Revista Juridica 59
Revista Juridica 59
Revista Juridica 59
Comit Editorial:
Pablo Campos Muoz
Coordinador
Karen Guzmn Valenzuela
Sandra Luco Castro
Ricardo Mestre Araneda
Antonio Segovia Arancibia
Colaboradores:
Andrea Gonzlez Leiva
David Opazo Meneses
Soledad Poblete Moya
La Revista Jurdica del Ministerio Pblico (ISSN N0718-6479) es una publicacin de la Fiscala Nacional de la Institucin, continuadora del Boletn del Ministerio Pblico, cuyo primer
nmero fue publicado en mayo de 2001. Durante su primer ao de publicacin, fue editado
mensualmente. Durante el ao 2002 lo fue cada dos meses y, en el 2003, el incremento del
material de difusin generado por la Reforma, forz su edicin trimestral, para fortalecer la
recopilacin y seleccin del material a publicar. Contiene 1.- Jurisprudencia; 2.- Comentarios de
Jurisprudencia (artculos en que autores pertenecientes al Ministerio Pblico o externos analizan
aspectos doctrinarios interesantes de fallos correspondientes al nuevo procedimiento penal) y
3.- Artculos e Informes de autores pertenecientes al Ministerio Pblico o externos que analizan
diversos temas de derecho, principalmente derecho penal y procesal penal, o se informa sobre
distintos aspectos relativos a la reforma procesal penal.
Toda solicitud de canje o donacin de la Revista debe dirigirse a la Biblioteca de la Fiscala Nacional.
Direccin: General Mackenna 1369, 2 piso, Santiago, Chile.
E-mail: [email protected]
Telfono: (56-2) 2965 9693
Las sentencias publicadas en esta Revista, se encuentran diagramadas de acuerdo al estilo de edicin de
la misma y sus textos son la transcripcin de los originales, salvo cuando involucran a menores de edad,
a vctimas de delitos de ndole sexual o violencia intrafamiliar, o testigos cuya identidad no debe ser
difundida, casos en el cuales los nombres de las vctimas y/o testigos y parientes, son reemplazados por
sus iniciales para resguardar su identidad.
Las expresiones contenidas en los artculos publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y
no representan, necesariamente, la opinin del Ministerio Pblico.
El Ministerio Pblico autoriza la reproduccin del contenido de esta publicacin, siempre y cuando se
cite al autor, el nmero y ao de la publicacin y no se utilice para fines comerciales.
NDICE
PRLOGO
I. MATERIAS DE INTERS GENERAL
Fallos
Recursos de nulidad rechazados. Presuncin de la responsabilidad penal.
Principio de congruencia. Concurso de delitos culposos
Corte Suprema
11
81
103
127
137
Fallos
Recurso de nulidad rechazado. Trfico ilcito de pequeas cantidades de droga.
Actuaciones posteriores al cierre de la investigacin. Necesidad de determinacin
de la pureza de la droga
149
Corte Suprema
Recursos de nulidad rechazados. Preparacin del recurso. Obligacin de
registro de las actuaciones. Calificacin jurdica: consumo o trfico de
pequeas cantidades de droga
Corte Suprema
159
173
187
205
Sentencia Comentada
Comentario a sentencias dictadas en caso Alfa por delitos concursales,
infraccin al mercado de valores y obtencin fraudulenta de crdito
Alejandro Moreira Dueas
223
243
PRLOGO
Fallos
real, debido a la pluralidad de resultados lesivos producidos. Este criterio es rechazable, ya que no se encuentra establecido en la causa que los acusados hayan incurrido
en quince conductas culposas distintas y separadas una de otra, con los resultados ya
conocidos. En sentencia de 23.06.1988, la Corte Suprema resolvi, en un caso de
hecho culposo singular con resultado mltiple, que la pena debe regularse de conformidad con el artculo 75 del Cdigo Penal; en el fallo del mismo tribunal, de
27.08.1990, se estableci que Por tratarse de una conducta culposa que origina tres
cuasi delitos uno de homicidio y dos de lesiones se da el concurso de delitos prescrito
en el artculo 75 del Cdigo Penal, debiendo aplicarse la sancin asignada al delito
ms grave y rebajarla de acuerdo a las atenuantes que concurren. En consecuencia,
los sentenciadores incurrieron en error de derecho al recurrir al concurso material de
delitos culposos para determinar la penalidad concreta aplicable a los enjuiciados,
la que, segn lo argumentado precedentemente, debi ajustarse a lo ordenado por el
artculo 75 del Cdigo Penal.
Texto Completo:
Fallos
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que por los recursos
deducidos por las defensas de los tres
acusados, Ortigosa, Baeza y Parra, se
invoc como causal principal la del
artculo 373 letra a) del Cdigo Procesal Penal, denuncindose infraccin al artculo 19 N3 inciso 6 de
13
Fallos
Fallos
Fallos
CUARTO: Que, como tercera causal subsidiaria, las defensas esgrimieron una vez ms la del artculo 373
letra a) del Cdigo Procesal Penal,
denunciando infraccin al derecho
a ser odo, garanta reconocida en
los artculos 8.1 de la Convencin
Americana de Derechos Humanos y
19 N3 inciso 5 de la Constitucin
Poltica. Explican los defensores que
el tribunal si bien reconoce algunos
de los aspectos medulares vertidos por esa parte en sus alegatos de
apertura y clausura, no se hace cargo
de ellos, no los considera ni evala.
Fallos
Explican sobre este punto las defensas, que la Juez Presidente del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de
17
Fallos
4) Adems, se agreg contrariamente a ello, no adoptaron las medidas que una obra de esta naturaleza
requera, con lo cual infringieron los
artculos 1.1.2; 1.2.2; 3.3.9; 5.1.6
letras g) y h); 5.1.17; 1.2.9 que no
forman parte de la acusacin.
SPTIMO: Que, como sexta causal
subsidiaria, las defensas adujeron la
del artculo 374 letra e) del Cdigo
Procesal Penal, en relacin a los artculos 342 letra c) y 297 del mismo
cuerpo normativo, alegando falta
de fundamentos en la sentencia, en
relacin con los siguientes puntos:
1) En el considerando 11 se tuvo
por acreditado que hubo insuficiencias constructivas relacionadas con la
inexistencia de una inspeccin tcnica de obra, lo que estara probado
segn los jueces- con los dichos del
perito Eduardo Sanhueza, quien se
refiere a lo manifestado por otros
testigos, que ni siquiera cita.
Fallos
Fallos
artculo 373 letra b) del Cdigo Procesal Penal, denunciando que por
tratarse de un solo hecho con pluralidad de resultados, debi hacerse
aplicacin del artculo 75 del Cdigo
Penal, que ordena imponer la pena
mayor asignada al delito ms grave,
que es en este caso el cuasidelito de
homicidio o de lesiones graves gravsimas, que tiene asignada pena
de reclusin menor en sus grados
mnimo a medio. La pena mayor
es entonces reclusin menor en su
grado medio y dado que no concurren en la especie circunstancias
agravantes y favoreciendo una atenuante a todos los acusados, corresponde aplicarles el mnimo de la
pena: 541 a 818 das de reclusin
menor en su grado medio, de modo
que los 3 aos que le fueron impuestos, resultan improcedentes.
I. Registros de audio.
A: En cuanto a la primera causal
subsidiaria: Pista 1000227267-41094-130903, pista 00-05, desde el
minuto 07:11 al 09:09.
Fallos
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Fallos
En consecuencia, no se trata en el
caso, de la incorporacin ilegtima de
un medio de prueba o de la ponderacin de una prueba no incorporada
legalmente, sino que de la discrepancia sobre la valoracin misma que se
asign al documento concreto; por
lo que este rubro ser desestimado.
Fallos
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Fallos
Fallos
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Huequn y la Sociedad Constructora SOCOVIL Ltda., duea y ejecutora del proyecto respectivamente,
estos debieron haberlo ejecutado con
estricto apego a la legalidad vigente y
con los debidos controles que garantizaran su correcta ejecucin, siendo
su deficiente gestin y decisiones
imprudentes las que permitieron
confluyeran los errores y deficiencias sealadas precedentemente.
De esta manera los imputados, en
quienes recaa el mando y poder de
decisin en la direccin del proyecto
en cuestin, lo organizaron y gestionaron de manera negligente y con
infraccin de reglamentos, segn se
ha descrito, imposibilitando de esta
manera que los controles y resguardos que deban aplicarse en esta obra
hubiesen operado, como se dijo: a)
no consultando un tercer estudio de
mecnica de suelo; b) no sometiendo los cambios estructurales del
proyecto de clculo nuevamente a la
revisin del revisor y la Municipalidad, ; c) no disponiendo una inspeccin tcnica externa de la obra,...;
d) contratando a un director y jefe
de obra sin experiencia ni las capacidades que el proyecto ameritaba
Como se aprecia, el tribunal se circunscribi al hecho imputado y adems, a la descripcin de los mismos
preceptos, a los que incorpor unos
nuevos, sin que en ello se advierta
la existencia de infraccin alguna al
principio de congruencia.
VIGSIMO CUARTO: Que, a
continuacin, se reclama que no fue
materia de la acusacin el hecho que
los recurrentes no hubieren respetado las especificaciones tcnicas de
arquitectura, la que en su concepto
se incorpor en el fallo para justificar
la infraccin normativa.
En general, no estructuraron ni
gestionaron el proyecto de manera
diligente, aumentando considerablemente el riesgo de errores o desperfectos en la proyeccin del edificio y
su construccin, faltando al deber de
cuidado que las normas y la naturaleza de la obra ejecutada les impona,
producindose a raz de sus actuaciones en las diversas etapas del proyecto y posterior construccin del
edificio Alto Ro, las irregularidades
Fallos
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la falla observada en los pilares coincide con las zonas de mayor reduccin de cuanta de armadura.
De lo transcrito aparece que los jueces se hicieron cargo del mecanismo
de colapso y dieron por establecida
la zona exacta donde ste se produjo, as como los elementos donde
ocurrieron las fallas estructurales
concretas que condujeron al mismo.
Luego, a fs. 236 y siguientes del fallo
incorporado a este legajo, se lee el
anlisis comparado que los jueces
hicieron de lo manifestado por los
peritos Eduardo Sanhueza, David
Silva y Fernando Yez, Marianne
Kpfer y Ren Lagos y el peritaje
del IDIEM, donde se analiz todo
lo referente a los mecanismos de
compresin y traccin y a la falla
generada en los empalmes de los ejes
11, 17 y 24, adems de la falta de
armadura de la viga y las condiciones
de lechada advertidas. Asimismo, a
fs. 243 se volvi a revisar la declaracin del perito Dechent, pero sobretodo, en el motivo undcimo, los
jueces del Tribunal Oral dedicaron
un prrafo completo a los peritajes
de las defensas, donde se analizan los
dichos de los testigos Robert Steven
Dunham, Jos Ignacio Restrepo y
Peter Dechent Anglada, expresando
el tribunal las razones por las cuales
no asign el mismo valor probatorio
a lo explicado por aqullos y por qu
prefiri los informes de los peritos
del IDIEM.
Fallos
En definitiva, los elementos probatorios han sido considerados, reducindose la protesta a la valoracin
que de ellos se ha hecho.
VIGSIMO NOVENO: Que, por
ltimo, se denunci adems, infraccin al artculo 297 del Cdigo Procesal Penal, al haberse condenado
en base a un elemento de cargo no
incorporado legalmente al juicio,
cual fue, el documento denominado
Especificaciones Tcnicas.
Este asunto ya fue tratado con anterioridad, desde que el tribunal con la
anuencia de las partes admiti que se
hiciera lectura resumida del mismo,
39
Fallos
trmino la violacin de los artculos 143 de la Ley General de Urbanismo y Construccin y 1.3.2 N8
de la Ordenanza respectiva, que slo
exige inspeccin tcnica externa para
los edificios pblicos.
Al respecto, es necesario precisar
que la sentencia no ha establecido
que se trate de un edificio pblico y
tampoco ha exigido la presencia de
un inspector tcnico independiente,
que es lo que corresponde para un
edificio pblico segn ordena el
artculo 143 de la Ley General de
Urbanismo y Construccin, al disponer que: Durante la ejecucin
de una obra, el constructor a cargo
de ella deber velar por que en la
construccin se adopten medidas
de gestin y control de calidad para
que sta se ejecute conforme a las
normas tcnicas obligatorias, la Ley
General de Urbanismo y Construcciones y su Ordenanza General, as
como a la dems normativa aplicable a la materia, y se ajuste a los planos y especificaciones del respectivo
proyecto.
Fallos
tcnico de obra (ITO), independiente del constructor, con inscripcin en un Registro que para estos
efectos mantendr el Ministerio de
la Vivienda y Urbanismo.
Fallos
En consecuencia, no habindose
aplicado las disposiciones legales
que aducen los recurrentes, sino que
por el contrario, aqullas que calificaban correctamente, adems, las
situaciones fcticas que se tuvieron
por establecidas, este primer captulo
de infraccin de derecho debe ser
desestimado.
Fallos
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Fallos
Rol N185-14.
49
Fallos
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cin lgica deducir del material fctico la concurrencia de los componentes anmicos
del suceso delictuoso, ya que el objeto de la conviccin del tribunal es un elemento que
no trasciende y permanece reservado en todo individuo, de modo que su verificacin
requiere de una inferencia a partir de hechos conocidos.
El tribunal de los hechos debe establecerlo a partir de la forma exterior del comportamiento, debiendo consignar los hechos que acaecieron de los que derivan consecuencias, partiendo de prueba indiciaria para, mediante un anlisis lgico, vincular los
hechos acreditados que sirven de soporte con aqul no probado que se extrae de dicho
proceso intelectual.
IMPARCIALIDAD DEL TRIBUNAL: Respecto de los reclamos por supuesta
falta de imparcialidad del tribunal se seala en el considerando 20 que lo que se
plantea como falta de imparcialidad no es ms que el rechazo de las conclusiones
alcanzadas por el tribunal. Una impugnacin de tal naturaleza exige que sean postulados hechos concretos relativos a lo que se afirma, por cierto constitutivos por s
mismos de parcialidad y del todo ajenos al trabajo de valoracin de la prueba, por
cuanto la discusin de esto ltimo, como en realidad se hace en la especie, supera claramente los lmites de la nulidad que se reclama. Lo que hace el recurso en esta parte
es proponer una valoracin distinta de la prueba, lo que queda demostrado con su
propio reclamo, que sostiene conclusiones que contraran la lgica y falta de esclarecimiento de hechos que favorecieron la posicin del imputado. Tales cargos son impertinentes para esta causal, y no llegan a configurar los hechos que importan parcialidad.
EN CUANTO AL SILENCIO DEL IMPUTADO: Respecto del valor y efectos
del silencio del imputado, en el considerando 22 se declara que: es efectivo que el
que guarda silencio simplemente no dice nada y que de su silencio no cabe extraer
conclusin alguna, pues su pasividad slo puede significar expresin del ejercicio de
su derecho a obrar de tal forma, pues no tiene deber jurdico -ni moral- de colaborar
con la persecucin penal dirigida en su contra, siendo, en consecuencia, obligacin de
la Fiscala remover la presuncin de inocencia que le asiste al imputado.
Al margen de ello, que el acusado declare o no, es una decisin estratgica de la defensa,
ejercitando su derecho de manera positiva, esto es hacindose or, o de forma negativa,
guardando silencio. Sin embargo, de la lectura de la sentencia no aparece que se haya
otorgado valor al silencio del imputado pues la decisin arranca exclusivamente de la
prueba de cargo aportada por el persecutor, tanto en lo concerniente al delito como a
la participacin. La pregunta que debe hacerse en este caso es si la prueba de la parte
acusadora fue suficiente para alcanzar la conviccin condenatoria y la respuesta que
surge del fallo no es otra que la prueba incriminatoria tenida en consideracin es
la aportada por la acusadora y que no ha razonado dando valor incriminatorio al
silencio del inculpado.
Es claro que el imputado no fue sancionado por la ausencia de una explicacin en
torno a los hechos como sostiene el recurrente. La alusin que hace el tribunal sobre
este aspecto es inocua, no afecta la esencia del derecho a guardar silencio, y si bien es
52
Fallos
innecesaria, carece de trascendencia a estos efectos, porque, como ya se dijo, la conviccin condenatoria se sustenta en otros antecedentes.
PRUEBA DEL DOMINIO DEL ACTO. En relacin a las alegaciones relativas
a la autora y la prueba del dominio del acto, en el considerando 24 se indica que
la alegacin de no haberse acreditado el dominio del acto carece de sustento y debe
ser rechazada. No debe olvidarse que se trata de coautora y que ello acepta divisin
de funciones, esto es que el hecho criminal no sea ejecutado necesariamente con la
realizacin de todos los hechos por todos los concertados, porque la accin tpica que
se fracciona por las circunstancias ha de estar comprometida en el acuerdo, de suerte
que todos los agentes la desarrollen de esta manera. As, incurren en responsabilidad
penal, segn el grado de desarrollo que se alcance, motivo por el que no es aceptable
entender el dominio del acto de la manera en que acta slo una persona.
ATENUANTE DEL ARTCULO 11 N9 DEL CDIGO PENAL: Respecto
de la atenuante del artculo 11 N9, se declara en el considerando 26 que el
tribunal respeta expresamente la cosmovisin Mapuche del encausado, asentada por
los dichos del perito Jos Quidel y por el informe antropolgico introducido por la
defensa, a lo que se anex un informe social, por demandarlo as el Convenio 169
de la OIT, en relacin a lo dispuesto en el inciso segundo del artculo 5 de la Constitucin Poltica de la Repblica. Tambin los jueces admiten que tal cual postul
la defensa, el encausado cooper con la investigacin teniendo para ello presente la
informacin antropolgica suministrada, empero de un anlisis objetivo de dicha
contribucin se estim que la misma no ha sido sustancial para el esclarecimiento
de los hechos, a tal punto que parte de los mismos no han podido ser esclarecidos en
su totalidad, puesto que en ellos participaron otras personas an sin identificar. De
otra parte, en cuanto a la circunstancia de haber proporcionado su identificacin, la
misma an sin la colaboracin voluntaria del encausado pudo ser obtenida mediante
diligencias autorizadas por un Juez de Garanta, lo mismo respecto del examen de
sus heridas, de manera que la colaboracin prestada slo tiene una trascendencia
marginal y no sustancial como lo requiere el legislador. (El subrayado es nuestro).
EN RELACIN A LA CALIFICACIN DE LA ATENUANTE DEL
ARTCULO 11 N6 DEL CDIGO PENAL: En lo que se refiere a la atenuante
de irreprochable conducta anterior y el reclamo de la defensa en cuanto a que no se
le tuvo por muy calificada, la Corte Suprema seala en el considerando 26 que los
informes antropolgicos no impiden desestimar la calificacin, pues no se observa
mrito que lo haga procedente, pues slo se da cuenta de que el encausado posee un
origen Mapuche, es Machi, ha vivido en una comunidad de su etnia, asistido al colegio y que pertenece a una familia extensa, es decir, actividades propias de cualquier
hombre medio inserto en la sociedad
Se agrega que de la condicin de Machi, en los sealados informes lo que se afirma
es que se trata de una suerte de don que no dice relacin con un especial mrito sino de
una condicin espiritual heredada por lnea materna por lo que no es posible considerar que el encausado tenga una conducta superior a un hombre medio; es ms, que
53
Fallos
Fallos
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que en su primer segmento, la defensa alega como causal
principal la contemplada en el artculo 373 letra b) del Cdigo Procesal
Penal, esto es la errnea aplicacin
del derecho con influencia sustancial
en lo dispositivo del fallo.
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Fallos
Por ello, solicita la nulidad del juicio y del fallo en lo que concierne
al delito por el que Crdova Trnsito fue condenado, debiendo retrotraerse el procedimiento al estado de
realizarse nueva audiencia de preparacin de juicio oral por un tribunal
no inhabilitado.
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Fallos
En lo relativo a la calificacin de la
irreprochable conducta anterior destaca el recurso que Crdova Trnsito no solo carece de anotaciones
prontuariales previas sino que en su
calidad de machi ha cumplido una
funcin de la ms alta relevancia al
interior de la comunidad mediante
actividades propias de su condicin,
Fallos
acredit que el acusado haya irrumpido en la casa habitacin, que dispar, que roci el inmueble con
diversos acelerantes e inici el fuego
mediante elementos portadores de
llama, no obstante lo cual fue condenado como autor de un delito de
incendio del artculo 474 del Cdigo
Penal, marginndose las conclusiones de la presuncin de inocencia
que le amparaba.
Finaliza solicitando que se anule el
juicio y la sentencia y se determine
el estado en que debe quedar el procedimiento y se ordene la remisin
de los antecedentes al tribunal no
inhabilitado que corresponda para la
realizacin de un nuevo juicio oral.
SPTIMO: Que la parte recurrente ofreci rendir prueba respecto
de las circunstancias fundantes de las
causales de nulidad invocadas, sin
embargo, en la audiencia del recurso,
al ser llamada a rendirla, desisti
expresamente de dicho ofrecimiento.
OCTAVO: Que en relacin a la causal principal el recurso discurre sobre
la base de una errada calificacin de
los hechos en torno a la intervencin
que se atribuye a Crdova Trnsito,
quien fue sancionado como autor,
de conformidad a lo dispuesto en el
artculo 15 N3 del Cdigo Penal.
Esta calificacin, lo mismo que el
concierto con que el acusado obr,
fue objetada por la defensa porque
no encuentra sustento en la prueba
rendida ni en los hechos demostrados; por lo que en lo petitorio insta
solo por la emisin de un fallo de
reemplazo que absuelva al acusado
de los cargos formulados.
Fallos
Fallos
Fallos
As, dice el fallo que es factible afirmar -descartando toda duda razonable- que el acusado particip en los
sucesos y obviamente, al tenerse por
cierto que el mismo hecho se cometi entre varios sujetos, es razonable
convenir que los autores estaban
de acuerdo para su ejecucin. No
se trata de meras conjeturas, como
asegura la defensa, porque todas las
acciones acreditadas son de naturaleza colectiva, consistentes en la
adopcin de precauciones comunes,
la eleccin de un lugar de acceso, el
disparo de armas y el inicio del fuego
en un punto determinado de la casa,
es decir, son tareas que difcilmente
pudieron llevarse adelante de forma
individual y sin acuerdo previo en
torno al objetivo perseguido.
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Fallos
El tribunal de los hechos debe establecerlo a partir de la forma exterior del comportamiento, debiendo
consignar los hechos que acaecieron
de los que derivan consecuencias,
partiendo de prueba indiciaria para,
mediante un anlisis lgico, vincular
los hechos acreditados que sirven de
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Fallos
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En relacin a la presuncin de inocencia, es efectivo que esta constituye el fundamento de las garantas
judiciales de donde surge como
necesaria consecuencia que el imputado en todo momento sea tratado
como inocente, siendo deber del
Estado no vulnerar de modo alguno
esa condicin jurdica en tanto no
exista una sentencia condenatoria
firme. En el caso en estudio, nada de
lo que se afirma en el recurso ha sido
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Fallos
Es claro que el imputado no fue sancionado por la ausencia de una explicacin en torno a los hechos como
sostiene el recurrente. La alusin que
hace el tribunal sobre este aspecto es
inocua, no afecta la esencia del derecho a guardar silencio, y si bien es
innecesaria, carece de trascendencia
a estos efectos, porque, como ya se
dijo, la conviccin condenatoria se
sustenta en otros antecedentes.
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Rol N4450-14.
Por estas consideraciones, y de conformidad con lo previsto por el artculo 70-A del Cdigo de Justicia
Militar, y artculos 109 y 110 del
Cdigo de Procedimiento Civil, se
declara que el Dcimo Segundo
Juzgado de Garanta de Santiago
es competente para conocer de este
asunto, el que deber mantener su
tramitacin.
75
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Texto Completo:
Santiago, veintinueve de mayo de
dos mil catorce.
Vistos y teniendo presente:
1 Que la defensa del condenado
Bryan Snchez Romero, recurre de
hecho en contra la resolucin de fs. 1,
1
77
Fallos
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archvese,
en
su
Rol N9638-14.
Pronunciado por la Segunda Sala
integrada por los Ministros Sres.
Milton Juica A., Hugo Dolmestch
U., Carlos Knsemller L., Haroldo
Brito C. y Juan Fuentes B.
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Fallos
Fallos
Asimismo, la aplicacin de las normas impugnadas infringe la exhortacin al legislador en orden a adoptar medidas de proteccin a las vctimas, contenida en el artculo 83 de la Constitucin Poltica de la Repblica, prescindiendo de las reglas sobre
tutela del debido proceso.
Existe voto minora sustentado por la Presidenta del Tribunal, Ministra seora
Marisol Pea Torres y el Ministro seor Domingo Hernndez Emparanza, quienes
estuvieron por rechazar el requerimiento, por estimar que el asunto planteado se
trata en este caso de una cuestin de mera legalidad y no de un genuino conflicto de
constitucionalidad, toda vez que no es la norma legal impugnada per se la llamada a
decidir el asunto, sino aplicada conforme y en armona con lo dispuesto en el artculo
1, inciso primero, de la Ley N20.477, de 30 de diciembre de 2010, que modifica
la competencia de los Tribunales Militares, fijando disposiciones especiales sobre el
sistema de justicia militar.
Existe tambin voto de minora de los Ministros seor Ivn Arstica Maldonado
y seora Mara Luisa Brahm Barril, quienes a su vez estuvieron por desestimar el
requerimiento por considerar entre otros fundamentos, que carece de sustento suficiente que permita sostener que los delitos militares cometidos por militares, no debera
conocerlos un tribunal militar, por violentar de alguna concreta manera el principio
del juez natural. A esto agregan que si se calificaban los hechos como delito de violencias innecesarias, la accin de inaplicabilidad debi centrarse en cuestionar el N1
del artculo 5 del Cdigo de Justicia Militar con argumentos constitucionales que a
este efecto no proporciona, y no distraerse con razonamientos que atingen al N3 del
mismo, ya que este ltimo se aplica cuando se trata puramente de delitos comunes.1
Texto Completo:
Sobre esta misma materia, ver sentencia del Tribunal Constitucional dictada en los autos
rol N2.363 el da 14 de enero de 2014, en la que un requerimiento de inaplicabilidad similar fue rechazado, al producirse empate en la decisin. Ver tambin la sentencia dictada en
los autos rol N2.492 el da 17 de junio de 2014, por la que se acoge otro requerimiento de
inaplicabilidad deducido en la misma lnea, con votos de minora de los ministros seor
Bertelsen, seor Arstica y seora Brahm, quienes estuvieron por rechazarlo.
82
Fallos
()
N3. De las causas por delitos comunes cometidos por militares durante el
estado de guerra, estando en campaa,
en acto del servicio militar o con ocasin de l, en los cuarteles, campamentos, vivaques, fortalezas, obras
militares, almacenes, oficinas, dependencias, fundiciones, maestranzas,
fbricas, parques, academias, escuelas,
embarcaciones, arsenales, faros y dems
recintos militares o policiales o establecimientos o dependencias de las Instituciones Armadas;.
Fallos
Fallos
La argumentacin de desarrolla de
la manera que sigue.
Primero: es inconstitucional la aplicacin de los preceptos reprochados,
toda vez que la jurisdiccin militar
no brinda garantas a las vctimas.
Explica sobre este punto que el
artculo 133 del Cdigo de Justicia
Militar slo contempla la participacin de la vctima en el sumario
como querellante cuando se trata de
delitos que afectan la autodeterminacin sexual. Por consiguiente, no
parece justo para la vctima que slo
por el hecho de que el imputado sea
militar, deba ser parte de un proceso
ante la jurisdiccin castrense en que
no tiene garanta alguna en relacin
con la investigacin, enjuiciamiento
y sancin de los responsables. Por
todo lo anterior, la aplicacin de las
disposiciones objetadas vulnera el
derecho a un juez competente, a la
tutela judicial efectiva, y todas las
dems garantas del debido proceso
en relacin a la vctima.
Segundo: es inconstitucional la aplicacin de las disposiciones reprochadas, pues la existencia de la
jurisdiccin militar crea un grupo
diferenciado arbitrariamente, vulnerando el derecho a la igualdad.
Fallos
En primer lugar, aduce que, en relacin con los preceptos constitucionales presuntamente vulnerados, se
produce una errada contrastacin
de normas y un errado enfoque del
requerimiento de inaplicabilidad. Lo
anterior, atendido que no aparece en
el desarrollo del requerimiento la
forma concreta en que la aplicacin
de las normas objetadas violentara
las normas constitucionales.
Fallos
Fallos
Fallos
SE RESUELVE:
1) Que se acoge el requerimiento
de inaplicabilidad deducido a fojas
1 y, en consecuencia, se declaran
inaplicables, en la gestin judicial
en que inciden, las disposiciones
legales impugnadas.
2) Se pone trmino a la suspensin
de procedimiento decretada a fojas
122 de estos autos, oficindose al
efecto.
El Ministro seor Juan Jos
Romero Guzmn previene que
suscribe el fallo con excepcin de
lo expresado en el considerando
dcimo y de la palabra determinante incorporada en la ltima
oracin del considerando sptimo.
Asimismo, se reitera la prevencin
efectuada en la sentencia rol N2363
de este Tribunal.
Fallos
Fallos
Fallos
Fallos
Fallos
2) Que, as es, de su lectura aparece que en sede judicial los mismos hechos -de ser efectivos- estn
siendo catalogados como delito de
violencias innecesarias, descrito y
penado en el artculo 330 del Cdigo
de Justicia Militar.
Es lo que entiende el Ministerio
Pblico en la apelacin constitutiva
de la gestin judicial pendiente que
interesa (fs. 73 a 75). Por manera
que esta accin de inaplicabilidad
debi centrarse en cuestionar el
N1 del artculo 5 del Cdigo de
Justicia Militar, con argumentos
constitucionales que a este efecto
no proporciona, y no distraerse con
razonamientos que atingen al N3
del mismo, ya que este ltimo se
aplica cuando se trata puramente de
delitos comunes;
3) Que, ms precisamente, en el
caso sub lite la Corte de Santiago
debe resolver al tenor de la apelacin
pendiente, deducida por el Ministerio Pblico, acorde con los agravios
94
Fallos
Derivado del artculo 101, inciso tercero, de la Constitucin, y por imperativo del artculo 2, inciso primero,
de la Ley Orgnica Constitucional
de Carabineros N18.961, su personal debe someterse ineludiblemente
al Cdigo de Justicia Militar, entre
otras normas especiales, justamente
por su pertenencia a un cuerpo policial armado que reviste los caracteres
de institucin militar, profesional,
jerarquizado y disciplinado;
Hizo hincapi este Tribunal, asimismo, que acorde con la disposicin 4. transitoria constitucional, se
entender que las leyes actualmente
en vigor sobre materias que conforme a esta Constitucin deben
ser objeto de leyes orgnicas constitucionales o aprobadas con qurum
calificado, cumplen estos requisitos
y seguirn aplicndose en lo que no
sean contrarias a la Constitucin,
mientras no se dicten los correspondientes cuerpos legales, por lo que
el Cdigo Orgnico de Tribunales
es la principal norma de carcter
orgnico constitucional vigente que
regula la organizacin y atribuciones
de nuestro sistema jurisdiccional. Su
artculo 5 reconoce a los Tribunales
Militares de Tiempo de Paz como
integrantes del Poder Judicial, los
incorpora al sistema orgnico del
mismo y les reconoce su competencia en concordancia con el mandato
contemplado en el artculo 77 de la
misma Carta. Adems, recalc que la
Constitucin, al menos en dos disposiciones, alude al sistema de justicia militar. En efecto, el artculo
Fallos
Fallos
Asimismo, precis que en el contexto de la preceptiva constitucional, los Tribunales Militares, como
rganos del Estado, se encuentran
comprendidos dentro de aquellos
que deben conformar sus actuaciones a lo previsto por los artculos 6,
7 y 76 a 79 de la Carta Suprema y
a la legislacin orgnica constitucional dictada conforme a dichas disposiciones. En consecuencia, debe
precisarse que actan dentro de
su competencia y en la forma que
establece la ley, y que, en cuanto a
su regulacin, debe siempre tenerse
presente que el artculo 77 deleg en
el legislador orgnico constitucional
el establecimiento de la organizacin
y atribuciones de los tribunales que
fueren necesarios para la pronta y
cumplida administracin de justicia.
Agrega la disposicin aludida que la
misma ley sealar las calidades que
debern tener los jueces y que para
su modificacin deber escucharse
previamente a la Corte Suprema
(considerandos 3 al 9).
Fallos
Fallos
Para ello, como se apunt, la Constitucin ha establecido el procedimiento legislativo, lo que explica
que, en la actualidad exista, en distintas etapas de tramitacin en el
Congreso Nacional, una serie de
iniciativas legislativas, tanto originadas en mensaje del Presidente de la
Repblica como en mociones parlamentarias, enderezadas a introducir
modificaciones al sistema de justicia
militar;
11) Que, precisamente, entre estas
mociones figura el Proyecto de Ley
iniciado por los Honorables Senadores seora Alvear y seores Muoz
Aburto y Walker, don Patricio, que
modifica el Cdigo de Justicia Militar y la Ley N20.477, en materia de
competencia de los tribunales militares (Boletn 8472-07), cuya exposicin de motivos comienza como
sigue:
Fallos
100
Fallos
Pienso, pienso, dnde ests hijo mo? Ests en algn lugar, quizs ms cerca de lo que
yo imagino?... Todos los das y an ms por las noches, te veo llegar o escucho golpes en la
puerta. Abro y slo hay silencio, silencio para todo Cierra los ojos, hijo mo, como yo lo
hago ahora. Estoy seguro de que as todo va a pasar mucho ms pronto
(Snchez, 1985; citado en Robben, 2006)
Resumen
El da 9 de abril del ao 2008 a las 07:40 hrs., la menor de iniciales HDDN, de
15 aos de edad, sali desde su domicilio particular ubicado en la ciudad de Osorno
rumbo a su establecimiento educacional. Desde ese entonces no se tiene noticias
de ella.
El presente artculo surge de una Investigacin de Tesis presentada por alumnas de
la carrera de psicologa para el logro de su Grado Acadmico de Licenciadas en Psicologa. Ellas, sensibilizadas por la noticia de la desaparicin de la joven HDDN y
la inexistencia de antecedentes concretos que den cuenta de su paradero, a pesar de las
mltiples diligencias investigativas realizadas, quisieron conocer como se elabora el
duelo frente a la desaparicin de un hijo, cuales son las caractersticas de esta vivencia
en particular y como se construye o reconstruye la vida.
Consideramos relevante darla a conocer pues permite comprender algunos de los elementos esenciales de esta experiencia de dolor, empatizar con la angustia y desesperacin de los padres; pero tambin, desde ah, generar procesos reflexivos importantes
que desde la ptica del quehacer profesional pudiesen favorecer un acercamiento distinto a la problemtica, entendiendo que la interaccin coordinada de todos los intervinientes (familia, comunidad, Fiscala, organismos policiales, etc) es fundamental
para lograr encontrar a la persona desaparecida.
1 Psiclogo, Unidad Regional Atencin a Vctimas y Testigos, Fiscala Regional Los
Lagos.
2
Licenciadas en Psicologa.
103
Artculos
Introduccin
Sin duda, todo ser humano ha experimentado la sensacin de prdida en
diferentes mbitos de la vida, y como especie nos hemos ido adaptando para
enfrentar situaciones tales como prdidas de empleo, de amigos, de una relacin y por sobre todo prdida de un ser querido, en donde entra en juego
el duelo como proceso reparatorio a nivel emocional, siendo ste ms fcil
de elaborar cuando ocurre como un hecho normativo, esperable o probable
(se entiende por hecho normativo cuando est ligado a procesos de envejecimiento o enfermedad progresiva, y no a situaciones imprevistas, fortuitas o
accidentales que tienen muchas veces un componente traumtico).
En general, el duelo dentro de nuestra cultura es considerado como un proceso desagradable para quienes lo viven, directa o indirectamente. Este aspecto
negativo se atribuye a que como sociedad nos aferramos a todo lo que est
fuera de nuestro cuerpo y tratamos que permanezca con nosotros. Si hacemos
el ejercicio de imaginar que un ser querido ya no estar cuando despertemos
por la maana; nos duele, y nos conduce a pensar que es insoportable vivir sin
esa persona. Es tal el condicionamiento humano a sentir dolor ante la prdida, que slo el hecho de imaginarlo nos angustia. Sin embargo sta es una
realidad que no se puede dejar de considerar como parte tambin de nuestro
ciclo vital, y que al igual que otras crisis, implica adaptarse a la situacin para
retomar el equilibrio que en su minuto se pierde.
Frente a la muerte, el duelo bien elaborado es imprescindible para otorgar
tranquilidad, serenidad y conformidad a quien lo vive, finalizando con el sufrimiento y la afliccin de forma normal, aprendiendo a vivir con dicha ausencia.
En el ao 2013 ms de 25.000 personas llegaron a dependencias de Carabineros de Chile para interponer una denuncia por Presunta Desgracia. De
ellas, ms de 20.088 fueron solucionadas, mantenindose el margen restante
an vigentes. Segn la Seccin Encargo de Personas (SEP) de la polica uniformada, las cifras son similares a las de los ltimos 3 aos. Desde que el ao
2003 entr en funcionamiento el Sistema de Bsqueda de Personas a nivel
nacional se han recibido ms de 271.932 denuncias, de las cuales 11.027 se
mantiene con trabajos de ubicacin.
La gran mayora de los casos se solucionan en menos de 5 das, no teniendo
que ver las causas que la motivaron con tragedias. Pero algunas continan
hasta el da de hoy desconocindose las circunstancias en que se produjo la
desaparicin de la persona o teniendo indicios no comprobables de la ocurrencia de un delito cometido por terceros.
El rango etreo entre los 13 y 17 aos es el que presenta una mayor cantidad
de denuncias, con predominancia de vctimas de sexo femenino. En cambio,
el segmento de 18 a 40 aos es encabezado por varones.
104
Artculos
Cuando un hijo o hija desaparece el mundo parece desmoronarse. Los amigos, los vecinos, la polica y los medios de comunicacin bombardean con
preguntas y uno se ve forzado a tomar decisiones que nunca se imagin que
debera tomar. Uno se siente desesperado, confundido y asustado. A pesar
de todas las personas e instituciones que estn alrededor, uno no sabe donde
acudir, donde buscar la ayuda que necesita.
La desaparicin repentina o fortuita de un (a) hijo (a) escapa absolutamente
de la norma. Cmo puede elaborarse esta situacin? cmo sobrevivir a esta
prdida? ms an cuando no se tiene antecedentes acerca del paradero del ser
querido, ni siquiera si contina con vida o no, despus de tantos aos. Surgen muchas interrogantes estamos en presencia de un duelo? se vive de la
misma forma? qu falta para llamarlo duelo en definitiva?
Algunas de estas respuestas se han intentado dilucidar desde las teoras psicolgicas, pero lo concreto es que el sufrimiento de los padres, junto con sentimientos de injusticia, frustracin y rabia, son los que acompaan por largo
tiempo a las personas que se han visto enfrentadas a estas circunstancias.
Aqu, el duelo se vive de manera diferente; los padres se enfrentan a una crisis no normativa o inesperada potente (una crisis no normativa es aquella que
surge por eventos que la familia percibe como catastrficos, que amenaza la
supervivencia familiar y que deja a quienes la experimentan con una sensacin
de intenso desvalimiento). Esta crisis se agudiza al no manejar informacin
del paradero de su hijo(a), al ver que pasan los das y no hay respuestas, los
resultados de las diligencias son infructuosos, surgen rumores o explicaciones
alternativas que muchas veces rayan lo absurdo, aparece la culpa personal y
el reproche social, las crticas al sistema judicial o los organismos encargados
de la investigacin, pues la informacin proporcionada no es suficiente para
calmar la angustia de los padres, quienes solo quieren algo concreto: recuperar
al ser perdido.
Debemos reconocer que, hoy en da, al parecer se produce una dicotoma
entre los aspectos protocolares de la bsqueda (denuncia, rdenes de investigar, entrevistas, etc.) y la vivencia de los principales afectados, sintindose
los padres muchas veces hurfanos en su dolor y abandonados en la labor de
bsqueda, responsables de movilizar a la sociedad, y a veces no escuchados ni
comprendidos. Evitar este quiebre entre la institucionalidad y la familia, ha
sido uno de los objetivos de la definicin de formas de trabajo al interior de
las Fiscalas, que buscan compatibilizar la realizacin de las diligencias investigativas dentro de la normativa legal vigente, en un plazo concreto que considera la urgencia, pero tambin la vinculacin con los familiares y el trabajo en
conjunto, a travs de comunicaciones con el Fiscal o con Profesionales de las
Unidades Regionales de Atencin a Vctimas y Testigos.
105
Artculos
Marco terico
1. Duelo
La palabra duelo puede ser definida tanto desde la etimologa, como desde
distintas perspectivas tericas. Proviene del latn Dolus (dolor) y es el conjunto de procesos psicolgicos y psicosociales que siguen a la prdida de
una persona con la que el sujeto en duelo, el deudo, estaba psicosocialmente
vinculado (Navar, 2007).
Puede entenderse entonces, como la respuesta psicolgica (sentimiento y
pensamiento) que se presenta ante la prdida de un ser querido, de carcter
absolutamente subjetivo y que depende de las estructuras mentales y emocionales de cada persona. Por lo tanto, los sistemas de creencias que tenga quien
lo sufre modifican sustancialmente su expresin y desarrollo hacindolo ms
manejable en muchos casos o, por el contrario, mucho ms complejo de lo
que en realidad es (Gutirrez, 2009).
2. Trabajo de duelo
A lo largo del tiempo se han formado 02 posturas frente a la prdida de un
ser querido: algunos que creen que con el paso del tiempo todo vuelve poco a
poco a su lugar y otros que piensan que hay que afrontar activamente lo que
est ocurriendo en sus vidas. Esta actitud no atena el dolor (que es inevitable), pero el elegir actuar, y no vivir pasivamente la situacin, procede de la
decisin valiente de integrar el acontecimiento doloroso a su vida y extraer
un aprendizaje del mismo. A esto ltimo se le conoce como trabajo de duelo,
que da cuenta de un proceso de curacin interior (Faur, 2004).
3. Tipos de duelo
Cuando una persona experimenta un duelo por el fallecimiento de un ser
querido, debe avanzar a travs del tiempo por un largo camino que lo conducir a la conformidad. Puede ocurrir que se demore mucho tiempo en superar
lo acontecido, o al contrario, que retome lo antes posible sus actividades para
continuar con su vida. Nunca tendremos totalmente claros los comportamientos y conductas que adquirir el deudo, ya que adems de que las emociones y
las manifestaciones somticas son tan extensas, la forma, el dnde y con quin
expresarlas, es diferente en cada persona.
Artculos
Solano, 2010). Las manifestaciones de un proceso de duelo normal se dividen en cuatro categoras generales: a) Sentimientos, b) Sensaciones fsicas,
c) Cogniciones, y d) Conductas (Worden, 2004).
Segn este autor, las emociones que se incluye dentro de la categora sentimientos se encuentran la tristeza, la cual se manifiesta a travs del llanto,
obteniendo adems a travs de esta accin la atencin de los dems. El enfado,
uno de los sentimientos ms peligrosos ya que es un sentimiento que si no es
autocontrolado puede desplazarse a otra persona, culpndola de la muerte, o
bien en un caso de retroflexin puede conducir al deudo al suicidio. La culpa
y el autorreproche tambin son muy comunes, estos por el sentimiento de
no haber realizado lo suficiente con el fallecido. Otro sentimiento o manifestacin bastante habitual es la ansiedad, la cual puede variar desde ligeras sensaciones de inseguridad hasta fuertes ataques de pnico. La soledad se
manifiesta por la ausencia del (la) fallecido(a). Otros sentimientos y estados
que resalta el autor son la fatiga, impotencia, anhelo e insensibilidad.
En cuanto a las sensaciones fsicas se encuentran: vaco en el estmago, opresin en la garganta y pecho, hipersensibilidad al ruido, falta de aire, debilidad
muscular, falta de energa, sequedad de boca y una sensacin de despersonalizacin (entendida como la expresin fsica de la sensacin de extraeza del yo,
como salirse del propio cuerpo).
Entre las cogniciones ms comunes se encuentran: la incredulidad o la negacin de lo ocurrido, no aceptando que el ser querido falleci; confusin, no
pudiendo organizar sus pensamientos con respecto a lo acontecido; preocupacin por cmo ocurrieron los hechos, o por buscar la forma de recuperar a
la persona fallecida. Comnmente tambin las personas generan el sentido de
presencia, en coherencia con la experiencia del anhelo (intensa aoranza del
ser querido que lleva a sentir y pensar que an est aqu, acompandonos).
En algunos casos, tambin pueden presentarse alucinaciones, tanto visuales
como auditivas, incluso hasta semanas despus de la perdida.
Y finalmente, a nivel conductual, Worden (2004) dice que se presentan
manifestaciones que normalmente debieran desaparecer despus de haber
transcurrido cierto tiempo: trastornos del sueo y/o alimentarios, conducta
distrada, aislamiento social, soar con la persona fallecida, etc.
Este mismo autor, plantea que se ha podido identificar 07 mediadores importantes de la elaboracin del duelo, y que de ellos depender el xito o fracaso
del proceso. Entre estos estn:
los factores relacionales (que van a definir la relacin vincular que tiene la
persona con el fallecido),
107
Artculos
los factores circunstanciales (que tienen que ver con los contextos que
rodean la prdida. Hay ciertas circunstancias especficas que pueden imposibilitarlo, una de ellas es cuando la prdida es incierta y no se sabe si la
persona desaparecida est viva o muerta y, por consiguiente, es incapaz de
experimentar un proceso de duelo adecuado),
los factores de personalidad (que estn relacionados con el carcter de la
persona y cmo enfrenta los malestares emocionales) y
los factores sociales (que son fundamentales, ya que el duelo se hace mas
llevadero si existen redes de apoyo familiares, laborales, etc, suficientes en
cantidad y nivel de contencin).
Artculos
que dificulta poder asimilar el hecho, ya que las circunstancias son violentas.
Los padres desarrollan las peores fantasas de dolor y destruccin. Incluso
hasta en el sueo hay pesadillas en que se revive la escena del momento de
la muerte. Como recibieron la noticia tambin incide en la reaccin de los
padres. (Roccatagliata, 2012)
Artculos
Evitacin
La realidad de la perdida puede ser imposible de asimilar y podemos sentirnos conmocionados, aturdidos, presos del pnico o confusos en un primer
momento, lo que puede evitar la plena conciencia de la realidad que resulta
demasiado dolorosa para asumirla (Neimeyer, 2000). Podemos entonces
negar la situacin con frases como debe haber un error, no puede ser verdad, entre otras. Sin embargo, cuando las circunstancias que rodean a la
muerte son muy ambiguas y no existe certeza de la muerte del ser querido
(por ejemplo, cuando no se ha encontrado el cuerpo) los supervivientes suelen aferrarse a la esperanza de que su ser querido haya sobrevivido contra
todo pronstico, hasta que se hace inevitable la aceptacin de la triste realidad (Neimeyer, 2000).
Por otro lado aun cuando la muerte es obvia y se reconoce, no podemos evitar
el pensar en ese ser querido, comportarnos como si an siguiera vivo e incluso
en ocasiones verlo entre la multitud. Todas ests experiencias son reacciones
normales ante la prdida de una persona amada y solo dejan ver la dificultad
que tenemos para asimilar la noticia.
Asimilacin
A medida que vamos asumiendo poco a poco la prdida del ser querido y
dejamos de evitar esta realidad, empezamos a experimentar la soledad y la
110
Artculos
Acomodacin
Es en esta fase donde finalmente, la angustia y la tensin caracterstica de la
fase de asimilacin empiezan a ceder en la direccin de una aceptacin resignada de la realidad de la muerte. De esta forma, de manera gradual, vamos
recuperando un mayor nivel de autocontrol emocional y nuestros hbitos de
alimentacin y descanso vuelven a la normalidad. As mismo comienzan a
disminuir gradualmente los sntomas fsicos, lo que nos permitir ir recuperando poco a poco la energa, permitindonos el poder movilizarnos nuevamente para llevar a cabo actividades dirigidas al logro de nuestros objetivos.
Esto nos permite empezar el largo proceso de la reconstruccin del mundo
social que ha quedado destrozado tras la prdida no reemplazando a la persona fallecida, sino ampliando y fortaleciendo un circulo de relaciones que
encajan con la nueva vida a la que tenemos que adaptarnos (Neimeyer, 2000).
Artculos
ms intelectual y filosfica o sumergindose en las mil y una tareas instrumentales que se encuentran los supervivientes de una prdida (Neimeyer,
2000).
Son estas diferencias de gnero y de afrontamiento las que pueden hacer que
la relacin se torne hostil y tortuosa, desencadenando posibles tensiones conyugales y consigo crisis familiares, llevando incluso al distanciamiento definitivo de la pareja. Es as como el divorcio se ha asociado con frecuencia a
la prdida de un hijo. La prdida compartida crea un vnculo nuevo y muy
profundo entre ellos y, al mismo tiempo, la prdida individual que siente cada
uno provoca un distanciamiento en la relacin. Esta paradoja se expresa de
una manera diferente en parejas con distintas relaciones antes de la muerte
(Worden, 2004).
Aunque estas diferencias de gnero pueden ser muy reales, debemos ser
conscientes de que son solo descripciones de estilos tpicamente masculinos
o femeninos de elaboracin del duelo (Neimeyer, 2000). Por otro lado, estas
diferencias de gnero no implican que una mujer u hombre necesariamente
se enfrenten a una perdida tal y como se mencion anteriormente, sino que
puede ocurrir que un hombre se enfrente ante una prdida de manera ms
emocional o que una mujer se enfrente de manera ms intelectual, lo importante es entender la forma que cada uno de nosotros tiene de elaborar el
duelo, independientemente de si seguimos o no la norma de nuestro gnero
(Neimeyer, 2000).
Artculos
es la Culpa Cultural (ya que la sociedad espera que los padres custodien a
los hijos y cuiden de ellos, es una expectativa social). La segunda es la Culpa
Causal (si un padre ha sido responsable de la muerte de un hijo por una
negligencia real o percibida). La tercera es la Culpa Moral (que se caracteriza por el hecho de que el padre cree que la muerte del nio se ha debido a
alguna infraccin moral en su experiencia vital presente o pasada). Tambin
existe la Culpa de Sobrevivencia (se da cuando un padre y el hijo han sufrido
el mismo accidente y el padre sobrevive pero el nio no). Por ltimo, est la
Culpa de Recuperacin (algunos padres se sienten culpables cuando dejan
atrs el duelo y desean seguir adelante con su vida), sintiendo que traicionan
la memoria de su hijo (a) al divertirse, rerse o realizar actividades orientadas
a la bsqueda del placer.
Cabe destacar en este punto, que tanto el padre como la madre, siendo progenitores y cuidadores directos, suelen ser lo ms afectados frente al fallecimiento de un hijo, enfrentndose a 2 retos: Aprender a vivir sin el nio, lo que
incluye una nueva forma de interaccionar con la red social, e interiorizar una
representacin interna del nio que sirva de consuelo.
Al respecto hay que sealar que no existe una manera correcta o incorrecta de
reaccionar ante la desaparicin de un hijo (a), y no existe una manera especfica de cmo sentirse.
Metodologa
El presente estudio se abord desde la Teora Fundamentada o Grounded Theory, la cual se refiere a una teora derivada de datos recopilados de
manera sistemtica y analizados por medio de un proceso de investigacin
esta teora se basa en los datos, siendo ms posible que genere conocimientos,
aumente la comprensin y proporcione una gua significativa para la accin
(Strauss y Corbin, 2002).
La unidad de anlisis es de tipo Episdica ya que busca indagar en los sucesos dramticos y sobresalientes, y sus efectos en las personas (Hernndez,
Fernndez y Sampieri, 2010). En esta investigacin se indag en una temtica de tipo episdica como es una presunta desgracia, para as poder conocer
cmo vive una madre el proceso de desaparicin de su hijo (a), esto a travs
del testimonio de una madre de la ciudad de Osorno cuya hija se encuentra
desaparecida hace ya 6 aos.
El instrumento que se utiliz fue una entrevista en profundidad, entendiendo
por esta aquella en que el investigador desea obtener informacin sobre
determinado problema y a partir de l establece una lista de temas, con lo
que se focaliza la entrevista, quedando sta a libre discrecin del entrevistador, quien podr sondear razones y motivos, ayudar a establecer determinados
113
Artculos
Resultados
De las 3 entrevistas realizadas a la madre de la menor HDDR se pudo extraer
importante informacin que sirvi para cotejar su vivencia con los elementos
destacados en la teora sobre los procesos de duelos en situaciones especiales.
En la medida en que se avanzaba en su narracin fueron aflorando sentimientos y emociones que se presentaron durante el hecho, pero tambin algunas
que se mantienen an. La participacin en la entrevista fue connotada por la
madre como positiva, ya que los recuerdos son mi forma de estar con ella y
adems porque se necesita hablar de estas cosas.
Cuando ocurre la desaparicin repentina de un hijo (a) se hace relevante
indagar en la relacin vincular entre el hijo y la madre, ya que aqu se construirn los cimientos en los que se apoyar esta ltima para reaccionar ante la
situacin.
La expresin de la bsqueda posterior a la desaparicin de un hijo est estrechamente ligada al tipo de apego que exista entre ambos miembros. Si existe
114
Artculos
Artculos
ligados a la ansiedad, golpes abruptos de agotamiento y cansancio fsico, sensaciones de embotamiento, constantes nuseas y trastornos digestivos.
En un comienzo, refiere que no perciba el cansancio, ya que estaba solo concentrada en la bsqueda, pasando por alto indicadores concretos que le avisaban que se estaba acumulando el agotamiento. Aparece el insomnio debido
a la permanente preocupacin por el estado y paradero de su hija, junto a
cuestionamientos permanentes, tratar de reconstruir vivencias, momentos,
dilogos, con la finalidad de encontrar pistas que permitieran resolver lo ocurrido. Tambin como mecanismo compensatorio, pues senta bastaron unos
minutos para que su hija desapareciera y ahora no quera que nuevamente
le volviera a suceder, perderse algo importante acerca de la investigacin, un
llamado telefnico, una pista, etc. Ella refiere que el insomnio de conciliacin
se mantiene incluso hoy, 6 aos despus de la desaparicin.
Las reas de la vida cotidiana que se vieron afectadas por el acontecimiento
fueron todas, provocando otras complicaciones en la esfera familiar y social,
por ejemplo: aislamiento del grupo social, aumento de los ndices de discusiones y peleas, separaciones conyugales, incumplimiento del rol materno con
los dems hijos.
Mi hija llevaba como 15 das desaparecida y el pap de mis hijos me ech de la
casa mira ella no es mi hija, yo quiero que te vayas, no quiero que por tu hija mi
familia vaya a salir perjudicada.
Debido a los acontecimientos, ella sinti que estaba obligada a modificar su
personalidad para efectuar con mayor seguridad la bsqueda de su hija, solicitar ayuda, reclamar a las autoridades, etc. Yo no soy tonta, tambin estudio
para que no me metan el dedo en la boca Esto es una pelea constante, al final te
transformas en psicloga, en doctora, en abogado, en carabinero ms aprenda
al estar rodeada de tanta gente.
La relacin con el entorno es fundamental, ya que estos deben asumir conductas de equilibrio, transformarse en motivadores de la bsqueda, pero al
mismo tiempo hacerse cargo de las situaciones cotidianas, con capacidad de
resolver, ya que sentido como una prdida de tiempo el prestarle atencin a
esos elementos de la vida diaria. Tambin es fundamental esta vinculacin
porque en algn momento el resto empezar a volver a sus actividades habituales, a sus propias rutinas, vindose enfrentada a la encrucijada de mantener
o disminuir las acciones de rastreo.
A los 5 meses desaparecieron todos, los nicos que quedaron fueron mis hijos ah
me d cuenta que mi hija estaba enferma, con anorexia le haba dado muchas
responsabilidades cuando llegu a la casa haba un colchn tirado en el suelo y
dormamos los 3 con mis hijos y nos tapbamos con ropa.
116
Artculos
Las ansias de bsqueda del ser querido y recurrir a todas las instancias que
generen algn tipo de informacin del paradero, conlleva una paradoja, donde
se mezclan el deseo de que la comunidad completa se vaya involucrando, este
al tanto de lo sucedido, se sensibilice frente a la bsqueda y pueda proporcionar algn tipo de informacin, con el entorpecimiento de la investigacin,
ya que aparecen pistas falsas, rumores infundados, etc. Esto puede generar
reacciones de ndole negativas en los padres, haciendo que se intensifiquen
emociones como la rabia, la impotencia, etc. Pero esto tambin puede tener
otro consecuencia, que en su afn de aportar informacin, sugerir diligencias,
enterarse rpidamente de los avances, se transformen en obstculos para la
investigacin, quedndose con la sensacin de que los aslan, los bloquean,
les impiden participar activamente, no siendo recibidos y comprendidos de
manera adecuada sus emociones, deseos, frustraciones y dolor.
Asimismo, los medios de comunicacin pueden tener un rol favorable o desfavorable para la vivencia de las madres, ya que se vuelven invasores de la
privacidad o pueden actan como aliados en la bsqueda de justicia e indirectamente en la comprensin del dolor de la prdida (Barros et al, 2008).
Incluso hasta el da de hoy cuando se realizan reportajes en canales de televisin de cobertura nacional y la situacin de su hija vuelve a salir al aire,
impidiendo el olvido y permitiendo que si alguien tiene nueva informacin
pueda entregarla.
El manejo de la televisin fue bueno, quizs porque tenan ms experiencia conmigo la televisin ha sido cuidadosa sent que la radio me haca pebre porque
buscaban gente que deca puras estupideces.
Desde el relato de la madre de HDDN, existen diferentes estrategias para
intentar retornar a la vida cotidiana, siendo una importante la ayuda y la solidaridad de otras madres que se han visto enfrentadas a la misma vivencia.
Se puede percibir en su discurso que finalmente la angustia y la tensin caracterstica de la Fase de Asimilacin empiezan a ceder en la direccin de una
aceptacin resignada de la realidad de la muerte. De manera gradual, la entrevistada va recuperando un mayor nivel de autocontrol emocional, pero son
las sensaciones de vaco y de no poder concluir nada, lo que an la mantiene
ligada a la experiencia dolorosa, pues de forma recurrente se reactiva la bsqueda debido a una nueva informacin, la realizacin de alguna diligencia
investigativa, etc. De acuerdo al relato de la entrevistada, a pesar de no encontrar an a su hija, ella decide retomar la vida, siendo el motor sus otros hijos,
quienes tambin le demandan atencin, cario y preocupacin. Sin embargo,
igualmente puede percibirse la Culpa de Recuperacin, cuando seala que
Dios me perdone por seguir con la vida.
117
Artculos
Frente a la desaparicin del hijo (a) no hay consuelo, por lo que una de las
formas de irse conciliando con la vida parece ser el apoyo religioso, ms an si
se tiene fe o las creencias de la persona se sustentan en algn dogma.
Es importante hacer notar una diferencia entre las necesidades espirituales y
religiosas de las personas (Sherr, 1992). El trmino religioso se refiere ms a
la necesidad de poner en prctica la propia expresin natural de la espiritualidad. Puede manifestarse como la necesidad de ver un sacerdote, solicitar un
capelln, tener tiempo para rezar, recibir sacramentos, etc. Esto resulta ms
fcil de satisfacer cuando es solicitado por las personas que se enfrentan con la
angustia. El trmino espiritual se refiere a lo que concierne a las ltimas consecuencias y a menudo es contemplado como una bsqueda de significado.
Los aspectos espirituales pueden manifestarse a travs de cuestionamientos
tales como: Por qu me sucedi a m? Por qu ahora? Qu he hecho para
merecer esto? Qu soy ahora que me ha pasado todo esto? Ya no me siento
una persona completa (Sherr, 1992). Esto ocurre a menudo en estas circunstancias cuando se busca un significado personal para lo que est ocurriendo.
Por ello, comienzan a aparecer explicaciones ms espirituales, ya que como
seala la entrevistada no existe otra que creer y confiar, sosteniendo que su
hija aparecer cuando Dios as lo quiera. Autores como Barros et al (2008)
plantean que tales consideraciones se revelaron en todas las entrevistadas: la
fe, la religin, el poder divino acaban por volver tolerable lo insoportable, al
ofrecer fuerzas para enfrentar la tragedia y continuar viviendo.
Me aferr mucho a Dios, hasta la fecha yo no culpo a Diosito por estas cosas, a
lo mejor la culpable soy yo no s pero tambin tengo que pensar que si las cosas
pasan, pasan por algo.
Pero la bsqueda de la hija desaparecida tambin tiene otra arista: la determinacin de la responsabilidad del hecho, la bsqueda del culpable de la desaparicin y el dao, pues durante el transcurso de la investigacin se configura
la sospecha que la desaparicin no es voluntaria y que terceros intervinieron
en ella. De esta forma, adquiere forma y fuerza la creencia de que alguien la
tiene retenida, la ha violentado sexualmente o le ha quitado la vida, pudiendo
tener distintas razones o motivaciones, pero la desaparicin se concreta como
el mtodo de hacer desaparecer las pruebas que lo inculpan.
Aqu puede darse un choque con los organismos encargados de la investigacin, urgiendo la realizacin de diligencias investigativas, pasando por
arriba de conductos regulares, permisos, etc, en el afn de encontrar al hijo
(a) desaparecido.
llegu al Terminal y ped que me mostraran las cmaras de seguridad del da,
me dijeron que no porque eso solo con autorizacin de un Juez yo creo que me
vieron tan desesperada que si lo hicieron entonces yo me adelantaba al trabajo
118
Artculos
que tena que haber hecho carabineros, investigaciones, yo lo hice romp muchos
protocolos.
Cuando se hizo el rastreo por el ro, yo fui al regimiento, ped buzos tcticos, ped
botes, fui a Entrelagos a conversar con la Alcaldesa deba moverme.
En este contexto, la bsqueda del culpable tiene tambin la finalidad de castigarlo, y de esta forma simblica desplazar la culpa desde un cuestionamiento
parental (personal y colectivo) hacia el agresor, quien se puede definitivamente
demonizar y transformarse en el foco de las crticas, rabias y maldiciones.
La desaparicin de un hijo se vive similar a un duelo. La ausencia de la persona es la misma, los sentimientos y conductas suelen repetirse o concordar,
pero la angustia y la incertidumbre de no saber dnde est la persona y en
que condiciones se encuentra, resulta agobiante. Frente a una desaparicin
esta es la principal preocupacin y lo que hace finalmente que se torne en un
duelo incompleto o inconcluso, debido a que en ausencia del cuerpo no haba
manera de realizar los ritos mortuorios (Robben, 2006).
El deseo de que su hija estuviera presente y la fantasa de creer que nada malo
haba sucedido, la llevaron a desarrollar una conducta que los especialistas llaman Momificacin, es decir la preservacin de la habitacin y las pertenencias de la persona que falta, con la esperanza implcita de que puede aparecer
y todo volver a ser como antes.
Todo su ropa, sus cuadernos, sus libros, sus diplomas sus zapatos de cueca
las cosas con las que bailaba, sus vestidos, su cama, todo poh incluso mi mam
guard una plancha del techo donde mi hija escriba cuando estaba enojada con su
hermana.
Este mecanismo psicolgico es potente, pues a pesar de inicialmente tener
una finalidad defensiva y de proteccin de la psiquis, luego puede tornarse
perjudicial, pues puede llevar a la persona a perder el sentido de la realidad,
imbuida en la fantasa de que todo puede volver a ser como era antes de la
desaparicin, desconociendo la profundidad y extensin del dao provocado
por la experiencia en su vida y en la de los dems.
Por tanto, no hay certeza de la muerte ni un cuerpo para llevar el duelo. Esta
ausencia deja suspendidos a los padres entre dos mundos emocionales (Dennis Klass, 1989), ya que no pueden depositar su afliccin en los restos humanos ni llorar la prdida a travs de un rito, pero tambin saben que no pueden
continuar viviendo con la esperanza eterna de que aparezca en buenas condiciones. El transcurso de las semanas, los meses y los aos permanentemente
los enfrenta a esta realidad, que deben empezar a asumir, el no retorno del ser
querido.
119
Artculos
Frente a lo perturbador que puede resultar un duelo, pareciera que en los casos
de desapariciones es fundamental hacer rituales que le permitan a la madre
o al padre disminuir con la Culpa de Recuperacin. Estos rituales no solo
tienen una significacin psicolgica, tienen una dimensin social. Ayudan a
identificarse a s mismo como portadores del dueloPuesto que los rituales propician tambin la participacin de otras personas del entorno. (Faur,
2004). Este ritual puede dar a la gente la oportunidad de expresar pensamientos y sentimientos respecto al fallecido, siendo lo ideal que la gente puede
expresar tanto las cosas que est echando de menos de la persona querida
como las cosas que no. La ceremonia puede ser, adems, una reflexin sobre
la vida de la persona que no est. Es posible tener algunas cosas suyas en la
ceremonia general para poder sealar lo que era importante para l o ella.
Alan Wofelt, citado por Neimeyer (2000) respecto a la importancia de los
rituales, refiere que hacen ms patente las duras lecciones de la prdida,
pero tambin dan lugar al inicio del proceso de reconstruccin de un mundo
de creencias que ha quedado devastado.
dejara y enterrara el dolor, el sufrimiento, el fro, el hambre, enterrara todos
los malos ratos que viv, las cosas que escuch, las cosas que tuve que aguantar solo
para que esas cosas quedaran ah selladas para m enterrar es dejar all lo malo
que me pas, no a mi hija ni sus recuerdos.
Un aspecto que no fue considerado como una dimensin a estudiar es la idealizacin del nio (a) desaparecido (a), pues durante todo el transcurso de la
entrevista, siempre se atribuy aspectos positivos a la joven desaparecida, se
mencionabas de forma recurrente sus caractersticas valoradas, sus habilidades
reconocidas, y se omitan aspectos negativos, como tambin cualquier atisbo
de conflicto relacional. Esto es explicado desde la teora, sealando Worden
(2004) que se interioriza una representacin interna del nio que sirva de
consuelo.
Ante la desaparicin de un hijo (a), con el (ella) desaparecen muchos sueos
y expectativas o estos quedan inconclusos. Para los padres perder un hijo
de cualquier edad es una de las prdidas ms devastadoras que existen y su
impacto persiste durante aos (Worden, 2004). La experiencia de la entrevistada muestra el impacto que signific para ella, ya que a pesar de que siempre
tuvo sueos con sus hijos, desde la desaparicin de la joven, no le resulta fcil
pensar en el futuro, solo se remite a proyecciones a corto plazo, a vivir el da a
da, sintiendo que no tiene sentido imaginar o visualizar el futuro pues todo
puede ser arrebatado en milsimas de segundos y cambiar la vida para siempre. Y es este miedo lo que de alguna forma choca contra su diario vivir, pues
permanentemente saca fuerzas para levantarse, para ocuparse, para amar, pero
en lo inmediato, sin proyecciones de futuro, viviendo constantemente con el
temor de que sus hijos pueden desaparecer.
120
Artculos
Reflexion final
La primera y posterior reaccin de una madre ante la desaparicin de un hijo
(a) depende del vnculo afectivo construido entre ellos a lo largo del tiempo.
El compartir mltiples momentos de la vida conlleva conocerse y aceptarse, y
esto la generacin de un apego que va a movilizar incansablemente a un padre
al enterarse de la desaparicin de un hijo (a).
Hay manifestaciones somticas en las madres con hijos desaparecidos, patrones de pensamiento y emociones potentes que se desbordan a cada momento,
hay presiones sociales, sentimientos de culpa y deseos que no logran ser satisfechos, preguntas sin respuestas, abrazos sin entregar.
Pero tambin hay diligencias investigativas, protocolos de actuacin, organismos intervinientes, tareas, responsabilidades, plazos y recursos econmicos.
En este contexto es donde se encuentran padres, familiares, vecinos, carabineros, policas de investigaciones, fiscales, entre otros, intentando todos ser un
aporte y poder esclarecer lo sucedido, resolver el enigma acerca de que pas y
sobre todo donde est la persona desaparecida.
121
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Referencias bibliogrficas
Barros, M; Pelloso, S .(2008). La muerte de un hijo joven en circunstancias violentas: comprendiendo la vivencia de la madre: Revista Latinoamericana, Enfermagem, 1-8. Recuperado de http://www.scielo.br/pdf/rlae/
v16n3/es_02.pdf.
Bowlby, J.(1998). El apego y la prdida I, El Apego. Barcelona: Paids.
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Artculos
1. Introduccin
Hemos estimado pertinente comentar el caso del Hospital de Quillota, por
cuanto algunos de los aspectos debatidos tanto a nivel del Tribunal Oral en lo
Penal, como en tribunales superiores, creemos que pueden resultar de inters
a otros fiscales de la especialidad, por ser aspectos normalmente alegados en
juicios por delitos de corrupcin.
La investigacin realizada por la Fiscala de Quillota, permiti establecer que
a partir del mes de enero de 2007, y hasta septiembre de 2010, el encargado
del Departamento de Contabilidad del Hospital San Martn de Quillota, en
el desempeo de las funciones propias de su cargo, sustrajo dinero desde la
cuenta corriente nica fiscal del Banco Estado de dicho establecimiento.
Para concretar la sustraccin, el funcionario gir una serie de cheques con el
objeto de pagar a un proveedor de frutas y verduras, para lo cual el encargado
de contabilidad duplic, en otros casos triplic y hasta cuadriplic, cheques
por los mismos montos, para lo cual utilizaba nuevamente los antecedentes
que justificaban el pago de dichas mercancas. Acto seguido se cobraban todos
los cheques, incluidos 50 de ellos que no daban cuenta de una real y efectiva
venta de bienes y servicios al referido hospital, sustrayndose as la suma total
de $134.592.089.
Por otro lado, entre agosto de 2010 y mayo de 2011, el mismo encargado del
Departamento de Contabilidad del Hospital San Martn de Quillota, en el
desempeo de las funciones propias de su cargo, junto a un particular, proveedor de servicios informticos, sustrajeron dinero desde la cuenta corriente
nica fiscal del Banco Estado de dicho establecimiento, para lo cual, el primero gir 15 cheques a nombre de la empresa de este particular, alcanzando
la suma total de $223.281.067, con el objeto de pagarle como prestador de
servicios de asesoras computacionales, servicios que nunca se prestaron y sin
que haya existido adjudicacin alguna en favor de dicha empresa.
1 Abogado, Subdirector de la Unidad Especializada Anticorrupcin, Fiscala Nacional,
Ministerio Pblico, quien estuvo a cargo de los alegatos ante la Excma. Corte Suprema
del recurso de queja interpuesto en este caso.
127
Sentencias Comentadas
Para ello, el funcionario pblico obtena del jefe de finanzas del mismo hospital, la firma de los referidos cheques, justificndolos como pagos centralizados del Servicio de Salud Via del Mar Quillota, en circunstancias que no
corresponda al hospital, bajo ningn respecto, girar cheques por tales conceptos, sin que el jefe de finanzas realizara el debido control y revisin de los
antecedentes que justificaban los pagos que estaban autorizando y los cheques
que estaban firmando, control y revisin al que estaba obligado en razn de
su cargo.
Los fiscales que comparecieron al juicio, fueron la fiscal jefe de Quillota Ymay Ortiz y el
fiscal adjunto especializado anticorrupcin de Via del Mar, Claudio Reveco.
128
Sentencias Comentadas
129
Sentencias Comentadas
2.3. Condena por malversacin negligente (art. 234 del Cdigo Penal)
El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal conden al Jefe de Finanzas del Hospital de Quillota como autor del delito de malversacin culposa, teniendo
presente para ello que la actuacin del imputado poda calificarse como de
negligencia inexcusable considerando que todos los testigos coincidieron en
que era el superior jerrquico del encargado de contabilidad y que no ejerci
las ms mnimas labores de control y supervisin sobre el segundo; que no exista
ninguna posibilidad que en el Hospital de Quillota se giraran cheques por concepto de compras centralizadas; que dicho conocimiento era parte del bagaje tcnico
y profesional que el cargo de jefe de finanzas conlleva. Adems, se constat que
nunca existi vinculacin contractual ni legal alguna con la empresa informtica y que el soporte en el rea computacional lo desarrollaba otra empresa, tambin conocida por todos los testigos que depusieron ante estrados, razones ms que
poderosas para corroborar la conviccin del Tribunal, de que el jefe de finanzas incurri en una conducta imprudente que por su falta de control, ignorancia,
desidia, escaso rigor profesional y desorden administrativo, la hacen equiparable
a la culpa grave en materia civil, por ello es posible calificarla de inexcusable10.
10 Todas las citas del prrafo son del considerando 7 de la sentencia del Tribunal de Juicio
Oral en lo Penal de Quillota de 26 de octubre de 2013, antes mencionada.
130
Sentencias Comentadas
aplicar el mximo del grado cuando el valor de lo malversado excediere de cuatrocientas unidades tributarias mensuales, siempre que la pena sealada al delito conste
de uno solo en conformidad a lo establecido en el inciso tercero del artculo 67 de este
Cdigo. Si la pena consta de dos o ms grados, se impondr el grado mximo. En
este caso, el monto malversado superaba largamente las 400 U.T.M., lo que
haca procedente la aplicacin del artculo 238 citado.
Respecto de los cmplices, la sentencia procedi a determinar las penas abstractas para cada imputado, estableciendo en primer lugar el hecho punible,
que estim como malversacin dolosa, cuya pena base es compuesta, la que
vara entre presidio mayor en su grado mnimo a medio. Luego, entonces,
aplic la parte final del citado artculo 238, imponiendo la pena en el grado
mximo, esto es, presidio mayor en su grado medio, y tras ello, hizo la rebaja
de un grado vinculada al grado de participacin, que respecto de los particulares era la complicidad, de modo que la pena abstracta considerando hecho
punible, grado de desarrollo del delito y participacin, qued en presidio
mayor en su grado mnimo. Posteriormente, vendra la aplicacin de las circunstancias modificatorias.
El fallo lo explicita de la siguiente manera: para no hacer ilusoria la determinacin de complicidad, la rebaja de grado debe hacerse una vez analizado hecho punible, participacin y efectuado el aumento de grado del artculo 238, ya que en este
caso, esa es la pena del autor, sobre la cual efectuar la rebaja de grado del artculo
51 del Cdigo Penal, por lo tanto, antes de entrar a analizar circunstancias modificatorias y dems aspectos relevantes para la determinacin de la pena y su cumplimento, la penalidad inicial se fija en el presidio mayor en su grado mnimo11.
131
Sentencias Comentadas
14 Fallo de la Excma. Corte Suprema, en recurso de queja, de fecha 1 de abril de 2014, Rol
N3190-14.
15 Rodrguez y Ossandn, ob. cit., p. 396.
132
Sentencias Comentadas
5. Reflexiones finales
Como se ha destacado en este comentario, la definicin judicial de este caso
ha permitido relevar varios puntos de inters para nuestra especialidad.
En primer lugar, que el Tribunal Oral haya seguido la tesis de la comunicabilidad, castigando a empleados pblicos y particulares por el mismo delito,
la malversacin de caudales pblicos, y slo aminorando las penas de aquellos que no tienen una obligacin de resguardo de tales fondos, como son los
empresarios partcipes en el delito, dndoles la calidad de cmplices. El fallo
de esta manera est siguiendo una de las formas que la doctrina estima ms
adecuada para el castigo de los extraneus, dentro de aquellos autores que
sostienen precisamente la comunicabilidad.
En segundo lugar, el rechazo al delito continuado nos parece acertado, pues
ms all que sea una construccin doctrinaria que no cuenta con respaldo
legal en Chile, es una institucin que logra igualmente aplicacin en nuestros tribunales, de modo que la forma ms eficaz de contrarrestarla sea recu16 ETCHEBERRY, Alfredo, Derecho Penal, Parte Especial, tomo IV, 3 edicin, Santiago,
Chile, Editorial Jurdica de Chile, pgs. 237 y sgtes.
17 Esta manera de castigo de los artculos 233 y 238, es simplemente similar a lo que
ocurre en el hurto, en el art. 446, o en la estafa, en el art. 467, y que gradan las penas
en conformidad al valor de la cosa hurtada o defraudada, existiendo 3 numerales y un
inciso final, inciso final que contempla una pena mayor si dichos montos superan las 400
UTM. El Cdigo hace lo mismo en la malversacin, slo que contempla los 3 numerales
en el artculo 233 y el aumento por el exceso de 400 UTM en el artculo 238 del Cdigo
Penal.
18 En nica consideracin del fallo de la Segunda Sala de la Excma. Corte Suprema antes
mencionado.
133
Sentencias Comentadas
134
Sentencias Comentadas
I. Aspectos generales
En nuestro pas, la ley penal sobre estupefacientes y sicotrpicos2 dispone,
por la va del reenvo a un reglamento, la determinacin, mediante listados
taxativos, de las sustancias o drogas estupefacientes o sicotrpicas que causan dependencia fsica o squica, aptas para provocar graves efectos txicos o
daos considerables a la salud3, que pueden ser objeto de persecucin criminal. De esta forma, an cuando se detecte una droga capaz de producir graves
daos en el organismo humano, si no figura en los mentados listados, no es
posible sancionar penalmente aquellas conductas descritas en esta ley especial.
Entonces, en virtud de esta remisin, se dict el Reglamento de la Ley
4
N20.000, Decreto N867 , cuyo texto contempla un catlogo de aquellas
sustancias que pueden constituir el objeto material del delito de trfico de
drogas.
A su turno, en otro cuerpo normativo, Decreto N1.358, encontramos el
listado de precursores y sustancias qumicas esenciales, objeto material de la
figura penal de desvo de sustancias qumicas, del artculo 2 de la Ley de
Drogas.
As, ambos Reglamentos complementan la legislacin especial, antidrogas,
mediante la tcnica de la ley penal en blanco.
Ahora bien, luego de estas precisiones generales y, a fin de introducirnos al
tema que nos convoca, es menester subrayar el aumento sostenido y considerable que han experimentado las drogas sintticas emergentes a nivel interna1 Abogada, Unidad Especializada en Trfico Ilcito de Estupefacientes y Sustancias
Sicotrpicas, Fiscala Nacional del Ministerio Pblico de Chile.
2 Chile, Ley N20.000. Diario Oficial del 16 de febrero de 2005. Artculo 63: Un
reglamento sealar las sustancias y especies vegetales a que se refieren los artculos 1,
2, 5 y 8; los requisitos, obligaciones y dems exigencias que debern cumplirse para el
otorgamiento de las autorizaciones a que se refiere el artculo 9, y las normas relativas al
control y fiscalizacin de dichas plantaciones.
3
La Ley de Drogas distingue entre aquellas sustancias capaces de provocar graves efectos
txicos o daos considerables a la salud (drogas duras), de aquellas que si bien causan
efectos txicos o daos, stos no revisten la entidad de ser graves o considerables a la
salud (drogas blandas).
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Artculos
138
Artculos
como sustancias de abuso. A su vez, la fabricacin en laboratorios clandestinos y el desconocimiento de su composicin final, las convierten en sustancias
especialmente peligrosas, porque sus efectos no son claramente previsibles8.
En esta oportunidad, daremos revista a ciertas sustancias sintticas que
comparten la caracterstica de ser nuevas o emergentes.
10 A modo de ejemplo podemos citar: Energy Control. 25I-NBOMe [en lnea] Disponible
en
http://energycontrol.org/infodrogas/otras/rcs-legal-highs-nuevas-sustancias-desintesis/listado-rcs/491-25i-nbome.html [fecha de consulta: 21 de julio de 2014].
Wikipedia. La enciclopedia libre. 25I-NBOMe [en lnea] Disponible en http://
es.wikipedia.org/wiki/25I-NBOMe [fecha de consulta: 21 de julio de 2014]. Ministerio
de Justicia y del Derecho, Repblica de Colombia. Direccin de Poltica contra las
drogas y actividades relacionadas. Alerta Informativa sobre Nuevas Sustancias Psicoactivas
[en lnea] Disponible en http://www.suicad.com/ALERTA%202%20-%20LSD.pdf
[fecha de consulta: 21 de julio de 2014]
11 Resolucin N73, de fecha 21 de abril de 2014. Ministerio de Salud, Subsecretara
de Salud Pblica. Modifica Decreto Supremo N405 de 1983 del Ministerio de Salud,
Reglamento de Productos Psicotrpicos.
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Artculos
N405 de 1983, en virtud de la cual, se someten a control sanitario 36 derivados estructurales y anlogos de la feniletilamina y 5 derivados y anlogos
estructurales de la Dimetiltriptamina (Ayahuasca).
A nivel comparado podemos referir que, en Rusia y en algunos estados de
Estados Unidos est controlada la NBOMe.
2. Ayahuasca
La Ayahuasca, en quechua enredadera de las almas, corresponde al extracto
de diversas plantas amaznicas tales como Banisteriopsis caapi, Psychotria
viridis, Diplopteris cabrerama y otras. Para consumo, se usa los extractos
obtenidos por decocciones de parte de estas plantas las que aportan una serie
de principios activos tales como alcaloides e inhibidores de la Monoaminooxidasa. Esta ltima, aporta un efecto central antidepresivo, en tanto que
los alcaloides presentes aportan un efecto psicoactivo del tipo alucingeno
especialmente el alcaloide presente Dimetiltriptamina (DMT)12.
El brebaje denominado Ayahuasca contiene una serie de derivados y anlogos estructurales de la Dimetiltriptamina (DMT):
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Artculos
BZP
BZP + TFMPP
mCPP y pCPP
1,4 dibenzilpiperazina
14 DEA. News Release, Safety Advisory Regarding New Drug Molly, 2003.
15 European Monitoring Centre for Drugs and Drug Adiction, New Sinthethic Drugs
and the Challenger of monitoring new psychoactive substances, 2006.
16 DEA Office of Forensic Scienses Microgram Bulletin, Enero a Junio 2009.
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Artculos
Por otra parte, en la Unin Europea, los reportes indican el origen de las
piperazinas sustituidas en Nueva Zelanda, masificndose en Europa ya en el
ao 2004. Conforme a esto y luego de una evaluacin de riesgo efectuada por
la European Police Office (EUROPOL) y por la European Monitoring
Centre for Drugs and Drug Adiction (o EMCDDA por sus siglas en ingls)
se incluy en el ao 2008 la BZP como sustancia controlada en la Unin
Europea, ya que esta droga no tiene uso humano ni veterinario.
No obstante lo anterior, dado que la mCCP es el precursor de otras drogas
lcitas, no pudo ser objeto de un anlisis formal de riesgos bajo las mismas
condiciones que la BZP. Sin embargo, se ha podido verificar que su uso en
el mercado ilegal ha sido an ms amplio que esta ltima, estimndose que
aproximadamente el 10% de los comprimidos vendidos en la Unin Europea
como parte del mercado de xtasis contienen mCCP17.
4. Poppers18
Popper es el nombre genrico que designa a ciertas sustancias qumicas, generalmente nitritos de alquilo como el nitrito de isopropilo, el 2-propil nitrito
y el nitrito de isobutilo, nitrito de amilo y nitrito de butilo. En el pasado se
usaban para aliviar la angina de pecho.
Se administran por inhalacin; se trata de lquidos incoloros y con un fuerte
olor caracterstico. El nitrito de amilo y otros alquilnitritos suelen inhalarse
con el objeto de acrecentar el placer sexual (algunas personas usan Sildenafil
(Viagra) en combinacin con popper).
Los poppers forman parte de las sustancias que se consumen en discotecas
desde los aos 1970. En algunos pases del mundo, la venta de los alquilnitritos es controlada o se considera ilegal.
El Popper tiene una larga historia de uso, debido a la rfaga de sensaciones
agradables y mareo que produce la inhalacin de sus vapores (Sensacin de
frescura en el cerebro). Existen datos que demuestran que puede causar serios
efectos adversos, especialmente si se ingiere por va oral. El consumo continuado puede causar daos neurolgicos y severos efectos nocivos a la visin,
entre otros. Se reporta que se desarrolla rpidamente tolerancia al uso de estas
sustancias, por lo que el usuario requiere aumentar las dosis para experimentar el efecto buscado.
17 European Monitoring Centre for Drugs and Drug Adiction, BZP and other piperazines.
18 Informe Toxiclogico Poppers. Boris Duffau G. Perito Qumico Jefe. Seccin Anlisis
de Drogas. Instituto de Salud Pblica de Chile. 22 de Julio de 2014.
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Artculos
Entre los efectos que puede producir el consumo de esta sustancia podemos
sealar; un estado de bienestar, relaja esfnteres, favorece la ereccin, genera
distorsiones perceptivas placenteras, un lenguaje incoherente, debilidad, dolores de cabeza, congestin de la cara y el cuello, taquicardia o por el contrario,
disminucin del ritmo cardaco que puede provocar alteraciones en la respiracin. Enrojecimiento de la piel y mucosas. La piel, al principio, tiene aspecto
transpirable, pero despus de torna fra y ciantica. Esta sustancia tambin
podra generar disminucin de memoria, daos a los sistemas cardiovascular y
nervioso, muerte sbita. Puede causar hipotensin, llegando incluso al colapso
severo al Sistema Nervio Central. Debido al aumento de sensaciones sexuales
placenteras es considerado factor preponderante para aumento del contagio
de enfermedades de transmisin sexual. Tambin puede producir alergia, vrtigos, nuseas, vmitos y en ocasiones diarrea. As como tambin la enfermedad denominada Metahemoglobinemia19.
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Artculos
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Artculos
La desomorfina casera se sintetiza, a partir de la combinacin de comprimidos de codena con yodo, fsforo rojo y varios productos qumicos txicos,
tales como lquido de encendedor y limpiadores industriales; por lo tanto, es
altamente impura. El preparar esta mezcla les lleva a los usuarios alrededor de
treinta minutos.
El krokodil es responsable de la produccin de graves daos en los tejidos,
flebitis (inflamacin de la pared de una vena), y gangrena, requiriendo muchas
veces la amputacin. Infecciones en los huesos de la mandbula y la cara, llagas y lceras en la frente y crneo, as como necrosis (muerte de clulas o
tejidos) en orejas, nariz, y labios y problema en hgado y riones.
Esta droga resultante parece acumularse en las venas, ya que no logra disolverse completamente en la sangre. Estas acumulaciones necrosan los tejidos y
se extienden a diferentes lugares del cuerpo ampliando el dao causado.
El efecto de krokodil es muy fugaz en comparacin con la herona, dura entre
90 minutos y 2 horas, lo que induce a los usuarios a inyectarse varias veces por
da. El grado de dao sobre tejidos es tan alto que la expectativa de vida de los
adictos a esta mezcla es de entre dos y tres aos.
El abuso de desomorfina de fabricacin casera fue detectado inicialmente en
Siberia central y del este en el ao 2002, pero desde entonces se ha extendido
hacia Rusia y vecindades. Se estima que cien mil personas en Rusia y alrededor de veinte mil en Ucrania se inyectaron esta droga en 2011; en octubre este
ao se encontraron indicios de krokodil en Alemania. En marzo de 2013 se
encontraron algunos rastros de utilizacin en Argentina. En octubre de 2013
personal mdico en los Estados de Arizona e Illinois, en Estados Unidos,
report cinco casos de pacientes que mostraron lesiones en piel y msculos
compatibles con el uso de esta droga.
7. 4-Cloro-2,5-dimetoxianfetamina (DOC)23
La 4-Cloro-2,5-dimetoxianfetamina es una feniletilamina de larga duracin
con efectos principalmente psicodlicos, conocida tambin como DOC. Es
una sustancia alucingena muy potente; corresponde a un derivado sinttico
de la anfetamina, con sustituciones en el anillo bencnico. Puede ser encontrada como polvo, lquido y principalmente como estampilla o blotter. La va
23 Informe de peligrosidad del 4-Cloro-2,5-dimetoxianfetamina. Instituto de Salud Pblica
de Chile. Referencias: Ovaska H y cols. (2008) First case report of recreational use of
2,5-dimethoxy-4- chloroamphetamine confirmed by toxicological screening. European
J of Emergency Medicine, 15:354-356; Kerrigan S. (2012) Designer Amphetamines in
Forensic Toxicology Casework. US Department of Justice, NCJRS Library collection,
NCJ 241439.
145
Artculos
III. Conclusiones
Mediante este trabajo, hemos querido mostrar nuevas drogas sintticas - las
ms citadas en el ltimo tiempo -que en la mayora de los casos no poseen
regulacin legal por su condicin de drogas emergentes.
Es necesario hacer presente que en el caso de la Ayahuasca, uno de sus principios activos, el DMT s est controlado por la Ley N20.000, sin embargo,
en atencin a que en procedimientos investigativos se han incautados derivados de ste, el Instituto de Salud Pblica de Chile solicit su fiscalizacin.
Adicionalmente, cabe sealar que la droga denominada Krokodril (desomorfina) est controlada por la Ley N20.000, no obstante, igualmente la hemos
querido incluir dentro de las drogas sintticas presentadas, dado que existe
una alerta internacional por los graves daos que est generando su consumo,
pues lo que se oferta en el mercado es desomorfina de elaboracin casera,
altamente impura.
En el caso del Spice (nombre comercial del grupo de compuestos sintticos
de estructura similar a los canabinoides presentes en la Cannabis Sativa) si
bien, las agencias internacionales advierten sobre su aparicin como nueva
sustancia psicoactiva (NSP), no lo incluimos en estas pginas, porque desde
146
Artculos
147
Artculos
Ver en el mismo sentido la sentencia dictada por la Corte Suprema en los autos ingreso
N7.785-2014, el da 27 de mayo de 2014, en la que, en su considerando 7, al decidir
sobre un reclamo similar y al pronunciarse respecto de la causal del artculo 373 letra b) del
Cdigo Procesal Penal, se declara que la ausencia de informacin acerca del grado de pureza
y concentracin en el peritaje agregado en autos, no tiene el significado que el recurrente
pretende, esto es, que en la especie se verifique la concurrencia de una figura atpica.
149
Fallos
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que la causal principal
se funda en la contravencin sustancial a las normas del debido proceso,
garantes de la legalidad de los actos
del procedimiento, que consagran a
su vez tratados internacionales ratificados por Chile que se encuentran
vigentes como el caso del artculo
11 de la Declaracin Universal de
Derechos Humanos y 8 de la Convencin Americana de Derechos
Humanos, todo lo cual se infringi
como consecuencia de haberse realizado actos de investigacin por
parte del Ministerio Pblico con
posterioridad al cierre de la misma,
lo que ocurri el 27 de febrero de
2012, pues dos das despus, el 29
del mismo mes, se verific una peri150
Fallos
Fallos
Fallos
Fallos
Fallos
Fallos
Fallos
Rol N7470-14.
Pronunciado por la Segunda Sala
integrada por los Ministros Sres.
Milton Juica A., Carlos Knsemller
L., Haroldo Brito C., Lamberto Cisternas R. y Sra. Andrea Muoz S.
Autorizada por la Ministro de Fe de
esta Corte Suprema.
157
Fallos
Fallos
Fallos
Fallos
Fallos
Fallos
Fallos
As, lo cierto es que este recurso contiene una alegacin nueva no conocida por el tribunal de juicio oral, lo
que hace que sean inadmisibles los
planteamientos aqu vertidos. Ello,
por cuanto constituye una exigencia prevista por el artculo 377 del
Cdigo Procesal Penal que se haya
reclamado oportunamente del vicio
o defecto en que se funda el arbitrio, lo que significa que debe existir
de parte del recurrente un reclamo
sostenido durante el proceso respecto de la irregularidad que estima
infractora de sus garantas constitucionales, de manera que, en el caso
en comento, al haber abandonado
dicho reclamo, no le est permitido
revivirlo por la va de un recurso de
nulidad, ms an cuando se pretende
invalidar un juicio oral en que no se
verti dicha alegacin, y una sentencia que, consecuentemente no emiti
pronunciamiento sobre sta.
Fallos
Fallos
Fallos
se encontraba Erika Del Carmen Cspedes Agurto, desde donde se retir luego
de entregar la droga, siendo detenido y
encontrndose en su poder una bolsa
de nylon transparente contenedora de
1.5 gramos de cocana y 1.0 gramos de
cannabis sativa, adems de $507.000
pesos en dinero efectivo producto de la
comercializacin de droga, por lo que
previa autorizacin de entrada y registro otorgada por el Juez de Garanta,
el da 03 de mayo de 2013, a las 01.45
horas aproximadamente, se ingres al
domicilio sealado, donde sorprendieron a las acusadas y en dicha casa dos
bolsas de papel color caf, con un peso
de 142.6 gramos de cannabis sativa la
que se encontraba colgando de un can
de la estufa y la otra contenedora de
154.1 gramos de cannabis sativa, sobre
la mesa de la misma dependencia, adems 10 cigarrillos artesanales contenedores de 5.3 gramos de cannabis sativa
y al interior de un bolso color negro
con azul 53 bolsitas de nylon transparentes, que contenan 49.5 gramos de
cocana, adems de $81.000 en dinero
en efectivo y el telfono celular marca
Samsung correspondiente a la empresa
Entel N99441671, perteneciente a
la acusada Marcela Venegas, el cual se
encontraba intervenido y en la cartera
de propiedad de la acusada Erika Cspedes se encontr 17.6 gramos de clorhidrato de cocana.
Fallos
Fallos
Regstrese y devulvase.
Redaccin del fallo a cargo del
Ministro Sr. Juica.
Rol N8200-14
Pronunciado por la Segunda Sala
integrada por los Ministros Sres.
Milton Juica A., Hugo Dolmestch
U., Carlos Knsemller L., Haroldo
Brito C. y el abogado integrante Sr.
Jorge Lagos G. No firma el abogado
integrante Sr. Lagos, no obstante
haber estado en la vista de la causa y
acuerdo del fallo, por estar ausente.
170
Fallos
Antecedentes
El presente artculo da cuenta de jurisprudencia proveniente de los tribunales
superiores de justicia Corte Suprema y Cortes de Apelaciones que aborda
las garantas constitucionales contenidas en los numerales 4 y 5 del artculo
19 de la Constitucin Poltica de la Republica, relacionadas con los delitos de
pornografa infantil.
Artculo 19.- La Constitucin asegura a todas las personas:
4.- El respeto y proteccin a la vida privada y a la honra de la persona y su familia;
5.- La inviolabilidad del hogar y de toda forma de comunicacin privada. El
hogar slo puede allanarse y las comunicaciones y documentos privados interceptarse, abrirse o registrarse en los casos y formas determinados por la ley.
El presente texto busca exponer el alcance que a nivel jurisprudencial ha
tenido la materia, particularmente en la acreditacin de las figuras penales
relacionadas con la pornografa infantil, como son la produccin de material pornogrfico infantil (Art. 366 quinquies del Cdigo Penal) y el almacenamiento de material pornogrfico infantil (Art. 374 bis inciso segundo del
Cdigo Penal).
La jurisprudencia en anlisis resulta ser muy acotada, por cuanto se circunscribe a tribunales superiores de justicia, siendo principalmente fallos de la
Corte Suprema, desarrollada a raz de recursos de nulidad fundados en la causal del artculo 373 letra a) del Cdigo Procesal Penal. Slo en el caso de un
fallo de la Corte de Apelaciones de Rancagua, sta se pronuncia resolviendo
un recurso de apelacin por exclusin de prueba.
La materia en estudio resulta de inters, pues aborda un tema poco analizado
en nuestra jurisprudencia a raz de los delitos sealados. Adems, se vincula
1 Abogada de la Unidad Especializada en Delitos Sexuales y Violencia Intrafamiliar,
Fiscala Nacional, Ministerio Pblico.
173
Artculos
Anlisis Jurisprudencial
1. Corte Suprema, Rol N2576-2011
Numerales 4 y 5 del artculo 19 de la Constitucin Poltica de la Repblica
Fallo pronunciado por la segunda sala de la Corte Suprema integrada por los
Ministros Sres. Jaime Rodrguez E., Rubn Ballesteros C., Hugo Dolmestch
U. y los abogados integrantes Sres. Nelson Pozo S. y Domingo Hernndez
E., de fecha 11 de mayo del ao 2011, en la causa Rol N2576-2011, RUC
N0900663872-1.
En lo pertinente a la temtica de este estudio, corresponde indicar que la
defensa de los imputados Sandra Marcela Yez Yez y Sebastin Segundo
Araya Soto, vena en impugnar el fallo dictado por el 5 Tribunal Oral en lo
Penal de Santiago el 15 de marzo de 2011, toda vez que los condenaba como
autores de los delitos de abuso sexual y produccin de material pornogrfico
infantil. Se invoca como causal principal en el recurso de nulidad interpuesto,
la del artculo 373 letra a) del Cdigo Procesal Penal: Proceder la declaracin de nulidad del juicio oral y de la sentencia: a) Cuando, en cualquier etapa del
procedimiento o en el pronunciamiento de la sentencia, se hubieren infringido sustancialmente derechos o garantas asegurados por la Constitucin o por los tratados
internacionales ratificados por Chile que se encuentren vigentes.
Lo anterior lo fundamenta en el hecho que: constara en el considerando quinto
de la sentencia que la prueba obtenida por el Ministerio Pblico, de acuerdo a los
dichos de la propia vctima, fue hallada por ella entre unas cosas en la pieza de la
pareja de su madre mientras buscaba un video de las vacaciones ocasin en que
se encontr con uno donde apareca ella dormida, mientras su madre la desnudaba
y le haca tocaciones en sus pechos y zona genital2. En base a lo expuesto considera que habra existido infraccin al artculo 19 N4 y 5, en relacin con el
inciso 4 del nmero 3 del artculo 19, todos de la Constitucin Poltica, por
no haberse excluido del auto de apertura, y luego valorado, prueba que segn
esta parte fue obtenida con inobservancia de garantas constitucionales, y que
corresponde al video VHS donde constaba la grabacin.
La defensa sustenta esta causal en una supuesta situacin de prueba ilcita,
esgrimiendo que el video VHS, prueba esencial, no fue obtenido adecuadamente. Por ello resulta relevante lo sealado por la Corte Suprema en su considerando 3, pues indica elementos que la defensa reconoce en estrados, que
2
174
Artculos
permiten analizar con claridad cmo ingres la vctima y bajo qu circunstancias retir del domicilio el video, elementos que resultaron gravitantes para la
decisin final sobre la causal esgrimida.
TERCERO: Que antes de revisar los fundamentos de la causal principal, resulta
necesario destacar que, como la defensa reconoci en estrados, la menor ofendida no
vive bajo el mismo techo del condenado Araya Soto, quien an cuando es pareja
de su madre, no mantendra convivencia o cohabitacin o no la tenan, al menos,
cuando se produjo el hecho que reclama la defensa y que consiste en el hallazgo
del video incriminatorio. Asimismo, la defensa acept que la menor concurri al
domicilio del referido Araya y entr en su dormitorio buscando un video de unas
vacaciones y que se llev el que result ser, posteriormente, evidencia en el juicio,
sin revisarlo previamente, sino que lo habra visto en su casa. Tal aserto aparece
descrito de la misma manera en la sntesis que hace el tribunal de la declaracin de
la menor ofendida en el razonamiento quinto de la sentencia impugnada, donde se
afirma que la niaencontr mientras buscaba unos videos de unas vacaciones
familiares una cinta que se llev a su casa y al verla constat que.
Adems, fue descrito por ambas partes en la audiencia, que la menor no entr
usando de fuerza u otro medio no idneo al domicilio del acusado Araya, sino que
lo hizo autorizado por la madre de aqul, sin que se haya rendido prueba por la
defensa en el sentido que se le prohibi acceder al dormitorio o sacar algo de ese lugar
o de cualquiera otro, en circunstancias que la autorizacin realizada o tcita no
aparece contraria a las reglas de la experiencia, si se trata de videos que incluan a
la familia, donde la menor aparecera junto a su madre y, aparentemente, junto a
quien era pareja de esta ltima, lo que explicara el motivo por el cual era l quien
guardaba las cintas en cuestin. De otro modo no se explica por qu esta ltima
circunstancia, si se trataba de videos familiares, sin que nadie haya alegado lo que es
evidente y natural en estas situaciones, que cualquier miembro de la familia puede
ver y disfrutar las fotografas o videos de las vacaciones familiares.
La Corte en el considerando 4 pone el acento, en una materia igualmente
importante, como es el hallazgo casual que la vctima hace de los hechos al
ver el video y las acciones que despliega con posteridad a ello.
CUARTO: Que tampoco debe perderse de vista que la menor no examin la cinta
con la evidencia incriminadora en la misma casa del acusado, sino que de manera
inocente la sac desde la esfera de resguardo donde se encontraba creyendo que contena archivos de la poca estival y los examin recin en su propio domicilio que
fue el lugar donde se encontr con que no era lo que ella buscaba, sino que muy por el
contario, tom conocimiento de que haba sido abusada por su propia madre y con la
concurrencia de Araya. Se esperaba entonces que fuera a devolver el video al lugar
donde lo haba encontrado? La respuesta afirmativa a esa interrogante resultara
francamente absurda. De modo que cuando los jueces del tribunal oral concluyeron
que el hallazgo del video por la nia y el hecho que ella lo sacara del domicilio del
175
Artculos
Artculos
dos como prueba por la Fiscala, al estimar que fueron obtenidos violando
la garanta del N5 del artculo 19 de la Constitucin Poltica de la Republica, toda vez que la vctima encontrndose en el domicilio del imputado de
manera causal encuentra los CDs.
A mayor abundamiento sobre el caso concreto, valga sealar que dichos CDs
contenan videos en que el acusado film de forma clandestina a la vctima
cuando ella se duchaba desnuda en la casa del imputado y cuando estaba en
la misma condicin en una pieza de la casa, tal circunstancia vulneraba a su
vez el derecho de la vctima a su intimidad, garantizado en el artculo 19 N4
de la Constitucin.
As el fallo de la Corte de Apelaciones de Rancagua aborda diversos tpicos, a saber el legtimo ingreso al domicilio; el hallazgo causal; situaciones de
excepcin sobre exclusin de prueba y garantas constitucionales
Sobre las alegaciones del Ministerio Pblico dan cuenta los considerandos 1
y 2 de la siguiente forma:
1.- Que el fiscal adjunto del Ministerio Pblico ha apelado de la decisin del juez
de Garanta de Rancagua de excluir tres CDs, ofrecidos como prueba por la Fiscala, por estimar que ella haba sido obtenida violando la garanta constitucional
del N5 del artculo 19 de la Constitucin Poltica de la Repblica. El juez excluy
de la prueba un CD donde apareca filmada la vctima cuando sta se duchaba
desnuda en la casa del imputado y cuando estaba en la misma condicin en una
pieza de la casa. Adems, excluy todo otro elemento probatorio que emane de dicha
prueba, en especial los CDs de contexto, la pericial de German Avila de la Polica de
Investigaciones y el informe policial sobre el material incautado.
2.- Que el Ministerio Pblico sostiene que la vctima cuando estaba en el domicilio del imputado, ste procedi a filmarla en varias oportunidades sin su consentimiento, cuando se duchaba y vesta en dependencias del domicilio, conservando tales
filmaciones en discos compactos. Prueba que fue excluida por resolucin del juez de
garanta argumentando que se haba violado la garanta constitucional del artculo
19 N5 de la carta fundamental. Sostiene que no hay tal quebrantamiento, ya que
la vctima ingres al domicilio invitada por su hermana y el imputado para que
cuidara sus hijos, por lo que haba una autorizacin para estar en el interior del
inmueble, lo que es muy distinto a un allanamiento. En todo caso, la filmacin fue
encontrada de una manera casual, pues no haba denuncia, no haba investigacin
y la vctima ni siquiera saba de la existencia del delito, por lo que no concurre
ninguna de las hiptesis normadas en el Cdigo Procesal Penal, sobre exclusin de
prueba.
En cuanto al hallazgo de los CDs por parte de la vctima, la Corte seala:
3.- Que es un hecho de la causa que la prueba calificada como ilcita fue obtenida por la vctima cuando se encontraba en el interior del domicilio del imputado,
177
Artculos
invitada por ste y su cnyuge para cuidar a los hijos de ambos, por lo que resulta
claro que lo que se est tildando de ilcito es la prueba obtenida por un particular,
con absoluto desconocimiento del Ministerio Pblico, pues no haba investigacin en
curso de ninguna naturaleza, ni siquiera la propia vctima conoca de la existencia
del ilcito, atento que al estar viendo un CD para probar un equipo, que al parecer
tena algn problema tcnico, la vctima descubri que ella apareca desnuda en las
imgenes, llevando en das posteriores ese material, junto a otros CDs a la Fiscala
Metropolitana Oriente de Santiago, para efectuar la denuncia, dado que desconfiaba de la Fiscala de Rancagua, por cuanto el autor de la filmacin se desempea
en la Defensora Penal Pblica de esta ciudad.
4.- De esta forma, la cuestin es s tratndose de una prueba obtenida por un particular, con total ignorancia de la existencia de un eventual ilcito, menos una denuncia, en el domicilio del imputado al que haba accedido invitada por los dueos de
casa, como en anteriores oportunidades, es posible de calificarla como ilcita, respecto
de normas que tratan el tema, en relacin exclusivamente con el ente persecutor, que
es el encargado en forma exclusiva y excluyente del procedimiento para averiguar los
hechos constitutivos de un ilcito penal, por lo que su actuar debe ceirse rigurosamente a la ley y con respeto a los derechos fundamentales del investigado.
Del legtimo ingreso de la vctima en el domicilio del imputado, y hallazgo
casual el fallo indica:
5.- .que no pudo haber invasin de mbito privado alguno, por parte de un
familiar que con frecuencia concurre a la habitacin de otro, donde poda ducharse
a su arbitrio, disponer de un dormitorio para fines personales, ms aun cuando descubre, en forma casual, la existencia de CDs, donde apareca desnuda, en dos ocasiones distintas. De esta forma, el retiro de un objeto los CDs, que estaban sobre
un velador nada de ilcito tiene, pues haba un libre desplazamiento por todas las
dependencias de la casa.
7.- Por ltimo, no puede sostenerse como lo hace el juez de garanta en la resolucin impugnada, que la vctima se haya apropiado del CD, contra la voluntad de
su dueo, con nimo de obtener revendas (sic), queriendo decir prebendas, pues
aqulla al quedarse con los CDs, tena como finalidad aparte del resguardo de su
intimidad, el aseguramiento de un medio probatorio, donde apareca como vctima,
para entregarlo a la autoridad encargada de la investigacin, en tal acto no puede
haber conducta ilegtima alguna. Asimismo, no puede exigirse a una persona no
letrada que siga todos los pasos que la ley procesal seala para la autoridad pblica
encargada de la persecucin penal, ms an cuando se trata de la propia ofendida
con el eventual ilcito que fue descubierto casualmente. Menos puede afirmarse que
existe una especie de auto tutela, pues lo que aquella hizo fue entregar la prueba al
organismo persecutor oficial, sin tomar medida alguna contra el autor de la filmacin, accin que en todo caso apuntaba a su propio resguardo, al sentir violentada su
intimidad ms profunda. En fin, no resulta atendible sostener que actu en forma
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N5 del artculo 19 que el hogar slo puede allanarse y las comunicaciones y documentos privados interceptarse, abrirse o registrarse en los casos y formas determinados por la ley.
Siguiendo el alcance que el Derecho Constitucional asigna a la voz hogar, se debe
entender por tal no tan slo la vivienda de la familia, sino que las oficinas y espacios
que el titular del derecho ha reservado para su trabajo o uso privado, y en donde
guarda sus pertenencias exclusivas. As lo considera el constitucionalista don Enrique Evans de la Cuadra.
Resulta claro que conforme los hechos particulares denunciados por el recurso, la
accin inicial de la madre de la vctima al invadir los lugares, espacios, CDs y
Videos privados del encausado quebrant estas normas y en modo alguno actu en
situacin legal de excepcin. Cierto es que por sus funciones de secretaria al servicio
de su empleador poda acceder al inmueble, pero limitada a las dependencias y especies destinadas a tal servicio, mas no a aquellas que, por haberlas reservado para s
su dueo, estaba en la obligacin de respetar. A este respecto, don Enrique Evans
afirma que la inviolabilidad de los documentos privados ampara todos aquellos
que las personas lleven consigo, mantengan en su vivienda o tengan en su lugar de
trabajo y de que sean dueas o tenedoras legtimas. (ob. cit pg. 177). Por tanto,
para alcanzar legtimamente el fin que la pudo inspirar, desde el primer momento
debi proceder amparada por el derecho, y no a sus espaldas, al interceptar clandestinamente, abrir y registrar, mediante copia digital, documentos privados que no le
pertenecan.
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Conclusiones
A modo de conclusin conforme al anlisis efectuado, en relacin a las garantas constitucionales contenidas en los numerales 4 y 5 del artculo 19 de la
Constitucin Poltica de la Repblica, que se relacionan con los delitos de
pornografa infantil, podemos indicar que la jurisprudencia sobre el particular
se pronuncia:
Sobre el hallazgo de particulares
a) Una valoracin diferente entre el hallazgo casual y la bsqueda dirigida,
por parte de particulares.
b) El hallazgo casual por parte del particular en circunstancias de encontrarse autorizado el ingreso y permanencia en el hogar por parte del o los
imputados, no lo hace ilcito, no constituye violacin de garantas, sino que
resulta una excepcin reconocida en el derecho comparado a la exclusin
de la prueba ilcita.
c) En caso de no ser un hallazgo casual y tratarse de un registro o grabacin
que sean clandestinos por parte del particular, la valoracin de la circunstancia es negativa.
d) Tratndose de una prueba obtenida por un particular, con total ignorancia
de la existencia de un eventual ilcito, sin existir una denuncia, en el domicilio del imputado al que accede invitado por el mismo, no es posible de
calificar dicho hallazgo como ilcito, sino que se estara ante una excepcin
a la exclusin de la prueba ilcita.
Sobre la Internet; sistema emule plus y el mecanismo del cdigo hash:
a) La red Internet es de pblico acceso.
b) Que existe en la red a disposicin de quien lo estime procedente un programa gratuito denominado emule o emule plus
c) emule o emule plus se basa en un sistema de comunicacin que consiste en compartir informacin, esto es, mltiples internautas repartidos
en todo el mundo que a ese momento estn conectados a la red para que
intercambien sus archivos entre s, actuando al mismo tiempo como receptores y emisores, ignorndose quienes son unos y otros, por lo que se trata
evidentemente de comunicaciones genricas sin destinatarios prefijados,
por lo que mal puede hablarse de comunicaciones privadas.
d) El cdigo hash, en ningn caso interviene, registra, ni revisa el contenido
del material ilcito que est siendo bajado desde la red para su posterior
almacenamiento.
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Artculos
1. Introduccin
En el Cdigo Procesal Penal chileno, no encontramos la indicacin de especiales condiciones para el otorgamiento de testimonio de un nio, nia o adolescente2, no siendo suficiente la norma del artculo 308 del Cdigo Procesal
Penal, establecida en general para la proteccin de testigos y vctimas que
participan de un proceso penal y que posibilita a los Tribunales Orales en lo
Penal, en casos graves y calificados, disponer medidas destinadas a proteger la
seguridad del testigo que lo solicitare.
A nuestro entender las declaraciones de NNA, siempre debiesen prestarse
usando salas especiales para ello o, al menos, un circuito cerrado de televisin, lo que permite sustraerlos del ambiente intimidatorio y victimizante,
representado por la sala de audiencias, donde se lleva a cabo el juicio oral. El
circuito cerrado de televisin consiste en prestar la declaracin mediante un
sistema interno de televisin desde una sala distinta a la de juicio oral, donde
la vctima es entrevistada por el juez presidente, sin la presencia fsica del acusado, ni de los intervinientes, ni del pblico en general.
Dicho sistema debera establecerse por ley, con especial indicacin de las
circunstancias de su implementacin, puesto que la situacin actual, con los
amplios mrgenes de discrecionalidad judicial, no siempre ha dado resultados satisfactorios; as podemos citar a modo ejemplar lo resuelto por el
4 Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, en causa RUC N1100479935-8,
que si bien en principio otorg el circuito cerrado, lo hizo con la condicin
que hubiese contacto visual entre el imputado y defensor con el nio, lo que
quitaba el efecto proteccional perseguido, por lo que la fiscal del caso interpuso un recurso de reposicin, resolvindose finalmente por el Tribunal que
el nio deba declarar como cualquier testigo. A raz de dicha resolucin, la
fiscal decidi no presentar como prueba el testimonio del nio, terminando el
juicio con veredicto absolutorio.
1 Abogada, Subdirectora de la Unidad Especializada en Delitos Sexuales y Violencia
Intrafamiliar, Fiscala Nacional, Ministerio Pblico.
2
En adelante NNA.
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As, hoy en los procesos penales seguidos por delitos sexuales en contra de
NNA, son los fiscales del Ministerio Pblico, quienes solicitan a los Tribunales Orales que se disponga como medida de proteccin para la declaracin
de estas vctimas, el circuito cerrado de televisin, siendo de resorte de dichos
tribunales su concesin, segn se estime que se cumple en el caso concreto,
con los dos requisitos copulativos establecidos en la ley, sin que pueda sealarse que a la fecha exista uniformidad en las resoluciones judiciales, ni en las
condiciones en que en el caso concreto se implementa la medida de proteccin de circuito cerrado de televisin, como recin se ha ejemplificado.
Creemos que es necesaria esta modificacin legal, la que en nada afecta el
derecho al debido proceso de los acusados, porque la situacin actual no
garantiza suficientemente los derechos de los NNA que deben declarar en
juicio oral, los que as han sido invisibilizados, situacin que al menos al ao
2010, no era privativa de Chile, sino tambin de otras latitudes, segn consta
en parte de la introduccin del Manual sobre la justicia en asuntos concernientes a los nios y testigos de delitos, donde se seala: Es frecuente que en
los sistemas de justicia penal se olvide a las vctimas de delito. Un sistema de justicia
penal justo, eficaz y humano es aquel que respeta los derechos fundamentales de los
sospechosos y los delincuentes, as como los de las vctimas, y se basa en el principio
de que las vctimas han de ser reconocidas y tratadas adecuadamente respetando su
dignidad. Estas diferentes vctimas, incluidos los nios dada su particular vulnerabilidad, ya sea por sus caractersticas personales o por las circunstancias del delito,
deberan beneficiarse de medidas adaptadas a su situacin3.
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tiene derecho a las medidas de proteccin que su condicin de menor requieren por
parte de su familia, de la sociedad y del Estado.
De ambas disposiciones aparece que los NNA tienen derecho a ser odos
en los procesos legales que les afecten, entre stos claramente los procesos
penales seguidos por delitos de los que han sido vctimas. Y tienen, adems, el derecho a ejercerlo en condiciones protegidas, no revictimizantes ni
intimidatorias.
Existe suficiente consenso internacional sobre la justificacin y necesidad de
este trato diferenciado para los NNA. Es as como el Comit de Derechos del
Nio, en su Observacin General N12 del ao 2009, sobre El derecho del
nio a ser escuchado, contempla en el contexto de un procedimiento judicial
que se requieren condiciones bsicas para su ejercicio, sealando que:
34. No se puede escuchar eficazmente a un nio cuando el entorno sea intimidatorio, hostil, insensible o inadecuado para su edad. Los procedimientos tienen que ser
accesibles y apropiados para los nios. Debe prestarse especial atencin al suministro
y la transmisin de informacin adaptada a los nios, la prestacin de apoyo adecuado para la defensa de los intereses propios, la debida capacitacin del personal, el
diseo de las salas de tribunal, la vestimenta de los jueces y abogados y la disponibilidad de pantallas de proteccin visual y salas de espera separadas4.
Asimismo, dicha Observacin General al referirse al nio vctima y el nio
testigo en causas penales, especifica en lo relativo a las condiciones para el
ejercicio del derecho a ser odo, que:
62. El nio vctima y el nio testigo de un delito deben tener la oportunidad de
ejercer plenamente su derecho a expresar libremente sus opiniones de conformidad
con la resolucin 20/2005 del Consejo Econmico y Social, Directrices sobre la justicia en asuntos concernientes a los nios vctimas y testigos de delitos5.
Las Directrices a que hace referencia el Comit de Derechos del Nio fueron
dictadas mediante resolucin N20/2005 del Consejo Econmico y Social de
la Asamblea General de las Naciones Unidas y su contenido dice relacin con
cmo debe ser la justicia, respecto de los nios vctimas y testigos de delitos.
Estas Directrices consideran entre sus principios generales el derecho a la
participacin de la siguiente manera:
4
5
Observacin General N12 (2009) Comit de Derechos del Nio, p. 12 [en lnea]. Disponible en: www2.ohchr.org/english/bodies/crc/docs/.../CRC-C-GC-12_sp.doc [fecha
de consulta: 6 de mayo de 2014].
Observacin General N12 (2009) Comit de Derechos del Nio, p. 17 [en lnea]. Disponible en: www2.ohchr.org/english/bodies/crc/docs/.../CRC-C-GC-12_sp.doc [fecha
de consulta: 6 de mayo de 2014].
189
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191
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estndares del debido proceso del acusado e inters superior del nio vctima
o testigo.
Para este anlisis se dar cuenta del debate doctrinal existente, en cuanto a la
posibilidad de adaptar los procesos penales a las necesidades de los NNA y de
cmo estas consideraciones son compatibles o no afectan sustantivamente el
derecho del acusado a un proceso equitativo revisando, adems, algunos fallos
del TEDH, en que se han resuelto recursos presentados por los acusados.
El derecho a un proceso equitativo para los acusados se consagra en el artculo 6 del CEDH, en sus tres numerales, consignndose en el numeral tercero
un listado con un mnimo de derechos, entre los que se encuentra el derecho
a interrogar a los testigos que declaren en su contra, aspecto que se estima
central para este debate.
Una primera posicin entiende que se puede compatibilizar el principio del
debido proceso con el inters superior de los NNA vctimas y testigos, siendo
posible adoptar medidas de proteccin respecto de los NNA que declaran
como testigos sin que ello importe un detrimento importante respecto de la
garanta del justiciado a un juicio equitativo, siempre y cuando se respeten
ciertos mnimos del proceso adversarial, como la posibilidad de controvertir
la prueba de cargo.
Por otra parte se encuentran posturas ms crticas a alteraciones a la estructura pura de un proceso adversarial, que considera que los medios de prueba
deben rendirse durante el juicio, ante el tribunal, en audiencia pblica, con el
imputado presente y con un interrogatorio de los testigos en directo.
As, la autora Mercedes Serrano Masip, en un artculo publicado el ao 2013,
luego de consignar los postulados en que se afirma el deber de proteccin a
los NNA, apoyndose en el contenido del Convenio para la proteccin de
los Nios contra la explotacin y el abuso sexual, del ao 200715, por ser el
3. Todo acusado tiene, como mnimo, los siguientes derechos: a) a ser informado, en el ms breve
plazo, en una lengua que comprenda y de manera detallada, de la naturaleza y de la causa de
la acusacin formulada contra l; b) a disponer del tiempo y de las facilidades necesarias para
la preparacin de su defensa; c) a defenderse por s mismo o a ser asistido por un defensor de su
eleccin y, si carece de medios para pagarlo, a poder ser asistido gratuitamente por un abogado
de oficio, cuando los intereses de la justicia as lo exijan; d) a interrogar o hacer interrogar a
los testigos que declaren en su contra y a obtener la citacin e interrogatorio de los testigos que
declaren en su favor en las mismas condiciones que los testigos que lo hagan en su contra; e) a ser
asistido gratuitamente de un intrprete si no comprende o no habla la lengua empleada en la
audiencia.
15 Convenio del Consejo de Europa para la proteccin de los nios contra la explotacin y
el abuso sexual, de fecha el 25 de octubre de 2007. Entr en vigor el 1 de julio de 2010,
tras cumplirse los requisitos impuestos para su obligatoriedad, que impona la ratificacin por parte de al menos cinco Estados miembros del Consejo de Europa. Espaa
193
Artculos
16 SERRANO, Mercedes. Una justicia europea adaptada al menor: exploracin de menores vctimas o testigos en la fase preliminar del proceso penal [en lnea]. En: Revista
para el Anlisis del Derecho, p. 42 Barcelona, 2013. Disponible en: http://www.raco.cat/
index.php/InDret/article/viewFile/264210/351863 [fecha de consulta: 20 de mayo de
2014].
17 SERRANO, Mercedes, ob. cit., pgs. 2 y 13. Disponible en: http://www.raco.cat/index.
php/InDret/article/viewFile/264210/351863 [fecha de consulta: 20 de mayo de 2014].
18 SERRANO, Mercedes, ob. cit., p. 13. Disponible en: http://www.raco.cat/index.php/
InDret/article/viewFile/264210/351863 [fecha de consulta: 20 de mayo de 2014].
194
Artculos
195
Artculos
23 ROLDAN, Pedro. Criterios de admisibilidad de la prueba para la investigacin y juzgamiento de delitos de lesa humanidad en los tribunales internos, p. 207 [en lnea].
Disponible en:
http://www.fldm.edu.mx/pdf/revista/no6/criterios_de_admisibilidad_de_la_prueba_
para_la_investigacion.pdf [fecha de consulta: 20 de mayo de 2014].
24 ROLDAN, ob. cit., p. 208. Disponible en:
http://www.fldm.edu.mx/pdf/revista/no6/criterios_de_admisibilidad_de_la_prueba_para_
la_investigacion.pdf [fecha de consulta: 20 de mayo de 2014].
196
Artculos
imagen, citando recientes reformas legales que propiciaran sustituir la confrontacin directa del acusado por declaraciones mediante videoconferencia26.
Juan Lpez Ortega, analizando la jurisprudencia del TEDH sobre la prueba
de testigos en el proceso penal, opina que el criterio del Tribunal ha sido
estimar que no existe vulneracin del artculo 6.1 ni del 6.3, en situaciones
que las declaraciones de testigos que no se han producido en el juicio oral, en
casos excepcionales, como por ejemplo la imposibilidad de localizar al testigo,
exigindose que dichas declaraciones no constituyan el principal elemento de
prueba y que el acusado haya tenido ocasin de contrastar el testimonio de cargo
e interrogar a su autor en el momento de la declaracin o en otro posterior27. Cita
al efecto un caso contra Italia, del ao 1991, donde se conden al solicitante
(ante la TEDH) por un delito de secuestro con muerte de la vctima, basada
en un testimonio de una persona contactada por los organizadores del secuestro, entre ellos el solicitante, que colabor con la polica, persona que declar
ante el juez de instruccin y fue careado con el solicitante, pero que no concurri al juicio oral porque no pudo ser ubicado. En el caso hubo opinin
discordante entre la Comisin Europea de Derechos Humanos y el TEDH
puesto que, para la primera, la contradiccin en el caso era insuficiente, porque en el careo no estuvo presente el abogado defensor del solicitante, en
cambio, para el TEDH, s se haba respetado la garanta del contradictorio, de
momento que tampoco estuvo presente en la diligencia el fiscal, en atencin a
que el objeto de la diligencia no haca indispensable la presencia de abogados,
el solicitante pudo controvertir las declaraciones del testigo y adems no se
trataba de la nica prueba en su contra28.
Un representante de una postura ms contraria a esta ponderacin de intereses, es representada por Rafael Alccer Guirao, quien estima que el derecho
a la contradiccin recogido en el artculo 6.3 del CEDH, como el derecho
del acusado a interrogar a los testigos que declaren contra l, es un principio
esencial del proceso, no susceptible de ser sometido a la ponderacin de otros
intereses29.
26 LVAREZ, Jos Antonio. El derecho a conocer e interrogar el testigo de cargo en el
proceso penal [en lnea]. Navarra, 2007, p. 205. Disponible en: http://www.navarra.es/
NR/rdonlyres/CE3BDB42-2AEA-4E2D-8330-FE647BB2B2E7/0/RJ_43_II_1.pdf
[fecha de consulta: 20 de mayo de 2014].
27 LPEZ, Juan Jos. La Prueba y Proceso equitativo. Aspectos actuales en la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos [en lnea]. En: Revista Derechos
y Libertades del Instituto Bartolom de Las Casas, p. 614. Disponible en: http://earchivo.uc3m.es/bitstream/10016/1482/5/DL-1993-I-2-LopezOrtega2.pdf [fecha de
consulta: 20 de mayo de 2014].
28 LPEZ, ob. cit., p. 615.
197
Artculos
32 VAN DIJK, Pieter; VAN HOOF, Fried; VAN RIJN, Arjen; ZWAAK, Leo (Eds.)
(2009). Teora y prctica del Convenio Europeo de Derechos Humanos, Bogot D.C., Facultad de Derecho, Universidad de Los Andes, pgs. 433 y 434.
33 VAN DIJK, VAN HOOF, VAN RIJN, ZWAAK, ob. cit., p. 432.
198
Artculos
a) Caso de SN v Suecia34:
En este caso el TEDH por mayora rechaz la demanda. El solicitante aleg
que no haba tenido un juicio justo, conforme al artculo 6.1 y 3 d) de la
CEDH, en el proceso penal en su contra, por un delito de abuso sexual en
perjuicio de un nio de 10 aos de edad que no declar directamente en el
juicio oral sino que lo hizo en dos oportunidades durante la fase investigativa,
las que fueron videograbadas. La segunda de ellas, a instancia del abogado del
solicitante, quien concord con el oficial de la polica a cargo de la diligencia los contenidos sobre los que versara el interrogatorio, sin perjuicio que
no presenci el interrogatorio, ni pidi un aplazamiento para poder hacerlo.
En el juicio oral, el solicitante neg los cargos y se rindi como prueba la
primera entrevista grabada en video de la polica a la vctima y el registro de
la segunda entrevista fue ledo, junto con el testimonio de la madre del nio
y profesor. La defensa no solicit que el nio fuese escuchado en persona,
siendo condenado el solicitante a ocho meses de prisin, luego el Tribunal de
Apelaciones redujo la pena a tres meses de prisin.
Aqu el Tribunal record que la admisibilidad de la prueba se rige principalmente por las normas de derecho interno y que, por regla general, corresponde
a los rganos jurisdiccionales nacionales apreciar las pruebas presentadas ante
ellos, sealando que si bien todas las pruebas normalmente deben producirse
en presencia del acusado en una audiencia pblica, con miras a debate contradictorio, el uso como prueba de las declaraciones obtenidas en la etapa de la
investigacin policial y judicial no es en s mismo incompatible con los prrafos 1 y 3 d) del artculo 6, a condicin de que se hayan respetado los derechos
de la defensa. Por regla general, estos derechos requieren que el acusado tenga
34 Tribunal Europeo de Derechos Humanos, 2 de julio de 2002, caso: SN v. Suecia [en lnea]. Disponible en: http://hudoc.echr.coe.int/sites/eng/pages/search.
aspx?i=001-60564 [fecha de consulta: 20 de mayo de 2014].
199
Artculos
b) Caso de AL v Finlandia35:
El TEDH en este caso acogi la demanda, puesto que se estim que en los
hechos no pudieron ejercerse los derechos de la defensa, especficamente el
derecho a controvertir la prueba de cargo.
En el caso el solicitante haba sido acusado ante un Tribunal de Distrito por
abuso sexual en perjuicio de un menor, negando en su momento la acusacin.
En el juicio el tribunal escuch el testimonio de la madre del nio y del solicitante, as como de tres testigos que declararon en nombre del solicitante.
Por su parte, el fiscal present una grabacin en video de dos entrevistas de la
vctima, llevadas a cabo por un experto mdico, junto con un informe de este
profesional, resultando en definitiva condenado el solicitante.
El demandante apel contra la sentencia ante el Tribunal de Apelacin, argumentando que el Tribunal del Distrito no debi haber decidido el caso sin or
al menor en persona y que l no tuvo la oportunidad de hacer preguntas al
menor en ninguna etapa del proceso. Tampoco tuvo la oportunidad de ver la
grabacin de video antes de la audiencia principal, sin embargo, la grabacin
haba sido una parte esencial de la evidencia que condujo a su condena. Dicha
apelacin fue rechazada.
35 Tribunal Europeo de Derechos Humanos, 27 de enero de 2009, caso: AL v. Finlandia [en lnea]. Disponible en: http://hudoc.echr.coe.int/sites/eng/pages/search.
aspx?i=001-90937 [fecha de consulta: 20 de mayo de 2014].
200
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201
Artculos
5. Conclusiones
Proteger a los NNA que participan, ya sea como vctimas o testigos de un
proceso penal, es un imperativo para Chile, dado su carcter de suscriptor de
la Convencin de Derechos del Nio.
En el sistema europeo, desde el mbito de los derechos humanos, han deslindado ciertos parmetros o criterios para establecer un equilibrio entre los
intereses de los nios vctimas y los de los acusados en causas penales, partiendo de la consideracin de los NNA como sujetos de derecho, premisa que
en nuestra realidad nacional es dudoso que est suficientemente asumida por
los operadores del sistema judicial.
Podemos destacar as algunos criterios que han sido fijados por la jurisprudencia del TEDH, con miras a lograr un justo equilibrio entre los intereses
en juego, es decir, hasta dnde es lcito limitar el derecho del acusado a un
juicio justo en pos de proteger la dignidad y/o la integridad fsica y moral de
los NNA, que deben declarar en juicio. Lmite que estara representado por
la posibilidad real del acusado de haber podido controvertir esta prueba de
cargo, lo que bien puede hacerse en instancias previas al juicio oral propiamente tal, ya sea directamente por el acusado o mediante su defensa letrada.
En palabras del TEDH que el acusado haya tenido una oportunidad adecuada y apropiada de contrainterrogar el testigo de cargo, no siendo admisible una renuncia a este derecho del acusado, ni menos que sta pueda ser
apreciada o colegida de ciertas actuaciones posteriores a la diligencia, tales
como usar en juicio el medio probatorio controvertido.
Esta alternativa es admitida an por defensores del sistema adversarial en su
forma ms pura, quienes no se oponen a consideraciones concretas respecto
de ciertos testigos especialmente vulnerables, como son los NNA vctimas
que declaran en un proceso penal.
202
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I. Introduccin
Desde el inicio de la reforma procesal penal hasta el mes de junio de 2014, se
han dictado 83 sentencias en materia de lavado de dinero que se encuentran
ejecutoriadas; dentro de las cuales, 62 han sido sentencias condenatorias y
17 absolutorias. Evidentemente, los fallos que aportan una mayor fundamentacin para ser analizados son aqullos obtenidos en un juicio oral. Anteriormente, en diferentes artculos se ha hecho referencia y se han analizado
principalmente las sentencias condenatorias, destacando los elementos que se
1
Estas son las sentencias absolutorias analizadas (cabe sealar que slo se consideraron
las sentencias que absolvieron a todos los imputados por el delito de lavado): Tribunal Oral en lo Penal de Rancagua, 12 de marzo de 2007, RUC N0500374418-5, RIT
N22-2007, considerando vigsimo quinto. Cuarto Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, 30 de abril de 2009, RUC N0600867745-8, RIT N27-2009, considerando
vigsimo. Segundo Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, 2 de diciembre de 2010, RUC
N0700818345-1, RIT N139-2010, considerando dcimo tercero. Sexto Tribunal Oral
en lo Penal de Santiago, 6 de julio de 2011, RUC N0800952101-2, RIT N35-2011,
considerando noveno. Tribunal Oral en lo Penal de Curic, 15 de octubre de 2010, RUC
N0900102545-4, RIT N28-2010, considerando sptimo. Tribunal Oral en lo Penal
de Iquique, 1 de febrero de 2012, RUC N0900779280-5, RIT N331-2011, considerando dcimo cuarto. Tribunal Oral en lo Penal de Arica, 28 de marzo de 2012, RUC
N1000348060-2, RIT N33-2012, considerando vigsimo sptimo. Tribunal Oral en lo
Penal de Iquique, 27 de junio de 2012, RUC N1100081625-8, RIT N76-2012, considerando undcimo. Tribunal Oral en lo Penal de Iquique, 9 de mayo de 2012, RUC
N1100191568-3, RIT N50-2012, considerando dcimo sexto. Tribunal Oral en lo
Penal de Rancagua, 14 de noviembre de 2012, RUC N0901053666-6, RIT N2892012, considerando sexto. Tercer Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, 2 de diciembre
de 2012, RUC N0800607889-4, RIT N153-2012, considerando undcimo. Sexto Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, 19 de marzo de 2013, RUC N0800749089-6, RIT
N431-2012, considerando vigsimo primero a vigsimo sexto. Tribunal Oral en lo Penal
de Iquique, 5 de abril de 2013, RUC N1100455769-9, RIT N310-2012, considerando
dcimo quinto. Tribunal Oral en lo Penal de San Bernardo, 21 de diciembre de 2013,
RUC N0900493160-k, RIT N28-2013, considerando vigsimo sexto y vigsimo
sptimo. Sexto Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, 24 de mayo de 2013, RUC
N1000632976-k, RIT N157-2013, considerando vigsimo noveno. Tribunal Oral en
lo Penal de Talagante, 26 de abril de 2014, RUC N1001157282-6, RIT N130-2013,
considerando dcimo sptimo.
Abogado, Subdirector de la Unidad Especializada en Lavado de Dinero, Delitos Econmicos, Medioambientales y Crimen Organizado, Fiscala Nacional, Ministerio Pblico.
205
Artculos
tuvieron por acreditados para condenar por este delito. No obstante lo anterior, los 17 pronunciamientos judiciales por medio de los cuales los Tribunales
han absuelto a diferentes imputados, resultan interesantes de estudiar detalladamente ya que permiten evaluar crticamente los motivos que fundamentaron dichas absoluciones y de esta forma, ayudan a distinguir los lmites o
contornos de este tipo penal.
La intencin de este artculo no es pronunciarse respecto a si en los distintos
casos analizados corresponda condenar a los acusados o si era razonable la
absolucin dictada por los jueces. Nuestro inters se reduce a revisar los argumentos que fueron utilizados para fundamentar los respectivos fallos, ya que
hemos podido advertir algunos problemas de interpretacin de determinados
elementos del tipo penal. Al examinar los pronunciamientos judiciales en esta
materia quedan en evidencia a lo menos dos argumentaciones empleadas con
frecuencia por los distintos operadores jurdicos y que en nuestro concepto
presentan problemas, como son el concepto de agotamiento del delito precedente y la forma como se entienden los verbos rectores en la estructura del
lavado de dinero (ocultar y disimular).
Por otro lado, nos interesa destacar algunos fallos absolutorios, respecto de
los cuales consideramos son un interesante aporte al acervo jurdico en esta
materia, ya que se han pronunciado respecto de elementos o situaciones poco
abordadas en la doctrina y jurisprudencia nacional.
Hacemos la precisin de una interpretacin moderna, ya que varios de los fallos toman
en consideracin algunos trabajos realizados con anterioridad a la entrada en vigencia
206
Artculos
de la Ley 19.913, que estaban referido al antiguo artculo 12 de la Ley 19.366, que tena
una estructura tpica diferente a la de nuestro tipo penal vigente.
Todas las sentencias que han utilizado este tipo de argumentacin se refieren a casos en
los cuales el delito previo era el de trfico de drogas.
207
Artculos
10 Tribunal Oral en lo Penal de Rancagua, 14 de noviembre de 2012, RUC N09010536666, RIT N289-2012, considerando sexto.
208
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209
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14 Vase, El Delito de lavado de activos como delito autnomo, PINTO, Ricardo y CHEVALIER, Ophelie. Organizacin de los Estados Americanos (OEA), Comisin
Interamericana para el Control del Abuso de las Drogas (CICAD) [en lnea]. Disponible en: http://www.cicad.oas.org/Lavado_Activos/esp/GupoExpertos/documentos%20
2001-2005/El%20delito%20de%20lavado%20de%20activos%20como%20delito%20
autonomo.doc [fecha de consulta: 10 de julio de 2014].
15 GARRIDO, Mario. Derecho Penal. Parte General. 1. ed., Santiago, Chile, Editorial Jurdica, 1997, Tomo II, p. 266. En nuestro sistema la distincin entre delito consumado y
agotado no ofrece importancia, pero s la tiene diferenciar el delito intentado del frustrado. GARRIDO, Mario. Etapas de ejecucin del delito. Autora y participacin. 1 ed.,
Santiago, Chile, Editorial Jurdica, 1984, p. 210. El agotamiento aparece como algo
que sucede con posterioridad a la consumacin, al producirse todas las consecuencias
daosas esperadas con el delito y a las cuales se orientaba la actividad del agente. Esta
ltima etapa de desarrollo es lo que constituira la denominada consumacin material, a
diferencia de la consumacin formal.
16 En sentido contrario, reconociendo importancia a la distincin, POLITOFF, Sergio. Los
actos preparatorios del delito tentativa y frustracin. 1 ed., Santiago, Editorial Jurdica,
2004, p. 266.
210
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211
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Desde nuestra perspectiva, la argumentacin expuesta en los fallos anteriormente citados no se condice con el concepto doctrinario de agotamiento,
principalmente, porque se refiere a tipos penales (Ley 20.000) que por regla
general no contienen elementos subjetivos de intencin trascendente20. Por
otro lado, los diferentes autores indican expresamente que la fase de agotamiento del delito (aun cuando hemos mencionado que este caso no operara)
puede constituir un tipo penal distinto si se ofende otro bien jurdico. Asimismo, entender que opera el agotamiento para los delitos de trfico ilcito de
drogas y que ste permitira al sujeto activo aprovecharse directamente de las
ganancias obtenidas con su actividad ilcita, implica desconocer abiertamente
los objetivos del legislador al momento de incorporar los tipos penales de
lavado de dinero contenidos en la Ley 19.913, ya que justamente se pretenda
que el sujeto no pudiese aprovecharse de ninguna forma del producto de su
actividad ilcita.
En la mayora de los casos que se ha utilizado esta argumentacin pareciera
que los operadores jurdicos siguiendo una distincin alemana en cuanto a
consumacin formal y material entienden que el sujeto que cometi el delito
base slo debera ser sancionado por esa conducta y no por el delito de lavado
(algunos fallos sugieren que si se sancionara por lavado de dinero se afectara
el principio de ne bis in idem). Al respecto cabe sealar que en nuestro pas,
a diferencia de Alemania, el legislador opt por incorporar expresamente el
autolavado, en el artculo 27 inciso final de la Ley 19.91321. A mayor abundamiento, resulta imprescindible aclarar que en la mayora de los casos en que
la fiscala ha imputado tanto la conducta de trfico como de lavado, no nos
encontramos en casos de autolavado, ya que el delito de lavado se ha cometido con anterioridad a la conducta de trfico que se est imputando22.
20 En otros casos los jueces se han preguntado si la incorporacin del tipo penal de lavado
de dinero elimin toda forma de encubrimiento Tribunal Oral en lo Penal de Curic, 15
de octubre de 2010, RUC N0900102545-4, RIT N28-2010, considerando sptimo:
Por la implicancia que reviste para el caso concreto que se juzga debe determinarse si, con la
entrada en vigencia de la ley 19.913, se elimin toda forma de encubrimiento del delito de trfico de estupefacientes o sustancias sicotrpicas pasando a ser cualquier forma de ello, expresin
de un delito independiente o el tipo penal de lavado de activos o constituye doctrinariamente
una modalidad de encubrimiento que por razones de poltica criminal, se sanciona como un
delito distinto en atencin al bien jurdico que protege. Dicho de otro modo, es cualquier acto
de encubrimiento del trfico de estupefaciente un delito de lavado de activos?. En este caso, se
conden al sujeto por el encubrimiento del trfico de drogas, descartndose el lavado de
dinero.
212
Artculos
Por otro lado, se suele acotar que se requiere hacer una distincin entre casos
de agotamiento del delito de trfico y lavado de dinero; cuestin que no tiene
justificacin en la estructura tpica del delito de lavado, ya que no se incorporan elementos que permitan filtrar determinados casos. En este contexto, una
pregunta recurrente, esgrimida por algunas defensas, se refiere a la magnitud
de la conducta, refiriendo que el delito de lavado de dinero est pensado para
casos de gran relevancia donde se ponga en juego la estabilidad del pas o
el sistema econmico financiero en general. La verdad es que si se siguiera
este criterio sera imposible sancionar los casos de lavado, ya que casos de
tal magnitud son sumamente escasos (por lo menos no se conoce un caso en
Chile que haya podido poner en juego el sistema econmico financiero). Por
lo dems, estas argumentaciones en la actualidad resultan bastante aejas, en
el entendido que estn referidas a una primera etapa desde la incorporacin
del tipo penal, en la cual se tena como caso paradigmtico el caso de los carteles colombianos. En nuestros das, la comunidad internacional23 ha llegado
a la conviccin que no se puede permitir ningn tipo de utilizacin o aprovechamiento de bienes que poseen un origen ilcito, ya que genera un efecto
comunicativo perverso (el crimen paga), debiendo sancionarse tanto los lavados a gran escala como los pequeos actos de lavado de dinero24.
23 En todo caso se debe reconocer, que la mayora de las convenciones o grupos internacionales utilizan como ejemplo de lavado de dinero, las investigaciones de mayor magnitud,
lo cual pudiese provocar algn grado de desconcierto en el lector no familiarizado con el
tratamiento de este tipo penal.
24 Esta es la lgica que ha inspirado el trabajo de la fiscala en esta materia, ya que lo
importante ser determinar si existi un acto de ocultamiento o disimulacin del origen
ilcito de bienes. No siendo relevante si lo lavado han sido dos vehculos o una gran
cantidad de bienes muebles e inmuebles. Seguir un criterio distinto producira serias
consecuencias, ya que el efecto comunicativo hacia la poblacin en general sera que en
determinadas investigaciones las personas pueden aprovechar lo producido con su actividad delictiva; cuestin que no nos parece adecuada.
25 Para un anlisis pormenorizado referido a las sentencias condenatorias, vase SEGOVIA, Antonio. La figura de ocultamiento en el delito de lavado de dinero. En: Revista
Jurdica del Ministerio Pblico, N46, Santiago, Chile, Ministerio Pblico, 2011, pgs.
167- 184.
213
Artculos
nombre de los propios imputados o de su grupo familiar, siendo muy sencillo para el
ente persecutor identificarlos. Asimismo, es una alegacin bastante generalizada
indicar que no pueden establecerse estos verbos, ya que la operacin fue justamente realizada por escritura pblica o en un mercado regulado, pudiendo
ser conocida por cualquier persona. Por otro lado, tambin se hace referencia
a la magnitud o intensidad de las figuras de ocultamiento, concluyendo en
varios casos que se requieren una serie de operaciones complejas. Los fallos
que ejemplifican lo anteriormente expuesto son los siguientes:
No es bice para el razonamiento anterior, el hecho de que algunos de dichos bienes
aparezcan a nombre de miembros de sus familias o de terceros cercanos a la misma,
puesto que siendo as, eran fcilmente detectables, a travs de fuentes abiertas, situacin que tambin resultaba aplicable a la central de radiotaxis, que no contaba
siquiera con patente municipal. De esa forma, no se divisa el afn de ocultamiento
o disimulo que exige la norma en comento, ello porque dicho tipo penal tiene por fin,
principalmente, impedir que se practiquen las medidas cautelares sobre los bienes o
su descubrimiento y comiso o eliminar los medios de prueba del delito previo, lo cual
fundamenta la conducta de ocultamiento o disimulacin26.
A mayor abundamiento, al igual que en el caso anterior, se trata de un bien que se
inscribi en el registro que corresponde a nombre de quien no se discuti, se encuentra casada con el acusado, por lo que basta con solicitar los correspondientes certificados para poder determinar los bienes que cada uno tiene, lo que adems fue sealado
por la propia Capitn a cargo de la investigacinse ratifica la facilidad con que se
determin la existencia de dichos bienes, los que se encontraban inscritos a nombre
de uno de los acusados antes sealados y el otro a nombre de su seora, lo que no
constituye en ninguno de los casos la figura de lavado de dinero contemplada en la
letra a) del artculo 27 de la Ley N19.913, consistente como se seal en ocultar
o disimular el origen ilcito de determinados bienes, a sabiendas de que provienen,
directa o indirectamente, de la perpetracin de hechos constitutivos de alguno de los
delitos contemplados en la Ley N20.000, figura que supone el ocultamiento de bienes como una maniobra destinada a eludir la accin de la justicia27.
De la prueba rendida, como ya se indic, no aparece, en modo alguno evidenciado
que se hayan realizado las actividades tendientes a construir la misse en scene28
requerida en los verbos rectores del tipo penal por el cual se acus, el que a todas
26 Segundo Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, 2 de diciembre de 2010, RUC
N0700818345-1, RIT N139-2010, considerando dcimo tercero.
28 Para revisar un anlisis particular del fallo, vase CONTRERAS, Marcelo. Comentario
a la sentencia del Tribunal Oral en lo Penal de Rancagua que condena por el delito de
Lavado de dinero. En: Revista Jurdica del Ministerio Pblico, N42, Santiago, Chile,
Ministerio Pblico, 2010, pgs. 207-252.
214
Artculos
luces, parece ser de una mayor entidad que la sola adquisicin de bienes en el mercado, con el producido del trfico, pues lo que se vio fue simplemente la incorporacin
directa de los bienes adquiridos, al patrimonio de uno de los acusados29.
De este modo, con los antecedentes ya referidos se pudo establecer que los acusados
adquirieron diversos bienes, sin haber justificado la existencia de ingresos lcitos,
demostrndose, por el contrario, que sus nicos recursos provinieron de la lucrativa
actividad ilcita de venta de drogas que ejercieron por poco ms de dos aos. Sin
embargo, el simple hecho de que los acusados utilizaran los dineros ilcitos provenientes de la venta de droga para la adquisicin de bienes muebles e inmuebles no
basta para la configuracin del tipo penal del lavado de activos, por cuanto no slo se
exige que los imputados estuvieran al tanto que los dineros provenan de la referida
actividad ilcita. En efecto, la letra a) del artculo 27 de la ley N19.913, adems
del conocimiento del origen ilcito de los bienes, exige un requisito copulativo, cuya
presencia tambin es perentoria y que no se evidenci en la especie, cual es la existencia de maniobras destinadas a ocultar o disimular el origen ilcito de determinados bienes, conductas que no se concretaron en este caso, ya que los imputados
se limitaron a adquirir bienes para mejorar su nivel de vida con el producto ilcito
[dinero obtenido con la venta de droga] y ello per se no se corresponde a este tipo
especial, que exige un plus en la actividad de los sujetos activos y no una simple fase
de agotamiento del delito de trfico, como impresion ser el actuar que los imputados
realizaron.
As, al parecer de estas sentenciadoras, al interpretar la norma del art. 27 de la
ley 19.913 a la luz de lo anterior, la prueba rendida en juicio no cumpli con las
conductas descritas por los verbos rectores del tipo penal acusado, esto es ocultar o
disimular, pues si bien el delito de lavado de dinero es autnomo e independiente
del delito base, su anlisis debe hacerse en funcin del bien jurdico protegido y de la
finalidad de la norma, que conlleva en este caso, a un plus mayor que el simple aprovechamiento de los efectos del delito base, pues precisamente la norma pretende sancionar todas aquellas conductas que no importen un simple agotamiento del delito
originario, a fin de procurar el equilibrio del valor que se pretende restablecer con el
lavado de dinero, llmese sistema econmico jurdico, seguridad interior del estado,
paz social u otros que seala la doctrina30.
De lo anteriormente expuesto se concluye que an cuando la adquisicin del segundo
de los vehculos, esto es el Hyundai Santa Fe, haya sido adquirido por acusado,
situacin no probada, no constituira igualmente, el delito de lavado de activos ya
que el legislador ha impuesto exigencias mayores para configurarlo, no bastando la
29 Tribunal Oral en lo Penal de Rancagua, 12 de marzo de 2007, RUC N0500374418-5,
RIT N22-2007, considerando vigsimo quinto.
30 Tercer Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, 2 de diciembre de 2012, RUC
N0800607889-4, RIT N153-2012, considerando undcimo.
215
Artculos
mera compra de un bien que no es sino una forma de obtener las ganancias propias
del delito de trfico de drogas que le dio origen. En definitiva, el encartado no ocult
ni disimul la adquisicin de tales bienes31.
Del anlisis de los fallos reseados precedentemente, parece relevante responder algunas preguntas que quedan planteadas en la argumentacin utilizada, a
saber, la primera de ellas dice relacin a si puede existir ocultamiento o disimulacin en un bien que ha sido adquirido directamente por el traficante, por
lo que ha sido identificado rpidamente por el ente persecutor. En nuestro
concepto, no debera ser relevante el hecho que el bien se encuentre inscrito
a nombre del propio sujeto activo del delito base, ya que justamente lo que
persigue el lavador, en los casos de ocultamiento del origen ilcito, es poder
incorporar los bienes al sistema econmico formal de una manera justificada,
es decir, contar con una respuesta ante la eventual consulta de la autoridad (el
lavador no quiere esconder el bien, lo quiere mostrar de forma justificada). Lo
relevante es establecer cmo el sujeto logr incorporar al sistema econmico
formal los dineros provenientes de su actividad ilcita. En efecto, la mayor
parte de los controles del sistema preventivo estn enfocados en impedir la
colocacin de bienes de origen ilcito. En este orden de ideas, si el traficante
logra adquirir un vehculo, el cual pag mediante un cheque, lo importante
ser determinar cmo fue posible que el sujeto vulnerara las barreras de proteccin del sistema preventivo, dicho de otro modo, cmo logr justificar la
apertura y utilizacin de una cuenta corriente. Resulta evidente que a los
agentes del banco no les seal que su giro principal era el trfico de drogas,
lo ms probable es que les haya entregado antecedentes que acrediten una
actividad lcita. Entonces, como ya hemos indicado, no resultar relevante que
el bien actualmente est a nombre del propio imputado, lo importante ser
determinar si existi ocultamiento o disimulacin del origen ilcito de los bienes que permiten al sujeto mantener ese bien a su nombre.
Por otro lado, el hecho que la operacin conste en una escritura pblica, no
implica en lo absoluto que no pueda existir un acto de ocultamiento o disimulacin de los requeridos por el tipo penal de lavado de dinero. En caso
contrario, nunca podra existir lavado en la compra de un inmueble o de otro
tipo de bienes en donde generalmente los contratos se realizan por escritura
pblica. De hecho, en una escritura pblica podra constar fehacientemente
el acto de ocultamiento al intentar dar a conocer una actividad lcita que no
sea real. En otros casos, la actividad lcita ser real y el lavador intentar justamente utilizar esta actividad para ocultar los bienes de origen ilcito.
31 Tribunal Oral en lo Penal de Iquique, 9 de mayo de 2012, RUC N1100191568-3, RIT
N50-2012, considerando dcimo sexto.
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legislador como es comn en los tipos culposos, no fija parmetros para dar contenido
al grado de diligencia y cuidado exigido por la norma, cuestin que necesariamente
debe ser llenado entonces por los jueces del fondo34 35.
Esta sentencia ha sido relevante para aclarar los alcances del tipo penal: hasta
antes de este fallo se discuta en diversos foros respecto de la posibilidad de
imputar este tipo penal a determinados profesionales como los contadores,
auditores y abogados36.
35 Para un anlisis particular del fallo, vase SEGOVIA, Antonio. Absolucin por el delito
de lavado de dinero culposo: contenido y lmites del concepto de negligencia inexcusable. En: Revista Jurdica del Ministerio Pblico, N39, Santiago, Chile, Ministerio
Pblico, 2009, pgs.213 y sgtes.
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III. Conclusiones
a. La argumentacin esgrimida por los operadores jurdicos referida a la
imposibilidad de sancionar a los imputados como autores del delito de
lavado de dinero ya que sus acciones se enmarcaran dentro del agotamiento del delito base, resulta bastante equvoca, teniendo en consideracin que en todos los casos en los cuales se ha utilizado el delito base ha
sido el trfico de drogas; tipo penal que en su estructura no contempla elementos subjetivos de intencin trascendente que permitiran entender que
estamos en una fase posterior a la consumacin. Por lo dems, el delito
de lavado de dinero fue justamente establecido para sancionar los actos
posteriores a la conducta descrita en el delito base, con el objeto de imposibilitar cualquier tipo de aprovechamiento de los bienes de origen ilcito.
b. Algunas sentencias razonan sobre la base que pudiese existir una vulneracin del principio ne bis in idem, en el caso que se pretendiese sancionar al
autor del delito base como tambin autor del delito de lavado de dinero.
Al respecto cabe recordar que el legislador nacional regul expresamente
esta posibilidad en el artculo 27 inciso final de la Ley 19.913. Asimismo,
por regla general, esta argumentacin no resultara procedente ya que si
uno analiza los hechos imputados, la conducta de trfico que se imputa es
distinta a la que se alude para justificar el delito base, ya que generalmente
es posterior al delito de lavado de dinero.
c. No parece razonable que se argumente que no puede existir ocultamiento
o disimulacin en el caso que los bienes identificados se encuentren inscritos a nombre del autor del delito base o de sus familiares directos, ya
que lo relevante ser cmo ese sujeto pudo justificar la inscripcin de
dichos bienes, introduciendo dichos bienes en el sistema econmico formal. Resulta necesario distinguir con claridad cundo se est imputando
un ocultamiento de los bienes en s mismos o cundo se est imputando el
ocultamiento o disimulacin del origen ilcito.
d. Segn lo establece un fallo, el legislador al momento de incorporar un tipo
culposo en el artculo 27 inc. 4 de la Ley 19.913, estableci un deber de
cuidado general con el objeto de impedir que los ciudadanos o las estructuras econmicas formales sean utilizadas para disimular dineros ilcitos,
sealando como conducta culposa punible, la negligencia inexcusable.
e. El hecho de estar portando grandes sumas de dinero y hacer uso de una
identidad falsa no resulta ser una conducta que en s misma pueda entenderse como un delito de lavado de dinero, ya que necesariamente se debe
(UNOC) [en lnea]. Disponible en: http://www.unodc.org/documents/legal-tools/Ley_
Modelo_Sobre_Extincion_de_Dominio.pdf. [Fecha de consulta: 14 de julio 2014]
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Artculos
acreditar el hecho tpico y antijurdico desde el cual provienen los bienes. Indudablemente, este hecho base ser acreditado mediante prueba
indiciaria.
f. Se han presentado problemas respecto de la interpretacin del concepto
de bienes que establece la Ley 19.913, ya que algunos han considerado
que no incorporara el dinero en efectivo; cuestin que en nuestra opinin
constituira un grave error, ya que al revisar la historia de la ley o efectuar una interpretacin sistemtica de las diversas normas que conforman
el sistema antilavado nacional, resulta poco razonable no entender que el
dinero en efectivo se encuentra dentro de este concepto.
221
Artculos
I. Introduccin
Uno de los casos ms emblemticos conocidos por el actual sistema de enjuiciamiento criminal en materia de infracciones a Ley de Mercado de Valores
(en adelante LMV), Ley de Quiebras y Ley General de Bancos (en adelante LGB), corresponde a la situacin generada por los hechos ocurridos con
antelacin a la quiebra de la Corredora de Valores ALFA S.A.; hechos que
llevaron a la Superintendencia de Valores y Seguros (en adelante SVS) a formular cargos contra los principales gestores de dicha sociedad por una serie
de infracciones a la Ley N18.045.
Ese fue el inicio de una serie de procedimientos administrativos, civiles y
penales que sern objeto de este comentario, siguiendo la siguiente estructura: comenzaremos con una breve relacin de los hechos que fueron objeto
del juicio penal, para despus referirnos a la primera sentencia dictada por
el Tercer Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago, continuar con la
resolucin dictada por la Ilustrsima Corte de Apelaciones de Santiago que
anul parcialmente la primera sentencia, y finalizar con la sentencia dictada a
propsito del segundo juicio.
Antes de comenzar, quisiramos destacar que el presente caso no constituye
el primero que llega a conocerse por el sistema criminal en estas materias, ya
se han dictado numerosas sentencias por los delitos de quiebra fraudulenta
y obtencin fraudulenta de crditos, y tambin se han resuelto casos penales
por infraccin a la Ley de Mercado de Valores, ya sea en juicio oral o en procedimiento abreviado. Lo particular del caso ALFA radic en que se encontraba una corredora de bolsa involucrada; situacin que constituy un desafo
a la capacidad persecutora de la Fiscala.
II. Hechos
De acuerdo a la estructura seguida en la acusacin presentada por la Fiscala,
se imputaron a los acusados cinco hechos que en opinin del ente acusa1 Abogado de la Unidad Especializada en Lavado de Dinero, Delitos Econmicos,
Medioambientales y Crimen Organizado, Fiscala Nacional, Ministerio Pblico.
223
Sentencias Comentadas
Sentencias Comentadas
225
Sentencias Comentadas
les de los delitos que fueron enunciados en la acusacin fiscal. Nos parece que
esta explicacin podra facilitar la comprensin de los fundamentos afirmados
por los Magistrados al momento de comunicar su decisin sobre el fondo.
Comenzando con los delitos contemplados en la LMV, como caracterstica
comn a ellos puede indicarse que corresponden a delitos formales o de mera
actividad, es decir, en ninguna de las estructuras tpicas puede apreciarse la
necesaria concurrencia de un resultado que deba atribuirse a una conducta.
Pareciera que sta es la nica caracterstica relevante que unifica a estas figuras, siendo ms til intentar explicarlas de manera particular.
El delito previsto en el artculo 59 letra a) de la LMV se consagra en los
siguientes trminos:
Los que maliciosamente proporcionaren antecedentes falsos o certificaren hechos
falsos a la Superintendencia, a una bolsa de valores, o al pblico en general, para los
efectos de lo dispuesto en esta ley.
En relacin con los elementos subjetivos, es claro que la ley exige dolo; su
naturaleza podra discutirse, pero es evidente que acciones ejecutadas sin
conocimiento de alguno de los elementos que integran el tipo objetivo, no
podran sancionarse en virtud de esta norma. En cuanto a los elementos objetivos, el verbo rector pareciera girar sobre la idea de referirse a conductas activas, sin perjuicio que se vislumbra como poco probable que el legislador haya
buscado sancionar actos materiales de entrega de antecedentes, el empleo del
verbo proporcionar no es equivalente a una simple entrega. Por lo dems,
una interpretacin estricta de la forma verbal nos llevara a situaciones desproporcionadas ya que, por ejemplo, se tendra que sancionar a la persona
natural que concurri a las oficinas de la SVS a dejar la documentacin falsa,
lo que sera un sinsentido.
Entonces, lo que la ley dejara entrever es que este delito se construye sobre
la base de una infraccin al deber de veracidad que vincula a los actores del
mercado de valores, que son los nicos que por obligacin legal deben entregarle informacin a la SVS para los efectos de lo dispuesto en esta ley, luego, la
conexin entre el verbo rector, sujeto activo y elemento subjetivo, nos hace
afirmar que nicamente a quienes la ley obliga a entregar informacin veraz
pueden incurrir en el delito, si defraudan el mandato legal.
El ilcito regulado en el artculo 59 letra e) de la LMV se encuentra redactado
de la siguiente forma:
febrero de 2013, RUC N0800423642-5, RIT N174-2012.
226
Sentencias Comentadas
Las personas que infrinjan las prohibiciones consignadas en los artculos 52, 53,
inciso primero del artculo 85 y letras a), d), e) y h) del artculo 162 de esta ley.
Ms all de la evidente deficiencia comunicativa del tipo penal en cuestin, es
claro que pertenece a la categora de ley penal en blanco impropia, encontrndose el complemento de la norma en cuestin, y para el caso que nos interesa,
en el artculo 53 de la LMV que declara contrario a la LMV efectuar cotizaciones o transacciones ficticias respecto de cualquier valor.
Pareciera que el ncleo del tipo penal gira en torno al concepto de transacciones ficticias, idea no definida en la ley, ni suficientemente construida
doctrinaria ni jurisprudencialmente. Sin embargo, es evidente que no se trata
de una operacin imaginaria, al contrario, la legislacin parte de la base que la
transaccin se efectu, en bolsa o fuera de ella, pero lo relevante para dar contenido al ilcito radica en entender que uno o ms de los trminos asociados
a la operacin fueron simulados, y que encubren el real propsito que disfraza
la transaccin. Dicho en otros trminos, la naturaleza real de la operacin no
es la que la transaccin supuestamente evidencia, sino que es otra, por ejemplo, no es compraventa sino que donacin, no es arriendo sino que prstamo
gratuito, etc.
El ltimo delito por el cual fueron acusados los imputados, corresponde al
establecido en el artculo 60 letra i) de la LMV, disposicin que indica:
Los que indebidamente utilizaren en beneficio propio o de terceros valores entregados en custodia por el titular o el producto de los mismos.
El verbo rector empleado por la legislacin reafirma lo sostenido ms arriba
en el sentido que el delito pertenece a la categora de tipos de mera actividad, pero el uso va acompaado de un adjetivo que lo tie de ilicitud. Si esta
expresin pertenece al mbito de la antijuridicidad o al tipo penal como elemento normativo, no es claro, pero le da contenido al delito. La custodia de
acciones, actividad permitida por la ley, puede desarrollarse por una corredora,
que puede utilizarla, por ejemplo, si ha sido autorizada por el cliente respectivo; situacin que se enmarcara en un uso debido o autorizado. El uso no
es equivalente a la apropiacin, sin perjuicio que probablemente en algunos
casos tienda a coincidir una accin con la otra, pero la norma no exige que los
valores sean ilcitamente incorporados al patrimonio de una persona, la prohibicin legal se fundamenta en que el riesgo de la utilizacin no autorizada
puede hacer perder el dominio del valor a quien lo confi. Con todo, el perjuicio sufrido por el titular no integra el tipo penal, al contrario del elemento
beneficio, expresin que no necesariamente debe entenderse como ganancia
monetaria efectiva, sin perjuicio que en la mayora de los casos as habr sucedido, pero situaciones que permitan al sujeto activo mejorar su posicin o la
de un tercero, o mantenerse dentro de los rangos exigidos por la autoridad
para seguir funcionando como intermediario, o realizar operaciones entre227
Sentencias Comentadas
gando en garanta los valores bajo custodia, entre otras conductas, pueden
perfectamente caer dentro del concepto beneficio.
Otro de los delitos que fue objeto de juicio correspondi al ilcito regulado en
el artculo 160 de la Ley General de Bancos, conocido como obtencin fraudulenta de crditos. El artculo citado seala:
El que obtuviere crditos de instituciones de crdito, pblicas o privadas, suministrando o proporcionando datos falsos o maliciosamente incompletos acerca de su
identidad, actividades o estados de situacin o patrimonio, ocasionando perjuicios
a la institucin, sufrir la pena de presidio menor en sus grados medio a mximo.
Se ha sostenido que este ilcito no es otra cosa que una estafa que tiene una
vctima particular, es decir, la naturaleza especfica del tipo radica en que
se perjudica a una persona en especfico. Si ello es efectivo, tendramos que
aceptar que sus caractersticas son las mismas que las que tradicionalmente
se asocian al delito de estafa contemplado en nuestro ordenamiento jurdico,
luego, se tratara entonces de un delito de resultado, la obtencin del crdito,
vinculado causalmente a una conducta - suministrar o proporcionar-, que es
desplegada por el autor. El rol que juega el perjuicio en esta infraccin penal,
no es tan evidente, y probablemente se encuentre a medio camino entre una
condicin objetiva de punibilidad y un elemento del tipo, pero independientemente de ello, es un elemento que debe ser materia de prueba durante el
juicio en cuestin. La otra caracterstica que puede relevarse, radica en que la
norma ha precisado la forma en que el engao se verifica, siendo una enumeracin taxativa al contrario de lo que ocurre en el artculo 468 del Cdigo
Penal.
Por ltimo, en este juicio se present acusacin por delitos concursales, especficamente por delitos de quiebra culpable y fraudulenta, ilcitos que como se
sabe, fueron modificados por la Ley 20.720 que deroga la Ley de Quiebras y
establece los nuevos procedimientos de reorganizacin y liquidacin.
El artculo 220 N16 castiga con la pena de presidio menor en su grado medio
a presidio mayor en su grado mnimo al deudor que: en general, siempre que
hubiere ejecutado dolosamente una operacin cualquiera que disminuya su activo o
aumente su pasivo.
El artculo 219 N4 castiga al deudor que: no hubiere solicitado su quiebra, en
el caso del artculo 41, o si la manifestacin que hiciere no reuniese las condiciones
que prescribe el artculo 42.
Por su parte, el artculo 219 N9 sanciona al deudor que: no tuviere libros
o inventarios o si tenindolos no hubieren sido llevados los libros con la regularidad exigida de tal suerte que no manifiesten la verdadera situacin de su activo y
pasivo.
228
Sentencias Comentadas
Sentencias Comentadas
al mismo tiempo injustos de naturaleza infraccional no criminal, cuyo juzgamiento se rige por las normas del procedimiento administrativo, el que a
grandes rasgos, contempla una fase de investigacin a cargo de la SVS, etapa
que puede culminar con la imposicin de sanciones, abrindose la posibilidad
que se reclame de dicha sancin ante la justicia civil, la que podr confirmar o
revocar la sancin impuesta por el ente administrativo.
En el caso sub-lite, la SVS sancion a ALFA por los ilcitos de uso indebido
de custodia y ejecucin de operaciones ficticias; decisin que fue confirmada
por la I. Corte de Apelaciones de Santiago, todo ello con anterioridad al inicio del juicio oral.
Luego, se presenta una paradoja judicial particular, originada probablemente
por el diseo legislativo ya que los mismos hechos fueron objeto de discusin
en dos procedimientos de naturaleza distinta y en uno logr acreditarse la
infraccin y en otro no; sin perjuicio que ambos procedimientos se rigen por
principios procesales generalmente vlidos, orientados principalmente a establecer una misma verdad procesal histrica, por lo que el resultado es desde
cierto punto de vista contradictorio ya que, en definitiva, el mensaje comunicativo de la decisin es usted hizo algo y por eso lo sanciono (en sede civil)
y al mismo tiempo usted no hizo algo y por eso no lo sanciono (en sede
penal); pronunciamientos que slo alimentan una sensacin de inseguridad
jurdica.
Siempre a propsito de lo resuelto en este captulo de la acusacin, en la sentencia puede leerse una crtica dirigida a la labor investigativa del Ministerio
Pblico, la que radica en la falta de indagacin acerca de la existencia o no
de autorizaciones por parte de los clientes hacia ALFA para que hicieran uso
de sus custodias, sealando que a la Fiscala simplemente le bast con lo ya
resuelto en sede administrativa; instancia en la que no se obtuvo evidencia
acerca de la no autorizacin, sin perjuicio que durante aqulla s se obtuvo el
reconocimiento por parte de los acusados del hecho objeto de reproche. Esta
supuesta deficiencia en la etapa investigativa, inevitablemente caus que los
medios probatorios introducidos al juicio fueran insuficientes para demostrar
el uso indebido. Cabe destacar eso s que en la sentencia qued establecido
que los acusados reconocieron en el juicio penal un uso operacional de las custodias, pero ello fue insuficiente ya que no se logr determinar si en precisas
transacciones hubo o no autorizacin o si las acciones estaban en otras corredoras o
en las compaas emisoras3; reconocimiento al cual se le rest fuerza probatoria
aplicando la regla contemplada en el artculo 340 del Cdigo Procesal Penal.
3
Nota 2, p. 165.
230
Sentencias Comentadas
En resumen, pareciera que el Tribunal fundament su decisin en la insuficiencia de medios de prueba que demostraran el uso de especficas custodias
en particulares operaciones y tambin en la carencia de antecedentes probatorios en cuanto a la existencia de autorizaciones por parte de los propietarios
de las acciones.
Siguiendo ahora con la imputacin del delito de ejecutar transacciones ficticias, en primer lugar, podemos sealar que el Tribunal calific como no
conveniente que la Fiscala encargara peritajes a personeros de entidades
fiscalizadoras, aduciendo falta de objetividad en su anlisis pues la SVS ya
haba emitido una opinin determinada en relacin con esta materia, de manera
que no se podra pretender que cambiara su posicin en sede penal, y concluir de
diferente manera4.
Adems, indic que durante el juicio no se demostr fehacientemente que
las operaciones que se tildaron como ficticias efectivamente se hubieran realizado, ello porque el anlisis de las transacciones entre ALFA y FOX fue
parcial, no coincidiendo con las operaciones enumeradas en la acusacin.
Tambin recalc que, al rechazar el cargo por uso indebido de custodia, no era
posible por una cuestin de lgica acreditar la perpetracin del delito establecido en el artculo 59 letra e) y por ltimo, sostuvo que durante el proceso no
fue debidamente explicado ni probado el concepto de falta de sentido econmico circunstancia que le dara el carcter de ficticia a una transaccin.
En relacin con el primer argumento esgrimido por los Magistrados para
restar fuerza probatoria a los informes evacuados por la SVS a peticin de
la Fiscala, creemos que dicho razonamiento se estrella con el artculo 4 de
la Ley Orgnica de la Superintendencia que enumera sus atribuciones y que
especficamente seala en su letra c) que corresponder a dicha institucin:
Evacuar los informes que le requieran los fiscales del Ministerio Pblico que estn
dirigiendo investigaciones criminales, siempre que correspondan a materias de la
competencia de la Superintendencia y se refieran a informacin que est disponible en sus archivos. Norma a la que habra que agregar las disposiciones del
Cdigo Procesal Penal aplicables, como por ejemplo el artculo 321.
Sin duda que sorprende que los Magistrados no consideraran estas disposiciones al momento de calificar como poco conveniente que el Ministerio
Pblico pidiera a la SVS la confeccin de informes periciales, esto ya que
puede presumirse que la intencin del legislador fue justamente desestimar
la eventual problemtica que podra presentarse cuando un funcionario de la
SVS confeccionare un informe pericial a peticin de la Fiscala, si en la propia
ley queda en evidencia que la ocurrencia de un hecho contravencional puede,
4
Nota 2, p. 173.
231
Sentencias Comentadas
Sentencias Comentadas
Sentencias Comentadas
problema radica en que al parecer ni siquiera fue objeto de estudio o meditacin esta alternativa por parte de los Magistrados, es decir, no existi inters
en analizar la posibilidad que este delito se pudiera cometer por intermedio
de una omisin, en especial si se tiene presente que todos los elementos que
mayoritariamente se aceptan que integran la omisin, concurran claramente
en el caso sub-lite.
Otro asunto es la falta de elemento subjetivo que el Tribunal declara como
ausente en los hechos acreditados, es decir, que la presentacin de antecedentes se hubiere realizado con el propsito de obtener un aumento del crdito
originalmente concedido. Esto parece un argumento plausible, pero para su
precisa comprensin por parte de un tercero, habra sido necesario un definicin previa del elemento subjetivo, ya que si no conocemos qu entiende el
Tribunal por dolo, difcilmente es factible entender cules son los contornos
exigidos, esto ya que no creemos que la decisin pase por una artificiosa clasificacin entre los tipos de dolo; distincin que la moderna doctrina penal ha
dejado hace bastante tiempo atrs.
Como se recordar, fue objeto del juicio tambin la acusacin por delitos
de quiebra culpable y fraudulenta. La acusacin por el delito descrito en el
artculo 219 N4, no pedir su propia quiebra en el plazo que exige la ley,
fue rechazada porque se demostr que la corredora se acogi al procedimiento
regulado en el artculo 177 ter que la ley concursal contempla, el que tiene
como efecto entender como cumplida la exigencia establecida en el artculo 41.
La hiptesis de quiebra culpable consagrada en el artculo 219 N1, que sanciona el pago hecho a un acreedor en perjuicio de los dems despus de la
cesacin de pagos, fue tambin rechazada por los Magistrados en primer
lugar ya que no existi prueba acerca de algunos pagos, sin perjuicio que s
la hubo para otros, y porque adems, los que se demostraron, no se habran
materializado en perjuicio de los dems acreedores, esto en razn a que la
cuanta de dichos pagos representa un porcentaje insignificante del pasivo de
la quiebra de tal suerte que no es un perjuicio cuya magnitud pueda configurar
esta causal5. Nos parece cuestionable la decisin adoptada en este punto, en
especial debido a que introduce un elemento que la ley no exige y que dice
relacin con la supuesta magnitud del perjuicio.
De la misma manera, el Tribunal rechaz la acusacin por el delito de quiebra
culpable regulado en el artculo 219 N9, que reprime la omisin por parte del
deudor de su obligacin de llevar libros contables o llevarlos de forma irregular, fundado en que fue la propia Bolsa de Comercio la que autoriz a ALFA
a llevar la contabilidad de una manera especfica (sistema computacional) y
5
Nota 2, p. 194.
234
Sentencias Comentadas
235
Sentencias Comentadas
Sentencias Comentadas
Tercer Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, integrado por los magistrados Vernica
Sabaj Escudero, Alejandro Aguilar Brevis y Marcela Erazo Rivera, 3 de febrero de 2014,
RUC N0800423642-5, RIT N174-2012.
237
Sentencias Comentadas
vio expuesta a algn tipo de sorpresa, la intensidad de los contrainterrogatorios y la contrastacin de un testigo con algunos documentos as lo demostr,
el Tribunal se dej llevar por un argumento vaco, carente de fundamento
ontolgico procesal y procedi entonces a valorar negativamente los testimonios de los testigos respecto a los cuales la Fiscala habra incurrido en la
infraccin al deber de registro.
A continuacin valora negativamente los testimonios de testigos y peritos que prestaron declaracin refirindose a las declaraciones efectuadas por
los acusados en sede administrativa y ante el fiscal del Ministerio Pblico.
El argumento para ello radica en que no se demostr durante el juicio que
dichas declaraciones se hubieran realizado previa advertencia de sus derechos
o debidamente asesorados. Cabe hacer presente que en este segundo juicio, a
diferencia del primero en el cual los jueces debieron recurrir al artculo 340
inciso final para valorar la prueba, los acusados optaron por guardar silencio,
sin perjuicio que sus testimonios en el primer juicio, sirvieron tambin para
fundamentar la decisin absolutoria que, como se dijo antes, tambin tuvo
efectos en este segundo juicio en virtud de la resolucin de nulidad dictada
por el tribunal de alzada.
Ms adelante la sentencia razona acerca del testimonio de los peritos de la
SVS que prestaron declaracin en el segundo juicio. En esta parte, nuevamente nos llama la atencin que no se incluya en el anlisis la disposicin
citada anteriormente y que considera como una de las funciones de la SVS
la de evacuar informes a peticin de la Fiscala. Sin perjuicio de lo anterior,
a nuestro parecer el Tribunal no direcciona correctamente su apreciacin al
calificar el testimonio de los peritos como parcial, afirmando que los profesionales de la SVS tienen inters en la manera en que se resuelva el conflicto
penal, sin precisar cul es ese eventual inters, y adems recurren para fundar
su decisin al artculo 12 de la Ley 19.980 de Bases de los Procedimientos
Administrativos, regla que, sin lugar a dudas, no tiene aplicacin y vinculacin
alguna con el proceso penal, por lo que nuevamente la sentencia pierde lgica
y fuerza argumentativa.
A propsito del cargo de uso indebido de custodia, la decisin exculpatoria
se construy bajo la premisa que en las transacciones realizadas entre FOX y
ALFA no se logr acreditar que se hubiera utilizado la custodia de un tercero,
ya que, a juicio del Tribunal, no existi precisin acerca de cules fueron efectivamente las acciones transadas ni de su titularidad por algn cliente, pues
lgicamente no haba ninguna razn que motivara dicha supuesta utilizacin.
Creemos que el Tribunal comienza a razonar correctamente intentando precisar los hechos que pueden demostrar el efectivo uso de las acciones, intentado encontrar prueba que identifique la accin que fue utilizada y a quin
ella perteneca, tal grado de exigencia imponen los Magistrados en este punto,
238
Sentencias Comentadas
que incluso insinan que las acciones parecieron no existir, es decir, que FOX
y ALFA, entre s, operaron y transaron sobre cosas inexistentes. Con todo, esta
forma de razonar es perfectamente vlida para el delito de hurto, robo, o cualquier otro que exija una precisin acerca del objeto material de la accin, con
sus caractersticas propias que permiten identificarlas una de otra, lo que probablemente evidencia un claro desconocimiento acerca del funcionamiento y
caractersticas del Mercado de Valores; obstculo frente al cual difcilmente se
podra entender la lgica y mbito de aplicacin del ilcito materia de juicio.
Siguiendo con los fundamentos de la segunda sentencia, llama la atencin
el argumento denominado concurso medial y cosa juzgada. En esta parte, los
Magistrados sostienen, en resumen, que la decisin absolutoria del primer
juicio acerca del cargo de llevar a cabo operaciones ficticias, tuvo un impacto
decisivo pues dicho captulo estaba estrechamente vinculado con los hechos
que configuraban el supuesto uso de custodia, por lo tanto, al mantenerse a
firme la sentencia en orden a absolver a los acusados del primer cargo, inevitablemente traera como efecto la exculpacin por el segundo, ya que las
eventuales operaciones ficticias se llevaron a cabo para encubrir el hipottico
uso de custodias.
Desde nuestro punto de vista, ste es claramente un efecto de la decisin
tomada por la I. Corte de Apelaciones de Santiago, ya que anular parcialmente la sentencia y el primer juicio, dieron cabida a este argumento que
puede leerse en esta segunda sentencia. Probablemente esto no fue perseguido
por los Ministros, pero nada impidi a los jueces que conocieron el segundo
juicio interpretar su resolucin en este sentido, sin embargo, si miramos ms
profundamente el razonamiento del Tribunal de Juicio Oral, probablemente
podamos concluir que este segundo proceso estuvo perfectamente de ms, ya
que inevitablemente, en esta particular relacin entre un concurso medial y la
cosa juzgada, la conclusin siempre sera la misma, es decir, la absolucin de
los acusados a consecuencia de dicho efecto. Por lo dems, no logramos dilucidar cmo un hecho que no fue objeto del juicio, el cargo por realizar operaciones ficticias, puede tener algn impacto en el segundo juicio; en otras
palabras, desconocemos el argumento que lleva al Tribunal del segundo juicio
a quedarse con una parte de lo resuelto en el primer juicio (nulo) y validarlo
en el segundo a tal extremo que fundamenta la absolucin por uno de los
captulos subsistentes.
Por ltimo, los Magistrados rechazaron el cargo de quiebra fraudulenta, respecto de la cual no hubo ninguna referencia al hecho que ya haba una decisin condenatoria ejecutoriada que justamente declaraba como fraudulenta la
quiebra de ALFA, fundando su decisin en que no se demostr que ALFA
sufriera una disminucin de su activo producto de las operaciones celebradas
con FOX. Tambin se descart la autora y coautora del gerente general de
ALFA, sealando al efecto que no tena dominio del hecho, contrariamente a
239
Sentencias Comentadas
lo resuelto por la I. Corte, ni que tampoco ambos acusados actuaron concertados previamente, contradiciendo tambin al Tribunal de Alzada.
En relacin con el primer argumento, nos parece que los Magistrados siempre asumieron que FOX y ALFA eran agentes econmicos que tomaban
sus decisiones de una manera independiente y que en definitiva, la supuesta
disminucin del activo era ms aparente que real ya que la insolvencia de
FOX no debi constarle a ALFA, y que por lo tanto, esta deuda entre partes relacionadas, no disminua el activo de ALFA. Tal vez todo lo anterior
sera atendible y tendra cierta lgica si no se tratara de dos personas jurdicas
que compartan a las personas naturales en sus gobiernos corporativos y que
tuvieran independencia absoluta en la forma en que tomaban sus decisiones
econmicas. Claramente ello no era as, pero en la sentencia no puede leerse
ninguna lnea sobre tan importante antecedente, y si probablemente ello se
hubiera considerado, como s se hizo en el primer juicio, la decisin adoptada
en el nuevo proceso habra sido diferente.
En cuanto al razonamiento para absolver al gerente general, es claro que existi un dficit probatorio ya que no se produjo prueba directa sobre el concierto previo, pero, desde nuestro punto de vista, el resto de los antecedentes
probatorios arrojaban potentes indicios que razonablemente podran atarse
para concluir la concurrencia del acuerdo previo de voluntades.
En esta parte, tambin, el Tribunal seala que no se demostr en juicio que el
gerente general de ALFA hubiere realizado ningn acto ejecutivo que demostrara tanto su intervencin en el hecho como la finalidad (dolosa) de su actuar.
Sobre el punto, quisiramos destacar que nuevamente el Tribunal no atiende
a lo resuelto por la I. Corte, que afirm en su resolucin de nulidad que al
absolver al gerente general, se incurri en una vulneracin al artculo 133
de la Ley de Sociedades Annimas, pero lo que ms flagrantemente queda
expuesto, al igual que en el primer juicio, es que no fue objeto de anlisis el
artculo 232 de la ley concursal que declara que los gerentes, administradores
o directores de una persona jurdica declarada en quiebra, sern autores de
los delitos de quiebra fraudulenta o culpable si en la direccin de sus negocios y con conocimiento del estado de stos, hubieren ejecutado o autorizado expresamente las conductas que configuran alguna de las hiptesis de
los mencionados delitos. Luego, se acredit que el gerente general de ALFA
tuvo conocimiento un da antes de la ya antes citada operacin de fecha 22 de
abril, calificada como quiebra fraudulenta, y contando con dicha informacin
queda en evidencia que nada hizo para evitar que el presidente del directorio
la llevara adelante, es decir, justamente incurri en una omisin jurdicamente
relevante, y que interpretada correctamente, habra llevado a concluir que el
gerente general probablemente s tena responsabilidad penal.
240
Sentencias Comentadas
1. Introduccin
El artculo 5 de la Ley N20.084, que establece un sistema de responsabilidad
de los adolescentes por infracciones a la ley penal, en adelante indistintamente
Ley N20.084 o LRPA, que regula la prescripcin en materia de responsabilidad penal adolescente, se limita a reducir los plazos de prescripcin de
la accin penal y de la pena respecto de aquellos establecidos en el Cdigo
Penal, tratndose de crmenes y simples delitos cometidos por adolescentes.
Por ello, la aplicacin prctica de esta disposicin ha dado lugar a discusiones
centradas principalmente en las siguientes: Procede la aplicacin supletoria
del Cdigo Penal en esta materia? Para el cmputo de la prescripcin la
clasificacin de delitos establecida en el artculo 3 del Cdigo Penal debe
considerar o no la rebaja prevista en el artculo 21 de la LRPA? Los plazos
previstos en el artculo 5 constituyen plazos de prescripcin general u ordinaria o prescripciones especiales de corto tiempo?, lo que importa admitir o no
la media prescripcin o la prescripcin gradual regulada en el artculo 103 del
Cdigo Penal. En cuanto a la prescripcin de la reincidencia se aplican los
plazos del artculo 5 de la LRPA o los plazos establecidos en el artculo 104
del Cdigo Penal? Finalmente, otro aspecto de la discusin se ha centrado
en la aplicacin o no, respecto de adolescentes, del artculo 369 quter del
Cdigo Penal, que prescribe que en los delitos sexuales cometidos en contra
de vctimas menores de edad () el plazo de prescripcin de la accin penal
empezar a correr para el menor de edad que haya sido vctima, al momento
que cumpla 18 aos, teniendo presente lo dispuesto en el artculo 5 de la
LRPA.
Este artculo se refiere a la jurisprudencia nacional en la prescripcin respecto
de adolescentes, especficamente a las sentencias emanadas de las diversas
Cortes de Apelaciones del pas, que se pronuncian sobre las discusiones planteadas. Sin embargo, no se abordar la naturaleza de los plazos de prescripcin previstos en el artculo 5 de la LRPA, por no existir pronunciamientos de
los tribunales superiores.
1
243
Artculos
2. Antecedentes
El artculo 5 de la Ley N20.084 dispone, bajo el ttulo Prescripcin que:
La prescripcin de la accin penal y de la pena ser de dos aos, con excepcin de
las conducta constitutivas de crmenes, respecto de las cuales ser de cinco aos, y de
las faltas, en que ser de seis meses, regulando de este modo los plazos de prescripcin de la accin penal y de la pena en materia de responsabilidad penal
adolescente.
En cuanto a la prescripcin de la accin penal, esto es, la que se produce por el
transcurso del tiempo despus de cometido el delito y antes de pronunciarse
sentencia condenatoria, se ha sealado que, ms que una forma de extinguir
la responsabilidad penal, se trata de un impedimento para que la misma se
establezca o se desestime, por cuanto no se puede extinguir la responsabilidad
penal si an no ha sido declarada judicialmente2. Por ello, se ha sostenido que
se tratara, ms bien, de una prescripcin del delito, cuyo desvalor decae por
la accin del tiempo3, aunque parte de la doctrina estime que no corresponda
tal asimilacin4.
Sobre la prescripcin de la pena, esto es, la que tiene lugar despus de que la
sentencia condenatoria se encuentre ejecutoriada y antes del cumplimiento
total de la condena, se ha sealado que se trata de un plazo mximo en el
que, jurdicamente, es posible ejecutar las penas impuestas por resoluciones
judiciales de trmino, por lo que constituira un genuino caso de extincin
responsabilidad penal5.
Ahora bien, como se desprende del tenor literal del artculo 5 de la LRPA,
ste no resulta autosuficiente, por cuanto se limita a reducir los plazos de
la prescripcin general, tanto de la accin penal como de la pena, lo que ha
suscitado discusiones en tribunales orales y en Cortes de Apelaciones, al invocarse, por una parte, la supletoriedad del Cdigo Penal y, por otra, el principio
de especialidad en materia de responsabilidad penal adolescente.
En cuanto al carcter supletorio de las normas previstas en el Cdigo Penal
se ha sostenido que, como consecuencia de la remisin expresa del inciso
segundo del artculo 1 de la Ley N20.084 a dicho cdigo, debe entenderse
que las normas de ste tienen plena aplicacin en materia de accin y de omisin; de dolo y culpa; de los actos preparatorios, tentativa y frustracin; de los
2
3
4
5
CURY, Enrique. Derecho Penal, parte general. 7 ed., Santiago, Chile, Ediciones Universidad Catlica de Chile, 2005, p. 799.
Ibid., p. 800.
244
Artculos
conceptos de autor, instigador, cmplice y encubridor, en materia de circunstancias modificatorias de responsabilidad penal y en las causas que la extinguen, dentro de las que se incluye la prescripcin de la accin penal y la pena,
de manera que [en] cuanto a las dems reglas sobre la prescripcin, momento
en que empieza a correr, interrupcin, suspensin, etc., hay que estarse a lo
que contempla el [Cdigo Penal] de adultos6. Lo anterior se constata, entre
otras, en la sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, Rol N17432009, de 23 de marzo de 2010, que en su considerando segundo se remite
expresamente al artculo 96 del Cdigo Penal, al sealar que habr de estarse
a lo dispuesto en el artculo 96 del Cdigo Penal, que si bien seala que la
prescripcin se interrumpe perdindose el tiempo transcurrido cuando el
delincuente comete nuevamente crimen o simple delito, ms adelante agrega:
pero si se paraliza su prosecucin por tres aos, contina la prescripcin
como si no se hubiere interrumpido.
Sin embargo, existen posturas que sostienen que en virtud del principio de la
especialidad del sistema de responsabilidad penal adolescente, resultan aplicables los principios jurdicos especiales, establecidos por los instrumentos
internacionales que protegen los derechos de los adolescentes imputados o
condenados, incluso ms all de [las] reglas explcitas7. Un ejemplo de ello,
son las argumentaciones de las defensas en cuanto a que los plazos de la prescripcin de la reincidencia no debieran exceder los plazos de prescripcin de
la accin penal previstos en el referido artculo 5 de la LRPA.
A continuacin se analizarn los aspectos ms discutidos de la prescripcin
aplicables a los adolescentes, en razn de los pronunciamientos de las diversas
Cortes de Apelaciones del pas.
BUSTOS, Juan. Derecho Penal del nio adolescente. Santiago, Chile, Ediciones Jurdicas
de Santiago, 2007, pgs. 33 y 34.
El artculo 94 del Cdigo Penal dispone que la accin penal prescribe en determinados
plazos segn sea el tipo de delito de que se trate, en caso de crmenes con pena de presidio, reclusin o relegacin perpetuos en quince aos, en los dems crmenes en diez
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Artculos
246
Artculos
12 Ibid.
247
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Artculos
Artculos
Artculos
17 La norma del Art. 369 quter se aplica respecto de aquellos delitos cometidos a partir de
la entrada en vigencia de la Ley N20.207, publicada el 31 de agosto de 2007.
252
Artculos
correr para el menor de edad que haya sido vctima, al momento que cumpla
18 aos, afectando los plazos de prescripcin de la accin penal contenidos en los artculos 95 y siguientes del Cdigo Penal y en el artculo 5 la
Ley N20.084, discutindose en tribunales si esta ltima norma prima sobre
aqulla.
La Fiscala ha sostenido que deben aplicarse los plazos previstos en el artculo
5 de la LRPA, pero a partir del momento en que la persona menor de edad
que haya sido vctima cumpla los 18 aos de edad, por cuanto se trata de una
regulacin especfica, en materia de delitos sexuales, que tiene por objeto proteger a los nios vctimas de estos delitos evitando la impunidad, argumentacin que ha sido recogida por la Corte de Apelaciones de San Miguel y por
diversos Tribunales del Juicio Oral en lo Penal.
En efecto, la Corte de Apelaciones de San Miguel, en sentencia Rol N9972014, de 14 de julio de 2014, rechaza el recurso de apelacin interpuesto por
la defensa en contra de la resolucin del Juez del Dcimo Segundo Juzgado de
Garanta de Santiago que no dio lugar al sobreseimiento definitivo fundado
en que la accin penal para perseguir la responsabilidad penal del adolescente
formalizado por abuso sexual en contra de persona menor de catorce aos,
no se encontrara prescrita por haber transcurrido ms de dos aos desde
la perpetracin del delito. La Corte confirma la resolucin estableciendo en
su considerando cuarto, que resultan aplicables tanto el artculo 5 de la Ley
N20.084 como el artculo 369 quter del Cdigo Penal, por cuanto los plazos de prescripcin de la accin penal para los adolescentes imputados de
delito se establecen en el artculo 5 de la LRPA mientras que el artculo 369
quter del Cdigo Penal establece la oportunidad en que comienza a contabilizarse dicho plazo.
En sentencia anterior, Rol N749-2011, de 20 de junio de 2011, la misma
Corte revoc una resolucin del Dcimo Juzgado de Garanta de Santiago
que declar la prescripcin de la accin penal, sealando en su considerando
noveno: () Que en cuanto al fondo del recurso, se tiene presente que segn
dispone el mencionado artculo 369 quter En los delitos previstos en los
dos prrafos anteriores, el plazo de prescripcin de la accin penal empezar a
correr para el menor de edad que haya sido vctima, al momento que cumpla
18 aos de edad. Artculo que fue incorporado por el artculo nico de la
Ley N20.207, de 31 de agosto de 2007, esto es con anterioridad a los hechos
motivo de la formalizacin, sin que se hubiere discutido que la calificacin
jurdica del ilcito, se enmarca dentro de la tipificacin a que se refieren los
artculos 366 bis y 366 quter del Cdigo Penal, que se encuentran en el
prrafo que precede a aqul en que se encuentra el artculo 369 quter del
Cdigo Punitivo. La sentencia concluye en el considerando dcimo [que],
en consecuencia, se verifican todos los requisitos que hacen procedente la
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Artculos
Artculos
Conclusiones
El artculo 5 de la Ley N20.084 no se basta a s mismo para regular todos los
aspectos de la prescripcin respecto de los adolescentes, por cuanto se limita
a rebajar los plazos de la prescripcin de la accin penal y de la pena, en relacin a aqullos contemplados en el Cdigo Penal.
As las cosas, por aplicacin de las reglas generales de prescripcin, plenamente aplicables en razn de la supletoriedad del Cdigo Penal consignada
en el inciso segundo del artculo primero de la LRPA, rigen las normas del
Cdigo penal que regulan la prescripcin, en cuanto al momento en que
empieza a correr, as como tambin en cuanto a la interrupcin y suspensin
de la misma.
Segn la prctica judicial generalizada, la pena abstracta constituye el punto
de referencia para computar el plazo de prescripcin de la accin penal en
responsabilidad penal adolescente.
Lo resuelto por las Cortes de Apelaciones en materia de prescripcin de la
reincidencia, da cuenta de la independencia entre la prescripcin de la accin
penal y de la pena, por una parte, y de la prescripcin de la reincidencia,
por otra, rigiendo respecto de esta ltima lo dispuesto en el artculo 104 del
Cdigo Penal. No obstante, se advierte cierta inconsistencia que advierte
la necesidad de adecuar los plazos entre ambas instituciones mediante una
modificacin a la Ley N20.084.
Finalmente y en relacin a la aplicacin del artculo 369 quter del Cdigo
Penal, la mayora de la jurisprudencia ha sostenido que deben aplicarse los
plazos previstos en el artculo 5 de la LRPA, a partir del momento en que la
vctima cumpla los 18 aos de edad.
255
Artculos
Introduccin
La conducta social normal se la tiende a considerar como la forma natural en
que las personas actuaran, y por el contrario, se cataloga a las conductas que
se apartan de las normas y las costumbres como manifestaciones de lo desviado, lo patolgico, lo que por una causa extraa y ajena vino a exteriorizarse
de dicho modo.
Si nos remontamos al origen de lo que sera la naturaleza humana, encontraremos que para algunos autores la conducta social consiste en un precario
equilibrio en el cual lo individual convive con lo social en una armona ms
feble de lo que imaginamos y deseamos. As, para Cesare Beccaria Las leyes
son las condiciones mediante las cuales los hombres independientes y aislados, se unieron en sociedad, cansados de vivir en un continuo estado de guerra, as como de gozar una libertad intil por la incertidumbre de conservarla.
Por eso, debieron sacrificar una parte de su libertad para disfrutar del resto,
seguros y tranquilos4.
En este sentido, la ruptura del orden social sera considerada una manifestacin de la individualidad frente al bien social, implicando siempre una forma
1 Abogada de la Unidad Especializada en Responsabilidad Penal Adolescente y Delitos
Violentos, Fiscala Nacional, Ministerio Pblico.
4 BECCARIA, Cesare. Tratado de los Delitos y las Penas. Traduccin al espaol por D.
Juan Antonio de las Casas, edicin de 1774, Madrid, Ed. D. Joachin Ibarra, Impresor de
Cmara de S.M.
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Artculos
258
Artculos
Ante ello, y como parte de una poltica preventiva general que sea capaz de
anticiparse a los hechos y a las realidades criminales incipientes, resulta del
todo pertinente contar con una visin panormica acerca de la realidad fenomenolgica del delito de homicidio calificado.
En este sentido, resulta necesario conocer cuntos de estos ilcitos se cometen
anualmente, en qu regiones, bajo qu circunstancias calificantes, quines son
los que frecuentemente los ejecutan, quines son comnmente las vctimas, y
cul es la edad promedio de vctimas e imputados.
Esta visin del escenario que se nos presenta nos permitir conocer nuestra
realidad y a partir de all compararla con el resto de los panoramas latinoamericanos e incluso de los pases ms desarrollados, pavimentando as el camino
hacia la consolidacin de una sociedad de primer mundo.
259
Artculos
260
Artculos
261
Artculos
262
Artculos
HOMICIDIOS
2.794
1.326
1.333
1.497
1.601
1.367
1.527
1.355
1.471
14.271
DELITOS GENERALES
1.715.200
974.062
1.115.480
1.261.373
1.321.388
1.291.266
1.425.961
1.372.182
1.344.221
11.821.133
Fuente: Boletn Estadstico Anual del Ministerio Pblico ao 2013. Informacin obtenida del SAF.
12 Cabe sealar que las cifras totales consignadas en la presente tabla difieren levemente de
las sealadas en la tabla que la antecede, toda vez que el SAF es dinmico, lo que implica
263
Artculos
100%
80%
91%
60%
40%
20%
0%
9%
Condenatoria
Absolutoria
Ordinario
264
Artculos
de ilcitos, en la generalidad de los casos estamos frente a imputados conocidos, o que en el transcurso de la investigacin se logra su identificacin. As,
en los aos 2012 y 2013 se observ que en los delitos de homicidio el porcentaje de imputados conocidos fue de un 83%, constituyendo el tercer tipo de
delito con ms alto ingreso de imputados conocidos, antecedido por los delitos vinculados a la Ley de Trnsito, y por las faltas. Estas cifras no dejan de
ser relevantes en tanto que en las restantes categoras de delitos el porcentaje
de ingresos de imputados conocidos es notoriamente inferior, al punto que el
porcentaje de ingreso de imputados desconocidos es mayor al de imputados
conocidos, con un 53% y 47% respectivamente.
Del total de 88 ingresos por el delito de homicidio calificado, se imput responsabilidad a un total de 141 personas, de los cuales 125 casos correspondieron a hombres, lo que equivale a un 89%, mientras que tan slo en 16 casos se
imput a mujeres, representando el 11%.
Porcentaje de hombres y mujeres como imputados en
casos de Homicidio Calificado aos 2012-2013
90%
80%
70%
89%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
11%
Hombre
Mujer
Imputado
Artculos
Tratndose de las vctimas y conforme al grfico que se adjunta a continuacin, se evidencia que 89 hombres fueron sujetos pasivos del delito de homicidio calificado, lo que representa un 74% del total, en cambio, 31 mujeres
fueron vctimas, constituyendo un 26%.
Porcentaje de hombres y mujeres como vctimas en casos
de Homicidio Calificado aos 2012-2013
80%
70%
60%
50%
74%
40%
30%
20%
10%
0%
26%
Hombre
Mujer
Victima
Artculos
34
32
30
33
28
26
24
28
Imputado
Vctima
Edad Promedio
267
Artculos
14
12
10
4
3
2
1
2
0
16
14
12
10
9
10
6
5
3 3
2
0
Mc
F
R
MN
C
-
268
Artculos
Veneno
0%
Premio o promesa
remuneratoria
3%
Artculos
270
Artculos
271
Artculos
Por otro lado, se estima por estos sentenciadores que ambos agentes ejecutaron el
delito sobre seguro, lo cual, segn los dichos del profesor Mario Garrido Montt,
significa hacerlo creando o aprovechando oportunidades materiales que eviten todo
riesgo a la persona del autor, sea que ese riesgo provenga de la posible reaccin del
sujeto pasivo, (atacarlo por la espalda) o de terceros que lo protegen (distraer a la
institutriz a cargo del nio a quien se pretende matar). El aseguramiento, puede
corresponder a la creacin por el delincuente de una situacin de seguridad para la
consumacin del hecho, (una emboscada) o del simple aprovechamiento de circunstancias materiales que dejan en indefensin a la vctima, condiciones que influyen
en el autor para llevar a cabo el delito. (Mario Garrido Montt, Derecho Penal,
Parte especial, tomo III pgina 56). Es as, como los imputados, ingresaron al
domicilio de J.O., con la clara intencin de darle muerte, para lo cual, procedieron
a amarrarlo con cinta adhesiva, lo que en definitiva signific eliminar todo riesgo
para s mismos, proveniente de la defensa que pudiera oponer la vctima. En otras
palabras, al acometer a J.O. a la postre de 79 aos de edad, y proceder ambos a
inmovilizarlo, crearon un estado tal de indefensin en la vctima, que objetivamente asegur tanto la ejecucin del delito, como la integridad de los acusados ante
su eventual reaccin...14.
14 Sentencia en causa RUC 0810003835-9, de 26 de marzo de 2009, Tribunal de Juicio
Oral en lo Penal de San Antonio. Vase tambin sentencia de la Corte de Apelaciones
de Temuco, de 4 de septiembre de 2012, Rol N590-2012, en la cual, dicho tribunal,
verificando las circunstancias comisivas, estima concurrente y analiza la alevosa en sus
dos expresiones, sosteniendo que la alevosa ha sido concebida en dos hiptesis diversas, a
saber, obrar a traicin o sobre seguro, lo que en el primer caso se traduce en que el victimario
aprovecha o crea un estado de indefensin de la vctima, implica, deslealtad, perfidia en el
homicidio ocultamiento moral o disimulacin de sentimientos hostiles y simulacin de
sentimientos de amistad, para evitar la reaccin de la vctima o el auxilio de terceros, por
ejemplo conversndole amablemente y sonrindole, ocultando a su vez entre sus ropas un
cuchillo con el que ultima a sta, aprovechndose de su actuar encubierto y provocndose una
ventaja frente la vctima. En cambio, en su aspecto de actuar sobre seguro, significa que el
sujeto activo procede sin aventurarse a ningn riesgo, ya sea creando o aprovechndose de
las circunstancias de hecho que le permitan evitarlo con el propsito de asegurar su accin, e
impedir la defensa o potencial defensa que pudiera ejercer la vctima se e incluyen aqu los
casos de asecho, la emboscada, el aprovecharse de situaciones de desventajas objetivas como las
facultades mentales disminuidas, la edad, contextura fsica, y todas las otras formas de cometer
el delito sin riesgo o con un mnimo de riesgo para el agresor, para s para evitar la reaccin de
la vctima o el auxilio de terceros.
Que, en este contexto, este Tribunal estima que la calificacin jurdica de los hechos, determina
que se trata de un delito de homicidio calificado, descrito en el artculo 391 N1, circunstancia
primera del Cdigo Penal, concurriendo la circunstancia de la alevosa en sus dos hiptesis.
El obrar sobre seguro se aprecia cuando, tal como se indic en el considerando sptimo, antes
citado, el imputado se aprovech no slo de la noche para actuar, sino que adems de que no
exista luz artificial, que el ofendido caminaba a dos metros adelante y que estaba en estado
de ebriedad (la alcoholemia arrojo 2,33 grados por mil de alcohol en su sangre). Asimismo, se
configura tambin el supuesto de obrar a traicin, ya que, tal y como seala el sentenciador,
la agresin provino precisamente de un pariente de la conviviente de la vctima, que llevaba
casi dos semanas alojando en su casa y de quien no tena razn alguna para esperar este
272
Artculos
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Artculos
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Artculos
El hecho que D.Z.V. se encontrara en estado de ebriedad al momento en que comenzaron los golpes en su contra, en nada aminora el ensaamiento con que actuaron
los agresores, porque tal como lo declar el mdico que recibi en el box de urgencia
al ofendido, perfectamente a una persona ebria se le puede medir el Glasgow porque
sta responde a los estmulos dolorosos, salvo que se encuentre en estado de coma, lo
que en este caso no fue acreditado En apoyo a lo anterior, los guardias Merino y
Zambrano relataron que al momento de encontrar a D.Z., este respiraba con dificultad, agregando el segundo que a la luz de la linterna tena reaccin ocular en el
ojo derecho.
En el mismo orden de ideas, en caso de haber cado en coma producto de los golpes
recibidos, no se sabe en qu momento el agredido perdi la capacidad de sentir dolor,
porque tal como lo dijeron los doctores en una lesin cerebral de esta naturaleza y
su consecuente hemorragia, las neuronas van muriendo minuto a minuto a medida
que no ingresa oxigeno al cerebro, efecto que se agudiza si se considera el tiempo que
la vctima estuvo abandonado en el parque sin recibir atencin mdica.
Todo lo anterior, como ya se dijo en el veredicto, contribuy a tornar ms violento el
ataque efectuado por los acusados, con un evidente dolo directo de causar su muerte,
ya que de otro modo, estos jueces no pueden entender la violencia y crueldad inusitada con la que actuaron los atacantes de la vctima17.
Finalmente, los medios de premio o promesa remuneratoria y el de veneno,
no son utilizados comnmente por los victimarios al momento de cometer un
homicidio, principalmente por la gravedad y dificultad del medio de comisin
que conlleva. As, en el homicidio por premio o promesa remuneratoria tratado antiguamente como latrocinio, esto es, matar por el mvil del lucro,
conocido tradicionalmente como asesinato, se requiere contactar a un sicario
o asesino a sueldo que ejecute la conducta, lo cual representa un mayor reproche al conllevar una oferta y un pago para que el mandatario lleve a cabo el
delito.
Representativo resulta aludir en este punto, al conocido caso de la Quintrala, en que respecto del homicidio del cnyuge de la misma y de la pareja
de ste, el tribunal estim concurrente la circunstancia segunda consagrada en
el Art. 391 N1 del Cdigo Penal, sealando que por otra parte adems, result
establecido que en lo restante de las acciones reprochables desplegadas, no existi
ninguna de las relaciones anotadas anteriormente, pero se produjo el resultado de
muerte, ello con la concurrencia de una de las cinco circunstancias establecidas en el
artculo 391 N1 del Estatuto ya mentado, se actu, inmediata y mediatamente, en
razn de un premio o promesa remuneratoria, a saber, por una parte con un fin de
lucro y por otra suministrando o configurando tal objetivo de beneficio econmico,
17 Sentencia en causa RUC 1200245128-8, de 28 de octubre de 2013, 4 Tribunal de Juicio
Oral en lo Penal de Santiago.
275
Artculos
producindose por tanto un desvalor mayor en las conductas, que configura el tipo
referido, es decir, el de homicidio calificado18.
Igualmente, es interesante mencionar que lo relevante de la calificante de premio o promesa remuneratoria es el mvil del lucro o beneficio econmico que
subyace a la conducta prohibida, sin que se requiera que efectivamente se haya
efectuado el pago, tal como lo afirma la sentencia del Tribunal de Juicio Oral
en lo Penal de La Serena, que al respecto indica que claramente no es necesario
probar que el pago efectivamente se verific, si no que se mate motivado por el lucro.
En este entendido, es de parecer de estos sentenciadores que la calificante abarca
tanto a quien recibi la promesa remuneratoria, como a quien la efectu, el que se
vali de ste bajo ofrecimiento, precisamente a una persona que viva en la calle y
era adicta a las drogas, para lograr sus oscuros fines19.
El homicidio cometido mediante el uso de veneno, requiere que el sujeto
activo logre que, introducida o aplicada una sustancia en el cuerpo del ofendido, le ocasione su muerte, lo que es de escasa utilizacin en nuestra sociedad.
Conclusiones
A partir de los antecedentes anteriormente expuestos, y de la consideracin
del delito de homicidio calificado como una de las formas ms violentas
de atentado contra una persona, quisimos adentrarnos y poder conocer en
mayor detalle la forma de presentacin de este fenmeno, sus variables ms
importantes.
Debemos reconocer que este estudio constituye un impulso inicial para continuar con una investigacin que pretenda adentrarse en mayor profundidad en
este tipo de casos, pero que, por razones de tiempo y espacio, en esta oportunidad limitaremos a una simple aproximacin al fenmeno.
Nos llama la atencin el profundo impacto social que representa este tipo
de delitos, el aumento en la sensacin de inseguridad subjetiva que suscitan
como reaccin a los mismos, y la dificultad de poder acreditar y probar estas
especiales circunstancias calificantes en estos casos de delitos contra la vida.
Por ltimo, sealar que si bien nuestro pas est muy bien posicionado en
relacin a la tasa general de delitos de homicidio en la realidad de Amrica
Latina, ello no es suficiente para mostrar conformidad con este tipo de delitos; es ms, a estas alturas de nuestro desarrollo, y de cara a un futuro prximo
18 Sentencia en causa RUC 0801000636-9, de 26 de febrero de 2011, 3 Tribunal de Juicio
Oral en lo Penal de Santiago.
19 Sentencia en causa RUC 1100538090-3, de 9 de junio de 2012, Tribunal de Juicio Oral
en lo Penal de La Serena.
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Artculos
Referencias Bibliogrficas
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