Límites Materiales Al Legislador

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LMITES MATERIALES AL LEGISLADOR

Los lmites que caracterizan al rgano reformador pueden ser formales y


materiales, siendo los lmites formales aquellos referidos a todos y cada uno de
los
requisitos objetivamente reconocidos por la Constitucin para que la reforma
prospere. A su vez, los lmites materiales se refieren a los contenidos de la
Constitucin; con ellos no se indica la presencia de condicionamientos de tipo
procedimental, sino algo mucho ms trascendente: la presencia de parmetros
de
identidad o esencia constitucional, inmunes a toda posibilidad de reforma. Y es
que
aunque toda Constitucin se caracteriza por ser un cuerpo normativo integral
donde
cada disposicin cumple un determinado rol, ciertas clusulas asumen una
funcin
que resulta mucho ms vital u omnicomprensiva que las del resto. Se trata de
los
valores materiales y principios fundamentales que dan identidad o que
constituyen la
esencia del texto constitucional (la primaca de la persona, la dignidad, la vida,
la
igualdad, el Estado de Derecho, la separacin de poderes, etc.). Sin ellos, la
Constitucin sera
materialmente

un

texto

formalmente

supremo

pero,

en

cambio,

vaco de sentido. [Cfr. 014-2002-AI/TC].


STC Walter Gaspar Chacn Mlaga (03509-2009-PHC/TC): Excluye al
procesado del
proceso penal por haberse vulnerado el derecho al plazo razonable. Esta razn
no est
contemplada en la normatividad correspondiente, mxime si se trata de un
proceso penal.

STC Alfredo Jalilie Awapara (04053-2007-PHC/TC): Convalida un cuestionado


indulto con
el argumento de como es de pblico conocimiento. La argumentacin jurdica
se fue de
vacaciones al Colca y con pareja.
STC Teodorico Bernab Montoya o El Frontn (03173-2008-PH C/TC): En un
exceso de
formalismo y sin ejercer su tan anunciada autonoma procesal, convalid una
resolucin del
Poder Judicial que desacataba una sentencia de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos.
Guido Aguila Grados
2. Los lmites materiales, entonces, estn constituidos por aquellos principios
supremos del ordenamiento constitucional que no pueden ser modificados por
la obra
del poder reformador de la Constitucin. En consecuencia, la reforma que no
observe
dichos lmites, o simplemente los ignore, resultar ilegtima en trminos
constitucionales.
EXP. N 0025-2005-PI/TC y 0026-2005-PI/TC
COLEGIO DE ABOGADOS DE AREQUIPA Y OTRO
El legislador detenta en el ejercicio de su funcin una libertad de configuracin
que le habilita adoptar cualquier medio para alcanzar el objetivo propuesto. La
adopcin de los medios que considere conveniente es, as, consustancial a su
funcin
legisferante, mxime en el contexto de una Constitucin abierta y de una
Constitucin
como proceso pblico. Sin embargo, el lmite de tal marco de eleccin de fines
est
representado por los dems principios y bienes constitucionales, pero, sobre
todo, por

los derechos fundamentales. A este respecto, el Tribunal Constitucional alemn


ha
afirmado, en el reciente y conocido caso del Velo de Ludiny, con referencia
especfica al
derecho de acceso a la funcin pblica, que: El legislador detenta, en
principio, una
amplia libertad de configuracin, en la determinacin de los criterios de aptitud
para
la respectiva funcin y la conformacin de los deberes funcionales conforme a
los
cuales ha de juzgarse la aptitud de los postulantes para el servicio pblico.;
sin
embargo, aade
conformacin se

seguidamente

que:

Los

lmites

de

tal

libertad

de

deducen de las decisiones fundamentales en otras normas constitucionales, en


especial, los derechos fundamentales establecen lmites a la libertad de
configuracin
del legislador. En lnea anloga de razonamiento, la Corte Constitucional
italiana ha
afirmado que El uso de la discrecionalidad del legislador en la determinacin
de los
requisitos para el acceso a las funciones pblicas debe ser objeto de escrutinio
ms
estricto de constitucionalidad cuando no est en discusin slo la genrica
razonabilidad de las opciones legislativas en relacin al carcter de la funcin,
sino la
admisibilidad de un requisito cuya imposicin se traduce indirectamente en
una
limitacin al ejercicio de un derecho fundamental. En definitiva, la libertad de
configuracin del legislador terminar donde el derecho de acceso resulte
afectado.

98. Lo anterior significa que el legislador dispona al menos de un medio


alternativo
para alcanzar el objetivo propuesto, sin afectar el derecho de acceso a la
funcin
pblica; sin embargo, contrariamente, adopt un medio -el requisito del PROFAque
alcanza el objetivo pero que afecta aquel derecho. En consecuencia, en tanto la
exigencia del requisito del PROFA para postular a la magistratura no supera el
test de
necesidad, ella es inconstitucional. Por consiguiente, no hay ya menester de
examinar
el requisito cuestionado
proporcionalidad

la

luz

del

subprincipio

de

ponderacin

en sentido estricto.
El Neoconstitucionalismo. Una mirada Jurisprudencial

CONSTITUCIN NORMATIVA O SUPREMACA DE


LA CONSTITUCIN JURDICA
EXP. N. 047-2004-AI/TC
JOS CLAVER NINA-QUISPE HERNNDEZ, EN REPRESENTACIN
DEL GOBIERNO REGIONAL DE SAN MARTN
2.1. La Constitucin como fuente de derecho y el sistema de fuentes del
derecho peruano
2.1.1. La Constitucin y las fuentes del derecho
8. Si bien el estudio y anlisis del sistema de fuentes se desarrolla
principalmente
desde la teora del derecho, como afirma Enrique lvarez Conde:
Hoy da parece comnmente pacfico que la regulacin de las fuentes del
Derecho se
site en el campo de la teora de la Constitucin.

El Tribunal Constitucional ha tenido oportunidad de comprobar la importancia y


utilidad del anlisis y estudio del sistema de fuentes, sobre todo a partir de los
diversos procesos
funcionamiento; en

constitucionales

resueltos

desde

el

inicio

de

su

particular, los procesos de inconstitucionalidad.


El mismo lvarez Conde justifica dicha postura argumentando que
(la) propia configuracin de la Constitucin como norma jurdica suprema
supone que sta se convierte no slo en autntica fuente del Derecho, sino en
la norma delimitadora del sistema de fuentes
En igual sentido, desde la Teora del Derecho se ha afirmado que:
La incidencia de la Constitucin en el sistema de fuentes es doble, porque
doble es su carcter de norma suprema y de norma que regula la produccin
normativa.
Consiguientemente, tres son las consideraciones que debemos tener en cuenta
para
abordar el tema en cuestin: la Constitucin como norma jurdica, la
Constitucin
como fuente de Derecho y la Constitucin como norma delimitadora del
sistema de
fuentes.
2.1.1.1. La Constitucin como norma jurdica
9. La Constitucin, en la medida que contiene normas jurdicas, es fuente del
derecho.
Como bien expone Francisco Balaguer Callejn,Guido Aguila Grados
la Constitucin contiene las normas fundamentales que estructuran el
sistema jurdico y que actan como parmetro de validez del resto de
lasnormas.
La Constitucin es la norma de normas que disciplina los procesos de
produccin del

resto de las normas y, por tanto, la produccin misma del orden normativo
estatal.
El reconocimiento de la Constitucin como norma jurdica vinculante y
directamente
aplicable constituye la premisa bsica para que se erija como fuente de
Derecho y
como fuente de fuentes. Si bien este Colegiado le ha reconocido la Constitucin
el
carcter de norma poltica, tambin ha tenido oportunidad de enfatizar en
varias
oportunidades su carcter normativo y vinculante. As, en el Caso Alberto
Borea
Odra y ms de 5000 ciudadanos, Exp. N. 0014-2003-AI/TC, afirm que:
(...) la Constitucin es una norma jurdica. En efecto, si expresa la
autorrepresentacin cultural de un pueblo, y refleja sus aspiraciones como
nacin, una vez formado el Estado Constitucional de Derecho, ella pasa a
ocupar una posicin anloga a la que ocupaba su creador. En buena cuenta,
en el Estado Constitucional de Derecho, el status de Poder Constituyente, es
decir la representacin del pueblo polticamente soberano, lo asumir la
Constitucin, que de esta forma pasar a convertirse en la norma
jurdicamente suprema.
En igual sentido, en otro caso sostuvo que:
(La) Constitucin Poltica de la Repblica del Per ... toda ella posee fuerza
normativa (...)
Con relacin a la fuerza normativa y al contenido de la Constitucin, se precis
que:
La Constitucin es un ordenamiento que posee fuerza normativa y vinculante;
por
ende, la materia constitucional ser toda la contenida en ella, y lo
constitucional

derivar de su incorporacin en la Constitucin. As lo ha entendido el Tribunal


Constitucional, a lo largo de su funcionamiento, en la resolucin de los
diferentes
casos que ha tenido oportunidad de conocer ..., donde ha evaluado
vulneraciones a la
Constitucin de la ms diversa ndole y en las cuales el nico requisito para tal
examen consista en que la controversia se fundara en una violacin de algn
principio, valor o disposicin de la Constitucin.
Pero el Tribunal Constitucional no slo se ha referido a la Constitucin como
norma
jurdica, sino que recientemente
objetivoestructural

lo ha hecho desde una perspectiva

y subjetivo institucional. As:


La Constitucin es la norma jurdica suprema del Estado, tanto desde un
punto de vista objetivo-estructural
subjetivoinstitucional

(artculo

51),

como

desde

(artculos 38 y 45). Consecuentemente, es interpretable, pero


no de cualquier modo, sino asegurando su proyeccin y concretizacin, de
manera tal que los derechos fundamentales por ella reconocidos sean
verdaderas manifestaciones del principio-derecho de dignidad humana
(artculo 1 de la Constitucin).
El Neoconstitucionalismo. Una mirada Jurisprudencial

En consecuencia, pretender que la Constitucin no puede ser interpretada, no


slo negara su condicin de norma jurdica en directa contravencin de sus
artculos 38, 45 y 51, sino que desconocera las competencias inherentes
del juez constitucional como operador del Derecho, y sera tan absurdo como
pretender que el juez ordinario se encuentre impedido de interpretar la ley

el

antes de aplicarla.
2.1.1.2. La Constitucin como fuente de Derecho Con relacin a la Constitucin
como fuente de nuestro derecho nacional, debe
remarcarse que constituye el fundamento de todo el orden jurdico y la ms
importante fuente normativa. Al respecto, la doctrina apunta que:
La Constitucin es la fuente suprema dentro del ordenamiento, que conforma
el orden jurdico fundamental del Estado y de la sociedad.
En cuanto norma suprema del ordenamiento, la Constitucin prevalece sobre
todas las dems y en ese sentido condiciona el resto de las normas, por cuanto
determina la invalidez de aquellas que formal o materialmente contradigan
las prescripciones constitucionales.
Es por ello que
La Constitucin (...) termina convirtindose en el fundamento de validez de
todo el ordenamiento instituido por ella. De manera que una vez que entra en
vigencia, cualquier produccin normativa de los poderes pblicos e, inclusive,
los actos y comportamientos de los particulares, deben guardarle lealtad y
fidelidad. Ciertamente, no se trata slo de una adhesin y apoyo que pueda
ser medido o evaluado en el plano de la moral o la tica, sino tambin de una
exigencia de coherencia y conformidad de la que es posible extraer
consecuencias jurdicas. La infidelidad constitucional, en efecto, acarrea la
posibilidad de declarar la invalidez de toda norma o acto, cualquiera sea su
origen, segn los alcances que el mismo ordenamiento constitucional haya
previsto.
2.1.1.3. La Constitucin como fuente de fuentes
11. En cuanto a la consideracin de que la Constitucin es la fuente de las
fuentes de
derecho y la que regula la produccin normativa o disciplina los modos de

produccin de las fuentes, Francisco Balaguer Callejn apunta que sta es,
(...) adems, la fuente que incorpora las normas fundacionales del
ordenamiento mismo, a partir de las cuales se determinara la legitimidad del
resto de las normas del sistema jurdico.
En igual sentido, se ha sostenido que
(...) la Constitucin tambin incide en el sistema de fuentes en la medida en
que regula el proceso de produccin jurdica atribuyendo poderes normativos
a distintos sujetos y asignando un valor especfico a las normas creadas por
stos. Es decir, la Constitucin es la norma normarum del ordenamiento,
Guido Aguila Grados
aunque no todas las normas sobre la produccin jurdica estn contenidas en
ella.
Por su parte, este Colegiado sobre el tema ha expresado que la Constitucin:
(...)ostenta el mximo nivel normativo, por cuanto es obra del Poder
Constituyente; reconoce los derechos fundamentales del ser humano;
contiene las reglas bsicas de convivencia social y poltica; adems de crear y
regular el proceso de produccin de las dems normas del sistema jurdico
nacional.
En efecto, la Constitucin no slo es la norma jurdica suprema formal y
esttica, sino tambin material y dinmica, por eso es la norma bsica en la
que se fundamentan las distintas ramas del derecho, y la norma de unidad a
la cual se integran.
Es as que por su origen y su contenido se diferencia de cualquier otra fuente
del derecho. Y una de las maneras como se traduce tal diferencia es
ubicndose en el vrtice del ordenamiento jurdico. Desde all, la
Constitucin exige no slo que no se cree legislacin contraria a sus

disposiciones, sino que la aplicacin de tal legislacin se realice en armona


con ella misma (interpretacin conforme con la Constitucin).
Reseando, se desprende que la Constitucin, como fuente suprema:
- Crea los rganos encargados de la produccin normativa.
- Otorga competencias materiales.
- Determina los procedimientos para la elaboracin normativa.
- Establece los lmites materiales para la elaboracin normativa.
- Impone los contenidos normativos.
2.1.2. La Constitucin como fuente de derecho: modo de produccin jurdica
12. En el caso Colegio de Abogados del Cusco, este Tribunal trat ampliamente
el
tema del poder constituyente, y su condicin de titular para la creacin o
produccin
de la norma normarun de nuestro ordenamiento jurdico. En concreto, se dijo
que:
En trminos generales, suele considerarse como Poder Constituyente a la
facultad por la cual el pueblo, en cuanto titular de la soberana, decide
instituir un orden constitucional. Como expresa Ernst Bockenforde, el Poder
Constituyente "es aquella fuerza y autoridad (poltica) capaz de crear, de
sustentar y de cancelar la Constitucin en su pretensin normativa de validez.
No es idntico al poder establecido del Estado, sino que lo precede" (E.
Bockenforde, "Il potere costituente del popolo. Un concetto limite del diritto
costituzionale", en G. Zagrebelsky, P. Portinaro y J. Luther (a cura di), Il
futuro della Costituzione, Einaudi, Torino 1996, Pg. 234-235). Esta ltima (la
Constitucin), por consiguiente, es su creacin, a la par que la norma jurdica
fundamental, por ser la depositaria objetiva de las intenciones del Poder
El Neoconstitucionalismo. Una mirada Jurisprudencial
Constituyente, sea para dotar de organizacin al Estado, sea para reconocer

derechos de la persona.
Ms recientemente, en el caso de la reforma constitucional del rgimen
pensionario,
se dej establecido que:
El Poder Constituyente originario, por ser previo y sin control jurdico, tiene
la capacidad de realizar transmutaciones al texto constitucional, ya que este
rgano representativo es el encargado de crear la Constitucin. Ello es as
porque aparece como una entidad nica, extraordinaria e ilimitada
formalmente.
13. De otro lado, siendo el poder constituyente el plenipotenciario del pueblo,
no
puede establecerse con anterioridad un nico modo de produccin. Sin
embargo, el
Tribunal Constitucional, conforme a la doctrina constitucional comparada, ha
reconocido que existen algunas caractersticas del poder constituyente que
pueden
tambin ser consideradas como las reglas bsicas para la formulacin de una
Constitucin:
El Poder Constituyente responde, entre otras, a tres caractersticas: es nico,
extraordinario e ilimitado. nico como consecuencia de que ningn otro
poder o forma de organizacin, puede, en estricto, ejercer la funcin que
aqul desempea. Se trata, por consiguiente, de un poder omnmodo, que no
admite ningn poder paralelo en el ejercicio de sus atribuciones. Es, a su vez,
extraordinario, en tanto que la responsabilidad por l ejercida, no es
permanente sino excepcional; como tal, slo puede presentarse en momentos
o circunstancias histricas muy especficas (como las de creacin o
transformacin de la Constitucin).
Es, finalmente, ilimitado, en tanto asume plenipotenciariamente todas las

facultades, sin que puedan reconocerse restricciones en su ejercicio, salvo las


directamente vinculadas con las que se derivan de las valoraciones sociales
dominantes.
Como puede colegirse, el modo de produccin de una Constitucin obedece a
las
pautas o reglas que el propio poder constituyente se fije segn las
circunstancias, lo
que no sucede con la reforma de la Constitucin, puesto que, en el caso del
Per, los
artculos 32., inciso 1., y 206. de la Constitucin establecen las reglas
bsicas para
ello. Otorgando tal facultad al Congreso de la Repblica y al pueblo
directamente a
travs del referndum. Dichas disposiciones disponen:
Artculo 32..- Pueden ser sometidas a referndum:
(...)
La reforma total o parcial de la Constitucin.
Artculo 206..- Toda reforma constitucional debe ser aprobada por el
Congreso con mayora absoluta del nmero legal de sus miembros, y
ratificada mediante referndum. Puede omitirse el referndum cuando el
acuerdo del Congreso se obtiene en dos legislaturas ordinarias sucesivas con
Guido Aguila Grados
una votacin favorable, en cada caso, superior a los dos tercios del nmero
legal de congresistas.
La ley de reforma constitucional no puede ser observada por el Presidente de
la Repblica.
La iniciativa de reforma constitucional corresponde al Presidente de la
Repblica, con aprobacin del Consejo de Ministros; a los congresistas; y a un

nmero de ciudadanos equivalente al cero punto tres por ciento (0.3.%) de la


poblacin electoral, con firmas comprobadas por la autoridad electoral.
Sobre el artculo 206. de la Constitucin el Tribunal Constitucional ha tenido
oportunidad de sealar que:
El Poder Constituyente se ha autolimitado en la actual Constitucin artculo
206 a travs del poder de revisin constitucional, lo que hace posible la
existencia de una reforma constitucional, siempre y cuando se siga lo formal y
materialmente establecido.
(...)
La existencia de un poder constituyente derivado implica la competencia del
Congreso para reformar preceptos no esenciales de la Constitucin, conforme
a lo previsto en su mismo texto. Por ello, se caracteriza por ser limitado
jurdicamente y posterior.
Asimismo, sobre el poder de reforma constitucional y su necesidad ha
establecido que:
Si el resultado de la tarea constituyente, prima facie, resulta aceptable en
trminos sociales, como tpico producto de un esfuerzo en el tiempo, la
evolucin que, por el contrario, experimenta la sociedad en la que la referida
Constitucin se aplica, tiende a desvirtuar, con el paso de los aos, cualquier
hipottico perfeccionismo. En dicho contexto, y ante la evidencia de constatar
la presencia de vacos, incongruencias, inadaptaciones y todo tipo de
omisiones en el texto de una Constitucin y la necesidad de que los mismos
puedan quedar superados en algn momento, es que cobra legitimidad el
llamado poder de reforma constitucional; que es, en esencia, aquel que se
encarga de modificar, suprimir o enmendar una o ms disposiciones
constitucionales.

14. Si bien en el modelo constitucional peruano el poder de reforma


constitucional es
regulado por especficas disposiciones constitucionales, no es menos cierto que
tal
poder est limitado. Al respecto, este Colegiado ha establecido que:
(...) al ser un poder creado y limitado, puede revisar la Constitucin, y
adoptar aquellos preceptos que a lo largo de la vida constitucional requieren
cambios en funcin a la realidad que regulan, pero no puede destruir la
Constitucin, ni menos an vulnerar su esencia, o como se ha venido
denominando, contenido fundamental.
El Neoconstitucionalismo. Una mirada Jurisprudencial
Segn esta lnea jurisprudencial, la reforma constitucional est sujeta a lmites
formales y lmites materiales. Respecto a los primeros, se ha precisado que:
- Debe verificarse
constitucionalmente,

si

se

ha

vulnerado

el

procedimiento

exigido

lo cual constituira una afectacin a los lmites formales impuestos.


- Las normas de procedimiento no pueden ser objeto de reforma constitucional.
- Las modificaciones del texto constitucional realizadas por los rganos
constituidos
que se producen fuera de los cauces previstos en la normativa constitucional,
sern
nulas e ineficaces.
Y en cuanto a los segundos, que:
En trminos generales, debe sealarse tajantemente que el Congreso tampoco
puede variar algunas cuestiones de fondo de la Constitucin. A ellas se les
denomina lmites materiales, e imposibilitan ejercer el poder constituyente
derivado a los rganos constituidos, con el fin de modificar las clusulas que
el texto fundamental ha establecido como intangibles.

Del mismo modo, con relacin a los lmites materiales del poder de reforma
constitucional debemos considerar que pueden ser expresos o implcitos. A
Ambos se
les considera principios supremos del ordenamiento constitucional y son
intangibles
para el poder reformador de la Constitucin. Sobre los lmites materiales
expresos el
Tribunal Constitucional ha sealado que el artculo 32. de la Constitucin
reconoce
como lmite expreso el impedimento de reducir o restringir los derechos
fundamentales. Y, en cuanto a los lmites materiales implcitos este colegiado
ha
subrayado como los ms importantes a la dignidad del hombre, la soberana
del
pueblo, el Estado democrtico de derecho, la forma republicana de gobierno y
en
general, el rgimen poltico y la forma del Estado.
EXP. N. 0005-2007-PI/TC
COLEGIO DE ABOGADOS DE LAMBAYEQUE
2.1. La fuerza normativa de la Constitucin y el respeto a las garantas que
componen
el debido proceso
6. La supremaca normativa de la Constitucin de 1993 se encuentra recogida
en sus
dos vertientes: tanto aquella objetiva, conforme a la cual la Constitucin se
ubica en la
cspide del ordenamiento jurdico (artculo 51: la Constitucin prevalece sobre
toda
norma legal y as sucesivamente), como aquella subjetiva, en cuyo mrito
ningn acto
de los poderes pblicos (artculo 45: el poder del Estado emana del pueblo,
quienes lo

ejercen lo hacen con las limitaciones y responsabilidades que la Constitucin y


las
leyes establecen), o de la colectividad en general (artculo 38: todos los
peruanos
tienen el deber de respetar, cumplir y defender la Constitucin y el
ordenamiento
jurdico de la Nacin), puede desconocer o desvincularse respecto de sus
contenidos.
Guido Aguila Grados
7. La fuerza normativa de la Constitucin implica a su vez: i) una fuerza activa,
entendida como aquella capacidad para innovar el ordenamiento jurdico, pues
a
partir de ella existe una nueva orientacin normativa en el sistema de fuentes
del
ordenamiento jurdico, derogando expresa o implcitamente aquellas normas
jurdicas
infraconstitucionales
precisamente se

que

resulten

incompatibles

con

ella

(en

las

que

produce un supuesto de inconstitucionalidad sobrevenida); y ii) una fuerza


pasiva,
entendida como aquella capacidad de resistencia frente a normas
infraconstitucionales que pretendan contravenir sus contenidos [Exp. 000472004AI/TC FJ 56].
8. Asimismo, conviene precisar que si bien todo el conjunto de normas que
componen
la Constitucin es vinculante y poseen la misma jerarqua normativa, es el
Estado el
que debe privilegiar la plena vigencia de los derechos fundamentales (artculo
44,
Const.), as como los bienes y principios constitucionales que se desprenden de
estas

disposiciones. En efecto, si se tiene en consideracin que los dos principales


bloques
normativos de la Constitucin estn compuestos por un catlogo de derechos
fundamentales (artculos 2, 4, 5, 6, 7, 10, 11, 13, 14, 15, 17, 18,
22, 23, 24,
25, 26, 27, 28, 29 , 31, 35, 139, entre otros), y por la estructuracin del
Estado
(Poder Legislativo, arts. 90 y ss.; Poder Ejecutivo, arts. 110 y ss.; Poder
Judicial, arts.
138 y ss.; Ministerio Pblico, arts. 158 y ss.; Sistema electoral, arts. 176 y ss.;
Gobiernos Locales y Regionales, arts. 188 y ss; y Tribunal Constitucional,
arts.201 y
ss.; entre otros), es Este ltimo, el Estado, el que en toda actuacin debe
preferir y
privilegiar los derechos fundamentales, tal como lo exige la propia naturaleza
de tales
derechos, basados en la dignidad del ser humano, y adems por disposicin de
la
propia Norma Fundamental, que en su artculo 44 establece como un deber
primordial del Estado: garantizar la plena vigencia de los derechos humanos,
y en
su artculo 45 seala que El poder del Estado emana del pueblo ().
EXP. N. 00014-2009-PI/TC
ALCALDE DE LA MUNICIPALIDAD METROPOLITANA DE LIMA
Control de la Constitucionalidad de las Leyes
6. Partiendo del principio de Supremaca Constitucional se ha buscado que la
Constitucin de un Estado mantenga su vigencia efectiva vinculando a todos
los entes
del Estado con la consigna de la vigencia efectiva de los derechos
fundamentales. Es

as que han nacido dos grandes sistemas de control de la Constitucionalidad,


uno
denominado Control Difuso y el otro denominado Control Concentrado.
El llamado Sistema Difuso como sistema de la revisin de la Constitucin
conocido
tambin como Judicial Review remonta sus inicios a lo resuelto por el Juez
Marshall
en el caso Marbury vs. Madison en el ao 1803 en los Estados Unidos de
Amrica, y en
donde se determin que todos los jueces y tribunales deben resolver las
controversias
llegadas a su sede caso concreto, de conformidad con la constitucin
inaplicando la
ley inconstitucional, resaltando en lo resuelto que dicha labor corresponde a
todos los
El Neoconstitucionalismo. Una mirada Jurisprudencial
23
tribunales y jueces, no limitndose a uno en especial. Asimismo el Sistema
Concentrado, abstracto o simplemente europeo, remonta sus orgenes a la
obra
creadora de Hans Kelsen en 1920, y cuya caracterstica mayor es que deja el
control de
la constitucionalidad en manos de un solo rgano o tribunal ad hoc.
Estos dos modelos inicialmente se originaron como sistemas puros de control
de la
constitucionalidad a travs del tiempo, pero en su desarrollo se fueron
dispersando en
los diferentes pases, mantenindose puramente concentrados, o puramente
difusos,
pero tambin cierto es que en muchos otros pases se fue desarrollando un
modelo

mixto u fusionado por los dos sistemas puros materia de comentario. Y en


Amrica
Latina de manera peculiar y a partir de la segunda mitad del siglo XX se fue
desarrollando la fusin de ambos sistemas puros, llegando a aplicarse este
modelo
dual en pases tales como Bolivia, Mxico, Brasil, y el Per entre otros.
EXP. N 0009-2007-PI/TC y Exp. N. 0010-2007-PI/TC
(acumulados)
LUIS MIGUEL SIRUMBAL RAMOS Y 8.438 CIUDADANOS Y
CONGRESISTAS DE LA REPBLICA
As, tal como ha sido establecido en jurisprudencia precedente, es indudable
que si
el Tribunal Constitucional no procediera de la forma descrita y, por el contrario,
se
limitara a declarar la inconstitucionalidad de la norma, sin ningn tipo de
ponderacin o frmula intermedia, como la que ofrecen las sentencias
interpretativas,
el resultado sera
encontraramos en

manifiestamente

inconstitucional

entonces

nos

el escenario de un Tribunal que, con sus resoluciones, fomentara un verdadero


clima
de inseguridad jurdica, en nada favorable al Estado social y democrtico de
Derecho.
Y es que la Constitucin normativa no slo se hace efectiva cuando se expulsa
del
ordenamiento la legislacin incompatible con ella, sino tambin cuando se
exige que
todos los das las leyes deban ser interpretadas y aplicadas de conformidad con
ella
(sentencias interpretativas); cuando se adecua (o se exige adecuar) a stas a
la

Constitucin (sentencias sustitutivas, aditivas, exhortativas); o cuando se


impide que
la Constitucin se resienta sensiblemente por una declaracin simple de
inconstitucionalidad, no tenindose en cuenta las consecuencias que sta
genera en el
ordenamiento jurdico (sentencias de mera incompatibilidad).
EXP. N 0030-2005-PI/TC
MS DEL 25% DEL NMERO LEGAL DE MIEMBROS DEL CONGRESO
DE LA REPBLICA
58. La Constitucin normativa no slo se hace efectiva cuando se expulsa del
ordenamiento la legislacin incompatible con ella, sino tambin cuando se
exige que
Guido Aguila Grados
todos los das las leyes deban ser interpretadas y aplicadas de conformidad con
ella
(sentencias interpretativas); cuando se adecua (o se exige adecuar) a stas a
la
Constitucin (sentencias sustitutivas, aditivas, exhortativas); o cuando se
impide que
la Constitucin se resienta sensiblemente por una declaracin simple de
inconstitucionalidad, no tenindose en cuenta las consecuencias que sta
genera en el
ordenamiento jurdico (sentencias de mera incompatibilidad).
El Neoconstitucionalismo. Una mirada Jurisprudencial
EFICACIA DE DERECHOS FUNDAMENTALES
EXP. N. 1417-2005-AA/TC
MANUEL ANICAMA HERNNDEZ
2.3 La distinta eficacia de los derechos fundamentales
13. De esta manera, la distinta eficacia que presentan los derechos
fundamentales

entre s, no slo reposa en cuestiones tericas de carcter histrico, sino que


estas
diferencias revisten significativas repercusiones prcticas. En tal sentido, cabe
distinguir los derechos de preceptividad inmediata o autoaplicativos, de
aquellos otros
denominados prestacionales,
programticos

de

preceptividad

diferida,

progresivos

(STC 0011-2002-AI, Fundamento 9).


A esta ltima categora pertenecen los derechos fundamentales econmicos,
sociales y
culturales (DESC) que, en tanto derechos subjetivos de los particulares y
obligaciones
mediatas del Estado, necesitan de un proceso de ejecucin de polticas sociales
para
que el ciudadano pueda gozar de ellos o ejercitarlos de manera plena. Tal es el
sentido
de la Undcima Disposicin Final y Transitoria (UDFT) de la Constitucin, al
establecer que
[l]as disposiciones de la Constitucin que exijan nuevos y mayores gastos
pblicos se aplican progresivamente.
Si bien los DESC son derechos fundamentales, tienen la naturaleza propia de
un
derecho pblico subjetivo, antes que la de un derecho de aplicacin directa. Lo
cual
no significa que sean
fundamentales, son

creacin

del

legislador.

En

tanto

derechos

derechos de la persona reconocidos por el Estado y no otorgados por ste.


Sin embargo, su reconocimiento constitucional no es suficiente para dotarlos
de
eficacia plena, pues su vinculacin jurdica slo queda configurada a partir de
su

regulacin legal, la que los convierte en judicialmente exigibles. Por ello, en la


Constitucin mantienen la condicin de una declaracin jurdica formal,
mientras
que la ley los convierte en un mandato jurdico aprobatorio de un derecho
social.
Lo expuesto significa que en determinadas circunstancias los DESC no pueden
ser objeto de una pretensin susceptible de estimacin al interior del proceso
de
amparo (vg. la exigencia judicial al Estado de un puesto de trabajo o una
prestacin
de vivienda). Ello, sin embargo, no puede ser considerado como una regla
absoluta.
En efecto, tal como se ha precisado en otro momento, el principio de
progresividad en
el gasto a que hace alusin la UDFT de la Constitucin,
no puede ser entendido con carcter indeterminado y, de este modo, servir
de alegato frecuente ante la inaccin del Estado, pues para este Colegiado la
progresividad del gasto no est exenta de observar el establecimiento de
Guido Aguila Grados
plazos razonables, ni de acciones concretas y constantes del Estado para la
implementacin de polticas pblicas. (STC 2945-2003-AA, Fundamento
En esa perspectiva, entre los deberes del Estado previstos en el artculo 44 de
la
Constitucin, no slo se encuentra el garantizar la plena vigencia de los
derechos
fundamentales, sino tambin
promover el bienestar general que se fundamenta en la justicia y en el
desarrollo integral y equilibrado de la Nacin.
16. Por ello, si bien es cierto que la efectividad de los DESC requiere la
actuacin del

Estado a travs del establecimiento de servicios pblicos, as como de la


sociedad
mediante la contribucin de impuestos, ya que toda poltica social necesita de
una
ejecucin presupuestal, tambin lo es que estos derivan en obligaciones
concretas por
cumplir, por lo que los Estados deben adoptar medidas constantes y eficaces
para
lograr progresivamente la plena efectividad de los mismos en igualdad de
condiciones
para la totalidad de la poblacin.
Los DESC cumplen efectos positivos, vinculando al Estado y a los particulares
en
la promocin de las condiciones para su cabal eficacia. Asimismo, generan
efectos
negativos, al proscribir toda conducta gubernamental o particular que niegue u
obstaculice su goce y ejercicio.
Debe recordarse que
toda poltica pblica nace de obligaciones objetivas concretas que tienen
como finalidad primordial el resguardo de derechos tomando como base el
respeto a la dignidad de la persona, y que en el caso de la ejecucin
presupuestal para fines sociales, esta no debe considerarse como un gasto sino
como una inversin social.
Por esta razn, sostener que los derechos sociales se reducen a un vnculo de
responsabilidad poltica entre el constituyente y el legislador, no solo es una
ingenuidad en cuanto a la existencia de dicho vnculo, sino tambin una
distorsin
evidente en cuanto al sentido y coherencia que debe mantener la Constitucin
(Morn

Diaz, Fabio. La dignidad y la solidaridad como principios rectores del diseo y


aplicacin de
la legislacin en materia
Constitucional. CIEDLA.

de

seguridad

social.

Anuario

de

Derecho

Buenos Aires 2000. Pg. 668). (...).


En consecuencia, la exigencia judicial de un derecho social depender de
factores
tales como la gravedad y razonabilidad del caso, su vinculacin o afectacin de
otros
derechos y la disponibilidad presupuestal del Estado, siempre y cuando puedan
comprobarse acciones concretas de su parte para la ejecucin de polticas
sociales.
(STC 2945-2003-AA, Fundamentos 18 y 33).
19. As las cosas, en el Estado social y democrtico de derecho, la ratio
fundamentalis
no puede ser privativa de los denominados derechos de defensa, es decir, de
aquellos
derechos cuya plena vigencia se encuentra, en principio, garantizada con una
conducta estatal abstencionista, sino que es compartida tambin por los
derechos de
El Neoconstitucionalismo. Una mirada Jurisprudencial
prestacin que reclaman del Estado una intervencin concreta, dinmica y
eficiente, a
efectos de asegurar las condiciones mnimas para una vida acorde con el
principioderecho
de dignidad humana.
2.4 El contenido
fundamentales

constitucionalmente

protegido

de

los

derechos

Tal como refiere Manuel Medina Guerrero,


en cuanto integrantes del contenido constitucionalmente protegido, cabra
distinguir, de un lado, un contenido no esencial, esto es, claudicante ante los

lmites proporcionados que el legislador establezca a fin de proteger otros


derechos o bienes constitucionalmente garantizados, y, de otra parte, el
contenido esencial, absolutamente intangible para el legislador; y, extramuros
del contenido constitucionalmente protegido, un contenido adicional
formado por aquellas facultades y derechos concretos que el legislador quiera
crear impulsado por el mandato genrico de asegurar la plena eficacia de los
derechos fundamentales (La vinculacin negativa del legislador a los derechos
fundamentales. Madrid: McGraw-Hill, 1996, p. 41)
As las cosas, todo mbito constitucionalmente protegido de un derecho
fundamental se reconduce en mayor o menor grado a su contenido esencial,
pues todo
lmite al derecho fundamental slo resulta vlido en la medida de que el
contenido
esencial se mantenga inclume.
Este Tribunal Constitucional considera que la determinacin del contenido
esencial
de los derechos fundamentales no puede efectuarse a priori, es decir, al
margen de los
principios, los valores y los dems derechos fundamentales que la Constitucin
reconoce. En efecto, en tanto el contenido esencial de un derecho fundamental
es la
concrecin de las esenciales manifestaciones de los principios y valores que lo
informan, su determinacin requiere un anlisis sistemtico de este conjunto
de
bienes constitucionales,
principioderecho

en

el

que

adquiere

participacin

medular

el

de dignidad humana, al que se reconducen, en ltima instancia, todos los


derechos fundamentales de la persona.
En tal sentido, el contenido esencial de un derecho fundamental y los lmites
que

sobre la base de ste resultan admisibles, forman una unidad (Hberle, Peter.
La
libertad fundamental en el Estado Constitucional. Lima: Fondo Editorial de la
PUCP,
1997, p. 117); por lo que, en la ponderacin que resulte necesaria a efectos de
determinar la validez de tales lmites, cumplen una funcin vital los principios
de
interpretacin constitucional de unidad de la Constitucin y de concordancia
prctica, cuyo principal cometido es opmitimizar la fuerza normativoaxiolgica de
la Constitucin en su conjunto.
Si bien es cierto que la exactitud de aquello que constituye o no el contenido
protegido por parte de un derecho fundamental, y, ms especficamente, el
contenido
esencial de dicho derecho, slo puede ser determinado a la luz de cada caso
concreto,
no menos cierto es que existen determinadas premisas generales que pueden
coadyuvar en su ubicacin. Para ello, es preciso tener presente la estructura de
todo
derecho fundamental.
Guido Aguila Grados
EXP. N. 3179-2004-AA/TC
APOLONIA CCOLLCCA PONCE
Constitucin y eficacia
consecuencias en

vertical

de

los

derechos

fundamentales.

Sus

el mbito de los derechos protegidos por el amparo contra resoluciones


judiciales
15. A la misma conclusin hemos de arribar si ahora el anlisis se efecta a
partir de
la eficacia de los derechos fundamentales reconocidos en la Constitucin de
1993.

Tenemos expresado en nuestra jurisprudencia que todo derecho constitucional

expreso o implcitamente reconocido tiene un mbito protegido, un bien


jurdico
identificable, que es distinto de aquellos garantizados por otros derechos, en
tanto que
constituye una manifestacin concreta del principio-derecho de dignidad.
Ese mbito de la realidad, deducible vlidamente de una norma y disposicin
de
derecho fundamental, es lo que en la STC 1417-2005-AA/TC hemos venido en
denominar posicin iusfundamental:
Las posiciones de derecho fundamental son los derechos fundamentales en
sentido estricto, pues son los concretos atributos que la persona humana
ostenta al amparo de las normas (sentidos interpretativos) vlidas derivadas
directamente de las disposiciones contenidas en la Constitucin que
reconocen derechos.
El objeto de una posicin iusfundamental es siempre una conducta, de accin o
de
omisin dependiendo del derecho de que se trate, que un tercero (sujeto
pasivo)
debe realizar a favor de quien titulariza el derecho (sujeto activo). De ah que
los
elementos de todo derecho fundamental sean: a) el sujeto que lo titulariza; b)
el sujeto
que se encuentra obligado con aquel, y c) el haz de posiciones subjetivas y
objetivas
efectivamente garantizadas por el derecho.
Por lo general, el asunto relativo a la titularidad de los derechos fundamentales
no
ofrece mayores dificultades en su determinacin. Prima facie, el titular por

antonomasia de los derechos fundamentales es siempre la persona humana,


en tanto
que, como se ha expuesto, dichos derechos no son sino la concretizacin
especfica de
particulares exigencias del principio de dignidad (artculo 1 de la Constitucin),
no
obstante que la titularidad de algunos derechos fundamentales est sujeta a la
satisfaccin de ciertas exigencias, como sucede con los derechos polticos y
determinados derechos sociales y econmicos.
A su vez, el objeto de la relacin, esto es, el haz de posiciones subjetivas y
objetivas
garantizados y, por tanto, exigibles en su realizacin a los sujetos obligados,
depende
de una serie de variables recabables en funcin de cada derecho reconocido en
la
Constitucin. Como en la tantas veces citada STC 1417-2005/AA/TC hemos
sostenido, el contenido constitucionalmente protegido de cada uno de los
derechos no
puede determinarse en abstracto, sino a "a la luz de cada caso concreto",
identificando
su finalidad, naturaleza y el mbito de la realidad que se ha pretendido
garantizar en
cada uno de ellos.
El Neoconstitucionalismo. Una mirada Jurisprudencial
Por lo que se refiere a los sujetos obligados con el objeto de la relacin, no
cabe duda
de que el primer obligado con ellos es, sin excepcin alguna, el Estado. Como
se
record en la STC 0976-2001-AA/TC,
histricamente, los derechos fundamentales surgieron como derechos de
defensa oponibles al Estado.

Esto es, atributos subjetivos que protegen un mbito de autonoma individual


contra
acciones arbitrarias de cualquiera de los poderes pblicos.
La vinculacin de los derechos hacia cualesquiera de los poderes y, en general,
rganos pblicos, es lo que hemos venido en denominar eficacia vertical de los
derechos
fundamentales. Tal eficacia no es sino consecuencia de la naturaleza preestatal
de los
derechos fundamentales y, por tanto, del carcter servicial del Estado para con
ellos,
en tanto que la persona humana se proyecta en l como el fin supremo (art. 1
de la
Constitucin).
En ese sentido, tenemos dicho que dentro de estos sujetos obligados para con
el
respeto y proteccin de los derechos fundamentales se encuentran todos los
poderes
pblicos, es decir, los entes que forman parte del Estado, independientemente
de su
condicin de rgano constitucional, legal o administrativo, y los grados e
intensidad
de autonoma que para con ellos el ordenamiento haya podido prever.
Qu duda cabe de que dentro de esos poderes pblicos vinculados con los
derechos
fundamentales se encuentra tambin el Poder Judicial y, con l, todas sus
instancias
jurisdiccionales, al mismo tiempo que sus rganos administrativos. La cuestin
de
qu derechos lo vinculan; bien cuando ejerce funciones jurisdiccionales; bien
cuando
ejerza las funciones administrativas propias a sus actividades de gestin, no
puede

sino responderse en los mismos trminos que habitualmente se efecta en


relacin
con los dems poderes pblicos. Todos los derechos fundamentales vinculan a
todos los
poderes pblicos. De modo que todos los derechos fundamentales (y no slo
los que
conforman la tutela procesal) vinculan al Poder Judicial y, en ese sentido,
demandan
acciones u omisiones destinadas a garantizar el mbito de la realidad que cada
uno de
ellos persigue tutelar.
No hay (no puede haber) un solo derecho fundamental que no pueda vincular a
los
rganos de la jurisdiccin ordinaria. Ello es consecuencia de su condicin de
poder
constituido y, al mismo tiempo, del carcter servicial para con el ejercicio
efectivo de
los derechos de la persona humana, pues, al fin y al cabo, la tutela
jurisdiccional que
prestan "(...) emana del pueblo", conforme lo recuerda el artculo 138 de la Ley
Fundamental.
Guido Aguila Grados
EXP. N. 976-2001-AA/TC
EUSEBIO LLANOS HUASCO
III. Eficacia horizontal de los derechos fundamentales y el Amparo contra
particulares
Como se ha expuesto en los antecedentes de esta sentencia, un particular
cuestiona
que otro particular,
constitucionales. Tal

Telefnica

del

Per

S.A.,

afecte

sus

derechos

controversia, si desde una perspectiva laboral podra caracterizarse como un


conflicto
que involucra a un trabajador con su empleador; desde una perspectiva
constitucional, en su versin sustantiva, se encuadra en la problemtica de la
eficacia
horizontal de los derechos fundamentales en las relaciones entre privados y, en
su
versin procesal, en la procedencia o no del denominado "amparo entre
particulares".
A) Eficacia horizontal de los derechos fundamentales entre privados
Desde una perspectiva histrica, los derechos fundamentales surgieron como
derechos de defensa oponibles al Estado. Es decir, como atributos subjetivos
que
protegan un mbito de autonoma individual contra acciones u omisiones
derivadas
de cualquiera de los poderes pblicos. De esta forma, los derechos y libertades
fundamentales tenan al individuo por sujeto activo, y nicamente al Estado
como
sujeto pasivo, en la medida en que ellos tenan por objeto reconocer y proteger
mbitos de libertad o exigir prestaciones que los rganos pblicos deban
otorgar o
facilitar.
Por su propia naturaleza de "derechos pblicos subjetivos", tales facultades no
se
extendan al mbito de las relaciones privadas, pues se conceba que era
inadmisible
que entre privados se presentaran abusos o relaciones asimtricas, en razn a
que
dichas articulaciones, tericamente, se realizaban en condiciones plenas de
libertad e
igualdad, que slo el Estado poda poner en cuestin.

Tal concepcin se tradujo en considerar a la Constitucin slo como un


documento
normativo a partir del cual se regulaban las relaciones entre los individuos y el
Estado, en tanto que las relaciones entre privados -en principio, libres e
iguales- deba
realizarse a travs del Cdigo Civil, que de esta manera era presentado como
el
estatuto jurdico fundamental de los particulares. Como eufemsticamente lo ha
sealado Konrad Hesse [Derecho Constitucional y Derecho Privado, Editorial
Civitas,
Madrid 1995, Pg. 37], el Cdigo Civil se converta, as, en el "autntico
baluarte de la
libertad".
Hoy, desde luego, los derechos fundamentales no son slo derechos pblicos
subjetivos, esto es, libertades que garantizan slo un status negativus, la
preservacin
de un mbito de autonoma personal oponible al Estado. A juicio del Tribunal
Constitucional, al lado de la idea de los derechos fundamentales como
derechos
subjetivos, tambin hay que reconocer en ellos el establecimiento de
verdaderos
valores supremos, es decir, el componente estructural bsico del orden
constitucional,
"en razn de que son la expresin jurdica de un sistema de valores, que, por
decisin
del constituyente, ha de informar el conjunto de la organizacin jurdica y
poltica;
El Neoconstitucionalismo. Una mirada Jurisprudencial
(...) el fundamento del orden jurdico y de la paz social." [STC de Espaa
53/1985,
Fund. Jur. N. 4].

Y es que, como lo ha sostenido el Tribunal Constitucional Federal de Alemania,


la
Constitucin, que no quiere ser un ordenamiento neutral, ha introducido con
los
derechos fundamentales un ordenamiento valorativo objetivo, en el cual se
encuentra
la ms importante consolidacin de la fuerza de validez de aquellos. Este
sistema de
valores, que encuentra su punto central en el libre desarrollo de la
personalidad y en
la dignidad del ser humano, vale como una decisin constitucional fundamental
para
todos los mbitos del derecho: legislacin, administracin y jurisdiccin reciben
de
ella sus lneas orientativas y su impulso [BverfGE 7, 204 y ss].
Ello significa que los derechos fundamentales no slo demandan abstenciones
o que
se respete el mbito de autonoma individual garantizado en su condicin de
derechos
subjetivos, sino tambin verdaderos mandatos de actuacin y deberes de
proteccin
especial de los poderes pblicos, al mismo tiempo que informan y se irradian
las
relaciones entre particulares, actuando como verdaderos lmites a la autonoma
privada.
Este especial deber de proteccin que se deriva de esta concepcin objetiva de
los
derechos fundamentales, impone como una tarea especial del Estado su
intervencin
en todos aquellos casos
independientemente de

en

los

que

stos

resulten

vulnerados,

dnde o de quines pueda proceder la lesin. Con lo cual entre los sujetos
pasivos de
los derechos ya no slo se encuentra el Estado, sino tambin a los propios
particulares.
Como se ha dicho, esta eficacia horizontal de los derechos fundamentales en
las
relaciones entre privados se deriva del concepto de Constitucin como Ley
Fundamental de la Sociedad, que en nuestro ordenamiento se encuentra
plasmado a
travs del artculo 1 de la Constitucin de 1993, que pone nfasis en sealar
que "La
defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo
de la
sociedad y del Estado" .
Se trata, adems, de una consecuencia que se deriva, en todos sus alcances,
del propio
artculo 38 de la Constitucin, segn el cual "Todos los peruanos tienen el
deber (...)
de respetar, cumplir (...) la Constitucin (...)". Con dicho precepto constitucional
se
establece que la vinculatoriedad de la Constitucin se proyecta erga omnes, no
slo al
mbito de las relaciones entre los particulares con el Estado, sino tambin a
aqullas
establecidas entre particulares. De manera que la fuerza normativa de la
Constitucin, su fuerza activa y pasiva, as como su fuerza reguladora de las
relaciones
jurdicas, se proyecta tambin a las establecidas entre particulares, por lo que
cualquier acto proveniente de una persona natural o persona jurdica de
derecho
privado, que pretenda conculcarlos o desconocerlos, deviene inexorablemente
en

inconstitucional.
En suma, pues, los derechos constitucionales informan y se irradian por todos
los
sectores del ordenamiento jurdico, -incluidos los referidos a la materia laboralpues
ellos forman parte esencial del orden pblico constitucional.
Guido Aguila Grados
B) La eficacia directa e indirecta de los derechos fundamentales
Los derechos fundamentales tienen eficacia directa en las relaciones inter
privatos
cuando esos derechos subjetivos vinculan y, por tanto, deben ser respetados,
en
cualesquiera de las relaciones que entre dos particulares se pueda presentar,
por lo
que ante la posibilidad de que stos resulten vulnerados, el afectado puede
promover
su reclamacin a travs de cualquiera de los procesos constitucionales de la
libertad.
Como expres la Corte Suprema de Justicia de Argentina, en 1957, en el
Leanding
Case Angel Siri: "Nada hay, ni en la letra ni en el espritu de la Constitucin,
que
permita afirmar que la proteccin de los llamados derechos humanos (...) est
circunscrita a los ataques que provengan slo de la autoridad. Nada hay,
tampoco, que
autorice la afirmacin de que el ataque ilegtimo, grave y manifiesto contra
cualquiera
de los derechos que integran la libertad, latu sensu, carezca de la proteccin
constitucional adecuada (...) por la sola circunstancia de que ese ataque emane
de
otros particulares o de grupos organizados de individuos (...)

An menos admisible es el distingo a que antes se ha hecho referencia,


considerando
las condiciones en que se desenvuelve la vida social de estos ltimos cincuenta
aos.
Adems de los individuos humanos y del Estado, hay una tercera categora de
sujetos,
con o sin personalidad jurdica, que slo raramente conocieron los siglos
anteriores:
los consorcios, los sindicatos, las asociaciones profesionales, las grandes
empresas, que
acumulan casi siempre un enorme podero material o econmico. (...)
Lo que primordialmente tienen en vista el hbeas corpus y el recurso de
amparo, no es
el origen de la restriccin, sino estos derechos en s mismos, a fin de que sean
salvaguardados".
8. En cambio, se dice que los derechos fundamentales slo tienen eficacia
indirecta
cuando no tienen la capacidad de regular directamente las relaciones inter
privatos,
sino que tal eficacia se materializa mediatamente a travs de su recepcin por
la ley y
la proteccin de los jueces de la jurisdiccin ordinaria, quienes estn llamados
a
aplicar las leyes y reglamentos de conformidad con la Constitucin y, en
especial, con
el contenido constitucionalmente protegido de los derechos fundamentales. Tal
teora
de la eficacia de los derechos fundamentales matiza la incidencia de stos en
el mbito
del derecho privado, filtrndolos a travs de las normas propias de cada sector
del
ordenamiento (civil, laboral, etc.).

Desde esta perspectiva, un problema entre privados en materia de derechos


fundamentales no es resoluble, en principio, mediante los procesos de la
justicia
constitucional de la libertad, sino a travs de los que existen en el mbito de la
jurisdiccin ordinaria.
Lo anterior no quiere decir que tales problemas no puedan ser resueltos en
algn
momento a travs del amparo, sino que, para que ello suceda, es precisa la
mediacin
del juez ordinario, a quien por ficcin, en caso de no dispensar una tutela
adecuada, se
le termina imputando la lesin de los derechos constitucionales. Como puede
observarse, tal construccin en torno a la eficacia indirecta de los derechos se
realiza
en un marco donde es difcil
fundamentales como

salirse del esquema de los derechos

El Neoconstitucionalismo. Una mirada Jurisprudencial


derechos pblicos subjetivos, de modo que mientras no exista acto estatal que
se
interponga, no es posible que mediante el amparo se pueda resolver este tipo
de
problemas.
As sucede en Espaa
constitucionales,

en

Alemania,

pases

donde

sus

tribunales

por disposicin de sus leyes que los regulan, han proclamado que los derechos
slo
pueden tener una eficacia indirecta o mediata entre particulares, por lo que a
travs
del recurso de queja constitucional o del amparo no es posible que sean
tutelados
directamente [Alexei Julio Estrada, "Los tribunales constitucionales y la eficacia
entre

particulares de los derechos fundamentales", en Miguel Carbonell, Compilador,


Teora
constitucional y derechos fundamentales, Comisin Nacional de Derechos
Humanos,
Mxico D.F. 2002, Pg. 203 y ss.].
Tambin es el caso de los Estados Unidos de Norteamerica, cuya Corte
Suprema, pese
a los serios reparos que se la ha hecho, se ha negado ha efectuar un control de
constitucionalidad directo de los actos imputables a los particulares, entre
tanto no
exista una state action. De esa forma, los derechos reconocidos en la sucesivas
enmiendas al texto constitucional, se han comprendido como que slo vinculan
al
Estado y no pueden invocarse si no es en presencia de una accin estatal
presuntamente ilcita. [Juan Mara Bilbao Ubillos, Los derechos fundamentales
en la
frontera entre lo pblico y lo privado (La nocin de state action en la
jurisprudencia
norteamericana), McGraw-Hill, Madrid 1997].
C) El Amparo contra particulares y la eficacia directa (e indirecta) de los
derechos
fundamentales en las relaciones entre particulares en nuestro ordenamiento
En el caso peruano, si los derechos tienen una eficacia directa o indirecta en
las
relaciones entre particulares, es un asunto que la misma Constitucin se ha
encargado
implcitamente de resolver. En efecto, aunque la Norma Suprema no contenga
una
clusula expresa que lo prescriba, tal eficacia directa puede deducirse de los
preceptos
constitucionales a los que se ha hecho referencia en el Fundamento Jurdico N.
6 de

esta sentencia, y, adems, del inciso 2) del artculo 200, donde se precepta
que "la
accin de amparo, (...) procede contra el hecho u omisin, por parte de
cualquier (...)
persona".
Que cualquiera pueda interponer un amparo contra acciones u omisiones
provenientes de una persona (natural o jurdica de derecho privado), quiere
decir que
los derechos constitucionales vinculan directamente esas relaciones inter
privatos y,
precisamente porque vinculan, su lesin es susceptible de repararse mediante
esta
clase de procesos.
Evidentemente, tal cosa no quiere decir que el juez constitucional pueda
realizar un
control de la misma intensidad como la que normalmente se realiza en los
actos que
emanan de los poderes pblicos. Con frecuencia existen justificaciones para la
realizacin de conductas o acto de los privados que no podran aducirse nunca
respecto de los actos emanados de rganos estatales. Ello es consecuencia,
naturalmente, de que en la figura del amparo contra particulares, las partes
que en
ella participan son titulares de derechos constitucionales.

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