces, una vez que hubo empapado tierra en iluvia,


entrego al raudo fuego, para fortalecerlas, las formas que
[con afan iba moldeando.

71 (82)

Vienen a ser la misma cosa cabellos, hojas, tupidas alas de

yescamas sobre miembros vigorosos.


[aves

.."..

63 (72)
Y como tambien los grandes arboles y los marinos peces...

72(83)

En cambio, a los erizos

puntiagudas cerdas se les erizan en sus lomos.

64 (77-78)

Crecieron arboles siempre verdes y de perenne fruto

con prodigalidad de frutos todo el ano, gracias al aire.

73(89)

Hay efluvios de todo cuanto existe.

65 (79)

Y asi los grandes arboles ponen primero sus huevos de olivo.

74(91)

66 (80)

(EI agua) con el vino es mas afin, pero con el aceite

no quiere serlo.

Por eso son tardias las granadas y muy suculentas las man

[zanas.

75 (90)

De este modo 10 dulce de 10 dulce se aduefi6, 10 amargo salta

[sobre 10 amargo,

10 agrio hacia 10 agrio se aboco, y 10 caliente cabalgo a 10 ca

[liente.

67 (81)

El vino es agua del peilej 0 fermentada en madera.


68(74)

Guia de la muchedumbre de prolificos peces, ignorante del

[canto.

76 (93)

Con ellino se combina el centeileo del brillante azafran 34.

69(76)

Eso se da en las conchas de apesantado lomo pobladoras del


[mar.

34. Se refiere a la operaci6n de tefiir un tejido.

,\.'

222

EMPEDOCLES: FRAGMENTQS

DE TALES A DEM6ciuTo

77-78 (109-107)

85 (86)

Con tierra, pues, vemos la tierra, con agua el agua,


con eter el eter venerable, y con fuego, el fuego destructor;
asimismo el amor 10 vemos con amor y la dis cordia con dis
[cordia miserable,
yes que todo se conforma por el ajuste de estas cosas;
con ellas piensan, se gozan y padecen.

Con ellos conform6 Mrodita los incansables ojos.

223

86 (87)

Una vez que Afrodita los dot6 de remaches de afecto.


87 (95)

Cuando a 10 primero en manos de Cipris se hicieron a la vez.


79 (106)
88(84)

Pues crece con 10 que tiene ante si la inteligencia de los hom


[bres.

Como cuando alguien que piensa ponerse en camino se pro


[vee de una himpara,

resplandor de ardiente fuego en noche borrascosa,

tras haberle acoplado linternas, a prueba de variados venda


[vales,

que dispersan el soplo de los vientos que sobre ella se abaten,

mientras que la luz salta fuera de ellas, en tanto que es mas 5

y refulge por el umbral con indomables rayos,


[fina,

asi tambien antano, encerrado en las membranas, el fuego


[primigenio

dio origen ala redonda nina 35, con delicados tejidos,

que se hallan de parte a parte atravesados por maravillosos

[conductos.
Estos la protegen de la profundidad del agua que corre en re- 10
[dorsuyo,
pero el fuego pasa a su traves, en tanto que es mas fino.

......
80 (108)

Yen la medida en que se tornan de diversa hechura, en cada


les es dado concebir pensamientos diferentes.
[caso
81 (103)

Asi, por deseo de la fortuna, todas las cosas son capaces de


[pensar.
82 (104)

Y en la medida en que las cosas mas sutiles coincidieron al


[caer
83 (98)

Y la tierra en cuantia casi igual coincidi6 con aquellos,


con Hefesto, con la lluvia y con el eter relumbrante,
anclada en los perfectos fondeaderos de Cipris,
bien un poco mas, bien menos donde mas habia.
De ellos surgieron la sangre y las form as de diferente
[carne.

89 (88)

Una sola resulta de ambos la visi6n.

90(94)

En el fondo de un rio surge de la sombra el color negro


que tambien puede verse en las grutas cavernosas.

84(85)

Y la llama propicia consigui6 por azar una parte pequena de


[tierra.

35. Hay un juego de palabras, como en espaftol, entre la nina del ojo y
una nina real, vestida con delicados tejidos.

"

-t'

224

DE TALES A DEMOCRITO

EMPE!XXLES: FRAGMENTOS

91 (100)

225

el eter exterior, ansioso por entrar, mantiene a la lluvia cons


[treftida
junto a las puertas del disonante colador, duefio de la super
[fide,
hasta que afloja ella su mano. Yes entonces, al contrario que
[antes,
con la invasion del aire, cuando el agua se escabulle en la de
[bida cantidad.
Del mismo modo, cuando la tierna sangre que se agita por
se bate en retirada bacia sus escondrijos,
[los miembros
al punto la corriente del eter se abate embravecida en oleada,
mas cuando aquella salta hacia arriba, bay otra vez espira
[cion en cantidad igual.

Y asi es como todos inspiran y espiran. Hayen todos, esca


[sos de sangre,
unos tubos de carne que se extienden por el confin del cuerpo.
Sobre sus bocas se encuentra, horadada por apretados orificios
la superficie mas extern a de la piel 36, de parte a parte, de
[suerte que a la sangre
5 la guardan, mas al eter Ie queda abierta via libre para el paso.
Asi que, cuando la tierna sangre se retira,
irrumpe el eter borbotando en furiosa oleada,
mas cuando salta aquella hacia arriba, el animal espira. Lo
....
[mismo que una nma
que con una pipeta 37 de bronce refulgente esta jugando:
10 cuando, con la boca del tubo puesta en su gracil mano,
la baiia en el tierno cuerpo del agua que luce como plata,
en la va~ija no penetra lluvia alguna, sino que se 10 impide
la masa de aire que se abate desde dentro sobre los apretados
[orificios,

hasta que abre ella la tapa ala apretada corriente. Y es en

[tonces

15 cuando penetra, al flaquear el aire, agua en la debida canti

[dad.
De igual modo, cuando el agua ocupa las entraiias del bronce
y el cuerpo mortal sirve de dique a la boca 0 al paso,

-\,'

20

25

92 (101)

que rastrean 38 con sus bocicos los residuos de miembros de


[fieras

que de sus pezufias habian ido dejando sobre lahierba tierna.

93 (102)

De este modo estan las cosas todas dotadas de Mlito y de


[olores.
94 (105)

que se nutre 39 de mares de la sangre que corre en opuestas


[direcciones.
AlIi se asienta en mayor grado 10 que los hombres suelen lla
[mar entendimiento
-porque el entendimiento es en los hombres la sangre de en
[torno al corazon-.

36. Es crucial parala interpretaci6n de este diffcil pasaje si griego rhinon


es aqui de rhis, nariz, 0 de rhinos, piel. Prefiero la segunda traduc
ci6n, con la mayona de los interpretes, pero no se descarta que el poeta
haya jugado aquf, una vez mas, con la ambigiiedad de los terminos.
37. Se trata de un utensilio domestico debronce que se utilizaba para
pasar pequeiias cantidades de liquido de un recipiente a otro. Su forma
es muy similar a la de la boquilla agujereada de una regadera (por eso se
Ie llama luego colador ) y su uso era como el de una pipeta. Se intro
duda en elliquido con la parte ancha agujereada hacia abajo y, cuando
elliquido habia penetrado, se tapaba la boca superior y asi se podia
trasvasar elliquido. Luego bastaba destapar el orificio superior para
que el agua volviese a caer.

38. Se refiere a perros.


39. Se trata del coraz6n.

J
'

DE TALES A DEM6cRITO

226

EMPEDOCLES: FRAGMENTOS

227

100 (110)

95 (132)

Dichoso el que logr6 un tesoro de pensamientos divinos,


e infortunado aquel a quien tan s610 Ie interesa una oscura
[opini6n sobre los dioses.

96 (133)

No es factible acercado 40 a nuestros o;os


ni tomado en las manos -alli donde es mas ancha
la via de persuasi6n que desemboca en la inteligencia de los
[hombres.

97 (134)

......

Yes que ni a sus miembros los corona una cabeza humana

ni se alzan dos ramas de su espalda,

ni tiene pies, ni agiles rodillas, ni peludas vergiienzas,

sino que es s6lo augusta, indescriptible inteligencia


que recorre el universo todo con pensamientos raudos.
98 (27a)

No hay discordia ni lucha fatal entre sus miembros.


99(129)

Habia entre ellos un var6n de saber poco corriente,


que habia logrado un inmenso caudal de pensamientos
y poseia el maximo dominio de los mas varios conocimien
[tos practicos,
5

pues cuando desplegaba sus pensamientos todos,


facilmente alcanzaba su mirada cada cosa de todas cuantas
en diez 0 incluso en veinte generaciones de hombres. [hay

Pues si las fijas 41 bajo tus densos pensamientos

y benevolamente las observas con solicitud inmaculada,

todas ellas te asistiran la vida entera

y otras muchas obtendras gracias a ellas, pues hacen crecer


a cada una en el caracter, segtin es la hechura de cada una.
Mas si tu anhelas otras cosas de las que entre los hombres
hay a millares, vilezas que embotan las meditaciones,
ten por seguro que aprisa te abandonanin con el curso del
porque afioran retornar al origen que les es propio. [tiempo,
Ten pues presente que todas las cosas poseen inteligencia y
[la debida parte de cordura.

esfero.

'"

!O

101 (Ill)

Cuantos remedios hay contra los males y un refugio contra


[la vejez
vas a aprenderlos, pues s6lo para ti dare termino a todo
[esto.
Hanis cesar la furia de los vientos incansables que por cima
[de la tierra
se abaten y arruinan con sus soplos los sembrados.
Ya tu vez, si 10 deseas, resucitaras compensadoras brisas
y dispondras tras la lugubre lluvia un tiempo seco bienvenido
para los hombres, y dispondras tambien, despues de la se
[quia veraniega,
fluidos que moran en el eter, alimento de arboles,
y sacaras de Hades el vigor de un var6n fallecido.

Purificaciones
102 (112)

40. Habla de 10 divino, a 10 que se refieren tambien los fragmentos


97 y 98. Los editores anteriores solan atribuirlo a una descripci6n de

Amigos, que en la gran urbe a orillas delleonado Acragante


morrus en 10 mas alto de la villa, ocupados en nobles acciones
41. Las ideas que Empedocles Ie ha transmitido.

228

DE TALES A DEM6cRlTO

-para los extranjeros, abrigo hospitalario, ignorantes de la


[maldad-,
salve. Yo, un dios inmortal entre vosotros, que no mortal,
s voy yvengo, entre todos honrado al parecer,
y cefiido con cintas y floridas coronas.
Por todos, cuando llego a las prosperas ciudades
-por hombres y mujeres- me yeo reverenciado. Y me siguen
a millares, para tratar de averiguar d6nde se halla la senda
[del provecho;
10

por consultar oniculos los unos; otros, contra los males


de toda condici6n tratan de oir una respuesta que los cure,
pues largo tiempo ya se hallanJransidos por acerbos do
[lores.
103 (114)

Amigos;se que anida la verdad en las palabras


que os dire. Con todo, resulta muy ingrato
para los hombres y mal acogido es el asalto de la convicd6n
[sobre su animo.
104 (11)

ilnsensatos! pues sus preocupaciones son pensamientos ali


[cortos.
iEllos que se creen que en verdad llega a ser 10 que antes no
o que algo muere y perece enteramente!
[era
105 (113)

Mas tpor que insisto en estos temas, como si acometiera una


[empresa extraordinaria,
si me ha1lo por encima de los hombres mortales, perecede
[ros de mil formas?

EMPEIXlCLES: I'RAGMENTOS

por ese tiempo existen, sujetos a infortunios yventuras,


y que antes de ser configurados en mortales, y cuando son
[disueltos, no son nada.

'"'
107 (115)

Hay un decreto de Necesidad, de antiguo refrendado por los


eterno, sellado por prolijos juramentos:
[dioses,
Cuando alguno, por errores de su mente, contamina sus
y viola por tal yerro el j uramento que prestara [miembros
-hablo de demones a los que toca una vida perdurable-,
ha de vagar por tiempos tres veces incontables, lejos de los
[Felices,
en la hechura de formas de mortales, variadas en el tiem
[po,
mientras que va alternando los procelosos rumbos de la
[vida,
pues la fuerza del eter 10 impulsa hacia la mar
y 1a mar vuelve a escupirlo al terreno de la tierra, y a su vez
[esta a los fulgores
del sol resplandeciente, mas ello precipita a los v6rtices del
cada uno de otro 10 recibe, mas todos 10 aborrecen. [eter;
Yo soy uno de elIos, desterrado de los dioses, errabundo,
yes que en la discordia enIoquecida puse mi confianza.
108(117)

Que yo ya he sido antes un joven y una joven,

un matorral y un pajaro y un mudo pez del mar.

109 (116)

(La Gracia) odia a la necesidad no lIevadera.

110 (126)

Y10 arropa con veste inusitada de carne.

106 (15)

Un hombre sabio no se haria en su fuero interno augurios

que mientras viven eso que llaman vida,


[como estos:

--,

229

111 (119)

iDe que honor tan grandey de que grado de dicha!

10

.~c

EMPEoocLES: FRAGMENTOS

DE TALES ADEMOCRITO

230

231

yanimales dibujados, con perfumes de fragancias exquisitas,


con la quema de Mirra sin mixtura y de oloroso incienso
y dejando
al suelo libaciones de miel amarillenta.
Pero el altar no era regado con nefandas carnicerias de toros,
sino que era abominacion entre los hombres, la mayor,
la de arrancarles la vida para devorar sus nobles cuartos.

112(118)

Llore y me lamente al ver un sitio desusado.

caer

113 (121)

Un sitio ingrato,

donde el crimen, la inquina y otros seres funestos en tropel,

enfermedades miserables, podres, a mas de hidropesias,

por el prado de Ruina, andan en 10 oscuro merodeando.

119(130)

Eran mansas todas yamistosas con los hombres,

las fieras y las aves, y la amabilidad resplandecfa.

114(124)

iAy de vosotros, miserable raza de los morta1es, malhadada!

jDe que disputas y gemidos pro~eis!

120(139)

jAy de mi, que no acab6 conmigo un dia implacable,

antes de concebir la accion abominable de que Mis labios de

[voraran carne!

115(120)

Llegamos a cubierto de esta gruta.

121 (135)

Pero la ley se extiende para todos sin fisuras


por el eter de dominios anchurosos y el infinito resplandor
[delsol.

116(122)

AUi estaban la ninfa de la Tierra y la de larga vista, Heliopa,

la encarnizada Lucha y Armonia, la de mirada augusta,

Hermosura y Fealdad, Rapidez y Tardanza,

la amable Seguridad y Confusion de negra cabellera.

122(136)

tNo pondreis fin a estamatanza disonante? tNo estais viendo

que os devorais unos a otros por la incuria de vuestra inteli


[gencia?

117(123)

Crecimiento YConsuncion, Descanso y Despertar,

Movimiento y Reposo y la bien conocida Majestad,

asi como VJleza, Silencio y Expresion.

123 (145)

Ypor ello, desesperados como estais por acerbas desdichas,

nunca de los miseros duelos recobrareis vuestro animo.

118(128)

Y no estaba entre ellos el dios Ares, ni Tumulto,

ni Zeus, el rey, ni Crono, ni posidon tampoco,

sino la reina Cipris ...

124(137)

Alza el padre a un hijo suyo transmutado en su figura

yentre plegarias se apresta a dego11arlo, el enorme infe1iz. Y

[los otros, sin saber 10 que hacen,

10 sacrifican, aun cuando los implora. Pero aquel, sordo a los

[quejidos,

intentaban propiciarsela con devotas ofrendas

.....

....
1;

10

232

DE TALES ADEMOCRITO

EMPEDOCLES: FRAGMENTOS

233

despues de degollarlo, en las estancias dispone el s6rdido


[festin.
De igual modo un hijo que toma a su padre 0 a su madre
[unos nmos
les arrancan la vida y devoran la carne antes amada.

Su hogar comparten con los otros inmortales, a su mesa se

125 (138)

[sientan,

sin tener parte en las miserias de los hombres, incansables.

y de ahi retoiian como dioses, exceIsos por las honras que re

[ciben.

133 (147)

Sacandoles la vida con el bronce.

Addenda

126(144)

Practicar el ayuno del mal.

......

134 (5)

127 (140)

Ponerlas bajo techo en nuestro mudo fuero interno.

De las hojas de lauro abstenerse por completo.

135 (7)

Ingenitos (los elementos).

128 (141)

Desdichados, completos desdichados, de las habas apartad


[vuestras manos.

136(10)

Muerte vengadora.

129 (143)

dando un tajo de cinco chorros con bronce de larga hoja.

137(19)

Tenaz concordia.

130(125)

A los vivos los tornaba en cadaveres, transmutando su as


[pecto.

138(32)

La articulaci6n une dos Cosas.

131 (127)

139(58)

Entre las fieras, como los leones que del monte hacen su
[cama y duermen en el suelo
nacen, y entre los arboles de frondosa melena, en forma de
[laureles.

Desparejados miembros erraban.

140(60)

Reses de tortuoso caminar en las que no se distinguian las


[patas.

132 (146)

141 (69)

Y al final, augures, poetas, medicos

y dirigentes son entre los hombres terrenales,

Cuya gestaci6n llega a termino dos veces.

-r

"

"{.

..

234

DE TALES A DEMOcRrro

EMPEDOCLES: NOTIClAS

235

152 (noenD.-K.)
Pues cuantos de ellos, con rakes mas densas por abajo
y retonos mas espaciados se presentan en su florecer 43

142 (70)

Amnios.
.." "

...

143 (92)

Cobre aleado con estano.

Noticias sobre el pensamiento de Empedocles

144(97)

La espina dorsal (que estti dividida en vertebras porque se

rompio cuando estaba torcida en elseno materno).

145 (99)

Retono carnoso.

......

146 (142)

Ni el techado palacio de Zeus egidifero ni la morada soterra

na de Hades 10 acogen en su seno 42.

147(148+150)

(Como enumeracion de epftetos usados por Empedocles:) tie

rra que circunda al hombre (e. d., el cuerpo al alma); el que

acumula nubarrones (e. d., el aireY, el pr6digo en sangre

(e. d., elhfgado).


148 (151)

Dispensadora de vida (Afrodita).

149(152)

Ocaso de la vida (la vejez).

150 (153)

Baubo (el vientre).


151 (153a)

Pues el feto llegaba a terminG en siete semanas, segun dice

Empedocles enigmaticamente en Las Purificaciones.

42. Probablemente se refiere al demon.

1. ARISTOTELES, Acerca de la generaci6n y la corrupci6n


334a26 (A43). Para quienes hab1an como Empedocles, tde
que modo ocurre (el que se configuren otros seres a partir de
los elementos)? Pues es forzoso que consistan en una combi
nacion, como un muro de ladrillos y piedras. Y la mezcla en
cuesti6n sera de elementos conservados como tales, pero
yuxtapuestos unos junto a otros en pequenas particulas.
E igual1a carne y todo 10 demas.
2. PLATON, Sofista 242d (A 29). Luego, algunas musas
de Ionia (e.e. Herdclito) y de Sicilia (e.e. Empedocles) enten
clieron que era mas seguro unir ambas afirmaciones y decir
que el ser es mUltiple y uno y que se compagina 10 uno con 10
otro por obra del Odio y la Amistad [... ] dicen (las musas
mas blandas, e.e. Empedocles) que el todo unas veces es uno
y amistoso, por 0bra de Afroclita, otras mUltiple y enemista
do, por obra de un cierto Odio.
3. ARISTOTELES, Ffsica 187a20 (A 46). Otros dicen que
los contrarios se segregan de 10 uno, como Anaximandro,
asl como cuantos afirman que es uno y mUltiple, como Em
pedocles y Anaxagoras, pues tambien ellos segregan 10 de
mas de la mezcla, pero difieren entre SI en que uno (e.e. Em
i
i
pedocles) estab1ece un cicio de ambas cosas yel otro (e.e.
Anaxdgoras) un solo proceso, yen que este cree en infinitos
home6meros y contrarios y aquel en los llamados elementos.
4. ARISTOTELES, Metafisica lOOOb3. Por eso tambien
ocurre que, segun e1, dios, el mas feliz, es menos sabio que
43. Quiza del final de Purificaciones, referido a las diferencias entre ar
boles superiores, como ellaurel, e inferiores,

236

DE TALES A DEMOCRITO

los demas, pues no 10 conoce todo, dado que no tiene en si el


Odio.
5. SIMPI.it1b, Acerca del cielo 590.19. Dice que los ele
mentos estuvieron antes combinados por la Amistad, pero
que mas tarde, a medida que se fueron separando por la ac
ci6n de Odio, formaron este mundo nuestro.
6: AECIO, Opiniones de los fi16sofos 2.6.3 (A 49). Dice
Empedodes que el eter fue 10 primero que se separ6; 10'si
gui6la tierra, de la cual, comprimida en demasia por la fuer
za de la rotaci6n, brot6 el agua y de ella se evapor6 el aire; el
cielo surgi6 del eter y el sol del fuego, y los seres terrestres
son fruto de la compresi6n de lo.otros.
7. PSEUDO-PLUTARCO, Miscelanea en EUSEBIO, Prepa
raci6n evangelica 1.8.10 (A 30). Empedodes dice que el aire,
separado de la mezda primigenia de los elementos, se ex
pandi6 en derredor; despues del aire, el fuego que sali6 des
pedido y que no tenia otro lugar al que ascender, se extendi6
bajo la parte solidificada en torno al aire. Hay, moviendose
en drculo en torno de la tierra, dos hemisferios: uno de fue
go puro y otro mezdado de aire y un poco de fuego -10 que
el cree que es la noche-. El principio del movimiento aconte
ci6 porque se dio la coincidencia de que la acumulaci6n de
fuego en un punto produjo un desequilibrio.
El sol no es por naturaleza fuego, sino un reflejo lumi
noso, semejante al que se produce en el agua. La luna dice
que se form6, por su parte, del aire separado por el fuego,
pues primero se solidific6 como granizo. La luz la toma
del sol.
8. AECIO, Opiniones de los fi16sofos 2.11.2 (A 51). Empe
dodes dice que el cielo es s6lido, de aire solidificado como
hielo, y que contiene en cada uno de sus hemisferios sustan
cia fgnea y de aire.
9. Jbid. 2.20.13 (A 56). Empedodes dice que hay dos so
les: uno es el modelo, que es fuego, en un hemisferio del
mundo, llenando tal hemisferio, y siempre situado enfrente

EMPEDOCLES: NOTICIAS

237

de su propio reflejo; el otro, el visible, reflejo en el otro he


misferio -el que esta lleno de aire mezclado con calor-, se
produce po~ la reflexi6n desde la tierra, que es circular, so
bre el sol de hlelo, yes llevado en torno por el movimiento de
10 fgneo. En suma, el sol es reflejo del fuego que circunda la
tierra.
10. Ibid. 2.13.2 (A 53). Empedodes aseguraque (los as
tros) son del fuego que el aire contenfa en su seno y que fue
exprimido en la separaci6n primigenia.
11. Ibid. 2.13.11 (A 54). Empedocles dice que las estre
lias fijas se hallan sujetas a la parte de hielo, pero que los pla
netas van sueltos.
12. AruSTOTELES, Acerca del cielo 295a17 (A 67). Otros,
como Empedocles, creen que el movimiento circular del cie
10, que corre en su torno y es mas rapido que el que ella ten
dria, impide el movimiento de la tierra, como el agua en los
cucharones 44.
13. ARISTOTELES, Metafisica 985a25 (A 37). Cuando el
todo se ve dividido en los elementos por Odio, el fuego se
junta en uno, 10 mismo que cada uno de los demas elemen
tos.
14. AECIO, Opiniones de los fi16sofos 5.19.5 (A 72). Em
pedodes dijo que las primeras generaciones de animales y
plantas no nacieron en modo alguno completas, sino des
membradas en partes que no se habian generado juntas; las
segundas, hechas de miembros generados juntos, eran como
seres de pesadilla; las terceras, de hechuras completas, y las
cuartas, ya no eran de los elementos semejantes (como de
tierra y de agua), sino ya unos de otros, en unos, por con
densaci6n de su alimento, en otros, porque lahermosura de
las hembras produjo una excitaci6n del impulso procreador.
Las especies de los animales todos se diferenciaron por las
44. Se refiere a un cuchar6n al que se Ie da una rapida vueita sin que el
agua se caiga cuando el cuchar6n esta boca abajo.

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"

DE TALES A DEMOCRITO

238

cualidades de sus combinaciones: unas tienden hacia el agua


como el impulso mas propio, otras a echarse a volar hacia el
aire'T~uantas tienen mas elemento igneo-, otras, mas pesa
das, haCia tierra, y las mas equilibradas en la mezda armo
nizan con todos los ambitos.
15. ARISTOTELES, Fisica 198b29 (a B 61). Asi, pues, los
seres en los que todo sucedio como si hubieran nacido para
un determinado fin se conservaron por hallarse adecuada
mente constituidos por azar; aquellos en los que no ocurrio
as! murieron y siguen muriendo, al modo como Empedocles
dice respecto de las criaturas vacunas con humano rostro
(fr. 52.2).
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16. ARISTOTELES, Acerca de la generacion y la corrup
cion 334a5 (A 42). Al mismo tiempo afirma que el mundo
esta ahora, baj 0 el reinado de Discordia, en una situacion se
mejanteliia que estuvo antes bajo el de Amistad.
17. SIMPLICIO, Fisica 371.33 (a B 61). Empedodes dice
que bajo el dominio de Amistad se generaron primero,
como el azar los dispuso, miembros de animales, como ca
bezas, manos y pies, y que luego se dieron a una (cita el
fro 53, V. 2) ... Cuantos de esos miembros se unieron entre si
de un modo que les permitio conseguir su propia conserva
cion, se tornaron animales y se conservaron porque colma
ba el uno las necesidades del otro: los dientes, cortando y
triturando el alimento; el estomago, digiriendolo, y el hfga
do, convirtiendolo en sangre. Y es que la cabeza de un hom
bre, unida a un cuerpo humano, asegura la conservacion
del conjunto, pero con el de una vaca no se compagina y 10
destruye. Cuando no se unio de acuerdo con la proporcion
adecuada, perecio.
18. ARISTOTELES, Generaci6n de los animales, 764al
(A 81). Otros (dicen que la diferenciacion de los sexos se da)
en la matriz, como Empedocles, pues afirma que el semen
que penetra en un vientre caliente se torna en un macho,
mientras que el que penetra en un vientre frio, en hembra, y

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EMPEDOCLES: NOTIClAS

239

que la causa del calor y de la frialdad es el flujo de las mens


truaciones que es mas frio 0 mas caliente 0 mas antiguo 0
mas reciente.
19. ABCIO, Opiniones de los filosofos 5.26.4 (A 70). Em
pedodes afirma que los arboles fueron los primeros seres vi
vos que surgieron de la tierra, antes de que el sol se expan
diera por alrededor 4S y antes de que el dfa y la noche se
distinguieran. Por la proporcion de su mezda contienen en
sf 10 propio del macho y de la hembra. Crecen porque los im
pulsa hacia 10 alto el calor que hay en la tierra, de suerte que
son partes de tierra exactamente igual que los embriones en
el vientre son parte de la matriz. Los frutos son excedentes
de agua y fuego que hay en las plantas. Los que tienen fal
ta de humedad pierden la hoja, ya que aquella se les evapora
en verano; los que tienen exceso de ella las conservan, como
es el caso del laurel, el olivo 0 la palmera. Las diferencias de
jugos se deb en a las variantes en la composicion de la tierra.
20. ARISTOTELES, Acerca de la respiracion 477a32 (A 73).
Empedodes no tiene razon cuando afirma que los animales
que tienen mas calor y fuego son acuaticos y que se libran asf
del exceso de calor propio de su naturaleza.
21. PLATON,Menon76c (A92).

Socrates: Pues bien, tquieres que te conteste como Gor

gias, de forma que puedas seguirme de la mejor manera?


Menon: Lo quiero, tcomo no iba a querer?
Socrates: tNo hablais, como Empedodes, de ciertos eflu
vios de los seres?
Menon: Por supuesto.
Socrates: tY de poros, en direccion a los cuales ya cuyo
traves pasan los efluvios?
Menon: En efecto.
Socrates: tY decis que de los efluvios unos ajustan en
unos poros, pero otros son menores 0 mayores?
45. Recuerdese la curiosa teorfa de Empedocles respecto del sol.

....
'1,

240

DE TALES A DEMOCRITO

Menon: As! es.

S6crates: Entonces Ie llamas vista a algo.

Menon: Yo S1.

S6crates: SegUn eso, comprende 10 que te digo, como


dijo Pindaro; el color es un efluvio de las cosas proporciona
do a la vista y, por ende, perceptible.
22. ARISTOTELES, Acerca de la generacion y la corrup
cion 324b26 (A 87). Algunos creen que cada cosa sufre una

afeccion porque el agente que produce el efecto en ultimo


termino y principalmente penetra a traves de unos poros y
afirman que es de este modo como vemos, olmos y percibi
mos todas las demas percep~nes, y que se ve a traves del
aire, del agua y de los cuerpos transparentes porque tienen
poros invisibles por su pequeiiez, pero muy juntos entre sf y
en hileras, en la idea de que tienen mas poros los cuerpos
mas di~fanos. Pues bien, algunos como Empedocles no pro
pusieron esta explicacion s6lo para ciertos hechos como la
acci6n y la pasion, sino que aquel afirma que hay mezcla de
las cosas cuyos poros son proporcionados entre si.
23. TEOFRASTO, Acerca de las sensaciones 2 ss. (A 86).
(2) Acerca de cada sensaci6n en particular, los demas casi
pasan por alto la cuestion, pero Empedocles intenta reducir
las todas al principio de semejanza [... ] (7) Empedocles dice
10 mismo de todos los sentidos y afirma que se percibe por el
ajuste en los poros de cada uno. Por ello no se pueden discer
nir los sensibles de los otros, porque los poros de unos resul
tan demasiado anchos, los de los otros demasiado estrechos
con respecto a 10 sensible, de suerte que unos pasan holga
damente sin tocarlos, otros no pueden pasar a su traves en
absoluto. Tambien intenta decir cual es la naturaleza del ojo
yafirma que 10 de dentro del ojo es fuego y 10 de su entorno,
agua, tierra y aire, a cuyo traves pasa aquel por ser sutil
como la luz en las linternas. Los poros del fuego y los del
agua se hallan alternativamente dispuestos; por los del fue
go reconocemos 10 blanco y por los del agua 10 negro, pues

EMPEOOCLES: NOTIClAS

241

cada uno ajusta en sus correspondientes. Los colores llegan


hasta el ojo por un efluvio.
(8) No estan compuestos de modo parejo, sino que unos
10 estan de elementos semejantes, otros de elementos con
trarios y el fuego se halla en medio de unos y en la parte de
fuera de otros. Es por eso por 10 que unos animales ven me
jor de dia, otros de noche; los que tienen menos cantidad
de fuego, de dia, pero la luz de dentro se compensa por la
de fuera; los que tienen menos cantidad de 10 contrario (e. d.
de agua), de noche, pues ellos compensan la deficiencia. En
situacionescontrarias suceden efectos contrarios. Incluso
los que tienen un exceso de fuego ven borroso durante el dia,
pues al acrecentarse el fuego aun mas ciega y ocluye los po
ros del agua. A aquellos en los que predomina el agua les
ocurre 10 mismo de noche, pues el fuego se ve ocluido por el
agua. La situacion persiste hasta que en unos el agua es apar
tada por la luz de fuera, en los otros, el fuego por obra de (la
humedad del) aire. Y es que la curaci6n de cada uno es su
contrario. EI ojo mejor configurado y 6ptimo es el que resul
ta de la combinaci6n de cantidades iguales de ambos ele
mentos [... ].
(9) La audici6n se produce por ruidos procedentes del
exterior, pues cuando el aire es puesto en movimiento por el
sonido, hay una resonancia dentro, yes que el oido es como
una campana de sonidos parejos, a la que llama retoiio car
noso (fr. 145); el aire en movimiento golpea en la parte dura
y produce un ruido. El olfato se produce por la respiracion,
por 10 cual huelen mejor aquellos en los que el movimiento
de la respiraci6n es mas fuerte. El olor mas intenso emana de
los cuerpos sutiles y ligeros.
Acerca del gusto y del tacto no especifica de cada uno ni
como ni por que se producen, salvo el principio general de
que la percepcion se da por el acoplamiento a los poros. Se
disfruta de 10 semejante, seglin sus componentes y la mezcla,
y se produce disgusto por 10 contrario. Cosas similares dice

....

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