La Escuela Como Opción de Vida - Desbloqueado
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Contenido
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Comit Tcnico:
371.0172
C5821e
La escuela como opcin de vida: La formacin de maestros normalistas rurales en Mxico, 1921 - 1945
Primera edicin. El Colegio Mexiquense, A.C. 2008
Segunda edicin. Secretara de Educacin del Gobierno del Estado de Mxico
y El Colegio Mexiquense, A.C., 2013
DR Gobierno del Estado de Mxico
Palacio del Poder Ejecutivo
Lerdo poniente nm. 300,
colonia Centro, C.P. 50000,
Toluca de Lerdo, Estado de Mxico.
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www.edomex.gob.mx/consejoeditorial
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Pblica Estatal CE: 205/01/56/13
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colonia Cerro del Murcilago,
C.P. 51350, Zinacantepec,
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www.cmq.edu.mx
Queda prohibida la reproduccin total o parcial de esta obra, por cualquier medio o procedimiento,
sin la autorizacin previa de los titulares del derecho patrimonial.
Impreso y hecho en Mxico / Printed and made in Mexico
ISBN 978-607-7761-44-0
Contenido
Siglas y acrnimos........................................................................................ 11
Introduccin.................................................................................................. 13
Primera parte. Innovar, experimentar y capacitar en libertad:
las escuelas normales rurales y las centrales agrcolas............. 31
Primeras iniciativas................................................................................................ 33
No pedagogismos, sino ms inspiraciones de la vida. Las necesidades del
pueblo son los fines de la educacin!................................................................... 41
Escuelas nuevas....................................................................................................... 47
Producir y cooperar............................................................................................... 57
El internado como familia..................................................................................... 63
Entre el campo y la ciudad.................................................................................... 75
La formacin de maestros en el agro................................................................ 87
Segunda parte. Redimir, modernizar, cooperar y formar en comunidad: las escuelas regionales campesinas.......................................... 99
Desilusin y nuevos rumbos............................................................................... 101
De la capacitacin a la formacin de maestros rurales................................... 107
La escuela como granja moderna....................................................................... 121
Las escuelas regionales campesinas: un proyecto ambicioso.......................... 139
Las escuelas como fuente de oportunidades..................................................... 151
El maestro rural: de ejidatario modelo a redentor de las masas campesinas... 171
La panacea cooperatista.................................................................................... 187
Contenido
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Siglas y acrnimos
agn
Archivo General de la Nacin
ahsep Archivo Histrico de la Secretara de Educacin Pblica
cndmc Confederacin Nacional de Defensa Magisterial Cetemista
cen
Comit Ejecutivo Nacional
cjm
Confederacin de la Juventud Mexicana
cmm
Confederacin Mexicana de Maestros
cnc
Confederacin Nacional Campesina
cnom Confederacin Nacional de Organizaciones Magisteriales
cnte
Confederacin Nacional de Trabajadores de la Educacin
Conalte Consejo Nacional Tcnico de Educacin
ctm
Confederacin de Trabajadores de Mxico
deanr Departamento de Enseanza Agrcola y Normal Rural
denmpm Departamento de Enseanza Normal y Mejoramiento
Profesional del Magisterio
dep
Departamento de Estudios Pedaggicos
dgen Direccin General de Educacin Normal
dgesic Direccin General de Educacin Superior e Investigacin
Cientfica
em
Estado de Mxico
enr
Escuelas normales rurales
fecsm Federacin de Estudiantes Campesinos Socialistas de Mxico
fmte Federacin Mexicana de Trabajadores de la Educacin
Frente Revolucionario del Magisterio
frm
frmm Frente Revolucionario de Maestros de Mxico
froc
Federacin Regional de Obreros y Campesinos
12
Siglas y Contenido
acrnimos
Introduccin
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Introduccin
Primeras inquietudes
En 1945, la Secretara de Educacin Pblica (sep) aprob un plan de
estudios uniforme para todas las escuelas normales rurales. Esta disposicin
se basaba en un argumento democrtico: todos los nios del pas tenan
derecho a recibir la misma educacin y, por lo tanto, todas las escuelas normales deban ofrecer la misma formacin a los futuros maestros. Adems,
tambin los estudiantes normalistas tenan derecho a poder trabajar en
cualquier escuela del pas. Con esta reforma se cerraba el esfuerzo que por
lo menos desde 1917 se vena impulsando de formar un maestro rural con
capacidades especiales para atender una escuela que pudiera responder a las
necesidades de los campesinos.
Maestros de varias regiones del pas haban propuesto la creacin de
instituciones regionales que capacitaran maestros para atender las escuelas que los campesinos haban exigido durante la contienda revolucionaria. Despus de varios intentos poco exitosos, la naciente sep retom estos
proyectos. En los primeros aos de la dcada de 1920, confiando en el poder
de la escuela para transformar la vida de los habitantes del campo, el gobierno federal se propuso la expansin de la escuela a lo largo y ancho del pas.
Cantidad de docentes, convertidos en todlogos que lo mismo enseaban
el alfabeto a nios y adultos que curaban enfermos y realizaban construcciones y gestiones para hacer llegar agua a los pueblos u obtener crditos
para la produccin agrcola, fueron involucrados en esta misin dentro de
una escuela abierta a la comunidad.
Las instituciones de educacin normal que existan desde el siglo xix no
slo eran insuficientes sino tambin inadecuadas para preparar profesores
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capaces de llevar a cabo semejante tarea. Recurrir a profesores improvisados fue necesario, al igual que propiciar su mejoramiento profesional y
la preparacin de los futuros maestros, misma que deba ser, decan algunos
maestros y pedagogos, cercana a la realidad del campo mexicano.
Las escuelas normales regionales dependientes de la sep sufrieron muchos
cambios desde su creacin hasta 1945. A mediados de la dcada de 1920, las
primeras escuelas se transformaron en normales rurales. A partir de 1933
comenzaron a fusionarse con las escuelas centrales agrcolas, que preparaban
tcnicos agrcolas, para formar las escuelas regionales campesinas. En 1941
volvieron a ser transformadas en escuelas normales rurales. Desde 1926,
todas las escuelas estaban organizadas como internados mixtos, situacin
que cambi en 1943, cuando los hombres y las mujeres fueron separados en
internados unisexuales. Estas modificaciones no fueron un simple reemplazo de nomenclatura, sino que representaron cambios importantes en la
adscripcin administrativa de las escuelas, en sus orientaciones pedaggicas,
objetivos y atribuciones sustantivas, en sus planes de estudio y en el nmero y la ubicacin geogrfica de sus planteles, as como en su importancia
dentro del proyecto educativo gubernamental.
A pesar de la unificacin de los planes de estudio de 1945, las escuelas
normales rurales no slo siguieron existiendo, sino que tuvieron un desarrollo muy particular y distinto al de otras escuelas normales rurales. Asimismo, sigui existiendo un estrato magisterial, el formado por sus egresados, que tambin tendra rasgos distintivos. A pesar de los cambios se
conform un subsistema de formacin de maestros con tradiciones lo suficientemente fuertes como para distinguirse, en el sentido que le da Pierre
Bourdieu (1988) a la palabra, de otras escuelas normales.1
Las polticas educativas que sigui el gobierno federal desde 1938, as como
las medidas adoptadas hacia estas instituciones, y que culminaron con la unificacin de los planes de estudio de educacin normal, provocaron una fuerte
respuesta tanto de estudiantes y maestros como de padres de familia, vecinos
y diversas organizaciones magisteriales, agrarias y sindicales que intentaron
defender la existencia de las escuelas.
En el Archivo Histrico de la sep se encuentran distintos tipos de documentos en los que aparecen huellas de conflictos muy fuertes dentro de los
Se sabe del desarrollo de las escuelas despus de las reformas del cuarenta por muy pocos estudios,
como los de Ziga y Reyes (1994), Barba y Zorrilla (1993), Martnez y Camacho (1996), Salinas e Imaz
(1984), Arnaut (1998) y Hernndez (2004).
1
Introduccin
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16
Sin embargo, son pocos los trabajos que toman como objeto de estudio
central la formacin de maestros normalistas rurales, y menos an los que
han sido publicados. Uno de los ms importantes es la tesis de Manuela Seplveda (1976), quien con base en las Memorias de la sep y los informes de
los directores, examina el trabajo de las escuelas regionales campesinas en
su conjunto durante 1936. Engracia Loyo (2004) public un estudio pionero sobre la organizacin productiva de las escuelas centrales agrcolas y
primeras escuelas regionales campesinas. En la tesis de licenciatura de Mara del Rosario Duarte (1994) se rastrean las primeras iniciativas de crear
escuelas para formar maestros rurales incluso antes de los aos veinte, y la
tesis de Mara Rodrguez y Ren Garca (1982) es el nico trabajo en donde
se describe la poltica seguida en relacin con las escuelas normales rurales
durante el sexenio del presidente Manuel vila Camacho.
Por otro lado, existen algunos estudios de caso. Maximino Ortiz (1991)
examin la fundacin y desarrollo de la escuela de Tenera, Estado de Mxico, entre 1927 y 1940, y Sonia Reynaga (1991) analiz la formacin de estudiantes en Roque, Guanajuato, desde 1933 hasta los aos ochenta. Mi libro
Entre surcos y letras (Civera, 1997) se centr en la puesta en marcha de la
educacin socialista en la escuela regional campesina de Tenera, Estado de
Mxico, y en el trabajo que realizaron la Misin Cultural y la escuela en
varias comunidades de los municipios de Tenancingo y Malinalco en 1934
y 1935. Manuela Seplveda (1991) public un artculo sobre la educacin
socialista en la escuela de Galeana, Nuevo Len; Adrin Luna (2001) present una ponencia sobre los orgenes de las escuelas normales regionales
en Michoacn, y Rosa Mara Torres (2003; vanse tambin 1998a y 1998b)
ha publicado avances de una investigacin an en curso sobre la escuela de
El Mexe, Hidalgo.
Adems de estos estudios, hay otros trabajos que, enfocados en la formacin de maestros y en la escuela rural en el nivel regional, han realizado
aportes importantes sobre la formacin de los estudiantes en las normales
rurales y regionales campesinas o sobre la influencia que stas han ejercido
en las regiones estudiadas. Entre ellos cabe resaltar el libro de David Raby
(1974), en cuya ltima parte se estudia la participacin poltica de los maestros rurales en Campeche; las tesis de Ariadna Acevedo (2000) y Elsie Rockwell (1996), sobre Puebla y Tlaxcala respectivamente, y el libro de Mary
Kay Vaughan (2000), sobre Puebla. Recientemente, Gregorio de J. Hernndez (2004) public un libro sobre el normalismo rural en Chiapas.
Introduccin
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En su conjunto, estas investigaciones abren interrogantes sobre la trayectoria de las escuelas y de la formacin de los estudiantes en ellas, al hacer
notar, entre otros elementos, la distancia entre las disposiciones oficiales y
lo que ocurra en cada plantel, y una gran heterogeneidad (aunque tambin
hay aspectos comunes) en los alcances logrados en cada plantel en el intento de formar un nuevo tipo de maestro. Los planes de estudio oficiales variaban de una escuela a otra; las intenciones de formar un nuevo tipo de
maestro tropezaban con viejos mtodos de enseanza; mientras unos planteles gozaban de recursos, otros vivan en una extrema pobreza; algunas
escuelas cerraban con la misma rapidez con la que se abran, a diferencia de
otras que lograron perdurar hasta nuestros das, etctera.
La intensidad de los conflictos de la dcada de 1940 que se palpa en los
documentos resulta sumamente contrastante con la imagen de la edad de
oro de las normales rurales reflejada en la mayor parte de los estudios historiogrficos, en los cuales, salvo excepciones, no se haban considerado varios
procesos que quiz en el momento no parecan tan importantes, pero que a
largo plazo han sido centrales en la historia de estas instituciones, como la
gestacin del autogobierno, la autonoma de las escuelas, su legitimacin en
el espacio regional y su reputacin como escuelas populares en las que se
forman lderes polticos. Ese silencio puede deberse a las preocupaciones
principales y los enfoques analticos que se han utilizado hasta ahora, pero
tambin tiene que ver el hecho de que en momentos de relativa quietud en
la vida escolar no se suele hablar, y mucho menos escribir, de la cotidianidad
y de los conflictos que atraviesa la vida escolar, que, en cambio, salen a la luz
en momentos de reforma y enfrentamiento, como lo fue la etapa de 1938 a
1945, que no ha sido abordada por la historiografa.4
En virtud de lo anterior me propuse analizar la conformacin del subsistema de educacin normal rural y de un nuevo estrato magisterial: los
normalistas rurales. Partiendo de los conflictos de los aos cuarenta, y teniendo presentes las noticias periodsticas actuales, mi estudio abarca de
1921, ao en que abri sus puertas la primera escuela normal regional, hasta 1945, cuando se abandona la intencin de formar un maestro especializado para las escuelas rurales.5
4
En general, la historiografa de la educacin posrevolucionaria ha tendido a detenerse en 1940. Por
fortuna, en los ltimos aos ha crecido el inters por extender los estudios a periodos posteriores.
5
Inicialmente me propuse realizar un estudio que diera cuenta de la formacin de maestros normalistas rurales en Mxico desde sus inicios hasta nuestros das, pero dicha tarea resultaba muy difcil
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de realizar en poco tiempo y era necesario acotar el objeto de estudio. Una posibilidad era realizar un
estudio de caso o un estudio comparativo de dos o tres escuelas que tuviesen caractersticas diferentes
para poder extenderse en el tiempo con profundidad, pero resultaba difcil en ese momento hacer una tipologa de las escuelas para elegir las ms representativas. Otra opcin era recortar el periodo de estudio
y comenzarlo en la dcada de 1940, ya que la mayor parte de los estudios historiogrficos se concentran en
el periodo anterior, pero para ese periodo la informacin se encuentra muy dispersa. Creo que la visin de
conjunto por la que opt resulta una buena base para estudios de caso y comparativos que permitan reconstruir y profundizar el anlisis sobre el desarrollo de la educacin normal rural hasta hoy.
6
Un anlisis ms amplio de la historiografa sobre maestros y magisterio durante el siglo xx se
encuentra en Civera, 2003.
Introduccin
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Los conceptos de campo y de habitus de Bourdieu (1988) resultan tiles, pero un referente
central para este sentido amplio de formacin, son los trabajos de Susana Quintanilla sobre la formacin
de intelectuales en Mxico. Vanse, por ejemplo, Quitanilla, 1991, 1996b, 1999 y 2001.
8
Sobre cultura escolar, vanse: Julia, 1995; Escolano, 2000; Ruiz, 2000, y Viao, 2001. Sobre la relativa a Mxico vanse: Padilla, 2004, y Rockwell, 1996 y 1997.
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Introduccin
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cepto de apropiacin, que apunta a una historia social de usos e interpretaciones, relacionados con sus determinaciones fundamentales e inscritos en
prcticas especficas que los producen (Chartier, 1999: 53). El proceso de
apropiacin es creativo y en l, sta transforma, reformula y excede lo que
recibe. Los actores tienen un margen de accin dentro de un sistema simblico que siempre es disputado, dbilmente coherente y delimitado, inestable y fracturado (Sewell, 1999).10
Estos conceptos nos haran pensar en una cultura escolar heterognea,
multivocal y dialgica, conformada por prcticas y discursos que rara vez
son del todo coherentes, complementarios y convergentes. La escuela es
un espacio de produccin cultural y social, al ser una construccin de los
diversos actores involucrados en ella: maestros, estudiantes, padres de
familia y autoridades. La escuela y su cultura escolar son construidas por
diversos actores con posibilidades de agencia, que desde diversas y cambiantes posiciones de poder, sostienen relaciones de diferente naturaleza
tanto racionales como emocionales con los dems (Remedi, 1999;
Williams, 1980; Levinson, 2002; Holland et al., 1998; Holland y Lave, 2001;
Levinson y Holland, 1996; Elias, 1996, 1998 y 1999, y Ortner, 1994). Los
actores que se involucran en el espacio escolar lo hacen de entrada con
una historia y expectativas, tanto personales como familiares, relacionadas
con su origen socioeconmico y cultural. A partir de ellas y su interrelacin
con los otros, construyen inventan, dira De Certeau dicho espacio,
experimentando tcticas unos y estrategias otros, para moverse dentro de
l, y al hacerlo, inciden en l y en su propio proceso de formacin (Certeau,
1996; Scott, 2000; Vaughan, 2000; Willis, 1997; Bajtn, 1990; Acevedo, 2004;
Rockwell, 1987; Rockwell y Mercado, 1987; Rockwell y Espeleta, 1987, y
Rockwell, Alfonseca, Acevedo y Bertely, en Somehide, 2005).
La escuela es un lugar de encuentro y desencuentro de diversas culturas
locales y de luchas por el poder tanto al interior como al exterior, que si bien
delimita un horizonte de posibles, est formado por varios espacios en los
que se tienden diferentes redes de relacin, prcticas y discursos particulares: las relaciones de los alumnos entre s, de ellos con los maestros, la direccin y las autoridades, con la familia y las comunidades, en los que se dan
10
Vase tambin Rosaldo, 1991, y el concepto de experiencia en Roseberry, 1989. Sobre la apropiacin, vanse los artculos de Rockwell, Alfonseca, Acevedo y Bertely, en Somehide, 2005.
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Introduccin
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entre los estudiantes de una identidad como maestro normalista rural. Busco, sobre todo, dar un lugar importante a los estudiantes, que han sido uno
de los actores ms olvidados por la historiografa de la educacin.11
Con frecuencia, los estudios historiogrficos comienzan por exponer
los propsitos de la poltica educativa o la teora pedaggica para luego
descender a las prcticas escolares sealando qu tanto se alejan de aqullas, pero hacerlo as deja al contexto como un teln de fondo esttico y a
la prctica como una mera reaccin frente a ese teln, sin poder comprenderse las relaciones recprocas entre lo local y lo global, entre la cultura escolar y el Estado (vanse: Bajtn, 1990; Levi, 1993; Geertz, 1994; Holland y
Lave, 2001, y Roseberry, 1989). En mi trabajo intento romper con esta visin
vertical para ver las disposiciones normativas tambin como prcticas y como
posibles respuestas a las propias dinmicas de las escuelas (vanse: Rockwell,
2002, y Escolano, 2000). Privilegio as el examen de la capacidad de agencia
de los actores internos en la vida escolar sin dar una fuerza a priori al
gobierno federal, de quien dependen, y a los procesos de apropiacin particular que se dan en la vida cotidiana.
La creacin y consolidacin de las escuelas encargadas de la formacin
de maestros normalistas rurales, as como el tipo de preparacin que stas
propiciaban en los futuros maestros, estuvieron delimitados por la forma
en que se interrelacionaron varios procesos sociales, polticos y culturales, entre los cuales destacan: a) el papel de las escuelas en el proceso de
consolidacin del Estado despus de la revolucin armada; b) el crecimiento, la diversificacin y la estratificacin del sistema educativo, y, por ltimo,
c) la federalizacin de la enseanza y la apropiacin de nuevas teoras y
mtodos pedaggicos.
El proyecto de formar un nuevo tipo de maestro se dio en un momento
en que, despus de la Revolucin, haba una reestructuracin de la vida poltica y econmica en los medios rurales y una bsqueda de fortalecimiento en
lo local por parte del gobierno federal. En ese proceso tuvieron un lugar especial la escuela y los maestros rurales. Las dinmicas de las escuelas normales rurales y regionales campesinas dependieron en parte de sus xitos o
11
Cabe sealar de antemano que la intervencin de autoridades locales como presidentes municipales y comisariados ejidales, si bien se toma en cuenta, no se analiza a profundidad, ya que ello
requerira de estudios de caso y regionales. Asimismo, dejo de lado algunas atribuciones de las escuelas, como la investigacin social (que fue uno de sus puntos dbiles) y los cursos mejoramiento de
maestros en servicio.
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fracasos al sobreponerse en las estructuras tradicionales de organizar trabajos comunitarios y administrar los recursos o al incorporar dichas estructuras a nuevas organizaciones estatales como los comisariados ejidales, las
ligas y cooperativas agrarias, y las organizaciones sindicales (vanse: Knight,
1990; Joseph y Nugent, 1994; Vaughan, 2000, y Alfonseca, Acevedo y Bertely,
en Somehide, 2005).
Por otro lado, entre los aos veinte y cuarenta la naciente sep fue creciendo hasta controlar, por lo menos administrativamente, a la mitad de
los establecimientos de educacin primaria en todo el pas. La expansin de
la educacin primaria, sobre todo de la educacin rural, fue acompaada por
una mayor especializacin y jerarquizacin de las instituciones educativas,
pero el crecimiento de la educacin posprimaria fue menor y se concentr en
los medios urbanos, lo que gener desequilibrios y cambios en todas las escuelas normales y lo que stas representaban para los estudiantes como vas
para seguir estudiando, para incorporarse al mercado laboral y para mejorar
sus condiciones de vida y ascender de estatus socioeconmico.
El crecimiento de la educacin primaria fue de la mano con el proceso
de federalizacin de la enseanza, que a veces tuvo una resistencia fuerte de
parte de los poderes estatales y municipales, y mientras creca la burocracia
de la sep, se incrementaba tambin el empeo de los maestros por organizarse e incidir en la orientacin de la educacin pblica en Mxico, con lo
que el magisterio se fue transformando de una profesin liberal a una de
Estado. Los conflictos generados por el control de la orientacin de la educacin en los niveles poltico, burocrtico y administrativo, pero tambin cultural, fueron acompaados por la bsqueda de nuevas teoras pedaggicas
como la escuela de la accin y la educacin socialista, cuyo alcance y apropiacin fue variable al interior de las escuelas, y cobraron un lugar especial en la
distincin de los normalistas rurales frente a otros tipos de maestros (vanse:
Quintanilla, 1996a, 1997 y 2002; Quintanilla y Vaughan, 1997; Loyo, 1996b;
Arnaut, 1998; Arteaga, 1994a y 1994b, y Vaughan, 2000).
Todos estos procesos delimitaron el proyecto y las actividades de las
escuelas normales rurales y regionales campesinas, pero las escuelas, los
maestros y los estudiantes, tambin actuaron en estos procesos e incidieron
en ellos, por lo cual sern considerados a travs de sus perspectivas y de las
prcticas escolares, de los modos especficos y no lineales en que estos procesos atravesaron la vida escolar y desde los cuales los actores seleccionaron,
interpretaron, decidieron y actuaron.
Introduccin
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El rgimen que emergi de la Revolucin Mexicana, como lo ha apuntado el historiador Alan Knight (1990: 228), fue una sntesis, una mezcla
de clases, intereses e ideologas, que propona un proyecto capitalista,
nacionalista, modernizador, estatista, anticlerical e incluso antirreligioso.
El fortalecimiento del Estado se sustent en un creciente intervencionismo
y en la creacin de instituciones de masa y la incorporacin selectiva de
la cultura popular en el discurso revolucionario. Una de esas instituciones
fue la escuela, sobre todo la rural. Desde luego, esa sntesis dej de lado
los intereses de algunos sectores e implic fuertes contradicciones. La
negociacin, dice Mary Kay Vaughan, fue lo que permiti la longevidad
del Estado mexicano al incluir en l demandas y posibilidades de expresin
de obreros y campesinos. Mi investigacin se inscribe dentro de los estudios
posrevisionistas que cuestionan la fuerza absoluta del Estado e intentan
comprender su consolidacin como el resultado no slo de arreglos clientelares sino tambin de la participacin e interrelacin de diferentes sectores sociales. Sin negar la importancia de la negociacin, me inclino a
mirar por la rendija de las contradicciones y los quiebres, balanceando la
generacin de consenso con la utilizacin de medidas coactivas y la persistencia de resistencias. En la negociacin, el Estado tuvo que hacer algunas concesiones, pero algunos sectores, como los campesinos, tuvieron
mucho que perder. Como dice Guillermo Palacios (1999), la Revolucin
pas de ser campesina a campesinista.
Las escuelas normales rurales y regionales campesinas resultan idneas
para analizar las tensiones y endebles equilibrios entre la construccin del
corporativismo estatal y la defensa de los derechos de los campesinos, ya que
los maestros y los estudiantes fueron actores protagnicos de la formacin
del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educacin (snte) y, como tales,
contribuyeron al fortalecimiento del Estado, pero ello no implic una adhesin incondicional al gobierno; por el contrario, su relacin se caracteriz
por el enfrentamiento y el conflicto.
Mi investigacin se basa sobre todo en documentacin del Archivo Histrico de la Secretara de Educacin Pblica (ahsep): memorias de la secretara, reglamentos y circulares, informes de los directores y maestros de las
escuelas, informes de los inspectores escolares y administrativos, expedientes de maestros, empleados y, sobre todo, de estudiantes; actas de los consejos escolares, exmenes recepcionales y algunas revistas escolares y panfletos
estudiantiles. Salvo los tres primeros tipos de fuentes, que ya han sido ex-
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Introduccin
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lo, y despus, con la educacin socialista, de un redentor, y no slo integrador, de los campesinos. El cooperativismo sirvi de enlace entre la escuela de la accin y la educacin socialista, y a pesar de los afanes de la sep
por dar una orientacin definitiva a la educacin, las escuelas mantuvieron
una cierta autonoma en la que los estudiantes comenzaron a tener un papel
activo dentro del gobierno escolar y se fueron organizando para exigir sus
derechos, siguiendo los pasos de sus maestros y, en buena parte, el ideario
del Partido Comunista de Mxico.
Fue una etapa de auge, aunque fue tambin difcil para muchas de las
escuelas por la segunda Cristiada, por los reacomodos en la propia burocracia de la sep, los conflictos en torno a la posesin de tierras de las escuelas,
y la respuesta de algunos sectores al proselitismo poltico y cooperativista
que desarrollaban las regionales campesinas en las comunidades. Sin embargo, las escuelas se fueron legitimando en los espacios locales y se constituyeron en fuentes de ascenso de estatus para los estudiantes y sus familias,
la mayora de ellos de origen rural, y en una proporcin importante, para
hijos de ejidatarios o de pequeos propietarios.
En 1936 se expidieron nuevas bases de gobierno escolar que en buena
medida sancionaban y trataban de controlar las dinmicas de autogobierno
que se venan practicando en algunos planteles. La autonoma de las escuelas se increment cuando los comunistas cobraron fuerza dentro de la sep;
sin embargo, las bases planteaban un modelo ms liberal que socialista.
Escuelas para entonces ms grandes, se concibieron ya no como una familia
sino como una comunidad, pero las comunidades escolares no eran homogneas en la conformacin ni de la planta docente ni del alumnado. Fue en
este periodo cuando se afianz el carcter popular de las escuelas, y con l
se tendieron mecanismos de reclutamiento y egreso corporativos. Fue tambin en esos aos que la forma de decidir los trabajos de las escuelas comenz a desplazarse del interior de cada plantel a la intervencin de los
maestros y estudiantes por medio de sus organizaciones de pares.
La ltima parte, corporativizar, controlar y uniformar, abarca de 1938
a 1945. Se trata de una etapa de crisis menos vinculada a los resultados del
gobierno escolar y al rgimen disciplinario que a la falta de recursos y al
fortalecimiento del corporativismo estatal. Las nuevas escuelas estaban
lejos de ser lo mismo que las primeras normales rurales, ya que su vida
interna se haba corporativizado, pero conservaron rasgos importantes en
sus formas de organizacin, en el tipo de valores que buscaban fomentar
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Introduccin
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Programa de Mejoramiento del Profesorado (Promep). Estoy muy agradecida con el doctor Alfonso Iracheta y el doctor Carlos Quintana, as como
con las doctoras Gloria Guadarrama y Cecilia Cadena, presidentes y coordinadoras de investigacin de El Colegio Mexiquense, respectivamente, por
el respaldo que me ofrecieron para poder realizar mis estudios de doctorado, de los cuales se desprendi este libro.
Durante varios aos, el Departamento de Investigaciones Educativas fue
una casa amable y generosa en la que recib el aliento de los investigadores
y de los estudiantes, el trato siempre cordial y eficiente en la Coordinacin
Acadmica, la biblioteca, las fotocopias, y el saludo de toda persona que me
encontraba en mi paso desde que entraba y me reciba don Rafa, hasta llegar
a los cubculos de Susana Quintanilla y Elsie Rockwell, previa visita a Vernica Arellano, quien me brind todo su apoyo y alegra. Los seminarios de
Susana, Elsie y Mary Kay Vaughan fueron espacios de intercambio en los
que aprend cantidad tanto de ellas como de mis compaeros, en especial
de Carlos Escalante, con quien se extendan las disertaciones durante el
trayecto Mxico-Toluca.
Varios colegas me hicieron comentarios y observaciones que han sido
importantes en mi intento por comprender la formacin de maestros normalistas rurales: Paolo Riguzzi, Mlada Bazant, Carmen Salinas y Carlos
Mass, de El Colegio Mexiquense, as como Juan Alfonseca, Eduardo Remedi, Eduardo Weiss, Engracia Loyo, Belinda Arteaga y Oresta Lpez. A
todos ellos quiero expresar mi agradecimiento, y sobre todo a Ariadna Acevedo y Antonio Padilla, por su lectura cuidadosa y sus sugerencias ms que
pertinentes.
Muchas ideas en mi investigacin provienen de Rosa Mara Torres, Mary
Kay Vaughan y desde luego de Elsie Rockwell, siempre abriendo horizontes,
y de Susana Quintanilla, constante fuente de inquietudes intelectuales. S
que el resultado no es lo que mis queridas maestras hubiesen deseado, pues
todas ellas planteaban rutas distintas de investigacin que prometan buenos
frutos. Finalmente me decid por un camino en cuyas debilidades est mi
responsabilidad, pero en sus logros est su huella. Les doy las gracias por su
generosidad para compartir su experiencia y sabidura, por su tolerancia, su
confianza y su compaa.
Sera difcil para m pensar en escribir un libro sin la certeza de que Luis
Alberto Martnez-Lpez lo convertir en un objeto bello. A l, como siempre,
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Primeras iniciativas
Primera parte
Innovar, experimentar
y capacitar en libertad:
las escuelas normales
rurales y las centrales
agrcolas
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Primeras iniciativas
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Con una intencin clara, pero sin un plan preciso a seguir, maestros y estudiantes de Tacmbaro fueron trabajando segn venan las circunstancias. El
primer problema fue conseguir un local. Los vecinos se negaban a rentarles
alguno siguiendo las consignas del obispo Lara y Torres. Finalmente, Ignacio Chvez5 les rent su casa de veraneo. Leobardo Parra y Marquina se
comunic con varios presidentes municipales para que enviaran alumnos,
e Isidro Castillo dio pase automtico a sus alumnos de sexto de primaria
para ingresar a la normal, llevando consigo sus mesas-bancos. El primer da
de clases haba ms maestros que estudiantes, pero la escuela comenz a
trabajar con 25 jvenes provenientes de Tacmbaro, Carcuaro, Necuptaro,
Tiquicheo, Villa Madero, Parcuaro y Zitcuaro (Villela, 1972: 15).
En el primer semestre, los estudios fueron en clase. Posteriormente, un
alumno de la primera generacin, Pedro Lpez Segovia, prest parte de
sus parcelas para que en ellas se realizaran prcticas agrcolas (como siembra de jcama, camote, caa y otros cultivos), y para la clase de curtidura
el mismo profesor Castillo pasaba el da en el taller de esa especialidad
en el pueblo, hasta que pudo dominar la tcnica, para transmitirla despus
a sus alumnos. Igual sucedi con el taller de herrera propiedad del padre
de uno de los alumnos, y ah tambin se pudo aprender esa actividad
prctica (Villela, 1972: 25).
Los aos de 1922 y 1923 fueron difciles para la naciente institucin. El
obispo Lara y Torres la bautiz como la escuela del Diablo y orden que se
hostilizara a todo lo que oliera a gobierno. El director muchas veces tuvo
que detener al impetuoso profesor Martn Mercado para que no atacara a
5
Ignacio Chvez era padre de Ignacio y Salvador Chvez, el primero cardilogo, y el segundo,
fundador del Partido Radical Avanzado de Tacmbaro.
Primeras iniciativas
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los clericales (Villela, 1972: 26 y 15; sep, 1928b: 283). En esos aos, la sep
bec a los estudiantes con 75 centavos diarios, pero en 1924 la escuela tuvo
que suspender sus labores temporalmente para convertirse en banco de
sangre y atender a los heridos de la rebelin delahuertista. Los maestros se
quedaron sin sueldo y los alumnos sin beca. Algunos tuvieron que regresar
a sus pueblos y ya no volvieron; otros trabajaron en Tacmbaro hasta que
volvieron a la escuela. Se perdi casi un semestre completo, pero a fines de
1924 se recibieron los primeros 16 estudiantes.
En 1925, la normal se separ de la sep, pero la Universidad Michoacana
la apoy hasta finales de 1927, cuando volvi a incorporarse a la Secretara
y se reorganiz como internado con pensiones de 50 centavos para los hombres y 25 para las mujeres, pero ya no en Tacmbaro sino en Erongancuaro.
Posteriormente fue trasladada a la ciudad de Huetamo, luego a Encarnacin
y finalmente a Tiripeto, donde funciona hasta nuestros das (Villela, 1972:
26 y 27). Estos cambios de ubicacin fueron ocasionados por el ambiente
poco favorable que exista hacia las escuelas del gobierno por la guerra cristera, pero quiz tambin tuvieron como motor la intencin expresa de expandir la influencia de las regionales por diferentes territorios.
Tacmbaro no fue la primera escuela normal rural federal que se
cre en Mxico, pero fue la primera que logr sobrevivir. En mayo de
1922, por iniciativa de Jos Vasconcelos, comenz a trabajar la Escuela Normal Rural de Gmez Palacio, Durango, con dos maestros comisionados y un local y mobiliario que no pertenecan al gobierno federal. Un ao ms tarde se abri la Normal Rural de Huatabampo,
Sonora, por medio de un convenio entre la sep, que pagaba el sueldo de
los maestros, y el ayuntamiento, que pondra el local, el mobiliario y todo
lo necesario. Sin embargo, el ayuntamiento no tuvo recursos para sostener
el plantel, que fue transferido a Cananea, en donde comenz a funcionar
como escuela normal rural, comercial e industrial, para convertirse despus
en normal urbana. En Tabasco, el proyecto de la sep de abrir un plantel
fracas porque no haba escuelas primarias de dnde reclutar estudiantes (Duarte, 1994: 72-81 y 149).
Mejor suerte tuvieron las escuelas de Atlixco, Puebla, y Molango, Hidalgo. La primera comenz a trabajar con muchas irregularidades y cerr al
ao siguiente. El inspector de escuelas del estado propuso cambiarla a Izcar
de Matamoros, lo cual no fue aceptado por la sep en un principio, pero finalmente fue autorizado en 1926. La escuela de Molango, Hidalgo, fundada
38
Primeras iniciativas
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Algunos de los planteles dependieron del Departamento de Escuelas Rurales y otros del de Primarias, hasta finales de 1926, cuando comenzaron a ser
coordinados por el Departamento de Misiones Culturales. En 1925, el Departamento de Escuelas Rurales renov el plan de estudios, que fue redactado por Gregorio Torres Quintero, Enrique Corona, Rafael Sierra, Jos
Alcazar Robledo (jefe de Enseanza Tcnica) y el ingeniero Gonzalo Robles
(de la Secretara de Agricultura). Este plan se puso en marcha en 1926 y
estuvo vigente hasta 1931 (sep, 1928a: 131; Duarte, 1994: 116).
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No pedagogismos, sino ms
inspiraciones de la vida.
Las necesidades del pueblo
son los fines de la educacin!
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Rafael Ramrez explicaba a los estudiantes, en los aos treinta, que para poder
homogeneizar a la poblacin era necesario diferenciar la educacin rural de
la urbana, que si bien perseguan los mismos objetivos, deban utilizar mtodos distintos segn las caractersticas de la poblacin a quien se dirigan. La
educacin rural o para indgenas deba ser siempre real y vital, porque el
mtodo de aprender usado por las sociedades primitivas es el de aprender
haciendo (Ramrez, 1938: 120). Tambin por eso la educacin deba
expandirse a toda la comunidad, ya que, a diferencia de las ciudades,
donde hay agencias culturales como la prensa, el cine, los museos, en el
campo la escuela estaba sola frente a la ignorancia y la supersticin que
la familia ensea a los nios generacin tras generacin (Ramrez, 1938:
36-37). Estos planteamientos, y sobre todo los de Moiss Senz, aparentemente se adaptaban a los planes modernizadores del nuevo rgimen revolucionario, sobre todo a mediados de los aos veinte, cuando el presidente
Plutarco Elas Calles se empeaba en elevar la productividad en el campo
por medio de la capacitacin, un sistema de crditos y obras de infraestructura. Pero las posibilidades y la lgica de los gobernantes no era la misma
que la de los educadores.
La propuesta de transformacin a la que apostaban muchos educadores
es muy clara en El libro del campesino. Lecturas y sugestiones para alumnos
adultos, un texto escrito en 1928 por Moiss Senz e Ignacio Ramrez. En el
libro, el personaje principal es Julin, un campesino, o ms bien un ranchero, que se preocupa por su comunidad. l va la ciudad a vender la cosecha
y de paso compra libros para ver qu medicamentos darle a las gallinas, va
a una hacienda para conocer el funcionamiento de los tractores, averigua el
precio de un equipo de lechera para hacer mantequilla, y compra libros para
la biblioteca pblica del pueblo y hasta regalitos para su familia. A su regreso le espera una casa con varias habitaciones, que tiene locales por separado
para los animales, en donde ha construido un pozo, un camino y un jardn
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Escuelas nuevas
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Escuelas nuevas
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sus sillas, o las iban construyendo cuando contaban con material para aprender carpintera. El presupuesto otorgado por la secretara siempre fue escaso, y apenas en 1928 Moiss Senz se mostraba contento de que por fin la
planta de profesores se haba completado (sep, 1928a: 124-127 y xxvii-xxxi).1
Las normales rurales sobrevivieron en buena medida gracias a las iniciativas de profesores y alumnos, quienes buscaban apoyo entre las autoridades
locales y estatales, los padres de familia y los vecinos. En algunas, la sep slo
otorgaba las becas para los alumnos y los sueldos para los maestros. Directores, maestros y directores federales de Educacin ponan de su bolsillo
para cubrir los gastos mnimos de las escuelas, para comprar una planta de
luz elctrica o montar un taller, y junto con los estudiantes organizaban
fiestas o venta de los productos que elaboraban para poder obtener fondos,
aunque algunas, como la de Cuernavaca, en 1927, tuvieron la suerte de
contar hasta con mozos para reparar y adaptar el local. En San Juan del Ro,
al igual que antes en Tacmbaro, personas de espritu liberal hicieron
donativos importantes (Villela, 1972; sep, 1928b).
Esta necesidad de apoyos ajenos al gobierno federal es importante por
varios motivos. En primer lugar, la escasez de recursos repercuta en los
procesos de aprendizaje, no slo por la falta de materiales de trabajo o la
mejor preparacin de los maestros, sino tambin por la costumbre de intentar aprovechar los recursos disponibles lo ms posible, lo cual iba de la mano
con una actitud de aceptar la situacin marginal que se viva en las escuelas.
Por otro lado, la necesidad de respaldos econmicos tambin expona a las
escuelas a la influencia de quienes contribuan a su sostenimiento: se crean
con derechos sobre el destino de las escuelas, como suceda con los propios
maestros fundadores y estudiantes que lograban sacar adelante la escuela con
su trabajo y sus recursos.
Un ejemplo de lo anterior fue lo que ocurri en Tacmbaro en 1923.
Segn Villela, el profesor Aureliano Esquivel, defensor de la escuela nueva
1
Hacia 1928, ms de la mitad del presupuesto del Departamento de Misiones Culturales, $192,699.00
de $382,698.00, era destinado a las nueve escuelas normales regionales, pero los recursos no eran suficientes (sep, 1928a: 124-127 y xxvii-xxxi). En 1929, el presupuesto total de la Direccin de Misiones
Culturales se increment a $631,108.50. La sep gastaba un promedio de 29 mil pesos en cada misin
cultural viajera, cerca de 30 mil en una permanente, y poco ms de 36 mil en una normal rural al ao,
considerando el siguiente personal: un director ($10.00), tres profesores de planta ($7.50), un profesor
especial ($4.00), tres de materias agrcolas industriales ($3.00), dos profesores de materias de adiestramiento ($2.00), una ecnoma ($3.00), una cocinera ($2.00), una lavandera ayudante ($1.00) y dos
mozos ($1.50) (sep, 1929: 277). Este personal completo no se mantuvo en aos posteriores.
Escuelas nuevas
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Las materias acadmicas slo eran una parte de las actividades que realizaban los alumnos. Una vez por semana participaban en reuniones sociales en las que se lean libros y se comentaban noticias (pero supuestamente
que no fueran de poltica), se cantaba y bailaba o tocaba la orquesta tpica.
En ocasiones se invitaba a los familiares de los alumnos o a los vecinos en
general, y entonces los maestros ponan juegos o daban plticas sobre la
higiene o consejos de agricultura, corte y confeccin y otros tpicos.
Las escuelas participaban en la organizacin de todas las fiestas patrias y
a veces organizaban otro tipo de convivios, kermeses y obras de teatro, no
porque los consideraran muy importantes (lo cual vendra despus), sino a
que por medio de ellos obtenan fondos (sep, 1928b: 245 y 337). Salvo en
Cuernavaca, porque el director deca no tener experiencia en esa rea, se daba
gran importancia a la gimnasia y sobre todo a los encuentros deportivos.
A pesar de su reciente creacin y de la falta de recursos, en las escuelas
se atendieron tambin los otros dos objetivos planteados para las normales
rurales. En Ro Verde, San Juan del Ro y Tixtla se organizaron cursos de
mejoramiento para profesores, en coordinacin con las misiones culturales,
los inspectores o los directores federales de Educacin. El curso de perfeccionamiento de Ro Verde, deca el director, adems de proporcionar conocimientos interesantes, form slidos lazos de unin entre maestros federales y municipales, entre maestros de escuelas primarias y rurales. Este
comentario indica la preocupacin de los maestros por fomentar la organizacin gremial del magisterio.
Los directores intentaron tambin fomentar la civilizacin de la comunidad. Adems de la apertura de escuelas nocturnas y la realizacin de
reuniones sociales, plticas o clases abiertas en casi todas las escuelas, en
algunas se construyeron puentes y pozos, se reconstruyeron caminos y se
formaron juntas de mejoramiento material. En Tixtla se promovi el mejoramiento de la crcel (en donde los estudiantes daban plticas y clases a los
presos) y se evit la construccin de una plaza de toros en el centro de la
ciudad (sep, 1928b: 320). En Ro Verde se dieron consejos sobre sociedades
cooperativas y se organiz una biblioteca ambulante. Para el director, la
extensin cultural pone a los alumnos en contacto directo con las masas
cuya redencin est en sus manos. De todos los directores, ste de Ro Verde era el nico que en vez de hablar de mejoramiento de la comunidad,
hablaba de la redencin de las masas (sep, 1928b: 273). En Oaxaca, los
maestros y los alumnos de San Antonio de la Cal ayudaron al pueblo de San
Escuelas nuevas
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Producir y cooperar
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En San Antonio de la Cal, el director, Adolfo Gmez, tuvo que ser transferido, ya que haba tenido problemas con el pueblo porque gestion ante la
Comisin Nacional Agraria que se cedieran a la escuela dos hectreas y
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media de terreno circundante a la escuela (sep, 1928b: 349). stos son los
dos primeros casos de disputa por las tierras que trabajaban las escuelas, de
los muchos que se reportaran en aos posteriores.
El aprendizaje de un negocio, de la importancia de ahorrar y de apoyarse mutuamente se adquira en la prctica, pero la forma de establecer las
cooperativas reproduca el modelo gubernamental: las cooperativas no
correspondan a la iniciativa de los campesinos, sino que eran dirigidas
desde arriba. Ello puede entenderse en una escuela por su propsito educativo, pero los objetivos de las cooperativas en realidad eran muy confusos.
Por ms ordenados que quisieran ser los directores, las cooperativas resultaban ser una amalgama de recursos e inversiones cuyos dueos no estaban
definidos: la cooperativa de los estudiantes era la cooperativa escolar. En
algunas, parece que el nico capital inicial era el proporcionado por los
alumnos, y si bien ellos podan tener ganancias que se repartan, las inversiones eran para las escuelas. En otras, parece que el capital inclua los
presupuestos enviados por el gobierno federal. Esta situacin, a la larga,
tendra fuertes consecuencias: de quin eran las ganancias?, quin y para
qu deba invertir?, de quin era la escuela?
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1
El himno de las escuelas normales rurales fue escrito por Jos Pacheco Torres, fundador de la
Escuela Regional Campesina de Hecelchakn, Campeche.
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estudiantes (Dewey, 1916; Palacios, 1984). Por otro lado, desde el planteamiento mismo de la necesidad de formar un maestro especializado para el
campo, se parta de la idea de que la civilizacin del campesino era indispensable para el progreso del conjunto de la sociedad, y dicho proceso
implicaba desbordar el trabajo de las aulas para realizar una extensa labor
social y cultural, que slo sera posible si el maestro haca suya una vocacin
de servicio a los dems y un espritu de cooperacin, mismos que, igualmente, tendran que ser vividos en la propia escuela para que los estudiantes los aprendieran.
La organizacin de la escuela como una familia provino de estas inquietudes, pero tambin fue una estrategia prctica. Recurdese que al no constituir un proyecto prioritario de la naciente sep, las normales rurales contaron
con muy pocos recursos para la contratacin de maestros, para hacer reparaciones e incluso para comprar los tiles escolares ms elementales. Los
alumnos, los maestros y los vecinos tuvieron que colaborar en la adaptacin
de los edificios disponibles, en la obtencin o construccin de muebles y en
la colecta de fondos para conseguir tiles y materiales para abrir los talleres
o trabajar las tierras. Por otro lado, el hecho de que las escuelas fueran mixtas
gener la desconfianza de algunos padres de familia.
En la Escuela Normal Regional de Tacmbaro, Michoacn, en 1922, la
convivencia de estudiantes y jvenes de ambos sexos se prestaba a los rumores, a pesar de que en un principio el plantel no funcion como internado. La presencia de una escuela laica y mixta, apoyada por el general Francisco Mgica, y en la que prestaban sus servicios algunos profesores a
quienes les agradaba atacar a la Iglesia y hasta la religiosidad de la gente,
tena alarmado al obispo Lara y Torres. En la zona se rumoraba que en esa
escuela del Diablo se desnudaba a las muchachas, e incluso los comerciantes se negaban a vender mercancas a los maestros laicos, o lo hacan, pero
a precios exorbitantes. Segn Villela (1972: 26-27), el director, el profesor
Leobardo Parra y Marquina, en una actitud prudente y conciliatoria,
[] acord que las ctedras se impartieran con puertas y ventanas abiertas,
para que todos los habitantes de Tacmbaro pudieran saber qu y cmo se
enseaba en ese plantel. Adems llev a su seora esposa doa Rita Maldonado, quien radicaba en Zitcuaro, a vivir a Tacmbaro y comenz a realizar
reuniones semanales de tipo social a las que siempre invitaba al Obispo Lara
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Esto porque, entre otras cosas, se rumoraba que en ese plantel se obligara a
las muchachas a desnudarse. La presencia de las esposas de todos los profesores (salvo la de Isidro Castillo), ayud a que stos se ganaran la confianza
de la gente, al verse la escuela como una familia respetuosa (Villela, 1972: 15
y 26; sep, 1928b: 283).
Probablemente esta experiencia y la de los otros primeros planteles influyeron para que, al estipularse en 1927 que las normales rurales tendran internado mixto, ste se organizara como una familia. En la junta de directores
de estas escuelas que se llev a cabo ese ao, el secretario de Educacin no
escatim tiempo y espacio en su exposicin para agradecer a las esposas de
los directores por la importante labor que haban realizado en la organizacin
de los internados. Expona as:
Aspectos especiales de organizacin, de administracin (que han necesitado
ser definidos en estas Juntas en reglamentaciones precisas, como la admisin
de alumnos de ambos sexos en los internados, etc.) no podran existir, en
muchos casos, sin la presencia y la colaboracin de las esposas de los Directores de las Escuelas Normales Regionales, maestras tambin, y a ellas se debe,
como antes deca, no slo buena parte del xito de esas escuelas, sino tambin
algunas de las modalidades nuevas de su organizacin y funcionamiento (sep,
1928a: 13).
La figura del director como un padre representaba un enlace entre las viejas
y las nuevas teoras pedaggicas. La convivencia de ste con los alumnos
permitira que los estudiantes aprendieran da a da, siguiendo su ejemplo.
Los profesores y directores ms empeosos destacaban y lo haran hasta
dcadas despus la importancia que tena convivir con los estudiantes,
compartir con ellos los trabajos agrcolas o de taller o sentarse a la mesa en
el comedor con ellos para poder conversar.
Para el joven Isidro Castillo el nico director soltero esa actitud fue
la que levant el nimo de los estudiantes cuando l se hizo cargo de la direccin de la escuela de Cuernavaca, Morelos, pues al principio se haban
dado casos de insubordinacin por la negativa de los estudiantes a asistir a
los trabajos de campo, pero los combatieron al asistir los maestros a las
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del internado y no slo cumpliendo con sus deberes escolares. Pocas escuelas contaban con servidumbre (mozos, cocineras, lavanderas) en los primeros aos. Los estudiantes se rotaban para limpiar la escuela, preparar alimentos, desyerbar los campos, construir o reparar salones, acarrear agua
y todo lo que fuese necesario. Ello era positivo porque los involucrara de
lleno en las necesidades de la escuela, les fomentara la costumbre de trabajar y ver por el bien colectivo y no slo el individual.
En la junta de 1927 casi todos los directores declaraban que los internados
estaban organizados a base de hogar. Desde luego, se dirigan a sus autoridades y deban demostrar que realizaban sus trabajos segn las reglamentaciones vigentes, pero stas dejaban cancha libre para que la organizacin del
hogar se diera de diferentes formas. As como hubo algunos padres ms liberales que otros, hubo hijos cooperadores y rebeldes. En todas las escuelas se
acordaban horarios y los alumnos se distribuan en comisiones para atender
el aseo, la comida, los jardines, el cuidado de los animales y la vigilancia del
orden. Pero la forma de designar y distribuir los trabajos, de marcar reglamentaciones y vigilar la disciplina, eran distintas.
El profesor Adolfo Gmez, director de la escuela de Xocoyucan, Tlaxcala,
sealaba que los mismos alumnos decidan cmo se distribuan las comisiones. Con ello pretenda que la organizacin democrtica sea una realidad
que se viva, y en la que los participantes se sientan contentos al ser colocados
en situacin de positivo inters para la colectividad a la que pertenecen (sep,
1928b: 238). Gmez era, entre los directores, quiz el ms convencido en que
la escuela tuviese una organizacin democrtica. Segn los testimonios de
alumnos recabados por Elsie Rockwell (1996: 139), los alumnos lograron
conseguir algunas cosas al participar en el gobierno escolar.
Jos de la Vega, director de la escuela de Ro Verde, San Luis Potos,
tambin expona que la escuela [] trabaja a base de hogar y de libertad.
La vida del internado ha servido para constituir dentro de la escuela una
gran familia, en que al lado de la confianza figura el respeto mutuo, y se
justificaba por haber tenido que elaborar un reglamento para que el trabajo
fuese equitativo, pero explicaba que no se llegaba a reglas rgidas y que el
reglamento haba sido elaborado por los estudiantes, quienes tambin nombraban a sus jefes. La escuela tena un horario definido que comenzaba a las
seis de la maana con el aseo personal y de la escuela, pero, si queran, los
alumnos podan levantarse antes y jugar (sep, 1928b: 260).
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Braulio Rodrguez, le pidi una explicacin acerca de su mtodo disciplinario, y el director, quien en Ro Verde hablaba de la importancia de la libertad
y la participacin de los estudiantes en el gobierno escolar, explic que haba
tenido que obrar as por el bajo rendimiento y la falta de disciplina que
haba encontrado a su llegada. Rodrguez le record que la pedagoga moderna aconsejaba que la mejor disciplina provena de la conviccin personal,
y le recomendaba hacer juntas con el personal y los estudiantes para discutir
con todos la organizacin de la escuela. Muy probablemente, el director se
desesper ante la oposicin a cambiar el modelo de una normal tradicional
por otro ms novedoso que requera de un esfuerzo adicional para impulsar
el trabajo agrcola y los oficios rurales, as como por una resistencia de los
profesores, aliados a los dos directores anteriores.
Pero, aun as, su idea de libertad y de democracia era singular. En la
escuela se form un tribunal que juzgaba a los maestros y los estudiantes.
En el primer caso participaban los profesores, y en el segundo lo hacan
tambin algunos representantes estudiantiles. En una ocasin, el Consejo
expuls a un estudiante que fue encontrado culpable de citar a sus compaeros a un mitin en nombre del director, cuando en realidad lo haca en
nombre del inspector, que no estaba en buenos trminos con De la Vega. El
director federal de Educacin, impulsor de la organizacin democrtica de
la escuela, acept la decisin del Consejo, pero no dej de sealar que la
nica moralidad efectiva y duradera no poda provenir de una autoridad
externa sino de la reflexin y el autocontrol (Acevedo, 2000: 109-111). Aunque es evidente que segua existiendo una autoridad externa, tambin lo
es que tanto los maestros como los estudiantes tuvieron oportunidades de
expresar sus intereses. En otro caso, un profesor fue acusado de no cumplir
bien con sus actividades y el tribunal de maestros, despus de darle consejos, le dio 10 das de plazo para mejorar su trabajo. En otro contexto, el
director hubiera decidido por s solo la suerte de dicho maestro (Acevedo,
2000: 109-111).
Segn los directores, los estudiantes colaboraban con gusto, incluso en
las escuelas en donde hubo estudiantes considerados rebeldes o indios.
En Tixtla, Guerrero, el director estaba asustado por el merodeo de los cristeros y quera limitar la salida de los alumnos de la normal, pero por insistencia
de stos, permiti que siguieran trabajando en las escuelas rurales que ellos
haban fundado (sep, 1928b: 331). Segn el profesor Martn R. Gmez, director del plantel de San Juan del Ro, Quertaro, la idea de establecer una
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cientemente progresistas para permitir que las nias y los nios estudiaran
juntos. Acudan hermanas y hermanos juntos, o jvenes del mismo pueblo,
y los pocos que no estaban acostumbrados a trabajar los campos eran considerados como catrines por sus compaeros (Rockwell, 1996: 138).
Es posible que esta caracterizacin sea generalizable a muchas de las
normales rurales. En la primera generacin de Tacmbaro hubo hijos de
pequeos propietarios y de familias liberales o revolucionarias; incluso, uno
de ellos era hijo de una familia de polticos de abolengo revolucionario que
brillaron en la tribuna. Los estudiantes provenan de Tacmbaro, Zitcuaro y cuatro de Tierra Caliente. Este ltimo grupo casi siempre se senta
marginado. Tambin hubo varias muchachas, la mayora de la ciudad de
Tacmbaro. Una de ellas era hija de una de las mejores familias, de mayor
aristocracia de la ciudad. Otra fue apoyada por su madre para estudiar,
mientras su hermano lo haca en el Seminario del obispo Lara y Torres.
Todas las mujeres eran muy criticadas por acudir a la normal laica y mixta.
Tanto en San Juan del Ro como en Izcar de Matamoros, segn los directores, contaban con el apoyo de las familias liberales (Villela, 1972: 16-20;
sep, 1928b).
En esos aos an no se marcaba como una poltica que los estudiantes
fueran de origen rural y humilde, aunque hacia all apuntaba la instalacin
de internados y la existencia de becas, que en 1929 se fijaron en 60 centavos
79
diarios (sep, 1929: 77). Algunos estudiantes solventaban sus gastos e incluso
apoyaban con sus recursos para mejorar las condiciones de las escuelas, pero
muchos otros no podan hacerlo, como en San Antonio de la Cal, Oaxaca;
Tixtla, Guerrero, y Ro Verde, San Luis Potos. En esta ltima, el director
explicaba que se haba buscado incorporar a alumnos con vocacin por la
carrera de maestro y que fueran pobres, porque el espritu de sacrificio y de
amor necesario para todo el que aspire a maestro rural difcilmente se acomodar con las costumbres del muchacho ricachn. Entre los vecinos del
lugar no pudieron reclutar a nadie porque antes no haba escuela primaria,
por lo que, con apoyo de los maestros de las escuelas superiores, reclutaron
a jvenes de Ro Verde y Ciudad Fernndez. Buscando a otros de origen
humilde, quisieron viajar por la regin, pero no pudieron hacerlo porque
no haban recibido sus sueldos, as es que se conformaron con escribir a los
presidentes municipales, y llegaron estudiantes de Tamanzuchale, Tancahuitz,
Santa Mara del Ro, Valles, Cerritos, Crdenas y San Ciro (sep, 1928b: 260).
Segn Engracia Loyo (1999a: 193), en la escuela de Molango, Hidalgo, haba
estudiantes que se instalaban como gaviotas, es decir, sin derecho a cama
y comida, por lo que se alimentaban de las sobras.
Salvo la escuela de Cuernavaca, en la mayora ingresaban alumnos lugareos, pero tambin de otras partes. Los directores tuvieron que ser flexibles
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tanto con los estudios previos como con la edad. En Tacmbaro, por ejemplo,
ingres un nio de 12 aos y termin los estudios a los 14, lo cual le provoc serios problemas ya que no le permitieron ejercer sino hasta que cumpli los 17 aos (Villela, 1972: 18). Pero, a pesar de las concesiones, tampoco permitan el ingreso de cualquier joven. Los directores enfatizaban que
los aspirantes tenan que tener vocacin y ser sanos. Esto ltimo era tradicionalmente un requisito para ser profesor, pero tambin se explica por el
temor a las epidemias en escuelas que no contaban con agua potable y medicinas, sobre todo en las que estaban en zonas de paludismo (Oaxaca, San
Luis Potos y Guerrero). Segn Engracia Loyo (1999a: 193 y 316), en algunas
formaban a los aspirantes por estatura y aceptaban a los primeros de la fila,
aunque en otras se resistan a admitir a jvenes sin recomendacin para
evitar incurrir en un lamentable error, ya sea respecto a sus aptitudes o
inclinaciones.
Lo cierto es que el ingreso de estudiantes creci rpidamente. En 1927,
las nueve escuelas normales rurales tenan 568 estudiantes en total. Las ms
concurridas eran la de Cuernavaca, que tena 96 alumnos, y la de Tixtla,
Guerrero, que contaba con 127. La ms pequea, Tacmbaro, slo tena 27.
La mayor parte de los alumnos eran hombres. Sin contar la poblacin estudiantil de Tacmbaro, San Antonio de la Cal y San Juan del Ro (ya que los
directores no diferenciaron el sexo en sus datos), 269 eran hombres y 168
eran mujeres. Suena natural que en la ciudad de Cuernavaca hubiera poca
diferencia entre el nmero de estudiantes varones y el de las muchachas (55
y 41, respectivamente), pero llama la atencin que la poblacin femenil
fuese tan alta en Molango (40 hombres y 35 mujeres), Ro Verde (20 y 15) y
Tixtla (77 y 50). Probablemente era mucho ms difcil para las muchachas
de estas regiones trasladarse a otros lados a estudiar en comparacin con los
varones. En el otro extremo estaba Xocoyucan, con nueve mujeres y 39
hombres (vase el Cuadro 1).
Las normales rurales ofrecieron la posibilidad de que jvenes de origen
rural, aunque fuesen de las cabeceras, pudieran estudiar ms all de la primaria, pues no contaban con otras opciones educativas. En 1928 existan en
el pas 16,701 escuelas primarias, slo 86 secundarias y 127 superiores, y la
mayora de estas dos ltimas estaban ubicadas en centros urbanos (inegi,
1999, t. i: 89). Adems, las normales rurales ofrecan la posibilidad de obtener una pensin para estudiar. Ello benefici a algunos estudiantes de familias con escasos ingresos e indgenas. En Ro Verde, segn su director, haba
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Cuadro 1
Escuelas normales rurales: alumnos por sexo, 1927
Escuelas
Hombres
Mujeres
Total
38
18
56
Xocoyucan, Tlax.
39
48
Cuernavaca, Mor.
55
41
96
Ro Verde, slp
20
15
35
n.d.
n.d.
27
40
35
75
n.d.
n.d.
40
77
50
127
n.d.
n.d.
64
Total
269
168
568
Tacmbaro, Mich.
Molango, Hgo.
San Juan del Ro, Qro.
Tixtla, Gro.
Fuente: Elaboracin propia con base en los datos presentados por los directores de las escuelas, en
sep, 1928b.
Grfica 1
Escuelas normales rurales: alumnos por sexo, 1927
Fuente: Elaboracin propia con datos obtenidos de los informes de los directores, en sep, 1928b.
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Tambin tuvo problemas para que los alumnos llevaran pieles para curtir.
Los estudiantes, por su pobreza, no queran hacerlo. Bonilla los convenci,
pactando que en vez de presentar los trabajos en la exposicin de fin de ao
pudieran venderlos. De la misma manera, les permiti que los muebles que
construan en la escuela no fueran slo para el internado, sino que podan
construirlos para sus casas o incluso venderlos. Tampoco tuvo suerte con la
venta de los productos del taller de jabonera: por la pobreza y la falta de
costumbre, los alumnos no lograban vender sus productos. Aunque no
desisti de la exposicin anual, recalc la importancia de que los trabajos
que all se mostraran fueran siempre tiles.
Tanto en sa como en otras escuelas, y al igual que pas en las misiones
culturales, los maestros tuvieron que ir modificando el tipo de productos
que proponan a los estudiantes en los talleres. De las esencias, lociones y
vaselinas perfumadas tuvieron que pasar a slo el jabn o los polvos dentrficos. El profesor Parroqun deca que en Molango las labores manuales
tenan como base el aprovechamiento de todo lo que producan el medio, la
higiene y el buen gusto, y agregaba que se haban sustituido los tejidos cos-
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tosos por percales y mantas para hacer juguetes con madera y cartn, y
cermica y telas burdas con motivos regionales (sep, 1928b: 269).4
Ante la dificultad para tener buena asistencia en las clases nocturnas
cuando rondaban los rebeldes cristeros, Bonilla us como tctica obligar a
la servidumbre y a los nios de la escuela anexa a asistir. Les regal lpices
y les puso actividades alegres que llamaran la atencin de los adultos. Adems, en la normal imparta clases al aire libre para que pudieran unirse los
vecinos y tambin para que vencieran la desconfianza que tenan sobre la
convivencia entre hombres y mujeres. Sin embargo, es evidente que el propio
profesor tena sus dudas respecto al carcter mixto de la escuela. Dado que
las familias estaban alarmadas y que l personalmente haba observado el
trato poco comedido y nada decente que se daban entre s hombres y mujeres, decidi intensificar la vigilancia, prohibir todo dilogo vicioso y
nicamente permitir el cambio de impresiones entre alumnos de ambos
sexos cuando este se desarrollara alrededor de los motivos de sus clases y
en presencia de un maestro (sep, 1928b: 329).
En Izcar de Matamoros, como ya se coment, la convivencia entre
hombres y mujeres era an menor. En este aspecto, el profesor Parroqun se
encontraba en el otro extremo como defensor de la coeducacin. En la junta de directores de 1927 declaraba que en Molango se haba conseguido
fcilmente que los hombres y las mujeres participaran en las mismas labores,
incluso en oficios como carpintera y hojalatera, en los que notaba que las
mujeres eran aptas para construir lo que se necesitara en el hogar, y en las
labores domsticas deca el hombre realiza fcilmente lo que se le
ensea. l quera que los hombres se familiarizaran con actividades que el
vulgo cree ser patrimonio exclusivo de la mujer y comprobaba que ello solidarizaba a ambos sexos (sep, 1928b: 297-299). Pero la mayora de los directores estaban en un punto intermedio, es decir, en favor de una educacin
mixta en la cual, si bien los estudiantes realizaban muchas cosas juntos,
tambin haba actividades diferenciadas para cada sexo.5
Isidro Castillo deca en la junta del 27:
4
Sobre las misiones culturales puede consultarse la documentacin del ahsep, Direccin de Misiones Culturales, informes de 1924 a 1928.
5
Pocos trabajos historiogrficos se han centrado en la educacin mixta y la coeducacin, aunque
los estudios sobre mujeres y feminizacin del magisterio representan aportes importantes. En el artculo de Civera (2003) sobre la historiografa del magisterio en Mxico se presenta una bibliografa amplia
dentro de la cual destacan los trabajos de Oresta Lpez, en especial el de 2001. Cabe resaltar el libro de
Belinda Arteaga (2002) sobre la educacin sexual en Mxico entre 1906 y 1946.
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La Revolucin tambin gener la inquietud de crear un sistema de capacitacin tcnica agrcola popular. Con la creacin de las escuelas centrales
agrcolas se pretendi enlazar un sistema de capacitacin que impulsara la
modernizacin de la produccin con la formacin de cooperativas campesinas que recibiran crditos del gobierno. El sistema, sin embargo, no se
logr articular por la falta de recursos econmicos, por la centralizacin en
el manejo de los crditos agrcolas, que muchas veces se guiaban por intereses polticos ms que tcnicos, por la falta de ingenieros agrcolas que
pudieran desarrollar formas de produccin adecuadas a las caractersticas
de las pequeas propiedades y ejidos, y por la dificultad para reclutar estudiantes. Las escuelas se organizaron en torno a un discurso agrarista y revolucionario que resultaba contrastante con el trabajo intensivo de estudiantes, peones, arrendatarios y jornaleros que se realizaba en planteles que
antes haban sido haciendas y que contaban con buenas instalaciones y
maquinaria sofisticada, recursos inexistentes en la mayor parte de los ejidos
y propiedades agrarias.
Si la Revolucin plante nuevos retos a los intelectuales y los maestros,
tambin lo hizo, y en una forma ms profunda, a otra profesin liberal: la ingeniera agrcola. El grito de Tierra y libertad de Emiliano Zapata y el alzamiento de los campesinos dieron un giro a la revuelta y a la economa agraria basada
en los latifundios. La Constitucin de 1917 sancion el derecho de los campesinos a poseer la tierra y la figura del ejido deposit en el Estado el poder de
conceder, o no, la tierra y el agua a los campesinos (Bartra, 1986).
En 1854 se haba fundado la Escuela Nacional de Agricultura, dedicada
a la formacin de ingenieros agrcolas, que reclutaba bsicamente a hijos de
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hacendados y a gente de empresa (las, 1936: 4-11). Este sistema de formacin no era suficiente ni resultaba til ante la rpida transformacin en
la tenencia de la tierra despus de la Revolucin. Las redes de proteccionismo que antes cubrieran los hacendados ahora tenan que ser cubiertas por
el Estado, apoyado por los expertos. El gobierno federal se convirti en el
principal empleador de los ingenieros agrcolas, y a ellos tocaba el reto de
elevar la productividad de los latifundios reducidos o desarticulados, de la
pequea propiedad insegura frente a la reforma agraria y, sobre todo, de los
nuevos ejidos constituidos por parcelas pequeas. La Revolucin dej como
saldo, entre otras cosas, no slo un pas devastado por la guerra, sino tambin
un gran nmero de campesinos armados y un profundo cambio en las estructuras de poder con la creacin y creciente fortalecimiento de nuevos
cacicazgos regionales.
Desde principios del siglo xx, pero sobre todo a partir de 1915, existi la
intencin de expandir la capacitacin agrcola. Los gobiernos estatales abrieron varias escuelas-granja, la mayora por medio de contratos con empresarios
agrcolas, que en general no fueron muy exitosas. A mediados de los aos
veinte se crea imprescindible y posible extender un programa de capacitacin
agrcola para los campesinos.1 En 1926, el mismo ao que el gobierno de
Plutarco Elas Calles decidi cerrar los templos religiosos, cre las escuelas
centrales agrcolas, de las cuales hay muy poca informacin sobre sus primeros aos de existencia. Si las normales rurales comenzaron sus primeros
pasos apegadas a los sueos culturales vasconcelistas y, sobre todo, a las experimentaciones pedaggicas de Moiss Senz, Ignacio Ramrez y Rafael
Ramrez, al trabajo entusiasta de maestros jvenes egresados de escuelas
normales urbanas que confiaban en la transformacin de las formas de vida
del mundo rural, y a la colaboracin de los estudiantes, las escuelas centrales
agrcolas partieron del programa econmico modernizador callista, de un
proyecto gubernamental ambicioso que buscaba elevar la productividad ms
que proseguir el reparto de tierras. La vida en las zonas rurales no era fcil y
llevaba a muchos campesinos, fueran ejidatarios o no, a que tuvieran que
arrendar tierras, trabajar como jornaleros, emigrar o buscar otras actividades
laborales para poder sostenerse.
1
Sobre la perspectiva de los agrnomos a principios de los aos veinte, vase Ateneo Nacional
Agronmico, 1954; sobre la capacitacin agrcola y escuelas de agronoma en el porfiriato, vanse Martnez, 1997, y Bazant, 2001.
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Grfica 2
Ocupacin de los padres o tutores de los alumnos de las escuelas
regionales campesinas y de las centrales agrcolas, 1933
Fuente: Elaboracin propia con base en los datos de sep, 1933, pp. 57-59.
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Segunda parte
Redimir, modernizar,
cooperar y formar en
comunidad:
las escuelas regionales
campesinas
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1
Por ejemplo, desde el Distrito Federal, la Confederacin Nacional de Organizaciones Magisteriales
(cnom) y el Frente Revolucionario del Magisterio (frm) protestaron por el cese y las transferencias de
maestros que tuvieron que realizarse en enero de 1932 como resultado de la reduccin del presupuesto y
los salarios del gobierno federal en agosto. En noviembre, el secretario envi al Congreso una iniciativa
para modificar el Consejo de Educacin Primaria del Distrito Federal, iniciativa que buscaba restringir la
representacin magisterial al dejarlo como un consejo consultivo de carcter tcnico, y depuso a Daniel
Vilchis, miembro del comit ejecutivo de la cnom, y quien funga como su presidente.
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Este nuevo trabajo encomendado a la escuela avalaba la creciente participacin de los maestros en la vida poltica de las comunidades, actividad que
se unira a la tambin creciente radicalizacin de los maestros y su inquietud
por organizarse como gremio para defender sus derechos: en 1932, los directores de Educacin en los estados promovieron la creacin de la Confederacin Mexicana de Maestros (cmm), que agrup a la Confederacin
Nacional de Organizaciones Magisteriales (cnom) y al Frente Revolucionario del Magisterio (frm).
Los conflictos generados por la intransigencia de Bassols con los gremios
magisteriales, sus ataques a la educacin particular y su intento de impulsar
la educacin sexual en las escuelas, entre otros, hicieron que el secretario tuviera que presentar su renuncia. Los debates en torno a la orientacin que
deba tener la educacin pblica se acaloraron cuando se elabor el primer
Plan Sexenal de gobierno que deba regir el rgimen del siguiente presidente.
A finales de 1934, el Artculo Tercero de la Constitucin se modific para
estipular que la educacin impartida por el Estado sera socialista y forjara
en los educandos un sentido verdadero y exacto del Universo. La ambigedad
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3
Sobre el debate intelectual en torno a la orientacin de la educacin, vanse Quintanilla, 1994,
1997 y 2002.
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de maestros rurales
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Maestros para el Distrito Federal. La formacin de maestros deba realizarse en el medio en el que la escuela fuera a actuar, y si la prioridad era la
expansin de la educacin rural, las normales rurales deban ser las principales encargadas de formar maestros en el pas. Estas escuelas, deca el secretario, preparaban alumnos continuamente sin saber qu situacin
guardan frente a esta escuela [la Nacional] que con su simple nombre les
ensea, sin permitirles el acceso ella, que sta es la casa de preparacin superior de los maestros. Agregaba que las normales rurales no eran el ltimo
peldao de educacin campesina, ya que se planeaba la creacin del Centro
de Cultura Normal Rural Superior, que tendra ms derecho a llamarse
Escuela Nacional de Maestros porque sus trabajos beneficiaran a los 14
millones de habitantes del pas (sep, 1933: 405).
La expansin de las escuelas rurales (en 1932 haba 7,109 planteles de
educacin elemental para las clases rurales) deba ir acompaada de la
formacin de maestros, pero no urbanos sino rurales. Entre 1930 y 1933 se
haban abierto nuevos planteles: Cerro Hueco (Chiapas), Colonia del Carmen
(Chihuahua), Jalisco (Nayarit), Ures (Sonora), Hecelchakn (Campeche),
Ro Grande (Zacatecas) y Los banos (Tamaulipas). En septiembre de 1932
funcionaban en total 17 normales rurales, con 1,067 estudiantes (vase
Cuadro 2). La de Cuernavaca haba sido transferida a Oaxtepec (Morelos),
la de Izcar de Matamoros a Tlatlauqui (Puebla), y la de Molango a Actopan (Hidalgo) (sep, 1933: 33, 116 y 212) (vase Cuadro 2).
En 1932, las escuelas normales rurales pasaron a depender del recin
creado Departamento de Enseanza Agrcola y Normal Rural, con el ingeniero Manuel Mesa Andraca al frente. l estaba ms preocupado por el papel
de la escuela en la elevacin de la produccin y de los medios de sobrevivencia de los campesinos que en el proceso civilizatorio. Por ello, las normales
rurales no fueron prioritarias frente a las innovaciones planeadas para las
escuelas regionales campesinas. Pero mientras stas se echaban a andar, el
ingeniero intentaba que los directores hicieran caso de sus indicaciones.
El aumento en el presupuesto fue mnimo, y aunque hubo ms planteles,
siguieron trabajando en las mismas condiciones que en los aos veinte, o
an peor, porque al plan de estudios se aadieron algunas materias, de
prcticas agrcolas y de oficios rurales, que eran las actividades que menos
manejaban los profesores. Cada normal, adems, cont con una escuela
primaria anexa, y aunque se intent otorgarles tierras y dotarlas de anexos,
animales, herramientas y aperos, lo realizado no era suficiente. La escuela
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Cuadro 2
Existencia de los alumnos en las escuelas normales rurales, 1932
Escuelas
Septiembre de 1932
Todos Santos, bc
57
Hecelchakn, Campeche
64
Ures, Sonora
66
93
81
Ro Grande, Zacatecas
65
48
Tixtla, Guerrero
81
50
Xocoyucan, Tlaxcala
94
Tlatlauqui, Puebla
81
Jalisco, Nayarit
59
60
Oaxtepec, Morelos
72
96
1 067
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los juegos de azar y las confrontaciones entre la misma poblacin. Pero los
maestros deban fomentar tambin el desarrollo econmico; incluso, para
algunos de los egresados ste era el punto principal. Ello poda hacerse
desde la propia escuela, a travs de la parcela escolar y los anexos, en los
cuales los nios trabajaran, igual que sus padres, pero aprendiendo las
bases cientficas de la agricultura por medio de consejos acerca de la seleccin
de semillas, el tipo de arado que deba utilizarse, la rotacin de cultivos o la
alimentacin adecuada para los animales. Algunos no detallaban cules
deban ser esos consejos, ni tampoco el objetivo preciso de la formacin de
cooperativas, pero varios tenan claro y lo haban aplicado en las comunidades que unirse en cooperativas era importante para defenderse de los
comerciantes y los acaparadores y fomentar el ahorro. Por ejemplo, ante la
falta de recursos econmicos, no serva de nada aconsejar la utilizacin de
un arado, pero si todos los campesinos unan sus esfuerzos podran comprar
uno para que lo utilizaran todos. Adems, unidos en cooperativas sera ms
fcil abrir medios de comunicacin (carreteras, telgrafos, radio, etctera)
para enlazar a los campesinos con la civilizacin.
Todos hablaban de s mismos como los principales responsables del
progreso de las comunidades, misin que la Revolucin, an en proceso, les
haba confiado. Algunos se referan a esta misin utilizando metforas catlicas; otros sealaban a los curas como los principales explotadores de la
ignorancia de la gente, pero la mayora no entraba en detalles cuando de-
Casa del maestro y su familia, Escuela Normal Rural de Cerro Hueco, Chiapas, 1931. Fuente: Hernndez, 2004, p. 221.
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Estado del ex convento franciscano que recibi la Escuela Normal Rural de Hecelchakn,
Campeche, para iniciar sus trabajos, 1930. Fuente: Escuela Normal Rural de Hecelchakn, xii
Aniversario de su fundacin, 13 de abril 1930-1942, en ahsep, dgen, exp. 3509/2, p. 9, 1930.
2
ahsep, dgen, Expedientes de alumnos, Ayotzinapa, Guerrero, 1933, exps.: 3563/14, 3567/21,
3568/57, 3574/46, 3576/81, 3620/34, 3620/35, 3620/36, 3620/66, 3618/66 y 3617/11.
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Casa fundadora de la Colonia Emiliano Zapata construida por los alumnos de la Escuela Normal Rural de Hecelchakn, Campeche, 1932. Fuente: Escuela Normal Rural de Hecelchakn, xii
Aniversario de su fundacin, 13 de abril 1930-1942, en ahsep, dgen, exp. 3509/2, p. 9, 1932.
a travs del gobierno escolar y se esforzaba por apoyar a los egresados para
que obtuvieran plazas.3
Esto ltimo tambin suceda en Hecelchakn, Campeche. La escuela fue
fundada en 1930. Con pocos recursos y con la oposicin del presidente
municipal, pero con el apoyo de los vecinos, los maestros y los estudiantes,
guiados por el director, Juan Pacheco Torres, comenzaron a hacer construcciones y reparaciones en un ex convento en donde, como l recordaba en
1942, hicimos prodigios.
En los reducidos patios comenzaron la enseanza agrcola, construyeron una cancha de bisbol y levantaron una casa de paja. Los estudiantes
abran pozos, cosechaban camotes hasta de diez kilogramos y apoyaban
a los trabajadores en sus luchas por el mejoramiento que ahora tienen.4
Al igual que en Actopan, Hidalgo, muchos de los estudiantes que ingresaban
tenan lazos familiares (Serna, 1987: 63). En Hecelchakn se comenz a
trabajar con 41 jvenes, la mayora del mismo lugar donde se estableci la
escuela, 77% de los cuales se gradu y obtuvo trabajo en Campeche, Yucatn
3
ahsep, Personal sobresaliente, expediente del profesor Isidro Burgos, exp. 15-13-6-10. Ese ao, los
hermanos Molina Betancourt trasladaron a Burgos a Puebla para impulsar la escuela de Tlatlauqui.
4
Escuela Normal Rural, Hecelchakn, Camp., en ahsep, dgen, exp. 3509/2, p. 8.
De la capacitacin a la formacin...
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Escuela Normal Rural, Hecelchakn, Camp., en ahsep, dgen, exp. 3509/2, pp. 17-21.
ahsep, deanr, exp. 969/10, 1934, Reglamento de Escuelas Normales Rurales.
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122
Aunque las centrales reciban recursos del Estado, stos no eran suficientes, y su trabajo se gui por la intencin de ser autofinanciables, lo cual
colocaba a los directores en una situacin complicada por la dificultad para
reclutar ms estudiantes. En Roque, los alumnos pasaban fro y a veces les
tocaba suelo para dormir. En la Memoria de la sep de 1935 se menciona
que en 1932, la maquinaria agrcola de las centrales estaba arrumbada en
cualquier sitio, los animales que haban sobrevivido se encontraban en el
ms completo abandono; los alumnos sin ganas de quedarse en el rancho;
la vida de las comarcas sin la ms leve huella de haber sido influidas, y las
escuelas en la pasiva y humillante actitud de vencidas (sep, 1935: 114).
Quiz la apreciacin exageraba para exaltar la labor de rescate de la sep. La
escuela de Roque, en efecto, cont con recursos insuficientes, ms no as la
de Tenera, Estado de Mxico.1
Engracia Loyo (2004: 675-698) ha destacado en un artculo cmo la
funcin educativa de las escuelas centrales agrcolas durante el maximato se
desvirtu para favorecer el trabajo intensivo de las tierras de las escuelas,
vistas como un negocio por algunos directores cuya honestidad pone en
entredicho. Ella cita, entre otros, a un inspector que deca que haba un
cierto director que, desconociendo la finalidad educativa, organizaba a los
muchachos por grupos y en turnos sucesivos para trabajar de sol a sol, impulsando ante todo y sobre todo la explotacin del campo porque a l le
importaba ms la cosecha material de la hacienda que la cosecha espiritual
de los alumnos (Loyo, 1999a: 322). Tambin cita a Manuel Gamio, director
del Instituto de Investigaciones Sociales, adscrito en 1933 a la Escuela Regional Campesina de El Mexe, quien denunciaba anomalas, como que el
director negociaba en su provecho con los productos de la escuela y se dedicaba al comercio (Loyo, 1998: 273). En la Escuela de Santa Luca, Durango, los estudiantes protestaban porque en vez de buenos maestros, les enseaban amigos de polticos sin trabajo que vinieron a presupuestar y a
robarnos nuestro tiempo irreparable. Los de Champusco, Puebla, acusaron
al director de disponer de dos mil pesos para un banquete a 20 generales
que visitaron la escuela (Loyo, 1998: 251).
En Roque, Guanajuato, las enormes instalaciones y las 1,277 hectreas
eran trabajadas por 30 o 40 alumnos (aunque tambin haba peones y medie1
Vanse los diferentes documentos de ahsep, deanr, exp. 169.4, Informes de Trabajo, Tenera,
Estado de Mxico, 1932-1933.
123
Es difcil saber qu tan cierto y generalizable es el perfil que describe Engracia Loyo (2004) de los directores, que, como capataces, hacan trabajar en
exceso a los alumnos; como los de Santa Luca y Champusco, que eran corruptos y negociaban en su provecho o en el de sus amigos, o contrataban
peones, aparceros y medieros en condiciones de explotacin. El mismo
Plutarco Elas Calles lanz crticas a las escuelas centrales agrcolas. El 15
de junio de 1933 declar para El Nacional que dichas escuelas, hasta antes de
2
Carta del director del plantel de Roque, Guanajuato, al jefe del deanr, 4 de agosto de 1933, e Informe del visitador general a la escuela de Roque, junio de 1933. Ambos son expedientes del ahsep que
estn anexos al trabajo de Reynaga, 1991. En la regin de Tenancingo tambin era difcil localizar a
alumnos que tuvieran tres aos de primaria y que pudieran ingresar a la escuela de Tenera. ahsep,
deanr, 164.9, Memorndum de Rafael Ramrez al jefe del deanr, 7 de marzo de 1933.
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fuera, beneficiaba a productores, ejidatarios y pequeos propietarios, afectando a los acaparadores. En 1933, varios aparceros reclamaron porque el
director del plantel de Roque, Guanajuato, les haba quitado las tierras que
ellos haban cultivado. Sonia Reynaga (1991: 45-47) explica que el nuevo
director quera evitar los contratos de aparcera que anteriormente se haban
celebrado en la escuela, porque estaba en contra de la aparcera y quera que
esas tierras fueran cultivadas por los propios estudiantes.6
Algunas de las crticas provenan de los maestros, los misioneros y los
inspectores de la sep, o de los miembros de los Institutos de Investigacin,
muchos de los cuales se oponan a la integracin de la formacin de maestros
normales rurales con la de tcnicos agrcolas. Lo que para los ingenieros
agrcolas era enseanza prctica, para los profesores era trabajo. No era lo
mismo tener nociones de agricultura y de oficios rurales que convertirse en
expertos en las actividades del campo. Para los profesores era difcil comprender, por ejemplo, que las clases acadmicas se suspendieran en tiempos
de cosecha, como sucedi en Tenera a finales de 1932, mientras que para
los ingenieros ello no era un problema porque la cosecha era parte del aprendizaje de los alumnos. A la inversa, actividades que para los profesores formaban parte de la civilizacin de los campesinos, para los ingenieros era la
imposicin ciega de modas de la ciudad, como los uniformes, los concursos
y las fiestas, que slo creaban necesidades que en el campo era imposible satisfacer y que slo incitaban a los jvenes a emigrar a las ciudades. El ingeniero Bernardo Arrieta, por ejemplo, deca que tanto en las escuelas centrales
agrcolas como en las misiones culturales se cometa el gravsimo error de
convertir el empeo de incorporar o civilizar en la introduccin en el campo
de modas, usos y costumbres de la ciudad; deca, por ejemplo: los festivales
de las escuelas rurales son pobre y torpe imitacin de las grandes fiestas de la
capital (las, 1936: 24).7
Las diferencias entre maestros e ingenieros hicieron que se cayera en
crticas injustas. Por ejemplo, autoridades de la sep denunciaron que en
Puebla, Estado de Mxico, Michoacn e Hidalgo no se haban encontrado
maestros egresados de las centrales agrcolas (Loyo, 2004: 78), pero stas
jams se haban planteado el objetivo de formar maestros.
6
ahsep, Oficio de Rubn Gmez Prado, de la Liga Nacional Campesina, dirigido a Francisco S.
Elas, secretario de Agricultura y Fomento, 26 de agosto de 1933.
7
ahsep, deanr, Oficio de Manuel Mesa Andraca al director de la escuela de Tenera, Estado de
Mxico, 28 de febrero de 1933; las, 1935; s.a., pp. 20, 31-40, y 1936, pp. 4-24.
127
128
Sumas
Tenera, Mx.
Champusco, Pue.
Roque, Gto.
Salaices, Chih.
Tamatn, Tamps
El Mexe, Hgo.
Ocupacin
La Huerta , Mich.
Cuadro 3
Escuelas regionales campesinas y centrales agrcolas.
Ocupacin de los padres o tutores de los alumnos, 1933
En el campo
65
100
57
68
49
53
50
54
496
Ejidatario
42
26
70
Jornalero
Aparcero
10
Agricultor
13
98
22
68
49
52
50
53
405
Hacendado
Labores domsticas
Ganadero
23
12
13
75
Hogar campesino
23
11
13
74
Costurera
Artes y oficios
17
Artesano
Albail
Carpintero
Curtidor
Zapatero
Msico
Industrial
16
29
24
67
Empleado
11
20
Profesor
18
Mdico
Militar
No especificado
Comerciante
Empleado y profesionista
129
Salaices, Chih.
Roque, Gto.
Champusco, Pue.
Topgrafo
20
20
126
149
70
81
60
63
61
62
672
No especificado
Sumas
Sumas
Tenera, Mx.
Tamatn, Tamps
Abogado
El Mexe, Hgo.
Ocupacin
La Huerta , Mich.
Cuadro 3 (contina)
130
vieron obligados a emigrar a los Estados Unidos. Krauze seala que incluso
fue el ejido el que propici el resurgimiento de los medieros. Desde este
punto de vista, la contratacin de stos en las centrales agrcolas desde luego no mejoraba su situacin desde el porfiriato, pero al menos no la empeoraba, como sucedi en muchas partes del pas (Krauze, 1977: 130-132).
Cuando las centrales pasaron a la sep, Mesa Andraca intent controlar desde la secretara las formas de trabajar de las escuelas y, entre ellas, la manera en que se realizaban los contratos para que no constituyeran una fuente
de explotacin. En la escuela de Roque, los contratos se establecan, segn
deca un inspector, conforme a las leyes del estado de Guanajuato (Reynaga,
1991).9 El funcionario no se planteaba eliminar dichos contratos porque slo
con ellos era posible sacar a flote las escuelas con la cantidad de tierras que
posean. Segn l, la enseanza agrcola necesitaba de esas extensiones
porque era la nica forma en que los estudiantes podran aprender diferentes tipos de cultivo y de tcnicas, de tener campos de demostracin para los
campesinos de la regin y de experimentar para mejorar la productividad,
pero conociendo las condiciones regionales. Lo que intentaba era romper
con la costumbre de copiar tcnicas de produccin extranjeras que tenan
poco que ver con la realidad en Mxico, no slo por las condiciones fsicas
de cada regin, sino tambin porque la mayor parte de los productores no
podan acceder a los crditos ni a las maquinarias costosas. Ello, desde luego, no era algo que pudiera modificarse de la noche a la maana (sep, 1933:
63-64; las, 1936: 49-52).
Durante el ao escolar 1933-1934, la mayor proporcin de las tierras de
las escuelas era cultivada en aparcera. En los extremos estaban las escuelas
de Salaices y El Mexe. En la primera, mientras la escuela cultivaba 288 hectreas, los aparceros trabajaban 1,028, y en la segunda, 226 la escuela y 251
los aparceros. En la mayora de los planteles, los aparceros cultivaban ms
del doble de lo que cultivaban los maestros y los estudiantes. La nica excepcin fue Tenera, en donde la escuela cultivaba ms hectreas (169) que
los aparceros (127). En ese ao, slo dos planteles tuvieron cooperativas: el
de Tenera cultivaba siete hectreas, y el de La Huerta, 16 (sep, 1934: 135).
Algunas escuelas posean mayor cantidad de hectreas que las permitidas
por el Cdigo Agrario, y aunque no fuese as, algunas tenan disputas con los
9
ahsep, Carta del director de la escuela de Roque, Guanajuato, al jefe del deanr, 4 de agosto de
1933, e Informe del visitador general a la escuela de Roque, junio de 1933.
131
vecinos tanto por la posesin de tierras como por el uso de agua, como en
Tenera y Roque (Reynaga, 1991).10 En 1934 se repartieron tierras que pertenecan a la escuela de La Huerta, y posteriormente de otros planteles (Civera,
1997: 126-127; Loyo, 2004: 96; Reynaga, 1991).11 Pese a todas estas ambigedades y conflictos, algunas centrales lograron trabajar bien internamente y
se convirtieron en importantes asesores de los campesinos (y digo campesinos,
en general, pues no es posible precisar a qu tipo de campesinos), como en
Roque y Tenera, en donde, adems de las plticas que ofrecan, las escuelas
prestaban sementales a los vecinos, les proporcionaban semillas mejoradas o
les prestaban herramientas de trabajo. Los estudiantes no slo trabajaban en
las tierras de las escuelas, sino que tambin aprendan a cuidar animales, a
curarlos o a prevenir enfermedades, adems de una gran cantidad de oficios
rurales, y, a partir de sus cooperativas, aprendan a organizarlas y administrarlas, aunque los mtodos de trabajo no estaban reglamentados y las formas
de operacin eran muy variables. En Roque se logr obtener una productividad apreciable del cultivo de tierras y la cra de animales, a pesar de la cada
en el presupuesto, que limitaba la posibilidad de contratar peones cuando el
nmero de estudiantes era pequeo (Reynaga, 1991: 43-45).12
En 1933, Mesa Andraca orden que en todas las escuelas se organizaran
cooperativas de alimentacin y consumo en las que participaran todos los
alumnos. Esta disposicin representaba un contrapeso a los directores para
evitar el desvo de los nicos fondos constantes de las escuelas: las becas de
los estudiantes, y para intentar garantizar que los alimentos fueran suficientes y bien balanceados. ste era el primer paso de la sep para fomentar y
reglamentar el cooperativismo en los planteles.
En sus informes, los directores de los planteles de Tenera y Roque,
cuando stos ya dependan de la sep, explicaban los aspectos tcnicos y
econmicos de los trabajos y enseanzas de agricultura, ganadera e industrias, y, en cambio, no declaraban nada acerca de la organizacin de la escuela o de la disciplina, y tampoco hacan comentario alguno acerca de los
reportes de los maestros encargados de las escasas materias acadmicas
10
ahsep, Oficio del Ing. Andrs Escalante, director de la escuela de Roque, Guanajuato, al jefe del
deanr, 9 de agosto de 1933.
11
Informe del director de la escuela de Roque, Guanajuato, 31 de agosto de 1933.
12
ahsep, Carta del director de la escuela de Roque, Guanajuato, al jefe del deanr, 4 de agosto de
1933, e Informe del visitador general a la escuela de Roque, junio de 1933.
132
(Reynaga, 1991).13 La escuela como familia y la importancia que en las normales rurales se dio a la libertad y responsabilidad de los estudiantes, fueron
ideas que permanecieron ajenas a las escuelas centrales agrcolas, en las
cuales trabajaban ingenieros agrnomos, algunos maestros normalistas y
encargados de taller, pero quienes marcaban las pautas de trabajo eran los
agrnomos directores. Mesa Andraca se diriga a ellos, en sus oficios, como
directores-administradores en 1932.
Las formas de organizacin de las escuelas centrales agrcolas se concentraron en la figura de un administrador que ordenaba esperando obediencia
y divida a los estudiantes en comisiones para sembrar, acarrear agua, cuidar
el ganado o dar mantenimiento a la maquinaria (Reynaga, 1991).14 El reglamento interno que la Secretara de Agricultura y Fomento mantena vigente en 1932 (no se sabe desde cundo), dispona que el director y sus colaboradores, los maestros, seran las autoridades de cada plantel y, por lo tanto,
deban ser atendidas sus rdenes dentro y fuera del establecimiento. Se
aclaraba que los alumnos
[...] mirarn como dueos y se interesarn por todas las cosas de la escuela;
cuidarn de los animales, mquinas, implementos agrcolas, semillas, sementeras, etc., y darn aviso al prefecto o a uno de los profesores para que lo haga
llegar a quien corresponda, de cualquiera irregularidad que noten en alguna
de las actividades diarias. Concurrirn puntualmente en los das de trabajo,
a las clases ulicas y a las prcticas agrcolas y desempearn las comisiones
especiales que se les confieran, por el director y los profesores.15
133
un alumno cuando ste tuviese una enfermedad contagiosa, cuando reprobara los reconocimientos finales o cuando cometiera una falta grave. Pese a
la existencia del Consejo, el director concentraba no slo la direccin tcnica de la escuela sino tambin la competencia exclusiva de nombrar y remover al personal. Probablemente los directores-administradores trabajaban
con una gran libertad y no solan rendir cuentas. Un indicio de ello es que
cuando Mesa Andraca recibi el detallado informe del director del plantel
de Tenera en 1932, anot al margen que deba solicitar informes similares
a los dems, lo que indica su falta de costumbre de proceder de esa forma.
Ejemplo de ello es tambin el muy escueto informe del director de Roque
(Reynaga, 1991).16
El encargado de mantener el orden en el plantel era el prefecto, quien,
entre otras cosas, deba hacer cumplir las disposiciones del director, vigilar
la alimentacin de los alumnos y hacer la lista del pre, que entonces era
una cantidad que se asignaba semanalmente a los alumnos para gastos personales. A diferencia de los reglamentos internos de las escuelas normales
rurales en la dcada anterior, el de las centrales agrcolas contena un captulo completo dedicado a la disciplina, en el cual se enfatizaba el cuidado de
la higiene personal y de los equipos de la institucin, pero incluso se dispona que el lugar que ocuparan los alumnos en el comedor sera designado
por el prefecto. Los nueve artculos del captulo dejaban clara la obligacin
de los estudiantes de obedecer, si bien no establecan sanciones.
El sistema, al menos en su versin estatutaria, se asemejaba a los tradicionales internados educativos. No tena nada que ver con la idea de la escuela como familia y se apartaba, tambin, de los discursos gubernamentales
acerca del cooperativismo que enfatizaban la colaboracin de todos para lograr
un objetivo comn. El reglamento inclua tambin a las sociedades de alumnos, que se constituiran exclusivamente con fines mutualistas, econmicos,
deportivos y culturales, siempre en colaboracin con las autoridades de la
escuela. Sus estatutos se someteran a la aprobacin del Consejo Consultivo.17
Sin embargo, como ya se mencion, los estudiantes se fueron asociando,
incluso con sus pares de otros planteles, para defender sus intereses. Los que
no desertaban intentaban mejorar sus condiciones dentro de las escuelas.
16
ahsep, deanr, em, exp. 164.9, Informe del director de la escuela de Tenera, Estado de Mxico,
diciembre de 1932; Informe del director del plantel de Roque, Guanajuato, 31 de agosto de 1933.
17
ahsep, deanr, exp. 969/11, Reglamento de las escuelas centrales agrcolas, 1932; ahsep, deanr,
exp. 969/31, Documentos sobre reglamentacin, Tenera, Estado de Mxico, 1934.
134
Algunos hicieron suyo el discurso oficial sobre el cooperativismo y lo utilizaron en su favor para hacer cumplir las promesas del gobierno. Los de Santa
Luca, Durango, organizaron una sociedad cooperativa, a la que se le cedi la
hacienda La Rueda para establecer una colonia. Durante el maximato, los
alumnos solicitaban fotografas de Calles, y a ste, su constante ayuda para
formar colonias agrcolas (Loyo, 1998: 252). La idea de que los estudiantes
pudieran formar colonias o cooperativas y pusieran en prctica sus conocimientos con la asesora y apoyo de las escuelas, estuvo tambin presente en
Tamatn, Tamaulipas, y Tenera, Estado de Mxico (Loyo, 2004: 95-96).18
A principios de 1933, el jefe del Departamento de Enseanza Agrcola y
Normal Rural, envi a los directores de las escuelas centrales agrcolas los
reglamentos vigentes en 1932 para conocer su opinin acerca de los cambios
que habra que hacer, pero de hecho l ya haba ordenado algunos. La prefectura fue suprimida, lo cual seguramente provino ms de una cuestin
presupuestal que de una preocupacin por la forma de disciplinar a los estudiantes. La disciplina qued a cargo de los profesores, quienes tambin
eran responsables de dividir a los estudiantes en comisiones para realizar
los trabajos agrcolas, de ganadera y oficios, de forma que todos pasaran
por todas las actividades (en vez de seguir horarios preestablecidos y rgidos),
as como de llevar un reporte de las actividades prcticas que realizaban los
estudiantes, reporte que deba ser muy detallado porque la reparticin del
pre sera proporcional al trabajo de cada uno de ellos, en vez de ser una
cantidad fija para todos.19
En cada plantel se generaron distintas formas de organizacin y horarios.
En Tenera, Estado de Mxico, la vigilancia de los alumnos fue encomendada a un solo profesor por las maanas, y en las tardes y domingos se rotaba
entre otros profesores. El encargado de las guardias deba vigilar las prcticas en los talleres y acompaar a los alumnos a las actividades acadmicas.
Aunque no haba prefecto, el nfasis se pona en la vigilancia (Reynaga,
1991).20 En El Mexe, Hidalgo, los estudiantes siguieron participando en el
gobierno escolar a partir de comisiones (Torres, 2003). Este sistema fue
fomentado por Mesa Andraca en las centrales, las normales rurales y las
18
sep, em, c. 411, exp. 4-9-5-75, Oficio del Bloque de Maestros Revolucionarios al subsecretario de
Educacin Pblica, noviembre de 1935.
19
ahsep, deanr, Oficio del jefe del deanr al director de la escuela de Tenera, Estado de Mxico,
28 de febrero de 1933.
20
ahsep, deanr, 164.9, Informe del director, 11 febrero 1933; Informe del director de la escuela de
Roque, Guanajuato, 31 de agosto de 1933.
135
136
137
Rodrguez Adame era de los directores que promovan la vuelta al proyecto original de las escuelas centrales agrcolas, que, al parecer, se haba
olvidado en muchas de ellas y que alentaba en Tenera un espritu similar al
que expresa una cancin que cantaban los estudiantes de El Mexe a mediados de la dcada de 1920, cuya letra recordaba uno de los estudiantes entrevistados por Rosa Mara Torres (2003: 18):
Que los centralistas somos
una punta de ladrones.
Porque no queremos ser
los bueyes de los patrones.
139
140
Al terminar dicha formacin, se podra escoger a los mejores estudiantes para que siguieran sus estudios otros dos aos con el fin de titularse
como maestros rurales. Durante esos dos aos se cursaban materias de
cultura general y pedaggicas, como en las normales rurales, pero con
mayor intensidad, y se desarrollaban actividades de ganadera, agricultura,
oficios e industrias rurales (sep, 1933, 1940a y 1941a; Garca Tellez, 1935).
Con un plan de estudios de cuatro aos se pretenda no slo una formacin
ms profunda, sino tambin librar el problema de la corta edad de los egresados para integrarse al magisterio. La idea era que el nuevo maestro rural
fuese un ejidatario modelo (sep, 1933: 69).
Por ltimo, las escuelas ofreceran especializaciones, como organizacin
rural y agricultura e industrias de perfeccionamiento. Los tcnicos agrcolas egresados podran regresar a sus lugares de origen y trabajar la tierra,
o trabajar como peritos agrcolas. Aunque no poda prometerse, tambin se
consideraba su ingreso a la Escuela Nacional de Agricultura. Los maestros
rurales egresados obtendran plazas de la sep y podran ingresar a la Escuela de Educacin Superior Campesina cuando sta comenzara a funcionar
(sep, 1933: 64-71).
La sep dispuso que los estudiantes deban ser campesinos, de preferencia
ejidatarios, pues a ellos deban beneficiar las acciones de la escuela y ellos,
como campesinos, entenderan los problemas del medio rural. Ello se comprobara por medio de cartas de los comits agrarios, maestros rurales o
autoridades locales. Como se buscaba reclutar a alumnos de origen rural,
ingresaran jvenes que tuvieran tres aos de primaria, y se decidi abrir un
curso complementario antes de los cuatro aos de estudios, para cubrir los
aos faltantes de la primaria. Las escuelas se organizaran como internados
mixtos, si bien se previ en un principio una proporcin baja de mujeres.
Todos los estudiantes recibiran una beca del gobierno federal, ya que no se
aceptara a estudiantes con recursos para costearse su educacin.
Pero las atribuciones de las escuelas eran muy amplias. Adems de la
formacin de estudiantes, las escuelas deban promover el desarrollo econmico, cultural y social de las comunidades, mismo que no deba regirse
slo por la buena intencin de los maestros sino tambin por el conocimiento de las caractersticas y necesidades de las regiones cercanas. Las escuelas
se estableceran segn las regiones geogrficas y adaptaran sus planes de
estudio y trabajos a las caractersticas de esas regiones; asimismo, tendran
campos de experimentacin y, al igual que en el proyecto original de las
141
escuelas centrales agrcolas, contaran con la representacin del Banco Nacional de Crdito Agrcola. Ello garantizara que crditos y asesora tcnica
fueran de la mano y resultaran ms fructferos que la aplicacin de frmulas
generales.
Las escuelas contaran tambin con Institutos de Accin Social, encargados del mejoramiento cultural y educativo de las comunidades, que
tambin tendra que sustentarse en estudios especficos realizados por los
mismos Institutos de Investigacin Social. Todos los estudiantes seran involucrados en las actividades de estas agencias para estar constantemente
ligados a la vida de las comunidades, y para que su labor educativa tuviera
ms firmeza, cada regional tendra a su cargo las escuelas primarias de su
zona de influencia, es decir, los directores de la regional campesina se encargaran de la supervisin de las escuelas, as como de los cursos de mejoramiento para maestros rurales en servicio.
Resumiendo, la idea central era crear un desarrollo integral: el trabajo
hacia los campesinos tendra como base la experimentacin agrcola que se
desarrollara en las escuelas y contara con el respaldo de los crditos aportados
por el banco y la formacin de los campesinos en las escuelas rurales, que
estaran bajo el control de las regionales. A su vez, la experimentacin agrcola y la formacin de los estudiantes se retroalimentaran con la participacin
directa de stos en el trabajo directo con los campesinos y en todas las actividades al interior de la escuela. Por la amplitud de atribuciones que se otorgaban a las regionales, Bassols propona un trabajo de cooperacin de varias
instancias gubernamentales para respaldar a las escuelas.
Como dira Mesa Andraca, la regional era una institucin compleja,
mltiple, en la que la enseanza sera prctica, fundamental y objetiva. Se
aprendera haciendo a travs del mtodo de proyectos. Las prcticas agrcolas se realizaran segn el curso natural de las actividades de explotacin
siguiendo un sistema cooperativista. Las escuelas poseeran slo las tierras
que pudieran atender los maestros y los alumnos segn las necesidades
educativas, y el resto se ofrecera a ex alumnos o campesinos para arrendar,
pero organizados en cooperativas. Las escuelas no tenan como fin ser autofinanciables (sep, 1933: 43-210).
Sin embargo, las metas de esta idea de crear una educacin superior
campesina, que era pensada como un sistema, se fue limitando rpidamente por diversos motivos, y desde 1933 hasta 1936, las escuelas tuvieron
un funcionamiento irregular (Bassols, 1979: 191; sep, 1933: 103).
142
17
Nm.
orden
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
La Chacona, Chis.
El Mexe, Hgo.
La Huerta, Mich.
Ayotzinapa, Gro.
Bimbaletes, Zac.
Champusco, Pue.
Galeana, N.L.
Roque, Gto.
Sta. Luca, Dgo.
Salaices, Chih.
Tenera, Mx.
Tamatn, Tamps.
Cuilapan, Oax.
Comitancillo, Oax.
Hecelchakn, Camp.
Jalisco, Nay.
Jalpa de Mndez, Tab.
Nombre de la escuela
enr
Antecedentes erc-Ao
de inauguracin
eca - Enero 1933
eca - Enero 1933
enr - 1934
enr - 1934
eca - 1936
enr - 1936
eca - 1935
eca - 1935
eca - 1936
eca - 1934
eca - 1934
enr - 1936
1935
enr - 1936
enr - 1936
eca - 1936
C
A
A
B
B
B
B
B
B
B
B
B
C
C
C
C
Tipo Observaciones
Cuadro 4
Escuelas regionales campesinas, 1936
Oaxtepec, Mor.
Ro Verde, S.L.P.
Ricardo Flores Magn, Chih.
San Ignacio, B.C.
Xochiapulco, Pueb.
Ures, Son.
Soconusco, Chis.
Coyuca de Cataln, Gro.
Huetamo, Mich.
Huajintepec, Gro.
Amuzgos, Oax.
Ozuluama, Ver.
Coxcatln, S.L.P.
La Bscula, Col.
Tuxpan, Jal.
Lagos de Moreno, Jal.
Tecomn, Col.
Tantoyuca, Ver.
Nombre de la escuela
Nm.
orden
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
Cuadro 4 (contina)
Antecedentes erc-Ao
de inauguracin
enr - 1936
enr - 1936
enr - 1936
1935
enr - 1936
enr - 1936
1935
1935
1935
1935
1935
1934-1935
1934-1935
1934-1935
1935
C
C
C
C
C
C
D
D
D
D
D
D
D
D
D
D
D
D
Tipo Observaciones
144
Segunda parte: Redimir, modernizar, cooperar y formar en comunidad...
145
146
147
148
149
150
9
El profesor Luis Villarreal se titul en Monterrey en 1914, colabor con Plutarco Elas Calles en
Sonora en el ramo educativo, y cuando Calles fue presidente, Villarreal fue jefe del Departamento de
Cultura Indgena y de Escuelas Normales Rurales. En esa poca hizo amistad con Rafael Ramrez y
Enrique Corona Morfn (Serna, 1987: 73).
151
152
ahsep, deanr, em, exp. 377.5, Alumnos, Tenera, Estado de Mxico, febrero de 1934.
153
Comida en la Escuela
Normal Rural de Hecelchakn, Campeche,
s.f. Fuente: ahsep, Fototeca, s.f.
alumnos y maestros iban a las comunidades a platicar con los jvenes para
convencerlos de ingresar. Para garantizar su origen socioeconmico, los
estudiantes entregaban cartas de recomendacin de presidentes municipales,
maestros rurales, comisarios ejidales o sindicatos (Vaughan, 2001: 129;
Hernndez, 2004: 193).2 El deanr se mantena atento a que el reclutamiento de alumnos se hiciera como se deba. A pesar de la falta de personal, en
1936 representantes de ese departamento se presentaron en las escuelas de
Salaices, Chihuahua, y Roque, Guanajuato, para corregir las dificultades
o defectos en el reclutamiento de estudiantes.3 ste era un sistema corporativista que buscaba desplazar el reclutamiento clientelar de profesores de
las estructuras de poder locales y estatales hacia nuevos organismos de poder ligados al gobierno federal.4
La matrcula se ampli en forma importante. En 1934, las escuelas tenan
1,946 alumnos; en 1935 eran 2,600, y en 1936 llegaron a ser ms de 3,827 en
35 planteles (dos eran tipo A, 9 tipo B, 12 tipo C y 12 tipo transicin). El
alumnado de las escuelas regionales campesinas creca, mientras la poblacin
ahsep, deanr, em, c. 410, exp. 4-9-5-28, Tenera, Estado de Mxico, Informes, 1935.
ahsep, deanr, Subsecretara, c. 3081, exp. 16-3-8-171, Informe de las actividades desarrolladas
por la Seccin Tcnica de Enseanza Normal Rural en el periodo comprendido de julio de 1936 a junio
de 1937.
4
Esto ya ha sido destacado por Civera (1997) y Hernndez (2004). Flavia Obino (2005) encuentra
un sistema de reclutamiento de maestros rurales en Brasil que es similar, y lo llama por anticipacin,
al igual que Juan Alfonseca (2005c) para el caso de Santo Domingo. La sobreposicin sobre las estructuras locales de poder es un tema central en Somehide, 2005. Vanse los trabajos de Ariadna Acevedo,
Mara Bertely, Elsie Rockwell y Juan Alfonseca.
2
3
154
155
156
157
158
Alumnas (al centro la profesora) de la Escuela Normal Rural de Cerro Hueco, Chiapas, 1937.
Fuente: Hernndez, 2004, p. 232.
sicin del alumnado de cada escuela no era homognea (vase Cuadro 5).
En los planteles de transicin, la mayora de ellos de nueva creacin, se reclut a estudiantes de todo tipo; sin embargo, la mayor parte de ellos contaba con cuatro aos o ms de escolaridad. Escuelas como las de Bimbaletes,
Galeana, Tamatn, Jalisco, Oaxtepec, Flores Magn, Coyuca, Huetamo y
Tuxpan, reclutaron sobre todo a hijos de ejidatarios, mientras que en Jalpa
de Mndez, La Chacona, Xochiapulco y Coxcatln, la mayor parte del estudiantado eran hijos de pequeos propietarios. La composicin en las escuelas de Ures, Amuzgos, La Bscula, Tantoyuca y Todos Santos era la ms
diversa. En esta ltima eran similares los porcentajes de hijos de pequeos
propietarios, de peones y de artesanos.
Para 1936, las escuelas de Champusco, Tenera, La Chacona, Oxtepec,
Roque, Huajintepec y Coxcatln tenan alumnos de muchos estados, mientras que en Ayotzinapa, Bimbaletes, Cuilapan, Comitancillo, Ricardo Flores
Magn, San Ignacio, Ures, La Boluda, Amuzgos, La Bscula, Tuxpan y Tantoyucan, todos o casi todos los alumnos eran del mismo estado, aunque de
municipios distintos. En Tenera, Coyuca, Huajintepec y Amuzgos la mayor
parte de los estudiantes provenan de pueblos, y en La Huerta, Santa Luca
y Ures predominaron los estudiantes de cabeceras municipales. Slo en
Tantoyucan hubo una mayor proporcin de estudiantes de las ciudades, y
en Coxcatln, de ejidos y congregaciones. En las dems escuelas, sobre todo
en Huetamo, el estudiantado era diverso, segn el tipo de poblacin de la
que provenan.
Poco ms de la mitad de los estudiantes tenan entre 16 y 19 aos. Sin
embargo, en algunas escuelas como La Huerta y El Mexe, haba un nmero
159
160
161
Sobre la educacin secundaria, vanse: Britton, 1976; Loyo, 2002, y Civera, 1999.
162
La Ley de Crdito Agrcola de 1934 estableci que los egresados de las regionales recibiran crditos y seran considerados para contar con una
parcela ejidal. Segn Mesa Andraca, la sep haba abandonado este propsito (las, 1936: 52), que tambin haba estado muy presente en el convenio
que la misma secretara haba firmado con el gobierno de Tamaulipas para
hacerse cargo de la escuela de Tamatn y convertirla, en aquel momento,
en central agrcola. El convenio estableca que las tierras de la escuela seran
donadas a los egresados, siempre y cuando stos se organizaran en coope11
ahsep, deanr, c. 3015, exp. 16-1-2-97, Circular a los directores de educacin federal en los estados, directores de las escuelas regionales campesinas y tipo transicin, 13 de noviembre de 1936;
ahsep, dgen, Hecelchakn, Campeche, Informes, 1942, exp. 3509/2; sep, deanr, em, c. 410, exp. 4-9-528, Tenera, Estado de Mxico, Informes, 1935; sep, dgen, Alumnos, exmenes, exp. 3604/31.
12
ahsep, deanr-Subsecretara, c. 3081, exp. 16-3-8-171, Informe de las actividades desarrolladas
por la Seccin Tcnica de Enseanza Normal Rural en el periodo comprendido de julio de 1936 a junio
de 1937.
13
ahsep, dgen, Expedientes de alumnos, Tenera, Estado de Mxico, y Ayotzinapa, Guerrero, 19351946 (varios expedientes); ahsep, dgesic, Informes de los directores, maestros e inspectores de las enr,
1940-1944 (varios expedientes).
163
rativa y mantuvieran las tierras trabajando (Loyo, 2004: 95). Aunque la regla
no se segua al pie de la letra, algunos egresados se beneficiaron con el reparto
de tierras en algunas escuelas y con los propios contratos de aparcera.
Las regionales tambin abran la posibilidad de que los mejores alumnos
continuaran estudiando en centros urbanos, como en la Escuela Normal de
Maestros, la Escuela Nacional de Agricultura y otras instituciones de educacin superior. La Liga de Agrnomos Socialistas pugnaba porque los estudiantes que ingresaran a la Escuela Nacional de Agricultura fueran los
egresados de las regionales campesinas. De esa manera podra garantizarse
que la ingeniera agrcola se convirtiera en una profesin de Estado, con vocacin de servicio colectivo, en vez de ser una profesin liberal orientada a los
intereses individuales. Planteaban tambin que slo el reclutamiento de estudiantes campesinos podra lograr que la ingeniera agrcola se sustentara
en la realidad del campo mexicano y no en las tcnicas extranjeras. El proyecto de que Chapingo preparara tcnicos en lugar de ofrecer una enseanza
universitaria an no prosperaba (las, 1936), y no haba una revalidacin
automtica de los estudios realizados en las regionales, al igual que en el caso
del ingreso a la Escuela Nacional de Maestros. De varios estudiantes que se
fueron de Chiapas a Chapingo por invitacin de esta institucin, slo uno
logr quedarse en la escuela (Hernndez, 2004: 237). Sin embargo, los mismos
maestros y directivos de las regionales animaban y apoyaban a los mejores
estudiantes para hacer el intento, aunque ello no agradara a las autoridades
del deanr porque contradeca la pretensin de mantener a los alumnos en el
medio rural para expandir su accin civilizadora. Si bien algunos alumnos
no lo lograron, otros corrieron con mejor suerte.14
El ingreso de los estudiantes por medio de recomendaciones, la promesa,
muchas veces efectiva, de obtener un trabajo al egresar (fuese como maestros
rurales o como peritos agrcolas), o las recomendaciones para seguir estudiando, implicaban una fuerte cadena de lealtades. A muy temprana edad, a veces
desde los 12 aos, los estudiantes entraban en relacin con el gobierno federal.
Ello implicaba entrar en una red de relaciones sociales que seran de gran
importancia en el proceso formativo de los estudiantes (y sus padrinos). El
sistema de ingreso y egreso, que pretenda favorecer a los campesinos pobres
y garantizar que los egresados pudieran realizar un trabajo que beneficiara a
las masas campesinas (recuperando la inversin en ellos), se prest al fortalecimiento de relaciones corporativas (vase Hernndez, 2004: 227).
14
164
La sep no pudo satisfacer toda la demanda de ingreso por falta de presupuesto, a pesar de que las autoridades consideraran que ello era importante para que los campesinos sientan que la Revolucin los beneficia
efectivamente.15 Las posibilidades que las escuelas abran a los estudiantes
fueron un factor importante (aunque, desde luego, no el nico) para que los
altos ndices de desercin que antes tenan las centrales agrcolas se redujeran. En 1936, la desercin fue de slo 3.15% (Seplveda, 1976: 239).
Si bien el alumnado estaba motivado para sus estudios, muchos maestros
no se encontraban tan contentos como sus discpulos. No slo el estudiantado y las condiciones de las escuelas eran heterogneos. Segn Manuela
Seplveda, en 1935 se haba depurado el profesorado y, de acuerdo con el
secretario de Educacin Pblica, Ignacio Garca Tllez, varios maestros haban
abandonado las escuelas (Garca Tllez, 1935: 50; Seplveda, 1976: 152).
No hay documentacin para corroborar ambas afirmaciones, pero es
evidente que con el crecimiento en el nmero de escuelas y los cambios en los
planes de estudios, hubo un gran movimiento del personal de una escuela a
otra y fue creciendo el nmero de maestros normalistas en detrimento del
nmero de ingenieros agrcolas. Este cambio es importante, entre otras cosas,
no slo por las dificultades para impartir la enseanza agrcola, sino tambin
porque los maestros y las autoridades, al igual que los alumnos, tendieron a
ver las regionales campesinas como instituciones formadoras de maestros
rurales dejando de lado la formacin de tcnicos agrcolas.
En el plan mnimo de accin del deanr para 1937, el ingeniero Emilio
F. Ferreira deca: los maestros de las Escuelas Regionales, han sido preparados en las defectuosas normales citadinas y en las de agricultura; aunque
agregaba: consecuentemente, el personal se ha ido formando lentamente
en el trabajo y adquiriendo experiencias que estn constituyendo una rama
muy especial dentro de la educacin popular.16 Ese ao, la sep recopil los
datos de los maestros, y en la Memoria se declaraba que de 101, slo cinco
tenan diplomas en alguna rama tcnica y slo 11 eran agrnomos. Con
excepcin de 15 directores, dos doctores, un profesor de educacin fsica y
otros dos sin clasificacin especfica, los otros 65 carecan de preparacin
especial, lo cual significaba que 13 escuelas no tenan instructores de materias tcnicas y nueve carecan de agrnomo (citado por Meneses, 1988: 85).
15
sep, deanr-Subsecretara, c. 3081, exp. 16-3-8-171, Informe de las actividades desarrolladas por la
Seccin Tcnica de Enseanza Normal Rural en el periodo comprendido de julio de 1936 a junio de 1937.
16
ahsep, Subsecretara-deanr, c. 3081, exp. 16-3-8-171, 1937, Plan mnimo de accin al que se
sujetar este departamento durante el primer semestre del ao de 1937 firmado por el Ing. Emilio F.
Ferreira por ausencia del Jefe del Departamento, 15 de enero de 1937.
165
Maestros y personal de la Escuela Regional Campesina de Tenera, Estado de Mxico, 1935. Fuente: Impulso Juvenil. rgano Mensual de la Escuela Regional Campesina de Tenera, 31 de mayo
de 1935, p. 15.
166
licia eran producto de las reformas de Senz, Ramrez y Lauro Aguirre; otros,
como Juan Pacheco Torres, haban iniciado su carrera en una poca ms
radical y comprometida con el movimiento magisterial. La mayora haban
fundado escuelas de este tipo y posean un gran espritu emprendedor.
De 11 jefes de sector de las escuelas tipos A y B, slo uno era una
mujer. La mayora entre los 27 y los 30 aos, trabajaban en este tipo de
escuelas desde que eran escuelas centrales agrcolas. Cinco eran pasantes
de la Escuela Nacional de Agricultura, de la Narro, en Coahuila, o de la de
Ingenieros de Jalisco, y cuatro eran pasantes o titulados de escuelas normales de varias capitales de los estados (de los dos restantes no se tenan
los datos).
Tambin hay datos de 17 maestros de planta de diferentes tipos de escuelas, 12 hombres y cinco mujeres, en un gran abanico de edades. Once eran
normalistas, dos tenan estudios de agronoma y otros dos de secundaria.
Slo nueve se haban recibido: dos en escuelas normales regionales o rurales
y dos a ttulo de suficiencia. Todos haban trabajado por lo menos desde
finales de los aos veinte en varias escuelas normales rurales, centrales agrcolas o regionales campesinas, y tres de ellos en misiones culturales.
Mucho menos experimentados eran los 12 directores de las escuelas de
transicin. Hombres ms jvenes la mayora de ellos entre los 27 y los 30
aos (como los jefes de sector), haban estudiado durante la segunda
mitad de los aos veinte o posteriormente en las escuelas normales de San
Luis Potos, Jalisco, Puebla, Yucatn y Colima (al parecer, slo uno era egresado de una normal rural). Varios, los ms jvenes, haban trabajado en
escuelas rurales antes de titularse, pero la mayora contaba con trabajos
previos en escuelas semiurbanas o urbanas antes de incorporarse como
directores de los internados de transicin, es decir que la mayor parte no
contaba con experiencia en otros planteles rurales y de este tipo.18
De los datos disponibles de estos 45 maestros, podemos concluir que las
escuelas regionales campesinas, en general, carecan de profesores de agricultura bien preparados. En cuanto a los profesores, todos de origen urbano,
haba tres tipos distintos: los directores de las escuelas grandes, bien preparados y con experiencia en el medio rural; los maestros con diferentes grados
de preparacin pero cierta experiencia en este tipo de escuelas (no necesariamente en escuelas primarias rurales), y una nueva generacin de profesores, en su mayora egresados de las normales estatales (no federales), sin
18
ahsep, deanr, Documentos relacionados con el personal, 1937, c. 3074, exp. 16-3-5-160.
167
168
les agrcolas haban sido los privilegiados del rgimen porque ganaban 300
pesos cuando en el Distrito Federal ganaban 112.50, pero hacia 1936 esa diferencia se haba diluido por completo (Bolaos, 1982: 77).
Tanto directores como maestros podan ser transferidos de una escuela
a otra en cualquier momento. Los movimientos de personal eran muy frecuentes, ocasionados por conflictos con las comunidades o las autoridades
locales, con los estudiantes o con otros profesores de la misma institucin.
Muchas veces, al ser transferidos los directores, pedan el cambio de sus
maestros ms allegados (incluso de algunos alumnos). Era comn que cuando los maestros eran cesados por no cumplir con sus obligaciones, por no
tener la preparacin suficiente o por sostener relaciones amorosas con las
empleadas o las maestras, la sep los transfiriera de un plantel a otro. Al ser
removidos, podan perder su categora de director o de jefe de sector. En
otras ocasiones, los mismos profesores pedan su traslado a escuelas mejor
equipadas, en condiciones climticas ms favorables o con menos conflictos
locales. Incluso, Santos Valds (1989: 187) dira tiempo despus que los
maestros tambin tenan su Siberia: la escuela de Jalpa de Mndez. Otras
escuelas, como La Chacona, Cuilapan y Oaxtepec, tenan un alto porcentaje de estudiantes enfermos y no tenan ni mdicos ni medicinas para atenderlos. El constante cambio de personal debilitaba la posibilidad de dar
continuidad a los trabajos en las escuelas, pero, por otro lado, favoreci la
comunicacin entre ellas (Seplveda, 1976: 178).20
La situacin escalafonaria de los maestros era muy confusa y, en trminos
prcticos, al igual que los maestros rurales, no tenan un horario fijo de
trabajo. Adems de dar clases deban colaborar supervisando los comits de
alumnos, organizando las fiestas o las prcticas agrcolas y los trabajos sociales en las comunidades, participando en construcciones de la escuela y
rotndose las guardias cotidianas, las de los fines de semana y las de vacaciones entre un curso y otro. La apertura de escuelas en 1935 y 1936 no fue
acompaada de la contratacin de la planta de profesores y agrnomos que
era necesaria, as es que los maestros tenan que impartir muchas materias,
suplir a los que pedan licencia o a los que eran transferidos y hacerse cargo
de materias para las que no estaban preparados. Muchos de los maestros
vivan en las escuelas, y aunque se establecan guardias y se dividan comisiones, las cargas de trabajo eran intensas. Tampoco era extrao, sobre todo
20
ahsep, dgesic, Informes de las escuelas normales rurales, 1940-1944 (varios expedientes).
169
ahsep, dgesic, Informes de las escuelas normales rurales, 1940-1944 (varios expedientes).
ahsep, deanr, exp. 16-1-1-92, Informe confidencial del Profr. Jos Tern Tovar, director de la
escuela de Galeana, Nuevo Len.
21
22
171
172
173
174
Prcticas de quesera en alguna escuela regional campesina, s.f. Fuente: sep, 1940, p. 320.
175
Orquesta tpica de la Escuela Regional Campesina de Tenera, 1935. Fuente: Impulso Juvenil.
rgano Mensual de la Escuela Regional Campesina de Tenera, 30 de junio de 1935, p. 23.
176
Campeonato femenil de basquetbol en alguna escuela regional campesina, s.f. Fuente: sep,
1940, p. 96.
177
Prcticas escolares, Escuela Normal Rural de Cerro Hueco, Chiapas, 1933. Fuente: Hernndez, 2004, p. 201.
178
Asambleas estudiantiles y comunitarias, Escuela Normal Rural Cerro Hueco, Chiapas, s.f.
Fuente: Hernndez, 2004, p. 198.
179
Edificio de la Escuela
Normal Rural de Galeana, Nuevo Len,
1942. Fuente: ahsep,
dgesic, c. 5187, exp.
4, 1942.
180
181
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183
184
acuerdo con los postulados de la escuela de la accin o la educacin socializante de los aos veinte. No se sabe qu tanto los directores jvenes provenientes de normales estatales conocan y compartan las premisas del
Artculo Tercero reformado. Para algunos de los agrnomos, aunque no
estuviese muy claro en qu consista la educacin socialista, era claro que lo
que se buscaba era una redistribucin de la riqueza. Como se hara evidente ms adelante, no todos los maestros compartieron el inters en alentar la
lucha de clases en lugar de buscar la unin y la cooperacin del pueblo
(vase Quintanilla, 1997 y 2002).
En las escuelas se alentaban muchas actividades como en el pasado.
Incluso en las pequeas, en las que buena parte de las actividades diarias se
dedicaban a la construccin, en sentido literal, de la escuela, se daba tiempo
a los encuentros deportivos, las reuniones para tocar msica, las presentaciones teatrales o las charlas en contra del alcoholismo y en pro de las medidas higinicas, para recordar en las comunidades a los hroes nacionales y
rendirles homenaje en sus aniversarios, alfabetizar a los adultos y organizar
la oficina de correos. En las escuelas tipos A, B y C tambin se daba tiempo
para suplir a los maestros rurales ausentes, apoyar la asistencia escolar y
mejorar las construcciones de las escuelas rurales de la zona, sobre todo de
las que dependan de las regionales: entre seis y nueve escuelas que eran
supervisadas por el director y en las que los alumnos realizaban sus observaciones y prcticas. Trimestralmente, las regionales organizaban Cursos
de Cooperacin Pedaggica con los maestros rurales de su zona de influencia.
Los cursos duraban cuatro das y en ellos se trataban asuntos como la nueva orientacin pedaggica, las causas de la inasistencia de los nios, la
apertura de escuelas nocturnas para adultos, el cultivo de la parcela escolar
y el papel de las escuelas rurales como dirigentes de las comunidades campesinas, pero tambin sobre el retraso en el pago de los profesores y sus
condiciones de trabajo, lo cual indica la inclusin del debate sobre la organizacin gremial del magisterio en esos cursos (Hernndez, 2004: 182-250;
Seplveda, 1976: 214-218, 309-316 y 327-330).15 Segn las autoridades de la
sep, la labor de las regionales en su zona de experimentacin y prctica, sobre
15
ahsep, deanr, 16-1-1-92, Informe confidencial del profesor Jos Tern Tovar acerca de la situacin
de la escuela al tomar posesin como director, 15 de febrero de 1936; ahsep, deanr, 16-1-10-40, Informe del director lvaro Narvez.
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186
Alumnas de la Escuela
Regional Campesina de
Tenera, Estado de Mxico, 1935. Fuente: Impulso
Juvenil. rgano Mensual
de la Escuela Regional
Campesina de Tenera, 30
de junio de 1935, p. 21.
manta e incluso era una prenda necesaria para las muchachas (Hernndez,
2004: 182-250; Vaughan, 2000: 226).17
Independientemente de las diferencias, el discurso de la educacin socialista exaltando los intereses colectivos sobre los individuales, la emancipacin de los trabajadores, la redistribucin de la riqueza, la igualdad de los
derechos, el cooperativismo y la coeducacin, daba coherencia al trabajo
que en muchas de estas escuelas se vena realizando desde aos atrs con los
campesinos, como la formacin de cooperativas y la lucha contra los acaparadores. El cooperativismo, como veremos a continuacin, fue uno de los
ejes de las actividades de las escuelas en esos aos y los posteriores. En cierta forma, la educacin socialista fue una retrica que cobij prcticas que se
realizaban desde antes, aunque, como hemos visto, impuls en los estudiantes una identidad colectiva basada en el origen social.
17
Impulso Juvenil. rgano Mensual de la Escuela Regional Campesina de Tenera, Tenancingo, Estado de Mxico, abril-junio de 1935.
La panacea cooperatista
187
La panacea cooperatista
En el proyecto socialista, tal y como fue vivido en las escuelas regionales campesinas, el anhelo de emancipacin de los trabajadores y de los
campesinos fue sobrepuesto a los afanes modernizadores, homogeneizadores, incorporadores e integradores que venan desde el siglo xix. El puente
entre ambos proyectos fue un cooperativismo que, aunque buscaba diferentes objetivos, propona mtodos similares de organizacin social. El
cooperativismo se colocaba como prerrequisito para mejorar las condiciones de los campesinos e incluso dirigirlos hacia su liberacin; sin embargo,
las cooperativas de produccin escolares rara vez obtuvieron buenos resultados econmicos, y el entrenamiento de los estudiantes en ellas, en aspectos tanto agropecuarios como de contabilidad y organizacin, fue muy
diverso. La familiarizacin de los estudiantes con el cooperativismo tuvo
ms fuerza quiz hacia fuera de las escuelas, muchas de ellas volcadas en la
organizacin de las comunidades cercanas con el reparto agrario impulsado
por el gobierno de Crdenas, que a la vez que logr obtener ms adeptos para
las escuelas, tambin provoc la reaccin de los sectores afectados.
Haca tiempo que en las regionales el trmino enseanza prctica haba
sustituido al de la escuela de la accin, y el paso del pragmatismo norteamericano al materialismo histrico era visto como una evolucin o culminacin
lgica y necesaria de la escuela rural mexicana. La misin del maestro rural
era la misma que en los aos veinte, pero ahora subordinada a un fin: agitar
a la poblacin para luchar por alcanzar una sociedad sin clases.
Esto es claro en un texto del secretario Ignacio Garca Tllez, quien explicaba que desde el materialismo histrico, las manifestaciones intelectuales, son fases superestructurales, efectos y consecuencias de la organizacin
188
econmica, por lo cual haba que empearse, ms que otra cosa, en la reforma econmica (Garca Tllez, 1935: 237). Tambin lo es en un texto del
profesor Rafael Ramrez que fue editado en 1938, titulado Curso de Educacin
Rural escrito para las Escuelas Regionales Campesinas. En l, Ramrez explica el fin de la educacin a partir de las ideas de John Dewey, y luego los fines
de la educacin proletaria citando a un educador ruso, sin decir su nombre.
Aunque en trminos tericos plantea la educacin proletaria como opuesta
a la democrtica, cuando se explaya acerca de las actividades que los maestros rurales deben realizar en las comunidades, detalla el mismo tipo de
trabajos y argumentos que en los aos veinte. Por ejemplo, en relacin con
la accin econmica, el profesor escriba:
En el futuro estado, la riqueza ser de todos, y todos estarn obligados a
acrecentarla por medio del trabajo. Mientras se logra ese objetivo ser menester hacer algo a favor del mejoramiento econmico del proletariado, pues
de otro modo tal vez flaquear en la jornada. En cuanto al proletariado
rural, se me figura que sera necesario continuar el reparto de tierras entre
aquellos campesinos que nada poseen; fomentar ms el crdito rural y
hacer ms eficaz su administracin; mejorar la tcnica de la produccin
agrcola; organizar la produccin colectivizada; planear una sostenida campaa para aprovechar racionalmente todos nuestros recursos naturales;
trabajar por la elevacin de los salarios agrcolas, etc. (Ramrez, 1938: 31).
La panacea cooperatista
189
luchar en contra del individualismo y el egosmo, y para matizar, si no remediar, las condiciones de pobreza de los campesinos y los obreros.
Para algunos agrnomos, el cooperativismo era una herramienta tcnica
para elevar la productividad. Julin Rodrguez Adame explicaba en una
conferencia que el ejido poda reproducir el sistema explotador de la hacienda si en l prevaleca la produccin individual. Al unir esfuerzos, considerar
la comercializacin y producir colectivamente, las cooperativas podran
realizar una explotacin ms racional sin considerar el crdito ejidal, porque este no puede alcanzar ms que a una quinta parte de la poblacin (las,
s.a.: 20). En 1937, Narciso Bassols (1979: 448) hizo una fuerte crtica al
proyecto de Ley de Cooperativas elaborado por el Poder Ejecutivo, al que
llamaba de engao argumentando que el destino final del proletariado no
dependa de la organizacin de un sistema cooperativo, si no que estaba
vinculado a una idea mucho ms importante: la de la transformacin completa del rgimen de propiedad existente. Mientras no se llega a ella, las
cooperativas slo pueden servir como auxiliares y rganos de moderacin
de los abusos. Pero no debe consentirse en que hasta este atributo se les
quite, bajo la ilusin falaz de lograr una prosperidad general basada en la
cooperacin.2
Bassols criticaba la postura gubernamental que conceba a las cooperativas como el puente entre el capitalismo y una sociedad sin clases y que fue
compartida por algunos agrnomos. Mario. F. Morineau, director interino
del plantel de Tenera en diciembre de 1934, deca en sus informes que
constantemente haca saber a los alumnos que la nica forma de que podran
progresar los campesinos y quitar de una manera definitiva al capitalista del
campo, es cuando la tierra fuera explotada por medio de cooperativas aprovechando en ellas la especializacin de los trabajadores. Ello, a pesar de que
solicitaba orientacin a la sep acerca de la educacin socialista.3
En octubre de 1936, el secretario de Educacin Pblica orden el establecimiento de una seccin de Sociedades Cooperativas en el deanr para
hacerse cargo de la organizacin, control y fomento de las cooperativas escolares. Pero dentro de la sep y del mismo departamento no haba consenso ni tampoco claridad acerca de los fines y mtodos del cooperativismo. El
jefe del departamento, Luis Villarreal, envi a los miembros del Consejo
El artculo La panacea cooperatista fue publicado en Futuro, en diciembre de 1937.
ahsep, deanr, em, exp. 370.40, Informe del especialista de ganadera, Tenera, Estado de Mxico,
26 de diciembre, 1934 (ortografa original).
2
3
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La panacea cooperatista
191
tacin del campesino. Por ltimo, concordaban en que los vecinos que no
formaran parte de las cooperativas no deban recibir sus beneficios, pero no
para no invadir el campo de la libre competencia, sino para estimularlos a
ingresar como socios.5
Aunque afirmaban el papel del cooperativismo como paso para terminar
con el capitalismo (sin estar de acuerdo con ello), los consejeros intentaban
agrupar a los campesinos para protegerlos de los acaparadores, pero previendo que las propias cooperativas no se convirtieran en sociedades explotadoras.
Fuese como tcnica para elevar la produccin, como puente para terminar con las diferencias de clases, como medio para evitar el abuso o, como
escribiran los estudiantes de Tenera en 1935, como medio para lograr un
progreso comn, una vida ms justa y equitativa, la fraternidad, el mejoramiento de la vida social, una felicidad igualitaria o incluso una paz
universal, era necesario impulsar el cooperativismo entre los campesinos,
para lo cual los estudiantes deban aprender sobre l, no slo tericamente,
sino tambin en la prctica misma.6
En las escuelas centrales agrcolas, pero sobre todo en las normales rurales, se haban formado cooperativas de produccin o consumo. En el
proyecto original de las escuelas regionales campesinas, el ingeniero Manuel
Mesa Andraca reglament las cooperativas de alimentacin y consumo. Para
1936, ya todas las escuelas contaban con este tipo de sociedades. Con base
en las becas de los estudiantes, la cooperativa era organizada por un comit
administrativo y uno de vigilancia en los que participaban estudiantes que
se rotaban mensualmente. La maestra ecnoma era la gerente, y algn maestro, el director o el contador de la escuela (en las que haba) asesoraban la
contabilidad. Sin embargo, en la prctica se hacan variaciones. En una visita del ingeniero Ferreira a la escuela de Tenera, Estado de Mxico, en
septiembre de 1935, ste trat de poner en orden la cooperativa, cuyas cuentas no estaban al da. En la junta con el personal y los estudiantes, stos
manifestaron que no participaban ms porque no saban cules eran sus
atribuciones ms all de acarrear mercanca, y que haban tenido que arreglar
varias veces el molino de nixtamal. Sin embargo, el alumno que presida la
5
ahsep, deanr, c. 3012, exp. 16-1-1-222, Opinin en relacin con el proyecto de circular que
pretende girar el deanr en pro del cooperativismo, 20 de octubre de 1936.
6
Los entrecomillados corresponden a diferentes artculos publicados por los alumnos en la revista
Impulso Juvenil, de abril y mayo de 1935.
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todos los animales a los estudiantes y que stos pagaran un inters anual de
3% por ese capital, y que por cuenta de la escuela corrieran todas las reparaciones originadas por las malas construcciones, obras muertas, compra
de alambre para cercas, conservacin de caminos, refacciones para la maquinaria, reposicin de ganados viejos, o sea, todo lo que fuera un gasto y
pudiera reponerse en muchos aos, pero, por todo ello, los estudiantes pagaran 20% de sus cosechas, y en las industriales, un inters mdico por el
dinero que se les prestara. Las condiciones seran ms favorables para los
alumnos en las cooperativas de los campos de experimentacin para que no
tuvieran que cargar ellos con las prdidas. El jefe del deanr contest que
los campos de experimentacin no trabajaran como cooperativa, que no se
formaran cooperativas ganaderas hasta que el departamento estudiara ms
su conformacin, y que los gastos por conservacin de canales, cercas, etctera que fueran utilizados por las cooperativas, deban repartirse entre las
diferentes cooperativas, pero cuidando de no cargarles costos excesivos,
como aquellos para conservar en buen estado los edificios y otros anexos.
Las cooperativas tendran que cubrir tambin una amortizacin equitativa
por el uso de maquinaria, aperos, animales, etctera, y cubrir el costo del
sostenimiento de los animales.16
Pero esto parece ser una excepcin, ya que en las sociedades los socios
no invertan, sino que se trabajaba a partir del presupuesto aportado por el
gobierno para las explotaciones y todas las cooperativas utilizaban aperos y
mquinas, abonos, semillas y animales de la escuela, sin contabilizar su
desgaste o su costo. En Soconusco, los estudiantes aportaron gallinas, y en
otras escuelas los maestros o los directores tambin aportaban herramientas
o materiales, como en los aos veinte, pero estos recursos ms bien eran
donaciones y no inversiones que deban amortizarse. Tampoco se contabilizaban adecuadamente, segn consta en un informe especial de la sep, los
jornales y, sobre todo, el trabajo de los alumnos, lo cual causaba, se deca,
que stos no tuviesen mayor inters en la produccin.17
ahsep, deanr, c. 3012, expediente sin nmero, Proyecto sobre formacin de cooperativas, Tenera, Estado de Mxico, 26 de agosto de 1936, y Oficio del Jefe del deanr para confirmar afirmaciones
verbales al director de Tenera, 17 de septiembre de 1936.
17
sep, deanr-Subsecretara, c. 3081, exp. 16-3-8-171, Informe sinttico de las anomalas tcnicoeducacionales ms salientes que se observan, contablemente, en los estados anuales de las escuelas
regionales campesinas, establecidas en la Repblica, 31 de marzo de 1937 (la firma no es legible);
e Informe que se rinde al C. Subsecretario de Educacin Pblica acerca de lo que se ha venido haciendo en relacin con el desarrollo del Plan Mnimo de accin del deanr durante el primer semestre
del ao de 1937.
16
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Trabajos preliminares
a la siembra en alguna
escuela regional campesina, s.f. Fuente:
sep, 1940, p. 192.
A partir de 1936 se simplific un poco la organizacin de las cooperativas: todos los alumnos formaban parte de una sola cooperativa, aunque sta
estuviera compuesta por diferentes cultivos que eran atendidos por los
alumnos segn su grado escolar y los planes de estudio. Sin embargo, se
seguan separando las sociedades segn su tipo: agrcola, ganadera, de industrias, etctera (Seplveda, 1976: 188-200).
Slo en pocas escuelas, como en El Mexe, La Huerta, Ricardo Flores
Magn y Champusco, se logr formar cooperativas de la caja refaccionaria
agrcola e industrial. La idea original de Rodrguez Adame era formar cooperativas en cada escuela y luego agruparlas en una federacin para que se
apoyaran unas a otras. Pero ello no fue posible, entre otras cosas, porque
aunque algunas cooperativas lograban generar ingresos, por lo general stos
tenan que respaldar las prdidas de las otras. A principios de 1937, la Seccin
de Cooperativas del deanr aseguraba que se quera modificar el sistema de
que las escuelas tuvieran que depositar sus ganancias en la tesorera de la
Federacin en lugar de hacer uso de ellas, pues ello provocaba que los estudiantes, con razn, se sintieran explotados por el propio gobierno.18 Segn
la sep, en 1936 todas las escuelas registraron prdidas, salvo las de Jalisco,
Nayarit, y Ricardo Flores Magn, Chihuahua.
Es difcil cuantificar los rendimientos, ya que las cooperativas solan informar anualmente, lo que no permite contabilizar las ganancias por cosechas
anteriores o tomar en cuenta las de las tierras que apenas se estaban sembrando. Por otro lado, como veremos despus, muchos planteles redujeron sus
18
ahsep, deanr-Subsecretara, c. 3081, exp. 16-3-8-171, Informe de las labores desarrolladas por
la Seccin de Cooperativas, durante el periodo comprendido entre el primero de septiembre de 1936 y
el ltimo de agosto del ao actual.
200
tierras. Aunque ya no exista la intencin de que las escuelas fueran autofinanciables porque, como dira el ingeniero Marco Antonio Durn, era ms
importante la utilidad cultural, no la econmica (las, 1936: 34), cabe
preguntarse qu tipo de enseanza reciban los alumnos cuando se registraban
frecuentemente prdidas a pesar del subsidio federal. Muy probablemente
el fracaso productivo de las escuelas era un factor ms que alentaba a los
estudiantes a buscar opciones de vida diferentes a las del trabajo agrcola.19
No hay informacin para saber en qu medida, en esos primeros aos,
los estudiantes eran involucrados o estaban informados acerca de los rendimientos de las cooperativas, si bien, supuestamente, la informacin circulaba en las asambleas que se deban realizar una vez por mes, y tampoco la
hay para saber si los estudiantes llegaron a obtener ganancias por sus trabajos en las cooperativas.
La sep, intentando evitar los errores de las escuelas centrales agrcolas,
reglament la forma en que se establecan contratos con peones o aparceros
para trabajar las tierras que no podan abarcar los maestros y los estudiantes,
y a finales de 1935 se comenzaron a organizar cooperativas campesinas o de
ex alumnos dentro de las tierras de las escuelas que posean ms de 150 hectreas. Las escuelas llevaban la direccin tcnica de la produccin y proporcionaban la ayuda necesaria a los cooperativistas, quienes, a cambio, pagaban
los prstamos y entregaban al almacn escolar 20% de sus productos. Adems,
deban inscribirse como alumnos, aunque en calidad de irregulares. En el
proyecto de cooperativas de Tenera, en 1936, el director indicaba que los estudiantes podan trabajar 175 hectreas si se les daba el crdito necesario, y en
l se inclua una tercera parte del trabajo total que requieran esas tierras para
su produccin, en jornales, pero el jefe del deanr contest que slo en casos
absolutamente indispensables podrn intervenir peones asalariados.20
En 1935, pero sobre todo en 1936, por un acuerdo presidencial, las escuelas entregaron al Departamento Agrario sus tierras innecesarias para
19
ahsep, deanr-Subsecretara, c. 3081, exp. 16-3-8-171, Informe sinttico de las anomalas tcnico-educacionales ms salientes que se observan, contablemente, en los estados anuales de las escuelas
regionales campesinas, establecidas en la Repblica, 31 de marzo de 1937 (la firma no es legible); Informe que se rinde al C. Subsecretario de Educacin Pblica acerca de lo que se ha venido haciendo en
relacin con el desarrollo del Plan Mnimo de accin del deanr durante el primer semestre del ao de
1937; e Informe de las labores desarrolladas por la Seccin de Cooperativas, durante el periodo comprendido entre el primero de septiembre de 1936 y el ltimo de agosto del ao actual.
20
ahsep, deanr, c. 3012, expediente sin nmero, Proyecto sobre formacin de cooperativas, Tenera, Estado de Mxico, 26 de agosto de 1936, y Oficio del Jefe del deanr para confirmar afirmaciones
verbales al director de Tenera, 17 de septiembre de 1936.
La panacea cooperatista
201
21
ahsep, exp. 509: 4-8-8-30, Conclusiones del Primer Congreso de Estudiantes Campesinos de la
Repblica, Roque, Guanajuato, 1935; ahsep, deanr-Subsecretara, c. 3081, exp. 16-3-8-171, Informe
sinttico de las anomalas tcnico-educacionales ms salientes que se observan, contablemente, en los
202
La panacea cooperatista
203
Asamblea de campesinos en alguna escuela regional campesina, s.f. Fuente: sep, 1940, p. 368.
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La panacea cooperatista
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nar con las injurias y vejaciones que sufran los alumnos por parte de los
fanticos catlicos. El funcionario transcribi el oficio al presidente municipal, y en tono amenazante, advirti que la escuela tena cmo defenderse por s sola, pero no lo haca por respeto a su autoridad. En 1936, los
maestros y los estudiantes recibieron armas y parque para defender la escuela de los grupos alzados (Seplveda, 1976: 233).28
En Soconusco, Chiapas, aunque aparentemente la escuela no haca proselitismo en contra de los curas ni haba formado cooperativas, los grupos
armados atacaron la escuela. Los alumnos haban sido rapados debido a una
epidemia de tia tonsurante, y en los alrededores haba circulado el rumor
de que haban sido rapados por el gobierno para bautizarlos nuevamente
con el credo socialista. El director estaba ausente en ese momento. Los
alumnos ms jvenes y las mujeres lograron salir de la escuela en un camin
que tomaron por asalto en medio del tiroteo (Seplveda, 1976: 236, 327-330
y 341).29
Dentro de la polarizacin en el campo en esos aos, el ingreso a las regionales campesinas colocaba a los estudiantes del lado de los revolucionarios progresistas o comunistas aptridas en contra de los fanticos,
enemigos del progreso, pero dicha posicin, como se ver ms adelante,
implicaba muchas contradicciones.
28
ahsep, deanr, exp. 344.17, Escuela Regional Campesina de Bimbaletes, oficios del 10 y 16 de
octubre de 1934.
29
ahsep, deanr, 16-1-10-40, Informe del director lvaro Narvez; ahsep, deanr, Internado La
Boluda, Chiapas, Informes, 16-1-10-40, 1935-1936. Los estudiantes tenan la costumbre de rapar a los
de nuevo ingreso. Dicha costumbre se relacionaba con el cuidado de la higiene en los dormitorios, pero
tambin era una forma de distincin social y cultural, como lo hacan notar los grupos atacantes.
Hacia el autogobierno
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Hacia el autogobierno
Las formas de gobierno escolar diseadas por Mesa Andraca para las
escuelas regionales campesinas dejaron cierto campo de libertad a los actores internos en las escuelas, dentro de las cuales comenzaron a impulsarse experiencias de autogobierno con alcances muy variables. La creciente
participacin de los maestros y los estudiantes en el gobierno escolar no
parti de la sep, sino de tres vas distintas: los maestros que haban impulsado la idea de la escuela como familia desde una perspectiva liberal y democrtica, las misiones culturales y, por ltimo, los maestros y los agrnomos simpatizantes o activistas del pcm. La organizacin de los estudiantes
de todas las escuelas en la Federacin de Estudiantes Campesinos Socialistas de Mxico (fecsm) estuvo desde un principio ligada a la agrupacin de
los directores, los maestros de las regionales y los misioneros culturales en
una de las organizaciones ms radicales del magisterio. La fecsm aglutin
a los estudiantes con un sentido de clase, como estudiantes campesinos, y
utiliz un discurso radical para plantear al gobierno sus demandas, pero
tambin otras, sobre todo relacionadas con los campesinos, que iban ms
all del terreno escolar.
La organizacin de los internados como familia que tenan las escuelas
normales rurales, o como granja moderna en las escuelas centrales agrcolas,
no resultaba til para planear los trabajos de las escuelas regionales campesinas por la amplitud de atribuciones que tendran (la formacin de tcnicos
agrcolas y de maestros rurales, el trabajo de promocin cultural y econmica hacia las comunidades, la representacin del Banco Nacional de Crdito Agrcola, la supervisin de escuelas rurales, el mejoramiento de los
maestros en servicio y la investigacin social regional), por el mayor nme-
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1
Palabras pronunciadas en la inauguracin de cursos de la escuela Normal de Maestros, 16 de
enero de 1933.
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Las reglas del juego eran puestas en buena parte por el director, quien
estipulaba el valor de los puntos, y los maestros de guardia y el Gobierno de
Alumnos los registraban, pero se dejaba en los alumnos la responsabilidad
de sus actos, y se les daba un lugar importante en su proceso educativo.
En febrero de 1934, el reglamento de la escuela de Tamatn fue aprobado
por la secretara. La idea de Alfredo Rico queda clara desde el inicio. No
comienza con reglas generales, sino que coloca en primer lugar a los estudiantes. El primer captulo del reglamento habla de los derechos de los estudiantes: a gozar de las condiciones esenciales para lograr normalmente su
desarrollo fsico; a disfrutar de toda la proteccin necesaria; a ser bien alimentado y tener atencin mdica; a ser educado de manera que sea respetada su personalidad; a tener una educacin del sentido moral y cvico que
le cree sentimientos de responsabilidad (pues se consideraba que el ideal
de organizacin social es aquel en el que el individuo existe para la sociedad
y la sociedad para el individuo); a asociarse para formar todo gnero de
cooperativas, sociedades mutualistas, cientficas, literarias, de investigacin,
deportivas o de cualquier otro gnero o fin que no estn en pugna con los
ideales contenidos en el reglamento, y a exigir con energa, pero sin olvidar
el respeto, todos sus derechos, haciendo notar todas las deficiencias del
servicio, lo cual se hara por medio de representaciones ante el Consejo de
Gobierno del alumnado.
El segundo captulo establece las obligaciones de los alumnos: concurrir
con puntualidad a las clases y prcticas; ejecutar los trabajos que les fueran
designados en el campo, el servicio, comedor, etc.; atender los toques de
campana; atender todo gnero de indicaciones con el objeto de formar
buenas costumbres, as como para encausar [sic], corregir, o destruir toda
clase de instintos; no abandonar la escuela sin permiso; respetar a los
profesores, empleados, servidumbre y a sus compaeros y a toda persona
que tenga o no relaciones con la Escuela, y cuidar la salud e higiene personal, as como las instalaciones de la escuela.6
Este sistema disciplinario del que hablaremos ms adelante sera muy
importante, pues fue aplicado y adaptado, por lo menos, en las escuelas por
las que pas Jos Santos Valds: Tamatn en 1934, Durango en 1935, Galeana entre 1937 y 1938, y Tenera en 1941, as como en Ayotzinapa, Comitancillo y en otras escuelas durante y despus de los aos treinta y cuarenta.
6
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la Enseanza (funte), organizacin impulsada por los misioneros culturales (Raby, 1974: 73).
Por otro lado estaban los propios maestros y los directores activistas y
simpatizantes del pcm. Si bien es imposible cuantificar cuntos eran e incluso resulta difcil identificarlos, la orientacin del partido se hizo patente en
sus posturas y formas de organizacin.
En julio de 1935, los misioneros y los directores de las escuelas normales
rurales y regionales campesinas realizaron una convencin y formaron la
Unin de Trabajadores de la Enseanza Superior Campesina, misma que se
transformara en el Sindicato nico de Trabajadores de la Enseanza Superior Campesina (sutesc), una organizacin magisterial que, segn varios
autores, fue la ms radical en esa poca. Por su vinculacin con los maestros
rurales y las organizaciones campesinas, as como por su lejana de los centros de direccin administrativa y tcnica, estos maestros fueron los que ms
disputaron el poder a los directores e inspectores federales que mantuvieron
una posicin gobiernista en la cmm (Seplveda, 1976: 213).9
Sabemos poco del surgimiento del sutesc. Los conflictos entre los directores federales de Educacin y los directores de las escuelas regionales
campesinas venan por lo menos desde 1933, cuando al expedirse la Ley de
Escalafn, Bassols no haba incluido a los maestros y a los directores de las
escuelas normales rurales, centrales agrcolas y regionales campesinas en las
categoras que inclua la ley, lo cual fue reclamado por la cmm. El personal
de esas escuelas gozaba de un alto sueldo debido a que los agrnomos de las
centrales agrcolas, que dependan antes de la Secretara de Agricultura y
Fomento, reciban sueldos mayores que los de los normalistas.10 Bassols
deneg la solicitud de la cmm precisamente explicando que el estatuto de
esos profesores era irregular y que no podan incluirse hasta que se definie9
En realidad es poco lo que podemos entender sobre los conflictos intergremiales en ese periodo,
ya que no hay estudio sobre las bases sociales de cada grupo. Segn Raby (1974), la cmm era progobiernista y hasta era vista por algunos maestros como sindicato blanco. Segn Arnaut (1998: 88), el sutesc
era tan radical que incluso actu como fuerza de choque durante todo el periodo previo a la formacin
del snte en 1943. Me parece que el problema es equiparar la cmm con todos los directores federales de
Educacin y todos los inspectores, y al sutesc con todos los directores de las escuelas. Por los comentarios de Ramn G. Bonfil (1992: 242-247) y otros datos, me parece que el conflicto entre los maestros
ms radicales del sutesc era con el poder de Fausto Molina Betancourt en la cmm, y no tanto con el
grupo rival de ste, cuyo lder era Gabriel Lucio.
10
Segn dice Santos Valds en una entrevista, los normalistas en las escuelas centrales agrcolas eran
los privilegiados del rgimen porque ganaban 300 pesos cuando en el Distrito Federal ganaban $112.50.
No he podido corroborar esta informacin, pero hacia 1936 esa diferencia se haba diluido por completo (Bolaos, 1982: 77).
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ra con claridad su situacin (sep, 1933: 335-337). Por otro lado, si bien la
cmm se haba declarado tempranamente en favor de la socializacin de la
educacin primaria y normal, el sutesc se proclam ms ntidamente defensor de la educacin socialista, pero una vez que el pcm decidi apoyar el
programa de Lzaro Crdenas, mientras ste ayudara a las capas populares,
ya que en un principio el partido haba considerado que la educacin socialista era pura demagogia (Raby, 1974: 38 y 73).
El sutesc form parte del funte impulsado por los misioneros,
mismo que a finales del ao unira a otras agrupaciones regionales tambin
con tendencias de izquierda para formar la Confederacin Nacional de
Trabajadores de la Enseanza (cnte).
Los estudiantes de las escuelas regionales campesinas, normales rurales
y centrales agrcolas no fueron ajenos a esos procesos y siguieron los pasos
de sus maestros, sobre todo de los ms radicales, quienes no slo apoyaron
sino que al parecer fomentaron la organizacin de los estudiantes. En junio
de 1935 (unos das antes de la constitucin del sutesc) se form la Federacin de Estudiantes Campesinos Socialistas de Mxico (fecsm).
La primera iniciativa para erigir esta Federacin, segn registra la misma
fecsm en su historia, provino de los estudiantes de Tamatn, Tamaulipas,
quienes en agosto de 1934 enviaron un comunicado a los estudiantes de
todas las escuelas regionales campesinas, centrales agrcolas y normales
rurales, en el cual relataban que cuando haban asistido al Congreso de
Estudiantes Tamaulipecos (organizado por la cmm) adheridos a la Confederacin Mexicana de Estudiantes haban sido rechazados porque, decan, los seores estudiantes universitarios no tenan ni siquiera noticia de
que existieran estudiantes surgidos de la clase campesina. El manifiesto
recalcaba que los estudiantes de la ciudad no podan representar los intereses de los estudiantes campesinos, porque la mayora eran burgueses y
porque la ciudad y el campo siempre haban sido rivales: en la ciudad se
acumulaban las riquezas y el bienestar, y en el campo, en donde haba millones de personas, estaban la miseria, la desnudez, el mal, el trabajo brutal;
la ciudad es zngano. El campo trabajo.
El manifiesto pretenda unir a los estudiantes a partir de su identidad de
clase como campesinos. Los estudiantes de Tamatn hacan un llamado para
conocer la opinin del resto de los estudiantes de todas las escuelas e informaban que haban constituido un comit para organizar un primer congreso de estudiantes campesinos. La sociedad de estudiantes se despeda con
216
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217
14
El entrecomillado corresponde a las Conclusiones del Primer Congreso de Estudiantes Campesinos de la Repblica, exp. 509: 4-8-8-30.
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En virtud de ello, declaraban que era imperioso y urgente establecer nuevos sistemas de organizacin escolar, sin olvidar que las comunidades escolares deban organizarse de acuerdo con la idiosincrasia de los alumnos y
con la naturaleza de las mismas comunidades y no conforme a simples caricaturas de sistemas polticos hechos por los adultos (sep, 1934, t. i: 458).
En el Plan de accin de la escuela primaria socialista elaborado por el
Instituto de Orientacin Socialista, se equiparaba la educacin socialista con
la escuela socializada que se vena desarrollando desde los aos veinte, y
1
Hay pocos trabajos sobre la concepcin de la niez en Mxico. En este sentido son pioneros los
trabajos de Guzik (2002) y Martnez (2002).
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trabajos de las escuelas. Probablemente los miembros del Consejo de Educacin Rural propusieron un tipo de gobierno escolar en el que unos y otros
vigilaran el manejo honesto y eficiente de los recursos proporcionados por
la secretara, evitando que los directores abusaran de los estudiantes.
Como toque final, en las bases se recordaban los principios de la escuela vital al esclarecerse que la organizacin de las diversas comisiones
ser absolutamente espontnea, es decir, no ser artificiosa ni forzada;
responder a las necesidades vitales de la escuela, y al hacerse nfasis en
que el papel fundamental del maestro
[] es de gua, consejero y orientador, que permita que los alumnos expresen sus puntos de vista, su personalidad, cmo ven los problemas de la escuela y cmo juzgan que podran resolverse. Este material de observacin
lo aprovecharn los maestros para dirigir con ms vigor y ms provecho la
educacin y preparacin de los alumnos. Esto no quiere decir que deba
haber un sentido de separacin y menos de oposicin entre maestros y
alumnos, no; lo que quiere decir, es que deben tener una actitud de vigilante observacin y de accin oportuna y discreta en los momentos precisos.
No absorber ni monopolizar funciones, sino suscitar actividades y encauzar
energas.10
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que aprender y otros atacar las ideas de los temas. Sin embargo, algunos
otros como yo, no tenamos tiempo para prepararnos en esas cosas, no
poda yo leer o detenerme en ese sentido [...] tena yo que estudiar para mis
materias (Hernndez, 2004: 225).19
19
Entrevista realizada por Hernndez a la profesora Hernndez Narvez, 5 de mayo de 2003, Tuxtla Gutirrez, Chiapas.
20
El Universal, 15 de marzo de 1936.
234
235
Una coyuntura permiti que las escuelas regionales campesinas trabajaran con mayor autonoma que en el pasado y que la organizacin de los
estudiantes, as como su participacin en el gobierno escolar, se fuera incrementando. Con dicha autonoma, las formas de organizar cada escuela y el
grado de participacin de los estudiantes en ella fueron variables, aunque se
dio una tendencia cada vez mayor a que los Consejos Consultivos fueran
cobrando facultades ejecutivas, con la venia de las autoridades de la sep. La
comparacin del control de la disciplina en dos escuelas grandes nos permite tener indicios de la dinmica del autogobierno a mediados de los aos
treinta. Los estudiantes cobraron un papel cada vez ms importante en el
mantenimiento del orden en la escuela, pero ste ya no se basaba en la libertad y la responsabilidad de cada uno, sino en la vigilancia entre ellos mismos
y en la presin de la comunidad escolar a travs de tribunales en los que los
casos de indisciplina eran estudiados exhaustivamente y se favoreca el uso
de la palabra y la argumentacin como medios de defensa en lugar de la
fuerza, as como el respeto por la ley. La autoridad moral de los profesores
tena un peso importante en la toma de decisiones; sin embargo, algunos
maestros comenzaron a desentenderse de la disciplina o manifestaban su
cansancio por el tiempo dedicado a las juntas de Consejo o las Asambleas
Generales.
En febrero de 1937, el Partido Nacional Revolucionario (pnr) aprob
formar parte del Frente Popular Mexicano (en el que participara tambin la
Confederacin Campesina Mexicana), del cual se excluiran los asuntos relacionados con la poltica electoral. El acercamiento del pcm a la ctm y al gobierno tuvo un importante quiebre con la llegada a Mxico de Len Trosky.
236
Por otro lado, los empresarios se oponan a la constitucin del Frente y algunos miembros del Comit Ejecutivo Nacional (cen) del pnr teman que
los comunistas cobraran fuerza en los sindicatos y el aparato estatal. Las
maniobras utilizadas tanto por los lderes cetemistas como por el cen del
pnr en las elecciones internas de este ltimo, lograron mantener al margen
al pcm.
En el iv Congreso Nacional de la ctm se denunciaron las prcticas antidemocrticas de Fidel Velzquez. Varias organizaciones entre las cuales
los comunistas eran mayora, como los dos sindicatos ferrocarrileros,
el Sindicato Mexicano de Electricistas y los trabajadores de la industria
papelera, se retiraron de la central. El Comit Nacional de la ctm expuls
a los dirigentes en desacuerdo y decidi evitar que miembros del pcm fuesen
dirigentes de los sindicatos, uniones y federaciones (abril de 1937). A instancias de Lombardo Toledano, Earl Browder, secretario general del pcm de
los Estados Unidos, as como Lzaro Crdenas, intervinieron para evitar la
escisin. El pcm se aline a la poltica de unidad a toda costa, dej a la ctm
la iniciativa de organizar el Frente y retir a sus candidatos a elecciones legislativas para apoyar a los candidatos oficiales. Un buen nmero de lderes
campesinos y de la ctm fueron presentados como candidatos al lado de
miembros de las fuerzas armadas, pero esto fue por una decisin del cen
del pnr y no por una eleccin democrtica. Algunos de los aspirantes no
seleccionados decidieron presentarse como independientes, por lo cual fueron
expulsados del partido.
La poltica de Frente Popular de la ctm y el pcm contribuy a que el pnr
fuese la nica organizacin de masas en el terreno electoral, a que las organizaciones obreras perdieran independencia, a que los dirigentes comunistas fueran progresivamente desplazados de la ctm, y a que el pcm perdiera
buena parte de la fuerza que haba logrado durante los aos treinta (Garrido, 1985: 219-226).
Sin embargo, las organizaciones magisteriales tuvieron un derrotero
particular que permiti que al interior de la sep, sobre todo en los departamentos de Educacin Rural, los comunistas se fortalecieran por lo menos
en el corto plazo. Durante 1936, la cnte organiz sindicatos nicos de
maestros (federales, estatales y municipales) en los estados que presentaron
pliegos petitorios y organizaron paros que en ocasiones derivaron en choques
entre los maestros y en represiones violentas por parte de las autoridades.
La cmm organiz la Unin Nacional de Encauzadores Tcnicos de la Edu-
237
La creacin de la fmte influy en el rompimiento de la ctm. En el iv Congreso, esa confederacin neg el reconocimiento a la fmte, al igual que a
otras organizaciones como la Federacin de Trabajadores de Nuevo Len,
la Federacin Regional Lagunera y otras en las que los comunistas tenan
fuerza (Hernndez, 1979: 160).
1
Telegrama de Vicente Lombardo dirigido a Lzaro Crdenas, agn, Galera 3, Fondo Lzaro Crdenas del Ro, exp. 433/11. Vanse tambin: Raby, 1974, pp. 79-90; Meneses, 1988, p. 178; Henndez,
1979, pp. 154-161; Montes de Oca, 1998, pp. 84-85.
238
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240
Durante 1936 y 1937, al menos algunas escuelas funcionaron con autogobiernos que en general fueron respetados por el deanr. El subjefe, el ingeniero
Emilio F. Ferreira, expona en el Plan de Accin del departamento para el
primer semestre de 1937 que las escuelas regionales campesinas haban sido
[]creadas esencialmente para hacer de los hijos de los campesinos pobres,
ejidatarios, peones, pequeos propietarios y maestros rurales, jvenes
7
ahsep, deanr-Subsecretara, c. 3081, exp. 16-3-8-171, Informe de las actividades desarrolladas por
la Seccin Tcnica de Enseanza Rural en el periodo comprendido de julio de 1936 a junio de 1937.
8
ahsep, deanr-Subsecretara, c. 3081, exp. 16-3-8-171, Informe de las actividades desarrolladas por
la Seccin Tcnica de Enseanza Rural en el periodo comprendido de julio de 1936 a junio de 1937.
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245
Vase ahsep, dgen, Expedientes de alumnos, Tenera, Estado de Mxico, exp. 3612/23, entre otros.
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ahsep, dgen, Expedientes de alumnos, Ayotzinapa, Guerrero, exp. 3556/54, 31 de agosto de 1937.
ahsep, dgen, Expedientes de alumnos, Ayotzinapa, Guerrero, exps. 3557/42, 4 de septiembre de
1937; 3556/54, 31 de agosto de 1937; 3556/70, 3 de noviembre de 1937; 3617/23, dgen, c. 3357, 21 de
octubre de 1938.
21
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249
Tercera parte
Corporativizar, controlar y
uniformar:
las escuelas normales
rurales
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La corporativizacin
de la vida escolar
De 1938 a 1940, la Secretara de Educacin Pblica (sep) busc fortalecer la preparacin acadmica de los estudiantes de las escuelas regionales
campesinas por diferentes medios, as como reformar y uniformar las formas
de gobierno escolar. Las medidas se realizaban en un ambiente de creciente
tensin con la formacin del Partido de la Revolucin Mexicana (prm), el
desplazamiento del Partido Comunista de Mxico (pcm) dentro de l, la
creciente divisin de las organizaciones magisteriales y los movimientos
hacia la sucesin presidencial, en un contexto de fortalecimiento de los
grupos conservadores tras la expropiacin petrolera dentro del cual el proselitismo de las misiones culturales y las escuelas regionales campesinas
quedaba fuera de lugar. Las primeras fueron desintegradas y las regionales
fueron ahorcadas econmicamente. No obstante, tanto la Federacin de
Estudiantes Campesinos Socialistas de Mxico (fecsm) como la Rama Nacional de Educacin Superior Campesina (rnesc) participaron en la elaboracin de nuevos planes de estudio y de las bases de gobierno de las regionales, en las cuales se sancion la creciente participacin de la organizacin
estudiantil y del sindicato en la toma de decisiones dentro de los consejos
tcnicos, que obtuvieron un carcter claramente ejecutivo, si bien la Asamblea General fue desplazada para fortalecer la autoridad de los directores y
de la sep en cada escuela.
Las reacciones a las reformas encabezadas por Lzaro Crdenas ya se
dejaban sentir desde 1937 y se incrementaran durante sus ltimos dos aos
en la presidencia, caracterizados por la inflacin y la crisis econmica. Adems de la Unin Nacional Sinarquista, otros grupos de derecha como Vanguardia Nacional y los Camisas Doradas se fueron fortaleciendo. En mayo,
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1939, un buen nmero de ellos abandon el partido, segn Raby, por los
desacuerdos en torno al pacto nazisovitico y la invasin de Finlandia. Posteriormente, al integrarse la Unin Sovitica al bloque de los pases aliados,
cambiaron las directrices de la Internacional Socialista y la dirigencia del
pcm expuls a un gran nmero de disidentes (Carr, 1996: 64-85; Raby, 1974:
91-97; Arnaut, 1998: 88; Arteaga, 1994a: 14 y 42).
El pcm y la ctm, aunque con diferencias, se mantuvieron unidos en
torno a la defensa de la educacin socialista, pero los ataques de grupos liberales y de derecha eran cada vez mayores. En 1938, Lzaro Crdenas haba
ordenado la desaparicin de las misiones culturales, medida que fue criticada por la izquierda pero que representaba un golpe para el Sindicato
nico de Trabajadores de la Enseanza Superior Campesina (sutesc) o
rnesc. La Comisin Permanente de Defensa de las Misiones Culturales,
designada por el sutesc y autorizada por el Comit Ejecutivo del sterm,
declar que los xitos amplsimos de la accin social desarrollada por los
misioneros entre campesinos, obreros y maestros, haban irritado a la
contrarrevolucin, y exigi la reinstalacin de las misiones culturales dentro
de la sep con un nuevo programa de actividades, ofreciendo, si fuera necesario, la depuracin de su personal.1 Los misioneros y los maestros de las
regionales campesinas haban impulsado la unidad del movimiento magisterial y juntos constituan el grupo ms radical dentro del sterm.
Al igual que los misioneros, los directores de algunas regionales como
las de Galeana, Nuevo Len; Hecelchakn, Campeche; Tenera, Estado de
Mxico, y Ayotzinapa, Guerrero, adems de su proselitismo en las organizaciones magisteriales, haban organizado luchas contra acaparadores, agiotistas y terratenientes, pero tambin contra caciques regionales, y haban
denunciado los abusos de agencias gubernamentales como el Banco Nacional de Crdito Ejidal. Tambin ellos eran atacados por ser comunistas,
agitadores, rojillos, aptridas [] agentes de Rusia (Santos, 1989, t. v: 318).
En 1938, el director de la escuela de Champusco, Puebla, Rafael Rojas, pidi
proteccin al gobernador porque los terratenientes de la zona trataban de
hacerlo arrestar, cuando, segn l, su nico delito era guiar a los campesinos,
pero el gobernador mismo orden el arresto. En Nuevo Len, la escuela de
Galeana reciba amenazas porque su director, Jos Santos Valds, haca
proselitismo en contra de los cedillistas (Raby, 1974: 144, 176). En julio, Manuel
1
Revista de Educacin, agosto de 1938, vol. iii, nm. 1, pp. 11-15. La comisin estaba integrada por
Jos Luis Figueroa, Marcelino Reyes, Miguel Salas y Alfonso Ramrez Altamirano.
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258
Rurales, escrito por el profesor Luis Felipe Obregn.10 En general, las directrices del deanr se dirigieron a intentar mejorar la calidad de la enseanza
con textos de apoyo y, sobre todo, con cursos presenciales o por correspondencia para los directores y los profesores de las escuelas regionales campesinas. Se sigui intentando fortalecer la formacin agrcola y ganadera de
los estudiantes, as como aumentar y guiar ms de cerca la forma en que las
escuelas asesoraban a los campesinos y a los maestros rurales en sus zonas
de influencia. Con esa intencin, adems de otras iniciativas, se comenz a
abrir escuelas elementales agrcolas. Se trataba de escuelas en las que los
campesinos obtendran una capacitacin tcnica elemental, as como una
formacin equivalente a quinto y sexto aos de la primaria, lo que les permitira, si quisieran, ingresar a las regionales sin necesidad de cursar el
curso complementario, que a futuro deba desaparecer.
10
ahsep, deanr, Subsecretara, c. 3081, exp. 16-3-8-171, Plan de Trabajo que realizar en 1937 el
Cuerpo de Consejeros Tcnicos del deanr, 13 de enero de 1937; Informe que se rinde al C. Subsecretario de Educacin Pblica acerca de lo que se ha venido realizado en relacin con el desarrollo del Plan
Mnimo de Accin del deanr durante el primer semestre de 1937.
259
Tapando la semilla en
alguna escuela regional campesina, s.f.
Fuente: sep, 1940, p.
223.
A finales de 1938 existan ya 45 escuelas elementales agrcolas. Sin embargo, la apertura de estas escuelas no sigui su objetivo central ni tampoco
tuvo una gestin organizativa y administrativa muy clara. A falta de recursos,
las regionales tenan que dividir su personal y su propio presupuesto para
sostener dichas instituciones: haba regionales con varias elementales y otras
con ninguna; en algunas se mantuvo el curso complementario aunque tuvieran escuelas elementales con planes de estudio de uno o dos aos; en otras
regionales no haba ni elementales ni curso complementario. Por otro lado,
representaban un gasto muy grande, as es que para 1939 se orden el cierre
de 23 escuelas elementales agrcolas, y las que quedaron fueron consideradas
secciones de la regional y no instituciones autnomas (sep, 1941a: 120-121,
y 1941b: 33-34).11
Adems de estas medidas con las que se trataba de hacer mejoras en las
regionales campesinas, desde inicios de 1937 se pensaba tambin en cambios
con mayor trascendencia a futuro: se analizaron los planes de estudio y las
bases de funcionamiento de las escuelas.
La intencin de la sep de dar un lugar a los maestros y los estudiantes en
la reforma de las escuelas se mantuvo a pesar de la sustitucin de Ignacio
Mrquez por Mario Aguilera Dorantes en la jefatura del deanr, al ao siguiente.12 El profesor Aguilera dio un nuevo impulso a los trabajos iniciados
11
ahsep, deanr, Subsecretara, c. 3081, exp. 16-3-8-171, Informe que se rinde al C. Subsecretario de
Educacin Pblica acerca de lo que se ha venido realizado en relacin con el desarrollo del Plan Mnimo
de Accin del deanr durante el primer semestre de 1937; Informe que rinde la Seccin Tcnica Agrcola, de las labores desarrolladas del primero de septiembre de 1936 al 30 de junio de 1937.
12
El profesor Aguilera haba estudiado en la Escuela Nacional de Maestros y haba realizado estudios
de especializacin en los Estados Unidos. En 1934 haba sido profesor en la escuela de Tamatn, Tamau-
260
261
aspectos tcnicos de la poltica educativa. Recurdese, por ejemplo, cuando Narciso Bassols expuls a David Vilchis del Consejo de Educacin
Primaria tratando de evitar, precisamente, dicho tipo de intervencin.
En el caso de las escuelas regionales campesinas, la fecsm y el sutesc
actuaran en dos niveles: aumentando su presencia en el gobierno de cada
escuela y participando en la reforma de 1939.
La forma de decidir e implantar dichas reformas fue muy distinta a las
usadas en aos anteriores. Para elaborar las bases de funcionamiento para
las escuelas normales rurales en 1928, el secretario de Educacin, Puig Casauranc, haba consultado a los directores de las instituciones, como lo hara
Narciso Bassols en 1932 al planear la formacin de las escuelas regionales
campesinas. Pero en 1939, los nuevos planes de estudio y las formas de organizacin de las escuelas fueron acordados por Mario Aguilera Dorantes,
jefe del departamento, y Emilio F. Ferreira (quien segua en la subjefatura),
as como por el profesor Miguel Leal, el ingeniero Fernando Macas, Juan
R. Gutirrez e Isidro Castillo, quienes eran responsables de las secciones
tcnicas del departamento desde que ste fue jefaturado por el profesor
Aguilera, y, en lugar de los directores de los planteles como en otros aos,
por el representante de la rama sindical, Jos Santos Valds, y por la representacin de la fecsm. Este cambio sera de gran importancia.
El nuevo plan de estudios, que incluy nuevos programas para todas las
materias, mantuvo los objetivos centrales de las escuelas regionales campesinas. Organizado por ciclos anuales en lugar de los semestrales, conserv
tambin los dos primeros aos de cursos agrcola-industriales y su orientacin
fundamentalmente vocacional, pero en ellos se reforz la preparacin acadmica, pues las observaciones hechas en estos aos han permitido ver cun
deficiente es su equipo de conocimientos en materias fundamentales como
son la Aritmtica, la Lengua Nacional y otras de cultura general. Se aadieron
algunas materias como fsica, qumica y biologa (sep, 1940b: 56).
Considerando que un ao de preparacin profesional era insuficiente
para formar buenos maestros rurales, se ampli el programa a dos, aadindose algunas materias nuevas como historia de la educacin, puericultura y enfermera, pero sobre todo ya que la introduccin de la
educacin socialista se haba realizado de manera rpida y superficial
en los planes que estaban vigentes se busc reforzar dicha orientacin
en cada programa e introducir nuevas materias como economa e historia
del movimiento obrero, sociologa rural aplicada a la educacin, y tcnica
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265
Cada comisin sera asesorada por un profesor. El director tendra la facultad de no ejecutar una disposicin del Consejo que considerara contraria a
los intereses de la escuela, pero estara obligado a discutirla con el Consejo
nuevamente y, en caso de conflicto, el deanr dictara la resolucin final. La
Sociedad de Alumnos, por medio de su secretario general, podra elevar
iniciativas al Consejo. Por ltimo, cada escuela elaborara su reglamento
interior, que deba ser autorizado por el deanr antes de ponerse en marcha;
sin embargo, dentro de las competencias del Consejo se inclua estudiar y
acordar respecto a la conducta de maestros, empleados y alumnos, y adaptar
el Cdigo Disciplinario que en su oportunidad enviara el departamento
(sep, 1940b: 15-17).
Esta normatividad dejaba atrs la ambivalencia de las bases de 1936 en
cuanto a las atribuciones ejecutivas o consultivas del Consejo para decidirse por las primeras, pero ahora acotando las reglas del juego y resaltando la
autoridad del deanr, la del director y la del Consejo frente a la Asamblea
General. Los maestros y los estudiantes tendran una representacin elegida
democrticamente, pero se pretenda respaldar al director con la presencia
de los jefes de sector y con los requisitos que tenan que cubrir los estudiantes para representar a sus compaeros en cada Consejo. Como novedad
apareca la representacin de las organizaciones campesinas del lugar, con
lo que se buscaba estrechar las relaciones de las escuelas con fuerzas no
necesariamente ligadas a las autoridades estatales o municipales, como se
haca ya en las escuelas primarias rurales, en un intento de que la escuela se
relacionara an ms con las comunidades.
Por otro lado, las estudiantes menos numerosas que sus compaeros
lograron una representacin especial, lo cual convena a la fecsm, entonces
con mayor presencia en cada Consejo. La formacin de las ligas femeniles
en cada escuela estaba relacionada con los trabajos del Frente Unido Pro
Derechos de la Mujer, cuya ala izquierda dominaba el Departamento Femenino del prm (Garrido, 1985: 255).15 La reglamentacin de 1939, a diferencia de su antecesora, se enfocaba en la delimitacin de la autoridad de cada
actor dentro de la escuela para garantizar el orden y el trabajo, y sancionaba
y a la vez regulaba a las corporaciones que actuaban con creciente fuerza al interior de las escuelas: la fecsm y el sterm.
15
Revista para las Escuelas Regionales Campesinas, nm. 3, agosto de 1939, p. 13.
266
En las bases de 1939, Jos Santos Valds logr colar la promesa de una
futura adopcin del cdigo disciplinario en todas las escuelas, pero esto
no lleg a concretarse. Segn l, a partir de su propuesta de gobierno democrtico, Ignacio Mrquez y todo un grupo de compaeros lo utilizaron como
blanco de sus ataques (Bolaos, 1982: 81). Los mtodos disciplinarios y el
cdigo en especfico constituan un tema que generaba debates, en un ambiente difcil para las empobrecidas escuelas regionales campesinas, que
adems seran atacadas por las autoridades educativas que consideraban que
su funcionamiento era desastroso, como se ver a continuacin.
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Escuela Normal Rural El Camichn, en Zacoalco, Jalisco, 1940. Fuente: ahsep, Fototeca, 1940.
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3
ahsep, dgesic, 3986/30, Oficio del director de la escuela de Galeana, Nuevo Len, al jefe del deanr,
9 de enero de 1940; exp. 5193/6, Galeana, Nuevo Len, inspeccin ordinaria, 15 de mayo de 1941 e informes del director, 1941; ahsep, deanr, exp. 15-9-10-12, Ro Verde, San Luis Potos, Informes del director y
los maestros, 1940; ahsep, dgesic, exp. 3505/2, Aguililla, Michoacn, Informes del director, 1941.
4
Entrevista de Alicia Civera con la maestra Margarita Hernndez Franco, Tenera, Estado de Mxico, 21 de junio de 2001.
5
ahsep, dgesic, 3986/30, Oficio del director de la escuela de Galeana, Nuevo Lon, al jefe del deanr,
9 de enero de 1940.
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escolar, tambin los alumnos estaban autorizados a calificar su desempeo. Por ltimo, estaba tambin avalada la participacin del sindicato en
los cambios de personal de una escuela a otra. Ello poda ser una defensa
de los maestros como trabajadores, pero tambin una amenaza si se perteneca a grupos polticos antagnicos.
La fecsm se fortaleci al interior de las escuelas al canalizar el descontento de los alumnos, al enlazar el movimiento con otros estudiantes a travs
de la cjm a partir de 1939 organizacin en la cual el pcm tena fuerza,
y al reforzar la autoridad de las sociedades de alumnos en cada plantel,
aunque seguramente los vnculos de cada sociedad con la fecsm eran mucho
ms estrechos con los estudiantes de las escuelas grandes y mejor comunicadas, que con los de los planteles pequeos y apartados. Sin embargo, las demandas de los estudiantes para obtener mejores condiciones para las escuelas
e incrementar sus becas ante la subida de precios desde 1938, no fueron atendidas. En la Memoria de 1934-1940, las autoridades de la sep se vanagloriaban
de haber cumplido con el Plan Sexenal, porque en 1936 existan 23 escuelas
regionales campesinas (que haban fusionado a todas las escuelas centrales
agrcolas con las normales rurales), mientras que en 1939 existan 36, pero
en realidad, siete de ellas an eran tipo transicin (sep, 1941a: 119 y 121; sep,
1940b: 279).
La reduccin del presupuesto se daba en medio de un ambiente cada vez
ms hostil en contra de los maestros comunistas tanto fuera como dentro
de las escuelas. En mayo de 1940 haba sido despedido Manuel Mndez
Aguirre, director general de Educacin Primaria Urbana y Rural en los
Estados y Territorios, acusado de ineptitud y desobediencia. Este hecho
gener un gran descontento entre los maestros y significaba la creciente
tendencia a desplazar a los comunistas de los puestos importantes de la sep
(Raby, 1974: 96).
La sep daba cabida al sterm y a la fecsm en la definicin de las formas
de trabajo de las escuelas, respaldaba sus actividades y les daba una mayor
presencia en los consejos escolares. Sin embargo, los trabajos se desarrollaban sin recursos y maestros suficientes, lo cual foment, cada vez ms, el
descontento de los maestros y los estudiantes hacia la sep y el gobierno. En
ese contexto, las posiciones se polarizaban y no ayudaba, tampoco, el ambiente de cambio en el Ejecutivo Federal. Al parecer, los maestros se alinearon y apoyaron finalmente la campaa de Manuel vila Camacho, pero en
algunas regiones ello representaba el apoyo a la cnc y a la ctm y la renuncia
277
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16
ahsep, dgesic, exp. 5193/8, Salaices, Chihuahua, Inspeccin extraordinaria, 1940 y 1941.
Revista para las Escuelas Regionales Campesinas, nm 4, septiembre, 1939, p. 5.
278
Portada de la Revista para las Escuelas Regionales Campesinas, agosto de 1939, nm. 3. Fuente: ahsep-Subsecretara, c. 28/1-1939.
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2
Se estableci un Da del Mrito. Los alumnos con ms mritos presidiran las festividades y las
ceremonias, y el primer lugar recibira, de manos del director, pblicamente y con el ceremonial de
estilo, la bandera de la escuela.
3
ahsep, deanr, Escuela Regional Campesina, Tamatn, Tamaulipas, Reglamento Interior, exp.
969/10 sobre 23, febrero de 1934.
4
ahsep, dgen, Expedientes de alumnos, Tenera, Estado de Mxico, 3606/34 sobre 36, 16 de mayo
de 1935.
283
Hay que tener presente que la disciplina espontnea que persigue nuestro
sistema, debe ser inmediata consecuencia del grado de educacin alcanzado
por el individuo o por la comunidad. Determinndose la disciplina y manifestndose la educacin por medio de la conducta, y dependiendo sta
principalmente, de la apreciacin que se tenga de los fenmenos y cosas,
deben darse al alumno conceptos claros y proporcionarles situaciones lo
ms exactas posibles de sus obligaciones y responsabilidades. Determnese qu es y qu representa cuanto le rodean en su vida actual, y s, formlense grficas que sirvan para despertarle un amplio sentido de responsabilidad (Fabre, 1989: 48).
284
nos y cosas) como usted acertadamente dice, pero que al mismo tiempo deje
al alumno en libertad absoluta (anarquismo), lo que su psicologa le dice Qu
debemos hacer, pues, una vez organizado el Consejo y funcionado la Comunidad Escolar []? Cmo se procede en algunos casos?, Juzgando slo
aqullos que tienen suma gravedad o gravedad simplemente? Dejando a
los alumnos a su propia suerte, instaurando slo el Comit de Honor y
Justicia para que sea juez y polica judicial y crear un espritu de irresponsabilidad general por una responsabilidad limitada y restringida en un estrecho grupo? Esta posicin es, desde luego, muy cmoda. Nosotros, por el
contrario, decidimos intervenir como Consejo, como Comunidad Escolar.
Intervenir en forma tal que, por un lado, los alumnos conserven su propia
libertad dentro y fuera de la Escuela y que, al mismo tiempo, realizaran la
cantidad de actos necesarios para ajustar su deseo de estudiar, de alcanzar
el magisterio rural, por ejemplo, la finalidad de la Secretara de Educacin
Pblica (Fabre, 1989: 52-53).
Esta respuesta delata los problemas que tuvieron los intentos de organizar
las escuelas con una reglamentacin mnima, como se abogaba desde la
dcada anterior, para garantizar la libertad de los estudiantes. Se trataba
de un sistema que quera evitar mtodos artificiales para lograr que los
estudiantes se hicieran responsables de sus actos. Aunque en l se daba un
peso importante a la persuasin, hemos visto ya cmo en las escuelas se
hacan sesiones para juzgar a los estudiantes que cometan faltas graves.
La autoridad coercitiva externa, que tanto se criticaba, en un principio era
ejercida por el director, pero posteriormente por los maestros y los estudiantes que formaban parte del Consejo Tcnico y del Comit de Honor
y Justicia. Segn las palabras de Fabre, con el cdigo disciplinario se aceptaban las sanciones, pero no que los castigos se aplicaran de arriba abajo,
sino horizontalmente, por la propia comunidad escolar, fomentndose la
responsabilidad colectiva. Con el puntaje se mantena la libertad de los
estudiantes para tomar sus propias decisiones, pero teniendo como referente un reglamento que velaba por el bien de la comunidad de la que
emanaba. La responsabilidad individual que se procuraba en la dcada anterior, haba sido sustituida por un deber ser marcado por la comunidad.
El sistema de Galeana, segn sus defensores, no era rgido porque se
iba ajustando segn las circunstancias, y era un sistema vital que parta
de la realidad misma, a diferencia de la disciplina espontnea. Declara-
285
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Tambin el profesor Jos Tern Tovar marcaba como ideal una disciplina
funcional, donde cada quien hiciera lo que le corresponde por conciencia y
deseo de ser til a la colectividad, que cada quien fuera factor de progreso, de
trabajo en que todos furamos eminentemente morales sin que tuviramos
que escuchar la voz del jefe que nos dice a cada momento como [sic] debemos obrar. Segn l, en la escuela que diriga se tomaban en cuenta las
opiniones de maestros y alumnos, se planteaban los problemas y luego se
resolvan con base en las opiniones de todos.
Estas ideas son bastante representativas de lo que, en general, perseguan
la mayora de los directores y muchos de los maestros de las escuelas regionales campesinas, que daban un peso importante a la responsabilidad
y al trabajo en la formacin del carcter de los estudiantes, pero haba
diferencias significativas en trminos de los objetivos especficos: que los
5
Revista para las Escuelas Regionales Campesinas, nm. 4, septiembre de 1939, pp. 12-13.
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trabajo, el maestro, que se une a una de ellas, propone que stas se llamen
brigadas de choque. Los alumnos se unen con los nios de otros grupos, y
cuando en una ocasin se quiere cesar a un profesor, todos juntos reclaman.
Pero como no se toma en cuenta su demanda, se van a la huelga, que termina
con un final feliz, pues hasta el mismo director, que haba expulsado a dos
alumnos, les pide disculpas y les dice que tenan razn.
En este caso, la huelga es planteada como un arma legtima para defenderse del enemigo, pero entre los alumnos significa algo distinto. Los que
en un principio no estn de acuerdo con la mayora (uno porque era burgus
y no quera trabajar o quera que el trabajo fuera individual; otra que lloraba porque se hablaba en contra de la Iglesia, y otra a la que los nios no
queran porque era protestante) acaban por unirse a los dems sin necesidad
de represalias, segn el autor, sin presiones del maestro, sino cuando ellos
mismos llegan a dicha disposicin despus de razonar con ellos. Sin embargo, ese razonar significa una presin tremenda del grupo sobre los
nios inicialmente en desacuerdo. En el caso del nio burgus, el maestro
se hace de la vista gorda cuado otros nios le rien, aunque los convence
de que, si l no quiere trabajar, no le digan nada. A la que lloraba no le dice
nada directamente, pero a travs de preguntas, lanza a sus alumnos para
que stos argumenten por qu la Iglesia ha sido nefasta para la historia de
Mxico. El maestro manipula las situaciones para que la presin hacia los
nios disidentes sea ejercida por los compaeros y no por l directamente.
Segn el autor, no hay represalias, pero para el lector es evidente que lo que
se juega es el rechazo de los compaeros (Bustos, 1936).
Al igual que en esta novela infantil, tanto en las diversas versiones del
cdigo disciplinario como en las actividades promovidas por profesores
menos propensos a dar libertad a los estudiantes, haba un acuerdo en el
objetivo de fomentar en los alumnos la fraternidad, la cooperacin, el sentido de responsabilidad y de justicia, as como el hbito del trabajo, el espritu de superacin y el respeto a las reglamentaciones, en cuanto stas eran
resultado de la expresin de todos los actores involucrados. Pero, evidentemente, el mtodo de Bustos no poda ser aceptable para los profesores que
haban defendido la idea del internado como familia.
La discusin sobre la disciplina escolar obedeca, sobre todo, a posturas
frente a la teora pedaggica. El debate sobre el cdigo disciplinario de Galeana se centraba en lo frustrante y artificial que poda ser el sistema, y se
daba entre Ignacio Mrquez y Jos Santos Valds, ambos comunistas que
compartan el ideal de formar profesores que ms tarde se convertiran en
lderes que guiaran a los campesinos hacia la lucha por la igualdad social.
289
Revista para las Escuelas Regionales Campesinas, nm. 4, septiembre de 1939, pp. 11-12.
290
Revista para las Escuelas Regionales Campesinas, nm. 4, septiembre de 1939, p. 15.
291
del Consejo en 1937, los estudiantes proponan que se les dejara ir al cine
sin necesidad de pedir permiso. El director contestaba que no era posible,
pues ello iba en contra de los reglamentos. Enojado, un alumno pregunt
si ni siquiera al cine se les dejara ir, a lo que el director contest que slo
con permiso y de preferencia en compaa de algn maestro. Sabemos
que, poco tiempo despus, los estudiantes lograron su cometido. Este caso
trata de algo simple, pero el proceso sera similar en cuestiones ms
sustanciales para las escuelas, como veremos ms adelante.8
En segundo lugar, este cuestionamiento cobraba una magnitud mayor al
mero mbito escolar por la cada vez mayor intervencin de la fecsm y del
sterm al interior de las escuelas, por la presin de este segundo sobre la sep,
por el nexo de ambos con otras organizaciones campesinas, obreras o partidos, y por la creciente divisin entre los profesores y la inconformidad de
los estudiantes por las condiciones de sus escuelas.
Aunque el debate tuviese bases pedaggicas, lo cierto es que fue utilizado polticamente al situar el problema de las escuelas en el sistema
disciplinario y en la responsabilidad de los estudiantes y los profesores, y
no en las responsabilidades de la sep con las escuelas y de la Revolucin
con los campesinos.
ahsep, dgen, Expedientes de alumnos, Tenera, Estado de Mxico, exp. 3602/20, 2 de agosto de 1937.
293
A pesar de los numerosos problemas de las escuelas regionales campesinas, no parece que stas vivieran en una anarqua o un caos en trminos de
disciplina, como declaraban las autoridades de la sep. El desorden, como
veremos, se asociaba ms con la falta de recursos econmicos que con las
formas de organizacin interna del gobierno escolar y no era generalizado.
Las autoridades del deanr se quejaban de que en las escuelas no se seguan sus indicaciones. Dependiendo de los medios de comunicacin disponibles, las circulares de la sep, as como los informes de los directores,
podan retrasarse considerablemente por el deficiente sistema de correos,
mismo que, de hecho, las escuelas intentaban mejorar desde los aos veinte.
Las comunicaciones entre las oficinas de la sep y la escuela de Ro Verde,
San Luis Potos, podan tardar un mes, y en otros planteles menos comunicados el lapso poda ser mayor. Con poca posibilidad de inspeccionar con
frecuencia las escuelas por falta de personal y de recursos, y desplazados los
directores federales de Educacin como autoridad sobre los directores de
las regionales, el mal funcionamiento de los correos tambin poda utilizarse, por unos y otros, como argumento para hacer caso omiso de indicaciones
y peticiones, aunque los asuntos urgentes se tramitaban por telegrama, y si
los directores o los maestros no enviaban informes, eran sancionados con
multas que se descontaban directamente de la nmina.1
En ese contexto resultaba difcil para las autoridades de la sep saber si
sus indicaciones se seguan y qu tanto los informes eran fieles a la realidad
1
ahsep, deanr, exp. 15-9-10-12, Informes del director, febrero y mayo de 1940, y respuestas del jefe
del deanr, 8 de julio de 1940; ahsep, deanr, c. 3074, exp. 16-3-5-160, Personal, 1937; ahsep, dgesic,
exp. 5194/19, Visitas de inspeccin, junio de 1941.
294
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promiso de los maestros de guiar el trabajo de los estudiantes en cada actividad de la escuela.
Aunque existan vas de comunicacin entre los propios estudiantes por
medio de la fecsm y entre los maestros a travs de la Rama sindical, entre
la dictadura del director o el poder absoluto de los estudiantes, entre el
orden y la completa anarqua, hubo toda una gama de formas de organizar el gobierno escolar y, sobre todo, el trabajo de los diferentes comits y
de las cooperativas de alimentacin y produccin.
En varios planteles, como en los de Ro Verde, Ayotzinapa y Tenera, los
representantes de los comisarios ejidales o de las autoridades locales rara vez
acudan a las reuniones de Consejo, lo que no suceda, por ejemplo, en el de
Xochiapulco, Puebla, mientras que en el de Salaices, Chihuahua, el mdico
de la escuela ocup el lugar de la representacin de la comunidad.5
En la escuela de Ro Verde, el Consejo Administrativo estaba formado
por siete maestros y cinco alumnos; en cambio, en las reuniones del Consejo del plantel de Tenera en 1940, participaban slo cinco maestros y
siete estudiantes. Con mayora, los estudiantes del Consejo eran quienes
tomaban las decisiones, por lo menos en relacin con aspectos disciplinarios.
Sin embargo, tanto el director como los maestros tenan una importante
autoridad moral sobre los estudiantes, quienes muchas veces, a pesar de
proponer sanciones menos severas para sus compaeros que cometieran
faltas, a la hora de votar lo hacan por las propuestas de sus profesores, como
aos atrs. Adems, en las reuniones de Consejo participaba un representante del sterm, quien, en caso de que se juzgara a un profesor, participaba
con voz pero sin voto para observar que los derechos de los profesores no
fuesen afectados.6
En 1939, en la escuela de Ayotzinapa el Consejo Tcnico Administrativo
estaba conformado por representantes de los maestros (no necesariamente
los jefes de cada sector, como marcaba la reglamentacin) y por estudiantes
representantes de cada ao escolar, ms el representante de la Sociedad de
Alumnos y la de la Liga Femenil. El Consejo se renovaba cada semestre y se
5
ahsep, dgen, Expedientes de alumnos, Tenera, Estado de Mxico, y Ayotzinapa, Guerrero; ahsep,
dgesic, 3984/21, Informes del director, Xochiapulco, Puebla, 1941; sep, dgesic, Inspeccin extraordinaria, Salaices, Chihuahua, 5193/8.
6
Archivo de la escuela de Tenera, Estado de Mxico, Carta del director de Tenera al responsable
sindical en la escuela, 11 de julio de 1939, y Acta del Consejo, 26 de abril de 1939; ahsep, dgen, Expedientes de alumnos, Tenera, Estado de Mxico, 1940, por ejemplo, exp. 3606/7 del 2 de septiembre
de 1940, y 3588/60 del 18 de marzo de 1940.
296
reuna cada 15 das los domingos y en das hbiles por las tardes. La Sociedad de Alumnos (no un Comit de Honor y Justicia) o el director se hacan
cargo de la disciplina y podan amonestar a los estudiantes. Slo si los casos
eran graves llegaban al Consejo, pero nicamente si la Sociedad los presentaba como tales y extenda ella misma la acusacin. Igual que en Tenera,
cada caso se averiguaba con cuidado, se pedan testimonios y se votaba. En
ms de un acta, se sealaba especficamente que hasta el representante de
la sociedad de alumnos estuvo de acuerdo. Como eran menos los integrantes del Consejo de esta escuela que los de la de Tenera, las reuniones eran
ms dinmicas. Por otro lado, los estudiantes, y sobre todo el representante
de la Sociedad de Alumnos, o sea, el representante de la fecsm, tenan una
participacin mucho ms activa y decidida en comparacin con sus compaeros de Tenera. Todas las resoluciones del Consejo no slo las referidas a disciplina se sometan a juicio de la Asamblea General de Alumnos.
En un caso, la Asamblea no estuvo de acuerdo con la expulsin de un
estudiante que haba golpeado a otro con un instrumento de trabajo. Como
en el Consejo no se haba hecho declarar al estudiante acusado porque la
Sociedad de Alumnos haba declarado que el alumno estaba confeso y
convicto, la Asamblea hizo que ste se presentara para defenderse, recogi ms testimonios y decidi que tanto el acusado como la vctima deban
ser sancionados, pero no tan severamente. El caso volvi a discutirse en
el Consejo. Por falta de pruebas, ste decidi no acusar a la vctima y
mantener la sancin sobre el acusado. Resolvi tambin llamar la atencin
a los estudiantes que tenan quejas de su compaero inculpado, por no
haberlo reportado en su momento a la Sociedad de Alumnos. Emitieron el
fallo, pero anotaron en el acta que como seguramente la Asamblea no estara de acuerdo, la decisin al final sera del jefe del deanr. ste y otros casos
muestran que los alumnos podan apelar al deanr si consideraban que se
cometa una injusticia en contra de ellos; sin embargo, era mayor el poder
del Consejo que el de la Asamblea General.
El Consejo Tcnico Administrativo de Ayotzinapa tena atribuciones
ejecutivas. Todos sus integrantes participaban en la toma de decisiones. En
cada reunin se lean las circulares que el jefe del deanr enviaba al director
y se discutan y decidan las formas de organizar las actividades que se les
peda, o las que proponan estudiantes o maestros. Para realizar las actividades, como, por ejemplo, apoyar el trabajo social del municipio de Tixtla,
proponer el cdigo disciplinario u organizar las fiestas del 20 de noviem-
297
298
Parcela escolar de una escuela rural de Aguascalientes, 1944. Fuente: Miano, 1945, p. 222.
299
calientes, o Hecelchakn, Campeche (en donde, segn un inspector, el gobierno era de libertad pero no de autogobierno).11
De todos modos, se intentaba que la reparticin de trabajos fuera justa.
En el plantel de Ayotzinapa, por ejemplo, a raz de la queja de un estudiante,
el director tuvo que explicar al jefe del deanr el sistema para decidir qu
estudiantes se quedaran de guardia durante el periodo vacacional. Primero
se anotaron 21 voluntarios, pero hacan falta 40 para atender los trabajos
agropecuarios, as es que se pregunt a la totalidad de los alumnos si estaban
de acuerdo en hacer un sorteo. Salvo a dos que no estuvieron de acuerdo, a
todos los dems se les incluy en la lista, y se hizo la reparticin al azar.12 La
sep orden que se tuviera una ficha de control de las actividades de cada
alumno. Por lo menos en las escuelas de Ayotzinapa y Tenera, s se llevaba
esta ficha, en la que se anotaban las comisiones, as como las faltas y los
puntos que se les restaban a los alumnos por ellas. En 1939, para evitar que
se descuidara la limpieza de los edificios, el cuidado de las granjas y los
jardines y la conservacin de los edificios, el deanr orden que todas las
actividades respectivas se contabilizaran como parte del trabajo de los alumnos en las cooperativas nicas, y no slo el trabajo agrcola, para fomentar
el espritu de ser til a la comunidad (sep, 1940a: 23).13
El cumplimiento de las comisiones en cada escuela era vigilado por los
propios estudiantes a travs de la Sociedad de Alumnos, los comits de
Honor y Justicia o de Disciplina y Buen Gobierno, o el Comit de Trabajo,
as como por los profesores que asesoraban los comits o que tenan que
estar de guardia. Ellos se encargaban de que las comisiones fueran cumplidas, por medio de indicaciones directas o a partir de reportes en donde se
aplic el cdigo disciplinario. Es difcil saber en qu medida, como deca
Fabre, los comits y los consejos en algunas escuelas actuaban como polica
judicial de los directores.
En Ayotzinapa, segn el director, la escuela mantena la organizacin que
le haba dado Isidro Burgos. En un pizarrn se anotaban las comisiones que
deban cubrir los alumnos; la distribucin se haca por grupos, por semana.
Ellos vean el pizarrn y se iban a trabajar. Como el trabajo era colectivo, si
ahsep, deanr, exp. 15-9-10-10, Informes del director, Huetamo, Michoacn, 1941; ahsep, dgesic,
5214/81, Informes del director, Caada Honda, Aguascalientes, 13 de febrero de 1941; 5197/2, Visitas
de inspeccin, Hecelchakn, Campeche, enero de 1941.
12
ahsep, dgen, Expedientes de alumnos, Ayotzinapa, Guerrero, 3556/43, Oficio del encargado de
la direccin de Ayotzinapa al subjefe del deanr, 20 de diciembre de 1940.
13
ahsep, dgen, Expedientes de alumnos, Ayotzinapa, Guerrero, y Tenera, Estado de Mxico.
11
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302
comisionaba a un alumno para recibir la ropa sucia, entregarla a la lavandera y contarla al recibirla y entregarla.18
En el plantel de Ayotzinapa, segn el director, se daba una loza a cada alumno y se le recoga al iniciar las vacaciones. Los alumnos, dirigidos por la ecnoma, elaboraban los menes, hacan las compras, llevaban las cuentas del almacn, vigilaban el servicio de mesas y rendan informes a la Asamblea General.
Los alumnos comisionados como meseros vigilaban que la loza estuviera completa, y se saba enseguida si algo faltaba. De hecho, el director se senta orgulloso de que l no manejaba nada de dinero y slo vigilaba, autorizaba, recomendaba y firmaba. Los recursos eran manejados por las comisiones,
compuestas siempre por estudiantes y maestros (Crdenas, 1965: 51 y 111).
En la escuela de Soltepec, Tlaxcala, aunque el director explicaba que el
gobierno escolar era un organismo respetable, que los alumnos tenan una
actitud favorable hacia los trabajos de la escuela y que los maestros orientaban a los comits, cuyos trabajos eran vigilados de cerca, la ecnoma afirmaba que ella sola se encargaba de la cooperativa de alimentacin porque
el comit de alumnos que haba anteriormente trabajaba muy mal y el Consejo haba decidido nombrar otro, pero ella no tena conocimiento de si ya
haban sido nombrados los alumnos o no, lo cual indica no slo poca organizacin sino tambin un problema de comunicacin.19
A pesar de este tipo de desrdenes, en los informes y en las actas de
consejo no se percibe una situacin anrquica tan generalizada como
planteaba el deanr, por lo menos en trminos de la disciplina y el trabajo,
y, en todo caso, los desrdenes se relacionaban menos con el tipo de gobierno y ms con el grado de compromiso de los maestros, sobre todo de los
directores, as como con las condiciones econmicas en las escuelas.
Por la informacin disponible se puede apreciar que el grado de participacin de los estudiantes en la toma de decisiones era muy variable, pero, al
parecer, los directores lograban mantener su autoridad moral. Slo en las
escuelas de Matas Ramos, Zacatecas, y Oaxtepec, Morelos, los directores se
quejaban de que los alumnos tenan el gobierno de la escuela en sus manos,
o de que los alumnos pensaban que los maestros estaban a sus rdenes.20
ahsep, deanr, exp. 15-9-10-12, Informes del director, Ro Verde, San Luis Potos, 15 de febrero
de 1940, y de la ecnoma, noviembre, 1940.
19
sep, deanr, exp. 15-9-10-16, Informes del director y de la ecnoma, Soltepec, Tlaxcala, enero
de 1941.
20
ahsep, dgesic, exp. 5195/5, Informes del director, Oaxtepec, Morelos, 1941; sep, deanr, Informes
del director, Matas Ramos, Zacatecas, 1941.
18
303
A la hora de la comida en
Uayalceh, Yucatn, 1942.
Fuente: ahsep, dgesic, c.
3509, exp. 1, 1942.
Sin embargo, los alumnos que estudiaron en las escuelas regionales campesinas a finales de los aos treinta gozaron de una mayor libertad que los que
lo hicieron en generaciones anteriores. La insistencia del director de la escuela de Soltepec en sus informes de 1940 y 1941 en el sentido de que se haban
establecido la hora de levante, el toque de silencio, los pases de lista y las formaciones para ingresar al comedor, indica que estas rutinas, por lo menos en
dicha escuela, se haban flexibilizado, as como las horas lmite para que los
alumnos regresaran al plantel despus de asistir a un baile o al cine los sbados,
o de pasear o visitar sus casas los domingos.21 Por otro lado, por la falta de
personal o por su poco compromiso, los estudiantes podan evadir la vigilancia con ms facilidad. Un alumno del plantel de Soltepec recuerda que
con un chiflido se daba aviso de los horarios, pero en otras escuelas se mantena la campana o la corneta (Hernndez, 2004).
El grado de libertad, sin embargo, tena lmites. En la escuela de Tenera,
el robo a escala pequea, por ejemplo, no era castigado en forma severa, pero
s, en cambio, no presentarse a los pases de lista, o las rias con armas. La
falta de cumplimiento de comisiones o las faltas de respeto a los profesores o
encargados de las comisiones, se contabilizaban y se les daba un peso fuerte
a la hora de decidir la sancin al alumno que cometiera alguna falta considerada mayor. Una borrachera o un altercado fuera de la escuela eran sancionados con firmeza, puesto que las regionales campesinas deban cuidar su
reputacin en las comunidades, y ms an en esos aos ante los ataques de
los sinarquistas y las crecientes crticas hacia los comunistas, que cambiaban
21
sep, deanr, exp. 5193/2, Informes del director, Soltepec, Tlaxcala, 1941.
304
Dormitorio de la Escuela
Regional Campesina de
Tamatn, Tamaulipas,
1941. Fuente: ahsep, dgesic, c. 5205, exp. 5, 1941.
el himno nacional por La Internacional y la bandera mexicana por una rojinegra. Al igual que en Ro Verde, tampoco poda permitirse un comportamiento inmoral entre hombres y mujeres, fueran maestros o estudiantes,
dentro y fuera del plantel. Si bien los hombres podan salir del plantel solos,
las mujeres tenan que ir siempre acompaadas de la ecnoma o de alguna
maestra.22 En Tenera, parte del sbado y del domingo eran das de descanso. Muchos de los alumnos salan de paseo, pero las estudiantes slo podan
hacerlo algunos domingos, pues los sbados se dedicaban al lavado de la
ropa y, a diferencia de los muchachos, deban salir bajo el cuidado de una
maestra, lo cual no siempre era posible (por falta de personal).23 Segn el
testimonio de una alumna, las muchachas, poco numerosas, mantuvieron
un crculo ntimo de amistad independiente al de los hombres en su dormitorio, en las actividades domsticas, en esas horas en que se quedaban en la
escuela medio vaca los fines de semana y en la Liga Femenil. Incluso en sus
recuerdos sobre la escuela casi siempre hablan de nosotras.24 Ellas usaban
sus escasos tiempos libres para estudiar y, sobre todo, para los deportes,
mismos que tendran un peso fundamental en su formacin y en su proyecto futuro de trabajo. Jugaban entre ellas, pero de preferencia con los muchachos, mujeres contra hombres o en equipos mixtos, sobre todo al basquetbol,
22
ahsep, deanr, exp. 15-9-10-12, Informes del director y de los maestros, Ro Verde, San Luis Potos, 1940.
23
ahsep, dgesic, 5195/4, Informes del director, Tenera, Estado de Mxico, 1941, y dgen 2802/3,
Informes del director y de los maestros, Tenera, Estado de Mxico, 1941.
24
Entrevista de Alicia Civera con la maestra Margarita Hernndez Franco, 21 de junio de 2001,
Tenera, Estado de Mxico.
305
Exhibicin de gimnasia,
Escuela Normal Rural de
Cerro Hueco, Chiapas, 1933.
Fuente: Hernndez, 2004,
p. 205.
con uniformes diseados por ellas mismas, que consistan en faldas short
abajo de la rodilla. Ah s, los hombres y las mujeres encontraban un espacio
de convivencia ms o menos igualitario (por lo menos en trminos de contacto, incluso fsico).25
Las ecnomas tambin se encargaban de vigilar que las alumnas no
salieran de su dormitorio en las noches y que en sus tiempos libres mantuvieran una relacin de respeto con sus compaeros. Al igual que aos
atrs, se trataba de evitar los noviazgos y los rumores o juegos que pudieran poner en duda la honorabilidad de las muchachas.26 Por lo menos en
Tenera, los mismos estudiantes tenan reglas no escritas para preservar un
comportamiento moral Un alumno de dicha escuela relat:
Durante el ao de 1940 se form en Tenera una costumbre que daba pavor
a las muchachas al acercarse el da de su santo. Eran felicitadas pblicamente en una forma muy especial. A la hora del desayuno, cuando estaban reunidos en el comedor todos los alumnos, hombres y mujeres, se pona en
pie un comensal y despus de hacer que se guardara silencio, deca:
25
ahsep-dgesic, Inspeccin especial, Tenera, Estado de Mxico, exp. 5194/16,1941; ahsep-dgesic,
5195/4, Informes del director, Tenera, Estado de Mxico, 1941, y dgen, 2802/3, Informes del director
y de los maestros, Tenera, Estado de Mxico, 1941; Revista Impulso Juvenil, 30 de junio de 1935; Entrevista de Alicia Civera con la maestra Margarita Hernndez Franco, 21 de junio de 2001, Tenera, Estado
de Mxico.
26
Vase tambin ahsep, dgen, Expedientes de alumnos, Ayotzinapa, Guerrero, exps. 3556/70,
3556/43, 3556/54, 3555/79, 3557/42, 3560/81, 3561/50 y 3617/23.
306
Camaradas, por celebrarse hoy el onomstico de nuestra querida compaera Alicia Nuez, ruego al compaero Luis Barbosa que la felicite en
nuestro nombre.
Un murmullo reciba las frases del elocutor. El interpelado, que haba
sido el primer novio conocido de la festejada, se pona a su vez de pie y
contestaba:
Como a mi [sic] ya no me corresponde tal honor, cedo galantemente la
palabra al compaero Rosendo Santacruz para que l haga la felicitacin.
Los murmullos crecan. Rosendo haba sido el segundo novio de Alicia.
Santacruz ceda pblicamente la oportunidad de hablar al tercer novio,
ste al cuarto y as llegaban hasta el que gozaba en el momento del cario
de la muchacha. El ltimo no tena otra taxativa que, rojo de vergenza y
en medio de risas y cuchufletas, barbotar unas cuantas palabras dizque
de parabienes y buenos deseos. La beneficiaria ya no las alcanzaba a oir
[sic]. Su decoro la haba obligado a abandonar el saln, llorosa y avergonzada.
Dicho sea en descargo de la conciencia de las alumnas, jams llegaba el
desfile ms all de los cinco o seis participantes.
Nadie escapaba a dicha costumbre [].Un saludable y no premeditado espritu moralizante era el mvil generador de este hecho. Tenda a
contener los afanes amorosos de las muchachas novieras. Y muchas de
verdad se contenan, sabiendo lo que les esperaba en caso de desbocarse
[].27
Las reglas informales de los estudiantes podan ser ms duras que los juicios
en los consejos. Este tipo de presin, como veremos ms adelante, se ejerca
entre los alumnos por otros motivos que amenazaban a la comunidad escolar. En los casos de noviazgo, las sanciones que se proponan en el Consejo
de la escuela de Tenera solan ser ms severas con las mujeres que con los
hombres; no obstante, las maestras y las representantes del sector femenil a
veces lograban convencer a sus compaeros de que a faltas iguales deban
establecerse castigos iguales.28
27
La cita corresponde a una novela autobiogrfica, Ecos de internado, que escribi el ex alumno Jos
Vizacno. Varios fragmentos fueron publicados en una antologa de Martnez (1999: 46).
28
ahsep, dgen, Expedientes de alumnos, Tenera, Estado de Mxico, exps. 3592/9, 3602/20, 3612/23,
3608/7, 3596/52, 3581/11, 3606/7, 3589/80, 3588/60, 3596/61, 3581/73 y 3608/73.
307
Alumnas trabajando en la
Escuela Regional Campesina de El Camichn, Jalisco,
1943. Fuente: ahsep, Fototeca, 1943.
308
309
310
311
312
como los de Galeana, Nuevo Len; Jalisco, Nayarit, y Hecelchakn, Campeche, al estar ubicados los planteles en zonas agrcolas pobres, no se les poda
pedir mejores rendimientos y ms bien haban orientado sus actividades
hacia los talleres y las industrias (sep, 1940a: 319-320). Sin embargo, pedan
a los directores y los maestros un mayor compromiso para que el trabajo
agropecuario fuese no slo una enseanza, sino tambin un medio para
lograr la mayor productividad posible. Aunque con excepciones, la enseanza agrcola en las regionales an dejaba mucho que desear, as como el
mismo cooperativismo.
En Flores Magn, Chihuahua, los trabajos agrcolas de la Cooperativa
nica 13 de Septiembre no haban sido exitosos, segn un inspector, por
factores ambientales y falta de utensilios agrcolas, pero tambin haba descuido en las cuentas, as como en las de la cooperativa de alimentacin. Estando la ecnoma de licencia, el Consejo de Administracin estaba integrado
por alumnos que eran asesorados por el director. El inspector deca que stos
manejaban los fondos de las becas a su libre albedro, realizando compras y
ventas sin que interviniera el almacenista. De hecho, solicit que se fincaran
responsabilidades al director interino, que deba dinero a la cooperativa.38
Pero no podemos decir que dicha situacin fuera generalizada. En Galeana, aunque la productividad era mala, las cuentas se llevaban ms o
menos en orden, al igual que en Ro Verde, en donde se haban registrado
ganancias en la cooperativa, a la cual los alumnos dedicaban cuatro horas
diarias. La presin de la sep no se diriga slo a tener las cuentas en orden.
A la directora de la escuela de Soltepec, Tlaxcala, se le amenaz con fincarle responsabilidades cuando inform que se haba perdido la cosecha de las
pocas tierras de temporal que se haban sembrado. El profesor Mario Aguilera, jefe del deanr, le deca que los malos resultados en parte podan entenderse por la falta de maquinaria y porque las tierras eran de temporal,
pero que, por las mismas razones, ella estaba obligada a desarrollar un
mayor esfuerzo de superacin, pues con labores defectuosas se incurra en
responsabilidades de orden tcnico, que obligan a cubrir las prdidas que
se tengan.39
Hecelchakn, Campeche; San Antonio de la Cal, Oaxaca; Xochiapulco, Puebla; Tenera, Estado de
Mxico; Jalisco, Nayarit, Champusco, Puebla; Sodzil, Campeche, y Los Fresnos, Nayarit. Estas ltimas,
seguramente, eran escuelas elementales agrcolas.
38
ahsep, dgen, exp. 5193/7, Inspeccin ordinaria, Flores Magn, Chihuahua, noviembre de 1940.
39
ahsep, deanr, exp. 15-9-10-16, Informe de la directora, 6 de noviembre de 1940, y respuesta del
jefe del deanr; ahsep, deanr, exp. 15-9-10-12, Informes del director y de los maestros, Ro Verde, San
313
314
Vase tambin ahsep, dgen, Expedientes de alumnos, Ayotzinapa, Guerrero, exp. 3577/93.
ahsep, dgesic, 5198/3, La Secretara particular pide un informe sobre el funcionamiento de las
enr, firmado por Luis H. Monroy, 24 de marzo de 1942.
44
Vase, por ejemplo, ahsep, dgen, Expedientes de alumnos, Tenera, Estado de Mxico, exp.
3596/44.
45
ahsep, dgen, Expedientes de alumnos, Tenera, Estado de Mxico, exps. 3592/9, 3602/20, 3612/23,
3608/7, 3596/52, 3581/11, 3606/7, 3589/80, 3588/60, 3596/61, 3581/73 y 3608/73. ahsep, dgen, Expedientes de alumnos, Ayotzinapa, Guerrero, exps. 3556/70, 3556/43, 3556/54, 3555/79, 3557/42, 3560/81,
3561/50 y 3617/23.
42
43
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La traicin de la Revolucin
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La traicin de la Revolucin
323
escuelas que ni se conocan, en los aos siguientes utiliz los conflictos para
atacar la educacin socialista y a los comunistas en la secretara.
No todos los estudiantes fueron igual de entusiastas con el movimiento.
Ese mismo ao, el director del plantel de Ayotzinapa negaba el ingreso de
varios alumnos que pedan su cambio desde la escuela de Oaxtepec, Morelos, porque haban sido esquiroles durante el movimiento.12 Pero todas las
escuelas fueron cerradas durante 11 das, por lo menos.
La fecsm relata en su historia que la huelga de 1940 fue exitosa y que
Fausto Molina Betancourt, director de Educacin Federal en Puebla, mand
a las tropas a someter a los alumnos. Como los soldados no consiguieron
doblegar la rebelda de los muchachos, entonces a punta de balloneta hicieron que hombres y mujeres abandonaran la escuela. Los campesinos de la
regin, ante este atentado, se convirtieron en protectores de los muchachos
y durante una semana les estuvieron enviando alimentos (Caldern, 1982:
33).13 Igualmente consigna que en Morelia los lderes fueron perseguidos
ferozmente por la polica, encabezada por el director general, quienes encarcelaron a maestros y estudiantes.14 Segn lo que escribi Santos Valds
y las denuncias del sterm en El Popular, esa informacin no es exacta. La
prensa acus a los estudiantes de amenazar de muerte a Fausto Molina Betancourt, pero ste declar al da siguiente que eso no era cierto. En Morelos,
el gobernador y el director federal enviaron a la polica, que espos a los
dirigentes del comit de huelga y a algunos los tir por Chilpancingo y
Acapulco, mientras que a algunos empleados les dieron 24 horas para abandonar el estado. El sterm report la presencia de autoridades de la sep reforzadas por la polica o el ejrcito en Azcapotzalco, Distrito Federal; Champusco, Puebla, y Tenera, Estado de Mxico (Santos, 1989, t. iv: 19).15
Aunque los hechos fuesen distintos a lo que se registra en la memoria de la
fecsm, el significado era el mismo: la Revolucin y el gobierno les haban
fallado. Si aos atrs el ejrcito entraba a las escuelas para defender a los
estudiantes y a los maestros de los cristeros, los cedillistas y los sinarquistas,
ahora entraba la polica o el ejrcito para reprimirlos.
12
sep, dgen, Expedientes de alumnos, Ayotzinapa, Guerrero, exp. 3564/63, Carta del director de
Ayotzinapa al secretario de la Sociedad de Alumnos de Oaxtepec, Morelos, 23 de agosto de 1940.
13
Breve historia de la fecsm, pp. 21-22.
14
Trayectoria histrica y poltica de la fecsm, folleto, Tenera, Estado de Mxico, s.a. (mimeografiado), p. 4.
15
El Popular, 1 de agosto de 1940.
324
La huelga, en realidad, no fue exitosa, aunque en el momento as lo percibieron los estudiantes. La sep prometi algo que evidentemente no cumplira cuando faltaban tres meses para el cambio de la banda presidencial.
En la Memoria de 1940, el jefe del deanr registraba que todas las inquietudes de los estudiantes se haban atendido, pues se haban invertido en el ao
2972,248.42 pesos en personal y maquinaria, lo cual significaba 4.03% del
presupuesto del departamento (sep, 1940b: 10). El incremento del presupuesto fue mnimo en comparacin con las necesidades de las escuelas. En
sus informes a finales de 1940 y de 1941, los maestros y los directores intensificaron sus protestas. Argumentaban que al ampliarse el ciclo normal, las
condiciones de trabajo haban empeorado. Un ao ms de estudios implicaba un mayor nmero de maestros, becas para los estudiantes durante un ao, laboratorios para las materias de fsica y qumica recin incorporadas, libros que apoyaran el trabajo de las nuevas materias y un
incremento en utensilios y muebles para el internado (camas, vajillas,
etctera). Nada de esto fue cubierto, salvo las becas, que se entregaban
tarde y sin el prometido incremento.
La forma en que muchos maestros y directores se quejaban en sus informes responda a una consigna: la posicin del sterm planteada por Santos
Valds; pero otros directores, maestros e inspectores o visitadores especiales,
incluso del frmm, principal antagonista de la Rama, tambin manifestaron
la difcil situacin de las escuelas.16
La sep no otorg ms recursos, pero abri tres nuevas escuelas, en La Esperanza, Sinaloa; Valsequillo, Puebla, y Azcapotzalco, Distrito Federal. Esta
ltima, evidentemente, era una concesin a la Rama y a la fecsm. Los lderes
de la Federacin podran operar desde la ciudad de Mxico y estrechar sus
relaciones con otras organizaciones estudiantiles y polticas. En 1940 haba 35
escuelas, incluyendo las de nueva creacin (sep, 1941a: 119-121).17
16
ahsep, dgen, Informes de los directores, 1941, exps. 3505/2, Aguililla, Michoacn; 3/15-9-10-3,
Caada Honda, Aguascalientes; 5195/5, Soltepec, Tlaxcala; 5195/6, Atzcapotzalco, Distrito Federal;
5196/11, Huetamo, Michoacn; 5195/12, Xochiapulco, Puebla; ahsep, dgesic, Informes de los directores, 1941, exps. 5195/4, Tenera, Estado de Mxico; 5195/4 y 3509/5, Ozuluama, Veracruz; 5195/51,
Oaxtepec, Morelos; 3509/1, Uayalceh, Yucatn; 3509/9, El Mexe, Hidalgo; 5187/4, Galeana, Nuevo Len;
ahsep, dgesic, Visitas de inspeccin, 1941, exps. 5197/2, Hecelchakn, Campeche; 5193/9, El Camichn,
Jalisco; 5193/11, Bimbaletes, Zacatecas; 5197/4, Tamatn, Tamaulipas y Galeana, Nuevo Len; ahsep,
dgesic, exp. 5197/1, Ayotzinapa, Guerrero, problemas con los alumnos.
17
ahsep, dgesic, exp. 5195/6, Informes del director, Atzcapotzalco, Distrito Federal, 1941; ahsep,
dgen, Expedientes de Alumnos, Tenera, Estado de Mxico, exp. 3593/13.
La traicin de la Revolucin
325
Desde su campaa, Manuel vila Camacho haba manifestado su intencin de moderar las polticas cardenistas, entre ellas la educacin socialista.
En la Ley Reglamentaria del Artculo Tercero aprobada a finales de 1939, se
moder el discurso socialista y los diputados eliminaron los trminos socialista y desfanatizante, y si bien se mantuvo el carcter coeducativo de
la educacin impartida por el Estado, se agreg la aclaracin de que sera
as siempre y cuando las instalaciones higinicas escolares lo permitieran
(Medina, 1978: 346-351).
A pesar de la intencin de moderar la poltica educativa, el presidente
tena que mediar entre los grupos de derecha y de izquierda, lo cual se reflejara en su gabinete. Como secretario de Educacin fue nombrado Luis
Snchez Pontn, un licenciado que apoyaba la educacin socialista y que
formaba parte del ala izquierda del gobierno. Sin embargo, muy pronto sera
acusado, por varios frentes, de apoyar a los comunistas (Greaves, 2001;
Medina, 1978: 145).18
El sterm estaba en franca descomposicin, no slo por la formacin del
snate y la aparicin de grupos de maestros anticomunistas, sino tambin
por el fortalecimiento del frmm, patrocinado por la cnc. Esta agrupacin
amenaz el poder de la Rama Nacional de Educacin Superior Campesina,
la cual, intentando fortalecerse, organiz una convencin a finales de 1940
para discutir asuntos educativos, sindicales y de la divisin ideolgica del
magisterio. Un mes despus se organiz un segundo congreso en el que se
expuls a miembros del sterm, se acus de reaccionarios a los miembros
del Frente y se decidi presionar por la federalizacin de la enseanza y la
coordinacin de los servicios en los estados mediante consejos que reuniran
a la representacin de la sep, el gobierno estatal y la seccin correspondiente del sterm. En el nivel nacional, proponan un Consejo General de Educacin integrado por el gobierno federal, los estatales y el sterm. La intencin era institucionalizar la participacin del sindicato en la poltica
educativa, pero el intento no prosper por la hostilidad oficial (Medina, 1978:
353-354; Arteaga, 1994a).19
En el Primer Congreso Nacional de Educacin Normal y Mejoramiento
Profesional de los Trabajadores de la Enseanza, realizado entre el 13 y el
18 de enero de 1941, se hizo nfasis en la obligatoriedad del Estado de elevar
El Popular, 19 enero de 1941.
El Nacional, 4 y 6 de diciembre de 1940; El Popular, 1 y 18 de noviembre y 5, 6 10 y 16 de diciembre de 1940.
18
19
326
La traicin de la Revolucin
327
Cuadro 7
Escuelas normales rurales y alumnos por sexo, 1941
Nm. de
orden
Escuela
Hombres Mujeres
Total
El Mexe, Hgo.
182
68
250
Tenera, Mx.
143
69
212
Ayotzinapa, Gro.
86
33
119
Azcapotzalco, df
190
110
300
Bimbaletes, Zac.
134
60
194
Salaices, Chih.
50
29
79
Soltepec, Tlax.
82
37
119
Comitancillo, Oax.
180
32
212
Camichn, Jal.
81
21
102
10
Huetamo, Mich.
11
Jalisco, Nay.
36
25
61
122
58
180
12
84
86
13
Oaxtepec, Mor.
71
23
94
14
Ozuluama, Ver.
67
71
15
126
64
190
16
88
28
116
17
Xochiapulco, Pue.
78
29
107
18
Amuzgos, Oax.
21
23
19
Aguililla, Mich.
30
38
20
23
15
38
21
32
12
44
22
Huajintepec, Gro.
23
24
Uayalceh, Yuc.
25
26
30
15
45
125
36
161
85
10
95
Galeana, nl
125
41
166
San Ignacio, bc
130
31
161
2 401
862
3 263
TOTAL
Fuente: sep, 1941, p. 154.
328
La traicin de la Revolucin
329
Estudiantes de la Escuela
Normal Rural de Putla,
Oaxaca, 1941. Fuente:
ahsep, dgesic, c. 3509,
exp. 2, 1941.
330
ahsep, dgesic, exp. 5214/81, Informes del director, Caada Honda, Aguascalientes; ahsep, deanr,
exp. 15-9-10-11, Informes del director, Matas Ramos, Zacatecas, 1941.
25
ahsep, dgen, exp. 5205/3, Informes del director, Tamatn, Tamaulipas, 1941, Oficio del director
de Tamatn dirigido al subsecretario de Educacin Pblica, 19 de marzo de 1941.
24
La traicin de la Revolucin
331
332
La traicin de la Revolucin
333
del nuevo rgimen, pero la mayora, como Jess Castro, se adheran al gobierno, aunque le recordaban su misin educativa y revolucionaria, y para ello
argumentaban y justificaban sus posiciones con estudios sustanciosos, a los
que aadan la presin de autoridades y grupos polticos y sociales.
Los casos de Tamatn y Tenera no fueron excepcionales. La presin que
ejercieron los maestros y los estudiantes, a veces apoyados por las autoridades locales y los vecinos, logr que algunas escuelas siguieran siendo normales rurales y no prcticas agrcolas, y que se cerraran o fusionaran escuelas que tenan condiciones psimas, como las de Guerrero, que finalmente
quedaran fusionadas en la de Ayotzinapa.
Discursivamente se justificaba la desaparicin de las regionales campesinas con el argumento de que la vinculacin de la formacin de maestros
rurales con la formacin de peritos agrcolas haba demostrado ser demasiado compleja, pero tambin lo que se buscaba era aislar la fuerza de la
Rama, que, como se ha mencionado, era una de las secciones ms radicales
del sterm.
En mayo de 1941, los peridicos hicieron alarde de que en la escuela de
Ayotzinapa se haba quemado la ensea nacional. Los estudiantes se fueron
a la huelga, que termin con la intervencin del ejrcito. La prensa nacional,
que casi nunca se haba ocupado de las escuelas regionales campesinas,
aprovech el conflicto para criticar la educacin socialista, y un grupo de
diputados atac a Luis Snchez Pontn, secretario de Educacin Pblica,
de ser comunista. Debilitado, el secretario tuvo que presentar su renuncia.
Su sucesor, Octavio Vjar Vzquez, tom medidas drsticas, aliado a la
derecha: hizo una limpia de comunistas en la sep para, por un lado, cambiar
la educacin socialista por una escuela del amor que elevara la espiritualidad
e implicara una reconstruccin moral, y, por el otro, unificar al magisterio
en un sindicato nacional. En vez de modificar el Artculo Tercero, en 1942
emiti la Ley Orgnica de Educacin Pblica, que matizaba el carcter
socialista de la educacin y, sobre todo, la intencin de que la escuela fuese
coeducativa. El secretario de Educacin no logr tampoco unificar al magisterio, pero s, en cambio, fracturar al sterm y fortalecer a otras organizaciones magisteriales: en 1943, cuatro sindicatos magisteriales se disputaban el poder.
La situacin en las normales rurales empeoraba cada vez ms. El abandono de las escuelas y la poca celeridad de los trmites administrativos hicieron
que se arrastraran y se profundizaran los problemas. Por ejemplo, la escuela
de El Camichn, Jalisco, deca un memorndum firmado por todo el personal
334
docente, era la nica que quedaba en la regin luego de que se cerraran las de
Ojo de Agua, Jalisco, y Ticomn, Colima. Se sostena con alumnos y profesores provenientes de las otras escuelas, no era un polo de atraccin para
la gente del lugar, se haba establecido en 1939 en una hacienda en ruinas
por intereses polticos y careca de todo, por lo que pedan que se reubicara e incluan estudios de otros lugares factibles para su establecimiento.
Sin embargo, los estudios de la sep y los trmites se alargaron hasta 1944,
a pesar de la presin de la escuela, de algunas autoridades estatales y de los
propios vecinos, que no queran la escuela en El Camichn.29
En Sonora, la escuela de El Quinto, en Navojoa, qued como escuela
prctica de agricultura. Los maestros, los alumnos, el director de Educacin
Federal, el sterm y la fstse pidieron que, entonces, se reabriera la escuela de
Ures como normal rural, pero esa solicitud sigui en trmite hasta 1944.30
La reduccin en el nmero de escuelas no ayud a mejorar sus condiciones, sino todo lo contrario: los maestros estaban ms saturados de trabajo y
descontentos, y los trabajos agropecuarios, entorpecidos por la falta de herramientas y de personal, as como por el atraso en las partidas, si es que las
haba. De las becas de los estudiantes haba que descontar lo correspondiente
para alimentar a los animales o para hacer reparaciones o compras urgentes.
Las nuevas materias se enseaban en forma terica por falta de laboratorios,
y en forma precaria por la falta de libros y de maestros preparados. En muchas escuelas, los talleres de oficios estaban cerrados. Los edificios estaban
an ms deteriorados y cada vez ms estudiantes dorman en el piso, o de
dos en dos, en catres sin colchones ni cobijas, en dormitorios sin vidrios y
con goteras.
En Salaices, Chihuahua, el director denunciaba que un maestro haba
propuesto enviar a la sep, en sus informes, fotografas de los basureros y no
de los mejores edificios.31 Pero en realidad la simulacin o la exageracin no
eran necesarias. Los informes de los directores y los maestros eran confirmados por los inspectores y visitadores especiales, independientemente de
La escuela se iba a trasladar a Tuxmeca, a una finca que el gobernador utilizaba para realizar reuniones, pero cuando el director dijo que era necesario dotar a los alumnos de lo ms necesario para
que no se vieran desarrapados, pues ello se vera muy mal cuando el gobernador llevara, como sola
hacerlo, a otras autoridades y amigos, el gobernador cambi de opinin y decidi que se quedara en El
Camichn. ahsep, dgen, exp. 5192/13, Traslados de escuelas, El Camichn, Jalisco, 1941-1944.
30
ahsep, dgen, Traslados de escuelas, exp. 3983/18, El Quinto y Ures, Sonora, 1941-1944.
31
ahsep, dgesic, 5193/8, Escuela Normal Rural Salaices, Chihuahua, Visitas de inspeccin, Acta de
sesin extraordinaria del H. Consejo Tcnico Administrativo, 7 de noviembre de 1940.
29
La traicin de la Revolucin
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336
La traicin de la Revolucin
337
El sterm, en cambio, argumentaba que el proyecto de las escuelas prcticas agrcolas estaba destinado al fracaso; deca que era una utopa imagi35
ahsep, dgesic, exp. 5198/3, La Secretara particular pide un informe sobre las escuelas normales
rurales, firmado por Luis H. Monroy, 24 de marzo de 1942.
36
ahsep, dgesic, exp. 5190/57, Oficio del jefe del dep dirigido al secretario de Educacin, 19 de
febrero de 1942.
338
narse que los campesinos quieran internarse varios aos para estudiar
agricultura y volver despus al reducido campo de su pequea propiedad, y
prueba de ello es la disminucin del nmero de aspirantes a las Escuelas
Prcticas de Agricultura, cuando antes que eran Regionales Campesinas
siempre exceda a la cantidad de becas asignadas a cada Escuela. Aada
que si de todos modos se persista con el objetivo de abrir ese tipo de escuelas, deba hacerse con planteles nuevos y no a costa del nmero de escuelas
normales rurales cuando la mayor parte de los maestros que trabajaban an
en las escuelas rurales no tenan estudios.37
Edificio de la Escuela
Regional Campesina
de Tamatn, Tamaulipas, 1941. Fuente: ahsep, dgesic, c. 5205,
exp. 9, 1941.
La traicin de la Revolucin
339
340
la unidad, pero dicho cambio requiri un largo proceso de conflictos y negociaciones dentro de los cuales las escuelas regionales campesinas ocuparon
un lugar de importancia.
Resulta sencillo decir que la crisis de las escuelas regionales campesinas
fue producto de dicha situacin, pero el enunciado no da cuenta ni de lo que
ello implic en los procesos formativos de los estudiantes, ni de la forma en
que ellos y sus maestros participaron en dicho problema, que desgarr la vida
cotidiana de muchos de los internados. No poda ser de otra forma en instituciones en las que forzosamente haba una convivencia intensiva de maestros y estudiantes, las 24 horas del da, los siete das de la semana, en un
espacio delimitado en el que la privacidad era un bien escaso, tanto al interior como al exterior. En algunos internados, los conflictos fueron mayores
por las relaciones particulares de los grupos en pugna con los organismos
locales, los gobiernos estatales y las diferentes autoridades educativas. Sin
embargo, las consecuencias fueron uniformes para todas las escuelas cuyas
comunidades se fragmentaron. En el conflicto, afloraron otro tipo de disputas y problemas que existan en las comunidades escolares desde antes.
Desde la perspectiva de los estudiantes, los cambios en las escuelas eran
una traicin de la Revolucin. Una alumna de Ayotzinapa, Guerrero, le
expres a un coronel del ejrcito cuando en 1941 se la llevaban presa:
Debe usted saber [] que somos hijos de campesinos agraristas; que nuestros padres lucharon con las armas en la mano en esa gran Revolucin[]
no crea que vamos a eludir nuestro papel por temor a la muerte defraudando a nuestros padres. Es doloroso ver, que despus del sacrificio de nuestros
padres, hoy que los revolucionarios estn en el poder, la juventud campesina revolucionaria sufre tan tremendo golpe [] La Revolucin destruy al
ejrcito porfiriano por estas cosas que ahora nosotros estamos sufriendo.
Somos las nuevas generaciones de esa Revolucin y con orgullo, frente a
quien sea, levantamos la bandera de nuestros padres! (Santos, 1989, t. iv:
170-171).41
La traicin de la Revolucin
341
debemos permitir que nos arrebaten lo que la Revolucin nos dio, en el que
recomendaba a los trabajadores no esperar sino reclamar lo que fuese necesario para su engrandecimiento social, material y econmico, apoyndose
en las organizaciones proletarias. Pona como ejemplo a las normales rurales, como internados para trabajadores obreros y campesinos, en las que no
hay distincin ni distanciamiento y se caracterizan por su cooperacin y
su verdadera fraternidad, y que estaban desatendidas hasta en lo ms indispensable, porque dentro del mismo gobierno haba autoridades que son
enemigas del rgimen gubernamental democrtico. Explicaba que por ese
motivo las escuelas haban realizado la huelga de 1940, que haba sido exitosa porque el gobierno les haba dado un overol, un pauelo y unos huaraches, que no sirven para nada, pero son tan caros que sera suficiente para
darnos zapatos.42
Los estudiantes apoyaban la Revolucin, pero no entendan por qu las
autoridades los abandonaban.
42
ahsep, dgesic, exp. 5194/13, Inspeccin, Jalisco, Nayarit, 1942. El artculo forma parte del peridico Voz Estudiantil, nm. 1, mayo de 1942.
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y de una maestra que aunque les deca que no se estuvieran con chismes, era
ella la primera en hacerlos, les deca tontos y que perderan la huelga. A
veces entre ellos se corregan las versiones (que no fue la maestra sino la
ecnoma la que le dijo vieja a Blanca). El representante estudiantil entreg
al inspector dos oficios en los que los campesinos de la zona manifestaban
su apoyo a los estudiantes huelguistas.
Dos maestros apoyaban las posiciones de los estudiantes y hacan sus
propios reclamos. Uno de los ms activos fue el ingeniero De la Cruz, quien
declar que aunque llevaba poco tiempo en la escuela, se haba dado cuenta de que en el Consejo no se trataban asuntos sociales o educativos, sino
slo chismes e insignificancias como las faltas leves de los alumnos, y de que
el director expulsaba a los estudiantes por cosas menores, como a uno, que
slo se rob un pantaln. Argument que, en efecto, las acusaciones en
contra del mdico no slo no haban sido tomadas en cuenta, sino que adems el director haba amedrentado a las muchachas dicindoles que las
consignara con las autoridades para acusarlas de difamacin, mientras otro
profesor, aliado del director, sostena relaciones amorosas con una alumna.
Segn l, en las reuniones del Consejo no se revisaban las actas de las sesiones anteriores y no se tomaban en cuenta las opiniones de maestros como
l, porque el Consejo y la Delegacin Sindical es una misma cosa ya que se
encuentra muy bien amafiado. Se quejaba, asimismo, de que los trabajos
agropecuarios estaban funcionando mal por el psimo trabajo del ingeniero Olave, uno de los profesores favorecidos por el director que, adems, en
sus clases no daba los temas que deba dar. El ingeniero Olave se defenda
diciendo que la escuela no tena suficientes herramientas y que l estaba
saturado de trabajo, lo que no le permita atender los campos y sobre todo
sus clases como se deba.
El profesor Miguel Esquinca tena la misma opinin que De la Cruz.
Declar que en el caso de otros dos maestros, tanto el Consejo como el
sindicato les haban pedido que se cambiaran de escuela, y, sin embargo, al
mdico, que tena siete denuncias, no se le haba hecho nada; adems, que
en las sesiones del Consejo se dejaba entrar a un profesor como asesor, por
ser partidario del director, pero no a otro, que no era su incondicional.
El inspector Arnaz trataba de mantener la reunin centrada en los asuntos disciplinarios, pero el enojo de los participantes desbordaba la reunin
hacia otro tipo de problemas. Segn el director, el ingeniero De la Cruz
trataba de usurpar e inspeccionar las actividades de otros profesores, y le
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recordaba que en las sesiones del Consejo ordinarias se lean las actas anteriores y no en las extraordinarias, que eran slo para casos de indisciplina.
A la vez que defenda su criterio para expulsar a los alumnos, acusaba al
ingeniero De la Cruz de ser un maestro que creaba conflictos en cualquier
parte, y que se haba salido del sterm, por lo que lo haba regaado Santos
Valds y tambin el departamento le haba dicho que se dedicara a trabajar.
Asimismo, que sola hablar mal de Mario Aguilera diciendo que era un
despilfarrador de las partidas y poltico falso. Acusaba al ingeniero de ser
el principal causante del movimiento de huelga.
Varios profesores hablaron en favor del director, salvo el doctor Benito
Morones, quien permaneci callado y slo dijo en su defensa, a pregunta
expresa del inspector, que todo se trataba de calumnias e intrigas. Segn el
profesor Lara (que era acusado de tener relaciones con una alumna), los
estudiantes no denunciaban faltas de los maestros al Consejo porque de esa
manera trabajaban menos; las acusaciones en contra del mdico haban sido
revisadas por una comisin de dos maestros y dos alumnas, una de las cuales era la secretaria del sector femenil, que no iba a ser una incondicional,
y apoyaba la decisin del Consejo acerca de los alumnos expulsados. Esto
ltimo tambin fue apoyado por la profesora Aurora Prez Trujillo, quien
denunci que haba tenido que proteger a una alumna, porque en una visita a una comunidad, el resto de los alumnos haba intentado sacarla del
camin, al igual que haban hecho el da anterior con uno de sus compaeros, y que despus un estudiante de la escuela Flores Magn, acompaado
de otros seis alumnos, quisieron entrar a la habitacin de dicha alumna para
sacarla, y por eso ella haba tenido que defenderla. Por lo que puede entreverse del acta de la sesin, esos dos estudiantes que eran defendidos por el
director, se oponan al movimiento de huelga. La profesora denunci que el
profesor Manuel Esquinca la haba seguido y espiado en esa salida, cuyo
motivo haba sido como se hizo saber despus precisamente averiguar
ella misma los rumores entre las alumnas de que el profesor Acosta haba
dejado embarazada a una muchacha, lo cual deca afortunadamente
era falso.
Las intrigas iban ms all. Los maestros sospechaban entre s de los objetivos del trabajo en las comunidades, de las que, por lo visto, no se informaba. Como dira uno de ellos, rondaba la idea de la persecucin. Mientras
el director era acusado de no orientar a los campesinos, el profesor Acosta
se negaba a informar de los trabajos que realizaba con los campesinos, por-
347
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350
(el cual no fue mencionado en el conflicto anterior). Con varias actas de por
medio, a Crdenas se le acus de sabotear al director por no prestarle unos
caballos de la escuela, y de instigar a los alumnos para que actuaran en el
mismo sentido (se negaron a retirarse de la escuela cuando el director los
haba expulsado). Se le orden entregar el sector ganadero, pero se neg,
segn los frentistas, argumentando que l slo respondera a una orden
girada por el sindicato.4
El 13 de marzo, el nuevo jefe del denmpm, Alberto Tern, le orden al
director presentarse en la ciudad de Mxico para explicar qu problemas tena
con los maestros y los estudiantes, y tambin lleg a Salaices un visitador para
ver por qu los estudiantes se haban declarado en huelga nuevamente.5 A
diferencia del ingeniero Arnaz, el visitador Antonio Garca de Quevedo, con
una postura anticomunista, entrevist a diferentes personas, pero por separado, y orden que se bajara la bandera rojinegra para elevar la Ensea Patria.
Quevedo informaba: debo aclarar que en el acto de arriar la bandera que
mencion, todo el alumnado en formacin, enton con envidiable maestra
el canto de la Internacional y posteriormente y como un favor a la Escuela, el
Himno Patrio, cuyas estrofas, doloroso es decirlo, apenas si conocen.
El director y los frentistas decan que los dirigentes de la Rama conminaban a alumnos, maestros y empleados a desconocer a la Direccin de la
escuela y, por lo tanto, cualquier orden que emanara de ella. Ante la rebelda
de los estudiantes, el director no el Consejo, pues por las circunstancias
era imposible expuls a cuatro alumnos que haban golpeado brutalmente a otro, y agreg que el relajamiento disciplinario obedeca a motivos
econmicos de la escuela (agua, tierras y decisiones descabelladas tomadas
por el inspector Arnaz). Los alumnos expulsados desconocieron la medida
y se quedaron en la escuela.
Los estudiantes, en presencia del secretario de la fecsm que se encontraba
all en una junta con los campesinos de la zona, explicaron a Garca Quevedo
que haban decidido irse a la huelga porque, inexplicablemente, el profesor
Tern Tovar segua en la Direccin, cuando Arnaz lo haba destituido; porque,
adems, haba expulsado estudiantes arbitrariamente, y ellos volvan a plantear
4
ahsep, dgen, exp. 5193/8, Escuela Normal Rural de Salaices, Chihuahua, Visitas de inspeccin,
Informe sobre la actuacin del C. Francisco Crdenas de Len, enviado al Jefe del Departamento Administrativo por Roberto Caro del Castillo, auxiliar de contabilidad, 24 de febrero de 1941, y Acta levantada en la escuela el 19 de enero de 1941.
5
ahsep, dgen, exp. 5193/8, Escuela Normal Rural de Salaices, Chihuahua, Visitas de inspeccin,
Oficio del prof. Alberto Tern, dirigido al director Jos Tern Tovar, 13 de marzo de 1941.
351
sus quejas en contra del ingeniero Olave, porque era l el responsable de que no
todos los terrenos de la escuela estuvieran sembrados, y, finalmente, planteaban
que era una mentira que la escuela no tuviese suficiente agua, pues l incluso
haba regalado tierras y agua que pertenecan a la escuela. Durante el movimiento de huelga, los estudiantes fueron nuevamente apoyados por los campesinos. El director pidi la proteccin del ejrcito porque, segn l, los estudiantes
haban intentado apedrear a la esposa de un profesor.
La fuente del conflicto rebasaba los lmites de la escuela, y no slo por las
consignas de la Rama o del Frente que pudieran seguirse. El director cont
al visitador que l y algunos maestros los frentistas haban hecho proselitismo para apoyar la candidatura a gobernador del estado de Chihuahua del
ingeniero Fernando Foglio Miramontes, seleccionado por las mayoras
de Chihuahua y por el propio Partido de la Revolucin Mexicana. Sin embargo, haba triunfado Alfredo Chvez,
[] y por lo mismo encontraron asiento en la Cmara Local sus candidatos a
Diputados, entre los cuales estaba sealado por el Distrito de Jimnez el campesino Jos Gutirrez Olivar [quien] siendo l mismo activo de la Confederacin Nacional Campesina, sostenedora del Ing. Foglio, se dedic preferentemente a dividir a los ejidatarios y a sustraerlos del seno de la cnc
constituyendo el Comit Provisional de Ligas de Comunidades Agrarias (autnomas), logrando atraerse con su influencia a las comunidades y dejando al
Distrito de Jimnez sin ningn ejido adicto a la Nacional Campesina.6
352
En cambio, las organizaciones campesinas de Salaices, El Moro y El Porvenir, as como el Subcomit de Veteranos de la Revolucin, informaban por
escrito a Garca Quevedo sobre el estado de abandono en que se tena a la
escuela, que asta hace poco tiempo dej de ser uno de los mejores centros
de Educacin en nuestro Estado; le decan que apoyaban a los alumnos por
la razn que les aciste, y consideraban como responsables al director y a
un grupo de maestros porque provocaban la divisin entre los mismos estudiantes y los maestros, y agregaban: No queremos que las distintas ideologas que sustentan los maestros no se han puestas en juego dentro del
plantel por que entendemos que la Secretaria a fijado sus programas por
desarrollar consideramos que a ellos debem ajustarse y abandonar todo
aquellos que signifique demagogia siendo esto lo que ha causado el derrumbe de nuestra querida Escuela.8
Segn el inspector Garca Quevedo, la pugna entre los campesinos y el
director se deba a que ste se haba negado a que uno de sus lderes, J. Isabel
Mata Ogaz, volviera a su puesto como ayudante de taller, y a que Miguel
Terrazas Montes, tambin antes ayudante de taller, vendiera sotol y cervezas
a los estudiantes y los empleados. El director haba denunciado que el diputado Jos Gutirrez Olivar se reuna entre copas de alcohol con los lderes
estudiantiles y los campesinos en una taberna que inexplicablemente estaba dentro del permetro de la escuela y que era propiedad de Miguel Terrazas. Informaba a la sep que entre los firmantes que apoyaban a los estudiantes se encontraban individuos que de todo se ocupaban menos de laborar
las tierras y se haban introducido entre los campesinos dirigiendo sus comunidades.
El visitador tambin quiso averiguar si haba un problema de agua en la
escuela que justificara que no todas las tierras fuesen trabajadas. Para ello
entrevist al comandante de la Polica de Valle de Allende, el seor Jess
Terrazas Montes, hermano de Miguel Terrazas y que, a diferencia de ste,
era juicioso, cumplido y enrgico. El comandante declar que el agua que
le tocaba a la escuela era insuficiente, al igual que lo era para todas las comunidades; que los ejidatarios se rotaban para cuidar que nadie se robara
el agua, pero que en la escuela, por falta de peones, ello era imposible, pero
adems, que en la escuela trabajaba a lista de raya el seor Juan Hernndez,
8
ahsep, dgen, exp. 5193/8, Escuela Normal Rural de Salaices, Chihuahua, Visitas de inspeccin,
Carta de las Organizaciones Campesinas de Salaices, El Moro, El Porvenir y el Subcomit de Veteranos de
la Revolucin dirigida a Antonio Garca Quevedo, 18 de marzo de 1941. (La transcripcin es textual).
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Sin embargo, las madres de los estudiantes, integrantes de la Liga Femenil Proletaria, y las autoridades municipales, se oponan al cambio. Primero
no lo decan abiertamente, pero ante el crecimiento del conflicto, argumentaron que si la Escuela se cambiaba a otro lugar la economa del pueblo
sufrira sensiblemente.13 La escuela no fue reubicada y sigui funcionando
en psimas condiciones. Ocho meses despus, la Secretara de Educacin
presion y realiz una asamblea en la que el Ayuntamiento y el pueblo se
comprometieron a ayudar con materiales de construccin; la Liga de Madres
ofreci una ayuda de $15 mensuales [] y de parte del sector Comercio
de esta localidad, que es considerablemente en pequeo, con la cantidad de
$18 tambin mensuales.14
Las ligas familiares de las representantes de las madres y la presidencia
municipal implicaban intereses econmicos (y tal vez tambin polticos) de
un grupo ms que de todo el vecindario. Pero lo que me parece importante
destacar aqu, es que la presencia de la escuela estimulaba la economa local,
fuese en general o para grupos particulares. La disputa en Xochiapulco nos
recuerda la importancia de los negocios en pequeo en el reducido desarrollo econmico de muchos pueblos y rancheras en Mxico. Una egresada de
la escuela de Huetamo, Michoacn, tambin ha destacado lo anterior. La
escuela no slo permiti que algunos jvenes de su comunidad pudieran
estudiar y que otros pudieran hacerlo sin tener que emigrar, sino que tambin
aport un beneficio econmico al poblado (Aguilar, 2003: 39-50).
Es innegable que la generacin de empleos y la estimulacin de la economa regional fueron elementos que incidieron de manera importante en el
desarrollo de las escuelas, as como en la disputa por sus bienes. Las escuelas,
aun sin meterse en poltica militante, generaban modificaciones en el espacio local. El constante traslado de planteles desde sus inicios hasta mediados de los aos cuarenta habla del difcil proceso por el cual la escuela, como
portadora de cultura superior pero tambin como institucin del nuevo
estado revolucionario y en especfico del gobierno federal, se insert en la
vida regional. Sin embargo, muchas de las escuelas se legitimaron regionalmente all donde lograron convertirse en una fuente de oportunidades para
los lugareos (o algunos de ellos). Un indicador de ello fue la defensa que
13
ahsep, dgen, exp. 5193/3, Informe que el C. Pablo G. Macas rinde al C. Director General de
Administracin de la sep, 29 de octubre de 1941.
14
ahsep, dgen, exp. 5193/3, Informe que el C. Pablo G. Macas rinde al C. Director General de
Administracin de la sep, 29 de octubre de 1941.
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La inmoralidad de
los comunistas aptridas
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Snchez Pontn, bombardeado por los periodistas con el pretexto del conflicto en Ayotzinapa, present su renuncia. En septiembre, el profesor Isidro
Burgos, fundador de la escuela, fue nombrado como director (Crdenas,
1965: 168-186).8
Lo que la fecsm y el sterm llamaron la gran calumnia, no sucedi slo
en Ayotzinapa. En los mismos das, los peridicos acusaron a los comunistas de la escuela de Tenera, Estado de Mxico, de ultrajar y menospreciar
la bandera. Las minuciosas investigaciones llegaron a la conclusin de que
todo haba sido un malentendido, ya que en una celebracin en la que participaban la escuela y el cuartel militar de San Jos (vecino a la escuela), la
columna de alumnos que llevaba la bandera se haba separado del pelotn
de soldados que iba delante, mismo que se fue en una direccin distinta a la
programada por culpa del jefe de la banda militar, que estaba borracho y se
haba equivocado en las rdenes que deba dar. El conflicto no pas a mayores. El grupo de maestros frentistas que hicieron la denuncia no cont con
el apoyo de muchos campesinos ni de las autoridades municipales, del cuartel militar, del inspector y del director federal de Educacin en el estado,
quienes ratificaron las declaraciones de los participantes en el suceso y declararon que la labor del director, el profesor Jos Santos Valds, a pesar de
ser comunista, era digna de encomio. El gobernador del estado no intervino
y el corneta fue arrestado en el cuartel.9
Tambin se public que la bandera era ultrajada en la normal rural de
Comitancillo, Oaxaca, pero bast un reporte en el que se argumentaba que
se quera realizar la misma mentira que en Ayotzinapa para que la sep ya no
mandara investigar de qu se trataba. Sin embargo, all los estudiantes no
aceptaron a dos directores que haban sido enviados por la sep en 1942. Uno
8
ahsep, dgesic, exp. 5197/1, Ayotzinapa, Guerrero, Problemas con los alumnos, 1941. Oficio del
juez de primera instancia, auxiliar de la Justicia Federal, dirigido al secretario de Educacin Pblica, 25
de mayo de 1941; Oficio del primer subprocurador General de la Repblica, dirigido al secretario de
Educacin, 23 de octubre de 1941; Acuerdo para la Secretara de Educacin Pblica, firmado por el
presidente de la Repblica, Manuel vila Camacho, 11 de julio de 1941. Telegramas y oficios del director
y de los estudiantes del Bloque de Estudiantes Revolucionarios dirigidos al jefe del dep, al secretario de
Educacin Pblica y al presidente, entre el 1 de julio y el 15 de agosto de 1941. En el expediente hay
muchos oficios de distintas organizaciones apoyando a los estudiantes y solicitando que los presos sean
liberados y los maestros repuestos, entre el 14 de mayo y el 14 de noviembre de 1941.
9
ahsep, dgesic, exp. 5194/16, Tenera, Estado de Mxico, Visitas de inspeccin, 1941. El expediente contiene actas de reuniones de Consejo, de juntas de maestros, declaraciones, informes, recortes de
peridico y oficios muy variados. Vase especialmente: Acta firmada por el presidente municipal de
Tenancingo, 7 de mayo de 1941; Informe del visitador especial Antonio Garca Quevedo, s.f.
364
de ellos era Jos Tern Tovar, que haba sido ya boletinado por la fecsm por
formar parte del frmm.10
En la escuela de Tenera, una minora de maestros se opona a las reformas encabezadas por Jos Santos Valds, representante de la Rama y quien
al llegar como director impuls la adopcin del cdigo disciplinario. La
Asamblea lo acept, pero un grupo de maestros estaba en contra de que el
cdigo se aplicara a ellos en su calidad de profesores. Dos de ellos, el maestro de msica, que hizo las declaraciones a los peridicos, y el mdico, se
unieron al frmm y animaron a 23 estudiantes a formar el Frente Revolucionario de Alumnos. Aunque eran minora, lograban hacer ruido alindose
con campesinos de Tecomatln, poblado antagonista a la escuela desde su
fundacin en 1928, en gran parte porque demandaban como propias las
tierras que posea la escuela. Santos Valds report a la sep que lo que estaba
sucediendo era una clara lucha en su contra dirigida desde las autoridades,
y que para evitar perjudicar a la escuela, ofreca ser transferido a otro plantel, lo cual no sucedi. Al seguir los conflictos, la Asamblea escolar decidi
dar un puntaje especialmente alto al delito de traicin a la comunidad escolar en su cdigo disciplinario.11
Las altas autoridades de la sep, as como inspectores, directores y maestros del frmm utilizaron una estrategia agresiva de ataque a los comunistas
que en las escuelas se convirti en verdaderos sabotajes. A diferencia del
conflicto en Salaices, en Ayotzinapa y Tenera no se pudo utilizar el mal
manejo de las cuentas o la deficiencia para guiar los trabajos de las escuelas
como recursos para atacar a los directores comunistas, pero se recurri a
exacerbar los puntos frgiles de las escuelas en las relaciones con las comunidades vecinas que les eran adversas. En los tres casos se dio rienda suelta
a los rumores, pero los maestros y los alumnos tenan como aliados a los
campesinos a los que haban favorecido.
10
ahsep, dgesic, exp. 5194/19, Informes, Comitancillo, Oaxaca, Informes del director y del visitador especial, junio de 1941 a septiembre de 1942.
11
ahsep, dgesic, exp. 5194/16, Tenera, Estado de Mxico, Visitas de inspeccin, 1941. Oficio del
director al jefe del dep, 7 de abril de 1941; Acta de junta de maestros, 2 de abril de 1941; Oficio de alumnos de Tenera dirigido al gobernador del estado, 26 de abril de 1941; Acta firmada por el presidente
municipal de Tenancingo, 7 de mayo de 1941; Informe del visitador especial Antonio Garca Quevedo,
s.f.; Ampliacin del Informe del visitador especial Antonio Garca Quevedo, 28 de junio de 1941; Oficio
del director federal de Educacin dirigido al secretario de Educacin Pblica, 14 de octubre de 1941;
Informe del director, 1941. Sobre la relacin entre la escuela y los campesinos de Tecomatln, vase
Civera, 1997, pp. 119-121.
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Alumnos y alumnas en festejos de fin de semana bajo el rgimen interno en alguna escuela
normal de Chiapas, 1937. Fuente: Hernndez, 2004, p. 239.
370
Trabajos al aire libre, Escuela Normal Rural El Camichn, Jalisco. Fuente: ahsep, dgesic, c.
5205, exp. 5, 1943.
Familia, pero tambin por autoridades de la sep, sobre todo por el frmm y
Octavio Vjar Vzquez.20
Muchos directores de las normales escriban a la sep que no tenan luz
elctrica (por falta de instalaciones o de gasolina para las plantas) ni personal suficiente para garantizar la seguridad de las alumnas. En 1941, la mayora de las escuelas tena entre cien y 200 alumnos, y varias llegaban casi a
300 (sep, 1930: 600-607, y 1941: 154). Los internados ya no podan funcionar
como una familia extensa, como antes, y las dimensiones de los planteles no
permitan garantizar una vigilancia escrupulosa por parte de los maestros y
los empleados. En muchas escuelas no haba ecnomas, o stas no eran, como
antes, maestras sino empleadas contratadas por saber cocinar, que a veces
no vivan en la escuela porque eran del lugar o porque, igual que en el caso de
otros maestros, no haba locales suficientes para alojarlas en los planteles. Al20
En Caada Honda, Aguascalientes, las noticias periodsticas se concentraron en la injusticia cometida en contra de varios alumnos por haber sido expulsados sin razn, pero el inspector corrobor
los informes del director que indicaban que ningn alumno haba sido expulsado. ahsep, dgesic, exp.
5193/4, Informe de inspeccin, Caada Honda, Aguascalientes, junio de 1942.
371
372
373
Las alumnas de la Escuela Rural de Xochiapulco, Puebla, reciben la visita del profesor Miano, 1944. Fuente: Miano, 1945, p. 318.
un incremento, o si se debieron a la falta de personal, al ambiente conflictivo que prevaleci en algunos de ellos o a que los maestros se desentendan
de la disciplina y los estudiantes evadan la vigilancia o ellos mismos no se
ocuparon de la disciplina. Algunas denuncias eran ciertas. En El Mexe,
Hidalgo, se levant un acta y se abri una investigacin penal porque una
alumna haba intentado suicidarse, segn ella, porque haba sido violada por
un alumno.26 se fue un caso extremo y no se sabe el resultado de las averiguaciones, pero otros fueron rumores que nadie quiso investigar y que eran
muy dudosos, como la denuncia annima de que en los alrededores de Tenera se encontraban fetos tirados pertenecientes a las estudiantes, o la
queja de las estudiantes del plantel de Salaices, Chihuahua, que acusaban
al mdico de la escuela de hacerles el amor, o el caso de la alumna de Tenera, del que se habl arriba. Lo que unos y otros consideraban inmoral no
era investigado a fondo, pero s era utilizado en el terreno poltico.27
El 9 de septiembre de 1942, el profesor Luis H. Monroy, jefe del dep,
escribi al secretario de Educacin Pblica dicindole que:
ahsep, dgesic, exp. 5193/12, Informe de inspeccin, El Mexe, Hidalgo, julio de 1941.
ahsep, dgesic, exp. 5194/6, Visitas de inspeccin, Tenera, Estado de Mxico, 1941; 5193/8, Escuela Normal Rural de Salaices, Chihuahua, Visitas de inspeccin, 1940-1941.
26
27
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375
mujeres aument significativamente cuando las escuelas se hicieron unisexuales: en 1936 era de 23%; en 1941, de 26.41%; para 1944, con la salida de muchos
de los varones a las prcticas agrcolas, subi ya a 38.28%, y en 1946 lleg a
45.07% del total del estudiantado (vanse Grfica 3 y Cuadro 8).
Los estudiantes de las normales rurales reclamaron por la separacin de
los hombres y las mujeres con el apoyo de organizaciones campesinas, magisteriales y de comerciantes y trabajadores, que escribieron al presidente de
la Repblica, algunos solicitando, otros exigiendo, que las normales rurales
siguieran siendo mixtas y defendiendo la coeducacin, esto con amparo an
en el Artculo Tercero de la Constitucin. En algunas cartas se defenda la
coeducacin; en otras, la educacin mixta y de la mujer; los padres de familia y los vecinos aseguraban que confiaban plenamente en los directores, que
conocan las escuelas y que en stas se mantenan relaciones de respeto. La
reaccin, desde luego, fue mucho ms fuerte en las escuelas, que al quedar
como varoniles tenan que enviar a las muchachas a otros lugares. En Galeana, Nuevo Len, por ejemplo, las cartas pasaron de defender la coeducacin a solicitar que la escuela quedara como un plantel femenil. La medida
era vista como un ataque a las instituciones populares de la Revolucin y, de
hecho, a los campesinos mismos.32
Grfica 3
Ascenso de la poblacin femenil en las escuelas rurales
campesinas y en las normales rurales, 1936-1946
Fuente: Elaboracin propia con base en los datos de Seplveda, 1976; sep, 1941b, p. 154; sep, 1944,
folios 0194 y 0235; sep, 1946, p. 215; sep, 1947, p. 262. Con tantos cambios en las escuelas, estos datos
slo pueden tomarse como una aproximacin.
32
ahsep, dgesic, 5199/34, Estudio para que las Escuelas Normales Rurales sean unisexuales, 19421944. En el expediente hay cartas que se enviaban desde Oaxaca, Puebla, Quertaro, Mxico, Tamaulipas,
Hidalgo, Nuevo Len y otros estados.
376
Cuadro 8
Inscripcin de alumnos en las escuelas normales rurales
durante el periodo escolar 1945-1946, por sexo
Nm.
de orden
Escuela
Hombres
Mujeres
Total
213
Hecelchakn, Campeche
213
159
159
Tamatn, Tamaulipas
209
209
Ayotzinapa, Guerrero
206
206
160
160
Comitancillo, Oaxaca
237
237
El Camichn, Jalisco
139
139
El Mexe, Hidalgo
180
180
240
240
10
Huetamo, Michoacn
96
96
11
Huamantla, Tlaxcala
210
210
12
Jalisco, Nayarit
165
165
13
Palmira, Morelos
304
304
14
160
160
15
Salaices, Chihuahua
170
170
16
Tamazuluapan, Oaxaca
219
219
17
Tenera, Mxico
330
330
18
Xochiapulco, Puebla
117
117
1 584
3 514
TOTAL
1 930
La respuesta de estos sectores en parte se deba al temor de que los estudiantes no fueran trasladados de una escuela a otra, sino expulsados. Por
ejemplo, las estudiantes de la escuela de Uayalceh, Yucatn (entre las cuales
estaban las de Hecelchakn, Campeche, que haba quedado como plantel
varonil), a pesar de la preocupacin del director y del inspector de la sep,
tuvieron que presentarse en Mrida para ver si podan ingresar a la escuela
normal del estado, porque como la escuela de Uayalceh haba sido la ltima
en transformarse, ya no haba cupo en las normales rurales o era demasiado
caro pagarles pasajes para ir a planteles lejanos. Ms de dos meses perma-
377
necieron all, sin recibir becas y sin informacin clara acerca de dnde podan
continuar sus estudios. Muchas de ellas desertaron porque no pudieron
sostenerse, o pedan desesperadamente que la sep les ayudara a costear el
traslado a sus casas y luego a donde las enviaran.33
El jefe del dep tuvo que enviar cartas a los directores para indicarles con
firmeza que, bajo su responsabilidad, no permitieran la inscripcin de hombres
y mujeres. En algunas escuelas, haciendo caso omiso de la orden de traslado,
los estudiantes se aconsejaban entre s para no salir de los planteles. Muchos
alumnos y padres de familia crean tambin, dado el clima de incertidumbre,
que todos los planteles seran clausurados. Entre 1941 y 1946, algunos planteles fueron cerrados y otros fueron trasladados (vase Cuadro 7).
Escuelas pequeas como las de Parcuaro, Michoacn; Amuzgos, Oaxaca; Huajintepec, Guerrero; Uayalceh, Yucatn; Jalpa de Mndez, Tabasco, y
Coyuca de Cataln, Guerrero, fueron cerradas. La de San Ignacio, Baja California, pas al gobierno estatal; la de Oaxtepec, en Morelos, fue traslada a
Palmira, en el mismo estado, y la de Azcapotzalco tuvo una vida efmera y
su alta inscripcin se explicaba por los estudiantes de la ciudad de Mxico
y alrededores, quienes, de origen campesino o no, no tenan inters en ser
maestros rurales sino que, al igual que los alumnos de otras normales rurales que pedan su cambio a Azcapotzalco, buscaban seguir sus estudios en
otras escuelas o encontrar trabajo en la ciudad. Para 1946 quedaron slo 18
planteles, nueve para mujeres y nueve para hombres (comprense los cuadros
6, 7 y 8) (sep, 1946: 209-211).34
El jefe del dep, el profesor Luis H. Monroy, propona que las escuelas ms
grandes fueran ocupadas por los hombres, porque ellos podran trabajar las
tierras de las escuelas ms fcilmente, y que las mujeres ocuparan las ms
pequeas. Los maestros se quedaran en las de varones y las maestras con
las muchachas. La transformacin en escuelas unisexuales, adems, permitira economizar, pues en los planteles para muchachas se podra prescindir
33
ahsep, dgesic, exp. 5191/11, Traslados, 1941-1944, Hecelchakn y Uayalceh. En el proyecto
original de Monroy, Uayalceh fue la nica escuela que sigui siendo mixta. Cuando se orden que fuera
transformada a unisexual, se dijo que de esa manera la escuela era incosteable, por lo que se decidi
clausurarla. Los documentos no indican finalmente en dnde se inscribieron las alumnas.
34
sep, dgen, exp. 4083/3, Azcapotzalco, Relacin de alumnos, febrero de 1941; ahsep, dgen, Ayotzinapa, Azcapotzalco, cambios de enr; sep, dgesic, exp. 5194, Azcapotzalco, Visitas de inspeccin, 1941,
y 5195/6, Informes del director, 1941.
Fuente: Elaboracin propia con base en los datos de sep, 1946, p. 215.
Grfica 4
Inscripcin de alumnos en las escuelas normales rurales, 1945-1946
378
Tercera parte: Corporativizar, controlar y uniformar...
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380
35
ahsep, Subsecretara, c. 9, exp. 1, Proyecto para que el sistema sea unisexual, 1942-1944; Memorndum de Luis H. Monroy, jefe del Departamento de Estudios Pedaggicos, dirigido al secretario de
Educacin Pblica, 9 de septiembre de 1942; ahsep, dgesic, 5199/34, Estudio para que las Escuelas
Normales Rurales sean unisexuales, 1942-1944.
381
382
del Artculo Tercero en 1934, estipularon que dicho sentido sera dado por la
educacin socialista, y el Grito de Guadalajara de Plutarco Elas Calles fue
la expresin ms firme de la intencin de arrebatar las conciencias de los
nios y de la juventud.
La educacin socialista fue decisiva en el impulso de la federalizacin de
la enseanza al procurar que una orientacin ideolgica y pedaggica permeara a todas las escuelas y al colocar al maestro como un lder, que adems
de agente cultural y promotor econmico, fungira como una gua poltica
del pueblo. El gobierno de Crdenas aprovech los vnculos de los maestros
con las capas campesinas y las autoridades locales para fortalecer el gobierno federal. La creciente organizacin gremial de los profesores, al igual que
la de los campesinos en la cnc y la de los obreros en la ctm, habra de ser
incorporada al aparato del prm y al gobierno. A principios de los aos cuarenta, la idea del magisterio como una profesin de Estado haba ganado la
batalla a los defensores del maestro como un profesional libre, y los profesores abogaban por la federalizacin de la enseanza porque ello implicaba
la posibilidad de obtener mejores condiciones de trabajo (Santos, 1989;
Quintanilla y Vaughan, 1997).
Pero la educacin socialista y su nfasis en la lucha de clases resultaban
una poltica demasiado polmica en un clima de guerra mundial, y no era
sostenible cuando, despus de la formacin del prm y la expropiacin petrolera, era necesario el apoyo de la creciente clase media, y sobre todo de
los propietarios y los empresarios (nacionales y extranjeros), para convertir
a Mxico en un pas moderno, industrial y urbano. El nuevo proyecto de
pas ya no necesitaba que los maestros fueran lderes polticos de las comunidades. La orientacin de la enseanza deba modificarse para procurar la
unidad nacional y no la lucha entre las clases sociales, pero se mantena en
pie la intencin de que el gobierno federal marcara los derroteros de la educacin que recibiran los mexicanos en las escuelas. Octavio Vjar Vzquez
anunci en diciembre de 1942 que se propona federalizar los sistemas estatales de enseanza, y a principios de 1943 se celebr en el Distrito Federal
el Congreso Nacional de Educacin, en cuyas conclusiones se estableca la
necesidad de que la educacin nacional formara un todo para poder lograr
la unificacin mexicana, forjando hombres libres y democrticos que, contando con una concepcin cientfica, moral y esttica del Universo y de la
vida, pudieran afrontar los problemas sociales de la posguerra (Medina,
1978: 365; Meneses, 1988: 255-256).
383
En ese Congreso, los maestros estaban ms preocupados por las cuestiones sindicales y gremiales que por las orientaciones educativas. Concretar la unificacin de los profesores resultaba esencial para lograr el
nuevo tipo de formacin espiritual que promovan el secretario, el pan y
la Unin Nacional de Padres de Familia. Pero los ataques de Octavio Vjar
Vzquez a los maestros resultaron excesivos y ni izquierdas ni derechas estaban
conformes. Su renuncia a la Secretara de Educacin fue condicin para que
se realizara, en diciembre de 1943, el Congreso de Unificacin Magisterial, en
el cual se form el snte. Durante los dos aos siguientes, dentro del nuevo
sindicato las divisiones entre diferentes grupos de maestros siguieron vivas,
pero lo ms importante es que el snte era el nico sindicato magisterial que
contaba con reconocimiento oficial (Medina, 1978).
Jaime Torres Bodet, nuevo secretario de Educacin, encabezara una poltica educativa orientada hacia la democracia, la paz, la libertad, la equidad,
la justicia social, la solidaridad internacional y, sobre todo, la unidad nacional.
Para l, todos los nios mexicanos tenan igual derecho a recibir una misma
educacin, y pensaba que la escuela rural no deba ser inferior a la urbana. Si
la escuela primaria deba otorgar una formacin uniforme para todos los
mexicanos, las escuelas normales tambin deban formar un tipo nico de
profesor capaz de ensear en cualquier escuela.1 La poltica educativa de
Torres Bodet fue en cierta forma conciliadora. Al igual que Vjar Vzquez,
daba un peso importante al aspecto humano sin ceder a las presiones de los
defensores de la educacin tcnica para impulsar la industrializacin, y
pona nfasis en la necesidad de una formacin ms completa y cientfica
para los ciudadanos, con lo que se alejaba de los excesos pragmticos. Continu el camino hacia la modificacin del Artculo Tercero, pero utilizando
estrategias que evitaran la confrontacin. Una de ellas fue la instalacin de
la Comisin Revisora y Coordinadora de Planes Educativos, Programas
y Textos Escolares, as como la modificacin de los planes de estudio de
primaria en 1944, en los cuales prcticamente se dejaba atrs la educacin
socialista (Meneses, 1988; Solana, Cardiel y Bolaos, 1981).
La reestructuracin de la sep realizada por Luis Snchez Pontn en 1941
ya apuntaba hacia la homogeneizacin de los estudios de primaria, secundaria y normal. Segn la Ley Orgnica de Educacin Pblica promulgada
en diciembre de ese mismo ao, todas las escuelas normales, sin excepcin,
1
Educacin Nacional. Revista mensual de la Secretara de Educacin Pblica, ao i, nm. 4, mayo,
1944, p. 296.
384
2
Educacin Nacional. Revista mensual de la Secretara de Educacin Pblica, ao i, nm. 4, mayo,
1944, p. 302.
3
Educacin Nacional. Revista mensual de la Secretara de Educacin Pblica, ao i, nm. 4, mayo,
1944, p. 294.
385
386
etapas. En la primera, de dos aos, se otorgara una cultura general; la segunda, tambin de dos aos, se dedicara a la formacin profesional, y al
concluir esta etapa se podra obtener el ttulo de maestro de primaria, de
educacin preescolar o de educacin fsica; por ltimo, se capacitara en
dos o tres aos para la docencia en educacin secundaria o para el tratamiento de nios anormales y menores infractores. Se aclaraba que tambin
la educacin secundaria sera reformada para otorgar un plan uniforme,
y se recomendaba a la secretara ocuparse del mejoramiento material y
tcnico de todas las escuelas.6
El gobierno estaba preocupado por la falta de profesores titulados y mejor preparados. La intencin de aumentar el nmero de aos de estudios
obedeca a ello, pero tambin a la intencin de establecer la preparacin de
los maestros como requisito para el aumento de salarios, que era una peticin
del nuevo sindicato de carcter nacional.
No obstante, en las conclusiones parciales se perciben diferencias. Mientras en el caso de las normales urbanas el tipo de orientaciones estaba acorde con el discurso del secretario de Educacin, en el caso de las normales
rurales se comenzaba por declarar su carcter socialista, coeducativo, integral,
especfico y regional, agropecuario e industrial, para luego insistir con vehemencia que aunque los planes y programas de estudio tendran como
base un cuerpo de conocimientos y de habilidades igual a los relativos a las
Normales urbanas, contendran tambin otro ncleo de conocimientos y
actividades especficamente dirigidos hacia la capacitacin del maestro que
ejercer en el medio rural, con lo que se haca referencia a la enseanza
agropecuaria e industrial, que deba considerarse como una de las bases de
la preparacin profesional de los normalistas rurales.7
En la crnica se indica que cuando se presentaron las resoluciones sobre
las escuelas normales rurales, stas fueron recibidas con muchos aplausos.8
Ello no es de extraar. El Congreso de Coahuila no slo garantizaba que las
normales rurales siguieran existiendo, sino que tambin, al amparo del
Artculo Tercero, se defenda su carcter especfico frente a otro tipo de
escuelas, pero ahora con una ventaja: lograr la equivalencia de los estudios.
No hay que olvidar que desde la fundacin de la fecsm los estudiantes haban
6
Educacin Nacional. Revista mensual de la Secretara de Educacin Pblica, ao i, nm. 4, mayo,
1944, pp. 361-368.
7
Educacin Nacional. Revista mensual de la Secretara de Educacin Pblica, ao i, nm. 4, mayo,
1944, pp. 363-364.
8
Educacin Nacional. Revista mensual de la Secretara de Educacin Pblica, ao i, nm. 4, mayo,
1944, p. 379.
387
388
389
normales rurales despus de que cerraron las que estaban en peores condiciones y 29 escuelas normales urbanas ubicadas en las capitales de las entidades federativas (genl, 1945: 292). Muchos de los egresados de estas ltimas
se ubicaban en los sistemas educativos estatales y en escuelas urbanas, pero
tambin ya en las escuelas rurales del creciente sistema federal.10
Incrementar el nmero de aos en las escuelas normales favorecera la formacin de una burocrtica aristocracia que an no tena la suficiente influencia de la sep. Ello acrecentaba la importancia de lograr el control de la orientacin de las escuelas normales urbanas y privadas, pero a la vez de mejorar la
situacin de las normales rurales y de los maestros rurales en servicio por medio del Instituto Federal de Capacitacin del Magisterio. Torres Bodet decidi
dedicar parte del escaso presupuesto educativo a la formacin de maestros rurales, fuese en las normales o en el instituto. En 1943, ltimo ao de la administracin de Vjar Vzquez, el presupuesto de la Secretara de Educacin haba
alcanzado apenas 97 millones de pesos, y Torres Bodet logr ampliarlo paulatinamente hasta llegar a 207 millones en el ltimo ao del sexenio (Medina, 1978:
381). En 1944, la sep logr que el Ejecutivo otorgara 800 mil pesos adicionales
a las partidas del presupuesto destinado al mantenimiento de las escuelas
normales rurales. Dicha cantidad fue invertida en diversos gastos como refacciones, combustibles, ropa, herramientas y otras cosas, especialmente en
el aumento de las becas de los estudiantes, material para escuelas, vestuario
y equipo. Ello representaba un alivio para las escuelas, que prcticamente
carecan de todo, pero era una cantidad muy baja si se le compara con los
cuatro y medio millones de pesos que se pensaban invertir en la construccin
de la normal en el Distrito Federal (sep, 1944: 226-227).
Del presupuesto para sueldos, 56.14% se destin a las 416 plazas correspondientes a las escuelas normales para seoritas y para varones en el
Distrito Federal (no se incluye el presupuesto de la Normal Superior, de
Educacin Fsica, etctera), mientras que 37.09% fue para las 403 plazas
de las normales rurales. Las primeras contaban con 1,690 estudiantes,
mientras que las 19 segundas tenan 2,781 estudiantes. La desproporcin
es evidente (sep, 1944: 235-236).
10
No tenemos datos exactos sobre el nmero de escuelas y estudiantes en las normales urbanas y
privadas en ese ao, pero en 1947 las normales rurales tenan 4,026 estudiantes; las particulares incorporadas, 1,089; las normales federalizadas, 1,308, y las normales para varones y seoritas en el Distrito
Federal, tenan 3,212 (sep, 1947: 257-264).
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391
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cuela, que finalmente fue cerrada.2 La mayora de los planteles, sin embargo,
sigui trabajando aunque no hubiera personal suficiente, no llegaran las
mnimas partidas aprobadas y no se supiera si seguiran existiendo o se
trasladaran. En 1942, el presidente orden que se economizara lo ms posible por el estado de guerra. De las becas de los alumnos, cuyo monto no
haba subido en una dcada, se tomaban recursos para necesidades esenciales de las escuelas.3
El plantel de Ozuluama, Veracruz, por ejemplo, tena psimas condiciones para trabajar, por lo que fue trasladado a Chicontepec, en el mismo
estado, en 1942, pero sus condiciones no mejoraron ya que no tenan tierras
para trabajar y los comerciantes les vendan los productos que consuman a
precios muy elevados. La escuela de Aguililla, Michoacn, tuvo que ser
trasladada a Paracho, en la misma entidad, porque un terremoto haba destruido la escuela. Tras un mes de vivir a la intemperie y con muchas dificultades porque la mitad de las becas de los estudiantes no haban llegado, en
Paracho los estudiantes y los maestros se hacinaron en una pequea casa en
la que no tenan absolutamente nada, pero aun as siguieron trabajando y
hasta comenzaron a hacer trabajo social en los alrededores. En Ahuacatln,
Nayarit, el director, su esposa y 38 alumnos hacan de todo: los trabajos
agrcolas, la construccin de mesas y repisas y las reparaciones al edificio.
Sin apoyos, slo podan impartir algunas materias. En Soltepec, Tlaxcala,
aunque se tenan ms aos de trabajo, los maestros y los estudiantes coman
en el suelo por falta de mobiliario, mientras que en Huetamo, Michoacn,
todos los estudiantes dorman en el suelo y tenan que dedicar buena
parte del da al acarreo de agua.4
Un inspector report lo que encontr en la escuela de Caada Honda,
Aguascalientes, el 9 de junio de 1942:
A mi llegada a la escuela encontr al director del plantel con un grupo de
alumnos grandes construyendo un teatro al aire libre bajo su direccin, otro
maestro diriga la fabricacin y colocacin de adobes, excavacin, etc. De
2
ahsep, dgesic, exp. 3509/9, El Mexe, Hidalgo, Informe anual, 26 de noviembre de 1941; exp. 5194/7,
Jalpa de Mndez, Tabasco, Informe del inspector, 6 de abril de 1942.
3
ahsep, dgesic, exp. 5188/38, Circular sobre el Estado de Emergencia, 30 de octubre de 1942.
4
ahsep, dgesic, exp. 5194/4, Ozuluama, Veracruz, informes, 1941-1944; 5195/7, Ahuacatln, Nayarit, Informes, 11 de noviembre de 1941; 2603/4, Aguililla, Michoacn, Informes, 1941; 5193/2, Soltepec, Tlaxcala, Informe, 14 de mayo de 1942; ahsep, deanr, exp. 15-9-10-10, Huetamo, Michoacn,
Informes, 1941 y 1942.
393
La imagen reflejada por el inspector no parece muy distinta a la de las primeras normales rurales o las regionales campesinas en los aos treinta.
Caada Honda en ese momento era privilegiada porque contaba con apoyo
econmico del gobierno del estado y de los ejidatarios vecinos, quienes le
prestaban tierra para trabajar. En Flores Magn, Chihuahua, la Direccin
Federal de Educacin comision a tres profesores para que la planta estuviera completa, y la escuela de Galeana tambin reciba apoyo del gobierno
de Nuevo Len. De hecho, en 1943 se orden que los gobiernos estatales
apoyaran a las escuelas normales rurales, pero la bsqueda de recursos
volvi a ser una de las actividades cotidianas de los directores, los maestros
y los alumnos, quienes acudan a personas influyentes o realizaban rifas y
colectas. La misma jefa interina del dep, la maestra Guadalupe C. de Zavaleta, escriba en el informe anual de 1944 que la sep no deba dejar todo a
los maestros sin otorgarles lo ms necesario. Las escuelas pequeas eran las
que ms sufran la falta de recursos, pero aun las grandes se encontraban en
aprietos (Miano, 1945: 75; sep, 1944: 225).6
La sep intent vigilar y controlar de cerca las escuelas. Alberto Tern
primero y Luis H. Monroy despus, mostraron una postura muy firme hacia
los directores, pidindoles informes y explicaciones y sin permitir pretextos
para justificar deficiencias en los trabajos o la falta de seguimiento de sus
mltiples indicaciones. Ms an que su antecesor, el profesor Mario Aguilera los amenazaba con utilizar medidas drsticas o con la suspensin de
sus salarios si no cumplan. Desde luego, algunos directores buscaban la
5
ahsep, dgesic, exp. 5193/4, Caada Honda, Aguascalientes, Informe del inspector, 13 de junio
de 1942.
6
ahsep, dgesic, exp. 5193/7, Flores Magn, Chihuahua, Informes, 1942; 5193/29, Galeana, Nuevo
Len, Informes, 1943; 5190 y 5188/ varios expedientes, Presupuestos y solicitudes de varias escuelas,
1941-1944.
394
395
396
Las normales rurales estaban en desventaja. No slo los estudiantes ingresaban con la primaria incompleta y al egresar tenan que hacer mritos
para poder obtener las mismas plazas que los urbanos, sino que tambin
tenan que cubrir el mismo plan de estudios, pero dedicando tres horas y
media diarias a las actividades agropecuarias. Por otro lado, al no contar con
programas, la responsabilidad de definir los contenidos de las materias recaa
en los maestros, quienes no contaban con libros de apoyo en las bibliotecas
de los planteles ni con experiencia en las nuevas materias. La sep tampoco
ofreca un modelo para la formacin o la actualizacin. No podemos llevar
a ellas deca Monroy a los especialistas; habr necesidad de formarlos.
Esto se conseguir solamente si el maestro que va a ellas adquiere el compromiso irrompible de profesar la materia durante un periodo no menor de
cinco aos y es ayudado convenientemente por los directores.15 Estas declaraciones dejaban claro que la idea de crear una Escuela Superior de
Educacin Campesina, como haba proyectado Bassols y como pedan los
maestros y los estudiantes, no se concretara.
Adems, ante la escasez de personal, en las normales rurales haba
ayudantes de taller impartiendo clases de biologa, mdicos que impartan
educacin fsica e instruccin militar, y msicos que impartan tcnica de
la enseanza, y los maestros y los directores impartan hasta ocho o nueve
materias distintas a la vez.16 Ms que antes, en algunas escuelas quedaban
materias sin impartirse, y sin tomar en cuenta esas condiciones, las autoridades de la sep recalcaban que los directores no tenan la atribucin de
eliminar, aumentar o sustituir materias (Miano, 1945: 79).17
Tambin se busc, nuevamente, uniformar la forma de evaluar. A partir
de 1942 se enviaron a las escuelas exmenes modelo para las evaluaciones
trimestrales de algunas materias que eran acumulativas y se promediaban
en sustitucin del examen final; asimismo se pidi a los maestros que al
iniciar cada clase evaluaran los conocimientos de la clase anterior entre los
alumnos y los calificaran.18 Desde entonces se leen en los informes de los
maestros justificaciones de por qu sus alumnos no haban contestado tales
o cuales preguntas. Una maestra de El Mexe, por ejemplo, explicaba confiaahsep, dgesic, exp. 5197/5, Planes de estudio, 15 de agosto de 1942.
Vase, por ejemplo, ahsep, dgesic, exp. 3983/3, Personal, Jalpa de Mndez, Tabasco, 1941-1943;
3983/8, Personal, Yucatn, 1942-1944; 3983/9 y /10, Personal, Guerrero, 1941-1943.
17
ahsep, dgesic, exp. 5197/4, Circular sobre planes de estudio, junio de 1943.
18
ahsep, dgesic, exp. 5202/47, Nuevo reglamento de exmenes a ttulo de suficiencia, 14 de julio
de 1942; 5202/24, Circular sobre pruebas trimestrales y diarios de labores, 26 de septiembre de 1941.
15
16
397
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que trabajaban, y, por otro lado, segua teniendo mucho peso, a la hora de
evaluar, el grado de compromiso con la escuela y la vocacin de los estudiantes, ms que su dominio de los contenidos de las materias acadmicas.21
Tanto los maestros como los directores tenan que reportar el tipo de
mtodos de enseanza que utilizaban en sus clases. En muchos informes,
como en los de las escuelas de Azcapotzalco, Distrito Federal; Huetamo,
Michoacn, y Caada Honda, Aguascalientes, se consignaba que en el caso
de las materias nuevas la enseanza era terica y expositiva, mientras que
en las antiguas se segua haciendo nfasis en la utilidad prctica del conocimiento, el mtodo de proyectos y los centros de inters.22 No pocos directores seguan insistiendo en que deba ensearse en el trabajo, privilegindose la observacin y la experiencia. El director del plantel de Huetamo, por
ejemplo, explicaba que en dicha escuela la enseanza era libresca, de texto,
expositiva, de discusin, dialogada y con cuestionarios escritos, y fundamentada en mtodos inductivos, deductivos, de observacin, anlisis y
sntesis, pero de muy poca experimentacin (por no poder hacerlo); asimismo, que se utilizaban procedimientos lgicos, los centros de inters y
de proyectos para organizar las materias de enseanza, basndose en el
juego, la observacin y la imaginacin.23 En Oaxtepec, Morelos, los maestros
propiciaban una enseanza objetiva, basada en la investigacin, que siempre fuese aplicada, por lo que utilizaban el mtodo de proyectos y los
centros de inters.24
En una ocasin, el subdirector general de Educacin Superior e Investigacin Cientfica, Eliseo Bandala, seal en respuesta al informe del profesor Francisco Tllez, director de la escuela de Xochiapulco, Puebla, que los
mtodos funcionales no servan de nada si son imaginarios como suele
acontecer.25 Indudablemente haba profesores que seguan enseando en
forma tradicional y simulaban en sus informes. Sin embargo, en las normales rurales en los aos cuarenta persista la idea de que los estudiantes deban
aprender mediante la accin, en la prctica y en el trabajo. Un observador
21
Vase, por ejemplo, ahsep, dgesic, exp. 3509/9, El Mexe, Hidalgo, Informes, 26 de noviembre de
1941, y ahsep, dge, exps. 3617/27 y 30, Expedientes de alumnos, Ayotzinapa, Guerrero, 1944-1945.
22
ahsep, dgesic, exp. 5195/6, Azcapotzalco, Distrito Federal, Informes, junio de 1941; ahsep, deanr,
exp. 15-9-10-13, Caada Honda, Aguascalientes, Informes, 1941 y 1943.
23
ahsep, deanr, exp. 15-9-10-10, Huetamo, Michoacn, Informes, 1942.
24
ahsep, dgesic, exp. 5195/5, Oaxtepec, Morelos, Informes, 1941 y 1942.
25
ahsep, dgesic, exp. 5192/12, Respuesta al informe del director de Xochiapulco, Puebla, 3 de
agosto de 1944.
399
peruano que visit 14 planteles, describa que en las clases los estudiantes
podan intervenir e incluso interrumpir al profesor para expresar sus ideas
o dudas (Miano, 1945: 77, 79 y 147). Tambin en las reuniones de Consejo y en las academias, se segua discutiendo la manera de modificar y adaptar los planes de estudio, y los estudiantes seguan planteando iniciativas
acerca de las diversas actividades de las escuelas.26 En Palmira, Morelos,
como en las primeras escuelas regionales campesinas, no se hablaba de
materias sino de asuntos (Miano, 1945: 133).
Las autoridades de la sep redujeron el radio de accin del trabajo de las
normales rurales hacia las comunidades. La accin social deba regirse por
planes de trabajo muy concretos que se basaran en la elaboracin de monografas sobre las necesidades de las comunidades que conformaran la zona
de influencia de cada escuela, y deba realizarse, ms que en forma directa,
por medio de las escuelas rurales y sus maestros.27 En esos aos, las autoridades de la sep no introdujeron nuevas finalidades a la accin social, que
deba realizarse segn los lineamientos de 1939, aunque enfatizaban la importancia de alejarla de la demagogia y de la poltica militante, de apoyar la
campaa de alfabetizacin (que en realidad siempre lo haban hecho) y, como
novedad, de informar y sensibilizar a la poblacin acerca de la Segunda
Guerra Mundial y la intervencin de Mxico en ella.
Sin embargo, las normales rurales perdieron el control de las escuelas
rurales de su zona de influencia, cuya administracin qued en manos de
los directores federales de Educacin, si bien a ellas corresponda proporcionarles la asesora tcnica. La bifurcacin de responsabilidades, desde
luego, gener problemas. Algunas escuelas se quejaban de maestros que no
colaboraban, pero no podan hacer nada para impedirlo. En otras, las diferencias en el calendario escolar no permitan que los estudiantes normalistas realizaran sus prcticas pedaggicas. Si faltaba algn maestro, los direc26
ahsep, dgesic, Informes de los directores, 1943 y 1944, exp. 5195/4, Tenera, Estado de Mxico,
y Ozuluama, Veracruz; 5195/5, Oaxtepec, Morelos; 3509/9, El Mexe, Hidalgo; 5205/3 Tamatn, Tamaulipas; 5205/10, Flores Magn, Chihuahua; 5202/8, Salaices, Chihuahua; 5195/12, Xochiapulco, Puebla;
5195/9, Soltepec, Tlaxcla; 5192/47, San Antonio de la Cal, Oaxaca; 5191/8, El Camichn, Jalisco; 3509/2,
Hecelchakn, Campeche; 5203/4, Tenera, Estado de Mxico. ahsep, dgesic, Informes de inspeccin
1943-1944, exp. 5197/4, Tamatn, Tamaulipas, y Galeana, Nuevo Len; 3984/1, enr Puebla; 3509/1,
Uayalceh, Yucatn; 5170/74, enr Guerrero; 5193/10, Huetamo, Michoacn; 5193/9 y 5195/8, El Camichn,
Jalisco; 5193/7, Flores Magn, Chihuahua; 5193/12, El Mexe, Hidalgo. ahsep, deanr, Informes 19431944, exp. 15-9-10-13, Caada Honda, Aguascalientes, y 15-9-10-11, Matas Ramos, Zacatecas; ahsep,
dgesic, 5191/varios expedientes, Clausuras, solicitudes, protestas, varias escuelas, 1940-1944.
27
Vase, entre otros, ahsep, dgesic, Planes de trabajo, 1941-1942, exp. 5196/9, Caada Honda,
Aguascalientes; 5196/19, Huajintepec, Guerrero; 5196/20, Comitancillo, Oaxaca.
400
tores de las normales no podan, como antes, dejar a los alumnos avanzados
que se hicieran cargo de esas clases sin contar con la aprobacin del director
federal de Educacin y del jefe del dep.28 Todava en 1944, la jefa del dep
deca que era inconcebible que algunas escuelas no contaran an con una
escuela anexa (sep, 1944: 219).
El ideal para las autoridades era que cada normal contara con una escuela anexa y con cuatro escuelas en su zona de influencia que tuvieran distintas caractersticas: a) escuela unitaria y de medio tiempo; b) unitaria con
primer ciclo primario; c) que contara con dos maestros y dos ciclos de primaria; d) que contara con tres maestros y los tres ciclos de la primaria y, si
fuera posible, e) una escuela primaria superior con un maestro para cada
ao escolar.29 Este ideal, evidentemente, no se lograra en el corto plazo, ya
que en muchas de las zonas cercanas a las normales rurales no exista esa
variedad. Por otro lado, las normales proponan cules escuelas podan
quedar en su zona de influencia, pero la decisin final era de los directores
federales de Educacin. En Xochiapulco, Puebla, por ejemplo, el profesor
Isidro Burgos haba iniciado en tres escuelas, por peticin de los padres de
familia, un proyecto para castellanizar a los alumnos, pero comenz por
ensearles en espaol mexicano y no en castellano, con apoyo de los estudiantes normalistas de los grados ms avanzados. Si bien el jefe del dep lo
felicitaba por dicha accin, que estaba obteniendo buenos resultados, para
el ao siguiente en el cual Burgos fue reemplazado por otro director esos
trabajos se interrumpieron porque ninguna de esas tres escuelas qued como
parte de la zona de influencia.30
En las escuelas rurales de la zona, los directores de las normales siguieron
realizando asesoras y los alumnos sus prcticas pedaggicas, y en algunos
casos abrieron escuelas de demostracin. Las autoridades de la sep regaaban
tanto a los directores que slo realizaban festivales como a los que planeaban
actividades demasiado ambiciosas.31 Algunos directores reportaban an el
28
ahsep, dgesic, exp. 5192/26, Circular sobre zonas de experimentacin y prctica, 1942. Vase,
por ejemplo, ahsep, dgesic, Zona de experimentacin y prctica, 1941-1943, exps. 5214/20 y 5192/30,
Galeana, Nuevo Len; 5198/38, Soltepec, Tlaxcala; 5192/37, Xochiapulco, Puebla.
29
ahsep, dgesic, exp. 5192/25, Circular sobre zonas de experimentacin y prctica, 15 de diciembre
de 1941.
30
ahsep, dgesic, exp. 5192/12, Xochiapulco, Puebla, Infomes, 1941-1944.
31
En el primer caso estaban, por ejemplo, el director de Xochiapulco, Puebla, y Aguililla, Michoacn,
y en el segundo, el director de Caada Honda, Aguascalientes. ahsep, dgesic, exp. 5192/2, Xochiapulco,
Puebla, Informes, mayo de 1942; ahsep, deanr, exp. 2603/4, Aguililla, Michoacn, Informes, 1941; exp.
15-9-10-13, Caada Honda, Aguascalientes, Informes, 1941-1943.
401
402
na oportunidad de volver a demandar que la capilla de la escuela se devolviera a la comunidad, lo que no creaba un ambiente propicio para que la escuela desplegara sus campaas sociales y culturales. La sep no cedi, y aun
en esas circunstancias, la Liga Femenil organizaba festivales y actividades
de recreacin y de economa domstica e higiene; se daban servicios de
enfermera y puericultura, se organiz un concurso de oratoria y se le dio
mucha importancia a la enseanza militar tanto de los alumnos como de los
vecinos. Segn el director, el internado se haba militarizado, y con los vecinos, ante el terrible miedo a la leva que an permaneca desde la Revolucin,
como en otras zonas, se trabajaba para quitarles la idea de que el gobierno
quera arrebatarles a sus hijos para llevarlos a la guerra.35 Incluso, Jos Santos Valds report que daba plticas en los alrededores de Chicontepec,
Veracruz, sobre la Segunda Guerra Mundial y sobre la necesidad de que en
Mxico todos estuvieran unidos, no sin dejar de anotar que consideraba que
la Unidad Nacional era idlica.36
A principios de 1943, la sep delimit las actividades que deba realizar
cada plantel segn sus caractersticas. En las escuelas grandes, con 300
alumnos y cinco aos escolares ms el complementario, los maestros y los
alumnos deban trabajar tres hectreas (ms hortalizas, huertos, rboles y
jardines) y realizar accin social en un radio de entre 15 y 30 kilmetros. En
este caso estaban los planteles de Tenera, El Mexe, Salaices, Bimbaletes,
Tamatn, Ayotzinapa y Hecelchakn. En las de tipo medio, con 150 alumnos
y cinco aos de estudios ms el complementario, se trabajaran cerca de dos
hectreas y la accin social se extendera a entre 15 y 20 kilmetros alrededor (en este caso estaban las escuelas de Oaxaca, Nayarit, Chihuahua Flores Magn, Nuevo Len, Baja California, Morelos, Tlaxcala y Puebla). En
las escuelas tipo iniciacin (en Aguascalientes, Veracruz, Michoacn,
Guerrero, Oaxaca y Yucatn), con un tope de 75 alumnos y con dos aos del
ciclo secundario ms el complementario, se trabajaran menos de dos hectreas
y la accin social se extendera a un radio de 5 a 10 kilmetros mximo.37
Si las escuelas tenan ms tierras, stas deban ser trabajadas por asalariados (con una extensin mxima de 40 hectreas en las escuelas grandes),
y los alumnos slo cooperaran en lo estrictamente necesario, aunque dedicaran tiempo a la ganadera menor (tambin cuantificada), las industrias
35
ahsep, dgesic, exp. 5214/63, Matas Ramos, Zacatecas, Tierras, 1942-1943; ahsep, deanr, exp.
15-9-10-11, Matas Ramos, Zacatecas, Informes, 1942-1943. La sep no quiso ceder la capilla de la escuela.
36
ahsep, dgesic, exp. 5194/4, Ozuluama, Veracruz, Informes, 1943 y 1944.
37
ahsep, dgesic, exp. 5198/20, Clasificacin de escuelas, 22 de febrero de 1943.
403
404
que ya no se elaboraba el peridico mural, pues eso lo hacan antes las maestras y las alumnas. En otras escuelas, los directores decan que el nmero de
fiestas y festivales que solan hacer, as como su xito, haban decado porque
no estaban las mujeres para poder hacer los vestuarios, decorar los escenarios y preparar la comida. Las prcticas pedaggicas tenan que hacerlas
en lugares cercanos, porque ir ms lejos implicaba gastar en alimentos,
que antes elaboraban las muchachas. Incluso se vieron afectadas las becas
de alimentacin de los estudiantes, pues de ellas se descontaban, adems
de otras cosas, recursos para pagar a cocineras y lavanderas.41
Al ser separados los hombres y las mujeres, las actividades que antes realizaban los estudiantes del otro gnero no fueron cubiertas por los mismos
alumnos, sino por personal contratado, pero la falta de ste y de maestros
ocasion una cada importante en las actividades generales de las escuelas,
adems de las estipuladas por las autoridades. Por ejemplo, los talleres en
las escuelas grandes estaban instalados, pero algunos no tenan material con
qu trabajar. En otras, como en Chicontepec, Veracruz, los alumnos realizaban las prcticas de taller en un establecimiento particular en el que incluso podan llegar a ganar dinero, tal y como suceda en las primeras
normales rurales de los aos veinte. En otras, en el taller de costura las mujeres slo hacan muestrarios, pues no contaban con tela para confeccionar
ropa. En varios planteles slo funcionaba el taller de carpintera, para
construir los muebles necesarios para la escuela o para reparar edificios.
En Tamatn, Tamaulipas, la escuela produca hielo de manera exitosa,
pero tena una importante deuda con la compaa de luz, y los inspectores
pensaban que la escuela prestaba luz de manera indebida a una empacadora de camarn.42
Los bienes de muchas de las escuelas siguieron en disputa. Mientras en
Salaices, Chihuahua, la escuela tena problemas por el uso del agua con una
colonia agrcola que haba invadido terrenos de su propiedad, en Tenera,
Estado de Mxico, el director y los maestros apoyaban a un grupo de campesinos que pedan la huerta de la escuela, que estaba lejana y que la escuela ya no poda hacer producir.43 Este problema se extenda a otros planteles.
41
Vase ahsep, dgesic y deanr, Informes de los directores e inspectores, 1943-1944 (los datos de
cada expediente pueden consultarse en la nota 26 de este apartado).
42
ahsep, dgesic, exp. 5194/4, Ozuluama, Veracruz, Informes, 1942; 5193/5, Tamatn, Tamaulipas,
Visitas de inspeccin. Vanse los informes de los directores e inspectores, 1941-1944.
43
ahsep, dgesic, exp. 5194/5, Salaices, Chihuahua, Tierras, 1942-1943; 5194/23, Tenera, Estado de
Mxico, Tierras, 1941-1942.
405
En Comitancillo, Oaxaca, haba una cooperativa de campesinos que, siguiendo los lineamientos de 1939, trabajaba tierras de la escuela en calidad de
alumnos irregulares. Como el contrato estaba por vencerse y las tierras an
no se cosechaban, el director renov el contrato, lo que le vali la llamada
de atencin del jefe del dep, quien le record que esos contratos deban ser
autorizados por la sep, por lo que le orden rescindir el contrato en cuanto
se levantara la cosecha. Entonces, un grupo de campesinos solicit trabajar
las tierras que la normal no podra sembrar por falta de presupuesto, ante
lo cual Alberto Tern contest en un tono enrgico que Este Departamento est tratando de suprimir la anomala [] en muchas escuelas, de que
estn cediendo en distintos sentidos los terrenos, aduciendo no poderlos
trabajar por varias razones que esta Dependencia no considera lgicas.44
Una de esas escuelas fue la de Uayalceh, Yucatn, y no fue la nica.45 Las
autoridades de la sep no admitan que no pudieran trabajarse todas las tierras ni justificara prdidas, sin considerar las condiciones en que las escuelas podan trabajarlas, cuando an haba planteles como los de Caada
Honda, Aguascalientes; Soltepec, Tlaxcala, y otros que sembraban en tierras
prestadas o que tenan que rentarlas (al igual que algunos de sus
edificios).46
El gobierno federal proporcionaba recursos para las explotaciones agrcolas a partir de los presupuestos que se hacan en cada escuela. Para 1945,
el mayor presupuesto para las actividades agropecuarias fue de 25 mil pesos
y el menor de 500 pesos. Los directores estaban en contra de que las ganancias obtenidas tuvieran que ser depositadas en una cuenta bancaria, y de que
incluso para vender sus productos tuvieran que solicitar permiso. Con dichas
medidas se buscaba controlar, pero eran consideradas injustas y poco prcticas y, desde luego, no alentaron una mayor productividad (Miano, 1945:
94 y 109).47
En 1943 an no se contaba con inspectores, y las autoridades declaraban
que saban lo que suceda en las escuelas por los informes de los directores
y los maestros y por informaciones informales, pero en 1944 no slo se
ahsep, dgesic, exp. 5194/9, Comitancillo, Oaxaca, Tierras, junio-julio de 1942.
ahsep, dgesic, exp. 5194/41, Uayalceh, Yucatn, Tierras, abril de 1941.
46
Vase, por ejemplo, ahsep, dgesic, Tierras, 1942-1943, exp. 5194/6, Ozuluama, Veracruz; 5194/10,
Comitancillo, Oaxaca; 5194/24, Ayotzinapa, Guerrero; 5194/12, Circular sobre tierras, 30 de octubre de
1941; 5194/29, Circular sobre cultivos, 22 de septiembre de 1943.
47
Vase, por ejemplo, ahsep, dgesic, exp. 5192/1, Tamatn, Tamaulipas, Visitas de inspeccin, 1941;
ahsep, dgesic, exps. 5194/5-29, Tierras y Agua, varias escuelas, 1941-1944.
44
45
406
407
sonal y estudiantes variaba segn el nmero de maestros que tuviese la escuela y el nmero de grados que se ofrecan, ya que haba un representante
por cada grado escolar ms el representante de la fecsm.
Tanto los maestros como los estudiantes deban ser electos por sus compaeros, pero en el caso de los ltimos slo seran elegibles aquellos que tuviesen buenas calificaciones y conducta intachable. Sin excepcin, los consejos deban ser precedidos por el director, quien poda vetar disposiciones del
Consejo si consideraba que stas iban en contra de los intereses de la escuela,
y el director ya no figuraba como el ejecutor de las decisiones de aqul. Las
atribuciones de los nuevos consejos se limitaron a la mejor organizacin y
coordinacin de las actividades, pero stas se regiran por las determinaciones tomadas en las academias de maestros, cuyas disposiciones cobraron el
carcter de definitivas.
Los comits se mantuvieron en calidad de auxiliares, pero se defini su
nmero y objetivos: de trabajo, de estudio y divulgacin cultural, de accin
social, de higiene y salubridad, y de justicia y buen gobierno. Todos ellos
estaban formados por maestros o empleados junto con alumnos, que se
nombraban cada seis meses. Los ms importantes eran los comits de trabajo y de justicia y buen gobierno. El primero deba distribuir las actividades,
vigilar que se rotaran convenientemente y registrar las horas de trabajo y su
rendimiento para definir una justa recompensa al trabajo fsico. La responsabilidad principal recaa en los profesores. Sin dar personalidad a las sociedades de alumnos, el Comit de Justicia y Buen Gobierno se encargaba de
la disciplina, pero en l los estudiantes slo podan apoyar al director, al
maestro de guardia y a la ecnoma, quienes eran los principales responsables
del orden en la escuela, si bien deba participar todo el personal. Como en
aos anteriores, haba quejas de algunos empleados, como la enfermera de
Xochiapulco, Puebla, que deca que no era abuela para cuidar nias ni
capataz para vigilar la higiene en la escuela (Miano, 1945: 60-87).51
En las escuelas, como sola suceder, se hacan variaciones. En 1941 en El
Mexe, por ejemplo, la directora, Guadalupe Ceniceros de Zavaleta (quien
haba impulsado la participacin de los estudiantes en el Consejo de Tenera
en 1935 y ms adelante fue jefa interina del dep), vigilaba celosamente la
eleccin de los representantes estudiantiles para garantizar que tuvieran
excelentes antecedentes, aunque ello limitara el carcter democrtico de su
51
408
Formacin en la Escuela Normal Rural El Camichn, Jalisco, 1943. Fuente: ahsep, dgesic,
c. 5205, exp. 5, 1943.
eleccin. En 1943, en Chicontepec, Veracruz, el director hablaba de las reuniones y decisiones del Consejo de Maestros, pero no exista un consejo
consultivo en el que participaran los alumnos, situacin que se transform
con la llegada de Jos Santos Valds (la escuela haba cambiado de director
cada ao), que organiz dicho Consejo con elecciones democrticas.52 En
Ayotzinapa, el profesor Isidro Burgos pacientemente se reuna durante horas
con la Sociedad de Alumnos para que no quedaran cabos sueltos de los
conflictos vividos en 1941. Punto por punto discutan acerca de todos los
reclamos que tenan los estudiantes desde entonces, y trataban, entre todos,
de dar solucin a cada planteamiento, en un clima de gran confianza. En
cambio, la labor de Burgos en la escuela de Xochiapulco no fue del todo
continuada por los dos directores que le sucedieron: uno pona pretextos
para no conformar el Consejo, y el siguiente s lo conform, pero no fomentaba las iniciativas de los estudiantes dentro de l.53
La participacin de los alumnos se limit, pero no se abandon por
completo la idea de que para impulsar un pas democrtico era necesario
409
que los estudiantes vivieran y participaran en un gobierno tambin democrtico; se pensaba que la nica forma de que se hicieran responsables y
comprometidos con los dems, era dejndoles cierta libertad y sin recurrir al
autoritarismo y los castigos. En algunos reglamentos internos, como en el de
la escuela de Galeana, Nuevo Len, se habla de la obediencia de los estudiantes,54
pero en general prevalecan posiciones como la de Isidro Burgos. Al tener que
contestar en sus informes a la pregunta: cmo mantiene el orden y la disciplina?, el profesor contestaba que tanto el director como los maestros se
mantenan cerca de los estudiantes siempre que fuera necesario e incluso
cuando no lo era, para compartir sus actividades, o en los momentos de descanso, para platicar con ellos acerca de algn acontecimiento nacional o internacional, y agregaba que los mismos estudiantes los buscaban a ellos.
Asimismo, cuando algn padre o madre de familia lo autorizaba para castigar a su hijo (lo cual era comn cuando la escuela les daba aviso de alguna
falta cometida por sus hijos), l contestaba que les dara todos los consejos que
fueran necesarios, y lo mismo haca el director de la escuela de Tenera, Estado de Mxico, en 1939.55
Max H. Miano, un profesor peruano, se qued muy impresionado
despus de su estancia en Ayotzinapa. Deca que la organizacin de la normal le haba dado la realidad de una escuela de la vida para la vida, pues
en las directivas de cada comit no haba visto otra cosa que el mandato
54
ahsep, dgesic, exp. 5198/1, Reglamento interno, Galeana, Nuevo Len, 8 de septiembre de 1942.
Vase tambin 5198/22, Reglamento para los dormitorios, Circular y respuesta de Hecelchakn, Campeche, 22 de febrero de 1943.
55
ahsep, dgesic, exp. 5192/12, Informes, Xochiapulco, Puebla, Informe de inicio de clases, 15 de
abril de 1941; ahsep, dgen, Expedientes de alumnos, Ayotzinapa, Guerrero, 3617/27, Correspondencia
entre Isidro Burgos y la madre de un alumno, 31 de agosto y 12 de septiembre de 1944. El padre de un
alumno que haba sido expulsado de la escuela de Tenera por haber herido a uno de sus compaeros
con un arma, pidi al director que volviera a aceptar a su hijo. Explicaba que saba que su hijo se haba
comportado mal, y que una fruta podrida hay que quitarla de las buenas para que no contagie a las
dems, pero segn su modo de pensar [] los alumnos que se encuentran en ese plantel no van educados, sino ah es donde se van a educar. Autorizando al director para dar castigos enrgicos al muchacho, le escriba: al ir a dejar a este muchacho a esa Institucin, pens que lo iba a dejar a un segundo hogar, donde tendran que quitarle los malos hbitos adquiridos en el primero; pens tambin que
dejndolo a responsabilidad de usted, sera como dejrselo a su padre por ser usted su educador. El
director contest ampliamente que en efecto la escuela era un segundo hogar, pero que ah se razonaba
con los muchachos, y aunque en la escuela se les enseaba, la falta de su hijo haba puesto en peligro a
otros, lo cual no se poda permitir. En el mismo sentido, otros padres daban al director el poder de
castigar como fuese necesario a los estudiantes. Las escuelas proponan un sistema disciplinario ms laxo
que el que acostumbraba utilizarse al interior de las familias, por lo menos de la regin de Tenancingo, en
el Estado de Mxico, y es probable que tambin de las familias de los estudiantes de otras regiones. ahsep,
dgen, Expedientes de alumnos, Tenera, Estado de Mxico, exp. 3596/52, marzo de 1939.
410
de la colectividad. Todos estaban dispuestos a secundarle. En un saln reportaba estaba grabado un inciso del reglamento interno que deca: es
fundamental conocer la organizacin y los problemas de la escuela y de la
comunidad. Para el visitante, tanto en Palmira, Morelos, como en Tenera y
Ayotzinapa, la convivencia de los maestros con los alumnos en los comits
de trabajo y en el comedor eran fundamentales para crear un clima de confianza, mientras que en aquellos planteles en los que los maestros coman
por separado, ello poda generar rumores y malas interpretaciones por parte de los alumnos y los maestros. Al involucrar a los alumnos en los comits
y permitir sus iniciativas, en las escuelas se lograba que cada alumno, al
asumir una representacin, adquiriera el conocimiento de la magnitud de
sus deberes y la responsabilidad de sus funciones [] Todos estn movidos
por un solo principio; todos obran de acuerdo con un mismo ideal, ya que
El buen tono, el ejemplo y los ademanes correctos, son los que impulsan a
uno que otro a ingresar al orden; no es la imposicin de una minora malintencionada la que da reglas a la colectividad, sino que es la mayora en
cada uno de sus comits, quien dicta reglas y principios (Miano, 1945:
135-136, 146-147, 169-170).
En los informes de los directores en los aos cuarenta, tambin se notan
estas intenciones. En Tamatn, Tamaulipas, por ejemplo, el director, Marciano Z. Martnez, insista en la cercana que los maestros deban tener con
los muchachos, y en que los primeros fueran siempre ejemplos vivos de los
valores que queran fomentar en la juventud. All, los estudiantes discutan
con sus maestros y el director sus planes de accin social y sus actividades
pedaggicas en las escuelas rurales cercanas, a partir de la elaboracin previa de investigaciones que realizaban tambin bajo la gua de los maestros.
Sin embargo, como en otras normales rurales, adems de las materias se
calificaba la conducta, lo cual era una novedad en el tipo de sanciones que
podan obtener los alumnos si su comportamiento no era el deseado.56
Por lo menos Santos Valds en Ozuluama, Veracruz, y Arturo Santiago
Moret (discpulo de Isidro Burgos) en Flores Magn, Chihuahua, primero,
y en Tenera, Estado de Mxico despus, mantuvieron los cdigos disciplinarios, en los que prevalecan las sanciones y sobre todo las llamadas de
atencin privadas y pblicas las velas como medios de persuasin. El
56
ahsep, dgesic, exp. 5197/4, Tamatn, Tamaulipas, Informes, octubre de 1942; exps. 4051/2 y 4,
Circular sobre calificaciones, respuestas de los directores y peticiones de los alumnos, 1943.
411
cdigo, como parte del reglamento interno, tena que pasar por la autorizacin de la sep, pero ya no por la Asamblea General en cada escuela.57
Aunque no existieran los cdigos disciplinarios, el tipo de procedimientos para sancionar a los alumnos era similar en varias escuelas que
no llegaban al grado de libertad y responsabilidad que fomentaba Isidro
Burgos. Segn el director de la escuela de Flores Magn, el problema ms
frecuente entre los estudiantes era el tabaquismo, a lo cual correspondan
llamadas de atencin privadas.58 El director del plantel de El Mexe, Santos
Galicia, utilizaba distintos grados de sanciones y daba importancia a la
reincidencia, como antes suceda en Tenera y Ayotzinapa. Los privilegios
de poder salir del permetro de la escuela o de ser jefe de la Banda de Guerra
se perdan si se desertaba o se faltaba el respeto a algn profesor. Esto ltimo
tambin poda sancionarse con comisiones de trabajo extraordinario, pero
si stas no se realizaban, se ameritaba un extraamiento pblico o por escrito y se bajaba la calificacin en conducta. La suspensin temporal, junto
con la realizacin de trabajos agrcolas, aplicada para casos ms graves como
el robo y el mal comportamiento crnico, se hacan en nombre del Comit
57
ahsep, dgesic, exp. 5187/35, Cuestionario para ser contestado por los directores de las enr,
Respuesta del director de Flores Magn, Chihuahua, junio de 1941; 5194/4, Ozuluama, Veracruz, y
Tenera, Estado de Mxico, Informes, 1941-1944; vanse tambin exps. 4051/2 y 4, Circular sobre calificaciones, respuestas de los directores y peticiones de los alumnos, 1943.
58
ahsep, dgesic, exp. 5194/4, Ozuluama, Veracruz, y Tenera, Estado de Mxico, Informes, 19411944; 5187/35, Cuestionario para ser contestado por los directores de las enr, Respuesta del director de
Flores Magn, Chihuahua, junio de 1941.
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416
para que los talleres no se tuvieran que cerrar, y en gasolina para poder ir a
comprar los alimentos, o donaban a las escuelas rurales libros y tableros para
jugar al basquetbol (Miano, 1945: 78 y 133).70
En 1944, la jefa del dep informaba que los maestros de las normales
rurales en general estaban bien formados porque se haban dedicado a la
enseanza durante varios aos, y que se haba procurado cubrir las vacantes
con maestros que tuviesen los mejores antecedentes profesionales (sep, 1944:
220). Con estas declaraciones intentaba romper con el esquema de ataque
constante de la sep a los maestros; sin embargo, la realidad era distinta. En
1944, el director del plantel de Chicontepec, Veracruz, deca que las escuelas no mejoraran si en las pequeas se segua concentrando a los maestros jvenes que no tenan experiencia en ese tipo de instituciones, en lugar
de tratar de distribuirlos de manera que cada escuela contara con profesores
jvenes y con profesores experimentados.71 Un ao ms tarde, la sep informaba que de 22 directores, dos eran agrnomos y slo siete tenan la categora A, la ms alta, y de 283 maestros de planta, slo 76 tenan esa misma
categora. Salvo las ecnomas, que eran 18 de primera, el resto de los 88
profesores (de msica, artes, educacin fsica, idiomas y materias de adiestramiento) no era de planta. La enseanza de oficios y agricultura estaba a
cargo de nueve pasantes y dos practicantes de agronoma, 19 prcticos agrcolas y 88 ayudantes de taller (de estos ltimos, slo 15 tenan categora A).
Muchos de los maestros estaban descontentos con sus sueldos y sus condiciones de trabajo. En 1942, pedan sobresueldos de emergencia, y por lo
menos hasta 1944, pago de sueldos atrasados y cambios de categora y de
plantel. Ya con Torres Bodet, la sep intentaba que los profesores pudieran
vivir dentro de las escuelas y con cierta independencia de los alumnos, pero
en muchas de ellas no haba locales suficientes (Miano, 1945: 53 y 126).72
En las escuelas se buscaba un ambiente de fraternidad y de cooperacin
de los alumnos entre s, pero ello no result sencillo en algunas de ellas, en
parte por la falta de recursos, por la inexperiencia o falta de compromiso de
los profesores, pero tambin por otros factores. Con frecuencia, la sep recordaba a los directores que los alumnos deban mantenerse activos, que haba
que organizar actividades para sus ratos libres, por lo que orden que los
70
ahsep, dgesic, exp. 5194/4, Ozuluama, Veracruz, Informes, 1943; 5198/20, Reglamento de economa domstica, 22 de febrero de 1943. Vanse los informes de los directores y los inspectores, ya citados, 1943-1944.
71
ahsep, dgesic, exp. 5194/4, Ozuluama, Veracruz, Informes, 1944.
72
ahsep, dgesic, Personal, varias escuelas, 1941-1944, exps. 3983/3-5 y 8-10.
417
estudiantes acudieran a la biblioteca una hora diaria por las noches y que
formaran clubes deportivos en las escuelas donde stos no existan (sep,
1944: 230). Algunos directores informaban que era muy poco el tiempo libre
de que gozaban los estudiantes; otros dejaban que los alumnos organizaran
lo que quisieran hacer, y otros ms, por medio de los comits, llevaban a
cabo actividades como charlas, reuniones en las que no se hablara de poltica, encuentros deportivos, grupos musicales y hasta casinos, o clubes de
economa domstica (Miano, 1945: 63).
En Xochiapulco, Puebla, el director informaba que en los tiempos libres
las alumnas slo se sentaban a charlar, tejer o leer, porque muchas de ellas
no eran de la sierra y no aguantaban el fro, e incluso informaba que no
pocas se enfermaban y con cualquier pretexto buscaban darse de baja.73 En
otras escuelas se reportaba que los alumnos que no eran de la zona padecan,
ms que los otros, enfermedades gastrointestinales o paludismo. No ayudaban, tampoco, la escasa cantidad de alimentos que consuman los alumnos,
el hacinamiento y la falta de medicinas y de agua potable en varias escuelas.
En Aguililla y Paracho, Michoacn, el director informaba que la mayor parte
de los alumnos estaban enfermos, y que seis de ellos estaban desnutridos.74 Sin
embargo, tanto la sep como muchos de los profesores seguan dando una
gran importancia a las actividades de recreacin, como los deportes, las
reuniones culturales y las obras de teatro. Una ex alumna de la escuela de
Tenera recuerda este tipo de actividades con especial emocin: cuando el
maestro de msica tocaba el piano y todos cantaban o charlaban, los encuentros de basquetbol dentro y fuera del plantel y el gran respeto de los
profesores por los estudiantes al compartir todas las actividades, escucharlos
y darles consejos e incluso festejar el da del estudiante con la misma importancia que el da del maestro. En vez del toque de campana, el da comenzaba con Las Maanitas y terminaba con una fiesta animada con piano por
el maestro de msica. Para ella, haba un respeto a los estudiantes que ya
no existe.75
La integracin de grupos de alumnos de distintas regiones no siempre fue
sencilla. Un caso extremo se dio Comitancillo, Oaxaca, en donde los alumnos
lugareos escriban en los muros Viva el Istmo, mueran los chiapanecos, y
ahsep, dgesic, exp. 5192/12, Xochiapulco, Puebla, Informes, junio de 1944.
ahsep, dgesic, exp. 3505/2, y ahsep, deanr, exp. 2603/4, Aguililla, Michoacn, Informes, 1941.
75
Entrevista de Alicia Civera con la maestra Margarita Hernndez Franco, Tenera, Estado de
Mxico, 21 de junio de 2001.
73
74
418
en 1942 el director adverta que era urgente sacar de all a los 15 alumnos que
haban llegado de Chiapas, porque l no poda garantizar su seguridad.76
En 1944, las condiciones de las escuelas comenzaron a mejorar. Las ms
pequeas fueron cerrando y los recursos, que se incrementaron, se concentraron en las que sobrevivieron, si bien seguan siendo insuficientes. Segn
Miano (1945: 100), de un presupuesto de 171 millones de pesos destinados
a educacin pblica, las normales rurales reciban cuatro aproximadamente. A finales de 1943, las raciones se aumentaron de 60 a 65 centavos, y
a partir de febrero de 1945 se incrementaron a una cantidad que oscilaba
entre 90 centavos y un peso con 10 centavos, segn el costo de vida en la regin
donde estaban establecidas las normales rurales (sep, 1944: 230).77
Aunque las condiciones de las escuelas mejoraron con la poltica conciliadora de Torres Bodet, y aunque el movimiento estudiantil se haba
debilitado y los enfrentamientos entre los maestros haban bajado de tono,
los conflictos de 1941 a 1943 estaban an muy presentes en el nimo de
los alumnos. Las nuevas reglamentaciones limitaban su participacin en
la toma de decisiones al interior de las escuelas, pero los estudiantes siguieron
organizndose para hacer escuchar sus puntos de vista. Segn un alumno de
la escuela de El Mexe, la indisciplina y la agitacin poltica fueron ms
difciles de manejar en los planteles para varones que en los de mujeres (Serna, 1987: 72), pero por lo menos en Huetamo, Michoacn, la Sociedad de
Alumnas mantuvo comunicacin con la cjm gracias a la cual, segn una ex
alumna que en ese entonces cursaba el complementario, lograron sacar a
varios maestros que no eran buenos y perjudicaban a la escuela.78
Futuros maestros
419
Futuros maestros
420
Alumnas y alumnos de la
Escuela Normal Rural El
Camichn, Jalisco, 1942.
Fuente: ahsep, Fototeca,
1942.
Desde la segunda mitad de la dcada de 1930, la inscripcin en las escuelas normales en todo el pas se haba reducido, pero en las normales
rurales se reciban cada vez ms solicitudes de ingreso. A pesar de los conflictos, las normales rurales haban logrado legitimarse y eran una fuente de
oportunidades para los jvenes que deseaban estudiar o trabajar. Aunque la
profesin magisterial se haba desprestigiado durante los aos treinta por
los ataques que sufrieron muchos de los maestros rurales, y por los salarios
y las pugnas intergremiales, segua siendo una buena opcin para los jvenes
de origen rural. Los directores ya no hablaban de campaas de reclutamiento sino del proceso de seleccin de estudiantes, en el cual se pona nfasis
ms en garantizar su vocacin que en su origen social. De hecho, en la documentacin de esos aos ya no aparecen estadsticas ni comunicados en
torno a la procedencia de los alumnos, aunque varios directores insistan,
como ya se coment, en que era necesario dar a los alumnos el pre, porque
sus familias no podan apoyarlos. Por ejemplo, el director del plantel de El
Camichn, Jalisco, deca en 1942 que daba dolor y vergenza la pobreza
del alumnado, y el de Aguililla, Michoacn, que seis alumnos estaban desnutridos. En El Mexe, en 1941, la directora reportaba que 80% de los estudiantes eran de origen rural.1
El ingreso ya no era un problema, pero los directores estaban preocupados por la desercin. El director de la escuela de Xochiapulco, Puebla, por
ejemplo, propona no slo mejorar la seleccin, sino tambin dar de baja a
1
ahsep, dgesic, exp. 5205/5, El Camichn, Jalisco, Informe, 20 de mayo de 1942; 3505/2, Aguililla,
Michoacn, Informe, 1942; 3509/9, El Mexe, Hidalgo, Informes, noviembre de 1941.
Futuros maestros
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Futuros maestros
423
trabajo que desarrollaran con los nios. Max Miano relata que le toc
participar en la fiesta de graduacin en Tenera, un acontecimiento de gran
importancia para los alumnos y sus familias y que estaba cargado de emocin,
como hoy en da. Participaban los alumnos y sus padres, miembros de la
comunidad, autoridades polticas municipales y ejidales, maestros rurales
de la zona y representantes de la sep. En la regin narra Miano era
costumbre nombrar padrinos para la ceremonia, la mayora de los cuales
eran campesinos vestidos de manta y algunos maestros rurales. Tras recibir
su certificado oficial, cada alumno era abrazado por su padrino y reciba de
l regalos (Miano, 1945: 183-184). Durante la maana, despus de un encuentro de basquetbol, los oficiales y los miembros de la tropa del Cuarto
Regimiento de Caballera (vecinos de los normalistas) realizaron carreras y
exhibiciones de pirmides. Por la tarde, antes de la entrega de certificados,
se realiz un festival en el que se present una obertura compuesta por el
profesor de msica, una dramatizacin de los alumnos de cuarto ao con
apoyo de elementos artsticos de Tenancingo, un baile presentado por las
alumnas de una escuela primaria (tambin montado por el maestro de msica), y un desfile de los alumnos que egresaban y los soldados frente a las
banderas de Mxico y Per, ya que el visitante llevaba de obsequio a la escuela la bandera peruana y reciba una mexicana para llevarla a alguna escuela primaria en aquel pas. El director de la escuela era quien ofreca el
festival, pero adems de sus palabras, se escucharon las del visitante, las del
secretario general de la fecsm, y las de un estudiante en representacin de
los alumnos que egresaban. Los alumnos entonaron el himno de la escuela.
424
Finalmente, en otra sede se realiz un baile por la noche (Miano, 1945: 183
y 419-420).
Pero para obtener su ttulo, los estudiantes todava tenan que trabajar un
ao en una escuela rural y presentar una tesis y un examen. Segn la sep (1944:
193), en 1942 y 1943, 96.7% de los estudiantes que realizaron su examen, lo
aprobaron. La familia de un estudiante que egres de la escuela de Tlaxcala
recuerda que su padre vendi una burrita y un becerro, que le hacan mucha
falta, para que l pudiera juntar los 60 pesos que necesitaba para comprarse el
traje que usara en su graduacin (Hernndez, 1987: 58).
En los exmenes que presentaban los ex alumnos de los planteles de
Tenera y Ayotzinapa en esos aos, se refleja su formacin dentro de la educacin socialista en un momento en que la poltica de la sep se orientaba
hacia la unidad nacional. En sus tesis, muchas de ellas armadas con el
discurso socialista, se mantena la idea de que la escuela rural, como producto de la Revolucin, deba mejorar las condiciones de vida de los
campesinos y de las masas proletarias. La escuela rural deba servirles a
ellos, y, por lo tanto, su labor como maestros deba ser muy amplia sin
limitarse al saln de clase.7
Tanto en esos exmenes como en testimonios de alumnos de varias escuelas, se nota que los egresados se esmeraban por conocer las condiciones
de vida especficas de las comunidades donde llegaban a trabajar, para trazarse un plan de accin. Lo primero que hacan era tratar de relacionarse
con distintos tipos de autoridades como los directores de las regionales
para ganar apoyo para la escuela, visitar los hogares para lograr la asistencia
escolar y comenzar a ganarse la confianza de la gente. A ello llamaban agitar a la poblacin.
En las escuelas, con los nios, daban importancia especial a las excursiones para observar la naturaleza, al fomento de los deportes y de la higiene,
y al comportamiento con las dems personas de la comunidad. Muchos
elaboraban material didctico y eran imaginativos al generar estrategias para
motivar a los nios, poniendo en prctica, decan, el mtodo de proyectos
o los centros de inters, y al proporcionar una enseanza para la vida aplicando los conocimientos de las operaciones matemticas o de la escritura.
7
ahsep, dgen, Expedientes de alumnos, Ayotzinapa, Guerrero, exps. 3554/11, 3564/66, 3575/104,
3558/29, 3604/57, 3565/29 y 39, 3563/5 y 3560/61; Tenera, Estado de Mxico, 3588/12, 32-34, 24 y 37,
3612/42, 3611/20, 25, 31, 32, 50, 3595/9, 43, 59-61, 3370/34 y 40, 3599/67, 3599/67, 3590/47, 3593/29,
34, 36 y 49 y 3589/21 y 47.
Futuros maestros
425
Clase de msica en la
Escuela Regional
Campesina de Tamatn, Tamau l ip as ,
1941. Fuente: ahsep,
dgesic, c. 5205, exp.
9, 1941.
426
Los alumnos de la Escuela Normal Rural de Tamatn, Tamaulipas, construyendo silos para
el almacenamiento de granos, s.f. Fuente: Miano, 1945, p. 86.
zona, consejos para lograr una mejor alimentacin, combatir los parsitos
y el bocio o defenderse mejor del paludismo. Pero, sobre todo, buscaban
trabajar con los jvenes. Los maestros promovan los deportes o las orquestas, las obras de teatro o los bailables, actividades que aprovechaban en las
fiestas patrias o en festividades que organizaban para reunir recursos para
las escuelas, y en las cuales se cantaban canciones regionales, escolares y
revolucionarias.
Algunos enfatizaban la importancia de todas esas activiades para combatir los vicios, pero lo cierto es que, jvenes ellos tambin, para los maestros
esas actividades eran fundamentales y lo haban sido en los aos de internado
lejos de sus familias. Lo que no saban, buscaban aprenderlo, y al igual que
en las regionales, aprovechaban al mximo los pocos recursos disponibles
y dedicaban parte importante de su tiempo en buscar ms recursos para
la escuela rural.
Hacan de todo, acostumbrados al trabajo duro. Muchos intentaron poner en prctica sus conocimientos de agricultura recomendando el uso del
arado de hierro, buscando estrategias para evitar la tala inmoderada, diversificando los cultivos y seleccionando la semilla. Algunos promovieron la
compra de molinos de nixtamal para emancipar a la mujer campesina,
atada al metate. Dependiendo de las condiciones de las comunidades donde trabajaban, se ponan a construir caminos, a introducir agua potable o a
Futuros maestros
427
realizar las gestiones para delimitar los ejidos y, desde luego, para conseguir
terreno para la escuela, as como edificio o muebles. Algunos organizaron
cooperativas de produccin e incluso asesoraron las formas de comercializacin para romper monopolios, como lo hacan los maestros de las regionales. En todo caso, intentaban promover la cooperacin entre los vecinos,
y un espritu de superacin y trabajo. Un egresado del plantel de Mactumatz, Chiapas, relat que en las comunidades donde le toc trabajar como
maestro rural, fomentaba que la tierra no estuviera ociosa y que se tratara
de sacarle el mejor provecho. A veces l rentaba tierras para hacer demostraciones a los campesinos, pero tambin para complementar su escaso
salario (Hernndez, 2004: 249).
Quiz sus propsitos no eran tan distintos a los de muchos de los maestros rurales empricos, pero posean ms herramientas para lograr el xito,
y, adems, su vida en el internado, lejos de sus familias, con un ritmo de
trabajo bastante intenso y a veces pasando hambre, les haba ayudado a
ganar confianza en s mismos y a tener seguridad al llegar a comunidades
con distintos climas, costumbres y apoyos, o para desenvolverse en la creciente vida sindical. Como escribira aos despus uno de ellos, ya no era
maistro sino profesor (Villanueva, 1987: 186); como dira otro, usaban
zapatos, ya no eran pata rajadas como antes, y posean una personalidad
definida, con esa caracterstica especfica del maestro rural, como la concibieran Vasconcelos o Rafael Ramrez (Hernndez, 1987: 71).9
Ese mismo maestro deca que aplicaba lo que haba aprendido en la normal
porque estaba cumpliendo con la comunidad (Hernndez, 1987: 71). Jos
Angel Fabre, egresado de la escuela de Galeana, deca que en el internado
haba aprendido que no debo ser indiferente ante las injusticias humanas,
que debo sumarme en alguna forma a las luchas de quienes las padecen y
combaten (Fabre, 1989: 83 y 84). El compromiso social y las ideas de
Rafael Ramrez estaban muy presentes en los exmenes y en los reportes
de trabajo de los egresados de los planteles de Tenera y Ayotzinapa, por
lo menos como metas a alcanzar. stas se pueden observar tambin en la
trayectoria muy distinta de dos egresados de Tenera.
Una alumna que egres en 1942 construy toda su vida profesional y
privada en torno a la normal rural. Ante la insistencia de las muchachas de
Tenera, dej su trabajo como ayudante en una tortillera para ingresar a la
9
428
escuela. Desde que sali hasta que se jubil, se dedic a la educacin de los
nios en el medio rural. Sus hermanos no tuvieron esa oportunidad, pero
ella cuenta orgullosa cmo con el tiempo logr que todos ellos obtuvieran
plazas como empleados en la escuela regional campesina y luego normal en
la que estudi. Sus hijos estudiaron en normales rurales y algunos siguieron
despus estudios universitarios. Con un gran gusto, la maestra relata cmo,
ya en su vejez, sigue tratando de apoyar a los jvenes pobres que intentan
estudiar en las normales rurales, y cmo a lo largo de su carrera como maestra rural intent poner en prctica las enseanzas de sus profesores siguiendo
su ejemplo, sobre todo fomentando la asistencia escolar, los deportes y el
apetito por la cultura. Ella buscaba relacionarse con autoridades o aprovechar
cualquier coyuntura para abrir ms escuelas, mejorar sus condiciones o conseguir apoyo para la realizacin de encuentros deportivos.10
La trayectoria de otro estudiante, quien egres pocos aos despus, fue
muy diferente, segn relat su hija. Proveniente de una familia campesina,
la beca otorgada por el gobierno federal le permiti construir un futuro que
jams se haba imaginado: concluy sus estudios y se fue de vacaciones
mientras esperaba que le dijeran a qu escuela deba presentarse a trabajar.
En ese lapso, un pariente le dijo que la Comisin Federal de Electricidad
10
Entrevista de Alicia Civera con la maestra Margarita Hernndez Franco, Tenera, Estado de Mxico, 21 de junio de 2001.
Futuros maestros
429
Escuela Normal Rural de Palmira, Morelos, 1943. Fuente: Miano, 1945, p. 238.
Entrevista de Alicia Civera con Ana Avils, Toluca, Estado de Mxico, 12 de agosto de 2001.
430
despus de algunos aos incorporarse a escuelas urbanas, y otros, finalmente, emigraron a otras profesiones.
Las escuelas regionales campesinas y normales rurales, a pesar de sus
mltiples problemas y cambios, haban creado una cultura escolar muy particular que propici que los egresados, tras su vida en los internados, cobijaran una identidad que los distingua como maestros normalistas rurales.
Algunas reflexiones
431
Algunas reflexiones
La formacin de un nuevo
tipo de maestro
432
Algunas reflexiones
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A lo largo de estas pginas se ha visto a la escuela no como el producto de un proyecto gubernamental coherente y definido que se impone a una
poblacin pasiva, sino como una arena poltica en la que se disputan, desde
la articulacin de la poltica educativa hasta su puesta en marcha y viceversa, diversas propuestas polticas y culturales, ideas pedaggicas e intereses
particulares de sectores sociales especficos. El resultado fue una institucin
con caractersticas propias, distintas a lo que buscaban los diversos actores
que se involucraron: una institucin que ayud a la consolidacin del Estado posrevolucionario pero que mantuvo en su interior las diferentes aspiraciones de quienes diariamente la guiaban: los maestros, los estudiantes y los
vecinos.
En la conformacin del sistema de educacin normal rural se puede observar un Estado en pleno proceso de consolidacin que logra la creacin de
instituciones que permiten canalizar y concentrar la lucha por el poder mediante la imposicin, la negociacin y la marginacin, generando consensos
pero utilizando tambin mtodos coercitivos. Las escuelas ofrecieron a los
estudiantes y a los campesinos la opcin de mejorar sus condiciones de vida.
En este sentido, la escuela revolucionaria fue democratizadora. Pero ese ascenso se bas en una creciente dependencia de dichos sectores en relacin
con el propio Estado. ste tuvo la capacidad de consolidar a un grupo en el
poder y de reducir los mrgenes de accin de los actores involucrados en la
escuela, pero no de aniquilar sus intereses, que siguieron inspirando la vida
escolar. A continuacin desgloso esta idea a partir de los ejes de anlisis planteados inicialmente:
434
Algunas reflexiones
435
de la propia burocracia del gobierno federal: las escuelas no lograron mantener las agencias del Banco Agrcola, cuyo control poltico deba mantenerse centralizado. El segundo obstculo provino de la propia burocracia
de la sep, tras una dcada de rpido crecimiento y en un periodo de inestabilidad poltica. Narciso Bassols y Manuel Mesa Andraca buscaron dar una
orientacin definida al trabajo de las escuelas a partir de una relacin directa entre los directores de las escuelas y el deanr; no obstante, tuvieron
que negociar con los promotores de una de las primeras organizaciones
magisteriales que pretenda aglutinar al creciente contingente de maestros
rurales, con lo que los directores federales de Educacin conservaron la
facultad de inspeccionar las escuelas. Por ltimo, la sep tampoco pudo
mantener a las misiones culturales dentro de las regionales, ni tampoco a
su grupo de ingenieros expertos, quienes salieron del sistema en busca de
mejores opciones de trabajo. Por otro lado, dentro de las escuelas las relaciones entre los maestros y los ingenieros agrcolas, con proyectos distintos,
fueron difciles.
Durante la primera mitad de los aos treinta, la sep, con el aval del Plan
Sexenal, cont con los recursos suficientes para que el sistema de escuelas
regionales campesinas se expandiera, pero no para uniformar las condiciones
materiales de cada plantel ni la formacin de sus profesores, a pesar de las
polticas de depuracin iniciadas por Bassols, que fueron mantenidas durante el gobierno de Lzaro Crdenas e impulsadas por los propios maestros
y los estudiantes. Las escuelas trabajaban con distintos planes de estudio que,
adems, eran adaptados y modificados dentro de cada escuela por los directores y los maestros en los consejos escolares, de acuerdo con la importancia
que se daba a la orientacin regional de la enseanza agrcola y normal.
Las difciles vas de comunicacin con las escuelas lejanas favorecieron
tambin que los actores internos en las escuelas mantuvieran una relativa
autonoma para decidir la vida escolar, y ms an a partir de 1936, cuando
se retir a los directores federales de Educacin la facultad de inspeccionar
las escuelas. Esta medida fue posible por el ascenso de la fuerza de los comunistas en las organizaciones magisteriales, que posibilit que un profesor
comunista ocupara la jefatura del deanr, aunque tuviera que compartir su
poder con el Consejo de Educacin Rural. ste no estaba compuesto por
comunistas sino por impulsores de la educacin vital.
Los actores internos y sus formas de operar eran distintos para entonces.
Colocados como contrapeso de los directores para controlar los recursos,
436
Algunas reflexiones
437
438
Algunas reflexiones
439
campo en aquella poca, el simple ingreso de los estudiantes a esas instituciones los colocaba dentro de la estructura estatal y del proyecto revolucionario del cual dependan, pero ello no estuvo exento de contradicciones, y
si bien el gobierno operaba como su benefactor al otorgarles becas y ofrecerles empleo incluso en condiciones privilegiadas sobre los maestros rurales improvisados, los estudiantes no se conformaron con el papel que se
les quera adjudicar.
A pesar de la cada vez mayor presencia de hijos de ejidatarios en el alumnado, las escuelas se vean obligadas a incorporar estudiantes sin la edad deseada, los aos de estudio previos suficientes o el perfil socioeconmico que
se pretenda. Aun en el caso de los hijos de ejidatarios recomendados por los
nuevos cuerpos revolucionarios, como los comits ejidales, las ligas
agrarias, los sindicatos y las organizaciones magisteriales, los estudiantes
tenan sus propios proyectos de vida, e incluso en las mismas escuelas se
propiciaron inquietudes distintas a las que las autoridades de la sep tenan
consideradas para estos futuros agricultores modernos o maestros rurales.
Durante todo el periodo fue creciente la resistencia de los estudiantes a
la realizacin de trabajos agropecuarios y a graduarse como tcnicos agrcolas, lo cual se relacionaba con la seguridad econmica que poda otorgar
una plaza de maestro rural frente a las difciles condiciones de subsistencia
a partir de las actividades agropecuarias, pero sin duda afect la incapacidad
de las escuelas de ensear tcnicas y formas de produccin que, en efecto,
produjeran cambios en el ingreso de los estudiantes en las cooperativas escolares, incluso cuando stas reciban, aunque en forma escasa, el financiamiento oficial. Tampoco ayud que los maestros ubicaran la ciudad y lo
urbano como los modelos a seguir, e incluso que apoyaran a los estudiantes que deseaban seguir sus estudios en escuelas superiores, con lo que
contradecan el ideal de que se quedaran en el campo para cumplir con su
papel como transformadores del mundo rural.
Desde sus inicios, la fecsm luch por el reconocimiento de sus estudios
para abrir la posibilidad de proseguir la formacin en instituciones de educacin superior, y entre los estudiantes se manifest una tendencia mayor a
emigrar a las ciudades. En cierta forma, la unificacin de los planes de estudio de 1945, que incluan la secundaria, los benefici, aunque limitadamente. Ms que en el pasado, los estudiantes pudieron utilizar las normales
como trampoln para pasar a escuelas superiores o para emigrar a las ciudades, pero en desventaja competitiva frente a otros estudiantes. Los requi-
440
sitos que les pusieron para poder llegar a ser maestros urbanos y las psimas
condiciones de trabajo en las escuelas, confirmaron su carcter de segunda
dentro de la estratificacin del magisterio.
Si en los aos veinte los estudiantes de las normales regionales y rurales
se conformaban con el trabajo y las aportaciones que tenan que entregar a
las escuelas para que pudieran subsistir, la generacin de los aos treinta se
rebel contra dicha situacin. En las escuelas (y probablemente desde antes
de su ingreso a ellas) se haban familiarizado con las promesas de la Revolucin, de los derechos de los campesinos y de los trabajadores, del anhelo
de igualdad y justicia. No slo ellos mismos formaban parte de ese pueblo
con derechos, sino que haban sido incitados, discursiva y prcticamente, a
convertirse en lderes que lucharan por esos derechos. Desde su perspectiva,
era incomprensible el papel que se les buscaba atribuir con las condiciones
que vivan en sus escuelas, y no se quedaron con las manos atadas. Para
algunos de los estudiantes, probablemente para la mayora, la Revolucin
los haba traicionado.
El movimiento estudiantil tuvo su principal motor en el descontento por
el escaso presupuesto asignado a las escuelas y a sus becas, y aglutin a un
estudiantado heterogneo en su composicin. La fecsm canaliz ese descontento, alentada por los maestros, quienes desde las escuelas impulsaban
la organizacin tanto del magisterio como de los campesinos. La agrupacin
de los estudiantes se articul a partir de una identidad como estudiantes
campesinos que el discurso socialista y los sistemas de reclutamiento en las
regionales haban favorecido. Los estudiantes normalistas rurales conformaron un estrato especial que se alejaba de los propios campesinos (a quienes se referan en tercera persona) y de los maestros rurales improvisados,
pero que se posicionaba con inferioridad frente a los estudiantes y los maestros urbanos.
A esta caracterizacin de segunda contribuy el hecho de que, aunque
por motivos pedaggicos y por ser coherentes con el postulado de que todos
tenan derecho a la educacin, en las normales rurales y regionales campesinas
no se diera importancia a la evaluacin y la certificacin de los estudios, que
en tanto formas de sancionar el conocimiento actuaran como legitimadores
tanto de las escuelas como de sus egresados dentro del sistema educativo.
Como decan los peridicos en tono sarcstico en 1940, las escuelas
haban sido exitosas en su intencin de generar lderes y formar cuadros,
pero la orientacin de su participacin poltica y social tomaba derroteros,
aunque dentro del Estado, con el que entablaban una relacin temprana, con
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al enlazarse con las prcticas dirigidas desde arriba de los directores-administradores de las escuelas centrales agrcolas y su discurso revolucionario, en el que ni se mencionaba el movimiento maderista por la democracia y que, en cambio, se centraba en Zapata y en el derecho de los
campesinos a poseer tierra. A pesar de las variaciones, la organizacin de
los internados represent un sello distintivo de estas escuelas frente a otras
desde los aos veinte.
En las escuelas regionales campesinas el autogobierno, favorecido por la
atencin internacional que se dio a los derechos de los nios, fue fomentado
por los defensores de la escuela vital, cuyos principios estaban an muy presentes en las bases de las escuelas de 1936; por los misioneros culturales, los
profesores ligados al pcm y los propios estudiantes. El autogobierno no fue
una disposicin de la sep, aunque a mediados de la dcada de 1930 contara
con la venia de algunas autoridades. A diferencia de otras instituciones como
la Normal de Maestros, en donde se aplicaron formas de gobierno corporativas, en las regionales prevaleci una tensin entre este tipo de gobierno, el
internado como familia y tambin formas tradicionales de organizacin escolar, que responda tanto posturas diferentes frente a la teora pedaggica
como a distintas concepciones sobre la organizacin social y la participacin
poltica. El sistema era tambin muy distinto de los movimientos pro autonoma de las instituciones de educacin superior, ya que las regionales no
formaban profesionistas liberales sino maestros ligados al Estado en calidad
de su futuro empleador. Esta dependencia directa del Estado limitaba estructuralmente las posibilidades de un verdadero autogobierno y una amplia
autonoma.
Las formas de gobierno y organizacin escolar variaron de un plantel a
otro dentro de estas tendencias, pero la vida escolar finalmente se corporativiz. Si bien la sep no tena la capacidad para uniformar un modelo en
todo el sistema, en cambio las escuelas contaban con comunicacin entre s
por el cambio de directores y maestros de un plantel a otro, as como por la
rnesc y la fecsm, promotoras del autogobierno. Hacia finales de la dcada
de 1930, para las autoridades de la sep la participacin irresponsable de los
estudiantes en el gobierno escolar llevaba a las escuelas a un completo caos.
Sin embargo, incluso en los momentos de auge del autogobierno y en las
escuelas en las que se dio mayor lugar a los estudiantes en la toma de decisiones, el buen o mal trabajo en ellas dependa sobre todo de los recursos con los
que se contaban y del desempeo de los directores y las ecnomas. Desde
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tes de las escuelas entre s y con otras organizaciones estudiantiles, pero los
jvenes tenan tambin otras filiaciones por su lugar de origen, por su gnero, por posiciones polticas e incluso por lazos familiares, no slo entre
s sino tambin con los maestros, los empleados y las fuerzas polticas locales,
que mantenan vas de comunicacin y de organizacin a veces ajenas a los
consejos y las asambleas escolares, y que incidan en la vida escolar en forma menos pblica pero no menos importante. Me refiero no nicamente a
la formacin de clulas comunistas o al vnculo con distintas organizaciones gremiales o polticas, sino sobre todo a las reglas informales de convivencia entre los estudiantes mismos, con relacin al gnero y la diferencia
de edades, a los pactos entre ellos o con algunos maestros para evadir el
trabajo, a los desertores y expulsados, a los espacios ms ntimos de las
mujeres o de los grupos de alumnos que provenan de un solo pueblo o
grupo indgena, a los rumores, los chismes y los saboteos como manifestaciones de resistencia al gobierno escolar legtimo en un contexto de convivencia intensiva (a veces con tintes endogmicos) en donde la privacidad
era escasa y los intereses individuales o de pequeos grupos tenan pocas
posibilidades de expresin.
El carcter democrtico y colectivo del autogobierno, con sus concomitantes limitaciones, represent un rasgo importante en la cultura escolar que
se fue formando en las normales rurales y las regionales campesinas y que
permaneci a pesar de las reformas de los aos cuarenta. La expulsin de
lderes estudiantiles, la intervencin de fuerzas pblicas para terminar los
movimientos de huelga y el traslado de maestros y estudiantes de un plantel
a otro lograron que la fecsm se debilitara, al igual que el ala ms radical en
la formacin del snte. La fecsm, al contrario de otras agrupaciones estudiantiles creadas en los aos treinta, logr sobrevivir. Ello no se debi tanto
a la fuerza de los estudiantes dentro de cada escuela o ante las autoridades
de la sep, sino a que, a pesar de los conflictos, era til para perpetuar la incorporacin de los futuros maestros rurales a la estructura corporativa del
magisterio y del Estado. En la dcada de 1940, la sep intent limitar la participacin de los estudiantes en el gobierno escolar y el carcter ejecutivo de
los consejos escolares, pero el autogobierno ya haba echado fuertes races
en el sistema y las reglamentaciones emitidas en esa poca se mantuvieron
durante varias dcadas en las nuevas normales rurales.
Por ltimo quisiera sealar que en los aos treinta se sentaron las bases
para la construccin de una institucin ms cerrada a partir de los sistemas
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Futuros maestros
Entre 1921 y 1945, las instituciones encargadas de la formacin de maestros
normalistas rurales vivieron muchas transformaciones. En la dcada de
1920 se buscaba una capacitacin rpida, incluso con base en instituciones
itinerantes, para poder atender la expansin de la escuela tanto en los medios
urbanos y suburbanos, como en los rurales. Ese proyecto experimental no
slo fue cobrando un carcter popular y rural, sino que ya para los aos
treinta fue colocado en un lugar importante dentro de la poltica, incluso
intentando cancelar el carcter nacional de la escuela normal de la ciudad
de Mxico, y tambin se institucionaliz como un proceso formativo formal.
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En la dcada de 1940, cuando la Revolucin tena un mayor grado de institucionalizacin, se perdi (por lo menos entre las autoridades) parte de la
intencin de crear un profesor especializado en las necesidades de la gente
del campo.
En estos cambios, y no necesariamente a pesar de ellos, se fue construyendo una cultura escolar particular. Desde luego, la formacin de los estudiantes fue distinta en varios sentidos en las normales regionales, las regionales campesinas y las normales rurales, pero se fueron armando prcticas
y discursos que se arraigaron a lo largo del tiempo, y que crearon tradiciones
particulares que diferenciaran a estas escuelas de otro tipo de normales, a
pesar de la heterogeneidad de las condiciones en que trabajaban, del cierre
y traslado de planteles y de la incapacidad de la sep para controlar sus actividades, elementos que seran parte importante de su cultura escolar.
Algunos de estos procesos, que constituyeron tradiciones, se han mencionado en los apartados anteriores, pero para concluir quisiera sealar
algunos aspectos pedaggicos y culturales que fueron centrales y que es
necesario destacar porque de otra manera se da la impresin de que las escuelas normales rurales y las regionales campesinas se dedicaban bsicamente al proselitismo poltico. ste formaba parte de su deber ser desde los
estndares de los aos treinta, pero no en forma exclusiva.
Varios elementos se mantuvieron como constantes en la vida de los internados en el transcurso del tiempo, entre ellos la escasez de recursos, que
provoc lo que podramos llamar una cultura de la pobreza: los futuros
maestros rurales estaban acostumbrados a que los procesos educativos se
desarrollaran con muy poco apoyo, ante lo cual las escuelas fomentaron,
desde sus inicios hasta los aos cuarenta, el aprovechamiento de los pocos
recursos disponibles y la disposicin para disear estrategias con el fin de
obtenerlos, mismos que iban desde el diseo de materiales didcticos o la
organizacin de rifas y fiestas para adquirir fondos, hasta la labor de agitacin para ganarse a la gente de influencia en lo local o la abierta participacin poltica. El aprovechamiento de los recursos se aplicaba tambin a los
bienes familiares y comunitarios.
Esas estrategias incluan una actitud de creatividad en los procesos de
enseanza-aprendizaje. A falta de recursos, se entrenaba a los estudiantes
para crearlos: disear materiales didcticos, inventar canciones, poemas,
cuentos y obras de teatro que lograran motivar a los nios y a los adultos,
intentando partir de su realidad concreta, adaptando los planes de estudio
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texto de una creciente organizacin gremial del magisterio y del corporativismo estatal, era imposible evitar que la vocacin y el compromiso se ligaran a posturas ideolgicas y comportamientos morales. Si bien ste es un
proceso comn para el magisterio y los estudiantes normalistas, en las normales rurales y en las regionales campesinas cobr un peso mayor por la
convivencia intensiva y la vigilancia mutua de los integrantes de la comunidad escolar, que hacan difcil la separacin entre la vida privada y la pblica, y en donde las relaciones profesionales y gremiales eran tambin relaciones personales con fuertes cargas emocionales que se expandan, adems,
ms all de los lmites escolares.
El peso del conocimiento en las regionales campesinas, sin embargo, no
debe soslayarse. Si bien se valoraba ms el esfuerzo que los resultados, en
las escuelas tambin se fomentaba la competencia (por ejemplo, a partir de
concursos), se buscaba acostumbrar a los estudiantes a prepararse por s
mismos, se daba importancia a la cultura de la palabra escrita dentro de sus
posibilidades, e incluso en muchas se buscaba experimentar con diferentes
tcnicas de enseanza. Las deficiencias en la preparacin se deban ms a
las carencias econmicas: la falta de libros y materiales, no slo didcticos
sino sobre todo los ms elementales para la subsistencia diaria de los internados, de maestros suficientes y con experiencia, as como de una preparacin mayor y ms uniforme de los alumnos al ingresar.
En las regionales, los estudiantes aprendan y aplicaban mal que bien
conocimientos que estaban en relacin con lo que los maestros consideraban
las necesidades de la gente y con las condiciones de trabajo de la mayor
parte de las escuelas rurales. Desde los aos veinte y por lo menos hasta
1945, en la formacin de maestros normalistas rurales tuvieron un papel
importante el impulso de la higiene, de los deportes y de la igualdad entre
los sexos; el intento de terminar con la supersticin, la propagacin de un
discurso que defenda la Revolucin y la laicidad, los derechos individuales y
colectivos, la justicia y la escuela mirada como un derecho de todos y como
fuente de progreso cultural. Todos estos elementos estaban muy presentes
en la vida cotidiana de los internados, en la que se promovan, tambin,
patrones urbanos de comportamiento en la forma de vestir, de tratar a los
dems, de comer y de expresarse, y que permanecieron a pesar de que en
los aos treinta existieran mayores expresiones de respeto a las tradiciones
y manifestaciones culturales del mundo rural, y a pesar de las condiciones
de pobreza de muchas de las escuelas y de que en la relacin con los estu-
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En forma similar, Mary Kay Vaughan (2000: 20) afirma que los maestros, si
bien fortalecieron el proceso modernizador, el poder del Estado y de clase,
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ndice estadstico
Cuadros
Cuadro 1. Escuelas normales rurales: alumnos por sexo, 1927........................ 81
Cuadro 2. Existencia de los alumnos en las escuelas normales rurales, 1932..110
Cuadro 3. Escuelas regionales campesinas y centrales agrcolas. Ocupacin
de los padres o tutores de los alumnos, 1933................................. 128
Cuadro 4. Escuelas regionales campesinas, 1936............................................. 143
Cuadro 5. Escuelas regionales campesinas. Poblacin escolar y datos
generales, 1936.................................................................................. 155
Cuadro 6. Escuelas regionales campesinas. Poblacin escolar y ocupacin
del padre o tutor de los alumnos, 1936........................................... 156
Cuadro 7. Escuelas normales rurales y alumnos por sexo, 1941.................... 327
Cuadro 8. Inscripcin de alumnos en las escuelas normales rurales
durante el periodo escolar 1945-1946, por sexo........................... 376
Grficas
Grfica 1. Escuelas normales rurales: alumnos por sexo, 1927........................ 81
Grfica 2. Ocupacin de los padres o tutores de los alumnos de las escuelas
regionales campesinas y de las centrales agrcolas, 1933............... 94
Grfica 3. Ascenso de la poblacin femenil en las escuelas rurales
campesinas y en las normales rurales, 1936-1946......................... 375
Grfica 4. Inscripcin de alumnos en las escuelas normales rurales,
1945-1946............................................................................................ 378
ndice cartogrfico
Mapa 1. Ubicacin de escuelas normales rurales, 1927.................................... 77
Mapa 2. Ubicacin de escuelas normales rurales, 1932.................................. 108
Mapa 3. Ubicacin de escuelas regionales campesinas y centrales
agrcolas, 1933....................................................................................... 111
Mapa 4. Ubicacin de escuelas regionales campesinas, 1936......................... 145
Mapa 5. Ubicacin de escuelas normales rurales en 1941.............................. 328
Mapa 6. Ubicacin de escuelas normales rurales en 1945-1946.................... 379
476
La escuela como opcin de vida: La formacin de maestros normalistas rurales en Mxico, 1921-1945, de Alicia Civera Cerecedo, se termin de imprimir en
agosto de 2013, en los talleres grcos de Impresos
Vacha, S.A. de C.V., ubicados en Juan Hernndez
y Dvalos nm. 47, colonia Algarn, delegacin
Cuauhtmoc, Mxico, D.F., C.P. 06880. El tiraje
consta de 2 mil ejemplares. Coordinador editorial:
Hugo Ortz. Diseo de portada: Irma Bastida
Herrera, Ixchel Edith Daz Porras, Esmaragdaliz Villegas Pichardo y Daniel Centeno Fuentes.
Editora responsable: Cynthia Godoy Hernndez.
Diseo y cuidado de la edicin: Luis Alberto Martnez Lpez. Formacin y tipografa: Sergio Cantinca
Cornejo y Luis Alberto Martnez Lpez. Supervisin en imprenta: Luis Alberto Martnez Lpez.