07-045-141 - Preh Amer y Arg II - 31 COPIAS

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LA FUNDACIN DE MONTE ALBN Y LOS ORGENES DEL
URBANISMO TEMPRANO EN LOS ALTOS DE OAXACA
Marcus WINTER
Centro INAH Oaxaca

Hace aproximadamente 2500 aos los zapotecos fundaron un asentamiento

nuevo encima de un conjunto de cerros en el centro del Valle de Oaxaca. Esta comunidad, ahora conocida como Monte Albn, creci rpidamente en rea y nmero de habitantes y lleg a ser la primera ciudad en la regin montaosa del sur
de Mxico.
En Oaxaca, como en otras partes de Mesoamrica y el mundo, los centros urbanos ms antiguos emergieron de sociedades aldeanas relativamente sencillas y
se distinguen de sus antecedentes por elementos tales como la presencia de miles
de personas en la misma comunidad, arquitectura monumental, uso de escritura,
un estilo de arte propio y en general un nuevo modo de vivir de la gente.
Especialmente llamativo en el caso de Monte Albn es su localizacin respecto a recursos bsicos. Las aldeas pre-urbanas estaban situadas sobre lomas bajas adyacentes al aluvin de los ros, donde los residentes tuvieron acceso inmediato al agua para uso domstico y a los terrenos aluviales hmedos para el
cultivo de sus milpas. En cambio, los habitantes de Monte Albn edificaron sus
casas en terrazas situadas unos 300 m por encima del fondo del valle, y por consiguiente no contaban con una fuente permanente de agua ni con terrenos de
primera clase cerca de sus casas. Tuvieron que caminar hasta el fondo del valle
para abastecerse de agua, por lo menos en la temporada de secas, y tambin para
cultivar los terrenos hmedos, y por ello subir el agua y el maz hasta sus casas.
As, los primeros habitantes de Monte Albn cambiaron la cercana a los recursos
bsicos por una posicin defendible y cntrica en el valle. Surge, entonces, la pregunta que intentar contestar en este trabajo: por qu se fund Monte Albn?1
1
Aunque los primeros colonizadores de Monte Albn debieron haber aprovechado el agua de pequeos manantiales en las laderas del cerro, no hubiera sido suficiente para abastecer a toda la poblacin. Las
residencias en Monte Albn estaban dispersas en las terrazas, y la mayora de las casas contaba con espa-

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MARCUS WINTER

EL CONTEXTO GEOGRFICO Y CRONOLGICO

El Valle de Oaxaca es la planicie ms extensa en los altos del sur de Mxico
entre Puebla y Chiapas. Consiste en tres subvalles: Etla, Tlacolula y Ocotln-Zaachila o el Valle Grande, cada uno entre 35-60 km de largo y 15-30 km de ancho.
El fondo del valle est a unos 1500 m sobre el nivel del mar y est delimitado por
montaas que alcanzan los 2500 m de altura. En el centro del valle el ro Atoyac
procedente de Etla se junta con el ro Grande o Salado de Tlacolula, y ese nuevo
ro, designado Atoyac, corre al sur por el Valle Grande, pasa por las montaas
donde lo conocen como ro Verde, y desemboca en el Ocano Pacfico. Monte Albn, y tambin la ciudad de Oaxaca, capital del estado, se encuentran en el centro
del valle donde se unen los tres subvalles.
Las principales zonas fisiogrficas en el Valle de Oaxaca son el aluvin, el pie
de monte bajo, el pie de monte alto y empinado, y las montaas. Desde la fundacin de las primeras aldeas sedentarias, aproximadamente sobre el 1500 a.C., el
aluvin fue la zona ms favorecida para el cultivo debido a su alto nivel fretico.
Las principales aldeas pre-Monte Albn, por ejemplo San Jos Mogote, Tierras
Largas, Hacienda Blanca y Barrio del Rosario Huitzo, estn situadas sobre lomas
bajas del pie de monte adyacente al aluvin y cerca del agua (adquirida por medio
de pozos o directamente del ro), ambos recursos utilizados en las tareas cotidianas. Unas cuantas aldeas, por ejemplo Tomaltepec y Fbrica San Jos, estn
ms arriba en el pie de monte, adyacentes al aluvin de ros tributarios.
La fundacin de Monte Albn tuvo lugar despus de miles de aos de vida arcaica de cazadores-recolectores (9000-1500 a.C.) seguida por mil aos de vida aldeana (1500-500 a.C.). Para los fines del presente trabajo, las divisiones cronolgicas ms importantes son la Fase Rosario inmediatamente antes de la
fundacin de Monte Albn, la Fase Danibaan que corresponde al periodo de
la fundacin y primeras generaciones de la ciudad y las subsecuentes Fases Pe
y Nisa (Fig. 1).
En la arqueologa de Oaxaca, el estudio de las sociedades complejas ha sido
conceptualizado en trminos de urbanismo y estado. Se ha utilizado el trmino urbano en referencia a asentamientos nucleares con ms de 1000 habitantes
y arquitectura monumental, estimado o directamente observado en el registro
cios abiertos adyacentes para el cultivo. No obstante, una cosecha al ao de maz temporal en los delgados
suelos de las terrazas hubiera rendido solamente una fraccin del maz requerido por la poblacin. Con el
crecimiento de la ciudad, la poblacin de Monte Albn dependa cada vez ms de la importacin de productos bsicos de otras comunidades y del trabajo intensivo de sus mismos ciudadanos en los campos en el
fondo del valle. Otra marcada diferencia entre las aldeas previas y Monte Albn es el tamao de sta, tanto en rea como en nmero de habitantes. Despus de unas pocas generaciones Monte Albn alcanz una
extensin de varios km2 y una poblacin de aproximadamente 5.000 personas (Kowalewski et al. 1989: 85111), superando en unas 10 veces a San Jos Mogote, el asentamiento previo ms grande, y en 100 veces a
la mayora de las aldeas en el valle.

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Fig. 1.Cuadro cronolgico.

arqueolgico. En cambio, el estado se refiere a un nivel de complejidad social

cuya presencia en el registro arqueolgico se infiere de datos arqueolgicos tales
como jerarqua de asentamientos y presencia de palacios y templos (Blanton et al.
1999; Marcus y Flannnery 1996: 172-194; Spencer y Redmond 2003, 2004a). En
el Oaxaca prehispnico el urbanismo y el estado estn ligados, aunque el urbanismo surgi primero y existi durante siglos sin alcanzar las caractersticas de estado.
Los datos referentes al urbanismo temprano provienen de tres tipos de estudios
arqueolgicos: recorridos de superficie, excavaciones y estudios especializados de
cermica, escritura, iconografa y arquitectura, entre otros. Para el Valle de la Oa-

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xaca prehispnica son fundamentales los recorridos de superficie llevados a cabo

en los aos 70 en Monte Albn (Blanton 1978) y en los tres brazos del valle (Kowalewski et al. 1989), estos recorridos se complementan con datos de sitios recientemente localizados (Winter 2001). Las excavaciones de aldeas pre-Monte Albn (por ejemplo, Flannery 1976) proveen datos de comunidades antecesoras al
urbanismo, mientras que numerosas excavaciones en Monte Albn mismo documentan la antigua ciudad (por ejemplo, Caso 1932, 1935, 1938, 1969; Caso y Bernal 1952; Caso et al. 1967; Winter 1994). Para los orgenes del urbanismo en Oaxaca son especialmente relevantes las excavaciones en San Jos Mogote en el
Valle de Etla (Fernndez y Gmez 1997; Flannery y Marcus 2005; Marcus y
Flannery 1996), porque era el sitio ms grande en el valle antes de la fundacin de
Monte Albn. Tambin son relevantes las recientes excavaciones en tres sitios del
municipio de San Martn Tilcajete en el Valle Grande (Elson 2003; Spencer y
Redmond 2004b) porque documentan una secuencia de cambios contempornea
precisamente con el tiempo de la fundacin de Monte Albn.
Cuatro modelos para el origen de Monte Albn
Los arquelogos han propuesto cuatro modelos alternativos que pretenden explicar los orgenes de Monte Albn. Una revisin crtica de cada esquema nos
ayudar a clarificar las diferentes perspectivas. Intentar identificar como el o los
autores de cada modelo caracterizan el contexto en que se form Monte Albn,
los protagonistas (actores o participantes) y el mvil o las causas de la fundacin.
Modelo 1: Capital desagregada. En su artculo The origins of Monte Albn,
Richard E. Blanton (1976), basndose en datos de su recorrido de superficie en
Monte Albn (Blanton 1978) y en el Valle de Oaxaca (Kowalewski et al. 1989),
ofreci por primera vez una explicacin antropolgica para la fundacin de Monte Albn. Propuso que Monte Albn fue fundado como una capital poltica de funcin especial, una capital desagregada (disembedded capital), como Brasilia o
Washington D.C., sin los elementos de un asentamiento comn, con el fin de integrar comunidades en los tres sectores del Valle de Oaxaca. Blanton mantuvo
que Monte Albn fue establecido en el centro del valle en territorio vaco, polticamente neutro y ecolgicamente marginal. Para Blanton, Monte Albn surgi en
el contexto de tres jefaturas (chiefdoms) de la Fase Rosario, una en cada uno de
los tres subvalles. Cada jefatura consisti en una comunidad grande o sede San
Jos Mogote en Etla, Yegih en Tlacolula y El Mogote Tilcajete en ZimatlnOcotln y sus aldeas dependientes. Segn el modelo, el centro del valle no tuvo
asentamientos de la Fase Rosario y sirvi como colchn de amortiguamiento
(buffer zone) entre las tres unidades polticas. Monte Albn fue fundado para superar la rivalidad entre las tres jefaturas y suplantarla con una unidad poltica rec-

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tora. La posibilidad de amenazas externas, desde fuera del Valle de Oaxaca,

tambin figura como posible causa, aunque de forma vaga, en este modelo. Si
bien Blanton no seal especficamente quienes fueron los fundadores, est implcito en su esquema que fueron representantes de las tres jefaturas. Desde los
1970s Blanton y sus colegas han promovido este modelo en varias publicaciones
(Blanton et al. 1993, 1999).
El modelo tiene tres problemas fundamentales. Primero, la asercin de que durante la Fase Rosario exista una jefatura en cada subvalle no ha sido demostrada,
ya que adems de los tres sitios citados San Jos Mogote, Yegih y El Mogote
Tilcajete existan otros sitios relativamente grandes. Estos son, por ejemplo, Barrio del Rosario Huitzo en el Valle de Etla y El Guayabo en San Pablo Huixtepec
en el Valle Zimatln-Ocotln, que tambin pueden haber sido jefaturas y rivales de San Jos Mogote o de El Mogote Tilcajete, respectivamente. Segundo, el
buffer zone no existe; hemos identificado sitios de la Fase Rosario en el centro del
valle (Winter 2001), lo que tambin pone en duda la existencia de una rivalidad
entre tres jefaturas. Tercero, la conceptualizacin de Monte Albn como capital
desagregada no concuerda con la realidad de los datos arqueolgicos. Monte
Albn lleg a ser rpidamente una ciudad con todas las funciones que uno esperara, desde lo ms cotidiano (campesinos que cultivaban plantas, preparaban
comida, hacan cermica y enterraban a sus muertos) hasta lo ms sublime (edificios monumentales religiosos, obras artsticas sofisticadas y manifestaciones de
escritura compleja).
Aunque no directamente relevante al modelo, es problemtica tambin la
atribucin de neutralidad y marginalidad al rea fsica donde se fund Monte Albn. Los cerros de Monte Albn en s, no consisten en tierra de primera clase,
aunque las laderas s son cultivables. La extensin ms amplia y frtil de aluvin
en el Valle de Oaxaca est inmediatamente al este de Monte Albn. Monte Albn
no dependa de Etla para su comida, en contra de lo que sealan Marcus y Flannery (1996: 149-154). Los cerros de Monte Albn ofrecieron recursos variados
como son piedra para construccin, madera de los rboles, agua de manantiales y
tierra para cultivo temporal en las laderas. Contrario a la interpretacin de Blanton, Monte Albn s era un lugar con recursos deseables.
Modelo 2: Mercado. Hace aos propuse (Winter 1984) que una motivacin
bsica para la fundacin de Monte Albn era establecer un mercado para facilitar
la distribucin de materias primas y productos procedentes de diferentes lugares
naturales y/o elaborados en las aldeas en el valle, como son slex, sal, madera, cal,
palma, carbn, nice y cermica, entre otros. El mercado hubiera sido anlogo a
los mercados de Oaxaca hoy en da, y situado en lo que ahora es la Plaza Principal de Monte Albn. As, los antecedentes de Monte Albn seran las numerosas
aldeas de la Fase Rosario con acceso diferencial a materias primas diversas y que
producan bienes distintos. La gente de las aldeas en el centro del valle hubiera

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sido la protagonista, y la distribucin eficiente de los bienes y materiales estimulara su fundacin. Cabe notar que otros autores mencionan la idea de un mercado en Monte Albn (Blanton et al. 1999; Feinman et al. 1984), aunque no como
causa de su fundacin. Adems, no ubican el mercado en la Plaza Principal sino
en las laderas lejos del centro de la ciudad, y as le atribuyen menos importancia.
La idea del mercado en Monte Albn no explica su ubicacin en los cerros ya
que hubiera sido posible establecer el mercado en el fondo cerca del centro del valle en una posicin similar a la de la ciudad de Oaxaca hoy en da. Mientras que el
mercado pudiera haber jugado un papel bsico desde los inicios de Monte Albn,
su presencia no constituye una explicacin completa para su fundacin.
Modelo 3: Sinoikismo. Joyce Marcus y Kent V. Flannery (1996: 139-146)
proponen que la fundacin de Monte Albn es un caso de sinoikismo. El trmino
sinoikismo se refiere a un proceso de fundacin de ciudades en Grecia antigua que
consiste en la unificacin poltica de asentamientos previamente dispersos e independientes en una localizacin nueva para formar una ciudad, frecuentemente
para fines defensivos (ibidem: 140). Segn Marcus y Flannery (ibidem: 156), San
Jos Mogote era el centro de una confederacin de comunidades aldeanas de la
Fase Rosario en el Valle de Etla. Monte Albn fue fundado cuando se cambi el
ncleo ceremonial y de elite de 40 hectreas de San Jos Mogote a Monte Albn
(ibidem: 138), junto con numerosas personas de aldeas afiliadas. La motivacin
era defenderse de las otras jefaturas en el Valle de Oaxaca.
El concepto de sinoikismo en s puede aplicarse a la fundacin de Monte Albn en el sentido de que se form con personas de varias comunidades ms antiguas (de qu otra manera podra haber adquirido habitantes?), pero la transferencia de poder y poblacin de San Jos Mogote a Monte Albn, propuesta por
los autores, no concuerda con los datos arqueolgicos. En primer lugar, San Jos
Mogote no fue abandonado despus de la Fase Rosario sino que la poblacin aument casi el 100%, como explicar ms adelante. Segundo, aunque San Jos
Mogote hubiera sido un centro tipo jefatura, su estructura poltica no est bien documentada. El modelo presupone que exista una estructura poltica en San Jos
Mogote con suficiente poder para simplemente transferirse a Monte Albn. Para
la Fase Rosario, inmediatamente antes de la fundacin de Monte Albn, Marcus y
Flannery (1996: 126-134) han documentado en San Jos Mogote una estructura
encima del Montculo 1 que identifican como templo, unas vasijas, una tumba y
una piedra grabada. El conjunto puede representar restos de una familia de alto estatus, una jefatura. Pero tales datos no constituyen una estructura poltica definida, y de todas maneras, lo que se encuentra en Monte Albn fue definido en Monte Albn mismo durante las Fases Danibaan y Pe, no antes de su fundacin.
Finalmente, la causa del supuesto cambio de poder de San Jos Mogote a
Monte Albn no es convincente. Marcus y Flannery (1996: 128-129; Flannery y
Marcus 2003) argumentan que San Jos Mogote fue atacado y su templo quema-

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do, pero si era la comunidad ms grande en el valle, quines pudieron atacar y

quemar su templo? Los edificios pueden quemarse por accidente o a propsito en
caso de renovacin. Atribuir los orgenes de Monte Albn a un sinoikismo en el
sentido simple de cambiar centros es evadir la importancia de los orgenes del urbanismo y de Monte Albn.
Modelo 4: Ritual-religin. Arthur A. Joyce (2000, 2001, 2004; vase tambin
Joyce y Winter 1996) propone que Monte Albn fue fundado como centro ceremonial con el fin de agilizar la comunicacin con los poderes sobrenaturales y as
ayudar a los nobles y comuneros quienes fundaron la ciudad. Si bien Joyce reconoce la posicin defendible que posee Monte Albn, enfatiza que existi una crisis poltica en el Valle de Oaxaca, especialmente con los jefes de San Jos Mogote
quienes estaban perdiendo poder debido al cese de relaciones de intercambio
con centros externos, como La Venta y Chalcatzingo, entre otros, y a la competencia con centros locales como El Mogote Tilcajete y Yegih en los otros subvalles del Valle de Oaxaca. Incide en que fueron familias nobles y gentes del comn quienes fundaron la ciudad de Monte Albn.
Un problema con este modelo es que Joyce acepta la idea de que se practicaban
rituales pblicos en San Jos Mogote antes de la fundacin de Monte Albn. Se
basa especialmente en la atribucin del danzante (Monumento 3) de San Jos Mogote a la Fase Rosario. El danzante representa a una vctima sacrificada de sexo
masculino con el corazn expuesto o removido de su cuerpo. No obstante, varias lneas de evidencia demuestran que no corresponde a la Fase Rosario sino la Fase Pe,
siglos ms tarde (Cahn y Winter 1993). Probablemente hubo rituales en San Jos
Mogote durante la Fase Rosario, pero no necesariamente el sacrificio humano.
Los datos arqueolgicos indican que el ritual pblico en Monte Albn fue desarrollado paulatinamente durante los siglos posteriores a su fundacin. Aunque hubieran existido rituales pblicos en San Jos Mogote, la religin zapoteca en su expresin plena no se haba formado durante los inicios de Monte Albn. Hasta
ahora, la evidencia arqueolgica de rituales pblicos presentes en el Valle de Oaxaca antes de la fundacin de Monte Albn es ambigua (Winter 2004).
Reconsiderando la fundacin de Monte Albn: Modelo 5
Aunque los cuatro modelos identifican elementos claves, como asentamientos
de la Fase Rosario, relaciones intercomunitarias, conflicto y defensa y religin e
ideologa, en algunos la secuencia de acontecimientos es equvoca o la importancia relativa es cuestionable. Ninguno de los cuatro modelos explica los orgenes de Monte Albn, por lo que propongo otro, el Modelo 5, consistente con los
datos arqueolgicos y que considera los criterios de contexto, protagonistas y motivacin tratados arriba.

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Entre los sitios de la Fase Rosario ya localizados en el centro del valle, el ms

importante, an no bien documentado, hubiera sido la aldea de Xoxocotln ubicada en el lado este de la base de Monte Albn, y actualmente cubierta por sedimentos y estructuras del pueblo actual del mismo nombre. La localizacin de Xoxocotln es privilegiada. Est enmarcada y protegida al oeste y al norte por dos
lneas de cerros, el conjunto principal de Monte Albn y el conjunto conocido
como Monte Albn Chico, respectivamente; al este y al sureste est el ro Atoyac
y las grandes extensiones de aluvin. As Xoxocotln est en su propio vallecillo
en el centro del Valle de Oaxaca con una buena diversidad de recursos a la
mano: amplio terreno aluvial para cultivo permanente, grandes extensiones de terreno tipo pie de monte y una subida fcil hasta la cima de los cerros de Monte
Albn. Desde Monte Albn, los lados oeste y norte son empinados, ofreciendo defensa natural excepto por la bajada relativamente gradual al noroeste, precisamente donde se construy el muro defensivo durante la Fase Nisa (Blanton 1978:
52-54).
Aunque el tamao del sitio no ha sido determinado, su simple presencia pone
en duda la idea propuesta por Blanton et al. (1999) de que Monte Albn era un
rea neutral y marginal. Con recursos tales como animales, plantas silvestres, incluyendo pinos para construccin de casas, manantiales en las laderas o piedra sedimentaria en capas naturales fcil de explotar, el conjunto de cerros, ahora Monte Albn, hubiera ofrecido recursos accesibles a varias aldeas en el centro del valle
que de otra manera hubieran sido obtenidos slo, con ms esfuerzo, en las montaas distantes en las orillas del valle. El recurso tal vez ms importante era la
gran extensin de tierra aluvial adyacente al lado este de la base del cerro de Monte Albn. No solamente se trata de la extensin aluvial ms amplia en todo el valle, sino el lugar de confluencia de los ros Atoyac y Salado. Esto aseguraba la
presencia de agua y por lo tanto garantizaba la productividad aun en aos en que,
por variaciones climticas menores, Etla o Tlacolula recibiera una cantidad anormal de agua pluvial.
Contexto. Los modelos ya descritos toman las aldeas del Valle de Oaxaca
como contexto geogrfico y sociopoltico para la fundacin de Monte Albn. A
diferencia de ellos, propongo que tanto el rea como la poblacin base del urbanismo temprano en Oaxaca abarc mucho ms que los tres subvalles del Valle de
Oaxaca, y que particip gente de comunidades de tres o cuatro regiones distintas.
Antes de la fundacin de Monte Albn, se estableci un rea de interaccin en los
Altos de Oaxaca, el rea de Interaccin Fase Rosario (AIFRO), que abarcaba comunidades en el Valle de Oaxaca, porciones de la Mixteca Alta (por ejemplo, los
sitios de Apoala, Etlatongo y otros en el Valle de Nochixtln y el Valle de Achiutla), posiblemente la Caada Cuicateca y el sur del Valle de Tehuacan, Puebla
(Fig. 2). El rea est definida por la presencia de elementos diagnsticos de la cermica Fase Rosario: cajetes cnicos de pasta gris con decoracin hecha con l-

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Fig. 2.Mapas con los sitios y reas mencionados en el texto; el mapa superior derecho muestra los posible
lmites del rea de Interaccin Fase Rosario (AIFR).

neas incisas o impresas, por bruido diferencial o por el uso de zonas mates, mostrando motivos distintivos, especialmente el bandern que posiblemente tuvo un
significado simblico (Fig. 3). El estilo compartido de cermica gris decorada implica interaccin y contacto entre las comunidades, aunque probablemente hubo
tanto produccin local como intercambio de cermica decorada. Creado durante la
Fase Rosario y no presente en las fases anteriores, el AIFRO es significativo porque demuestra la existencia de un fondo de protagonistas o comunidades interre-

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Fig. 3.Motivo de bandern en cermica diagnstica de la Fase Rosario.

lacionadas no limitadas al Valle de Oaxaca en los aos inmediatamente anteriores

a la fundacin de Monte Albn.
Protagonistas. Geogrficamente el AIFRO, que corresponde al rea de la
emergencia del urbanismo temprano en Oaxaca, abarcaba un rea de 15.00025.000 km2 y una una poblacin total de quiz 3.000 personas2. En el Valle de
Etla se encontraba la mayor concentracin de poblacin (inferida simplemente por
el alto nmero de sitios arqueolgicos), y San Jos Mogote un sitio cinco veces
ms grande que el resto es el candidato principal para ser el lugar de origen del
estilo Rosario. San Jos Mogote contaba con una larga tradicin como comunidad
principal en el Valle de Etla, y al mismo tiempo quedaba ms cerca de la Mixteca Alta y de la Caada que cualquier otro posible centro de la Fase Rosario en el
centro del valle o en Tlacolula o Zimatln-Ocotln, sea Yegih, El Mogote Tilcajete u otro.
El crecimiento de poblacin durante la Fase Rosario pudo provocar competencia sobre el territorio de Etla y el centro del Valle de Oaxaca donde la densidad
de poblacin era ms alta. Propongo, pues, que fue el resultado de una divisin en
dos grupos rivales: un grupo compuesto por San Jos Mogote y sus aliados (aldeas dependientes cercanas y en el Valle de Etla posiblemente en la Mixteca), y el
otro por los habitantes del centro del valle.
2
La estimacin del rea se hizo sobre la base de un rectngulo imaginario que abarca el Valle de Oaxaca y parte de las regiones mencionadas. Buena parte del rea consiste en montaas no habitadas durante el Preclsico. La estimacin del nmero de habitantes incluye unos 2.000 en el Valle de Oaxaca durante la Fase Rosario, un clculo basado en el recorrido de superficie (ver Tabla 3) y unos 1.000 en las otras
regiones.

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Desde el Preclsico Temprano, San Jos Mogote gozaba de un lugar privilegiado adyacente al rea ms extensa de tierra de primera clase en el Valle de Etla
y contaba con ms habitantes que las otras aldeas. Aunque no hay evidencia directa de conflicto entre comunidades, se ha demostrado que en la Fase Rosario
existi en San Jos Mogote por lo menos una familia o individuo (jefe) de estatus
relativamente alto, y una estructura especial encima del Montculo 1. Como evidencia se puede citar, entre la cermica de la Fase Rosario, por lo menos dos casos reportados de cermica especial: las vasijas asociadas al entierro San Jos Mogote-66 (Fig. 4) y las vasijas de la tumba San Jos Mogote 2-95 (Fernndez y
Gmez 1997), aunque en general las excavaciones de depsitos de la Fase Rosario han sido limitadas y probablemente no conocemos el rango de variacin de la
cermica.
El otro grupo de protagonistas habra estado compuesto por los habitantes de
las aldeas situadas en el centro del Valle de Oaxaca, prximas a los terrenos de
cultivo y bordeando el rea extensiva de aluvin con su gran potencial productivo (precisamente el rea de la buffer zone de Blanton). Este grupo se encontraba
ms cercano de la gente de los valles de Tlacolula y Zimatln-Ocotln que el grupo de San Jos Mogote, y quiz se establecieron alianzas con ellos.

Fig. 4.Vasijas especiales de la Fase Rosario encontradas en San Jos Mogote (basada en Marcus y Flannery 1996: Figs. 125 y 126).

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A pesar de que los habitantes de San Jos Mogote contaban con una larga tradicin de ocupacin en su rea y con un estatus establecido, los datos de los sitios
en el centro del Valle de Oaxaca reflejan innovaciones y relaciones de intercambio interregional. Por ejemplo, en el sitio Colonia Las Bugambilias hallamos
en un basurero de la Fase Rosario fragmentos de dos comales, los ms antiguos
documentados hasta ahora en Oaxaca y Mesoamrica (Fig. 5). La invencin del
comal facilit el movimiento de gente porque permiti la preparacin de comida
para llevar (de otra manera el maz con agua se pudre rpidamente, o requiere preparacin con agua inmediatamente antes de su consumo), resultando en una excelente infraestructura para el intercambio.
Otra innovacin documentada en el mismo sitio, y en Hacienda La Experimental, son las efigies de ranas o sapos en los bordes de algunos cajetes (Fig. 6).

Fig. 5.Comal de la Fase Rosario procedente del sitio Colonia las Bugambilias, Centro, Oaxaca.

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Son los primeros ejemplos del simbolismo de agua en la regin, un tema elaborado despus de la fundacin de Monte Albn con efigies similares y con representaciones del dios del agua o Cocijo. Las ranas y sapos salen despus de la primera lluvia del verano y as anuncian la temporada de lluvias, que a su vez
significa fertilidad y alimento.
En cuanto al intercambio interregional, en el sitio Hacienda La Experimental
encontramos un fragmento de una estatuilla de piedra de estilo olmeca (Fig. 7)
similar a objetos bien documentados del rea olmeca, como por ejemplo las estatuillas de la Ofrenda 4 de La Venta. No sabemos exactamente ni cmo ni cundo lleg la pieza al sitio, pero s que confirma la participacin de los habitantes en
un mundo ms amplio.
Causa/s de la fundacin de Monte Albn. Propongo que la fundacin de
Monte Albn se llev a cabo por personas de las aldeas distribuidas por el centro
del Valle de Oaxaca para reclamar y asegurar su territorio (hinterland) e imponer

Fig. 6.Cajete de cermica Fase Rosario con ranas o sapos en el borde, procedente del sitio Hacienda La
Experimental, Centro, Oaxaca.

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su dominio sobre el centro del valle. Una manera relativamente fcil de evaluar
esta posibilidad es comparar el nmero de habitantes en las comunidades relevantes durante las Fases Rosario y Danibaan.
Marcus y Flannery (1996: 139) apoyan su modelo de sinoikismo con la
afirmacin de que San Jos Mogote perdi casi toda su poblacin entre las
Fases Rosario y Danibaan, y el modelo de Blanton implica un proceso similar,
es decir, que representantes de las jefaturas se mudaron a Monte Albn donde
funcionaron como intermediarios. No obstante, los datos no apoyan estas interpretaciones. La Tabla 1 muestra las cifras del recorrido de superficie del Valle

Fig. 7.Estatuilla estilo olmeca hallada en el sitio Hacienda La Experimental, Centro, Oaxaca.

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TABLA 1
Nmero estimado de habitantes y de monticulos en tres sitios durante las Fases Rosario y Danibaan
(Monte Albn I Temprano) (basada en datos de Kowalewski et al. 1989: Tablas 4.2 y 5.9)
Sitio

Nmero estimado de habitantes

Fase Rosario

San Jos Mogote

Yegih
Tilcajete

Fase Danibaan

564
132
34

1.112
578
225

Montculos
Fase Rosario Fase Danibaan
9
8
4u8

10
7
14

* Cuatro sitios adicionales tienen cuatro o ms montculos

de Oaxaca para las tres supuestas jefaturas: San Jos Mogote, Tilcajete y Yegih. En las tres hubo aument de poblacin de Rosario a Danibaan (debe observarse que el sitio relativamente grande de Etlatongo en el Valle de Nochixtln, en la Mixteca, tampoco perdi poblacin en estos periodos). Por otro
lado, mis excavaciones en los sitios de Tierras Largas, Hacienda Blanca y Colonia Las Bugambilias, todos en el centro del Valle de Oaxaca, s indican prdidas de poblacin de Rosario a Danibaan, y creo que fueron precisamente
personas de estas aldeas, y tal vez bajo el control de lderes procedentes de Xoxocotln tambin, quienes fundaron Monte Albn3.
Por lo tanto, llego a la conclusin de que los colonizadores iniciales en Monte Albn fueron personas que habitaban las aldeas ms cercanas a los cerros. Fueron los defensores del rea, protegidos por su posicin defensiva privilegiada en
el cerro, y posiblemente abastecidos con materias primas y productos procedentes
de las comunidades del fondo del valle a travs de un mercado. Una vez asentados
algunos en Monte Albn, al principio de la Fase Danibaan, se inici la construccin de la ciudad.
Monte Albn: los primeros siglos
Examinar algunos aspectos de la vida en Monte Albn durante sus primeras
generaciones (Fase Danibaan) ayudar a entender el origen de la ciudad. Una vez
fundada, se aceler el cambio cultural en el Valle de Oaxaca y Monte Albn parece haber sido el centro de innovaciones. Hay que recalcar que tales cambios surgieron junto con el crecimiento de poblacin, como estrategias para asegurar el
buen funcionamiento de la urbe.
El nmero de habitantes aument rpidamente. Segn la estimacin basada en
3
Los datos del recorrido de superficie en el valle no incluyen las estimaciones de nmero de habitantes por periodo de los sitios pequeos.

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el recorrido de superficie, Monte Albn alcanz unas 5.000 personas en los primeros 200-250 aos (Nicholas 1989). An no sabemos si fue por crecimiento de
la poblacin original-fundadora o por inmigracin, aunque probablemente fue una
combinacin de ambos. El esquema incluido en la Tabla 2 muestra como, en unas
TABLA 2
Modelo del crecimiento de la poblacin de Monte Albn con una poblacin fundadora de 100 parejas y suponiendo que cada pareja tuviera tres hijos sobrevivientes que se reprodujeron.
Generacin

Poblacin

Parejas

Progenie

Fundador
Primera
Segunda
Tercera
Cuarta
Quinta
Sexta
Sptima

200
300
450
675
1011
1515
2265
3396

100
150
225
337
505
755
1132
1698

300
450
675
1011
1515
2265
3396
5094

cuantas generaciones, Monte Albn podra haber alcanzado, por crecimiento

paulatino, esa cifra de 5.000 personas.
Nuestras excavaciones sealan que la ocupacin ms antigua en la ciudad se
encuentra cerca de la Plaza Principal, Plataforma Norte, la ladera norte y sobre la
Loma Noreste o la cresta que se extiende de la Plataforma Norte hacia el Palacio
de la T.105, pero nada en el rea al oeste o al sur de la Plataforma Sur4. Aunque
no sabemos con certeza cmo era la organizacin poltica durante los primeros siglos parece que, desde la fundacin del sitio, la Plataforma Norte fue la sede de la
o las familias principales en Monte Albn. A pesar de que no se han encontrado
cuartos, tumbas o entierros que indiquen con seguridad la presencia de una casa
en la Fase Danibaan, en algunas partes hay 10 m de relleno cultural debajo de la
superficie. Durante el Proyecto Especial Monte Albn 1992-1994, encontramos el
piso enlajado de un patio y ofrendas de vasijas cermicas de la Fase Danibaan. El
tamao y/o la cantidad de las vasijas de un depsito pueden ayudar a diferenciar
entre actividades o eventos privados y pblicos. La presencia de vasijas (u otros
objetos) de gran tamao o en gran cantidad poda implicar la participacin de ms
de una unidad domstica. As las decenas de vasijas encontradas en el pozo 23 del
4
Blanton et al. (1999: 53) sugirieron, fundamentndose en el recorrido de superficie, que existan tres
reas distintas de ocupacin Danibaan en Monte Albn, correspondientes a las tres jefaturas, pero la distribucin de cermica de Fase Danibaan en la superficie puede deberse a material reutilizado en construcciones.

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LA FUNDACIN DE MONTE ALBN Y LOS ORGENES DEL URBANISMO...

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edificio E-Sur encima de la Plataforma Norte (Winter 2004: 37) sugieren un

evento pblico, mientras que los conjuntos de vasijas de la Fase Rosario ya mencionados de San Jos Mogote pueden indicar una sola familia, tal vez la familia
del jefe.
La Plataforma Norte y los edificios al lado oeste de la Plaza Principal delimitaron dos lados de un gran espacio probablemente utilizado como mercado (Winter
2001). La Loma Noreste es uno de los pocos puntos en el cerro de Monte Albn con
vistas hacia el Valle de Etla (noroeste) y tambin hacia el fondo del valle cerca de
Xoxocotln (sureste). Aqu se construy una plaza cuadrada (posiblemente en la
Fase Danibaan), una columna para sealamiento y, ms tarde, un juego de pelota.
La plaza cuadrada, similar en forma a las plazas de El Mogote Tilcajete, Etlatongo
y Santa Teresa Huajuapan, pudo haber sido la sede del primer mercado en Monte
Albn. Tambin se hallaron, en sta rea, residencias tempranas.
La organizacin en Monte Albn pudo haber consistido en varios jefes de familias en un tipo de consejo, encabezado tal vez por un jefe principal, similar a lo
propuesto para la Mixteca Alta (Winter 2004). Las tumbas de las Fases Danibaan
y Pe en Monte Albn y otros sitios del Valle de Oaxaca se encuentran en residencias de familias de alto estatus, las casas de los lderes en las comunidades. La
red de interaccin establecida en la Fase Rosario (el AIFRO) continu despus de
la fundacin de Monte Albn, inicialmente no hubo ruptura con las reas aliadas
y el intercambio floreci en el Valle de Oaxaca y la Mixteca Alta. En Etlatongo y
Yucuita del Valle de Nochixtln, por ejemplo, se encuentra mucha cermica,
tanto de pasta gris como crema, importada del Valle de Oaxaca y tambin de la
Caada. Por otro lado, Monte Albn y otros sitios en el Valle de Oaxaca recibieron cermica de pasta fina caf del Valle de Nochixtln y cercanas (Joyce et al.
en prensa).
Entre las numerosas innovaciones que tuvieron lugar durante estos siglos se
cuentan las de la cermica: por un lado en las formas de vasijas de servicio, que
indican posibles cambios en la dieta (tal vez el consumo de chile o condimentos
preparados con chirmolera), y, por otro lado, en los motivos decorativos. Es comn la decoracin incisa e impresa, tanto de motivos geomtricos como de efigies, incluyendo una proliferacin de smbolos acuticos como peces, patos,
garzas y caracoles. La Tumba 43 de Monte Albn, por ejemplo, contuvo miniaturas en forma de caracoles, un pato, ranas o sapos y un pez (Caso et al.
1967: 145-210).
Otra innovacin clave para el entendimiento de los orgenes de Monte Albn
son los danzantes (Fig. 8), representaciones de hombres tallados o grabados en
monolitos que forman el primer gran corpus de arte pblico en Monte Albn y suponen un relato de la fundacin de la ciudad. Entre los edificios monumentales ms
antiguos en Monte Albn hay dos grandes plataformas, el Edificio K-sub y el Edificio L-sub, que delimitan parte del lado oeste de la Plaza Principal, y cuyos muros
del lado oriental estn hechos con grandes piedras colocadas en talud (Fig. 9).

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Fig. 8.Muro de los Danzantes con piedras in situ (basada en Scott 1978: Part I: Frontispiece).

Fig. 9.Muro K-sub de Monte Albn (basada en Acosta 1965: Fig. 6).

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Los monolitos del muro este de L-sub fueron grabados con danzantes (ver Figura
8), y en unos pocos casos con glifos y fechas formando estelas (Fig. 10).
En Monte Albn han sido documentadas aproximadamente 300 piedras con
danzantes (Scott 1978), la mayora dispersas en el sitio, y en varios casos reutilizadas en construcciones posteriores. Originalmente formaban parte del gran muro
este del Edificio L-sub y posiblemente de otras estructuras asociadas. Las estelas
son mucho menos comunes, y algunas tambin se encuentran fuera de su posicin
original. Una porcin del extremo norte del muro principal con los danzantes se
conserva in situ, y tambin las Estelas 12 y 13 estaban in situ en el extremo sur
del muro antes de ser trasladadas hace unos aos al Museo de Monte Albn para
su conservacin. Estos testigos demuestran que los danzantes formaban filas ordenadas de representaciones, alternando unos en posicin vertical con otros horizontales. Los personajes de cada fila eran aproximadamente del mismo tamao,
mostrando la misma posicin y mirando en la misma direccin, que alternaba por
fila (Scott 1978, Part I: 6).
Estilsticamente se distinguen por lo menos dos grupos de danzantes: un grupo grabado algo burdamente en bajo relieve, y otro grupo hecho con finas lneas

Fig. 10.Estelas 12 y 13 de Monte Albn (basada en Urcid 2001: Fig. 2.36).

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incisas. Probablemente corresponden a diferentes edificios dentro del mismo

conjunto, y posiblemente manifiestan variacin cronolgica, o provienen de diferentes escultores o escuelas. Los danzantes han sido interpretados de varias maneras, adems de la idea de bailarines como denota el nombre vernculo, entre los
arquelogos la idea ms popular es la de que representan cautivos o prisioneros
muertos, debido a sus ojos aparentemente cerrados y su desnudez, ambos smbolos de humillacin en el arte mesoamericano. No obstante, la mayora de los
danzantes estn en una posicin de movimiento, caminando, hincados o gateando
(nadando) que ms bien da la idea de vida. Los ojos no necesariamente estn cerrados; puede atribuirse a una convencin artstica o estilstica. Casi todos exhiben
un crculo en lugar del pene, ausencia de testculos y unas lneas ondulantes que
tal vez indican sangre. Si tomamos literalmente esta mutilacin genital, concluiramos que los danzantes son enemigos desfigurados. Pero si la mutilacin representa la participacin real o simblica en un rito de auto sacrificio y la accin
de ofrecer sangre y/o semen a la tierra como intercambio por su fertilidad y por
una cosecha exitosa o abundante, los danzantes podan ser personajes procedentes
de Monte Albn mismo. De todos modos, creo que las representaciones en el
muro relatan la historia de la fundacin de Monte Albn. Todos los danzantes son
hombres, y pueden ser representaciones de personajes histricos, recordados o
imaginados, involucrados en la organizacin inicial de la ciudad, algunos acompaados por glifos sealando sus nombres. De hecho, varios representan personas
de alto estatus, posiblemente lderes de grupos o de comunidades, acompaados
por smbolos de poder, como por ejemplo el jaguar (Urcid 2005).
Las Estelas 12 y 13, y otras an no descifradas por completo, posiblemente
nombran un lder, o mencionan la fundacin de la ciudad. El muro de los danzantes, la primera gran obra de arte pblico en Monte Albn, estaba a la vista de
todos y representa un estilo distintivo creado en Monte Albn. Los grandes muros
de K-sub y L-sub parecen casi simtricos y probablemente fueron construidos al
mismo tiempo que los templos edificados encima de las plataformas; aunque
ninguno ha sido fechado directamente, el edificio K-sub est atribuido a la poca
Monte Albn II (Fase Nisa) (Acosta 1965), aunque hace simetra con el L-sub y
tal vez pueda corresponder a la Fase Pe. Ciertos danzantes (no del K-sub) fueron
reutilizados en muros de la Fase Nisa, por lo que el muro con los danzantes fue
desmantelado (la antigua historia ya no vala) lo ms tardar a principios de esta
fase. Si se construy el muro antes de grabar los relieves, entonces los danzantes
no corresponden a los aos iniciales del centro urbano sino a unos aos o tal vez
unas generaciones ms tarde. Se han encontrado en varios sitios vasijas de cermica con figuras humanas modeladas y que asemejan de manera general a los
danzantes. Corresponden a la Fase Danibaan y, ms comnmente, a la Fase Pe (o
su equivalente en otras regiones). Por lo tanto yo creo que los danzantes fueron
grabados (y el calendario y escritura incorporados) durante la Fase Danibaan o la
Fase Pe.

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Fue posible plasmar el gran relato, probablemente histrico-mtico, solamente despus de varias generaciones cuando ya exista un pasado recordado. Cabe
sealar que el danzante de San Jos Mogote est grabado en bajo relieve en estilo similar. Representa un hombre nombrado 1L con su corazn expuesto, un sacrificado. Tambin estaba incorporado originalmente en un gran muro en posicin
vertical, parte de la estructura expuesta, consolidada y parcialmente reconstruida,
en la base noroeste del Montculo 1, que debe de corresponder a la Fase Pe.
Elementos olmecas
Varias innovaciones de origen indefinido caracterizan la Fase Danibaan en
Monte Albn: pueden ser locales, prstamos de otros grupos o una combinacin
de ambos. Aunque la difusin cultural no ha sido un mecanismo muy popular para
explicar el cambio cultural entre los mesoamericanistas de los ltimos tiempos,
est claro que los elementos que forman lo que llamamos la civilizacin mesoamericana no fueron inventados mltiples veces o una vez por cada grupo tnico o
lingstico mesoamericano distinto. Al contrario, fueron inventados, imitados,
adoptados, prestados y modificados a travs de complejos procesos de interaccin.
Son precisamente los mecanismos de interaccin, los participantes y sus estrategias lo que hace falta aclarar para un entendimiento ms profundo del origen de
Monte Albn y del urbanismo.
La cultura olmeca de la Costa de Golfo es el antecedente ms complejo y cercano a Monte Albn, su desintegracin y transformacin en torno al 400 a.C. y la
presumible dispersin de parte de la poblacin olmeca (Diehl 2004), sugiere que
las posibles conexiones entre tal grupo y los zapotecos del Valle de Oaxaca merecen una profunda investigacin. Unos elementos presentes por primera vez en la
Fase Danibaan posiblemente deriven de la cultura olmeca de la costa del Golfo:
1. Tumbas tipo cajn. Las tumbas ms antiguas en el Valle de Oaxaca (y la
Mixteca Alta) son de tipo cajn, de las que la tumba A de La Venta es un
posible antecedente.
2. Monolitos grabados. La idea de grabar piedras es ms antigua en La Venta (y tambin Chalcatzingo e Izapa) que en Monte Albn. Los danzantes
muestran un estilo propio zapoteco pero la idea tal vez provenga de afuera.
3. El simbolismo del jaguar asociado a lderes (danzantes J-41 y D-55, por
ejemplo. Fig. 11) se manifiesta como tocados o yelmos de cabezas de jaguar. El jaguar aparece como smbolo olmeca desde el horizonte San Lorenzo.
4. Braseros de cermica con cara humana con mscara bucal y boca estilo olmeca. Los braseros tal vez se originaron en el Valle de Oaxaca, pero el estilo de la efigie posiblemente proviene de La Venta (Fig. 12).

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Fig. 11.Danzantes J-41 y D-55 de Monte Albn (basada en Urcid 2005: Fig. 15, y Urcid 2001: Fig. 4.47).

Fig. 12.Braseros de cermica de la Fase Pe con rasgos (boca) estilo olmeca (basada en Caso y Bernal
1952: Figs. 485 y 483b).

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5. Calendario. El origen no ha sido determinado; posiblemente se inici con

los zapotecos del Valle de Oaxaca.
6. Escritura. El origen no ha sido an determinado; del sitio San Andrs,
cerca a La Venta, proceden artefactos con smbolos fechados para el 650
a.C. (Pohl et al. 2002). La escritura distintiva zapoteca aparece ya desarrollada en Monte Albn.
Los centros urbanos tempranos en la Mixteca Alta
Entre las numerosas consecuencias introducidas en el panorama sociocultural
de los altos de Oaxaca por el inicio de Monte Albn es notable la fundacin de varios centros urbanos en la regin mixteca, al noroeste del Valle de Oaxaca. Durante la Fase Danibaan, la relacin entre las comunidades en el Valle de Oaxaca y
las de la Mixteca Alta5 continuaba pacficamente, lo cual se encuentra indicado
por el intercambio de cermica, como durante el apogeo del AIFRO. Los asentamientos persistan en la Mixteca y hubo intercambio entre grupos en la Mixteca y
el Valle de Oaxaca. Hacia finales de la Fase Danibaan hubo conflictos evidenciados por cambios en el patrn de asentamiento. En varias instancias la gente
abandon sus aldeas, posiblemente desalojados por la fuerza o por amenazas, y
establecieron grandes asentamientos urbanos en lugares defensivos. Este fenmeno constituye un segundo ejemplo de urbanismo temprano en los altos de
Oaxaca, como sealan varios casos.
En el Valle de Nochixtln la poblacin de Etlatongo se traslad a la cima de
una loma a 1 Km. de distancia del centro anterior. El centro urbano de Yucuita
surgi en el mismo valle ubicado sobre una loma con muros defensivos. Hay ms
5
La Mixteca Alta, en contraste con el Valle de Oaxaca, est conformada por numerosos valles relativamente pequeos, separados y rodeados por montaas. En general, la regin tiene una altitud 500 m mayor que la del Valle de Oaxaca, con el aluvin a 2000 m y las montaas alcanzando los 3000 m; el clima es
un poco ms fro, pero ni la altitud ni el clima parecen haber sido factores limitantes en su desarrollo cultural. La Mixteca Alta incluye zonas fisiogrficas similares a las del Valle de Oaxaca: aluvin alto, pie de
monte y montaas. La zona de aluvin tiende a ser relativamente limitada, ya que los valles son angostos;
como consecuencia de ello, hubo menos produccin de maz que en el Valle de Oaxaca y menos gente. Diferencias geogrficas entre las dos regiones, el Valle de Oaxaca y la Mixteca Alta, ayudan a explicar variaciones en sus trayectorias urbansticas, en el sentido de que las barreras fisiogrficas en la Mixteca Alta
hacen que la regin sea ms difcil de integrar polticamente y menos apta para la comunicacin y centralizacin que el Valle de Oaxaca. As, se presta a mltiples centros, y no a un solo centro como Monte Albn.
Para la Mixteca Alta contamos con recorridos de superficie en varias subregiones (por ejemplo, Balkansky et al. 2000; Byland y Pohl 1994; Plunket 1983; Spores 1972). El estudio del urbanismo temprano
empez en la regin hace unos 30 aos con las exploraciones en Huamelulpan (Gaxiola 1984; Winter 1992)
y Yucuita. Las excavaciones en Etlatongo (Blomster 2004Y, Monte Negro (Acosta y Romero 1992) y Yucunama (Matadamas 1991-1992) aaden otros datos, igual que los recorridos y las excavaciones en los sitios de Cerro de las Minas, Diquiy y otros en la Mixteca Baja (Rivera 2000).

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ejemplos en otras partes de la Mixteca Alta, as, ms al sur, Monte Negro fue fundado sobre una elevada montaa, arriba de Tilantongo, quizs por pobladores de
aldeas cercanas. Huamelulpan se cre en los cerros alrededor de un pequeo valle y quizs sus pobladores llegaron de las proximidades. Se fund el centro de
Diquiy, tambin sobre una alta montaa, tal vez por gente originaria de aldeas
cerca de Santa Mara Tind. Asimismo hay ejemplos claros de movimientos de
poblacin de un lugar a otro. Por ejemplo, los habitantes de Santa Teresa (Huajuapan) se trasladaron unos 2 km al otro lado del ro Mixteco, a un cerro defendible, ahora llamado Cerro de las Minas.
Considero que el urbanismo mixteco es el resultado directo de una presin
emanada del Valle de Oaxaca. De la Fase Danibaan a la Fase Pe la poblacin de
Monte Albn aument de 5.000 a, aproximadamente, 17.000 personas y la poblacin total del Valle de Oaxaca de 15.000 a 51.000 (Kowalewski et al. 1989)
(Tabla 3). En el Valle de Oaxaca se fundaron numerosas comunidades nuevas, incluyendo unas en la zona del pie de monte posiblemente con el fin de aumentar la
produccin de alimentos por medio de riego por canales en los suelos delgados.
Es probable que despus de varios aos se agotara la productividad de los suelos,
dando como resultado una an ms fuerte presin demogrfica.
El apremio desde Monte Albn para alimentar a la poblacin creciente era
cada vez mayor, desembocando en un ambiente de conflicto en el que la gente de
la ciudad se dedicaba a consolidar su poder integrando y controlando las comunidades del Valle de Oaxaca.
La trayectoria del urbanismo temprano en los altos de Oaxaca culmin entre
los aos 1 y 200/250 d.C. (Fase Nisa en el Valle de Oaxaca y Ramos Tardo en la
Mixteca Alta). En el Valle de Oaxaca el conflicto intercomunitario e interregional
se intensific an ms y se establecieron otros centros en el Valle de Oaxaca en
posiciones defensivas sobre los cerros. Un ejemplo es Cerro Tilcajete, cuyos ha-

TABLA 3
Poblacin estimada del Valle de Oaxaca durante el Preclsico (basada en Nicholas 1989:
Tablas 14.2 y 14.8).
Fase (poca
Nisa (Monte Albn II)
Pe (m. A. I Tardo)
Danibaan (M. A. I. Temprano)
Rosario
Guadalupe
San Jos
Tierras Largas

Total del Valle

(incluyendo Monte Albn)

Monte Albn

41.319
50.920
14.652
1.835
1.788
1.942
327

14.492
16.630
5.398

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bitantes vinieron de El Palenque, donde el palacio de la familia de elite fue quemado (Spencer y Redmond 2004b). Otro ejemplo es Cerro de la Campana HuitzoSuchilquitongo. En este mismo periodo, Monte Albn muestra indicios de mayor
control por parte de los lderes. La presencia de hornos de cermica asociados a
residencias cerca de la Plataforma Norte refleja un alto grado de control administrativo, tanto en la produccin como en la distribucin de cermica especializada. El papel de la religin, como elemento de control de la poblacin, se ejemplifica con la proliferacin en la construccin de templos en la Plaza, en la
Plataforma Norte y en los barrios de Monte Albn. El uso de proporciones calendricas en la arquitectura es otra muestra de lo mismo, al igual que la construccin de juegos de pelota, posiblemente utilizados para controlar o regular los
conflictos entre grupos. Finalmente con el propsito de administrar la produccin
agrcola en el aluvin al este de la ciudad, los lderes de Monte Albn establecieron en la Fase Nisa centros de poblacin en los sitios de Cuatro Mogotes Xoxocotln, Jalpan, Noriega, Cuilapan y otros.
Las expresiones ms claras del poder de Monte Albn son los motivos grabados durante las Fases Pe Tardo o Nisa en las 50 60 lpidas de conquista, algunas ahora en el Edificio J y otras removidas de su contexto original (Fig. 13).

Fig. 13.Lpida de conquista del Montculo J de Monte Albn.

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Cada lpida muestra el glifo zapoteco de lugar (en estos casos posiblemente indica
Monte Albn), un smbolo indicando el nombre de un pueblo, y una cabeza volteada y sealando que el pueblo fue conquistado o subyugado por Monte Albn.
Aunque las lpidas de conquista conmemoran eventos histricos, al igual que los
danzantes, hay ciertas diferencias significativas. Las lpidas reflejan una historia
de conquista (militar) y subyugacin de lugares especficos, mientras que los
danzantes manifiestan una historia de participacin de numerosos individuos en
eventos rituales. El culto al crneo o cabeza trofeo documentado en Huamelulpan
y otros sitios en la Mixteca refleja este ambiente. Se practicaba el corte de crneos enemigos, los cuales se perforaban para ser colgados y exhibidos.
Los casos de urbanismo temprano en Oaxaca fueron precarios y terminaron
con la intervencin de Teotihuacan directamente en Monte Albn hacia aproximadamente el ao 350 d.C. Cuando disminuy hacia el 500/600 d.C., Monte Albn y otras comunidades en el Valle de Oaxaca volvieron a florecer con el establecimiento de numerosas ciudades-estado independientes. Los grandes sitios
tan visibles hoy en da pertenecen a esta categora: Monte Albn, Lambityeco, Cerro de la Campana, Jalieza, El Palmillo y Macuilxchitl, entre otros. Constituyen
otro ejemplo de urbanismo, basado en la remodelacin de edificios de la Fase
Nisa, o raras veces la construccin de nuevos centros, como Lambityeco. Los sitios reflejan la revitalizacin del pasado, reminiscente del uso de elementos olmecas por los zapotecos de Monte Albn. En las Fases Peche (500-600 d.C.) y
Xoo (600-800 d.C.) aparece evidencia de que una sola familia mantuvo el control
de una comunidad durante varias generaciones, creando el tipo de estabilidad asociada al estado. De ello son ilustrativas las grandes tumbas (en sitios como Monte Albn, Cerro de la Campana, Lambityeco y otros) que alojaban generaciones de
la misma familia (Lind y Urcid 1983; Urcid 1992).
COMENTARIOS FINALES
En resumen, observamos dos procesos distintivos de urbanismo temprano
en los Altos de Oaxaca con diferentes contextos, protagonistas y causas. El ms
antiguo, la fundacin de Monte Albn, es un caso nico que emergi en un contexto de interaccin e intercambio entre comunidades en la amplia zona del Valle
de Oaxaca y algunas regiones colindantes. La competencia por el control del territorio y recursos en el Valle de Oaxaca, la parte ms poblada del rea, condujo
a que un grupo estableciera un asentamiento en un lugar propicio para defender su
territorio y sus recursos. El nmero de habitantes en Monte Albn y el Valle de
Oaxaca en general, al igual que en otras reas de Mesoamrica, creci rpidamente. La presin interna o fornea condujo al segundo caso de urbanismo, ahora en la Mixteca Alta, donde numerosos centros fueron fundados en lugares defensivos. En ambos casos el urbanismo surgi sin el estado y antes del estado, y

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parecen corresponder a la categora de fundacin administrativa (Chase y Chase en este volumen).

En el Valle de Oaxaca, la posible evidencia de que Monte Albn controlaba
un territorio no hace su aparicin hasta la Fase Nisa, siglos despus del inicio del
urbanismo, como lo reflejan las lpidas de conquista. En trminos generales,
Monte Albn y los otros sitios son ejemplos de ciudades hegemnicas (Trigger
2003; ciudades-estado en su terminologa, aunque para otros no renen todos los
criterios del estado). No hay ejemplos de administracin directa de otras comunidades, aunque Monte Albn tal vez iba por un camino de dominacin antes de
la intervencin teotihuacana.
Monte Albn ha sido conceptualizado como un estado de tipo territorial que
controlaba otras comunidades en el valle. Creo que tal interpretacin deriva del
nfasis en los datos del recorrido de superficie que permite dividir, o ms bien jerarquizar, los asentamientos en trminos de tamao y nmero de montculos
(Kowalewski et al. 1989). Es fcil pensar que por su gran tamao Monte Albn
dominaba todas las dems comunidades del valle, que a su vez formaron peldaos
en la jerarqua del patrn de asentamiento.
No obstante, si uno toma en cuenta otros datos, se puede argumentar que se
trataba ms bien de un conjunto de grupos rivales quienes competieron por el poder o que dominaban solamente en sus propias reas. La falta de integracin se
manifiesta, por ejemplo, por el gran muro construido en Monte Albn durante la
Fase Nisa por el lado hacia Etla, y que sugiere conflictos entre Monte Albn y San
Jos Mogote. La presencia en San Jos Mogote de los magnficos artefactos el
brasero del Dios Viejo de la Fase Danibaan o Pe (Marcus y Flannery 1996: Lmina X) y la gran estatua de jadeita de la Fase Nisa (ibidem: Lmina XVI) sealan un poder fuerte y autnomo. De forma paralela, los grabados de piedra de
jugadores de pelota y el gran muro (conmemorativo, anlogo al muro de los
danzantes) de Dainz, el centro de la Fase Nisa establecido sobre la montaa en
San Martn Tilcajete con una visin directa de Monte Albn (Elson 2003) o las
tumbas Fase Danibaan en Yagul, implican mltiples y variadas estrategias para
mantener la autonoma. Otro reflejo de lo mismo quizs son los danzantes y las lpidas de conquista de Monte Albn, en ambos casos una larga lista, primero de individuos y ms tarde de pueblos que fueron integrados o participaban con Monte
Albn mismo. Es como si fuera necesario enfatizar la participacin de todos, ya
que nadie poda suponer que la gran ciudad simplemente controlaba todo por su
tamao. Finalmente, aparece algo similar en la Fase Xoo: el lder representado en
la Estela 1 est retratado con solamente tres o cuatro prisioneros, seguramente no
todos los lderes importantes de la regin zapoteca (Fig. 14).
Monte Albn y los otros centros duraron unos tres siglos hasta al colapso urbano general del ao 800 d.C. La poblacin del Valle de Oaxaca baj y despus
de unos siglos, hacia el ao 1250/1300 d.C., an tuvo lugar otro florecimiento urbano. Nuevamente encontramos la revitalizacin de los centros antiguos, ahora

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Fig. 14.El Seor 13 Bho, personaje principal de Monte Alban, y sus prisioneros (basada en Urcid 2001:
Fig. 5.43).

del Clsico Tardo (Yagul, Mitla, Zaachila) y en algunos casos, especialmente en

la Mixteca Alta, el establecimiento de nuevas ciudades-estado (por ejemplo,
Yanhuitln, Achiutla). Los momentos precisos de fundacin de los centros urbanos de Oaxaca son invisibles en el registro arqueolgico, pero contamos con los
danzantes, las lpidas de conquista y las estelas de la Fase Xoo que posiblemente reflejan actas formales de fundacin, ya sean estos hechos recordados e histricos, o inventados post hoc.
Agradecimientos. Quiero agradecer el apoyo de la arqueloga Cira Martnez
Lpez con la organizacin del material ilustrativo, del Sr. Juan Cruz Pascual
por la preparacin de las ilustraciones, y del Dr. Robert Markens por las conversaciones relacionadas a los orgenes de Monte Albn y especialmente por sus observaciones en cuanto a la integracin del Valle de Oaxaca.
BIBLIOGRAFA
ACOSTA, Jorge R. 1965. Preclassic and Classic Architecture of Oaxaca. En Handbook of
Middle American Indians, Vol. 3, Part 2, Ed. G.R. Willey, pp. 814-836. University of Texas Press. Austin.
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