Nadar en Aguas Inquietas
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infantil de hoy
N 332 | Lecturas | 18/9/13 | 21 comentarios
Ilustracin de
Isidro Ferrer para el Libro de las preguntas de Pablo Neruda.
Conferencia presentada por la autora en la Biblioteca Luis ngel Arango, dentro del marco
del Congreso Iberoamericano de Literatura Infantil y Juvenil (CILELIJ), en Bogot, el 8 de
marzo de 2013.
Imaginaria agradece a Cecilia Bajour y a Mara Jess Gil Iglesias de la Fundacin SM la
autorizacin y facilidades proporcionadas para publicar este texto.
La teora no vive ms que de inquietud
Henri Meschonnic
Comienzo por aclarar qu es lo que no pretendo con estas palabras. No buscar plantear un
panorama de la poesa actual destinada a la infancia en Amrica Latina y Espaa, tarea de
por s ambiciosa y necesaria en algunas ocasiones para trazar mapas posibles de
producciones y tendencias pero a menudo, por la naturaleza del viaje panormico, sin lentes
de aproximacin a aquello que se busca mapear. Por lo tanto, no ser ni exhaustiva ni
abarcadora de una totalidad imposible en el territorio de lo que en estos das se crea y se
publica.
Lejos de eso, intentar un camino reflexivo por ciertas zonas de inquietud en torno a algunos
modos de ser, hacer y publicar poesa en los ltimos aos en nuestras lenguas. La idea de
zonas inquietas tiene que ver con una percepcin vital, dinmica y problematizante de la
poesa que se escribe y publica para nios. Gnero habitado por tensiones y reticencias,
algunas de ellas compartidas con la poesa en general, como lo evidencia la ubicacin
caudal potico que viene de la poesa de tradicin oral en sus mltiples formas y el juego que
tiene como protagonista a la palabra. Una poesa que desde sus orgenes pacta con la
memoria para fluir en las voces de los pueblos, que bebe del pulso del habla florecindola
desde brotes insospechados, que acenta los sentires alegres y los tristes con inflexiones
sonoras y tambin calladas, que acompaa los ritmos del corazn, de los haceres cotidianos,
de la risa, de la vida cuando comienza, cuando transcurre y cuando termina.
Tanto en el afluente oral (que hoy circula sobre todo mediatizado por la escritura) como en la
poesa medida y estrfica proveniente de diversas tradiciones poticas escritas que alimenta
los ros ms caudalosos de la poesa para nios, entre los componentes sonoros el ms
reconocido como saliente y caracterstico es la rima. Hasta tal punto que personas de distintas
edades y relaciones diversas con la lectura no dudan en identificar la musicalidad de la poesa
infantil en forma excluyente con aquella que utiliza de algn modo la rima.
Hoy en da en gran parte de las representaciones sobre poesa no destinada a nios el
empleo de la rima y las composiciones medidas con parmetros prestablecidos aparecen
como sinnimo de lo cristalizado. Sin embargo, estas representaciones son puestas en
cuestin por quienes revisitan con nuevos aires el uso de esos moldes desde la poesa misma
o desde ciertas lecturas y reflexiones que valorizan los modos en que la poesa de otros
tiempos dijo lo indecible y hoy nos lo sigue diciendo, an cuando podamos sentir su sonoridad
como lejana a la musicalidad actual.
En la poesa infantil los versos rimados siguen formando parte del imaginario potico ms
difundido. Los juegos sonoros que despliegan su msica en el sinsentido tambin son
identificados como procedimiento potico ligado a lo infantil. La puesta en evidencia de la
materialidad sonora del significante sigue buscando sacar chispas en los fuegos ldicos de
mltiples poemas y juegos infantiles en los que interviene la palabra.
De la mano de los sentidos y los sinsentidos es interesante volver a pensar en la recurrencia
objetiva de la reinante rima (la aliteracin surgida involuntariamente en este enunciado
tambin forma parte de alguna msica potica infantil) sin caer en estriles disquisiciones
maniqueas como rima contra verso libre, supuesta libertad del verso que suscita otra msica
posible en lo potico infantil.
Como todos los recursos ligados a la repeticin, marca reconocible en gran parte de la
literatura infantil, sobre todo la que se produce para los ms pequeos, la rima siempre corre
el riesgo del facilismo o el efectismo en la poesa escrita, ms si tenemos en cuenta la extensa
historia del uso de poesa rimada en la historia de la lrica en general y de la infantil en
particular. Por eso, se vuelve vital para los rimadores en su afn de concordancia sonora de
palabras de procedencia diversa, el vislumbre del lmite entre astucia sutil y sugerente a favor
de la construccin de significados y capricho arbitrario que se reduce a que los sonidos
encajen. El encanto de la rima ocurre cuando su contribucin al canto fluye y se funde en el
decir del poema sin desanudar la necesaria unin de fondo y forma. De lo contrario deviene
fuego de artificio a baja altura.
En convivencia con la poesa que utiliza la rima y los versos medidos en composiciones
estrficas tributarias de tradiciones diversas el llamado verso libre, que ya tiene una
considerable y slida historia en la poesa para adultos, aparece con menor frecuencia en la
poesa infantil publicada aunque en los ltimos tiempos esta tendencia parece estar
cambiando.
En un texto llamado sugerentemente Libertad condicional (3) Mara Teresa Andruetto afirma
que no hay verso libre si por libre entendemos la despreocupacin o el olvido de la forma. Y
agrega: Cualquiera de los buenos poemas escritos en lo que llamamos verso libre est tan
lleno de reglas internas, de sofisticados mecanismos de ruptura, forzamiento y digresin,
como el verso medido, aunque es verdad que en este ltimo caso esas leyes son generales,
prestablecidas, construidas a lo largo de los siglos, y en el primero se trata de leyes
autoimpuestas o mejor an descubiertas en el propio camino de escritura.
Lejos del abandono de lo formal, el verso libre plantea en su cruce sonoro de coordenadas
entre espacio y tiempo otra musicalidad cercana a los mltiples tonos de la conversacin en la
mayora de los casos, en un gesto que al mismo tiempo que busca un tono propio tiende
puentes entre la lengua potica y la lengua coloquial; permite salir de la oposicin entre lo
artificioso y lo comunicacional como dice la poeta Alicia Genovese en Surfear en el oleaje del
verso libre (4).
Para los ojos y odos de muchos lectores se trata de una suerte de partitura nueva.
Esas configuraciones visuales y sonoras se ajustan a regulaciones diferentes a medidas
prestablecidas; cada poeta construye leyes que suelen ser distintas en cada poema o que,
como sucede en algunos poemarios, constituyen una unidad con una tendencia musical
dominante.
En el caso de poemas nicos que son desplegados en el tiempo de un libro ilustrado,
singularidad encontrable casi nicamente en la edicin de libros de poesa destinada a la
infancia, al ritmo original del poema se le agrega la dimensin rtmica del arte de la edicin
que invita a leer el poema no slo en la separacin de los versos y estrofas sino tambin en la
pausas de la vuelta de pgina a partir del dilogo entre palabras e ilustracin.
Un ejemplo de la posibilidad de contrastar los modos de leer el poema en una pgina y su
versin desarrollada a lo largo de un libro es el que propone la coleccin Incluso los grandes
de Pequeo Editor (5).
>Los ojos y la respiracin de los lectores tienen una doble posibilidad, la de acompasar su
lectura pgina a pgina al ritmo de cada estrofa- momento del da en dilogo con las
imgenes y la de detenerse y encontrar todo ese tiempo reunido en la lectura integral de la
pgina final (7).
Ese doble juego respiratorio y visual es posible tambin en el pasaje de poemas que forman
parte de un poemario a un libro singular a do con ilustraciones de fuerte protagonismo y que
invitan a la relectura del poema.
Tarde de invierno de Jorge Lujn, incluido en el libroPalabras manzana (8) es un breve
poema que propone una leda impulsada por una respiracin nica debido a la ausencia de
puntuacin, el polisndeton (en la reiteracin del y), el encabalgamiento de los versos y la
sucesin envolvente de subordinadas:
Juega mi dedo en el vidrio empaado y
dibuja una luna y dentro de ella a mi madre que
viene por la calle y cabe justo en el dibujo que voy
agrandando a medida que se va acercando hasta
darme este abrazo que cabe exactamente detrs
del vidrio del portarretrato. (9)
La mirada infantil sobre el mundo adulto est sostenida en un suave humor donde los
grandes son observados en forma extraada desde su manera diferente a la infantil de ver la
vida. El poemario cierra con un poema mnimo que abre la ventana potica a la riqueza
inagotable del mundo que miramos:
La ventana es el nico mapa
que todos los das tiene
pases distintos.
La presencia del tigre aparece como una contrasea a la vez luminosa y oscura para
atravesar las soledades, los miedos y los deseos infantiles.
se escapa. Para no dejar que se esfume ni envejezca del todo, las ltimas palabras intentan
atraparlo en la noche helada.
()
Entonces
corr descalzo
bajo la luna fra.
Volv a ser su cazador,
su corredor,
su embustero.
(Mi tigre regres
la otra noche,
cuando por extraarlo,
insomne,
contaba para dormirme
sus rayas de memoria.)
En otras propuestas el yo potico no est encarado como la construccin ficcional de una voz
de nio sino que sostiene una enunciacin no infantil en cofrada con la mirada de un pblico
lector que incluye a los nios aunque no necesariamente se limite a ellos.
A veces, en octubre, es lo que pasa es acompaado paso a paso por vietas que lindan con
la abstraccin.
Los lectores recin se encuentran con quines los escribieron en el ndice llamado Lista de
poemas ubicado al final del libro y unas humorsticas minibiografas en la seccin Lista de
poetas. La desmitificacin de la idea de autora es bien visible en estas decisiones (30).
En relacin con esta mirada vale la pena releer las palabras que encabezan el ndice de
poemas:
LISTA DE POEMAS. Desde que nacen, los versos aspiran a vivir su propia vida
independientemente de quien los invent. Basta que alguien los diga o los copie con su
caligrafa para que sean suyos. stos que hemos recogido en la calle y que hemos convertido
en nuestras mascotas se escaparon un da del regazo de sus autores. Por un capricho del
editor, el dibujante ha confeccionado para ellos vistosos trajes de carnaval. Texto e
ilustraciones intercambian y entrechocan sus narices, y deben verse necesariamente como
una misma cosa (31)
(In)conclusiones inquietas
La potica no busca respuestas. Trabaja para reconocer preguntas.
Henri Meschonnic
Este recorte mnimo de algunas zonas de inquietud invita a quedar en estado de pregunta,
como la propia poesa hace con el mundo y el lenguaje. No pienso la actitud interrogativa
como un estado de contemplacin que refuerce las representaciones de intangibilidad de lo
potico sino muy por el contrario, como un encuentro ms desenfadado, menos solemne y a
la vez reflexivo sobre los modos de hacer y pensar la poesa para nios y sus relaciones con
la poesa en general. Que la poesa infantil sea permeable a la otra poesa pasa en buena
medida por cmo se establecen vasos comunicantes a partir de lecturas poticas y de
reflexiones sobre el gnero por parte de quienes hacen y editan literatura infantil y poesa para
nios hoy. No existe un nico modo de ser de la poesa infantil. La apertura a mltiples formas
de hibridacin (de discursos, de lo viejo con lo nuevo, de los gneros literarios con los no
literarios, de lo potico con lo narrativo, de lenguajes artsticos, de la propia poesa infantil con
la poesa adulta, etc) que caracteriza a gran parte de la literatura infantil contempornea
tambin puede ocurrir en la poesa, tal como vimos en algunos ejemplos. Es apasionante
detenerse a ver cmo ocurre, profundizar y abrir paso a nuevas zonas de inquietud.
(7) Nota de Imaginaria: El texto completo del poema Cancin decidida fue publicado en la
seccin Ficciones de nuestro N 33 (Buenos Aires, 6 de setiembre de 2000).
(8) Lujn, Jorge. Palabras manzana. Ilustraciones de Manuel Marn. Madrid, Editorial Anaya,
2003. Coleccin Sopa de Libros. Nota de Imaginaria: Este libro fue comentado en nuestro
N 260 (Buenos Aires, 24 de noviembre de 2009).
(9) Nota de Imaginaria: El texto completo de Tarde de invierno y otros poemas del
libro Palabras manzana acompaados por las ilustraciones de Manuel Marn fueron
publicados en la seccin Ficciones de nuestro N 260 (Buenos Aires, 24 de noviembre de
2009).
(10) Lujn, Jorge (texto y Sadat, Mandana (ilustraciones). Tarde de invierno. Mxico,
Ediciones SM, 2005. Coleccin Giraluna. Publicado tambin por Editorial Kkinos (Madrid,
2007) y Editorial Edelvives (Buenos Aires, 2012).
(11) Genovese, Alicia. Leer poesa: lo leve, lo grave, lo opaco. Op. cit.
(12) Guerra, Fabio (texto) y Soderguit, Alfredo (ilustraciones). Mir vos. Montevideo, Editorial
Alfaguara, 2006. Coleccin Alfaguara Infantil. Edicin de Virginia Sandro. Nota de Imaginaria:
Editado conjuntamente con 21 poemas raritos, de Fernando Gonzlez (textos) y Sebastin
Santana (ilustraciones). Este libro presenta dos tapas (sin contratapa), una con Mir vos y la
otra con 21 poemas raritos.
(13) Garca Espern, Mara (textos) y Magallanes, Alejandro (ilustraciones). Tigres de la otra
noche. Mxico, Editorial Fondo de Cultura Econmica / Fundacin para las Letras Mexicanas,
2006. Coleccin Los especiales de A la orilla del viento.
(14) Califa, Oche. Para escuchar a la tortuga que suea. Ilustraciones de Lucas Nine. Buenos
Aires, Ediciones Colihue, 2005. Coleccin Los libros de Boris.
(15) Benjamin, Walter. Sobre algunos temas en Baudelaire. En: Angelus Novus. Buenos
Aires, Editorial Edhasa, 1971.
(16) Benjamin, Walter. Direccin nica. Madrid, Editorial Alfaguara, 1987.
(17) Ponge, Francis. Mtodos. Buenos Aires, Adriana Hidalgo Editora. 2011.
(18) Sandoval Avila, Alejandro (textos) y Mller, Cristina (ilustraciones). La noche es un tren.
Madrid. Editorial Anaya, 2008.
(19) Ferradas, Mara Jos (textos) y Carri, Pep (ilustraciones). El lenguaje de las cosas.
Madrid. Ediciones El jinete azul, 2011.
(20) Lima, Juan. El mercado de las pulgas. Buenos Aires, Editorial Atlntida, 2008. Nota de
Imaginaria: Este libro fue comentado en nuestro N 250 (Buenos Aires, 31 de marzo de 2009).
(21) Nota de Imaginaria: En la seccin Ficciones de nuestro N 250 (Buenos Aires, 31 de
marzo de 2009) puede verse un fragmento de lo que explica la autora: Un paseo por El
Mercado de las Pulgas de Juan Lima (con textos e imgenes extradas del libro mencionado).
(22) Szymborska, Wislawa: A algunos les gusta la poesa. En: El gran nmero. Fin y principio
y otros poemas y textos. Madrid, Ediciones Hiperin, 2010.
(23) Nota de Imaginaria: Los interesados en conocer ms ttulos de la coleccin Alba y Mayo
pueden visitar el catlogo on line de Ediciones de la Torre.
(24) Nota de Imaginaria: Los interesados en conocer ms ttulos de la coleccin Poesa
Ilustrada pueden visitar el catlogo on line de Editorial Amanuta.
(25) Drummond de Andrade, Carlos. Menino Drummond. Ilustraciones de Angela Lago. So
Paulo, Companhia das Letrinhas, 2012.
(26) Nota de Imaginaria: Los interesados en conocer ms informacin sobre los libros
mencionados pueden visitar el catlogo on line del CIDCLI (Centro de Informacin y
Desarrollo de la Comunicacin y la Literatura Infantiles).
(27) Neruda, Pablo. Libro de las preguntas. Ilustraciones de Isidro Ferrer. Valencia, Editorial
Media Vaca, 2006.
(28) Hidalgo, Herrn (seleccin). Narices, buhitos y volcanes y otros poemas
ilustrados. Ilustraciones de Carlos Ortin. Valencia, Editorial Media Vaca, 1998.
(29) Nota de Imaginaria: Los interesados en conocer ms informacin sobre los libros
mencionados pueden visitar el catlogo on line de Ediciones Mgicas Naranjas.
(30) Nota de Imaginaria: Atravisame tiempo es un poema de Csar Fernndez Moreno
(Buenos Aires, 1919-Pars, 1985) de su libro Veinte aos despus (Buenos Aires, Editorial
Losada, 1953) y A veces, en octubre, es lo que pasa pertenece a ngel Gonzlez (Oviedo,
1925-Madrid, 2008) del libro Antologa potica (Madrid, Editorial Alianza, 1996).
(31) Lista de poemas. En: Hidalgo, Herrn (seleccin). Narices, buhitos y volcanes y otros
poemas ilustrados. Op. cit. pg. 91.