La Literatura Jurídica Romana
La Literatura Jurídica Romana
La Literatura Jurídica Romana
DETLEF LIEBS
Con su literatura jurdica, los romanos crearon una de las pocas ramas propias y
peculiares de su produccin literaria. Aqu no se limitaron a ser, como en casi todos
los dems terrenos, discpulo de culturas ms altas anteriores a ellos. Los romanos
fueron el primer pueblo con una literatura especficamente jurdica, practicada por
expertos y no por eruditos universales que cultivaron el Derecho como una de las
muchas ramas de la ciencia general y de la poltica (como ocurra en la antigua
China), ni por hombres de religin (como entre los judos y los rabes). La literatura
jurdica romana se inici bajo el signo de la liberacin de la jurisprudencia del
dominio a que la tenan sometida las castas sacerdotales, sobre todo los augures y
los pontfices. Los romanos fueron luego en este campo de la literatura ms frtiles
que en ningn otro. Sin embargo, no se ha conservado hasta nuestros das en toda
su integridad ninguna de las grandes obras de la literatura jurdica. Con excepcin
de un manual didctico para principiantes, las Institutiones de Gayo, no poseemos
sino fragmentos, la mayora de pocas lneas, muy pocos algo ms largos. Y estos
fragmentos han sido transmitidos a su vez excepcin hecha de un par de ellos en
papiro por una gran obra de compilacin procedente de la era bizantina, en el
siglo VI d.C., una especie de antologa de la literatura jurdica romana que fue
estimada digna de ser conservada y ordenada segn campos temticos o de
contenido: los Digestos o Pandectas, parte la ms ambiciosa de la obra legislativa
del emperador Justiniano.
La literatura jurdica de los romanos es tan vieja como todo el resto de la literatura
romana, aunque mucho ms joven que la jurisprudencia romana misma. sta
floreci ya en los siglos V y IV a.C., en los colegios de los pontfices y los augures,
abiertos slo a los patricios. Pero hacia el ao 300 a.C. se modific este hermetismo
aristocrtico de los juristas pontificales. Un plebiscito elev el nmero de los
pontfices de cinco a nueve, cuatro de los cuales haban de ser plebeyos, y el
nmero de los augures fue aumentado de tres a nueve (cinco plebeyos). Cneo
Flavio, hijo de un liberto y cliente (esto es, perteneciente al squito) del patricio
Apio Claudio Ceco, public aproximadamente en esta poca, y por vez primera, un
resumen de las frmulas jurdicas, sobre todo de las demandas y acusaciones, el
llamado Ius Flavianum; desde este momento, todo el que demandaba su derecho
en Roma no dependa ya exclusivamente de la consulta con los pontfices. Y el
mismo Apio Claudio, a quien Roma debe sus ms antiguos productos literarios,
escribi tambin, al parecer, el primer tratado jurdico: De usurpationibus (Sobre la
interrupcin de la posesin).
Desde este momento en adelante, la literatura jurdica romana aunque slo
elabor de forma completa el Derecho judicial, esto es, principalmente el Derecho
privado y el Derecho penal estuvo estrechamente vinculada con los destinos
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histricos del Estado romano. Su poca clsica se extiende desde Quinto Mucio
Scvola (cnsul el 95 a.C.) hasta Modestino, en el segundo cuarto del siglo III d.C.; y
la poca del clasicismo jurdico, representada por los nombres de Publio Juvencio
Celso y Salvio Juliano, coincide con el florecimiento econmico y cultural del Imperio
bajo los emperadores Antoninos. El podero del clasicismo tardo se inicia con el
ltimo cuarto del siglo II d.C. Los dos primeros siglos antes y despus de la Era
cristiana son considerados aqu como poca del clasicismo temprano, mientras que
otros autores hacen llegar el preclasicismo hasta el fin de la Repblica.
El que la jurisprudencia clsica romana llegara a ser casi exclusivamente ciencia del
Derecho privado no es cosa que estuviera decidida desde un principio, si bien
super casi intacta el cambio de la forma de Estado de la Repblica a la Monarqua
(bajo Csar y Augusto), quiz precisamente por ello, pese al compromiso poltico de
sus representantes. Todava en el siglo II a.C. el Derecho pblico era cultivado
literariamente con todo cuidado y discutido prcticamente con calor, como fue el
caso, por ejemplo, ante las medidas de excepcin adoptadas por el Senado contra
Tiberio Graco. Con la revolucin progresiva y un gobierno de medidas de excepcin
cada vez ms frecuentes, la praxis poltica-estatal olvid en medida creciente las
normas del Derecho pblico. El ius publicum es cultivado por los escritores durante
un siglo ms, pero luego cesa tambin esto. Es la cara negativa de la circunstancia
de que la profesin de jurisconsulto se haba convertido cada vez ms en un medio
de ascensin en la escala social, de que sus representantes no podan ya arrojar a
la balanza un peso poltico propio y no eran capaces ya de dirigir ni controlar con su
auctoritas los torrentes polticos.
Literatura casustica
El ms caracterstico de la Jurisprudencia romana, y al mismo tiempo el ms
antiguo y de ms largo uso entre sus gneros literarios es al mismo tiempo el ms
sencillo de todos: se trata de los escritos titulados Responsa, una simple anotacin
de la tarea cotidiana fundamental del jurista romano, la contestacin. La autoridad
y la actividad del jurista romano no se apoyaron nunca en un cargo oficial ni
tampoco, realmente, en el origen o la posicin social, sino en la poca clsica,
tras la emancipacin con respecto a los cuerpos sacerdotales fundamentalmente
slo en los conocimientos profesionales, que se adquiran mediante la vinculacin a
un jurista de fama. En absoluto institucionalizada, pero no por ello menos eficaz, era
la forma como los juristas romanos dominaban la vida jurdica y legal aun sin estar
investidos de funcin pblica alguna: lo hacan, en efecto, en cuanto peritos en
tcnica y en prudencia jurdicas (iuris prudentia), que estaban a la libre disposicin
de todos, tanto del pblico que pretenda satisfaccin a sus derechos como del
consejero judicial carente de formacin jurdica previa. Funcionarios y jueces
(iudices) llamaban a los juristas para utilizarlos como consejeros, de los que se
rodeaba en Roma todo el que estuviese investido de una funcin pblica. Y el jurista
se mantuvo siempre abierto y accesible al pblico en la vida pblica, como por
ejemplo en el Foro; all, o bien en su casa, mantena autnticas horas de consulta,
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cumplido dentro del tiempo legal de la tutela, y que esto haba tenido como efecto el
que no se diese satisfaccin a lo estipulado en el contrato. Yo expuse que, en todo
caso, la demandante poda ser restituida a la situacin anterior porque el vendedor,
por su reclamacin un da despus del convenido para la recada y nulidad del contrato
y por sus exigencias de pago del precio haba de ser considerado como si se hubiese
apartado l mismo de su clusula contractual. No debera tener influencia alguna el
hecho de que el plazo se haya cumplido solo despus, lo mismo que en el caso de un
acreedor que dispone de la prenda despus de que el plazo de pago ha vencido tras la
muerte del deudor. No obstante, como el Csar desaprob el convenio de recada,
sentenci que Rutilia haba de ser restituida en sus antiguos derechos. A ello le
impuls tambin el que los tutores, que no haban instado judicialmente dicha
restitucin, hubiesen sido condenados poco despus por deshonestidad en el ejercicio
de su cargo.
Otro gnero casustico de la literatura jurdica romana eran los escritos con el ttulo
de Digesta. Digerere significa aqu ordenar lo amontonado.
(Scaevola ait tutore a magistratibus) municipal(libus dato nullam) in eos esse
tute/(lae actionem nisi eam quae) ita demum / (pupillo datur si) excussis /
facultatibus tutorum satis ei fi/eri non potuerit, eamque / actionem causa
cognita in eos dandam / scribit, divumque Pium rescripsis/se et in heredes
eorum itidem / causa cognita, quamvis Iulianus in heredem magistratus / non
putaverit tribuendam actio/(nem), cum idem heredem iu/(dicis) qui litem suam
fe(cis)/set teneri existimaverit. sed / utrumque contra est. nam heres
magistratus / tenetur et iudicis non tene/(t)ur. et magistratus ??? non ut
tuto/res tenentur. denique in bo/nis eorum privilegium ces/sare procul du(b)io
est. / (se)d quaestionis fuisse ut sponso/res an potius ut fideiussores / deberent
teneri. / et Iulianus quidem ut fideiussores conve/niendos putasse, Marcel/lum
vero magis sponsorum / locum optinere apud Iulianum / notare. Marcelli
sententiam / ratione iu(v)ari negari non pos/se. sufficere enim si in locum /
eorum succedant, quos acci/pi neglexerunt vel quos mi/nus idoneos
acceperunt.
(Dice Scvola: si un tutor (inhibit) ha sido nombrado por magistrados
municipales, no se eleve contra stos accin de tutela, sino la que se concede
al pupilo en el caso de que no pudiera alcanzar satisfaccin pese al
aprovechamiento del patrimonio de los tutores; y escribe que esta accin slo
puede ser admitida contra ellos despus de un examen previo, y el divino Pio
ha decidido que tambin contra los herederos slo se admitir despus de un
examen previo, aunque Juliano opinaba que contra los herederos del
magistrado no poda otorgarse la accin, mientras que el mismo (Juliano)
estimaba que el heredero del juez que ha hecho de la litis asunto propio (que
ha conculcado su deber) es responsable jurdicamente. Sin embargo, ambos
casos son justamente lo contrario. Porque el heredero del magistrado es
responsable jurdicamente, el del juez no. Y los magistrados no son
responsables como los tutores. As pues, est fuera de duda que sobre su
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patrimonio no existe privilegio alguno de concurso (por parte del pupilo). Sin
embargo, es cuestin dudosa si su responsabilidad es de garantes privados o
mercantiles. Y Juliano ha defendido, s, la opinin, de que han de ser
demandados como garantes mercantiles, pero Marcelo ha anotado
crticamente a Juliano que en realidad ostentan la calidad de garantes
privados. No podra negarse que la opinin de Marcelo est abonada por
buenas razones. Bastara, en efecto, que ocupasen el lugar de aquellos que
omitieron nombrar o de quienes nombraron como menos apropiados). [Ulpiano
mismo rechaz seguidamente, con mucha probabilidad, la opinin de Marcelo
y sigui las conclusiones de Juliano].
L(ucio) Octavio Cornelio P(ublii) f(ilio) Salvio Iuliano/Aemiliano, Xviro, quaestori
imp(eratoris) / Hadriani cui divos Hadrianus soli / salarium questurae duplicavit
/ propter insignem doctrinam, trib(uno) pl(ebis), / pr(aetori), praef(ecto)
aerar(ii) Saturni, item mil(itaris), co(n)s(uli), / pontif(ici), sodali Hadrianali,
sodali / Antoniniano, curatori aedium / sacrarum, legato imp(eratoris)
Antonini / Aug(usti) Pii Germaniae inferioris, lega/to imp(eratorum) Antonini
Aug(usti) et Veri Aug(usti) / Hispaniae citerioris, proco(n)s(uli) / provinciae
Africae, pratrono / d(ecreto) d(ecurionum) p(ecunia) p(ublica).
(A Lucio Octavio Cornelio, hijo de Publio Salvio Juliano Emiliano, decumviro
(esto es, miembro del Colegio de los Diez jueces presidentes de los tribunales
que entendan en cuestiones litigiosas hereditarias), cuestor del emperador
Adriano, el nico a quien el divino Adriano ha duplicado los emolumentos
percibidos por la cuestura debido a sus altsimos conocimientos, tribuno de la
plebe, pretor, administrador del erario pblico as como de la caja de
pensiones de los veteranos de guerra, cnsul, pontfice, miembro del
sacerdocio de Adriano, miembro del sacerdocio de Antonino Pio, director de la
oficina de construccin de templos, gobernador del emperador Antonino Pio en
la Baja Germania, gobernador de los emperadores Marco Aurelio y Vero para la
Espaa citerior, procnsul de la provincia de frica, patrono (de esta ciudad,
esto es, Pupput, cerca de Tnez, de donde es originario Juliano y donde estaba
erigida la estatua con la inscripcin) por decisin de los decuriones y con
medios pecuniarios pblicos.)
Inscripcin en el pedestal de una estatua (desaparecida) del jurista Salvio Juliano,
con enumeracin de sus cargos pblicos, encontrada en la antigua Pupput, junto a
Tnez. Museo de Tnez.
El ttulo dice, por lo tanto, que se trata de colecciones de todas o de las ms
importantes manifestaciones y opiniones de un jurisconsulto (o de un grupo de
jurisconsultos), ordenados segn materias en una sistemtica legal determinada,
mejor dicho: en la imperante en ese momento histrico.
Los escritos clsicos que llevan este ttulo representan sin excepcin la obra
principal del jurisconsulto correspondiente. La tendencia, en estas obras evidente, a
la concentracin de toda la tarea de un autor en una nica obra, estuvo muy
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Comentarios
No mucho ms jvenes que la forma literaria de las colecciones de respuestas son
los comentarios jurdicos, un gnero que satisface ya ms ciertas exigencias
literarias y que al mismo tiempo corresponda de manera muy especial a las
necesidades profesionales de los juristas, por lo que gan inmediatamente entre
ellos carta de naturaleza. Dechado literario fueron evidentemente los comentarios
de poetas, oradores, filsofos y tambin de Hipcrates tan comunes en la vida
cientfica del helenismo. Una explicacin necesit sobre todo la legendaria Ley de
las Doce Tablas, procedente del ao 449 a.C. y que es una codificacin muy amplia
y jams repetida en Roma. Se dice que Sexto Elio Peto Cato (cnsul el 198 a.C.) fue
quien escribi los primeros comentarios sobre las Doce Tablas y public su texto,
junto con las frmulas de demanda y dems procesales (legis actiones), bajo el
ttulo de Tripartita: texto de la ley, comentario y frmulas procesales. Los
comentarios contenan primeramente explicaciones de vocablos cados en desuso y
de prrafos necesitados asimismo de aclaracin, tarea fundamental sta de todos
los comentarios filolgicos y tambin mdicos tanto griegos como latinos. La
interpretatio de Elio contena adems, de forma muy sensata, la jurisprudencia
emanada en relacin directa con la Ley de las Doce Tablas. Segn Pomponio, fue
esta obra, conocida popularmente tambin como Ius Aelianum, por as decirlo, la
cuna del Derecho5. A ella unise toda una larga serie de comentarios a las Doce
Tablas, entre ellos algunos de puros fillogos. Para la posteridad, fue Labeo quien
troquel definitivamente la forma del comentario jurdico, con el muy minucioso que
5 Liber singularis enchiridii = Digesta, 1, 2, 2, 38.
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dedic a las Doce Tablas y los an ms amplios dedicados a los dos edictos
pretorianos. Servio Sulpicio Rufo, un contemporneo y amigo de Cicern, fue el
primero en tomar como base de sus comentarios esta nueva fuente de Derecho,
pero haba liquidado su empeo en tan solo dos breves libros. Labeo dedic al
mismo fin unos treinta aproximadamente.
El edicto pretoriano se convertira luego en el texto fundamental de la mano del
cual la forma del comentario jurdico se desarroll durante el decurso del Principado
hasta una cierta perfeccin, que en esencia es vlida hasta el da de hoy. Leyes
populares, con excepcin de las Doce Tablas y las decisiones del Senado, hallaron
slo espordicamente un comentador6. En el siglo II d.C., los comentarios de los
edictos fueron tomando un volumen cada vez mayor. Sexto Pedio redact 50 libros
y Pomponio incluso 150, verdaderas minas para el clsico tardo Paulo (78 libros Ad
edictum praetoris) y sobre todo para Ulpiano, que super en tres libros a Paulo y
cuyo comentario se incorpor de forma tan completa al Digesto que puede
reconocerse fcilmente su estructura. Con mayor rigidez que Paulo, que se explaya
una y otra vez en digresiones sobre materias extraas al Edicto, Ulpiano se atiene
estrechamente al texto bsico. Por lo comn, el texto correspondiente del Edicto es
citado literalmente y comentado luego, elemento por elemento, tras una
consideracin previa acerca del sentido y finalidad del edicto en particular. As por
ejemplo, Ulpiano comienza el ttulo dedicado al tema Que los barqueros, posaderos
y dueos de cuadras y corrales deben devolver lo que han recibido en custodia con
las siguientes consideraciones7.
El Pretor dice: Si los barqueros, los posaderos y los dueos de establos y cuadras no
devuelven lo que han recibido de alguien para que sea custodiado, pondr contra ellos
un tribunal. Este edicto es de grandsimo provecho, porque con frecuencia se depende
por entero de la formalidad de stos al confiarles cosas para su guarda y custodia. Y
no se diga que esta disposicin es demasiado dura para con ellos, porque est en su
libre voluntad admitir a alguien como husped o no. Y si no estuviese as ordenado,
ello sera un acicate para aliarse con los ladrones en contra de los huspedes, ya que
ni siquiera ahora dejan de lado tales dobleces. Mas hay que examinar quin responde
por todo. El Pretor dice barquero. Por tal ha de entenderse todo el que se dedica al
negocio de un barco, aunque son llamados barqueros todos los que se hallan en l
para servicios y manejo del mismo. Sin embargo, el Pretor se refiere aqu
exclusivamente al empresario o patrn del barco. Porque, como Pomponio dice, no
puede ser obligado legalmente por un remero o por un mozo de seales, sino tan solo
por s mismo o por el capitn del barco, aunque si se ha dicho a alguien que se confe
a uno de los que tripulan el barco, se ha de tomar sobre s la responsabilidad sin duda
6 Tan solo las complicadas leyes augusteas sobre el matrimonio fueron explicadas y
comentadas durante los siglos II y in un total de seis veces y ello dentro de un
mareo amplsimo.
7 Digesta, 4, 9, 1 pr. - 2, 6 y 8 (del libro 14).
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alguna... El Pretor dice lo que han recibido de alguien, para su custodia. Y esto quiere
decir cualquier cosa o mercadera que hayan recibido. Mas recibe para su custodia
tan solo cuando las cosas han sido llevadas a bordo de la nave y entregadas en mano,
o tambin cuando no han sido entregadas directamente, sino tan solo por el hecho de
que hayan sido llevadas a la nave han de ser consideradas como aceptadas o
recibidas? Y yo opino que el barco toma sobre s la custodia de todo cuanto es llevado
al barco, y que tiene que ser responsable no solo de cuanto cometan las gentes de la
tripulacin, sino tambin de las acciones de los restantes pasajeros.
No slo fue comentado el edicto del magistrado judicial romano, sino tambin su
equivalente en la provincia, el edicto del gobernador, y ello por jurisconsultos que
vivan fuera de la capital del Imperio: por Gayo, que escribi treinta libros Ad
edictum provinciale, como por Calistrato (bajo Septimio Severo) y Furio Antiano
(siglo III tardo), que compusieron comentarios breves de 6 y de 5 libros
respectivamente.
Extraa a la literatura jurdica europeo-continental, es la tarea de comentar textos
de jurisconsultos. Los juristas romanos, por el contrario, explicaron y comentaron
con frecuencia los escritos de colegas famosos de pocas anteriores; en Roma, la
autoridad de los jurisconsultos era tambin Derecho. Aqu es preciso distinguir
varios tipos de comentarios, como en el modelo griego. La ciencia helenstica
conoca en efecto dos modos de comentar textos clsicos, como los de Homero o
Platn: el comentario minucioso (hypomnema), consistente en amplias
explicaciones que formaban un todo coherente, y los originariamente breves, luego
ms extensos scholia, que eran ms bien breves observaciones sobre este o aquel
punto concreto antes que una explicacin total del texto. Los comentarios romanos
a textos legales o a edictos son en su totalidad explicaciones minuciosas y
completas, hypomnemata. Por el contrario, en los comentarios a los escritos de
jurisconsultos predominan las anotaciones breves, notae, que poseen con
frecuencia una tendencia crtica, aunque otras suministran razones en pro del texto
legal fundamental o lo enriquecen de algn otro modo; raramente proclaman una
aprobacin lisa y llana. Segn nuestra tradicin, el primer comentario de este tipo
es obra de Servio Sulpicio, quien compuso las Reprehensa Scaevolae capita,
llamadas tambin Notae Mucii. En el siglo I d.C. anot Prculo las Posteriora de
Labeo y as continu la costumbre hasta los clsicos tardos Marcelo, Cervidio
Scvola, Ulpiano y sobre todo Paulo, quienes ejercitaron su lucidez crtica en obras
de vala clsica como los Digesta de Juliano y las Responsa de Papiniano, en parte
con indudable xito. Al igual que los escolios griegos y aqu lo delata ya el nombre
mismo, las anotaciones jurdicas romanas deben su origen sin duda a la leccin
pronunciada en la escuela: la enseanza terica se verific ya entonces,
evidentemente, de la mano de un escrito u obra de un jurisconsulto anterior, que
eran ledos y criticados analticamente. Era normal tratar tan slo una seleccin del
material jurdico all ofrecido, de lo que resultaba luego el epitome comentado:
Labeonis posteriorum (originariamente 40 o ms libros) a Iavoleno epitomatorum
libri X, Labeonis pithann a Paulo epitomatorum libri VIII, y los innumerables libri ex:
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Manuales de enseanza
El autor de un comentario no precisa de grandes dotes literarias, y puede limitarse
a captar la norma jurdica con puntualidad y exactitud; no necesita preocuparse por
el problema de la relacin interna del ordenamiento jurdico en cuanto unidad
intelectual que transciende cada una de las disposiciones concretas e individuales.
Tambin para los primeros comentaristas jurdicos romanos parece haber resultado
extraa la idea de un ordenamiento jurdico general que abarcaba la totalidad de lo
escrito y comentado. Pero a mediados del siglo II a.C., y en la estela de una
receptividad general frente a las influencias griegas, comienza tambin la
jurisprudencia a adoptar actitudes ms libres. En el terreno literario esto se expresa
en el hecho de que a partir de ahora se redactan manuales didcticos
independientes, en los que la materia temtica est ordenada segn rasgos propios
y desvinculada del sistema legal. A los primeros intentos en esta direccin Marco
Porcio Catn, hijo del Censor, nos dej unos Commentarii iuris civilis, Marco Junio
Bruto los Libri III de iure civili, en forma de dilogo, sigui, una generacin ms
tarde, el gran logro: los Iuris civilis libri XVIII de Quinto Mucio Scvola. Esta obra,
una exposicin conjunta y exhaustiva del ius civile, fue la primera que orden la
materia segn gneros de problemas jurdicos. Algunos de los conceptos abstractos
ofrecidos en parte aqu, y en parte en un Liber singularis v (definiciones de
conceptos jurdicos), podemos utilizarlas an hoy en da; Quinto Mucio era
evidentemente partidario no siempre para provecho del problema objetivo de la
teora estoica del conocimiento. Todava en el siglo II d.C. comentado con
frecuencia, este escrito habra de conservar su actualidad hasta muy adentrada la
poca clsica tarda. Sin embargo, la mayor fama y difusin fue alcanzada por una
de las ms recientes y al mismo tiempo la ms breve y concisa obra sobre el ius
civile: nos referimos a los tres libros del gran maestro en Derecho y fundador de una
escuela jurdica Masurio Sabino (bajo el emperador Tiberio). Todos los escritos sobre
ius civile que anuncian una intencin unitaria a travs de su ttulo comn ofrecen la
materia temtica en una ordenacin sistemtica distinta; evidentemente, cada
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Realmente, y hasta donde nos es posible hoy un cotejo, las materias estn
ordenadas exactamente igual que en la exposicin de conjunto inmediatamente
precedente, los Regularum libri XV de Neraceno. Otra caracterstica de las
Institutiones de Gayo parece ser, no obstante, una novedad (o acaso lo parece tan
slo por el mal estado de conservacin de la literatura jurdica anterior?), y esta
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