Fundamentos Epistemológicos de La Psicología
Fundamentos Epistemológicos de La Psicología
Fundamentos Epistemológicos de La Psicología
Editorial Bonaventuriana
Ttulo:
CAPTULO 2
Fundamentos
epistemologicos
de las principales
psicologias
68
El mundo en que el hombre vive puede ser considerado como un conjunto extraordinariamente complejo de contingencias, de reforzamientos positivos y negativos.
Adems del ambiente fsico con el cual est sensitivamente armonizado y con el
que mantiene un importante intercambio, tenemos que enfrentarnos con estmulos
sociales, refuerzos sociales y una red de control y contra control personal e institucional una complejidad asombrosa. Las contingencias del reforzamiento que el
hombre ha hecho para el hombre son una maravilla digna de verse.
Pero de ningn modo son inescrutables. El paralelo entre las contingencias actualmente bajo estudio en el laboratorio y las de la vida diaria piden atencin y accin
remediadora a gritos. En toda situacin social tenemos que descubrir quin est reforzando a quin y para qu (Skinner, 1965 en Yelon & Weinstein, 1991, p. 135).
Mtodo
De manera consecuente con una concepcin segn la cual lo real es aquello que
cumple las condiciones de ser un evento objetivo con leyes propias, y en que el
discurso est permeado por corrientes de pensamiento como el positivismo, el
fisicalismo, el funcionalismo y el mecanicismo, la psicologa comportamental
adopta como ruta para estudiar el comportamiento en tanto que, respuesta a
los estmulos del medio ambiente, el mtodo experimental. La psicologa, tal
como la ve el conductista, es una rama puramente objetiva y experimental de
la ciencia natural (Watson, 1913, en Braunstein, 1983, p. 37).
La labor investigativa de la psicologa comportamental se ha centrado en gran
medida en el uso del mtodo hipottico deductivo, la cuantificacin y la investigacin experimental de laboratorio, en la realizacin de experimentos para
crear situaciones artificiales, en tanto que aisladas y estrictamente controladas
para garantizar tanto la validez interna como externa de sus aproximaciones
a la realidad, con un abordaje emprico-analtico, en el cual prima el anlisis
cuantitativo de los datos.
69
70
71
moral esclava servil, vctima, apocada, sufriente y elvate como tu propio maestro,
que son tambin potentes precursores de Sigmund Freud (1856-1939), creador
del psicoanlisis. El ingls Charles Darwin (1809-1882) haba publicado El origen
de las especies, que caus gran revuelo en el mbito cientfico y en la sociedad en
general, al hablar de la evolucin, planteamiento que tambin tuvo influencia
en el pensamiento de Freud: La teora de Darwin, muy en boga entonces, me
atraa extraordinariamente porque pareca prometer un gran progreso hacia la
comprensin del mundo (Freud, 1980, p. 11).
El intercambio comercial y econmico se encontraba en auge. Este creciente
desarrollo econmico genera la clase social burguesa, la aparicin masiva de
ciudades (burgos) y la revolucin comercial. La nueva clase social, que en
un principio se hallaba compuesta de comerciantes y artesanos, se fue consolidando y acab por participar en los gobiernos municipales. Una plyade
de descubrimientos y la apertura de nuevas rutas comerciales aumentaron su
poder e influencia.
Particularmente Viena, la ciudad donde Freud vivi la mayor parte de su vida,
era considerada como un centro cultural europeo, que por otra parte se convirti
en lugar de afluencia de los judos (Freud provena de una familia juda) por la
poltica antisemita imperante en el resto de Europa y de la cual los austracos
reciban proteccin por parte de su emperador. Era:
Una Viena finisecular, burguesa, provincial e hipcritamente puritana [...] La
Viena de la poca de Freud que la converta en la cuna cultural de Europa era la
de Gustav Mahler, Schnberg [...] Rilke [...] A nivel poltico en 1856 el imperio
Austro-Hngaro estaba todava bajo el choque de la revolucin de 1848, reprimida
por el ejrcito. El emperador Francisco-Jos [...] se esforzaba por contener a los
militares y afirmar su poder personal. Fue l quien en 1857 decidi hacer de Viena
la capital moderna de un gran imperio [...] Bajo su reino, que se prolongar hasta
1916, Austria-Hungra conocer una verdadera edad de oro.
Por otra parte, respecto a los judos, la poltica de Francisco-Jos es extremadamente
liberal. En 1867 se les reconoca oficialmente la igualdad de derechos polticos [...]
as el antisemitismo que se desarrollar a partir de 1880 es entonces casi inexistente,
aunque el antisemitismo de inspiracin catlica y popular chocaba frontalmente
con la poltica del gobierno (Jaccard, 1984, p. 121).
72
En alguna forma, esa Viena desafiante y esa procedencia racial sirvieron para
que Freud se ubicara en una posicin crtica respecto a la moral y la religin:
si el conductismo niega el alma en su intento por ser objetivo, Freud niega lo
religioso pero intenta darle al alma su connotacin original: Psique.
Por el auge del positivismo, en ese ambiente se respiraba un sabor de crisis de la
filosofa en tanto sta ya no poda dar respuestas en abstracto a los interrogantes
concretos que la ciencia moderna se estaba planteando. Como vimos antes, el
siglo XIX es un siglo donde se consolidan el positivismo y las ciencias naturales
y se abandona la actividad especulativa que haba caracterizado el pensamiento
precedente. Esta presin influye tambin en los planteamientos del psicoanlisis
como lo hizo en la psicologa comportamental, pero el psicoanlisis estaba a su
vez influido por esa Viena acadmica y rebelde que prefera el racionalismo y
la introspeccin: eran rutas que proporcionaban un mejor acercamiento a la
subjetividad del ser humano (importante por todos los antecedentes artsticos
y sociales nombrados), a la que tanto se opona la corriente positivista.
Su inters en los procesos ocultos, profundos, confirm finalmente que el
psicoanlisis no era positivista, por lo que fue severamente criticado hasta que
las coordenadas hegemnicas vigentes se flexibilizaron, se transformaron:
La orientacin positivista, como la entenda el empirismo clsico, fue rota por Freud,
cuya teora psicoanaltica rechazada primero por considerarla no cientfica fue
aceptada dentro del nuevo clima filosfico de la posguerra: el empirismo lgico
(Martnez, 1982, p. 7).
73
Contexto disciplinar
Mirando desde el interior de la disciplina la manera como nace la psicologa
con orientacin psicoanaltica, hay que considerar la confluencia de dos antecedentes importantes:
74
hizo fue estudiar a travs del hipnotismo a las pacientes histricas que llegaban
a la clnica. Esta herramienta teraputica interes al mdico austraco Sigmund
Freud, ya que en ese entonces la nica forma de intervencin que se conoca
para las enfermedades mentales eran las clnicas de reposo, con las cuales Freud
no estaba muy de acuerdo.
Freud se alimenta de esta experiencia para dar forma a la nueva disciplina, que
llam psicoanlisis, y por lo cual sufri no pocos rechazos y la incmoda adhesin
de entusiastas no deseados:
Siendo el propsito del presente trabajo trazar la historia del movimiento psicoanaltico, no habra de extraar su carcter subjetivo, ni la preponderancia en el de
mi propia persona. El psicoanlisis es, en efecto, obra ma.
Durante diez aos fui el nico en ocuparme de l, y todo el disgusto que su aparicin provoc cay sobre m, hacindome objeto de las ms diversas y violentas
crticas. Todava hoy, no siendo ya el nico psicoanalista, me creo con derecho a
sostener que nadie puede saber mejor que yo lo que es el psicoanlisis, en qu se
diferencia de los dems procedimientos de investigacin psquica y qu es lo que
puede acogerse bajo su nombre o debe ser excluido de l (Freud, 1912, p. 101).
75
76
Concepcin de realidad
En la teora psicoanaltica hablar de realidad tiene una connotacin muy distinta a la de las dems psicologas, pues de hecho fue el campo que inaugur
77
78
Hay que constatar, ante todo, cierto malestar en el manejo freudiano de la nocin
de realidad. Esta, en la medida en que designa una exterioridad que se opondra
a la interioridad psquica, hace difcil una concepcin de lo que est en juego en
el deseo [...] entonces, hay que distinguir por lo menos dos acepciones del trmino
realidad[...] Se trata, en el fondo, de pensar en el estatuto del fantasma.
En sus Lecciones introductorias al psicoanlisis Freud llega a este ajuste: Los
fantasmas poseen una realidad psquica opuesta a la realidad material [...] aunque
algunas veces Freud contina oponiendo el fantasma y la realidad, mientras que
otras intenta superar la oposicin, calificando a esta realidad fantasmtica como
psquica. Tenemos que subrayar la paradoja de esta expresin desde un punto de
vista dualista, puesto que aquello que es real no es, precisamente psquico, pues
el afuera se opone intangiblemente al adentro [...] Pero es necesario convenir
que Freud no logra desprenderse de esta representacin dualstica cuyas deficiencias
seala sin omitir alguna [...] lo ms notable es que Freud no elige deliberadamente
una solucin de naturaleza realista ni tampoco idealista (Jaccard, 1984, p. 92).
Justo mientras Freud viva aun en Viena y durante el apogeo del Crculo de Viena
apareci Einstein con su teora de la relatividad, desafiando toda concepcin
de qu es lo real al sugerir que el espacio es curvo, que el tiempo es relativo a la
velocidad y que distintos observadores situados en distintas perspectivas tenan
una percatacin tambin distinta pero real del mismo evento. Estas desafiantes
formulaciones quizs animaron a Freud para refrendar que la mente tambin
es curva, laberntica, no plana ni meramente volitiva como se consideraba en
la ciencia y la sociedad de entonces.
El modelo de lo real, entonces, concita para el psicoanlisis una relacin dialctica entre un adentro y un afuera, entre lo que constituye particularmente al
sujeto y que este construye e instituye como su verdad, su realidad fantasmtica
inconsciente construida a lo largo de su historia personal, y lo que existe en
principio afuera (pero que luego har singularmente propio en el proceso de
sujetacin realidad subjetivada) que es la norma social:
Queda claro, entonces, que hay dos realidades y no slo una. Existe una primera
realidad, aparentemente, emprica, de la conciencia y de la conducta que es para el
conocimiento ingenuo la nica realidad. Esta realidad, por ser observable, recibe a
veces el incorrecto nombre de realidad material. Y existe otra realidad, la realidad psquica, que es el escenario de esta srdida lucha entre el deseo infantil, sus
representaciones pulsionales, las restricciones culturales, los procesos de represin
y la produccin de formaciones del inconsciente (Braunstein, 1985, p. 61).
Ahora bien, esta relacin de oposicin entre realidad objetiva y psquica ser
superada por Lacan, quien apel a los desarrollos de la topologa (rama de la
geometra no euclidiana) y logr definir que la relacin entre estas dos realidades
que representan lo exterior y lo interior es una relacin de vecindad, lmite y
79
Corrientes de referencia
Una importante corriente de pensamiento que sirve de referencia para la
comprensin y desarrollo de la teora psicoanaltica es la teora socio-econmica de Karl Marx (1818-1883), fundamentalmente por ser compatible
epistemolgicamente con la Dialctica y el Estructuralismo, las cuales comparte
como base epistemolgica. En ese sentido se trata ms de una proximidad al
mtodo dialctico, a la dialctica materialista propuesta por Marx, que a la
teora en s misma; aunque no gratuitamente, se intent un conjuncin entre
estos dos modelos tericos denominada freudo-marxismo de la cual, en primera
instancia, Wilhelm Reich y posteriormente Herbert Marcuse y Louis Althusser
son representantes.
El materialismo histrico de Marx nos habla de unas maneras definidas de
ordenamiento que estructuran la sociedad civil:
Las sociedades humanas pueden ser comprendidas [...] por comparacin con un
edificio cuya infraestructura, base o cimiento es la produccin de bienes materiales,
caracterizado por un cierto tipo de relaciones entre los agentes de produccin (p. ej.:
capitalistas y asalariados); esta base integra la instancia econmica. Sobre ella se
levantan dos instancias superestructuras: la instancia jurdico-poltica, cuya funcin
dominante es la de regular los procesos manteniendo las relaciones de produccin
vigentes, y la instancia ideolgica, a travs de la cual cada uno de los integrantes
de la sociedad se incluye en el conjunto, ocupa el lugar que le est asignado en el
80
Esa estructura invisible (el aparato psquico, denominacin que cuestionaremos ms adelante) que somete al individuo se basa en cuatro dimensiones
fundamentales:
3. Cabe aclarar que si bien se suelen homologar Ello e Inconsciente, Supery y Preconsciente,
y Yo y Consciente, esta es una impresin, pues aunque existe una relativa concomitancia
en la morfologa freudiana del aparato psquico, tambin es cierto que no hay tal estricta y
lineal correspondencia, pues hay aspectos superyoicos inconscientes as como yoicos preconcientes, por dar un ejemplo.
81
Dimensin econmica: Hace referencia a que la energa libidinal se distribuye y moviliza diferencialmente por todo el aparato psquico y respecto de
los objetos de satisfaccin pulsional por quantums distintos, que constituyen
catexias o investimentos libidinales especficos, pero tambin dinmicos.
Dimensin dinmica (o dialctica): Esta dimensin hace referencia al movimiento derivado de la interaccin y mutua afectacin en clave de tensin
dinmica (contradiccin movilizadora) que es constitutiva del psiquismo
y que se expresa a travs de las diferentes oposiciones dialcticas, de definicin recproca, que hay entre las regiones del aparato psquico y entre
las instancias, entre el principio del placer y el de realidad, entre la pulsin
tantica y la ertica, entre el orden del deseo y el orden de la demanda del
campo socio-cultural, etc.
82
Descartes no slo hizo una marcada distincin entre lo impermanente del cuerpo
humano y la indestructible alma, sino que tambin propuso varios mtodos para
estudiarlos. El alma, o la mente, deba ser explorada a travs de la introspeccin,
mientras que el estudio del cuerpo requera seguir los mtodos de las ciencias
naturales. Sin embargo, los psiclogos de los siglos subsiguientes no siguieron las
sugerencias de Descartes, sino que adoptaron ambos mtodos para el estudio de la
psique humana, creando dos importantes escuelas de psicologa: los estructuralistas,
que estudiaban la mente a travs de la introspeccin y trataban de analizar la
conciencia reducindola a sus elementos bsicos, y los conductistas, que se concentraban exclusivamente en el estudio del comportamiento [...] Ambas escuelas
surgieron en una poca en la que el pensamiento cartesiano estaba dominado por
el modelo newtoniano de la realidad: por tanto, ambas imitaron los modelos de
la fsica clsica, incorporando a sus esquemas tericos los conceptos bsicos de la
mecnica newtoniana (Capra, 1992, p. 186).
Capra (1992) resalta la labor de Freud por presentar sus complejos hallazgos de
una forma que fuese en alguna manera coherente con el modelo de ciencia que
imperaba en la poca. Y en esa labor, la fsica clsica le fue de bastante utilidad:
La estrecha relacin entre el psicoanlisis y la fsica clsica se vuelve asombrosamente clara si consideramos los cuatro grupos de conceptos que hay en la base de
la mecnica newtoniana:
a) El concepto de tiempo y espacio absolutos, de los objetos materiales aislados que
se mueven dentro de este espacio y que actan recprocamente de manera mecnica.
b) El concepto de fuerzas fundamentales, esencialmente distintas de la materia.
c) El concepto de las leyes elementales que describen el movimiento y las interacciones recprocas de los objetos materiales desde el punto de vista de las relaciones
cuantitativas.
d) El concepto de un determinismo riguroso y la nocin de una descripcin objetiva
de la naturaleza...
Estos conceptos corresponden a los mtodos con los que los psicoanalistas han
abordado y analizado tradicionalmente la vida mental. Se conocen respectivamente
como el punto de vista topogrfico, el dinmico, el econmico y el gentico.
De la misma manera que Newton vea el espacio absoluto euclidiano como la
morfologa dentro de la cual los objetos materiales se desarrollaban y localizaban,
Freud estableca el espacio psicolgico como la morfologa de las estructuras del
aparato mental. Las estructuras psicolgicas en las que Freud bas su teora de
la personalidad humana [...] se conciben como una suerte de objetos internos,
localizados y desarrollados dentro del espacio psicolgico. Por tanto, en todo el
sistema freudiano hay una gran cantidad de metforas referentes al espacio, como
la psicopatologa de lo profundo, el inconsciente profundo [...] lo que refleja
el ideal clsico de la objetividad cientfica y tambin la concepcin espacial y mecanicista de la mente (Capra, 1992, p. 204).
83
Ahora bien, el psicoanlisis, y la psicologa comportamental, se ven fuertemente influidos por el determinismo de la fsica newtoniana: Tanto en la
fsica newtoniana como en el psicoanlisis, la visin mecanicista de la realidad
implica un riguroso determinismo. Cada fenmeno psicolgico tiene una causa
determinada y provoca un efecto determinado... (Capra, 1992, p. 207). Esto
significa que ambos enfoques psicolgicos compartieron en su origen el mismo
Zeitgeist cientfico, lo que no necesariamente signific que se alinearan en el desarrollo de su programa terico, investigativo y clnico-teraputico, pues existen
serias diferencias en la nocin de sujeto, de realidad, en la comprensin de lo
psicopatolgico y en los propsitos teraputicos. De hecho, el psicoanlisis no
hizo tanto nfasis en la adaptacin ni la coloc como meta como s lo hizo la
psicologa comportamental, por citar solo un ejemplo.
Kriz (1982) y Capra (1992) sealan otros indicadores de esta relacin entre el
modelo newtoniano-cartesiano y el psicoanlisis en lo referente a la nominacin
de los conceptos, a los trminos. El uso de conceptos como pulsin y libido
se origina por analoga con la fsica (fuerza y energa). Tambin encontramos
aparato psquico, funcionamiento, flujo y represin, sublimacin (de
84
energa), los cuales muestran la subordinacin al modelo mecanicista, en particular a la fsica termodinmica. Esta subordinacin no solo ha tenido alcances
tericos sino tambin epistemolgicos y tcnicos.
Para finalizar, queremos resaltar una vez ms a propsito del modelo de fsica
que hemos caracterizado en general como asociado al psicoanlisis de cuo freudiano, que es posible que esta asociacin entre fsica newtoniana y psicoanlisis
sea perfectamente vlida para su primeros desarrollos, pero no necesariamente
para los posteriores. Pensemos, por ejemplo en los desarrollos de Lacan bajo la
influencia estructuralista y postestructuralista, lingstica, de la teora de conjuntos, del lgebra y de la topologa que dan lugar a conceptualizaciones como
el tiempo lgico (ver, comprender, concluir), de aproximacin infinitesimal5
en cada sesin y en el anlisis como conjunto (serie de series, manipulacin de
cantidades pequeas de sentido, rectificaciones infinitesimales, sistemas que
incluyen sistemas holones [?], etc.), la aproximacin no radial sino en espiral6
y cclica al ncleo del trauma y su nocin no profunda sino superficial, en la
superficie del lenguaje, de lo inconsciente como un acontecimiento paradjico,
entre muchas otras. Esto permitira preguntarnos: podramos acaso pensar en
una aproximacin del psicoanlisis ms reciente a los presupuestos de la fsica
cuntica relativista?
85
Tanto para Freud como para sus antecesores filosficos, con los que encuentra
cierta filiacin, el ser humano es de naturaleza intrnsecamente pulsional:
Para Freud, el soporte de la actividad psquica inconsciente es de naturaleza
pulsional. La pulsin es, en efecto, un empuje psquico que tiene su fuente en
el cuerpo y cuyo fin es la satisfaccin o supresin del estado de excitacin por
medio de un objeto (Jaccard, 1984, p. 82). Ahora, recordemos con Freud
que pulsin es un concepto lmite, bisagra entre lo corporal y lo psquico, cuya
meta es la satisfaccin derivada de la descarga, pero esta satisfaccin no puede
ser homologada al placer; todo lo contrario, la pulsin no discrimina entre la
descarga derivada del placer y la derivada del displacer o sufrimiento (del goce
en plus, dir Lacan). Este es tambin el descubrimiento freudiano en Mas all
86
del principio del placer (1920) sobre la naturaleza humana: el hombre no solo
est motivado, impulsado por la consecucin del placer, sino que al buscar huir
del dolor y en procura de la satisfaccin inmediata e ilimitada se estrella con el
displacer, con el sufrimiento; para huir del dolor se reencuentra repetitivamente
con el sufrimiento, en una lgica de repeticin que es propia del inconsciente
y que se erige como castigo para el sujeto. De otro lado, es importante recordar
tambin que la pulsin es por definicin auto-ertica, esto es, que la satisfaccin
que busca la pulsin es de naturaleza narcisista; el goce del encuentro sexual
y el amor como la fuerza que motiva la accin es la satisfaccin de s mismo,
sobre el propio cuerpo, en la que el otro es reconocido solo en la medida que
es til a mis propsitos narcisistas, que me provee goce.
Vale la pena tambin recordar que con los desarrollos lacanianos la pulsin
cobrar otro estatuto, pues para Lacan la nocin de inconsciente reelaborada
a partir de la lingstica estructuralista le permitir considerar que el inconsciente est constituido por significantes ligados a la pulsin, que son los que
imponen una lgica de repeticin; as, la pulsin vira de su estatuto biolgico
a su estatuto lingstico, y en ese sentido ms psquico. Ello implica en trminos
de la nocin de ser humano, que se trata de un sujeto del lenguaje, de un individuo sujetado por el lenguaje a la cultura y a la condicin humana, que es
el que determina la repeticin como castigo, y el goce concepto paradjico:
satisfaccin/displacer, es para Lacan goce de (por) el significante.
En el mismo sentido, respecto de la naturaleza del ser humano que se deduce
de la teora psicoanaltica Kriz (1985) afirma:
El ncleo de nuestro ser, dice Freud, es el Ello, al que le interesa satisfacer de la
manera ms perentoria sus necesidades, que trae constitucionalmente desde el
nacimiento. Freud llama pulsiones a las fuerzas supuestas tras las tensiones de
necesidad del Ello; en ltima instancia, extraen su energa de fuentes de naturaleza
fisiolgica. Es cierto que se pueden distinguir muy variadas pulsiones, pero todas
se reconducen a dos pulsiones fundamentales. Eros (que se define tambin como
pulsin de amor o pulsin de auto conservacin) corporiza el principio del placer
y sirve tambin para la reproduccin [...] La otra, Tnatos (o pulsin de muerte
o destruccin), persigue en cambio la meta de disolver conexiones y de este modo
destruir las cosas (p. 58).
Estas im-pulsiones vitales del ser humano (impulsos inconscientes del Ello) se
contraponen a lo que la sociedad impone como normas o reglas sociales (reglas
que se articulan en el Supery). Ese choque produce en el ser humano una
tensin y un conflicto, el cual el Yo debe resolver si quiere vivir inserto en la
cultura. Este conflicto entre esas fuerzas antagnicas (lo pulsional y lo social)
tiene efectos cuando no de angustia si de un cierto malestar en la cultura
87
(Freud, 1926), un malestar que expresa la divisin subjetiva a travs del sntoma. As, divisin subjetiva inconsciente, sntoma y angustia son inherentes a
la condicin humana para el psicoanlisis. El ser humano es en general un ser
inconsciente, ignorante de la verdad de su historia y del deseo que lo anima, un
ser angustiado por un excesivo temor a la castracin, por estar estorbado por el
falo (que teme perder), que vive en conflicto con la cultura a la cual resiente
como opresora y generadora de su malestar; conflicto generalmente inconsciente, y que se manifiesta a travs de sus diferentes formaciones sintomticas.
El sujeto, el ser humano del psicoanlisis, pende de dos hilos: de un lado, la
pulsin inconsciente, y de otro, el orden simblico de la cultura en clave de
lenguaje (Braunstein, 1980).
El hecho de ser bsicamente pulsionales indica tambin que el ser humano en
su naturaleza por principio tiende a no ser social:
El hombre es un ser que se diferencia de los animales por muchas cosas, entre otras
muy importantes, porque es un ser que no es naturalmente social. Es decir, que
para estar en sociedad tiene que estar comprimido por una serie de condiciones
que no son dadas por la naturaleza, como el lenguaje, por ejemplo, y que no se
heredan, que necesitan ser aprendidas, que no son instintivas, como las normas
de parentesco, el noviazgo y los tabes, que son normas en las cuales al hombre se
le obliga a ingresar, que no son naturales en l y que no lleva instintivamente [...]
Pues bien, ese carcter antifsico, como deca Marx, o esa contradiccin entre la
naturaleza y la cultura de que hablan hoy los antroplogos, es un rasgo esencial del
ser humano... es una contradiccin entre la naturaleza, lo orgnico, lo biolgico y
lo social, lo uno normativo, lo otro fisiolgico. Ambos marcan profundamente lo
que somos y nos marcan todo lo que hacemos (Zuleta, 1985, p. 23).
88
89
hecho lo que se espera de su eficacia clnica: que no porque no sea una terapia
adaptacionista como algunas otras no est interesado en el bienestar humano
posible, potencial, ni cree que el amor no sea una salida al malestar en la cultura
mucho mejor que la guerra, y que su visin ms que fatalista es un realismo que
reconoce que es difcil de aceptar porque choca contra los ideales de la cultura
en relacin con la felicidad y bienestar absolutos, pero prcticamente inexistentes, pues Freud mismo reconoce que no hay felicidad total como lo dice su
amigo al referirse al sentimiento ocenico, citado en El malestar en la cultura,
pues l no ha visto en consulta a nadie as, lo que no significa que no exista,
solo que l no lo ha visto, pero s hay felicidad posible e incluso es un deber
tico procurarla pero eso nadie lo lee con detalle y los psicoanalistas tampoco
han sabido salir al paso y subrayarlo, y un gran etctera de malentendidos que
hacen refrendar injusta y constantemente el fatalismo psicoanaltico respecto
del ser humano. A este ltimo respecto y en contraste con el epgrafe de este
captulo es pertinente esta cita de Freud (1926):
No, yo no soy un pesimista. No permito que ninguna reflexin filosfica arruine mi
disfrute de las cosas simples de la vida [...] No me haga parecer un pesimista, yo no
tengo desprecio por el mundo. Expresar desdn por el mundo es slo otra manera
de cortejarlo, de ganar audiencia y los aplausos. No, yo no soy un pesimista, o
al menos no mientras tenga a mis hijos, mi esposa y mis flores! No soy infeliz, al
menos no ms infeliz que los otros.
Por su parte Lacan (1974,) de manera similar, dice respecto de la crtica como
pesimista:
Que soy un pesimista? No, eso no es cierto, no me clasifico ni entre los alarmistas
ni entre los angustiados. Sera muy infeliz el psicoanalista que no supere el estadio
de la angustia
En igual sentido, vale la pena anotar que en esta obra, como se indic al inicio,
se trabajan los fundamentos de cada modelo psicolgico, mas tambin hay que
reconocer que en sus desarrollos posteriores ha habido iniciativas que en el caso
del psicoanlisis, no slo con la psicologa con orientacin psicoanaltica, son de
consulta; o como dice Lacan, el goce mstico, goce Otro propio de lo femenino, es una
experiencia de la que se puede hablar sin autentificarla. Quizs el problema est en el mtodo, en que el mtodo ha subordinado la teora. El desafo para el psicoanlisis es, entonces, reconciliar la dimensin de potencialidad y realizacin humana que se da en clave de
sublimacin, como ya muchos psicoanalistas lo han dicho, entre esos Jung, y por ello no es
gratuitamente un ave precursora de lo transpersonal (Almendro, 1992), y de amor como
hacerlo pblicamente. A quienes estn interesados en una referencia amplia respecto de la
lectura psicoanaltica de lo religioso los invitamos a conocer las memorias del conversatorio
sobre Las relaciones entre psicoanlisis y religin, de Calle, Orejuela y Valderrama (2011).
90
mucho valor e inters en tanto que aportan otras perspectivas respecto del ser
humano, tales como el trabajo de C. G. Jung, W. Reich, E. Fromm, por ejemplo,
quienes toman distancia de varias de las premisas bsicas de la concepcin original de ser humano planteada por el psicoanlisis netamente freudiano, y en este
punto se encuentran elaboraciones que Carl Jung hizo acerca del ser humano,
con nociones como los arquetipos, la sombra, el s mismo, la individuacin, el
aspecto numinoso de la naturaleza humana contenida en esa misma nocin,
como fenmenos transpersonales, entre otros desarrollos importantes.8
Objeto de estudio
Si la psicologa comportamental se caracteriza por tener como objeto de estudio
el comportamiento, el psicoanlisis de modo genrico (mas no exclusivo) se
encarga del estudio del inconsciente, ms exactamente de sus formas de manifestarse las fragmentaciones del inconsciente a saber: el lapsus, el acto fallido,
el chiste, el sueo, el acting out y el pasaje al acto, etc.:
Freud supuso una entrada en el mundo de las sombras que no pueden ser verificadas empricamente como se pretende por la fisiologa, y por ello abre la puerta a lo
desconocido y profundo en el hombre. Sin embargo, participaba de una concepcin
racionalista y materialista de la vida (Almendro, 1994, p. 35).
91
nuestra vida de los cuales no se preocupa nuestra conciencia, pero que no por eso
han desaparecido. Por ejemplo, tenemos una gran cantidad de recuerdos de nuestra
infancia, de nuestra juventud en los cuales no pensamos continuamente pero que
tampoco hemos olvidado [...] Todo aquello de lo que no se ocupa nuestra conciencia
actual pero es disponible para nosotros no es inconsciente, es preconsciente. Es
importante hacer esta distincin para lograr por lo menos negativamente empezar
a dibujar la figura del inconsciente en el sentido primordial. El inconsciente en
realidad no es disponible, no es aquello a lo que podemos regresar cuando queremos.
El inconsciente es aquello que est vivo y operante en nosotros; sin embargo no
es accesible a nuestra conciencia; es aquello que resulta incompatible con nuestro
Yo (Zuleta, 1985, p. 33).
92
... una pequea novela en edicin de bolsillo que uno lleva siempre encima y que
puede abrir en cualquier lugar sin que nadie lo advierta [...] puede ocurrir que esta
fbula interior se vuelva omnipresente [...]el fantasma es un recuerdo olvidado,
que sin llegar al plano de la conciencia, permanece activo [...] es la figuracin
plstica de un deseo inconsciente, como un alivio sustituto del deseo, el fantasma
es una escena inconsciente (p. 12).
Tenemos, pues, con Lacan que el inconsciente est constituido de significantes ligados a la pulsin, y en ese sentido la nocin de inconsciente que tiene
se distancia de la nocin de inconsciente-pulsin de caracterstica ms bien
biolgica, instintual que plantea Freud. Para Lacan el inconsciente no es instintual y primordial sino lingstico, y resume esta idea en la clebre formula
el inconsciente est estructurado como un lenguaje, es decir, que el inconsciente
es captado solo cuando se articula al pasar a palabras, y en ese mismo sentido
no es interior sino transindividual.
De otro lado, Jung tambin proveer por su parte una nocin de inconsciente
ms amplia que la propuesta por Freud, que va a desexualizar y ampliar planteando las nociones originales centrales: inconsciente colectivo y arquetipo,
aspecto en el que coincide con Lacan, pues lo saca de la pura determinacin
sexual (aunque no la excluye) y lo coloca en la dimensin transindividual pero
en otro sentido, pues para Jung hay contenidos psquicos inconscientes en el
individuo que no pueden remitirse a sus experiencias biogrficas, ni la infancia
es la edad determinante. All habla por primera vez de un inconsciente suprapersonal o impersonal, colectivo. El resultado de esa propuesta es su expulsin
del psicoanlisis. En la constitucin de su psicologa analtica, Jung empieza con
un esbozo de topografa psquica, La estructura de lo inconsciente (7, 4), que
vio la luz en 1916 y que sera ampliado una dcada despus con el ttulo Las
relaciones entre el Yo y lo Inconsciente (7, 2), y un texto ms elaborado, Sobre lo
inconsciente (10, 1), publicado en 1918, al que sigue un ao despus Instinto e
Inconsciente (8, 6), donde aparece por primera vez el trmino arquetipo (Citado
por Galn E., 2007, p. 2).
Ms adelante Jung dir ms precisamente sobre el arquetipo: Un inconsciente
transpersonal que revela la existencia de una psique objetiva expresada mediante fantasas mitolgicas que funcionan como categoras kantianas (10, 13).
Para l el arquetipo alude a figuras primordiales que constituyen la historia de
la totalidad de la cultura humana, que son inconscientes pero son actualizados
por los individuos sin saberlo. Los arquetipos son ncleos de accin psquica,
entendidos como smbolos primordiales y no como instancias:
Lo inconsciente aparece como una consciencia mltiple, pues mltiples son los
arquetipos, tantos como experiencias tpicas humanas. Su ms clara objetivacin se
93
Nos parece importante resaltar con esto que no existe en psicoanlisis una sola
comprensin y definicin de lo inconsciente y que otros desarrollos despus de
Freud, sin desconocer su aporte invaluable, y partiendo de l han permitido
ampliar su definicin y darle otra trascendencia. Hemos tomado las nociones
freudiana, lacaniana y jungiana por ser las ms representativas, y en particular
la jungiana porque es la que se aproxima como antecedente a la comprensin
de lo transpersonal, tal como el mismo Jung lo nombr y que ser discutido
ms adelante.
Ahora bien, el inconsciente es una construccin terica, un objeto construido,
un constructo y en tal sentido no puede ser aprehendido directamente. De hecho es al revs. El inconsciente es una derivacin por abstraccin de los datos
venidos de la clnica (objeto percibido). As, puede decirse que el verdadero
objeto del psicoanlisis no es tanto el inconsciente puro como sus formaciones,
las formaciones del inconsciente:
Este dispositivo tcnico constituye el campo ideal para que brote un tipo particular
de discurso en el analizante detrs del cual pueden detectarse, mediante cierto
tipo de trabajo terico, esos objetos de conocimiento del psicoanlisis que son las
formaciones del inconsciente (Braunstein, 1974, p. 50). Las formaciones del
inconsciente son los fenmenos en los cuales las leyes del inconsciente (condensacin
y desplazamiento) se pueden ver con mayor claridad: el chiste, el sueo, el sntoma
y el lapsus (Evans, D., 1997. p. 98).
Finalmente, bien sea que estemos hablando del psicoanlisis de Freud, Jung o
Lacan, hay un sustrato comn en ellos y es la nocin de inconsciente, el equivalente en la clnica a la nocin de transferencia como concepto-experiencia
central, a partir del cual los diversos desarrollos tericos del movimiento
psicoanaltico desprenden otros intereses y focos de estudio. Si bien, el psicoanlisis es una teora de lo inconsciente y un mtodo de investigacin de las
formaciones de este, adems de una tcnica, debemos recordar la vocacin y
el compromiso humanista del psicoanlisis con la reduccin del sufrimiento
94
Psicognesis
Teniendo en cuenta que para el psicoanlisis la definicin de lo que es lo psicolgico en el ser humano se ampara bsicamente en el inconsciente, entonces
todas las explicaciones acerca de lo que el sujeto es, hace o deja de hacer, estarn
referidas a esta fuente original.
En su inters de buscar el origen de las manifestaciones del psiquismo el psicoanlisis acude a los contenidos del inconsciente:
En primer lugar, Freud es el creador de una concepcin que podemos denominar
como l la llam: el determinismo psquico. Plantea este que todos los actos
humanos, tanto los actos importantes conscientemente realizados, como los
actos ms insignificantes [...] estn estrictamente determinados por una causa
que es posible hallar y que los explica (Jaccard, 1986, p. 10).
En el caso del psicoanlisis en particular, vemos cmo el mismo objeto de estudio (el inconsciente y ms precisamente sus formaciones o manifestaciones),
se determina a s mismo y es a su vez la causa (psicognesis) de todo lo que el
sujeto es.
Siendo el Ello la instancia ms primitiva del ser humano, es importante para
esta teora la referencia biogrfica, la bsqueda de causas; es decir, todos los
recuerdos, los olvidos, la historia de las relaciones con otras personas comenzando por las relaciones originarias con la madre y el padre y en general con todas
las figuras que hayan tenido significado particular para cada sujeto. Las cuales
en su conjunto por lo que vivieron, pero sobre todo por los acontecimientos
relativos a ellas que no lograron ser integrados simblicamente, articulados por
la palabra y que fueron objeto de represin, determinan al sujeto. Es decir, en
el psicoanlisis hay determinismo de lo simblico, del lenguaje y de lo social,
del lazo social como forma del discurso inconscientemente introyectado, como
base explicativa de lo psicolgico, de la psicognesis.
95
Mtodo
Siendo el psicoanlisis una corriente que investiga lo interno en el ser humano manifestado a travs de las formaciones del inconsciente, ha necesitado
adoptar mtodos consecuentes con sus planteamientos. En lgica de P. Bourdieu (1966), el mtodo sigue la objeto. En este sentido el mtodo clnico ha
sido paradigmticamente usado en el desarrollo del programa de investigacin
terica y tcnica del psicoanlisis, as como el experimental es paradigmtico
en la psicologa experimental. El mtodo clnico fue desde los inicios del psicoanlisis usado por Freud como dispositivo para desarrollar el psicoanlisis como
mtodo y como tcnica, y los famosos historiales clnicos como Ana O, Isabel R,
el hombre de los lobos y el de las ratas, as como el caso Juanito son prueba de
ello. Quizs por ser Freud un mdico acudi al mtodo clnico, aunque se debe
aclarar que en la actualidad existe una clara diferencia entre la clnica mdica
psiquitrica del ver-decir y la clnica psicoanaltica, la clnica de la singularidad,
del caso por caso.
Tenemos, pues, que como marco instrumental general y como diseo de investigacin especfico el psicoanlisis ha recurrido al mtodo clnico y al estudio
de caso (caso=acaecer, lo que acontece):
Efectivamente, lo que caracteriza al mtodo clnico es el estudio en profundidad y
en extensin de un caso. El caso clnico explorado en todas sus variables evoca una
situacin inversa a la del mtodo experimental [...] lo clnico refiere originalmente
al estudio detallado (hecho por el mdico) de un paciente que yace en su lecho
(clinos=lecho): forma de aludir al enfermo concreto por oposicin a la enfermedad como patologa abstracta [...] lo que siempre se mantuvo fue la referencia al
carcter singular del objeto estudiado en cada caso (Braunstein, 1974, p. 147).
Ahora bien, en trminos del mtodo entendido como los procesos de razonamiento que guan la investigacin y permiten exponer rigurosamente los resultados garantizando la validez cientfica de los conocimientos acuados lgica
de la prueba epistemolgica (DBruyne et l., 1974), el psicoanlisis presenta
una aparente ambivalencia, pues en principio podra pensarse que, en tanto el
papel del analista es el de interpretar el relato de su analizado y en esta relacin
plantearse hiptesis empleando una estrategia hipottico-deductiva que va de lo
terico a lo factual, el psicoanlisis participa de la lgica hipottico deductiva y
se apoya en ella; pero si bien esto es relativamente cierto no es toda la verdad,
96
pues en el psicoanlisis el caso no se reduce a una mera aplicacin de generalidades preexistentes. Queda as planteada la cuestin misma del conocimiento
de lo singular (Braunstein, 1974, p. 147). Ms bien se tendr que decir que el
mtodo en el que se apoya el psicoanlisis, y lo hemos discutido ampliamente
atrs, es la dialctica. El mtodo dialctico es propio del psicoanlisis. La definicin recproca de pares opuestos que imprimen una dinmica en el eje del
tiempo (tesis-anttesis- sntesis-tesis) en una serie infinita ha sido caracterstica del desarrollo del psicoanlisis desde Freud hasta Lacan, pasando por Jung.
La preocupacin por los pares de oposiciones principio de realidad-principio
del placer, Ello-Supery, pasado-presente, singular-universal, deseo-demanda,
nima-nimus, ego-sombra, inconsciente personal-inconsciente colectivo y
un gran etctera es prueba de ello. La dialectizacin del discurso por va de
la interpretacin del analista para que el sujeto del inconsciente emerja en el
analizante ah donde no se lo busca confirman este aserto.
Ahora bien, atrs dijimos que el mtodo clnico es el estudio en profundidad
de un caso en su singularidad. Pero, qu es la singularidad? Respondemos con
Lacan (1953):
Evocar rpidamente la experiencia germinal de Freud alrededor de la nocin que la
reconstitucin completa de la historia del sujeto es el elemento esencial, constitutivo,
estructural, del progreso analtico [...] ste es el punto de partida de Freud. Para
l siempre se trata de la aprehensin de un caso singular. En ello radica el valor de
cada uno de sus cinco grandes psicoanlisis, ellos lo demuestran. El progreso de
Freud, su descubrimiento, est en su manera de estudiar un caso en su singularidad.
Qu quiere decir estudiarlo en su singularidad? Quiere decir que esencialmente,
para l (Freud), el inters, la esencia, el fundamento, la dimensin propia del
anlisis es la reintegracin por parte del sujeto de su historia hasta sus ltimos
lmites sensibles, es decir, hasta una dimensin que supera ampliamente los lmites
individuales [...]Acaso es ste un acento colocado sobre el pasado tal como, en una
primera aproximacin, podra parecer? Les mostr que no era tan simple. La historia
no es el pasado. La historia es el pasado historizado en el presente; historizado en
el presente porque ha sido vivido en el pasado (p. 6) (el subrayado es nuestro).
Acaso esto nos dar pie para decir una vez ms, como ya lo sealamos al iniciar,
que Lacan y Jung comparten una visin transindividual del inconsciente, que
hay en Lacan una apuesta posible, sin saberlo o decirlo explcitamente, por algo
que atae a la naturaleza de lo transpersonal, por esa posibilidad de estar ms
all del drama personal inhibitorio de la potencialidad y realizacin humana, de
una relacin sublimatoria y fecunda con el conjunto de la existencia? Dejamos
abierta esta pregunta, no sin recordar como lo dice Manuel Almendro en el
prlogo de este libro, que Lacan se sinti seducido por el budismo zen; de hecho,
en la apertura del seminario 1 hace alusin explcita a un maestro zen para
97
Psicologa humanista
San Francisco de Ass estara seguramente en un manicomio. Hablando a los
rboles, dicindole al almendro: Cmo ests, hermano? Si estuviera aqu, ya
lo habran encerrado. Hermano, cuntame sobre Dios, le deca al almendro. Y
no slo esto, escuchaba la cancin que el almendro le cantaba. Loco! Necesita
tratamiento!
l le habla al ro y al pez, y dice que el pez le responde. Habla con las piedras y las
rocas; se necesita alguna otra prueba de su locura? Est loco. Pero, no te gustara
ser un loco como San Francisco de Ass? Pinsalo; la capacidad de escuchar cantar
al almendro y el corazn que puede hablar con las piedras; el corazn que ve a
Dios en todas partes, por todo, en todas las formas... debe de ser un corazn de
profundo amor; el profundo amor te revela ese misterio. Pero para la mente lgica,
por supuesto, todo esto son tonteras.
Para m stas son las nicas cosas significativas. Vulvete loco, si puedes; vulvete
loco del corazn (Osho Neo Tarot).
ANEXOS
Anexos
207
Psicoanlisis
Contexto
histrico social
1940.
Surge en Europa
Occidental
Capitalismo y
elitismo burgus
Debate entre
racionalismo y
empirismo.
Viena: Contexto
cultural rico, elitista.
Nocin de ciencia
positiva, con
el debate del
racionalismo.
Nazismo.
Morfologa
del discurso
Materialismo
Histrico (Marx).
Estructuralismo.
Evolucionismo.
Racionalismo.
Existencialismo ateo.
Objeto de estudio
El inconsciente
como un saber no
sabido por el sujeto
y estructurado como
un lenguaje.
Ms exactamente
las formaciones del
inconsciente: chiste,
lapsus, actos fallidos,
sueos, etc.
Contexto disciplinar
Concepcin de realidad
Antecedentes en la filosofa:
Racionalismo, existencialismo
de Nietzsche, Schopenhauer.
Influencia de Darwin:
Seleccin natural, evolucin.
Antecedentes Mesmerismo.
Estudios sobre la hipnosis.
Charcot, Braid, Mesmer.
Freud, fundador.
Posterior: Adler, Jung, Lacan,
otros.
Psicognesis
Determinismo inconsciente.
Concepcin
de ser humano
Naturaleza pulsional,
instintiva (Eros/Tnatos).
Sujeto de lo inconsciente.
Constreido por la
cultura y el lenguaje.
Dividido subjetivamente
entre la demanda de
la cultura y el deseo
inconsciente.
Mtodo
Dialctica.
Mtodo clnico.
Estudio de caso.