Manual para Hacer Viajes Astrales
Manual para Hacer Viajes Astrales
Manual para Hacer Viajes Astrales
En primer lugar para comenzar un viaje astral hay que estar RELAJADO y sin ningún tipo de
presión psicológica,
Hemos de buscar el lugar apropiado donde realizar la experiencia. Para esto es
recomendable, una ubicación tranquila y silenciosa, alejada del paso de personas que
pudiesen interrumpir el ejercicio. Esto puede ser indistintamente durante el día o durante la
noche.
Una buena cama o un buen sillón, un buen sofá o un simple colchón si la experiencia es en
el interior de nuestra casa, algo donde podernos tumbar que no sea ni excesivamente
blando ni duro. Nos desprenderemos de prendas que aprieten o sean ligeramente molestas,
incluso alguien encontrara que es más confortable estar desnudo que utilizar un buen
camisón, buscad la comodidad y la sugestión, así que evitad llevar objetos metálicos encima
tales como anillos, pendientes o colgantes, nada debe molestar a vuestro cuerpo físico, la
sensación de bienestar debe ser COMPLETA.
La iluminación debe ser la más sugerente posible, medios tonos de luz, sombras u oscuridad
completa, buscad vuestra referencia emotiva más ajustada a lo que sintáis en ese
momento, al igual que el tipo de música que alguien quizás elija para entrar en un nivel de
armonía mental, debéis tener un sonido que sea apropiado al momento, suave y armonioso
pero siempre sugestivo, no deberá distraer vuestra concentración sino favorecer a esta.
Si creéis que es mas apropiado el sonido del silencio no pongáis ninguna música. Dejad que
vuestra intuición os “hable” de ello.
Mientras nos estamos durmiendo imaginemos vivamente que estamos en el lugar que
queramos visitar. Sintámonos realmente allí concentrando relajadamente nuestra atención
en todas las sensaciones posibles. Por ejemplo: si quisiéramos ir a las Pirámides de Egipto,
sentirnos allí.
Sentir la arena, el viento, el calor, el sonido. Movernos con nuestra imaginación como
queramos: subir por alguna de ellas, tocar las piedras, explorar todos los rincones. Cuando
nuestro cuerpo se halla dormido: