Pedro Morande
Pedro Morande
Pedro Morande
"CULTURA
PEDRO MORANDE:
Y MODERNIZACIN EN AMERICA LATINA"*
Cristian Gazmuri**
I Un Ensayo Polifactico
Como reza el ttulo, el libro de Pedro Morand es efectivamente un ensayo acerca de la cultura latinoamericana y su relacin con
la modernizacin. Pero es ms que eso, pues a las ya vastas dimensiones, temporales, espaciales e intelectuales del objeto enunciadas
en el ttulo, el autor agrega el tratamiento de otros problemas tericos fundamentales. Para lograr todo esto, Pedro Morand se mueve
libre y asertivamente haciendo uso de categoras filosficas, antropolgicas, histricas, teolgicas y obviamente sociolgicas.
La obra constituye formalmente una unidad, pero creo que podemos distinguir en ella dos partes, ligadas por un vnculo el sacrificio en cuanto categora cultural central que, a diferencia del autor, no me parece que baste para integrar al libro en un todo. La
parte I comprende los captulos 1, 2, 3, 11 y 12 y se preocupa propiamente de la realidad cultural latinoamericana, la modernizacin
y la ligazn entre ambas. Esta parte I me parece la de ms valor
creativo y analtico. La parte II, que comprende los captulos 4, 5,
6, 7, 8 y 9, consiste en una alambicada especulacin intelectual en
torno a la categora de sacrificio y su evolucin en el mundo moderno. Me referir primero a esta parte II para entrar a analizar despus
la hiptesis central del libro, contenida en la I.
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O es todo este desarrollo una colosal, aunque brillante, entelequia, fruto de un voluntarismo exagerado en desarrollar una idea
hasta sus ltimas consecuencias; siendo as, un ejemplo ms del hiperracionalismo, tan frecuente y tan peligrosamente distorsionador,
que suele darse en la sociologa especulativa?
Planteo la duda; no me creo calificado para entregar sobre esta
parte II una respuesta. Para hacerlo requerira poseer conocimientos
profundos en varias disciplinas, los que no poseo. Asimismo, los que
nos dedicamos a la historia solemos ser metdicamente ms cautos
que los socilogos y me parece que la cantidad de informacin emprica necesaria para aclarar el problema (que es casi una nueva filosofa de la historia) es difcilmente posible de reunir en toda la vida
de un hombre, mal podra intentarlo pues para esta crtica.
Lamento s, empero, que la lnea discursiva central de la hiptesis de Morand se vea interrumpida (o complementada) por el tratamiento, ultrasinttico, de temas no siempre necesariamente conectados con sta. Vgr.: sus alcances acerca de la transformacin, durante el siglo XX, de la guerra y la poltica en "film"; problema slo
muy tangencialmente conectado con el tema central. Y en relacin
a este mismo punto, y para terminar, un detalle: la frase (de Clausewitz) mencionada, "la poltica es la continuacin de la guerra por otros medios" (pg. 117) en realidad dice exactamente lo contrario
(ver Karl von Clausewitz De la guerra; parte 1, qu es la guerra?,
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la herencia cultural de la colonizacin hispano-lusitana que en puntos muy fundamentales haba sido abandonada en el perodo de la
constitucin de los estados nacionales" pues "las repblicas oligrquicas haban puesto orden y atajado la anarqua del perodo inmediatamente posterior a la emancipacin, pero no haban logrado una
nueva sntesis cultural" (pg. 17). De lo que result segn esos autores que la gran mayora de los latinoamericanos haban Quedado
al margen de la cultura "oficial"; concluyendo que el nico desarrollo posible era uno que rescatara esa identidad negada.
Sin embargo, esta generacin no habra dejado huella; apabullada por los intentos desarrollistas de origen sociolgico posteriores a la Segunda Guerra Mundial que hicieron del desarrollo funcional, planificado y tecnocrtico, la base de sucesivos proyectos histricos para Latinoamrica, retomndose as la lnea cultural "ajena"
del siglo XIX. Con este nuevo enfoque, a la modernizacin "se la
percibe como una opcin tecnolgica a disposicin de todos los
pueblos de la tierra, siempre que ellos mismos tengan la voluntad de
desarrollarse y superar los obstculos que se antepongan a esta opcin" (pg. 18). Entre estos obstculos ha estado la verdadera cultura latinoamericana, menospreciada, y que los modernizadores concibieron como destinada a desaparecer en la medida que debiera subordinarse a la racionalidad de la transformacin modernizadora. Vale decir, experimentar el mismo proceso vivido por Europa durante
la Ilustracin, la subordinacin de los valores a la funcionalidad racionalista. La aparicin de las sociologas comprometidas (en los
60's) "lejos de solucionar la crisis la rigidizaron" pues slo habran
representado el paso del lenguaje cientfico al ideolgico.
"La mirada se dirige entonces a la cultura" contina Morand, "por qu razn? Porque la cultura es siempre expresin particular de sujetos o pueblos particulares. La cultura es histrica. No
hay culturas abstractas. Todas ellas tienen la referencia espacio/temporal de los sujetos que la constituyen". Siendo as "el primado de
la 'racionalidad formal' tecnocrtica slo puede entenderse entonces
histricamente como resultado de procesos particulares en culturas
particulares" (pg. 24); de all que esa forma cultural que es la modernidad racional-tecnocrtica sea ajena a Latinoamrica, ya que es
una etapa de la cultura europea.
Este problema nos conduce rpidamente -siempre siguiendo a
Morand a la cuestin de la relacin entre catolicismo latinoamericano y modernidad, pues la cultura latinoamericana (la verdadera)
sera fruto de una sntesis inicial, ocurrida en el siglo XVI, entre la
cultura del conquistador y la del indgena. Sntesis que se habra
plasmado alrededor del "rito" religioso y de all la importancia, y la
larga disquisicin hipottica, acerca del sacrificio, un rito por excelencia.
Este encuentro fundamental alrededor del rito sacrificial habra sido posible porque el catolicismo de los conquistadores era
barroco, vale decir, con un rito fortalecido y espectacular tal como
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Ahora bien, ms all de problemas relativos a la fantstica seguridad en afirmaciones como la ltima transcrita, esta primera parte del libro de Morand tiene sin duda aspectos sugerentes; adems,
su llamado a volver a lo nuestro aunque ya hecho incontables veces, siempre resulta emotivo, aunque pensamos que estaba mejor
expresado en la verba potica de un Jaime Eyzaguirre que en la
aridez del sociologismo especulativo. Quiz lo ms valioso del trabajo sea su crtica a los intentos de modernizacin de los aos cincuenta y sesenta, al menos parcialmente ajenos a la cultura latinoamericana. Asimismo, no debemos olvidar que el libro es tambin un
mensaje de esperanza. . . aunque slo falte que esta modernizacin
"diferente" sea definida en su posibilidad de concrecin para que
esa esperanza sea colmada. En cualquier caso, las ideas planteadas
en "Cultura y Modernizacin en Amrica Latina" constituyen un
paso ms en la bsqueda de nuestro desarrollo histrico en torno a
lo propio.
Sin embargo, tambin esta parte del libro puede ser objeto de
crticas concretas:
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Adems me parece dudoso que la cultura latinoamericana haya podido permanecer "anclada" en torno al rito sacrificial,
catlico, barroco, por ms de cuatro siglos. La cultura es algo
dinmico que va incorporando siempre nuevos elementos, se
mueve con la historia; el propio Morand reivindica ese carcter histrico de la cultura, pero historia es cambio.
Siendo as, por qu la sntesis cultural plasmada en torno al
catolicismo ritual del siglo XVI no habra de haber evolucionado? Por una parte como lo reconoce Morand esa sntesis
evolucion a nivel de las lites criollas que asimilaron la ilustracin. Pero aun cuando la masa mestiza no asimilara ese legado, no podemos decir lo mismo de los elementos culturales
que nos llegaron de Europa en los siglos XIX y XX y que se
extendieron en la medida que creca el alfabetismo. As, fueron incorporados, primero, el positivismo entre los sectores
medios, despus diversos fermentos ideolgicos como el conocimiento fruto de la tcnica, en sus mltiples dimensiones y alcances, entre las masas urbanas y luego campesinas e indias, sin
duda alterando esa cultura mestiza que supongamos habra
permanecido detenida durante los siglos coloniales y gran parte
del XIX.
Hacia 1984, con radio, TV, prensa escrita y alfabetismo mayoritario, resulta difcil pensar que an la cultura de la masa latinoamericana gira exclusivamente en torno al rito sacrificial, en
su forma original, que sera la base intocada de su ethos cultural.
Creo que, por el contrario, ms bien cabra pensar que esa sntesis original, si es que se produjo con la solidez que sostiene
Pedro Morand, ha venido enriquecindose o empobrecindose pero en todo caso evolucionando, de modo que reducir
a sta la esencia de la cultura latinoamericana tiene mucho, me
parece, de voluntarismo.
La misma idea de la sntesis inicial tal como la presenta Morand aparece como una abstraccin hinchada artificialmente;
pues, si bien uno de los dos elementos constitutivos, el hispano-lusitano y su aporte, el catolicismo barroco, aparece como
bastante homogneo, no ocurre lo mismo con el otro. La sntesis en cuestin se habra realizado con culturas que eran muy
diferentes entre s, ya fuera en sus elementos definitorios, como en el grado de evolucin. Poco de comn parece haber habido entre la cultura Maya, tal como era en el siglo XVI, casi
tan avanzada como la hispana en muchos aspectos, y la de los
indios jbaros o la de los mapuches. Siendo as es posible que
la sntesis haya sido la misma o muy similar en toda Amrica?,
o habra que incorporar a este ensayo un anlisis ms matizado?
Y cmo insertar en la tesis de la sntesis inicial en torno al ri-
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En fin, las dudas en torno a este problema podran multiplicarse como, por ejemplo, preguntarse con cifras y datos en la mano si la modernizacin en Latinoamrica realmente ha fracasado
tan estrepitosamente. Pero, en sntesis, creo que Pedro Morand
cay en lo que Marc Bloch defini como "el dolo de los orgenes",
concluyendo que: "un fenmeno histrico (como la cultura latinoamericana del presente) nunca puede ser explicado en su totalidad
fuera del estudio de su momento. Esto es cierto de todas las etapas
de la evolucin. De la etapa que vivimos como de todas las dems.
Ya lo dijo el proverbio rabe antes que nosotros
'los hombres se
parecen ms a su tiempo que a sus padres' ".1
Ahora bien, esta idolatra de los orgenes, transformada eventualmente en ideologa, puede tener consecuencias sociales imprevisibles. No me refiero slo a que d nacimiento a un nuevo (o renovado) integrismo, sino que adems como la hiptesis tiene pretensiones socio-polticas pueda conducir hacia la fetichizacin de
formas concretas del pasado y no acceder as a modernidad alguna,
1 Marc Bloch: Introduccin a la historia. F. C. E. Mxico, 1963, pg. 27 y
sigs.
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