Nacida Inocente - Gerald Di Pego
Nacida Inocente - Gerald Di Pego
Nacida Inocente - Gerald Di Pego
Nacida inocente
Nacida inocente 1
ePub r1.0
sentinel 03.06.14
1
Es una pesadilla, se dijo Chris
Parker una y otra vez. Dios mo,
que no sea ms que una pesadilla!
De un momento a otro voy a
despertarme, y pap y mam estarn
otra vez pelendose a gritos en la
habitacin de al lado. Me tapar la
cabeza con las mantas y fingir que
no me entero. Como siempre. Pero
estar en casa y en mi cama, y sabr
que no es verdad esto que est
pasando, no es verdad, no es a
m
Formulaba estos ruegos sin
palabras,
intentando
desesperadamente ver las cosas
como ella quera, como haca
siempre que le daba una pesadilla.
Pero esta vez no le sali bien. El
duro contacto de las esposas que la
unan al guardia, cuyo rostro
pareca el de un espantajo de feria,
era demasiado real. Las esposas le
hacan dao, y en sus pesadillas
No me llames mueca,
cerdo! replic la otra. El
ascensor se detuvo con un
sobresalto y Chris formul una
silenciosa
plegara
de
agradecimiento, temiendo que la
discusin hubiera degenerado en
algn acto terrible de violencia
vengativa por parte del polica,
como sola ocurrir en las pelculas
que haba visto.
Lo primero que vio Chris al
abrirse la puerta del ascensor fue
izquierda, y andando!
Las dos mujeres mayores se
pusieron en marcha con aire de
familiaridad, como si ya hubieran
recorrido muchas veces aquel
mismo camino. En cambio, Chris se
detuvo un segundo antes de
seguirlas por otro corredor no muy
diferente del primero que haba
encontrado al entrar en el local de
la comisara. Cuando llegaron al
extremo opuesto, las cuatro mujeres
se detuvieron ante una gran puerta
intranquilo.
2
Chris despert de sbito, alz
la mirada y vio que el sol entraba
por entre los barrotes de la ventana.
Le dola todo el cuerpo y tena un
pie dormido, por haber estado toda
la noche en posicin forzada. El
ruido del agua en un lavabo la
despabil por completo, y se puso
en pie preguntndose si por fin
vendran a llevrsela. Not que su
estmago vaco protestaba, pero no
senta hambre.
Christine Parker exclam
una voz al otro lado de la puerta de
la celda.
Un relmpago de alivio cruz su
mente. Chris corri a la puerta.
Mis padres! Han venido a
recogerme! Gracias a Dios, pens.
Estoy aqu! grit. Estoy
aqu. Puedo irme ahora?
Era otra matrona la que
aguardaba fuera de la celda. Pero,
en vez de contestar, rebusc en un
plaidera.
Calla y sgueme dijo la
matrona sin volverse y andando con
rapidez hacia la puerta del
ascensor. Y en ese momento el
corazn de Chris dio un vuelco,
porque al lado de la puerta estaba
otro polica, con otro par de
esposas en las manos.
Muy bien, nena dijo con
indiferencia. A ver las manos.
Ella sinti una opresin en el
pecho y pregunt dbilmente:
Ha venido mi padre?
repeta Chris con ansiedad. Est
aqu?
No ha venido nadie
exclam el guardia con brusquedad,
evidenciando ya su impaciencia.
Vamos. Ya te he dicho dos veces
que no tenemos todo el da.
El guardia abri la puerta que
daba al exterior. Al sentir el calor
del sol y la caricia del aire fresco,
Chris experiment una ligera
esperanza pese a todas sus dudas.
susurr:
Cmo te llamas, pequea?
Chris alz la mirada y
distingui un par de ojos grandes y
fosforescentes que la contemplaban
fijamente.
Cmo te llamas? repiti
la desconocida. Chris dud un
instante; no quera mirarla, e
ignoraba si le convena responder.
Temiendo
instintivamente
las
consecuencias, pas de largo y
alcanz a Mara, que se haba
decir nada.
Bah! Seguro que te toca el
juez Millburn dijo Josie con aire
de entendida.
Ahora se les haba reunido una
chica de aspecto hombruno cuya
sonrisa zalamera molestaba a Chris.
sta rode los hombros de Chris
con un brazo y dijo en tono
sugerente:
T lo que necesitas es un
apretn.
Pirdete intervino Josie.
Cuntaselo a tu abogado
dijo la otra.
Josie le lanz una mirada de
profundo fastidio:
No sabes que nosotras no
tenemos abogado, tonta?
Te nombran uno, si te has
dedicado a la carrera replic su
interlocutora.
La vieja de Josie s que hace
la carrera intervino otra. Y se
gana muy bien la vida, no es
cierto?
3
Haba mucho movimiento en los
pasillos del Tribunal de Menores.
Se vea a padres iracundos, padres
que lloraban, padres nerviosos,
abogados
aburridos,
criaturas
asustadas, tutores fatigados y, por
encima de todo ello, un olor a
cerrado, rancio y mohoso.
Un nio muy plido y con los
ojos muy abiertos le deca a su
padre:
No te preocupes, pap, no te
preocupes.
El abogado que les acompaaba
intervino:
Se trata de dos demandas
distintas. Dos demandas por hurtos
en comercios les record.
El padre, con los rasgos
contrados por la ira, se volvi
hacia su hijo.
Ahora escucha, y yeme bien
dijo, agitando su ndice frente al
rostro del muchacho. No quiero
4
Cuando la furgoneta se desvi
de la carretera y emprendi un
camino secundario, detenindose
finalmente frente a una gran verja,
Chris se volvi para mirar a travs
de la tela metlica que la separaba
del conductor. Pudo ver la gran
puerta de acero que se abra sobre
ruedas
accionadas
por
un
dispositivo de mando a distancia.
Aqu debe ser, pens. Dios mo! Y
dificultades, y no mezclarse en
acciones homosexuales, as como
poner esa clase de acciones en
conocimiento de la celadora de tu
dormitorio. Eso es para tu propia
proteccin.
A esto se puso en pie, rode el
escritorio y mostr a Chris una
carpeta con su nombre escrito sobre
la cubierta en gruesas letras negras:
Entonces sers una muchacha
de primer grado. Si eres aplicada
en tus estudios, as como en las
aqu.
Cynthia abri la carpeta y
revolvi un manojo de papeles.
Luego suspir:
Temo que no sea posible.
Toda tu familia ha sido consultada,
y se decidi que ste sera el lugar
ms adecuado para ti, por ahora.
Pero y mi hermano? Han
hablado con l?
Cynthia consult sus papeles
una vez ms:
S respondi.
hacia
Cynthia,
sonri
con
indiferencia y dijo: Hola.
Cynthia hizo entrar a Chris.
Seor Thorpe anunci,
le presento a Parker, Christine
Parker.
Como si alguien hubiese
accionado un interruptor, Thorpe
exhibi inmediatamente una sonrisa
de anuncio de pasta dentfrica en
honor de Chris, quien correspondi
con una inclinacin de cabeza muy
formal.
Hola,
Chris
dijo.
Supongo que Cynthia te habr
puesto al corriente ya. Si tienes
alguna
pregunta,
no
temas
formularla. Todo va bien? De
acuerdo?
Chris
asinti.
Entonces, ya sabes que tanto
Cynthia como yo estamos siempre a
tu disposicin, vale? Hasta la
vista.
Luego, dirigindose de nuevo al
telfono, continu:
Hola? Disculpe y reanud
la conversacin interrumpida.
Siguiendo a Cynthia, Chris sali
de nuevo al pasillo. Estaban a
medio camino de regreso a la
oficina de aqulla cuando les sali
al paso otra mujer.
Ah, Emma! dijo Cynthia
. Acrquese, por favor.
La mujer se reuni con ellas,
mir a Chris y dijo:
Ah, es ella! Ya me dijeron
que haba una nueva.
Chris no supo si le gustaba esa
Y mi maleta?
Ya la hemos dado de alta
dijo Lasko sin volverse siquiera
para mirarla. Ahora vamos a
darte de alta a ti, antes de pasar al
dormitorio.
Chris sinti contrariedad y
aprensin, mas obedeci. Qu
significaban aquellas palabras?, se
pregunt. Mientras segua los
rpidos pasos de Lasko por el
corredor, salieron a su encuentro
dos chicas.
entrado.
Muy bien empez en tono
profesional. Qutate la ropa, que
vas a ducharte.
Chris vacil, experimentando
una sbita timidez. Comprendiendo
que no tena otra solucin, empez
a desabrocharse lentamente la
camisa, se la quit y entreg la
prenda a Lasko. La celadora la
inspeccion con el aire profesional
caracterstico de un agente de
Aduanas.
5
Bastante conmocionada todava,
pero ya algo recobrada de las
humillaciones de la inspeccin,
Chris sali con Lasko del edificio
principal en direccin a los
dormitorios. Su cabello hmedo le
caa sobre los hombros en
mechones lacios que se le pegaban
a los lados de la cara. Chris tuvo
que admitir que el ambiente en
general era agradable y nada
residencia correccional.
Eh, Chris! grit Josie.
Chris se detuvo y sonri
clidamente, toda llena de alegra
inesperada al ver un rostro
conocido y amistoso.
Hola respondi, sintiendo
la punzada de las lgrimas. No
estaba tan sola, al fin y al cabo;
tena una amiga.
Eh! Que se venga conmigo,
Lasko pidi Josie. La celadora
no hizo caso.
paredes
estaban groseramente
enyesadas
y
cubiertas
de
inscripciones. Se puso a leerlas.
Mara con David, deca una. En
un rincn, un garabato casi
indescifrable: Flipada hasta la
mdula. Se qued mirndolo un
rato, y luego se fij en otro, que
deca: A quien entre en esta
habitacin: Te quiero. A duras
penas consigui dominar las
lgrimas. Entonces oy fuera la voz
de Lasko que deca:
Atencin!
Tenis
diez
minutos para fumar.
A lo que sucedi en seguida el
rumor de muchos pasos y voces que
hablaban en la galera. Sin
embargo, no manifestaban ninguna
excitacin, y los pasos no eran
apresurados. Haba en todo ello
algo de letrgico y aburrido.
Chris recorri el pasillo y se
asom a la galera. Las chicas
salan de sus habitaciones y, poco a
poco, el ruido se hizo ms intenso,
quedes ah a solas.
A medida que las tres iban
acercndose al comedor se
escuchaba con ms intensidad el
sonido de un disco de rock,
mezclado con la algaraba de un
televisor.
La chica no mir a Chris, torci
el gesto y se tap la nariz.
Uf! exclam. Siempre
se conoce a las novatas por el jabn
matapiojos. Cristo!
Josie ri.
en paz!
Eso agreg Ria, con la voz
temblndole de miedo. No ha
hecho ms que llegar.
Chris, demasiado asustada para
moverse, permaneci apoyada en la
pared, inmvil y con el rostro
ceniciento.
Dale! Dale! azuz una de
las espectadoras.
T cllate, Crash! la
empuj Josie, mientras Moco haca
una mueca con los labios. Intentaba
Josie.
Vamos, Josie la desafi.
A ver quin puede ms.
Josie torci el gesto.
Anda ya, Jax! Ahora no
tengo ganas.
Qu te pasa? dijo la otra
con sarcasmo. Te rajas?
Se haba hecho un sbito
silencio en el comedor, y Josie se
dio cuenta de que todas las miradas
estaban fijas en ella. Mir con
desplante a Jax:
desafos, ya os lo advert. A
vuestras habitaciones las dos!
Josie se volvi de sbito hacia
Chris, con los ojos encendidos de
rabia:
Estpida! No te dije que
vigilaras? grit, dndole a Chris
un empujn antes de abandonar el
comedor escoltada por la celadora.
Cogida por sorpresa, Chris
trastabill a un lado, con el rostro
lleno de dolor. No era el golpe,
flojo al fin y al cabo, lo que le hizo
6
Brbara Clark, la maestra,
manipulaba un transmisor-receptor
porttil mientras aguardaba junto a
la puerta de la clase, sonriente,
viendo pasar a las internas que
charlaban y murmuraban entre s.
Era un local grande y sencillamente
amueblado, con una gran pizarra al
fondo, en medio de la cual colgaba
un gran mapamundi. La habitacin
era clara y bien ventilada y, a
otro planeta.
Chris ocup una silla al fondo
de la clase y mir a su alrededor
con disimulada expectacin. Tuvo
una sorpresa agradable cuando vio
que la maestra era Brbara,
recordando la sonrisa que le haba
dirigido al llegar. Mientras
contemplaba el rostro de Brbara,
le pareci que era alguien con quien
se podra hablar, alguien que sabra
escucharla
con
atencin
y
comprenderla.
de esperanza.
Brbara no hizo caso de ninguna
de ellas, como si no hubieran dicho
nada, y mir a Chris.
T eres Chris, no es cierto?
pregunt.
Chris se ruboriz y asinti
ligeramente con la cabeza. Al ser su
primer da de clase, se senta
insegura, no sabiendo cmo
comportarse. Las dems parecan
tan aplomadas, tan seguras de s
mismas. Tena miedo de decir o
Brbara:
Anda,
mam
suplic,
temblndole
un
poco
los
gordezuelos
mofletes.
No
queremos trabajar.
Eso corrobor Bea.
Charlemos.
Sintiendo crecer la rebelda
entre sus alumnas, Brbara
comprendi que se impona de su
parte un cambio de actitud.
Escuchadme todas empez
. Por hoy ya hemos perdido
de su aprensin.
Inmediatamente lament haber
contestado, al sentir la mirada de
todas las dems fija en ella como si
quisieran horadarle la piel.
Brbara sonri y desplaz el
puntero.
Y este otro? pregunt.
Espaa respondi Chris
otra vez, involuntariamente.
Vaya rollo despreci
Moco, volvindose para golpear las
teclas del piano. Chris se dej caer
esperanza y sonri.
Vuele a Denver con Chris
brome.
Chris sonri involuntariamente.
Sin escalas aadi an
Brbara.
Oh, Dios mo!, pens Brbara.
Hay una esperanza; ojal consiga
conquistarla.
7
Pasaron varios das y Chris,
poco a poco, empez a adaptarse a
la rutina del Reformatorio. An la
pona nerviosa la presencia de
Moco, y haba algo indefinible en la
personalidad de Denny que la haca
sentirse claramente incmoda con
ella. Record lo que haba dicho
Josie acerca de que Denny, como se
expres, haba estado muchas veces
en el manicomio. Chris se
las dems.
Crash era realmente estpida y
no la soportaba nadie, a excepcin
de Moco. Y, por lo que Chris saba,
Moco slo la aguantaba porque
Crash era capaz de hacer cualquier
cosa que se le ordenase, y
prcticamente era esclava de Moco.
En cuanto a Jax, no era tan mala,
pero siempre se la vea con Denny,
y algo le deca a Chris que, cuantos
menos tratos tuviese con ambas,
mejor. Paula le inspiraba a Chris un
celebrndose un partido de
voleibol. Se qued un rato mirando
y luego se encamin hacia una
parcela de csped donde haba
varios grupos de muchachas
hablando y tomando el sol. Chris no
se decidi a irrumpir entre ellas,
por lo que prosigui su paseo. A
unos quince metros haba un grupo
de columpios que nadie usaba.
Aquello le trajo recuerdos de su
infancia, de cmo le gustaba
columpiarse cuando era nia.
precavidamente.
Bah! Te gustar ms cuando
conozcas a Johnny replic
Denny.
Chris la mir con asombro.
Qu significaba aquello?, se
pregunt. No haba chicos en el
Reformatorio.
Jax se les uni a tiempo de or
las ltimas palabras de Denny.
Ah, s! Le gustan las chicas
nuevas coment con una mueca.
Quin es Johnny?
pregunt
Chris,
procurando
disimular su confusin.
Denny sonri a medias, con un
gesto extrao y forzado, y arque un
poco la ceja.
Es alguien perfecto para ti
declar.
Vamos, de prisa dijo
Lasko, urgiendo a las rezagadas.
Entrad todas, en seguida.
Chris no hizo ningn comentario
y
entr,
encaminndose
directamente a su habitacin. Janet
indefensa.
Los fros azulejos del piso
parecan quemar su carne desnuda.
Denny se arrodill ante Chris con
una sonrisa complacida, blandiendo
el mango de madera ante sus ojos.
Eh! murmur en voz baja,
y luego dijo, subrayando bien cada
palabra: Quiero presentarte a
Johnny.
Con un sobresalto de terror,
Chris libr los brazos de la presa
de Moco y quiso golpear y araar a
8
Durante los das siguientes,
Chris permaneci encerrada en s
misma, a tal punto que hasta Josie y
Ria se preguntaban qu le habra
ocurrido. Nadie dijo ni una palabra
de su violacin; incluso en
presencia de sus asaltantes, Chris
no oy mencionar para nada el
incidente, lo cual no dej de
proporcionarle cierto alivio. Slo
el
pensamiento
de
haber
experimentado
semejante
humillacin ya le pareca casi peor
que el recuerdo de la espantosa
experiencia en s. Haba perdido el
apetito, y durante las comidas se
limitaba a revolver los alimentos
con expresin ausente. En cierta
ocasin, cuando Lasko observ y
coment su falta de apetito, Chris
intent comer algo a la fuerza y se
atragant hasta casi vomitar. Lo
nico que soportaba era beber algo
de leche, pero a no ser por esto se
oscuridad,
luchaba
desesperadamente contra el sueo
temiendo verse acosada por
imgenes repugnantes y recuerdos
terribles. Pero, como no poda
evitar el sueo completamente, se
adormeca para sufrir luego
continuos sobresaltos. No a causa
de pesadilla alguna, sino por efecto
de su miedo inconsciente a los
terrores del sueo. Y, si bien esos
terrores no adquiran ninguna forma
definida,
sindole
imposible
espejos rajados.
Una tarde, Chris estaba
peinando a una compaera plida y
delgada que afortunadamente no le
daba mucha conversacin. As,
Chris poda ejecutar todas las
manipulaciones del oficio, que
realizaba automticamente, y al
mismo tiempo entregarse a sus
ensoaciones particulares.
Entonces apareci Jax. Slo con
ver a aquella negra corpulenta y
vigorosa que la haba maltratado
menudo
sola
encontrarse
indispuesta; teniendo en cuenta que
haba intentado suicidarse y todo, a
Chris le pareci que no sera buena
idea contarle sus problemas. Y
adems, pensndolo bien, Janet y
ella no hablaban mucho en realidad.
Se comprendan y se respetaban
mutuamente el deseo de no ser
molestadas; haban llegado al punto
en que con un significativo
intercambio de miradas podan
decirse ms cosas que en una hora
sospechas
de
Brbara
se
convirtieron
en
una
seria
preocupacin. Se fij en cmo
reaccionaba Chris cuando estaban
presentes Moco y Crash, o Denny y
Jax. Estaba claro que les tena
miedo y le incomodaba mucho la
presencia de aqullas. Trat de
interpretar su observacin. El
lesbianismo de Moco era una
continua fuente de problemas para
el personal, y la devocin canina
que le tributaba Crash vena a
dedicamos
a
charlar?
Ya
recuperaremos el trabajo durante la
clase de maana. Qu os parece?
Vamos, acercaos todas.
La reaccin fue exactamente la
que ella esperaba. Hubo un
inmediato suspiro colectivo de
alivio, acompaado de murmullos y
comentarios expectantes.
Ay, mam! Eres estupenda!
exclam Denny, palmoteando.
Bea mostr todos los dientes en
una ancha sonrisa y adelant su
Qu ms quisiera yo!
exclam Brbara con una expresin
de rabia y angustia en su rostro.
Pero a dnde? Para qu?
Decidme una meta. Fijaos vosotras
mismas una meta.
Se volvi para mirar a Chris,
que durante toda la discusin haba
permanecido rgida y distante,
como si viviera en otro mundo.
Chris dice que quiere ser
azafata declar Brbara con los
ojos brillantes, buscando provocar
imaginacin.
Chris, que se hallaba justo al
borde del campo visual de Brbara,
hacia la derecha segn se miraba a
la clase, se incorpor entonces
como
hipnotizada,
con una
expresin ausente en sus ojos
velados. Nadie pareci darse
cuenta.
Muy bien estaba diciendo
Brbara. Qu ms? A quin le
gustara ser maestra?
Estaba tan ocupada procurando
convertido en hinchas de un
equipo en un partido de rugby,
animando a su jugador favorito
mientras ste corra hacia la lnea
de meta para marcar unos puntos.
Corre, Chris! Corre!
chill Josie, con la voz embargada
de emocin.
Corre! gritaba Ria.
Corre!
El grueso y normalmente
inexpresivo rostro de Crash estaba
enrojecido de nerviosismo y
admiracin.
Mira t! jade.
Abandonando toda esperanza de
recurrir a razonamientos, Brbara
corri tan de prisa como pudo,
gritando y moviendo frenticamente
los brazos. Pero Chris le llevaba
demasiada ventaja.
Chris recorri a grandes
zancadas el pedregal polvoriento,
tierra de nadie junto a la valla de la
escuela, notando que le faltaba el
aliento. El aire seco y el polvo
Chris! grit
Brbara
llorando a su vez. No lo hagas!
No lo hagas!
Las chicas que haban corrido
en seguimiento de Brbara estaban
embriagadas por la excitacin de la
caza. La primera de todas era
Moco, que sonrea salvajemente.
Josie corra como una gran liebre;
luego, detenindose y haciendo
bocina con las manos, grit:
Por abajo! No intentes
saltar la valla!
severamente.
Vamos! Baja en seguida!
gritaba el hombre rodendole la
cintura con un brazo, pero ella se
retorci y escap sin dejar de
trepar. Oy los gritos de las chicas
animndola, instndola a salvar el
obstculo. Ya estaba casi arriba.
Impulsivamente, alarg ambas
manos y agarr el alambre de
espinos, que le desgarr cruelmente
las palmas de las manos. Sinti un
fuerte dolor y not que le corra la
9
Horas despus, Chris mantena
la vista torvamente fija en el suelo
mientras caminaba por el fro
corredor de paredes de cemento en
compaa de Cynthia Porter, la
directora adjunta. sta, toda
eficiencia y correccin como de
costumbre, con sus pantalones
marrones y su blusa a juego,
llevaba el inevitable transmisorreceptor al cinto como si fuese una
cerrojo.
Con el corazn angustiado y
sintiendo la desesperacin ya
indisolublemente unida a su
personalidad, Chris permaneci
inmvil oyendo alejarse los pasos
de la matrona, as como el portazo
con que cerr al otro extremo del
corredor. Con una vaga curiosidad
indiferente pase los ojos por la
celda.
Las paredes estaban llenas de
garabatos. El primero que llam la
10
Chris despert sobresaltada.
Haba dormido tan profundamente
que se qued desorientada durante
un par de segundos, sin recordar
dnde estaba. Luego, cuando poco a
poco la dura realidad de su
situacin se abri paso hasta su
conciencia,
experiment
desesperacin, soledad y rabia,
todo al mismo tiempo. No slo le
dolan las heridas de las manos,
hablar.
Chris dud un momento, y luego
se acerc lentamente a la puerta
para quedarse inmvil, mirando
hacia la rejilla que tena a sus pies.
Brbara hizo otra tentativa.
Por favor, Chris rog.
Quiero ayudarte. Hblame, Chris.
Hizo una pausa. Quiero
escucharte; quiero ayudar.
Chris permaneca rgida como
una estatua, mirando la rejilla con
intensidad. Lo dice de verdad?
se preguntaba. Le importo de
veras? Realmente desea escuchar
lo que yo pueda decirle?.
Si quieres, volver cuando
tengas ganas de hablar continu
Brbara. Creme, Chris. Deseo
sinceramente ayudarte.
Chris hizo un ademn en
direccin a la puerta, pero
resistindose a hablar todava.
Brbara emiti un fuerte
suspiro.
Hasta
luego
dijo.
Volver ms tarde.
Hasta luego murmur
Chris.
En cierto sentido, deseaba
hablar con Brbara. Pero no estaba
segura. Se atrevera a hacerlo?
Necesitaba hablar con alguien, pero
la terrible duda que la roa no
dejaba de insinuarse en todos sus
pensamientos, como una fuerza
irresistible e invisible. Pensaba
alguien en ella de verdad? Sinti
una aguda y repentina punzada de
quemada, un montoncito de
habichuelas, otro de pur de
patatas, y un cartn de leche.
Era la comida menos apetitosa
que haba visto nunca, pero al
menos significaba una ocasin de
distraerse, algo en que fijar la
atencin.
Levantando
torpemente
la
bandeja con sus manos heridas,
regres al colchn y se sent al
borde del mismo, con las piernas
cruzadas. Aunque la cena no
dej su juego.
Al no saber si Chris aceptara
la conversacin aquella maana,
Brbara adopt una postura
humorstica, diciendo en tono
deliberadamente alegre:
Supongo que no estars
demasiado ocupada para hablar.
Alegrndose ntimamente de ver
a Brbara, pero no queriendo
traicionar sus sentimientos, Chris le
lanz una rpida mirada por encima
del hombro sin dejar de correr, y
dijo:
En fin; estaba a punto de
irme.
Para no aparentar que estuviera
persiguindola, Brbara se limit a
dar un par de pasos adelante y
prosigui:
Dime cmo puedo ayudarte,
Chris.
Como un juguete de cuerda que
se detiene poco a poco, Chris
redujo su carrera hasta un ritmo de
paseo lento y respondi:
Scame de aqu.
En aquel momento Brbara
empez a caminar hacia Chris.
Lo intentar dijo cuando
estuvo cerca. Pero antes debes
ayudarme a comprenderte.
Ahora estaba al lado de Chris.
Descansando la mano sobre el
transmisor-receptor, pregunt en
tono neutro:
Por qu trataste de escapar,
Chris?
Ella apoy un brazo en la pared
diferente.
Por qu? insisti Brbara.
Chris busc las palabras
adecuadas, con la voz ahogada por
la emocin. Apret los puos en su
regazo, sin hacer caso del dolor.
Era mucho peor estar aislada y
tener que reprimirse; el alivio tan
esperado hizo que olvidase todas
las dems sensaciones.
Me aplicar ms susurr
y lograr que lo comprendan.
Cmo? Qu les diras?
tambin.
Ella dira: Obedece a pap
y no hagas que se enfade, y no
vengas con problemas a la hora de
las comidas. Chris rompi a
sollozar desconsoladamente y trag
saliva varias veces antes de poder
continuar: Ella me abrazara y
dira: Todo ir bien ahora,
Chrissie, y yo le contara, le
contara lo que me ha pasado.
Brbara apoy los codos en el
suelo y apret el rostro, tenso de
Le contara lo de Johnny
llor Chris.
Por favor, Chris! Dime lo
que ocurri! suplic Brbara con
los ojos brillantes de llanto.
Mam! grit Chris llena
de angustia, echndose al suelo y
cogiendo los barrotes. Mam!
solloz. Me sujetaron! Me
hicieron mucho dao!
Entonces, con una explosin
final de alivio, todos los diques se
rompieron y, en medio de sus
11
Por fin lleg el da en que Chris
sali de la incomunicacin. Al paso
de las semanas result evidente que
se haba operado en ella un cambio,
aunque cada cual lo interpretaba a
su manera. Para las chicas, haba
adquirido cierta categora; la
respetaban por su audaz intento de
fuga. No volvi a ser molestada, ni
siquiera por Moco o Jax. Sobre
todo llamaba la atencin el hecho
ligera hostilidad.
Bien
dijo
Cynthia
jovialmente. Manos a la obra!
Luego,
volvindose
hacia
Lasko, prosigui:
T eres la celadora, Emma.
Quieres ser la primera en darnos tu
opinin?
Lasko se toc el peinado, lo
pens un momento y luego dijo,
condescendiente:
Bien. La nia hace su trabajo,
me parece, y ha respetado las
normas.
Cynthia se volvi al otro lado
de la mesa:
Elaine?
La aludida asinti con la
cabeza.
Suele participar en los
juegos. En realidad no tiene afn de
competir, pero eso le pasa a la
mayora. Al fin y al cabo, hace
poco que sali de incomunicacin.
Cynthia frunci el ceo mientras
manoseaba un lpiz, diciendo:
En efecto, despus de un
intento de fuga lo habitual es
cancelar todas las visitas familiares
hasta que
Lo sabemos, lo sabemos la
interrumpi
Brbara
con
impaciencia. Pero sa no fue una
fuga planeada. Fue una reaccin
emocional por lo ocurrido.
No existen pruebas de que
ocurriese nada intervino Lasko,
ofendida.
Cre que ya habamos
Christine?
La interpelada tena la boca
seca y remova las manos en el
regazo. Se aclar la garganta:
Perdn murmur a media
voz; luego mir a Cynthia de frente
y prosigui. Creo que mi actitud
ha
mejorado
mucho
ahora.
Comprendo que he obrado mal,
pero me parece que ahora podra
merecerlo.
La directora adjunta no hizo
ningn comentario, limitndose a
casa.
12
A primera hora de la tarde del
sbado,
Chris
esperaba
impacientemente sentada al borde
del sof, en la sala de recepcin.
Tena la espalda rgida, las rodillas
juntas, y las manos apretadas en el
regazo. A su lado estaba la maleta
que contena todas sus pertenencias.
Slo haba otra persona en la
habitacin, una recepcionista detrs
de un mostrador, que charlaba con
sonri.
Le has cambiado el tubo de
escape dijo. Era una afirmacin,
no una pregunta. Ben se hinch de
orgullo.
He ajustado el motor
alarde. Escucha! Fino como
una seda.
Pese a su actitud engaosamente
despreocupada, Ben no pudo
contener la pregunta que haba
estado rondndole la cabeza. Si no
se atrevi a hacerla en seguida fue
lanz
una
rpida
ojeada
interrogante. Lo ms fcil del
mundo habra sido decirle lo que l
deseaba or: Un sitio estupendo,
palabra!. Sin embargo, no tuvo
fuerzas para decirlo en voz alta y se
limit a mirarle fijamente, sin
responder.
Ben volvi a fijarse en la
carretera.
Acrcate dijo, pasando el
brazo por encima del respaldo
vecino. Era el primer gesto de
Los
Parker
vivan en una
Mam
suplic
Chris
colgndose de los brazos de su
madre, no quiero volver all. No
puedo! No sabes lo horrible que
es!
Su padre intervino para
tranquilizarla, ponindole una mano
en el hombro.
Eh! Quin iba a decirlo!
exclam
en
un
intento,
manifiestamente
forzado,
de
aparentar jovialidad. No hace un
minuto que hemos llegado y ya
partido de pelota.
Chris no les hizo mucho caso y
se alej con una sonrisa, mientras
relea la postal.
Su madre la llam cuando ya
alcanzaba la puerta.
Tus amigas Carol y Ellen
preguntaron por ti.
Pero
Chris
ni
siquiera
respondi.
Entrando en su habitacin,
pase una ojeada por los objetos
familiares y sonri de nuevo. Su
jbilo.
Ahora
estaba
ms
convencida que nunca; no tendra
que regresar a esa escuela jams,
jams!
montn de escombros.
Ben sac la cabeza del
compartimiento del motor y se
volvi para mirar a su hija, con los
ojos risueos. En ese preciso
instante se abri la puerta del
porche detrs de Chris, y ambos
dirigieron la atencin hacia la
seora Parker, quien se tambaleaba
ligeramente al salir.
No encuentro mi monedero
dijo con voz torpe. Dnde
estar mi monedero?
all, pap!
Ya lo veremos! cort Ben.
Ella se aferr al cristal de la
ventanilla, con el rostro baado de
llanto.
No puedo! Por favor,
pap. No lo hagas!
Pues, qu tiene de malo, eh?
replic. Te crees demasiado
seorita, o algo as?
Quieres saber por qu no
puedo volver? solloz ella, a
punto de estallar. Pues voy a
13
De algn modo, Chris y sus
padres consiguieron pasar lo que
restaba del fin de semana. Tal vez
fue porque el padre de Chris no se
dej ver mucho por casa. El lunes
por la maana pareci reinar una
atmsfera de calma. l estaba
trabajando, por lo que de momento
no haba el peligro de verle
aparecer poniendo el grito en el
cielo por cualquier motivo.
puso en pie.
Me voy a casa de Carol
murmur, y sin ms despedida dej
a su madre y sali.
La seora Parker se qued
mirndola un momento y luego baj
la mirada hacia su taza de caf. Con
movimientos mecnicos, encendi
otro cigarrillo. Tal vez podra
irme a mi habitacin y tomar un
trago pens. Un poquito nada
ms; lo justo para templar los
nervios. No es que no quisieran a
tu amiga Carol.
No contest Chris con
hasto.
Embustera!
aull,
acercndose ms.
Chris empez a asustarse al ver
que su padre estaba mucho ms
irritado de lo que ella habla
previsto.
Es que he engordado un poco,
pap aventur.
Ben estaba dejndose arrastrar
por su mal genio. Tena el rostro
En la habitacin contigua, su
madre
rompi
a
sollozar
intensamente.
Ben se irgui frente a Chris
como un gigante.
Vas a decirme lo que
hicisteis todo ese tiempo t y Carol
y su hermano! grit con voz
spera y enronquecida por su furor
irracional.
Chris rompi a llorar; entre
sollozos, consigui articular:
Estuvimos poniendo discos
y hablando
La tom con violencia de la
barbilla para obligarla a levantar la
cabeza. Le corran las lgrimas por
las mejillas.
Mrame a los ojos y jrame
que mi hija sigue virgen!
Aquellas palabras la golpearon
como una pedrada. Abri mucho los
ojos mientras acuda a su mente la
imagen de aquella horrible noche en
las duchas, y empez a nublrsele
la vista. Si llegase a saberlo!,
14
El autobs fren bruscamente
bajo la fra luz de las lmparas de
mercurio, junto a las desiertas
cocheras. El conductor se ape con
gesto de fatiga, y aguard
pacientemente a que bajaran los
escasos viajeros. Apareci primero
un hombre que estir las piernas,
bostez y se encamin hacia las
cocheras; luego Chris, con los ojos
hinchados y enrojecidos, y un feo
15
No haba la menor muestra de
emocin en el rostro de Chris
mientras se someta, impasible, al
rutinario registro de Emma Lasko.
Aunque estaba reviviendo una
pesadilla, no volvi a sentir las
oleadas de repulsin y vergenza
que haba experimentado la primera
vez. Se limit a esperar
pasivamente mientras la celadora
hurgaba en ella con el aire
impersonal de un inspector de
fbrica comprobando el estado de
una mquina.
Lo convenido era que ibas a
quedarte en casa coment Lasko
sin interrumpir su registro, en voz
indiferente. Algunas de vosotras
parece que no sepis vivir, si no es
en el pesebre Abre las piernas.
Chris obedeci como un
autmata, sin decir nada, con la
mirada vaca de expresin.
Lasko dio por terminado su
volver
a
la
celda
de
incomunicacin, pero decidi pedir
permiso para asistir una vez al
comedor antes de pasar al encierro.
En pocos segundos, recorri la
escasa distancia entre las duchas y
su habitacin. Acercndose a la
ventana cubierta de tela metlica,
contempl el poco atractivo
paisaje. Dentro y fuera todo pareca
gris y lgubre.
Se pregunt cmo sera lo de
estar muerta, y en ese instante se
Chris dijo.
Gracias contest, bajando
la mirada y dibujando un crculo
imaginario en el suelo con la punta
del pie. No sali bien.
Hizo una pausa y luego mir a
Janet:
Cmo va el nio?
Janet se encogi de hombros:
Me mareo todas las maanas.
Chris recorri con la mirada el
comedor desierto con sus largas
hileras de mesas desocupadas, y
incertidumbre:
Me han preguntado si querr
quedrmelo cuando nazca
explic. Pero todava no lo he
decidido.
Chris la mir, pensativa; luego,
con un sbito impulso de emocin,
exclam:
Qudatelo, Janet, y quirelo
mucho! Cntale canciones, juega
con l. Hazlo aunque parezca una
tontera! Compra un cochecito y
scalo a pasear. Y cuando aprenda
Qu ocurri, Chris?
pregunt con amabilidad.
Chris se puso de cara a la
pared, sin mirar a un lado ni a otro,
luchando con las lgrimas. Luego,
en voz baja y montona, respondi:
No nos llevbamos bien y
luego hizo una pausa, pues an
restaba decir lo ms doloroso. Y
mi hermano no quiso saber nada de
m.
Brbara estaba trastornada.
Seor, qu haban hecho con
aquella criatura!
Lo
siento
murmur,
notando la insuficiencia de las
palabras, pero sin ocurrrsele nada
ms acertado que decir. Luego, en
tono de fingida animacin, agreg
: La prxima vez lo intentaremos
con un hogar adoptivo.
Al
principio
Chris
no
reaccion; luego se apart de la
pared y empez a mecerse,
castaeteando de nuevo con los
dedos.
la desolacin, la tristeza y la
amargura al verse rechazada por
todo el mundo pudieron ms que
toda su resolucin. La voz se le
quebr en sofocados gritos de
angustia, y golpe la pared en un
arranque
de
frustracin
desesperada, poniendo en ello
todas sus fuerzas. Un dolor sbito
invadi todo su brazo, y retir la
mano mirndosela con aprensin,
temiendo y al mismo tiempo, casi
esperando habrsela roto.
No faltaba ms!
El tiempo dej de existir para
Chris. No supo cunto tiempo
permaneca con la espalda apoyada
contra el muro de la celda, mirando
a travs de la ventana enrejada los
ridos terrenos al otro lado.
Como una hora despus de la
comida, oy ruido en el corredor.
Se volvi para escuchar, y su pulso
se aceler al notar que descorran
el cerrojo para abrir la puerta. Era
Brbara Clark, quien se volvi
Te
escapaste
mientras
estabas a prueba le record.
Te fugaste de tu casa. Es la verdad,
y no puedes negarlo.
Chris le volvi la espalda de
nuevo.
Tus verdades son escuchadas
y credas replic. Las mas,
no.
Brbara se qued un momento
sin saber qu responder. Aquella no
era la misma Chris en quien tanto
haba confiado. Pocos das antes
angustia y decepcin.
Ests
perdiendo
algo
importante! exclam. Vas a
perder a Chris, pero yo quiero que
la salves! Es importante, muy
importante!
Chris se solt al fin y mir
fijamente al rostro de Brbara, con
ojos vacos de cordialidad y una
mueca amarga en los labios.
Para quin? exigi.
Anda, contstame a eso. Para
quin?
mucho tiempo.
16
Cuando se le levant la
incomunicacin, y en los das
sucesivos, Chris fue adquiriendo un
control cada vez mayor de s
misma. Se limitaba a cumplir con lo
que le pedan; ni ms, ni menos.
Dndose perfecta cuenta de que
estaba siendo observada por el
personal, procuraba sobre todo dar
la impresin de que participaba de
buena gana en todas las actividades
intimidad
y,
aunque
sus
conversaciones solan ser breves y
espaciadas por largos silencios, el
lazo de tcita amistad que haba
entre ellas se reforzaba cada vez
ms.
Lasko not el importante
cambio que se operaba en Chris,
pero lo atribuy a una mejor
adaptacin por parte de la
muchacha, y hasta depuso su
primitiva actitud de sospecha y
desconfianza. A la celadora no le
cosas.
Chris se haba sentado sobre la
mesa del modo que sola hacerlo
Brbara, y miraba a la clase con
aire enrgico, de seguridad en s
misma. Brbara le dio apoyo
diciendo:
Nos vendra bien un poco de
msica T mandas, Chris.
Chris se fij en Moco, que
estaba sentada con aire hosco junto
al piano, y lea una novela.
Moco orden, dando una
del nio.
Brbara disfrutaba viendo que
Chris sala de su reserva hasta el
punto de dirigir la conversacin.
Chris sigui hablando en tono de
innegable sinceridad:
Nos mantendremos siempre
informadas de dnde estn y qu
necesitan, para ayudarles.
Yo robar todo lo que te haga
falta, Janet se ofreci Ria
sonriendo. Su comentario fue
celebrado por las dems, excepto
17
Era la hora de cenar, dos
noches ms tarde. El ruido de los
cubiertos y las bandejas en el
comedor resonaba mezclado con el
de remover sillas y arrastrar los
pies, junto con la despreocupada
charla de las chicas. Chris y Janet
ocupaban una mesa con Josie, Ria y
Bea a un lado, y Crash, Jax, Denny,
Moco y Paula al otro.
Qu es esta bazofia?
decirle a Janet:
Y t tambin.
El castigo iba a ser su postre de
aquel da.
La contrariedad de Lasko
aument. Le molestaban las
continuas intromisiones de Brbara
en su modo de dirigir los
dormitorios, especialmente cuando
el asunto tena algo que ver con
Chris Parker.
De acuerdo, pero no eres t
la celadora de los dormitorios
replic.
Y
el
tenerlas
incomunicadas me ayudar a m a
mantener el orden.
Es eso lo ms importante,
misma Se interrumpi de
repente, al ver que Brbara se
apartaba
con
repugnancia.
Escchame! suplic
Lasko
desesperada y a la defensiva.
Hace diez aos, yo luch para
desterrar de la institucin las
camisas de fuerza y las palizas. Yo
protega a esas chicas, te enteras?
Brbara se volvi de nuevo
hacia la celadora; en sus ojos, la ira
haba cedido a la comprensin. No
era su intencin hacer de Lasko una
derrotada.
Eso no podemos remediarlo
dijo dbilmente.
Tenemos
hogares
para
animales abandonados continu
Brbara, y hogares para ancianos
abandonados. En cambio, para los
nios
abandonados
tenemos
reformatorios.
Lasko le devolvi la mirada,
con un nuevo fuego brillando en sus
ojos:
Reformatorios, s declar
sus palabras:
Yo les doy un lugar donde
vivir. Dormitorios limpios, y
comida. Y procuro que nadie les
haga dao, al contrario de lo que
les ocurre ah fuera y apunt con
el pulgar hacia la ventana para
completar el sentido de su frase.
Pero Brbara no se dejaba
convencer con facilidad.
Eso no basta insisti.
Admtelo, no basta, porque no
rompe los mdulos acostumbrados.
la incomunicacin, cmo se lo
explicar? He de decirle que ella
no merece la pena de ser salvada?
Acercando la silla al escritorio,
Lasko se volvi y se encamin a la
puerta. Se detuvo brevemente para
mirar a Brbara:
Contstame a eso nada ms
Maana, qu?
Y sali sin aguardar respuesta.
18
Ms tarde, aquella misma
maana, Chris y Janet fueron
encerradas
en
celdas
de
incomunicacin distintas, la una
frente a la otra. Chris no sinti el
menor remordimiento por lo que
haba hecho. Aquel marimacho de
Moco se lo estaba buscando desde
haca mucho tiempo, slo que nadie
haba tenido narices para hacerlo.
Chris lo senta nicamente por
Ahora
perderemos
calificacin. Hubo una pausa.
Y yo quera estar en casa cuando
naciera el nio murmur.
No te preocupes explic
Chris. Te dejarn salir.
Qu pasar contigo?
El humor de Chris se volvi
sombro.
No lo s, pero no me importa,
Janet. No te preocupes.
El resto del da se les hizo muy
largo a ambas. Chris rog a la
movimientos
rpidos
y
sobresaltados, como un animal
cogido en la trampa.
Janet! grit, cerrando los
puos en torno a los barrotes.
No s qu hacer!
Estoy sangrando, Chris!
Estoy sangrando!
Chris empez a martillear la
puerta de la celda con los puos. El
eco reson, apagado, en el corredor
desierto.
Eh! Socorro! Necesitamos
ayuda!
grit,
y
luego,
dirigindose a Janet: Har que
vengan, Janet! Espera Har que
vengan! Har que vengan!
Por favor! Por favor!
suplic Janet.
Chris golpe la puerta con ms
fuerza, con todas sus fuerzas.
Socorro! Socorro! grit.
Al otro lado de la puerta de la
seccin, la matrona dormitaba
sobre su escritorio, con una vieja
revista entre las manos. Alzando
parpade, en un desesperado
esfuerzo por mantener la calma.
Abri la boca, pero no pudo
articular palabra. Sus labios
empezaron a temblar, y los ojos se
le llenaron de lgrimas. Chris nunca
haba visto a Moco manifestar otra
emocin sino la ira, y el ver a
aquella chica hombruna y dura
llorando fue demasiado para ella.
No pudo resistirlo. Sali al
corredor y se dirigi a su propia
habitacin, a paso lento, con el
19
El sol caa a plomo de un cielo
sin nubes sobre el amarillo y
rechoncho autobs escolar que
avanzaba a trompicones por un
camino estrecho y lleno de baches,
flanqueado de terreno pardo, reseco
y pedregoso. El autobs estaba
lleno de muchachas de rostro
hurao; eran las de la seccin
tercera amigas de Janet. Miraban
por las ventanillas sin decir nada y
cromado de su transmisor-receptor.
Brbara contempl brevemente
a Janet y a la familia de sta. Janet
intent sin xito dirigirle una dbil
sonrisa. Entonces la maestra mir a
las dems jvenes. Se aclar la
garganta y empez a hablar,
procurando dirigirse a sus alumnas
como si les hablase una a una,
individualmente.
S que este nio significaba
algo muy especial para vosotras.
Se interrumpi y luego prosigui:
20
La consecuencia inmediata de la
tragedia de Janet fue una notable
calma entre quienes haban tenido
ms contacto con ella, tanto las
chicas como el personal de la
escuela. Hubo menos charlas
durante las comidas, y los recreos
transcurran
con
evidente
contencin en los juegos. Hasta
Brbara Clark daba sus clases con
un aire ms autoritario. Los
recuperado
su
habitual
personalidad huraa y fanfarrona,
siempre a punto de armarla por
cualquier motivo; su satlite Crash
le segua los pasos, desempeando
su papel, que era una involuntaria
caricatura de los cortesanos
aduladores de pocas pasadas.
Denny volvi a sus cambios de
humor, en los que tan pronto era una
mariposa retozona, como una
ensimismada
profetisa
de
desgracias.
esperanza.
Anocheca
ya.
Varias
muchachas estaban tumbadas en el
sof del comedor, viendo la
televisin. Al otro lado, Paula
ocupaba un asiento junto a una
lmpara,
como
siempre
esforzndose en acabar una informe
prenda de punto. Lasko se haba
sentado en un brazo del silln,
ayudando a Paula a desenredar las
madejas y cogindole las agujas de
vez en cuando para guiarla.
Lasko mene la cabeza:
champ.
S, Lasko la imit Jax
como un loro.
Lasko se puso en pie de un salto
y mir alternativamente a sus dos
antagonistas, sacudiendo la cabeza
con expresivos movimientos.
Trae el champ! las
remed. Dame fuego, firma esta
nota, haz esto y lo otro. No
podrais dejarme en paz un rato?
No haba humor en la voz de
Josie esta vez:
cabello.
Ahora Lasko no quiso ceder,
por lo que replic:
Maana te lo lavars.
Chris,
aparentando
exteriormente una calma glacial y
sin levantar la voz, cedi a un
sbito impulso retador:
Me gustara lavrmelo ahora,
por favor dijo, no sin silabear las
palabras por favor de un modo
que las haca sonar, no como una
frmula de cortesa, sino como un
insulto.
Bea, que hasta ese momento se
haba mantenido aparte de la
discusin, se puso a gritar
sbitamente con todas sus fuerzas:
Qu sitio tan imbcil es ste!
y luego, como si hubiera llegado
al colmo de su paciencia, exclam
: No somos cros pequeos!
Quieres hacer el favor de
darme el champ? repiti Chris,
ignorando la intervencin de Bea.
Sintindose
en
peligro
atravesada en un silln.
Perdido ya el control, Chris
golpe a la indefensa Lasko sin
dejar de chillar No! No!, a toda
voz, descargando una lluvia de
salvajes puetazos sobre la vctima
de sus iras.
Lasko levant las manos para
protegerse, mientras las chicas
formaban alrededor de ella un
crculo amenazador. De algn
modo, la celadora logr sujetar los
brazos de Chris y, con un poderoso
destruyeron
sistemticamente
cuanto estaba a su alcance. Moco
vacil un segundo ante el
tocadiscos, y ya iba a cogerlo,
cuando Ria alarg una mano para
frenarla.
No, eso no dijo. Moco
asinti lentamente con la cabeza,
comprendiendo lo que haba
querido decir, y volvi a dejar el
tocadiscos en su puesto.
Poco despus, mientras el
tumulto an continuaba a su
Qu te pasa? pregunt
Moco, impaciente. Date prisa;
vamos a salir de aqu.
No puedo susurr Josie
roncamente. No puedo!
Con un juramento ahogado,
Moco le arranc el llavero sin
hacer caso de su llanto y sali, con
Chris pisndole los talones.
Moco vol sin aliento hasta la
puerta principal y empez a tantear
con las llaves. No saba cul era la
que serva, y le temblaban tanto las
21
Despus de varios das de
investigaciones
previas,
se
estableci que, si bien haba sido
Chris la instigadora del motn, an
quedaba cierto nmero de factores
por determinar. Por lo que se
refera a las dems chicas, se
convino en que haban actuado
movidas por un frenes colectivo,
con intervencin de factores
psicolgicos que haban madurado
dispuesta a ayudarnos?
S respondi, obediente.
Elaine frunci el ceo:
No entiendo nada de esto
dijo. Chris no haba creado
problemas desde haca meses.
Betty se volvi hacia ella:
Por favor! le reproch.
La seorita Lasko an lleva las
seales para demostrar lo que
ocurri.
S, s dijo Cynthia,
golpeando con el lpiz. Pero
pero
La seorita Lasko te
abofete?
la
interrumpi
Brbara, mirndola fijamente. En
los modales de Chris haba algo
indefinible que la haca temblar.
Brbara not que estaban siendo
vctimas por parte de Chris de una
mentira audaz, pero tremendamente
astuta, y eso la entristeca
profundamente.
No tenas ganas de ir a
buscar el champ, y se enfad
sus rasgos.
Cynthia
casi
pareci
disculparse cuando dijo:
Temo que perders toda tu
calificacin ahora, lo mismo que
todas las dems que tomaron parte
en el incidente.
Chris se inclin hacia Cynthia,
implorante.
Por favor dijo. Estaba
en cuarto grado. He figurado en el
cuadro de honor durante muchas
semanas. Por favor, no lo olviden.
Se lo ruego!
Brbara entrecerr los ojos,
pero no dijo nada.
No lo olvidaremos, Chris
le asegur Cynthia.
Betty hizo una mueca de
contrariedad:
Despus de lo que hiciste?
pregunt, mirando a Chris con
dura expresin.
Chris no replic al principio,
limitndose a mirarla en silencio
con aire lastimado. Abri la boca y
a Cynthia:
Y, sobre todo continu,
acudiendo a toda su persuasin,
deseara presentar mis disculpas a
la seorita Lasko.
Cynthia asinti, debidamente
impresionada:
Bien dijo. Te haremos
saber nuestra decisin, Chris.
Parece que tu actitud es buena y
creo que hay propsito de
enmienda. Ya te lo comunicaremos.
Luego, volvindose a las
dems, dijo:
Hablaremos con las dems
despus de comer.
Chris supo que aquello era la
despedida. Su breve aparicin bajo
los focos haba terminado, conque
haba llegado el momento de
saludar al pblico y hacer su salida.
Muchas
gracias
dijo
suavemente.
Gracias
por
escucharme.
Ech atrs su silla, se puso en
pie y esper a ser conducida fuera
J.
HURWOOD